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Spanish Pages [168] Year 1997
Metodología y Ciencia Social Sergio Quiróz Miranda
Derechos reservados © Sergio Quiróz Miranda Busca Libros S.A. de C.V Prohibida la reproducción total o parcial sin la autorización escrita del editor. Ira. edición, 1997
A mis padres José y Margarita
indice Prólogo 1
Introducción 5 Capítulo I
El Debate de las ideas en la posmodernidad 7 Capítulo II
Aportaciones del marxismo a la metodología 19
Capítulo III
Las Contribuciones Epistemológicas del Materialismo Histórico a la Ciencia Social 37
Capítulo IV
Análisis Crítico del Materialismo Histórico 45 Capítulo V
Epistemología y Ciencia Social 69
Capítulo VI
Metodología y Ciencia Social 95
Capítulo VII
Hacia el Nuevo Paradigma 135
prólogo En el transcurso de la última década la economía mundial ha presenciado importantes transformaciones en su estructura y funcionamiento. Entre los cambios más significativos destaca, sin duda, el restablecimiento de los mecanismos de mercado como esquema predominante en la asignación económica de los recursos y en la operación de sistemas dentro de las esferas de la producción y circulación del capital, tanto en áreas domésticas de economías en que fueron antes históricamente reemplazados, como en el funcionamiento de importantes sectores de la competencia económica a escala mundial. Tales transformaciones responden en gran medida a todo conjunto de factores políticos, sociales y culturales explicados por una movilización de grupos e intereses asociados con fuerzas productivas que persiguen a toda costa la reestructuración de los principales bloques capitalistas, arrastrando a su paso con formaciones económicas y regímenes de la más diversa índole. Esta reestructuración, a su vez, no es sino una respuesta funcional del capitalismo como medio para enfrentar la tendencia secular hacia la caída de la tasa de ganancia, la cual se cumple inexorable, en cuanto el modo de producción capitalista enfrente límites a la incorporación de nuevos espacios en su órbita de acumulación. Entre los factores en que parecen apoyarse y ejercer notable influencia tales fuerzas no deja de existir un componente ideológico, derivado de cierto desencanto con la construcción de un socialismo basado en estructuras económicas y burocráticas desprovistas de mecanismos eficaces para la participación popular y el desarrollo tecnológico. Es a partir de tales consideraciones que se ha desarrollado un superfluo conjunto de argumentos, la mayoría de ellos de factura sumamente endeble y carente del mínimo fundamento teórico sólido, con que ha intentado justificarse un supuesto redescubrimiento del mercado como medio de transformación económica. Es así que resulta menester reconocer, mínimamente, la inexistencia de alguna aportación
significativa al interior del cuerpo de pensamiento social que apunte en tal dirección. Quienes se han mantenido por excelencia en su crítica de esta posibilidad han sido precisamente los autores inscritos en la línea de pensamiento marxista. Por haber señalado el marxismo durante largo tiempo las contradicciones imperantes y necesaria superación de la economía capitalista, algunas voces del oportunismo ideológico han interpretado esta fase equívoca y apresuradamente, sugiriendo su derrota histórica. Nada hay de eso. Realmente, las contradicciones del capitalismo como modelo económico continúan manifestándose y reproduciéndose a escala ampliada al interior de la competencia de los grandes bloques mundiales. Tales contradicciones guardan una dimensión específica, siendo continuamente generadoras de nuevas crisis, tendencias y contratendencias a mediano y largo plazo, haciendo pertinente y necesaria una visión crítica del mercado. En este sentido, el materialismo histórico como enfoque de análisis social y político mantiene importantes ámbitos de validez, en tanto no surja alguna reformulación consistente y sustancial por parte de los teóricos de la economía de mercado. Contrario a lo que pudiera pensarse, las capacidades explicativas del marxismo sobre un amplio conjunto de factores de la realidad económica siguen abiertas y lejos de ser agotadas. Dentro de las ciencias sociales, las líneas de ruptura más relevantes respecto al pensamiento convencional -las que conducen hacia los paradigmas emergentes más significativos, como las ciencias ambientales- parecen, hoy por hoy, más que cuestionar los postulados esenciales del marxismo, confrontar con mucho mayor vigor las corrientes hegemónicas dentro de las disciplinas sociales, esto es, las de mayor influencia neopositivista. Trabajos de investigación como el que ahora nos presenta el autor, merecen ser reconocidos no sólo por optar por una reflexión sistemática y académica sobre temas de enorme importancia desde el punto de vista teórico sino por el esfuerzo y valor didáctico de su exposición 2
En un contexto de deterioro y cuestionamiento de las principales corrientes de pensamiento social, la reflexión crítica del marxismo mantiene una gran relevancia, si bien considerada ésta como bien lo establece el autor de este trabajo- no de una manera excluyente sino propositiva e incluyente, como importante fuente de conocimiento y rigor metodológico hacia el surgimiento de nuevos paradigmas en las ciencias sociales. Agustín Sandez Pérez
Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Autónoma de Baja California Octubre de 1996
Introducción El contenido de este trabajo está orientado a proporcionar al investigador social un instrumento de información básica y panorámica sobre el surgimiento y evolución de las principales corrientes filosóficas, metodológicas y epistémicas, en las cuales se sustenta la investigación social de nuestro tiempo, a la vez que se sustenta la valid ez d e cier to s p aradigmas metodológicos que tienen la potencialidad suficiente para sostener un proyecto de construcción o reconstrucción de un paradigma emergente para el análisis social.
La complejidad de la vida social ofrece hoy grandes posibilidades investigativas para el propósito de realizar análisis que permitan detectar fallas y deficiencias en los sistemas y estructuras sociales y se les puede emplear con el fin de contribuir a la formulación de propuestas que mejoren la vida nacional. Los nuevos investigadores, a diferencia del pasado reciente, a la vez que cuentan con una multiplicidad de teorías y enfoques diversos de lo social; tamb ién incursionan en la investigación en el marco de un ambiente enrarecido por la incertidumbre, por el cuestionamiento permanente y por la desconfianza acerca de la validez de tales teorías. Si los paradigmas teóricos que han dado sustento a la investigación social están en crisis; es entonces necesario reflexionar sobre la magnitud de esa crisis; sobre su profundidad, y ante todo, acerca de la posibilidad de crear o recrear un nuevo paradigma teórico, que llene el vacío que han dejado los paradigmas que hoy tanto se cuestionan. Es sobre esta preocupación que surge la idea del presente trabajo.
Capítulo 1 El debate de las ideas en la posmodernidad
El contexto socioeconómico.Partimos de un principio fundamental, y este es el de que las ideas jamás han esta do desvinculadas de la base material que caracteriza a una determinada época, ni a la lucha de clases en el seno de la sociedad; el debate de las ideas en nuestro tiempo no es de ninguna manera la excepción de este principio marxista. El mundo de los umbrales del siglo XXI, es el mundo en el cual el capitalismo ha desarrollado al máximo sus potencialidades productivas y se encuentra en las fronteras de su agotamiento, a consecuencia de que se aceleran y profundizan sus contradicciones internas. En la base material de lo que se denomina la unipolaridad, etapa que sucede a los largos decenios de la existencia de dos mundos, de dos concepciones del desarrollo social que se enfrentaron en lo económico, en lo político y en permanente tensión del estallamiento de una conflagración mundial, está lo que se denomina la revolución científico tecnológica, la cual trae como una de sus primeras consecuencias, la transformación radical de las formas de producir. Pero también las for mas de obtener el poder, dicho esto con los términos de Alvin Toffler, están cambiando las fuentes del poder, y este proceso va en sentido ascendente, de un poder de baja calidad basado en la violencia, a un poder de mediana calidad basado en el dinero, hasta la nueva fuente del poder de una alta calidad basado en el conocimiento (Toffler, 1990: 68 ).
S i la e ta p a d e l i nd us t r i a li s m o q ue h o y es tá e n c r is is s e caracterizó por la utilización masiva de !a mano de obra. por el derroche de energía en los procesos
productivos, por la
ma g nific a c i ón d e los p r oc e s os p r od uc tivos e n los q ue lo g r a nd e era sinónimo de eficiente, y por la excesiva contaminación y d e pr e da c ión d e l med io a mb ie nte; la nue va e ta pa , b as a da en la revolución
científico
tecnológica,
anuncia
parámet ros
r a d ic a lme n te op ue s t os p or e llo s e e x p lic a q ue la tec n olog ía d e p u n ta p a r a s e r lo , c o nt e ng a r a s g os m u y e s t r i c t os e in e l ud ib le s c omo: utiliz ac ión mínima de e ne rg ía , ma no d e ob r a y ma ter ias primas, incremento de la productividad, no contaminación y velocidad de los procesos productivos. E stas condiciones mínimas d e la s nu e va s t e c no l og ía s la s r e ú n e n la i nf o r m á t ic a , l a r ob ó t ic a , la te le má tic a y la b ioing e nier ía . El rasgo esencial que se determina por estos hechos desde el punto de vista sociológico, es el de que por vez primera en la his tor ia d e la huma nid a d la c ie nc ia s e es tá c onvir tiendo en una fuerza productiva directa, a diferencia de todas las etapas que le precedieron, en las que la ciencia, la tecnología y la producción unificaban objetivos para coincid ir en ésta Ultima, hoy: esa s e pa r ac ión es inne c es ar ia . Está pues en crisis el industrialismo con sus paradigmas p r od uc tiv os b a s a d os e n e l t a ylor is m o y e l fo r d is mo ( 2 ) . y. c on ello en ma rcha , cua l mod erno jine te d el apocalipsis: el desemp leo y
e l e mp ob r e c i m ie n to ma s i vo e n tod o e l in und o. R es ulta p ues
paradójico que en tanto se incrementan las potencialidades productivas v. se inunda al mundo de mercancías. éstas no e n c u e n t r e n d e m a n d a p or e l c r e c i e nt e e mp ob r e c i m ien t o d e l a población mundial, a la vez que se da la más injusta concentración de la riqueza de que se tenga memoria: hoy. el 20% de la población
2 ) L a r e f e r e n c i a a l t a yl o r i s m o s e o r i e n t a a l s i s t e m a d e t r a b a j o e n s e r i e c o m o e l q u e i n t r o d u j o F r e d e r i c k W i n s l o w T a yl o r , e l cual se basa en la uniformarían d e maquinas, productos y tareas del trabajador, y la obligatoria especialización, la sincronización, la concentración productiva, económica y demográfica, así como la maxi mización en la que lo grande es sinónimo de eficiente. (Quiroz, 1990:20)
del mundo acapara el 80% de la riqueza mundial: a consecuencia de ello la hambruna afecta va a mil millones de seres humanos. lo cual repres enta la quinta pa rte d e la p oblación mund ia l. En la contextualización del debate actual de las ideas no puede dejarse de menciona r que esta es una etapa en la cual se es tá c onf or ma nd o una n ue va d iv is i ón i nte r na c iona l d e l tr a b a j o. en un pr oces o en el que los servicios es tán pred omina ndo s obre las actividades estrictamente productivas. y en el cual los servicios informativos y de comunicación adquieren una singular relevancia. mundializando su presencia caracterizados por una ex tr a or d ina r ia ra p id ez . N o obs ta nte. e l ca p ita lismo d e nues tr o tie mp o e s más s a l v a j e in c l us o q u e e l d e lo s i ni c i os d e la p r i me r a r e v o lu c i ó n industrial. porque en esta segunda etapa, se desplaza no solo la m a no d e ob r a p r op i a m e n t e ma n ua l . s i no q ue h o y . la s n u e v a s tec nol og ía s p r od uc ti va s d e s p la z a n y s us tituye n la s func ione s intelectuales que eran propias del hombre, como es el caso de los sistemas lógicos. de la ordenación y de la memoria de los nuevos instrumentos de la producción. Este nuevo capitalismo. ahora que prácticamente se ha quedado solo y sin rival al frente. requiere de nueras estrategias que en el campo de la teoría le permitan justificar. o por lo menos distraer la atención. en lo relativo a su evidente incapacidad como sistema social para resolver los grandes p r ob le ma s d e la h u ma ni d a d . El capitalismo. hoy más sus
que nunca. evidencia
limita c ione s p a r a s e g uir imp uls a nd o
p r og r es o de
e l d e s a r r o llo y e l
los pueblos. precisamente porque es incapaz de
resolver esa c o n t r a d i c c i ó n :
estamos en consecuencia en el
p r o c e s o d e l a profundización de la crisis (le este sistema de la vida social.
y
los problemas insolutos que afectan a miles de millones de
personas reclaman un nuevo sistema de la v ida social que entierre para s i e m p r e a l c a p i t a l i s m o s a l v a j e y p o r o t r a p a r t e s u p e r e l a s limitaciones de la burocr atizac ión de l poder . Este es el marco socioeconómico en el cual se da la crisis a c tual d e las cie nc ias s oc iale s y c re a n la s c ond iciones ob j e tiv as y ma ter ia les p a r a e l r e s ur g i mie nt o d e l ir r a c iona lis mo.
El contexto teórico ideológico. En el campo de las ideas, esta crisis profunda e insalvable del sistema capitalista, se manifiesta en la incertidumbre y en el cuestionamiento de todo lo existente, y en algunos casos, en la descalificación de todo lo que el hombre ha construido en este campo; vivimos hoy una explicable etapa de preminencia del escepticismo y del agnosticismo. Como consecuencia de ello, la etapa actual es la del resurgimiento del pasado en el presente, del resurgimiento en muchos casos violento de lo que se creía superado por la mayoría de la humanidad, como lo son los fundamentalismos religiosos, los fanatismos, los prejuicios raciales, los regionalismos y la xenofobia_ En este campo, en el de la teoría, es donde la crisis alcanza al marxismo de manera más evidente; principalmente porque lo que se consideró su praxis, su realización material y puesta en práctica, no solo entró en crisis profunda, sino que se derrumbó, ante la incrédula expectación de quienes sustentamos la teoría filosófica del materialismo dialéctico e histórico. Sin emb argo esta pr imer a apreciació n resultaría superficial, si solo nos mantenemos en el nivel de la fáctico y no profundizamos en el análisis de los elementos históricos. socioeconómicos y teóricos del problema. el cual no es motivo del presente trabajo; sin embargo, lo cierto es que ha fallado por lo menos una interpretación de la teoría, una práctica nugatoria de lo esencial del marxismo que es su profundo humanismo. La complejidad de la crisis en las ciencias sociales reclama no pasar inadvertida para el investigador del campo de la sociedad, y obliga a un esfuerzo mínimo de análisis, aún a co sta de correr el riesgo de no penetrar en las profundidades de lo, complejo y quedarnos en la simplicidad de lo anecdótico. La situación actual en las ciencias sociales es pues. de cuestionamiento y de negación. de someter a severisima critica todo lo acumulado por la humanidad en materia de teoría de la 10
verdad, de poner de nueva cuenta en el debate principal, la tan llevada y traída relación sujeto-objeto; de proponer incluso, la terminación de la lucha ideológica, en tanto críticas que pongan en duda la eternitud del capitalismo y propongan proyectos sociales superiores a éste. Para algunos teóricos, esta crisis no es del conjunto de las ciencias sociales, sino exclusivamente de la perspectiva marxista de las propias ciencias sociales, sobre todo en lo relativo al análisis socioeconómico del marxismo; pero de todas formas, la embestida antimarxista se da contra todos los aspectos de esta macro teoría; es decir, contra la parte epistemológica del marxismo, contra su metodología, contra la correspondiente teoría económica, contra la economía política, y desde luego, contra la teoría del socialismo científico. En general, se trata de considerar absolutamente inválida la teoría del materialismo dialéctico e histórico; y de manera particular esta etapa que vivimos, al entrar en crisis la rigurosa calificación de los paradigmas, que antaño establecieran su predominio en la intelectualidad y es el campo propicio que permite una mayor libertad, o quizá un libertinaje en el manejo de la cuestión metodológica; llegando incluso con Feyerabend a proclamar la no existencia de metodología alguna, en un expreso anarquismo metodológico.(Feyerabend,1993:7). La situación de la teoría, así planteada, se refleja en una actitud frente a las posibilidades del conocimiento, o dicho de otra forma, la crisis en las ciencias sociales se presenta en primer lugar en la forma de la incapacidad del ser humano para desentrañar las complejidades de la situación material del mundo y las relaciones de producción que de ésta se generan; estamos entonces frente a la situación « ad hoc « para el florecimiento del agnosticismo, es decir, impulsar las teorías filosóficas que niegan radicalmente las posibilidades de la razón humana para conocer la realidad. Podrá, no sin justeza afirmarse que desde su nacimiento las ciencias sociales siempre han estado en crisis: pues nadie desconoce que jamás ha cesado la contradicción entre las ciencias naturales y las ciencias sociales: eso es verdad, pero ahora se trata de un momento de agudización de la crisis.
Es importante reiterar que subyace en el fondo de todo este proceso. el hecho histórico principal, que ha tomado la función de un detonador, más no de causa primigenia: sino en t o do caso _ d e acel erado r d e l a h is t ó ri ca p u gn a fil o s óf i ca, epistemológica y en consecuencia metodológica: se trata obviamente de la crisis del socialismo en la ex Unión Soviética y en los países de la Europa del Este. La expresión más d r a m á t i c a m en t e e v i d e n t e d e e s t a c r i s i s , l a co n s t i t u ye n l o s intelectuales que. antes de los sucesos mencionados se declaraban, aún con diversos matices, partidarios del materialismo dialéctico e histórico: pero hoy avasallados por la propaganda antimarxista y por su incapacidad para encontrar una explicación racional de los acontecimientos se han convertido, o están en proceso de convertirse al idealismo filosófico. Es el triste fenómeno del transfuguismo, así calificado por Benedetti ( 3 ) , que transita a paso veloz del racionalismo al irracionalismo: es posible que se trate finalmente de marxistas que solo leyeron a Marx de manera superficial: o lo aprendieron de sus críticos o interpretadores, de esta forma con la crisis del socialismo real les vino de manera natural la añoranza por aquel capitalismo liberal que algún día se proclamó como la superación de todas las contradicciones del capitalismo, pero la especulación y el análisis superficial. así como la dogmática afiliación a una catedral teórica a la cual aferrarse permanecen como constantes: Así, donde leí Ma rx, ahora leo Milton Friedman: donde dije Moscú digo Nueva York: donde dije lucha de clases, digo colaboración: donde dije pueblo, digo sociedad civil (Fernández. 1984:29). Por su parte, los intelectuales al servicio de la burguesía se han apresurado a descalificar radicalmente la teoría filosófica del materialismo dialéctico e histórico. a partir de una visión muy superficial del h ech o so ci al o cu rri d o en el camp o d el s o ci al i s mo : aún n o examinado en toda su riqueza sociológica v su complejidad h i s t ó ri c a : y e s a q u í , p r e c i s a m e n t e d o n d e s e a d v i e r t e u n a gigantesca contradicción metodológica entre lo que predican y por cierto critican del positivismo, y lo que realmente hacen. Porque uno de los planteamientos más reiterados de la c o r ri en t e h e rm en éu t i c a d e l a a c t u a l i d ad , p e ro t a m b i én d el (3) Expresión de M a r i o B e n e d e t t i e n e n t r e v i s t a g r a b a d a a l a televisión española, mayo de 1993.
existencialismo y de la fenomenología, para no citar otras corrientes inclinadas a la exaltación de lo subjetivo, consiste en afirmar que el dato empírico, la simple experiencia, el puro acontecimiento, solo nos permite una visión superficial de los fenómenos: más no profundizar en su comprensión: o como afirma Herbert Blumer ( Blumer 1938:144) uno de los postulantes del interaccionismo simbólico es en todo caso útil para una aproximación a la realidad: pero lo que nos puede permitir una visión más cercana a ella, es sin lugar a dudas la introspección profunda en el objeto, por la vía de la subjetividad_ descartando toda referencia a priori del hecho a investigar. Con esta visión epistémica y con esta óptica para analizar un acontecimiento social de la magnitud de la crisis del socialismo, desde luego que estamos de acuerdo. Sin embargo. en el caso del socialismo, es evidente que éstos intelectuales burgueses ob tienen conclusiones apresuradas, tomando como punto de apoyo la simple observación de un fenómeno social: eludiendo. a propósito. hacer un análisis que permita pasar de la rigidez de la costra a las profundidades del conocimiento, o como afirma Hugo Zemelman:
“ Destacar la vinculación entre hecho y acontecimiento: entre lo que se agota en su pura empiria y lo que trasciende la contingencia de la situación, a partir de detectar l os n u do s d es d e l o s q u e s e p u ed e o no , p o t en ci ar l a real i d ad d el h ech o (Zemel man , 1992: 9 ) Así pues, en cuanto se refiere al problema del socialismo. los intelectuales al servicio del capitalismo: sean estos hermenéuticos. fenomenológicos. Interpretativitas, y en suma subjetiv istas, han acusado, orientados por sus explicables inclinaciones ideológicas (en tanto postulan la desideologización del mundo), un marcado empirismo positivizante al quedarse solo en la mera superficie del análisis: dicho con Zemelman e: se han quedado en lo que se agota en su pu ra empírica « ( Ibídem ) lo cual, evidentemente los ha conducido a obtener conclusiones erróneas, pero. ese sí muy favorables a la ideología de la burguesía, la cual hace votos por lo imposible: La perpetuidad ad infinitum del régimen de producción capitalista.
En realidad solo han aportado una prueba más de la vigencia de uno de los principios marxistas más importantes, condensado por Lombardo en la siguiente frase: « las ideas siempre han estado vinculadas a una época y a una clase so cial » (Lombardo, 1968:7). Es por eso que, frente a este complejo proceso de revisión teórica de que son objeto las ciencias sociales, y ante el riesgo inminente de ser arrastrados por la corriente que descalifica teorías haciendo tábula rasa de toda ellas por igual; vale la pena detenerse un momento a reflexionar, para ubicar el problema en su magnitud real, considerar las críticas y formular un esquema que nos permita retomar lo vigente y actual de lo evidentemente rebasado por la propia realidad. Porque, la oleada teórica del subjetivismo en ciencias sociales parte de una crítica al empirismo, pero llevada a extremos igualmente criticables; no obstante, debemos reconocer que detrás de la persistencia por la utilización de metodologías proclives al uso del dato empírico y de las herramientas estadísticas, se escondía o se esconde, como afirma certeramente Gilberto Giménez, un positivismo sociológico basado en una concepción de la ciencia de tipo experimental ( Giménez, 1992:), y que a este desarrollo de las ideas positivistas en Física, hay que añadir que existe una base epistemológica de esta corriente en el operacional ismo con Percy W. Bridgman (1882-1961) premio nobel de física en 1946, y Bertrand Russell(1872- 1970); pero además un sustento psicológico con Burrhus F. Skinner (1904), y otros; acusando con ello serias limitaciones para profundizar en el análisis de las complejidades sociales. El extremo hermenéutico es igualmente limitado, porque deviene finalmente en un estado de solipsismo que cierra las posibilidades de examinar la realidad objetiva, pues en este grado se llega al absurdo de atribuir a la subjetividad del individuo la creación misma de la realidad.
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El nuev o a sa lto a la razó n. En 1953, el filósofo marxista húngaro Georg Lukács (1885-1971 ), escribió su magna obra filosófica de compendio, titulada « El Asalto a la Razón « la que constituye uno de los más completos estudios sobre la historia de la filosofía antimarxista del presente siglo, hasta la época en la cual fue escrita. En dicha obra, Lukács realiza un acusioso análisis del irracionalismo como fenómeno internacional en el periodo imperialista, vinculando siempre la coyuntura histórica y socioeconómica del momento al desarrollo de la lucha de las ideas; por lo cual, Lukács considera que las tesis más enfáticamente irracionalistas, sirvieron de sustento ideológico y filosófico al nazi-fascismo. Particularmente las de Nietzsche (1844-1900), a quien considera el fundador del irracionalismo moderno. En esta etapa de la unipolaridad imperialista, y frente a ciertas limitaciones e incapacidades que mostró el marxismo oficial, hay un evidente retorno del irracionalismo en ciencias sociales, en un proceso que implica de alguna forma, cier ta vendetta teórico filosófica frente al marxismo, que ocupó en el mundo académico e intelectual, desde los años de la postguerra hasta la crisis del socialismo, un lugar predominante frente a las teorías de la burguesía reaccionaria Pero esta revancha irracionalista, se vuelca también contra el positivismo, que décadas atrás ocupara también un importante lugar de crítica a lo subjetivo: así, la avalancha subjetivista del irracionalismo arrasa contra el neopositivismo y su empirismo lógico, contra el racionalismo crítico, base y sustento del paradigma aún vigente, del método hipotético deductivo de la falsación de la hipótesis y que se orientó agresivamente contra la metafísica y el irracionalismo. Al respecto del renacimiento del irracionalismo Mario Bunge señala : «. .A1 negarse la razón y exaltar se en su lugar la intuición, al
rechazarse el dato fundado y abrazarse el mi to se niega la
ciencia, que
es un enfoque racional del mundo; y por consiguiente se niega la epistemología que es la teoría de ese enfoque racional de los hechos materiales y espirituales. En nuestra América, tan necesitada de razón, esa mercancía importada goza de gran consumo, porque es el complemento intelectual del analfabetismo y del atraso técnico y científico. El irracionalismo europeo puede tolerar la ciencia, a condición de que no conforme la visión del mundo..»(Bunge, 1989:81 ). Hoy, parafraseando a Lukács, estamos ante un nuevo asalto a la razón, porque en el nivel filosófico con los matices que les da la modernidad, cobran inusitada fuerza las corrientes idealistas e irracionales, como la Filosofía de la vida, la fenomenología, el existencialismo, el teologisimo, el intuicionismo y otras corrientes cuyo común denominador es su posición idealista, contraria al materialismo dialéctico. Pero tamb ién se for talecen sus co rrespo nd ientes tendencias en el plano epistemológico es decir en el plano de la disciplina que estudia la génesis, estructura y filosofía de las ciencias: en este nivel se recuperan la hermenéutica, la semiótica filosófica, la axiología, el escepticismo, y en general aquellas corrientes que. en la histórica pugna entre comprensión (Verstehen) y explicación (Erklaren ) (4), toman partido por la primera. Ante la situación de profundización de la crisis en las ciencias sociales, y frente a la multiplicidad de teorías y enfoques metodológicos. el nuevo investigador del campo de la sociedad tiene ante sí un panorama caracterizado por la dispersión, la anarquía . el desorden v la confusión: y por otra parte, también tiene ante sí, una fecunda creatividad del pensamiento científico. lo cual permite que entre la diversidad se den también puntos de coincidencia, entrecruces teóricos epistémicos y metodológicos: que en ciertos momentos se borren fronteras aun algunas de esas áreas y un determinada tesis se ubique en la intersección de diversas corrientes. (4) erklaren y verstehen , explicar y comprender), están expresando la pugna extre explicación causal (erklaren) y compresnsion o explicación teleológica (verstehen), a la manera de cómo lo preciso Weber en su magno obra Economía y Sociedad (Weber 1922:5)
Lo más importante es contar con un marco de referencia general que nos sea Útil como plataforma para incursionar en las diversas corrientes teóricas sin perder el esquema general, y así poder abordar el examen de la realidad en un proceso dialéctico que , incluso nos pueda conducir a puntos de ruptura .y de creación de nuevas formas de abordarla, es decir, aprender a salirse de los límites del conocimiento acumulado. Todo ello no puede surgir del eclecticismo, menos de la confusión, sino esencialmente de la seguridad del espacio teórico que pisamos, es en este sentido en el cual el marxismo cumple un papel excepcional, virtud que deberá exponerse en el capítulo siguiente.
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Capítulo II Aportaciones del Marxismo a la Metodología
La concepción materialista de la historia.
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¿Es el hombre producto de la historia, o es la historia producto de los seres humanos ?, ¿ cómo ocurren las cosas en la sociedad y a qué obedecen los cambios sociales ?, ¿ es el azar o el caos, lo que determina el curso de los acontecimientos históricos, o existen algunas regularidades que lo determinan?, ¿ existen algunos nexos entre los fenómenos económicos, políticos, sociales y culturales o simplemente obedecen a la arbitrariedad?. ¿cuáles son las fuerzas motrices del desarrollo progresivo de la humanidad ?, ¿ a qué factores obedece el paso de un régimen social a otro ?, ¿puede el investigador de la sociedad eludir la respuesta a estas preguntas?, de la concepción que se tenga de la historia , y de la vida social, depende la respuesta a las cuestiones anteriores.
Hay básicamente dos concepciones de la historia y de la vida social: La concepción idealista y la concepción materialista; La primera considera que es la conciencia lo que determina la existencia y atribuye al destino, al caos y la anarquía , o bien a lo sobrenatural, a la voluntad de un ser omnipotente todo lo que ocurre en la sociedad: los hombres, no obstante que se reconoce su papel de contribución a la construcción de la historia, son finalmente sujetos de esa magna fuerza o del azar, que actúan siempre al margen de leyes y principios sociales. En tanto que para la concepción materialista de la historia, la sociedad se rige por principios generales que en cierto momento adquieren el rango de leyes sociales: pero lo esencial para ella es que atribuye al propio hombre, a la sociedad en su conjunto la responsabilidad de crear su propia existencia y le reconoce las capacidades para 19
modificarla, ateniéndose al conocimiento que tiene de la realidad y de sus leyes generales. Para la concepción idealista de la historia, ésta es una cadena de sucesos, contingencias, ensayos y errores, en las que el caos o la predestinación extra-natural o de carácter divino son los ejes rectores; y en el mejor de los casos, atribuyen lo fundamental de los procesos sociales a la actitud de los individuos, a su conciencia personal, a sus estados de ánimo, a sus odios y rencores, a su filantropía, a sus pasiones. Para la concepción materialista de la historia, existen regularidades en los procesos sociales que en determinadas circunstancias adquieren el rango de leyes de la sociedad, y los fenómenos sociales establecen una serie de nexos y vinculaciones, de tal forma que todo fenómeno social debe ser considerado en relación a las condiciones de lugar y de tiempo en las cuales ha surgido. Estas dos concepciones no se presentan siempre de manera clara , sino en muchos casos se encubre su esencia; por ejemplo, los neo-hegelianos sostuvieron siempre que la base de todo lo existente no era un dios todopoderoso, sino la llamada autoconciencia, de tal forma que el destino de la humanidad estaba en manos de las personas que pensaban críticamente, esta actitud, que aparenta ser materialista es en realidad idealista, porque equivale a sostener que el hombre no necesita para construir su existencia sino de su propio pensamiento, lo cual es la renuncia al examen objetivo de la realidad, llegando con ello a la posición de que lo único valedero para tal empresa es el «yo todo lo puedo«, en una expresión del más puro surrealismo y viene a significar lo mismo que negar las posibilidades del hombre para reconocer, construir y transformar la realidad. Al respecto Vicente Lombardo Toledano nos aporta una reflexión muy importante: El «yo nada puedo« y el «yo todo lo puedo», obedecen a una misma postura mental, a una actitud irracional frente al hombre mismo, frente a la vida y el mundo. Irracional porque desdeña la razón como instrumento del conocimiento y de la posibilidad de edificar el camino que el hombre quiere seguir. 20
Irracional porque descansa en el supuesto mandato de una fuerza sobrenatural que el hombre recibe. Irracional porque se basa en la primacía de la conciencia sobre todo lo que existe fuera de ella. En los dos casos el hombre cree ser ajeno a la naturaleza, extraño para ella y, por lo tanto, a las leyes que la rigen. Se siente subordinado a un poder que no es el suyo, o se considera con facultades irrestrictas para forjar su existencia sin participar en el proceso del mundo....»(Lombardo, 1975:17)
El materialismo histórico constituye una herramienta científica para el conocimiento, comprensión y análisis de la realidad social a partir de la concepción materialista de la historia; y acerca de su importancia metodológica F. Engels(1820-1895) escribe lo siguiente: «...La tesis de que el modelo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general, de que todas las relaciones sociales y estatales, todos los sistemas religiosos y jurídicos, todas las ideas teóricas que en la historia, solo pueden comprenderse cuando se han comprendido las condiciones materiales de vida de la época de que se trata y se ha sabido explicar todo aquello por estas condiciones materiales: Esta tesis era un descubrimiento que venía a evolucionar no solo la economía, sino todas las ciencias históricas ( y todas las ciencias que no son naturales son históricas )...»(Engels;1969:647)
En estas reflexiones de Federico Engels se resume el objetivo y esencia de la concepción materialista de la historia y del propio materialismo dialéctico.
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Los pilares de la concepción materialista de la historia En el presente capítulo abordaremos sólo las premisas básicas y esenciales aportadas por la concepción materialista de la historia, sin pretender un análisis exhaustivo de la misma, porque ello está fuera de las pretensiones académicas de este trabajo. La so ci eda d co mo p ro ceso hi s tórico. -
Para el materialismo histórico, el desarrollo social es concebido como un proceso histórico, lo cual significa que el desarrollo social es un desarrollo necesario, sujeto a ciertas regularidades y leves sociales, las cuales son asumidas no con el carácter de las leves de la naturaleza, sino considerando la mediación de los hombres; la sociedad existe como comunidad porque los hombres se reúnen para producir; para Marx el proceso de la producción social es el proceso primario de toda la vida social, la producción está presente siempre y de manera continua, como ninguna otra actividad en la vida social de los hombres, en la sociedad; por ello la producción es la actividad primaria de la sociedad. Ello no significa que los hombres no se reúnan para otros motivos, pero la producción es la actividad perma nente, continua y consecuentemente esencial de la vida de los hombres en comunidad.
La organización económica
Los hombres entran pues en relaciones de producción, y conforman de esta manera un determinado tipo de organización social y económica, la cual está en correspondencia con el nivel o grado del desarrollo de las fuerzas productivas. surge entonces una cierta forma de organización económica, así una tribu cazadora en la cual los instrumentos de la producción se reducen a los arcos y flechas y algún otro instrumento hecho de piedra, produce necesariamente la organización grupa!, comunal de los individuos, estableciendo primitivamente una sociedad comunista en la cual los productos del trabajo se distribuyen colectivamente y en base al reparto igualitario. 22
Las ideas dominantes corresponden a la estructura
económica Las instituciones sociales surgen también corno derivación de la forma de organización económica: las universidades surgen por ejemplo, cuando las fuerzas productivas de la sociedad han alcanzado un cierto grado de desarrollo y no antes, lo mismo la policía. el ejército. el estado y otras cuyo propósito es afianzar el proyecto histórico de la clase social que tiene el poder dominante en la sociedad. Cada sistema social impone por diversas vías las ideas que le dan sustento, y que lo justifican: por ejemplo, el capitalismo promueve la idea de su carácter eterno. promueve también la idea de que la propiedad privada de los medios de la producción es un derecho co-sustancial al ser humano. El papel de los individuos y las masas en la historia. Para la historiografía pre -marxista, la historia de la sociedad es esencialmente la historia de los grandes hombres, de los emperadores, de los reyes, de los caudillos populares, por ejemplo, T homas Carlyle ( 1795-1891 ) postulaba que la historia
de la humanidad es producto de los grandes hombres, al respecto escribió en su más grande obra « Los Héroes» lo siguiente: "A mi modo de ver, la Historia Universal, lo realizado por el hombre aquí abajo, es, en el fondo, la historia de los grandes hombres que entre nosotros laboraron" (Carlyle, 1985:31) En cambio para el materialismo histórico, el papel fundamental en la historia lo cumplen las grandes masas del pueblo, reconociendo en los líderes y en las personalidades de
excepción, un papel importante, pero siempre corno intérpretes de los reclamos, propuestas, aspiraciones e intereses de las grandes masas. E1 hombre es producto del ambiente, pero el hombre también construye y modifica su propio ambiente. Las leves de la sociedad Entre las leves más generales que rigen el desarrollo de la sociedad podemos citar lis siguientes: La ley de la acción determinante de la existencia social sobre la conciencia social. La ley de la acción determinante del modo de producción, sobre 23
M et o do l og ía y Ci enc i a S ocia l
lo que se denomina la superestructura de la suciedad, la ley de la necesaria correspondencia entre las relaciones de producción ti el grado del desarrollo de las fuerzas productivas: la ley de las revoluciones sociales en el paso de un modo de producción a otro m ás avan z ado . La ley de la lu c h a d e c l as es par = l as et apas históricas correspondientes a la división de la sociedad en clases; y finalmente la ley económica fundamental de cada régimen social. U n o d e lo s pr i n c i p i o s b ás i c o s p a r a e l m a t er i a l i s m o histórico, como herramienta metodológica para la investigación social, es el de la interacción de los distintos aspectos de la vida social: pues cada uno de los aspectos de la vida de la sociedad representa en si un completo sistema de elementos interactuantes; sin embargo, s ale recordar que para el materialismo histórico es el sistema de las relaciones económicas la base del desarrollo social y el que determina el carácter de todos los demás sistemas sociales. Más particularmente, el sistema de las relaciones económicas de las personas, se caracteriza en primer lugar por el lugar que éstas ocupan en el proceso de la producción. el cual se t erm in a por la conf lu enc ia de dis tintos elem ent os : En pr im er lugar por el papel que realizan en él, sea este intelectual, trabajo f ís ic o , d e a d m in is t r ac ió n , d e d ir ec c ió n , et c . t am bié n po r l a obtención de los recursos económicos o la remuneración obtenida por el trabajo. En segundo lugar por la posición socioeconómica de los distintos grupos de personas en el proceso del trabajo, y el papel que se desempeña en relación con ese status. De esta forma, el conjunt o de las r elaciones que lo s hombres establecen en el proceso de la producción, sean éstas socioclasistas,
étnicas,
nacionales,
demográficas.
v
otras,
conforman la estructura social de la sociedad. En resumen, el materialismo histórico establece que en la sociedad como en i9 naturaleza
hay leyes, solo que no son del mismo carácter, pues la
diferencia radica en que en éstas participa hombre y consecuentemente no pueden estas leyes tener el mismo carácter determinista y predictivo: Este es uno de los rasgos esenciales del m at er ialis m o h is t ór ic o pr ec is ado p o r E n gels de l a s igu ien t e m an er a: 24
«Fue precisamente Carlos Marx el primero que descubrió que logran ley que rige la marcha de la historia, la ley según la cual ludas las luchas históricas, ya se desarrollen en el terreno político, religioso, filosófico, ya en otro terreno ideológico cualquiera, no son, en realidad más que la expresión más o menos clara de luchas entre clases sociales, y que la existencia y po r tan to ta mb ién lo s cho q u es d e esta s cla ses, están condicionados, a su vez, por el grado de desarrollo de la situación económica, por el modo de producción y de su intercambio, condicionado por ésta..»( Engels: I 969:594).
Las categorías metodológicas del materialismo histórico El materialismo histórico aportó un conjunto de categorías de suma utilidad para el análisis social, estas son las esenciales: El modo de producción, las fuerzas productivas y las relaciones de producción.- El materialismo histórico enseña que el factor fundamental y determinante para el desarrollo de la sociedad es el modo de producción de los bienes materiales que la sociedad requiere para vivir y progresar; en el proceso de la producción los hombres requieren de ciertos medios de trabajo para realizar este proceso, tales como la tierra, los mares, los recursos naturales, los instrumentos y herramientas, las fábricas, la técnica, y en general todos aquellos elementos que le ayudan al proceso de la producción, dentro de los cuales se ubica también la propia fuerza de tr abajo del hombre, a estos medios de trabajo , Marx los denomina fuerzas productivas. Pero en el mismo proceso de la producción el hombre establece una relación con otros hombres, la cual está determinada, básicamente por el lugar que cada hombre ocupa en el proceso de la producción y en relación con las fuerzas productivas de la sociedad: si esa relación se da como propietario de ellas, o como no propietario de los medios de la producción; estas son entonces las relaciones de producción. Par a def in ir el m o do de pr o du c c ión pr evalec ien t e , e l materialismo histórico se pregunta: en manos de quién están los medios de producción ? son de propiedad privada o son de propiedad social '? Así , para Marx. las form as de propiedad de los medios de la producción determinan todas las demás relaciones 25
Metodología v Ciencia Social, entre los hombres, la situación concreta de los distintos grupos sociales v la forma de distribución de los productos. De esta forma, el modo de producción se define por dos elementos esenciales: El grado de desarrollo de las fuerzas productivas y las formas de propiedad de los medios de la produce ión; Marx ha distinguido en base a estos elementos, que la humanidad ha transitado por diversos modos de producción, a saber: El modo de producción del comunismo primitivo, el modo de producción esclavista, el modo de producción feudal, el modo de producción capitalista y el modo de producción socialista.
Base y superestructura
Marx y Engels crearon la teoría de la base y la superestructura, básicamente para demostrar que el desarrollo económico de la sociedad condiciona el desarrollo social en sus todas sus expresiones políticas. jurídicas. culturales y espirituales. Con esta tesis, Marx y Engels demuestran que al modificarse el régimen económico, se modifica también la conciencia de los hombres y sus instituciones sociales y políticas. Marx precisa esto en el conocido prólogo a su Contribución a la Crítica de la Economía Política de la siguiente manera: «...E1 resultado general que obtuve, u que una vez obtenido„ sirvió de hilo conductor de mis estudios, puede _formularse de la siguiente numera. En la producción social de su existencia, los hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e independientes . de su voluntad. relaciones de producción que corresponden alfil determinado estadio evolutivo de sus fuerza productivas materiales . . La totalidad de esas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio (uberbau)jurídico u político, y a la cual corresponden determinadas f ormas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina ( bedingen ) el proceso, social. político e intelectual de la vida en general. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia" (Marx.,1968:6)
26 La base es pues el sistema económico de la sociedad en una etapa determinada de su desarrollo, de tal forma que toda formación social tiene su propia base económica, la cual está formada por los siguientes elementos mínimos: Las formas de propiedad sobre los medios de producción, el lugar que ocupan los distintos grupos sociales en el proceso de la producción y por las formas de distribución de los productos. las cuales dependen de las formas que adopte la propiedad. En tanto que el concepto de la superestructura define a todo el conjunto de las concepciones jurídicas, políticas, culturales, religiosas, sociales y las instituciones que les corresponden. Y la función de la superestructura es la de servir a la sociedad de la cual surge; de esta forma, la base determina la superestructura, pero también la superestructura actúa sobre la base a manera de un sistema de reflujo; y existe además una permanente interacción entre las propias superestructuras.
La lucha de clases
El marxismo postula que la sociedad dividida en clases surgió con la aparición de la propiedad privada de los medios de la producción; la idea de la división de la sociedad en clases no es original del marxismo. puesto que ya los economistas Adam Smith, David Ricardo y otros investigadores sociales explicaba n la existencia de una división en la sociedad en base a las clases sociales. supieron de sus efectos y consecuencias como la existencia de pobres y ricos, de acaudalados y miserables; pero no descubrieron las causas de la división de la sociedad en clases. 11s el propio Marx quien reconoce este hecho cuando escribió a J. Weydmeyer el 5 de marzo de 1952: "... Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas.. "Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía de estas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) Que la existencia de clases solo va unida a determinadas fases 27
históricas de desarrollo (lela producción: 2) Que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) Que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases...» (Marx, 1969: 703) Los rasgos de la sociedad dividida en clases han sido sintetizados por Vladimir Ilich Lenin, quien formuló la siguiente definición: «...Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en determinado sistema histórico de producción social, por las relaciones que mantienen con los medios de producción ( relaciones en gran parte establecidas y formalizados en leyes ) , por la función que cumplen en la organización social del trabajo, y, en consecuencia, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el trabajo de otro gracias al lugar diferente q u e o c u p a e n d e t e r m i n a d o r é g i m e n e c o n ó m i c o social.. »(Lenin,1978: 358).
Ahora bien, todas las formaciones sociales basadas en la existencia predominante de la propiedad privada de los medios de la producción, produce la división en clases antagóni cas; y en todo modo de producción antagónica se producen esencialmente dos clases, de acuerdo al sistema social, sea este esclavista, feudal, o capitalista, a saber: esclavistas y esclavos, señores y siervos, burgueses y proletarios; las cuales conviven en constante y permanente lucha. Y esta lucha es de carácter económico, de carácter político y de carácter ideológico, con diferentes matices e intersecciones entre ellos.
La tesis del individuo social
Se ha atribuido al marxismo falsamente la reducción del hombre a una parte del sistema, en una concepción en la que si lo importante es la sociedad el hombre, el individuo no cuenta; v por lo tanto se le reduce a una simple parte de la maquinaria
social, con lo cual el marxismo supuestamente propugna por la construcción de una sociedad sin individuo, y lo más que se reconoce es su papel en la economía ( horno económicus ). Esta no solo es una concepción absolutamente ajena a Marx, sino diametralmente opuesta al carácter profundamente humanista subyacente en toda su magna obra filosófica y económica. En realidad esa reducción del hombre a simple elemento productor, hombre - máquina, y en consecuencia enajenante del espíritu humano es propia del capitalismo y no del marxismo ni del socialismo, por medio de la cosificación de las relaciones humanas. La sexta de las famosas Tesis sobre Feuerbach, nos permite iniciar el abordaje de la categoría de individuo social de Marx: «...Pero la esencia humana no es una abstracción inherente a cada individuo; es , en realidad, el conjunto de las relaciones sociales...»(Marx,1947: 121). En esta tesis Marx esboza la idea de un sujeto transindividual, lo cual no niega su individualidad sino que confirmandola rebasa ese nivel para ubicarse en el conjunto de las relaciones de producción. Así , para Marx, «...E1 conjunto de las relaciones sociales...» es un a categoría que define la condición de las unidades biológicas conformadas por individuos en el seno del sujeto colectivo, y este sujeto colectivo es el que define la praxis social o histórica. Es incuestionable que Marx establece de manera científica las limitaciones del individuo definidas por el modo de producción; pero ello no significa que niegue las posibilidades del desarrollo individual y el papel del individuo en el cambio y transformación de la sociedad; en una carta al Sr. Annekov, fechada el 28 de diciembre de 1946 en Bruselas, Marx comenta la obra de Proudhón « La Filosofía de la Miseria» y afirma: "¿Qué es la sociedad cualesquiera que sea su forma ? El producto de la acción recíproca de los hombres, ¿pueden los hombres elegir libremente esta o aquello forma social ? Nada de eso. A un determinado nivel del desarrollo de la producción, del comercio, v del consumo, corresponden determinadas formas de constitución social, una determinada organización de la 29
familia, de los estamentos, de las clases sociales: en una palabra, una determinada sociedad civil. A una determinada sociedad civil corresponde un determinado régimen político, que no es más que la expresión oficial de la sociedad civil...» (Marx 1969: 694) «...huelga decir que los hombres no son libres de escoger sus fuerzas productivas - base de toda su historia - , pues toda fuerza productiva es una fuerza adquirida, producto de una actividad anterior. Por tanto, las . fuerzas productivas son el resultado de la energía práctica de los hombres, pero esta misma energía se halla determinada por las condiciones en que los hombres se encuentran colocados, por las fuerzas productivas ya adquiridas,
o
por la f rma social anterior a ellos, que ellas no han creado y que es producto de la generación anterior. El simple hecho de q ue cad a gener ació n p oster ior se encuentre con fuerzas productivas adquiridas por la generación precedente, que le sirven de materia prima para la nueva produc ción, crea en la historia de los hombres una conexión, crea una historia de la humanidad, que es tanto más historia de la humanidad por cuanto las fuerzas productivas de los hombres, .v por consiguiente sus relacio nes sociales han adquirido mayor d esarroll o. Consecuencia obligada: La historia social no es nunca más que la historia de su desarrollo individual, tengan o no ellos mismos la conciencia de esto. ( ibidem). Como se puede advertir, Marx establece lo que no es dable a los hombres en un determinado momento histórico concreto, pero enfatiza que la sociedad es el resultado de la acción recíproca de los hombres en cuanto individuos; en la misma obra respecto de las posibilidades del hombre para el cambio social establece: «... Los hombres jamás renuncian a lo que han conquistado, pero esto no quiere decir que no renuncian nunca a la firma social bajo la cual han adquirido determinadas fuerzas productivas. Todo lo contrario. Para no verse privados del resultado obtenido, para no perder los frutos de la civilización, los hombres se ven constreñidos, desde el momento en que el tipo de su comercio no corresponde ya a las fuerzas productivas adquiridas, a 30
cambiar todas sus formas sociales tradicionales"
( ibid)
En resumen, el marxismo considera que el sujeto creador de la vida social y cultural, el sujeto creador de la historia, no es individual sino social; es decir, el sujeto social.
La teoría de la alienación La teoría de la alienación formulada por Carlos Marx, particularmente en los famosos « manuscritos», los cuales fueron dados a conocer a la opinión pública en los años treinta de este siglo XX , nos muestra a un Marx profundamente humanista y sobre todo un Marx subjetivista, en tanto partidario de la tesis de que la diferencia entre la historia social y la natural está en que hacemos la una y no hacemos la otra; o dicho en términos más claros, la ordenación y movimiento de las galaxias por ejemplo, no depende de los hombres , pero la del mundo humano sí; con todas sus posibilidades de acierto y error; El Marx de los «manuscritos» es el Marx absolutamente congruente con al primera tesis sobre Feuerbach, en la cual critica el materialismo objetivista cuando explica que éste, percibe al mundo y la realidad solo bajo la forma de objeto, pero no como actividad humana concreta, es decir de manera subjetiva. La teoría de la alienación fundamenta de manera magistral, el caracter del capitalismo como un sistema que «cosifica» a los individuos, que los convierte en mercancía, en objeto de intercambio; y !os ubica al nivel de cosas. Así la alienación, o enajenación del capitalismo, actúa sobre las conciencias de los individuos, los cuales por diversos medios son bombardeados para que asuman, precisamente el papel de cosas. En lo esencial la teoría de la enajenación plantea que el hombre. atizado permanentemente por la solución de sus necesidades inmediatas de sobrevivencia, antepone durante toda su vida la acción de la sobrevivencia a las tareas realmente humanas que lo pudieran elevar. La satisfacción de Las necesidades primarias, constituye el leitmotiv de su existencia y en esa medida el hombre es un ser 31
Metodología y Ciencia Social necesariamente enajenado: porque en esa lucha por la sobrevivencia el hombre se enfrenta al hombre, separándose de los otros integrantes de su género, con lo cual se mantiene vivo solo el elemento animal, en tanto que los específicamente humano se esconde y se subordina a lo no humano. En cuanto al carácter enajenante del capitalismo Marx establece:
«...Nosotros partimos de un hecho económico actual. El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuánto más crece su producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no solo produce mercancías, - se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general.. »( Marx, 1968: 106) Esto significa que para Marx la raíz de la enajenación radica en la existencia de la fuerza de trabajo como mercancía, en un proceso en el cual la realización del trabajo equivale a la objetivación del mismo y como resultado se tiene la cosa, la mercancía; en ese proceso de realización del trabajo el hombre se desrealiza, por la separación del trabajador de su producto. en otra parte de sus Manuscritos Marx plantea:
«... Todas estas consecuencias están determinadas por el hecho de que el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como un objeto extraño. Partiendo de este supuesto, es evidente que cuanto más se vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más poderoso es el mundo extraño, objetivo, que se crea frente a si, y tanto más- pobres son él mismo v su inundo interior, tanto menos dueño de sí mismo es. Lo mismo sucede en la religión. Cuanto más pone el hombre en Dios, tanto menos guarda en si mismo. El trabajador pone su vida en el objeto, pero a partir de entonces ya no le pertenece a él, sino al objeto. Cuanto mayor es la actividad, tanto más carece de objetos el trabajador. Lo que es el producto de su trabajo, lo es él. Cuanto mayor es, pues, este producto, tanto más insignificante es- el trabajador. La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en objeto, en una existencia exterior, 32
sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrent a como cosa extraña y hostil »(ibidem). Marx establece en su teoría de la enajenación, que en el proceso del trabajo bajo el capitalismo el trabajador no se afirma sino se niega; por eso el trabajador solo se siente en sí mismo fuera del trabajo, así el hombre se realiza solo fuera del trabajo, y curiosamente solo se siente libre en sus funciones animales, es decir en el comer, beber, engendrar; de tal forma que lo humano se transforma en animal y lo animal en humano.
El papel histórico del proletariado Otra de las categorías metodológicas para el análisis social aportado por el materialismo histórico descubierto por Marx es el papel histórico del proletariado corno clase revolucionaria, llamada a derrumbar el sistema capitalista de producción y conducir a la sociedad en su conjunto a nuevos estadios de la vida social: El socialismo y el comunismo. Y ese carácter revolucionario le viene dado precisamente por el lugar que ocupa en la producción, con la fuerza básica del proceso de la producción de los bienes necesarios para la subsistencia de toda la sociedad capitalista; y como no tiene propiedad alguna sobre los medios de la producción , en su lucha por el poder, los proletarios no tienen nada que perder más que sus cadenas; y en cambio tienen todo para ganar; de tal forma que el proletariado para conseguir su liberación definitiva debe primero eliminar el sistema que produce la existencia de las clases antagónicas y la lucha entre ellas; debe en consecuencia suprimir la propiedad privada de los medios de la producción, y con ello la explotación del hombre por el hombre, creando un nuevo sistema social basado en la colaboración y la ayuda mutua.
Es importante destacar que Marx, no obstante que consideró la lucha de clases como el motor de la historia, ésta, la lucha de clases se mueve en el nivel de las relaciones de producción, lo cual nos conduce matizar la importancia de la lucha de clases y ubicarla en su justo nivel dentro de la concepción marxista; porque, en lo que se refiere los cambios históricos de un régimen a otro más avanzado, es evidente que Marx le dio una mayor importancia al papel de la economía, esto queda muy claro en el prólogo de su Contribución a la Crítica de la Economía Política, en el cual expresa: «... Una formación social jamás perece hasta tamo no se hayan desarrollado todas las fuerzas productivas para las cuales resulta ampliamente suficiente, y jamás ocupan su lugar relaciones de producción nuevas y superiores antes que las condiciones de existencia de las no hayan sido incubadas en el seno de la propia antigua sociedad. De ahí que la humanidad siempre se plantee sólo tareas que puede resolver, 34
pues considerándolo más profundamente siempre hallaremos que la propia tarea sólo surge cuando las condiciones materiales para su resolución .ya existen o, cuando menos, se hallan en proceso de devenir... »(Marx, 1980: 5)
Podemos entonces concluir que para el marxismo, la clave secreta de la historia y de los grandes cambios sociales radica en primer lugar en el desarrollo de las fuerzas productivas, las cuales establecen las condiciones materiales necesarias para el cambio de un régimen a otro, pues entran en choque con las caducas relaciones de producción y reclaman nuevas relaciones de producción que les permitan su libre desarrollo.
Metodología y Ciencia Social
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Capítulo III Las contribuciones epistemológicas del marxismo a la ciencia social
La verdad Para el marxismo la verdad tiene un carácter absoluto en cuánto a su validez; pero relativo en cuánto al tiempo; esto significa que la ciencia no aspira a la verdad absoluta: porque si una proposición se impone como verdad absoluta, en ese momento pierde toda posibilidad de enriquecimiento y cancela todo intento de investigación futura en su área. Verdades que ayer impusieron su validez, hoy la han perdido y son sustituidas por otras, de este caso existen muchos ejemplos en la historia de las ciencias naturales y sociales. En realidad el marxismo considera que en toda verdad hay una mixtura de relatividad y de absoluto, de subjetividad y objetividad. De esta forma la verdad es relativa en cuanto se refiere a circunstancias o términos que la determinan: pero es absoluta en tanto lo que ella repr oduce es la realidad que existe, independientemente de lo que los hombres piensen de ella.
La Realidad La realidad. el mundo , el universo existen objetivamente, y con anterioridad al ser humano. y no son obra de ninguna idea superior o de algún espíritu universal. llámese Dios, idea absoluta o cualquier otra denominación que se le dé. El estado de la realidad El estado natural y propio de la realidad es el movimiento; 37
el cambio permanente, la transformación constante, el movimiento continuo, es la forma de existencia de la realidad, por lo tanto la realidad jamás es una totalidad acabada o perfecta, sino un proceso permanente.
La Realidad es cognoscible El ser humano es capaz de conocer las más intrincadas pr o fund id ades de la realid ad natur al y social; nada hay incognoscible para el cerebro humano, forma superior de organización de la vida material. Todo depende del desarrollo particular de cada ciencia.
Las contradicciones El origen del cambio continuo, de la transformación permanente como forma y estado natural de la realidad radica en la existencia de contradicciones en su seno, contradicciones de tipo antagónico y no antagónico, pero todas ellas se resuelven en un proceso de tesis, antítesis y finalmente surge una nueva esencia, diferente a los elementos en pugna, que se denomina síntesis.
El Conocimiento es Social Si toda asociación humana nace y se desarrolla a partir de un motivo básico para esa asociación que es la producción, entonces el desarrollo del conocimiento, que es un producto de la asociación humana, depende también del grado de desarrollo de la producción social.
La Práctica y el Conocimiento La práctica es el origen del conocimiento, esto implica definir la práctica como la actividad deliberada y consciente, física, mental y espiritual del hombre el conocimiento surge como consecuencia de la necesidad propiciada por la práctica social de ideas
verdaderas acerca de las cosas. El marxismo concibe la práctica como la fuente, el origen de los conocimientos ; sin la práctica no podría existir el conocimiento de la realidad objetiva; pero la práctica es también la prueba más dura e inobjetable de la validez de cualquier conocimiento. La práctica social ha impulsado a los pueblos a desarrollar la búsqueda de conocimientos científicos, en su segunda tesis sobre Feuerbach Marx ha escrito: «...Saber si el pensamiento humano puede conducir a una verdad objetiva no es una cuestión teórica sino prác tica. Es en la práctica donde el hombre debe probar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. La discusión sobre la realidad o irrealidad del pensamiento, aislada de la práctica es puramente escolástica...» (Marx, 1 9 69 :24)
Objetividad, Subjetividad y Praxis El marxismo plantea que las ciencias sociales son tales, porque cumplen con el requisito de la objetividad; sin embargo , no comparte la tesis de los llamados objetivistas, es decir de quienes asumen la objetividad de la ciencia social, de la misma forma como se asume en las ciencias naturales. En la primera de las tesis de Marx sobre Feuerbach se establece una crítica a aquellos materialistas que, creyendo ser científicos excluyen en su interés de captar la realida d, a la actividad humana concreta, es decir, excluyen el elemento subjetivo, la tesis textual es la siguiente: «...El principal defecto de todo el materialismo anterior incluyendo el de Feuerbach - reside en que capta el objeto, la realidad del rondo sensible, solo bajo la firma de objeto o de intuición, pero no en cuanto a actividad humana concreta, en cuanto práctica, es decir de manera subjetiva. Esto explica por que el aspecto activo fue desarrollado por el idealismo, en oposición al materialismo; pero solo de modo abstracto, puesto que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real y 39
concreta como tal: Feuerbach quiere objetos concret os, realmente distintos de los objetos del pensamiento: pero no concibe la actividad humana en si como actividad objetiva. Por ello considero, en la « Esencia del Cristianismo « , q u e l a ú n i c a actividad verdaderamente humana es la teórica, mientras que so lo capta y def ine la actividad practica en su sórdid a manifestación judía. Por eso no comprende la importancia de la actividad revolucionaria, de la actividad practico - crítica..» (Goldman, 1970: 134). De esta manera, frente al modelo sensual- empirista basado en la teoría del reflejo, de acuerdo con el cual, la relación sujeto, objeto, conocimiento se realiza en un proceso en el que el s u jeto es un agente pasivo- receptivo, es decir, contemplativo cuyo papel se reduce a contemplar y recibir los estímulos del exterior: y también frente a su contraparte, el modelo extremadamente subjetivista, el que establece que en la tríada sujeto-objetoconocimiento, el predominio es del sujeto, en un proceso en el que se otorga al sujeto cognoscente no solo la capacidad de captar y comprender la realidad, sino la de producción de la propia realidad; el marxismo postula el principio de la interacción sujetoobjeto de manera dialéctica y permanente. En realidad el marxismo asume también la teoría del reflejo pero otorgando al sujeto un papel activo y al conocimiento como un resultado de un proceso de interacción que se da solo en la práctica social, en la praxis. Esta concepción de la relación sujeto-objeto-conocimiento s e c om plem ent a con la sext a t es is so br e Feu er bach ( su pr a particularmente en lo referente a que el hombre es en realidad el conjunto de las relaciones sociales: es decir, el hombre es un ser social, histórico. cultural. que vive inmerso en sociedad, solo así es posible concebir el papel de la práctica social, como componente esencial entre el sujeto y el objeto. El individuo concreto. así concebido es una realid ad: EI individuo biológica socialmente aislado es una entelequia, no existe. El sujeto que aprehende la realidad no puede, aunque lo intentara, cumplir el simple papel de receptor a la m a n e r a d e u n espejo, que refleja la realidad a la manera de una calca:, porque obligadamente tiene un marco referencial, forma parte de una 4 0l
cultura, ha asumido una forma del lenguaje, practica una serie de hábitos y costumbres, comparte juicios y prejuicios con la sociedad de la cual forma parte, es pues, un individuo co ncreto, condicionado histórica y culturalmente. En estas condiciones la objetividad como riguroso requisito de cientificidad, está dada en las ciencias sociales en términos de un proceso subjetivo-objetivo, en el cual el sujeto cognoscente es el agente que orienta la actividad de aprehensión del conocimiento hacia los objetivos que le marca su propia subjetividad, la cual cumple un papel mediador en la articulación sujeto - objeto- conocimiento. Entonces el conocimiento equivale a una actividad, nunca a una actitud pasiva. Lo o bjet ivo en e l pr o c es o de l c o n o c im ien t o par a el marxismo no se reduce entonces a lo exterior al sujeto, sino a su propia esencia interior en una relación que se da en la praxis social como una totalidad; de tal forma que lo objetivo es aquello que es válido para todos y no solo para un solo individuo, por lo cual el conocimiento social tiene una validez universal. ( Schaff, 1974:101).
La categoría epistemológica de la totalidad Para comprender , asimilar y aprehender la realidad social, lo podemos hacer desde perspectivas diferentes, una de ellas es la de asumir la realidad como una dualidad indisoluble formada por los elementos sujeto-objeto; y considerar que el entorno en el cual el hombre actúa esta integrado a su vez por una totalidad : la que forman las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Marx asumió el conocimiento científico de la realidad social desde esta perspectiva, y con ello, introdujo al análisis social la categoría de totalidad. La categoría de totalidad es una herramienta teórica para la reconstrucción de una realidad social concreta; su punto de partida es la respuesta materialista y dialéctica de lo qué es la realidad; por ello debe considerarse a partir la unidad indisoluble entre lo ontológico y lo óntico, es decir, entre la postura que asume
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la preeminencia de la existencia sobre la conciencia; pero a la vez considera lo existente como expresión de esa preeminencia; dicho de manera más explícita, conocer la realidad a partir de sus expresiones concretas del mundo social, de lo sencillo, de lo dado, pero en el marco de un proceso global el cual se considera toda la riqueza y complejidad el mundo social; particularmente la unidad entre lo estructural y lo superestructural, y entre lo objetivo y lo subjetivo. La categoría epistemológica de totalidad corre el riesgo de asumirse en una visión reduccionista que la simplifica a la expresión vulgar de que el todo es mayor que sus partes, o que todo está en conexión con todo, el investigador social debe tomar distancia de esta forma simplista de asumir la categoría de totalidad. Karel Kosic nos proporciona una definición marxista de la categoría de totalidad:
«...pero en verdad totalidad no significa todos los hechos. Totalidad significa: realidad como un todo estructurado y dialéctico, en el cual puede ser comprendido racionalmente cualquier hecho ( clases de hechos, conjunto de hechos). Reunir todos los hechos no significa aún conocer la realidad, y todos los hechos (juntos) no constituyen aún la totalidad. Los hechos son conocimiento de la realidad si son comprendidos como hechos de un todo dialéctico, esto es, si no son átomos inmutables, indivisibles e inderivables , cuya conjunción constituye la realidad, sino que son concebidos como partes estructurales del todo. Lo concreto , o sea la totalidad, no es, por tanto, todos los hechos, el conjunto de ellos, el agrupamiento de todos los aspectos, cosas y relaciones, ya que en este argumento falta aún lo esencial: la totalidad y la concreción. Sin la comprensión de que la realidad es totalidad concreta que se convierte en estructura significativa para cada hecho o conjunto de hechos, el conocimiento de la realidad concreta no pasa de ser algo místico, o la incognoscible cosa en sí...» ( Kosic, 1967:56).
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Sergio Quiroz Miranda
Una determinada realidad concreta como lo puede ser la educación en un momento histórico dado y en un lugar específico del mundo, debe ser asumida como objeto de conocimiento solo sí se le considera como parte de una estructura superior, como elemento de un todo estructural. La realidad de un país-no es un conjunto de hechos, porque entonces tendríamos que considerar la educación, para seguir con el ejemplo, como un fenómeno aislado y jamás podría articularse una serie de fenómenos que nos explicarán la realidad del todo; con lo cual la realidad de tal país sería incognoscible. Así la categoría de totalidad nos permite avanzar en una especie de espiral en la cual todos los hechos están en movimiento, y en una visión que nos permite movemos del todo a los hechos y de los hechos al todo.
La categoría de totalidad implica reconocer la realidad precisamente como una totalidad; una totalidad que el hombre ha parcializado para poder penetrar en sus esencias y secretos no revelados en la superficialidad; pero a medida que la ciencia ha avanzado, sobre todo en los últimos años, la unidad indisoluble , la unidad material interna de los sectores de la realidad ha sido más evidente. Esto explica la racional preocupación del hombre de crear una sola ciencia, la ciencia de la realidad, la ciencia unitaria que explique la totalidad de los fenómenos que integran la realidad.
La categoría de mediación Esta categoría , al igual que la de totalidad tiene un origen hegeliano, pero fue utilizada recurrentemente por Marx, aún cuando no la haya definido como tal. Lukács, desarrollando esta categoría la define como : «... la palanca metodológica de la superación de la mera inmediatez de lo empírico, no es nada que se introduzca desde fuera ( subjetivamente ) entre los objetos, ni un juicio de valor o un deber ser, que se contrapusiera a su ser correspondiente, sino que es manifestación de la estructura cósica objetiva y propia de esos objetos mismos... »( Lukács, 1969:30) 43
Capítulo IV Análisis crítico del materialismo histórico
Hace ya casi ciento cincuenta años apareció el manifiesto del Partido Comunista, desde entonces a la fecha, el marxismo ha sido muerto y enterrado varias veces y otras tantas ha resucitado. Hoy asistimos a los nuevos funerales del marxismo , y es posible que de éstos se forje de nuevo el renacimiento de la teoría de Marx, con la particularidad de que hoy dadas las condiciones en que se presenta esta muerte de Marx varias veces anunciada , no solo se podrá reivindicar al marxismo, sino , reconstruir el paradigma marxista, aprovechando los más de cien años de producción teórica en torno a ésta teoría, transcurridos de la muerte física de Marx. La metodología para el análisis consistirá entonces en partir de las prácticas e impugnaciones que a lo largo de la historia moderna ha sido objeto el marxismo, bien para negarlo o para enriquecerlo y complementarlo. Iniciando con el análisis teórico del llamado « marxismo dominante « derivado del socialismo realmente existente en los países de la Europa del Este y en la Unión Soviética.
El Marxismo dominante El llamado marxismo dominante surge cuando se establece en el mundo el primer estado socialista. encabezado por Valdimir Ilich Lenin (1870-1924). en la antigua Rusia zarista. como resultado de la revolución de Octubre de 1917. Y constituye, prácticamente todo un paradigma es decir un vasto conjunto de interpretaciones del marxismo. de creencias, de caracterizaciones 45
del mundo, de prácticas, de estilos y de hábitos metodológicos para el examen de la realidad. En una primera apreciación de carácter socio-histórico, y en apego a la teoría de Marx, el establecimiento del primer estado socialista, en uno de los países más atrasados de la tierra, constituye una negación de las propias tesis de Marx; esencialmente por lo establecido en su famoso Prólogo de su Contribución a la Crítica de la Economía Política: « ...Una formación social jamás perece en tanto no se hayan desarrollado todas las fuerzas productivas para las cuales resulta ampliamente suficiente... »( Marx, 1969: 183). Es evidente que el capitalismo en Rusia, no había desarrollado todas sus potencialidades productivas, y en consecuencia, no había creado las condiciones materiales para ser sustituido por el régimen socialista; esto condujo seguramente a Antonio Gramsci a escribir lo siguiente, precisamente a un año apenas del triunfo de la revolución en Rusia: «...La revolución de los bolcheviques está más hecha de ideología que de hechos. Es la Revolución contra El Capital de Carlos Marx. El Capital de Carlos Marx era en Rusia el libro de los burgueses más que de los proletarios...»( Lowy, 1978:111 ) Por otra parte, es el propio Marx quien establece que se requiere además de la existencia de condiciones subjetivas para el advenimiento del nuevo régimen social que sustituya al decadente y caduco que está a punto de agonizar, y estas condiciones se definen de la siguiente forma: «... La humanidad solo se propone aquellos fines que tiene posibilidad de alcanzar...» ( ibidem). Esto significa que para el cambio revolucionario, la conciencia colectiva debe estar madura, es decir, que la mayoría de la sociedad debe estar convencida de que el régimen en el cuál vive. ya no es capaz de mantenerse, y por lo tanto el cambio es una necesidad histórica. Ambas formas de madurez, la de las condiciones objetivas, y la de las condiciones subjetivas, están condicionadas mutua y recíprocamente, de tal suerte que el cambio social no puede ocurrir con sólo una de ellas.
A esta tesis de la más pura esencia marxista Lenin antepuso la del eslabón más débil del capitalismo, la cual significa que , en circunstancias de la existencia del imperialismo, aquella ley de Marx, puede tener una interpretación menos rígida y, consecuentemente, edificarse el socialismo en países en los que el capitalismo aún no ha agotado sus potencialidades de desarrollo. Como quiera que sea, lo cierto es que en la creación y surgimiento del primer estado obrero del mundo, no existían ni las condiciones objetivas , ni las subjetivas plenamente desarrolladas; en consecuencia, el estado socialista tuvo que dedicar enormes esfuerzos y tiempo a construir aquello que el capitalismo no había construído (industrialización, electrificación, tecnificación agrícola, etc.); pero también a formar al alimón, la conciencia socialista de la cual carecía la mayoría de la población. Así se explica, que en su primera etapa, el nuevo estado obrero del mundo estableciera una dirección vertical, de rigurosa vigilancia, de autoritarismo, e incluso de represión.( el fin justifica los medios ); práctica que se prolongó por décadas hasta la caída del sistema socialista mundial; la cual, obligadamente postergó para mejores tiempos el ideal marxista del hombre libre, desenajenado, como consecuencia de la construcción de una sociedad democrática, en la que el poder sea ejercido plenamente por el pueblo. El marxismo dominante , acusó entonces los siguientes rasgos que se convirtieron en el paradigma del marxismo oficial: Interpetación mecánica y positivizante de la tesis de la cientificidad d el marxi s mo , p r o ceso q ue co nd uj o inevitab lemente al determinismo histórico otorgando un carácter de ineluctables a las leyes sociales; aceptación de las tesis de Marx en forma dogmática; establecimiento de una sociedad que ignora al individuo, en contraparte a la tesis marxista del individuo social; abandono del carácter esencial del marxismo, que es su profundo sentido humano.
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Metodología y C ie ncia Social
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El Marxismo no dominante No nos ocuparemos de las corrientes del pensamiento que niegan y han negado el marxismo abiertamente desde posiciones antagónicas, sino de aquellas corrientes que diciendo compartir total o parcialmente los principios del marxismo han asumido esencialmente dos posiciones: Por una parte, los cuestionamientos que postulan la no vigencia del marxismo o de algunos de sus postulados; por la otra, las que aceptan la validez de sus principios, pero la consideran una teoría incompleta, limitada y en consecuencia, proponen una serie de categorías para su enriquecimiento y consolidación como paradigma de las ciencias sociales.
I. - Los Principales Cuestionamientos al Marxismo. La Escuela de Frankfurt y el cuestionamiento del determinismo histórico y del papel del proletariado como clase revolucionaria. Una de las objeciones más importantes al marxismo, surgió de algunos de los miembros de la Escuela de Frankfurt, conviene entonces precisar algunos aspectos contextuales del surgimiento de esta corriente para establecer con mayor claridad sus planteamientos críticos al marxismo. La Escuela de Frankfurt según se asienta en el acta de nacimiento de la Escuela (1923) tiene su orígen en la «Primera Semana de Sesiones Marxistas « que organizó Félix Weil en Frankfurt del Meno en el verano de 1922, la cual contó con la participación de Georg Lukács, Karl Korsh, Frederick Pollock y Wittfogel; de esta reunión nació la idea que cristalizó en el Instituto de Investigaciones sociales, mejor conocido con el nombre de Escuela de Frankfurt, siendo sus miembros más destacados por la trascendencia de su obra, Max Horkheimer(1895-1973) Theodoro Adorno ( 1903-1969) , Walter Benjamín (1892-1940), Herbert Marcuse (1898-1979), Erich Fromm( 1900-1980), Leo Lowenthal, Jurgen Habermás y otros que surgieron posteriormente y que coinciden en algunos de los planteamientos esenciales de la corriente. 4
Me to do l og ía y la C ie nc ia So c ia l
La Escuela de Frankfurt libró, en el campo del marxismo, la idea de examinar al marxismo combatiendo su interpretación dogmática u oficial; por consiguiente, tuvo siempre la finalidad de rescatar la investigación social marxista de manos de los marxistas vulgares; pero también combatieron la idea de que la ciencia social debía mantenerse solo en la observación de los fenómenos sociales, ateniéndose a la situación de una empresa valorativa, en este sentido la Escuela de Frankfurt combatió a los Weberianos. Los principales planteamientos de la Escuela de Frankfurt en torno al materialismo histórico, serán analizados desde la perspectiva que identifica a esta corriente con un « marxismo mé t o d o l ó g i co » o a c a d émi c o , má s q u e c o n u n ma r x i s mo reivindicador , combativo o revolucionario. Los planteamientos principales de la Escuela de Frankfurt respecto del materialismo histórico giran en torno a la crítica muy precisa a lo que consideraron la rigidez del reduccionismo sociológico , y contra el determinismo histórico del marxismo ortodoxo, lo que consideraron una deformación del marxismo. Además plantean que el factor económico es importante en la consideración de los cambios sociales, pero de ninguna manera determinante. Por estas posiciones a los integrantes de esta corriente del pensamiento se les ha calificado de reivindicadores del pensamiento de Hegel, y en no pocas ocasiones se les denomina neo-hegelianos. La Escuela de Frankfurt consideró finalmente a Marx como un determinista histórico, pues según Marcuse, Marx consideró que la historia estaba predeterminada y sustentada en los deseos y necesidades de los hombres; en consecuencia los frankfurtianos se pronunciaron en contra de la teoría de la necesidad, porque la consideraron esencia y fundamento del determinismo histórico. El otro planteamiento que subyace en todos los debates de esta corriente y a veces, como en el caso de Herbert Marcuse se plantea directamente es el de la eficacia del proletaria do como un agente de la transformación revolucionaria, pues lo consideran 50
proclive a la observación y luego a la integración al modus vivendi de la burguesía. Herbert Marcuse en su escritos plantea la tesis de que el capitalismo desarrollado prácticamente absorbe al proletariado y lo integra al sistema capitalista de tal forma que el proletariado no solo no quiere el cambio revolucionario, sino que pasa a ser un defensor del propio sistema capitalista debido a la serie de comodidades y seguridad que el propio capitalismo le ofrece a los trabajadores. De esta suerte, la clase revolucionaria debe buscarse en otros estratos y sectores de la sociedad; Marcuse por su parte se inclina por los estudiantes; sus tesis en este sentido fueron asimiladas por numerosos grupos de estudiantes a finales de los años sesenta, particularmente en Francia y en los Estados Unidos, con las consecuentes repercusiones en nuestro país. De todos estos planteamientos quizá el más importante para el materialismo histórico, es el relativo al cuestionamiento del proletariado como clase revolucionaria. Porque de resultar cierto, derrumbaría toda la teoría del materialismo histórico. Conviene entonces precisar que esta conclusión la obtuvo Marcuse precisamente en los años de auge del capit alismo desarrollado, cuando todavía no entraba en crisis profunda el industrialismo y existía una cierta correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción capitalista, de tal forma que en los Estados Unidos, por ejemplo, existía una gran capacidad de empleo de su planta productiva, y se formó de manera temporal lo que se denominó la « aristocracia obrera» integrada básicamente por los obreros industriales y técnicos de la industria automotriz. Esa situación fue efectivamente tempo ral. pues el desarrollo de las fuerzas productivas es ascendente e imparable: la revolución científico tecnológica. desarrollo la informática y la robótica. con ello se aceleró el proceso de la automatización de los procesos productivos y la sustitución de la planta productiva propia del industrialismo en crisis, por la nueva planta basada en >t
Metodología y Ciencia Social la tecnología de punta; la consecuencia inmediata es el desplazamiento de millones de trabajadores, el incremento de la oferta de mano de obra y su consecuente devaluación de la fuerza de trabajo como mercancía: en este contento la llamada «aristocracia obrera» ha desaparecido de los países altamente industrial izados, y lo que priva es el desempleo masivo, la pobreza creciente y la inestabilidad económica de los trabajadores de todas las ram as de la producción y los servicios . De esta forma, la tesis de Marx, respecto de la existencia de la clase obrera como el sector revolucionario más interesad o en el cambio social por la necesidad histórica de su supervivencia, no solo sigue siendo válida , sino que está más vigente que nunca. En cuanto a calificar a Marx de exponente del d e t er m in is m o h is t ó r ic o es c o n v en ien t e a c l ar ar qu e és t a es s en c illam en t e u n a in t er pret ación su bjet iva de los pr inc ipios sustentados por Marx. Esta concepción que se atribuye erróneamente a Marx consiste esencialmente en negar el papel de los hombres en la construcción de su presente y de su futuro, es decir, el determinismo histórico hace de los hombres meros objetos de la historia, y nada hay más alejado de esta posición mecánica y dogmática de la historia, que el marxismo. A esta concepción errónea del materialismo histórico, Marx como si hubiese advertido la posterior tergiver sación de su teoría, antepuso la tesis de la filosofía de la praxis; y la filosofía de la praxis significa, ni más ni menos, que la h istoria es la continua creación y recreación de la actividad humana. en la que el hombre se desarrolla como causa y efecto a la vez, y de manera dialéc t ic a . E n s u o br a « La S agr ada Fam i lia» M ar x y En gels establecen que «es más bien el hombre, el hombre viviente y efectivo, quien hace todo, quien posee y quien lucha «( Marx, 1969: 67 ); pero más enfático en la XI tes is sobre Fe uerbach Marx establece la frase que ha trascendido en la historia : « Los f iló s o f o s h an bu s c a do in t e r pr et ar e l m u n do , p er o a h o r a es necesario transformarlo « (Marx, 1969:26). Estas citas revelan el profundo sentido humano que Marx dio a su concepción de la historia, N nada tiene que ver con el 52
determinismo histórico mecanicista que excluye al ser humano del escenario de la historia.
Cuestionamiento de la existencia de las clases y de la lucha entre ellas Este cuestionamiento proviene de los sectores de la derecha, pero lo han retomado algunas corrientes de la izquierda, sobre todo en la época actual cuando se habla del fin de la historia, •
y del fin de las ideologías, se sostiene que o la lucha de clases no existe, o bien que existe pero como una opción más entre muchas otras de los trabajadores, con lo cual se le minimiza y por ende se niega a Marx, pues éste sostuvo, junto a Engels, que la lucha de clases era el motor de la historia. El joven historiador estadounidense Francis Fukuyama en su famoso artículo titulado ¿El fin de la Historia ? argumenta que lo que él denomina la democracia liberal, viene a ser « el punto final de la evolución ideológica de la humanidad « (Fukuyama,1992: 11), es decir, la forma final de gobierno y por lo tanto marcaría el « fin de la historia», dado que según su apreciación la democracia liberal está libre de contradicciones internas fundamentales. Esto significa que para Fukuyama la lucha de clases no constituye una contradicción fundamental, o que no se pueda resolver en el seno mismo de la sociedad capitalista, eufemísticamente llamada «democracia liberal». Por otra parte, en apoyo de esta tesis que niega o minimiza la lucha de clases, se afirma que hay otras luchas que libran los pueblos, como las luchas interétnicas, las luchas anti-racistas, las luchas antiimperialistas, las luchas feministas, las luchas de los pueblos y otras. Sin embargo esta tesis es débil, pues siempre resulta fácil demostrar que en cada una de estas luchas subyace siempre el germen de la lucha de clases. En el momento actual, cuando el salvajismo se pronuncia como uno de de los rasgos del capitalismo en crisis, la tesis de Marx sobre
Metodología y Ciencia Social la lucha de clases es más evidente y comprensible. Sobre todo en la esencia del planteamiento marxista de que la lucha de clases es una y atraviesa y afecta todos los aspectos de la acción de los seres humanos.
El cuestionamiento acerca de la existencia de una teoría marxista del estado La tesis que imputa al marxismo la inexistencia de una teoría del estado no es nada nueva, sin embargo. en nuestro tiempo sirve para contribuir a la tarea de desacreditar al marxismo calificándola como una teoría incompleta: no obstante la literatura marxista sobre el estado es vasta y detallada sobre este asunto Engels. por ejemplo, en su obra « El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado « formula los principios de la teoría marxista del estado, cuando explica que el régimen gentilicio, basado en las gens, fue destruido por la división del trabajo que generó contradicciones irreconciliables, y por ese motivo fue reemplazada por el estado. En una clara explicación sobre el origen del estado expresa: «... Hemos estudiado va una por las tres formas principales en que el estado se alza sobre las ruinas de la gens. Atenas presenta la forma más pura , más clásica: Allí el estado nació directa y preponderéntemente de los antagonismos de clase que se desarrollaban en el seno mismo de la sociedad gentilicia.. » (Engels,1969:605). y argumentando contra Hegel quien postulaba que el estado es un poder impuesto desde fuera de la sociedad. calificado como la imagen y la realidad de la razón, Engels puntualiza: «.. Así pues el estado no es de ningún modo un poder impuesto desde fuera a la sociedad: es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado: es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables, que es impotente para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna. no se devoren a sí mismas no consuman a la sociedad en una lucha estéril. se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad llamado a
amortiguar el choque, a mantenerlo en los límites del « orden». Y ese poder nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella cada vez más y más, es el estado... »(Engel s,1969:606) Para no abusar de las citas de Marx y Engels en torno al estado precisaremos que en todas ellas se plantea el estado como un instrumento de dominación de la clase , es el estado de la clase más poderosa de la sociedad, la que detenta la propiedad de los medios de producción económica, y con ayuda de él se convierte en la clase políticamente dominante, utilizando todos los medios que el propio estado le proporciona para reprimir y explotar a la clase oprimida. Según el marxismo, el estado no ha existido siempre, sino que es producto de la sociedad dividida en clases, y consecuentemente deberá desaparecer cuando desaparezca ésta.
Los cuestionamientos del marxismo cientificista Para algunos de sus intérpretes, Marx es solo el prototipo del ideólogo revolucionario de la clase obrera y su obra representa las aspiraciones e intereses de ella; para otros, Marx es el científico social, un científico a la manera de Galileo, de Newton o de Einstein; otros ven en Marx solo el ángulo del historicista, del metodólogo social o bien del economista . Lo mismo ocurre , por consecuencia al marxismo; así, una de las polémicas más relevantes es sin duda la que a lo largo de la historia del marxismo se ha dado en la interpretación del marxismo entre ciencia e ideología. Uno de los representantes más destacados del marxismo como ciencia o del llamado marxismo cientificista es sin dudas Louis Althusser(1918-1985) y desde luego sus discípulos entre los que se destaca la figura de Galvano Della Volpe (1895 -1968). De acuerdo a los razonamientos de Althusser, todo lo que es ideología es falso y todo lo que es científico es idéntico a la 55
Metodología y Ciencia Social
v e r d a d objetiva; al respecto de la postura de Althusser, el intelectual marxista polaco Adata Schaff establece: «... Podría caracterizarse el programa de Althusser, en la forma más escuela, como una cruzada contra la ideología en el marxismo, cruzada que se lleva a cabo en nombre de la ciencia pura... »(Schaff, 1976:77) Podemos pues afirmar que Althusser, en el sano interés de combatir las interpretaciones especulativas del marx ismo, apoyadas en concepciones metafísicas, se embarcó en la tarea de darle al marxismo el carácter de la teoría de teorías; es decir una verdadera ciencia de de las relaciones sociales, de los modos de producción, rompiendo de manera definitiva con las tendencias humanistas del marxismo. La postura de Althusser es explicable dado que en las dos primeras decenas posteriores a la postguerra, el marxismo, aún influido por la tendencia hegelianista de la escuela de Fr ankfurt, había mo strado una fuer te tendenci a hacia la fenomenología y la especulación filosófica. Pero también su insistencia por hacer del marxismo una ciencia en el mismo rango que el resto de las ciencias, proviene también de la tendencia estr ucturalista d e la ép o ca d e la cual hab la mo s, p ues el estructuralismo en los años sesenta y principios de los setenta era por así decirlo, la moda intelectual. Según Althusser la historia solo es cognoscible y factible por mediación de los científicos, y, aceptando que las masas hacen la historia, acotaba que solo proceden cuando son instruidas y organizadas por los científicos sociales. En realidad Althusser nos plantea la historia como ajena e independiente al hombre se trata pues de una historia sin sujeto, fórmula clásica del estructuralismo. Galvano Della Volpe se comprometió originalmente con el fascismo italiano de manera que podemos sostener que llegó al mar xis mo tard íame nte, p er o su inco r p o r ació n fue to tal, precisamente en su edad madura. Su autoridad intelectual lo conduce a encabezar una corriente o más bien una escuela
particular dentro del marxismo italiano, de la cual fueron discípulos algunos que posteriormente destacaron como teóricos, tales como Lucio Colleti (1924),Umberto Cerroni y otros. El marxismo de Galvano della Volpe es un marxismo de orientación antihegeliana; pero en esencia se trata de una real intención antiespeculativa del marxismo, pues della Volpe postilla una especie de refundación del marxismo ligado a las ciencias experimentales de inspiración galileana, y que, consecuentemente, se aleje de la filosofía de la historia y la ética hegelianas. Podemos pues afirmar que el marxismo cientificista constituyó una de las formas de reduccionismo de la teoría de Marx, la reducción cientificista que nos plantea el materialismo histórico como una cuestión esencialmente objetiva en la cual los sujetos no hacen la historia sino que conociendo sus leyes históricamente determinadas se atienen a ellas para transformar la sociedad. La falsa oposición entre ciencia e ideología, postulada por el marxismo cientificista, presupone que el marxismo es absolutamente ajeno a los juicios de valor, e incluso a la filosofía propiamente dicha, lo cual resulta absurdo. Porque desde esta perspectiva, si el marxismo fuese sólo una ciencia, con los atributos de la cientificidad, sería un instrumento que bien podría ser utilizado en el sentido que se desee, como es el caso de cualquiera de las ciencias existentes. Y más aún, si asumiéramos como válida la teoría del marxismo cientificista, no encontraría lugar alguno en el marxismo, la profunda teoría de la enajenación expuesta por Marx en los famosos manuscritos; como tampoco cabría en el marxismo la tesis de la mercancía como un fetiche, pues se le relegaría al terreno de la ideología, y consecuentemente a la especulación. Es claro que esta profunda discusión entre marxismo como ciencia o marxismo como ideología o teoría revolucionaria, no puede ser resuelta de manera superficial, y menos de un irresponsable plumazo; sin embargo si es conveniente dejar clara la argumentación al respecto; para ello, vale la p e n a r e cu rri r propio Marx. cuando establece repetidamente que su teoría es 57
Me todolog ía y Ci en cia So cia l
realmente una ciencia porque explica objetivamente la sociedad capitalista; pero también es ideología revolucionaria porque en esa explicación subyace la más profunda critica al carácter explotador del capitalismo, y propone a la clase obrera el camino para su definitiva liberación. El dilema del marxismo como ciencia o como ideología, tiene también otras expresiones; por una parte se expresa en el debate entre filosofía y sociología, entendiendo por ésta todo análisis teórico del comportamiento social que intente establecer correlaciones objetivas con independencia de cualquier posición valorativa. De acuerdo al pensador rumano Lucien Goldman (1913-1970) la verdadera posición marxista no se ubica en ninguno de los dos extremos entre filosofía y sociología, sino que asume una posición que conjunta ambas, puesto que : «...resulta además imposible separar los juicios objetivos de los juicios de valor, la investigación positiva, de la visión del mundo, la ciencia de la ,filosofía, la teoría de la praxis, pero también que ambos polos de la investigación y de la acción no se dan dentro de una relación constante y duradera, sino dentro de un conjunto de relaciones estructuradas y mediatizadas, las cuales, pese a existir siempre, cambian de naturaleza según el objeto y la época estudiados... »(Goldman, 1970:27). El marxismo es ciencia en tanto no es dogma de fe, pues el dogmatismo , como sabemos es incompatible con la ciencia; pero el marxismo es ideología en tanto instrumento de liberación del hombre, para sacarlo de la reificación en que lo mantiene el capitalismo.
11.-Las Contribuciones que enriquecen y complementan al marxismo.
1.-Georg Lukács.(1885-1971). Desde la existencia del «marxismo oficial» surgió su crítica desde las propias posiciones marxistas, una de las más
valiosas contribuciones en este sentido la formuló Georg Lukács, quien a partir de su obra «Historia y Conciencia de Clase» (1918), desarrollé una serie de categorías epistemológicas, políticas y filosóficas, que integradas a la teoría de Marx, la enriquecen y complementan de manera magistral. La esta obra Lukács desarrolla una tesis peculiar sobre la formación de la conciencia de clase, y formula la nueva categoría para el análisis de los hechos sociales a partir de la llamada por él « conciencia posible» , es decir la conciencia socialista, la cual debe introyectarse los trabajadores «desde fuera» del ambiente de la lucha económica, desde fuera de las relaciones entre trabajadores y empresarios, distinguiéndola de la «conciencia real», la cual identifica con la conciencia tradeunionista de surgimiento espontáneo, (sindicalismo). Pero además introduce un amplio desarrollo sobre la categoría metodológica de la totalidad, la cual posibilita la comprensión de la relidad, sobre todo en la relación recíproca y dialécticamente incidente, entre la base y la superestructura, abordando esta relación desde una per spectiva real, viva, d inámica, histór ica; haciend o a un lado la persp ectiva esquemática, mecánica y profundamente positivizante del marxismo oficial, para el examen de los hechos históricos. La categoría de totalidad afirma la idea de la imposibilidad de separar los juicios de hecho de los juicios de valor, a la manera de Comte o de Durkheim. En el prólogo a la edición de 1969 de la obra» Historia y Conciencia de Clase» Lukács hace un análisis de tal obra escrita en 1918, y afirma: «...Sin duda es un gran mérito de « Historia y Conciencia de Clase « el haber tomado de nuevo la categoría de totalidad, sumida en el olvido por la «cientificidad» del oportunismo s o c i a ld e mó c r a t a, p a r a a t r ib u i r l e o tr a v e z l a p o s i c ió n metodológica central que siempre tuvo en la obr a de Marx...»(Lukács, I 9 69 :42) En esencia la categoría de totalidad pretende favorecer la 59
Metodología y Ciencia Social aprehensión de la realidad social por el pensamiento, rebasando las metodologías esquemáticas, simplemente empíricas, propias del materialismo vulgar, las cuales se conforman con concebir la realidad en bas e a modelos predet erminados e inm óviles, s in matices, ni cambios esenciales, las cuales vienen a ser reproducciones simples e inmediatas de la realidad, y por lo tanto superficiales. En referencia a ello, Lukács, precisa:
«. . . E 1 c o n o c i m i e n t o d e l o s h e c h o s n o e s p o s i b l e c o mo conocimiento de la realidad masque en ese contexto que articula los hechos individuales de la vida social en una totalidad como momentos de desarrollo social. Este conocimiento parte de las determinaciones naturales, inmediatas, puras, simples ( en el mundo capitalista), recién caracterizadas, para avanzar desde ellas hasta el conocimiento de la totalidad concreta como reproducción intelectual de la realidad. esta totalidad concreta no está en modo alguno inmediatamente dada al pensamiento. «lo concreto es lo concreto»-dice Marx en la Crítica a la Economía Política- porque es la concentración de muchas determinaciones, o sea la unidad de lo múltiple... ». (Lukács, I969:82). Cabe aclarar que Lukács no postula una posición idealis t a, al pr opo n er la cat egor ía de to talidad: es dec ir , no confunde el proceso mental de reproducción de la realidad con el proceso de la construcción de la realidad por el pensamiento; razonamiento este último de esencia idealista. La introducción de la categoría de totalidad en su aspecto metodológico, permite captar y reproducir intelectualmente la realidad. «La totalidad concreta es, pues, la categoría propiamente dicha de la realidad « ( Lukács , 1969:84 ). En resumen Lukács enriqueció al marxismo desde una posición consistente en retomar algunas de las posiciones de Hegel, considerando que el marxismo tiene en sus fundamentos originales la clara impronta del hegelianismo. 60
L ucien Goldma n ( 1 913- 1970) Lucien Goldman nació en Rumania , pero vivió en suiza y en Francia toda su vida adulta, y fue alli, bajo la plural influencia de Heidegger, Lukács, Marcuse, y Gramsci, donde desarrolla sus aportaciones al marxismo. Su principal obra en este sent ido es sin lugar a dudas « Marxismo y Ciencias Humanas « editada por primera vez en 1970. Lucien Goldman es uno de los teóricos marxistas que sostienen la tesis de la existencia de la llamada « conciencia real» y su complemento la « conciencia posible» y l o explica de la siguiente manera, definiendo a la primera como el conocimiento que tiene un individuo o un grupo social sobre la realidad de un momento dado para su adaptación a ella, con toda la riqueza y multiplicidad de sus variables; y a la «conciencia posible» como el máximo grado de adaptación o de adecuación que podría alcanzar el grupo, sin cambiar por ello su naturaleza.
«. . .E xa mi n e mo s u n ej emp lo : La co n cie n ci a re al d e lo s campesinos franceses entre 1848 y 1851, factor que tuvo particular importancia para el éxito del golpe de estado de diciembre. Aquella es resultante de la acción de numerosos factores históricos y sociales que se entrecruzan de modo sumamanete complejo, pero que en su mayoría podrían luego modificarse o desaparecer sin que por eso el grupo dejen] de estar constituido por campesinos: a la inversa, el éxodo natural hacia la ciudad, transforma la naturaleza misma del grupo, muchos de cuyos miembros pasan a ser obreros, funcionarios, comerciantes, etc. lo cual determina cambios de estructura no solo en cuanto a la conciencia real de esos miembros, sino también en cuanto a su conciencia posible, que es del fundamento de aquella... »(Goldman, 1970:99). S e g ú n L u c i en G o l dm a n , u n o d e l o s p l a n t e a m i e n t o s centrales de Marx, es el de qu e en la h istoria no ac túan los individuos, sino los grupos sociales; Goldman desarrolla con profundidad, la idea marxista del» individuo social» ; y coincide con algunos planteamientos de la Escuela de Frankfurt, en el sentido de abandonar la teoría de la pauperiza ción de las masas, 61
Metodología y Ciencia Social
y también comparte la idea marcusiana de la pérdida del carácter revolucionario de la clase obrera; pero Lucien Goldman va más allá al señalar que jamás hubo una revolución propiamente proletaria, y que en los países industrializados, la clase proletaria se encuentra , desde hace siglos, integrada al orden social existente. Desde el punto de vista metodológico Lucien goldman hace una aportación sustancial al proponer la tesis del llamado por él mismo: «Estructuralismo Genético», el cual consiste en vincular dialécticamente la explicación y la comprensión en un solo proceso, a partir de considerar que estos no pueden ser solo dos procesos conectados sino en realidad partes de un mismo proceso. El apellido «genético» del estructuralismo de Lucien Goldman le viene dado por el carácter y esencia de su tesis, pues Goldman considera que las estructuras constitutivas del comportamiento humano, definidas así por el estructuralismo tradicional: «..no son en realidad datos universales, sino hechos e s p e c í f i c o s , n a c i d o s d e u n a g é n e s i s a n t e r i o r . . . » (Goldman, 1970:20). Goldman sostiene incluso que el método empleado por Hegel y por Marx, corresponde al esquema del estructuralismo genético, aunque ni Marx ni Hegel hayan ja más utilizado el término. Luego afirma que también en otras áreas del conocimiento algunas corrientes como la de Sigmund Freud, la del psicoanálisis, se ajusta a los términos conceptuales y categorías metodológicas del estructuralismo genético; pues , según afirma, la idea central de Freud era la de explicar aquellos fenómenos conductuales en base a insertarlos en una estructu ra global que incluye al consciente y al inconsciente pero cuya génesis debe buscarse incluso antes del nacimiento del individuo. El estructuralismo genético sostenido por Goldman es u n a p o s i c ió n c r í t ic a a l e s t r u c t u r a l i s mo t r ad i c io n a l , al estructuralismo de la Escuela de Praga y al Estructuralismo Francés , denominándolo estructuralismo no genético. Goldman critica de este tipo de estructuralismo su idea de la existencia de estructuras universales y permanentes; para Goldman este estructuralismo está basado en el atomismo, y en una concepción mecanicista de la vida social. La contraparte de este estructuralismo es precisamente el estructuralismo genético que asume la idea de estructura en forma dinámica, la cual es una
conjunción ele las contradicciones internas de la estructura , y de las que se dan en aquella estructura más amplia a la que pertenece la primera. En resumen el estructuralismo genético presupone una síntesis y no una contradicción entre los juicios de hecho y los juicios de valo r : una síntesis entre lo s proceso s de explicació n y comprensión. según lo afirma Goldman los autores que han desarrollado brillantemente su pensamiento en base al estructuralismo genético son Lukács y Piaget.
2. Antonio Gramsci ( 1891 1937) -
-
Gramsci es uno de los más prestigiados representantes del marxismo no dogmático, Gramsci representa la corriente de un marxismo creador y abierto a la razón y al debate de las ideas; pero también el marxismo de Gramsci es propio de la tradición intelectual y cultural italiana, pero sobre todo de la cultura política italiana, representada por Juan Bautista Vicco, por Maquiave lo, por Giussepe Garibaldi, por Antonio Labriola, Benedetto Croce, Palmiro Togliatti y otros no menos destacados intelectuales y políticos italianos. La lucha por la nueva sociedad socialista es concebida en Gramsci como la lucha por un nuevo tipo de estado apoyado en el consenso de la sociedad; un estado que se sustentará también en un nuevo tipo de cultura y de civilización, tarea en la cual , los intelectuales deben jugar un papel prepoderante. Desde el punto de vista de la lucha revolucionaria por el cambio social, Gramsci se inspiró en Lenin; en el Lenin dialéctico de la Nueva Política Económica, capaz de dar marcha atrás en un macroproyecto de economía y sociedad, cuando la realidad muestra que es erróneo: en el Lenin que exigía al partido ganar a través del convencimiento de la mayoría del pueblo, la necesidad del socialismo: en este Lenin democrático, que intentó crear las condiciones objetivas para el socialismo en un país atrasado desde 63
M etodolo gía Ci e n cia So c ial
el punto de vista económico: no por la fuerza sino por el consentimiento popular, en este Lenin se inspiró Gramsci para elaborar sus principales tesis políticas y filosóficas, fundamentadas en la mediación del hombre en los procesos sociales; en la participación de los seres humanos en los procesos en los que las leyes sociales son un simple indicador. Desde el punto de vista metodológico, Gramsci hizo aportes fundamentales al marxismo; entre ellos la que supone una articulación no mecánica entre la estructura y la superestructura, en donde radica precisamente el importante papel de los intelectuales, los cuales, según Gramsci son los que común y tradicionalmente responden al concepto de intelectual; y los intelectuales orgánicos, los cuales son todos los individuos que, con cierta preparación sirven a empresas e instituciones oficiales y privadas en niveles intermedios de dirección, por ejemplo, los técnicos, los obreros calificados, los suboficiales del ejército, y en general cualquier elemento de la sociedad que desempeñe alguna función organizativa. También se debe a Gramsci la importancia del papel que en esta relación estructura - superestructura, mediada por los intelectuales, juega la subjetividad; es decir, para Gramsci un trabajador está definido como tal, no porque lleva a cabo predominantemente una labor manual, sino porque cualquiera que sea la labor que efectúe, siempre realiza una cierta carga de labor intelectual, de labor mental: es decir que todos los hombres son intelectuales, pero no todos los hombres cumplen la función de intelectuales.
Otra de las aportaciones de Gramsci al marxismo es sin duda su concepto de hegemonía, el cual presupone el método para el control social del grupo dominante de la sociedad; entonces la hegemonía no es necesariamente la dominación represiva , sino la dominación con cierta carga consensual, es decir, la clase dominante debe tener en cuenta los intereses y tendencias de los grupos sobre los cuales se ejerce la hegemonía, y se forme un equilibrio en base a los compromisos. Se sugiere entonces por Gramsci, que la clase obrera desarrolle su propio grupo de intelectuales, a fin de que pueda imponer su
hegemonía a toda la sociedad; así la clase obrera lograría un liderazgo intelectual y político en su camino progresivo hacia el poder, dado que su objetivo debe ser la desarticulación del bloque ideológico de la burguesía mediante la creación de la nueva hegemonía, la cual se desarrolla antes de que la nueva clase hegemónica tome el poder.
3. El marxismo analítico -
A partir de la década de los setenta, cobró fuerza una cierta interpretación del marxismo, corriente del pensamiento marxista orientada a evitar las extrapolaciones entre individualismo y estructuralismo. De esta forma, los marxistas analíticos entre los que se puede identificar al marxista inglés John Elster, autor de la obra « El Cemento Social «, y el intelectual marxista español Ludolfo Paramio, autor entre otros de la obra « Tras el Diluvio «, reconocen cierto peso específico a las estructuras y a las leyes sociales; pero rescatan el papel mediador del individuo en la historia. Los marxistas analíticos no aceptan que la estructura social determine totalmente la intersubjetividad de los sujetos; pero le reconocen cierta eficiencia en ese sentido. Para esta corriente la subjetividad es una especie de filtro, mediante el cual se medía la acción de las estructuras. Los marxistas analíticos reconocen plena validez a los principios fundamentales del materialismo histórico, sin embargo, la historia no se concibe como resultado de leyes desubjetivadas, sino como una forma de la articulación entre objetividad y subjetividad. Ludolfo Paramio profundiza en el examen de lo que el considera limitaciones y yerros del marxismo, destacando su valo ració n d e q ue la teor ía mar xista d el valo r co ntiene incoherencias matemáticas, por el interés de Marx de combinar investigación y exposición, pero también examina críticamente lo que denomina la debilidad de la teoría instrumental del Estado, lo cual permitía el uso progresivamente abusivo del
concepto de 65
Metodol ogía y Ciencia Social
estado. Frente a ello Paramio se pregunta: «... Por qué un repudio general al marxismo como paradigma teórico?, La respuesta es sencilla pero dolorosa: el marxismo debe su éxito histórico a haber cumplido la función de un credo secular. Así , la crisis del marxismo en los últimos años es la crisis del marxismo como religión... »( Paramio, 1988: 7)
Paramio considera que esto constituye una paradoja, pues el marxismo se derrumba como religión de la izquierda latina, precisamente en el momento en que goza de mayor vitalidad como paradigma teórico para la ciencia social. Otro de los representantes del marxismo analítico es sin duda Gerald Cohen, autor entre otras, de la obra « Karl Marx's Theory: a defence « ( 1978 ), Cohen defiende la filosofía de Marx, sobre todo en el aspecto de su racionalidad, pero rechaza las interpretaciones excesivamente subjetivistas de otras corrientes marxistas como la frankfurtiana, pero también asume una actitud crítica respecto del marxismo cientificista de Della Volpe y Althousser. Lo esencial del planteamiento de Cohen es que intenta conciliar el marxismo con el funcionalismo, explicando que el primero contiene rasgos evidentes del segundo; puesto que si las relaciones de producción se explican por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, las cuáles deben ser compatibles con dicho grado de desarrollo, con lo cual esta es , según Cohen , una relación funcional.
4.-Comentario final al capítulo. El marxismo de nuestro siglo se ha movido pues, en torno a una especie de movimiento pendular, pero a similitud del péndulo de Foucault , el cual instalado en la Catedral de San Isaac de Leningrado para demostrar el movimiento de rotación de la tierra, hace su movimiento en forma circular encontrando cada vez polos distintos: El péndulo de las interpretaciones marxistas se mueve entre positivismo y neohegelianismo, entre determinismo y voluntarismo romántico, entre objetivismo y subjetivismo, entre ciencia e ideología, entre interpretación mecánica de la realidad o
la expresión dialéctica de la misma; y en cuanto a su aplicación en la construcción del socialismo , entre el diamat verticalstalinista y la esencia democrático-humanista de Marx.
El marxismo , pese a sus movimientos pendulares, representa la alternativa metodológica más adecuada para la comprensión, interpretación y transformación de la realidad; los aportes metodológicos del materialismo histórico, como la lucha de clases, la concepción de la sociedad como proceso histórico, la importancia del factor económico, los conceptos de base y estructura en la sociedad, la teoría de la alienación, la tesis de la plusvalía, la ubicación de la propiedad privada de los medios de la producción como el origen de la existencia de las clases y de la lucha entre ellas, la concepción dialéctica de las leyes sociales, siguen siendo la mejor herramienta con que cuenta el científico social para el examen de la realidad.
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Metodología y Ciencia Social
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Capítulo V Epistemología y ciencia social
Crisis en las ciencias Si el marxismo no fuera la base de la creación o recreación de un nuevo paradigma de las ciencias sociales que nos permita comprender las complejidades del mundo actual, y nos proporcione las herramientas teóricas para transformarlo, habría entonces que plantearnos la posibilidad de que tal paradigma se sustentara en otras corrientes de las ciencias sociales, a partir del análisis de sus fundamentos epistemológicos y metodológicos; en este capítulo nos ocuparemos del papel de la epistemología en la búsqueda de los sutentos para la construcción del nuevo paradigma. La ciencia requiere de la filosofía para sustentar la validez de sus proposiciones; y el campo de la filosofía que aborda este problema es la epistemología. Nadie desconoce que las ciencias sociales en sus orígenes, han tomado las bases epistemológicas de las ciencias naturales; por ejemplo, es conocida la interpretación determinista del mundo social que asume el positivismo, precisamente en base al traslado mecánico del esquema epistemológico de la física newtoniana, en la cual la acción de las leyes es ineluctable y objetiva, ausente de toda posibilidad de intervención subjetiva. Es necesario examinar entonces los fundamentos epistemológicos de las ciencias, y la evolución que han registrado tales fundamentos, para obtener una mayor claridad en nuestro análisis. Desde Aristóteles, la episteme, es el conocimiento verdadero, es conocimiento de lo universal, de lo que existe sin variaciones, de lo que trasciende. Este ha sido el faro orientador 69
Metodología y Ciencia Social de los grandes científicos de la antigüedad que fundamentaron el edificio de la Ciencia. Precisamente se proponían encontrar la piedra angular, el punto arquimédico, la sólida roca que sustente sobre sí misma toda la estructura de la ciencia ; ello, de lograrse le daría seguridad y proporcionaría estabilidad permanente, ante las vicisitudes y dudas que continuamente la amenazan. Platón formuló su teoría de los cuatro estados mentales, a saber: Ilusión ( eikasia), creencia( pistis ), razón( dia noia ) y pensamiento puro ( episteme ), de esta forma, la episteme o epistemología surge como la explicación de un estado superior de la abstracción mental para la elaboración del conocimiento. Por otra parte, Aristóteles, quien buscaba los principios form ales del ent e y su c om pr ens ión , encon tr amos lo s or ígenes de la epistemología como teoría del conocimiento; es decir uno de los objetivos originales de la epistemología es el de encontrar la fundamentación primaria de los conocimientos, pues sin presuponer un comienzo desde el cual hay que inferir el desarrollo de la ciencia, no era posible llevar a cabo ninguna inferencia; entonces la búsqueda de la seguridad del conocimiento fue la preocupación original de la epistemología. Las tareas de la epistemología se han multiplicado, y ya no solo atiende a esa preocupación central sino también a las implicaciones de la vinculación entre el sujeto investigador y el objeto de estudio, pero también a la justificación, coherencia legitimidad y rigor de la cientificidad de un determinado campo del saber; otras acepciones más amplias otorgan a la epistemología el nivel de una metaciencia que tiene por objeto dictar desde el exterior del proceso de la investigación la normatividad general a la que éste debe ajustarse para considerarse con seguridad su c ien t if ic idad; como qu ier a que s e asum a, es in elu dible un a vinculación entre epistemología y filosofía, dado que , en un principio, los fundamentos de la ciencia se apoyaron en la filosofía; y posteriormente, ya en el siglo XX, sobre todo con Russell, la filosofía intentó fundamentarse en la ciencia,(la lógica matemática, por ejemplo ). Finalmente el papel de la epistemología no puede reducirse solo al nivel gnoseológico o de teoría del conocimiento, ni siquiera al de filosofía de la ciencia, porque asumimos que la epistemología debe contemplar el examen de la ciencia desde las 70
perspectivas ló g ica, filosófica e incluso ontológica, de modo que
un epistemólogo se diferencia de un científico a secas, en que el primero atiende en primer lugar a la tarea de explicar por que la ciencia
produce
concimientos
auténticos;
pero
también
reflexiona y produce claridad respecto de los elementos de las ciencias y del método científico, sobre sus relaciones con otros factores que necesariamente se toman en cuenta para producir ciencia, sobre su naturaleza y metodología. Las funciones particulares de la epistemología. las aborda el Dr. Hugo Zemelman al expresar que el hombre tiene necesidad de saber usar el conocimiento para reconocer en la realidad otras realidades nuevas, lo cual implica tomar distancia del propio conocimiento, y esto último nos conduce necesariamente a «pensar lo que se sabe». El problema, aparentemente sencillo de encontrar las bases sólidas de las ciencias, no es fácil en r ealidad; todas las ciencias han pasado por etapas de crisis, en las cuales prevaleció la inestabilidad y la inseguridad de las propias ciencias; por ejemplo las Matemáticas han registrado severas crisis desde la antigüedad, solo para mencionar un ejemplo, recordemos la crisis que provocó Pitágoras con su famosos teorema : a 2 + b 2 = e' , consistente en un triángulo cuyos catetos son la unidad y la hipotenusa tendría que ser necesariamente la raíz cuadrada de 2; pero la raíz cuadrada de 2 es un decimal infinito no periódico; los s a b i o s g r i e go s e n t o n c e s s e e n f r en t ar o n a u n p r o b l e m a d e inexactitud en la más exacta de las ciencias, porque resulto que raíz cuadrada de 2 es un número que se mueve en la recta numérica según las cifras decimales que se le calculen; en la actualidad con el u s o de u n a c om pu t ador a s e le pu eden c alc u lar m iles de decimales, pero nunca habrá periodicidad. O t r a c r is is en lo s f u n dam en t o s d e l as M at em át ic a s apareció cuando el matemático alemán Georg Cantor (1845 -1918) creó la teoría de conjuntos y demostró que la cardinalidad de un conjunto podría ser igual a la cardinalidad de alguno de sus subconjuntos, lo cual representaba una seria contradicción, por ejemplo, el conjunto de !os números enteros positivos contiene al subconjunto de los números enteros positivos impares, y relacionándolos uno a uno, encontramos que ambos tienen la misma cardinalidad:
Metodología y Ciencia Social
12 3 4 5 6 7 8 9 10 11 ..... 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 .... Esta demostración aparentemente simple, hizo tambalear el edificio de las Matemáticas, pues se encontró una contradicción en sus cimientos. Otra de las etapas críticas de la Matemáticas se presentó a principios del siglo XX, cuando Sir Bertrand Rusell dio a conocer a su amigo, el matemático Gottlob Frege(1848 -1925) su famosa paradoja, la cual es conocida como la «paradoja de Russell», la cual se expresa de muchas maneras, una de las más comprensibles y sencillas es la siguiente: En cierta aldea, el barbero afeita un icam ente a todos los hombres que no se afeitan a sí mismo» entonces, la pregunta es se afeita el barbero a sí mismo ?; si la respuesta es positiva, entonces niega la proposición, puesto que ya afeitaría por io menos a un hombre que si se afeita a si mismo; si la respuesta es negativa , entonces debería entrar dentro del conjunto de los hombres a los que afeita, por lo cual finalmente si se afeitaría a si mismo. Lo que descubrió pues, Russell, es la imposibilidad de decidir si el barbero se afeita a sí mismo, con lo cual la Matemática estuvo durante un largo periodo ante una grave contradicción y ante un problema sin solución de acuerdo a sus propios principios científicos; porque si ese problema no era resuelto, a partir de ello se podría inferir y demostrar , por ejemplo , que 2 + 2 = 7 . Todas las ciencias han pasado por crisis y puntos de ruptura y de cambio cualitativo hacia niveles superiores del conocimiento, a partir de la negación de algunos de los postulados existentes; en la Física, por ejemplo, los postulados de Newton sirvieron de base al desarrollo de esta ciencia, pues Sir Isaac Newton, quién nació en 1642, precisamente el año en que mudo Galileo Galilei, desarrolló toda una formulación matemática del concepto mecanicista de la naturaleza, la cual es una maravillosa síntesis del pensara lento científico que le precedió , derivado de los genios de Copérnico, Kepler, Bacon, Galileo y Descartes. En el esquema de Newton el tiempo y el espacio son necesariamente dos conceptos absolutos, de tal forma que la imagen del universo
en Newton es la de una gigantesca maquinaria de relojería; de esta concepción se deriva la tesis de que el mundo material puede ser observado y descrito objetiva e independientemente sin referencia alguna al sujeto observador; pero también se deriva el principio del determinismo de los fenómenos. Uno de los momentos, para citar un ejemplo, de crisis en la Física clásica lo es , sin lugar a dudas, cuando se descubre que los átomos pasivos e inertes de Demócrito, giran alrededor del núcleo a una velocidad 10" revoluciones por segundo, por lo q u e , c u a l q u i e r i n t e r a c c i ó n c o n e l o b s e r v a d o r c a mb i a inevitablemente su movimiento. Otro de los momentos de ruptura con la Física clásica lo es sin dudas el descubrimiento de la teoría de la relatividad de Einstein, la cual niega la posibilidad de considerar al tiempo y al espacio como entes absolutos, por lo que el sujeto observador y el objeto observado no pueden considerarse independientes o separados; de la misma forma, la masa y la energía se consideran en una unidad masa -energía La aparición de la física cuántica, representa otro momento de ruptura con el positivismo lineal, y casualista del esquema de Newton; porque, según esta teoría una partícula atómica, digamos un electrón, puede ser considerado como partícula atómica en movimiento, pero también puede asumirse como «onda» electromagnética; de tal forma que el aspecto esencial de la teoría cuántica radica en la necesidad de vincular estrechamente al observador y al objeto observado, de tal forma que el papel del observador es crucial para detectar y provocar incluso la aparición de ciertas propiedades; pues si al electrón le hago una pregunta como corpúsculo en movimiento me responderá como tal; pero si lo asumo como onda, también me responderá en consecuencia; de tal forma que el electrón no tiene propiedades objetivas que no estén vinculadas con la mente del científico observador. De esta forma, con el esquema de la física Clásica no se podría entender jamás la Física Cuántica. Estos ejemplos históricos tomados del desarrollo de las Matemáticas y de la Física nos demuestran que el terreno aparentemente firme de la Verdad científica, en las etapas de crisis ha mostrado ser sumamente engañoso, lo qu e h a co ndu ci do a 73
Metodología y Ciencia Social
construir y reconstruir sus estructura: estos problemas que ponen en situación conflictiva a las ciencias no pueden ser resueltos en el mareo de los propios principios de ellas; para resolver las contradicciones, las ciencias deben recurrir a otras de una nueva forma de hacer ciencia. La primera ruptura que sugiere el uso de la computadora es con el sistema parcelario del conocimiento, muy útil en el pasado y aún en el presente: pero superado por sus limitaciones en la época actual. Está en crisis profunda esa forma de concebir la realidad y la ciencia, mediante la cual los conocimientos en las escuelas universitarias o en los institutos de investigación se presentan v se asumen parcelados, y en el mejor de los casos interconectados o sobrepuestos, pero sin abandonar la visión parcelaria de la ciencia. Ahora se supera esa división artificial de las ciencias y se avanza a gran velocidad hacia la consolidación de asignaturas interdisciplinarias que no pueden ya concebirse aisladamente. El proceso es claro, se trata de una integración horizontal de las ciencias, un ejemplo lo constituyen los campos altamente interdisciplinarios que no pueden en una sola ciencia, ni en dos ni en tres; sino que constituyen totalidades complejas que implican una nueva forma de concebir la estructura de las ciencias. La ciencia parcializada es cada vez menos capaz de comprender la esencia de los sistemas complejos; por ejemplo, todos los sistemas organizados en forma de red, como las redes neurales, los sistemas financieros y bancarios internacionales, las interrelaciones de la física cuántica, las redes sociales, y otras, en las que no existe organización piramidal sino horizontal., requieren para su mejor comprensión y análisis de una nueva visión de la realidad científica: una nueva visión global y totalizadora La crisis del sistema organizativo y jerárquico de las ciencias que nos heredó la modernidad se debe a la crisis del reduccionismo, al respecto, un epistemólogo eminente como lo es Heinz R. Pagels. expresa:
“La ci e n c i a h a e x p l o r a d o e l m i c r o c o s m o s y e l macrocosmos: tenemos un buen sentido de la disposición de ese territorio. La gran frontera aun sin explorar es la complejidad. Los sistemas complejos incluyen al cuerpo y los órganos, especialmente al cerebro, la economía. las herramientas del saber y del pensamiento, esencialmente a la lógica, a la filosofía y la epistemología. Precisamente porque la ciencia no puede entender a sí misma; porque para hacerlo tendría que convertirse en su propio objeto de estudio, es decir debería auto-objetivarse. por ello se requiere que para el propósito de entender los fundamentos de la ciencia se trascienda hacia una ley general; en ello radica la importancia de la filosofía de la epistemología«.(Page 15.1991:56 )”
La vinculación entre filosofía y ciencia tal vez se ilustre de mejor manera en las palabras del propio Bertrand Russell, a quien se atribuye el siguiente pensamiento: “... Todas las razones tradicionales influyeron para que me dedicara a la filosofía pero hubo dos que influyeron en mí de forma especial: La que primero ejerció, fue el deseo de encontrar algún conocimiento que pudiese aceptarse como la verdad cierta.” (Bonilla . 1992: 68)
Avanzamos Hacia las ciencias de la complejidad
En estos años de fin de siglo, estamos hoy ante una nueva crisis de las ciencias, una nueva etapa del ininterrumpido proceso de crisis y estabilidad con que se ha desarrollado la ciencia: esta crisis tiene su base, a semejanza de lo que ocurriera con el descubrimiento del telescopio que generó toda una revolución científica. en un instrumento físico: La computadora. “La computadora abre para científicos e investigadores una nueva forma de ver la realidad y consecuentemente se abre la posibilidad población y, Las grandes moléculas Algunos de estos sistemas pueden”
pueden ser modelados con, facilidad y bastante precisión: otros no pueden ser .simulados por nada más simple que el sistema mismo. Los científicos, en un nuevo esfuerzo interdisciplinario, han comenzado a enfrentar el desafío de sistemas complejas y, d e ma nera no tab le, e st án e n te nd ie nd o d e q ué mo d o La complejidad puede surgir de la simplicidad por ejemplo, los autómatas, celulares, serie artificial de puntos de un video, que se reordenan según reglas firmes y definidas en una pantalla, constituyen un ejemplo de conducta compleja que emerge de la simplicidad. La evolución de la vida y la cultura puede ser otro ejemplo, en este caso un autómata celular tridimensional hecho de átomos, en lugar de puntos de video, y que llenad universo entero. Toda la existencia puede ser visualizada como un complejo sistema construido a partir de componentes simples. Algunos de los temas de las nuevas ciencias de la complejidad.La importancia de los principios de organización biológicos, el enfoque computacional de la matemática y los procesos físicos, el énfasis en las redes paralelas, la importancia de la dinámica no lineal y los sistemas selectivos, la nueva comprensión del caos, la matemática experimental, las ideas conexionistas, las redes neurales y el pensamiento d istributivo paralelo son descritos en la primera parte de este libro. Nadie puede saber adonde apuntan estos avances. Pero son presagio de una nueva síntesis de la ciencia que trastocará nuestra forma tradicional de organizar la realidad. Ya están surgiendo institutos y centros para el estudio de la complejidad en universidades' y empresas por todo el mundo, en señal ele lo que está por venir...» (Pagels, 1991:14) Es pues, incuestionable que el sistema de la ciencia basado en el reduccionismo en el que las ciencias físicas son el modelo fundamental, está en crisis; pero no porque sea falsa, sino porque es insuficiente y limitado para la magnitud de los problemas que hoy presenta la realidad. El epistemólogo venezolano Miguel Martínez Miguelez advierte este nuevo paradigma en la física moderna y señala varios cambios fundamentales que ya se están dando desde hace varios años y que conducen hacia él, entre otros señala: Una nueva relación sujeto- objeto a partir de la teoría de la relatividad de 76
Einstein: «...puesto que el observador y el observado no pueden ya considerarse corno separables, porque el observador llega a formar parte de la constitución del objeto observado... »(Martínez,1993:75). El principio de la indeterminación o de la incertidumbre descubierto por Heisenberg (1901-1976) mediante el cual se precisa matemáticamente que los conceptos básicos de la física clásica son muy limitados, en tanto se les considera independientes de su entorno y proclama la posibilidad de que un concepto pueda realizar las funciones de otro, si el entorno es diferente. Epistemología y Ciencia Social. - El campo de las ciencias sociales es un lugar evidentemente más adecuado que el de las ciencias naturales, para el encuentro entre la filosofía y la ciencia; básicamente porque las ciencias sociales son disciplinas en las que la impronta de la filosofía y la metodología es inseparable, dado que los científicos sociales, los investigadores de la educación de manera particular, trabajamos con seres humanos, con sus valoraciones, con sus preferencias, con sus instituciones y con sus interpretaciones. Analicemos pues, las principales perspectivas epistemológicas, que han tenido influencia decisiva en las ciencias sociales de nuestra época. El positivismo como corriente epistemol ógica. El nombre de filosofía positiva procede del conde de Saint Simon cuyo nombre era Claude Henry de Rouvroy y de su discípulo Augusto Comte . El término positivismo acumula una infinidad de acepciones , pues además de constituir una doctrina filosófica, esta palabra representa también una corriente de interpretación del derecho, el derecho positivo. Pero, lo fundamental para el caso es que, el positivismo constituye también una definida posición ante el proceso de aprehensión de l conocimiento. Es decir que el positivismo implica la adopción de una cierta corriente epistemológica de la ciencia social
M e t o d o l o g í a y Ci e n c i a S o c i a l
D es d e es t e pu n t o d e vis t a n o po d em o s i gn o r ar qu e e l positivismo se consolida propugnando la antítesis metodológica de los enfoques basados en lo especulativo, en lo místico, en lo quimérico, en lo fantasioso y en lo vago, proponiendo la vigencia de los análisis científicos, basados en lo objetivo, lo exacto, lo observable, lo cuantificable y lo experimentable. Respecto del positivismo, un estudioso del tema, y autor de varias obras sobre el positivismo, como lo es el intelectual polaco Leslek Ko lakow s ky, expr esa:
«...E1 positivismo es una postura . filosófica relativa al saber humano, que si no resuelve « strictu sensu « los prob lemas relativos al modo de adquisición del saber en el sentido psicológico o histórico, constituye por el contrario, unconjunto de reglas v criterios, de juicios sobre el conocimiento humano: trata de los contenidos de nuestros enunciados sobre el mundo, necesariamente inherentes al saber, y formula las normas que permiten establecer una distinción entre el objeto de una cuestión posible y lo que, razonablemente, no se puede presentar como cuestión... »(Kolakowsky, 1993: 14). Desde la perspectiva epistemoló gica, las reglas esenciales y más generales del positivismo son: La regla del fenomenalismo, la regla del nominalismo, la regla que niega todo carácter científico a los juicios de valor, y la regla de la unidad del método científico. La regla de fenomenalismo establece que no existe un mundo al margen de la realidad, rechaza por lo tanto los conceptos de sustancia, forma sustancial, cualidad oculta, y otras que emplean la metafísica y el idealismo. El positivismo afirma que tenemos derecho a registrar lo que manifiesta efectivamente la experiencia, de tal forma que las opiniones sobre existencias ocultas, de las que las existencias sensibles serían las manifestaciones, no son dignas de fe. La r egla del nom in alismo est ablec e el derecho a hac er abstracciones y generalizaciones derivadas de la práctica y de la realidad: aun cuando generalmente esas abstracciones no tengan
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una expresión exacta en la singularidad. En esencia plantea que el conocimiento abstracto surge de la experiencia. La regla que niega todo valor científico a los juicios de valor habla por sí misma; rechaza todo valor científico a conceptos valorativos como bueno, malo, noble, hermoso pues ellos no ,
surgen de la experiencia. La regla que presupone la unidad del método científico, establece que finalmente las formas del saber humano son las mismas en su esencia; por lo cual la metodología de las ciencias físicas es el modelo a seguir en todas las demás ciencias sean naturales o sociales. El positivismo se instituye apoyándose en los avances científicos logrados por el hombre, particularmente a partir de las aportaciones de Descartes, Galileo, Bacon, Hobbes, Newton, y otros, básicamente sobre los progresos de las ciencias exactas como la Física, la Matemática, la Astronomía, de forma tal que la explicación positiva de los hechos, sustituye a las explicaciones teológicas de los mismos. No obstante su carácter naturalista y e n c i e r t o m o do o b j et i v i s t a , e l p o s i t i v i s m o a l p r o c la m a r l a incapacidad del ser humano para conocer la esencia de las cosas, se situa en el terreno filosófico del agnosticismo y del idealismo. E l p o s it i v i s m o c o m o do c t r i n a y m é t o do d e l a c l a s e burguesa en ascenso en los dos siglos precedentes, cubre toda una época del desarrollo del pensamiento epistemológico, el cual ha trascendido las fronteras de aquellos siglos para ubicarse aún en el presente corno una corriente de gran influencia en las ciencias sociales. Durante toda su historia, el positivismo ha enfocado sus b a t er í as a c o n t r ar r es t ar l a in f lu en c i a de l as c o n c e p c io n es metafísicas, las cuales no pueden fundamentar sus resultados sobre datos basados en la experiencia. No obstante que los orígenes del pensamiento positivista remontan hasta los fines de la edad media, es en el siglo 18 c u a n d o surge y se consolida la base en la cual se sustenta,
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precisamente con el pensamiento de David Hume(1711-1776), quien se pronuncia en contra de la idea de «sustancia», pues afirma que: « ..no tenemos ninguna idea de sustancia distinta de la idea del conjunto de las diferentes cualidades, y, por consiguiente, no atribuimos ningún otro significado al término « sustancia», cuando hablamos o pensamos en ella.. »(Kolakowsky,1993:51). Indudablemente que la consolidación de los principios epistemológicos y filosóficos del positivismo está ligada al nombre de Augusto Comte (1 798-1857), quien postuló los principios fundamentales del positivismo; en mayo de 1822 Comte había publicado una serie de ensayos entre los cuales figura una, que a juzgar por el título anuncia una orientación cientificista de la sociedad, muy propia del positivismo, se trata del « Plan de Trabajos Científicos Necesarios para Reorganizar la Sociedad» (Comte, 1854:71), en este ensayo Comte plantea su idea de los tres estados teóricos por los que debe pasar cada rama de nuestros conocimientos: El estado teológico, o ficticio; el estado metafísico o abstracto; por último , el estado científico o positivo. Es justo reconocer que en la orientación positivista de Augusto Comte tuvo mucho que ver Claude Henry de Rouvroy mejor conocido como Conde de Saint Simon (1760-1825), quien fue su maestro y quien sostenía que el fundamento de la sociedad moderna reside básicamente en la industrialización de las naciones: esta a fir maci ó n le sir vió d e p re mis a b ásica p ar a ed ifi car sus conclusiones, las cuales se resumen en tres consideraciones, a saber: 1) El liberalismo expresa de la manera más adecuada a la nueva sociedad industrial, dado que el productor sólo puede esperar del consumidor la remuneración de su actividad. 2) Si los trabajadores constituyen la mayoría de la sociedad, entonces es inevitable el avance a una sociedad socialista. 3)La industrialización conducirá inevitablemente hacia el tecnocratismo. 80
Continuador de la tesis de Comte, el inglés John Stuart Mill (1806-1873), intenta una superación de la contradicción positivismo versus ética a través de su teoría del utilitarismo, la cual se presenta como una convicción de que todos los conflictos humanos tienen por origen además de la ignorancia del hombre acerca de la realidad, por lo cual la solución es una educación bien fundamentada para lograr una convivencia ejemplar en la sociedad en la cual exista la libertad individual, la idea de que en el origen de los comportamientos humanos se encuentra la espera del placer y el beneficio, o el dolor y la pérdida. En el campo del conocimiento Stuart Mill formuló las reglas del comportamiento inductivo en las ciencias empíricas, las cuáles son aún más exactas que las expuestas con anterioridad en la obra de Francis Bacon (1561-1626). Según estas reglas, fundamentan la sucesión constante de los acontecimientos los cuáles registran continuidades y discontinuidades, diferencias, sucesiones y cambios simultáneos, y ello permite establecer sin falla los acontecimientos en relación de causa efecto con otros acontecimientos. El desarrollo del positivismo en el campo de la ciencia tiene en Claude Bernard (1813- i 878) a uno de sus más brillantes expositores, pues ilustra de manera muy clara la influencia de las ciencias biológicas en las concepciones filosóficas; destacan en su pensamiento sus inclinaciones por la experimentación y por la identificación de los hechos otorgando a éstos una fuerte carga evidencial. Según Bernard, el científico debe siempre someterse, sin reserva alguna al veredicto de los hechos, y sacrificar sin vacilación una teoría que los hechos pongan en cuestión; y el otro principio esencial que postula es el de la convicción de que en toda investigación científica hay un sustento determinista definitivo de los fenómenos. Y finalmente, Bernard, antes que Popper propuso la idea de la falsificación como una de las condiciones indispensables para hacer ciencia. En resumen podemos afirmar que C laude Bernard sostiene la existencia de una especie de positivismo espontaneo de la ciencia. Otro de los más destacados pensadores de la corriente positivista es sin duda Herbert Spencer ( 1820 - 190 ), quien en I
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sus «Principios de Sociología» publicados en 1877, propone que el esquema de Darwin, de la evolución de las especies, se aplique a la interpretación y desarrollo de la sociedad humana; y desde una perspectiva epistemológica, el planteamiento de Spencer proponía la posibilidad de una ciencia social única y mecánicamente reduccionista , en la cual la multiplicidad y complejidad del mundo se revelara como la manifestación diferenciada de una sola y misma causa; destacando su convicción en la unicidad del mundo, apoyada el agnosticismo religioso. El padre de la sociología positivista es indudablemente Emilio Durkheim ( 1858- 1917) quien encuentra en Augusto Comte su inspiración inicial, pero se separa de él y de Spencer, pues considera que ambos se quedan en una interpretación metafísica del positivismo, y para superarlo, Durkheim propone la separación de los hechos sociales de aquellos que no lo son; pero lo esencial es « ..considerar los hechos sociales como cosas... . « ( Durkheim, 1895:53). El positivismo fue evolucionando a niveles de mayor profundidad filosófica y epistemológica; tal es el caso de los p o s t u l an t es d e l a c o rr i e n t e p o s i t i v i s ta d en o mi n ad a empiriocriticista: Ernst Mach (1838-1916), y Ricardo Avenarius (1843-1896). La corriente del empirio-criticismo debe su nombre a que es en esencia una crítica de la experiencia; esta corriente inicia haciendo un análisis de lo que es realmente « dado « de aquello que viene a ser « sobreañadido». El conocimiento es un hecho esencialmente biológico, del sistema nervioso central; pero sostienen que existe siempre una cierta intuición general contenida en todos los actos de la percepción. Rechazan el dualismo de un mundo físico y un mundo psíquico, y se plantean el monismo a partir de la concepción unificadora de la «experiencia». Ernst Mach es para la epistemología lo que Comte es para el positivismo, según lo aprecian algunos filósofos de la ciencia; Mach estudió matemáticas y física en Viena, hizo aportes en diversas áreas como física ( el número Mach que denota la velocidad de un objeto en múltiplos de la del sonido), acústica, óptica, electricidad, mecánica, hidrodinámica y termodinámica, y sobre todo estudios y ensayos sobre filosofía de la ciencia.
Lenin se refiere a Mach y Avenarius en su obra Materialismo versus empiriocriticismo en la cual sostiene que esta corriente es esencialmente idealista, aún cuando se propone basar la ciencia en las observaciones y los experimentos. El neopositivismo y su epistemología.-
La escuela filosófica del empirismo lógico o del neopositivismo lógico fue bautizada así por algunos de sus fundadores como el filósofo Herbert Feigl, básicamente porque desde el punto de vista filosófico se refugian en las concepciones del positivismo, aunque asumen una distancia crítica en algunos de sus planteamientos; y porque aceptan la lógica como una metodología adecuada para el desarrollo de los razonamientos científicos. El empirismo lógico tiene a sus mayores exponentes en la conocida Escuela de Viena, círculo de intelectuales que funcionó en torno a la personalidad de Moritz Schlick (1882-1936) en los años veinte. Esta corriente es conocida con varios nombres a saber: empirismo lógico, empirismo científico o neopositivismo lógico (4). En resumen, el neopositivismo solo aceptó como científicamente con sentido, enunciados empíricamente demostrables, o demostrables desde un punto de vista puramente lógico; Para los científicos empíricos y los filósofos del círculo de Viena (5), la base de las ciencias empíricas es la inferencia inductiva y la formulación de leyes a partir de enunciados (5) En los antecedentes del Círculo de Viena está la iniciativa del físico Phillipp Frank, del matemático Hans Hahn y del economista Otto Neurath (1882-1945) para reunirse con el objeto de discutir temas de filosofía de la ciencia. En 1922 se incorpora al círculo Moritz Schlick y con su llegada las reuniones se hicieron más regulares. En 1929, para celebrar el regreso de Schilck l'iena después de una temporada de profesor visitante en los Estados Unidos, el círculo preparó un manifiesto al cual denominó: « La Visión Científica del Mundo: El Círculo de Plena « en el que se define su movimiento ,filosófico y reconocen su apego a las ideas positivistas de [fume y Mach; reafirman su apego a la metodología de Einstein y Poincaré y a lógicos como Leihnitz v Rusell, en tanto se adhieren a sociólogos como Mili, Feuerbach y Marx. Firman ese manifiesto Gustav Bergman, filósofo y matemático: Rudolf Carnap, físico y filósofo: Herbert Feigl , filósofo, 83
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singulares; de tal forma que la metafísica es considerada como una metodología absolutamente anticientífica y por lo tanto execrable. El principio de verificación era considerado el único criterio para dar sentido a los enunciados científicos.
El Racionalismo Crítico.
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Es importante precisar que dos personajes muy importantes para la epistemología y la ciencia social tuvieron contacto con el círculo de Viena, aun cuando no pertenecieron formalmente a él, recibieron de alguna manera su influencia, ellos son Ludwing Wittgenstein( 1889- 1951) y Karl Popper (1902). El primero es autor de una magna obra denominada «Tratado Lógico Filosófico» (Tractatus Logico-Philosophicus) , Wittgenstein fue ingeniero, matemático y filósofo, buena parte de su tratado se dedica a tratar la naturaleza de las relaciones entre el lenguaje y la realidad que describe; Wittgenstein parte del simbolismo y de las inevitables relaciones entre las palabras y las cosas en cualquier lenguaje, y para que una proposición pueda afirmar un hecho debe haber algo en común entre la estructura de la proposición y la estructura del hecho; y esto es precisamente lo que no puede decirse con el lenguaje, cuando más puede ser mostrado; concluye que tal relación entre lenguaje y hecho existe pero que no es lógicamente expresable; no se puede decir , pero si se puede mostrar.
El nombre de Karl R. Popper está siempre relacionado con la filosofía de la ciencia, quien junto a Thomas s. Kuhn es no solo una de las figuras más connotadas de la epistemología sino la más discutida y de mayor influencia en nuestro siglo. Su corriente, la del racionalismo crítico, surge como reacción contra la idea positivista de la justificación absoluta de Philliph frank, físico; Kurt Gódel, matemático; Hans Hahn, matemático; Viktor Kraft, historiador filósofo; Karl Menger, matemático; Marcel Natkin, sociólogo; Olga Hahn Neurath, matemática; Theodor Radakovic, filósofa; Moritz Shlick, físico y filósofo; y Friedrich Waismann, filósofo.
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las ciencias, de acuerdo con la cual las ciencias son infalibles y pueden explicar la realidad en forma absoluta, sin falla algun a. El criticismo de Popper tiene su origen, a decir de sus biógrafos, en las lecturas que hizo de los planteamientos de Einstein, quien mostró siempre una posición escéptica frente a lo dado, a lo acabado, a lo perfecto, como hasta sus tiempos era considerada la física de Newton, v asumió una posición crítica, anti-dogmática. Para Popper la diferencia entre ciencia y seudociencia está en que las primeras pueden, eventualmente no ser certeras, es decir, son susceptibles de ser demostradas falsas; en tanto que las seudociencias son siempre irrefutables; Popper toma como un ejemplo clásico de ciencia, la teoría de la relatividad de Einstein, porque cuando su autor la propuso, bien pudo haberse considerado falsa. entonces, de acuerdo con Popper, la irrefutabilidad no es una vir tud d e las ciencias, sino un vicio prop io de las seudociencias. Según Popper, Einstein requirió sólo de una experiencia para invalidar la teoría newtoniana de la materia, lo que fue suficiente para demostrar su falsedad, o por lo menos su inoperancia. Pero el racionalismo crítico de Popper, según su propia versión, tiene un origen más remoto, y este radica en Sócrates, a quien considera el padre del racionalismo crítico por su conocida frase de « sólo sé que nada se», lo que es interpretado por Popper como la manifestación de que no existe ningún saber infalible; así, el ideal de un episteme, es decir de un conocimiento seguro, está fuera de nuestros alcances, en tanto que si somos capaces de identificar nuestros errores. El racionalismo crítico se erige contra el empirismo lógico por su carácter marcadamente inductivista y de observación inmediata de la realidad, recuperando la obligada actividad intelectual previa; pero, además condenó del positivismo su acentuada exclusión de la metafísica, reivindicando para ella el papel que puede jugar en la formulación de hipótesis. Popper enfrenta al principio de la verificación sostenido por el empirismo lógico. el principio de la falsificación; Popper desarrolla una epistemología falibilística.
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De acuerdo con sus planteamientos, la ciencia no empieza con la observación, según lo proponen las teorías que le preceden, sino con problemas. Como síntesis de sus reflexiones, Popper es el creador del método hipotético - deductivo de investigación científica, en el cual, las hipótesis más que buscar su verificación, deben confrontarse con la realidad, para demostrar que no son falsas; si una hipótesis no es susceptible de falsificación, entonces no tiene lugar en la ciencia. Popper abrió un proceso del desarrollo de la filosofía de la ciencia, paradójicamente alejado del objetivismo y de la verdad científica absoluta, este proceso es el de ver la ciencia más corno un proceso que como un producto; lo que importa no es el producto de la ciencia, sino la ciencia como proceso. En el campo de la teoría social, Popper se lanza contra el historicismo, y particularmente contra el marxismo, pues sostiene que su principal falla es el determinismo fatal, el cual deviene en una nulificación del sujeto, en una exclusión de la acción de los seres humanos, rechaza la posibilidad de que existan leyes del desarrollo de la sociedad: «...La esperanza, en especial, de que un día podamos encontrar las «leyes del movimiento de la sociedad», de la misma forma en que Newton encontró las leyes del movimiento de los cuerpos físicos, no es nada más que el resultado de estos malentendidos. Puesto que no hay en una sociedad movimiento en algún sentido semejante o análogo al movimiento de los cuerpos físicos, no puede haber tales leves. Pero, se dirá, la existencia de direcciones o tendencias en el cambio social difícilmente podría ser cuestionada: Todo estadístico puede calcular esas tendencias. No son comparables a la lev de la inercia de Newton? La contestación es : existen esas tendencias; o más precisamente, la suposición de que existen es un útil supuesto estadístico. Pero las tendencias no son leves. Una proposición que afirma la existencia de una tendencia es existencial, no universal. ( lev universal, por otra parte , no afirma la existencia de nada: al contrario: como se mostró al . final de la sección 20. afirma la imposibilidad de 86 alguna cosa j Y una proposición que afirmase la existencia
una tendencia en cierto momento y lugar sería una proposición histórica singular y no una ley universal...»(Popper,I990:130).
La crítica al racionalismo crítico.Discípulo de Popper, el húngaro Imre Lakatos (19221974) estudió astronomía y Física antes de incursionar en la filosofía de la ciencia. Lakatos propone una alternativa frente a la tesis Popperiana de la falsificación, y esta es la de sustituir el sistema basado en la falsificación o verificación de una hipótesis en la cual existe un marco teórico de apoyo, por un sistema tridimensional basado en programas de investigación competitivos, un sistema más bien tridimensional , consistente en dos teorías y un experimento, con lo cual lo que generalmente ocurre es que alguna de ellas se confirma, en sustitución de la falsificación. Si en estos programas de investigación, alguna teoría falla, ésta no debe desecharse totalmente, sino aprovechar lo bueno que haya en ella, pues es mejor tener una teoría incompleta que no tener ninguna. Según Lakatos, todos los científicos eminentes han seguido este modelo en sus descubrimientos, para el caso menciona a newton y a Niels Bohr, de quienes afirma se apoyaron en varias teorías: “ El plan de Bohr fue elaborar primero la teoría del átomo de hidrógeno: Su primer modelo habría de basarse en un protón lijo como núcleo, con un electrón en órbita circular; en su segundo modelo quiso calcular una órbita elíptica en un plano fijo: después trató de eliminar las restricciones' claramente artificiales del núcleo fijo y del plano fijo; posteriormente , pensó en tener en cuenta la posible rotación del electrón y, más tarde, confió en extender su programa a la estructura de átomos y moléculas co mplicadas• v tal efecto de los campos electromagnéticos sobre ellos...( Lakatos, 1983: 82) Los programas de investigación de Lakatos se componen de tres círculos: el llamado núcleo investigativo formado por una conjunción de teorías, y según sus propias apreciaciones debe 87
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ser un centro firme, convencionalmente aceptado; por otra parte, estarían dos cinturones heurísticos, el positivo y el negativo, de tal forma que siempre se pueda modificar el cinturón heurístico negativo sin necesidad de modificar la teoría, con todo lo cual, resulta irrelevante la falsificación popperiana. Thomas S. Kuhn y el concepto de paradigma.
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Autor del libro « La Estructura de las revoluciones científicas « Thomas S. Kuhn (1926) , afirma que la ciencia no crece por acumulación de verdades eternas, sino por efectos de un cambio radical en lo que él llama el paradigma científico, el cual viene a ser una red de conceptos a través de los cuales los científicos ven su campo de acción, formado no solo por concepciones netamente científicas , sino además por creencias teóricas y metodológicas que incluso rebasan la racionalidad, de tal forma que el cambio de un paradigma científico a otro, no cabe en los límites de la razón y se ubica en el campo de la psicología social del descubrimiento. Thomas S. Kuhn estudió inicialmente física, pero se introdujo a la filosofía de la ciencia, pero más particularmente a la historia del desarrollo de la ciencia. De acuerdo con el esquema de Kuhn, los ciclos a que están sometidas las ciencias a través de la historia inician con lo que él denomina la etapa de la «presciencia» o periodo « pre- paradigmático «, durante este periodo la ciencia o presciencia consiste en la colecta de observaciones al azar, sin un proyecto ni plan establecido; en este periodo pueden existir conviviendo en franca competencia diversos esquemas teóricos sobre las ciencias, pero sin que prevalezca ninguna, y no es hasta que alguno de ellos adquiere preeminencia, cuando surge el primer paradigma de la disciplina de que se trate. Algunos ejemplos de paradigma expuestos por Kuhn son la Astronomía de Ptolomeo, la Química de Lavoisier, la Óptica corpuscular de Newton, y otras. Kuhn sostiene, en apoyo a su tesis de paradigma, que los episodios extraordinarios que conducen por fin a la profesión de un nuevo conjunto de compromisos, una nueva base para la práctica de la ciencia, so n conocidos precisamente co m o
revoluciones científicas. Son según afirma, complementos cine rompen la tradición a la que está ligada la actividad de la ciencia normal. En el proceso de estallamiento de una revolución científica se da inicialmente un periodo de rechazo por parte de la comunidad científica; pero luego viene un cambio de mentalidad, un cambio en la imaginación científica. Según Kuhn se produce un cambio de paradigma cuando hay una revolución científica, tras un prolongado periodo de « ciencia normal «, el consenso entre los científicos comienza a desintegrarse, se produce la revolución, y entonces , la ciencia es reformada en torno de un nuevo paradigma, en un proceso en el cual los hijos entierran a los padres, porque los científicos arraigados en el paradigma que fenece, se aferran a él y son los científicos jóvenes los que se encargan de promover el nuevo paradigma. El Anarquismo metodológico de Feyerabend.
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Paul Feyerabend (1924) representa para la epistemología el espíritu del escepticismo respecto del status científico existente. Sus dos obras principales son «Tratado contra el Método« (Against Method ) y «La Ciencia en un Mundo Libre «( Science in a free World ) expone su teoría de que la ciencia es irracional, que no hay r egistro alguno q ue pruebe una determinada metodología en los hallazgos de los científicos más relevantes , sino una total anarquía; y sostiene no solo que así ha sido, sino que así tiene que ser. Históricamente no hay nada que pruebe que existe algún método científico, esta es la tesis principal de Feyerabend, y postula abiertamente el anarquismo en la ciencia: « ...La idea de un método que contenga principios firmes, inalterables y absolutamente obligatorios que rijan el quehacer científico tropieza con dificultades considerables al ser confrontada con los resultados de la investigación histórica. Descubrimos entonces, que no hay una sola regla, por plausible que sea, y por firmemente basada que este en la epistemología, que no sea infringida en una ocasión u otra. Resulta evidente que esas infracciones no son sucesos accidentales, que no son consecuencia de una falta de conocimiento o de atención que 89
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pudiera haberse evitado. Por el contrario, vemos que son necesarias para el progreso. En realidad, uno de los rasgos más llamativos de las recientes discusiones en historia y filosofía de la ciencia consiste en la toma de conciencia de que sucesos y desarrollos, tales como el descubrimiento del atomismo en la antigüedad, y la Revolución C7opernicana, el surgimiento del atomismo moderno ( teoría cinética, teoría de la dispersión, teo r í a c u á nt ica) , o la e mer ge n cia gr ad ua l d e la teo r ía ondulatoria de la luz, solo ocurrieron o bien porque algunos pensadores decidieron no someterse a ciertas reglas « obvias» o porque las violaron abiertamente. ( Feyerabend, 1993:7). Feyerabend se pronuncia además por una interrelación entre la ciencia y la política, pues sostiene que la ciencia no tiene una autoridad teórica superior a la política, al respecto escribe:
«...Ahora bien, hemos visto que la creencia en un único conjunto de criterios que hayan conducido siempre al éxito y que continuarán conduciendo siempre al éxito no es más que una quimera. La autoridad teórica de la ciencia es mucho más pequeña de lo que se supone. Por otra parte, su autoridad social se ha hecho tan superpoderosa que es necesaria la interferencia política para compensar un desarrollo equilibrado.. »( op. cit. ) Según Feyerabend son muchos los casos en lo cuales la interferencia de la política en la ciencia ha mejorado una situación científica condenada al fracaso.
Bachelard y el « no positivismo «.Gastón Bachelard (1884-1962) es un filósofo de la ciencia de orientación no marxista, la aclaración vale la pena por razones que más adelante mencionaremos; pero una definición más general de su pensamiento será seguramente la de definirlo primero como un científico y además como un notable epistemólogo, pero un epistemólogo de orientación marcadamente no positivista. Bachelard junto a su discípulo Georg Canguilhem,y a su vez,
con el discípulo de éste. Michael Foucault integran el grupo de epistemólogos franceses « no positivistas « y antievolucionistas de la primera mitad del siglo XX; aunque tal vez este marcado «no positivismo« sea el único común denominador entre el los.
Lo menos que podemos decir de este genial pensador es que la epistemología Bachelardiana es sumamente original y por lo mismo, acentuadamente polémica; pero también, al igual que Piaget y Freud, llega en algunos casos, y por caminos distintos, a conclusiones y proposiciones coincidentes con el marxismo. Aunque, como ya lo expresarnos, Bachelard es más un filósofo d e l a b u r g u e s í a q u e d e s u c o n t r a p a r t e e l m o v i m i e n t o revolucionario. No ob s t a nt e, es j us t o r econ oc er q ue en el c a s o de Bachelard opera aquello que Lenin denominó el « materialismo dialéctico « espontaneo de los científicos» . Una de esas coincidencias esenciales con Marx, es la de considerar que el conocimiento es una « producción histórica» , otro punto de comunidad con el marxismo es su antievolucionismo, es decir, su rechazo a la idea de que la historia del conocimiento sigue una trayectoria lineal e ininterrumpida; en sustitución de esa idea, Bachelar propone la tesis de la « ruptura epistemológica» , de alguna forma similar a la idea hegeliano-marxista de la « negación de la negación»; otro punto de comunidad con el marxismo es el q ue s e da r es p ec t o de l a r ea l i da d a l c ons i der a r la va r i a da , multiforme y siempre cambiante. A la epistemología incorpora Bachelard el uso de lo que el denomina las imágenes como lazo de unión entre lo abstracto y lo concreto; pero también entre lo objetivo y lo subjetivo; es decir q ue ent r e l o ab strac t o y l o c oncret o exist e una esp eci e de transacción de doble sentido en la que las imágenes juegan un papel esencial. Al respecto escribe:
«...En su formación individual, un espíritu científico pasaría pues necesariamente por los tres estados siguientes, mucho más precisos y particulares que las .formas comtianas .( Bachelard)
Metodología y Ciencia Social lo.- El estado concreto, en el que el espíritu se recrea
con las primeras imágenes del fenómeno y se apoya sobre una l i t e r a t u ra fi l o só fi c a q u e g l o r i f i c a l a n a t u r al e za , y q u e , extrañamente, canta al mismo tiempo a la unidad del mundo y a la diversidad de las cosas. 2o.- El estado concreto -abstracto, en el que el espíritu adjunta a la experiencia física esquemas geométricos y se apoya sobre una filosofía de la simplicidad. El espíritu se mantiene todavía en una situación paradójica: está tanto seguro de su abstracción cuánto más claramente esta abstracción está representada por una intuición sensible. 3o.- El estado abstracto, en el que el espíritu emprende informaciones voluntariamente substraídas a la intuición del espacio real, voluntariamente desligadas de la experi encia inmediata y hasta polemizando abiertamente con la realidad básica, siempre impura, siempre informe...»( Bachelard ,1948:1 1). En cuanto a su aportación con el concepto de « ruptura epistemológica «, Bachelard sostiene que en cierto momento del desarrollo de la ciencia, el lenguaje del físico o del matemático, por ejemplo, se presentan una serie de contradicciones irreconciliables, y este es precisamente el momento de una «ruptura epistemológica». Un caso concreto es el paso de la física newtoniana a l a física relativista de Einstein, el que fue marcado por una ruptura epistemológica a la cual antecedió todo un proceso de una red de imágenes y esquemas contradictorios con la primera. Otro de los aportes esenciales de Gastón Bachelard es la categoría del « no epistémico « , el cual surge a partir de considerar que en la realidad existe una Geometría no euclidiana, una Física no newtoniana, una Química no Lavoisiana,y una Lógica no aristotélica. Cuando surgen varios « no « en una ciencia, se está entonces en la posibilidad de pasar a una nueva concepción de la misma: esta reflexión no indica que sean falsas las teorías en que se 92
sustentan sino que han dejado de tener operatividad, pues son parte de un proceso histórico permanente de cambio ascendente Un caso concreto que ejemplifica los «no « Bachelardianos e s el de la concepción de la estructura del átomo de Niels Bohr, consistente en asimilar el sistema planetario solar, concepción que se ha mantenido por largos años, pero sólo como un esquema operativo, pues el esquema registra varios « no « que modifican esa concepción inicial; el primero es el de considerar que en el microcosmos no se puede asumir la idea de espacio de la misma forma que se asume en el sistema planetario solar; el segundo es el que nos sugiere el salto del electrón, el cual no es un concepto ad ecuad o a la r ealid ad, tal y co mo la co no cemo s en el macrocosmos. En resumen, el físico escoge o elige un esquema del átomo, y luego su intuición científica y su imaginación lo conduce a modificar cada detalle; por lo que el concepto de átomo viene a ser la suma de sus críticas y no la definición original, es decir, la suma de sus « no «, la « no imagen «. Llevado el ejemplo del electrón a la lógica aristotélica también surge una contradicción; por que el electrón es un corpúsculo en movimiento; pero es también un fenómeno ondulatorio; entonces el clásico principio de identidad de la lógica aristotélica ( A = A ) es insuficiente e incapaz de explicar este hecho; se requiere entonces de una lógica « no aristotélica