Obras completas. Tomo V [5]

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Obras completas de Platón

Platón Obras Completas Traducción, prólogo, notas y Cla­ ve hermenéutica de Juan David García Bacca • Tomo V • Euti­ demo, Gorgias • Coedición de la Presidencia de

la República de

Venezuela, la Facultad de Huma­ nidades y Educación y la Dirección de Bibliotecas, Información, Do­ cumentación y Publicaciones de la Universidad Central de Venezuela • Caracas, 1981.

Versión directa del texto griego de la Edición "Guillaume Budé",

Sodété

d'�dition

"Les

Belles

Lettres",

París

ADVERTENCIA Las siglas Cl. 1, 2, 3; menéutica. ·

U. 1,

2; III. 1, 2, etc., remiten a la Clave her

Depósito Legal Cf 80 - 1401

© Facultad de Humanidades y Educación Universidad Central de Venezuela J. D. García Bacca Derechos Reservados

RECONOCIMIENTO El Traductor y Autor agradece al colega universitario doctor Blas Bruni Celli, su colaboración filosófica y técnica en la revisión de los diálogos "Eutidemo" y "Gorgias" de este tomo. Y reconoce una deuda especial al licenciado Benjamín Sánchez como revisor general de las obras completas en sus aspectos filosófico y técnico.

J.D. G. B.

EUTIDEMO

L11gar y tiempo del diálogo hablado: Hacia el 405 a. C.

Atenas. En el Liceo, gimnasio.

Personas:

Ateniense. Rico. Amigo y discípulo de Sócrates. Más o me­ nos de su misma edad.

CRITÓN.

Ateniense. Filosofantc dialéctico. De unos 65 años. "Re­ cuerda muy bien" el diálogo sostenido con los sofistas Dioniso­ doro y Eutidemo; y se lo repite a Critón quien "a pesar de haber estado entonces en el Liceo, no pudo oírlo por la multitud de los presentes".

SÓCRATES.

y D10N1SODORO. De Quíos. Hermanos. Emigrados a Turio. Actualmente en Atenas. Sofistas de profesión. Viejos.

EUTIDEMO

CLTNJAS. Ateniense. Aristócrata. Jovencito. Sobrino con sus adoradores, uno de ellos. CrnsrPo.

Gr.:111

de

Akibíades;

Ateniense. Jovencito.

m11ltit11d de oyentes.

Lugar y tiempo deJ diálogo tt'mucrito definíti·vamente:

demia (370-346 ?).

Atenas, Aca­

ARGUMENTO Los so fist as Eutidemo y Dionisodoro son, según Sócrates, p:tn­ cratiastas ('1Tay1 d). Con ella se inaugura la primera parte del diálogo.

(µ.o.811ní'>). Parece,

,

"

T.

Eutidemo

PRIMERA PARTE

y Clinias (275 d, e; 278)

Advertencia¡

Prescíndase de que el diálogo es entre un jovencito y unos están exhibiendo sus doles de sabih on do s ( uour nís), no deslindadas de las de sabio ( uo6.,), ante una concurrencia de admiradores y curiosos. l.

viejos sofistas que

2. Las palabras empleadas en la expresión de la cuestión en­ cierran varias significaciones, no deslindadas por la concurrencia, -ex­ ceptuado Sócrates ; y, de intento no deslindadas por Eutidemo quien d irige el diálogo con sus pregunt as. "Aprender" (¡J-av8ámv) -como advertirá Sócrates más tarde a Clinias- s ignifi ca a la vez "aprender" ,

EUTIDEMO

10

y "comprender", awique, en esta última significación, se emplee más bien O'lJvtúai (277 e; 278 a). Así que ,IJ.-0,Br¡T�> es, a la vez, apren­ diz-y-comprendiente (inteligente) y su adjetivo negativo &µ,a.()�, suena, a la vez, a tonto-y-a-incapaz-de-aprender a pesar de las enseñanzas de m;i.estro. Tanto el tonto como el in-capaz son "ignorantes" (a¡;.a.8€i>). Tal doble significación es cual acorde de dos notas, afines o consonan­ tes. Y, por tal estado, se prestaba esta palabra -y otras griegas ele entonces- a ser desviada o servir de punto de bifurcación para un diálogo, echando cada interlocutor por su camino, o dejándose uno de ellos, inadvertidamente, llevar de una significación a otu por el inter­ locutor guía. La norma de "a una palabra una sola significación", e inversamente, no comienza por regir en el estado "natural" del len­ guaje. Y tal estado de bisonancia significacional da un compuesto tan natural cual un dúo. "Sabio" (aoó>) estaba, y está aquí, sonando a "entendido" (sabio en ... ) y "listo" (inteligente). La separación entre las dos (o más) significaciones de una pala­ bra la opera aquí la "refutación" (t!Myxo>) que consistía ya -por común acuerdo, implícito, mas actuante- en mostrar que su no sepa­ ración lleva a contradecirse, Jo que, también por común admisión, no era aceptable. Los dialogantes estaban, pues, moviéndose ya (hacia el 405 a. C.) en wia cierta atmósfera lógica común. 3

Nótese su estrnctura.

.

Disyunción inicial: "aprenden (comprenden) ¿los sabios 3. 1. (�) los ignorantes?". Admitido, el "principio de Disyunción". 3. 2.

o

Por ser disyunción -y no alternativa, � xa� o también,

y/o- no hay intermedios o mezclas. No es posible haya ni semisabios,

por tanto semiignorantes; ni semiignorantes, por tanto semisabios. Ad­ misión común implícita, mas eficaz del principio de contradicción. No es admisible el contradecirse (avn·..\�yELv), como se dirá aquí (285 d, e; 286).

3 3 La refutación tiene dos fases: (+a) toma uno una parte de la disyunción inicial y -mediante pasos, ordenados por preguntas de otro, seguidas de respuestas del primero- se lleva a que el primero afirme la otra parte de Ja disyunción. (-a) Toma uno esta otra parte de la disyunción inicial y -mediante ... - se lo lleva a que él mismo afirme la otra parte. .

-,

.

( +1) "Los sabios son quienes aprenden"; pasos intermedios: "los ignorantes son quienes aprenden",

-, -, ... Lnego (apa.)

EUTrDEMO

11

y "no son los sabios los que aprenden". En los pasos intermedios --, -, -, . .. entra 1a relación entre maestros y discípulos (o aprendien­ tes). La inversión se realiza en los pasos intermedios -por inconfe­ sa.do cambio de sentido de las palabras.

( -1) "¿Los Ignorantes son quienes aprenden lo que no saben?". Pasos intermedios: -, -, -. Ltteg o "los ignorantes aprenden lo que saben". Durante los pasos interme dios, en que se verifica la inversión de "no" a "sí", entra la relación de maestro a aprendiente, al enseñar algo el maestro al aprendiz mediante otra cosa que éste tiene ya aprendida. Dionisodoro reemplaza a Eutidemo haciendo se contradiga Clinias una vez más, a base de la ambigLiedad de saber como adquirir y como tener. Van tres "sofismas" -aunque esta palabra no aparezca. Así que lo decisivo es el proceso mismo c1ue se sirve alternativa­ mente, a discreción del guía, de una de las dos significaciones afines de una palabra: entendido-listo (sabio), ignorante-tonto (no instrui­ do). Así que tal tipo de refutación no pasa de ser, como advierte Só­ crates a Clinias, jovencito, sino un juego o juguete de niños (71'cu.3la. 278 b) y que su secreto está en la dualidad de significados y su true­ que tramposo. A su vez, refutación (€A.�yxo>) tiene un doble signifi­ cado y doble uso: es hacer que el refutado caiga en contradicción y hacer que se avergüence de haber caído o haberse dejado engañar. Este segundo efecto, intentado por los hermanos sofistas, aparece en el diálogo, en forma de rubor en los refutados y en la de risa y aplau­ sos del gran cortejo admirador de los doSi hermanos.

INTERMEDIO Sócrates y Clinias (277 d, e; 282) Sócrates va a tomar en serio el tema de exhortar a un jovencito a dedicarse a la sabiduría y a la virtud; da, así, un buen ejemplo a los hermanos sofistas. Parte Sócrates de una concordancia básica: "todos los hombres queremos ser bienaventurados" (que todo nos salga bien, ,-ü 11'pa de nuestro Critóbulo, en cuanto a edad, sólo que éste es más flaco, mas aquél está espabilado y bueno y bello de ver. SÓCRATES. Preguntas, pues, Critón por Eutidemo; pero el sentado a mi izquierda era su hermano Dionisodoro, que también él comparte los razonamientos.

c

d

CRITÓN. A ninguno de los dos conozco, Sócrates; son, pues, al parecer sofistas nuevos. ¿De dónde?, y, ¿en qué son sabios? SÓCRATES. Por su origen y procedencia, creo, son de Quíos; mas emigraron a Turio, y, huyendo de allá, hace ya mudlos años andan por estos lugares. En cuanto a la sabidu­ ría por la que preguntas, maravillosa es la suya, Critón. Sencillamente, los dos son sabios en todo. Hasta ahora no sabía lo que eran pancraciastas. Pues estos dos srn cabalmente omniluchadores, mas no al estilo de los dos hermanos pan· craciastas de Acarnania; que éstos sólo eran capaces de luchar con el cuerpo; empero, esos dos son, primero, gtandísimamen-

EUTIDEMO

22

EY8YilHMO:E

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te1tim. : 27{ a 1 'tt;--: 5 �., (wn' -1\txtt!Sov pm. el a)J,i p.ol Elvo, 'ti' tp«Cvmu ¡Tvan scripe.) Demetrius, De elocut., Rhel. gr. . , IX, 97). 2n'a 2 � in na. B (� Demetr.): r. TW 11 3 �V r il 4 Xt.mi­ OOY TW : -!Sav B 11 6 r.ótcr-ov Hermann : Ór.Ó't- 11 b 2 l7t1SE6wxlv.Ít ht: -8tS1JAb>xlvo.1 BTW 11 3 ot«fÍp11 apographa 11 4 axÁ"lfPº� TW: ) en una cosa. Tal virtud consiste en orden, rectitud, arte apropiados a cada cosa; o sea, consiste en lo arreglado y adornado según orden. Ese adornado orden (Kóop.o�), engendrado en cada cosa en ella, es lo que hace a cada cosa ser buena.

y casero

( olKe'io>)

L11ego alma que posea tal adornado orden, es adornadamcnte adornada; la adornadamente adornada es sensata; !?Jego el alma sensata es buena. L11ego la otra, es mala. Y sigue la concatenación de premisas y secuelas. Hasta llegar a

Ja conclusión final : El sensato ( Kpot'tE.M ydtp Kotl ICc; &l;f¡A.e.:>-rov. n.Q/\. "'H Ttou !í ye: &no8vfJoKe.:>V &Stice.:>c; ÜEEw6c; 'fE K0tl &8AL6c;

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-cfiv &pE'C�v ; KA/\. rwt -rcxO-ca ly¿,. ::rn. OvK &pa 3p81:>c; AÉyov-rcxl ot ll'lcSEvbc; cSE6�Evol EO­ cSalµovEc; dvcn. KA/\. Ot >.tÉlol yc!tp &v ov-r YE Kal. ot vEKpol EVcScxlllO­

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poOv-ra i:E,ottv11t; &no8cxv6n�c; ÉKóta'Tou, Epi'\ 1:1011 náli-.c.>v -.é3v auyyE116'>v icotl iccx"CcxAm6VTcx ÉTil 'Tfje; yflc; TicXV'TI?' tKE'lvov 'TOV ic6aµov, '(vcx OLKcxlot � icplaLv11 Év 'Tfi

e

d



523 b 6 Y.(Ú'1ueños, y son grandemente de admirar los que resultaren tales.

b

c

d

Difícil cosa es, Calides; y merece gran elogfri quien dis­ poniendo de gran licencia para obrar injustamente, viva siem­ pre justamente. Pero pocos son los tale3 Mas los ha hr.bido aquí y en otras partes; y aun creo habrá varones bellos-y-bue­ nos en virtud de administrar justamente lo qne se les encomiende. Uno hubo, y grandemente afamado ante todos los helenos: .Arístides, hijo de Lisímaco. Pero la mayoría de Jos potentados, óptimo Calicles, resultan malos. Como decía, pues, cuando aJ dicho Radarnanto le llega uno de éstos, nada en absoluto sabe de él: ni quién es ni de quiénes; pero sí, que es perverso. En pacibiendo lo cual, lo envía al Tártaro imprimiendo en él una señal de si lo cree curable o incurable. En llegando, padecerá lo m�recido. Pero, a veces, viendo otra alma que ha vivido piadosamente y con verdad, sea la de varón privado o la de cualquier otro -mas, sobre todo, como yo afirmo, Calicles, la de un filósofo que ha hecho su quehacer, y durante su vida no fue un metomen­ todo- admírase, y envíala a las Islas de los biens.venturados. Lo mismo también Eaco. Cada uno de estos dos juzga con vara en mano. Empero, Minos está sentado de supervisor; sólo él tiene cetro de oro, como dice Ulises, según Homero, lo vio:

Cetro de oro

e

en

mano, impartiendo justici a a los muertos.

En cuanto a mí, Calides, estoy convencido de esta leyen­ da; y medito cómo apareceré ante el juez con dma perfecta­ mente sana; envío, pues, a paseo esas honras, las de Ja ma­ yoría; y con los ojos puestos en la verdad trataré realmente de ser lo mejor que pueda; vivir así; y cuando llegue el morir, morir así. Y en la medida de mi podu exhorto a todos los demás hombres -y aun a ti, invirtiendo tu exhortación-- a este tipo de vida y a éste de combate que yo afirmo ser supe­ rior y contrario a todos los de a quí. Y a ti te reprocho el que no serás capaz de ayudarte cuando te llegue el ¡uicio y Ja de­ cisión de que estaba hablando. Mas cuendo, puesto ya ante el juez, el hijo de Egina se apodere de ti y te arrastre, boqui-

194

GORGIAS

abierto y mareado estarás no menos tú allá, que yo aquí; y tal vez habrá quien te golpee, te abofetee ignominiosamente, y de mil maneras te maltrate. Pero tal vez te parezca esto dicho cual cuentos de vieja, y lo menosprecies; y nada teadría de sor.ffendente el menos­ preciarlos si, rebuscando, pudiéramos encontrar algo mejor y más verdadero que ellos. Mas estás viendo que, aun siendo b tres vosotros -y por cierto los más sabios de los actuales griegos- tú, Polo y Gorgi?.s no podéis demostrar que h?.ya de vivirse una vida diferente de ésta, que aun para Allá sea conveniente. Mas entre tantos razonamientos refutados, uno solo queda firme: éste: que hay que guardarse de obrar injus­ tamente más que de padecer injustamente; y que, sobre todo, ha procurar un varón no precisamente parecer bueno, sino serlo, tanto en privado como en público. Pero que si en algo ha sido malo alguien, hay que castigarlo; y que esto es, después c de ser justo, bueno en segundo lugar: hacerse justo, y, casti­ gado, pagar la justa pena. Y que ha de huirse de todo halago, tanto respecto de sí mismo como respecto de los otros, sean pocos o muchos. Y que debe usarse siempre de la retórica pre­ cisamente para lo justo, e igual cualquiera otra actividad. Hazme, pues, caso, y acompáñame aquí y a donde, en llegando, serás feliz ele viviente y de muerto, -cual mi razo­ namiento lo muestra. Y deja que un cualquiera. te desprecie d cual insensato; y, si quiere, te maltrate; que, ¡por Júpiter !, tú pisotearás impertérrito tal golpe indigno, porque nada de te­ rrible sobrevendrá a quien sea, en realidad, bello-y-bueno en la práctica de la virtud. Después de haberlo así practicado en común, si nos pa· rece ya necesario nos meteremos en política o r.os consultare­ mos entonces sobre los que nos parezca, por estar siendo ya mejores consultores que ahora. Que es Yergonzoso, siendo lo que estamos pareciendo ser, nos engallemos cual si fuéramos algo, cuando ni siquiera pensamos jamás lo mismo sobre los mismos puntos, y eso que versan sobre lo máximo y mejor. e ¡A tan gran falta de educación llegamos ! Sirvámonos, pues, cual de guía de este razonamiento, ya para nosotros evidente, que nos indica que el mejor régimen de vida es, practicando la justicia y demás virtudes, vivir y morir. Sigámoslo, pues, y exhortemos a él a los demás; mas no a aquel otro razona­ miento, fiándote tú del cual, me exhortas, porque no es digno ni de nada ni de nadie, Calicles.

527a

GORG!AS

195

NOTAS AL GORGIAS

448

d.

La "dialéctica" pregunta e investiga "Ja virtud o poder" (8�vaµ�'>• 417 e) " de algo -aquí de un arte; Ja de Gorgias, la Retórica- y "qué es (Tl !unv).

Mas no

pregunta por

la calidad

(7rOto. TL'>) ;

si es arte loable o censurable

( t/ttyoVTO..ov ( eído!O) con eIOo.,, Cf. CI. IJI. l. Nótese la

Para

vinculación, bien griega, de bello con bueno diente de feo con bello

( Cl. I . 3 ) .

(KaAÓ) y &oaiµwv· La

primera designaba clásicamente

(Homero)

el tipo tro­ duciJa, por moda, en Atenas. 516 e.

Homero,

Cf.

Odisea, VI, 120; VIJT, 575; IX 175.

521 b. Alusión a la ya reconocida serviloncría de los esclavos misios. 522

e.

'ºle¡-c:nda", >..6yo·

523

Cl. l.l.

a.

1 lomero, J/íatlt1, XX, 187 ss. 524

a.

Litc:ralmcntc ''est: trl·Odo" ( -rpt-óSo-)

de uno a todos. Tal caso "ejem­

asciende a "norma", -o edificante o deterrente. 525 d.

Por la "licenciosidad" mente suyo

(Ola r'l¡v e�oi•uÍav).

(ovaía, CI. I . 2 ) :

Salirse

(i�)

de lo propia­

salirse de su "esencia". Aquí se

emplea en

sentido vago, lo cual no quiere decir que no esté sonando, cual a armónico superior, oíble para griegos, el tono de "propiedad".

526 d. Homero, Orlise" XI,

569.

INDICE

Pág.

Eutidemo

Gorgias

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7

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. .

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73

IMPRESO EN

LA

DURANTE J.MPRENTA

NOVIEivIBRE

DE

UNIVERSITARIA

1981 DE

LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA