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Spanish; Shipibo-Konibo Pages [165] Year 2004
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Koshi Shinanya Ainbo, el Testimonio de una Mujer Shipiba Book · January 2005
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KOSHI SHINANYA AINBO EL TESTIMONIO DE UNA MUJER SHIPIBA
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KOSHI SHINANYA AINBO EL TESTIMONIO DE UNA MUJER SHIPIBA
¡Jatíbi non wetsa Shipibobaona! ¡A todas nuestras hermanas shipibas!
KOSHI SHINANYA AINBO EL TESTIMONIO DE UNA MUJER SHIPIBA Lima, julio del 2004 © Pilar Valenzuela Bismarck y Agustina Valera Rojas © Gráficos S.R.L. Ediciones El Santo Oficio Galicia 190, Urb. Higuereta, Surco. Telefax: 273-2055 [email protected] Corrección de Pruebas: Eduardo Silva Hurtado Hecho el depósito legal Nº 0000000000-0000 ISBN Nº 0000-000-00-0
Impreso en el Perú
NATO KIRIKAIN IKÁBO ÍNDICE Iráke akai Agradecimientos Prólogo de Philippe Erickson Ranin Aman reken joibo Palabras previas de Agustina Valera Metsá Raman reken joibo Palabras previas de Pilar Valenzuela Matsakatiya wishatibo Regla de acentuación del idioma shipibo (sólo en shipibo)
I Nokon papashokon ea yoikatitai jawékibo Las historias que me contaba mi abuelo Nokon yoxhaman Ani Xheati shinanni Mi abuela recordó la fiesta del Ani Xheati Ani Xheati nokon beronbi en oinkato La fiesta de Ani Xheati que vi con mis propios ojos Nokon wetsa rabekan Ani Xheati El Ani Xheati de mis dos hermanas Jawe kopíki Ani Xheati akátikanai El significado del Ani Xheati 8
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II
III
Inka Ainbo La Mujer Inca
Bianananai El matrimonio
Nokon titashokon ea esekatitai jawékibo Los consejos de mi abuela
Ea benoni Mi matrimonio
Nokon titan ea axheani jawékibo Las cosas que me enseñaba mi madre
Nokon waata jabáni El matrimonio frustrado de mi tía materna
Mapó ati La fabricación de la cerámica
Rabé awinya Los hombres con dos esposas
Kené ati El diseño
Rayos ainbo, rayos benbo Los suegros y el yerno
Kené waste El piripiri para el diseño
Rabé beneya ainbo La mujer que tenía dos esposos
Waste Piripiri
Toota El embarazo
Noi waste betan pechi waste Piripiri para el amor y piripiri para dar la espalda
Bakenti El parto
Meemis rayos raona Cuando curé a mi yerno con «lengua de churo»
Tita koirameeti Cuidados de la madre
Tootima waste betan tooti waste Piripiri anticonceptivo y piripiri para concebir
Papa koirameeti Cuidados del padre
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Bake pikó bená Los recién nacidos
Mawata pekáo Después de la muerte
IV
Meráya ainbaon oinni La mujer meráya que vio la vida después de la muerte
Shipibo jonibo wexhaanani La pelea con huishati
Onanyabo Los onanyas
Shipibo ainbobo bachinanani La pelea entre mujeres
Onanyati Para ser onanya
Nokon waata iní Lo que le sucedió a mi tía materna
Biri Yabi meráyani Biri Yabi se volvió meráya
Nokon ini ainbo bachinkani Cuando chobearon a mi sobrina
Xhawan Kaisinin Inkabo nokoni El encuentro de Xawan Kaisi con los Incas
Ranóya Los celos
Jonin Neino raeani El hombre que se relacionaba con las nutrias
Potaananti La separación de las parejas
V
VI Paro ibobo Los dueños del Ucayali
Shipibo mawatai Cuando los shipibos mueren
Noa Jonikon Nosotros los shipibos
Ja benomaata La viuda
Jaskataxh Shipibobo jonini El origen de los shipibos
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VII
Shipibo ainbo La mujer shipiba Shipibo joni El hombre shipibo
Wetsa inábo Otros pueblos indígenas
Metsá ainbo La mujer bella
Non yosibo Kashibo betan reteanani Los enfrentamientos entre nuestros antepasados y los cashibos
Metsá benbo El hombre buenmozo
Kokámebo Los cocamas
Yotokonti La planta yotokonti
Nawabo Los mestizos
Non janekon Nuestros nombres verdaderos
Noa «chama» akanai El término «chama»
Joni chaikoni betan nokoanani El hombre que se encontró con el chaikoni
Iaman Xheki Joni betan nokoanani Nuestro encuentro con el serrano en la cocha
Non piti jawékibo Nuestros alimentos
Nokon papashoko nawan ramiani Cuando un mestizo provocó a mi abuelo
Yoáshiko Inka El Inca Miserable y el origen del fuego Chichíporo Ainbo La Mujer Canario y el origen del maíz
VIII Ea jain kaní jemabo Mis viajes Ea Riman kaní Mi viaje a Lima
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Paron ewa El mar
Jepe Ian jonibo Los pobladores de San Francisco
Paron ewan pitibo Los pescados del mar
Ochó jeman maroi kaa Los viajes para vender artesanía
Piró ani mai El Perú
Yarínainoa koshibo Las autoridades distritales
Wetsa ani maibaon kaní Mi visita a otros países
X
Westíora inríjinan Istáros Onírosainoa Un indígena de los Estados Unidos
Tonkon tsiniti jawéki Las shipibas jugamos fútbol
Kirinkobaon ani main kaní Mi viaje a un país de gringos
Rimameaxh noa pirótanin tsinia El partido de fútbol que jugamos en Lima
IX
Riosan joi El cristianismo
Koshi ainbo Una mujer dirigente
Ramatian jainoaxh axheti xhobo La escuela de hoy
Jeman tsinkíibata La asamblea del día de ayer
¿Non joimein keyónoxh iki? El futuro de nuestra lengua
Koshi iti Para ser autoridad
Jaskataxh non axhé keyotai Nuestra costumbre se está perdiendo
Jepe Ian jema La comunidad de San Francisco de Yarinacocha
¿Noamein nawai kai? ¿Nos volveremos mestizos?
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XI Wetsa joibo Otras historias
KOSHI SHINANYA AINBO EL TESTIMONIO DE UNA MUJER SHIPIBA Tee Ibobo:
Xhoya betan xhanbo iní El ratón y la lagartija xanbo
Ranin Ama, Jepe Ian ainbo Metsá Rama, Rimamea ainbo
Yonkexhta Yoshin Ainbo La demonio Yonkexta
Gestoras del Proyecto: Agustina Valera Rojas Pilar Valenzuela Bismarck
Wetsa Yonkexhta Ainbo iní La historia de otra demonio Yonkexta
Jan Akinabo:
Ronon Meni, Jepe Ian joni Yoi Sani, «Dos Unidos» Pachítia chimakanyainoa joni Ranin Nita, Jepe Ian joni Sanken Bari, Pananyainoa joni
Colaboradores:
Evaristo López Magín Luis Márquez Pinedo Hagner Valera Rodríguez Rafael Urquía Odicio
Jene Yoshin Ainbo iní La Mujer Encantada del Agua Koshoshka Joni El Hombre Bufeo
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Iráke Akai Agradecimientos
PRÓLOGO
Nonra ani akin iráke akasai institucionbo jaton noa koríkinin akinamara atikoma ikeanke nato tee: University of Oregon Center for the Study of Women in Society, Inter-American Foundation, Maxh Planck Institute for Evolutionary Anthropology.
Este libro es el fruto de la colaboración de dos mujeres notables dos koshi shinanya ainbo, literalmente «mujeres de pensamientos fuertes» - a quienes nada, a priori, destinaba a que se encontraran. La una, ribereña del Ucayali (Paro Ibo, literalmente, dueña del río), es un miembro influyente de la comunidad de San Francisco de Yarinacocha. La otra, ribereña del Pacífico (Rimamea Ainbo, Limeña), es una lingüista reconocida, doctora de la universidad de Oregon en los Estados Unidos. La probabilidad que sus caminos se cruzasen era débil, pero es justamente de esto que surge la originalidad de su caminata conjunta, que ha sabido explotar la complementariedad que se perfilaba tras de sus diferencias.
Quisiéramos expresar nuestro sincero agradecimiento a las siguientes instituciones cuyo apoyo financiero hizo posible este trabajo: University of Oregon Center for the Study of Women in Society, Inter-American Foundation, Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology.
No nos equivoquemos. Aunque el relato sea, desde la primera hasta la última página, el relato de una sola persona, el carácter dialógico de este libro se deja traslucir constantemente, y constituye sin duda, una de las claves de su éxito. Es cierto que Ranin Ama (cuyo seudónimo es Agustina Valera Rojas) afirma que las historias que ella cuenta están destinadas a las jóvenes de su comunidad, con la esperanza de «que nuestros hijos al leer (nuestro libro) reflexionen y así sigan nuestros consejos»
El objetivo es loable y sin duda será logrado, pero mientras tanto, su discurso también se dirige, en filigrana, a su cómplice Pilar Valenzuela (cuyo seudónimo es Metsá Rama). Es por esto, no cabe duda, que el libro contiene tantos comentarios sobre 20
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las transformaciones recientes de la lengua y la cultura, tantas informaciones sobre la condición femenina y sobre todo, por supuesto, sobre las relaciones con los hombres. Tal enunciado se termina con «noa ainbora jaskara iki: Nosotras las mujeres somos así», tal otro con: «benbora benbo iki, los hombres son hombres» Lejos de sentir que escucha una lección monótona y moralizadora, el lector tiene la impresión de asistir a una conversación entre amigas, en donde predominan temas tales como los celos, la inconstancia masculina, los cánones de belleza masculina o femenina, o también las alegrías y las preocupaciones de la maternidad. Desde el punto de vista etnográfico, encontramos aquí una oportunidad rara de aprender sobre las prácticas del parto y el post-parto, el trato a los niños pequeños, la manera como es vivida la poliandria, la poliginia y la viudez. Aprendemos, entre mil otras cosas, que «los niños varoncitos no pueden tocar la arcilla, no vaya a ser que de jóvenes su pene se vuelva suave y fofo, tal como la arcilla», o también que «al tener el primer hijo
no comamos piña para que al dar a luz no sangremos mucho» Rara vez el bachinanani, la lucha ritual entre las mujeres que se tiran recíprocamente de los cabellos, ha sido tan bien descrito como aquí. Ni relato de vida, ni compilación de anécdotas, ni tratado etnográfico, sino un poco de todo a la vez; esta obra también es un trabajo de reflexión, en donde la narradora brinda información sobre su destino personal, el de su comunidad, la historia, las costum-bres y los mitos de su pueblo, y al mismo tiempo se hace 22
preguntas sobre el futuro reservado a los Shipibo. Sus propósitos son a la vez retrospectivos y prospectivos, ni desilusionados ni optimistas, sino lúcidos y bien anclados en la complejidad de lo real. Podemos pensar que Ranin Ama se contradice algunas veces, por ejemplo cuando se declara agnóstica, pero más tarde se muestra fuertemente influenciada por el discurso cristiano; o cuando aquí se muestra de un fatalismo pesimista y allá, al contrario, se muestra de un voluntarismo entusiasta con respecto a los proyectos de salvaguarda de la cultura propuestos por las organizaciones. Pero esto se debe justamente a que tenemos el privilegio de asistir a un pensamiento vivo, más sensible a la reflexión y a la dialéctica que a la esclerosis dogmática. El discurso no es estereotipado sino reactivo, dialógico en el sentido más noble del término. El discurso de Ranin Ama es también muy personal. Uno de los aspectos más estremecedores de su testimonio es, por lo demás, la ilustración que hace de la importancia de las emociones, la mirada de los demás y el miedo a las burlas en la preservación (o el rechazo) de las normas culturales. «Ahora ya no vemos eso, ya no se tienen los dientes negros, los que se ríen tienen dientes blancos nomás, ya eso está mal». Pero es precisamente porque se tiene miedo a exponerse a la risa de los demás que ya no se deforman los cráneos de los niños ni se negrean los dientes
Para quien se interesa en las lenguas amazónicas, este libro es un tesoro. El rigor y la precisión con los que los 23
enunciados son traducidos lo vuelven un instrumento precioso tanto para los jóvenes Shipibo deseosos de perfeccionar su castellano como para los hispanohablantes curiosos de conocer las sutilezas léxicas y gramaticales de un idioma de la familia lingüística Pano, que es una de las más extensas del oriente peruano. El ejercicio es más divertido de lo que parece. ¿Cuántos jugadores de fútbol han pensado, por ejemplo, que sus chimpunes podrían ser descritos como xheta zapato, literalmente: «zapato con dientes» Este libro es también una mina para quien se interesa en la etnología amazónica. Es más, las preguntas abiertas son tan numerosas como las respuestas dadas. Por ejemplo, si alguien se pregunta en qué momento del ritual del Ani xheati los animales domésticos del pueblo eran sacrificados, encontrará respuestas diferentes en el primer y segundo testimonio del libro. Una vez más, estamos frente a un testimonio vivo y no frente a un discurso normativo. Los datos etnográficos contenidos en Koshi Shinaya Ainbo constituirán una fuente de alegría para varias generaciones de investigadores. La información concierne, a veces, puntos esenciales, que ya han sido objeto de innumerables debates, como la cuestión de la relación entre el chamanismo y los motivos geométricos pintados o bordados que han hecho la reputación de los Shipibo. A veces, se trata simplemente de notas dispersas, que aparecen de manera anodina a la vuelta de una frase, pero que sin embargo son de un interés enorme para el etnólogo amazónico. El hecho de que los co-esposos de una mujer se llamen recíprocamente chai («cuñado»), 24
por ejemplo, tiene implicaciones más grandes de lo que parece.
Este libro merece ser leído por su interés científico antropológico y lingüístico -, pero también porque traza una maravillosa aventura humana, que muestra cómo las barreras culturales pueden ser abolidas por la amistad, el respeto y la comprensión recíproca entre dos koshi shinanya ainbo. Algo entristecida, Ranin Ama constata: «El hijo de la hija de mi hermana está por recibirse de ingeniero. Por eso pienso que en los próximos años ya no veremos a las shipibas con pampanilla» Sin embargo, nos quedará el fascinante testimonio que ella aquí nos ofrece.
Philippe Erikson
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Ranin Aman Reken Joibo Palabras Previas de Agustina Valera Nokon kaibobo Paro rebokiabo, Paro napon bekomeabo, Paro chiponkiabo. Jatíbiain niaketanxhon en mato yoikasai, jemabotibi meskó keská jawékishoko oinyontaanan ea yoyo ikasai neskati. Hermanos del Alto, Medio y Bajo Ucayali. Tras haber andado por diferentes lugares quiero compartir con ustedes; después de haber visto muchas cosas en diversos pueblos quiero contarles lo siguiente. Ramatian non chiní bakebo non keena keskáshaman iamakanaitian, moa reken yosibaon esébo pekáoribo ayontaanan, jaton keena keskábiribi ikanaitian, non shinana iki kirika wishati. Actualmente nuestros hijos ya no practican nuestras costumbres tal como quisiéramos. Dejando atrás los consejos de nuestros abuelos, los jóvenes de hoy hacen las cosas a su manera; por eso hemos pensado escribir este libro. Neskarabo wishai noa itai moatian non axhébobiribi nonbi keyoi ikanaitian. Noa moa yoxhan yosi ixhon masá shinani noa ikanai moatian ikátiai jawékibo keyokanaitian. Así estamos escribiendo nuestras costumbres tradicionales con las que nosotros mismos estamos acabando. Como ya somos mujeres y hombres mayores sentimos 26
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pena porque ya se está terminando con nuestras costumbres antiguas.
non pikoke non bakebaon yoyo axhon shinankanti, jainxhon non esébo chibankanti.
Non oinyamai bakeranonbo taria, winoya, wexhatia, koria, mexhtéya, bekenéya. Ainboboribi non oinyamai jaton chitonti, koton, chinexhetia, rakóti, tonkomoro teotia, rexhó, paronoti sawéya, besteta, mexhteta; jaskara jawékibo moa rama netebo non oinyamai. Jainoaxh jonibo non oinyamai icha awinya, ani xhoboya, ani waia. Nete xhabataibo non ninkáyamai jaton bakebo esekanai; kikin siná, mecha jonibo moa yamake. Ainbobo benbobo keskáribi iki non axhé jawékibo moa ayamai ikanai.
Viendo esta realidad, viendo que solamente se siguen las costumbres de los mestizos, es que estamos escribiendo esto, Ranin Ama y Metsá Rama, para que nuestros hijos lo lean. Pensamos que dentro de diez o veinte años algunas de nuestras costumbres ya no las vamos a ver. Por eso publicamos este libro, para que nuestros hijos al leerlo reflexionen y así sigan nuestros consejos.
Ya no vemos que los jóvenes de hoy usen cushma, ya no tienen macana, cuchillo huishati, adorno labial, diseños en las muñecas, diseños en la cara. A las mujeres ya no las vemos vistiendo pampanilla, blusa tradicional, cinturón de mostacillas blancas, manta, pechera, adorno de la nariz, aretes, ya no usan cerquillo, no llevan diseños en las muñecas. Estas cosas actualmente ya no las vemos. Tampoco vemos hombres con varias esposas, con casa grande, con chacra grande. Ya no oímos que se aconseje a los jóvenes en las madrugadas. Ya no hay hombres muy valientes ni mitayeros. Al igual que los hombres, las mujeres tampoco siguen nuestras costumbres propias.
Jaskáribi nato kirika non pikoai nato joxho jonibaon yoyo ati, Shipibaon axhébo onankanti. Neskarabo non wishai jatíxhonbi onankana iti kopí, moatian noa jaskataxh jarabeabo akinanani, pishtabo, waiakaxh, wanoaxh, jaton ikátoninbiribi non axhekanbiribi. Neskarabo onantaanan joxho jonibaon nobé jakonaxh yoyo iananankanti atipanke. Asimismo publicamos este libro para que la gente blanca lo lea y conozca las costumbres de los shipibos. Así estamos escribiendo para que todos sepan cómo vivíamos antiguamente ayudándonos mutuamente, cómo celebrábamos la fiesta del Ani Xeati, cómo hacíamos chacra, cómo nos casábamos, según nuestra propia forma de vida. Conociendo estas cosas la gente blanca y nosotros podremos entendernos bien.
Neskarabo kikinshaman akin ointaanan nawabaon axhekan ikíres ointaanan noa itai wishai Ranin Ama betan Metsá Rama, non chiní bakebaon yoyo ati. Non shinana iki nenoaxh chonka iamaxh rabé chonka baritia jatíribi non axhébo oinyamai kai. Ja kopíra nato kirika 28
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Metsá Raman Reken Joibo Palabras Previas de Pilar Valenzuela
plementadas posteriormente con entrevistas y diálogos.
Nato teera pikotai rabé ainbaon shinaman, wetsa ani paro kexhá iká, wetsa non paromea; nato rabé ainbaon shinana iki nato kirika pikoti, mato oinmanoxon.
Jainxhon (1998-2000) Ronon Meni, Yoi Sani itanribi Metsá Rama wishakana iki ja grabankanabo, traducenkana iki nawan join, benxhoabokana iki wetsankobo, jainxhonribi benakana iki jatíribi joibo Shipibonin ikámabo, tsekaribikana iki jatíribi joibo nawan join ikábo.
Este proyecto nace del espíritu de dos mujeres, una del vasto mar y otra del serpenteante río, que decidieron unirse para producir el libro que hoy les ofrecemos. Wetsa jonibaon tee aká ointaanan, jainoa shinan bitaanan, non pikoai nato kirika Ranin Aman jatíribi jawen onana jawékibo itan jawen shinanbo. Ranin Ama riki westíora Shipibo ainbo, kikin jawéki ati onan, mapó ati onan, Jepe Ian jema koshi iká. Inspirándonos en la tradición testimonial latinoamericana, presentamos parte de las experiencias, conocimientos e ideas de Agustina Valera Rojas, mujer shipiba, destacada ceramista y ex-dirigente de la comunidad de San Francisco de Yarinacocha. Nato tee riki peokana agosto oxhen 1998 Ranin Ama betan Metsá Rama. Rekenpari grabankana iki Ranin Ama yoikasai jawékibo, ja pekáo akana iki meskó keská yokábo akin ja tee senenanoxon. Este proyecto fue iniciado en agosto de 1998 por Agustina Valera y Pilar Valenzuela, con la grabación en lengua shipiba de narraciones libres en primer lugar, com30
Entre los años 1998 y 2000, Evaristo López, Luis Márquez y Pilar Valenzuela llevaron a cabo los procesos de transcripción en ortografía práctica shipiba, traducción al castellano, edición y elaboración lingüística del material recopilado. Octubre oxhen 2001, Ranin Aman yoyo aká iki jatíbi nato wishábo, Shipibo itanribi nawan join, Ranin Nita betan Metsá Rama akina iki. Jaskáribi akin, Ranin Nita betan jawen wetsan shinankana iki westíora jane nato kirikanin jane iti; ja iki «Koshi Shinanya Ainbo». Senenain riki mayo oxhen 2002, Sanken Barin benxhoaboa Shipibo join, itanribi aká wetsa jawékibo moa jayá nato kirika keyonoxhon. Nonra iráke akai jatíbi nato jonibo jan noa akinabo. En octubre del 2001, Agustina Valera, con la colaboración de Hagner Valera y Pilar Valenzuela, revisó esta versión del texto. Asimismo, Hagner y Zaqueo Valera propusieron el título shipibo «Koshi Shinanya Ainbo». Finalmente, en mayo del 2002 Rafael Urquía revisó la nueva versión del texto shipibo y ayudó a dar los toques finales. Expresamos nuestro profundo agradecimiento a cada uno de estos colaboradores. 31
Rekenpari, nato kirikain ikábo riki Ranin Aman yoiya jawékibo jawen keenshamanbo, jawen kaibobo itanribi wetsa jonibo onanmati kopí. Nato jawékibo riki jawen anibo itanribi jawen yosibaon eséainoa, jaskáribi akin Ani Xheatiainoa onanabo. Ja pekáo ikábo riki Ranin Aman yokákana joibo ikaxhbi jakonshaman akin akanabo, kirika jakonshaman pikónon ixhon. Las primeras secciones de este libro presentan el material obtenido mediante narraciones libres y por lo tanto contienen los temas que la protagonista quiso compartir de manera prioritaria tanto con sus paisanos como con la audiencia no shipiba. Estos temas se centran en las enseñanzas recibidas de sus abuelos y padres, así como en la fiesta del Ani Xheati. En cambio, las secciones posteriores se desarrollaron principalmente en base a preguntas, y han sido reorganizadas a fin de proporcionar una mayor unidad al texto.
de lograr este objetivo es dejando oir la voz de las propias protagonistas en forma directa. Nato tee non aká riki Shipibobo shinantaanan jainoaxh noa shinameeti kopí, jaskáribi akin non onana jawékibo itan non shinanai jawékibo akinananti, itanribi non keenshamanbo yoyo ati kopí. Nato kirika riki rekenpari Shipibo join non aká, jaskáaxhon non jakon akin wishati kopí non join. ¡Bikanwe nato maxhko jawékishoko Shipibobaona! Por sobre todo, este trabajo ha sido realizado pensando en el pueblo shipibo, esperando que sirva de aliciente para la reflexión, el intercambio de conocimientos e ideas, y por qué no, también de entretenimiento. Este libro, producido originalmente en shipibo, constituye también un esfuerzo por contribuir al desarrollo escriturario de la lengua indígena. ¡Acepten pues esta modesta contribución como parte del patrimonio del pueblo shipibo!
Ja Shipibomabora Koshi Shinanya Ainbaon mato yoiyai onanti, jawe keskári Shipibobo ixhon; nato riki westíora jawéki wetsankobo yama, westíora Shipibo ainbaon shinan. Jaskáribi akin noa keenai maton onanti jawe keskákayari westíora inríjinan ainbo jonikon; nonra shinanai kikin jakon riki ainbobaon joibi non ninkáti. A quienes no pertenecen al mundo shipibo, «Koshi Shinanya Ainbo» les ofrece la oportunidad única de acceder a él desde una perspectiva femenina. Asimismo, quisiéramos contribuir al mejor conocimiento de la mujer indígena amazónica en general y de la mujer shipiba en particular; estamos convencidas de que la mejor manera 32
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Matsakatiya Wishatibo Reken iamaxh ja pekáokea joi pakexhen (sílaba) kikin koshi paketai non join. Rekena pekáokea joi pakexh jabicho janetikomanin (consonante) keyotaitian jain iki kikin koshi paketai. Jawetianki rekena pekáokea joi pakexhain jabicho janetinin (vocal) keyotai, jatianra ja kikin koshi paketai rekena joi pakéxhain. Nato joibo ja non yoiya keská ikaitian non matsaka (tilde) ayamai.
KOSHI SHINANYA AINBO EL TESTIMONIO DE UNA MUJER SHIPIBA
Jawetianki nato non yoiya keská iamai, jatian riki non matsaka akai jaweranoki kikin koshi paketai jain. Nato keskábo: «Ino» betan «jiwi» joinko kikin koshi paketai rekena joi pakexhen, rekena pekáokea jabicho janetinin keyotaitian. Nato joibo iki non yoiwana keská, ja kopí non matsaka ayamai. Jaskáribi akin paketai kikin koshi rekena pekáo joi pakexhen jabicho janetikomanin keyota ikaxh natobo: «yawish», «nexhnexh», «kankan», «tapon». Nato joiboribi iki moa non yoiwana keská, ja kopí non matsaka ayamai. Ikaxhbi «ochíti», «isá», «yakáti» kikin koshi paketai rekena pekáo joi pakexhen, jabicho janetinin keyota ikaxhbi. Nato joibora ja non yoiya keskámabo iki, ja kopíra non matsaka ati jake. 34
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I Nokon papashokon ea yoikatitai jawékibo Enra mato moatian joibo yoikasai, nokon papashokon ea oxhe neten yakáxhon yoikatitaibo. Jaronki ikátiai westíora joni, meráya, nishi xheaxh naikiai. Jainxhonra ea yoikatitai meskó keská meráyabo kaxhon jan oinabo. Jan ea yoikatitai: «Moatian en oina jawékibo mia onanmanon, mia yoinon, jaribi min bakebo ataanan min axheanon», akin ea akátiai. Ja keskáshaman jawéki non wishai itai. ¡Jawe pikonoxhbira! En yoikasai riki.
Las historias que me contaba mi abuelo Quiero contarles historias antiguas, las cosas que me contaba mi abuelo cuando nos sentábamos juntos a la luz de la luna. Dicen que mi abuelo era un meráya1, que 1
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El término meráya corresponde al nivel más alto de shamanismo shipibo. Se trata de un especialista que tras una larga preparación ha logrado el poder de trasladarse, por medio de la toma de ayahuasca (Banisteriopsis spp., Malpighiaceae), a otro nivel de la realidad, a otro mundo que se encuentra arriba de éste. Allí el meráya se relaciona con seres y espíritus que le ayudan a tratar a las personas, ya sea haciendo el bien o el mal. Un nivel más bajo es el del onanya, quien también puede relacionarse con los espíritus por medio de la toma de ayahuasca y tratar a los pacientes, pero no puede trasladarse al mundo de arriba.
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recibía a los espíritus de las plantas al tomar ayahuasca. El me contaba de otros meráyas a quienes veía cuando se transportaba al mundo de arriba. Mi abuelo me solía decir: «Te voy a enseñar las cosas que he visto antiguamente, te las voy a contar para que a su vez las transmitas cuando tengas tus hijos». Cosas como éstas estamos escribiendo. ¡Qué resultará! Quiero contarlas. Westíora meráyaronki iká iki naikii, bari nokaitian. Ja bari nokaitian jonibo onitsapikana iki. Jaskara oinaxh meráya naikia iki. Kaxhonki ninkata iki westíora ainbo joo ikai. Ainbo joo iketianki iká iki: «¡Jomenwe papá!» ikí. Ja «jomenwe papá» ikaitian joá iki ja meráya, ja bari nokaketian. Kaxhon jisáki iká iki wiso chopan mapoa. Mapékenxhon oina iki xhoxho bakebo naikamea iká iki. Jaskáketianki jatoki notsina iki, ja xhoxho bakebo iká iki Bari Jonibo: «¿Jawe kopíki akai maton bari nokaa akin?» aká iki jato. Dicen que un meráya había tomado ayahuasca una vez que hubo un eclipse total de sol. Como el sol se había ocultado, la gente estaba desesperada. Viendo eso, el meráya se transportó a la otra realidad. Al llegar, escuchó a una mujer que lo llamaba gritando: «¡Ven padre!» Como la mujer lo llamaba, el meráya se acercó, luego de que se había producido el eclipse de sol. Al acercarse, el meráya vio unos bultos cubiertos con una tela negra. Al destaparlos, encontró a los niños ilegítimos que provenían del cielo. Entonces el meráya resondró a estos niños huérfanos que eran Gente del Sol. «¿Por qué han ocultado al sol?», les dijo. (Puesto que los niños ilegítimos eran Gente del Sol, al cubrirse con la tela negra habían provocado el eclipse.) 38
Meráyaronki joríbaa iki ja kepenaxh. Joxhon jisáki iká iki moa nekeaboki jakoni, moa matsin iamai, moa jakon shinani, moa keyókasi iwanaxh. Jainxhonki yoiya iki: «Ea neskata, ea meráya keyóketianra inoxh iki jawetianbi bari nokayamai. Maton ea merayamanoxh iki ikátiai keskábi». Ja iki nokon papashokon yoikatitai. Ea yoikatitai jawékibo shinanparikin ramabi en yoikasai. Ja iki nokon papashoko iní. Tras destapar a los niños ilegítimos el meráya regresó a este mundo. Ya de vuelta vio que la gente estaba bien, que ya no tenían frio, que se sentían contentos después de que a causa del eclipse casi habían muerto. Luego, el meráya se dirigió a la gente diciéndole: «Por lo que he hecho, nunca más habrá eclipse total de sol después de mi muerte. Nunca más me verán tal como era». Y así fue, tal como lo contó mi abuelo. Recuerdo las cosas que él me contaba y ahora quiero transmitirlas. Esto es lo que le ocurrió a mi abuelo.
Nokon yoxhaman Ani Xheati shinanni Jainxhon en yoiribiai nokon titashokonaribi, nokon titan titanaribi. Moatian akátikanai bestéti, xhebiana tsekati Ani Xheati. Shinana iki nokon yoxhaman jawen reken bake besteni. Moatian yoxhanbo onan ipaonike, noa keskáma. Rekenpari chopa apaokanike: waxhmen toro akanai, yoman timakanai, chopa kené akanai. Jainxhon chopa senenaxhon apaokanike mapó: ani kentíosibo, ani chomobo jan xheati ati. Jainxhon benbobaonbiribi xhawi wai apaokanike, warápo ati. Jainxhonribi apaokanike atsa 39
wai, xheki wai, paranta wai. Jatian ikátikanai kimisha xhontakobo moa katookana.
Mi abuela recordó la fiesta del Ani Xheati También les voy a contar acerca de mi abuela, la madre de mi madre. Antiguamente se celebraba la ceremonia del Ani Xeati2 de corte de cerquillo, de corte de clítoris. Mi abuela recordó cuando le cortaron el cerquillo a su hija mayor. Antiguamente las abuelas eran conocedoras de la tradición, no como nosotras. En primer lugar, confeccionaron la ropa: hicieron ovillos de hilo del algodón, hilaron la tela y la diseñaron. Una vez que terminaron de confeccionar la ropa, fabricaron la cerámica: ollas muy grandes, tinajas grandes para preparar la bebida. Por su parte, los hombres hicieron chacra de caña para preparar el guarapo. Hicieron también chacra de yuca, de maíz y de plátano. Para entonces, tres muchachas ya habían sido escogidas. Jainxhon moa peokatikanai tsinkíxhon jawéki akin. Nete beaitian pikópaonike jan akai joni oxha oxhayamai. Jabé ikábo neskákin jato shinanmapaonike: «¡Jawéki ati shinankanwe! ¿Maton oinyama non Ani Xheatiai? ¡Jara non senenayamanake!» ikí ikátiai nokon yosi wanyoki nokon yoxhan betan. Jainoaxh ikátiai: «Xhawi xhateti minka ati riki. ¿Jawera ibirai tepácha ati iamaxh rapíchi, jan xhawi jenebo potsiti?» Jatian tsinkikanai chonka pichika ani chomo xhawi jene, ja warápo akanai. 2
Ani grande, xheati bebida; Ani X heati o Pishta es el nombre dado a las celebraciones de ritos de pubertad femeninos. No había un equivalente masculino.
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La gente empezaba a juntarse para trabajar. Muy tempranito al amanecer, salía de su mosquitero el organizador del Ani Xheati, no dormía mucho. Luego, exhortaba a quienes le ayudaban en la preparación de la fiesta diciéndoles: «¡Piensen en las cosas que hay que hacer! ¿Acaso no ven que vamos a celebrar el Ani Xheati? ¡Cuidado que no terminemos con los preparativos a tiempo!» Así exhortaban a los demás mi abuelo finado y mi abuela. Luego les decían: «Hay que organizar una minga para cortar la caña. ¿Qué usaremos para exprimir el jugo, el tepácha3 o el trapiche? Después juntaban quince tinajas grandes de jugo de caña para preparar el guarapo. Jainxhonribi tapan akanai, ani nonti akanai, pishta ochóma. Jatian ani nontin westíora atsa xheati chomo nayásankanai, westíora tii ati itanribi tanpóra. Jainoaxh bokanai chiponki, paro reboki kenati. Tii ipaketi jato yoi yoipaketi: «¡Jainra Ani Xheati iki, jainra bestéti iki, jainra meskó keská xhebiana biti!», ikátikanai. Jatian ja moatian jonibaon moa onankatikanai tii ati joaitian: «¿Jaweranora ani pishtabobira jai, xhebiana biti Ani Xheati?» Moa chanikana pekáo, jonibaon winoai, jayá Ani Xheatinin benoxhon. Ainbobaonbiribi chitonti akanai, rakóti akanai, ja pishta ibo xhontako meniti. También hacían balsas y canoas grandes, la fiesta no era lejos. En una canoa grande embarcaban una tinaja con masato, una bocina y un tambor. Entonces iban invitando río abajo y río arriba. Con la bocina iban 3
Tepácha es un instrumento shipibo para extraer el jugo de la caña.
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avisando río abajo: «¡Allá se va a celebrar el Ani Xheati, allá va a haber corte de cerquillo, allá va a haber varios cortes de clítoris!» En ese tiempo las personas ya sabían de qué se trataba cuando escuchaban la bocina y se preguntaban: «¿Dónde se irá a realizar la fiesta, el Ani Xheati de corte de clítoris?» Una vez invitados, los hombres hacían su macana para traerla al Ani Xheati. Por su parte las mujeres hacían pampanillas y mantas para obsequiárselas a la joven dueña de la fiesta.
Ja reken nete iki jonibo beai biti. Jatian pishta ibon shinanai: «¿Nato neteki non jawe ati iki? ¿Jawerin ja iskon nete ati?» Jainxhon ja jonibaon xheakanai. Ja jonibo beibataxh nashikanai. Ja nashia pekáo weikanai xhobon. Jainxhon pishta ibon yoiai: «Jonibó, mato riki en kenaa, pishta jakonmashoko axhonbi. Rama nete riki non pishta peoai», ikí ikai. Jainxhon xheakin peokanai mashá ikanai: jato joáboki, ja Ani Xheati aká iboki, xheati yakataki, ja xhobo yakataki, ja witá niáboki.
Moa pishta iti ochóma iketian, moa awábo, jono, chaxho inábo, moa ani senena iká iki. Jatian ja chanitaibo bekanai jakiribi. Jainxhon moa akanai warápo, «roo jison» akin akanai warápo, westíora oxhe maxhkáketian. Warápo axhon akátikanai ani xhobo akin rabé chonka, kimisha chonkabira mitoro. Jainoaxh moa Ani Xheatinin nokókanai. Nokotaxh koshi meananankanai. Koshi meanankanaxh bokanai atsa xheati xheai.
El primer día del Ani Xheati se recibía a los invitados que llegaban a la fiesta. El dueño de la fiesta planificaba de la siguiente manera: «¿Qué vamos a hacer hoy día? ¿Qué vamos a hacer durante los nueve días que dura la fiesta?» Luego la gente bebía. La gente que había llegado el día anterior se bañaba. Tras bañarse, entraban a la casa. Ahí el dueño de la fiesta les decía: «Señores, a ustedes los he invitado, a pesar de que no he preparado una fiesta tan buena. Hoy día vamos a empezar la fiesta». Entonces bebían y empezaban a cantar y danzar el mashá en honor a los asistentes, al organizador del Ani Xheati, a la bebida, a la casa, a los horcones que estaban prendidos en la tierra.
Cuando faltaba poco para la fiesta, las sachavacas, sajinos y venados que habían sido criados para la ocasión ya estaban listos. Entonces, la comisión encargada de invitar regresaba. Allí se preparaba el guarapo, el guarapo llamado «orines de cotomono»4, cuando faltaba un mes. Una vez que el guarapo estaba listo, construían una casa grande, de unos veinte o treinta metros. Entonces, la gente llegaba al Ani Xheati. Al llegar probaban su fuerza unos contra otros; después iban a tomar masato. 4
El guarapo es llamado roo jison «orines de cotomono» puesto que se parece a éste en su color amarillento.
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Jatian nete xhabáketian yoiribiai: «Rama netera noa nawarinai. Bakishra noa koshi meanankanai. Okeria netenra non xhobo rishkikanai». Jatian nawarinshini netekanai, koshi meanankanai, jainxhon xhobo rishkikanai. Nato jawékibo akanai ja chosko neten. Al amanecer, el dueño de la fiesta se dirigía al público nuevamente diciendo: «Hoy día vamos a danzar el 43
nawarin. Mañana vamos a probar fuerza. Al próximo día vamos a golpear la casa». Entonces probaban fuerza, se amanecían danzando el nawarin y golpeaban la casa. Estas cosas hacían durante los cuatro primeros días. Jainxhon pishta ibon jawen bake xhontako betan senen yoina pikoai. Jainxhon pishta ibon yoiyai: «Ja riki nokon bake, jakontanishoko ikenmabi mato bestemakaskin en atai, kena kenamakin». Jainxhon yoiribiai: «Nokon ináshoko en pikokasai». Ixhon ja ináshoko pikokanai. Ja iná pikoxhon koros kenéya nichinkanai. Ja nichinxhon nete xhabáketian korosen iná nexhakanai. Ja tsakai ibo iki kanóti kenéya, pia chikeneya, jonxhe kenéya, wexhati bapania. Jainoaxh ja tsakai betan iká jonibo iki wiso tariya, joshin tariya, joxho tariyabo. Jainoaxh bewakanai ja iná tsakainkoniaxh; bewakanai ja koroski, ja koros kenéki, ja jimi tsaka shorotaki, jaskarabo. Iná tsakaketian westíora ainbonin jabé ainbobo kenai: «Jomenkanwe ebé ainbobo, aráke tsakakin non benbobaon. Xhoinoxhon bii bekanwe!» ikai. Ixhon nami beshé akanai. Ja beshé aketian ainbobo tsamábeiranxhon xhoiti bokanai. Jatian ja texheai yoá akanai jatíxhonbi piti. Ja iki westíora nete pitibiribi akana. Después, el dueño de la fiesta presentaba a su hija señorita y a los animales que había criado para la ocasión. El dueño de la fiesta decía: «Esta es mi hija, aunque no es tan buena o bella los he invitado para que le corten el cerquillo». Luego continuaba diciendo: «Quiero presentar a los animales que he criado». Tras la presentación de los animales, se hundía en el suelo una cruz con diseños. Al día siguiente, amarraban el animal 44
a la cruz. El encargado de dirigir el sacrificio del animal tenía un arco con diseños, flecha con diseños en el extremo opuesto a la punta, pulsera con diseños, cuchillo huishati colgado al hombro. Los hombres que acompañaban al invitado especial vestían cushmas negras, rojas, blancas. Luego, cantaban en el lugar donde se iba a llevar a cabo el sacrificio del animal; le cantaban a la cruz, a los diseños de la cruz, a la sangre que goteaba durante el sacrificio, etc. Luego de sacrificar al animal, una mujer llamaba a las otras mujeres diciendo: «¡Vengan mujeres que me acompañan, nuestros hombres sacrificaron al animal. Vengan a llevar la carne para asarla!» Tras estas palabras cortaban la carne en trozos. Luego, las mujeres se juntaban y se llevaban los trozos de carne para asarlos. Lo que sobraba se cocinaba para ser consumido entre todos. Esto era para que coman durante un día. Ja nete xhabáketian ikanai moa xhebiana biti. Xhebiana biá nete xhabáketian bestékanai. Ja xhebiana bikanai iki kikin jawen titan rao aká, metsáshoko jawen yorabobi kené akana. Jatian jain jake westíora yoxhan jan jato yoiai: «Neská akin ati riki», akin jato shinan meniai. Al día siguiente se realizaba la extracción del clítoris. Al día siguiente de la extracción del clítoris, se llevaba a cabo el corte de cerquillo. La chica a la que le iban a sacar el clítoris había sido bien adornada por su madre, le habían diseñado bonito todo su cuerpo. Allí había una anciana que daba las indicaciones: «Así tiene que ser», les daba recomendaciones. 45
Moatian ikátikanai jaskarashamanbo, ikaxhbi rama moa non oinyamai. En shinanai, nokon shinan meran iki, jaskara jawéki keyótima iki. Ea bakeya ixhon, xhontakoya ixhon, nokon papa betan nokon titan ea yoikatitai jato yoiti jake. Antiguamente esto era así, pero ahora ya no lo vemos. Yo pienso, es mi opinión, que estas costumbres no deben desaparecer. Yo como madre, teniendo hijas señoritas, tengo que contarles lo que mis padres me contaron a mí. Jatian noa nonabi jawékibo keyómai itai. Jaskara ixhon non Ani Xheati oinyamai, non bestékanaibo oinyamai, non mashá ikanaibo oinyamai. Ramatian noa jaweomabi iki, ramatian non bakebo jawebi onanma iki. Ramatian noa nawabaon jawékires keenai. Jatian non keshá ati, non maiti, non menexheti moa non saweyamai. Moatian non yoxhanbaon akátikanai chitonti, rakóti, tari, pisha, maronoxhonma, jan raotaxh Ani Xheatiainko katires. Jatian ramatiankaya non jawéki akai marotires, non sawenoxhonma. Ikaxhbi ramatian non axhé onan jonibaon non bakeranonbo yoiyamai, bakeranonboribi moa keenyamaitian, iamaxh rabinaitian. Jatian non jawéki sawekaskanai wirákochabo, toristabo oinmatires. Ramatian non jeman non bake non axhekan itin keenyamai moa. Jatian en shinanai, bakeya ixhon, nokon bakebaon onanti jainxhonribi non jawékibo saweti. Pero nosotros estamos dejando que desaparezcan nuestras propias costumbres. Así, actualmente ya no vemos el Ani Xheati, ya no vemos a los que hacen el corte 46
de cerquillo, a los que cantan y danzan el mashá. Ahora no tenemos nada, nuestros hijos no conocen nada. Ahora solamente queremos las cosas de los mestizos. Nuestros adornos de la pampanilla, nuestra corona, nuestra pulsera ya no los usamos. Antiguamente nuestras abuelas confeccionaban pampanillas, mantas, cushmas, bolsas, no para venderlas sino para adornarse con ellas al asistir al Ani Xheati. En cambio ahora hacemos las cosas solamente para venderlas, no nos las ponemos. Ahora quienes conocen nuestras costumbres ya no las transmiten a nuestros jóvenes; tampoco a los jóvenes les gustan, sino que por el contrario se avergüenzan de ellas. Entonces solamente nos queremos poner nuestras cosas propias para mostrárselas a los blancos, a los turistas. Ahora nuestros hijos en las comunidades ya no quieren practicar nuestras costumbres. Por eso, como tengo hijos, yo quisiera que ellos conozcan y que también usen nuestras cosas. Jatíbitian en shinanai non moatian axhébo moa keyota. Icha akin en yoiyai moatian non axhébo jakiribi non bená ati atipanke. Jatíribibaon yoiyai non ati atipanyama, moa noa nawai. Non moa kenpon xheayamai, non kenchakanribi piamai, non oa jiwi kocháraninbi betenyamai, non shinanai nawan kochárares. Jatian non kochára biai, ratobo biai, nawabaonares noa keenai. Ikaxhbi ja non axhéma iki. Nawan rato jenetaanan non jakiribi atipanke kenchá akin peoribikin, nakon wiso wisoshamantonin pinoxhon. Ja kopíra ea yoyo ikai non ati atipanke Ani Xheati akin: xhawi non wai akai, axhon non chomo akai, non kenpo akai... ¿Tsoamein oinkastima iki? Non ati jake non bakebaon oinon ixhon. 47
En todo momento yo pienso que nuestras costumbres antiguas ya han desaparecido. Muchas veces digo que nuestras costumbres antiguas podríamos rescatarlas. Algunos opinan que ya no podemos hacerlo, que ya nos estamos amestizando. Ya no bebemos en mocahua, ya no comemos en callana, ya no preparamos mazamorra de pescado con cuchara de palo, pensamos solamente en la cuchara de la tienda. Entonces compramos cucharas, compramos platos, queremos solamente lo que vemos en las tiendas. Pero esa no es nuestra costumbre. Podríamos dejar de usar el plato de la tienda y nuevamente empezar a hacer callana, con su interior bien negrito y así comer. Yo opino que podríamos organizar el Ani Xheati: primero haríamos chacra de caña, después haríamos tinajas, mocahuas... ¿Quién no quisiera ver eso? Tenemos que hacerlo para que nuestros hijos vean.
Ani Xheati nokon beronbi en oinkato En oina iki Ani Xheati akanai chonka rabé baritiaya ixhon; en shinanyamataniai. Ja Ani Xheati iká iki Kanaria jemanko, Pakaya bekeiba, jatian nokon anibo japarinontian. En oina iki ratéti keská jawéki, ja Ani Xheati. Jonibo bekana iki jima keská. Jatian motóro yamakatitai. Kikin joni icha, ani nontibo, jaton pishinya, jaton kawinya. En oina iki meskó keská jonibo jain joai nanen bexhtéya. Jatian ainbobobiri bekenéya, wiso rakótinin rakota, jonxheya, keshá atiya, repekeya koriya; kikin metsá jakaya ikon raina ainbo keská. Nokon beronbi en oina iki ja Ani Xheati ikai. 48
La fiesta de Ani Xheati que vi con mis propios ojos Cuando tenía doce años, yo vi la celebración del Ani Xheati; no me acuerdo mucho. Ese Ani Xheati se realizó en la comunidad de Alfonso Ugarte, frente a Pacaya, en ese tiempo mis padres todavía estaban vivos. En ese Ani Xheati vi cosas como para admirarse. La gente llegaba como hormigas. En ese tiempo no había bote a motor. Muchísima gente llegaba en grandes canoas, con sus esteras de hoja de palmera, con sus esteras de junco. Vi muchos hombres que llegaban al Ani Xheati con la cara pintada de huito. Las mujeres venían con la cara diseñada, cubiertas con manta negra, con pulseras y tobilleras de algodón, con las pampanillas adornadas, con la nariz perforada y adornada; muy hermosas se veían las mujeres, como si fueran verdaderas reinas. Con mis propios ojos he visto la fiesta del Ani Xheati. Jatian jain iká iki westíora awá, westíora chaxho, westíora mari, ja tsakati. Jainkan rakóti, jainkan tari, chitonti, sintan, chopa, jatíbi. Jainxhon oina iki chonka rabé mitoro xhobo keskára iká iki. Jainra bekanai benbobo winoya, ainbobo koshi meananai, ainbobo maiki potaananai. Jainoaxhribi bekanai jaton rawíboribi, jaton awin betan onanabo, jatian jabo tsewékanai. En oina iki jaskara; icha baritia iki ja, ikaxhbi ea shinanbenoyamai. Jainxhon en oinribia iki ja nokótiainbi chonka pichika chomobira oa «roo jison» warápo. Nato xheati riki xhawi jene kobin axhon paemakana. Allí había una sachavaca, un venado y un añuje. También habían mantas, cushmas, pampanillas, cestas, telas, y otras cosas más. Asimismo, vi una casa de 49
aproximadamente doce metros. Allí venían los hombres con macana, venían las mujeres fuertes a probar fuerza unas contra otras, a tumbarse al suelo unas a otras. Llegaban también los rivales de los esposos, los amantes de sus mujeres a quienes luego los maridos agraviados cortaban con el cuchillo huishati. Eso es lo que vi, y aunque ya han pasado muchos años, no lo olvido. También vi, a la entrada nomás, como quince tinajas de ese guarapo «orines de cotomono». Esta bebida se prepara hirviendo el jugo de la caña y dejándolo fermentar. Jain kikin onsá iki jikia. Jain oa noa koshi mekasi ainbobo, oa chitonti chiroaxh niá. Jain oa ainbobo noa bitan potakasibo, noa bibo shiro bewakan ninkámaibo. Jaskara ninkataxh noa raketai. !Ja iki koshi shinanyabo ja ainbobo kopianankinaibo! Jatian jaskara en oina iki kikin ratéti keská jawéki iká iki. Jainxhon en oinribia iki xhobo chipan keyokanai winon rishkikin. Jainxhon en oinribia iki winon rishkianankanai, jainoaxh tsewékanai, meskó keská jawéki. Kikin ratéti keská jawéki. Jain en oinyama iki ransakanai, ponté mashá ikaires, bewa bewashinires netekanai. Ainbobo mashá ikai bibo bibo kaaxh, Ani Xheatinin joaxh. Ja mashá itinko bewakanai ja roninbo yakataki. Ja ronin riki chomo; jawen kené riki roniman kené keská. Ja roniman poko meran iki ikai, ja iki xheati yoi. Allí adentro era muy peligroso. Allí estaban paradas, con sus pampanillas un poco levantadas, las mujeres que querían probar su fuerza contra nosotras. Allí estaban las mujeres que nos querían agarrar y tumbar al suelo, que nos provocaban con sus canciones shiro. 50
Al escuchar eso sentíamos miedo. ¡Esas sí que eran valientes, las mujeres que competían probando fuerza! Yo vi que esa era una cosa muy de temer. Asimismo vi que rompían el alero de la casa golpeándolo con macana. También vi que se peleaban con macana, que se cortaban con huishati, y otras cosas más. Eso era algo muy de temer. Allí no vi que bailaban al estilo mestizo, sino que ejecutaban puro mashá y se amanecían cantando y cantando toda la noche. Las mujeres venían al Ani X heati y cantaban y danzaban el mashá, integrándose cada vez más mujeres al grupo. En el mashá se canta a las yacumamas5 que yacen allí. Las yacumamas son las tinajas cuyos diseños se asemejan a los diseños de las verdaderas yacumamas. El estómago de la yacumama contiene algo, ese algo es la bebida. En oinribia iki rabé iamaxh westíora mitoro keyá chomo; jawen porokan naxhbá iká iki sokota non ponyantio, jan kikini paenkana iki. Jatian jabo tantikanai, ikaxhbi weníxhon xhearibikanai. Jatian jaton piti jake tsamábires. Ja iki meskó keská namibo. Kikin noibatishoko Ani Xheati akin ipaokanike. Ja Ani Xheati ikátiai chonka pichika neteya pishta. También vi una tinaja como de metro y medio de alto; el contorno de su barriga era de seis brazos extendidos, con eso se emborracharon bien los invitados. Luego descansaban, pero al levantarse tomaban otra vez. 5
Las yacumama o madre de las serpientes es considerada como el origen de las demás serpientes.
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Para esto, la comida ya estaba lista. Había toda clase de carnes. Eran muy sacrificados aquellos que organizaban el Ani Xheati. El Ani Xheati era una fiesta de quince días. Enra shinanai ja Ani Xheati Kanaria jeman iní. Jatian en rama ati atipanke non kaibobo betan jakoni tsinkíxhon, nopataxh iká jemabo betan jakoni yoyo ixhon. Nokona iki onis jawéki ramatian jaskara oinyamai. Noara jakiribi iti atipanke neskati, ikaxhbi nonbikayara non axhébo keyoi itai, non onana jawékibo. Jatian non onantitianbi joxho nawabores non onanmai, jabores non yoi kai, moa noa jaskaraton shinanbenotai. Ikaxhbi non bakebokayara onankasi bokanai, icha jabo yoroni kai. Nonra onanke jaskarabo, ikaxhbi noa makanma iki; baritia pota potabainaxh yoxhanaxh noa mawatai, moa noa keyotai jain. Yo recuerdo el Ani X heati que tuvo lugar en la comunidad de Alfonso Ugarte. Ahora yo podría realizar uno organizándome bien con mis paisanos y coordinando con las comunidades vecinas. Para mí es una lástima que actualmente ya no se vea esto. Aunque podríamos practicarlo nuevamente, nosotros mismos estamos terminando con nuestras costumbres, con nuestros conocimientos. En vez de aprender nosotros, a los blancos nomás les enseñamos, a ellos nomás les contamos y nosotros nos olvidamos de estas cosas. Pero nuestros hijos van a querer conocer, esto les va a hacer mucha falta. Nosotros conocemos estas cosas, pero no somos de piedra; con el correr del tiempo vamos a envejecer y morir, allí vamos a terminar. 52
Nokon wetsa rabekan Ani Xheati Nokon papara ikátiai Ani Xheatiai joni, xhebiana biti. Shinankatitai jawen awin betan yakáxhon: «Non bake riki xhebianaya, aríbarakanai anon awé,» ikí ixhon aká iki nokon wetsa rabé. Ja iki Kanan Jisbe betan Metsá Rama. Nokon papan shinana iki wai abánon ixhon. Nokon tita ikátiai Kesten Same. «Kesten Samé, min mapó awé, chopa awé, non bake non xhebiana bixhonnon. Ichara jonibo shirokanai», ikí iká iki. Jainxhon nokon papan ani wai aká iki rabé baritia maxhkáketian. Jatian nokon titan tee akin peoa iki. Rekenpari jan waxhmen wai aká iki nokon papa betan. Ja ani wainko moa xhawibo wiraxh ikaitian, paranta tepikotaitian, nokon titan chopa akin senen aká iki. Chopa akin senenaxhon, moa mapó akin peoa iki. Jain iká iki kikin ani chomobo, meníti chomo, xhanin chomo, xhanin bake, oa ispiya kenpobo, oa sapen tonkon atibo, jan xheatibo, ja besteai ibo meniti. Jainxhonribi sapa kenchá aniosibo aká iki, jan boo napóti, jan xhebiana boti, jan yomanbo boti. Jainxhon nokon papan kawin aríbaa iki, chonka kawinbira. Jainx hon moa kawin ax hon benxhoa iki. Jabo senenataanan nokon papan ani xhoboa iki, rabé chonka mitoroya. Nato jawékibo aká iki non axhekan ikin. Jatian nokon titanbiribi aká iki tari, rakóti, chitonti, jawen timá yomaman. Jatíbi senenaxhon yoiya iki: «Moara non senenake KesinTsomá», akin aká iki nokon titan. Jatian nokon papanbiribi aká iki: «¿Moaki min aká Kesten Samé senenakin?», aká iki. «Rama anon awé jan non jato kenai kati. Xhawi tsiniti en abánon tepáchati». Ja iki jan xhawi jene potsiti. 53
El Ani Xheati de mis dos hermanas Mi padre era un hombre que organizaba Ani Xheati de corte de clítoris. Sentado junto a su mujer pensaba: «Nuestras hijas tienen clítoris. Hagamos como otros también hacen». Diciendo esto, organizó la fiesta para mis dos hermanas. Ellas se llaman Kanan Jisbe y Metsá Rama. Mi padre planificó hacer chacra. Mi madre se llamaba Kesten Same. «Kesten Same haz cerámica, haz tela, vamos a extraerles el clítoris a nuestras hijas. Mucha gente se está burlando», le dijo mi padre. Entonces, él hizo chacra grande con dos años de anticipación. Mi madre se puso a trabajar. Primero, hizo chacra de algodón con mi padre. Cuando las hojas de la caña en la chacra grande ya habían secado y caído, y los plátanos ya habían dado fruto, mi madre terminó de confeccionar la tela. Tras confeccionar la tela, se puso a fabricar la cerámica. Allí habían tinajas muy grandes, tinaja para entregar al invitado especial, tinaja grande «del vello púbico de la mujer», tinaja pequeña «del vello púbico de la mujer», mocahuas con aletas, mocahuas con aletas en forma de vacamarina, para tomar, para entregar a la persona encargada de cortar el cerquillo. También hizo callanas con base muy grande para poner el cabello cortado, para llevar el clítoris, para llevar el hilo. Mi padre también hizo esteras de junco, unas diez esteras. Una vez listas las esteras, las guardó. Acabado esto, mi padre construyó una casa grande, de unos veinte metros. Estas cosas las hizo para cumplir con nuestra costumbre. Con su hilado, mi madre también confeccionó cushma, manta, 54
pampanilla. Después le dijo a mi padre: «Ya hemos terminado, Kesin Tsoma». Mi padre le respondió: «¿Ya terminaste, Kesten Same? Entonces preparemos aquello con lo que vamos a ir a invitar a la gente. Para exprimir la caña voy a hacer tepáchati». El tepáchati es un instrumento shipibo para exprimir la caña. Jainxhon nokon papan jawen wetsa rabé kenaa iki: «¡Ea nonti axhonwe! Jatian ja nonti akaxhra mato kai Ani Xheatinin chaniti. Noxha rabé xhebiana tsekati akí riki ea». Jatian jawen wetsabo bokana iki. Moatian ikátiai tii ati waka manchan kenéyashamanboki. Ja nontin wetsa kaa iki inati, wetsa kaa iki toxhbápaketi. Ja toxhbápaketa iki iká iki tii ipaketi jato kenai. Repintitibi repixhon jato yoi. Ja jematibi repiketian xheati tanakanai. Jainoaxh nokon papa manata iki moa westíora oxhe jawen wetsabo boibakanketian. Ja yosin moa jatíbi jawéki senenaká iká iki. Luego, mi padre llamó a sus dos hermanos y les dijo: «¡Háganme canoas! Cuando hayan terminado de hacer las canoas, vayan a invitar al Ani Xheati. Yo estoy organizando el corte de clítoris de sus dos sobrinas». Entonces, sus hermanos partieron. En ese tiempo había bocinas de cuerno de vaca con diseños. En canoas un hermano se fue surcando y el otro se fue de bajada flotando. El que se fue río abajo iba tocando la bocina para llamar a la gente. En cada puerto atracaba para invitar. Luego de atracar en cada comunidad, probaban la bebida. Mi padre esperó todo un mes tras la partida de sus hermanos. El viejo ya había terminado con los preparativos. 55
Jabo bokanketian, nokon tita iká iki jatíbi jan nokon wetsa rabé raó ati biaxh: waxhmen, maxhe, nane kawá, kori, meskó keská jawékibo. Jainxhon, ja nokon papan wetsabaon nokóxhon yoikana iki: «Kikin ichara bekanai, Kesin Tsomá, min Ani Xheatiainko». Ja iká iki moa westíora oxhe maxhkáketian. Ja moa nokon papa rabé baritia teeta iká iki. Jainxhon nokon papan moa wainkonia yoábo tsinkia iká iki. Jainxhonribi jatíbi jawen iná biníbo yatana iki: awá rabé, rabé jono, westíora chaxho, jainoaxh nokon papan yomeraa namiboribi. Jatian jatikaxhbi tsinkíxhon xhawi xhatekana iki. Jainxhon potsikana iki chonka pichika chomo xhawi jenebira. Jainxhon nokon papan ninkata iki moaronki bekana iki. Jainxhon nokon wetsabo jan xhebiana tsekakin atibo moa akana iká iki: nato moxhó kenéya, kamári nishi, tawa kenxho, jabo. Moatian ja xhebiana potai yoxhanbo ikátiai onanbo, ramatian nawabo potemisaibo jisáribi. Moa joni bei peokoota iká iki. Jain jato biai jonibo iká iki tanpóraya, jainoaxh tii atiya metsá metsáshamani. Jainoaxh jaríbaa iki jato ani xhobon boai joni. Kikin non oinyama keská jain ainbobo nanen bekenéya, takenéya; benbobo chiaraxhti wikenéya, koton pekewéya, kikin beneti keská jawéki. Ja pishta nokon papan aká iki. Rama ja nokon papan aní en mato yoi yoiyai, nato Ani Xheati aní. Después que ellos partieron, mi madre preparó todo aquello con lo que iban a embellecer a mis hermanas: algodón, achiote, huito envuelto en hoja de plátano, adorno del labio inferior, todas esas cosas. Al regresar, los hermanos de mi padre le comunicaron: «Mucha gente va a asistir a tu Ani Xheati, Kesin Tsoma». Eso era cuando sólo faltaba un mes. Para esto mis padres habían trabajado dos años. Mi padre ya había cose56
chado los productos de la chacra. Luego juntó todos los animales que había criado: dos sachavacas, dos sajinos, un venado; también la carne de los animales que había cazado. Después, se juntaron entre todos para cortar la caña y exprimieron unas quince tinajas de jugo de caña. En eso mi padre escuchó que los invitados estaban llegando. Todo aquello con lo que les iban a extraer el clítoris a mis hermanas ya estaba listo: la topa diseñada, la soga de tamshi, la isana afilada, todo eso. Antiguamente las ancianas que extraían el clitoris eran expertas, así como los médicos mestizos que operan hoy en día. Entonces la gente empezó a llegar. Allí los que daban la bienvenida tenían bombo y bocina que hacían sonar muy bonito. También había un encargado de llevar a los asistentes a la casa grande. Casi irreconocibles estaban allí las mujeres con la cara diseñada con huito, con los tobillos diseñados; los hombres tenían las piernas del pantalón diseñadas, las camisas bordadas en la espalda, era algo admirable. Sobre el Ani Xheati que realizó mi padre les estoy contando. Jainxhon kanchis nete pekáo nokon wetsa rabé moa bikana iki, xhatekana iki, jaton xhebiana. Jainra meskoti bewakana iki xhebiana potaiki. Jatian jabo beneya iketian onsá onsatai. Jain winoya, oa wexhatiya, jain too too itai benbobaon oinaketian. Moa ati nete xhabataitian, nokon wetsa rabé paen akana iki. Kikini paena iká iki ja xhontako rabé, shinanyamanon kaman; otexhkanai, isin akanai paenari ixhon onannoxhon. Jatian ja xhontako otexhkanabi teké iamaitian, bekana iki moxhó xhate kenéya. Jatian jaki nexhakana iki koshitima akin. 57
Nexhaxhon rakanketianra joá iki westíora ainbo jan xhateai. Jainra westíora benbobi yama iki, beneoma iketian tsoabi yama. Onobiribi jaki mashá ikanai jonibo. Jainxhon ja moxhóyabi bokanai xhebinanti axhonxhon. Xhebinanti narákanai westíora makan mapó akana. Jara akanai, ja xhebiana tsekainko narakankin rabé oxhebira. Después de una semana les cortaron, les extrajeron el clítoris a mis dos hermanas. Allí los participantes cantaban varias canciones relativas a la extracción del clítoris. Cuando las mujeres tenían marido era muy peligroso. Con su macana, con su huishati los maridos hacían laberinto para evitar que otros hombres las vieran. Al amanecer del día fijado, las encargadas emborracharon a mis dos hermanas. Bien borrachas estaban las dos chicas hasta quedar inconscientes; las otras mujeres las pellizcaban, las golpeaban para comprobar si estaban borrachas. Cuando las chicas estaban privadas y ya no sentían nada, no reaccionaban, trajeron trozos de topa diseñada. Luego, las amarraron a las topas para que no pudieran forcejear. Después de amarrarlas y dejarlas echadas, vino una mujer, la encargada del corte. Allí no había ni un hombre, como las jóvenes no tenían marido, no había ningún hombre. Más allá la gente les cantaba mashá a las chicas. Entonces, con topa y todo se las llevaban tras haberles aplicado el xhebinanti en la herida. Se les ponía el xhebinanti que es una piedra hecha de barro. Eso se hacía al extraer el clítoris, dejándosela allí como dos meses. Ja xhebinanti ikátiai xhebi kini boonaketian narakanxhonti. Jatian ja ramínaketian raonxhonkatikanai 58
meskóshokobo teyo beponbaon. Jain iki pionis bepon jan raonkatikanai. Moatian nawan raobo yamakatitai, non raonbiribi payóbo raonkatikanai. Jatianra moa texho nenké ininti jaa iki. Ja raobaonshokoronki raonxhonkatikanai xhebiana bixhon. El xhebinanti se ponía para que el hueco de la vagina no se cerrara. Para evitar la infección se curaba la herida con diferentes resinas agrias. Así tenemos, por ejemplo, la resina de pión colorado con la que se curaba. Antiguamente no existían los remedios de los mestizos, los remedios de las farmacias, y las infecciones se curaban con nuestras propias medicinas. Luego ya hubo agua florida. Con estos remedios se curaba a las jóvenes luego de extraerles el clítoris. Jatian jain rakanai ja xhontako rabé tantimakana; ikaxhbikan ja pishtanko chibanreskanai oa inábo tsakakin. Oke mashá ikanaitian, ja xhontakobiri neke kikin noibatishoko, xhebiana potaxh. ¡Kikin onistibires jawéki non axhekanbiribi noa iká! Ja riki non axhé itina, jakaya riki non jenetima. Allí yacían las dos muchachas a las que habían dejado en reposo; sin embargo, los demás asistentes continuaron con la fiesta flechando a los animales. Mientras por un lado la gente cantaba y danzaba el mashá, por aquí las jóvenes daban lástima, porque les habían sacado el clítoris. ¡Qué cosa tan triste lo que nos pasaba por causa de nuestra costumbre! Ésta es nuestra costumbre, esto no lo debemos abandonar. 59
Jawe kopíki Ani Xheati akátikanai Ramatian jonibo yokakatai jawe kopíki moatian Ani Xheati akátikanai, jawe kopíki bestékatikanai. En nokon tita yokákatitai: «Titá, ¿jawe kopíki moatian Ani Xheati akátikanai? Eara onankasai jawekayarin ja ixhon,» akin akátiai. Jatian nokon titan ea yoikatitai: «Baké, ja riki non yosibaon axhébiribi. Jakaya iki non pishtabiribi». Jakon jawékibo jabo axhea iki.
El significado del Ani Xheati Actualmente la gente se pregunta por qué antes se realizaba el Ani Xheati, por qué se hacía el corte de cerquillo. Yo le preguntaba a mi madre: «Mamá, ¿por qué antiguamente hacían el Ani Xheati? Quiero saber qué significa el Ani Xheati.» Entonces mi madre me decía: «Hija, ésta es la costumbre de nuestros abuelos. También es nuestra fiesta». Ellos tenían buenas costumbres. Moatianbi non yoxhanshokobo jaskara bekana iki, non axhekan ikí. Jatian jaskara iketian xhebianaya ainboki benbobo itan jabé ainbobo shirokatikanai. Jatian xhebianayamabo noki shirokatitai. Jatiankan «¡shii!», jaskaraisi jawen merati ja akaxh shirokatitai. Jaskara inaketian non anibaon shinanai: «Nokon bakebo iki xhebianaya. Ramara en ashokoai», ixhon shinanai. Jaskáaxhon xhebiana biti Ani Xheati akátikanai. Jaskara shiroyamanon ixhon ati jake jawen titan jawen xhebiana bixhonti Ani Xheati akin. Iti jake noa ainbobo xhebianaoma, noki shirokantima kopí. Moatian ikátiai ja bestéti jaskáribi. 60
Jatian bestéyamaitian shiroribikanai: «Yankabires bepotaisi bestéyamai, jawen tita yosma iketian». Ati jake ja bestéti Ani Xheati akin. Desde hace mucho tiempo atrás nuestras abuelas practicaban nuestra costumbre. En esos tiempos, tanto los hombres como las mujeres se burlaban de las mujeres con clítoris. Las circuncisas se burlaban de nosotras. El hombre se burlaba de su enamorada diciéndole: «¡Shiii! ¡Qué asco!» Para que eso no ocurriera, nuestros padres pensaban: «Nuestras hijas tienen clítoris. Ahora voy a organizar el Ani Xheati». Y así organizaban la fiesta para la extracción del clítoris. Entonces, para que no se burlaran de sus hijas, la mamá tenía que organizarles la fiesta del Ani Xheati de extracción del clítoris. Nosotras las mujeres no debíamos tener clítoris, para evitar que se burlaran de nosotras. Antiguamente, con el corte de cerquillo era igual. Cuando no se le cortaba el cerquillo a una joven los demás también se burlaban: «Por gusto se tapa la frente, no se corta el cerquillo porque su madre es dejada». Obligadamente se tenía que realizar el Ani Xheati de corte de cerquillo. Jatianki joni ja xhebianaoma awin akasi ikátiai kimisha oxhe iamaxh chosko oxhebo manati bootai kaman. Jainxhon moa benomakatikanai, ikaxhbi bimapaokanike rayá joni, chikishma, wai akai, kikin mechashaman, meken chorish meexhon. Moatian non yosibaonki bimapaokanike non axhekanbiribi. Jainxhon yoikatikanai: «Enra mia nokon bake bimai, moara xhebianaoma iki. Nokon bake jaskara iketian en mia bimakasai riki» ixhon moa akátikanai bimakin. Jatian iresbiresi iamakatikanai 61
bake benomakin. Jatian kenpo akanai, sintabo axhonkanai, pisha axhonkanai jan wexhati boti, iamaxh wetsa jawékiboribi. Jatian ja xhontako jawen titan xhoi menimai keenyamaibi: «Jara min bene iti jisá iki rayá» ixhon. Jatian menikanai ja xhontakoshoko chonka, chonka rabé iamaxh chonka pichika baritiayabobira. Jatian menikana iki ja yosi yosichá iketian; jatian jawen awin xhontakobires iká iki, jawen bene moa kikin yosi iketian. Jatian ja jonin kikin jakoinra akin shinanai xhebianaoma bixhon. Jatian jabé jonibo shiroyamai, jawen meratibo shiroyamai: «Min biá ainbo xhebiana exhpa exhpaisi» iamakanai. Jatian jawen shinan jakon iki, tsoabi jaki shiroyamai kopí.
quince años. Se la entregaban a él que era mayor; así, la mujer era jovencita mientras que el esposo era ya bastante mayor. El hombre se sentía muy bien porque se había casado con una joven sin clítoris. La gente a su alrededor no se burlaba, sus amigas no se burlaban diciéndole: «La mujer que has recibido tiene el clítoris flojo, flojo». Entonces el hombre se sentía contento porque nadie se iba a burlar de él.
El hombre que quería como esposa a una mujer sin clítoris esperaba tres o cuatro meses hasta que le cicatrizara la herida. Después se casaba a la joven, pero la entregaban a un hombre trabajador, nada ocioso, que hacía chacra, que era muy buen mitayero y cuya mano al ser tocada se sentía endurecida por el trabajo. Antiguamente los abuelos entregaban a la joven conforme a nuestra costumbre. Le decían al hombre lo siguiente: «Yo te entrego a mi hija, ya está sin clítoris. Como ya mi hija está lista te la quiero entregar». Diciendo esto se la entregaban. Así nomás no hacían casar a su hija. Entonces, hacían mocahua, hacían cintas, hacían bolsa para que el marido llevara su huishati, y otras cosas más. La madre obligaba a la joven a entregarle comida al pretendiente aunque ella no lo quisiera. «Él puede ser tu esposo porque es trabajador», le decía la madre. De esta manera le entregaban al hombre una joven de unos diez, doce o 62
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II Inka Ainbo Moatianronki iká iki Inka, benbo betan ainbo, noa jawéki ati onanmai. Benbo Inkanki akátiai pia ati, yomerati, nonti ati, xhakiti ati, biski ati, jato axheakin. Jatian Inka Ainbo Shipibo ainbobaon: «Non Inka, non tita Inka» akin akátikanai. Jatian janki jato onanma iki chitonti ati, yoman timati, mapó ati, kené ati. Jaskáaxhonki jabaon noa onanma iki.
La Mujer Inca Antiguamente existían los Incas, hombre y mujer, nos enseñaban a hacer las cosas. El Inca varón enseñaba a los hombres a hacer flecha, a mitayar, a hacer canoa, rallador, batidor. Por otro lado, las shipibas le decían a la Mujer Inca: «Nuestra Inca, nuestra madre Inca». Entonces, ella les enseñó a nuestras abuelas a confeccionar la pampanilla, a hilar la tela, a fabricar cerámica, a diseñar. Luego, ellas nos enseñaron a nosotras. Ja Inka Ainboronki iká iki tama pikas. Ja itaibi, westíora Shipibo ainbaonki aká iki tama toban washíkin. Ja 64
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washitaronki kaa iki. Jatian jawen bene kaa iká iki jato onanmai, tsakati, winati, pia ati, yomerati axheai. Joxhon jisáronki iká iki Inka Ainbo wini winii. Jatian jawen benen ratéxhon yokata iki: - «Jawe kopíki mia winiai?» - «Ikáma, bakebaonra ea ake tama toban washíkin. Jatíbitianra noa iti iki jaská jaskáti jai. Kanon kawé Paro rebon», ikaxhki kaa iki. Jaskáketianronki ja washitamabo iká iki: «¡Kanon kawé, Inka binon kawé, chibánon kawé!», ikí. Dicen que a la Mujer Inca le gustaba comer maní. Mientras la mujer Inca vivía entre nosotras una mujer shipiba le mezquinó el maní tostado. Como se lo mezquinó, la Inca se fue. Para esto, su esposo se había ido a enseñar a los hombres a flechar, a remar, a hacer flecha, a mitayar. Cuando regresó, vio a la Mujer Inca que lloraba y lloraba. Entonces su esposo asustado le preguntó: «¿Por qué estás llorando?» Y ella respondió: «Por nada, las hijas me han mezquinado el maní tostado. Siempre vamos a vivir así si nos quedamos acá. Mejor vámonos río arriba». Diciendo esto se fueron. Entonces, las mujeres que no le habían mezquinado el maní tostado dijeron: «¡Vamos, vamos a traer a la Inca, vamos a seguirla!» Jainki iká iki chosko nonti Inka chibani boaibo. Mayá pekáo kaxhon jisáki iká iki chii keté abaina, jawen jonxhe akábo, jawen paranta akábo, jawe akábobira. Jatian Paro rebon kaxhon oinabi jato nokomayama iki. «Eara moa jawe keskataxhbi kayamai, eara kikini notsiibi notsia iki. Itánoxh akanwe, jaskarabi jawéki ati onanma jai», akin jato aká iki. Inkan yoini keskábi jake rama jatíribibo ainbobo kikin jawéki ati onanma; chitonti kewé akinbi ramiaresaibo. 66
Jatian jabo onanmati ikenbi Inka Ainbo raankana iki tama toban washíxhon. Allí habían cuatro canoas con las mujeres que iban a seguir a la Inca. Pasando una vuelta del río, vieron que la Inca había hecho fuego, vieron sus materiales para hacer pulseras y tobilleras, restos de plátano, huellas de otras cosas. Cuando llegaron río arriba la buscaron, pero la Inca no dejó que la gente los encontrara. «No voy a regresar de ninguna manera, estoy demasiado resentida. Vayan a vivir así nomás, sin saber hacer nada», dijo. Y tal como expresó la Inca hoy en día existen mujeres que no saben hacer nada; cuando bordan la pampanilla lo hacen de cualquier manera. Aunque la Mujer Inca aún no había terminado de enseñarles a hacer las cosas, ellas la ahuyentaron mezquinándole el maní tostado. ¿Jawe keskáki Inka Ainbo ikátiai? Jato jatíbi onanmai, kikin jakon shinanya Inka Ainbo ikátiai. Jaskataxhronki iká iki: «Jawetianbi nokon jawéki akábo shinanbenoyamawe», ikí. Jaribi mawakin ramashoko non chitonti akai. Noa shinanbenoyamai akonbireskin noa Inkan onanmabaini kopí. ¿Y cómo era la Mujer Inca? La Inca les enseñaba a nuestras abuelas a hacer de todo, era muy noble e inteligente. La Inca les dijo: «Nunca olviden las cosas que les he enseñado». Siguiendo ese ejemplo es que en la actualidad hacemos pampanilla. Nosotras no nos olvidamos porque la Inca nos enseñó muy pero muy bien antes de irse. 67
Ja Inka iki manamameama, iamaxh jaskarabirakan. Inka akin akana iki ikátiai kikin menin ainbo, shinanya ainbo. Jaskarares yoikatikanai. Ikaxhbi «Koskomeabo riki ja Inka» akin ea ayamakatikanai. Nokon yoxhanbaon yoikatitai: «Inkara japaonike, baké», akin ea akátikanai, «jabaon riki noa jawéki ati onanma». Ikaxhbi jainoabira iti atipanke. Icha akin non ninkatai Koskon Inkabo, jainoaribi iti atipanke, Paro rebon kaaxh jao mayata. Esta Inca no es de la sierra, o de repente sí. Aquella a quien consideraban Inca era una mujer muy experta en hacer las cosas, noble e inteligente. Eso nomás se decía. Pero no me decían si la Inca era del Cuzco. Mis abuelas me decían: «Existían los Incas, hija. Ellos son quienes nos enseñaron a hacer las cosas». Pero puede que sean de allá. Mucho escuchamos de los Incas en el Cuzco. Pueden ser de allá, puede ser que llegando al extremo del Alto Ucayali hayan dado la vuelta por allá.
Nokon titashokon ea esekatitai jawékibo Ea riki nokon tita betan nokon papan bakea, chiponkixhon. Kanaria jema bekeibakeaxh ea pikota iki. Jainoaxh ea ania iki. Baketian, nokon yoxhaman ea esekatitai neská akin: «Ainbo ikaxhra jawetianbi iirestimaa iki; chikish ainbora itima iki», akin akátiai. Westíora ainboki iti jake yoman timai, waxhmen toro akai, kewé akai, mapó ati onan, jaribi non bakebo onanmati kopí. Jatian ja esé en boai. Jainxhon nokon yoxhaman ea esekatitai nokon titan jawéki akaitian ointi.
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Los consejos de mi abuela Yo fui engendrada por mi madre y mi padre en el Bajo Ucayali. Nací frente a la comunidad de Alfonso Ugarte. Luego crecí. Cuando era niña, mi abuela me aconsejaba diciéndome: «Una mujer nunca debe estar sin hacer nada, no debe ser ociosa». Una mujer tiene que saber elaborar la tela del algodón, formar ovillos de hilo, bordar, saber fabricar cerámica; estas cosas también debemos transmitirlas a nuestras hijas. Este consejo yo lo practico. Mi abuela me aconsejaba que observe las cosas que hacía mi madre.
Nokon titan ea axheani jawékibo Nokon titan ea axheaa iki non jawéki atibobiribi. Rekenpari nokon titan ea axheaa iki koton ati, jonxhe ati, yoman timati, chitonti ati, jatíbishoko ea axheaa iki. En shinanyama iki eaki chitonti ati onan iki kai ixhon. Chitonti ati riki kikin atikonma jawéki. Kaibobaon akai mecho, jake ponté aresbireskin akaibo. Jainxhon ea nokon titan onanma iki mapó ati: «Baké, mapó ati onanwe. Mibé ainbobora miki shironake, mibé ainbobaonra mia osannake, yoxhan ixhonbi min jawéki akin jakonmaitian». Jatian nokon titan ea yasankatitai ja pataxh. Xhaparibi en yatanai mapóbichoma. Jatian en ramashokobi nokon xhontakobo jaskáribi ati shinanai.
Las cosas que me enseñaba mi madre Mi madre me enseñó a hacer las cosas propias de las mujeres. Primero me enseñó a confeccionar blusas, a tejer pulseras y tobilleras, a hilar la tela, a hacer la 69
pampanilla, me enseñó todito. Yo no pensé que me iban a considerar experta en hacer pampanilla. Confeccionar la pampanilla es muy difícil. Algunas paisanas no lo hacen tan bien, también hay las que lo hacen simplemente por hacer. Luego, mi madre me enseñó a fabricar la cerámica: «Hija, aprende a hacer cerámica. No vaya a ser que otras mujeres se burlen de ti, que se rían de ti, cuando a pesar de ser mayor hagas mal tus cosas». Entonces mi madre me sentaba a su lado. También sé usar el instrumento de huingo para pulir la cerámica y no solamente la arcilla. Entonces ahora mismo pienso enseñarles esto a mis hijas señoritas. Eara nokon titan esekin ania iki. Eara eséya iki nokon titan yoiyai ninkáxhonkatiti. Nokon titan jatíbi jawéki ati onanxon ea axheaa iki. Noa ainbobo iki joxho nawabo keskáma koríkininbicho jawéki akaibo. Noara koríkinin jawéki ayosma iki. Non titan noa onanma iki kachio kati, karo xhateti, paranta biti, atsa mexhati, atsa xheati ati, paranta korá ati; jashokobo non titan noa axheaa iki. Jatian jashokobo onanmakin noa ania iki, non tita keskáribi noa inon ixhon. Titara keyotai, jatian noa baneti kai jan noa axheaa jawékiboya. Jatian non tita non kikin akin shinanai jan noa amani jawékibo. Jatian noabiribi tita banetai, non bakeai, jainxhon non titan akátiai jawékiribi non chibanai. Ja eséboribi non bakebo meniai, non titan akátiai keskáribi akin. Mi madre me crió dándome consejos. Poseo consejos porque hice caso a lo que me decía mi madre. Como mi madre sabía hacer de todo, ella me enseñó. Nosotras las mujeres shipibas no somos como las mestizas que 70
solamente hacen las cosas por dinero. Nosotras no hacemos las cosas por dinero. Mi madre nos enseñó a ir al monte, a cortar leña, traer plátano, sacar yuca, preparar masato, preparar chapo especial; esas cositas nos enseñó nuestra madre. Enseñándonos esas cositas nos crió para que fuéramos igual a ella. La madre muere y nosotras nos quedamos con las cosas que ella nos enseñó. Entonces, nosotras nos acordamos mucho de nuestra madre y de las cosas que nos transmitió. Con el tiempo, nosotras también nos hacemos madres, tenemos hijos y practicamos las cosas que hacía nuestra madre. Estos consejos también se los damos a nuestras hijas, haciendo lo mismo que hacía nuestra madre.
Mapó ati Ja mapó ati iki non moatian axhé. Moatian nawabaona biamakin non yoxhanbaon apaonike kenpo, kenchá, kentí, chomobo. Jake meskó keská kenchá, oa nakenéya, jake nakonya ponté wisobichobo. Jaríbake chomo kimisha bemanaya, westíora bemanaya, tekenya, oa xhotóya.
La fabricación de la cerámica Fabricar cerámica es parte de nuestra costumbre tradicional. Antes no se compraban las cosas en la tienda, nuestras abuelas fabricaban mocahuas, callanas, ollas, tinajas. Hay diferentes tipos de callana; callana con diseño en el interior, sin diseño en el interior negra nomás. También hay tinajas con tres caras, con una cara, con diferentes niveles, en forma de paloma. 71
Enra onana iki mapó ati baketianbi. Mapó atira kikin tee iki. Rekenpari iki min mei benai. Ja pekáo min biai mapó. Bixon min onpaxhen pachiai. Onpaxhen pachixhon min mei menoai. Ja pekáo min reneai. Ja renexhon jaki min chomo toe kenkexh rené min meskoai. Meskoxhon min meinai. Meinxhon, moa min shinanai jaweki min ati iki ixhon; jake kenpo, sapa kenchá, ani chomo, joni chomo, kentí, meskóbo. Jaskarabo ati kopí riki mapó ati tee. Jatian min shinanai: «Ramara en akai chomo, ispi chomo, kenpo, iamaxh xhanin chomo». Jainxhon min tsamanai; ja pekáo min taranai. Taranxhon min ketsanai, wexhai. Ikaxhbi yamake westíora kirikainbi jaskara jisá ati, jaská akin ati; non shinan meranbicho jake jawe keská jisáki en akí kai nato mapó. Yo aprendí a fabricar cerámica desde niña. Hacer cerámica es bastante trabajoso. Primero, buscas la apacharama. Luego, traes la arcilla y la disuelves en agua. Después de disolver la arcilla, quemas la apacharama y la mueles. Luego de moler la apacharama quemada, la mezclas con pedazos molidos de tinaja cocida. Después, amasas toda la mezcla. Tras amasar la mezcla, piensas qué vas a hacer; hay mocahua, callana de base plana, tinaja grande, tinaja con rostro de hombre, olla de barro, de todo. Como se requiere de todo este proceso, el fabricar cerámica es trabajoso. Entonces decides: «Ahora voy a hacer tinaja, tinaja con aletas, mocahua o tinaja «del bello púbico de la mujer»». Luego, formas bolas con la masa y armas las tiras. Tras armar las tiras, las moldeas y pules la pieza. Pero en ningún libro se describe este proceso. Sólo en nuestra mente está cómo vamos a trabajar la arcilla. 72
Jatian ja xhontako mapó akaitonin onanti jake jaskaaxhon reneti, jaskaaxhon meinti, tsamanti, raskiti, kené ati. Jainoaxh jaweti icha karon oiti, jaweti basi, jawe keská akáki jakonshaman pené ikai iamaxh jawe keská akin shee akáki jakonshaman pikotai. Jatian onanyamaxhon aká mapó xhatetai, jaskara pikotai min meinti onanyama axhon aká. Kené ati onanma ixhon aká jakonmabires banetai, onanbaon noa osannanai. Jaskaanaketian non bake onanmati jake, oribo jaskara pikónaketian. La mujer que fabrica cerámica tiene que saber moler, mezclar con apacharama, armar, pintar de blanco el cuerpo de la cerámica, diseñar. También debe saber con cuánta leña hay que quemar la cerámica, por cuánto tiempo, cómo hacer para que salga bien brillante o cómo cubrir con lacre la cerámica caliente para que salga bonito. Si no se conocen estas cosas, la cerámica se raja, esto ocurre cuando no sabes hacer la mezcla con apacharama. Si no sabes hacer los diseños la cerámica queda fea, las conocedoras se ríen de nosotras. Para que no suceda esto, tenemos que enseñarles a nuestras hijas, para que más adelante no salgan así. Non chomo akaitian bakebaon noa koráxhonti yamake. Wetsatian bakebaon noa kenaitian noa kikini shinan ramitai; jatian moa noa wenitai, tsokas akana. Jatian benbo bakebaon mapó meeti atipanyamake, bakeranon ikaxhbi boshí wachonaketian, mapó keská. Cuando hacemos tinaja, los niños no deben hacernos bulla. A veces los niños nos llaman e interrumpen nuestra concentración; entonces, como nos han mo73
lestado, nos levantamos. Los niños varoncitos no pueden tocar la arcilla, no vaya a ser que de jóvenes su pene se vuelva suave y fofo, tal como la arcilla. Shipibo ainbonin westíora oxhe mapó akai. Rabé neteshokobo ataanan ati jawékima iki. Netetibi chibanxhon min onanti atipanke. «¡Baké, mapó tsamanwe, en mia wexhaxhonbanon oinwe!» Jainoa baken tsamanaitian non oinboai. Jaskaaxhonra ja baken onanai, noa bebon pikoti kai ja bake. Jake nokon bake ebebon onan, meskó keská jawen shinanbo pikopatanbainai; jaskarakaya iti jake. La mujer shipiba fabrica cerámica durante un mes. No es algo que se pueda hacer en dos días. Si practicas todos los días puedes aprender. La madre sirve de guía: «Hija, arma las tiras de arcilla, mira yo te voy a ayudar a pulir». Cuando la niña arma las tiras de arcilla, nosotras vamos observando. Así, esta niña va a aprender, va a salir mejor que nosotras. Tengo una hija que sabe más que yo, tiene mucha idea para los diseños; así pues tiene que ser. Eara iríba iki ebé yoxhanbo mapó amai. Jaríbake ebé yoxhanbo mapó ati onanma. Jaráke ebé yoxhanbo tsamantibi onanma, wexhatibi onanma. Jatian westíora oxhe kaman non amaa, shoko shokores axhekanai mapó ati. Mapó akin peoti riki bakeshokoxhonbi. Jatian chonka rabé baritiaya ikaxh moa onancha ikai; chonka pichika iamaxh chonka posaka ikaxh moa onan onainsibo ikai. Non amayama ikaxh jawe onanma banetai. 74
También me puse a enseñar a fabricar cerámica a señoras como yo. Hay señoras como yo que no saben hacer cerámica. Hay señoras como yo que no saben armar la arcilla, que no saben pulir. Cuando les enseñamos durante un mes aprenden más o menos. El aprendizaje de la cerámica tiene que empezarse desde niña. Cuando la jovencita tiene doce años ya sabe hacer un poquito, cuando tiene quince o dieciocho años ya sabe más o menos bien. Cuando no le enseñamos, la joven se queda sin aprender nada. Mapó ati, ja iki non axhé. Ikaxhbi ramatian xhontakobaon onanyamake mapó ati, jaskáshamanxhon meskó moatian kenébo ati. Ikaxhbi tita ixhon non axheati atipanke non bake xhontakobo jaskákin ati, oribo jawebi onanma iki bokánaketian. Ja xhontakobo onanyamake jawen titan axheayama kopí. Eara westíora akin nokon titan mepoa iki mapó chekere naakan. Ja riki mapó xhapo ati onan iti. Fabricar cerámica, ésa es nuestra costumbre. Pero actualmente las jóvenes no saben hacerlo; tampoco conocen los diversos diseños tradicionales. Pero como madres podemos enseñarles estas cosas a nuestras hijas señoritas. No vaya a ser que mañana más tarde vayan por la vida sin saber hacer nada. Si las jóvenes no saben, es porque su madre no les ha enseñado. A mí una vez mi madre me curó las manos con el nido de la avispa mapó chekere 6. Esta curación es para saber hacer cerámica liviana.
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Tipo de avispa que hace su nido de barro.
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Ramatian non maroti akai koríki binoxhon, jan non bakebo jawéki amanoxhon. Jatian, ¿jawe kopíki non titabo jaton tee jakon akin atipanyama? Jawe kopíma ja nawabaonra onanyamake jakonrin ixhon. Jatian en jisábiribi nonkayara kikin jakon akin ati jake, non moatian yoxhanbaon akátiai xhewinbain jakon. Actualmente fabricamos cerámica para la venta, para obtener dinero y así alimentar a nuestros hijos. ¿Por qué nuestras mujeres no pueden hacer bien su trabajo? Porque los mestizos no distinguen si el trabajo está bien hecho o no. Yo pienso que nosotras debemos hacer muy bien nuestro trabajo, mucho mejor de como lo hacían nuestras abuelas. Wetsabaon noa yoiyai: «¿Jawe kopíki non mapó ati iki moa akana maroti jakenbi?» Mapó ati iki noa ikai. Mapó ati ikenbi wetsatianbo noa nawan itinres ikasai; kentíbores non biai, ratobores non maroai, jaskarama ikenbi. Non rato tsositai oinxhon non mapó ati atipanke. Kenchá wiso wisoshaman axhon non piti atipanke noe. Ja jawéki iki non mekemanbi aká. Algunas mujeres nos preguntan: «¿Por qué tenemos que fabricar la cerámica si ya hay hecha para comprar?» Nosotras tenemos que fabricar la cerámica. En vez de hacer cerámica, a veces queremos ser como los mestizos; compramos ollas, compramos platos. Así no es. Cuando vemos que se malogran nuestros platos podemos fabricar cerámica. Haciendo callana con el interior muy negrito podemos comer rico. Estas cosas están hechas con nuestras propias manos. 76
Kené ati Ja ani chomo iki noabi, Shipibo ainbonin chitonti kewé sawéya. Ja non chitonti kewéai keskáribi akin, chomonko non rao akai. Kené anoxhon non shinanai. Nato non kenébora kirikainbo wisha wishakana yamake, non maponkobicho. Non mapo riki westíora kirika jainoa oinxhon ati keskáribi; non maponko jake non shinana. Ja kené iki jawen metsakanbi noa bekopíai, jainoaxh roninai. Roninbi iki non kené.
El diseño La tinaja grande nos representa a nosotras mismas, lleva puesta la pampanilla de la mujer shipiba. Así como bordamos nuestra pampanilla, así adornamos la tinaja. Para hacer los diseños, primero los imaginamos. Nuestros diseños no se encuentran en los libros, solamente están en nuestra mente. Nuestra mente es como un libro donde imaginamos los diseños para luego reproducirlos. En nuestra mente está lo que hemos imaginado. El diseño es lo que con su belleza nos hipnotiza, luego se convierte en yacumama. La misma yacumama es nuestro diseño. Non kené onanti jake bakeshokotianbi. Kené onanyamaxh mia jawemabi iki. Jatian kené onan ikaxh «enra kené onanke» itima iki, nobebon onanbaon tananaketian. Eara jaskara winota iki, ea kaa iki onanbo xharan. Jaráke mia tanaibobiribi, jatian mia tanaabi min ayamaketian miki shirokanai. 77
Tenemos que aprender a diseñar desde muy niñas. Si no sabes diseñar, no eres nada. Si sabemos diseñar, nunca hay que decir «yo sé diseñar», no vaya a ser que las que saben más que nosotras nos reten. Así me ocurrió a mí, yo estuve entre las expertas. Hay las que te retan, y si a pesar de que te retan no lo haces bien se burlan de ti. Chomo atinkora meskó keská kenébo jake. Jake mayá kené, jake oa xhao kené, jake metinko kené akana. Mayá kené ikí iká riki oa kené ikaina korosya. Ja koros riki moatian Ani Xheati axhon chankanpaoni koros; jaki nexhaxhon oa iso, oa jawebobira, non yosibaon tsakapaokani. En la cerámica hay diferentes tipos de diseños. Hay diseños con curvas, el diseño de espina de pescado, el diseño «metinko». El diseño con curvas siempre va acompañado de la cruz. Esta es la cruz que nuestros abuelos paraban hundiéndola en el suelo cuando celebraban el Ani Xheati; a esta cruz amarraban un maquisapa u otro animal y lo flechaban. Ja mayá kené iki bake xhontako betan benbo bake, rabetama ikaxh, mayá mayákaini kai meskó keskábo benai. Jaskara yoi iká riki ja mayá kené. Jaskáribi non paro pontéshaman kayamake, mayá mayákaini kaa, tsitsonabo jake. Jaskara kopí mashá ikíboribi bewakanai: «Oa paro tsitsonkaina». Ja tsitsonboribi non kenéai. Ja beshekan aká iki ja icha joni Ani Xheati kenakana bekátiaibo yoi iká. Ja bero akábo iki non jemabo.
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El diseño con curva es porque las muchachas y los muchachos solteros van dando vueltas y vueltas buscando de todo. Este es el significado del diseño con curva. De igual manera, nuestro río no va derechito sino serpenteando, unas curvas son grandes y otras más pequeñas. Es por esto que los que ejecutan el mashá cantan: «El río va dando vueltas». Esas curvas nosotras las diseñamos. Los diseños pequeñitos representan la gran cantidad de gente que asistía invitada al Ani Xheati. Los adornos en forma de ojo representan a nuestras comunidades. Ja kené iki non moatian yoxhanbaon noa yoi yoibeirankana. Ja kopí joxho nawabaon onanyamake jawe yoi ikábori non kenébo ixhon. Kené riki noabi, non parobi, jatíbi non raoti. Ja jawetianbi joxho nawabaon iamaxh oa ani jonibaonbi noa bichinti atipanyamake. Estos diseños nos los transmitieron antiguamente nuestras abuelas. Por eso los mestizos blancos no conocen el significado de nuestros diseños. Los diseños somos nosotros mismos, nuestro propio río, todos nuestros adornos. Nunca los blancos ni ninguna otra gente poderosa podrá quitárnoslos.
Kené waste Moatianronki akátikanai ronon ewa, ronin bakebo menokatikanai. Menoa ja chimapo baneta iki. Jatian ja chimapo ikainoaxh xhoxhoa iki, ronin menotainoaxh 79
pikota iki ja waste. Ja akanai non yoxhanbaon kené waste akin. Jatian kené waste jainoaxh pikota iki.
El piripiri para el diseño Cuentan que antiguamente se quemaba a las boas, a las crías de la yacumama. De ellas quedaron las cenizas. De las cenizas brotó, de lo que quemaron a la yacumama, se originó el piripiri7. A eso lo llamaban nuestras abuelas piripiri para el diseño. De allí surgió el piripiri para el diseño. Moatian non yoxhanbaon apaonike: «Kené wastera jain yakáke. Min bakera pikówanke waste jene nochexhwe», noa akátikanai. Ramatian bake benbo pikóketian non nochexhai oa mecha wasten, oa taki wasten; jaskáribi nona jake ja kené ati onantibiribi. Jatian nochexha mia tsaiai, meskó min shinan pikoti joai chopa peanxhon oina, jaskáati jisáshaman. Ja iki yankama, jake waste jan shinanmai. Antes nuestras abuelas decían: «Allí está el piripiri para el diseño. A tu bebita recien nacida ponle el jugo del piripiri en el ombligo». Así nos decían. Actualmente, cuando nacen los varoncitos los curamos en el ombligo con el piripiri mitayero, con el piripiri tibe8; de igual
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El término waste es directamente traducible al castellano amazónico peruano como «piripiri». Se trata de un término botánico de nivel genérico que designa un conjunto de plantas (casi todas Ciperacea) que tienen poderes especiales y que los shipibos emplean para su beneficio físico, psicológico o espiritual. Muchas veces se emplean los piripiris para afectar el comportamiento de otra persona. Ave acuática de pecho blanco y alas negras que se alimenta de peces.
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manera, nosotras tenemos el piripiri para aprender a hacer diseños. Cuando te curan en el ombligo el piripiri te hace efecto, al tender la tela te vienen a la mente diferentes diseños como para reproducirlos. Eso no ocurre así nomás, es el piripiri el que te hace imaginar. Jaríbake ainbo jaskábiribi pikota wasten nochexhama ikaxhbi, jawen shinan ikai pikoti raonkana ikaxhmabi. Nato ainbobora iki kikin kené onan, kikin metsáshoko beshekan akaibo. Jatian ja soabainai keská jaská akinkaya non jawéki ati jake. Jatian en oina iki jawe onanma ikaxh noa jain kaman nokóyamai. Wetsabaon metsá ayorai ikaxhbi non nokoti atipanyamake jawen akáma ikaxh. También hay mujeres que nacen con esta habilidad aunque no les hayan puesto el jugo del piripiri en el ombligo, a su mente acuden los diseños sin haber sido curadas. Estas mujeres conocen mucho de diseño, hacen adornos pequeñitos, laboriosos, muy bonitos. Tenemos pues que hacer las cosas a la perfección. Yo creo que si no aprendemos no vamos a alcanzar nuestro objetivo. Mientras unas mujeres diseñan muy bonito sin necesidad del piripiri, otras no podemos igualarlas si no estamos curadas. Jaríbake bechexhetiribi. Jara non merati atipanke oa jenen mapoai mainko, kené jisáshoko peiya, tsatsáya iamaxh wisháya jisáshoko. Jan riki bepoati kené ati onan inoxh. También hay un piripiri para aplicárselo en los ojos. Éste se encuentra en los terrenos inundables, sus hojas 81
tienen diseños semejantes a los que hacemos nosotras, con puntitos que van formando figuras y trazos. Para aprender a diseñar, se hierve el piripiri y se cura los ojos con su vapor. Wasten bechexhexhon non namatai. Namáketian kikin netebires kené sanken meranshaman noa ikai. Wetsatiankan ja waste yoshin betan noa teetai, yamé non kené akai naman meran. Wetsatian naman meran non roninbo oinai. Ja iki yankama, ja iki waste noa jan imaa. Ja iki ramanma noa wasten onanmai, moatianbi iki noa wasteya. Cuando nos curamos los ojos con el piripiri tenemos sueños. Soñamos que estamos en medio de diseños elegantes y resplandecientes. A veces trabajamos con el espíritu del piripiri, de noche diseñamos en nuestro sueño. Otras veces vemos a las yacumamas. Esto no ocurre asi nomás, esto es debido al piripiri con el que nos han curado. El que nos hagan aprender con el piripiri no es algo reciente, desde tiempos antiguos tenemos el piripiri. Meráyabaonribi, nishi pae meran, maiti amakanai non kené ointi. Ikaxhbi ja meráya jakonmabaon bichinribiti atipanke ja ainbobaon kené ati shinanbo. También los meráyas en su mareación nos ponen una corona imaginaria para que nosotras tengamos visión de los diseños. Pero los meráyas malos pueden quitarles a las mujeres su habilidad para el diseño.
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Waste Jara itinke kené wastebichoma; jaríbake mecha waste, meyá waste, rayá waste oa chikish chikishbires iketian amatibo, tooti waste, tootima waste, jakon bakenti waste, wetsaboribi. Ikon riki jatíbi wastebo.
Piripiri El piripiri para el diseño no es el único; también hay el piripiri para ser mitayero, el piripiri para ser rápida al trabajar con las manos, el piripiri para ser trabajador o para curar a aquéllos que son bien ociosos, el piripiri para salir embarazada, el piripiri anticonceptivo, el piripiri para dar a luz bien, etc. Todos los piripiris son ciertos.
Noi waste betan pechi waste Jake noi waste; ja riki non keenyamakanaitian noimati. Jaríbake pechi waste; nato wastenra noa akanti atipanke non keenyamakin iamaxh noki jakonmaakin. J a w a s t e b o n o n x ha k i a i w a m e j a n a n . J a i k i paketabirestima, mechabaonpari chachiai wame. Jatian ja wame jana non biai. Joni bikaskin iamaxh potakaskin non inintishoko biai. Bixhon non wastebo napotai, noi waste iamaxh pechi waste. Ja ininshoko non xhetemai. Jatian jonin noa noiai, noa shinani kai, ja iki non noi wasten ixhona. Jatian pechi wasten ixhona non keenyamai, shinanbenoti kai.
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Piripiri para el amor y piripiri para dar la espalda Hay piripiris para el amor, para hacer que se enamoren de una cuando no nos quieren. También hay el piripiri para dar la espalda; con este piripiri nos pueden pusanguear cuando no nos quieren o cuando nos tienen envidia. Esos piripiris los rallamos con la lengua del paiche. Eso no se encuentra así nomás tirado en el suelo, solamente los expertos pican paiche. Entonces conseguimos la lengua de paiche. Cuando queremos conquistar o deshacernos de alguien extraemos los perfumes. Ese perfumito le hacemos oler. Entonces el hombre nos va a querer, va a pensar en nosotras, eso es cuando nos hemos echado el piripiri para el amor. Pero cuando usamos el piripiri para dar la espalda no nos quieren, nos van a olvidar. Nokon piá bake jaskara winota iki ainbaon wastena: -«Watá, jawe kopíki ea ja ainbaon keenyamapachokinbi en rama shinanai?» -«Ja iki raona, waste xhetema, tsiri waste akanaitonin iamaxh noma wasten». Jatian raonnoxhon waste xhakiai ja joni shinan shinanananbi, jainxhon samati kai. Jatian jonin shinani kai. Keenyorabireskin piamabaitai. Ja wasten ixhon ainbonin joni nokoa, keenyamapachokinbi kikin akin noi kai. Jatian noixhon bikanai. Así le pasó a mi sobrino una vez que una mujer lo pusangueó: -«Tía, por qué a pesar de que yo nunca la quería a esa mujer ahora pienso en ella?» -«Eso es porque te ha pusangueado, te ha hecho oler el piripiri, con el piripiri para la atracción te han pusangueado, o 84
con el piripiri perdiz». Para pusanguear se ralla el piripiri concentrándose en el hombre deseado y se ayuna. Entonces, el hombre va a pensar en la mujer. Si la mujer lo quiere muchísimo, no come todo el día. Usando ese perfume, cuando la mujer y el hombre se encuentran, aunque él no se haya sentido atraído hacia ella antes ahora la va a querer mucho. Una vez que el joven llega a quererla se reúnen. Ja keenyamakin ati jake pechi wasten. Jonin jaon mia keenyamaibi mia biti atipanke. Jatian min pechi wasten akai. ¿Jawerin pechi waste? Ja jonishoko mion keenaibi mia jaon keenyamakin, min pechi wasten nashixhonti atipanke. Pechi wasten nashixhon min ikóyamai, okeres mia pechiai. Jatian joni mion shinanbenoti kai. Joni yokakaatai: «¿Jawe kopímein nokon awinin ea keenyamai moa?». Senen rabé moa keenyamabekoni kai. Ja iki yankama; ja iki moa pechi wasten nashixhona tsaia. Jatian ainbobi keenyamai, jonibi keenyamai, ja senen keenyamabekonai. Ja iki yankama, pechi wasten nashia. Pero cuando no quieres al hombre lo tienes que pusanguear con el piripiri para dar la espalda. Un hombre al que tú no quieres puede conquistarte. Entonces lo pusangueas con el piripiri para dar la espalda. ¿Qué es el piripiri para dar la espalda? Aunque ese hombrecito te quiera, si tú no lo quieres te puedes bañar con el piripiri para dar la espalda. Después de bañarte con esto no duermes esa noche en sus brazos, sino que le das la espalda. Entonces el hombre te va a olvidar. Luego el hombre se pregunta: «¿Por qué será que ya no quiero a mi esposa?» Y así ya ninguno de los 85
dos se va a querer. Eso no ocurre por gusto, sino porque después de bañarse con el piripiri para dar la espalda éste ha hecho efecto. Entonces ni la mujer lo quiere, ni el hombre la quiere, ninguno de los dos se quiere. Eso no ocurre así nomás, sino porque uno se bañó con el piripiri para dar la espalda.
-«Miaki Eleodoronin tita iki?» -«Ea riki. ¿Jawe kopí?» -«¿Min bakerin?» -«Jen jen, nokon bake riki». -«Jatian, ¿jaweranorin?» -«Atsa biira kake», en aká iki.
Nokon onan bakera iká iki universidain kirika akí. Jatian bake iká iki nawa merati akasi: -«Titá, nawa ainbaonra ikai ea keenyorai, ea nashimawe», ikí iká iki. -«Ikonrake, mia bixhonbatanon isan bianan», akin en aká iki. Nokon onan bake: «Bakishshaman ea kaitian imawe, ininshaman kanon» iká iki. Jatian tominko neten joaxh nashia iki. Jainoaxh rónis neten kai ikainriba iki. Kaxhonki jabé senen axheai xhontako xhetema iki. Jashaman jaskaakinma, ponté tanareskin.
Jatian joaxh bake rateta iki. ¡Jawerano kaman ainbonin chibana iki wastena! Jawerano kamanbira ibékona iki en onanyamake. Ja bakeranon rateta iki xhontakonin moa ranoa iki wetsabokibires, moa jakonmati biaxhmabi. Jaskara iketian ea yoiya iki: «Titá, eara moa keenyamai. Jaskaraisira ea keenyamai, moa ea omisti akin axhonwe». Jatian en pechi wasten aríbaa iki, potoa iki ichamashoko. Inintinin axhon xhetema iki. Jaskarain nawa xhontako moa shinanbenota iki.
Mi hijo adoptivo estaba estudiando en la universidad. El chico quería tener una enamorada mestiza: -«Mamá, quiero muchísimo tener una mujer mestiza, hazme un baño», me dijo. -«Muy bien, te voy a conseguir piripiri cuando vaya al monte a traer ungurahui», le respondí. Luego mi hijo adoptivo me pidió: -«Mañana cuando salga de la casa báñame para que me vaya bien perfumado». Cuando llegó el día domingo se bañó con el piripiri. Antes de salir de la casa el día lunes también se bañó. Así, le hizo oler a su compañera de estudios. A ella la pusangueó solamente para probar.
Entonces la joven mestiza lo siguió, sin saber que él era shipibo. Sin conocer vino hasta nuestra comunidad una joven mestiza, bien vestida. Al llegar me preguntó:
Jaskaaketian nawa xhontakonin chibana iki, ikaxhbi onanyama iká iki jonikonrin ixhon. Onanyamaxhbi joá iki non jeman nawa wirákocha xhontako. Jatian kaxhon manoa iki: 86
-«¿Usted es la mamá de Eleodoro?» -«Sí, yo soy, ¿por qué?» -«¿Es su hijo?» -«Sí, es mi hijo». -«Y dónde está?» -«Fue a traer yuca», le dije. Cuando el chico regresó y la encontró se asustó. ¡Hasta dónde lo había seguido la muchacha pusangueada! Hasta dónde habrán compartido no lo sé. El joven se asustó porque la chica lo empezó a celar con cualquiera, 87
se volvió mala sin siquiera haberse reunido. Estando las cosas así, mi hijo me dijo: «Mamá, ya no la quiero. Así no quiero, cúrame de una vez para que me rechace». Entonces le preparé el piripiri para dar la espalda, le molí un poquito. Después, le hizo oler ese perfume y la joven mestiza lo olvidó.
Meemis rayos raona Jaríbake nokon rayos. En noike nokon rayos, nokon baken bene, nokon bakebi keská akin. Ikaxhbi en tita ixhon oina iká iki itikonma jawéki. Jawetianbi nokon bene betan meekananyosma ixhon oinna, washímisi meekananyosma ixhon oina. Jatian en oina iki nokon bake benoma pekáo kikin noibatishoko ranokin meeta. Jaskara oinxhon en shinana iki: «Ramara nokon rayos en benxhoai», ixhon. Jatian ea kachio kaa iki. Kaxhon, tsinkixhon, en bea iki nocho jana rao. Nocho jana rao bexhon kobin aká iki. Maioshiainoaxh joaxh kikini nomiaitian en xheama iki ja en rao kobin aká. Jatian rama iki kikin jakon nokon rayos.
Cuando curé a mi yerno con «lengua de churo» También tengo mi yerno. Yo quiero a mi yerno, al esposo de mi hija, como a mi propio hijo. Sin embargo, como madre yo vi algo que no podía ser. Nunca se ha visto que con mi esposo nos peguemos, que nos peguemos por celos. Entonces, vi que después de que se reunió mi hija, pobrecita, celándola su marido le había pegado. Al ver esto yo pensé: «Ahora voy a corregir a mi yerno». Entonces me fui al monte. En el 88
monte, junté y traje el remedio vegetal llamado «lengua de churo». Luego lo herví. Cuando mi yerno regresó de Pucallpa con mucha sed, le di de tomar el remedio que había preparado. Ahora mi yerno es un hombre muy bueno.
Tootima waste betan tooti waste Jake tootima waste, chimapo waste. Ja tootima waste min xheati jake kimisha akin iamaxh chosko akin. Jatian tookashamai mia mekéti jake: min tashi piamai, min xheni piamai, min kochi piamai, batabo min ayamai. Min chimapo waste xheaxhonbi min samáyamai, jatian mia tooti jenéyamai. Noa bakeoma itin keenkin non samáti jake, non senenati jake. Ja non senenayamaxhon non yoi kai «wastera janso iki», waste ikonmaisiki. Jatian non waste moa non ramiai nonbikaya senenayamaxhonbi.
Piripiri anticonceptivo y piripiri para concebir Hay un piripiri para evitar el embarazo, el piripiri planta «ceniza». Este piripiri anticonceptivo tienes que tomarlo tres o cuatro veces. Si no quieres quedar embarazada tienes que dietar: no comes sal, ni grasa, ni chancho, ni consumes cosas dulces. Si tomas el piripiri «ceniza» pero no dietas no vas a evitar el embarazo, porque no has ayunado bien. Si no queremos tener hijos tenemos que dietar, tenemos que cumplir. Si no cumplimos vamos a decir que el piripiri es falso, que no es efectivo. Entonces hablamos mal del piripiri cuando somos nosotras mismas las que no hemos cumplido. 89
Jaríbake waste tootibiribi; ja iki xhoya waste, maxhó waste. Jatian tookaskin min maxhó waste xhakixhon xheai, jainxhon min bake akí kai. Jaskáribi akin min onanyabo maxhóki yoimai; kaibobaon maxhó xhenibo xheai. También hay piripiris para el embarazo; éstos son el piripiri «rata» y el piripiri «zarigüella». Si quieres quedar embarazada rallas el piripiri «zarigüella» y te lo tomas, entonces vas a concebir. También puedes pedirle al onanya que te convierta espiritualmente en zarigüella; algunas mujeres toman la grasa de la verdadera zarigüella para concebir. Jaríbake bake chea ati, bakexhbi tooketian pokomeabi bake maxhko ati. Ja riki non axhébiribi, ja iki non raobiribi. Jatian ja wastebo non ikon aká ikon iki; jatian ikon ayama non jawebi oinyamai. Oa wastebo iki yankama itinke, moatian non yoxhanbaon waste. En jisá moatian non yoxhanbaon onana iká iki. Jabaon moatian ja jawéki rabikatitai; nonribi ati jake rabikin ja waste. Asimismo hay piripiris para hacer al feto raquítico, para que el feto no crezca mucho dentro del vientre en caso de embarazo a temprana edad. Esta es nuestra costumbre propia, esta es nuestra medicina propia. Si tenemos fe en los piripiris, nos van a dar resultado; si no tenemos fe, no vemos nada. Estos piripiris no son por gusto, son los piripiris antiguos de nuestras abuelas. Yo pienso que nuestras abuelas eran conocedoras. Antiguamente las abuelas se enorgullecían de eso. Nosotras también tenemos que enorgullecernos del piripiri. 90
III Bianananai Moatian yoxhanbo noa akátiai benomakinres teakin jawen keen joni iketian, moa janbi boxhonbo noa menii. Moatian xhontako benomai kakátiai jawen tita betan jawen papa yobeni. Ja joni ikátiai rayá, mecha, wame reteai, sapen reteai. Westíora nokon poi, Xhanen Sani, ja iki mecha nokon papan raonamabi, ja iki jaskarabiribi pikota kikin yomerai, wame reteai. Joni jaskara iketian yama yamake jaon keenai ainbobiribi. Joxhon jawen tita betan jawen papa yokatai, jaskáxhon bake menikanai. Jatian ja wame reteai iketian jawen pitishaman pii kikini rarokanai. Wetsatian ja ranon yoikana jabatai. Ja ranon jabáketian manakanai. Manaribikanai nete xhabáketian. Ja ranon jawerano kati atipanyamaxh banéribiti jake jawen xhobonko. Jatian ja bake xhontako iki moa wikenéya, koriya, bekenéya, jonxheya, jatíbiya, moa kikini raota. Xhontako yakatai jawen titashokobo betan. Jainxhon jawen titashokobaon esekatitai.
El matrimonio Antiguamente las mujeres mayores sólo se preocupaban de hacernos reunir cuando encontraban 91
un hombre de su agrado, ellas mismas nos llevaban y nos entregaban. Antiguamente la muchacha soltera iba con su papá y su mamá a pedir la mano del joven. El hombre era trabajador, mitayero, pescador de paiche y de vacamarina. Tengo un hermano, X hanen Sani, que es buen mitayero a pesar de que mi papá no lo curó; él nació así muy buen pescador, pica paiche. Cuando un hombre era mitayero, no faltaban mujeres que lo querían tener como yerno. Venían los padres de la muchacha a pedirlo, le entregaban a su hija. Cuando el hombre era experto en picar paiche, la familia de la muchacha se alegraba mucho de comer su comida. A veces, cuando venían a pedirlo el joven se escapaba. Entonces, lo esperaban hasta el día siguiente. Como el joven no tenía dónde quedarse tenía que regresar a su casa. Para esto, la muchacha ya estaba bien adornada: tenía las piernas diseñadas, llevaba puesto el adorno del labio inferior, lucía la cara diseñada, usaba pulseras y tobilleras, tenía de todo, bien adornada estaba. La joven se sentaba con sus abuelas y éstas la aconsejaban. Jatian jawen anibo yoyo ikanai: «Katira ibirai non bake xhontako jakonmashoko rotomai». Jaskataxh bokanai. Kaketian benbon titan jato jowé akai. Moatian ikátikanai kikin shiní tapon aniyabo. Jabo joti jotikanai oxhe neten yoyo iana yakáxhon. Jatian benbo jen iketian jawen anibaon bimakin yoikanai: «Botanwe! Jawe ati onantanima ikenbi maton atapa xhepokintibires». Nete xhabáketian xhoi menimakanai. Xhoi biketian moa rayos akanai. Jatian moa xhontako benomaxhon bakeranoman jawékibo bokanai, jawen aniboan: jawen pia, bachi, pisha, wexhatibo, wino, jatíbi ja bakeranon jayata. 92
Los padres de la chica decían: «¿Qué tal si nos vamos a hacer rechazar a nuestra hija que no es muy buena?», y se iban. Cuando llegaban, la madre del joven los recibía. Antes la gente tenía pipas muy grandes hechas de la raíz de la palmera shiní. Entonces fumaban y fumaban bajo la luz de la luna conversando sentados. Una vez que el joven aceptaba, sus padres lo entregaban diciendo: «¡Llévenselo! Aunque no sepa hacer nada, siquiera les ayudará a encerrar a sus gallinas». Al amanecer hacían que la muchacha le entregue comida al joven. Una vez que el joven recibía la comida, ya lo consideraban su yerno. Cuando ya habían casado a la chica, los padres del joven le traían sus cosas a la casa de sus suegros: flecha, mosquitero, bolsa, huishatis, macana, todo lo que el joven poseía. Jaskara iká pekáo, xhontakonin papa betan titan atsa xheatiai, warápo akanai, ainbonin kaibobo rayos onanmati kopí. Jainxhon ja jatíbi jeman ikábo onanmai: «Natora nokon rayos iki, nokon rayosra rayá iki». Jaskarain xhontakoribi jawen bakenxhanin axhonai pishta, benekin xheati axhonkanai, pitibo akanai. Jatian jain onanmai kai ja bake xhontako moa biananana. Ja ranon iki mecha, ja xhontako menin, kikin rayá rabébires. Jaskarashamankaya rabétinin keenkatikanai moatian non anibo. Jawéki akai ixhon bakeranoman ishton xhobo akai. Jatian xhontakonin anibo pataxh jai. Después de esto el padre y la madre de la chica preparaban masato, preparaban guarapo, para que los parientes de la mujer reconozcan al yerno. Así, lo presentaban a todos los habitantes de la comunidad 93
diciendo: «Éste es mi yerno, mi yerno es trabajador». Asimismo, a la muchacha su suegra le hacía una fiesta, para alegrarse preparaban bebida y comida. Allí hacían público que la muchacha ya se había reunido. El joven era mitayero, la muchacha muy diestra, muy trabajadores eran los dos. Así era la que antiguamente nuestros padres consideraban la pareja ideal. Como le gustaba hacer sus cosas, el joven construía su casa rápidamente. Vivían al lado de los padres de la chica. Ramatian bakeranonbo jatonbinixh wanokanai. Moatian ikátiai keskáma. Jaton papan onanama ikenbi: «Jainronki moa bake yobenwanke» ikí ikanai. Jatian jawen papan jawe onanyamake. Jainoaxh papa joitai: «Ea yoitishaman jawéki ati onantani ikaxhmabi, jawe akíbira jain yobeni», ikí ikai. Jatian ainbo jabé ikaxh joai, moa biá keská. Baken yobenti jawékibo moa keyó keyókainai. Ramatian bakeranon wanoabikan jawebi yama, ninkakaatai icha nete pekáo: «Jaronki bike, janronki biwanke, ja chikish itan jawe ati onanma rabébires». Actualmente los jóvenes buscan mujer por su propia cuenta. Antes no era así. Ahora, aunque su padre no tenga conocimiento, se entera por boca de otros: «En ese lugar dicen que tal joven ha pedido la mano indebidamente». Y el padre no sabe nada. Entonces, el padre lo critica: «¿Para qué pides la mano indebidamente, sin mi autorización, si no sabes hacer las cosas?» Luego, la mujer que está viviendo con el joven viene, como si se hubiesen reunido debidamente. La costumbre de pedir la mano de un hijo o una hija ya se va perdiendo. Actualmente a pesar de que los 94
jóvenes se casan ya no se cumple con lo tradicional, se rumorea negativamente varios días después: «Dicen que con ella se casó, dicen que él se casó, los dos son ociosos, no saben hacer nada». Moatian rayos akátikanai waiai, yomerai, jatíbi jawéki akai. Ikaxhbi ramatian westíora jonibi non merayamai waiai, mecha, ja sapen reteai, wame reteai. ¡Yamake, yamake! Jatian rama moa noa wetsabo keskábires iki, moa nawabo keskáribi. Non rayos akasai kanantiabores, koríkiaboresen noa keenai. Antiguamente los yernos hacían chacra, sabían pescar y cazar, hacían de todo. Pero ahora no encontramos ningún hombre que haga chacra, que sea buen mitayero, que cace vacamarina, que pique paiche. ¡Ya no existe, ya no hay!. Ahora somos tan sólo como los otros, igual que los mestizos. Cuando queremos tener yerno nos fijamos solamente en el sueldo, en el dinero.
Ea benoni Ramara en mato yoiyai ea Charo Mashi jemameaxh winota jawéki, nokon papa betan nokon titan ea imaa. Westíora yaméra iká iki Pao Ianmameaxh joni joi, eon yobeni, ja nokon bene itina. Jatian nokon papa betan nokon titanbira jeen aká iki. Jeen aká en onanyamaa iki. Jatianbira nokon ini ainbaon (nokon poin baken) ninkata iki. Joxhon nokon ini ainbaon ea yoiya iki: «Mionra joni yobenwanke», akin aká iki. Jatian en jawebi onanyamaa. Nokon tita paranaresi ea yoikashamai: «Janso joi 95
ninkatax», akinres ea akin. Jainxhon en oina iki, ja jonin papa betan tita joai. Nokotaxh nokon papa betan yoyo ikana iki. Nokon titabiribi bachi bei, piabo bei, jawebobira bei. Jatian en yokata iki nokon tita: «¿Jawe kopíki min neskarabo beai, titá?», moa nokon ini ainbaon ea yoiya onanxhonbi.
Mi matrimonio Ahora les voy a contar lo que me ocurrió en Charo Mashi, lo que mi padre y mi madre me hicieron pasar. Una noche llegó un hombre de Pao Ian a pedir mi mano, para ser mi esposo. Seguramente mi papá y mi mamá habrían aceptado. Para esto, yo no sabía que habían aceptado. Pero al parecer mi sobrina, la hija de mi hermano, había escuchado y vino a avisarme: «Ese hombre te ha pedido», me dijo. Yo no sabía nada. Mi mamá disimulaba, no me quería decir. «Has escuchado algo falso», me decía. Después vi que el padre y la madre del hombre venían a mi casa. Llegaron y conversaron con mi papá. Luego le trajeron a mi mamá el mosquitero del hombre, sus flechas, no sé qué cosas más. Entonces yo le pregunté a mi mamá: «¿Por qué traes estas cosas mamá?», aunque yo ya sabía porque mi sobrina me había contado. Moa en ninkata ikenbi nokon papan ea yoiya iki: «Ja jonira mion yoben´ibake; rama jawen papa betan tita joxhon noa yokáribike. Ja kopíra non mia meniai», akin aká iki. Nokon papan ea jaskaaketian nokon tita en yoiya iki: «¡Min biwé min keenkin!», akin en aká iki. Jaskarain nokon titan masá shinana iki. Jaskati ea keenyamainbi ea bimakana iki. 96
Luego mi papá me dijo: «Ese hombre te ha pedido; su padre y su madre también han venido a pedirnos tu mano. Por eso te vamos a entregar.» Luego de que mi padre me dijera esto, yo le increpé a mi mamá: «¡Tú cásate con él, si tú lo quieres!» Entonces mi mamá se puso triste. De esta manera, a pesar de que yo no lo quería, me hicieron recibirlo. Moa ea menikana ikenbi chonka rabé nete pekáobira, ea westíora jawen meratinin bachina iki. Bachinkin ea timayona iki, yonábobi ayonti akin. Kikin rabinti jawéki. Unos doce días después de que me entregaran, una de las enamoradas de mi esposo me agredió jalándome de los pelos. Me jaló de los pelos, venciéndome completamente me tumbó y me dio de puñetes; después hasta me dio fiebre. Algo sumamente vergonzoso. Rabé chonka nete winota pekáobira ea jakiribi bachinribia iki, ja ea aibata ainboninribi. Jaskarain riki, neskara jawéki kikinshaman nokon keenma; eabi winota kopí. Jatianra ea iká iki chonka chosko baritiaya. Jainoaxh nokon poiiba jabati kaa iki, wetsa jeman. Kaxhon nokon poi en yoike: «Papa betan titanra ake ea benomakin». Nokon poin ea onis´aa iki: «¡Kayamaisiwe ibánon, minra ja joni biti yamake!», akin ea aká iki. Después de otros veinte días, nuevamente me agredió esta mujer jalándome de los pelos. Por eso es que estas cosas no me gustan, porque me han pasado a mí misma. En ese entonces yo tenía catorce años. Entonces me escapé a la comunidad donde vivía mi hermano y al 97
llegar le conté: «Papá y mamá me obligaron a casarme». Mi hermano sintió pena por mí y me dijo: «¡No te vayas, así nomás que sea, tú no tienes que reunirte con ese hombre!» Jain ea iká iki sokota nete, nokon poi betan. Ja nokon poi betan ea itaitian nokon papa joá iki, ea rishkikasi. Jainxhon ea boá iki jakiribi Charo Mashinko; boxhon ea meniribia iki ja joni. En shinana iki ja joni beneatima, ikaxhbi en potati atipanyamaa iki. Ea bachinribikanketian sináxhon nokon papan ja joni raana iki jawen tita betan. Allí me quedé seis días con mi hermano. Cuando estaba con mi hermano, vino mi papá a querer palearme. Entonces me llevó de regreso a Charo Mashi y nuevamente me entregó a ese hombre. Yo no pensaba tener a ese hombre por esposo, pero tampoco podía separarme de él. Después, de cólera porque me habían chobeado, mi papá mandó a ese hombre de regreso donde su mamá. Moa westíora oxhe pekáo nokon papa piti benai kaa iki. Jatian nokon titan ea yoiya iki ja tenamanxhon manai kati. Ea tenaman yaká yakataitian, nokota iki ja joni jenen katanaxh. Joxhon ea yokata iki: -«¿Jawe akí mia itai?». -«Ikáma, nokon papa jenen kawanketian, nokon titan manati raana joá riki ea», en aká iki. Jainxhon ea yoiya iki: -«Nato riki en piti beá, jabi moa botanwe». -«Enra boyamai; nokon papanra beai piti, jabiribi manai joá riki ea», akin en aká iki. 98
En biamaa iki jawen piti. Jaskara iká iki ja nete ea winoti. Luego de un mes mi padre se fue a pescar. Entonces mi madre me dijo que vaya a esperarlo al puerto. Mientras estaba sentada llegó de pescar ese otro hombre, mi esposo. Llegando me preguntó: -«¿Qué estás haciendo?» -«Nada, estoy esperando a mi papá que se fue a pescar, mi mamá me mandó a esperarlo», le contesté. Entonces él me dijo: -«Aquí está el pescado que he traído, mejor lleva eso.» -«No lo voy a llevar, estoy esperando el pescado que va a traer mi papá», le respondí. Y no llevé su pescado. Eso me ocurrió aquel día. Jaskara itaitian nokon titan ea raonbiraa iki, nokon titanbira ea nashima iki rao motsaxhon, en onanyamake. Moatian yoxhanbo jaskara ikátiai, kikin rao onan. Jainxhon en shinana iki ja joni, kikiankin en oinkasa iki, eabicho yaká yakákin shinan shinankin, ramabi ramabibires ointi akin shinani. Kikin rami iki noa jaskáakin raonkana. Probablemente después mi madre me curó con pusanga, seguramente mi mamá molió la pusanga y me hizo bañar con eso, no lo sé. Así eran las abuelas antiguamente, conocían mucho de plantas. Después empecé a pensar mucho en ese hombre, me urgía verlo, solita me sentaba y pensaba muchísimo en él, quería verlo de inmediato. Es malo cuando nos curan así. 99
Jatian jain iiti noa ochó kai Pao Ianman repia iki. Non jawéki bii noa taxhnáketian joá iki ja joni. Kechan kaxhon papa yokata iki: «¿Mato kai chiponki?», akin aká iki. Jatian nokon papan aká iki: «Jen jen, noa kai itai», akin. Jainxhon nokon papan yoiribia iki: «Kati atipanaxh mia nobé kati iki, nokon bakeribira kai». Jaskáakin nokon papan yoiya ja joni jawen chopa bii ishtoa iki. Jatian joá iki jawen borosa tentonyashoko. Ja nanetai oinaxh ea winia iki, ja oinkas oinkasibataxhbi. Jaskataxh noa kaa iki moa chiponki. Después de un tiempo nos fuimos lejos a Pao Ian y allí atracamos. Una vez que atracamos para recoger las cosas que teníamos en Pao Ian, vino ese hombre y acercándose a la orilla le preguntó a mi papá: «¿Se van al Bajo Ucayali?» Y mi padre contestó: «Sí, estamos bajando.» Luego mi padre agregó: «Si deseas puedes venir con nosotros, porque mi hija también va». Entonces el hombre corrió a traer su ropa, volvió con una bolsa llena con sus cosas y se embarcó. Cuando lo vi embarcarse lloré, porque había deseado muchísmo verlo. Luego nos fuimos río abajo. Jaskáshamanxhon en jenetikoma iká iki. ¿Jaweki en ati iki nokon titan ea menia? Rama kamanbi ja joni betan ea itinke. Jaskara jawéki winónaketian ichaakin nokon xhontakobo en eseai: «Jawetianbira jaskara itima iki, jonira aresbireskin bitima iki, jonira aresbireskin nokotima iki. Jaráke joni meratiya, jaráke joni wanoya, jaráke joni awin´oma ikaxhbi koirameya. Matonra oinshamanxhon joni biti jake, enra mato joni meraxhon bimayamai. Jakonma riki noa wetsabires joni menikana. Koirameya joni non biketian joné noa bachinkanti atipankanke», akin 100
en akai. Moatianra jaskara ikátiai, wetsa jonibires noa beneati menikanai. Jaskara jawéki kikini ea winota iki, en onanama joni bimakana iki. Nokon shinan iki jawetianbi joni jaskáakin nokon bake xhontakobo menitima, kikin ani masára non meetai. ¿Tsoaki rakétima iki westíora joni non yoyo ayosma, non titan jawen bachin boxhon noa jikimaa? De esta manera, yo no podía dejarlo. ¿Qué podía hacer si mi mamá me había entregado? Hasta ahora estoy con ese hombre. Para que no les suceda estas cosas a mis hijas yo les aconsejo siempre: «No hay que ser así, no hay que reunirse con un hombre así porque sí, al hombre hay que conocerlo bien. Hay hombres que tienen enamorada, hay hombres que tienen esposa, hay hombres que no tienen esposa pero están bajo la mirada de una chica. Ustedes deben tener mucho cuidado para reunirse con un hombre, yo no les voy a obligar a recibir a un hombre. Es malo cuando nos obligan a recibir a cualquiera. Si nos reunimos con un hombre que está bajo la mirada de otra, de una forma encubierta esa mujer nos puede jalar de los pelos», de esta manera les hablo a mis hijas. Así era antes, a cualquier hombre nos entregaban y nos casaban. Eso me pasó a mí, me obligaron a recibir a un hombre que no conocía. Yo jamás pienso entregarlas así a mi hijas, esto nos causa mucho sufrimiento. ¿Quién no va a sentir miedo si nuestra madre nos obliga a entrar al mosquitero con un hombre con quien nunca hemos conversado? Eara enbixhbishaman benoama iki. Eara benoa iki nokon papa yokati joa joni betan. Nokon papa yokáketian nokon 101
papa betan nokon titan ea menia iki, rama kamanbi. Nokon papa betan nokon titan ea menia iki, ikaxhbi en shinanyamai potati, moa jabé icha bakeya ixhon, ichabires ea jabéribi axhea ikaxh, jakoinra joniribi iketian. En iráke akai jaskara joni ea menikana kopí, jaonshaman keenaimabi bimakana ixhonbi. Yo no me casé por mi propia voluntad, yo no elegí a mi pareja. Yo me casé con el hombre que vino a pedirme a mi padre. Cuando me pidió, mi padre y mi madre me entregaron, y hasta ahora. Aunque mis padres fueron los que me entregaron, yo no pienso separarme de mi esposo porque ya tengo muchos hijos con él, también porque me he acostumbrado muchísimo a él y porque es un hombre bueno. Yo les agradezco a mis padres por haberme entregado a un hombre así, aunque me hicieron recibirlo sin quererlo.
Nokon waata jabáni Nokon tita iki Pao Ianmamea. Jain noa itaitian kaa iki westíora yosi, noiba nokota iki. Kikin mecha itan rayá yosi, sapen reteai, wame reteai, ani xhoboakai, waiai. Moatian non papabo jaskara ikátikanai, rayá, mecha iketian, rayos apaokanike joni. Jatian iikin nokon waata jawen papan yoiya iki: «Baké, nato jonira mia non bimai; nato jonira mecha iki, mia janbiribi jawéki axhon jakinti jisá oinxhon». Jain iká iki moa bimakanai, moa ja yamé bimakanai iká iki. Jatian iká iki jatíbi jawéki moa senenakana: kenpo jan yamé xheati, kenchá jan xhoi menimati, xhawi jene betan bintísho ja yamé xheati, jain ransatibo. 102
El matrimonio frustrado de mi tía materna Mi madre era de Pao Ian. Una vez, cuando vivíamos allí, llegó un hombre de edad. Era muy buen mitayero y trabajador, cazaba vacamarina, picaba paiche, construía casa grande y hacía chacra. Antiguamente nuestros padres eran así, si veían a un hombre trabajador y mitayero lo hacían su yerno. Así, una vez a mi tía materna su papá le dijo: «Hija, con este hombre te vamos a reunir, este hombre es mitayero; nos parece que él, realizando sus tareas propias, te podría mantener». Entonces, ya la iban a hacer reunir, ya la iban a entregar esa noche. Para esto, todos los preparativos ya estaban listos: la mocahua para beber en la noche, el plato para que mi tía le entregue al hombre el plátano asado, el guarapo y el bintisho9 para beber en la noche, el lugar de baile. Jatian ea iká iki bake, moa xhontakoshoko yoxhanchaabira; ja kopí en shinanai rama kamanbi. Jainxhon nokon waatanin ea yoiya iki: «Baké», aká iki ea, «ninkáwe en mia yoinon, enra nato joni beneayamai, keshayamawe», akin ea aká iki. En ese tiempo yo era una niña ya grandecita, como adultita tal vez; por eso hasta ahora me acuerdo. Mi tía materna me dijo: «Hija, escucha lo que te voy a decir, no me voy a casar con este hombre, no digas nada».
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Licor hecho de caña y maíz.
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Nokon waatanin jaskáakin yoiya en shinana iki, ja shinanyabi ea oxhaa iki. Jishtenxhon en ninkata iká iki atapa keoti, moa neteibishoko. Moatian yoxhanbo oxhashamanyamakatitai; matsotibo, oa jawen rayosbo yaméshamanbi jawékiamaibo. Jaskákenbi iká iki nokon koka joi, nokon waatanin papa. Joxhon nokon papa kenatoshita iki; nokon papan janekon ikátiai Kesin Tsoma: «Kesin Tsomá», aká iki, «miibaki noxha joyama?», akin aká iki. «Yamarake, enra oinama iki», akin aká iki. Jawetianbireskaya moa kawana, jaweranobira. Tson onanyama iká iki, jawerano kaarin ixhon; jaton xhobo pataxh iká bakeranomankaya bonaana iká iki jawen bake xhontako. Jaskáaxhon biamaa iki ja joni nokon waatanin. Cuando mi tía me dijo eso me quedé pensativa, y con esa idea me dormí. Al despertar, escuché que el gallo cantaba, ya estaba amaneciendo. Antiguamente las abuelas casi no dormían; barrían, le servían la comida a sus yernos muy tempranito. En ese momento vino mi tío materno, el padre de mi tía. Llegando, llamó a mi padre repentinamente; el nombre de mi padre era Kesin Tsoma. «Kesin Tsoma, ¿no ha venido tu sobrina donde ti?», le preguntó. «Acá no está, no la he visto», respondió mi padre. ¡Hacía ya qué tiempo que mi tía se habría ido, a dónde quizás! Nadie sabía adónde se había ido; un joven que vivía al lado de su casa se había llevado a su hija señorita. De esta manera mi tía no se reunió con ese hombre.
jato bimati. Westíora jonin keenyamai, jatian noa keenyamai itainbi noa raonkanai, non boo, non jawebobira bikanai; wetsatian noa noi rao xhetemakanai. Jatian ja xhetemaa moa noa kikini jaon keenai, metsá ikenmabi non metsáake. Moa non jaskara moa ointinke, noa jaon keenai, jaskarabo iki. Jatian westíora jonin noa keenyamainbi, non tita betan non papa jatonkaya beneati keskáaxhon, noa meniai. Kikin jakonma jawéki iki ja. Jatian wastenshokores axhon noa bimakanai, moa non biai. Wetsabaon potai, wetsabaon ayamai, jaskarares. Por eso hay diferentes tipos de pusangas, de remedios para el amor, para curar a los hombres y a las mujeres cuando no quieren reunirse con alguien. Hay una pusanga para hacer reunir a una persona contra su voluntad. Si no queremos a un hombre, aunque no lo amemos, nos curan; nuestros cabellos, no sé qué nuestro se llevan. Otras veces nos hacen oler esa pusanga para el amor. Una vez que nos hacen oler eso, empezamos a querer a ese hombre pero bien; aunque no sea atractivo, nosotras lo vemos guapo. Así, ya lo vemos atractivo, ya lo amamos, así son las cosas. Aunque no querramos a un hombre, nuestros padres nos entregan como si fueran ellos quienes lo van a tener como esposo. Una cosa muy mala es esa. Entonces por el piripiri nomás nos hacen reunir, aceptamos ya al hombre. Algunas parejas luego se separan, otras no, así nomás es.
Ja kopíra jake meskó keská noi rao, jan joni, ainbo raonti, jato bikáshamaitian. Westíora rao jake joni keenyamaitian 104
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Rabé awinya Jakiribi jawen rayos jakonyora iketian meniribiai wetsa. Jatian ja ikí kai rabé awinya. Jaskarabo moatian akátikanai koráka akin. Bake menikana kaxhon wetsa xhobo akai, wai anishamanbo akai, nekeribi yomerai, jakoinra jawen rayos. Jaskarain bake xhontakoya ixhon shinanai: «Wetsa bimatira ibirai», ikíki ikai. Jaskáaxhon yoikanai ja bene ibo: «Miara min benen potanake, wetsa min chio betanra mia non rabémai». Jatian xhontako ikai: «Bimakayata», jaimarestani. Ikaxhbi jawe akinmein keenyamatiki, jawen papanbiribi rayos kikin akin noiyoraxhon meniaitian. Jatian noixhon menia ja rabébi awin akí kai. Jainbicho itinke jawen awinbo ja chiní awinman bakeai kaman. Moa bakeaxh chiní awin taxhketi kai. Ja taxhkéti kopí wetsa xhobo axhonai. Jatíribi jonibo ipaonike kimisha, chosko awinya, kikin rayábo. Jainoaxh jatíribibo ipaonike pichika, sokota awinya; wetsaboma, jawen poin bake. Jaskarabo bimakatikanai. Jatian westíora joninbicho sokota ainbo tsamatai, en jisá itikonma jawéki. Ikaxhbi rama jaskarama iki, benbobo westíorabicho awinyabo iki, moa noa jakon jake, moa noa benxhoa iki.
Los hombres con dos esposas Cuando un yerno era muy bueno sus suegros le entregaban otra hija, y así el hombre tenía dos mujeres. A estos hombres antes les decían curacas. Después de que le entregaban a la otra chica el hombre construía una casa nueva, hacía varias chacras grandecitas, por acá buscaba mitayo, contentos estaban los suegros. Si tenían otra hija señorita los padres pensaban: «Habrá 106
que entregarle la otra». Entonces le decían a la dueña del esposo, a la primera esposa: «Cuidado te vaya a dejar tu marido, te vamos a poner junto con tu hermana menor». Y la muchacha respondía un poco incómoda: «A ver, entréguenla». Pero qué podía hacer, aunque ella no quisiera, su papá la entregaba también a su hermana, puesto que quería mucho al yerno. Como lo quería le entregaba a su otra hija y así el yerno tenía dos esposas. Allí nomás vivían sus esposas juntas hasta que la menor tenía un hijo. Una vez que nacía su hijo la esposa menor se mudaba. Para esto le construían otra casa. Algunos hombres tenían tres o cuatro mujeres, eran muy trabajadores. Algunos tenían cinco, seis mujeres; pero las esposas no eran cualquier mujer, sino las hijas del hermano de la suegra.10 Así es como se casaban. Entonces un solo hombre se juntaba hasta con seis mujeres. Yo pienso que eso no es conveniente. Pero ahora ya no es así, los hombres tienen una sola mujer, ya vivimos bien, ya hemos mejorado.
Rayos ainbo, rayos benbo Jawetianbira non rayos yoyo ayosma iki. Non beneitsa jisáma iki. Jawetianbi non «jowé ranon» ayosma iki, «xhontá, jonon min bene», akin akai. Jatian jawen rayos «jee, jee» ikai. Jatian bakeranomanbiribi «tita jonon, Birí», akin akai. Jatian «joo» ikai. Rama kamanbi noa non rayos 10
Como el hombre era tan bueno y los suegros ya le habían entregado todas sus hijas, la suegra convencía a su hermano para que también él le entregara las suyas.
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betan yoyo iamai, noa jaskara iki. Wetsankobo kaibi non oin oinresai non rayos. Non jawe ikemein, non bene ikemein rayos non yokáti iki, jakonshoko akinres non rayos ati jake. Ramatian, ochó katanketian: «Mia joá chakí, mia joá baké», non jawékiamai non bakebi keská akin. Moatian akátikanai, yoyo ayamabireskin, pataxhbobi winoyamakatikanai non rayos. Rama jaskarama iki, rama non winotaniai, pataxhtanibo noa niai. Moatian jaskarama ikátiai; moa jawen rayos ochó joai oinaxh beokatikanai, jawen rayos beisnaketian. Jaskarabo ikátikanai. Jawetianki jawen bakeya iki, jatianpari yoyo akátikanai. Jain jawen bake iketianpari: «Min benen bakishpari jaskara atánon». Jatian rayos kai yomeraibo, nonti akíbo, winti akíbo.
Los suegros y el yerno Nunca conversamos directamente con nuestros yernos. No es como con nuestro cuñado. Nunca les decimos «¡Ven joven!», sino que le decimos a nuestra hija «¡Chica, que venga tu esposo!». Entonces el yerno contesta «jen, jen» con tono respetuoso. Por su parte el joven dice: «Biri, que venga tu mamá!» Y la suegra contesta «joo». Hasta ahora nosotros no hablamos con nuestros yernos, así somos. Aunque se vaya a otro lugar lo miramos nomás a nuestro yerno. Ni que fuera algo nuestro, ni que fuera nuestro esposo para hacerle preguntas, tenemos que tratar con respeto a nuestro yerno. Actualmente, cuando viene de lejos le decimos: «¿Has venido varoncito, has venido hijo?», y le servimos de comer como si fuera nuestro propio hijo. Antes no le hablábamos en absoluto a nuestro yerno, 108
ni pasábamos por su lado. Ahora ya no es así, ahora nos le acercamos, caminamos al ladito. Antes no era así. Cuando la suegra divisaba desde lejos que se acercaba su yerno, se agachaba, no fuera a ser que su yerno la mirara a la cara. Así eran las cosas. Recién cuando estaba con su hija le hablaba. Recién cuando estaba su hija presente la suegra decía: «Que tu esposo haga tal cosa mañana». Entonces el yerno salía a pescar, construía canoas, hacía remo. Ramara jaskarama iki. «Jokia min bene, xhontá», non akai. Jaskáakin non «jowé» akai. Rama kamanbi ja axhébo noa keyotama iki. Nokon rayos ochokeaxh joaitian en yoyo ayamai, ponté en «jowé» aresai. Nokon jawe ikemein «¿mia joa?» ixhon metson boti iki. Jatian jawen awin joai «¿mia joa?», akin akai; «mia joa» axhon jan bibainai. Non jaskáati atipanyamake, shiroma iki. Jatian yoyo akinmabi jan jawékibo beá moa non akai. Jatian ja jonin onanke «nokon rayosenra ea noike» ixhon. Joketian non xheamayamakin oinresa bakeranoman shinanai: «Nokon rayosenra ea noiyamake», ikai. Jaskara itima iki, jatíxhonbi noiti jake. Ahora ya no es así. «¿Ha venido tu esposo, hija?», preguntamos. Y saludamos al yerno directamente. Actualmente estas costumbres no las hemos perdido por completo. Cuando viene mi yerno desde lejos no le converso, solamente lo saludo directamente. Ni que fuera mi algo para decirle «¿has venido?» y agarrarlo de la mano. Cuando viene su esposa, ella le pregunta «¿has venido?» y se lo lleva. Nosotras las suegras no podemos tratar así a nuestros yernos, esto no es para 109
bromear. Aunque no le hablemos al yerno cocinamos los alimentos que él ha traído. Entonces el hombre se da cuenta y piensa: «Mi suegra me quiere». Si cuando llega no le damos de beber y lo miramos nomás, el joven va a pensar: «Mi suegra no me quiere». Así no debe ser, todos debemos querer a nuestro yerno.
Rabé beneya ainbo Enra oinyantanke rabé beneya yoxhan, Mokan Rona 11 akanai. Wetsakan jenen kaa, wetsakan wai oroi kaa. Jatian wai oroi iwanaxh nokotai, jatian wetsaribi nokotai; jatiankan senen nokotai. Jawen poi keská «chai pikinwe», akinbira aká iki. En Mokan Rona yokata iki: -«¿Jawe kopíki mia rabé beneya?» -«Wetsá, jara min jawe ointi yamake, noa ainbora jaskara iki,» iká iki.
La mujer que tenía dos esposos Hace años conocí a una mujer que tenía dos maridos, ella se llamaba Mokan Rona. Mientras un marido había salido de pesca, el otro se había ido a cultivar la chacra. El que se había ido a cultivar la chacra regresó y el otro también regresó; ambos llegaron al mismo tiempo. Como si la mujer fuera su hermana uno de los hombres 11
Natora ja ainbaon janema iki. Wetsa jane non aká riki, jakonma akannaketian itan ja ainbaon jakonma shinannaketian.
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le dijo al otro: «Ven a comer cuñado». Entonces, yo le pregunté a Mokan Rona: - «¿Por qué tienes dos esposos?» - «Hermana, eso no te incumbe, nosotras las mujeres somos así», contestó. Ikaxhbi ea jaskarama iki, en shinanyamabobiai wetsatianbo nokon bene rabémati. Noa jaskáti atipanyamake noa ainbo ikaxh, noa benboma iki jaskáti ikaxhbi. Jatian ea yoxhaman yoiya iki: «Wetsá, ea riki rabé beneya, ikaxhbi ea iresama iki; ea onanya iki. Jaskarain riki en rabéma», akin ea aká iki. Jatian jawebi maxhkáyamai; wetsanki piti benaxhonai, wetsan wai oroxhonai, jaskara. Kikin jakoinra iká iki en oina. Nishi xheainko, wetsan bewakinai, wetsan shiní tapon keté axhonai. Jatian oxhatiainkokan westíora nete wetsa betan ikai, nete xhabáketian wetsa betan ikai; kikin jakoinra jawéki. Jabokaya kimisha noiyanankana. Jaskara oinyosma ikaxh ea rateta iki. Jatiankan jaskáshamanxhon enribi imati jisáma, ea onanyamabobi iki. Pero yo no soy así, en ningún momento pienso ponerle otro a mi esposo. Nosotras no podemos comportarnos así siendo mujeres. No somos hombres para comportarnos de esa forma. Entonces la mujer me dijo: «Hermana, yo tengo dos esposos pero yo no soy cualquiera, yo soy onanya. Por eso es que tengo dos.» Así, a ellos no les falta nada; mientras uno sale a pescar, el otro va a cultivar la chacra, así es. Entonces a mí eso me pareció una cosa muy buena. Durante las sesiones de ayahuasca, un marido la acompaña en el canto y el 111
otro le enciende la pipa. A la hora de dormir, un día está con uno y al día siguiente está con el otro; algo muy bueno. Ellos tres se quieren mutuamente. Yo me sorprendí porque nunca había visto algo semejante. Pero yo no puedo hacer eso porque ni siquiera soy onanya.
Toota Noa jimi jenetai, jainoaxh joai bake joni ati. Moatianbi non yoxhanbaon reken bake aketian noa yoikatikanai samáti, paon pitima itan pocha kokotima baken mapo aninaketian, kankan kokotima bakentitian jimi ichanaketian, waka pitima baken yora aninaketian akin. Jatobira jaskara winota ixhon noa yoikanai. Nato jawékibo rama kamanbi non chibanresai jakoni bakenti kopí. Benbona yamakatitai jan atima jawékibo.
complicaciones. Para los hombres no hay prohibiciones durante el embarazo.
Bakenti Noa Shipibo ainbobaon westíora ainbo bakenti ochóma iketian non xheamai waste, maraba, bichashokobo, jakoni bakenti akin. Non onanyamake jatian ikai. Iti nete nokóketian noa benxhokati jake, moa chexhaitian. Moatian non bestétinin ayamakatitai, ponté tawa kenxho akátiai jan poko xhateti. Chexhaitian paranta xhatebo non beai, jan yasanxhon non «tanáwe» akai. Jain itinke bake biai ponté iresbiresa, kirika akáomabi; jaskarabiri iti iká. Jatian bakenaitian koirankanai. Ja bakena jimi benxhoakanai westíora maseman axhon. Nato jimi wetsankobires potati atipanyamake. Jenenko potabi chantómarin ainbo yotonaketian.
El embarazo
El parto
Cuando dejamos de sangrar entonces viene el embarazo. Antiguamente nuestras abuelas cuando teníamos el primer hijo nos decían que dietáramos, que no comiéramos ni pan de árbol ni papaya para que la cabeza del niño no creciera demasiado, que no comiéramos piña para que al dar a luz no sangráramos mucho, que no comiéramos carne de res para que el cuerpo del niño no creciera demasiado. Seguramente porque ellas lo habrían experimentado es que nos decían eso. Estas cosas las seguimos practicando hasta el día de hoy para dar a luz bien, sin
Nosotras las mujeres shipibas, cuando una mujer ya está para dar a luz, le damos de tomar piripiri, malba, líquidos flemosos para que dé a luz sin dificultad. No sabemos cuándo va a ser el parto. Cuando llega el día nos preparamos, cuando ya se sienten los dolores. Antes no usábamos tijeras, simplemente usábamos una isana filuda para cortar el cordón umbilical. Cuando la mujer siente los dolores le traemos un trozo de tronco de plátano y sentándola allí le decimos que intente, que puje. Entonces allí está la partera que no tiene estudios formales, que no ha estudiado; así nace
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con esta habilidad la partera. Cuando la mujer ya da a luz la cuidan. La sangre del parto es recogida en un pate. Esta sangre no se la puede botar en cualquier lugar. Si se la echa al agua el espíritu chantómari12 puede hacerle daño a la mujer.
Tita koirameeti Ja bakena ainbaon jawen benen xhobonkoxhon bakeshoko aniai. Jatian ainbo jawen titan jawebi tii amayamai. Ja ainbo bakenaton tsisman, make, wetsa xhetaya yapabo piamai, wininaketian. Jatian make piketian bake winiresai, maken xhetaya ixhon chorexh chorexh aká.
Cuidados de la madre Luego de dar a luz, la mujer cría a su bebe en la casa de su marido. Su madre no la deja hacer nada. Una mujer que recién ha dado a luz no come fasaco, piraña, ni otros peces con dientes, para evitar que el niño llore. Si come piraña, el niño se vuelve llorón; como la piraña tiene dientes, el niño va a sentir como si lo estuvieran mordiendo.
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El chantómari es un espíritu que vive en el agua y que se manifiesta en forma de burbujas de color amarillento que se ven en las orillas del río, especialmente en los bajiales.
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Papa koirameeti Ja bake pikóketian ja joni jawen awin betan oxhayamai kimisha oxhebira, yopanaketian. Jaskáribi joni jene meran jikiaxh nashiyamai, meskó iwebo ayamai, makan tii ayamai, ponsen oinyamai, ino oinyamai, piróta tii ayamai, posaka nete kaman, ja bake kopinaketian. ¡Jawera ibirai ja kopiti! Jaskara iki non axhé. Jatian bake sion ikai jenen kopia, jawen papa jenen nashiketian. Iwe aketianbiribi bake chen ikai iamaxh kamitai, meskó keskatai. Jatian, ¿non jawe akai? Noa jain wirákochabo keská raomeeti xhoboma iki; non onanyaboiba bake isinaitian boxhon non benxhomai, jaboiba non boai jawékinin kopiketian. Jatian non onanyabo koshoman ja bake tantii kai. Ja iki ikon jawéki. Ramabichoma iki ja jawéki; ja iki moatianbi, non yoxhanshokobo moa keyotabaon apaoni jawéki. Rama kamanbi non ikonaresai.
Cuidados del padre Después de que el niño nace el padre no duerme con su mujer por unos tres meses, no vaya a ser que se vuelva afasi. Asimismo, el hombre no puede bañarse en agua corriente, no puede levantar mucho peso, no puede tocar piedras, no puede ver al pelejo, no puede ver al tigre, no puede tocar la pelota por unos ocho días, no vaya a ser que lo cutipe al niño. ¡Cómo será eso de cutipar! Pero esa es nuestra costumbre. Entonces, si el niño llora insistentemente es porque lo ha cutipado el agua, porque su padre se ha bañado en el río. Y si el padre ha levantado peso, el niño hace fuerza, puja y babea, hace diferentes cosas el niño. En estos casos, 115
¿qué hacemos? Nosotros no tenemos hospitales como los mestizos; cuando el niño se enferma lo llevamos donde nuestros onanyas y lo hacemos curar, donde ellos llevamos al niño cuando algo lo ha cutipado. Nuestros curanderos con sus cantos van a calmar al niño. Esto es cierto. Esto no es de ahora nomás, esto es desde hace mucho tiempo atrás, son cosas que practicaban nuestras abuelas que ya no están entre nosotros. Hasta ahora tenemos estas creencias. Ja bakeshoko jawen anibaon jawebi axhonyamaa jakonshoko aniai, winiyamai; samáyamakana itimabi sion ikai, maxhka maxhkai. Jawen papan yoran ixhona bichabo kinanai ja bakeshokon. Jatian jawen titan shinanai ja bake benxhomati. Ja bake pikó benára ointima iki yora niwe jakonma kopimanaketian. Ja kopíra ainbo bakenbenáya tsobébi yoyo iamai. Jatian kikin akin mekea bake koshi baneti kai, jawékininbi moa kopiamai. Jakonma akin samáxhona bake isinres baneti kai. Jatian ja ainbo jaskaraton axhei kai, chiní bakebo jaskarares ikí kai. Cuando sus padres no han hecho nada prohibido el niño va a crecer bien, no va a llorar; pero si los padres no cumplen con las prohibiciones, el niño va a llorar repentinamente sin parar, hasta quedar sin aliento. Si su papá tiene relaciones sexuales el bebe va a vomitar flema. Entonces su mamá piensa en hacerlo curar. Al niño recién nacido no hay que mirarlo para que el aliento del cuerpo no lo vaya a cutipar. Por esta razón la mujer que recién ha dado a luz no habla con nadie. Pero si se cumple por completo con los ritos de abstinencia el niño va a ser fuerte, nada lo va a cutipar. 116
Si no cumple con las prohibiciones, el niño va a estar enfermo nomás. Entonces la mujer se va a acostumbrar a esto y los hijos siguientes van a ser igual nomás.
Bake pikó bená Jatian non bake benbo pikóketian non nochexhai yomerati waste, mecha waste, taki waste, taki bero, rayá waste, ja bake piti benai inon ixhon. Jatian ja bake anii kai jatíbi ati shinanya. Pichika baritiayanixh moa shinanai mishkiti, pia ati, kanóti ati. Jatian ja ikí kai aniaxh mecha bake.
Los recién nacidos Cuando nace un niño varón le ponemos en su ombligo el piripiri mitayero, el piripiri experto mitayero, el piripiri tibe, el piripiri ojo de tibe, el piripiri para ser trabajador13, para que este niño sea alguien que busca alimento. De esta manera el niño va a crecer pensando hacer de todo. A los cinco años ya va a pensar en anzuelear, en hacer flecha, en hacer balista. Cuando crezca va a ser un experto mitayero. Westíora bake ainbo pikóketian noxhtekanai; ja bake pikota iresatonin noxhteyamai, jara noxhteai jawéki akai ainbaon. Jatian jawéki akai ainbaon noxhtexhon panoai kai. Pano axhon mentsis biai; bixhon mentsis waste meran akí kai. Ja bake anii kai jatíbi jawéki ati onan.
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Todos estos nombres corresponden a diferentes tipos de plantas.
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Cuando nace una niña le cortan el cordón umbilical; pero a la recién nacida no le corta el ombligo cualquiera, se lo corta una mujer que sabe hacer de todo. La mujer experta le corta el cordón y le sirve de madrina. Luego de amadrinarla le corta las uñas; una vez cortadas las uñas son colocadas en el piripiri. Entonces esa niña va a crecer sabiendo hacer de todo.
nada. De esa manera nosotras las mujeres creamos los diseños sin copiarlos de ningún sitio, simplemente con nuestra imaginación. Esa joven va a ser muy buena, va a saber hacer las cosas. Esta niña va a crecer bien. Y para que no se enferme la van a curar en el ombligo con el piripiri caballo.
Jaríbake bake xhontako kikin jakonma shinanya. Jake raoshokobo jan nashimati; jake pei toró ininti, oa noman rao beshéshoko. Jatian ainbo bake pikóketian jawen pano titan yoiyai: «Jain iki non raobo. Jake kené jiwi rao, wanpan kené rao, jan nashimai jainoaxh janribi bechexhai», akin akanai. Jatian jan nashimai, janribi bechexhai. Jatian, ¿jawekeská ikí kai? Bakeshokoxhonbi kené ati onani kai, tson yoiyamabi. Jaskarain noa ainbobo ikí jawe oinxhonmabi non kené akai, ponté non shinamanbiribi. Ja xhontako ikí kai kikin jakon shinanya, jawéki ati onan. Ja bake jaskara jakon anii kai. Jainxhon isintima akinribi kabáyo wasten nochexhkanai. También hay niñas que son malas. Hay remedios para bañarlas, como la planta de hoja redonda y perfumada, como el remedio vegetal de la perdiz que tiene hojas pequeñas. Cuando nace una niña su madrina dice: «Allí están nuestros remedios. Hay remedio de árbol diseñado, remedio de la planta acuática huampa diseñada, para bañarla y también para echarle en los ojos». Entonces con eso bañan a la niña y le tratan los ojos. Entonces, ¿qué va a pasar? Desde muy pequeña la niña va a aprender a diseñar sin que nadie le diga
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IV Shipibo jonibo wexhaanani Ja wexhati riki yanka iresama. Moatian wexhapaokanike jawen awin betan joni onanxhon, jawen merati onanxhon, iamaxh jawen merati betan yoyo ikai oinxhon. Ja ikátiai yankama, ainbo kopí; yanka tsoa wexhananyamapaokanike. Moatianronki ikátiai kikin onsá westíora joni betan iti. Jatianronki joni betan onanxhon yoipaokanike neská akin: «Jabéronki min awin ikai», akin. Jatian jawen bene siná ixhon wexhai jawen rawí, rami ayonkin maxhka maxhkanon kaman. Jainxhon jonin weníxhon kopitai. Jatian ja wexha ointaana kikin jimi icha, joni noibatishoko maxhka maxhkai. ¿Tsoarin ja ochaya? Tsoama ainbo. ¿Tsoakayarin ja ocha biai? Ainboribi; moa joní benatianbi iki ainbo ochai peokooni. Jaskarain ja noibatishoko wexhakanai. Ja wexhaanana joni rabé rakákanai westíora iamaxh rabé oxhe. Ja iki iresama; ainbo kopí jawen meratinin paranan, iamaxh moatian jawen awinin merati ikátiai betan. Jatian siná joni ixhon jawen awinin merati nokoxhon wexhai. Jatian nawabobiribi jawen rawí nokoaxh timaanankanai iamaxh tantash ianankanai. Jenen katanaxh joxhon jawen awin meraxh wexhaanankatitai jonibo. Ramara moa non 120
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jaskara jawéki oinyamai. Ja kopíra ichaira ainbobo moa jaská akanai. Jatíribi jake beneya, ikaxhbi wetsa joni betan ikai. Moatian jaskara iamakatitai non axhébiribi.
La pelea con huishati La pelea con huishati no es por gusto. Antiguamente los hombres huishateaban cuando conocían al hombre que sostenía relaciones con su mujer, cuando conocían a su amante, o cuando la veían hablar con su amante. No era por gusto, sino por la mujer; nadie se huishateaba por gusto. Antes era muy peligroso estar con un hombre. Cuando alguien se enteraba de que una mujer tenía un amante le contaba al marido diciéndole: «Dicen que tu mujer está con fulano». Como el hombre era valiente huishateaba a su rival dañándolo demasiado hasta dejarlo inconsciente. Luego, el agredido se levantaba y respondía al ataque. El pobre hombre perdía mucha sangre y quedaba inconsciente. ¿Quién era pues la culpable? La mujer. ¿Quién tenía la culpa? Nuevamente la mujer; así desde el principio de la humanidad es la mujer la que empezó a pecar. Y de esta manera al pobre hombre lo huishateaban. Los dos hombres que se habían huishateado reposaban uno o dos meses para restablecerse. Eso no era por gusto; era por la mujer, debido a que tenía un amante, o porque antes ese hombre había sido enamorado de la mujer. Como el marido era valiente, cuando se encontraba con el otro lo huishateaba. También los mestizos cuando se encuentran con su rival se golpean o se agarran a bofetadas. Si al llegar de la pesca el marido encontraba 122
a su mujer con otro, los hombres se huishateaban. Actualmente no vemos cosas como éstas. Debe ser por esto que ahora muchas mujeres se comportan así. Algunas a pesar de tener esposo están con otro hombre. Antes no era así nuestra costumbre.
Shipibo ainbobo bachinanani Jaráke jonibo ainbo teai, kikin moa biá keskábires ikai; jatian ja biti jisáshaman ainbo betan ikanai. Jainxhon moa ja biti keská itaananbi moa wetsa ainbo oinxhon jenekanai. Jatian chiní jabé iká ainbores bii kai, reken jabé iká biamakin. Joni jaríbake, westíora ainbo betan ikaxhbi wetsa ainbo betan iríbai. Wetsa joni jaríbake jato teaxhonbi biamai. Iitibi ja joni wetsanko kaaxh wanoi kai. Jatian wetsa ainbo biainko jawen merati sinati kai. Jaskara iikin, ja jonin jawen awin ja ikátiain boai. Jawen jeman nokókinketian jawen reken meratibaon ja ainbo bachini bokanai. Noama iki jan paranni, ja ainbobo betan noa jakonma jawéki ikáma iki. Ikaxhbi non beneake ja joni, non onanyamaxhon non keenaitian non biá iki.
La pelea entre mujeres Hay hombres que sostienen una relación amorosa con una mujer y se comportan como si estuvieran reunidos con ella, como si fueran a casarse con ella. Aunque aparentan que se van a reunir con esa mujer, se alejan de ella al encontrar otra. Entonces se reúnen con la última mujer y no con la primera. También existen hombres, que a pesar de sostener relaciones amorosas 123
con una mujer, tienen otra al mismo tiempo. También hay los que sostienen relaciones amorosas pero nunca se reúnen, abandonan a la mujer. Después de un tiempo el hombre se va a otro lugar y se casa con otra. Entonces, la antigua enamorada se molesta. Luego el hombre regresa a su comunidad con la que ya es su esposa. Cuando la esposa llega a la comunidad, las antiguas enamoradas la van a tumbar al suelo y la van a jalar de los pelos, la van a chobear. Pero la culpa no es nuestra, con esa mujer no hemos tenido ningún problema. Sin embargo tenemos como marido a ese hombre; como no sabíamos nada, como él nos quería lo hemos aceptado. Jatian nokon shinan iki, ¿jawe kopíkayaki bakeranonbaon iamaxh yosi jonin westíora ainbo binoxhonmabi paranai? Eabi iti atipanribake parankana sinati. Neskara, ea iti atipanke westíora joni betan ikí. Jatian ja jonin ea yoiyai: «Enra mia biai, miara nokon awin inoxh iki», akin ea akai. Jatiankan ja eonmeaxhbi wetsaki tekíribiai. Nato en oina iki, kikin jakonma jawéki; ea sináti atipanke, ea parana kopí. Jaskarakaya noa itima iki, ponté yoiyai jansoma noa iti jake. Entonces yo me pregunto, ¿por qué los jóvenes o los hombres mayores le mienten a la mujer en vez de reunirse con ella? Hasta a mí me podría pasar que me engañen y yo me moleste. Por ejemplo, yo podría estar con un hombre y éste me podría decir: «Voy a reunirme contigo, tú serás mi mujer». Pero luego se podría meter con otra a pesar de estar conmigo. Yo opino que esto es algo muy malo; hasta yo podría molestarme porque 124
me han engañado. No debemos pues ser así, debemos decir la verdad y no ser mentirosos. Jatian noa yoixhonmabi bachinkanai, pekáorixhon bachinkin noa katóati atipankanke, icha jato katóaxhon retepaokanike, jaton meratinin paranan. Nato jakonma jawéki iki. Jatian bachina pekáo yoiyai: «Min benenra ea anike parankin, miashamankaya binoxhonbira. Jaskaraton sinákinra en mia bachinke», akin akai. Jatian noashokotsi kikin jawe onanyamabobiá. Nonkaya ocha papiai, ja benbonkaya atitianbi. Jaskarain sinákin moatian jato icha katóaxhon retepaokanike, meratinin paranan. Rama kamanbi jaskara jake. Bake xhontakobo bachinkanai, ja jonin biama ainbonin, iamaxh jabé bakeaká ainbonin, jaskaraton sinákin jato bachinkanai. Muchas veces nos chobean sin anticipación, al atacarnos desde atrás nos pueden fracturar la columna vertebral, muchas veces mataban a las mujeres fracturándoles la columna, por causa de sus enamorados. Estas cosas son muy malas. Después de la pelea recién nos dicen cuál es el motivo: «Bueno, tu marido me engañó hace tiempo para reunirse contigo, como tu marido me engañó te jalé de los pelos de cólera». Entonces nosotras pobrecitas que no conocemos nada, no tenemos ni la menor idea de eso. Nosotras somos las que cargamos con la culpa en vez de que el hombre lo haga. Y así, sintiendo esa cólera, antiguamente a muchas las mataban, les quebraban la columna por culpa de sus enamorados. Incluso hasta ahora existe eso. Las mujeres se pelean jalándose de los pelos, mayormente las que no se reunieron con el 125
hombre, a veces las que han tenido hijos con ese hombre y por esa ira a la esposa la chobean.
Nokon waata iní Nokon waataronki iká iki neskara jawéki winoti. Ani Xheatiatinkoronki iká iki, nokon waata westíora joni betan ikí. Jatian ja joni betan ixhonbi, wetsa jonin shiroaká jeen aribaa iki; moa jabé iríbaa iki. Jaabira aká iki jawen meratinin oinkin, kikinibira sinata iki jawen reken merati. Jainxhonki nokoa iki; nokoxhon yoiya iki: «Enra mia katóaxhon reteai», neskáakin yoiya iki, moa wetsa joni betan ikai onanxhon. Jatian nokon waatanin ikonayama iki: «Jansoresi riki», ikí iká iki. Jainoaxhki moa Ani Xheati peokoota iki. Jatianki nokon waatanin jawen chopabo saweaxh raota iki. Westíora paranta wai winobainshokomaki ikayaa iki, ja Ani Xheati. Moa chopa saweaxh ja paranta wai bebakainaitian, kamaxhon jonin ratereskinbira yatana iki; ja yatanxhon jonin katóaxhon retea iki. Ja iki nonbiribi aká kikin tsini ainbo, jonibo betan ikakaresai.
Lo que le sucedió a mi tía materna Dicen que a mi tía le sucedió esto. Durante la fiesta del Ani Xheati, mi tía tuvo amores con otro hombre. A pesar de estar comprometida aceptó también a este hombre que la enamoró y estuvo con él. Probablemente su enamorado vio esto y reaccionó muy mal. Después, encontró a mi tía y le dijo: «Te mataré quebrándote la columna», así la amenazó al enterarse de que le era infiel. Pero mi tía no le dio importancia, no le creyó. 126
«Él está mintiendo», dijo. Entonces empezó la gran fiesta del Ani Xheati. Mi tía se cambió de ropa y se arregló bien. El Ani Xheati se realizaba pasando un platanal. Después de vestirse, cuando estaba pasando el platanal, el hombre salió de la oscuridad sorpresivamente, la agarró y la mató quebrándole la columna. Ella era una mujer pishcota, que aceptaba a cualquier hombre. ¿Jaaki tson ocha iká iki? Nokon waatanin ochabi iká iki. Neskara noa winónaketian noa koirameeti jake. Mia westíora joni betan ikaxh, wetsa joni betan iamai, nato riki noa benoa keskáribi. Moa benoxhon non tsoabi shinanyamai, non beneshoko non onsatanti jake, itanribi non beneshoko kikin noibatishoko ikí. Ikaxhbi jake jatíribi ainbobo jaskarama. Benoxhonbi yosmaakanai, wetsa joni betan ikin. Jaríbarake ainbobo, moa wetsa joni betan ixhon jaton bene potai. Jaskáribi, jake ainbo moa icha bakeya ixhonbi jaton bene jenekanai, jabé jakon iikinbi. Jatian ja bakebo onitsapiti kai. Jaskarain sinákin moatian benbobaon katóaxhon retepaokanike. Neskara kopí icha moatian mawá jakátiai. Mawáketian jaton kaibo keshanyamakatikanai, jansoi ikátikanai ishton mawata riki ikí; jaskaramakaya, katóaxhon retekana ikenbi. Jaskara riki en mato yoiti atipana, meskó keská jawékira jake, tsamábires. Neskara jawékibo yoikinra non keyotima iki. Entonces, ¿de quién fue la culpa? De mi propia tía. Para que no nos sucedan estas cosas tenemos que cuidarnos. Si estás con un hombre ya no te metas con otro, es como si ya tuviéramos esposo. Al tener marido 127
ya no pensamos en nadie más, tenemos que respetar a nuestro maridito, tenemos que sentir lástima por nuestro esposito. Pero algunas mujeres no son así, a pesar de tener marido le son infieles. También hay mujeres que por estar con otro hombre abandonan a su marido. También existen mujeres que se separan teniendo ya varios hijos, así dejan a sus esposos a pesar de que habían estado viviendo en armonía. Entonces los niños son los que sufren. Por estas separaciones muchos hombres mataban a las mujeres quebrándoles la columna. Es así como antes habían muchas muertes. Cuando alguien moría de esta forma no les avisaban a los familiares de la víctima, muchas veces les mentían diciéndoles que había sido una «muerte instantánea» cuando en realidad no había sido así, la habían matado fracturándole la columna. Esto es lo que puedo contarles, hay muchas cosas como ésta, muchísimas. Hablar de estas situaciones es de nunca terminar.
Nokon ini ainbo bachinkani Noara iká iki westíorai reboki inati kai. Ja inataibora noa ikana iki: ea, nokon ini ainbo, nokon rayos (nokon ini ainbonin bene), wetsaboribi. Moa yantan iketian noa repia iki westíora jeman jain oxhai. Ja repixhon non oinara iká iki, jeman ja jonibaon tsinkíxhon pishta akanai, jain ransati xhobonko. Jatian noa kaa iki kimisha ainbo: ea, nokon ini ainbo jainoaxh wetsa ainbo, ishtonshoko ransakanai oini. Ikaxhbi non onanyama iká iki, nokon rayosen meratiki jain iki ixhon. Jatian non jeman chankáxhon oinaitian noa ainbobaon xheama iki: nato xheki xheati, xhawi jene pae, 128
waráposhokobo. Jaskáketian en jato yoiya iki: «Oranshi binon bokanwe». Ja oranshi biaxh ea xheai kotsáinakainainbira iká iki, westíora ainbo yamé meranoaxh pikókiranxhon nokon ini ainbo bachina iki. Ja bachinai ointaana noa kikini rateta iki. Non onanyamake, benbobora benbo iki.
Cuando chobearon a mi sobrina Una vez estábamos viajando al Alto Ucayali. Estábamos surcando, mi sobrina, mi yerno (el marido de mi sobrina), yo y otras personas. Como ya era tarde, nos acercamos a la orilla de una comunidad para pasar allí la noche. Al llegar al puerto vimos que la gente estaba reunida, que había una fiesta y estaban bailando en una casa. Mi sobrina, otra mujer y yo nos acercamos rapidito para ver cómo bailaban. Pero no sabíamos que la antigua enamorada de mi yerno estaba allí. Cuando estábamos observando el baile, las mujeres nos invitaron chicha, leva, guarapito. Entonces yo les dije a las que estaban conmigo: «Vamos a comprar gaseosa». En ese momento, una mujer salió de la oscuridad y jaló a mi sobrina de los pelos. Al ver esto nos asustamos mucho. Nosotras ignorábamos lo que estaba pasando, los hombres son hombres. Jatian moa bachinanani senenketian, jawen bene joá iki. Joxhon yoyo akasa nokon ini ainbo moa rami iká iki; moa jakonma, moa yoyo ayamai, moa siná. Sinata iketian en yoiya iki: «¿Jawe kopíki min beneki mia sinatai? Miaoma ikaxh iká iki. ¿Jawe kopíki min sináai? Eara keenyamai mia jaki sináti», akin en aká iki. Jainoax noa joá iki non 129
bachinko, moa oxhai. Jatian moa rabé orabira noa oxha iketian bekana iki jemamea koshibo. Bexhon noa yoikana iki: «Noara mato meratabo betan jawe rami winotama iki, ja ainbo rabébiribi iká riki. Ikaxhbira moa non ja ainbo xhepoke karabósonin», akin noa aká iki. Jainoaxh noa kaa iki non nonti motóroain nanei, moa ináribinoxhon. Ja moa noa naneti itaitian, joxhon ainbonin nokon sobrina bachinribia iki. Jaskáketian ja ainbo non koshiboiba boríbaa iki. Kaxhon koshiboibaxhon rae amakasa ja ainbo kikini keenyama iki, sinata iki. «Min benenra ea parana iki», nokon ini ainbo yoiya iki. Bechiakekawanxhon nokon rayos yoiya iki: «Minra ea parana iki», ixhon rishkia iki westíora jiwin ja bakeranon. Jaskara noa winota iki. Jaskara ainbobora jake, ramatianbo. Cuando terminaron de chobearse vino su marido. Quizo hablarle a mi sobrina pero ella ya no quería saber nada de su esposo, muy molesta estaba, ya no le conversaba, se sentía llena de ira. Como estaba tan molesta yo le dije: «¿Por qué te molestas con tu esposo si eso sucedió antes de que estuviera contigo? Yo no quiero que te molestes con él». Después entramos a nuestro mosquitero y nos acostamos. Cuando ya habríamos estado durmiendo unas dos horas, llegaron las autoridades de la comunidad y nos dijeron: «Nosotros con ustedes los visitantes no hemos tenido ningún problema, este problema es de ellas dos. Pero a la mujer que inició el pleito ya la hemos encerrado en el calabozo». Luego fuimos al puerto para embarcarnos en el bote y surcar. Pero en el preciso momento en que nos embarcábamos apareció la mujer repentinamente y otra vez le pegó a mi sobrina. Nuevamente se llevaron 130
a la mujer ante las autoridades. Después las autoridades la trajeron para que se disculpara con mi sobrina, pero ella no quiso hacerlo por nada, tenía ira. «Tu esposo me engañó», le dijo a mi sobrina. Luego se volteó hacia mi yerno y le dijo: «Tú me engañaste», y diciendo esto lo golpeó con un palo. Eso fue lo que nos pasó, también en estos tiempos hay mujeres así.
Ranóya Jaráke ranóya joni, jaríbake ainbo ranóya, jaríbake ranóomabo; jake chosko keská jawéki. Ainbo ranóya jakonma iki. Jake ainbo joni ikaimabi ranoai; aboxhon jan meemai. Jake ainbo ranóoma. Jatian jonibo yoyo ikai: «¡Jass, nokon awin riki kikin ranóoma!» Janra ikin oinmayamai. Jaríbake jansobo: «Min bene riki jabé». Jatian jan rami shinani joai. Jaráke meskó keská ja ranóyabo benxhoati, rami shinanya benxhoati. Jatian ainbo ranóya ixhon, ¿jawe keská akai? Ja ranóya ixhon onanai, ainbaon bachini kai. Jatian benbonbiribi ainbo onanxhon joni timai kai. Moa itikonma jawéki.
Los celos Hay hombres celosos y mujeres celosas, también hay los que no son celosos; hay estas cuatro clases. Es malo que una mujer sea celosa. Hay mujeres que a pesar de que el hombre no tiene otro compromiso lo celan; cuando la mujer le insiste se hace pegar. Hay mujeres que no son celosas. Entonces los maridos dicen: «¡Jass, qué bueno, mi mujer no es nada celosa!» El hombre no 131
se deja ver, hace las cosas a escondidas. También hay gente mentirosa que dice: «Tu esposo está con otra». Entonces la mujer va a pensar mal. Hay diferentes cosas para curar a las personas celosas, a los mal pensados. Cuando una mujer es celosa, ¿qué va a hacer? Como es celosa se va a dar cuenta y va a jalar de los pelos a la otra mujer. También los hombres cuando llegan a descubrir a su mujer le pegan al otro hombre. Entonces la cosa se complica.
También hay hombres casados que son mujeriegos, ellos son los que usan pusanga. Hay pusangas para el amor, como la planta «pájaro vacamuchacha», la planta «lengua de perro», también hay otras pusangas con las que el hombre se baña para estar con una mujer. Cuando esto ocurre, te encuentras con el aliento espiritual del hombre, lo cortas y vas a pensar en él. Lo atraviesas cuando el hombre pasa y piensas en tener relaciones amorosas con él, todo eso hay.
Jatíribibo iki kikin jakonmabiresi jaa, ranoti timananai, jawen awin bero yankonai, ketash akai. Ja iki jakonma jawéki ranóti. Jatian ja joni metsáshoko non ranoai iki ainbaon keen joni. Jaráke joni jakonmaisi ikaxhbi ainbaon keenribi. Jatian, ¿jawe kopí iki ja? Yankama iki, raoya iki ja joni.
Jatíbi riki noa ranóya. Ea nokon yosi jake ikaxhbi nokon xhontakotianbi ranó ranóbiresi jama iki. ¿Maton jisá jawe kopí? Westíora ranó jawékiainra joai jakonma jawékibo. Eara westíorai ikasa iki ranoti, jaabiribi onannoxh. Jatian, «¿jawe keskara iki?» Nokonara iká iki itikonma jawéki. Moa non onana pekáo iki: «Jass, ainbo betan itana jisá». Jatian moa non jawebi oinkashamai, moa non sináai, pitibi menikashamai, yoyo akáshamai, jansoresi. Jatian ja ranóya yoyo ikai: «Miara jaskati katanke, mia iki ainbo betan». Ja iki nonbixhbi jansoresibi oinkonshamanaxhmabi, oinkonshamanaxhpari ipain. Ja ranóma jake jawen xhobon jakonshoko.
Hay parejas que viven muy mal, que se golpean por celos, los hombres le ponen el ojo morado a su mujer, la abofetean en la boca. Celar es algo malo. El hombre guapo al que celamos es mujeriego. Hay hombres que siendo feos también son mujeriegos. ¿Por qué ocurre eso? No es por gusto, es porque él usa pusanga. Jaríbake awinya joniboribi ainbaon keen, ja iki raon ikaibo. Jake noi rao, oa koin koinman noi rao, oa ochítinin jana noi rao, jaríbake wetsa raobo ainbo betan inoxh jan nashiti. Jatian ja jonin niwe min bechiai, min xhateai, min shinani kai. Min winókaina xhateai, moa min shinanai jaská amati jisá, jaskarabora jake.
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Todos somos celosos. Yo tengo mi marido, mi viejo, pero desde jovencita nunca he vivido celándolo. ¿Saben por qué? Cuando una es celosa vienen muchos problemas. Una vez quise ser celosa para conocer. «¿Cómo será, pues?» Para mí era algo que no podía ser. Cuando descubrimos al hombre pensamos: «Ajá, parece que ha estado con otra mujer». Entonces ya no queremos saber nada de él, lo agredimos, no queremos servirle ni la comida, no queremos hablarle, habiéndolo 133
inventado nosotras mismas. Entonces la celosa dice: «A eso te has ido, estás con una mujer». Eso es engañarnos a nosotras mismas sin haber comprobado la verdad, comprobando recién se actúa. Los que no son celosos viven bien en su hogar. Mia ranóya iketian min bakebo mia keskáribi ikí bokanai, ranóya. Ea iki jawetianbi ranó ranóyosma, ikaxhbi ¿rama jawe keská iki? Nokon xhontakoninbiribi jawen bene ranoai. Jatian en yoiyai: «Jonira ranotima iki». Akinbikan senenres, kaibo jonibaon keenma iki jaskara. Jatian paenaxh keshai: «Nokon awinra jaskara iki, kikinshaman ranóya riki», meskoti jakonmai yoyo ikai. Jaskara inaketian nonbi benxhoati jake; jake koin koin rani, ja iki jan jawen chopa poatibo. Jaronkiake oa xhobi noa bain kawanaitian taxhnatai, jan noa nashiti atipanke ranó jawéki keyonoxh. Shipibo joni, Shipibo ainbo, ranóya iketian non benxhoati atipanke. Jake ainbo jakonma sinábires benxhoati rao, nochon tanti rao, winon rakanpake, jabo iki jan raontibo. Jake jaskáaxhon non raonti. Jatíribi jake bakeshokotianbi ranotaibo. Si eres celosa, tus hijos también van a ser celosos como tú. Yo nunca he sido celosa, pero, ¿ahora qué está pasando? Mi hija cela a su marido. Yo le aconsejo: «Al hombre no hay que celarlo». Hay que hacerlo pero poquito, a algunos hombres no les gusta eso. Entonces cuando se emborrachan se quejan: «Mi esposa es así, bien celosa», dicen muchas cosas negativas. Para no ser así nosotras mismas debemos curarnos; hay la pluma del pájaro vacamuchacha que se quema para hacer que el humo se impregne en la ropa. Asimismo dicen que 134
hay esa hierba como pica pica que se nos pega cuando andamos por el camino, con eso nos podemos bañar para terminar con los celos. A los hombres y las mujeres shipibos los podemos curar cuando son celosos. Hay remedios para curar a las mujeres que son muy rabiosas como la planta «descanso de churo», la planta «tumbar al suelo con macana», éstos son remedios. Estos remedios existen para curar. Algunos se pueden usar para curar desde que se es bebe.
Potaananti Moatianra noa jonibo potaananyamakatitai. Ikaxhbi ramatian ichaira potaanankanai. Rama, westíora ainbo oinxhon, jonin ainbo potai, jawen bake potai, kimisha iamaxh chosko bakeya ikenbi. Jatiankan moa noa omisananai jakon iitibi. Moa benbon omisai, moa yoyo akáshamai. Jaskara noa itima iki, jakon shinanyabires rabé. Motianra kikin ichaira non bakeakatitai, kanchis, chonkabo. ¿Jawe kopí? Rama iki noa jaskarama, moa non rabébicho bakeai, moa non onanboribiai.
La separación de las parejas Antiguamente nosotros los shipibos no nos separábamos de nuestras parejas. Sin embargo, actualmente muchos se separan. Ahora, cuando el hombre ve a otra mujer abandona a su esposa, abandona a sus hijos, aunque tenga tres o cuatro hijos. Y dejamos de querernos luego de haber estado bien. El hombre deja de querer a su mujer, ya no le quiere hablar. Así no debemos ser, ambos cónyuges deben ser muy 135
conscientes. Antes teníamos muchísimos hijos, siete, diez. ¿Por qué? Ahora ya no somos así, ya tenemos solamente dos, ya estamos aprendiendo. Jakon ainbo iketian, kikin bake ichaiyora iketian, jawen titan yoiyai: «Min awin potayamawe, min awinra jakon ainbo iki», akin akai. Jake ainbo jakonmaribi, non bakebaon awin. Jake yoáshi, ranóya, ichámis. Yoáshi iketian neská akai: «Min awinra jakonma iki, yoáshi, mia jaskaratani ikenmabi, potawe bakeya ixhonbi», akin. Jaskáaboxhon potamai kai jawen titanbi. Jainxhon yoikanai: «Jaráke jakonma ainbo, jakon ainbo; benaxh jakoni wanowe», akai. Jaráke jakoinra ainbo jawen benen titan chopa patsatai, jawen benen tita jakoinra akin jato jawéki axhonai, jawen benen tita betan jakoinra, «tsabé» ikaishamanbo. Jatian jawen titan chibanai, boxhonai, jawen bake potamakashamakin. Jawen titan potamayamai.
reconocen a la familia del esposo tratando de «cuñada». Entonces la mamá del hombre sigue a esa mujer, hace que su hijo la siga porque no quiere que se separen. Su madre no le permite dejarla.
Si la mujer es buena y tiene muchísimos hijos, la mamá del hombre le dice a su hijo: «No dejes a tu esposa, tu esposa es una buena mujer». También hay mujeres malas, esposas de nuestros hijos. Hay las que son mezquinas, celosas y groseras. Cuando la esposa es mezquina, la madre le dice a su hijo: «Tu esposa es mala, mezquina, a pesar de que tú no eres así. No parece ser tu esposa, déjala aunque tenga hijos». Diciendo esto insistentemente su misma madre hace que la deje. Luego las madres les dicen: «Hay mujeres malas, hay mujeres buenas; busca una y cásate bien». Hay mujeres buenas que le lavan la ropa a la madre de su esposo, que le hacen las cosas bien a la madre de su esposo, que son buenas con la madre de su esposo, que 136
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V Shipibo mawatai Moatian joni mawáketian miinkatikanai yoxhanbaon aká mawetanin, ponté nayásanreskin maweta meran, rakanama. Jainxhon mai chinikanai ani xhobo napo, chomo ani toporibi, moa akin seneanxhon mawá chomoyabi narakankanai, jainxhon main mapókanai. Jain jawen yora payotai kikini keyotai, ikaxhbi ja chomo payóyamai, jawetianbi. Moa miina pekáo yamékiritiibi, chii keté akanai, ja mawá manaon, xhobo chichó xhanaakin. Jatian pantion´ainbi boyamakanai, jato pataxhbi ja mawá.
Cuando los shipibos mueren Antiguamente cuando alguien moría, lo enterraban en una tinaja inmensa que las abuelas habían fabricado, lo sentaban derechito dentro de la tinaja, no lo echaban. Entonces cavaban la tierra en el medio de la casa, según la medida de la tinaja; a continuación, colocaban en el hoyo la tinaja con muerto y todo, luego lo cubrían con tierra. Allí se pudría el cuerpo del difunto, se terminaba completamente; sin embargo, la tinaja no se pudría 138
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nunca. Cada mañana después del entierro, prendían fuego encima de la tumba para calentar la casa. El muerto permanecía cerca de ellos, nunca lo llevaban al panteón. Jatíribibaonra mawataton xhobo menokatitai; ja xhobo menoaxh, moa bokanai wetsanko. Moa jawebi onankashamai; jawen chopa potakanai, jawen yami, jawen machíto, jawen winti, jatíbi jawen jayata jawéki potakana. Jawe keská ixhon jeneki potakanai paro naponbekon; jawen nonti menokanai. Moatian noa jaskara ikátiai. Rama kamanbi noa jaskara iki. Algunos quemaban la casa del muerto; luego de quemar la casa, se iban a otro lugar. Ya no querían saber nada; su ropa la botaban, su hacha, su machete, su remo, todo lo que tenía lo botaban. A veces botaban sus cosas en medio del río, su canoa la quemaban. Antes éramos así. Incluso hasta ahora somos así. Westíora Shipibo mawáketian non akai, miinkin. Moa miina pekáo jawen jawéki non potai, jaskáaxhon jawen xhobo menoti non shinanai, jawebi noa kikiankin oinkashamai, noa winiresai. Non jawen jawéki oinkashamai, jawen chiaraxhti payobi, jawen wai ikátiainbo kakáshamai. Ja joni mawata non janekashamabobiai, ponté «wanyo» aresai, moa mawata iken janeyamai. Wetsatian janekanaitian: «¿Jaráke itanimein?», akin non jato akai, «Yamake, ja keyota iki». Jaskara iki noa Shipibobiribi mawata, moatianbi non axhé. Jaton kaibo mawáketian Shipibo kikini wini winishinkanai, meskó yoyo iananbo winiai jawen awin. 140
Cuando muere un shipibo lo enterramos. Después del entierro botamos sus cosas, después pensamos en quemar su casa, ya no queremos ver absolutamente nada de sus pertenencias, solamente lloramos. No queremos ver las cosas del difunto, ni su pantalón viejo, ni a donde eran sus chacras queremos ir. Y a ese hombre muerto ya no lo queremos ni nombrar, sólo nos referimos a él como «difunto», como ya está muerto no lo queremos nombrar. A veces cuando alguien se refiere a él por su nombre le decimos: «¿Acaso existe para que lo estés nombrando? Ya no existe, ya falleció». Así es cuando muere un shipibo, ésa es nuestra costumbre desde tiempos antiguos. Cuando muere un pariente los shipibos lloran y lloran toda la noche, su mujer llora pronunciando muchas cosas.
Ja benomaata Jainxhonribi ja benomaata bachin yasankatikanai, posaka nete tsobébi yoyo itima, tsonbi yoyo atima. Ja posaka nete senenketian nashimakanai, jabé oxhakatitai yora xhana potamakin. Nashimaxhon payankanai, wetsabires ainboninma, benomaya ainbobaon, jawen yora xhana potamakin. Jainxhon payanai nanen ratóto akanai, jayá pikonoxhon. Jainoaxh ainbo pikoti kai, ikaxhbi tson yoyo ayamai. Jake westíora ainbo benomaya, janbiribi yoyo akai. Jaskara ikátiai noa Shipibo mawata.
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La viuda También hacían sentar a la viuda en el mosquitero, durante ocho días no conversaba con nadie, nadie le hablaba. Al cumplirse los ocho días la bañaban para que bote de su cuerpo el calor del muerto. Después de hacerla bañar la abanicaban, no cualquier mujer sino las otras viudas, para hacerle botar el calor del cuerpo. La abanicaban y le ponían puntitos de huito con un isopo, para sacarla del luto, para que salga del mosquitero, pero todavía la trataban con un cuidado especial. Luego la mujer salía pero nadie le conversaba, otra mujer sin marido nomás le hablaba. Así era cuando moríamos los shipibos. Jainxhon ja kachiana ainbo maxhkorokanai, wiso menikanai. Moatian ikátiai wisoma, ja menikatikanai kikiankin maxhkoroxhon. Jaríbake beneitsabo ja ainboki sinatai, joxhon kikin akin maxhtáin, kikin rami chopa meniai wisoma, emo manxhan chopa jisá, jayáki benonon ixhon; nato chopa menipaokanike jaki ramíkin. Jatian jake jawen beneitsa jaon paranan ikai, jonin teaitian timakanai. Icha jaton kaibo mawáketian, jan kachianaki ramípaokanike, meskó keská jawékibo winókanaitian. Icha jake ainbobo, benomaatatianbi, rabé oxhe pekáobo moa joni betan ikai, moa shinanbenotai jawen benen. Jaskábiribi jake ainbo benomaataxh benokanai, pichika baritia, sokota baritia pekáopari. Wetsabo benoyamabobiai, benoti onsatanke mawáribinaketian. Jatian benoabi, ikátiai keská iamai, jawen wetsa bene. Iti atipanke westíora yoáshi, siná, meemis. Jaskara iketian ja ainbaon shinanai: «Nokon reken benebiribira 142
ikátiai yoáshima, meemisma, ramiamisma. Nato en bia jonira kikin jakonmaira», ikí ikai. Entonces a la viuda le cortaban el cabello, le daban tela negra. Antes no se usaba ropa negra, después de cortarle el cabello le entregaban una tela toda desteñida, toda viejita. También hay cuñados, hermanos del fallecido, que se molestan con la viuda, vienen y le cortan el cabello bien alto, le entregan una ropa toda desteñida, no ropa negra sino como percudida, diciéndole que se busque otro marido con eso; le entregan esta ropa porque sienten odio hacia ella. También existen cuñados que vigilan a la viuda y golpean a los hombres que la pretenden. Una vez fallecido el esposo, muchos de sus familiares se molestan con la viuda y ocurren muchas cosas. Hay muchas mujeres que apenas a los dos meses de haberse quedado viudas se meten con otro hombre, y se olvidan de su marido. También hay mujeres que recién a los cinco o seis años de haber quedado viudas vuelven a tener marido. Otras nunca se vuelven a casar, tienen miedo, no vaya a ser que el nuevo esposo se muera también. Por más que tenga otro marido ya no va a ser igual su nuevo esposo. Puede ser un malo, rabioso, que maltrata a su esposa. Entonces la mujer piensa: «Mi primer marido no era mezquino, no me pegaba, nunca me trataba mal. Este hombre con quien me he reunido después es muy malo». Wetsatian joni mawati keshai: «Jawetianbi bakebo omisyamanoxh iwé, enra jato potai, ochó kakinmabi. Jakonaxhon jato benoxhon ikinoxhon awé. Bakebo 143
ramiayamanoxh iwé, min benenra nokon bakebo ramianake», ikí ikai. Jatian jaskara yoi yoibainabi, jatian moa mawáketian ikí kai jaskara jawéki winoti. Jatianpari ainbaon shinanai: «Nokon benen ea yoini keskábi, rama nokon wetsa benen bakebo ramiai», jaskataxh winiai. Un hombre al morir a veces avisa y le dice a su mujer: «Nunca descuides a nuestros hijos, estoy dejándolos aunque sin irme lejos. Cuando tengas otro marido, trátalos bien, ocúpate de ellos. No vaya a ser que tu nuevo marido maltrate a mis hijos». Y a pesar de que le previno al morir, tras su muerte eso mismo va a suceder. Entonces recién la mujer piensa: «Bueno, tal como me había advertido mi anterior esposo, mi actual esposo maltrata a mis hijos», y llora. Moa nato axhébo keyotai, ramatian moa jaskarashamanma iki, moa maxkoroyamabobiai. Ponté moa kimisha oxhe, rabé oxhe winóketian shinanbenotai. Ransatiainbo kai, Ani Xheatiainbo kai, meskó keskáti nikanke. Ja iki moa bená ikai jawéki. Jaskarain moatian ikátiai jawéki, en jisá moa keyotai. Ya se están acabando estas costumbres, ahora ya no es así, ni les cortan el cabello a las viudas. De frente a los tres o dos meses las viudas se olvidan. Se van a las fiestas, se van a los Ani Xheatis y andan como quieren. Éstas son cosas nuevas. Por eso pienso que las costumbres antiguas están perdiéndose. Nato netebaon moa jaskarama iki. Moa kimisha iamaxh posaka nete ikenbi tson jato bachin yasanyamai. Jake 144
jatíbi yoxhanbo rami shinanya: «Nokon bakeyatani ikenmein non meketi iki» ixhon, ponté jaskarabi jenekanai. Titaya ixhon, jan akí kai. Ja ainbo pikotaxh, ono kayamai, chankáyamai, janres kanaketian. Y en estos tiempos ya no es así. Aunque no haya pasado ni ocho días ni tres días, nadie pone a la viuda en el mosquitero, nadie se preocupa de hacerlo. Hay algunas suegras malas que piensan: «Si ya no está con mi hijo, ¿por qué tengo que cuidarla y hacerla guardar los preceptos?», y simplemente la abandonan. Si tiene mamá, ella es la que va a cumplir con el procedimiento del mosquitero. Al salir la mujer del mosquitero no va lejos, no sale a pasear, no vaya a ser que se vuelva paseandera. Benbo mawatai ainbo benomaatai, ainbo mawatai benbo wanomaatai. Ja benbo wanomataxh kai ochoti, moa jain iamai, kai wetsanko, jawen kaibo mawata merakasi, iamaxh jawen awin wayon merati shinani. Jaweranobires kati iki ja joni ikaxhbi merayamai. Wetsatian jawen awin wetsabaon merai iamaxh nokoai. Jaa nokoxhon yatankanai. Jatíribibo jake kimisha iamaxh chosko awin wetsaya, jabaon yatanxhon maxhkoroai, matas abokanai, jaton wetsaoma ikaxhbi itaitian. Ramatian moa jaskarama iki, ja axhébo wetsaresibi iki, moa bená ikai jawéki iki. Moatian yoxhanbo keyota iki, jaskara jawéki moa yamake. Rama iki noa tita, papa, noa yoxhan baneti kai. Muere el hombre, la mujer queda viuda; muere la mujer, el hombre queda viudo. Una vez que el hombre quedaba viudo, se iba lejos, ya no vivía ahí, se iba a 145
otro lugar con la esperanza de encontrar a sus familiares muertos, pensando encontrar a su esposa. Pero no importaba donde fuera, no los encontraba. A veces las cuñadas, las hermanas de la difunta, encontraban al viudo, daban con él. Al encontrarlo lo agarraban. Algunos viudos tenían tres o cuatro cuñadas, ellas lo agarraban y le cortaban el pelo, lo golpeaban en la cabeza, porque a pesar de que ya no estaba con su hermana se estaba divirtiendo. Ahora ya no es así, ya las costumbres son muy diferentes, es una nueva etapa del viudo o de la viuda. Las abuelas de antes ya han muerto y esas cosas han desaparecido. Ahora nosotros ya somos madres, padres y ya vamos a ser abuelos.
Mawata pekáo Jawe keskárin noa mawata ixhon non onanyamake. Ponté mawatai, ikaxhbi non onanyamake jaweranoki ja mawá kaya kai ixhon. Ja kopí ea icha yokakaatai, mawatama ikaxh noa neno jakon jakonai, jiriapari ikaxh, kayayapari ikaxh. Jawetitibires noa yokakaati atipanke non kaya kayaki jawerano kai ikaxh, ikaxhbi yamake non shinan jaskaashamanxhon onanti. Non moatian yoxhanbaon yoikatitai, ja xhein ikai. Ja xhein jawen kayaronki iki, yoshin. Wetsatian mawá rakáketianki meskotai, noa tsakai. Jatian non Shipibo ixhon shinanai, jawen kayan noa ramiakai, jirikaskin noa akai. Jaskáaxhon non onanti atipanyamake. Mawáxhonbira non ja onanti iki, jaweranokayaki noa kai. Jainxhonribi yoikanai, ja mawataki kai reboki, Para Inka Riosiba, 146
Inkaki, jaskara yoikanai, ikax hbi onanyamashamanke jaskara ja mawata kai.
non
Después de la muerte No sabemos cómo es cuando morimos. Morimos nomás, pero no conocemos a dónde va el alma del muerto. Por eso me digo muchas veces, nosotros estamos aquí tranquilos porque todavía estamos vivos, porque todavía tenemos alma. Cuántas veces nos podemos preguntar adónde se irá nuestra alma al morir, pero en realidad no sabemos cómo será eso. Nuestras abuelas antes decían que el alma es eso que silba en las noches, el tunchi. A veces cuando yace echado el muerto durante el velorio hace muchas cosas, a veces nos tira tierra. Entonces, como shipibos pensamos que su alma nos está molestando queriendo resucitar. Pero en realidad no sabemos. Tal vez al morir podamos saber a dónde vamos a ir. Según dicen, el muerto se va río arriba al Alto Ucayali, donde el Para Inca Dios, donde el Inca, así dicen, pero realmente no conocemos si en verdad ahí se va el muerto. Nokon jisá iki, ja yoshin xhein ikai, mawataton kaya. Wetsatian ikai iki moa miinwanketian bachibo ten akai. Westíora jaskara jawéki noa winota iki, nokon wetsan bene mawáketian. Noa oxhanyamaa iki westíora yamé, ikon iamaxh jawe keskábira. Jawe keská ikaxh noabiribi ramiai bachibo ten akí, oa meskó keskábo akí. Yo creo que ese tunchi que silba es el alma del muerto. Algunas veces pasa que después del entierro el difunto 147
nos mueve la soga del mosquitero. Una vez nos sucedió un caso así, cuando murió el esposo de mi hermana. No nos dejó dormir toda la noche, no sé si era eso o qué habría sido. De repente estaba molesto con nosotros y por eso movía la soga de los mosquiteros, hacía varias cosas. Mawábo betan noa yoyo ikai kimisha oxhe pekáo. Jatian kenamapaokanike westíora meráya betan, joai ja joni neke ikátiai keskábi. En ninkata iki westíorakin. Nokon tsaben papa iká iki meráya, Sanken Bea iká iki jawen jane. Ea rateta iki reken ninkataxh. Nokon tsaben poi iká iki mawati. Ja meráya betan kenamakana joaxh keshai: «Ea mawátimabi, ea ja kopí mawata riki, ja onanyanin ea retea riki», ikíbo keshai, winiai. Meráya meran joxhon yoikanai noara jawetianbi Rioski kayamai, noara kai Para Inka Rioski, non onanyamake, jaskáshamanxon non ponteti atipanyamake. Antes nos comunicábamos con los muertos a los tres meses de su fallecimiento. Se le hacía llamar a través de un meráya y el difunto volvía tal como era cuando vivía en este mundo. Yo lo escuché una vez. El padre de mi cuñada era meráya, se llamaba Sanken Bea. Me asusté al escuchar por primera vez. El hermano de mi cuñada había muerto. Cuando lo hicieron llamar por medio del meráya, vino y dijo: «Aunque yo no tenía que morir, estoy muerto por culpa de ese fulano, ese onanya me mató», así lo acusó y lloró. Cuando vienen a través del meráya los difuntos dicen que nosotros nunca nos vamos a donde está Dios, sino que nos vamos 148
donde está el Para Inca Dios, pero no sabemos, no podemos confirmar con exactitud. Jatian ja meráyaninribi jaton kaya bochiki kaxhon nato neten raanai. Wetsatian kaya joaxh ponteti yoyo ikai. Manoai jawen bake, jawen awin, manoai jawen kaibobo. Jawe keskataxhbi ja shinanbenoyamai; mawataxhbi jawen awiman shinanbenoyamai. Jaskara ikátikanai moatian meráyabo. Ramatian moa jaskara mawábo non kenati atipanyamake. Yamake non meráya, yamake non onanya kikin jakonshamanbo, moa keyókana iki. Noa jaskáribi itai, keyotiboibi noa ikanai. El meráya sube por medio del ayahuasca y manda a las almas de los difuntos a este mundo. A veces el alma al llegar dice la verdad. Pregunta por su hijo, por su esposa o pregunta por sus familares. Los difuntos nunca por nunca se olvidan; por más que estén muertos no se olvidan de sus esposas. Así eran los meráyas de antes. En estos tiempos, ya no podemos llamar a los muertos. Ya no tenemos meráyas, ya no tenemos buenos onanyas, ya se terminaron. Así nomás estamos, nos moriremos todos. Westíora meráya naikiai en oina iki, nokon beronbi. Bakeranon mawata iká iki, nokon watanin baken bake. Jatian jawen anibobo kikini onankasa iki. Sanken Bea ikátiai meráya, jan jato yoiya iki onankasaitian: «Ea bachi chiaxhonkanwe, moara kimisha oxhe senenai, maton onannon maton bake jaskataxh mawata, en kenabatanon», akin aká iki. 149
Yo vi con mis propios ojos a un meráya que se transportó al mundo de arriba. Un joven había muerto, el hijo de mi primo. Entonces, sus padres deseaban muchísimo saber de él. Sanken Bea era un meráya, como ellos querían conocer, él les indicó: «Tiémplenme el mosquitero, ya va a cumplir los tres meses, para que sepan cómo murió su hijo lo iré a llamar».
joven; éste al llegar lloró: «Aunque aún no tenía que dejarles, por tal motivo aquel mestizo me mató, por mi pesca, o por algo que mi mamá le mezquinó». Antes morían a causa del pescado, de una tinaja grande o una simple. Si se le mezquinaba algo a un meráya o a un brujo ya uno moría. Muchas veces decían que había sido una «muerte instantánea».
Bari joshinkainainshoko bachi chiaxhonkana iká iki, moa onankashorakin. Bachin jikiaxh meráya yoyo iká iki: «Eara kai, Chixhka Jonibo osan osannoxh, Neino jakonmabo osannoxh, Bari Jonibo, meskóbo. Jabo betan mato yoyo inon en raani kai». Jake Bari Joni, jake nai xhoo ikainkonia jonibo. Moatian mawánibo kenakanai. Jainxhon en ninkata iki kenaa iki ja bakeranon, joaxh winiai: «En mato potatimabi jaskarain oa nawan ea retea riki, nokon yomera kopí, nokon titan jawéki washitainko». Moatian mawápaokanike piti kopí, maweta ani, chomo kopíbo. Westíora meráya iamaxh yobé washitaxh moa mawákanai. Wetsatian «mewé mawata» ikí ikanai.
Joaxh ja bakeranon yoyo iká iki: «Titá, ea riki mawatama, ea riki oxhan ewá. Mato yoyo ikai noaronki mawata iki, noa mawatama iki. Jawetianki non Inka joai, jatianra noa inoxh iki weniti. Matobo moa mawata pekáo ikai. Mato ikai winii, jawe keskáxhonbira maton noa biamai, nonra mato biai», akin aká iki. Ikon jawéki iki, jawetianbi non mawá biamai, moa mawata ikaxh joyamai, moa keyota iki. Jatianki, ¿tsoa kai? Jama noa kai jatoki. Nokon jisá iki kikin ikon jawéki. Yankabires noashokotsi nekeki ja mawá shinani winiai, moa non jawe tsekayamai winixhonbi.
Ya cuando el sol se estaba ocultando le templaron el mosquitero, los padres estaban ansiosos de conocer. Al entrar al mosquitero el meráya dijo: «Me voy para reírme de los Hombres Chicuas, para reírme de las Nutrias malas, de los Hombres del Sol y otros14. Para que conversen con ellos los voy a mandar». Existen los Hombres del Sol, hay hombres que viven donde está el sonido del viento. Los meráyas invitan a los que murieron antes. Aquella vez yo escuché que llamó al 14
Estos seres suelen hacer bromas.
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Al llegar, el joven habló de la siguiente manera: «Mamá, yo no estoy muerto, sólo se trata de un largo sueño. Ustedes dicen que estamos muertos, pero no lo estamos. El día que venga nuestro Inca, en ese momento nos levantaremos. Esto sucederá después de que ustedes mueran. Ustedes lloran, pero de ninguna manera nos van a recuperar, somos nosotros los que los vamos a recibir a ustedes». Y ésta es la verdad, nunca recuperamos a un muerto; está muerto y no regresará, ya se acabó. Entonces, ¿quién es el que va a ir a otro lugar? Somos nosotros los que vamos a ir donde ellos. Yo pienso que ésta es la verdad. Por 151
gusto lloramos extrañando al muerto, por más que lloremos no sacamos nada. Ja pekáo bekana iki moatian mawánibo, ja moa iníboki iki moa benxhokana. Jaronkiake westíora jain kaaxh benxhoti xhobo, ospitáro, jaskara mawataton yoiya iki. Jainronki niakanai westíora xhao. Mawáxhon neke non xhao potabainai, ¿ikon? «Ja riki yoshinbaon xhao», ikí iká iki ja bakeranon, en ninkata iki. Ja yoshin xhao niaxhonkanaronki jatianpari wenitai. Jainxhonronki non Inkan, non Riosanbirakan, kori jenen nashimai. Jatianronki noa jakoni benxhoi kai. Noa ani ochayabires mawata ikaxh, noaronki jawetianbi benxhoyamai. Después venían los que se habían muerto hacía mucho tiempo, dicen que a esos muertos antiguos ya los habían arreglado, los habían compuesto. Dice que existe un hospital, así contó el muerto. Allí les meten un hueso. Al morir dejamos nuestros huesos acá, ¿verdad? «Esos son los huesos de los difuntos», dijo el joven, yo lo escuché. Dice que una vez que le introducen nuevamente el hueso, el difunto se levanta. Después, nuestro Inca, nuestro Dios, le hace bañar con el agua de kori. Entonces dice que recién nos vamos a sanar bien. Pero si al morir tenemos un pecado muy grave, nunca nos sanamos. Ainbobo bake retea, xhoxho axhon retea, jaki iki noa retemis iamaxh kikin ani ochabo aká. Ja yoiya iki bakeranoman, noa benxhoyamai. Jatianki ja noa yamake non jiwéti jawéki. Jaskara noa bakeranoman meráya meran joxhon yoiya iki. Jaskáribi noa yoiya iki jawetianbi ramiamistima, yoáshi itima, 152
rami yoimistima. En ninkata iki nokon pabíkininbi. Ea jaskara iki, mewémares yoyo iti atipanyamake, wetsabo ibákanon. Non ramiamis ixhon shinanakan ja joni akai keská, jaskarama iki, nonbixh noa ochai itai. Las mujeres que abortaron, que mataron a un hijo ilegítimo, son criminales o cometieron un delito muy grave. Eso dijo el joven, que nunca nos vamos a sanar, que no tenemos salvación. Asimismo nos dijo que nunca debemos insultar, ni mezquinar, ni criticar. Yo lo escuché con mis propios oídos. Yo soy así, nunca puedo hablar sólo por hablar, otros que sean así. Al ser malos pensamos que criticando a otro le estamos haciendo daño a esa persona, pero no es así, estamos pecando nosotros mismos. Jatian ja mawataton yoiya iki noaki jaweranobi kayamai, ni nai bochiki. Non Riosbiri joketianki, jainpariki noa katookanoxh iki. Jaskara ja bakeranoman yoiya iki. Senentiain iká iki bei, moatian mawánibo, moa icha baritia mawánibo, rabé chonka baritiabo mawata. Wetsa mawataton yoiya iki: «Ea riki moa benxhoa, ea riki moa kikin jakon, enra mato potatimabi pota iki», iká iki. Joxhon jawen awin yoia iká iki jawetianbi ramiamistima, jakonmamistima. «Ea riki mawata, enra mato jawe ointi yamake, eara maton biamai ni jawe keskáxhon, winixhonbira min ea biamai», akin aká iki. El mismo muerto dijo que no vamos a ningún lugar, ni al cielo. Recién cuando venga nuestro Dios nos escogerá. Así dijo el joven. Finalmente, llegaron los que habían muerto hacía mucho tiempo, hacía veinte años. 153
Uno de esos muertos dijo: «Yo estoy sano, estoy muy bien, aunque no pensaba dejarles les dejé». Luego le dijo a su mujer que no esté insultando a los demás, ni criticando. «Yo estoy muerto, no tengo nada que ver con ustedes, de ninguna manera me vas a recuperar, aunque llores no me vas a recuperar», así le dijo a su viuda. «Jawetianbi wini winiamanoxh iwé, jakoni benoaxh jawé, iamaxh benaaxh benowe» akin aká iki. Jaskákin yoiyabi ainbo winiresa iki. Jaskáshamanxhon jawen bene bitikonma: «Ea meewe, eara mawatama iki», ixhon. Ainboan kaxhon jawen yora meeta iká iki, non yora keskáribi. Jaskáketian meráyanin yoiya iki: «Jaa meeta yora riki kikin jawen bene». Jaskákenbi bachimeaxh pikókawanxhon meema iki, ikota iki jawen awin. Jatian ja ikota pekáo, kimisha oxhe pekáo, ainbo mawata iki. Moa boa iki jawen benen. Jaskara iká iki, en oina iki nokon beronbi. «Y nunca estés llorando mucho, ten tu marido y vive bien, búscate un nuevo marido», continuó. Pero por más que le decía así la mujer seguía llorando. Como no había forma de recuperar a su marido, éste le dijo: «Tócame, no estoy muerto». La mujer se acercó y le tocó el cuerpo, era como nuestro cuerpo. Entonces el meráya dijo: «El cuerpo que tocó era su mismo marido». En eso el difunto salió del mosquitero, hizo que su mujer lo tocara y luego la abrazó. Tres meses después la mujer murió. Su esposo se la llevó. Y así fue, yo lo vi con mis propios ojos. Ja senenainkobi, jake Chixhka Joni. Chixhka iki noa keská. Ja iki Bero Yoshin, nekebi non Chixhka rabiai: «Chixhka mawayamawe, noara yotonake». Non ikonai jan noa 154
yotoai, non ikonayama noa jawebi ayamaribai. Ja chixhkabo iki meskó keská, jabo iki meráyanin yonoti. Chixhkakaya kai ja mawábo kenai. Jain jaríbake, moatianki ikátiai Kenkexh Jonibo. Nato Bero Yoshin non mawá kaya akai. Westíora joni mawata joá iká iki paena. Ja meráyainribi en ninkata iká iki: «Jaweati maton ea kenai. Ea riki westíora binoya». Ja joni poata iki bino itsa. Finalmente, existe el Hombre Chicua. El Chicua es como nosotros. El es el Tunchi del Ojo, nosotros creemos en el Chicua y decimos: «No remedes al Chicua, no vaya a ser que nos embruje». Si creemos en eso nos sucede, pero si no creemos no nos pasa nada. Los diferentes tipos de Chicua son los que cumplen las órdenes del meráya. El Chicua es el que va a llamar a los muertos. También había hace mucho tiempo hombres Trozo de Cerámica Vieja. Los hombres Tunchi del Ojo son los que llamamos almas del muerto. Un muerto vino borracho. Yo lo escuché donde el meráya. «¿Por qué me llaman? Yo tengo una botella de vino», dijo el muerto. Y ese hombre despedía olor a vino.
Meráya ainbaon oinni Westíora meráya ainboninronki oina iki, jawen nishin xhea meran, mawataxh noa jaskara ja. Kikinshaman jatíbi jawékironki jake; noa jawenbi maxhkáyamake, jatíbi jawéki noa menikanai. Jatian noa neke kikin jawéki maxhkatashokobo, kikin noibatishoko; noa pikasai, noa jawékinin keenai, jatíbi jawéki ati non shinanai japarixhon. Wetsatian non shinanai: «Nato baritianra en xheki wai 155
akai, noa maxhkata jawékishokobo binoxhon». Ikaxhbi non onanyamake noa mawáti jawéki.
La mujer meráya que vio la vida después de la muerte Cuentan que una mujer meráya vio, por medio de la toma de ayahuasca, que existe vida después de la muerte. Dice que en esa vida hay absolutamente de todo, no nos falta nada, nos dan de todo. Pero en este mundo nos faltan muchas cosas, pobrecitos nosotros; queremos comer, necesitamos cosas, pensamos en hacer de todo. A veces pensamos: «Este año haré mi maizal para comprar las cositas que necesitamos». Pero no conocemos nuestra muerte. Meskó keská joniboki oina iki ja meráya ainbonin: Niwe Yoshin, Moro Yoshin, Nai Jonibo, meskó jawékibo. Yoshin ati atipanyamake, noa keská joniboribi iki. Jainxhonki westíora joni mawatatonki yoiya iki: «¿Jawe kopíki mato mawákanketian winiai? Oin, mawataxh noa jawen keenyamai, pikáshamai, koríkininbi noa keenyamai», akinki aká iki. Dicen que esa mujer meráya vio diferentes tipos de espíritus: Tunchis Viento, Tunchis Mostacilla, Hombres del Cielo, todos esos seres. Bueno, no puedo llamarlos tunchis porque son gente como nosotros. Dice que un hombre ya fallecido le había dicho: «¿Por qué lloran cuando una persona muere? Mira, al morir ya no necesitamos nada, ya no tenemos hambre, ya no queremos plata». 156
Jaskáribi oina iki Sabaro betan Tominko Neten, jatíbi mawáni Bero Yoshin Jonibo. Kikinshaman jonin kai, jaweranobires kaní; jatíribiboki mashá ibeirani, jatíribibo ransa ransabeirani, rankó rankóbeirani, bewa bewabeirani. Beaxhki kori jenen nashikana iki. Jaskaraki westíora meráya ainbonin oina iki, nishi xheaxh meráyaxh kaxhon. Jatian jaskarain en shinanai, ikon noa jake, noa jabirake wetsa neten, noa mawáxhon non onanti. Jaskáribi meráyanin shinanai, noaronki ibo Riosya iki, mawataxhronki noa kai Para Inka Riosiba. Así también vio los días Sábados y Domingos, a todos los muertos Gente del Tunchi Ojo. La gente iba aumentando bastante; algunos venían ejecutando el mashá, otros venían bailando, otros venían cojeando, otros venían cantando. Al llegar se bañaron con el agua de kori. Esto vio una mujer meráya, cuando subió tras tomar ayahuasca. Entonces yo pienso que es verdad, que seguramente es cierto que existimos en otro mundo, al morir vamos a saber. Así también piensa la meráya, que sí tenemos un dueño Dios, que cuando morimos nos vamos donde el Para Inca Dios. Wiso Inka Riosronki iki non anibo, jaskara noa yoiya iki ja meráyanin, janbi oina iki. Jainxhon yoiribia iki, ja mawáni yoshinboki westíorabo jake jaton ibo, jan jato koiranabo; jakiake Bero Inka, ja iki Para Inka, Niwe Jonibo, Moro Jonibo. Moro Joniboronki iki kikinshaman metsatibi metsá, jaton moronbi raota ikaxh. Niwe Jonibaonronki mai jamáyamai, niwen nikanke. Ja Bero Yoshinboronki iki noa joni mawatabo, jabo main nikanke, main niá jonibo ikaxh. Jaskara yoiya iki ja meráyanin. 157
Dice que el Inca Negro Dios es nuestro antepasado, así nos dijo esa meráya, ella misma lo vio. También dijo que el alma de cada muerto tiene su dueño, tiene quién le proteja; existe el Inca Ojo u Ojo Inca, él es el Para Inca. También hay la Gente Viento, la Gente Mostacilla. Dicen que la Gente Mostacilla es muy hermosa, porque está adornada con sus propias mostacillas. La Gente Viento no pisa la tierra, sino que camina en el aire. Los Tunchis Ojo somos los que hemos muerto, los difuntos, ellos caminan sobre la tierra porque son gente que vivió en la tierra. Así contó la meráya.
Onanyabo Jaráke meskó keská onanyabo. Jake onanya benxhoamis, jake onanya retemis, jake meráya. Jatian, ¿tsonkaya reteai? Jama yobekan retemiston, jan jakonma jawékininshokobi notsikin moa reteai. Jake jan benxhoaibiribi.
ikai. Jaskara jan oinxhon benxhoai. Jatíribi onanyabaon jato paranai: «Janra mia reteai», ikí jansoresi, jan benxhoati jisá oinxhonbi benxhoayamai. Moa jan benxhoayamai oinxhon wetsa onanyaki bokanai. Ja wetsa onayanin yoiyai: «Natora teetani atima iki», jan benxhoai kai. Entonces por medio de la toma de ayahuasca ven. Tengo mi cuñado que es onanya. Él es un hombre que cura, él ve. Cuando toma ayahuasca dice: «Creo que es tal persona quien ha provocado el daño, o por envidia lo hizo», así da el diagnóstico. Viendo por medio del ayahuasca, él cura. Algunos curanderos fingen nomás, engañan a la gente diciendo: «Tal persona te está matando»; a pesar de haber visto en su mareación que puede curar al paciente, no lo hace. Entonces, viendo que no lo van a curar, el paciente va donde otro onanya. Luego, el otro onanya dice: «Bueno, esto es una cosa facilita», y lo cura.
Hay diferentes clases de onanyas. Hay onanyas que curan, hay onanyas que matan, hay los meráyas. ¿Quién es el que mata más? El brujo, porque le gusta matar, o porque se molesta por cualquier pequeñez y entonces mata. También están los que se encargan de curar.
Jatian meráyaninbiribira nishi meran oinyamai, jara naikiai bachi chichokeaxh, jainxhonkayara mawataton kaya kenai. Jawen raebo jakátiai. Jatian ja raebaonkaya joxhon yoiyai: «Joní, jaskaraton paranan mia iká riki, ja jonin mia aká riki, non mia benxhoabanon». Jaskataxh bewai kai ja jonin raebo. Jato kechibanikayara meráya bewai, moa nekebi ja kepikotai. Jawen raebokaya iki, ja joaxh bewa bewashamanai: «Mia jan aká iki». Meskoti bewakanai, kikin onis metsá iki .
Jatian nishi meran oinai. Jake nokon beneitsa onanya. Ja iki westíora joni benxhoamis, jan oinai. Nishi xheaxhon yoiyai: «Jan aká keská riki, jaskarain notsikin aká riki», ikí
El meráya en cambio no ve mediante la toma de ayahuasca, sino que él mismo se convierte dentro del mosquitero y se transporta al mundo de arriba, recién
Los onanyas
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ahí llama al alma del muerto. Él tiene espíritus aliados con los que se relaciona. Esos espíritus son los que vienen y dicen: «Hombre, tú estás enfermo por envidia, ese hombre te hizo daño, nosotros te vamos a curar». Entonces los espíritus aliados cantan. El meráya canta siguiendo a los espíritus, la voz sale al aire, la escuchamos. Pero son los espíritus los que vienen y cantan: «Él te hizo daño». Cantan diferentes canciones, melodías tristes y bonitas. Moa jaskákin joni benxhoaketian, wetsa onanyabo jaki jakonmati bokanai. Jainoaxh moa jatonbiribi tananani bokanai. Jainxhon ja onanya jakon shinanya sinámai bokanai. Jatiankan itikonma jawéki. Ja onanya sináketian, jawen raebaon moa jato kopi kai. Ja kopí onanya jonibo iresbiresi yoyo iti atipanyamake. Yobé jonibo jaskáribi iki. Iti iki westíora joni yomeratanaxh joi, beai piti. Jatian ja yobekan yokatai: «Ea maromawe piti beá iamaxh ea meniwe», akin akai. Ichamashoko bexhon ja piti beá jonin yoiyai: «Enra mia imayamai». Jaskákin yoiya yobé ikai: «Jakon riki, botanwe». Ja iki moa yankama, jan retei kai, piti kopí mawatai. Ja onanya retemis itan benxhoamisribi. Jatiankan en jisá itikonma jawéki. Non onanti atipanyamake jaweratokayaki ponté iki ixhon. Cuando curan a un hombre, otros onanyas lo miran mal. Después se enfrentan entre ellos mediante las pruebas. Allí le hacen molestar al onanya bueno. Es una cosa que no debe ser. Una vez que se molesta el onanya, sus espíritus son los que devuelven el daño. Por esta razón los onanyas no pueden hablar cualquier cosa. Los brujos también son igual. Por ejemplo, un hombre 160
regresa de la pesca y trae mitayo. Entonces, el brujo le puede pedir: «Véndeme tu pescado o regálamelo». Si el hombre ha traído poco pescado le puede contestar: «No te voy a vender». Luego el brujo le dice: «Está bien, llévatelo». Pero eso no queda ahí nomás, sino que el brujo lo va a matar, a causa del pescado el hombre va a morir. Entonces el onanya es alguien que mata y cura a la vez. Me parece que esto no debe ser. Por fin no podemos conocer cuál será la verdad.
Onanyati Westíora onanya inoxhon non shinanti jake. Eara ikasa iki westíorai onanyai. En shinana iki onanyati, samáti, bari raomea ati, niwe raomea ati. Ea xhatéya ixhon, en samáti shinana iki, onanya ainbo inoxhon. Jaskákenbi nokon wetsa bakebo keenyama iki ea onanya iti, nokon baken ea yoiya iki: «Titá, samáyamaisiwe, miara iikin retemis akin akannake», akin. Jaskarain en samáyama iki.
Para ser onanya Para ser onanya debemos de pensarlo bien. Una vez yo quería hacerme onanya. Pensé hacerme onanya, cumplir con la dieta y la abstinencia sexual, hacer uso de los vegetales «remedio del sol» y «remedio del viento». Como había sido operada pensé dietar, para volverme una mujer onanya. Pero mis hijos no quisieron. Una de mis hijas me dijo: «Mamá, no dietes, no vaya a ser que después te llamen bruja asesina». Por eso no seguí las prescripciones. 161
Moatian kikin basi samákatikanai, rabé baritia noa yoran iamai, samákin non xheni piamai. Samáyamai min onanyamai, mia yoran ikai min onanyamai. Onanyabaon samatai, jaskáaxhon jato biananamati, ainbo yatanmati, ainbo jato bimati; ea ikasa iki neskara jawéki onan. Ea itima, wetsabo axhonti. Ramashokobi jaskara itinke nokon shinan onanya iti. Ikaxhbira wetsa neten ea ikí kai. Xhatekanakayara en ayorake jaskara shinankin, nokon bene en yoikin: «Enra samatai». Nato jawékira jato benxhoatiribi iki. Jainxhon non onanani kai, ainbo joni bimati bewá, joni wanomaata wanomati. Ainbaon joni ichatai bimati, jonin ainbo ichata bimati, eara inoxh iki wetsatianbires. Antes se cumplía con las prescripciones por mucho tiempo, no teníamos relaciones sexuales durante dos años, al dietar no comíamos grasas. Si no dietas no aprendes, si tienes relaciones sexuales no aprendes. Los onanyas dietan, después pueden hacer reunir a las parejas, pueden hacer conquistar a una mujer, pueden hacer casar a las mujeres; yo quería conocer estas cosas. No para mí, sino para el beneficio de otros. Hasta ahorita estoy pensando en esto, en hacerme onanya. Algún día lo tengo que lograr. La operación me hizo pensar mucho en esto, a mi esposo le decía: «Voy a seguir las prescripciones». Esto también es para curar. Entonces aprendemos la canción de cómo unir a las parejas, de cómo hacerle reunir a un viudo. La mujer desprecia al hombre, el hombre desprecia a la mujer, en algún momento lo lograré. Jaskara onanabaon akai nishi meran, waste, meskó keská raobo nii meranoabo, jaskarabo onani bokanai. 162
Jake nato noi rao. Noi rao xheaxhon en samáti jake; jainxhon namá meran noa yoikanai, ja waste yoshinbaonkaya noa axheai kai, ikaxhbi non samáti jake. Los que conocen de estas cosas usan el ayahuasca, los piripiris, otras clases de remedios del monte, así llegan a conocer muchas cosas. Existe este remedio para el amor. Tomando el remedio para el amor tengo que dietar; luego, en nuestro sueño, los espíritus dueños del piripiri nos enseñan, nos dicen, pero tenemos que dietar. Moa non samataitian, noa yoiyai jaskati bewati, jaskáakin joni ainbo yatanmati, jaskáakin ainbo betan benbo nexhati, jaskáakin noimati jaskáaxhon potatima.Noa bewaitian Rao Jonibaon nexhai kai ja jonin kaya betan ainbonin kaya rabé. Ikaxhbi noa onanyabaon ramiati atipanke. Wetsatian noa iti atipanke benxhoamisribi, isinaibo benxhoai. Nonbi onanyabo ramiaketian noa ramiakanti atipanke. Ea westíora jonin ati atipanke shii ja ainboisi akin. En sináxhon akí kai raonkin, kikini eon keenti akin. Non jaskara onana iki jato benomati, jaton merati kenaxhonti, jaton merati winimati; ja waste yoshinbaonkaya noa amai raonmakin. Cuando dietamos nos dicen cómo cantar, cómo se hace para que un hombre conquiste a una mujer y viceversa, cómo se hace un amarre entre un hombre y una mujer, cómo hacer para que se quieran y nunca se separen. Cuando cantamos nosotros, la Gente de las Plantas se encarga de amarrar a las dos almas, tanto a la del hombre como a la de la mujer. Pero los onanyas nos pueden hacer daño. Algunas veces podemos ser curan163
deros y curar a los enfermos. Pero si nosotros mismos provocamos a otros onanyas, nos pueden hacer daño. Por ejemplo, a mí un hombre me puede despreciar. Entonces yo me puedo molestar y curarlo para que me quiera con locura. Aprendemos a hacer casar a las mujeres, a llamar a sus enamorados, a hacer llorar a sus enamorados; los dueños de los piripiris nos enseñan a curarlos. Samati noa kati jake nii meran raobo onani. Meskó raobo jake, koin koinman noi rao, noman noi rao, maxhokan noi rao, bawan noi rao, kebon noi waste, jasiman noi waste, jake meskó keská. Nokon shinan iki bakebo biananamati.Joxho nawa ainbobo ikai wetsatian: «Nokon meratininra ea bikáshamake, yanka eki bakea iki». Ikaxhbi joxho nawabaon jawe onanyamake non raobo. Jaskarabo noibatitai bimati kopí ea keenai axhetinin. Joni en bitima, wetsabo bima bimanoxhon. Para dietar tenemos que ir al monte a conocer las plantas. Hay muchos remedios vegetales tales como el remedio para el amor «pájaro vacamuchacha», el remedio para el amor «paloma», el remedio para el amor «zarigüella», el remedio para el amor «loro», el piripiri «pucacunga», el piripiri «paujil», hay de todo. Pienso hacerles reunir a los jóvenes. A veces las mestizas blancas dicen: «Mi enamorado no quiso reunirse conmigo, por gusto me hizo tener un hijo». Pero los mestizos no conocen nada de nuestras plantas. Para hacerles reunir a los que sufren es que quiero aprender. No para tener marido yo, sino para hacerles reunir a otros. 164
Ikaxhbi en onanyamake tsomeaxhki ea axheti iki ixhon iamaxh enbixhki ea iti iki ixhon. Ja kopí non samáti jake, ramashokobi jaskara itinke. Neskara jawéki onannonxhon en yoiti jake nokon bene. Westíorakin en yoiya iki: «Enra yanka samáti atipanyamake», akin aká iki. Ja samákin non piamai xheni, ea jaskara joke en xheni piamai, jawebi ayamai, nokon bene betan en yoran iamai. En nokon bene yoiya iki: «Miabi en bexhonti atipanke ainbo» akin aríba iki. Rama moa nokon bene jen itaniai. «Jara min shinan iki», akinki ea aibake. «Enra jawe ointi yamake», akin ea akai. Rama kamanbi en yoikin jeneyamai, rabé beneya ea itima. Wetsabo jato imati, ea icha jabé raenanaibo jake, nato Riman iki kikin icha jaskara keenaibo. Pero no sé por medio de quién aprender o si aprendo nomás sola. Por eso tenemos que dietar, ahorita estoy pensando así. Para aprender estas cosas tengo que decirle a mi marido. Una vez le dije: «No puedo dietar así porque sí». Al dietar no comemos grasa, así estoy sin comer grasa, no hago nada, no tengo relaciones sexuales con mi marido. A mi marido le dije: «Incluso te puedo traer otra mujer». Ahora mi marido ya casi está aceptando. «Ésa es tu idea», me dijo, «yo no tengo nada que ver». Incluso hasta ahorita le sigo diciendo que no es para tener dos maridos. Es para otros, tengo muchas amistades, en Lima hay muchos que necesitan estas cosas. En biti jake ja raobo, jakaya non xheai, namá meran noa yoi kai. Jatian moa rao ibobaon noa nokoai. En xhea iki bari rao. Xheaxhon en oina iki namáketian jawen ibobo. 165
Jaskáketian ea yokákana iki: «¿Jawe kopíki min ea xhea, eonmea onankaskin, tobí ati onankaskin». Jatian namá meran en yoiyai: «Enra mia xheake tobí ati onankaskin», akin en aká iki. Tobí noa namá meran meemakanai, yora xhaobichoisi. Jatian non nekebi jato xheyota onantibires tobí. Non jato tobí xheyota benxhoai. Tengo que conseguir esas plantas; cuando las tomamos nos hablan en nuestro sueño. Entonces empezamos a tener contacto con los espíritus de las plantas. Yo tomé una corteza llamada «remedio sol». Al tomar eso vi en mi sueño a los dueños de la corteza. Ellos me preguntaron: «¿Por qué me tomaste, para aprender de mí, para aprender a sobar lisiados?» Yo respondí: «Te he tomado para aprender a sobar lisiados». En nuestro sueño nos hacen sobar lisiado a un esqueleto humano. Entonces cuando en esta realidad sobamos a alguien clarito tocamos el lisiado. Cuando le sobamos, el lisiado se sana.
Biri Yabi meráyani Meráyati jawéki kikin akin min samáti jake. Nokon waatanin bake ainbo iki nokon wetsa. Moatianra wetsabaonbires noa kaibo akátikanai. Nokon tita iki Xhetebo ainbo. Nokon titan kaibo iká iki westíora Xhetebo ainbo, en onanshamanyamake oribo. Jatian ja Xhetebo ainbonin bake iká iki Biri Yabi.
Biri Yabi se volvió meráya Para ser médico tienes que dietar bien. La hija de mi tía materna es mi hermana. Antes cualquiera nos trataba de pariente. Mi madre era sheteba. Una pariente de mi mamá era sheteba, no conozco muy bien por allá por el Bajo Ucayali. La hija de esa mujer sheteba era Biri Yabi. Biri Yabi isina iki, meskó non raon akanabi benxhoti atipanyama iki. Jawen benen oina iki benxhoti jisáma. Jaskara oin oinwanaxh kaa iki jawen bene piti benai. Ja jenen kaxhon nontin toxhbá toxhbákin oinaronki iká iki, westíora jiwi peiboki biri biri ishamani, ja iká iki niwe rao, niwe beai keská xhoo iki. Biri Yabi se enfermó, aunque la trataron con todo tipo de remedios vegetales no pudieron curarla. Su esposo vio que no parecía que iba a sanar. Entonces el esposo se fue a pescar. Flotando en la canoa vio el «remedio viento» que brillaba, como si soplara el viento silbaba, brillaba fuertemente en las hojas de los árboles. Ja jonin mishki mishkikin oinaki iká iki, jawen bimi manketian piaxhki nato sipan, yapan ewábo noyabainkatiti. Jatian joniki rateta iki. Mishki mishkikinbi shinana iki: «¿Jawe kopí nato bimi piaxh sipan noyai?», ikí iká iki. Jainxhonki shinana iki: «Ramara en jawen pei boai iamaxh jawen bichi». Kawanxhonki jonin jawen pei tseka iki, bichiki xhokaa iki. Mientras anzueleaba vio que los frutos caían al agua y tras comer esos frutos las sardinas empezaron a volar.
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Entonces el hombre se asustó y pensó: «¿Por qué es que al comer los frutos estas sardinas vuelan?» Después pensó: «Bueno, ahora me voy a llevar sus hojas y su corteza». Luego se acercó al árbol, le sacó sus hojas y le rascó su corteza. Jaskáaxhon jonin oinaki iká iki moa jawen yomera icha, boebo tsaka, jatian piti icharibi ikátiai. Jonin shinana iki: «Ramara en nokon awin nashimai kai, iamaxh xheamai kai benxhonon ixhon», ikíki iká iki. Bexhonki jawen awin bachin narákaketian yoiya iki: «Biri Yabi, enra neno beke jiwi pei; sipanbora ike en oina nato bimi piaxh noyai, mia jan benxhoti betin ixhonra en mia bexhonke».
iki jawen bene jawen tita betan papa keshani. Westíora neteki iká iki nontin kati. Jato keshanbeirani joxhon, jisáronki iká iki ja ainboki kikin nii meran jawen shinanomabi rakata, ponté kikin pasná. Jaskara oinaxhki jawen bene winia iki; janbiribi amaxhbi, ikaxhbi ja ainbo moa meráya iká iki. Jatian jawen anibaon joxhon oinaki iká iki jaskara rakata. Moatian yosibo ipaonike joni meráyai onan.
El hombre vio que había pescado bastante, ya había picado boquichicos, ya tenía mucho pescado. En eso pensó: «Ahora voy a hacer que mi esposa se bañe con esta planta, o voy a hacer que se la tome para que sane». Con esta idea en mente trajo el remedio a casa. Al llegar le dijo a su mujer que estaba en el mosquitero: «Bueno Biri Yabi, aquí traigo esta hoja de árbol; he visto que luego de comer este fruto las sárdinas empezaron a volar, lo he traído porque de repente con esto te puedes sanar».
La mujer respondió: «Aunque no me sane, chapéamelo para bañarme con eso o hiérveme su corteza que lo voy a tomar». El hombre agarró la olla de barro y preparó el remedio para su esposa. Cuando la preparación se enfrió, la mujer se la tomó. Al amanecer, el esposo la hizo bañar. A los tres días la mujer empezó a temblar y se puso muy pálida. Viéndola en ese estado, el esposo se fue a avisar a los padres de la mujer. Ellos vivían a un día de distancia en canoa. Cuando el hombre regresó, encontró a su esposa que yacía inconsciente en medio del monte, completamente pálida. Al verla en este estado su marido se puso a llorar; tomando el remedio que él mismo le había dado, la mujer se había vuelto meráya. Cuando llegaron sus padres, la vieron así echada. Antes los abuelos conocían cómo era cuando uno se volvía meráya.
Jaskáketianki ainbo iká iki: «Eara iamaisiai benxhoi, motsaxhonwe ea nashiosibanon iamaxh jawen xhaká kobinaxhonwe en xheabanon», akinki aká iki jawen bene. Mapó kentí biboanxhon kobinaxhona iki ja beá rao. Moa matsiketianronki ja xheaa iki. Nete xhabáketian jawen benen nashima iki. Kimishaakin xheaxhronki iká iki jawen yora saki iki, meskotibo pasnákirani. Jaskatai oinbaini kaa
Jawen wetsabo bekana iki; oini bekanketian, papa betan titan jato yoiya iki: «Chipi teayamakanwe, meráyarai. ¡Jawe rao jawen benen xheama xheaxhra ibirai! Nonra onanyamake», akin aká iki. Westíora nete, westíora yamé iká iki, jaabira iká iki moa natséxhon jawen kaya bokana. Jainoaxh jishtena iki ja ainbo jawen papabaon oin oinabi; joaxh bachin rakata iki. Bachin rakáxhon jawen bene yoiya
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iki: «Ea riki moa meráya Pinon Barí, mia potatira ea yoikanke, miara nokon benema iki rama», akin aká iki. Jatian joni winia iki, jawen awin potakashamai. Ja iká iki moa yoran itima, moa samáti yoikana. Jainxhon jakiribi xhearibia iki ja ainbonin. Después llegaron sus hermanas a verla y los padres les dijeron: «No molesten a su hermana mayor, ella se está volviendo meráya. ¡Qué remedio le habrá dado de tomar su esposo! No sabemos». Transcurrió un día y una noche, seguramente los espíritus vinieron a sacarle el alma a la mujer y se la llevaron. Entonces la mujer se despertó, sus padres la vieron; entró al mosquitero, se acostó y luego le dijo a su marido: «Pinon Bari, yo ya soy meráya, me han dicho que me separe de ti, ahora ya no eres mi esposo». El esposo se puso a llorar, no quería separarse de Biri Yabi. Pero los espíritus le habían dicho que ella ya no podía tener relaciones sexuales, que tenía que abstenerse y dietar. La mujer tomó el remedio nuevamente. Moa jakiribi xheaketian joá iki westíora Chixhka Joni. Ja Chixhka iká iki ainbonin bachin moa nekebi joá. Chixhkan yoiya iki: «Moara mia meráyai, moara mia kati jake», axhonki westíora nii meran bokana iki. Jainki meskó jonibo bea iki, meskó kaya yoshinbo, Neino Joni, jawebobira. Jatian Chixhka Jonin yoiya iki: «Miara rama xhapoakanai, kikin xhaposhokora mia iti jake. Kawé mia akai jonibora joai», akinki aká iki. Kaxhon oinaronki iká iki kikin ani ino. Ja ino aninronki potaa iki wakeananbo ja ainbo.
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En la siguiente toma vino a este mundo un Hombre Chicua. El Chicua vino de frente al mosquitero de la mujer y le dijo: «Ya te estás volviendo meráya, ya tienes que irte». Tras decirle esto se la llevó al monte. Allí vinieron diferentes clases de gentes, diferentes espíritus, el Hombre Nutria, no sé qué otros más. Entonces el Hombre Chicua dijo: «Ahora te volverán liviana, muy liviana tienes que estar. Vamos, la gente que te va a hacer liviana ya está viniendo». Al llegar, la mujer vio un tigre inmenso. Ese tigre inmenso la alzó y empezó a lanzarla hacia arriba, al aire. Ja ainboki joá iki kikin yankonbires, jawen yora pasná, yora paxhkin xhapoakin akana, naiyori kati kopí. Kimishaxhon bekana iki: Bero Yoshin, Chixhka Joni jainoaxh Neinonin. Ja kimisha iká iki jawen yonotibo, jan koiranabo. Jatian Neinonin shinana iki jakaya ikinti, jabé rabéti. Ikaxhbi Chixhkan yoiya iki: «Neino ikinyamawe, Neino riki kikin jakonma, ramiamis, yotomis, kikinshaman rami riki. Miara jan rami ramianake», akin aká iki. Dicen que la mujer volvió totalmente moreteada, su cuerpo estaba pálido, rendido porque la estaban volviendo liviana, porque tenía que irse al mundo de arriba. Entre tres la trajeron: el Tunchi Ojo, el Hombre Chicua y el Hombre Nutria. Los tres eran sus ayudantes, los que la cuidaban. Entonces la Nutria pensó que la mujer iba a aliarse a él. Pero el Chicua la previno: «No te alíes al Hombre Nutria, él es muy malo, dañino, hace brujería, bien malo es. No vaya a ser que te cause problemas». 171
Joxhonki jawen bene yoiribia iki: «Miara nokon benema iki». Jawen bene betan jawebi keenyama iki, yoran anaketian. Joketian jawen awin oinaronki iká iki ja jisáma, kikin oshi itanribi jimioma, ponté xhapo. Joxhonki jawen tita yoiya iki: «Titá, ea bachi chiaxhonwe», akin aká iki. Moa bachi chiaxhona pekáoki, jaskara oinaxh jawen tita winia iki, ja jisáma oinaxh. Jainxhon peitoro ininti biá iki. Al volver, Biri Yabi le dijo a su esposo nuevamente: «Tú ya no eres mi esposo». No quería nada con su marido por temor a que éste tenga relaciones sexuales con ella. El hombre vio que ella ya no parecía su mujer, estaba completamente flaca y sin sangre, totalmente liviana. Luego, la mujer le pidió a su madre: «Mamá, tiémplame el mosquitero». Después de templarle el mosquitero la mamá lloró, porque Biri Yabi ya no parecía su hija. Luego trajo las hojas peitoro ininti. Jainoaxhki joá iki Chixhka Joni Biri Yabi boi. Kakinki jawen tita yoibaina iki: «Titá, eara joyamapari kai, rabé nete pekáora ea jobirai kai», akin aká iki. Jainxhon Chixhkan yoiya iki: «Noara joke» itananki ikátiai jaaasha itoshii, rome kointoshiti; jaskáxhon Biri Yabi bokana iki. Moa boibakana nete xhabáketianki joá iki Chixhka; joxhon yoiya iki: «Joyamarai, rabé nete pekáora joai. Noa riki neno mato ikini, meskó jonibora joai: Moro Jonibo, jorái Bero Yoshinbo, moatian mawánibo. Jabora joai mato ikini. Jaráke bewá onan jonibo, moatian keyónibo, jabora maanai. Ja non ibora, meráyara, joyamai; kikin ani ransati axhonkana riki», akinki aká iki.
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En eso vino el Chicua para llevarse a Biri Yabi. Al partir, la mujer le dijo a su madre: «Mamá, no voy a regresar de inmediato, probablemente volveré a los dos días». Entonces el Hombre Chicua vino a llevarse a Biri Yabi y dijo: «Ya estamos aquí». El Chicua bostezó y empezó a fumar su tabaco echando humo; después se llevaron a la mujer. Al día siguiente regresó el Chicua donde los padres de Biri Yabi y les dijo: «Su hija no va a regresar aún, luego de dos días volverá. Nosotros estamos aquí para acompañarlos, mucha gente diferente va a venir: la Gente Mostacilla, los Tunchis Ojo, los que murieron hace mucho tiempo. Ellos vendrán para acompañarlos. Hay gente que conoce los cantos, los que fallecieron hace mucho tiempo, ellos van a bajar. Nuestra reina, la meráya, no vendrá aún; le están haciendo una gran fiesta allí arriba». Jainxhon Biri Yabin oinaronki iká iki kikinshaman ani pishta, kikin metsá, oa non raotinin ikaxhki chitonti shaka shaka iboani, moa mawánibo. Jainki jato betan xheai, tanpóranin ransatibo, meskóbo ikíki. Jainxhonki Biri Yabin oina iká iki bake retea ainbobo, kikin westíora ocha aniya. Ja kopí ea jawetianbi bake retekasma iki, nokon wetsan yoiya ikaxh. Bake reteaboronki yamé meran joo itai: «Ea bii bekanwe» ikí itai. Ja iki jaton ochanbi. Allí arriba Biri Yabi presenció una fiesta grandísima, muy hermosa, vistiendo nuestros adornos tradicionales pasaban todos, haciendo sonar las sonajas de la pampanilla, los que se habían muerto hacía mucho tiempo. Allí estaba Biri Yabi tomando con ellos, bailando bombobaile, de todo hacían. Allí vio a las 173
mujeres que habían abortado a sus bebes, que habían cometido un pecado muy grande. Por eso, por lo que me ha contado mi prima, es que yo nunca quiero abortar. Dice que las mujeres que habían abortado permanecían en la oscuridad gritando: «¡Vengan a salvarme!» Ese era su pecado. Moa rabé nete pekáoki jato yoiya iki: «Nokon papa betan nokon titara moa kikini onisai, ea shinani, eara moa kai». Joaxh ja ainbo pakétoshitai oinaki iká iki, ponté paena. Jatíbi ja xheaa ininbo poati. Moa jaskarabo winóxhon jato yoiya iki: «Noara mawáyamai, noara jake. Enra ointanke jatíbi, non kaibo mawatara jake», akin aká iki. Jaskákenbi ikonayamakana iki. Ikonakánon ixhon moatian mawáni bakeranonki kenaa iki. Ja kenaa joxhon jawen awin bachi meranoaxh pikókawanxhon ikota iki. Jatianpari meráya ainbo ikonakana iki. Nato ainbonin jane riki Biri Yabi. Jatian Biri Yabin oina iká iki, noaronki iki Inka Para Jonin bakebo. Ikonronki ja xhao mawata niakanai, jatianpari joni nii kai. Jawerato kayabira nato non shinan kaya. Cuando transcurrieron los dos días Biri Yabi dijo: «Mi papá y mi mamá están muy tristes extrañándome, ya me voy». Cuando la vieron bajar, se dieron cuenta de que estaba totalmente borracha. Despedía un fuerte olor por todo lo que había bebido. Luego de esto, mi prima dijo: «Nosotros no morimos, nosotros seguimos existiendo. Yo lo he visto todo, nuestros familiares muertos existen». Pero los demás no le creyeron. Para que le crean, la mujer llamó a un joven que había muerto hacía tiempo. Al llegar, este hombre salió del mosquitero y abrazó a su esposa. Entonces recién le creyeron a la 174
mujer meráya. El nombre de esta mujer era Biri Yabi. Según lo que Biri Yabi vio, nosotros somos hijos de la Gente Inca Para. Dice que es cierto que cuando le colocan el hueso a los muertos éstos empiezan a caminar. No sabemos qué alma será, ésta es nuestra idea, nuestra alma.
Xhawan Kaisinin Inkabo nokoni Natora ibirai chonka baritiabo. Nokon waatanin bake ainbo, nokon wetsa, joá iki nokon xhobon. Xhobon ea joxhon yoiya iki: «Eara Koskonpari kai», akin ea aká iki. Kaxhki, westíora oxhe iká iki jain. Moa basi jain ixhonki, nokoa iki Inkabo. Jatian nokoxhonki yoikana iki: «Mato riki Riosan bakeboma, mato riki non bake, ja kopí riki mato Inkabo keská». Jainxhonronki raankana iki samáti onanya iti kopí.
El encuentro de Xawan Kaisi con los Incas Esto habrá ocurrido hace unos diez años. La hija de la hermana de mi madre, mi hermana, vino a mi casa y me dijo: «Me voy al Cuzco». Entonces se fue al Cuzco y se quedó allí un mes. Cuando ya tenía un tiempo allí, se encontró con los Incas. Al encontrarla, los Incas le dijeron: «Ustedes no son hijos de Dios, ustedes son nuestros hijos, por eso son como los Incas». Luego le ordenaron que siguiera la dieta y guardara abstinencia sexual para convertirse en onanya. Jaskáakin yoikana joxhonbiki aká iki Rimanxhon bexhnan, bakoxh jene, jaskáribi yoranribibira iki. Jainoaxh nokon 175
xhobon nokotai oina iká iki ainbo onis, joaxh onistoshita iki. Jaskáketian en yokata iki: «¿Jawe kopíki mia itimarestani iki, min shinan jakonshamanma iki?» Jatian ea yoiya iki: «Ea riki Inkabaon «mia noiba jai jonon westíora baritia samátanwe», jaskara ikenbi riki ea ani kikini ocha. Ea riki mawáti jisá, eara mawati kai», akin ea aká iki. Jaská akanabi ainbo joaxh ocha iki, nokon xhobon joá iká iki jakonmatani. Ikon iká iki ja jawéki. Rabé oxhe kayantanketian en ninkata iká iki, moa ja ainbo mawata, rama moa yamake Xhawan Kaisi15. A pesar de lo que los Incas le habían ordenado, Xhawan Kaisi viajó a Lima y tomó trago, bebió cerveza y seguramente tuvo relaciones sexuales. Cuando llegó a mi casa vi que la mujer estaba triste, de repente se puso triste. Entonces yo le pregunté: «¿Por qué te sientes mal, por qué estás perturbada?». Y ella me respondió: «Es que los Incas me dijeron «para que vengas a vivir con nosotros cumple con la dieta y la abstinencia por un año». A pesar de eso, cometí una falta muy grave. Por ese motivo creo que me voy a morir». A pesar de lo que le habían ordenado los Incas, la mujer cometió ese error, cuando vino a mi casa se sintió muy mal. Todo era cierto. A los dos meses escuché que ya estaba muerta, ahora ya no existe Xhawan Kaisi.
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Xawan Kaisi jawen janekonma iki.
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Jonin Neino raeani Westíora jonironki iká iki kikin icha Neino raeya, jatoibakea onanti shinankin aká. Jainoaxhki moa axhea iki nato joni retemisti. Jainoaxhronki ja joni iká iki moa joni reteai. Jatian jawen chainronki aká iki shiroai keská, ikaxhbi shiroama iki ja jawéki. Jatianki ja jonin oina iká iki jawen chain Neino raebo, piti benai kaxhon meraa iki. Jawen chain shinana iki: «¿Jawe keskáxhonmein en nokon chain Neino keyoti iki?», ixhon. Iikin shinana iki: «Ramara en yochi motsai», ixhon.
El hombre que se relacionaba con las Nutrias Había un hombre que se relacionaba mucho con las nutrias, pensando aprender mucho de ellas. Así, el hombre logró ser un gran brujo y mataba a las personas. Una vez su cuñado lo acusó de ser brujo a manera de broma, pero no era una broma, era realidad. Mas el hombre se dio cuenta de que su cuñado se relacionaba con las Nutrias; al ir a pescar se había dado cuenta (seguramente se cruzó con las Nutrias). Entonces el cuñado del brujo pensó: «¿Cómo podría hacer para terminar con las Nutrias de mi cuñado?» De tanto pensar se le ocurrió una idea: «Chapearé aji». Jainxhon ja retemisnin chain, yochi motsaxhon westíora mai kentí maxhkoshoko bocho boá iki. Moatian chiaraxhtioma ikátikanai, jawen pishan boti ikaxhbi. Kaitianki jawen awinin yokata iki: «¿Jawe kopíki min jaskara yochi motsa boai?», akin aká iki. Jaskáketian 177
jonin yoiya iki: «Jan yapa axhani kai riki ea», akin. Jatian ja retemis jonin onanyama iká iki jawen raebo ramiai kairin ixhon. El cuñado del brujo chapeó ají y lo llevó en una olla de barro pequeña bien llenita. Antes los hombres no usaban pantalón, no tenían bolsillo, pero llevaban las cosas en su bolsa. Cuando estaba por partir, su mujer le preguntó: «¿Por qué llevas el ají chapeado?» El hombre le contestó: «Lo estoy llevando para envenenar a los peces». El brujo ni imaginaba el daño que le iban a hacer a las Nutrias. Kaxhon ninkataronki iká iki kikin Neino tsamá. Jatian westíora Neino jonia iki, jainxhonki yokata iki: «Chaikoní, ¿jawerano kairin mia?», akin. Jaskáketian joninki yoiya iki: «Ikáma, nato ian rebon kai riki ea, amakiri ichaira oinbaxhon ja retei kai riki ea», akinki aká iki. Nokóxhon oinaronki iká iki westíora mai kiniosi bocho nato Neino. Al llegar escuchó que había una cantidad de Nutrias. Entonces una de las Nutrias se convirtió en ser humano y le preguntó: «Amigo, ¿adónde vas?» El hombre respondió: «Me voy a la tahuampa de esta cocha, he visto mucha gamitana, quiero ir a picar». Llegando al lugar vio una cueva llena de Nutrias. Jainxhonronki aká iki kikin akinki yochi motsá jatoki potakin, jonéanan, jaskaxhki joneta iki oini. Shoko ixhon oinaronki iká iki Neino jokoni, jatíribibo nato tarameeti, meskoti, jaton keotinin ikíbo, chishbitibo. Ja shokores iiwanxhon jonin oinaronki iká iki nato Neino moa mawatabo. Jaskáaiki joni ishton jomenyama iki. 178
Sin que lo vieran, el hombre derramó al ají chapeado donde estaban las Nutrias y se escondió para observar. Al poco tiempo vio que las Nutrias salían del hueco, algunas se revolcaban y hacían otras cosas más, gritaban, sentándose y sobándose contra el suelo. Después de un rato vio que las Nutrias estaban muertas. Haciendo estas cosas el hombre no regresó rápido a su casa. Jaskáxhonronki jonin Neino keyoa iki. Jaronkia ikátiai chonka tsamá Neinobobira, kikinshaman jakonmamis. Neinobo iki jakonmamis, yotomis, ramiamis, ja iki ochíti keská, nawan akátonin iki lobo. Ja rabéshoko texheaki iká iki yoyo iki: «Noara moa akanke keyokin, ¿ramakan non jawe keskáxhon kopitai?», ikí ikana iki. Ja rabéshoko texhea oinaxhki iká iki ja joni keyokasi. Y de esta manera el hombre aniquiló a las Nutrias. Dicen que existían como diez grupos de Nutrias, todas eran malvadas. Las Nutrias son malvadas, les gusta embrujar, son malas, se parecen al perro, el mestizo las llama «lobo». Sólo sobrevivieron dos: «Ya nos aniquilaron, ¿cómo podemos vengarnos?», se preguntaron. Al ver que esas dos habían sobrevivido, el hombre quiso matarlas. Jainoaxhki joni karíba iki moa jato retei axhekaina. Kaxhon jisáki iká iki Neino torota. Kaxhonki jato nokoa iki, jaskáaxhon jato yoiya iki: «Eara joke mato betan raenani», akinki jato aká iki. Jaskáketianki, jen akana iki Neinobaon, ikaxhbi onanyamakana iká iki jan jato keyoai. 179
Después de unos días, el hombre regresó donde las nutrias, ya había aprendido a matarlas. Al llegar el hombre, observó que las Nutrias estaban formando un círculo. Entonces, el hombre se acercó y les dijo: «He venido porque quiero tener amistad con ustedes». Las Nutrias aceptaron, mas no sabían que él era quien las mataba. Westíora Neinoninki yoiya iki: «Jaráke nokon bake xhontako, en mia jashokobi ramibi rotomapana», akinki aká iki. Jainxhonki ja joninki Neino ainbo biá iki, bimakana iki. Neinonin yoiya iki: «Baké, ramara mia moa kayamai, mia riki nokon rayos, ramara mia noa keskáribi jiwi kini payo meran jai», aká iki. Jatian jonin shinana iki: «Eara westíora Neinoma iki, yoina jawékima riki ea», akinki aká iki. Jaixhonronki jonin bea iki Neino ainbo. Joxhon xhoboa iki, xhoboaxhon jakinabironki ikátiai kikin jakonma. Joniki kai piti benai, piti beketianki paxhabi pimai. Jaskara iketianki jonin raanribia iki. Una de las Nutrias le dijo: «Tengo una hija soltera, aunque es feíta te la entregaré». Entonces el hombre se reunió con la joven Nutria, le hicieron reunir. Después, el suegro Nutria le dijo: «Hijo, ahora ya no te vas a ir porque eres mi yerno, ahora vivirás como nosotros dentro de un palo podrido». En eso el hombre pensó: «Yo no soy Nutria, no soy un animal». Entonces el hombre se trajo a la mujer Nutria. Llegando, construyó una casa y en esa casa vivieron juntos, pero la Nutria se portaba muy mal. Cuando el hombre traía pescado, ella se lo servía crudo. Por eso el hombre la mandó donde su padre nuevamente. 180
VI Paro ibobo Noara jake meskó keská jonibo: Shipibo, Konibo, jainoaxh Xhetebo. Non joi jisáribi iki Konibaona, ikaxhbi wetsaresibishoko. Shipibobaon joi iki pontébicho, Konibobaonakan makéya. Jatian Xhetebobaon wetsaresibi akin janekanai. Xhetebo iki non kaiboribi, non chopa jisáribi sawekanai, non joiribi ikaxhbi wetsaresibi iki. Jatian jabo iki non axhé jisáyaboribi, jake jaton raoti nona keskáribi. Jabo yoi noa iamai jara Xhetebobo ikí, jara Konibobo ikí, jabo Paro iboboribi iketian. Noa ramíti yamake jatoki, noa jaskara iki moatianbi, noa keennananai. Moa basi iikaxh Xhetebobo, Konibobo, Shipibo betan wanoi peokookana iki. Ramatian jake rebokiabaon Shipibo ainbo awin aká. Shipibobaon awin aká jake Koniboboribi.
Los dueños del Ucayali Nosotros somos diferentes pueblos: shipibo, conibo y shetebo. La lengua de los conibos es como la de nosotros, pero con ciertas diferencias. La lengua de los shipibos es normal, y la de los conibos es con cierto dejo. Los shetebos nombran las cosas de otra manera, usan otras palabras. Los shetebos también son nuestros paisa181
nos, se visten como nosotros, también hablan nuestra lengua pero de manera un poco diferente. Además, también tienen costumbres como las nuestras, tienen sus adornos como los de nosotros. Como también son dueños del Ucayali no hablamos mal de los shetebos ni de los conibos. No vamos en contra de ellos, desde antes somos así, nos relacionamos. Con el correr del tiempo, los shetebos y los conibos empezaron a casarse con los shipibos. Ahora hay los del Alto Ucayali que se han casado con mujeres shipibas. También los shipibos se han casado con mujeres conibas.
Xhetebobo. Xhetebobaon jawetianbi nane potayamai, Xhetebo ixhon. Jabo Xhetebobo akanai oa xhete mankoyaisi yoikin akáma, jaton ianman janetabo kopí. Xhetebobaonribironki akátikanai Ani Xheati non akai keskáribi akin. Iikinki Xhetebobaon shinana iki: «Noara kikin nenobicho mayatai, ramara non Shipibo ainbo benai kati jake», ikí iká iki. Bexhon Shipibo ainbobo bikana iki. Jatíribi Xhetebo ainbobo iki Konibo beneyabo. Benakana iki jaskataxh jain jati. Jaskataxh noa kikini meskota iki Xhetebo, Shipibo, Konibo; rama noa itinke meskota. Jatíribibo ikanai: «Shii, Xheteboboisi iki». Jaskarama iki; noa keskáraribi iki, non joiyaribi iki.
Moatian Shipibobaon benapaokanike Konibo joni; keenyorakin ja rayos atinin, metsá joiya iketian. Jato «ishton jomenwe» ikí ikai «jomenwetain» ikí. Ikaxhbi noa Shipibobaon janeai pontébicho. Ramatian noa meskota iki; jaráke non benebo Xhetebo iamaxh Konibo.
Los shetebos eran los de bien río abajo. Ellos se autodenominaron de otra manera a pesar de ser como nosotros. Antiguamente había una cocha que se llamaba Shetebo, la llamaron así antes de que nosotros naciéramos. Entonces un hombre les puso ese nombre. «Llamemos a estos shetebos porque viven en la cocha llamada Shetebo», dijeron. Hasta ahora existe Shetebococha. Éste es el nombre que los propios shetebos le pusieron a la cocha. Hasta ahora existen los shetebos. Los shetebos nunca dejan el huito porque son shetebos. A ellos les llaman shetebos no por ese rinahui calvo, sino por su cocha. Dicen que los shetebos también celebraban el Ani Xeati como nosotros. Al transcurrir el tiempo los shetebos pensaron: «Nosotros estamos aquí nomás dando vuelta. Ahora tenemos que ir a buscar mujeres shipibas». Así, vinieron y se reunieron con mujeres shipibas. Algunas mujeres shetebas tienen maridos conibos. Buscaron otro lugar donde vivir. De esta manera estamos muy mezclados
Antiguamente los shipibos buscaban a los conibos; mucho querían hacerlos sus yernos porque hablaban bonito. Ellos para decir «ven rápido» no dicen «ishton jomenwe» sino «jomentain». En cambio nosotros los shipibos hablamos normal. Ahora ya estamos mezclados, tenemos esposos shetebos o conibos. Xhetebo ipaonike kikin chiponkiabobiribi. Jabo janeta iki noa keskáribi ikaxhbi. Moatianronki jaa iki Xhetebo janeya Ian, noa joniamatian janekana. Jainxhonki westíora jonin janea iki: «Ibánon nato Xhetebobo, Xhetebo Iain jabo ikaxh», aká iki. Jake ramashokobi Xhetebo Ian. Ja iki Xhetebo jonibaonbi ian janea. Jakanke rama kamanbi 182
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los shipibos, shetebos y conibos. Ahora estamos mezclados. Algunos dicen despectivamente: «Shii, esos son shetebos». Eso no debe ser así, ellos también son como nosotros, también tienen el mismo idioma.
Noa Jonikon Noa riki Shipibo ainbobo, Shipibo jonibo. Noa iki nonbiribi joiya. Noa Shipibobaon riki shino shipin jane biá. Jake Koniboboribi, jake Xheteboboribi, ikaxhbi Shipibo jonibo iki kikin jonikonshamanbo, kikin Paro ibo.
Nosotros los shipibos Nosotros somos hombres y mujeres shipibos. Nosotros tenemos nuestra propia lengua. Los shipibos, hemos recibido el nombre del mono pichico. También hay conibos y shetebos, pero los shipibos somos la gente por excelencia, los dueños legítimos del Ucayali. Ja Shipibo jonibo iki kikin chikishma, kikin rayá, jatíbi jawéki akai. Moatian nawabaon chopa non biamakatitai, kikin rayá noa ikátiai Shipibo ainboshamanbo. Konibo ainbobo, Konibo jonibo Shipibobo bikaskatikanai, teetai iketian. Los shipibos no somos nada ociosos, somos muy trabajadores, hacemos de todo. Antiguamente no comprábamos la tela en las tiendas, muy trabajadoras éramos las mujeres shipibas. Las mujeres y los hombres conibos querían reunirse con los shipibos porque éramos muy trabajadores. 184
Wetsatianbo, wetsanko kaxhon non jato oinresai, non kaiboma riki ixhon. Ikaxhbi jaton noa onanxhon noa yoikanai: «Miara nokon kaibo iki, nokon papara ja iki». Ea Pishkinko iní keská. En onanyama iki Pishkinkoki nokon kaibobo jaa ixhon. Ea kaa iki Topanko. Jain iki nokon waata, nokon papan wetsan bakebo, nokon epabo. Jatian kaibo amisma ixhon non yanka aresai: «Jansoreskin abánon», ikí noa ikai, jaskaramakaya ikenbi. Jatian non kaibonin kenayamai non apellidoma iketian. Noara jansoai jatíbikaya iki non kaibobires, ja saweti, ja jimi, ja joiyabobires ikaxh. A veces, yendo a comunidades lejanas, miramos a la gente nomás como si no fueran nuestros parientes. Pero ellos nos reconocen y nos dicen: «Tú eres mi pariente, mi padre es fulano». Así me sucedió en el Río Pisqui. Yo no sabía si en el Pisqui tenía parientes. Yo fui a la comunidad de Túpac Amaru. Allí vivían mi tía materna, mis primas por parte de padre, mis tíos paternos. Cuando no nos gusta tratar de parientes decimos por gusto: «Voy a tratarlos de mentira nomás», aunque en la realidad no sea así. Entonces no los llamamos parientes porque no llevan nuestro apellido. Pero nos engañamos porque todos son nuestros parientes por la ropa, la sangre, el idioma.
Jaskataxh Shipibobo jonini Jake jaskataxh Shipibobo jonini. Ea moatian nokon titashokon yoikatitai Xhetebobo jaskataxh jonia, jainoaxh Shipibobo jaskataxh jonia. Moatianronki jato 185
jenen ewan keyoa iki jaton yoitima kopí. Jatíribi Shipibo jonibaon ikon ayama iki, ponté mashá iki, bake benomai, wanoi, jaskarares. Pitin keyókanai iká iki moatian jonibo. Jatian axhankanabi yapa paenyama iki, ikíbi beshéshokobores.
El origen de los shipibos Existe la historia de cómo se originaron los shipibos. Hace mucho tiempo mi abuela me contaba cómo se habían originado los shetebos y cómo se habían originado los shipibos. Cuentan que antiguamente el diluvio exterminó a los shipibos por su desobediencia. Algunos shipibos no creían, paraban cantando y danzando mashá, haciendo casar a sus hijos, casándose, etc. En aquel tiempo los hombres estaban pasando hambre. Aunque echaban barbasco en el río, los peces no se mareaban o eran muy pequeñitos. Jainxhon oinkanaronki iká iki westíora nonti bake kenéya, winti kenéya. Jaaronki iká iki Inkan Bakena. Jan yapa beshéshoko tsakaronki kikini ania iki. Jaskarain yapan notsikin yatanribikana iki ja jakonma jonibaon. Yatanxhonki ja bake miinkana iki ja Shipibobaon. Una vez, los hombres vieron una canoíta diseñada con un remo diseñado. Éstos le pertenecían al hijo del Inca. Entonces, el Niño Inca picó peces pequeñitos que se volvieron de gran tamaño. Sintiendo envidia por los peces, los hombres malos lo atraparon. Luego de atraparlo, esos shipibos malos enterraron al niño. 186
Jaronkia iki westíora joni betan jawen awin Inkan joi ikonaibira. Ja jonin janeronki iká iki Bekaokona, jaaronki iká iki Shipibo. Jawen awinki iká iki Konibo ainbo. Ja axhankankebi joni kayama iki jawen awin tooya iketian; jawen awin tooya ixhon yapa paenmayamanaketian. Moa axhankana pekáo jawen awinin yoiya iki: «Kamentanwe, non pitira yamairake. Axhanrakanke nato jakonma paenaibaon, nato yoshinyona jonibaon», akin aká iki. Jaskákenbi bake sion ikai keská ninkáxhon, ainbonin jawen bake yoiya iki: «Kamentanwe, kokabaonra jawebira miinke, bakera sion itai», akin aká iki. Ja sion ikai ainbonin ninkáketian joni jawen bake betan kaa iki oini. Kaxhon jisáki iká iki ja bake yomerai iwana, jatíbi jawen nonti, jawen piabo miinkana. Jatian ja bakeranonman yoiya iki: «Papá, tsekati riki, jakonma jonibo ixhonra miinkanke». Había también un hombre y su esposa, que seguramente creían en la palabra del Inca. El nombre de este hombre era Bekaokona, dicen que era shipibo. Su mujer era coniba. Aunque los demás hombres habían ido a pescar con barbasco, Bekaokona no fue porque su mujer estaba embarazada, por miedo de que estando embarazada impidiera que se marearan los peces. Cuando los otros ya habían esparcido el barbasco, la esposa se dirigió a su marido y uno de sus hijos diciéndoles: «Vayan, no tenemos mucha comida. Han barbasqueado estos malos borrachos, estos hombres perversos». En cuanto la mujer acabó de decir esto, escucharon como si llorara un niño y la mujer le dijo a su hijo: «Anda, ¿qué habrán enterrado los tíos?, un niño está llorando». Entonces, el hombre y su hijo fueron a ver. Cuando llegaron, vieron que se trataba del niño que había ido a pescar 187
temprano; los hombres lo habían enterrado con todos sus instrumentos, con todas sus flechas. Entonces el hijo dijo: «Papá, hay que sacarlo, lo enterraron porque son malos». Ja tsekakanaronki yoyo iká iki: «Enra mato anike joniakin. Enribira mato akí kai keyokin. Jenen ewarai maton xhobo benxho akanwe iamaxh nane benakanwe. Nane benaa pekáo nato piti ishton kobinaxhon pitanwe», akin aká iki. Jaskáakin Inka Baken yoiya, joxhon, ishton yoá axhon, pikana iki. Pikin senenakankenbi jenetia iki. Jaskáaxhonronki jato kikin akin jenen keyoa iki. Jawen awin moa jenen retea iká iki, neeti atipanyamaketian tooya ikaxh. Jainoaxh moa ja ainbo nakaxha iki. Una vez que lo sacaron, el Niño Inca les dijo: «Yo los creé a ustedes. Yo también los voy a exterminar. Como va a haber un diluvio, arreglen sus casas o busquen un árbol de huito. Luego de encontrar el huito, sancochen rápido este pescado y cómanlo». Después de que el Niño Inca les dijera eso, regresaron a su casa, cocinaron rápido el pescado y se lo comieron. Cuando acababan de terminar de comer, vino la creciente. Cuentan que de esta manera el agua terminó con los demás hombres. La esposa también se había ahogado, ella no había podido subir al huito porque estaba embarazada. Después, la mujer se convirtió en comején. Jainoaxh kimisha oxhebira iká iki. Joni jawen bake rabéshokoya kimisha oxhe nanen peyakákana iki. Jatian peyakáxhon neskáakin metakan jatíbi, kari joá, 188
kenpo metsáshoko; jaaki iká iki non Inkan menia. Jaa pekáoki mamanribikin westíora nane biá iki. Moa basicha akáki iká iki pon iriti. Jainxhon naman pota tash irita iki. Jainoaxh netea keská, moa yamekan ewa winota, jenen jatíbi keyoa; kikin onis. Jainxhonki yoiya iki jawen bake: «Noa riki Shipibo, en benabatanon yoitimabo keyóibata». Jato benai kaaxhki joo ibaita iki, ikaxhbi tsoabi yama iká iki, jiwi boróbobicho, jainoaxho oa nenabores torota. Nena riki shiní jisá. Ja iki Shipibo mashá iki nenani. Kaketian jawen bakebokayaki sai ikana iki: «Ea biwe papá», ikábi joyama iki jaton papa. Ja bakebo moa jatsana iki, kenaabi joyamaitian. Yantanshokopari joá iki, bari joshinaitian. Bakebo pitiya ikaxhbi, papa neetai ointana, maekawakana iki. Pasaron como tres meses. El hombre y sus dos hijos pasaron los tres meses sentados en las ramas del huito. Sentados en las ramas encontraban de todo tanteando con sus manos en la oscuridad: camote, inguiri, mocahuas bonitas; ésos eran regalos del Inca. Así tanteando, consiguieron un fruto de huito. Ya hacía tiempito que habían lanzado un huito y éste había caído en el agua. Entonces el hombre tiró un huito otra vez y éste sonó tash al caer en el barro. Cuando el cielo ya se aclaraba y había pasado la tiniebla, vieron que el agua había arrasado con todo; era muy triste. Entonces el hombre les dijo a sus hijos: «Nosotros somos shipibos, voy a buscar a los desobedientes que han desaparecido». El hombre fue a buscarlos, los llamó dando gritos todo el día, pero no había nadie, solamente habían estacas y palmeras nena formando círculos. La palmera nena es parecida a la palmera shiní. Éstos eran los shipibos que 189
mientras cantaban y danzaban el mashá se habían convertido en palmera nena. Como el hombre se había ausentado, sus hijos lo llamaban gritando: «¡Ven a llevarme papá!», pero su padre no aparecía. Los niños se cansaron, porque aunque lo llamaban éste no venía. Recién de tardecita regresó, cuando ya el sol se estaba poniendo. Aunque los niños tenían comida, al ver que su padre subía al huito se convirtieron en aves huancahui. Jatian jakiribi joo ikí kaa iki ja Shipibo joni. Katanaxh joxhon oinaki iká iki jatíbi jai. Jatian Shipibo jonin shinana iki: «Nenora westíora ainbo joni jake, ramara en mai kiniai», ikí iká iki. Jatian ja ainbo rabé nokota iki nontin, Inka ainbo betan jawen yonoti. Ja ainbo rabé nokotaxh yoyo ibékona iki: «Jaskataxh kaxhon oinapachora ikai yamai. Rama mia katanwe», akin aká iki Inka ainbonin. Jatian jawen yonoti raanaxh Inka ainbo nontin baneta iki. Ja mai kiniainoaxh pikóxhon jonin yatana iki ja ainbo joá. Jonin yatanketian ainbonin yoiya iki: «Eama riki papan raana, oakaya riki min biti». Jaskáakin yoiyabi jonin jeneyama iki. Jawen yonoti jeneyamaitian oinxhon neskáakin yoiya iki: «Mionbiribira keenke. Jatíbitianra inoxh iki chiní bakebo jaská jaskáti». Jaskataxhki Inka xhontako kaa iki; jaki iká iki Mará Rina. Jainoaxhki bewa bewakaini kaa iki, onis oniskaini ja jonin biáma. Nuevamente el hombre se fue a llamar a la gente dando gritos. Cuando regresó, vio que había toda clase de comida. El shipibo pensó: «Aquí hay una mujer, ahora voy a cavar la tierra para esconderme». En eso llegaron dos mujeres en una canoa, la mujer 190
Inca y su sirvienta. Al llegar, la mujer Inca le dijo a su sirvienta: «Cada vez que yo voy a verlo no está. Ahora vete tú». Así, la mujer Inca envió a su sirvienta mientras que ella se quedó en la canoa. De repente, el hombre salió del hueco rápidamente y atrapó a la sirvienta que se había acercado. Cuando el hombre la tenía sujetada la sirvienta le dijo: «Yo no soy la enviada por el Padre, es esa otra con la que tienes que reunirte». Pero a pesar de sus palabras, el hombre no la soltó. Viendo que no soltaba a su sirvienta la mujer Inca dijo: «Seguramente es a ti a quien quiere. Por siempre tus hijos vivirán así nomás». Diciendo esto la joven Inca se fue; ella se llamaba Mará Rina. Y así Mará Rina se alejó cantando cantando, se fue triste muy triste, aquella a la que el hombre no tomó por esposa. «Eara kayamai, ea jenewe», akinki yonoti ainbaon aká iki. Ja yaméki joni oxhana iki. Benbo oxhanxhon jatíbi jawéki jonia iki. Nete xhabáketian oinaki Shipibo jonibo jaa iki, jainoaxh moa kikinshaman jatíbi jawékibo jaa iki. Jaskataxh joninironki rama kamanbi Shipibo jonibo jake. «No me voy a escapar, suéltame», le dijo al hombre la mujer sirvienta. Esa noche lo hizo dormir. Luego de hacerlo dormir, la mujer creó a toda la gente. Al día siguiente el hombre vio que ya habían shipibos, que ya había de todo. Así es como se originaron los hombres y hasta el día de hoy existen los shipibos.
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Shipibo ainbo Noa Shipibo ainbobo nawama iki, noa iki jonikon ainbobo. Jatian noa Shipibo ainbobo ikaxh iti jake jakon shinanya ainbobo, rabikanti ainbobo. Westíora Shipibo ainbora iti jake kikin yoáshima, jatíbi jawéki ati onan; jabo riki kikin jakoinra ikí noa yoi ikánon. Ja Shipibo ainbo ikaxh noa iti jake non axhekan ikaibo. Shipibo ainbo ixhon non ati jake nato jawékibo: mapó ati, chitonti timati, jonxhe topiti, chonpi ati, chitonti kené ati, chitonti kewé ati, chopa kené ati, pisha kewé ati, jainxhon non bene koton pekewé axhonti, chiaraxhti wikené axhonti; ja riki non Shipibo ainbobo ixhon ati jawékibo. Noa kenéai yakáti jake. Ja kenéanoxhon non ati jake shinanparikin. Jainxhon non wishai kikin metsáshaman kené shinanxhon. Jatian noa raomeeta ikaxh meskó keská kenébo non shinain pikópatankainai, jaskara ati jisáshamanbo. Jaskarabores kenéatibores non shinanai, ono yankabires kawanatanama. Noa Shipibobo riki kirikaoma, jan seré atioma. Yamaribirake: «Nato jawékibora en nato neten akai», ixhon shinana. Jatian noa Shipibo ikaxh meskó keská jawékibo akí tantitioma iki.
pulseras y tobilleras, hacer fajas, diseñar la pampanilla, bordar la pampanilla, diseñar la tela, bordar la bolsa, como también bordarle a nuestro esposo la espalda de su camisa y las piernas de su pantalón; éstas son las cosas que debemos hacer como shipibas. Tenemos que sentarnos a diseñar. Para esto, primero tenemos que imaginar el diseño. Una vez imaginado el diseño hacemos los trazos muy bonito. Si hemos sido curadas vienen a nuestra mente diversos diseños, cosas como para reproducir. Pensamos solamente en hacer diseños, mas no en andar sin hacer nada. Las shipibas no tenemos libros, no usamos reglas para que el trazo salga derecho. Tampoco planificamos: «Tales cosas voy a hacer este día». Nosotras como shipibas realizamos diversas actividades y no descansamos.
La mujer shipiba
Jaráke Shipibo ainbobo ebé jakonmairaboribi, ebé yoáshi, ebé siná itan bachinmisboribi. Jaríbake rami yoimisbo: «Ja ainboisi riki jaskara Shipiboisi ikaxh» ikí ikai. Jatian noa jakonma ainbo paketi kai, noa yoikanai rami. Westíora ainbo jakon shinanya iketian yoikanai: «Ja riki jakon shinanya, kikin jakoinra, kikin yoáshima». Jatian wetsa ainbobo notsiai, jaki ramiti bokanai.
Las mujeres shipibas no somos mestizas, somos mujeres de la gente verdadera. Porque somos mujeres shipibas debemos ser amables, para que hablen bien de nosotras. Una mujer shipiba debe ser muy generosa, debe saber hacer todas las cosas para que digan que somos muy buenas. Siendo shipibas tenemos que vivir de acuerdo a nuestra costumbre. Debemos hacer las siguientes cosas: fabricar cerámica, hilar la pampanilla, hilar
También hay mujeres shipibas demasiado malas como yo, mezquinas como yo, rabiosas como yo y también pleitistas. Asimismo, hay las criticonas que dicen despectivamente: «Esta mujercita es así porque es shipiba». Entonces nos consideran malas. Cuando una mujer es amable los demás dicen: «Ella es amable, muy buena, muy generosa». Entonces las otras mujeres van a sentir envidia y se van a molestar con ella.
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Shipibo joni Westíora Shipibo joni iti jake kikin jakon, noa jawebi maxhkámayamai, karo, piti, meskó keská jawékibo. Jake Shipibo kikin jakon shinanya ochokeabi noa kenaxhon: «Bekanwe, yakákanwe», noa jawékiamai. Jake Shipibo jakonmaribi ja noa oinaxh «jowé» iamabobiai, noa oinama jisáres ikai. Jaráke jonibo jakonma shinanya jawen anibaon esé ninkáyosma ikaxh, itanribi jawen anibaon raonyosma ikaxh. Jaskarabo iki meemis, siná, rishkimis, noa ponté jakonma aresai. Jaskara jonibora tson noiyamai noimisti shinanoma iketian, jawen jointiain jake ramiamisti shinanres.
tsokasaibo, meemis jonibo, siná jonibo, teamis jonibo, yoáshi jonibo, chikish jonibo, yopa jonibo, jatíbi jakonma jonibo. Jaskáribi akin ja ainbo benbo keská jakonmaboribi non raonti atipanke. Pero a estos hombres malos los podemos corregir curándolos. Podemos curar a los hombres que se emborrachan y hacen escándalo, a los que golpean a sus mujeres, a los rabiosos, a los mujeriegos, a los mezquinos, a los ociosos, a los afasis 16, a todos los hombres malos. De igual manera podemos curar tanto a la mujer como al hombre malo.
El hombre shipibo
Metsá ainbo
Un hombre shipibo debe ser muy bueno, no nos debe hacer faltar nada, ni leña, ni comida ni muchas otras cosas más. Hay shipibos muy amables que aunque nos vean desde lejos nos saludan y nos llaman: «¡Ven, siéntate!», y nos invitan a comer. También hay shipibos malos que aunque nos vean no nos saludan, se portan como si no nos hubiesen visto. Existen hombres malos porque no escucharon los consejos de sus padres, o porque sus padres nunca los curaron. Estos hombres son abusivos con sus mujeres, rabiosos, pleitistas, nos tratan mal. Los hombres de este tipo no quieren a nadie porque no son buenos, en su corazón solamente hay pensamientos malos.
Shipibo ainbobo iresbiresi metsáyamai. Iti jake boo nenké, rapanistani; ikaxhbi jan metsati joaikaya riki non raoti. Jain non saweai sha atibo, jonxhe. Jaskarakaya riki metsá ainbo. Wetsabiresma iki metsá en oina. Jawe kopíma noa raotaoma yakataxh noa metsáma iki, tson noa metsá ayamai. Ja kopíra noa iti jake westíora metsá ainbo inoxh raotia. Jati jake min tononon ati, min keshá ati, paronoti, koribo, mia maxhen bekenetai, mia nanen bexhtetai, mia nanen taxhtetai, mia wikenetai; ja riki metsá ainbo. Noa jawebi raoyamai, noa iamai jawenki noa metsáti iki.
Ikaxhbi jaskara jakonma shinanya jonibo non benxhoati atipanke raonxhon. Non raonti atipanke ja jonibo paenaxh 194
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Un hombre afasi es un hombre inútil, especialmente en lo que respecta a la obtención de pescado y carne de monte.
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La mujer bella La mujer shipiba no es bella así nomás. Tiene que tener el cabello largo, ser algo delgada; entonces con lo que viene a ser hermosa es con nuestros adornos. Nos ponemos campanillas de semillas en la pampanilla para que suenen con los movimientos, pulseras y tobilleras. Así es una mujer bonita. Yo creo que cualquiera no es bonita. Si no estamos sentadas con nuestros adornos no somos bonitas, nadie nos dice que somos hermosas. Por eso, para ser una mujer bella, debemos ponernos los adornos. Debes tener tus sonajas de la cintura, tu adorno de la pampanilla, corona, aretes, adornos labiales, te diseñas la cara con achiote, te pintas la frente con huito, te pintas los pies con huito, te diseñas la pierna; ésa es una mujer bella. Si no nos adornamos no hay nada que nos haga lucir bellas. Jaskáribi oa joxho nawabo ponté oa neskara yakatai ainbobo metsáma iki, jaton raotininbiribi iká metsá iki. Jaskáribi iki noa non raotininbiribi iká metsábo. Nato noa jan raotaibo iki nonabi, non banábi. Jake non maxhe jan noa bekenetai, bero ketanai. Jake nane jan bekeneti; min shokiai, min kawai, min senanai jainoaxh mia bekenetai. Ikaxhbi ramatian noa nawan itinres ikai, nawan sikítibaonres. Las mujeres mestizas que están sentadas así nomás tampoco son bellas, recién cuando se ponen sus adornos se ven bonitas. De igual manera, nosotras cuando nos ponemos nuestros adornos lucimos bonitas. Las cosas con las que nos pintamos son de nosotros mismos, 196
nosotros las sembramos. Tenemos nuestro achiote con el que nos diseñamos la cara, con el que nos pintamos debajo de los ojos. Hay el fruto del huito con el que nos diseñamos la cara; le haces hueco para sacar el huito, lo envuelves en una hoja, lo calientas y luego te diseñas la cara. Pero actualmente nos arreglamos como mestizas, con maquillaje nomás.
Metsá benbo Yankamara westíora Shipibo joni metsá ipaonike. Moatian mapo tonkon keenyamakatikanai, kikin pancháshoko kenetaton biá iketian. Jaskara, bepancha inon ixhon, pikóbenatianbi betanekatikanai jawen anibaon. Jatian mapo tonko iketian shirokatikanai: «Metsáma mapo siro siroisi, bemanaomaisi», ikátikanai. Moatian ikátikanai panchá; pancháma ikebi non anibaon panchá aká. Jatianki jawe keská ikátikanai payon maia, bekenekanai, tari sawekanai, wino iakanai, rexhó sawekanai, koribo sawekanai, kikin metsá. Ja non bekenea ikátiai kikin metsá baneti. Yankama iki joni metsá.
El hombre buenmozo Un hombre shipibo no era buenmozo así nomás. Antiguamente a los shipibos no les gustaba tener la cabeza redondeada, en cambio la cabeza planita y diseñada se veía bien. Para aplanarles la frente a sus hijos, los padres les ponían tablillas desde recién nacidos. Si uno tenía la cabeza redondeada la gente se burlaba diciendo: «Cabeza redonda, caída, sin cara». 197
Por eso antes tenían la cabeza plana; a pesar de que no era naturalmente plana nuestros padres la aplanaban. Los hombres se ponían un pañuelo en la cabeza a manera de gorra, se diseñaban la frente, se ponían la cushma, cargaban la macana, se colgaban la naricera, los adornos labiales, era algo muy bello. Cuando les diseñábamos la cara quedaban muy hermosos. Así nomás no era un hombre buenmozo. Jatian jaon ainbobo keeni kai. Jatian ainbobo: «Jass, ja joni riki metsáshoko, oa bekeneta metsá, oa payon maia metsá», ja iki ainbonin keen. Ikaxhbi moatian ikátikanai mapo tonkonki keenyamakatikanai: «¡Shii, ja mapo tonko tonkoisi metsátanimaisi!» ¿Jatian, ramaki noa jawe keská iki? Non bakeboribi moa mapo tonko, moa nawan atinboribi betanetioma rakana, jakonma jawékibobires. Ja metsá iki ikai ja iki ainbaon keen. Ainbo keenai ja metsá oinaxh iamaxh jawen niá oinaxh. Ja yankamaribi iki, yamake oa joni xhoaisi metsá. Ja joni itinke senen, jawen yora rapanisshoko jakon. Ja iki ainbaon keen. Yankama iki, ja iki raota kopí. Las mujeres admiraban a los hombres buenmozos diciendo: «Jass, ese hombre es guapo, el diseño de su cara es hermoso, el pañuelo de su cabeza es bonito». Esto era lo que les gustaba a las mujeres. Antes no les gustaba los de cabeza redondeada: «¡Shii, qué feo ese con la cabeza redondeada!» Pero ahora en cambio, ¿cómo somos? Nuestros hijos también tienen la cabeza redondeada, los tenemos echados sin tablillas como hacen las mujeres mestizas. ¡Qué cosas tan feas! El que es guapo es el engreído de las mujeres. La mujer 198
lo quiere porque lo ve guapo o porque le gusta su forma de caminar. Eso tampoco era así nomás, no hay hombre gordo que sea guapo. El hombre es normal, su cuerpo un poco flaco se ve bien. Eso les gusta a las mujeres. No es buenmozo así nomás, es porque está adornado.
Yotokonti Moatian ipaonike yotokonti piá, ramatianbo oro xheta ati keskáribi. Xheta wisoti kopí moatian yoxhanbaon yotokonti bikátikanai nii meranoa. Jakátiai yotokonti piá kikin xheta wiso biri biri ikí jonibo. «Ochó atimabiresi iki» benbo ikátikanai. Jaskáribi jisára itinke nato metsá iki itai jawéki. Xheta joxhobicho ikenki osankatikanai. Osani «¡Shii! ¿Miamarin?», ikátikanai. Ja iki jakonma jawéki. Jatian jaskara ikáshamai jabaon benakatitai yotokonti.
La planta yotokonti Antiguamente se masticaba la planta yotokonti, así como en la actualidad se usan los dientes de oro. Para ennegrecerse los dientes antiguamente las abuelas traían yotokonti del monte. Había personas cuyas muelas negras brillaban cuando masticaban yotokonti. «No se les puede rechazar a las que usan yotokonti», decían los hombres. Así es como se habla de estas cosas de ser hermoso. En cambio, si uno tenía los dientes blancos los demás se reían de uno. Se burlaban diciendo: «¡Shii, qué feo! ¿No eres tú?» Eso era algo 199
malo. Entonces, como no querían estar así con los dientes blancos buscaban yotokonti. Yotokontira jake rama kamanbi. Ja riki westíora jiwishoko. Jawen tapon bixhon kobin axhon nakakatikanai. Rabé nete kaman ja tokonpaokanike ja xheta wisoti kopí. Jatian ja xheta kikini penetai, payóyamai. Ramatian iki noa jaskarama, non jawebi nakayamai, kikini bakexhbi noa xheta keyotai. Moatian yoxhanbo jaskarama ikátikanai. El yotokonti existe hasta ahora. Es una planta grande. Se traía su raíz, se la hervía y se la masticaba. Hasta dos días lo tenían en la boca para ennegrecerse los dientes. Entonces los dientes se veían muy brillantes, no se malograban. En la actualidad ya no hacemos eso, ya no masticamos nada, desde temprana edad nos quedamos sin dientes. Antes no eran así las señoras. Raotiribi ikátiai ja xheta yotokonti piá. Ja raota wiso xhetaya ikaxh metsáshaman iki. Metsáshaman iki en oina; westíora akin en oina iki yotokonti piá, kikin jakoinra. Ja toxhkotai posaka nete, kanchis nete pekáo; moa kanchis nete aká westíora oxhe toxhkotai ja xheta wisoshaman. Ramatian moa non oinyamai jaskarabo, yamake moa wiso xhetayabo, oa osanaibo ponté joxhobires, moa jakonma. El masticar yotokonti también era adorno para los dientes. La persona así adornada se veía muy bella con los dientes negros. A mí eso me parece hermoso; en una oportunidad vi a alguien que había masticado yotokonti, se veía muy bonito. El efecto desaparece después de ocho o siete días; cuando se masticaba por 200
siete días seguidos, los dientes permanecían negros durante un mes. Ahora ya no vemos eso, ya no se tienen los dientes negros, los que se ríen tienen dientes blancos nomás, ya eso está mal.
Non janekon Chaikoni riki joneta jonibo. Moatian non yosibo meráyabo onanyabo ikátikanai chaikoni joné rae akanabo. Jabaon yoikatitai chaikoniboki janeyaribi. Ja moatian onanyaboribiki ikátiai joné chaikoni awinyabo, ainbo onanyabo joné chaikoni beneyabo. Nokon titashokon yoikatitai: «Chakí, papashoko wanyora ikátiai chaikoni awinya, Soi Biri iká iki jawen jane. Min baken bakeaketian janenoxh iwé Soi Biri», akin ea akátiai.
Nuestros nombres verdaderos Los chaikoni son gente escondida, que normalmente no se deja ver. Antiguamente, nuestros abuelos meráyas, onanyas, se relacionaban con la gente escondida o chaikoni. Ellos decían que los chaikonis también tienen sus propios nombres. Además, estos antiguos onanyas tenían esposas chaikoni, y las mujeres onanya tenían esposos chaikoni. Mi abuelita contaba: «Hija, tu abuelo finado tenía una esposa chaikoni, su nombre era Soi Biri. Cuando tus hijos tengan una hija, tienes que ponerle el nombre de Soi Biri». Ja kopí nokon wetsan janea iki nokon koko baken bakeshoko, Soi Biri akin. Iskon Bena iki chaikoni ainbonin 201
jane. Jaríbake Xhanen Bari, Ronon Xheka, Isá Xheka, jabo isáya iki. Jaskarain nokon titan janea iki nokon bakeranon Isá Xheka, chaikoni jonin jane. Ramatian non chaikonibo nokoti atipanyamake; moatian samáxhon nokokatikanai. Enra aríbati atipanke chaikonibo nokokin kikin akin samáxhon. Ikaxhbi moa noa jaskáakin samákashamai, jatíbi jawéki noa xheakasai, ponté ocharesi. Jaskara ixhon non ati atipanyamake. Por eso mi hermana le puso ese nombre a la hija de mi sobrina, Soi Biri. Iskon Bena es el nombre de una mujer chaikoni. Asimismo hay Xhanen Bari, Ronon Xheka, Isá Xheka, estos nombres se refieren a pájaritos. Por eso mi mamá le puso Isá Xheka a mi hijo, es el nombre de un hombre chaikoni. En estos tiempos no podemos encontrar a los chaikonis; antes dietando y guardando abstinencia los encontrábamos. Yo podría encontrarme con la gente chaikoni dietando bien. Pero en la actualidad ya no queremos dietar como lo hacíamos antes, queremos tomar de todo, pecamos nomás. Siendo así no podemos lograrlo. En yoiribiti atipanke, noa joxho nawabo keskáma iki. Non bakebo, non papashokona, non papan jane, non titan janebo meniamai; keenxhon non akai. Ea jake westíora bake, jawen jane iki Juan; ja non jaskáakin janea iki jawen papa Juan iketian, nawan join. Nokon yosin non join jane iki Mokan Niwe, ikaxhbi yamaparike nokon baba non Mokan Niwe ati. Puedo decir otra vez que nosotros no somos como los mestizos o la gente blanca. A nuestros hijos no les 202
podemos dar el nombre de nuestro abuelo, de la abuela, de los padres. Si queremos lo hacemos. Yo tengo un hijo que se llama Juan, porque su papá es Juan, en castellano. El nombre de mi viejo en nuestro idioma es Mokan Niwe, pero todavía no tenemos un nieto para ponerle Mokan Niwe. Jatian nawabo jaskarama iki, jawen titashokon janebi akanai, nawabo yamake chaikoni raeya. Menikanti jake jaton titashokon jane, jawen papanabo. Noa joni wetsaresibi iki, jake jonéni jonibaon jane, jake nato niwe raoki ikábo Senen Niwe, jake meskó keská janebo. Pero los mestizos no son así, a sus hijos les ponen el nombre de su abuelita, los mestizos no se relacionan con los chaikoni. Tienen que dar a sus hijos el nombre de su abuelita o de sus padres. Nosotros los shipibos somos diferentes, usamos los nombres de los hombres escondidos, también hay nombres relacionados a la planta que llaman remedio del viento Senen Niwe, hay varios nombres. Joxho nawabaon janeai jaton bake nato Pedro, Ezequiel, ja iki jaton papashokobaon jane, jaanshokores janeai. Non wetsatian janeai Barin Yoi. Bari iki noa jan tenai kopí. Jake Xhanen Bari, ja iki westíora chaikoni meráyanin jane. Rao Jonibaon jane en ninkata iki westíorakin meráyanin yoiyai: Xhanen Betsa, jake Mokan Rona, Wasan Rona. Chaikonibaon iná iki wasa, xhawan betan xhane iki noyai; jaskarainoabo non jane tsekai. 203
Los mestizos blancos nombran a sus hijos Pedro, Ezequiel, esos son los nombres de sus abuelos, solamente esos nombres les ponen. Nosotros a veces les ponemos Barin Yoi. Bari es porque el sol, bari, es el que nos alumbra. Existe el nombre Xhanen Bari, es el nombre de un meráya escondido. Yo escuché una vez que un meráya decía los nombres de la Gente Remedio: Xhanen Betsa, Mokan Rona y Wasan Rona. El wasa, o sea el mono frailecillo, es el animal domesticado por los chaikonis, el Xhawan guacamayo y el pajarito Xhane son aves; de ellos obtenemos los nombres. Rama kamanbi noa jaskara iki, non janekonya. Nokon papan chaikoni awiman janeronki ikátai Metsá Beka, westíora metsáshoko. Jaskarainbo non jane tsekai. Ramatian moa jaskarama, non bakebo jawen janen moa kenayamai. Nokon bakeranon iki Sanken Bea atin moa keenyamai. Ja iki moatian nokon papashokobaon jane: Sanken Bea, Isá Xheka, Kené Siná. Wetsa nokon baken jane iki Kesin Tsoma. Kesin Tsoma ikátiai iresama, joni tsewémis, siná joni iti iká kopí. Moatian non papashokobo kikin reteanamis, kikin rayá iamaxh meráya ikátikanai. Jaskarabo ikátikanaitian non janea itinke. Sanken Metsá iki westíora jonin tari sawea kikin sanken metsáshaman. Jaskara ipaonike chaikoni jonin tari sawea. Ea iki kimisha janeya: Ranin Ama, Mokan Rona, Sanken Wesna. Hasta ahora somos así, tenemos nombres propios. Metsá Beka es el nombre de una mujer chaikoni que era esposa de mi papá, era muy bella (metsá significa bella, hermosa). Nosotros sacamos nombres de esas cosas. Pero en estos tiempos ya no llamamos a nuestros hijos 204
por su nombre shipibo. Mi hijo se llama Sanken Bea y no quiere que le llamen así. Estos son los nombres de mis abuelos: Sanken Bea, Isá Xheka y Kené Sina. Mi otro hijo se llama Kesin Tsoma. Le puse ese nombre porque se refiere a un hombre al que le gusta pelear con huishati, porque así debe ser mi hijo, un hombre valiente. Antes nuestros abuelos luchaban entre sí, eran trabajadores, meráyas. Como nuestros abuelos eran así, les damos esos nombres a nuestros hijos. Sanken Metsa es porque cuando un hombre se pone la cushma se le ve muy elegante, muy hermoso. Así usaban cushma los hombres chaikoni. Yo tengo tres nombres shipibos: Ranin Ama, Mokan Rona y Sanken Wesna. Nawan join jane iki jakonribi, ikaxhbi non join janebokaya kikin jakon iki. Jaskarain en oina iki jatíbikaya jakon iki. Nokon bakebo en janea iki nawan joinribi Eleodoro. Akaskin en akai Eleodoro akin, akáshamakin: «¡Sanken Beá, jomenwe pii!», akin. Jatian rabekanbi axheai Sanken Bea iamaxh Eleodoro. Jatian jabé raenanaibaon akai Elico akin. Enbiribi nokon bake Elico akin ayamai. «¡Beá, jomenwe pii!», akin en akai. Los nombres en castellano también son bonitos, pero los nombres en nuestro idioma son mejores. Yo opino que todos los nombres están bién. Mi hijo se llama Eleodoro en castellano. Si quiero lo llamo Eleodoro, si no quiero le digo solamente: «¡Sanken Bea, ven rápido a comer!» De esta manera él se acostumbra con los dos nombres Sanken Bea y Eleodoro. Sus amistades lo llaman Elico. En cambio yo no le digo Elico. «¡Bea, ven a comer!», así le digo. 205
Jake nokon bake xhontako, ja iki Menin Kaisi. Non shinanyamai pikóketian Menin Kaisi ati. Ikaxhbi nokon titan yoiya iki: «Nokon wetsara ikátiai kikin menin ainbo. Min bake ainbo pikóketian Menin Kaisi anoxh awé». Non yoxhanbaon noa akátiai jaton jane keyótima akin yoikin. Ja kopí rama nokon baken jane iki Menin Kaisi. Tengo mi hija señorita, ella se llama Menin Kaisi. No pensamos en ponerle el nombre Menin Kaisi cuando nació. Sino que mi mamá me dijo: «Mi hermana era una mujer hábil en el trabajo manual. Cuando nazca tu hija llámala Menin Kaisi». Nuestras abuelas nos decían que sus nombres no deberían terminarse. Por eso ahora el nombre de mi hija es Menin Kaisi. Rama iki nokon bake chonka rabé baritiaya, ikaxhbi en onanyamake jaaki menin ikí kai ixhon, ¿jawe keská ikaxh meninma ikenkan? Jatian, ¿tson ocha iti iki? Jama nokonabi; enbi jawéki ati axheayama kopí. Jatian wetsabo jake Soi Biri. Soi akin jawéki akai kikin metsá akin jawéki akaibo. Jaskáribi noa ikai Soi joni metsábo iki. Bake jawéki akai iketian, non yoiyai: «Jawen tokáyora kikinshaman menin ikátiai riki», ikí noa ikai. Ahora mi hija tiene doce años, pero no sé si va a ser hábil, de repente no va a ser hábil. Y en ese caso, ¿de quién es la culpa? No de ella, sino de mí misma; porque yo misma no le enseñé a hacer las cosas. Algunas se llaman Soi Biri. Soi se llaman porque cuando hacen las cosas las hacen bonitas. De igual manera a los que llamamos Soi son personas bonitas. Cuando a un niño le gusta hacer las cosas, nosotros decimos: «Es así porque a su tocayo le gustaba hacer las cosas». 206
Joni chaikoni betan nokoanani Westíora jonironki boá iki chaikoni jonin, iaman yomerai itaitian. Iaman toshbáketian nokoxhonronki chaikoni jonin yoiya iki ja joni: «Nato ian rebon, nii pekáo, jain riki noa ikábiribi, jonéni jonibo», akinki aká iki. Jatian jonin shinana iki ja chaikonin yoiya: «Ramara ea kai», ikíki iká iki ja joni. Jaskáketianki chaikonin yoiya iki: «Rama riki noa Ani Xheatiya», akinki aká iki. Jaskáxhonki chaikonin boá iki jawen anibo yoiyamabi.
El hombre que se encontró con el chaikoni Los chaikoni son la gente escondida o invisible. Un chaikoni se llevó a un hombre cuando éste estaba pescando en la cocha. Cuando estaba flotando en su canoa, el chaikoni se le acercó y le dijo: «Al final de esta cocha, pasando el bosque, allá es donde vivimos, somos hombres escondidos». Entonces el hombre se quedó pensando en lo que había dicho el chaikoni y decidió: «Ahora me voy allá». El hombre invisible le habló nuevamente: «Ahora tenemos nuestro Ani Xheati». Y se lo llevó el chaikoni sin que el hombre les avisara a sus padres. Jainxhon jonin ninkataki iká iki kikin tanpóra metsá metsáshamani, joniboki oa iká iki winon rishkianani. Jatianki chaikoni joninki yoiya iki: «Ninkáwe en mia yoinon, chaikoní; mia riki jakonma pisi poati. Noa riki wasteya, jan nashiwe mia nokon jeman nokónon», akinki aká iki. Jatian jonin aká iki «Ikonrake», akin. Jaskáaxhon beai oinaronki iká iki natotio tenton waste, moa xhakia. Jainxhonki 207
chaikonin nashimaa iki. Nashimaxhonronki boá iki jawen tita kaman. Kaxhon oinaronki iká iki jema manishma, kikin xhabá, xhobobo xhabáshaman napo yakata. Al llegar, el hombre escuchó que tocaban un bombo muy bonito, los hombres se peleaban con macana. Luego el chaikoni le dijo: «Escucha lo que te voy a decir, tienes un olor muy feo. Tenemos piripiri, báñate con eso para que vengas a mi comunidad». El hombre respondió: «Bueno». El chaikoni trajo el piripiri en una bolsa, bien ralladito, e hizo que se bañara con eso. Tras hacerlo bañar lo llevó hasta donde estaba su madre. Al llegar el hombre vio que la comunidad estaba limpia de maleza, que las casas se erguían en medio de espacios totalmente despejados. Moatianki ipaonike chaikonibo korákayaribi. Kaxhonki chaikonin yoiya iki jawen koshibo itan jawen tita: «Titá, enra beke paro joni, noibatishoko itaitianra en beke chaiyanoxhon», akinki aká iki. Jainxhon jonin shinana iki: «¿Jawe kopíki ea neno joá?», ikíki iká iki. Jainoaxhki iká iki ja joá joni jabákasi chaikonibaon jemameaxh. Jatian yoiribia iki chaikonin: «Ninkáwe chaikoní en mia yoinon, ea riki chosko poiya», akinki aká iki. Jatian jonin jen aká iki. Antiguamente la gente invisible tenía también sus curacas. El chaikoni le dijo a las autoridades y a su madre: «Mamá, yo he traído al hombre del río, como me dio pena lo traje para que sea mi cuñado». En ese momento el hombre pensó: «¿Por qué he venido aquí?» Entonces sintió ganas de escaparse. Pero el chaikoni le 208
habló nuevamente diciendo: «Escucha, yo tengo cuatro hermanas». El hombre aceptó. Nete xhabáketianki peokota iki pishta, icha jawéki yoina retekanabo pii, meskotibo jaton axhekanbiribi ikí, tari wisoshaman kewéya, joshin tari sawéya. Jainxhonki chaikonin jawen tita yoiya iki: «Titá». Jatian jawen titan aká iki: «¿Jawerin, baké? «, akinki aká iki. «Enra beke nato paro joni nokon poi bimanoxhon». Jaskáketian jawen titanki yoiya iki: «Bimakayata, min beke betin jaonbiribi keenxhon, moa min ake betin bekin» akin aká iki. Al amanecer empezó la fiesta, comían todo tipo de animales que habían cazado en el monte, practicaban diferentes cosas según su costumbre, vestían cushmas negritas bien bordadas, cushmas rojizas. Después el chaikoni llamó a su madre y ésta le contestó: «¿Qué, hijo?» Y el chaikoni dijo: «He traído a este hombre del río para casarlo con mi hermana» Entonces la madre le respondió: «Bueno, entrégasela, obviamente porque lo quieres es que lo trajiste». Jawen baken yoiwanketian, chaikonin titan nete xhabataitian jawen bake xhontako yoiya iki: «Mia jawe akaitani ikenmabi, jochinki ake paro joni bekin, nobé itinke en mia bimabanon» akin aká iki. Jaskáaxhonki bimakana iki, kikin metsáshoko xhontako, nanen bekenéya, rexhóya, teoti sawéya, kikin metsáshoko. Tras lo que le había dicho su hijo, al amanecer la madre habló con su hija: «A pesar de que casi no sabes hacer nada, tu hermano mayor trajo al hombre del río, te haré 209
reunir con él». De esta forma le entregaron al hombre una mujer muy bella, con la cara diseñada con huito, la nariz adornada, collares, una mujer muy hermosa. Ja joninki biá iki ja chaikoni ainbo. Biketianki jawen rayos benbon yoiya iki: «Baké, miara kayamapariai, nenoaxh westíora oxheparira mia kai, jawékipari yomerawe min tita boxhonnon», akinki aká iki. Jaskáakin biá pekáo moa basichaki iká iki moa joni jokasi. Westíoraiki jokasi tanata iki, joxhon jisáronki iká iki paotati moxhan kai, kikin nonti jikiti jisáma. Jaskarainki joni banéribia iki. Jatianki iká iki ja joni moa icha nete, ja bake xhontako bimakanaki iká iki moa westíora oxhe. Ja moa westíora oxhe iketianki, iká iki jawen titabo moa winii, maaporira kabirake, moa retekana riki, manota riki, moa choyachakin boábo shinanibo ikana iki. El hombre se había casado con la mujer chaikoni. Luego del matrimonio el suegro le dijo: «Hijo, todavía no te vas a ir de aquí, recién al cabo de un mes te irás, primero tienes que cazar animales para que se los lleves a tu mamá». Como ya había pasado un tiempito el hombre quería regresar a su casa. Una vez intentó escaparse, pero se encontró con una cantidad de espinas de uña de gato que le impidieron pasar con la canoa. Por eso el hombre tuvo que regresar. Para esto el hombre ya tenía allí varios días, ya había pasado un mes desde su matrimonio. Al mes de que el hombre había desaparecido de su casa, sus madres lloraron pensando que se había ahogado, que lo habían matado, que se había perdido, o que de repente el chuyachaqui se lo había llevado. 210
Ikaxhbi moa chaikoni jonibaon onana iká iki joni jawen kaiboboiba kakasai. Jainxhon jawen rayos benbon yoiya iki: «En mia potai kanon, baké, chimakayain senen. Enra mia nokon bake xhontako ramishoko nanexhonai», kinki aká iki. Jaskáxhonronki napóxhona iki kabóri, iso, jono, chaxho namibo, ani nontiki iká iki. Ja nonti akanaironki iká iki ronin bake. Moa nonti bochoaxhon yoikana iki: «¡Katanwe! Nokon bake jakonmashokora en mia chibanmai», akin aká iki. Pero los chaikonis sabían que el hombre quería regresar donde su familia. Entonces su suegro le dijo: «Hijo, iré a dejarte a la salida de la cocha. Embarcaré a mi hija feíta contigo». Después puso en la canoa carne de taricaya, maquisapa, sajino, venado, la canoa era grande. Dicen que a esa canoa la llamaban cría de yacumama. Una vez que la canoa estuvo llena, el suegro dijo: «¡Vete! Voy a dejar que mi hija feíta vaya contigo». Ja xhontako joá iki jawen bakenxhaiba, paro ainboboiba. Joxhonki ja chaikoni ainbonin yoiya iki jawen tsabe: «Ea riki min poi nokon poinribi bimaa, nokon papan riki ea raana», akinki aká iki. Jatianki jawen bene yoiya iki ochatima. Jaskákenbiki joniki joaxh paena iki. Jaskarainronki inike ja chaikoni ainbo notsikaini kai. Rama kamanbi non chaikonibo moa ochómaa iki. Jatian nete basimaribi iketian ipaokanike; rama moa nete basiora iketian non chaikonibo ninkáyamai, ninkatai ikaxhbi wetsankobo. La joven llegó a la casa de su suegra, donde vivían las mujeres del río. Al llegar la mujer chaikoni le contó a su 211
cuñada: «Mi hermano me entregó a tu hermano, mi papá me mandó acá». A su marido le anticipó que no pecara. A pesar de eso, el hombre se emborrachó. Entonces la chaikoni se enojó y partió molesta. Así hicimos que los chaikonis se alejaran de nosotros hasta el día de hoy. Esto ocurrió cuando el mundo era reciente; ahora que el mundo es antiguo ya no escuchamos a la gente chaikoni, los escuchamos pero en otros lugares.
Non piti jawékibo Moatianra ikátiai yoinabo ochóma merati itan icha. Jatian non akátiai wachoaxhon xhekin betenki, parantayabo non joa iki. Jaskáribi akin jabo non xhoixhon, yonanxhon, betenkatitai. Jaskáaxhon piá iki kikin noe ja jawékibo. Moatian yamakatitai oa nawan pitibo piti. Ramatian non jaskarabo oin oinyamai, noa joxho jonibaon keyonana kopí. Moa yamake jaskáshamanxhon non kobinatibo, jaskáshamanxhon non jakonshamanxhon pitibo.
Nuestros alimentos Antes se encontraban animales cerca y en abundancia. Antes suavizábamos las carnes y las preparábamos en mazamorra con maíz, las sancochábamos con plátano. De igual forma las asábamos al fuego, las ahumábamos y preparábamos mazamorra. Cocinando así comíamos muy rico estas cosas. Antes no se conocía la comida mestiza. Ahora casi no vemos las cosas del bosque, porque los blancos nos han matado los animales. Ya no hay carne para preparar sancochados, para preparar deliciosas comidas. 212
Moatianra yawabo beketian: «¡Xhoiwe, jomenkanwe ainbobo!» ikí ipaonike; westíora jawéki reteaxh menípaokanike: «¡Xhoiwe tsabé, xhoiwe titá!», ikí. Jainxhon piti kenai jawen kaibobo. Non rama jaskáati atipanyamake, moa jawebi yamaketian; jara nonna onis jawéki iki. Ramatian iki noa kikin yoáshiora, moa noa pitin kenáyamai, ponté moa nawa keská. Ikaxhbi noa nawama iki, jake non axhé. Ikaxhbi wetsankobo keyotamapari iki, pitin kenataibopari jake. Chaxho reteaxh iamaxh amakiri beaxh: «¡Xhoiti biwé!», ikaibopari. Nato netebo piti yamaketian noa nawa keskáribi itinke, pitin moa kenáyamai. Antes cuando los hombres traían huanganas decían: «¡Ásenlas, vengan mujeres!»; cuando se cazaba un animal se compartía entre todos: «¡Ásalo cuñada, ásalo mamá!», se decía. Además se invitaba a comer a los parientes. Ahora ya no podemos hacer eso, porque ya no hay nada; esto es algo triste para nosotros. Ahora somos muy mezquinos, ya no nos invitamos a comer, nos comportamos igualito que los mestizos. Pero nosotros no somos mestizos, tenemos nuestra costumbre. Sin embargo, en algunas comunidades todavía no se ha terminado esto, todavía se invitan a comer. Cuando cazan venado o pescan gamitana todavía hay los que dicen: «¡Lleva para que lo ases». En estos días como ya no hay comida somos como los mestizos, pues, ya no se pasa la voz para comer. Noa jonikonbaon iki jatíbi jawékibobires piosma. Piti jisáshaman ikenbi non koshoshka piamai; ja iki non axhekanbiribi. Jatian, ¿jawe kopíki non koshoshka piamai? En onanyamake. Moatian non yosibaon noa yoikatitai 213
koshoshka roniman yonoti. Koshoshka iki noa joninontianbi non piosma. Jawen xheni iki ainbo bikaskin raonti. Ainbaon mia icháketian jawen xheta wexhaxhon, rome xheia meskoxhon, jotixhon xhon ati. Jatian miki ainbo sinataitian, min jawen chitonti xhenin keskinana, ja ainbo tsini ikí kai. Ja iki westíora raoribi. Nosotros la gente verdadera no comemos cualquier cosa. Aunque parezca comida no comemos bufeo; esto es conforme a nuestra costumbre. ¿Por qué no comemos bufeo? No lo sé. Antiguamente nuestros abuelos nos decían que el bufeo era ayudante de la yacumama. Desde un principio nunca hemos comido bufeo. Su manteca sirve para pusanguear cuando uno quiere conquistar a una mujer. Si una mujer te insulta, se raspa el diente del bufeo, se lo mezcla con tabaco envuelto y fumando se le sopla a la chica. Si una mujer se molesta contigo, le echas en el borde de su falda un poquito de manteca de bufeo y esa mujer va a empezar a andar con cualquiera. Eso es una pusanga más. Jatíribibaon kapé pikanai, ikaxhbi ea kapé piosma iki. Rono jawékibo iki non piosma: ronin, ronin bake, ronon ewa, kamoxh, jabo. Jawetianbi non piosma iki xhae betan ino. Jaskáribi jawetianbi non ponsen piamai. Jainoaxh moatianbichoma iki rama kamanbi iki non shipi piosma. Jainoaxhribi amen non piosma iki, ikaxhbi ramatian jatíribibaon pikanai. Jainxhon jonibaon piti bekanai koni betan iwi, ikaxhbi tsonbi konin ewa pinoxhon beyamai. Algunos comen lagarto, pero yo nunca lo como. Nunca comemos serpientes: yacumama, cría de yacumama, 214
boa, shushupe, etc. Nunca comemos ni oso hormiguero ni tigre. De igual forma no comemos pelejo. No sólo antiguamente sino hasta la actualidad tampoco comemos pichico. Tampoco comemos ronsoco, aunque actualmente algunos lo hacen. Los hombres traen para comer anguila y raya, pero nadie trae anguila eléctrica para comer. Jatian non axhekan iki nato jenemea jawékibo kikin pitikonshamanbo. Wame non piai, sapen non piai, amakiri, asápa, jabo. Jatian ranyon, cheó, jabo non pipíamaribiai; maxhkoshoko ikaxh xhao itan wia yorabo iken. Según nuestra costumbre éstos son los animales acuáticos que consideramos muy buena comida. Comemos paiche, vacamarina, gamitana, paco, esos. Mientras que el llavarachi y el chiu chiu no los comemos mucho; como son peces pequeños tienen muchas espinas y mal olor. Niikamea piti jawékibo riki chaxho, ano, yawa, jono, yawish, panó, mananxhawe. Jainribi iki iso, isokoro, roo, shino, shishi, jabo. Jainoaxh pitiboribi iki jasin, kebo, koman ewa, manxhan, nii nonon, koshori, nea, xharára. Nato riki non yoinabo, nato riki non axhébo, paro ibobo keská. La comida de monte es el venado, majás, huangana, sajino, carachupa, yangunturo, motelo. También están la maquisapa, el mono choro, el cotomono, el mono, el achuni, etc. También se come el paujil, la pucacunga, el yungururo, la garza, el pato de monte, el cushuri, el trompetero, la sharara. Estos son los animales que 215
Yoáshiko Inka
comemos, éstas son nuestras costumbres como dueños del Ucayali. Jatíbitianra joxho jonibaon noa yoikanai Shipibo ponté iresbiresa niikamea inábo keskáribi. Ikaxhbi noa jaskarama iki; jake moatianbi non axhé. Moatian joxho jonibo joxhon noa keyonankeankana iki non jono, non yawa, non awá, non mari, non meskó keská mebiabo. Noa keyonanribikeankana iki jasin, manxhgan, koshori, xhgarára, nononbo, non yapabo; jainoaxhg non jiwibo. Jatian noakaya iki kikin nii ibo, non onanke niikamea jawékibo. Jaskara kopí non yoinabo aresbireskin non reteyamai, jawen iboyaboribi iketian. Muchas veces los blancos nos dicen que los shipibos vivimos así nomás, como los animales del monte. Pero eso no es cierto, tenemos nuestra cultura desde tiempos remotos. Antiguamente los hombres blancos llegaron y casi exterminaron nuestro sajino, nuestra huangana, nuestra sachavaca, nuestro añuje, nuestros diferentes tipos de mono. De igual manera casi exterminaron el paujil, la garza, el cushuri, la sharara, los patos, nuestros peces; asimismo, nuestros árboles. Nosotros en cambio somos los verdaderos dueños del bosque, nosotros conocemos las cosas del bosque. Por eso no matamos a nuestros animales indiscriminadamente, pues ellos también tienen su dueño.
Yoáshiko17 Inkaronki inike, moatian jawetianbobira noa pikotamatian. Noa joniboronki ikátiai chiioma, jaskáxhon non piti xhoitibo yama. Ja Yoáshiko Inkaki ikátiai kikinshaman yoáshi, chiikan yoáshi. Chii jonibo meniamakatitai. Wetsatianki: «Noara chii bii joke» iketian, ponté onpaxhan nenanxhon menikin; «Atsa taxhora noa keenai» iketianki, raras axhon jato menikin.
El Inca Miserable y el origen del fuego Al Inca Miserable le ocurrió esto hace mucho tiempo atrás, antes de que nosotros naciéramos. Nosotros no teníamos candela, por eso no podíamos asar el pescado para comer. El Inca Miserable era demasiado mezquino, mezquinaba la candela. No le daba candela a la gente. Cuando le decían: «Venimos a llevar candela», el Inca agarraba un pedazo de leña con candela, lo metía en el agua y les entregaba. Cuando le pedían: «Queremos palo de yuca», primero lo raspaba bien hasta hacerlo inservible y después se lo entregaba. Ja Yoáshiko Inkaronki ikátiai rabé beskon ináya. Ja beskonki ikátiai xheta nenké. Ja Yoáshiko Inkaronki iká iki jawen jema matsoti. Jatianki iká iki beskon rabéki ja Yoáshiko Inka pekáoki, jatsan keoti. Jaskákinki jatsanma iki Xhane Inka, «¿Jawe akíri mia epekáo jatsan?», ixhonki matsótinin riskia iki. 17
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Jatíribi jonibaon akai «Yoáshikon» akin.
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El Inca Miserable tenía dos loros chirriclés en su casa. Los chirriclés en ese tiempo tenían el pico largo. El Inca Miserable estaba barriendo alrededor de su casa. Entonces los dos chirriclés estaban haciendo bulla detrás de él. Con tanto ruido hicieron que el Inca Miserable perdiera la paciencia. «¿Por qué haces tanta bulla en mi detrás?», le gritó el Inca exasperado a un chirriclés, y diciendo esto le pegó con la escoba. Jainxhon kaxhonki beskoman chii tsisto natexhaxh noyaitianki, Yoáshiko Inkan matsótinin rishkikin kenea iki. Boxonronki axho tano chankatainkoki rakana iki, jainoaki aká iki moa axho tano yatankin. Entonces el chirriclés mordió un tizón prendido y se escapó volando. El Inca Miserable, trató de alcanzarlo moviendo violentamente el palo de la escoba pero falló. El chirriclés colocó la candela encima de un árbol de capirona seca, y éste se prendió. Jatianki Yoáshiko Inkan ani niweaba pakea iki, ja chii noka akaskin. Yoáshiko Inkan onana iká iki moa jainoaxh chii janbisi kai. Jainoaronki beskoman poinkosko yoiya iki: «Enra moa beke chii ramanma jonibo chiikan keenkenaitian, rama min pein mapowe nokamayamakanwe, Yoáshiko Inkanra niweaba pakea iki», akinki aká iki. Poinkoskoronki ipaonike joxho rania. Jainronki joá iki xhete poinkosko akini. Ja kopíronki poinkosko betan xhete jaton pei wiso rania. El Inca Miserable hizo caer una lluvia torrencial con un viento muy fuerte, pensando apagar así la candela. 218
El Inca Miserable sabía que a partir de allí la gente se repartiría la candela. Entonces el chirriclés le dijo al gallinazo: «Yo ya traje el fuego ya que la gente tanto lo quería desde antes, ahora protégelo tú con tus plumas, no dejes que se apague, el Inca Miserable ha provocado un ventarrón». Dicen que en ese tiempo el gallinazo tenía las plumas blancas. Entonces vino el rinahui para ayudar al gallinazo. Es por esto que tanto el gallinazo como el rinahui tienen ahora las plumas negras. Jainoaronki Yoáshikon Inkan pakea iki ani niweaba, kikini sinataki iká iki. Ja niweaba anixhonronki aká iki chii janbis akin, kikini tiríti akin. Jainoa manaironki akátikanai jonibaon chii tsisto manai bikin. Jain moa piti yoá akana iki, jaskara nokon yoxhanshokon yoipaonike. El Inca Miserable hizo caer una tempestad, con lluvias y truenos, estaba más molesto que nunca. El ventarrón sopló el fuego regándolo por todas partes, y se prendió un fuego grande. La gente empezó a juntar la candela. Así empezaron a cocinar el pescado, así contaban nuestras abuelas.
Chichíporo Ainbo Joní benatian Chichíporo Ainboronki ikátiai, kikin jakon shinanya ainbo. Jatianribironki ikátiai jawékiati jawékibo yama: xheki, atsa, atsa taxho, paranta takobi biti yama, jatíbi yama. Ponté nane joshin benaxhon jawékiai ipaokanike. Iitironki iká iki noa jonibo kaiti. Rama non ninkatai Inkabo iní, jaskáribi ikí ikátiai Chichíporobo. Iitironki 219
ikana iki noa jonibo kachio kai nane joshin benai. Ja bokana pekáoronki iká iki Chichíporo Ainbo pikoti. Joxhonki bakebo yokata iki: «¿Jaakan, maton titakan?», akinki aká iki. Jatianki baken aká iki: «Nokon titara yamake, nane joshin benaira kake, ja jawékiati», akin aká iki.
La Mujer Canario y el origen del maíz Al principio de la creación existía la Mujer Canario, era muy buena y de nobles sentimientos. En ese tiempo, la gente no tenía ningún alimento: no había maíz, yuca, palo de yuca, máchiqui de plátano, absolutamente nada. Tan sólo se alimentaban con el huito maduro. Con el tiempo la población aumentó. Así como a veces escuchamos la historia de los Incas, así también existían los Canarios. Una vez, la gente se fue al monte a buscar huito maduro. En eso, apareció la Mujer Canario y viniendo hacia donde se habían quedado los niños les preguntó: «¿Dónde están sus madres?» Entonces un niño contestó: «Mi mamá no está, se fue a buscar huito maduro para alimentarnos». Jaskáketianki iká iki Chichíporo Ainbo: «¿Jaweatíki akai maton nane benakin, nane riki non jawékiatima», akin aká iki ja bake. Chichíporoki ikátiai kikin witaxh ani, wipoko ani. Chichíporon yoiya iki: «¡Bakebó, westíora tawa nenkécha bekanwe!», akinki aká iki. Jaskáaki bakebaon tawa bea iki. Jainoaki jato yoiya iki: «¡Ishton ea wirishkikanwe!», akinki aká iki. Ja wirishkikanaronki iká iki, xheki saa iboan saa iboani. Jaskáaxhon ishton nato xheati axhonkin, jainki iká iki ani kentíboki. Moatian yoxhanboki ikátiai kikin rayábo, ani kentí akaibo. 220
Entonces la Mujer Canario le dijo al niño: «¿Por qué tienen que buscar huito? El huito no es para la alimentación». La Mujer Canario tenía piernas largas, pantorrillas grandes. Luego ordenó: «¡Niños, traigan una cañabrava larga!» Los niños la trajeron. Después la Canario les pidió: «¡Golpéenme en la canilla !» Cuando los niños la golpearon en la canilla, la Canario arrojó maíz en gran cantidad. Con ese maíz prepararon bebida muy rápido, allí habían grandes ollas de barro. Antes las abuelas eran muy trabajadoras, hacían ollas de barro grandes. Bakebaonki ishton renekina iki, axhon jato xheati akina iki. Jainxhonki yokata iki Chichíporo Ainbaon: «¿Min titan wai banáki jaa?», akin. Baken yoiya iki: «Nokon titan waira jake, ikaxhbi riki jawe banati yama», akinki aká iki. Moa jatíbi ayonbaini kaxhon Chichíporonki aká iki, ja chosko iamaxh sokota bakebi boá iki wainko. Nokóxhon jato yoiya iki: «Nato banakanwe ishton, maton tita joámabi, eara moa karíbai. Banaxhonbi pekáori naishamakanwe», akinki jato aká iki. Los niños la ayudaron a moler el maíz rapidito, luego la ayudaron a preparar la bebida. Luego, la Mujer Canario preguntó: «¿Tu mamá tiene chacra sembrada?» El niño contestó: «Mi mamá tiene chacra, pero no tiene nada que sembrar». Tras preparar todo, la Mujer Canario los llevó a los cuatro o seis niños a la chacra y allí les dijo: «Siembren esto lo más rápido posible, antes de que regresen sus madres, yo ya tengo que irme. Después de sembrar esto no deben mirar hacia atrás». 221
Naiskanaketian iká iki Chichíporo jato oinyabi. Jatian xheki iti iká iki basima anii, kimisha netebobira. Jaskáabironki iká iki bake kikin yoitima, ja Chichíporon oinabironki aká iki baken naiskin. Ja naisketianki yoiya iki Chichíporo Ainbaon: «¿Jawe kopíki aká bakeranon min naiskin? Neskábi neskábira mato janoxh iki, maton xheki banara ishton iamanoxh iki, kimisha oxheparira mato inoxh iki jawékiakasi manati», akinki aká iki. La Mujer Canario vigilaba a los niños para que no miraran hacia atrás. El maíz debía de crecer en un corto tiempo, más o menos en tres días. Pero nunca falta un niño travieso; a pesar de la vigilancia de la Canario, este niño miró hacia atrás. Entonces la Mujer Canario le dijo: «Varoncito, ¿por qué miraste hacia atrás? Así nomás vivirán ahora, cuando siembren maíz ya no crecerá rápidamente, tendrán que esperar tres meses para poder alimentarse». Jainxhonki jato xhobon bexhon yoiribia iki: «Ninkákanwe bakebó en mato yoinon. Nato xhekira min moa ocha ake, ocha akenbira en jakiribi soaribiai nokon shinaman, kikin noibati riki mato. Oini boyamakanwe, bakish ointankanwe, nenoaxh rabé baritiara ea joi kai, jatíbiainra ea iikaini kai», akinki aká iki. Jaskáatananki iká iki moa Chichíporo Ainboki manota iki. Al regresar a la casa la Canario les advirtió nuevamente: «Escuchen niños lo que les voy a decir. Ya dañaron este maíz, pero aunque lo hayan dañado yo lo limpiaré con mi poder mental porque ustedes me inspiran mucha compasión. No vayan a ir a ver el mai222
zal, mañana recién podrán verlo. A los dos años regresaré, porque debo visitar varios lugares». Tras decirles esto, la Mujer Canario desapareció. Moa kaa pekáoki, bekana iki nane joshin papíyabo. Joxhon oinaki xheki xheati, xheki joabo, moa abaina. Jain joaxhki joni rateta iki: «¿Tson mato meniarin bakebo?» Jabiki iká iki bakebo keshayamai, xhekibo banabeiranaxhbi. Jaskataxhki keshayamakana iki. Moa rabé nete pekáopariki aká iki jawen tita bokin: «Kawé titá xheki anon, enra mia jatianpari keshanai, jatian keshatira ea yoibake», akinki aká iki jawen tita. Kaxhon oinkanaki iká iki, moa xhekiki kikini panshinai, moa joati senenbo. Jaaki bexhon akana iki joakin, joaxhon pikana iki. Jaskarainoaxhki xheki joninike. Tras la partida de la Canario, volvieron las madres cargadas de huito maduro. Al llegar vieron la chicha y el choclo bien cocido que la Canario y los niños habían preparado. Entonces la gente se admiró. «¿Quién les regaló, hijos?», preguntaron a los niños. Pero ellos no dijeron nada, a pesar de que habían sembrado el maíz. Así fue, no contaron nada. Recién a los dos días llevaron a su mamá a la chacra diciéndole: «Mamá, vamos a cosechar el maíz, recién te cuento, me dijo la canario que recién hoy día te cuente». Al llegar vieron que las plantas de maíz ya estaban amarillando, que ya estaba dando el choclo, ya estaba listo para ser cocinado. Entonces cosecharon y trajeron el maíz, lo cocinaron y se lo comieron. Así se originó el maíz. Chichíporo Ainbo iká iki noa keská ainboribi. Joní benatianronki ipaonike, jaskara Chichíporo Ainbo nekebi 223
pikoti. Nato chichíporo iki westíora isá, rama kamanbi jake chichíporo isá. Nato isára jake icha mano pikota manishainbo, aros banakanainkobo. Ikaxhbi maxhkoshoko isá iki, jawen pei yamétanishoko. Ramara moa joniyamai, netebo moa basiora iki. La Mujer Canario era una mujer como nosotras. En los tiempos de los orígenes, las Mujeres Canario aparecían en este mundo como seres humanos. El canario es un pajarito, hasta hoy en día existe el canario. Este pajarito mayormente vive en los barrizales, en los arrozales. Es un pajarito pequeño, su pluma es de color un poco oscuro. En estos tiempos ya no se convierten en seres humanos, el mundo ya es muy viejo.
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VII Wetsa inríjinanbo Jake wetsa inábo; jake Asháninka, Wanbísa, Awáronabo, Yami Nawaboribi. Jabo iki wetsa inábo, noa keskáribi ikaxhbi wetsa joiyabo. Jaares iti atipanyamake nobé meskoti, non kaiboma ikaxh. Jabo non kaiboma iki; jabo iki wetsa joiyabo, wetsa axhéyabo. Asháninkabaon axhé iki wetsaresibi, jabaon wetsa jawéki xheayamai, ponté atsa xheatires, jainoaxh atsa xhoires pikanai. Ikaxhbi Shipibo jonibo jaskarama iki, non jatíbi piai. Shipibobiribi ixh on non Asháninka non bake bimayamai, non kaiboma iketian, wetsa iná iketian. Ea keenyamaibi nokon bake benoti atipanke westíora iná Awárona betan, Yami Nawa betan iamaxh Kashi Nawa betan. Ea keenyamaibi ja Kashibaon, «¿jaweatíki min ja Kashibo biai? ¿Jaweatíki min Asháninka biai, baké?» akin akábi. Ea ninkáxhonyamaitian moa jawebi ati atipanyamake. Jan bitixh ikai betin ixhon, en oinresai, en bitima ixhon. Keenyamakinbi en moa axhonti jake rayos axhonkin, moa bike betin. Jawe keská axhonbi potamati atipanyamake jawen keen iketian.
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Otros pueblos indígenas Hay otros pueblos indígenas; hay los Asháninka, Huambisa, Aguaruna y también los Yaminahua. Ellos son otros indígenas, como nosotros pero con idiomas distintos. Eso si no puede ser que otros indígenas se mezclen con nosotros puesto que no son nuestros paisanos. Ellos no son nuestros paisanos, ellos tienen otros idiomas y otras costumbres. La costumbre de los ashánincas es diferente. Ellos no toman otra cosa sino puro masato, y comen solamente yuca asada. En cambio los shipibos no somos así, comemos de todo. Justamente porque somos shipibos no entregamos nuestros hijos a los Asháninkas, porque no son nuestros paisanos, porque son otros indígenas. Aunque yo no esté de acuerdo, mi hijo puede casarse con una indígena aguaruna, yaminahua o cashinahua. Aunque yo no lo quiera a ese cashibo, aunque yo le reclame a mi hija: «¿Por qué te casas con ese cashibo? ¿Por qué te casas con ese asháninka?», si no me hace caso yo no puedo hacer nada. Porque son ellos los que se van a casar, yo miro nomás, yo no soy la que se va a casar. Así, aunque yo no quiera, ya tengo que tratarlo como yerno puesto que ya se reunieron. No hay nada que yo pueda hacer para separarlos porque ése es su gusto.
axhé non onanyamake. Ja Asháninkabo non onanke, jawe keskáti jaari, jawe keskáti jabobiribi ikai ixhon. Ja Asháninkabo iki kikin Shipibo jonibaon keen, Shipibo ainbobo awin akasbo. Jatian wetsa inábo, Yami Nawa, non onanyamake. Westíora akin en oina iki ani tsinkítiainxhon Kashi Nawa, Wanbísa, Awárona, jabores en oina iki. Nenoaxh ochó jakanke jabo, nobéshaman meskóyamake. Rabéres itinke nobéshaman jaabo, Kashibobo iki, Asháninkabo iki. Algunos pueblos indígenas viven muy lejos, otros están casi a nuestro lado, cerca a Betijai en el Alto Ucayali. Asimismo los Cashibo están en Aguaytía, cerca. Pero a otros indígenas como los aguarunas y los huambisas no los conocemos, ellos son baguas. De dónde serán, son de otros lugares pero están dentro del territorio amazónico. No los conocemos bien, no conocemos sus costumbres. Conocemos a los asháninka, cómo viven, cómo se comportan. A estos asháninka les encantan los shipibos, les gusta tener mujeres shipibas. A otros indígenas como los yaminahuas no los conocemos. Una vez yo vi en un congreso cashinahuas, huambisas, aguarunas, a ellos nomás vi. Ellos viven lejos de aquí, no están mezclados con nosotros. Dos nomás son los que están cerca de nosotros, los Cashibo y los Asháninka.
Wetsa inábo jake kikin ochó, wetsa iki nopataxhtani, Bitijai ochómabo. Jaskáribi Kashibobo iki Awítia, ochóma. Ikaxhbi wetsa inábo Awárona, Wanbísa, non onanyamake, jabo iki Bagua inábo. Jaweranoabora ibirai, ja wetsaoribo, nekeaboribi ikaxhbi. Ja non onanshamanyamake, jaton 226
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Non yosibo Kashibo betan reteanani Westíora yantan, yakáxhon, nokon papan ea yoiya iki. Jaaronki ikátiai Kashibo retéya; moatianronki ikátiai jaskara. Kashibo benaxhon, Kashibo retexhon, jaton bakebo beai. Jainxhonronki jawen papan yoiya iki: «Baké, mia riki raké joni. Rama kanon kawé, ikonrin mia siná» ixhon boá iki Kashibobo ati.
Los enfrentamientos entre nuestros antepasados y los Cashibo Una tarde, mientras estábamos sentados, mi papá me contó. Él había matado cashibos; dicen que antes era así. Buscaban a los cashibos, los mataban y se traían a sus hijos. Entonces su padre le dijo: «Hijo, tú eres un hombre miedoso. Ahora vamos a ver si eres valiente», y lo llevó a matar cashibos. Kaxhon oinkana iká iki Kashibobo samati tsamákana, yoranbi iamai, yochibores pii, sinátibores xheai; piaibo, wanin pia, tepi, jatíbi retemisti jawékibores akí. Jatian yamakatitai toati. Jawebora moatianbira rao akátikanai tepin teka ponté mia moa mawatai. Natoronki iká iki Joantia rebon. Joantia rebo riki Koshabatai. Jainki iká iki. Al llegar, vieron que los cashibos estaban preparándose para la guerra: no tenían relaciones sexuales, comían puro ají, sólo tomaban bebidas para ser bravos; hacían flechas, flechas de pijuayo, pucunas, todo tipo de armas. En ese entonces no habían escopetas. ¡Qué tipo de venenos vegetales usarían antiguamente que cuando 228
te pucuneaban inmediatamente morías! Dicen que esto pasó en el extremo de la cocha de Juantía. Más arriba de Juantía está Cushabatay. Allí se produjo el enfrentamiento. Chosko chonka Shipibo jonibobira bokana iká iki nontin. Ani nontibo akana iki Kashibo akí bonoxhon. Kaaxh mashin oxhakana iki. Mashin oxhaxhon, yosibo moa onan ixhon, mashi chinikana iki. Jain napokooxhon oinkanaronki iká iki Kashibobo bei. Ja Kashibobo kikin joshinres iká iki chopaoma ikaxh, xhapanantiyashokobores. Jainribironki bekana iki bake niábena, oa bake moa xhontakoai, jaskarabo. Cerca de cuarenta shipibos habían venido en canoas. Habían construído grandes canoas para ir a matar cashibos. Los shipibos llegaron y durmieron en la playa. Luego de dormir en la playa, como los viejos eran expertos, escarbaron huecos en la arena y se escondieron. Ya en los huecos, vieron venir a los cashibos. Los cashibos se veían bien rojos porque no usaban ropa, solamente tenían taparrabos. En ese grupo también habían niños que recién empezaban a caminar, niñas que ya se estaban haciendo señoritas. Jainxhonronki Kashibaon onankana iki pekoirameya. Jainxhonki Shipibobaon yoiyanankana iki: «Katenon akanwe nato non retenon», ikí ikana iki. Jaskáakin ramashaman Kashibo katei bokana iki. Ja kachibanxhon oinkanaronki iká iki awá retexhon pii, kikin tirí tiríshamani. Jawebi onanyamashokobo. Jake non popobiri noa kaitian roatai: «Ramara joni meratai iki noa ikai»; wetsatian ikon 229
ikí, wetsatian ikonmaribi. Jatian yoiya iki jaton korákanin, jaton tokorikon: «Ointanikanwe Shipibobaon popora ishinai», ikí iká iki. Jaskara shinanaxhbiki awá pii shinanbenokainkana iki. Awá pii shinanbenokainketian chitekana iki, jain reteanankana iki. Los cashibo se dieron cuenta de que los estaban persiguiendo. Los shipibo se pasaron la voz diciendo: «¡Rodeémoslos para matarlos!» Y se fueron a rodear a los cashibos. Al seguirles, vieron que los cashibos habían matado sachavaca y estaban comiendo, el fuego estaba ardiendo. No sabían nada de lo que iba a ocurrir. Pero tenemos nuestra propia lechuza que canta avisando cuando va a llegar gente. Cuando la escuchamos cantar decimos: «Ahora vamos a tener una visita»; a veces es cierto, a veces no lo es. Entonces el jefe de los cashibos dijo: «Estén atentos, la lechuza de los shipibos está cantando toda la noche». Luego comieron la sachavaca olvidándose del aviso de la lechuza. Cuando estaban comiendo la sachavaca y se habían olvidado del aviso, los shipibos atacaron y allí se produjo la pelea. Ja reteanantiainko Kashibobaon yatankana iki rabé bakeranon westíora ainbo betan. Jato yatanaxh jabákana iki. Boxhon retekana iki ja Shipibo ainbo. Jaa sinakanbi jakiribi banéribikana iki. Kaxhon oinaronki ikana iki moa non kaibo yantanxhon kikin akin yonankana, chesh ishamankiai, xhenibi tosómayamai. Chiimapoya iketian motoya meskoxhon pii, ¡moa jakonma jawékibires! En ese enfrentamiento los cashibo capturaron a dos jóvenes y a una mujer, y huyeron. Después, mataron a 230
la shipiba. Por esa cólera los shipibos regresaron. Cuando llegaron donde los cashibos vieron que ya a nuestra paisana la habían ahumado bien, su grasa sonaba chesh, no dejaban gotear la grasa. Las cenizas las mezclaban con maíz tostado y molido y eso se lo comían, ¡qué cosa tan desagradable! Kikin sinata boaxh pikókana iki ja Kashiboboiba: «Moa jokonkanwe», akin aká iki jabé boábo. Aboxhon Kashibobo ishtomakana iki. Jainxhonki yatankana iki jaton tokoriko, ja chosko chonkaxhon. Jatian ja Kashibo bekana iki, jaton tokoriko, rabé ainbo jainoaxh westíora bakeranon rishkianan. Ja tokoriko jawetianbi raeyosma ikátiai. Ja ikátiai jato rekenxhona jawen kaibo betan reteanantinkobo. Jan jaton joi onanketian imakana. Jaskarain ikátiai nokon papa kikini rateta Kashibobo retei. «Ikon riki Kashibobo joni pimis», ikí ikátiai nokon papa, jawen beronbi oina ikaxh. Furiosos, los shipibo salieron del escondite hacia donde estaban los cashibo. «¡Ya salgan!», dijo el líder shipibo a los que habían venido con él. Luego de pelear fieramente hicieron correr a los cashibos. Allí, entre los cerca de cuarenta shipibos atraparon al curaca de los cashibos. Después, trajeron a los cashibos prisioneros, a su curaca, dos mujeres y un joven, golpeándolos con palo. Ese curaca nunca se amansó. Él era el que encabezada el grupo en los enfrentamientos contra sus paisanos. Como hablaba el cashibo, le hacían encabezar el grupo. De esa manera mi padre se asustó mucho matando a los cashibos. «Es verdad que los cashibos comen gente», decía mi padre, porque él lo había visto con sus propios ojos. 231
Kokámebo Kokáme jake moatianbi, noa keská ináribi. Jake jaton joibiribi. Moatian ikana iki «Kokamíchabo riki», ikí. Moatian Kokámebo ikátiai yankon chitontia, kikin nona keská ikaxhbi kewéoma, jaton kotonkan seréoma.
Los Cocama Los Cocama existen desde hace mucho tiempo, son indígenas como nosotros. Tienen su propio idioma. Antes se identificaban diciendo: «Soy cocamilla». Antiguamente las cocamas usaban pampanilla azul, igual a la de nosotras pero sin bordado y su blusa no tenía rayas de colores. Ramatian kokamíchabaon axhé moa keyota iki. Jake Jepe Ian nawabaon jemanko ikaxhbi kokamícha iki jabo. Jaríbakanke Joansitoain, jainoaxh bekana iki. Jatian nenonxhon bake akanabo iki jaton join moa shinanbenotabo. Jatiankan kimisha yosishokobiribi: «Noara iná iki, noa Kokámeshoko», ikí ikai. Jatian, ¿jawe kopí keyota iki Kokámebaon axhé? Ja iki jaton titabo kopíbi keyota. Actualmente la costumbre de los cocamillas ya se ha terminado. Viven en Puerto Callao, en el pueblo de los mestizos, pero ellos son cocamillas. También viven en Juancito, de allá vinieron. Los hijos que engendraron acá ya han olvidado su lengua. Apenas tres viejitos dicen: «Somos indígenas, somos cocamas». ¿Por qué se terminó la cultura de los Cocama? Se terminó por culpa de sus propias madres. 232
Jatian ja bake xhontakobaonbi noa «chama» akai, jaboki moa nawabires ikaxh. Moa jawebi keenyamai jaton axhekan. Ani jeman boxhon chiaraxhtibo sawéya, jawen chinchan sapátobo ayona; non kaibo jisáma, ponté nawa jisáres. Nokona onis jawéki iki non axhébo keyotaitian. Nokon xhontakobo saya sawekasaibores iki, ¿tson ocharin ja? Jawen titanabi, jan jawebi axheayama kopí. Jatian xhontakobo non axhea, jan kewé ati onanai, koton ati onanai, chopa kené ati onanai. Jaskarain ja Kokámebaon kikin akin jaton axhé keyoa iki. Rama kimisha yosishokobicho onisai, kimisha yosishokores jaton join yoyo ikai. Jatian jatíribibo moa yoyo iamai, rabini iamaxh jawen anibobaon axheayama ikaxh. Kikin moa nawan joinbires ikanai. Esas señoritas cocama también nos llaman «chama», como si ellas fueran mestizas puras. Ya no quieren saber nada de su cultura tradicional. Cuando van a la ciudad con su pantalón, con sus zapatos de taco, no parecen nuestras paisanas sino mestizas. Para mí sería triste que desapareciera nuestra cultura. Si mis hijas señoritas quieren ponerse solamente la ropa mestiza, ¿de quién es la culpa? De su propia madre porque no les enseñó nada. Si les enseñamos a nuestras hijas ellas aprenden a bordar, a confeccionar blusas, a diseñar la tela. De esta manera los cocamas han terminado con su costumbre por completo. Ahora solamente tres viejitos se lamentan, solamente tres viejitos hablan su lengua. Mientras que los demás no hablan porque tienen vergüenza o porque sus padres no les enseñaron. Hablan solamente el castellano, la lengua de los mestizos. 233
Nawabo Ramara en mato nawabo yoikasai. Jatíbi non onanama jonibo itan ochokeabo non nawa akai. Jatian jake nato paron jaa nawabo, jabaon onanke non axhébo. Moatian xhebiana bikátiaibo, bake panchá akátiaibo jabaon onanke. Jatian jake manamamea nawabo, jabaon non axhé onanyamake.
Los mestizos Ahora quiero hablarles de los nawas. A todas las personas desconocidas o que vienen de lejos les decimos nawa, especialmente a los mestizos. Hay mestizos que son del Ucayali, ellos conocen nuestra costumbre. Saben que antes extraíamos el clítoris, que les poníamos tablillas en la cabeza a los niños para aplanarles la frente, ellos lo saben. Existen también mestizos de la sierra, ellos no conocen nuestra costumbre. Jaráke meskó keská nawabo; ja manaman jaabo iki Xheki Jonibo, nato Piróainoaboribi (peruanos) ikaxhbikan. Jatian en oina iki, ja Xheki Jonibaon jawe onanyamake non axhé jawékibo. Jatian jabaon aresbireskin noa kikiankin ramiai. Yoikanai nonki jawe onanyamake, ponté ináki iki noa. Nato yoikanaira jaskarama iki, nonra onanke nii meramea jawékibo, jaskáribi non axhé jawékibo; noa iki nii ibobo. Jatian joxho nawabaon neke bexhon noa yoi yoikanai, noaki mai iboma iki, nonki jawe onanyamake; jabaonkayara ni jawe onanyamake. Noakayara kikin onan iki. 234
Hay diferentes tipos de mestizos; los que viven en la sierra son serranos, también son del Perú. En mi opinión muy personal, esos serranos no conocen nada de nuestras costumbres. Pero nos insultan mucho sin tener la razón, simplemente por molestarnos. Dicen que nosotros no sabemos nada, que somos simplemente indios salvajes. En realidad, no es así. Nosotros conocemos las cosas del bosque, así también tenemos nuestra cultura; somos dueños del bosque. Al migrar hacia nuestra zona los mestizos blancos dicen que nosotros no somos dueños de la tierra, que somos ignorantes; pero son ellos los ignorantes. Nosotros en cambio somos muy conocedores. Jatian neke joaxh ikanai: «Noara nekea iki, nato Ucayaliainoa», ikí ikanai. Jaskaramakaya iki. Jabora nato Ucayaliainoama iki, jawerato manamameaxhbira bekana iki. Jatíribibo bekanai Cerro de Paskonkoniaxh. Jabaonkaya ikon onanyamake. Jaskáribi non onanyamake, ja Xheki Jonibaon esébo, jatíbi jaton axhé jawékibo. Jatian jaskara iki ramabi, nato en yoi yoiyai jawékibo. Jaskara iki en oina. Jatian ramashokobi nato Jepe Ian yoikanai meskó keská akin, onanyamakanke jawe kopírin Jepe Ian ixhon. Moatian non yosibaonki akátikanai neno banakin: xhebon, kantsin, nato jepe akanai. Jabo ikátiai banakana. Jatian nenoki ja ikátiai familia Rópis (López), non kaibo Shipibo. Natoboronki chiní bekana iki. Jatian reken yakati peokotaronki iki nawabo Akirabo (familia del Aguila). Jaskara ja nawan baken yoi yoibake. Jaboronki iki nato jema peonibo. ¿Jatian jawe kopí Jepe Ian akanai? Jepe Ian arakanai, nato ian manaon kikin jepe icha ikátiaitian. 235
Cuando llegan acá dicen: «Somos de acá, somos del Ucayali». Pero eso no es así. Ellos no son del Ucayali, quién sabe de qué montaña habrán venido. Algunos vienen de Cerro de Pasco. Ellos son los que realmente no saben nada. De igual forma nosotros desconocemos los consejos de esos serranos, sus costumbres. Así están las cosas en estos momentos, como estoy comentando. Ésta es mi observación. En estos momentos escucho diferentes versiones sobre Yarinacocha, los mestizos no saben por qué se llama Yarinacocha. Hace mucho tiempo nuestros abuelos sembraban diferentes tipos de palmeras como el shebón, la shapaja y lo que se llama yarina. Todas estas palmeras eran sembradas. En ese tiempo vivía una familia López, nuestros hermanos shipibos. Pero ellos llegaron casi al último. Los primeros que se asentaron fueron los mestizos, que eran la familia Del Águila. Así contaba uno de sus hijos. Ellos fueron los que fundaron esta ciudad. Entonces, ¿por qué se llama Yarinacocha? Se llama Yarinacocha porque a la orilla del lago existía en gran cantidad la palmera yarina. Wetsankoniaxh bexhonmein, nato Xheki Jonibaon iamaxh joxho nawabaon onanyamakanke nato jawékibo. ¿Tsoaboparimein neno reken jakana iki? ¿Jawemein iki jepe? ¿Jawemein iki xhebon? Jawebira onanyamakanke. Jatian jaskara jawéki noa winónaketian non kikin akin onanke. Jepe iki kokoti, jatian xhebon iki jawen bimi nami piti jaskáribi jawen pei xhoboati. Jatian ja Xheki Jonibaon ochokeaxh bexhon onanyamakanke jawerin xhebon pei, jawe peiki non xhoboai. Jabaon onanke xhobiya mai meinxhon, pepash axhon xhoboati. Jatian noa jaskarama 236
iki, non onanke jawe keskátiki noa ja ikí ixhon. Jaskara iki nato nawabo neno itina; nenoabichoma, meskó jemameaxh bekanabo. Jaskáribi jake kikin nawashamanmabo, nobé inábo. Jake nato Kokamíchabo, jainoaxh jake meskó keská nawashokobo; jaskara iki. Tal vez como vienen de otros lugares, estos serranos o mestizos blancos desconocen estas cosas. ¿Quién habrá sido el primer viviente? ¿Qué será la yarina? ¿Qué será el shebón? No saben nada. Para que no nos sucedan esas cosas, nosotros las conocemos muy bien. La yarina es para comer, el shebón es para comer su fruto, así también sus hojas sirven para hacer casas. Esos serranos que vienen de lejos no conocen qué es la hoja de shebón, de qué hojas hacemos nuestra casa. Lo que conocen es mezclar la paja del pasto con barro y hacer con eso el techo de su casa. En cambio nosotros no hacemos así, conocemos de qué manera vivimos. Así viven los mestizos que están acá pero no son de acá, son procedentes de diferentes lugares. También hay mestizos ilegítimos, indígenas como nosotros. Están los cocamillas, diferentes tipos de mesticitos, así es.
Noa «chama» akanai Moatianbira nawabaon noa akátikanai chama akin. Chama iká joi riki «jowé reteananon, jowé timaananon» ikí iká. «Jowé chamá» ikí ikátiai jawen rawí akí. Moatian akátikanai «timananon jowé» ixhon jawen xhobomeabi kenakatikanai. «¡Chamá Ronon Barí pikówe! ¡Noa wexhaananon!», akin akátikanai. Jatian ja joni rakéma ikaxh chamá aká pikotai. 237
Chamá akábi joyamai ja iki raké ikaxh. Ramatian jaskara jawékibo non chibanyamai, ikaxhbi rama kamanbi chamá akin akana noa sinatai, jointiainbi noa jawe keskáyonkiranai. Chamá iká joi iresbiresi yoyo itima iki. Ja onanxhonmabi noa nawabaon chamá akai: «chau, hola chamita», akin. Jaama iki. Noa chamama iki.
El término «chama» Desde hace mucho tiempo los mestizos nos dicen «chama». La palabra chama se usaba para retar al rival de la siguiente manera: «¡Ven, vamos a pelearnos, ven vamos a golpearnos! ¡Ven chama!». Antiguamente llamaban al rival desde su propia casa: «¡Ven, vamos a golpearnos! ¡Sal chama Ronon Bari! ¡Vamos a huishatearnos!» Entonces, si el hombre no era cobarde salía cuando le decían chama. Si no venía cuando lo llamaban así, significaba que era cobarde. Actualmente ya no practicamos esas costumbres; sin embargo, hasta ahora nos molestamos cuando nos dicen chama, sentimos algo en el corazón. La palabra chama no se puede hablar por hablar. Sin conocer eso, los mestizos nos dicen chama: «Chau, hola chamita». Eso no es así. Nosotros no somos chamas.
Iaman Xheki Joni betan nokoanani Jatian iiti ea kaa iki westíora iaman nokon yosin ea boá. Ja iaman kaaxh noa nokota iki. Nokotaxh noa iká iki westíora Xheki Jonishoko pataxh; ja Xheki Joni iká iki jawen awin betanbicho. Jatian noa ikáinko joxhon, ja Xheki Jonin nokon bene yoiya iki: «¿Jaweati nato paranta min 238
bea?», koshi join moa sináakinkan. Nokon yosi iká iki jain beotina. Jatian jaskái ninkátaanan ea kaa iki. Kaxhon en yokata iki: «¿Jawe keskátiki mato itai?» Jaskáaxhon en yoiya iki, ja Xheki Joni: «¿Jawe kopíki nato paranta beketian nokon bene min sináai? Mia iki papa piai. ¿Jawe kopí minbiribi papa nonti bocho beyamaa?». Jaskarares noa iká iki.
Nuestro encuentro con el serrano en la cocha Una vez, mi viejo, o sea mi esposo, me llevó a una cocha. Al llegar a la cocha, nos instalamos cerca de un serranito; él estaba con su esposa. Acercándose donde estábamos, el serrano le dijo a mi esposo en voz alta como riñéndole: «¿Para qué has traído este plátano?» Entonces mi viejo estaba allí, todo cabizbajo. Al escuchar esto, vine y les pregunté: «¿Qué sucede con ustedes?» Luego le dije al serrano: «¿Por qué insultas a mi esposo por traer este plátano? Tú comes tu papa. ¿Por qué no trajiste tu canoa llena de papa?» Esto nos sucedió. Moa noa sinakanainbata nete xhabáketian iká iki, ja Xheki Jonin jawékiati boá keyoti. Jaton jawékiati keyóketian joá iki jawen awin ea paranta yokati. Ja kopíra joni ramianoxhon non shinanpariti jake, noimiskaya noa iti jake. «Minra ea jakon akin akai, en mia menibanon». Ea jaskara iki, en menia iki paranta noibatishoko iketian. Al día siguiente de la discusión, al serrano se le terminaron los víveres que había llevado. Al terminársele sus alimentos, vino su mujer a pedirme plátano. Por 239
eso, antes de insultar a una persona tenemos que pensar, más bien debemos ser amables. «Tú no me insultaste, compartiré contigo». Yo soy así, y le di su plátano porque me dio mucha pena. Natora ikon jawéki iki, noara nawabo betan jawetianbi meskóti atipanyamake, jatonbiribi nawa. Rama kamanbi noa nawabo betan jakonshaman jati atipanyamake, wetsatian noa join iananankanai, jakonmanani. Ikaxhbi jake nawa kikin jakon shinanya, jatíribibo jake kikin jakonma shinanya, kikin ramiamis. Jaskáribi jake noa Shipibo joni, jatíribibo iki janbiribi kikin jakonma shinanya, ramiamishora. Jatian, ¿jawe kopíki noa nawabo betan keennananyamai? Noa nawabaon ramiai kopí, moatianbi jaskara ikátikanai. Ikaxhbi rama moa xharan jake, non kaibo Shipibobo moa nawa betan biananankanabo. Jaskáribi bikanai Xheki Joni, wetsaorikeaxh bekanabo. Ja iki kikin nawamabo, manamamea jonibobiribi, shishákobo. Rama ja nawakasaibaon biai nawa, noa nawakashamai non nawa biamai. Ja iki en oina. Jaríbake nawayoramaboribi, jabo iki nato amíko, Kokámeshokobo. Es cierto que no podemos unirnos con los mestizos jamás, simplemente son mestizos. Hasta ahora casi no nos llevamos muy bien con los mestizos, no podemos vivir en armonía, siempre discutimos, nos insultamos. Pero existen mestizos con buenos sentimientos, otros tienen mal carácter, malos sentimientos, les gusta insultar. Así también hay algunos shipibos que tienen carácter muy malo, malos sentimientos, son muy provocadores. ¿Por qué no nos queremos con los 240
mestizos? Porque los mestizos nos insultan, desde hace mucho tiempo son así las cosas. Pero ahora sí hay algunos shipibos que se han reunido con mestizos. Así también se reúnen con los serranos, con los que vinieron de otro lugar. Ellos casi no son mestizos, son gente de la sierra, los shishacos. Hoy, los que quieren amestizarse se reúnen con mestizos; si nosotros no queremos amestizarnos, no nos reunimos con ellos. Ésta es mi observación. También hay los que no son tan mestizos, sino a los que llaman «amíko», los cocamillas. ¿Jawe kopíki noa meskókashamai? Jaton joi non joima iki; ja nona keská jimiribi ikaxhbikan non joimakaya iki jaa, jatonabiribi. Ja kopí riki noa joníbenatianbi jato betan meskókasma, noa nawan kikiankin ramiai, noa ichákanai. Nonra nawabo jaskáakin ramiayamai; jatian non aká kikini sinákanai, noa timati atipankanke, jawe keská ixhon noa chichikanin chachikin iamaxh noa retekanti iki. Entonces, ¿por qué no queremos mezclarnos? Porque su idioma no es nuestro idioma; tenemos la misma sangre, pero no es nuestro idioma, eso es de ellos. Por esa razón, desde el principio de la humanidad nunca hemos querido mezclarnos con los mestizos, porque los mestizos nos insultan y nos tratan muy mal. Nosotros no insultamos a los mestizos; pero si los molestamos, cómo se amargan, hasta nos podrían picar con el cuchillo o inclusive nos podrían matar.
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Nokon papashoko nawan ramiani Westíorakin aká iki nokon papashoko janbiribi kawanainbi nawan ramiakin: «Jomenwe kompá», akin aká iki ja nawan. Jaskáaki nokon papashoko kawana iki. Kawanxhon oinaki iká iki moacha jabé timaanainbata, jawen rawí. Jainxhonki yosin yoiya iki: «¿Jawe kopíki min ea kompá akin akai?» akinki aká iki yosin, moa rami ramiayora sináxhon. Jainxhon ja yosin yoiribia iki: «Ea moa kompá ayamawe, enra mia wexhai». Ixhon jawen wexhati pikoaitianki yoiya iki: «¡Ea ayamawe, ea ayamawe paisanito, ea wexhayamawe! En mia ja pisha rabé bocho atsa potó menibanon, ¡ea wexhayamawe!» ikíki nawa sion iká iki. Jaskati sion iketianki yosin wexhayamaa iki. (Moatian yosiboronki nikátiai topí iamaxh chonpi pisha paoya.) Jatian, ¿tson benaa iká iki? Jawema ja nawanbi. Moatianbi iki noa jaskara, ramama. Ja kopíkaya noa nawa betan meskókashamaa iki. Rama kamanbi noa jaskara iitai.
mestizo le suplicó: «¡No me cortes, no me cortes paisanito! ¡Llenaré de fariña esas dos bolsas para entregártelas, no me cortes por favor!» Así gritaba el mestizo. Como gritaba de esta manera, el viejito no lo cortó. (Antiguamente, nuestros abuelos siempre andaban con la mochila al hombro, mochila tejida o mochila chumpi.) Entonces, ¿quién fue el que provocó? El mismo mestizo. Estas cosas son desde hace mucho tiempo atrás, no son de ahora. Ésta es la razón por la cual no queremos mezclarnos con los mestizos. Hasta la actualidad seguimos igual.
Un mestizo provocó a mi abuelo Una vez pasaba mi abuelito sin molestar a nadie cuando en eso un mestizo lo insultó: «¡Ven cumpa!», le dijo el mestizo. Entonces, mi abuelito se le acercó. Al acercársele, se dio con la grata sorpresa de que se trataba de su enemigo, con quien hacía pocos días había tenido una pelea. «¿Por qué me tratas de cumpa?», le dijo mi vejez, con esa ira de recibir tantos insultos. Nuevamente le habló mi abuelito: «A mí ya no me trates de cumpa, sino te corto con mi huishati, te raspo la cabeza». Al decirle así, empezó a sacar su huishati y el 242
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VIII Ea jain kaní jemabo Enra nenobichoshoko onanyamake. Rekenpari en onanke Maioshian, jawen mai joshin iketian akanai Mai Joshinya akin. Jainxon en onanke wetsankoboribi, meskó keská jemabo nato: Pasko, Wanoko, Wankáyo, Ayakocho, Takana, Aríka, jashokobo en onanke.
Mis viajes Bueno yo no conozco solamente por aquí. Para empezar conozco Pucallpa, porque su tierra es colorada la llaman así18. También conozco otros pueblos: Cerro de Pasco, Huánuco, Huancayo, Ayacucho, Tacna y Arica, esos conozco. Moachara ea pikókatitai ochó jemabaon. Noa jaskarainbo pikóti jake onani. Jaskarainbo non icha shinan biai, noa
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El nombre shipibo es Maioshian, compuesto por mai tierra, joshin roja y -ya morfema propietivo traducible como con, que tiene. El término castellano es de origen quechua, analizable como puka rojo y allpa tierra; se trata pues de un calco semántico.
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shinan aniai, xhabábo oini, wetsa shinanbo bii. Eara icha nike benooma keskati, ikaxhbi ea benoyama iki. En jonibo itan ainbobo paranyamai. Jaweti akinbires ea yokákanai: «¿Miaki benoya iki?», akin akana, ea paranayamai; ponteti ea keshai: «Jake nokon bene». Westíora ainbo beneya ikaxh ea paranati atipanyamake. ¿Jawe kopíki noa westíora jonin shiroti iki? Noara westíora jonin shiroti yamake. Jara ochó iketian noa ponteti keshai. ¿Tsonki noa jaweati iki? Akáma. Noa paranati atipanyamake. Ja iki meskó keská jawékishokobo en oina. Hace un tiempo atrás yo salía a lugares lejanos. Debemos salir a otros lugares para conocer. De esta manera adquirimos muchas experiencias, nuestra mente crece, vemos las cosas con mayor apertura, ganando nuevas experiencias. Yo he andado mucho, como si fuera una mujer soltera, pero nunca tuve otro marido. Yo no les miento ni a los hombres ni a las mujeres. Muchas veces, cuando me preguntaban: «¿Tienes tu marido?», yo no lo ocultaba, siempre decía la verdad: «Sí, tengo mi marido». Siendo una mujer casada no puedo mentir. ¿Por qué vamos a burlarnos de un hombre? No debemos burlarnos de un hombre porque está lejos. Debemos decir la verdad, ¿acaso alguien nos va a hacer algo por eso? Nada. Entonces no podemos engañar. Ésas son las diferentes cositas que he visto. Nato winókanai jawékibo en oina iki, ochó jeman kaxhon. Maioshian potabainxhon, jaskarabo oinxhon en ani shinanbo biá iki. Wetsatianra ea kaa iki kenakanabo, jeman koshi iketianbo noa kenakanai. Nokotai kirikabo noa 246
ja jemanxhon kenamakana, jatonbi noa kopíaxhonkana jan kati, jain oxhati, piti, noa jan joríbati; jaskáaxhon noa boai, jaskarain riki en onana, jatíbiain ea niá iki. Westíora ainbonin yoini keská, chanka yoxhainsikaya iki ea. Estas cosas que pasan he visto cuando viajé a lugares lejanos, cuando me alejé de Pucallpa. Viendo estas cosas he adquirido bastante experiencia. Algunas veces fui porque me invitaron; cuando somos dirigentes de la comunidad, nos invitan. Llegan cartas de invitación de los lugares de donde nos invitan, ellos mismos nos pagan el pasaje, el alojamiento, la alimentación, el pasaje de regreso; así nos llevan, por eso es que he conocido, por todas partes he andado. Como dijo una mujer, soy una vieja paseandera.
Ea Riman kaní Jaa pekáo ea karíbaa iki Riman. Rima iki westíora jema kikin ani, Pirokan reken jema, jain apon xhobo iká. Jainoax jatíbi nawan jawéki janbisai, wetsa jema maxhkocha ikainkobo: koríki, makinabo, jawékiati jawékibo, chopa, rao, wetsaboribi. Rimara metsá iki, mia beneai oinaxh. Jain mia kai onan jonibo oini, meskó keská koshibo.
Mi viaje a Lima Después, también he ido a Lima. Lima es una ciudad muy grande, la capital del Perú, donde está la casa de gobierno. Desde allí se reparten todas las cosas de los mestizos hacia las otras ciudades más pequeñas: dinero, 247
máquinas, alimentos, ropa, medicinas y otras cosas más. Lima es una ciudad hermosa, te alegras al verla. Allí vas a ver a la gente poderosa, a todo tipo de autoridades. Nokon keen riki Rima, ikaxhbi matsi iki noa neke baritia iketian. Nokon keenma iki jatíbitian xhopó chopa saweti; enra nokon mainxhon kexhtó chopa saweyamai, wetsatianshokobores en akai matsi pakéketian. Jatian noa neke jenetia iketianra, Riman bari kikin moka iki, neke keskáribi yora wisoamis, menomis. Me gusta Lima, pero hace frío cuando acá estamos en la temporada seca. Lo que no me gusta es tener que ponerme ropa de lana todo el tiempo; en mi tierra no me pongo ropa gruesa, algunas veces nomás me pongo cuando cae el frío. En cambio, cuando acá estamos en la temporada de lluvias, en Lima el sol es muy fuerte, así como acá te pone moreno, te quema. Ja ea keenyamairibi riki jatsainra. Noa tsokasai; non jeman noa tson tsokas ayamai, kikini mia jakoinrai oxhai, min keena senen oxhai. Ikaxhbi Riman jaskarama iki, nato roooon ikaiton mia oxhamayamai, takisibo piinxh ikinbo noa rateyonai. Kikin joéshaman, noa betitabi non bero kabichi bexhnantini, kikin jakonshaman akin non oxhá rebesshamai. Jaskara itinke nato apon jema.
te deja dormir, el claxon de los taxis piinx nos desespera. Hay demasiada luz, por más que cerremos los ojos nuestros párpados quedan transparentes, no completamos el sueño debidamente. Así es esta ciudad del gobierno. Westíorai iká iki ea Riman kai karon ómnibus nayakaa. Jain nayakaxhon en ninkata iki, yoyo ikanai Rimaki jain jati jisáma ikanai. Ikaxhbi jain iiti noa axheai, oa manan, oa jawen paron ewá bechon. Moa ea Riman itaitian, westíora ainbo yoyo iká iki: «Neno riki jakoinra jati; jake kari, waran, atsa, papa, bawa poi, ea jawen maxhkáyamai. Jatíbitian ea potóya itai. Jatian neno Riman ikaxh kikin jawebi ati yama, koríki atires en shinanai», ikí iká iki. Una vez al viajar a Lima estuve sentada en un ómnibus. Allí sentada escuché que algunos hablaban que Lima no es un lugar como para vivir. Pero nos acostumbramos a vivir allí, a aquel cerro, a las olas del mar. Cuando yo ya estaba un tiempo en Lima, una mujer me dijo: «Éste es un buen lugar para vivir, hay camote, zapallo, yuca, papa, fideos, no me falta nada. Casi siempre estoy llena. Cuando estamos acá en Lima no hay actividades que hacer, solamente pienso en juntar dinero», me dijo.
Otra cosa que tampoco me gusta es que hay mucho ruido. Esto nos fastidia; en nuestra comunidad nadie nos molesta, duermes bien hasta el rato que quieras. Pero en Lima no es así, el ruido roooon de los carros no 248
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Paron ewa Jainribi jake nato paron ewa mar, kikin bechon ewaya. Paron ewa riki ratéti keská jawéki. Jawen jene kikin yankon, tashi jawítani, metsáshaman. Jain jake neino, oa jawera ibirai, oa nonbiri neino akai ikaxhbi aniosi. Jain ikábobiribi oa taki ani, oa nonon jisáisibo, oa koshori jisábo. Kikin wetsaresibi iki en oina; jaskarabo oinxhon non shinan chopeai.
El mar Allí también está el mar, con sus inmensas olas. El mar es una cosa como para admirarse. Su agua es bonita, es de color muy verde-azul, de sabor salado. Allí vive el lobo marino, no sé qué cosa será eso exactamente, como lo que nosotros llamamos nutria pero más grande. Allí también hay los tibes grandes, esos que parecen patos, esos que se parecen al cushuri. Muchos otros animales también he visto; al ver esto se abre nuestra mente. Noa paron ewa iboma iki, noa ja kexhá ja joniboma iki. Noa iki nekea non seró Paro ibobiribi. Non onanke nekea Paronki jawe yoinabo ja ixhon: nato amen, kapé, wetsa yoina itan yapabo, noa jayata jawékibobiribi. Jatíbi parobora jake jaton jayata inábiribi. Nosotros no somos dueños del mar, no vivimos en esas orillas. Nosotros somos dueños de este río Ucayali de aguas turbias. Conocemos qué animales hay en este río: ronsoco, lagarto, otros animales y peces, todos los 250
animales que tenemos. Cada río o mar tiene sus propios animales.
Paron ewan pitibo En Riman kaxhon yapa pipíamai, nokon keenma riki ja yapabo piti. Oa jawera ibirai: moxhóbaton, tora, oa wetsa pitibo jaton janebora en onanyamake. Ja pitibo riki wetsaresibi taná itanribi kikin wia koshi, nekea pitibo keskáma. Noa axheama ixhon, non piti atipanyamake. Jatian nekea kikin noeshamanbo yapa iki. Neno non paron jake kikin jakon piti: main, koyaparo, boe ani, amakiri, wame, payári, bawin, pichá ani, noe pitibo, jas kikin xheni, non xhoiya chesh ikai. Jatian non jaskara pipiti kaxhon, non jaóxhon jaskara piti piá atikonma iki. Jaskáribi iki, jaókeabaonribi nekea piti bexhon piá atikoma iki. Jaabo moa axhea iki jaókea piti pii.
Los pescados del mar Cuando voy a Lima casi no como pescado, no me gusta comer esos pescados. No sé exactamente qué peces serán esos: lisa, corvina, no sé los nombres de los otros. Esos pescados tienen otro sabor, además tienen un olor mucho más fuerte que los de acá. Si no estamos acostumbrados, no podemos comerlos. En cambio el pescado de acá es más rico. Acá en nuestro río hay los mejores pescados: acarahuasú, tucunaré, boquichico grande, gamitana, paiche, arahuana, doncella, palometa grande, jass bien ricos, bien mantecositos son, cuando los asamos su manteca suena cheshshsh. Como 251
estamos acostumbrados a comer así, cuando estamos allá en Lima no podemos comer esos pescados del mar. De igual manera, los que viven allá cuando vienen no pueden comer el pescado de acá, están acostumbrados a comer el pescado de allá.
Piró ani mai Piró iki westíora ani mai paísribi. Jake jawen ani manan (sierra), jawen teshanpa mai (selva), jawen paron ewá mai (costa); nato en yoiyainkobo jake jawen ianbo, jawen beshé parobo, jawen niibo, jawen mashi mai, wetsaboribi. Jaskáribi jake meskó keská jonibo, inríjinanbo jaton joi itan axhéyabo; ja iki Piró. Noa Shipiboribira piroánobo (peruanos) iki. Ja kopí jake non yora kirika (documentos personales), ja kopí nonribi potai koshibo janetitian; nato piroánoma ikaxh, noa yora kirikaoma ikeanke, ¿ikon? Jatian en icha ninkatai, nato Piróainribi jaxhonbi noa «iná» akanai. Wetsa Pirokameabo inríjinanbaon noa onanyamakanke. Wetsatianbo neke beaxh ratékanai.
El Perú El Perú también es un país. Tiene sus grandes montañas (sierra), sus tierras bajas (selva), sus tierras a orillas del mar (costa); en los lugares que he mencionado hay sus cochas, sus pequeños ríos, sus bosques, sus desiertos, y otras cosas más. Asimismo hay diferentes tipos de pueblos indígenas, con sus propias lenguas y costumbres; eso es el Perú. Nosotros los shipibos 252
también somos peruanos. Por eso tenemos nuestros documentos personales, por eso también sufragamos cuando hay que elegir a las autoridades; si no fuéramos peruanos no tendríamos documentos, ¿no es cierto? Muchas veces yo escucho, que a pesar de vivir en el Perú nos dicen «salvajes». Los indígenas peruanos que viven en otras partes del país no nos conocen. A veces cuando vienen se sorprenden.
Wetsa ani maibaon kaní Piró iki wetsankobiribi, nato Istáros Oníros (Estados Unidos), Weransia (Francia), ja jemabo ikainkoniaxh kikin ochóbiribi. Barasiri (Brasil) betan ochómatani iki. Enra onanke nato Barasiri, Boríbia (Bolivia), Chiri (Chile), ja ani jemabo. Barasiriain jake inríjinanboribi, jake jaton joiyabiribi, jaton bewábo. Nato Boríbiainoa nawabo yoyo ikai nawan join, jaríbake inríjinanbo. Nato Chirimea nawaboribi ikai nawan join ikaxhbi jaton joi makétoninbiribi akai, wetsaresibi, neno jake inríjinanboribi. Nato Parakoai (Paraguay) jake inríjinanboribi ikaxhbi non onanti atipanyamake jaton joi. Neskara jawékibora non oinai ochó jeman kaxhon. Noa neskara ochó jemanbo kaitianra maxhkáyamake wetsa inríjinanboribi ochó boaibo, jatíribibaon noa jowé akai, wetsatian noa yoikanai jawerato ani jemamearin ixhon. Non westíora akin nokoa iki Barasiriainoa, ja iká iki: «Eara Barasiriainoa inríjinan iki, Piróainoama».
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Mi visita a otros países El Perú está ubicado en otro sitio, muy lejos de donde están los Estados Unidos o Francia. Con Brasil están más cerca. Yo conozco Brasil, Bolivia, Chile, esos países. En Brasil también hay indígenas, también tienen sus propias lenguas, sus canciones. Los mestizos bolivianos hablan en castellano, también hay indígenas. Los mestizos de Chile hablan en castellano pero con un dejo, de otra manera, aquí (en Chile) también hay indígenas. En Paraguay también hay indígenas, pero no podemos entender su idioma. Estas cosas vemos cuando viajamos lejos. No faltan otros indígenas que también viajan lejos; algunos nos saludan, a veces nos dicen de qué país son. Una vez encontramos a uno de Brasil que dijo: «Yo soy indígena del Brasil y no del Perú». Westíorai ea kaa iki nato Parakoai jeman. Jainoaxh iká iki noa moa jonoxhon jain abion paketainko, jaskákenbi bekana iki jainoa inríjinanbo. Bexhon noa jowé akana iki, jain noa yoikana iki: «Noaribira inríjinanbo iki». Ja inríjinanbo riki kikin boo nenkébo, jakon jonibo, jaton joires non onanyamake. Jainra noa winota iki westíora nete; non xheabaita iki bakoxh xheati «Waraní» akanai. Una vez me fui al Paraguay. Estábamos en el aeropuerto ya para regresar, cuando en eso llegaron un grupo de indígenas de ese país. Al llegar, nos saludaron y nos dijeron: «Nosotros también somos indígenas». Esos indígenas tenían el cabello muy largo, eran buenas personas, solamente que no entendíamos
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su idioma. Allí pasamos un día; el día entero tomamos cerveza, la que llaman «Guaraní».
Westíora inríjinan Istáros Onírosainoa Jaskáribira en onanke westíora inríjinan Istáros Onírosainoa, ja iki nokon pano bake Gordon. Janra ea bexhona iki rato jawen titan, jawen poibaon aká. Jaskáribi ea potaxhona iki kirika wishá jaskataxh jawen xhobon nokóti. Jatíbiainra jake nobé inríjinanbo. Jaskáribi en oina iki ochó kaxhon jaton axhé, tee akanaibo, mapó akanaibo, icha jawéki. Ramara en rarokinkasai mato Piróma ikábo, eara ichabires beneai. Ea riki piroána, mato iki Istáros Onírosainoa. Ichabires en mato yoiyai, keyómayamakanwe maton axhé, maton joi; non akai keskákinribi akanwe.
Un indígena de los Estados Unidos Asimismo conozco a un indígena de Estados Unidos, es mi ahijado Gordon. El me trajo un plato que hicieron su mamá y sus hermanas. Así también me dejó un papel con la dirección de su casa. En todas partes hay indígenas como nosotros. Así también he visto, cuando me fui lejos, las costumbres de otros indígenas, sus actividades, las cerámicas que hacen, muchas cosas. En este momento quiero saludar a los indígenas que no son del Perú, me siento muy contenta. Yo soy peruana, ustedes son de Estados Unidos. Les ruego que no permitan que desaparezcan sus costumbres ni sus lenguas; así como las mantenemos nosotros, háganlo ustedes también. 255
Kirinkobaon ani main kaní Rimankobichoshoko noa kayamai, wetsatian noa ochó, kirinkobaon jeman. Neskati noa ochó kaitian kikini jonibo ratetai. Ea kaa iki rinkobaon jeman, Weransia, Piróainoaxh pikókaini. Noa jain nokóketian rinko jonibo kikini ratetai, ainbo noa keskáribi ikaxhbi wetsa joiyabo, joxho yorayabo. ¿Jawe akíki ratetai?.
Mi viaje a un país de gringos Pero no viajamos solamente a Lima, a veces nos vamos lejos, a los países de los gringos. Cuando nos vamos lejos, la gente se sorprende muchísimo. Yo fui a un país de gringos, a Francia, saliendo del Perú. Cuando llegamos allí, los gringos se sorprendieron muchísimo, habían mujeres como nosotras pero hablaban otro idioma, tenían cuerpos blancos. ¿Por qué se sorprendían? Noaronki westíora rainama iki, jabaon yoiya iki noa Inka. Jaskákanaitian en yoiya iki: «Eara Inkama iki». Moa noa benxhokaatai oinaxh ratéribikana iki. Non teoti saweai, noa bekenetai, non meskó keská paronotibo, jatian noa wetsaresibi ikai. Jaskara noa oinaxh jabo kikini rateta iki, jawetianbi jaskati raota jaton noa oinyosma ikanai. Jatíbi ebé raenanaibaon itan ikábaon ea ichabires iráke akana iki, icharibi ea benea iki jatoki, jaskara oinkana. Los franceses dicen que nosotras no somos reinas, ellos dijeron que somos Incas. Como dijeron eso, yo 256
les dije: «Yo no soy Inca». También cuando nos arreglamos se admiraron. Nos pusimos el collar, nos diseñamos la cara con huito, nos pusimos nuestros aretes, entonces lucíamos diferentes. Viéndonos así, se admiraron muchísimo porque nunca nos habían visto arregladas. Todos los que son mis amigos y los que estaban presentes me agradecieron mucho, yo también me alegré mucho con ellos porque me habían visto así. Jaton raoti jake, ikaxhbi wetsaresibi. Metsáronki iki noa raota. Nonara jake nii meranoa bimi berobo noa jan raotai: tanonin, komokomo; nawaboibakea noa maroai moroshokobores. Ellos también tienen adornos pero muy diferentes a los nuestros. Dicen que somos bellos cuando nos adornamos. Nosotros tenemos semillas con las que nos adornamos: semillas sonajeras tanonin, semillas sonajeras komo komo; solamente compramos mostacillas de las tiendas de los mestizos. Pero ellos no son así, ellos compran todo. Jainxhon non boríbaa iki tanpóra. Tanpóra iki non moatian yosibo jan ransapaokani. Ja tanpóra akana iki jono bichi, yawa bichi, non maroyamai nato jawékibo. Jatian jabo jaskarama iki, jatíbi jawéki marokanai. También habíamos llevado bombos. El bombo es el instrumento con el que antes bailaban nuestros antepasados. El bombo está hecho de cuero de sajino o huangana, estas cosas no las compramos. 257
Jatian Ransisbo jake jaton joi. Westíora yosishoko iká iki, jawen joi kikini keyota iketian wini. «Jaskati noa neskáshamanribi itibi non axhé, non joi keyota iki, eabicho riki Ransis wetsa joi en onana», ikí iká iki. Jaskarain ratékana iki, kikin akin ea noikana iká iki. Los franceses tienen su idioma. Había un abuelito que lloró poque su lengua ya había desaparecido: «Esteee, así también era nuestra costumbre, nuestra lengua desapareció, soy el único francés que conoce otro idioma propio», dijo. Así se admiraron, me apreciaron mucho.
VIII Koshi ainbo Eara iká iki jawe ati onanmaribi. Jainxhonra en shinan biá iki. Ea ochó jemabaon kaa iki westíora ani tsinkítiain. Jainra bokana iki koshi jonibo, koshi ainbobo, pacha rabé chonka jemamea, tsinkíxhon jaton jeman janeabo. Ea jain janekana iki, ea iti jisá oinxhon. Jainxhonra en shinan biá iki, jawe keskárin ani jonibo «jowé» akin ati, meskó keská. Ikaxhbi ea nenoshaman iiamai, ea kai meskó keská jemanbo jato shinan menii. Jainoaxh nokon shinan aniai; jaskáaxhon nokon jemanko akinti, jaskáaxhon chiní bakebo shinankinti, oricha chibanti.
Una mujer dirigente Yo tampoco sabía hacer nada. Entonces tuve una experiencia. Viajé a comunidades lejanas a participar en un congreso. Allí asistieron dirigentes hombres y mujeres, procedentes de ciento veinte comunidades, elegidos por su comunidad en asamblea. A mí me eligieron, me vieron la más indicada. Entonces adquirí experiencia, aprendí cómo saludar a las autoridades y otras cosas. Pero yo no permanezco aquí nomás, yo 258
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voy a muchas comunidades a capacitar a la gente. Entonces mi experiencia aumenta, para ayudar a mi comunidad y de esa manera encaminar a la juventud para que avance. Moatian non axhébo ikátiai wain teetires. Non titabaon noa kirika amayamakatikanai. Moatian non titabaon noa yoikatikanai kirika atima nawan axhé iketian, jaskarama ikenbi. Jaskara kopí ramatian ainbo oricha kirika akábo yamake, non anibaon amayama kopí. Ikaxhbi en shinanai ramatian noa iti jake ainbo netéresaima, ainbo yaká yakáresaima. Noa ainbobo iti jake kikin jishten jishtenshamanbo, biba, non jeman paranan ikaibo. Antes nuestra costumbre era trabajar en la chacra nomás. Nuestras madres no nos hacían estudiar. Antes nuestras madres nos decían que no estudiáramos porque eso era costumbre mestiza, cuando no era así. Por eso ahora no hay mujeres shipibas que hayan llegado muy lejos, con estudios universitarios, porque nuestros padres no nos hicieron estudiar. Pero yo pienso que ahora las mujeres no debemos ser tímidas, no debemos ser pasivas. Nosotras las mujeres debemos ser muy despiertas y luchar por nuestro pueblo. Iti jake westíora ainbo rakéma, shinanya, koshi shinanya: «Enra nokon jema jakonain pikoti jisá iki. Enra jato akinti jisá iki». Jatíbi jawéki atinkobi rakéma. Jaskarain en rama nato shinan bii itai. Rama ea itinke moa nokon jemanbi, kikin koshi ainbo keská. Ea itinke jato teekinaibiribi, jeman tee oinai. Jatian, ¿jawe keskárain non kaibo ainboshokobo westí iki neskara shinanyabo? Jaráke ainbobo raketaipari: 260
«Ea ipananra jainma inake», ikí ikaibo. Noa onanma iketiankaya onanbaon noa pontexhonti ikebi. Jatiankan, ¿jawe kopí noa neskati itai? Ramatian iki benbobobichoma; westíora benboya ixhon, westíora ainboya ixhon, benbon shinan maxhkatai ainbonin yoiyai. Rama moa jaskara keská itinke. Una mujer debe ser segura, inteligente, decidida: «Yo puedo sacar adelante a mi pueblo. Yo puedo ayudarlos». No debe tener miedo de hacer cualquier cosa. De esa manera ahora estoy adquiriendo esta experiencia. Ahora me desempeño en mi propia comunidad como una autoridad importante. Yo soy Agente Municipal, tengo a mi cargo el trabajo de la comunidad. Entonces, ¿por qué son pocas nuestras paisanas mujercitas que piensan así? Hay mujeres que todavía tienen miedo, que piensan: «Yo podría opinar, pero no vaya a ser que me equivoque». Si nosotras no conocemos mucho, aquellos que conocen más pueden corregirnos. Entonces, ¿por qué somos así? Ahora no solamente están los hombres; teniendo un hombre o teniendo una mujer en el grupo, a las ideas del hombre las complementa la opinión de la mujer. Ahora ya parece que es así. Ja kopíra ichaakin en nokon bakeranon betan nokon xhontako yoiyai. Noara iti jake westíora ainbo sonsoma, iiosma ainboma, noa shinanya iti jake. Noa iti jake westíora ainbo jatíbiain jikiai, ikaxbi kikin jikiresaimaribi, senenshamanres. Por eso muchas veces les hablo a mis hijos y a mis hijas. Una mujer no debe ser cohibida, una mujer debe ser 261
decente, inteligente. Debemos ser mujeres activas, pero tampoco demasiado pícaras, simplemente lo justo. Nokona eara keenai oribo onanti, nenobicho banetama. Ea keskáribi inaketian non jemamea ainbobo en eseai, jaskara ainbobo jati kopí. Jaweti ainboshoko riki neskataibo, yamarake wetsabo raketaipari ikaxh. Ani tsinkítiainbo yoyoiosma ikaxh raképariai. Non oricha chibanti jake jaskarabo, noa jaskataxh axheaxh aniaibo. Jaskarabokaya ikinbi non axhébo non pekáori potayamai. En onanke bewati, en onanke meskó keská moatian jawékibo yoiti, meskó keskábo. Tsonbi nokon shinan keyoyamai. Ea onanma keská itinke, ikaxhbi en onanke. En cuanto a mí respecta, me gustaría conocer más, no quedarme aquí nomás. Para que no vayan a ser como yo, por eso aconsejo a las mujeres de nuestro pueblo, para que haya ese tipo de mujeres. Cuántas mujercitas son así pasivas, no hay otras que participen porque todavía tienen miedo. En los congresos, como nunca han participado, todavía tienen miedo. Tenemos que seguir adelante con esas cosas y así aprender para engrandecernos. Sin embargo, no por hacer esas cosas dejamos atrás nuestras costumbres. Yo sé cantar en shipibo, sé contar todo tipo de relatos tradicionales, de todo tipo. Nadie me puede quitar lo que yo sé. Aunque no lo parezca, yo sí conozco.
Jeman tsinkíibata Bakishra ibake jatíbi jonibo itan ainbobo tsinkita, nato Jepe Ian jeman. Jainra non shinainbake meskó keská teeshokobo ati, jaskáaxhon jemamea jonibo tee akinti. Nato tsinkítiainkora ibake pacha sokota chonka kimisha joni. Jatian jatíbichashaman jonibaon shinainbake kikin jakoinra. Jatíbi koshibaon yoiibake jaton tee ati shinanbo, jema onanmakin. Rekenpari ibake nato Jeman Koráka (Jefe de la Comunidad), ja pekáo Jeman Tee Akai (Agente Municipal), jainoaxh Jemamea Jonibo Ramitai Xhepoai (Teniente Gobernador), senenain ibake Jakon Akin Jato Eseai (Juez de Paz).
La asamblea del día de ayer Ayer nos reunimos todos los hombres y mujeres en la comunidad de San Francisco de Yarinacocha. Allí acordamos realizar muchas actividades para trabajar con la gente de la comunidad. A esta reunión asistieron ciento sesentitrés personas. Todititos acordaron muy buenas cosas. Todas las autoridades informaron a la comunidad acerca de sus planes de trabajo. Primero habló el Jefe de la Comunidad, después el Agente Municipal, luego el Teniente Gobernador y finalmente el Juez de Paz. Nato Jeman Korákanin shinainbake, nato baritianki jawe keskáxhon jakon akin jonibo teekinti iki, jawebokayaki nato baritian non Apo yokatai ixhon jeman shinanti. Jeman shinainbake akinti non koráka soroshoko menikin jan niti, jaskáribi tee akaibo akinti. Meskó keská shinanbo noa
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yoyoibake, non shinanaibo non yoibake, ja neskáti yoyo ixhon non westíora shinanbicho non tsekai. Wetsatian jaskarama iki koshibaonbicho shinanai, jainxhon tsinkítiain kaxhon yoiya, jatíribibo keenyamai. Neskáakin non akákaya jakon paketai. Nonbicho shinantaanan boxhon jema yoiya jen iamai. Jatian, ¿tsona iki ja ocha? Jama nona. Jaskara jawéki winónaketian jatíxhonbi non shinana iti jake. El Jefe de la Comunidad hablaba sobre cómo debemos de trabajar este año con la gente, decía que el pueblo piense qué cosas le vamos a pedir al gobierno este año. El pueblo acordó ayudar al Jefe de la Comunidad con dinero para que realice sus gestiones. Dimos a conocer nuestras opiniones en relación a muchas cosas, expresamos nuestras ideas; de lo que conversamos surgieron acuerdos colectivos. A veces no sucede así, solamente las autoridades toman las decisiones, luego informan en la asamblea y algunos están en desacuerdo. En cambio, cuando tomamos las decisiones en asamblea, surgen buenas conclusiones. Pero si las autoridades, solamente informamos al pueblo lo que ya hemos decidido, la asamblea no acepta. En ese caso, ¿de quién es la culpa? De nosotros. Para que no suceda esto tenemos que pensar entre todos. Ja Korákanin shinanribiibake, jonibo wai akinti jatíbi joni westíora ikitária waiya iti. Jatianbira jati jake pacha sokota chonka kimisha ikitária wai. Ja wai akainko shinainbakanke atsa iamaxh aros banati. Jatíribibaon shinainbake rabé joninbo westíora wai ati. Wetsabo keenyamaibake. Moatian non yosibaon rabéxhonbo wai ayamapaokanike. 264
El Jefe de la Comunidad proponía que nos ayudáramos para que cada uno tuviera su propia chacra de una hectárea. Entonces debería haber ciento sesentitrés hectáreas de chacra. Se propuso que en cada chacra se sembrara yuca o arroz. Otros sugerían que entre dos personas se hiciera una sola chacra. Algunos no estuvieron de acuerdo. Nuestros abuelos nunca hacían chacra entre dos.
Koshi iti Koshi inoxhon, rekenpari noa iti jake notsima. Jakon akin yoikana iamaxh jakonma akin yoikanabi ranaweyosma. Jema aninkobo jaskara iki. Nato Jepe Ian jemanko jaskara iki. Bakishki jawe keská ibata, jatíribibaon ea jakonma akin yoiyai, jatíribibaon ea jakon akin yoiyai. Jaskara ninkataxhbi noa ninkatama keská iti jake, noa iti jake benche, pabe, non ninká ninkáresai. Ja yoyo ikaibora jaton kexhakanbiribi ikanai.
Para ser autoridad Para ser autoridad, en primer lugar no debemos molestarnos fácilmente. Así hablen bien o mal de ti, no debes tener recelos. En una comunidad grande es así. En San Francisco, por ejemplo, es así. Ayer, ¿cómo dicen que fue?, algunos me criticaban y otros hablaban bien de mí. Por más que escuchemos esas cosas, debemos hacernos los que no hemos escuchado nada, tenemos que ser como ciegos, como sordos, sólo escuchamos en silencio. Los que están hablando lo hacen porque tienen boca nomás. 265
Jaskara riki jeman koshi iti. Ea jaskara iki. Wetsatian mia yoikanai, mia yoironki jain tsamákanke jonibo. Jatian en akai: «¡Ea abákanon!» Noa iti yamake notsi, ranaweya iki ikanai notsitima joi. Jatian non jawebi ikonayamai, nonbiribi noa teetai. Jake benbo jaskáakin yoikana: «Enra moa tee ayamaisiai, eara moa jawe tsinkítiainbi kayamai», ikaibo. Janbi jakonma akin shinanai, moa jawen shinan namanai. En oina iki ja jonin shinan kikin tinkoshoko, ea ainbo ixhonbi oina iki jaskaramakaya. Así es cuando se es autoridad. Yo soy así. A veces te comentan, dicen que allá te está criticando un grupo de personas. A lo que yo respondo: «¡Que me critiquen!» No debemos renegar ni ser recelosos cuando la gente habla mal de nosotros. Al contrario, no debemos creer nada, nosotros mismos trabajamos mejor. Pero existen hombres que cuando son criticados dicen: «Ya no voy a realizar ningún trabajo, ya no voy a asistir a la asamblea». Él mismo tiene ideas negativas, solito se desmoraliza. Yo opino que los pensamientos de esos hombres son muy pequeñitos, a pesar de ser mujer creo que no debe ser así. Jabaonkayara ea shinan meniai, en anon ixhon yoikanai kopí. Jaskáakin yoixhon ea shinan menii ikanai, bakish ea yoiibakanke meskó keská shinan. «Mia Jeman Tee Akai Ainbo ikí ixhon. Ramakan kampoati, oa kampo itina, rama iki ikai parása (plaza). Rama non benati jake jain kampoati». Moa ja teebo en aká ikai, chiní bakebaon shinanti, jaa nokon bakebaon ointi. Jawe keská ikaxh ea mawáti atipanke. Jatian yoiti atipankanke: «Nato riki Ranin Ama ainbonin noa akíni iki». 266
Por el contrario ellos me dan más ideas, porque me están diciendo lo que debo hacer. Ayer cuando algunos comuneros hablaron conmigo, me dieron toda clase de ideas: «Ahora serás la Agente Municipal. Y ahora hay que hacer la cancha de fútbol, esa cancha que está más allá será una plaza. Ahora tenemos que buscar dónde hacer la cancha». Esos trabajos que realizo serán para que las nuevas generaciones los recuerden, para que mis hijos los vean. De repente me puedo morir. Entonces podrán decir: «Ésta es la obra en la que la Agustina nos dirigió». Wetsatian noa akanai: «Minra tee ayamabiresai.» Axhon noa shinan bimakanai: «Ikon riki, ramara en jato teekinai nokon jema shinanxhon». Jawe keská ikaxh iti atipanke jonibo: «Ja ainbo koshi iantanxhon noa tantimayamabiresai», ikí iti atipankanke. Jaskánaketian non jato yoiti iki: «Ramara noa westíora oxhe tantikanai, akanwe maton tee», akin. Nokon shinan jaskara iki. A veces nos dicen: «Tú no realizas ningún trabajo.» Al decirnos esto nos dan ideas: «Esto es cierto, ahora tengo que realizar trabajos con la gente pensando en mi pueblo.» De repente la gente puede decir: «Esa mujer a la que hemos elegido como autoridad no nos deja descansar.» Cuando se expresan así, tenemos que decirles: «Ahora descansaremos un mes, pueden realizar sus actividades.» Es así como pienso.
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Jepe Ian jema Jepe Ian jema kikin ani jema iki, wetsa jemabo keskáma. Jake waranka rabé pacha jonibo, rabé warankabobira jatíbi bakeboyabi topona. Jainoaxh Jepe Ian jemankora noa itai teeti, meskó keská jeman teebo akí non bakebaona. Axheti xhobobo jakonshaman, mapó xhoi xhobo. Axheamisbo jakonshaman, non koshibo jakoinra, noa bene benekinshamanai.
La comunidad de San Francisco de Yarinacocha La comunidad de San Francisco de Yarinacocha es muy grande, es diferente a otras comunidades. Tiene mil docientos habitantes, cerca de dos mil incluyendo a los niños. En San Francisco estamos trabajando, realizando diversos trabajos comunales para el bien de nuestros hijos. Las escuelas son buenas, de material noble. Los profesores son buenos, nuestras autoridades también son buenas, por lo cual nos tienen muy satisfechos. Jepe Ian jemara kikin ani iki, wetsa jemabo betan senenma. Moatianbi tsinkíxhon non yosibaon jema akana ikaxh, moa posaka chonka pichika baritiaya iki. Jaskara kopí non jema yosi iki, Maioshian jematianma ikaxh. Rama non oinai jawe keskáaxhonki non jema jakon akin benxhoati iki ixhon. Jepe Iaman riki jakoni noa tsinkikana. Jepe Ian jonibo riki rabé chonka kimisha meskó jawéki anoxh tsinkíkanabo (comités). Jake non raoti jawéki maroti akaibo, yapan teetaibo, wain teetaibo, motóronin teetaibo, joé oinaibo, wetsaboribi. Jepe Ian 268
riki San Francisconin kikin jane. Jeman motóronin janeribi iki Jepe Ian. La comunidad de San Francisco es muy grande, otras comunidades no se le pueden comparar. Hace mucho tiempo nuestros abuelos se juntaron y fundaron la comunidad, hace ya ochenta y cinco años. Por eso nuestra comunidad es antigua, porque es anterior a Pucallpa. Ahora vemos de qué manera podemos mejorar nuestra comunidad. En San Francisco estamos bien organizados. Los comuneros de San Francisco están organizados en veintitrés comités que se dedican a diversas actividades. Hay un comité de artesanía, de pesquería, de agricultura, de transporte, de electrificación y otros más. Jepe Ian Yarina Cocha es el verdadero nombre de San Francisco. Los botes de la comunidad también se llaman Yarina Cocha.
Jepe Ian jonibo Jepe Ian ainbobo jainbicho yakáyamake, nike meskó keská teeshokobo akí, jaton bakebobiribi oini. Jepe Ian ainbobo iki wetsankoniabo keskáma. Yamake iiresaibo, jabo iki jaton chitonti kewéai, jake mapó akaibo. Mapó axhon karobo bii nikanke, ochokeabi bokon papixhon jaton jawéki akí. Jaskáribi iki, teotinin teetaibo chinkanshokobo benai, tioxh benai, tee yama kopí; jaskáshaman axhon jaton bake senenmati atipanyamaxh. Jatian jabo teeti itinke. Jepe Iain yamake westíora benbobicho manati. Jepe Ian ainbobo kikin teeyabo iki. Ono chopa onanbiresshoko, kerasbiresshoko niamakanai; noa iki kikin teeyabo. Jatian 269
benbobaon bikin non keenma noa bixhonai, jatian nonbi bikin katóshamanai meskóshamanbo non biai. Wetsankonia ainbobo jaskarama iki. Chopa binoxhon jaton bene manakanke, benbonshaman chopa bixhonti keeni. Ikaxhbi Jepe Ian ainbobo jaskarama iki, benbo teetai keskáribi ainbo teetai. ¿Jawe keskáaxhonki jan piti iki? Jaskáaxhon piti yamaketian akinai jawen bene.
Los pobladores de San Francisco Las mujeres de San Francisco no se quedan allí sentadas nomás, sino que andan realizando diferentes trabajitos para ver por sus hijos. Las mujeres de San Francisco no son como las de otros lugares. Nunca están sin hacer nada, bordan sus pampanillas, fabrican cerámica. Después de fabricar la cerámica van a traer leña. Desde lejos cargan cetico para hacer sus cosas. De igual manera, las que hacen collares buscan semillas negritas, buscan semillas blanquitas como enlozadas, porque no hay trabajo; esto lo hacen porque no les alcanza para mantener a sus hijos. Así, siempre están trabajando. En San Francisco las mujeres no se esperanzan del hombre nomás. Son muy trabajadoras. No andan por allá con la ropa toda parchada, toda sucia; somos muy trabajadoras. Si los hombres nos compran algo que no nos gusta, nosotras mismas escogemos algo diferente y lo compramos con nuestra propia plata. Las mujeres de otras comunidades no son así. Cuando quieren comprar ropa esperan a su marido, queriendo que él les compre la ropa. Pero las mujeres de San Francisco no somos así, el hombre trabaja y la mujer también trabaja. Sino, ¿cómo van a 270
comer? Así, cuando no hay pescado, la mujer ayuda a su esposo. Benbobaon sino papiai kanóti anoxhon, koa anoxhon, neke wai ayananbi jan jabontanibires biti, jaton asókaroshoko biti. Yanka iiresyamakanai jabo. Jaskara ikenbi, wetsatianbo jakonma akin, nawabaon noa rami aresbireskanai: «Jepe Ian jonibora chikish iki» ikanai. Jaskaramakaya ikenbi, Jepe Ian jonibo riki teeyabo. Bakeshoko ikaxhbi moa menexheeti ati onan iamaxh pia ati onan. Jaskáaxhon jatonbi moa koríki ichama inonbi yatankanai. A pesar de que también hacen chacra, los hombres cargan pona para hacer balista, para hacer lanza, siquiera para comprar jabón, para comprar su azúcar. No están por gusto sin hacer nada. Aunque esto es así, algunas veces los mestizos nos critican diciendo: «La gente de San Francisco es ociosa». Pero eso no es verdad, la gente de San Francisco es trabajadora. Desde temprana edad ya saben hacer pulseras de chaquira o flechas. De esa manera, ganan un poco de dinero por sí mismos. Ea riki nokon tita betan nokon papan bakea, chiponkixhon. Kanaria jema bekeibakeaxh ea pikota iki. Jainoaxh ea ania iki. Chonka rabé baritiayanixh ea joá iki Jepe Ian jemanko. Ichabiresra en Jepe Ian iráke akai. Joaxh ea jaskarabaon axhea iki. Rama ea itinke nokon bene teeyosmashoko ikenbi, ikaxhbi teeainbo akinanani non bakebo jaskáaxhon aniati kopí. Wetsa nete jabo jaweshokoribi ixhon, moa noa shinanti jake, jawenbires tsakati jake. Noashaman akínon ixhon non amayamai. 271
Shinanya ixhon noa menikana jakoinraribi iti atipanke. Shinanya iketian jawen bakebo onitsapiamai, jawen awin betan jakonaxh jabékonai. Yo fui engendrada por mi madre y mi padre en el Bajo Ucayali. Nací frente a la comunidad de Alfonso Ugarte. Luego crecí. Cuando tenía doce años vine a la comunidad de San Francisco. Yo agradezco mucho a San Francisco. Cuando vine, aprendí todas estas cosas. Aunque ahora mi esposo no tenga trabajo, nos ayudamos mutuamente para mantener a nuestros hijos. Algún día cuando sean alguito tienen que acordarse de nosotros y darnos alguna cosa. No lo hacemos pensando en que nos apoyen. Si les nace y nos dan, bienvenido sea. Si saben hacer las cosas bien, no van a hacer sufrir a sus hijos, van a vivir bien con su mujer. Jaskara shinanaibo ikaxh, Jepe Iain jonibo jaton bakebo kirika amaibobires ikanai. Jaskara kopíra non iráke akai ochokeaxh noa oini bekanaibo, torista. Wetsatianbo biai chitonti pichika chonka iamaxh kanchis chonka soro kopíabo. Jan non bake jawen kirika atinko kati, jan piti meniai. Jaskarama iketian Jepe Ian bakebo kirika akaibo yamakeanke. Ochó jemamea bakebo ointanwe, wetsatianbo ikanai piámabo nete winoti, kikin noibatishokobiresbo. Jatian jaskara inaketian noa ochóma ixhon non bakebo kikin akin non oinai, banénaketian non shinan menia. Con esa idea la gente de San Francisco hace estudiar a sus hijos. Por eso, agradecemos a los que vienen a visitarnos desde lejos, a los turistas. A veces compran 272
una pampanilla de cincuenta o setenta soles. Con esto les damos a nuestros hijos para su pasaje para que vayan a estudiar, para su comida. Si no fuera así, entre los jóvenes de San Francisco no habrían casi estudiantes. Anda mira a los jóvenes de las comunidades lejanas, a veces se la pasan todo el día sin comer, pobrecitos. Para que no suceda esto, como estamos cerca, nos preocupamos bastante de nuestros hijos, los alentamos para que no se queden sin estudiar.
Jepe Ian iki kikin ochóma jema ikaxhbi ea kaa iki ochó jeman, Amakiriyain. Jain en oina iki yoxhanshokoboyabi, xhontakobo, sayayabo. Jatiankan jabaon moa non axhé keyoai. Jepe Ian ani jema ochóma ixhonbi ainbobaon jaton benen koton pekewéai, xhokeweaibopari jake. Jatian ainbobo kikinshaman chitontiabobires iki. Jaríbake ochokeaxh merati beai joxho jonibo. Jabaon joxhon noa chitontiya oinaxh «Ikon riki nato Shipibobo», ikanai. Jema koshibaonribi saya akinbi chitonti jenetima yoiyai. Jatian maton noa oinai, Maioshiain kaaxh jatíbi chitontiabirestanishaman. Chitonti joshinshaman iamaxh wisoshamanya, jainoaxh jawen koton panshinshamanya kikin metsá jawéki jaskara. San Francisco es una comunidad muy cercana a Pucallpa, pero yo he ido una vez a una comunidad lejana, a Amaquiría. Allí he visto a todas las viejitas y las jóvenes usando vestido mestizo. Ellas ya están terminando con nuestra costumbre. Aunque San Francisco es una comunidad grande y cercana a Pucallpa, existen aún mujeres que bordan la espalda y 273
los bolsillos de las camisas de sus esposos. Y todas las mujeres usan pura pampanilla. También hay visitantes, gente blanca que viene desde lejos. Cuando ellos llegan, nos ven con pampanilla y dicen: «Estos de verdad son shipibos». También las autoridades de la comunidad nos dicen que podemos usar vestido pero no dejar de usar la pampanilla. Ustedes nos ven cuando vamos a Pucallpa, casi la mayoría nos ponemos pampanilla. Pampanilla rojita o negrita, con su blusa amarillita queda muy bonito. Jatian wetsankoniabaon ochó ixhonbi non axhé keyoai. Jaton bakebo nawan joinres yoyo akanai, jatian jan onanyamai kai non joi. Nokon shinan iki, en nokon chitonti jenetima, nokon bake xhontakobaonribi. Nokon bake xhontako jake jawen raóti: rexhó, paronoti, maiti, keshá ati, menexheti, iso xhetabo, jaboya noa iti jake. Jatíribi jaskaramai iki. Ochó raankaskana raótibo benai. Jaskara noa iti atipanyamake. Tita Shipibo ixhon non axhébo non jenetima iki. Ja iki jawen titan ointi jawéki. En cambio los de otros lugares lejanos terminan con nuestras costumbres. Les hablan puro castellano a sus hijos, y estos ya no van a aprender nuestra lengua. Yo opino que no debemos dejar de usar la pampanilla, ni tampoco quiero que mis hijas lo hagan. Mi hija tiene sus adornos: adorno de la nariz, aretes, corona, campanillas, brazaletes, dientes de maquisapa para el brazalete; estas cosas debemos tener. Pero no todos tienen. Cuando se les quiere mandar lejos en una delegación, recién buscan adornos. No podemos ser así. 274
Como madres shipibas tenemos que mantener nuestra cultura. Esto es responsabilidad de la madre.
Ochó jeman maroi kaa Maton jisá jawe kopíki noa pikotai. Non koríki benayama jaskáshamanxhon non bakebo pimati, jaskáshamanxhon chopashoko bixhonti atipanyamake. Jatian non bene teetabikan senenyamake. Jatian aros wai akábikan basiorai, kimisha, chosko oxhebopari ikai. Jaskara jawékibo kopíra noa pikotai.
Los viajes para vender artesanía Ustedes se preguntarán por qué salimos de viaje. Si no buscamos dinero no podemos alimentar bien a nuestros hijos, ni comprarles ropa. Por más que nuestros esposos trabajen, no alcanza. Por más que sembremos arroz, demora tres o cuatro meses todavía para producir. Por esta razón salimos a vender artesanía. Jaráke ainbobo kaaxh jakonmai, jawen beneki moa shinanbenotai. Jake jonibo ranóya. Shinan koshimabo jawen bene potai. Jatian noa shinan koshi ixhon, noa nawan teakasabi, noa jonikonin teakasabi, non ikinyamai. Non bene potabaina noibatishoko, non jaskáaxhonti atipanyamake. Non jato yosma ati jawékira itikonma iki. En oina iki jaskarain nokótima, nokon bene iki noibatishoko. Ea onoisi, ea jakonmai iti atipanyamake. Jaskarabo winókanai nobé ainbobo. Jatian ja shinan koshima ixhon nawan teakasa teamakanai, jonikon amakin amakanai. 275
Hay mujeres que cuando salen de viaje se malogran, se olvidan de sus esposos. También hay hombres celosos. Las mujeres de mente débil dejan a su marido. Si tenemos la mente fuerte, aunque un mestizo nos moleste o un shipibo nos moleste, no nos dejamos. Al pobre hombre que hemos dejado en la comunidad no podemos hacerle eso. No debemos serle infiel. Yo creo que no podemos llegar a ese extremo, ¡pobrecito mi esposo! Aunque esté lejos no puedo portarme mal. Estas cosas nos ocurren a nosotras las mujeres. Si tienen la mente débil, cuando el mestizo las molesta, se dejan molestar; si se quieren dejar molestar con el shipibo, se dejan molestar. Noa shinan koshi ixhon non yoiyai: «Ea riki beneya, ea teayamawe, jaráke nokon benebiribi», akin non akai. Jaskáayamakin jatíribibaon jaton bene ochó kaxhon potakanai. Ea ichaiki nike, ikaxhbi en nokon bene potaama iki. Jawetianbi nokon bene yosma akáma iki. Joxhon oinakan noibatishoko, ea manáti yapa tashianka, atsabo papia. Cuando tenemos la mente fuerte, decimos: «Yo tengo esposo, no me molestes, tengo mi propio esposo». Cuando no es así, algunas abandonan a sus esposos al viajar lejos. Yo he andado varias veces, pero no me he separado de mi esposo. Nunca le he sido infiel a mi esposo. Cuando llego lo veo, pobrecito, me espera con pescado salado y yuca que ha cargado.
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Yarínainoa koshibo Jawe kopíra Yarínainoa koshi ikaxh non shinanbenokanai. Jawe kopíra Jepe Ianki ani jema ochóma ikenbi shinanbenokanai. Ikaxhbi ja ochómatani iken bokanai Maioshiainoa koshibo. Ikaxhbi jawebi noki akin shinanyamakanai ja ani jonibaon. «Jepe Iainra non onanabo jake» ikíbobi iamakanai. Piróta atin noa akanai alcalde itánan; jakon akin noa ninkáxhonyamakanai non jema maxhkata jawékibo non yoiyaitian. Jaskara itima iki; noa keenai Jepe Ian oricha boti, noa rama koshibo ixhon.
Las autoridades distritales ¿Por qué será que cuando los candidatos llegan a ser alcaldes del Distrito de Yarina se olvidan de nosotros? ¿Por qué será que estando San Francisco tan cerca de la ciudad se olvidan de nosotros? Sin embargo, como está cerca, vienen las autoridades de la región. Pero nunca se acuerdan de nosotros las autoridades. No dicen siquiera: «En San Francisco tenemos amigos». Nos tratan como pelota cuando llegan a ser alcaldes. No nos hacen caso cuando vamos a plantear las necesidades de nuestro pueblo. Esto no debe ser así. Queremos sacar adelante a San Francisco ahora que somos dirigentes. Ea keenai jakonshoko jatikaxhbi jakoni noa tsamá tsamáti teekanti, okebo noa yoiyanani ikanti yamake, «nekeronki jaskara iki, non kaiboboronki jaskara iki». Jabikayara noa iti jake westíora jonin shinanya keská. Jatíbi noa iti jake jakon shinanyabires. Merataibo kaitian non jakon akin biti 277
jake, jakonshaman non yoyo akai. «Jaibaisironki ja joke» itima iki. Ja kopíra noa jake non shinan. Noara iti jake noimis ainbo, jakon, yoáshima, kikin jakon shinanya. Ea jaskara iki. Eiba meratabo jakon akin biai, pimai jato xheamai, wetsa netenbires jaiba ea meráketian: «Nato ainbaonra ea kikin jakon akin biá iki». Jaskáribi noa iti jake Jepe Iainkoniaxhbichoma, wetsanko niaxh inonbires iti jake ainbo jakon shinanya, jakon akin jato ikinai, jakon akin jato biai; jaskara riki Jepe Ian jonibo. Jatíbitianra yoikanai Jepe Ian jonibo kikin chikish. Jepe Ian jonibora chikishma iki. Chikish ikaxh noa jato jawékibo yokati ikeanke. Jaskarama iki. Quiero que trabajemos bonito unidos, que trabajemos bien juntos, sin criticarnos «por aquí dicen que son así, nuestros paisanos dicen que son así». En cambio, debemos ser personas conscientes. Todos debemos ser muy, muy conscientes. Cuando vienen los visitantes tenemos que recibirlos bien, hablarles bien. No hay que decir: «Donde ése ha llegado». Para eso tenemos entendimiento. Debemos ser mujeres amables, buenas, generosas, de buenas intenciones. Yo soy así. Atiendo bien a los que visitan mi casa, les invito a comer y beber, porque algún día cuando vaya a visitarlos van a decir: «Esta mujer me recibió muy bien». Así debemos ser no solamente en San Francisco, sino en cualquier lugar por donde caminamos, debemos ser mujeres amables, tratar bien a los demás, recibirlos bien; así son las personas de San Francisco. Siempre dicen que los de San Francisco son ociosos. La gente de San Francisco no es ociosa. Si fuera ociosa, estaríamos pidiendo cosas, mendigando. Esto no es así. 278
Moa posaka chonka pichika iamaxh posaka chonka kanchis baritia jaskarares winó winókiranketian, non kaibo alcaldebiribi imakasi noa itai. Jaskáaxhon jakoncha jawékibo ointi kopí itanribi Jepe Ian jema akínon ixhon. Noara keenai non kaibo, non jimi, non joi; westíora joni jakon shinanya, noa maxhkata jawéki onana, nobé wainko teetai, yomerati onan. Ya ochenta y cinco u ochenta y siete años han transcurrido y queremos tener nuestro propio alcalde shipibo. De esta forma, queremos ver cosas buenas; además, queremos que ayude a San Francisco. Queremos como alcalde a nuestro paisano, nuestra sangre, nuestro idioma; una persona buena e inteligente, que conozca nuestras necesidades, que trabaje como nosotros en la chacra, que sepa mitayar.
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X Tonkon tsiniti jawéki Nato pirótanin tsiniti jawéki nokona iki kikin jakon jawéki. Ja kopí ea piróta akai koshibo betan ea yoyo ikai. Nato Jepe Ian jemanko jake «Tsobémabi» (Club Independiente) akin janekana, rama non shinanai kampoati. Jatian noa tsiniai ixhon non kampoakin shinanai, eara westíora yoxhan iki ikaxhbi kikin pirótanin keenkoinsi iki. Westíora jawéki akí cheakanai keskáribi noa jan cheakainai. Noa tsiniamai, noa yora isinai, yora iweai, ikaxhbi mia ishtoai, mia niskanai, min yora niskan potai, kikin jakonshaman min yora banetai. Jatian tsiniamakin min yoxhanshoko akin shinanai, moa jaweranobi kayamai. Janbi moa yoxhhantibo kenai, chankákimein. Jaskara iki tsiniti jawéki, ransati keskáribi, kikin jakon jawéki. Noa tsiniai oinaxh jonibo sai ikanai, jato kananaxh noa beneai. Jatíribibo moa benoaxh jenékanai, moa jaton benen rishkiai, jaton benen moa ranoai, moa iti atipanyamai.
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Las shipibas jugamos fútbol Para mí, esto del fútbol es algo muy bueno. Por eso siempre tengo reuniones de coordinación con los dirigentes del club. En San Francisco hay un club llamado «Independiente», ahora estamos pensando construir una cancha de fútbol. Si somos jugadoras pensamos en construir la cancha; aunque soy vieja me gusta jugar fútbol. Es como tener un vicio. Si no jugamos, se nos adormece el cuerpo, nos sentimos pesadas; pero cuando corres, sudas, cuando sale el sudor de tu cuerpo, tu cuerpo queda perfecto. Si no juegas, piensas en la vejez, no vas a ningún sitio. Solita una está llamando a la vejez, quizás porque ya no es activa. Así es el deporte, es como bailar, es una cosa excelente. Cuando nos ven jugar la gente grita, al vencer al otro equipo nos alegramos. Algunas mujeres dejan de jugar cuando tienen marido, sus maridos las palean, las celan y ya no pueden jugar. Moatianbi iki nato tsiniti jawéki, ramashokoma iki, ramashokobi Shipibo tsinii peokotama iki, non axhébo keyotainbi tsiniti keyóyamai kai. Jaa iki joxho nawabo oinaxh ikáma. Moatian kenamakatikanai meskó keská jemabo, tsini bei ipaokanike tanpórayabo metsá metsábeirani, piti icha jaskáxhonbo jato manakatikanai. Ja kopí beaxh tsinikanaikan meskó jawékibo. Ramatian moa jaskaramaribi iki, moa wetsaresibi ikanai, rama iki koríkinin tsiniti. Wetsatian noa kai kenamakana.
las costumbres, el deporte nunca desaparecerá. No es copia de los mestizos. Antes se invitaban entre comunidades. Cuando iban a jugar a otras comuni-dades, se iban con bombos tocando bonito, los anfi-triones los esperaban con bastante comida. Los premios eran diferentes cosas. Hoy en día es muy distinto, ahora se juega por dinero. A veces vamos a otras comunidades cuando nos invitan. En joxho nawa ainbobo oin oinshamanyamai pirótanin tsinikanai. Jabora ikai mekeman itin, jabiribi jatona iki. Noa Shipibo ainbo ikai taen tsinii, oa benbon atin jamatai, taskébokanai, ransketai, mentsisbo tsekakanai. Jatian noa iki benbo keskáribi; non ayorakin benbobo jamáribiti atipanke, ikaxhbi non ayamakin ayamaribai. Jatíribibo jake jaton benen meetabi kopiamai. Jaskarain en oina tsiniti jakonribi jawéki iki. Ani kamponbo noa tsiniai, ichaakin ani jemanbo kaxhon en oinke. Casi no veo que las mujeres mestizas jueguen fútbol. Ellas juegan con la mano vóley, eso es para ellas. Las shipibas jugamos con el pie fútbol, pateamos como hombres, hasta nos luxamos el pie, nos luxamos las rodillas, nos volamos las uñas. Entonces, somos como los hombres; si queremos podemos patear a los hombres, si no queremos no los pateamos. Hay mujeres que se dejan maltratar por sus maridos. También por eso pienso que es bueno jugar fútbol. Jugamos en canchas de tamaño reglamentario, en muchas ciudades he visto así.
Esto es desde muy antes, no es reciente que los shipibos empezaran a jugar fútbol; por más que desaparezcan 282
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Rimameaxh noa pirótanin tsinia Westíorai noa kaa iki Riman, Istário Nasionárain. Jatian noa baneta iki rabé a westíora, non jato binsina iki. Ja iká iki Rimamea ainbo katokookana (selección). Noa tsini wetsaresibi iki, nawabaon akai neke too oke too akin, non jaskáayamai panshin yapan pitin piá akin non akai, too apatanbainkin.
El partido que jugamos en Lima Una vez nos fuimos a jugar a Lima, en el Estadio Nacional. Aquella vez quedamos dos a uno, nosotras ganamos. El otro equipo era la selección de Lima. Nosotras jugamos muy diferente; las mestizas juegan dando pasesitos cortos, nosotras no jugamos así, sino que pasamos la pelota muy rápidamente tal como come el pescado panshin, así les jugamos a las limeñas sin darles tiempo para reaccionar. Jatian noa iká iki xhontakoshokobo, chonka kanchis baritiayabo. Nenoaxh kaa iki westíora tsamá kikin koshi. Non nokóxhon oina iká iki nawa ainbobo xheta sapatoyabo; noatsikan jayáomashokobo. Kikini noa rateta iki, non shinana iki noa jaton ayonresai, kikin jonin kai. Non jato binsinketian, aboxhon noa koríki menikana iki, kikini benekana iki Shipibaon binsinketian. Rima ainbobo iká iki kikin aniosi ainbobo, noakan maxhkoshokobo. Aquella vez éramos jovencitas, teníamos unos diecisiete años. De aquí nos fuimos un equipo muy fuerte, bien preparadas. Cuando entramos a la cancha nos quedamos 284
sorprendidas porque las mestizas tenían chimpunes; en cambio nosotras, pobrecitas, estábamos descalzas. Nos asustamos mucho, pensamos que nos iban a golear, había bastante público. Cuando les ganamos hasta nos dieron dinero, el público se alegró mucho porque las shipibas habíamos ganado. Las limeñas eran grandulonas, nosotras en cambio éramos bajitas. Rama kamanbi jake jeman paranan tsiniaibo, wetsankobo bokanai. Noara xheta sapátonin tsiniamai, ponté taebicho. Tsinikin non shinanai: «¡Bishkoti bishkóbanon, xhokoti xhokóbanon», ikí noa ikai. Noa jawebi keenyamai. Moa iká pekáo, noa yora isinai jainbobira noa chakaibakana, noa witsan akanabo noa yankonbo pikotai. Ititian non yora jawe isin yamake, wetsatian noa jawe yora isin yamai. Jaskara jawéki iki tsiniti. Noa tsiniai non chitontiabi, kikini nishin chinexhetaanan. Chitontira pakéyamai noa tsiniaitian, jakon akin non chitonai. Hasta ahora existe la selección de la comunidad, van a jugar a otros lugares. Nosotras no jugamos con chimpunes, así descalzas nomás. Al jugar pensamos: «Si se pelan mis pies, ¡que se pelen!» No nos importa nada. Una vez terminado el partido recién sentimos dolor en el cuerpo, el cuerpo nos queda adolorido por las patadas que seguramente nos han propinado, los golpes que nos han dado en las canillas se vuelven moretones. Pero al momento de jugar no sentimos ningún dolor en el cuerpo, a veces no sientes nada. Así es el juego. Jugamos con pampanilla, nos la amarramos bien a la cintura con una soga. La pampanilla no se cae porque la sujetamos bien. 285
Riosan joi Rama en yoiyai nato Riosan joi. Jakon riki westíora Riosan joi. Ikaxhbi jake ainbobo kikin Riosan join keenma, jawen keenmabiribi. Ea jikiamai Riosan joi bitinko, itanribi jake meskó keská Riosan joi akaibo: arabintistabo, banjírikobo. Riosan joi biaxh mia iti jake westíora iiosma, nonbiribi itai. Moa min xheayamai atsa pae, bexhnan, bakoxh jene; mia ramiamishamai, mia rami yoimishamai, Rios akinresa shinanai. Jakon riki non Riosan joi aká. Akasma ixhon non ayamai, noa xheamis, paenmis, ransai ixhon non ayamai. Jatian wetsatianbires paenai ikaxh mia kai pishtan.
El cristianismo Ahora hablaré sobre el cristianismo. La religión es algo bueno. Pero existen mujeres a las que no les gusta la religión, no les gusta. Yo no pertenezco a la religión; además existen muchas religiones: los adventistas, los evangélicos. Al entrar en una religión, uno debe ser una persona sencilla, vivir su propia vida. Ya no tomas masato fermentado, ni trago, ni cerveza; no insultas a los demás, no hablas mal de nadie, sólo piensas en Dios. Es bueno cuando practicamos una religión. Si a uno no le gusta, uno no acepta; si nos gusta beber, emborracharnos, bailar, simplemente no aceptamos. En cualquier momento te emborrachas, te vas a la fiesta. Jatian Riosan joi akai ikaxh, ransati metsá metsatainbi minbiribi Bibiriaya mia itai. Mia Ibo iráke ataanan, mia oxai, jares. Ea jaskarama iki. Wetsatian nokon poin ea 286
yoiyai: «¡Ikirisiain kawé!» Jaskáketian en yoiyai: «Nato sabaroninra ea kai». Kayamaxhon en yoiyai: «Wetsatian kabánon». askarares keyotai. Bibiria meran yoiyai ochatima, noa ramiamistima. Jake chonka jawéki senenati, jabo non senenayamai non Riosan joi akáma keskáribi ikai. Jatian mia kishpimeeyamai. Riosan joi ati iki westíora jawéki non piai keská; wetsatian noa pii itinke, ikaxhbi non onanyamake jatíbiki noa potota ixhon. Cuando eres religioso, por más que la fiesta esté muy bonita, tú agarras tu Biblia nomás. Oras al Señor y duermes, nada más. Yo no soy así. A veces mi hermano me dice: «¡Anda a la iglesia!» Y yo le contesto: «Este sábado voy a ir». Luego no voy y le digo: «En cualquier momento voy a ir». Y ahí queda, me olvido. En la Biblia dice que uno no debe pecar, que no se debe insultar a nadie. Hay diez mandamientos que cumplir, si no los cumplimos es como si nunca hubiésemos tenido una religión. Entonces no te vas a salvar. Seguir una religión es como si comiéramos algo; comemos, pero no sabemos si todos nos hemos llenado, o sea no sabemos si todos hemos cumplido a cabalidad. Min ati atipanke min awin betan, min bene betan, non onanyamake nonki senenai itai ixhon. Ja senenaimabi noa itai Rios joketian noa tsoabi kishpimeeyamai. Jaskarain noa nonbixh jansoi itai. Jaskara inaketian non kikin akin shinanxhon ati jake. Wetsatian noa kai xheai, noa paenai, noa ransai, meskó keskátibo. Ransati iketian noa beneshaman, moa manatares. Jaskara kopí riki ea jawetianbi jaskarain jikikasma. Rama ja nishi xheati iki 287
yoshinbaon jawéki. Ja Riosan joi akaibo moa rome koin xhetekashamai. Jatian ja nishi meran onanabaon jato benxhoaribai, ja iki non rokotorobo. Tú puedes llevar una religión con tu mujer, con tu esposo, pero realmente no sabemos si estamos cumpliendo. Si no cumplimos, cuando venga el Señor nadie será salvo. Estamos engañándonos a nosotros mismos. Para que no nos suceda eso, tenemos que pensar bien antes de aceptar una religión. A veces nos vamos a beber, nos emborrachamos, bailamos, hacemos muchas cosas. Cuando bailamos, nos alegramos y estamos esperando que comience otra vez el baile. Por eso yo nunca quise pertenecer a ninguna religión. Ahora, tomar ayahuasca son cosas del diablo. Los que practican la religión ya no quieren oler el humo del tabaco. Pero los que aprendieron por medio del ayahuasca también curan, ellos son nuestros doctores. Onanyabo jake benxhoamisbo, noa joni yamake non rokotorobo, noa koríkioma iki. Ja kopí non benai non onana joni nishi xheaibo. Jan noa oinxhon iti jisá iketian noa yoiyai; iti atipanke yoshiman kaya biá, yoshin niwe biá, meráyanin niwe xhateabo. Jaskarain jonibo mawatai, ikaxh wetsatian ja meráyabaon benxhoakai. Jabaon kirikain onanama iki ikaxhbi samákana iki. Riosan joi bixhon moa jawebi ayamai, moa non atsa xheati pae non xheayamai, rome koinbo non xhetekashamai. Jainoaxh nobé raenanaibo betan noa ochotai, non okeai. Jaská jaskátibi westíora nete paketi kai, moa ochai, ja ochaxhon moa min kikin akin Rios parani kai, jakaya iki kikin ocha kexhtóati. Ramakayaki non jawe yoiti atipana, nato meráyabo jabo iki Riosan bakeribi. Ikaxhbi 288
yoikanai Riosankayaki noa shinan meniai. En oina ja ikon iki, Rios yamaketian nato nete yamakeanke, en ikonaribai. Hay onanyas que saben curar, nosotros no tenemos doctores, no tenemos plata. Por eso buscamos a las personas que sabemos que toman ayahuasca. Si él ve que podemos sanar nos lo comunica; puede ser que el tunchi se haya llevado el alma del paciente, que tenga mal aire o que haya cruzado el mal aire de algún meráya. A veces así muere la gente, pero otras veces los meráyas los curan. Ellos no aprendieron por medio del estudio, sino que han dietado. Si aceptamos la religión entonces ya no hacemos nada, ya no tomamos masato fermentado, ya no podemos oler el humo de tabaco. Entonces nos alejamos de nuestras amistades, las dejamos de lado. Pero en algún momento cometes un pecado, al pecar estás engañando al Señor, eso es un pecado muy grave. Además, qué podemos decir de los meráyas, ellos también son hijos de Dios. Pero dicen que Dios nos da las ideas. Yo opino que eso es verdad, si no existiese Dios no existiría el mundo, yo creo eso. Rios yamaketian, ¿tsonkayaki niwe jonia iki? Tsonbi ayamai nato jawéki. Riosanbicho ati atipanke. Ramabi non onanyamake, wetsa ani jemabaonxhonki niwe akanai non onanyamake. ¿Tsonki mai jonia iki? Jama Riosan. Jaskarabo oinxhon non ikonati jake. Jake jatíribibaon ikonakai Riosan joi, jatíribibaon ayamake. Si no existe Dios entonces, ¿quién ha creado el aire? Nadie va a crear eso. Sólo Dios puede hacer estas cosas. Ahora mismo no sabemos si en las grandes ciudades 289
están creando el aire, el viento. ¿Quién creó la tierra? Fue Dios. Viendo estas cosas debemos creer. Algunos creen en la palabra de Dios, otros no. Jatíribibaon yoiyai Rioski iki joxho nawa joni, Rios iki rinko. Ea westíorai iká iki ochó kai karon nayaka, westíora rinko joni betan. Jatian nobé senen kaa iki westíora non kaibo ainbo Riosan joi akai. Ja rinkon yokata iki: «¿Jawerato Riosan joiki min boai?», akin. Jaskáketian ainbonin yoiya iki: «Ea riki banjíriko». Algunos dicen que Dios es blanco, que es un gringo. En una ocasión, yo estaba viajando en carro con un gringo. Al lado de nosotros había una paisana shipiba que practicaba la religión. Entonces el gringo le preguntó: «¿Qué religión sigues?» Y la mujer le respondió: «Soy evangélica». Jain rinko rateta iki, jainxhon yokáribia iki: «¿Jawe kopí min Riosan joi biarin? ¿Miaki joxho joni iki? Mia joxho jonima iki. ¿Rioski maton sawetiya iki?» Jainxhon en shinana iki Rios non sawetioma iki, jaskarain en shinan biá iki. Jatian ainboninribi shinana iki, ikonisi jawéki noa rinkon yoiyai. Jainxhon raká rakákin ja ainbonin shinana iki: «Eara rama kaxh moa jikiamai kai Riosan joi yoikanai xhobon. En Rios reteama iki, jawe ochabi en akáma iki», ikí iká iki. Rama en oina ikon iki, Rios noa jisáma iki, janbiribi rinko jisá, rinkobaon anjiri. Nokon yosishokon noa yoiya iki noaronki Riosan bakema iki, noaronki iki Inkan bake. Ja kopíra noa ibirai wisoirabo, noa anima jonibo iki, Rios iki ani joni. Nato Aran betan Iba, jabo iki ani jonibo, rabé mitorobobira. 290
El gringo se asombró y nuevamente le preguntó: «¿Por qué aceptaste la religión? ¿Acaso tú eres blanca? Tú no eres blanca. Dios no se viste como tú». Entonces yo pensé que Dios no se pone nuestra ropa, allí me di cuenta. La mujer también reflexionó, lo que nos había dicho el gringo era verdad. Después, cuando estábamos recostados, la mujer pensó: «A mi regreso ya no entraré a la casa donde predican la palabra de Dios. Yo no maté a Dios, yo no he cometido ningún pecado», así dijo. Ahora me doy cuenta de que es cierto que Dios no se parece en nada a nosotros, él es como gringo, como el ángel de los gringos. Mi abuelo nos decía que nosotros no somos hijos de Dios, que somos hijos del Inca. Probablemente por eso somos muy negros, no somos gente alta, mientras que Dios es alto. Estos Adán y Eva, ellos eran altos, como de dos metros. Jainoaxhribi ea wetsatian yokakaatai Rios awinoma. Jaabichoshoko onan shinanya ixhon shinamanres noa jonia iki, jaskara iki en shinanai. Neskarabo yoiira ea ochaibira itai, ramabi jakonma akin Rios yoi itai, ea Riosan kishpímabanon, eara onanmashoko ikaxh itai. Jawen kirikaninbi yoiyamai Rios awinya. Wetsatian non oinai oa bebiri bebiri akainkobo, nato piríkora meran ikainkobo. Jain pikotai iki ainbo jisáma, ani joni, kenia, booya rinko jisá. A veces también me pregunto si Dios no tiene mujer. Yo pienso que como Dios solito tiene mucha sabiduría, nos creó con la mente nomás. Seguramente en estos momentos al decir estas cosas estoy pecando, que Dios me perdone, estoy hablando aunque no sé nada. En su libro tampoco se explicita si Dios tiene mujer. A veces 291
lo vemos en la televisión, en las películas. Allí no aparece como una mujer, sino como un hombre alto, con barba, con pelo como de gringo.
Ramatian jainoaxh axheti xhobo Moatian ikátiai non bakebo benomati; rama moa jaskarama iki, moa wetsaresibi iki. Jaskáribi ikátiai non papa betan non tita jawebi onankashamakatikanai kirika ati jawéki, meskó keská jaton tee atibores ikátiai. Ja ikátiai noa kirika akí kai keskáribi, non jawéki onanti westíora axheti xhobo keská, non tita ikátiai jan noa axheai. Ea wishati onanma ikenbi nokon tita ratéyamakatitai ea kirika amatinin, jawena jakonbires. Non titan noa onanmakatitai yoman timati, waxhmen toro ati, chitonti kewéati, kenéati, jaskarabo noa amakatitai.
La escuela de hoy Antes nos preocupábamos de casar a nuestras hijas; ahora ya no es así, ya las cosas son distintas. De igual manera, nuestros padres no querían saber nada de la escuela, solamente pensaban en realizar sus diferentes actividades tradicionales. Eso era equivalente a asistir a clases, el conocer nuestras cosas era equivalente a la escuela, nuestra madre era quien nos enseñaba. A pesar de que yo no sabía escribir, mi mamá no se preocupaba de que yo estudiara, para ella eso era lo normal. Mi mamá nos enseñaba a torcer el hilo, a formar ovillos de hilo de algódon, a bordar pampanillas, a diseñar; esas cosas nos enseñaba. 292
Neskara jawékibo axheakin ea nokon titan yoikatitai: «Ea iiti mawáketian, mia westíora ainbo ikaxhbi mia jawéki ati onanma iki. Minra onanti jake mapó ati, yoman maban timati, toro ati, waxhmen min yoman mabanxhon chopa min bakebo min chitonkinti, chitonti kewéti, menexheteati, moro xhewati, moro teoti». Jaskákinkaya non titan noa kirika ati raan raanshamanyamakatitai. «Ja riki nawan axhé» akin noa akátiai. Jaskara kopí noa kirika amakashamakatikanai. Rama noa jaskara jawéki onanyamataanan non jakonshaman akin nawan joi onanyamake. Ramashokobi noa jaskarama iki, moa wetsaresibi iki, rama ikai jawékibo iki bená jawékibo. Rama non shinanai non bakebo kirika amati. Al enseñarme estas cosas, mi mamá me decía: «Un día, cuando muera, a pesar de ser mujer no vas a saber hacer nada. Tienes que aprender a fabricar la cerámica, a tejer el hilo de algódon, a enrollar el hilo, a confeccionar telas para que les ayudes a mudar pampanillas a tus hijas, a bordar la pampanilla, a hacer chaquiras y pulseras, a hacer pecheras de mostacillas, collares de mostacillas». Por eso nuestras madres pocas veces nos mandaban a la escuela. «Ésa es la costumbre de los mestizos», nos decían. Por eso no nos querían hacer estudiar. Como no aprendimos esas cosas es que ahora no hablamos perfectamente el castellano. Ahorita mismo ya no somos así, ya las cosas han cambiado. Ahora pensamos en hacer estudiar a nuestros hijos. Jaskarain en oina kikin jakon jawéki nato iskoira jakon akin axhea. Jatíribi axheamisbaonra yoiyai, papan jawéki ati yoiya senenati, jaskáaxhon kirika onanti. Wetsatian 293
axheamisbo betan noa tsinkitaxh yoyo ikai, jabaon noa yoiyai non bake kirika ati yoiti, shinanmati: «Kirika awé, miara shinan benónoxh iki neskáakin ayamaxh». Moatian neskara iká ikenbira noa ani onan joniboya ikeanke. Rama nato chiní bakebo moa jake joxho nawabo keskáribi, moa onanbo pikókanai. Jaskáribi iki rama onani iikanai xhontakobo. Jatíribibo raonti axheai, raonti onan, enfermero. Westíora nokon onan bake jake jato raonai, chachiti onan. Nokon wetsan baken bakeribi jake injiniro pikoti kai. Jaskarain en shinanai moa wetsa baritianbo non chitonti sawekanabo oinyamanoxh iki. Yo opino que la escuela es algo muy bueno cuando se enseña bien. Algunos maestros les dicen a los niños que obedezcan cuando sus padres los mandan a estudiar. A veces tenemos reunión de coordinación con los profesores, siempre nos orientan para exigirles a nuestros hijos en sus estudios, para recordarles: «Estudia porque mañana más tarde te arrepentirás si no aprendes ahora». Si así hubiera sido antes, ¡cuántos profesionales tendríamos ahora! Los jóvenes de ahora están casi como los mestizos, están saliendo profesionales. También las jóvenes están aprendiendo. Algunos jóvenes son enfermeros, aprenden a curar. Tengo un hijo adoptivo que es enfermero, pone ampollas. El hijo de la hija de mi hermana está por recibirse de ingeniero. Por eso pienso que en los próximos años ya no veremos a las shipibas con pampanilla. Non kaibo axheamisbaon noa non bakebo axheaxhonai. Ja kopí wetsatian jato nokoxhon non iráke ati jake: 294
«Rama mia keskáribi iki nokon bake, ichabires iráke» akin, jakonma akin yoiyama. Axheamis iti jakon jawéki iki, ja iki jeman ikábaon ointi joni, jeman jawéki akaitian ja iki rekena, tsinkíkanainbo jato betan. Jaskara iti jake axheamis ikaxh, koshibo betan tsinkíti jake. Nuestros paisanos profesores les están enseñando a nuestros hijos. Si en algún momento nos encontramos con ellos tenemos que agradecerles diciéndoles: «Ahora mi hijo es como usted, muchas gracias», sin criticarlos. Ser profesor es bueno, el maestro es una persona que sirve de ejemplo a la comunidad. Si la comunidad organiza una actividad, él está primero; cuando hay reuniones, el maestro está con los comuneros. Así debe ser un profesor, debe tener reuniones de coordinación con las autoridades. Wetsa jawéki iki non kaibo ramatian jatíbichashaman axheamisbo ikanai. Rama iki nokon wetsan baken bake rabé axheamis inoxhon axheiribi itai, nato Joromabiain (Formabiap). Jain keyoabaon keskára non axhé jawékibo keyokashamai. Wetsa axheamisbo nawa keskábo iki, non axhé moa axheakashamakanai. Actualmente, casi la mayoría de nuestros paisanos son profesores. En estos momentos, dos hijos de la hija de mi hermana están formándose para ser maestros en el Programa de Formabiap. Parece que los que concluyeron allí no quieren que desaparezcan nuestras costumbres. Otros profesores son como los mestizos, ya no quieren enseñar nuestras costumbres. 295
Aríbarakanai jato axheakin nato «Papara atsa banai kawanke» iká, jaskarashokobores, oa «Titara nontin kawanke» iki ikábo. Ikaxhbi non axhémabo iki, wetsabires atsa banai kati atipanke, nontin kati atipanke. Non kaibo axheamisbaon jatíbi non axhéshaman onanyamakanke. Kirika meran onankanti atipanke, ikaxhbi non yosibaon esébo ninkáyamakanai. Nato axheamisboribi tson jato non axhé axheayamai jakonshaman akin. Non moatian axhébo bakebo non onanmati jake kirika ayamakanai netebo, jaton xhabá netebo. Ja nete jawen tee ati jaketian non amayamaribiti atipanke. Jaskarain riki non axhé keyoti itai. También enseñan, por ejemplo: «Papá se fue a sembrar yuca», solamente oraciones como ésta. También enseñan: «Mamá se fue en canoa». Pero ésas no son nuestras costumbres, cualquiera puede ir a cosechar yuca o ir en canoa. Los profesores shipibos no conocen todo lo relativo a nuestra cultura. Podrán conocer mediante el estudio, pero no escuchan los consejos de nuestros abuelos. A estos profesores casi nadie les enseña nuestras costumbres de la manera más adecuada. Debemos enseñarles nuestras costumbres a los niños los días que no tienen clases, en sus días libres. Si esos días tienen sus tareas escolares, no les podemos enseñar. Por esta razón nuestra costumbre se está perdiendo. Ramatian iskoirabo nawabaon non bake amai kirika, non axhé nawabaon amayamai, jaton axhé jawékibobiribi. Nawabaon non joinbi noa axhonyamakanai. Jaríbake non join axheamisbo, ikaxhbi ichama bakeranon iki. Jatíribi non kaibo axheamisbo moa nawan joinbires ikanai. 296
Titaboribi ikai: «Non bake riki nawan joi onanmaira, nokon bake ea nawan join axhonwe», ikí ikanai. Non kaibo axheamisribi yoikanai: «Nokon baketani ea nawan join axhonwe, nawan joitani onannon», ikí ikanai. Nonbi non axhé keyoi noa itai, tsoama noabikaya iki. En las escuelas de hoy los mestizos enseñan a nuestros hijos, pero no les enseñan nuestras costumbres, solamente les enseñan lo de ellos. Los mestizos no enseñan en nuestra lengua. Hay profesores que enseñan en nuestro idioma, pero son pocos. Algunos profesores shipibos enseñan solamente en castellano. Las madres de familia les reclaman: «Mi hijo no sabe nada de castellano, por favor enséñele a mi hijo el castellano». Hasta a nuestros paisanos profesores les exigen: «Enséñele por favor a mi hijo en castellano, que aprenda el castellano». Nosotros mismos estamos terminando con nuestra costumbre, nadie más sino nosotros mismos somos los responsables.
¿Non joimein keyónoxh iki? Ninkákanwe en mato yoinon. Jatíribi Shipibo bakeranonbo non join yoyo ikai, ikaxhbi jatíribibora jake moa iamaibo itan ninkáyamai. Jatian chiní bakebaon onanyamake icha jawéki. Jaskara itinke ramabi, nato beshé bakebaon noa yokatai: «Titá, ¿jawetirin pichika?» Jatian en yoiyai «pichika riki natoti» meken sananxhonkin. Jaskarainbokaya iki moa non joi keyoti kai, ja kopíkaya noa axheamisbaon noa non join axheaxhonti jake bakebo. Jaskáyamabira non axhé itan non joi keyoti kai. 297
El futuro de nuestra lengua Escuchen lo que les voy a decir. Algunos jóvenes shipibos hablan en nuestro idioma, pero hay otros que ni lo hablan ni lo entienden. Los niños de la nueva generación desconocen muchas cosas. Así es ahorita, nuestros hijos pequeños nos preguntan: «Mamá, ¿cuánto es pichika?» Entonces yo les digo, «Pichika es esta cantidad», mostrándoles con la mano. Esta es la razón por la que se está perdiendo nuestra lengua; por eso los profesores bilingües tienen que enseñar en nuestra propia lengua a los niños. Si no se practican, es probable que desaparezcan nuestra cultura y nuestra lengua. En jisá iki non bakebokaya non join ati jake. Jaráke bakebo non join ikasma. Nokon bake chiníshoko, ja maxhtanshoko, ja moa non join yoyo ikáshamai. Jan ea yokatai: «Mamá, dame agua», ikí ikai. Janra ea moa non join akáshamai. Nokon wetsan ea kenaitian ea akai: «Mamá, te llama tía». Ikaxhbi oa anichashoko bake jan akai: «Jaweakíki mia nawan join ikai? ¿Miaki nawa iki?» Jaskáakin yoiyabi ikai ja maxhtanshoko: «Eara nawan joi kikin akin onankasai». Ja anichashokobiribi nawan join yoyo iamai, ninkáyamai. Yo opino que debemos hablarle en shipibo a nuestros hijos. Hay algunos niños que no quieren hablar en shipibo. Mi hijo menor, el pelachito, no quiere hablar en shipibo. Cuando tiene sed me pide en castellano: «Mamá, dame agua». Ya no quiere conversar en nuestro idioma. Cuando mi hermana me llama, siempre me 298
dice en castellano: «Mamá, te llama la tía». Pero el mayorcito siempre le reclama: «¿Por qué hablas en castellano? ¿Acaso eres mestizo?» El pelacho le contesta: «Quiero aprender bien el castellano». El mayorcito no habla castellano, ni lo entiende. Ikon jawéki iki ramatian jake bakebo nawan joi onan, jatíribibo onanma. Rabé joibikayara non onana iti jake, jakaya iki noa shinanbenotima. Jatian rabé joibikaya non onana iti jake, ikaxhbi noabi kebénotai non join yoyo itinko. Noa xhobomea iki itikonma jawéki, non axhé nonbi keyoi itai. Non joi iki jawe kopí nonbi keyoai shinannon akanwe, jara non shinanti jake jakon akin. Onisti jawéki iki nokona wetsa netebaon nokon bababo non join yoyo iamai kai. Jaton papan nawan join akai, ja bakebo nawan join kikini axhei kai. Ésta es la verdad, en la actualidad hay niños que han aprendido castellano muy bien, y otros que no. Pero nosotros tenemos que saber hablar las dos lenguas, no debemos olvidarnos de eso. Tenemos que saber las dos lenguas, pero una misma se equivoca a la hora de hablar shipibo. En la casa es muy difícil, nosotros mismos estamos haciendo desaparecer las costumbres. Reflexionemos por qué nosotros mismos estamos terminando con nuestra lengua, esto tenemos que pensarlo muy bien. Realmente es muy triste para mí, en el futuro nuestros nietos ya no hablarán nuestro idioma. Sus padres sólo les hablan en castellano, esos niños aprenderán muy bien el castellano.
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Jaskataxh non axhé keyotai Moatian ikátiai jawékibo moa keyotai. Nokon xhontakonin jawéki ati onanyamake, yoman toro atibi onanyamake. Wetsatian ea yokatai: «Titá, ¿jawe keskáxhonkayaki non yoman maban timati iki?» Jatian en akai: «Baké, moatianra ikátiai jaskara, ramara jaskarama iki», akin en akai. Neskarabo onanaxh noa chopa keyóyamai, ibánon noa wetsa jawékibo keyoti ikaxhbi nonbiribi chopaai, nawan chopa bebon basii kai, ishton payóyamai. Jaskara ipaonike moatian.
Nuestra costumbre se está perdiendo Las cosas de antes se están perdiendo. Mi hija no sabe hacer nada, ni hilar puede. A veces me pregunta: «Mamá, ¿cómo se teje el hilo de algódon?» Entonces, yo le respondo: «Hija, antes era así, ahora ya no». Si sabemos hacer estas cosas, nunca nos falta la ropa; aunque nos falten otras cosas, la ropa la hacemos nosotras mismas, dura más que la ropa de los mestizos, no se envejece tan rápido como la ropa de la tienda. Neskarain en shinanai nokon baken bakebo moa ikí kai joxho nawabo keská, nokon baken jawe ati onanyamake. ¿Jawe keskáxhonki jawen bakebaon yokata yoiti iki? Jawen baken yokáti iki: «Titá, ¿jawe keskáxhon kewé atirin?» Jatian nokon baken ati iki: «Chakí, enra onanyamake, ibánon non sayares binon». Jaskara ikí kai. Moa chitontibi tii akáshamai, atsa xheati tokontibi akáshamai, enres jatíbi akai. Jaskarain riki shinameeti non axhébo moa keyoti kai. Rama jake orokanisasionbo 300
(organizaciones) non axhéki yoyo ikanai, ikaxhbi jabi keyoti itai. Por esta razón pienso que los hijos de mis hijos ya van a ser como los mestizos, mis hijos no saben hacer nada. ¿Qué le van a contar a sus hijos cuando en algún momento éstos les pregunten sobre nuestras costumbres? Su hija le puede preguntar: «¿Mamá, cómo se borda?» Entonces mi hija le puede responder: «Hija, no sé. Bueno, compremos vestidos nomás». Así va a ser. Ya no quieren ni tocar la pampanilla, ya no quieren masticar las bolas de yuca para preparar el masato, yo nomás hago todo. Entonces, podemos concluir que nuestra costumbre se perderá. Ahora tenemos organizaciones que hablan de rescatar nuestra costumbre tradicional, pero así y todo se está perdiendo. Nokon baken bakebaon onanyamake nokon titashokobaonki jawe jawéki apaoni ixhon, jawe keskáxhonki tasá, sintan ati iki. Enresa onanke sintan ati, tson ea winoyamake, pishin ati, kawin ati, nato jawéki moatian iká iki. Moatian ikátikanai jonibo kikin jawéki akaishaman ainbo benai, ani chomoai, tari akai; tarishaman sawenoxhon chopa akai ainbo benakatikanai. Rama tsoa ainbo non tari iamaxh yoman timai oinyamai. En onanke, ea shinanbenotama iki jawe keskáxhonrin yoman mabanti, jaweti yomanki jikiai, jaweti pokonki jikiai, jaweti jiwikan jikiai, jaweti yomaman timatirin. Non onanyamaxhon westíoraton akákan kikin jabé senenshoko ikai, rabekan akákan bero ikai. Jaskarabo bakebaon onanyamake. 301
Mis nietos no conocerán lo que solían hacer mis abuelitas, cómo se hace la canasta tasá, la canastilla sintan. Yo nomás sé hacer la canastilla, nadie me gana, sé hacer estera con juncos de palmera, la estera de shapaja o shebón, estas cosas se hacían antes. Antiguamente los hombres buscaban como esposa a una mujer que sabía hacer bien las cosas, grandes tinajas, cushmas; para poder vestir cushmas nuevas buscaban mujeres que sabían tejer. Ahora ya no vemos a ninguna mujer que sepa hacer cushmas, que sepa fabricar el hilo para tejer. Pero yo sí sé, yo no me he olvidado cómo se hila, cuántos hilos entran, cuántos ovillos entran, cuántos palitos entran, con cuántos hilos hay que tejer. Si lo hacemos con un solo hilo queda bien apretadito el tejido, si lo hacemos con dos queda muy suelto. Estas cosas no conocen las jóvenes. En ninkatai nato non orokanisasionshokobo non axhé chiteti ikí ikanai, ikaxhbi jabaon ati atipanyamake chitekin, ramashokobi moa keyota keská iki non axhébo. Moa yamarake jonibo en taria oina, payon maiyabo. Ramatianbo jato en oinai kikini benxhokakanabo, sapátoya; jaskara ixhon non bake non axheakasa atikonma jawéki iki. Ainbobobi iki moa chiaraxhti sawéyabo. Jatian nokon shinan iki ibánon chiaraxhtia ikaxhbi jawéki ati onan, kenéati, kenchá atibo onan. Ramatian non rayos kenpon xheamayamai. ¿«En min bene tari abánon» ikímein noa ikai? Noa iamai, rama moa non rayosbobi non tari oinmayamai, ja iki moa non axhé keyoi noa itai. Noa ainbaonribi xhobonkoxhon koton saweyamai nawan poroyaisi, teebo akíbi ea jaskara itai, earibi moa non axhé keyoi itai. 302
Yo escucho que las organizaciones hablan de rescatar nuestra costumbre, pero ellos no podrán lograrlo; ahorita parece que ya no existiera nuestra cultura. No hay hombres que vistan la cushma, que usen pañuelos en la cabeza. Ahora se visten muy pitucos, con zapatos. Si así nos vestimos, enseñar a nuestros hijos la cultura es imposible. Las mujeres andan muy de pantalones. Yo opino, bueno que se pongan pantalón, pero que sepan hacer muchas cosas, por ejemplo diseñar, hacer mocahuas. En estos tiempos a nuestros yernos no les servimos chapo en mocahua. ¿Acaso le decimos a nuestra hija «le voy a hacer cushma a tu marido»? No, ahora ya no vemos a nuestros yernos con cushma, es así como estamos terminando con nuestra costumbre. Nosotras las mujeres tampoco nos ponemos las blusas típicas en la casa, siempre estamos con el polo de los mestizos, cuando trabajo yo también me pongo un polo, yo misma estoy terminando con nuestra costumbre. Nonbi tari axhonyamakin non benbobaon axhé non keyoai. Noa ainbobobi riki keyoai ibo. Neskara, nokon yosi keenai tarin: «¿Jawetianki min tari ataniai?» Jatian en yoiyai: «Ikonrake, ikaxhbi minkayara yoman biamai». Tarin keenaitian nonpari waxhmen wai ati jake, jainxhonpari non yoman akai. Maroti biti jawékima iki jan tari ati. Ramatian tari en oinakan, tokóyo, kanyamaso, nawabaon chopa akáres. Moatian tari ati, rekenpari benbo betan ainbaon waxhmen wai akátiai. Ramatian non waxhmen wai ayamai. Moa waxhmen keyota iki, wetsatianshokobores non waxhmen bero benai. 303
Porque nosotras mismas no les hacemos cushmas, estamos acabando con la costumbre de los hombres. Nosotras mismas las mujeres somos las responsables de esto. Por ejemplo, mi esposo quiere una cushma y me pregunta: «¿Cuándo podrías hacer una cushma?» Entonces yo le digo: «Bueno, pero eres tú el que no compra el hilo». Si ellos quieren cushma, primero tenemos que hacer la chacra de algodón; recién entonces hacemos el hilo. No es cosa de comprar los materiales con los que se hace la cushma. Ahora sólo veo cushmas de tocuyo, de cañamaso, de pura tela de las tiendas. Antiguamente, para hacer cushma el hombre y la mujer hacían chacra de algodón. Ahora ya no hacemos chacra de algodón. Ya no hay algodón, a veces nomás buscamos semilla de algodón. ¡Jawe metsábira iti iki benboribi koton pekewéya, chiaraxhti wikenéya noa kexhkebekona! Jatian oa benbo nawa keská iketian noabicho iná onanti ikai. ¡Qué bonito sería si los hombres usaran camisas con diseños en la espalda, pantalones con diseños en las piernas, y luego nos sentáramos juntos! Se les vería bonito a los dos, hombre y mujer. Pero si el hombre se viste como mestizo, solamente a nosotras nos van a reconocer como indígenas. Noa ainbobo chitontiabo, jatíribi non yosishokobo japarike. Jainoaxh noa chitonti akaibo itan yosibo noa mawatai, jainra jatíbi keyoti kai, noa westíora makan keskáma iki, noa mawati kai. 304
Nosotras las mujeres que usamos pampanilla y algunos de nuestros abuelos todavía estamos vivos. Cuando fallezcamos todas las que nos ponemos pampanilla y los abuelos, será la etapa en que definitivamente desaparecerán nuestras costumbres; porque no somos como piedra, tendremos que morir en algún momento.
¿Noamein nawai kai? Non bakebaon nawa moa bibotankanai, jainra jatíbi jawéki keyoti kai. ¿Jawe keskáki winoti kai ramatian non bakebaon nawa ainbo biai? Non axhé jawékibora moa keyoti kai. ¿Jawe kopíki keyotai? Ja bakera ikí kai jawebi onanma. Jawe keská ixhon jawen papan shinanai: «En nawa betan bakea iki, nokon awin iki nawa, nokon bakebora jatíbi nawabires ikí kai».
¿Nos volveremos mestizos? Nuestros hijos en la actualidad ya se casan con los mestizos; de esta manera, se terminarán nuestras costumbres. ¿Qué pasará si nuestros hijos se casan con mujeres mestizas? Nuestra costumbre desapa-recerá. ¿Por qué desaparecerá? Porque sus hijos ya no conocerán nada. Puede ser que su papá piense: «He tenido hijos con una mestiza, mi mujer es mestiza, mis hijos van a salir puros mestizos». Jaskarain nokona iki onisti jawéki, non papashokobaon noa esekatitai: «Jaweranora inoxh iki mato, nawakiaxh mato nawa ikaxhmabi, nawan saweti biaxh mato yakati», 305
akin. Ramakan moa nokon papashokon, nokon titashokobaon yoikatitai jawéki moa senenke, en oina. Jaskara jawékiain iki noa. Jatian nokon xhontako moa chitonti amakasabi akáshamai, nokon bake xhontakobo moa axhea iki chiaraxhtibo sawei. Nokon bake ikai: «Jara moatian yoxhanbo ikátiai», ikí. Me siento muy triste cuando recuerdo las palabras de mis abuelos: «Algún día serán como los mestizos, sin ser mestizos van a vivir usando la vestimenta de ellos». Ahora veo que se cumplió lo que decían mis abuelas y abuelos. En esa etapa estamos. Mi hija señorita no quiere ponerse la pampanilla a pesar de que yo quiero hacer que la use, ya se acostumbró a usar pantalones. Con respecto a nuestra vestimenta propia, mi hija dice: «Ésas son cosas que se ponían las abuelas antiguamente».
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XI Wetsa joibo Xhoya betan xhanbo iní Xhoya iki yometso jan boai pan pakeshshoko, waxhmen; waxhmen boxhon bochiki joneai, xhobo mapótiain. Noa jonibo rata xhoboma iki, non xhobo iki pei. Jatianronki iká iki xhoya betan xhanbo nokoanani. Xhanbo iki mainko jaabiribi, xhoyabo iki xhobo maxhkatenbo. Xhoya joninki yoiya iki: «¡Nokon xhobonpari kawé!», akin aká iki. Jaskáaxhonki xhanbo boá iki. Kaxhon jisáronki iká iki ja xhanbon oinaki kikin joni icha; xhanbo joni rateta iki. Xhoyan yoiya iki: «Neno riki nokon xhobo», akin. Jainxhonki xhoyan neekinkasa iki, ikaxhbi xhanbo iti atipanyama iki ja choronyosma ikaxh, main niaibiribi. Jainxonki xhoyan yamémaparia iki. Ja bochiki neeti kakin xhoyan xhanbo papia iki. Moa bochiki neexhon xhanbon oinaki iká iki jain jati jisáma. Xhoyanki yoiya iki: «Eara neskarain jaa iki», akin.
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Otras historias El ratón y la lagartija Xhanbo El ratón es ratero, se lleva los pedacitos de pan, se lleva el algodón y lo esconde arriba, en la cumbrera de la casa. Nosotros los shipibos no tenemos casas con techos de calamina, nuestros techos son de hoja de palmera. Una vez, se encontraron el ratón y la lagartija xanbo. La lagartija vive en la tierra, el ratón en la cumba de la casa. Entonces, el ratón le dijo a la lagartija: «¡Vamos a mi casa!» Así se llevó a la lagartija. En la casa, la lagartija vio una gran cantidad de personas; la lagartija se sorprendió. El ratón le dijo: «Aquí es mi casa». El ratón invitó a la lagartija a subir con él, pero ésta no pudo porque no sabe saltar, sólo camina en el suelo. Entonces el ratón esperó que llegara la noche. Luego, subió cargando a la lagartija. Al llegar, la lagartija vio que ése no era un lugar como para vivir. El ratón le dijo: «Así vivo yo». Jainxhonki xhanbon aká iki: «Ea riki nokon mai kininbiribi jaa». Xhanbon shinanki iká iki jakonma nato xhoya jaskarain jaa oinaxh. Iikinki bea iki xhoya, nato xhanbon jawen xhobonko. Ja xhoyan joxhon oinaki iká iki kikin jakoinra xhobo meran nato xhanbo, jaweranobira mai kini kaní. Ja maiki kini meran ka kaananki, nokoa iki westíora xhanken. Jainki xhoyan oina iki kikin jatíbi piti tsamana. Jatian xhoya jaskarama iki, yometsobiribi iki, wetsa netebires xhobo ibobaon reteti atipanke. Entonces la lagartija le replicó: «Yo vivo en un hueco en la tierra». La lagartija estaba en desacuerdo al ver 308
que el ratón vivía en ese lugar. Al poco tiempo, la lagartija llevó al ratón a visitar su casa. Al llegar, el ratón se sorprendió porque la lagartija vivía en un lugar bonito, en un hueco sin fin. Luego de caminar muy lejos llegaron a una zanja pequeña. Allí el ratón vio una cantidad de alimentos almacenados. Pero el ratón no es así, es un ladrón, cualquier día lo pueden matar los dueños de casa. Wetsatian non akai xhoya jatsan ishinaitian retekin, jatian tsonbi xhanbo reteyamai. Bakebaon wetsatian joní ikin chinton tsakakanai, jaskarares. Ikaxhbi xhanbon jato nokomayamai. Jaskara oinxhonki, xhoyan shinana iki: «¿Jawe keskáxhonmein en neskara xhobo ati?» ikí. Xhoyan ati atipanyama iki, kikin chikishyora. Neten ponté jonéresai, yamé pikotai, jawen xhobonma ja ikaxh. Jaskarainronki xhanbon esenike: «Mia riki taeya, mekenya, wetsanko kaxhon naa akaxh jatanwe», akin aká iki. Ikaxhbi xhoyan ikonayama iki: «Ea riki xhobo ania», ikí iká iki. Jawen xhoboma iki, jonibaon xhobo yoi. A veces matamos al ratón porque hizo bulla durante la noche, en cambio a la lagartija nadie la mata. A veces los niños la molestan con la flecha para cazar aves, pero nada más. Sin embargo, la lagartija no se deja alcanzar. Al ver la casa de la lagartija, el ratón pensó: «¿Cómo podría hacerme una casa como ésta?» Pero el ratón no pudo hacerlo, era muy ocioso. Durante el día el ratón se esconde, sale solamente de noche porque no vive en su propia casa. Entonces la lagartija le aconsejó: «Tienes pies, tienes manos, vete a otro lugar, haz tu nido y vive tranquilo». Pero el ratón no le hizo caso: 309
«Tengo una casa grande», dijo. Pero en realidad ésa no es su casa, es la casa de la gente.
Yonkexhjta Yoshin Ainbo Joní benatianronki ikátiai meskó keská yoshinbo jai. Westíora yoshin Yonkexhta akanaironki ikátiai, jawen yora makanbires itan bake piai. Ja Yonkexhtaninkayaronki boá ikátiai westíora joni yataanan. Boxhonronki, westíora shanka kini meran ikina iki. Jainxhonronki joni betan bakea iki, moa basi iikin. Bakeki ania iki; moa aniketianki jawen titan yoiya iki: «Moara mia anike, minbiribi moa mia jati iki» akin aká iki.
La demonio YonkeXhta Al principio de la creación existían todo tipo de espíritus malignos. Había una demonio a la que llamaban Yonkexta, todo su cuerpo era de piedra y se comía a los niños. Una vez, la Yonkexta atrapó a un hombre y se lo llevó. Tras habérselo llevado, lo tenía viviendo con ella en una cueva en la roca. Después de un tiempo, la Yonkexta tuvo un hijo con el hombre. El niño creció; siendo ya grande, un día su mamá le dijo: «Ya has crecido, ahora debes vivir por tu propia cuenta». Ikaxhbi ja baken oinaki iká iki jawen tita iti jisáma, ponté jakonma yoshin. Jainoaxhki bakeranon pikota iki moa neke non Paron, joxhon non kaibo ainbo biá iki. Jaskáxhonronki bakea iki ja ainbo betan. Bakeakenronki akátiai jawen titan pianankin, moa chosko bake pianana iká iki. Moa 310
bakearibikanketianki joá iki ja Yonkexhta Yoshin. Joketianki jawen baban ewanki yoiya iki: «Min bakera jenen kawanke, jaki bake potatinin ikíra ea itai, atsa mexhai kakasi», akinki aká iki. Jaskáketianki Yonkexhtanin yoiya iki: «Katanwe, en mia toaxhonbanon, ishton atanwe», akinki aká iki. Pero el hijo no la consideraba su madre, no la veía como a su madre sino simplemente como a una demonio. Entonces el jóven se vino a nuestro río y se casó con una paisana nuestra. Luego, tuvo hijos con esta mujer. Pero cada vez que tenían hijos, la madre Yonkexta se los comía. Para esto, ya les había comido cuatro hijos. Cuando tuvieron al quinto, vino nuevamente la Yonkexta. Cuando llegó, su nuera le dijo: «Tu hijo ha salido de pesca, no tengo con quién dejar a mi bebe, quiero ir a sacar yuca». Entonces la Yonkexta le contestó: «Ve nomás, yo lo cuidaré colócalo en mi falda, vuelve rápido». Jatianki jawen bake shinanananbiki ainbaonin atsa mexhaa iki. Joxhon jisáki iká iki moa yama jawen bake, moa bonnana pinoxhon. Jaskáketianki jawen benen nokóxhon yoiya iki: «¡Ea meniwe westíora machíto, westíora yami! ¡Ramara en nokon tita keyoi kai!», ikíki iká iki. Moa kikini sinata iká iki bakeranon jawen titaki. Kaxhonronki westíora ani axho reraa iki. Yonkexhtaki nikátiai bari nokai kamanres, moa bari nokaitianki jikikatitai shanka kini meran. Entonces la mujer sacó rápido la yuca, estaba muy preocupada por su bebe. Al regresar, no encontró a su hijo, ya la Yonkexta se lo había llevado para comérselo. En ese momento llegó su esposo y le dijo: «¡Alcánzame 311
un machete, alcánzame el hacha! ¡Ahora acabaré con mi madre!» El joven estaba lleno de ira contra su madre. Entonces el hombre tumbó un árbol de capirona. La YonkeXhta sólo andaba durante el día, una vez que se ocultaba el sol la YonkeXhta se recluía en su cueva. Axho reraxhonki kikin akin beshé aká iki. Jainxhonronki aká iki shanka kini meran meshi tis akin, jaskáaxhonki menoa iki. Neskáakin jawen tita menoa iki baken kopikakaskin. Jaskáaxhon jawen tita keyoa iki, axhonki jawen bake miina iki. Moa jawen tita menoxhonki ainbo ja jonin yoiya iki: «Moara nokon tita yamake, ramara non bakeakenbi tson noa pianyamai. Nokon titara ike jonima, jawen yora makanbires, nokon titara moa yamake», akin aká iki. Jaskáibakana nete xhabáketianki joá iki ainbonin tita. Joxhonki jawen baba manoa iki, ikaxhbi iká iki moa yama, mawata. Jaskarainronki Yonkexhta bakeranon noa jonikon betan baneta iki. Tras tumbar la capirona, el hombre la cortó en pedazos. Luego, cerró bien la salida de la cueva con los pedazos de leña y les prendió fuego. De esta manera, quemó a su madre para vengar la muerte de sus hijos. Así terminó con su madre y después enterró a su hijo. A continuación, le dijo a su mujer: «Mi madre ya no existe, ahora nadie se comerá a nuestros futuros hijos. Mi madre no era un ser humano, su cuerpo era pura piedra, mi madre ya no existe». Al día siguiente vino la madre de la esposa. Al llegar, preguntó por su nieto, pero éste ya había muerto. Es así como el hijo de la YonkeXhta se quedó a vivir entre nosotros.
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Wetsa Yonkexhta Ainbo iní Westíora yoshinronki ikátiai joni boai, Yonkexhta Ainbo akanai. Kikin jakonma itan onsá yoshin. Jonironki kaa iki kachio yoina retenoxhon benai. Ja yomerai kaxhonronki retea iki westíora chaxho, ano, mari. Jainxhon ja yoina reteabo papikin ninkataronki iká iki joni joi, joai oinaki iká iki ainbo. Joxhonki joni nokoa iki ja Yonkexhta Ainbonin, ja nokoxhonki yoiya iki: «Joní, mia bokinbanon» akinki aká iki. Jatianki ja jonin shinana iki jawen xhobonko bekinti, ja kawana bainribi joti.
La historia de otra demonio YonkeXhta Cuentan que había una demonio que se llevaba a la gente, la llamaban la Mujer Yonke X hta. Ella era sumamente malvada y peligrosa. Dicen que un hombre se fue al monte a cazar. En el monte mató un venado, un añuje y un majás. Cuando estaba cargando los animales que había muerto, escuchó que venía alguien; al mirar, se dio cuenta de que era una mujer. Se trataba de la Mujer YonkeXhta, quien acercándose al hombre le dijo: «Hombre, te ayudo a cargar». El hombre pensó que la mujer lo iba a ayudar a llevar la carne a su casa, que iban a tomar el mismo camino por el cual él había venido. Jainoaxhki bekana iki. Jainxhon moa ochó kaxhon jonin oinaronki iká iki jawen xhobotanima, kikin ani manan kini meranki boá. Jainki akátiai ja joni. Yonkexhtaninki ochó jawéki benai kakin potabainkatitai, joni banékatitai jabichoshoko. ikironki aká iki Mari Jonin nokokin, Yonkexhta 313
Ainbo yama pekáo. Nokoxhonronki yoiya iki: «Joní, en mia pikobanon, miara kikin onitsapi itai, iikaxhonra nato ainbaon mia pinake, noa piai riki», akinki aká iki. Jaskáketianronki jonin aká iki Mari Joni: «¿Eaki min maxhkoroti atipanyama? Ea riki boo nenkéira», akinki aká iki. Ja Yonkexhta Ainboki ikátiai ibaiti. Entonces se pusieron en marcha. Cuando ya habían caminado bastante, el hombre se dio cuenta de que no estaba en su casa, la YonkeXhta se lo había llevado a una cueva en una montaña. Allí mantuvo prisionero al hombre. Cuando la YonkeXhta se iba lejos, lo dejaba solo, allí se quedaba solito. Un día, cuando la YonkeXhta había salido, llegó el Hombre Añuje y le dijo: «Amigo te sacaré de aquí porque estás sufriendo mucho, no vaya a ser que con el tiempo esta mujer te coma, ella nos puede comer». Entonces el hombre le pidió: «¿No puedes cortarme el pelo? Mi pelo está muy largo». La YonkeXhta se ausentaba todo el día. Mari Joninki yokata iki: «¿Jawerano barikayaki joai min awin?», akia iki (moa awin aká iká iki). Jatian jonin yoiya iki: «Eapari maxhkorowe» akin. Moa maxhkorowana pekáoki joá iki Yonkexhta Ainbo, joxhonki ointoshita iki. Jaskáketian yokata iki: «¿Tson mia maxhkoroarin?» Jonin yoiya iki: «Mari Joninra ea abainke», akinki aká iki. Jaskákin yoiya Yonkexhta keena iki maxhkorotinin. Keenaitianki yoiya iki: «¡Pikónon kawé, kawé Mari Joni benanon!» Jaskataxhki bokana iki. Kaxhonronki merakana iki ja Mari Joni. Yonkexhta Yoshinki ikátiai pabe. Jaskáketianronki Mari Jonin ja non kaibo joni yoiya iki: «Nokon xheta ea tsekaxhonwe, nato Yonkexhta mapesh anon awé, 314
jawetianbi boo betima akin». Jaskáaxhonki aká iki Marinki jawen xheta tsekakin. Ja iká iki maxhkoroima jabiribi ramiai. Jainxhonki ja xhetan kikiankin maserea iki. El Hombre Añuje preguntó: «¿A qué hora viene tu mujer?» (la YonkeXhta ya era su mujer). Entonces el hombre le contestó: «Primero córtame el pelo». Un rato después de que le cortara el pelo, llegó la mujer YonkeXhta. Sorprendiéndose al ver al hombre con el pelo corto, le preguntó: «¿Quién te cortó el pelo?» El hombre le respondió: «El Hombre Añuje me lo cortó». La Mujer YonkeXhta quiso hacerse cortar el pelo también. Viendo que quería hacerse cortar el pelo, el hombre le dijo: «Tenemos que salir a buscar al Hombre Añuje, vamos a buscarlo». Entonces salieron y lo encontraron. Para esto, la YonkeXhta era sorda. El Hombre Añuje le dijo a nuestro paisano: «Sácame el colmillo, hay que sacarle el cuero cabelludo a la YonkeXhta para que nunca más le crezca el pelo». Tras hacerse sacar el colmillo, el Hombre Añuje no le cortaba el pelo a la YonkeXhta, sino que le hacía daño. Con su colmillo le demarcó el contorno de la cabeza, cortándole el cuero cabelludo. Jaskáaxhonki kikiankin Yonkexhtanin boo mapesh aká iki. Jaskáketian Mari Joninki yoiya iki: «Boora beai, nenoaxh sokota iamaxh kanchis nete jenen mamontametanwe», akinki aká iki. Ikaxhbi iká iki boo beti janbiribi ponté moa mapo xhao jishtibires. Jaskáxhonronki Mari Jonin Yonkexhta Yoshin mapesh anike. Jaskara yoipaonike nokon papashokon. Así el Hombre Añuje le peló la cabeza a la YonkeXhta. Luego, le dijo: «Te crecerá el pelo después de seis o 315
siete días, mójalo». Pero el pelo no parecía crecerle nuevamente, más bien se le veía el cráneo. Así el Hombre Añuje le peló la cabeza a la Mujer YonkeXhta. Así contaba mi abuelo.
Jene Yoshin Ainbo iní Westíora jonironki iká iki kai jenen piti benai. Kakin jisábironki iká iki kikin wenenshaman jakoinra. Jatianki joni mapeta iki oini, awakankayabira wenean. Jaskáaxhon jonin oinaronki iká iki Awá joi, ja joai ointananki joni sotameeta iki. Joaxhonki iká iki Awá jonitoshiti noa keskati. Jonin oinonbironki aká iki awakan mishkikin. Mishkikinronki biá iki bexhnan yapashoko oa nawabaon «bakishra ea kai» akanai. Jainxhonki awakan yoiya iki: «¡Min ibo ea yoixhontanwe!», akinki aká iki kimishaakin. Jaskáatanan jene meran raana iki. Kaxhonki pitin yoiya iki.
llámame a tu dueña!» Tras pronunciar estas palabras, el Sachavaca soltó al pescadito en el agua nuevamente. Luego, el pescadito le avisó a su dueña. Jonin jene meranoaxh pikótoshitai oinaronki iká iki Jene Yoshin Ainbo, kikin metsá. Joxhonki Awá boá iki jene meran. Jawetio basimein Awá joai ixhonki jonin mana manaa iki jiwi bema naman yakáxhon. Jainoaxhki Awá joá iki, joaxhki mapeta iki, jaskataxh moa kaa iki. Jatian jonin shinana iki: «Ramara en tanashokoai», ikí iká iki. Jaskara oinbaini kaxhki joni oxhayamaa iki, metsaira ainbo oinaxh.
La mujer encantada del agua
Bajo la asombrada mirada del hombre, salió del agua una mujer muy bella que se llevó al Sachavaca dentro del agua. ¡Quién sabe cuánto tiempo habría tardado en volver el Sachavaca! Mientras, el hombre esperaba bajo la aleta de un árbol. En eso, el Sachavaca llegó, subió del agua y se fue. Entonces, el hombre pensó: «Ahora yo lo intentaré». Esa noche el hombre no pudo dormir, tras haber visto a una mujer tan hermosa.
Dicen que un hombre se fue a pescar. Yendo en su canoa, vio un pedazo de terreno libre de maleza. Entonces, atracó y subió para ver de qué se trataba. Resulta que el Hombre Sachavaca había cultivado ese espacio. En eso, el hombre vio que el Sachavaca venía, y se escondió para espiarlo. Al llegar, el Sachavaca se convirtió repentinamente en un ser humano como nosotros. Mientras que el hombre lo espiaba, el Sachavaca se puso a anzuelear y pescó un pescadito bien brilloso que los mestizos llaman «mañana me voy». El Sachavaca le dijo al pescadito tres veces: «¡Anda
Moa nete xhabáti ochómabi kaa iká iki, ochóki iká iki ja iaman kati. Kaxhon jisáki iká iki Awakan mishkiti jain, westíora mokapari jiwi niá ikainko kepita. ainxhon jonin shinana iki: «¿Jawe keskáxhontsi aibata?», ikíki iká iki. Moa mai tonko wemetaanan mishkixhon biá iki, bexnan yapa. Jaskáketian yoiya iki jonin ja yapa: «¡Ea min ibo yoixhontanwe!», akinki aká iki, kimishaakin. Jainxhon jonin oinaronki iká iki ja Jene Yoshin Ainbo joi. Moa joketianki jonin yatanxhon yoiya iki: «Enra mia kenake, jaskaramabira min jonimabiosi westíora awá yoina jawéki min ikinai», akinki aká iki. «Enra mia jeneyamai», akinki aká iki. Jaskáketianki Jene Yoshin
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Ainboninki yoiya iki: «Ea jenewe, miara pisi iki, en mia wastenpari nashimabanon». Jaskáakin jonin jeneaki wasten nashima iki, jayá bonoxhonpari. Jainxhonki joni boá iki. Poco antes de que aclarara el día, el hombre partió; tenía que madrugar porque el lugar quedaba muy lejos. Al llegar, encontró el anzuelo del Sachavaca arrinconado contra un árbol chirisanango. El hombre trató de recordar las palabras mágicas. «¿Cómo lo hizo el Sachavaca?», se preguntó. Después, lanzó al agua su anzuelo con una bolita de tierra y atrapó al pescadito brilloso, al cual le ordenó tres veces: «¡Anda llámame a tu dueña». En eso, el hombre vio que la Mujer Encantada del Agua se acercaba. Una vez que llegó a donde estaba el hombre, éste la agarró y le dijo: «Yo te he llamado, estás con un Sachavaca, él no es un ser humano». «No te soltaré», agregó el hombre. Entonces la Mujer Encantada del Agua le dijo: «Suéltame, tú apestas, primero te haré bañar con piripiri». Cuando le dijo esto, el hombre la soltó y ella hizo que se bañara con piripiri para llevárselo. Así se llevó al hombre dentro del agua. Jain kaxhonronki oina iki jatíbi jawéki jene meran, nato koshoshka, ronin, meskó keská jawéki oina iki. Moa jene chichó boxhonki yoiya iki: «Nokon papan xhobonra mia nokoti kai, ea riki benooma, jatíbitian joni benai niá riki ea», akinki aká iki Jene Yoshin Ainbaon. Jaton xhobo nokóti ochóma kaxhonki yoiya iki: «Jonépariwe, enpari nokon papa betan nokon tita yoibatanon». Al irse con la bella mujer el hombre vio toda clase de animales acuáticos: bufeos, yacumamas, todo tipo de 318
animales. Ya en el agua ella le dijo: «Llegarás a la casa de mi padre, soy una mujer soltera, siempre anduve buscando un hombre». Cuando estuvieron cerca de la casa, la mujer le dijo: «Escóndete primero, quiero avisar a mi papá y a mi mamá». Kaxhonki jato yoiya iki: «Papá, enra joni beke, wetsa nete orikea». Jaskáketian jawen papan yoiya iki: «Moa min beke betin, jawe kopíki min pikoyamai?», akinki aká iki. Ja iká iki jawen papabo onanmakin boá. Jaskáketian joni pikota iki, jatoiba. Jaton xhobon nokóketianki yoiya iki: «Ikonira mia jobirake nokon baken keeni, jaara nenobi jati iketian mia neno jati atipanke nobé, ikaxhbi noa wetsa nete ori iki», akinki aká iki. Jainxhon jonin shinana jene chichó itina. Al llegar donde sus padres, la mujer les informó: «Papá, he traído a un hombre del otro mundo». Entonces su papá dijo: «Si lo has traído, ¿por qué mejor no lo sacas?» Lo había llevado para presentárselo a sus padres. Recién entonces el hombre apareció ante ellos. Luego, los padres le dijeron: «Seguramente porque quieres realmente a nuestra hija es que viniste hasta acá, como ella tiene que vivir aquí tu puedes vivir con nosotros también, pero estamos en el otro mundo». El hombre pensó que estaba dentro del agua. Jawen titabaonki shinana iki moa manota. Moa chonka nete iká iki jene chichó ja joni, Awá Joni bichinaxh kaa, kikin akin Awá Joni bichina. Jainxhonki jawen rayosbo yoiya iki: «Eara neke iti atipanyamake, nokon tita betan nokon papara ea kopí wini winiai», akinki aká iki. 319
Para esto, la madre del joven pensó que su hijo había desaparecido. El hombre ya tenía diez días dentro del agua, ya le había quitado la mujer al Hombre Sachavaca. Pero luego, el hombre les dijo a sus suegros: «Yo no puedo vivir aquí. Mis padres lloran mucho por mí». Jaoronki iki nato kabóri, sapen, ronin, jawebobira; nato cheóronki iki jaton pan, picháki jaton biskócho, meskóshokobo. Jatianki Jene Yoshin Ainbo bea iki, ikaxhbiki basi iama iki, nekea jonin tea ochakaini kaa iki. Dentro del agua hay: taricaya, vacamarina, yacumama y otros animales acuáticos. El pescadito chiu chiu es su pan, la palometa es su bizcocho, hay de todo. Entonces el hombre se trajo a la Mujer Encantada del Agua, pero ella no permaneció mucho tiempo entre nosotros. Al enamorarse de otro hombre de este mundo pecó y por eso se fue.
Koshoshka Joni Moatianronki ikátiai meráyabo Koshoshka raeya. Westíora neteronki iká iki Koshoshka Joniki yoimeeti. Joniki yoimeetaxh pishtan kaa iká iki. Kaaxhki ja joni ransa ransashini netei. Jaskataxhki Koshoshka Joni non kaibo ainbo betan iká iki keenanani, ibékona iki. Jatian ibékonaitian jawen papan shinana iki jonikon keská. Ja jonikon keská shinanxhon, westíora yamé jawen papan sotana iki ja joxho joxhoisi ani joniosi, ja Koshoshkakayabira ikenbi. Jatian jawen poi iká iki jai: «¿Tsoa jonikayarin mibé ikai?», akin aká iki. 320
El Hombre Bufeo Cuentan que antiguamente los meráyas se relacionaban con los Bufeos. Cierta vez, había un Bufeo que se hacía pasar por hombre. Haciéndose pasar por hombre, se fue a una fiesta. Allí, se amaneció baila que te baila toda la noche. Entonces el Hombre Bufeo y una paisana nuestra, se enamoraron y se hicieron pareja. Como se habían hecho pareja, el padre de la joven pensó que se trataba de un shipibo. Una noche, el padre se escondió para espiar al blancón grandazo que era en realidad el Bufeo. La joven tenía un hermano, el cual le preguntó: «¿Quién es ese hombre que anda contigo?» Jaskáaxhon jawen poin yatana iki, xheakinkin netea iki. Jatian nete xhabataishokobi paen onitsaitian nexhakana iki. Ja nexhaxhon yamékiri oinaki iká iki westíora Koshoshka aniosi, jonima iká iki ja Koshoshka. Entonces, el hermano se puso a tomar con el Bufeo hasta que se hizo de día. Justo cuando amanecía, el Bufeo perdió el control debido a la borrachera y los hombres lo amarraron. Después de que lo habían amarrado, por la mañana, vieron un bufeo grandazo; no era gente ese bufeo. Jainxhon yoikana iki: «Nato riki mia jabé ikai joni, nato riki koshoshka», akin aká iki. Ja Koshoshka akin akanai jisáki iká iki kikin ani joniosi. Jainxhonki yamékiri niniana potakana iki jeneki. Ja jeneki potakana kaaxh kikini benea iki ja Koshoshka. Jainoaxh ja nete xhabáketian Koshoshka 321
joríbaa iki. Joxhonki xhontako yoiya iki: «Eara joke jakiribi, enra mia jeneyamai», akinki aká iki. Entonces le dijeron a la joven: «Éste es el hombre con el que estás de amores, éste es un bufeo». El Bufeo aparentaba ser un hombre grandazo. Esa mañana, los hombres arrastraron al Bufeo y lo botaron al agua. Cuando lo botaron al agua, se alegró mucho ese Bufeo. Pero al día siguiente el Bufeo regresó y le dijo a la joven: «He regresado, no voy a dejarte». Ja yamé joketianki iká iki jawen rayos kabóri akí kai. Ja ramakaya kabóri mishki itaibiki iká iki, westíora joni mashimeaxh joi: - «Joní, mia benai riki ea jatíbitian iti». - «Eara kati atipanyamaparike min ea bokasabi; enra yomeratipari jake», aronkia iki. Ja joni iká iki meráya, ja bake xhontakonin papa. Esa noche en que volvió el Bufeo, su suegro, o sea el padre de la joven, se había ido a buscar taricaya. En el momento en que empezaba a anzuelear, un hombre vino desde la playa y le dijo: - «Hombre, todo el tiempo te he buscado». - «Todavía no puedo ir contigo aunque quieras llevarme, primero tengo que pescar», le respondió el hombre. Este hombre había sido meráya, el padre de la joven.
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Jatian ja Koshoshka Jonikayabira iká iki ja xhontakonin papa rayos axhon, jawen papa onanmakin bokasi. Jainxhonki jonin yoiya iki: - «Ea kapana riki nokon xhobon piti yamaketian, kabóripari bii ea joá», aronkia iki. - «Ninkáwe en mia yoinon. Nato nonti toxhbanbainwe pitioma inonbi. En mia raanxhoni jobánon westíora nonti ani bocho kabóri», akin. El que se había acercado al viejo era supuestamente el Hombre Bufeo, que consideraba como a su suegro al padre de la joven; él quería llevárselo para presentarle a su padre. Entonces el padre de la joven dijo: - «Yo iría pero en mi casa no hay comida, he venido especialmente para atrapar taricaya». - «Escucha lo que te voy a decir. Deja flotando esta canoa aunque no haya pescado. Yo voy a mandarte una canoa grande llena de taricayas», dijo el Bufeo. Jaskáakin akáki jen iká iki ja joni. Ja Koshoshka Jonin papankayabira boaibi. Jainxhonki Koshoshkanin yoiya iki: «Nato kaa nasenen jain riki non jema». Jainxhon moa boá iki jene meran. Nekea nete keskáribironkiki ja jene meran. Kaxhon oinaronki iká iki xhobo joyókaina mashin. Como le dijo esto, el viejo aceptó. Pero el que estaba llevándolo era en realidad el padre del Hombre Bufeo y no el Bufeo mismo. Después el Bufeo dijo: «Allí, en el medio del agua, está nuestra comunidad». Así, el Bufeo se lo llevó dentro del agua. Dicen que dentro del 323
agua es como en este mundo. Llegando, el viejo vio una fila de casas en la arena. «Ramanmantian mia yoi yoikanaitianra en mia ake bekin. Bake wetsa yotokana iketian ja tsekamakaskinra ake en mia bekin». Jainronki iká iki westíora Koshoshkaki metsis metsisi, sion iti. Jakayabira paka pian tsakakana. Ja yobéma iká iki, paka pian tsakakana nekebi. Jainxhonki yosin benxhoa iki. Moatianki Koshoshka paka pian tsakapaokanike. Jatianki ja Koshoshka Joninki maxhkabaina iki, ja paka pia tsekaxhona, ikaxhbi jiriribia iki. «Desde hace tiempo hablan mucho de ti, por eso te he traído. Porque han viroteado a mi otro hijo y quiero que le saques el virote, es que te he traído». Allí había un Bufeo que se quejaba y quejaba dando gritos. A éste lo habían herido con flecha de bambú. En realidad no se trataba de un virote, sino que con una flecha de bambú lo habían herido en un costado. Entonces, el viejo lo curó. Antiguamente, picaban a los bufeos con flecha de bambú. Una vez que el viejo le extrajo la flecha de bambú, el Bufeo hermano se desmayó, pero luego se recuperó. Jatian jaton yonoti joni jaríbaa iki. Jainxhonki Koshoshka Papan yoiya iki: «Kamentanwe, nato jonira non iresama beke, nato joni riki non meráya beá», ixhon yoiya iki. Jaskáakin yoiyaki bokana iki. Boxhonki aká iki nonti too, too akin ja jonin tenamain. Jain bokanaki iká iki wame, oa kabóri ani, jinan ewábo. Jaki boxhon repinxhonkana iki. Ja yosiki moa manota iká iki kimisha nete; jawen Koshoshka rayosribi joyama iki. Jatian kaibobo ratékana iki. 324
Los Bufeos tenían sus ayudantes, los que cumplían sus órdenes. A estos ayudantes el Bufeo padre les ordenó: «Vayan rápido, este hombre que hemos traído no es cualquiera, es un meráya». Al oir esto, los ayudantes se fueron. Llegando al puerto, golpearon la canoa del hombre. Allí habían llevado paiche, taricaya grande, charapillas. Llevaron todos estos animales y los dejaron atracados en el puerto, dentro de la canoa. Para esto, ya habían pasado tres días desde que el viejo había desaparecido; tampoco había venido su yerno el Hombre Bufeo. Entonces, los familiares del viejo se asustaron. Jaskáaxhonki Koshoshka Jonin wetsa benxhoamakana iki ja yosi meráya, ja Koshoshka Jonin rayos. Jainxhonki yoikana iki: «Nato riki min rayos», akinki. «Kikin ani joni, kikin kirinko jisáki». Jainxhon yosin shinana iki: «Nokon bakemein en Koshoshka bimaa iki», ixhon. Jainoaxhronki kikini rateta iki ja yosi, Koshoshka Joni riki ikaxh. De esta manera hicieron que el viejo meráya, suegro del Hombre Bufeo curara al Bufeo hermano. Después, presentándole al Hombre Bufeo, le dijeron: «Éste es tu yerno, un hombre muy grande, como gringo». Entonces el viejo pensó: «Parece que le entregué mi hija a un Hombre Bufeo». Se asustó mucho el viejo porque se trataba de un Hombre Bufeo. Jaskáaxhon jawen bake jenemaronki ikátiai, ochó kaaxhshokoboreski jabé ikí. Jawe keskárainshokobires jonébekonaxh ikí. Jaskaraki ikátiai Koshoshka. Ramatian jake jaskaraboribi, Koshoshka Jonibopari ani pishtanko 325
bekanai. Rama kamanbi jake ainbobo joné beneyaparibo. Ja non joné meratibo tson onanyamai. Aunque el viejo le exigió a su hija que se separara del Bufeo, la chica se iba bien lejos para estar con su amante. En cualquier lugar se escondían los dos. Así es la historia del Bufeo. Ahora también existe eso, los Hombres Bufeos siguen viniendo a las fiestas importantes. Hasta ahora hay mujeres que tienen maridos a escondidas, y nadie conoce a nuestros amantes secretos.
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KOSHI SHINANYA AINBO EL TESTIMONIO DE UNA MUJER SHIPIBA se terminó de imprimir en noviembre del 2004 en los talleres de GRÁFICOS S.R.L. Galicia 190, Urb. Higuereta - Surco Telefax: 273-2055