La hacienda real de Castilla en el siglo XV 8460058077


218 15 38MB

Spanish Pages 379 [197] Year 1973

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD PDF FILE

Recommend Papers

La hacienda real de Castilla en el siglo XV
 8460058077

  • 0 0 0
  • Like this paper and download? You can publish your own PDF file online for free in a few minutes! Sign Up
File loading please wait...
Citation preview

Miguel Angel Ladero Quesada es catedrático de Historia de la Edad Media en la Universidad de La Laguna. Antes, profesor en las de Valladolid y Madrid. Del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios. Colaborador del Instituto «Jerónimo Zurita» del C. S. I. C. Ha publicado desde 1964 libros y artículos de investigación sobre historia de Castilla en el siglo XV. Títulos principales: Castilla y la conquista del reino de Granada. / Los mudé j ares de Castilla en tiempos de Isabel l. / La repoblación del reino de Granada anterior al año 1500. / Las cuentas de la conquista de Gran Canaria. / Aln10jarifazgo sevillano y comercio exterior de Andalucía en el siglo XV. / Andalucía en el siRIo XV: Estudios de Historía Política.

La Hacienda Real de Castilla en el siglo XV es el resultado de varios años de investigación sobre documentos de diversos archivos, en especial el de Simancas. Analiza e interpreta con detalle las instituciones fiscales y los tipos de pechos, derechos y rentas que formaron el sistema hacendístico de la monarquía castellana bajo-medieval y fueron causa principal del auge de su poder político. Incluye gran cantidad de datos cuantitativos sobre la importancia y evolución de las contribuciones, así como otros que esclarecen aspectos de la Historia social, económica y política de la época relacionados con el tema central de la investigación.

UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA Secretariado de Publicaciones de la última

1,

j¡ i

a] La Hacienda de Castilla en el siglo Por

I

Miguel Angel Ladero Quesada

r

!

Estudios de Historia . N. o 1 . 1973

v

En memoria de Luis María Larrieta, historiador, amigo.

MIGUEL ANGEL LADERO QUESADA, 1973 Depósito Legal: SE-251-1973 -

I.S.B.N. 84-600-5807-7

Ese. Gráfica Salesiana - M.a Auxiliadora, 18 - Sevilla

INDICE

Págs. 9

Introducción .............. .

.,¡-

o 6.

Siglas y abreviaturas ... . .. Pesas y medidas ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . ..

Capítulo Capítulo Capítulo Capítulo Capítulo Capítulo - 71 Capítulo _ ;1 Capítulo l~7" Capítulo

1. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. IX.

/-,L Capítulo X.

Las instituciones ............................. . Ingresos y Gastos ... ... ... ... ... ... ... ... ... .., ... Alcabalas y Tercias .1111 .. tq I ... ... ... ... ... ... . .. Las aduanas de Castilla .t:b l. ... ,. ... . .. Servicio y Montazgo .\2.\. .......... . Las salinas .. .q6. .. ... ... ... ... ... ... ... ... ... Rentas menores ...................................... . Rentas de Granada ................................... . Los «servicios» del reino .(.(}.q .................... . Cruzada y Décima .~0 3. ... ... ... ... ... ... ... ... ... . ..

Conclusión ... ... oo. ...

O"

••

o ooo . oo .. o ... . o. . oo oo. ooo .. o . o. . oo .. o ... ... ooo

13 15

17 37 -31( 61 95 151 169 183 191 199 227 239 247

Fuentes y Bibliografía ........... . Ilustraciones: 1.

IIo III. IV. V. VI.

Rentas y derechos recuperados por la Corona o que sólo aparecen algunos años ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ." Datos sobre ingresos y gastos. 1429-1479 .... " ................ " Relaciones de gastos ordinarios por libranza entre 1480 y 1504. P-réstamos para la conquista de Granada ................... " Memoriales. .. ... . o. ., o ... ... ... . o. ... ... ... ... .. o . ooo ... .. o o.. Valor de las rentas arrendadas, en especial alcabalas y tercias, desde 1429 a 1504 .......................... , .................... o O'

259 268 281 319 327 381

INTRODUCCION A lo largo de la Historia europea, la Hacienda no ha sido ut! medio más del Estado, sino fundamento muy principal de su acción. Se puede afirmar, en términos amplios, que el dominio hacendístico hace posible el político. Pero, precisamente por esto, una Hacienda no se comprende por entero salvo si se la sitúa en el contexto de fuerzas y teorías políticas y sociales donde se desenvuelve, bajo el conjunto de ideas y hábitos colectivos que la amparan, y sobre las realidades económicas de que se nutre. Aun teniendo presentes estos principios, mi intención ha sido menos ambiciosa. En este libro se pretende analizar documentación abundante e inédita en su mayoría, completada con trabajos ya publicados, para obtener un conocimiento bien fundamentado de las instituciones fiscales, las rentas y derechos de la Corona, las fuentes de gasto público, la política hacendística y todos los datos posibles, siempre en relación con el tema central, sobre la organización y las actividades económicas, sociales y políticas de Castilla en el siglo xv. La Historia de la Hacienda ofrece, en efecto, dos relaciones de gran interés, además de su campo de estudio específico. Una, con la Historia política, entendida no sólo como despliegue de sucesos concretos, sino también, y sobre todo, como campo en el que se manifiesta el entramado de una organización social, desde los detalles más anecdóticos hasta las teorías y doctrinas que surgen de ella y a la vez la fundamentan, pasando por las instituciones a través de las que se ejerce el póder y por las personas y grupos que lo dominan. La segunda relación se refiere a la Historia económica, porque la fiscalidad ejerce su acción sobre bienes económicos; luego, en definitiva, depende de ellos y de algún modo tiende a reflejar las condiciones y circunstancias de su producción y distribución, así como la capacidad de sus diversos poseedores frente al poder, para resistirlo, colaborar, participar, dominarlo, o las cuatro cosas a la vez, como practicaba la aristocracia castellana del siglo xv. En este libro tiene mayor cabida la relación Hacienda-Política que la relación Hacienda-Economía. La documentación disponible 9

y el estado actual de nuestros conocimientos así lo han dispuesto, pero también la misma fuerza de los hechos, porque la relación Política-Hacienda es inmediata y se desvela con facilidad, mientras que la relación Hacienda-Economía es mediata y más compleja, puesto que el sistema fiscal de la época no se asienta sobre un solo hecho económico, sino sobre muchos, cuya evolución o situación en un momento dado no es la misma, sino que puede ser diversa y aun contradictoria, y lo hace además valiéndose de un medio, como es el arrendamiento de impuestos, que necesariamente amorti~a deforma las repercusiones de cada coyuntura económica sobre "la Hacienda. Nuestra comprensión del tema habría sido mejor, mucho mejor, si se supiera más sobre la Historia económica del momento, y, en este aspecto, el libro pretende contribuir a los estudios que todavía han de escribirse para llegar al conocimiento de estas cuestiones, pero siempre sería incompleta e insuficiente una explicación economicista. Al ser ésta una monografía de investigación, no me ha parecido procedente repetir orientaciones metodológicas generales ni redactar una introducción pretenciosa al tema de la fiscalidad y el Estado en la baja Edad Media, cuestiones que se encuentran ya expuestas en otros libros de cuya lectura he obtenido gran fruto para escribir éste con unas técnicas de trabajo concretas, muchas veces construidas para el caso, cuyo entendimiento está implícito en el texto, por lo que tampoco creo oportuno hacer exhibición previa de ellas. Su génesis y desarrollo han ocupado varios años desde que, en 1965, comenzó la investigación del núcleo de documentos más importante, conservado en el Archivo de Simancas. En su transcurso he utilizado alguna parte para otros teluas y anticipado publicaciones parciales 1. Pretendo ahora efectuar la definitiva, en lo que cabe, pues hay aspectos no tratados por ofrecer todavía los documentos poco margen a conclusiones bien asentadas, como es el referente a las personas y actividades de los arrendadores de impuestos. Otros no conciernen a la temática del libro; aquí pueden hallarse noticias sobre estructuras, instituciones y tendencias generales, pero no tantas, porque no ha sido nuestro objetivo, sobre el empleo de recursos fiscales en cada situación política concreta, ni cuentas particulares detalladas. Esto corresponde a otro tipo de Historia. Algunos lectores encontrarán árida la temática tratada y, en consecuencia, la exposición escrita en que se desarrolla. Deseo manifestarles que comparto su criterio, tanto más cuanto que he te-

nido que hacer el libro y leerlo muchas veces; no obstante, estimé que la cuestión ·era lo suficientemente valiosa para la historiografía española, y que merecía la pena arriesgarse a cometer éste y los demás defectos que la obra tiene. MIGUEL ANGEL LADERO

Agosto de 1972

°

1 La Hacienda real castellana entre 1480 y 1492. Valladolid, 1967. La Hacienda castellana de los Reyes Católicos (1493-1504), «Moneda y Crédito» (Madrid). 103 (1967). 81-11l. Les finances royales de Castilla il la veille des temps modernes. «Annales E. S. C.» 3-1970. 775-788.

10

N .. B.: La realización de este trabajo contó, durante los años 1971 y 1972, con ayuda económica procedente del fondo para el fomento de la investigación en la Universidad, del Ministerio de Educación y Ciencia. 11

SIGLAS Y ABREVIATURAS A.H.N. == Archivo Histórico Nacional. A.M. == Archivo Municipal. A. M. Sev. Tumbo Archivo Municipal de Sevilla. Tumbo de los Reyes Católicos. B.N.Mss. == Biblioteca Nacional. Manuscritos. Co. Do. In. Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España. Cortes == Actas de Cortes de los antiguos reinos de Castilla y León (núm. 34 de la Bibliografía).

Secciones y series del Archivo General de Simancas: Cámara, «Pueblos» == Cámara de Castilla, serie «Pueblos». C. y J. H. == Consejo y Juntas de Hacienda. C. M. C. == Contaduría Mayor de Cuentas. Primera época. C. S. == Contaduría del Sueldo. D. C. o Div. Casto == Diversos de Castilla. E. H. o Exp. Hac. == Expedientes de Hacienda. == Escribanía Mayor de Rentas. E. M. R. G. A. == Guerra Antigua. == Serie «Medina Sidonia». Med. Sidonia M. y P. o M. y Pro == Mercedes y Privilegios. P. R. o Patr. Real ~ Patronato Real. == Registro General del Sello de Corte. R. G. S. R.A.H. Col. c. r. f.o doc. Leg. Lib.

L.o p.

== Real Academia de la Historia. == Colección. == carta real. == folio. == documento. == legajo. == libro. == legajo o libro. == página, petición, punto.

PESAS Y MEDIDAS Se indican sólo las que aparecen en el texto, para orientación inmediata de los lectores que lo necesiten, y advirtiendo que puede haber a veces algún margen de inexactitud, porque los tratados y escritos de metrología se refieren a tiempos muy posteriores y la documentación de la época no siempre facilita la tarea de convertir los pesos y medidas que cita al sistema actual. Fanega

Utilizada aquí como medida de capacidad. Un cahiz son doce fanegas, aunque en ocasiones aparecen cahíces que tienen menor número de fanegas. Una fanega son cuatro cuartillas o doce celemines, llamados también almudes en algún documento. Un celemín son cuatro cuartillos. La fanega andaluza, a 55,5 litros, por término medio, y la de Toledo, a 44 litros. Arroba

Como medida de peso, un quintal tiene cuatro arrobas. La arroba castellana pesa 11,5 kilogramos y tiene 25 libras. La libra, cuatro cuarterones. El cuarterón, cuatro onzas. La onza, dieciséis adarmes. El adarme, tres tomines. El tomín, doce granos. Como medida de capacidad, la arroba o «cántara» de vino tiene 16,13 litros, aunque puede haber pequeñas variaciones comarcales. La arroba de aceite tiene 12,56 litros, también con la misma salvedad. En Sevilla y Ajarafe, la arroba tenía 10 terrazos. l'

Carga

En Andalucía, la «carga mayor», transportada por un mulo, tenía 2,5 fanegas, y la «menor», llevada por un asno, 2 fanegas. Siempre que fuesen cereales o mercancías de peso semejante, la fanega de trigo de 55 litros pesa 44 kilogramos. J5

Legua La legua castellana equivale a 5,57 kilómetros. Vara

La vara castellana medía 836 milímetros. Una vara tenía tres pies, o cuatro palmos. Un pie, doce pulgadas. Una palgada, doce líneas. Una línea, doce puntos. CAPITULO PRIMERO

Toesa

LAS INSTITUCIONES

Una toesa tiene dos varas. La descripción de los marcos institucionales, dentro de los que se desenvolvía la Hacienda real de Castilla en el siglo xv, no ocupará mucho espacio en nuestro estudio, pero es necesario comenzarlo precisamente con este panorama para dejar en claro buen número de cuestiones cuyo desconocimiento afectaría desfavorablemente a la comprensión de los siguientes capítulos. Trataremos tres aspectos, cuyo orden más lógico nos parece el siguiente: órganos gestores de la Hacienda, relación entre la Hacienda y los contribuyentes, fiscali~ación de las actividades hacendísticas. 1.

ORGANOS GESTORES DE LA HACIENDA REGIA.

En la época que nos ocupa, la Hacienda del rey funcionaba por medio de leyes e instituciones que hoy calificaríamos como de derecho público, pero en el siglo xv los criterios eran distintos y, aunque el rey había llegado a ser ya la encarnación de un Estado que maduraba, las tradiciones sobre la patrimonialidad del reino tenían todavía vigencia y no había distinción neta entre su persona privada y su actividad pública. Por eso, el principal cargo de la Hacienda seguía siendo el de Mayordomo Mayor, que, en su origen, había sido sólo el jefe económico de la casa del monarca. Es cierto que el cargo de Mayordomo Mayor era casi por completo honorífico, destinado a figurar en lugar destacado entre las suscripciones de documentos solemnes 1 y a incrementar la honra de algún gran aristócrata. Pero también sus riquezas, puesto que cobraba ciertos derechos sobre todas las rentas reales de Castilla, y s~ poder, ya que el Mayordomo Mayor podía ejercer un altopapel r directivo y orientador en toda la política hacendística. No es casualidad que hayan sido mayordomos mayores personajes tan 1

16

2

María S. Martín Postigo (97), cap. IX: sobre instituciones y documentación hacendística.

17

prominentes como don Juan p

h

,

¡~~:3iz~tl§:;~i~¡~~~~ó~ilt~r·c:l!e:

i?ta~e 72~tlo~VDi~g~1

Otros altos cargos vincul d 1 H . · tidades fijas, según arancel a os a a. ac1end~ ,que cobraban cany expediciones de docume ' por s~ mtervenc10n en los trámites Canciller y los cuatro Not-:/r~~s ~lac10nats con las rentas eran el las más interesantes económ" s ayores. e entre las notarías eran ocupada por miembros del lii~::e::rte, ~n este aspecto, las de León, y Castilla, que fue ejercida en Jel stfnque ~n tiempos de Juan II, por don Pedro Girón entre otros 3 ~ o P?; on Alvaro de Luna y Despensero Mayor po' rque co : amb1en hay que mencionar al , n su mtervenció h , 1 d e raciones a los oficiales de la c d 1 n se acian os pagos gastos era mucho más importa ~sa de 1monarca, )'.' esta partida de cuasi-privado. n e e O que sugiere su carácter El peso principal de la t· , h , . taduría Mayor de Haciendage~ i:n. a~end_1~tica r~caía sobre la Condos los ingresos y los ast. s a mstit~c10n tema control sobre tolas rentas y derechos ~rd os, bpr~movia y organizaba el cobro de documentos hacendísticos enat~ os pagos a realizar, enviaba los per mentes· a la Contadu ' M d euentas para que ésta pudiera tom 1 n~ ayor e cargo o manejo de dinero real a~ a~ a l?s que hubieran tenido había realizado la administraciór{ fH1sca!1zadse modo cómo se Para d" . . d e a ac1en a. la Contad~~~!iru!~s 0~ :~~~~~=s a~duos trabajos h~bía frente de con el de la misma institució T ~yo:es, cuyo, origen se confunde do fue dicho origen- los conta~ o avia no esta claro cuál ni cuánPedro I y no es, de~de 1ue o /res ~ayores existen ya en época de cia está ligada a las refor!;s J;cami_nado s_upo:13~r que su existenla creación o consolidación de r t gobtrno, Justicia y hacienda y a sucesores inmediatos 4 Los c e~ ~s e ectuada por Alfonso XI y sus . on a ores mayores eran ya dos ha-

/s{

el

0

al

2 E. M; R. Leg, 5, para Don Juan Pacheco pa~a ~~acon y Enríquez. · ' Y Cont. Sueldo, 2,• serie, Leg, 422-427, año 1505 iv. CaS t , Lib. 1, doc. 93, años 1429-1431 y L' ' El det~lle. de los derechos cobrados por estos ; lt ib, 4, doc. 76 y 77 para los años 1455-1458. es el siguiente: ª os cargos Y por los contadores sobre las rentas

1429

1455 Cancil_ler; mayordomo, contadores, mayores N Y menores ... otano mayor de Castilla 1.170 doblas 4.830 doblas Notario mayor de León .. 33.950 mrs. 138.600 mrs. Notario mayor de Toledo · .. · .. · 44.040 mrs. 116.200 mrs. Notario mayor de Andalucí~· ... ll.8 90 mrs. 54.650 mrs. ··· ··· ··· · • 30.780 mrs. 47.160 mrs Las dob!a~ fe canciller, mayordomo, dos contadore . . nares se d1v1d1a en cinco partes iguales la , lf s mayores de hacienda y contadores meLos notarios mayores de León eran ~n u ima para lo~ contadores menores. conde de Treviño, Adelantado Mayor d~ Gaii~¡;_9, Pero Mannque, en 1455, Don Diego Manrique, '

18

J. Valdeón (173):

aparecen entre los

órganos de gestión h

acendística en 1379. Torrea-

cia 1412 5 ; fue la cifra habitual en todo el siglo, aunque desde 1454¡ hubo bastantes períodos en que su número aumentó a tres 6 • En 1461 se vino a añadir a sus amplias funciones como gestores\ máximos de la Hacienda el papel de jueces supremos en todos los litigios tocantes a ella y la absoluta necesidad de que todas las cartas reales sobre asuntos hacendísticos estuviesen refrendadas por ellos y asentadas o registradas en sus libros 7 • Casi no hará falta indicar que los contadores mayores de Hacienda eran los empleados mejor retribuidos de la Corona, con gran ventaja sobre sus seguidores más inmediatos, además de estar auxiliados o sustituidos habitualmente por lugartenientes 8 • A sus órdenes, y para realizar el trabajo de la Contaduría, había contadores que se suelen llamar «menores» o «de los libros», especializados en diversas ramas de la función hacendística, que, para su mejor manejo, aparece dividida en 1476 en ocho oficinas u «oficios». Eran los siguientes: Oficio de rentas, que llevaba razón del estado en que cada renta se hallaba y legislación -«cuadernos», «condiciones», etc.- que la concernía y a la que había que atenerse en su cobro. Recibía las fianzas de los encargados de realizarlo de alguna manera -arrendadores, recaudadores, tesoreros-, comprobaba si eran o no las adecuadas y los proveía de las cartas reales necesarias para que pudiesen efectuar dicho cobro (cartas de «recudimiento»). Oficios de relaciones: daba a arrendadores, recaudadores o tesoreros un documento o «receta» en el que constaba el «situado y salvado» y demás obligaciones fijas que gravasen a la renta en cuestión, con el fin de que procedieran a su pago. Un traslado de esta «receta» se enviaba a la Contaduría Mayor de Cuentas para que, a la hora de rendirlas aquéllos, se tuviese en cuenta como única guía legal. También debían ser elaborados en este «oficio» todo ~ipo de «recetas», relaciones y documentos sobre el estado de naz (184), t. II, cap. IV, da una lista de contadores de Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III, siguiendo el libro de Don Luis de Salazar: «Mentorias históricas de los grandes oficiales de la Corona» (B'. N. Mss. Ff-210, según la signatura que da Torreanaz). 5 Crónica de Juan II, año 1412, p. 345 (35). Cuando el infante Don Fernando marcha a Aragón, nombrado rey, deja por sí en la Corte castellana dos contadores mayores y dos contadores de cuentas. 0 E. M. R. Leg. 7, doc. 1: c. r. Arévalo, 30 septiembre, 1454, en que se nombra a Alfón Alvarez de Toledo y Juan de Vivero contadores mayores en uno con Diego Arias, con la condición de que muriendo uno de los tres se consuma el oficio y no haya más que dos contadores mayores. Esta reducción al número primitivo la solicitan los procuradores en Cortes de 1469, p. 18 y Cortes de 1476, p. 10, pero no se consiguió hasta muy entrado el reinado de Isabel I. Puede verse nómina de contadores y otros oficiales de Hacienda en el siglo XV, en las obras de M. Martín Postigo (97), A. Gómcz Izquierdo (51), Palenzuela (113), Rodríguez García (133) y Solana Villamor (153). 1 C. R. Aranda, 22 abril 1461 (M. y Pr. Leg. 1, fol. 22. C. y J. Hac. Leg. 1, fol. 23). Ya antes ló eran, en uno con el Consejo Real. 8 Ya hemos mencionado su «derecho de doblas» sobre las rentas arrendadas. Vid. sus ingresos por quitación, ayuda de costa, etc., en los sumarios de gastos incluidos en el apéndice.

19

la Hacienda para remitirlo a la misma Contaduría Mayor de Cuentas o para tener un conocimiento exacto de la cuestión; porejemplo, a través de los «sumarios» generales de ingresos y gastos a que luego nos referiremos. Oficio de extraordinario: debía tener el control y administración de los ingresos así llamados, muy abundantes en el reinado de Isabel 1, y no, como se viene diciendo desde hace tiempo, de «las relaciones de aquellas rentas en que no había juros situados» 9. Estos tres «oficios» se llamaban «de cargo» porque atendían a los ingresos de la Hacienda. Los otros cinco corrían con la gestión de los gastos y se denominaban «de data». Eran los oficios del Sueldo, de Tierras y de Tenencias, encargados de gastos militares. El de Quitaciones, que atendía, en líneas generales, a gastos de administración civil, y el de Mer~edes, que, como su nombre indica, tenía la cuenta de todas las que los reyes habían efectuado con cargo a su Hacienda. Al frente de cada uno de estos «oficios» había dos contadores «menores» auxiliados por oficiales de inferior categoría. Esta organización, perfectamente lograda en 1476, no debió ser tan completa en tiempos anteriores, aunque el ordenamiento promulgado por Juan 11 en 1433 parece indicar que ya entonces existía 10, pero ignoramos otros detalles sobre su origen y evolución. A 10 largo del siglo se promulgaron diversas Ordenanzas sobre la Contaduría, los contadores mayores, sus lugartenientes, los menores y los demás oficiales, que regulan en especial dos aspectos: su trabajo, y el cobro de parte o de todos sus salarios por medio de aranceles sobre el valor de las rentas. Son importantes el ordenamiento de 1433 sobre derechos a percibir por los oficiales, y las líneas que dedica al tema el Ordenamiento de Guadalajara de 1436 11 , los de 1476 sobre forma del trabajo y aranceles, y la instrucción sobre modo de llevar los «oficios» dada por los mismos contadores mayores en 1488 12. 'Corresponde hablar ahora de los encargados de recibir el dinero procedente de las rentas y derechos reales. Desapareció la figura de Almojarife Mayor o tesorero general en los últimos años del siglo XIV m, pero permanecieron diversos Tesoreros que recibían canEn 1434, el contador mayor AIfón Pérez de Vivero tenía 32.000 mrs. de quitación, 19.800 mrs., para 1,mantener Leg. fol. 843). cinco ballesteros que lo protegieran y 1.080 mrs. para un aposentador (M. y Pro 9 Gallardo (43), t. J, p. 22. 10 Segovia, 20 octubre 1433, E. M. R. Leg. 1, fols. 123 a 129. 11 E. M. R. Leg. 1, fols. 123 a 129 y Div. Casto Lib. 3, doc. 1. 12 Ordenanzas del año 1476 en Div. Casto Lib. 3, doc. 32 y 63, Y E. M. R. Leg. 16 (26 ant.), y en Cortes de 1476, pp. 4 Y 5. La instrucción de 1488 en Div. Casto Lib. 3, doc. 7. Un memorial sobre su buen gobierno en Div. Casto Lib. 3, doc. 28.

20

lo que su misión no tidades de dinero con fines concr~tos, P;~ede decirse que había gozaba de carácter perma,nen¿e taba~e~omo salario un 5 por 100 tesoreros, pero no tesoren~. o l~a de todo el dinero que manejaban .

b

d' an los Recaudadores que el El otro cargo receptor de dInero er uno de los «partidos» e.n b b situaba en to os y ca da ,. 15 rey nom ra a y . b d' .di do a efectos hacendlstlcoS . que el territorio del reIno. esta a ,IVI ner a sus órdenes otros recauCada recaudador de «partIdo» podla ~e Los recaudadores recibían dadores menores, locales o por ren as. dadores de rentas, por los . d b' d al rey por los arren los dIneros e 1 os d 11 d tro del «partido» en que actuaconcejos, aljamas, etc., to o e? ~n -o y atender con ello a los ban; debían recibirlo por tercIOS m:d~~ de «libranzas» H>. Por su pagos que, se lesl ordef~se P~~ades que les eran debidas durante parte, podlan rec amar as can or su uesto y dos o cuatro el tiempo en que e.ran recad~dad~r~osn'ePs 17 Ef nombramiento de re, ún dIversas ISpOSICI. 1 1 anos mas, seg .' d r d' se recomendaba que e rey o caudadores era cuestI°n 18 e Ica :~i Ían fianzas, al igual que a los efectuase personalme~te y se ue fuan II y los reyes que le s~ce. tesoreros, p.e~o la reahd~d es q de recaudador de cada «partIdo» dieron preflneron" que e cargo iento de la misma, con lo cual la o" renta anejO al a~rdendaml compleJ'a del arrendador" . fuese , uedaba sumI a en a f"gura 1 InstItuclon q que debían estar separadas pero que muy recaudador, dos cosas"d a menudo estaban unI as, con 1o q ue la Hacienda se ahorraba el 13 Valdeón (173) lo menciona todavía en 1379. No lo citan ya las Cortes de 1391, p. 3, al hablar de tesoreros y recaudadores.

Cortes de 1440, p. 12, menciona este dato. . 1 en las relaciones de alcabalas que Los «partidos» eran los que figuran, p~r d e~e~p o~ada una por separado, los obispados incluimos en las ilustraciones: toda~.l~ dm:~~ri:o e Zamora León, Astorga, Santiago c~n Tuy, de Osma, Segovia, Avila, Salamanca: IU a . ' « artidds» de Sigüenza, Atienza, uenca, Orense, Lugo, Mondoñedo, PlasencIa d B(g:J~íle~:) /"Orden» (de Santia~o), las «s~c~~s» l~: Huete infantado de Huete, marquesa o Asturias de Oviedo, la cIUdad de o e o, . ' de Cáceres las «cuatro sacadas» de las . Madrid Ciudad Real y Talavera. En el de de la alhóndiga, S., los obispados de Cor o a, aen . tÍ 'Sevilla Jerez de la Frontera, con a o , madera y de las «tres rentas» de la cIUda~'d e del ;lmojarifazgo sevillano: mercadenas, alr!lO1 con el Ajarafe y Ribera, Ecija, y los t «P~e ~~;bería «rentas menudas» y diezmo de! a.ceI~~ naima y cuenta de mercadere.s, ren a teníar: «recaudamiento» propio, y el s.eno:~o Además algunas rentas de salma~ y ~duanas L'b 1 doc. 93 para toda esta orgamzaclOn en Vizcaya' una tesorería especial. VId. DIV ... de 1379, incompleta, Val1429 con alguna variante, y otra relaclOn fía eclesiástica» sirve a menudo de, gula para (173). Es interesante ver. CÓ?1 0 la los que el poder político se" haCia con una estos intentos de divisi~n ternto.n~l a b traves e 14

15

~~~~~i:naZgOs T~le~o'dCbalat;aya'y~Caa~~~e~ua:~~al~~;~rtidos» deó~

Cas~~ :e~audamientos, «ge?gr~

imagen del país que regla y admImstra a. 387 16 Obligaciones especificadas en Corte~ de \ . d trata or extenso el tema de lo? recauda ores. 1 recaudadores de partidos. del remo en el «contentamiento» de fianzas» a que

~ldac~~e'N~:b~~ ~n

se undo tractado», pp. 1 a 7, donde se la relación de obligaciones de .~~s R. Leg. 27 (ant. 43). En~re otras, r~cI Ir estaban obligados (DIV. Casto Lib. 4, . .

;a~bién

M

li~~' :~e;dad~res

doc. 35). 1435 11' plazo de dos años. Cortes de 1451, p. 10: mdIca 1.7 Cortes de 1433, ~. 12. De . , .p. y'lo mantiene. que el plazo se ha amplIado a cuatro anos,

21

salario del recaudador l!) ' . zas y el de libramientos Yu p~e~endla ~Implificar el sistema de fiansob~e la cuestión cuando esturdi~nes ~ p~g? Por eso, volveremos de Impuestos. mos e reglmen de arrendamiento Hay, por último, dos térmi que también se refieren a la ~os ~~ l~ documentación de la época cont~ibuciones, pero que no ~~~~~n ; reco,ger dinero de rentas ~co, SIno a personas cu a ' " ~e e~encla a un cargo especídIversa. Son los de «cogelor sItuaclon InstItucional podía ser muy » Y «receptor».

r

~LACIÓN

CONTRIBUYENTE~.

2. "LA ENTRE LA HACIENDA y LOS .', OdIa ocurrir que' . . dependientes del mona~~!tItuclone~ de la Hacienda real u otras de contribuciones, pero er~ ~fo~edlesen al reparto y cob;o directo ~ntre la Hacienda y los cont 'baso menos frecuente. Casi siempre Intermediario que gestionaba r~ uy~ntes, se erguía la figura de u; contar, con los instrumentos;:' C?d:o porque contaba, o pretendía El sistema de arrend . as ~ oneos para hacerlo. est 't amzento eJemplir ' , b a SI uación, Prácticamente tod 1 Ica mejor que ningún otro an a personas o grupos ue as as rentas del rey se arrendaellas, fijado en subasta y c~r ,pagaban al monarca un precio por el cobro; su beneficio' consis~~~ne~of t~~os los, avatares y ventajas Ivamente cobraban y 10 que se h ,a I erenCla entre 10 que efecal. rey por la renta. Para éste er:bllan comprometido ellos a pagar ~ c1uso ingresos anticipados a a ~?rma de obtener seguridad o que podría haber obtenido .C~~,IO de renunciar a una part~ e. ~obro de la renta. Pero ni Si~IUi: Ie~e b~rganizado directamente SI e monarca aceptaba el siste ra a la tal renuncia por ue c?alquier otra manera de pr ma de arrendamiento se debía a qque sId ' omover la g t" d o mas costosa para él o m f' es Ion e las rentas hubiera por no contar con los m~dios e;os e ~caz, o simplemente imposible n:arc~a. Sin tener en cuenta InanCIer?s p,recisos para ponerla ed na dIfícil entender por q , estas motIvacIones fundamentales dam' t ue se apeló a u . selen o, que ofrece tantos defect n .sIstema como el arrenTodo arrendamiento pa t' d os y ~OtIvos de crítica. qU~, en la ,Contaduría MaY:/:e ~ una. sItuación previa, Era preciso po la ~edlrse por la renta en cu~~?~IeSe el valor aproximado que ~e jos Informes facilitados obligat I~n, 10 que se lograba a través ~ o~es, y de los conseguidos por ~nam~nte por anteriores arrenta una, en los que constaban dat os ~Is,mos oficiales de la Conos SUfIcIentes y muy detall a d os.

1

t17

18 Cortes de 1430 pp 18 19 Juan II, indicando qu'e así 10 hacía Y 20: Un poco anterior debe ser el . E nnque III (Div. Cast L'b 4 mIsmo consejo dado a . 1 . ,doc. 35).

22

A esto se le llamaba «hacer las rentas». Asimismo, todo arrendamiento debía sujetarse y comprometerse a respetar las normas legales que regían a la renta y a su percepción; normas que estaban contenidas en una ley básica, un «0J,Qde rno », y que se completaban con «condiciones» concretas marcadas antes de iniciar el arrendamiento correspondiente '20, Los «cuadernos» son la legislación fiscal más importantes del siglo xv; en ellos se van acumulando disposiciones dictadas por la experiencia o por el interés político que les hacen cambiar de aspecto paulatinamente a medida que pasan los años. Llega un momento en que el «cuaderno» de cada renta alcanza fijeza porque sus disposiciones son ya lo suficientemente maduras y completas; esto ocurrió, en general, dentro del reinado de Juan II, entre 1430 y 1450, aunque Enrique IV e Isabel I introdujeron modificaciones de importancia en ciertos «cuadernos» (alcabala, almojarifazgo de Sevilla). No debe pensarse, por lo tanto, en los «cuadernos» como conjuntos de disposiciones legales que pueden ser sustituidos por otros en un momento dado, sino como síntesis y acumulación de una experiencia legislativa sobre la renta a la que se' refieran, No han llegado a nuestros días todos los «cuadernos» que existieron; generalmente conocemos sólo los últimos, los «cuadernos» de la madurez, dados por Juan 11 o por Isabel 1, cuya vigencia se mantuvo prácticamente inalterada en los siglos XVI y XVII.

Sobre estas premisas se producía la orden real a los contadores mayores para que procediesen a efectuar arrendamiento 21 y se constituía el «estrado de las rentas» o lugar en el que se efectuaba la subasta. El «estrado» era itinerante, como el resto de la Corte, pero se entrevé que tenía tendencia a fijarse en uno de los centros financieros y mercantiles más importantes del reino, que era Medina del Campo, En 1459 lo hallamos «en el portal de la sala mayor( del palacio de nuestro señor el rey», en Medina, y en 1463 en el porl tal de la iglesia de San Antolín, de la misma villa 22. En 1466, pon 19 Estaordert de no pagar salario por el recaudamiento cuando se incluye' en el arrenda· miento de la renta puede verse, por ejemplo, en el cuaderno de alcabalas de 1491, p. 38. .20 Todos los cuadernos conocidos aparecen utilizados y mencionados en los capítulos siguientes. Consideraciones sobre la manera de «hacer las rentas» en el cuaderno de alcabalas de 1491, pp. 69 Y 70, y en el cuaderno de alcabalas de 1462. En Div. Cast., Lib. 46, doc. 59, hacia 1479, Fray Hernando de Talavera da consejos a Isabel I sobre las personas idóneas para «hazer las rentas». El significado de esta operación no nos parece todavía, sin embargo, como pletamente claro. Ejemplos de condiciones concretas: para 1464, en Exp. Hac., Leg. 1, fol. 108 y Leg. 2, fol. 56. Para 1482, Div. Cast., Lib. 1,