No hay sustancia corporal [1 ed.]
 9789506499907

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Alfredo Eidelsztein

NO HAY

SUSTANCIA CORPORAL Controversias sobre el cuerpo, la sociedad y el psicoanálisis

EIDELSZTEIN

VICTORIA

Retrato:

El

Dr. Alfredo Eidelsztein es psicoa-

nalista. Ejerció la docencia universitaria durante 30 años. Fundador y director de APERTURA SOCIEDAD PSICOANALÍTICA

hasta su disolución en 2018. Fundador y Presidente de la ASOCIACIÓN PSICOANALÍTICA APERTURA PARA OTRO LACAN

(APOLa). También es autor de los siguientes libros: El grafo del deseo; Modelos, esquemas y grafos en la enseñanza de Lacan; La pulsión respiratoria [en col.]; Las estructuras clínicas a partir de Lacan [vol. Iy TI], La topología en la clínica psicoanalítica; Otro Lacan y El origen del sujeto en psicoanálisis, todos publicados por esta misma casa editorial. Su obra ha sido traducida y editada en inglés, italiano y

portugués. Es autor también de alrededor de 200 artículos en revistas especializadas en psicoanálisis. Ha dictado cursos y seminarios de posgrado y doctorado en socicdades científicas y universidades de Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Brasil, Bolivia, Méjico, Costa Rica y España. Más

datos en: www.eidelszteinalfredo.com.ar y www.facebook.com/eidelsztein.

Alfredo Eidelsztein

NO HAY SUSTANCIA CORPORAL Controversias sobre el cuerpo, la sociedad y el psicoanálisis

PCidelsztein, Alfredo No hay sustancia corporal y el psicoanálisis —

1*

ed.



:

Controversias sobre el cuerpo, la sociedad

Buenos Aires : Letra Viva, 2022.

173 p.; 23

x 16 cm. ISBN 978-950-649-990-7

1.

Psicoanálisis. I. Título

CDD 150.195

Ilustración de tapa: Victoria Eidelsztein

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, y una parte del todo. John Donne (1572-1631):

02022, Letra Viva, Librería y Editorial

Av.

Coronel Díaz 1837, (1425) C. A. de Buenos Aires, Argentina www.letravivalibros.com Director: Leandro Salgado

O 2022, Alfredo Eidelsztein www.eidelszteinalfredo.com.ar

Primera edición: mayo de 2022 Impreso en Argentina



Printed in Argentina

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra bajo cualquier método, incluidos la reprografía, la fotocopia y el tratamiento digital, sin la previa y expresa autorización por escrito de los titulares del copyright. Bata obra ne torminó de imprimir durante mayo de 2022 cn los Talleres Gráficos «Planota Offiot», Saavedra 565, Ciudad de Buenos Aires, Argent ina,

Ningún hombro 08 UnA iaa o Las campañas doblan Devotiona upon emergent oecaniona, 1024, alo

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Índice Agradecimientos ÚUmbrales

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6

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¿Evolución o creación? Introducción general del problema

IL Las técnicas del cuerpo. Marcel Mauss. TIL.

....

............

El honor político del psicoanálisis. Michel Foucalt

......

El sujeto y el cuerpo. Dos hipótesis sobre lo social en su relación a lo particular. Gustave Le Bon y Norbert Elias . . TV.

V.

....

Cuerpo y entrelazamiento. Norbert

Elias y

Jacques Lacan.

VI. Los griegos y la segunda tópica freudiana. Eric

R.

...

Dodds.

..

VII. El cuerpo es y/o posee una historia. Jacques Le Goff y Nicolas

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VIII. La paradoja del individuo-cuerpo como impersonal. David Le Breton, Émile Durkheim y el psicoanálisis

........

IX, La cadena borromea como solución posible al problema de la identificación cuerpo y sujeto .

...............

origen y la causa del sujeto, Nikolas Rose, Elsa Coriat y ue 1 Q4alej In) AEtefa X, El

A

Agradecimientos Este libro, fruto de la desgrabación del Curso en Psicoanálisis dictado en la Facultad de Psicología de la UBA? durante el año 2009, no hubiese hallado la luz sin el valioso esfuerzo, el gran trabajo y la amable dedicación aportados por quienes colaboraron en la obra. Mi total agradecimiento se halla dedicado a: Mariana Gomila, quien realizó la cuidadosa desgrabación de los audios de cada reunión del curso; a Débora Meschiany a quien le correspondió resolver la dificultosa tarea de la primera edición del material; a Gabriela Mascheroni y a Haydée Montesano quienes llevaron a cabo una invalorable tarea de producir la segunda edición y a Tomás Pal quien se dedicó a una esmerada revisión final y tomó a su cargo la redacción de las notas a pie de página. A todos ellos les dedico este merecido reconocimiento.

2,

Univornidad de Buenos Aires

Umbral robablemente un libro —todos los libros— cuentan la historia de su razón fundante de diversas maneras; en algún caso será en el entramado mismo de sus dichos que se lee la condición que le dio origen, en muchos otros, el prólogo es el lugar de explicitación de razones, intenciones y causas particulares que llevaron a su publicación. El libro que aquí nos ocupa necesita ser pensado y presentado desde un umbral, el que da ingreso al texto organizado pero conserva el rastro de los primeros balbuceos. Dos nombres propios se entrelazan allí, el de Alfredo Eidelsztein y el de Débora Meschiany; una propuesta teórica y la decisión de lograr un libro, reunión de ideas dialogadas y crecidas en el trabajo, Umbral que sostiene en el texto la acción inaugural de quién no pudo asistir a la resolución del proyecto que puso en marcha; el deceso de Débora impidió que ella acompañe el último tramo de la tarea que impulsó. Sin embargo, su trabajo de recopilación, ordenamiento y establecimiento del texto permiten leer las preguntas que la orientaron. ¿Por qué importaría pensar el cuerpo en psicoanálisis? Tal vez porque el concepto de cuerpo en este campo no es congruente con la noción que rige en el sentido común sobre él. Esta idea se constituye en razón suficiente y necesaria para abordar una investigación que permita recuperar su estatuto en la red conceptual del psicoanálisis ya que, pensando con el criterio de red, quedaría afectada la teoría en su conjunto. Y a su vez, si ese sentido común aludido construye la verdad de un cuerpo como entidad biológica, ¿podría suceder que el sujeto se explique como individuo equiparado a un cuerpo biológico? Y en ese caso, ¿cuál sería la dirección clínica del psicoanálisis? Si diéramos por válido que en el cuerpo radica la causa del padecer, ¿cuál sería el destino de la intervención psicoanalítica? Podemos imaginar que estas preguntas signaron el diagnóstico del que partió Débora Meschinny cuando decidió hacer hablar en un libro 11

No hay

sustancia corporal

argumentos desarrollados en el curso «El cuerpo en psicoanálisis» dictado por Alfredo Eidelsztein en el posgrado de la UBA del año 2009, reconociendo en ellos el valor de respuesta que ordena el problema. El establecimiento que ella hizo del texto visibiliza los dos ejes presentes en el curso respecto del concepto del cuerpo y sus derivalos

8

¿Evolución o creación? Introducción general del problema

ciones:

las lógicas por las cuales el sentido común ganó terreno en el campo del psicoanálisis, anulando la subversión que introduce la enseñanza de Jacques Lacan. 2. la posición teórica que postula al psicoanálisis en diálogo con otras disciplinas para recuperar el estatuto discursivo del cuerpo, conmoviendo su definición biológica y ontológica indiscutidas por sus practicantes. 1.

La lógica sobre la que decide el ordenamiento del texto ser articula al Programa de Investigación Científica en psicoanálisis que se desarrolla

en Apertura Sociedad Psicoanalítica, sociedad de la que ella era miembro en la ciudad de La Plata. Su interés en el programa se funda on la convicción de que es necesario hacer un replanteo fundamental de la epistemología, respecto de la posición que debería adoptar el psicoanálisis como ciencia que intenta responder al exceso de malestar onpecífico de Occidente Moderno. Por último, habrá que decir que el armado de este libro parece obedecer al régimen de una polifonía en el que distintas voces construyoron lo dicho. Partiendo del curso dictado por Alfredo Eidelsztein, con los aportes y preguntas de colegas participantes allí presentes, cierra una primera vuelta con la desgravación y primera corrección de Mariana Gomila. Es la decisión de Débora que abre una segunda vuelta recreando y reconfigurando un nuevo texto que se plantea inconcluso por su fallecimiento. Cuando advierte que no podrá completarlo nos convoca a sostener la continuidad y realización del proyecto. Esto nos suma como otra de las voces que dan forma a la idea original de Débora. Si en un primer momento pensamos que su temprana muerte truncaría su deseo hoy podemos advertir que en realidad esta modalidad polifónica de trabajo no obedece a su fallecimiento sino ala manera que siempre tuvo de hacer lazo y de construir con otros. Haydós Montesnno y Gabriela Mascheroni

El tema que voy a encarar en este curso es el cuerpo. El recorrido que les propongo se ordena a partir de dos registros. El primero puede enunciarse del siguiente modo: qué tenemos para decir sobre este tema en el psicoanálisis, y el segundo, qué tenemos para decir desde el psicoanálisis en el diálogo con teorizaciones que responden a otras disciplinas. La perspectiva de trabajo se orienta en el método de investigación. Como ustedes saben, practico una lectura en psicoanálisis radicada en la interterritorialidad.? Tal como lo propone Giorgio Agamben:* elegir algunos ejemplos que se construyen como paradigmáticos de cierto estado de situación o de cierta corriente de pensamiento. Este método exige analizar los argumentos que en cada caso fundamenten la propuesta. Jacques Lacan aborda el tema del cuerpo como un concepto que debe leerse en relación a otros conceptos y a su lógica argumentativa. En tanto concepto está articulado en una red que constituye una determinada teoría. Esta posición epistemológica es contraria al sistema de pensamiento hegemónico en el psicoanálisis lacaniano que se fue estableciendo luego de la muerte de Lacan y que sostiene que el cuerpo es real, anterior a cualquier idea, soporte material desde el que se parte, pre-discursivo. A esta creencia la llamaré engaño.*

E

3, Cf. Eidelsztein, A. (2008). Por un psicoanálisis no extraterritorial. En: Rey está desnudo. N" 1. 4. Agamben, G. (2009). «¿Qué es un paradigma?». En: Signatura rerum.

Buenos Aires: Adriana Hidalgo. En dicho texto Agamben explicita su método, que construyo modificando la noción de paradigma presente en una de las metodologías que propone Michel Foucault: la arqueología, 5, Of A, (2015), «Los dos engaños», En: Otro Lacan: estudio crítico sobre los fundamentos del pricoanalisis lavaniano, Buenos Aires: Letra Viva, el

Bidolaztein,

No hay sustancia corporal

¿Evolución

La teoría del cuerpo de Jacques Lacan se puede leer en la siguiente escritura de la cadena borromea:

Imaginario / consistencia

JA

sentido

y

Jo Real

/ ex -

Muerte

sistencia E

:

Simbólico

/ agujero

R

Lacan afirma que el cuerpo es imaginario. Idea que desestima también la lectura que propone que existe un cuerpo imaginario, un cuerpo simbólico y un cuerpo real; que el cuerpo imaginario son las imágenes que rigen nuestros modales, el cuerpo simbólico son los rasgos que todos portamos inscriptos en el cuerpo, y el cuerpo real son los huesos, la carne, el trauma, la pulsión y el goce. Iejerciendo una simplificación argumentativa, en pos de tratarse de una presentación del problema, diré que en el lacanismo se define lo ronl como «lo que no engaña». Se desprende que simbólico e imaginario serían engañosos. El cuerpo real, en este sistema argumentativo, se construye en la misma lógica: el cuerpo y lo que de él proviene sería lo que no engaña. Se desliza aquí otro problema a considerar en el intento de identificar diferencias frente a enunciados totalizadores y equívocos. Me refiero a la confusión entre lo real y la realidad en su estatuto de verdad, La teoría sobre el cuerpo que intento criticar se sostiene en el retorno ala epistemología freudiana, proveniente de cierta concepción de la ciencia moderna, que postula la verdad en términos de adecuación A una supuesta realidad objetiva. En:

14

Cf

/

6,

Bideleztein,A, (2011),

Ney

está demudo.

N*

4,

«Lo

de J. Lacan, simbólico

Letra Viva

ola función del agujero»,

o

creación?

Estoy oponiendo dos versiones producidas desde lecturas hechas sobre Lacan que responden a posicionamientos epistemológicos distintos y contradictorios entre sí. Entonces, si aceptamos la afirmación de que «el cuerpo es imaginario» —propuesta por Lacan en la cadena borromea—, la idea de que cada registro produce una idea de cuerpo no se sostiene. A su vez, y como consecuencia de proponer la cadena borromea como la teoríá del cuerpo de Jacques Lacan, se impone revisar la relación intrínseca entre gozo y cuerpo real que mantienen las teorías mayoritarias dentro del psicoanálisis lacaniano. La cadena establece una dimensión del gozo fuera de lo imaginario que lo inscribe como no específico del cuerpo, porque al cuerpo, insisto, Lacan lo inscribe en lo imaginario. El siguiente punto que me interesa establecer es que la concepción freudiana del cuerpo como real caracteriza a la consideración de lo humano en Occidente, donde se suele creer que el cuerpo es lo real. En tensión y en contradicción con esta idea, mi lectura tratará de responder por las escrituras que están en la cadena borromea, manteniendo como problema la tendencia del psicoanálisis lacaniano, que tiende a corroborar y fortalecer la teoría occidental sobre lo humano y que se constituye en el seno de la pendiente freudolacaniana.” En función de esta hipótesis, trabajaremos una lectura particular de la obra freudiana que afirma al cuerpo como real, pero no en el sentido de lo real de Lacan de una ex-sistencia.5 Para Lacan, lo real como ex-sistencia es «lo que no es», lo simbólico es un «agujero» y lo imaginario son las «consistencias», lo que da idea de ser. Es decir, remarcaré las profundas diferencias epistemológicas, conceptuales y lógicas entre las teorías de Freud y de Lacan. Tomemos como ejemplo las dos escrituras del gozo en la cadena borromea: JA, gozo del A, y Jo, gozo fálico. Aún con la enorme dificultad que supone establecer qué es «A» y qué es «fálico» en la enseñanza de Lacan, es preciso afirmar que ninguno de los dos está «hecho de varne y hueso». Es más, dicha afirmación constituye una clave clínica 7. Denomino «freudolacaniana» a la idea de que Lacan plantea su teoría en continuidad con la teoría de Ireud. 8, «lx» significa que no, es una salvedad a lo que viene después, Exsistere en una objeción a sistere, no una redundancia o una reafirmación; entonces so

traduce como «no gor»

¿Evolución

No hay sustancia corporal

muy importante. En el único caso en el que «A» queda confundido con alguien de carne y hueso sería, quizás, en la esquizofrenia. Por último, en la escritura Je queda claro que no se trata del gozo del pene o de la vagina ya que se inscribe por fuera del cuerpo. Para abordar nuestro segundo registro trabajaremos argumentos de una serie de autores de referencia relativos al tema del cuerpo. El psicoanálisis, tanto freudiano como lacaniano, sostiene mayoritariamente que el cuerpo y lo que viene de él, en su sentido más carnal y biológico, constituyen lo real y lo verdadero. En oposición a esta idea, un conjunto de autores muy importantes de diferentes campos —orientados directa o indirectamente por las obras de Franz Boas y de Marcel Mauss— sostienen que el cuerpo es imaginario, no real. A lo largo de las reuniones desarrollaré esta antinomia. En nuestra época y en Occidente más que nunca se cree que el cuerpo es real, lo que constituye un engaño. Dada esta lógica, mi propuesta es que la posición del psicoanálisis debe ubicarse en el versus. El psicoanálisis nace como respuesta a un modo específico del malestar en la cultura de Occidente de los siglos XIX y XX, inmerso en esta polémica. Esta idea puede remitirnos al contexto de los Estudios sobre la histeria,” escrito en el que se evidencia que las pacientes que consultaban a Freud eran mujeres occidentales de clase media que iban al médico porque les dolía algo en el cuerpo. Si bien para ellas el malestar provenía del mismo, para el saber médico «no tenían nada». Eran derivadas a Freud, quien se estaba abocando a investigar ese tipo de casos. Freud se había encontrado con esta clínica novedosa, que consistía en que a ciertas mujeres les dolía la cabeza y no querían tener relaciones sexuales, y la indicación que les daba era que tuvieran práctica sexual.!! La pregunta ¿qué quiere una mujer? abrió una práctica clínica que hoy tiende a desaparecer. La sustitución moderna de la figura del médico como parte de la terapéutica por la proliferación de estudios ,

9. No se trata de estudios exhaustivos de cada autor o de su sistema teórico, sino de un recorte que presente un posible diagnóstico de situación del psicoanálisis respecto de otras disciplinas en lo que hace a su conceptualización del problema del cuerpo, 10. Cf, Freud, S. (1980). Obras completas. T. TI. Buenos Aires: Amorrortu, 11, De hecho existió una bibliografía sobre la sexualidad de la mujer y su unber CE «Terega Alósofa» nutor desconocido (quizás Diderot) escrito alrededor de 1785, Ed. Blanco Satén, Barcelona, 1991 14

o

creación?

diagnósticos es un indicador de la desaparición de la clínica médica. Hasta mediados del siglo XX en la facultad de Medicina se enseñaba que la clínica era soberana, lo que significa que la impresión del médico estaba por encima de lo que cualquier estudio pudiese arrojar. Hoy el médico tiende a ser un administrador del escáner porque el cuerpo moderno es el cuerpo del tomógrafo, del resonador, etc." El cuerpo de la medicina basada en la ciencia moderna es el cuerpo biológico tridimensional analizado por máquinas. En psicoanálisis, cuando planteamos »ciencia moderna» debemos pensar que hay al menos dos sistemas epistemológicos contrarios en juego. Uno basado en el empirismo, el de Freud, sostenido en neurología, biología, genética y endocrinología. Y otro, el de Lacan —con lingiística, topología, aritmética, cálculo algebraico y física teórica moderna—, basado en la operación con letras. Para Koyré, Lákatos, Feyerabend, Popper, Kuhn, Bachelard y otros, la ciencia es una forma de operar con ideas; algunas tienen la característica de ser parcialmente verificables de forma experimental, pero no es la contrastación empírica lo que define el destino de un modelo científico sino la aparición de otro modelo más poderoso; esto es, de otro conjunto de ideas. Se trata de ideas contra ideas. Las diferencias epistemológicas producen distintos conceptos de cuerpo. La idea de cuerpo de la ciencia actual no es la misma idea de cuerpo que enfrentó Freud. De hecho, el cuerpo con que nos encontramos hoy se caracteriza por tener entre sus propiedades, la consecuencia de las conceptualizaciones freudianas. Uno de los modos en los cuales esto se evidencia es que muchos prospectos de- medicamentos dicen que el mismo puede atacar o favorecer la libido. La farmacopea moderna tiene la marca de Freud. Lacan, por el contrario, creó un mito para explicar la libido, al concebirla, no como una energía proveniente del interior del cuerpo biológico sino como una laminilla ultraplana que puede llegar a cubrirlo," la cual nunca podría aparecer en un prospecto de medicamento. Adviertan que este problema Lacan lo había identificado y trabajado oxplícitamente en 1966 en Psicoanálisis y medicina, conferencia dada en una mesa redonda del College de Médecine, en La Salpétriere. Cf. Lacan, J. (1985). En: Intervenciones y Textos, Buenos Aires: Manantial, 193, al libido, Buenos Aires: Lacan,J. (1987). E7 Seminario, Libro 11. Del amor 12.

Paidón

17

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sustancia corporal

partir de la obra de Michel Foucault se puede pensar que la época

A

de Freud se caracterizó por el nacimiento de la clínica en Occidente como efecto de la ciencia. En cambio, podemos conjeturar que el siglo XXI, caracterizado por un significativo avance tecnológico, es el siglo de la muerte de la clínica y de la desaparición de la figura del clínico en tanto rol social, sustituido progresivamente por la máquina. Para el registro epistemológico que opera con la idea de un cuerpo tridimensional, la máquina hoy es más potente que la mirada de cualquier médico. En el psicoanálisis padecemos lo mismo, la desvalorización de la función del clínico en el consultorio, aquél que lee el material signifivante y opera sobre él, para advenir como una presencia real que obstaculiza el exceso del goce del cuerpo real del paciente. Vuelvo a dos de los postulados que les anticipé, para situar el problema de referencia que les propongo discutir en esta reunión: a. b.

una concepción del hombre que deriva de plantear al cuerpo como real.

: ,

la creencia de que el sujeto es un epifenómeno del cuerpo, en continuidad con él y correlativo al funcionamiento del cerebro, los genes y las hormonas.

Para formular el problema e inscribir en él la enseñanza de Lacan, hay que asumir una posición respecto a estas cuestiones. A continuación comentaré textos de cuatro autores que no son psicoanalistas pero que resultan muy influyentes en nuestra discusión actual. El primero de ellos es Sociobiología de Edward O. Wilson, cuyo primer cnpítulo es «El gen moral», donde afirma que el estudio de la moral debe ser quitado de las manos de los filósofos porque es un problema penótico.' También comentaré El instinto del lenguaje de Steven Pinker, Ll error de Descartes de Antonio Damasio y El hombre neuronal de Jean-Pierre Changeaux. Este último autor quizás les interese especialmente porque se ha publicado un diálogo entre él y Jacques-Alain Miller. De todos modos, ambos sostienen a fin de cuentas lo mismo. Para que g6 hagan una idea acerca del hombre neuronal, les leo un párrafo del libro, Lo voy a traducir simultáneamente del francés, está en la página 330 y el título del capítulo es «Il fenómeno hamano reconsiderado»: Muchos de los artículos sobre la moralidad del dinrios están basados en esto enpitulo de Wilson 14,

log

14

gen

que aparecen

hoy en

o

creación?

Con el progreso de los conocimientos en neurobiología, en genética

molecular y en paleontología, las dimensiones del «fenómeno humano» pierden su carácter de prodigio. De la rata al hombre, la corteza cerebral se compone de las mismas categorías celulares, de

los mismos circuitos elementales. La superficie del córtex, progresivamente se agranda y con ella el número de células nerviosas y sus

conexiones. Bien entendido, entradas y salidas del córtex, siguen a esta evolución de la misma manera que los intercambios entre las diversas partes del territorio cortical. Esta continuidad de la evolución anatómica del encéfalo, se acompaña de una no menor 0 igual continuidad en la evolución del genoma.15

Su posición es clara, el hombre no es más que una rata con mayor disposición cerebral. Entre el hombre y la rata no habría otra diferencia que el volumen de neuronas y de conexiones neuronales; eso disolvería por entero el misterio de lo humano: un cerebro mayor. Tomemos el texto de Steven Pinker. Los invito a que revisen su página de internet en el sitio de Harvard, donde podrán ver su C.V. acompañado de una tomografía y una resonancia magnética de su cerebro. Pinker se presenta en sociedad como un epifenómeno de su cerebro. En su libro El instinto del lengsuaje's propone que el lenguaje es un instinto, producto de una mutación genética que se produjo afectando al cerebro. Es objetable. Equipara al lenguaje con el mugido, el relincho y el ladrido; todos ellos instintivos. Se dice que la última década del siglo XX fue la década del cerebro. Hoy, once años después, encontramos como efecto que el cerebro es el nombre de lo humano. El tercer libro que he seleccionado, el de Antonio Damasio, propone un error de Descartes en la separación entre res extensa y res cogitans. En el sistema cartesiano la res extensa no puede confundirse con la res cogitans, y viceversa. No son sólo distintos sino contrarios. La res extensa corresponde a la matematización —geometrización— de lo real por parte de Descartes, quien concibe lo real como tridimensional. Es a partir de estas ideas que se cree que lo tridimensional es real, que es lo mismo que decir visible, tangible, ete. Para Descartes la res cogitans 15, Changeaux, J.-P. (2000). Homme Neuronal. France: Hachette Littératures Pluriel, p, 330 Ctradueción personal) 16.

Pinker,8. (2009),

27

del instinto

lenguaje.

Madrid: Alinnza 19

No

hay sustancia corporal

carecería de ubicación en el espacio tridimensional, lo que habilitó la expresión «el saber no ocupa lugar». Pinker y Changeaux también sostienen que Descartes cometió el error de haber establecido una discontinuidad entre res extensa y res cogitans para lo humano. Proponen que es en la continuidad donde queda localizada la humanidad. Todos estos autores, incluso Freud, sostienen una continuidad entre la res extensa y la res cogitans. Recién con Lacan y su sustancia gozante se logrará romper con la moderna puesta en continuidad de la sustancia pensante y la sustancia extensa. ara seguirlo hay que remontarse a Aristóteles con su concepto de ousía y admitir tres tipos de sustancias. Estos temas plantean una pregunta acerca de la relación del psicoanálisis con otras disciplinas, fundamentalmente, con esta pendiente occidental del pensamiento moderno. Lo que les propongo es que la forma de sostener la posición ética del psicoanálisis y la diferencia que el psicoanálisis sostiene o debería hacerlo respecto de otras disciplinas es manteniendo la distinción entre lo tridimensional y lo bidimensional, que es consecuencia de admitir la estructura del significante. La subversión de la física moderna —la física relativista, la cuántica, ele,— introduce un sistema de diferencias distinto al de la física de Nowton en la que se apoyaron Kant y Freud. Las físicas relativista y cuántica postulan que los entes con los que opera no son ni tangibles ni visibles por esencia. Es un problema de estructura de la materia. En cierto nontido la materia no existe antes del experimento y no es en sí misma diferenciable de la energía. Tampoco escapa ala dualidad onda-partícula. Ireud planteaba que hay un cuerpo investido de energía, sin embargo, csn supuesta diferencia entre materia y energía es cuestionada por las físicas relativista y cuántica; es únicamente válida para objetos visibles y tangibles de la vida cotidiana. Para objetos de las dimensiones de palaxias o de tamaños subatómicos ya no se la considera cierta, incluso on la actualidad para objetos atómicos. Lacan propone que para el psicoanálisis no alcanza con la división realizada por Descartes entre res extensa y res cogitans, hace falta introducir una tercera sustancia, la sustancia gozante; idea que todavía ho ha sido tomada por los colegas lacanianos, quienes creen que la sustancia gozante es la energía (goce) que emana de la res extensa (cuerpo anatómico), El problema de esta lectura, además de borrar la existencia de dos mundos independientes y separados, uno tridimen

¿Evolución

o

creación?

sional y otro bidimensional, es que olvida muchas secciones fundamentales de la enseñanza de Lacan. Por ejemplo, concepciones como «el genio de la lengua»;!” Eso piensa, Eso habla y Eso goza solo y por sí mismo; el deseo del hombre es el deseo del Otro, el inconsciente es el discurso del Otro, etc., deben ser olvidadas para poder aceptar el planteo del goce de J.-A. Miller y sus seguidores como singular e interno de alguien. En la clínica psicoanalítica resulta necesario sostener la distinción cartesiana e introducir la sustancia gozante como una nueva dimensión. El mundo tridimensional es un mundo de seres, mientras que el mundo bidimensional del significante es de existencias. Dios, inconsciente, A, 3, objeto a, JA, Jo, etc., son existencias que habitan en un universo bidimensional. Incluso la estructura de la cadena borromea de lo simbólico, imaginario y real, más el sinthome, indican el requerimiento de un conjunto de, al menos, cuatro elementos. Para los animales res extensa y res cogitans. Para el sujeto: S /1/R y =. Freud desarrolló el engaño. Terminó teorizando —especialmente en la segunda tópica, con el esquema del huevo de «El yo y el ello»—:s que el dolor por el que consultaban sus pacientes provenía efectivamente de pulsiones originadas en el interior del cuerpo; un prejuicio de su época todavía vigente. Les propongo que Lacan dirigió toda su enseñanza —desde el estadio del espejo— en pos de rectificar el error de Freud. Para Lacan el gozo se origina en el motérialisme, en la materia significante y en la inmixión de Otredad. Volvamos a Freud y recordemos que fue primero un neurocientífico. Su Proyecto de psicología! es una obra que ninguna corriente neurológica hoy deja de reverenciar. Destinado a hacerse cargo de una clínica distinta, terminó teorizándola y orientándola en el sentido de la lógica del cuerpo tridimensional y sus energías. Con el estadio del espejo de la década del 40, la teoría del significante en la década del 50, la topología en la década del 60 y la cadena borromea en la década del 70, Lacan intentó rectificar la teoría freudiana. Sin embargo, tal como he planteado en otras conferencias, seminarios y textos, Lacan fracasó. De 17, Cf. Lacan, J. (2008). Acerca de la causalidad psíquica. Seminario VI, VIL, Seminario TX y Seminario XXI. 18, Cf, Freud, S, (1979), Obras completas. T. XIX, Buenos Aires: Amorrortu, 19, Cf. Freud, 5, (1982), Obras completas.T, 1, Buenos Aires: Amorrortu, 20, Cf Bidelaztein, A, (2009-2010). 11 fracaso de Lacan, Partes Ty TT, En: 27 Rey está desnudo. N" y N* 3, Buenos Aires: Letra Viva

Seminario

1

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¿Evolución

hecho, él mismo lo sostuvo decenas de veces a lo largo de su enseñanza, en especial desde 1966. Hoy sus miles de seguidores creen que Lacan sostuvo lo mismo que decía Freud. Les propongo la versión contraria, a saber, que Freud y Lacan propusieron modelos teóricos opuestos de cabo a rabo, ambos dentro del campo del psicoanálisis. La topología de la cadena borromea es la puesta en valor de la trascendencia del agujero. Lacan escribe allí todo lo que tiene para escribir en los agujeros. Su último aporte es que lo radical del mundo bidimensional es el agujero. Este argumento viene preparado desde la topología de la década anterior, pero es recién en los 70 cuando logra darle su pleno estatuto en psicoanálisis. Para Freud se trata del huevo con su núcleo, su sustancia y su cáscara; masivo y consistente y para Lacan de lo que «existe» en y por el agujero. Distingamos claramente los modelos de Freud y de Lacan. Comencemos con el yo. Como saben, hay dos teorías del yo en la obra de Freud; una es la del Proyecto de psicología de 18951 y la otra es la de «Introducción del narcisismo» de 1914.? En 1895 Freud plantea al «yo» como «una red de neuronas bien investidas».”* Para que haya inscripción hacen falta los siguientes elementos y en este orden: neurona, fenómeno y huella o imagen mnémica del mismo (su representación). Para un buen abordaje del problema de la representación en Freud y su imposibilidad de homologarlo con el significante en la enseñanza de Lacan, les propongo identificar los sistemas de referencia. Vorstellung es un concepto muy importante de la filosofía alemana, en especial la propuesta por Arthur Schopenhauer, quien fuera un filósofo de referencia de Freud. Como sabrán, durante muchos años uno de los filósofos de referencia de Lacan fue Hegel, quien perteneció a la misma época y a la misma sociedad que Schopenhauer pero con una posición contraria a la de aquél. Para Hegel se trata de la «fenomenología del espíritu», para la cual el deseo es el deseo del otro, mientras que para Schopenhauer —como para Nietzsche— se trata de la «voluntad», Wille en alemán. Para Schopenhauer el mundo se divide entre voluntad 21. Freud, S. (1982). Proyecto de psicología para neurólogos. En: Obras completas. T. I. Buenos Aires. 22. Freud, 8. (1979), Introducción al narcisismo, En: Obras completas. 'I1 XTV. Buenos Aires: Amorrortu, 23, Freud, 5. (1982), Proyecto de psicología para neurólogos, Parte E, punto XIV. En; Obras completas, "IL pp, 368-369 1.

90

o

creación?

(pulsión) y representación.” El sistema freudiano está calcado sobre el sistema de Schopenhauer. Freud homologó voluntad a pulsión y representación a huella mnémica. Lacan se orientó con Hegel, la dialéctica y la función del otro y el deseo. La segunda acepción freudiana del «yo», la de «Introducción del narcisismo», sostiene que éste es el verdadero objeto de amor fundamental, siendo los subsiguientes objetos de amor sucedáneos del amor propio, depositado en parte sobre ellos. El mundo freudiano es un mundo de amor propio donde el yo es el verdadero objeto de amor; los otros sólo importan en calidad de sus representantes. Para Freud todo lo bueno se introyecta como yo y todo lo malo se expulsa como otro al mundo externo. Así es como Freud piensa el narcisismo. A su vez, el yo es esclavo de tres poderosos amos: el ello, el superyó y la realidad. Para Lacan «yo es otro». Si hay algo en el lugar de lo amable no soy yo en absoluto sino el otro; en especial, la imagen de su cuerpo. Mientras que para Freud el yo es lo más verdadero —lo vamos a trabajar cuando tomemos el problema de la huella mnémica—, para Lacan la identificación es engañosa; esto es fundamental. El problema es que los colegas lacanianos plantean que el estadio del espejo de Lacan coincide cón el narcisismo de Freud, a pesar de indicar justamente lo contrario. Si para Freud el yo es la fuente del amor, para Lacan, el yo en aa” —la dialéctica imaginaria— es la fuente de la rivalidad. Finalmente, si para Freud el yo es esclavo, para Lacan implica la búsqueda constante de una instancia de dominio. En torno a las tres categorías claves del yo: narcisismo, fuente de amor y esclavitud, Lacan propone una sustitución absoluta: alienación, rivalidad y dominio. De todos modos es necesario hacer una aclaración. Freud y Lacan han cometido el desliz de presentar sus argumentos como si fuesen para todo el mundo. Lacan rectificó la afirmación freudiana acerca de la universalidad del complejo de Edipo, propio y específico de ciertas culturas, no de todas, pero no lo hizo con la propia; a saber, que El Quijote, Fausto y Robinson Crusoe son héroes del individualismo y representantes de nuestra forma de plantear y vivir el yo, no así en 24. Schopenhauer, Madrid: Trotta,

A.

(2004). El mundo como voluntad y representación.

Lacan,

25, J, (2008), La agresividad en psicoanálisis, Tn: Zscritos 1. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, Y on: (1984), Z7 Seminario, Libro 2. Buenos Aires: Paidós CL

20

¿Evolución

No hay sustancia corporal

toda comunidad y en todo momento histórico. En otras culturas y sociedades puede que no sean válidos ni el narcisismo (amor propio) ni el estadio del espejo (rivalidad ineliminable). Este problema se origina en Lacan por el apoyo del estadio del espejo en la prematuración biológica del nacimiento de la criatura humana. Lacan tiende a presentar el yo como si fuese universal, pero él mismo cita Maurice Leenhardt, autor del libro Do kamo,* el cual trata sobre una cultura de la Polinesia cuyo lenguaje carece de la partícula yo y, por lo tanto, no habilita el mismo sistema de vivencias yoicas. Es una diferencia cultural. Avancemos hacia el problema de la «representación». En los trabajos de Freud el proceso posee la siguiente lógica: primero está el cuerpo anatómico, luego la vivencia y, finalmente, la inscripción de esa vivencia; hay una vivencia y una huella de ella en el cuerpo que luego operará en una asociación neuronal que permanece igual y que Freud denomina vía facilitada. En el progreso de su obra eso se llamará huella mnémica o imagen mnémica, para terminar llamándose «representación». Si me preguntan si hay diferencia en el modo de inscripción entré asociación neuronal, huella mnémica o representación, les diría que no. ¿Por qué? Porque para Freud la vivencia que queda inscripta es lo que es, no hay ambigiiedad posible en su sistema reducido entre vivencia de dolor o vivencia de satisfacción. Se trata de una doble adhesión. Por un lado, a una fenomenología sin ambigúedad, por el otro, a la tésis epistemológica de la tabula rasa que supone que los individuos nacen sin cualidades, sin ninguna huella o inscripción previa; posición filosófica que explica la importancia fundamental que cobran las primeras vivencias en su modelo teórico. Si quisiésemos precisar los postulados de la teoría freudiana del narcisismo a partir de 1914, habría que plantear: a. la tesis de la tabula rasa que postula que se comienza de cero, rechazando la existencia previa del otro/Otro. b. queel fenómeno es idéntico a sí mismo, carece de otredad. Dicho de otro modo: hay mismidad de la vivencia, y C. la huella que escribe el fenómeno es la huella de este mismo fenómeno en forma intrínseca; el material con el que se inscribe lo hace de manera absoluta. La representación-cosa es el doble interior de la cosa misma y se comporta como ella. a

26,

Leonhardt,

M,

(1997),

Do kamo. Barcelona: Paidós Ibérica,

o

creación?

En relación a este último punto, en el sistema freudiano la asociación de huellas coincide con la facilitación entre neuronas. Ésta es la condición para que sea posible la asociación de representaciones. A la asociación de asociaciones se agrega la palabra con la representación palabra; luego adviene el pensamiento y con él, el acceso al mundo social. A partir de ese momento puede resignificarse la vivencia, pero la huella original seguirá siendo tal. Analicemos este problema. Si concebimos como verdadero el postulado de la tabula rasa surge la contradicción con el valor que le damos en la dirección de las curas, siguiendo a Lacan, a las tres generaciones. Para nosotros es imperioso considerar que hay ya un mundo, un orden en el que el sujeto adviene. Si en lugar de huella o representación (Vorstellung) escribimos significante se produce la subversión producida por la enseñanza de Lacan. A partir de la teoría del significante de Lacan: a. se hace inadmisible la noción de tabula rasa, porque la batería significante y el discurso siempre están antes: el Otro y el A ya están allí. b. los significantes no inscriben fenómenos. El significante inscribe sólo una diferencia respecto de otros significantes, por ende requiere de interpretación. su vez, el significante se caracteriza por tener dos dimensiones de valor: a. en su dimensión negativa: el significante es lo que todos los otros no son. b. como letra, el significante significa en relación a otros significantes al que está asociado en una cadena, en el sistema metafórico y metonímico. A

El significante no escribe un suceso o un hecho. Los significantes no inscriben fenómenos sino diferencias dentro de la batería y el lazo discursivo que preexiste a todo fenómeno; por eso mismo los fenómenos son su efecto. En Treud hay un punto de realidad que es concebido como real, idéntico a sí mismo que ge inscribe con una marca que tiene la propiedad de no registrar diferencias sino mismidades,

¿Evolución o creación?

No hay sustancia corporal

La teoría del significante de Lacan que aquí les presento y a la que adhiero plenamente sanciona como falsa la hipótesis de Pinker, Es imposible que el lenguaje provenga del cerebro porque el cerebro no es capaz de inscribir significantes, en la medida en que los mismos no inscriben fenómenos y existen como diferencia con todos los otros en el campo del Otro. El lenguaje, como batería completa y como tesoro incompleto, surge, habita y cambia en el campo del Otro en un lazo discursivo. Estamos capturados por la idea de que el cuerpo tridimensional es real y que el modo de tramitar lo real es a través de experiencias corporales singulares. Convencidos de eso, el cuerpo como real es el máximo engaño de Occidente. Esto explicaría por qué los conflictos de las personas tienden a manifestarse cada vez más como problemas corporales. En la actualidad en una de sus vertientes eso fue diagnosticado para Occidente como una «epidemia de dolor crónico».?” La clínica psicoanalítica nació con el tratamiento de problemas que se localizaban en el cuerpo y parecían provenir de él pero no lo eran. Hoy el psicoanálisis sostiene una teoría que promueve el acatamiento de su función social al revés. La función social del psicoanálisis es ir en contra de la pulsión y el goce, es decir, en contra de la idea de que el problema del dolor que nos atañe proviene del cuerpo anatómico singular. El lugar social del psicoanálisis es ir en contra de la visión medicalizada del problema del dolor; ser capaces de afirmar y argumentar que lo que se define como pulsión o g0zo proviene del Otro, JA. Recuerden que para Lacan la pulsión es el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir, y su fórmula algebraica es ($ 6 D). "Todos sus términos son significantes e implican al Otro. Voy a complejizar el argumento. Para Freud, lo que escapa a la tabula rasa del aparato psíquico es la herencia filogenética de la especie. Ya salió publicado en español el libro Ontogenia y filogenia de Stephen Jay Gould? Allí hay un capítulo completo sobre psicoanálisis freudiano. La herencia filogenética de la especie es un error científico. I¿l diagnóstico de este error ya se había desarrollado en vida de Freud. Stephen Jay Gould localiza las citas en donde Freud reconoce que a pesar de saber que la herencia filogenética es una teoría errada en 27. Morris, D. (1993), La cultura del dolor, Chile: Andrés Bello. 28, Lacan, J. (2006), Z/ Seminario, Libro 23. Del uso lógico del sinthome, o Iroud con Joyce, Buenos Aires: Paidós. p. 18, 29. Gould, 8. J, 1977). Ontogeny and phylogeny, USA: Belknap Harvard,

20

función de los avances científicos, necesita seguir sosteniéndola. Ahora bien, ¿por qué era necesario sostenerla a pesar de saber que se basaba en un error científico? Recuerden que Freud partía del hecho de que en el ser humano la ontogenia recapitula la filogenia. Es una de las bases argumentativas esenciales de todo el edificio teórico freudiano. Sólo la sostuvo en cinco opotunidades pero es la teoría que a Freud le permitió ir al tiempo anterior al cero del nacimiento. En «Tótem y tabú» 'por ejemplo, Freud no tiene cómo explicar que los sucesos de la horda primitiva operen en nosotros si no es a través de una herencia filogenética. El único modo que posee Freud de explicar que para cada individuo operan el ello y el superyó es a través de la herencia filogenética, ya que las experiencias personales parten de cero. Para nosotros resulta crucial. Estamos realizando una crítica sistemática de la concepción moderna occidental del cuerpo, como origen y como fuente del ello, el superyó, las pulsiones y el goce. Alain Badiou afirma que en nuestra cultura opera una antropología animal. La define a partir de una fórmula deliberadamente contradictoria: «No hay más que cuerpos y lenguajes, sino que hay verdades».*! Los colegas lacanianos sostienen que se parte de un cuerpo biológico que las palabras capturan de manera parcial, de donde queda un resto (goce), un saldo de insatisfacción que mantendría su esencia biológica. No se concibe que el Otro, lógicamente anterior a todo cuerpo, produzca una alteración tal que dicho resto pueda ser de otra índole que no sea biológica. Hace veinte años se afirmaba que la operatoria analítica sobre ese resto consistía en acotarlo, pero en los últimos años se impuso un nuevo paradigma que conlleva la idea de amigarse con aquel goce restante. Por otro lado, hace veinte años se pensaba al cuerpo biológico como particular. En la actualidad, el avance del biologicismo moderno occidental lleva a pensarlo como singular. La diferencia radica en que lo particular está referenciado a un conjunto, a una estructura, es una parte de algo. Singular es una categoría que plantea un elemento por fuera de cualquier articulación. En el psicoanálisis lacaniano se ha ido de lo particular a lo singular, con consecuencias individualistas evidentes. 30. Freud, $,

(1991).

Totem y tabú. En: Obras completas: Tomo XIII, Buenos

Aires; Amorrortu, 31, Cf Badiou, A. (2008), Lógicas de los mundos, El Buenos Airos: Manantial - Bordes

serel y

"a acontecimiento

2,

y

No hay sustancia corporal

Los colegas lacanianos lo piensan, en general, del siguiente modo: para ellos, lo real (primero) menos lo simbólico (segundo) —siempre se lo postula como impotente en el ejercicio de su función— deja un resto llamado goce. Antes, al resto se lo llamaba objeto a, el objeto del deseo. Ahora es el goce proveniente del interior del cuerpo que lo simbólico no logra capturar (significantizar).

En torno a esto, se habrán dado cuenta, hay también un fuerte planteo de orden temporal, donde lo real sería lo primero, lo simbólico A esta flecha temporal se la suele llamar lo segundo y el resto lo tercero. constitución subjetiva. También podríamos colocar, a la freudiana, lo oral como 1”, lo anal como 2*, etc. O también: 1% autoerotismo, 2* narcisismo y 3* elección de objeto. Son distintos modelos con los que el psicoanálisis escribe este planteo temporal, que podemos representar horizontalmente como una «flecha del tiempo», caracterizada por tener un comienzo en O (cero); aquí el origen es singular. Pero también se pueden pensar y sostener, bien apegados a la clínica, las tres generaciones. Si resulta sorprendente es porque hay una repetición notable no solamente entre el paciente y sus padres sino con los abuelos también. Los biologicistas afirman: si hay patología en varias generaciones de la misma familia se debe a lo biológico. Por el mismo argumento que nosotros decimos que se trata de la historia familiar. La pregunta es: ¿cómo se transmite?, ¿cómo le llega a ese paciente? ¿Cómo es que opera lo que estuvo en otra generación, la de la abuela de Italia, con el cual el paciente ni siquiera convivió y de la cual se habló tan poco? Y nunca fue dicho que la abuela también tuvo otra pareja en Italia antes de venir a Argentina, al igual que la madre del paciente y su amante, y el paciente, que viene a consultarnos porque está dividido entre dos amores. ¿Cómo opera eso? ¿Cómo se sabe lo que no fue dicho? Este es un problema teórico en nuestra clínica; y digo nuestra clínica porque hacemos lugar a la historia, no como sucede en la posición teórica de cierto psicoanálisis actual, que rechaza la historia considerándola un regodeo inoperante en relación al goce del cuerpo real. Tal orientación debe hacer caso omiso a las repeticiones. El problema que nosotros tenemos con la replicación de la herencia filogenética no es únicamente que es un error científico, ya que la teoría de la recapitulación es falsa para el ser humano sino que además, propongo rechazarla por ser biológica, No resuelve en nuestra clínica el problema de la repetición entre las generaciones, 2H

¿Evolución

o

creación?

Avancemos un poco más. Otro problema temporal que quisiera trabajar con ustedes, para despejarlo, ya que son los fantasmas con los que convivimos, es el de equiparar la retroacción freudiana, el nachtráglich —vector regresivo que va en contra de la flecha del

tiempo— con el apres-coup de Lacan: temporalidad retroactiva fundada en el bucle significante. Son saltos teóricos insólitos en nuestra disciplina, que consisten en equiparar conceptos de dos sistemas teóricos distintos. Algo similar se hace con: «la pulsión, el goce». El problema es esa coma que da a entender que se trata de dos nombres distintos para una misma cosa. Incluso se suele encontrar «pulsión, goce, real», lo cual barre diferencias fundamentales del modelo teórico de Lacan. Tenemos que aclarar bien qué es la retroacción freudiana para distin-

guirla del apres-coup lacaniano. La retroacción freudiana tiene dos acepciones. La primera es cómo con la segunda oleada de la maduración sexual en la pubertad se reinterpretan las experiencias sexuales infantiles. Para Freud, la retroacción adquiere una función clave debido a que su teoría implica una temporalidad muy peculiar; un tiempo cero, el del nacimiento y del autoerotismo. Como los sistemas evolutivos de Freud son múltiples, es posible decir que del autoerotismo se pasa al aloerotismo 0, también, se puede plantear mediante la secuencia de estadios: oral, anal, fálico y genital. Para Freud existe un proceso biológico de maduración sexual, con una suspensión y un reinicio: la latencia. La lógica es que en el reinicio del proceso se ubica el desarrollo puberal. Vean cuán biológico es el sistema. Para Freud es determinante que los órganos sexuales tienen un desarrollo madurativo que se manifiesta en la pubertad, e implica un incremento notable de la libido porque tiene la certeza de que la libido proviene de los ovarios y los testículos, siendo masculina o femenina si hay un incremento en la pubertad. La otra acepción que determina este sistema es el complejo de Edipo, lo que Lacan llamó el sueño de Freud. ¿Recuerdan que Freud soñó el Edipo? Entonces del complejo de Edipo, el armado de la escena sexual y el sepultamiento del complejo de Edipo, sobreviene la latencia y luego, a causa de la pubertad biológica sobreviene la adolescencia psicológica, La retroacción implica que con la segunda oleada de la sexualidad (pubertad) y el aumento libidinal se resipnifican las escenas de la primera infancia, bajo el primado del resultado del sepultamiento del complejo de Edipo, en especial la identifiención sexual,

¿Evolución

No hay sustancia corporal

Son las únicas acepciones de la retroacción freudiana. Si buscan nachtráglich en el diccionario alemán van a encontrar «a posteriori, retroactivamente, con posterioridad». La retroacción freudiana no modifica la realidad de los sucesos acaecidos y registrados con una huella. Lo que sucedió, sucedió. Tenemos la vivencia, la inscripción de la vivencia como huella mnémica y el valor que eso puede tener en la vida de alguien. El valor sí puede modificarse. Puede ser neutro en la infancia y tener un valor sexual en la adultez, pero el suceso vivido y su inscripción son inalterables. En este sentido propongo entenderlos como reales: vuelven siempre al mismo lugar; a razón de lo cual, para

Freud funcionan como origen del trauma. Ustedes seguramente deben estar pensando en este otro sistema: Ss Ss

el algoritmo del significante y el significado. Se

notablemente distinto que funciona así

trata

de un modelo

Desde un principio, [...] el símbolo ya está operando.33

Lacan insiste mucho con el «ya está», «ya está allí».** Existe un gran número de citas donde afirma lo mismo. El símbolo ya está operando desde un principio. ¿Qué alcance posee para Lacan? Veamos este conjunto de citas:

El símbolo

f

MÍO)

creación?

Qñ:? una cantidad endógena. Con lo cual, tampoco podemos decir que en Freud se modifica el significado porque, siendo estrictos, Freud trabaja con energías que se desplazan o condensan. Ahora vamos a ver la posición de Lacan frente a la problemática de la historia, posición poco destacada entre sus comentaristas. Cuando se me presentó la pregunta la empecé a rastrear en la obra de Lacan y, como me suele suceder, apareció por todos lados. Practico mucho un sistema que Lacan desarrolla respecto del significante —lo van a encontrar en «La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud» — y es que el significante no consiste sino que insiste. En la clase XVI del Seminario 2 plantea así su posición:

El lenguaje: El lenguaje

Existen notables diferencias. En el sistema freudiano la inscripción de la vivencia, como marca, no se referencia a otras marcas sino que es la huella de cada experiencia, y en lugar del significado —que para Saussure es social— en Freud opera la energía asociada a la intensidad de la vivencia y la dotación personal. En el sistema propuesto por Lacan un significante sólo existe como diferencia en relación a los otros significantes. No hay significantes aislados o significantes de a uno, Si hay significantes que operan de a uno entonces hay que concebirlos como signos, que es lo que representa algo para alguien. Los significados no remiten a una cosa sino a otros significados, El problema es que TFreud, al inscribir el biologismo en su sistema teórico no opera estrictamente con significados sino con una energía, lo que ál designa

o

El Otro La significación El Otro

Está desde el origen Está desde el origen Ya está operando desde un principio Ya está en su lugar en

elisiemamde mado

Siempre está en juego en lo que incumbe al sujeto Que siempre está en

icsatros

!

Ya El Otro

está instalado en

su lugar antes de todo surgimiento del deseo

S.L.R Seminario 1 clase XII Seminario 2, clase XVI

Seminario 3, clase VI Seminario 3, clase XV

TE. 3, clase XV Seminario

| Seminario

8, clase XV

32, Escritura de S. Treud que todos los comentaristas coinciden en leer como «cantidad de energía psiquica», 93, Lacan, J. (1984), 27 Seminario, Libro 2, Barcelona: Paidós, p. 291. 34, Cl Widelaztein, A. (2018), El origen del sujeto en psicoanálisis, Del Big Hang del lenguajey el discurso, Buenos Aires: Lotra Viva, un

No hay sustancia corporal

¿Evolución

El sujeto in initio

Comienza en el lugar del Otro

Seminario 11,

El Otro

Está antes de toda ni toc revelación subjetiva

don AA dae

Ya

El lenguaje

La sociedad de los significantes i

otro origen ot:

Está ya presente en su eficacia en toda manifestación del rasgo unario Sólo se puede hablar

como algo vinculado con el origen mismo de

Del gozo

No o hay hay

está presente cada

vez que el inconsciente se abre

El Otro

la entrada en juego del significante Es condición necesaria para el nacimiento y rechazo del significante amo (S1) —

Que el del discurso

clave XV

| Seminario

11, clase X

creación?

operando para todo caso. Esto produce una alteración fundamental en el modo de pensar el tiempo en psicoanálisis. Lacan lo escribe con absoluta claridad en el Seminario sobre la angustia para dar cuenta de la «constitución circular del objeto».* Lo grafica del siguiente modo, tomado de la versión en francés: phallique

Seminario 17, clase XI

Seminario 17, clase XII

anal

scopique

oral

surmoi a

Les formes stadíques de Vobjet

Seminario 18, clase I Seminario 19, clase XII

La única vez que encontré «sociedad de los significantes» en la obra de Lacan es la del Seminario 18 tal como indiqué en la tabla anterior. Supongo que es un hápax.* Lacan está afirmando que para que exista el S¡ hace falta previamente la sociedad de los significantes, no sólo el significante o los significantes sino la sociedad, los significantes articulados. Solamente hay S¡ a partir de la articulación significante, ya sea

en cadenas o en litorales, incluso en enjambres. Tomen en cuenta que hay dos modelos teóricos en pugna. A mi entender Lacan es el único en el campo psicoanalítico que sostiene que antes de cualquier instancia libido, cuerpo, gozo, S1, sujeto, deseo, etc.—, la posición psicoanalítica es que el Otro (A) y el (4), el lenguaje, el discurso, el inconsciente o la sociedad de los significantes ya está ahí 35. Hápax o Hápax legomenon es una expresión que se utiliza para designar una palabra que ha aparecido registrada solamente una vez en un idioma o un corpus dado, También se puede entender como un vocablo del que sólo so tiene un ejemplo en una ápoca determinada, en un nutoro en la totalidad de una obra,

82

o

Para articularlo con precisión, escaparle al paradigma biológico y

atacar el problema más arduo, hay que responder cuándo. Ustedes saben el universo que la aparición del lenguaje es fechable. Se estima que de antigiiedad. Seguramente el lenguaje tiene 13.500 millones de años apareció en algún momento entre ayer y 13.500 millones de años antes, pero la fecha aproximada para la aparición del lenguaje cada vez se atrasa más. En los estudios antropológicos, hace varias décadas se afirmaba que había aparecido hace 40 mil años, ahora se supone que apareció hace 50 mil. Sea como fuere, supongamos que se sostenga que el lenguaje surgió en África hace 60 mil años, no importa, digamos 100 mil y nos cubrimos de futuras investigaciones. Este «ya está» no hace referencia a esos 100 mil años. Si hiciésemos referencia a esos 100 mil años estaríamos hablando del cerebro y aceptando la teoría del libro de Pinker, donde postula que hubo una mutación genética que produjo el lenguaje y así al primer hablante. La teoría de Lacan hace uso de un concepto de Saussure que es el de sincronía, Les aporto una cita del Seminario XII, de la clase del 13 de enero de 1965. No está publicado, Lacan dice ahí: 36, Lacan, J, (2004), Le Séminaire, Livre X. Éditions du Scuil, Paris, p. 3841. Reproduzcoel esquema on francés debido a que en la edición española de Paidós Aigura con errores (CL p, A17)

No hay sustancia corporal

Es otra cosa en eso que hay de inaugural. Se inserta en esta dimensión que el lenguaje instaura como sincronía, que no es de ningún modo confundible con la simultaneidad.37 y

Diacronía y sincronía son términos creados por Ferdinand de Saussure entre 1908 y 1911. La sincronía es sólo un concepto y responde por el momento inaugural donde el lenguaje ya está operando completo. Es una abstracción metodológica que no coincide con lo simultáneo. Para que haya lenguaje debe haber un stock mínimo de elementos diferenciales dados todos juntos y un conjunto de hablantes. Lo que Lacan está planteando es que el lenguaje ya está todo ahí, es decir, que no se fue formando término a término como sostienen las teorías modernas del surgimiento del lenguaje. Hace falta pensar en un stock mínimo de términos para poder decir «he ahí un lenguaje» y tiene que estar todo junto operando antes de cualquier sujeto. ¿En qué tiempo? Este tiempo se designa «en sincronía», que no coincide con ningún instante marcado por un reloj. Para el lenguaje la abstracción que necesitamos plantear es la de la sincronía. Para la lingiística moderna —Saussure, Jakobson, Benveniste, etc., es decir, la lingúística estructural no chomskiana—, el lenguaje, con sus elementos y sus leyes surge en sincronía. La con la que nosotros trabajamos «ya está ahí», es una concepción que no admite la llamada constitución subjetiva. Ni el sujeto ni el Otro surge en partes: primero unas y luego otras. El sujeto existe o no existe junto a su Otro. Y no se confunde con el niño y su desarrollo evolutivo. Por hoy dejamos acá. Muchas gracias. s

!

trictu

Livre

37, Lacan, J, Le Séminaire, XII, Clase del 13 en: staferla free fr. p, 128 (traducción personal),

id

de

enerode 1965. Disponible

II.

Las técnicas del cuerpo. Marcel Mauss El autor de referencia para este capítulo de nuestro trabajo de investigación será el etnólogo Marcel Mauss.** El análisis más famoso de Mauss es el de la ceremonia del potlatch,* al cual se articula su teoría del don. Para nosotros, psicoanalistas, se hace evidente la relación con la teoría del amor de Jacques Lacan: el amor es dar lo que no se tiene.“ En su libro Ensayo sobre el don*! Mauss afirma:

parece que haya existido nunca, ni en una época cercana a la nuestra, ni en las mal llamadas sociedades «primitivas» o «inferiores», nada que se parezca a lo que se denomina «economía No

natural».

Mauss contradice la tendencia del pensamiento actual de Occidente con respecto al cuerpo y sus necesidades: no se trata de naturaleza ni de la posible existencia de una economía natural, ni siquiera en pueblos originarios. Una semana después del fallecimiento de Mauss, Lacan nos propone: 38. M. Mauss no llegó a publicar ningún libro en vida pero estaba escribiendo cinco cuando falleció. Contamos con una recopilación de artículos que se publicaron bajo el título Sociología y antropología, más algunos documentos políticos que están comenzando a aparecer. La introducción de Sociología y antropología fue escrita por Claude Lévi-Strauss, introducción que Lacan criticó el inconsciente». on gu escrito «Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en de EEUU de originarios y Canadá pueblos 39. Ceremonia tradicional 40, Cf, Lacan, J. En: Seminarios 5, 8, 10, 12, 13, 17 y 22. Y en los Escritos: la «La dirección de la cura y los principios de su poder» y «Juventud de Gide o lotra y el desco». AL, Mauns, M, (2009), Snueyo sobre el don, Forma y función del intercambio en las sociedades arcaicas, Buenos Aires: 42, Ibid, pp.78-74

Int,

6

No hay sustancia corporal

Recuperemos, pues, las límpidas fórmulas que la muerte de Mauss devuelve a la luz de nuestra atención. Las estructuras de la sociedad son simbólicas.

Mauss era socialista, pero criticaba el argumento marxista que se apoya en una concepción egoísta de lo humano y de lo social, que afirma que el hombre busca optimizar sus placeres y sus posesiones. Ésta es, para Mauss, la falla del argumento marxista. A nosotros nos interesa especialmente, ya que se trata de la misma falla que diagnostico en los argumentos del freudismo y del lacanismo.* La economía libidinal planteada en el Principio del placer y su más allá, entre otros problemas, sostiene que lo que hace el ser humano está orientado hacia la ganancia de placer o la satisfacción de la pulsión de vida o de muerte, que es la tendencia de la sustancia viva a la unión y a retornar a lo inanimado. El psicoanálisis lacaniano plantea la misma hipótesis a saber: que lo que hacemos tiene como meta evitar insatisfacciones y encontrar satisfacciones gozosas. En el horizonte la búsqueda es egoísta e individualista, aunque sea del goce mortífero. A dicha posición política la revista de estudios maussianos (M.A.U.S:S.) la denomina en forma crítica como utilitarismo, lo cual significa que en el vínculo social cada quien busca su propia satisfacción en función de sus necesidades individuales. Mauss rechaza esta idea y propone que lo que el ser humano busca no es su interés egoísta, sino el lazo social. Lo afirma así: En las economías y los derechos anteriores a los nuestros, nunca

se observan, por así decirlo, simples intercambios de bienes, riquezas y productos en un comercio llevado a cabo entre individuos. Ante todo, no son los individuos sino las colectividades las que se comprometen unas con otras, las que intercambian y asumen contratos. Las personas que intervienen en el contrato son personas morales: clanes, tribus y familias que se enfrentan y se oponen [...]*

43. Lacan, J. (2008). Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología. En: Escritos 1. Buenos Aires: Siglo Veintiuno. p. 135. 44. Reservo «lacaniano/a» o «lacanismo» para referirme a los desarrollos de los discípulos y seguidores de Lacan luego de su muerte, a fin de destacar la diferencia en los argumentos de estos últimos respecto a la teoría de J, Lacan. 45, Cf, Freud, S. (1979). Más allá del principio del placer, En: Obras completas. T. XVIII, Buenos Aires: Amorrortu, 46, Mauss, M (2009). Op. cit, Znsayo sobre el don, Forma y función del intercambio en las sociedades aredicas, pp, 74-75, 16

Las técnicas del cuerpo

Tomemos el ejemplo más evidente aportado por Mauss. En el potlatch se trata de la quema de ganancias. Es una ceremonia que se desarrolla como una competencia en la que triunfa el grupo que se desprende de la mayor cantidad de bienes. Esto se inscribe en el marco reglado por una trama pautada que determina lugares para la comunidad. Por ejemplo, si hay un casamiento los consuegros compiten por ver quién quema más; si uno quemó diez bolsas de granos, el otro tratará de quemar quince. No se trata de la búsqueda de riqueza sino de establecer un pacto en función de una ética. Se destruyen bienes necesarios y valiosos y el que más se perjudica es el que triunfa. Freud, en cambio, adhiere a la teoría del libre mercado, sostenida paradójicamente por el diagnóstico marxista de que cada quien busca su propio beneficio. Para Freud, por ejemplo, los hombres se casan para evitar el esfuerzo de salir a buscar una mujer cada vez. La teoría del amor freudiano es egoísta porque es un sustituto del amor narcisista. En ciencias sociales estos sistemas de ideas egoístas fueron llamados utilitaristas, cuya designación no debe confundirse con el planteo de Jeremy Bentham; que el egoísmo es utilitario, en este caso, alude a la idea de que nos vinculamos socialmente para obtener beneficios personales. La revista M.A.U.S.S. propone que esta posición deriva en una filosofía cínica. Como sabrán, hoy en día en el campo lacaniano se está trabajando con la idea de final de análisis cínico, que conlleva a la reivindicación del sí mismo y del goce autista. Mauss es un autor de extrema importancia para nosotros porque plantea otra forma de concebir el lazo social: todos y cada uno de nosotros busca establecer lazo, y para eso hay que dar lo que no se tiene. Mediante el sintagma «técnicas del cuerpo» Mauss afirma que el cuerpo biológico ya está operando tomado en la cultura; es decir, pone en tela de juicio la tendencia del pensamiento occidental a creer que primero adviene la sustancia viva del cuerpo biológico, luego sus necesidades y satisfacciones, las cuales deben someterse posteriormente a los límites y exigencias tanto sociales como culturales. Lacan elabora su modelo teórico con ideas de Mauss. De todas las múltiples referencias tomaré sólo dos. La primera es del Seminario 16: Está claro que no hay nada común entre la operación analítica y lo que sea que se revela de ese registro que he llamado hace un instante, técnico, cuya amplitud so sabe cuando se ubica, como lo ha hecho 417

No hay sustancia corporal

Las técnicas del cuerpo

Mauss por ejemplo, por incidencia en ese dominio, de esta función en ese dominio, hablando de las características en la cultura, de esta función muy extendida por la cual no es en razón que en nuestra civilización, esté no, propiamente hablando, elidida, sino reprimida en los rincones, esta función que él llama «las técnicas del cuerpo.”

Quiero decir que no es impensable que el cuerpo, en tanto que lo creemos vivo, sea algo mucho más difícil de lo que saben los anatomofisiólogos.[...] La única desgracia es que actualmente ya no quedan huellas, absolutamente en ninguna parte, de iniciación.*8

En primer lugar Lacan dice que el psicoanálisis no es una técnica. Segundo, que las técnicas del cuerpo en nuestra cultura no están elididas, sino reprimidas. Para agudizar la lectura hay que tener en cuenta que, a diferencia de Freud, Lacan no es un autor que haga hincapié en la teoría de la represión; por lo tanto, la inclusión de dicho concepto debe tomarse como una advertencia. La represión, para Lacan, designa una operación social y cultural, no individual. En la segunda clase del Seminario 21 encontramos:

En lo que respecta al gozo se trata de aproximaciones y desvíos, no de que Lacan llama «el cuerpo que creemos vivo». Lacan afirma que se ha perdido el rodeo de la aproximación; que en las sociedades antiguas era una ciencia, un saber articulado, una disciplina de iniciación.A eso es lo que llama —con Mauss— técnicas del cuerpo. Antes era evidente que ese saber había que transmitirlo en los ritos de iniciación; por A través de los ritos, la sociedad ejemplo, al comienzo de la vida cumplía la función de enseñar el modo de acceder a los roles sexuales y ala vida sexual. En el Seminario 16 Lacan afirma que en nuestra sociedad las técnicas del cuerpo están reprimidas. En el Seminario 21 agrega que para nosotros ya no quedan huellas de la iniciación en las técnicas corporales. Él propone darle a la iniciación cierta jerarquía. Cuando se refiere a los famosos misterios, los misterios eleusinos,* por ejemplo, sostiene que se presentan —en términos etnológicos— como técnicas corporales. La iniciación es una aproximación oculta que en otras sociedades se transmite como técnicas del cuerpo; ésta no se efectúa sin todo tipo de desvíos que constituyen su propiedad fundamental, y sin la satisfacción como creía Freud y hoy suponen las ciencias de la vida. Entre la habilitación para tener sexo y la efectivización de la vida sexual la sociedad imponía un período de separación, de dilación, de introducción de ritos y técnicas. La iniciación es la ciencia del gozo que no existe antes de ella. «Las técnicas del cuerpo» es un artículo de Mauss de 1934 publicado en 1936, cuyo argumento fundamental es que nadar, beber, caminar, la posición de las manos en reposo, correr, lanzar, parir, amamantar, dormir, bailar, saltar, comer y los modos de relacionarse sexualmente son todas técnicas del cuerpo. Con esto Mauss no afirma que cada

La iniciación, es aquello cuyos vestigios poseemos a título de ocultismo. Esto prueba, simplemente, que es lo único que, a fin de cuentas, nos interesa aún en la iniciación. Nos interesa que algo permanezca oculto, lo otro de la iniciación ya no nos interesa. La cita continúa así: No veo por qué no daré a la iniciación, conocida por la Antigiiedad,

en fin, cierta jerarquía.

vislumbrar de los famosos misterios, y todo lo que puede quedarnos de ellos todavía en regiones etnológicamente situables, de algo del orden de la iniciación, está ligado a lo que en alguna parte alguien como Mauss había llamado «técnicas Todo lo que podemos

del cuerpo». Quiero decir que lo que tenemos y nos concierne en ese discurso, tanto analítico como científico, incluso universitario, incluso del amo y todo lo que quieran... es que la iniciación se presenta a sí misma, cuando se mira la cosa de cerca, siempre como esto: una aproximación. Una aproximación que no se efectúa sino con toda clase de desvíos, de lentitudes. Una aproximación a algo donde lo que se abre, lo que se revela es algo que, estrictamente concierne al gozo. 47,

on:

Lacan,J, Le Séminaire

ataferla freo,fr.

p.

Livre

XVI. Clase del 5 de

265 (traducción personal,

marzo de

1969,

Disponible

lo

sexual.

48, Lacan, J, Le Séminaire, Livre XXT, Clase del 20 de noviembre de 1973, Disponible en: staferla, free. fr. pp, 39-40 (traducción personal). 49, Hofman, A,, Ruelk, Cy Wanson, 1. (1980), 77 camino a Flete México: Fondo de Cultura Iconómicn

Las técnicas del cuerpo

No hay sustancia corporal

persona realiza tales movimientos y gestos en función de la cultura en la que se crió, a la usanza de la cultura en la que se desarrolló, sino que no existe un modo natural de hacerlo. No existe ningún modo natural de caminar, de comer, de dormir o de mantener relaciones sexuales. En Occidente se cree que primero hay un cuerpo biológico, sus necesidades prácticas y luego las modas. Es importante poner a trabajar lo que subyace a la idea más común de moda para nosotros, psicoanalistas, ya que su crítica más frecuente implica sostener que habría un modo natural de hacer las cosas. Ésa es la idea respecto de la preponderancia de lo biológico que impera en Occidente; si nos. hubiesen enseñado en la casa de los hombres o en la casa de las mujeres cómo se mantienen las relaciones sexuales, no dudaríamos que lo hacemos exclusivamente tal como nos lo enseñaron, que es la única forma. Hace 50 0 60 años era muy común —en algunos sectores sociales todavía es frecuente— que el padre llevara a su hijo al prostíbulo a tener relaciones por primera vez. Si hacemos a un lado el problema moral y nuestro rechazo más radical a la explotación sexual de las mujeres, podemos pensar que el abandono de tales prácticas de iniciación reprimió la evidencia de la función necesaria de la técnica, y trajo, como consecuencia, un argumento moral, aunque no lo parezca. Todavía algunos hombres se quejan de que sus padres no les hablaron de sexualidad en su juventud. Recordemos la función de las heteras o heteiras: mujeres independientes que en Grecia contaban con gran prestigio social y por su formación participaban de los simposios; eran maestras de la retórica, la política y la filosofía. Para evitar contribuir aún más a la idealización de la cultura de la Grecia antigua, recordemos también a los pornai (hombres jóvenes y mujeres que ejercían la prostitución sometidos a esa actividad económica). Moda es una idea moderna que hace suponer que existe un modo natural de vestirse que en la modernidad occidental ha adquirido una función extremadamente individualista. El ideal de escaparle a la moda es uno de nuestros mayores engaños porque se cree que habría una forma natural de vestirse, cuando la única forma de hacerlo es a la moda. No existe un modo natural de vestir, siempre es a la moda. Todas nuestras formas de colocar las manos son aprendidas, en caso contrario, no sabríamos cómo moverlas Esto se observa en ciertos casos de esquizofrenia, donde no se unbe qué hacer con la mirada porque no 80 ha podido establecor una relación armónica con el modo del Otro

para ubicar la mirada. Lo mismo sucede con la respiración. Respirar angustia o incomoda. En el psicoanálisis impera la creencia de que existe una forma natural y singular respecto del sexo y la dirección de la cura apunta a suprimir el displacer extra que supone la neurosis, para reencontrar el modo natural de ese supuesto goce singular. Mauss plantea que no existen tales modos naturales originados en cada cuerpo anatómico. Consideremos ahora la siguiente cita de «Las técnicas del cuerpo»:

Toda técnica propiamente dicha tiene su forma. Y es lo mismo para toda actitud del cuerpo. Toda actitud del cuerpo tiene su forma.5

Estamos leyendo un conjunto de autores —en psicoanálisis sólo contamos con Lacan— que proponen que para el ser humano, o como se dice en términos más modernos, el sujeto, hace falta plantear un tiempo anterior a partir del cual eso se inicia, el tiempo sincrónico. En griego «sin» quiere decir «con»; por lo tanto, sincrónico quiere decir con tiempo. Es un tiempo abstracto para decir que cada vez que utilizamos el cuerpo lo hacemos según una forma estructurada, prescripta socioculturalmente en forma previa. Lo que estoy intentando transmitirles es que no hay ninguna utilización del cuerpo que no corresponda a una técnica corporal. El problema es que en Occidente esto está reprimido, no sabemos que opera. Pero así, ¿opera menos más? Opera más y a menudo produce síntomas. Como pueden observar estoy circunscribiendo que las técnicas del cuerpo están reprimidas también en las concepciones de los psicoanalistas. Retomando la cita de Mauss: «tiene su forma» en el sentido de que tiene una forma prescripta y estructurada: golpearse la cabeza, sorprenderse, tirarse al piso y ponerse a llorar. Antes era frecuente ver a las viudas gritando en el entierro del marido, haciendo el gesto de tirarse ala tumba, etc. Hoy casi se han suprimido los velatorios, y no creo que sea por problemas de inseguridad. Es evidente que han cambiado los modos del duelo; la pérdida del objeto amado no se duela en los mismos términos que suponía Freud. Tampoco se lo sufre como antes. Todo ello es prescripto. o

p.

50, Mauss, M. (2001), «Les 367 (tradueción personal),

du corp», techniques

France: Journal de Psychologie.

Las técnicas del cuerpo

No hay sustancia corporal

Volviendo al texto de Mauss, encontramos: La posición de los brazos, inclusive la de las manos durante la marcha, forman una idiosincrasia social y no simplemente un producto de yo no sé qué mecanismo puramente individual aun

enteramente físico.5!

Quiero hacerles notar que cuando afirma «y no simplemente», está diagnosticando la novedad de este artículo. Nosotros suponemos que caminamos, comemos y bebemos naturalmente, pero no es así en absoluto. El engaño de nuestra sociedad es suponer que el modo de caminar está determinado, por ejemplo, por un mecanismo físico de la especie. En todos estos elementos del arte de utilizar el cuerpo humano, los hechos de la educación dominan.”

Esta expresión me parece muy bella: «el arte de utilizar el cuerpo humano». Hay un arte que se nos enseña, como a cantar, pero también a caminar y a mirar.

El niño, imita los actos que ha visto realizar con éxito por las personas en las que tiene confianza y que tienen autoridad sobre él.

Esto es magnífico porque le aporta al psicoanálisis dos claves: a. el valor del hecho social, y b. quién tiene autoridad para el niño. Para nosotros, psicoanalistas, se trata de las encarnaduras del Otro, las cuales habilitan la valoración de ciertos personajes de la historia particular por encima de la sociedad globalmente considerada. Lo que nos sucede en el cuerpo —incluso el dolor y el sufrimiento— de incumbencia del psicoanálisis ha sido transmitido por el Otro. Si un paciente nos dice: «Ha muerto un ser querido y sufro mucho por eso», su dolor no tiene nada de natural. Piensen en el beso. En nuestra 51, Mauss, M, (2008). Op. cit. «Les techniques

personal),

52. Ibid, p.

369

(tradueción personal),

du corp».

p.

368 (traducción

cultura expresa amor mientras que en otras causa rechazo (por ejemplo en sectores tradicionales de China). En la siguiente frase Mauss afirma: El acto se impone desde fuera, desde arriba, aunque sea un acto exclusivamente biológico y relativo al cuerpo.

Aquí debemos subrayar el «aunque sea»; por ejemplo, la sed y el hambre. Para nosotros la sed y el hambre no tienen nada de natural. Recuerden cómo piensa Freud. Parte de lo biológico como base argumentativa y a partir de allí parangona que las pulsiones sexuales operan como la sed y el hambre. Otra cita: [...] en suma no existe la «forma natural» en el adulto, con más razón cuando interviene el otro sexo.5*

La erradicación de lo natural es la propiedad esencial de lo humano. Todo lo subjetivo es artificial, incluso aquello que creemos y vivimos como lo más natural de nuestro comportamiento corporal. En estas condiciones, hay que decir simplemente: nos hallamos frente a las técnicas corporales. El cuerpo es el primer instrumento del hombre y el más natural. O más concretamente, sin hablar de instrumentos, diremos que el objeto y medio técnico más normal del hombre es su cuerpo.55 El cuerpo es el instrumento, el medio técnico más «normal» que toda persona posee para practicar las funciones sociales, incluso aquéllas que creemos corporales. Usamos nuestro cuerpo como instrumento según una técnica corporal. Si alguien ahuecara la mano para juntar agua y beber, diríamos que usó la mano como instrumento para tomar agua, pero ¿y si tomara del pico de la botella? También. No hay forma de beber que escape a ser una técnica corporal. 53, Mausa, personal),

M,

(2001). Op. cit, «Les techniques du corp». p. 369 (traducción

54, Ibid, p, 370 (tradueción personal), 55, 1bid. p. 872 (traducción personal),

40

No hay sustancia corporal

¿En qué posición temporal o lógica se ubica el cuerpo una vez que se ha dicho que «se lo utiliza»? En posición segunda, porque es un instrumento. Sin embargo, debido a la lógica y a la filosofía más ampliamente difundida, creemos que es el cuerpo el que nos utiliza a nosotros para satisfacerse. Vivimos un bombardeo de noticias en las cuales se afirma 5% que somos esclavos inconscientes de nuestro cerebro y de nuestros genes ¿Qué posición deberemos asumir, como psicoanalistas, para ofertarle a quienes nos consultan por su malestar, su sufrimiento o su dolor? ¿Cuál debe ser la especificidad de nuestra oferta? ¿Por qué recostamos al paciente en el diván? ¿Para qué direccionamos las miradas de tal manera que no se vean los cuerpos? ¿Debido a que sólo hablamos? ¿Por qué cuando un paciente nos quiere traer a su pareja para que la conozcamos le decimos que no, que mejor nos cuente cómo es? Son preguntas importantes, ausentes actualmente en nuestros debates e intercambios cotidianos. En el punto 6 del capítulo 3, «Técnicas de la reproducción», Mauss afirma que dormir acostado es un hecho cultural. Otro ejemplo interesante son las cuclillas. ¿Cuánto tiempo aguantamos en posición de cuclillas? Ni dos minutos. En Occidente no se descansa en cuclillas pero en muchos otros pueblos sí. Nos resulta doloroso y de lo más incómodo. Prosigo con otra cita: hay nada más técnico que las posiciones sexuales. Muy pocos autores tienen,el coraje de hablar de esta cuestión.” No

Recuerden que Lacan sostiene como fundamento de su enseñanza que «no hay ninguna realidad prediscursiva»** y que «no hay relaciónproporción sexual».5* Ningún autor moderno se animó antes de Mauss a afirmar que la sexualidad humana es un artificio. En Occidente las técnicas del cuerpo están reprimidas; quizás es a razón de esto que hizo falta el psicoanálisis, porque hemos perdido los rituales. Freud afirmaba lo contrario. Creía que estaba trayendo una revolución a Occidente tras ponerse a 56. Cf. Dawkins, R. (1985). El gen egoísta. Barcelona: Sabat. 57, Mauss, M. (2001). Op. cit. «Les techniques du corp». p. 383 (traducción personal). 58, Lacan, J, (1981), 777 Seminario. Libro 20. Barcelona: Ediciones Paidós, p, 43. 59, Ibid, p. 44.

Las técnicas del cuerpo

escribir sobre lo natural del sexo biológico (pasivo en mujeres, activo en hombres, etc.). Es el malentendido freudiano. Creyó que estaba produciendo una revolución —tanto que se ubicó a la par de Copérnico y Darwin— al sostener lo biológico de las pulsiones provenientes del cuerpo. Ésa era la pendiente tomada por la filosofía médicamente orientada de su época. Les recomiendo leer Destinos personales de Remo Bodei.“ El psicoanálisis está destinado a responder por los efectos de la represión de las técnicas corporales, la biologización, el individualismo y el nihilismo de nuestras sociedad y época. Sin embargo, los psicoanalistas, en su gran mayoría, continúan teorizando al revés porque suponen un sexo biológico y creen que la gente tiene problemas con ello y con el goce individual proveniente del cuerpo carnal o de la sustancia viva, como decía Freud. De hecho, Freud les proponía a sus pacientes que sufrían dolor de cabeza que debían tener más práctica sexual para descargar tensión acumulada, cuando en realidad se padece de jaqueca porque se ha perdido la idea de que hacen falta las técnicas del cuerpo para vivir con éste una relación más armoniosa. Otras civilizaciones y culturas mantienen una relación más pacífica con el cuerpo porque está presente el artificio; nosotros lo hemos perdido, y, para colmo, persistimos teorizando en un sentido que reprime aún más el artificio, para ir directamente a la cosa. Incluso, y por estos motivos, sufrimos lo que se ha diagnosticado una epidemia occidental moderna de dolor crónico. Los analistas debemos tener presente que no hay real sino como producto de lo que lo simbólico instaure de imposible. La creación del sexo como real biológico, y por lo tanto asunto médico, fue una operaLoria de mediados del siglo XVIII, y especialmente del siglo XIX. Por lo tanto, el sexo es una idea construida pero que se supone «anticogiLativa»; perspectiva que retomaremos cuando trabajemos con textos de M, Foucault. En el orden humano —es decir, del lenguaje y del discurso— no hay nada que escape a lo humano, no existe un comienzo animal. El problema es la lógica evolucionista. Es por eso que les he propuesto reflexionar sobre los problemas temporales. En el psicoanálisis creado 60, Bodei, R. (2006). Destinos personales: la era de la colonización de las conciencias, Buenos Aires: El cuenco de plata, 61, Morris, D, (1993). Za cultura del dolor: Santiago de Chile: Andrés Bello,

46

No hay sustancia corporal

el por Lacan el cuerpo anatómico no es primero en ningún sentido y tiempo en sí mismo es considerado circular. Estamos elaborando la dificultad teórica que nos impone el «ya está ahí». Les propongo aplicar la misma idea. En psicoanálisis y en todas las ciencias sociales es necesario realizar un corte absoluto respecto del cuerpo biológico y las funciones subjetivas, psíquicas, humanas,

TIT.

El honor político del psicoanálisis. Michel Foucalt

sociales, etc.

Hasta acá por hoy, muchas gracias. Michel Foucault es un autor muy citado entre psicoanalistas. A pesar de ello, les propongo pensar que al igual que Lacan, las ideas

subversivas, especialmente las antibiologicistas vinculadas al psicoanálisis que ambos desarrollaron en sus respectivas obras, permanecen casi desconocidas. Por tal razón Lacan asumió públicamente que había fracasado en su enseñanza.” En la conferencia «El sueño de Aristóteles» que brindó en la Unesco con motivo del 2300 aniversario del nacimiento de Aristóteles, sostuvo: ¿Cómo concebía Aristóteles la representación? Sólo lo sabemos por lo que se conservó en algunos de sus discípulos de aquella época. Los discípulos repiten lo que dice el maestro. Pero a condición de que el maestro sepa lo que dice. ¿Quién juzga esto sino sus propios

discípulos? Por tanto son ellos los que saben. Desafortunadamente, y es aquí donde debo atestiguar como psicoanalista, ellos también

sueñan.

Según mi interpretación Lacan disolvió su Escuela tras fracasar en enseñarles a sus discípulos que el cuerpo es imaginario. Los psicoanalistas, paradójicamente, conforman uno de los grupos más persuadidos de que el cuerpo biológico es lo real. Mi hipótesis es que Michel Foucault y Jacques Lacan —entre muchos otros— se dedicaron a criticar esta idea, Si bien la investigación de Foucault es crítica del psicoanálisis freudiano, es preciso aclarar que no explicita las diferencias entre 62, Of, Bidelsztein, A, (2009-2010). El fracaso de Lacan. Partes I y II. En: El Rey está desnudo. N* 2 y 3, Buenos Aires: Letra Viva, 63, Lacan, J, (1994), El sueño de Aristóteles. En: Locura: Clínicay suplencia 2. Madrid: Wolin, Conferencia pronunciada en el servicio del profesor Deniker on el Hospital Samnte Anne (Parím) on el año 1978.

47

No hay sustancia corporal

El honor político del psicoanálisis

Freud y Lacan; estimo que en cierta medida los confundía. La lectura que les propongo está destinada a agudizar en el texto de Foucault el debate entre dos psicoanálisis; propone argumentos aún no considerados en nuestro campo. Que el cuerpo es lo real, esuna idea que forma parte de un paradigma que posee la propiedad de funcionar como una máquina, con un desarrollo propio, autónomo, producto de juicios que se presentan como evidentes, en este caso notablemente próspero. Los paradigmas son sistemas de ideas que se retroalimentan y prosperan en función de su potencia enunciativa y retórica. Por ejemplo, Alexander Koyré afirma que los sistemas de ideas de Galileo y Copérnico tuvieron más adherentes que el sistema ptolemaico debido a la estructura discursiva propia del nuevo paradigma, a pesar de que el segundo tenía mayor posibilidad de explicar los fenómenos celestes con la lógica de la época. Mi planteo no tiene por objetivo discutir si el cuerpo o el cerebro están mal estudiados o mal comprendidos por la medicina ola biología, sino reabrir la discusión sobre qué consideramos como real. Además, en el psicoanálisis lacaniano se supone que se trata de una discusión relativa a la dominancia de uno de los registros sobre el otro. Dicha interpretación está en continuidad con una vieja discusión filosófica entre el idealismo y el materialismo. Los términos cuerpo y real sufrieron una evolución en la historia del psicoanálisis, ya que perdieron su estatuto conceptual para cristalizarse como realidades objetivas. Para abrir otra lógica al interior del problema y recuperar el debate antes de cualquier toma de posición, les propongo asumir que afirmaciones tales como «el cuerpo es real» o «el cuerpo es imaginario» tienen estatuto de ideas o de conceptos en el interior de un determinado modelo teórico. En psicoanálisis nos encontramos frente a dos posiciones antagónicas: Sigmund Freud fue uno de los máximos representantes en la historia de la modernidad occidental en sostener el paradigma de que el cuerpo es lo real, afirmando a su vez que no es un concepto sino una verdad demostrable por la vía de la experiencia. b. Jacques Lacan sostiene que el cuerpo es imaginario. a.

Sin embargo, la idea que se ha enquistado en el campo lacaniano lo que proviene de es que el cuerpo es real, Para avanzar en —y

48

él—

el estudio y la distinción de los dos modelos, tomemos a Foucault y asumamos que existe un cálculo en el título del texto elegido para trabajar la alteridad, el primero de los tres volúmenes de Historia de la sexualidad: «La voluntad de saber». De ese modo estaremos orientados en el debate, ya que: a.

enel título opera una sustitución de La voluntad de poder de Nietzsche. partir del siglo XVII el saber científico sobre el sexo A

es el modo en que el poder se ejerce sobre el cuerpo viviente. b. la sexualidad es un producto histórico y por ende político.

Comencemos con la primera cita, donde Foucault presenta los fundamentos de su programa de investigación: ¿Por qué estas investigaciones? Me doy cuenta muy bien de que una incertidumbre atravesó los esbozos trazados más arriba; corro el riesgo de que la misma condene las investigaciones más pormenorizadas que he proyectado. Cien veces he repetido que la historia de las sociedades occidentales en los últimos siglos no mostraba demasiado el juego de un poder esencialmente represivo.“

Foucault diagnostica el mismo problema que Lacan respecto de sus ideas. Pese a que las repite cien veces no logra persuadir a su auditorio ¿Cuál es la idea que Foucault intenta corregir y rectificar? La ideología de la que participa Freud: creer que en la época victoriana imperó un poder represivo sobre la sexualidad. Dirigí mi discurso a poner fuera de juego esa noción [la de un poder represivo], fingiendo ignorar que una crítica era formulada desde otra parte y sin duda de modo más radical: una crítica que se ha efectuado al nivel de la teoría del deseo. Que el sexo, en efecto, no esté «reprimido» no es una noción muy nueva. Hace un buen tiempo que ciertos psicoanalistas lo dijeron. 64. Foucault, M.(1999). Historia de la sexualidad. Vol. 1. Buenos Aires: Siglo XXI. p. 99. 65. Cf. Foucault, M, (1999). Op. cit. «Nosotros, los victorianos» En: Historia

de la sexualidad, 66, Foncnult,

Vol. M,

1

(1999), Op.

cit:

de la sexualidad, Mistoria

Vol,

1,

p, 99,

El honor político del psicoanálisis

No hay sustancia corporal

Foucault dice «ciertos psicoanalistas», no «todos los psicoanalistas» psicoanálisis». Esta marca en su texto nos permite suponer que estaba advertido del debate entre Freud y Lacan. La cita continúa:

o «el

Recusaron la pequeña maquinaria simple que gustosamente uno imagina cuando se habla de represión; la idea de una energía rebelde a la que habría que dominar les pareció inadecuada para descifrar de qué manera se articulan poder y deseo: los suponen ligados de una manera más compleja y originaria que el juego entre una energía salvaje, natural y viviente, [...]5”

oprimidos

22d

Para Foucault —como para mí—, Lacan no admitió la teoría freudiana, a la que califica como una máquina simple pero gustosa, ligada a pulsión: una energía salvaje, natural y viviente. Y agrega,

¿Alguna vez se preguntaron por qué razón Freud dibuja al Ello abajo y al sistema Percepción-Conciencia arriba? En el «Seminario de Caracas» Lacan lo critica explícitamente:

cesar asciende desde lo bajo y un orden de lo alto que busca obstaculizarla; [...]8

Hay que decirlo: lo que Freud dibujó con su tópica, llamada segunda, adolece de cierta torpeza.

leyendo a Freud: [...] que sin

Recuerden el esquema del huevo del individuo psíquico de Freud:

habría que imaginar que el deseo está reprimido, por la buena razón de que la ley es constitutiva del deseo y de la carencia [...] no

P-Cc *

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que lo instaura.”

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Continúo con la cita de Foucault:

1

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1

-Reprímido >

ELLO

Esta frase parece directamente escrita por Lacan. Condensa la polémica entre Lacan y Freud, escrita con claridad por Foucault. Recuerden que para Freud el padre es rival y debe obstaculizar el deseo

incestuoso del niño hacia la madre. Lacan, en cambio, propone que el Nombre-del-Padre articula deseo y ley.” En la siguiente cita Foucault plantea a la biopolítica como modo de funcionamiento y ejercicio del poder en Occidente a partir del siglo XVII. La biopolítica es la política de la vida y del cuerpo ambos entendidos y

¿Por qué Freud lo escribió de esta forma? ¿Por qué nunca lo escribió

así?

67, Ibíd, 68, Ibíd, h0

69. Lacan, J. (1987). El seminario de Caracas. En: Escisión, excomunión, disolución. Buenos Aires: Manantial, p. 265. 70, Foucault, M, (1999), Op, cit. Mistoria de la sexualidad, Vol. 1. p. 99. 71, Cf Lacan,J. (2010), De una cuestión preliminara todo tratamiento posible de In psicosis, En: Zseritos 2, Buenos Aires: Siglo Veintiuno 61

El honor político del psicoanálisis

No hay sustancia corporal

tratados en su dimensión biológica. Foucault promovió pensar la biopolítica como un concepto fundamental en el análisis del sujeto moderno. Sobre ese fondo [el de la biopolítica] puede comprenderse la importancia adquirida por el sexo como el «pozo» del juego político.”

Podríamos decir que para Foucault la idea freudiana de que el Ello proviene del interior y del fondo del cuerpo corresponde al paradigma biopolítico moderno. A partir del paradigma propio a este modo del poder —la administración de la vida— se constituyó la idea de que el sexo es la fuente de la vida y sus motivaciones. La biopolítica es una forma de organización política, en el sentido más amplio de política, bajo el supuesto de que en la base de nuestros vínculos se encuentra la vida biológica y sus necesidades. En el paradigma biopolítico, el poder toma a su cargo la vida de los individuos y de la población en pos de administrarla y regularla.

Está comentando a Freud, es evidente. Bajo la concepción de la

sexualidad de Freud se fundó al sujeto del psicoanálisis, pero se lo cifró como epifenómeno del cuerpo de la especie. Hoy está mucho más acentuado con el goce freudolacaniano: cada uno es su modo de goce. Avancemos hacia página 179: No es el alma de dos civilizaciones o el principio organizador de dos formas culturales lo que intento expresar. Busco las razones por

las cuales la sexualidad, lejos de haber sido reprimida en la sociedad contemporánea es, en cambio, permanentemente suscitada.”

¿Por qué los psicoanalistas estamos siempre al acecho de la sexualidad? ¿Por qué suponemos que la sexualidad es aquello de lo que se trata en los síntomas, en los lapsus y en los sueños? Ésta es la pregunta que Foucault cuestiona. Los nuevos procedimientos de poder elaborados durante la edad clásica y puestos en acción en el siglo XTX, hicieron pasar a nuestras sociedades de una simbólica de la sangre a una analítica de la sexua-

ingreso del sujeto político de los Estados nación con el habeas corpus. El ingreso del sujeto político se da como cuerpo.

Haydée Montesano: Agamben ubica

el

A.E.: Sí, es un efecto del paradigma. Para que haya sujeto tiene que haber un cuerpo tridimensional. De hecho, si no hay cuerpo no hay fallecimiento; si una persona desapareció hace años pero no está el cadáver, entonces no ha muerto. Para nosotros, argentinos, es una trágica historia de gran actualidad; entienden a qué me refiero. Continuemos con la cita de Foucault: El sexo es, a un tiempo, acceso a la vía del cuerpo y a la vida de la especie. Es utilizado como matriz de las disciplinas y principio de las regulaciones. Por ello, en el siglo XIX, la sexualidad es perseguida hasta el más ínfimo detalle de las existencias; es acorralada en las conductas, perseguida en los sueños; se la sospecha en las menores locuras, se la persigue hasta los primeros años de la infancia; pasa a ser la cifra de la individualidad [...] 72, Foucault, M. (1999), Op. cit, Mistoria de la 73, Ibíd, pp, 176-177,

sexualidad,

Vol,

1,

p, 176,

lidad,”5

Debemos distinguir la biopolítica como analítica de la sexualidad, de la simbólica de la sangre. Una forma política es la simbólica de la sangre; por ejemplo, el rey y su descendencia son de sangre azul. También las castas en la India dependen de una simbólica de la sangre. Otra forma política es la biopolítica, cuya sangre es roja y sustenta la xenofobia, los racismos y los genocidios. Esto podría tomarse como diagnóstico del estado de situación del psicoanálisis lacaniano. Se analiza el goce corporal: cuáles son sus modos, cómo está el goce en las relaciones, en las mujeres, en los hombres, en los psicóticos, en los niños, en la modernidad, en la actualidad, etc. Un poco más adelante Foucault plantea —a mi entender— una de las mejores contribuciones para pensar la función del psicoanálisis y sus condiciones de posibilidad en Occidente moderno. En la página 181

afirma:

74, Ibíd, 76, Wouenult,

M,

(2009), Op.

cit.

Mistoria de la sexualidad,

Vol,

4,

p, 179,

ba

El honor político del psicoanálisis

No hay sustancia corporal

El racismo se forma en este punto [...]: toda una política de población, de la familia, del matrimonio, de la educación, de la jerarquización social y de la propiedad, y una larga serie de intervenciones permanentes a nivel del cuerpo, las conductas, la salud y la vida cotidiana recibieron entonces su color y su justificación de la preocupación mítica de proteger la pureza de la sangre y llevar la raza al triunfo,

Serefiere, obviamente, al proyecto nazi. Recuerden que la idea de raza nazi es falsa para la biología moderna.” Más adelante Foucault afirma: En el extremo opuesto se puede seguir (también a partir de fines del siglo XTX) el esfuerzo teórico para reinscribir la temática de la sexualidad en el sistema de la ley, del orden simbólico y de la

soberanía. Es el honor político del psicoanálisis —o al menos de lo que hubo en él de más coherente— haber sospechado (y esto desde su nacimiento, es decir, desde su línea de ruptura con la neuropsiquiatría de la degeneración) lo que podía haber de irreparablemente proliferante en esos mecanismos de poder que pretendían controlar y administrar lo cotidiano de la sexualidad: de ahí el esfuerzo freudiano [...] para poner la ley como principio de la sexualidad —la ley de la alianza, la consanguinidad prohibida, del PadreSoberano, en suma para convocar en torno al deseo todo el antiguo orden del poder.” No acuerdo en este punto con Foucault en lo que refiere a Freud, ya que el padre freudiano opera regulando lo que proviene del nivel biológico, el del niño que busca satisfacer sus deseos incestuosos de nacimiento y el del padre como rival en la posesión de su mujer. Creo que la confunde con el Nombre-del-Padre de Lacan. Pensemos en esta concepción del honor político del psicoanálisis y si pudo haberse perdido. Como ya habíamos apuntado: el viejo problema de cómo se pasó de una dinastía gobernante de un imperio (la sangre azul) al problema de la vida biológica —mediante el proceso histórico que implicó también el surgimiento del Estado nación y las ciencias rauss, 76, Scienes Moderne-Unesco, Lévi-St

C, (1952),

Raza

(2009), Op.

cit;

la

77, Wonenult,

M.

e

historia. Paris: La Question Raciale Devant

Mistoria de la sexualidad,

Vol

1

pp.

181-182

modernas de la vida—. El nazismo, leído desde la lógica de Michel Foucault sería el máximo exponente del paradigma biopolítico. El psicoanálisis, entonces, debería ser el representante de su contrario. Aquí tenemos un grave problema y es que Freud no sostiene dicha posición. En la obra freudiana, se los reitero, el padre no es soberano sino rival al deseo sexual incestuoso con el que toda niña y todo niño nace. Pensando en la lógica del modelo de Lacan, Foucault adjudica a Freud el padre como Nombre-del-Padre; sin embargo, en el complejo de Edipo el padre es «a» minúscula: un rival. Para Freud todo comienza con el asesinato del padre de la horda primitiva; con lo cual, antes de ser asesinado, lo que tenía ese otro padre era fuerza, no autoridad. A eso debe el psicoanálisis práctica con el fascismo [...]?8

haber estado en oposición teórica y

Tenemos de un lado el fascismo (la carne y la sangre) y del otro el psicoanálisis (el significante). Creo que el psicoanálisis de Jacques Lacan es el único que sostuvo en su base teórica esta polarización. Sobre este punto les recomiendo leer a Jorge Alemán. En su artículo «Introducción a la antifilosofía»”* afirma que Freud no creó el psicoanálisis pensando y con conceptos sino que lo obtuvo de las pulsiones y sus experiencias. Alemán propone que Freud obtuvo el psicoanálisis de las experiencias de la vida en forma anticogitativa. Prosigo. En la página 184 encontramos:

preguntas. Por un lado, ¿el análisis de la sexualidad como «dispositivo» político implica necesariamente la elisión del cuerpo, de lo anatómico, de lo biológico, de lo funcional? Creo que a esta primera pregunta se puede responder negativamente. En todo caso, el objetivo de la presente investigación es mostrar cómo los dispositivos de poder se articulan directamente en el cuerpo —en cuerpos, [...] dos

funciones, procesos fisiológicos, sensaciones, placeres—; lejos de que el cuerpo haya sido borrado, se trata de hacerlo aparecer en un análisis donde lo biológico y lo histórico no se sucederían [...], sino que se ligarían con arreglo a una complejidad creciente conformada

78, Ibid, p, 182. 79, J, (07/2001), La introdución a la antifilosofía. «Virtualia», Revista digital de la 1.C.L, revistavirtualia.com

Aleman,

1616)

No hay sustancia corporal

El honor político del psicoanálisis

al desarrollo de las tecnologías modernas de poder que toman como blanco suyo a la vida. A mi entender, la idea de dispositivo político de Foucault es muy próxima ala de técnica corporal de Mauss; al menos ambos proponen la misma advertencia al sentido común occidental moderno. Para Foucault no se trata de que se piense en que no haya cuerpo biológico, sino que está estudiando el complejo sistema en el que el cuerpo anatómico entra en la historia bajo la forma de biopolítica, una de cuyas consecuencias implica suponer que en la base de la sexualidad está el sexo. Es exactamente al revés del planteo de Freud, quien creía que el fundamento del pensamiento y de la política eran la vida y la sexualidad biológicas. Algunos renglones más adelante Foucault avanza con una segunda

pregunta: Otra pregunta, distinta de la primera: esa materialidad a la que se alude ¿no es acaso la del sexo, y no constituye una paradoja querer hacer una historia de la sexualidad a nivel de los cuerpos sin tratar para nada el sexo? Después de todo, el poder que se ejerce a través de la sexualidad ¿no se dirige acaso, específicamente, a ese elemento de lo real que es el «sexo», el sexo en general?s! Pareciera citarlo a Jacques-Alain Miller cuando sostiene «o real que es el «sexo»». La primera pregunta cuestionaba si los estudios de la sexualidad, como expresión de la vida política requerían que neguemos la existencia de los cuerpos biológicos. La respuesta es no. Se trata de estudiar cómo se conciben los cuerpos biológicos en los dispositivos políticos. La segunda pregunta es si la sexualidad como dispositivo se apoya en el sexo. Cualquier psicoanalista afirmaría cómodamente que el sexo es real y que cada cultura practica el sexo originado en el interior del cuerpo tridimensional, según las diferencias de sus usos y costumbres. Anteriormente les presenté los desarrollos de Marcel Mauss, quien contradice dicha hipótesis al postular que no hay nada menos natural que la sexualidad. Retomando la cita de Foucault, tenemos la pregunta planteada explícitamente. El paradigma biopolítico psicoanalítico consiste en hacernos 80, Foucault, M, (2009). Op. cit, Mistoria de la sexualidad, 81, Ibid,



Vol,

1.

p.

182,

pensar que el sexo es lo real y que todo síntoma esconde un problema

sentido sexual. Pasemos a otro cuestionamiento magnífico que nos propone Foucault en su texto: o

¿El «sexo», en la realidad, es el ancoraje*” que soporta las manifestaciones de la «sexualidad», o bien una idea compleja, históricamente . . ... de la sexualidad? formada en el interior del dispositivo »

-

.

Foucault invierte aquí los términos del sentido común moderno. «Primero» está el dispositivo históricamente confirmado de la sexualidad, y una idea fundamental es la del sexo que funciona como ancla.

Mariana Gomila: ¿Quedaría disuelta la diferencia entre

sexualidad?

sexo y

A.E.: Se disolvería la diferencia de postular al sexo como base biológica y a la sexualidad como superestructura (modos de época o cultura y modos personales de manifestarse en cada quien, según gustos y circunstancias). Lo que Foucault propone es que el sexo es la idea princeps de un determinado dispositivo de la sexualidad que funda la existencia de un punto de real. En psicoanálisis, salvo Lacan, se supone que no es una idea sino que es efectivamente real.

Mariana Gomila: Y la idea del

sitivo de la sexualidad.

sexo sería producto de ese dispo-

A.E.: Sería un producto de la biopolítica. El discurso de la biopolítica necesita un anclaje real. En otras épocas y culturas el anclaje del dispositivo no tendría por qué haber sido lo biológico; podría haber sido, por ejemplo, por la voluntad de los dioses.

Martín Krymkiewicz:

Y

sería real.

A.I.: Claro, la voluntad de los dioses sería lo real; no habría nada que preguntarse ni conmoción alguna al respecto. Para una sociedad 82, «Ancornjo» es sinónimo de «nnelajo»: Ajar una nave al lecho del río o mar, 83, Fonenult, M. (2009), Op. cit. Historia de la sexualidad. Vol, 1. p, 185,

El honor político del psicoanálisis

No hay sustancia corporal

dada, la voluntad divina puede ser aquello que vuelve siempre al mismo lugar y no engaña. en todo caso, como lo plantea Pascal Quignard, la sexualidad como real estaría ligada ala diferencia social; el esclavo será pasivo y el amo activo. Allí la sexualidad tiene una fundamentación de otro orden. No biológico sino social.

Haydée Montesano:

O,

A.E.: Las categorías socio-culturales le brindan su estatuto a los cuerpos. En el siguiente párrafo se lee: [...] algo dotado de propiedades

«sexo»*

intrínsecas y leyes propias: el

¿Saben cómo se expresa esto en el lacanismo?: «No hay Otro». Lacan sostuvo que «No hay Otro del Otro», pero los colegas lacanianos lo transformaron en «No hay Otro», y eso es el goce. Goce sería el nombre del sexo tal como lo critica Foucault. Es lo que la biopolítica postula como el anclaje: intrínseco y con leyes propias. No hay qué o quién le imponga leyes o pautas al goce, en ese sentido sería soberano, en lo que consiste el principal engaño moderno. ¿Por qué Foucault usa comillas para referirse al sexo? Comentario:

A.E.: Estimo que para que el lector desconfíe de que hay un ente de la realidad que sería el sexo, que funciona como el origen y la causa de la sexualidad. El sexo produjo uno de los mayores engaños de los últimos doscientos años y es que el anclaje de lo humano proviene del cuerpo biológico. En la página 188 encontramos: [...] el sexo, fuera de duda, no es sino un punto ideal, vuelto necesario por el dispositivo de sexualidad y su funcionamiento. Y

El sexo, por el contrario, es el elemento más especulativo, más ideal y también más interior en un dispositivo de sexualidad que el poder organiza en su apoderamiento de los cuerpos, su materialidad, sus fuerzas, sus energías, sus sensaciones y sus placeres.

Ésta es la idea fundamental de Foucault: el

«sexo»

esideal y virtual,

no real. Para mí el problema aquí es el asunto del «poder». No estoy poniendo en tela de juicio los placeres, las sensaciones ni las energías, sino lo que el poder organiza. No sé bien a qué refiere —no soy especialista en Foucault— o cómo podríamos pensarlo, pero es importante intentarlo. Lacan acuñó «Eso [ga] piensa» y «Eso habla». Mi impresión es que «el poder» puede ser equiparado, en la obra de Lacan, a «Eso» que piensa y habla por sí mismo en forma autónoma y cuya estructura coincide con la del lenguaje y el discurso. Para ello debemos pensar en una instancia supraindividual y ubicua, equiparable a una máquina poderosa pero imperfecta, incompleta y sin finalidad para referirnos al proceso de cambio en lo social y cultural que nos libere de pensar que: a.

C.

los procesos sociales son producto de algunos individuos excepcionales (Marx, Lenin, Hitler, Perón, etc.), o la sociedad es la suma de individuos, o el Otro (A) y el «Eso» coinciden con lo social y lo cultural.

Es cierto que Lacan propuso: «Hay del Uno», pero sostuvo que eso es un hecho dicho que reposa en el número 1,2,3...y b. «Que se diga queda olvidado tras lo que se dice en lo que se escucha o entiende».* a.

Hay que decir «Hay del Uno» para que lo haya. ¿Qué estatuto tiene ese Uno? La pista está en el «Hay»: hay que decirlo. Lacan no dijo «Uno» sino «Hay del Uno»; es decir, a condición de que se diga. Tintonces no se trata de individuos ni de la sociedad como la suma de individuos sino de instancias abstractas — conceptos de una teoría —,

acentuando su argumento al máximo afirma:

84, Foucnult,

M, (2009). Op, cit;

Mistoria de la sexualidad

Vol

1

p.

185

85, Fouenult, M, (2009), Op, cit, Mistoria de la sexualidad, Vol. 1. p. 188. 86, Lacan, J. (1981), 27 Seminario Libro 20. Barcelona: Ediciones Paidós. p. 24,

El honor político del psicoanálisis

No hay sustancia corporal

tales como: sujeto, sociedad, cultura, lenguaje, Otro, etc. Les propongo operar con la siguiente idea: los sujetos articulados en forma particular en una red con su grupo social y familiar y sus Otros (los otros que encarnan la autoridad) poseyendo todos estos elementos una articulación estructurada como la del lenguaje que Lacan teoriza como el lugar de la potencia, la verdad y la lógica pero nunca completo o autogarantizado, sin origen, centro ni fin. Aquí aparece, estimo, la diferencia entre Foucault y Lacan. Para Foucault el poder se puede escribir (A), mientras que para Lacan nada escapa a la ley del lenguaje y del significante que lo hace (4). Foucault, a diferencia de Lacan, no hace hincapié en la incompletud del lenguaje y, consecuentemente, de la lógica, la verdad y el poder. Para concluir, en el último renglón de la página 190 Foucault afirma: No

hay que poner al sexo del lado de lo real, [...]*

Creo que se puede considerar esta afirmación como la base argumentativa fundamental del trabajo de Foucault, que lo coloca como un crítico del psicoanálisis freudolacaniano. Foucault plantea que en los últimos siglos el poder organizó los discursos de tal manera que se produjo una acentuación del valor de la sexualidad, sostenida en la idea de «sexo real». La hipótesis que les propongo y que he desarrollado en el Programa de Investigación en Psicoanálisis de Apertura es que este estado de situación diagnosticable en Occidente moderno es efecto de la conjunción de las tendencias biologicista, nihilista e individualista, que generó un modo particular de sufrimiento, justificando la existencia del psicoanálisis. Es coherente suponer que si una de estas tendencias prospera también deben hacerlo las otras dos, ya que están articuladas. Por ejemplo, si individualismo y biologicismo se suman, lo que prospera es que el sentido de la vida se vacíe como nihilismo. La enseñanza de Lacan permite pensar que el psicoanálisis se opone al efecto de padecimiento que la suma de estas tendencias ocasiona en Occidente, ofertando lo contrario. Hay un valor y es el objeto a; el sujeto no es biológico sino lo que un significante representa para otro significante; y no hay sujeto sin Otro, aunque no haya Otro del Otro, Se lo puede visualizar mejor escrito en una tabla, como la siguiente:

(2009),

Op. cit. Mistoria 87, Fouenult, M, 88, Ver on www.Apola,comir -

dela sexualidad.

Vol

1.

pp.

190-191,

$

Objetoa AyOtro

=*

+

*

biologicismo nihilismo individualismo

A su vez, este sistema, se acompaña coherentemente con una concepción del tiempo que lo hace equivalente al presente, sin pasado ni futuro significativos. Lacan plantea un tiempo circular al que designa «futuro anterior» que disuelve el presente. La orientación que caracteriza a las investigaciones de Foucault, según la lectura que he podido realizar de su obra publicada, es la de analizar la posición política que se asume frente al problema de lo real y del sexo. Sostener que el sexo es real implica a su vez que lo real coincide con el organismo biológico. Es el paradigma reinante en Occidente; por lo tanto, problema del psicoanálisis. Si bien Freud descubrió el inconsciente y creó el psicoanálisis como práctica, sus teorizaciones y desarrollos fueron fuertemente biologicistas, en especial después de lo que se conoce como «el giro 1920». Un hecho interesante para pensar es que entre 1850 y 1900 muchos filósofos se hicieron médicos al igual que Freud. ¿Por qué Freud estudió medicina? Hasta hace pocos años era obligatorio ser médico para hacer la «carrera oficial» de psicoanalista. Freud confiesa que se hizo médico tras escuchar un poema de Goethe sobre la naturaleza, si bien desde

joven ya estaba interesado en la filosofía. Efectivamente, la medicalización de Occidente está apoyada en el problema de la concepción del cuerpo. Hoy la gran mayoría considera que la subjetividad proviene del cuerpo lo que justifica la xenofobia, el racismo y la misoginia, En la conferencia «En torno de una cosmovisión»” Freud propone que la ciencia progresa por la vía de la experiencia. Es falso, o al menos existen muchas razones para rechazarlo; la ciencia no procede por el método inductivo sino por el método hipotético-deductivo, que parte de una hipótesis. La ciencia progresa por la aparición de una pregunta y una hipótesis racional que la ponga en funcionamiento; la experimentación, que para ser científica debe distinguirse de la Cf Freud, 8, (1979). Presentación autobiográfica, Buenos Aires: Amorrortu, 90, Cf Freud, 8, (1979), 35% conferencia: En torno Obras completas, TT XXI, Buenos Aires: Amorrortu, 89,

In: Obras completas.

T.

XX.

auna

cosmovisión, Tn:

No hay sustancia corporal

experiencia, viene después; a veces incluso demora decenas de años 0 no es posible. Entonces, se postula que el cuerpo es real y se niega que tal afirmación sea precisamente una hipótesis, suponiéndola como algo que se experimenta. Los maestros modernos del psicoanálisis obtienen su garantía de la experiencia porque creen que lo que experimentan es real, por eso creen adquirir su saber mediante años de práctica. Lo que no se pone en tela de juicio es que la experiencia pueda ser imaginaria. Si nos sostenemos en la experiencia es porque hay un punto que no cuestionamos: el valor de lo vivido como algo real. Estos problemas requieren del cuestionamiento sistemático de lo que concebimos como saber y real. A raíz de estas argumentaciones propias de nuestra sociedad y cultura, creemos que se accede a lo real a través del cuerpo y sus experiencias. Nos resulta muy difícil admitir que lo real sea producto de un constructo abstracto de tres elementos, donde lo real, lo simbólico y lo imaginario, los tres son de la misma estopa, no están hechos de otra materialidad. Lacan nos advierte que ninguno de ellos es en sí mismo, es decir, carece de propiedades intrínsecas; razón por la cual los presenta en la cadena borromea. Finalizamos aquí el recorrido de hoy, gracias.

Iv.

El sujeto y el cuerpo. Dos hipótesis sobre lo social en su relación a lo particular. Gustave Le Bon y Norbert Elias *

En esta reunión voy a presentarles argumentos de dos autores que plantean posiciones opuestas en relación al psicoanálisis. Decidí hacerlo bajo el sistema de diferencias que establezco entre Freud y Lacan, razón por la cual repetiré algunos de los argumentos ya planteados. Uno de ellos es Gustave Le Bon, autor de referencia de Freud en «Psicología de las masas y análisis del yo»; el otro es Norbert Elias, un autor muy importante pero poco conocido en nuestro ámbito; fundador entre otros de la sociología histórica. Si afirmamos que el psicoanálisis de Freud requiere de la sociología de Le Bon, el psicoanálisis de Lacan requiere de la sociología histórica de Norbert Elias. Ésta es mi propuesta, aunque Lacan no lo citó nunca. Tanto Le Bon como Elias produjeron en cierta medida sus teorías sociológicas referenciadas a Freud. Le Bon sostuvo el concepto de inconsciente de la primera tópica y Elias criticó la segunda. La idea que desarrollo en relación al tema del seminario es que «cuerpo», en sus variadas acepciones, es un elemento —un concepto— que pertenece a un paradigma. Ahora bien, el paradigma hegemónico en la mayoría de las corrientes de la psicología y del psicoanálisis afirma que el cuerpo no es un elemento teórico, sino que es real. Para Ireud los paradigmas se construyen a partir de experiencias efectivas vividas corporalmente. Se trataría así de un elemento pre-discursivo. Para Lacan el cuerpo es imaginario, lo que implica el engaño de creer que el cuerpo, por ser real, escapa al paradigma. Para él, lo real es la vida pero no como células sino que es imposible para la ciencia moderna decir qué es la vida, La muerte es simbólica ya que es por el agujero del bucle del significante que la muerte implica falta, ausencia, etc, 84

No hay sustancia corporal

La metáfora del cuerpo concebido como real suele ser la de una bola de billar chocando con otras sobre una mesa. Éstas se chocan entre sí —Freud diría que pueden chocarse placentera o displacenteramente— pero cada una es en sí misma y no participa con su interior de ninguna sociedad o asociación. Se trata de «individuos». Tenemos entonces dos paradigmas, dos sistemas de ideas que existen tan sólo como opuestos y articulados entre sí. Uno inscribe las ideas de Freud, el otro las de Lacan, cuya lógica es la de una estructura que propone que todos los elementos conforman una red, es decir: existen en tanto participan de nudos o cadenas articuladas. A diferencia de las bolas de billar, el nudo de una red no existe per se. Si se separan las cuerdas que lo constituyen, desaparece. Tal condición del nudo es la que está representada en la siguiente imagen:

El sujeto y el cuerpo. Dos hipótesis sobre

lo

social en su relación a lo particular

Freud presenta sus argumentos articulados a los de Le Bon. En oposición a ello les propongo pensar que la teoría del cuerpo de Jacques Lacan podría tratarse de un modelo articulable a la teoría sociológica de Norbert Elias. El huevo, que es el modelo espacial utilizado por Freud, posee las mismas propiedades topológicas que una esfera: P-Cc

Preconciente

Lacan le opone la superficie del toro, que podemos pensar como un huevo agujereado por donde pasa el toro del Otro:

Para Lacan el psicoanálisis es un saber de Occidente y, como tal, requiere que se articule a otros saberes.” Veamos una cita de 1966: [...]el psicoanálisis no tiene el privilegio de un sujeto más consistente, sino que más bien debe permitir iluminarlo igualmente en las avenidas de otras disciplinas. 91. Es la que utiliza Norbert Elias. Freud utiliza la metáfora del huevo que menciona en «El yo y el ello», cuya estructura topológica es la misma que la de una bola de billar. 92. Cf. Eidelsztein, A. (2008). «Por un psicoanálisis no extraterritorial». En: El Rey está desnudo. N” 1, Buenos Aires: Letra Viva. 1, Buenos 93, Lacan, J, (1989), Del sujeto por fin cuestionado, Tin: Knecritos Aires: Siglo Veintiuno. p. 220,

-—

Jonsideremos el sistema de diferencias entre Freud y Lacan con el fin de establecer los conceptos de «real» en sus respectivas obras, y por onde, el lugar del «cuerpo» en ambos modelos teóricos: a, Treud opera con sólidos, en este caso una esfera tal como los plantea la geometría euclidiana, mientras que Lacan lo hace ób

No hay sustancia corporal

con superficies topológicas, para estas cuestiones: esferas aguje-

b.

readas y encadenadas (toros interpenetrados).

Freud se apoya en la física cartesiana-newtoniana. La física de Descartes es la que postula que todo objeto real es tridimensional —res extensa—. Newton agrega que todo objeto tridimensional está asociado a una energía: la gravedad. Para Freud el cuerpo es tridimensional y está cargado de energía; según los contextos esa energía es llamada libido o pulsión. Lacan se apoya en las físicas relativista y cuántica, donde se pierde la diferencia entre energía y masa. Hace caer el argumento de que los cuerpos están investidos de energía, ya que opera con la física que sostiene que la masa es igual a la energía (E = m.c*). De hecho, la materia existe también como onda; no posee en su esencia la propiedad de ser res extensa, no es tridimensional, no ocupa un lugar circunscripto en el espacio como suponemos que lo ocupan los objetos empíricos; puede presentarse como onda o como cuerpo tridimensional. Las ondas se atraviesan entre sí. En la teoría cartesiana existe el principio de partes extra partes, que es absolutamente opuesto al postulado cuántico sobre la existencia de los objetos sub-atómicos como ondas. La física cartesiana postula que si un objeto ocupa un lugar en el espacio en un momento determinado, otro no puede hacerlo.

Entre Le Bon y Freud existe una importante articulación. Le Bon afirma que el inconsciente de Freud suma a su paradigma, ya que para él, la posición del individuo en la masa es inconsciente y despierta los aspectos más originales de la raza.” El título «Psicología de las masas y análisis del yo» es muy sugerente; el psicoanálisis está destinado a atender individuos yoicos, y la psicología, como disciplina, a las masas. En la introducción, Freud se refiere a la pulsión social, si bien no logra admitirla a razón de su postura individualista: Una vez desgarrado lo que naturalmente constituía un nexo Único, parecería indicado considerar los fenómenos que se muestran bajo estas particulares condiciones como exteriorizaciones de una pulsión especial, ya no reconducible a otra: la pulsión social —herd 94. Le Bon fue uno de los primeros en proponer la eugonesia, que es la manipulación y selección de los mejores representantes de una «rnza» con el fin de mejorar la «especie humani»,

66

El sujeto y el cuerpo. Dos hipótesis sobre

lo

social en su relación a

lo

particular

instinct, group mind— que en otras situaciones no se expresaría. Pero podríamos sin duda objetar: nos parece difícil que deba adjudicarse al factor numérico una importancia tan grande, hasta el punto de que fuera capaz de suscitar por sí solo en la vida anímica una pulsión nueva, inactiva en toda otra circunstancia. Por eso nos inclinaremos más bien en favor de otras dos posibilidades: que la pulsión social acaso no sea originaria e irreducible y que los comienzos de su formación puedan hallarse en un círculo estrecho, como el de la familia.

Para Freud siempre se parte del individuo y sus pulsiones y luego de su círculo íntimo; se trata del Edipo como fundamento. Tomemos otra cita: hallamos la esencia de la pulsión en sus caracteres principales, a saber, su proveniencia de fuentes de estímulo situadas en el interior del organismo y su emergencia como fuerza constante, y de ahí derivamos uno de sus ulteriores caracteres, que es su incoer[...]

cibilidad por acciones de

huida.

Como pueden notar con claridad, el problema de aceptar una pulsión social original es que para Freud la pulsión proviene del interior del organismo. Para Lacan, la pulsión es una función resultante del encuentro del sujeto dividido entre S1 y S; y la función de la demanda: ($0 D); eimplica un engaño en el que Freud cayó. Según afirma Lacan:

La pulsión es el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir.” que da la impresión de provenir del cuerpo anatómico, se origina en un decir que existe en extimidad. El capítulo II de «Psicología de las masas y análisis del yo» se titula «Le Bon y su descripción del alma de las masas». Freud cita a Le Bon y lo glosa. Yo realizaré la misma operación sobre su texto. En la página 69, Freud cita: Lo

95. Freud, S. (1979). Psicología de las masas y análisis del yo. En: Obras completas, 'T. XVIII Buenos Aires: Amorrortu. p. 68. 96. Freud, $, (1979). Pulsiones y destinos de pulsión. En: Obras completas.T. XIV, Buenos Aires: Amorrortu, p, 115, 97, Lacan, J, Le Séminaire XXI, Clago del 18 de noviembre de 1975. Disponible on: gtaforla, free, p. 12 (traducción personal),

67

No hay sustancia corporal

El sujeto y

He aquí el rasgo más notable de una masa psicológica: cualesquiera sean los individuos que la componen y por diversos o semejantes que puedan ser sus modos de vida, sus ocupaciones, su carácter o su inteligencia, el mero hecho de hallarse transformados en una masa los dota una especie de alma colectiva en virtud de la cual sienten, piensan y actúan de manera enteramente distinta de cómo sentiría, pensaría y actuaría cada uno de ellos en forma aislada.

Para Le Bon lo real sería cómo cada uno siente, piensa y actúa en forma aislada; luego estaría el engaño transitorio en el que cada individuo cae tras ser capturado por la psicología de la masa. En esta concepción compartida por Freud, un líder podría engañarnos y llevarnos a realizar actos que en forma individual jamás haríamos. Es una fórmula inscripta históricamente. En el sistema de producción

capitalista, asociado a las democracias modernas como sistema político, el peligro es la posibilidad del advenimiento de la revolución a través de lo común, El sistema democrático moderno es el más apto para articularse al capitalismo bajo la condición de los derechos humanos esto es, bajo la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano correspondientes a la Revolución Francesa de 1789. Se trata de una ideología política individualista. Observen el «del hombre y del ciudadano»: ¿hay una duplicación o una insistencia? En esta época —la de la estabilización del sistema capitalista y democrático— la ideología reinante es la de la iniciativa individual. ¿Quién puede ser empresario en el sistema capitalista? Cualquiera. Se lo expresa como self-made man, hacerse a sí mismo. Hay que contemplar la diferencia con el sistema monárquico. Para ser rey se debe ser hijo del rey. En este caso el lugar de cada uno depende de la sangre azul. «Psicología de las masas...» responde al problema que surge como contracara del individualismo: el peligro del socialismo y del comunismo, como formas de la masa moderna. En cuanto al postulado de Freud y Le Bon advertimos un doble engaño: a. el engaño epistémico de suponer la existencia de seres individuales que se comportarían de forma singular, y b. la suposición de que cada individuo, cuando forma parte de la masa pierde transitoriamente sus propiedades singulares. En muchas

Freud, S. (1979). Op. cit. Le Bon y su descripción del En: Obras completas, "It XVIII. p, 69, 99, Ver capítulo 3, 98.

08

alma de las masas,

el cuerpo. Dos

hipótesis sobre

lo

social en su relación a

lo

particular

otras comunidades no capitalistas o democráticas el peligro es el inverso: salirse de lo común hacia la locura!” de lo individual. Freud comenta el párrafo que citó de Le Bon de la siguiente manera: Tomándonos la libertad de jalonar la exposición de Le Bon mediante nuestras glosas, hagamos notar en este punto: Si los individuos dentro de la masa están ligados de una unidad, tiene que haber algo que los una, y este medio de unión podría ser justamente lo característico de la masa. 191

Hay un desplazamiento del problema. Uno podría pensar que el trabajo de la psicología de masas consistiría en identificar el elemento de unión, pero lo que se pregunta Freud, junto con Le Bon, es: ¿cuál será el misterio que une a los individuos en lo social? Empero, Le Bon no da respuesta a esta

10? cuestión.

«Psicología de las masas y análisis del yo» es la respuesta a la pregunta que, según Freud, Le Bon deja sin responder. Le Bon piensa la alteración del individuo dentro de la masa pero no deduce sus causas. [1 principio epistémico en juego es que existen individuos que se ven alterados según las circunstancias; de donde se desprende que el objetivo de la cura consiste en lograr que el individuo pierda dicha alteración y recupere su verdadero sí mismo modernamente dicho: su ser de goce. ll lacanismo tradujo este problema a partir de los términos —digo términos, no conceptos— de alienación y separación, considerando que el sufrimiento del individuo, a quien llaman sujeto, disminuirá al 193 En consecuencia, separarse del Otro para volver a ser él mismo. goce queda establecido como lo más propio de cada uno: un ser de goce, un 100. Cf.

Eidelsztein, A. (2016). Cap. 3. La locura. En: Las estructuras clínicas Vol. T: intervalo y holofrase, locura, psicosis, psicosomática y debilidad mental. Buenos Aires: Letra Viva. 101. Freud, 5. (1979). Op. cit. Le Bon y descripción del alma de las masas. En:

a

partir de Lacan.

Obras completas. T. XVIII. p. 70. 102, Ibíd, 103. De la lógica articulación entre el sistema político democracia), ol sistema económico (el capitalismo) y el sistema epistemológico (la ciencia moderna considerada como ompíricn y positiva) se produce una clínica particular cuya característica, que ahora queremos resaltar, es el intento de recuperar al «individuo» como valor último

a

09

No hay sustancia corporal

ser biológico de la sustancia viva presente desde el nacimiento y esencial a esa sustancia viva. Freud, refiriéndose a la alteración del individuo en la masa, dice que Le Bon «[...] la describe con expresiones que concuerdan bien con las premisas básicas de nuestra psicología profunda». Para ratificar la coincidencia, en la página 70 lo cita nuevamente: Es fácil de verificar la gran diferencia que existe entre un individuo perteneciente a una masa y un individuo aislado, pero es más difícil [...] descubrir las causas de esa diferencia. de un sustrato inconsciente, derivan conscientes actos Nuestros hereditarias.1%5 influencias las creado en lo fundamental por

Para ambos autores el Ello proviene de experiencias repetidas de los ancestros, transmitidas hereditariamente, una idea soportada en una errada teoría de la herencia lamarckiana: que la ontogenia replica a la filogenia, rechazada hace tiempo en biología humana moderna.!1% Luego

está la famosa nota 3, al pie de la página 71, donde Freud inscribe su salvedad —no se trata de una oposición— al inconsciente de Le Bon. Cierta diferencia entre la concepción de Le Bon y la nuestra viene determinada por el hecho de que su concepto de lo inconsciente no coincide en todos sus puntos con el adoptado por el psicoanálisis. El inconsciente de Le Bon contiene principalmente los rasgos más profundos del alma de la raza, algo que en verdad el psicoanálisis individual no considera. No desconocemos, por cierto, que el núcleo del yo (el ello, como lo he llamado más tarde), al que pertenece la cherencia arcaica» del alma humana, es inconsciente, pero además distinguimos lo «reprimido inconsciente», surgido de una parte de 107 la herencia. Freud no plantea una oposición epistémica o filosófica, dice que el «inconsciente» que utiliza Le Bon toma en cuenta exclusivamente al Ello pero no incluye a la represión, el fundamento del psicoanálisis 104. Freud, S. (1979). Op. cit. Le Bon y descripción del alma de las masas. En: Obras completas. T. XVIII. p. 70.

105. Ibíd. 106. C£ Gould, S.J. (1977). Ontogeny and Phylogeny. USA: Bolimap Harvard, 107, Freud, $. (1979). Op. cit. Lo Bon y descripción del alma de lan masas, Ton: Obras completas, 'T. XVIII, pie de pág. 71,

"70

El

sujetoy el

cuerpo. Dos hipótesis sobre lo social en su relación a lo

particular

individual. Freud admite que el Ello enraíza en la herencia arcaica. Lacan subvierte y sustituye todo esto con su fórmula «el inconsciente está estructurado como un lenguaje». Quisiera señalar que Freud y Le Bon no trabajan estrictamente con la noción de especie, que es biológica, sino con la noción de raza, que es mítica y prejuiciosa. Permítanme leerles una cita de Claude LéviStrauss, autor de referencia de Lacan, sobre un tema de enorme actualidad, el racismo: Cuando se intenta caracterizar las razas biológicas por propiedades psicológicas particulares, uno se aleja tanto de la verdad científica definiéndolas de manera positiva como negativa. [...] Pero el pecado original de la antropología consiste en la confusión entre la noción puramente biológica de raza (suponiendo además, que incluso en este terreno limitado, esta noción pueda aspirar a la objetividad, lo que la genética moderna pone en duda) y las producciones sociológicas y psicológicas de las culturas humanas. Ha bastado a Gobineau haberlo cometido para encontrarse encerrado en el círculo infernal que conduce de un error intelectual, sin excluir la buena fe, a la legitimación involuntaria de todas las tentativas de discriminación y de 108 explotación.

Raza no es un concepto científico, es el nombre de un prejuicio que, lamentablemente, está presente en ciertas construcciones teóricas del psicoanálisis freudiano. ¿Recuerdan lo que Freud sostenía respecto de «los pueblos primitivos»? Freud vuelve a citar a Le Bon: Los principales rasgos del individuo integrante de la masa son, ontonces: la desaparición de la personalidad consciente, de los sentimientos e ideas en el mismo sentido por sugestión y contagio, y la

tendencia a trasformar inmediatamente en actos las ideas sugeridas. individuo deja de ser él mismo; se ha convertido en un autómata carente de voluntad.'09 E]

108, Lóévi-Strauss, C.

Altaza, pp, 37-104, 109,

Freud,5,

Obras completas,

(1999),

Raza e historia, En: Raza y cultura. Madrid:

(1979). Op, cit: Le Bon y

TT

XVILL

pp.

72-78

descripción del alma de las masas,

Jn: 71

El sujeto y el cuerpo. Dos hipótesis sobre lo social en su relación a

No hay sustancia corporal

¿Qué desaparece del individuo en la masa? El «yo soy yo», el «sí mismo». Para pensar, el hombre debe estar aislado como en la escultura El pensador de A. Rodin. El peligro de las masas es el desborde, ya que los individuos actúan por contagio en lugar de pensar por cuenta propia. Es un prejuicio ideológico propio de nuestra cultura y época. ¿Acaso la gente aislada no se desborda? y ¿los grupos acaso no pacifican? Para Lacan «Eso piensa», nunca «Yo pienso»; cuestión que verifico en mi estudio de un fenómeno propio de la ciencia moderna que designo «descubrimientos simultáneos».1 Decenas y decenas de los más importantes descubrimientos científicos fueron realizados en forma simultánea por varios científicos que no trabajaban juntos ni se conocían entre sí. La ficción discursiva que funciona como base argumentativa es que existe el «sí mismo». Es una lógica individualista que comienza con el «Conócete a ti mismo», uno de los principios fundamentales de la filosofía griega antigua. Los griegos conocieron la Biblia en el siglo anterior a Cristo. En ese momento se produjo el encuentro de lo que se conoce como la tradición presente en el Antiguo Testamento con el individualismo griego. En el momento histórico de Cristo se advierte el resultado de ese encuentro porque la salvación del pueblo, como lo sostenían los profetas hebreos, pasa a ser individual. En el cristianismo se sostiene que al paraíso irán las personas —una por una— que crean en Cristo. Enla lógica del Antiguo Testamento, en cambio, se salvará todo el pueblo judío en su conjunto o nadie, como en Sodoma y Gomorra. Les propongo criticar este núcleo argumentativo que impacta en la dirección de cada tratamiento y en el destino del psicoanálisis como teoría y práctica, hacia la orientación que estimo una de las principales causas del sufrimiento que el psicoanálisis debe atender: el individualismo biologicista. Para Freud lo que perturba es la masa, ya que produce la pérdida de la esencia de cada uno, que es lo pulsional originado en el organismo y las vivencias individuales, más las represiones que se instalan con el Edipo. Abora planteo el problema bajo el modo de una duda epistémica. ¿Existe la posibilidad de pensar solo? En su análisis del caso de los «sesos frescos» presentado por E. Kris, Lacan sostuvo que no existe la propiedad intelectual sobre el pensamiento; por lo tanto no existe la 110. Bidelsztein, A, (2015). La responsabilidad subjetiva desnudo, N* 8, Disponible on: www.apola,com.ar

79

Tn:

497

Ney está

lo

particular

posibilidad estructural del plagio. Si el Otro es anterior al sujeto y no hay sujeto sin Otro, se deduce que nadie piensa solo y que el inconsciente es el discurso del Otro. Esto no nos lleva a un culturalismo porque el Otro —como A y A—, tal como lo planteamos, ya está ahí antes de toda emergencia social y cultural. Pasemos al texto de Norbert Elias. Antes quisiera decirles que en Los griegos y lo irracional" E. R. Dodds hace el mismo análisis que les propongo realizar con los argumentos de Elias: leerlo a la luz de la segunda tópica de Freud. Dodds analiza y critica la segunda tópica en relación a la tensión entre Crecia antigua y clásica y Occidente moderno. Elias analiza la segunda tópica freudiana en relación al individuo y la sociedad. Ambos tópicos fueron descuidados por Freud, persuadido de que sus teorizaciones eran de carácter universal, ya que se basaban en la biología sin considerar como fundamentales las diferencias históricas, geográficas o culturales. En este sentido, otro texto que les recomiendo leer para complementar la lectura de Elias es Ensayos sobre el individualismo, donde Louis Dumont? propone que la condición particular no siempre fue planteada y concebida en clave individual. Mi propuesta es que avancemos a través de una vía argumentativa racional, para poner en tela de juicio lo que para la mayoría puede ser un dato experiencial y de obviedad manifiesta: a. queel cuerpo biológico es un sólido cerrado con contenidos individuales; b. en consecuencia, se establece una separación total entre interior y exterior, aunque existan puertitas (como los ojos, los oídos, etc.); lo que determina la concepción del sujeto y de lo real, a partir C. de esta idea de cuerpo como bolsa, con contenidos sustanciales y energéticos singulares. Los psicoanalistas se interesan mucho por los ojos y lo visible. Freud explicita pero considera que la incorporación del mundo al interior 05 especialmente a través de los ojos. Recuerden que la entrada de Lacan nl psicoanálisis fue con el estadio del espejo y el problema de lo visual y la mirada, Sus neologismos éxtimo y extimidad, al igual que internidad, todos ellos de 1960, resultan casi desconocidos por la comunidad no lo

111, Dodda, 1, RK, (1994), Los griegos y lo irracional, Madrid: Alianza, 112, Dumont, L, 1987), Ensayos sobre el individualismo, Madrid: Alianza,

El

No hay sustancia corporal

analítica. Se trata de una dupla: extimidad-internidad, y la localización de esta dupla en-'el corpus teórico de Lacan que implica el desmantelamiento de la oposición interno-externo tal como se la utilizaba en psicoanálisis (para sostener mundo interno y mundo externo) y fuera de él. Con el pasaje de la geometría euclidiana a la topología, Lacan intentó disolver esta oposición. La topología es una geometría útil para interrogar la validez de pensar una continuidad interior-exterior, también en psicoanálisis. La sociedad de los individuos de Norbert Elias! es un libro compuesto por tres artículos (de 1939, 1950 y 1987) que giran alrededor de un único tema, a saber: que en Occidente moderno se cree que el individuo es real y la sociedad es ideal. Freud y Le Bon parten de este supuesto. En el prólogo Elias escribió: Actualmente no está nada clara la relación de la multiplicidad con el ser humano particular, el denominado «individuo», la relación de la persona con la multiplicidad de seres humanos, a la que damos el nombre de «sociedad». Pero las personas no suelen ser conscientes de que esto es así, ni mucho menos de por qué es así.''*

leo

Este autor pone en duda la idea misma de individuo como ser aislado. Con Marcel Mauss criticamos que el cuerpo se opere por características anátomo-fisiológicas y cuestionamos la concepción del cuerpo como natural, para pensarlo como el primer instrumento del hombre. Elias nos brinda la posibilidad de poner en duda la idea de que el individuo sea real y la sociedad ideal, proponiendo que el engaño radica en suponer al individuo como un ser aislado que existe por sí mismo. 113, Elias, N, (2000). La sociedad de los individuos, Barcelona; Península, 114, Ibíd, p. 11, 115, Ibid, "A

cuerpo. Dos hipótesis sobre lo social en su relación a lo

particular

Las palabras dadas con que cuenta el hablante particular, los mismos conceptos que contribuyen de forma decisiva a determinar el modo de pensar y las acciones de la persona criada bajo su esfera, hacen, en último término, que parezca como si el ser humano particular, tildado de individuo, fuera ontológicamente distinto a la multiplicidad de personas presentada como sociedad. !'6

Elias diagnostica el engaño ontológico causado por el lenguaje — Lacan lo designa «muro del lenguaje>— como la diferencia supuesta entre el ser del individuo y el ser de la sociedad. Su propuesta es que ambos tienen el mismo estatuto ontológico. Pero se debe aclarar que no es necesariamente así para todos los pueblos y lenguas. En este sentido, para el pensamiento occidental el individuo es un ser que es (es lo que es) y la sociedad, una virtualidad (puro idealismo). Continuemos con La sociedad de los individuos: ¿Cómo es posible —esta es la pregunta— que mediante la existencia simultánea de muchas personas, mediante su convivencia, sus acciones recíprocas, el conjunto de sus relaciones mutuas, se cree algo que ninguna de las personas individuales ha considerado, proyectado, premeditado o creado por sí misma, algo de lo que cada individuo, quiéralo o no, es parte, una estructura de individuos interdependientes, una sociedad?!!7

Elias propone que al menos durante el siglo XX en Occidente no estuvo para nada clara la relación entre individuo y sociedad. Además, las nociones de individuo y de sociedad aún no habían sido problematizadas. itu: el Es habitual empleo de términos como «individuo» y «sociedad», el primero de los cuales remite al ser humano particular, como si éste fuera un ser que existe aislado, en sí mismo, [...]!5

sujetoy el

Ésta es para mí una de las preguntas clave. Elias se cuestiona cómo puede ser que algo haya sido creado sin haber sido premeditado,

pensado o hecho por nadie en forma individual. Este planteo contradice programa de investigación de las neurociencias. Elias descarta que se trate de un fenómeno químico que suceda en algún cerebro: el principio fundamental pero implícito de todas las neurociencias:

el

¿Cómo es posible [que] se cree algo que ninguna de las personas individuales ha considerado, proyectado, premeditado o creado por sí misma, [...]?

La respuesta de Lacan a esta pregunta es «Eso piensa» y «Eso habla»: «Ca pense» y «Ca parle». Eso piensa solo. Por eso, entre otras LLG,

Ibid,

117.

Elina,

p

N.

11,

(2000). Op. cit La

de sociedad

los individuos, p, 25,

No hay sustancia corporal

El sujeto y

consecuencias, no hay propiedad intelectual. Lacan incluso sostuvo que «Eso goza» La pregunta de Elias es «la» pregunta del psicoanálisis. Es precisamente lo que Lacan propuso pensar como el Eso, lo cual habilita que haya un psicoanalista para interpretarlo. El inconsciente habita en el entre, y ese entre es —para Lacan, no así para Freud— la fuente de los pensamientos, sentimientos y afecciones. En general se piensa que una persona es como una esfera. Lo mismo sucede con los electrones, se cree que son pelotitas diminutas. Lo que quiero proponerles es que el sujeto del psicoanálisis existe entre los individuos implicados en, al menos, la escena psicoanalítica. El sujeto no es ni el analizante ni el analista: se ubica entre ellos, siempre y cuando el psicoanalista lo admita y lo ponga a trabajar. La definición canónica del sujeto de Lacan es: «lo que un significante representa frente a otro» sostiene la misma lógica. Se piensa que un ente influye sobre otro y viceversa, y que esa influencia implica que ambos serán desviados de su trayectoria natural. Existe un gran consenso sobre. esto. Les propongo pensarlo de otra forma, En el mundo humano la pregunta crucial es por las cosas que existen entre los entes; pueden ser cosas no menores como, por ejemplo, la lengua (el español, el inglés, el francés, etc.). El lenguaje surge — como concepto que abarca todas las lenguas— sin haber sido premeditado o creado por nadie en particular. El único lenguaje creado por alguien es el esperanto y no se lo habla. Nadie crea los idiomas, pero evidentemente-fueron creados, existen y además se van modificando constantemente. Lacan lo elabora de una manera muy interesante en varias oportunidades. Lo designa mediante la expresión «genio de la lengua»; genio como demonio, como un «alma», una psiqué de la lengua que hace que algunas palabras desaparezcan, se creen otras, pero en un cierto formato y estilo específico. Actualmente quienes utilizan este concepto son los traductores, los que afirman que no hay que buscar la traducción literal —no sólo porque no existe—, sino que la traducción debe respetar el «genio de la lengua», tanto de la originante como de la receptora. En psicoanálisis nadie, salvo Lacan, sostiene la idea del «genio de la lengua». Se habla del lenguaje; no se concibe que haya algo vivo y operante en la lengua, como un daimon autónomo con respecto a los seres individuales. Jontinuemos con Elias, En la página 26 dico: 76

el cuerpo. Dos

hipótesis sobre lo social en su relación a lo particular

En realidad —así piensan y sienten los representantes de esta postura— no existe nada parecido a una sociedad; en realidad sólo existen muchos individuos particulares.118

Un importante grupo de colegas lacanianos representa esta postura. sostener que «no hay Otro» —Lacan propuso «No hay Otro del Otro»— plantean que somos esferas con una membrana aislante un manantial y interior de energía, con el cual tenemos que amigarnos para poder volver a él como nuestro verdadero ser. En la página 29 Elias comienza a desarrollar el argumento de la existencia de las cadenas invisibles: Al

El ser humano individual vive, y ha vivido desde pequeño, dentro de una red de interdependencias que él no puede modificar ni romper a voluntad sino en tanto lo permite la propia estructura de esa red; vive dentro de un tejido de relaciones móviles al que, menos en parte, se han depositado sobre él dando forma a su carácter personal.119 Como pueden observar, tanto a Elias como a Lacan les es necesario recurrir a modelos de cadenas 0 redes de unidades las que sólo existen en su interdependencia y su articulación. La cita anterior nos permite reflexionar en el final de análisis. Quizás la modificación que se produce en un tratamiento psicoanalítico permite que la red se transforme en otra. Es una idea sencilla quese articula estrechamente los desarrollos a de Lacan en torno alas cadenas, los nudos las trenzas; sobre todo en el y período final de su enseñanza. En lugar de choques de esferas se trata de cadenas borromeas alteradas; se modifica algo distinto al individuo.

Martín Krymkiewicz:

de las esferas libres.

Rompe con la idea de libertad individual,

A.E.: Sí, claro. La idea de libertad es muy propia de la esfera, pero en choque constante con las otras. También permite reflexionar sobre la figura mítica del genio moderno, entre quienes podemos nombrar a Marx, Freud y Einstein, Se cree que una mañana despertaron con un nuevo descubrimiento al grito de ¡Bureka!

4

118, Elins, N. (2000), Op, cit, La 119, Ibid. p. 24

sociedad de los individuos,

p. 26,

El sujeto y el cuerpo. Dos hipótesis sobre

No hay sustancia corporal

Démosle una vuelta más al problema del individualismo moderno. Einstein es considerado como el paradigma del genio, pero se olvida que Poincaré, unos meses antes, en 1904, publicó otra versión de la teoría de la relatividad con el mismo nombre.??? Las versiones de la teoría de la relatividad nacieron entre los físicos que la registraron simultáneamente. Y no se trata de plagio. El sentido común quiere que las cosas nazcan del Uno, cuestión que hace pensar a Einstein como el único inventor de la teoría. «Hay del Uno» dicen los colegas lacanianos, y no se dan cuenta de que se trata de una frase y no de un testimonio de lo que sucede en lo real. Les propongo pensar que los llamados genios son personas especialmente sensibles a eso que se viene diciendo en el entre de cierta comunidad en determinado momento histórico. En la página 31 Elias escribe: Y, de esta manera, cada ser humano particular queda, de hecho, atado; queda atado por cuanto vive en constante interdependencia funcional con otras personas; es un eslabón.de la cadena que lo ata a otras personas, y cada una de esas otras personas es —directa o indirectamente— un eslabón de la cadena que lo ata a él. Estas cadenas no son tan visibles y palpables como las cadenas de hierro; [...]!*1

No está haciendo poesía, está oponiendo lo tangible a lo intangible para concebir la falta-en-ser del sujeto y su modo de existencia. Que el individuo sea tangible y visible (tridimensional) y la sociedad intangible no significa que el individuo exista y la sociedad no. Lo mismo puede afirmarse de las relaciones entre el ser y lo tangible que la ciencia moderna ha distinguido netamente hace cien años. Es una idea subversiva que todavía no ha pasado al saber general. En el lacanismo se habla del «hueso de lo real» y no de la «idea de lo real», ya que para esa tendencia de pensamiento, que haya real se corres: ponde con la existencia necesaria de piedra o hueso y de las experiencias vividas del choque entre materias tridimensionales. Lacan propuso el neologismo motérialisme, el materialismo de los términos del lenguaje; pero no tuvo éxito entre sus discípulos??? La cita de Elias continúa así: 120, Balibar, F, (1984). Galilée,

Newton lus par Einstein: Espace et relativité, Paris: Presses Universitaires-de Trance, 121, Bling, N, (2000), Op. cit, La sociedad de los individuos pot (1998), E7 hueso de un análisis. Buenos Atros Tres hachos 129, Cf Millor,

lo

social en su relación a lo particular

Estas cadenas no son tan visibles y palpables como las cadenas de hierro; son más elásticas, variables y alterables, [...] Estimo que fue a causa del rechazo ala interterritorialidad científica del psicoanálisis que Elias no supo acerca de las teorizaciones de Lacan orientadas en este mismo sentido; en gran medida debido a que los psicoanalistas —no Lacan— afirman que el psicoanálisis se diferencia y opone a la ciencia y que surge de su propia práctica. Estas cadenas no son tan visibles y palpables como las cadenas de hierro; son más elásticas, variables y alterables, pero no son menos reales y, con toda certeza, tampoco menos firmes. Y es este contexto de funciones que las personas tienen las unas para las otras lo que llamamos «sociedad». Este contexto funcional constituye una esfera de existencia de 123 tipo particular. El intervalo existe pero tiene un régimen de existencia distinto. El «entre» está estructurado. Esta estructura existe y rige nuestras vidas a pesar de no haber sido prevista, calculada 0 realizada por nadie, incluso es invisible e impalpable. Es una estructura autónoma, exactamente igual que el inconsciente, que establece los límites de la variabilidad particular. El régimen de variabilidad está establecido por la estructura, la cual determina qué será posible o imposible para la misma. En el siglo XIV Einstein no hubiese podido arribar a la teoría de la relatividad porque para alcanzarla eran requisitos, entre otros, la topología y la teoría de los quanta de Max Planck. La clínica psicoanalítica requiere de estas consideraciones. Sobre la base del caso por caso, de la condición particular, concebimos cada uno de ellos por limitaciones e imposiciones de las estructuras lingúísticas, sociales, culturales, religiosas, ideológicas y, especialmente, familiares. No se trata del sujeto singular del freudolacanismo, tampoco de un culturalismo ya que, además, requiere de la historia de una familia en particular y considerada en varias generaciones. Las ideas de Elias que les he presentado nos resultan difíciles de admitir. Debemos atender y analizar aquellas ideas que nos resultan

:

J-A.

7a

123,

Elins,

Ni

(2000), Op. cit, La sociedad de los

individios, p 31, 70)

No hay sustancia corporal

inadmisibles porque podemos estar en la posición más engañada, la de lo obvio del sentido común. La relación entre Freud y Lacan puede ilustrarse mediante la posición de Einstein frente a la física cuántica. Les va a venir muy bien pensarlo porque Einstein es el paradigma del genio individual moderno. Lacan discutió los merecimientos de Einstein de ser el ícono del genio moderno, pero el individualismo que reina en Occidente promueve que las ideas las tiene una persona: Einstein, Freud, Darwin. Einstein fue el creador de una de las teorías de la relatividad que fue la finalmente aceptada. La física cuántica es una de sus principales consecuencias, sin embargo Einstein siempre la rechazó; dedicó las últimas décadas de su vida a atacarla, siendo ésta la consecuencia más subversiva de su propio descubrimiento. Lo mismo le sucedió a Max Planck y su propia teoría de los quanta. Estos ejemplos resultan ilustrativos para pensar que a veces se desarrolla un pensamiento subversivo contrario a la posición personal de aquél que lo inició. Un muy buen lugar donde pueden estudiar este tipo de movimiento es en el libro El enigma cuántico. El secreto mejor guardado de la física contemporánea, de Rosenblum y Kuttner?? Uno de los argumentos de Einstein contra la cuántica, refiriéndose a la estructura aleatoria del Universo —Lacan lo cita— es «Dios no juega a los dados». El otro argumento famoso supuestamente de Einstein es «No puedo aceptar que la luna no exista cuando no la miro». De los dos argumentos, el más fuerte para el sentido común es el segundo porque es ontológico. Einstein sostiene que lo real tiene que estar ahí antes de la observación e independientemente de ella, pero para la física cuántica lo real se crea y se altera esencialmente por la observación. Incluso su pasado. Elias nos permite pensar que existimos en un universo distinto al del sentido común. Supuestamente avalado por una ciencia empírica y objetiva. Lacan y las físicas modernas sostienen lo mismo. Planck, Freud y Einstein, a pesar de ser genios notables e inigualables de la modernidad occidental, no admitieron dicho universo, a pesar de haber contribuido directamente a su constitución. Hoy terminamos acá.

124, Cf, Rosenblum, B. y Kuttner, 14 (2010), El entgma enántivo; el secreto mejor guardado de la física contemporánea, Barcelona: Tusquets HO

V.

Cuerpo y entrelazamiento. Norbert Elias y Jacques Lacan Para favorecer la discusión sobre lo real, este año les propuse hacer Voy a retomar como referencia el libro un recorrido sobre el «cuerpo».

La sociedad de los individuos de Norbert Elias, los apartados 6 y 7 del capítulo 1, el capítulo 2 y el primer punto del capítulo 3, donde analiza la segunda tópica freudiana en relación a la supuesta tensión entre el individuo y la sociedad. En esta reunión me propongo ampliar el argumento que pone en tela de juicio que el cuerpo posea la estructura de un sólido esferoide, estableciendo una partición neta entre interior y exterior, y que allí, en su interior radicaría lo real. Se trata todo el tiempo del mismo problema. En la página 44 sostiene: Existe hoy en día un modelado de la autoconciencia muy difundido que induce a la persona a sentir y pensar: [...]?> Lo que para nosotros es autoconciencia y vivencias individuales en realidad está formateado. Hay un modelo social y cultural operando

previamente: un paradigma. Existe hoy en día un modelado de la autoconciencia muy difundido que induce a la persona a sentir y pensar: «Estoy aquí, completamente solo; todos los demás están ahí fuera, fuera de mí, y, asimismo, cada uno de ellos recorre su camino con un interior que es él solo, su verdadero yo, su yo puro, y con un disfraz exterior, que son sus 126 relaciones con otras personas»,

d

125, Elina, N, (2000), Op, 126,

Ibíd,

cit.

La sociedad de los individuos, p. 44,

81

Cuerpo y entrelazamiento

No hay sustancia corporal

Esto significa que ninguno de nosotros puede ser tomado como testimonio verídico y directo de su ser interior, incluso pone en cuestión la idea de hacer la experiencia. Aunque no lo sepamos —diagnostica Elias—, hemos sido tomados por este patrón de pensamiento característico de Occidente en la actualidad: Estoy aquí, completamente solo; todos los demás están ahí fuera, fuera de mí, y, ásimismo, cada uno de ellos recorre su camino con un interior que es él solo, su verdadero yo, su yo puro, [...] Y aquí viene su complemento: [...] y con un disfraz exterior, que son sus relaciones con otras personas.

Lo real sería el «yo puro interior», ya que la relación al otro es como un «disfraz exterior». En su artículo «Pulsiones y destinos de pulsión», Freud sostiene el argumento aquí criticado. El modelo de pensamiento más difundido en nuestra cultura podría enunciarse como «Yo soy yo, y solamente yo tengo acceso a mi ser porque está dentro mío y es mi verdad. Es algo que yo siento y pienso, y para vincularme con los otros me disfrazo». Lacan intenta rectificar esta creencia mediante las fórmulas «yo es otro», «el inconsciente es el discurso del Otro», «uno recibe su propio mensaje en forma invertida desde el Otro», «el deseo del hombre es el deseo del otro», «el gozo es del Otro», etc. Como pueden ver no tuvo éxito. La idea de rodeo en la obra de Freud consiste, justamente, en que un hombre se disfraza de marido para poder tener sexo con una mujer; para ejercer en sociedad aquello que lo impulsa —es decir, la energía con la que nació investido su cuerpo material— tiene que producir un rodeo. Ese rodeo es un disfraz, cuya necesidad de diferimiento es lo que Freud conceptualiza como «malestar en la cultura». La segunda idea que señala Elias es más radical aún:

Aquí lo que se pone de manifiesto es la autoconciencia de personas a quienes la estructura de su sociedad empuja hacia un grado muy elevado de reserva, de represión emocional, de renuncia a los instintos y su transformación, la autoconciencia de personas

197

acostumbradas a ocultar un cúmulo de estallidos, de expresiones instintivas y deseos en enclaves de la intimidad privados y alejados de la mirada del «mundo exterior» o incluso en rincones del propio espíritu, en el semiconsciente o el inconsciente.!?” Elias sostiene que este postulado propio de nuestra sociedad y de nuestra cultura empuja a un cierto modo de vida, haciendo que cada uno se comporte de determinada manera. ¿Cuál es? La represión de los instintos y el surgimiento de un inconsciente interior. Elias propone que algo como el superyó planteado por Freud surge a consecuencia de ello. Si lo verdadero de cada uno es su interior, entonces uno debe cuidar lo que muestra. La represión responde a un modo de plantear la relación de cada uno, tanto socialmente como consigo mismo; la represión responde a la finalidad de sostener el disfraz que implica el autodominio del interior. Elias justifica la existencia del inconsciente y de la represión —que no son universales sino constructos socioculturales— en la demanda de ser igual a lo que se porta como contenidos en el interior; por tal motivo resulta necesario reservar aquello que se muestra al exterior. Eso produce represión. A este proceso lo llama privatización. Lacan distinto propone pensar al inconsciente de un modo absolutamente del criticado por Elías: como un saber no sabido. Por otra parte Elias sostiene la existencia de instintos, lo que con goce se admite pero teorías: que con gozo y (30D) se rechaza. Entonces, se trata de tres fundada de Lacan la en Freud y la de Freud, la de Elías que critica a conceptos notablemente distintos. En la página 48 se lee el siguiente párrafo: La concepción que subyace a todos estos planteamientos, la contraposición entre un «yo puro» [...]*s Como vimos la reunión pasada, este yo puro es el que Freud concibe como «yo-placer purificado». Elias está criticando la segunda tópica freudiana, Freud creía que traía la revolución a Occidente, como Darwin estaba y Copérnico. Creía haber descubierto la verdad de la cosa pero 127,

Elina,

N,

198,

Tlinn,

N,

(2000). Op. (2000), Op:

cit, cit,

La soctedad de los indi iduos, p, 44. La sociedad de los individuos, p. 48, Ba

E

Cuerpo y entrelazamiento

No hay sustancia corporal

capturado por la orientación hegemónica conservadora de la sociedad en su época. En el mismo párrafo Elias escribe: Cuando uno se pregunta cómo y por qué la estructura del tejido humano y la estructura del individuo cambian al mismo tiempo de una manera determinada, cuando uno ve cómo con la transición de, digamos, una sociedad guerrera a una cortesana, con la transición de esta sociedad cortesana a una burguesa, se transforman también los deseos personales del individuo, [...]19

Esta idea es magnífica: que el tejido social y la estructura del

individuo y sus deseos cambian simultánea y articuladamente. Hay aquí una crítica radical al sistema teórico freudiano que quedó invisibilizada en la lectura que se hizo de la enseñanza de Lacan. La primera cuestión que me interesa señalarles es que para Freud el deseo auténtico es el deseo sexual universal que cada uno porta en su interior. Freud opera con postulados universales de base biológica, Lacan, en cambio, propone que el psicoanálisis pudo existir en determinada época y sociedad: la del sujeto de la ciencia. Ésa sería para él la transformación social y cultural determinante para el surgimiento del psicoanálisis. La cita de Elías prosigue así: [...] los deseos

personales del individuo, el modelado de sus instintos y pensamientos, el tipo de individualidades, esta ampliación de la visión estática a una visión dinámica hace desaparecer la imagen de una muralla infranqueable entre un ser humano y todos los demás, entre un mundo interior y uno exterior, y en su lugar aparece la imagen de un constante e inconmovible entrelazamiento de seres individuales, [...]130 Elias propone la idea de entrelazamiento, que podemos enunciar de este modo: aunque nuestra sociedad sea individualista, la estructura del sujeto con el que opera el psicoanálisis es la del entrelazamiento, La ideología occidental moderna nos obliga a ser individuos, a pensar y sentir como tales. No somos esferas individuales, a pesar de la imposición individualista que recibimos social y culturamente. Incluso 129, Ibíd. 130, Elias, N, (2000), Op,

cit,

Da

sociedad de los indrorduos.

p.

48

en psicoanálisis es la premisa fundamental, expresada como la responsabilidad subjetiva del paciente o analizante respecto de sus contenidos de pulsiones y de goce. Pensemos por ejemplo en el marqués de Sade y en Sacher Masoch. El sadismo y el masoquismo surgieron con pocas décadas de diferencia. ¿Habrán comenzado a haber prácticas sádicas y masoquistas a partir de ese momento? Lacan sostiene que los perversos son los últimos creyentes, los llama los «últimos cruzados»;!*! por lo tanto, no podría haber perversos tales como los diagnosticamos en la clínica, antes de la desaparición del movimiento de los cruzados. En psicoanálisis no se suele trabajar con esta dimensión porque Freud pensó en términos universales de base biológica. Es muy importante que reflexionemos si la histeria no es acaso producto del siglo XTX en Occidente.!? En «Posición del inconsciente» Lacan nos aporta su teoría de la causa. Causa es pensar los problemas humanos mediante la lógica del significante; el orden significante debe plantearse siempre como condición de existencia de los sujetos y sus fenómenos,

al

En principio se trata de la existencia de dos modelos para pensar parlétre (que propongo traducir como «hablanser»): a.

concebirlo como una esfera y su vínculo social como el choque

de esferas. plantearlo según el modelo del entrelazamiento: eslabones entrelazados como en una cadena o red donde la relación ya no es de choque. No hace falta considerar a la cultura como malestar. Se requiere agujerear el huevo del individuo justo donde estamos acostumbrados a escribir al yo y a la fuente del goce, cavando un agujero que pasa a ser ocupado por el eslabón del otro/Otro. Lo mismo sucede con los significantes de la cadena. !

b.

Estas ideas pueden ser representadas gráficamente del siguiente

modo:

131, Cf. Lacan, J. Seminario Libro 16, clase 26 de marzo de 1969. p. 233. 132, C£ Didi-IHuborman, G, (2007), La invención de la histeria, Madrid:

Cátedra, 86

9-0

No hay sustancia corporal

El huevo del individuo

Relación = choque malestar en la cultura

Eslabones / toros abrazados / entrelanzamiento

En el modelo de Lacan un significante sólo existe dentro de un sistema de dos y a la dupla —que es nuestro verdadero uno— se la designa bucle, con la estructura topológica de una línea cerrada de Jordan. Un eslabón o bucle se constituye así:

Bucle

Numan Y los eslabones sólo existen encadenados con otros eslabones. Se debe plantear la existencia del significante entrelazado (lo que representa a un sujeto frente a otro significante) para no confundirlo con «palabra» (la idea no lingiística de cada unidad en el habla) ni con «representación» lo que Freud conceptualiza como huella de una vivencia, representación de «cosa» que luego puede asociarse con una huella de palabra. Les aporto un ejemplo muy sencillo. Un paciente consulta diciendo: «Mi problema es que sufro de insomnio». Supongan que decidimos elevar la palabra «insomnio» a la categoría de significante: ¿qué significa esto?, preguntarse qué quiere decir, ya que un significante en cuanto tal no

significa nada. El psicoanalista, en su apuesta, toma un significante lingúístico y lo transforma en significante en el sentido que lo propone Lacan al vaciarlo de significado y plantear la cuestión esencial de su relación esencial con otros significantes,

Pregunta: 86

¿Y en

Freud?

Cuerpo y entrelazamiento

A.E.: En la teoría de la representación freudiana cada representación-palabra está asociada a una representación-cosa, y la representación-cosa inscribe el evento vivido tal como se lo padeció, con el monto de energía concomitante. Como tal, no posee relación significativa con ninguna otra representación salvo que por azar una quede registrada luego de la otra. En cambio, plantearse insomnio como Sy implica ir a la búsqueda de un Sg, y/o a la inversa. Imaginen que en el ejemplo recién planteado, aparece un término asociado: «me casé». «Insomnio» anticipa a «me casé» y entonces este resignifica insomnio. Recién ahí, en la dupla, los dos adquieren estatuto significante. La apuesta ha sido hacer de «insomnio» un significante partiendo de la premisa de que en cuanto tal no significa nada. Nuestra primera unidad significante será: «Sufro de insomnio desde que me casé», pero estos dos términos constituyen un bucle significante; será nuestro verdadero S1, ya que pondremos a trabajar por qué o cómo entender que sufre de insomnio desde que se casó. Como pueden notar, se trata del armado de una cadena de eslabones 0 red constituidos por bucles de S1 y Ss, a raíz de una maniobra del analista y que puede dar como resultado la emergencia de otra escena a la cual la demanda del analizante está articulada. La teoría del significante de Lacan no impone hacer juegos con palabras, como muchas veces se creyó. Se trata de un trabajo muy sistemático, una maniobra que no se realiza en ninguna otra práctica, que consiste en convertir las palabras en significantes. Y no todas, sólo algunas. Es importante tener cuidado en su elección, ya que es una apuesta sin garantías que marca la dirección de la cura. Es una orientación contraria a la que sostienen en la actualidad los colegas —, quienes suponen que lacanianos —y casi todos las demás corrientes lo así se cierra y que hay que hacer es abrir. El sistema de bucles se puede cerrar partiendo de un rizo, siguiendo a través de los otros según la topología de Lacan, hasta que la «punta» coincida con la «cola» y tal sería la forma de plantear el fin de análisis.

No hay sustancia corporal

Cuerpo y entrelazamiento

Todos los bucles deben ser concebidos infinitamente próximos unos de otros hasta producir un eslabón de eslabones, como la cámara de la rueda de un coche 0 una rosquilla. Ésta no es una operación que se pueda realizar en la tridimensionalidad; el infinito es una idea matemática. Supongamos que con mil vueltas hicimos todo el

recorrido hasta cerrarlo. ¿Cuántas vueltas realicé? Podríamos decir que dimos mil, pero realizamos mil más una, lo que sería equivalente a la traslación en relación a la rotación de los movimientos anuales y diarios respectivamente de la Tierra. Supongan que el calendario anual fuese regular, de 365 días sin variaciones. ¿Cuántas vueltas realiza la Tierra en un año? La respuesta es 365 rotaciones más 1 vuelta, que es la que justifica las cuatro estaciones, la de traslación. Lacan la llama «una en más o contada de menos», son dos designaciones para esa vuelta. En la siguiente representación este giro en más en el toroA coincide con una vuelta estándar del toro B. Si los inláramos coincidirían y se verían así:

|

;

En psicoanálisis, el entrelazamiento podría ser el modelo para dar cuenta de la relación entre el sujeto y el Otro que se nos impone necesariamente, si aceptamos los principios y las consecuencias lógicas del modelo teórico de Lacan. Estaríamos rompiendo con la idea del hombre como esfera, con un interior y un exterior, también esta lógica debería aplicarse al análisis de las familias, los grupos, las naciones: todos siempre entrelazados. Como pueden observar, la condición esférica se pierde al introducirse el agujero, y por ese agujero —que podemos llamar el corazón o el núcleo vacío de nuestro ser— pasa el recorrido del eslabón del Otro. Desde aquí se puede comenzar a establecer una lógica propicia para el «inconsciente como discurso del Otro»: lo que yo no sé de la vuelta en más que me atañe en forma particular es que coincide con ciertas vueltas del toro del Otro. La vuelta de rotación del toro B coincide con la de traslación del toro A, y viceversa. Pero no es esto a lo que Lacan se refiere cuando propone que «el deseo del hombre es el deseo del Otro». Piénsenlo. Sila vuelta en más o contada de menos es la del deseo, lo que se articula allí es el deseo de uno con la demanda del Otro, no con el deseo del Otro. El deseo de uno se articula con algunas cadenas significantes: las demandas del Otro.!%3 El deseo surge a partir de ciertas demandas del Otro, no con lo que el Otro desea. Es muy interesante advertir que la vuelta del deseo nunca puede convertirse en una vuelta de la demanda, sino que es una vuelta en más en relación a ella el «deseo del hombre es el deseo del Otro» significa que, para Lacan, nunca se trata de «yo deseo»; así se puede sostener que el deseo no es articulable pero que está articulado a varias del Otro. 1% El modelo de Lacan sólo es aplicable si dejamos caer el modelo esferoide del hombre. Lo enfatizo porque el límite que hoy separa al yo del otro es planteado como la piel del cuerpo. En nuestra sociedad funciona plenamente la idea de individuo como entidad corporal. En la actualidad, al menos en Occidente, prima la idea de individuo antes que la de familia, tribu, clan, etc. De hecho, se observa que cada vez hay menos familias; lo que antes se contaba por uno eran, por ejemplo, los Montesco y los Capuleto. ¿Por qué? Porque hoy opera la idea de uno como uno mismo. Como cada uno de nosotros está modelado por esta

X

Vuelta on más do HH

A

Vuelta standard en 1

133, Cf. Bidelsztoin, A, (2006), La topología en la clínica psicoanalítica. Cap. y XI. Buenos Aires: Letra Viva, 134, Kant con Sado, Escritos 2, Buenos Aires, Siglo XXI editores. pág. 735, HO

No hay sustancia corporal

idea, creemos que ser nosotros mismos es ser individuos y no confundirnos con el otro/Otro. Roberto Esposito propone que el ideal occidental moderno es ser inmunes al otro/Otro.1 En otras épocas, «interior» podía ser indicado por el hogar donde vivía el grupo (el pueblo, la tribu o la familia). A nosotros el interior se nos convirtió en el interior del cuerpo. Freud contribuyó enormemente a fortalecer esta tendencia. Para los griegos psiqué podía entrar y salir de los cuerpos biológicos, ya que cuando uno moría la psiqué se separaba del cuerpo. Con Freud, al convertir el alma en los nervios del cuerpo —como afirma Remo Bodei—,!36 «muerto el cuerpo muere el alma». ¿Cuál es la propiedad intrínseca del lazo psicoanalítico respecto a cualquier otro tipo de lazo? Cuando planteamos «clínica bajo transferencia», ¿cuál es la particularidad de ese lazo? Para Freud era del mismo tipo que con el padre, el juez y el maestro, salvo que el analista en un momento dice «basta», mientras que los otros hacen prosperar su autoridad, su predicamento y su sugestión sobre la persona. Para Freud la diferencia entre el vínculo médico-paciente y analista-paciente es que el analista en determinado momento establece que eso terminó; no obstante, ambos son de la misma índole. Si se piensa que la transferencia es un vínculo distinto del que se da con el médico, el padre o el juez, la mejor forma de pensarlo es a través del entrelazamiento. El psicoanálisis no tiene el deber o la función de rectificar la orientación social, ya que es autónoma, no la maneja ni la controla nadie; no se trata de eso. Ahora bien, quizás haya casos, dada la oferta del psicoanálisis, donde sea posible pensar que alguien padece de cierta falla del entrelazamiento y no lo puede resolver como esfera, entonces requiera de una clínica peculiar que tendrá que operar sobre el modo del lazo terapéutico. Para cumplir con dicha función el psicoanalista debe pagar con su persona, sus ideas, sus palabras y su ser,!*” ofertando y favoreciendo el surgimiento del escenario interpenetrado del discurso del Otro para los partenaires. El analizante no «es» y el analista cumpliendo su función no posee un ser individual. 135. Esposito, R. (2005). Immunitas. Proteccióny negación de la vida. Buenos Aires: Amorrortu. 136. Cf. Bodei, R. (2005). El doctor Freud y los nervios del alma, Filosofía y sociedada un siglo del nacimiento del psicoanálisis. Buenon Atrem Siglo Veintiuno, 137, Cf, Lacan, J. (2010), La dirección de la cura y los principios de su poder, En: Escritos 2, Buenos Aires: Siglo Veintiuno,

90

Cuerpo y entrelazamiento

Lacan concibe a los neuróticos verdaderos «vasos comunicantes»; aquellos que en nuestra sociedad son quienes rechazan el modo esferoide dela individualidad aislada moderna. En esos casos es necesario que los psicoanalistas nos ofertenos francamente al entrelazamiento. Clínica en transferencia es que el analista acepte someterse a un tipo de vínculo que coincide con la estructura: presentarse agujereado como un toro y someterse al entrelazamiento de la transferencia es ceder a nivel del yo. Del lado del analista tampoco se debe admitir «yo digo». ¿Cómo saben ustedes qué le dijeron al paciente? ¿Recuerdan perfectamente las palabras que utilizaron? ¿Y lo que dieron a entender? ¿Y la cara y/o la voz que pusieron? ¿Cómo saber lo que hemos dicho o lo que el otro interpretó?¿Y lo que se omitió? Es el propio mensaje que uno recibe en forma invertida desde el Otro. Con el modelo esferoide —donde el inconsciente se piensa como una verdad individual, inscripta al interior de uno mismo, que es preciso sacar hacia afuera— esto es imposible de pensar. Podríamos decir que en la clínica psicoanalítica hay transferencia, es decir, hay analizante y analista (analizante no es lo mismo que paciente y que sujeto) cuando el material de sesión es citado como «se dijo». Al quedar planteado en función de lo que vinimos diciendo, no hay ningún Yo que lo haya dicho. Psicoanálisis significa la disolución del «yo digo», y por tal motivo implica la cancelación de la responsabilidad subjetiva, la máxima de la moral esférica. El problema radica en la concepción de la estructura que sostenramos. En la cadena borromea Lacan escribe gozo del Otro —JA— y gozo fálico —Jp— en los agujeros. Esta escritura resulta absolutamente inconciliable con la teoría del goce freudolacaniana, donde el moce proviene de la carne y del hueso (lo que se entiende por real), no del agujero.

Cuerpo y entrelazamiento

No hay sustancia corporal

Es inconcebible que el significante fálico ($), que es articulable al significante de una falta en el Otro: S(4), provenga de la sustancia viva; tampoco que el gozo fálico (j6) provenga de la carne ya que está fuera del cuerpo. Si insisto mucho con estas cuestiones es porque resulta muy difícil salir del «yo pienso», que desde el siglo XVIL la sociedad nos ofrece como una evidencia de hecho. Hay muchos autores fuera del psicoanálisis advertidos del entrelazamiento. Para hacerlo prosperar como idea en la enseñanza de Lacan tienen que admitir su teoría del significante (sin identidad propia y en red, trama, cadena, trenza, litoral y enjambre) y la noción de discurso, que es su teoría del lazo social. El discurso planteado como lazo social habilita a pensar el psicoanálisis como un tipo de discurso, un tipo de lazo social con sus protagonistas y elementos en inmixión de otredad. La teoría de lo real que reina en nuestra sociedad es la de la ciencia que pasó al sentido común (Aristóteles, Descartes y Newton), consolidando la idea de que todo ente es una porción de sustancia, un corpúsculo tridimensional investido de energía que ocupa un sector del espacio en determinado instante de tiempo. En El enigma cuántico, Rosenblum y Kuttner's plantean que la teoría newtoniana es sostenida por muchas corrientes de ciencias humanas de la actualidad, entre ellas —por supuesto—, el psicoanálisis de Freud. Para quien el sujeto habita en el cuerpo biológico que es tridimensional, con sus energías de atracción, Eros y de repulsión, pulsión de muerte. La historia es el conjunto de experiencias vividas y registradas con huellas internas e individuales. Para Lacan, por el contrario, el inconsciente está estructurado como un lenguaje, lo que hace imposible que sea de alguien y se localice en su interior. Lo mismo plantea, desde las neurociencias, Daniel Siegel en Viaje al centro de la mente donde propone que la mente de cada uno se encuentra «entre» los miembros de su comunidad.1%9 Desde comienzos del siglo XX ya no es cierto que la materia sea igual corpúsculos más energía. La física relativista plantea que la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado e, incluso, más modernamente, se sabe que depende del físico que el corpúsculo funcione como tal o como una onda. 138,

B. y Kuttnor, Rosenblum,

139, Paidós, (2017)

1 (2010). El enigma

Barcelona.

cuántico,

Barcelona: Tusquot

Si tiro una piedra en el agua se produce una onda.

¿Qué sucede si tiro dos piedras en forma simultánea?

Las ondas no se chocan. Se produce una relación entre ellas contraria ala idea corpuscular de colisión, como la de las bolas de billar chocando entre sí y desviándose. Si se piensa lo real como ondas o la masa igual a la energía, cae la idea que plantea a los cuerpos como bolas de billar y la interacción como choque y así también se rechaza la teoría del malestar en la cultura. Descartes denominó esta propiedad como partes extra partes; lo que quiere decir que el espacio ocupado por el cuerpo A en determinado instante ño puede ser ocupado por el cuerpo B. Con las ondas no sucede lo mismo: ellas se interfieren (se superponen). N. Elias postula el «entrelazamiento» como modelo del funcionamiento social. Lacan —sin haberlo tomado de Elias— lo propone para la experiencia analítica y la relación del sujeto al Otro. Este modelo coincide con el modelo ondulatorio de lo real de la física moderna de Lacan. ¿Cuál será el modelo más conveniente para plantear la experiencia analítica? ¿El modelo tridimensional aristótelico-newtoniano o el modelo entrelazado de la física moderna? Se trata de una elección entre los modelos para concebir la materia, la energía y el

espacio-tiempo.

Comentario: Cuando decís que nosotros manejamos la teoría de

lo

real de la ciencia, es la de la ciencia hasta comienzos de 1900, ¿no?

93

No hay sustancia corporal

Cuerpo y entrelazamiento

La polarización que les ofrezco entre las esferas por un lado (el choque) y la red y los campos por el otro (el entrelazamiento), también deben planteársela respecto del universo y la materia subatómica. Se trata de si se admite o no el entrelazamiento; en términos de Lacan: la inmixión. Al menos desde las físicas de campos de fuerza, la relativista y la cuántica con su descubrimiento del entrelazamiento, en la ciencia moderna se sabe que la existencia de seres o entes individuales, libres, autónomos e independientes no es más que una ilusión 0, como afirmaba Borges al respecto, una petición de principios. Finalizamos hoy acá, gracias.

A.E.: Sí, lo real de la ciencia que pasó al sentido común no incluye a las física relativistas ni cuántica ni a los modelos teóricos todavía más recientes. Incluso la teoría de campos de fuerza del siglo XIX es desconocida.

El problema que enfrentamos es que la noción de real que impulsa el psicoanálisis deriva de la ciencia, pero de la ciencia imaginada de hace más de 120 años. Hoy en nuestra práctica ya no estamos siguiendo el movimiento de la ciencia. Se produjo un quiebre alrededor de 1900, a partir del cual el sentido común psicoanalítico dejó de apoyarse en la concepción de lo real de la ciencia, aunque se cree que se lo sigue haciendo. Incluso el sentido común occidental rechaza los últimos 100 años de avance de la ciencia, debido a que sus concepciones no son más antiintuitivas que nunca antes en la historia de la ciencia. Este rechazo se debe, al menos, a dos motivos: el sentido común occidental es incapaz de digerirlas y nuestros lenguajes tampoco las han habilitado. Koyré diagnostica que nuestro sentido común es aristotélico-ptolomeico. Yo diría que es aristotélico-newtoniano.

Comentario: Me pregunto cómo puede haber dos teorías de lo real que se contraponen y que ambas hayan sido verificadas. A.E.: ¿Por qué? ¿Suponés que lo real es algo dado que puede ser conocido más allá de teorías opuestas? Como afirma Michio Kaku «lo real es relativo» al modelo teórico que lo sostenga.1*9 Les dejo estas preguntas: Los objetos con los que operamos en psicoanálisis, ¿funcionan según la lógica cartesiana como partes extra partes o según el modo de una onda? ¿%, 4 y objeto a son palpables y visibles? ¿el inconsciente ocupa espacio tridimensional? Sostener la enseñanza de Lacan impugna la teoría de Freud a partir de la cual el cuerpo es pensado como una sustancia tridimensional, esferoide, que posee una memrana que distingue un interior de un exterior de manera plena y es concebido como fuente del goce y de la pulsión. Insisto, ¿cómo es que gozo del Otro y gozo fálico pueden estar dentro de alguien? Si Lacan lo llamó calculadamente gozo del Otro, ¿no está ahí la marca de que el modelo para pensar la materia en psicoa» nálisis debe ser ondulatorio? 140, Michio Kalku, La /tsica 94

delo imposible, (2009)

Bd

Bue,

nreslona

M

VI.

Los griegos y la segunda ,

tópica freudiana. Eric R. Dodds

En esta reunión analizaremos la posición de Eric R. Dodds pero antes de presentarles mis análisis sobre la obra de este autor, quiero volver a explicitar la posición teórico-axiomática que orienta mi investigación. Sostengo en su máximo alcance el concepto de estructura propuesto en la enseñanza de Lacan para la práctica analítica y los campos de investigación en psicoanálisis. Uno de los principios fundamentales del concepto de estructura, desde esta perspectiva, es que todos sus elementos son covariantes: si se modifica un elemento los otros se verán alterados. Es oportuno aquí considerar los desarrollos de Jacques Derrida en torno a la estructura que, según él, se caracteriza por no tener origen, centro ni fin.'! Así, cualquier desarrollo que se efectúe sobre el concepto de cuerpo tendrá consecuencias en todos y cada uno de los otros elementos que planteemos dentro de la misma teoría: sujeto, inconsciente, pulsión, goce, etc. Por lo tanto, sustituir la concepción hegemónica sobre el cuerpo por otra, implica la modificación de todo un sistema de conceptos. Si piensan que el cuerpo existe o funciona como un objeto físico tridimensional, entonces seva a plantear como consecuencia lógica que el sujeto es el individuo. Darle al cuerpo otro estatuto habilita el concepto de sujeto de Lacan. Ahora bien, si en la clínica trabajan con el cuerpo tal como lo conceptualizó Ireud, aunque le llamen sujeto, equivaldrá a individuo. Es una consecuencia estructural.

Comentario: ¿Por qué los órganos del cuerpo no covarían? 141, Derrida, J, (1989). La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas, Barcelona, Disponiblo en: https://teorialiteraria2009.files. wordpresa,com/,. /derrida-Inestruetura

97

Los griegos y la segunda tópica freudiana

No hay sustancia corporal

A.E.: Eso depende dela disciplina que lo trate. Para la medicina y la biología la esencia de cada órgano corresponde fundamentalmente a su estructura histológica (a las células con las cuales están compuestos), a su sustancia específica y a su funcionamiento. Están todos de una u otra forma asociados pero no covarían, lo que sucede en el corazón puede afectar al hígado, etc. En la física moderna, la estructura corpuscular u ondulatoria como manifestaciones posibles de la misma, dependen del contexto, de vecindades y de experimentos. No se trata de esencias. Lo mismo sucede en relación a la masa y a la energía. Nosotros estamos acostumbrados a pensar en las bolas de billar en movimiento y chocándose: si una bola iba en una dirección, al colisionar con otra se produce una desviación simultánea de ambas, lo que da

basamento a la idea del malestar en la cultura. Jamás pensamos, por ejemplo, que la bola 8 se puede interpenetrar con la 11. En el sistema de la estructura lo que fue «abuela» hasta determinado momento se descubre que había sido «madre»; consecuentemente el padre, un hermano, y así sucesivamente. Todos los términos quedan trastocados por el cambio de definición de uno de ellos.

Martín Krymkiewicz:

Se puede explicar también por la idea de función, donde los elementos en la estructura no son en sí mismos sino

producto de una relación.

A.E.: Sí, claro, En los ámbitos de formación y discusión de analistas se han perdido las nociones de función matemática y de campo en física que figuran ya en el escrito donde Lacan inaugura su programa de investigación.'? Se ha perdido el análisis relacional —la existencia depende de la relación— y la idea de que dichas relaciones habitan en un mundo muy especial llamado campo. La noción de campo, como el electromagnético, nos es requerida para admitir que los elementos funcionan como lo hacen los significantes; no por supuestas propicdades esenciales sino por efecto del campo sobre ellos. Estas ideas de Lacan están basadas en el modelo del campo electromagnético de Maxwell y Faraday. Que sea electromagnético es una 142. Cf. Lacan, J. (2008). Función y campo del habla y del longunje en psicoanálisis, En: Escritos 1, Buenos Aires: Siglo Veintiuno (lo ho corregido In traducción del título)

buena pista: será eléctrico magnético según lo manipule y conciba el físico, pero el sentido común nos impide pensarlo. Lacan recibe las nociones de campoy topología de superficies de Kurt Lewin, el psicólogo de grupos, no de su propia práctica ni de la teoría de Freud. Mi propuesta consiste en desarrollar las concepciones de Lacan para consolidar un nuevo paradigma en psicoanálisis. Los tres de Freud —yo, superyó y ello— se asocian por vecindad, no están interpenetrados. Simbólico, imaginario y real sí lo están. El mejor modo para representarlos, la cadena borronea, requiere admitir que por el «corazón» de cada uno —que en alemán se dice Kern de la expresión que Lacan destaca de Freud: Kern Unseres Wesen— pasa el cuerpo del otro. Observen, además, que los tres de Lacan no se articulan de a dos sino sólo de a tres e incluso de a cuatro. Si no se interpenetran de este modo no existen como tales, habitan en el seno de un encadenamiento. Lacan produjo una inversión, una subversión absoluta de los términos de la obra de Freud. Sin embargo fracasó; sus discípulos no la admiten en su diferencia específica; ellos plantean una continuidad que se escribe habitualmente «Freud-Lacan». Lo mismo se detecta con el tratamiento dado a los conceptos de pulsión y goce que escriben «a pulsión, el goce» o «pulsión-goce». Hay que estudiar esas comas o guiones para entender qué tipo de relación se establece entre los términos. Mi impresión es que con esas escrituras se está proponiendo una continuidad, que goce es un nuevo nombre para el ente que antes llamábamos pulsión; es decir, que Freud y Lacan propusieron a fin de cuentas lo mismo, cuando, a mi entender, sostuvieron paradigmas opuestos en psicoanálisis. Lo que les propongo intenta dar cuenta de la oposición entre ambas concepciones, leídas a la luz de la falta de éxito de la propuesta de Lacan quien, incluso, publicó mucho sobre su fracaso;-de hecho, meses antes de morir, disolvió su Escuela. Ahí se puede leer muy claramente su fracaso. Lacan no disolvió la Iscuela por los chismes, las peleas 0 los affaires personales o grupales, sino porque no logró enseñar, que es el fin específico de una escuela. Lo que estoy intentando recuperar es lo nuevo de Lacan, que se orientaba en función de las cuatro tendencias socio-culturales que, sogin mi diagnóstico, el psiconnáligis debe enfrentar: la biologización o

(IN), el individualismo (1) y la (B),el nihilismo

sobrevaloración del tiempo inmediato y presente (T), El psiconnálisis existo en una sociedad y una

£111

No hay sustancia corporal

Los griegos y la segunda tópica

cultura caracterizadas por una tendencia biologizante, que cree cada vez más que nuestro asunto —el de cada uno— es de origen biológico.

En consecuencia, es más nihilista e individualista y, en esta perspectiva, se piensa que la historia no incide en forma significativa. La lectura que aquí les propongo no está planteada así literalmente por Lacan pero se la puede articular a los principios fundamentales y a la orientación general de su enseñanza: A la biologización Lacan le contrapone el sujeto. Al nihilismo Lacan le contrapone el objeto a. Al individualismo Lacan le contrapone el A. Al tiempo inmediato y actual Lacan le contrapone el tiempo circular. La oposición entre la orientación de los discípulos de Lacan —muy freudiana— y la enseñanza de este último, puede plantearse de la siguiente forma: El cuerpo biológico es lo

real decada uno

S

B |

Sujeto dividido entre Si y So, no entre cuerpo y pensamento, no es individual sino particular

g

biologización

No existen

valores E sentidos, sólo satisfacciones:

N

bi oigo

nihilismo

inmediatas

Objeto a que brinda valor y sentido a la Pxintenca No

No hay Otro, estamos solos

La vida es ahora. El pasado y el futuro CON sevimeativos

r

I

individualismo

del Otro, pero sí inmixión de Otredad

a

Tempo

actual

E —

Si

T

inmediatoy

hay Otro

tiempo circular p

y

Sh

El «futuro

anterior» disuelve el presente

El psicoanálisis existe como respuesta a un tipo específico de malestar porque nuestra sociedad, a diferencia de otras, se caracteriza por un incremento inusitado de biologicismo (nuestro asunto es un epifenómeno del cuerpo biológico), de nihilismo (no hay objeto de valor ni de sentido), de individualismo (cada uno de nosotros es como una bola de billar chocando con otras y debe hacerse responsable de sus contenidos) y de la prevalencia del tiempo considerado como presente, que anula lá trascendencia del pasado, y sobre todo, del futuro. Ahora vamos a considerar las concepciones que plantea E. R. Dodds en su libro Los griegos y lo irracional. La reunión anterior lo hicimos con N, Elias y establecimos que él: Establece la oposición entre considerar al individuo como una bola de billar o como sección de una red de entrelazamientos; b. Diagnosticó un prejuicio propio de nuestra sociedad y cultura: el individuo es real y la sociedad es ideal. Lo sorprendentemente olvidado o negado de eso es que esa idea proviene de la sociedad y de la cultura; Escribió su libro en discusión permanente con la segunda tópica freudiana, advirtiendo que Freud contribuyó con un proceso de individuación, con su planteo del aparato psíquico. a.

Cc.

El libro de Dodds demuestra que no es cierto que yo, ello y superyó, incluso el inconsciente, sean instancias universales. Les voy a presentar sólo algunas citas en las cuales este autor abre problemas que se encuentran clausurados en el ámbito psicoanalítico. En la bágina 30 de la edición española de 1994 sostiene en función de su análisis de la sociedad griega registrada en los más antiguos textos conservados: carácter es conocimiento, lo que no es conocimiento, no es 44 parte del carácter, sino que le viene al hombre de afuera, Si el

Lo que yo no sé no es parte de mi carácter. Eso que no sé proviene del exterior. Freud postuló que provenía de adentro: mi ello, en conso143, Dodda, 15, 14d, Ibid. p. 30

100

freudiana

1994), Los griegos y lo

irracional, Madrid: Alimza,

Los griegos y la segunda tópica freudiana

No hay sustancia corporal

nancia con las orientaciones biologicistas e individualistas que asumió. Es una frase sencilla pero difícil de pensar. Cuando un hombre actúa de modo contrario al sistema de disposiciones conscientes que se dice que «conoce», su acción no es propiamente suya, sino que le ha sido dictada. En otras palabras, los impulsos no sistematizados, no racionales, y los actos que resultan de ellos, tienden a ser excluidos del yo y adscritos a un origen ajeno.1*5

Es lo que propone Lacan. El inconsciente existe cuando uno recibe su propio mensaje en forma invertida desde el Otro. menudo, a partir de Freud, solemos preguntarnos por las cosas que soñamos: ¿cómo pude yo haber soñado eso? En la Grecia antigua el sueño no era un producto originado en lo interno y la pregunta era: ¿cómo fue que los dioses me lo inpusieron? O: ¿por qué me han enviado este mensaje?, ¿cómo debo interpretarlo? Se podía acudir a una pitonisa para preguntarle por qué los dioses le habían impuesto ese sueño. Los psicoanalistas en general no admiten que el sueño provenga de afuera, suscriptos a la teoría freudiana que sostiene que el sueño es el testimonio más genuino, la via regia, de lo más íntimo de alguien. Se concibe al sueño como si fuera eminentemente personal, individual e interior a la persona. ¿Recuerdan el sueño de la amante del paciente impotente de Lacan?“ Ella sueña que también posee un pene, se lo narra a él y entonces éste recupera la función sexual. ¿De quién era ese sueño? ¿Suyo o de él? Tramitar los sueños como un fenómeno individual es un fenómeno histórico-cultural, no hay motivo alguno para admitirlo como la esencia de las cosas. En el segundo capítulo Dodds revisa la noción de superyó y propone, de con el fin de localizar ese problema en el contexto adecuado, que la la una es nuestra Grecia antigua era una cultura de la verguenza y cultura de la culpabilidad. Al igual que Elias, Dodds sostiene que el superyó es un constructo propio de nuestra cultura y no desde siempre de el para toda cultura y sociedad. Freud estuvo sumido en engaño creer que las características de su sociedad eran universales en tiempo (desde siempre y para siempre) y espacio (en toda la superficie de A

145, Ibíd. p. 40. 146, Cf, Lacan, J, (2010), La dirección de la cura y En: Escritos 2, Buenos Aires: Siglo Veintiuno

low

principios de

mu

poder,

nuestro planeta). Es un caso típico de eurocentrismo. No se trata de la culpa de la especie humana a raíz del asesinato del padre de la horda primitiva, sino de una tendencia occidental. Les leo una última cita de Dodds de la página 109: la luz de estas pruebas debemos reconocer, a mi juicio, que la estilización del «sueño divino» o krematismós loracular] no es puramente literaria; es un sueño de esquema cultural, en el sentido en que he definido al principio de este capítulo y pertenece a la experiencia religiosa del pueblo, aun cuando los poetas, desde Homero en adelante, lo hayan adaptado a sus propios fines empleándolo con 147 motivos literarios. A

Dodds afirma que en la Grecia antigua los sueños eran divinos a razón de lo que la estructura cultural creaba y habilitaba. La estructura de los sueños depende, entre otros, de un elemento que es la religión. Un ejemplo que podemos analizar para advertir que no todas las religiones son individualistas, como sílo es el cristianismo, es el pasaje producido por Jesús («sólo aquellos que crean en mí se salvarán»). Los otros profetas de su época proponían que por los crímenes morales el pueblo judío debía rectificarse y convertirse en un pueblo piadoso, de lo contrario todos serían condenados. En torno a Jesús ya se ha producido un paso muy importante en Occidente hacia el individualismo, probablemente debido a la influencia del encuentro con la filosofía griega. Se salvará todo aquél que crea en Cristo, pero de a uno. El mundo cristiano ya es individual. Es muy interesante observar que en él también se salva el cuerpo (la resurrección de la carne). Es la única religión en la que se salvan los cuerpos muertos. Para nosotros los sueños revelan nuestras verdades individuales pero ésa es una interpretación debitaria de una cultura y sociedad en especial.

Comentario: No me quedó claro lo que habías dicho sobre la pregunta de Lacan de cómo se sostiene el psicoanálisis... A.E.: La pregunta es ¿cómo es que el psicoanálisis funciona?

147, Dodda,

19.1%,

(1994), Op, cit.

Los

griegosy lo

trractonal.

p.

109,

10

No hay sustancia corporal

Comentario: ¿Eso funciona porque sostiene

Los griegos y la segunda tópica freudiana

el biologicismo,

nihilismo, individualismo y una preponderancia del tiempo considerado como presente o porque deja de sostenerlo? A.E.: La respuesta requiere varios considerandos. Primero, el diagnóstico de BNIT no lo sostiene Lacan; se trata de una propuesta que he realizado a partir de la lectura de la enseñanza de Lacan, de la obra de Freud de la articulación con ciencias y disciplinas afines y de los resultados de confrontarlas con mi propia clínica y las de los colegas. En segundo lugar, no hay un psicoanálisis sino muchos. la posición de Freud y la de Lacan en torno a lo que Tercero, polarizo propongo pensar como un nuevo paradigma en psicoanálisis, sin perder de vista que en dichas polarizaciones es necesario producir grandes reducciones metodológicas. Habría que hablar de la teoría de Freud, pero ¿cuál sería? Paul Ricoeur, por ejemplo, plantea que Freud sostuvo dos concepciones en paralelo, una energética y otra hermenéutica, dos corrientes dentro de la teoría de Freud.!**.Además, están la primera y la segunda tópica. ¿Admiten acaso la misma lectura estructural y espacial? No, la primera tópica no tiene la estructura del huevo del individuo psíquico. Los problemas son muchos. Entiendo que la segunda tópica —que los colegas lacanianos admiran— es un avance del psicoanálisis hacia el biologicismo. El primer modelo es una red «neuronal» bidimensional y el segundo un huevo tridimensional. Es evidente que el último es el más biologicista. Lacan propone un retourner (no un retorno sino un periplo en torno a Freud tomando como referencia la «Psicopatología de la vida cotidiana», «El chiste y su relación con lo inconsciente» y «La interpretación de los sueños». En todo caso, se trata de reconsiderar a la primera tópica. Pero eso está perdido debido a que los psicoanalistas retornaron a la pulsión de muerte de 1920. Se debe analizar la segunda tópica, ya que Lacan crea su modelo fundamentalmente 148. Biologización, nihilismo, individualismo y tiempo inmediato y actual 149. Cf. Ricoeur, P. (2004). Freud: una interpretación de la cultura. México:

Siglo Veintiuno.

Freud, S. (1980). Psicopatología de la vida cotidiana, Obras completas. y su relación con lo inconsciente, (1979), Obras completas. (1979). El (1979). La interpretación de los sueños, Obras completas. IT 1V y V. Buenos T.VIIL 150. Cf.

T. VI;

chiste

Aires: Amorrortu editores, 104

en oposición a ésta. En la conferencia de Caracas, Lacan manifestó que dejó sus tres (simbólico, imaginario y real) para oponerlos a los tres de Freud (yo, superyó y ello); no a inconsciente, preconsciente y consciente. Las demandas que Freud recibió ya habían sido producidas por el funcionamiento del BNIT: mujeres que sufrían malestares corporales, derivadas por sus médicos luego de haber buscado infructuosamente las causas anatómicas o fisiopatológicas del dolor. Es importante tener en cuenta que las ideas que Freud descubrió, pensó y presentó como eternas y universales fueron producto de un fenómeno propio de su sociedad, cultura y época y que una proporción muy grande de ellas ya habían sido propuestas por otros autores. Estos argumentos son fundamentales para pensar el alcance del síntoma histérico como producto y constructo socio-cultural. Freud introdujo el uso del diván porque según su testimonio le «atigaba sostener la mirada con sus pacientes». De todos modos, creo que resulta valioso continuar utilizándolo ya que es un dispositivo anti-BNIT: no se ve quién habla ni posee la apariencia de un diálogo entre dos personas. Ni el analizante ni el analista se ven hablando el uno al otro. Así se contrarresta una dimensión muy engañosa de la palabra hablada que opera en nuestra cultura. Evidentemente, estos argumentos habilitan la práctica del psicoanálisis a través del teléfono y/u otros dispositivos de internet ya que la presencia de los cuerpos anatómicos no es necesaria para la práctica del psicoanálisis, sin ser lo mismo no es que se pierde una dimensión imprescindible. Si bien uno de los postulados de Lacan es que uno recibe su propio mensaje en forma invertida desde el Otro, la concepción lingúística que se sostiene habitualmente es que cada uno codifica y emite su propio mensaje que el otro recibe y decodifica. El diván habilita mejor el «se dijo» en lugar de «yo te dije y vos me contestaste», posibilitando la producción de una clínica en inmixión de otredad. Producida esta hueva clínica en un contexto cultural particular, la teoría de Freud favoreció la invisibilización de las causas de sufrimiento (BNIT) tras proponer que el modo de resolverlo era con más biologicismo e individualismo, Las pacientes históricas decían que les dolía la cabeza, el médico les diagnosticaba que en el cuerpo no tenían nada y Freud les proponía mantenor relaciones sexuales, como ya lo habían propuesto varios nutores antes que él, Freud fue lo suficientemente plástico como 1

No hay sustancia corporal

para contribuir de forma sustancial al surgimiento de una nueva clínica, una nueva práctica, y sin embargo la teorizó con los mismos considerandos que estaban en el origen de dicho malestar. Lo que les estoy proponiendo con este nuevo paradigma es que

Lacan intentó rectificar la forma de concebir esa clínica y así reorientarla en su práctica. En la enseñanza de Lacan, con la cadena borromea —encadenamiento brunniano de lo simbólico, lo imaginario y lo real, de 3 0 4 (con el sinthome)— el síntoma conversivo pierde su misterio de energía y su resolución ya no consiste en la descarga de un exceso acumulada en el aparato a causa de la represión. Sostener los tres de Lacan, sin establecer la oposición con Freud 1966 es continuar por la vía del fracaso, ya Lacan fracasó. Desde conferencias escritos que y comenzó a manifestar explícitamente en disolMurió enseñarles. él intentó lo admitieron que sus discípulos no viendo su Escuela sin dejar de insistir que no les pudo trasmitir a sus discípulos —no a sus detractores sino a sus seguidores—. Esto explica por qué se lo abandonó. En el "53 se tuvo que retirar de la sociedad, en el '67 (con la Proposición de Octubre) lo dejó una gran cantidad de miembros de los más antiguos, y hacia el final, disolvió la Escuela y él los dejó. Ya no alcanza con seguir sosteniendo el paradigma S-I-R, sus términos han sido fagocitados, perdieron la potencia propia de su diferencia. Se los utiliza así: imaginario = lo que nos imaginamos; simbólico = las palabras; real = la carne y el hueso. Lacan, contrariamente a sus discípulos, propuso lo imaginario como lo que hace consistencia (el cuerpo, por ejemplo), lo simbólico como agujero y lo real como ex-sistencia. Todo lo contrario. Hoy Jacques-Alain Miller, entre sus más importantes discípulos siendo el psicoanalista más influyente de la actualidad, es el máximo representante del BNIT. Lean cualquier texto suyo, desde la muerte de Lacan, van a ver que transmite un mensaje biologicista, nihilista, individualista y del tiempo presente. El resto de los colegas lacanianos, con algunas diferencias, sostienen la misma versión de Lacan, Lo que les estoy proponiendo como crítica sistemática al BNIT es un paradigma concebido en forma opuesta a la que propusieron los discípulos de Freud y de Lacan. No dice cómo son las cosas (yo-superyó-ello 0 S-I-R) sino que intenta diagnosticar las problemáticas que están en el fundamento de nuestra clínica, aquéllas sobre las que debe operar

Los griegos y la segunda tópica

freudiana

la subversión psicoanalítica. Si un psicoanalista sostiene una teoría biologicista, al estar estructurada será individualista: «la carne es de cada uno», «mi carne no puede ser tu carne». Si es un problema de carne será partes extra partes. Y será nihilista ya que la carne no establece sentidos o valores, sólo necesidades. Recuperar la subversión propuesta por Lacan implica, dando un paso más hacia adelante, sostener un sistema estructurado de ideas que vaya en contra del BNIT. Planteo que «simbólico, imaginario y real» es una respuesta orientada para operar contra el BNIT. Nuestros analizantes sufren de síntomas porque el conflicto que se les presentó lo hizo bajo una forma de solución biologicista, nihilista e individualista. En otras comunidades éste no es ni el origen ni el modo del padecimiento, razón por la cual requiere ser tratado mediante otro tipo de dispositivos.

Comentario: Pero ahí estás hablando de otra sociedad... A.E.: Exactamente. Por eso en una sociedad hay psicoanalista, en otra, chamán y en ninguna falta la función que cada uno de ellos cumple. La cuestión es cómo opera un psicoanálisis con el padecimiento que produce el BNIT. Les propongo pensar que una cura se orienta en sentido contrario. Para individualismo es preciso introducir la función del Otro. Si alguien dice «Me duele desde hace ocho años», debemos investigar qué pasaba con los otros y el Otro (A y 4) en esa época y no sólo con el paciente, se trata de una red de entrelazamientos. Para nihilismo hay que trabajar con el objeto a, el objeto de valor y sentido que rescata al $ de la nadificación del significante en el campo del Otro (A y 4) y el objeto a incluso en la historia de las personas del entorno que encarnan autoridad. Para el biologicismo debemos operar con sujeto significante, ya que no se trata de necesidades anatómicas ni de vida o muerte animales sino de deseo y gozo en el marco del fantasma sólo concebibles para el $. Finalmente, todo esto es articulado a una concepción del tiempo derivada del bucle significante que implica la anticipación y la retroacción, el Mturo anterior sin presente. Nuestro campo clínico requiere de una solución que vaya en contra de lo que produce sufrimiento en el contexto de época —en el plano social y cultural—, leído en clavo particular y tramitado bajo el modo de la elímien psicoanalítica, Hay que diagnostican una epidemia

nutores

107

Los griegos y la segunda tópica freudiana

No hay sustancia corporal

de dolor crónico en Occidente.11 De hecho, hay una nueva especialidad médica que se denomina clínica del dolor o tratamiento del dolor, que responde a una nueva categoría de pacientes quienes sufren de dolor corporal crónicamente. Los primeros que atendieron la clínica del dolor fueron anestesistas. Es la paradoja de Occidente. Tenemos fármacos y dispositivos tecnológicos para producir anestesia total pero desde hace aproximadamente cien años nos caracterizamos por ser una sociedad de individuos que padecen una epidemia de dolor crónico. Se trata de una cultura del dolor, no del malestar en la cultura como creía Freud. Otras culturas no viven en el dolor, por eso nosotros las consultamos para que nos saquen del dolor, como es el caso de las prácticas terapéuticas orientales. La apuesta que les propongo es recuperar las categorías de S-I-R en su verdadero estatuto, insertar la antifilosofía de Lacan a través de un paradigma que opere diagnosticando el modo occidental de vivir y sufrir, porque quienes nos demandan un tratamiento son aquellos que padecen las consecuencias de este modelo articulado a la historia particular. Quizás los neuróticos —lo que propongo plantear como clínica del intervalo— sean los últimos en criticar el BNIT bajo la forma de un sufrimiento específico, así como los perversos son los últimos creyentes en sostener el gozo del padre. Son perspectivas muy novedosas de Lacan que cayeron en el olvido. Estoy proponiendo una concepción de la dirección de la cura. Para resolver el síntoma de un analizante, ¿hay que cargar más el análisis sobre éste haciéndolo responsable o hay que abrirlo al Otro?

Bruno Bonoris: Desde esta perspectiva, ¿qué lugar ocuparían en la teoría los dos órganos parlantes que están en análisis? Es decir, ¿qué importancia pasaría a tener el cuerpo? En el caso de una psicosomática, donde el cuerpo está afectado: ¿cómo entraría dentro de esta teoría? A.E.: Hablar se habla en muchas prácticas y disciplinas, hablar no caracteriza al psicoanálisis. Podríamos plantear una teoría de la entrada en análisis y decir que hay psicoanálisis cuando se disuelven esas dos instancias u órganos de la palabra, o sea, cuando adviene el «Eso habla». Transferencia es cuando, como vos decís, los dos supuestos 151, C£

108

Morris,

D,

(1998).

Za

eultura del

dolor,

Chile Andrés Bello

——

órganos de la palabra —agregaría: y del pensamiento— quedan disueltos en el dispositivo. Por eso el diván, tendiente a favorecer que advenga un escenario para producir que no es que «vos y yo nos hablamos». Si «Eso habla», ¿quién es responsable? Estas ideas intentan oponerse al sistema teórico que sostiene la responsabilidad subjetiva y la propiedad intelectual. No hay plagiarismo, como propone Lacan, porque no hay propiedad intelectual desde la perspectiva del inconsciente. Nadie es dueño de una idea, hay ideas que nos toman de una u otra manera, pero no son de nadie. Hay personas que en cierto momento están en mejores condiciones para expresar ideas nuevas que flotaban en el ambiente y luego son reconocidos como sus creadores. Piensen en los descubrimientos científicos simultáneos. Existen decenas y decenas de ellos registrados por varios investigadores en forma simultánea sin conocerse entre sí y sin plagio. Me parece una buena prueba de lo que afirma Lacan —y no sólo Lacan—: «Eso piensa». Es un fenómeno sobre el cual se ha escrito desde fin del siglo XIX. Así y todo, todavía se sostiene la figura del gran descubridor, del genio solitario, como Freud, Einstein, etc. Gozo es la propuesta de Lacan para resolver el engaño del concepto de pulsión propuesto por Freud. Con la pulsión freudiana no se pueden escribir los dos modos fundamentales en que Lacan escribe el gozo: JA y Jo. No sé por qué Lacan los escribió sin paréntesis. Al no poner los paréntesis no se lee como en su canon de escritura «gozo del Otro» porque los paréntesis fueron utilizados hasta ese momento por Lacan para escribir «de», aunque Lacan siempre los designa así y no como hacen los discípulos y seguidores de Lacan, que sostienen el «goce Otro», algo que Lacan jamás dijo y que, estimo, es creación de J.-A. Miller. En el modelo freudiano no hay pulsión del Otro. Mi pulsión es mía te toma a vos como objeto. Tu pulsión es tuya y me toma a mí como y objeto. No hay posibilidad de escribir «pulsión del Otro». Así como significante rectifica representación —Vorstellung—, gozo rectifica pulsión, pero los psicoanalistas lacanianos escriben lo contrario: pulsión = goce. Como si fuesen dos palabras distintas para indicar lo mismo: una energía que proviene de la sustancia viva del interior de cada cuerpo anatómico y de la cual cada uno es responsable de la suya. ¿Será posible recuperar la subversión de la enseñanza de Lacan o hace falta producir un nuevo contexto, articulado ala modernidad, que brinde nuevas formas de pensar estos problemas? El problema en el 109

No hay sustancia corporal

lacanismo es que se sigue pensando como pensó Freud; se perdieron las diferencias. Nuestro trabajo es recuperarlas y así tratar de establecer cómo progresar respecto de ellas. Y digo recupero, no «retorno», porque ya saben dónde nos llevó el retorno... Se debe avanzar, tal como lo hace —no sin vacilaciones ni errores— la ciencia. Dejamos hoy aquí, gracias.

VII

El cuerpo es y/o posee una historia. Jacques Le Goff y Nicolas Truong En esta oportunidad, la referencia para nuestro trabajo será el libro Una historia del cuerpo en la Edad Media, de Jacques Le Goff y Nicolas Truong!*? y su articulación al psicoanálisis y la lógica de la estructura, tal como la propone Lacan. Hay que tener presente, al menos en una definición sucinta de «estructura», que todos los elementos son covariantes; si se introduce una diferencia en cualquiera de ellos todos los demás se ven alterados. Lo que significa también que por la entrada ola salida de un elemento todos los demás se modifican. Asimismo los conceptos psicoanalíticos participan de una estructura en la cual cada uno tiene un lugar en relación al resto y cada teoría existe en función de su covariancia con las otras. Sin embargo, ninguna de las corrientes psicoanalíticas lacanianas existentes discute y critica a las otras. No hay libros ni encuentros de psicoanalistas millerianos que sostengan una lectura crítica sobre los' argumentos de los colegas solerianos, o de estos sobre las concepciones lacanoamericanas, etc. Son teorías esencialistas, no se consideran ellas mismas como covariantes; no admiten que su existencia está sujeta precisamente a su diferencia en la estructura. Les planteo sostener un nuevo paradigma sólo en razón de su diferencia con los otros paradigmas. Debemos establecer el sistema de diferencias ya que solamente se existe en tanto tal. La condición particular del

sujeto quiere decir justamente eso. Aquí se abre otro problema en el campo lacaniano. La condición particular del sujeto ha sido suprimida y reemplazada por la condición singular, Es una maniobra que responde a la pendiente esencialista del pensamiento moderno que postula que cada uno es como es. Ahora bien, si cada uno es como es, la relación que se establece debe ser de

110

dl

152, Lo Goff J, y Truong, Buenos Altres: Paidós

N, (2006),

Una

historia del cuerpo en la Tidad Media,

Li

aoe

El cuerpo es y/o posee una historia

No hay sustancia corporal

independencia y autonomía, no de covariancia. Es el problema del ser, que no coincide con la noción de existencia y que Lacan formula como propiedad de lo real. En la primera reunión les había planteado que en la enseñanza de Lacan los tres registros no existen aislados y sus propiedades relativas son las siguientes: I.

R.

Consistencia

S.

encontramos con que ningún número elevado al cuadrado puede resultar un número negativo. Lacan, siguiendo la lógica de la matemática de nuestra época, sostiene que existen a pesar de que implican un imposible. Lo mismo sucede con el conjunto vacío. No habría simbólico, imaginario y real si cada uno de ellos dejase de implicar consistencia, ex-sistencia y agujero. Los anillos de la cadena borromea no son tres añillos que fueron interpenetrados; están definidos de tal modo que no son sin la concurrencia sincrónica del entrelazamiento con los otros dos, incluso con los otros tres, tal como afirma Lacan en los últimos años de enseñanza. Se debe tener en cuenta que en cada agujero Lacan escribe «cuerpo, vida y muerte». T.

Agujero

Cuerpo

Sin embargo Miller los escribe de la siguiente forma:

Lo pueden encontrar así en Incidencias de la última enseñanza de Lacan en la práctica analítica.'* Pasemos ahora a la cadena borromea de Lacan. Consistencia, ex-sistencia y agujero no existen separados. Podríamos pensar que consistencia son las líneas cerradas, agujero es lo que circunscriben las líneas cerradas (0 lo que hace existir a las líneas cerradas) y ex-sistencia es lo que surge de allí, por ejemplo: un imposible lógico. ¿De dónde provienen los imposibles lógicos que se articulan a problemas tales como x y V-1? No se puede escribir qué número es 7, es imposible y con V-1 nog Miller, J.-A. (2006), Dejarge poseer, En: Mnerdeneras de la de Lacan en la práctica analítica, Buenos Aires: Ciramn enseñanza >,

Cf.

última

va

Consistencia

Vida R.

Ex-sistencia

Muerte S.

Agujero

J.-A. Miller coloca en lo real a las células, la sustancia viva de Treud. Para Lacan «vida» es un concepto de la biología que implica un imposible. No puede haber ADN sin proteína ni proteína sin ADN.'** ¿Cómo fueron planteados simbólico, imaginario y real al comienzo de la enseñanza de Lacan? La conferencia inicial de 1953 pronunciada en la reunión científica de apertura de la sociedad creada por Lacan junto a otros psicoanalistas se llamó «Lo simbólico, lo imaginario y lo real», pero no fue publicada por Miller en Autres écrits. Fue dentro de otro libro, oculta detrás de otro título y sin los esquemas. Está publicada en el libro De los nombres del padre,' pero su título no figura en la tapa aunque gu texto es el más extenso. Efectivamente, se trata de una maniobra de censura que, según mi interpretación, tiene la intención de disolver la 154, 155,

CL

AAVV (2008),

Lacan,

del Padre,

Curtis-Biología, Buenos Aires: Médica Panamericana. lo imaginario y lo real, En: De los nombres

simbólico, J, Buenos Aires: Paidós 2005), Lo

No hay sustancia corporal

presencia del espíritu científico en la enseñanza de Lacan. El texto de la conferencia fue establecido por Miller, quien escribe: «Fue la primera comunicación, llamada científica, de la nueva Sociedad [...]». No dice 156 que fue la primera comunicación científica, sino «llamada científica». En esa conferencia Lacan plantea que los instintos sexuales son imaginarios. Para Lacan, desde el comienzo y hasta el fin de su enseñanza, el cuerpo es imaginario. Ahí aparece el esquema que Miller omitió publicar. Pueden encontrarlo en las viejas ediciones no oficiales y en el sitio de la Ecole lacanienne de psychanalyse Pas-tout Lacan. Es el siguiente:

Al igual que en el grafo del deseo del Seminario 5, a cada línea plena le corresponde la inversa punteada. Simbólico, imaginario y real consisten en un sistema de relaciones, son letras y números que no valen en sí mismos, sin designar entes independientes; indican puntos de interconexión de vectores relacionales. Luego de esta introducción pasemos a Una historia del cuerpo en la Edad Media. Sus autores son Le Goff, historiador, y Truong su colaborador en esta obra. Lo analizaremos para introducir una idea que va a participar de nuestra red, opuesta a la que sostienen un elevado número de colegas, para quienes lo simbólico es casi «blablablá» y lo real es el lo cuerpo. Le confieren a lo real un peso mayor que a lo simbólico y a lo imaginario: proponen una clínica hacia lo real o la clínica de real. Para la ideología reinante en Occidente, el cuerpo entendido como cuerpo biológico es lo real, Lo mismo con respecto a sus fenómenos conco 156,

114

Ibíd, p. 13.

El cuerpo es y/o posee una historia

mitantes, tanto para las neurociencias como para los psicoanalistas que estamos criticando. Freud no admite que una vivencia sea engañosa, las vivencias de satisfacción y de dolor son lo que son. En términos epistemológicos, se trata del estatuto que se le asigna a la experiencia como producto del registro y del procesamiento corporal. Todo lo que provenga del cuerpo será real siempre y cuando no intervengan lo imaginario y lo simbólico, considerados engañosos. En Occidente esta tendencia tiene destinos muy peculiares porque, según entiendo, la potencia científica se caracteriza por un movimiento inverso, el de la abstracción, donde lo real se localiza en el cálculo matemático y la operación sobre fórmulas, pero la ideología que se impuso es la contraria. La ciencia se abocó al desprendimiento del prejuicio organicista, realista y sustancialista. La conquista científica sobre las órbitas de los planetas requirió de una maniobra sorprendente que fue proyectar las superficies geométricas al cielo. En simultáneo, la ideología común, que plantea al cuerpo biológico como lo verdaderamente esencial de la condición humana, comenzó a volverse cada vez más consistente. Al sistema que sostiene que el cuerpo es real e idéntico a sí mismo vamos a oponerle —además de los autores y disciplinas ya citadas en este seminario— lo que proponen Le Goff y Truong: «el cuerpo es/ posee historia». Dejaron planteados ambos argumentos. Quizás les faltó la interrogación teórica para advertir dicha diferencia o decidieron preservar la ambiguedad intencionalmente. El lacanismo no está advertido de la diferencia entre la existencia y el ser. Se afirma —lo hacen varios autores sumamente prestigiosos— que el goce o la pulsión son lo que son desde hace 50.000 años; lo que se considera como un hecho biológico. Nosotros utilizaremos la historia para poner en tela de juicio que el cuerpo es lo que es y que siempre fue así, Criticaremos la idea de lo inmutable. Los psicoanalistas en general admiten que ése ser eterno recibe influencias secundarias del medio. Es decir, sostienen que el cuerpo sufre de historia, y que cualquier padecer —intrínseca a esa sustancia viva (su goce), de cuya existencia el psicoanalista está convencido— puede ser reforzada o disminuida por el entorno. Nosotros intentaremos ir más allá del «tiene historia». 50 acepta sin reparo que cada uno de nosotros, en nuestra propia vida y/o en nuestro cuerpo tenemos marcas de los hechos históricos que hemos vivido, Vamos a ponera prueba la ambigiiedad propuesta por Le Coff y Truong para sostener que el cuerpo «es historia», Se nos podría 116

El cuerpo es y/o posee una historia

No hay sustancia corporal

objetar que con «el cuerpo es historia» no ganamos nada, ya que encontramos allí otro ser. Pero ese ser ya no es ontológico porque se trata de otra forma de concebir el ser: no es Uno ni idéntico a sí mismo ni inmutable ni individual. Se trata de un mero devenir, del pasaje del ser a la existencia. En la página 11 Le Goff y Truong afirman: ¿Por qué el cuerpo en la Edad Media? Porque constituye una de las grandes lagunas de la historia, un gran olvido del historiador. La historia tradicional, en efecto, estaba desencarnada. Se interesaba por los hombres y, accesoriamente, por las mujeres. Pero casi siempre sin cuerpo. Como si la vida de éste se situara fuera del tiempo y del espacio, recluida en la inmovilidad presumida de la especie. '57

Comienzan diagnosticando aquello en lo que muchos colegas presuponen sobre el goce y, en continuidad con la teoría de Freud, creen que las pulsiones de vida y de muerte son una condición de la especie humana, perdiendo así su condición de conceptos (localizados en la historia de las ideas como si fuesen nombres de fuerzas biológicas). Le Goff y Truong diagnostican el funcionamiento de un prejuicio: la sustancialidad del cuerpo no tiene relación causal con la historia. Era preciso, pues, dar cuerpo a la historia. Y dar una historia

al cuerpo.

Efectivamente, el cuerpo tiene una historia. La concepción del cuerpo, su lugar en la sociedad, su presencia en el imaginario y en la realidad, en la vida cotidiana y en los momentos excepcionales, han cambiado en todas las sociedades históricas.158 Al igual que el freudismo, el lacanismo acepta que el cuerpo se altera según la sociedad y la cultura; debido a que cambian lo imaginario y lo simbólico del cuerpo, pero lo real del cuerpo es inmutable. Sin embargo:

En la disciplina histórica, durante mucho tiempo ha reinado la idea de que el cuerpo pertenecía a la naturaleza, y no a la cultura, 159 Ahora bien, el cuerpo tiene una historia. 157, Le Goff, J. y Truong, N, (2006). Op. cit. Una Edad Media, p. 11, 158. Ibíd, p. 12. 159, Ibíd, p. 18, 116

historia del cuerpo en la

cuerpo pertenece a la naturaleza» es una idea que hoy resulta inobjetable, ya que no se la considera una idea sino un dato objetivo. «El

Sin embargo, hasta que se sumerge en las ciencias sociales, la historia no concede un lugar a las «aventuras del cuerpo», en las que Bloch recomendaba comprometerse. En las confluencias de la sociología y de la antropología, Marcel Mauss (1872-1950) fue el primero en interesarse por las «técnicas del cuerpo».

El texto que estoy comentando es heredero de las investigaciones de Marcel Mauss sobre las técnicas del cuerpo. En la página 20 comienza su análisis con la misma cita que les presenté en reuniones anteriores: La posición de los brazos, la de las manos mientras caminamos, forma una idiosincrasia social, y no simplemente un producto de no sé qué arreglos y mecanismos puramente individuales, casi enteramente psíquicos. La técnica, la entiende aquí Marcel Mauss, como «un acto tradicional eficaz» y el cuerpo como «el primero y más natural instrumento del hombre».

Si conjeturamos un tiempo lógico y nos preguntamos qué está primero para Mauss, podemos responder: el hombre, quien hace del cuerpo su primer instrumento. Es muy importante que adviertan que se trata de una idea opuesta a la del hombre como epifenómeno del discicuerpo. No pretendo afirmar que esta idea valga para todas las plinas, pero para el psicoanálisis propuesto por Lacan están primero el significante y el Otro, luego el sujeto, el objeto a y el cuerpo. A todos los significados, valores, disfrutes y sufrimientos con los que se encuentren en la clínica deben suponerles un sujeto. Y si suponen un sujeto entonces ya han operado el lenguaje y el discurso mientras que el cuerpo es una consecuencia. Tengan en cuenta lo que Lacan afirma al respecto. Es una extensa cita de «La significación del falo» que conviene leer completamente: Puede decirse así que las consecuencias del descubrimiento del inconsciente no han sido ni siquiera entrevistas aún en la teoría, 160, Ibíd. 161.

Ibid.

p.

19,

p.

20 117

No hay sustancia corporal

El cuerpo es y/o posee una historia

aunque ya su sacudida se ha hecho sentir en la praxis, más de lo que medimos todavía, incluso cuando se traduce en efectos de retroceso.

lo

En la época de Lacan, aún no se habían extraído las consecuencias teóricas del descubrimiento del inconsciente, verificándose efectos de retroceso en la praxis. Es un diagnóstico que permanece desconocido, en gran medida porque se cree que la teoría proviene de las observaciones realizadas en la clínica. Continuemos con la cita: Precisemos que esta promoción de la relación del hombre con el significante como tal no tiene nada que ver con una posición «culturalista» en el sentido corriente del término, [...]. No es de la relación del hombre con el lenguaje en cuanto fenómeno social de lo que se trata, puesto que ni siquiera se plantea algo que se parezca a esa psicogénesis ideológica conocida, y que no queda superada por el recurso perentorio a la noción completamente metafísica, bajo su petición de principio de apelación a lo concreto, que vehicula irrisoriamente el nombre de afecto.

Lacan aclara que su teoría del inconsciente como efecto del significante no implica considerarlo un fenómeno social. El Otro (A) de Lacan no es lo social o lo cultural, se trata del encuentro particular con el lenguaje y el discurso. Tampoco refiere a lo concreto ni a lo supuestamente real de lo material a lo que él plantea como mera «petición de principio», como se lee en la siguiente cita: Se trata de encontrar en las leyes que rigen ese otro escenario (eine andere Schauplatz) que Freud, a propósito de los sueños, designa como el del inconsciente, los efectos que se descubren al nivel de la cadena de elementos materialmente inestables que constituye el lenguaje: efectos determinados por el doble juego de la combinación y de la sustitución en el significante, según las dos vertientes generadoras del significado que constituyen la metonimia y la metáfora; efectos determinantes para la institución del sujeto. En esa prueba aparece una topología en el sentido matemático del término, sin la cual pronto se da uno cuenta de que es imposible notar tan siquiera la estructura de un síntoma en el sentido analítico del término,

De lo que se trata es del estudio de los efectos de Ing cadenas signi ficantes, con sus leyes de metáfora y metonimin en la «otra escena» | ,

118

(concepto de G. T. Fechner que Freud incorpora a sus concepciones). Tales efectos deben ser planteados en una topología, lo que implica que en este caso, no son válidas necesariamente las categorías de lo interrio y lo externo. Continuando con el texto de Lacan:

habla en el Otro, decimos, designando por el Otro el lugar mismo que evoca el recurso a la palabra en toda relación en la que interviene. Si «ello» habla en el Otro, ya sea que el sujeto lo escuche o no con su oreja, es que es allí donde el sujeto, por una anterioridad lógica a todo despertar del significado, encuentra su lugar significante. El descubrimiento de lo que articula en ese lugar, es decir en el inconsciente, nos permite captar al precio de qué división (Spaltung) se ha constituido así.16 «Ello»

Se trata de una crítica de Lacan al prejuicio sustancialista que afirma: a) para que haya sujeto primero tiene que haber un cuerpo biológico y, b) lo subjetivo es epifenómeno de aquél y emerge de su interior. Lacan incluso afirma que «ello habla» y «en el Otro». ¿Qué significa?, que es secundario que el sujeto lo escuche o no con su oreja proviniendo de su cuerpo. Continúo con la cita del escrito de Lacan para destacar una idea que no cambia a lo largo de toda su enseñanza: el antibiologicismo. Se trata del falo como significante:

Pues el falo es un significante, un significante cuya función, en la economía intrasubjetiva del análisis, levanta tal vez el velo de la que tenía en los misterios. Pues es el significante destinado a designar en su conjunto los efectos del significado, en cuanto el significante los condiciona por su presencia de significante.

Examinemos pues los efectos de esa presencia. Son en primer lugar los de una desviación de las necesidades del hombre por el hecho de que habla, en el sentido de que en la medida en que sus necesidades están sujetas a la demanda, retornan a él alienadas. Esto no es el efecto de su dependencia real (no debe creerse que se encuentra aquí esa concepción parásita que es'la noción de dependencia en la teoría de la neurosis), sino de la conformación significante como tal y del hecho de que su mensaje es emitido desde el lugar del Otro.168 162,

010),

La signifiención del falo, En: Zscritos 2, Buenos Aires: er 656-657 pp. cit, En: Zaeritos 2. p, 667 (2010), Op. Lancnn,J

Lacan, J,

Siglo Veintiuno. )

163,

116

El cuerpo es y/o posee una historia

No hay sustancia corporal

Estos argumentos se ordenan en torno a la siguiente pregunta: ¿por qué se escribió la historia de Occidente sin cuerpos? Y la respuesta es que fue debido a que se supuso que el cuerpo no era algo que tuviera que ver con la historia, que era real en el sentido prejuicioso de este término: de carne y hueso, inalterable. ¿Acaso el psicoanálisis no estaba y no está destinado a corregir este prejuicio? Tras el surgimiento de la medicina científica que impone una explicación sustancialista de los problemas del cuerpo, comienza a aparecer una nueva clínica para explicar los problemas del cuerpo cuya etiología la medicina no puede localizar, a pesar de contar con la neurología y la psiquiatría. El psicoanálisis adviene a partir de la demanda que causan esos sufrimientos del cuerpo, pero que no provienen de la sustancia extensa. La pregunta que atraviesa todo nuestro trabajo refiere a la posición que debemos asumir en la sociedad y en la cultura. Mi lectura es que el psicoanálisis está posicionado al revés: los cardiólogos, los neurólogos 0 los nefrólogos, por ejemplo, hacen lo que tienen que hacer, resuelven las demandas que reciben en función de sus coordenadas y convocan a los psicólogos cuando detectan que un paciente, según sus referencias clínicas, debiera sentirse de determinada manera pero no sucede. ¿Qué debería decir un psicoanalista, que es de quien se espera una respuesta distinta? Que en este caso lo que le sucede al paciente dolorido no proviene del cuerpo anatómico, sino de otro mundo, de un universo que no es tridimensional. Claudicar en esta modalidad de pensar el sufrimiento tiene como consecuencia la desaparición del lugar social específico del psicoanálisis. Los analistas nos posicionamos al revés de lo esperable de nuestra propia disciplina, es decir, perdemos la diferencia específica de nuestro campo en relación a otros saberes y prácticas que también operan sobre el sufrimiento. Los colegas afirman que se trata de «mucha pulsión de muerte» o de «exceso de goce mortífero», pero así sostienen —incluso sin saberlo— que «eso» proviene del cuerpo biológico, de la «sustancia viva» o de la «sustancia gozante», como le llaman modernamente. Freud consolidó un prejuicio de su tiempo pero, no lo olvidemos, desde una opción filosófica y epistémica.1 En su época estaban vigentes Lanto los desarrollos de Schopenhauer como los de Hegel. Como ya se dijo en el capítulo 1, Freud optó por el primero. A partir del avance de positivismo la ciencia y de la ideología que se formó en torno a ella

Queda más que claro que para Lacan y su modelo del psicoanálisis no se trata de necesidades naturales sino de habitar en un universo de lenguaje y de discurso, en el cual el tiempo y el espacio deben ser conceptualizados en forma consecuente: el tiempo como circular y el espacio como una topología. Las necesidades quedan sustituidas porla demanda, tal como se puede leer en la forma en la cual Lacan escribe su concepción de la pulsión: (80D) y «su propia demanda» le retorna alienada al sujeto desde el Otro. Le Goff y Truong comienzan a criticar nuestro prejuicio naturalista: Lo cual

demuestra que una serie de cosas realmente naturales

para nosotros, son

16 históricas.

¿Advierten el reforzamiento cuando afirman que para nosotros —sujetos históricos, occidentales y modernos— hay «cosas realmente naturales» que son históricas? Luego se refieren a Norbert Elias: -

[...] Elias muestra a su vez que estas funciones corporales llamadas naturales son culturales, es decir, históricas y sociales. 165

Aligual que Mauss y Elias, Le Goff y Truong diagnostican el prejuicio avalado entre nosotros que hace creer que funciones culturales, históricas y sociales sean designadas y concebidas como naturales. En psicoanálisis seguimos en el problema que dejó Freud al considerar el aparato psíquico como originado y localizado adentro de un cuerpo biológico natural 0, como dicen los autores de referencia de esta reunión «recluido en la inmovilidad presumida de la especie». 166 En la página 25 encontramos una cita contundente: 1

La historia del cuerpo sería, de este modo, lo no pensado de la civilización occidental.167 164. Le Goff, J. y Truong, N. (2006). Op. cit. . r

sa

165. Ibíd, p. 22. 166, Ibíd, p. 11. 167, Ibid, p, 25,

Una

Una

cuerpo histori historia del cuerpo en la 2

e:

—el

4

168, OL Por

aj,

Badel,

E,

(2005), Op,

cit,

27 Dr Freud

y

los nervios del

alma, 121

No hay sustancia corporal

El cuerpo es y/o posee una historia

y el inductivismo—, y de la cual provino una «antropología animal», tal como la llamó A. Badiou, la vertiente sustancialista se consolidó en el sentido común, pero la ciencia del siglo XX se orientó en forma contraria. Freud sostuvo que la biología era la ciencia de base para el psicoanálisis. Lacan tomó como modelos a la matemática pura, la física teórica, la linguística y la lógica. ¿Cuál de estas disciplinas contribuye a pensar entidades abstractas tales como «madre» o «padre»? Incluso, una institución puede funcionar como la «madre» de alguien, y nosotros contamos con un «cuerpo» de bomberos, de policía, un corpus aristotélico, etc. Si el analista no está formado para poder pensar esas funciones en forma abstracta puede estar tan engañado como el propio paciente. En nuestras cultura y época, muchos interrogan ideas tales como que el útero de una mujer define su condición de madre. Hay muchos hijos adoptados que hoy salen a la búsqueda de su «verdadera» madre (la madre biológica). La contrapropuesta de Lacan, que yo destaco e intento desarrollar, es pensar entidades significantes, «instituciones». «Madre», «padre», «hijo», «deseo»; incluso «gozo» y «falo» son abstracciones, a raíz de lo cual son operables en nuestra clínica. 169

Mariana Stavile: Lacan es muy claro cuando refiere a la diferencia

entre «naturaleza» y «cultura». Dice que no nos damos cuenta de que «naturaleza» es una idea de la «cultura». Me parece que es la maniobra que estás trabajando con esto que citás de Le Goff y Truong.

A.E.: Sí, así es, «naturaleza» es un concepto, no existe como ente material. Sufrimos un atraso muy grande en la reflexión de este problema. Para nosotros un concepto es el nombre de la cosa, se deriva hacia la suposición previa de la cosa. La perspectiva psicoanalítica es

tan sustancialista que su último paso fue arribar a la responsabilidad

subjetiva: toda persona es responsable de sus pensamientos, actos y goces. Alain de Libera dice que es el triunfo de la tendencia sustancialista sobre el problema del pensamiento.'”? Según su magnífica investigación, para el pensamiento occidental hay dos vertientes que 169. Cf. Por ej. Badinter, E. (1981). ¿Existe el

Paidós.

amor maternal? Barcelona:

170. Cf. de Libera, A, (2010). Archéologie du sujet Paris: Librairie Philosophique J. Vrin,

-

han polemizado a lo largo de siglos: «eso piensa» (y piensa solo) o «yo pienso». Entre los principales autores en sostener «eso piensa» figuran San Agustín, Averroes, Lichtenberg, Schelling, Nietzsche, Valéry, LéviStrauss, Ricoeur y Foucault. Del lado del «yo pienso» se ubican, entre otros que hoy son la mayoría, Freud y el sentido común psicoanalítico.!1 Lacan se ubica entre los primeros y la mayoría de sus discípulos entre los segundos.17 Aquí'se localiza el otro problema, que ya les presenté, que es el de la propiedad sobre el pensamiento. Hay muchísimos descubrimientos científicos que se hicieron en la misma época por distintos investigadores que no se conocían entre ellos, en ciudades e idiomas diferentes. Quizás debamos aceptar que la ciencia piense sola y que algunas personas arriban a la posición de poder formularlo simultáneamente. Como analistas, la pregunta que se impone es cuál de las opciones coincide con la definición de inconsciente con la que operamos. Si suscribimos a la enseñanza de Lacan nos corresponde proponer que el pensamiento es una entidad autárquica que opera sola. En «La significación del falo» Lacan afirma que todavía no se han terminado de extraer las conclusiones de la teoría del inconsciente. La consecuencia fundamental es que hace estallar el yo, no sólo en su estatuto de identificaciones imaginarias, de rivalidad, sino como origen del pensamiento y de los deseos. «El deseo del hombre es el deseo del Otro» significa que nadie desea en tanto «yo». Eso da el verdadero alcance a la pasión humana, no se la puede plantear como una pasión individual. En ese sentido, los deseos, los pensamientos y las palabras son autónomos, pero los psicoanalistas que practican la clínica de la responsabilidad subjetiva sostienen lo contrario, ¡incluso más que los abogados y los juristas! Sostienen que a aquellos pacientes que están inundados de culpa el castigo puede resultarles tranquilizador. ¡Pero ésa es la solución del superyó! Permítanme preguntarles: ¿es el psicoanálisis una terapia superyoica? ¿Se trata acaso de asumir las propias responsabilidades o de llegar a saber qué dice «eso» que a uno lo habita? El inconsciente es el discurso del Otro y del 4.

$. (1979), La

responsabilidad moral del contenido de los sueños. Buenos Aires: Amorrortu, En: Obras Completas, A, ISI origen del sujeto en psicoanálisis, Del Big (2018), Of, 172, Bidelaztein, el Bang dol longunje y discurso. Buenos Aires, Lotra Viva 171,

C£.Froud,

'T)

Nnimmanco

du sujet,

1,

XIX,

128

El cuerpo es y/o posee una historia

No hay sustancia corporal

del cuerpo: Prosigamos con las citas sobre la historia convertido en religión de De un lado, la ideología del cristianismo la encarnación de "ios Estado reprime el cuerpo [...] y del otro, con «el tabernáculo hombre del cuerpo del en el cuerpo de Cristo, hace del Espíritu Santo».

otro lo ensalza el Por un lado, el cristianismo reprime cuerpo y por nose del enempos designándose a esto último la «glorificación a la religión reprime cuert de trata, como creen muchos colegas, que comentando afirman: estamos autores que y sus necesidades. Los

-

dice el papa Gregorio El cuerpo es el abominable vestido del alma, a través del cuerpo Magno; del otro, se glorifica en particular, sufriente de Cristo.”

Goff y Truong presentan una En el último renglón del libro Le destacar: ambigiedad o quizás una vacilación que es importante El es nuestra El cuerpo, en definitiva, tiene una historia. cuerpo historia.'7

a

E.

Les propongo elaborar una lógica que nos permita ERECUEN quee respuesta consistente frente a dicha vacilación. Si decimos la sociedad, la la el lenguaje, historia, «es historia», primero están como cuerpo, y Y cultura, la familia, etc. luego lo que se considera vive tiene historia» entonces Pero si tomamos la vía de que «el cuerpo

ca

desde la perspectiva de la teoría dal a que haber necesariamente, las ciencias hioloe:a evolución darwiniana —inapelable en general en hubo cuerpo pol apatirO modernas—, un estado anterior en el cual de de carecían esbozo cualquier ejemplo, de antropoides que de la vida no hablada. La teoría biológica de las modernas ciencias el obliga a aceptar que primero está cuerpo. debemos les propongo es pro-científica, pero La orientación que -

ng

ab

173,

Le

Goff;

J. y Truong, N.

p. 31. 1bíd. 174. p. 38, 1bfd, 175, p, 149

Edad Media.

(92006). Op. cit.

Una historia del cuerpo en la

analizar qué es ciencia y qué tipo de epistemología es la más aceptable para nosotros y conveniente para el psicoanálisis. Vamos a tratar de pensar, articulados a la ciencia, cómo podemos resolver la relación lógica de que hubo un cuerpo, como cuerpo de la especie, anterior al surgimiento de la palabra hablada; y cómo podemos sostener, admitiendo eso, que el cuerpo es historia. La versión biológica, base de las modernas neurociencias y de la ideología hegemónica en Occidente, obliga a aceptar que el cuerpo Liene historia, pero nuestra clínica nos impone sostener que el cuerpo es historia. «Pero si yo nací antes» o «Yo nací después», ¿son acaso objeciones válidas a las interpretaciones en psicoanálisis? Al menos no desde la propuesta que sostengo junto a Lacan. Pero esas objeciones también poseen una lógica. Les leo una cita de «Lo simbólico, lo imaginario y lo real» para que conozcan la estructura del problema tal como lo plantea Lacan: El lenguaje está aquí, es un emergente. Ahora que emergió, nunca más sabremos cuándo ni cómo comenzó, ni cómo eran las cosas antes 176 que estuviera. El sentido común occidental tiende a estar íntimamente articulado vulgarización de la física de Newton, pero hay un quiebre fundamental que se produce a partir de las físicas relativista y cuántica. Del siglo pasado surge una cuestión muy interesante y es que el Universo no es eterno, el Universo posee un comienzo; la materia y la energía, el tiempo y el espacio comenzaron hace alrededor de 13.500.000.000 de nños. Lo que hubo antes no nos es posible de ser conocido ya que sus ofectos se han perdido absolutamente. Vamos a analizar el problema lógico del comienzo del lenguaje y el inconsciente, del mismo modo que lo tramita la cosmología moderna, e intentaremos resolver el problema racional de lo que «hubo antes». Así como para la cosmología de los siglos XX y XXI opera el Big Bang, es preciso admitir un Big Bang del lenguaje y del discurso!” Esto significa que el cuerpo de la onpecie queda perdido a partir de la puesta en vigencia de la función

la

Lacan, J. (2007), Op: cit, Lo simbólico, lo imaginario y lo real. En: De los nombres del padre, p, 29 177, Of Bidelaztein A, (Q018) 77 origen del sujeto en psicoanálisis, Del Big Hang del lenguaje y el diseurao Buenos Ares, Lotra Viva 176.

No hay sustancia corporal

del lenguaje y del campo del discurso, tanto para la especie como para cada caso particular en los asuntos que trata el psicoanálisis y otras tantas disciplinas afines. No quiero dejar de recordarles las investigaciones de Ivonne Bordelois en su Etimología de las pasiones!”s donde indica con claridad que si se busca un origen de las pasiones se la encontrará en una etimología y no en una biología. Para sostener la diferencia absoluta entre la clínica psicoanalítica y cualquier otra práctica médica y psicoterapéutica, no tenemos que perder de vista cuál es el paradigma que debemos sostener en torno al problema del origen. Por hoy dejamos acá. Muchas gracias.

VIII.

La paradoja del individuo-cuerpo como impersonal. David Le Breton, Émile Durkheim y el psicoanálisis En esta oportunidad realizaremos una lectura de la obra de David Breton, quien se ha dedicado a estudiar la antropología del cuerpo en Occidente, en particular de dos de sus libros, Antropología del cuerpo y la modernidad y Antropología del dolor.1*> También analizaremos textos de Emile Durkheim, uno de los fundadores de la sociología moderna. David Le Breton utiliza conceptos psicoanalíticos [reudianos. En Antropología del dolor sus argumentos están sostenidos en la premisa del inconsciente, si bien concluye lo contrario a lo que afirman los psicoanalistas de las distintas corrientes, a excepción de Lacan. Tal como procedí con los otros autores, comenzaré presentándoles el contexto.conceptual que considero pertinente para su articulación, preservando la diferencia entre el psicoanálisis de Freud, el de Lacan y el de los colegas lacanianos, para luego comentar a D. Le Breton y a É. Durkheim. Hay un capítulo desconocido en la enseñanza de Lacan, que es nu rechazo explícito, desde su tesis doctoral hasta «Radiofonía», a lo que se conoce como «paralelismo psico-físico». Lacan lo expresa utilizando una cita de Hippolyte Adolphe Taine: filósofo, ensayista y poeta francés, cuya posición teórica fue el naturalismo. Sobre el paralelismo de Taine hay una entrada en el Diccionario de filosofía de Ferrater Mora, donde se lee: Le

El

término «paralelismo» suele usarse en filosofía para designar

Breton, Airos: Nueva Visión Hex Barral, 179, Lo

178, Bordelois, I. (2006), Etimología de del Zorzal, 120

las pasiones. Buenos Aires: Libros

D,

modernidad. Buenos Antropología del dolor. Barcelona:

(2008), Antropología del cuerpo y

y Lo

Breton,

D.

(1999).

127

No hay sustancia corporal

La paradoja del individuo-cuerpo como impersonal

el llamado «paralelismo psicofísico». [...] De un modo general, se llama «paralelismo psicofísico» a la teoría según la cual los procesos psíquicos son «paralelos» a los procesos físicos [...]189

James Strachey (el magnífico editor de las Obras Completas de Freud en inglés) agrega una nota al pie de página donde afirma: [Freud mismo parece haberse inclinado en algún momento a aceptar esta teoría, como lo sugiere un pasaje de su libro sobre las afasias (1891b, págs. 56-sigs), que el lector encontrará en el «Apéndice B», infra, págs. 204-6.]18*

Desde el siglo XVII existe la idea de un paralelismo de lo físico y lo psíquico fundada en una correlación entre ambos. Hasta donde he investigado, Lacan es quien designa a esta doctrina «prejuicio paralelista».181 En su conferencia «Lugar, origen y fin de mi enseñanza» sostiene: para asentar algo firme, sino sólo para sugerirles cierta prudencia, que es particularmente válida allí donde la función podría parecer: apoyarse en lo que se llama «paralelismo». No para refutar el famoso paralelismo psicofísico, que es, como todos saben, una fruslería [foutaise= estupidez] demostrada hace mucho tiempo, sino para sugerir que el corte no se hará entre lo físico y lo psíquico, 182 sino entre lo psíquico y lo lógico. No digo todo esto

el

Ahora bien, ¿cuál es el correlato fisiológico de la representación simple o de la representación que retorna en lugar de ella? Manifiestamente, no es algo quieto, sino algo de la naturaleza de un proceso. Este último es compatible con la localización; parte de un lugar particular de la corteza y desde él se difunde por toda ella a lo largo de vías particulares. Una vez transcurrido, este proceso deja, en la corteza afectada por él, una modificación: la posibilidad del recuerdo.185

El planteo es que el corte debe estar entre lo psíquico y lo lógico y no el habitual entre lo físico y lo psíquico. Antes de continuar con la cita de Lacan, permítanme leerles una de Freud, de su artículo «Lo inconsciente»:

Hay derecho a responder que la igualación convencional de lo psíquico con lo consciente es enteramente inadecuada. Desgarra las continuidades psíquicas, nos precipita en las insolubles dificultades del paralelismo psicofísico, está expuesta al reproche de que sobrestima sin fundamentación visible el papel de la conciencia y nos compele a abandonar antes de tiempo el ámbito de la indagación psicológica, sin ofrecernos resarcimiento en otros campos. 183

Freud rechaza la equiparación entre lo psíquico y lo consciente, y el paralelismo psicofísico debido a que excluye lo inconsciente, pero 180. Ferrater Mora, J. (1982). Diccionario de filosofía. Tomo 3. Barcelona: Alianza. p. 2492, 181. Lacan, J. (2008). Op. cit. Acerca de la causalidad psíquica. En: Escritos

1.p. 176.

182. Lacan, J. (2011). Lugar, origen y fin de mi enseñanza, En: Mi enseñanza Buenos Aires: Paidós. p. 48. 183. Freud, 5. (1979). Lo inconsciente, En: Obras completas. 1: XIV. Buenos Aires: Amorrortu, pág, 164, 128

Strachey introduce en el escrito de Freud un apéndice, el b, titulado paralelismo psicofísico en el cual cita ese texto de Freud:

En el punto III de «Acerca de la causalidad psíquica», que lleva por título «Los efectos psíquicos del modo imaginario», Lacan ubica el núcleo del problema. Comentaré su argumento tomado de una extensa cita a ;

la

cual introduciré mis observaciones:

La historia del sujeto se desarrolla en una serie más o menos típica de identificaciones ideales, que representan a los más puros de los fenómenos psíquicos por el hecho de revelar, esencialmente, la función de la ¿mago. Y no concebimos al Yo de otra manera que como un sistema central de esas formaciones, sistema al que hay que comprender, de la misma forma que a ellas, en su estructura 186 imaginaria y en su valor libidinal.

Para Lacan el Yo es un sistema de identificaciones ideales que responde al funcionamiento de la ¿mago. No hay que perder de vista que su estructura imaginaria y su valor libidinal le confieren su 184. Ibíd, Cita pie de pág, 164, 185, Ibid, p. 206, 186, Lacan, J. (2008), Acerca de la

causalidad pstquica, En: Escritos

1, p. 175,

No hay sustancia corporal

estatuto psíquico. Imago es un concepto que después desaparecerá de la enseñanza de Lacan. La cita continúa de esta forma:

Sin demorarnos, pues, en aquellos que hasta en la ciencia confunden tranquilamente al Yo con el ser del sujeto, podemos desde ahora ver dónde nos separamos de la concepción más común,

que identifica al Yo con la síntesis de las funciones de relación del organismo, una concepción que debemos calificar de bastarda por la circunstancia de definirse en ella una síntesis subjetiva en términos objetivos.

He aquí el núcleo de la crítica: hay paralelismo cuando se correlaciona lo subjetivo con lo objetivo. Se trata, para Lacan, de una unión «bastarda». En este caso del Yo y las funciones del organismo. Lacan continúa criticando a Henri Ey y ala psiquiatría dinámica en los siguientes términos: Ahí se reconoce la posición de Henri Ey [...] en la fórmula según la cual «la afección del Yo se confunde en último análisis con la noción de disolución funcional». ¿Es dable reprochársela [reprocharle la confusión de sostener al yo como una instancia, en último término, vinculada al organismo], cuando el prejuicio paralelista es tan fuerte que hasta Freud mismo, en contra de todo el movimiento de su investigación, siguió siendo prisionero de él?

Lacan afirma que Freud sostuvo el prejuicio paralelista a pesar de que el movimiento de su investigación se orientaba en forma inversa, Veamos dónde lo localiza: Se sabe, en efecto, que Freud identifica el Yo con el «sistema percepción-conciencia», que constituye la suma de los aparatos gracias a la cual el organismo se adapta al «principio de realidad».

En el modelo freudiano, la identificación del Yo con el sistema percepción-conciencia es la que implica el prejuicio paralelista, haciendo coincidir al Yo y a la conciencia con las funciones de la percepción: log

ojos y los oídos.

Debemos rechazar el paralelismo psicofísico en psicoanálisis, ya que éste nos fuerza a sostener un correspondiente fínico n In existencia de 130

La

paradoja del individuo-cuerpo como impersonal

entidades, de objetos que no lo poseen, tales como el sujeto, el Otro, el objeto a, el falo, el gozo, etc. Quizás en estos tiempos el valor especial de la teoría de Lacan radique en sostener una práctica con existencias de entidades sin correspondencia anatómica. Mi impresión es que el conjunto de los psicoanalistas cree que el sujeto es un epifenómeno de la sustancia viva. Es propio de un naturalismo previo incluso al paralelismo psicofísico. En psicoanálisis se tiende a dirigir la cura bajo la premisa de que la verdad de cada uno se origina en el interior del propio cuerpo, por ejemplo, el goce intracorporal. Es, en el fondo, el mismo argumento que el de las neurociencias. Se confunde al sujeto con el individuo, al gozo con energías biológicas, etc. Ahora sí: comencemos con la propuesta de Le Breton leída a partir de dos citas: En nuestras sociedades occidentales, entonces, el cuerpo es el

signo del individuo,

[...]187

Esta idea la tomó de É. Durkheim, pero lo que es destacable es que Le Breton incorpora una teoría del signo diferenciada del símbolo. Figura en la cita al pie de la página 203: Entendemos por símbolo una representación que alcanza al objeto sin reducirlo a lo concreto, una representación basada en un suplemento de sentido, es decir, «la epifanía de un misterio». El signo, remite a una realidad identificable, presencia de lo 188 concreto, representación funcional que busca lo dado, puro y simple.

La expresión «epifanía de un misterio» es de Gilbert Durand, de su libro La imaginación simbólica. Es una pena que Le Breton no haya sabido que Lacan desarrolló una concepción al respecto: la diferencia entre signo y significante y, como consecuencia, una de sujeto. Me interesa señalarles esto para poder distinguir entre el cuerpo como signo del individuo —y así algo concreto, dado, puro y simple— y no un símbolo: «la manifestación de un misterio». Noten con qué claridad Le Breton nos plantea una diferencia perdida on el psicoanálisis actual, pero fundamental en la enseñanza de Lacan 187, Lo Broton, D, (2008), Op, cit, 188, Ibid, Cita nl pie de pág, 203

Antropología del

cuerpoy modernidad.

p. 9.

131

La paradoja del individuo-cuerpo como impersonal

No hay sustancia corporal

al objeto a, y en la medida y en la práctica clínica. El significante crea lo realiza como en que lo crea «lo alcanza al circunscribirlo», pero no visible ni palpable. En filosofía, esto último se denomina reificar. En el a programa de investigación que les estoy presentando parcialmente, tal reificación se la plantea como biologización. Reificación se podría traducir como cosificación (rei significa cosa en latín). En nuestra época la cosa del sujeto es pensada como sustancia viva. Según Le Breton, en nuestras sociedades el cuerpo es el signo del individuo, concretizando al sujeto y privándolo de sentido; un el fenómeno que tiene como correlato el problema del sinsentido en mundo occidental moderno, y, consecuentemente, es posible concebir al nihilismo, el sinsentido, como condición moderna que plantea preguntas de imposibles de responder del para qué o del por qué vivimos. Ala falta individual sentido como consecuencia de pensar al sujeto como un ente la pérdida de espesor y un epifenómeno de cuerpo biológico, es decir, a de ciertos valores sociales se lo puede plantear como nihilismo epocal, El intento de dar una respuesta a este vacío podría ser concebido como deseo lo que nos pone en movimiento; recuerden que para Lacan el nihilismo el es es lo que torna activo al hombre. Podemos pensar que consecuencia del modo en que en nuestra cultura se plantea al ser: materia del como proveniente del cuerpo anatómico funcionando como individuo. Para Jacques-Alain Miller, máximo referente del lacanismo moderno, en su concepción de goce se trata de signos. Si consideramos de nuestra individualidad de que el cuerpo y-sus goces son los signos sustancia viva, la vida se vaciará de sentido y viviremos en nihilismo, Le Breton reconoce que el diagnóstico del cuerpo como signo del individuo lo toma de Durkheim, el libro de referencia es Las formas elementales de la vida religiosa, de 1912. Revisaremos las referencias de Durkheim que cita Le Breton en su el signo libro, para reflexionar sobre el diagnóstico de que el cuerpo es del individuo. En Lacan encontramos una referencia a Durkheim cuando destaca su acierto en llamar a la familia moderna «familia conyugal», E. Durkheim afirma que la noción de alma no carece de realidad: Es bien cierto que estamos formados por dos partes distintas que decirse, se oponen una ala otra como lo profano a lo sagrado, y puede 189, Millor,

JA,

(1998), Los

signos del

goce,

Buenos

Aires:

Paidos

en un sentido, que en nosotros hay algo de lo divino. Pues la sociedad, esta fuente única de todo lo sagrado, no se limita a movernos desde afuera y a afectarnos pasajeramente; se organiza en nosotros de una manera durable. 19

Es decir, la sociedad habita en nosotros. Es más topológico que el argumento de mayor frecuencia entre los psicoanalistas: la sociedad nos mueve desde afuera. Luego continúa: Aunque nuestra conciencia moral forme parte de nuestra conciencia, no nos sentimos en el mismo nivel con ella. En esta voz que sólo se hace oír para darnos órdenes y decretar, no podemos reconocer nuestra voz; el tono mismo con el que nos habla nos advierte que ella expresa en nosotros otra cosa que nosotros.19! Esto mismo es el superyó, pero correctamente planteado. No requiere del mito de un asesinato primordial del padre sino de la función de demanda moral, que en apariencia opera desde el interior, pero no es en su esencia ni interior ni exterior es, como propuso Lacan, éxtimo. Esto es lo que hay de objetivo en la idea del alma: [...]*?

Para Durkheim es objetivo. La aclaración encuentra su justificación en que para todo el mundo —especialmente en la actualidad—

es subjetivo. En la página siguiente continúa:

Sin duda, para hacer inteligible esta dualidad, no es de ningún

modo necesario imaginar, bajo el nombre de alma, una sustancia misteriosa e irrepresentable que se opondría al cuerpo. Pero aquí, como cuando se trata de la noción de lo sagrado, el error reside en la letra del símbolo empleado, no en la realidad del hecho simbolizado. Sigue siendo verdad que nuestra naturaleza es doble; hay

verdaderamente en nosotros una parcela de divinidad, porque hay en nosotros una parcela de esos grandes ideales que son el alma de la colectividad.193 190,

Durkheim,

19.

(2003). Las formas elementales de la vida religiosa. Libro

nogundo, Buenos Aires: Álinnza, pp,

411-412,

191, Ibíd, p. 412, 192, Ibíd, 193, Ibid. p. 418

Lan

La paradoja del individuo-cuerpo como impersonal

No hay sustancia corporal

Es sorprendente, al menos para mí, encontrar planteada la inmixión de Otredad propuesta por Lacan, tan claramente expuesta por Durkheim. Unas páginas más adelante, este último sostiene: Pero acaso esta génesis de la idea de alma, ¿no desconoce su carácter esencial? Si el alma no es más que una forma particular del principio impersonal que está difundido en el grupo, en la especie totémica, en las cosas de todo tipo que se relacionan con ella, ella misma es impersonal en su base. Pues bien, todo lo contrario, nos representamos ordinariamente el alma como un ser concreto, definido, concentrado todo entero sobre sí mismo e incomunicado a los otros. Hacemos de ella la base de nuestra personalidad.'%*

la primera de estas ideas debe ayudarnos pues, a comprender cómo ha constituido la segunda.19%

se

Para comprender la concepción de la personalidad se debe estudiar la idea de alma, como se puede leer en la continuación de la cita: De lo que precede surge que la noción de persona es producto de

dos tipos de factores. Uno es esencialmente impersonal: es el principio espiritual que sirve de alma a la colectividad. Él constituye, en efecto,

la sustancia misma de las almas individuales.

El argumento del alma impersonal —un alma que no posee ninguna correlación con la cristiana— resuena en los desarrollos de Lacan: el alma es impersonal así como el sujeto es impersonal, pero en el sentido común occidental el alma existe encapsulada en unidades individuales internas de cada uno. Más adelante aparece la cuestión del mana: No existe pueblo donde la idea de alma y la idea de mana no coexistan [...] No tiene fundamento suponer que ellas se han formado

Lo impersonal es el principio espiritual que constituye la base sustancial de las almas individuales. Es evidente que estas nociones deben ser consideradas para lograr objetar al individualismo hegemónico occidental requeridas por el psicoanálisis para establecer su clínica. Seguimos leyendo: Ahora bien, no es algo de nadie en particular: forma parte del patrimonio colectivo, en él y por él se comunican todas las conciencias.

Presten atención a la diferencia: para Freud se trata de percepciónconciencia, pero Durkheim plantea lo colectivo impersonal como la base de las conciencias particulares. Les recomiendo el artículo de María Inés Sarraillet sobre el sujeto como modalidad de lo impersonal en Lacan,19 donde está plenamente articulada esta lógica. Continuando con Durheim cito:

en dos tiempos distintos, sino que todo prueba que son sensiblemente contemporáneos. Del mismo modo que no existe sociedad sin individuos, las fuerzas impersonales que se desprenden de la colectividad, no pueden constituirse sin encarnarse en conciencias individuales donde ellas mismas se individualicen. En realidad, no hay allí dos procesos diferentes, sino dos aspectos diferentes de un solo 195 y mismo proceso.

Pero por otra parte, para que haya personalidades separadas es necesario que intervenga otro factor que fragmente este principio y lo diferencie: en otros términos, se necesita un factor de individuación. El cuerpo desempeña este papel. 193

Se trata de sincronía, tal como debe suponerse para el origen del

lenguaje. Pasemos al trabajo de Durkeim sobre el cuerpo que figura en capítulo VI de este mismo apartado:

el

Laidea de alma ha sido durante largo tiempo, y permanece todavía en parte, la forma popular de la idea de personalidad. La génesis de

El cuerpo biológico opera en nuestra cultura como factor de individuación. La personalidad estaría constituida por un factor impersonal Sarraillet, M, T, (2008), El sujeto del inconsciente como impersonal problema de la responsabilidad subjetiva. En: Z/ Rey está desnudo. N* 1. Buenos Aires: Letra Viva 198, Durkheim, 14, (2009), Op. Las formas elementales de la vida religiosa. Libro segundo, p, 499 197. Cf.

y

194. Ibíd. p.

415.

Durkheim, 1, (2003), Libro segundo, p. 417, 195,

Op,

cit, Las formas elementales de la vida religiona

el

cit,

La paradoja del individuo-cuerpo como impersonal

No hay sustancia corporal

—el alma de la colectividad— pero el cuerpo desempeñaría el papel de factor de individuación. El cuerpo anatómico funciona como signo del individuo, en oposición al sujeto como lo que un significante representa frente a otro. Continuamos leyendo: Como los cuerpos son distintos unos de otros, como ocupan puntos diferentes del tiempo y del espacio, cada uno de ellos constituye un medio especial donde vienen a refractarse y a colorearse de modos

diferentes las representaciones colectivas.'9

El cuerpo opera como el factor cartesiano de partes extra partes. Cada uno de nosotros constituye un modo diferente de refractar y/o colorear lo colectivo. Pero, en psicoanálisis, como diferencia específica, requerimos de lo ya elaborado entre lo individual/singular y lo particular. Esto último, «o particular», implica una diferencia en relación al conjunto conceptual. Lacan opera con el concepto de «sujeto particular», a diferencia de sus discípulos, quienes postulan «sujeto singular»; expresión que Lacan no utilizó. Entonces contamos con lo social, lo individual y el sujeto particular pero en inmixión. Como afirma Durkheim: De esto resulta que, si todas las conciencias penetradas en esos cuerpos tienen una visión del mismo mundo, a saber el mundo de ideas y de sentimientos que hace la unidad moral del grupo, no lo ven todas desde el mismo ángulo; cada una lo expresa a su manera?

Para Freud el mundo es la realidad circundante que se presenta a través de los sentidos y que se vivencia como satisfacción o insatisfacción, Según Durkheim el mundo está conformado por ideas y, consecuentemente, por sentimientos que constituyen la unidad moral del grupo y que se refracta con diferencias en experiencias individuales. Es que la individuación no es característica esencial de la

persona.

He aquí un programa de investigación opuesto al del psicoanálisis lacaniano moderno. Para el psicoanálisis la individuación es lo funda 199. Ibíd. pp. 422-423, 200. Ibíd. p. 423. 201, Ibíd, p, 424, 140

mental de cada persona, proveniente del interior del cuerpo y sus goces pulsiones más sus experiencias singulares. Es así como se entiende la lógica del caso por caso, confundiendo el «caso» con la «singularidad», supuestamente desprendida de cada masa de sustancia viva. Durkheim, por su parte, afirma que la individuación no es la característica esencial de la persona: o

Una persona no solamente es un sujeto singular que se distingue de todos los otros. Es, además y sobre todo, un ser al que se atribuye una autonomía relativa en relación al medio con el cual está en contacto más inmediatamente.2?

Está sosteniendo que la persona es, sobre todo, «un ser al que se le atribuye una autonomía». Esto último es fundamental: persona es una idea atribuida, pero sufrida como si fuese una realidad objetiva. Repasemos un problema debitario de la teoría de Freud para dar

pleno alcance a lo que está proponiendo Durkheim. Si a un bebé le acercan a la mano la llama de un encendedor, de inmediato grita y retira la extremidad. Es el arco reflejo con el que se nace; para eso no hacen falta la madre, el padre, el lenguaje, la sociedad o la cultura. El arco reflejo es el modelo de base de la lógica argumentativa del Proyecto de psicología para neurólogos y de Más allá del principio del placer, que Treud utiliza para dar cuenta del dolor. Freud afirma que de eso se puede escapar, a diferencia de la pulsión que emerge desde adentro del organismo de cada uno. Es como un fuego proveniente de la sustancia viva con el que cada uno nace y del que no se puede huir. Lo último de Durkheim. En la página 422 hay una cita al pie de página, la número 8351 donde afirma: Quizás se objetará que la unidad es la característica de la personalidad, [...] Se considera al sujeto como uno. O en los términos del lacanismo moderno: como singular. La cita completa es la siguiente: Quizás se objetará que la unidad es la característica de la personalidad, mientras que el alma siempre se ha concebido como múltiple, como susceptible de dividirse y de subdividirse casi al infinito. Pero 209, Ibfd 147

No hay sustancia corporal

hoy sabemos que la unidad de la persona está igualmente hecha de partes, que ella es, también, susceptible de dividirse y de descom-

IX.

ponerse.

La cadena borromea como solución posible al problema de la identificación cuerpo y sujeto

Es un planteo superador de las tópicas freudianas. Su división de la personalidad psíquica está operando la idea de que la personalidad no es unitaria, pero —y lo que es fundamental—, la misma no se origina ni en el interior del cuerpo tridimensional ni en vivencias experimentadas. Durkheim hoy es un autor fundamental para nosotros porque teoriza desde otro paradigma que difiere del sentido común de época y de la propuesta de Freud en especial en su segunda tópica. Estimo que las concepciones de Durkheim son indispensables para acceder a los desarrollos de Lacan; en especial su topología. ¿Cuál es el principal problema en el que estamos obstaculizados como analistas? Nos pensamos como seres individuales, cada uno intrínsecamente distinto a todos los otros, y a esa diferencia se la piensa originada en el cuerpo anatómico. Senos hace cada vez más evidente que nuestras características fundamentales como seres individuales nacen de nuestro cuerpo biológico. Es lo que propone el espíritu de la época. Por eso se destinan millones de dólares a la investigación en manipulación genética, es eugenesia positiva. Se invierten miles de millones de dólares en el genoma y se declara la década del cerebro. No niego, desde ejemplo, ya, que incida en la calidad de vida de alguien que padece, por conlleva un ideología esta una falla genética; lo que sostengo es que instala una efecto iatrogénico, un aumento de la pérdida de sentido e condición de la singular. el donde signo es cuerpo lógica para lo humano Connota nuestras existencias de un modo biologicista, individualista y nihilista. Además, favorece todo tipo de racismos, xenofobias y discriminaciones justificados biológicamente. ¿Cuál debería ser la posición del psicoanálisis al respecto? Les propongo revisarlo constantemente. Seguimos la próxima.

Continuaremos hoy con el análisis de algunas ideas de Le Breton referidas al problema de la concepción del cuerpo en nuestra cultura y en nuestra práctica como psicoanalistas. Antes, les propongo tener en cuenta que los autores que hemos analizado durante este curso, Jacques Lacan, Marcel Mauss, Michel Foucault, Norbert Elias, Eric Dodds, Alain de Libera, Jacques Le Goff, Nicolas Truong, Émile Durkheim y David Le Breton, coinciden en un punto de especial interés para nosotros: el cuerpo no es un ente en sí mismo sino un constructo sociocultural; una concepción opuesta ala que prevalece en Occidente. Como analistas no debemos olvidar que el sistema conceptual freudiano sobre el cual se desarrolló el psicoanálisis está sostenido en la idea del cuerpo entendido como un ente real. El lacanismo afirma que lo fundamental de la clínica psicoanalítica es lo no significantizable: lo real, lo imposible de decir, que representa al paciente en su esencia misma la cual proviene de la sustancia viva de su cuerpo biológico. Lo llaman pulsión y/o goce. Les propongo un paradigma , puesto, si no se lo acepta no contaremos con la teoría necesaria para inscribir conceptos tales como: A, objeto a y $. Sin embargo el modelo con el que operan los autores que hemos citado resulta incompleto, a falta de distinguir entre el A, el A y el Otro (la encarnadura que asha ua entre ambas funciones). Es en la estructura de estas diferencias que se localiza el lugar específico de la clínica psicoanalítica. Tampoco le otorgan al lenguaje el lugar fundamental que le asigna Lacan, quien, ña lo plantea con una estructura lógico matemática. El además, problema el es siguiente: los psicomalistas no admiten estas diferencias ni este planteo, y así no pueden proponérselas a las otras disciplinas en el interenmbio y

£

14, (2003). Op. cit, Las formas elementales de la vida religiosa 203, Durkheim, Libro segundo, pie de pág. 422.7

dl

£

»

La cadena borromea como solución posible al problema de la identificación ...

No hay sustancia corporal

Con «A» Lacan indica la batería del significante, el sistema de elementos (diferenciales últimos) y sus leyes específicas (sustitución y combinación) constitutivos del lenguaje, la cultura y las instituciones de un contexto social específico; con «A», el lugar de la verdad y la lógica que es siempre incompleto por estructura —Lacan lo designa tesoro— y, finalmente, «Otro», los personajes que han representado y representan la autoridad y la incompletud del «A» y del «A» en cada caso particular. Piensen si vuestros pacientes consultan por la barra que cae sobre el A, si es de eso que deberían curarse o si es por conflictos que les resultan insolubles de su historia, familia, trabajo, amistades, parejas, etc. ¿Ustedes creen que quienes son llamados neuróticos no toleran la estructura pero los psicoanalistas sí? Los colegas pretenden curar a los pacientes de la estructura. Como si fuesen personas débiles que no soportan el modo de las cosas. Creo más bien lo contrario. «Neurótico» es quien se anima a preguntar y consulta a un psicoanalista para poner a trabajar esa pregunta que lo atañe a él, a sus otros/Otros e incluso a la estructura en forma «inmixionada». Todavía los psicoanalistas no le hemos podido transmitir a las ciencias sociales por qué en nuestra clínica concebimos una realidad dividida en tres; debido a que las ciencias sociales trabajan con dos — lo particular y lo social— y nosotros lo hacemos con tres: el Otro, el A y el A respecto de un sujeto, $. No lo hemos podido hacer debido a que en nuestro campo específico no se lo ha admitido aún. -

Cuando utiliza el término «simbólico» Le Breton condensa «sociedad», «cultura» y «lenguaje». En la página 65 comienza un apartado que se llama «Acerca de la eficacia simbólica», donde cita a Claude LéviStrauss, aunque su fundamentación es psicoanalítica freudo-lacaniana. Allí afirma: El cuerpo es una realidad que cambia de una sociedad a otra, las imágenes que lo definen, los sistemas de conocimiento que buscan elucidar su naturaleza, los ritos que lo representan socialmente, los resultados que alcanza, son sorprendentemente variados, incluso contradictorios, para nuestra lógica aristotélica, que excluye las terceras vías. El cuerpo no es una colección de órganos y de funciones dispuestas según las leyes de la anatomía y de la fisiología, sino ante todo una estructura simbólica.?05

Éste es el equívoco que intentaré despejar con ustedes. En psicoanálisis se plantea a la «sociedad», la «cultura» y el «lenguaje» como lo simbólico. Se está pensando con una lógica individualista y con el dualismo de la lógica aristotélica (tercero excluido), como sostiene Le Breton. Incluso utilizan una lingúística no científica. Volvamos a la cadena borromea con la que iniciamos el curso: 1.

Existe otro problema que tenemos que establecer. En Antropología del dolor y Antropología del cuerpo y la modernidad Le Breton utiliza permanentemente conceptos como «represión», «desmentida», «inconsciente», «retorno de lo reprimido», etc. Este autor toma al psicoanálisis en la versión en que los psicoanalistas le transmitieron. Como se lee, por ejemplo, en la página 55 de Antropología del dolor donde hay una llamada a pie de página que dice:

Consistencia

Cuerpo entido

jA a

Muerte R.

Ex-sistencia

S.

Agujero

Neologismo psicoanalítico freudiano-lacaniano.?%

Esta nota es de origen milleriano. Es una nota del traductor Daniel

Alcoba, quien supone que el psicoanálisis coincide con la versión freudo-

lacaniana.

204. Le Breton, D, (1999), Antropología del dolor Seix Barral, pie de pág. 66. 140

La estructura con la que operamos en la cadena borromea implica articulación inseparable de agujero, consistencia y ex-sistencia. Las líneas cerradas constituyen agujeros en los cuales habitan las existencias y las consistencias, Decir «lo simbólico» —y con eso se

la

205, Le

Breton,

D.

(1999). Op cit

p.

67

La cadena borromea como solución posible al problema de la identificación ...

No hay sustancia corporal

vive en inmixión de Otredad (con A funcionando como 4, con el Otro que es su encarnadura y con los otros). Ése es el lugar específico del psicoanálisis entre las disciplinas modernas: distinguir cómo la estructura de las estructuras elementales de la sociedad y la cultura, el lenguaje y el objeto de valor (el objeto a) existen en determinada historia en una condición particular: un sujeto, establecido según un dispositivo específico, el psicoanálisis. La comunidad analítica lacaniana en general ha operado —coincidiendo con el psicoanálisis freudiano— con una lectura inversa, convirtiendo al parlétre en un «ser que habla» o un «cuerpo que habla» y que, con sus palabras, no puede expresar ni el goce ni las pulsiones. En los casos que tenemos que atender en nuestra clínica, encontramos regularmente la siguiente configuración: sobre el fundamento de A, que implica $3, las fallas históricas del Otro —éticas, morales, penales, desiderativas, etc.— son asumidas como si fuesen propias. Es

piensa en las palabras, el sistema de ideas, etc.—no permite comprender la lógica que propone Lacan, en la que se distinguen y se articulan tres registros de un modo absolutamente nuevo. Lo simbólico no son las palabras sino el agujero producido por el bucle entre los significantes Sy y So (el intervalo); lo imaginario no son las imágenes y las fantasías sino lo que hace consistencia (en nuestra cultura el cuerpo biológico propio y del prójimo); lo real no es lo tridimensional, visible o tangible, sino las existencias postuladas por la ciencia (lo imposible lógico matemático). Es evidente que Lacan ha subvertido los conceptos llevándolos a acepciones absolutamente nuevas, opuestas al sentido común y contrarias a la lógica que sostiene la obra de Freud. Continuando con Le Breton: El cuerpo no escapa a la condición que hace de toda cosa propia del hombre el efecto de una construcción social y cultural, en el interior de límites infinitamente variables. No existe una naturaleza del cuerpo, sino una condición del hombre que implica una condición corporal que cambia de un lugar y un tiempo y a otro.?

una operación engañosamente respaldada por la barra estructural que cae sobre 3 confundida con una que correspondería al yo y es el modo en que se introducen la impotencia y la culpa en la clínica psicoanalítica bajo un formato individualista. Voy a citar unas líneas del primer capítulo de Antropología del cuerpo y la modernidad donde Le Breton presenta la idea que venimos siguiendo en estas reuniones. Se titula Lo inaprehensible del cuerpo:

existe una naturaleza del cuerpo», pero los psicoanalistas creen que sí, lo llaman pulsión o goce. Lacan propone, justamente, que «cuerpo» es lo que brinda consistencia imaginaria. Se trata de las diferencias que se inscriben como diagnóstico de nuestras época y cultura. Para otras podrían brindar consistencia la divinidad o el grupo social. Que la biología existe es inobjetable, pero en psicoanálisis el cuerpo no tiene relación alguna con la naturaleza, o sea, con la sustancia viva y sus fenómenos. ¿Por qué «vida» en la cadena borromea designa al agujero de lo real en la sección que no se articula ni a lo simbólico ni a lo imaginario? Si lo real es lo imposible, ¿qué es lo que funciona como imposible para nosotros? La «vida» es un concepto científico imposible de definir para la biología, tal como Lacan lo afirma en La tercera, su conferencia de 1974 en Roma.” En estas reuniones les estoy presentando desarrollos de sociólogos, antropólogos e historiadores que estimo necesarios para discutir la idea de que sociedad y cultura son ideales y que el individuo biológico el es real. En psicoanálisis no operamos con individuos, ya que parlétre «No

Op. cit, Antropología del dolor, p. 65, 206. Breton, y 207, Intervenciones textos 2,(1988), pág 78 y suba, Manant nl, Le

D.

Las representaciones del cuerpo y los saberes acerca del cuerpo son tributarios de un estado social, de una visión del mundo y, dentro de esta última, de una definición de la persona. El cuerpo es una construcción simbólica, no una realidad en sí mismo. Aquí ya está enunciada la posición que sostiene a lo largo del libro que intento restablecer en psicoanálisis: el cuerpo no es una realidad en sí misma. Debería servirnos para curarnos del prejuicio de que el cuerpo anatómico es lo real. En el texto de Le Breton encontramos: y

El cuerpo parece algo evidente, pero

inaprehensible que 208, Le Breton,

enerpo

(1999),

Buenos Aires

y

209, Ibid,

dl

D,

(1995), Lo

la modernidad, p.

14

nada es, finalmente, más

él,299

p.

18

innprehonsible del cuerpo. En: Antropología del

La cadena borromea como solución posible al problema de la identificación ...

No hay sustancia corporal

La actual explosión de saberes sobre el cuerpo que convierte a la anátomo-fisiología una teoría entre otras, aunque sigue siendo la dominante, denota otra etapa del individualismo, la de un repliegue aún más fuerte sobre el ego: la emergencia de una sociedad en la que la atomización de los sujetos se convirtió en un hecho importante; atomización que se soporta, se desea, o es indiferente.

Es inaprehensible debido a que el Big Bang del lenguaje y del discurso hace que las vivencias directas provenientes del cuerpo biológico se pierdan definitivamente para todo sujeto. Le Breton trata de establecer una salvedad al «Yo soy mi cuerpo», que en nuestra sociedad y cultura resulta obvio. «Parece algo evidente», ahí está la clave. Citaré ahora extensamente un pasaje que apunta hacia la misma dirección:

Esto es lo que N. Elias designa «sociedad de individuos». Lo sorprendente es que lo sostengan los psicoanalistas, practicantes de una disciplina que, paradójicamente, se funda en una práctica en transferencia, o sea, en inmixión de Otredad pero suponen al cuerpo como real y al goce como autista provenientes de la sustancia viva.

Nunca es un dato indiscutible sino el efecto de una construcción social y cultural, La concepción que se admite con mayor frecuencia en las sociedades occidentales encuentra su formulación en la anatomofisiología, es decir, en el saber que proviene de la biología y la medicina. Está basado en una concepción particular de la persona, la misma que le permite decir al sujeto «mi cuerpo», utilizando como modelo el de la posesión. Esta representación nació de la emergencia y del desarrollo del individualismo en las sociedades occidentales a partir del Renacimiento [...]. Las cuestiones que vamos a abordar en esta obra implican esta estructura individualista que convierte al cuerpo en el recinto del sujeto, [...]?1

Este es un rasgo muy significativo de las sociedades en las que un hecho estructurante [...]2

el individualismo es

En esta cita se destaca al individualismo como un «hecho estructurante», con consecuencias en el modo que pensamos, vivimos y padecemos. Le Breton eleva el individualismo moderno a un determinante fundamental de la estructura social de Occidente, a diferencia de otros autores, quienes le asignan ese lugar al capitalismo, la religión cristiana, la democracia 0 la ciencia.

La cita nos remite al análisis que hicimos con las ideas de Durkheim (capítulo 8). Todos estos importantes autores coinciden en criticar el biologicismo y el individualismo de nuestro tiempo; les propongo articularlos al nihilismo y a la concepción del tiempo como existiendo sólo en presente. En psicoanálisis estos prejuicios operan con mucha fuerza, ya que para Freud constituían una verdad indiscutible. El texto continúa así:

En estas sociedades, eñ efecto, la iniciativa se revierte mucho más sobre los sujetos o sobre los grupos, que sobre la cultura que tiene una tendencia a convertirse en un mero marco formal. Presenciamos hoy una aceleración de los procesos sociales sin que haya un acompañamiento de la cultura.22

lugar de sus límites y de su libertad, el objeto privilegiado de una elaboración y de una voluntad de dominio. [....]

el

Presten especial atención a que

es un hecho cultural.

Si habito dentro de mi cuerpo debería poder dominar eso que es lo mío. Le Breton coincide con Lacan —sin saberlo, ya que estas concep: ciones no fueron difundidas por los discípulos de este último— en que el cuerpo es imaginario, esto es: engaño, yo individual, voluntad de dominio y agresividad. La cita prosigue así: 210, Lo Breton, 144

D.

(1995), Op.cit.

p.

lo oculto es

que el individualismo

Es posible descubrir un divorcio entre la experiencia social del agente y su capacidad de integración simbólica. El resultado es una carencia de sentido que, a veces, hace difícil la vida.23

Ibid,p. 14 212. Ibid, pp. 14-15 213, Ibid, p. 15 211,

14

4l

No hay sustancia corporal

Le Breton acentúa que el estado de individualismo en el cual vivimos nos hace creer y, consecuentemente, sentir que existimos como expresión de un cuerpo biológico, produciendo un vacío de sentido y empujándonos al nihilismo. Observen el modo en que plantea la diferencia entre Occidente y otras sociedades y culturas:

En las sociedades tradicionales, de composición holística, comunitaria, en las que el individuo es indiscernible, el cuerpo no es objeto de una escisión y el hombre se confunde con el cosmos, la naturaleza,

y la comunidad.?'*

Esto es visible, por ejemplo, en las ceremonias a la Pacha Mama que se realizan en el norte argentino, en Bolivia, en Perú, etc.; allí la inmixión con la naturaleza no produce la sensación de ser uno mismo y habitar dentro del cuerpo anatómico. Articulemos lo anterior a la clínica. Si el cuerpo es lo real, evidentemente la vida no tendrá sentido, por la sencilla razón de que en biología no hay lugar para el significado o el sentido. Pero si el inconsciente está estructurado como un lenguaje, si no hay Sujeto sin Otro ni A, si uno recibe su propio mensaje en forma invertida desde el Otro, si el deseo del hombre es el deseo del Otro, si la pulsión es el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir, entonces el sentido es el origen y el fin de la cura psicoanalítica, en plena relación al objeto a, creado por Lacan para rectificar precisamente la posición biologicista de este problema, El objeto a es la resultante de la inmixión de Otredad productora esta última de una nueva dimensión del valor que no se puede realizar por fuera del campo del Otro, aunque ya tampoco puede ser coincidente con los valores sociales; es requerido para su concepción operar con tres instancias. Si habitamos en el interior de un cuerpo biológico y nos esforzamos en encontrar libertad en la satisfacción del mismo, habrá una merma de sentido. Para nosotros las ideas, los rituales y las prácticas sociales poseen menos sentido que para las comunidades holísticas, ya que en éstas tanto la sociedad como la cultura se vivencian como fuente de valores y de sentidos tanto internos como externos en forma indife 214. Le Breton, D. (1995), Op. cit, Lo inaprehonsible del cuerpo, En: Antropología del cuerpoy la modernidad, p. 22

La cadena borromea como solución posible al problema de la identificación ...

renciada. «Holístico» es una forma en que Norbert Elias designa las posiciones no individualistas y biologicistas de sociedades no occidentales. ¿Por qué son holísticas y no comunitarias?, porque también tienen valor la tierra, la lluvia, el sol, los animales y las plantas. En gran medida el nihilismo en el que vivimos es consecuencia del biologicismo y el individualismo que nos propone que existimos como epifenómeno de la sustancia viva. Así es como Freud formuló su aparato psíquico, las pulsiones y las vivencias fundamentales singulares. Los tres de Lacan no pueden ser pensados en el interior de nadie, tampoco en el exterior. Voy a leerles algunos fragmentos de un artículo de Teresita Ferrari, autora de Soy sola. Fíjense que no dice «estoy sola». Se lo plantea ontológicamente; lo mismo se tiende a afirmar en los textos de los psicoanalistas. En este artículo se afirma: La palabra soledad significa «con sol adentro».215 Esto me parece erróneo. En el diccionario etimológico de Corominas figura que «sol» proviene del latín solis, mientras que «solo» viene del latín solus.?'s La cita de Ferrari continúa así: A muchos, solo nombrarla los estremece. Tiene una carga histórica llena de negrura y sordidez a pesar de un significado luminoso. La realidad marca que los que la aceptaron, más allá de las marcas negativas, son millones en todo el mundo, tal vez un grupo más importante en números que el de los fans de fútbol. Este colectivo crece día a día, en Europa más de 170 millones de personas tienen hogares mono parentales. El Censo Nacional realizado en la Argentina en octubre de 2010 mostró que cuatro de cada diez porteños vive solo, en su mayoría por elección.

Es la primera vez que leo en un medio de difusión masiva —no leí ninguna crítica posterior— la idealización de vivir solo, siendo una rausa más que probable de malestar, sufrimiento, enfermedad y muerte prematura, 215. Ferrari,T. Ya le hemos perdido el miedo ala soledad. 9/7/2011. Disponible en: www.clarin.com/perdido-miedo-soledad, 216, Corominas, J. y Pascual, J. A, (2002), Diccionario crítico etimológico castellanoe hispánico, Vol, Y. REX, Madrid: Gredos. p, 295,

No hay sustancia corporal

Ser single en este mundo ya no es un sino trágico sino más bien una opción. [...] los solos están eligiendo no cumplir con mandatos [...]

Muchos hicieron ese camino y finalmente quisieron tener todo

el espacio

para sí.

Ferrari plantea que la sociedad y la cultura promueven mandatos. En este caso, se trataría de «vivir junto a otro». Y la soledad es entendida como la liberación respecto del mandato socializante. Califica a la soledad como una chance liberal; la libertad de quienes rompen con el mandato para darse «plenitud a sí mismos». Es notable el engaño. «Vivir solo» también es un mandato, quizás el gran mandato moderno, pero todavía funciona como ganancia de libertad frente al mandato social coercitivo.

La cama grande toda entera, silencio a la hora del desayuno, libertad para irse de vacaciones [...]

Teresita Ferrari no distingue entre A, Otro y otro. Tampoco se trata de criticarla especialmente; los psicoanalistas sostienen por doquier que, en realidad, no hay Otro y que el goce es autista. Debemos evaluar si este sistema de ideas no constituye una causa de muchas demandas de análisis recibidas por problemas de sinsentido de la vida. Quizás de lo que se trata más radicalmente es que nos encontramos con problemas de pacientes que no le encuentran sentido a la vida, no por tener las necesidades cubiertas o por un trauma en el origen, sino porque se satisface cada vez más el ideal de libertad individual supuestamente originado en el factor corporal anatómico. En el segundo siglo de nuestra era el cristianismo sostuvo figuras de aislamiento individual; Jerónimo Bosch produjo una pinturas muy bellas sobre ermitaños y anacoretas. Algunos santos se hicieron ermitaños para ser más puros; se retiraban de la sociedad para recuperar el verdadero espíritu y volver impolutos a la sociedad. Hoy nos encontramos con la contundencia del «soy solo», donde el factor de individuación es el cuerpo que se ve reforzado con cierto rechazo al otro y al Otro. Esto produjo, entre otros efectos, una epidemia de dolor crónico, ya que en esta perspectiva, que crítico, en lugar de vensar, decir y sentir no quiero» padecemos «me duele >

14H

y

La cadena borromea como solución posible al problema de la identificación ...

Cabe, finalmente, hacer una observación: los argumentos de Le Breton proponen: que la máquina individualista surgió con el Renacimiento. Creo, sin embargo, que se trata de una historia mucho más larga. En Ensayos sobre el individualismo*!?” Dumont plantea una genealogía del individualismo. Está muy bien argumentado el salto renacentista, pero el individualismo occidental tiene un férreo anclaje originado en el alma cristiana, que, a diferencia del alma judía, es individual. El buen cristiano se salva a sí mismo. Los profetas judíos, hasta Cristo, proclamaban la idea de un alma colectiva. Incluso antes, en la filosofía griega, ya se ven claros índices de propuestas individualistas. La paradoja que les presenté la vez pasada, muy bien trabajada por Norbert Elias, es que Teresita Ferrari desconoce que su «soy sola» es un ideal social moderno, no la conquista de una libertad esencial. Los tres de Lacan, incluso los cuatro de la cadena borromea, brindan la posibilidad de concebir estos problemas sin necesidad de caer en individualismo, biologicismo, nihilismo y tiempo presente, como tampoco en culturalismo al dar cuenta de la condición particular articulada en los tres registros y en inmixión de Otredad. Seguimos la próxima que será la última reunión de este ciclo.

217.

Dumont, Louis

(1987),

Ensayos

Madrid: Alianza, sobreel individualismo, 149

X.

El origen y la causa del sujeto. Nikolas Rose, Elsa Coriat y Jacques Lacan

Hemos llegado al último encuentro del curso, durante el cual concluiremos el análisis de la pregunta que se ha ido formulando a lo largo del mismo: ¿es el sujeto un epifenómeno del cuerpo biológico o es necesario primero postular la existencia del discurso, el lenguaje y el sujeto y luego su asociación a un cuerpo sensible? En este encuentro reflexionaremos sobre algunas citas del sociólogo Nikolas Rose —miembro del movimiento foucaultiano anglosajón— y, posteriormente, de Elsa Coriat, psicoanalista lacaniana argentina de extensa y reconocida trayectoria. Les recomiendo, además de los textos que analizaremos hoy, un artículo de Rose titulado ¿La muerte de lo social? en el cual opone lo social a lo comunitario, como dimensión asociada a la muerte de lo social. En Las políticas de la vida. Biomedicina, poder y subjetividad en el siglo XXT5 Rose sostiene: Mi análisis no se ocupa de lo que los seres humanos son sino de lo que piensan que son: la clase de seres humanos que creen ser [...].Y sugiero que cada vez más nos relacionamos con nosotros mismos en cuanto individuos «somáticos», es decir, como seres cuya individualidad se encuentra anclada, en parte al menos, en nuestra existencia carnal, corporal, y que se experimentan, se expresan, juzgan y actúan 218, Rose, N, (2007), ¿La muerte de lo social? Re-configuración del territorio N* 5, pp. 111-150, de gobierno, En: Buenos Aires: Revista Argentina de 219. Rono,N, (2019), Las de la vida, poder y subjetividad enel aglo XXP La Plata Eclitorial Univormitaria,

Sociología

políticas Biomedicina,

161

El origen y la causa del sujeto

No hay sustancia corporal

sobre sí mismos, en parte, en el lenguaje de la biomedicina. Discursos oficiales sobre la promoción de la salud, relatos de la experiencia de la enfermedad y el sufrimiento en los medios masivos de comunicación, discursos populares sobre alimentación y ejercicio físico: todos exhiben un énfasis en la reconstrucción personal mediante la acción sobre el cuerpo en nombre de un buen estado que es a la vez corporal y psicológico. Ejercicio físico, dietas, vitaminas, tatuajes, piercing, drogas, cirugía estética, reasignación de sexo, trasplante de órganos: la existencia corporal y la vitalidad del yo han devenido sitio privilegiado de experimentación con el yo. Esta somatización de la ética se extiende a la mente.

Les propongo —lo que se ha convertido en mi objetivo en la difusión y práctica clínica como psicoanalista— un rechazo frontal a la «somatización de la ética que se extiende a la mente», que es el proyecto general de las neurociencias, desde hace más de medio siglo, Al respecto, es oportuno leer Sociobiología?”” de Edward Wilson, libro fundante de muchas de las posiciones biologicistas de la mente. Continuemos con Rose: Durante los primeros casi sesenta años del siglo XX, los seres humanos llegaron a comprenderse como individuos habitados por un profundo ámbito psicológico interior y se evaluaron y actuaron sobre sí en función de esa creencia. Pero durante el último medio siglo, ese ámbito profundo empezó a quedar aplanado, desplazado por la asignación directa de correlaciones entre la cualidad de ser humano y sus males, y el cuerpo o cerebro, que de ese modo deviene el objetivo principal del trabajo ético. Estimo que se refiere a Freud y su «aparato psíquico» luego relegado por lo pulsional en un movimiento iniciado por Freud en 1920 y que se consolidó a partir de ese momento. La orientación psicoanalítica lacaniana asumió la misma orientación tras el fallecimiento de Lacan, A partir de ese momento se postuló como principio general un goce proveniente del interior del cuerpo anatómico que el significante no logra capturar. 220. Wilson, E,

O,

(1980), Soctobrología, La nueva sintesin Barcelona: Omega

:

Quiero citarles un fragmento de la entrevista a Rose publicado en la Revista de cultura El foco es hoy cómo operar sobre el cuerpo más que sobre las almas o las conciencias. El texto parafrasea una afirmación de M. Foucault del capítulo 6 de La vida de los hombres infames, donde plantea que en la actualidad, al menos en nuestra cultura, se ha pasado de una teocracia a una somatocracia.?? El problema radica en que, aceptando esta tendencia, el psicoanálisis lacaniano desde hace treinta años, conduce a los pacientes a que se adapten o se amiguen con los efectos de este tipo de ideas consideradas fenómenos reales. Intentaré demostrárselos analizando algunas afirmaciones extraídas de un artículo de la psicoanalista Elsa Coriat,?s titulado Apuntes acerca de los primeros tiempos, respondiendo a la propuesta temática de la revista Imago Agenda: Constitución subjetiva,” tema central de nuestro recorrido: la relación temporal entre el sujeto del inconsciente y el cuerpo anatómico. El grafo 1 [...], donde todavía no está presente el moi, necesariamente corresponde al tiempo previo al estadio del espejo. Hay un sujeto barrado, pero ubicado en el lugar donde más adelante se instalará el Ideal del Yo (abajo, a la izquierda). En el lugar donde más adelante se ubicará el sujeto hay, por ahora, una A cargada de un misterioso silencio.

Estimo que E. Coriat se refiere al «silencio de las pulsiones» de Freud. Recuerden que para Lacan antes de las pulsiones, en el sentido del psicoanálisis, debe ya estar operando el significante articulado. Incluso, según él, el gozo mismo requiere del antecedente del juego del signifi221. Rose, N. (2007). La somatización de la ética. En: Revista Ñ (3/9/2011). 222. Cf. Foucault, M. (1996). La crisis de la medicina o la crisis de la antimedicina. En: La vida de los hombres infames. La Plata: Altamira. 223. Psicoanalista de la Escuela Freudiana de Buenos Aires y miembro fundador de la Fundación para el estudio de los problemas de la infancia. Las ideas aquí comentadas de E. Coriat pueden leerse en una fuente más y mejor argumentada, con idóntica orientación, en El psicoanálisis en la clínica de niños pequeños con grandes problemas, ed, Lazos, Ciudad de Buenos Aires, 2006. 224, Corint, E, (2011), Apuntes acerca de los primeros tiempos. En: 7mago Agenda N* 162, Buenos Airer: Letra Viva

No hay sustancia corporal

cante. Para Coriat, como para el

psicoanálisis de niños en general, se parte de un cuerpo biológico y luego adviene el sujeto. Lo que sigue es el núcleo del problema: Podemos considerar a esta A como el organismo —es decir, el cuerpecito real del bebé— «el pez en su nado vivo», que es enganchado por el anzuelo significante del Otro.

Adviertan el uso del término «real». ¿Por qué «el cuerpecito real del bebé»? ¿No alcanza con «cuerpecito»? Lo entrecomillado que aparece en la cita es una frase de Lacan de Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano. Veamos lo que afirma Lacan: He aquí lo que podría decirse que es su célula elemental (cf. grafo 1). Se articula allí lo que hemos llamado el punto de basta por el cual el significante detiene el deslizamiento, indefinido si no, de la significación. Se supone que la cadena significante está soportada por el vector «S.S». Sin entrar siquiera en la fineza de la dirección retrógrada en que se produce su cruzamiento redoblado por el vector 4.8, véase únicamente en este último el pez que engancha, menos propio para figurar lo que hurta a la captación en su nado vivo que la intención que se esfuerza en ahogarlo en la onda del pre-texto, a saber, la realidad que se imagina en el esquema etológico del retorno de la necesidad.”

Coriat sostiene lo que Lacan describe aunque en sentido inverso. Imagina una realidad etológica de un pre-texto que Lacan critica. Reflexionemos sobre la interpretación que hace Coriat del texto, que tiende a ser la más compartida entre los psicoanalistas de niños: En el cachorrito humano hay una prematurez que posibilita y casi exige la alienación, pero no nace alienado.??s

225. El Seminario, Libro 17. Paidós. Buenos Aires. p. 191. 226. Ibíd. 227. Lacan, J. (2010). Op. cit. Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano. En: Escritos 2. p. 766, 228, Coriat, 15, (2011), Op: cit, Apuntes ncorca de los primeros tiempos 16d

El origen y la causa del sujeto

Como el bebé (el «cachorrito») no es autónomo necesita de la mamá, quien lo aliena con sus determinaciones. Pero Lacan en el párrafo citado por la colega, y en todo su grafo del deseo, parte del bucle significante S1 Sa, planteado como el origen de toda significación. E. Coriat continúa afirmando: La alienación —la alienación al Otro, se entiende— es una operación que depende de los actos del otro que ejerce función materna. [...] Sólo aprés coup el sujeto podrá decir: «yo elegí instalarme en el Otro» —paradojalmente sólo podrá decirlo con pertinencia recién una vez que ya se haya decidido por la separación—.?9 La separación del Otro es planteada por Coriat como separarse de aquello que al niño lo tiene atrapado y por fuera de su ser auténtico, que, entonces, provendría de la naturaleza de su anatomía.

Mientras tanto, es decir, como mínimo durante esos primeros seis meses, conviene teorizar al bebé como un puro objetito sometido absolutamente a la acción del otro —acción del Otro que

lo escribe—.*9

La palabra clave es «absolutamente», aunque «puro objetito» también llama la atención por «puro». Esta posición es la que sostienen en general los psicoanalistas lacanianos, en especial los psicoanalistas de niños. Por ejemplo, Alba Flesler, otra muy prestigiosa psicoanalista con vasta y aquilatada experiencia en clínica de niños, en su texto El niño en análisis y las intervenciones del analista” también sostiene que al comienzo está el Otro y que hay que separarse de él. Citaré un párrafo más del texto de E. Coriat: Aclaremos, por las dudas, que si bien conviene teorizar al bebé como objeto lo que no conviene en absoluto es tratarlo como tal. Para que allí aparezca alguna vez un sujeto en lo real [...]??

229, Ibid. 230, Ibíd, 231, 2392.

Fleslor, Ibfc,

A, (2007), Paidós.

Buenos Aires.p, 36.

166

No hay sustancia corporal

La autora aclara aquí que no hay que confundir al recién nacido con el adulto porque todavía no hay sujeto en lo real; con lo cual se deduce que para ella primero hay cuerpo biológico y luego advenimiento del sujeto, pero ¿qué querría decir con «en lo real»?. Es un axioma que trae importantes consecuencias en psicoanálisis, además de no coincidir con el planteo de Lacan. Coriat no admite lo que Lacan sostiene al respecto: Antes de cualquier promoción de ente alguno por un 1 singular, de lo que lleva la marca, desde ese mismo momento se establece el efecto del lenguaje.

Además, Coriat al sostener un comienzo en el organismo, cae en varias contradicciones: Para que allí aparezca alguna vez un sujeto en lo real es imprescindible suponerlo como tal desde el principio. Además —valga la obviedad— es necesario no sólo que el otro lo suponga sino que el organismo «se entere» que el otro lo supone. ¿Cómo «se entera» de esto el pequeño organismo vivo? Las acciones del otro dejan huella; huella mnémica dirá Freud; marca, trazo, incluso letra, dirá Lacan. En mi «Proyecto de neurología para psicoanalistas» decía: «Me interesa que reparemos en que el significante escrito, cualquiera sea la condición particular de su escritura, desde el punto de vista de su materialidad física, presenta una diferencia radical con el significante hablado: mientras que a las ondas sonoras se las lleva el viento [...]?**

Para esta autora a los «significantes hablados» se los lleva el viento, a diferencia de los «significantes» que se escriben en la carne del cuerpo biológico. Son diferencias que propone ella, no Lacan. Coriat no reconoce que el valor del significante, no de la palabra —que es a lo que se refiere—, deriva de la repetición de la cadena significante en inmixión de otredad y Otredad. Confunde huella mnémica de cosa, que no es de palabra, según el propio Freud, con marca, trazo, letra y significante, Continúo con la cita: 233, Lacan J,, Le Seminaire, Livre 17, staferla, p, 268 234, Corint, 1%, (2011), Op. cit, Apuntes aceren de los primeros tiompor, 156

El origen y la causa del sujeto

mientras que a las ondas sonoras se las lleva el viento —siempre y cuando no queden registradas, escritas, en un grabador o en un cerebro— la escritura se caracteriza por implicar una modificación permanente en la materia «tangible».?35 [...]

Según esta colega, el cuerpo es real porque se maneja con la definición de «real» como lo «tangible» por ejemplo: un grabador o un cerebro. Para Lacan, el «retorno al mismo lugar» implica el surgimiento de lo real, pero en el sentido de la ciencia moderna. Ésta surge cuando se establecen las órbitas de los planetas; esto es cuando puede establecerse y calcularse que los planetas vuelven al mismo lugar. He ahí el advenimiento de lo real como consecuencia de esta geometrización del espacio cosmológico, en especial luego de plantearse que la órbita de los planetas, a pesar de todas las apariencias, es elíptica. Este movimiento científico culmina en su primera vuelta con la ley de la gravitación universal de Newton. Tomo un solo ejemplo del Seminario 7, para recordar en su propia letra cuál es su posición: Así la exigencia primera que nos hizo, a través de la historia, surcar la estructuración de lo real para hacer con él la ciencia, supremamente eficaz, pero también supremamente decepcionante, esa exigencia primera que es la de das Ding —encontrar lo que se repite, lo que retorna y nos garantiza que retorna siempre al mismo lugar— nos ha impulsado hasta el extremo en el que estamos, en el que podemos cuestionar todos los lugares y donde nada ya en esa realidad, que hemos aprendido a conmocionar tan admirablemente, responde a ese llamado de la seguridad del retorno.

Es claro que no es la referencia que se toma en general entre los analistas lacanianos, para quienes lo real coincide con un cuerpo tridimensional que aloja una escritura indeleble y choca contra otros.

¿Recuerdan que Rose destacaba cómo el discurso de la biomedicina construye un yo somático que se apoya en el cuerpo o el cerebro como soporte real? Estamos cuestionando esa posición. He aquí cómo sigue el texto de esta colega:

2356, Ibid, 236, Lnenn, J

(1988), Z7

Seminario. Libro

7,

Buenos Aires: Paidós,

p. 94,

167

No hay sustancia corporal

Cuando esa modificación en la materia deja de permanecer, ya no queda nada escrito, se ha borrado. Me refiero a la materialidad concreta de la tinta que se distribuye sobre el papel, a las concavidades que quedan en el granito cuando en él se han tallado las letras, a las crestas y valles del surco de la placa discográfica que lee la púa, [...]?*7

Coriatincluso opera con «materia» entendida de forma intuitiva: «toco madera», «los pies en la tierra», «a las palabras se las lleva el viento». La ciencia, desde fines del siglo XTX y cada vez más, opera con nociones de lo real que ya no coinciden con lo visible y lo tangible: ondas, campos, E=m. e? (donde energía y masa son equiparadas), dualidad onda-partícula, supercuerdas, etc. En psicoanálisis, salvo Lacan, no se ha incorporado plenamente el universo de lo virtual ni siquiera luego de la invasión de las computadoras y los teléfonos celulares como podrán leer si avanzan con el artículo al hallar los sintagmas «persona real» y «materia física», En una nueva cita encontramos: Las huellas mnémicas de los primeros meses [...] se inscriben sobre el papel del sistema nervioso central (no podría ser de otra

manera) Se

[...]238

trata de una petición de principio: se escribe sobre las neuronas

del sistema nervioso. En mi práctica como analista opero con la lógica de un saber no sabido pero existente, inscripto en el A, que es el campo virtual del lenguaje, del discurso, de la verdad y la lógica; no en el cerebro. Éste es, para mí, un buen ejemplo tomado de una colega, a la que no le crítico su posición sino que aprovecho su texto para oponer lógicas que establecen direcciones de la cura muy diversas, todas ellas psicoanalíticas de pleno derecho y con indudables efectos terapéuticos, pero con distintas orientaciones. Ni siquiera afirmo que alguno de los argumentos sea necesariamente correcto, sólo destaco las diferencias para que adviertan la importancia y la necesidad de hacer una elección en función de una crítica racional de los supuestos teóricos de base, Uno de los mayores problemas de la pérdida de la enseñanza de Lacan que se verifica en cómo se utilizan sus conceptos es en las opera 237, Coriat, E, (2011), Op. cit. Apuntes acerca de los primeros tiempos, 238, Ibíd, 168

El origen y la causa del sujeto

ciones de causación del sujeto: «alienación» y «separación». No sólo porque hay una teoría social muy aceptada entre nosotros respecto a dichos términos, sino porque a su vez hay una larga tradición de presentar estos conceptos en forma articulada en filosofía y en filosofía política; al menos en Hegel y en Marx,?39 Antes de concluir con este curso estimo que es importante que recuperemos la concepción novedosa de Lacan sobre ambos conceptos. «Alienación» y «separación» son incluso términos difíciles de traducir del alemán, lengua de la cual proviene su concepción. «Alienación» es la traducción de Entfremdung. En Posición del inconsciente está traducido al español como «enajenación», porque «enajenado» tiende a significar ser otra cosa y «alienado» es ser otro. Lo que Lacan está proponiendo con alienación no es «ser otra cosa», aunque el problema de la mismidad, por supuesto, está presente.

Mariano Díaz: En Heidegger también está teorizado, en términos

de existencia auténtica y existencia inauténtica.

A.E.: Sí, claro, en el futuro deberemos incorporar ese capítulo. Lacan evidenció conocer las teorías de Hegel y Marx y también las de Heidegger, En su enseñanza se trata de una teoría nueva, radical y esencialmente distinta, advirtiendo a sus alumnos que no utiliza «alienación» en el sentido de estar alienado al Otro, ni que «separación» sea separarse del Otro para ser uno mismo. El nivel de pérdida de la enseñanza de Lacan en este tópico es severo. Vamos a concluir nuestro recorrido sobre el tópico de las concepciones del cuerpo y, con el fin de reflexionar acerca de cuáles podrían ser las 239. Para hallar estas ideas en Hegel hay que localizar «conciencia desgraciada», Allí encontrarán las nociones de «alma bella», «ley del corazón» y «delirio de presunción» —tres modos o formas de la «conciencia desgraciada» en la Fenomenología del espíritu—, que Lacan incorporó a sus reflexiones muy tempranamente. También pueden encontrarlo en: (1982). La dialéctica del amo y del esclavo en Hegel. Buenos Aires: La Pléyade, donde Alexandre Kojéve lo explica extensamente. En Marx la teoría es más ingenua. En la producción «fordizada» de zapatos, aquél que está en la posición 38 y lo único que hace es martillar siempre en el mismo lugar, posee menos identidad de zapatero. Igualmente, para Marx el zapatero está perdido, cuestión que la izquierda habitualmente desconoce. Lo que Marx sostiene es que a nivel social se puede recuperar la identidad, porque el nivel de la producción comunista debo ser superior ala capitalista en cuanto ala distribución de la plusvalía

El

No hay sustancia corporal

posiciones al respecto en psicoanálisis, analizaremos un conjunto de citas de Lacan de «Posición del inconsciente»? provenientes de una intervención en un Congreso de 1960 que Lacan escribe en 1964.?*! Por cuestiones de tiempo no me detendré en las operaciones lógicas y la utilización que Lacan hace de la teoría de conjuntos, sólo les recordaré algo que choca de inmediato con nuestro sentido común: la «alienación» se articula a un «0» y la «separación» a un «y». Para una adecuada concepción del cuerpo en psicoanálisis es imprescindible conocer estas teorizaciones de Lacan. Lo citaré y glosaré extensamente : El sujeto, el sujeto cartesiano, es el presupuesto del inconsciente, lo hemos demostrado en su debido sitio. El Otro es la dimensión exigida por el hecho de que la palabra se

afirma en verdad. El inconsciente es entre ellos su corte en acto. ?? Cuatro afirmaciones axiomáticas de Lacan:

a. El sujeto es un presupuesto. b. El sujeto cartesiano es una existencia que adviene por pensar. Es el presupuesto del «pienso». e. La palabra no se afirma ni en hechos ni en objetos tridimensionales, sino en la verdad. Y la verdad tampoco se afirma en hechos reales o en objetos tridimensionales. Su materialidad es discursiva. d. El inconsciente no está dentro del sujeto sino entre el sujeto y el Otro.

El texto de Lacan continúa así: El inconsciente gobierna las dos operaciones fundamentales de la causación del sujeto. Operaciones que se ordenan en una relación circular pero por ello no recíproca.?3 240. Lacan, J. (2008). «Posición del inconsciente». En: Escritos 2. Buenos Aires: Siglo Veintiuno. 241. Las clases de El Seminario Libro 11 referidas a «alienación» y «separación» son de mayo de 1964, Es conveniente articular esas clases con «Posición del inconsciente», 242, Lacan, J. (2008). Op, cit, Zseritos 2, p, 798, 243, Ibíc, 160

origeny la causa

del

uni

Los procesos encadenados requieren de un tiempo circular Mali fue el argumento de Lacan que sus discípulos, en general, no pudieron admitir. Lo que se puede graficar así:

ART aho. alineación

o

,



DU separación

Reunión

y

Intersección

Para Lacan el inconsciente está antes que el sujeto porque lo encuentra gobernando» las dos operaciones de causación del mismo alienación y separación. Esto no es admitido por la comunidad paiconna lítica y trae aparejado un problema muy agudo respecto de la concopeión del tiempo en cuestión. Lacan requiere operar con un tiempo circular En cambio sus discípulos utilizan la flecha del tiempo; el tiempo de la evolución y la maduración. Continuemos con la nueva concepeión postulada por Lacan: =un

La primera, la alienación, es cosa del sujeto. En un enmpo do objetos, no es concebible ninguna relación que engendro la alionnción, si no es la del significante.2**

En general se supone que primero está el cuerpo real del bebó, Cuando Lacan dice que «la alienación es cosa del sujeto» está afirmando que primero está el sujeto, no el cuerpo biológico. También Lacan rechaza que primero haya un cuerpo tomado por el Otro como objeto y propone que «es cosa del sujeto», no del objeto. ¿Cuál es la relación que engendra al sujeto? La de la articulación significante: Un sujeto sólo se impone en éste [en el mundo] por la circunstancia de que hay en el mundo significantes que no quieren decir nada y que han de descifrarse.?'5 244, Lacan, J, (2008), Op. cit, Escritos 2. p. 799, 245, Ibid

El origen y la causa del sujeto

No hay sustancia corporal

Lacan define al significante de tal forma que no se lo confunda ni con la representación freudiana (la huella), ni con las palabras «a las que se las lleva el viento», ni con los símbolos de los estudios antropológicos y sociológicos, tampoco con el «significante» de la lingúística (todo lo que significa) sino como que «no quieren decir nada y han de descifrarse». En su enseñanza al conjunto de los significantes se lo designa con el matema «A», cuando es concebido como batería del significante y con el matema «A» al ser planteado como tesoro del significante; al primero no le falta nada y el segundo siempre es incompleto. Tanto la batería como el tesoro del significante se encuentran en pleno funcionamiento antes de las operaciones de alienación y separación. Para especificar mejor las concepciones de Lacan, se requiere distinguir entre dos modos de concebir al significante: a. Los significantes linguísticos, es decir, todo lo que significa (palabras, gestos, imágenes, símbolos de tránsito, etc.). b. Los significantes que el analista le oferta trabajar como tales al analizante. Aquellos que de su lectura del texto, ya sea por presencia o por ausencia, el analista interpreta que no quieren decir nada y es preciso descifrar.

significante juega y gana» significa que es el significante el que pone las fichas en juego. Y no solamente eso, sino que siempre gana. Aquí conviene distinguir, como ya les he propuesto, entre A, Á y el Otro en todas sus encarnaduras de autoridad posibles: la familia, la mamá, el papá, la pareja parental, el grupo de pertenencia social y cultural, etc. Estas figuras del Otro no están ubicadas todavía, como se lee en la siguiente cita:

Cuando ustedes separan del material clínico un término y apuestan a que no quiere decir aquello que está consolidado como significado en la lengua y en el discurso del analizante y su Otro, he ahí un significante en el sentido de Lacan. La cita de Lacan continúa así:

ni Si ni So.

Conceder esta prioridad al significante sobre el sujeto es, para nosotros, tener en cuenta la experiencia que Freud nos abrió de que el significante juega y gana, [...]?s Si acordamos en que el significante tiene prioridad sobre el sujeto no hay modo alguno de sostener una clínica de la responsabilidad subjetiva; esta noción pertenece al psicoanálisis propuesto por Freud —y sostenido con firmeza por el psicoanálisis del siglo XXT—, quien afirmaba que no se estaba en el campo del psicoanálisis si no se sostenía la responsabilidad moral del soñante por el contenido de sus sueños. 246. Lacan, J. (2008). Op. cit. Zscritos 2. p. 799. 247. C£. Freud, S. (2001), La responsabilidad moral de los sueños, En: Obras completas. T. XIX. Buenos Aires: Amorrortu, Freud se refiere a Jung y Adlor, a quienes había echado del campo dol pasiconnáligis, 169

«El

[...] el significante juega y gana, si puede decirse, antes de que el sujeto se percate de ello, hasta el punto de que en el juego de Witz,

del rasgo de ingenio, por ejemplo, sorprende al sujeto,”

Lacan propone entender el Witz como rasgo de ingenio, uno que no realiza el sujeto sino que lo sorprende. Con su flash, lo que ilumina es la división del sujeto consigo

mismo.

La «alienación» es exactamente esto, la división del sujeto consigo mismo; no poder ser uno mismo, ya que su ser se desvanece, al no ser Pero que se la revele no debe enmascararnos que esa división no procede de otra cosa sino.del mismo juego, del juego de los significantes... de los significantes y no de los signos.?50

Primer tiempo, pero de un tiempo circular: la división proviene del juego de los significantes. Para el sentido común contemporáneo es impensable que «se piense» sin que lo hagan los individuos; es impensable que haya significantes que copulen entre sí. Quienes operan con responsabilidad subjetiva creen que con esta posición evitan caer en el destino. Pero la estructura no marca el telos (fin o propósito). El significante juega y gana pero no va hacia ninguna meta prefijada; no es que haya un fin preestablecido, es una máquina automática de repetición, sin origen ni centro ni fin. Eso es a lo que Lacan se refiere cuando afirma 248, Lacan, J, (2008). Op, cit, Zscritos 2. p. 799. 249, Ibid, 250, Ibid, 103

No hay sustancia corporal

El origen y la causa del sujeto

que «No hay Otro del Otro»; nadie comanda ni coherentiza plenamente al A, de lo que resulta: La división del sujeto consigo mismo proviene del juego de los significantes, no de los signos, respecto a los cuales dice:

A!

Los signos son plurivalentes: representan sin duda algo para alguien: pero de ese alguien el estatuto es incierto, lo mismo que el del lenguaje pretendido de ciertos animales, lenguaje de signos que no admite la metáfora ni engendra la metonimia. Ese alguien, en última instancia, puede ser el universo en cuanto que en él circula, nos dicen, información. Todo centro donde ésta se totaliza puede tomarse por alguien, pero no por un sujeto?

El signo representa algo para alguien y ese alguien es un centro, ése que efectivamente podría ser responsable de sí mismo. El sujeto nunca puede serlo porque carece de centro, nace de la división y habita en el intervalo producido por el juego del significante. El registro del significante se instituye por el hecho de que un significante representa a un sujeto para otro significante. Es la estructura, sueño, lapsus y rasgo de ingenio, de todas las formaciones del inconsciente. Y es también la que explica la división originaria del sujeto. El significante, produciéndose en el lugar del Otro todavía no ubicado, hace surgir allí al sujeto del ser que no tiene todavía la pálabra, pero al precio de coagularlo.*3

La alienación es, entonces, división originaria. No se trata del nacimiento, la prematuración o la teta, ningún «cuerpecito real», y el Otro todavía no está ubicado. La alienación para Lacan no refiere a que el Otro aliena al sujeto. El significante, en su operatoria estanca el movimiento y la dialéctica, ya que el sujeto queda localizado entre esos dos significantes; es el comienzo de su condición particular, capturada en el bucle de la 251. Cf. Eidelsztein, (2017). La concepción clínica de la neurosis. En: Zas ión, fobia, estructuras clínicas a partir de Lacan. Vol. TI: neurosis, hister: A.

fetichismoy perversiones. Buenos Aires: 252, Lacan, J. (2008), Op. cit, Escritos 253, Ibídem.

16d

Letra

2. p,

Viva, 799,

articulación S¡ Sy. En el mismo párrafo Lacan señala que la lógica temporal que le corresponde al juego significante es el futuro anterior. había listo a hablar —esto en los dos sentidos que el pretérito imperfecto, en francés [como en español], da al había, el de colocarlo en el instante anterior: estaba allí y ya no está, pero también en el instante siguiente: un poco más y estaba por haber podido estar—, lo que había allí desaparece por no ser ya más que un significante.” Lo que allí

El juego del significante hace surgir al sujeto del ser en «el instante anterior», pero destacando que lo que «había listo para...» ya no está ni para el instante siguiente. Éste es el núcleo duro de la teoría de Lacan. No es pues que esta operación tome su punto de partida en el Otro lo que hace que se la califique de alienación.”

trata de nacer determinado por el Otro ni de depender

de su del del de sino demanda significante, en este juego «no ser» a causa caso: o S1 0 Sa, cuyo resultado es: ni S1 ni Sy. No se

Que el Otro sea para el sujeto el lugar de su causa significante no hace aquí sino motivar la razón por la que ningún sujeto puede ser causa de sí.s6 ¡

Alio en latín quiere decir «otro». Lacan le llama alienación porque a partir de la operatoria significante nadie puede ser «yo» como sí mismo; el sujeto adviene cuando se pierde toda posibilidad de identidad consigo mismo, especialmente la identidad natural que la causa significante aniquila. Cada uno en su condición de sujeto no puede ser más que otro para sí mismo, lo que impide encontrar la causa de sí. Según la siguiente cita: Lo cual se impone no sólo porque no sea Dios, sino porque ese Dios mismo no podría serlo, si hemos de pensarlo como sujeto —San 254. Ibídem. 265. 2656.

Ibídem, Ibidem

El origen y la causa del sujeto

No hay sustancia corporal

Agustín lo vio perfectamente al negar el atributo de causa de sí al Dios

personal,

?57

La novedad del planteo de Lacan es muy clara, pero está extraviada en las concepciones de alienación y separación que han establecido sus discípulos. Ni siquiera el Otro posee sí mismo. En el universo significante nada ni nadie es causa de sí, no se origina en sí mismo, ya que el significante no se significa a sí mismo, ni designa al sí mismo de la cosa oel objeto; sólo introduce puras diferencias pero articuladas. Lacan designa esta operación «alienación», no porque el Otro domine aquí, ya que el Otro no está ubicado en esta dialéctica sino porque lo que esta «0» establece es: ¿S¡ 0 S9?, cuya respuesta es: ni S4 ni Sy. Lo que se crea es un sujeto intervalar producto del «ni uno ni otro». Pasemos ahora a la «separación». En general, en el lacanismo, se la entiende como «separarse del Otro para ser uno mismo», algo así como crecer y madurar y entonces distinguirse de los padres. Leamos qué propone Lacan: Pasemos a la segunda operación, en la que se cierra la causación del sujeto, para poner a prueba en ella la estructura de borde en su función de límite pero también en la torsión que motiva el traslape del inconsciente.*s

Lacan nos propone concebir estas dos operaciones como si estuviesen escritas en un trazo circular, es decir, una línea cerrada que circunscribe un agujero, el del bucle significante y con una propiedad más: el recorrido implica una diferencia de cambio de orientación entre la ida y la vuelta (de izquierda a derecha y de derecha a izquierda). Esa operación la llamaremos: separación. Reconoceremos en ella lo que Freud llama Ichspaltung o escisión del sujeto, y captaremos por qué, en el texto donde Freud la introduce, la funda en una escisión [rajadura] no del sujeto, sino del objeto (fálico concretamente). ?* 257. Ibid. pp. 799-800. 258, Lacan, J, (2008). Op. cit Escritos 2, p, 801, 259, Tbíd, :

Ich en alemán significa yo y Spaltung, división o escisión. Es el título del artículo de Freud «La escisión del yo en el proceso defensivo»? al que nos remite Lacan modificando la base argumentativa de todos sus términos. En este caso propone, para teorizar la separación, la consideración del objeto desde la perspectiva de su teoría. La forma lógica que viene a modificar dialécticamente esta segunda operación se llama en lógica simbólica: la intersección, o también el producto que se formula por una pertenencia a- y a»-[...]?*

Sila «alienación» se escribe S¡ 0 So, la «separación» se escribe a y a. Revisen lo que proponen los autores lacanianos y verán que plantean

lo contrario. Primero «y»: yo y mis padres y luego, en la madurez: yo «0»

mis padres.

Esta función aquí se modifica por una parte tomada de la carencia a la carencia, por la cual el sujeto viene a encontrar en el deseo del Otro su equivalencia a lo que él es como sujeto del inconsciente. 2%? El término francés que se tradujo como carencia es manque, término que Lacan utiliza para el sintagma «manque-G-étre», al que se le puede asignar un valor neológico y que conviene traducir como «falta-en-ser», preservando el término «falta de ser» para el uso que le da Jean-Paul Sartre. Entonces, en este caso se trata de «y», y no de: «o el sujeto (su ser) o el Otro (su demanda)» sino de la función del «y», la falta en ser del sujeto y la falta del Otro como encarnadura del 4. Sia es el objeto del deseo del Otro, el «y» es la puesta en relación de lo que el sujeto es como falta en ser a causa de la alienación originada por el bucle significante con el deseo del Otro planteado como encarnadura del A. Observen que es en la separación donde aparece la función del Otro. Lacan la llama separación, pero no del Otro sino del efecto letal del significante. Así, el sujeto será y el Otro, A, al ubicarse el sujeto en el lugar del objeto a del Otro y así escapar a no ser nada en un movimiento circular que se repetirá. 261,

Cf Freud, 5. (1980). Obras complet Lacan, J. (2008). Op. cit, En: Zscrito.

202.

Thbfd

260,

>

T,

XIII,

2. p. 801,

Buenos Aires: Amorrortu.

El origen

No hay sustancia corporal

El sujeto del inconsciente «es» falta-en-ser, al igual que el objeto del deseo del Otro. Por eso el «y»: superposición de faltas y doble condición del sujeto: $ y objeto posible del deseo del Otro. Lacan pone en relación dos elementos de la misma índole: falta a falta. No se trata de separarse de lo que el Otro demanda sino de la puesta en relación con lo que al Otro le falta; es por eso que todo deseo se designa deseo del Otro. Así se lee: Por esta vía el sujeto se realiza en la pérdida en la que ha surgido como inconsciente, por la carencia que produce en el Otro, según el trazado que Freud descubre como la pulsión más radical y a la que denomina: pulsión de muerte [...]?63

La pulsión de muerte de la sustancia viva de Freud adquiere coherencia si se la plantea como falta-en-ser, efecto mortificante del bucle significante, tanto sobre el sujeto como sobre el Otro y su objeto, todos nadificados como seres objetivos y en sí mismos: se trata de la función letal del significante. Una inversión se produce en la separación que cierra en forma circular la causación del sujeto. En vez de ser pura falta el sujeto se realiza como objeto a en la pérdida en la que ha surgido como inconsciente.

Unnia-es llamado aquí a llenar otro ni a-. El acto de Empédocles, al responderle, manifiesta que se trata aquí de un querer. El vel vuelve a aparecer como velle (querer). Tal es el fin de la operación. En la cita anterior leemos «un ni a» y otro «ni a». En lógica se expresa en latín como vel, «0» y se articula al deseo del Otro que rescata al sujeto. No es un juego de palabras, Lacan afirma que la salida del «o» es mediante la introducción del deseo (velle), o sea del «y». La relación de pérdida a pérdida se resuelve en un «querer». El tiempo lógico que Lacan asigna a las operaciones indica que no se sostiene teóricamente que el A advenga después. ¿De dónde van a provenir S1 y Sy si no es del A? Lo que sucede es que con S1 y Sy no está ubicado el funciona: miento del Otro, contrariamente a lo que generalmente se afirma; reción aparece como tal en la segunda operación como deseo. Se puede pensar que la alienación tiende a lo estructural y la separación a lo histórico 2683,

Lacan, J. (2008), Op. cit, Zscritos 801-802

264, Ibíd. pp. LGA

6

2.

p,

801,

y

la causa del

sumi

Retomo la lectura de Posición del Inconsciente. Allí Lacan plantea otra idea que ha generado bastante confusión entre los annlinlna

lacanianos:

Separare, separar, aquí termina en se parere, engendrarse 1 Hi mismo. Eximámonos de los favores seguros que encontramos un los etimologistas del latín en este deslizamiento de sentido de un verbo a otro.265 En el lacanismo se comprendió que en la separación se trataba de parirse. ¿Por qué se acentúa el parirse?, porque cada uno debe despren derse del Otro y advenir uno mismo; se trata de las modernas exigencia de libertad, independencia y autonomía; lo mismo que se planteó par los Estados nacionales se lo hace con sus individuos. Por tal motivo los colegas lacanianos proponen «parirse» y luego «hacerse responsable», Lacan continúa del siguiente modo: Sépase únicamente que este deslizamiento está fundado en su común aparejamiento en la función de la pars [la partel. La parte no es el todo, como dicen, pero por lo general inconsideradamente. Pues debería acentuarse que nada tiene que ver con el todo. Hay que aceptarlo, ella juega su partida por su propia cuenta. Aquí, es de la partición de esta de donde el sujeto procede a su parto.2s

Para Lacan se trata de la lógica de la parte y del apareamiento de las dos partes faltantes: la del sujeto y la del Otro. No hay que perder de vista que el Otro entra como falta-en-ser en esta dialéctica de donde

el

sujeto adviene:

Y esto no implica la metáfora grotesca que se trae de nuevo al mundo. Cosa que además el lenguaje tendría grandes dificultades para expresar con un término original, por lo menos en el área del indoeuropeo, donde todas las palabras empleadas para ese uso tienen un origen jurídico o social. Parere es en primer lugar procurar (un hijo al marido).

265, Ibid. Ibiel

p.

809

169

El origen y la causa del sujeto

No hay sustancia corporal

Aquí Lacan parece ya advertir a sus lectores por posibles interpra taciones erróneas de sus propuestas. Lo que él afirmó es lo contrario de la concepción y la dirección de la cura más difundida en psicoanú lisis: inmunizarse del Otro y emerger al mundo como «yo, yo y yo», *"' «Yo»= no soy el Otro. Todo lo contrario del argumento de la inmixión de Otredad como prerrequisito de toda consideración del sujeto, tal como Lacan propuso en su intervención en 1966 en Baltimore. Separare, se parare: para guarecerse del significante bajo el cual sucumbe, el sujeto ataca a la cadena, que hemos reducido a lo más justo de un binarismo, en su punto de intervalo. El intervalo que se repite, la más radical estructura de la cadena significante, es el lugar frecuentado por la metonimia, vehículo, por lo menos eso

Esto es:

El intervalo que se repite, la más radical estructura de la cadena significante, es el lugar frecuentado por la metonimia, vehículo, por lo menos eso enseñamos, del deseo.?!

Aquí se localiza lo que es el vehículo del deseo:

enseñamos, del deseo. En todo caso, bajo la incidencia en que el sujeto experimenta en ese intervalo. Otra cosa para motivarlo que los efectos de sentido con que lo solicita un discurso, es como encuentra efectivamente el deseo del Otro, aun antes de que pueda siquiera nombrarlo desco, mucho menos aún imaginar su objeto.263

¿Comprenden qué está planteando Lacan? En el Seminario 11 la designa «el efecto letal del significante», lo que significa desaparecer bajo el efecto del significante articulado. Es el Otro en cuanto aparece como deseante,lo que rescata al sujeto del efecto nadificante.?” No ne trata de separarse del Otro. ¡Al contrario! Es la superposición de don faltas: lo que, por un lado, aliena al sujeto en cuanto identidad y quo, por el otro, aniquila al Otro en cuanto amo de sí, ya que también so lo encuentra en el intervalo o, mejor dicho, en la articulación metonímicn [...] el sujeto ataca a la cadena, que hemos reducido a lo más justo de un binarismo, en su punto de intervalo.?7

267. Cf. Esposito, R. (2005). Inmunitas: protección y negación de la vida Buenos Aires: Amorrortu. 268. Lacan, J. (2008), Op. cit. p. 802, 269. Cf. Lacan, J, (1986), El sujeto y el otro: la alienación, 707 seminario. Libro 11, Buenos Aires: Paidós, 270. Lacan,J. (2008), Op. cit. p, 809 1770)

Ss



»s)

1 Vehículo del deseo = intervalo y metonimia Tomen en cuenta que Lacan no considera para estas operaciones la función de la demanda del Otro, ni ningún deseo articulado y expresado por el Otro. El primer movimiento se produce en el intervalo donde sucumbe el sujeto, pero allí mismo, en el intervalo de toda cadena significante, se encuentra el lugar del objeto del deseo del Otro. El otro movimiento se articula al primero en un tiempo circular. No es cierto que la alienación sea primera en términos cronológicos, sólo lo es en la presentación de los argumentos. El tiempo en juego es la sincronía no la diacronía. La separación permite escapar del efecto letal del significante porque esa «falta-en-ser» localiza al sujeto en el mismo lugar del deseo que se ubica en la cadena significante del Otro. Lo que va a colocar allí es su propia carencia bajo la forma de la carencia que produciría en el Otro por su propia desaparición, Desapa271.

Ibid 171

El origen y la causa del sujeto

No hay sustancia corporal

rición que, si puede decirse, tiene a mano, de la parte de sí mismo que le regresa de su enajenación [alienación] primera.”

se ubica en el intervalo de la cadena del Otro es su propia fhl bajo la forma de una segunda falta que produciría su propia desaparició en el Otro. ¿Cuál es la pregunta que se establece por esta dialéctica un el Seminario 11? En la versión francesa de editorial Seuil la pregunta: que aparece es «¿Quieres perderme?». En la versión en español figura «puedes»: «Puedes perderme?», lo mismo se encuentra en la versión (e staferla.?3 Es más coincidente el texto en francés con la enseñanzn tl Lacan, ya que se trata del deseo del Otro, no de su demanda. Cabe aquí insistir. El sujeto adviene padeciendo un efecto mortífero ie ser, al existir localizado en el intervalo de la cadena significante bajo la lógica de «ni uno ni otro», pero que puede articularse a la cadena supueal del Otro: «¿Puedo ser el objeto que le falta al Otro?», « puedo, en luar de no ser nada, advenir como objeto de valor que le falta al Otro?», «¿ui tipo de objeto de valor?» El objeto del deseo del Otro. Pero no porque wl Otro desee que sea esto o aquello. No es el deseo como positividad alguna: que en el modelo teórico de Lacan se designa como demanda. Para Lncu se explicita del siguiente modo: «Esto es lo que me dices, pero ¿qué en la que quieres?», a lo que remite su referencia al famoso Che vuoi?*" Tn más allá de lo que se dice se ubica el deseo, coincidente con el intervala El deseo del Otro rescata al sujeto del fading significante. No se trata de separarse sino de la articulación de ambas faltas. El lacanismo, inver: samente a lo que propone Lacan, plantea que hay que separarse cel Obra para recuperar el propio ser: sostiene asf un ideal individualista, 1úl resta de las corrientes psicoanalíticas plantean lo mismo. Ser libre, independiente y soberano es lo que pretende toda nivel: concebida desde la perspectiva de los Estados nación del capitnliama occidental, y es lo que se demanda a todo ciudadano moderno: «Artia independientemente y hazte responsable de tus actos», Los finnles de análisis responden a un ideal social notablemente ontogénico: «¡Sa fi mismo! Recupera tu verdadero ser, el de tus tripas». Lo que

Como ustedes pueden advertir Lacan no parte ni del individuo su cuerpo biológico. No se trata del bebé recién nacido sino de se puede plantear la causación del sujeto del inconsciente desde la perspectiva del psicoanálisis, articulable en cada caso clínico a un hiño, un adolescente, un adulto, un anciano, un nonato, etc. La forma de concebir el universo significante y el lugar y valor del cuerpo tridimensional es el asunto más importante del psicoanálisis. Cada uno de hosotros, como psicoanalistas, debe asumir una posición al respecto. Para Lacan la respuesta a la pregunta ¿qué soy? No se puede responder hi con «soy mi cuerpo» ni con «soy significante» sino mediante la pregunta siempre abierta: «¿qué quieres?» Les agradezco mucho por vuestra participación y acompañamiento on el trascurso de este recorrido. hi de cómo

272. Ibíd. 273, Lacan, J. Le Séminaire, Livre XI, Clase del 27 de mayo de 1964. Dispone en: staferla.free.fr. p. 338, 274. Subversión del sujeto y dinléctica del deseo en el inconscionte froudiam Escritos 2, p, 798, 172

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¿Por qué importaría pensar el cuerpo en psicoanálisis? Tal vez porque el concepto de cuerpo en este campo no es congruente con la noción que rige en el sentido

común sobre él. Esta idea se constituye en razón suficiente y necesaria para abordar una investigación que permita recuperar su estatuto en la red conceptual del psicoanálisis ya que, pensando con el criterio de red, quedaría afectada la teoría en su conjunto. Y a su vez, si ese sentido común aludido construye la verdad de un cuerpo como entidad biológica, ¿podría suceder que el sujeto se explique como individuo equiparado a un cuerpo biológico? Y en ese caso, ¿cuál sería la dirección clínica del psicoanálisis? Si diéramos por válido que en el cuerpo radica la causa del padecer, ¿cuál sería el destino de la intervención psicoanalítica? Fragmentos del prólogo de

Haydée Montesano y Gabriela Mascheroni

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