268 55 5MB
Spanish Pages [376] Year 2012
ALMA MATER COLECCIÓN DE AUTORES GRIEGOS Y LATINOS
CONSEJO EDITORIAL Director: Francisco R. Adrados Secretario: Emilio Fernández-Galiano Consejo Asesor: José Luis Calvo Luis Alberto de Cuenca Vicente Cristóbal Antonio Ramírez de Verger
ARISTÓTELES
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
EDICIÓN CRÍTICA, TRADUCCIÓN, INTRODUCCIÓN Y NOTAS DE
INÉS CALERO SECALL Y
RAÚL CABALLERO SÁNCHEZ
CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS M A D R I D
2012
Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelectual. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por ningún medio ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito de la editorial. Las noticias, los asertos y las opiniones contenidos en esta obra son de la exclusiva responsabilidad del autor o autores. La editorial, por su parte, solo se hace responsable del interés científico de sus publicaciones.
Catálogo general de publicaciones oficiales: http://publicacionesoficiales.boe.es Editorial CSIC: http://editorial.csic.es (correo: [email protected])
© Consejo Superior de Investigaciones Científicas © Inés Calero Secall y Raúl Caballero Sánchez NIPO: 723-12-195-1 e-NIPO: 723-15-009-2 ISBN: 978-84-00-09646-5 e-ISBN: 978-84-00-09903-9 Depósito Legal: M-41306-2012 Impreso en España Printed in Spain Gráficas Varona Polígono «El Montalvo», parcela 49. 37008 Salamanca
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. IX. X. XI.
IX
Autoría de la Constitución de los atenienses . . . . . . IX La Atenas que conoció Aristóteles . . . . . . . . . . . . . XIII Fecha de la Constitución de los atenienses . . . . . . . XX Composición de la obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XXIII Estructura y contenido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XXVI Fuentes y método . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XXXVIII La organización institucional ática del siglo IV: omisiones en la Athenaíon Politeía . . . . . . . . . . . . . XLVI Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . LII Nuestra traducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . LXIII Historia del Texto. Edición crítica . . . . . . . . . . . . . LXIV Conspectus siglorum et compendiorum . . . . . . . . . LXXI
ARISTÓTELES. CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES . . .
1
FRAGMENTOS DE LA PARTE INICIAL PERDIDA . . . . . . . .
137
EPÍTOME DE HERACLIDES LEMBO . . . . . . . . . . . . . . . . .
140
ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS Y DE TEMAS . . . . . . . . .
145
[VII]
INTRODUCCIÓN I. AUTORÍA
DE LA
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES *
Hasta finales del siglo XIX, después de que el British Museum comprara el papiro que contenía la Constitución de los atenienses, no se conocía la Athenaíon Politeía nada más que a través de las referencias y citas que habían incluido los antiguos en sus obras. La Constitución de los atenienses formaba parte de la gran colección de ciento cincuenta y ocho Politeîai o Constituciones de diferentes estados griegos y bárbaros que los antiguos atribuyeron a Aristóteles y que desgraciadamente se han perdido. El primer problema con el que se enfrentan los investigadores es el de conocer la autoría de este tratado. Cuando se descubrieron en el siglo XIX los papiros de Londres y Berlín, los estudiosos adscribieron la obra a Aristóteles, siguiendo los dictados de la tradición. Un poco más tarde surgieron argumentos discrepantes que no aceptaban la opinión tradicional. Así pues, no reina entre los investigadores la unánime convicción de que esta obra hubiera sido realizada por la propia mano de Aristóteles, lo que no quiere decir que se considere un escrito totalmente ajeno al filósofo, porque las opiniones discordantes se canalizan hacia la defensa de un autor formado en el seno de la escuela aristotélica. Fundamentalmente la discusión se orienta en torno a la posibilidad de que hubiera sido escrita por su propia mano o que hubiera sido encargada por él a un discípulo. La opinión mayoritaria1 tiende a * Este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto FFI2008-00326/FILO “Familia y propiedad en el Derecho griego antiguo”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. 1 Cf. W. Jaeger, Aristóteles. Bases para la historia de su desarrollo intelectual, México, Madrid, Buenos Aires 1983 (=1923), p. 376; E. M. Walker, “The Athenian Consti-
[IX]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
considerar a Aristóteles como el autor de la Constitución de los atenienses, dando crédito así a los autores de la Antigüedad. Los argumentos que suelen invocarse se basan en la comparación de la Athenaíon Politeía con otras obras del corpus aristotélico, en concreto con la Política, que, sin duda, nos depara la evidencia de discrepancias de estilo y en otros aspectos entre ambas. No hay más que hacer una rápida lectura de la Política para convencernos de que estamos ante una obra mucho mejor elaborada que la Constitución de los atenienses, donde encontramos irregularidades, contradicciones y errores. Otro de los argumentos que aducen los defensores de la autoría de Aristóteles se apoya en la relevancia del tema tratado. Era demasiado importante como para que el Estagirita lo dejase en manos de un discípulo, como arguye Walker2. Este razonamiento es rebatido por la tesis que rechaza su autoría, en la medida en que el tema podría ser menos importante para él que para nosotros, tal como responde Hignett3. En su opinión, los argumentos que con frecuencia se utilizan en defensa de la atribución a Aristóteles son sólidos, pero la conclusión “que se obtiene de ellos es solamente per saltum”4. Hignett considera que no se ha tenido en cuenta el elemento más importante, que es la superioridad de la Política frente a la Athenaíon Politeía respecto a la extensión de los argumentos y la solidez de los juicios5. Y es además la forma como se abordan los temas la que establece la diferencia. Así, cuando Aristóteles habla de alguna cuestión en la Política, vemos que preside la cautela en contraste con la credulidad que muestra en la Constitución de los atenienses. Este argumento lleva a Hignett a la conclusión de que este tratado parece obra de un discípulo que puso, en verdad, mucho cuidado y empeño, pero a quien le faltó emitir su juicio6. tution”, en J. U. Powell- E. A. Barber (eds.), New Chapters in the History of Greek Literature, Oxford 1929; J. E. Sandys, Aristotle’s Constitution of Athens, London2 1912; G. Mathieu- B. Haussoullier, Aristote. Constitution d’ Athènes, Paris 1972 (=1922), p. II; A. Tovar, Aristóteles. La Constitución de Atenas, Madrid 1970 (=1948), p. 31; A. Lesky, Historia de la literatura griega, Madrid 1968, p. 597. 2 Walker, op. cit., p. 145. 3 C. Hignett, A History of the Athenian Constitution to de End of the Fifth Century B.C., Oxford 1970 (=1952), p. 30. 4 Hignett, op. cit., p. 29. 5 Hignett, op. cit., p. 29. 6 Hignett, op. cit., p. 29.
[X]
INTRODUCCIÓN
En una línea parecida se orienta Rhodes, quien comparte con Hignett los mismos argumentos contra la tesis que aduce la importancia del contenido de la obra como premisa válida para defender su autoría y no atribuirla a un discípulo. Según expone Rhodes7, para Aristóteles el tema de esta obra no sería tan importante, ya que ni era ateniense ni defendía la democracia de Atenas. Sin embargo, frente a Hignett, Rhodes considera que no es tanto la falta de opiniones o juicios de los acontecimientos lo que aleja la Constitución de los atenienses de la autoría de Aristóteles como la ausencia de expresiones aristotélicas y pasajes con su propio sabor8, que se echan de menos en la Athenaíon Politeía, porque la carencia de juicios de valor únicamente nos corrobora su pésima cualidad como historiador. Rhodes, aunque más tímidamente, considera que probablemente no fue realizada por Aristóteles9. Por otro lado, tradicionalmente se había considerado que la Constitución de los atenienses era el primer libro de la colección de las ciento cincuenta y ocho Politeîai y muchos interpretaron que esta colocación en el primer lugar del grupo no debió de tener otra finalidad que la de servir como modelo para los discípulos de su escuela10. Sin embargo, el hecho de que la Constitución de los atenienses encabezara la colección no es, en opinión de Rhodes, argumento suficiente para adscribirla a Aristóteles, pues precisamente la fecha tardía –reconocida por casi todos– de la redacción de esta constitución no hace posible que se hubiera terminado antes de que la composición de las otras Politeîai hubiera comenzado11.
7
P. J. Rhodes, A commentary on the Aristotelian Athenaion Politeia, Oxford 1981,
p. 62. 8
Rhodes, op. cit. (1981), p. 62. Cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 63. MacDowell también sostiene que se atribuye dudosamente a Aristóteles, cf. D. M. MacDowell, The Law in Classical Athens, London 1978, p. 24. 10 Jaeger considera que “escrita por el propio Aristóteles serviría como una especie de canon para el conjunto”, cf. Jaeger, op. cit., p. 299. Esta opinión es seguida por Tovar, op. cit., p. 20, para quien “como primera y principal de la colección de monografías políticas, el maestro trabajó personalmente en ella para dar un modelo a la colección”. 11 Rhodes, op. cit. (1981), p. 62, n. 310. 9
[XI]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Al mismo tiempo hemos de tener en cuenta que la creencia de haber sido el primer libro de la colección deriva, según Keaney12, de la citación en el ms. de Harpocración, s.v. Thesmothétai, donde la alpha que aparece delante del título de la Athenaíon Politeía es una simple ditografía o repetición textual que está ausente en otros manuscritos. Sin embargo, según Rhodes13 son tres los textos donde se hace referencia a la secuencia alfabética de las Politeîai y en los que aparece la de Atenas en primer lugar. Además, hay quienes son partidarios de la intervención de una segunda mano en la confección de la obra, como fue Drerup14, cuya tesis, aunque acepta la autoría de Aristóteles y admite la posibilidad de que él hiciera ciertas anotaciones y notas marginales, defiende que éstas pudieron ser insertadas torpemente por un editor más tardío15. Esta opinión no queda muy lejos de la mantenida por Keaney16, que sostiene la idea de añadidos en el texto, introducidos por algún discípulo de Aristóteles. Ante esta cuestión, cabe pensar dos posibilidades: o bien que la obra no hubiera salido directamente de la mano de Aristóteles, pero pudo, no obstante, revisarla; o, por el contrario, que él hubiera esbozado el contenido y ofrecido las oportunas indicaciones y su discípulo la hubiera redactado. No obstante, se ha de concluir que, fuera escrita por la propia mano de Aristóteles o no, lo importante es que se trata de una obra que se elabora en los hornos de su escuela y allí quedaría impregnada del espíritu aristotélico. Por lo tanto, podemos considerarla aristotélica y de este modo vamos a referirnos a ella como obra de Aristóteles. 12 J. J. Keaney, “The date of Aristotle’s Athenaion Politeia”, Historia 19, 1970, p. 327, n. 6. 13 Cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 1, n. 2. 14 E. Drerup, “Ist die Athenaion Politeia des Aristoteles vollendet?”, Mnemosyne 3rd. 10, 1941, pp.1-7. 15 Los pasajes en los que se apoya Drerup para su argumentación son rebatidos detalladamente por Tovar, op. cit., pp. 29-30 para explicar la significación y naturaleza de la Athenaíon Politeía. 16 Keaney, op. cit., p. 336. Cf. también su defensa de la autoría de Aristóteles en The Composition of Aristotle’s Athenaion Politeia. Observation and Explanation, New York-Oxford 1992, pp. 12-14.
[XII]
INTRODUCCIÓN
II. LA ATENAS
QUE CONOCIÓ
ARISTÓTELES
Cuando Aristóteles llegó a Atenas en 367 a. C. para integrarse en la Academia de Platón, un centro cada vez más atractivo a los ojos de los extranjeros, no se encontró con aquella ciudad esplendorosa y henchida de autoestima de los tiempos de Pericles. Tras la humillante derrota en la guerra fratricida del Peloponeso en 404 a. C., Atenas no sólo perdía su poder marítimo y las murallas que la rodeaban, sino también una de sus señas de identidad más preciadas, como era la democracia, que se vio sustituida por la oligarquía y por la época de terror que protagonizaron los Treinta. Aunque esta situación duró poco y en septiembre de 403 a. C. se restauró la democracia, el fracaso de la guerra había afectado al espíritu ateniense que veía con desilusión cómo su hegemonía política en el mundo helénico pasaba a manos de los espartanos. Poco a poco empezó a recuperarse y unos veinticinco años antes de que Aristóteles se afincara en Atenas, la ciudad emergía de esa siniestra época volviendo a contemplar sus murallas reconstruidas por orden de Farnabazo en 393 a. C. Este tímido resurgimiento lleva a Atenas a comprometerse de nuevo en alianzas con otras ciudades bajo la añoranza de la vieja confederación Délica y así vuelve a soñar con el liderazgo de una nueva liga, la segunda Confederación ateniense (378 a. C.), pero Atenas intenta evitar todo aquello que a los confederados les haga recordar la antigua situación de férreo dominio ateniense. Y para darle un barniz innovador lo primero que hace la ciudad es suprimir el término φόρος por συντάξεις y propiciar a su vez la representación de los aliados en el συνέδριον que se reuniría en Atenas. No obstante, corrían otros tiempos y ni las energías eran las mismas ni la sociedad ateniense estaba dispuesta a poner de su parte como antaño. Ahora el ciudadano se mueve por móviles materiales y carece de los ideales y de las ideas de valor superior en las que antes creía. Siempre las bonanzas económicas coadyuvan mejor a la despreocupación de los bienes materiales, pero la situación económica era en esos momentos completamente diferente y una Atenas mucho más empobrecida ahogaba a sus ciudadanos con unos fuertes impuestos y con la creciente aplicación de las liturgias que habrían de desempeñar los más ricos de los atenienses. Estos ya estaban cansa[XIII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
dos de tantos impuestos y acuden cada vez más a la antídosis, para que otro con mayor poder adquisitivo se haga cargo de la trierarquía, por ejemplo. Serán frecuentes las acciones judiciales mediante la diadikasía, a la que se recurría para evitar sufragar los gastos. Esta situación social de gravar económicamente a unos ciudadanos más que a otros acentúa la emergencia de diferentes clases sociales17 y, unida a fracasos en política exterior por la creciente utilización de soldados mercenarios que se preocupaban poco de los intereses de la patria, conduce a la imparable decadencia de Atenas, que se vislumbra ya con la disolución de la nueva liga marítima en 355 a. C., cuando Aristóteles aún permanece en la escuela de Platón. En el plano legislativo y jurídico la democracia, desde su restauración tras la caída del golpe oligárquico, ha sufrido un cambio sustancial. Desde los últimos años del siglo V a. C. se venía observando lo inadecuado de la legislación de Atenas y se sentía la necesidad de hacer una revisión, de forma que se comprobase la existencia de leyes contradictorias o que se eliminaran las leyes duplicadas que versaban sobre el mismo asunto. Se introduce una nueva definición legislativa que distingue los νόμοι ‘leyes’ de los ψηφίσματα ‘decretos’18. Los νόμοι eran las leyes de carácter general, mientras que los ψηφίσματα se referían a aspectos concetos19. Y además con esta clasificación se introducía otro elemento a tener en cuenta, como era la duración de la validez de la ley. Las leyes no tenían límite, al contrario que los decretos. Así los atenienses hicieron uso de la distinción entre lo permanente y lo limitado en el tiempo como base para diferenciar las leyes de los decretos20. De 17 Además la contradicción que se produjo en la sociedad ateniense entre el aumento cada vez mayor de metecos acaudalados y su estatus -puesto que ellos no gozaban de la ciudadanía- pudo contribuir a la crisis en que se sumergió Atenas en el s. IV a. C., cf. J. Pecˇirka, “A note on Aristotle’s Conception of citizenship and the Role of foreigners in Fourth Century Athens”, Eirene 6, 1967, p. 24. 18 Parece que en el s. V. a. C. estos términos eran como sinónimos, pero con la restauración de la democracia en el s. IV a. C. se estableció una diferencia entre ellos y para M. H. Hansen, “Nomos and Psephisma in Fourth Century Athens”, GRBS, 19, 1978, pp. 315-330, el término nómos se destinaría a lo aprobado por los nomótetas y pséphisma a lo que había sido aprobado por el pueblo en la Asamblea. 19 A. W. Nightingale, “Plato’s Lawcode in context: Rule by written Law in Athens and Magnesia”, CQ 49, 1999, p. 105. 20 M. H. Hansen, The Athenian Democracy in the age of Demosthenes, Oxford 1991, p. 171.
[XIV]
INTRODUCCIÓN
este modo los nómoi siempre fueron de rango superior a los decretos o resoluciones de la Asamblea. Una de las medidas legislativas que se adoptaron para esa revisión fue el nombramiento de una comisión de nomótetas, elegida entre seis mil ciudadanos que habían prestado el juramento heliástico. Para Hansen21, en realidad fueron dos comisiones las integradas por nomótetas: una, designada por el Consejo de los Quinientos, se encargaba de la recolección y publicación preliminar de las leyes; la otra, formada por quinientos miembros, que seleccionaban los demos, examinaba todas las leyes por si, tras la pertinente votación, alguna en particular podía ser aceptada y, entonces, incluirla en el código revisado. Pues bien, este nuevo corpus de leyes estuvo terminado en 403 a. C.22, pero su publicación no se produjo hasta 39923. Todo este trabajo legislativo de los nomótetas24 debía pasar por un procedimiento parecido a un juicio y, si su resultado era cuestionado, había de ser examinado ante el tribunal del pueblo. Surge así un nuevo procedimiento, la γραφὴ νόμων μὴ ἐπιτήδειον θεῖναι, “acción pública por proponer una ley inoportuna”, frente al viejo sistema de la graphè paranómon. Según algunos investigadores esta última se dejó, a partir del 403 a. C., para las proposiciones inconstitucionales de los decretos25. 21
Hansen, op. cit., p. 163. En el arcontado de Euclides, cf. D. 24 (Tim.), 42. 23 Cf. J. Atkinson, “Athenian Law and the Will of the People in the Fourth Century BC.”, AClass 46, 2003, pp. 24-25. 24 Para Macdowell no hubo un único procedimiento de nomothesía, sino que fueron varios y usados con distintos propósitos y diferentes períodos, además de en 403/2 a. C., en 370 a. C. y antes de 355 a. C., cf. D. M. MacDowell, “Law-Making at Athens in the Fourth Century B.C.”, JHS 95, 1975, p. 73. 25 No hay unanimidad entre los investigadores sobre los delitos que persiguen estas dos graphaí. Para Rhodes, op. cit. (1981), p. 545 y Hansen, op. cit., p. 166, esta γραφὴ νόμων μὴ ἐπιτήδειον θεῖναι se ejerce contra el que propone ilegalmente una ley y la γραφὴ παρανόμων contra el que propone ilegalmente un decreto del Consejo. Me parece más exacta la interpretación de G. Glotz, s.v. Thesmothétai, en H. Daremberg E. D. M. Saglio, Dictionnaire des antiquités grecques et romaines, Graz 1969, que considera que se hacía distinción entre casos de proposición ilegal de una ley (graphè paronómon) y de proposición inoportuna de una ley (graphè nómon mè epitédeion theînai). MacDowell sigue a Glotz y considera que mediante una graphè nómon mè epitédeion theînai se perseguía a aquel que introdujera una ley inapropiada, cf. MacDowell, op. cit. (1975), p. 70. 22
[XV]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Por tanto, la democracia que Aristóteles conocía era bastante diferente a la reinante en los viejos tiempos y había tomado un sesgo más radical. La codificación de 403 a. C., que conllevaba la prohibición de las leyes no escritas, supuso la aprobación de una medida que iba directamente contra los magistrados y daba más protagonismo al jurado y al tribunal popular. Ahora “los magistrados están bajo la ley, pero los jurados como guardianes de ella en ciertas circunstancias son considerados por encima de la ley y se les puede conceder un poder que se les niega a los magistrados”26. Pues bien, en los veinte años de estancia en la Academia entre 367 y 347 a. C., cuando muere Platón, Aristóteles debió de ver pasar muchos acontecimientos. Conoce una nueva atribución que se otorga al Areópago. Con Efialtes este Consejo había perdido poder en 462 a. C. y sus competencias se habían reducido a delitos de sangre, pero su antigua potestad es recuperada brevemente con los Treinta en 404 a. C. La restauración democrática de 403 a. C. lo despojaba de nuevo de esa autoridad, aunque se le encomendaba al Areópago la supervisión de la actuación de los magistrados. Además, por fuentes epigráficas sabemos que, más tarde en 352/1 a. C., la Asamblea había decidido que supervisara, junto al Consejo, los santuarios de Atenas y del Ática en general27. Por otro lado, el papel del Consejo iba reduciéndose en favor de la Asamblea y pocas veces se recurría a las resoluciones previas del Consejo o probouleúmata o, al menos, “el Consejo tendía a actuar cuando la Asamblea se lo requería”28, por lo que se acrecentó el poder del pueblo, como Aristóteles afirma en Ath. 41, 2. En esos tiempos se asistía a una radicalización de la situación política. Éste es el sistema democrático que se encuentra Aristóteles cuando va a Atenas y es evidente que el primer contacto que el filósofo tiene con una democracia no le aporte una buena opinión de este régimen de gobierno. Sabemos, por otra parte, que no gozaba de sus simpatías29. Él se había criado bajo una monarquía, cuando su padre Nicó26
Hansen, op. cit., p. 170. IG II2 204, 16-33, cf. Hansen, op. cit., p. 291. Atkinson, op. cit., p. 41. 29 Aristóteles en su Política no tiene ningún reparo en calificar de peligrosa la participación del pueblo en los cargos más importantes, porque su insensatez, ἀφροσύνη, y su falta de justicia le conducirán a incurrir en actos injustos y erróneos, cf. 27 28
[XVI]
INTRODUCCIÓN
maco era médico de la corte de Macedonia, aunque había nacido en Estagira, en la península Calcídica en 384 a. C. Es posible pensar que a un adolescente de diecisiete años debió de causarle algún impacto el contraste entre el sistema de gobierno que vio en su niñez y la democracia de los años 367 al 347 a. C., durante los cuales permaneció en la Academia de Platón. Además, Aristóteles palparía ese ambiente de crisis que estaban respirando los atenienses al sentirse amenazados por un nuevo poder que llegaba desde el norte. El hábil Filipo permanecía expectante en espera de cualquier resquebrajamiento en los Estados de Grecia para lanzarse sobre ellos. Pese a esa amenaza, los atenienses se sentían indolentes para enfrentarse al rey, aunque con raras excepciones. La tesis de Demóstenes, impregnada de nostalgia por el glorioso pasado y concebida para animar a sus conciudadanos a unirse contra el rey, encuentra poco eco en una sociedad ateniense que está dividida. Posiblemente Aristóteles sabía, si es que no los habría oído directamente, de estos discursos contra Filipo, –la primera Filípica data de 351 a. C.– que pronunciaba Demóstenes en la Asamblea ateniense. En este momento la sociedad de Atenas contaba con dos grandes figuras de excepción, Demóstenes y Aristóteles, que coincidían en intelectualidad y curiosamente en año de nacimiento y defunción, pero divergían en pensamiento político. Pues si el orador defendía la causa ateniense en el sentido de que Atenas se alzara de nuevo como la ciudad dominadora de la tierra griega, Aristóteles reconocía a Atenas el liderazgo cultural, pero por no estar impregnado del orgullo ateniense consideraba como solución a los múltiples problemas la unión de Grecia, aunque, eso sí, bajo la hegemonía macedónica30. Es indudable que había una “antinomia entre la monarquía agrícola, por un lado, y la libertad de las democracias urbanas, por otro”31. Su nacimiento fuera de Atenas contribuía a concebir ideas más universales y no sólo valederas únicamente para la ciudad de Atenas. Así, sin ese corto punto Arist., Pol. 128b26; sobre ello, cf. I. Calero Secall, “Presencia de las ideas políticas de Aristóteles en Plutarco”, en L. de Blois - J. Bons - T. Kessels - D. M. Schenkeveld (eds.), The Statesman in Plutarch’s Works, Leiden 2004, p. 164. 30 Jaeger, op. cit., p. 143. 31 Jaeger, op. cit., p. 143.
[XVII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
de mira, Aristóteles se anticipaba a una nueva mentalidad que abría sus ojos a toda Grecia. Pero los inagotables esfuerzos de Demóstenes por defender sus ideas se estaban convirtiendo poco a poco en inútiles, cada vez que Filipo iba penetrando hacia el territorio griego. En 347 a. C. destruye Olinto y la Calcídica se convierte en provincia macedónica, mientras que en esa fecha el filósofo, herido por el desencanto filosófico, sale de Atenas a la muerte de su maestro Platón (347 a. C.). Tras abandonar Atenas, Aristóteles emprende viajes por algunas ciudades. Junto a Jenócrates se establece en Aso, donde entra en contacto con el promacedónico Hermias, rey de Atarneo, con cuya hija adoptiva contrae matrimonio, y tres años más tarde en Mitilene, donde se quedó, quizás a instancias de Teofrasto. A los dos años vuelve de nuevo a Macedonia al ser llamado para educar a Alejandro. En 342 a. C. estará instalado en Pela. Mientras tanto, en Atenas Demóstenes no cejaba en sus esperanzas de recuperar la Atenas gloriosa, si se vencía a Filipo. Con ese fin continuaría escribiendo contra él sus enérgicos discursos. Pero sus ilusiones se verán truncadas cuando en 338 a. C. Filipo adentrándose en Beocia vencía en Queronea, con lo cual Grecia quedaba bajo el dominio macedónico. Esta coyuntura, por el contrario, es aprovechada por Aristóteles para volver de nuevo a Atenas tras trece años de ausencia. Sabedor de la protección que le dispensa Macedonia, funda en 335 a. C. su propia escuela, que ubica en el gimnasio Liceo al este de Atenas, a distancia de la zona noroeste que ocupa la Academia. Así la ruptura que su escuela va a experimentar con las ideas de la Academia32 se materializará en la lejana situación que Aristóteles decide para instalarla. Pero su enseñanza con vocación de universalidad se vio envuelta en un velo de sospecha como urdidora de intrigas macedónicas33. Ante ello, no se debe silenciar que, si en un principio hubo una comunidad de ideas entre Aristóteles y Alejandro, más tarde ni el propio filósofo ni el círculo de intelectuales que le ro-
32
H. Cherniss, Aristotle’s Criticism of Plato and the Academy, Baltimore 1944. Para Jaeger, op. cit., p. 361, n. 5, ésta era la opinión de Demóstenes, aunque no se atrevió a pronunciarse en voz alta. 33
[XVIII]
INTRODUCCIÓN
deaban en el Liceo sustentaban las nuevas ideas alejandrinas de unificación de razas y de pueblos. En este período del Liceo Aristóteles se dedicó, sobre todo, a la investigación empírica y llegó a ser en este campo el creador de un nuevo tipo de estudio34. Fue, más que nada, en el área de la naturaleza y de la historia donde Aristóteles centró su labor. Y en su escuela se emprende un nuevo sistema de trabajo fomentándose la colaboración en la tarea común de compilar datos, lo que requería la consulta de los archivos. Y en cuestiones políticas Aristóteles llegaba con otros modelos y con una nueva forma de pensar, que se apoyaba en las clases medias y aplicaba los métodos de las ciencias empíricas a los temas humanos, como nos dirá en su análisis Adrados35. A esta época, por tanto, corresponde la ingente labor de la colección de las Politeîai o Constituciones, a la que pertenece, como dijimos, la Constitución de los atenienses. Sin embargo, pese a que el Estagirita hubiera deseado, suponemos, continuar en tan importante empresa durante más años, los acontecimientos históricos de nuevo dirigen su vida, pues sus expectativas se desvanecen cuando muere Alejandro en 323 a. C. Entonces en el seno de la sociedad ateniense crece con más fuerza la semilla antimacedónica, lo que afecta a Aristóteles que, dejando su intensa labor, ha de huir hacia Calcis, la tierra de su madre, donde muere a los pocos meses en 322 a. C. No llegaría a ver la supresión de la constitución democrática que Antípatro llevaría a cabo en el comienzo del 321 a.C. Es digno de tener en cuenta el fatal sino que marca, a veces de la misma manera, la vida de algunos personajes. Figuras que destacan por sus ideales de uno u otro signo y por su fuerza intelectual acaban siendo juzgadas por su propio pueblo. Demóstenes se esforzó por volver a los tiempos de antaño, pero Atenas no era ya caldo de cultivo para la vuelta atrás; Aristóteles, por el contrario, se anticipaba con su pensamiento hacia la universalidad36, pero tampoco Atenas estaba preparada para ello. Ambos fueron perseguidos y a ambos la amenaza de procesos condenatorios obligó al abandono del círculo inte34 35
Jaeger, op. cit., p. 373. Cf. F. R. Adrados, “Aristóteles en la Atenas de su tiempo”, EClás 108, 1995,
p. 52. 36
Cf. Adrados, op. cit., p. 44.
[XIX]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
lectual en que se movían. Demóstenes opta por Calauria donde se suicida envenenándose en el mismo año que Aristóteles, el cual, cansado, nos parece, de tanta lucha contra la miope ignorancia de la incomprensión, se deja morir a los pocos meses de llegar a Calcis. III. FECHA
DE LA
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Por sus características, no es difícil reconocer que la Constitución de los atenienses pertenecía a esa época de actividad compiladora que se ejercía en el Liceo. El hecho de que al final de la Ética a Nicómaco Aristóteles dijera que su Política se basaría en la colección de Constituciones o Politeîai ha llevado a tesis contrarias a las defendidas por la tradición, ya comentadas en el apartado primero sobre la autoría de la obra. Aquéllas defienden que la Política y también la Athenaíon Politeía eran de época más tardía que las colecciones, aunque se piensa que la recopilación de material pudiera haber comenzado en su primera época ateniense en la Academia. Para Lesky37, sin embargo, las cosas no resultan tan simples como para suponer que las Constituciones fueran el borrador que precedió a la redacción de la Política, entre otras cosas porque la labor tan ingente de recopilación debió de llevarse a cabo en el segundo período ateniense de Aristóteles. Mathieu38 nos dice que en estas Constituciones se empleaba la documentación que había recopilado para la Política, que terminó en 336 a. C.39. Rhodes40 admite que no se pueden datar las otras Constituciones, aunque la Athenaíon Politeía debía de ser de fecha más tardía. Por tanto, la opinión general defiende la datación tardía para la Constitución de los atenienses, aunque las fechas y los argumentos aportados no sean totalmente coincidentes.
37
Lesky, op. cit., p. 598. Mathieu-Haussoullier, op. cit., p. I. 39 El acontecimiento más tardío al que se hace referencia en la Política es el asesinato de Filipo en 336 a. C., cf. Arist., Pol. 1311b1-3 y eso obliga a fecharla en este año, aunque muy bien podría haber sido escrita unos años más tarde, entre 333 y 323/2 a. C., cf. C. García Gual-A. Pérez Jiménez, Aristóteles. Política, Madrid 1986, p. 16. 40 Rhodes, op. cit. (1981), p. 62, n. 310. 38
[XX]
INTRODUCCIÓN
Una gran mayoría de investigadores41 coincide en fijar un período comprendido entre 329 a. C. y 322 a. C. como época en la que se pudo escribir la Constitución de los atenienses y suele considerar como terminus post quem el arcontado de Cefisofonte en 329 a. C., cuya referencia es dada en Ath. 54, 7, cuando se dice que “ahora en el arcontado de Cefisofonte se han añadido las Hefestias a las anteriores fiestas”, mientras que el terminus ante quem se sitúa en el año 322 a. C., porque en Ath. 62, 2 se menciona al magistrado que los atenienses enviaban a Samos y esta isla había dejado de pertenecer a Atenas en 322 a. C. No obstante, para precisar un poco más la fecha de este largo período de siete años algunos investigadores han sugerido otro terminus ante quem 42 que es aportado por Ath. 46, 1, cuando Aristóteles nos habla de que el Consejo se encargaba de la construcción de los trirremes y cuadrirremes, pero no se mencionan los quinquerremes, que comenzaron a funcionar en 326 a. C., según testimonian las fuentes epigráficas, por lo que se debió de escribir la obra entre 329 y 327 a. C.43 Incluso en esta horquilla de dataciones suele apuntarse, para fijar la fecha, otro hecho proporcionado por la Constitución de los atenienses. No fue hasta el 324 a. C. cuando la nave sagrada recibió el nombre de Amonia44, por lo que, para algunos, la fecha de composición se situaría después de 324 a. C.45 En estas precisiones cronológicas, por lo general, están de acuerdo quienes defienden la autoría y la composición del texto por una sola mano, la de Aristóteles, pues existen otras opiniones sobre la cronología de composición que deben tenerse en cuenta. En 1970 Keaney46 retrotraía al 334/3 a. C. la redacción de la Constitución de los atenienses, un año después de instalarse Aristóteles por
41 Cf. entre otros, Jaeger, op. cit., p. 376, n.5; Tovar, op. cit., pp. 28 y 183; Mathieu, op. cit., p. III; A. Bernabé, Aristóteles. Constitución de los Atenienses, Madrid 2005, p. 17. 42 También se ha apuntado el año 321/0 a. C., cuando Antípatro decidió abolir la constitución democrática que es la que Aristóteles refleja en su obra. 43 Jaeger, op. cit., p. 376, n. 5; Lesky, op. cit., p. 598. 44 Arist., Ath. 61, 7. 45 Weil y Nissen, cf. Mathieu- Haussoullier, op. cit., p. III. 46 Keaney, op. cit. (1970), p. 335.
[XXI]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
segunda vez en Atenas. Sus argumentos se apoyan en la información que se nos facilita en Ath. 53, 4 respecto a los dos modos de inscripción de los efebos. Si antes eran inscritos en una tablilla blanqueada, nos dice Aristóteles, ahora se hace en una estela de bronce. Y puesto que la reorganización de la institución de la efebía tuvo lugar en 334/3 a. C., Keaney sugiere que en dicha reestructuración pudo incluirse también el cambio de soporte y de material para registrar los nombres, puesto que las estelas de bronce se empezaron a utilizar para conservar los documentos de mayor importancia aproximadamente a partir de esa fecha, por lo que Aristóteles tuvo que escribir su obra después de 334/3 a. C. Es correcto pensar, según estos datos, que no antes de 334 a. C. Aristóteles la escribió, pero no tuvo por qué escribirla en el mismo año. Pero además, si la fecha de composición fue alrededor del 334/3 a. C., ¿cómo explicar los datos más fehacientes aportados en la obra como la mención de las fiestas Hefestias de 329 a. C., por ejemplo? Precisamente la respuesta se encuentra en no aceptar la composición de la Constitución de los atenienses como si fuera una obra literaria elaborada de una vez por una sola mano y en defender la incorporación de añadidos posteriores. Así el incremento del número de sitophýlakes o ‘guardianes del grano’, que pasaron de diez a treinta y cinco, como se nos dice en Ath. 51, 3, y que ha sido fechado en 330 a. C.; la incorporación de las Hefestias como festival en 329 a. C. y posiblemente el cambio de nombre de una de las naves sagradas fueron, según Keaney47, datos quizás introducidos más tarde, todos a la vez, en 320 a. C. por obra, presumiblemente, de un discípulo de Aristóteles. Con estos datos Keaney rechazaba la autoría exclusiva de Aristóteles. Rhodes coincide con Keaney en la tesis defensora de dos etapas en la composición de la obra, aunque difiere en el año de composición y la sitúa al final de 330 a. C. La redacción original debió de realizarse en 330 a. C., pero con posterioridad se llevó a cabo una revisión que él fecha en 320 a. C.48 47
Keaney, op. cit. (1970), pp. 335-336. Rhodes, op. cit. (1981), p. 58 y P. J. Rhodes, “The Laws of Athens in the Aristotelian Athenaion Politeia”, en D. F. Leão- L. Rossetti - M. C. G. Z. Fialho (eds.), Nomos. Direito e sociedade na Antiguidade Clássica, Coimbra-Madrid 2004, p. 76, n. 3. 48
[XXII]
INTRODUCCIÓN
Partidario de una cronología tardía es también Hignett49, quien aboga por una datación cercana a la muerte de Aristóteles y posterior a la terminación de la Política. Así pues, los estudiosos, defensores o no de la propia autoría de Aristóteles, coinciden en una oscilación cronológica entre los años 329322 a. C. (algunos en 334 a. C.) como fecha de composición de la Constitución de los atenienses, con precisiones más puntuales en torno al 329/8 a. C. Ahora bien, pocos investigadores hacen remontar la composición a la primera época de su vida, puesto que datos precisos como los recogidos aquí y el sistema de investigación de su escuela evidencian que la obra fue realizada en el período final de su vida. IV. COMPOSICIÓN
DE LA OBRA
De lo visto con anterioridad se deduce la existencia de dos grupos de opinión diferentes respecto a la forma de haber sido compuesta la Constitución de los atenienses. Unos defienden la composición completa por obra de Aristóteles, aunque incluso dentro de estos defensores de su autoría hay quienes no pueden sustraerse a aceptar la presencia de interpolaciones, pero realizadas por el propio filósofo. Para Tovar son interpolaciones hechas por el propio Aristóteles y ninguna “posterior a la muerte del Estagirita, pues, en su opinión, desaparecido el maestro, los discípulos se abstuvieron de retocar más la obra”50. Pero Tovar es consciente de que algunas interpolaciones por su propia mano privaban a la obra de “seriedad como estudio histórico”51. Sin embargo, una gran mayoría de investigadores considera que no se puede negar la evidencia de añadidos posteriores por mano de un interpolador. La idea de que Aristóteles no compuso de una vez su obra viene avalada por el sistema de trabajo que se llevaba a cabo en el Liceo. Rhodes sostiene que Aristóteles y sus discípulos no se proponían con los datos obtenidos reunir primero las ciento cincuenta y ocho Politeîai y después escribir, como se piensa, la Política (es decir, 49 50 51
Hignett, op. cit., p. 390. Tovar, op. cit., p. 31. Tovar, op. cit., p. 31.
[XXIII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
realizar una obra y después otra), sino que, cuando reunían información, éstos la añadían a la tarea que venían realizando52. Así Rhodes es de los que aceptan la existencia de añadidos, a los que llama inserciones como término intermedio entre adiciones hechas por el autor e interpolaciones por otra persona diferente del autor53. De este modo va desgranando las referencias objetivas que proporciona el texto y concluye que algunos datos suministrados por la Athenaíon Politeía se deben a una revisión posterior, como el pasaje 46, 1 donde se alude a trirremes y cuadrirremes, pero en una versión original sólo mencionaría los trirremes. Así también la referencia al arcontado de Cefisofonte en 54, 7 sería una inserción tardía54. Lo que ha concitado mayor acuerdo es la consideración de la Constitución de Dracón (cap. 4) como una interpolación dentro del texto, lo mismo que la anécdota de Temístocles y Efialtes en cap. 25, 3-4, cuya cronología parece imposible55. Es communis opinio el que la Constitución de Dracón se insertó una vez completado el trabajo, bien por un interpolador, bien por el propio filósofo, según los defensores de la autoría de Aristóteles. La tesis de la interpolación ya era defendida en 1891 por Headlam y en 1898 por De Sanctis56, que analizaba este pasaje como una parte que no pertenecía a la composición de la Athenaíon Politeía. Incluso se consideraron partes interpoladas no sólo la de Dracón, sino la constitución anterior a Dracón, que en la obra aparece en cap. 357. Encontramos además un problema añadido y es la autenticidad de la constitución de Dracón. Existe una opinión muy generalizada de que históricamente es inaceptable y falsa, debido a una invención tardía, probablemente derivada de los oligarcas de los últimos años del 52
Rhodes, op. cit. (1981), p. 59. Rhodes, op. cit. (1981), p. 53. Rhodes, op. cit. (1981), pp. 52-53. 55 Cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 53; Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. XI. 56 G. De Sanctis, “Ἀτθίς: Storia della reppublica Ateniese dalle origini alle riforme di Clistene”, Roma 1898. Sobre ello, cf. Rhodes, op. cit. (1981), pp. 84 ss. Se unen a esta teoría, entre otros, Keaney, op. cit., p. 327, n. 8. A. Fuks, The Ancestral Constitution, London 1953. 57 F. Jacoby, Atthis: The local Chronicles of Ancient Athens, Oxford Clarendon 1949, pp. 387-388. 53 54
[XXIV]
INTRODUCCIÓN
s. V. a. C., cuando querían presentar su programa como un retorno a la constitución ancestral, la pátrios politeía58. En opinión de Mathieu59, hay rasgos de la constitución de Dracón que no pueden ser admitidos para el s. VII a. C., como por ejemplo el evaluar en dinero la riqueza de una persona y que sirviese de base a una clasificación. Por tanto, casi nadie niega que sea una interpolación e históricamente falsa, aunque algunas voces se alzan para defender la idea de que, aun cuando no sean aceptables históricamente, estos pasajes formaron parte de la auténtica composición de la obra60. Partidario de que la Constitución de Dracón fue una invención, y además una interpolación, se define Rhodes61, que se adhiere a las tesis anteriores de que no formaba parte de la versión original, aunque la primera oración del capítulo cuarto es parte del texto original. Y sugiere que en sustitución de la sección cuarta pudo haber un pasaje sobre los thesmoí de Dracón. Para argumentar la falsedad de esta constitución Rhodes62 se basa en que ningún texto habla de la Constitución de Dracón, pero sí de las leyes que fueron escritas en áxones y de lo cual hay testimonios epigráficos. Es probable que en la versión original se hablara de ellas y precisamente en la primera frase del capítulo cuarto conservado se hace referencia a las leyes, lo que resultaría ser parte de la versión original, como hemos dicho. Por el contrario, entre los que niegan que el autor de la Athenaíon Politeía insertara la Constitución de Dracón en el texto, una vez concluida la obra, se posiciona Develin, que rechaza la interpolación del capítulo. “Y aunque esto fuera así, el capítulo habría llegado a ser una parte esencial del trabajo, cuando definitivamente lo terminó”63. De todos modos, resulta evidente que asistimos a una obra que presenta varios pasajes sin ilación, como si fuera un conjunto de ano-
58
Hignett, op. cit., p. 5. Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. VIII. 60 K. von Fritz, “ The Composition of Aristotle’s Constitution of Athens and the so-called Dracontian Constitution”, CPh 49, 1954, pp. 73 ss. 61 Rhodes, op. cit. (1981), p. 5. 62 Rhodes, op. cit. (2004), p. 76. 63 R. Develin, “The Constitution of Drakon”, Athenaeum 62, 1984, p. 307. 59
[XXV]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
taciones o apuntes. Da la impresión de que es una obra sin pulir y sin perfilar, propia de un trabajo apresurado en el que algunos de sus pasajes muestran falta de ilación entre las frases. Quizás ello se entienda si esta obra se enmarca dentro del Corpus Aristotelicum que surgió de su actividad docente. Hubo un amplio grupo de obras que no aspiraban a ser publicadas, sino que servían de apuntes para ser explicadas y comentadas en la escuela64. Fue un trabajo muy distinto al desarrollado en la primera época en la Academia, donde las obras fueron creadas para ser publicadas, los llamados exoterikoì lógoi, y con evidentes pretensiones literarias65, mientras que el tipo de obra documentaria como es la Constitución de los atenienses no puede ser clasificado de esta manera66. Todos estos defectos de acabado imputables a un trabajo elaborado con rapidez67 pueden ser explicados también por la propia idiosincrasia de Aristóteles y es posible “que no considerara su obra como algo ya cerrado”68. V. ESTRUCTURA
Y
CONTENIDO
En el texto de la Constitución de los atenienses encontramos dos partes bien diferenciadas. La primera, que comprende hasta el capítulo 41, está dedicada a la historia de la Politeía ateniense desde los orígenes hasta la restauración democrática de 403 a. C., mientras que en la segunda se expone con detalles el funcionamiento de la Politeía en la Atenas de su tiempo. En su forma estructural la obra utiliza ampliamente la “composición en anillo”, la ring composition que ya observó Keaney69, tanto en la primera parte como en la segunda. Así por ejemplo, en cap. 55 co64
Tovar, op. cit., p. 29; J. L. Calvo Martínez, Aristóteles. Física, Madrid 1996,
p. XXII. 65
Sobre ello, Lesky, op. cit., p. 582. Keaney, op. cit., p. 327, n. 6. 67 Lesky, op. cit., p. 597. 68 Aunque aplicado a la filosofía, cf. Calvo Martínez, op. cit., p. XX. 69 J. J. Keaney, “Ring Composition in Aristotle’s Athenaion Politeia”, AJPh 90, 1969, pp. 406-423; J. J. Keaney, “The structure of Aristotle’s Athenaion Politeia”, HSPh 67, 1963, pp. 115-146. 66
[XXVI]
INTRODUCCIÓN
mienza a describir la institución de los nueve arcontes y en cap. 60 termina “de este modo están reguladas las competencias de los nueve arcontes”. Incluso en la segunda parte Aristóteles suele con frecuencia hacer referencia al presente y al pasado para comparar el modo de funcionar las instituciones atenienses en una y otra época. El comienzo de la obra se ha perdido, pero se puede tener alguna información sobre él por el resumen que el autor nos ofrece en 41, 2, por los fragmentos que se han conservado y, sobre todo, por el Epítome de Heraclides Lembo. El inicio versaba sobre la fundación de la monarquía tras el establecimiento de Ión, la proclamación y muerte de Teseo, que había introducido cambios al alejarse de un poder supremo, la abolición de la monarquía en tiempos de los Códridas junto con la historia de uno de ellos, Hipómenes, y, por último, el intento de tiranía que protagonizó Cilón. A partir de aquí comienza la parte conservada que narra los acontecimientos que resultaron tras ser sofocado por Megacles el golpe de Cilón. Se produce el juicio de los Alcmeónidas considerados sacrílegos y su expulsión de Atenas (cap. 1). Le sigue una descripción breve de la situación de revueltas o stáseis en la época aristocrática entre los nobles y el pueblo (cap. 2) y la constitución que regía, anterior a la de Dracón. En esa época las magistraturas eran vitalicias y consistían en las de rey, polemarco y arconte y además el Consejo del Areópago, cuyos miembros ocupaban el cargo también con carácter vitalicio y gozaban de un importante poder político y jurídico (cap. 3). La Constitución de Dracón ocupa el capítulo 4, respecto al cual hay una opinión generalizada de que se trata de una interpolación más tardía con un fin propagandístico de la “Constitución ancestral”70. Los capítulos 5 al 12 están dedicados a Solón, donde el autor no se limita a exponer las principales medidas que llevó a cabo, sino que se detiene en explicar las razones de su actuación. Así menciona la seisáchtheia o “remoción de las cargas”, mediante la cual cancelaba las deudas, la abolición de las leyes de Dracón, excepto las de homicidio, la división de las clases de ciudadanos según su riqueza, la elección por sorteo de las magistraturas y el Consejo de los Cuatrocientos. Pero, sobre todo, en su valoración del legislador, Aristóteles destaca el haber 70
Sobre ello, cf. supra, apartado IV.
[XXVII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
establecido los cimientos más importantes donde se asienta la democracia: la cancelación de las deudas con garantía personal, la concesión de facultad legal a cualquier ciudadano para denunciar los delitos cometidos por otro y la creación del tribunal de apelación (cap. 9). La división originada en el pueblo ateniense después del autoexilio de Solón, la llegada de Pisístrato y la instauración de la tiranía son narradas en los capítulos del 13 al 19. Tras el derrocamiento de la tiranía y la rivalidad entre Iságoras y Clístenes, el autor se centra en las reformas de Clístenes (caps. 20-22), que consistían en la sustitución de las cuatro tribus por otras diez, la nueva distribución de la ciudad en distritos, la creación del Consejo de los Quinientos en vez del de Cuatrocientos y la ley sobre el ostracismo. Sobre la supremacía del Areópago y la presencia de Aristides y Temístocles en el espacio político versan los capítulos 23-24 como acontecimientos intermedios entre las reformas de Clístenes y Efialtes. A estas últimas destina el capítulo 25, en virtud de las cuales el Areópago perdió sus prerrogativas tradicionales, que fueron otorgadas al Consejo de los Quinientos, al pueblo y a los tribunales. Aquí se inserta (cap. 25, 3-4) la anécdota de Temístocles y Efialtes que es juzgada por la mayoría de los investigadores como una interpolación. Tras una breve detención en el personaje de Cimón (cap. 26), pasa a narrar los acontecimientos previos y la primera fase de la guerra del Peloponeso con la figura de Pericles como jefe del pueblo (caps. 2728). Se destaca el importante decreto de Pericles que restringía los derechos de ciudadanía sólo a los nacidos de padres y madres ciudadanos, la supresión de otras atribuciones del Areópago y, sobre todo, la misthophoría o remuneración de los tribunales. En este momento el autor se detiene para recapitular y citar, uno a uno, los principales prostátai o jefes del pueblo y los que militaban en el lado contrario hasta llegar a Cleofonte. Y termina citando, a su juicio, a los mejores gobernantes de Atenas. Los capítulos 29-32 abarcan los sucesos de la guerra del Peloponeso tras el desastre de Sicilia, la revolución oligárquica de los Cuatrocientos, que abolieron todas las señas más democráticas como la graphè paranómon, las eisangelíai o ‘denuncias’ y las citaciones. Se detallan además las dos Constituciones que fueron redactadas, la inmediata y la futura, cuya veracidad provoca controversia entre los in[XXVIII]
INTRODUCCIÓN
vestigadores. Muchos las han atribuido a las fuentes equivocadas que ha utilizado Aristóteles y que consideró como auténticas71. Sobre la disolución de los Cuatrocientos, sobre todo por obra de Aristócrates y Terámenes, se habla en cap. 33, mientras que el régimen de terror de los Treinta y el breve período de los Diez son descritos entre los capítulos 34 al 38. La definitiva restauración democrática y los acuerdos que se adoptaron después de los Treinta y los Diez se abordan en caps. 39-40. El siguiente, el 41, contiene un resumen esquemático de todos los cambios o metabolaí de la Constitución ateniense desde la llegada de Ión a Atenas hasta la democracia radical que se impuso en su tiempo. Así pues, este resumen de los cambios se erige en línea divisoria entre las dos partes que se distinguen en la obra. Se dejan ya los datos históricos para centrarse en las instituciones contemporáneas de Aristóteles. El autor comienza en el capítulo 42 con la definición del ciudadano, que está capacitado para participar en la vida política. Según se lee, la ciudadanía seguía basándose en el principio decretado por Pericles de nacer de padre y madre ciudadanos. Como requisito previo, a los dieciocho años de edad los jóvenes debían ser registrados como demótai o miembros de un demo. Se exponen con detalle los problemas a la hora de inscribirse, produciéndose la ἀποψήφισις o ‘votación en contra’ que provocaba la exclusión, si un inscrito se estimaba que no era libre. Y anexa viene la descripción del funcionamiento de la efebía como una institución ya renovada, cuyo cambio parece que se producía un año después de que Aristóteles fundara el Liceo en 335 a. C. A partir de aquí se consagran varios capítulos a examinar las magistraturas en tiempos de Aristóteles, diferenciándose claramente entre las sorteables (caps. 43-60) y las nombradas por elección a mano alzada, que eran fundamentalmente las concernientes a cuestiones militares (cap. 61). Consagra los caps. 43-44 a la descripción del Consejo o Boulé de los Quinientos que había sido creado por Clístenes. Pero la organiza-
71 Cf. C. Mossé, La historia de una democracia: Atenas, trad. esp., Madrid 1981, p. 69. Remitimos, además, al comentario a los caps. 31 y 32, en traducción.
[XXIX]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
ción del Consejo que relata Aristóteles ya ha experimentado las reformas del 400 a. C. Si antes el jefe o epistátes de los prítanes presidía el Consejo y la Asamblea, ahora, en el s. IV a. C. el epistátes de los prítanes tiene que sacar por sorteo una comisión de nueve próedroi o presidentes, uno de cada tribu, a excepción de la que ejerce en ese momento la pritanía, y a su vez a uno de éstos como jefe o epistátes de los próedroi. Se pasa revista a las atribuciones de los prítanes, como convocar el Consejo y las Asambleas, acerca de las cuales se detallan los asuntos que corresponden a cada una. En la ekklesía kyría se ratifican los cargos y se da lectura a los bienes confiscados, las denuncias y los escritos reivindicatorios de herencias y herederas, para que los herederos pudieran tener conocimiento de que no quedaba ninguna propiedad vacante, esto es, para que la sucesión no se quedara sin heredero ni la herencia sin ser reclamada. En la sexta pritanía se decidía si habría procesos por ostracismo. A las competencias del Consejo Aristóteles dedica los capítulos 45-46. En su opinión una de las atribuciones que perdió el Consejo fue la de sentenciar a muerte, encarcelar y multar, pero se le concedió la facultad de emitir la katágnosis, “un veredicto preliminar” sobre alguien, cuya conducta presentaba indicios delictivos. Esta katágnosis se remitía al tribunal, donde se decidía ya si se procedía a condenar o no72. Sin embargo, Aristóteles no se expresa bien, porque parece contradecirse, cuando en 48, 1 hace al Consejo soberano para encarcelar conforme a la ley por deudas impagadas y reclamadas. Por otra parte, sabemos por otros autores que el Consejo podía multar hasta una cuantía de quinientas dracmas. Además, era potestad del Consejo el control de los magistrados y el examen de los miembros del Consejo y de los nueve arcontes. La construcción de los trirremes caía también bajo su jurisdicción. La colaboración del Consejo con otras magistraturas se menciona en el capítulo 47, que versa sobre todo lo relativo a los tesoreros y las 72 Rhodes, op. cit. (1981), p. 538, no acepta este poder absoluto del Consejo en época anterior frente a otros investigadores como C. Mossé, La fin de la démocratie athénienne, Paris 1962, pp. 263-264. En el s. IV a. C. el Consejo podía multar hasta la cuantía de quinientas dracmas (IG I3 105.32) y, en casos excepcionales, hasta condenar a muerte (IG II 2 111, 37-39), cf. Hansen, op. cit., p. 258. Demóstenes también lo testimonia en 47 (Ever. Men.), 43.
[XXX]
INTRODUCCIÓN
finanzas del Estado. En presencia del Consejo los poletaí, literalmente ‘vendedores’, realizaban en nombre del Estado la venta de las minas y de los bienes confiscados por el Areópago. ¿Pero se trataba de venta o de arrendamiento de las minas? Aristóteles utiliza la terminología de venta, pero no se trataba del concepto que nosotros entendemos por venta. A través de los poletaí, se adjudicaba por subasta los arrendamientos de las minas y las tasas, además de otros ingresos, y se subastaban las propiedades confiscadas. La propiedad de las minas en Atenas es un tema que provoca controversia entre los investigadores, porque se suele confundir el ergastérion ‘lugar de trabajo’, ‘fundición’ con métallon ‘mina’73. Se ha de pensar que no tendrían por qué estar en las mismas manos la propiedad y la explotación. Es posible que el Estado fuera, en la mayoría de los casos, el propietario de las minas y las entregara en arriendo a individuos por un cierto tiempo o en posesión74. Una detallada información se nos ofrece en cap. 48 sobre el sistema de registro de los pagos en las correspondientes tablillas y sobre los diferentes cargos elegidos para cuestiones de finanzas, como eran los apodéktai, los recaudadores que se encargaban de recoger las tablillas, anotar y borrar los pagos, los logistaí o auditores que supervisaban las cuentas de los magistrados que dejaban el cargo, y los eúthynoi, cuya misión parece distinguirse de la encomendada a los anteriores, al tener el deber de inspeccionar todas las actividades de los magistrados salientes excepto las cuentas, que eran competencia de los logistaí. Otras responsabilidades del Consejo, como eran la vigilancia del estado de la caballería y la investigación de los incapacitados e inválidos, son tratadas en el cap. 49. Hubo también otras magistraturas menores de las que no se olvida Aristóteles y que son descritas en caps. 50-51, como los diez res-
73
A. R. W. Harrison, The Law of Athens, Oxford 1968, p. 203. Existen investigadores que piensan que el Estado era el propietario de las minas y del terreno, otros, que habría minas estatales y minas privadas, mientras que otros consideran que el Estado era el dueño de las minas, pero no del terreno de la superficie, que pertenecería a manos privadas, aunque la producción mineral sería del Estado que arrendaba los derechos de explotación, cf. Harrison, op. cit., pp. 203, 234, 315. 74
[XXXI]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tauradores de templos, los diez astynómoi con atribuciones urbanísticas, no solo referentes a la inspección de las obras públicas y privadas, sino también a la limpieza de las calles y vigilancia del orden público, los diez agoranómoi, que inspeccionaban las mercancías, los metronómoi los pesos y medidas, y los sitophýlakes el trigo, magistrados cuyo número, según Aristóteles, había crecido en su tiempo75. Unas cuantas líneas del cap. 52 se destinan a los Once, encargados de la prisión, aunque adquieren alguna atribución judicial, como la tramitación de las delaciones o endeíxeis al tribunal, escrito que un acusador elevaba a los magistrados o a los tesmótetas pidiendo el inmediato arresto de una persona. Le sigue una expresa referencia a los cinco eisagogeîs, un colegio de magistrados con competencia judicial en las causas mensuales. Un nuevo cuerpo judicial, los Cuarenta, aparece nombrado en cap. 53. En realidad, éstos habían sido ya creados por Pisístrato en número de treinta; eran los dikastaì katà démous, que son mencionados en el capítulo 16, 5. En el origen eran treinta, pero a partir de la oligarquía de los Treinta, según Aristóteles, ascendieron a cuarenta. Su responsabilidad concernía a casos de litigios privados menores hasta diez dracmas, pero por encima de esta cifra los casos eran remitidos a los árbitros que debían dictar laudo y reconciliar a las partes; pero si no se lograba un acuerdo, las partes podían acudir al tribunal. Tras pasar revista a otras magistraturas menores (cap. 54), Aristóteles consagra el capítulo 55 a describir con todo lujo de detalles el examen o dokimasía y el juramento de los nueve arcontes. Sobre este colegio formado por los seis tesmótetas más el arconte, el rey y el polemarco, el autor habla por separado de la función de estos tres últimos en los capítulos siguientes. El 56 versa sobre las atribuciones del arconte propiamente dicho. Éste nombra a tres coregos para las tragedias y procede al intercambio de los bienes o antídosis a propuesta de los coregos designados. Además de tener a su cargo las procesiones que se organizan en varias fiestas, instruye y después presenta en el tribunal tanto las acciones públicas como privadas, referentes a las personas más débiles de la sociedad. Serían las acciones que se em75
Parece que fue entre 330/29 a. C. y 328/7 a. C., cf. supra, apartado III.
[XXXII]
INTRODUCCIÓN
prenden por maltrato a los padres, a los huérfanos y a las herederas. Y aunque Aristóteles en este capítulo no especifica cuáles de estas acciones son graphaí ‘públicas’ o díkai ‘privadas’76, la opinión general entiende que se está refiriendo a las graphaí, acciones que puede intentar cualquier ciudadano contra el que comete un delito. Pero el Estagirita afirma aquí que la prosecución de estos delitos no implicaba multa para el acusador, porque eran acciones azémioi ‘sin castigo’, (también se les llamaba akíndynoi ‘sin peligro’), en la medida en que el denunciante no se exponía a ninguna multa. Y precisamente es doctrina común que toda graphé emprendida entrañaba al actor un riesgo, si no tenía éxito, y entonces estaba obligado a pagar una multa. Ante esta incongruencia, la tesis mayoritaria, que define como graphaí o públicas las acciones por maltrato, argumenta que, pese a estar abiertas a todo ciudadano, eran acciones ‘sin castigo’, aunque no estuvieran bien fundadas, porque se perseguiría la idea de animar a los ciudadanos a intentarla77. Harrison es partidario de reconocer como graphaí las acciones por maltrato descritas por Aristóteles, aunque en estos casos también estaban disponibles las eisangelíai o denuncias78. En este sentido, considerando improbable que una acción por kákosis fuera una díke, Avotins79 defiende la posibilidad en Atenas de perseguir, tanto mediante las graphaí como mediante las eisangelíai, toda kákosis o maltrato de los padres, de los huérfanos, de las herederas y contra la hacienda de los huérfanos. El capítulo 57 se ocupa del arconte rey, que tiene, sobre todo, jurisdicción en materia religiosa. No solo se encargaba de los misterios 76 Habría que aclarar la diferencia que existe entre las acciones judiciales públicas o graphaí y las acciones privadas o díkai: las primeras podían ser intentadas por cualquier ciudadano con plenos derechos civiles contra otro, que considerara que había cometido alguna clase de delito, mientras que las díkai solo podían ser ejercidas por la persona interesada en que se emprendiera la acción para que se le reconocieran sus derechos o para obtener reparación del perjuicio que le habían causado; también podía ser intentada por un familiar o representante legal; sobre ello insistimos en el comentario de la traducción. 77 Cf. E. Caillemer, s.v .Graphè, en Daremberg - Saglio. 78 Cf. Harrison, op. cit., pp. 117-118. 79 I. Avotins, “Ahenaion Politeia 56.6 and the Protection of the weak”, CQ 54, 2004, p. 469.
[XXXIII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
y de las fiestas Leneas, sino también poseía atribuciones judiciales en los procesos por impiedad o en disputas por causa de sacerdocios. Además, a pesar de que el Areópago y otros tribunales eran los que juzgaban los diferentes delitos de sangre, el rey instruía estos procesos y era el que pronunciaba la interdicción o exclusión contra el homicida en tiempos de Aristóteles, porque tradicionalmente esta función correspondía a los parientes más cercanos. El autor dedica un breve capítulo al polemarco (cap. 58), cuya jurisdicción abarcaba los asuntos concernientes a los metecos, aunque en su función quedaban huellas de sus competencias militares de antaño. Los procesos de orden público, sin embargo, caen bajo la potestad de los tesmótetas. A describir todas las acciones públicas que se podían ejercer contra otros ciudadanos, como las acciones por ilegalidad, la graphè paranómon, por soborno, por cohecho, por usurpación de derechos de ciudadanía etc. que ante ellos se presentaban, se reserva el capítulo 59. Cierra este análisis de las magistraturas que se designaban mediante sorteo el cap. 60, donde se nos da a conocer otras funciones de menor categoría como la desempeñada por los athlothétai, que organizaban los juegos, y también se nos informa del sistema estatal para hacerse con el aceite empleado por los atletas. La enumeración de los cargos que eran elegidos por votación a mano alzada se lleva a cabo en cap. 61, donde se lee que éste era el sistema para ocupar las magistraturas con competencias militares, mientras que en cap. 62 se ofrecen varias noticias sobre los magistrados en general. Los últimos capítulos del 63 al 69 constituyen una sección consagrada íntegramente a los tribunales. El autor nos informa con bastante detalle del sistema y de los utensilios para el sorteo de los jueces (caps. 63-64). Contaban con veinte klerotéria, dos para cada tribu. Hoy en día se está de acuerdo en que estos no designaban los lugares reservados80 para sortear, sino que se trataba de unos dispositivos para el sorteo. Esta discusión quedó zanjada gracias a la identificación por Dow de 80 Así tradujo F. G. Kenyon, The Athenian Constitution, cuya traducción ha sido varias veces publicada, cf. en The Works of Aristotle, dirigida por W. R. Ross, Chicago 1952, p. 581, y J. Barnes, The Athenian Constitution, en The complete works of Aristotle, Princeton 1984, p. 2380.
[XXXIV]
INTRODUCCIÓN
unos bloques de piedra, provistos de una fila de ranuras en una cara, con las versiones helenísticas de aparatos para el sorteo81. Los klerotéria eran unos módulos rectangulares a modo de columna que disponían en su parte frontal de cinco filas de ranuras, una debajo de otra, donde se introducían las tablillas que se iban sacando, y en la parte superior de cada columna de ranuras o kanonís había una letra marcada. Un klerotérion tenía las filas Α, Β, Γ, Δ, Ε, el otro klerotérion las cincos letras siguientes. Disponían de cien kibótia o cajitas82 que tenían marcadas las letras de la A hasta la K y en las que, al llegar, los hombres de las tribus que podrían ser elegidos como jueces echaban sus tablillas o pinákia. También tenían otros tantos kibótia donde se depositaban las tablillas de los designados como jueces. Entre los objetos disponibles para el sistema del sorteo había dos hidrias en las que se introducían balotas o bolas para votar, grabadas con las letras del alfabeto desde la Λ en adelante. Los jueces tenían como distintivo los bastones y las téseras o sýmbola y a cada uno le correspondía una tablilla de boj, que desde el 350 a. C. era de bronce, donde se encontraban registrados todos los datos del juez y además había grabada una letra comprendida entre la A y la K. Estas tablillas eran las que los jueces debían echar en los kibótia que tenían también marcadas estas letras desde la A a la K. De esta manera no había posibilidad de confusión con las letras de las balotas que llevaban inscritas las letras desde la Λ en adelante. Además de estos enseres, para completar el sistema de sorteo, hacían uso de un tubo en forma de embudo, donde se echaban los kýboi o ‘dados’, de colores blanco y negro, tantos blancos cuantos jueces habían de sortear, uno por cada cinco tablillas, y los negros en la misma proporción. En su parte final ese tubo tenía un mecanismo para abrir o cerrar, de modo que pudieran salir los kýboi. Cuando salía un kýbos blanco, los cinco hombres, cuyas tablillas estaban colocadas en la primera ranura de cada fila de las cinco que tenía el klerotérion, eran elegidos; si salía un kýbos negro, las cinco tablillas de la primera línea 81 Cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 701. Véase S. Dow, “Aristotle, the Kleroteria and the Courts”, HSCP 50, 1939, pp. 1-34 y S. Dow, Prytaneis: A Study of the Inscriptions Honoring the Athenian Councillors, Hesperia, supl. I, 1937. 82 En la traducción le hemos dado el significado de ‘urna’, porque tenían esa utilidad.
[XXXV]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
eran rechazadas y, por tanto, aquellos ciudadanos, cuyos nombres aparecían inscritos allí, no eran designados como jueces. Una figura relevante que se sacaba por sorteo era el empéktes o ‘insertador’, que sería la persona encargada de insertar o introducir las tablillas en las ranuras de los klerotéria a la hora de sortear. Cuando el juez había sido llamado, sacaba una balota de la hidria y la mostraba al arconte que actuaba como presidente. Éste a continuación introducía la tablilla en una urna que tenía la misma letra que la balota que el juez había mostrado. Se abre el capítulo 65 con la entrada al tribunal de los elegidos como jueces. Accedían por una cancela o kinklís al lugar reservado para el juicio, donde tomaban asiento, y el dintel de la entrada estaba pintado con un color, a fin de hacer reconocible el tribunal y de evitar la posibilidad de confusión por parte de los jueces designados. Y debían entrar en el tribunal, cuyo color coincidiera con el del bastón que un poco antes el ordenanza les había entregado. Cuando el nuevo juez iba a entrar, mostraba también a éste la balota que había sacado de la hidria y además recibía un sýmbolon o ficha de identificación, que no se ha de confundir con el sýmbolon o disco que el juez recibía en el momento de votar y que debía presentar posteriormente para cobrar. Una vez que los jueces entraban, devolvían la balota y el bastón83. El capítulo 66 nos indica el modo de sortear las diferentes magistraturas que correspondían a los tribunales ya constituidos y la elección de cinco personas que habrían de encargarse, una del agua y las otras cuatro de los votos. Una vez que las magistraturas sorteadas conocen ya el tribunal del que disponen, se convocan los juicios, cuyo sistema de actuación es expuesto en el capítulo 67. A través del texto se pone de manifiesto la importancia de los procesos públicos frente a los privados, dado que éstos eran convocados en número de cuatro, mientras que los públicos se juzgaban a uno solo cada vez. Se nos informa también del procedimiento de medir el tiempo en los debates mediante la salida del agua de la klepsýdra por unos orificios inferiores. Pero cuando
83 Seguimos aquí la conjetura de Thalheim, porque parece ilógico que los jueces tuvieran que estar desempeñando su función en el tribunal con el bastón, la balota y la ficha de identificación, cf. comentario a cap. 65, 3 en traducción.
[XXXVI]
INTRODUCCIÓN
se procedía a leer las leyes y los decretos, tapaban herméticamente el orificio superior para impedir que siguiera saliendo el agua por los orificios más pequeños situados en la parte inferior. Una descripción detallada del sistema de votación de los jueces abarca los capítulos 68-69. Tenían a su disposición dos tipos de votos, unos macizos y otros perforados. Consistían en unas piezas de bronce atravesadas por una barrita que, en unas de ellas, era maciza como una especie de perinola y, en otras, perforada como una cánula. A la hora de votar los jueces debían depositar los votos en las dos ánforas disponibles, una era de bronce y otra de madera. Según se desprende del texto, la primera es la que albergaba los votos válidos y la de madera era ákyra, ‘sin validez’, donde se echaban los votos que los jueces no habían utilizado. En el recuento de los votos que se describe en la Constitución de los atenienses, los perforados serían para el denunciante y los macizos para el demandado, lo que previamente había sido proclamado por el heraldo. Y es que el procedimiento de votación al que se refiere Aristóteles se aplicaba en procesos privados entre dos contendientes para decidir si se admitía la acusación o no, entonces un tipo de voto era para el demandante y otro para el demandado. Pero no siempre las urnas fueron denominadas de la misma manera que vemos en el texto; se utilizaron otros términos como la urna llamada apolýousa (=apolýo) para el voto absolutorio y la apollyˆsa (=apóllymi) para el voto condenatorio84, cuando se votaba sobre una condena. Pero también se conocían las urnas con el nombre de protéra y hystéra, como ocurrió en el proceso público, referente al desastre de la batalla de las Arginusas, donde los que emitían un voto de condena introducían su voto en la primera urna y los que los absolvían en la segunda. La obra termina con unas brevísimas palabras alusivas al estipendio que los jueces debían recibir por su trabajo en los dikastéria después de juzgar.
84
Cf. comentario a cap. 68, 3 en traducción.
[XXXVII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
VI. FUENTES
Y MÉTODO
Si, por lo general, se está de acuerdo en que Aristóteles para la segunda parte de la Athenaíon Politeía acudió directamente a los documentos legales85 y esta consulta aportó veracidad y objetividad a la exposición y al análisis de las instituciones de la Atenas contemporánea, llevados a cabo en esa sección, respecto a la primera parte, en la que el autor acomete la revisión de la historia política de Atenas, los investigadores son más críticos y hacen recaer sobre Aristóteles un juicio negativo. Ya Wilamowitz afirmaba que el de Estagira no era un buen investigador como se requiere en toda reconstrucción histórica, aunque quizás no deba ser enjuiciado desde el actual concepto de investigación y hemos de tratar de comprender “con qué intención Aristóteles escribió la historia”86. Que para la reconstrucción de los hechos en la primera sección, el autor se documentó en fuentes de diversa índole concita la unanimidad entre los investigadores, que, sin embargo, disienten en determinar los autores en que se había apoyado Aristóteles. Sin duda, manejó textos históricos, pero también consultó documentos oficiales para obtener más datos. Asimismo fueron objeto de su interés las obras literarias, cuyos versos intercala en el texto haciendo un paréntesis en su prosa. Respecto a los escritos históricos, hay un común acuerdo en considerar que las historias de Heródoto y de Tucídides fueron conocidas por Aristóteles, aunque cite al primero una sola vez (cap. 14, 4), pero las coincidencias puntuales con ambos autores en determinados aspectos hacen suponer que había buceado por sus obras. Concuerda con Heródoto en detalles acerca de la tiranía y con Tucídides respecto al régimen de los Cuatrocientos. De los otros historiadores se han barajado las obras de Jenofonte y Éforo como posibles fuentes, aunque esta tesis ha sido defendida con desigual énfasis. Incluso Rhodes reclama que se consideren como vehículo de documentación otros historiadores no atenienses que exa-
85
Tovar, op. cit., p. 35. G. Arrighetti, “Aristotele e il metodo storico dell’ Athenaion Politeia”, SCO 37, 1987, p. 98. 86
[XXXVIII]
INTRODUCCIÓN
minaron la historia de Atenas desde otra perspectiva. Además de Éforo, al que debió de utilizar en la exposición de los sucesos sobre la tiranía, pero no en la de los acontecimientos de 404/3 a. C., este investigador sugiere que han de tenerse en cuenta también autores como Teopompo de Quíos y Estesímbroto de Tasos, que al final del s. V escribió Sobre Temístocles, Tucídides y Pericles 87. Hubo también otros escritos, como los Atthídes o historias locales de Atenas, a los que Aristóteles acudió para elaborar su historia. Sobre todo, el atidógrafo Androción ha sido considerado la fuente principal de Aristóteles, aunque su dependencia de los atidógrafos no ha sido aceptada de la misma manera por todos los investigadores. Mathieu reconocía que en el capítulo 22, 3 sigue a Androción respecto al tema del ostracismo88. Más tarde Hignett seguía defendiendo la tesis de los atidógrafos y garantizaba que es posible distinguir con precisión las partes reproducidas de un Atthís. Según este estudioso, las afirmaciones aristotélicas imputadas a los demotikoí fueron tomadas de Clidemo89. Hay otra corriente de opinión que estima desmesurada la influencia atribuida a los atidógrafos90, y en ese sentido Rhodes91 considera que la cronología es el único material que proporcionaron los atidógrafos al autor de la Constitución de los atenienses. Además, se han invocado como fuentes aristotélicas los escritos de diferentes tendencias políticas que, a modo planfletario, habían proliferado al final del s. V a. C. con una clara finalidad propagandística92. Entre ellos se puede destacar un escrito prodemocrático, que, según Mathieu93, Aristóteles utilizó por intervalos hasta el capítulo 26, y otros de tendencia oligárquica con carácter más o menos extremista, que unos atribuyen a Terámenes94, otros a Critias y otros a ambos, pu87
Rhodes, op. cit., p. 22. Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. V. Hignett, op. cit., pp. 28 y 7. 90 Ph. Harding, “Androtion’s Political Career”, Historia 25, 1976, pp. 186-200. 91 Rhodes, op. cit. (1981), p. 21, pero reconoce también a Androción en op. cit. (2004), p. 75. 92 Hignett, op. cit., p. 7, defiende que, de un modo directo o indirecto, usó panfletos oligárquicos y democráticos de finales del s. V a. C. 93 Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. V. 94 Wilamowitz defiende que el autor fue Terámenes. 88 89
[XXXIX]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
diéndose distinguir en la obra aristotélica las partes correspondientes a uno y a otro autor95. Por otro lado, decíamos que Aristóteles no se contentó con los escritos históricos y que bebió también en fuentes literarias. Es indiscutible la información de primera mano que obtuvo sobre Solón de la lectura de sus poemas. Precisamente los capítulos 5 y 12 reproducen literalmente algunos versos que fueron compuestos por el estadista96. En alguna ocasión el autor rompe la rígida prosa, en la que están narrados los acontecimientos históricos, con la inclusión de versos pentámetros, como el epigrama del capítulo 7, 4, que sirven para explicar quiénes eran los que formaban la clase social de los caballeros. De la misma manera son introducidos dos escolios que recuerdan en su contenido hechos históricos pasados, como los versos que se compusieron tras la fortificación del Lipsidrio (19, 3) o el ataque de la tiranía por Cedón (20, 5). Junto a la utilización de estas fuentes, Aristóteles se sirve de algunos documentos como los que se leen en los capítulos 30 y 31, donde se reproducen la Constitución inmediata y la futura de los Cuatrocientos, y en el capítulo 39, en el que aparecen los acuerdos de paz en el arcontado de Euclides. Pero mientras que este último texto con toda probabilidad fue tomado de archivos oficiales97, las dos constituciones de los Cuatrocientos pudieron ser falsificaciones que Aristóteles tomó como auténticas98 o, tal vez, según Rhodes99, estos documentos no fueran consultados por él en los archivos, sino tomados de una de sus fuentes. Se ha defendido también que el material de su propia escuela pudo servir al Estagirita como apoyo para completar la documentación. Las referencias sobre las leyes de Solón pudieron ser recogidas
95
Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. V. Este hecho de acudir a la poesía como fuente de información es examinado por Anna Santoni, que pone de relieve la citación de los versos solonianos como una particular técnica de narración biográfica y el interés de Aristóteles por la biografía de Solón. Con la cita de esos versos el filósofo se propone la unión entre vida y obra, cf. A. Santoni, “Aristotele, Solone e l’ Athenaion Politeia”, ASNP 9, 1979, p. 983. 97 Tovar, op. cit., p. 32. 98 Mossé, op. cit. (1981), p. 69. 99 Rhodes, op. cit. (1981), p. 24. 96
[XL]
INTRODUCCIÓN
de los libros sobre los áxones que en número de cinco habían sido realizados por los miembros que componían el Liceo100. No obstante, aunque Aristóteles utilizó diversas fuentes para obtener información, el citarlas expresamente no formaba parte del método aristotélico. La única vez, ya lo hemos dicho, que nos indica de quién había tomado los datos expuestos, es en el cap. 14, 4, cuando el de Estagira cita a Heródoto en alusión a la procedencia de la mujer que acompañaba a Pisístrato sobre el carro en su entrada a Atenas. Por tanto, esta ausencia de indicación ha sido explicada como una característica del método de la escuela peripatética en su investigación historiográfica101. Y pese a este llamativo silencio sobre sus fuentes, el autor en más de una ocasión pretende descubrirnos que sobre un tema existe una o varias versiones diferentes y para ello recurre de forma vaga a las fórmulas impersonales, “la mayoría dice”, frente a “algunos”, como vemos en el capítulo 3, 3, cuando necesita detallar la época en que nació el arcontado. A veces utiliza la expresión “según dicen algunos”, cuando desea contraponer distintas versiones, como, por ejemplo, cuando pretende explicar los requisitos para integrar la clase de los caballeros (cap. 7, 4) o presentar otra opinión distinta a la de Heródoto (cap. 14, 4) A veces desaparece esa vaguedad y vemos que Aristóteles atribuye algunos juicios, por supuesto sin citar nombres, a los demotikoí o partidarios de la democracia, por ejemplo en el capítulo 6, 2, respecto al enriquecimiento de algunos nobles después de la cancelación de las deudas por Solón. Los demotikoí lo consideraron fruto de perversas maquinaciones de los amigos de Solón, mientras que sus contrarios afirmaban calumniosamente la propia participación de Solón. También imputa a los demotikoí la idea de que, tras el asesinato de Hiparco, Aristogitón acusó bajo tortura a los amigos del tirano Hipias, para que éste incurriera en una impiedad. Esta opinión se contrapone con el sentir de algunos que nada más reconocían en sus palabras la denuncia de los conjurados (cap. 18, 5). Cuando alude a estos demotikoí, hay razones para pensar que está bebiendo en los escritos partidistas de la época.
100 101
Rhodes, op. cit. (1981), p. 25. Tovar, op. cit., p. 32; Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. IV.
[XLI]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
En otros pasajes, en cambio, su método es diferente y Aristóteles muestra su desacuerdo con algunas versiones, y entonces lo justifica con sus argumentos. En el relato de la conspiración de Harmodio y Aristogitón, que sucedió en medio de la procesión de las Panateneas, Aristóteles no acepta la historia que se cuenta, ὁ λεγόμενος λόγος102, de que Hipias desenmascaró a los que llevaban armas. Aristóteles niega que fuera verdad, porque en aquella época no se portaban armas en esta procesión, sino que se introdujo esta costumbre más tarde a instancia del pueblo (cap. 18, 4). Sin embargo, otras veces los argumentos que aduce no se sostienen, puesto que la cronología que apunta es rebatida por la propia historia. Así vemos que se apoya en las edades para desmentir que Pisístrato fue amado por Solón y que interviniera en la guerra contra Mégara (cap. 17, 2), pero la información que se tiene sobre las fechas hace posible la historia de Solón y Pisístrato103. En ocasiones se decanta por algunas versiones que se barajan, pero en vez de apoyarse en evidencias que prueben que una está en lo cierto, Aristóteles argumenta que la acepta por ser la más convincente, πιθανώτερος (cap. 6, 3), o la más razonable, εὐλογώτερον (cap. 7, 4) o verosímil, εἰκός (9, 2)104. Sin embargo, Arrighetti105, tras hacer un cotejo con los términos que Aristóteles maneja en Retórica y Poética, considera que estas afirmaciones en su argumentación no muestran falta de coherencia terminológica ni conceptual, sino que Aristóteles “seguiría los principios y criterios que le parecerían los únicos capaces de proponer una motivación racional del discurso y del desarrollo de los acontecimientos”. Otros de los recursos que alguna vez el de Estagira aplica en su método para reforzar los argumentos es la utilización de los términos que significan ‘prueba’, pero dotados de matices diferentes. Así τεκμήριον in-
102
Se refiere concretamente a Tucídides VI 58. Rhodes, op. cit. (1981), p. 224. 104 Según Lombardi, el discurso histórico de Aristóteles se mueve contaminando la crítica histórica de Heródoto y Tucídides con criterios demostrativos comunes a la retórica, sobre todo potenciando el criterio del eikós en su versión ética, M. Lombardi, “Il discorso storico nell’ “Atheniensium Respublica” di Aristotele”, RCCM 45, 2, 2003, pp. 211-220. 105 Arrighetti, op. cit., p. 100. 103
[XLII]
INTRODUCCIÓN
dica la prueba demostrativa frente a σημεῖον, la prueba falible, cuya oposición es establecida en Retórica 1357 b 11-19, cuando define indicios y argumentos concluyentes. Esta terminología la vemos en el pasaje sobre el nacimiento del arcontado (3, 3). Los que defendían que nació en la época de Acasto presentaban como hecho con fuerza probante, τεκμήριον, el que se siguiera prestando el juramento de los tiempos de Acasto, mientras que Aristóteles aporta, solo como prueba falible o σημεῖον, las atribuciones de los arcontes en asuntos recientes para apoyar su opinión de que el arcontado fue la última de las tres magistraturas, rey, polemarco y arconte. Por otro lado, junto a este método de presentar las diferentes versiones sobre algunas cuestiones, asistimos de vez en cuando en el texto a juicios sobre personajes históricos. Atribuidas, por lo general, a sus fuentes por la fidelidad que en todo momento Aristóteles parece mostrar, creemos que no deben ser desechadas y hemos de suponer que pueden proceder de la cosecha aristotélica. Y aunque afloran tímidamente, tal vez para darnos muestras de su imparcialidad, a veces se le escapan algunos juicios sobre las figuras políticas. Podemos leer entre líneas el concepto que el Estagirita tenía de Solón. Ve la necesidad de juzgarlo, no por un hecho concreto, sino por toda su trayectoria (cap. 9, 2). Tuvo muchas oportunidades de erigirse en tirano y no lo hizo; por el contrario, no intentó favorecer ni a los ricos ni a los pobres. Imputadas o no estas ideas a los escritos partidistas, vemos que Solón encarnaba la clase media que con rotundidad Aristóteles defiende en Política 1295bss y 1296a20. Algo semejante cabría decir de su opinión sobre Terámenes. Sabemos que Aristóteles veía peligrosa la participación del pueblo en las magistraturas por su insensatez y falta de justicia106, por lo que es fácil comprender que la radicalización hacia la que había evolucionado la democracia de su época no la compartiera y la considerara tan despótica como una tiranía, sin regirse por leyes, sino por decretos107, y en su texto parece que Terámenes significaba lo opuesto a esta democracia. Quizás tomaba de sus fuentes los rasgos del personaje que más se acercaban a sus convicciones políticas. Él estaba de acuerdo
106 107
Arist., Pol. 1281b27. Arist., Pol. 1292a17.
[XLIII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
con Tucídides en que el régimen de Terámenes era el momento mejor gobernado108 en Atenas. No obstante, quizás por ignorancia o por estar erróneamente documentado109, o simplemente porque sentía simpatías hacia el personaje, no hace referencia alguna a la integración de Terámenes en el grupo de los Treinta110. En opinión de Rhodes111, la cronología está distorsionada para minimizar la responsabilidad de Terámenes en los crímenes de los Treinta. Quizás estemos ante una característica aristotélica consistente en ocultar el lado más negativo de los personajes, pues frente a otras fuentes, observamos que han sido silenciados los aspectos no demasiado edificantes, que en nada beneficiaban a la historia de Atenas. Lejos de complacerse en comentar la rivalidad existente entre Aristides y Temístocles, –que, no obstante, menciona de pasada–, a Aristóteles le interesa, sobre todo, subrayar la colaboración entre ambos; y en el capítulo 23, 3, vemos a Aristides como colaborador y consejero112. Si nos fijamos en la imagen que nos transmite de Cimón, ocurre algo parecido. Aunque no oculta cierta generosidad que raya quizás en la demagogia113 –que creo entender en las palabras del texto: “poseía una fortuna propia de un tirano” (cap. 27, 3)114–, se calla una cuestión más vergonzante para el ciudadano ateniense, como era el incesto con su hermana115, que es comentado, en cambio, por Plutarco116. O, por ejemplo, Aristóteles enfatiza el aspecto conciliador de los atenienses, como ha observado Santoni117, y ensalza el esfuerzo de los demócratas tras la caída de los Treinta para conseguir la con-
108
Cf. Ath. 33, 2. El escrito simpatizante con Terámenes contenía falsificaciones, cf. Tovar, op. cit., p. 34. 110 Mossé, op. cit. (1981), p. 81. 111 Rhodes, op. cit. (2004), p. 82. 112 L. Piccirilli, “Aristide et l’ Athenaion Politeia”, AC 53, 1984, pp. 137-144. 113 Cf. D. Micalella, “Cimone nell’ Athenaion Politeia et la età del politico in Aristotele”, PP 38, 1983, pp. 113-123 y también infra, comentario a 26, 1, en la traducción. 114 A saber, que la empleaba con el fin de obtener favores, silencios y ayudas. 115 Para L. Piccirilli, “Il filolaconismo, l’ incesto e l’ ostracismo di Cimone”, QS 19, 1984, pp. 171-177, pudo ser un infundio. 116 Cf. Plu., Cim. 4, 8. 117 A. Santoni, “Un elogio del popolo ateniese in Athenaion Politeia 40, 3-4”, en S. Alessandri (ed.), ῾Ιστορίη, Galatina 1997, pp. 409-413. 109
[XLIV]
INTRODUCCIÓN
cordia social, omitiendo, en cambio, otras presiones de tipo político. Ante ello, hay razones para pensar que este modo aristotélico de trazar el perfil de los personajes puede responder al principio de moderación política que el Estagirita abraza como ideal118. Sin embargo, donde con más claridad se puede detectar la opinión de Aristóteles es en el capítulo 41, 2, cuando critica la situación que se vivía en Atenas, donde la clase baja estaba adquiriendo cada vez más poder, puesto que “el pueblo por sí solo se ha hecho a sí mismo dueño de todos los asuntos y todo el Estado se gobierna a golpe de decretos y por medio de tribunales, donde el pueblo es soberano”119. Preside aquí una fina ironía en la aceptación de que, al menos, de este modo se evitaría mayor corrupción, la cual debía ser moneda corriente en su época, puesto que nos dice “unos pocos son más fáciles de corromper que la mayoría con beneficios y favores”120. En esta afirmación reconocemos las ideas de Aristóteles en su Política 1286a30-32, en el sentido en que “juzga mejor la multitud que un individuo, pues lo abundante es más difícil de corromper”. Respecto a la segunda parte de la obra aristotélica, consagrada al análisis de la constitución contemporánea, se está en general de acuerdo en que Aristóteles consultó fuentes más fidedignas que las utilizadas en la primera parte, las cuales le ocasionaron errores y contradicciones. Excepto alguna voz discrepante121 que pensaba en los atidógrafos como principal fuente, la mayoría de los investigadores opina que Aristóteles obtuvo información directa de los archivos, bien en persona o bien a través de miembros de su escuela122.
118 Sobre este ideal de moderación aplicado al modo de exponer los diferentes estadios de la constitución ateniense, cf. C. Sogno, “The ideal of political moderation in Aristotle’s “Athenaion Politeia”, GRBS 41 (4), 2000, pp. 331-347. 119 Y en efecto, en el hecho de que los atenienses prefirieran jurados de personas no profesionales para juzgar a sus conciudadanos, vemos una forma de democracia directa y participativa, y, por tanto, que el “pueblo gobernaba Atenas”, cf. A. Lanni, Law and Justice in the Courts of Classical Athens, Cambridge 2006, p. 179. 120 Atkinson, op. cit., p. 45, cree que la queja de Aristóteles puede tener alguna justificación, puesto que con la nueva legislación Atenas había cambiado para peor. 121 V. von Wilamowitz-Moellendorff, Aristoteles und Athen, I, Berlin 1893, pp. 214-221. 122 Y no solo se basó en la consulta directa de las leyes, sino también en las conversaciones con los hombres de la época, cf. Rhodes, op. cit. (2004), p. 75.
[XLV]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Se ha dicho más arriba123 que con la restauración de la democracia se promulgaron en 400-399 a. C. las leyes atenienses, quedando publicadas en la Stoa124, por lo que Aristóteles pudo acudir allí para documentarse sobre la legalidad contemporánea, pero en muchos pasajes vemos que el filósofo procedía al cotejo con la legislación anterior y en este caso es probable que recurriese, bien a algún atidógrafo125, bien a los archivos126, o tal vez a lo que corría de boca en boca y que pudo llegar a oídos del autor. VII. LA ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL ATHENAÍON POLITEÍA
ÁTICA DEL SIGLO IV: OMISIONES EN LA
Si leemos con detenimiento la Athenaíon Politeía, nos daremos cuenta de que las instituciones áticas que Aristóteles describe en ella se ajustaban a la realidad del s. IV a. C. conocidas por otras fuentes. Encontramos el Consejo del Areópago y las oscilaciones que sufrió su poder a lo largo del tiempo, el Consejo de los Quinientos, los nueve arcontes, que estaban integrados por el rey, el polemarco y el epónimo, junto a los seis tesmótetas, cuyas competencias concuerdan con las recogidas en otros autores. Sin embargo, el cotejo de la obra aristotélica con los textos de los oradores contemporáneos nos depara algunas lagunas en materia jurídica y legislativa. Y es verdad que se ha de convenir en que su aspiración no fue exponer hasta el mínimo detalle todas las instituciones y leyes que estaban vigentes, y hemos de pensar, de acuerdo con Haussoullier127, que el Estagirita no se propondría componer un manual de instituciones atenienses. No obstante, tales lagunas nos parecen llamativas, cuando se acomete el análisis del sistema jurídico ático.
123
Cf. supra, apartado II. Andócides menciona que se revisaron las leyes y que fueron publicadas en la Stoa, a tenor de las cuales los magistrados debían cumplir sus funciones, cf. And., 1 (Mis.), 85. 125 Haussoullier, en Mathieu- Haussoullier, op. cit., p. XVI. 126 Rhodes, op. cit. (2004), p. 75. 127 En Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. XXIV. 124
[XLVI]
INTRODUCCIÓN
Ha sido señalada con frecuencia la ausencia de los nomótetas o ‘legisladores’ en el texto de Aristóteles. Y es verdad que sorprende este olvido de nombrar a ese cuerpo de ciudadanos que constituían una comisión legislativa encargada de la revisión de las leyes en el 403 a. C., cuando en otras obras se dedica a definir las cualidades y facultades que debe tener el nomóteta frente al político128. Demóstenes, en cambio, nos habla de que los nomótetas eran elegidos entre los ciudadanos que habían prestado el juramento de los heliastas, como también nos refiere la necesidad de hacer la revisión de las leyes ante su presencia129. Esta laguna en la que incurre Aristóteles es importante y ha concitado diversas explicaciones. Haussoullier130 no ve otra razón que la intención aristotélica de evitar la duplicación de trabajos en su propia escuela, puesto que Teofrasto había tratado sobre la revisión de las leyes. Otra de las razones que se ha barajado sobre la omisión de la nomothésia ateniense puede residir en el hecho de que, en su obra, Aristóteles no dedicó a la Asamblea una sección separada, sino que la trató en conexión con el Consejo131. Los motivos que aduce Hansen son de otra índole y, aunque considera que esta ausencia de referencia es problemática, observa en Aristóteles una suerte de confusión entre los dikastaí o ‘jueces’ y los nomótetas, ya que ambos cuerpos eran elegidos entre los seis mil que habían prestado el juramento heliástico, por lo que el Estagirita incluye a los nomótetas en la noción de dikastéria 132. De la misma manera se ha puesto de relieve133 que el autor omitió la epicheirotonía tôn nómon o ratificación de las leyes que se efec-
128 No sólo en la Política, sino también en la Ética Nicomaquea Aristóteles consagra algunos pasajes a cuestiones teóricas sobre cualidades y tareas del nomóteta, cf. D. Micalella, “Nomotheta e politico in Aristotele: Il problema della soteria tes poleos”, Athenaeum, 1983, pp. 88-110. 129 Cf. D., 24 (Tim.), 21 y 33. 130 En Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. XXVI. 131 Rhodes, op. cit. (2004), p. 85; además, cf. P. J. Rhodes, “Nomothesia in FourthCentury Athens”, CQ 35, 1985, pp. 55-60. 132 Hansen, op. cit., p. 176. 133 Haussoullier, en Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. XXVI; Tovar, op. cit., p. 35.
[XLVII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tuaba en la Asamblea134 durante la primera sesión del año. Demóstenes nos recuerda que se procedía a la epicheirotonía tôn nómon en el undécimo día de la primera pritanía135. E incluso sabemos también por Esquines136 que el procedimiento de la revisión anual de las leyes comenzaba con la investigación por parte de los tesmótetas, los cuales, si era necesario, proporcionaban una agenda a los nomótetas137. Nada de esto refiere Aristóteles, cuando expone las atribuciones de los tesmótetas en el capítulo 59; además, se limita a mencionar la epicheirotonía tôn archôn o ‘ratificación de los magistrados’, cuando describe en 43, 4 los cometidos del Consejo, entre los cuales se encontraba la necesidad de convocar la Asamblea en la que se procedía a la ratificación de los cargos. No obstante, Aristóteles hace uso del término aplicado a las leyes, a la epicheirotonía tôn nómon, cuando en el capítulo 37, 1 nos dice que ante el Consejo se llevaron dos leyes exigiendo que se sancionasen (nómous dúo keleúontes epicheirotoneîn), con la intención de dar pleno poder a los Treinta para que se deshicieran de los ciudadanos que no estaban en la lista de los Tres mil. Así pues, Aristóteles testimonia esta votación para ratificar leyes o cambiarlas, aunque no estuvo interesado en explicar este procedimiento. Parece evidente, por tanto, que el tema de la promulgación y revisión de leyes es obviado por Aristóteles, del mismo modo que se echa en falta la referencia al lugar donde se archivaron los decretos y las leyes, el metroîon. A finales del s. V los atenienses construyeron un nuevo bouleutérion o ‘sede del Consejo’, detrás del viejo, que lo utilizaron para archivos oficiales y al que llamaron metroîon. Por las fuentes sabemos que, además de inscribir las leyes revisadas en la Stoá Basíleios y sobre las estelas, también fueron escritas en papiros que guardaban en el metroîon138, el cual según Hansen139 contenía las leyes originales, aun-
134 Pero parece que los decretos que se llevaban ante la Asamblea no eran conclusivos y las decisiones finalmente correspondían a los tribunales o a los nomótetas, cf. Hansen, op. cit., p. 139. 135 Cf. D. 24 (Tim.), 20. 136 Aeschin., 3 (Ctes.), 38-39. 137 Atkinson, op. cit., p. 28. 138 D., 25 (Arist. I), 99. 139 Hansen, op. cit., p. 164.
[XLVIII]
INTRODUCCIÓN
que también se ha sugerido que este inmueble al principio lo destinaron para albergar los decretos de la Asamblea y más tarde también las leyes140. Que Aristóteles debía conocer este edificio no hay sombra de duda, ya que se encontraba situado en el Ágora. Y un investigador como él habría de saber a qué funciones se le destinaba, si tenemos en cuenta los términos en que se expresa Demóstenes al referirse al metroîon. A la luz del texto de su discurso C. Aristogitón nos informamos de que los documentos solían ser consultados por los jueces y por los atenienses en general141, lo que vuelve el orador a confirmar, cuando pronuncia en el año 343 a. C. el discurso Sobre la falsa embajada, donde se menciona la utilización del metroîon, por aquel tiempo, como archivo de documentos y decretos142. Ahora bien, no hemos de pasar por alto que Aristóteles menciona un lugar donde se archivaban los documentos. En cap. 44, 1, nos dice que el jefe de los prítanes “custodia las llaves de los templos, en los que se encuentran el tesoro público y los documentos de la ciudad”. Es probable, como comenta Rhodes143, que se guardaran en varios lugares, pero, al aludir a los templos donde eran archivados los documentos, ello me induce a pensar que Aristóteles tuviera en mente el metroîon, literalmente ‘santuario de la madre’, porque encerraba un santuario de Deméter144. De todos modos el Estagirita menciona de pasada todo lo que se refiriera al sistema de promulgación y revisión de leyes y decretos y, por tanto, también al lugar en que se archivaban. Y quizás sea ésta la razón y cobre pleno sentido el que, según la perspectiva aristotélica, el Areópago aparezca en el texto con exclusivas funciones en asuntos de homicidio y falsos testimonios (Ath. 57, 3; 59, 6), cuando hemos dicho145 que en la restauración democrática del 403 a. C. se decretó por la Asamblea que el Areópago, mermado en las funciones que le otorgaban los oligarcas, pudiera, a cambio, 140 141 142 143 144 145
Sobre ello, Nightingale, op. cit., p. 105, n. 19. D., 25 (Arist. I), 99. D., 19 (F. E.), 129. Rhodes, op. cit. (1981), p. 532. Hansen, op. cit., p. 252. Cf. supra, apartado II.
[XLIX]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tener poder para supervisar la administración de las leyes por los magistrados y más tarde, en 352/1 a. C., la facultad de revisar los santuarios del Ática146. Sobre tal jurisdicción reina el silencio en la Athenaíon Politeía147. Concurren otras omisiones en el texto que deben recibir nuestra atención. La votación o ekphyllophoría, que se efectuaba en el seno del Consejo mediante hojas de olivo para expulsar a algún magistrado, no se encuentra plasmada en la Constitución de los atenienses. Información sobre este tipo de votación nos es facilitada por Esquines en 1 (Tim.), 111. La actuación de los magistrados estaba sometida a un férreo control por parte de los propios miembros del Consejo a través de dos votaciones. En una primera se votaba con hojas de olivo y, si al magistrado le resultaba una votación adversa, se procedía a una segunda votación con psêphoi; si de nuevo votaban contra él, su caso era remitido al dikastérion. En el terreno de los olvidos hay que señalar también otros tipos de denuncias que son pasadas por alto en el texto. Al lado de la eisangelía y la éndeixis, el derecho procesal griego conoció la phásis y la apóphasis, cuya recurrencia fue bastante alta en el s. IV a. C. Aristóteles no menciona la phásis o denuncia ante los magistrados contra los que habían cometido infracciones de las leyes administrativas sobre el contrabando, la minería y la propiedad pública, o habían violado las reglas comerciales148, pero también contra quien “cortaba más olivos de los que permitía la ley149. Tampoco habla de la prosecución pública o apóphasis150, que fue introducida más tarde en 340 a. C.,
146 Demóstenes dedica unas palabras a la función del Areópago como supervisor de los asuntos del santuario de Delos, cf. D., 18 (Cor.), 134. Sobre esta nueva función del Areópago, cf. Hansen, op. cit., p. 291. Parece que este Consejo estaba ahora formado por 145 a 175 miembros de edad media y de clase acomodada, cf. M. H. Hansen- L. Pedersen, “The size of the Council of the Areopagos and its social composition in the fourth century B. C.”, C&M 41, 1990, pp. 73-78. 147 Aunque Sealey cree ver en Ath. 25, 2 una alusión a esta nueva atribución del Areópago, cf. R. Sealey, “Ath. Pol. 25. 2 and Lys. Fr. 178: “additional” functions of the Areopagite Council”, JHS 1991, p. 210. 148 Cf. D., 58 (Teoc.), 5. 149 Cf. J. Palao Herrero, El sistema jurídico ático clásico, Madrid 2007, p. 406. 150 La apóphasis era un tipo de acción pública, ejercida por varios acusadores elegidos por la Asamblea, cf. L. Rubinstein, “Synêgoroi: their place in our reconstruction
[L]
INTRODUCCIÓN
en casos de conspiración contra la democracia o traición, con la particularidad de que el responsable de la apóphasis era, sobre todo, el Areópago151. La acertada observación que hace Rhodes sobre la ausencia de una sección dedicada a la Asamblea lleva a pensar que ésta debe ser también la razón por la que Aristóteles no mencione el lugar donde se reunía la Asamblea, la famosa Pnýx. Aunque desde el s. V. se utilizaba esta colina del Ágora para concentrarse y su existencia es testimoniada por Aristófanes152, se sabe que en 400 a. C. se reconstruyó y estuvo en uso hasta el 300 a. C., cuando se decidió trasladar las reuniones de la Asamblea al teatro de Dioniso. Por tanto, Aristóteles debió de conocerla, y es muy probable que la habría mencionado si hubiera consagrado una sección a la Asamblea, si no hemos de pensar que la redactó y se ha perdido. Por otro lado, cuando Aristóteles notifica en el capítulo 43, 5 que en la sexta pritanía se votaba si se decidía abrir o no procesos por ostracismo, da la impresión de que era una práctica todavía utilizada. En efecto, la condena de destierro por ostracismo no había sido abolida en su época, pero en el s. IV a. C. había caído en desuso y no hubo más destierros por este sistema. La última vez que se conoce un proceso por ostracismo databa de 416 a. C., cuando se condenó a Hipérbolo. Pues bien, la falta de información a lo antedicho puede indicar quizás que Aristóteles estuvo más apegado a los archivos que a lo que pudiera conocer de la política viva de su época y, por tanto, estaba describiendo el funcionamiento de unas instituciones que se remontarían a una época no tan contemporánea. Pues ha de tenerse en cuenta también la omisión del magistrado sobre finanzas, ὁ ἐπὶ τῇ of the Athenian legal process”, Symposion 1999, AGR 14, Köln 2003, p. 196, pero también, como la apographé, podía designar varios conceptos. Se llamaba apóphasis al inventario que cada una de las partes estaba obligada a remitir al adversario en un caso de demandas de antídosis o también a la relación de culpables en hechos delictivos que se llevaba ante el Areópago. 151 Cf. Din., 1 (Dem.), 1. Sobre la función que desempeñó el Areópago en los juicios políticos, que se instaban a través de medios procesales como era la eisangelía, cf. E. M. Carawan, “Ἀπόφασις and εἰσαγγελία. The role of the Areopagus in Athenian political trials”, GRBS 26, 1985, pp. 114-140. 152 Ar., Ach. 20; Eq. 42.
[LI]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
διοικήσει, que fue investido de sus funciones en 338 a. C.153. Perfectamente podría haber recibido alguna mención en el apartado referente a las magistraturas que gestionaban la economía (cap. 47). Su ausencia, según Rhodes, puede deberse a una magistratura creada por un decreto de la Asamblea y, por tanto, no aparece en los nómoi o leyes. Pero quizás obedezca también a razones cronológicas y Aristóteles no estuviera al corriente de los acontecimientos más recientes. Entonces, habría que dar la razón a los investigadores que retrotraen a fechas más lejanas la organización institucional que se describe. Y si, como está constatado, en 350 a. C. se cambió el material en el que se elaboraron las tablillas de los jueces, como sabemos por Demóstenes154 que habla de tablillas de bronce, mientras Aristóteles de boj, y si no hace mención de la apóphasis, creada en 340 a. C., ni del magistrado de finanzas, instituido en 338 a. C., cabe pensar que tuvo entre sus manos documentos sobre el aparato constitucional griego de época anterior al 350 a. C., aunque pudo añadir algo de la legalidad cotidiana que le rodeaba y que conocería de primera mano. De todos modos, pese a estas omisiones, Aristóteles aporta datos precisos sobre otras magistraturas y refleja con bastante detalle el laborioso procedimiento de la elección de jueces, lo que convierte a su obra en un testimonio importante e inigualable. VIII. BIBLIOGRAFÍA GENERALIDADES De la abundante bibliografía que se ha publicado sobre Aristóteles, nos ha interesado recoger únicamente la referente a su obra Athenaíon Politeía. Para el resto de la bibliografía aristotélica remitimos al repertorio bibliográfico recogido en la introducción que en esta misma colección hizo J. L. CALVO MARTÍNEZ, Aristóteles. Física, Madrid 1996, pp. XII-XIX.
153 Hansen, op. cit., p. 160. Rhodes fecha esta magistratura en años posteriores, entre 330 y 320 a. C, Rhodes, op, cit. (2004), p. 85. 154 D., 39 (Beo.Nom), 10.
[LII]
INTRODUCCIÓN
Dentro de la sección de Libros y artículos, hemos incluido numerosos trabajos que han estudiado especialmente esta obra de Aristóteles o aspectos relacionados con el contenido de la Constitución de los atenienses y que han sido citados a lo largo de nuestro trabajo, aunque hemos dejado de mencionar en esta lista algunos estudios, cuya referencia aparece en las notas de la traducción, por considerarlos demasiado específicos, aunque de interés para conocer en profundidad algunos temas puntuales que trata Aristóteles en su obra. EDICIONES,
TRADUCCIONES Y COMENTARIOS DE LA NIENSES 1
CONSTITUCIÓN
DE LOS ATE-
1886: ROSE, V., Aristotelis fragmenta, Leipzig. 1891: KENYON, F. G., Aristotle. On the Athenian Constitution, London, traducción en inglés que ha sido varias veces publicada. En 1952 es recogida en la obra The Works of Aristotle, vol. 2, dirigida por W. D. Ross, Chicago, pp. 553-584. En 1985 en la edición de J. BARNES, The complete works of Aristotle, publicada en Princeton, vol. 2, pp. 2341-2383. 1891: KENYON, F. G., (ed.), Aristotle on the Constitution of Athens, una primera edición del texto que aparece después en Berlín 1903: Aristotelis res publica Atheniensium, y en 1920 en Biblioteca Oxoniense: Aristotelis Atheniensium Respublica, Oxford. 1891: KAIBEL, G.- WILAMOWITZ-MOELLENDORFF, U. VON, Aristotelis. Politeia Athenaion, Berlin. 1892: BLASS, F., (ed.), Aristotelis Politeia Athenaion, Leipzig. 1893: SANDYS, J. E., Aristotle. Constitution of Athens, London, con texto revisado y comentario. 1909: THALHEIM, T. F. A., (ed.), Aristotelis. Πολιτεία Ἀθηναίων, Leipzig. 1922: MATHIEU, G. - HAUSSOULLIER, B., Aristote. Constitution d’ Athènes, Paris. Texto, traducción francesa y notas. Después de algunas reimpresiones, se ha publicado en 1996, con introducción y revisión de C. Mossé. 1 Se ha considerado más útil para el lector presentar este apartado bibliográfico por la fecha de publicación de las ediciones y traducciones que se han realizado sobre esta obra de Aristóteles. Para la restante bibliografía se ha adoptado la norma más tradicional.
[LIII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
1926: FARRÁN i MAYORAL, J., Aristòtil, Poètica, Constitució d’ Atenes, Barcelona, edición y traducción catalana. 1935: RACKHAM, H., The Athenian Constitution. The Eudemian Ethics. On Virtues and Vices, vol. 20, Cambridge, en la colección Classical Library, traducción en inglés con edición de texto. 1950: FRITZ, K. VON- KAPP, E., Constitution of Athens and related texts, New York, traducción en inglés. 1950: STECCHINI. L. C., Athenaion Politeia. The Constitution of the Athenians by old Oligarch and by Aristotle, Glencoe, III, traducción en inglés. 1955: GIGON, O., Werke IV, Politik und Staat der Athener, Zurich, traducción alemana. 1955: VIANO, C. A., Aristotle’s Politica e Costituzione di Atene, Torino, traducción italiana. 1958: GOHLKE, P., Aristoteles. Die Lehrschriften (VII, 5. Die Verfassung der Athener), Paderbon, traducción alemana. 1959: WARRINGTON, J., Politics and the Athenian Constitution, edición y traducción inglesa, London & New York. 1968: LEVI, M. A., Commento storico alla Respublica Atheniensium di Aristotele, Milano. 1972: LAURENTI, R., Aristotele. Politica. Costituzione degli Ateniesi, Bari, traducción italiana. 1981: RHODES, P. J., A Commentary on the Aristotelian Athenaion Politeia, Oxford. 1984: RHODES, P. J., Aristotle. The Athenian constitution, Harmondsworth, traducción inglesa con introducción y notas. 1986: CHAMBERS, M., (ed.), Athenaion Politeia, Leipzig, Teubner. 1990: CHAMBERS, M., Staat der Athener, Berlin. 1991: LOZZA, G., La Costituzione degli Ateniesi, Milano. 1999: SANTONI, A., Aristotele. La Costituzione degli Ateniesi, texto, traducción italiana y comentario, Bologna. 2003: FERREIRA LEÂO, D., Aristóteles, Constituiçâo dos Atenienses, introducción, traducción portuguesa y notas, Lisboa. 2006: SÈVE, M., Aristote. Constitution d’ Athènes, introducción, traducción francesa y notas, Paris. 2010: MOORE, J. M., Aristotle and Xenophon on Democracy and Oligarchy, Berkeley, traducción inglesa y comentario. [LIV]
INTRODUCCIÓN
TRADUCCIONES
EN ESPAÑOL
1948: TOVAR, A., Aristóteles. La constitución de Atenas, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, con edición de texto. 1984: GARCÍA VALDÉS, M., Aristóteles. Constitución de los Atenienses. Pseudo-Aristóteles. Económicos, Madrid, Gredos. 1987: RUIZ SOLA, A., Las constituciones griegas, Madrid, Akal. 2005: BERNABÉ, A., Constitución de los Atenienses, Madrid, Abada Editores, traducción y texto griego. 2007: GUZMÁN GUERRA, A., Constituciones políticas griegas (Aristóteles, El viejo oligarca y Jenofonte), Madrid, Alianza Editorial. LIBROS
Y
ARTÍCULOS
ADRADOS, F. R., “Aristóteles en la Atenas de su tiempo”, EClás 108, 1995, pp. 43-55. ARRIGHETTI, G., “Aristotele e il metodo storico dell’ Athenaion Politeia”, SCO 37, 1987, pp. 97-107. ARRIGHETTI, G., “Platone (Phaedr. 278b7-d 1) Aristotele (Ath.Pol. XI, 1) e Solone legislatore”, Athenaeum 68, 1990, pp. 351-361. ATKINSON, J., “Athenian Law and the Will of the People in the Fourth Century BC.”, AClass 46, 2003, pp. 21-47. AUBENQUE, P., “La loi selon Aristote”, APhD 25, 1980, pp. 147-157. AVOTINS, I., “On arguria in the Athenaion Politeia 60. 3”, CQ 37, 1987, pp. 231-233. AVOTINS, I., “Athenaion Politeia 56.6 and the Protection of the weak”, CQ 54, 2004, pp. 461-469. BARUCCHI, L., “Il metodo di selezione degli arconti in Atene arcaica”, MEP 7-8, (2004-2005), pp. 69-85. BEAUCHET, L., Histoire du droit privé de la République athénienne, Paris 1897. BERTI, M., “L’egemonia dell’ Areopago ad Atene: (Aristot., Ath. Pol., 23, 1-2)”, en S. Cataldi (ed.), Poleis e Politeiai: esperienze politiche, tradizioni letterarie, progetti costituzionali, Atti del Convegno Internazionale di Storia Greca (Torino 29 maggio-31 maggio 2002), Alessandria 2004, pp. 133-151. BIANCHI BANDINELLI, R., Storia e civiltà dei Greci. Origini e sviluppo della città, vol. 2, Milano 1978. [LV]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
BICKNELL, P. J., “The exile of the Alkmeonidai during the Peisistratid tyranny”, Historia 19, 1970, pp. 129-131. BISCARDI A., Diritto greco antico, Varese 1982. BOCKISCH, G., “Ἁρμοσταί (431-387)”, Klio 46, 1965, pp. 129-239. BOEGEHOLD, A., “Aristotle and the dikasteria”, resumen en HSPh 63, 1958, pp. 526-528. BOEGEHOLD, A. L., “Aristotle’s Athenaion Politeia 65, 2. The official token”, Hesperia 29, 1960, pp. 393-401. BOEGEHOLD, A. L., The lawcourts at Athens; sites, buildings, equipment, procedure and testimonia, Princeton 1995. BORDES, J., “La place d’ Aristote dans l’ évolution de la notion de politeia”, Ktèma 5, 1980, pp 249-256. BURSTEIN, S. M., “The recall of the ostracized and the Themistocles decree”, CSCA 4, 1971, pp. 93-110. CALERO SECALL, I., “Presencia de las ideas políticas de Aristóteles en Plutarco”, en L. de Blois - J. Bons - T. Kessels - D. M. Schenkeveld (eds.), The Statesman in Plutarch’s Works, Leiden 2004, pp. 163173. CARAWAN, E. M., “Ἀπόφασις and εἰσαγγελία. The role of the Areopagus in Athenian political trials”, GRBS 26, 1985, pp. 114-140. CARAWAN, E. M., “ΕΦΕΤΑΙ and Athenian courts for homicide in the age of orators”, CPh 86, 1991, pp. 1-16. CARAWAN, E., “The trial of the Arginousai Generals and the Dawn of ‘Judicial Review’, Dike 10, 2007, pp. 19-56. CÀSSOLA, F., “La proprietà del suolo in Attica fino a Pisistrato”, PP 28, 1973, pp. 75-87. CHAMBERS, M., “Notes on the Text of the Ath.Pol.”, TAPhA 96, 1965, pp. 31-47. CHAMBERS, M.,“The Berlin Fragments of the Ath. Pol.”, TAPhA 98, 1967, pp. 49-66. CHERNISS, H., Aristotle’s Criticism of Plato and the Academy, Baltimore 1944. CHRIST MATTHEW, R., “Ostracism, sycophancy, and deception of the demos: Ath.Pol. 43, 5”, CQ 42, 1992, pp. 336-346. CLINTON, K., “IG I 2, 5, the Eleusinia and the Eleusinians”, AJPh 100, 1979, pp. 1-12. CROMEY, R. C., “Apollo Patroos and the Phratries”, AC 75, 2006, pp. 41-69. [LVI]
INTRODUCCIÓN
CUDJOE, R. V., “The purpose of the “Epidikasia” for an “epikleros” in Classical Athens”, Dike 8, 2005, pp. 55-88. DAREMBERG, H.- SAGLIO, E. D. M., Dictionnaire des antiquités grecques et romaines, Graz 1969. DARESTE, R.- HAUSSOULLIER, B. - REINACH, Th., Recueil des inscriptions juridiques grecques, 2 vols., Roma (1891-1904), ed. anastática, 1965. DAY, J. H. - CHAMBERS, M. H, Aristotle’s History of Athenian Democracy, Berkeley 1962. DEVELIN, R., “The Constitution of Drakon”, Athenaeum 62, 1984, pp. 295-307. DOW, S., Prytaneis: A Study of the Inscriptions Honoring the Athenian Councillors, supl. Hesperia supl. I, 1937. DOW, S., “Aristotle, the Kleroteria and the Courts”, HSCP 50, 1939, pp. 1-34. DRERUP, E., “Ist die Athenaion Politeia des Aristoteles vollendet?”, Mnemosyne 3rd. 10, 1941, pp.1-7. DÜRING, I., “Aristoteles”, en Pauly-Wissowa, R.E., XI, Stuttgart 1968. EFFENTERRE, H. Van, “Solon et la terre d’ Éleusis”, RIDA 24, 1977, pp. 91-130. EHRENBERG, V., From Solon to Socrates. Greek History and Civilization during the sixth and fifth Centuries B.C., London 1968. FERREIRA LEÃO, D., Sólon: Ética e política, Lisboa 2001. FERREIRA LEÃO, D., “Matéria religiosa: Processos de impiedade (asebeia)”, en D. F. Leâo - L. Rossetti - M. C. G. Z. Fialho (eds.), Nomos. Direitto e sociedade na Antiguidade Clássica, Coimbra-Madrid, 2004, pp. 201-226. FINLEY, M. I., “La servitude pour dettes”, RD 43, 1965, pp. 159-184. FORSDYKE, S., Exile, Ostracism, and Democracy. The Politics of Expulsion in Ancient Greece, Princeton 2005. FRITZ, K. von, “The Composition of Aristotle’s Constitution of Athens and the so-called Dracontian Constitution”, CPh 49, 1954, pp. 73-93. FUKS, A., The Ancestral Constitution, London 1953. GAGARIN, M., “The thesmothetai and the earliest Athenian Tyranny Law”, TAPhA 111, 1981, pp. 71-77. GAGARIN, M., “Bouleusis in Athenian Homicide Law”, Symposion 1988, AGR, Köln 1990, pp. 81-99. [LVII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
GAGLIARDI, L., “Per un’interpretazione della legge di Solone in materia successoria”, Dike 5, 2002, pp. 5-59. GARNER, R., Law and Society in Classical Athens, New York 1987. GAUTHIER, Ph., “De Lysias à Aristote (Ath.Pol., 51.4). Le commerce du grain à Athènes et les fonctions des sitophylaques”, RD 59, 1981, pp. 5-28. GERNET, L., “Horoi”, Studi in onore di Ugo Enrico Paoli, Firenze 1955. GONZÁLEZ DE LA RED, O., “La elección de arcontes en Arist. Athenaion Politeia 22, 5”, Emerita 53, 1985, pp. 269-276. HAHN, I., “Pelatai und Klienten”, Concilium Eirene 16. Proceedings of the 16th Int. Eirene Conf. Prague, Praha 1983, 1983, pp. 59-64. HALL, L. G. H., “Remarks on the law of ostracism”, Tyche 4, 1989, pp. 91-100. HANNICK, J. M., “Droit de cité et mariages mixtes dans la Grèce Classique”, AC 45, 1976, pp. 133-148. HANNICK, J. M., “Note sur la graphè paranomôn”, AC 50, 1981, pp. 393397. HANSEN, H., “What was a kyrbis?”, Philologus 119, 1975, pp. 39-45. HANSEN, M. H., “Nomos and Psephisma in Fourth Century Athens”, GRBS 19, 1978, pp. 315-330. HANSEN, M. H., “The Athenian Heliaia from Solon to Aristotle”, C&M 33, 1982, pp. 9-47. HANSEN, M. H.- PEDERSEN, L., “The size of the Council of the Areopagos and its social composition in the Fourth Century B. C.”, C&M 41, 1990, pp. 73-78. HANSEN, M. H., The Athenian Democracy in the age of Demosthenes, Oxford 1991. HARDING, Ph., “Androtion’s Political Career”, Historia 25, 1976, pp. 186200. HARRIS, H. - RUBINSTEIN, L., The Law and the Courts in Ancient Greece, London 2004. HARRISON, A. R. W., The Law of Athens, 2. vols., Oxford 1968-1971. HIGNETT, C., A History of the Athenian Constitution to de End of the Fifth Century B.C., Oxford 1970 (= 1952). IMMERWAHR, H. R., “The date of the construction of Solon’s axones”, BASP 22, 1985, pp. 123-135. ITO, T., “Did the “hektemoroi” exist?”, PP 59, 2004, pp. 241-247. JACOBY, F., Atthis: The local Chronicles of Ancient Athens, Oxford 1949. [LVIII]
INTRODUCCIÓN
JAEGER, W., Aristóteles. Bases para la historia de su desarrollo intelectual, México, Madrid, Buenos Aires 1983 (= 1923). JONES, L. A., “The role of Ephialtes in the rise of Athenian democracy”, ClAnt 6, 1987, pp. 53-76. KARABÉLIAS, E., “Contribution a l’étude de l’épidicasie attique”, Symposion 1974, AGR, Köln 1979, pp. 201-222. KEANEY, J. J.,”The structure of Aristotle’s Athenaion Politeia”, HSPh 67, 1963, pp. 115-146. KEANEY, J. J.,“Ring Composition in Aristotle’s Athenaion Politeia”, AJPh 90, 1969, pp. 406-423. KEANEY, J. J., “The date of Aristotle’s Athenaion Politeia”, Historia 19, 1970, pp. 326-336. KEANEY, J. J., “Hignett’s H.A.C. and the authorship of the Athenaion Politeia”, LCM, 1980, pp. 51-56. KEANEY, J. J., The Composition of Aristotle’s Athenaion Politeia. Observation and Explanation, New York-Oxford 1992. KRAFT, K., “Zur Ubersetzung und Interpretation von Aristoteles. Athenaion Politeia, kap. 10 (Solonische Münzreform)”, JNG 10, 1959-1960, pp. 21-46. LANNI, A., Law and Justice in the Courts of Classical Athens, Cambridge 2006. LAPINI, W., “Aristotele, Athenaion Politeia 26, 1”, SIFC 3a. ser 20 (1-2), 2002, pp. 87-94. LAVELLE, B. M., “A note on the first three victims of ostracism (Athenaion Politeia 22, 4)”, CPh. 83, 1988, pp. 131-135. LÉVÊQUE, P.- VIDAL NAQUET, P., Clisthène l’Athénien, Paris 1964. LÉVY, E., “Réformes et date de Solon. Réponse a F. Càssola”, PP 28, fasc. 148-149, 1973, pp. 88-91. LINFORTH, I. M., Solon the Athenian, California 1919. LOMBARDI, M., “Il discorso storico nell’ Atheniensium Respublica” di Aristotele”, RCCM 45, 2, 2003, pp. 211-220. LUCAS, J. M., “Consideraciones generales sobre el vocabulario jurídico griego”, Epos 2, 1986, pp. 187-204. MACDOWELL, D. M., Athenian Homicide Law. In the Age of the Orators, Manchester 1963. MACDOWELL, D. M., “Law-Making at Athens in the Fourth Century B.C.”, JHS 95, 1975, pp. 62-74. MACDOWELL, D. M., The Law in Classical Athens, London 1978. [LIX]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
MARTIN, G., “The Witness’s exomosia in Athens”, CQ 58, 1, 2008, pp. 56-68. MCCARGAR, D. J., “The archonships of Hermokreon and Alkmaion. A further consideration of Ath. Pol. 22, 1-3”, RhM 119, 1976, pp. 315323. MCCOY, W. Y., “Aristotle’s Athenaion Politeia and the establishment of the Thirty Tyrants”, YCIS 24, 1975, pp. 131-145. MICALELLA, D., “Cimone nell’ Athenaion Politeia et la età del politico in Aristotele”, PP 38, 1983, pp. 113-123. MICALELLA, D., “Nomotheta e politico in Aristotele. Il problema della soteria tes poleos”, Athenaeum 61, 1983, pp. 88-110. MOREAU, J., Aristóteles y su escuela, trad. esp., Buenos Aires 1964. MOSSÉ, C., La fin de la démocratie athénienne, Paris 1962. MOSSÉ, C., Les institutions politiques grecques à l’ époque classique, Paris 1967. MOSSÉ, C., La historia de una democracia: Atenas, trad. esp., Madrid 1981. MOSSÉ, C., Périclès. L’ inventeur de la démocratie, Paris 2005. NIGHTINGALE, A. W., “Plato’s Lawcode in context: Rule by written Law in Athens and Magnesia”, CQ 49, 1999, pp. 100-122. NOYEN, P., “Aristote et la réforme monetaire de Solon”, AC 26, 1957, pp. 136-141. PALAO HERRERO, J., El sistema jurídico ático clásico, Madrid 2007. PAOLI, U. E., “La ΕΦΕΣΙΣ ΕΙΣ ΤΟ ΔΙΚΑΣΤΗΡΙΟΝ en droit attique”, RIDA 5, 1950, pp. 325-337. PARKE, H. W., Festivals of the Athenians, London 1986. PECORELLA LONGO, C., “La richiesta della pena nella probolé e nei processi pubblici nel diritto attico”, Prometheus 33, (2), 2007, pp. 124136. PECˇIRKA, J., “A note on Aristotle’s Conception of citizenship and the Role of foreigners in Fourth Century Athens”, Eirene 6, 1967, pp. 23-26. PEPE, L., “Osservazioni su phonos akousios e phonos dikaios nell’ Atene del V e IV secolo a. C”, Dike 11, 2008, pp. 139-165. PETZOLD, K. E., “Zur Entstehungsphase der athenischen Demokratie”, RFIC 118, 1990, pp. 145-178. PHILLIPS, D. D., “Trauma ek pronoias in Athenian Law”, JHS 127, 2007, pp. 74-105. [LX]
INTRODUCCIÓN
PICCIRILLI, L., “Considerazioni su Kineas re dei Tessali (Hdt. 5, 63, 3)”, Athenaeum 49, 1971, pp. 136-146. PICCIRILLI, L., “Aristotele e l’ atimia. Athen. Pol. 8, 5”, ASNP 6, 1976, pp. 739-761. PICCIRILLI, L., “Aristide et l’ Athenaion Politeia”, AC 53, 1984, pp. 137144. PICCIRILLI, L., “Il filolaconismo, l’ incesto e l’ ostracismo di Cimone”, QS 10, 1984, pp 171-177. PICCIRILLI, L., “Efialte e l’ Athenaion Politeia”, SIFC 6, 1988, pp. 77-90. PICKARD-CAMBRIDGE, A., The dramatic festivals of Athens, 2ª ed., Oxford 1968. PIÉRART, M., “Les εὔθυνοι athéniens”, AC 40, 1971, pp. 526-573. RHODES, P. J., The Athenian Boule, Oxford 1972. RHODES, P. J., “Eisangelia in Athens”, JHS 99, 1979, pp. 103-114. RHODES, P. J., “Nomothesia in Fourth-Century Athens”, CQ 35, 1985, pp. 55-60. RHODES, P. J., “The Laws of Athens in the Aristotelian Athenaion Politeia”, en D. F. Leão- L. Rossetti- M. C. G. Z. Fialho (eds.), Nomos. Direito e sociedade na Antiguidade Clássica, Coimbra, Madrid, 2004, pp. 75-87. ROBERTSON, B. G., “The Scrutiny of the New Citizens at Athens”, en V. Hunter-J. Edmondson (eds.), Law and social Status in Classical Athens, Oxford 2000, pp. 149-174. ROSIVACH, V. J., “Notes on the pentakosiomedimnos’ five hundred medimnoi”, CQ 55, 2005, pp. 597-601. ROSSETTI, L., “Aristotele, Teofrasto e la letteratura giuridica attica del IV secolo a. C.”, RIFD 76 (4), 1999, pp. 651-681. RUBINSTEIN, L., “Synêgoroi: their place in our reconstruction of the Athenian legal process”, Symposion 1999, AGR 14, Köln 2003, pp. 193-207. SANCTIS, G. De, Ἀτθίς: Storia della repubblica Ateniese dalle Origini alle riforme di Clistene, Roma 1898. Después en 1912, se publicó una segunda edición, revisada y aumentada, con otro título Storia della repubblica Ateniese dalle Origini alla Età di Pericle, publicada, en Torino, Roma, Milano. SANTONI, A., “Aristotele, Solone e l’ Athenaion Politeia”, ASNP 9, 1979, pp. 959-984. [LXI]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
SANTONI, A.,“A proposito di aphrakta choria in Athenaion Politeia 27, 3”, ASNP 4, I, 2, 1996, pp. 727-730. SANTONI, A., “Dikasterion in Athenaion Politeia IX, 1”, SCO 46, 1997, pp. 423-426. SANTONI, A., “Un elogio del popolo ateniese in Athenaion Politeia 40, 3-4”, en S. Alessandri (ed.), ῾Ιστορίη: studio offerti dagli allievi a Giuseppe Nenci in occasione del suo settantesimo compleanno, Galatina 1997, pp. 409-413. SARTORI, F., La crisi del 411 a. C. nell’ Athenaion Politeia di Aristotele, Padova 1951. SARTORI, F., Le eterie nella vita politica ateniense del VI e V secolo a. C., Roma 1957. SCAFURO, A. C., “Magistrates with Hegemony in the Courts of Athens”, Symposion 2003, AGR 17, Wien 2006, pp. 27- 52. SCHILS, G., “Solon and the Hectemoroi”, AncSoc 22, 1991, pp. 75-90. SCHREINER, J. H., Aristotle and Perikles. A Study in historiography, Oslo 1968. SCHREINER, J. H., “The exile and return of Peisistratos”, SO 56, 1981, pp. 13-17. SCOTT, R. D.,“Aristotle. Ath. Pol. 26. 1 on Cimon”, CPh 69, 1974, pp. 117-118. SEALEY, R., A History of the Greek City States ca.700-338 B.C., BerkeleyLos Angeles 1976. SEALEY, R., “Ath. Pol. 25. 2 and Lys. Fr. 178: “additional” functions of the Areopagite Council”, JHS, 1991, p. 210. SEALEY, R., The Justice of the Greeks, Ann Arbor 1994. SEALEY, R., “Aristotle, Athenaion Politeia 57, 4: Trial of animals and inanimate objects for homicide, CQ 56, 2006, pp. 475-485. SIRONIC, M., “Aristoteles, Athenaion Politeia cap. 20”, ZAnt 30, 1980, pp. 149-154. SOGNO, C., “The ideal of political moderation in Aristotle’s “Athenaion Politeia”, GRBS 41 (4), 2000, pp. 331-347. STANTON, G. R., “The introduction of ostracism and Alcmeonid propaganda”, JHS 90, 1970, pp. 180-183. STOCKTON, D., “The death of Ephialtes”, CQ 32, 1982, pp. 227-228. STRAUSS, B. S., Athens after the Peloponnesian War, Ithaca 1987. STROUD, R., “Aristotle AP 57, 4 and the Ephetai”, CQ 63, 1968, p. 212. [LXII]
INTRODUCCIÓN
STROUD, R., The Axones and Kyrbeis of Drakon and Solon, Berkeley 1979. TAMBURINI, E., “Problemi relativi ad «elieia» ed «ephesis» in età soloniana”, CS 27, 1990, pp. 193-208. TAYLOR, A. E., Aristotle, New York 1955. THÜR, G., “The Role of the Witness in Athenian Law”, en M GagarinD. Cohen, The Cambridge Companion to Ancient Greek Law, Cambridge 2005, pp. 146-169. WALKER, E. M., “The ‘Athenian Constitution”, en J. U. Powell - E. A. Barber (eds.), New Chapters in the History of Greek Literature, Oxford 1929. WALLACE, R. W., “The date of Solon’s reforms”, AJAh 8, 1983, pp. 8195. WESTBROOK, R., “Drakon’s Homicide Law”, Symposion 2007, AGR 20, Wien, 2008, pp. 3-16. WILAMOWITZ-MOELLENDORFF, U. von, Aristoteles und Athen, I, Berlin 1893. WYATT, W. F., “Why kyrbis?”, Philologus 119, 1975, pp. 46-47. IX. NUESTRA
TRADUCCIÓN
La fidelidad al texto de Aristóteles –sin que ello suponga violentar nuestra lengua– ha sido el principal objetivo de la versión al español que aquí presentamos. Se ha intentado traducir al castellano los términos técnicos que abundan en la obra, en la línea de la versión de A. Bernabé, pero aquellos que resultan intraducibles al español por las connotaciones que aporta el término griego, han sido transcritos, como por ejemplo, hectémoros, tesmótetas, heterías, cuya definición aparece en las notas. Asimismo, dada la abundancia de vocablos jurídicos que afloran, sobre todo en la segunda parte de la obra, hemos pretendido ser precisos y rigurosos en su traducción al español. Nuestra versión viene acompañada de numerosas notas. Y aunque ya no se concibe una traducción de la Athenaíon Politeía de Aristóteles sin tener en cuenta el excelente comentario de Rhodes, que hemos consultado y citado en ocasiones y al que debe recurrir el lector interesado en los datos históricos, no hemos creído procedente prescindir de adjuntar notas, que aclaran, sin duda, el texto y que [LXIII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
aportan los puntos de vistas de otros investigadores. Además, para completar la compresión de las abundantes referencias jurídicas, se ha considerado importante hacer un comentario sobre ellas en las notas de la traducción, con objeto de acercar al lector al complicado campo del Derecho ático que tan al margen se encuentra en los estudios de filología clásica y cuyo conocimiento nos llevaría a comprender mejor multitud de pasajes de esta obra de Aristóteles o de los discursos jurídicos de Demóstenes. Se aporta también un índice que puede ser de gran utilidad para el lector que quiera hacer una incursión en el ámbito histórico e institucional de la Atenas Clásica. En él no sólo recogemos los nombres propios de personajes y topónimos, sino también las materias tratadas, así como la terminología jurídica que con tanta frecuencia irrumpe en el texto. La traducción ha sido realizada conjuntamente por Inés Calero Secall y Raúl Caballero Sánchez. La edición crítica y la historia del texto, con el apartado Conspectus Siglorum et Compendiorum, por Raúl Caballero Sánchez, pero de la introducción, de las notas a la traducción y del índice de nombres propios y temas de La Constitución de los atenienses se ha encargado Inés Calero Secall. X. HISTORIA
DEL TEXTO.
EDICIÓN
CRÍTICA
El texto de la Ἀθηναίων Πολιτεία (AP) es fruto azaroso del que puede ser considerado quizá el más afortunado descubrimiento papirológico de la Filología Clásica. En enero de 1891 nadie podía sospechar que los conservadores del British Museum tenían en su poder, en el reverso de cuatro rollos de papiro con registros contables sin gran interés, nada menos que el tratado constitucional más importante que produjera la escuela de Aristóteles. Según confesión expresa de los responsables de la custodia del precioso tesoro papiráceo que llegó a Londres desde no se sabe qué lugar de Egipto, el descubrimiento del texto aristotélico se produjo ya en el British Museum, cuando los estudiosos se pusieron a examinar y componer los restos que tenían entre manos. De ese equipo de conservadores del Museo Británico formaba parte F. G. Kenyon, un joven papirólogo a quien le fue confiado el di[LXIV]
INTRODUCCIÓN
fícil pero apasionante reto de dar a luz la primera edición absoluta del texto aristotélico. Un escueto anuncio publicado en el Times a mitad de enero de 1891 daba noticia al mundo científico, como si en realidad no hubiera ocurrido nada importante, que en Inglaterra se estaba preparando la edición del texto casi completo de la Ἀθηναίων Πολιτεία de Aristóteles, tarea que se garantizaba estaría pronta para la imprenta en unas cuantas semanas y que además vendría acompañada de la publicación del facsímil del Papiro Londinense 131 (L). Aquella noticia produjo un cataclismo en los medios universitarios de la vieja Europa. En Alemania ya tenían desde años atrás dos fragmentos muy dispersos y escasos de otro papiro, copiado probablemente en el s. II de nuestra era, que parecía contener extractos textuales de la misma obra que el recién descubierto papiro de Londres. El primero de tales restos conservaba lo que entonces parecía ser un centón de las elegías y yambos de Solón, comentados por un desconocido autor (AP 12.3-13.5). De hecho, el Papiro de Berlín 163 (B), adquirido en 1879, fue publicado por F. Blass en 1880 y no fue hasta un año más tarde cuando fue identificado por Bergk como un texto de la AP. Por supuesto, la publicación del Papiro de Londres el 30 de enero de 1891 no hizo más que confirmar esa identificación. El Pap.Lond. 131 es fácil de fechar por la datación expresa que flanquea las cuentas de ingresos y gastos conservadas en el recto. En los primeros tres rollos, las cuentas allí transmitidas son localizadas en el undécimo año de Vespasiano (78-79), las del cuarto volumen datan del décimo año de ese emperador (77-78). Además, el verso del primer rollo fue utilizado en parte para acoger el argumento y el comienzo de un comentario al discurso de Demóstenes Contra Midias (nr. 21)1. La primera edición de Kenyon se agotó en pocos días, así como la publicación del facsímil del papiro, y el entusiasmo de la novedad compensó quizá entonces las carencias con que nacieron una y otra empresa. Pese a ello, la contribución de Kenyon era meritoria, sobre todo por la celeridad con que había puesto en manos del público el nuevo texto de Aristóteles sin que ello hubiera dañado en exceso la calidad del producto. En cambio, las fotografías im1
Estos extractos fueron publicados en la tercera edición de Kenyon, pp. 215-219.
[LXV]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
presas en grandes láminas in folio no colmaron las expectativas a causa de su escasa resolución, por lo que todos los estudiosos seguían, subsidiariamente, dependiendo casi por entero de Mr. Kenyon para cualquier confirmación autóptica de las abundantes correcciones y/o conjeturas que ya desde entonces comenzaban a publicarse, en lo que sería una carrera vertiginosa por esculpir el texto de la primera edición de Kenyon hasta producir una edición verdaderamente crítica. Por supuesto, a partir de entonces la historia del texto de la AP se confunde con la historia de sus ediciones críticas, que fueron sucediéndose, casi sin solución de continuidad, en los diez o quince años siguientes: en ese lapso de tiempo, las propuestas de restitución textual y el trabajo de corrección y de crítica conjetural fue tan intenso que las ediciones se iban quedando anquilosadas en pocos meses: así, desde 1891 hasta 1903, Kenyon y Blass publicaron, cada uno por su cuenta, cuatro ediciones, todas ellas basadas en el análisis autóptico de ambos papiros; hasta 1898, el trabajo conjunto de Kaibel y Wilamowitz produjo tres ediciones, la última de las cuales contó con la valiosísima aportación del gran papirólogo U. Wilcken, quien leyó el papiro londinense de principio a fin y aportó muchas lecturas nuevas y frescas que reanimaron el debate; en fin, las prensas de Leyden dieron a la luz, ya en 1891 y bajo los cuidados de van Leeuwen y van Herwerden, una edición del texto acompañada por la transcripción paleográfica del papiro. Es cierto que ésta reposaba sobre el examen autóptico del facsímil y no del original, pero esta carencia en parte quedaba compensada por el hecho de utilizar la segunda edición fototípica de aquel, que mejoraba notablemente la calidad fotográfica de la mayoría de las láminas y que, además, corregía errores en la ordenación de algunos fragmentos sueltos. La edición holandesa fue también valiosa por contener un completo estudio paleográfico del papiro de Londres, con los rasgos gráficos propios de cada uno de los cuatro copistas que, según estableció Kenyon2, se alternaron en la transcripción del texto, y el elenco completo del sistema de abreviaturas usado por cada escriba3.
2 3
Cf. Kenyon1, pp. XI-XII. H.-L., pp. 163-179.
[LXVI]
INTRODUCCIÓN
El descubrimiento del papiro de Londres arruinó las valiosas ediciones de fragmentos que, como la de Rose, se habían recopilado hasta entonces sobre la base de la no despreciable tradición indirecta. En el caso de AP esta nos había dejado unas cuantas citas literales transmitidas por Harpocración, Pólux y algunos escoliastas anónimos, no pocos testimonios colaterales atesorados sobre todo en oradores áticos, lexicógrafos tardíos y bizantinos, y epitomadores como Heraclides Lembo, que resumió no pocas de las Πολιτεῖαι cuya redacción atribuyen varias fuentes antiguas a la escuela aristotélica bajo la atenta dirección del maestro. Pero la revolución textual que supuso el Papiro de Londres, con ser inevitable, no dejó a esos testimonios indirectos ni mucho menos en un segundo plano. Su contribución ha sido, y sigue siendo aún hoy, vital para la reconstrucción de las lagunas materiales del papiro, que son especialmente abundantes en las últimas columnas. Por ello, cualquier edición crítica de la AP debe recoger el testimonio de la tradición indirecta en un aparato de loci paralleli: en este sentido, la cuarta edición de Kenyon es ejemplar, porque reproduce incluso los textos más importantes en una extensión razonable. Además, en esa edición Kenyon añadió por primera vez el testimonio de otros restos del mismo papiro que fueron adquiridos con posterioridad por el Museo Británico. Las dos ediciones de Sandys, acompañadas de un extenso comentario, cierran esos anni mirabiles que siguieron a la editio princeps de Kenyon. Desde entonces, los editores posteriores de la AP han seguido la estela de esa primera generación, y el texto de nuestra obra no ha sufrido giros bruscos ni fluctuaciones de entidad. Además, como apunta Chambers en su Praefatio, ningún editor posterior siguió el ejemplo de Kenyon, Blass y Wilcken para inspeccionar de nuevo por entero el Papiro de Londres, excepto el propio Chambers. Es, pues, la edición de este estudioso alemán la que, tras Thalheim y Opperman, ha ofrecido una contribución más decisiva para la segura fijación de muchas lecturas controvertidas del papiro londinense, y, por ende, para el establecimiento del texto crítico. Además, la descripción paleográfica que Chambers ofrece de la contribución de los copistas que corrigen el texto –en especial del escriba cuarto, que se ocupó de revisar el texto completo del tratado– es un logro que ningún editor posterior puede aspirar a superar si no ha estudiado el papiro de primera mano. [LXVII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Después de Chambers, pues, una pregunta que el autor de la presente edición crítica se ha hecho a menudo es cuál podía ser el mejor modo de aportar algo relativamente novedoso a una tradición editorial tan rica y extensa como la que hay ya a nuestras espaldas. Para encarar una respuesta no demasiado desmoralizadora, quizá sea oportuno situarse en el contexto de la Filología Clásica española y catalana, que han producido ediciones valiosas y correctas en lo esencial (la de Tovar para los Clásicos Políticos, Madrid, 1948, y la de Josep Farran i Mayoral con 2ª ed. al cuidado de Josep Vergés para la Fundación Bernat Metge, Barcelona, 1926), encaminadas ambas a ofrecer al lector un texto homogéneo y unos subsidios críticos breves pero suficientes. En cuanto a mí, la experiencia de un año largo de trabajo con la segunda edición del facsímil del Papiro de Londres y con las mejores ediciones a la mano (Kenyon4 y Chambers2), sin olvidar los comentarios de Kaibel, Sandys, Rohdes y el propio Chambers, me ha persuadido de que cualquier lector que dedique un cuidado recurrente y atento al texto de esta obra, y que trasiegue con paciencia y lentitud –la única virtud que no puede faltar en el filólogo– por los problemas lingüísticos e históricos que aquella suscita, está capacitado para brindar de vez en cuando algún fruto maduro de esa lectura morosa. De ese trabajo de apropiación crítica y espero que fecunda sobre el texto de AP, me he atrevido a ofrecer en esta edición algunos frutos en forma de correcciones y conjeturas nuevas en unos quince pasajes de la obra, que someto al juicio de los lectores, para que sean ellos mismos los que a su vez traten de pensar sus propias soluciones. Pero desde luego, para que esta tarea llegue a buen puerto es condición necesaria, aunque no suficiente, la posibilidad de acceder de manera ágil e intuitiva a toda la información crítica disponible, y con ello me refiero a tres tipos de materiales: a) La información inmediata que nos ofrecen los papiros de Londres y Berlín –los dos únicos testimonios de la tradición directa–, desde los errores más banales hasta sus contribuciones más interesantes para la mejor intelección e intrepretación del texto. Incluso un error ortográfico sin importancia puede dar la pista de una solución textual al suministrar información sobre los hábitos gráficos de un copista. [LXVIII]
INTRODUCCIÓN
b) El enorme volumen de tradición conjetural que esta obra ha acumulado, en la que es totalmente necesario operar crítica y selectivamente. c) Por último, el testimonio siempre precioso de la tradición indirecta, que encuentra su lugar natural en el Aparato de Loci similes. Es por ello que, aun a riesgo de abrumar al lector, ofrecemos aquí una editio maior que atesora todo el material crítico ya ofrecido por dos de los editores que nos han precedido (Kenyon4 y Chambers2), pero con la diferencia no despreciable de que ese material está jerarquizado y distribuido en tres aparatos (dos aparatos críticos positivos y uno de lugares paralelos), de acuerdo con los siguientes criterios: 1) En el primer aparato, el de Loci Paralleli, se recogen, por orden cronológico, las citas y testimonios indirectos que nos han dejado noticias relevantes sobre distintos pasajes de nuestro texto. En este aparato he usado las abreviaturas del DGE y, como ya hizo Chambers, he señalado con un asterisco aquellos pasajes que mencionan directamente la AP de Aristóteles. Me atengo también a los usos del DGE en cuanto a la forma de organizar las citas en una enumeración múltiple: utilizo la coma para separar citas entre sí y el punto para separar libro, capítulo y parágrafo dentro de cada cita. Entre los nombres de autor y/o libro tan sólo dejo espacios para evitar ulteriores confusiones. 2) En el segundo aparato, que es un aparato crítico-paleográfico, recojo los rasgos de escritura más relevantes de los papiros: a) La estratificación de las cuatro manos que se reparten la copia en L. b) Los pasajes transmitidos por B. c) Además, y sobre todo, los errores ortográficos de poca importancia que cometen los escribas de L –sobre todo, L2– y que fueron corregidos por Kenyon ya desde la primera edición. d) Por último, lo que supone el aspecto más valioso de este aparato es sin duda el hecho de dar cabida a la contribución, decisiva no pocas veces, de las manos marginales de L, donde intervienen los cuatro copistas del texto y a quienes [LXIX]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
se deben numerosas correcciones, la mayoría de ellas gracias a la incansable labor de enmienda de L4. En este punto, hemos sacrificado a veces, en aras de la claridad, la exactitud descriptiva de las intervenciones llevadas a cabo por las manos marginales, que pueden consultarse en el aparato de Chambers. Por ejemplo, en 1.1 καταγνωσθεντος, la lectura de L, ha sido flanqueada, en interlínea, por la adición de θαρθεν, debida a L1. Nosotros en el aparato nos limitamos a decir que L1 lee καθαρθέντος, mientras que en el de Chambers se encuentra la información paleográficamente exacta: θαρθεν scr. L1 s. l. (scil. καθαρθέντος). Así procedemos en todos los casos en que la interpretación no se presta a ambigüedad. 3) En el tercer aparato, que es el aparato crítico propiamente dicho, se recoge la contribución de la Filología Clásica al texto crítico: a) Los autores de las restituciones admitidas en el texto, excepto las de Kenyon, el editor príncipe del papiro de Londres, que se pasan en silencio a no ser que se trate de un pasaje especialmente disputado. b) Las correcciones y conjeturas de filólogos que nos han parecido oportunas, ya sea porque creemos que señalan la solución y han sido admitidas en el texto, ya sea, en caso contrario, porque al menos ofrecen subsidios para afrontar la problemática concreta de un pasaje disputado y dan pistas hacia una posible solución. Cuando el texto es controvertido, cada una de estas noticias críticas va acompañada, al final, de la lectura de los papiros (sobre todo L), así como de las diferentes interpretaciones que dicha lectura ha recibido de manos de los expertos. c) La colación conjunta de L y B, en los pocos pasajes en que contamos con ambos testimonios. d) El testimonio de la tradición indirecta –ya sean citas literales o paráfrasis–, cuando esta aporta al texto soluciones o perspectivas de solución. Al ser distribuido en tres aparatos, el ingente material crítico de esta obra queda mucho mejor organizado y es más fácil de usar por [LXX]
INTRODUCCIÓN
el lector. Esta medida no afecta a la edición crítica de los fragmentos de la primera parte perdida ni a la del Epítome de Heraclides Lembo, donde se han utilizado los dos aparatos usuales: el de testimonios y el aparato crítico. En cuanto a las cuestiones gráficas y ortográficas que afectan al cuerpo de la edición, nuestro texto refleja el estado material del papiro de acuerdo con el examen autóptico que en su día realizara Chambers para su edición teubneriana, en el curso del cual se sirvió de un moderno microscopio, que le ayudó a restaurar no pocas letras truncadas o borrosas que Kenyon había editado entre corchetes cuadrados. Sigo, pues, a Chambers en lo que hace a las lagunas materiales establecidas en su edición. No he sido tan exhaustivo como él en el afán de dar cuenta de cuándo el copista usa iota suscrita y cuándo iota adscrita, sino que he usado la iota adscrita solo cuando se hallaba afectada por alguna laguna. En cuanto al ν paragógico, me he atenido al uso de cada copista sin forzarlo artificialmente a una regla gramatical. En los dobletes léxicos, he restituido las formas usuales del siglo IV, de acuerdo con el testimonio de Meisterhans. No he sido rígido en el colorido dialectal de las citas aristotélicas de Solón y no he tratado de uniformar las formas áticas si he encontrado otros indicios en contra (por ejemplo, la coincidencia de uno de los papiros y la tradición indirecta en la forma jonia). En la puntuación, no sigo a Chambers en lo que se refiere a evitar los paréntesis, al menos en aquellos casos en que el inciso o la pausa existe y no hay otro medio de indicarla. Finalmente, unas breves aclaraciones sobre algunos símbolos que se encuentran en el cuerpo del texto: a) En cada capítulo, los números de parágrafo están señalados con numeración árabe, en negrita y superíndice; b) Las columnas de escritura del papiro de Londres (L) han sido numeradas con cifras romanas, también en negrita y superíndice; c) La doble barra vertical (||), situada antes del número romano, indica el punto exacto en que termina una columna y comienza la siguiente. XI. CONSPECTUS SIGLORUM ET COMPENDIORUM 1) In adnotatione B L
Papyrus Berolinensis Inv. Nr. 5009 Papyrus Londinensis British Library Nr. 131
[LXXI]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
L L1.2.3.4
scriptura ante correctionem scriptura scribae primi, secundi, tertii, quarti
Bl. Ch. H. Harp. Hau. H.-L. K. K.-W. L. Lex. Wess.
Blass (et eius editiones: Bl.1-4) Chambers (et eius editiones (Ch.1-2) van Herwerden Harpocratio Haussoullier van Herwerden et van Leeuwen (editio) Kenyon (et eius editiones: K.1-5) Kaibel et Wilamowitz (et eorum editiones: K.-W.1-3) van Leeuwen Lexicon alphabeticum ad D., Mid. (ed. Wessely, cf. infra, Alia subsidia) Mathieu et Haussoullier (editio) Oppermann (editio) Pollux Scholiasta, scholium, scholia Sandys (et eius editiones: S.1-2) Thalheim (et eius editiones: Th.1-2) Thomas, lectiones apud Rhodes Wilcken, lectiones apud K.-W.3
M.-H. Opp. Poll. Sch. S. Th. Thomas Wn.
2) In textu et adnotatione [αω] {αω}
(αω) ... α̣ω̣ *** *
litterae in papyro restituendae litterae in papyro delendae litterae a scriba omissae litterae in papyro compendiis significatae litterae quas legere nequeo litterae non omnino certae loci quibus aliquid e narratione excidisse uidetur scriptorem designat qui Aristotelem nominatim affert
3) Alia compendia in adnotatione usitata add. agn. ap.
addidit, addiderunt agnouit, agnouerunt apud
[LXXII]
INTRODUCCIÓN
app. cens. cf. coll. coni. corr. def. del. dub. edd. eras. fort. ibid. id. ind. in marg. interpr. lac. leg. l.c. mon. pap. prob. prop. rep. rest. ret. s.l. secl. stat. s.u. suppl. susp. tempt. transp.
apparatus criticus censuit, censuerunt confert collato, collatis coniecit correxit defendit, defenderunt deleuit, deleuerunt dubitans, dubitanter editiones, editores erasit fortasse ibidem idem indicauit, indicauerunt in margine interpretatur, interpretatus est, interpretantur, interpretati sunt lacuna legit, legerunt loco citato monuit, monuerunt papyrus probante, probantibus, probauit, probauerunt proposuit, proposuerunt repugnante, repugnauit restituit, restituerunt retinuit, retinuerunt supra lineam seclusit, secluserunt statuit, statuerunt sub uoce suppleuit, suppleuerunt suspicatur, suspicatus est, suspicantur, suspicati sunt temptauit, temptauerunt transposuit, transposuerunt
[LXXIII]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
4) Editiones in apparato critico laudatae K.1 K.2 K.3 K.4 K.5 K.-W.1 K.-W.2 K.-W.3 H.-L. Bl.1 Bl.2 Bl.3 Bl.4 Hude S.1 S.2 Barth Th.1 Th.2 M.-H. Opp. Ch.1 Ch.2 ect.1 ect.2
Rose Dilts
F. G. Kenyon, London, 1891 F. G. Kenyon, London, 1891 (reimpr.) F. G. Kenyon, London, 1892 F. G. Kenyon, Berlin, 1903 F. G. Kenyon, Oxford, 1920 (OCT) G. Kaibel – U. von Wilamowitz Moellendorf, Berlin, 1891 G. Kaibel – U. von Wilamowitz Moellendorf, Berlin, 1891 G. Kaibel – U. von Wilamowitz Moellendorf, Berlin, 1898 H. van Herwerden – J. van Leeuwen, Leyden, 1891 F. Blass, Leipzig, 1892 (BT) F. Blass, Leipzig, 1895 (BT) F. Blass, Leipzig, 1898 (BT) F. Blass, Leipzig, 1903 (BT; reimpr. 1908) C. Hude, Kopenhagen, 1892 [cap. 1-41]; Leipzig, 1892 [1-42]; Leipzig, 1916 [1-69] J. E. Sandys, London, 1893 J. E. Sandys, London, 1912 W. Barth, Athenae, 1898-99 T. Thalheim, Leipzig, 1909 (BT) T. Thalheim, Leipzig, 1914 (BT) G. Mathieu – B. Haussoullier, Paris, 1922 (Budé) H. Oppermann, Leipzig, 1929 (BT); reimpr. Stuttgart, 1961, 1968 M. Chambers, Stuttgart-Leipzig, 1986 (BT) M. Chambers, Stuttgart-Leipzig, 1994 (BT) E. Scott, Facsimile of Papyrus 131 in the British Museum, London, 1891 E. Scott, Facsimile of Papyrus 131 in the British Museum, London, 1891 V. Rose, Aristotelis qui ferebantur librorum fragmenta, Leipzig, 1886 M. R. Dilts, Heraclidis Lembi Epitoma, Durham N. C., 1971
[LXXIV]
INTRODUCCIÓN
5) Commentationes Bauer (1891) Bl. (1891) Bl. (1892) Brooks (1891) Bury (1891) Brunck (1817) Bywater (1891) Ch. (1965) Ch. (1971) Colin (1917) Conomis (1958-59) Dareste (1891) Diels (1893) Diels (1894) Dow (1963) Dragoumis (1920) Dufour (1895) Fornara (1968) Ferguson (1898) Foucart (1894) Fränkel (1891) Fritz-Kapp (1950) Gennadios (1891) Gernet (1936) Gertz (1891) Gomme (1926) Gomme (1928) Gomme (1940) Gomperz (1891) H. (1891) Hau. (1891) Hicks (1891) Hommel (1927) Hude (1891)
A. Bauer, Literarische und historische Forschungen zu Aristotele’s Ἀθηναίων Πολιτεία, München F. Blass, LZB, 301-306 = CR 5, 175-182 F. Blass, NJbb 145, 571-580 E. H. Brooks, CR 5, 175-182 J. B. Bury, CR 5, 175-182 R. F. Ph. Brunck, Gnomici Poetae Graeci, Leipzig I. Bywater, CR 5, 105-119 M. H. Chambers, TAPhA 96, 31-39 M. H. Chambers, TAPhA 102, 41-47 G. Colin, REG 30, 20-87 N. C. Conomis, Hellenica 16, 6-13 R. Dareste, JS, 257-273 H. Diels, DLZ 14, 775-776 H. Diels, GGA, 293-307 S. Dow, AJPh 84, 166-181 S. N. Dragoumis, Athenai, 159-172 M. Dufour, La Constitution d’Athènes et l’oeuvre d’Aristote, Paris C. W. Fornara, Historia 17, 411-418 W. S. Ferguson, The Athenian Secretaries, New York P. Foucart, RPh, 244-251 M. Fränkel, ZGW 5, 164-167 K. Fritz-E. Kapp, intr., trad. ingl., com., New York Gennadios, CR 5, 274 L. Gernet, AC 5, 325-339 M. C. Gertz, NTF 10, 252-255 A. W. Gomme, CR 40, 8-12 A. W. Gomme, CR 42, 220-225 A. W. Gomme, HSCPh Supp. 1 T. Gomperz, DLZ 12, 1639-1640 H. van Herwerden, BPhW 11, 322, 418, 610 B. Haussoullier, RPh, 98-100 R. D. Hicks, CR 5, 105-119 H. Hommel, Heliaia, Leipzig (Philologus Suppl. 19.2) C. Hude, NTF 10, 248-251, 281-282
[LXXV]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Jaeger (1929) Jackson Jebb (1897) Kahrstedt (1936)
W. Jaeger, Hermes 69, 31-32 H. Jackson, CR 5, 105-119 R. C. Jebb, JPh 25, 98-105 U. Kahrstedt, Untersuchungen zur Magistratur in Athen, Stuttgart Kaibel (1893) G. Kaibel, Stil und Text der Πολιτεία Ἀθηναίων des Aristoteles, Berlin Keil (1891) B. Keil, BPhW 11, 517-549 Keaney (1979) J. J. Keaney, LCM 4, 17 Kontos (1891) K. S. Kontos, Athena 3, 289-400 L. (1891) J. van Leeuwen, Mnemosyne 19, 169-190 Lapini (2002) W. Lapini, SIFC, 87-94 Lipsius (1891a) J. H. Lipsius, SBBerl 45-49 Lipsius (1891b) J. H. Lipsius, BerLeipzig 43, 41-69 Joseph Mayor (1891) J. B. Mayor, CR 5, 105-119 John Mayor (1891) J. E. B. Mayor, CR 5, 105-119 Murray (1891) A. S. Murray, CR 5, 105-119 Newman (1891) W. L. Newman, CR 5, 155-164 Papabasileios (1891) G. A. Papabasileios, Athena 3, 278-288 Papageorgios (1892) P. N. Papageorgios, Athena 4, 513-618, 683 Paton (1891) W. R. Paton, CR 5, 105-119, 175-182, 224-229 Photiades (1902) P. S. Photiades, Athena 14, 241-282 Photiades (1903) P. S. Photiades, Athena 15, 3-32 Photiades (1904) P. S. Photiades, Athena 16, 3-87 Platt (1891) A. Platt, CR 5, 105-119, 175-182 Platt (1896) A. Platt, JPh 24, 251-257 Poland (1891) F. Poland, NJbb 143, 25 Poste (1891) E. Poste, CR 5, 224-229 Postgate (1891) J. P. Postgate, CR 5, 105-119 Richards (1891) H. Richards, CR 5, 105-119, 175-182 Rehm (1930-31) A. Rehm, Philologus 136 = 402, 119-122 Rhodes (1981) P. J. Rhodes, A Commentary on the Aristotelian Athenaion Politeia, Oxford (19932) Rutherford (1891) W. G. Rutherford, CR 5, 89-91, 105-119, 175-182 Sakellarios (1898) A. Sakellarios, Untersuchung des Textes der Ἀθηναίων πολιτεία des Aristoteles, Jena Sakellarios (1899) A. Sakellarios, Athena 11, 473-494 Sakorraphos (1895) G. M. Sakorraphos, NJbb 149, 677-680
[LXXVI]
INTRODUCCIÓN
S. (1891) Sidgwick (1891) Stadtmüller (1882) Sthal (1895) Stinton (1976) Stroud (1968) Th. (1908) Th. (1909) Thompson (1891) Torr (1891) Tyrrell (1891a) Tyrrell (1891b) Vanderpool (1969) Vollgraff (1922) Weil (1891) Wessely (1892)
Whibley (1891) Wilamowitz (1893) Wn. (1895) Wn. (1903) Wright (1892) Wyse (1891a) Wyse (1891b)
J. E. Sandys, CR 5, 105-119 A. Sidgwick, CR 5, 105-119 H. Stadtmüller, Festschrift zur 36. Versammlung deutscher Philologen und Schulmänner, 71 J. M. Stahl, RhM2 1, 387-389 T. C. W. Stinton, JHS 96, 159-160 R. S. Stroud, UCPCS 3, 47-49 T. Thalheim, BPhW 20, 977, 1640 T. Thalheim, BPhW 21, 607, 701 E. S. Thompson, CR 5, 224-229, 334-337 C. Torr, CR 5, 105-119 R. Y. Tyrrell, CR 5, 175-182 R. Y. Tyrrell, Academy 39, 210 F. Vanderpool, AD 24, 1-5 W. Vollgraff, Mnemosyne2 1, 293-294 H. Weil, JS, 197-212 C. Wessely, Bemerkungen zu einigen Publicationen auf dem Gebiete der älteren griechischen Paläographie, Wien L. Whibley, CR 5, 168-169 U. von Wilamowitz-Möllendorf, Aristoteles und Athens, Berlin U. Wilcken, Hermes 30, 619-623 U. Wilcken, Apophoreton der 47. Philol. Versammlung, Berlin J. H. Wright, HSPh 3, 1-74 W. Wyse, CR 5, 105-119 W. Wyse, Cambr. Univ. Rep., 545
6) Alia subsidia Meisterhans
K. Meisterhans, Grammatik der attischen Inschriften, rec. E. Schwyzer, Berlin, 19003 C. Wessely, “Fragmente eines alphabetischen Lexicons zu Demosthenes’ Midiana”, Studien zur Palaeography und Papyruskunde 4 (1905) 111-113
[LXXVII]
ΑΡΙΣΤΟΤΕΛΟΥΣ
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ
ARISTÓTELES
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
1
*** Μύρωνος καθ’ ἱερῶν ὀμόσαντες ἀριστίνδην. καταγνωσθέντος δὲ τοῦ ἄγους αὐτοὶ μὲν ἐκ τῶν τάφων ἐξεβλήθησαν, τὸ δὲ γένος αὐτῶν ἔφυγεν ἀειφυγίαν. Ἐ[π]ιμενίδης δ’ ὁ Κρὴς ἐπὶ τούτοις ἐκάθηρε τὴν πόλιν.
1-3 Th. 1.126, Heraclid.Lemb. Pol. 2, Plu. Sol. 12.4, Sch.Ar.Eq. 445 Lg. 642d, D.L. 1.110
•
3 Th.l.c., Pl.
1 καταγνωσθέντος] καταγνωσθεντος L, καθαρθέντος L1 1 primam sententiam sic supplire tempt. K.-W. Μύρωνος καθ’ ἱερῶν ὁμόσαντες ἀριστίνδην (cf. Plut., Sol. 12. 3-4; infra, 29.5)
[2]
TEXTO
CONSERVADO1
... Mirón, según el rango, tras haber jurado sobre víctimas 2. Dictaminado el sacrilegio, los cuerpos fueron exhumados de sus tumbas y su linaje fue condenado al destierro perpetuo3. Epiménides4 el cretense, tras estos hechos, purificó la ciudad.
1 El comienzo de la obra de Aristóteles se ha perdido. Sobre los temas que integrarían el comienzo perdido de la obra tenemos referencias en el propio texto (41, 2), también en algunos fragmentos y en el Epítome de Heraclides Lembo. Los temas esenciales que debía comprender el comienzo serían: a) reyes de Atenas, b) Ión, c) Pandión, d) proclamación de Teseo, e) muerte de Teseo, f) abolición de la realeza, g) la historia de Hipómenes, cf. Rhodes, op. cit. (1981), pp. 65-78. Hemos incluido al final los fragmentos sobre la parte inicial perdida y el Epítome de Heraclides Lembo. 2 Seguimos la reconstrucción de Kaibel-Wilamowitz-Moellendorff, que aceptan Mathieu-Haussoullier, en Aristote. Constitution d’ Athènes, Paris 1922. 3 Este primer pasaje conservado alude al juicio que se celebró contra los Alcmeónidas tras los acontecimientos protagonizados por Cilón. Este ateniense había destacado por ser uno de los vencedores en los juegos de Olimpia. Se casó con la hija de Teágenes, tirano de Mégara, con ayuda del cual intentó erigirse en tirano. Pero el arconte Megacles de la familia de los Alcmeónidas, reprimió esta primera intentona de tiranía que se llevó a cabo en Atenas por parte de Cilón (cf. infra, Epítome de Heraclides Lembo). El golpe de Cilón debe situarse, según Rhodes, op. cit. (1981), p. 84, en uno de los años olímpicos entre su victoria (640/39 a. C.) y la legislación de Dracón (621/0 a. C.). Cilón pudo escapar, pero sus partidarios se refugiaron en el altar de la diosa y después fueron degollados. Este asesinato supuso a los Alcmeónidas ser considerados sacrílegos y después condenados al destierro. El suceso es relatado en Hdt., V 71, Th., I 126, y Plutarco en Solón 12, 1, quien describe con detalles cómo los partidarios de Cilón bajaron de la Acrópolis para someterse a juicio y después fueron asesinados. 4 Sobre Epiménides de Festo Plutarco nos informa tanto en la biografía de Solón (Sol. 12, 7) como en Sept. sap. conv. (157D). Según Plu., Sol. 12, 7-8, a propósito de ciertas supersticiones que circulaban por la ciudad, Epiménides fue llamado a Atenas para purificarla, pero su estancia tuvo una importante repercusión, porque facilitó el camino a Solón en la redacción de sus leyes y contribuyó a introducir comportamientos más sencillos en los funerales e incorporarles algunos sacrificios. Se puede observar que Plutarco pone distinto acento en el personaje que traza en el Banquete, pues mientras en la biografía su interés radica en presentar una figura iniciática e introductora de misterios, en Convivium solo lo muestra como seguidor de un régimen dietético muy severo.
[2]
1
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 2.1-2
2 2
Μετὰ δὲ ταῦτα συνέβη στασιάσαι τούς τε γνωρίμους καὶ τὸ πλῆθος πολὺν χρόνον {τὸν δῆμον}. ἦν γὰρ α ̣ὐ ̣τ ̣[ῶν] ἡ πολιτεία τοῖς τε ἄλλοις ὀλιγαρχικ[ὴ] πᾶσι καὶ δὴ καὶ ἐδούλευον οἱ πένητες τοῖς πλουσίοις καὶ αὐτοὶ καὶ τὰ τέκνα καὶ αἱ γυναῖκες. καὶ ἐκαλοῦντο πελάται καὶ ἑκτήμοροι· κατὰ ταύτην γὰρ τὴν μίσθωσιν ἠργάζοντο τῶν πλουσίων τοὺς ἀγρούς. ἡ δὲ πᾶσα γῆ δι’ ὀλίγων ἦν· καὶ εἰ μὴ τὰς μισθώσεις ἀποδιδοῖεν, ἀγώγιμοι καὶ αὐτοὶ καὶ
[3]2-[4]5 Plu. Sol. 13.4-6, Poll. 4.165 ἑκτημόριοι, cf. 3.82 πελάται, Hsch. ἑκτήμοροι, ἐπίμορτος, *Phot. πελάται = Sch.Pl.Euthphr. 4c 3 καὶ δὴ καὶ] και δη L, corr. L1 1-2 καὶ τὸ πλῆθος πολὺν χρόνον {τὸν δῆμον} K. : {καὶ τὸ πλῆθος} πολὺν χρόνον τὸν δῆμον Th. • 2 αὐτῶν Bl. (1892, 571)
[3]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Después de estos sucesos, sobrevino un largo período de discordias5 entre los nobles y el pueblo. Pues su régimen político6 era oligárquico en todos los aspectos, pero, especialmente, en que los pobres vivían de hecho como esclavos7 de los ricos, tanto ellos como sus hijos y sus mujeres. Eran llamados colonos8 y hectémoros9, pues cultivaban los campos de los ricos por una renta de la sexta parte. Toda la tierra estaba en manos de unos pocos. Y si no pagaban las rentas, quedaban privados de libertad10, tanto ellos como sus hijos. Todos habían de garantizar los prés5 La distinción entre στάσις y πόλεμος se encuentra recogida en Platón, R. 470b: στάσις, la discordia que se origina en lo doméstico, entre allegados (los de la propia ciudad) y πόλεμος entre extraños. 6 Bordes estudia la noción de politeía en Aristóteles y observa que, aunque éste no renuncia a la definición de politeía como comunidad donde los miembros se reparten el poder, en su Athenaíon politeía, por estar interesado en la historia institucional, se corresponde con lo que nosotros entendemos por ‘constitución’, cf. J. Bordes, “La place d’ Aristote dans l’ évolution de la notion de politeia”, Ktèma 5, 1980, p. 256. Sin embargo, en esta obra vemos con frecuencia que πολιτεία puede equivaler también a régimen político. 7 Según M. I. Finley, “La servitude pour dettes”, RD 43, 1965, p. 168, no debemos tomar al pie de la letra el término ‘esclavo’ en este contexto, sino tener en cuenta que los atenienses utilizaban el verbo δουλεύω para todo tipo de relación de dependencia o sujeción, pudiendo tratarse de esclavos o no. En realidad, δουλεύειν significa ‘ser esclavo’, ‘tener trabajo de esclavo’, frente a ἀνδραποδίζειν ‘ser esclavizado’, ‘reducir a la esclavitud’. 8 Πελάται se podría traducir también por ‘dependiente’. Es el término que Dioniso de Halicarnaso (I 83) utiliza para traducir el término latino ‘cliente’. Parece que en Plu., Sol. 13, 3 es sinónimo de thêtes; sobre los pelátai, cf. I. Hahn, “Pelatai und Klienten”, Concilium Eirene 16, 1983, pp. 59-64. 9 Su etimología se refiere a la sexta parte. No se sabe exactamente, si ellos recibían una sexta parte de la cosecha o si pagaban como renta la sexta parte. Hay quienes opinan que eran esclavos voluntarios para estar protegidos por el poder o que esta tierra era adjudicada a los colonos a condición del pago de una sexta parte. Según Finley, op. cit., p. 169, constituirían una clase de hombres que trabajaban la tierra mediante un derecho fijo de la sexta parte de la cosecha y, aunque en ciertas situaciones algunos pudieron endeudarse, no debemos identificar a todos los hectémoroi con los ‘esclavos’ por deudas. Según G. Schils, “Solon and the Hectemoroi”, AncSoc 22, 1991, pp. 75-90, ellos tendrían la condición de siervos. Recientemente se ha defendido que el término hectémoroi fue acuñado para explicar el concepto de seisáchtheia, pero en realidad pertenecía a las instituciones fiscales del s. IV a. C., cf. T. Ito “Did the “hektemoroi” exist?”, PP 59, 2004, pp. 241-247. 10 Formado de ἄγειν, ἀγώγιμος indica una ‘saisie’, es decir, el hecho de adueñarse de una persona, secuestrarla en condición de dependencia, cf. A. Maffi, Studi di epigrafia giuridica greca, Milano 1983, pp. 31-32.
[3]
2 2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 2.2 - 3.2
3
3 2
οἱ παῖδες ἐγίγνοντο. καὶ οἱ δανεισμοὶ πᾶσιν ἐπὶ τοῖς σώμασιν ἦσαν μέχρι Σόλωνος· οὗτος δὲ πρῶτος ἐγέν[ετο] τοῦ δήμου προστάτης. 3 χαλεπώτατον μὲν οὖν καὶ πικρότατον ἦν τοῖς πολλοῖς τῶν κατὰ τὴν πολιτείαν τὸ δουλεύειν. οὐ μὴν ἀλλὰ καὶ ἐπὶ τοῖς ἄλλοις ἐδυσχέραινον· οὐδενὸς γάρ, ὡς εἰπεῖν, ἐτύγχανον μετέχοντες. Ἦν δ’ ἡ τάξις τῆς ἀρχαίας πολιτείας τῆς πρὸ Δράκοντος τοιάδε. τὰς μὲν ἀρχὰς καθίστασαν ἀριστίνδην καὶ πλουτίνδην· ἦρχον δὲ τὸ μὲν πρῶτον διὰ [βίου], μετὰ δὲ ταῦτα [δε]καέτειαν. 2 μέγισται δὲ καὶ πρῶται τῶν ἀ[ρ]χῶν ἦσαν βασιλεὺ[ς καὶ π]ολέμαρχος καὶ [ἄ]ρ[χω]ν· τούτων δὲ πρώτη μὲν ἡ τοῦ βασιλέως· αὕτη γὰρ ἦν πάτριος. δευτέρα δ’ ἐπικατέστη π[ολ]εμαρχία διὰ τὸ γενέσθαι τινὰς τῶν βασιλέων τὰ πολέμια μαλακούς· ὅθε[ν κ]αὶ τὸν Ἴωνα
[4]11-[5]1 Cf. fr. 1 1 ἐγίγνοντο] εγινοντο L
•
8 δεκαέτειαν] δεκαετιαν L
8 βίου K.-W. • 10 πάτριος H.-L. prob. K. Ch. : πατρίς Wn. : πατρι . L / πολεμαρχία Joseph Mayor (1891, 106) • 11 γενέσθαι Lipsius (1891, 45) coll. Heraclid.Lemb. Pol. 1 μαλακοὺς γεγονέναι : γινεσθ(αι) L / πολέμια] πολεμικὰ Richards (1891, 175), sed cf. Kaibel (1893, 119)
[4]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tamos con la propia persona11 hasta la época de Solón12, que fue el primero que se convirtió en líder del pueblo13. Así pues, para la mayoría la circunstancia más dura y más cruel de este régimen era la esclavitud. No obstante, les resultaba intolerable también por lo demás, pues no participaban, por así decir, de nada. El ordenamiento del primitivo régimen14 anterior a Dracón era el siguiente. Las magistraturas fueron otorgadas según el rango y la riqueza. En los primeros tiempos se ejercían a perpetuidad, pero después por diez años. Las magistraturas más importantes y principales eran las de rey, polemarco15 y arconte. De éstas, la primera fue la de rey, pues ésta era ancestral. En segundo lugar, se instituyó la de polemarco, en vista de que algunos reyes se volvieron blandos en la guerra y, a raíz de ello, mandaron llamar a Ión, cuando la necesidad era acuciante.
11 En las sociedades primitivas las leyes sobre deudas fueron especialmente duras, cuando el deudor y el acreedor pertenecían a clases diferentes. En opinión de Finley, op. cit., pp. 167-168, la deuda daba lugar a crear una situación de servidumbre, más bien para obtener ventajas de mano de obra dependiente que para enriquecerse gracias al interés que producían. En el Código de Gortina se contempla esta situación en la figura del katakeímenos “persona entregada en prenda”, que se veía privada de libertad por causa de las deudas, sobre la que se podía ejercer la agogé (IC IV 72, I 56). Esta situación era temporal hasta que se resarciera la deuda y entonces el katakeímenos estaba sometido a un dueño, al que las leyes cretenses designan con el término katathémenos. Había una relación de servidumbre o servicio. Otra figura era el nenikaménos, el que había perdido un proceso, el condenado, probablemente por deudas, sobre el cual también se permitía ejercer la agogé, cf. I. Calero Secall, Leyes de Gortina, Madrid 1997, pp. 46ss. 12 Cf. Plu., Sol. 13. Atenas fue la más liberal de las ciudades griegas, en las que durante mucho tiempo la esclavitud por deudas siguió existiendo. 13 Προστάτης aparece con frecuencia utilizado en el texto para designar al ‘jefe’ de un partido o del gobierno, pero también tiene el sentido de ‘protector’, que se emplea para indicar a los representantes de los metecos, (cf. Suda, s.v. προστάτης). De ahí que también se aplique a los directores de los asuntos dedicados a los dioses, cf. D., 22 (Andr.), 78; D., 24 (Tim.), 186. 14 Sobre la inautenticidad histórica de esta politeía anterior a Dracón, cf. Rhodes, op. cit. (1981), pp. 85-86 y la Introducción, apartado IV. 15 Era el jefe del ejército originariamente, pero en tiempos de Aristóteles tenía competencia en cuestiones de herencias y herederas de metecos, cf. infra, 58, 3.
[4]
3
3
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 3.2-4 3
4
μετεπ[έ]μψαντο χρείας καταλαβούσης. 3 τελευταία δ’ ἡ τ[οῦ ἄ]ρχοντ[ος· ο]ἱ μὲν γὰρ πλείους ἐπὶ Μέδοντος, ἔνιοι δ’ ἐπὶ Ἀκάστου φασὶ γενέσθαι [ταύ]την. τεκμήριον δ’ ἐπιφέρουσιν ὅτι οἱ ἐννέα ἄρχοντες ὀμνύουσι . . . . [ἐ]πὶ Ἀκάστου τ ̣ὰ ̣ ὅρκια ποιήσειν, ὡς ἐπὶ τούτου τῆς βασιλείας παραχωρησάντων τῶν Κοδ[ρι]δ[ῶν] ἀντὶ τῶν δοθεισῶν τῷ ἄρχοντι δωρεῶν. τοῦτο μὲν οὖν ὁποτέρως ποτ’ ἔχει, μικρὸν ἂν παραλλάττοι τοῖς χρόνοις· ὅτι δὲ τελευταία τούτων ἐγένετο τῶν ἀρχῶν, σημεῖον καὶ [τὸ] μηδὲν τῶ̣ν πατρίων τὸν ἄρχ[ο]ντα διοικεῖν, ὥσπερ ὁ βασιλεὺς καὶ ὁ πολέμαρχος, ἀλλ’ ἁπλ ̣ῶ̣ς ̣ τ ̣ὰ ̣ ἐ ̣π ̣ίθ̣ ̣ετα· διὸ καὶ νεωστὶ γέγονεν ἡ ἀρχὴ μεγάλη, τοῖς ἐπ[ι]θέτοις αὐξηθε[ῖ]σα. 4 θ[εσ]μοθέται δὲ πολλοῖς ὕστερον ἔτεσιν ᾑρέθησαν, ἤδη κατ’ ἐνιαυτὸν αἱρουμένων τὰς ἀρχάς, ὅπως ἀναγράψαντες τὰ θέσμια φυλάττωσι πρὸς
1-2 Hellanic. 323 a F 23, Paus. 4.5.10, 4.13.7, 7.2.1
2 ταύτην K.-W. • 3-4 [ὥ]σ ̣π ̣ε ̣ρ ̣ [ἐ]πὶ Ἀκάστου τὰ̣ ̣ ὅρκια K.4 : ἦ τὰ ἐπὶ Ἀκάστου ὅρκια K.-W.3 : . . . . [.]πι ακαστου . . ορκια L, ηιτα [.]πι ακαστου ορκια leg. Wn., sed uestigia utrisque lectionibus uix apta esse cens. Thomas Ch. • 5 ἀντὶ τῶν δοθεισῶν] {ἀντὶ} τῶν δοθεισῶν Th., {ἀντὶ} τῶν δοθεισῶν Kaibel (1893, 123) • 7 τὸ Bl. (1891, 303) • 8 ἁπλῶς Wn. (1895, 620) / τὰ del. K.-W.3
[5]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
La última magistratura fue la de arconte. La mayoría sostiene que ésta se estableció en tiempos de Medonte16, pero hay algunos que la sitúan en época de Acasto17 y como prueba18 aducen que los nueve arcontes se comprometen a hacer los juramentos como en tiempos de Acasto, en la idea de que en su época los Códridas19 habían renunciado a la monarquía a cambio de las prerrogativas concedidas al arconte. A fin de cuentas, que esto sea así o de otra manera implicaría poca diferencia en el tiempo. Ahora bien, que fue la última de estas magistraturas lo prueba también el hecho de que el arconte no ejerce ninguna de las funciones ancestrales, como el rey o el polemarco, sino simplemente las añadidas. Por eso, el arcontado se ha convertido recientemente en una magistratura importante, al verse incrementada con las funciones añadidas. Muchos años después, cuando ya se elegían los cargos cada año, fueron elegidos los tesmótetas20, con la misión de publicar las normas 16 Hijo de Codro, fue el primero de los trece arcontes vitalicios, después se eligieron por diez años y desde el 683 /2 a. C. cada año. 17 Que Acasto fuera el hijo de Medonte es puesto en duda por Rhodes, op. cit. (1981), p. 101, quien opina que Acasto pudo ser un hombre desconocido que ocupó el arcontado en el s. VII o VI a. C. 18 Aquí este término τεκμήριον se refiere a la ‘prueba concluyente’ que Aristóteles contrapone a σημεῖον, ‘prueba sujeta a error’, ‘indicio’, que utiliza más abajo, según describe en Retórica 1357b17. Arrighetti interpreta τεκμήριον como un σημεῖον “dotado de una particular fuerza probante”, cf. Arrighetti, op. cit., p. 107. 19 Se supone que la monarquía de Codro tuvo lugar en el s. XI a. C. y que fue el último rey de Atenas. Su padre Melanto de la familia Neleida fue expulsado de Pilos por los dorios y llegó al Ática. El reinado de Codro parece coincidir con la invasión del Ática por los dorios. 20 Fueron instituidos en el s. VII a. C. cuando el movimiento social propició que se pusieran por escrito las normas que circulaban en época aristocrática. Debió de ser en época posterior al 682 a. C. y anterior al atentado de Cilón, en cuyo caso intervinieron, (Th., I 126, 8), cf. Glotz, s.v. Thesmothétai, en Daremberg - Saglio. En Atenas se eligieron seis que, junto a los tres anteriores, formaron el colegio de los nueve arcontes. Se ha considerado improbable que elaborasen leyes; por el contrario, Gagarin considera que Aristóteles está en lo cierto sobre su oficio en época más primitiva y los tesmótetas pudieron contribuir de forma significativa al desarrollo de la ley (M. Gagarin, “The thesmothetai and the earliest Athenian Tyranny Law”, TAPhA 111, 1981, pp. 71-77). En tiempos de Aristóteles sus funciones concernían a las graphaí, las eisangelíai, las probolaí, las dokimasíai y su tribunal era la Heliea. Sobre sus competencias, cf. infra, 59. Además, después del 403 a. C. tenían la orden de revisar cada año las leyes en la Asam-
[5]
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 3.4-5
5
τὴν τῶν ἀμφι[σ]βητο[ύ]ντων κρίσιν· διὸ καὶ μόνη τῶν ἀρχῶν οὐκ ἐγένετο πλείων ἐνιαυσίας. 5 τοῖς μὲν οὖν χρόνοις τοσοῦτον προέχουσιν ἀλλήλων. ἦσαν δ’ οὐχ ἅμα πάντες οἱ ἐννέα ἄρχοντες, ἀλλ’ ὁ μὲν βασιλεὺς εἶχε τὸ νῦν καλούμενον Βουκολεῖον πλησίον τοῦ πρυτανείου (σημεῖον δέ· ἔτι καὶ νῦν γὰρ τῆς τοῦ βασιλέως γυναικὸς ἡ σύμμειξις ἐνταῦθα γίγνεται τῷ Διονύσῳ καὶ ὁ γάμος), ὁ δὲ ἄρχων τὸ πρυτανεῖον, ὁ δὲ πολέμαρχος τὸ Ἐπιλύκειον (ὃ πρότερον μὲν ἐκαλεῖτο πολεμαρχεῖον, ἐπεὶ δὲ Ἐπίλυκος ἀνῳκοδόμησε καὶ κατεσκεύασεν αὐτὸ πολεμαρχήσας Ἐπιλύκειον ἐκλήθη), θεσμοθέται δ’ εἶχον τὸ θεσμοθετεῖον. ἐπὶ δὲ Σόλωνος [ἅπ]αντες εἰς τὸ θεσμοθετεῖον συνῆλθον. κύριοι δ’ ἦσαν καὶ τὰς δίκας αὐτοτελεῖς [κρίν]ειν, καὶ οὐχ ὥσπερ
3-10 Sud. ἄρχων, Lex. Seg. 184.11, 449.17 • 4-6 Hsch. Διονύσου γάμος • 6 Hsch. Ἐπιλύκειον • 8-9 Sch.Pl.Phdr. 235d • 9-10 D.L. 1.58 • [6]10-[7]1 Arist. Pol. 1298a 28-32 4 Βουκολεῖον K.-W. : βουκολιο(ν) L • 5 σύμμειξις] σ(υμ)μιξις L / γίγνεται] γινεται L 8 Ἐπιλύκειον] επιλυκιο(ν) L • 9 θεσμοθετεῖον1] θεσμοθετιο(ν) L
•
1 ἀμφισβητούντων Wn. (1895, 620) • 2-3 ἀλλήλων. ἦσαν Jackson (1891, 106) : ἀλλήλων. ησαν S.1 : αλληωνησαν L • 6 καὶ ὁ γάμος del. Rutherford (1891, 90), sed cf. Rohdes (1981, 104-105) / ὃ] διὸ Wn. • 10 αὐτοτελεῖς] αὐτοτελῶς Joseph Mayor (1891, 106)
[6]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
instituidas21 y de hacerlas guardar en la resolución de las controversias22. Por esa razón, es la única magistratura que no se ejerció durante más de un año. De tal modo, pues, se preceden las magistraturas unas a otras en el tiempo. Los nueve arcontes no estaban todos juntos, sino que el rey ocupaba el hoy llamado Bucoleo, cerca del Pritaneo (prueba de ello es que aún hoy la unión de la mujer del rey con Dioniso y su matrimonio tiene lugar allí)23, el arconte el Pritaneo24, el polemarco el Epiliceo (que antes se llamaba Polemarqueo, pero, después de que Epílico lo restaurara y acondicionara cuando fue polemarco, fue llamado Epiliceo) y los tesmótetas ocupaban el Tesmoteteo25. En tiempos de Solón, todos estos magistrados se reunían en el Tesmoteteo. Tenían plena potestad para dictar sentencia en los juicios y no, como ahora, para realizar la instrucción preliminar. Así pues, de tal modo estaba regulado lo relativo a las magistraturas.
blea del pueblo y verificar si el pueblo tenía dos leyes contradictorias, cf. Aeschin., 3 (Ctes.), 38. 21 Las θέσμια eran las normas de época aristocrática que tenían fuerza de ley, con un carácter obligatorio parecido al de las leyes. Recuerdan a las θέμιστες de los reyes homéricos. 22 Este verbo ἀμφισβητέω tiene aquí una acepción más general de ‘disputar’, ‘litigar’, pero en el derecho de Atenas se acuñó ya con el sentido más específico de ‘reivindicar’ los derechos hereditarios y la propiedad de una herencia. Sobre reivindicaciones hereditarias, cf. D., 44 (Leoc.), 38; D., 48. (Olimp.), 26; Is., 6 (Philoc.), 4. Cf. también comentario, infra, 9, 2. 23 Esta hierogamia se celebraba en las Antesterias. A ello hace referencia Demóstenes en 59 (Nee.), 73ss, que menciona los sacrificios secretos a los que tenía acceso esta mujer y alude también a la ley que exigía su virginidad antes del matrimonio, escrita en una estela del templo de Dioniso en Limnas. 24 Edificio situado en la Acrópolis, (Paus., I 18, 3), donde se daban recepciones para las personalidades más importantes; por ejemplo, el trierarco Apolodoro cuenta que fue invitado a comer allí (D., 50 (Polic.), 13). Parece situada al este de la Acrópolis (Hansen, op, cit. (1991), p. 366), aunque no todos los sitúan en esa parte. Los prítanes se reunían allí también para los sacrificios y comidas en común y después entre 470 a. C. y 460 a. C. ocuparon la thólos o rotonda, cf. infra, 43, 3. 25 En el noroeste de la Acrópolis, en las cercanías de la gruta de Pan y del templo de Apolo, cf. Poll., IV 122, aunque los demás lexicógrafos no dan noticia alguna.
[6]
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 3.5 - 4.2 6
4 2
νῦν προανακρίνειν. τὰ μὲν οὖν περὶ τὰς ἀρχὰς τοῦτον εἶχε τὸν τρόπον. 6 ἡ δὲ τῶν Ἀρεοπαγιτῶν βουλὴ τὴν μὲν τάξιν εἶχε τοῦ διατηρεῖν τοὺς νόμους, διῴκει δὲ τὰ πλεῖστα καὶ τὰ μέγιστα τῶν ἐν τῇ πόλει, καὶ κολάζουσα καὶ ζημιοῦσα πάντας τοὺς ἀκοσμοῦντας κυρίως. ἡ γὰρ αἵρεσις τῶν ἀρχόντων ἀριστίνδην καὶ πλουτίνδην ἦν, ἐξ ὧν οἱ Ἀρεοπαγῖται καθίσταντο· διὸ καὶ μόνη τῶν ἀρχῶν αὕτη μεμένηκε διὰ βίου καὶ νῦν. Ἡ μὲν οὖν πρώτη πολιτεία ταύτην εἶχε τὴν ὑπογραφήν. μετὰ δὲ ταῦτα χρόνου τινὸς οὐ πολλοῦ διελθόντος ἐπ’ Ἀρισταίχμου ἄρχοντος Δρά[κ]ων τοὺς θεσμοὺς ἔθηκεν· ἡ δὲ τάξις αὐτοῦ τόνδε τὸν τρόπον εἶχε. ἀπεδέδοτο μὲν ἡ πολιτεία τοῖς ὅπλα παρεχομένοις. 2 ᾑροῦντο δὲ τοὺς μὲν ἐννέα ἄρχοντας
1-6 Philoch. 328 F 20
•
7-9 Arist. Pol. 1274b 15-18
2 Ἀρεοπαγιτῶν] αρεοπαγειτ(ων) L L
•
4 παντες L, corr. L1
•
5 Ἀρεοπαγῖται] αρεοπαγειται
1 προανακρίνειν] προανακρίνειν Bl.4 coll. Arist., Pol. 1298 a 30 • 4 γὰρ] δὲ Gennadios (1891, 274) • 5 καθίσταντο] καθίσταντο Bl.4 • 6 καὶ] καὶ Sakorraphos (1894, 677) • 9 αὐτοῦ Wn. (1895, 620) : αὕτη K. : αυτο (= αυτου) L, αυτ’ (= αυτης) leg. K.3 / ἀπεδέδοτο] ἀπεδίδοτο Ch., fort. legendum esse cens. K3 : απεδοτο L, απεδεδοτο uel απεδιδοτο L1
[7]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Por su parte, el Consejo de los Areopagitas26 tenía el cometido de velar por las leyes y controlaba las más numerosas e importantes funciones de gobierno de la ciudad, castigando y multando con plena autoridad a todos los que faltaran a las leyes27. La elección de los arcontes se hacía según el rango y la riqueza28, y con ellos se constituía el cuerpo de los Areopagitas; por esa razón ésta es la única magistratura que aún ahora sigue siendo vitalicia. Éste era, pues, el esbozo del primer régimen de gobierno. Más tarde, habiendo transcurrido no mucho tiempo, bajo el arcontado de Aristecmo Dracón29 promulgó sus leyes30. El ordenamiento de su constitución era del siguiente tenor: Se concedía el derecho de ciudadanía a los que podían procurarse el equipamiento de hoplita.
26 Este Consejo debe su nombre a su asentamiento en la colina de Ares (en griego, Ἄρειος Πάγος). Estaba constituido por los arcontes que habían cesado ya en sus funciones y entonces pasaban a ser miembros del Areópago con carácter vitalicio. En los tiempos primitivos hasta la reforma de Efialtes, este Consejo tuvo grandes prerrogativas y competencias, además de realizar el examen general de los magistrados y la vigilancia de la moralidad pública. Aristóteles considera su creación a partir de la primera constitución anterior a Dracón, pero hubo algunas versiones que atribuyeron su existencia a Solón, como explica Plutarco en Sol. 19, 1-5. No obstante, éste es partidario de su formación en época anterior a Solón, siguiendo a Aristóteles, cuya opinión se recoge también en Política 1274a. 27 Esta acepción del verbo ἀκοσμέω se halla también en D., 50 (Polic.), 65, 1. 28 Los documentos epigráficos, como el Marmor Parium, sirven también para la reconstrucción del procedimiento de elección de los arcontes en época presoloniana, cf. L. Barucchi, “Il metodo di selezione degli arconti in Atene arcaica”, MEP 7-8, 20042005, pp. 69-85. 29 Mucho se ha especulado sobre la existencia de Dracón. Frente a las opiniones que la niegan, otras, aunque la aceptan, consideran que Dracón no realizó un código completo, sino solo las leyes relativas al homicidio (I. M. Linforth, Solon the Athenian, California 1919). Los más tradicionales piensan que fue Dracón, no los tesmótetas, quien publicó en 621 a. C. un código de leyes de Derecho privado y estableció un código penal. Con tal fin reorganizó los tribunales. Sobre todo, sus leyes sobre el homicidio significaron el modo de poner límites a la venganza privada que ejercían los γένη y la aparición de una cierta intervención del Estado, sustituyendo la venganza de la familia por la pena de muerte, limitada a la categoría de homicidio voluntario, aunque aún dejó parcelas en manos de la familia como el homicidio del moichós sorprendido fragante delicto. 30 Se ha de observar que las disposiciones que introdujo Dracón son designadas con el término θεσμοί frente a los νόμοι que promulgó Solón.
[7]
6
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 4.2-3
3
καὶ τοὺς ταμίας οὐσίαν κεκτημένους οὐκ ἐλάττω δέκα μνῶν ἐλευθέραν, τὰς δ’ ἄλλας ἀρχὰς ǁ II ἐλάττους ἐκ τῶν ὅπλα παρεχομένων, στρ[α]τηγοὺς δὲ καὶ ἱπ[π]άρχους οὐσίαν ἀποφαίνοντας οὐκ ἔλαττον ἢ ἑκατὸν μνῶν ἐλευθέραν καὶ παῖδας ἐκ γαμετῆς γυναικὸς γνησίους ὑπὲρ δέκα ἔτη γεγονότας. τούτους δ’ ἔδει διε[γγ]υᾶν τοὺς πρυτάνεις καὶ τοὺς στρατηγοὺς καὶ τοὺς ἱππάρχους τοὺς ἕνους μέχρι εὐθυνῶν, ἐγγυητὰς δ᾽ ἐκ τοῦ αὐτοῦ τέλους δεχομένους οὗπερ οἱ στρατηγοὶ καὶ οἱ ἵππαρχοι. 3 βουλεύειν δὲ τετρακοσίους καὶ ἕνα τοὺς λαχόντας ἐκ τῆς πολιτείας. κληροῦσθαι δὲ καὶ ταύτην καὶ τὰς ἄλλας ἀρχὰς τοὺς ὑπὲρ τριάκοντ’ ἔτη γεγονότας καὶ δὶς τὸν αὐτὸν μὴ ἄρχειν πρὸ τοῦ πάντας [ἐξ]ελθεῖν· τότε δὲ πάλιν ἐξ ὑπαρχῆς κληροῦν. εἰ δέ τις τῶν βουλευτῶν, ὅταν ἕδρα βουλῆς ἢ ἐκκλησίας ᾖ,
2 ἀρχὰς om. L, add. L1 mg.
•
9 τριάκοντ’] τριακονθ L
1 ἐλάττω] ἔλαττον ἢ K.-W. coll. 4.2, 29.5, 35.4 / δέκα] ἑκατὸν Thompson (1891, 224) : διακοσίων Weil (1891, 197) • 2 Bl. (1891, 303) • 3 ἢ del. Thompson (1891, 224) • 4 ἐλευθέραν Wyse (1891a, 106) : ελευθερων L • 5 δ’ ἔδει H.-L. : δὲ K.-W.3 : δ(ε) L, δει scr. L1 s.l. / διεγγυᾶν Schulthess apud K.-W.2 • 5-6 καὶ τοὺς στρατηγοὺς καὶ τοὺς ἱππάρχους del. Schulthess • 10 ἐ ̣ξ ̣ελθεῖν K. : δ[ι]ελθεῖν Wn. (1895, 620) prob. Thomas Ch. (1971, 42) : .[.]ελθειν L • 11 ᾖ] ἦ fort. legendum esse cens. K.
[8]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Se elegía a los nueve arcontes y a los tesoreros entre los que poseían una hacienda libre31 no inferior a diez minas; las restantes magistraturas de menor categoría, entre los que podían equiparse como hoplitas32; los generales y jefes de caballería33, entre los que declaraban una hacienda libre no inferior a cien minas e hijos legítimos, nacidos de esposa legítima, mayores de diez años. Estos magistrados34 debían exigir una fianza a los prítanes35, generales y jefes de caballería salientes hasta su rendición de cuentas, aceptando a cuatro fiadores de la misma clase que los generales y jefes de caballería. El Consejo estaba formado por cuatrocientos y un miembros, sorteados entre todos los ciudadanos. Entraban en el sorteo de ésta y de las restantes magistraturas36 los mayores de treinta años. La misma persona no podía desempeñar un cargo dos veces antes de que todos hubiesen agotado su mandato, entonces de nuevo volvía a entrar en el sorteo desde el principio. Si alguno de los consejeros, cuando había
31
Es decir, libre de toda carga. Eran aquellos que podían sufragar sus propias armas, por lo que representarían una clase social muy pudiente. 33 El hípparchos era el jefe de caballería que ocupaba el Hiparqueo situado probablemente en el N.E del ágora cerca de la Estoa de Hermes. Se votaban dos cada año. En X., Ath. I 3, se nos dice que el pueblo no deseaba ocupar esta magistratura, pero el motivo no es otro que el grado de responsabilidad que implicaba este cargo. La democracia ateniense entendía que había ciertos cargos que no debían ser asignados a cualquiera, sino a los más capacitados. 34 Se entenderá que los estrategos o generales y los jefes de caballería recién nombrados debían pedir una fianza a los anteriores magistrados que habían ocupado el cargo hasta que éstos rindieran cuentas. La eúthyna o rendición de cuentas, por la que cada magistrado había de pasar al salir del cargo, tenía características particulares para estos cargos militares, como los generales o jefes de caballería. Aunque se elegían cada año, podían ser reelegidos y para que no interrumpieran su campaña militar, estos magistrados no rendían cuentas al finalizar cada año. Y, cuando les correspondía, debían dar cuentas de sus finanzas, no ante los logistaí o eúthynoi, como los demás cargos (cf. infra, 48, 3), sino ante los tesmótetas, cf. infra, 59, 2. 35 En Heródoto V 71, 6 se menciona a los prítanes de los naucraros. Parece, por la expresión, que su función era presidir a los naucraros, pero se duda de que el término πρύτανις pudiera tener en el s. VII a. C. el significado de la época tardía ateniense como miembro de un cuerpo deliberativo, cf. Hignett, op. cit., p. 82. 36 Se entiende que solo de las sorteables, porque los mandos del ejército nunca en Atenas se escogieron por sorteo. 32
[8]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 4.3 - 5.2
4
5
5 2
ἐκλείποι τ[ὴν] σύνοδον, ἀπέτινον ὁ μὲν πεντακοσιομέδιμνος τρεῖς δραχμάς, ὁ δὲ ἱππεὺς δύο, ζευγίτης δὲ μίαν. 4 ἡ δὲ βουλὴ ἡ ἐξ Ἀρείου πάγου φύλαξ ἦν τῶν νόμων καὶ διετήρει τὰς ἀρχὰς ὅπως κατὰ τοὺς νόμους ἄρχωσιν. ἐξῆν δὲ τῷ ἀδικουμένῳ πρὸ[ς τὴν τῶν] Ἀρεοπαγιτῶν βουλὴν εἰσαγγέλλειν ἀποφαίνοντι παρ’ ὃν ἀδικεῖται νόμον. 5 ἐπὶ δὲ τοῖς σώμασιν ἦσαν οἱ δανεισμοί, καθάπερ εἴρηται, καὶ ἡ χώρα δι’ ὀλίγων ἦν. Τοιαύτης δὲ τῆς τάξεως οὔσης ἐν τῇ πολιτείᾳ καὶ τῶν πολλῶν δουλευόντων τοῖς ὀλίγοις, ἀντέστη τοῖς γνωρίμοις ὁ δῆμος. 2 ἰσχυρᾶς δὲ τῆς στάσεως οὔσης καὶ πολὺν χρόνον ἀντικαθημένων ἀλλήλοις, εἵλοντο κοινῇ
[9]8-[10]2 Plu. Sol. 14.3, 16.5, Amat. 18.763D-E, Sosicr. apud D.L. 1.62 4 πρὸ[ς τὴν τῶν] K. : πρὸ[ς τὴν] Ch. / Ἀρεοπαγιτῶν] αρεοπαγειτ(ων) L 1 ἐκλείποι] ἐκλίποι H.-L. ζευγίτης K.-W.1 in app.
•
2 ζευγίτης δὲ] ζευγίτης δὲ Kontos, 1891, 293 : δὲ
[9]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
sesión del Consejo o de la Asamblea, faltaba a la reunión, debía pagar una multa: tres dracmas el de quinientos medimnos37, dos el caballero38 y una el propietario de una yunta39. El Consejo del Areópago40 era el guardián de las leyes y supervisaba el desempeño de los cargos, para que se ejercieran conforme a las leyes. A quien sufriera agravio se le permitía formular una denuncia41 ante el Consejo de los Areopagitas, debiendo indicar qué ley se conculcaba a causa del agravio. Los préstamos eran avalados con la propia persona, como se ha dicho42, y la tierra estaba en manos de unos pocos. Por estar así organizado el régimen de gobierno y porque la mayoría era esclava de unos pocos, el pueblo se levantó contra los nobles. Y como la revuelta era violenta y los enfrentamientos entre unos y otros se prolongaban durante mucho tiempo, eligieron de común 37 Es el pentacosiomédimnos, el ciudadano ‘de quinientos medimnos’ de renta. Médimnos es una medida de áridos, por lo que aquel término indica que pertenecía a la clase de ciudadanos que obtenían de su propiedad quinientas medidas, cf. infra, 7, 4. En tiempos de Solón fue la clase más alta con un gran peso político, porque ejercía el control de los dependientes libres. En opinión de Rosivach, era más importante que trabajara un gran número de personas en las tierras de un pentacosiomédimnos que la cantidad de cosecha que se obtuviera, cf. V. J. Rosivach, “Notes on the pentakosiomedimnos’ five hundred medimnoi”, CQ 55, 2005, pp. 597-601. Los arcontes y los tesoreros eran seleccionados entre éstos, y en el s. IV a. C., según Aristóteles, los tesoreros seguían siendo sacados por sorteo entre los que pertenecían a esta clase, cf. infra, 47, 1, aunque, en realidad, esta norma habría podido caer en desuso, pues a veces ocupaba el cargo un ciudadano pobre, cf. Hansen, op. cit., (1991), p. 107. 38 El hippeús era el ciudadano que cosechaba trescientos medimnos, cf. infra, 7, 4. Los hippeîs en otras ciudades griegas representaban la aristocracia, pues la crianza de caballos era propia de los que poseían grandes fortunas, cf. Arist., Pol. 1321a11. 39 El término ζευγίτης deriva de ζεῦγος ‘yunta’. El nombre podría aludir a los propietarios de una yunta de bueyes, pero también a aquellos que servían en el ejército en filas cerradas (Plu., Pel. 23, 4). 40 Sobre el Areópago, cf. supra, 3, 6. 41 Sobre la denuncia o eisangelía, cf. comentario, infra, 29, 4. Este cometido del Areópago es negado por Hansen, cuya tesis no es aceptada por Rhodes, quien defiende, por el contrario, que el Areópago atendía casos de eisangelía, al menos en este tiempo, como vemos en Aristóteles, cf. P. J. Rhodes, “Eisangelia in Athens”, JHS 99, 1979, pp. 103-114. 42 En supra, 2. 2.
[9]
4
5
5 2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 5.2 - 6.1
3
6
διαλλακτὴν καὶ ἄρχοντα Σόλωνα καὶ τὴν πολιτείαν ἐπέτρεψαν αὐτῷ ποιήσαντι τὴν ἐλεγείαν ἧς ἐστὶν ἀρχή· γιγνώσκω, καί μοι φρενὸς ἔνδοθεν ἄλγεα κεῖται, πρεσβυτάτην ἐσορῶν γαῖαν Ἰαονίας κλ ̣ινομένην· ἐν ᾗ πρὸς ἑκατέρους ὑπὲρ ἑκατέρων μάχεται καὶ διαμφισβητεῖ καὶ μετὰ ταῦτα κοινῇ παραινεῖ καταπαύειν τὴν ἐνεστῶσαν φιλονικίαν. 3 ἦν δ’ ὁ Σόλων τῇ μὲν φύσει καὶ τῇ δόξῃ τῶν πρώτων, τῇ δ’ οὐσίᾳ [κ]αὶ τοῖς πράγμασι τῶν μέσων, ὡς ἔκ τε τῶν ἄλλων ὁμολογεῖται καὶ αὐτὸς ἐν τοῖσδε τοῖς ποιήμασιν μαρτυρεῖ, παραινῶν τοῖς πλουσίοις μὴ πλεονεκτεῖν· ὑμεῖς δ’ ἡσυχάσαντες ἐνὶ φρεσὶ καρτερὸν ἦτορ, οἳ πολλῶν ἀγαθῶν ἐς κόρον [ἠ]λάσατε, ἐν μετρίοισι τίθεσθε μέγαν νόον. οὔτε γὰρ ἡμεῖς πεισόμεθ’, οὔθ’ ὑμῖν ἄρτια π ̣α[ν ̣]τ’ ἔσεται. καὶ ὅλως ἀεὶ τὴν αἰτίαν τῆς στάσεως ἀνάπτει τοῖς πλουσίοις· διὸ καὶ ἐν ἀρχῇ τῆς ἐλεγείας δεδοικέναι φησὶ ‘τήν τε φι[λαργυρ]ίαν τήν θ’ ὑπερηφανίαν’, ὡς διὰ ταῦτα τῆς ἔχθρας ἐνεστώσης. Κύριος δὲ γενόμενος τῶν πραγμάτων Σόλων τόν τ[ε] δῆμον ἠλευθέρωσε καὶ ἐν τῷ π[α]ρόντι καὶ εἰς τὸ μέλλον, [κ]ωλύσας δ[ανε]ίζειν
7-9 Arist. Pol. 1296 a 18-20, Plu. Sol. 1-3 3 γιγνώσκω] γινωσκω L
•
•
15-17 Plu. Sol. 14.3
7 φιλονικίαν] φιλοτιμιαν L, corr. L1
•
15 ἀεὶ] αιει L
5 κλινομένην Wn. (1895, 620) : καινομένην Bl.3 prob. Ch. : κ . ινομενην L • 12 ἠλάσατε Postgate (1891, 107) • 14 πάντ’ H. (1891, 610) prob. K.5 : ταῦτ’ H.-L. prob. Wn. K.4 West Thomas Ch. : . α[.]τ L • 16 φιλαργυρίαν K. coll. Plut. Sol. 14.3 φιλοχρηματίαν : φιλοπλουτίαν Bl.3 : φ . . [. . . .] . . αν L, φε . . . ειαν leg. Wn., φιλ ̣[οπλο]υ ̣τ ̣ιαν agn. Ch. prob. Thomas / θ’ Joseph Mayor (1891, 107) : τε L • 18 Σόλων] Σόλων K.-W.1-2
[10]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
acuerdo a Solón como mediador y arconte43 y le confiaron el gobierno44. Ya entonces había compuesto la elegía que comienza: Lo sé y dentro de mi pecho anidan las penas al contemplar la tierra más antigua de Jonia postrada, en la que, frente a cada una de las dos facciones, lucha y discute en provecho de las dos y más adelante les exhorta a que depongan de común acuerdo su persistente rivalidad. Era Solón por naturaleza y reputación uno de los primeros, pero por riqueza y ocupaciones públicas de los de clase media45, tal como los demás reconocen y él mismo corrobora en los siguientes poemas, que exhortan a los ricos a dejar de ser codiciosos: Vosotros calmad dentro del pecho vuestro duro corazón, porque de abundantes bienes os habéis saciado, poned moderación a vuestra arrogancia, pues ni nosotros obedeceremos ni a vosotros os saldrá todo tan a propósito. Y, por lo general, echa siempre la culpa de las revueltas a los ricos; por eso, en el comienzo de la elegía dice que tenía miedo de la avaricia y del orgullo, porque éstos fueron, en su opinión, los motivos que despertaron el odio. Tras ser investido de plenos poderes en los asuntos públicos, Solón liberó al pueblo, tanto en el presente como para el futuro, al prohibir la práctica de garantizar los préstamos con la propia persona46. 43 Solón pudo ejercer de arconte, bien en 594/3 a. C. (Diogenes Laercio), bien en 592/1 a. C. (Suda). Se piensa que en ese año 594/3 Solón llevó a cabo su labor política. Pero para Sealey debió de ocurrir más tarde, entre el 580/70 a. C., ya que los conflictos sociales de la década 590/580 llevarían a Solón a promulgar sus leyes: R. Sealey, A History of the Greek City States ca. 700-338 B.C., Berkeley-Los Angeles 1976, p. 122. 44 Según Plu., Sol. 14, los atenienses encomendaron a Solón la dirección de los asuntos públicos, porque “ni compartía la injusticia con los ricos ni estaba sometido a las mismas necesidades de los pobres”. 45 Sobre la pertenencia de Solón a la clase media, cf. Plu., Sol. 16. 2. 46 Desapareció la esclavitud por deudas, pero con algunas excepciones. Cuando a un prisionero de guerra un ciudadano ateniense le pagaba el rescate, si el prisionero no saldaba después con él la deuda del rescate, podía llegar a convertirse en esclavo del que lo había rescatado, cf. Harrison, op. cit., p. 165. Esta situación de cuasi esclavitud es contemplada también en el Código de Gortina. Si un prisionero era liberado me-
[10]
3
6
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 6.1-4
2
3
4
ἐπὶ τοῖς σώμασιν, καὶ νόμους ἔθηκε καὶ χρεῶν ἀπ[ο]κοπὰς ἐποίησε καὶ τῶν ἰδίων καὶ τῶν δ[η]μοσίων, ἃς σεισάχθειαν καλοῦσιν, ὡς ἀποσεισάμενοι τὸ βάρος. 2 ἐν οἷς πειρῶνταί τιν[ες] διαβάλλ[ει]ν αὐτόν· συνέβη γὰρ τῷ Σόλωνι μέλλοντι ποιεῖν τὴν σ[ει]σάχθειαν προειπεῖν τισι τῶν γνωρίμω[ν], ἔπειθ’, ὡς μὲν οἱ δημοτικοὶ λέγουσι, παραστρατηγη[θ]ῆναι διὰ τῶν φίλων, ὡς δ’ οἱ βουλόμενοι βλασ[φ]ημεῖν, καὶ αὐτὸν κοινωνεῖν· δανεισάμενοι γὰρ οὗτοι συνεπρίαντο πολλὴν χώραν καὶ μετ’ οὐ πολὺ τῆς τῶν χρεῶν ἀποκοπῆς γενομένης ἐπλούτουν· ὅθεν φασὶ γενέσθαι τοὺς ὕστερον δοκοῦντας εἶναι παλαιοπλούτους. 3 οὐ μὴν ἀλλὰ πιθαν[ώ]τερος ὁ τῶν δημοτικῶν λόγος· οὐ γὰρ εἰκὸς ἐν μὲν τοῖς ἄλλοις οὕτω μέτριον γενέσθαι καὶ κοινόν, [ὥ]στ’ ἐξὸν αὐτῷ τοὺς [ἑτ]έρους ὑποποιησάμενον τυραννεῖν τῆς πόλεως ἀμφοτέροις ἀπεχ[θ]έσθαι καὶ περὶ πλείονος ποιήσασθαι τὸ καλὸν καὶ τὴν τῆς πόλεως σωτηρίαν ἢ τὴν αὑτοῦ πλεονεξίαν, ἐν οὕτω δὲ μικροῖς καὶ φ̣ανεροῖς καταρρυπαίνειν ἑαυτόν. 4 ὅτι δὲ ταύτην ἔσχε τὴν ἐξουσίαν, τά τε πράγματα νοσοῦντα μαρτυρεῖ καὶ ἐν τοῖς ποιήμασιν αὐτὸς πολλαχοῦ μέμνηται καὶ οἱ
2-3 Philoch. 328 F 114 (= Phot., Sud.), D.S. 1.79.4, Plu. Sol. 15.2, Alex. uirt. fort. 12.342 C-D, D.L. 1.45, Hsch. σεισάχθεια • 3-9 Plu. Sol. 15.7-9, Praec, ger. reip. 13. 807 D-E, Sud.2 Σόλων 2 ἀποσεισάμενοι] αποσισαμ(εν)οι L • 6 δανεισάμενοι] δανισαμ(εν)οι L om. L, add. L1 • 14 καταρρυπαίνειν] ρυπαινειν L, καταρυπαινειν L1
•
11 πολεως
1 καὶ νόμους ἔθηκε del. K.-W. • 2 ἃς σεισάχθειαν K. : ἃ σεισάχθεια K.-W. coll. Plut. Sol. 16.5 : ἃς σεισάχθεια Bl.4 : ασεισαχθια L, σ scr. L1 s.l. • 3 τινες Wyse (1891a, 107) • 8 γενομένης Rutherford (1891, 107) : γεγενημένης Bl.4 : γινομενης L • 10 ὥστ’ Richards (1891, 107) • 13 φανεροῖς K.4 : ἀναξίοις K.1-3 : . αν . . οις L, -ροις satis clarum agn. Ch. • 15 μαρτυρεῖ K.-W.3 : μαρτυρεῖ τοῦτο K.-W.1-2 : μαρτυρουσ̣ι̣το L (Wn.), ει scr. L1 s.l.
[11]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Estableció leyes y dispuso la cancelación de las deudas tanto privadas como públicas, a la que llaman “remoción de las cargas”47, en la idea de que se habían quitado un peso de encima. En este asunto, algunos intentan verter calumnias contra él. Sucedió, en efecto, que, cuando Solón iba a proceder a la remoción de las cargas, se lo anticipó a algunos de los nobles; después, según dicen los partidarios de la democracia, fue víctima de una aviesa maniobra de sus amigos48, mientras que, en la versión de quienes desean difamarlo, él mismo también participó en ella. El hecho fue que aquéllos, habiendo recibido préstamos, compraron gran cantidad de tierras y, al sobrevenir poco después la cancelación de las deudas, se enriquecieron; de ahí, según dicen, provienen los que después fueron considerados antiguos ricos. No obstante, es más convincente la opinión de los partidarios de la democracia, pues no es verosímil que, si en los demás asuntos era tan mesurado e imparcial –hasta el extremo de que, aun siéndole posible erigirse en tirano de la ciudad sometiendo a los demás, era odiado por ambos partidos y estimaba en más el bien y la salvación de la ciudad que su propio interés–, se manchara sus propias manos en cuestiones tan miserables y tan manifiestas. Que tuvo esta potestad de convertirse en tirano lo atestigua la decadente situación por la que atravesaban los asuntos públicos y no solo él mismo en sus poemas a menudo lo recuerda, sino que todos los de-
diante rescate por un tercero tenía la obligación de devolverle la suma pagada. Si no lo hacía, el libertador tenía derecho a retenerlo como esclavo hasta que pagara la deuda (IC IV 72, VI 46-55). 47 Es la conocida seisáchtheia, la liberación de las cargas, que fue la primera medida que adoptó Solón. A ella hacen referencia la Suda, Hesiquio, s.v σεισάχθεια y Plutarco (Sol. 15, 3), que, citando a Androción, refiere que llaman seisáchtheia no solo a esa decisión humanitaria, sino también al aumento de pesos y medidas y al ajuste de la moneda que llevó implícito. En el s. IV a. C., sin embargo, no fue bien considerada esta medida, cf. D., 24 (Tim.), 149. 48 Plutarco también recuerda la mala pasada que le jugaron a Solón sus amigos que le acusaron de cómplice. Pero añade un detalle que no menciona Aristóteles: el hecho de que la calumnia se fue debilitando, cuando se enteraron de que él también perdió cinco talentos que había prestado, cf. Plu., Sol. 15, 8-9.
[11]
2
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 6.4 - 7.1
7
ἄλλοι συνομολογοῦσι πάντες. ταύτην μὲν οὖν χρὴ νομίζειν ψευδῆ τὴν αἰτίαν εἶναι. Πολιτείαν δὲ κατέστησε καὶ νόμους ἔθηκεν ἄλλους, τοῖς δὲ Δράκοντος θεσμοῖς ἐπαύσαντο χρώμενοι πλὴν τῶν φονικῶν. ἀναγράψαντες δὲ τοὺς νόμους εἰς τοὺς κύρβεις ἔστησαν ἐν τῇ στοᾷ τῇ βασιλείῳ καὶ ὤμοσαν χρήσεσθαι πάντες. οἱ δ’ ἐννέα ἄρχοντες ὀμνύντες πρὸς τῷ λίθῳ
3-4 Plu. Sol. 17.1, Ael. V. H. 8.10 • 4-6 *Plu. Sol. 25.1-2, *Harp. κύρβεις : ἀναγράψαντες ... βασιλείῳ, *Sch.Ar. Au. 1354 • [12]6-[13]2 Pl. Phdr. 235d cum scholio, Philoch. 328 F 21, Plu. Sol. 25.3, *Harp. λίθος (=Phot., Sud.2), Poll. 8.86
[12]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
más lo reconocen. Por consiguiente, ha de considerarse falsa esa acusación. Estableció una constitución49 y promulgó otras leyes. Se derogaron las disposiciones legales de Dracón, excepto las referentes a homicidios50. Tras publicar las leyes en las tablas giratorias51, las colocaron en el Pórtico del Rey52 y todos juraron acatarlas. Los nueve arcontes, cuando prestaban juramento junto a la piedra53, prometían 49 Para un estudio sobre las reformas constitucionales de Solón, cf. D. Ferreira Leão, Sólon: Ética e política, Lisboa 2001, pp. 299 ss. 50 Esta misma referencia se encuentra en Plu., Sol. 17, 1, que añade el motivo que le llevó a derogarlas, como fue su extrema dureza. Parece que las leyes atribuidas a Dracón fueron renovadas y grabadas en la Estoa en 409 a. C. Para R. Westbrook, “Drakon’s Homicide Law”, Symposion 2007, AGR 20, Wien 2008, p.14, la comisión encargada de copiarlas no se preocupó de revisarlas, sino solo las copió y se dio el caso de que se copiaron reglas obsoletas que no podían tener validez. 51 Reciben aquí el nombre de kýrbeis; en cambio, Plutarco (Sol. 25, 1) dice que “eran áxones que giraban dentro de unos pivotes cuadrangulares que los contenían, aunque Aristóteles los llamó kýrbeis”. No parece que áxon y kýrbis sean lo mismo. De hecho Anaxímenes de Lámpsaco distingue los áxones de los kyrbeis, cuando cuenta que fueron bajados de la Acrópolis al bouleutérion y al ágora. El propio Plutarco apunta la distinción que otros hicieron entre kýrbeis y áxones, los primeros eran las tablas donde se trataban las ceremonias y los sacrificios, en los segundos los demás temas (Plu., Sol. 25, 2). La Suda s.v. κύρβις se refiere a las tablas donde se escribieron las leyes. Hesiquio, sin embargo, no lo tiene muy claro y nos dice que era una estela triangular o un ἄξων de madera. Pero también ofrece otra acepción sinónima de kyrbasía ‘gorro persa’. A partir de este segundo significado elabora su tesis H. Hansen, “What was a kyrbis?”, Philologus 119, 1975, pp. 39-45, donde pone en duda que el kýrbis fuese igual al áxon. Según su teoría, los kýrbeis probablemente fueran las ‘cubiertas’ de las estelas que las resguardaban de la lluvia y después llamaron así también a las estelas. Cf. también la interpretación semántica de kýrbis como ‘gorro’ y sinónimo de πιλίδιον “invalid’s cap”, pero en sentido figurado, en W. F. Wyatt, “Why kyrbis?”, Philologus 119, 1975, pp. 4647. En opinión de R. Stroud, The Axones and Kyrbeis of Drakon and Solon, Berkeley 1979, pp. 41-44, las leyes de Solón fueron escritas en áxones y después copiadas en kýrbeis de bronce o de piedra. Para esta problemática, cf. Ferreira Leão, op. cit. (2001), p. 339. Sobre una segunda inscripción de sus leyes en la primera mitad del s. V a. C. se pronuncia H. R. Immerwahr, “The date of the construction of Solon’s axones”, BASP 22, 1985, pp. 123-135. 52 La Στοά βασίλειος, donde se sentaba el arconte rey, estaba en el Cerámico, cf. Paus., I 3, 1. 53 Los tesmótetas juraban sobre la piedra sagrada frente a la Στοά βασίλειος, ‘el Pórtico del Rey’, y prometían ofrecer en Delfos una estatua de oro de su misma talla, según Plu., Sol. 25, 3.
[12]
7
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 7.1-3
2 3
κατεφάτιζον ἀναθήσειν ἀνδριάντα χρυσοῦν, ἐάν τινα παραβῶσι τῶν νόμων· ὅθεν ἔτι καὶ νῦν οὕτως ὀμνύουσι. 2 κατέκλεισεν δὲ τοὺς νόμους εἰς ἑκατὸν ἔτη καὶ διέταξε τὴν πολιτείαν τόνδε τρόπον. 3 τιμήματι διεῖλεν εἰς τέτταρα τ[έ]λη, καθάπερ διῄρητο καὶ πρότερον, εἰς πεντακοσιομέδιμνον καὶ .ἱπ ̣[π]έ ̣α ̣ καὶ ζευγίτην καὶ θῆτα. καὶ τὰς μεγ ̣ά ̣λα ̣ς ἀρχὰς ἀπένειμεν ǁ III ἄρχειν
[13]3-[14]7 & [14]15-18 Arist. Pol. 1282a 29-32, Plu. Sol. 18.1-2, cf. Cat. Ma. 28.3, *Harp. πεντακοσιομέδιμνον, ἱππάς, θῆτες, θητικόν, Poll. 8.130, Hsch. ἐκτιμημάτων, ζευγίσιον, θητικόν, Phot.1, Sud. ἱππάς, ἱππεῖς, Lex. Seg. 260.33, 261.15, 20, 267.13, 298.20, Sch.Ar.Eq. 627, Sch. Pl. Rsp. 550c 2 κατέκλεισεν K.4 : κατεκληισεν L 3 Wyse (1891a, 108) / post τιμήματι fort. supplendum τὸ πᾶν πλῆθος ex Harp. s.u. ἱππάς • 4 καθάπερ … πρότερον del. Dufour (1895, 84) • 5 μεγάλας coni. Fritz-Kapp (1950, 155) coll. Arist., Pol. 1282a 41, 1299b 29, prob. Ch.1-2 Ch. (1965, 34) Thomas : μὲν ἄλλας Wn. prob. K.4 : μεγίστας Bl.1 prob. Ch. (1971, 43) : με[ ]λας uel με[ ]τας L
[13]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
ofrecer una estatua de oro si infringían alguna de las leyes. Éste es el motivo por el cual aún ahora juran de esa manera. Limitó la vigencia de sus leyes a cien años54 y dispuso la constitución del modo siguiente55: Según su renta fiscal, dividió a los ciudadanos en cuatro clases56, tal como antes estaban divididos: la de quinientos medimnos, la de caballero, la de propietario de una yunta y la de jornalero57. Repartió las magistraturas importantes –esto es, los nueve arcontes, los tesoreros, los subastadores públicos58, los Once59, los colácre54 Las leyes de Solón estuvieron vigentes mucho tiempo, como se puede observar en las múltiples referencias de los oradores, pero parece que se sintió la necesidad de hacer una revisión de ellas y después del 403 a. C., con la restauración de la democracia, se llevó a cabo. Las leyes se promulgaron en 400/399 a. C., cf. Atkinson, op. cit., p. 24, cf. infra, 29, 3. 55 Tradicionalmente se considera el 594/3 a. C. como la fecha de las reformas de Solón. Para Wallace no hay razón para rechazar esta fecha tradicional y situarla en el 580–570 a. C., cf. R. W Wallace, “The date of Solon’s reforms”, AJAh 8, 1983, pp. 81-95, aunque hay otras opiniones como la de Càssola, quien sostiene que tuvieron lugar unos veinte años más tarde de lo que se cree, es decir, en 570 a. C., cf. F. Càssola, “La proprietà del suolo in Attica fino a Pisistrato”, PP 28, fasc. 148-149, 1973, p. 83. En contra de su teoría, cf. E. Lévy, “Réformes et date de Solon. Réponse a F. Càssola”, PP 28, fasc. 148-149, 1973, pp. 88-91. 56 Parece que esta diferenciación de clases sociales continuaba en tiempos de Demóstenes, pues en D., 43 (Macar.), 54 se cita una ley que establecía las diversas cuantías que debían pagar en concepto de dote las distintas clases de ciudadanos. En caso de que el pariente más próximo no deseara casarse con la epiclera, podía casarla con otro y entregarle una dote de quinientas dracmas si era pentacosiomédimnos, de trescientas el caballero, y de ciento cincuenta el zeugita o propietario de una yunta. El mismo Aristóteles confirma que en su tiempo los tesoreros eran elegidos de entre los pentacosiomédimnoi, aunque fueran pobres, cf. infra, 47, 1. 57 Son los jornaleros o thétes, la última clase en que quedaba dividido el pueblo ateniense. A los thétes los tesalios les llamaban πενέστας, cf. D. H., Ant. Rom. II 9. 58 Son los poletaí, literalmente ‘vendedores’. Eran oficiales que adjudicaban por subasta los arrendamientos de las minas y las tasas, además de otros ingresos, y subastaban las propiedades confiscadas, cf. infra, 47, 2. También perseguían a los metecos que no pagaban la renta y ocupaban el poletérion, donde se hacían las ventas de los bienes, cf. D., 25 (Arist.I.), 57. 59 Los Once eran magistrados designados por sorteo que se encargaban de las prisiones, pero también de detener, encarcelar y ejecutar a los declarados culpables. Tuvieron a su cargo las apographaí y daban curso a las delaciones o endeíxeis, cf. infra, 29, 4; 35, 1; 52, 1. Recordemos que éstos son los magistrados que dan la noticia a Sócrates de que va a morir y su servidor le suministra la cicuta, cf. Pl., Phd. 59e, 116b.
[13]
2 3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 7.3-5
4
5
ἐκ πεντακοσιομεδίμνων καὶ ἱππέων καὶ ζευγιτῶν, τοὺς ἐννέα ἄρχοντας καὶ τοὺς ταμίας καὶ τοὺς πωλητὰς καὶ τοὺς ἕνδεκα καὶ τοὺς κωλακρέτας, ἑκάστοις ἀνάλογον τῷ μεγέθει τοῦ τιμήμα[τ]ος ἀποδιδοὺς τὴν ἀρχήν· τοῖς δὲ τὸ θητικὸν τελοῦσιν ἐκκλησίας καὶ δικαστηρίων μετέδωκε μόνον. 4 ἔδει δὲ τελεῖν πεντακοσιομέδιμνον μὲν ὃς ἂν ἐκ τῆς οἰκείας ποιῇ πεντακόσια μέτρα τὰ συνάμφω ξηρὰ καὶ ὑγρά, ἱππάδα δὲ τοὺς τριακόσια ποιοῦντας, ὡς δ’ ἔνιοί φασι τοὺς ἱπποτροφεῖν δυναμένους. σημεῖον δὲ φέρουσι τό τε ὄνομα τοῦ τέλους, ὡς ἂν ἀπὸ τοῦ πράγματος κείμενον, καὶ τὰ ἀναθήματα τῶν ἀρχαίων· ἀνάκειται γὰρ ἐν ἀκροπόλει εἰκὼν Διφίλου, ἐφ’ ᾗ ἐπιγέγραπται τάδε· Διφίλου Ἀνθεμίων τήνδ’ ἀνέθηκε θεοῖς, θητικοῦ ἀντὶ τέλους ἱππάδ’ ἀμειψάμενος. 5 καὶ παρέστηκεν ἵππος ἐκμαρτυρῶν ὡς τὴν ἱππάδα τοῦτο σημαίνουσαν. οὐ μὴν ἀλλ’ εὐλογώτερον τοῖς μέτροις διῃρῆσθαι, καθάπερ τοὺς πεντακοσιομεδίμνους. ζευγίσιον δὲ τελεῖν τοὺς διακόσια τὰ συνάμφω ποιοῦντας. τοὺς δ’ ἄλλους θητικόν, οὐδεμιᾶς μετέχοντας ἀρχῆς· διὸ καὶ νῦν ἐπειδὰν ἔρηται τὸν μέλλ[ον]τα κληροῦσθαί τιν’ ἀρχήν, πο[ῖο]ν τέλος τελεῖ, οὐδ’ ἂν εἷς εἴποι θητικόν.
9-13 Pol. 8.131: Διφίλου … ἀμειψάμενος 6 ἱππάδα δὲ] ιππασιαδ(ε) (ειναι) δ(ε) L, σια del. L1
•
14 μέτροις] μετριοις L
5 τῆς] γῆς Bywater (1891, 108) • 6 ξηρὰ καὶ ὑγρά] ξηρῶν καὶ ὑγρῶν H.-L. coll. Plut. Sol. 18.1 ἐν ξηροῖς ὁμοῦ καὶ ὑγροῖς • 7 δὲ φέρουσι] δ’ ἐφέρουσι H.-L. coll. 3.3 • 9 Διφίλου] {Διφίλου} Thompson (1891, 225) : Διφίλου Murray (1891, 107) • 11 τήνδ’ ἀνέθηκε θεοῖς] τήνδ’ ἔθηκε θεοῖσι Joseph Mayor (1891, 177) • 13 ἐκμαρτυρῶν] ἐπιμαρτυρῶν Tyrrell (1891a, 177) : εἰς μαρτύριον Bl. : del. Wil. apud K.-W.3 • 15 δὲ τελεῖν] δ’ ἔ τελεῖν Kontos (1891, 323) : τελεῖν del. Papageorgios (1892, 533)
[14]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tas60– de forma que fueran desempeñadas por los de quinientos medimnos, los caballeros61 y los propietarios de una yunta, concediendo a cada cual la magistratura que correspondiese a la magnitud de su renta. Sin embargo, a los que tributaban como jornaleros solo les dio participación en la Asamblea y en los tribunales62. Debía tributar en la clase de quinientos medimnos el que obtuviera una producción de quinientas medidas, tanto de áridos como de líquidos, de su propiedad; como caballeros los que obtuvieran trescientas o, según afirman algunos, los que fueran capaces de criar un caballo63. Y como prueba de ello aducen tanto el nombre de esta clase, que habría surgido de ese hecho, como las ofrendas de los antiguos. En efecto, se erige en la Acrópolis una estatua de Dífilo con la siguiente inscripción: Antemión, hijo de Dífilo, ha ofrecido ésta a los dioses, por haber ascendido de la clase de jornalero a la de caballero. Y al lado se levanta un caballo como testimonio de que la clase de los caballeros significaba esto. No obstante, es más lógico que esta clase se definiera por las medidas de producción, igual que los de quinientos medimnos. Por su parte, debían tributar como propietarios de una yunta los que obtuvieran doscientas medidas de ambos productos y como jornaleros los restantes ciudadanos, aunque no participaran en ninguna magistratura. Por eso aún ahora, cuando se pregunta64 al que va a entrar en un sorteo de algún cargo qué tributo paga, nunca diría que el de los jornaleros.
60 Los colacrétai eran oficiales financieros de época temprana en Atenas, que cobraban los impuestos. Todavía en el s. V. a. C. se encargaban del dinero público y el pago de los jurados, pero parece que fueron abolidos en 411 a. C. 61 Aristóteles en Pol. 1274a 20-21, en contradicción con lo que se dice aquí, considera los caballeros como la tercera clase que Solón estableció. 62 Plutarco parece seguir religiosamente a Aristóteles en Solón 18, 2, respecto a la única participación en la ciudad que tuvieron los thétes. 63 Estas dos versiones sobre las condiciones que debían cumplir los ciudadanos para poder integrarse en la clase de los caballeros son también mencionadas por Plutarco, cf. Plu., Sol. 18, 1. 64 Quizás tuviese como sujeto los tesmótetas.
[14]
4
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 8.1-3
8
2
3
Tὰς δ’ ἀρχὰς ἐποίησε κλ[η]ρωτὰς ἐκ προκρίτων, οὓς ἑκάστη προκρίνειε τῶν φυλῶν. προύκρινεν δ’ εἰς τοὺς ἐννέα ἄρχοντας ἑκάστη δέκα καὶ τούτω̣ν ̣ ἐ ̣κ ̣λήρουν· ὅθεν ἔτι διαμένει ταῖς φυλαῖς τὸ δέκα κληρο[ῦ]ν ἑκάστην, εἶτ’ ἐκ τούτων κυαμεύει[ν]. σημεῖον δ’ ὅτι κληρωτὰς ἐποίησεν ἐκ τῶν τιμημάτων ὁ περὶ τῶν ταμιῶν νόμος, ᾧ χρώμενοι δια[τελ]οῦσιν ἔτι καὶ νῦν· κελεύει γὰρ κληροῦν τοὺς ταμίας ἐκ πεντακοσιομεδίμνων. 2 [Σόλ]ων μὲν οὖν οὕτως ἐνομοθέτησεν περὶ τῶν ἐννέα ἀρχόντων· τὸ γ̣ὰρ ἀρχαῖον ἡ ἐν Ἀ[ρεί]ῳ [πάγῳ βου]λὴ ἀνακαλεσαμένη καὶ κρίνασα καθ’ αὑτὴν τὸν ἐπιτήδειον ἐφ’ ἑκάστῃ τῶν ἀρχῶν ἐπ’ [ἐ]νια[υτ]ὸν δ ̣[ιατάξ]α ̣σ ̣α ἀπέστελλεν. 3 φυλαὶ δ’ ἦσαν δ͞ καθάπερ πρότερον καὶ φυλοβασιλεῖς τέτταρες. ἐκ̣ ̣ δὲ [τ]ῆς φυλ ̣ῆ ̣ς ἑκάστης ἦσαν νενεμημέναι τριττύες μὲν τρεῖς, ναυκραρίαι δὲ δώδεκα
[15]10-[16]4 *Phot. ναυκαρία2: φυλαὶ δὲ … ἑκάστην, Poll. 8.108, Hsch. ναύκλαροι 1 τὰς δ’ ἀρχὰς] τ(ης) δ αρχης L ραι L
•
10 τέτταρες] τεσσαρες L
•
11 ναυκραρίαι] ναυκραι-
2 προκρίνειε Gertz (1891, 253) : προύκρινε Bl. (1891, 303) : προκρινει L • 3 τούτων ἐκλήρουν K.-W.1 : τούτους ἐκλήρουν K.1 prob. Ch. (1965, 35) : τούτων ἐκλήρουν K.-W.2 : τοὺς θ¯ ἐκλήρουν Wn. apud K.-W.3 : του . . . ληρουν L, τους scr. L1? s.l. • 4 ἐποίησεν Hude : εποιησαν L • 7 γὰρ K. prob. Thomas : δ’ Wn. (1895, 621) prob. Ch. : γ uel δ L sine compendio • 9 διατάξασα K. : ἄρξοντα K.-W.3 : .[. . . .]. . α L, \ . . . . τα leg. Wn., ]α̣σα leg. Thomas, δ ̣[ιαταξ]α ̣σ ̣α agn. Ch.
[15]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Dispuso que las magistraturas fueran sorteables65 entre un número de candidatos preseleccionados por cada una de las tribus. Para los nueve arcontes cada tribu preseleccionaba a diez candidatos y entre éstos eran escogidos por sorteo. De ahí perdura todavía en las tribus la costumbre de sortear a diez candidatos cada una, para luego, entre éstos, proceder al sorteo con habas66. Una prueba de que dispuso que las magistraturas se sortearan en función de la renta fiscal es la ley concerniente a los tesoreros67, que continúa vigente aún hoy; en efecto, esa ley prescribe escoger por sorteo a los tesoreros entre la clase de quinientos medimnos. Ésta fue, pues, la legislación de Solón relativa a los nueve arcontes. Porque, antiguamente, era el Consejo del Areópago la institución que, tras haber convocado y seleccionado soberanamente a la persona idónea, las asignaba a cada una de las magistraturas y les encomendaba el cargo para un año. En cuanto a las tribus68, había cuatro, igual que antes, así como cuatro reyes de tribus69. Cada una estaba formada por tres tercios70 y 65 En realidad, la elección de los magistrados por el pueblo ya había existido antes de Solón. Y aunque, como aquí se dice, cambió el método de nombramiento, según Hignett, op. cit., p. 99, se trataría lo más probable de que Solón permitiría a la Asamblea mantener su prerrogativa de elección, que se hizo más efectiva por la desunión de los nobles y por la búsqueda del favor popular que pretendían los políticos ambiciosos. 66 Sobre el sorteo mediante las habas, cf. Ar., Av. 1022. 67 Se encargaban de la moneda y del tesoro de Atenas y parece que lo guardaban en el opisthódomos o ‘edificio posterior’, cuya localización se desconoce. En tiempos de Solón se elegían, como se ha visto, entre los pentacosiomédimnoi o de quinientos medimnos. En 434 a. C. se creó un cuerpo de diez tesoreros similares que tenían a su cargo los tesoros de los santuarios del Ática. 68 Los nombres de las cuatro tribus jonias aparecen recogidos por Eurípides en Ión 1576-1581: la primera era la de los Geleontes, después la de los Hopletas y la de los Argadeos y también la de los Egicoreos. Según Plutarco, Sol. 23, 5, había quienes negaban que sus nombres se debieran a los hijos de Ión, sino que aludían a sus formas de vida. Hopletas por ser la clase guerrera, Argadeos, los artesanos, Geleontes, los campesinos y Egicoreos, los pastores. 69 Según Pólux, VIII 111, los phylobasileîs estaban integrados por los eupátridas y participaban de los cultos; se sentaban en el Pórtico del Rey, la Stoá basíleios, junto al Boucólion. En época de Aristóteles juzgaban también los procesos contra objetos inanimados y animales, cf. infra, 57, 4.
[15]
8
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 8.3-4
4
καθ’ ἑκάστην. [ἦ]ν [δ’ ἐπὶ] τῶν ναυκραριῶν ἀρχὴ καθεστηκυῖα ναύκραροι, τεταγμένη πρός τε τὰς εἰ[σ]φορὰς καὶ τὰς δαπ[άνας] τὰς γιγνομένας· διὸ καὶ ἐν τοῖς νόμοις τοῖς Σόλωνος οἷς οὐκέτι χρῶνται πολλαχο[ῦ γ]έγραπται ‘τοὺς ναυκράρους εἰσπράττειν’ καὶ ‘ἀναλίσκειν ἐκ τοῦ ναυκραρικοῦ ἀργυρ[ίο]υ’. 4 β[ου]λὴν δ’ ἐποίησε τετρακοσίους, ἑκατὸν ἐξ ἑκάστης φυλῆς· τὴν δὲ τῶν Ἀρεοπαγιτῶν ἔταξεν ἐπὶ [τὸ] νομοφυλακεῖν, ὥσπερ ὑπῆρχεν καὶ πρότερον ἐπίσκοπος οὖσα τῆς πολιτείας, καὶ τά τε ἄλλα τὰ πλεῖστα καὶ τὰ μέγιστα τῶν πολιτῶν διετήρει καὶ τοὺς ἁμαρτάνοντας ηὔθυνεν κυρία οὖσα καὶ
5-7 Plu. Sol. 19.1-2, Lex. Seg. 444.1 1 ναύκραροι] ναυκραιροι L • 2 γιγνομένας] γινομενας L νομοις L, corr. L1 • 6 Ἀρεοπαγιτῶν] αρειοπαγειτων L
•
3 τοῖς νόμοις] τοις σολωνος
1 ἦν δ’ ἐπὶ K.-W. • 3 πολλαχοῦ Wessely (1892, 12) • 5 ἑκάστης] ἑκάστης Bl.4 6 τὸ Gennadios (1891, 274) • 8 πολιτῶν Richards (1891, 177) : πολιτ(ων) L
•
[16]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
doce agrupaciones navales71. Los magistrados que estaban al frente de las agrupaciones navales eran los jefes de agrupación naval, quienes se ocupaban de los tributos y de los gastos que se generaban. Por eso en las leyes de Solón que ya están en desuso está escrito con frecuencia “que los jefes de agrupación naval cobren” y “que gasten el dinero de las agrupaciones navales”72. Creó un Consejo de Cuatrocientos73, cien de cada tribu, y estableció el Consejo del Areópago para la observancia de la ley, como también antes era guardián de la constitución. Velaba por la mayoría de los asuntos políticos y los más importantes y, en particular, procesaba74 a los que delinquían, puesto que tenía facultad para multar y cas70 Se trata de la tritia o tercio. Era la división de las antiguas cuatro tribus y de las diez nuevas creadas por Clístenes. De las primeras poco se sabe, pero parece que no hay pruebas de que haya relación entre tritias y fratrías, excepto el texto del Fr. 3, cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 68. 71 Concita muchas dudas la definición de las naucraríai. Que fueran divisiones territoriales como testimonian los lexicógrafos es difícil de sostener, porque, como Atenas estaba dividida en cuarenta y ocho naucraríai, doce por cada una de las tribus, y éstas eran organizaciones de personas, no podría tratarse de unidades territoriales, cf. Hansen, op. cit. (1991), p. 362. Incluso este investigador menciona la posibilidad etimológica de que esta palabra pudiera estar relacionada tanto con ναῦς ‘nave’, como con ναός (> νηός > νεώς) ‘templo’, p. 28. Pero si el término no tuviera una connotación territorial, no se explica la referencia de 21, 5, de que Clístenes sustituyó las naucraríai por demos. Sobre este dato aristotélico Hignett responde que parece improbable. Por otro lado, como también se habla de los naúcraroi como responsables en cuestiones financieras, hay tesis que defienden que la naucraría sería un “group of taxpayers”, (sobre esta discusión, cf. Hignett, op. cit., p. 73). Etimológicamente, la opinión mayoritaria entiende que está relacionada con ναῦς ‘nave’. Así ναύκραρος, el que está al frente de una naucraria, significaría ‘capitán de barco’, por lo que es probable que las naucraríai surgieran en un principio como un sistema a través del que los ciudadanos contribuyeran al mantenimiento de la flota de guerra (Rhodes, op. cit., (1981), p. 151). Su origen debe remontarse a tiempos de Cilón (Hdt., V 71) y, por tanto, antes de la legislación de Solón (Hignett, op. cit., p. 21), aunque algunos piensan que datan de época de Pisístrato, ya que la función de las naucraríai presupone un grado de centralización que es inconcebible antes de la tiranía. Además, cf. infra, 21, 5. 72 Estas citas parecen haber sido tomadas de Androción, cf. Hignett, op. cit., p. 68. 73 Sobre este Consejo creado por Solón habla Plutarco (Plu., Sol. 19, 1), que explica los motivos que le impulsaron a establecerlo: el poner ciertos límites a la Asamblea por la situación de creciente intrepidez que vivía el pueblo, cuando le abolieron las deudas. 74 El primitivo sentido del verbo εὐθύνω es ‘poner derecho’,‘enderezar’, pero después significó ‘pedir cuentas’ respecto al examen de la conducta de los magistrados. Pero
[16]
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 8.4 - 9.1
5
9
[ζη]μιοῦν καὶ κολάζειν, καὶ τὰς ἐκτίσεις ἀνέφερεν εἰς πόλιν οὐκ ἐπιγράφουσα τὴν π[ρ]όφασιν τ ̣ο ̣[ῦ] κατατ[ί]θεσ ̣θαι, καὶ τοὺς ἐπὶ καταλύσει τοῦ δήμου συνισταμένους ἔκρινεν, Σόλωνος θέντ[ος] νόμον εἰσα[γγ]ελ[ία]ς περὶ αὐτῶν. 5 ὁρῶν δὲ τὴν μὲν πόλιν πολλάκις στασιάζουσαν, τῶν δὲ πολιτῶν ἐνίους διὰ τὴν ῥᾳθυμ[ία]ν [ἀγα]πῶντας τὸ αὐτόματον, νόμον ἔθηκεν πρὸς αὐτοὺς ἴδιον, ὃς ἂν στασιαζούσης τῆς πόλεως μ[ὴ] θῆται τὰ ὅπλα μηδὲ μεθ’ ἑτέρων, ἄτιμον εἶναι καὶ τῆς πόλεως μὴ μετέχειν. Τὰ μὲν οὖν [περὶ τ]ὰς ἀρχὰς τ[οῦ]τον εἶχε τὸν τρόπον. δοκεῖ δὲ τῆς Σόλωνος πολιτείας τρία ταῦτ’ εἶναι τὰ δημοτικώτατα· πρ̣ῶτο̣[ν] μὲν καὶ
4-7 Sol. 38 Rusch., Plu. Sol. 20.1, Ser. num. uind. 4.550 B-C, Praec. ger. reip. 32.823F, Cic. Att. 10.1.2, *Gell. 2.12 • 8-9 Arist. Pol. 1273 b 35-1274 a 3 4 πολλάκις] πολλακι L 2 τ ̣ο ̣[ῦ] κ[(ατα)]τ[ί]θεσθαι conieci : τοῦ ἐκτίν]εσθαι Tyrrell (1891a, 177) prob. Bl.3 : τοῦ εὐθύν]εσθαι Bl. (1891, 303): δι’ ὃ [τὸ ἐ]κτ[ίν]εσθαι K.4 : δ ̣[ιὰ] τὸ̣ ̣ [ε]ὐ ̣θύ[ν]εσ ̣θαι Wn., del. K.-W3 : locum corruptum esse cens. Ch. : . . [.] . . [ ]εσ ̣θ(αι) L, κτ agn. K.4, Bl.3, θυ satis clarum leg. Wn. Thomas Ch. • 5 ἀγαπῶντας Tyrrell (1891b, 210) : περιορῶντας Bury (1891, 177) • 9 ταῦτ’] ταδ’ H.-L. : πάντων Kaibel (1893, 144) : del. Bl.4 : παυτ L, corr. L4 / τὰ del. H.-L.
[17]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tigar. Además, transfería el importe de las multas a la Acrópolis75, sin registrar el motivo del depósito, y juzgaba a los que conspiraban para subvertir los derechos del pueblo, dado que Solón había instituido en este asunto una ley de denuncias públicas76. Pero, como veía que la ciudad se enzarzaba con frecuencia en revueltas y que algunos de los ciudadanos, por indiferencia, se contentaban con lo que el azar les deparase, dispuso una ley particular contra ellos: “Si uno no empuña las armas ni se alinea con otros, cuando surjan revueltas en la ciudad77, sea proscrito78 y no participe en los asuntos de la ciudad”. Así pues, la organización concerniente a las magistraturas era de ese tenor. De la constitución de Solón parece que estos tres aspectos en Atenas a veces era empleado con un sentido más jurídico y, aunque el Areópago hasta la época de Efialtes juzgaba toda clase de delitos, aquí el verbo lo que pone énfasis es en el castigo de los delincuentes. 75 El llamar pólis a la Acrópolis fue una costumbre habitual en la Grecia antigua. 76 En este momento las denuncias se presentaban en el Areópago, en la época clásica ante el Consejo, la Asamblea o los magistrados. Había varios tipos de eisangelíai, sobre ello cf. comentario, infra, 29, 4. 77 Esta ley es mencionada varias veces por Plutarco, que la califica de “paradójica e ilógica”, cf. Plu., Sol. 20, 1; Mor. 550C, 823F, 965D. 78 Aquí átimos puede significar ‘proscrito’. Se ha de decir que un ciudadano ateniense, por sus delitos, podía ser objeto de la atimía, cuya definición cambió con el tiempo. La atimía de este pasaje parece que es la del tipo arcaico, cf. L. Piccirilli, “Aristotele e l’ atimia. Athen. Pol. 8, 5”, ASNP 6, 1976, pp. 739-761. En la época más antigua comportaba un grado de dureza mayor que al final del s. V a. C., cuando su aplicación se tornó más suave. En los primeros tiempos, por tanto, significaba ser proscrito. Consistía en la pérdida de la capacidad jurídica, con confiscación de bienes y expulsión de la ciudad e incluso, si el átimos no se había exiliado, podía encontrar la muerte a manos de aquel ciudadano que lo sorprendiera en el país. Posteriormente al átimos se le castigaba solo con la privación de los derechos cívicos. A este ciudadano le estaba vetado entrar en los templos, en el ágora y hablar en la Asamblea, aunque es probable que mantuviera otros derechos, como casarse con una ateniense (Macdowell, op. cit. (1978), pp. 73-75) o poder participar de la Asamblea sin voz, pero con voto, para que no pudiera presentar sus propias propuestas (A. Biscardi, Diritto greco antico, Varese 1982, p. 85). Esta privación de derechos podía ser de por vida y a veces la heredaban sus descendientes. Biscardi, op. cit., pp. 84-86, por su parte, estudia con mucho detalle los distintos tipos de atimía, total y parcial, absoluta y relativa, considerando que “en tiempos de Solón había ya ejemplos de atimía total relativa que será, por antonomasia, la que se imponga en época clásica, cuando nace junto a ella una nueva atimía, no total, sino parcial”, p. 295.
[17]
5
9
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 9.1-2
2
μέγιστον τὸ μὴ δανείζειν ἐπὶ τοῖς σώμασιν, ἔπειτα τὸ ἐξεῖναι τῷ βουλομένῳ τιμωρ[εῖ]ν ὑπὲρ τῶν ἀδικουμένων, τρίτον δὲ, μάλιστά φασιν ἰσχυκέναι τὸ πλῆθος, ἡ εἰς τὸ δικαστ̣ή̣[ριον] ἔφε[σι]ς· κύριος γὰρ ὢν ὁ δῆμος τῆς ψήφου, κύριος γίγνεται τῆς πολιτείας. 2 ἔτι δὲ καὶ διὰ τὸ μὴ γεγράφθ[αι το]ὺς νόμους ἁπλῶς μηδὲ σαφῶς, ἀλλ’ ὥσπερ ὁ περὶ τῶν κλήρων καὶ ἐπικλήρων, ἀνάγκη [πο]λλὰς ἀμφισβητήσεις γίγνεσθαι καὶ πάντα βραβεύειν καὶ τὰ κοινὰ καὶ τὰ ἴδια τὸ δικασ[τ]ήρι[ον]. οἴονται μὲν οὖν τινες ἐπίτηδες ἀσαφεῖς
1-2 Plu. Sol. 18.6 Sol. 18.4
•
1 δανείζειν] δανιζειν L
2-4 Arist. Pol. 1274 a 3-21, Plu. Sol. 18.2-3
•
4 γίγνεται] γινεται L
•
[18]4-[19]4 Plu.
γίγνεσθαι] γινεσθ(αι) L
2 τιμωρεῖν Paton (1891, 225) / H.-L. : K.-W. • 7 τὸ δικαστήριον K.-W.
[18]
•
•
6 πολλὰς Bl. (1891, 303)
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
eran los más democráticos. El primero y el más importante, el no garantizar los préstamos con la propia persona79; el segundo, permitir a cualquiera exigir un castigo en defensa de las personas agraviadas80; y el tercero, con lo que dicen que la multitud ha conseguido el máximo poder, la apelación81 al tribunal82. Pues cuando el pueblo es soberano del voto se hace soberano del régimen de gobierno. Además, como las leyes no estaban redactadas de un modo sencillo ni claro83, sino al estilo de la ley relativa a las herencias y herederas, surgían por fuerza numerosas controversias84 y, sobre cualquier asunto, tanto público como privado, el tribunal decidía. Así que, en opinión de algunos, redactó las leyes deliberadamente de manera poco 79
Cf. supra, 6.1. Una de las características más representativas del derecho de la pólis era reconocer a sus ciudadanos la facultad de denunciar a otro que no cumplía con su deber y de emprender una acción contra él, cf. Biscardi, op. cit., p. 84; respecto a los deberes familiares, cf. U. E. Paoli, “L’antico diritto di Gortina”, Antologia giuridica romanistica ed antiquaria, Milano 1968, p. 24. Es el sistema de las graphaí o acciones públicas. Plutarco recoge este rasgo soloniano democrático de que cualquier ciudadano podía emprender una acción y perseguir al delincuente en Sol. 18, 6-7. 81 La apelación o ἔφεσις al tribunal fue una de las medidas más democráticas. Mediante el ejercicio de la éphesis un ciudadano podía someter al juicio de un tribunal heliástico toda decisión de un magistrado con la que no estuviera de acuerdo. Según U. E. Paoli, “La ΕΦΕΣΙΣ ΕΙΣ ΤΟ ΔΙΚΑΣΤΗΡΙΟΝ en droit attique”, RIDA, 1950, p. 337, significa el derecho de rechazar la decisión de un magistrado y ser juzgado de nuevo por un tribunal popular, la Heliea, que era la base y el poder de la democracia. Es lo que le ocurre a un cierto Euxíteo, que es excluido de las listas de inscritos y no está de acuerdo, por lo que apela al tribunal (D., 57 (Eub.). Los documentos epigráficos áticos del s. V a. C. también hablan de este derecho, cf. IG I3 40. Sobre la éphesis, cf. también E. Tamburini, “Problemi relativi ad «eliea» ed «ephesis» in età soloniana”, CS 27, 1990, pp. 193-208. 82 Para Rhodes, op. cit. (1981), p. 160, el que Aristóteles y Plutarco (Sol. 18, 3) utilizaran el término δικαστήριον puede ser anacrónico, pues debía de haber aparecido Heliea. La razón que aduce Santoni reside en que prevalece el plano de la reflexión filosófica general de forma parecida a lo que encontramos en su obra Política, cf. A. Santoni, “Δικαστήριον in Athenaion Politeia IX, 1”, SCO 46, 1997, pp. 423-426. 83 Plutarco también hace alusión a esta imprecisión de las leyes de Solón que daba lugar a muchas disputas, τοὺς νόμους ἀσαφέστερον γράψας καὶ πολλὰς ἀντιλήψεις ἔχοντας, cf. Plu., Sol. 18, 4. 84 El término ἀμφισβήτησις, en sentido amplio, significa ‘disputa’, ‘litigio’, en realidad, corresponde a la palabra latina controversia. En Roma había controversia o litigio, cuando se trataba de casos sobre el status, proprietas, possessio, hereditas. El derecho ático nunca utiliza la palabra δίκη para la protección de la propiedad, sino 80
[18]
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 9.2 - 10.2
10 2
αὐτὸν ποιῆσαι τοὺς νόμους, ὅπως ᾖ τῆς κρίσεως [ὁ] δῆ[μος κ]ύριος. οὐ μὴν εἰκός, ἀλλὰ διὰ τὸ μὴ δύνασθαι καθόλου περιλαβεῖν τὸ βέλτιστον· οὐ γὰρ δίκ[αι]ο[ν] ἐκ τῶν νῦν γιγνομένων, ἀλλ’ ἐκ τῆς ἄλλης πολιτείας θεωρεῖν τὴν ἐκείνου βούλησιν. Ἐν [μὲν οὖν τ]οῖς νόμοις ταῦτα δοκεῖ θεῖναι δημοτικά, πρὸ δὲ τῆς νομοθεσίας ποιήσας τὴν τῶν χ[ρ]εῶν [ἀπο]κοπὴν καὶ μετὰ ταῦτα τήν τε τῶν μέτρων καὶ σταθμῶν καὶ τὴν τοῦ νομίσματος αὔ[ξ]ησιν. 2 ἔπ’ ἐκείνου γὰρ ἐγένετο καὶ τὰ μέτρα μείζω τῶν Φειδωνείων, καὶ ἡ μνᾶ πρότερον ἔ ̣χ ̣[ο]υσα [σ]ταθμὸν ἑβδομήκοντα δραχμὰς ἀνεπληρώθη ταῖς ἑκατόν. ǁ IV ἦν δ’ ὁ
5-9 Androt. 324 F 34
•
[19]9-[20]1 Philoch. 328 F 200, Plu. Thes. 25.3, Poll. 9.60
2 καθόλου περιλαβεῖν] π(ερι)λαβειν καθολου π(ερι)λαβειν L, π(ερι)λαβειν1 del. L1 γιγνομένων] γινομ(εν)ων L
•
3
1 ὁ δῆμος κύριος Papageorgios (1892, 536) • 6 ποιήσας K.-W. : ποιῆσαι Kontos (1891, 328) : ποιησα. L, ποιησαι leg. K.3-5, ποιησας leg. Wn. prob. Ch. • 8 ἔχουσα Wn. (1895, 621) prob. K4 : ἄγουσα Wyse (1891a, 108) : . . [ο]υσα L, uel α ̣γ[ο]υσα ̣ uel ε ̣χ ̣[ο]υσα legi posse cens. Ch. • 9 σταθμὸν Diels (1893, 776)
[19]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
clara85, para que el pueblo fuera soberano de las decisiones judiciales. Pero esto no es verosímil, sino que la causa reside en la imposibilidad de abarcar lo mejor con normas generales. Pues no es justo juzgar la voluntad de aquél desde los resultados actuales, sino desde el resto de su constitución. Así pues, éstas parecen ser las medidas democráticas86 que dispuso en sus leyes. En cambio, la cancelación de las deudas la acometió antes de su actividad legislativa, mientras que después de ésta introdujo el aumento de las medidas y los pesos, así como de la moneda87. En su época, en efecto, las medidas se hicieron mayores que las de Fidón88. Y la mina, que pesaba antes setenta dracmas, fue completada en cien dracmas89. La primitiva pieza de moneda era la di-
ἀμφισβήτησις, cf. L. Beauchet, Histoire du droit privé de la République athénienne, Paris 1897, vol. 3, pp. 376-377. Por tanto, las herencias eran del dominio de la ἀμφισβήτησις. Así que se utiliza con frecuencia el verbo ἀμφισβητέω con el significado de ‘reivindicar’ en contextos que aluden a herencias, y la reivindicación debía ser llevada a cabo por parte de un pariente, cf. varios pasajes de Iseo (Is., 3 (Pir.), 51, 52, 58, 66 y sobre todo, Is., 6 (Fil.), 3), donde se indica que, según la ley, estaba permitido a cualquier ateniense reivindicar la herencia. Cf. también comentario, supra, 3, 4. Una ley sobre la reivindicación de las herencias en D., 43 (Macar.), 16. 85 Sobre este pasaje Harrison, op. cit., p. 123, n. 1, considera que Aristóteles fue consciente de que estos múltiples litigios no fueron debido al maquiavelismo de Solón, sino a la dificultad de prescribir regulaciones generales para un tema tan complejo. 86 Sin embargo, según H. van Effenterre, “Solon et la terre d’ Éleusis”, RIDA 24, 1977, pp. 91-130, la política de Solón se adaptaba más a un Estado aristócratico que democrático. 87 Plutarco pone en relación la cancelación de las deudas con las reformas de medidas y pesos, pues dice que, al aumentar la mina de setenta y tres a cien dracmas, como devolvían la misma cantidad se beneficiaron los que habían pagado grandes cantidades, pero tampoco salieron perjudicados los que cobraban (Plu., Sol. 15, 4). 88 Según Heródoto, VI 127, Fidón de Argos creó el sistema de pesos y medidas en el Peloponeso, antes de Solón, aunque su fecha concreta es incierta. Su datación oscila entre el s. VIII y el s. VII a. C. Sobre esta última fecha se inclina Th. Lenschau, “Pheidon”, en Pauly-Wissowa, RE, XIX, 2, München 1974 (=1938), col. 1939 ss. Era el rey de Argos que se convirtió en tirano (Arist., Pol. 1310b26), pero no parece que estableciera la primera moneda griega, como se le ha atribuido. 89 Se ha dicho que Solón sustituyó el sistema de Egina por el euboico, pero hoy en día la mayoría de los investigadores considera que las primeras monedas de Atenas proceden de época más tardía que la de Solón, cf. Rhodes, op. cit. (2004), p. 80.
[19]
10
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 10.2 - 11.2
11
2
ἀρχαῖος χαρακτὴρ δίδραχμον. ἐποίησε δὲ καὶ σταθμὰ πρὸς τ[ὸ] νόμισμα τρεῖς καὶ ἑξήκοντα μνᾶς τὸ τάλαντον ἀγούσας, καὶ ἐπιδιενεμήθησαν [αἱ τ]ρ̣ε ̣ῖς̣ ̣μναῖ τῷ στατῆρι καὶ τοῖς ἄλλοις σταθμοῖς. Διατάξας δὲ τὴν πολιτείαν ὅνπερ εἴρηται τρόπον, ἐπειδὴ προσιόντες αὐτῷ περὶ τῶν νόμων ἐνώχλουν, τὰ μὲν ἐπιτιμῶντες τὰ δ’ ἀνακρίνοντες, βουλόμενος μήτε ταῦτα κινεῖν μήτ’ ἀπεχθάνεσθαι παρών, ἀποδημίαν ἐποιήσατο κατ’ ἐμπορίαν ἅμα καὶ θεωρίαν εἰς Αἴγυπτον, ε[ἰπ]ὼν ὡς οὐχ [ἥ]ξει δέκα ἐτῶν· οὐ γὰρ οἴεσθαι δίκαιον εἶναι τοὺς νόμους ἐξηγεῖσθαι παρών, ἀλλ’ ἕκαστον τὰ γεγραμμένα ποιεῖν. 2 ἅμα δὲ καὶ συνέβαινεν αὐτῷ τῶν τε γνωρίμων διαφόρους γεγενῆσθαι πολλοὺς διὰ τὰς τῶν χρεῶν ἀποκοπάς, καὶ τὰς στάσεις ἀμφοτέρας μεταθέσθαι διὰ τὸ παράδοξον αὐτοῖς γενέσθαι τὴν κατάστασιν· ὁ μὲν γὰρ δῆμος ᾤετο πάντ’ ἀνάδαστα ποιήσειν αὐτόν, οἱ δὲ γνώριμοι πάλιν εἰς τὴν αὐτὴν τάξιν ἀποδώσειν ἢ μι[κ]ρὸ ̣ν
4-9 Hdt. 1.29, Plu. Sol. 25.6-26.1 6 κινεῖν] κεινειν L
•
•
[20]12-[21]1 Plu. Sol. 16.1
12 κατάστασιν] σανταξιν L, corr. L1 s.l.
5 ἐνώχλουν] ἠνώχλουν Joseph Mayor (1891, 109) • 7 εἰπὼν Wessely (1892, 12) 8 ὡς οὐχ ἥξει H.-L. (p. X) • 13 εἰς del. K.-W.1,3 : ἢ K.-W.2
[20]
•
7-
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
dracma90. Además, estableció la proporción de los pesos con la moneda fijando en sesenta y tres minas el peso de un talento. Las tres minas de más91 fueron repartidas entre el estater92 y los demás pesos93. Una vez que organizó la constitución del modo que se ha dicho, como se le acercaban para importunarle, unas veces con críticas, otras con preguntas sobre las leyes, y como ni quería reformarlas ni hacerse odioso con su presencia, emprendió un viaje a Egipto94 con fines comerciales, pero a la vez por el deseo de verlo95. Y advirtió que no volvería en diez años, puesto que creía que no era justo quedarse allí para interpretar las leyes, sino que cada uno actuase según lo escrito. Al mismo tiempo se daba el caso de que muchos nobles se habían puesto en contra de él por haber cancelado las deudas y que las facciones en discordia de uno y otro signo habían cambiado de idea, porque las disposiciones constitucionales fueron diferentes a las expectativas creadas; en efecto, el pueblo esperaba que él haría un nuevo reparto de todo96 y los nobles, que volvería otra vez al mismo sistema 90
A partir de Solón sería la tetradracma, cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 167. Las tres minas que se añadieron al talento, pues éste seguía equivaliendo a sesenta minas, pero pesaba tres minas de plata más que en el sistema presoloniano, cf. Rhodes, op. cit. (1981), pp. 167-168. 92 Moneda acuñada en distintos materiales, cuyo peso y valor varió según la época y la ciudad. En unos sistemas monetarios el estater de plata equivalía a dos dracmas, en otros a cuatro. 93 Aristóteles no menciona las reformas que Solón hizo sobre el comercio y las manufacturas, que fueron muy importantes para el desarrollo de Atenas y para los intereses de la clase media; sin embargo, Plutarco las menciona en Sol. 24, 1. Tampoco se detiene en las leyes sobre la familia y el matrimonio, aunque hace mención del epiclerato, a las que Plutarco dedica las secciones 20, 21, 22. Sobre estas reformas de la familia, cf. M. B. Arthur, “Early Greece: The Origins of the Western Attitude toward Women”, Arethusa 6, 1973, pp. 31 ss. 94 Razones parecidas da Plutarco sobre la ausencia de Solón durante diez años, cf. Plu., Sol. 25, 6, donde Solón puso como pretexto motivos financieros. 95 El término θεωρία es interpretado por Arrighetti, op. cit., p. 103, no ‘por curiosidad’, como traducen Mathieu- Haussoullier, op. cit., p. 10, sino con un sentido intelectual de ‘amore di sapere’. Fue también una razón cultural lo que llevo a Solón a viajar a Egipto. 96 Cf. Plu., Sol. 16, 1, los ricos estaban descontentos por la anulación de los contratos y los pobres porque no les hizo el reparto de tierras. 91
[20]
11
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 11.2 - 12.3
12
2
3
παραλλάξ[ειν]. Σ ̣όλ ̣ων ἀμφοτέροις ἠναντιώθη, καὶ ἐξὸν αὐτῷ μεθ’ ὁποτέρων ἐβούλετο συστάν[τ]α τυραννεῖν εἵλετο πρὸς ἀμφοτέρους ἀπεχθέσθαι, σώσας τὴν πατρίδα καὶ τὰ βέ[λτι]στα νομοθετήσας. Ταῦτα δ’ ὅτι τοῦτον τρόπον ἔσχεν οἵ τ’ ἄλλοι συμφωνοῦσι πάντες καὶ αὐτὸς ἐν τῇ ποιήσει μέμνηται περὶ αὐτῶν ἐν τοῖσδε· δήμῳ μὲν γὰρ ἔδωκα τόσον γέρας ὅσσον ἀπαρκεῖ, τιμῆς οὔτ’ ἀφελὼν οὔτ’ ἐπορεξάμενος· οἳ δ’ εἶχον δύναμιν καὶ χρήμασιν ἦσαν ἀγητοί, καὶ τοῖς ἐφρασάμην μηδὲν ἀεικὲς ἔχειν. ἔστην δ’ ἀμφιβαλὼν κρατερὸν σάκος ἀμφοτέροισι, νικᾶν δ’ οὐκ εἴασ’ οὐδετέρους ἀδίκως. 2 πάλιν δ’ ἀποφαινόμενος περὶ τοῦ πλήθους, ὡς αὐτῷ δεῖ χρῆσθαι· δῆμος δ’ ὧδ’ ἂν ἄριστα σὺν ἡγεμόνεσσιν ἕποιτο, μήτε λίαν ἀνεθεὶς μήτε βιαζόμενος· τίκτει γὰρ κόρος ὕβριν, ὅταν πολὺς ὄλβος ἕπηται ἀνθρώποις ὁπόσοις μὴ νόος ἄρτιος ᾖ. 3 καὶ πάλιν δ’ ἑτέρωθί που λέγει περὶ τῶν διανείμασθαι τὴν γῆν βουλομένων· οἳ δ’ ἐφ’ ἁρπαγαῖσιν ἦλθον ἐλπίδ’ εἶχον ἀφνεάν,
1-3 Aristid. 2.278.10-16 Jebb • 6-11 Plu. Sol. 18.5: δήμῳ … ἀδίκως • 13-14 Plu. Publ. 25.6: δῆμος … βιαζομενος • 15-16 Thgn. 153-154: τίκτει ... ἦ, cf. Paroem. Gr. 1.308.22 6 δήμῳ] δημοι L
•
17 διανείμασθαι] δ(ια)νεμασθ(αι) L
1 παραλλάξειν. Bl. (1891, 303), ο δε s.l. agn. Wn. / Σόλων Wn. (1892, 621) • 2 ἐβούλετο H.-L. : ηβουλετο L • 3 ἀπεχθέσθαι Wyse (1891a, 109) : απεχθεσθηναι L • 4 ἔσχεν] εἶχεν K.-W. • 6 γέρας] κράτος Plut. / ἀπαρκεῖ] ἀπαρκεῖν H.-L. : ἐπαρκεῖ Plut. : ἐπαρκεῖν Brunck • 7 ἐπορεξάμενος Plut. : απορεξαμ(εν)ος L • 8 οἳ Plut. : οσοι L • 14 λίαν] λίην Plut. (cod. S) / βιαζόμενος] πιεζόμενος Plut. • 15 πολὺς] κακῷ Thgn. • 16 ἀνθρώποις ὁποσοις agn. West prob. Ch. (ἀνθρώποισιν ὅσοις edd.) : ἄνθρώπῳ καὶ ὅτῳ Thgn. • 17 καὶ πάλιν δ’] πάλιν δ’ K.-W. : καὶ πάλιν fort. legendum esse cens. Bl.2-4 • 19 οἳ] οἱ West / ἐφ’ ἁρπαγαῖσιν ἦλθον] ἐφ’ ἁρπαγῇ συνῆλθον Richards (1893, 212) coll. Dem. 19.255 = fr. 4.13 West ἐφ’ ἁρπαγῇ : ἐφ’ ἁρπαγαῖς συνῆλθον Sakellarios (1899, 494)
[21]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
o lo cambiaría poco. Pero Solón se opuso a unos y otros, y pese a la oportunidad que se le presentaba de hacerse tirano si se unía a cualquiera de los dos bandos que quisiera, prefirió ser odiado por ambos tras salvar la patria y promulgar la mejor legislación. Y que estos sucesos ocurrieron de ese modo, todos los demás lo reconocen y él mismo en su poema lo recuerda en los siguientes términos: Al pueblo otorgué tantas prerrogativas cuantas eran suficientes, sin rebajarle ni aumentarle su dignidad; y a los que tenían poder y eran admirados por su riqueza, a éstos cuidé de que nada indecoroso les ocurriera. Me mantuve en pie, ciñendo un fuerte escudo ante unos y otros, y no permití que ninguno de los dos venciera con injusticia97. Y otra vez cuando opina acerca de la muchedumbre, de cómo es preciso tratarla: Así seguiría el pueblo del mejor modo posible a sus jefes, si no se le deja demasiado suelto ni se le violenta. Pues la saciedad engendra insolencia, cuando una gran prosperi[dad alcanza a los hombres que no tienen equilibrada su mente. Y de nuevo en otro lugar habla acerca de los que deseaban que se repartiera la tierra: Los que vinieron en busca de saqueos grandes esperanzas alimen[taban
97
Este mismo poema es recogido por Plu., Sol. 18, 5.
[21]
12
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 12.3-4
4
κἀδόκουν ἕκαστος αὐτῶν ὄλβον εὑρήσειν πολύν, καί με κωτίλλοντα λείως τραχὺν ἐκφανεῖν νόον. χαῦνα μὲν τότ’ ἐφράσαντο, νῦν δέ μοι χολούμενοι λοξ ̣ὸ ̣ν ̣ὀ ̣φθαλμοῖσ’ ὁρῶσι πάντες ὥστε δήϊον. οὐ χρεών· ἃ μὲν γὰρ εἶπα σὺν θεοῖσιν ἤνυσα, ἄλ[λ]α δ’ οὐ μάτην ἔερδον, οὐδέ μοι τυραννίδος ἁνδάνει βίᾳ τι [ῥέζ]ειν, οὐδὲ πιεί[ρ]ας χθονὸς πατρίδος κακοῖσιν ἐσθλοὺς ἰσομοιρίαν ἔχειν. 4 [π]ά ̣λ ̣ιν̣ ̣ δὲ καὶ περὶ τῆς ἀπ[ο]κοπῆς τῶν χ[ρ]εῶν καὶ τῶν δουλευόντων μὲν πρότερον ἐλευθερωθέντων δὲ διὰ τὴν σεισάχθειαν· ἐγὼ δὲ τῶν μὲν οὕνεκα ξυ ̣νήγαγον δῆμον, τί τούτων πρὶν τυχεῖν ἐπαυσάμην; συμμαρτυροίη ταῦτ’ ἂν ἐν δίκῃ χρόνου μήτηρ μεγίστη δαιμόνων Ὀλυμπίων ἄριστα, Γῆ μέλαινα, τῆς ἐγώ ποτε ὅρους ἀνεῖλον πολλαχῇ πεπηγότα[ς], πρόσθεν γε δουλεύουσα, νῦν δ’ ἐλευθέρα.
3-4 Plu. Sol. 16.3: χαῦνα … δήϊον • 5-6 Aristid. Or. 28.137: ἃ μὲν … ἔερδον • [22]13[24]2 Aristid. Or. 28.138-140: συμμαρτυροίη ... λύκος • 16-17 Plu. Sol. 15.6: ὅρους ... ἐλευθέρα 8 εσθ[ incipit B Ia
•
9 τῆς] τ(ην) L
2 καί με] κἀμὲ K.-W3 • 3 χαῦνα] χάρμα Plut. (cod. S) • 5 εἶπα] ἄελπτα Aristid. • 6 ἄλλα δ’ οὐ Bury (1891, 177) • 7 ῥέζειν K. : κινεῖν Bury (1891, 178) : [. .]ζεν L, [. .] . ε[ι]ν agn. West • 9 πάλιν K. prob. Ch. : λέγει Kontos (1891, 332) : [.] . . . . L, [.] . . ει leg. Wn. (ν̣ει uel μ̣ει uel σ̣ει) / ἀποκοπῆς τῶν χρεῶν Wessely (1892, 13) • 11 ξυνήγαγον Platt (1891, 178) • 11-12 τῶν … ἐπαυσάμεν interpunxit Jebb (1897, 98-105) • 13 συμμαρτυροίη] συμμαρτυροίην B • 15 τῆς] ἧς Aristid. / ποτε] fort. τότε legendum esse cens. West coll. Solonis uersibus supra (12.3 χαῦνα μὲν τότ’ ἐφράσαντο) et infra (12.4 ἃ τοῖς ἐναντίοισιν ἥνδανεν τότε) laudatis • 16 πολλαχῇ] πολλαχοῦ Plut. (cod. S) • 17 γε Stadtmüller (1882, 71) : δ(ε) L / νῦν δ’ ἐλευθέρα H.-L. prob. Ch. : νῦν ἐλευθέρα K. : νυνλευθερα L, νυνδ(ε)λευθερα L1
[22]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
y cada uno de ellos creía que obtendría inmensa riqueza y que yo, aun con blandas palabras, mostraría una mente impla[cable. Vanos propósitos entonces meditaban y ahora irritados conmigo todos me lanzan una torva mirada como si fuera su enemigo. No debieran, pues lo que dije lo cumplí con ayuda de los dioses y en lo demás no actué sin motivo: ni la tiranía me agrada alcanzar por la fuerza ni que en la fértil tierra de mi patria los nobles y los humildes igual parte tengan. Y otra vez se refiere a la cancelación de las deudas y a quienes antes trabajaban como esclavos, pero fueron liberados merced a la remoción de las cargas: Mas yo, por cuantos asuntos reuní al pueblo, ¿cuál de ellos abandoné antes de lograrlo? De ello el mejor testigo en el juicio del tiempo sería la excelsa madre de los dioses olímpicos, la Tierra negra, de la que yo un día quité los mojones98 clavados en distintos lugares, pues entonces, sí, era esclava, mas ahora libre99. 98 Conocemos muy bien los hóroi a partir del s. IV a. C. Eran los mojones que, colocados en las fincas, daban publicidad a las hipotecas y, por tanto, a las deudas que pesaban sobre los inmuebles. Para Beauchet, op. cit,, III, p. 350, debía traducirse por ‘rótulo’, porque, como hipotecaban los jardines separadamente de las casas, el hóros tendría que haber aparecido colocado en ellas. Fueron muy frecuentes en época helenística los hóroi que registraban las hipotecas dotales. Un estudio de los hóroi puede verse en M. I. Finley, Studies in Land and Credit in Ancient Athens 500-200 B.C., New Brunswick 1952; se examinan también algunos hóroi sobre los bienes dotales en I. Calero Secall, La capacidad jurídica de las mujeres griegas en la época helenística. La epigrafía como fuente, Málaga 2004, pp. 65 ss. Pero el significado del hóros en la época presoloniana no es bastante claro. Sobre ello, cf. L. Gernet, “Horoi”, Studi in onore di Ugo Enrico Paoli, Firenze 1955, para quien el hóros marca lo que Fustel de Coulanges llama “el dominio eminente del eupátrida”, p. 348. V. Ehrenberg, From Solon to Socrates. Greek History and Civilization during the sixth and fifth Centuries B. C., London 1968, p. 59, aunque tiene en cuenta la definición de hóros como piedra para indicar las hipotecas, considera que lo de menor importancia es el nombre que se pudiera dar a los contratos de préstamos que surgían en época soloniana con la tierra como garantía. Càssola, op. cit., pp. 76 ss., sostiene que se refiere a los límites entre tierra pública y privada y así, al suprimirlos Solón, evitaba el aumento de tierras en manos privadas de los ricos. 99 Estos dos últimos versos aparecen citados por Plu., Sol. 15, 6.
[22]
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 12.4
πολλοὺς δ’ Ἀθήνας, πατρίδ’ εἰς θεόκτιτον, ἀνήγαγον πραθέντας, ἄλλον ἐκδίκως, ἄλλον δικαίως, τοὺς δ’ ἀναγκαίης ὑπ[ὸ] χρειοῦς φυγόντας, γλῶσσαν οὐκέτ’ Ἀττικὴν ἱέντας, ὡς ἂν πολλαχῇ πλαν[ω]μένους· τοὺς δ’ ἐνθάδ’ αὐτοῦ δουλίην ἀεικέα ἔχοντας, ἤθη δεσποτῶν τρομευμέν[ους], ἐλευθέρους ἔθηκα. ταῦτα μὲν κράτει ὁμοῦ βίην τε καὶ δίκην συναρμόσας ἔρεξα καὶ διῆλθον ὡς ὑπεσχόμ ̣η ̣[ν]. θεσμοὺς δ’ ὁμοίως τῷ κακῷ τε κἀγαθῷ, εὐθεῖαν εἰς ἕκαστον ἁρμόσας δίκην, ἔγραψα. κέντρον δ’ ἄλλος ὡς ἐγὼ λαβών, [κ]ακοφραδής τε καὶ φιλοκτήμων ἀνήρ, οὐκ ἂν κατέσχε δῆμον· εἰ γὰρ ἤθελον ἃ τοῖς ἐναντίοισιν ἥνδανεν τότε, αὖθις δ’ ἃ τοῖσιν οὕτεροι φρασαίατο, πολλῶν ἂν ἀνδρῶν ἥδ’ ἐχηρώθη πόλις.
4-7 Plu. Sol. 15.6: γλῶσσαν … ἔχοντας 1 θεόκτιτον] θεοκτιστον L
•
•
9 Plu. Sol. 15.1: ὁμοῦ … συναρμόσας
18 ἐχει[ desinit B Ia
4 χρειοῦς] χρησμὸν Aristid. : χρεων B / φυγόντας] λέγοντας Aristid. • 5 ὡς ἂν] ὥστε Platt (1896, 251) : ὡς δὴ West • 6 δουλίην] δουλείης Aristid. : δουλείην uel δουλοσύνην Plut. • 7 ἤθη] ἤδη Aristid. • 8 κράτει Aristid. : κρατεει L, κρατη B • 9 ὁμοῦ Aristid., Plut. : νόμου ret. K. : νομου L, ομου B / βίην Plut : βίαν Aristid. : βιαν L, βιην B • τε] δ[ε B / συναρμόσας] ξυναρμόσας Aristid. (codd. nonnulli) • 10 ὑπεσχόμην] υπισχομην L, ]μην B • 11 θεσμοὺς] θεσμον B / δ’ Aristid. : τε L, θ’ scr. L1 s.l., δ ̣ B s.l. / ὁμοίως] ὁμοίους Aristid. (codd. nonnulli) / κακῷ] καλωι B • 15 ἤθελον B : ἤθελαν L • 16 ἃ τοῖς Aristid. : αυτοις L, α το[ις B • 17 αὖθις Aristid. : αυ[. .]ς L, αυτις B / δ’ ἃ τοῖσιν Aristid. (codd. nonnulli) : δὲ αὐτοῖσιν Aristid. (cod. U) : δε αυτοισιν L, δ α τ[οισιν B / οὕτεροι φρασαίατο] ἁτέροις δρᾶσαι διὰ Aristid. (codd.) • 18 ἐχηρώθη] ἐχειρώθη Aristid.
[23]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
A muchos a Atenas, hasta su patria por dioses construida, hice regresar tras haber sido vendidos, uno ilegalmente, otro con justicia, y a otros que por perentoria necesidad habían partido al destierro, sin hablar ya la lengua ática, como si hubieran ido errantes por todas partes. Y a los que aquí mismo soportaban una servidumbre indigna, temerosos del carácter de sus dueños, los hice libres. Esto por la fuerza, a un tiempo ensamblando coacción y justicia, lo realicé. Y cumplí cuanto había prometido. Y leyes iguales para el humilde como para el noble, aplicando a cada uno recta justicia redacté. Mas si, al igual que yo, este aguijón lo hubiese recibido en sus manos otro que fuera insensato y codicioso, no habría contenido al pueblo. Si yo hubiera deseado lo que entonces agradaba a sus enemigos o lo que los otros a su vez maquinaban contra éstos, de cuantiosos hombres esta ciudad habría quedado privada.
[23]
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 12.4 - 13.2
5
13
2
τῶν οὕνεκ’ ἀλκὴν πάντοθεν ποιούμενος ὡς ἐν κυσὶν πολλαῖσιν ἐστράφην λύκος. 5 καὶ πάλιν ὀνειδίζων πρὸς τὰς ὕστερον αὐτῶν μεμψιμοιρίας ἀμφοτέρων· δήμῳ μὲν εἰ χρὴ διαφάδην ὀνειδίσαι, ἃ νῦν ἔχουσιν οὔποτ’ ὀφθαλμοῖσιν ἂν εὕδοντες εἶδον. ὅσοι δὲ μείζους καὶ βίαν ἀμείνονες, αἰνοῖεν ἄν με καὶ φίλον ποιοίατο. εἰ γάρ τις ἄλλος, φησί, ταύτης τῆς τιμῆς ἔτυχεν, οὐκ ἂν κατέσχε δῆμον οὐδ’ ἐπαύσατο πρὶν ἀνταράξας πῖαρ ἐξεῖλεν γάλα. ǁ V ἐγὼ δὲ τούτων ὥσπερ ἐν μεταιχμίῳ ὅρος κατέστην. Τὴν μὲν οὖν ἀποδημίαν ἐποιήσατο διὰ ταύτας τὰς αἰτίας. Σόλωνος δ’ ἀποδημήσαντος ἔτι τῆς πόλεως τεταραγμένης, ἐπὶ μὲν ἔτη τέτταρα διῆγον ἐν ἡσυχίᾳ, τῷ δὲ πέμπτῳ μετὰ τὴν Σόλωνος ἀρχὴν οὐ κατέστησαν ἄρχοντα διὰ τὴν στ[άσ]ιν καὶ πάλιν ἔτει πέμπτῳ διὰ τὴν αὐτὴν αἰτίαν ἀναρχίαν ἐποίησαν. 2 μετὰ δὲ ταῦτα διὰ τῶν αὐτῶν χρόνων Δ[α]μασία[ς] αἱρεθεὶς ἄρχων ἔτη δύο καὶ δύο μῆνας ἦρξεν, ἕως ἐξηλάθη βίᾳ τῆς ἀρχῆς. εἶτ’ 10-11 Plu. Sol. 16.4: οὔτε … γάλα Hsch. ἀγροιῶται
•
12-13 Aristid. 2.278.14 Jebb
•
[24]19-[25]3
5 οὔποτ’] ουποτε L • 14 ταύτας τὰς αἰτίας] ταυτ(ην) τ(ην) αιτιαν L, ταυτας τας αιτιαν L1 • 16 τῷ δὲ] τω δε incipit B Ib 1 ἀλκὴν] ἀρχὴν Aristid. / ποιούμενος] κυκεύμενος Aristid. • 2 πολλαῖσιν Aristid. : πολλ . ισιν L, πολλαισιν agn. Ch., πολληισιν leg. Wn. / ἐστράφην K. ex Aristid. : ετραφην uel εγραφην L • 3 αὐτῶν] αὐτῷ Th. • 4 διαφάδην Kontos (1891, 334) coll. Poll. 2.129 : διαφραδην L • 8 αἰνοῖεν] σαίνοιεν fort. legendum esse cens. West • 10 οὐκ] οὔτ’ Plut. / οὐδ’] οὔτ’ Plut. • 11 ἀνταράξας Bl. (1891, 303) : ἂν ταράξας Plut. : ἢ ταράξας K.-W.2-3 / πῖαρ Plut. : πυαρ L / ἐξεῖλεν] ἐξέλῃ Plut. • 13 ὅρος] ορὸς Jaeger (1929, 32) coll. E., Heracl. 803 ἔστη μέσοισιν ἐν μεταιχμίοις δορός : οὖρος Stinton (1976, 162) • 17 διὰ2 om. L • τὴν αὐτὴν αἰτίαν] ταυτην την [αιτιαν B / ἀναρχίαν Bl. (1891, 303) : αρχαιαν L, deficit B • 18 διὰ τῶν αὐτῶν χρόνων del. K.-W. • 19 ἐξηλάθη] εξηλασθη B
[24]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Por eso defendiéndome en todos los frentes me revolví como un lobo entre muchas perras. En otra ocasión les reprocha los insultos que le hicieron más tarde unos y otros: Si al pueblo es preciso increpar a las claras, la situación que ahora tienen, ni en sueños la hubieran visto nunca con sus ojos. Y cuantos son más fuertes y poderosos deberían aplaudirme y considerarme su amigo. Pues si algún otro, dice, hubiera alcanzado este honor, no habría contenido al pueblo ni lo habría calmado hasta que, de tanto batir la leche, le hubiera quitado la nata, mientras que yo entre éstos, como en tierra de nadie, me mantuve en pie a modo de linde. Por estos motivos, pues, Solón decidió emprender el viaje. Aunque se marchó de viaje cuando la ciudad estaba aún revuelta, los cuatros años siguientes los pasaron en calma; pero al quinto año después del arcontado de Solón, no nombraron arconte a causa del conflicto civil y de nuevo cinco años después dejaron desierto el arcontado por el mismo motivo100. Más tarde, transcurrido el mismo período de tiempo, Damasias fue elegido arconte y gobernó durante dos años y dos meses hasta que fue
100 Aquí se nos dice que hubo dos períodos sin arconte. Probablemente pudo haber ocurrido que se hubiera impugnado la elección (X., HG II 3, 1). La cronología del período sin arconte ofrece diversas interpretaciones. Si el arcontado de Solón fue en 592/1 a. C., al pasar cuatro años en calma, la época sin arconte sería en 587/6 a. C. y el segundo año sin arconte 583/2 a. C. (cf. Mathieu - Haussoullier, op. cit., p. 13). Para otros, al situar el arcontado de Solón en 594/3 a. C., los períodos de anarquía serían el 590/89 y 586/5 a. C.; sobre otras interpretaciones, véase Rhodes, op. cit. (1981), pp. 180181.
[24]
5
13
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 13.2-5
3
4
5
ἔδοξ[εν] αὐτοῖς διὰ τὸ στασιάζειν ἄρχοντας ἑλέσθαι δέκα, πέντε μὲν εὐπατριδῶν, τρεῖς δὲ ἀγροίκων, δύο δὲ δημιουργῶν, καὶ οὗτοι τὸν μετὰ Δαμασίαν ἦρξαν ἐνιαυτόν. ᾧ καὶ δῆλον ὅτι μεγίστην εἶχεν δύναμιν ὁ ἄρχων· φαίνονται γὰρ ἀεὶ στασιάζοντες περὶ ταύτης τῆς ἀρχῆς. 3 ὅλως δὲ διετέλουν νοσοῦντες τὰ πρὸς ἑαυτούς, οἱ μὲν ἀρχὴν καὶ πρόφασιν ἔχοντες τὴν τῶν χρεῶν ἀποκοπήν (συνεβεβήκει γὰρ αὐτοῖς γεγονέναι πένησιν), οἱ δὲ τῇ πολιτείᾳ δυσχεραίνοντες διὰ τὸ μεγάλην γεγονέναι μεταβολήν, ἔνιοι δὲ διὰ τὴν πρὸς ἀλλήλους φιλονικίαν. 4 ἦσαν δ’ αἱ στάσεις τρεῖς· μία μὲν τῶν παραλίων, ὧν προειστήκει Μεγακλῆς ὁ Ἀλκμέωνος, οἵπερ ἐδόκουν μάλιστα διώκειν τὴν μέσην πολιτείαν· ἄλλη δὲ τῶν πεδιακῶν, οἳ τὴν ὀλιγαρχίαν ἐζήτουν· ἡγεῖτο δ’ αὐτῶν Λυκοῦργος· τρίτη δ’ ἡ τῶν διακρίων, ἐφ’ ᾗ τεταγμένος ἦν Πεισίστρατος, δημοτι[κ]ώτατος εἶναι δοκῶν. 5 προσεκεκόσμηντο δὲ τούτοις οἵ τε ἀφ[ῃ]ρημένοι τὰ χρέα διὰ τὴν ἀπορ[ί]αν καὶ οἱ
8-12 Hdt. 1.59.3, Sch.Ar.V. 1223, Plu. Sol. 29.1, cf. Plu. Sol. 13.1-2, Amat. 18.763 D, Praec. ger. reip. 10.805 D-E, D.H. 1.13.3, D.L. 1.58 1 μὲν om. L, add. L1 s.l. B Ib
•
4 ἀεὶ] αιει L
•
10 ἄλλη] αλλοι L, corr. L1
•
13 δ ̣ια̣ ̣[ desinit
2 δὲ ἀγροίκων] δ αποικων B • 3 εἶχεν δύναμιν] δυναμιν [ειχ]εν B • 5 νοσοῦντες om. B • 7 δὲ] μεν B • 8 φιλονικίαν] φιλονεικιαν B / δ’ αἱ] δε αι B • 9 προειστήκει] προεστηκει B / οἵπερ] οι δε B • 11 ἐζήτουν] ἐζήλουν Bury (1891, 178) / δ’ ἡ] δὲ Bl. coll. Sch.Ar.V. 1218 τρίτη δὲ τῶν διακρίων
[25]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
expulsado a la fuerza del cargo. Después decidieron que, por causa del conflicto civil, fueran elegidos diez arcontes: cinco de los eupátridas101, tres de los campesinos y dos de los artesanos102. Éstos desempeñaron el cargo durante el año posterior al arcontado de Damasias. Por eso, está claro que el arconte tenía el máximo poder, pues es manifiesto que siempre entraban en conflicto por esta magistratura. En general, seguía empeorando la situación interna de la ciudad, porque, mientras unos ponían como causa y pretexto la cancelación de las deudas (pues les ocurrió que quedaron sumidos en la pobreza), otros estaban descontentos con el régimen de gobierno por el gran cambio operado y algunos por el estado de abierto antagonismo entre unos y otros. Tres eran las facciones103 en conflicto: una, los de la costa, que estaban liderados por Megacles104, hijo de Alcmeón, y que, según parece, perseguían sobre todo el régimen moderado; otra, los de la llanura, que pretendían la oligarquía y estaban capitaneados por Licurgo; y la tercera, los de la montaña, encabezados por Pisístrato105, que pasaba por ser el más grato al pueblo. A éstos últimos se habían unido, a causa de su pobreza, los que habían sido privados de las sumas que se les adeudaba, y movidos por 101 Εὐπατρίδης es un término exclusivo de Atenas, literalmente ‘de buen padre’, pero designa a los aristócratas de nacimiento, cf. la inscripción de Eubea: IG XII 9, 296. Según los atidógrafos Androción y Filócoro (Fr. Gr. Hist. 324 F 4 y 328 F 20 b), los eupátridas fueron excluidos del Areópago, probablemente en época anterior a Solón. Las razones podían deberse a su implicación en las ceremonias purificadoras de los delitos de sangre que juzgaba el Areópago, cf. R. Bianchi Bandinelli, Storia e civiltà dei Greci. Origini e sviluppo della città, vol. 2, Milano 1978, p. 533. 102 Por su etimología, δημιουργός significa ‘obrero del pueblo’. El diferenciarse aquí del ἄγροικος indica que en este tiempo no era un trabajador del campo público, como en Micenas, sino que estaba dedicado a otro tipo de oficio. Los demiurgos en Homero no tenían una actividad manual, sino que ejercían como profesionales. Eran médicos, adivinos, aedos. 103 Plutarco en Sol. 13, 2 refiere los mismos bandos y con las mismas aspiraciones. 104 Era el nieto de Megacles, el arconte en los tiempos en que Cilón intentó la tiranía, cf. infra, Epit. de Heraclides Lembo, 2. 105 Aristóteles en Pol. 1305a23-4 considera que Pisístrato lo que hizo fue sublevarse contra los de la llanura.
[25]
3
4
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 13.5 - 14.2
14
2
τῷ γένει μὴ καθαροὶ διὰ τὸν φόβον· σημεῖον δ’ ὅτι μετὰ τὴν [τῶν] τυράννων κατάλυσιν ἐποίησαν διαψηφισμόν, ὡς πολλῶν κοινωνούντων τῆς πολιτείας οὐ προσῆκον. εἶχον δ’ ἕκαστοι τὰς ἐπωνυμίας ἀπὸ τῶν τόπων ἐν οἷς ἐγεώργουν. Δημοτικώτατος δ’ εἶναι δοκῶν ὁ Πεισίστρατος καὶ σφόδρ’ εὐδοκιμηκὼς ἐν τῷ πρὸς Μεγαρέας πολέμῳ, κατατραυματίσας ἑαυτὸν συνέπεισε τὸν δῆμον, ὡς ὑπὸ τῶν ἀντιστασιωτῶν ταῦτα πεπονθώς, φυλακὴν ἑαυτῷ δοῦναι τοῦ σώματος, Ἀριστίωνος γράψαντος τὴν γνώμην. λαβὼν δὲ τοὺς κορυνηφόρους καλουμένους, ἐπαναστὰς μετὰ τούτων τῷ δήμῳ κατέσχε τὴν ἀκρόπολιν ἔτει δευτέρῳ καὶ τριακοστῷ μετὰ τὴν τῶν νόμων θέσιν ἐπὶ Κωμέου ἄρχοντος. 2 λέγεται δὲ Σόλωνα Πεισιστράτου τὴν φυλακὴν αἰτοῦντος ἀντιλέξαι καὶ εἰπεῖν ὅτι τῶν μὲν εἴη σοφώτερος, τῶν δ’ ἀνδρειότ[ε]ρος· ὅσοι μὲν γὰρ ἀγνοοῦσι Πεισίστρατον ἐπιτιθέμενον τυρανν[ί]δ[ι], σοφώτερος εἶναι τούτων, ὅσοι δ’ εἰδότες κατασιωπῶσιν, ἀνδρειότερος. ἐπεὶ δὲ λέγων οὐκ ἔπειθεν, ἐξαράμενος τὰ ὅπλα πρὸ τῶν
5-11 Hdt. 1.59.4-6, Plu. Sol. 30.1-3, D.S. 13.95.5, Polyaen. 1.21.3, D.L. 1.60 • 10-11 Plu. Sol. 32.3 • [26]11-[27]4 D.S. 9.4, 9.20.1, Plu. Sol. 30.4-31.2, Sen. ger. resp. 21.794 F, Ael. VH 8.16, D.L. 1.49-50, Val. Max. 5.3 ext. 3, 8.9 ext. 1 11 Πεισιστράτου] πισιστρατου κατασιωπῶσιν] κ(ατα)σιωπωντες L
L •
• 13 Πεισίστρατον] πισιστρατον 15 ἐξαράμενος] εξαιραμενος L
L
•
14
1 τῶν Rutherford (1891, 110) prob. Ch. • 2 διαψηφισμόν Sandys (1891, 110) : δ(ια)φημισμ(ον) L • 8 Ἀριστίωνος] Ἀρίστωνος Plut. Sol. 30.3 • 10 δευτέρῳ] τετάρτῳ Bauer (1891, 46)
[26]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
el miedo los que no eran de un linaje puro106. Lo corrobora el hecho de que, tras el derrocamiento de la tiranía, votaran un nuevo censo de ciudadanos107, porque muchos participaban de la ciudadanía de manera inapropiada. Cada facción tomó el nombre de los lugares en que trabajaban la tierra. Como Pisístrato pasaba por ser el más grato al pueblo y había conseguido gran renombre en la guerra contra los megareos108, decidió herirse a sí mismo109 y, con el pretexto de que sus heridas habían sido causadas por sus adversarios, persuadió al pueblo de que le dotase de escolta personal, siendo Aristión110 quien redactó la propuesta. Una vez que se rodeó de los llamados maceros, se levantó con éstos contra el pueblo y tomó la Acrópolis en el trigésimo segundo año después de la promulgación de las leyes, en el arcontado de Cómeas111. Se cuenta que Solón, cuando Pisístrato pidió la escolta, se opuso a ello y manifestó que era más sabio que unos y más valiente que otros. Y es que era más sabio que quienes ignoraban que Pisístrato aspiraba a la tiranía y más valiente que quienes sabiéndolo callaban112. Después de que no los persuadiera con palabras, sacó las armas a la puerta de su casa y dijo que él mismo había corrido en auxilio de la
106 Es muy probable que Aristóteles se esté refiriendo a aquellos nuevos ciudadanos que no eran de buenas familias y que temían un censo más riguroso que los excluyera de la ciudadanía, cf. Bernabé, op. cit., p. 192. 107 Una revisión del registro de ciudadanos tuvo lugar también en 346 a. C., en el arcontado de Arquias, según una propuesta de Demófilo, cuya finalidad parece estar orientada a la reducción del número de ciudadanos que tenían derecho a disfrutar de la ciudadanía. Como resultado de ella Euxíteo es excluido de la lista de ciudadanos, cf. D. 57 (Eub.). En D. 18 (Cor.), 132 también se alude al registro, del que borran a Antifonte. 108 Pisístrato había conquistado Nisea, el puerto de Mégara, cf. Hdt., I 59. 109 Este detalle es mencionado en Hdt., I 59, quien añade que además hirió a sus mulos y condujo el carro hasta el ágora; cf. también Plu., Sol. 30, 1. 110 Plutarco (Sol. 30, 3) especifica que este personaje le concedió cincuenta maceros. Heródoto (Hdt., I 59) dice que no llevaba lanceros, como era costumbre, sino maceros. La descripción herodotea de maceros como aquellos que llevan ξύλων κορύνας es reproducida en la Suda. 111 Año 561/0 a. C. 112 Cf. Plu., Sol. 30, 4; D.L. I 49.
[26]
14
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 14.2-4
3
4
θυρῶν αὐτὸς μὲν ἔφη βεβοηθηκέναι τῇ πατρίδι καθ’ ὅσον ἦν δυνατός (ἤδη γὰρ σφόδρα πρεσβύτης ἦν), ἀξιοῦν δὲ καὶ τοὺς ἄλλους ταὐτὸ τοῦτο ποιεῖν. 3 Σόλων μὲν [οὖν ο]ὐδὲν ἤνυσεν τότε παρακαλῶν· Πεισίστρατος δὲ λαβὼν τὴν ἀρχὴν διῴκει τὰ κοινὰ πολιτικῶς μᾶλλον ἢ τυραννικῶς. οὔπω δὲ τῆς ἀρχῆς ἐρριζωμένης, ὁμοφρονήσαντες [ο]ἱ περὶ τὸν Μεγακλέα καὶ τὸν Λυκοῦργον ἐξέβαλον αὐτὸν ἕκτῳ ἔτει μετὰ τὴν πρώτην κατάστασιν ἐφ’ Ἡγησίου ἄρχοντος. 4 ἔτει δὲ δωδεκάτῳ μετὰ ταῦτα περιελαυνόμενος ὁ Μεγακλῆς τῇ στάσει, πάλιν ἐπικηρυκευσάμενος πρὸς τὸν Πεισίστρατον ἐφ’ ᾧ τε τὴν θυγατέρα αὐτοῦ λήψεται, κατήγαγεν αὐτὸν ἀρχαίως καὶ λίαν ἁπλῶς. προδιασπείρας γὰρ λόγον ὡς τῆς Ἀθηνᾶς καταγούσης Πεισίστρατον καὶ γυναῖκα μεγάλην καὶ καλὴν ἐξευρών, ὡς μὲν Ἡρόδοτός φησιν, ἐκ τοῦ δήμου τῶν Παιανιέων, ὡς δ’ ἔνιοι λέγουσιν ἐκ τοῦ Κολλυτοῦ στεφανόπωλιν Θρᾷτταν, ᾗ ὄνομα Φύη, τὴν θεὸν ἀπομιμησάμενος τῷ κόσμῳ συνεισήγαγεν
4-7 Hdt. 1.60.1 • [27]7-[28]2 Hdt. 1.60. 2-5, Clidem. 323 F 15, Plu. de Hdt. mal. 16.858 C, Polyaen. 1.21.1, Hermog. Inu. 1.3, Val. Max. 1.3.3
3 Πεισίστρατος] πισιστρατος L • 8 Πεισίστρατον] πισιστρατον L • 9 ἀρχαίως] αρχαικως L, corr. L1 s.l. • 10 Πεισίστρατον] πισιστρατον L • 12 Κολλυτοῦ] κολυτου L, κολλυττου L1 • 13 συνεισήγαγεν] σ(υν)εισηγαπεν uel –τεν L 11 καὶ γυναῖκα μεγάλην] γυναῖκα μεγάλην K.-W.2-3 : γυναῖκα καὶ μεγάλην Bl.2-4 ὄνομα] ὄνομα Papageorgios (1892, 541) coll. 17.4
[27]
•
13
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
patria en la medida de sus fuerzas (pues ya era muy viejo) y que creía justo que también los demás hicieran eso mismo113. Solón no consiguió entonces nada con estas exhortaciones, mientras que Pisístrato se hizo con el poder114 y comenzó a administrar los asuntos públicos con medidas más cívicas115 que propias de un tirano. Pero, como aún no estaba consolidado su poder, los partidarios de Megacles y los de Licurgo mediante un acuerdo lo derrocaron116 al sexto año de su primera llegada al poder, bajo el arcontado de Hegesias. En el duodécimo año después de que sucediera esto, Megacles, acosado por la facción rival117, mandó llamar de nuevo a Pisístrato a condición de que tomara como esposa a su hija118 y lo hizo retornar de un modo primitivo y demasiado simple. Pues con antelación hizo extender el rumor de que Atenea restituía a Pisístrato. Y habiendo encontrado a una mujer alta y hermosa, procedente, según cuenta Heródoto, del demo de Peania119 y, según dicen algunos, una florista tracia del demo de Cólito120, llamada Fía, la atavió al modo de la diosa121 y la hizo entrar junto a él. Y Pisístrato iba conduciendo un carro con
113 Esta anécdota es reproducida por varios autores. D. S. IX 4, 1 dice que fue al ágora para pedir la oposición a Pisístrato. Plu., Sol. 30, 7 sigue a Aristóteles respecto al lugar donde depositó las armas. Sin embargo, es menos explícito y solo le atribuye a Solón las palabras de que “había hecho lo posible para servir a la patria y a las leyes”. 114 Pisístrato ocupó el poder como tirano (con dos paréntesis de destierro) durante diecisiete años, según testimonia Aristóteles (Arist., Pol. 1315b32). 115 Πολιτικῶς es entendido, sin embargo, por Laurenti en otro sentido: “amministrò gli affari comuni nello spirito dell’ antica costituzione”, cf. R. Laurenti, Aristotele. Politica. Costituzione degli Ateniesi, Bari 1972, p. 17. 116 Esta misma información nos la facilita Hdt., I 60. 117 Es decir, la de Licurgo, seguimos a Rhodes, op. cit. (1981), p. 204 y D. F. Leão, Constituiçâo dos Atenienses, Lisboa 2003, p. 42. 118 Parece que la hija de Megacles era Césira, cf. un escolio a Ar., Nu. 48, aunque otros lo dudan. 119 Situado en la vertiente oriental del Himeto. 120 Es un demo de Atenas al sur de la Acrópolis. 121 Heródoto es mucho más explícito al comentar esta anécdota de la vida de Pisístrato. Detalla que a Fía, mujer de gran estatura, la ataviaron con una armadura de hoplita y la subieron al carro, de modo que los habitantes de la ciudad creyeron que era Atenea, ante lo cual el historiador se muestra escéptico por la racionalidad que el pueblo griego exhibía siempre, cf. Hdt., I 60.
[27]
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 14.4 - 15.4
15 2
3
4
μετ’ αὐτοῦ· καὶ ὁ μὲν Πεισίστρατος ἐφ’ ἅρματος εἰσήλαυνε παραιβατούσης τῆς γυναικός, οἱ δ’ ἐν τῷ ἄστει προσκυνοῦντες ἐδέχοντο θαυμάζοντες. Ἡ μὲν οὖν πρώτη κάθοδος ἐγένετο τοιαύτη. μετὰ δὲ ταῦτα ὡς ἐξέπεσε τὸ δεύτερον ἔτει μάλιστα ἑβδόμῳ μετὰ τὴν κάθοδον (οὐ γὰρ πολὺν χρόνον κατέσχεν, ἀλλὰ διὰ τὸ μὴ βούλεσθαι τῇ τοῦ Μεγακλέους θυγατρὶ συγγίγνεσθαι φοβηθεὶς ἀμφοτέρας τὰς στάσεις ὑπεξῆλθεν), 2 {καὶ} πρῶτον μὲν συνῴκισε περὶ τὸν Θερμαῖον κόλπον χωρίον ὃ καλεῖται Ῥαίκηλος, ἐκεῖθεν δὲ παρῆλθεν εἰς τοὺς περὶ Πάγγαιον τόπους, ὅθεν χρηματισάμενος καὶ στρατιώτας μισθωσάμενος ἐλθὼν εἰς Ἐρέτριαν ἑνδεκάτῳ πάλιν ἔτει τò πρῶτον ἀνασῴσασθαι βίᾳ τὴν ἀρχὴν ἐπεχείρει, συμπροθυμουμένων αὐτῷ πολλῶν μὲν καὶ ἄλλων, μάλιστα δὲ Θηβαίων καὶ Λυγδάμιος τοῦ Ναξίου, ἔτι δὲ τῶν ἱππέων τῶν ἐχόντων ἐν Ἐρετρίᾳ τὴν πολιτείαν. ǁ VΙ 3 νικήσας δὲ τὴν ἐπὶ Παλληνίδι μάχην καὶ λαβὼν τὴν [π]όλιν καὶ παρελόμενος τοῦ δήμου τὰ ὅπλα κατεῖχεν ἤδη τὴν τυρρανίδα βεβαίως· καὶ Νάξον ἑλὼν ἄρχοντα κατέστησε Λύγδαμιν. 4 παρεῖλε δὲ τοῦ δήμου τὰ ὅπλα τόν[δε τὸ]ν τρόπον· ἐξοπλασίαν ἐν τῷ Θησείῳ ποιησάμενος ἐκκλησιάζειν ἐπεχείρει καὶ [χρόνον
3-15 Hdt. 1.61-64 Polyaen. 1.21.2
•
12-14 *Schol. Ar. Ach. 234
•
14-15 Hdt. 1.64.2
1 Πεισίστρατος] πισιστρατος L • 6 συγγίγνεσθαι] συγγινεσθ(αι) L L, corr. L1 s.l. • 10 ἀνασῴσασθαι K.3 : ανασωσασθαι L
•
•
[28]15-[29]8
7 Ῥαίκηλος] ρακηδος
3 ὡς del. K.-W. : αὖθις Gennadios (1891, 274) • 4 ἔτει] μηνὶ H. apud H.-L. (p. XII) • 5 κατέσχεν] κατεῖχεν Wyse (1891a, 110) : τὴν ἀρχήν fort. addendum esse cens. H.-L. • 6 καὶ del. Kontos (1891, 337) • 7 συνῴκισε] ᾤκισε Gennadios (1891, 274) • 9 τὸ] τό Bl. (1891, 303) : τὸ Keil (1891, 523) • 13 πόλιν K.-W3 • 14 καὶ] καὶ Kaibel (1893, 156-157) • 15 παρεῖλε δὲ] παρείλε δὲ Rutherford (1891, 110) : παρείλετο K.-W.1-2 : παρειλε . . L, παρειλετ ̣ο ̣ uel παρειλε δ ̣ε ̣ legi posse cens. Ch. • [28]16-[29]1 κ(αί) [χρ(όνον) προσηγό]ρευεν K.4 : κ(αὶ) [χρ(όνον) μὲν ἠκκλησί]ασεν Th. : alii alia : [. . . . . . . .]. . εν L, ]ο ̣ρε ̣υ ̣εν agn. Thomas, ]ρε ̣υ ̣εν agn. Ch., γωδεστεγεν leg. Wn.
[28]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
la mujer al lado122, mientras que los habitantes de la ciudad prosternándose los recibían maravillados. De tal forma, pues, se produjo el primer retorno. Más tarde, como se exiliara por segunda vez aproximadamente al séptimo año de su regreso123 (pues no se mantuvo mucho tiempo, sino que, por negarse a contraer matrimonio con la hija de Megacles, sintió temor de ambas facciones y se marchó)124, decidió primero colonizar un pequeño territorio junto al golfo Termeo, llamado Recelo; de allí pasó a la región del Pangeo125, de donde tras hacer negocios126 y contratar a soldados mercenarios, llegó a Eretria y de nuevo, al undécimo año, intentó recuperar el poder por primera vez con la fuerza. Contaba con el apoyo de otros muchos, pero principalmente de los tebanos y de Lígdamis de Naxos, además de los caballeros que tenían el control del gobierno en Eretria. Tras vencer en la batalla de Palénide127 y tomar la ciudad, y una vez que desposeyó al pueblo de sus armas, instauró ya la tiranía con firmeza. Después de apoderarse de Naxos designó como jefe a Lígdamis. Desposeyó al pueblo de sus armas del siguiente modo: tras pasar revista a las tropas en el Teseón128 trató de arengarlos, pero hizo 122 El verbo παραβατέω significa ‘ser un παραβάτης’, es decir, “guerrero que está de pie o sentado sobre el carro”; pero si tenemos en cuenta el sustantivo παράβασις, también se podría entender aquí la acción de ‘ir caminando junto a’, como algunos investigadores traducen. Pero no creo que Fía, con aspecto de una diosa, fuera andando y no montada en el carro. 123 Parece que Aristóteles presenta cierta confusión en cuanto a la cronología, cf. J. H. Schreiner, “The exile and return of Peisistratos”, SO 56, 1981, pp. 13-17. 124 Hdt., I 61, 2. 125 La región del Pangeo es una zona montañosa de la costa tracia cerca de río Estrimón, famoso por las minas de oro y de plata que había en su entorno. La ubicación de Recelo no es totalmente segura, parece que en la Calcídica. 126 Se cree que se dedicó a explotar las minas. 127 Tuvo lugar en el demo de Palene donde había un santuario de Atenea en el camino de Maratón hacia Atenas, cf. Hdt., I 62, 3. 128 Era un recinto dedicado a Teseo, cf. Harpocración, s.v. θησεῖον. Aristóteles más adelante nos dice que aquí se sorteaban las magistraturas, cf. infra, 62, 1. Según Hesiquio, cf. Hsch, s.v. θήσειον, era un templo de Teseo en el que se refugiaban los fugitivos y en el que, según Tucídides (VI 61, 2), pernoctaron las tropas una noche.
[28]
15
2
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 15.4 - 16.4
5
16 2
3
4
προσηγό]ρε ̣υ ̣εν μικρόν· οὐ φασκόντων δὲ κατακούειν ἐκέλευσεν αὐτοὺς προσαναβῆνα[ι] πρὸς τὸ πρόπυλον τῆς ἀκροπόλεως, ἵνα γεγωνῇ μᾶλλον. ἐν ᾧ δ’ ἐκεῖνος διέτριβε δημηγορῶν, ἀνελόντες οἱ ἐπὶ τούτῳ τεταγμένοι τ[ὰ ὅπλ]α καὶ [κατα]κλείσαντες εἰς τὰ πλησίον οἰκήματα τοῦ Θησείου διεσήμηναν ἐλθόντες πρὸς τὸν Πεισίστρατον. 5 ὁ δ’ ἐπεὶ τὸν ἄλλον λόγον ἐπετέλεσεν, εἶπε καὶ περὶ τῶν ὅπλων τὸ γεγονὸς ὡ ̣ς ̣ ο ̣ὐ ̣ χ ̣ρ ̣ὴ θαυμάζειν οὐδ’ ἀθυμεῖν, ἀλλ’ ἀπελθόντας ἐπὶ τῶν ἰδίων εἶναι, τῶν δὲ κοινῶν αὐ[τὸς] ἐπ[ι]μελήσεσθαι πάντων. Ἡ μὲν οὖν Πεισιστράτου τυραννὶς ἐξ ἀρχῆς τε κατέστη τ ̣ο ̣ῦ ̣τ ̣ο ̣[ν] τὸν τρόπον καὶ μεταβολὰς ἔσχεν τοσαύτας. 2 διῴκει δ’ ὁ Πεισίστρατος, ὥσπερ εἴρηται, τ ̣ὰ ̣ π ̣ε ̣ρ ̣ὶ τ̣ ὴν πόλιν μετρίως καὶ μᾶλλον πολιτικῶς ἢ τυραννικῶς· ἔν τε γὰρ τοῖς ἄλλοις φιλάνθρωπος ἦν καὶ πρᾶος καὶ τοῖς ἁμαρτάνουσι συγγνωμονικός, καὶ δὴ καὶ τοῖς ἀπόροις προεδάνειζε χρήματα πρὸς τὰς ἐργασίας, ὥστε διατρέφεσθαι γεωργοῦντας. 3 τοῦτο δ’ ἐποίει δυοῖν χάριν, ἵνα μήτε ἐν τῷ ἄστει διατρίβωσιν ἀλλὰ διεσπαρμένοι κατὰ τὴν χώραν, καὶ ὅπως εὐποροῦντες τῶν μετρίων καὶ πρὸς τοῖς ἰδίοις ὄντες μήτ’ ἐπιθυμῶσι μήτε σχολάζω[σ]ιν ἐπιμελεῖσθαι τῶν κοινῶν. 4 ἅμα δὲ συνέβαινεν αὐτῷ καὶ τὰς προσόδους γίγνεσθαι μείζους ἐξεργαζομένης τῆς χώρας· ἐπράττετο γὰρ
14-17 Pol. 1318 b 9-21, 1319 a 32-38, Plut. Sol. 31.5, D. Chr. 7.107, 25.3 [30]1 D.L. 1.53
•
[29]17-
3 διέτριβε] διετρειβε L / ἀνελόντες] ανελθοντες L, corr. L1 / οἱ om. L, add. L1 s.l. • 5 Πεισίστρατον] πισιστρατον L • 9 Πεισιστράτου] πισιστρατου L • 10 Πεισίστρατος] πισιστρατος L • 12 τοῖς1] τοις τοις L, corr. L1 • 18 γίγνεσθαι] γινεσθαι L / ἐξεργαζομένης] εξεργαζομενος L, corr. L1 3 τούτῳ Rutherford (1891, 110) : τοῦτο K.-W. : τοῦτ’ H. apud H.-L. : τούτων ret. Kaibel (1893, 157) : τουτ(ων) L • 4 κατακλείσαντες K.4 (cf. infra, 19.5, 27.2) : κατακλῄσαντες Bl.2-4 : παρακλῄσαντες Wn. : [.]κληισαντες L, [κ]`κληισαντες (= [κ]ατα-) agn. Ch. • 6 ὡς οὐ χρὴ Bl. prob. Wn. Ch. : λέγων ὡς οὐ χρὴ K1-2
[29]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
uso de la palabra por poco tiempo. Como le decían que no se oía, les ordenó que subieran al propileo de la Acrópolis para hacerse oír mejor. Y mientras aquél pasaba el tiempo hablando, sus hombres, que estaban apostados para la misión, cogieron las armas y las pusieron a buen recaudo en casas cercanas al Teseón; después, se acercaron a Pisístrato y le hicieron una señal. Una vez que terminó el resto de su discurso, les dijo lo que había sucedido con las armas, de modo que no debían sorprenderse ni abatirse, sino marcharse de allí y dedicarse a sus propios asuntos, porque de los públicos él mismo se ocuparía de todos. De esta manera, pues, se instauró desde el principio la tiranía de Pisístrato y tantas vicisitudes tuvo. Pero Pisístrato, como se ha dicho, administraba los asuntos de la ciudad con moderación y con medidas más cívicas que propias de un tirano. Y es que, por lo general, era humano, afable y clemente con los que delinquían, y en particular, prestaba dinero a los más necesitados para que trabajaran, de modo que pudieran vivir de la labranza. Hacía esto por dos motivos, para que no pasasen el tiempo en la ciudad, sino que estuvieran dispersos por el campo, y para que, en posesión de medios aceptables, y enfrascados en sus asuntos particulares, no les quedasen ganas ni ratos de ocio para preocuparse de los públicos129. Al mismo tiempo, se daba la circunstancia130 de que le proporcionaba mayores ingresos el cultivo del campo, pues de lo que se producía exigía el pago de la décima parte.
129 Esta misma idea es reproducida por el Pseudo-Jenofonte en La Constitución de los Atenienses respecto a los aliados que formaban la liga ático-délica. Este autor nos dice que el pueblo ateniense prefería que los aliados necesitasen trabajar por no tener suficiente, con objeto de que inmersos en el trabajo les fuera imposible conspirar (X., Ath. I 15.) 130 Sobre συμβαίνειν y συμπίπτειν como términos técnicos que aluden a lo que ocurre accidentalmente, cf. la tesis de J. H. Day - M. H. Chambers, Aristotle’s History of Athenian Democracy, Berkeley 1962, p. 50.
[29]
5
16 2
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 16.4-8 5
6
7
8
ἀπὸ τῶν γιγνομένων δεκάτην. 5 διὸ καὶ τοὺς κατὰ δήμους κατεσκεύασε δικαστὰς καὶ αὐτὸς ἐξῄει πολλάκις εἰς τὴν χώραν ἐπισκοπῶν καὶ διαλύων τοὺς διαφερομένους, ὅπως μὴ καταβαίνοντες εἰς τὸ ἄστυ παραμελῶσι τῶν ἔργων. 6 τοιαύτης γάρ τινος ἐξόδου τῷ Πεισιστράτῳ γιγνομένης συμβῆναί φασι τὰ περὶ τὸν ἐν τῷ Ὑμηττῷ γεωργοῦντα τὸ κληθὲν ὕστερον χωρίον ἀτελές. ἰδὼν γάρ τινα παντελῶς πέτρας σκάπτοντα καὶ ἐργαζόμενον, διὰ τὸ θαυμάσαι τὸν παῖδα ἐκέλευσεν ἐ[ρ]έσθαι τί γίγνεται ἐκ τοῦ χωρίου· ὁ δὲ ‘ὅσα κακὰ καὶ ὀδύναι’ ἔφη, ‘καὶ τούτων τῶν κακῶν καὶ τῶν ὀδυνῶν Πεισίστρατον δεῖ λαβεῖν τὴν δεκάτην’. ὁ μὲν οὖν ἄνθρωπος ἀπεκρίνατο ἀγνοῶν, ὁ δὲ Πεισίστρατος ἡσθεὶς διὰ τὴν παρρησίαν καὶ τὴν φιλερ[γ]ίαν ἀτελῆ πάντων ἐποίησεν αὐτόν. 7 οὐδὲν δὲ τὸ πλῆθος οὐδ’ ἐν τοῖς ἄλλοις παρώχλε[ι] κατὰ τὴν ἀρχήν, ἀλλ’ ἀεὶ παρεσκε[ύ]αζεν εἰρήνην καὶ ἐτήρει τὴν ἡσυχίαν· διὸ καὶ πολλα . . . . . . . . . . . ν ὡς ἡ Πεισιστράτου τυραννὶς ὁ ἐπὶ Κρόν[ου] βίος εἴη· συνέβη γὰρ ὕστερον διαδ[ε]ξ[α]μένων τῶν υἱέων πολλῷ γενέσθαι τραχυτέραν τὴν ἀρχήν. 8 μέγιστον δὲ πάντων ἦ[ν τ]ῶν εἰ[ρ]ημένων τὸ δημοτικὸν εἶναι τῷ ἤθει καὶ φιλάνθρωπον. ἔν τε γὰρ τοῖς ἄλλοις ἐβ[ο]ύ[λ]ετο πάντα διοικεῖν κατὰ τοὺς νόμους οὐδεμίαν ἑαυτῷ πλεονεξίαν διδούς, καί ποτε προσκληθεὶς φόνου δίκην εἰς Ἄρειον πάγον αὐτὸς μὲν ἀπήντησεν ὡς
4-11 Paroem. Gr. 1.105.76, D.S. 9.37.2-3, Sud. σφάκελοι • [30]16-[31]1 Pol. 1315 b 21, Plu. Sol. 31.3
•
11-12 [Pl.] Hipparch. 229b
2 ἐξῄει] εξηει L • 4 Πεισιστράτῳ] πισιστρατωι L • 5 φασι] π(ρος) πασι L, φ super π(ρος) scr. L1 / Ὑμηττῷ] υμμητωι L • 8 Πεισίστρατον] πισιστρατον L • 10 Πεισίστρατος] πισιστρατος L / παρρησίαν] παρησιαν L • 13 Πεισιστράτου] πισιστρατου L 1 κατεσκεύασε K.-W. : κατεσκευαζε L • 5 τὰ] τὸ H.-L. • 6 παντελῶς] ἐπιμελῶς Hude 7 ἐκέλευσεν Fränkel (1891, 166) : εκελευεν L • 11 παρώχλει] παρώχλει Wyse (1891a, 110) • 13 uestigia incerta πολλά[κις ἐ]θρ[ύλλου]ν Th. : πολλὰ κλέ[α ἐ]θρ[ύλλο]υν K.4 : πολλ . . ἐλέγετο . . . . . K.-W.3 : πολλ[οῖς δ(ι)ετε]θρ[ύλητο] temptaui coll. Rh. 1415a 23 (cf. etiam. X. Mem. 1.1.2) : alii alia : πολλα . . . . . . . . . . . . L, πολλακλε[ prob. Thomas, πολλα ̣ . ε ̣λειετο ̣ ̣υ ̣ . . ιν leg. Wn. • 14 διαδεξαμένων Bruhn ap. Bl.2 • 15 ἦν τῶν εἰρημένων Wn. • 16 ἐβούλετο Bl. (1892, 572) •
[30]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Por eso, instituyó los jueces de demos131, y él mismo salía con frecuencia al campo para supervisar los juicios y reconciliar a las partes contendientes, no fuera que bajasen a la ciudad y descuidaran las labores del campo. En una de estas salidas dicen que a Pisístrato le ocurrió la anécdota aquella con el campesino que labraba en el Himeto un pedregal que más tarde sería llamado “terreno exento de impuestos”132. Resulta que, al ver a uno cavar y labrar un terreno completamente rocoso, extrañado ordenó a su esclavo que le preguntara qué se obtenía de esa tierra. “Muchos sufrimientos y dolores”, –le dijo éste–, y de estos sufrimientos y dolores me exigen que Pisístrato reciba la décima parte”. El hombre contestó sin saber que era él y Pisístrato, encantado de su franqueza133 y laboriosidad, le liberó de todos los tributos. Y en el ejercicio de su poder no molestaba en ninguna otra cosa a la muchedumbre, sino que siempre procuraba la paz y velaba por su tranquilidad. Por eso, corrió en boca de muchos la opinión de que la tiranía de Pisístrato era como la vida en la edad de Cronos134, pues después se dio el caso de que, cuando le sucedieron sus hijos, el poder se hizo mucho más duro. Pero lo más importante de todo lo dicho era su cercanía al pueblo y la humanidad de su talante. Por lo demás, quería que todo se administrara conforme a las leyes, sin concederse ningún privilegio hasta el punto de que un día, citado a juicio por homicidio ante el Areó131 Eran jueces locales que se desplazaban de un demo a otro para resolver litigios surgidos por una cantidad inferior a diez dracmas. Antes del arcontado de Euclides eran treinta y después se aumentó hasta cuarenta. A estos dikastaì katà démous se hace referencia en D., 24 (Tim.), 112, cf. infra, 26, 3; 48, 5; 53, 1. 132 Sobre la anécdota, cf. D. S., IX 37, 2. 133 La παρρησία ‘discurso libre’ tanto en público como en privado, junto a la ἰσηγορία ‘discurso igual’, especialmente en la Asamblea, fueron los elementos principales de la ideología democrática, cf. R. W. Wallace, “Law, Attic Comedy, and the Regulation of Comic Speech”, en M. Gagarin-D. Cohen (eds.), The Cambridge Companion to Ancient Greek Law, Cambridge 2005, p. 359. 134 Quiere decir “edad de oro”, época donde reinan todas las virtudes. Esta expresión ha sido utilizada varias veces por los autores. Plutarco la utiliza para definir la generosidad de Cimón (Plu., Cim. 10, 7) o para el tratamiento de los aliados por Aristides (Plu., Arist. 24, 3).
[30]
5
6
7
8
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 16.8 - 17.3 9
10
17 2
3
ἀπολογησόμενος, ὁ δὲ προσκαλεσάμενος φοβηθεὶς ἔλιπεν. 9 διὸ καὶ πολὺν χρόνον ἔμεινεν [τῇ ἀρ]χ[ῇ] καὶ ὅτ’ ἐκπέσοι πάλιν ἀνελάμβανε ῥᾳδίως. ἐβούλοντο γὰρ καὶ τῶν γνωρίμων καὶ τῶν δημοτικῶν οἱ πολλοί· τοὺς μὲν γὰρ ταῖς ὁμιλίαις τοὺς δὲ ταῖς εἰς τὰ ἴδια βοηθείαις προσ[ή]γετο, καὶ πρὸς ἀμφοτέρους ἐπεφύκει καλῶς. 10 ἦσαν δὲ καὶ τοῖς Ἀθηναίοις οἱ περὶ τῶν τυράννων νόμοι πρᾶοι κατ’ ἐκείνους τοὺς καιροὺς οἵ τ’ ἄλλοι καὶ δὴ καὶ ὁ μάλιστα καθήκων πρὸς τὴν τῆς τυραννίδος . νόμος γὰρ αὐτοῖς ἦν ὅδε· ‘θέσμια τάδε Ἀθηναίων ἐστὶ καὶ πάτρια· ἐάν τινες {τυραννεῖν} ἐπανιστῶνται ἐπὶ τυραννίδι ἢ συγκαθιστῇ τὴν τυραννίδα, ἄτιμον εἶναι καὶ αὐτὸν καὶ γένος.’ Πεισίστρατος μὲν οὖν ἐγκατεγήρασε τῇ ἀρχῇ καὶ ἀπέθανε νοσήσας ἐπὶ Φιλόνεω ἄρχοντος, ἀφ’ οὗ μὲν κατέστη τὸ πρῶτον τύραννος ἔτη τριάκοντα καὶ τρία βιώσας, ἃ δ’ ἐν τῇ ἀρχῇ διέμεινεν ἑνὸς δέοντα εἴκοσι· ἔφε[υ]γε γὰρ τὰ λοιπά. 2 διὸ καὶ φανερῶς ληροῦσι φάσκοντες ǁ VΙΙ ἐρώμενον εἶναι Πεισίστρατ[ον] Σόλωνος καὶ στρατηγεῖν ἐν τῷ πρὸς Μεγαρέας πολέμῳ περὶ Σαλαμῖνος· οὐ γὰρ ἐνδέχεται ταῖς ἡλικίαις, ἐάν τις ἀναλογίζηται τὸν ἑκατέρου βίον καὶ ἐφ’ οὗ ἀπέθανεν ἄρχοντος. 3 τελευτήσαντος δὲ Πεισιστράτου κατεῖχον οἱ υἱεῖς τὴν ἀρχὴν, προάγοντες τὰ πράγματα τὸν αὐτὸν τρόπον. ἦσαν δὲ δύο μὲν ἐκ τῆς γαμετῆς, Ἱππίας καὶ
7-10 And. 1.96-98, Ar. Th. 338-339, SEG 12.87 • 12-14 Pol. 1315b 29-34 • 14-17 Heraclid. Pont. fr. 148 Wehrli et Phan. fr. 21 Wehrli = Plu. Sol. 32.3, Plu. Sol. 1.4 • [31]19-[32]4 Hdt. 5.94.1, Plu. Cat. Ma. 24.8, Sch.Ar.V. 502 11 Πεισίστρατος] πισιστρατος L / ἐγκατεγήρασε] ενκατεγηρασε L πισιστρατον L • 16 Σαλαμῖνος K.-W. : σαλαμεινος L
•
15 Πεισίστρατον]
2 τῇ ἀρχῇ K.4 : ἡ ἀρχὴ Bl.4 coll. 25.1, 33.1 διέμεινεν (...) ἡ πολιτεία, sed. cf. 17.2 ἐν τῇ ἀρχῇ διέμεινεν / ἀνελάμβανε Richards (1891, 226) : επελαμβανε L • 7 K.-W. in app. • 8 ἐστὶ καὶ] κατὰ τὰ K.-W.1-3 : . κ . L, / κ´ (= εστι και) leg. K. prob. Ch., κ(αι) agn. Bl. Wn. / τυραννεῖν del. Conomis (1958-59, 10, n. 3) coll. SEG 12.87.7 ἐπαναστῇ ἐπὶ τυραννίδι • 9 ἢ K.-W. : τι L / συγκαθιστῇ] συγκαθιστῇ τις Sandys2 post Kaibel (1893, 165) • 14 ἔφε[υ]γεν Tyrrell (1891b, 210), -γε K.-W. : εφ[υ]γεν L / H. (1891, 322) • 18 προάγοντες Bl. (1891, 304) : προαγαγοντες L
[31]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
pago, él en persona se presentó para defenderse, pero el demandante lleno de temor no compareció135. Ésta es la razón por la que permaneció mucho tiempo en el poder y, cada vez que lo perdía, lo recuperaba de nuevo con facilidad, pues así lo quería la mayoría de los hombres ilustres y la gente del pueblo. A unos se los ganaba por su trato y conversación, a otros por socorrerles en sus asuntos particulares; y para unos y otros tenía buena disposición. Eran también benevolentes entre los atenienses de aquellos tiempos las leyes sobre los tiranos y, en particular, la que concernía especialmente a la instauración de la tiranía. Pues había tal ley entre ellos: “Éstas son las normas y usos ancestrales de los atenienses: si algunos se alzan en busca de la tiranía o si alguien colabora para instaurar la tiranía, sean proscritos136 él y su linaje”. Así pues, Pisístrato envejeció en el poder y murió por causa de una enfermedad, en el arcontado de Filóneo137, tras vivir treinta y tres años desde que se erigió por primera vez en tirano (fueron diecinueve años los que permaneció en el poder, pues el resto del tiempo estuvo exiliado). Por eso, desvarían de un modo manifiesto quienes sostienen que Pisístrato fue amado por Solón138 y que participó como general en la guerra contra los megareos por causa de Salamina, pues eso no encaja con sus edades, si se tiene en cuenta la duración de la vida de cada uno y bajo qué arconte murió. Tras la muerte de Pisístrato sus hijos retuvieron el poder, manteniendo del mismo modo la dirección de los asuntos. De su esposa le135
El mismo detalle en Plu., Sol. 31, 3. Estamos ante la atimía más dura, sobre ello, cf. comentario, supra, 8, 5. 137 En 528/7 a. C. 138 Plutarco (Sol. 1, 4-5) atribuye a algunos la idea de que Solón estuvo enamorado de Pisístrato. Sin embargo, parece compartir tal opinión, porque la ausencia de violencia en los enfrentamientos posteriores entre ambos personajes la achaca al rescoldo que quedaba de su llama amorosa. Además, confirma que su afecto pudo surgir por el parentesco, dado que sus madres eran primas. Que Pisístrato sentía atracción por los muchachos se manifiesta también en Sol. I, 7, donde se nos dice que fue amante de Carmo. 136
[31]
9
10
17
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 17.3 - 18.2
4
18
2
Ἵππαρχος, δύο δ’ ἐκ τῆς Ἀργείας, Ἰοφῶν καὶ Ἡγησίστρατος, ᾧ παρωνύμιον ἦν Θέτταλος. 4 ἔγημεν γὰρ Πεισίστρατος ἐξ Ἄργους ἀνδρὸς Ἀργείου θυγατέρα, ᾧ ὄνομα ἦν Γοργίλος, Τιμώνασσαν, ἣν πρότερον ἔσχεν γυναῖκα Ἀρχῖνος ὁ Ἀμπρακιώτης τῶν Κυψελιδῶν. ὅθεν καὶ ἡ πρὸς τοὺς Ἀργείους ἐνέστη φιλία καὶ συνεμαχέσαντο χίλιοι τὴν ἐπὶ Παλληνίδι μάχην Ἡγησιστράτου κομίσαντος. γῆμαι δέ φασι τὴν Ἀργείαν οἱ μὲν ἐκπεσόντα τὸ πρῶτον, οἱ δὲ κατέχοντα τὴν ἀρχήν. Ἦσαν δὲ κύριοι μὲν τῶν πραγμάτων διὰ τὰ ἀξιώματα καὶ διὰ τὰς ἡλικίας Ἵππαρχος καὶ Ἱππίας, πρεσβύτερος δὲ ὢν ὁ Ἱππίας καὶ τῇ φύσει πολιτικὸς καὶ ἔμφρων ἐπεστάτει τῆς ἀρχῆς. ὁ δὲ Ἵππαρχος παιδιώδης καὶ ἐρωτικὸς καὶ φιλόμουσος ἦν (καὶ τοὺς περὶ Ἀνακρέοντα καὶ Σιμωνίδην καὶ τοὺς ἄλλους ποιητὰς οὗτος ἦν ὁ μεταπεμπόμενος), 2 Θέτταλος δὲ νεώτερος πολὺ καὶ τῷ βίῳ θρασὺς καὶ ὑβριστής, ἀφ’ οὗ καὶ συνέβη τὴν ἀρχὴν αὐτοῖς γενέσθαι πάντων τῶν κακῶν. ἐρασθεὶς γὰρ τοῦ Ἁρμοδίου καὶ διαμαρτάνων
8-13 Th. 6.55, [Plat.] Hipparch. 228b-229b, D.S. 10.17.1, Ael. VH 8.2, Marm. Par. 45 (p. 173 Jacoby), Euseb. ad Ol. 65, PMG 893, 895, 896 • [32]14-[33]5 Hdt. 5.55, Th. 6.56, Pl. Symp. 182c, [Pl.] Hipparch. 229c-d, Pol. 1311a 36-39, Max.Tyr. 18.2 b-e, Ael. VH 11.8
2 Πεισίστρατος] πισιστρατος L L, corr. L1
•
3 ὄνομα] ὄνομ᾽ K.-W.3, Bl.4 : ονομ(α) L
•
12 ἦν] δε
2 ἔγημεν] έγημεν Papageorgios (1892, 544) coll. Plut. Cat. Ma. 24.8 ἐπιγήμαντα / ἐξ Ἄργους del. Richards (1891, 226), def. Kaibel (1893, 166) • 8 μὲν τῶν Bl.4 : τ(ων) μ(εν) L • 11-13 καὶ φιλόμουσος – ὑβριστής del. Fornara (1968, 411-418) / καὶ τοὺς περὶ – νεώτερος πολὺ del. Sthal (1895, 387-389) • 12-13 Θέτταλος-ὑβριστής del. H. (1891, 323)
[32]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
gítima tuvo dos hijos, Hipias e Hiparco, y dos de la argiva, Yofonte y Hegesístrato139, de sobrenombre Tésalo. Y es que de Argos Pisístrato se había traído como esposa a la hija de un argivo, de nombre Górgilo, a Timonasa140, a la que antes había desposado Arquino de Ampracia141, de la familia de los Cipsélidas142. De aquí surgió su amistad con los argivos, que lucharon como aliados en la batalla de Palénide con mil hombres aportados por Hegesístrato. Unos dicen que se casó con la argiva cuando fue desterrado por primera vez, otros cuando tenía el poder. Tenían pleno poder sobre los asuntos del Estado, por su dignidad y por su edad, Hiparco e Hipias. Hipias143, que era el mayor y tenía dotes de político y buen juicio, ostentaba el mando. Hiparco, en cambio, era amigo de diversiones, enamoradizo y amante de las artes (éste era el que hizo llamar a Anacreonte144, a Simónides y a otros poetas más). Tésalo era mucho más joven145 y en su forma de vivir era arrogante y altanero; por su culpa precisamente se dio el caso de que tuvieron comienzo para los tiranos todos sus males. Pues se enamoró de 139 Heródoto en V 94, 6 llama νόθος a Hegesístrato. Sin duda, en su tiempo como en el de Aristóteles estos dos hijos serían νόθοι ‘bastardos’, porque la alianza matrimonial solo era legítima entre atenienses, en virtud de la ley de Pericles del 451/0 a. C. Demóstenes cita las leyes vigentes que prohibían los matrimonios mixtos (D., 59 (Nee.), 16, 52); sobre ello, cf. J. M. Hannick, “Droit de cité et mariages mixtes dans la Grèce Classique”, AC 45, 1976, p. 147, n. 68. Sin embargo, en la época de Pisístrato el hecho de que la madre fuera argiva no puede ser indicativo de que los hijos fueran νόθοι. Habría que saber si su unión con Pisístrato se hizo a través de la engýe que Solón estableció como condición de legitimidad (E. Cantarella, “La engýe prima e dopo la legislazione di Solone nel diritto matrimoniale attico”, RIL 98, 1964, pp. 121-161). De todos modos, los hijos nacidos en esta época de mujer no legítima tenían un estatus más favorable que en el s. V a. C., cf. J. P. Vernant, “Le mariage en Grèce archaique”, PP 28, fasc. 148149, 1973, p. 54. 140 Esta misma referencia en Plu., Cat. Ma. 24, 8. 141 Después se denominó Ambracia. 142 Eran tiranos de Corinto. 143 En 526/5 a. C. el propio Hipias fue también arconte y en 522/21 a. C. su hijo, Pisístrato el joven. 144 En griego a veces para indicar el nombre de una persona se utiliza la perífrasis οἱ περί más su nombre, cf. LSJ. s.v, περί. 145 ‘Y más sabio’, cf. D. S., X 17, 1.
[32]
4
18
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 18.2-3
3
τῆς πρὸς αὐτὸν φιλίας οὐ κατεῖχε τὴν ὀργήν, ἀλλ’ ἔν τε τοῖς ἄλλοις ἐνεσημαίνετο πικρῶς καὶ τὸ τελευταῖον μέλλουσαν αὐτοῦ τὴν ἀδελφὴν κανη[φ]ορεῖν Παναθηναίοις ἐκώλυσεν, λοιδορήσας τι τὸν Ἁρμόδιον ὡς μαλακὸν ὄντα, ὅ ̣θ ̣ε ̣[ν] συνέβη παροξυνθέντας τὸν Ἁρμόδιον καὶ τὸν Ἀριστογείτονα πράττειν τὴν πρᾶξιν μετεχόντων πολλῶν. 3 ἤδη δὲ παρατηροῦντες ἐν ἀκροπόλει τοῖς Παναθηναίοις Ἱππίαν (ἐτύγχανεν γὰρ οὗτος μὲν [δ]εχόμενος, ὁ δ’ Ἵππαρχος ἀποστέλλων τὴν πομπήν), ἰδόντες τινὰ τῶν κοινωνούντων τῆς πρά[ξ]εως φιλανθρώπως ἐντυγχάνοντα τῷ Ἱππίᾳ καὶ νομίσαντες μηνύειν, βουλόμεν[ο]ί τι δρᾶσαι πρὸ τῆς συλλήψεως, καταβάντες καὶ προεξαναστάντες τῶν ἱε ̣ρέω̣ν τὸν μὲν Ἵππα[ρ]χον διακο[σ]μοῦντα τὴν πομπὴν παρὰ τὸ Λεωκόρειον ἀπέκτειναν, τὴν δ’ ὅλην ἐλυμήναντο
[33]5-[34]1 Hdt. 5.56, Th. 6.57.1-3
4 παροξυνθέντας ret. H.-L., cf. Th. 6.56.2 : παροξυνθέντα edd. plur. : -θεντας L prob. Ch. • 5 πολλῶν] πολλῶν Kaibel (1893, 167) coll. Thuc., 6.56.3 • 10 ἱε ̣ρέω̣ν Hammond, Ch. : ἱερῶν Ch. (1965, 36) : [ἄλλω]ν K.4 : [ἑτέ]ρων K.-W.3 : λοιπῶν Papageorgios (1892, 533) : . . . . ν L, ισρων leg. Wn.
[33]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Harmodio, pero, al verse frustrado en su amor por él, no podía reprimir su cólera y en todas las ocasiones se mostraba irascible. Para colmo, cuando la hermana de aquél estaba a punto de participar como canéfora146 en las Panateneas147, se lo impidió tachando a Harmodio de poco hombre. A raíz de esta afrenta se dieron las condiciones para que Harmodio, espoleado por la ira, y Aristogitón148 se pusieran en acción149 con el concurso de otros muchos150. Cuando estaban ya vigilando a Hipias en la Acrópolis durante las Panateneas (pues éste era el que por casualidad recibía la procesión e Hiparco el que la encabezaba), al ver que uno de los que participaban en la conspiración sostenía con Hipias una amable conversación y al creerse que los estaba denunciando, quisieron actuar antes de ser detenidos. Tras bajar, atacaron antes de que los sacerdotes hicieran los sacrificios y mataron a Hiparco mientras organizaba la procesión junto al Leocoreo151, pero malograron toda la operación152. 146 Eran las que llevaban las cestillas sobre la cabeza con ofrendas a Atenea, cuando participaban en la procesión de las Panateneas. El detalle de que impidió a su hermana ser canéfora también es comentado por Tucídides (Th., VI 56, 1). 147 Pisístrato dio esplendor a las fiestas Panateneas. A partir del s. VIII a. C. se habían instituido estas fiestas para conmemorar la unificación del Ática. Se celebraban cada cuatro años en el mes de Hecatombeón y parece que éstas eran las Grandes Panateneas, frente a las otras Panateneas que se celebraban anualmente. La ceremonia más importante consistía en una procesión que partía del Cerámico (Th., VI 57, 1) hasta la Acrópolis para revestir con el peplo a la diosa Atenea. Era elaborado por las ergastînai, elegidas entre las mujeres de la aristocracia, que iban a la cabeza de la procesión (H. W. Parke, Festivals of the Athenians, London 1986, p. 38). La noche anterior los jóvenes celebraban un pannychís, un festival nocturno. En 566/5 a. C. se añadieron a la celebración religiosa los concursos gimnásticos, probablemente en el arcontado de Hipoclides, y además se organizaban certámenes musicales y carreras de antorchas. 148 Arist., Pol. 1311a36-39 explica que atacaron la tiranía de los Pisistrátidas por venganza, Harmodio por haber ultrajado a su hermana y por haber sido difamado y Aristogitón en solidaridad con Harmodio. 149 Urdieron una conspiración que se fecha en 514 a. C. 150 Este acontecimiento es narrado más extensamente por Tucídides, que afirma, en cambio, que fueron pocos los conjurados (Th., VI 56, 3). 151 Harpocración, s.v. Λεωκόρειον, dice, citando a Fanodemo, que estaba en medio del Cerámico, cf. Th., VI 57, 3. 152 Heródoto es mucho más conciso al narrar el episodio de la muerte de Hiparco, solo se refiere al sueño que tuvo Hiparco sobre su muerte en las Panateneas, cf. Hdt., V 55-56. El suceso también es referido por Tucídides (I 20 y VI 56-57).
[33]
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 18.3 - 19.2 4
5
6
19 2
πρᾶξιν. 4 αὐτῶν δ’ ὁ μὲν Ἁρμόδιος εὐθέως ἐτελεύτησεν ὑπὸ τῶν δορυφόρων, ὁ δ’ Ἀριστογείτων ὕστερον συλληφθεὶς καὶ πολὺν χρόνον αἰκισθείς. κατηγόρησεν δ’ ἐν ταῖς ἀνάγκαις πολλῶν οἳ καὶ τῇ φύσει τῶν ἐπιφανῶν καὶ φίλοι τοῖς τυράννοις ἦσαν. οὐ γὰρ ἐδύναντο παραχρῆμα λαβεῖν οὐδὲν ἴχνος τῆς πράξεως, ἀλλ’ ὁ λεγόμενος λόγος, ὡς ὁ Ἱππίας ἀποστήσας ἀπὸ τῶν ὅπλων τοὺς πομπεύοντας ἐφώρασε τοὺς τὰ ἐγχειρίδια ἔχοντας, οὐκ ἀληθής ἐστιν· οὐ γὰρ ἔπεμπον τό μεθ’ ὅπλων, ἀλλ’ ὕστερον τοῦτο κατεσκεύασεν ὁ δῆμος. 5 κατηγόρει δὲ τῶν τοῦ τυράννου φίλων, ὡς μὲν οἱ δημοτικοί φασιν, ἐπίτηδες, ἵνα ἀσεβήσαιεν ἅμα καὶ γένοιντο ἀσθενεῖς ἀνελόντες τοὺς ἀναιτίους καὶ φίλους ἑαυτῶν, ὡς δ’ ἔνιοι λέγουσιν, οὐχὶ πλαττόμενος ἀλλὰ τοὺς συνειδότας ἐμήνυεν. 6 καὶ τέλος ὡς οὐκ ἐδύνατο πάντα ποιῶν ἀποθανεῖν, ἐπαγγειλάμενος ὡς ἄλλους μηνύσων πολλοὺς καὶ πείσας αὑτῷ τὸν Ἱππίαν δοῦναι τὴν δεξιὰν πίστεως χάριν, ὡς ἔλαβεν, ὀνειδίσας ὅτι τῷ φονεῖ τἀδελφοῦ τὴν δεξιὰν δέδωκε οὕτω παρώξυνε τὸν Ἱππίαν ὥσθ’ ὑπὸ τῆς ὀργῆς οὐ κατέσχεν ἑαυτόν, ἀλλὰ σπασάμενος τὴν μάχαιραν διέφθειρεν αὐτόν. Μετὰ δὲ ταῦτα συνέβαινεν πολλῷ τραχυτέραν εἶναι τὴν τυραννίδα· καὶ γὰρ διὰ τὸ τιμωρεῖν τἀδελφῷ καὶ διὰ τὸ πολλοὺς ἀνῃρηκέναι καὶ ἐκβεβληκέναι πᾶσιν ἦν ἄπιστος καὶ πικρός. 2 ἔτει δὲ τετάρτῳ μάλιστα μετὰ τὸν Ἱππάρχου θάνατον, ἐπεὶ κακῶς εἶχεν τὰ ἐν τῷ ἄστει, τὴν Μουνιχίαν ἐπεχείρησε τειχίζειν ὡς ἐκεῖ μεθιδρυσόμενος. ἐν τούτοις δ’ ὢν ἐξέπεσεν ὑπὸ Κλεομένους τοῦ Λακεδαιμονίων βασιλέως, χρησμῶν γιγνομένων ἀεὶ τοῖς
1-4 & 8-15 Th. 6.57.4, D.S. 10.17.2-3, Polyaen. 1.22, Sen. dial. 4.23.1, Iust. 2.9.2-6 • 58 Th. 6.56.2, 6.58 • 16-18 Hdt. 5.62.2, Th. 6.59.2 • 18-19 Hdt. 5.55, [Plat.] Hipparch. 229b 6 ἀληθής] αληθες L • 7-8 κατεσκεύασεν ὁ δῆμος] κατεσκευασε δημος L, corr. L1 • 9 ἅμα om. L, add. L1 s.l. / ἀσθενεῖς om. L, add. L1 s.l. • 11 ἐδύνατο H.-L. : ηδυνατο L • 19 κακῶς] εν κακωι L, corr. L1 / τῷ om. L, add. L1 s.l. / Μουνιχίαν K.-W. : μουνυχιαν L • 21 γιγνομένων] γινομενων L 7 τό H. (1891, 323) : το L Mayor (1891, 111)
•
18 πικρός K. : πιστ(ος) L
[34]
•
20 ἐκεῖ] ἐκεῖσε Joseph
5
10
15
20
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Harmodio murió de inmediato a manos de los lanceros, pero Aristogitón más tarde, tras haber sido apresado y torturado durante mucho tiempo. Y en los tormentos acusó a muchos que pertenecían por nacimiento a la clase ilustre y eran amigos de los tiranos. Y es que no habían podido obtener en el acto ningún indicio de la operación. Sin embargo, esa historia que se cuenta153, de que Hipias, tras despojar de sus armas a los que iban en la procesión, desenmascaró a quienes portaban puñales, es falsa, ya que entonces no se procesionaba con armas, sino que fue después cuando el pueblo tomó esa medida. Acusó a los amigos del tirano, según dicen los partidarios de la democracia, a propósito, para que incurrieran en un acto sacrílego y a la vez para que se debilitaran154 por eliminar a inocentes y a sus propios amigos; sin embargo, según dicen algunos, fue sin mentir como delató a los cómplices. Al final, como no podía precipitar su muerte aun haciendo todo lo posible, comunicó que iba a denunciar a otros muchos y persuadió a Hipias de que le diese la mano en señal de confianza. Y cuando la tomó, le recriminó que le había dado la mano al asesino de su hermano. E irritó tanto a Hipias que éste no pudo reprimir su cólera y, sacando el cuchillo, acabó con él. Después de esto, el hecho es que la tiranía se hizo mucho más dura155. Pues por vengar a su hermano y por haber matado y exiliado a muchos, Hipias era desconfiado y cruel con todos. En torno al cuarto año después de la muerte de Hiparco, cuando los asuntos de la ciudad pasaban por una situación difícil, se propuso amurallar Muniquia156 con idea de trasladar allí su residencia. Pero es-
153 Se alude a lo narrado por Tucídides en su Historia. En Th., VI 58 se dice que tenían costumbre de ir provistos de escudos y lanzas en las procesiones. 154 El sujeto tácito de estos verbos son los tiranos, Hipias y Tésalo, que aún quedaban tras morir Hiparco. 155 Tucídides también hace un comentario parecido, cf. Th., VI 59, 2. 156 Es una colina al noreste del Pireo que da nombre a uno de los puertos de Atenas. Si el asesinato de Hiparco fue en 514/513, entonces es en 510 a. C. cuando Hipias comenzó a fortificarla para hacerla su sede de gobierno. En 403 se instalaron allí Trasibulo y los demócratas, cf. infra, 38, 1.
[34]
4
5
6
19 2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 19.2-4 3
4
Λάκωσι καταλύειν τὴν τυραννίδα διὰ τοιάνδ’ αἰτίαν. 3 οἱ φυγάδες, ὧν οἱ Ἀλκμεωνίδαι προειστήκεσαν, αὐτοὶ μὲν δι’ αὑτῶν οὐκ ἐδύναντο ποιήσασθαι τὴν κάθοδον, ἀλλ’ ἀεὶ1 προσέπταιον. ǁ VIII ἔν τε γὰρ τοῖς ἄλλοις οἷς ἔπραττον διεσφάλλοντο καὶ τειχίσαντες ἐν τῇ χώρᾳ Λειψύδριον τὸ ὑπὸ Πάρνηθος, εἰς ὃ συνεξῆλθόν τινες τῶν ἐκ τοῦ ἄστεως, ἐξεπολιορκήθησαν ὑπὸ τῶν τυράννων· ὅθεν ὕστερον μετὰ ταύτην τὴν συμφορὰν ᾖδον ἐν τοῖς σκολιοῖς {αἰεί}· αἰαῖ Λειψύδριον προδωσέταιρον, οἵους ἄνδρας ἀπώλεσας μάχεσθαι ἀγαθούς τε καὶ εὐπατρίδας, οἳ τότ’ ἔδειξαν οἵων πατέρων ἔσαν. 4 ἀποτυγχάνοντες οὖν ἐν ἅπασι τοῖς ἄλλοις ἐμισθώσαντο τὸν ἐν Δελφοῖς νεὼν οἰκοδομεῖν, ὅθεν εὐπόρησαν χρημάτων πρὸς τὴν τῶν Λακώνων βοήθειαν. ἡ δὲ Πυθία προέφερεν ἀεὶ τοῖς Λακεδαιμονίοις χρηστηριαζομένοις ἐλευθεροῦν τὰς Ἀθήνας εἰς τοῦθ’ ἕως προὔτρεψε τοὺς Σπαρτιάτας, καίπερ
1-6 Hdt. 5.62.2, *Sch.Ar.Lys. 665-666 (cf. Phot. λυκόποδας, Hsch. Sud. λυκόποδες), Hsch. ἐπὶ Λειψυδρίῳ μάχῃ, Sud., E.M., Hsch. Λειψύδριον • 8-11 αἰαῖ-ἔσαν Ath. 15.695e, Sud. E.M. ἐπὶ Λειψυδρίῳ μάχῃ • [35]12-[36]10 *Sch.Ar.Lys. 1153 • [35]12-[36]3 Hdt. 5.62.2-63.1, Isocr. 15.232, Dem. 21.144 cum Sch., Philoch. 328 F 115 2 ἐδύναντο H.-L. : ηδυναντο L • 7 ἀεὶ] αιει L ψύδριον] λιψυδρι(ον) L • 14 ἀεὶ] αιει L
•
4 Λειψύδριον] λιψυδριον L
•
8 Λει-
2 αὑτῶν Richards (1891, 226) : αὐτῶν K.1 : αυτ(ων) L • 4 ὑπὸ Wright (1892, 54, n. 2) coll. E.M. ὑπὸ τῆς Πάρνηθος : περὶ Sch.Ar.Lys. 1153 : υπερ L • 7 αἰεί del. Hude (1891, 249) • 14 προέφερεν] προὔφερεν H.-L. coll. προὔτρεψε u. 15 • 15 τοῦθ’ ἕως Bl. (1891, 304) : τουτ ευθεως L
[35]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tando en ello fue expulsado por Cleómenes157, el rey de los lacedemonios. Y es que los laconios recibían sin cesar oráculos para que acabasen con la tiranía por el siguiente motivo. Los desterrados, que estaban liderados por los Alcmeónidas158, no podían conseguir el regreso por sí mismos, sino que en todo momento sufrían reveses. En efecto, en las acciones que emprendían fracasaban, y, en una de ellas en particular, tras haber fortificado en tierra ática el Lipsidrio159, en la ladera del Parnes, donde se habían concentrado algunos de la ciudad, fueron obligados por los tiranos a rendirse después de un asedio. De ahí que, más tarde, tras este desastre se cantara {constantemente} en los escolios160: ¡Ay traidor Lipsidrio, a cuántos hombres perdiste, en el combate esforzados y de noble cuna, aquellos que entonces demostraron de qué padres habían nacido! Así pues, aunque tenían mala suerte en todo lo demás, recibieron en arriendo una contrata para edificar el templo de Delfos161, de donde obtuvieron dinero162 para conseguir la ayuda de los laconios. A los lacedemonios, que acudían a consultar el oráculo, la Pitia siem-
157 En 510 a. C. el rey Cleómenes marchó contra Atenas y entonces Hipias se escapó al Sigeo, después a la corte del persa Darío I, a cuyo lado se puso en la batalla de Maratón. 158 En D., 21 (Mid.), 144 se menciona que los Alcmeónidas fueron desterrados por los tiranos. Pero de Hdt., I 64, 3 se deduce que el exilio de los Alcmeónidas se había producido en la tercera instalación de Pisístrato en la tiranía. Bicknell considera que Heródoto lo que hace es reproducir los mensajes de la propaganda alcmeónida, cf. P. J. Bicknell, “The exile of the Alkmeonidai during the Peisistratid tyranny”, Historia 19, 1970, pp. 129-131. 159 Era una fortaleza sobre el monte Parnes a unos 20 kms. de Atenas. 160 Los escolios eran cantos de sobremesa. Una persona cantaba la primera estrofa y debía ser continuada por otra a quien aquélla designara entregándole una rama de laurel o mirto. En honor de Harmodio y Aristogitón se compuso un escolio que ha sido conservado por Ateneo (XV 50 = 695a-b Kaibel) y al que hace referencia Aristófanes en Ach. 979 y V. 1224 al decir “Canta el Harmodio”. 161 El primitivo templo de Delfos fue pasto de las llamas en 548 a. C. y los Alcmeónidas consiguieron un contrato para reconstruirlo, cf. Hdt., V 62, 2. 162 En D., 21 (Mid.), 144 se dice que recibieron préstamos de Delfos para liberar la ciudad y expulsar a los hijos de Pisístrato.
[35]
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 19.4 - 20.1
5
6
20
ὄντων ξένων αὐτοῖς τῶν Πεισιστρατιδῶν· συνεβάλλετο δὲ οὐκ ἐλάττω μοῖραν τῆς ὁρμῆς τοῖς Λάκωσιν ἡ πρὸς τοὺς Ἀργείους τοῖς Πεισιστρατίδαις ὑπάρχουσα φιλία. 5 τὸ μὲν οὖν πρῶτον Ἀγχίμολον ἀπέστειλαν κατὰ θάλατταν ἔχοντα στρατιάν· ἡττηθέντος δ’ αὐτοῦ καὶ τελευτήσαντος διὰ τὸ Κινέαν βοηθῆσαι τὸν Θετταλὸν ἔχοντα χιλίους ἱππεῖς, προσοργισθέντες τῷ γενομένῳ Κλεομένην ἐξέπεμψαν τὸν βασιλέα στόλον ἔχοντα μείζω κατὰ γῆν, ὃς ἐπεὶ τοὺς τῶν Θετταλῶν ἱππεῖς ἐνίκησεν κωλύοντας αὐτὸν εἰς τὴν Ἀττικὴν παριέναι, κατακλείσας τὸν Ἱππίαν εἰς τὸ καλούμενον Πελαργικὸν τεῖχος ἐπολιόρκει μετὰ τῶν Ἀθηναίων. 6 προσκαθημένου δ’ αὐτοῦ συνέπεσεν ὑπεξιόντας ἁλῶναι τοὺς τῶν Πεισιστρατιδῶν υἱεῖς. ὧν ληφθέντων ὁμολογίαν ἐπὶ τῇ τῶν παίδων σωτηρίᾳ ποιησάμενοι καὶ τὰ ἑαυτῶν ἐν πένθ’ ἡμέραις ἐκκομισάμενοι παρέδωκαν τὴν ἀκρόπολιν τοῖς Ἀθηναίοις ἐπὶ Ἁρπακτίδου ἄρχοντος, κατασχόντες τὴν τυραννίδα μετὰ τὴν τοῦ πατρὸς τελευτὴν ἔτη μάλιστα ἑπτακαίδεκα, τὰ δὲ σύμπαντα σὺν οἷς ὁ πατὴρ ἦρξεν ἑνὸς δεῖ πεντήκοντα. Καταλυθείσης δὲ τῆς τυραννίδος ἐστασίαζον πρὸς ἀλλήλους Ἰσαγόρας ὁ Τεισάνδρου φίλος ὢν τῶν τυράννων καὶ Κλεισθένης τοῦ γένους ὢν τῶν
3-5 Hdt. 5.63.2-4 • 5-13 Hdt. 5.64-65.2 • 13-14 Pol. 1315b 32 502d, cf. Eratosth.Ag. 241 F 40 • [36]16-[37]2 Hdt. 5.66.1
•
13-15 Sch.Ar.V.
5 Θετταλὸν] θεσσαλον L / χιλίους] χειλιους L • 7 Θετταλῶν] θεσσαλων L • 10 Πεισιστρατιδῶν] πισιστρατιδων L • 12 Ἁρπακτίδου] παρπακίδου L, corr. L1 • 16 ante uersum coronis cum ornamento in margine est • 17 Τεισάνδρου K.-W : τισανδρου L 10 ὑπεξιόντας Wyse (1891a, 111): επεξιοντας L
[36]
•
14 δεῖ] δεῖν John Mayor (1891, 111)
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
pre les ordenaba que hicieran libre a Atenas163, hasta que por fin persuadió a los espartanos, aún siendo huéspedes suyos los Pisistrátidas. Contribuyó en no menor medida al ataque de los laconios la amistad existente entre los argivos y los Pisistrátidas164. Primero enviaron por mar a Anquímolo con un ejército. Como fuera vencido y encontrara la muerte gracias al auxilio de Cíneas165 el tesalio que acudió con mil jinetes, los espartanos, muy indignados por lo sucedido, despacharon por tierra al rey Cleómenes con fuerzas más numerosas. Y éste, después de vencer a los jinetes tesalios que le impedían entrar en el Ática, acorraló a Hipias dentro de la fortaleza llamada Pelárgica166 y lo sitió con ayuda de los atenienses. Y mientras él sufría asedio, se dio la coincidencia de que fueron capturados los hijos de los Pisistrátidas cuando trataban de huir. Con éstos ya prisioneros, llegaron a un acuerdo sobre la salvación de sus hijos y, después de sacar sus pertenencias en el plazo de cinco días167, entregaron la Acrópolis a los atenienses en el arcontado de Harpáctides168, tras mantener la tiranía unos diecisiete años después de la muerte del padre y cuarenta y nueve en total, si se cuentan los que el padre gobernó. Derrocada la tiranía, luchaban entre sí por el poder Iságoras, hijo de Tisandro, que era partidario de los tiranos169, y Clístenes, que per163
Esta constante respuesta de la Pitia es mencionada por Heródoto (Hdt., V
63, 1). 164 La intervención de Esparta, eterna rival de Argos, fue decisiva en el derrocamiento de la tiranía. La amistad de Pisístrato con los argivos surgió a raíz de su matrimonio con Timonasa, cf. supra, 17, 4. 165 Era el rey tesalio, oriundo de Condea, cf. Hdt., V 63, 3 y L. Piccirilli, “Considerazioni su Kineas re dei Tessali (Hdt., V 63, 3)”, Athenaeum 49, 1971, pp. 136-146. 166 Se trataba de un área cercada que se dejó sin ocupar por razones religiosas hasta la guerra del Peloponeso en el Noreste de la Acrópolis. Se cuenta por Hecateo que se construyó un muro alrededor de la Acrópolis. Pudo ser entre 1250 y 1200 a. C., en el período Heládico III, cuando los Pelasgos llegaron al Ática, cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 239. Se dice que se llamaba así por las cigüeñas (πελαργός en griego) que anidaban allí. Heródoto también refiere el encierro de los tiranos en este lugar, cf. Hdt., V 64, 2. 167 Este dato es ofrecido también por Heródoto (Hdt., V 65, 2), que nos informa también sobre el destierro de los Pisistrátidas hacia Sigeo a orillas del Escamandro. 168 Su arcontado tuvo lugar en 511/0 a. C. 169 Para Sironic, Aristóteles, aunque sigue en este capítulo 20 a Heródoto (V 66, 70,72) y a Tucídides (VI 53, 59), consideró injustamente a Iságoras partidario de los tiranos, cf. M. Sironic, “Aristoteles, Athenaion Politeia cap. 20”, ZAnt 30, 1980, pp. 149-154.
[36]
5
6
20
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 20.1-3
2
3
Ἀλκμεωνιδῶν. ἡττώμενος δὲ ταῖς ἑταιρείαις ὁ Κλεισθένης προσηγάγετο τὸν δῆμον, ἀποδιδοὺς τῷ πλήθει τὴν πολιτείαν. 2 ὁ δὲ Ἰσαγόρας ἐπιλειπόμενος τῇ δυνάμει πάλιν ἐπικαλεσάμενος τὸν Κλεομένην ὄντα ἑαυτῷ ξένον, συνέπεισεν ἐλαύνειν τὸ ἄγος διὰ τὸ τοὺς Ἀλκμεωνίδας δοκεῖν εἶναι τῶν ἐναγῶν. 3 ὑπεξελθόντος δὲ τοῦ Κλεισθένους μετ’ ὀλίγων ἠγηλάτει τῶν Ἀθηναίων ἑπτακοσίας οἰκίας. ταῦτα δὲ διαπραξάμενος τὴν μὲν βουλὴν ἐπειρᾶτο καταλύειν, Ἰσαγόραν δὲ καὶ τριακοσίους τῶν φίλων μετ’ αὐτοῦ κυρίους καθιστάναι τῆς πόλεως. τῆς δὲ βουλῆς ἀντιστάσης καὶ συναθροισθέντος τοῦ πλήθους οἱ μὲν περὶ τὸν Κλεομένην καὶ Ἰσαγόραν κατέφυγον εἰς τὴν ἀκρόπολιν, ὁ δὲ δῆμος δύο μὲν ἡμέρας προσκαθεζόμενος ἐπολιόρκει, τῇ δὲ τρίτῃ Κλεομένην μὲν καὶ τοὺς μετ’
2-5 Hdt. 5.70
•
5-11 Hdt. 5.72
•
[37]11-[38]2 Hdt. 5.73.1
1 Ἀλκμεωνιδῶν H. (1891, 333) : αλκμεονιδων L 1 ἡττώμενος Bl. (1891, 304) : ηττημ(εν)ος L • 5 K.-W.2 coll. Hdt. 5.72.1 • 8 μετ’ αὐτοῦ K. : μ(ετα)του L
[37]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tenecía al linaje de los Alcmeónidas. Clístenes, al ser vencido en las heterías170, se atrajo al pueblo a su causa con idea de entregar a la multitud el control del Estado. Iságoras, muy mermado en su poder, llamó de nuevo a Cleómenes, que era su huésped, para persuadirle de que “expulsara el sacrilegio”, porque circulaba la creencia de que los Alcmeónidas estaban entre los malditos por un sacrilegio171. Puesto que Clístenes había huido, y con pocos hombres expulsó como sacrílegas a setecientas familias atenienses. Una vez realizado esto, intentó disolver el Consejo172 y hacer dueños de la ciudad a Iságoras y con él a trescientos amigos suyos173. Pero como el Consejo se resistió y la multitud se había concentrado, Cleómenes, Iságoras y sus partidarios huyeron a la Acrópolis174. El pueblo, apostándose alrededor, los asedió durante dos días y, al tercero, de-
170 En Atenas las heterías fueron asociaciones de hombres con fines sociales y políticos que se asistían mutamente en varios órdenes de la vida. En alguna época fueron caldo de cultivo para organizar actividades políticas que apoyaron, por ejemplo, la introducción del régimen oligárquico en 411 a. C. y a los Treinta tiranos en 404 a. C. De ahí que se pretendiera legislar contra las heterías en la revisión de las leyes del s. IV a. C. (F. Sartori, Le eterie nella vita politica ateniense del VI e V secolo a. C., Roma 1957). En Creta también existieron las heterías como una organización cerrada de varones, que tenían sus comidas en común o syssítia. Para Willetts la hetería cretense era como la fratría de Atenas, que celebraba con una fiesta la adopción de un hijo por uno de sus miembros y acogía la presentación de los hijos de los ciudadanos, pero la fratría se reunía muy poco, mientras que las heterías en muchas ocasiones, cf. R. F. Willetts, The Law Code of Gortyn, Berlin 1967, p. 11 y The Civilization of Ancient Crete, Berkeley- Los Angeles 1977, p. 184. 171 La impiedad cometida por el crimen de los Alcmeónidas afectaba a todo el linaje, por ello el pretexto de Iságoras era que Clístenes, un Alcmeónida, debía ser expulsado, para que no infectara la ciudad. 172 Debió de ser el Consejo de los Cuatrocientos creado por Solón, porque el de los Quinientos todavía no habría sido instituido por Clístenes. 173 Cf. Hdt., V 72, 1. 174 Cf. Hdt., V 72, 2.
[37]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 20.3 - 21.2
4
5
21 2
αὐτοῦ πάντας ἀφεῖσαν ὑποσπόνδους, Κλεισθένην δὲ καὶ τοὺς ἄλλους φυγάδας μετεπέμψαντο. 4 κατασχόντος δὲ τοῦ δήμου τὰ πράγματα Κλεισθένης ἡγεμὼν ἦν καὶ τοῦ δήμου προστάτης. αἰτιώτατοι γὰρ σχεδὸν ἐγένοντο τῆς ἐκβολῆς τῶν τυράννων οἱ Ἀλκμεωνίδαι καὶ στασιάζοντες τὰ πολλὰ διετέλεσαν. 5 ἔτι δὲ πρότερον τῶν Ἀλκμεωνιδῶν Κήδων ἐπέθετο τοῖς τυράννοις, διὸ καὶ ᾖδον καὶ εἰς τοῦτον ἐν τοῖς σκολιοῖς· ἔγχει καὶ Κήδωνι, διάκονε, μηδ’ ἐπιλήθου, εἰ χρὴ τοῖς ἀγαθοῖς ἀνδράσιν οἰνοχοεῖν. Διὰ μὲν οὖν ταύτας τὰς αἰτίας ἐπίστευον ὁ δῆμος τῷ Κλεισθένει. τότε δὲ τοῦ πλήθους προεστηκώς, ἔτει τετάρτῳ μετὰ τὴν τῶν τυράννων κατάλυσιν ἐπὶ Ἰσαγόρου ἄρχοντος, 2 πρῶτον μὲν συνένειμε πάντας εἰς δέκα φυλὰς ἀντὶ τῶν τεττάρων, ἀναμεῖξαι βουλόμενος ὅπως μετάσχωσι πλείους τῆς πολιτείας· ὅθεν ἐλέχθη καὶ τὸ ‘μὴ φυλοκρινεῖν’ ǁ ΙΧ πρὸς τοὺς ἐξετάζειν
7-8 Ath. 15.695e: ἔγχει-οἰνοχοεῖν • 9-13 Hdt. 5.66.2, 69.2 1319b 19-27 • [38]13-[39]1 Poll. 8.110.5 5 Ἀλκμεωνιδῶν] αλκμεονιδων L
•
•
12-13 Pol. 1275b 34-37,
12 ἀναμεῖξαι] αναμιξαι L
1 ἀφεῖσαν K.-W. : αφιεσαν L / Κλεισθένην] Κλεισθένη K. • 9 ἐπίστευον K.1-2 : επιστευεν L, επιστευον L1 / ὁ δῆμος del. Rutherford (1891, 90) • 11 μὲν συνένειμε Newman (1891, 163), Gertz (1891, 253) coll. 41.2 συνενεμήθησαν : μὲν οὖν ένειμε K.-W. : μ(εν) ο(υν) ενειμε L
[38]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
jaron marchar a Cleómenes y a todos los suyos en virtud de una capitulación y mandaron llamar a Clístenes y a los restantes exiliados175. Cuando el pueblo tomó las riendas de los asuntos públicos, era Clístenes el jefe y protector176 del pueblo, porque los Alcmeónidas habían sido tal vez los máximos responsables de la expulsión de los tiranos y estuvieron en conflicto con ellos la mayor parte del tiempo. Y aún antes Cedón177, uno de los Alcmeónidas, se había enfrentado a los tiranos, por lo que también se cantaba en su honor en los escolios: Escancia vino también para Cedón, criado, y no se te olvide si hay que hacer libaciones a los hombres valientes. Ésta fue la causa por la que el pueblo confiaba en Clístenes178. Entonces, siendo lider de la multitud, en el cuarto año después del derrocamiento de la tiranía, bajo el arcontado de Iságoras179, en primer lugar decidió agrupar a todos los atenienses en diez tribus en lugar de cuatro, pues quería mezclarlos, para que fueran más los que participaran del gobierno180. De ahí proviene el dicho “no investigar en las tribus”, dirigido a cuantos quieren examinar los linajes de las familias181. 175 Hay cierta confusión en las fuentes que relatan estos acontecimientos. Heródoto V 72 y 73 no le da tanta importancia al protagonismo del demos. Fue del Alcmeónida de quien parte la iniciativa de apoyarse en el pueblo. Sobre ello, Mossé, op. cit. (1981), p. 26, para quien probablemente Aristóteles dé una versión menos exacta que la de Heródoto, “correspondiendo mejor a lo que la propaganda democrática deseaba resaltar”. 176 El mismo término aplicado a Solón, cf. supra, 2, 2. 177 Hay dos formas de interpretar esta frase, una: “antes de los Alcmeónidas Cedón”, (M. García Valdés, Constitución de los atenienses, Madrid 1984, p. 98), otra: “antes, Cedón, uno de los Alcmeónidas” (Wilamowitz, Tovar, op. cit., p. 97; Mathieu- Haussoullier, op. cit., p. 22; Leão, op. cit., p. 52; Bernabé, op. cit., p. 69). Para Rhodes, op. cit. (1981), p. 248, esta segunda da mejor sentido y podría ser más decisiva. 178 Sobre la reforma de Clístenes, que continúa con la repartición soloniana en cuatro clases, cf. K. E., Petzold, “Zur Entstehungsphase der athenischen Demokratie”, RFIC 118, 1990, pp. 145-178. 179 Arconte en 508/7 a. C. 180 En su análisis de las democracias que desean hacer fuerte al pueblo, Aristóteles pone el ejemplo de Clístenes que, para lograrlo, debió de crear más tribus y fratrías con objeto de que se mezclaran todos, cf. Arist., Pol. 1319b21-24. 181 Ahora, al resultar la formación de las tribus de otra manera, sin las bases aristocráticas y con las familias repartidas, el linaje no se identificaba con las tribus.
[38]
4
5
21 2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 21.2-5 3
4
5
τὰ γένη βουλομένους. 3 ἔπειτα τὴν βουλὴν πεντακοσίο[υ]ς ἀντὶ τετρακοσίων κατέστησεν, πεντήκοντα ἐξ ἑκάστης φυλῆς. τότε δ’ ἦσαν ἑκατόν. διὰ τοῦτο δὲ οὐκ εἰς δώδεκα φυλὰς συνέταξεν, ὅπως αὐτῷ μὴ συμβαίνῃ μερίζειν κατὰ τὰς προϋπαρχούσας τριττῦς. ἦσαν γὰρ ἐκ ͞ δ φυλῶν δώδεκα τριττύες, ὥστ’ οὐ συνέπιπτεν ἀναμίσγεσθαι τὸ πλῆθος. 4 διένειμε δὲ καὶ τὴν χώραν κατὰ δήμους τριάκοντα μέρη, δέκα μὲν τῶν περὶ τὸ ἄστυ, δέκα δὲ τῆς παραλίας, δέκα δὲ τῆς μεσογείου, καὶ ταύτας ἐπονομάσας τριττῦς ἐκλήρωσεν τρεῖς εἰς τὴν φυλὴν ἑκάστην, ὅπως ἑκάστη μετέχῃ πάντων τῶν τόπων. καὶ δημότας ἐποίησεν ἀλλήλων τοὺς οἰκοῦντας ἐν ἑκάστῳ τῶν δήμων, ἵνα μὴ πατρόθεν προσαγορεύοντες ἐξελέγχωσιν τοὺς νεοπολίτας, ἀλλὰ τῶν δήμων ἀναγορεύωσιν· ὅθεν καὶ καλοῦσιν Ἀθηναῖοι σφᾶς αὐτοὺς τῶν δήμων. 5 κατέστησε δὲ καὶ δημάρχους τὴν αὐτὴν ἔχοντας ἐπιμέλειαν τοῖς πρότερον
5-8 Psell. Ὀνόματα δικῶν 103 Boiss. • [39]12-[40]1 *Sch.Ar.Nu. 37: κατέστησε-ἐποίησεν, *Harp. ναυκραρικά: κατέστησαν-ἐποίησαν, *Harp. δήμαρχος, Hsch., Phot. ναυκραρία, Sud. δήμαρχος et δήμαρχοι, Lex. Seg. 242.16 3 οὐκ εἰς] ου κ(αι) εις L / αὐτῷ μὴ συμβαίνῃ] αυτω συμβαινει L, ι super ω scr. L1, μη add. L4? s.l. • 4 κατὰ] προς L, corr. L4 • 11 α ̣ν ̣α ̣[γορευωσιν incipit B IIa • 12 ἐπιμέλειαν] επιμελιαν L 2 ἑκάστης] ἑκάστης Bl.4 • 4 ἐκ] ἐκ Papageorgios (1892, 550) coll. 21.2 ἀντὶ τῶν τεττάρων • 5 οὐ συνέπιπτεν Hude (1891, 249) : οὐκ συνέπιπτεν Richards (1891, 226) : ου σ(υν)επειπτεν L
[39]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Después instituyó el Consejo de los Quinientos en vez de los Cuatrocientos182, cincuenta por cada tribu (entonces eran cien). Por eso no dispuso la población en doce tribus, para que el reparto no coincidiese con los tercios preexistentes, (pues había doce tercios por cuatro tribus), de tal manera que no se dieran las condiciones para que el pueblo se mezclara. También dividió el territorio en treinta distritos, integrados por demos183: diez distritos de los habitantes de la ciudad, diez de los de la costa y diez de los del interior. A estos distritos los llamó tercios184 y sorteó tres para cada tribu185, a fin de que cada una tuviera un distrito de todos los lugares. Hizo conciudadanos de un mismo demo186 a los que habitaban en cada uno de los demos, para que no se reconociera a los nuevos ciudadanos por llevar el nombre de sus padres, sino que se les identificase por el de los demos; de ahí que los atenienses se llamen a sí mismos por los demos. Instituyó también jefes de demo187, cuyo cometido era el mismo que el de los anteriores jefes de agrupación naval, pues estableció los
182
Cf. supra, 8, 4. Clístenes procedió a esta división territorial en pequeñas unidades administrativas o demos para evitar que la clase alta atentara contra la democracia, como habían hecho antes Pisístrato o Iságoras. 184 Clístenes sustituyó las cuatro tribus antiguas basadas en el nacimiento por otras diez basadas en una división geográfica. Cada una de las tres partes en que estaba dividido el territorio, la ciudad, la costa y la tierra fue subdividida en diez distritos, tritias o tercios, que podían estar compuestos por uno o varios demos. Tres tritias fueron asignadas a cada tribu, por lo que las antiguas tribus quedaron repartidas por el país. 185 Su función estuvo muy bien definida. Cada una contribuía con una falange de infantería y un escuadrón de caballería; en cambio, sobre las tritias se cree que tuvieron cierta participación en la organización de la armada o, por el contrario, que no tenían función alguna (M. S. Ruiperez - A. Tovar, Historia de Grecia, Madrid 1963, p. 115). En opinión de Ehrenberg, op. cit., p. 94, Aristóteles estaba equivocado cuando afirma que se sorteaban tres tritias para cada tribu. 186 Los demótai son los miembros de un mismo demo; sobre ellos, cf. infra, 42, 1. Desempeñan un gran papel en la sociedad ateniense. A ellos se refiere con frecuencia Demóstenes. Ante los demótai se hacía la inscripción de los nuevos ciudadanos, cf. D., 39 (Beo. Nom.), 5. 187 Los démarchoi presidían los demos, primero eran elegidos y después sorteados. 183
[39]
3
4
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 21.5 - 22.1
6
22
ναυκράροις· καὶ γὰρ τοὺς δήμους ἀντὶ τῶν ναυκραριῶν ἐποίησεν. προσηγόρευσε δὲ τῶν δήμων τοὺς μὲν ἀπὸ τῶν τόπων, τοὺς δὲ ἀπὸ τῶν κτισάντων· οὐ γὰρ ἅπαντες ὑπῆρχον ἔτι τοῖς τόποις. 6 τὰ δὲ γένη καὶ τὰς φρατρίας καὶ τὰς ἱερωσύνας εἴασεν ἔχειν ἑκάστους κατὰ τὰ πάτρια. ταῖς δὲ φυλαῖς ἐποίησεν ἐπωνύμους ἐκ τῶν προκριθέντων ἑκατὸν ἀρχηγετῶν, οὓς ἀνεῖλεν ἡ Πυθία δέκα. Τούτων δὲ γενομένων δημοτικωτέρα πολὺ τῆς Σόλωνος ἐγένετο ἡ πολιτεία. καὶ γὰρ συνέβη τοὺς μὲν Σόλωνος νόμους ἀφανίσαι τὴν τυραννίδα διὰ τὸ μὴ χρῆσθαι, καινοὺς δ’ ἄλλους θεῖναι τὸν Κλεισθένη στοχαζόμενον
1-2 E.M. 327.32 • 4-6 Poll. 8.110.1-5, Harp. ἐπώνυμοι (Phot.1, Sud.1), Lex. Seg. 245.17, EM 369.15, Lex. Patm. 15 3 φρατρίας] φατριας L
•
5 ἐποίησεν] εποιησαν L, corr. L1
3 ἔτι] ἔτι ἐν Papageorgios (1892, 554) : ετι L, εν B 20.3
[40]
•
•
9 χρῆσθαι] χρασθαι B
9 Κλεισθένη] Κλεισθένην K.-W. coll.
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
demos en lugar de las agrupaciones navales188. Asignó nombres a los demos, a unos por los lugares y a otros por los fundadores, pues no todos se correspondían ya con los lugares. Permitió que cada uno mantuviese sus linajes, sus hermandades189 y sus sacerdocios, según las costumbres ancestrales. En cuanto a las tribus, estableció como héroes epónimos190 a diez, que seleccionó la Pitia de una lista previa de cien héroes fundadores. Tras tomarse estas medidas, la constitución se hizo mucho más democrática que la de Solón. Pues se dio la circunstancia de que la tiranía había suprimido las leyes de Solón al caer en desuso191 y que Clís-
188 Hignett considera improbable la afirmación de que Clístenes aboliese las naucraríai sustituyéndolas por demos, cf. Hignett, op. cit., p. 73 y también, cf. comentario, supra, 8, 3. 189 Se trata de la fratría, un grupo social con vínculos religiosos, cuyos miembros fueron llamados fráteres, término relacionado con el vocablo ‘hermano’ en algunas lenguas indoeuropeas. Ya Homero hace referencia a la fratría cuando Néstor sugiere a Agamenón que distribuya el ejército por tribus y fratrías, “puesto que la fratría protege a las fratrías” (Il., II 362-363). Esta agrupación es conocida no solo en Atenas, sino en otras ciudades griegas, como Esparta y Argos. Cuando la pólis había alcanzado su máximo desarrollo, la fratría quedaba entonces subordinada a la autoridad de aquélla, aunque se le permitió subsistir como una asociación de carácter sacral que tenía como principal cometido la vigilancia de la formación de la familia, cf. Paoli, op. cit. (1968), p. 25. Por tanto, los asuntos de familia y descendencia eran de su competencia. Cada ateniense pertenecía a una fratría. Después de la reforma de Clístenes, continuó con su función de controlar la legitimidad de los descendientes de los ciudadanos para acceder a su grupo. Pertenecer a la fratría parece que estaba reservado solo para los nacidos dentro del matrimonio. Cuando un niño nacía, se hacía la presentación en la fratría, que tendría lugar el tercer día de las fiestas de las Apaturias. En el mes de Pianepsión, en Atenas se celebraba la “asamblea de los padres” para conmemorar la forma más antigua de asociación, la fratría, cf. Bianchi Bandinelli, op. cit., p. 515. Las mujeres no fueron consideradas miembros de las fratrías, debían ser introducidas en la fratría del padre y, cuando contraían matrimonio, se las presentaba en la del marido en las Gamelias. 190 Eran los héroes que dieron su nombre a las tribus del Ática y cuyas estatuas estaban en el ágora, cerca de la thólos o rotonda. 191 Contrasta esta opinión de Aristóteles con la de Heródoto y Plutarco (Hdt., I 59, 6 y Plu., Sol. 31, 3), quienes dicen que no cambió las leyes de Solón.
[40]
6
22
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 22.1-3 2
3
τοῦ πλήθους, ἐν οἷς ἐτέθη καὶ ὁ περὶ τοῦ ὀστρακισμοῦ νόμος. 2 πρῶτον μὲν οὖν ἔτει πέμπτῳ μετὰ ταύτην τὴν κατάστασιν ἐφ’ Ἑρμοκρέοντος ἄρχοντος τῇ βουλῇ τοῖς πεντακοσίοις τὸν ὅρκον ἐποίησαν ὃν ἔτι καὶ νῦν ὀμνύουσιν. ἔπειτα τοὺς στρατηγοὺς ᾑροῦντο κατὰ φυλάς, ἐξ ἑκάστης φυλῆς ἕνα, τῆς δὲ ἁπάσης στρατιᾶς ἡγεμὼν ἦν ὁ πολέμαρχος. 3 ἔτει δὲ μετὰ ταῦτα δωδεκάτῳ νικήσαντες τὴν ἐν Μαραθῶνι μάχην ἐπὶ Φαινίππου ἄρχοντος, διαλιπόντες ἔτη δύο μετὰ τὴν νίκην, θαρροῦντος ἤδη τοῦ δήμου τότε πρῶτον ἐχρήσαντο τῷ νόμῳ τῷ περὶ τὸν ὀστρακισμόν, ὃς ἐτέθη διὰ τὴν ὑποψίαν τῶν ἐν ταῖς
1 Philoch. 328 F 30, D.S. 11.55.1-3, Plut. Arist. 7.2, Sch.Ar.Eq. 855, Poll. 8.19-20 • 1-3 X. Mem. 1.1.18, Lys. 31.1-2, Dem. 24.144, [Dem.] 59. 4 • [41]8-[42]4 Androt. 324 F 6 = Harp. Ἵππαρχος 2 Ἑρμοκρέοντος Rutherford (1891, 180) : Ερμουκρεοντος L
•
7 ἤδη om. L, add. L4 s.l.
2 πέμπτῳ] ὀγδόῳ K.1-3 η͞ olim in ε͞ corruptum fuisse ratus • 4 ἑκάστης] ἑκάστης Bl.3 / ἐξ ἑκάστης φυλῆς] α]πο φυλης εκαστης B • 8 τῷ περὶ τὸν ὀστρακισμόν] τοῦ ὀστρακισμοῦ Kaibel (1893, 174-175)
[41]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tenes promulgó otras nuevas con su mira puesta en el pueblo192, y entre ellas fue instituida también la ley sobre el ostracismo193. Así que, en el quinto año después de esta promulgación, en el arcontado de Hermocreonte, lo primero que hizo fue otorgar al Consejo de los Quinientos el juramento194 que aún ahora prestan. Luego, eligieron a los generales por tribus, uno por cada tribu, y el jefe de todo el ejército era el polemarco. Al duocécimo año de estos acontecimientos, siendo arconte Fenipo195, vencieron en la batalla de Maratón y, tras dejar pasar dos años después de la victoria, el pueblo cobró ya confianza y se hizo uso por primera vez de la ley sobre el ostracismo. Ésta se había instituido de-
192 Sus reformas no solo fueron de un marcado signo democrático y de intencionada erosión del poder de las familias aristocráticas, también significaron la integración de las diferentes partes del Ática, con lo que se creaba una “ciudad-nación”, cf. P. Lévêque-P. Vidal Naquet, Clisthène l’Athénien, Paris 1964. 193 Era una medida ateniense para expulsar del país a un ciudadano sospechoso de poner en peligro la ciudad. Para llevar a cabo el destierro se procedía a votar mediante un óstrakon, pedazo de vasija rota, en el que se escribía el nombre del que se quería desterrar. Se atribuye a Clístenes su institución para evitar el advenimiento de un poder personal. Aquel ciudadano, cuyo nombre aparecía en el óstrakon, sería desterrado de Atenas durante diez años sin confiscación de bienes, si en la votación se alcanzaba una mayoría de 6.000 votos. Se planteaba la posibilidad de proceder a desterrar por ostracismo en la sexta pritanía y en la octava se votaba. Aristóteles en Pol. 1284a17-19 manifiesta que las ciudades que lo impusieron perseguían la igualdad, porque a aquel que parecía sobresalir en poder, dinero y abundancia de amigos lo condenaban al ostracismo. Sobre la improbabilidad de que Clístenes creara esta ley sobre el ostracismo, que no fue admitida por todos los atidógrafos, cf. Hignett, op. cit., p. 159. Sin embargo, G. R. Stanton, “The introduction of ostracism and Alcmeonid propaganda”, JHS 90, 1970, pp. 180-183, considera que Clístenes introdujo el ostracismo para poder expulsar a Iságoras, que fue llamado amigo de los tiranos por la propaganda alcmeónida, aunque su ostracismo no se pudo llevar a cabo. Sobre el ostracismo, cf. L. G. H. Hall, “Remarks on the law of ostracism”, Tyche 4, 1989, pp. 91-100 y S. Forsdyke, Exile, Ostracism, and Democracy. The Politics of Expulsion in Ancient Greece, Princeton 2005, que estudia estos procesos a través del análisis de Aristóteles, pero también de Tucídides, Jenofonte, Platón. 194 Según Demóstenes este juramento fue establecido por Solón, cf. D., 24 (Tim.), 148. 195 Probablemente en 490/89 a. C.
[41]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 22.3-6
4
5
6
δυνάμεσιν, ὅτι Πεισίστρατος δημαγωγὸς καὶ στρατηγὸς ὢν τύραννος κατέστη. 4 καὶ πρῶτος ὠστρακίσθη τῶν ἐκείνου συγγενῶν Ἵππαρχος Χάρμου Κολλυτεύς, δι’ ὃν καὶ μάλιστα τὸν νόμον ἔθηκεν ὁ Κλεισθένης, ἐξελάσαι βουλόμενος αὐτόν. οἱ γὰρ Ἀθηναῖοι τοὺς τῶν τυράννων φίλους, ὅσοι μὴ συνεξαμαρτάνοιεν ἐν ταῖς ταραχαῖς, εἴων οἰκεῖν τὴν πόλιν, χρώμενοι τῇ εἰωθυίᾳ τοῦ δήμου πραότητι· ὧν ἡγεμὼν καὶ προστάτης ἦν Ἵππαρχος. 5 εὐθὺς δὲ τῷ ὑστέρῳ ἔτει ἐπὶ Τελεσίνου ἄρχοντος ἐκυάμευσαν τοὺς ἐννέα ἄρχοντας κατὰ φυλὰς ἐκ τῶν προκριθέντων ὑπὸ τῶν δημοτῶν πεντακοσίων τότε μετὰ τὴν τυραννίδα πρῶτον· οἱ δὲ πρότεροι πάντες ἦσαν αἱρετοί. καὶ ὠστρακίσθη Μεγακλῆς Ἱπποκράτους Ἀλωπεκῆθεν. 6 ἐπὶ μὲν οὖν ἔτη γ͞ τοὺς τῶν τυράννων φίλους ὠστράκιζον, ὧν χάριν ὁ νόμος ἐτέθη, μετὰ δὲ ταῦτα τῷ τετάρτῳ ἔτει καὶ τῶν ἄλλων εἴ τις δοκοίη μείζων εἶναι μεθίσταντο· καὶ
1-2 Cf. Pol. 1305a 7-10 1 Πεισίστρατος] πισιστρατος L • 3 Κολλυτεύς K.-W. : κολυττευς L / Κ]λ ̣ε ̣ισ̣ ̣θ ̣ε ̣[νης desinit B IIa • 6 ειωθ]υι[α incipit B IIb 1 ὅτι K. coll. Androt. : οτε L • 5 συνεξαμαρτάνοιεν Poste (1891, 226) : σ(υν)εξαμαρτανον L / ἐν del. Kaibel (1893, 175) • 7 ὑστέρῳ] ὕστερον K.-W. coll. 34.2 • 8 δημοτῶν] δήμων def. K.-W.3 coll. 62.1 ἐπώλουν οἱ δῆμοι : δημοτ(ων) L, δημων B / πεντακοσίων] ἑκατὸν mal. K., qui ρ͞ (= 100) in φ ͞ (= 500) corruptum esse susp. : πεντακοσιων B L • 9 τότε Bl. (1891, 304) : τοις L • 12 δοκοίη] δοκε B / μεθίσταντο] μεθίστατο ret. Bl. : μεθιστατο L, ν scr. L1 s.l.
[42]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
bido a la sospecha que inspiraban los que ocupaban el poder, dado que Pisístrato se erigió en tirano siendo demagogo196 y general. La primera víctima del ostracismo fue uno de los parientes de aquél, Hiparco, hijo de Carmo197, del demo de Cólito, que resultó ser el principal causante de que Clístenes estableciese la ley, porque deseaba expulsarlo. Y es que los atenienses, haciendo uso de la inveterada condescendencia del pueblo, permitían vivir en la ciudad a todos los amigos de los tiranos que no hubieran cometido delitos cuando participaron en los disturbios, y el jefe y protector198 de aquéllos era Hiparco. En el año inmediatamente posterior, en el arcontado de Telesino199, sortearon mediante el sistema de habas a los nueve arcontes, por tribus, de entre los quinientos200 previamente seleccionados por los miembros de los demos. Éste fue el primer sorteo que se hizo después de la tiranía, mientras que los anteriores arcontes eran todos elegidos. Fue también desterrado por ostracismo Megacles, hijo de Hipócrates, del demo de Alópece. Pues bien, durante tres años se aplicó el ostracismo a los amigos de los tiranos, por cuya causa se había establecido la ley. Más tarde, al cuarto año dispusieron también el destierro para los demás, si se estimaba que alguien era bastante poderoso. Y de los que no tuvieron
196 De acuerdo con García Valdés, op. cit., p. 103, preferimos traducir por ‘demagogo’. Aristóteles en Pol. 1305a7-8 utiliza ambos términos y tendría el mismo sentido: “cuando una misma persona se convierte en demagogo y general se orienta hacia la tiranía, pues los antiguos tiranos han surgido de los demagogos”. 197 Plutarco en Nic. 11, 8 afirma que el primer expulsado por ostracismo fue Hiparco, del demo de Colargo, un pariente del tirano. Fue en 487 a. C. 198 Solón también es un prostátes, cf. supra, 2, 2, y Clístenes, a quien Aristóteles designa con los mismos adjetivos que a Hiparco, cf. supra, 20, 4. 199 En 487/6 a. C. 200 En contra de tesis anteriores, González de la Red defiende con buenos argumentos que ni el texto está corrupto (Hignett, op. cit., p. 174) ni se debe restituir ἑκατόν (Kenyon), sino que se trataría de los quinientos bouleutás seleccionados por el demo antes de sortearse en el Teseón, por lo que había una prócrisis de candidatos a las magistraturas, cf. O. González de la Red, “La elección de arcontes en Arist. Athenaion Politeia 22, 5”, Emerita 53, 1985, p. 271.
[42]
4
5
6
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 22.6-8
7
8
πρῶτος ὠστρακίσθη τῶν ἄπωθεν τῆς τυραννίδος Ξάνθιππος ὁ Ἀρίφρονος. 7 ἔτει δὲ τρίτῳ μετὰ ταῦτα Νικοδήμου ἄρχοντος, ὡς ἐφάνη τὰ μέταλλα τὰ ἐν Μαρωνείᾳ καὶ περιεγένετο τῇ πόλει τάλαντα ἑκατὸν ἐκ τῶν ἔργων, συμβουλευόντων τινῶν τῷ δήμῳ διανείμασθαι τὸ ἀργύριον Θεμιστοκλῆς ἐκώλυσεν, οὐ λέγων ὅ τι χρήσεται τοῖς χρήμασιν ἀλλὰ δανεῖσαι κελεύων τοῖς πλουσιωτάτοις Ἀθηναίων ἑκατὸν ἑκάστῳ τάλαντον, εἶτ’ ἐὰν μὲν ἀρέσκῃ τὸ ἀνάλωμα, τῆς πόλεως εἶναι τὴν δαπάνην, εἰ δὲ μή, κομίσασθαι τὰ χρήματα παρὰ τῶν δανεισαμένων. λαβὼν δ’ ἐπὶ τούτοις ἐναυπηγήσατο τριήρεις ἑκατόν ἑκάστου ναυπηγουμένου τῶν ἑκατὸν μίαν, αἷς ἐναυμάχησαν ἐν Σαλαμῖνι πρὸς τοὺς βαρβάρους. ὠστρακίσθη δ’ ἐν τούτοις τοῖς καιροῖς Ἀριστείδης ὁ Λυσιμάχου. 8 τετάρτῳ δ’ ἔτει κατεδέξαντο πάντας τοὺς ὠστρακισμένους ἄρχοντος Ὑψιχίδου διὰ τὴν Ξέρξου στρατείαν· καὶ τὸ λοιπὸν ὥρισαν τοῖς
2-5 Hdt. 7.144.1-8, Dem. 37.4, Plut. Them. 4.1-3, Harp. Μαρώνεια, Lex. Seg. 279.32 • 5-8 Polyaen. 1.30.6, Lib. Decl. 10.27, Nep. Them. 2, Iust. 2.12 • 8-10 Hdt. 7.144.5-8 • 10-11 And. 1.109, Plu. Them. 11.1, Arist. 8.1
3 τάλαντα om. L, add. L1 s.l. υψηχιδου L, corr. L1
•
7 τὴν δαπάνην om. L, add. L4 s.l.
•
12 Ὑψιχίδου]
2 Νικοδήμου D.H. 8.83.1 : νικομηδους L, ν[ικο]δημο[υ] B • 3 τάλαντα ἑκατὸν ἐκ τῶν ἔργων] εκ των [ε]ργων εκατ[ον ταλαντα B • 11 τετάρτῳ] τρίτῳ K.-W.2-3 coll. Plu. Arist. 8.1 • 12 στρατείαν K.3-4 : στρατιάν ret. K.1-2 : στρατιαν L, σ]τρατειαν B
[43]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
relación con la tiranía, el primero en ser desterrado por ostracismo fue Jantipo201, hijo de Arifrón. Al tercer año de suceder esto, en el arcontado de Nicodemo202, se descubrieron las minas en Maronea203, cuya explotación reportó a la ciudad cien talentos, y algunos recomendaron que el dinero se repartiera entre el pueblo. Temístocles lo impidió204, pero no dijo en qué se iba a emplear el dinero, sino que ordenó prestar a los cien atenienses más ricos un talento a cada uno; y, a continuación, si el gasto era aceptado, el coste sería asumido por la ciudad, pero si no, el dinero se recuperaría de quienes habían recibido el préstamo. Y al tomar el dinero en tales condiciones, hizo construir cien trirremes y cada uno de los cien se encargó de una; fue con esa flota con la que lucharon en Salamina contra los bárbaros205. Fue desterrado por ostracismo en esos tiempos Aristides206, hijo de Lisímaco. Al cuarto año, en el arcontado de Hipsíquides, a todos los que habían sufrido ostracismo207 los acogieron de nuevo a causa de la expedición de Jerjes y determinaron que en adelante las víctimas del os-
201 Jantipo se casó con Agarista, sobrina de Clístenes, de cuya unión nació Pericles, cf. Hdt., VI 131 y Plu., Per. 3, 2. 202 483/2 a. C. 203 Todavía en época de Demóstenes se estaban explotando, cf. D., 37 (Pant.), 4. 204 Esta iniciativa de Temístocles es comentada por Heródoto y Plutarco. El historiador aumenta a doscientas las naves que se construyeron y añade que con ello se salvó a Grecia, porque obligó a los atenienses a hacerse marinos (Hdt., VII 144, 1-2). Según Plutarco, los atenienses tenían la costumbre de repartirse los beneficios de las minas de Laurión y fue Temístocles quien se atrevió a pedir al pueblo que renunciara a ellos y con lo que se obtuviera podrían construir trirremes para sostener la guerra contra los eginetas (Plu., Them. 4, 1). 205 Después de que Temístocles lograra que la Asamblea votase este programa de construcción, Atenas disponía de una gran fuerza naval que se hizo evidente en la batalla de Salamina contra los Persas, a quienes venció en 480 a. C. 206 Es opinión común que la política naviera de Temístocles motivó el ostracismo de Aristides (482 a. C.), pero, según Rhodes, op. cit. (1981), p. 280, no aparece indicado en ningún texto antiguo, por lo que puede ser incierto. Plu., Arist. 7, 8, menciona la anécdota que protagonizó un paisano que, por ser analfabeto, hizo escribir a Aristides su propio nombre en el óstrakon. 207 Cf. Plu., Arist. 8, 1.
[43]
7
8
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 22.8 - 23.2
23
2
ὀστρακιζομένοις ἐντὸς Γεραιστοῦ καὶ Σκυλλαίου κατοικεῖν ἢ ἀτίμους εἶναι καθάπαξ. Τότε μὲν οὖν μέχρι τούτου προῆλθεν ἡ πόλις ἅμα τῇ δημοκρατίᾳ κατὰ μικρὸν αὐξανομένη· μετὰ δὲ τὰ Μηδικὰ πάλιν ἴσχυσεν ἡ ἐν Ἀρείῳ πάγῳ βουλὴ καὶ διῴκει τὴν πόλιν, οὐδενὶ δόγματι λαβοῦσα τὴν ἡγεμονίαν ἀλλὰ διὰ τὸ γενέσθαι τῆς περὶ Σαλαμῖνα ναυμαχίας αἰτία· τῶν γὰρ στρατηγῶν ἐξαπορησάντων τοῖς πράγμασι καὶ κηρυξάντων σώ[ι]ζειν ἕκαστον ἑαυτόν, πορίσασα δραχμὰς ἑκάστῳ ὀκτὼ διέδωκε καὶ ἐνεβίβασεν εἰς τὰς ναῦς. 2 διὰ ταύτην δὴ τὴν αἰτίαν παρεχώρουν αὐτῆς τῷ ἀξιώματι καὶ
4-6 Pol. 1304a 17-21
•
6-9 Clidem. 323 F 21, *Plu. Them. 10.6
1 κατοι]κειν desinit B IIb 1 ἐντὸς] ἐκτὸς Wyse (1891a, 112. 274) : εντος L, fort. B / κατοικεῖν] κατοικεῖν Kaibel (1893, 177) coll. Philoch. F 30 μὴ ἐπιβαίνοντα ἐντὸς Γεραιστοῦ / ἀτίμους] ἀτίμοις Hude (1891, 281) • 4 αὐξανομένη] αὐξανομένῃ Richards (1891, 180) • 9 αὐτῆς Bl. (1891, 304): αυτ(ην) L / αὐτῆς τῷ ἀξιώματι] αὐτῆς ἀξιώματι Rutherford (1891, 112) : αὐτῇ τοῦ ἀξιώματος John Mayor (1891, 112)
[44]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tracismo vivieran más acá de Geresto y Escileo208 o quedarían definitivamente proscritos209. Por entonces, hasta ese momento la ciudad progresó creciendo poco a poco con la democracia, pero después de las guerras médicas de nuevo se fortaleció el Consejo del Areópago y ejercía el gobierno de la ciudad, sin que hubiese logrado su hegemonía en virtud de ningún decreto, sino por haber asumido la responsabilidad de la batalla naval de Salamina210. En efecto, como los generales no supieran qué hacer ante el curso de los acontecimientos e hicieran proclamar que cada uno se pusiera a salvo por sí mismo211, el Areópago, allegando fondos, repartió ocho dracmas212 a cada cual y los hizo embarcar en las naves. Precisamente por esa razón los atenienses se rendían a su autoridad y fueron bien gobernados en aquellos tiempos, pues se dio la cir208 Geresto es un cabo en el sureste de Eubea y el Escileo en el extremo oriental de la Argólide, a la entrada del golfo Sarónico. Éstos serían los límites que no podrían rebasar los desterrados, pero por algunos textos sabemos que algunos exiliados los rebasaron, como por ejemplo Cimón, que se fue al Quersoneso. Algunos investigadores no aceptan el texto aristotélico respecto a los límites y sugieren algunas enmiendas al texto, cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 282. Nosotros nos inclinamos por ἐντός, pues en las circunstancias concretas de ese momento, ante la inminencia de la invasión de Jerjes, Atenas pudo pensar que en el futuro le sería más útil tener cerca a los exiliados, fuera del área dominada por los persas en el Egeo, para evitar toda tentación de medismo. Ése era el miedo de Temístocles respecto a Aristides, cf. Plu., Arist. 8, 1; Them. 11, 1. 209 Sobre la atimía, cf. comentario, supra, 8, 5. Aquí tenemos la atimía en el sentido arcaico, según Rhodes, op. cit. (1981), pp. 282-283. 210 Aristóteles en Pol. 1304a17-24, comentando las causas de los cambios hacia la oligarquía o a la democracia, alude también al prestigio que adquirió el Consejo del Areópago en las guerras médicas, lo cual dio mayor dureza al régimen; pero, por el contrario, con la victoria naval en Salamina que el pueblo había logrado a bordo de las naves, lo que se consiguió fue afianzar la democracia. Para un examen de este pasaje, junto al de 25, 1 y 41, 2 y el de 1304a de la Política de Aristóteles, que se refieren a la hegemonía del Areópago después de la batalla de Salamina, véase M. Berti, “L’egemonia dell’ Areopago ad Atene: (Aristot., Ath. Pol., 23, 1-2)”, en S. Cataldi (ed.), Poleis e Politeiai, Alessandria 2004, pp. 133-151. 211 Se ordenó mediante el heraldo que cada uno pusiese a salvo a los hijos, a los esclavos (cf. Hdt., VIII 41) y a las mujeres como pudiera, cf. Plu., Them. 10, 4. 212 Sobre esta referencia, Plutarco cita a Aristóteles como el autor que atribuye al Areópago el ofrecimiento de ocho dracmas a cada uno de los hombres que estaban en campaña, aunque también ofrece otra versión de Clidemo, quien consideró este hecho como resultado de una estratagema de Temístocles, cf. Plu., Them. 10, 6.
[44]
23
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 23.2-5
3
4
5
ἐπολιτεύθησαν Ἀθηναῖοι καλῶς {καὶ} κατὰ τούτους τοὺς καιρούς. συνέβη γὰρ αὐτοῖς περὶ τὸν χρόνον τοῦτον τά τε εἰς τὸν πόλεμον ἀσκῆσαι καὶ παρὰ τοῖς Ἕλλησιν εὐδοκιμῆσαι καὶ τὴν τῆς θαλάττης ἡγεμονίαν λαβεῖν ἀκόντων Λακεδαιμονίων. 3 ἦσαν δὲ προστάται τοῦ δήμου κατὰ τούτους τοὺς καιροὺς Ἀριστείδης ὁ Λυσιμάχου καὶ Θεμιστοκλῆς ὁ Νεοκλέους, ὁ μὲν τὰ πολέμια ἀσκῶν, ὁ δὲ τὰ πολιτικὰ δεινὸς εἶναι καὶ δικαιοσύνῃ τῶν καθ’ ἑαυτὸν διαφέρειν· διὸ καὶ ἐχρῶντο τῷ μὲν στρατηγῷ, τῷ δὲ συμβούλῳ. 4 τὴν μὲν οὖν τῶν τειχῶν ἀνοικοδόμησιν κοινῇ διῴκησαν, καίπερ διαφερόμενοι πρὸς ἀλλήλους, ἐπὶ δὲ τὴν ἀπόστασιν τὴν τῶν Ἰώνων ἐκ τῆς τῶν Λακεδαιμονίων συμμαχίας Ἀριστείδης ἦν ὁ προτρέψας, τηρήσας τοὺς Λάκωνας διαβεβλημένους διὰ Παυσανίαν. 5 διὸ καὶ τοὺς φόρους οὗτος ἦν ὁ τάξας ταῖς πόλεσιν τοὺς πρώτους ἔτει τρίτῳ μετὰ τὴν ἐν Σαλαμῖνι
7-9 Th. 1.90-93, D.S. 11.39-40, Plu. Them. 19.1-2, Polyaen. 1.30.5, Nep. Them. 6, Iust. 2.15, Sch.Ar.Eq. 814 • [45]11-[46]3 Th. 5.18.5, D.S. 11.47, Plu. Arist. 24-25 2 περὶ] κ(ατα) L, corr. L4 • 7 καὶ om. L, add. L1 s.l. • 8 ἀνοικοδόμησιν] ανωικοδομησιν L • 10-11 τοὺς Λάκωνας om. L, add. L1 s.l. • 12 μετὰ] δ(ια) L, corr. L1
1 καὶ del. K.-W. • 3 ἀκόντων] ἑκόντων Joseph Mayor (1891, 112), ἀκόντων Vollgraff (1922, 293-294) : εἰκόντων Naber ap. H.-L. • 5 πολέμια] πολεμικὰ Bl. (1891, 304) • 6 ἀσκῶν ret. K1-2 : ἀσκεῖν K.3-5 : δοκῶν Richards (1891, 227) : ασκων L / πολιτικὰ K. : πολεμικα L / K1-2 • 9-10 ἐκ τῆς τῶν Λακεδαιμονίων συμμαχίας Papageorgios (1892, 556) coll. Th. 5.81.1 ἀπόστασιν ἐκ τῆς συμμαχίας : ἀπὸ τῆς τῶν Λακεδαιμονίων συμμαχίας Bl. (1891, 304) : κ(αι) τ(ην) τ(ων) λακεδαιμονι(ων) σ(υμ)μαχιαν L
[45]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
cunstancia de que en esa época se ejercitaron en la guerra, adquirieron renombre entre los griegos y lograron la hegemonía del mar en contra de la voluntad de los lacedemonios213. Eran jefes del partido democrático en aquellos tiempos Aristides, hijo de Lisímaco, y Temístocles, hijo de Neocles214. Éste era experto en cuestiones militares, aquél tenía fama de ser hábil en política y de superar a sus coetáneos por su sentido de la justicia; por eso dispusieron de uno como general y del otro como consejero215. Así pues, si bien organizaron juntos la reconstrucción de los muros216, aunque entre ambos había diferencias, fue Aristides quien impulsó la defección217 de los jonios de la alianza con los lacedemonios, al advertir que los laconios habían quedado desprestigiados por culpa de Pausanias218. Por eso, fue éste219 el que fijó los primeros tributos a las ciudades220, en el tercer año después de la batalla naval de Salamina, en el arcon-
213 Plutarco dice lo contrario, apoyado en el testimonio de Tucídides I 95. Explica que los espartanos hicieron gala de su buen juicio, puesto que, al darse cuenta de que sus jefes se habían dejado tentar por la corrupción, renunciaron voluntariamente a la hegemonía y cesaron de enviar generales a la guerra, cf. Plu., Arist. 23, 7. 214 Neocles era del demo de Freario, de la tribu de Leóntide, cf. Plu., Them. 1, 1. 215 Aristides mandaba aún en la expedición de Bizancio, pero Aristóteles sigue la tradición literaria, (Mathieu- Haussoullier, op. cit., p. 26). Plutarco cuenta que fue Aristides quien se lo propuso a Temístocles, éste sería el general y él su consejero, cf. Plu., Arist. 8, 3. 216 Tucídides (I 90 ss) comenta que, mientras reconstruían los muros, Temístocles fue con una embajada ateniense a entretener a los espartanos. Este logro sería, en realidad, fruto de unas negociaciones con Esparta, gracias a la presencia allí de un grupo de admiradores de Atenas, para ello cf. Ruiperez - Tovar, op. cit., p. 152. 217 Cf. Plu., Arist. 23, 4. 218 La arrogancia de Pausanias, que, tras la conquista de Bizancio, no supo asumir su victoria y pretendió hacerse con un imperio personal en Grecia con ayuda de los persas, contribuyó a que Esparta abandonara las acciones por mar y a la hegemonía marítima ateniense. 219 Aristides. 220 Los aliados formaban parte de la confederación o liga ático délica, creada en 478 a. C., gracias a la iniciativa de Aristides, con objeto de liberar a las ciudades griegas de Asia Menor del dominio persa. Se unían para defenderse bajo la dirección de Atenas. Los aliados debían contribuir con un tributo o phóros (cf. X., Ath. II 1) y se decidió que se estableciera el tesoro de esta liga en el templo de Apolo y Ártemis en Delos. Y cuando
[45]
3
4
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 23.5 - 24.3
24
2
3
ναυμαχίαν ἐπὶ Τιμοσθένους ἄρχοντος, καὶ τοὺς ὅρκους ὤμοσεν τοῖς Ἴωσι[ν], ǁ Χ ὥστε τὸν αὐτὸν ἐχθρὸν εἶναι καὶ φίλον, ἐφ’ οἷς καὶ τοὺς μύδρους ἐν τῷ πελάγει καθεῖσαν. Μετὰ δὲ ταῦτα θαρρούσης ἤδη τῆς πόλεως καὶ χρημάτων ἠθροισμένων πολλῶν, συνεβούλευεν ἀντιλαμβάνεσθαι τῆς ἡγεμονίας καὶ καταβάντας ἐκ τῶν ἀγρῶν οἰκεῖν ἐν τῷ ἄστει· τροφὴν γὰρ ἔσεσθαι πᾶσι, τοῖς μὲν στρατευομένοις, τοῖς δὲ φρουροῦσι, τοῖς δὲ τὰ κοινὰ πράττουσι, εἶθ’ οὕτω κατασχήσειν τὴν ἡγεμονίαν. 2 πεισθέντες δὲ ταῦτα καὶ λαβόντες τὴν ἀρχὴν τοῖς τε συμμάχοις δεσποτικωτέρως ἐχρῶντο πλὴν Χίων καὶ Λεσβίων καὶ Σαμίων· τούτους δὲ φύλακας εἶχον τῆς ἀρχῆς, ἐῶντες τάς τε πολιτείας παρ’ αὐτοῖς καὶ ἄρχειν ὧν ἔτυχον ἄρχοντες. 3 κατέστησαν δὲ καὶ τοῖς πολλοῖς εὐπορίαν τροφῆς, ὥσπερ Ἀριστείδης εἰσηγήσατο. συνέβαινεν γὰρ ἀπὸ τῶν φόρων καὶ τῶν τελῶν καὶ τῶν συμμάχων πλείους ἢ δισμυρίους ἄνδρας
4 χρημάτων] χρηματων μ(εν) L, corr. L1 ηθροισμ(εν)ων L, corr. L1 litt. β et α s.l. scriptis
•
4-5 ἠθροισμένων πολλῶν] πολλων
4-5 ἠθροισμένων] ἀθροιζομένων Kaibel (1893, 179) • 9 τε del. Bl. • 10 πολιτείας] πολιτείας Papabasileios (1891, 281) • 10-11 παρ’ αὐτοῖς] παρ’ αὐτοῖς Richards (1891, 334) • 11 ἄρχοντες] ἄρχοντες K.-W.3 in lacuna dictum fuisse de cleruchis suspicati • 12-13 ἀπὸ τῶν φόρων καὶ τῶν τελῶν καὶ τῶν συμμάχων] ἀπὸ τῶν φόρων καὶ τῶν τελῶν {καὶ τῶν συμμάχων} K.-W.1-2 : ἀπὸ τῶν φόρων {καὶ τῶν τελῶν καὶ} τῶν συμμάχων H.-L. : ἀπὸ τῶν φόρων καὶ τῶν τελῶν {καὶ} τῶν συμμάχων Hude1 : ἀπὸ τῶν τελῶν καὶ τῶν φόρων {καὶ} τῶν συμμάχων fortasse legendum esse censeo
[46]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tado de Timóstenes, y prometió a los jonios que “tendrían los mismos enemigos y amigos” haciendo solemnes juramentos, con motivo de los cuales también arrojaron las planchas de hierro incandescentes al mar221. Más tarde, como la ciudad había cobrado ya confianza y contaba con gran reserva de dinero, aconsejó222 que se aseguraran la hegemonía y que bajaran del campo para vivir en la ciudad223. Pues todos tendrían medios de sustento, unos sirviendo en el ejército, otros destinados en las guarniciones y otros gestionando los asuntos públicos; y así, más adelante, retendrían la hegemonía en sus manos. Una vez persuadidos de eso y tras tomar el control del imperio, trataban a los aliados con más despotismo, excepto a los de Quíos, a los lesbios y a los samios. A éstos los tenían como guardianes del imperio, por lo que les dejaban tener las instituciones y gobiernos que ocasionalmente tuvieran. Dispusieron también para el pueblo muchos medios de sustento, según Aristides había propuesto224, pues se daba la circunstancia de que, gracias a los tributos, los impuestos y los aliados vivían más de veinte mil hombres. En efecto, había seis mil225 jueces, mil seiscientos en 454 a. C. el tesoro se traslada a Atenas, la liga había tomado un cariz bastante diferente al que tuvo en sus inicios y se convirtió en un imperio ateniense. Aristides fijó como tributo 460 talentos (Th., I 96, 2), que eran recogidos por diez tesoreros o hellenotamíai; sobre ellos, cf. infra, 30, 2. Después se elevó a 600 cuando comenzó la guerra del Peloponeso, cf. W. Lapini, Commento all’ Athenaion Politeia dello Pseudo-Senofonte, Firenze 1997, p. 124. Más tarde los tributos fueron llamados syntáxeis, cf. Plu., Sol. 15, 2. 221 Cf. Hdt., I 165, 3 y Plu., Arist. 25, 1. Quiere decir que los juramentos estarían firmes hasta que las planchas subieran a la superficie, algo imposible. Es decir, para siempre. 222 Aristides. 223 De esta manera no vivirían de sus tierras, sino a costa de los tributos que les pagaban los aliados. 224 Cf. supra, 24, 1. 225 Pero los jueces no fueron retribuidos por su oficio hasta Pericles, cf. infra, 27, 3. Aristófanes también nos habla de seis mil jueces (Ar., V. 662) y calcula que, al ser seis mil, su sueldo durante un año ascendería a una suma de ciento cincuenta talentos (Ar., V. 663). Hoy en día se descarta la idea sostenida durante tiempo de que cada año se designaran por sorteo seis mil jueces y que su número fuera invariable y determinado por ley. Se piensa, por el contrario, que la lista anual se referiría al número de ciuda-
[46]
24
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 24.3 - 25.2
25
2
τρέφεσθαι. δικασταὶ μὲν γὰρ ἦσαν ἑξακισχίλιοι, τοξόται δ’ ἑξακόσιοι καὶ χίλιοι, καὶ πρὸς τούτοις ἱππεῖς χίλιοι καὶ διακόσιοι, βουλὴ δὲ πεντακόσιοι, καὶ φρουροὶ νεωρίων πεντακόσιοι, καὶ πρὸς τούτοις ἐν τῇ πόλει φρουροὶ ν͞ , ἀρχαὶ δ’ ἔνδημοι μὲν εἰς ἑπτακοσίους ἄνδρας, ὑπερόριοι δ’ εἰς †ἑπτακοσίους†· πρὸς δὲ τούτοις ἐπεὶ συνεστήσαντο τὸν πόλεμον ὕστερον, ὁπλῖται μὲν δισχίλιοι καὶ πεντακόσιοι, νῆες δὲ φρουρίδες εἴκοσι, ἄλλαι δὲ νῆες αἱ τοὺς φόρους ἄγουσαι τοὺς ἀπὸ τοῦ κυάμου δισχιλίους ἄνδρας, ἔτι δὲ πρυτανεῖον καὶ ὀρφανοὶ καὶ δεσμωτῶν φύλακες· ἅπασι γὰρ τούτοις ἀπὸ τῶν κοινῶν ἡ διοίκησις ἦν. Ἡ μὲν οὖν τροφὴ τῷ δήμῳ διὰ τούτων ἐγίγνετο. ἔτη δὲ ἑπτακαίδεκα μάλιστα μετὰ τὰ Μηδικὰ διέμεινεν ἡ πολιτεία προεστώτων Ἀρεοπαγιτῶν, καίπερ ὑποφερομένη κατὰ μικρόν. αὐξανομένου δὲ τοῦ πλήθους γενόμενος τοῦ δήμου προστάτης Ἐφιάλτης ὁ Σοφωνίδου, XI ǁ δοκῶν καὶ ἀδωροδόκητος εἶναι καὶ δίκαιος πρὸς τὴν πολιτείαν, ἐπέθετο τῇ βουλῇ. 2 καὶ
1 Ar. V. 662, And. 1.17, Sud. πρυτανεία
•
12-14 Ael. VH 11.9, 13.39
4 μὲν] μ(εν) ησαν L, ησαν del. L1 punctis superpositis • 5 ὁπλῖται] οπλειτ(αι) L • 9 διοίκησις] διοικασις L, corr. L1, κησ scripsisse uidetur L4 s.l. • 10 ἐγίγνετο] εγινετο L 3 τῇ del. K.-W.2-3 • 4-5 †ἑπτακοσίους† K.-W. • 5 συνεστήσαντο] συνέστησαν L. (1891, 187) / τὸν πόλεμον] τὸν πόλεμον K.-W.1-2 • 7 φόρους] φρουροὺς Bl. (1891, 304) / ἄγουσαι M.-H. : ἄγουσαι Hude : ἄγουσαι Colin apud M.H. : ἄγουσαι *** K.-W. / δισχιλίους] δισχιλίους Gomme (1926, 9-10) • 11 K.-W.3 • 13 δοκῶν καὶ Kaibel (1893, 182) : καὶ del. H.-L. : κ(αι) δοκων L
[47]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
arqueros226 y, además de éstos, mil doscientos jinetes, quinientos miembros del Consejo y quinientos guardianes de los arsenales. Además de éstos, había cincuenta guardianes en la ciudad, alrededor de unos setecientos magistrados en el interior y unos †setecientos† en el exterior. Aparte de éstos, cuando más tarde emprendieron la guerra, había dos mil quinientos hoplitas, veinte naves de vigilancia, otros navíos que portaban los tributos los dos mil hombres escogidos por el sorteo con habas227, y además el pritaneo228, los huérfanos229 y los vigilantes de los presos. A todos ésos se les mantenía de los fondos públicos. Así pues, el pueblo obtenía su sustento por medio de esas ocupaciones. Alrededor de unos diecisiete años después de las guerras médicas, el régimen se mantuvo bajo el dominio de los Areopagitas, aunque iba decayendo poco a poco. Mientras la población iba en aumento, Efialtes, hijo de Sofónides, que tenía fama de ser insobornable y justo en política, se convirtió en jefe del partido democrático y asestó un duro golpe al Consejo230. danos que reunían las condiciones y además deseaban ejercer de jueces. En este sentido, Aristófanes estaría aludiendo al número máximo de jueces que no se podría sobrepasar; sobre ello, Caillemer, s. v. Dikastai, en Daremberg-Saglio, 226 Así se denominaba a los policías de la ciudad, que son aludidos por Aristófanes (Eq. 665; Ach. 54) con el cometido de poner orden en la Asamblea. 227 Cf. Rhodes, op. cit. (1981), pp. 307-308. 228 Es decir, el gasto que ocasionaba el pritaneo a causa de las comidas que allí se organizaban, cf. infra 62, 2. Pero en neutro plural πρυτανεῖα eran las sumas de dinero que se depositaban para los gastos de los procesos, cf. D., 47 (Euer.Mne.), 64. Estrepsíades en Aristófanes Nu. 1136 y 1180 se lamenta de que todos los fines de mes sus acreedores hacían el depósito necesario, πρυτανεῖα, para entablar un proceso contra él. 229 Se trata de los huérfanos de guerra que eran mantenidos por el Estado (Arist., Pol. 1268a8); se piensa que fue Solón quien lo instituyó, cf. D. L., I 55. 230 Era el Consejo del Areópago, cuyas atribuciones redujo Efialtes a delitos de homicidio intencionado, envenenamiento, incendio y algunas ofensas religiosas, delito este último por el que el Areópago iba a sancionar a Teógenes, porque permitió que su mujer celebrase sacrificios secretos en nombre de la ciudad siendo extranjera, cf. D., 59 (Nee.), 81. Para un análisis de la información que suministra Aristóteles sobre los sucesos que condujeron a Efialtes, en 462/461 a. C., a privar al Areópago de su poder, véase L. Piccirilli, “Efialte e l’ Athenaion Politeia”, SIFC 6, 1988, pp. 77-90. Según Jones, estas reformas del Areópago se atribuyeron a Efialtes porque fue recordado como opositor al Areópago y porque fue asesinado, A. L. Jones, “The role of Ephialtes in the rise of Athenian democracy”, ClAnt 6, 1987, pp. 53-76.
[47]
25
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 25.2-4
3
4
πρῶτον μὲν ἀνεῖλεν πολλοὺς τῶν Ἀρεοπαγιτῶν, ἀγῶνας ἐπιφέρων περὶ τῶν διῳκημένων. ἔπειτα τῆς βουλῆς ἐπὶ Κόνωνος ἄρχοντος ἅπαντα περιεῖλε τὰ ἐπίθετα δι’ ὧν ἦν ἡ τῆς πολιτείας φυλακή, καὶ τὰ μὲν τοῖς πεντακοσίοις τὰ δὲ τῷ δήμῳ καὶ τοῖς δικαστηρίοις ἀπέδωκεν. 3 ἔπραξε δὲ ταῦτα συναιτίου γενομένου Θεμιστοκλέους, ὃς ἦν μὲν τῶν Ἀρεοπαγιτῶν, ἔμελλε δὲ κρίνεσθαι μηδισμοῦ. βουλόμενος δὲ καταλυθῆναι τὴν βουλὴν ὁ Θεμιστοκλῆς πρὸς μὲν τὸν Ἐφιάλτην ἔλεγεν ὅτι συναρπάζειν αὐτὸν ἡ βουλὴ μέλλει, πρὸς δὲ τοὺς Ἀρεοπαγίτας ὅτι δείξει τινὰς συνισταμένους ἐπὶ καταλύσει τῆς πολιτείας. ἀγαγὼν δὲ τοὺς αἱρεθέντας τῆς βουλῆς οὗ διέτριβεν ὁ Ἐφιάλτης, ἵνα δείξῃ τοὺς ἀθροιζομένους, διελέγετο μετὰ σπουδῆς αὐτοῖς. ὁ δ’ Ἐφιάλτης ὡς εἶδεν καταπλαγεὶς καθίζει μονοχίτων ἐπὶ τὸν βωμόν. 4 θαυμασάντων δὲ πάντων τὸ γεγον[ὸς] καὶ μετὰ ταῦτα συναθροισθείσης τῆς βουλῆς τῶν πεντακοσίων, κατηγόρουν τῶν Ἀρεοπαγιτῶν ὅ τ’ Ἐφιάλτης καὶ Θεμιστοκλῆς, καὶ πάλιν ἐν τῷ δήμῳ τὸν αὐτὸν τρόπον, ἕως περιείλοντο
2-3 Philoch. 328 F 64b, D.S. 11.77.6, Plu. Cim. 10.8, 15.2 cf. Pol. 1274a 7-8
•
4-6 *Argum. Isoc. 7, sed.
2 περιεῖλε] περιείλετο Richards (1891, 227) : παρείλετο H. ap. H.-L • 4 ἔπραξε] ἔπραττε K.1-3, cf. Kaibel (1893, 182) : επραξ.ε L prob. Wn. Bl. Ch. • 9 αἱρεθέντας K. : ἐφαιρεθέντας H. (1891, 324) coll. Th. 4.38.1 : αἱρεθέντας Richards (1891, 227) : αφαιρεθεντας L • 13 K.-W. • 14 περιείλοντο K. : παρείλοντο Kontos (1892, 35) : παρεῖλον Bl.4 : περειλον L, περειλοντο L1
[48]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
En primer lugar, acabó con un gran número de Areopagitas, promoviendo en su contra procesos por los asuntos que habían administrado. Después, en el arcontado de Conón, privó al Consejo de todas las atribuciones añadidas, por las que era guardián de la constitución, y devolvió esas competencias en parte a los Quinientos, en parte al pueblo y a los tribunales231. Acometió estas reformas con la complicidad de Temístocles, que era uno de los Areopagitas e iba a ser juzgado por conspirar en favor de los medos232. Con intención de disolver el Consejo, Temístocles comunicó a Efialtes que el Consejo iba a detenerlo y a los Areopagitas que iba a denunciar a algunos que estaban conspirando para acabar con el régimen político. Una vez que condujo a los delegados del Consejo al lugar donde pasaba el tiempo Efialtes para mostrarles a los que allí se reunían, se puso a entablar con ellos una tensa conversación. Cuando los vio Efialtes, se quedó atónito y fue a sentarse en el altar con la túnica como único atuendo233. Admirados todos por lo sucedido y reunido tras estos sucesos el Consejo de los Quinientos, tanto Efialtes como Temístocles acusaron a los Areopagitas e hicieron lo mismo de nuevo en la Asamblea del pueblo234, hasta que les quitaron el poder. Pero235 Efialtes también en-
231 Según Plu., Cim. 15, 2, el Areópago fue desprovisto de casi todas sus funciones, cf. también Plu., Per. 7, 8. 232 Plutarco (Them. 21, 7), citando a Timocreonte, refiere que Temístocles fue acusado de connivencia con los medos. Por Tucídides (I 137, 3) también sabemos que esta acusación provocó su refugio en Persia, tras ponerse en contacto por carta con el rey Artajerjes, y que murió por causa de una enfermedad, aunque para algunos se envenenó, porque consideraba que el rey no cumplió lo prometido (Th., I 138). Para la opinión dominante la acusación le llegó cuando cumplía condena por ostracismo, que fue en 471 a. C. Otros no dan una fecha exacta y consideran que fue condenado varios años antes de 462 a. C. Ni de su final ni del ostracismo habla Aristóteles, pero es probable que sobre ello aludiera en la laguna que podría haber en el texto antes de la narración del asesinato de Efialtes. 233 El mostrarse de esa guisa ante el altar era indicativo de un acto de suplicación. 234 La palabra démos suele utilizarse como referencia a la Asamblea del pueblo, como veremos más adelante y también en X., Ath. III 1. 235 Habría aquí una laguna según Kaibel y Wilamowitz, cf. supra, n. 232.
[48]
2
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 25.4 - 26.1
26
αὐτῶν τὴν δύναμιν. {καὶ} ἀνῃρέθη δὲ καὶ ὁ Ἐφιάλτης δολοφονηθεὶς μετ’ οὐ πολὺν χρόνον δι’ Ἀριστοδίκου τοῦ Ταναγραίου. Ἡ μὲν οὖν τῶν Ἀρεοπαγιτῶν βουλὴ τοῦτον τὸν τρόπον ἀπεστερήθη τῆς ἐπιμελείας. μετὰ δὲ ταῦτα συνέβαινεν ἀνίεσθαι μᾶλλον τὴν πολιτείαν διὰ τοὺς προθύμως δημαγωγοῦντας. κατὰ γὰρ τοὺς καιροὺς τούτους συνέπεσε μηδ’ ἡγεμόνα ἔχειν τοὺς ἐπιεικεστέρους, ἀλλ’ αὐτῶν προεστάναι Κίμωνα τὸν Μιλτιάδου νεώτερον ὄντα καὶ πρὸς τὴν πόλιν ὀψὲ προσελθόντα, πρὸς δὲ τούτοις ἐφθάρθαι τοὺς πολλοὺς κατὰ πόλεμον. τῆς γὰρ στρατείας γιγνομένης ἐν τοῖς τότε χρόνοις ἐκ καταλόγου καὶ στρατηγῶν ἐφισταμένων ἀπείρων μὲν
1-2 Antipho 5.68, [Plat.] Ax. 368d, D.S. 11.77.6, *Plu. Per. 10.8, cf. 10.7 (= Idom. 338 F 8) 4 ἀνίεσθαι] ανειεσθ(αι) L L
•
5 καιροὺς] διρους L, corr. L1 s.l.
•
8 γιγνομένης] γινομενης
1 καὶ del. Bl. (1891, 304) : καὶ *** K.-W. (de Themistoclis morte) • 7 νεώτερον] νωθρότερον K.-W. : νωθρὸν Bl. : ἐνεώτερον uel νωθέστερον Weil (1891, 212) : νεώτερον Lapini (2002, 92-94)
[49]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
contró la muerte no mucho tiempo después, asesinado a traición por Aristódico de Tanagra236. De este modo, pues, el Consejo de los Areopagitas fue desposeído de sus atribuciones. Después de esto, sucedió que el régimen político se fue debilitando cada vez más por causa de los demagogos radicales. Pues en esos tiempos se dio la circunstancia de que los hombres mejor preparados ni siquiera tenían jefe, aunque Cimón, el hijo de Milcíades237, fue el líder de aquéllos en su primera juventud238 y cuando, ya tarde, se dedicó a los asuntos de la ciudad. Además de esto, la mayoría había perecido en la guerra. Y es que, como en aquellos tiempos el ejército se reclutaba de la lista de enrolamiento239 y era comandado por generales inexpertos en la guerra, pero 236 Plutarco cita a Aristóteles sobre la muerte de Efialtes, la cual sus enemigos tramaron en secreto, a través de Aristódico de Tanagra (Plu., Per. 10, 8). Se duda de la autoría de Aristódico. Idomeneo (338 F8) dice que fue Pericles quien lo asesinó, mientras Antifonte, Caed. Her. 68 considera que fue un crimen sin resolver. Según D. Stockton, “The death of Ephialtes”, CQ 32, 1982, pp. 227-228, se podría considerar, a tenor del relato de Antifonte, que no hubo una muerte violenta, sino que Efialtes pudo morir por causa de un ataque al corazón o similar. 237 Y de Hegesípila, cf. Plu., Cim. 4, 1. 238 Presenta difícultad de interpretación, por lo que algunos investigadores se han decantado por distintas lecturas, sobre ello Rhodes, op. cit. (1981), p. 326. Scott propone νεωτεροποιoῦντα y rechaza la interpretación de ‘inexperto’, cf. R. D. Scott, “Aristotle. Ath. Pol. 26. 1 on Cimon”, CPh 69, 1974, pp. 117-118. Radet respeta el texto del papiro y entiende que significa ‘más inexperto’; también García Valdés, op. cit., p. 116, quien traduce “era bastante novato”, porque las fuentes nos lo presentan inclinado más a la actividad militar que política. Para Micalella, este adjetivo ya fue utilizado por Aristóteles en otras ocasiones para indicar la ‘falta de experiencia política’, pero con respecto a Cimón indica también una tendencia a la demagogia, cf. Micalella, op. cit., PP (1983), pp. 113-123. Según nuestra interpretación, que da por bueno el texto del papiro pero no comparte las traducciones habituales que de él se dan, el período en que el partido aristocrático liderado por Cimón careció de jefe fue el del exilio de éste, que coincide con los años posteriores a las reformas de Efialtes (461-451). Antes de ese período, Cimón fue en su juventud (478-461=desde los treinta a los cuarenta y siete años) el líder político de los aristócratas que no querían romper con Esparta y se oponían a la agresiva política expansiva de Temístocles, sin renunciar a mantener a raya a los persas en su propio territorio. Después de su exilio, Cimón vivió un solo año y en esa época tardía de su carrera se dedicó a los asuntos de la ciudad que le encomendó Pericles, esto es, negociar la paz con los espartanos y a su última campaña en Chipre contra el Gran Rey, donde encontró la muerte, cf. Plu., Per. 10, 4-5; Cim. 18, 1. 239 Esta misma información sobre el reclutamiento en la guerra del Peloponeso es suministrada por Aristóteles en Pol. 1303a9-10.
[49]
26
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 26.1 - 27.1
2
3 4
27
τοῦ πολεμεῖν τιμωμένων δὲ διὰ τὰς πατρικὰς δόξας, ἀεὶ συνέβαινεν τῶν ἐξιόντων ἀνὰ δισχιλίους ἢ τρισχιλίους ἀπόλλυσθαι, ὥστε ἀναλίσκεσθαι τοὺς ἐπιεικεῖς καὶ τοῦ δήμου καὶ τῶν εὐπόρων. 2 τὰ μὲν οὖν ἄλλα πάντα διῴκουν οὐχ ὁμοίως καὶ πρότερον τοῖς νόμοις προσέχοντες, τ[ὴν] δὲ τῶν ἐννέα ἀρχόντων αἵρεσιν οὐκ ἐκίνουν, ἀλλ’ ἕκτῳ ἔτει μετὰ τὸν Ἐφιάλτου θάνατον ἔγνωσαν καὶ ἐκ ζευγιτῶν προκρίνεσθαι τοὺς κληρωσομένους τῶν ἐννέα ἀρχόντων, καὶ πρῶτος ἦρξεν ἐξ αὐτῶν Μνησιθείδης. οἱ δὲ πρὸ τούτου πάντες ἐξ ἱππέων καὶ πεντακοσιομεδίμνων ἦσαν, οἱ ζευγῖται τὰς ἐγκυκλίους ἦρχον, εἰ μή τι παρεωρᾶτο τῶν ἐν τοῖς νόμοις. 3 ἔτει δὲ πέμπτῳ μετὰ ταῦτα ἐπὶ Λυσικράτους ἄρχοντος οἱ τριάκοντα δικασταὶ κατέστησαν πάλιν οἱ καλούμενοι κατὰ δήμους. 4 καὶ τρίτῳ μετὰ τοῦτον ἐπὶ Ἀντιδότου διὰ τὸ πλῆθος τῶν πολιτῶν Περικλέους εἰπόντος ἔγνωσαν μὴ μετέχειν τῆς πόλεως ὃς ἂν μὴ ἐξ ἀμφοῖν ἀστοῖν ᾖ γεγονώς. Μετὰ δὲ ταῦτα πρὸς τὸ δημαγωγεῖν ἐλθόντος Περικλέους καὶ πρῶτον εὐδοκιμήσαντος ὅτε κατηγόρησε τὰς εὐθύνας Κίμωνος στρατηγοῦν-
11-13 Pol. 1278a 29-34, Plu. Per. 37.3, Ael. VH 6.10, 13.24, Sud. δημοποίητος = Ael. fr. 68 • [50]14-[51]-1 Plu. Cim. 14.3-5, Per. 10.6 1 ἀεὶ] αιει L • 2 δισχιλίους] δισχειλιους L ἐκίνουν] εκεινουν L
•
4 post τ[ deest compendium
•
5
8 K. • 9 παρεωρᾶτο] παρεωρᾶτο ὑπὸ τῶν δήμων ret. Paton (1891, 227) : παρεωρᾶτο ὑπὸ τῶν δημοτῶν Papageorgios (1892, 562) : παρεωρατο υπο τ(ων) δημων L, υπο τ(ων) δημων del. L1? • 11 μετὰ τοῦτον mal. K.-W. : μετ’ αὐτὸν ret. K.1-2 : μετ’ αὐτὸν Joseph Mayor (1891, 112) : μεταυτον L, · το · add. L4 s.l. • 13 ᾖ K. : ην L • 15 πρῶτον Bl. (1891, 304): πρὸ τοῦ Jackson (1891, 112) : πρωτου L, πρώτου fort. retinendum esse censeo, cf. 27.5
[50]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
apreciados por la fama de sus antepasados, sucedía que cada vez que marchaban en campaña morían en torno a dos o tres mil, de modo que se perdían hombres competentes, tanto del pueblo como de los ricos. Pues bien, aunque ninguno de los demás asuntos los administraban ateniéndose a las leyes como antes, al menos no cambiaron el sistema de elección de los nueve arcontes. Sin embargo, a los seis años después de la muerte de Efialtes, decidieron que también entre los propietarios de una yunta pudiera hacerse la preselección de quienes entraran en el sorteo de los nueve arcontes240. Y el primero de ellos que ocupó el cargo fue Mnesitides. Todos los anteriores a éste habían sido elegidos entre los caballeros y los de quinientos medimnos, pues los propietarios de una yunta se ocupaban de las magistraturas ordinarias, a no ser que se cometiera alguna negligencia en aspectos legales. En el quinto año después de estos hechos, en el arcontado de Lisícrates, se instituyeron de nuevo los treinta jueces, los así llamados jueces de demos241. En el tercer año después de este arcontado, en el del Antídoto, a causa del exceso de ciudadanos decidieron, a propuesta de Pericles, que no tuviera participación en la ciudad el que no hubiera nacido de padre y madre ciudadanos242. Más tarde, cuando Pericles accedió a la jefatura del partido del pueblo –la primera vez que había alcanzado renombre fue aún joven, al denunciar la rendición de cuentas de Cimón como general–, se die-
240 Parece que fue en 457/6 a. C., cuando la tercera clase pudo acceder al arcontado, pero no hay unanimidad en la opinión de los investigadores sobre si Solón permitió ser arcontes a las dos clases primeras o solo a la de los pentacosiomédimnoi. Plutarco en Arist. 22, 1 dice que Aristides accedió a que los arcontes se eligieran de entre todos los atenienses. 241 Estos jueces fueron creados por Pisístrato, cf. supra, 16, 5, y, si ahora se vuelven a crear en la época de Lisícrates, se ha de suponer que durante un tiempo se suprimieron. 242 Fue una ley de 451/0 a. C. Es recogida también en Arist., Pol. 1275b21-22 y en Plu., Per. 37, 3. Pero esta ley tan restrictiva le perjudicó a él mismo, porque el hijo que había tenido con Aspasia de Mileto no podía ser legítimo, sino nóthos por haber nacido de extranjera. Entonces tuvo que recurrir a una licencia para poderlo inscribir en la fratría como hijo legítimo, cf. Vernant, op. cit., p. 55.
[50]
2
3
4
27
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 27.1-3
2
3
τος νέος ὤν, δημοτικωτέραν ἔτι συνέβη γενέσθαι τὴν πολιτείαν. καὶ γὰρ τῶν Ἀρεοπαγιτῶν ἔνια παρείλετο καὶ μάλιστα προύτρεψεν τὴν πόλιν ἐπὶ τὴν ναυτικὴν δύναμιν, ἐξ ἧς συνέβη θαρρήσαντας τοὺς πολλοὺς ἅπασαν τὴν πολιτείαν μᾶλλον ἄγειν εἰς αὑτούς. 2 μετὰ δὲ τὴν ἐν Σαλαμῖνι ναυμαχίαν ἑνὸς δεῖ πεντηκοστῷ ἔτει ἐπὶ Πυθοδώρου ἄρχοντος ὁ πρὸς Πελοποννησίους ἐνέστη πόλεμος, ἐν ᾧ κατακλεισθεὶς ὁ δῆμος ἐν τῷ ἄστει καὶ συνεθισθεὶς ἐν ταῖς στρατιαῖς μισθοφορεῖν τὰ μὲν ἑκὼν τὰ δὲ ἄκων προῃρεῖτο τὴν πολιτείαν διοικεῖν αὐτός. 3 ἐποίησε δὲ καὶ μισθοφόρα τὰ δικαστήρια Περικλῆς πρῶτος, ἀντιδημαγωγῶν πρὸς τὴν Κίμωνος εὐπορίαν. ὁ γὰρ Κίμων, ἅτε τυραννικὴν ἔχων οὐσίαν, πρῶτον μὲν τὰς κοινὰς λῃτουργίας ἐλῃτούργει λαμπρῶς, ἔπειτα τῶν δημοτῶν ἔτρεφε πολλούς· ἐξῆν γὰρ τῷ
1-4 Sed cf. Pol. 1274a 7-8 • 8-9 Cf. Plat. Grg. 515e • [51]9-[52]3 Theopomp. Hist. 115 F 89, *Plu. Cim. 10.2, Per. 9.2, Cic. off. 2.64, Nep. Cim. 4.1-3, Sch.Aristid. 46 1 ἔτι] ετι L, επι L1
•
3 ἅπασαν] πασαν L, corr. L1
5 δεῖ] δεῖν John Mayor (1891, 111) • 6 κατακλεισθεὶς K. : κατακλῃσθεὶς K.-W. : κ(ατα)κλισθεις L • 7 στρατιαῖς] στρατείαις K.-W. • 11 πολλούς] τοὺς πολλούς ret. Paton (1891, 227) : τους πολλους L, τους del. L1?
[51]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
ron las condiciones para que el régimen político se hiciera aún más democrático. Pues eliminó algunas competencias de los Areopagitas y, especialmente, impulsó a la ciudad hacia el poder naval. A raíz de ello, sucedió que la gente se hizo osada y orientó más en su provecho todo el régimen político. Cuarenta y nueve años después de la batalla naval de Salamina, bajo el arcontado de Pitodoro,243 se inició la guerra contra los peloponesios, durante la cual el pueblo, encerrado en la ciudad244 y acostumbrado a cobrar soldada en las expediciones militares, tomó la decisión, en unos asuntos con gusto y en otros en contra de su voluntad, de dirigir por sí mismo el gobierno. Pericles fue también el primero que implantó la remuneración de los tribunales245, con lo que combatía mediante una medida popular la esplendidez de Cimón. Y es que, como Cimón poseía una fortuna propia de un tirano246, solía sufragar los servicios públicos247 de forma espléndida y, además, se dedicaba a mantener a muchos conciuda243
Pitodoro fue arconte en 432/1 a. C., año este último en el que comienza la
guerra. 244 Se refiere a la concentración de los habitantes del campo en la ciudad de Atenas por causa de la invasión del Ática por el rey espartano Arquidamo, cf. Th., II 13 ss. 245 La misma noticia nos la da Aristóteles en Pol. 1274a8-9. La misthophoría o retribución de los jueces fue considerada por Aristóteles y Plutarco (Per. 9, 2-3) como un modo de rivalizar con Cimón, pero ahora se interpreta de otra manera y se piensa que tuvo por objeto la participación real del demos, sobre ello, cf. Mossé, op. cit. (1981), p. 38. Pericles fue el primero que se decidió a retribuir a los jueces, como Aristóteles dice, pero después se remuneró al resto de las magistraturas, aunque más tarde en 411 a. C. el pago a los magistrados fue abolido. 246 Entendemos aquí no solo abundante fortuna como la de los tiranos, sino que la empleaba como ellos para obtener favores y ayudas. 247 Son las λειτουργίαι, servicios que los hombres más ricos de Atenas prestaban a sus expensas para el Estado, aunque también se realizaban en otras ciudades griegas. Ellos contribuían al mantenimiento de una nave por un año, la llamada trierarchía, cf. infra 52, 2; más tarde se añadió la choregía, cuyo responsable, el corego, corría con los gastos de un coro en los festivales dramáticos, cf. infra 54, 8. Hubo otras leitourgíai como la gymnasiarchía, que tenía a su cargo las competiciones gimnásticas. En tiempo de Demóstenes pocas personas reunían las condiciones para mantener una leitourgía y es por ello que Leptines propone una ley que acabe con las prebendas de aquellos a quienes, teniendo que prestar las liturgias, el Estado había otorgado exenciones. Es el motivo del discurso demosténico C. Leptines y, en concreto, D., 20 (Lep.), 29.
[51]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 27.3 - 28.1
4
5
28
βουλομένῳ Λακιαδῶν καθ’ ἑκάστην τὴν ἡμέραν ἐλθόντι παρ’ αὐτὸν ἔχειν τὰ μέτρια. ἔτι δὲ τὰ χωρία πάντα ἄφρακτα ἦν, ὅπως ἐξῇ τῷ βουλομένῳ τῆς ὀπώρας ἀπολαύειν. 4 πρὸς δὴ ταύτην τὴν χορηγίαν ἐπιλειπόμενος ὁ Περικλῆς τῇ οὐσίᾳ, συμβουλεύσαντος αὐτῷ Δαμωνίδου τοῦ Οἴηθεν (ὃς ἐδόκει τῶν πολλῶν εἰσηγητὴς εἶναι τῷ Περικλεῖ· διὸ καὶ ὠστράκισαν αὐτὸν ὕστερον), ἐπεὶ τοῖς ἰδίοις ἡττᾶτο, διδόναι τοῖς πολλοῖς τὰ αὑτῶν, κατεσκεύασε μισθοφορὰν τοῖς δικασταῖς· ἀφ’ ὧν αἰτιῶνταί τινες χείρω γενέσθαι, κληρουμένων ἐπιμελῶς ἀεὶ μᾶλλον τῶν τυχόντων ἢ τῶν ἐπιεικῶν ἀνθρώπων. 5 ἤρξατο δὲ μετὰ ταῦτα καὶ τὸ δεκάζειν, πρώτου καταδείξαντος Ἀνύτου μετὰ τὴν ἐν Πύλῳ στρατηγίαν· κρινόμενος γὰρ ὑπό τινων διὰ τὸ ἀποβαλεῖν Πύλον, δεκάσας τὸ δικαστήριον ἀπέφυγεν. Ἕως μὲν οὖν Περικλῆς προειστήκει τοῦ δήμου βελτίω τὰ κατὰ τὴν πολιτείαν ἦν, τελευτήσαντος δὲ Περικλέους πολὺ χείρω. πρῶτον γὰρ τότε προστάτην ἔλαβεν ὁ δῆμος οὐκ εὐδοκιμοῦντα παρὰ τοῖς ἐπιεικέσιν· ἐν δὲ
3-7 *Plu. Per. 9.2-3 • 9-11 *Harp. δεκάζων, Lex. Seg. 236.3, EM 254.28; cf. D.S. 13.64.57, Plu. Cor. 14.6, Sch.Aeschin. 1.87, Hsch. δεκάζειν, Sud. δεκάζεσθαι2, Lex. Seg. 211.31 4 ὃς] ους L, corr. L1? • 8 μᾶλλον om. L, add. L4 s.l. τότε] τοτε πολλας L, πολλας deletum
•
12 βελτίω] βελτειω L
•
13
2 ἐξῇ K. : εξην L • 4 Δαμωνίδου] Δαμωνίδου Wyse (1891a, 227) e Plut. et St. Byz. / Οἴηθεν Plut. : Οἰῆθεν Dow (1963, 180) : Ὄαθεν St.Byz. : οιηθεν L • 7 δικασταῖς] δικαστηρίοις Bl. (1891, 304) & Richards (1891, 227) coll. 27.3 / ἀφ’ ὧν] ἀφ’ οὗ Richards (1891, 227) / χείρω] χείρους Newman (1891, 160) : χείρω Joseph Mayor (1891, 113) • 9 Ἀνύτου K. ex Harp. : αυτου L • 14 εὐδοκιμοῦντα Joseph Mayor (1891, 113) : εὐδοκιμοῦντα τὰ K.1 : ευδοκιμουνεν οντα L, ευδοκιμου μενοντα L1, deinde ευδοκιμουντα οντα L1?
[52]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
danos de su demo, ya que a cualquiera de los Lacíadas que llegaba cada día a su casa le estaba permitido obtener lo necesario; además, todas sus tierras estaban sin cerca248, por lo que cualquiera tenía la posibilidad de disfrutar de la cosecha249. Así que, como la fortuna de Pericles no daba para realizar esta munificencia, decidió seguir el consejo de Damónides250 de Ee –el cual pasaba por ser el inductor de muchas actuaciones de Pericles, por eso fue desterrado más tarde por ostracismo– de que, como era inferior en bienes propios, diese al pueblo lo que era suyo, y así dispuso la remuneración para los jueces. Algunos le acusaban de que, a raíz de esas medidas, los tribunales empezaron a funcionar peor, porque siempre se preocupaban más por salir en el sorteo los ciudadanos del montón que los hombres competentes. Después de esto comenzó asimismo la corrupción, siendo Ánito251 el primero que la puso en evidencia, tras desempeñar el cargo de general en Pilos, pues al ser acusado por algunos de perder Pilos, sobornó al tribunal y salió absuelto. Mientras Pericles estaba al frente del pueblo, los asuntos de gobierno funcionaban mejor, pero al morir Pericles252 fueron a mucho peor. Pues entonces fue la primera vez que el pueblo tomó como jefe a uno que gozaba de poca estimación entre los hombres competentes, mientras que en tiempos anteriores siempre lideraban al pueblo sin interrupción las personas capacitadas. 248 Para A. Santoni, “A proposito di aphrakta choria in Athenaion Politeia 27, 3”, ASNP IV I, 2, 1996, p. 730, significa no ‘sin cercar’ con alusión a la generosidad del propietario, sino ‘sin custodiar’, en consonancia con el resto de los testimonios antiguos. 249 Una alusión a este comportamiento de Cimón se lee en Plu., Cim. 10, 2, que difiere de la opinión de Aristóteles, a quien cita. Su generosidad no se limitó a los Lacíadas, como apostilla el Estagirita. 250 Esta referencia a los consejos de Damónides la toma Plutarco de Aristóteles, cf. Plu., Per. 9, 2. Y sobre su ostracismo, Plu., Nic. 6, 1. 251 Este es el personaje que acusó a Sócrates y al que se refiere Platón en Ap. 18b, 23e, 28a. Había sido enviado a Pilos con una flota, pero regresó a Atenas por causa del mal tiempo. Se le acusó de traición. Según Plutarco en Cor. 14, 6, fue el primero que sobornó a los jueces. 252 En 429 a. C. contrajo la terrible enfermedad de la peste que asolaba el Pireo desde 430 a. C. por la llegada de unos tripulantes de Asia.
[52]
4
5
28 2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 28.1-3 2
3
τοῖς πρότερον χρόνοις ἀεὶ διετέλουν οἱ ἐπιεικεῖς δημαγωγοῦντες. 2 ἐξ ἀρχῆς μὲν γὰρ καὶ πρῶτος ἐγένετο προστάτης τοῦ δήμου Σόλων, δεύτερος δὲ Πεισίστρατος τῶν εὐγενῶν καὶ γνωρίμων, καταλυθείσης δὲ τῆς τυραννίδος Κλεισθένης τοῦ γένους ὢν τῶν Ἀλκμεωνιδῶν, καὶ τούτῳ μὲν οὐδεὶς ἦν ἀντιστασιώτης, ὡς ἐξέπεσον οἱ περὶ τὸν Ἰσαγόραν. μετὰ δὲ ταῦτα τοῦ μὲν δήμου προειστήκει Ξάνθιππος, τῶν δὲ γνωρίμων Μιλτιάδης, ἔπειτα Θεμιστοκλῆς καὶ Ἀριστείδης· μετὰ δὲ τούτους Ἐφιάλτης μὲν τοῦ δήμου, Κίμων δ’ ὁ Μιλτιάδου τῶν εὐπόρων· εἶτα Περικλῆς μὲν τοῦ δήμου, Θουκυδίδης δὲ τῶν ἑτέρων, κηδεστὴς ὢν Κίμωνος. 3 Περικλέους δὲ τελευτήσαντος τῶν μὲν ἐπιφανῶν προειστήκει Νικίας ὁ ἐν Σικελίᾳ τελευτήσας, τοῦ δὲ δήμου Κλέων ὁ Κλεαινέτου, ὃς δοκεῖ μάλιστα διαφθεῖραι τὸν δῆμον ταῖς ὁρμαῖς, καὶ πρῶτος ἐπὶ τοῦ βήματος ἀνέκραγε καὶ ἐλοιδορήσατο καὶ περιζωσάμενος ἐδημηγόρησε τῶν ἄλλων ἐν κόσμῳ λεγόντων. εἶτα μετὰ τούτους τῶν μὲν ἑτέρων Θηραμένης ὁ Ἅγνωνος, τοῦ δὲ δήμου Κλεοφῶν ὁ λυροποιός, ὃς καὶ τὴν διωβελίαν ἐπόρισε πρῶτος· καὶ χρόνον μέν τινα διεδίδοτο, μετὰ δὲ ταῦτα κατέλυσε Καλλικράτης Παιανιεὺς πρῶτον ὑποσχόμενος ἐπιθήσειν πρὸς τοῖν δυοῖν ὀβολοῖν ἄλλον ὀβολόν. τούτων μὲν οὖν ἀμφοτέρων θάνατον κατέγνωσαν ὕστερον· εἴωθεν γάρ, κἂν ἐξαπατηθῇ, 11-13 *Sch.Luc.Tim. 30 (= Theopomp.Hist. 115 F 92, Philoch. 328 F 128b); cf. Plu. Nic. 8.5-6, TG 2.2, Quint. Inst. 11.3.123, Sch.Aeschin. 1.25 • 14-15 *Sch.Ar.V. 684; cf. Pol. 1267b 1-3 • [53]16-[54]2 *Zen. 6.29 (Phot., Sud. ὑπὲρ τὰ Καλλικράτους), cf. Plu. Prou. 2.11 4 Ἀλκμεωνιδῶν] αλκμεονιδ(ων) L • 6 Ξάνθιππος] θάνθιππος L, corr. L1 / τῶν δὲ] τ(ων) δ(ε) L, del. L1? • 11 Κλεαινέτου] κλαιενετου L • 15 διωβελίαν H. (1891, 611) : διωβολιαν L 3 τῶν εὐγενῶν καὶ γνωρίμων conieci, cf. infra 41.1 ὁ δῆμος … δοκοῦντος δὲ … τοῦ δήμου : τῶν εὐγενῶν καὶ γνωρίμων Richards (1891, 227) : τῶν εὐγενῶν καὶ γνωρίμων Gomperz (1891, 1640) : τῶν εὐγενῶν καὶ γνωρίμων Gomme (1940, 238 n.2) : del. K.-W. : των ευγενων και γνωριμων L • 9 ἑτέρων] εὐπόρων Richards (1891, 227) : ἐσθλῶν Wyse (1891a, 113) : ἐπιεικῶν John Mayor (1891, 113) • 12 ὁρμαῖς] νομαῖς Th. coll. Aesch. 2.76 : διανομαῖς Sandys coll. Plut. Arist. 24.5 • 14 ἑτέρων] εὐπόρων Richards (1891, 227) • 16 διεδίδοτο Wyse (1891a, 113) coll. Sch.Ar. : διεδίδου ret. K.1-2 : διεδίδουν Gennadios (1891, 274) : διεδιδου L / κατέλυσε] κατέλυσε Thompson (1891, 277) : κατήνυσε Gennadios (1891, 274) : κατηύξησε Whibley (1891, 168-169) • 16 πρῶτον L. apud H.-L. : πρῶτος ret. edd. plur. : πρωτος L
[53]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Desde el comienzo, en efecto, el primer jefe del pueblo fue Solón y el segundo Pisístrato, pues de familias nobles e ilustres. Derrocada la tiranía lo fue Clístenes, que era del linaje de los Alcmeónidas y a éste ningún adversario político se le enfrentó, cuando fueron desterrados Iságoras y sus partidarios253. Después de estos sucesos, estuvo al frente del partido del pueblo Jantipo y de la clase ilustre Milcíades, después Temístocles y Aristides. Les siguió Efialtes al frente del pueblo y Cimón, el hijo de Milcíades, de los ricos; luego Pericles fue el lider del pueblo y de los otros Tucídides, que era pariente de Cimón. Pero al morir Pericles se puso al frente de los distinguidos Nicias, el que murió en Sicilia254, y del pueblo Cleón255, hijo de Cleéneto, quien, al parecer, corrompió más que nadie al pueblo por sus violentos arrebatos256. Precisamente fue el primero que sobre la tribuna gritó, increpó y pronunció discursos con la ropa ceñida257, mientras que los demás solían hablar con decoro. Luego, tras éstos fue jefe de los otros Terámenes258, hijo de Hagnón, y del pueblo Cleofonte, el fabricante de liras, quien por cierto fue el primero que concedió los dos óbolos259. Y durante cierto tiempo se seguían repartiendo, pero más tarde los suprimió Calícrates de Peania, pese a que antes había prometido añadir a los dos óbolos otro más. Posteriormente condenaron a muerte a es253
Cf. supra, 20, 1-3. Tras el desastre que en 413 a. C. sufrió la flota ateniense en Siracusa, Nicias, junto a Demóstenes, fue ejecutado por los siracusanos, cf. Th., VII 86, 2. 255 Este demagogo fue nombrado estratego en 426 a. C. y la democracia se radicalizó cuando él llegó al poder, lo que criticó repetidas veces Aristófanes en Los acarnienses y Los caballeros. Se sabe que tuvo un hijo, Cleomedonte, cf. D., 40 (Beo. Dot.), 6, y que murió en Anfípolis en 422 a. C. 256 Fue poco reflexivo y de extrema dureza. Su obsesión fue la continuación de la guerra hasta la victoria a costa de los que fuera. La rendición de Mitilene prueba su talante y quiso ajusticiar a todos los varones adultos y esclavizar a todas las mujeres y niños, pero su propuesta no prosperó por una diferencia mínima en la votación. A partir de este suceso la guerra del Peloponeso derivó en una lucha entre dos ideologías, cf. Mossé, op. cit. (1981), p. 59. 257 Significa que se ceñía el himátion por debajo del brazo, que lo dejaba al descubierto en una actitud grosera, cf. Plu., Nic. 8, 6. 258 Este Terámenes es el que promovió la llegada del régimen oligárquico en 411 a. C., cf. infra, 32, 2. 259 Sobre la diobelía no reina la unanimidad entre los investigadores. Puesto que no se trata de la retribución a los jueces, porque ya se nos dice en 27, 3 que fue 254
[53]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 28.3 - 29.1
4 5
29
τὸ πλῆθος ὕστερον μισεῖν τούς τι προαγαγόντας ποιεῖν αὐτοὺς τῶν μὴ καλῶς ἐχόντων. 4 ἀπὸ δὲ Κλεοφῶντος ἤδη διεδέχοντο συνεχῶς τὴν δημαγωγίαν οἱ μάλιστα βουλόμενοι θρασύνεσθαι καὶ χαρίζεσθαι τοῖς πολλοῖς πρὸς τὰ παραυτίκα βλέποντες. 5 δοκοῦσι δὲ {οἱ} βέλτιστοι γεγονέναι τῶν Ἀθήνησι πολιτευσαμένων μετὰ τοὺς ἀρχαίους Νικίας καὶ Θουκυδίδης καὶ Θηραμένης. καὶ περὶ μὲν Νικίου καὶ Θουκυδίδου πάντες σχεδὸν ὁμολογοῦσιν ἄνδρας γεγονέναι οὐ μόνον καλοὺς κἀγαθοὺς ἀλλὰ καὶ πολιτικοὺς καὶ τῇ πόλει πάσῃ πατρικῶς χρωμένους, περὶ δὲ Θηραμένους διὰ τὸ συμβῆναι κατ’ αὐτὸν ταραχώδεις τὰς πολιτείας ἀμφισβήτησις τῆς κρίσεώς ἐστι. δοκεῖ μέν τοῖς μὴ παρέργως ἀποφαινομένοις οὐχ ὥσπερ αὐτὸν διαβάλλουσι πάσας τὰς πολιτείας καταλύειν, ἀλλὰ πάσας προάγειν ἕως μηδὲν παρανομοῖεν, ὡς δυνάμενος πολιτεύεσθαι κατὰ πάσας, ὅπερ ἐστὶν ἀγαθοῦ πολίτου ἔργον, παρανομούσαις δὲ οὐ συγχωρῶν ἀλλ’ ἀπεχθανόμενος. Ἕως μὲν οὖν ἰσόρροπα τὰ {πράγματα} κατὰ τὸν πόλεμον ἦν, διεφύλ ̣α ̣τ ̣τ ̣ο ̣ν ̣ τὴν δημοκρατίαν. ἐπεὶ δὲ μετὰ τὴν ἐν Σικελίᾳ γενομένην συμφορὰν ἰσχυρότερα τὰ τῶν Λακεδαιμονίων ἐγένετο διὰ τὴν πρὸς βασιλέα συμμαχίαν, ἠναγκάσθησαν κι[νήσ]αντες τὴν δημοκρατίαν καταστῆσαι τὴν ἐπὶ τῶν τετρακοσίων πολιτείαν, εἰπόντος τὸν μὲν πρὸ τοῦ ψηφίσματος λόγον Μηλοβίου, τὴν δὲ γνώμην γράψαντος Πυθοδώρου τοῦ [Ἀναφ]λυ[σ]τίου,
6-8 *Plu. Nic. 2.1
•
7-8 Cf. EN 1161b 17, Pol. 1315a 21
4 δὲ] δ L, corr. L4? s.l. • 5 Ἀθήνησι K.-W. : αθηνηισι L / πολιτευσαμένων] πολειτευσαμ(εν)ων L • 8 πατρικῶς] καλως scr. L4 s.l. • 14 ἰσόρροπα] ισροπα L 4 τὰ] τὸ Gennadios (1891, 274) : τα L prob. Wn. K.4 Ch., το leg. Bl., τα pro το scriptum esse uideo / οἱ del. K.-W. • 10 μέν τοῖς K. : μέντοι K.-W. : δὲ τοῖς Bl.1 : μὴν τοῖς Bl.4 : μ(εν)τοις L • 14 πράγματα del. H. apud H.-L. • 15 συμφορὰν L. (1891, 176) : δ(ια)φοραν L • 16 ἰσχυρότερα Bl. (1891, 304) : ισχυροτατα L • 17 κινήσαντες K.-W. : κει[. . .]αντες L / ἐπὶ fort. delendum esse cens. Ch. coll. 41.2 • 19 Ἀναφλυστίου Bl. (1892, 573) prob. Wn. K.4
[54]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tos dos, pues es habitual que, si el pueblo se siente engañado, odie después a los que le han incitado a hacer algo que no está bien. Desde Cleofonte ya se sucedieron sin interrupción en el liderazgo del pueblo los que preferían seguir una política temeraria y complacer a la mayoría, dirigiendo la atención nada más que a los asuntos inmediatos. Al parecer, los mejores políticos que gobernaron en Atenas, tras los antiguos, fueron Nicias, Tucídides y Terámenes. Respecto a Nicias y Tucídides casi todo el mundo está de acuerdo en que, además de ser hombres de bien, se condujeron como estadistas y gestionaron la ciudad entera al modo tradicional. En cuanto a Terámenes260, debido a los convulsos gobiernos de su época, hay controversia en lo que a su juicio respecta. No obstante, los que no opinan a la ligera no piensan, como hacen los que lo difaman, que tratara de derribar todos los regímenes de gobierno, sino que estaba dispuesto a promoverlos todos, mientras no transgredieran ninguna ley, en la idea de que podía gobernar con todos –lo que es un rasgo propio de buen ciudadano–, pero, cuando transgredieran la ley, no lo pasaba por alto y se atraía la hostilidad general. Mientras los asuntos de la guerra estuvieron equilibrados, mantenían la democracia. Pero cuando, tras el desastre ocurrido en Sicilia, las fuerzas de los lacedemonios se hicieron más poderosas por la alianza con el Rey261, se vieron en la necesidad de subvertir la democracia y establecer el régimen de los Cuatrocientos. Melobio262 pro-
creada por Pericles, unos piensan (Mathieu- Haussoullier, op. cit., p. 31, n. 1) que podría ser el theorikón, una dieta para espectáculos (cf. infra, 43, 1), pero la propuesta más aceptada es la de Wilamowitz, que considera la diobelía como una subvención a la clase más pobre, véase también Tovar, op. cit., p. 117 y Rhodes, op, cit. (1981), p. 356. 260 Su política no fue criticada por Aristóteles, todo lo contrario, cf. Introducción, apartado VI. 261 Se entiende el persa. 262 El hecho de que se nombrase a dos personas en la introducción de la propuesta sugiere a Rhodes, op. cit. (1981), p. 375, que Melobio no era miembro del Consejo, mientras que Pitodoro sí lo debía de ser.
[54]
4
5
29
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 29.1-4
2
3
4
μάλιστα δὲ συμπεισθέντων τῶν πολλῶν διὰ τὸ νομίζειν βασ[ι]λέα μᾶ[λ]λον ἑαυτοῖς συμπολεμήσειν ἐὰν δι’ ὀλίγων ποιήσωνται τὴν πολιτείαν. ǁ XII ἦν δὲ τὸ ψήφισμα τὸ Πυθοδώρου τοιόνδε· 2 τὸν δῆμον ἑλέσθαι μετὰ τῶν προϋπαρχόντων δέκα προβούλων ἄλλους εἴκοσι ἐκ τῶν ὑπὲρ τετταράκοντα ἔτη γεγονότων, οἵτινες ὀμόσαντες ἦ μὴν συγγράψειν ἃ ἂν ἡγῶνται βέλτιστα εἶναι τῇ πόλει συγγράψουσι περὶ τῆς σωτηρίας· ἐξεῖναι δὲ καὶ τῶν ἄλλων τῷ βουλομένῳ γράφειν, ἵν’ ἐξ ἁπάντων αἱρῶνται τὸ ἄριστον. 3 Κλειτοφῶν δὲ τὰ μὲν ἄλλα καθάπερ Πυθόδωρος εἶπεν, προσαναζητῆσαι δὲ τοὺς αἱρεθέντας ἔγραψεν καὶ τοὺς πατρίους νόμους οὓς Κλεισθένης ἔθηκεν ὅτε καθίστη τὴν δημοκρατίαν, ὅπως ἀκούσαντες καὶ τούτων βουλεύσωνται τὸ ἄριστον, ὡς οὐ δημοτικὴν ἀλλὰ παραπλησίαν οὖσαν τὴν Κλεισθένους πολιτείαν τῇ Σόλωνος. 4 οἱ δ’ αἱρεθέντες πρῶτον μὲν ἔγραψαν ἐπάναγκες εἶναι τοὺς πρυτάνεις ἅπαντα τὰ λεγόμενα περὶ τῆς σωτηρίας ἐπιψηφίζειν,
1-2 Th. 8.48.1, Pol. 1304b 12-15 • 3-5 Cf. Th. 8.67.1 • 3-7 Androt. 324 F 43, Philoch. 328 F 136 (Harp. συγγραφεῖς), Sch.Ar.Lys. 421, Phot. καταλογεύς (Lex. Seg. 190.24, 270.17), Sud. πρόβουλοι, cf. Lex. Seg. 301.13, EM 732.45 2 hic incipit uolumen secundum, ut littera B in summa pagina scripta monstrat / ἦν δὲ] ην δε ην δ(ε) deleta sunt, ην δεε η scr. L4 s.l. • 7 τὸ] τοι uel τον L 1 μᾶλλον Joseph Mayor (1891, 113)
•
3 τὸ2 Bl.2 coll. 40.2 : του L
[55]
•
10 K.-W.
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
nunció el discurso de introducción del decreto y Pitodoro de Anaflisto redactó la propuesta. Y, en especial, muchos se dejaron convencer por considerar que el Rey preferiría aliarse con ellos, si establecían una constitución oligárquica. El decreto263 de Pitodoro fue el siguiente: El pueblo eligiría, además de los diez altos consejeros264 ya existentes, otros veinte entre los mayores de cuarenta años, quienes, tras jurar por su honor que redactarían las medidas que consideraran óptimas para la ciudad, redactarían medidas encaminadas a su salvación. También se permitiría a cualquiera de los demás ciudadanos registrar propuestas para elegir entre todos la mejor. Clitofonte265 habló en los mismos términos que Pitodoro y, en particular, registró la propuesta de que los elegidos revisaran asimismo las leyes de los antepasados266 que Clístenes promulgó cuando estableció la democracia, a fin de que ateniéndose a éstas también decidieran lo mejor, pues, según sostenía, la constitución de Clístenes no era democrática, sino parecida a la de Solón. Los elegidos propusieron en primer lugar que los prítanes267 fueran obligados a someter a votación todo lo que se dijera sobre la sal263 Ψήφισμα es el decreto de la Asamblea sometido a votación, mientras que νόμος es la ley de carácter más general y permanente, cf. Nightingale, op. cit., p. 105; Hansen, op. cit. (1991), p. 171 y además, cf. Introducción, apartado II. 264 Después del desastre de Sicilia en 413 a. C., en Atenas se dio el primer paso para derribar la democracia con la creación de una comisión de diez próbouloi o altos consejeros que asumieron bastantes funciones del Consejo y que adquirieron poder ejecutivo. Esta comisión propia de los gobiernos oligárquicos contaba con un pequeño número de miembros. Según Aristóteles en Pol. 1323a6-9, eran los magistrados más importantes en las oligarquías. Existieron también próbouloi en otras ciudades como Corinto a la caída de Cípselo. 265 Este Clitofonte parece ser el mismo que intenta establecer una constitución al modo de los padres, cf. infra, 34, 3. Vemos también a un Clitofonte que acompaña a Sócrates a casa de Polemarco al comienzo de la República de Platón (Pl., R. 328b). 266 Es claro que la legislación ateniense se habría quedado desfasada y, por tanto, los atenienses se propusieron revisarla. Precisamente el propio Aristóteles en Rh. 1374a5 considera necesario que se proceda a una buena definición de los delitos para discernir la existencia o no de ellos. 267 Los prítanes eran los miembros de la pritanía, cada una de las diez partes en que se dividía la Boulé o Consejo, cf. infra, 43, 2. Fuera de Atenas son conocidos también los prítanes como oficiales con responsabilidad para presidir un consejo, por ejemplo en Rodas.
[55]
2
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 29.4
ἔπειτα τὰς τῶν παρανόμων γραφὰς καὶ τὰς εἰσαγγελίας καὶ τὰς προσκλήσεις ἀνεῖλον, ὅπως ἂν οἱ ἐθέλοντες Ἀθηναίων συμβουλεύωσι περὶ τῶν προκειμένων. ἐὰν δέ τις τούτων χάριν ἢ ζημιοῖ ἢ προσκαλῆται ἢ εἰσάγῃ εἰς
1-3 Cf. D. 24.154, Aeschin. 3.191 1 παρανόμων γραφὰς] νομων π(αρα)γραφας L, corr. L4 1 προσκλήσεις Wyse (1891a, 113) : προκλησεις L
[56]
•
3 εἰς] η εις L
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
vación; en segundo lugar, abolieron las acciones públicas268 por ilegalidad269, las denuncias270 y las citaciones271, de modo que los atenienses que lo desearan pudieran deliberar sobre las cuestiones previamente propuestas272. Y si alguno a causa de estas mociones trataba de multar268 Atenas distinguía dos tipos de acciones judiciales que podían ser ejercidas por los ciudadanos, las graphaí y las díkai. La diferencia entre las acciones judiciales públicas o graphaí y las acciones privadas o díkai reside en que las primeras podían ser intentadas por cualquier ciudadano con plenos derechos civiles contra otro, que considerara que había cometido alguna clase de delito o falta, mientras que las díkai solo podían ser ejercidas por la persona que estaba interesada en que se emprendiera la acción para que se le reconocieran sus derechos o para obtener reparación del perjuicio que le habían causado; también podía ser intentada por un familiar o representante legal suyo. El ejercicio de las acciones públicas se debió a Solón, cf. supra, 9, 1. 269 La graphè paranómon era una acción pública que se emprendía contra el que quisiera introducir medidas ilegales; cf. D., 59 (Nee.), 4-5, cuando Apolodoro propone un decreto al Consejo, para que el pueblo decidiera si los fondos sobrantes de la administración debían ser para la guerra o para el theoricón. Estéfano lo denuncia por ilegalidad (graphè paranómon). El que ejercía esa acción debía conseguir una quinta parte de votos favorables, emitidos por los jueces; si no, incurría en una multa de mil dracmas. Sobre la graphè paranómon, cf. también infra 45, 4 y 59, 2. 270 Las eisangelíai o denuncias podían ser de tres tipos: a) ἐπὶ δημοσίοις ἀδικήμασι, por delitos políticos, los de alta traición. Se denunciaba a los que atentaban contra la democracia y a sus cómplices, también a los traidores de la ciudad. Se presentaba ante los prítanes (cf. infra, 43, 4) y los Once se encargaban de detener al acusado y custodiarlo en la prisión hasta que acabara el proceso; b) ἐπὶ ταῖς κακώσεσιν, por maltrato a los huérfanos y las epicleras en sus personas y en sus haciendas. Se depositaba la denuncia ante el arconte epónimo (D., 37 (Pant.), 46), aunque también se podía promover una acción pública, una graphè kakóseos; c) κατὰ τῶν διαιτητῶν, por falta grave de un árbitro de litigios, pero, según Caillemer, s.v. Eisaggelia, en Daremberg-Saglio, ésta debía de emprenderse cuando estaba el árbitro en ejercicio. Se llevaba ante el colegio de árbitros que examinaba la denuncia y, si estaba justificada, se destituía al árbitro de su cargo. Hasta el 330 a. C. el denunciante mediante eisangelía no incurría en multa si no obtenía la quinta parte de los votos, pero a partir de esa fecha fue castigado con multa de mil dracmas, si no la obtenía, cf. MacDowell, op. cit. (1978), p. 64. Al principio, la eisangelía era una acción akíndynos ‘sin peligro’, es decir, sin castigo para el que denunciaba, pero como los sicofantas se aprovechaban de ello, más tarde se exigía una multa de mil dracmas a aquel cuya acusación era infundada, pero no quedaba privado de incapacidad legal. 271 No hay que confundir con la próklesis. La prósklesis, que aquí se menciona, es un término de derecho procesal griego que indica la citación de una parte a otra, para que comparezca ante el lugar que se indique, mientras que la próklesis es el requerimiento de una parte para que acepte una solución del conflicto, cf. infra, 53, 2. 272 Prohibieron ejercer las acciones públicas por ilegalidad para permitir a los atenienses modificar en ese momento la constitución democrática con otras medidas.
[56]
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 29.4-5
5
δικαστήριον, ἔνδειξιν αὐτοῦ εἶναι καὶ ἀπαγωγὴν πρὸς τοὺς στρατηγούς, τοὺς δὲ στρατηγοὺς παραδοῦναι τοῖς ἕνδεκα θανάτῳ ζημιῶσαι. 5 μετὰ δὲ ταῦτα τὴν πολιτείαν διέταξαν τόνδε τρόπον· τὰ μὲν χρήματα προσιόντα μὴ ἐξεῖναι ἄλλοσε δαπανῆσαι ἢ εἰς τὸν πόλεμον, τὰς δ’ ἀρχὰς ἀμίσθους ἄρχειν ἁπάσας ἕως ἂν ὁ πόλεμος ᾖ, πλὴν τῶν ἐννέα ἀρχόντων καὶ τῶν πρυτάνεων οἳ ἂν ὦσιν· τούτους δὲ φέρειν τρεῖς ὀβολοὺς ἕκαστον τῆς ἡμέρας. τὴν δ’ ἄλλην πολιτείαν ἐπιτρέψαι πᾶσαν Ἀθηναίων τοῖς δυνατωτάτοις καὶ τοῖς σώμασιν καὶ τοῖς χρήμασιν λῃτουργεῖν μὴ ἔλαττον ἢ πεντακισχιλίοις, ἕως ἂν ὁ πόλεμος ᾖ· κυρίους δ’ εἶναι τούτους καὶ συνθήκας συντίθεσθαι πρὸς οὓς ἂν ἐθέλωσιν. ἑλέσθαι δὲ καὶ τῆς φυλῆς ἑκάστης δέκα
[57]10-[58]2 Cf. Th. 8.67.3, [Lys.] 20.13 10 συντίθεσθαι] τιθεσθ(αι) L, corr. L1 1 δικαστήριον] δικαστήριον H.-L. coll. 53.3, 54.2 • 3 Wyse (1891a, 113) / τὰ μὲν χρήματα προσιόντα K. : τὰ μὲν {χρήματα} προσιόντα Richards (1891, 228) coll. 39.2 : τα μεν χρηματα προσιοντα L • 7 πᾶσαν Bl. (1891, 304) : πασιν L • 8-9 ἔλαττον ἢ πεντακισχιλίοις] ἔλαττον πεντακισχιλίων K.-W. : ελαττον η πεντακισχιλιοις L, ελαττον η πεντακισχιλιων L4? • 10 δὲ καὶ] δ’ ἐκ H. apud H.-L. : δ(ε) κ(αι) L
[57]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
los, citarlos en justicia o llevarlos ante el tribunal, se levantaría contra él acta de delación273 y se le conduciría bajo arresto274 en presencia de los generales, y éstos lo entregarían a los Once275 para ser ejecutado. Después de esto, organizaron el régimen político con las siguientes disposiciones: No estaría permitido gastar los ingresos públicos en otra actividad que no fuera la guerra y todas las magistraturas debían desempeñarse sin remuneración, mientras continuara la guerra, salvo los nueve arcontes y los prítanes que estuvieran en ejercicio, quienes recibirían cada uno tres óbolos al día. El gobierno de los demás asuntos, mientras durara la guerra, se confiaría por entero a un número de atenienses no inferior a cinco mil, entre los más capaces para prestar un servicio público tanto con su persona como con su riqueza276. Éstos serían soberanos asimismo para concluir pactos con quienes quisieran. Se elegiría de cada tribu a diez hombres mayores
273 La éndeixis es un medio procesal de carácter especial, mediante el cual el acusador pide, a través de un escrito o éndeixis, a un magistrado o a los tesmótetas (cf. infra, 52, 1) el inmediato arresto de una persona. Literalmente significa ‘indicación’, por tanto, información contra. Un ciudadano declarado átimos (D., 20 (Lep.), 156) que seguía ejerciendo sus derechos o un desterrado que permanecía aún en el país podía ser perseguido mediante la éndeixis. También se ejercía contra los deudores del Estado, cf. D., 24 (Tim.), 50 y D., 58 (Teoc.), 1, donde vemos cómo Teócrines por ser deudor del tesoro es perseguido por delación. Se diferencia de la apagogé, porque en ésta el acusado tiene que haber sido sorprendido flagrante delicto y el acusador se hace con su persona (cf. n. 274), mientras que en la éndeixis se tiene que demandar a través del magistrado, cf. CH. Lécrivain, s. v. Endeixis, en Daremberg-Saglio. 274 Para una disposición semejante contra los que cometían sicofantías, cf. D., 58 (Teoc.), 11: “Que hubiera delación y arresto”, éndeixis y apagogé. La apagogé era un procedimiento recogido en el derecho ateniense, en virtud del cual una persona que sorprendía flagrante delicto a un delincuente estaba autorizada a arrestarlo y conducirlo a los magistrados competentes. Mediante la apagogé se perseguía a los kakoûrgoi o malhechores, pero también a los homicidas que se exiliaban y de nuevo entraban en el Ática. Si era descubierto, se exponía a que se ejerciera sobre él la apagogé. El que detenía al infractor también debía pagar una multa de mil dracmas, si no conseguía la quinta parte de los votos, cf. D., 23 (Aristoc.), 80. Pero esta palabra apagogé es usada tanto para designar el arresto como la acusación escrita que se hacía al mismo tiempo, cf. D. M. MacDowell, Athenian Homicide Law, Manchester 1963 p. 131. 275 Sobre los Once, cf. supra, 7, 3. 276 Los que pudieran costearse las armas de hoplitas, cf. Th., VIII 97.
[57]
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 29.5 - 30.2
30 2
ἄνδρας ὑπὲρ τετταράκοντα ἔτη γεγονότας, οἵτινες καταλέξουσι τοὺς πεντακισχιλίους ὀμόσαντες καθ’ ἱερῶν τελείων. Οἱ μὲν οὖν αἱρεθέντες ταῦτα συνέγραψαν. κυρωθέντων δὲ τούτων εἵλοντο σφῶν αὐτῶν οἱ πεντακισχίλιοι τοὺς ἀναγράψοντας τὴν πολιτείαν ἑκατὸν ἄνδρας. οἱ δ’ αἱρεθέντες ἀνέγραψαν καὶ ἐξήνεγκαν τάδε· 2 βουλεύειν μὲν κατ’ ἐνιαυτὸν τοὺς ὑπὲρ τριάκοντα ἔτη γεγονότας ἄνευ μισθοφορᾶς· τούτων δ’ εἶναι τοὺς στρατηγοὺς καὶ τοὺς ἐννέα ἄρχοντας καὶ τὸν
[58]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
de cuarenta años, quienes habrían de facilitar la lista de los Cinco Mil277, tras jurar sobre víctimas perfectas. Los elegidos278 redactaron estas propuestas. Y una vez ratificadas tales medidas, los Cinco Mil eligieron entre ellos a cien hombres, para que publicaran la constitución. Los elegidos publicaron y presentaron las siguientes disposiciones: Serían miembros del Consejo cada año los mayores de treinta años sin remuneración. Del Consejo saldrían los generales, los nueve arcontes, el guardián de los archivos sagrados279, los jefes de bata277 Respecto a estos Cinco Mil hay evidentes dificultades sobre si existieron realmente o no. Las principales fuentes que hablan sobre ello son Tucídides y Aristóteles en Ath. Pol. Sabemos que los constantes fracasos atenienses en la guerra del Peloponeso provocaron que los oligarcas intentasen establecer un régimen oligárquico. Tucídides (VIII 67, 1-3) nos informa de que Pisandro y los suyos propusieron elegir a diez hombres con plenos poderes, que redactaran una constitución para llevarla al pueblo. Llegado el día fijado se reunieron en Colono, en un santuario de Posidón alejado de la ciudad unos diez estadios (para que no se conociera su conspiración) y decidieron reunir a unos cinco mil hombres cuando pareciera oportuno. Aristóteles en Ath. 30, 1 y 32, 1, parece confirmar su existencia, pero después en 32, 3 nos dice que los Cinco Mil solo fueron elegidos de forma nominal. Esto coincide con Tucídides, VIII 92, 11 y VIII 89, 2. Algunos investigadores, como Wilamowitz, creen que no existieron. Según Hignett, op. cit., p. 275, los oligarcas querían mantener para su propósito la pura ficción de la existencia de los Cinco Mil y el propio Pisandro habla como si realmente ya existiesen en Colono. Rhodes, op. cit. (1981), p. 387, teniendo en cuenta que Tucídides afirma que la lista de los Cinco Mil quizás no se hubiera completado o publicado, considera la posibilidad de que en la Asamblea de Colono se hubiera decidido que la constitución se basaría en un poderoso Consejo de los Cuatrocientos y una Asamblea residual de los Cinco Mil y, cuando se designó la comisión que alistaría a los Cinco Mil, se nombró a los anagrapheîs que trabajarían sobre la nueva constitución. Entonces, o más tarde, se creyó que esa asamblea que nombró a los anagrapheîs era la asamblea de los Cinco Mil. Además, entiende que esto fue una confusión oficial y no una equivocación del autor de la Constitución de los atenienses o de sus fuentes. Sobre todo lo relativo a la revolución oligárquica del 411, la caída de los Cuatrocientos y el cuerpo de los Cinco Mil, remitimos al detalladísimo estudio de Hignett, op. cit., pp. 268-280, 356-378. Véase también F. Sartori, La crisi del 411 a. C. nell’ Athenaion Politeia di Aristotele, Padova 1951. 278 Se trata de los 30 altos consejeros de 29, 2, a los que debía elegir el pueblo para que redactaran medidas encaminadas a la salvación. 279 Los hieromnémones, en general, eran oficiales religiosos, cuyas funciones podían ser tanto de archivistas como gestores de los asuntos financieros, pero siempre con el cometido de cuidar de los intereses del culto. Se atestigua su presencia en varias ciudades griegas. Los más conocidos son los delegados que representaban a los pueblos que participaban en la anfictionía de Delfos. Su número era de veinticuatro, pero no se co-
[58]
30
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 30.2-3
3
ἱερομνήμονα καὶ τοὺς ταξιάρχους καὶ ἱππάρχους καὶ φυλάρχους καὶ ἄρχοντας εἰς τὰ φρούρια καὶ ταμίας τῶν ἱερῶν χρημάτων τῇ θεῶ[ι] καὶ τοῖς ἄλλοις θεοῖς δέκα καὶ ἑλληνοταμίας καὶ τῶν ἄλλων ὁσίων χρημάτων ἁπάντων εἴκοσιν οἳ διαχειριοῦσιν καὶ ἱεροποιοὺς καὶ ἐπιμελητὰς δέκα ἑκατέρους· αἱρεῖσθαι δὲ πάντας τούτους ἐκ προκρίτων, ἐκ τῶν ἀεὶ βουλευόντων πλείους προκρίνοντας, τὰς δ’ ἄλλας ἀρχὰς ἁπάσας κληρωτὰς εἶναι καὶ μὴ ἐκ τῆς βουλῆς· τοὺς δὲ ἑλληνοταμίας οἳ ἂν διαχειρίζωσι τὰ χρήματα μὴ συμβουλεύειν. 3 βουλὰς δὲ ποιῆσαι τέτταρας ἐκ τῆς ἡλικίας τῆς εἰρημένης εἰς τὸν λοιπὸν χρόνον καὶ τούτων τὸ λαχὸν μέρος βουλεύειν, νεῖμαι δὲ καὶ τοὺς ἄλλους πρὸς τὴν λῆξιν ἑκάστην· τοὺς δ’ ἑκατὸν ἄνδρας
3-5 *Harp. ἑλληνοταμίαι, cf. Poll. 8.114, Hsch., Sud. s.u.
2 θεῶι] θε . . L, θεωι leg. K. prob. Ch., θεα̣ι agn. Wn. prob. Thomas, θε . ι agn. Bl. οἳ ἂν K.-W. : ὅταν Hude (1891, 250) : οι εαν L
[59]
•
7
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
llón280, los jefes de caballería281, los jefes de escuadrón282 y los jefes de guarniciones, diez tesoreros de los bienes sagrados de la diosa y de los demás dioses, veinte tesoreros entre los tesoreros de los helenos283 y los que administrarían todos los demás bienes sagrados284, así como los comisarios de los ritos sagrados285 y los ministros286, diez en cada caso. A todos éstos los eligirían de una lista de candidatos, que serían preseleccionados en su mayoría entre los miembros del Consejo en ejercicio287. Todas las demás magistraturas serían sorteadas y no saldrían del Consejo, y no podrían participar en las sesiones del Consejo los tesoreros de los helenos que gestionaran los fondos de la Liga. Se formarían en adelante cuatro comisiones del Consejo, cuyos miembros serían de la edad mencionada, y, entre éstos, el grupo escogido por sorteo asumiría las funciones del Consejo, mientras que los demás se repartirían en cada una de las comisiones. Así pues, los Cien se repartirían a sí mismos y a los demás en cuatro grupos lo más igua-
noce muy bien su relación con los otros delegados llamados pylagórai. El Consejo anfictónico se reunía dos veces al año, la primera en las Termópilas (cf. D., 18 (Cor.), 147) y después en Delfos, (Aeschin., 3 (Ctes.), 126); sobre la anfictionía, cf. infra, 62, 2. 280 Los taxíarchoi eran los comandantes al mando de una táxis, un regimiento de infantería suministrado por cada una de las tribus. 281 Cf. supra, 4, 2. Eran los generales de caballería. 282 Los phýlarchoi mandaban sobre los regimientos de caballería suministrados por las tribus y estaban subordinados a los hípparchoi. 283 Los hellenotamíai eran oficiales financieros en número de diez, más tarde de veinte, que recogían los tributos de la liga délica. Su sede la tuvieron en Delos hasta 454/3 a. C. Con la caída del imperio marítimo desaparecieron en 404 a. C. 284 Aunque el texto no es del todo claro, parece que se trataría de una comisión de veinte tesoreros o tamíai, diez de los helenos y diez que se ocuparían de los otros bienes sagrados. 285 Sobre los hieropoioí, cf. infra, 54, 6, donde se describe su cometido. Ayudaban a los adivinos en los sacrificios. 286 Los epimeletaí son oficiales tanto religiosos (cf. infra, 56, 4 y 57, 1 y Arist., Pol. 1322b19), como civiles en calidad de inspectores, cf. D., 35 (Lacr.), 51. Más abajo, 51, 4, los encontramos como inspectores de lonjas. En época helenística los vemos como ejecutores testamentarios, que se encargaban de que se ofrecieran los sacrificios prescritos en el testamento, como dispone en el suyo Agasígratis en Calauria (IG IV 840). 287 El adverbio ἀεί en expresiones que indican desempeño de cargos suele utilizarse con el significado de ‘por ese período de tiempo’, cf. Hdt., II 98, y continuó empleándose en época helenística, cf. las actas de manumisiones beocias (IG VII 3080).
[59]
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 30.3 - 31.1
4
5
6
31
διανεῖμαι σφᾶς τε αὐτοὺς καὶ τοὺς ἄλλους τέτταρα μέρη ὡς ἰσαίτατα καὶ διακληρῶσαι, καὶ εἰς ἐνιαυτὸν βουλεύειν. 4 δὲ ᾗ ἂν δοκῇ αὐτοῖς ἄριστα ἕξειν περί τε τῶν χρημάτων ὅπως ἂν σῶα ᾖ καὶ εἰς τὸ δέον ἀναλίσκηται, καὶ περὶ τῶν ἄλλων ὡς ἂν δύνωνται ἄριστα· κἄν τι θέλωσιν βουλεύσασθαι μετὰ πλειόνων, ἐπεισκαλεῖν ἕκαστον ἐπείσκλητον ὃν ἂν ἐθέλῃ τῶν ἐκ τῆς αὐτῆς ἡλικίας· τὰς δ’ ἕδρας ποιεῖν τῆς βουλῆς κατὰ πενθήμερον, ἐὰν μὴ δέωνται πλειόνων. πληροῦν δὲ τὴν βουλὴν τοὺς ἐννέα ἄρχοντας, τὰς δὲ χειροτονίας κρίνειν πέντε τοὺς λαχόντας ἐκ τῆς βουλῆς, καὶ ἐκ τούτων ἕνα κληροῦσθαι καθ’ ἑκάστην ἡμέραν τὸν ἐπιψηφιοῦντα. 5 κληροῦν δὲ τοὺς λαχόντας πέντε τοὺς ἐθέλοντας προσελθεῖν ἐναντίον τῆς βουλῆς, πρῶτον μὲν ἱερῶν, δεύτερον δὲ κήρυξιν, τρίτον πρεσβείαις, τέταρτον τῶν ἄλλων· τὰ δὲ τοῦ πολέμου ὅταν δέῃ ἀκληρωτὶ προσαγαγόντας τοὺς στρατηγοὺς χρηματίζεσθαι. 6 τὸν δὲ μὴ ἰόντα εἰς τὸ βουλευτήριον τῶν βουλευόντων τὴν ὥραν τὴν προρρηθεῖσαν ὀφείλειν δραχμὴν τῆς ἡμέρας ἑκάστης, ἐὰν μὴ εὑρισκόμενος ἄφεσιν τῆς βουλῆς ἀπῇ. ǁ XIII Ταύτην μὲν οὖν εἰς τὸν μέλλοντα χρόνον ἀνέγραψαν τὴν πολιτείαν, ἐν δὲ τῷ παρόντι καιρῷ τήνδε· βουλεύειν μὲν τετρακοσίους κατὰ τὰ
6-7 Hsch. ἕδραι 1 τέτταρα] ταετταρα L • 4 ἀναλίσκηται] αναλισκετ(αι) L, corr. L1 • 5 ἐπείσκλητον] επεισεκλητον L, επεισεκκλητον L1 • 6 κατὰ] κ(αι) L, κ(ατα) L1 • 7 πενθήμερον] πενθημιμερον L • 11 βουλῆς] βουλης βουλας δε ποιησαι τετταρας L, βουλας δε ποιησαι τετταρας del. L1 • 14 προρρηθεῖσαν] προρηθεισαν L • 16 incipit L2 / εἰς] ις L, corr. L4 / το L, corr. L2? / ἀνέγραψαν] ανεγραψαν ανεγραψαν L, ανεγραψαν2 del. L2? • 17 πολιτείαν] πολειτιαν L / τετρακοσίους] τετροκοσιους L, corr. L4 2 βουλεύειν. δὲ S. : βουλεύειν. δὲ K.1-3 : βουλεύεσθαι {δὲ} Richards (1891, 228), L. ap. H.-L. : alii alia : βουλευειν δε L • 3 σῶα] σῷα K.-W. • 4 κἄν K. : ἐὰν Joseph Mayor (1891, 113) : εαν L • 6 τῆς βουλῆς] τὴν βουλὴν Kontos (1892, 60) • 7 πληροῦν Weil (1891, 407) : κληρουν L • 9 ἑκάστην] ἑκάστην Bl. • 11 πρεσβείαις Wyse (1891a, 113) : πρεσβειαι L
[60]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
les posible, procederían al sorteo y el grupo que saliera en él ejercería las funciones del Consejo por un año. sobre los fondos según les pareciese lo mejor, a fin de mantenerlos a salvo y gastarlos en lo necesario, y sobre los demás asuntos como mejor pudieran. Y si quisieran consultar alguna cuestión con más ciudadanos, cada uno nombraría como consejero adjunto al que quisiera de su misma edad. Las sesiones del Consejo tendrían lugar cada cinco días, a no ser que necesitaran más. Los nueve arcontes convocarían288 el Consejo. El escrutinio de las votaciones a mano alzada lo realizarían cinco consejeros designados a suerte y de éstos uno sería escogido por sorteo cada día con la misión de presidir la votación. Los cinco designados a suerte sortearían a los que quisieran presentarse ante el Consejo, según este orden: primero para tratar asuntos sagrados, segundo para audiencia de heraldos, tercero para embajadas y, en cuarto lugar, para los demás asuntos289. Las cuestiones sobre la guerra serían tratadas por los generales con los comparecientes, tras haberlos presentado sin necesidad de sorteo, cuando fuera necesario. Si alguno de los consejeros no acudía a la sede del Consejo290 en el día señalado, habría de pagar una dracma por cada día, a no ser que se ausentara por haber obtenido permiso del Consejo. Así pues, publicaron esta constitución con vistas al futuro, pero en el momento presente establecieron la siguiente291: Los miembros del 288 El papiro lee κληροῦν, pero esta lectura dificulta la comprensión del texto, puesto que ni los nueve arcontes sortean al Consejo, ni viceversa. Parece que el texto está corrupto y Weil propuso πληροῦν, que aceptamos, porque suele ser empleado a menudo en los textos griegos con un complemento formado por términos como dikastérion o ekklesía. 289 Cf. comentario, infra, 43, 6. 290 El bouleutérion era la sala donde se reunía el Consejo. Estaba en el lado suroeste del ágora. A final de s.V a. C. se edificó otro nuevo detrás del viejo bouleutérion. 291 Sobre estas dos constituciones, una inmediata y otra futura, que Aristóteles presenta reina la controversia entre los investigadores. En realidad, estos dos documentos de 30 y 31 no son mencionados por Tucídides. Muchos estudiosos los han atribuido a las fuentes equivocadas que ha utilizado Aristóteles y que él erróneamente consideró como auténticas (Mossé, op. cit. (1981), p. 69). Beloch piensa que los dos documentos significan la constitución de un régimen intermedio, mientras que Ehrenberg considera
[60]
4
5
6
31
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 31.1-3
2
3
πάτρια, τετταράκοντα ἐξ ἑκάστης φυλῆς, ἐκ προκρίτων [ο]ὓς ἂν ἕλωνται οἱ φυλέται τῶν ὑπὲρ τριάκοντα ἔτη γεγονότων. τούτους δὲ τάς τε ἀρχὰς καταστῆσαι καὶ περὶ τοῦ ὅρκου ὅντινα χρὴ ὀμόσαι γράψαι, περὶ τῶν νόμων καὶ τῶν εὐθυν[ῶ]ν καὶ τῶν ἄλλων πράττειν ᾗ ἂν ἡγῶνται [συ]μφέρειν. 2 τοῖς δὲ νόμοις οἳ ἂν τεθῶσιν περὶ τῶν πολιτικῶν χρῆσθαι καὶ μὴ ἐξεῖναι μετακινεῖν μηδ’ ἑτέρους θέσθαι. τῶν δὲ στρατηγῶν τὸ νῦν εἶναι τὴν αἵρεσιν ἐξ ἁπάντων ποιεῖσθαι τῶν πεντακισχιλίων, τὴν δὲ βουλὴν ἐπειδὰν καταστῇ ποιήσασαν ἐξέτασιν ὅπλοις ἑλέσθαι δέκα ἄνδρας καὶ γραμματέα τούτοις, τοὺς δὲ αἱρεθέντας ἄρχειν τὸν εἰσιόντα ἐνιαυτὸν αὐτοκράτορας, καὶ ἄν τι δέωνται συμβουλεύεσθαι μετὰ τῆς βουλῆς. 3 ἑλέσθαι δὲ καὶ ἵππαρχον ἕνα καὶ φυλάρχους δέκα· τὸ δὲ λοιπὸν τὴν αἵρεσιν ποιεῖσθαι τούτων τὴν βουλὴν κατὰ τὰ γεγραμμένα. τῶν δ’ ἄλλων ἀρχῶν πλὴν τῆς βουλῆς καὶ τῶν στρατηγῶν μὴ ἐξεῖναι μήτε τούτοις μήτε ἄλλῳ μηδενὶ πλέον ἢ ἅπαξ ἄρξαι τὴν αὐτὴν ἀρχήν. εἰς δὲ τὸν ἄλλον χρόνον, ἵνα νεμηθῶσιν οἱ τετρακόσιοι εἰς
1 τετταράκοντα] τεπαρακοντα L, corr. L4 / ἕλωνται] ελονται L, corr. L4 • 3 τοῦ om. L, add. L4 s.l. • 5 οἳ] οε L / πολιτικῶν] πολειτικων L • 6 μετακινεῖν] μετακεινειν L / τὸ] τον L, corr. L4 • 7 ἐπειδὰν] επιδαν L, corr. L4 • 9 εἰσιόντα] ισιοντα L, corr. L4 • 10 δέωνται] δεονται L, corr. L4 / συμβουλεύεσθαι] συνβουλευεσθαι L • 11 τὸ δὲ] τα δε το L, το δε το L4 • 12 τῶν2] τον L • 13 μηδενὶ] μητενι L, corr. L4 • 14 εἰς1-2] ις L, corr. L4 1 ἑκάστης] ἑκάστης τῆς Bl. • 3 περὶ τοῦ ὅρκου] τὸν ὅρκον fort. legendum esse cens. Rhodes / K. • 7 καταστῇ Wyse (1891a, 113) : καταστηση L, ι add. L4? • 8 ὅπλοις Bl. (1891, 304), Wyse l.c. : ὅπλων Rutherford (1891, 113) : οπλοις L • 9-10 καὶ ἄν] κἄν S. : καὶ ἐάν H. (1891, 611) • 11 ἕνα] ἕνα K.-W.3 • 12 πλὴν K. : πριν L • 13 πλέον K.-W. : πλιον L, πλειον L4
[61]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Consejo serían cuatrocientos al modo tradicional, cuarenta por cada tribu, escogidos de una lista preliminar de candidatos mayores de treinta años que eligirían los miembros de la tribu. Los nuevos consejeros nombrarían a los magistrados, escribirían el juramento que habrían de pronunciar y, respecto a las leyes, a las rendiciones de cuentas y otros asuntos, actuarían del modo que consideraran conveniente. Harían uso de las leyes que fueran promulgadas sobre el sistema político y no les estaría permitido modificarlas ni dictar otras. La elección de los generales por el momento podría realizarse entre todos los Cinco Mil sin excepción, pero, cuando el Consejo estuviera constituido, pasaría revista a los hombres armados y eligiría a diez hombres y un secretario para éstos. Los elegidos ejercerían el mando con poder soberano en el año siguiente y, si en algo fuera necesario, consultarían con el Consejo. Se nombraría también a un jefe de caballería292 y a diez jefes de escuadrón293, pero en adelante la elección de éstos la realizaría el Consejo del modo que ha sido descrito294. En cuanto a las restantes magistraturas, excepto el Consejo y los generales, no se permitiría ni a ellos ni a ningún otro ocupar el mismo cargo más de una vez. Para el tiempo restante, a fin de que los Cuatrocientos quedaran repartidos en las cuatro comisiones, cuando a ellos295 les resultara po-
que la inmediata fue la de Pisandro y la futura el régimen intermedio, pero su tesis ha recibido varias objeciones. Por su parte, Rhodes, op. cit. (1981), p. 389, sostiene que la de 30, 2-6 y la de 31, 1-3 son dos distintas redacciones concebidas para una constitución futura e inmediata, pero el último párrafo de 31-3 se refiere no a la inmediata, sino a la futura. Y cuando las estaban redactando hubo división entre los oligarcas moderados y los extremistas, lo que provocó estas dos redacciones. El último párrafo 31, 3 debió de ser una enmienda que hizo algún moderado a la constitución futura. Para Hignett, el que las constituciones fueran ideadas por un teórico parece improbable, pero de ningún modo éstas fueron sacadas de archivos oficiales; para muchos investigadores los documentos pudieron ser presentados en una asamblea legislativa en el curso del año 411 a. C., aunque no se ponen de acuerdo en la ocasión; para ello, Hignett, op. cit., p. 358. 292 Cf. supra, 4, 2. 293 Cf. supra, 30, 2. 294 Probablemente lo descrito en 31, 2. 295 Los Cuatrocientos.
[61]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 31.3 - 32.3
32
2
3
τὰς τέτταρας λήξεις, ὅταν {τοῖς} [α]ὐτοῖς γίγνηται μετὰ τῶν ἄλλων βουλεύειν, διανειμάντων αὐτοὺς οἱ ἑκατὸν ἄνδρες. Οἱ μὲν οὖν ἑκατὸν οἱ ὑπὸ τῶν πεντακισχιλίων αἱρεθέντες ταύτην ἀνέγραψαν τὴν πολιτείαν. ἐπικυρωθέντων δὲ τούτων ὑπὸ τοῦ πλήθους, ἐπιψηφίσαντος Ἀριστομάχου, ἡ μὲν βουλὴ ἐπὶ Καλλίου πρὶν διαβουλεῦσαι κατελύθη μηνὸς Θαργηλιῶνος τετράδι ἐπὶ δέκα, οἱ δὲ τετρακόσιοι εἰσῄεσαν ἐνάτῃ φθίνοντος Θαργηλιῶνος· ἔδει δὲ τὴν εἰληχυῖαν τῷ κυάμῳ βουλὴν εἰσιέναι ͞δ ἐπὶ δέκα Σκιροφοριῶνος. 2 ἡ μὲν οὖν ὀλιγαρχία τοῦτον κατέστη τὸν τρόπον ἐπὶ Καλλίου μὲν ἄρχοντος, ἔτεσιν δ’ ὕστερον τῆς τῶν τυράννων ἐκβολῆς μάλιστα ἑκατόν, αἰτίων μάλιστα γενομένων Πεισάνδρου καὶ Ἀντιφῶντος καὶ Θηραμένους, ἀνδρῶν καὶ γεγενημένων εὖ καὶ συνέσει καὶ γνώμῃ δοκούντων διαφέρειν. 3 γενομένης ǁ XIV δὲ ταύτης τῆς πολιτείας οἱ μὲν πεντακισχίλιοι λόγῳ μόνον ᾑρέθησαν, οἱ δὲ τετρακόσιοι μετὰ τῶν δέκα τῶν
4-6 Cf. Th. 8.69-70
•
10-12 Cf. Th. 8.68
•
[62]12-[63]1 Th. 8.89.2
2 διανειμάντων] διανιμαντων L, corr. L4 s.l. / ἄνδρες] ανδδρεις L • 4 πολιτείαν] πολιτιαν L • 6 τετράδι ἐπὶ δέκα] δ επι δεκα L, corr. L4 • 7 φθίνοντος] φθεινονθος L, φθεινοντος L4 / εἰληχυῖαν] ιληχυιαν L, corr. L4 • 8 εἰσιέναι] ισιεναι L, corr. L4 • 9 Καλλίου] καλιου L, corr. L4 • 10 Πεισάνδρου] πετισανδρου L, corr. L4 • 12 δοκούντων] δοκουσιτων L, corr. L4 / πολιτείας] πολειτιας L • 13 ᾑρέθησαν] ηρεθησαν ηρεθησαν L, ερηθησαν L2, corr. L4 / οἱ] ο L 1 {τοῖς} αὐτοῖς S. : τοῖς αὐτοῖς Tyrrell (1891a, 181) : τοῖς ἀστοῖς ret. K.-W. : τοις αστοις L / γίγνηται] ἐγγίγνηται Hude (1891, 251) : γενηται Gomme (1928, 225) : ηγνηται L, corr. L4 • 5 Bl. (1891, 304) • 7 ἔδει K. : ετι L • 10 μάλιστα1 del. H. ap. H.-L.
[62]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
sible sentarse en el Consejo con los demás296, los Cien se encargarían del reparto. Así pues, los Cien elegidos por los Cinco Mil publicaron esta constitución. Sancionadas estas medidas por el pueblo, una vez que Aristómaco las sometió a votación, el Consejo vigente en el arcontado de Calias297, antes de acabar el período de sus funciones, se disolvió el día catorce del mes de Targelión298 y los Cuatrocientos ocuparon sus cargos en el noveno día antes de que finalizara Targelión. Pues el Consejo sorteado mediante el sistema de habas debía comenzar en el día catorce del mes de Esciroforión299. De tal modo, pues, se instauró la oligarquía en el arcontado de Calias, unos cien años después del derrocamiento de los tiranos300, y fueron sus máximos responsables Pisandro301, Antifonte302 y Terámenes303, hombres de noble cuna que gozaban de buena reputación por su extraordinaria inteligencia y juicio. Una vez que se estableció esta constitución, los Cinco Mil fueron elegidos solo de forma nominal304, mientras que los Cuatrocientos con 296 Serían los Cinco Mil, cf. Bernabé, op. cit., p. 209. Mathieu-Haussoullier, op. cit., p. 35, lo mismo que Tovar, op. cit., p, 127, que se decantan por la lectura ἀστοῖς, en vez de αὐτοῖς, entienden que ἄλλων se referiría a los soldados de la flota estacionada en Samos, que se negaban a reconocer el régimen de los Cuatrocientos y que debieron contribuir a su caída. 297 En 412/1 a. C. 298 Los meses del calendario griego no correspondían exactamente a las fechas del nuestro. El año comenzaba a finales de nuestro mes de junio. El Targelión era el undécimo mes y sería aproximadamente entre mayo y junio actual. El año griego comenzaba con el mes de Hecatombeón. El mes lunar de los griegos era de 29 días y medio y, para evitarlo, unos meses tenían 29 días y otros 30. El de 29 era el mes ‘hueco’ y el de 30 era el ‘pleno’. Cada mes se dividía en tres períodos o décadas. Los doce meses con este número de días daban lugar a un año de tan solo 354 días, por lo que se recurría cada dos o tres años a los intercalares o embólimoi, es decir, se intercalaba un mes de 30 días. 299 Era el último mes del año. El 14 del mes de Esciroforión sería el 9 de julio. 300 En 511/10 a. C. 301 Fue miembro del Consejo en 416/5 a. C. Lisias lo menciona como un demagogo que se pasó a los oligarcas, cf. Lys., 25 (Apol. Disol. Demo.), 9, 3. 302 Se trata del célebre orador. 303 Cf. supra, 28, 5. 304 Cf. Th., VIII 89, 2 y comentario, supra, 29, 5. “Los Cuatrocientos no querían ni que existieran los Cinco Mil ni que se descubriera que no existían” (Th., VIII 92, 11).
[62]
32
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 32.3 - 33.2
33
2
αὐτοκρατόρων εἰσελθόντες εἰς τὸ βουλευτήριον ἦρχον τῆς πόλεως, καὶ πρὸς Λακεδαιμονίους πρεσβευσάμενοι κατελύοντο τὸν πόλεμον ἐφ’ οἷς ἑκάτεροι τυγχάνουσιν ἔχοντες· οὐχ ὑπακουόντων δ’ ἐκείνων εἰ μὴ καὶ τὴν ἀρχὴν τῆς θαλάττης ἀφήσουσιν, οὕτως ἀπέστησαν. Μῆνας μὲν οὖν ἴσως τέτταρας διέμεινεν ἡ τῶν τετρακοσίων πολιτεία, καὶ ἦρξεν ἐξ αὐτῶν Μνασίλοχος δίμηνον ἐπὶ Θεοπόμπου ἄρχοντος, ἦρξε τοὺς ἐπιλοίπους δέκα μῆνας. ἡττηθέντες δὲ τῇ περὶ Ἐρέτριαν ναυμαχίᾳ καὶ τῆς Εὐβοίας ἀποστάσης ὅλης πλὴν Ὠρεοῦ, χαλεπῶς ἐνεγκόντες ἐπὶ τῇ συμφορᾷ μάλιστα τῶν προγεγενημένων (πλείω γὰρ ἐκ τῆς Εὐβοίας ἢ τῆς Ἀττικῆς ἐτύγχανον ὠφελούμενοι), κατέλυσαν τοὺς τετρακοσίους καὶ τὰ πράγματα παρέδωκαν τοῖς πεντακισχιλίοις τοῖς ἐκ τῶν ὅπλων, ψηφισάμενοι μηδεμίαν ἀρχὴν εἶναι μισθοφόρον. 2 αἰτιώτατοι δ’ ἐγένοντο τῆς καταλύσεως Ἀριστοκράτης καὶ Θηραμένης, οὐ συναρεσκόμενοι τοῖς ὑπὸ τῶν τετρακοσίων γιγνομένοις· ἅπαντα γὰρ δι’ αὑτῶν ἔπραττον, οὐδὲν ἐπαναφέροντες τοῖς πεντακισχιλίοις. δοκοῦσι δὲ καλῶς πολιτευθῆναι κατὰ τούτους τοὺς καιρούς, πολέμου τε καθεστῶτος καὶ ἐκ τῶν ὅπλων τῆς πολιτείας οὔσης.
1-4 Th. 8.70-71 • 5-7 *Harp. τετρακόσιοι, cf. Phot., Sud. s.u. 12 Th. 8.97.1 • 15-17 Th. 8.97.2
•
7-10 Th. 8.96
•
10-
1 εἰς] ις L, corr. L4 / πόλεως] πολεας L, corr. L4 • 3 τυγχάνουσιν] τισχανουσιν L, corr. L4 / οὐχ] ουκ L • 6 πολιτεία] πολιτια L • 8 πλὴν] πρην L, corr. L4 / ἐνεγκόντες] ενενκοντες L, corr. L4 • 10 ἐτύγχανον] ετυνχανον L • 11 παρέδωκαν] παρεδεδωκαν L, corr. L? • 14 τετρακοσίων] τετρακοσιοις L, corr. L4 / γιγνομένοις] γενομενοις L, γινομενοις L2 • 16 τε] δε L, corr. L4 / καθεστῶτος] κατεστωτος L, corr. L4 • 17 πολιτείας] πολιτιας L 6 Μνασίλοχος ret. K. : Μνησίλοχος K.-W. : μνασιμαχος L, μνασιλοχος L2 • 7 K. : H.-L. • 8 Ὠρεοῦ K. coll. Th. 8.95.7 : ωριου L • 12 μισθοφόρον Bl. (1891, 304) : μιστοφορων L, μισθοφορων L2?
[63]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
los diez plenipotenciarios305 entraron en la sede del Consejo306 y se hicieron con el mando de la ciudad. Después de enviar embajadas a los lacedemonios, intentaban poner fin a la guerra, a condición de que ambas partes se mantuviesen precisamente en las mismas posiciones que tenían. Y como aquéllos no consintieron, a no ser que los atenienses renunciaran al dominio del mar, en tales circunstancias desistieron. Unos cuatro meses307 más o menos duró el régimen de los Cuatrocientos y, de ese período, durante dos meses Mnesíloco ejerció como arconte en el arcontado de Teopompo308, quien ocupó el cargo los diez meses restantes. Pero, vencidos en la batalla naval cerca de Eretria y sublevada Eubea entera, excepto Óreo309, y como soportaran mucho peor la derrota que los anteriores acontecimientos (pues obtenían precisamente más provecho de Eubea que del Ática), derrocaron a los Cuatrocientos y, tras votar que ningún cargo recibiera remuneración, entregaron los asuntos del Estado a los Cinco Mil, que pudieran proveerse de armas de hoplitas. Los máximos responsables del derrocamiento fueron Aristócrates310 y Terámenes, que estaban descontentos311 con los sucesos protagonizados por los Cuatrocientos, pues manejaban todos los asuntos por sí solos, sin remitir nada a los Cinco Mil. Parece que en esos tiempos estuvieron bien gobernados312, pues con la guerra en curso el régimen político estaba en manos de los hoplitas. 305
Eran los estrategos o generales de 31, 2. Esta irrupción en el Consejo después de haberse reunido los Cuatrocientos en asamblea es descrita también por Tucídides en VIII 69, 1. 307 Los Cuatrocientos debieron de estar en el poder desde mayo a septiembre de 411 a. C. Su corta duración se debe a la escisión surgida entre los que habían instaurado este régimen, esto es, entre los moderados liderados por Terámenes y los más extremistas como Antifonte y Pisandro. 308 Por haber desempeñado su cargo de arconte durante un número mayor de meses, el arconte oficial de ese año fue Teopompo. 309 Este dato también nos lo proporciona Th., VIII 95, 7. 310 Aristócrates, hijo de Escelias (Th., VIII 89, 2). Fue taxíarchos de los Cuatrocientos (Th., VIII 92, 4) y condenado después de la batalla de las Arginusas (X., HG I 7, 2). 311 Tucidídes (VIII 89, 2) considera que la causa de esta disidencia fue el miedo al poder de Alcibíades. 312 Aristóteles coincide con Tucídides (VIII 97, 2). Éste opina que en el tiempo en que él vivió no conoció otra época mejor gobernada, pues era una mezcla de oligarquía y monarquía. 306
[63]
33
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 34.1-2
34
2
Τούτους μὲν οὖν ἀφείλετο τὴν πολιτείαν ὁ δῆμος διὰ τάχους. ἔτει δ’ ἑβδόμῳ μετὰ τὴν τῶν τετρακοσίων κατάλυσιν ἐπὶ Καλλίου τοῦ Ἀγγελῆθεν ἄρχοντος, γενομένης τῆς ἐν Ἀργινούσαις ναυμαχίας, πρῶτον μὲν τοὺς δέκα στρατηγοὺς τοὺς τῇ ναυμαχίᾳ νικῶντας συνέβη κριθῆναι μιᾷ χειροτονίᾳ πάντας, τοὺς μὲν οὐδὲ συνναυμαχήσαντας, τοὺς δ’ ἐπ’ ἀλλοτρίας νεὼς σωθέντας, ἐξαπατηθέντος τοῦ δήμου διὰ τοὺς παροργίσαντας. ἔπειτα βουλομένων Λακεδαιμονίων ἐκ Δεκελείας ἀπιέναι καὶ ἐφ’ οἷς ἔχουσιν ἑκάτεροι εἰρήνην ἄγειν, ἔνιοι μὲν ἐσπούδαζον, τὸ δὲ πλῆθος ǁ XV οὐχ ὑπήκουσεν ἐξαπατηθέντες ὑπὸ Κλεοφῶντος, ὃς ἐκώλυσε γενέσθαι τὴν εἰρήνην ἐλθὼν εἰς τὴν ἐκκλησίαν μεθύων καὶ θώρακα ἐνδεδυκώς, οὐ φάσκων ἐπιτρέψειν ἐὰν μὴ πάσας ἀφιῶσι Λακεδαιμόνιοι τὰς πόλεις. 2 οὐ χρησάμενοι δὲ καλῶς τότε τοῖς πράγμα[σ]ι μετ’ οὐ πολὺν χρόνον ἔγνωσαν τὴν ἁμαρτίαν· τῷ γὰρ ὕστερον ἔτει ἐπ’ Ἀλεξίου ἄρχοντος ἠτύχησαν τὴν ἐν
1-6 X. HG 1.6.29-36,7, Pl. Ap. 32b, Philoch. 328 F 142, D.S. 13.98-103 • 6-11 *Sch.Ar.Ra. 1532, Lys. 13.7, 8, 12, 30.10, Aeschin. 2.76, Philoch. 328 F 139, D.S. 13.53 1 οὖν] om. L, ο(υν) add. L4 s.l. / πολιτείαν] πολιτιαν L / ὁ δῆμος om. L, add. L2 s.l. / ἔτει] ετι L • 2 μετὰ] με L, corr. L4 / Ἀγγελῆθεν] ανγεληθεν L, corr. L4 • 3 Ἀργινούσαις] αργινουσσας L, corr. L4 • 4 νικῶντας] νικωντος L, corr. L4 / post νικῶντας scr. τους πολι L, postea deletum / χειροτονίᾳ] χιριτονια L, χιροτονια L2, corr. L4 • 5 νεὼς] νεος L, corr. L2? • 6 ἔπειτα] επιτα L • 8 ἄγειν] αγιν L, corr. L4 • 9 ἐξαπατηθέντες] εξαπαθηθεντες L, corr. L2 • 10 εἰρήνην] ιρηνην L, corr. L4 / εἰς] ις L, corr. L4 • 11 ἐπιτρέψειν] επιτρεψει L, corr. L4 • 13 ἔτει] ετι L, corr. L4 2 ἑβδόμῳ] ἕκτῳ K. / κατάλυσιν] κατάστασιν K.-W.1 • 6 σωθέντας K. : σωθεντες L / ἐξαπατηθέντος K. : ἐξαπατηθεντες L • 7 ἀπιέναι Wyse (1891b, 545) coll. Sch.Ar. : ἀνιεναι L / καὶ ἐφ’ οἷς ἔχουσιν ἑκάτεροι εἰρήνην ἄγειν] ἐφ’ οἷς ἔχουσιν ἑκάτεροι καὶ εἰρήνην ἄγειν K.W. coll. Sch.Ar. / ἑκάτεροι εἰρήνην K. : ιρηνην εκατεροι L • 11 ἀφιῶσι] ἀφῶσι Naber ap. H.-L. coll. Schol.Ar. • 13 ὕστερον] ὑστέρῳ fort. legendum esse cens. Ch. coll. 22.5
[64]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Pues bien, a éstos el pueblo enseguida los apartó del gobierno. Y en el sexto año después del derrocamiento de los Cuatrocientos313, en el arcontado de Calias de Ángele, tras librarse la batalla naval de las Arginusas314, aconteció que los diez generales vencedores en la batalla fueron condenados315, todos en una sola votación a mano alzada, pese a que unos ni siquiera habían participado en la batalla y otros habían sido salvados en una nave ajena. Y es que el pueblo fue engañado por quienes habían exasperado su indignación. Además, cuando los lacedemonios quisieron retirarse de Decelia316 y alcanzar la paz a condición de que ambas partes mantuviesen lo que tenían, algunos tomaban partido por ello, pero el pueblo hizo caso omiso, engañado por Cleofonte317, que impidió que se consiguiera la paz, cuando se presentó en la Asamblea ebrio y cubierto con coraza, declarando que no cedería, a menos que los lacedemonios entregasen todas las ciudades. Y dado que entonces no llevaron bien los asuntos públicos, no tardaron mucho tiempo en reconocer su error318, pues al año siguiente, en el arcontado de Alexias, fracasaron en la batalla naval
313 La importante victoria, que los atenienses, gracias a Alcibíades, lograron en Cícico en 410 a. C. sobre la flota espartana al mando de Míndaro, caído en la batalla, supuso un nuevo impulso a las aspiraciones democráticas, que se materializó con la caída de los Cuatrocientos y más tarde con la restauración de la democracia. 314 Tuvo lugar en agosto de 406 a. C. en la isla de las Arginusas, al sur de Lesbos, cuando los atenienses al mando de Conón derrotaron al espartano Calicrátidas. Esta batalla se hizo célebre porque los estrategos fueron condenados por no salvar a los náufragos. Esta condena fue fruto del histerismo colectivo del pueblo, por creer que los estrategos habían cometido un delito al no recoger a los náufragos, y contó con el voto en contra de Sócrates, que por aquel entonces era prítanis (X., HG I 7, 15); cf. también D. S., XIII 101. Aristóteles considera que el pueblo fue engañado por los que pretendieron exacerbarlo y nos da el dato de que fueron diez estrategos y que todos fueron juzgados, lo mismo que dice Pl., Ap. 32b3. Otras fuentes dicen que solo fueron ocho y seis los condenados a muerte. 315 Sobre las razones por las que más tarde se consideró que fue ilegal, cf. E. Carawan, “The trial of the Arginousai Generals and the Dawn of ‘Judicial Review’”, Dike 10, 2007, pp. 19-56. 316 Estuvo ocupada por los lacedemonios desde 413 a. C. 317 Esta oposición a la paz por parte de Cleofonte también es mencionada por Lisias (Lys., 13 (Agor.), 8). 318 Cf. D. S., XIII 53, 3.
[64]
34
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 34.2-3
3
Αἰγὸς ποταμοῖς ναυμαχίαν, ἐξ ἧς συνέβη κύριον γενόμενον τῆς πόλεως Λύσανδρον καταστῆσαι τοὺς τριάκοντα τρόπῳ τοιῷδε. 3 τῆς εἰρήνης γενομένης αὐτοῖς ἐφ’ ᾧ τε πολιτεύσονται τὴν πάτριον πολιτείαν, οἱ μὲν δημοτικοὶ διασῴζειν ἐπειρῶντο τὸν δῆμον, τῶν δὲ γνωρίμων οἱ μὲν ἐν ταῖς ἑταιρείαις ὄντες καὶ τῶν φυγάδων οἱ μετὰ τὴν εἰρήνην κατελθόντες ὀλιγαρχίας ἐπεθύμουν, οἱ δ’ ἐν ἑταιρείᾳ μὲν οὐδεμιᾷ συγκαθεστῶτες, ἄλλως δὲ δοκοῦντες οὐδενὸς ἐπιλείπεσθαι τῶν πολιτῶν, τὴν πάτριον πολιτείαν ἐζήτουν· ὧν ἦν μὲν καὶ Ἀρχῖνος καὶ Ἄνυτος καὶ Κλειτοφῶν καὶ Φορμίσιος καὶ ἕτεροι πολλοί, προειστήκει δὲ μάλιστα Θηραμένης. Λυσάνδρου δὲ προσθεμένου τοῖς ὀλιγαρχικοῖς καταπλαγεὶς ὁ δῆμος ἠναγκάσθη χειροτονεῖν τὴν ὀλιγαρχίαν. ἔγραψε δὲ τὸ ψήφισμα Δρακοντίδης Ἀφιδναῖος.
2-11 X. HG 2.2.10-3.2, Lys. 12. 71-76, D.S. 14.3.2-7, Plu. Lys. 15
•
11 *Sch.Ar.V. 157
2 εἰρήνης] ιρηνης L, corr. L4 • 3 πολιτείαν] πολιτιαν L • 4 διασῴζειν] διασωζειν L, διασωσειν L4 / ἐπειρῶντο] επιροντο L, corr. L4 / ἑταιρείαις] εταιριαις L, corr. L4 • 5 μετὰ] με L, corr. L4 / εἰρήνην] ιρηνην L • 6 συγκαθεστῶτες] συνκαθεστωτες L / ἄλλως] αλως L • 7 ἐπιλείπεσθαι] ἐπιλιπεσθαι L / πολιτείαν] πολιτιαν L • 8 Ἄνυτος] αλλυτος L, ανλυτος L4 / Κλειτοφῶν] κλιτοφων L • 9 προειστήκει] προιστήκι L, corr. L4 • 10 ἠναγκάσθη] ηνανκασθη L • 11 ὀλιγαρχίαν] ολιγορχιαν L, corr. L2 5 ὀλιγαρχίας Bl. (1891, 304) : ολιγαρχιαν L
•
[65]
6 ἑταιρείᾳ K. : εταιρειας L, εταιρειαις L4
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
de Egospótamos319, a resultas de la cual Lisandro, convertido en dueño de la ciudad320, instauró el régimen de los Treinta de la siguiente manera. Una vez que a los atenienses les fue otorgada la paz a condición de que se rigieran por la constitución de los antepasados, el partido democrático trataba de salvaguardar el gobierno del pueblo321, pero los nobles de las heterías322 y los exiliados que regresaron después de la paz deseaban la oligarquía. Por su parte, los que no pertenecían a ninguna hetería y en ningún otro sentido pasaban por ser inferiores al resto de los ciudadanos, promovían la constitución de los antepasados. Entre éstos se contaban Arquino323, Ánito324, Clitofonte325, Formisio326 y otros muchos, pero su líder más destacado era Terámenes. Dado que Lisandro se alineó con los oligarcas, el pueblo, presa del pánico, se sintió coaccionado a votar a mano alzada la oligarquía327. El decreto fue redactado por Dracóntides de Afidna328.
319 En 405/4 a. C., en Egospótamos, los atenienses sufrieron una definitiva derrota frente al espartano Lisandro. Cuando después de cinco días desembarcaron para aprovisionarse, Lisandro los atacó e hizo prisioneros a todos los generales menos a Conón, que huyó a Chipre. Sobre ello, cf. X., HG II 1ss.; D.S.,XIII 105; Plu., Alc. 37, 4. 320 Después de asumir Atenas la rendición, que conllevaba la destrucción de los muros y la disolución de su régimen político, Lisandro entró triunfante en el Pireo en 404 a. C., cf. Lys., 12 (Erat.), 70 y 71. 321 A veces en contextos donde δῆμος aparece opuesto a ὀλιγαρχία puede referirse al gobierno del pueblo. 322 Cf. comentario, supra, 20, 1. 323 Arquino de Cile (Aeschin., 3 (Ctes.), 187) se apoderó de File (D., 24 (Tim.), 135), desde donde, junto a Trasibulo (cf. infra 37, 1), logró conducir a los exiliados demócratas (Aeschin., 2 (F.E.), 176) y restaurar la democracia. No formó parte de los Treinta (X., HG II 3, 2). Más tarde promovió una graphè paranómon contra Trasibulo, cf. Aeschin., 3 (Ctes.), 195 y también infra 40, 2. 324 Fue también con Trasibulo a File (X., HG II, 3, 42) y vivió desterrado en Heraclea (D. L., II 43). 325 Cf. supra, 29, 3. 326 Tampoco fue compañero de los Treinta, cf. X., HG II 3, 2. 327 Un análisis del establecimiento de los Treinta es realizado por McCoy, quien estima indispensable lo narrado por Aristóteles en este capítulo 34 para entender lo que ocurrió en 404/3 a. C., cf. W.Y. McCoy, “Aristotle’s Athenaion Politeia and the establishment of the Thirty Tyrants”, YCIS 24, 1975, pp. 131-145. 328 Cf. Lys., 12 (Erat.), 73.
[65]
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 35.1-2
35
2
Οἱ μὲν οὖν τριάκοντα τοῦτον τὸν τρόπον κατέστησαν ἐπὶ Πυθοδώρου ἄρχοντος. γενόμενοι δὲ κύριοι τῆς πόλεως τὰ μὲν ἄλλα τὰ δόξαντα περὶ τῆς πολιτείας παρεώρων, πεντακοσίους δὲ βουλευτὰς καὶ τὰς ἄλλας ἀρχὰς καταστήσαντες ἐκ προκρίτων {ἐκ τῶν} χιλίων, καὶ προσελόμενοι σφίσιν αὐτοῖς τοῦ Πειραιέως ἄρχοντας δέκα καὶ τοῦ δεσμωτηρίου φύλακας ἕνδεκα καὶ μαστιγοφόρους τριακοσίους ὑπηρέτας κατεῖχον τὴν πόλιν δι’ ἑαυτῶν. 2 τὸ μὲν οὖν πρῶτον μέτριοι τοῖς πολίταις ἦσαν καὶ προσεποιοῦντο διοικεῖν τὴν πάτριον πολιτείαν, καὶ τούς τ’ Ἐφιάλτου καὶ Ἀρχεστράτου νόμους τοὺς περὶ τῶν Ἀρεοπαγιτῶν καθεῖλον ἐξ Ἀρείου πάγου, καὶ τῶν Σόλωνος θεσμῶν ὅσοι διαμφισβητήσεις εἶχον καὶ τὸ κῦρος ὃ ἦν ἐν τοῖς δικασταῖς κατέλυσαν, ὡς ἐπανορθοῦντες καὶ ποιοῦντες ἀναμφισβήτητον τὴν πολιτείαν· οἷον ǁ XVI περὶ τοῦ δοῦναι τὰ ἑαυτοῦ ᾧ ἂν ἐθέλῃ κύριον ποιήσαντες καθάπαξ, τὰς δὲ προσούσας δυσκολίας ‘ἐὰν μὴ μανιῶν ἢ γήρως ἢ
2-4 X. HG 2.3.11, Lys. 13.20, D.S. 14.4.2 • 4-7 Harp. δέκα καὶ δεκαδοῦχος, Lex. Seg. 235.31, Androt. 324 F 10 ap. Harp. • 8-12 Sch.Aeschin. 1.39 • [66]12-[67]1 Plu. Sol. 21.3-4; cf. [D.] 46.14, 48.56, Is. 4.16, 6.9, Hyp. 3.17, Plu. Quaest. Rom. 7.265E 2 πόλεως] πολεος L, corr. L4 • 3 πολιτείας] πολιτιας L, corr. L4 • 5 Πειραιέως] πιραιως L, πιραιεως L4 / δεσμωτηρίου] δεσμωριου L, corr. L2 • 6 κατεῖχον] κατιχον L, corr. L4 • 7 πολίταις] πολιτας L, corr. L2 • 8 πολιτείαν] πολιτιαν L • τούς] τος L, corr. L4 • 9 καθεῖλον] καθιλον L, corr. L4 / Ἀρείου] αριου L, corr. L4 • 10 διαμφισβητήσεις] διαμφιζβηδ L, corr. L2 s.l. • εἶχον] ιχον L, corr. L4 • 11 ἀναμφισβήτητον K. : ανανφιζβητητον L, ανανφισβητητον L4 • 12 πολιτείαν] πολιτιαν L / οἷον] οιων L, corr. L4 • 13 καθάπαξ] καθαπαυ L, corr. L4 / δυσκολίας] δυσπολιας L, corr. L4 1 κατέστησαν K. : κατεστησε L • 4 {ἐκ τῶν} χιλίων H. (1891) : ἐκ τῶν φυλῶν Hude (1891, 251) : ἐκ τῶν χιλίων del. Rutherford (1891, 90) • 8 διοικεῖν] διώκειν Gertz (1891, 254) • 12 περὶ] περὶ K.-W. / ἂν] ἄν H. ap. H.-L. • 13 γήρως Wyse (1891a, 114) coll. [D.] 46.14 : γηρῶν ret. K. et edd. plur. : γηρων L
[66]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
De este modo, pues, se instalaron los Treinta329 en el poder, bajo el arcontado de Pitodoro330. Y, una vez que se hicieron dueños de la ciudad, se fueron desentendiendo de las demás resoluciones relativas a la constitución, pero establecieron a quinientos consejeros y otras magistraturas entre mil candidatos preseleccionados e incorporaron a su gobierno a diez arcontes del Pireo, once guardianes de la prisión331 y trescientos servidores armados de látigos, con los que mantenían a la ciudad en sus manos. Al principio eran moderados con los ciudadanos y simulaban gobernar según la constitución de los antepasados. Así, suprimieron del Areópago las leyes de Efialtes y de Arquéstrato sobre los Areopagitas, de las leyes de Solón derogaron cuantas disposiciones provocaban controversia e invalidaron la autoridad suprema que tenían los jueces, con el pretexto de reformar la constitución y protegerla de toda controversia. Por ejemplo, en lo relativo a la transmisión patrimonial dieron a cada cual completa potestad de donar sus propios bienes a quien quisiera332, pero suprimieron las restricciones añadidas333 “a no ser que
329 Con los Treinta se instaló un régimen de terror y de ejecuciones sumarísimas. A los demócratas que estaban en prisión les prometieron un juicio ante un tribunal de 2.000 y después fue un Consejo el que los ejecutó (Lys., 13 (Agor.), 35). Sobre los Treinta, cf. Lys., 13 (Agor.), 20ss; X., HG II 3ss; D. S., XIV 4ss. 330 En 404/3 a. C. 331 Cf. supra, 7, 3. 332 Aquí se menciona solo la posibilidad de que uno transmita sus bienes a quien quiera, pero se omite el suspuesto de la ausencia de hijos legítimos. Es posible que en esta época, como indica el texto, hubiera libertad testamentaria aun con hijos, cuando Platón en Lg. 922e se queja de la blandura de los usos reinantes al permitirse que uno pudiera disponer de lo suyo como quisiera. Respecto a la ley soloniana, algunos investigadores consideran que hubo limitaciones como la existencia de hijos varones, cf. U. E. Paoli, “Successioni (diritto greco)”, en NNDI 18, 1971, p. 703, mientras que Biscardi, op. cit., pp. 122-123, opina que había esta libertad, incluso con hijos varones, aunque con la limitación de respetar los derechos familiares de los sucesores naturales. 333 La razón por la que los Treinta suprimieron estas normas podría ser, porque esta ley soloniana, además de dejar una gran libertad de actuación a los sicofantas, daba amplio poder a los jueces de los tribunales, que podían invalidar las disposiciones patrimoniales del difunto, cf. L. Gagliardi, “Per un’interpretazione della legge di Solone in materia successoria”, Dike 5, 2002, pp. 37-38.
[66]
35
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 35.2 - 36.1
3
4
36
γυναικὶ πειθόμενος’ ἀφεῖλον, ὅπως μὴ ᾖ τοῖς συκοφάνταις ἔφοδος· ὁμοίως δὲ τοῦτ’ ἔδρων καὶ ἐπὶ τῶν ἄλλων. 3 κατ’ ἀρχὰς μὲν οὖν ταῦτ’ ἐποίουν καὶ τοὺς συκοφάντας καὶ τοὺς τῷ δήμῳ πρὸς χάριν ὁμιλοῦντας παρὰ τὸ βέλτιστον καὶ κακοπράγμονας ὄντας καὶ πονηροὺς ἀνῄρουν, ἐφ’ οἷς ἔχαιρον ἡ πόλις γιγνομένοις, ἡγούμενοι τοῦ βελτίστου χάριν ποιεῖν αὐτούς. 4 ἐπεὶ δὲ τὴν πόλιν ἐγκρατέστερον ἔσχον, οὐδενὸς ἀπείχοντο τῶν πολιτῶν, ἀλλ’ ἀπέκτειναν τοὺς καὶ ταῖς οὐσίαις καὶ τῷ γένει καὶ τοῖς ἀξιώμασιν προέχοντας, ὑπεξαιρούμενοί τε τὸν φόβον καὶ βουλόμενοι τὰς οὐσίας διαρπάζειν. καὶ χρόνου διαπεσόντος βραχέος οὐκ ἐλάττους ἀνῃρήκεσαν ἢ χιλίους πεντακοσίους. Οὕτως δὲ τῆς πόλεως ὑποφερομένης, Θηραμένης ἀγανακτῶν ἐπὶ τοῖς γιγνομένοις τῆς μὲν ἀσελγείας αὐτοῖς παρῄνει παύσασθαι, μεταδοῦναι
2-5 X. HG 2.3.12, Lys. 25.19, Pl. Ep. 7.324d, D.S. 14.4.2, Plu. Soll. an. 959D, Es. carn. 998B • 5-10 Isoc. 7.67, 20.11, Aeschin. 3.235 1 ἀφεῖλον] αφιλον L • 2 ἔδρων] εδρον L, corr. L4 / ταῦτ’] τατ L, corr. L4 • 5 ἐπεὶ] επι L • 6 ἐγκρατέστερον] ενκρατεστερον L / ἔσχον] εχον L, corr. L4 • 7 οὐσίαις] ουσιας L, corr. L2 • 8 προέχοντας] προεχοντες L, corr. L4 / ὑπεξαιρούμενοί] υποεξαιρουμενοι L • 11 πόλεως] πολεος L, corr. L4 • 12 γιγνομένοις] γινομενοις L 1 πειθόμενος Wyse (1891a, 114) : πιθόμενος ret. K. et edd. plur. : πιθομενος L • 4 ἔχαιρον] ἔχαιρε Sidgwick (1891, 114) • 7 ἀπέκτειναν] ἀπέκτεινον Bl. (1891, 304) • 9 διαπεσόντος] διαλιπόντος Joseph Mayor (1891, 114) : διελθόντος H. (1891, 611)
[67]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
esté loco, anciano o sea persuadido por una mujer”334, para dejar sin margen de maniobra a los sicofantas335. Y de igual manera hicieron esto también en las demás cuestiones. Al principio, pues, actuaban así y eliminaban a los sicofantas y a los que se reunían con el pueblo para adularlo en contra de lo que es mejor, por ser intrigantes y malvados. Por ello, la ciudad se alegraba de estos hechos, pues consideraba que los Treinta realizaban estas acciones persiguiendo lo mejor para ella. Pero cuando consiguieron un control más férreo de la ciudad, no se contuvieron ante ningún ciudadano, sino que asesinaban a los que sobresalían por su hacienda, por su linaje o por su posición, quitándose ya el miedo de encima y con la intención de arrebatarles la hacienda336. En breve espacio de tiempo acabaron con un número no inferior a mil quinientos. Menoscabada de este modo la ciudad, Terámenes, indignado por lo que estaba sucediendo, les aconsejaba que pusiesen fin a sus excesos e hiciesen participar a los mejores en los asuntos públicos337. Los 334 Esta ley es recogida por Demóstenes en 46 (Est.II), 14, pero está redactada con más detalles: “cuando uno tuviera perturbada la mente por la locura, por la vejez, por fármacos, por enfermedad o seducido por una mujer o bien coaccionado por castigos o por estar privado de libertad”; cf. también Is., 6 (Fil.), 9. Los oradores utilizan, sin embargo, el término διαθέσθαι, ‘disponer mediante testamento’. En D., 48 (Olimp.), 56 también se menciona la ley de Solón que anula toda acción que se haga por haber sido seducido por una mujer, lo mismo que en Plu., Sol. 21, 4. 335 Eran delatores habituales que tenían por costumbre perseguir una acción pública para obtener beneficios económicos, al recaudar lo que se sacaba por un proceso ganado o conseguir dinero de aquel que estaba dispuesto a pagar para evitar un proceso. Los atenienses quisieron evitar esta costumbre, pero no a costa de prohibir las denuncias públicas, sino multando a quien dejaba un proceso recién empezado o exigiendo al denunciante el requisito de obtener la quinta parte de los votos del jurado. Sobre la etimología del término sicofantas ‘delatores de higos’ (συκο-φάντες), se han vertido distintas explicaciones, pero son solo suposiciones. En Plu., Sol. 24, 2 se dice que eran delatores de exportadores de higos en Atenas. También se ha dicho que eran los delatores de los ladrones de higos de árboles sagrados. A veces se les llamaba ‘perros del pueblo’, D., 25 (Arist. I), 40. 336 Sobre las vicisitudes que pasó su hermano Polemarco hasta ser ejecutado bebiendo la cicuta nos habla Lisias en su discurso 12 (Erat.), 17. 337 Aristóteles muestra su simpatía por Terámenes, ocultando que formaba parte de los Treinta, y lo presenta como un hombre íntegro, sobre ello, Mossé, op. cit. (1981),
[67]
3
4
36
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 36.1 - 37.1
2
37
δὲ τῶν πραγμάτων τοῖς βελτίστοις. οἱ δὲ πρῶτον ἐναντιωθέντες, ἐπεὶ διεσπάρησαν οἱ λόγοι πρὸς τὸ πλῆθος καὶ πρὸς τὸν Θηραμένην οἰκείως εἶχον οἱ πολλοί, φοβηθέντες μὴ προστάτης γενόμενος τοῦ δήμου καταλύσῃ τὴν δυναστείαν, καταλέγουσιν τῶν πολιτῶν τρισχιλίους ὡς μεταδώσοντες τῆς πολιτείας. 2 Θηραμένης δὲ πάλιν ἐπιτιμᾷ καὶ τούτοις, πρῶτον μὲν ὅτι βουλόμενοι μεταδοῦναι τοῖς ἐπιεικέσι τρισχιλίοις μόνοις μεταδιδόασι, ὡς ἐν τούτῳ τῷ πλήθει τῆς ἀρετῆς ὡρισμένης, ἔπειθ’ ὅτι δύο τὰ ἐναντιώτατα ποιοῦσιν, βίαιόν τε τὴν ἀρχὴν καὶ τῶν ἀρχομένων ἥττω κατασκευάζοντες. οἱ δὲ τούτων μὲν ὠλιγώρησαν, τὸν δὲ κατάλογον τῶν τρισχιλίων πολὺν μὲν χρόνον ὑπερεβάλλοντο καὶ παρ’ αὑτοῖς ἐφύλαττον τοὺς ἐγνωσμένους, ὅτε δὲ καὶ δόξειεν αὐτοῖς ἐκφέρειν τοὺς μὲν ἐξήλειφον τῶν γεγραμμένων, τοὺς δ’ ἀντενέγραφον τῶν ἔξωθεν. Ἤδη δὲ τοῦ χειμῶνος ἐνεστῶτος, καταλαβόντος Θρασυβούλου μετὰ τῶν φυγάδων Φυλήν, καὶ κατὰ τὴν στρατιὰν ἣν ἐξήγαγον οἱ τριάκοντα κακῶς ἀποχωρήσαντες, ἔγνωσαν τῶν μὲν ἄλλων τὰ ὅπλα παρελέσθαι, Θηραμένην δὲ διαφθεῖραι τόνδε τρόπον. νόμους εἰσήνεγκαν εἰς τὴν βουλὴν δύο κελεύοντες ǁ XVII ἐπιχειροτονεῖν, ὧν ὁ μὲν εἷς αὐτοκράτορας ἐποίει τοὺς τριάκοντα τῶν πολιτῶν ἀποκτεῖναι τοὺς μὴ τοῦ καταλόγου μετέχοντας τῶν τρισχιλίων, ὁ δ’ ἕτερος ἐκώλυε κοινωνεῖν τῆς παρούσης
1-8 X. HG 2.3.17-19
•
9-12 X. HG 2.3.51-52, 4.1
1 ἐπεὶ] επι L, corr. L4 • 2 Θηραμένην] θηρομενην L, corr. L4 • 3 πολλοί] πολλαι L, corr. L4 / γενόμενος] γεναμενος L, corr. L4 • 5 πολιτείας] πολειτιας L • 6 ἐπιεικέσι] επιικεσι L, corr. L4 / τρισχιλίοις] τρισχιλιος L, corr. L4 • 7 ἔπειθ’] επιθ L • 8 ἥττω] ηντω L, corr. L4 / κατασκευάζοντες] μετασκευαζοντες L, corr. L4 • 10 ὑπερεβάλλοντο] : υπερβαλλοντο L / ἐγνωσμένους] εγνωζμενους L, corr. L4 • 11 δόξειεν] δοξιεν L, corr. L4 / ἐξήλειφον] εξηλιφον L, corr. L4 • 13 χειμῶνος] χιμωνος L • 16 διαφθεῖραι] διαφθιραι L / εἰσήνεγκαν] ισηνενκαν L, corr. L4 / εἰς] ις L, corr. L4 • 17 εἷς] ις L • 18 ἀποκτεῖναι] αποκτιναι L 1 πρῶτον K. : πρῶτον Bl.4 : πρῶτον Sakorraphos (1894, 678) : πρωτοι L / ἐπεὶ] ἐπεὶ Sakorraphos (1894, 678) • 4 τρισχιλίους K. : δισχιλιους L • 5 ἐπιτιμᾷ] ἐπετίμα Gennadios (1891, 274) • 11 γεγραμμένων H. (1891, 323) • 14 καὶ del. K.-W.1-2 / στρατιὰν] στρατείαν K.-W. • 15 παρελέσθαι K. : παριεσθα L, παρειεσθαι L4 • 16 Wyse (1891a, 114)
[68]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Treinta al principio se opusieron, pero, como los debates se extendieron entre la muchedumbre y la mayoría se inclinaba por Terámenes, temieron que, si se convertía en jefe del pueblo, acabaría con su gobierno despótico, así que confeccionaron una lista de tres mil ciudadanos338, como si fueran a hacerlos partícipes del gobierno. Pero Terámenes censuró de nuevo estas medidas; primero, porque, si tenían intención de hacer partícipes a los ciudadanos competentes, solo con tres mil estaban dispuestos a compartir el poder, como si la excelencia quedara limitada a esa cantidad; segundo, porque hacían las dos cosas más opuestas, ejercer un poder violento y a la vez más débil que los gobernados. Los Treinta, sin embargo, se preocuparon poco de estas acusaciones y pospusieron durante mucho tiempo la confección de la lista de los Tres Mil. Además, se guardaban para ellos a quienes tenían designados y cada vez que se decidían a publicarla, a algunos de los inscritos los borraban y a otros de fuera los registraban en su lugar. Ya comenzado el invierno, como Trasibulo339 ocupara File con el concurso de los exiliados y los Treinta se retiraran de forma humillante en la campaña que condujeron contra aquéllos, determinaron requisar las armas a los demás y acabar con Terámenes del siguiente modo340. Llevaron al Consejo dos leyes exigiendo que se las ratificase341 en votación a mano alzada: la primera de ellas otorgaba plenos poderes a los Treinta para ajusticiar a aquellos ciudadanos que no formaran parte de la lista de los Tres Mil, mientras que la segunda impedía
p. 81, mientras que Jenofonte (HG II 3, 15) da otra versión y asegura que el propio Terámenes interviene en las detenciones. 338 Según Jenofonte (X., HG II 3, 19), a Terámenes le pareció raro que los mejores ciudadanos quisieran unirse a los Tres Mil. 339 Trasibulo de Estiria (cf. Aeschin., 3 (Ctes.), 195) se posicionó en File, al norte de Atenas, con los desterrados demócratas y de allí partió hacia el Pireo. 340 La mayoría de los investigadores está de acuerdo en que Aristóteles estaba equivocado cuando situó la ejecución de Terámenes después de los acontecimientos de File; para ello, Rhodes, op. cit. (1981), pp. 450-451 y Hignett, op. cit., pp. 386 ss. 341 El verbo compuesto con ἐπί significa ‘ratificar’, ‘sancionar’, ‘aprobar’ mediante votación a mano alzada, las leyes en este caso, pero para la epicheirotonía tôn archôn, cf. comentario, infra, 43, 4.
[68]
2
37
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 37.1 - 38.2
2
38
2
πολιτείας ὅσοι τυγχάνουσιν τὸ ἐν Ἠετιωνείᾳ τεῖχος κατασκάψαντες ἢ τοῖς τετρακοσίοις ἐναντίον τι πράξαντες {ἢ} τοῖς κατασκευάσασι τὴν προτέραν ὀλιγαρχίαν· ὧν ἐτύγχανεν ἀμφοτέρων κεκοινωνηκὼς ὁ Θηραμένης, ὥστε συνέβαινεν ἐπικυρωθέντων τῶν νόμων ἔξω τε γίγνεσθαι τῆς πολιτείας αὐτὸν καὶ τοὺς τριάκοντα κυρίους εἶναι θανατοῦντας. 2 ἀναιρεθέντος δὲ Θηραμένους τά τε ὅπλα παρείλοντο πάντων πλὴν τῶν τρισχιλίων καὶ ἐν τοῖς ἄλλοις πολὺ πρὸς ὠμότητα καὶ πονηρίαν ἐπέδοσαν. πρέσβεις πέμψαντες εἰς Λακεδαίμονα τοῦ τε Θηραμένους κατηγόρουν καὶ βοηθεῖν αὑτοῖς ἠξίουν. ὧν ἀκούσαντες οἱ Λακεδαιμόνιοι Καλλίβιον ἀπέστειλαν ἁρμοστὴν καὶ στρατιώτας ὡς ἑπτακοσίους, οἳ τὴν ἀκρόπολιν ἐλθόντες ἐφρούρουν. Μετὰ δὲ ταῦτα καταλαβόντων τῶν ἀπὸ Φυλῆς τὴν Μουνιχίαν καὶ νικησάντων μάχῃ τοὺς μετὰ τῶν τριάκοντα βοηθήσαντας, ἐπαναχωρήσαντες μετὰ τὸν κίνδυνον οἱ ἐκ τοῦ ἄστεως καὶ συναθροισθέντες εἰς τὴν ἀγορὰν τῇ ὑστεραίᾳ τοὺς μὲν τριάκοντα κατέλυσαν, αἱροῦνται δὲ δέκα τῶν πολιτῶν αὐτοκράτορας ἐπὶ τὴν τοῦ πολέμου κατάλυσιν. οἱ δὲ παραλαβόντες τὴν ἀρχὴν ἐφ’ οἷς μὲν ᾑρέθησαν οὐκ ἔπραττον, ἔπεμπον δ’ εἰς Λακεδαίμονα βοήθειαν μεταπεμπόμενοι καὶ χρήματα δανειζόμενοι. 2 χαλεπῶς δὲ φερόντων ἐπὶ τούτοις τῶν ἐν τῇ πολιτείᾳ, φοβούμενοι μὴ καταλυθῶσιν τῆς ἀρχῆς καὶ 3-5 X. HG 2.3.23-56, D.S. 14.4-5, Iust. 5.9.2 • 5-7 X. HG 2.3.20 • 7-10 X. HG 2.3.1314, Plu. Lys. 15 • 14-15 Lex. Seg. 236.1 • 15-17 X. HG 2.4.28-29, Lys. 12.55-60 1 πολιτείας] πολιτιας L / ὅσοι] οσσοι L / τυγχάνουσιν] τυνχανουσιν L / Ἠετιωνείᾳ] ηετιωνια L, corr. L4 / τεῖχος] τιχος L, corr. L4 • 3 ἐτύγχανεν] ετυνχανεν L, corr. L4 / Θηραμένης] θηρομενης L, corr. L4 • 4 γίγνεσθαι] γιγνεσται L, corr. L4 / πολιτείας] πολιτιας L • 5 εἶναι] ιναι L, corr. L4 • 6 παρείλοντο] παριλοντο L, corr. L4 / πλὴν] πριν L, corr. L4 • 8 εἰς Λακεδαίμονα] ις λακεδαιμονοου L, corr. L4 / τοῦ τε] τους ε L, corr. L4 • 9 Λακεδαιμόνιοι] λεκεδαιμονιοι L / Καλλίβιον] καλλιβυον L, corr. L4 / ἀπέστειλαν] απεστιλαν L, corr. L4 • 10 στρατιώτας] σρατιωτας L, corr. L4 • 12 Μουνιχίαν] μουνυχιαν L • 14 ἄστεως] αστυος L, αστεος L2, corr. L4 / συναθροισθέντες] συνασθροισθεντες L / εἰς] ις L, corr. L4 • 15 δὲ om. L, add. L4 • 17 εἰς] ις L, corr. L4 • 18 δανειζόμενοι] δανιζομενοι L / χαλεπῶς] χαλεφως L, corr. L4 1 τὸ] τὸ Bl.4 • 2 {ἢ} H. (1891, 323) : {ἢ τοῖς} Bl.4 • 7 post ἐπέδοσαν lacunam stat. K.-W. / πρέσβεις Bl. (1891, 304) : πρέσβεις Ziegler ap. Opp. / πρέσβεις ... ἐφρούρουν ad finem cap. 36 transp. K.-W.1-2, L. ap. H.-L. • 17 ἐφ’ οἷς K. : εν οις L / ἔπεμπον] ἔπεμψαν L. ap. H.-L. • 19 πολιτείᾳ] πολει Kontos (1892, 95) : πολιτια L
[69]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
participar del presente gobierno a cuantos hubieran derribado la fortaleza de Etionía342 o hubieran actuado en contra de los Cuatrocientos que establecieron la anterior oligarquía. Precisamente en ambos asuntos había participado Terámenes, así que, una vez sancionadas las leyes, sucedió que él quedaba fuera del gobierno y los Treinta se revestían de autoridad para ejecutarlo. Una vez eliminado Terámenes, desarmaron a todos excepto a los Tres Mil y en lo demás se entregaron a una crueldad y a una maldad extremas. Y, tras despachar embajadores a Lacedemonia, echaron la culpa de su situación a Terámenes y pidieron que se les enviaran tropas de socorro. Atendiendo esta petición, los lacedemonios mandaron a Calibio como harmosta343 y a unos setecientos soldados, que al llegar establecieron una guarnición en la Acrópolis. Tras estos sucesos, como los de File tomaran Muniquia344 y vencieran en batalla a las tropas de socorro que acudieron con los Treinta, pasado el peligro, los de la ciudad emprendieron el regreso a Atenas y, reuniéndose al día siguiente en el ágora, depusieron a los Treinta y eligieron a diez ciudadanos con plenos poderes para acabar con la guerra. Pero ellos, tras hacerse con el poder, no actuaron conforme a las condiciones bajo las que fueron elegidos, sino que enviaron a Lacedemonia mensajeros para pedir socorro y recibir un préstamo345. Y como los ciudadanos que participaban del gobierno346 llevaban a mal estos hechos, los Diez, temiendo ser destituidos del cargo y de342 Era la otra punta septentrional del puerto del Pireo; según Harpocración y la Suda, su nombre procede de Etión, que había poseído esta tierra. 343 Los harmostaí eran jefes militares que mandaban en una guarnición. A ellos Esparta les confió la defensa de las ciudades sometidas como gobernadores militares. Etimológicamente significa ‘conciliadores’, ‘los que ponen orden’. Son atestiguados por primera vez en la guerra del Peloponeso en 424 a. C. y son citados por Tucídides (VIII 5, 2). A partir del final de la guerra del Peloponeso los encontramos como gobernadores en las ciudades ocupadas por los lacedemonios. Para una amplia documentación sobre los harmostaí, cf. G. Bockisch, “῾Αρμοσταί (431-387)”, Klio 46, 1965, pp. 129-239. 344 Cf. supra, 19, 2, cuando Hipias amurallaba Muniquia a la muerte de su hermano Hiparco. 345 Unos cien talentos, cf. Plu., Lys. 21, 2. 346 Serían los Tres Mil que, como formaban el cuerpo de ciudadanos, participaban del gobierno de la ciudad.
[69]
2
38
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 38.2-4
3
4
βουλόμενοι καταπλῆξαι τοὺς ἄλλους (ὅπερ ἐγένετο), συλλαβόντες [Δ]ημάρετον οὐδενὸς ὄντα δεύτερον τῶν πολιτῶν ἀπέκτειναν, καὶ τὰ πράγματα βεβαίως εἶχον συναγωνιζομένου Καλλιβίου τε καὶ τῶν Πελοποννησίων τῶν παρόντων καὶ πρὸς τούτοις ἐνίων τῶν ἐν τοῖς ἱππεῦσι· τούτων γάρ τινες μάλιστα τῶν πολιτῶν ἐσπούδαζον μὴ κατελθεῖν τοὺς ἀπὸ Φυλῆς. 3 ὡς δ’ οἱ τὸν Πειραιέα καὶ τὴν Μουνιχίαν ἔχοντες, ἀποστάντος ἅπαντος τοῦ δήμου πρὸς αὐτούς, ἐπεκράτουν τῷ πολέμῳ, τότε καταλύσαντες τοὺς δέκα τοὺς πρώτους αἱρεθέντας ἄλλους εἵλοντο δέκα τοὺς βελτίστους εἶναι δοκοῦντας, ἐφ’ ὧν συνέβη καὶ τὰς διαλύσεις ǁ XVIII γενέσθαι καὶ κατελθεῖν τὸν δῆμον, συναγωνιζομένων καὶ προθυμουμένων τούτων. προειστήκεσαν δ’ αὐτῶν μάλιστα Ῥίνων τε ὁ Παιανιεὺς καὶ Φάυλλος ὁ Ἀχερδούσιος· οὗτοι γὰρ πρίν {ἢ} τε Παυσανίαν ἀφικέσθαι διεπέμποντο πρὸς τοὺς ἐν Πειραιεῖ καὶ ἀφικομένου συνεσπούδασαν τὴν κάθοδον. 4 ἐπὶ πέρας γὰρ ἤγαγε τὴν εἰρήνην καὶ τὰς διαλύσεις Παυσανίας ὁ τῶν Λακεδαιμονίων βασιλεὺς μετὰ τῶν δέκα διαλλακτῶν τῶν ὕστερον ἀφικομένων ἐκ Λακεδα[ί]μονος, οὓς αὐτὸς ἐσπούδασεν ἐλθεῖν. οἱ δὲ πε[ρ]ὶ τὸν Ῥίνωνα διά τε τὴν εὔνοιαν τὴν εἰς τὸν δῆ ̣μ ̣ο ̣ν ̣ ἐπῃνέθησαν, ̣ καὶ λαβόντες τὴν ἐπιμέλειαν ἐν ὀλιγαρχίᾳ τὰς εὐθύνας ἔδοσαν ἐν δημοκρατίᾳ, καὶ οὐδεὶς οὐδὲν ἐνεκάλεσεν αὐτοῖς οὔτε
5-8 Cf. X. HG 2.4.23
•
9-13 X. HG 2.4.29-39
1 βουλόμενοι] βουλομενοι μη καταλυθωσινσιν αρχης και βουλομενοι L, καταλυθωσινσιν αρχης και βουλομενοι del. L? / συλλαβόντες] συνλαβοντες L • 2 ἀπέκτειναν] απεκτιναν L • 3 εἶχον] εχον L, corr. L2? / Πελοποννησίων] πελοποννησων L • 4 παρόντων] παραντων L, corr. L4 • 5 ὡς] ος L, corr. L2? • 6 Πειραιέα] πιραια L, corr. L4 / Μουνιχίαν] μουνυχιαν L / ἀποστάντος] αποσταστος L, corr. L4 • 8 εἵλοντο] ιλοντο L, corr. L4 / δοκοῦντας] δοκουντες L, corr. L4 • 9 διαλύσεις] διαλυσις L • 10 προειστήκεσαν] προιστηκεσαν L, corr. L4 • 11 Ῥίνων] ρινον L, corr. L4 / Παιανιεὺς] παινιευς L, corr. L2? • 12 Πειραιεῖ] πιραι L, corr. L4 • 13 ἀφικομένου] αφικνομενους L / εἰρήνην] ιρηνην L, corr. L4 • 15 οὓς] ις L, corr. L4 • 16 τὴν1] τη L, corr. L4 / τὴν2] τη L, corr. L2 • 17 ἐπιμέλειαν] επιμελειαν τας ευθ L, τας ευθ del. L? 1-2 Δημάρετον Bl. (1891, 304) prob. Wn. Thomas Ch. • 7 αὐτούς Bl. (1891, 304) : αυτην L • 11 Ἀχερδούσιος Bywater (1891, 114) : αχερδους υιος L • 12 {ἢ} Richards (1891, 228) / τε Παυσανίαν Richards l.c. : παυσανιαν τ L • 13 συνεσπούδασαν] συνεσπούδαζον Bl.4 • 14 δέκα] πεντεκαίδεκα K.-W.2-3 coll. X. HG 2.4.38
[70]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
seando aterrorizar a los demás (cosa que sucedió), arrestaron a Demáreto, que en absoluto era inferior a ningún ciudadano, y lo ejecutaron. Así se aseguraron el control de los asuntos públicos, con el firme apoyo de Calibio y de los peloponesios que estaban en la ciudad, y, además de éstos, con el de unos cuantos que militaban en la caballería, ya que algunos caballeros eran los más interesados, entre los ciudadanos, en que no regresaran los de File. Pero, como los que ocupaban el Pireo y Muniquia obtenían victorias en la guerra, toda vez que el pueblo en su totalidad había hecho defección y se había unido a ellos, destituyeron entonces a los diez que habían sido elegidos primero y escogieron a otros diez347 que tenían fama de ser los mejores. Fue bajo su mandato cuando se dieron las condiciones para que se efectuara la reconciliación y el pueblo regresara, gracias al activo apoyo y compromiso de estos diez ciudadanos. Sus líderes más destacados eran Rinón de Peania y Faílo de Aquerdunte. Ellos, en efecto, entablaron negociaciones con los del Pireo, antes de que llegara Pausanias y, tras su llegada, se dedicaron activamente a preparar con aquél el regreso. Pausanias, el rey de los lacedemonios, llevó a término la paz y la reconciliación con el concurso de los diez mediadores llegados más tarde de Lacedemonia, tras ocuparse personalmente de que vinieran. Rinón y sus colegas fueron aplaudidos por su buena disposición hacia el pueblo, pues, habiendo recibido un cargo público en un régimen oligárquico, rendían cuentas de él en una democracia y nadie les acusó de nada, ni entre los que habían permanecido en la ciudad ni
347 El nombramiento de otros diez no aparece recogido en otros textos, lo que ha motivado la controversia entre los investigadores que defienden o rechazan la existencia de este nuevo comité de diez; sobre ello, Rhodes, op. cit. (1981), p. 459, quien considera la posibilidad de que no fuera pura invención y que éstos pudieran identificarse con los Veinte que, después de la reconciliación, se nombraron y que, en efecto, mencionan otros autores; de esos veinte, diez serían de la ciudad y diez del Pireo. En Nomos, 2004, considera que este comité de diez fue inventado para “improve the democratic credentials of Rhinon”, Rhodes, op. cit. (2004), p. 82.
[70]
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 38.4 - 39.5
39 2
3
4
5
τῶν ἐν ἄστει μεινάντων οὔτε τῶν ἐκ Πειραιέως κατελθόντων, ἀλλὰ διὰ ταῦτα καὶ στρατηγὸς εὐθὺς ᾑρέθη Ῥίνων. Ἐγένοντο δ’ αἱ διαλύσεις ἐπ’ Εὐκλείδου ἄρχοντος κατὰ τὰς συνθήκας τάσδε. τοὺς βουλομένους Ἀθηναίων τῶν ἐν ἄστει μεινάντων ἐξοικεῖν ἔχειν Ἐλευσῖνα ἐπιτίμους ὄντας καὶ κυρίους καὶ αὐτοκράτορας ἑαυτῶν καὶ τὰ αὑτῶν καρπουμένους. 2 τὸ δ’ ἱερὸν εἶναι κοινὸν ἀμφοτέρων, ἐπιμελεῖσθαι δὲ Κήρυκας καὶ Εὐμολπίδας κατὰ τὰ πάτρια. μὴ ἐξεῖναι δὲ μήτε τοῖς Ἐλευσινόθεν εἰς τὸ ἄστυ μήτε τοῖς ἐκ τοῦ ἄστεως Ἐλευσινάδε ἰέναι πλὴν μυστηρίοις ἑκατέρους. συντελεῖν δὲ ἀπὸ τῶν προσιόντων εἰς τὸ συμμαχικὸν καθάπερ τοὺς ἄλλους Ἀθηναίους. 3 ἐὰν δέ τινες τῶν ἀπιόντων οἰκίαν λαμβάνωσιν Ἐλευσῖνι, συμπείθειν τὸν κεκτημένον· ἐὰν δὲ μὴ συμβαίνωσιν ἀλλήλοις, τιμητὰς ἑλέσθαι τρεῖς ἑκάτερον καὶ ἥντιν’ ἂν οὗτοι τάξωσιν τιμὴν λαμβάνειν. Ἐλευσινίων δὲ συνοικεῖν οὓς ἂν οὗτοι βούλωνται. 4 τὴν δ’ ἀπογραφὴν εἶναι τοῖς βουλομένοις ἐξοικεῖν, τοῖς μὲν ἐπιδημοῦσιν ἀφ’ ἧς ἂν ὀμόσωσιν τοὺς ὅρκους δέκα ἡμερῶν, τὴν δ’ ἐξοίκησιν εἴκοσι, τοῖς δ’ ἀποδημοῦσιν ἐπειδὰν ἐπιδημήσωσιν κατὰ ταὐτά. 5 μὴ ἐξεῖναι δὲ ἄρχειν
3-4 X. HG 2.4.38, Lys. 6.39, 45, 13.88, 25.23, Isoc. 18.19-21 1 ἄστει] αστι L, corr. L4 / μεινάντων] μιναντων L, corr. L4 / Πειραιέως] πιραιως L, corr. L4 • 2 Ῥίνων] ινων L, corr. L2 • 3 διαλύσεις] διαλυσις L, corr. L4 • 4 μεινάντων] μιναντων L, corr. L4 • 5 αὐτοκράτορας] αυτοκρατορες L, corr. L4 • 7-8 Ἐλευσινόθεν] ελευσεινοθεν L • 8 εἰς] ις L, corr. L4 / ἄστεως] αστεος L, corr. L4 / Ἐλευσινάδε] ελευσειναδε L / πλὴν K. : πριν L • 9 εἰς] ις L, corr. L4 • 10 οἰκίαν] οικιας L, corr. L2? • 11 Ἐλευσῖνι] ελευσεινι L / συμπείθειν] συνπειθειν L / συμβαίνωσιν] συνβαινωσιν L • 13 λαμβάνειν] λαμβανεν L, corr. L4 / βούλωνται] βουλονται L • 14 εἶναι] ιναι L, corr. L4 • 15 ὀμόσωσιν] ομωσωσιν L / εἴκοσι] ικοσι L, corr. L4 • 16 ἀποδημοῦσιν] αποδημουσι L / ἐπειδὰν] επιδαν L 4 Ἀθηναίων τῶν ret. Bl. (1891, 304) : {Ἀθηναίων} τῶν K.-W., H.-L. : αθηναιων om. L, super τῶν add. L4, sed ante τῶν lemniscus esse uidetur • 8-9 In marg. scr. L4? δ – εισιεν/ετει,̣ quod K.3 interpretatus est δ εἰσὶ ἐν ἔτει (scil. μυστήρια), Wn. autem ad textum refert Ἐλευσῖνάδ’ εἰσιέν(αι) ... ἑκατέρους • 9 ἑκατέρους] ἑκατέροις Jackson (1891, 114) • 12 ἑκάτερον Bury (1891, 181) : εκατερων L • 13 οὓς ἂν οὗτοι] οὓς ἂν αὐτοὶ Richards (1891, 228) : ὅσοι ἂν αὐτοὶ Bl.3-4
[71]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
entre los que regresaron del Pireo; más aún, por estas razones Rinón fue elegido enseguida general. La reconciliación tuvo lugar en el arcontado de Euclides348 según los siguientes acuerdos: Si los atenienses que permanecían en la ciudad querían emigrar, podrían habitar en Eleusis, conservando sus derechos de ciudadanía, con pleno poder y autoridad sobre sus personas y pudiendo disfrutar de sus propios bienes. El templo sería compartido por ambas partes y a su cuidado estarían los Cerices y los Eumólpidas, según las costumbres de los antepasados. No se permitiría ni a los eleusinos entrar en la ciudad ni a los de la ciudad ir a Eleusis, excepto para los misterios, tanto a unos como a otros. Deberían pagar de sus ingresos una contribución al tesoro de la confederación349, como los demás atenienses. Si algunos emigrados trataban de adquirir casa en Eleusis, intentarían llegar a un acuerdo con el dueño. Si no se avenían entre ellos, cada parte designaría a tres tasadores y aceptaría cualquier precio que éstos fijaran. De los eleusinos, se quedarían a vivir con los emigrados los que éstos quisieran. Los que quisieran emigrar tendrían, si residían en Atenas, un plazo de diez días para inscribir su petición desde que prestasen juramento, y de veinte para marcharse; si vivían fuera, los plazos serían los mismos una vez que hubieran llegado a la ciudad.
348
En 403/2 a. C. Es la liga del Peloponeso. La rendición a la que Atenas se vio obligada tras su derrota ante Esparta trajo consigo unas condiciones muy duras, no solo debía destruir sus muros y entregar su flota, sino también entrar en la liga peloponesia. 349
[71]
39
2
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 39.5 - 40.1
6
40
μηδεμίαν ἀρχὴν τῶν ἐν τῷ ἄστει τὸν Ἐλευσῖνι κατοικοῦντα, πρὶν ἂν ἀπογράψηται πάλιν ἐν τῷ ἄστει κατοικεῖν. τὰς δὲ ǁ XIX δίκας τοῦ φόνου εἶναι κατὰ τὰ πάτρια, εἴ τίς τινα αὐτόχειρ ἀπέκτεινεν τρώσας. 6 τῶν δὲ παρεληλυθότων μηδενὶ πρὸς μηδένα μνησικακεῖν ἐξεῖναι, πλὴν πρὸς τοὺς τριάκοντα καὶ τοὺς δέκα καὶ τοὺς ἕνδεκα καὶ τοὺς τοῦ Πειραιέως ἄρξαντας, μηδὲ πρὸς τούτους ἐὰν διδῶσιν εὐθύνας. εὐθύνας δὲ δοῦναι τοὺς μὲν ἐν Πειραιεῖ ἄρξαντας {ἐν τοῖς} ἐν Πειραιεῖ, τοὺς δὲ ἐν τῷ ἄστει ἐν τοῖς τὰ τιμήματα παρεχομένοις· εἶθ’ οὕτως ἐξοικεῖν τοὺς ἐθέλοντας. τὰ δὲ χρήματα ἃ ἐδανείσαντο εἰς τὸν πόλεμον ἑκατέρους ἀποδοῦναι χωρίς. Γενομένων δὲ τοιούτων τῶν διαλύσεων καὶ φοβουμένων ὅσοι μετὰ τῶν τριάκοντα συνεπολέμησαν, καὶ πολλῶν μὲν ἐπινοούντων ἐξοικεῖν
3-6 Andoc. 1.90, Lex. Seg. 235.31 1 ἄστει] αστι L, corr. L4 • 1-2 ἀπογράψηται] απογραψηψηται L, corr. L4 • 2 τῷ om. L, add. L4 s.l. / ἄστει] αστι L, corr. L4 / φόνου] πονου L, corr. L4 • 3 εἴ] ι L, corr. L4 • 4 ἐξεῖναι] ἐχειναι L • 5 Πειραιέως] πιραιαιως L, πιραιεως L4 / ἄρξαντας] αρξαντες L, corr. L4 • 6 Πειραιεῖ] πιραιι L, πιραιει L4 • 7 post Πειραιεῖ scr. ἄρξαντας L, postea deletum / Πειραιεῖ] πιραιι L, πιραιει L4 / δὲ] om. L, δ add. L4 s.l. / ἄστει] αστι L, corr. L4 • 8 οὕτως] υτως L, corr. L4 / ἐξοικεῖν] εξοικεν L, corr. L4 • 8-9 ἐδανείσαντο] εδανισαντο L • 9 εἰς] ις L, corr. L4 • 10 τοιούτων] τοιευτων L, corr. L2? / φοβουμένων] φοβουνων L, corr. L4 3 αὐτόχειρ ἀπέκτεινεν τρώσας post Mazon proposui : αὐτόχειρ ἔκτεινεν τρώσας rest. Mazon ap. M.-H.2 : αὐτοχειρίᾳ ἔκτεινεν ἢ ἔτρωσεν K.-W. : αὐτοχειρίᾳ ἔκτεινεν ἢ τρώσας Wyse (1891a, 114) : αὐτόχειρ ἀπέκτεινεν ἢ ἔτρωσεν Bl.1-3, S.1 : αὐτόχειρ ἔκτεινεν ἢ ἔτρωσεν S.2, Bl.4 : αὐτοχειρίᾳ εκτείσαιτο τρώσας Th. (1909, 703) : alii alia : αυτοχιρα εκτισι ο τρωσας L, αυτοχειρα εκτεισι ιερωσας L4 • 3-4 παρεληλυθότων] κατεληλυθότων Richards (1891, 228) : παρεληελυθοτων L • 7 ἐν τοῖς1 deleui / ἐν τοῖς2] ἐν τοῖς K.1-3.5 (in app.) / τὰ τιμήματα] τὰ τιμήματα Gertz (1891, 254) • 8 τοὺς ἐθέλοντας] τοὺς ἐθέλοντας Bl.3-4 : τους εθελοντας L, τους δ εθελοντας L4 • 11 μὲν ἐπινοούντων] ἐπινοούντων μὲν Bl. (1891, 304)
[72]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
No se permitiría al que se estableciera en Eleusis ocupar ningún cargo en la ciudad antes de registrarse de nuevo como residente en la ciudad. Las causas privadas por homicidio350 se regirían por las leyes de los antepasados351, si uno por su propia mano hubiese herido y matado a alguien. De los acontecimientos pasados a nadie se le permitirá tomar represalias contra nadie, excepto contra los Treinta352, los Diez, los Once y los que hubieran ostentado cargos en el Pireo, y ni siquiera contra éstos en caso de que rindieran cuentas. Rendirían cuentas en el Pireo los que hubieran ostentado cargos en el Pireo, y los demás en la ciudad ante quienes pudieran aportar bienes imponibles; luego, cumplidas estas condiciones los que quisieran podrían emigrar. Además, el dinero que se había tomado prestado para la guerra cada parte habría de devolverlo por separado353. Realizada de esta forma la reconciliación354, cuantos habían luchado junto a los Treinta estaban atemorizados y, aunque eran muchos 350 Se trata de las phónou díkai, las acciones privadas por homicidio voluntario o involuntario, que eran ejercidas por los familiares, de ahí que sean llamadas díkai; pero también a través de esta acción se podía acusar a los que causaban heridas con intención de matar. 351 En materia de homicidio los atenienses volvieron a publicar sobre una estela (D., 47 (Euer.Mne.), 71) las antiguas phonikoì nómoi, ‘las leyes sobre el homicidio’, atribuidas a Dracón, cf. D., 23 (Aristoc.), 51). Deudoras de un tiempo en que el derecho de familia se imponía en la represión de los delitos por homicidio, estas leyes permitían que a veces los delitos quedaran impunes o se buscaran muchas excusas absolutorias. Para conciliar estas leyes ancestrales con los nuevos tiempos, los atenienses permitieron que todo ciudadano pudiera ejercer no una phónou graphé contra el asesino, sino una asebeías graphé ‘acción pública por impiedad’ ante el tribunal contra aquel miembro de la familia que, teniendo derecho a castigar a un pariente sospechoso de homicidio, se abstenía de hacerlo. 352 Además, promulgaron una ley que anulaba todas las acciones tanto públicas como privadas que se llevaron a cabo bajo el régimen de los Treinta, mientras que las sentencias y los arbitrajes que se pronunciaron en la época democrática serían válidos, cf. D., 24 (Tim.), 56. 353 Los que estuvieron instalados en el Pireo recibieron prestado dinero de un tal Gelarco, que les entregó cinco talentos, de los cuales sale garante Aristofonte, quien logró que se los devolvieran, cf. D., 20 (Lep.), 149. 354 En la amnistía de los retornados del Pireo parece que desempeñó un papel destacado Arquino, cf. supra, 34, 3, aunque no tuvo ningún inconveniente en ejecutar a uno
[72]
5
6
40
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 40.1-3
2
3
ἀναβαλλομένων δὲ τὴν ἀπογραφὴν εἰς τὰς ἐσχάτας ἡμέρας, ὅπερ εἰώθασιν ποιεῖν ἅπαντες, Ἀρχῖνος συνιδὼν τὸ πλῆθος καὶ βουλόμενος κατασχεῖν αὐτοὺς ὑφεῖλε τὰς ὑπολοίπους ἡμέρας τῆς ἀπογραφῆς, ὥστε συναναγκασθῆναι μένειν πολλοὺς ἄκοντας ἕως ἐθάρρησαν. 2 καὶ δοκεῖ τοῦτό τε πολιτεύσασθαι καλῶς Ἀρχῖνος καὶ μετὰ ταῦτα γραψάμενος τὸ ψήφισμα τὸ Θρασυβούλου παρανόμων, ἐν ᾧ μετεδίδου τῆς πολιτείας πᾶσι τοῖς ἐκ Πειραιέως συγκατελθοῦσι, ὧν ἔνιοι φανερῶς ἦσαν δοῦλοι, καὶ τρίτον, ἐπεί τις ἤρξατο τῶν κατεληλυθότων μνησικακεῖν, ἀπαγαγὼν τοῦτον ἐπὶ τὴν βουλὴν καὶ πείσας ἄκριτον ἀποκτεῖναι, λέγων ὅτι νῦν δείξουσιν εἰ βούλονται τὴν δημοκρατίαν σῴζειν καὶ τοῖς ὅρκοις ἐμμένειν· ἀφέντας μὲν γὰρ τοῦτον προτρέψειν καὶ τοὺς ἄλλους, ἐὰν δ’ ἀνέλωσιν, παράδειγμα ποιήσειν ἅπασιν. ὅπερ καὶ συνέπεσεν· ἀποθανόντος γὰρ οὐδεὶς πώποτε ὕστερον ἐμνησικάκησεν. 3 ἀλλὰ δοκοῦσιν κάλλιστα δὴ καὶ πολιτικώτατα ἁπάντων καὶ ἰδίᾳ καὶ κοινῇ χρήσασθαι ταῖς προγεγενημέναις συμφοραῖς· οὐ γὰρ μόνον τὰς περὶ τῶν προτέρων αἰτίας ἐξήλειψαν, ἀλλὰ καὶ τὰ χρήματα Λακεδαιμονίοις ἃ οἱ τριάκοντα πρὸς τὸν πόλεμον ἔλαβον ἀπέδοσαν κοινῇ, κελευουσῶν τῶν συνθηκῶν ἑκατέρους ἀποδιδόναι χωρὶς τούς τ’ ἐκ τοῦ ἄστεως καὶ τοὺς ἐκ
1 εἰς] ις L, corr. L4 / εἰώθασιν] ιωθασιν L, corr. L4 • 3 αὐτοὺς] τουτους L, corr. L2 • 34 συναναγκασθῆναι] συνανανκασθηναι L, corr. L4 • 6 πολιτείας] πολιτιας L • 7 Πειραιέως] πιραιοις L, πιραιεως L4 / συγκατελθοῦσι] συνκατελθουσι L / δοῦλοι] δουλον L, corr. L2? / ἐπεί] επι L, corr. L4 • 8 ἤρξατο] ηρξατα L, corr. L4 • 9 πείσας] πισας L, corr. L4 • δείξουσιν] διξουσιν L, corr. L4 • 10 ἐμμένειν] ἐνμενειν L / τοῦτον] τουτουτον L, corr. L2? • 11 ἀνέλωσιν] ανενωσιν L, corr. L4 / παράδειγμα] παραδιγμα L, corr. L4 • 12 οὐδεὶς] ουδις L, corr. L4 • 13 κάλλιστα] καλιστα L, corr. L4 / ἰδίᾳ] δια L, corr. L4 • 14 χρήσασθαι] χρησσασθαι L, corr. L? • 15 ἐξήλειψαν] εξηλιψαν L • 16 κελευουσῶν] κελεουσων L, corr. L2 • 17 τ’] om. L, τ add. L2 / ἄστεως] ασαστεος L, ασαστεως L4 1 ἀπογραφὴν Bl. (1891, 304) : αναγραφην L • 12-13 ἐμνησικάκησεν. K. : ἐμνησικάκησεν, Opp. • 17 ἀποδιδόναι] ἀποδοῦναι Papabasileios (1891, 284) coll. 39.6 αποδοῦναι : αποδδοναι L, corr. L2
[73]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
los que pensaban emigrar, habían dejado su inscripción para los últimos días, cosa que suele hacer todo el mundo. Al darse cuenta de su elevado número y con intención de retenerlos, Arquino redujo los días que quedaban de plazo para realizar la inscripción, de tal manera que muchos se vieron obligados a quedarse en contra de su voluntad, hasta que tuvieron confianza. Parece que Arquino no solo estuvo acertado en esta decisión política, sino también, después de esos sucesos, cuando ejerció una acción pública por ilegalidad355 contra el decreto de Trasibulo356, que otorgaba derechos de ciudadanía a todos los que regresaron con él del Pireo, entre los cuales algunos eran manifiestamente esclavos. Y también acertó en una tercera ocasión, cuando a uno de los que habían regresado y que había empezado a tomar represalias, lo llevó detenido357 al Consejo y persuadió a sus miembros de que fuera ejecutado sin ser juzgado, asegurando que en ese momento iban a demostrar si deseaban salvar la democracia y cumplir los juramentos; pues si lo soltaban, alentaría también a los demás, pero, si lo mataban, serviría de escarmiento para todos. Esto fue precisamente lo que sucedió, porque, tras su muerte, nadie tomó represalias nunca más. De hecho, parece que encararon las desgracias pasadas con las medidas más acertadas y cívicas de todas, tanto en lo privado como en lo público, pues no solo retiraron las imputaciones por los sucesos anteriores, sino que también devolvieron conjuntamente a los lacedemonios el dinero que los Treinta habían recibido para la guerra, pese a que los acuerdos exigían que cada una de las partes, los de la
que violó esta ley. Por Aeschin., 3 (Ctes.), 187 conocemos que Arquino hizo votar el decreto de que se recompensara a los del Pireo que habían restaurado la democracia, mediante el cual pedía que les entregasen mil dracmas, que correspondían a menos de diez por cabeza. Sabemos también que Arquino propuso que se escribieran los documentos atenienses en alfabeto jónico; sobre Arquino, cf. B. S. Strauss, Athens after the Peloponnesian War, Ithaca 1987, pp. 96-97. 355 Sobre la graphè paranómon, cf. comentario, supra, 29, 4. 356 Sobre ello también se refiere Aeschin. 3 (Ctes.), 195. 357 Es decir, Arquino ejerció la apagogé, ‘detención en flagrante’, sobre el ciudadano que fue conducido ante el Consejo.
[73]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 40.3 - 41.2
4
41
2
τοῦ Πειραιέως, ἡγούμενοι τοῦτο πρῶτον ἄρχειν δεῖν τῆς ὁμονοίας· ἐν δὲ ταῖς ἄλλαις πόλεσιν οὐχ οἷον ἔτι προστιθέασιν τῶν οἰκείων οἱ δῆμοι κρατήσαντες, ἀλλὰ καὶ τὴν ǁ XX χώραν ἀνάδαστον ποιοῦσιν. 4 διελύθησαν δὲ καὶ πρὸς τοὺς ἐν Ἐλευσῖνι κ ̣ατοικήσαντας ἔτει τρίτῳ μετὰ τὴν ἐξοίκησιν ἐπὶ Ξε̣ν̣α̣ινέτου ἄρχοντος. Ταῦτα μὲν οὖν ἐν τοῖς ὕστε[ρ]ον συνέβη γενέσθαι καιροῖς, τότε δὲ κύριος ὁ δῆμος γενόμενος τῶν πραγμάτων ἐνεστήσατο τὴν ν ̣ῦ ̣ν ̣ οὖσαν πολιτείαν ἐπὶ Πυθοδώρου μὲν ἄρχοντος, δοκοῦντος δὲ δικαίως τοῦ δήμου λαβεῖν τὴν π[ο]λιτείαν διὰ τὸ ποιήσασθαι τὴν κάθοδον δι’ αὑτοῦ {τὸν δῆμον}. 2 ἦν δὲ τῶν μεταβολῶν ἑνδεκάτη τὸν [ἀ]ρ[ι]θμὸν αὕτη. πρώτη μὲν γὰρ ἐγένετο μετάστασις τῶν ἐξ ἀρχῆς Ἴωνος καὶ τῶν μετ’ αὐτοῦ συνοικησάντων· τότε γὰρ πρῶτον εἰς τὰς τέτταρας συνενεμήθησαν φυλὰς καὶ τοὺς φυλοβασιλέας κατέστησαν. δευτέρα δὲ καὶ πρώτη μετὰ ταύτην ἔχουσα πολιτείας τάξιν ἡ ἐπὶ Θησέως γενομένη, μικρὸν παρεγκλίνουσα τῆς βασιλικῆς. μετὰ δὲ ταύτην ἡ ἐπὶ Δράκοντος, ἐν ᾗ καὶ νόμους ἀνέγραψαν πρῶτον. τρίτη δ’ ἡ μετὰ τὴν στάσιν ἡ ἐπὶ Σόλωνος, ἀφ’ ἧς ἀρχὴ δημοκρατίας 3-5 X. HG 2.4.43
•
10 Cf. Po. 1449a 13-15
1 Πειραιέως] πιραιαιως L, πιραιεως L4 / ἡγούμενοι] ηγαυμενοι L / δεῖν] δεν L, corr. L4 • 2 οἰκείων] οικιων L • 4 κ ̣ατοικήσαντας] κατοικησαντες L, corr. L2 / ἔτει] ετι L, corr. L4 • 6 γενέσθαι] γενεσται L, corr. L4 • 8 πολιτείαν] πολιτιαν L • 9 πολιτείαν] π[.]λετιαν L / αὑτοῦ] αυτον L, corr. L2 • 11 Ἴωνος] . ιωνος L (αιωνος agn. Ch., χιωνος leg. H.-L.), corr. L2? • 12 εἰς] ις L, corr. L4 / τέτταρας] τεσσαρας L / συνενεμήθησαν] συνενεμηθησαν L, ηθ del. L? • 13 φυλοβασιλέας] φυλοψασιλεας L, corr. L4 / ταύτην] ταυταν L, corr. L2 / ἔχουσα] εχουσαι L, ι del. L? • 16 δ’ ἡ] δε η L, corr. L? 2 οἷον del. Joseph Mayor (1891, 115) / ἔτι προστιθέασιν] ἐπιπροστιθέασιν Gennadios (1891, 274) : τι προστιθέασιν Bl.4 • 2-3 δῆμοι κρατήσαντες L. ap. H.-L.: δημοκρατησαντες L • 4 ἐν del. H.-L. : εν om. L, add. L4 s.l. • 7 νῦν K. : πρὶν Papabasileios (1891, 284) : ν̣ . . L, νυν agn. Wn. prob. Thomas Ch. • 8-10 δοκοῦντος ... τὸν δῆμον] locum corruptum esse cens. K.4-5 / post ἄρχοντος lacunam stat. K.-W. • 9-10 {τὸν δῆμον} K.-W. • 11 μετάστασις] μετάστασις Wn. (1903, 88 n.1) : μετατασις L • 11-12 συνοικησάντων Bl. (1891, 304) : συνοικισάντων K.1-3 : συνοικ . σαντων L, η satis clarum agn. Ch. • 14 πολιτείας τάξιν Wyse (1891a, 115) : τι πολιτειας τάξις K.-W.3 coll. Pol. 1272b 9-10 ἔχει τι πολιτείας ἡ τάξις : alii alia : πολιτειαν ταξιν L / παρεγκλίνουσα ret. K. : παρεκκλίνουσα Barth, 8 : προγκλινουσα L, πρεγκλινουσα L2, corr. L4
[74]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
ciudad y los del Pireo, lo devolviera por separado. Y es que los atenienses consideraban que éste debía ser el comienzo de la concordia358, mientras que en las demás ciudades los jefes democráticos, una vez en el poder, no solo no aportan ya sumas de sus propios bienes, sino que incluso hacen nuevos repartos de tierra. Asimismo, se reconciliaron con los que se habían establecido en Eleusis al tercer año después de la emigración, en el arcontado de Jenéneto359. Estos acontecimientos, pues, tuvieron lugar en los años sucesivos, pero entretanto el pueblo, convertido en soberano de los asuntos públicos, instauró el régimen actual en el arcontado de Pitodoro360, y parecía de justicia que el pueblo tomara las riendas del gobierno, ya que por su propia iniciativa había regresado a la ciudad. En el cómputo total ése era el undécimo cambio de régimen361. La primera transformación del estado de cosas que había al principio se produjo cuando se establecieron Ión y los suyos. Fue entonces cuando, por primera vez, los atenienses se encuadraron en las cuatro tribus y se instituyeron los reyes de tribus. La segunda transformación que, después de ésta, fue la primera que adoptó el esquema de una constitución, tuvo lugar en tiempos de Teseo, al desviarse un poco de la monarquía. Después de ésta, la de Dracón, en la que también por primera vez se publicaron leyes. La tercera fue la que hubo tras la discordia ci358 Este episodio del dinero que los Treinta pidieron a Lacedemonia es mencionado por D., 20 (Lep.), 11-12, donde se detallan las discusiones que se produjeron en torno a quienes les correspondía devolver el dinero; después el partido del pueblo hizo una aportación como primer signo de concordia. Sobre el préstamo, Plu., Lys. 21. 359 En 401/0 a.C. 360 El arcontado de Pitodoro es en 404/3 a. C. Este dato no concuerda con el ofrecido en 39, 1, cuando Aristóteles nos dice que comenzó el régimen democrático en época de Euclides 403/2 a. C. Pero es lógico pensar que él consideraría ya las victorias de los jefes del Pireo como el inicio de la democracia. Sin embargo, algunos investigadores han querido ver aquí una corrupción del texto. Para Blass pondría aquí Euclides, pero es difícil reconstruir esa lectura, mientras que Kaibel- Wilamowitz se decantan por una laguna detrás de ἄρχοντος. 361 En esta sección Aristóteles hace un resumen de lo expuesto antes con todo detalle sobre los distintos cambios de régimen de gobierno de Atenas y los diferentes personajes que estuvieron al frente. Remitimos, por tanto, a los pasajes anteriores.
[74]
4
41
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 41.2-3
3
ἐγένετο. τετάρτη δ’ ἡ ἐπὶ Πεισιστράτου τυραννίς. πέμπτη δ’ ἡ μετὰ τῶν τυράννων κατάλυσιν ἡ Κλεισθένους, δημοτικωτέρα τῆς Σόλωνος. ἕκτη δ’ ἡ μετὰ τὰ Μηδικά, τῆς ἐξ Ἀρείου πάγου βουλῆς ἐπιστατούσης. ἑβδόμη δὲ καὶ μετὰ ταύτην, ἣν Ἀριστείδης μὲν ὑπέδειξεν, Ἐφιάλτης δ’ ἐπετέλεσεν καταλύσας τὴν Ἀρεοπαγῖτιν βουλήν· ἐν ᾗ πλεῖστα συνέβη τὴν πόλιν διὰ τοὺς δημαγωγοὺς ἁμαρτάνειν διὰ τὴν τῆς θαλάττης ἀρχήν. ὀγδόη δ’ ἡ τῶν τετρακοσίων κατάστασις, καὶ μετὰ ταύτην ἐνάτη δὲ ἡ δημοκρατία πάλιν. δεκάτη δ’ ἡ τῶν τριάκοντα καὶ ἡ τῶν δέκα τυραννίς. ἑνδεκάτη δ’ ἡ μετὰ τὴν ἀπὸ Φυλῆς καὶ ἐκ Πειραιέως κάθοδον, ἀφ’ ἧς διαγεγένηται μέχρι τῆς νῦν ἀεὶ προσεπιλαμβάνουσα τῷ πλήθει τὴν ἐξουσίαν. ἁπάντων γὰρ αὐτὸς αὑτὸν πεποίηκεν ὁ δῆμος κύριον, καὶ πάντα διοικεῖται ψηφίσμασιν καὶ δικαστηρίοις, ἐν οἷς ὁ δῆμός ἐστιν ὁ κρατῶν. καὶ γὰρ αἱ τῆς βουλῆς κρίσεις εἰς τὸν δῆμον ἐληλύθασιν. καὶ τοῦτο δοκοῦσι ποιεῖν ὀρθῶς· εὐδιαφθορώτεροι γὰρ ὀλίγοι τῶν πολλῶν εἰσιν καὶ κέρδει καὶ χάρισιν. 3 μισθοφόρον δ
10-12 Pol. 1292a 35-36
•
13-14 Pol. 1286a 30-33
1 Πεισιστράτου] πισιστρατου L / πέμπτη δ’] πεμπτην L, corr. L4 • 2 Κλεισθένους] κλισθενους L • 3 Μηδικά] μηδιχα L, corr. L4 / Ἀρείου] αριου L • 4 ὑπέδειξεν] υπεδιξεν L • 5 Ἀρεοπαγῖτιν] αρεοπαγιδιν L, corr. L4 / τὴν πόλιν] incipit L3 • 6 δημαγωγοὺς] δημαγογους L, corr. L4 / θαλάττης] θαλαλαττης L / ὀγδόη] ογδοην L • 7 κατάστασις] καταταστασις L, corr. L3 • 9 Πειραιέως] πειραιως L • 14 χάρισιν] χαρεισιν και L, corr. L3 1 K. • 4 καὶ post Rhodes retineo : del. Bl.2-3 : ἡ Joseph Mayor (1891, 115) : και L / μετὰ ταύτην del. Bl.4 • 6 διὰ] διὰ L. ap. H.-L. : κατὰ Richards (1891, 229) • 7 καὶ μετὰ ταύτην] ἡ μετὰ ταύτην Ziegler ap. Opp. : del. Bl.4 : καὶ μετὰ ταύτην Wn. (1903, 89, n.1) / δὲ ἡ del. K.-W.3 : δὲ {ἡ} Ziegler ap. Opp. : δε . L, δε η agn. Wn. prob. Thomas Ch. • 8 ἡ2 del. K.-W. • 9 τῆς] τοῦ H.-L. • 10 προσεπιλαμβάνουσα] προσεπιβάλλουσα Papageorgios (1892, 574-575) : προσεπαυξάνουσα Th. (1908, 978) / προσεπιλαμβάνουσα τῷ πλήθει τὴν ἐξουσίαν] προσεπιλαμβάνον τὸ πλῆθος τῆς ἐξουσίας Kontos (1892, 105-106) • 14 Gennadios (1891, 274) / ὀλίγοι K.: ολιγον L • δ K.-W.
[75]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
vil, la de época de Solón, a partir de la cual se dio el primer paso hacia la democracia. La cuarta transformación fue la tiranía de Pisístrato. La quinta vino tras el derrocamiento de los tiranos, con la constitución de Clístenes, que era más democrática que la de Solón. La sexta ocurrió después de las guerras médicas, cuando el Consejo del Areópago ostentaba la supremacía. La séptima, posterior a ésta, fue la que esbozó Aristides y culminó Efialtes al anular el poder del Consejo del Areópago. En este tiempo la ciudad vino a cometer muchísimos errores por culpa de los demagogos, a causa del imperio marítimo. La octava transformación fue el sistema político de los Cuatrocientos, y tras ésta, en noveno lugar, la democracia de nuevo. La décima, la tiranía de los Treinta y la de los Diez. La undécima transformación fue la que sobrevino tras el regreso de File y del Pireo, y desde entonces hasta el régimen actual, la ciudad ha seguido otorgando cada vez más poder a las masas. En efecto, el pueblo por sí solo se ha hecho a sí mismo dueño de todos los asuntos y todo el Estado se gobierna a golpe de decretos y por medio de tribunales, donde el pueblo es soberano, pues los juicios que dirimía el Consejo han sido transferidos al pueblo y en esto parece que han actuado bien, porque unos pocos son más fáciles de corromper con beneficios y favores que la mayoría362.
362
Sobre esta misma idea, cf. Arist., Pol. 1286a30-32.
[75]
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 41.3 - 42.1
42
ἐκκλησίαν τὸ μὲν πρῶτον ἀπέγνωσαν ποιεῖν· οὐ συλλεγομένων δ’ εἰς τὴν ἐκκλησίαν, ἀλλὰ πολλὰ σοφιζομένων τῶν πρυτάνεων ὅπως προσιστῆται τὸ πλῆθος πρὸς τὴν ΧΧΙ ἐπιǁκύρωσιν τῆς χειροτονίας, πρῶτον μὲν Ἀγύρριος ὀβολὸν ἐπόρισεν, μετὰ δὲ τοῦτον Ἡρακλείδης ὁ Κλαζομένιος ὁ βασιλεὺς ἐπικαλούμενος διώβολον, πάλιν δ’ Ἀγύρριος τριώβολον. Ἔχει δ’ ἡ νῦν κατάστασις τῆς πολιτείας τόνδε τὸν τρόπον. μετέχουσιν μὲν τῆς πολιτείας οἱ ἐξ ἀμφοτέρων γεγονότες ἀστῶν, ἐγγράφονται δ’ εἰς τοὺς δημότας ὀκτωκαίδεκα ἔτη γεγονότες. ὅταν δ’ ἐγγράφωνται, διαψηφίζονται περὶ αὐτῶν ὀμόσαντες οἱ δημόται, πρῶτον μὲν εἰ δοκοῦσι γεγονέναι τὴν ἡλικίαν τὴν ἐκ τοῦ νόμο[υ], κἂν μὴ δόξωσι, ἀπέρχονται πάλιν εἰς
4-5 Hsch. Kλαζομένιος
•
6-7 Pol. 1275b 22-24 [76]8-[77]1 *Sch.Ar.V. 578
1 ἐκκλησίαν] εκλησαν L, corr. L4 / ποιεῖν] ποιειειν L, corr. L3 / συλλεγομένων] συνλεγομενων L, corr. L4 • 1-2 δ’ εἰς τὴν ἐκκλησίαν] δ εις την εκκλησιαν δ εις την εκκλησια L, δ εις την εκκλησια (ν add. L4 s.l.) del. L4? • 5 διώβολον] δηδιβολον L, corr. L4 / Ἀγύρριος] αγυριος L, corr. L4 / τριώβολον] τριοβολον L, corr. L4 • 6 ἔχει] εδει L, corr. L3 / πολιτείας1-2] πολειτειας L / τόνδε] τον εκ L, corr. L4 • 7 πολιτείας] πολειτειας L / ἐγγράφονται] ἐνγραφονται L • 8 ὀκτωκαίδεκα ἔτη] οκτωκαιδλεκαετεις L, οκτωκαιδλεκαετη L4 / γεγονότες] γεγονοτας L, corr. L4 • 8-9 διαψηφίζονται] διαψηφειζονται L 8 δ’ ἐγγράφωνται Wyse (1891a, 115) : δεγραφονται L, δεγραφωνται L4
[76]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Al principio descartaron remunerar con un salario la asistencia a la Asamblea, pero, como no acudían a la Asamblea363 y los prítanes empleaban muchas argucias a fin de que la multitud asistiera para ratificar las mociones con su voto, Agirrio364, en primer lugar, les garantizó un óbolo y, después de éste, dos óbolos Heraclides de Clazómenas365, apodado el rey, y Agirrio de nuevo tres366. La actual constitución del Estado tiene las características siguientes: Gozan del derecho de ciudadanía los nacidos de padre y madre ciudadanos367 y son inscritos como vecinos de un demo a los dieciocho años de edad. Cuando se disponen a ser inscritos, los ciudadanos de su demo368, tras prestar juramento, celebran una votación sobre los candidatos369; primero votan si en su opinión se cum363 Platón prefería para el gobierno de su ciudad ideal multar a los que no asistían a la asamblea. Serían multados con diez dracmas los ciudadanos de primera y segunda clase, si faltaban a una reunión, cf. Pl., Lg. 764 a. 364 Sobre este demagogo de Cólito, Demóstenes nos cuenta que estuvo en la cárcel muchos años hasta que terminó de pagar el dinero de la ciudad que había sustraído, cf. D., 24 (Tim.), 134-135. Fue objeto de los ataques de Aristófanes, cf. Ar., Ec. 102, 184. 365 Sabemos que fue un extranjero al que la ciudad permitió ocupar el cargo de estratego, cf. Pl., Ion 541d. 366 Ésta es la diferencia que Aristóteles (Pol. 1294a37-41) establece entre la oligarquía y la democracia: aquélla pone multa a los ricos por no administrar bien la justicia y ningún salario a los pobres, mientras que la democracia da salario a los pobres y no impone ninguna multa a los ricos. 367 Cf. supra, 26, 3, el decreto de Pericles de 451/0 a. C. El decreto entró en vigor de nuevo en el arcontado de Euclides. 368 Los demótai. 369 Los demótai examinaban y, después de jurar, decidían por votación en Asamblea la ciudadanía de los miembros de la comunidad. Cuando un ateniense cumplía dieciocho años, debía ser inscrito como ciudadano y correspondía, por tanto, a los demótai votar acerca de los aspirantes si cumplían o no los requisitos para ser considerados ciudadanos. Los excluidos podían apelar al tribunal. Si por segunda vez eran rechazados por no cumplir los requisitos, entonces eran vendidos como esclavos. Pero si ganaban el recurso, debían ser inscritos por los demótai. En el resumen del discurso C. Eubúlides de Demóstenes se menciona una ley (quizás de 346 a. C.) que ordenó el examen de todos los inscritos en los registros para verificar si eran ciudadanos o no, cf. también el resumen del discurso de Iseo, 12 (Euph.). Entonces, los que estaban inscritos como ciudadanos y se estimaba que no pertenecían al cuerpo de ciudadanos, eran borrados de la lista. Estos excluidos, si eran libres, pasaban a la condición de meteco. Pero si no aceptaban esta decisión, podían apelar y, si sucumbían de nuevo, serían vendidos como esclavos.
[76]
3
42
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 42.1-3
2
3
παῖδας, δεύτερον δ’ εἰ ἐλεύθερός ἐστι καὶ γέγονε κατὰ τ[ο]ὺς νόμους. ἔπειτ’ ἂν μὲν ἀποψηφίσωνται μὴ εἶναι ἐλεύθερον, ὁ μὲν ἐφίησιν εἰς τὸ δικαστήριον, οἱ δὲ δημόται κατηγόρους αἱροῦνται πέντε [ἄ]νδρας ἐξ αὑτῶν, κἂν μὲν μὴ δόξῃ δικαίως ἐγγράφεσ[θ]αι, πωλεῖ τοῦτον ἡ πόλις· ἐὰν δὲ νικήσῃ, τοῖς δημόταις ἐπάναγκες ἐγγράφειν. 2 μετὰ δὲ ταῦτα δ[ο]κιμάζει τοὺς ἐγγραφέντας ἡ βουλή, κἄν τις δόξ[ῃ] νεώτερος ὀκτωκαίδεκ’ ἐτῶν εἶναι, ζημιοῖ τ[ο]ὺς δημότας τοὺς ἐγγράψαντας. ἐπὰν δὲ δοκιμασθῶσιν οἱ ἔφηβοι, συλλεγέντες οἱ πατέρες αὐτῶν κατὰ φυλὰς ὀμόσαντες αἱροῦνται τρεῖς ἐκ τῶν φυλετῶν τῶν ὑπὲρ τετταράκοντα ἔτη γεγονότων, οὓς ἂν ἡγῶνται βελτίστους εἶναι καὶ ἐπιτηδειοτάτους ἐπιμελεῖσθαι τῶν ἐφήβων, ἐκ δὲ τούτων ὁ δῆμος ἕνα τῆς [φ]υλῆς ἑκάστης χειροτονεῖ σωφρονιστὴν καὶ κοσμητὴν ἐκ τῶν ἄλλων Ἀθηναίων ἐπὶ πάντας. 3 συλλαβόντες δ’ οὗτοι τοὺς ἐφήβους πρῶτον μὲν τὰ ἱερὰ περιῆλθον, εἶτ’ εἰς Πειραιέα πορεύονται καὶ φρουροῦσιν οἱ μὲν τὴν Μουνιχίαν, οἱ δὲ τὴν Ἀκτήν. χειροτ[ο]νεῖ δὲ καὶ παιδοτρίβας αὐτοῖς δύο καὶ
1-5 Phot. ἔφεσις1, Lex.Seg. 244.8, EM 401.50, cf. Hsch. ἔφεσις • 7-12 Teles ap. Stob. 98.72, Erot. κόσμου, Phot. σωφρονισταί, Lex. Seg. 301.7, EM 742.38 1 ἔπειτ’] οτι επιτ L, οτι del. L? • 4 ἐὰν] ηαν L / νικήσῃ] νεικηση L • 5 ἐγγράφειν] ενγραφειν L • 5-6 ἐγγραφέντας] ενγραφεντας L • 7 ἐγγράψαντας] ενγραψαντας L / συλλεγέντες] συνλεγεντες L • 8 αὐτῶν] αυτον L, corr. L4 / τρεῖς om. L, add. L3 • 9 τετταράκοντα] τετταρακοτα L / ἡγῶνται] ηγονται L, corr. L4 • 10 ἐπιτηδειοτάτους] επιτηδιοτατους L / ἐπιμελεῖσθαι] επιμελε[. .]α ̣ι Ḷ , μελεισθαι scr. L3 s.l. • 11 σωφρονιστὴν] σοφρονιστην L, corr. L4 • 12 δ’ οὗτοι] τουτοι L, corr. L4 • 13 εἰς Πειραιέα] ις πειραι L, corr. L4 • 14 Μουνιχίαν] μουνυχιαν L / καὶ1 om. L, κ(αι) add. L4 / παιδοτρίβας] παιδοτρειβας L 2 μὲν1 del. Papageorgios (1892, 576) / ἀποψηφίσωνται Wyse (1891a, 115) : ἐπιψηφισωνται L • 7 ἐπὰν] ἐπειδὰν H. ap. H.-L. • 13 περιῆλθον] περιίασιν S. (1891, 115)
[77]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
ple la edad legal y, si no lo creen así, aquéllos pasan de nuevo a la categoría de menores de edad; en segundo lugar, si es libre y legítimo de nacimiento370. Si votan en contra371 por estimar que no es libre, éste puede apelar372 ante el tribunal y los ciudadanos de su demo eligen entre ellos a cinco para que asuman la acusación; si se estima que la inscripción no se ajusta a derecho, la ciudad vende a ése, pero si gana el recurso, los ciudadanos de su demo están obligados a inscribirlo373. Tras estos procedimientos, el Consejo examina374 a los que han sido inscritos y, si estima que alguno es menor de dieciocho años, multa a los ciudadanos de su demo responsables de la inscripción. Una vez que los efebos han superado el examen, sus padres se reúnen por tribus y, tras prestar juramento, eligen a tres miembros de su tribu, mayores de cuarenta años, a quienes consideran los mejores y los más apropiados para cuidar de los efebos. Entre aquéllos el pueblo elige mediante votación a mano alzada a un mentor por cada tribu y, entre los demás atenienses, a un director para todos. Y una vez que ésos han reunido a los efebos, primero hacen rondas por los templos, después se dirigen al Pireo y, formados en guarniciones, vigilan los unos Muniquia, los otros Acte375. El pueblo tam370 En la dokimasía del inscrito, los demótai debían averiguar si había nacido de padre y de madre ciudadanos, dado que “el período ‘demagógico’ de la historia de Atenas fue una época de gran severidad en materia de acceso a la ciudadanía”, cf. Hannick, op. cit. (1976), p. 147. El decreto de Pericles de 451/0 a. C., la ley de Antifonte bajo el arcontado de Euclides de 403/2 a. C. y otras leyes posteriores que se recogen en D., 59 (Nee.), 16 y 52 son bastante represoras en materia de matrimonios mixtos, la unión de atenienses y extranjeros, aunque hubo un intervalo de tiempo entre 411 a. C. al 403 a. C., en el que se permitió a los nóthoi, los ilegítimos, ciertas concesiones. 371 Es la apopséphisis o ‘eliminación de la lista mediante votos en contra’, cf. D., 18 (Cor.), 132 y 57 (Eub.), 11. 372 Sobre la apelación o éphesis, cf. supra, 9, 1. 373 Esto indica que la pertenencia a la fratría no fue en esta época una condición indispensable para la ciudadanía, cf. Harrison, op. cit., p. 64. 374 A través del ritual anual de la dokimasía de los nuevos ciudadanos, Atenas ponía el poder de moldear la ideología cívica en manos de los mayores, cf. B. G. Robertson, “The Scrutiny of the New Citizens at Athens”, en V. Hunter-J. Edmondson (eds.), Law and social Status in Classical Athens, Oxford 2000, p. 171. 375 Ya hemos visto que Muniquia es un promontorio al lado este del puerto del Pireo y Acte está en el extremo sur del puerto.
[77]
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 42.3-5
4
5
διδασκάλους, οἵτινες ὁπλομαχεῖν καὶ τοξεύειν καὶ ἀκοντίζειν κα[ὶ] καταπάλτην ἀφιέναι διδάσκουσιν. δίδωσι δὲ καὶ εἰς τροφ[ὴν] τοῖς μὲν σωφρονισταῖς δραχμὴν ͞ α ἑκάστῳ, τοῖς δ’ ἐφήβοις τέτταρας ὀβολοὺς ἑκάστῳ· τὰ δὲ τῶν φυλετῶν τῶν αὑτοῦ λαμβάνων ὁ σωφρονιστὴς ἕκαστος ἀγοράζει τὰ ἐπιτήδεια πᾶσιν εἰς τὸ κοινὸν (συσσιτοῦσι γὰρ κατὰ φυλάς), καὶ τῶν ἄλλων ἐπιμελεῖται πάντων. 4 καὶ τὸν μὲν πρῶτον ἐνιαυτὸν οὕτως διάγουσι· τὸν δ’ ὕστερον ἐκκλησίας ἐν τῷ θεάτρῳ γενομένης, ἀποδειξάμενοι τῷ δήμῳ ǁ XXII τὰ περὶ τὰς τάξεις καὶ λαβόντες ἀσπίδα καὶ δόρυ παρὰ τῆς πόλεως περιπολοῦσι τὴν χώραν καὶ διατρίβουσιν ἐν [τ]οῖς φυλακτηρίοις. 5 φρουροῦσι δὲ τὰ δύο ἔτη χλαμύδας ἔχοντες καὶ ἀτελεῖς εἰσι πάντων· καὶ δίκ[η]ν οὔτε διδόασιν οὔτε λαμβάνουσιν, ἵνα μὴ πρό[φ]ασις ᾖ τ[ο]ῦ ἀπιέναι, πλὴν περὶ
6-9 *Harp. περίπολος: τὸν … φυλακτηρίοις, epit. ap. Sch.Aeschin. 2.167, Phot.2, Sud., cf. Phot.1 • 9-10 X.Cyr. 1.2.12, Antid. ap. Ath. 240b, Poll. 10.164 1 ἀκοντίζειν] κοντιζειν L, corr. L4 • 4-5 ἐπιτήδεια] επιτηδια L, corr. L4 • 5 συσσιτοῦσι] συσηιτουσι L, συσιτουσι L4? • 6 ἐπιμελεῖται] επιμελημαι L, corr. L4 • 6 τὸν1] το L, corr. L4 • 9 διατρίβουσιν] διατρειβουσιν L • 11 διδόασιν] διδωασιν L, corr. L4 / πλὴν] πρην L, corr. L3 1 καταπάλτην H. (1891, 611) : κατην L, καταπελτην L4 • 2 διδάσκουσιν] διδάξουσιν Rutherford (1891, 115) • 6-7 δ’ ὕστερον ret. K. : δεύτερον Wyse (1891a, 115) : δὲ δεύτερον K.-W. : υστερον L, δυστερον L4 • 8 τῆς πόλεως] τοῦ δήμου Sch.Aeschin., Harp.
[78]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
bién elige para ellos a mano alzada a dos entrenadores376 e instructores, para que les enseñen a combatir en la infantería pesada, a disparar el arco, tirar la lanza y manejar la catapulta. En concepto de dietas, entrega asimismo a los mentores una dracma para cada uno, y a los efebos cuatro óbolos para cada uno. Y, según recibe el dinero que corresponde a los de su tribu, cada mentor compra en el mercado los víveres necesarios para todos con destino al fondo común (pues comen juntos por tribus) y se preocupa de todo lo demás. Así pasan el primer año, pero al siguiente, después de celebrar una asamblea en el teatro377, realizan ante el pueblo el desfile militar y, tras recibir de la ciudad un escudo y una lanza, patrullan el país y residen en las fortalezas. El servicio en las guarniciones dura dos años378, en los que van vestidos con clámide379 y están exentos de todo impuesto. Ni promueven procesos ni contra ellos pueden promoverlos con objeto de que no tengan pretexto para ausentarse, excepto los concernientes a la herencia y a la heredera380 y si a alguno le corresponde por linaje
376 Los paidotríbai ‘entrenadores’, junto a los sophronistaí ‘mentores’, kosmetaí ‘directores’ y didáskaloi ‘instructores’, eran los que se ocupaban de la preparación física y espiritual de los efebos, los atenienses que alcanzaban la edad de dieciocho años. 377 Se realizaba en la época de las Grandes Dionisias. 378 Esta referencia a los dos años como servicio ciudadano y al soporte donde se inscribía a los efebos (cf. infra, 53, 4) indica que la institución de la efebía que describe Aristóteles ya había introducido una serie de cambios que tuvieron lugar en 335/4 a. C. Por tanto, este dato suele ser tomado como un terminus post quem para fijar la cronología de la obra, cf. Keaney, op. cit. (1970), p. 335. 379 El uniforme de los efebos consistía en una clámide que en un tiempo fue negra, una capa corta que al principio era la indumentaria de los hombres de caballería. 380 Deberían personarse ante el arconte para hacer la solicitud de reivindicación de una heredera. Perfectamente podría ocurrirle a un efebo que durante el servicio militar se convirtiera en derechohabiente de una heredera, cuando probablemente su prima (o, menos probable, su sobrina por razones de edad) quedara huérfana. En seguida, si su tío en vida no había previsto la adopción de un hijo que contrajera matrimonio con la heredera, entraría en funcionamiento la institución del epiclerato y forzosamente el efebo debía recurrir a la reclamación de la heredera mediante una instancia por escrito o léxis, cf. comentario, infra, 43, 4.
[78]
4
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 42.5 - 43.3
43
2
3
κλήρου καὶ ἐπικλήρ[ου], κἄν τ[ι]νι κατὰ τὸ γένος ἱερωσύνη γένηται. διε[ξ]ελθόντων δὲ τῶν δυοῖν ἐτῶν ἤδη μετὰ τῶν ἄλλων εἰσίν. Τὰ μὲν οὖν περὶ τὴν τῶν πολιτῶν ἐγγραφὴν καὶ τοὺς ἐφήβους τοῦτον ἔχει τὸν τρόπον. τὰς δ’ ἀρχὰς τὰς περὶ τὴν ἐγκύκλιον διοίκησιν ἁπάσας ποιοῦσι κληρωτάς, πλὴν ταμίου στρατιωτικῶν καὶ τῶν ἐπὶ τὸ θεωρικὸν καὶ τοῦ τῶν κρηνῶν ἐπιμελητοῦ. ταύτας δὲ χειροτονοῦσιν, καὶ οἱ χειροτονηθέντες ἄρχουσιν ἐκ Παναθηναίων εἰς Παναθήναια. [χ]ειροτονοῦσι δὲ καὶ τὰς πρὸς [τ]ὸν πόλεμον ἁπάσας. 2 βουλὴ δὲ κληροῦται φ ͞ , ν͞ ἀπὸ φυλῆς ἑκάστης. πρυτανεύει δ’ ἐν μέρει τῶν φυλῶν ἑκάστη καθ’ ὅ τι ἂν λάχωσιν, αἱ μὲν πρῶται τέτταρες ἓξ καὶ ͞ λ ἡμέρας ἑκάστη, αἱ δὲ ͞ ϛ αἱ ὕστεραι πέντε καὶ ͞ λ ἡμέρας ἑκάστη· κατὰ σελήνην γὰρ ἄγουσιν τ[ὸ]ν ἐνιαυτόν. 3 οἱ δὲ πρυτα-
8-11 *Harp. πρυτανείας, πρυτάνεις, Phot. πρυτανεία, Sud., Lex. Seg. 291.11, EM 693.41, Lex. Patm. 141, Sch.Pl.Lg. 953c, Sch.Hermog. 5.509 • [79]11-[81]2 Poll. 8.95, cf. Sch.Aeschin. 1.104 1 κἄν] κααν L, corr. L? / ἱερωσύνη] ιεροσυνη L • 2 διε[ξ]ελθόντων] διε[.]ελθοιντων L • 3 πολιτῶν] πολειτ(ων) L / ἐγγραφὴν] ενγρφην L, ενγραφην L3 / τοὺς] τουε L, corr. L4 / ἐφήβους] εφη L, corr. L3 • 4 τὴν] της L, corr. L3 / ἐγκύκλιον] ενκυκλησειον L, ενκυκλειον L4 • 5 κληρωτάς] πληρωτας L • 7 Παναθήναια] παναθηνεα L, corr. L4 • 8 κληροῦται] πληρουται L, corr. L3 • 10 ἓξ] ϛ L, corr. L4 2 δυοῖν K.-W.2 : δυειν L
•
8 φυλῆς] φυλῆς Bl.
[79]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
el sacerdocio381. Una vez transcurridos los dos años382, se integran ya con el resto de ciudadanos. Las cuestiones relativas al registro de ciudadanos y los efebos siguen, pues, ese procedimiento. En cuanto a los cargos concernientes a la administración ordinaria, todos son escogidos por sorteo, excepto el tesorero de los fondos militares, los del subsidio para espectáculos383 y el inspector384 de las fuentes. Estos cargos son elegidos por votación a mano alzada y quienes salen elegidos en la votación ejercen su mandato de Panateneas a Panateneas385. También se votan por este sistema todos los cargos concernientes a la guerra. El Consejo de los Quinientos se constituye por sorteo, a razón de cincuenta por cada tribu. Cada una de ellas integra por turno la pritanía386, según el orden que le toque en suerte, las cuatro primeras treinta y seis días cada una, y las seis últimas treinta y cinco días cada una, pues calculan el año según meses lunares. 381 Los varones eran los que tenían derecho a heredar el sacerdocio. En el testamento de Epicteta, de 210-195 a. C., vemos que a su nieto Andrágoras le corresponde la hierateía o sacerdocio de las Musas (IG XII 3, 330, 57-59). 382 En 208 a. C. se redujo a un año. 383 El theoricón era un fondo destinado a pagar a los más pobres la asistencia gratuita a los espectáculos. Parece que esta práctica, según Plutarco, fue introducida por Pericles (Plu., Per. 9, 1), pero después en el s. IV a. C. se convirtió en una institución. El theoricón fue ya instituido por el pacifista Eubulo, que se enfrentó a Demóstenes cuando éste defendía reanudar la guerra con Filipo de Macedonia. Este fondo del theoricón fue ampliándose cada vez más en el s. IV a. C. y sirvió para financiar edificios públicos y carreteras. 384 Sobre los epimeletaí, cf. supra, 30, 2. Ahora los vemos como supervisores de las fuentes. Esta función se constata en IG II 2, 338, donde inspeccionaban la fuente cercana al templo de Ammón. 385 Aquí Aristóteles no especifica si se trata de las Grandes Panateneas o las Pequeñas. Si se está refiriendo a las primeras, el cargo duraba cuatro años, mientras que solo un año si se alude a las últimas, pues se organizaban anualmente. Hay quienes (Hansen, op. cit. (1991), p. 263) se inclinan por las Grandes Panateneas y, por tanto, estarían en el cargo cuatro años por la importancia del mismo. Sobre las Panateneas, cf. comentario, supra, 18, 2. 386 Puesto que era imposible ser efectivos con un número tan elevado de consejeros, se decidió repartirlos en comisiones de cincuenta, llamadas pritanías, para presidir el Consejo y ejercer el poder ejecutivo durante una décima parte del año, que era un período de tiempo de treinta y cinco o treinta y seis días. Sus miembros eran los prítanes y preparaban todos los asuntos, como convocar las reuniones del Consejo y de la Asamblea, cf. también D., 47 (Euer.Mne.), 42.
[79]
43
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 43.3-4
4
νεύοντες αὐτῶν πρῶ[το]ν μὲν συσσιτοῦσιν ἐν τῇ θόλῳ, λαμβάνοντες ἀργύριον παρὰ τῆς πόλεως, ἔπειτα συνάγουσιν καὶ τὴν βουλὴν καὶ τὸν δῆμον· τὴν μὲν οὖν βουλὴν ὅσαι ἡμέραι, πλὴν ἐάν τις ἀφέσιμος ᾖ, τὸν δὲ δῆμον τετράκις τῆς πρυτανείας ἑκάστης. καὶ ὅσα δεῖ χρηματίζειν τὴν βουλὴν καὶ ὅ τι ἐν ἑκάστῃ τῇ ἡμέρᾳ καὶ ὅπου καθίζειν οὗτοι προγράφουσι. 4 προγράφουσι δὲ καὶ τὰς ἐκκλησίας οὗτοι· μίαν μὲν κυρίαν ἐν ᾗ δεῖ τὰς ἀρχὰς ἐπιχειροτονεῖν εἰ δοκοῦσι καλῶς ἄρχειν, καὶ περὶ σίτου καὶ περὶ φυλακῆς τῆς χώρας χρηματίζειν, καὶ τὰς εἰσαγγελίας ἐν ταύτῃ τῇ ἡμέρᾳ τοὺς βουλομένους ποιεῖσθαι, καὶ τὰς ἀπογραφὰς τῶν δημευομένων ἀναγιγνώσκειν καὶ τὰς
[80]2-[81]3 *Harp. κυρία ἐκκλησία: τὴν βουλὴν … ἑκάστης, Hsch., Phot., Sud., cf., Dem.Phal. fr. 140 Wehrli 1 συσσιτοῦσιν] συσιτουσιν L • 1-2 ἀργύριον] αργυρια L, corr. L4 • 3 ἐάν] εναν L • 4 τετράκις] εκαστης L, corr. L4 / χρηματίζειν] χρηματιζει L, corr. L4 / βουλὴν] βουλη L, corr. L4? • 5 προγράφουσι] προγραφουσι δε L, corr. L3 • 5-6 προγράφουσι] φρογραφουσι L, corr. L4 • 7 ἄρχειν] εχειν L, corr. L4 • 8 εἰσαγγελίας] εισαγγελλειας L • 9 ἀναγιγνώσκειν] αναγεινωσκειν L, αναγινωσκειν L4 3 οὖν om. Harp. / ὅσαι ἡμέραι] ὁσημέραι Harp. • 5 ὅπου καθίζειν K.-W. : οτι ου καθιζει L • 7 ἐπιχειροτονεῖν ret. K. : ἀποχειροτονεῖν Harp. : χειροτονει L, corr. L4 / δοκοῦσι] δοκοῦσι μὴ Harp. / καὶ περὶ σίτου om. Harp., habet Dem.Phal. : και περι σειτου L • 8 χρηματίζειν om. Harp.
[80]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Los consejeros que forman parte de la pritanía se reúnen para comer en la Rotonda387, pues perciben dietas del Estado; además, convocan tanto al Consejo como a la Asamblea del pueblo: al Consejo todos los días, excepto si es día festivo, y al pueblo cuatro veces en cada pritanía. Cuantos asuntos debe tratar el Consejo, de cuál ha de ocuparse cada día y dónde reunirse, aquéllos se encargan de notificarlo públicamente en el orden del día. Asimismo éstos fijan el orden del día de las asambleas. Hay una asamblea principal388, en la que es preciso ratificar389 a mano alzada los cargos, si se estima que están siendo bien desempeñados, así como tratar del aprovisionamiento de grano y de la defensa del país. Ese día quienes lo deseen pueden formular las denuncias públicas390 y han de leerse las listas391 de los bienes confiscados y las reclamaciones392 de 387 Es la thólos, un edificio circular que estaba situado al suroeste del ágora ateniense. A veces solían invitar a comer allí a personajes distinguidos, cf. D., 19 (Fal. Emb.), 330. 388 La kyría ekklesía era la sesión que se ocupaba de los asuntos especiales y más importantes, por ejemplo la revisión de las leyes, y su asistencia era mejor remunerada. Pero cuando se votaba a favor de la proposición de una nueva ley, no se resolvía de inmediato, sino que se debía esperar hasta la tercera asamblea, cf. D., 24 (Tim.), 25. 389 Es la epicheirotonía tôn archôn. El verbo ἐπιχειροτονέω es un neologismo, en el que el preverbio ἐπί, en uso temporal, aporta una connotación más precisa ‘después’, una votación sobre otra, una después de otra, y significa ‘ratificar por votación’. Sobre esta tendencia de la lengua griega a crear un tecnicismo legal a partir de un neologismo preexistente mediante el procedimiento de la composición, cf. J. M. Lucas, “Consideraciones generales sobre el vocabulario jurídico griego”, Epos 2, 1986, p. 199. 390 Sobre las eisangelíai, cf. comentario, supra, 29, 4. 391 El término apographé se empleaba con varias acepciones. Podría designar la acción pública ejercida para reivindicar los bienes del Estado en poder de particulares, pero también el propio ‘inventario’ de esos bienes. Cuando uno sustraía bienes propiedad del Estado o se quedaba con bienes confiscados, un ciudadano de pleno derecho podía realizar un inventario, apographé, de esos bienes y enviar la lista al magistrado. Esto podía dar lugar a litigios y se emprendía una acción pública o graphé, la ἀπογραφῆς γραφή o simplemente ἀπογραφή, que era competencia de los Once. 392 Se trata de la λῆξις o demanda por escrito que el pariente de una epiclera ‘heredera’ había de llevar ante el arconte que le correspondía. El ciudadano de pleno derecho debía hacerlo ante el arconte epónimo y el meteco ante el polemarco. En ella exponía las razones de la reclamación de la heredera y su herencia. Después, una vez depositada e instruida la λῆξις, comenzaba el procedimiento legal de la epidikasía o adjudicación judicial. Había el mismo sistema de adjudicación o epidikasía respecto al patrimonio del difunto y respecto a la heredera, cf. E. Karabélias, “Contribution a l’étude de l’épidicasie attique”, Symposion 1974, AGR Köln 1979, p. 204. Cf. infra, 56, 6. El arconte efectuaba los
[80]
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 43.4-5
5
λήξεις τῶν κλήρων καὶ τῶν ἐπικλήρων {ἀναγινώσκειν}, ὅπως μηδένα λάθῃ μηδὲν ἔρημον γενόμενον. 5 ἐπὶ δὲ τῆς ἕκτης πρυτανείας πρὸς τοῖς εἰρημένοις καὶ περὶ [τῆ]ς ὀστρακοφορίας ἐπιχειροτονίαν διδόασιν εἰ δοκεῖ ποιεῖν ἢ μή, καὶ συκοφαντῶν προβολὰς τῶν Ἀθην[α]ίων καὶ τῶν μετοίκων μέχρι τριῶν
2 εἰρημένοις] ηρημενοις L συνκοφαντων L, corr. L3
•
3 διδόασιν] διδοασι L
•
3-4 μή, καὶ συκοφαντῶν] μην
1 ἀναγιγνώσκειν om. Dem.Phal., del. Gennadios (1891, 274) : αναγεινωσκειν L, αναγινωσκειν L4 • 3 ἐπιχειροτονίαν] προχειροτονίαν K.-W. : διαχειροτονίαν prop. Rhodes (1981, 526) / ποιεῖν om. Dem.Phal.
[81]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
las herencias y las herederas, a fin de que ningún bien quede vacante por ignorancia de nadie393. En la sexta pritanía, someten también a votación, además de los asuntos señalados, los procesos por ostracismo, si deciden abrirlos o no394, las propuestas de querella395 contra los sicofantas, atenienses396 y metecos397, hasta tres por cada grupo, así como los casos de incumplimiento de las promesas al pueblo398. sorteos de las demandas de epicleras durante todos los meses excepto el de Esciroforión por ser el último del año, cf. la ley que incluye Demóstenes en 46 (Est.II), 22. 393 Se daba lectura a las instancias de reclamación o demandas para que los herederos pudieran tener conocimiento de que no quedaba ningún bien vacante, esto es, sin reclamar. 394 En realidad, el texto dice en este momento que votan para decidir si habrá procesos de ostracismo y, si los hubiere, entonces en la octava pritanía se procedería a votar en los óstraka a la persona afectada. 395 Mediante el procedimiento de la probolé un ciudadano pedía a la Asamblea un voto favorable a una acusación contra aquel que había cometido algún delito. Hay dudas si la probolé consistía solo en la primera fase de un procedimiento que se transformaba en graphé o si se definía así a todo el procedimiento; sobre el tema, cf. C. Pecorella Longo, “La richiesta della pena nella probolé e nei processi pubblici nel diritto attico”, Prometheus 33 (2), 2007, p. 136, que advierte que las afirmaciones de las fuentes no son siempre dignas de crédito. Para G. Glotz, s.v. Probolé, en Daremberg-Saglio, era un juicio prejudicial y no una graphé con carácter judicial, pero comenzaba con una denuncia en la Asamblea. El voto de la Asamblea era solo consultivo. La probolé tenía un carácter excepcional, porque el acusador, si no era respaldado por la quinta parte de los votos y cuya petición de acusación era denegada, no tenía que pagar la multa ordinaria. La probolé iba dirigida contra los que engañaban al pueblo, por tanto, contra los sicofantas, cf. Aeschin., 2 (F.E.), 145, aunque también contra los que perturbaban una celebración pública (cf. MacDowell, op. cit. (1978), pp. 194-197) y contra los magistrados irresponsables. Cf. también infra, 59, 2. 396 El tratar conjuntamente los asuntos concernientes al ostracismo y a los sicofantas parece que no se llevó a cabo antes de 403 a. C., cf. R. Christ Matthew, “Ostracism, sycophancy, and deception of the demos: Ath.Pol. 43, 5”, CQ 42, 1992, pp. 336-346. 397 Son los extranjeros domiciliados en Atenas, cuyo nombre indica ‘los que habitan con’. No disfrutaban de derechos políticos ni de posesión de tierras y casas, aunque se les permitía disponer de muebles y esclavos. Respecto al culto tenían libertad para reunirse en asociaciones o thíasoi. Debían pagar al año un impuesto o metoíkion, los hombres de doce dracmas y las mujeres de seis. Si dejaban de pagarlo, podían ser reducidos a la esclavitud, cf. R. Flacelière, La vie quotidienne en Grèce au siècle de Périclès, Paris 1959, p. 64. 398 Literalmente: “Si uno incumple lo que ha prometido al pueblo”. Demóstenes refiere una ley, en virtud de la cual si un ciudadano promete algo al Consejo o al pueblo y los engaña, sería condenado, cf. D., 20 (Lep.), 100.
[81]
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 43.5 - 44.2 6
44
2
ἑκατέρων, κἄν τ[ι]ς ὑποσχόμενός τι μὴ ποιήσῃ τῷ δήμῳ. 6 ἑτέραν δ̣ὲ̣ ταῖς ἱκετηρίαις, ἐν ᾗ θεὶς ὁ βουλόμενος ἱκετηρίαν [ὑπὲρ] ὧν ἂν βούληται ǁ XXIII καὶ ἰδίων καὶ δημοσίων διαλέξεται πρὸς τὸν δῆμον. αἱ δὲ δύο περὶ τῶν ἄλλων εἰσίν, ἐν αἷς κελεύουσιν οἱ νόμοι τρία μὲν ἱερῶν χρηματίζειν, τρία δὲ κήρυξιν καὶ πρεσβείαις, τρία δὲ ὁσίων. χρηματίζουσιν δ’ ἐνίοτε καὶ ἄνευ προχειροτονίας· προσέρχονται δὲ καὶ οἱ κήρυκες καὶ οἱ πρέσβεις τοῖς πρυτάνεσιν πρῶτον, καὶ οἱ τὰς ἐπιστολὰς φέροντες τούτοις ἀποδιδόασι. Ἔστι δ’ ἐπιστάτης τῶν πρυτάνεων εἷς ὁ λαχών. οὗτος δ’ ἐπιστατεῖ νύκτα καὶ ἡμέραν, καὶ οὐκ ἔστιν οὔτε πλείω χρόνον οὔτε δὶς τὸν αὐτὸν γενέσθαι. τηρεῖ δ’ οὗτος τάς τε κλεῖς τὰς τῶν ἱερῶν, ἐν οἷς τὰ χρήματ’ ἐστὶν καὶ γράμματα τῇ πόλει καὶ τὴν δημοσίαν σφραγῖδα, καὶ μένειν ἀναγκαῖον ἐν τῇ θόλῳ τοῦτόν ἐστιν καὶ τριττὺν τῶν πρυτάνεων ἣν ἂν οὗτος κελεύῃ. 2 καὶ ἐπειδὰν συναγάγωσιν οἱ πρυτάνεις τὴν βουλὴν ἢ τὸν δῆμον, οὗτος κληροῖ προέδρους ἐννέα, ἕνα ἐκ τῆς φυλῆς ἑκάστης πλὴν τῆς πρυτανευούσης, καὶ πάλιν ἐκ τούτων ἐπιστάτην ἕνα, καὶ παραδίδωσι τὸ
1-7 Poll. 8.96 • 3-7 Aeschin. 1.23, 2.58, D. 19.185, 24.150 • [82]8-[83]3 *Harp. ἐπιστάτης, Poll. 8.96, cf. Telepho ap. Eust. ad ρ 455, Sud., Lex.Seg. 244.31, EM 364.41, Lex.Patm. 13 • [82]13-[83]5 *Harp. πρόεδροι, Phot., Sud., Lex.Seg. 290.8, Lex.Patm.12, cf. Schol.Aesch. 3.4 1 τι μὴ] ειμαι L, τιμηι L4 • 2 θεὶς] θης L, corr. L4 / ὁ] ου L • 3 διαλέξεται] διαδεξεται L / δύο] δυω L, corr. L4 • 4 νόμοι] μενμοι L, corr. L4 / τρία2] τρισι L, corr. L4 • 5 τρία δὲ ὁσίων] τρια δε οσιων L, συρακοσιων L4 s.l. • 6 προχειροτονίας] προχειροτονειας L / προσέρχονται] εισερχονται L, corr. L4 / τοῖς] εις L, corr. L4 • 7 ἀποδιδόασι] αποδιδωασι L, corr. L4 • 8 ἐπιστατεῖ] επισταται L, corr. L4 • 9 χρόνον] χρονος L, corr. L3 • 10 κλεῖς] πλεις L, corr. L3? • 11 σφραγῖδα] σφραγειδα L • 14 ἑκάστης] καστης L, corr. L3? 2 ὑπὲρ L. ap. H.-L. : περὶ Kontos (1892, 114), Gertz (1891, 254) : . L, υ ̣` (= υπερ) agn. H.-L. prob. K. • 3 αἱ ret. K. : ἕτεραι Foucart (1894, 245) : η L, corr. L4 • 11 K.-W. ex Eust. et Lex.Patm. • 12 τοῦτόν] τοῦτόν K.-W. : καὶ τοῦτον Papageorgios (1892, 579)
[82]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
La segunda asamblea es para las súplicas; en ella un ciudadano cualquiera, depositando un ramo de suplicante399, puede hablar ante el pueblo en defensa de los asuntos que quiera, tanto particulares como públicos. Las otras dos asambleas están dedicadas a los asuntos restantes; en ellas las leyes ordenan que se traten tres cuestiones sobre asuntos sagrados, tres dedicadas a heraldos y embajadas y tres sobre asuntos profanos400. A veces se tratan en Asamblea asuntos sin votación preliminar (del Consejo). Pero los heraldos y embajadores se presentan primero a los prítanes y los que portan las misivas a ésos se las entregan. Es jefe de los prítanes aquel a quien le toca en suerte. Éste ejerce la jefatura durante un día y una noche, y no es posible ni estar más tiempo en ella ni dos veces la misma persona. El jefe custodia las llaves de los templos, en los que se encuentra el tesoro público y los documentos de la ciudad, y el sello del Estado, y está obligado a permanecer en la Rotonda con el tercio401 de los prítanes que él disponga. Cada vez que los prítanes convocan al Consejo o a la Asamblea del pueblo, el jefe escoge por sorteo a nueve presidentes402, uno por cada tribu, excepto la que integra la pritanía, y a uno de éstos a su vez como jefe de los presidentes403, y procede a entregarles el orden del día. 399 Cualquier ciudadano que se sintiera agraviado podía depositar un ramo en la asamblea como petición para hacerse oír por el pueblo, cf. D., 18 (Cor.), 107. 400 Cf. supra, 30, 5. El mismo orden se encuentra en Aeschin., 1 (Tim.), 23, cuando se ordena que se vote: περὶ ἱερῶν τῶν πατρίων καὶ κήρυξι καὶ πρεσβείαις καὶ ὁσίων. Cf. también D., 19 (Fal. Emb.), 185. 401 Literalmente τριττύς significa el ‘número tres’, pero también ‘tercera parte’, por ejemplo de una tribu ática, cf. supra, 8, 3. Pero si fuera la tercera parte de la pritanía hay que pensar que cincuenta (el número de miembros de una pritanía) no es divisible por tres, por lo que no sería una tercera parte enteramente matemática, sobre ello Rhodes, op. cit. (1981), p. 533. 402 Los próedroi formaban una comisión de nueve miembros, elegida entre los cuatrocientos cincuenta consejeros, pertenecientes al Consejo de los Quinientos, que no estaban ejerciendo de prítanes. Fue creada probablemente en 403/2 a. C. y su única función era presidir las sesiones del Consejo y de la Asamblea. 403 Había, por tanto, un epistátes o jefe de los prítanes (cf. supra, 44, 1) y un epistátes o jefe de los próedroi o presidentes. En Aeschin., 3 (Ctes.), 39 leemos que es el epistátes de los próedroi quien proponía que se votase en la Asamblea la ley que debía derogarse o la que debía mantenerse, para que solo hubiera una ley de cada materia.
[82]
6
44
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 44.2 - 45.1 3
4
45
πρόγραμμα αὐτοῖς. 3 οἱ δὲ παραλαβόντες τῆς τ’ εὐκοσμίας ἐπιμελοῦνται καὶ ὑπὲρ ὧν δεῖ χρηματίζειν προτιθέασιν καὶ τὰς χειροτονίας κρίνουσιν καὶ τὰ ἄλλα πάντα διοικοῦσιν καὶ τοῦ {τ’} ἀφεῖναι κύριοί εἰσιν. καὶ ἐπιστατῆσαι μὲν οὐκ ἔξεστιν πλέον ἢ ἅπαξ ἐν τῷ ἐνιαυτῷ, προεδρεύειν δ’ ἔξεστιν ἅπαξ ἐπὶ τῆς πρυτανείας ἑκάστης. 4 ποιοῦσι δὲ καὶ ἀρχαιρεσίας στρατηγῶν καὶ ἱππάρχων καὶ τῶν ἄλλων τῶν πρὸς τὸν πόλεμον ἀρχῶν ἐν τῇ ἐκκλησίᾳ, καθ’ ὅ τι ἂν τῷ δήμῳ δοκῇ· ποιοῦσι δ’ οἱ μετὰ τὴν ͞ ϛ πρυτανεύοντες ἐφ’ ὧν ἂν εὐσημία γένηται. δεῖ δὲ προβούλευμα γενέσθαι καὶ περὶ τούτων. Ἡ δὲ βουλὴ πρότερον μὲν ἦν κυρία καὶ χρήμασιν ζημιῶσαι καὶ δῆσαι καὶ ἀποκτεῖναι. καὶ Λυσίμαχον αὐτῆς ἀγαγούσης ὡς τὸν δήμιον καθήμενον ἤδη μέλλοντα ἀποθνῄσκειν Εὐμηλίδης ὁ Ἀλωπεκῆθεν ἀφείλετο, οὐ φάσκων δεῖν ἄνευ δικαστηρίου γνώσεως οὐδένα τῶν πολιτῶν ἀποθνῄσκειν. καὶ κρίσεως ἐν δικαστηρίῳ γενομένης ὁ μὲν Λυσίμαχος ἀπέφυγεν καὶ ἐπωνυμίαν ἔσχεν ὁ ἀπὸ τοῦ τυπάνου, ὁ δὲ δῆμος ἀφείλετο τῆς
5-8 Cf. X. Mem. 3.4.1, Aeschin. 3.13, D. 23.171 1 εὐκοσμίας] ευκοσμιαν L, corr. L4 • 2 κρίνουσιν] κρεινουσιν L, corr. L4 • 3 ἐπιστατῆσαι] επιστατεσαι L, corr. L4 • 4 ἐνιαυτῷ] ενιαυτων L, corr. L4 • 7 ἂν1] εν L, corr. L4 / δ’ om. L, add. L4 / μετὰ] μετατα L / πρυτανεύοντες] πρυτανεξοντες L, corr. L4? • 8 εὐσημία] ευσημεια L, corr. L4 • 11 Εὐμηλίδης K.-W. : ευμηλειδης L / Ἀλωπεκῆθεν] αλωπεθηκεν L • 12 πολιτῶν] πολειτων L • 13 δικαστηρίῳ] δικαστεριωι L, corr. L4 • 14 ἐπωνυμίαν] επωνυμαν L, corr. L4 2 δεῖ χρηματίζειν] χρηματίζειν δεῖ K.-W. : δει χρηματιζειν L, δει κ(αι) post χρηματιζειν scr. L4 s.l. • 2-3 τὰ ἄλλα] τά ἄλλα K.-W. • 3 {τ’} Bl. (1891, 304) : τ Rutherford (1891, 91) • 4 πλέον H.-L. : πλειον L • 5 δὲ καὶ S. (1891, 115) : δε και δεκ L • 10 καὶ Λυσίμαχον uel καί Λυσίμαχον conieci : καὶ Λυσίμαχον K.-W. : {καὶ} Λυσίμαχον δὲ Papageorgios (1892, 582) • 11 καθήμενον] καθημένον Gernet (1936) 333-334 : καταδεδεμένον Joseph Mayor (1891, 116) / μέλλοντα] μέλλοντα Joseph Mayor (1891, 116)
[83]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Éstos, tras recibirlo, se ocupan de mantener el orden de la sesión404, proponen los asuntos que deben tratarse, se encargan del escrutinio de los votos, organizan todo lo demás y están facultados para levantar la sesión. No está permitido ser jefe de los presidentes más que una sola vez al año, pero está permitido ser presidente405 una vez en cada pritanía. Se realizan también en la Asamblea las elecciones de generales, de jefes de caballería406 y de los demás mandos militares, de acuerdo con lo que el pueblo decida. Las convocan los prítanes designados con posterioridad a la sexta pritanía, en la fecha en que haya un signo favorable. Y debe haber también sobre esto una resolución preliminar407 del Consejo. Antes el Consejo estaba investido de autoridad para imponer multas, encarcelar y ajusticiar. el Consejo condujo a Lisímaco ante el verdugo del Estado, Eumélides de Alópece lo rescató cuando, ya sentado, estaba a punto de ser ejecutado, alegando que ningún ciudadano debía ser ejecutado sin el dictamen de un tribunal. Y al dictarse la sentencia en el tribunal, Lisímaco fue absuelto y recibió como apodo ‘el que escapó del garrote’408. Por su parte, 404 Y como presidentes los próedroi debían actuar en la Asamblea y en el Consejo como moderadores en las intervenciones de los ciudadanos, evitando las interrupciones, los insultos, etc., por lo que podrían imponer multas de cincuenta dracmas al que infrigiera la norma, cf. la ley que recoge Aeschin., 1 (Tim.), 35. 405 Próedros. 406 Cf. supra, 4, 2. 407 La Asamblea no podía discutir un asunto hasta que el Consejo hubiera deliberado sobre él y elaborado previamente una resolución o proboúleuma. Esta resolución preliminar consistía bien en una simple orden a la Asamblea para que discutiera sobre un asunto (proboúleuma ‘abierta’) o ya un proyecto trabajado con todo detalle (proboúleuma ‘concreta’), cf. Hansen, op. cit. (1991), p. 138. Al proyecto que debía ser trabajado antes por el Consejo para después someterlo a la Asamblea hace referencia Aeschin., 3 (Ctes.), 125, cf. infra, 45, 4. Para Hannick, el texto de Demóstenes 24 (Tim.) 9-14 da pie para pensar que un simple proboúleuma no adquiría inmediatamente fuerza de ley, como había defendido Hansen, cf. J. M. Hannick, “Note sur la graphè paranomôn”, AC 50, 1981, pp. 393-397. 408 No se sabe con seguridad si týmpanon era un instrumento de tortura o de ejecución. Según la obra de un lexicógrafo tardío, Synagoge Lexeon Khresimon en Lex.Seg. 438.12-15, se habla del týmpanon como una pieza de madera, como un garrote. Pero
[83]
3
4
45
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 45.1-2
2
βουλῆς τὸ θανατοῦν καὶ δεῖν καὶ χρήμασι ζημιοῦν, καὶ νόμον ἔθετο, ἄν τινος ἀδικεῖν ἡ βουλὴ καταγνῷ ἢ ζημιώσῃ, τὰς καταγνώσεις καὶ τὰς ἐπιζημιώσεις εἰσάγειν τοὺς θεσμοθέτας εἰς τὸ δικαστήριον, καὶ ὅ τι ἂν οἱ δικασταὶ ψηφίσωνται, τοῦτο κύριον εἶναι. 2 κρίνει δὲ ǁ XXIV τὰς ἀρχὰς ἡ βουλὴ τὰς πλείστας, καὶ μάλισθ’ ὅσαι χρήματα διαχειρίζουσιν· οὐ κυρία δ’ ἡ κρίσις, ἀλλ’ ἐφέσιμος εἰς τὸ δικαστήριον. ἔξεστι δὲ καὶ τοῖς ἰδιώταις εἰσαγγέλλειν ἣν ἂν βούλωνται τῶν ἀρχῶν μὴ χ[ρ]ῆσθαι τοῖς νόμοις· ἔφεσις δὲ καὶ τούτοις
4 κρίνει] κρεινει L / μάλισθ’] μαλεισθ L, corr. L3 ε . . φεσιμος L, πε in ras. agn. K.
•
5 καὶ om. L, add. L4?
•
6 ἐφέσιμος]
1 ἄν] ἐάν Fraenkel (1891, 166) • 2 ζημιώσῃ] ἐπιζημιώσῃ Papageorgios (1892, 582) ἐπιζημιώσεις] ζημιώσεις Wyse (1891a, 116)
[84]
/
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
el pueblo arrebató al Consejo la facultad de condenar a muerte, encarcelar y multar409 y se promulgó una ley en virtud de la cual, si el Consejo condenaba a alguien por un delito o lo multaba, los tesmótetas darían trámite a las condenas410 y a las multas ante el tribunal411 y sería firme la resolución que tomaran los jueces en votación secreta412. Es competencia del Consejo juzgar a la mayoría de los magistrados y, sobre todo, a cuantos gestionan el erario público; pero su sentencia no es firme, sino apelable413 ante el tribunal. Se permite también a los particulares denunciar a los magistrados414 que quieran por hacer mal uso de las leyes; pero éstos también disfrutan del recurso de apelación415 ante el tribunal si el Consejo los condena. algunos investigadores tienen dudas de que se pudiera utilizar como método de ejecución y creen que sería, más bien, un pieza de madera a la que se encadenaba al condenado y allí se le dejaba morir; sobre ello, cf. MacDowell, op. cit. (1963), pp. 111-112. 409 Este poder absoluto de la Boulé es negado por Rhodes, op. cit. (1981), p. 538, que considera esta anécdota como una invención de Aristóteles para explicar la supuesta reducción del poder judicial del Consejo, aunque en tiempos de Efialtes quizás hubiera adquirido cierto poder judicial limitado para compensar la pérdida de poder del Areópago. No obstante, Aristóteles ha incurrido en una contradicción o no se ha expresado con exactitud, cuando infra, 48, 1 afirma que en caso de defraudar un pago, el Consejo podía exigir el pago y encarcelar. Y, en efecto, sabemos por otras fuentes que en el s. IV a. C. el Consejo o Boulé podía multar hasta una cuantía de quinientas dracmas, cf. D., 47 (Euer.Mne.), 43; IG I3 105, 32, y en casos excepcionales hasta imponer la pena de muerte, cf. Hansen, op. cit. (1991), p. 258. 410 Son las katagnóseis, ‘los veredictos preliminares’, que el Consejo emitía sobre una persona cuya conducta presentaba indicios delictivos. Se trababa, por tanto, de veredictos condenatorios preliminares. También se procedía a la katágnosis cuando un magistrado era denunciado. El Consejo debía votar no a mano alzada, sino con ψῆφοι ‘votos’. Si se le multaba con más de quinientas dracmas, el asunto debía ser llevado al tribunal. Después de la katágnosis el asunto dejaba de estar en manos del Consejo. 411 Sobre ello, véase una propuesta de Timócrates, en vitud de la cual si el secretario de cada pritanía no remitía a los tesmótetas las condenas por sentencia del Consejo, los nomótetas encargarían a los Once que llevaran a los condenados ante los tribunales en el plazo de treinta días, probablemente con el fin de acortar la prisión preventiva, cf. D., 24 (Tim.), 63. 412 Del verbo utilizado, ψηφίσωνται, se deduce que en esta votación los jueces utilizarían los ψῆφοι, por tanto, era una votación secreta. 413 Por tanto, la sentencia de los jueces era firme, κυρία, mientras que las emitidas por el Consejo sobre los magistrados eran apelables, ἐφέσιμοι. 414 Se les permite a los particulares una eisangelía eis tèn boulén contra el magistrado; sobre la denuncia a los magistrados, cf. infra, 48, 2 y 4. 415 Sobre la éphesis, cf. comentario, supra, 9, 1.
[84]
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 45.2 - 46.1 3
4
46
ἐστὶν εἰς τὸ δικαστήριον ἐὰν αὐτῶν ἡ βουλὴ καταγνῷ. 3 δοκιμάζει δὲ καὶ τοὺς βουλευτὰς τοὺς τὸν ὕστερον ἐνιαυ[τ]ὸν βουλεύσοντας καὶ τοὺς ἐννέα ἄρχοντας. καὶ πρότερον μὲν ἦν ἀποδοκιμάσαι κυρία, νῦν δὲ τούτοις ἔφεσίς ἐστιν εἰς τὸ δικαστήριον. 4 τούτων μὲν οὖν ἄκυρός ἐστιν ἡ βουλή· προβουλεύει δ’ εἰς τὸν δῆμον, καὶ οὐκ ἔξεστιν οὐδὲν ἀπροβούλευτον οὐδ’ ὅ τι ἂν μὴ προγράψωσιν οἱ πρυτάνεις ψηφίσασθαι τῷ δήμῳ· κατ’ αὐτὰ γὰρ ταῦτα ἔνοχός ἐστιν ὁ νικήσας γραφῇ παρανόμων. Ἐπιμελεῖται δὲ καὶ τῶν πεποιημένων τριήρων καὶ τῶν σκευῶν καὶ τῶν νεωσοίκων, καὶ ποιεῖται καινὰς {δὲ} τριήρεις ἢ τετρήρεις, ὁποτέρας ἂν ὁ δῆμος χειροτονήσῃ, καὶ σκεύη ταύταις καὶ νεωσοίκους· χειροτονεῖ δ’ ἀρχιτέκτονας ὁ δῆμος ἐπὶ τὰς ναῦς. ἂν δὲ μὴ παραδῶσιν ἐξειργασμένα ταῦτα τῇ νέᾳ βουλῇ, τὴν δωρεὰν οὐκ ἔστιν αὐτοῖς λαβεῖν· ἐπὶ γὰρ τῆς ὕστερον βουλῆς λαμβάνουσιν. ǁ XXV ποιεῖται δὲ τὰς τριήρεις δέκα ἄνδρας ἐξ
2 ὕστερον ἐνιαυτὸν] υστερος νιαυ[.]ον L, corr. L4 / βουλεύσοντας] βουλευσωντες L, corr. L4 • 4 τούτων] τουτον L, corr. L4 • 6 μὴ] om. L, add. L3 • 10 δῆμος] νόμος L, corr. L4 • 11 ἐξειργασμένα] εξιργαζμενα L, εξιργασμενα L4 • 12 λαβεῖν] αβειν L, corr. L4 • 13 λαμβάνουσιν] desinit L3 in media pagina; reliqua pagina uacua est / ποιεῖται] incipit L4, qui in summa pagina γ τομος scr. 3 τούτοις] τούτοις K.-W. coll. 45.2 583) • 9 {δὲ} K.
•
6 τῷ δήμῳ] τὸν δῆμον Papageorgios (1892,
[85]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Procede también al examen416 de los consejeros que van a ejercer al año siguiente, así como de los nueve arcontes. Antes tenía plena soberanía para desestimarlos, pero ahora éstos417 pueden apelar ante el tribunal. Así que, aunque el Consejo no es soberano en estos asuntos, formula resoluciones preliminares418 ante la Asamblea del pueblo, y no se permite al pueblo votar ningún asunto que no haya sido deliberado previamente en el Consejo o que los prítanes no hayan notificado en el orden del día, por lo que quien gana una votación en esas precisas condiciones queda sujeto a una acción pública por ilegalidad419. Es responsable420 también de los trirremes ya construidos, de los aparejos y sus varaderos. Asimismo, manda construir los nuevos trirremes o cuadrirremes, cualesquiera de los dos que el pueblo decida en votación, así como los aparejos destinados a aquéllos y sus varaderos. Además, el pueblo elige a mano alzada una comisión de ingenieros navales. Y si no entregan421 estos trabajos concluidos al nuevo Consejo, no pueden recibir la gratificación422 (pues suelen recibirla en el ejercicio del Consejo sucesivo). Manda construir los trirremes tras elegir entre sus miembros a diez comisarios para los trirremes423.
416 Todo ciudadano que había salido por sorteo o había sido elegido para un cargo debía someterse, antes de ocuparlo, a la dokimasía o examen para constatar si reunía las condiciones necesarias. Se investigaba no sus aptitudes para ser candidato, sino sus circunstancias personales y convicciones políticas. 417 Es decir, los candidatos que en la dokimasía eran rechazados podían ejercer la éphesis o ‘apelación’. 418 Cf. supra, 44, 4. 419 Sobre la graphè paranómon, cf. comentario, supra, 29, 4. 420 Se sobrentiende el Consejo. 421 Se trata de los consejeros; sobre la gratificación que recibían se recoge una ley en Demóstenes, C. Androción: “La ley prohíbe que el Consejo pida la recompensa, si no ha construido los trirremes”, cf. D., 22 (Andr.) 8. 422 La gratificación parece que era una corona, cf. Aeschin., 1 (Tim.), 112. 423 Los trieropoioí supervisaban anualmente las construcciones de los trirremes y tenían autoridad sobre los architéktones, que hemos visto más arriba. Además, en el s. IV a. C. disponían de un tamías o tesorero, cf. M. Brillant, s.v. Trierarchia, trierarchus, en Daremberg-Saglio.
[85]
3
4
46
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 46.1 - 47.2 2
47
2
αὑτ[ῆ]ς ἑλομένη τριηροποιούς. 2 ἐξετάζει δὲ καὶ τὰ οἰκοδομήματα τὰ δημόσια πάντα, κἄν τις ἀδικεῖν αὐτῇ δόξῃ, τῷ τε δήμῳ τοῦτον [ἀπ]οφαίνει καὶ καταγνοῦσα παραδίδωσι δικαστηρίῳ. Συνδιοικεῖ δὲ καὶ ταῖς ἄλλαις ἀρχαῖς τὰ πλεῖστα. πρῶτον μὲν γὰρ οἱ ταμίαι τῆς Ἀθηνᾶς εἰσι μὲν δέκα, κλ[ηρο]ῦται δ’ εἷς ἐκ τῆς φυλῆς ἐκ πεντακοσιομεδίμνων κατὰ τὸν Σόλωνος νόμον (ἔ̣τ̣ι ̣γ[ὰρ ὁ] νόμος κύριός ἐστιν), ἄρχει δ’ ὁ λαχὼν κἂν πάνυ πένης ᾖ. παραλαμβάνου[σι δ]ὲ τό τε ἄγαλμα τῆς Ἀθηνᾶς καὶ τὰς Νίκας καὶ τὸν ἄλλον κόσμον καὶ τὰ χρ[ήματ]α ἐναντίον τῆς βουλῆς. 2 ἔπειθ’ οἱ πωληταὶ ῑ μέν εἰσι, κληροῦται δ’ εἷς ἐκ τῆς φ[υ]λ[ῆς. μ]ισθοῦσι δὲ τὰ μισθώματα πάντα, καὶ τὰ μέταλλα πωλοῦσι καὶ τὰ τέλη μ[ετὰ τ]οῦ ταμίου τῶν στρατιωτικῶν καὶ τῶν ἐπὶ τὸ θεωρικὸν ᾑρημένων ἐναντίον ̣ τ ̣ῆ̣ς ̣ [βουλῆς], καὶ κυροῦσιν ὅτῳ ἂν ἡ βουλὴ χειροτονήσῃ καὶ τὰ
4-9 *Harp. ταμίαι: παραλαμβάνουσι … βουλῆς, Poll. 8.97, 8.116, Phot. (Lex.Seg. 306.7), cf. Sud., EM 745.18 • [86]9-[87]6 *Harp. πωληταὶ καὶ πωλητήριον, Poll. 8.99, Phot., Sud., Lex.Seg. 291.17, EM 698.56, Lex.Patm. 14 9 πωληταὶ] πωλησαι L, corr. L4 1 αὑτῆς Wn. • 3 καταγνοῦσα] καταγνόντος K.-W. • 5 κληροῦται Gertz (1891, 254) / ἐκ τῆς φυλῆς] ἐκ τῆς φυλῆς Wyse (1891a, 116) : ἐκ τῆς φυλῆς Bury (1891, 181) • 12 κυροῦσιν] κυροῦσιν K.-W.
[86]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Inspecciona también todos los edificios públicos, y si cree que alguien ha cometido una falta, lo denuncia ante la Asamblea y, si aquél lo condena424, lo entrega al tribunal. Administra425 también la mayoría de los asuntos en colaboración con las demás magistraturas. En primer lugar, son diez los tesoreros de Atenea; se escoge por sorteo a uno por cada tribu y el sorteo se realiza, según la ley de Solón426 (pues aún está vigente la ley), entre los de quinientos medimnos; sin embargo, el cargo lo desempeña cualquier ciudadano que salga en el sorteo, por muy pobre que sea427. En presencia del Consejo se hacen cargo de la estatua de Atenea, las Victorias428, el resto de ornamentos y el dinero. En segundo lugar, son diez los subastadores públicos429, escogidos también por sorteo, uno por cada tribu. En presencia del Consejo, y en colaboración con el tesorero de los fondos militares y con los tesoreros elegidos para el subsidio de los espectáculos430, asignan todos los arriendos públicos y subastan431 las contratas de las minas y de los 424 Es el veredicto preliminar o katágnosis, cuando se encuentran indicios de culpabilidad en alguien antes de remitir su caso al tribunal; sobre ello, cf. supra, 45, 1. 425 El Consejo. 426 Cf. supra, 8, 1. 427 Esta incongruencia de ocupar un cargo ciudadanos pobres no se entiende si en efecto estuviera en todo su vigor la ley, a menos que en esta época la clase de los quinientos medimnos estuviera empobrecida, cf. Rhodes, op. cit. (1981), p. 551. 428 Son las Níkai, las diosas de la victoria. Desde 566 a. C. el culto a Nike en Atenas era asimilado a Atenea, donde tenía un altar y un templo en la Acrópolis. Es representada con frecuencia en las esculturas con alas a modo de mensajera que lleva la victoria. 429 Sobre los poletaí, cf. supra, 7, 3. 430 Sobre el theoricón, cf. supra, 43, 1. 431 Pese a que en el texto se utilice πωλοῦσι ‘venden’, los poletaí no venden, sino que adjudican mediante subasta un arriendo en nombre del Estado (cf. comentario, supra, 7, 3), de ahí que Liddell-Scott-Jones y Bailly nos ofrezcan el significado de ‘arrendar’, aunque en aquella época se le llamaría venta. Se ha de pensar que habría otro concepto de venta y no sería una alienación perpetua de los bienes, sino que, después de un período de tiempo, volverían de nuevo al Estado. Piénsese en la venta en redención, πρᾶσις ἐπὶ λύσει, mediante la cual no se transfería toda la propiedad; era un régimen de copropiedad y el vendedor seguía disfrutando del inmueble vendido, aunque debía pagar una renta, cf. C. Vatin, “Notes d’ épigraphie juridique”, BCH 88, 1962, p. 533. Tal como aparece en la redacción de Aristóteles, parece que el Estado en Atenas es el pro-
[86]
2
47
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 47.2-3
3
πραθέντα μέταλλα, τ[ά τ’] ἐργάσιμα τὰ εἰς τρία ἔτη πεπραμένα καὶ τὰ συγκεχωρημένα τὰ εἰς ͞ ζ ἔ[τη] πεπραμένα. καὶ τὰς οὐσίας τῶν ἐξ Ἀρείου πάγου φευγόντων καὶ τῶν ἄ ̣λ ̣λ ̣[ων] ἐν ̣α ̣ν ̣τ ̣[ίον τῆς] βουλῆς πωλοῦσιν, κατακυροῦσι δ’ οἱ ͞ θ ἄρχοντες. καὶ τὰ τέλη τὰ εἰς ἐνιαυτ[ὸ]ν πεπραμένα ἀναγράψαντες εἰς λελευκωμένα γραμματεῖα τόν τε πριάμεν[ο]ν καὶ ὅ[σ]ου ἂν πρίηται τῇ βουλῇ παραδιδόασιν. 3 ἀναγράφουσιν δὲ χωρὶς μὲν οὓς δεῖ κατὰ πρ[υτ]ανείαν ἑκάστην καταβάλλειν εἰς δέκα γραμματεῖα, χωρὶς δὲ οὓς τρὶς τοῦ [ἐ]νιαυτοῦ γραμματεῖον κατὰ τὴν καταβολὴν ἑκάστην ποιήσαντες,
4 δ’ οἱ] δ(ε) οι L
•
5 γραμματεῖα] γραμματα L, corr. L4
1 τά τ’ K.-W. : τ[ . . L, τα τ leg. Wn. • 2 συγκεχωρημένα] συγκεχωσμένα Poland (1891, 259) / –ζ mal. Ch. (1965, 36-37) : ῑ K.5 : ῑ aut γ͞ L, γ͞ leg. K.3 prob. Thomas Ch. • 3 ἄλλων ἐναντίον τῆς βουλῆς K.4 : αλλ[.] εναντ[. .] βουλ(ης) L (K.4), αλλ[(ων)] εναντ[ι(ον) τ(ης)] βουλ(ης) leg. Ch. prob. Thomas, των . . . . . εγ (uel επι) της βουλ(ης) leg. Wn. • 5 ὅσου K.-W. : ὅσα ret. Bl.2-4 prob. Ch. (1965, 37) : . .]α ̣ L
[87]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
impuestos432. A quienquiera haya elegido el Consejo en votación a mano alzada le dan garantías legales de la adjudicación de las minas433, tanto de aquellas que están en explotación, adjudicadas por tres años, como de las que son de nueva concesión, adjudicadas por siete años434. Los bienes de los exiliados435 por el Areópago y de los demás los sacan a subasta en presencia del Consejo y son garantes de la subasta los nueve arcontes. En cuanto a los impuestos adjudicados por un año, registran en tablillas blanqueadas436 tanto el nombre del adjudicatario como el importe de la adjudicación y las entregan al Consejo. Registran por separado, en diez tablillas, a los adjudicatarios que deben efectuar pagos en cada pritanía; por separado, a su vez, a los que pagan tres veces al año, consignando una tablilla para cada pago;
pietario de las minas, que arrendaba las concesiones a particulares para su explotación y disponía de una diagraphé donde se estipulaba la duración del arriendo, cf. Harpocración y la Suda, s.v. διαγραφή. En Aeschin., 1 (Tim.), 101, lo que Timarco hereda es el ergastérion, que era la fundición donde se preparaba el metal. En D., 40 (Beo. Dot.), 52 el que pronuncia el discurso recibe un préstamo para la compra de la explotación de una mina. 432 El Estado arrendaba los derechos de recoger los impuestos. Estos arriendos se hacían por adjudicación o subasta a favor del que ofreciera más. Los arrendatarios compraban esos derechos y los poseían durante cierto tiempo, por ello se utilizan los términos de compra y venta, pues era como una auténtica compra. Por Esquines, 1 (Tim.), 119, sabemos que el Consejo arrendaba (literalmente, vendía) los impuestos sobre prostitución por un año. Para los arrendatarios de impuestos, cf. D., 24 (Tim.), 40, 122, 144. 433 Los poletaí o subastadores públicos ofrecían las garantías legales a los adjudicatarios. 434 Aquellos que querían arrendar las minas debían estar sujetos a dos tipos de concesiones: según si las minas ya estaban en explotación y, por tanto, abiertas, o si se debían abrir por primera vez, cf. E. Ardaillon, s. v. metalla, en Daremberg-Saglio. Esto explica la distinción que hace aquí Aristóteles entre minas ergásima, que ya se están explotando, y synkechoreména, las de nueva concesión. Y, por tanto, también se entiende la diferencia de tiempo de la concesión. Se concedía más tiempo para las nuevas. 435 Serían los bienes de los procesados por homicidio voluntario y de los que habían herido a otro con ánimo de matar, porque no eran confiscados los bienes a los autores de homicidio involuntario, phónos akoúsios, cf. D., 23 (Aristoc.), 45. Un hombre que era acusado de homicidio intencionado podía ser condenado a muerte. Y para evitarla, solía irse al destierro antes de esperar el veredicto y sus bienes eran confiscados, cf. MacDowell, op. cit. (1963), pp. 115-116. 436 Estaban cubiertas de yeso y eran empleadas como tablón público.
[87]
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 47.3 - 48.1
4
48
χωρὶς δ’ οὓς [ἐπ]ὶ τῆς ἐνάτης πρυτανείας. ἀναγράφουσι δὲ καὶ τὰ χωρία καὶ τὰς οἰκίας τἀ[πο]γ[ρα]φέντα καὶ πραθέντα ἐν τῷ δικαστηρίῳ· καὶ γὰρ ταῦθ’ οὗτοι π ̣ω ̣λ ̣[οῦσιν. ἐστὶ] δὲ τῶν μὲν οἰκιῶν ἐν ͞ ε ἔτεσιν ἀνάγκη τὴν τιμὴν ἀποδοῦναι, τῶν δὲ χωρίων ἐν δέκα· καταβάλλουσιν δὲ ταῦτα ἐπὶ τῆς ἐνάτης πρυτανείας. 4 εἰσ[φ]έρει δὲ καὶ ὁ βασιλεὺς τὰς μισθώσεις τῶν τεμενῶν ἀναγράψας ἐν γραμματείο[ις] λελε[υ]κωμένοις. ἐστὶ δὲ καὶ τούτων ἡ μὲν μίσθωσις εἰς ἔτη δέκα, καταβάλλεται δ’ ἐπὶ τ[ῆς] θ͞ πρυτανείας· διὸ καὶ πλεῖστα χρήματα ἐπὶ ταύτης συλλέγεται τῆς π̣ρυ̣ τ̣ ανείας. 5 εἰσφέρεται μὲν οὖν εἰς τὴν βουλὴν τὰ γραμματεῖα κ[ατὰ] τὰς καταβολὰς ἀναγεγραμμένα, τηρεῖ δ’ ὁ δημόσιος· ὅταν δ’ ᾖ χρημάτ[ων κ]α ̣τ ̣α ̣βολή, παραδίδωσι τοῖς ἀποδέκταις αὐτὰ ταῦτα καθελὼν ἀπὸ [τῶν] ἐπιστυλίων, ὧν ἐν ταύτῃ τῇ ἡμέρᾳ δεῖ τὰ χρήματα καταβληθ[ῆ]ν ̣α ̣ι ̣[καὶ] ἀ ̣παλειφθῆναι· τὰ δ’ ἄλλα ἀπόκειται χωρὶς ἵνα μὴ προεξαλει[φθῆ]ι. [Εἰσὶ] δ’ ἀποδέκται δέκα κεκληρωμένοι κατὰ φυλάς· οὗτοι δὲ παραλαβόντες τὰ [γ]ραμματεῖα ἀπαλείφουσι τὰ καταβαλλόμενα χρήματα
[88]14-[89]9 *Harp. ἀποδέκται: παραλαμβάνουσι … δημοσίῳ, Poll. 8.97, Hsch., Sud., Lex.Seg. 198.1, 427.13, EM 124.41, Sch.Aeschin. 3.25
3 ἔτεσιν] ετεοιν L, corr. L4 φην(αι) L
•
12 χρήματα] χρημα L, corr. L4 / ἀπαλειφθῆναι] απαλει-
2 τἀπογραφέντα Bl.1-3 prob. Ch. : τὰ ἀπογραφέντα Wyse (1891a, 116) • 3 ἐστὶ K.-W.3 : ἔστι K.-W.1-2 • 5 τεμενῶν Wyse (1891a, 116) coll. [D.] 43.58 : μενων L • 6 γραμματείοις λελευκωμένοις Jackson (1891, 116) • 11 καθελὼν ἀπὸ τῶν L. ap. H.-L. • 12 καταβληθῆναι καὶ K.-W. • 13 προεξαλειφθῇ K.-W. : προεξαλείφηται H. (1891, 611) prob. Ch. : προεξαλει[ . . .]ι L
[88]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
y, también por separado, a los que deben pagar en la novena pritanía. Registran también las tierras y las casas confiscadas y subastadas en el tribunal, pues también ellos son los encargados de subastarlas. Es obligatorio pagar el precio de las casas en cinco años y el de las tierras en diez y estos pagos se efectúan en la novena pritanía. El arconte rey ingresa también las rentas de los terrenos sagrados437, tras haberlas registrado en tablillas blanqueadas. El arriendo de estas tierras se hace por espacio de diez años438 y el pago se efectúa en la novena pritanía. Por eso, en el ejercicio de esa pritanía439 se recauda la mayor parte del dinero. Las tablillas con los registros de los pagos son llevadas al Consejo y allí quedan bajo custodia del servidor público440. Y cuando va a efectuarse un depósito de dinero, éste recoge de los anaqueles y entrega a los recaudadores precisamente aquellas tablillas que corresponden a los pagos que deben ser realizados y cancelados ese mismo día. Las demás tablillas se dejan aparte para evitar que sean canceladas antes de tiempo. Hay diez recaudadores441 escogidos a suerte por tribus. Éstos, tras recibir las tablillas, en presencia del Consejo reunido en su 437 Un témenos era una parcela de tierra especialmente de uso común y dedicada a un dios. Podía albergar santuarios o templos, pero originalmente el témenos era propiedad de los reyes, que con frecuencia ofrecían como recompensa a sus súbditos. Se distingue de los choría públicos por el carácter sagrado que fue adquiriendo. En época helenística continúa con el mismo carácter y lo vemos como recinto consagrado a un dios, cf. IG VII 43, en la que se lee que Árete compra un témenos para dedicarlo a Posidón. 438 Era frecuente en Atenas, como en Delos, el arriendo de terrenos sagrados por diez años, cf. IG II (2) 2498, 18, aunque de forma excepcional lo encontranos por veinte años en los terrenos sagrados de Neleus; sobre ello, cf. R. Dareste - B. Haussoullier Th. Reinach, Recueil des inscriptions juridiques grecques, Roma (1891-1904), ed. anastática, 1965, p. 262. 439 Parece que era en esta pritanía cuando se daba por cerrado el ejercicio económico anual. 440 Sobre la función del esclavo público como guardían de los archivos del Estado, cf. D., 19 (Fal. Emb.), 129. 441 Los apodéktai eran los magistrados que se ocupaban de las finanzas, establecidos por Clístenes en sustitución de los colacrétai. Aristóteles los menciona en Pol. 1321b33 junto a los tesoreros como magistrados a los que compete guardar y repartir los ingresos de la ciudad.
[88]
4
48
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 48.1-4
2
3 4
ἐναντίον τ[ῆς βουλ]ῆς ἐν τῷ βουλευτηρίῳ καὶ πάλιν ἀποδιδόασιν τὰ γραμματεῖα τ[ῷ δ]ημοσίῳ· κἄν τις ἐλλίπῃ καταβολήν, ἐνταῦθ’ ἐγγέγραπται, καὶ διπλά[σιον] ἀνάγκη τὸ [ἐλ]λειφθὲν καταβάλλειν ἢ δεδέσθαι, καὶ ταῦτα εἰσπράττει[ν ἡ βο]υλὴ καὶ δῆσαι [κυ]ρία κατὰ τοὺς νόμους ἐστίν. 2 τῇ μὲν οὖν προτεραίᾳ δέχονται τὰς π[άσα]ς καὶ μερίζουσι ταῖς ἀρχαῖς, τῇ δ’ ὑστεραίᾳ τόν τε μερισμὸν εἰσφ[έρο]υσι γράψαντες ἐν σανίδι καὶ καταλέγουσιν ἐν τῷ βουλευτηρίῳ καὶ προ[τιθ]έασιν ἐν τῇ βουλῇ, εἴ τίς τινα οἶδεν ἀδικοῦντα περὶ τὸν μερισμ[ὸν ἢ ἄρ]χοντα ἢ ἰδιώτην, καὶ γνώμας ἐπιψηφίζουσιν, ἐάν τίς τι δοκῇ ἀδικ[εῖν.] 3 [κ]ληροῦσι δὲ καὶ λογιστὰς ἐξ αὑτῶν οἱ βουλευταὶ δέκα τοὺς λογιουμένους τ[αῖ]ς ἀ̣ρ̣χαῖς κατὰ τὴν πρυτανείαν ἑκάστην. 4 κληροῦσι δὲ καὶ εὐθύνους ἕνα τῆς φ[υλῆς] ἑκάστης, καὶ παρέδρους β͞ ἑκάστῳ τῶν εὐθύνων, οἷς ἀναγκαῖόν ἐστι ταῖς ἀ[γορ]αῖς κατὰ τὸν ἐπώνυμον τὸν τῆς φυλῆς ἑκάστης καθῆσθαι· κἄν τις βούλ[ητ]αί τινι τῶν τὰς εὐθύνας ἐν τῷ δικαστηρίῳ δεδωκότων ἐντὸς ͞γ ἡμ[ε]ρῶν ἀφ’ ἧς ἔδωκε τὰς εὐθύνας εὔθυναν ἄν τ’ ἰδίαν ἄν τε δ[η]μοσ[ί]α[ν] ἐμβαλέσθαι, γράψας
9-11 *Harp. λογισταὶ καὶ λογιστήρια, Poll. 8.99, Lex.Rhet.Cant., Phot. εὐθύνας, Sud., Lex.Seg. 276.17, 310.6, EM 569.32, Lex.Patm. 141 • [89]11-[90]7 *Harp. εὔθυναι, Phot. εὔθυνος, Sud. εὔθυναι2, Lex.Seg. 257.15, EM 391.30, 53; cf. Lys. 30.5 3 ἀνάγκη] αναγκηι L • 5 προτεραίᾳ] προτεραι L, corr. L4 • 6 τόν] το L, corr. L4 ἰδιώτην] ιδιοτην L, corr. L4 • 15 εὔθυναν ἄν] ευθυναντ L, corr. L4
•
8
2 ἐνταῦθ’ ἐγγέγραπται H. (1891, 323) : εντευθεν γεραπτ(αι) L • 3 διπλάσιον Bl. (1892, 573) • 5 πάσας Kaibel ap. K.-W.3 : [κ(ατα)]βολὰς Kaibel (1893, 213) : . [. . . .]ς L, π[ uel τ[ leg. Wn. prob. K.4 • 6 εἰσφέρουσι K.-W. • 7 προτιθέασιν S. (1891, 116) • 9 δοκῇ] δόξῃ Bl.4 coll. 46.2 • 12 ἀ[γορ]αῖς K. : ἀ[πογραφ]αῖς Dragoumis (1920, 159-172) : ἀ[νατολ]αῖς Rehm (1930-31, 119-122) : α . . . . . αις L, αν ̣ . . . λ ̣αις uel αν ̣ . . . σ ̣αις leg. Wn., α . . . σ ̣αις leg. Ch. • 14 γ͞ ] λ͞ Lipsius (1891b, 66) : γ L (K., Ch.), λ posse etiam legi cens. K.4 Thomas, τ leg. Wn. • 15 δημοσίαν Gertz (1891, 254)
[89]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
sede442, cancelan los pagos efectuados y entregan de nuevo las tablillas al servidor público. Si alguien deja de efectuar un pago, queda registrado allí y está obligado a pagar el doble de la cantidad impagada, y si no, es llevado a prisión, pues, de acuerdo con las leyes, el Consejo tiene pleno poder para exigir estos pagos y castigar con prisión443. Así pues, en la víspera recaudan todos los pagos y los reparten entre las magistraturas, y al día siguiente, en la sede del Consejo, presentan el reparto de los fondos consignado en una tablilla, ofrecen de él un informe detallado, plantean en sesión del Consejo si hay quien sabe de alguien, magistrado o particular, que haya cometido alguna irregularidad en el reparto y, si estiman que hay quien la haya cometido, someten a votación propuestas al respecto. Asimismo, los consejeros sortean entre ellos a diez auditores444, para que auditen las cuentas de los magistrados en cada pritanía. También escogen por sorteo a supervisores de rendición de cuentas445, uno por cada tribu, y a dos asesores para cada uno de los supervisores. En las asambleas de los demos446, éstos están obligados a sentarse frente a la estatua del héroe epónimo447 de cada tribu. Si un ciudadano desea presentar una denuncia448, ya sea privada o pú-
442
El bouleutérion. Sobre ello, cf. comentario, supra, 45, 1. 444 Sobre la función de los logistaí de supervisar las cuentas de los magistrados que dejan el cargo, cf. Aeschin., 3 (Ctes.), 15; D., 18 (Co.), 117, 229. 445 Mientras que los logistaí se limitaban a las cuentas de los magistrados, los eúthynoi inspeccionaban toda la actividad del magistrado saliente; sobre ellos, cf. M. Piérart, “Les εὔθυνοι athéniens”, AC 40, 1971, pp. 526-573, para quien estos cargos tuvieron en el s. V a. C. más poder que en el s. IV. 446 Hay una reconstrucción textual. Rehm propone ἀνατολαῖς ‘amaneceres’, Kenyon ἀγοραῖς, que puede ser traducido, como hace Wilamowitz, ‘en las horas del mercado’ o también por ‘asambleas de un demo o una tribu’. Nosotros optamos por la segunda, pero en este caso sería un arcaísmo político. 447 Cada tribu tenía un héroe del que tomaba su nombre. A los héroes se les tributaba un culto colectivo en el ágora, donde se encontraban sus estatuas. Se dice que Solón dispuso que las leyes se expusieran ante las estatuas de los héroes epónimos, cf. D., 20 (Lep.), 94. Se alzaban al sudoeste del ágora. 448 No es frecuente que eúthyna ‘rendición de cuentas’ designe, como aquí, una denuncia. Puede ocurrir cuando va en locuciones como la del texto: εὔθυναν ἐμβαλέσθαι. 443
[89]
2
3 4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 48.4 - 49.1
5
49
εἰς πινάκιον λελευκωμένον τοὔνομα τό [θ’ αὑτο]ῦ καὶ τὸ τοῦ φεύγον[τ]ος καὶ τὸ ἀδίκημ’ ὅ τι ἂν ἐγκαλῇ, καὶ τίμημα ἐ[πιγρα]ψάμενος ὅ τι ἂν αὐτῷ δοκῇ δίδωσιν τῷ εὐθύνῳ. 5 ὁ δὲ λαβὼν τοῦτο καὶ ἀν[αγνού]ς, ἐὰν μὲν καταγνῷ, παραδίδωσιν τὰ μὲν ἴδια τοῖς δικασταῖς τοῖς κατὰ δ[ή]μ[ους τ]ο[ῖ]ς τὴν φυλὴν ταύτην δικάζουσιν, τὰ δὲ δημόσια τοῖς θεσμοθέται[ς συν]α ̣ν ̣α ̣γράφει. οἱ δὲ θεσμοθέται, ἐὰν παραλάβωσιν, πάλιν εἰσάγουσιν τ ̣[ὴ]ν ̣ [ε]ὔθυναν εἰς τὸ δικαστήριον, καὶ ὅ τι ἂν γνῶσιν οἱ δικασταί, [τοῦτο κύ]ριόν ἐστιν. Δοκιμάζει δὲ καὶ τοὺς ἵππους ἡ βουλή, κἂν μέν τις καλ[ὸν ἵππον ἔχ]ων κακῶς δοκῇ τρέφειν, ζημιοῖ τῷ σίτῳ, τοῖς δὲ μὴ δυναμέν[ο]ις [ἀκολ]ουθεῖν ἢ μὴ θέλουσι μένειν ἀναγ οὖσι τροχὸν ἐπὶ τὴν γνάθ ̣ο ̣ν ̣ ἐ ̣π ̣ιβ̣ ̣άλλει, καὶ ὁ τοῦτο παθὼν ἀδόκιμός ἐστι. δοκιμάζει δὲ καὶ τοὺς προδρ[όμους] ο ̣ἵτινες ̣ ἂν αὐτῇ XXVI δοκῶǁσιν ἐπιτήδειοι προδρομεύειν εἶναι, κἄν τιν’ ἀποχειροτονήσῃ, καταβέβηκεν οὗτος. δοκιμάζει δὲ καὶ τοὺς
8-9 X. Oec. 9.15, Eq.Mag. 1.8 • 9-11 Poll. 7.186, Hsch. τρυσίππιον, Phot., Eust. ad δ 762, Zen. 4.41, Hsch. ἵππου τροχός, Phot. ἱππότροχος 2 ἐγκαλῇ] καληι L, corr. L4 • 11-12 nouum fragmentum attulit K.4, quod habet us. 11 ]αλλει κ(αι) ο τ[ , us. 12 τινες αν α[
1 θ’ αὑτοῦ Bl. (1892, 573) • 2 ἐπιγραψάμενος H. ap. H.-L. : ἐγγραψάμενος fort. legendum esse cens. Ch. • 3 ἀναγνούς Bl. (1891, 304) : ἀνακρίνας Lipsius (1891b, 66) / μὲν del. K.-W. • 5 δικάζουσιν Richards, Thompson (1891, 229) : εἰσάγουσιν ret. edd. plur. : εισαγουσιν L / συναναγράφει Wn. : ἀναγράφει K. • 6 τὴν K.1 prob. Ch. : ταύτην τὴν Bl. (1892, 573) • 7 τοῦτο κύριόν K.-W. • 8 καλὸν ἵππον ἔχων K.-W. : καλὸν δυνατὸς ὢν Bl.3-4 : καλ . . . . . ων L, ante ων uel σ uel χ agn. K.4 Thomas, dub. Ch. • 10 ἀκολουθεῖν Wyse (1891a, 116) coll. X. Mem. 3.3.4 • ἀναγ οὖσι L. ap. H.-L. coll. X. Mem. 3.3.4 : ἀλλ’ ἀνάγουσι Bl.1-3 : ἀναβαίνουσι Th. : ἀνάγουσι ret. K.1 : αναγουσι L, λλ super να scr. L4 • 13 τιν’ ἀποχειροτονήσῃ Wyse (1891b, 545) : τινα προχειροτονησηι L
[90]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
blica, contra alguien que haya rendido cuentas en el tribunal, en el plazo de tres días desde que rindiera cuentas procede a inscribir en una tablilla blanqueada su propio nombre y el del acusado, el delito que le imputa, además de la multa que le parezca oportuna, y se la da al supervisor. Una vez que éste la ha recibido y leído, en caso de formular un veredicto condenatorio449, remite las denuncias de carácter privado a los jueces de demos450 que administran justicia451 en esa tribu, y a los tesmótetas notifica por escrito las denuncias de carácter público. Si los tesmótetas se hacen cargo de ellas, dan trámite a su vez ante el tribunal a la denuncia de rendición de cuentas y el veredicto que emitan los jueces, ése es firme. Es asimismo competencia del Consejo verificar el estado de los caballos. Si estima que el propietario de un buen caballo lo alimenta mal, le impone la multa de sufragar el grano. A los caballos que no son capaces de seguir el paso o no quieren permanecer en su puesto, porque son indóciles, se les marca una rueda en la quijada y al que le ocurra esto no se le da el visto bueno. Examina también el cuerpo de caballería de vanguardia y decide quiénes son aptos para pertenecer a dicho cuerpo. Si emite un voto negativo contra alguien, éste queda privado de su montura452. Inspecciona también a los soldados de infantería que combaten con la caballería453 y, si emite un voto negativo contra alguno, éste deja de percibir la soldada.
Todo ciudadano podía denunciar la rendición de cuentas de un magistrado (cf. D., 19 (Fal. Emb.), 81) que había incurrido en robo o malversación de fondos públicos, cf. Aeschin., 3 (Ctes.), 10; D., 24 (Tim.), 112. 449 Sobre la katágnosis, cf. comentario, supra, 45, 1. 450 Cf. supra, 16, 5. 451 Δικάζειν en época de Aristóteles significaba, ‘juzgar’, pues se confunde con κρίνειν, pero en tiempos de Dracón, significaba ‘presidir’ el tribunal y ‘pronunciar la sentencia’, cf. Dareste - Haussoullier - Reinach, op. cit., vol. 2, p. 13. 452 Literalmente “tiene que bajarse del caballo”, es decir, no ser jinete. 453 Los hámippoi son los soldados de infantería que combaten entre la caballería, cf. Th., V 57, 2; X., HG VII 5, 24.
[90]
5
49
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 49.1-4 2
3
4
ἁμίππους, κἄν τιν’ ἀποχειροτονήσῃ, πέπαυται μισθοφορῶν οὗτος. 2 τοὺς δ’ ἱππέας καταλέγουσι μὲν οἱ καταλογεῖς, οὓς ἂν ὁ δῆμος χειροτονήσῃ δέκα ἄνδρας· οὓς δ’ ἂν καταλέξωσι παραδιδόασι τοῖς ἱππάρχοις καὶ φυλάρχοις, οὗτοι δὲ παραλαβόντες εἰσφέρουσι τὸν κατάλογον εἰς τὴν βουλὴν καὶ τὸν πίνακ’ ἀνοίξαντες, ἐν ᾧ κατασεσημασμένα τὰ ὀνόματα τῶν ἱππέων ἐστί, τοὺς μὲν ἐξομνυμένους τῶν πρότερον ἐγγεγραμμένων μὴ δυνατοὺς εἶναι τοῖς σώμασιν ἱππεύειν ἐξαλείφουσι, τοὺς δὲ κατειλεγμένους καλοῦσι· κἂν μέν τις ἐξομόσηται μὴ δύνασθαι τῷ σώματι ἱππεύειν ἢ τῇ οὐσίᾳ, τοῦτον ἀφιᾶσιν, τὸν δὲ μὴ ἐξομνύμενον διαχειροτονοῦσιν οἱ βουλευταὶ πότερον ἐπιτήδειός ἐστιν ἱππεύειν ἢ οὔ. κἂν μὲν χειροτονήσωσιν, ἐγγράφουσιν εἰς τὸν πίνακα, εἰ δὲ μή, καὶ τοῦτον ἀφιᾶσιν. 3 ἔκρινεν δέ ποτε καὶ τὰ παραδείγματα καὶ τὸν πέπλον ἡ βουλή, νῦν δὲ τὸ δικαστήριον τὸ λαχόν· ἐδόκουν γὰρ οὗτοι καταχαρίζεσθαι τὴν κρίσιν. καὶ τῆς ποιήσεως τῶν Νικῶν καὶ τῶν ἄθλων τῶν εἰς τὰ Παναθήναια συνεπιμελεῖται μετὰ τοῦ ταμίου τῶν στρατιωτικῶν. 4 δοκιμάζει δὲ καὶ τοὺς ἀδυνάτους ἡ βουλή· νόμος γάρ ἐστιν ὃς κελεύει τοὺς ἐντὸς τριῶν μνῶν κεκτημένους καὶ τὸ σῶμα πεπηρωμένους, ὥστε μὴ
[91]15-[92]3 *Harp. ἀδύνατοι, Hsch., Lex.Seg. 200.3, 345.15; cf. Sud. 5 κατασεσημασμένα] κ(ατα)σεσησμ(εν)α L, corr. L4 • 6 ἐγγεγραμμένων] ενγεγραμμ(εν) L, ενγεγραμμ(εν)ων L4 • 7 ἐξαλείφουσι] εξαλιφουσι L • 9 πότερον] ποτηρον L, corr. L4 • 10 ἐγγράφουσιν] ενγραφουσιν L • 12 ἐδόκουν] εδοκο(υν) L, κουν add. L4 s.l. • 15 δοκιμάζει] δοκακιμαζει L, corr. L4 • 16 πεπηρωμένους] πεπληρωμενους L, corr. L4 1 ἁμίππους Wyse (1891a, 116) : ανιππους L / τιν’ ἀποχειροτονήσῃ Wyse (1891b, 545) : τινα προχειροτονησηι L / • 8 ἐξομόσηται K. : ἐξομνύηται K.-W. : εξομησηται L • 11 καὶ3] τὰ εἰς Bl.
[91]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Los caballeros son alistados por los oficiales de reclutamiento, los cuales son elegidos a mano alzada por la Asamblea del pueblo, en número de diez. Entregan los nombres de los caballeros reclutados a los jefes de caballería y a los jefes de escuadrón454 y éstos, tras recibir la lista de reclutamiento, la presentan ante el Consejo. Tras abrir la tablilla, en la que están recogidos los nombres de los caballeros, los consejeros borran de la lista a aquellos que, inscritos con anterioridad, alegan bajo juramento que no están en condiciones de cabalgar por razones físicas. Luego van llamando a los que acaban de alistarse y, si alguien alega bajo juramento la imposibilidad de cabalgar por motivos físicos o económicos455, a éste lo eximen. En cuanto al que no hace ninguna alegación bajo juramento, los consejeros votan a mano alzada si es apto o no para cabalgar; si sale elegido, registran su nombre en la tablilla, y si no, a éste también lo eximen. Antes el Consejo decidía sobre los modelos456 y el peplo457, pero ahora es el tribunal que se designe al azar, pues los consejeros tenían fama de aceptar favores en sus decisiones. De la realización de las Victorias458 y de los premios para las Panateneas también se encarga el Consejo en colaboración con el tesorero de los fondos militares. El Consejo examina asimismo a los inválidos. Hay, en efecto, una ley que prescribe que quienes posean menos de tres minas y estén impedidos hasta el punto de no poder realizar ningún trabajo, sean examinados por el Consejo y perciba cada uno, a cuenta del Estado, dos
454
Sobre los hípparchoi, cf. supra, 4, 2; sobre los phýlarchoi, cf. supra, 30, 2. El poder adquisitivo de un jinete era un requisito importante para pertenecer al cuerpo de caballería, dado que él debía adquirir su propio caballo, aunque percibía un subsidio para su alimentación, cf. supra, 49, 1, donde vemos que se sancionaba con la supresión del subsidio del grano para el mantenimiento del caballo a quien no se había preocupado de alimentarlo. 456 Este término paradeígmata aparece aquí sin definir. Es posible que se trate de planos arquitectónicos, pero también modelos de estatuas etc., aunque incluso se ha sugerido que pudiera referirse al diseño del peplo. 457 El vestido bordado que se ofrecía en las procesiones de las Panateneas. 458 Cf. supra, 47, 1. 455
[91]
2
3
4
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 49.4 - 50.2
5
50 2
δύνασθαι μηδὲν ἔργον ἐργάζεσθαι, δοκιμάζειν μὲν τὴν βουλήν, διδόναι δὲ δημοσίᾳ τροφὴν δύο ὀβολοὺς ἑκάστῳ τῆς ἡμέρας. καὶ ταμίας ἐστὶν αὐτοῖς κληρωτός. 5 συνδιοικεῖ δὲ καὶ ταῖς ἄλλαις ἀρχαῖς τὰ πλεῖσθ’, ὡς ἔπος εἰπεῖν. Τὰ μὲν οὖν ὑπὸ τῆς βουλῆς διοικούμενα ταῦτ’ ἐστίν. κληροῦνται δὲ καὶ ἱερῶν ἐπισκευασταὶ δέκα ἄνδρες, οἳ λαμβάνοντες τριάκοντα μνᾶς παρὰ τῶν ἀποδεκτῶν ἐπισκευάζουσιν τὰ μάλιστα δεόμενα τῶν ἱερῶν· 2 καὶ ἀστυνόμοι δέκα· τούτων δὲ ͞ε μ ̣ὲ ̣ν ̣ ἄρχουσιν ἐν Πειραιεῖ, πέντε δ’ ἐν ἄστει, καὶ τάς τε αὐλητρίδας καὶ τὰς ψαλτρίας κ[αὶ] τὰς κιθαριστρίας οὗτοι σκοποῦσιν ὅπως μὴ πλείονος ἢ δυοῖν δραχμαῖν μισθωθήσονται, κἂν πλείους τὴν αὐτὴν σπουδάζωσι λαβεῖν, οὗτοι διακληροῦσι καὶ τῷ λαχόντι μισθοῦσιν. καὶ ὅπως τῶν κοπρολόγων μηδεὶς ἐντὸς ῑ σταδίων τοῦ τείχους καταβαλεῖ κόπρον ἐπιμελοῦνται. καὶ τὰς ὁδοὺς κωλύουσι κατοικοδομεῖν καὶ δρυφάκτους ὑπὲρ τῶν ὁδῶν ὑπερτείνειν καὶ ὀχετοὺς μετεώρους εἰς τὴν ὁδὸν ἔκρουν
[92]6-[93]2 *Harp. ἀστυνόμος, Sud., Lex.Seg. 455.24, Sch.D. 24.224; cf. Pl. Lg. 759a, 763c, 779c, Pol. 1321b 18-27, 1331b 9-12, D. L. 6.90 • 8-10 Pl. Prt. 347c, Hyp. 4.3, Sud. διάγραμμα1
1 δοκιμάζειν μὲν] δοκιμαζει δ(ε) L, corr. L4 • 3 συνδιοικεῖ] συνοικει L, corr. L4 • 5 λαμβάνοντες om. L, add. L4 s.l. • 7 Πειραιεῖ] πειραει L • 8 οὗτοι] ουτο L, corr. L4 • 11 ῑ σταδίων] ιδιων L, corr. L4 • 12 ἐπιμελοῦνται] επιμελονται L • 13 ἔκρουν] εκρουν L, εχρουν L4 3 {συνδιοικεῖ δὲ καὶ ταῖς ἄλλαις ἀρχαῖς τὰ πλεῖσθ’, ὡς ἔπος εἰπεῖν} H.-L. prob. Bl.4 δυοῖν δραχμαῖν H.-L. : δυειν δραχμαις L • 10 σπουδάζωσι Bl.2 : σπουδασωσι L
[92]
•
9
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
óbolos por día en concepto de manutención459. Éstos tienen también un tesorero escogido por sorteo. Por decirlo en una palabra, el Consejo colabora en la administración de la mayor parte de los asuntos con el resto de las magistraturas. Éstas son las competencias administradas por el Consejo. Asimismo, son escogidos por sorteo diez restauradores460 de templos, que con un presupuesto de treinta minas461, recibidas de los recaudadores462, realizan las restauraciones más necesarias de los templos. También diez policías urbanos463, de los cuales cinco ejercen en el Pireo y los otros cinco en la ciudad. Éstos inspeccionan a las flautistas, las arpistas y las citaristas para que sus servicios no puedan ser contratados por más de dos dracmas y, en caso de que muchos individuos estén interesados en obtener los servicios de una misma mujer, ésos la sortean y la adjudican a quien le haya tocado en suerte. Asimismo, se encargan de que ningún basurero arroje basura a menos de diez estadios de la muralla. Tienen también la misión de impedir que se construya invadiendo las calles, se levanten balcones hacia la calle, se hagan canalones464 en alto que viertan en la calle y se abran ventanas a
459 Recordemos el discurso En defensa del inválido de Lisias, donde un disminuido físico se queja de no recibir ya el subsidio del Estado. 460 Los episkeuastaí también restauraban objetos procesionales, cf. D., 22 (Andr.), 78. 461 En época helenística se recurría también a subscripciones públicas, cf. el estudio de Migeotte sobre las subscripciones femeninas para restaurar templos de Rodas y Cos, L. Migeotte, “Une souscription de femmes à Rhodes”, BCH, 1993, pp. 349-358; L. Migeotte, “Cinq souscriptions féminines à Cos à la période hellénistique”, REA 100, 1998, pp. 565-578. 462 Sobre los apodéktai, cf. supra, 47, 5 y 48, 1. 463 Los astynómoi son magistrados de competencias urbanas que no solo se ocupaban de todo lo referente al urbanismo de la ciudad, como hacer respetar los límites de la vía pública, sino también de la vigilancia de las calles y del orden público, a modo de policías, cf. Arist., Pol. 1321b18-24. Sin embargo, en Iseo, 1 (Cleo.), 15, un astynómos es depositario de un acta testamentaria, pero no parece que tuviera ese cometido como un funcionario civil, sino simplemente la recibiría a título personal. 464 Parece que se refiere a los conductos que antiguamente solían ponerse debajo de los tejados para la recogida del agua de la lluvia.
[92]
5
50
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 50.2 - 51.3
51 2
3
ἔχοντας ποιεῖν καὶ τὰς θυρίδας εἰς τὴν ὁδὸν ἀνοίγειν. καὶ τοὺς ἐν ταῖς ὁδοῖς ἀπογιγνομένους ἀναιροῦσιν, ἔχοντες δημοσίους ὑπηρέτας. Κληροῦνται δὲ καὶ ἀγορανόμοι , πέντε μὲν εἰς Πειραιέα, ͞ ε δ’ εἰς ἄστυ. τούτοις δὲ ὑπὸ τῶν νόμων προστέτακται τῶν ὠνίων ἐπιμελεῖσθαι πάντων, ὅπως καθαρὰ καὶ ἀκίβδηλα πωλήσεται. 2 κληροῦνται δὲ καὶ μετρονόμοι , πέντε μὲν εἰς ἄστυ, ͞ ε δὲ εἰς Πειραιέα· καὶ οὗτοι τῶν μέτρων καὶ τῶν σταθμῶν ἐπιμελοῦνται πάντων, ὅπως οἱ πωλοῦντες χρήσονται δικαίοις. 3 ἦσαν δὲ καὶ σιτοφύλακες κληρωτοὶ , πέντε μὲν εἰς Πειραιέα, πέντε δ’ εἰς ἄστυ, νῦν δ’ εἴκοσι μὲν εἰς ἄστυ, πεντεκαίδεκα δ’ εἰς Πειραιέα. οὗτοι δ’ ἐπιμελοῦνται πρῶτον μὲν ὅπως ὁ ἐν ἀγορᾷ σῖτος ἀργὸς ὤνιος ἔσται δικαίως, ἔπειθ’ ὅπως οἵ τε μυλωθροὶ πρὸς τὰς τιμὰς τῶν κριθῶν τὰ ἄλφιτα πωλήσουσιν καὶ οἱ ἀρτοπῶλαι πρὸς τὰς τιμὰς τῶν πυρῶν τοὺς ἄρτους καὶ τὸν σταθμὸν ἄγοντας ὅσον ἂν οὗτοι τάξωσιν· ὁ γὰρ νόμος τούτους κελεύει
3-5 *Harp. ἀγορανόμοι, Hsch., Sud., Lex.Seg. 455.24, 199.24, 330.13, EM 13.8; cf. Lys. 22.16, X. Smp. 2.20, Pl. Lg. 764b, 917b, D. 24.112, Pol. 1299b 17, 1321b 12-14, 1331b 9 • 5-7 *Harp. μετρονόμοι, Phot., Lex. Seg. 278.25 • 8-13 *Harp. σιτοφύλακες, Phot., Sud., Lex.Seg. 300.19; cf. D. 20.32
8 Πειραιέα] περαιεα L 3 Papageorgios (1892, 591) • 5 πωλήσεται Kaibel (1893, 220-221) : πωληται L • • 6 Papageorgios l.c. • 7 χρήσονται Bl. (1891, 304) : χρησωνται L • 8 K.W. ex Harp. • 9 εἴκοσι] εἰσὶ ͞ιε K.-W.1 : εἰσὶ ͞λ, ͞ιε Wilamowitz (1893, 219 n. 64)
[93]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
la calle. Y a los que mueren en las calles los recogen, pues cuentan con servidores públicos. Asimismo, son escogidos por sorteo policías del mercado465, cinco destinados al Pireo y cinco a la ciudad. Éstos tienen asignado por las leyes el cometido de vigilar todas las mercancías, a fin de que se vendan en buenas condiciones y sin adulterar. Son también escogidos por sorteo agentes de pesos y medidas466, cinco destinados a la ciudad y cinco al Pireo. Éstos se encargan de todas las medidas y pesos, para que los vendedores hagan de ellos un uso cabal. Había también, escogidos por sorteo, guardianes del grano467, cinco para el Pireo y cinco para la ciudad, pero ahora son veinte para la ciudad y quince para el Pireo. Éstos se preocupan, en primer lugar, de que el grano sin moler que hay en el mercado se ponga a la venta a precio justo; en segundo lugar, de que los molineros vendan la harina de acuerdo con el precio de la cebada y los panaderos el pan468 de acuerdo con el precio del trigo y según el peso que éstos fijen, pues la ley dispone que ésos lo fijen. 465 Los agoranómoi eran inspectores de mercado que vigilaban las ventas, cf. Arist., Pol. 1299b17. Y debían también inspeccionar, como los metronómoi, los pesos, a lo que hace alusión Jenofonte en Symposion 2, 20. 466 Los metronómoi eran los que inspeccionaban los pesos y medidas para que no hubiera fraude. 467 Los sitophýlakes llevaban el control del trigo que se comerciaba y registraban las entradas aduaneras de trigo, cf. D., 20 (Lep.), 32. Sin embargo, aquí, como en Harpocración, s.v. σιτοφύλακες, citando a Aristóteles, parecen más bien inspectores de abastos. El incremento del número de ellos de diez a treinta y cinco, según Keaney, op. cit. (1970), p. 335, debió de ocurrir en 330/329 a. C. El cereal tenía una gran presencia en la mesa griega, pero en la época micénica había otros gustos culinarios. Los micénicos eran grandes consumidores de carne, pero a partir de época homérica el cereal se introduce como base de su alimentación. El hecho de que los griegos se hicieron fundamentalmente farináceos es explicado por razones socio-políticas. La redistribución de la tierra que alentaba la nueva época aristocrática dejaba pocas tierras para pasto de ganado. La falta de campo para los pastos hizo que los griegos recurrieran a otras formas de aprovechar el campo, por lo que aprendieron a utilizar el cereal, cf. T. Ph. Howe, “Linear B and Hesiod’s Breadwinners”, TAPhA, 1958, p. 55. 468 En época clásica los griegos aprendieron a fabricar el pan y conocieron muchas especies, como nos indica Ateneo en Deipnosophistaí III 110 ss, pero la rica variedad de pan no estaba al alcance de todos; el pan de trigo solo se lo permitían los ricos, la μᾶζα era la comida de los pobres.
[93]
51
2
3
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 51.3 - 52.1 4
52
τάττειν. 4 ἐμπορίου δ’ ἐπιμελητὰς δέκα κληροῦσιν. τούτοις δὲ προστέτακται τῶν τ’ ἐμπορίων ἐπιμελεῖσθαι καὶ τοῦ σίτου τοῦ καταπλέοντος εἰς τὸ σιτικὸν ἐμπόριον τὰ δύο μέρη τοὺς ἐμπόρους ἀναγκάζειν εἰς τὸ ἄστυ κομίζειν. Καθ[ι]στᾶσι δὲ καὶ τοὺς ἕνδεκα κληρωτοὺς, ἐπιμελησομένους τῶν ἐν τῷ δεσμωτηρίῳ, καὶ [τ]οὺς ἀπαγομένους κλέπτας καὶ τοὺς ἀνδραποδιστὰς καὶ τοὺς λωποδύτας, ἂν μὲν [ὁμ]ολ[ο]γῶ]σι, θανάτῳ ζημιώσοντας, ἂν δ’ ἀμφισβητῶσιν, εἰσάξοντας εἰς τὸ δικαστήριον, κἂν μὲν ἀποφύγωσιν, ἀφήσον-
1-3 *Harp. ἐπιμελητὴς ἐμπορίου: ἐμπορίου … κομίζειν, Sud. ἐπιμελητὰς ἐμπορίου, ἐπιμεληταί2, Lex. Seg. 255.22, EM 362.6 • [94]4-[95]4 Poll. 8.102, Hsch. ἕνδεκα, Sud., Lex.Seg. 250.4, 10, 310.14, EM 338.31, Lex.Patm. 13, 16, Lex.Vind. 88, Sch.Ar.V. 1108, Sch.Luc. 4.170; cf. Phot. ἡγεμονία δικαστηρίου2, Sud.1 6 ζημιώσοντας] ζημιωθησοντας L / ἂν] εν L
•
6-7 ἀμφισβητῶσιν] αμφιβητωσιν L
2 σιτικὸν] ἀστικὸν Harp., Lex. Seg. : Ἀττικὸν Sud. (et Harp. codd. nonnulli) • 4 κληρωτοὺς] κληρωτοὺς Rutherford (1891, 91) : κλήρω τοὺς K.-W.3 • 5 ἀπαγομένους] ἀπαγομένους K.-W. • 5-6 καὶ τοὺς ἀνδραποδιστὰς καὶ τοὺς λωποδύτας] καὶ {τοὺς} ἀνδραποδιστὰς καὶ {τοὺς} λωποδύτας H. ap. H.-L. • 6 ὁμολογῶσι K. coll. Lex. Seg., Poll.
[94]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Escogen por sorteo a diez inspectores469 de la lonja del puerto470. A éstos se les tiene asignada la tarea de ocuparse de las mercancías, así como de obligar a los comerciantes a transportar471 a la ciudad dos tercios del grano que llega por mar a la lonja de cereales472. Nombran también por sorteo a los Once473 para que se encarguen de los presos que están en la cárcel y castiguen con la pena de muerte, si confiesan, a los ladrones, a los secuestradores474 y a los atracadores475 que les sean entregados bajo arresto476, o los lleven ante el tribunal477, si no reconocen el delito; entonces, si salen absueltos, han
469 Aquí los epimeletaí tienen como atribución la inspección de las lonjas y aduanas portuarias; para otras de sus funciones, cf. infra, 56, 4; 57, 1. 470 Literalmente inspectores del ‘emporio’. El emporio en Atenas era el lugar donde los comerciantes concurrían para realizar sus negocios orientados fundamentalmente al comercio marítimo, cf. D., 35 (Lacr.), 1-2. 471 Las leyes obligaban a transportar el trigo a Atenas y cualquier ciudadano podía denunciar a quien prestara dinero con garantía de una nave que no fuera a transportar trigo a Atenas, cf. D., 35 (Lacr.), 51 y D., 32 (Zen.), 1. 472 Esto no quiere decir que el otro tercio se dejara a los comerciantes para que lo vendieran libremente. Según Gauthier, se sabe por los documentos epigráficos que dos tercios debían ser vendidos en los mercados de la ciudad y el restante se llevaba al ágora del Pireo, cf. Ph. Gauthier, “De Lysias à Aristote (Ath. Pol., 51, 4). Le commerce du grain à Athènes et les fonctions des sitophylakes”, RD 59, 1981, pp. 5-28. 473 Sobre los Once, cf. comentario, supra, 7, 3. Vemos aquí que los Once tienen atribuciones para ejecutar a un delincuente sin un juicio previo, si ha sido sorprendido en el acto y confeso. 474 Los andrapodistaí eran otro tipo de kakoûrgoi o malhechores que se dedicaban a secuestrar a hombres libres para venderlos como esclavos. 475 Denominaban lopodýtai a los que robaban, sobre todo, prendas de ropa a los viajeros, por ejemplo, o a los bañistas. 476 Es decir, los ladrones sobre los que se había ejercido la apagogé o ‘detención en flagrante’. Cualquier ciudadano, que sorprendiera flagrante delicto a un ladrón, estaba autorizado por ley a detenerlo y conducirlo ante los magistrados (Biscardi, op. cit., p. 259). Es decir, hacían uso de la apagogé, pero, según Caillemer, s.v. Apagogé, en Daremberg-Saglio, el ladrón debía ser sorprendido, además, de noche. El ciudadano que había ejercido la apagogé tenía que enviar al magistrado un escrito donde indicase el delito cometido por el acusado. Demóstenes, 24 (Tim.), 113 refiere una ley de Solón que establecía que, si alguien robaba durante el día una cantidad superior a cincuenta dracmas, se le pudiese detener y conducir ante los Once, pero si el robo lo cometía de noche, se permitía matar al ladrón o herirlo. 477 Esquines menciona esta disposición legal, cf. Aeschin., 1 (Tim.), 113.
[94]
4
52
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 52.1-2
2
τας, εἰ δὲ μή, τότε θανατώσοντας, καὶ τὰ ἀπογραφόμενα χωρία καὶ οἰκίας εἰσάξοντας εἰς τὸ δικαστήριον, καὶ τὰ δόξαντα δημόσια εἶναι παραδώσοντας τοῖς πωληταῖς, καὶ τὰς ἐνδείξεις εἰσάξοντας· καὶ γὰρ ταύτας εἰσάγουσιν οἱ ἕνδεκα. εἰσάγουσι δὲ τῶν ἐνδείξεών τινας καὶ οἱ θεσμοθέται. 2 κληροῦσι δὲ καὶ εἰσαγωγέας ͞ ε ἄνδρας, οἳ τὰς ἐμμήνους εἰσάγουσι δίκας, δυοῖν φυλαῖν ἕκαστος. εἰσὶ δ’ ἔμμηνοι προικός, ἐάν τις ὀφείλων μὴ ἀποδῷ, κἄν τις ἐπὶ δραχμῇ δανεισάμενος ἀποστερῇ, κἄν τις ἐν ἀγορᾷ βουλόμενος ἐγράζεσθαι
[95]4-[97]3 Poll. 8.101, Hsch. εἰσαγωγῆς, Lex.Seg. 246.14 3 εἰσάξοντας] αξοντας L, corr. L4 • 5 φυλαῖν] φυλαν L • 6 ἕκαστος] εκαστοις L, corr. L4 / μὴ] μηι L, corr. L4 • 7 δανεισάμενος] δανισαμενος L / ἐν] εαν L 5 τὰς ἐμμήνους εἰσάγουσι δίκας] ἐμμήνους εἰσάγουσι τὰς δίκας Kaibel (1893, 224) • 6 εἰσὶ δ’ ἔμμηνοι del. Papageorgios (1892, 593), Kaibel (1893, 224) / ἀποδῷ] ἀποδιδῷ Bl. (1891, 304)
[95]
5
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
de soltarlos, y si no, aplicarles la pena de muerte. Asimismo, se encargan de dar trámite ante el tribunal478 al registro de las tierras y de las casas confiscadas, de entregar a los subastadores públicos479 los bienes que hayan sido declarados propiedad del Estado y de dar trámite a las delaciones480, pues a éstas les dan trámite los Once481, aunque a algunas delaciones se lo dan también los tesmótetas. Escogen asimismo por sorteo a cinco tramitadores482, uno para cada dos tribus, quienes se encargan de dar trámite a las causas privadas mensuales. Son causas mensuales las referentes a la dote483, esto es, si alguien que la ha prometido no la entrega; o también los casos en que alguien, habiendo recibido un préstamo con interés de una dracma, rehúsa pagar la deuda484; o si uno que desea trabajar en el mercado toma prestado de alguien un capital inicial. Son también mensuales las causas por agresiones485, las referentes a préstamos de amis478 Considerando los pasajes de Aristóteles donde se dice que los magistrados llevaban al tribunal algunos casos o procedimientos, Scafuro concluye que la ley otorgaba a los magistrados el privilegio de presidir un tribunal o lo que podríamos llamar hegemonia dikasteriou, cf. A. C. Scafuro, “Magistrates with Hegemony in the Courts of Athens”, Symposion 2003, AGR 17, Wien 2006, pp. 27- 52. 479 Sobre los poletaí o ‘subastadores públicos’, cf. supra, 7, 3; 47, 2. 480 Sobre la éndeixis, cf. comentario, supra, 29, 4. 481 Demóstenes en C. Lácrito confirma que los Once se encargaban de tramitar las acciones contra los saqueadores, ladrones y malhechores, cf. D., 35 (Lacr.), 47. 482 Aunque los eisagogeîs en sentido amplio son todos los magistrados que llevan las causas al tribunal, aquí tienen un sentido más específico y se trataría de un colegio de magistrados, cuya existencia está atestiguada desde 425 a.C. Tenían ciertas atribuciones judiciales y dirigían las causas privadas mensuales. 483 La díke proikós era una acción privada para reclamar la dote prometida pero no pagada, como dice Aristóteles, y sería, entonces, intentada por el marido. Pero también se podría entender una acción para exigir la devolución de aquélla, cuando llega la disolución matrimonial, que sería emprendida por el padre de la esposa, aunque no hay suficientes razones para pensar que la díke proikós sirviera para los dos casos, cf. Harrison, op. cit., p. 51. 484 Cf. D., 21 (Mid.), 44. 485 La díke aikeías era la acción ejercida contra alguien por actos de violencia y golpes; parece de categoría inferior a las que se emprendían por ultraje, la graphè hýbreos, que era llevada ante los tesmótetas, mientras que la díke aikeías ante los Cuarenta en tiempos de Demóstenes, cf. D., 37 (Pant.), 33. Al margen de que haya o no intención de provocar los golpes, sobre lo que no reina el acuerdo entre los investigadores (cf. Caillemer, s.v. Aikias dikè, en Daremberg-Saglio), hay una gran diferencia entre
[95]
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 52.2-3
3
δανείσηται παρά τ[ι]νος ἀφορμήν· ἔτι δ’ αἰκείας καὶ ἐρανικαὶ καὶ κοινωνικαὶ καὶ ἀνδραπόδων καὶ ὑποζυγίων καὶ τριηραρχίας καὶ τραπεζιτικαί. 3 οὗτοι μὲν
1 δανείσηται] δανισηται L 1-2 ἐρανικαὶ καὶ κοινωνικαὶ ... τριηραρχίας καὶ τραπεζιτικαὶ H.-L. : ἐρανικαὶ καὶ κοινωνικαὶ ... τριηραρχιαὶ καὶ τραπεζιτικαὶ Bury (1891, 182) : ἐρανικὰς καὶ κοινωνικὰς ... τριηραρχίας καὶ τραπεζιτικὰς Bl. : ἐρανικὰς καὶ κοινωνικὰς ... τριηραρχιὰς καὶ τραπεζιτικὰς K.-W.3 : ερανικας κ(αι) κοινωνικας ... τριηραρχιας κ(αι) τραπεζιτικας L
[96]
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
tad486, las concernientes a corporaciones, las causas por los esclavos y animales de carga487 y por el sostenimiento de los trirremes488, así como las relacionadas con los negocios bancarios.
estas dos acciones. Un delito de aikeía solo supone, para el que sale condenado, una multa que deberá pagar al demandante y no la pena capital, como podría ser la condena en una graphè hýbreos. Acerca de las nómoi tês aikeías y tês hýbreos, cf. D., 21 (Mid.), 35. 486 Éranos es un préstamo de dinero de características diferentes al daneismós, porque se presta de forma gratuita, sin intereses. Pero éranos en época helenística significaba, sobre todo, una asociación de personas que se reunían y hacían comidas en común. Se sostenía gracias a las rentas de los capitales de los miembros que pertenecían a ella. Se recurriría entonces a las eranikaì díkai para cobrar las subscripciones de los miembros, etc. En este pasaje aristotélico las eranikaì díkai serían concernientes a un préstamo hecho por varias personas a un amigo, pero, incluso sin intereses, engendrarían una obligación civil de devolución que, no efectuada, se reclamaría al amigo; cf. un hóroi de Amorgos IG XII 7, 58, donde Xenocles va a hipotecar unos inmuebles a favor de un éranos, cf. Calero Secall, op. cit. (2004), p. 71. 487 El daño causado por los animales domésticos se encuentra específicamente regulado en la legislación cretense, cf. la inscripción gortinia IC IV 41. En el derecho griego y romano habría dos formas de reparar el daño, la entrega del animal a la víctima o una indemnización. Sobre la responsabilidad noxal también Platón propone leyes en los mismos términos, cf. Pl., Lg. 936 e. 488 La trierarchía era una liturgia especial que, no solo consistía en sufragar los gastos de una expedición naval, sino también en la equipación total de una nave. El trierarco, que debía ser un ateniense que poseyera una gran fortuna, contrataba a los marineros, los remeros etc. (D., 50 (Polic.), 7-10). En época de Pericles este servicio está ya instituido y se nombraba a un trierarco por nave; pero después de la guerra del Peloponeso, que acarreó una grave crisis económica, se designó a dos ciudadanos; posiblemente cada uno se ocupaba de la trierarquía durante seis meses. En 357/6 a. C. se creó otro sistema, llamado symmoría, para que fueran varios los que contribuyeran al sostenimiento del trirreme, cf. infra, 61, 1. Ese sistema estaba vigente en la época de Iseo, cf. Is., 7 (Apol.), 38. En los discursos de Demóstenes Contra Evergo y Mnesibulo y en el Contra Policles se ponen de manifiesto los problemas que ocasionaba el desempeño de la trierarchía, dando lugar a numerosos procesos o diadikasíai. Una de las razones por las que se ejercía una acción contra alguien a causa de una trierarchía sería, por ejemplo, contra el trierarco saliente por no haber entregado los aparejos (cf. D., 47 (Euer.Mne.), 21, 26) o contra el entrante por no incorporarse a su debido tiempo, como vemos en D., 50 (Polic.), 54, donde Apolodoro emprende una acción contra Policles para cobrar el gasto que le supuso hacer una trierarchía suplementaria, por causa de su retraso en incorporarse y no relevarlo en el desempeño del servicio de trierarco; posiblemente ejercería una díke blábes, por daños y perjuicios, cf. J. M. Colubi, Demóstenes. Discursos privados II, Madrid 1983, p. 122.
[96]
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 52.3 - 53.2
53 2
οὖν ταύτας δικάζουσιν ἐμμήνους εἰσάγ[ον]τες, οἱ δ’ ἀποδέκται τοῖς τελώναις καὶ κατὰ τῶν τελωνῶν, τὰ μὲν μέχρι δέκα δραχμῶν ὄντες κύριοι, τὰ δ’ ἄλλ’ εἰς τὸ δικαστήριον εἰσάγοντες ἔμμηνα. Κληροῦσι δὲ καὶ τετταράκοντα, τέτταρας ἐκ τῆς φυλῆς ἑκάστης, πρὸς οὓς τὰς ἄλλας δίκας λαγχάνουσιν, οἳ πρότερ[ον] μὲν ἦσαν τριάκοντα καὶ κατὰ δήμους περιόντες ἐδίκαζον, μετὰ δὲ τὴν ἐπὶ τῶν τριάκοντα ὀλιγαρχία[ν] τετταράκοντα γεγόνασιν. 2 καὶ τὰ μὲν ǁ XXVII μέχρι δέκα δραχμῶν αὐτοτελεῖς εἰσι δ[ικ]άζε[ι]ν, τὰ δ’ ὑπὲρ τοῦτο τὸ τίμημα τοῖς διαιτηταῖς παραδιδόασιν· οἱ δὲ παραλαβόντες, [ἐ]ὰν μὴ δύνωνται διαλῦσαι, γιγνώσκουσι, κἂν μὲν ἀμφοτέροις ἀρέσκῃ τὰ γνωσθέν[τ]α καὶ ἐμμένωσιν, ἔχει τέλος ἡ δίκη. ἂν δ’ ὁ ἕτερος ἐφῇ τῶν ἀντιδίκων εἰς τὸ δικαστήριον, ἐμβαλόντες τὰς μαρτυρίας καὶ τὰς προκλήσεις καὶ τοὺς νόμους εἰς ἐχίνους,
4-9 *Harp. κατὰ δήμους δικαστάς, Poll. 8.100, Phot. τετταράκοντα, Sud. κατὰ δήμους δικασταί, Lex.Seg. 306.15, 310.21 • [97]9-[99]6 *Harp. διαιτηταί, Poll. 8.126, Hsch., Lex.Seg. 235.20, Lex.Patm. 13, Sch.Pl.Lg. 920d; cf. Harp. εἰσαγγελία, Sud. • [97]9-[98]4 *Harp. ἐχῖνος, Phot. ἐχῖνοι (Sch.Ar.V. 1436), ἐχῖνος (Lex.Seg. 258.3, EM 404.53), Poll. 8.127, Hsch. ἐχῖνοι, Sud.4; cf. D. 45.57, [D.] 48.48 1 δικάζουσιν] δικαζουμ L, corr. L4 • 4 φυλῆς] φυλ(ης) L, sed obscuratum est; φυλης post εκαστης add. L4 s.l. • 6 ἐπὶ om. L, add. L4 • 9-10 γιγνώσκουσι] γινωισκουσι L, corr. L4 • 11 ἀντιδίκων] αντιδικω L, corr. L4 • 12 εἰς] ει L, corr. L4 4 K.-W. • 6 περιόντες] περιόντες K.1-3 • 8 δικάζειν Wn., ]άζειν Lex. Wess. • 9 παραλαβόντες] λαβόντε[ς Lex. Wess. • 10 ἐμμένωσιν] ἐμμένῶσιν Lewis ap. Rhodes (1981, 589) : εμμενουσιν L, corr. L4 • 11 ἂν δ’] εαν δε Lex. Wess. / ἐφῇ] ἐφιῇ Bl.4 • 12 ἐχίνους] τοὺς ἐχ[ί]νους Lex. Wess.
[97]
5
10
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
Éstas son, pues, las causas mensuales489 que ellos presiden y a las que dan trámite. Por su parte, los recaudadores490 tienen potestad para actuar a favor o en contra de los contratistas de impuestos en causas de hasta diez dracmas, mientras que a las demás les dan trámite ante el tribunal para su resolución mensual. Escogen también por sorteo a los Cuarenta491, cuatro por cada tribu, en cuya presencia se promueven492 las demás causas privadas. Antes eran treinta y administraban justicia visitando los demos, pero después de la oligarquía de los Treinta pasaron a ser cuarenta. Tienen plenos poderes para juzgar las causas de hasta diez dracmas, pero las que superan esa suma las remiten a los árbitros493. Éstos, una vez que las han recibido, si no pueden reconciliar a las partes, dictan laudo, y si a ambas partes satisface el laudo dictado y se atienen a él, la causa se da por resuelta. Pero si uno de los contendientes apela al tribunal, éstos proceden a depositar los documentos relativos a los testimonios, los requerimientos494 y las leyes en ur489 También eran causas que tenían un plazo de treinta días para su resolución las relacionadas con los comerciantes, con idea de que se resolvieran pronto y pudieran salir a navegar, cf. D., 33 (Apat.), 23. 490 Sobre los apodéktai, cf. supra, 47, 5. 491 En el origen eran treinta los dikastaì katà démous, ‘los jueces de los demos’, cf. supra, 26, 3, que fueron instituidos por Pisístrato, cf. supra, 16, 5. Después se aumentaron hasta cuarenta. Ante éstos se llevaban también las acciones por golpes, díkai aikeías, cf. D., 37 (Pant.), 33. 492 En los contextos jurídicos áticos este verbo λαγχάνω, acompañado de δίκην, significa literalmente ‘obtener autorización para promover una acción’. Y los magistrados competentes sortearían, de ahí el verbo, la fecha de la vista oral. En el sentido más literal lo vemos infra, 57, 4. 493 El recurso del arbitraje fue frecuente en las disputas atenienses. Los árbitros no eran magistrados, sino personas nombradas para solucionar un conflicto y las partes acordaban aceptar el laudo que dictaban. Había árbitros públicos y privados, cf. D., 21 (Mid.), 83; 59 (Nee.), 47. 494 Se trata de la próklesis, el procedimiento de derecho griego, en virtud del cual hay un requerimiento dirigido por una de las partes en litigio a la otra que contiende, para que acepte una solución al conflicto. Un requerimiento puede tener por objeto conseguir un compromiso, como el que le dirigen al orador que pronuncia el discurso Excepción C. Panténeto, para que acepte el dinero que le ofrecen y haya solución (D., 37 (Pant.), 12). También la próklesis puede tener como fin lograr que alguien testifique para obtener una prueba o para que someta a su esclavo al básanos o ‘tortura inquisitorial’ como medio de prueba.
[97]
3
53
2
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 53.2-5
3
4
5
χωρὶς μὲν τὰς τοῦ διώκοντος χωρὶς δὲ τὰς τοῦ φεύγοντος, καὶ τούτους κατασημηνάμενοι καὶ τὴν γ̣νῶ ̣ σιν τοῦ διαιτητοῦ γεγραμμένην ἐν γραμματείῳ προσαρτήσαντες παραδιδόασι το[ῖ]ς ͞ δ τοῖς τὴν φυλὴν τοῦ φεύγοντος δικάζουσιν. 3 οἱ δὲ παραλαβόντες εἰσάγουσιν εἰς τὸ δικαστήριον, τὰ μὲν ἐντὸς χιλίων εἰς ἕνα καὶ διακοσίους, τὰ δ’ ὑπὲρ χιλίας εἰς ἕνα καὶ τετρακοσίους. οὐκ ἔξεστι δ’ οὔτε νόμοις οὔτε προκλήσεσι οὔτε μαρτυρίαις ἀλλ’ ἢ ταῖς παρὰ τοῦ διαιτητοῦ χρῆσθαι ταῖς εἰς τοὺς ἐχίνους ἐμβεβλημέναις. 4 διαιτηταὶ δ’ εἰσὶν οἷς ἂν ἑξηκοστὸν ἔτος ᾖ. τοῦτο δὲ δῆλον ἐκ τῶν ἀρχόντων καὶ τῶν ἐπωνύμων. εἰσὶ γὰρ ἐπώνυμοι δέκα μὲν οἱ τῶν φυλῶν, δύο δὲ καὶ τετταράκοντα οἱ τῶν ἡλικιῶν· οἱ δὲ ἔφηβοι ἐγγραφόμενοι πρότερον μὲν εἰς λελευκωμένα γραμματεῖα ἐνεγράφοντο, καὶ ἐπεγράφοντο αὐτοῖς ὅ τ’ ἄρχων ἐφ’ οὗ ἐνεγράφησαν καὶ ὁ ἐπώνυμος ὁ τῷ προτέρῳ ἔ[τ]ει δεδιαιτηκώς, νῦν δ’ εἰς στήλην χαλκῆν ἀναγράφονται, καὶ ἵσταται ἡ στήλη πρὸ τοῦ βουλευ[τ]ηρίου παρὰ τοὺς ἐπωνύμους. 5 τὸν δὲ τελευταῖον τῶν ἐπωνύμων λαβόντες οἱ τετταράκοντα διανέμουσιν αὐτοῖς τὰς διαίτας καὶ ἐπικληροῦσιν ἃς
8-14 *Harp. στρατεία ἐν τοῖς ἐπωνύμοις: εἰσὶ … ἀναγράφονται (Philoch. 328 F 38), *Phot., *Sud., Harp. ἐπώνυμοι, Hsch., Phot., Sud.1, Lex. Seg. 245.17, EM 369.15, Lex.Patm.15, Sch.Ar.Pax 1183 5 διακοσίους] διηκοσιους L, corr. L4 • 14 ἐπωνύμους] επωνυμους και τον τελευταιον L, και τον τελευταιον del. L4 / ἐπωνύμων] επωνυμω L, corr. L4 s.l. 2 τὴν γνῶσιν] τὴν γνῶσιν τὴν K.-W. • 3 προσαρτήσαντες παραδιδόασι τοῖς δ͞ ] παραδιδοασι προσ]αρτησαντες τηρειν τεταρσι [τοις την φυλην Lex. Wess. / τὴν φυλὴν Wyse (1891a, 117) : τ(ης) φυλ(ης) L (K.), τ(ην) φυλ(ην) agn. H.-L. prob. Ch. • 4-6 τὰ μὲν ... τετρακοσίους om. Lex. Wess. • 5 δ’] γαρ Lex. Wess., δε scr. s.l. • 6 οὔτε1] ουδε Lex. Wess. • 6-7 μαρτυρίαις ἀλλ’ ἢ ταῖς παρὰ τοῦ διαιτητοῦ χρῆσθαι] μαρ]τυριαις αλλαις χρησασθαι η ταις παρα [του διαιτητου Lex. Wess. • 7 ἐμβεβλημέναις] προβεβλημεναις Lex. Wess. • 8 δ’] δε Lex. Wess. • 10 ἐγγραφόμενοι Harp. : ἐγγραφόμενοι Bl. (1891, 304) : ενγραφομενοι L • 12 ὁ2 om. Harp. / προτέρῳ Harp. : πρότερον K.-W. : προτερωι L • 13 στήλην χαλκῆν] τὴν βουλὴν Harp. • 14 παρὰ K. : π(ερι) L
[98]
5
10
15
CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES
nas495 separadas, en una los del demandante y en otra los del demandado. Tras sellarlos y adjuntarles el laudo del árbitro escrito en una tablilla, los entregan a los cuatro magistrados que administran justicia en la tribu del demandado. Una vez recibidos, éstos les dan trámite ante el tribunal, ante el de 201 miembros las causas de hasta mil dracmas y ante el de 401496 las de más de mil. No está permitido hacer uso de otras leyes ni requerimientos ni testimonios que no sean los remitidos por orden del árbitro, depositados en las urnas. Son árbitros quienes han cumplido sesenta años. Esto resulta manifiesto por los nombres de los arcontes y los epónimos. En efecto, héroes epónimos hay, por un lado, los diez de las tribus y, por otro, los cuarenta y dos correspondientes a los grupos de edad. Antes, al efectuarse la inscripción de los efebos se procedía a inscribirlos en tablillas blanqueadas y, además de su nombre, se consignaba el nombre del arconte en cuyo ejercicio habían sido inscritos, así como el del héroe epónimo asignado a los árbitros del año anterior; ahora, en cambio, los nombres de los efebos son registrados en una estela de bronce497 que se alza delante de la sede del Consejo, junto a las estatuas de los héroes epónimos. Los Cuarenta, tras hacerse cargo del grupo de edad del último epónimo498, distribuyen entre sus miembros los arbitrajes y les asignan por sorteo los casos que cada uno deberá arbitrar. Es obligatorio 495 Sobre la práctica de introducir documentos, precisamente en una échinos ‘ urna’, a fin de ponerlos en conocimiento de los jueces, cf. D., 45 (Est.I.), 17. 496 El cuerpo de dikastaí o ‘jueces’ estaba compuesto de 6.000 ciudadanos de treinta años; sobre el tema, cf. comentario, supra, 24, 3. Los tribunales formados con 201 a 401 miembros eran designados para dictaminar sobre asuntos y negocios ordinarios, mientras que los tribunales de 1.001 a 2.001 para asuntos políticos. 497 Es probable que este cambio de soporte sucediera en 334/3 a. C., cuando se organizó la efebía, cf. Keaney, op. cit. (1970), p. 335. 498 La expresión del texto es muy concisa. Se entiende que los Cuarenta distribuyen los arbitrajes, cuando se hacen cargo del grupo de ciudadanos de la misma edad que están ya en el último año de su prestación militar, que duraba cuarenta y dos años, en el último de los cuales, como colofón de su servicio militar, estos ciudadanos debían actuar como árbitros. La relación de los epónimos y los efebos se explica, porque cada quinta estaría bajo la advocación de un héroe epónimo, cf. Tovar, op. cit., p. 179, n. 1.
[98]
3
4
5
ΑΘΗΝΑΙΩΝ ΠΟΛΙΤΕΙΑ, 53.5 - 54.2
6 7
54 2
ἕκαστος διαιτήσει, καὶ ἀναγκαῖον ἃς ἂν ἕκαστος λάχῃ διαίτας ἐκδιαιτᾶν. ὁ γὰρ νόμος, ἄν τις μὴ γένηται διαιτητὴς τῆς ἡλικίας αὐτῷ καθηκούσης, ἄτιμον εἶναι κελεύει, πλὴν ἐὰν τύχῃ ἀρχὴν ἄρχων τινὰ ἐν ἐκείνῳ τῷ ἐνιαυτῷ ἢ ἀποδημῶν· οὗτοι δ’ ἀτελεῖς εἰσὶ μόνοι. 6 ἔστιν δὲ καὶ εἰσαγγέλλειν εἰς τοὺς διαιτητάς, ἐάν τις ἀδικηθῇ ὑπὸ τοῦ διαιτητοῦ, κἄν τινος καταγνῶσιν, ἀτιμοῦσθαι κελεύουσιν οἱ νόμοι· ἔφεσις δ’ ἔστι καὶ τούτοις. 7 χρῶνται δὲ τοῖς ἐπωνύμοις καὶ πρὸς τὰς στρατείας, καὶ ὅταν ἡλικίαν ἐκπέμπωσι, προγράφουσιν ἀπὸ τίνος ἄρχοντος καὶ ἐπωνύμου μέχρι τίνων δεῖ στρατεύεσθαι. Κληροῦσι δὲ καὶ τάσδε τὰς ἀρχάς· ὁδοποιοὺς πέντε, οἷ[ς] προστέτακται δημοσίους ἐργάτας ἔχουσι τὰς ὁδοὺς ἐπισκευάζειν, 2 καὶ λογιστὰς δέκα καὶ συνηγόρους τούτοις δέκα, πρὸς οὓς ἅπαντας ἀνάγκη τοὺς τὰς ἀρχὰς
6-8 *Harp. στρατεία ἐν τοῖς ἐπωνύμοις: χρῶνται … στρατεύεσθαι, Sud. • 9-10 Sch.Aeschin. 3.25, Plu. Praec. ger. reip. 15.811F • [99]10-[100]2 *Lex.Rhet.Cant. λογισταὶ καὶ συνήγοροι, *Sch.Ar.V. 691, Phot. εὐθύναι, Lex.Seg. 245.6, 301.4, Lex.Patm. 142, Sch.Pl.Lg. 945d; cf. Sud. εὔθυνα, Lex.Seg. 187.3, EM 391.56 8 ἄρχοντος] αρχοντ L, corr. L4 • 9-10 προστέτακται] προτετακται L, corr. L4 ἐπισκευάζειν] επισκευασειν L, corr. L4
•
10
2 ἄν] εαν Lex Wess. / διαιτητὴς τῆς ἡλικίας αὐτῷ καθηκούσης] της ηλικιας αυωι καθη]κουσης διαιτητης της αυτωι [καθηκουσης Lex. Wess. • 4 ἢ om. Lex. Wess. / οὗτοι δ’ ἀτελεῖς] ουκ ατελεις Lex. Wess. • 5 διαιτητάς] δικαστάς Harp., Lex. Seg. / ἐάν] αν Lex. Wess. • 56 ἀτιμοῦσθαι] ατι]μους ειναι Lex. Wess. • 6 κελεύουσιν οἱ νόμοι· ἔφεσις δ’] κελευουσιν οι νομοι [ca. 22] εφεσις δε Lex. Wess. • 7-8 προγράφουσιν] προσγράφουσιν Harp. • 8 ἀπὸ Harp. : α