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Spanish Pages [345] Year 2012
DONDE LAS GRANDES IDEAS ENCUENTRAN EXPRESIÓN
geoeconomía Las claves de la economía global
Eduardo Olier Prólogo
Ana Palacio
Geoeconomía Las claves de la economía global
En un mundo cada día más competitivo, sólo las ideas marcan la diferencia. Ideas que abren puertas, métodos para resolver problemas o simplemente información para entender mejor lo que está pasando en el mundo de la economía y de los negocios. En Pearson contamos con los autores líderes del mundo empresarial y financiero, para presentarle las últimas tendencias del mercado global. Abrir nuevas vías en su negocio, desarrollar su carrera o ampliar sus conocimientos… Le proporcionamos las herramientas adecuadas para llegar a todas sus metas. Para más información sobre nuestras publicaciones visítenos en: www.pearson.es
Geoeconomía Las claves de la economía global
Eduardo Olier
Prólogo Ana Palacio
Geoeconomía: Las claves de la economía global Eduardo Olier
Todos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y sgts. Código Penal). De esta edición: © 2012, PEARSON EDUCACIÓN S. A. Ribera del Loira, 28 28042 Madrid (España) ISBN eBook: 978-84-8322-973-6 Depósito Legal: Editor: Jesús Domínguez Director de producción: José A. Clares Maquetación: DiScript Preimpresión, S. L. Impreso por: Nota sobre enlaces a páginas web ajenas: Este libro puede incluir enlaces a sitios web gestionados por terceros y ajenos a PEARSON EDUCACIÓN S. A. que se incluyen sólo con finalidad informativa. PEARSON EDUCACIÓN S. A. no asume ningún tipo de responsabilidad por los daños y perjuicios derivados del uso de los datos personales que pueda hacer un tercero encargado del mantenimiento de las páginas web ajenas a PEARSON EDUCACIÓN S. A. y del funcionamiento, accesibilidad o mantenimiento de los sitios web no gestionados por PEARSON EDUCACIÓN S. A. Las referencias se proporcionan en el estado en que se encuentran en el momento de publicación sin garantías, expresas o implícitas, sobre la información que se proporcione en ellas.
IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN Este libro ha sido impreso con papel y tintas ecológicos
CONTENIDO Prólogo ............................................................................................
XI
Introducción................................................................................... XVII PARTE I.
GEOPOLÍTICA, GEOECONOMÍA Y GLOBALIZACIÓN ..............................................
1
Capítulo 1. La economía del mundo ........................................
3
1. Antecedentes geopolíticos ....................................
3
2. El despertar de la economía global .......................
5
3. Economía y poder..................................................
6
4. Dinámica de los mercados ....................................
7
5. Lo privado y lo público .........................................
9
6. Las claves de la economía internacional ..............
11
7. El estado de las sociedades opulentas ..................
17
Capítulo 2. Geopolítica y Geoeconomía ..................................
19
1. Geopolítica y relaciones internacionales .............
19
2. Los equilibrios de poder .......................................
21
3. Geopolítica del miedo ...........................................
23
4. Naciones dominantes y naciones dominadas ......
25
5. Geoeconomía, geoestrategia y geopolítica ............
27
6. Geoeconomía, geografía y geopolítica ..................
28
7. El resurgir de la geoeconomía en el siglo XXI .......
30
8. Los Estados y la geoeconomía...............................
31
Capítulo 3. Los conflictos de la globalización económica ...
35
1. Los procesos de la globalización económica........
35
V
CONTENIDO
VI
2. Internacionalización y globalización....................
37
3. «No logo» y «La doctrina del shock» ...................
39
4. El fin de la historia ................................................
41
5. Derecho y regulación de los mercados .................
43
6. Estados fallidos......................................................
44
7. Los desequilibrios de la globalización .................
46
8. Pobreza en el mundo globalizado .........................
49
Capítulo 4. Los Estados en la economía global ......................
51
1. Los fondos soberanos (Sovereign Wealth Fund) ..
51
2. Sharia compliant ...................................................
54
3. Alianzas estratégicas, divisas y sistemas monetarios .............................................................
56
4. Economía espacial: ciudades, regiones y economía global..................................................
59
5. La sostenibilidad del sistema económico.............
61
6. Hardpower, softpower y smartpower: el juego económico de la diplomacia .................................
62
7. Seguridad, defensa nacional y economía .............
63
Capítulo 5. Las organizaciones de la economía global ........
67
1. Política internacional y economía: foros de poder .................................................................
67
2. Organizaciones gubernamentales y su papel económico..............................................................
70
3. Las Gs: G8, G20 y G2 .............................................
73
4. Las ONG como instrumentos de influencia política y económica .............................................
75
5. Proteccionismo comercial y comercio justo.........
77
PARTE II. GEOECONOMÍAFÍSICA: MACROREGIONES .
81
Capitulo 6. Las regiones económicas .......................................
83
1. El caleidoscopio económico mundial ..................
83
2. Las zonas estratégicas de la economía mundial...
87
CONTENIDO
3. El primer mundo y el tercer mundo .....................
90
4. Países en desarrollo y mercados emergentes .......
92
Capítulo 7. América .....................................................................
95
1. América del Norte: Canadá, Estados Unidos, Méjico ....................................................................
95
2. América del Sur: microrregiones y macrorregiones ...................................................
99
3. Integración económica: el mercado común centoamericano, Mercosur y otras iniciativas...... 102 4. Hacia una Comunidad Latinoamericana de Naciones ........................................................... 105
Capítulo 8. Europa ....................................................................... 118 1. La Unión Europea.................................................. 111 2. La Europa actual y futura ...................................... 114 3. La ampliación de la Unión Europea ..................... 116 4. Las fronteras de la Unión Europea ....................... 118 5. Rusia ...................................................................... 121 6. Turquía en Europa ................................................. 124 7. El Mediterráneo ..................................................... 126 8. Los corredores económicos europeos: blue banana y yellow banana ....................................... 127 9. El contexto geoeconómico de España................... 129
Capítulo 9. Asia ............................................................................ 133 1. El sudeste asiático: Tigres y dragones .................. 133 2. Japón ...................................................................... 136 3. China en el mundo ................................................ 140 4. Entre Europa y Asia: los países frontera............... 145 5. Asia central y el juego de los recursos naturales . 147 6. Geoeconomía del Océano Índico: India ............... 149 7. Los corredores estratégicos de transporte ............ 150
VII
CONTENIDO
Capítulo 10. Las otras regiones ................................................. 155 1. Oriente Medio: entre Oriente y Occidente ......... 155 2. Los países BRIC .................................................. 161 3. África ................................................................... 162 4. Los corredores económicos bioceánicos ............ 166 5. Los nuevos países industrializados .................... 167 6. La dinámica económica del mundo .................. 170
PARTE III.
LOS RETOS GLOBALES DE LA GEOECONOMÍA................................... 173
Capítulo 11. Las crisis económicas........................................... 175 1. Los ciclos económicos......................................... 175 2. Los sistemas financieros globales ....................... 179 3. El reparto de la riqueza y la pobreza .................. 182 VIII
4. Los movimientos migratorios ............................. 184 5. Demografía y crisis económicas.......................... 186 6. Geoeconomía y crisis económicas ...................... 189
Capítulo 12. Las materias primas ............................................. 195 1. Materias primas de la industria del siglo XXI ..... 195 2. Materias primas energéticas................................ 198 3. Materias primas y defensa de intereses económicos estratégicos ...................................... 202 4. Divisas y patrones económicos ........................... 205 5. El drama de los alimentos ................................... 208
Capítulo 13. Petróleo y gas ......................................................... 211 1. La energía secuestrada ........................................ 211 2. Geoeconomía del petróleo .................................. 213 3. Los mercados petrolíferos ................................... 219 4. Multinacionales energéticas y poder político .... 222 5. El futuro energético mundial .............................. 224
CONTENIDO
Capítulo 14. Agua y medio ambiente ....................................... 229 1. Las guerras del agua ............................................ 229 2. Sostenibilidad y geoeconomía ............................ 233 3. Los acuerdos de Kyoto y Copenhague ................ 237 4. Finanzas y medioambiente: los mercados de CO2 .................................................................. 240
PARTE IV.
GESTIONAR LA GEOECONOMÍA: INTELIGENCIA ESTRATÉGICA ..................... 243
Capítulo 15. Liderazgo en un mundo complejo ..................... 245 1. Liderazgo, estrategia e inteligencia..................... 245 2. Los elementos de la inteligencia estratégica ...... 248 3. El uso de la inteligencia estratégica como ventaja económica ............................................... 250 4. Los Estados y la inteligencia estratégica ............ 254 5. Un enfoque metodológico de inteligencia estratégica ............................................................ 255 6. Riesgos y amenazas en el cuarto espacio: ciberseguridad ..................................................... 256
Capítulo 16. Las guerras económicas....................................... 261 1. Los intereses estratégicos y las guerras de poder 261 2. Geoestrategia y conflictos geoeconómicos ........ 264 3. Nuevas formas de terrorismo: piratería .............. 269 4. El choque de civilizaciones ................................ 271 5. Conflictos y diplomacia: el Índico, China, Japón y Oriente Medio ........................................ 273 6. Las guerras de divisas ......................................... 275
Capítulo 17. Estrategia Internacional ...................................... 281 1. La sociedad en red .............................................. 281 2. Redes de producción ........................................... 284 3. La naturaleza de la competencia global ............ 286
IX
CONTENIDO
4. El factor esencial de la tecnología y la innovación .................................................... 287 5. Desarrollo de los mercados internacionales....... 290 6. Estrategias globales vs. estrategias transnacionales .................................................... 292 7. Las claves del Derecho Internacional ................. 293 8. Contratos internacionales ................................... 296 9. Sectores económicos estratégicos en el siglo XXI 297
Capítulo 18. Las empresas transnacionales en el mundo global ....................................................................... 303 1. Estados empresa .................................................. 303 2. Competencia global ............................................. 307 3. Mercados bursátiles y especulación financiera.. 312 4. El futuro previsible de la economía global......... 317 X
Epílogo ............................................................................................. 319
PRÓLOGO
L
a globalización nos asalta como ingrediente cotidiano de los medios de comunicación, es el leitmotiv de movimientos políticos que se manifiestan en su contra, y constituye con frecuencia un argumento taumatúrgico para focalizar todos los males actuales. Pero se conoce poco y mal. La complejidad de los procesos, el tratamiento de la ingente información, su homogeneización, análisis y crítica, previos a la identificación de tendencias o vínculos, requiere un enorme esfuerzo. Por ello, la primera característica que sobresale de la lectura de esta obra es su ambición, su objetivo de dar las claves de «lo que está pasando». El libro aborda el fenómeno de la globalización desde una perspectiva analítica en la que se combina el argumento histórico, sociológico, el político y, desde luego, el económico. La capacidad de sintetizar la materia y hacerla asequible, e incluso amena, para un lector medio, supone una virtud difícil de encontrar en estos debates, si bien el carácter general de la obra impide desarrollar todos los matices particulares de cada cuestión, como advierte el propio autor, que, consciente de ello, da útiles orientaciones para que el lector profundice ulteriormente en aspectos concretos. La geoeconomía es una disciplina relativamente nueva, fronteriza, y por eso mismo dinámica e innovadora que nace como una escisión de la geopolítica, a su vez tributaria de la sociología política. Sin duda la filiación de esta disciplina puede también reivindicarse desde la geografía, por su génesis y primeras manifestaciones, pero sin embargo, al adquirir una mayor profundidad conceptual y metodológica, la geoeconomía deviene más sociología y más economía. Al explorar el primero de estos dos veneros, destaca que la sociología se encuentra desde hace más de medio siglo en una crisis epistemológica. La investigación empírica ha dado notoriedad a la disciplina, pero no ha conducido a la formación de una teoría propia de su materia, siendo incapaz de fundamentar el campo específico de su objeto, ni la unidad propia de su disciplina científica. Sin embargo, una obra que aborda la descripción de los entramados sociales transnacionales, de los flujos –económicos y de otra índole–
XI
PRÓLOGO
que dan vida, evidencian, o demuestran estas relaciones, demanda alguna referencia al respecto. Los entramados sociales, lejos de ser una mera representación de la realidad social, son esquemas conceptuales que escapan a la simple observación y que suponen una concreta elección. Si admitimos la dualidad existente entre cuestiones de hecho y relaciones, el conocimiento, como combinación de ambas, depende de una correcta secuencia entre el orden fáctico y el orden lógico. Desde la experiencia, lo fáctico es lo primero; para el significado, lo lógico predomina. En este sentido, una elaboración científica se construye en función de las categorías que utilizamos para establecer relaciones, como dijera Einstein «es la teoría la que decide lo que podemos observar».
XII
Nomen est numen, así, cualquier esquema conceptual se basa en la selección de algunos atributos particulares de una realidad compleja agrupándolos bajo una denominación común con objeto de evidenciar lo que tienen de semejante y lo que tienen de diferente. Esta selección tiene un carácter meramente funcional y como cualquier artificio de orden lógico, un esquema conceptual no es verdadero o falso sino útil o inútil. Al mismo tiempo, tal y como expresó Walter Buckley, «[…] los sistemas teóricos contemporáneos contemplan la sociedad como un sistema social desunido cuya naturaleza dinámica emana del choque de sus subsistemas componentes entre sí o con el entorno exterior […]». Desde este punto de vista, una vez planteado el problema como un choque de subsistemas que interaccionan, ya no existe método o patrón para valorar cual de ellos predomina y por qué. Toda la realidad se ha disuelto en el devenir de fuerzas actuantes. Sin embargo, el carácter funcional de la elección o el carácter problemático de la valoración de las relaciones no nos emancipa de la necesidad de establecer los principios, y estructuras vertebrales, utilizados. No se trata de evidenciar ningún tipo de causalidad sino, antes bien, especificar dentro de cada esquema tanto la estructura como el impulso de los fenómenos descritos. De la lectura de esta obra se infiere un sólido armazón subyacente para el análisis del fenómeno de la globalización. En primer lugar no debe extrañarnos que si, desde sus inicios –Fiedrich Ratzel–, la geopolítica describía a los Estados –actores primarios– como seres vivos, las técnicas para abordar una disciplina hermana –la geoeconomía– mantengan fuerte paralelismo con la teoría de sistemas, precisamente importada a la sociología desde las ciencias naturales. El libro da preponderancia al proceso, como instrumento para distinguir sistema y entorno, como eje central de estudio; el proceso de cambio social que produce la globalización, con especial énfasis en la economía pero sin descuidar los demás aspectos, sociales, culturales o demográficos. Coherentemente, la
PRÓLOGO
centralidad del proceso –como eje metodológico–, permite ir introduciendo sus ingredientes característicos de complejidad –niveles de decisión–, interacción, y muy significativamente la progresiva multipolaridad –o multipartenariado–, ya que no sólo son actores los Estados: «nos encontramos inmersos en un complejo esquema de diferentes fuerzas de poder que compiten entre sí […] un caleidoscopio […] tigres y dragones, grandes regiones económicas [...] nuevos países industrializados, instituciones de gobierno mundial, países ricos en recursos naturales y potentes financieramente, otros países poseedores de materias primas, empresas transnacionales, etc. […]». El proceso de globalización modaliza de forma singular el elemento central de la geoeconomía, que no es la producción o el intercambio, sino la competencia entendida como conflicto y limitada por la interdependencia. Competencia e interdependencia constituyen, de esta forma, un binomio de fuerzas antagónicas y simultáneas. En este sentido, la obra aborda un extenso análisis acerca del cambio de polaridad que experimenta la pujanza económica desde los países desarrollados hacia los nuevos focos de prosperidad. Se completa este análisis con un repaso de los síntomas de «cansancio» del modelo occidental y de sus actuales debilidades. Continuando con esta línea de análisis, se identifican dos aspectos fundamentales que configuran la aptitud colectiva para la competencia en cada nación. Estos aspectos son el conocimiento y las materias primas, siendo ambos consustanciales en el mantenimiento futuro de la prosperidad económica. La importancia de las materias primas en el proceso productivo no requiere una ulterior explicación, subrayándose en la obra la singular distribución geográfica de las mismas que producirá una especial alineación estratégica –de países, zonas, vías de transporte, etc.– cuyos vectores quedan expuestos con todo detalle, así como las particularidades atinentes al comercio de dichas materias en la formación de los precios. Las repercusiones para la seguridad y la economía de los países desarrollados se ponen de manifiesto de forma elocuente y detallada con el estudio de los precedentes más recientes y de la evolución histórica del fenómeno. El otro factor, lo que se ha venido conociendo como «sociedad del conocimiento» suscita un vasto campo de reflexión. Robert Lane, que en los años sesenta formuló una de las primeras definiciones al respecto, basaba esta cualidad en que los miembros de estas sociedades a) investigan las bases de sus creencias sobre el hombre, la naturaleza y la socie-
XIII
PRÓLOGO
XIV
dad; b) se guían por normas objetivas de verificación y, en la educación superior, siguen reglas científicas de comprobación y deducción en la investigación; c) dedican importantes recursos a esa investigación, y cuentan por tanto con una amplia reserva de conocimientos; d) acumulan, organizan interpretan el conocimiento en un esfuerzo constante en para sacar consecuencias de utilidad inmediata; e) emplean ese conocimiento para iluminar –y quizás modificar– sus valores y metas, así como para avanzar en ellos. El aspecto más sobresaliente del fenómeno es, sin embargo, el carácter exponencial de la curva de incremento del conocimiento científico desde ya mediados del siglo pasado. En esta época, el clásico estudio de Derek Price formulaba la «ley de crecimiento exponencial» respecto de las publicaciones científicas «la constante multiplicadora es realmente de 15 años aproximadamente para cada duplicación, lo que significa una multiplicación por 10 en 50 años y de 1000 en 150». Desde entonces, y más en los últimos años, el índice de incremento exponencial se ha visto acelerado. Esta tendencia, a pesar de ser ilustrativa de un importante aspecto del fenómeno, su ritmo inflacionario, no es lo más trascendental del mismo. La gestión de las decisiones, en problemas referidos a sistemas a gran escala, con un amplio número de variables e interacciones, tiene que ser coordinada para llegar a resultados específicos. Exige sustituir el pensamiento intuitivo –adaptado a la simplicidad lineal de causa y efecto– por una especie de «tecnología intelectual» que, basándose en los algoritmos, permita relacionarse con la «complejidad organizada» según conocida expresión de Warren Weaver. La programación lineal, la teoría estadística de la decisión, las aplicaciones en cadena, los cálculos de azar, y las soluciones mínimas, son instrumentos ya antiguos, basados en este tipo de cálculo de regularidad en los procesos complejos como entorno de la decisión. Por eso cuando se habla de «sociedad del conocimiento», no se está hablando de una sociedad ilustrada. Se habla por el contrario, de élites especialistas que son capaces de formular decisiones en entornos complejos e interdependientes. De la obra se infieren unas cualidades deseables en el proceso de globalización, como son la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad del mismo. Los aspectos que anulan o condicionan estas cualidades vienen a constituir disfunciones o patologías del sistema. Aquí, sí que se trata de transmitir una conciencia, que aspira a ser común, dirigida al hombre medio, no precisando de una particular cualificación porque son inmediatamente perceptibles –y justificadamente desarrollados en la obra–; en este sentido la injusticia social, como la sobreexplotación del medio ambiente son aspectos que pueden frustrar la evolución deseable del proceso, con graves repercusiones para la seguridad global.
PRÓLOGO
Es este un intento muy apreciable de fundamentar una ética global sobre un análisis global. El propósito declarado al principio del libro de constituir un conocimiento dirigido a la acción evidencia tal objetivo oportuno y necesario. La noción misma de ética global vincula la obra con la mejor tradición ilustrada, incardinando en la modernidad un ideal filantrópico y la noción democrática del conocimiento común. No se formula en el libro la hipótesis de una progresiva configuración de una opinión pública global –sujeto crítico de un mundo globalizado–, pero su lectura sin duda lo sugiere como posibilidad y deseable instrumento de progreso humano. La nueva fundamentación de una ética global desde la perspectiva del conocimiento de los procesos globales no es, sin embargo, un mero deseo de conseguir mejores condiciones de vida en el futuro. La ética global se constituye en elemento imprescindible para la propia supervivencia de la civilización occidental dentro del proceso. Los países occidentales encarnan una civilización, identificada con valores universales, que da muestras de decadencia, siendo oportuno recordar esta cita extraída de la obra: «[…] Samuel Hutington expresa que, a mediados de los años noventa, Occidente había alcanzado la antesala de la decadencia. En lo económico, tenían más riqueza que ninguna otra civilización, pero mostraba ya síntomas preocupantes comparados con otros países, especialmente con los de Asia: bajo crecimiento, y poca capacidad de ahorro e inversión. A lo que se unía una extremadamente baja tasa de natalidad […] pero esto, con ser negativo, Huntington añade tres deficiencias aún más problemáticas: decadencia moral, suicidio cultural y desunión política. Y, especialmente, la decadencia moral es el signo más determinante como anticipo de una próxima decadencia […]». La nueva ética dará lugar a recuperar el contenido sustancial de los valores occidentales, cuya característica diferencial es su ambición de universalidad, acomodándose a la perfección a un entorno global. Al propio tiempo, la ética global constituye la posibilidad de reconducir un proceso de globalización económica que, tal y como resulta de su orientación actual, no garantiza condiciones de justicia y sostenibilidad –más bien sus deficiencias demuestran lo contrario–. Por ello, la supervivencia de nuestra civilización se encuentra vinculada a la propia sostenibilidad del conjunto del proceso de globalización que, si bien como indica el estudio, es imparable, sí debiera ser dirigido de acuerdo con una nueva «inteligencia estratégica», funcional y ética a la vez. Sin embargo, para que la «inteligencia estratégica» pueda culminar la orientación del proceso es necesario que ésta cuente con un cauce adecuado para cristalizar en soluciones, esto es Instituciones y Reglas,
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PRÓLOGO
XVI
cuyos defectos o limitaciones se ponen de relieve en el texto. La gobernanza global es el mayor reto colectivo al que se enfrenta nuestro mundo actual, como necesaria construcción que permita abordar las múltiples disfunciones que nos aquejan: estados claudicantes, o fallidos, fronteras porosas, actores no estatales, pobreza, pandemias, o el impacto de una crisis financiera global en los mercados mundiales. El marco legal e institucional existente es incontestablemente insuficiente. El sistema de Naciones Unidas/Bretton Woods debe reformarse o periclitará definitivamente, situándose el diálogo global en entornos desregulados, donde la falta de armazón jurídica supone la carencia de mecanismos de ejecución y control, menos transparencia, menor garantía para los más débiles y menor previsibilidad de los resultados. La protección de los bienes públicos globales, desde el comercio internacional de bienes y servicios, a la seguridad nuclear, o el medioambiente, son aspectos de la globalización que requieren soluciones urgentes y consensuadas en interés común. Un liderazgo fuerte y generoso de Occidente, que Europa debe asumir, pero que no se percibe actualmente, debe facilitar la integración y corresponsabilidad de las nuevas potencias económicas en el gobierno de la comunidad internacional. Este liderazgo es nuestra responsabilidad histórica. Ana Palacio Ex Ministra de Asuntos Exteriores Senior Fellow and Lecturer, Universidad de Yale
INTRODUCCIÓN
E
n el momento de escribir estas líneas, el mundo occidental sufre una profunda crisis económica. Estados Unidos tiene dificultades para consolidar su techo de endeudamiento y la Unión Europea se bambolea al son de los mercados que «atacan» las emisiones de deuda de los países periféricos, con Grecia en una situación de práctica quiebra, Portugal, Irlanda y Chipre en situaciones críticas, y España e Italia a punto de entrar en un punto económico de no retorno. Una situación que anticipa fuertes convulsiones en la Unión Europea y, quién sabe, si su propia supervivencia tal como hoy la conocemos. Y esta situación no es tampoco beneficiosa para otros países supuestamente alejados de tales turbulencias. Y no lo es porque Estados Unidos y Europa juntos constituyen el mayor mercado para las economías emergentes, o ya no tan emergentes, como China y otras naciones del sudeste asiático, así como para los productores de materias primas que pueden ver deterioradas sus economías en dos frentes: primero, por el menor consumo de los grandes motores mundiales: americanos y europeos; y segundo, porque sus intereses financieros están estrechamente vinculados a multitud de empresas americanas y europeas que operan en sus geografías. Por lo que, lo que va mal en algún lugar, acabará afectando a lo que va bien en otro. Es la consecuencia directa de la globalización, que ha empequeñecido el mundo en lugar de haberlo expandido. Nada nuevo, se podría decir. El mundo en su historia ha pasado por altos y bajos en lo económico, en lo social y en lo político. En ocasiones, con dramáticos resultados para la vida de las personas y de los pueblos. Y es aquí donde arrancamos nosotros, pues el mundo globalizado, tal como lo vemos hoy en lo político y en lo económico, sentó con fuerza sus bases al término de la Segunda Guerra Mundial. Este libro –quizás el primero que sobre se escribe geoeconomía en idioma español– está pensado para ayudar a pensar en global. No es un tratado sobre la materia, sino que está estructurado para que el lector capte las múltiples interacciones que se dan en el mundo actual. Un mundo que se asemeja al cuerpo humano, donde el malestar de un
XVII
INTRODUCCIÓN
miembro, o la enfermedad de un órgano, se siente con mayor o menor intensidad en todo el conjunto. Una nueva situación, nunca vivida en la historia, cuando antes las diferentes comunidades humanas se desarrollaban de forma independiente por separado. Hoy esto ya no es posible, y menos lo será en el futuro. Una circunstancia que impone muchas responsabilidades a aquellos que tienen verdadero poder de decisión en los grandes temas, y a todos nosotros en mayor o menor medida. La geoeconomía es economía, es política y es estrategia. Y también se relaciona con otras ciencias: sociología, diplomacia, comunicación e, incluso, con la cultura. Es una ciencia social en toda su extensión. Y lo que comenzó como un nuevo pensamiento al finalizar la Guerra Fría con la caída del Muro de Berlín, es hoy una disciplina que ha evolucionado profundamente. Poco conocida en muchos ambientes académicos, pero indispensable para entender lo que sucede en el mundo globalizado, y sobre lo que está detrás de muchos de sus acontecimientos.
XVIII
Sorprendentemente, en este contexto global y profundamente interrelacionado, las enseñanzas académicas siguen analizando los temas económicos según un contexto vertical, estructurado en materias independientes: estrategia, finanzas, recursos humanos, marketing, etc., sin que exista una visión integradora que explique el mundo actual tal y como es: profundamente integrado en su diversidad. La geoeconomía viene a ser la ayuda indispensable en este sentido, facilitando la comprensión del conjunto y, desde ahí, faciltar el razonamiento sobre lo que se podría haber hecho y lo que se debería hacer. No es, sin embargo, una ciencia cerrada: se mantiene en continua evolución, como lo hacen los sucesos políticos, económicos o sociales. Así, lo que aquí encontrará el lector no son fotos fijas, sino que los ejemplos o análisis que se muestran sólo sirven para estimularle a continuar el camino emprendido. Ya que, en lo esencial, las técnicas o metodologías tradicionales han perdido su validez y tienen que ser revisadas desde una perspectiva más global. Los dirigentes del futuro necesitarán más que nunca tener esta visión, a fin de anticipar los cambios antes de que sucedan, y poner en marcha las medidas oportunas. No es cierto que la crisis financiera de 2007 cayera como un inesperado tsunami sobre las economías occidentales. Esta es una explicación que, o bien trata de eludir responsabilidades, o bien indica un enorme desconocimiento de lo que venía sucediendo desde hacía ya muchos años en la economía mundial, donde voces muy autorizadas alertaban sobre lo que se nos echaba encima. Hoy, más que nunca, es preciso poner en práctica nuevas soluciones desde las posibilidades que dan las técnicas de la inteligencia estratégica.
INTRODUCCIÓN
Inteligencia en el sentido que damos en este libro: conocimiento puesto al servicio de la toma de decisiones. Una materia, a nuestro juicio, absolutamente imprescindible para las organizaciones que persigan competir con éxito en el complejo entorno actual. Una disciplina que nos permitirá separar lo que es cierto de lo que es pura especulación o mera manipulación informativa.
El porqué de la geoeconomía No desvelaremos en esta introducción todo el contenido que encierra esta nueva ciencia. Simplemente repetiremos que la geoeconomía viene a responder a la necesidad de pensar en global. ¿Por qué este aserto? Porque el mundo desde el final del siglo XX ha sufrido importantes transformaciones, según hemos apuntado antes. Primero, por los efectos de la globalización ya comentados. Segundo, por el enorme grado de competitividad que se da entre naciones, empresas e, incluso, personas. Y tercero, por la urgente necesidad de tener instrumentos que faciliten la comprensión de lo que pasa, y proporcione nuevos elementos de pensamiento para gestionar la complejidad actual y –nos gustaría añadir– con más dosis de justicia. Volvamos a esto último. Sorprende leer las declaraciones de muchos ejecutivos de Wall Street cuando mantenían que la crisis financiera fue algo ajeno a ellos mismos. No hablamos de políticos, cuya verosimilitud es, casi siempre, dudosa; nos referimos a expertos en la materia: directivos de entidades financieras que en el pasado demostraron una enorme habilidad en su trabajo, y obtuvieron enormes ganancias para ellos y para muchos de los que les confiaron sus capitales. ¿Por qué entonces fallaron en sus apreciaciones sobre lo que venía? La explicación más convincente está seguramente en la aplicación correcta de la justicia social. Es decir, en la necesidad de que los bienes se distribuyan dando a cada uno lo que le corresponde, ya sea a nivel general desde las instancias políticas o económicas, o particular, a nivel individual. Lo que Michael Sandel1 define como una política del bien común: «[…] en su mayor parte, la discusión política gira hoy alrededor del bienestar y la libertad, de aumentar la producción económica y de respetar el derecho de las personas. A muchos hablar de virtud en política les recuerda a los conservadores religiosos que le dicen a la gente cómo debe vivir. Pero ese no es el único modo en que una concepción de la virtud y el bien común pueden informar la política. El problema estriba en imaginar una 1 M. Sandel. Justicia. Random House Mindadori, 2011.
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INTRODUCCIÓN
política que se tome las cuestiones morales y espirituales en serio, pero las aplique a las dificultades económicas y cívicas en general, no sólo al sexo y al aborto». No son las palabras de un moralista, sino de un prestigioso profesor de Filosofía política de la Universidad de Harvard, y su aplicabilidad bien puede ir más allá de la política. Y es desde esta perspectiva desde donde se pueden visualizar los problemas globales y los fallos del sistema. La crisis económica se originó en años de repetidas prácticas empresariales dudosas, consentidas por acción u omisión desde ciertos poderes políticos. Donde la especulación masiva en muchos campos (no sólo en el sector inmobiliario) y la venta de productos financieros de ínfimo valor, produjeron enriquecimientos inmensos en unos y pobrezas enormes en otros. Un problema en la justicia del reparto como se acaba de referir. Justicia del reparto de los bienes que tiene de transfondo una relajación de la moral en su concepto más amplio. Un requerimiento que deberá aportar a la globalización de unos sistemas que animen mayores cotas morales en los comportamientos económicos, si se quiere lograr un mundo más próspero, sostenible y equilibrado. XX
La geoeconomía no es, sin embargo, una ciencia moral, pero puede dar luces sobre lo que está o no está bien hecho desde una amplia perspectiva. Ya que permite descubrir lo que verdaderamente encierran muchos sucesos que se esconden detrás de las luchas energéticas, del uso de los recursos naturales como instrumentos de poder, o de las especulaciones financieras, por citar unos simples ejemplos. ¿Y donde está la aplicación práctica de esta pretendida ciencia?, se preguntarán algunos. Una pregunta oportuna, sin duda. Nuestro mundo es utilitarista en el sentido de que todo ha de tener una respuesta a una necesidad. Y es evidente que sólo pensando en global no basta. Volvamos a la crisis financiera actual y a otra de sus caras más dramáticas: la deuda soberana. Tomemos para ello al país más poderoso: Estados Unidos –ya que la Unión Europea, aunque un gran mercado, es aún una amalgama de naciones con débiles instrumentos para hacer cumplir los acuerdos, y China con ser potencialmente una gran potencia, no tiene las características de influencia global que tienen los Estados Unidos–. Según la revista Bloomberg-Business Week, de comienzos de agosto de 20112, el déficit fiscal americano, es decir los ingresos por impuestos menos los gastos del Gobierno Federal, suponía una cantidad de 211 billones de dólares3, lo que había obligado al gobierno americano a 2 3
Bloomberg-Business Week. Why the Debt Crisis is Even Worst than you Think; 1-7 de agosto de 2011. Un billón, en lo que sigue de la introducción (salvo consideración en contra) se entenderá como un millón de millones, según la acepción española.
INTRODUCCIÓN
incrementar su nivel de deuda que, a primeros de agosto, logró pactar in extremis en el Congreso y el Senado, con un aumento de 2,4 billones adicionales sobre el techo de 14,3 billones que, hasta entonces, permitía la ley. Una cifra a todas luces insuficiente de acuerdo con la información de Business Week. Un enorme problema en la mayor economía mundial, con una capacidad productiva (PIB) que hoy es de unos 15 billones de dólares. Situación si no idéntica, sí parecida en otros países occidentales, especialmente algunos europeos, cuyo relativo peso en la economía global y vivir por encima de sus posibilidades durante muchos años, anticipa dolorosos ajustes. El hecho es que en la contabilidad global, cuando se gasta lo que no se tiene es porque alguien cubre el déficit –el prestamista en este caso–, que obtendrá importantes réditos económicos o políticos en el futuro. Circunstancia no nueva en la historia. Basta pensar en la bancarrota del Imperio español en el siglo XVI-XVII por las deudas acumuladas con ciertos banqueros alemanes debido a los enormes gastos de su mantenimiento, incluidas las innumerables guerras. ¿Quiere esto decir que Estados Unidos entrará en bancarrota? La geoeconomía no viene a responder esto, sino que nos dará la explicación del efecto que tiene la debilidad estructural de las cuentas de los estados de la Unión en todo el mundo, y las tensiones políticas y económicas que ocasionará en ciertos lugares debido a los vasos comunicantes que existen entre un país y otro. Y las consecuencias que tendrá sobre el mantenimiento del Estado de bienestar que hoy conocemos. Un hecho que alerta de nuevo sobre la necesidad de aplicar principios de justicia social y buscar el bien común. Ejes fundamentales de la prosperidad de los pueblos.
La estructura del libro Con estas ideas de principio, vayamos a la estructura del libro. Lo hemos dividido en cuatro partes para mejor comprensión. La primera (capítulos uno a cinco), trata el marco geoeconómico y su interacción con la política global (geopolítica) y con las estructuras de poder institucional y económico que entran en juego. Es la visión desde arriba de la globalización: cuándo empezó y por qué, cómo se ha desarrollado, y cuál es el caleidoscopio de fuerzas que existen. Las figuras o las tablas mostradas sólo buscan dar la «pincelada de color». No tratan de ser las más actualizadas, sino poner en perspectiva comparativa a unos países con otros dentro del análisis del texto. Cortos apartados tratarán de exponer los aspectos más relevantes que se dan cita en el contexto global de cada capítulo en esta sección y en las siguientes.
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INTRODUCCIÓN
La segunda parte describe la estructura física del mundo: las regiones. Se trata de la geoeconomía física, la división regional del mundo, sus conexiones y los porqués de estas. Básicamente, encontramos tres: América, Asia y Europa. Pero el resto es importante: aquellas que son ricas financieramente y en recursos energéticos, y aquellas que siendo pobres podrían ser ricas. Y, adicionalmente, regiones dentro de las regiones consideradas. Zonas críticas de transporte o simplemente corredores económicos de gran potencial futuro. En tercer lugar, abordamos los retos a los que nos enfrentamos: las materias primas, la energía, el problema del agua en ciertas zonas y las crisis económicas, la actual y las que seguramente están por venir. Y, finalmente, como cuarto bloque, cómo gestionar la geoeconomía y el papel de las empresas transnacionales en este contexto. Con la necesidad, antes apuntada, de incorporar metodologías y herramientas de inteligencia estratégica para desenvolverse con mayor éxito en un mundo dinámico y altamente complejo como el actual: fuertemente interrelacionado física y virtualmente desde las potencialidades y amenazas que subyacen en la sociedad en red extremadamente tecnificada. XXII
Cada parte del libro podría constituir un volumen en sí mismo. La necesidad de dar mayor agilidad al texto, y la intención de no convertir el libro en una enciclopedia, nos han decidido a describir someramente los temas y dejar al lector que se introduzca con mayor profundidad en lo que le resulte más interesante. De esta manera, hemos decidido dar múltiples referencias a pie de página, todas accesibles desde Internet hoy.
PARTE
I
Geopolítica, geoeconomía y globalización
CAPÍTULO
1
La economía del mundo
Índice Antecedentes geopolíticos, 3 El despertar de la economía global, 5 Economía y poder, 6 Dinámica de los mercados, 7 Lo privado y lo público, 9 Las claves de la economía internacional, 11 El estado de las sociedades opulentas, 17
Antecedentes geopolíticos En los primeros días de agosto de 1914 Gran Bretaña entraba en guerra con Alemania. El motivo: proteger a Bélgica de los alemanes que habían invadido Francia a través de ese país. El 28 de junio, Austria, por su parte, declaró la guerra a Serbia como consecuencia del asesinato del heredero del trono austro-húngaro en Sarajevo. Se iniciaba la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial. La Primera Guerra Mundial fue un cataclismo político y económico. En lo político, destruyó los imperios otomano y austriaco, que se convirtieron en una pléyade de pequeños e inestables Estados. A lo que se añadió la desaparición de la Rusia zarista, que sería reemplazada por la comunista. En lo económico, situó a Europa detrás de Estados Unidos; pues si antes de la contienda la libra era considerada as good as gold, desde el inicio de la guerra perdía ese rol y era sustituida por el dólar. La guerra, además, sentó las bases de la Segunda Guerra Mundial, ya que la Conferencia de Paz llevada a cabo a su término, ni logró una paz justa ni resolvió los problemas que había sobre la mesa.
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CAPÍTULO 1
LA ECONOMÍA DEL MUNDO
Alemania, por su parte, fue la gran perdedora. Sus colonias eran distribuidas entre los vencedores y quedaba obligada a pagar las «reparaciones» de la guerra: una enorme suma de 20.000 millones de marcos de oro, a la que se añadían el 25% de su producción de acero y carbón, el 15% de su producción agrícola y el 75% de su mineral de hierro. Una exigencia desmesurada que explotaría años más tarde. El tratado de paz de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919, sirvió para muy poco: no se incluía ninguna provisión para la rehabilitación económica de Europa. En concreto, obviaba incluir ciertos aspectos esenciales: •hacer que los desaparecidos imperios centroeuropeos se constituyeran en naciones estables en buena armonía unas con otras; •obligar a la URSS a aceptar un mínimo de condiciones; •promover algún tipo de solidaridad económica entre los aliados, incluido el ajuste financiero de Italia y Francia, así como el de otros países; •evitar a Alemania las enormes cargas que se le imponían: obligaciones imposibles de mantener en el largo plazo.
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Una situación que hace comprensible el porqué de la crisis económica de 1929 –la Gran Depresión– y de la Segunda Guerra Mundial. Los efectos de la crisis del 29, iniciada en la abrupta caída de la bolsa de Wall Street en octubre de ese año, tuvieron un impacto mundial: miles de empresas cerraron sus factorías y el desempleo alcanzó tasas enormes en casi todos los países; muchos bancos quebraron, lo que agravó la situación económica por el colapso del crédito; y la pobreza se diseminó en los estratos de las clases medias, crecieron los suicidios y estallaron los problemas sociales de manera generalizada. Los años posteriores al armisticio de 1918 conocieron, además, otros cambios no menos importantes: en 1920 se constituía el Partido Comunista francés; en 1922 los fascistas de Mussolini tomaban el poder en Italia; en 1923 Hitler entraba en escena, apareciendo la Alemania nazi; en 1924 Stalin imponía su poder y extendía el terror en Rusia; y, finalmente, en 1932 Roosevelt hacía su propia revolución en América con la doctrina del New Deal, y surgía la economía de mercado en fuerte contraposición con el colectivismo soviético y el marxismo económico. En este caldo de cultivo nace la Segunda Guerra Mundial el primero de septiembre de 1939. Su causa: la invasión alemana de Polonia. Durante seis años la tragedia se ceba en Europa y en Japón, principales escenarios de los conflictos. En el conflicto mundial de 1939 a 1945 perdieron la vida 55 millones de personas. Un hecho premonitorio en las palabras de Henry
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 1
Ford cuando en 1926 escribía en su libro Today and Tomorrow1: «Pero la guerra no es una causa. Es un resultado. Es el resultado de la pobreza –sobre todo de la pobreza de pensamiento–. En tanto que haya grandes masas de población viviendo en un estado de pobreza, habrá guerras».
El despertar de la economía global La globalización es un proceso por el cual la economía de las naciones se hace más interdependiente; lo que incluye también aspectos sociales, culturales y políticos. Un hecho que promueve la globalización de la cadena de valor de las organizaciones multinacionales que, a su vez, incrementan la interdependencia global. Se trata de un nuevo orden socioeconómico con cuatro características principales: •movimientos masivos de personas de un país a otro; •importante flujo de capitales entre fronteras; •intensificación del comercio internacional; y, muy singularmente, •fuerte innovación tecnológica. El final de la Segunda Guerra Mundial trajo un nuevo mundo dividido en bloques fuertemente distantes, con Alemania dividida y en un estado de guerra larvada: la Guerra Fría. La Guerra Fría fue, entre otras consideraciones, la consecuencia del incumplimiento por parte de Rusia de los acuerdos de Yalta. Una localidad en Crimea (Ucrania) donde las tres potencias del momento (Rusia, Estados Unidos e Inglaterra) acordaron a principios de febrero de 1945 la configuración de la Europa de la postguerra. Allí, Rusia ocultó sus verdaderas intenciones, tal como se ha conocido por los documentos del RGASPI (Russian State Archive for Socio-Political History) y los archivos del ARAN (Archives of the Academy of Sciences of the Russian Federation)2. La URSS y los Estados Unidos entraron rápidamente en confrontación. No exactamente según una guerra al viejo estilo, sino manteniendo su lucha en los planos geopolítico y geoeconómico. Europa quedó así dividida en dos bloques, uno de los cuales iniciaba su reconstrucción con la ayuda americana del Plan Marshall. Un total de 12.400 millones de dólares distribuidos entre 17 países. Francia con casi 3.000 millones e Inglaterra con unos 3.300 eran las más favorecidas. España quedó excluida. 1 2
Reeditado por Taylor & Francis en 2002. Ethan Pollock. Working Paper No. 33, Conversations with Stalin on Questions of Political Economy. Woodrow Wilson International Center for Scholars. Julio de 2001. http://www.wilsoncenter.org/topics/pubs/ ACFB07.pdf
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CAPÍTULO 1
LA ECONOMÍA DEL MUNDO
El Plan Marshall constituyó un primer paso en el desarrollo de una política económica de carácter global. Entre sus objetivos estaban: primero, asegurar la paz; segundo, disponer de un instrumento para generar prosperidad económica mediante un círculo virtuoso entre la economía estadounidense y la europea; y, finalmente, consolidar la integración europea por medio de acciones económicas transnacionales. Además, esta iniciativa impulsó la creación de la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE) encargada de gestionar las ayudas económicas del Plan Marshall, sustituida en 1961 por la OCDE. Una institución que sería el antecedente de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA) que, a su vez, sentó las bases para el establecimiento de la Comunidad Económica Europea y, por consiguiente, de la Unión Europea que hoy conocemos.
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El Plan Marshall fue, a su vez, la consecuencia de los acuerdos de Bretton Woods firmados en 1944 en plena guerra. Un serio intento de establecer reglas globales en las relaciones comerciales y financieras de los países industrializados. En paralelo, se creaba el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y se consolidaba el dólar como la moneda de referencia a nivel internacional. El objetivo principal de Bretton Woods se dirigía a promover el libre comercio y evitar las malas consecuencias de los proteccionismos anteriores a la Primera Guerra Mundial. En definitiva, se perseguía un esquema de seguridad económica global mediante las organizaciones que le dieran la necesaria estabilidad. La URSS, por su parte, apostaba por el dominio político. En septiembre de 1947 creaba el Kominform, la Oficina de los Partidos Comunistas y Obreros. Una organización que agrupaba a los partidos comunistas de Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria y Rumanía, además de los importantes partidos comunistas de Francia e Italia. Un instrumento político utilizado por Moscú para hacer frente a la estrategia que Estados Unidos escondía detrás del Plan Marshall.
Economía y poder Tanto la visión capitalista del mundo, como su opuesta la socialista, y las diferentes mezclas entre ambas, han demostrado a lo largo de la historia que dinero y poder tienden, en general, a confundirse. Intuitivamente, se entiende que el poder es una fuerza capaz de producir cambios según el deseo de quien lo posee. Es decir, que alguien tendrá poder sobre otro si logra que este realice algo que sin su influencia no ejecutaría. Sin embargo, en la práctica, definir con exactitud qué es el poder
GEOECONOMÍA
El poder económico ha estado siempre ligado a la capacidad de influir en el comercio y en la producción de bienes ejerciendo un predominio sobre las reglas existentes, ya sea con imposiciones políticas o desde el dominio empresarial. Ambas situaciones son, en teoría, diferentes; ya que el poder económico ejercido desde la esfera política suele ir acompañado de acciones impositivas, mientras que el poder económico basado en la competencia influye desde el atractivo comercial o tecnológico, por poner dos ejemplos evidentes. La política, por su parte, trata de usar la economía para sus fines. Como también los intereses económicos abusan, a su vez, de la política. Pero hay una gran diferencia entre economía y política: la economía es una ciencia y, como tal, debiera ser moralmente aséptica. La política, como se suele decir, es un arte, y sus acciones, o son morales o no lo son. El final de la Segunda Guerra Mundial asentó dos visiones económicas contrapuestas: el capitalismo liberal y el socialismo en sus distintas vertientes. Uno, abogando por dejar hacer a las fuerzas del mercado, y el otro apoyándose en el materialismo histórico. Ambos, sin embargo, con difíciles equilibrios entre el poder político y el económico que optaban por mantener su primacía en una suerte de lucha soterrada. Tan es así, que la ideología más extendida durante el siglo XX, la social-democracia, abogaba por un correcto equilibrio entre poder político y poder económico sin resolver definitivamente la cuestión, como se ha podido comprobar en la crisis económica de 2008, aún vigente, donde ciertos Estados democráticos han intervenido algunas empresas estratégicas de manera muy directa. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, poder político y poder económico han llegado con frecuencia a confundirse, no estando muchas veces claro dónde se encuentra la frontera entre uno y otro. De manera que, como veremos en un capítulo específico más adelante, se llega a denominar «guerra económica» a la lucha incruenta de unos Estados con otros para mantener la primacía económica de empresas privadas que optan por imponerse en mercados foráneos.
Dinámica de los mercados Un mercado, como es sabido, es el lugar donde compradores y vendedores intercambian sus propiedades o las de terceros en forma de bienes o ser3
Ballinger Publishing Company, 1981.
CAPÍTULO 1
se torna difícil; tal como dice Jeffrey Pfeffer en Power in Organizations3: «Puede ser difícil definir lo que es el poder, pero no es difícil reconocerlo».
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LA ECONOMÍA DEL MUNDO
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vicios. En la antigua Roma, por ejemplo, ya existían plazas a las que acudían compradores interesados en adquirir los productos que precisaban. Allí se vendía oro, hierro, estaño, vino, aceite, textiles, y un largo etcétera de otros productos que provenían de Hispania o Cartago e, incluso, de tierras lejanas de África. De ahí que la palabra mercado tenga su origen en la latina mercatus que, a su vez, proviene del verbo mercari, comprar. Un lugar, el mercado, que puede ser físico o virtual en caso de operar electrónicamente. Mercados que, además, pueden realizar sus actividades libremente, estar condicionados o, simplemente, estar intervenidos. En la vida diaria coexisten diferentes tipos de mercados que funcionan dinámicamente y, por tanto, son susceptibles de inestabilidades y cambios. A veces son sólo unos pocos productos los que compiten unos contra otros, haciendo difícil la aparición de nuevos entrantes; mientras que en otros casos existe un continuo flujo de entradas y salidas en el que la vida de algunos productos es muy corta. En todos los casos las fuerzas de la oferta y la demanda interactúan entre sí, y los precios son, normalmente, el elemento determinante. Aunque los precios por sí solos no pueden explicar toda la dinámica de los mercados, pues intervienen también otros factores como son las influencias regulatorias, los comportamientos sociales, e incluso los fenómenos psicológicos, que juegan en multitud de ocasiones un papel esencial. Aspecto este que resulta determinante en los mercados libres por excelencia, como son las bolsas de valores. Los mercados regulados, por su parte, y muy especialmente los denominados servicios públicos como, por ejemplo, la generación y distribución de electricidad, las telecomunicaciones, el gas natural, la distribución de agua, los servicios de correos, los transportes por ferrocarril, etc., suelen tener esquemas rígidos y, usualmente, el precio no suele ser la clave en las operaciones de compra-venta, aunque afecte a otros elementos macroeconómicos como, por ejemplo, la inflación. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los años ochenta, los mercados operaban bajo un proteccionismo generalizado. Una situación que apoyaba la sustitución de importaciones. Ya que muchos gobiernos pensaban que el mercado libre impedía la industrialización local y, en consecuencia, hacía más vulnerables las economías nacionales respecto de las foráneas. La estrategia, por tanto, se orientaba a sustituir las importaciones mediante la promoción de las exportaciones y la protección de los mercados interiores a la invasión de los productos de importación. Situación que cambió drásticamente en los años siguientes al iniciarse los movimientos privatizadores. Tendencia que se generalizó tanto en países industrializados como en aquellos en vías de desarrollo.
GEOECONOMÍA
Lo privado y lo público Los países aliados, y muy especialmente Europa, mantuvieron durante muchos años después de la Segunda Guerra Mundial una economía «mixta», en la que existía una suerte de equilibrio entre la propiedad privada y la pública con empresas en ambos lados. Quedando en propiedad del Estado todo lo relativo a los servicios públicos, amén de otras industrias consideradas estratégicas, incluida la banca. Esta situación condujo, particularmente en Europa y Japón, a una fuerte presencia del sector público en la economía real. Ya que casi todos los países entendieron que la reconstrucción de la postguerra pasaba por la propiedad del Estado en industrias consideradas estratégicas. Lo cual ayudaba a mantener unas elevadas tasas de empleo porque, de facto, las empresas públicas eran agencias de contratación. El caso de Inglaterra es significativo en este sentido. El gobierno laborista se embarcó de 1945 a 1951 en un agresivo plan de nacionalizaciones: el Banco de Inglaterra y el carbón en 1945, la aviación en 1946, las telecomunicaciones, el transporte y la electricidad en 1947, el gas en
CAPÍTULO 1
Con las privatizaciones de los servicios públicos nacieron múltiples organismos reguladores en una suerte de contradicción conceptual, pues a la vez que se privatizaban los mercados, se procedía a un fuerte control estatal mediante ciertas entidades sujetas al poder político. Así, por ejemplo, en Estados Unidos, Inglaterra o España se regulaban los servicios de telecomunicaciones mediante la Federal Communications Commission (FCC), la Office of Communications (OFCOM) o la Comision del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), respectivamente, y los servicios financieros mediante la Securities and Exchange Commission (SEC), la Financial Services Authority (FSA) o la Comision Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por otro lado, se creaban organizaciones de comercio transnacionales como MERCOSUR (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil), la CEE (originalmente con Inglaterra, Francia, Benelux, Italia, y la República Federal Alemana), y otras iniciativas similares como el Tratado de Libre Comercio entre México, Canadá y Estados Unidos, o la creación de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyas decisiones causaron la primera gran crisis del petróleo de 1973. Iniciativas que paulatinamente han dado una posición muy relevante a los distintos Gobiernos en las decisiones económicas en detrimento de las decisiones privadas y, por lo tanto, en el devenir de los mercados.
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CAPÍTULO 1
LA ECONOMÍA DEL MUNDO
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1948, y el acero en 1951. Una segunda ola de nacionalizaciones se produjo en 1974 con otro gobierno laborista de la mano del primer ministro James H. Wilson, alcanzando a la industria del automóvil y a la industria naval y otras actividades tecnológicas como la industria espacial o la electrónica. De manera que, hacia 1979, el Estado inglés era propietario de más de 16.000 empresas que superaban el 10% del PIB, con una masa laboral por encima del 8% del total. Situación muy similar en otros países europeos. Aunque este estado de cosas tuvo su momento pendular en los años que van de 1977 a 1999, en los que se llevaron a cabo ventas masivas de empresas públicas, poniéndose en juego grandes cantidades dinerarias en los mercados bursátiles. Si al final de la década de 1970 los Gobiernos occidentales se orientaban hacia las privatizaciones con la apertura de los mercados, la crisis financiera de 2008, en pleno fenómeno globalizador de la economía, ha vuelto a mostrar los signos generalizados del control de lo público sobre lo privado. Así, países como Venezuela, Bolivia o Ecuador, han desarrollado programas de nacionalización muy acusados y otros, como Estados Unidos o la Unión Europea, han puesto enormes sumas para salvar empresas o bancos privados. Lo que viene a confirmar la acusada presencia de lo público en la economía al igual que sucedió en los años 1980, incluso en momentos de liberalizaciones masivas, tal como expone Jacques Attali en su libro Une brève histoire de l’avenir 4: «[…] entre 1980 y 2006, el PIB mundial se multiplica por 3, el comercio de productos industriales por 25. La producción del planeta sobrepasa los 40 billones de euros y aumenta más del 4% anualmente, velocidad jamás alcanzada en la historia. A partir de 1985, las exportaciones representan de nuevo el 13% del PIB mundial, ratio que no se había alcanzado desde 1913. Los esquemas de fuerzas se modifican: Estados Unidos se estanca, Europa inicia su declive y Asia remonta. El crecimiento anual sobrepasa en 2006 el 7,6% en Asia, un poco menos en Estados Unidos y mucho menos en Europa. De 1980 a 2006, el PIB de Asia se multiplica por 4, el de China por 3, el de Europa por 2. Entre 1980 y 2006 la participación de Estados Unidos en el PIB mundial se mantiene en el 21%, la de la Unión Europea decrece del 28% al 20%, la del Asia del Este (China, Japón, Taiwán, Corea, Singapur, Hong Kong, Malasia, Tailandia, Filipinas e Indonesia) aumenta del 16% al 28%». A la vista de lo anterior, incluso basculando el centro de gravedad económico de Occidente a Oriente, y después de la crisis financiera de 2008, se puede asegurar que la presencia pública ha aumentado muy 4
Fayard, 2006.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 1
significativamente en la economía. Situación que, como veremos en las páginas que siguen, dará más razones sobre la importancia de la geoeconomía en el devenir económico mundial.
Las claves de la economía internacional El final del siglo XX vio la eclosión de la globalización económica. Un hecho sin precedentes en la historia. Un fenómeno, iniciado con fuerza después de la Segunda Guerra Mundial, que tuvo una enorme expansión debido a la globalización del comercio mundial, lo que incluía un asombroso flujo internacional de capitales, bienes y servicios, un proceso migratorio de personas sin precedentes, y enormes inversiones de capital foráneo hacia los países productores. Comercio, movimientos de personas y producción de bienes y servicios que fueron el origen de importantes crecimientos económicos en muchos países. El proceso globalizador de la economía no ha sido, sin embargo, ajeno a la geopolítica. Se une a ella y viene influido por ella. De manera que en este devenir se pueden distinguir seis etapas que explican el camino hacia la globalización. Etapa 1: 1945-1960. La gran maquinaria industrial. De manera generalizada, la URSS y sus satélites, así como Estados Unidos y los países europeos no comunistas, se dotaron de grandes industrias: automóviles, ferrocarriles, aviación, industrias electrónicas, y obras públicas de todo tipo, que daban origen a una gran maquinaria productiva. Era la consecuencia de la enorme capacidad de producción de material de guerra de los años de la contienda, que se canalizaba ahora hacia fines pacíficos. Paralelamente, en estos años surgía un boom inmobiliario que se unía a un enorme crecimiento demográfico: el conocido baby boom. Prácticamente, el PIB de todos los países industrializados se doblaba (Figura 1.1), al igual que lo hacía el poder adquisitivo de las clases medias y el consumo; y muy especialmente en Estados Unidos, convertido desde entonces en la primera economía del mundo. Etapa 2: 1960-1973. Fuertes turbulencias geopolíticas. Los años que van de 1960 al final de esa década son años de prosperidad económica generalizada y, a su vez, de fuertes tensiones políticas que nacen de la Guerra Fría. Años que culminan con el inicio de una nueva época caracterizada por el embargo del petróleo de la OPEP. Una década de fuerte descolonización en gran parte de África, donde surgieron más de 30 nuevos países. Época de grandes cambios que conocía la llegada del hombre a la Luna, los movimientos revolucionarios en Sudamérica, el
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CAPÍTULO 1
LA ECONOMÍA DEL MUNDO
Figura 1.1 Evolución del PIB de los países más desarrollados (datos en miles de millones de dólares a precios de 1990) 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0 Estados Unidos
Reino Unido
Japón
Italia 1945
Alemania
Francia
Rusia (URSS)
1960
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asesinato de Kennedy, la guerra de Vietnam, y un largo etcétera de sucesos que culminaban en 1968 con el Mayo Francés, a la vez que la ONU lo declaraba Año Internacional de los Derechos Humanos. Años que conocían el nacimiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y la Guerra de los Seis Días de 1967, que culminaba con la ocupación israelí de los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania y de los Altos del Golán en Siria. Un tiempo, sin embargo, de fuerte crecimiento económico y de importantes logros sociales en este sentido (Figura 1.2). Etapa 3: 1973-1982. La estanflación de origen energético. Estancamiento económico y fuerte inflación es lo que se denomina «estanflación». El 6 de octubre de 1973, fiesta del Yom Kipur, una coalición de Estados árabes comandada por Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa sobre distintas localidades israelitas, a la vez que atacaban las posiciones dominadas por Israel desde la guerra de 1967. Estados Unidos apoyó a Israel y con ello dio origen al embargo de petróleo de los países árabes de la OPEP. Los precios de petróleo crecieron un 70% y su consecuencia no se hizo esperar: enorme inflación, estancamiento económico y paro. Se acababan los días de la riqueza económica de postguerra.
GEOECONOMÍA
1.800
CAPÍTULO 1
Figura 1.2 Renta per cápita (décimas de dólar) y PIB (miles de millones de dólares). Dólares de 1973
1.600 1.400 1.200 1.000 800 600 400 200
Renta per cápita
India
China
Brasil
España
Italia
Japón
Reino Unido
Australia
Holanda
Francia
Alemania
Suecia
Canadá
Estados Unidos
0
13 PIB
Fuente: http://www.nationmaster.com
Algo que, por otra parte, dio origen a un rosario de privatizaciones de empresas públicas de los servicios propiedad del Estado, sobre todo en Estados Unidos. Una situación que, en lo relativo a los precios del petróleo se agravó en 1978 con la revolución iraní y la posterior guerra entre Irak e Irán (Figura 1.3). Etapa 4: 1982-1989. Se impone el liberalismo económico. El presidente americano Ronald Reagan formaba gobierno en 1981 y lanzaba su nuevo concepto económico: el supply-side economics. Una estrategia que estimulaba la economía incentivando la producción de bienes y servicios, de acuerdo con el criterio de que la demanda crece si existen bienes que comprar. Un crecimiento económico que se sustentaba, además, en la liberalización económica y la reducción de impuestos. Esto produjo de manera casi automática mayores ingresos al Estado por el incremento de la productividad y el impulso del ahorro, lo que traía consigo una mayor creación de empleo y un fuerte crecimiento económico, a la vez que se reducían las tasas inflacionarias, logrando activar nuevamente el consumo y el crédito bancario. En Inglaterra, Margaret
CAPÍTULO 1
LA ECONOMÍA DEL MUNDO
Figura 1.3 Precio barril de petróleo (dólares 2009) 120,00 100,00 Guerra Irán-Irak 80,00 60,00
Guerra de Yom-Kïpur Embargo del petróleo
40,00 20,00 0,00 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 Fuente: http://www.bp.com
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Thatcher, elegida primer ministro en 1975, seguía el mismo criterio, iniciando con ello el thatcherismo. Y, poco a poco, el resto de países occidentales iban en la misma dirección trayendo nuevos tiempos de prosperidad económica. Una ola liberal que se extendía por los países occidentales que, de la mano de Estados Unidos, daban término al comunismo soviético con la caída del Muro de Berlín en 1989. Una época, sin embargo, conocedora de una de las mayores crisis financieras del siglo, la conocida crisis de deuda de muchos países latinoamericanos que se declararon incapaces de cumplir con sus compromisos de débito con los organismos internacionales, particularmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que condujo a no menores problemas en muchas economías occidentales hacía el final de este período. Etapa 5: 1989-2000. La sociedad interconectada. La noche del 9 al 10 de noviembre de 1989 caía el Muro de Berlín que había separado las dos Alemanias desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Las consecuencias no se hicieron esperar: el 25 de diciembre de 1991 dimitía Mijail Gorbachov, llamado padre de la Perestroika. Se desintegraba la Unión Soviética, y con ella el «sistema de bloques». Rusia tomaba el relevo como nueva potencia, y se iniciaba un nuevo orden mundial, ya que desaparecía uno de los contendientes de la Guerra Fría. Un fenómeno que dio paso a la apertura de las fronteras mundiales, al uso intensi-
GEOECONOMÍA
Figura 1.4 Media de las tasas de crecimiento del Producto Nacional Bruto (PNB) y la población en el período 1980-1995 (PP = Países pobres; PVD = Países en vías de desarrollo; PD = Países desarrollados) 7 6 5 4 3 2 1 0 –1 –2
PP
PP (ex. China e India) PNB
Fuente: Banco Mundial
Población
PVD PNB per cápita
PD
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vo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones, a la aparición de Internet, y al arranque de la globalización económica como elemento capital de esta nueva organización mundial. El comercio mundial se desarrolló de manera explosiva, como lo hicieron los avances tecnológicos en todos los campos, especialmente con el desarrollo de los microprocesadores electrónicos que revolucionaron la industria y allá donde llegaron sus aplicaciones, incluida la medicina. La economía mundial volvió a crecer rápidamente y muy especialmente los mercados bursátiles que lo hicieron al hilo de la sociedad interconectada por las telecomunicaciones y las tecnologías de la información. El mundo conocía una nueva explosión de crecimiento económico que se detenía en cierta manera por la llamada crisis de las puntocom, empresas tecnológicas que indujeron una fuerte crisis de capitales, si bien contenida en el tiempo. Un período en el que la cota de crecimiento de la población en los países no desarrollados y el PNB se mantuvieron en tasas fuertemente positivas a nivel mundial (Figura 1.4).
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LA ECONOMÍA DEL MUNDO
Etapa 6: 2000-2010. El mundo globalizado en crisis financiera global. El modelo de la década anterior entraba en crisis, quizás por su propio éxito. Japón, la segunda economía del mundo detrás de Estados Unidos, había mostrado signos de agotamiento al inicio de la década de los 1990 cuando sus bancos no pudieron aguantar la pérdida de valor de sus activos inmobiliarios que habían realizado años antes. Después vendrían las hipotecas subprime y la crisis financiera global iniciada en 2007 y que se expandía por todo el mundo occidental desde Estados Unidos a partir de 2008. Un mundo en el que las guerras son ya más económicas que reales; y en el que la globalización cultural hace más frágil el planeta, como se demostró con los atentados del 11S. Un mundo en el que la globalización económica, con sus propios desajustes, ha cambiado de mano en lo que a poder económico se refiere (Figura 1.5). Asia, cuya economía en conjunto representaba algo menos del 20% del total en 1970, superaba el 28% en 2007, mientras que la Europa comu-
Figura 1.5 Tasas de crecimiento del PIB en varias zonas del mundo (datos previsionales para 2010 y 2011) 16 14 12 10 8 6 4 2 0 –2 –4 –6 –8
Estados Unidos
UE-15
Japón 2000-2008
China 2009
2010
Fuente: The Conference Board: http://www.conference-board.org
India 2011
Otros Asia
GEOECONOMÍA
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nitaria caía del 34% al 25% en el mismo período, a la vez que Estados Unidos, que mantenía su peso en torno al 33%. Un mundo que, al inicio de la segunda década del siglo XXI, se mantiene fuertemente condicionado por los equilibrios geopolíticos y tiene ante sí difíciles desafíos tanto económicos, como políticos y sociales.
El estado de las sociedades opulentas La economía mundial que tenía en 1970 un PIB total de unos 15 billones de dólares5, superaba los 40 billones en 2007. El mundo era más rico, en general. La Sociedad Opulenta americana de Galbraith6 se generalizaba al hilo de la globalización económica. Sin embargo, esta situación presenta a día de hoy importantes desafíos que condicionan el crecimiento económico y la prosperidad futura de pueblos y personas. Desafíos que quedan englobados en lo siguiente: 1. El reparto dispar de la riqueza y la pobreza de los pueblos del Tercer Mundo y muchas personas del Primer Mundo. Actualmente existen unos 1.400 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza (ingresos de un dólar diario) en naciones igualmente pobres (más de 60 países están en esta situación), a lo que se añaden las clases marginadas de las naciones desarrolladas. 2. El precio de las materias primas y de los productos agrícolas, incluyendo los minerales estratégicos, y muy especialmente el petróleo, que en julio de 2008 alcanzó casi los 150 dólares el barril, y que la crisis financiera no ha ayudado disponer de las inversiones necesarias para mejorar la cadena de valor de esta industria. Todo apunta a una nueva escalada de precios en el próximo futuro, quizás antes de 2013, y su efecto incidirá negativamente en los países más pobres. 3. El precio del petróleo y el de los alimentos está íntimamente conectado: el petróleo incide en el precio de los fertilizantes y de la energía necesaria para las labores agrícolas y el transporte; a lo que se suma la producción de productos bioenergéticos que disminuyen las tierras cultivables e inciden en el aumento del problema del agua. Una situación que será muy difícil de mantener en el largo plazo, pues se espera un crecimiento de la demanda respecto de la actual del 50% para 2030. 4. El discutido aspecto del cambio climático que, según demostraron las reuniones de 2009 en Copenhague, anticipa un aumento de la 5 6
Se entiende billón como un millón de millones según la acepción española. John Kenneth Galbraith. The Affluent Society. Houghton Mifflin Harcour, 1998.
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LA ECONOMÍA DEL MUNDO
temperatura media del planeta de tres grados centígrados en este siglo. Una situación de evidentes efectos sobre la economía, perjudicando especialmente a los países más pobres, a lo que hay que sumar el problema del agua y las guerras soterradas que existen sobre este elemento esencial para la vida y el progreso de los pueblos. 5. Los conflictos geoestratégicos y las guerras, estando los primeros muy concentrados en diversas zonas: Afganistán, Oriente Medio, el golfo de Bengala y la cuenca de Arabia, y Corea, principalmente. A lo que se añaden las guerras continuadas en África: Liberia, Sierra Leona, Zaire, etc., sin olvidar otros conflictos «menores» como la piratería en la zona de Somalia, los problemas internos en Pakistán o la India, y las inestabilidades en amplias zonas de Sudamérica, o incluso en países como México.
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6. Y, finalmente, la crisis financiera, la deuda y el déficit mundial en una sociedad altamente interconectada en sus actividades económicas y políticas. Lo que añade riesgos enormes a la estabilidad económica mundial, a la vez que reclama una presencia cada vez mayor de los poderes públicos que han de tomar decisiones de carácter multinacional, como viene sucediendo con el G20 desde que se inició la crisis financiera global. Aspectos todos ellos de marcada influencia política y económica en una conjunción que determinará el devenir del mundo en el siglo XXI. Es decir, problemas todos ellos que entran de lleno en el marco de la geoeconomía.
CAPÍTULO
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Geopolítica y geoeconomía
Índice Geopolítica y relaciones internacionales, 19 Los equilibrios de poder, 21 Geopolítica del miedo, 23 Naciones dominantes y naciones dominadas, 25 Geoeconomía, geoestrategia y geopolítica, 27 Geoeconomía, geografía y geopolítica, 28 El resurgir de la geoeconomía en el siglo XXI, 30 Los Estados y la geoeconomía, 31
Geopolítica y relaciones internacionales A primeros del mes de agosto de 1990 Irak invadió Kuwait bajo el pretexto de que los kuwaitíes estaban robando su petróleo mediante la técnica de la perforación direccional (slantdrilling). La respuesta no se hizo esperar. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió una resolución por la cual se imponían importantes sanciones al país invasor, obligando a la congelación de las importaciones y las exportaciones de productos de Irak o Kuwait, y cerrando los mercados financieros mientras se mantuviera la agresión. Sin entrar en las causas de la invasión, ni en los porqués de la reacción del Consejo de Seguridad de la ONU, este hecho muestra los elementos de la geopolítica: «una acción de origen político ejercida mediante la fuerza sobre un territorio ajeno». Nada nuevo, pues estos hechos han marcado la historia de la humanidad durante milenios. Sin embargo, este término, la geopolítica, aunque surgido a finales del siglo XIX bajo las consideraciones del geógrafo alemán Friedrich Ratzel,
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tomó relevancia después de la Segunda Guerra Mundial y, muy singularmente, al término de la Guerra Fría. Ya que al desaparecer la situación de rivalidad entre los dos bloques, surgieron nuevas reivindicaciones territoriales, generalmente basadas en fundamentos económicos. Un nuevo contexto, diferente a otras situaciones históricas anteriores, que no se explica suficientemente ni por consideraciones de geografía política, ni por intereses de poder. Básicamente, porque con este nuevo orden geopolítico salen a escena cinco elementos que no existían con igual fuerza en el pasado: 1. Un imparable progreso tecnológico, según el cual el hombre pasa de luchar contra el entorno físico a influir determinantemente sobre él. 2. Una nueva situación, según la cual el dominio económico ya no depende del tamaño del territorio o del número de habitantes hábiles para la guerra, sino, al contrario, de la capacidad tecnológica o de los recursos naturales estratégicos que allí residen.
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3. Un nuevo orden político, según el cual las decisiones de los organismos internacionales, unidas a la diseminación global de la información, evitan que se consoliden las acciones de fuerza, como se ha mostrado en el caso de Kuwait al inicio de este capítulo. 4. La desaparición de las fronteras como elemento contenedor de posibles acciones de fuerza política o económica, tal como demostraron los ataques terroristas del 11S de 2001 en Nueva York o del 11M de 2004 en Madrid, o los múltiples conflictos en los que fuerzas internacionales irrumpen lejos de sus fronteras en un territorio dado. 5. Y, finalmente, nuevos fenómenos globales, como son: la explosión demográfica, que estima un total de 9.000 millones de personas en el mundo para 2050, el cambio climático, el fin del petróleo barato y abundante, los problemas del agua, las migraciones masivas, los nacionalismos intra-fronterizos, y un sinfín de otros problemas según los cuales grupos humanos, Gobiernos o naciones buscan, sin declarar la guerra, el dominio de territorios (físicos, económicos o, incluso, virtuales) que anteriormente no les pertenecían. Sin embargo, aún hay más. Al considerar el territorio, la geopolítica del siglo XXI se adentra en un espacio global, ya que el ejercicio del poder se extiende a otras zonas que no se ciñen a una geografía física concreta, tal como sucede con el ciberterrorismo, la droga, la piratería, la degradación del medioambiente, o las epidemias de sida, por ejemplo. Situaciones que se dan a escala mundial. A lo que habría que añadir otros conflictos de índole cultural o religiosa que, fuera de fronteras específicas,
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En este marco, las relaciones internacionales toman un diferente cariz pues incluyen, además de los factores políticos tradicionales, otros nuevos de orden cultural o socioeconómico. De manera que, si históricamente las relaciones internacionales hacían referencia a interacciones entre países, su campo de acción excede hoy con mucho esquemas bilaterales. Pues en el contexto geopolítico actual existen una multitud de polos de influencia que escapan de la relación uno a uno o uno a varios, y hay que tener en cuenta, por ejemplo, a otras organizaciones supranacionales que intervienen fuera de las propias fronteras de sus miembros como viene dicho. Organizaciones que, además, pueden ser no gubernamentales o, simplemente, delictivas, y que tienen efectos determinantes sobre la diplomacia, la política o el comercio mundial. A lo que se suman otros aspectos como las sanciones o bloqueos económicos, el uso de la fuerza militar multinacional, el espionaje o la propaganda ejercida fuera de las fronteras del país o los países que los dirigen. Resultando que, en el marco geopolítico actual, los objetivos nacionales quedan, a veces, supeditados a otros de naturaleza multinacional, en un prisma altamente complejo que incluye aspectos tan propios del dominio de un país como son la seguridad nacional, las decisiones económicas, la justicia, e incluso otros ámbitos como la identidad nacional o el mantenimiento del dominio territorial.
Los equilibrios de poder En 1943, los aliados estaban convencidos de que Alemania perdería la guerra, sobre todo después de la batalla de Stalingrado (junio de 1942 a febrero de 1943). Algo que dejaron patente los tres actores principales del momento –Estados Unidos, Inglaterra y Rusia– en la conferencia de Casablanca de enero de 1943 y en la de Teherán a finales de noviembre de ese mismo año. Sin embargo, los soviéticos, después de las enormes pérdidas sufridas en su lucha contra los alemanes, no acababan de aceptar las opiniones del resto de los aliados, pues entendían que estos retrasaban sin motivos aparentes la invasión en Europa; y, a la vez, los occidentales desconfiaban de los soviéticos pues creían que su objetivo era la expansión territorial hacia el oeste, como así fue. Una situación que la Guerra Fría mantuvo en un equilibrio inestable, debi1
The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order. Simon & Schuster, 1998.
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llegan a tener la consideración de choque de civilizaciones según expresión de Samuel Huntington1.
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do sobre todo al poder nuclear desarrollado por los dos contendientes principales. Un equilibrio militar que se mantuvo durante años entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el Pacto de Varsovia. Fuera de las fronteras europeas, ese equilibrio geopolítico no evitó una lucha por el poder económico dentro de dos modelos contrapuestos: el capitalismo y el comunismo. La Doctrina Truman, según la cual Estados Unidos debía sostener a las democracias allí donde estuvieran, llevó a desarrollar una política decididamente anticomunista. Política que, entre 1950 y 1956, en plena Guerra Fría, condujo a la famosa caza de brujas impulsada por el senador McCarthy para erradicar el comunismo dentro del propio país. Una forma de pensar que llevó a Estados Unidos a desarrollar operaciones militares o de inteligencia a escala global: Guatemala, Cuba, Irán, Indonesia, etc. A la vez que la Unión Soviética concentraba sus esfuerzos en mantener, también globalmente, una gran variedad de movimientos comunistas o pro-comunistas en muchos países de África, Asia o América Latina, esparciendo el comunismo por las tierras del Tercer Mundo. En esta atmósfera se llega a la crisis de los misiles de Cuba que, finalmente, condujo a la firma en 1963 de un tratado de contención nuclear por parte de los dos actores principales. Año que algunos sostienen como el fin real de la Guerra Fría. Nuevo contexto que permitió aumentar el comercio enormemente entre los países de ambos bloques; tan es así que, hacia 1970, comenzaron a normalizarse las relaciones entre las dos potencias dominantes. Situación favorecida por el deterioro de las relaciones entre China y la Unión Soviética, cuyo origen estuvo en la negativa de la URSS en ayudar a China para desarrollar su potencia nuclear, a lo que se añadieron los conflictos fronterizos en Manchuria. Unos equilibrios que de manera paulatina, y al hilo del poder nuclear, pasaron de la situación bipolar anterior a un esquema de multi-ejes con cinco actores principales: Estados Unidos, la URSS, Europa occidental (fundamentalmente, Francia e Inglaterra), Japón y China. Situación que se trasladaba a las Naciones Unidas, cuyo poder efectivo seguía residiendo en el Consejo de Seguridad donde el veto de los miembros permanentes (China, Estados Unidos, Rusia, Francia e Inglaterra) era clave. Una situación que aún continúa. Al final del siglo XX esos equilibrios de poder se hacen cada vez más complejos. Por un lado, algunos de los países provenientes de la descolonización de los imperios británico y francés se proclaman «no alineados» en la Conferencia de Bandung en 1955. Países pobres en su mayoría que conforman lo que posteriormente se denominó el Tercer
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Mundo. Algunos de los cuales han mantenido conflictos internos desde entonces, e incluso han entrado en guerras entre sí. Situación que, en bastantes ocasiones, ha condicionado las relaciones internacionales por la propia internacionalización de los conflictos. Algo que la globalización ha complicado grandemente, en especial porque ciertos países originalmente «tercermundistas» son ya hoy potencias regionales. Tal es el caso de la India, Brasil o Indonesia. A lo que se añade China como potencia económica y política global. Una situación que, unida al papel de la OPEP en el control de la mayoría de los recursos petrolíferos mundiales, condiciona los equilibrios de poder de manera muy diferente a como se encontraban antes de la caída del Muro de Berlín en plena Guerra Fría.
Geopolítica del miedo El mundo global, particularmente después de los ataques terroristas a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, vive bajo la geopolítica del miedo. A ello se suman otros efectos que inciden en la misma dirección, como son: las migraciones masivas, las epidemias globales, las crisis financieras o las catástrofes medioambientales. Una geopolítica de corte sentimental que, en su conjunto, tiene su base en el hecho de que las personas viven hoy «emocionalmente» y en tiempo real los sucesos trascendentes del mundo. Consecuencia de existir unos medios de comunicación que proporcionan una información inmediata, global y, sobre todo, muy sensible en su presentación. Algo bien conocido y utilizado por ciertos grupos o países que pretenden extender su influencia o conseguir sus objetivos a través del miedo. El mundo de hoy es, debido a esta circunstancia, más vulnerable; en el sentido de que la sociedad en su conjunto percibe los riesgos con mayor crudeza. Siendo uno de los asuntos políticos más trascendentes el ofrecer seguridad ante la inseguridad que transmite el mundo global. De ahí que ciertas organizaciones, como por ejemplo Al Qaeda, conozcan perfectamente los mecanismos necesarios para inducir el terror. Circunstancia que, en su cara opuesta, ha llevado a algunos Gobiernos, incluso democráticos, a desarrollar políticas de corte represivo para lograr sus fines políticos; o que sin ser represivas utilizan el «miedo» para obtener réditos de orden político. Pánico o miedo que, a veces, es más imaginario que real. Piénsese, por ejemplo, en los controles de muchos aeropuertos occidentales, o cómo la diseminación del miedo tiene «secuestradas» emocionalmente a ciertas poblaciones en Uzbekistán, Colombia, o Irak.
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La geopolítica del miedo se encastra igualmente en otros aspectos culturales y sociales; en los cuales surgen de forma dirigida pero, aparentemente, espontánea, movimientos sociales de rechazo a estructuras políticas estructuradas. Aprovechándose de las situaciones de caos producidos por desastres naturales o fallos en las instituciones democráticas, que inducen a cuestionar socialmente los sistemas en su conjunto. Ofreciendo nuevas vías de organización social como respuesta a la ineficacia de los organizaciones políticamente estructuradas. Así, han surgido los movimientos «anti-sistema» o los actos de desobediencia civil tan comunes en los países democráticos occidentales, al igual que los movimientos antiglobalización que se concentran cada vez que se realiza una reunión del G8 o del G20. Movimientos que, a nivel local son, a veces, estimulados por los propios integrantes del poder o por sus oponentes. Se trata, sin embargo, de nuevas formas de ocupación del poder político y económico desde dentro, que utiliza la geopolítica del miedo utilizando bien conocidos resortes de «marketing» social para estimular el descontento y las emociones que, en muchas ocasiones, provienen de un mal funcionamiento del mundo económico y político globalizado. Resortes perfectamente coordinados, en múltiples casos, desde las redes sociales o los teléfonos móviles mediante masivos mensajes sms, donde la tecnología permite dirigir las frustraciones sociales de una manera rápida y contundente. Geopolítica del miedo que tiene efectos a nivel macro y a nivel micro. Ahí están los últimos ejemplos de Egipto que trajeron la caída del presidente Mubarak, o también de Túnez y otros países del área; como también, en forma soft, el antiguo movimiento Nunca Mais en España surgido con el vertido del pretrolero Prestige en las costas gallegas, o en un contexto diferente, la campaña electoral del presidente Obama en su carrera hacia la presidencia de Estados Unidos. O, también, en sus aspectos más globales, la segunda guerra de Irak ante la utilización de armas de destrucción masiva o la guerra de Afganistán en contra del terrorismo internacional. Situaciones que la entonces Administración Bush utilizó como móvil principal para la invasión de Irak por fuerzas internacionales. Sin embargo, con el miedo, se adhiere la esperanza de un cambio de situación. Miedos y esperanzas infundados que movilizan a muchas capas sociales. Y es aquí donde se suelen encontrar la geopolítica y la geoeconomía. Ambas justificando acciones difíciles de concebir, como la comentada guerra de Irak, y que en los próximos años al hilo de la supremacía económica de China, los hay que sostienen que Davos acabará moviéndose de Suiza a Beijing2.
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http://faculty.washington.edu/sparke/FearHope.pdf
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En el mundo actual el concepto tradicional de nación tiene, en cierto sentido, un difícil significado. En muchos aspectos, y para muchos pueblos, la idea de nación se circunscribe a un grupo humano que comparte una identidad o un destino común. Hecho que se complica aún más al considerar el Estado-nación. Un término que apunta a Estados plurinacionales, como puede ser el caso de Rusia, China o Bélgica. Y, también, a Estados que incorporan nacionalidades históricas, como es el caso de España. Sin olvidar a aquellas naciones sin Estado, tales como Tíbet o Palestina. De esta manera, se podría decir que hoy el fundamento de una nación es la especial relación o afinidad que agrupa a los miembros de una comunidad que comparten hechos diferenciadores (culturales, económicos, etc.), y que les hace sentirse únicos y diferentes a otros que conviven con ellos, o cuyas teóricas fronteras les separan del resto del Estado legal en el que se imbrican. Y es que, si el concepto de nación o, en su extremo, del Estado-nación, es complejo en su comprensión, no lo es el del Estado como tal. Ya que el Estado tiene una base jurídica que lo estructura para dirigir políticamente a una determinada nación. Es decir, que si la relación entre los miembros de una nación es de afinidad personal, o incluso sentimental, dentro de un Estado esa relación tiene una base legal. Por ello, no todas las naciones tienen Estado, y algunas naciones se dividen en diferentes Estados, caso de Estados Unidos: un país en el que el sentimiento nacional es muy fuerte, no siéndolo en absoluto el de pertenencia a un Estado común. Por decirlo de otra manera: se oirá allí decir con frecuencia «soy americano» y casi nunca se oirá decir «soy estadounidense». Concepto este que, para los americanos, no tiene sentido, ni cultural ni político. Mientras que en otros pueblos sin Estado que tienen un «sentimiento» nacional arraigado se da el caso contrario, siendo para ellos adecuado decir «soy tibetano» y, en absoluto, «soy chino», por poner un ejemplo. El nacionalismo, por tanto, tiene la fuerza de la identidad que da a los que se agrupan en torno a él, aunque puede llevar a actitudes políticas exacerbadas que acaban en violencias terroristas o exclusiones sociales intolerables. Una situación que en el mundo globalizado abre perspectivas de enorme riesgo social, incluso en países avanzados económica, política y socialmente, como pueden ser Bélgica o España. La geopolítica tiene como uno de sus ejes fundamentales todo lo que concierne al territorio, sea perteneciente a una nación o no, sea un lugar
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Naciones dominantes y naciones dominadas
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físico o no; es decir, donde se da la conexión entre poder y dominio territorial. Con lo que cabe hablar de geopolítica en naciones, en Estados o, simplemente, en territorios sin más. Territorios en los que conviene referir tres importantes aspectos: •Las fronteras, sean estas exteriores o interiores. Pudiendo ser las primeras existentes jurídicamente o no; como sucede, por ejemplo, con el territorio palestino desde 1948, o con las fronteras del pueblo kurdo desde el final de la Primera Guerra Mundial. Y las segundas, las interiores, aun existiendo en realidad, son frecuentemente origen de problemas geopolíticos, ya sea por desigualdades entre circunscripciones electorales o por desequilibrios de corte demográfico. •Las ciudades, que influyen de forma determinante en la vida política, la economía, la información, la cultura y en todo el amplio panorama de las relaciones sociales. Ciudades que en 2008 contenían el 51% de la población mundial, y que llegarán a tener el 60% de la misma hacia 2020. Lo que en China será del orden del 70% en 2030. Una situación que ocasionará nuevos e importantes problemas en múltiples órdenes.
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•Los recursos naturales. Enorme fuente de tensiones y conflictos, y causa primera de los impulsos de dominio de unas naciones sobre otras, o de unos territorios sobre otros. Recursos naturales que se encuentran distribuidos con gran desigualdad y diversidad a lo largo de la geografía mundial. De tal manera que potencias como China están muy parcamente dotadas en relación con sus necesidades. Y donde se da la circunstancia de que países «perturbadores» como Venezuela, Irán, Sudán, etc., son extremadamente ricos en una gran diversidad de ellos. Recursos vitales a veces, como el agua, que son origen de importantes conflictos, como es el caso del Eufrates, el Tigris o el Nilo. Recursos estratégicos para el sostenimiento de la civilización tal como la conocemos, como el petróleo, el uranio, y ciertos metales como el zinc, plomo, cobre, etc. que, a veces, se dan en lugares de fuertes tensiones geopolíticas. O, finalmente, los biocombustibles, causa de acciones geopolíticas de muy largo plazo, como pudo ser el contrato firmado por la compañía coreana Daewoo Logistics con Madagascar para la explotación de 1.300.000 hectáreas a fin de producir aceite de palma de maíz. Una situación que en el contexto geopolítico global induce movimientos de dominio entre naciones, entre regiones o entre grupos sin entidad nacional, siempre con el objetivo de imponer por medios pacíficos o bélicos la supremacía de unos sobre otros, y siempre desde posiciones marcadas por intereses económicos.
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Edward Luttwak, profesor de la Universidad Georgetown, escribió en 1990 un premonitorio artículo en la revista The National Interest: «From Geopolitics to Geoeconomics: Logic of Conflict, Grammar of Commerce». Allí apareció por vez primera el término que da título a este capítulo. Según Luttwak, «la geoeconomía es el mantenimiento de la antigua rivalidad existente entre las naciones utilizando medios económicos en lugar de bélicos». Lo que amplió en 1993 en su libro The Endangered American Dream3, indicando que «la geoeconomía mide el progreso mediante la participación que un determinado producto alcanza en el mercado, en lugar de centrarse en el avance que una fuerza militar realiza sobre el mapa». En Europa, esta idea fue ampliamente desarrollada por Pascal Lorot, fundador y director de la revista francesa Géoéconomie que, en 1990, con una visión similar, define la geoeconomía como «el análisis de las estrategias de orden económico –especialmente comerciales–, decididos por los Estados en el contexto de las políticas conducentes a proteger las economías nacionales o ciertos elementos bien determinados de éstas, a adquirir el dominio de ciertas tecnologías claves y/o a conquistar ciertos segmentos del mercado mundial relativos a la producción o comercialización de un producto o de una gama de productos sensibles, sobre los cuales, su posesión o su control confiere a los detentadores –Estado o empresa nacional– un elemento de poder o de proyección internacional y contribuye al reforzamiento de su potencial económico y social». Un poder que se implanta según el concepto de softpower desarrollado por Joseph S. Nye4. De esta manera, si la geopolítica hace referencia a las rivalidades de poder sobre un territorio, la geoeconomía se orienta a las estrategias de dominio económico ejercido por los Estados directamente, o bajo su influencia por grandes compañías o ciertos grupos de interés económico globales (políticamente constituidos o no). Lo que no implica necesariamente un dominio territorial específico, sino el logro de una supremacía tecnológica o comercial. Así, tanto la geopolítica como la geoeconomía tienen puntos de contacto, sin que ello signifique que una anule a la otra. Ambas son de utilidad a la hora de comprender los fenómenos globales. Los unos desde la óptica de las rivalidades políticas territoriales, y los otros desde el dominio económico global de los Estados, ya sea 3 4
Simon & Shuster, 1994. Soft Power: The Means To Success In World Politics. Public Affairs, 2004.
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Geoeconomía, geoestrategia y geopolítica
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directamente o por medio de actividades empresariales que, a veces, escapan del control político legítimamente constituido. La geoeconomía no representa una nueva manera de enfocar viejos problemas, sino que va más allá de la política, en el sentido de que se orienta a aspectos económicos y sociales como primer objetivo. Y para su desarrollo precisa de una estrategia. Estrategia según la cual, las empresas que operan globalmente, invierten, investigan y ponen en marcha sus actividades por razones económicas, no políticas. Y en tanto que tales actividades son influidas o apoyadas por los Estados, se convierten en actividades geoeconómicas. Ahora bien, la geoeconomía se fundamenta en el dominio económico mediante estrategias que, básicamente, recuerdan la acción militar, donde se sustituyen los elementos típicos de la guerra por otros, como son: las inversiones estratégicas de capital, la innovación en productos o tecnologías de interés para el Estado, la posición de dominio sobre los mercados en lugar de invadir los territorios, las tarifas arancelarias, las medidas regulatorias, o esquemas de otro tipo destinados a proteger las industrias o empresas estratégicas. Todo lo cual, se ajusta a la definición de Pascal Lorot antes referida, según la cual la geoeconomía incorpora aspectos geopolíticos y geoestratégicos en tres direcciones: •un análisis estratégico respecto de cómo proteger y desarrollar la economía de base nacional; •un desarrollo estratégico de las acciones de dominio (fundamentalmente comerciales), a poner en práctica; y •unos mecanismos de acción que conjugan los intereses del Estado con los intereses económicos públicos y privados.
Geoeconomía, geografía y geopolítica Como se ha visto, la geopolítica se refiere a un territorio, y la geoeconomía, en su acción, no se ajusta necesariamente a un territorio concreto, aunque proteja actividades económicas nacionales o regionales. Sin embargo, no es posible obviar el hecho de que la geoeconomía en su conjunto tiene base territorial, en cuanto que los mercados la tienen. Y sobre todo, porque la geoeconomía asienta fuertemente sus pilares en el dominio de las materias primas que resultan ser estratégicas para el desarrollo y nivel de vida de los pueblos y naciones. De lo que podríamos deducir que en síntesis la geoeconomía sería la economía política que se desarrolla bajo un sustrato de poder en orden a mantener una preponderancia en el contexto global. Y esto es así porque si al final de la Segunda
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La geopolítica fue el eje de acción de las naciones-Estado, que pretendían su expansionismo cultural, político y económico fuera de sus fronteras. Era el arma de las relaciones internacionales y la política exterior bajo el transfondo de un nuevo modo de concebir el poder. Una estrategia que durante las últimas décadas del siglo XX vino a ser potenciada por las capacidades tecnológicas, yendo más allá de territorios concretos para, incluso, lograr el dominio del espacio exterior. Así se inició la carrera espacial ruso-americana, y así se concretó en la época del presidente Ronald Reagan la denominada «guerra de las galaxias». Un despliegue militar de cobertura global sobre el planeta en un ejercicio extremo de hard power. Concepto este que explicaremos con detalle en el Capítulo 4. Con este precedente la geoeconomía se constituye como el sustrato de la economía de la geopolítica en un contexto de seguridad del Estado que la practica. Una forma de poner en práctica el poder económico con la política de fondo en un entorno global. Algo que también alcanza a los mercados como expresión concreta de la actividad económica. De manera que la territorialidad se convierte en globalización geográfica, la política en geopolítica y la economía en geoeconomía como expresión que integra a las dos anteriores. Desde esta óptica, cuando se considera la definición de Luttwak en el apartado anterior, puede hacerse la crítica de que la geoeconomía no es, simplemente, una transición de la economía tradicional a un contexto globalizado en un marco de luchas tradicionales de poder entre Estados, sino un esquema totalmente nuevo fomentado por los cambios introducidos por la propia evolución de la globalización económica con todo el conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas, políticas y sociales que la propia globalización lleva consigo. La geoeconomía en el marco de la geografía mundial, con los intereses políticos y económicos que
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Guerra Mundial el territorio era parte de la geopolítica del momento, actualmente la geografía tiene marcados aspectos geoeconómicos. Un aserto que se comprende bien cuando se piensa sobre la segunda guerra de Irak antes aludida: lo que comenzó bajo un móvil geopolítico contra el terrorismo internacional, adquirió al poco unos elementos económicos evidentes: cientos de empresas, decenas de miles de trabajadores con miles de millones de dólares en inversiones entraron en la reconstrucción de un país destruido por la guerra, con las fuentes de petróleo iraquí como marco de fondo. No significa esto que la geopolítica fuera sustituida enteramente por la geoeconomía, sino que esta última es, sin duda, el motor de los intereses económicos globales que subyacen dentro de ella.
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encierra la lucha por los recursos naturales, la compleja estructura organizativa con decenas de organismos multilaterales, donde los competidores en lo político son aliados en lo económico, y viceversa. Toda una morfología política y económica de nuevo cuño en el contexto global. En definitiva, una expresión de la multifacética estructura del mundo global como iremos descubriendo a lo largo de las páginas que siguen.
El resurgir de la geoeconomía en el siglo XXI
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Se puede decir que durante cientos de años, sino milenios, la mayoría de los habitantes del planeta han vivido, comparados con los estándares actuales, en unos bajísimos niveles económicos: luchando por sobrevivir en un mundo de pobreza. Una suerte de trampa maltusiana al decir de Gregory Clark en su controvertido libro A Farewell to Alms5. Una situación que, según este economista, cambió bruscamente a partir de la revolución industrial. Hecho revolucionario que condujo a los enormes crecimientos económicos que hemos conocido, con sus crisis correspondientes, durante los 200 últimos años. Y muy singularmente en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Crecimientos económicos que, según el Premio Nobel, Simon Kuznets, han estado caracterizados por: •altas tasas de crecimiento de PIB per cápita en los países desarrollados; •un fuerte incremento de la productividad en esos mismos países; •importantes cambios estructurales en las economías, de la agricultura original a la industria, y de aquí a los servicios, con un fuerte predominio de las actividades ligadas al conocimiento, que han dado origen a la sociedad del conocimiento como paso subsiguiente a la previa sociedad de la información de finales del siglo XX; •los rápidos y profundos cambios sociales, incluyendo el resurgir de las ideologías, la migración hacia las ciudades y, en cierta medida, la secularización profunda de la sociedad; •el progreso tecnológico y, en especial, el desarrollo del transporte y de las comunicaciones, que han hecho factible la muerte de las distancias, y que ha globalizado las actividades económicas a la vez que han «empequeñecido» el mundo; y •la propagación del crecimiento económico que, desafortunadamente, se ha limitado a la cuarta parte del planeta, mientras que las otras tres cuartas partes de él se mantienen aún en altos niveles de pobreza. 5
G. Clak. A Farewell to Alms: A Brief Economic History of the World. Princeton University Press, 2007.
GEOECONOMÍA
En este contexto, la crisis financiera global, cuya explosión se comprobó en 2008, ha venido a levantar un estado de alarma generalizado, conducente a evitar los desastres de una nueva crisis de 1929. Lo que el director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Dennis C. Blair, hoy fuera del cargo, alertaba también en febrero de 2009 como el mayor peligro para la seguridad de la nación por encima del terrorismo. Tanto es así que, previamente a la crisis económica, se conocieron los mayores índices de precios del petróleo, que alcanzó los 147 dólares en julio de 2008, haciendo temer una crisis alimentaria sin precedentes, entre otras desgracias parecidas. Adicionalmente, la economía actual del mundo presenta unos altos niveles de presencia pública. Ya sean los fondos soberanos, o sus participaciones empresariales, o la acción de los Estados interviniendo en empresas privadas, bancos o gestoras de fondos. Una situación que, a nivel global, relaciona de manera estrecha la política internacional con la economía internacional. Un capitalismo de Estado que la propia crisis financiera ha obligado a muchos Gobiernos a participar con fondos públicos en empresas y bancos privados, incrementando el papel de la geoeconomía en el panorama económico y político mundial. De aquí que la geoeconomía se concentre en explicar las conexiones entre globalización, economía internacional y seguridad de los Estados, como se ha podido comprobar, por ejemplo, en las grandes discrepancias habidas entre Estados Unidos y China al respecto de la revaluación del renminbi o las políticas relativas a las tasas de interés.
Los Estados y la geoeconomía Como hemos afirmado, en los Estados de los países desarrollados se ha percibido la crisis financiera más que como una cierta catástrofe de tipo
CAPÍTULO 2
De esta manera, al inicio del siglo XXI, una vez sobrepasada la crisis de las puntocom, el mundo desarrollado parecía vivir una etapa de crecimiento económico sin límites, donde naciones tradicionalmente pobres, como China, Rusia, India, Brasil, se convertían en nuevas potencias regionales; y otro gran número de ellas en Latinoamérica, entraban igualmente en la senda del crecimiento económico. Un crecimiento, sin embargo, desigual en su reparto social, alejado de los imprescindibles criterios que marca el bien común. Un mundo global y más rico en lo económico, pero lleno de desigualdades, donde existe aún una enorme falta de responsabilidad ética en los ámbitos social, cultural, jurídico, político y, por supuesto, económico. Desigualdades sociales que, en definitiva, constituyen uno de los problemas más graves que afligen a la sociedad mundial en su conjunto.
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CAPÍTULO 2
GEOPOLÍTICA Y GEOECONOMÍA
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económico, como un problema de seguridad respecto del modelo de vida. Lo que, de otra manera, se define como el Estado de bienestar. A lo que se han sumado otros países como China, Brasil, Rusia o India cuyas economías son hoy un motor fundamental a escala global. Un primer efecto de la crisis, en lo que afecta al fenómeno geoeconómico, ha sido el basculamiento de la economía de los grandes países hacia otros que, sin ser aún tan relevantes, tienen una importancia creciente a escala global. De manera que los Estados más poderosos que, antes de esta situación, definían las políticas globales con instrumentos como el G7 o, en su caso, el G8, han tenido que aceptar el nuevo esquema del G20. Un ejemplo de cómo los cambios en la economía global han incrementado los pesos de influencia política, y cómo la geoeconomía es más que nunca un instrumento de análisis fundamental, ya que su estudio y comprensión engloba las relaciones de poder en el entorno de la economía internacional, así como los mecanismos de seguridad defensivos, o de ataque, en el contexto económico con el objetivo de ganar en competitividad y lograr la primacía económica en las áreas que se estiman estratégicas. En este mundo económico multi-polar surge, por tanto, un nuevo capitalismo de Estado o, dicho de otra manera, una geoeconomía global, cuyo caso paradigmático sería el de China. Un capitalismo de Estado de corte comunista que se centra en ciertas áreas económicas: las corporaciones de petróleo y gas, otros campeones energéticos y los llamados fondos soberanos. En consecuencia, la geoeconomía ha cambiado el equilibrio económico global. De manera que ya no son los países desarrollados los que ostentan la mayoría del PIB mundial sino, al contrario, los países económicamente emergentes. Pues, de acuerdo con el World Economic Outlook Database del Fondo Monetario Internacional6 de abril de 2010, si en 1980 los países desarrollados tenían del orden del 70% del PIB global, la estimación para 2015 es que no llegarán al 50% de esa cifra (Figura 2.1). Con la consecuencia de que, en este corrimiento, se avecina un crecimiento enorme de las clases medias en las nuevas economías en desarrollo, con los consiguientes efectos políticos y medioambientales que ello supondrá. Una situación que observada desde la óptica de la economía global hace prever nuevos problemas financieros en un mundo que se avecina más escaso en materias primas fundamentales. Una nueva era de escasez y de crisis económicas en un contexto de proliferación de los capitalismos de Estado, en los que los organismos 6
http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2010/01/pdf/text.pdf
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 2
Figura 2.1 PIB per cápita en dólares de los países del G8 (con asterisco) y G20 en 2009
Media G8
Meida G20
India
Indonesia
China
Brasil
Sudáfrica
México
Turquía
Rusia*
Argentina
Korea Sur
Arabia Saudita
Italia*
Francia*
Japón*
Alemania*
Australia
Reino Unido*
Canadá*
Estados Unidos*
50.000 45.000 40.000 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0
internacionales tendrán un papel esencial. Sean estos, instrumentos como el G20 antes aludido, u otros como el GATT (General Agreement on Tariffs and Trade), que serán claves a la hora de mantener la seguridad global en esta nueva era. Otros agentes económicos globales aparecen, además, en escena. Por un lado, asistimos al nacimiento de lo que podríamos definir como plutocracias filantrópicas globales. Empresas o fundaciones globales que se encuentran en el proceso de globalizar las ayudas filantrópicas mediante la creación de nuevas industrias globales de ayuda sin ánimo de lucro. Tal es el caso de la Fundación Bill y Melinda Gates, cuyo Informe Anual de 2009 reflejaba en su balance un activo algo menor de los 34.000 millones de dólares, habiendo invertido unos 3.000 millones de dólares en un importante número de proyectos de ayuda al desarrollo. En la cara opuesta, sin embargo, el mundo globalizado asiste, igualmente, a la globalización del crimen organizado. Organizaciones transnacionales que tienen una implicación directa en la seguridad de los Estados legalmente constituidos. Organizaciones que, globalmente, comercian con drogas, armas, personas, monedas e, incluso, propiedad intelectual. Un flujo económico que, de acuerdo con la United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC), alcanzaba en 2010 la cifra de unos 125.000 millones de dólares.
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CAPÍTULO
3
Los conflictos de la globalización económica
Índice Los procesos de la globalización económica, 35 Internacionalización y globalización, 37 No logo y La doctrina del shock, 39 El fin de la historia, 41 Derecho y regulación de los mercados, 43 Estados fallidos, 44 Los desequilibrios de la globalización, 46 Pobreza en el mundo globalizado, 49
Los procesos de la globalización económica Como ha descrito en el capítulo 1, la Guerra Fría conoció el despertar de la globalización. De 1945 a 1989, año en que cayó el Muro de Berlín, la economía mundial –dividida en dos bloques, aunque con matices– tuvo un carácter internacional. Fue el tiempo de la expansión de las grandes multinacionales que, fundamentalmente americanas, se extendieron por el mundo: IBM, Ford, General Motors, Coca-Cola, McDonalds, Pfizer, etc. La desaparición del muro abrió una nueva época. A partir de 1989 el mundo entra en unos cambios sorprendentes, nunca vistos anteriormente. Por un lado, explota el comercio mundial: si los intercambios comerciales diarios al inicio de los años noventa no llegaban al billón1 de dólares entre un puñado de países, en 2010 superaban los miles de billones de dólares con cientos de ellos involucrados. Por otro, el inmenso desarrollo de las tecnologías de la información,
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Miles de millones de dólares, salvo que, en lo que sigue en el capítulo, se diga lo contrario.
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CAPÍTULO 3
LOS CONFLICTOS DE LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA
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basado en el invento del microprocesador. Un instrumento electrónico creado por Edward Holf, ingeniero de la compañía American Intel Corporation, que en 1969 «colocó» en una única pastilla de silicio todos los circuitos relacionados con el funcionamiento de un ordenador. Nacía el Intel 4004, el «cerebro» de los nuevos ordenadores. A partir de ahí, el desarrollo de la microelectrónica conducía a la imparable reducción de los costes de las transacciones electrónicas y de las telecomunicaciones, además de hacer accesible este tipo de sistemas a todos los países y personas con mínimas barreras de entrada. Se entraba en la Sociedad de la Información. Una época, nueva en la historia de la humanidad, dominada en lo tecnológico por tres leyes fundamentales: la ley de Moore, según la cual cada 18 meses se multiplica por dos la capacidad de proceso y se reduce el coste de las memorias electrónicas en un 100%; la ley de Gilder que asevera que el rendimiento de los sistemas de telecomunicaciones se multiplica por dos cada seis meses; y la ley de Metcalf que verifica el incremento constante del valor económico de las transacciones comerciales debido a los avances tecnológicos. Así, si en 1930 el coste de una llamada de tres minutos entre Nueva York y Londres era de 300 dólares (en dólares de 1990), hoy se puede hacer esa misma llamada vía Internet sin coste alguno y por tiempo indefinido. De la misma manera: si en 1970 el coste de proceso de una instrucción por segundo en un ordenador IBM era de un dólar, en 1995 era un céntimo de dólar y se conseguía con un pequeño microprocesador Pentium. Un fenómeno que las tecnologías digitales han llevado a cualquier actividad humana, desde simples aparatos domésticos, hasta sofisticadas operaciones quirúrgicas que hoy se realizan mediante robots manipulados a distancia. A la vez, este desarrollo impulsaba la economía y con ello el uso desmedido de los recursos naturales, especialmente del petróleo. Un elemento primordial para el desenvolvimiento de la civilización tal como hoy la conocemos. De manera que, si la demanda de petróleo en 1970 era de 57 millones de barriles por día, se prevé que alcanzará los 87 millones en 2011, y se anticipa que podría ser un 140% mayor en 2030, según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía. Los cambios anteriores se unían a la caída casi generalizada de las fronteras comerciales. A lo que se sumaba la expansión de la cultura occidental y su modo de vida en casi todas las partes del mundo; incluso en aquellos países que mantienen estrictas prácticas religiosas o cerrados esquemas culturales. Un proceso que se extendió de manera imparable al hilo del crecimiento de Internet, especialmente con el uso masivo de herramientas de búsqueda como Google o de las redes sociales cuyo ejemplo más
GEOECONOMÍA
Desde su inicio, la globalización ha sido un proceso continuo donde múltiples fuerzas han actuado como catalizadores de los cambios sociales, políticos, económicos y culturales que han ido surgiendo. Cambios que, a su vez, han incrementado las interconexiones entre los pueblos más allá de las fronteras nacionales y de una manera global. Un proceso según el cual las actividades e, incluso, las decisiones de una parte del mundo afectan de manera profunda e inmediata a la otra parte sin importar cuan distantes estén entre ellas. Se trata de la aldea global de Mc Luhan3 que lleva a la muerte de la distancia. Un mundo donde los sucesos acaecidos en un lugar se sienten en el resto, de la misma forma que un proceso febril influye en estado general del cuerpo humano: de manera inmediata y casi total. Un proceso globalizador, a la vez tecnológico y social, que no sólo afecta a la economía o a las actividades políticas, sino que tiene, además, efectos psicológicos en las personas, y efectos ecológicos, a veces perniciosos, en el conjunto del planeta. Un mundo que siente la globalización en los cambios producidos en su biodiversidad, y unas personas que perciben el planeta como un lugar multicultural pero, singularmente único.
Internacionalización y globalización La globalización se da a escala global y es un fenómeno internacional. Con dos aspectos singulares. El primero tiene que ver con el incremento del comercio mundial, facilitado por un movimiento permanente de capitales a escala global debido, fundamentalmente, a la apertura de los mercados y las leyes del comercio. El segundo, altamente repetido hasta aquí, el desarrollo de las comunicaciones y un enorme flujo migratorio promovido por los cambios tecnológicos, así como el transporte de mercancías y personas. Dos efectos que interactúan entre sí en una realimentación permanente. 2 3
The Lexus and the Olive Tree. Anchor Books, 1999. The Gutenberg Galaxy. The making of Typographic men, University of Toronto Press, 1962.
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prominente es Facebook. Globalización que, según Thomas Friedman2, se concreta «en la inexorable integración de los mercados, Estados y tecnologías con un grado nunca visto antes –lo que, de alguna manera, permite a los individuos, corporaciones o Estados moverse alrededor del mundo más lejos, más rápido, más profundamente y a menor coste que en el pasado, de una forma tal que facilita a una parte del mundo alcanzar a la otra, individuos, corporaciones y Estados, incluidos. Proceso globalizador que produce, a su vez, una reacción violenta en contra desde aquellos lugares brutalizados o dejados fuera de este nuevo sistema–».
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¿Qué factores han contribuido a esta situación?: básicamente un proceso evolutivo basado en los siguientes hechos: •Fin de la Guerra Fría y desaparición del Muro de Berlín y, su consecuencia, la unificación alemana y la ruptura de las sociedades soviéticas. •Explosión del desarrollo tecnológico y drástica reducción de los costes de las comunicaciones y de las transacciones comerciales. •Liberalización de las leyes del comercio mundial, apertura de los mercados en los países desarrollados y abolición de los proteccionismos económicos en los países en vías de desarrollo. •Descentralización de las operaciones en las grandes empresas globales, según tres elementos: gestión centralizada de la estrategia, el marketing y las finanzas; y descentralización de las operaciones de distribución y producción, así como la administración local de los mercados.
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Factores que han conducido a profundos cambios en la sociedad. Cambios que interactúan unos con otros creando realimentaciones con efectos, a veces, muy negativos. Ya que la globalización incide fuertemente en todo el panorama de la vida de las personas: la dinámica económica de los mercados, las relaciones comerciales, el trabajo, el desarrollo y aplicaciones de la tecnología, el medio ambiente, así como en la propia estructura de gobierno de los Estados y de la cultura y, muy especialmente, en las diferencias de nivel de vida entre las personas y los pueblos. Constituyendo, esto último, uno de los problemas más graves en lo relativo a la equidad en la distribución de la riqueza. Hechos, en los cuales, siempre se encuentra a las tecnologías de la información como elemento nuclear de los procesos de cambio, que se pueden concretar en los siguientes: •Transformación de las economías productivas de los países en desarrollo. Por ejemplo, hacía el final de la pasada década países como Costa Rica, Malasia o Singapur eran ya claros exportadores de alta tecnología, y el último, además, una plaza financiera de relevancia global. •Desarrollo explosivo de la Sociedad del Conocimiento con fuertes interrelaciones internacionales; según las cuales las publicaciones científicas de los países más avanzados como, por ejemplo, Estados Unidos, incorporan importantes contribuciones del resto del mundo. Sin olvidar que las mayores universidades por Internet residen hoy en países como Turquía, Indonesia, China, India, Corea o Tailandia. •Globalización de la sociedad civil mediante los llamados sistemas de e-Government (C2R: Citizen to Representative; C2C: Citizen to Citizen; o R2C: Representative to Citizen), que permiten el voto electrónico o la gestión de los asuntos públicos por Internet, y de las transacciones
GEOECONOMÍA
Una situación que, adicionalmente, abre la distancia entre los países desarrollados y los más pobres de acuerdo con lo que se denomina digital divide: la «brecha digital».
CAPÍTULO 3
electrónicas comerciales que, similarmente, permiten el comercio por Internet mediante el e-Commerce (B2B: Business to Business, o B2C: Business to Consummer).
No logo y La doctrina del shock En 1983, Theodore Levitt escribió el artículo The Globalization of Markets en la Harvard Business Review. Un escrito que ha llegado a ser una referencia sobre la globalización. El argumento se centraba en que las nuevas tecnologías habían «proletarizado» las comunicaciones y los transportes, creando una nueva realidad en el mercado: la normalización de los productos de consumo. De manera que, para Levitt, las compañías multinacionales estaban condenadas a desaparecer, y el futuro pertenecía a las corporaciones globales. Un nuevo concepto de empresa cuyos productos no tenían en cuenta los requerimientos específicos de los mercados locales, y se concentraban en fabricar productos estandarizados que permitían enormes economías de escala y, por tanto, precios mucho menores que los de la competencia. La corporación global inducía así un nuevo concepto de mercado basado en la homogeneización de la demanda. Lo que no alcanzaba únicamente a los productos, fueran estos tabaco como Marlboro, o bebidas como Coca-Cola, sino que se introducía en el mundo de las franquicias que veían aparecer restaurantes de comida «rápida» como McDonalds o Kentucky Fried Chicken, en los que los menús ofrecidos eran exactamente los mismos, ya fuera en restaurantes de Calcuta o París. Este nuevo modelo de corporación global trajo dos efectos. Por un lado, la aparición de las «marcas»; y por otro, el desplazamiento de la producción de los productos desde los países origen a países del Tercer Mundo, especialmente China, algunos países sudamericanos y otros países del sudeste asiático, buscando con ello la máxima disminución de los costes de producción. A lo que siguieron sofisticados procesos logísticos y de fabricación bajo demanda soportados por complejos sistemas informáticos. Modelo que se expandió a multitud de empresas y sectores, incluidos la confección o la fabricación de automóviles. Estos últimos, además, con nuevos procesos productivos, como el just-in-time. Toda una nueva situación que impulsó el consumo a cotas nunca vistas, fundamentalmente por una política de tipos de interés de carácter bajista
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que realimentaba el sistema, y que dio origen a nuevas y enormes multinacionales, caso de la marca española Zara. Desgraciadamente, la globalización, a la vez que ha expandido la generación de riqueza en ciertas capas de la sociedad, ha perdido el foco sobre el bien común, impidiendo compartir, en justicia, los bienes y recursos generados de una manera generalizada en la sociedad global que se ha construido. Obstruyendo, de este modo, un desarrollo humano integral de personas y pueblos. Ya que las desigualdades de la globalización, provenientes de unas actividades financieras especulativas y de la explotación sin medida de los recursos naturales, han producido a su vez un efecto pernicioso sobre la propia economía, como se ha visto en la crisis global iniciada en 2007 en Estados Unidos y exportada a Europa casi en la misma fecha. No Logo4 es una buena descripción de la explosión de las marcas y del desplazamiento de las fábricas a los países subdesarrollados. Escrito en 2000 por Naomi Klein, este libro describe con crudeza los efectos del negocio global basado en las marcas comerciales. Negocios que, en general, mantienen un objetivo primordial: focalizar la atención empresarial en la gestión de la marca, el marketing y el diseño de los productos, llevando la producción a países donde es factible la mano de obra «barata». Un primer efecto de ello fue la explosión del consumo y el cierre masivo de fábricas en el Primer Mundo. En este sentido, siguiendo el análisis de Klein, firmas como Levi’s clausuraron cientos de factorías en Estados Unidos para concentrarse en países del sudeste asiático, multiplicando de este modo los precios de los productos acabados un 500% antes de hacerlos llegar al cliente final; de manera que casi todo el valor económico acababa residiendo en la marca y quedaba muy poco en el proceso productivo. Un ejemplo: si en Estados Unidos, país origen de la marca, un trabajador de una línea de producción cobraba 20 dólares por hora, por el mismo trabajo un operario chino obtenía entre 90 céntimos y 13 céntimos, dependiendo del tipo de labor; si bien, en multitud de ocasiones, trabajando en condiciones infrahumanas con jornadas de 7 de la mañana a 10 de la noche, y en los períodos de mayor carga de trabajo, finalizando a las dos de la madrugada, niños incluidos. Un fenómeno este –la globalización de las marcas– que ha estimulado en los países ricos la búsqueda de beneficios económicos desmesurados, con nuevas formas de competencia y de consumo, acelerando el consumismo interior en estos mismos países de manera desmedida. Todo ello soportado por medidas fiscales favorables y despreciando, muchas veces, los mínimos criterios en los derechos de los trabajadores de 4
Naomi Klein, Picador 2000.
GEOECONOMÍA
La doctrina del shock 5, libro publicado también por Klein en 2007, incide en otros problemas causados por la globalización, aunque desde otra óptica: el desastre, desde el punto de vista social, que la autora imputa a 50 años de capitalismo «salvaje». Un hecho que, sin tratar de generalizarlo, lleva a pensar que el fenómeno de la globalización, multidimensional y polivalente a la vez, si bien ha multiplicado la riqueza global del mundo, ha incrementado a la vez la brecha de las desigualdades. Un fenómeno en el que es preciso buscar las causas de la crisis actual, y que parece conveniente analizar en detalle para aminorar las posibles crisis venideras.
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los países productores, buscando como único objetivo mayores ventajas competitivas en el mercado global. Una situación, que exige una profunda reflexión sobre el objeto final de la economía y de los fines que se utilizan para conseguirlo.
El fin de la historia Francis Fukuyama, profesor de la Johns Hopkins University, escribió en 1989 un controvertido artículo en la revista The National Interest. Artículo, cuya tesis desarrolló posteriormente en forma de libro6. Las controversias sobre el punto de vista de Fukuyama nacen de la posición que mantiene al asegurar que el «fin de la historia consiste en la universalización de la democracia liberal occidental como la forma última de gobierno». No asegura que los conflictos políticos o sociales hayan finalizado, sino que el triunfo de la democracia liberal constituye el paso último de la historia. Ya que –según Fukuyama– la democracia liberal es la mejor forma que existe para asegurar la libertad; y que no es posible otra forma política mejor para el gobierno del mundo. Un argumento sostenido en la idea de que la historia de la humanidad tiene una dirección fija ascendente –que recuerda, de alguna manera, el concepto de Noosfera de Teilhard de Chardin–, según la cual, la democracia liberal occidental ocupa el lugar más alto del edificio histórico. Un hecho que la realidad, más que reafirmarlo, parece contradecirlo. Baste para ello pensar en la evolución que ha tenido la ruptura en los Balcanes con la desaparición de la antigua Yugoslavia, las imposiciones de la doctrina liberal en algunos países como se describe en La doctrina del shock, o en los procesos tendentes a democratizar países como Afganistán o Irak. Aunque, contrariamente, se 5 6
The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism. Metropolitan Books, 2007. The End of History and the Last Man, Avon Books, 1992.
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podría argüir también que lo que no se ha materializado aún en el mundo real, sí lo ha hecho en el de las ideas, donde se constata que, con todos sus defectos, la democracia liberal permite desarrollar mejor que otros mecanismos sociales la libertad individual, si bien con evidentes imperfecciones que nacen del relativismo que frecuentemente se encierra en ella. Es cierto que Fukuyama alerta sobre la circunstancia de que el nivel de vida y las satisfacciones materiales del fin de la historia, pueden llevar a vivir una suerte de complacencia que atrofie la vida espiritual y dar origen a una nueva criatura «fláccida» y sin valores profundos. Sería el último hombre del Así habló Zaratustra de Nietzsche, que resulta ser «un hombre despreciable, incapaz por otra parte, de menospreciarse a sí mismo», según la exposición de Fukuyama. Pensamiento que conduce, de otra manera, a reflexionar sobre el relativismo actual de las conciencias que, de manera generalizada, vive hoy en día la sociedad. Un relativismo que se asienta en la idea de que la verdad pública es fuente de la decisión de la mayoría que en ese momento ostenta el poder. Una mayoría que se constituye en fuente del derecho que, con frecuencia, suplanta a la libertad individual de las personas como fuente unitaria de la verdad. Cuando es evidente que las decisiones mayoritarias, ni son siempre justas, ni congruentes con la dignidad humana o con la defensa de los derechos humanos, como tantas veces se ha demostrado a lo largo del tiempo. La desaparición del Muro de Berlín y la subsiguiente desintegración de la URSS constituyen, en sí mismas, la puerta de entrada de la globalización y la «modernización» del mundo actual. En el que se ha visto el resurgir de extremismos religiosos y culturales como ha sido el islamismo radical, así como, la falta de democracia real en muchos países llamados democráticos, las desigualdades sociales y la pobreza. Todo lo cual no está en la mano resolver con los avances tecnológicos, que no son capaces de contrarrestar los complejos problemas que vienen unidos a la globalización. Constatando, también, que la globalización económica hace más frágil la soberanía real de muchos Estados, con fenómenos como el terrorismo, la piratería, el comercio sin control de armas o drogas, que debilitan y empobrecen a las personas, como se constata en el África subsahariana, Afganistán, y otros lugares del planeta. Una situación que demuestra fehacientemente el Coeficiente de Gini 7, que mide la distribución de las desigualdades (económicas, sanitarias, ecológicas, etc.) entre los diferentes países. De manera que si, según este índice, 0 representa la igualdad y 1 la máxima desigualdad, países como Namibia (0,7 según datos de 2003) o Sudáfrica (0,65 en datos de 2005) estarían 7
http://es.wikipedia.org/wiki/Coeficiente_de_Gini
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 3
aún, como muchos otros, altamente alejados de unas mínimas cotas de igualdad respecto de países como Suecia (0,23 en 2005) o Noruega (0,25 en 2008) que están arriba en la tabla, o incluso de Estados Unidos (0,45 en 2007), China (0,41 en 2007) o la Unión Europea (0,31 en 2005). España según datos de 2005 tenía un índice de 0,35. Disparidades sociales que se dan en países de alta cultura democrática y fuertemente globalizados. Situación que demuestra la fragilidad social y económica de la globalización y del fin de la historia. Una situación que los últimos sucesos en el norte de África han puesto de manifiesto como un cambio geopolítico muy profundo: ya nada será igual en ese área del planeta.
Derecho y regulación de los mercados En el mundo globalizado actual cualquier transacción –no únicamente las comerciales– está influida por alguna forma de regulación. En el caso comercial se dan abundantemente: ya sea comprar un aparato electrónico, un producto alimenticio en un supermercado o un billete de avión, detrás existe siempre un esquema regulatorio. Y al referirnos a una regulación de los mercados, hacemos alusión a dos posibles formas de la misma: una interna proveniente de la propia competencia del mercado libre, y otra externa que se refiere a una acción fuera de los mecanismos propios de los movimientos usuales de compra-venta, es decir, una imposición política, administrativa, que guía el devenir del mercado, sea en sus precios o en las condiciones técnicas de salubridad y seguridad que han de poseer. Las regulaciones de tipo externo pueden ser de varias características. Unas son sociales, en el sentido de imponer normas que protejan la salud de las personas o el medio ambiente; por ejemplo, el caso de las fábricas que emiten algún tipo de producto supuestamente peligroso, las medicinas, o leyes que afectan a la venta de tabaco. Otras tienen que ver con la liberalización de los monopolios, que afecta, por ejemplo, a servicios públicos como la energía eléctrica o las telecomunicaciones. Existiendo, en tercer lugar, aquellas que tienen relación con los derechos de propiedad, ya sean en forma de patentes, datos personales o derechos de autor que es preciso proteger. Un cuarto grupo que se refiere al amplio abanico de actividades de los mercados financieros. Y finalmente, en quinto lugar, las que hacen alusión a lo que podríamos denominar mercados del ciberespacio, es decir, la venta electrónica, la protección de la propiedad de la información, o a los derechos de autor en la Red. Los mecanismos regulatorios sociales están fuertemente relacionados con la polución y protección del medioambiente. Ya en 1960, el premio
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Nobel Ronald Coase, haciendo referencia en su artículo «The Problem of Social Cost»8 a los postulados del economista Arthur Pigou9, abogaba por la necesidad de imputar un impuesto a los propietarios de aquellas fábricas que produjeran enfermedades debido a los humos que emitían. Un impuesto equivalente al daño producido. Algo que hoy en día, aparte de otras consideraciones jurídicas de orden civil o penal, se ha concretado en los Acuerdos de Kioto que, básicamente, siguen el mismo principio expresado por Coase. De tal manera que el exceso de emisiones de CO2 causantes de efecto invernadero se regulan y penalizan económicamente. La desregulación de las telecomunicaciones y la apertura de otros mercados monopolísticos como la energía eléctrica o el agua, aunque siguiendo el mismo objetivo liberalizador tuvo, en su día, orígenes distintos. En el caso de las telecomunicaciones los avances tecnológicos jugaron un importante papel.
Estados fallidos 44
En 2000, Noam Chomsky publicó en versión inglesa una serie de artículos en forma de libro publicado un año después en lengua española10. Su título es muy sugerente: Estados canallas. Con una clarificación como subtítulo: El imperio de la fuerza en los asuntos mundiales. Una manera de ver el mundo, en el que algunos Estados, faltos de derechos humanos, representan una suerte de Estados fuera de la ley que son una amenaza para sus vecinos y para el orden mundial. Un contexto que la propia Carta de las Naciones Unidas, que da fundamento a su existencia, alerta sobre los actos de agresión y quebrantamiento de la paz que serán objeto de decisiones por parte del Consejo de Seguridad. El cual podrá tomar medidas de fuerza para volver tales situaciones a la normalidad. En tales fechas, se consideraban Estados canallas Irak, Libia, Cuba y Corea del Norte, principalmente. Sin olvidar la Colombia de aquellos días dominada por las FARC y el narcotráfico, o el siempre presente Afganistán. El concepto de Estados canallas –también llamados en algún lugar Estados villanos– fue la continuación de una política seguida por Estados Unidos que, en los años ochenta bajo la presidencia de Ronald Reagan, acuñaron el término de Estados terroristas para alertar sobre aquellos países que financiaban el terrorismo en ciertas áreas. Fue, sin embargo, bajo Bill Clinton cuando surgió en término de Estados canallas. 8 9 10
The Journal of Law and Economics, octubre de 1960. The Economics of Welfare, 1920. N. Chomsky. Estados canallas. Paidós, 2001.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 3
Y, posteriormente, siguiendo la misma tónica se comenzó a hablar de Estados fallidos o Estados fracasados, también desde Estados Unidos. Estos últimos podían representar una amenaza contra los intereses estadounidenses en el mundo, por ejemplo Irak, o también porque mantenían unas condiciones límite respecto a la práctica de los derechos humanos, como el caso de Haití. Tema que, también, trató Chomsky en 200611. Esta política, mantenida durante décadas por Estados Unidos y sus aliados, fue la clave del rechazo que presentaba la nación americana en muchas partes del mundo y en muchos colectivos, sobre todo de ideas políticas de izquierdas o en muchos países islámicos por la relación entre Estados Unidos e Israel y el concepto de «guerra preventiva» usando durante la última Administración Bush. Pensamiento que, se esté de acuerdo o no con él, se ha ido generalizando en tales ambientes, de tal manera que Estados Unidos ha llegado a ser considerado como el Estado villano por excelencia. Ha pasado más de una década desde las primeras acciones sobre los Estados villanos y algunos de los países considerados de esa manera, o bajo el apelativo de Estados fallidos siguen considerados como tales. El Índice de Estados Fallidos para 201012 elaborado por Foreign Policy y Fondo por la Paz considera 12 factores (presión demográfica, refugiados, agravios colectivos, fugas humanas, desigualdades, nivel económico, deslegitimación del Estado, nivel de servicios públicos, derechos humanos, seguridad, luchas entre élites, e intervención externa) que puntúa de 1 a 10 para clasificar a los diferentes países según 5 criterios: críticos, en peligro, en el límite, estables y muy estables. Trece países están en situación crítica, de los cuales diez son africanos. Irak, Sudán y Afganistán se siguen considerando críticos. El caso de Afganistán es un caso paradigmático de Estado fallido o Estado canalla, sobre todo con el ascenso de los talibanes al poder. Un grupo, que emergió en origen con la ayuda pakistaní, bajo el término Talibán: estudiosos del Islam, en 1994. Un grupo concentrado en Kandahar y formado a partir de estudiantes de la frontera pakistaní y de la frontera afgana, lo que explica las relaciones que también tienen en Pakistán. Cuando se hicieron con el poder, a finales de los años noventa, los talibanes controlaban también el lucrativo negocio de las plantaciones de opio. Un poder que, debido a su extremismo religioso, la aparición de Al Qaeda y
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N. Chomsky. Failed States: The Abuse of Power and the Assault on Democracy. Metropolitan Books, 2006. Existe traducción en español: Estados Fallidos: El abuso de poder y el ataque a la democracia. Ediciones B, 2007. http://www.fp-es.org/estados_fallidos_2010/index2010.html
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LOS CONFLICTOS DE LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA
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Bin Laden, y el desarrollo del terrorismo internacional movió a Estados Unidos y al Consejo de Seguridad de la ONU a iniciar una operación militar para desalojarlos del poder. Una operación que aún dura y que presenta, por sus características, una difícil salida13. El hecho geoeconómico tiene que ver con la política de seguridad global, pero también encierra la protección de las fuentes de energía que se localizan en Asia central. Petróleo y gas que son fundamentales para los países occidentales y también para China e India. Dar estabilidad política a Afganistán asegura, a su vez, la estabilidad de los países fronterizos poseedores de materias primas, muy especialmente Turkmenistán rodeado por Rusia, Irán, Afganistán y Uzbekistán. Pero no sólo: también asegura la tranquilidad de los otros tres países productores de petróleo del área del Caspio: el referido Uzbekistán, Kazajstán y Azerbaiyán. Una zona cuyas reservas de petróleo son casi iguales a las de Estados Unidos y el Reino Unido juntas. Y respecto del gas natural, mayores que las de Estados Unidos. De manera que, en algunos lugares se habla de una reedición del Gran Juego, la conocida acepción del escritor Rudyard Kipling que usó él mismo para explicar las estrategias políticas seguidas por el Reino Unido y Rusia con el objetivo de controlar Asia central y la zona del Cáucaso. Un segundo Gran Juego en el que Estados Unidos ha puesto un gran interés para que sus compañías petroleras controlen el mercado de extracción y distribución en esa zona.
Los desequilibrios de la globalización La globalización, en lo económico, ha cambiado el entorno y ha traído nuevos desajustes. Uno de ellos tiene que ver con los desequilibrios comerciales en las balanzas de pagos. Lo que ha llevado, de alguna manera, a perturbaciones en los mercados que se han traducido en mayores riesgos económicos. Todo ello tiene que ver con la liberalización económica, la drástica reducción de los precios de las comunicaciones, la explosión tecnológica de los últimos años y la masiva utilización de Internet como un nuevo espacio económico (Figuras 3.1 y 3.2). A lo que se añade el ascenso de las nuevas firmas internacionales, el aumento de las transacciones comerciales mundiales y los menores precios de los productos terminados por la entrada de nuevos productores y métodos de sourcing desde los países del sudeste asiático y China. 13
A. Rashid. Los talibán. Península, 2002.
GEOECONOMÍA
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Figura 3.1 Evolución del coste de las comunicaciones (dólares 1990) 120 100
Teléfono
Satélite
80 60 40 20 0 1900
1950
1970
1990
2010
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Figura 3.2 Evolución de los usuarios Internet (porcentaje sobre población total) 60 EE. UU. 50 UE
40 30
Japón Global
20 10 0
1990
1995
2005
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En relación con los aspectos monetarios, el movimiento libre de capitales y una mayor integración financiera de los mercados ha traído consigo una fuerte competencia monetaria entre las diferentes divisas. Un hecho que, unido al boom económico de China e India, principalmente, hizo que después de la crisis de las compañías tecnológicas de Internet a principios de este siglo, los años 2003 a 2007 fueran de enorme crecimiento económico mundial. Tanto que el Banco Mundial informaba sobre la reducción de la pobreza en el mundo en términos absolutos. Un período en el que la esperanza de vida mundial creció de 63 años en 1980 a 68 en 2005; al igual que lo hizo la mortalidad infantil, que pasó del 79 al 52 por mil en el mismo período. Una economía dominada especialmente por Estados Unidos y la Unión Europea, motores del consumo mundial. Una situación que aún mantenía más de mil millones de personas en absoluta pobreza. En Asia, los tigres y dragones asiáticos, Hong Kong, Singapur, Corea y Taiwán, conjuntamente con India y China han mantenido crecimientos superiores al 7% en ese mismo período. África se ha mantenido, gracias a sus fuentes de materias primas, en crecimientos medios del 6%. Lo mismo que Latinoamérica en el orden del 4%. Un período de explosión de riqueza generalizada. Todo ello resultado de la globalización. Sin embargo, la globalización ha abierto una serie de aspectos nuevos con fuertes impactos geoestratégicos, que se mueven en múltiples direcciones: 1. La multipolaridad de las relaciones internacionales. A lo que se une la fragmentación política con dos singularidades: el dominio de Estados Unidos y la pérdida de influencia de la Unión Europea a la vez que se incrementa la de China y Rusia. 2. Las tensiones geopolíticas causadas por los conflictos territoriales relacionados con el control de los recursos naturales. Por un lado, los combustibles fósiles, soporte del 80% de la energía generada mundialmente; y, por otro, las tensiones étnicas y religiosas en países políticamente poco estructurados democráticamente. 3. Los cambios demográficos que tienen complejos aspectos: incremento de la población mundial (que, previsiblemente, llegará los 9.000 millones en 30 años, a la vez que se reduce fuertemente la tasa de natalidad en los países desarrollados, y se incrementan los procesos migratorios y la concentración de la población en las ciudades, que pasará del actual 49% de la población total al 60% en pocos años. 4. Los problemas sanitarios en un mundo de grandes posibilidades tecnológicas. Un mundo en el que se dan ya epidemias masivas de origen desconocido, como fue la denominada gripe-A, o la E-coli nacida en
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5. Finalmente, otros complejos procesos que vienen de la mano de la tecnología, como el ciberterrorismo, los cambios culturales, así como las rupturas sociales y los previsibles cambios de poder en zonas estratégicas.
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Alemania en junio de 2011. Una situación sobre la que la esperanza de vida y el incremento poblacional global incidirá en mayores costes sanitarios, poniendo el Estado de bienestar en cuestión.
Pobreza en el mundo globalizado La riqueza mundial ha crecido en términos absolutos, pero han aumentado también las desigualdades. En los países más avanzados han aparecidos nuevas clases marginadas; y en los más pobres, existe de manera persistente una miseria deshumanizadora. De manera que sigue permaneciendo el escándalo de las disparidades hirientes. Lamentablemente, hay corrupción e ilegalidad tanto en el comportamiento de algunos sujetos económicos y políticos de los países ricos, nuevos y antiguos, como en los países pobres. La falta de respeto de los derechos humanos de los trabajadores es provocada a veces por grandes empresas multinacionales y también por grupos de producción local. Las ayudas internacionales se han desviado con frecuencia de su finalidad por actitudes irresponsables, tanto de los donantes como de los beneficiarios. Pudiéndose encontrar la misma articulación de responsabilidades en el ámbito de las causas inmateriales o culturales del desarrollo y el subdesarrollo. Hoy, muchas áreas del planeta se han desarrollado de modo problemático y desigual. Y se ha de subrayar que no basta progresar sólo desde el punto de vista económico y tecnológico: el desarrollo necesita ser ante todo auténtico e integral. Salir del atraso económico, algo en sí mismo positivo, no soluciona la problemática compleja de la promoción del hombre, ni en los países protagonistas de estos adelantos, ni en los países económicamente ya desarrollados, ni en los que todavía son pobres; los cuales pueden sufrir, además de antiguas formas de explotación, las consecuencias negativas que se derivan de un crecimiento marcado por ciertas desviaciones y desequilibrios. Las posibilidades de interacción entre las culturas han aumentado notablemente, dando lugar a nuevas perspectivas de diálogo intercultural; un diálogo que, para ser eficaz, habría de tener como punto de partida una toma de conciencia de la identidad específica de los diversos interlocutores. Pero no se ha de olvidar que la progresiva mercantilización
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de los intercambios culturales tiene hoy un doble riesgo. Se nota, en primer lugar, un eclecticismo cultural asumido con frecuencia de manera acrítica: se piensa en las culturas como superpuestas unas a otras, sustancialmente equivalentes e intercambiables. Eso induce a caer en un relativismo antes comentado, que en nada ayuda al verdadero diálogo intercultural. En el plano social, el relativismo cultural provoca que los grupos culturales estén juntos o convivan, pero separados, sin diálogo auténtico y, por lo tanto, sin verdadera integración. Existe, en segundo lugar, el peligro opuesto de rebajar la cultura y homologar los comportamientos y estilos de vida. De este modo, se pierde el sentido profundo de la cultura de las diferentes naciones, de las tradiciones de los diversos pueblos, en cuyo marco la persona se enfrenta a las cuestiones fundamentales de la existencia. El eclecticismo y el bajo nivel cultural coinciden en separar la cultura de la naturaleza humana. Así, las culturas ya no saben encontrar su lugar en una naturaleza que las trasciende, terminando por reducir al hombre a mero dato cultural. Cuando esto ocurre, la humanidad corre nuevos riesgos.
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En otro orden, el problema de la inseguridad alimentaria debería ser planteado en una perspectiva de largo plazo, eliminando las causas estructurales que lo provocan y promoviendo el desarrollo agrícola de los países más pobres mediante inversiones en infraestructuras rurales, sistemas de riego, transportes, organización de los mercados, formación y difusión de técnicas agrícolas apropiadas, capaces de utilizar del mejor modo los recursos humanos, naturales y socioeconómicos, que se puedan obtener preferiblemente en el propio lugar, para asegurar así también su sostenibilidad a largo plazo fuera del sometimiento y manipulación.
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Los Estados en la economía global
Índice Los fondos soberanos (Sovereign Wealth Fund), 51 Sharia compliant, 54 Alianzas estratégicas, divisas y sistemas monetarios, 56 Economía espacial: ciudades, regiones y economía global, 59 La sostenibilidad del sistema económico, 61 Hardpower, softpower y smartpower: el juego económico de la diplomacia, 62 Seguridad, defensa nacional y economía, 63
Los fondos soberanos (Sovereign Wealth Fund) Los fondos soberanos (SWF: Sovereign Wealth Funds) existen desde la mitad del siglo XX, desde que el gobierno kuwaití creó, en 1953, el Kuwaiti Investment Board para gestionar los beneficios procedentes del negocio del petróleo. Se trataba de aprovechar los superávits de divisas para usarlos como vehículos de inversión en la línea estratégica del Estado kuwaití. Los SWF difieren de otras inversiones de este tipo, primordialmente en sus objetivos; ya que, normalmente, las inversiones financieras estatales se dirigen a la compra de deuda soberana de otros países, mientras que los fondos soberanos se invierten en un amplio portfolio, desde empresas privadas a todo tipo de activos en el mercado libre. Véase, por ejemplo, la compra de la empresa china Lenovo del negocio de ordenadores personales de IBM en mayo de 2005 por un valor total de 1.750 millones de dólares, o la compra efectuada por ADIA (Abu Dhabi Investment Authority) en 2010 del 15% del aeropuerto de Gatwick, por 125 millones de libras.
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LOS ESTADOS EN LA ECONOMÍA GLOBAL
Según su origen, los fondos soberanos se dan en tres categorías: 1) los que pertenecen a países exportadores de petróleo (Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Noruega, Libia, Brunei, Rusia, Kazajstán, o Malasia); 2) los procedentes de países asiáticos (China, Singapur, Hong Kong, Corea, o Taiwán); y 3) los de otros países que desarrollan estas estructuras financieras, como Australia, Canadá o Estados Unidos, este último con fondos tales como: el Alaska Permanent Fund, el Permanent University Fund, o el New Mexico State Investment. Actualmente, las inversiones de los fondos soberanos superan los 3 billones de dólares1, e incluso se considera que pueden llegar a los 15 billones en 2020. ADIA tiene cerca del 30% del volumen total, y juntamente con los de Singapur, Noruega, Arabia Saudita, China, Kuwait y Rusia alcanzan el 80% de la inversión actual. Una situación que, para dar idea de su importancia, puede compararse con el nivel en dólares de otros valores económicos, como son2: hedgefunds (1,4 billones), compañías de seguros (16 billones), fondos de pensiones (17,9 billones), fondos de inversión (21 billones), mercados de Bolsa (42 billones), PIB mundial (45 billones) o activos bancarios (63,5 billones).
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Los fondos soberanos se dirigen a tres mercados, dependiendo de las estrategias nacionales que los animan: 1) compran deuda y otros activos de economías emergentes; 2) realizan inversiones en empresas o en activos financieros de todo tipo: bonos, derivados, etc., en economías del Primer Mundo; 3) sirven para desarrollar lazos económicos con países que les ofrecen ventajas geoestratégicas o geopolíticas. Se trata, en definitiva, de una suerte de capitalismo de Estado, cuyos objetivos son fundamentalmente geoeconómicos; es decir, se orientan a defender los intereses del Estado propietario del fondo en cuestión mediante estrategias de poder económico. La clave de los fondos soberanos, no reside, por tanto, en su tamaño, sino en su estrategia; lo que anima en muchas ocasiones su opacidad. Considerándose transparentes las inversiones de Noruega, Canadá, Malasia o Azerbayán, por ejemplo, mientras que los Emiratos Árabes Unidos (UAE), Kuwait, China, Qatar, Venezuela Taiwán u Omán mantienen estrategias opacas (Figura 4.1). Aproximadamente, dos tercios de los fondos soberanos que existen en la actualidad provienen de países exportadores de petróleo, los cuales buscan, primeramente, un mecanismo financiero que les dé suficien-
1
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Billones se entiende como millones de millones en este caso y en los ejemplos que siguen en este capítulo, salvo que se indique expresamente. Kern, S. «Sovereign Wealth Funds – State Investments on the Rise». Deutsche Bank Research, 2007.
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CAPÍTULO 4
Figura 4.1 Enfoque y transparencia de algunos fondos soberanos Estratégico Malasia
UAE Dubai - DIC
Enfoque de la inversiòn
Qatar
China
Fondo no commodities
Singapur-Temasek Libia UAE Abu Dubai - ADAC Corea del Sur Brunei Omán Kuwait Taiwán Venezuela
Convencional Bajo
Fondo commodities
Argelia
Kazajstán Rusia
Nivel de transparencia
Chile
Noruega
Canadá (Alberta) Alto
Fuente: Gerard Lyons State Capitalism: The rise of sovereign wealth funds http://banking.senate.gov/public/ _files/111407_Lyons.pdf
tes ingresos fuera de las fluctuaciones de los mercados de commodities y, en segundo lugar, que les aseguren las necesarias reservas financieras para el día en que sus fuentes de petróleo se agoten. Protegiéndoles, adicionalmente, contra la conocida enfermedad holandesa que, en economía, se refiere a la apreciación de las monedas de los países exportadores de materias primas respecto de otras divisas, situación que incide en las dificultades exportadoras de productos manufacturados por estos países. Esta última estrategia ha sido utilizada por el Gobierno chino para controlar el valor de su moneda, el renminbi, y mantener sus exportaciones competitivas respecto de otros países, especialmente Estados Unidos. De esta manera, China, mediante la China Investment Corporation mantiene cerca de dos billones de dólares en reservas de moneda extranjera, con tasas de interés especialmente bajas, a modo de protección de sus exportaciones. Una situación que origina inestabilidades macroeconómicas evidentes, como se comprueba en la balanza de pagos existente entre China y Estados Unidos. Los fondos soberanos están entre la geopolítica y las finanzas. De ahí su falta de transparencia, en ciertos casos, y de la característica estratégica
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LOS ESTADOS EN LA ECONOMÍA GLOBAL
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de sus inversiones, como demuestran las inversiones de Qatar en el London Stock Exchange, de la UAE en Citigroup o EADS, o las de China en Morgan Stanley, el Grupo Blackstone o en ciertos países de África y Latinoamérica. Como también, en sentido contrario, las decisiones de Noruega imponiendo reglas éticas para sus inversiones o, incluso, el fondo soberano de Libia rechazando inversiones en aquellos países africanos que no impulsen la Unión Africana. El fenómeno de los fondos soberanos se presume cada vez más relevante en el contexto económico mundial, ya que ocuparán un papel clave en la estabilidad financiera, como se ha demostrado desde que comenzara en 2007 la crisis global. En este sentido, los fondos soberanos han operado como rescate de muchas entidades o países con problemas, inyectando la necesaria liquidez. Una situación que seguramente cambiará en el futuro cuando su papel no se limite únicamente al de simples inversores financieros sin prerrogativas de control, sino que exijan los derechos políticos que les corresponden y actúen en consecuencia. Algo que será foco de tensiones geopolíticas entre los detentadores de los fondos y los países receptores de las inversiones, como se ha puesto en evidencia en el informe de febrero de 2008 del Fondo Monetario Internacional: Sovereign Wealth Funds-A Work Agenda3, o en Estados Unidos mediante la creación del Committee on Foreign Investment4 (CFIUS), establecido para controlar las inversiones extranjeras y, en especial, la presencia de los fondos soberanos en ese país.
Sharia compliant Según el Pew Forum on Religionand Public Life5, la comunidad musulmana en el mundo alcanza los 1.570 millones de personas distribuidos en 200 países, lo que representa el 23% de la población mundial. Aunque se encuentran dispersos por los cinco continentes, más del 60% viven en Asia, y un 20% en Medio Oriente. La mayoría (alrededor del 90%) son suníes, y se concentran principalmente en cuatro países: Irán, Pakistán, India e Irak. En Europa la población musulmana supera los 38 millones de personas, estando fuertemente asentada en Rusia (16,5 millones), Alemania (4 millones) y Francia (3,5 millones). En Estados Uni3 4 5
http://www.imf.org/external/np/pp/eng/2008/022908.pdf http://www.fas.org/sgp/crs/natsec/RL33388.pdf Mapping the Global Muslim Population (Octubre 2009): http://pewforum.org/uploadedfiles/Topics/Demographics/Muslimpopulation.pdf
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Esta cohesión global en lo religioso es lo que ha promovido el desarrollo de los fondos shariah compliant (Shariah Compliant Funds: SCF). Se trata de vehículos financieros que se alinean con los principios del Islam. De esta manera, no invierten en aquellas industrias consideradas inmorales según la ley islámica; como, por ejemplo, el juego o el alcohol, así como en compañías fuertemente apalancadas, fondos altamente rentables, e incluso en ciertas inversiones de futuros u opciones; tampoco lo hacen en bancos comerciales. En concreto, los fondos shariah compliant se caracterizan, en lo fundamental, por:
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dos son alrededor de 2,5 millones y en el Reino Unido algo más de un millón y medio. Una población que crece a tasas medias del 3%, y que representa un factor económico de primera magnitud.
•prohibir el cobro de intereses; •requerir que los precios y las condiciones contractuales sean totalmente transparentes; •no permitir la especulación ni invertir en actividades relacionadas con el juego; •no aceptar las inversiones relacionadas con el tráfico de armas, el alcohol, el entretenimiento, etc.; y •obtener beneficio únicamente de los proyectos en los que se invierte. Entre los fondos más característicos están el Murabahah y el Ijarah. El primero compra activos y los vende a un precio que incluye un margen predeterminado: los clientes acuerdan, además, un tiempo para recuperar su inversión. Los segundos son un tipo de leasing que invierte en activos inmobiliarios o bienes de equipo, por ejemplo, y los cede a un tercero del que percibe una renta regular. Los commodities, en general, no son inversiones permitidas; sin embargo, son posibles las inversiones bajo contratos llamados istisna’a, según los cuales se predetermina el precio de los productos y se entregan en una fecha determinada, habiendo definido, igualmente, el beneficio a obtener por el vendedor. Los fondos SCF se encuentran entre los de mayor expansión en los últimos años. Se estima que bajo esta modalidad existen invertidos más de 1.000 millones de dólares, con crecimientos del 15% anual, de los cuales la mayoría se gestionan en bancos, igualmente, shariah compliant. Los fondos provienen, principalmente, de países islámicos productores de petróleo, así como de las propias inversiones realizadas por miembros de la religión islámica. Sin embargo, dado que bajo esta forma de inversión es posible otorgar contribuciones caritativas (llamadas
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LOS ESTADOS EN LA ECONOMÍA GLOBAL
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zakat), algunos analistas sostienen que mediante ellos se pueden sostener actividades terroristas6. Los centros por excelencia de este tipo de inversiones están en Malasia y el Medio Oriente, incluidos Irán, Arabia Saudita, Kuwait, Bahrein, los Emiratos, así como otros países como Bangladesh, Pakistán o Indonesia. En África la mayor concentración se dan en Egipto y Sudán. En Europa, el Reino Unido constituye el octavo mayor inversor de este tipo de fondos, con activos superiores a los 20.000 millones de dólares. Otros países como Francia, Luxemburgo o Suiza son tenedores de SCF. Aparte de los SCF existen servicios bancarios tradicionales como los ofrecidos por el Islamic Bank of Britain (IBB), que en diciembre de 2010 lanzó el primer servicio de banca retail shariah compliant. Dicho banco ofrece a sus clientes una gran variedad de servicios desde planes de pensiones para trabajadores islámicos, hasta un completo espectro de potenciales inversiones. En este sentido, para dar idea de su importancia, basta considerar la situación del Reino Unido, donde existen cinco Bancos shariah compliant (el primero abrió sus puertas en Londres en septiembre de 2004, el Islamic Bank of Britain); siete shariah compliant exchange-tradedfunds; 20 firmas de abogados que ofrecen servicios financieros islámicos; así como varias centros educativos e instituciones que ofrecen cursos de formación en productos y servicios financieros de este tipo. Por otro lado, en Luxemburgo, había registrados en marzo de 2009 más de 80 fondos del tipo SCF.
Alianzas estratégicas, divisas y sistemas monetarios El uso del dinero como medio de intercambio y compra de bienes es muy antiguo. Las primeras monedas de bronce proceden de los sumerios 3.000 años antes de Cristo, su nombre, el shekel, equivalente al valor de una fanega de trigo, se ha mantenido a través del tiempo, pues corresponde a la moneda del Estado de Israel en la actualidad7. Originalmente, las monedas tenían un valor intrínseco que provenía de la atracción sobre el material usado, fuera este oro, plata, etc. Sin embargo, con el tiempo, el dinero fue cogiendo un valor teórico según la consideración que le daba el país emisor. De ahí el término dinero fiduciario cuyo valor depende del crédito que merece quien lo pone en 6
7
Shariah, Law and ‘Financial Jihad’: How Should America Respond? http://www.mccormickfoundation.org/publications/jihadreport.pdf B. A. Lietaer. The Future of Money: Creating New Wealth, Work and a Wiser World. Century Publisher. 2001
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circulación. Crédito, que resulta ser uno de los elementos claves de la economía; ya que la vitalidad económica de un país está directamente relacionada con la cantidad y calidad del mercado de deuda. Es decir, del crédito en circulación. Para lo que se necesita un sistema monetario que provea del dinero necesario para sostener las transacciones económicas. Sin embargo, en los intercambios fuera de un país determinado, el dinero fiduciario necesita un referente de valor para las transacciones económicas fuera de sus fronteras. Y en este sentido, el dinero se convierte en divisas cuyo valor unitario hace referencia al país que la soporta. Para lo cual, es preciso un sistema transnacional que establezca los mecanismos adecuados para definir el valor de cada moneda en las transacciones internacionales. Mecanismos que pueden tomar diferentes modalidades: 1) dejar que el mercado establezca libremente la paridad de las monedas (free float); 2) establecer un tipo fijo de cambio; 3) intervenir en el mercado de divisas para controlar la volatilidad del mercado libre; 4) acordar un tipo de cambio regionalmente entre varios países para dar estabilidad al sistema; o bien, 5) como sucede en la actualidad, mantener un sistema de cambio híbrido. Hasta el comienzo de los años setenta, el FMI, creado con los Acuerdos de Bretton Woods de 1944, fue el responsable de coordinar el sistema monetario mundial. Los países miembros del FMI contribuían económicamente a fin de gestionar los posibles déficits que se produjeran en el sistema. Cada nación declaraba una paridad de su moneda respecto del valor en oro de dólar americano. De manera que no era posible, según los acuerdos, realizar transacciones a una paridad que difiriera en más de un 1% respecto del cambio oficial. El dólar se convirtió así en la moneda de referencia, fijando su valor respecto del oro, en 1949, en 35 dólares la onza8. De esta manera, dólar y oro confundían su valor y los bancos centrales aceptaban para sus reservas dólares en lugar de oro, ya que el Gobierno americano aseguraba el pago de intereses, cosa que no era factible con el oro. En 1969, el FMI introdujo los Derechos Especiales de Giro (SDR: Special Drawing Rights) con el fin de apoyar los mecanismos de cambio de Bretton Woods, sustituyendo al oro y al dólar, ya que resultaban insuficientes para apoyar el desarrollo del comercio mundial. Una situación que resultaba de anteriores crisis del dólar como moneda de referencia en paridad con el oro. Ya que, por ejemplo, en la primavera de 1965, el precio del oro superó los 35 dólares fijados, alcanzando el valor de 35,17 dólares la onza, con lo que los Estados Unidos se vieron 8
Una onza de oro equivale a 31,1035 g.
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LOS ESTADOS EN LA ECONOMÍA GLOBAL
obligados a buscar un mecanismo para lograr la paridad. Situación que tuvo que hacerse disminuyendo el nivel de reservas de oro del país que venía fijado por el Federal Reserve Act de 1913 en el 25% de los depósitos bancarios. Algo que volvió a repetirse en 1968. De esta manera, el régimen monetario internacional establecido en Bretton Woods llegaba a su fin a principios de los años setenta. Después aparecieron diversos acuerdos, desde acuerdos regionales en los países desarrollados europeos, hasta los sistemas de ancla nominal comunes en ciertos países en vías de desarrollo, según los cuales un banco central determinado elige un tipo de cambio fijo respecto de una divisa de un país de economía estable y con baja inflación, usualmente el dólar, el marco alemán o, últimamente, el euro. El banco comercia con la divisa elegida a un valor fijado por él mismo, de manera que el tipo de cambio se mantiene fijo, creando un ancla nominal mediante el cual los tipos de cambio quedan estables.
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Los sistemas de cambio fijo, sin embargo, no evitan las devaluaciones estratégicas, según las cuales ciertos Gobiernos deciden depreciar su moneda para ganar en competitividad. Tal fue el caso de la Administración Bush en Estados Unidos al seguir una estrategia de dólar débil respecto del euro o del yen. De esta manera se perseguía aumentar las exportaciones de productos americanos, a la vez que se forzaba a los europeos a bajar las tasas de interés para compensar el efecto y se estimulaba, en paralelo, el consumo en la deprimida economía japonesa. Movimientos geoeconómicos que, a la vez que sostienen alianzas estratégicas en otros campos, utilizan el valor de la moneda como una suerte de guerra económica soterrada. Tal es así que en mayo de 2003, para evitar el efecto de un dólar débil que forzaba la apreciación del yen, los japoneses vendieron dólares por valor de 33.400 millones (3.980 millones de yenes en ese momento). Ya que un yen «fuerte» era causa de movimientos deflacionarios muy perniciosos para su economía. Efecto que, a su vez, forzaba a Corea del Sur y Taiwán a devaluar sus propias monedas para paliar el efecto de un yen depreciado, a fin de mantener sus economías competitivas en el contexto global. Mientras que China, el otro gran competidor global, mantiene su moneda depreciada desde hace décadas. Situación que, en 2003, forzó a Canadá y al Banco Central Europeo a tomar medidas proteccionistas. Este último, cortando la tasa de interés en medio punto, para evitar el efecto de apreciación del euro respecto del dólar que, en ese año, había subido un 27% respecto de la moneda americana, perjudicando así las exportaciones de origen europeo. Una situación que se ha agravado a partir de la crisis financiera de 2008, donde los diferentes Gobiernos occidentales mantienen políticas
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Nada de lo que sucede actualmente en el movimiento de los mercados monetarios escapa de las decisiones que toman ciertos Gobiernos, cuya influencia en la economía global es fundamental: las tasas de interés, los tipos de cambio, las reservas monetarias, y la búsqueda del equilibrio de las balanzas económicas. Mecanismos que han sido durante décadas los elementos utilizados por los bancos centrales para estimular, por un lado, y controlar, por otro, las economías. Acciones que, en ocasiones, se toman coordinadamente entre varios países. Este fue el caso de la carta dirigida a los países del G20 por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, en octubre de 20109, donde enfatizaba la necesidad de concentrarse en la balanza comercial, en lugar de los tipos de cambio como había sido la política tradicional. Mensaje especialmente dirigido a China, país con el que Estados Unidos necesita equilibrar sus intercambios comerciales aumentando las exportaciones desde Estados Unidos hacia ese país.
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monetarias defensivas. Lo que obliga al análisis de la economía global desde la óptica de los mercados y desde el punto de vista político, es decir, geoeconómico.
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Economía espacial: ciudades, regiones y economía global Al hablar de economía, se obvia a veces el hecho de que esta se da en un lugar y tiempo concretos. Es decir, en la geografía específica donde sucede la actividad económica. Y de ahí, es posible analizar los porqués del desarrollo económico en una zona y la depresión o el estancamiento en otra. Con este preámbulo, se puede decir que economía espacial tiene que ver con el lugar donde se localiza la actividad económica; o dicho de otra manera, el lugar donde se ubican los recursos económicos y el porqué de este hecho. Lo que nos vuelve al origen de este apartado: ¿por qué unas regiones prosperan mientras otras se deprimen? ¿por qué en una misma ciudad hay zonas prósperas y otras no? O bien, y más concretamente, ¿por qué existen y crecen las ciudades?, ¿cuál es el tamaño óptimo de una ciudad desde el punto de vista económico?, ¿cuáles son los elementos que promueven las inversiones en unas zonas y no en otras?, ¿tiene que ver esto con las causas primeras del desempleo?, ¿qué efecto tiene la educación como elemento de generación de riqueza?, ¿son los 9
The Guardian: http://www.guardian.co.uk/business/2010/oct/22/g20-timothy-geithner-letter
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costes de transporte un elemento primordial? Preguntas que enlazan la economía con la geografía, y dan origen a la geografía económica, término sinónimo de economía espacial10. Geográficamente, por tanto, el hecho económico se da, básicamente, en tres niveles: ciudades, regiones, e internacionalmente, es decir, de manera global. Tanto en las ciudades como en las regiones la economía tiende, de alguna manera, a la concentración. Es lo que se conoce como aglomeración económica11, cuyos primeros análisis llevan a dos consideraciones fundamentales: uno, la realidad del dualismo norte-sur, según la cual las naciones más prósperas se ubican en pequeños clusters del hemisferio norte; y el segundo, que el crecimiento económico tiende a estar localizado. Caso paradigmático de este postulado sería comparar China y Japón: este último país con algo menos del 4% de la superficie de China y un 10% de su población tiene, aproximadamente, el mismo PIB (1,288 billones de dólares de Japón respecto de los 1,337 billones de China12). Y de manera distinta, pero igualmente concluyente lo serían, aparte de las ciudades consideradas dominantes, como Madrid, Barcelona, Estocolmo, París, Londres, etc., las concentraciones comerciales de marcas multinacionales en algunas de ellas. Por ejemplo, la calle Serrano en Madrid o el paseo de Gracia de Barcelona, el Soho en Londres o Ginza en Tokio. Y en otro orden pero igualmente definitivo, las regiones, tales como Silicon Valley o el Sun Belt en Estados Unidos, el Blue Banana en Europa, o de manera mucho más amplia geográficamente, el arco del océano Índico, como trataremos más adelante. Ciudades o regiones que resultan ser las locomotoras de las economías nacionales de su entorno debido, por un lado, a la aglomeración de actividades económicas interrelacionadas entre sí, y por otro, a la consecuencia que este hecho tiene sobre la productividad y el potencial innovador en razón de las sinergias que la propia concentración produce. Una circunstancia que, si bien es relevante económicamente, aporta una consideración política determinante por la concentración de riqueza y de personas que se da en un área geográfica determinada. Localmente porque concentra los intereses políticos en una zona, y globalmente porque ciertas regiones son causa de tensiones geoeconómicas y geopolíticas de enorme importancia en la estabilidad mundial como luego veremos.
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M. Fujita, P. Krugman, A. J. Venables. The Spatial Economy: Cities, Regions, and International Trade. The MIT Press, 1999. M. Fujita, J. F. Thisse. Economics of Agglomeration-Cities, Industrial Location and Regional Growth. Cambridge University Press, 2002. Datos de 2010 en millones de millones de dólares.
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Sostenibilidad es el término de moda desde que el efecto invernadero proveniente del exceso de emisiones de CO2 fuera la causa de los problemas medioambientales que padecemos. De ahí, que el concepto haya traspasado su ámbito para adentrarse de lleno en la economía global, llegando a cuestionarse en ciertos ámbitos si el planeta es capaz de mantener tantos habitantes como sean capaces de nacer, sin considerar, como sería razonable, el reparto de la riqueza y la gestión no agresiva de los recursos de la Tierra. De manera general se entiende el desarrollo sostenible, y por ende el de economía sostenible, aquel que permite cubrir las necesidades presentes y futuras sin agredir al medio ambiente y repartiendo equitativamente la riqueza. Un objetivo ambicioso, desde luego, ya que se concentra en preservar el planeta en sus mejores condiciones y erradicar la pobreza allí donde esta se encuentre. Un objetivo que, según las curvas de Kuznets, interrelaciona la renta per cápita con la degradación medioambiental y las desigualdades económicas. Un economista de origen bielorruso, Simón Kuznets, ganador del premio Nobel de Economía en 1976 desarrolló la conocida como teoría de Kuznets que asevera que el desarrollo económico de un país conduce a un aumento de las desigualdades entre la población; aunque al cabo del tiempo, cuando la actividad económica fluye, el bienestar se esparce y las rentas tienden a subir y la población es, en general, más próspera. De manera similar ocurre con la polución. Es decir, que tanto las naciones más ricas como las más pobres tienen más calidad ambiental que aquellas que se encuentran en proceso de desarrollo. Es lo que viene a llamarse la curva medioambiental de Kuznets. Ya se entiende que la economía sostenible pone su énfasis en las personas. No trata de focalizarse únicamente en los parámetros económicos, sino en analizar en concreto cómo las gentes pueden vivir mejor en un mejor entorno. Pues es evidente que la globalización ha conseguido «desconectar» al sujeto económico del hecho económico. Pues la especialización, por un lado, y la separación geográfica de clientes y proveedores, por otro, lleva a los consumidores a ser ajenos de la producción. Lo cual se aplica a casi cualquier actividad económica. Incluso, servicios de atención de clientes (call centres), o también a las campañas de publicidad y marketing, que en lugar de informar correctamente, a veces, desinforman, lo que abre aún más si cabe esta brecha entre clientes y empresas. Además, la actividad económica no puede resolver todos los problemas sociales aplicando sin más una lógica empresarial. La sostenibilidad
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La sostenibilidad del sistema económico
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de la economía, por tanto, ha de estar ordenada a la consecución del bien común. Algo que no sólo compete a las empresas, sino que debe ser la responsabilidad de todos los agentes que intervienen en el hecho económico. De esta manera, si el objetivo de la gestión económica se concreta en la generación de riqueza, su reparto y la manera en que la riqueza es consecuente con el respeto al medioambiente afecta a la comunidad política. La cual ha de evitar los desequilibrios y promover la justa redistribución de los bienes económicos. Y en lo relativo a la sostenibilidad, desarrollar su acción según cuatro ejes: •Promover la sostenibilidad medioambiental. Es decir, poner límites a la actividad económica para asegurar que es respetuosa con el medio ambiente. •Facilitar la justicia social, en el sentido de promover un hecho económico basado en valores; defendiendo los derechos humanos como ejes primordiales de esta acción.
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•Evitar las externalidades negativas. Aquellas que, en economía, se refieren a los daños que un agente económico produce en el bienestar de otro. Lo cual, a su vez, induce ineficiencias en el proceso económico en su globalidad. •Asegurar el buen gobierno, es decir desarrollar una manera de gobernar que sea capaz de lograr un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía. Un objetivo, a veces, inalcanzable para algunos Gobiernos.
Hardpower, softpower y smartpower: el juego económico de la diplomacia AOL, el gigante americano de contenidos, comunicó el 7 de febrero de 2011 su interés por la compra del periódico on-line, The Huffington Post. Una operación financiera de 315 millones de dólares. Años antes, el 12 de junio de 2008, aparecía un artículo en dicho medio firmado por Joseph Nye, el padre del concepto softpower, comentando la entrada del nuevo presidente americano. Su artículo, Barak Obama and SoftPower, sintetiza lo que se encuentra detrás de esta manera de hacer política: «softpower es la capacidad de obtener lo que se desea a partir de la atracción, en lugar de usar como método de pago o de coacción el palo y la zanahoria. Tal como describo en mi libro The Powers to Lead13, en 13
Oxford University Press, 2008.
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relación con los individuos, softpower tiene que ver con las habilidades de la inteligencia emocional, la visión y la comunicación que Obama posee en abundancia. Respecto de las naciones, se trata de cultura (cuando es atractiva a otros), valores (cuando se utilizan sin hipocresía), y políticas (cuando son inclusivas y son percibidas como legítimas a los ojos de los demás)«. El mismo autor, en otra obra14, define hardpower como: «La capacidad de usar el palo y la zanahoria, tanto económica como militarmente, para hacer que otros sigan nuestro deseos«. Concluyendo él mismo en la obra antes referida (The Powers to Lead) que: «La habilidad de combinar hardpower y softpower en una estrategia eficaz es lo que constituye el smartpower». De esta manera el poder fuerte combinado con el blando parece ser lo más inteligente, lo smart.
Seguridad, defensa nacional y economía En enero de 2009, Rusia cerró el paso de gas natural hacia Ucrania ante la negativa de ese país a no aceptar las nuevas condiciones de precio impuestas por el Kremlin. Algo que ya había sucedido anteriormente en 2006, y cuyos efectos, ante la disminución de presión en el gaseoducto, se sintió en países tan alejados como Italia o Francia, que sufrieron cortes de suministro. Ante la caída de los precios del petróleo al comienzo de 2009, y las dificultades del Gobierno ruso en influir convenientemente en la OPEP para elevar los precios, Gazprom, el monopolio gasístico ruso, elevó los precios de 250 dólares por mil metros cúbicos a la cifra de 418 dólares. Una cantidad que permitiría a Rusia incrementar sus ingresos del cliente ucraniano en más de 14.000 millones de dólares. Algo que el Gobierno de Ucrania encontraba excesiva. Una situación que se explicaba no sólo desde el lado de las finanzas rusas, sino también desde el político, ya que el presidente ucraniano Yushenko mantenía una política cercana a los Estados Unidos, y había sido públicamente crítico con el Gobierno ruso cuando la invasión de Georgia en agosto de 2008. Es evidente que el uso político de las materias primas es un arma de defensa o de agresión de características militares, según los casos. Como lo es el uso económico de las mismas. Y también resulta evidente que esto se da con el desarrollo industrial o tecnológico dirigido a potenciar la capacidad militar de cualquier país. Circunstancia ampliamente tratada por el economista Arthur Cecil Pigou en su libro The Political 14
Power in the Global Information Age: From Realism to Globalization. London, New York. Routledge, 2004.
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Economy of War15, donde, entre otras muchas consideraciones, afirma que: «[…] lo primero y más obvio, la amenaza de una posible guerra hace necesario el mantenimiento de los ejércitos, las fuerzas navales y aéreas, y los trabajos de aprovisionamiento. Esto trae consigo la retirada de la industria productiva de un gran número de personas más allá de lo normal, de mucha inteligencia, de potencia organizadora e inventiva, y de muchas ingeniosas máquinas». Caso paradigmático con Estados Unidos, cuyo presupuesto de defensa excede los 700.000 millones de dólares. Cifra que resulta ser mayor que los gastos de defensa de la suma de los 14 países que le siguen. Número que, por otra parte, representa, aproximadamente, el 20% del presupuesto federal, que viene a ser casi el 5% de su PIB. Sin embargo, existen otras estrategias que, aunque menos claras que esta, son también contundentes en la búsqueda de la supremacía política y económica. Supremacía que, muchas veces, adquiere tintes defensivos. Ya que en el mundo actual, la seguridad no se concreta únicamente en los aspectos militares, sino que, como hemos referido ampliamente en el capítulo 2, se centra más bien en los aspectos geoeconómicos. Lo que obliga a mantener una estrategia conducente a:
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•mantener un crecimiento económico suficiente para lograr unas tasas de paro bajas, con unas altas cotas de productividad y competitividad que, a su vez, abran el paso a empresarios y emprendedores como elemento de vigor económico; •desarrollar una capacidad industrial y de servicios suficientemente competitiva e innovadora para estimular las exportaciones y abrir mercados foráneos; y •encontrar elementos de liderazgo internacional en actividades científicas y tecnológicas, desarrollando un sistema educativo que forme profesionales altamente cualificados para competir en el mundo económico global. Ya que en el mundo actual, inmerso en la sociedad del conocimiento, el propio conocimiento que se deriva de la educación es un elemento clave de competitividad, pues no se trata de un producto que puede ser comprado o vendido, sino que es un elemento fundamental para la economía y la seguridad nacionales. Criterios estos que van más allá de la macroeconomía y se adentran de lleno en los aspectos microeconómicos, ya que el crecimiento económico se construye en base a una ecuación que juega con la oferta y con la demanda, en las que interactúan estrechamente macroeconomía y mi-
15
Nueva York, The MacMillan Company, 1941.
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La educación juega en algunos países un elemento clave de seguridad nacional. Véase el caso de Japón y su liderazgo tecnológico en tantos campos de la electrónica, por ejemplo, o de Estados Unidos y su dominio innovador y empresarial en todo lo relacionado con las nuevas tecnologías e Internet. O bien, Israel, un país extremadamente pequeño comparado con los dos anteriores, que mantiene una capacidad de generación de empresas innovadoras mucho mayor. Así, Israel16 en mayo de 2009 tenía 63 empresas en el NASDAQ, muy por encima de Canadá (48), de Japón (6) o del Reino Unido (5); era el país de mayor inversión en capital riesgo per cápita del mundo (más de 250 dólares seguido de Estados Unidos con 100 dólares); y se mantenía líder de inversiones no militares en I+D respecto del PIB (4,5% en el caso de Israel, seguido de Japón con 3,2% y de Estados Unidos con 2,7%). Todo ello fundamentado en un sistema educativo de muy alta calidad. Circunstancias que Estados Unidos ha reconocido prioritarias haciendo foco en el desarrollo de una estrategia conducente a «definir las 10 acciones más relevantes, en orden de prioridad, que pueden llevar a cabo los dirigentes políticos, para mejorar la situación científica y la tecnológica de las empresas, con el fin de que los Estados Unidos compitan con éxito, prosperen y estén seguros en la comunidad global del siglo XXI». Líneas de acción que se concretaban en : •«10.000 profesores educando 10 millones de mentes» (concentrándose en la llamada educación K-12). •«Mostrando las semillas» (con la estrategia puesta en la financiación de proyectos de investigación). •«Los mejores y más brillantes» (focalizándose en la educación superior y universitaria). •«Incentivos a la innovación» (foco en desarrollar un conveniente entorno innovador).
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D. Senor y S. Singer, Start-up Nation. The Hisory of Israel’s Economic Miracle. N. York-Boston. Twelve, 2009.
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croeconomía. Así, la demanda se relaciona con las políticas macroeconómicas que estimulan el consumo, la creación de empresas o las inversiones públicas y privadas, y aquellas que equilibran la balanza de pagos. Mientras que la oferta tiene que ver con los aspectos microeconómicos que se dirigen al aumento de la productividad, la innovación o al eficiente uso del capital, sin olvidar el efecto que en ella tienen las políticas gubernamentales en relación, entre otras, con la educación, el I + D, o las políticas de inmigración, así como con las políticas fiscales y monetarias.
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Las organizaciones de la economía global
Índice Política internacional y economía: foros de poder, 67 Organizaciones gubernamentales y su papel económico, 70 Las Gs: G8, G20 y G2, 73 Las ONG como instrumentos de influencia política y económica, 75 Proteccionismo comercial y comercio justo, 77 67
Política internacional y economía: foros de poder En el capítulo 1 se indicó que «el poder económico ha estado siempre ligado a la capacidad de influir en el comercio y en la producción de bienes ejerciendo un predominio sobre las reglas existentes, ya sea con imposiciones políticas o desde el dominio empresarial». Y en el capítulo 4, con Joseph Nye, se concretaba que el softpower de las naciones «se trata de cultura (cuando es atractiva a otros), valores (cuando se utilizan sin hipocresía) y políticas (cuando son inclusivas y percibidas como legítimas a los ojos de los demás)». A lo cual habría que añadir que, en el contexto global del siglo XXI, el poder político se confunde con frecuencia con el poder económico, y al contrario; muy especialmente, cuando se trata de poder blando.Y en este sentido entran en juego las organizaciones internacionales. Tal es el caso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Una institución creada al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en octubre de 1945, como consecuencia de la incapacidad de la Sociedad de Naciones para mantener la paz. Organización esta, fundada en 1919, que no evitó el conflicto mundial de 1939. La ONU ha demostrado una gran capacidad de influencia en lo político y en lo militar, especialmente con las decisiones del Consejo de Seguridad que, en unos casos, ha dado cobertura legal a ciertas acciones
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bélicas y, en otros, ha desplazado influyentes observadores a zonas en conflicto. Una demostración concreta de lo que significa en la práctica el poder blando, cuyas actividades se han introducido en múltiples campos con diversas organizaciones vinculadas a ella, como son: agricultura (FAO), comercio y desarrollo (UNCTAD o PNUD), infancia (UNICEF), educación y cultura (UNESCO), salud (OMS), propiedad intelectual (WIPO), comisiones regionales (ESCWA en Asia o CEPAL en América Latina), etc. O incluso con nuevas organizaciones como el Clean Development Mechanism (CDM), pensado para regular las emisiones de CO2 como resultado de los Acuerdos de Kioto. La forma en que este poder se lleva a cabo tiene, además, otras facetas. No sólo lo ostentan organizaciones gubernamentales como la anteriormente referida, sino que se trata de un modelo en constante evolución, con mecanismos múltiples para conseguir un objetivo concreto. No sólo actúan los Gobiernos de forma independiente, sino que también lo hacen organizaciones multilaterales, en las que las fuerzas se equilibran, normalmente de manera imperfecta. Detrás de los Gobiernos existen, además, los partidos políticos, e incluso organizaciones del tercer sector como son las fundaciones públicas o privadas, Organizaciones No Gubernamentales (ONG), fondos de inversión privados y públicos, empresas públicas, así como otras instituciones que, sin tener carácter institucional, actúan como si lo tuvieran, tal como hacen el G20 en la actualidad o hicieron antes el G7 o el G8. Y, en paralelo, existen otras organizaciones de carácter privado que, pertenecientes o no a multinacionales, interactúan en el sistema económico global. A lo que hay que añadir ciertos foros de opinión que, sin intervenir directamente en el contexto político o económico, influyen en ellos de manera visible, como pueden ser el Foro Económico Mundial (World Economic Forum), más conocido como Foro de Davos, o el controvertido Club Bilderberg. Antes de poder económico que, sin estar estructurados en organizaciones permanentes, condicionan de manera determinante en la marcha económica global. Respecto de las organizaciones no empresariales y no gubernamentales, se trata de un fenómeno que, desde el punto de vista de su capacidad de influencia, no es nuevo: ya en 1994, por ejemplo, Lester Salamon1 hacía hincapié en la importancia del sector constituido por las organizaciones sin ánimo de lucro, especialmente aquellas no sujetas al poder político. Organizaciones que, en cualquier parte, en los cinco continentes, vienen constituidas por asociaciones, fundaciones y otras 1
The Rise of the Nonprofit Sector. Foreign Affairs. Julio/agosto, 1994.
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En lo relativo a las grandes multinacionales, hay que considerar esas empresas que extienden su poder a través de la política y la economía, y que tienen directa o indirectamente, una fuerte influencia en la vida de miles de millones de personas. Piénsese, por ejemplo en: General Electric, una empresa con una facturación superior a los 175.000 millones; Toyota con más de 200.000 millones; la holandesa Unilever, con más de 50.000 millones; el grupo francés Carrefour con unos 110.000 millones; el gigante holandés de seguros y banca, ING, con una cifra de negocio de casi 200.000 millones de dólares, o bien Google que, si bien, no alcanza esas enormes cifras (obtuvo unos 29.000 millones de dólares de ingresos en 2010), su influencia se hace sentir en miles de millones de seres humanos. Compañías que superan con creces la capacidad económica de muchos países, que tienen miles de personas en sus nóminas, y cuya influencia mediática, política y económica es enorme. A las que se añaden las grandes distribuidoras de alimentos como pueden ser Cargill, Bunge, o Archer Daniels. La primera con actividades en más de 67 países, con 130.000 empleados y una facturación de 120.000 millones de dólares, aproximadamente. Un sector del que nos ocuparemos más ampliamente en el capítulo 12. Y, en lo relativo a los grandes grupos mediáticos, como pueden ser: Time Warner, con unos 26.000 millones de dólares de ingresos, Disney con 38.000 millones, Bertelsmann alrededor de los 15.000 millones, Viacom en el entorno de 13.000 millones o Murdoch’s News Corporation superando los 10.000 millones, hay que resaltar la influencia que tienen sobre los Gobiernos o las sociedades de muchos países. Influencia que se traduce en un tipo de softpower que es determinante, dado su carácter global y el papel que sus actividades tienen sobre la opinión
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instituciones no gubernamentales que proveen servicios asistenciales, educativos, medioambientales, etc., que tienen, a su vez, inmenso poder. Es lo que Salamon definía como la revolución asociativa: un despliegue masivo de organizaciones privadas no dedicadas a distribuir las ganancias entre sus diversos stakeholders, sino centradas en objetivos de carácter público, la mayoría de las veces con objetivos internacionales y fuera del entorno de un Estado concreto, cuyo poder económico es considerablemente más alto que el de muchos países. A lo que se suman, de una manera aparentemente descoordinada, lo que se ha dado en llamar poder 2.0, el cual pone en marcha movimientos de tipo reivindicativo promovidos desde las redes sociales de Internet o con mensajes cortos desde teléfonos móviles, tal como sucedió en Egipto en febrero de 2011 o en España en mayo de 2011 con el movimiento de los denominados indignados.
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de las personas, en un circuito que transforma la opinión publicada en opinión pública que tiene efectos determinantes sobre la política y la economía. Lo anterior, sin embargo, quedaría incompleto si no se hiciera mención de las agencias de rating. Instituciones independientes por su carácter privado, que influyen determinantemente en la política económica, pues hacen valoraciones sobre la solvencia financiera de empresas y Gobiernos y, en especial, sobre sus capacidades a la hora de hacer frente a sus compromisos de deuda. Son más de 70 las agencias de este tipo, de las cuales, tres de ellas, resaltan sobre las demás: Standard and Poors, Fitch y Moodys.
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El mundo está repleto de organizaciones gubernamentales que cubren casi todas las actividades humanas: desarrollo económico, pobreza, educación y cultura, energía y medio ambiente, seguridad, comercio, aspectos legales, consideraciones humanitarias, propiedad intelectual, aspectos financieros, trabajo, emigración, problemas de los refugiados, agricultura, derechos humanos, salud, tratados internacionales, defensa de la mujer, información estadística, etc. Todas ellas con un interés económico en sus objetivos. Algunas de carácter regional y otras operando globalmente. Unas institucionalmente establecidas, o simplemente constituidas de manera oficial, si bien como grupos de países que al margen de las instituciones imponen políticas globales. Desde el punto de vista de las organizaciones financieras, aparte de las instituciones regionales como pueden ser los bancos, por ejemplo: los bancos Africano o Asiático de Desarrollo, el Bank for International Settlements, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Central Europeo, el Banco Interamericano de Desarrollo o la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), etc. Las organizaciones políticas de carácter global por excelencia son el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) creada el 1 de enero de 1995 como actualización del GATT2. Aunque esta última, la OMC, a diferencia de las dos primeras no fija reglas que han de cumplirse, sino que constituye un foro para facilitar los acuerdos comerciales y tiene los mecanismos para que dichos acuerdos se cumplan. 2
GATT. General Agreement on Tariffs and Trade (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles).
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A día de hoy, en el Banco Mundial participan como miembros 187 países y sus actividades se anclan en dos pilares fundamentales: El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (International Bank for Reconstruction and Development, IBRD) y la Asociación Internacional de Fomento (International Development Association, IDA). El primero dedicado a los países en vías de desarrollo, y la segunda centrada en los más pobres. A ellos se suman: La Corporación Financiera Internacional (International Finance Corporation, IFC), el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (Multilateral Investment Guarantee Agency, MIGA) y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (International Centre for the Settlement of Investment Disputes, ICSID). El BM es, sin duda, una organización de gran poder e influencia, ya que constituye el mayor prestamista a escala mundial. Sin embargo, su propio esquema de gestión y la gran cantidad de países asociados hacen difícil, por la falta de consenso, la puesta en marcha de muchas iniciativas. De esta manera, unas veces actúa como un intermediario financiero, otras lo hace influyendo en la marcha de ciertos Gobiernos a fin de cambiar sus modos de hacer y, en muchos casos, se limita a desarrollar proyectos de inversión. Un funcionamiento que establece un mecanismo de transferencia de recursos desde los países más ricos hacia los más pobres. El FMI no es, por el contrario, un banco, sino una institución de tipo cooperativo que busca mantener en equilibrio del sistema financiero entre las naciones miembros. Lo cual no quita para que el propio Keynes admitiera en su día que el FMI debería considerarse un banco, mientras que el BM debería ser un fondo de inversión. Si bien, como se ha explicado, el BM se orienta al desarrollo de las naciones más pobres, mientras que el FMI trata de mantener el sistema financiero 3
E. S. Mason; R. E. Asher. The World Bank since Bretton Woods. The Bookings Institution. 1973.
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El Banco Mundial3, como se indicó en el capítulo 1, fue creado en 1944 en las reuniones de Bretton Woods. En principio, fue pensado como un banco para la reconstrucción que se preveía necesaria después de terminada la Segunda Guerra Mundial, aunque después de múltiples discusiones acabó –promovido según criterio de Keynes– como un banco para el desarrollo: nadie quería volver a sufrir una crisis económica como la de 1929, y las potencias que se veían ganadoras de la Guerra Mundial, entonces a punto de concluir, buscaban un nuevo orden mundial bajo su preeminencia política y, sobre todo, económica. De ahí el nacimiento del BM y del FMI.
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global fuera de perniciosos desajustes. Y, aunque administra unos fondos que puede prestar a los países con problemas, no es una entidad bancaria sensu stricto. De esta manera, mientras el BM presta a las naciones menos desarrolladas o muy pobres, con o sin pago de intereses, el FMI es una institución de crédito cuyos miembros, sean desarrollados o no, disponen de una «bolsa» utilizable, bajo ciertas condiciones, en caso de tener problemas financieros. Lo cual les exige el mantenimiento de unas políticas económicas que estén en consonancia con los criterios de solvencia exigidos por el FMI. El cual está también autorizado para emitir un tipo de divisa (SDR’s: Special Drawing Rights). La Tabla 5.1 expone las mayores diferencias entre ambas instituciones.456 Tabla 5.1 Características principales del FMI y el Banco Mundial FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (FMI)
BANCO MUNDIAL (BM)
• Vigilaelsistemamonetariointernacional.
• Tienecomoobjetivoprincipaleldesarrollo • Promuevelaestabilidaddecambioentresuspaíses económico de las naciones más pobres. miembros. • Asistealospaísesenvíasdedesarrollomediante • Ayudainancieramenteasusmiembrosencasode lainanciaciónalargoplazodeprogramaso proyectosqueestimulensudesarrolloeconómico. problemas en sus balanzas de pagos.
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• Soportainancieramentealospaísesmáspobres, con renta per cápita menor de 1.135 dólares, con un total de préstamos de 11.200 millones5 a través de la • Obtienesusreservasinancierasdeaportacionesde Asociación Internacional para el Desarrollo sus 182 países miembros (más de 756.000 millones de (IDA, International Development Association). dólares4, equivalente a 477.000 millones de SDR’s). • Promuevelacreacióndeempresasenlospaíses más pobres mediante la Corporación Financiera Internacional (IFC, International Finance Corporation). • Complementalasreservasdedivisasdesus miembros mediante SDR’s.
• Obtienesusrecursosinancieros,fundamentalmente, en el mercado de deuda internacional. • Tieneunosactivosde283.000millonesde dólares6.
4 5 6
Datos del Fondo Monetario Internacional en noviembre de 2010. Datos de 2009 (http://www.brettonwoodsproject.org/item.shtml?x=5378509). Según Informe Anual del Banco Mundial 2010.
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En una entrevista en la BBC el 25 de noviembre de 1992 7, Noam Chomsky, relevante lingüista del Massachusetts Institute of Technology (MIT) e importante escritor y activista político, hacía referencia a los movimientos populares contra el capitalismo representado por las reuniones de los países más desarrollados, asegurando que: «Estamos alcanzando un punto en el que se está poniendo en juego la cuestión de la supervivencia humana». Explicitando después que: «Existe un Gobierno mundial establecido de facto que incluye el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el GATT y el G7; y las reuniones del G7 están diseñadas para aislar cualquier forma de presión popular». A lo que añadía: «Y reflejan los intereses de las corporaciones transnacionales, de los bancos internacionales, etc. La gente habla del fin de la historia, pero lo que están viendo es un ataque tremendo a la democracia y esto debe ser entendido y combatido. Se trata de un enorme problema». El G7 y el G8 son las caras de la misma moneda. El primero, formado en 1976, reúne a los ministros de finanzas de los siete países más desarrollados: Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Canadá; mientras que el G88 incluye a los primeros ministros de esos países, además de Rusia. Se trata de organizaciones que muchos analistas definen como la «acción de gobernar el mundo sin Gobierno», ya que no existe una estructura política que permita el gobierno de la economía global. Es lo que Robert Cox9 define como una nebulosa: «Una flexible y elitista red de influencias y agencias que comparten un conjunto común de ideas que de manera colectiva constituye una función de gobierno»10. En realidad el G7 y su complemento el G8 fueron el resultado de las propias ineficiencias del FMI y del BM, que no cumplieron su función con la primera crisis del petróleo en 1973. A lo que se añadió el colapso del dólar como moneda de referencia tal como hemos indicado en el capítulo anterior. Esta circunstancia llevó, primero, a la creación del G5 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra y Japón) que,
7 8
9
10
http://www.recrea.org/rrf/johnp/jp_noamc.htm Robert D. Putnam; Nicholas Bayne. Hanging Together: The Seven-Power Summits. Royal Institute of International Affairs, 1984. R. W. Cox. Democracy in hard times: economic globalisation and the limits to liberal democracy. En The Transformation of Democracy? Globalisation and Territorial Democracy, editado por A. McGrew. Cambridge, Polity Press, 1997. Para más detalles se puede ver la obra de Peter Hajnal, The G8 System and the G20. Evolution, Role and Documentation (Ashgate Publishing Company. 2007), donde se hace una extensa exposición de estas organizaciones.
CAPÍTULO 5
Las Gs: G8, G20 y G2
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desde 1973 hasta 1985 reunió casi en secreto con los ministros económicos de los países miembros, a los que se unieron, en 1986, Italia y Canadá para formar el Grupo de los siete. Una organización no establecida según los parámetros institucionales al uso que, en 1999, dio origen a un mecanismo similar, pero de mayor alcance: el G20. Cuyo objetivo se concretó en ampliar el diálogo sobre las políticas financieras que deberían hacer más estable el mundo, lejos de las tormentas económicas que se habían sucedido en el pasado. Una prevención ante los desafíos que se habían desencadenado con la crisis financiera de los países asiáticos emergentes en 1997 (especialmente en Tailandia, Indonesia y Corea). Se trataba, por tanto, de añadir a los mecanismos definidos en Bretton Woods otras regiones del globo, incluida la nueva Unión Europea (Tabla 5.2). No está claro el papel del G20, en el momento en que algunos países con fuertes economías como España (con un PIB de 1.464 miles de millones de dólares en 2009) u Holanda (con un PIB de 795 miles de millones de dólares) sólo participan como miembros invitados, aunque las claves están en la influencia de uno y otro en el contexto geoestratégico mundial. Tabla 5.2 Países del G20 PAÍSES MIEMBROS DEL G20* • Alemania(3.353)
• Indonesia(539)
• ArabiaSaudita(370)
• Italia(2.118)
• Argentina(310)
• Japón(5.068)
• Australia(997)
• México(875)
• Brasil(1.574)
• ReinoUnido(2.184)
• Canadá(1.336)
• Rusia(1.229)
• China(4.909)
• Sudáfrica(287)
• CoreadelSur(833)
• Turquía(615)
• Francia(2.676)
• EstadosUnidos(14.256)
• India(1.236)
• UniónEuropea** (16.447)
* Entre paréntesis el PIB de los países referidos, en miles de millones de dólares (2009).
** La Unión Europea está representada por el presidente de laUniónydelaComisiónEuropeayporlapresidencia rotatoriadelConsejoEuropeoydelBancoCentralEuropeo.
Otros participantes: FMI, BM, el Comité Monetario y Financiero Internacional (ex officio), el Comité de Desarrollo del FMI y del BM (ex officio), así como otras organizaciones según criterio del país organizador.
GEOECONOMÍA
En 1999, un detallado informe11 del Johns Hopkins Center for Civil Society Studies indicaba que, en los 22 países estudiados, el sector terciario de organizaciones sin ánimo de lucro empleaba a 19 millones de personas con un volumen económico de 1,1 billones12 de dólares. Se trataba entonces de la octava economía del mundo, por delante de Brasil, Rusia, Canadá o España. Uno de los autores del estudio, Lester Salamon, ya había alertado pocos años antes sobre el relevante papel de este sector en la economía y política mundiales13: «La proliferación de estos grupos puede alterar de forma permanente las relaciones entre los Estados y los ciudadanos, con un impacto que vaya más allá de los servicios materiales que proporcionan». Conocer el número exacto de ONG que existen en la actualidad es tarea imposible. Como lo es evaluar su impacto real en la economía y los Gobiernos. Ya que su poder alcanza a grandes y pequeños, incluidos los Estados Unidos. Y también a potentes organizaciones intergubernamentales como pueden ser el G20 o la OMC (Organización Mundial del Comercio). Organizaciones que han tenido, en ocasiones, que variar sus intenciones debido a la presión de ciertas ONG, que actúan como superpotencias usando el soft power muy eficazmente. Unas organizaciones, sin embargo, alejadas en ciertas ocasiones de prácticas democráticas internas, que son dirigidas por élites singulares y mantienen economías, a veces, poco transparentes. Un hecho que, sorprendentemente, no afecta a su reputación, siempre por encima de Gobiernos o corporaciones en temas tan importantes como el medio ambiente, la salud o los derechos humanos14. Las ONG tienen ya larga vida: en el siglo XIX aparecieron las primeras sociedades para luchar contra la esclavitud en el Imperio británico. Y las más antiguas de las actuales hunden sus raíces en el siglo XIX; como lo hace, por ejemplo, la Cruz Roja Internacional, fundada en Ginebra en 1863. Aunque fue la segunda mitad del siglo XX la época que vio nacer a la mayoría de las poderosas ONG actuales: Amnistía Internacional (1961), Greenpeace (1971), o Human Rights Watch (1978), por citar tres de ellas.
11
12 13 14
Global Civil Society Dimensions of the Nonprofit Sector. The Johns Hopkins Center for Civil Society Studies Baltimore,1999. http://www.ccss.jhu.edu/pdfs/Publications/overview.pdf Millones de millones de dólares. L. M. Salamon. The rise of the non-profict sector. Foreign Affairs. Julio/agosto, 1994. Ver, por ejemplo: The 21st Century NGO. http://www.unglobalcompact.org/docs/news_events/9.1_news_ archives/2003_06_27/pr_ngoreport.pdf
CAPÍTULO 5
Las ONG como instrumentos de influencia política y económica
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CAPÍTULO 5
LAS ORGANIZACIONES DE LA ECONOMÍA GLOBAL
Mirando a Estados Unidos15, las cien mayores ONG en 2006 obtuvieron unos ingresos superiores a los 64.000 millones de dólares, un incremento del 9% respecto del año anterior. Un récord al decir del referido informe. Entre ellas, las cinco primeras, alcanzaron prácticamente la cifra de 23.000 millones de dólares: American Red Cross (6.000 millones), YMCA USA (5.700 millones), United Jewish Communities (4.300 millones), Catholic Charities (3.600 millones), y The Salvation Army (3.300 millones). Algunas de ellas entran de lleno en una suerte de activismo de tipo político o económico que llega a incidir en las actividades de las empresas e, incluso, obliga a cambiar cierto tipo de prácticas empresariales o demostrar que tales actividades no existen. Una forma de llevar a cabo sus objetivos alrededor de unas ideas concretas y lejos de intereses gubernamentales o de la búsqueda de beneficios económicos.
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En este sentido, es relevante citar el caso de la firma de productos deportivos Nike. Una empresa líder en su sector, bien conocida por sus programas de marketing alrededor de deportistas de primera línea como Michael Jordan hace años, o actualmente los tenistas Roger Federer o Rafael Nadal. Así, hacia finales de la década de los noventa, en todo su esplendor, con un negocio de unos 10.000 millones de dólares, Nike cayó bajo la mirada de ciertas ONG que argumentaban al respecto de sus prácticas poco humanitarias en sus procesos de fabricación en Indonesia. El resultado fue el impulso de Nike para la creación de la FLA (Fair Labor Association), una entidad que, en 2002, agrupaba a varias ONG, universidades, y un gran número de empresas que se adherían a un código de conducta mediante el cual sólo se contratarían trabajadores mayores de 15 años, con el compromiso de no trabajar más de 60 horas por semana. Y alrededor de la misma fecha, Nike donaba más de 7 millones de dólares para la creación de la Global Alliance for Workers and Communities, una ONG dedicada a los problemas de los trabajadores manuales, a la vez que editaba sus primeros informes de responsabilidad social corporativa. Unas formas de actuar que también alcanzaron a otros sectores, como el farmacéutico, en el que Novartis, la compañía resultante de la fusión de Ciba-Geigy y Sandoz en 1996, acabó cambiando su programa de desarrollo de vacunas para el SIDA en África debido a la presión de ciertas ONG como la inglesa UNED Forum. Casos similares a otras empresas como Timberland que también se vio sacudida por este tipo de presiones. 15
The 2007 Non Profit Times. http://www.nptimes.com/07Nov/071101SR.pdf
GEOECONOMÍA
De la misma manera, Amnistía Internacional, ganadora del premio Nobel de la Paz en 1977, ha sido enormemente efectiva en sus denuncias contra múltiples Gobiernos en la defensa de los derechos humanos. Bien conocido fue, por ejemplo, el litigio que mantuvo en 2005 contra la Administración de George Bush a consecuencia de la guerra de Irak. Sus denuncias contra los abusos en relación con los prisioneros de guerra crearon complejos problemas al Gobierno americano de entonces. Una organización –Amnistía Internacional– de fuerte presencia internacional, soportada por miles de contribuyentes, cuyo peso específico e influencia política se hace sentir vivamente en el mundo16.
Proteccionismo comercial y comercio justo La liberalización del comercio, causa primordial en el proceso de globalización, se ha visto acompañada con otro fenómeno no menos problemático: las precarias condiciones, en ciertos casos, en los países productores objeto de la deslocalización de industrias en el Primer Mundo. Lo que ha llevado a tratar de asegurar unas reglas suficientes para que se de un comercio justo. Básicamente, estas reglas se refieren a cinco aspectos: 1) precios justos respecto de los productores; 2) salarios y condiciones laborales justas de los trabajadores, evitando especialmente las discriminaciones y el trabajo de menores de edad; 3) asegurar la transparencia de las empresas suministradoras y, en especial, proteger la creación de 16
Amnesty International Limited. Report and financial statements for the year ended 31 March 2010. http:// www.amnesty.org/en/library/asset/FIN40/012/2010/en/2067a089-cb5a-4dab-b07f-e108a8076097/ fin400122010en.pdf
CAPÍTULO 5
La actividad de influencia de las ONG no queda, sin embargo, reducida a las actividades económicas o empresariales, tienen que ver también con la defensa de los derechos humanos en países concretos o con la protección del medio ambiente, al modo que lo hace Greenpeace. Una organización que ante el anuncio del Gobierno alemán en junio de 2011 de cerrar sus centrales nucleares hacia 2022, exigió, por ejemplo, un road map más agresivo que llevara la decisión a 2015. Como hizo de manera similar al denunciar a la compañía Apple en marzo de 2011 como una empresa líder en ofensas al medio ambiente debido a la utilización de fuentes de energía «sucias» para alimentar sus centros de datos, incluido el carbón y la energía nuclear. Una organización –Greenpeace– bien conocida por sus denuncias y acciones contra Gobiernos o empresas. Una suerte de softpower alejada de intereses gubernamentales concretos, pero muy eficaz en sus resultados.
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CAPÍTULO 5
LAS ORGANIZACIONES DE LA ECONOMÍA GLOBAL
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cooperativas que repartan equitativamente sus beneficios; 4) facilidades financieras para conseguir créditos en condiciones justas, desarrollo de minicréditos, y mejora de vida de los productores de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo; y 5) sostenibilidad del medio ambiente local, evitando la utilización de productos agroquímicos lesivos para el medio ambiente o las personas, y teniendo especial cuidado en las condiciones de higiene, tratamiento de residuos, etc. No se crea, sin embargo, que las condiciones de comercio justo se refieren únicamente a las actividades de producción de bienes o servicios, sino que entran de lleno en otros ámbitos como puede ser el trading de commodities. En este campo son conocidas las distorsiones que se pueden producir mediante la manipulación de los mercados, ya sea promoviendo la sobreproducción para alterar los precios o bien promoviendo productos alternativos que hacen desaparecer mercados locales en países en vías de desarrollo. Productos como el café pueden ser objeto de calentamiento financiero mediante la simple técnica de ofrecer precios sensiblemente más elevados a ciertos productores locales con la intención de elevar los precios ante una bajada de los mismos en los mercados. Una situación que puede llevar a la ruina a pequeños agricultores que se mantienen alejados y sin información de lo que sucede en los complejos mercados de commodities. Es cierto que en muchos casos, la solución de incrementar los precios de los productos finales no resulta adecuada debido al enorme número de intermediarios que van desde el productor al consumidor. Los importadores, los grandes distribuidores, los centros comerciales, etc., todos ellos incrementan el precio hasta un 250% o más. De manera que un aumento de los precios para beneficiar al primer eslabón de la cadena, el productor, no suele ser la mejor opción. La globalización, en sí misma, ha traído beneficios en muchos ámbitos y, en concreto, en relación con la disminución de la pobreza en el mundo. De manera que la apertura de los mercados y la desaparición de muchas barreras arancelarias han sido, igualmente, la causa del incremento de las condiciones de vida en muchos lugares y pueblos. Como también lo es el hecho de las mejoras que se han ido introduciendo respecto del comercio justo. Uno de los elementos positivos de esto último ha sido la introducción y adopción por muchos países de la etiqueta de comercio justo dada a ciertos productos y compañías. De esta manera, muchos productos tienen el sello: «certificado de comercio justo». Un proceso iniciado en Holanda a finales de los años ochenta como reacción a la caída de los precios del café antes apuntada. A partir de ahí, muchas organizaciones
GEOECONOMÍA
Sin embargo, ante estas medidas hay economistas que argumentan que el comercio justo es otra forma de proteccionismo comercial. Algo que, según estas fuentes, va en contra de los mínimos criterios para crear riqueza que, siempre, se encuentra dentro de la liberalización de los mercados. Una controversia ya antigua que originó un debate y toma de posición desde la United Nations Conference on Trade and Development (UNTAD)18, especialmente respecto de las contradicciones existentes en los acuerdos actuales de la OMC o las reglas establecidas por el GATT en relación con la agricultura, la fabricación de productos textiles, la aplicación de normativas anti-dumping o el tratamiento específico que se da a las naciones en vías de desarrollo, por ejemplo. Un problema que lejos de estar totalmente resuelto seguirá suscitando complejos problemas en los próximos años.
17
18
Global Fair Trade: Humanizing Globalization and Reintroducing the Normative to International Political Economy. http://www.wiscnetwork.org/ljubljana2008/papers/WISC_2008-431.doc M. Shafaeddin. Free Trade or Fair Trade? An enquiry into the causes of failure in recent trade negotiations. UNTAD. Diciembre de 2000. http://www.unctad.org/en/docs/dp_153.en.pdf
CAPÍTULO 5
han adoptado esta estrategia que se ha consolidado bajo el paraguas de la Fairtrade Labeling Organizations International (FLO). Un conglomerado de organizaciones soportadas por muchos Gobiernos, que proporcionan un estándar de certificación para los productos de comercio justo. Iniciativas que han conseguido aumentar la venta de este tipo de productos más del 300% en Europa y más del 400% en Estados Unidos desde los inicios de la pasada década. Un mercado, el de los productos de comercio justo, que superó en 2006 los 1.500 millones de dólares entre Europa y Estados Unidos17.
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PARTE
II
Geoeconomía física: macrorregiones
CAPÍTULO
6
Las regiones económicas
Índice El caleidoscopio económico mundial, 83 Las zonas estratégicas de la economía mundial, 87 El Primer Mundo y el Tercer Mundo, 90 Países en desarrollo y mercados emergentes, 92
83
El caleidoscopio económico mundial Normalmente se tiende a explicar los sucesos económicos según modelos unificados. Esto los hace más comprensibles. Pero, igualmente, distorsiona la realidad. Todos los países intercambian bienes y servicios, crean sus propios mercados interiores y exteriores, y distribuyen la riqueza de manera más o menos imperfecta. Si no fuera así no habría desigualdades. Pero el hecho económico, en su base, es fruto, también, de las posiciones de poder que determinan las personas o las organizaciones, sean políticas o no; un efecto que hace que ciertos lugares sean más prósperos que otros o que haya más libertad, al igual que determina el porqué de los flujos económicos interregionales y sus equilibrios, así como las crisis económicas. Cuando se interpretan los sucesos económicos y se estudian las políticas y las estrategias, el entorno geográfico nacional o regional no explica suficientemente las diferentes realidades económicas. Por un lado, en casi cualquier nación, tal como indica Michael Porter1, existen realidades económicas que son, en muchos casos, los elementos esenciales que definen el comportamiento económico. Y, por otro, el curso de la globalización y 1
The Economic Performance of Regions (http://www.camaramed.org.co:81/mcc/sites/default/files/doc_digital/anexos/2010/Sep/Economic_Performance_%20Regions_PORTER.pdf)
CAPÍTULO 6
LAS REGIONES ECONÓMICAS
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las distintas zonas económicas supranacionales influyen de manera muy específica en el contexto macroeconómico y microeconómico. E, incluso se podría añadir, que son la clave del bienestar de pueblos y personas. Desde el punto de vista geográfico, durante bastante tiempo, y siguiendo las consideraciones del Club de Roma en los años setenta, el mundo estaba dividido en regiones que mantenían cierta coherencia en su desarrollo2, de ahí sus predicciones catastrofistas de 1972 según el análisis que realizó con el Massachusetts Institute of Technology sobre los límites del crecimiento, que nunca llegaron a producirse. Tal división geográfica consideraba diez regiones fundamentales: Canadá y Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Australia, Rusia y China, Sudamérica, África del Norte y Oriente Medio, India e Indonesia, y el resto de Estados asiáticos. Un esquema que fue útil a algunas empresas del sector automovilístico, como Fiat, para lanzar sus campañas de ventas. Sin embargo, en la economía global que impulsa el crecimiento de los transportes de todo tipo y las telecomunicaciones, y hace más abiertos los mercados, se puede llegar a pensar que la localización geográfica ya no es relevante. Lo cual no se ajusta a la realidad. Ya que la fuerte competencia que trae, a su vez, la globalización, se traduce en importantes concentraciones geográficas en las que se localizan instituciones académicas potenciadoras de conocimiento, así como sofisticadas industrias y clientes privados o instituciones que se benefician de ellas. El proceso globalizador de la economía ha ido perfilando con los años un entorno mucho más complejo, tanto local como globalmente. Por lo que, al hablar del caleidoscopio económico mundial hay que ir más allá de conceptos geográficos al uso para incorporar otras realidades. En concreto: 1. Grandes economías que determinan el panorama económico mundial, según muestra la Figura 6.1; donde se puede ver cómo, de las 10 economías mayores del mundo en la primera década de este siglo y su proyección en 2020, la suma de las economías de Estados Unidos y China superaba ya en 2010 en un 14% al resto, mientras que su proyección a 2020 anticipa que ambas en conjunto serán un 34% mayores que las demás. Una muestra evidente de la fuerza económica que seguirá tejiendo el eje China-Estados Unidos en la presente década, así como el hecho que la economía china seguirá determinando el devenir comercial mundial (Figura 6.2). Con el hecho añadido del surgimiento de México como la décima economía en 2020.
2
http://clubofrome.at/archive/pdf/mas-peccei.pdf
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 6
2. Clusters económicos singulares, como por ejemplo, Silicon Valley en California o regiones nacionales o transnacionales más amplias como el Sun Belt y otras regiones en Estados Unidos, o el Blue Banana en Europa. Se trata de áreas económicas que dependen en lo fundamental del tamaño de las economías locales donde se asientan, así como de las facilidades y costes del transporte. Lo veremos con detalle en el capítulo 7. 3. Áreas geográficas propietarias de recursos naturales que las convierten en polos económicos y geopolíticos. Situaciones que se dan regionalmente en una zona geográfica determinada (por ejemplo, Oriente Medio), o en lugares exclusivos por la existencia en ellos de ciertos minerales estratégicos (por ejemplo, el coltán en el Congo). 4. Zonas geográficas que, sin ser espacios económicos concretos, condicionan por su peso geoeconómico la economía regional e, incluso, la global. Tal sería la zona del océano Índico que abarca el arco de la India con el estrecho de Ormuz, Asia central y la concentración que se da en esa zona en cuanto a la confluencia estratégica de agua, gas, petróleo y uranio, incluidos los diferentes corredores de transporte de materias primas que allí aparecen. Lo mismo ocurre con ciertas zonas del Mediterráneo.3 Figura 6.1 Evolución prevista del PIB en billones3 dólares de las 10 mayores economías del mundo 30 25 20 15 10 5
2010
México
Italia
Brasil
Francia
Reino Unido
Rusia
Alemania
India
Japón
China
Estados Unidos
0
2020
Fuente: Euromonitor International. http://blog.euromonitor.com/2010/07/special_report_top_10_largest_ economies_in_2020.html 3
Billones en este caso se refiere a millones de millones de dólares. Datos de PIB en PPP = Purchasing Power Parity.
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CAPÍTULO 6
LAS REGIONES ECONÓMICAS
Figura 6.2 Balanza comercial Estados Unidos-China y Unión Europea-China 400 300 200 100 0 -100 -200 -300
Importaciones
Exportaciones
Diferencia
-400
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EEUU-China 2010
UE-China 2010
5. Organizaciones o áreas geográficas en la cuales ciertos stakeholders buscan la cooperación en un desarrollo económico común. Lo cual puede darse a nivel político creando zonas específicas de libre comercio o por medio de organizaciones que pretenden una mayor racionalidad –y confluencia de intereses– en el comercio o en las reglamentaciones financieras. Los ejemplos son múltiples, desde cámaras de comercio, hasta organizaciones e instituciones de carácter más global como Mercosur, EFTA (European Free Trade Association), etc. 6. Espacios económicos transnacionales como la Unión Europea, OCDE, G20, etc. 7. La región «virtual» que establecen los movimientos financieros en Internet, incluidos los múltiples productos, commodities y transacciones de futuros y opciones que, a su vez, concretan movimientos físicos, especialmente de transporte marítimo; en la que se da la paradoja de que la carga de un buque puede ser vendida varias veces antes de llegar a su destino.
GEOECONOMÍA
Con la llegada al poder del actual presidente de Estados Unidos, Barak Obama, el conocido profesor de Harvard, Michael Porter, lanzaba en la revista Business Week dos preguntas cruciales que posteriormente desarrollaba en el mismo artículo4: ¿Cuál es la posición competitiva fundamental de los Estados Unidos? Y ¿Qué es lo que hay que hacer para mantener la fortaleza americana mientras otras naciones están haciendo progresos muy rápidamente?
CAPÍTULO 6
Las zonas estratégicas de la economía mundial
El autor continuaba su discurso abogando por establecer una estrategia económica específica, ya que «ambos partidos –Republicano y Demócrata– contribuyen al problema de aproximarse a la economía desde posiciones políticas e ideológicas, muchas de las cuales no casan con la realidad de nuestros días». Lo que llevaba a Porter a la conclusión de que la amenaza que representan otras economías más dinámicas, como China o India, se pueda sumar al deterioro de los elementos que han constituido el basamento del crecimiento, poder y prosperidad americana en las pasadas décadas. Es decir: •Un entorno inigualable en lo referente a creación de empresas y aparición de emprendedores. •Un sistema universitario que impulsa una maquinaria innovadora única en el mundo. •Un mercado interno muy abierto que estimula la competitividad de empresas e instituciones. •Un sistema político descentralizado que, a su vez, promueve la deslocalización entre Estados y regiones, así como un intercambio interestatal continuo de innovación, empresas y personas. •Un sistema muy avanzado y exclusivo de sociedades de capital riesgo que lo convierte en el modelo más eficiente y dinámico del mundo. Sin embargo, el anterior razonamiento, aunque aplicable a un país tan determinante en la economía mundial como Estados Unidos, no cubre todo el espectro de lo que significa la economía global de hoy en día. No basta tener únicamente unas características, digamos soft, para mantener una supremacía económica, como pueden ser la innovación o el conocimiento, la apertura de mercados, la descentralización administrativa, etc. Son, además, imprescindibles unas capacidades hard. Que se refiere a la riqueza que proviene de poseer materias primas abundantes, de tener acceso a ellas en condiciones de suministros y precios 4
http://www.businessweek.com/magazine/content/08_45/b4107038217112.htm
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CAPÍTULO 6
LAS REGIONES ECONÓMICAS
razonables, y de usarlas para producir bienes competitivos que posteriormente se venderán a otros en condiciones ventajosas. Y son estas, y no otras consideraciones, las que ponen en perspectiva la relevancia de la geografía económica y, por tanto, las que definen el carácter estratégico de ciertas zonas del mundo, donde se cruzan, además, multitud de intereses geopolíticos y geoestratégicos. La globalización ha hecho, en lo económico, y también en lo político, un mundo más frágil. Cualquier cambio inesperado causa crisis globales, económicas y políticas, es decir, geoeconómicas. Especialmente, si esos cambios tienen lugar en zonas consideradas estratégicas para la economía mundial, o si ponen en marcha mecanismos que conducen al desarrollo de la geopolítica del miedo que se trató en el capítulo 2. Basten dos ejemplos concretos acaecidos al inicio de 2011: uno, los conflictos políticos de carácter local en Túnez y Egipto y su proyección a Libia, cuarto productor de petróleo de África, que causaron una reacción militar de la ONU para derrocar a su presidente Muammar el Gadafi; y el segundo, el terremoto que afectó Japón el 11 de marzo del mismo año, cuyos efectos han puesto en cuestión el desarrollo de la energía nuclear.
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Sin embargo, para analizar qué lugares son verdaderamente estratégicos desde el punto de vista de la economía global es preciso considerar dos aspectos fundamentales. El primero se refiere al desplazamiento del Centro de Gravedad Económico Mundial (World’s Economic Center of Gravity, WECG) ocurrido en los últimos años. Y el segundo, hace referencia a los elementos críticos que sostienen el entramado económico y su localización. Y, muy especialmente, la energía. El primer aspecto, es decir, el que se refiere al centro de gravedad económico, se demuestra5 que, desde 1975, después de la primera crisis del petróleo, se desplaza de manera continua hacia Asia. En los años ochenta, Norteamérica y Europa occidental eran los detentadores de la mayoría de las actividades económicas mundiales, muy por encima del resto de los otros países. Veinte años después, en 2008, se había desplazado fuertemente hacia el Este. No por el efecto de la economía turca, sino de manera evidente por el resurgir de China, India y el resto de países asiáticos. Una situación que ciertos expertos anticipan que, para 2050 (Figura 6.3), se encontrará literalmente entre China e India6. El segundo aspecto se refiere a las materias primas, que incluyen a las energéticas, los metales estratégicos y los productos básicos de la 5 6
http://www.hec.unil.ch/nmathys/08.03.pdf http://www.roubini.com/emergingmarkets-monitor/259362/the_global_economy___s_shifting_center_of_ gravity
GEOECONOMÍA
Centro de Gravedad WECG 1987
Centro de Gravedad WECG 2010
Bósforo
Suez
CAPÍTULO 6
Figura 6.3 Principales corredores de transporte de crudo y productos petrolíferos. Zonas de influencia geoestratégica de China e India. Desplazamiento del Centro de Gravedad Económico Mundial (1987-2050) Centro de Gravedad WECG 2050
ZONA DE ZONA DE INFLUENCIA CHINA INFLUENCIA Ormus INDIA Mar de Arabia
Bad el-Mandeb
Mar de China
Golfo de Bengala
Océano Índico
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industria agroalimentaria. A lo que hay que añadir los riesgos que entraña su cadena de suministro, especialmente en lo relativo al transporte marítimo, ya que el 90% del comercio mundial se hace por mar. En este sentido, tal como muestra la Figura 6.3, hay dos zonas especialmente críticas. Por un lado, el océano Índico en sus tres áreas principales: el golfo de Adén que se conecta por el estrecho de Bab el-Mandeb con el golfo Pérsico; una ruta especialmente crítica, situada entre África y Asia, que separa Yemen y Somalia, muy atacada en los últimos años por la piratería y el terrorismo que opera en esas aguas, que es el paso obligado hacia el canal de Suez y, por tanto, hacia el Mediterráneo. Una segunda, el estrecho de Malaca que concentra el paso del 80% del petróleo que va a China. Y, la tercera, el estrecho de Ormuz salida del petróleo de Arabia Saudita y de los Emiratos que se distribuye mundialmente. Y, por otro lado, como zona especialmente crítica está el Mediterráneo y su conexión con el mar Negro a través del Bósforo. El océano Índico es el centro del tráfico de petróleo y gas del mundo. Como lo son los puertos que allí están y que dan salida a los gaseoductos que transportan el gas desde Asia central. El océano Índico contiene el 70% del tráfico mundial de petróleo, con el hecho de que hacia 2020,
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LAS REGIONES ECONÓMICAS
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más del 85% del petróleo que llegue a China lo hará a través del estrecho de Malaca. Asimismo, el océano Índico es la zona donde las economías de China e India se confrontan en sus intereses geoestratégicos7,8. Equilibrios que, a su vez, mueven a China a extender sus dominios económicos hacia el océano Pacífico y hacia el interior del continente en las nuevas repúblicas nacidas de la descomposición del imperio soviético. Naciones que concentran el paso de los gaseoductos hacia el Índico y que son, a su vez, ricas en hidrocarburos9. Por su parte, el Mediterráneo ha sido desde hace milenios el mar de Europa y de, alguna manera, la fuente de su riqueza. Una zona crítica para su economía, y centro neurálgico de la geopolítica mundial. Ya en época de Julio César se embarcaban todos los años 50 toneladas de cereal desde Cartago (hoy en día, Túnez). Y, posteriormente, a principios del siglo V, la región del norte de África era la principal fuente de trigo y de ingresos de Roma. África fue en casi toda la época del Imperio romano su tabla de salvación, como lo sigue siendo hoy en día. Como demuestran, como se ha indicado, los conflictos políticos en el Norte de África y sus efectos sobre la economía de la zona; especialmente, su influencia en los precios del petróleo, donde el precio del barril de Brent alcanzó los 97,58 dólares el 14 de enero de 2011, día de la dimisión del presidente de Túnez, Ben Alí, subiendo a los 102,22 dólares cuando Mubarak, presidente de Egipto, dimitió el 13 de febrero, llegando, finalmente, el 18 de marzo a los 113,49 dólares coincidiendo con el despliegue militar occidental en contra del presidente Gadafi.
El primer mundo y el tercer mundo El término Tercer Mundo proviene de los tiempos de la Guerra Fría. Se trataba de aquellos países que no estaban alineados ni con los aliados, representados por la OTAN, ni con los países del Pacto de Varsovia. Un concepto acuñado en 1952 por el demógrafo francés Alfred Sauvy que hacía, igualmente, referencia a las naciones más pobres del planeta. Durante la Guerra Fría, los países no alineados estaban, fundamentalmente, en América Central y Sudamérica, la casi totalidad de África, Oriente Medio, y el sur de Asia (concretamente, la India, Filipinas e Indonesia). 7
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M. D. Nazemroaya. Great Power Confrontation in the Indian Ocean: The Geo-Politics of the Sri Lankan Civil War. Octubre de 2009. http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=15667 Robert D. Kaplan. Center Stage for the Twenty-first Century. Power Plays in the Indian Ocean. Foreign Affairs. Marzo/abril de 2009. Robert D. Kaplan. The Geography of Chinese power. How far Can Beijing Reach on Land and Sea?. Foreign Affairs. Mayo/junio de 2010.
GEOECONOMÍA
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De la misma manera, el Primer Mundo correspondía al esquema establecido por el líder comunista Mao Tse-tung quien consideraba tres entidades político-económicas: las superpotencias del Primer Mundo, que incluía, sorpresivamente a los Estados Unidos y a la Unión Soviética; los aliados, es decir, el Segundo Mundo; y las naciones no alineadas, el Tercer Mundo. Se trataba de una visión fundamentalmente política, aunque traducía de alguna forma la realidad económica de aquel momento. A finales de los años noventa se produjo al hilo de la globalización una suerte de globalización de la pobreza que, posteriormente, se ha extendido más allá de los países tradicionalmente pobres alcanzando a muchas personas de los países reconocidos como países ricos, incluidos los asiáticos, Estados Unidos o Europa. Además, han aparecido enormes bolsas de pobreza en la región subsahariana y en el este de Europa, especialmente en los Balcanes, en las que han resurgido epidemias infecciosas de tuberculosis, malaria o cólera. La globalización, por tanto, ha difuminado la realidad del Tercer Mundo, y ha mezclado los conceptos. La causas de este estado son varias: 1. Los avances tecnológicos y científicos que han permitido organizaciones más eficientes y de menor tamaño, trasladando la producción a países del Tercer Mundo tradicional con menores costes laborales, con el efecto ulterior de una cierta internacionalización del desempleo, también en los países «ricos». Desempleo que, si bien de 1998 a 2008 decreció en un 17% en los denominados trabajadores pobres (ingresos menores de dos dólares al día) alcanzó la enorme cifra de 1.180 millones de personas a nivel mundial10. Una situación que determina que el desempleo es internacional, fundamentalmente porque los capitales se mueven de un país a otro buscando los mejores costes de mano de obra. 2. La concentración de la riqueza mundial en pocas manos, en lo que se podría definir como la economía del lujo. Clases sociales privilegiadas que acumulan la riqueza en detrimento de la mayoría de la población, tal como muestra el Club de los 937 billonarios mundiales11. 3. La contracción del consumo global a la vez que crece la producción. Un hecho que contradice la antigua Ley de Say12 según la cual la 10
11 12
Global Employment Trends. International Labour Organization. Enero de 2010. http://www.ilo.org/manila/ info/public/pr/lang--en/WCMS_124768/index.htm http://www.forbes.com/lists/2010/10/billionaires-2010_The-Worlds-Billionaires_Rank.html Jean Baptiste Say. Traité d’èconomie politique. Cervantes virtual: http://www.cervantesvirtual.com/obravisor/tratado-de-economia-politica-o-exposicion-sencilla-del-modo-con-que-se-forman-se-distribuyen-y-seconsumen-las-riquezas-tomo-primero--0/html/
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oferta crea su propia demanda. Ya que los ajustes en la sociedad de consumo debidos a un esquema productivo cada vez de menor coste trae a la larga una contracción de la demanda global, que se concentra en zonas muy concretas en lugar de crecer armónicamente a lo largo y ancho de la geografía, como se ha comprobado fehacientemente después de la crisis financiera de 2008. 4. La destrucción del capital a pequeña escala en favor de las grandes corporaciones. Una situación que ha hecho desaparecer una enorme capa de pequeñas y medianas empresas por todo el mundo. Algo que premonitoriamente, en 1973, anticipó el economista Ernst Friedrich Schumacher al hilo de la crisis del petróleo en su libro Lo pequeño es hermoso . Una nueva estrategia diseñada para hacer posible el desarrollo económico a través de la mejora de los métodos tradicionales de producción usando tecnologías intermedias. Es decir, tecnologías adaptadas a las necesidades de los países pobres o en vías de desarrollo. Un concepto que le llevó a Schumacher a asegurar que: «Tanto las consideraciones teóricas como la experiencia práctica me han llevado a la conclusión de que el socialismo es de interés solamente por sus valores no económicos y por la posibilidad que crea para la derrota de la religión de la economía. Una sociedad regida principalmente por la idolatría de enrichissez vous, que festeja a sus millonarios como a héroes, no puede ganar nada a través de la socialización que no pudiera también ganar sin ella».
Países en desarrollo y mercados emergentes Los países en vías de desarrollo son, de manera general, aquellos de muy bajo nivel de vida, que se encuentran en estados variados de pobreza. Así expresado, se podría decir que se trata de esos pueblos cuya población malvive con una renta igual o menor que dos dólares diarios. Sin embargo, hay más. Puede que tengan recursos naturales mal explotados o cuyas rentas no se invierten en el sistema productivo. O bien, que sus sistemas de gobierno son dictatoriales o deficientemente democráticos. O, simplemente, que son países efectivamente pobres. Muchos de ellos están en África. Son países con unas características muy definidas: •Tienen muy bajos ingresos, con rentas per cápita menores de 800 dólares. Se trata de Camboya (245 dólares), Togo (237 dólares), Madagascar (233 dólares), Rwanda (224 dólares), etc. •Son países esencialmente agrícolas y con una industria muy poco desarrollada. En conjunto, en tales países alrededor del 60% de los
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trabajadores se dedican a las labores del campo, mientras que menos del 20% lo hace en actividades industriales o manufactureras (piénsese, por ejemplo que en Estados Unidos sólo el 1%, aproximadamente, se dedica a la agricultura dada la mecanización existente en estas labores). Y, en consecuencia, se trata de países con muy bajos crecimientos del PIB anual. •Tienen una muy desigual distribución de la riqueza. Con el 50% de la población viviendo bajo el umbral de la pobreza (menos de un dólar por día) y una proporción de 70 a uno respecto de pobres y ricos. •Adolecen de los medios sanitarios mínimos. Tasas muy altas de enfermedades infecciosas, malnutrición, ausencia de escolaridad, gran mortalidad infantil, etc. Se trata, en definitiva, de países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) muy bajo según los criterios de las Naciones Unidas. De tal manera que, si Noruega (0,938), Australia (0,937), Nueva Zelanda (0,907) o Estados Unidos (0,902) están en la parte superior de la tabla en 2010, Níger (0,261), la República Democrática del Congo (0,239) o Zimbabwe (0,140) son los países más desfavorecidos en este sentido. Estando en los niveles más bajos en cuanto a esperanza de vida, promedio de instrucción escolar y renta per cápita, entre otros. Con una previsión hacia el futuro poco prometedora. En lo referente a los mercados emergentes son propios de aquellos países que adaptan sus economías al curso de la globalización económica, de manera que abren sus mercados y ofrecen nuevas oportunidades a la transferencia tecnológica desde otros lugares, a la vez que son receptores de inversiones foráneas. No se trata ya de naciones en vías de desarrollo, sino que han constituido un nuevo elemento en la economía global. Estamos hablando de países como los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y China), así como Indonesia, Filipinas y Corea del Sur en Asia, Argentina y México en Sudamérica, además de Sudáfrica, Polonia o Turquía. Países que, en su conjunto, y separadamente, cambiarán el ser de la geoeconomía global; ya que cada uno, independientemente, constituye un polo económico en su región por el tamaño de su mercado y por los recursos naturales que posee. Una circunstancia que, unida a los ajustes y reformas económicas en las que están inmersos, se traducirá en beneficio de los países que les circundan, y cuya influencia se hará notar en los países más desarrollados. Desde el punto de vista de su dinámica económica y de su atractivo para los inversores globales, los mercados emergentes son fuente de creación de nuevas oportunidades para localizar inversiones y expandir
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CAPÍTULO 6
LAS REGIONES ECONÓMICAS
el comercio. Son, en definitiva, un elemento de cambio del entorno competitivo global y afectan de manera determinante en los mercados más maduros y en las economías más desarrolladas. Un análisis que la sociedad Grant Thornton explicita en su índice de interés sobre los mercados emergentes. Un índice calculado según el peso de ciertos indicadores clave: PIB, PIB per cápita, población, comercio internacional, proyecciones de crecimiento, así como el Índice de Desarrollo Humano anteriormente comentado. Por su parte, la Figura 6.4 muestra el Índice de Grant Thornton para 15 mercados emergentes.
Figura 6.4
Índice Grant Thornton de mercados emergentes 2008 y 2010
600 500 400 300 200 100
2008
2010
Fuente: http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=1113189
Sudáfrica
Chile
Irán
Hungría
Argentina
Tailandia
Indonesia
Malasia
Polonia
Turquía
Brasil
México
Rusia
India
0 China
94
CAPÍTULO
7
América
Índice América del Norte: Canadá, Estados Unidos, México, 95 América del Sur: microrregiones y macrorregiones, 99 Integración económica: el mercado común centoamericano, Mercosur y otras iniciativas, 102 Hacia una Comunidad Latinoamericana de Naciones, 105 95
América del Norte: Canadá, Estados Unidos, México En 2009, según datos del Banco Mundial1, la Unión Europea era la mayor economía del mundo en términos de PIB (16,274 billones2 de dólares), con una población cercana a los 500 millones de personas. Estados Unidos, con una población de 300 millones ocupaba el segundo lugar (14,119 billones). China con 1.331 millones de personas, tenía un PIB cercano a los 5 billones de dólares. Según este enfoque, Estados Unidos es la segunda economía mundial. Sin embargo, considerada independientemente está muy por delante de cualquier país europeo y, por supuesto, de China y de Japón, segunda y tercera economías mundiales en 2010, respectivamente. Y, aún más, si se suma su economía a la de Canadá y México –lo que constituye el NAFTA: North America Free Trade Agreement– representa una economía de 17,4 billones de dólares, con unos 450 millones de personas (2010). Una economía, por tanto, mayor que la europea con unos 50 millones menos de personas, lo que habla de su productividad. 1 2
http://data.worldbank.org/country Billones en este caso y en los que siguen se refiere a millones de millones.
CAPÍTULO 7
AMÉRICA
96
Y no sólo eso. La economía americana, juntamente con su poder militar, su liderazgo tecnológico y su presencia dominante en la realidad geopolítica del mundo, hacen de este país una suerte de imperio. Un concepto que, siguiendo a Michael Hardt y Toni Negri3, «se caracteriza fundamentalmente por una falta de fronteras: el mando del Imperio no tiene límites. Primero y principal, entonces, el concepto de Imperio incluye a un régimen que, efectivamente, abarca a la totalidad espacial, o que, realmente, gobierna sobre todo el mundo «civilizado». Ninguna frontera territorial limita su reinado. Segundo, el concepto de Imperio no se presenta a sí mismo como un régimen histórico originado en la conquista, sino como un orden que, efectivamente, suspende la historia, y así fija el estado existente para la eternidad. Desde la perspectiva del Imperio este es el modo en que serán siempre las cosas, y el modo en que siempre debieron ser. El Imperio presenta su mando no como un momento transitorio en el movimiento de la historia, sino como un régimen sin límites temporales, y, en este sentido, fuera de la historia, o en el fin de la historia. Tercero, el mando del Imperio opera sobre todos los registros del orden social, extendiéndose hacia abajo, a las profundidades del mundo social. El Imperio no sólo maneja un territorio y una población, sino que también crea al mundo que habita. No sólo regula las interacciones humanas, sino que también busca, directamente, regir sobre la naturaleza humana. El objeto de su mando es la vida social en su totalidad, y por esto el Imperio presenta la forma paradigmática del biopoder».Una forma de ver la presencia americana en el mundo que corrobora George Friedman 4: «Se dice que China puede ser la siguiente potencia. Puede ser. Sin embargo, la economía americana es 3,3 veces mayor que la china […] En 2009, los Estados Unidos contabilizaban el 22,5% de todas las inversiones exteriores en el mundo, haciéndola la fuente de inversión mayor, mientras que China, en comparación, no llegaba al 4,4% […] Estados Unidos es el mayor prestamista mundial […] Muchos países pueden tener influencia en otros. Pero lo que hace a los Estados Unidos un imperio es el número de países a los que afecta, la intensidad de su influencia, y el número de personas de dichos países a los que alcanza». Los sucesos del 11S y la subsiguiente guerra de Irak reconfiguraron la geopolítica estadounidense de tal manera que sus efectos se han hecho sentir en todo el mundo, tal como se ha expresado en las citas an-
3 4
M. Hardt; A. Negri. Imperio. Paidós, 2005. George Friedman. The Next Decade. Doubleday, 2011.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 7
teriores. Obligando, de alguna manera, a incrementar la presencia «dominante» de Estados Unidos en aquellos lugares que podrían hacer peligrar su actual modelo geoeconómico y geopolítico de influencia global. Un modelo que se sustenta en una estrategia claramente definida y públicamente expresada5. Una forma de entender el mundo propio de un Imperio en el sentido dado por Hardt y Negri. Donde se abarcan todas y cada una de las áreas que pueden afectar a ese dominio: seguridad y uso de la fuerza, mantenimiento de la prosperidad económica, sostenimiento y promoción de los valores americanos y mantenimiento del orden internacional. Entender, por tanto, esto, es entender la geoeconomía americana y, por tanto, muchos de sus efectos en el mundo global. En consecuencia, al analizar América del Norte en su geoeconomía es preciso mirar su espacio en tres planos determinados: el local, es decir Estados Unidos, Canadá y México independientemente; el regional, fundamentalmente Estados Unidos en su distribución económica interna, así como el conjunto de los tres países representados en el NAFTA; y el global, que sólo compete, de las naciones de Norteamérica, a la más poderosa, Estados Unidos. En el primer plano, el local, sólo Estados Unidos tiene una dimensión regional, cuyos elementos pueden ser considerados a escala internacional o global. Canadá y México, aun siendo economías importantes, no tienen una influencia determinante en el contexto global. Dentro de Estados Unidos se pueden ver, al menos, cuatro regiones económicas de carácter global (Figura 7.1): Una potente región industrial, hoy en fuerte reconversión por la crisis del sector automovilístico; la región agrícola, cuyas exportaciones superaron la cifra de los 108.000 millones de dólares en 2010 (Figura 7.2)6; la denominada Sun Belt, definida por algunos como el Spanish Belt, que alcanza a los estados de Alabama, Arizona, ciertas zonas de Arkansas, gran parte de California, Colorado, Florida, Georgia, Louisiana, Missisipi, el sur de Nevada, Nuevo México, Carolina del Sur, Carolina del Sur, Oklahoma, Tejas, el sur de Virginia, y Utah, donde se concentran la capacidad tecnológica e innovadora de Silicon Valley, de defensa y aerospacial de Estados Unidos, así como sus mayores fuentes petrolíferas; y la región que comprende el sector terciario, fuertemente influido por la residencia del gobierno en Washington. 5
6
National Security Strategy. The White House. Mayo 2010. http://www.whitehouse.gov/sites/default/files/ rss_viewer/national_security_strategy.pdf Economic Research Service, USDA and Census Bureau, US Dept. of Commerce. http://www.ers.usda.gov/ Data/FATUS/
97
CAPÍTULO 7
AMÉRICA
Figura 7.1 Regiones económicas de Estados Unidos Región Agrícola
Washington
Región Industrial Maine
North Dakota
Montana
Minnesota
Oregon Idaho Wyoming
South Dakota
Wisconsin
New York
Michigan
Nebraska
Iowa Ohio
Nevada
Indiana
Illinois
Utah
Colorado
Pennsylvania Md. West Virginia
N.H. Vt. Mass. R.I. Conn. New Jersey Delaware
Virginia Missouri
Kansas
Kentucky
California
North Carolina
Tennessee
New Mexico Arizona
Arkansas Oklahoma Alabama
SiliconValley
Georgia
South Carolina
Mississippi Texas
Louisiana
Región del Sun Belt
Florida
Región Industria Terciaria
98
Figura 7.2 Comercio agrícola de Estados Unidos en el período 2000-2010 250
200
150
100
50
0 2000
2001
2002
2003
2004
Exportaciones
2005
2006
Importaciones
2007
2008
Comercio total
2009
2010
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 7
Un segundo aspecto regional de los Estados Unidos lo constituye el NAFTA, el mayor espacio comercial a nivel mundial. Comenzando a operar el 1 de enero de 1994, el comercio de bienes y servicios del área con Estados Unidos alcanzó la cifra de los 1,9 billones (millones de millones de dólares) de dólares en 2009. Mercado deficitario en esa fecha para ese país (41.000 millones de dólares). Finalmente, el tercer aspecto es el global. Y aquí la región de mayor influencia para Estados Unidos es y será en los próximos años el sur y el centro de Eurasia. Una zona que engloba el 2 Pérsico, que comprende los dos tercios de las reservas de petróleo mundiales, la cuenca del mar Caspio y los países del Asia Central (Afganistán, Kazajstán, etc.). Una zona que tampoco escapa a los intereses de China, Rusia, India, Siria, Irán e, incluso, Europa.
América del Sur: microrregiones y macrorregiones Para entender la situación geopolítica y geoeconómica de Sudamérica, no está de más comenzar citando al filósofo Julián Marías7: «Entre los países hispanoamericanos, como entre las regiones de un país europeo, falta la relación de extranjería en sentido estricto, lo cual tiene muchas consecuencias. Una de ellas, la que provoca toda contienda entre naciones hispanoamericanas. Otra, la escasa realidad de las fronteras […]». Y este es el hecho, las fronteras, en las que la unidad de idioma las hace todavía más desvaídas, independientemente de ciertas tensiones fronterizas, como las de Chile con Argentina, o las influencias políticas de ciertos Gobiernos en otros países del área que se dieron en el pasado y que se mantienen actualmente, como ocurre con Venezuela en Colombia, por ejemplo. Básicamente, los países latinoamericanos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, hasta bien entrados los años setenta, mantuvieron unas economías altamente estatalizadas e intervenidas. El resultado fue unos países fuertemente endeudados, alta inflación, etc. Poco a poco, y muy especialmente durante los años noventa, se inició la apertura de los mercados, comenzando por Chile, Argentina y Uruguay, dando origen a muchas privatizaciones de empresas de sectores estratégicos (agua, electricidad, telecomunicaciones, etc.). Lo que trajo la dinamización de la economía que, independientemente de los problemas políticos, de corte revolucionario a veces, produjo un incremento notable en el bienestar 7
Julián Marías. Sobre Hispanoamérica. Buenos Aires, Emecé Editores, 1973.
99
CAPÍTULO 7
AMÉRICA
de esos pueblos. Una situación que, sin embargo, no ha terminado de paliar los efectos negativos de tantos años de depresión económica y de pobreza muy extendida, fruto de la fuerte dependencia externa, elevado endeudamiento y dolarización de las economías en los años ochenta y gran parte de los noventa. Ejemplo paradigmático es el caso de Venezuela. Primer exportador de petróleo del mundo entre 1928 y 1970, y actualmente el quinto de la tabla, que vende casi el 60% de su producción a Estados Unidos. Un país con un índice de pobreza del 43% en 1998 que según datos oficiales del Gobierno venezolano alcanzaba el 53% en 2004, antes de que dicho Gobierno decidiera cambiar en 2005 los criterios de pobreza y desempleo. El continente sudamericano en su conjunto, incluyendo a México y los países del Caribe, constituye un puñado de 33 países de muy distinta factura, con economías que van de unos pocos cientos de millones de dólares, como pueden ser las islas de Saint Kitts y Nevis, o San Vicente y las Granadinas, hasta otras que superan ampliamente el billón8 de dólares como es el caso de Brasil, una de las economías mayores del mundo (Figura 7.3 y Tabla 7.1).
100
Figura 7.3 Evolución del PIB de los mayores países sudamericanos (precios corrientes en miles de millones de dólares) 1.800 1.600 1.400 1.200 1.000 800 600
*
*
*
*
x
x
x
x
x
2002
2003
2004
2005
2006
*
*
*
*
400 200
x
x
x
2007
2008
2009
0 Argentina
8
Brasil
Millones de millones en este caso.
Chile
x Colombia
*
México
Perú
Venezuela
GEOECONOMÍA
País (PIB 2009)
País (PIB 2009)
País (PIB 2009)
AntiguayBarbuda(1.097,9)
Dominica (357,7)
Panamá (24.080,1)
Argentina (308.739,7)
Ecuador (52.021,9)
Paraguay(14.239,6)
Bahamas (7.376,9)
El Salvador (21.100,5)
Perú (130.354,7)
Barbados (3.538,0)
Granada (624,8)
República
Belice (1.337,1)
Guatemala (37.660,6)
Bolivia (17.340,0)
Guyana(2.025,6)
SaintKittsyNevis(526,3)
Brasil (1.574.033,8)
Haití (6.478,6)
SanVicenteylasGranadinas(585,4)
Chile (163.305,0)
Honduras (14.318,2)
Santa Lucía (954,2)
Colombia (232.270,9)
Jamaica (12.414,1)
Surinam (2.178,7)
Costa Rica (29.283,7)
México (876.343,4)
Trinidady
Cuba (62.287,6)
Nicaragua (6.149,0)
Dominicana (46.597,6)
Tobago (21.124,9) Uruguay(31.510,9) Venezuela (325.399,4)
La región constituye, por tanto, un escenario de microrregiones que convive con otras macrorregiones en las que las fronteras culturales son casi inexistentes, volviendo de nuevo a la anterior cita de Marías. Una situación que, claramente, desaprovecha las oportunidades que darían una mayor integración política y económica, pues la cultural, siempre posible, no es capaz por sí sola de realizarlo. No en el sentido de un proceso homogeneizador, sino de colaboración estrecha dentro del lógico respeto a las diversidades culturales que también existen entre los países de habla hispana y portuguesa. Ya que los acuerdos comerciales actuales como Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones, el Caribbean Community o el Mercado Común Centroamericano no son sino piezas de un puzle que no acaba de cuadrar. Demasiados organismos que, a veces, dispersan los esfuerzos, cuando no se contrarrestan unos a otros. Macrorregiones, sin embargo, que no se benefician de la posibilidad de una estructura más consolidada, independientemente de que el índice de intensidad del comercio interregional9 demuestre que existen más ventajas para las pequeñas 9
http://www.eumed.net/ce/2007a/ger2.htm
CAPÍTULO 7
Tabla 7.1 Países sudamericanos y PIB en 2009 (miles de millones de dólares)
101
CAPÍTULO 7
AMÉRICA
economías, en las que su integración en entes comerciales mayores les permite un intercambio comercial favorable dentro de las respectivas macrorregiones. Una situación que el desarrollo de los nuevos ejes intermodales podría ser el inicio de un cambio hacia una estructura más integrada mayor del área sudamericana. Tal sería el caso del proyecto IIRSA10 (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana) y los doce países del Cono Sur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Uruguay y Venezuela, que incluye un programa de desarrollo de vías de transporte, energía y telecomunicaciones con el objetivo de integrar a 380 millones de personas mediante ejes multimodales, tales como el eje multimodal del Amazonas, el eje andino Perú-Brasil-Bolivia o el eje Brasil-Paraguay-Bolivia-Perú-Chile. Un proyecto que puede llegar a ser el marco de integración de una posible Comunidad Económica Latinoamericana. Volveremos después a ello.
Integración económica: el mercado común centroamericano, Mercosur y otras iniciativas
102
Aparte del referido NAFTA, existen en Sudamérica las cuatro grandes células ya mencionadas de integración económica: Mercosur, que agrupa a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay; la Comunidad Andina de Naciones (CAN), con Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela; el Caribbean Community11, que integra económicamente a los 15 países del Caribe, y tiene otros 5 asociados, aparte de varias naciones que actúan como observadoras; y el Mercado Común Centroamericano, con Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. No se trata de organizaciones que buscan consolidar intereses geopolíticos, sino simplemente de organismos que promueven el comercio interregional entre ellos. Países que, en general y hasta la fecha, salvo los casos de Haití (debido al terremoto devastador que asoló el país en enero de 2010), y el caso paradigmático de Venezuela, han soportado la crisis financiera de 2008 mejor que las zonas desarrolladas (Figura 7.4). Sin embargo, los instrumentos económicos de integración interregional actuales no dejan de ser muy vulnerables. Empecemos por Mercosur, el Mercado Común del Sur, creado por los cuatro países arriba indicados 10 11
http://www.iirsa.org/index.asp?CodIdioma=ESP http://www.caricom.org/jsp/community/member_states.jsp?menu=community
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 7
Figura 7.4 Crecimiento del PIB (%) en 2010, países sudamericanos Haití Venezuela Países del Caribe El Salvador Cuba Guatemala Honduras Nicaragua Ecuador Bolivia Colombia Costa Rica Chile México
103
Panamá República Dominicana Brasil Argentina Perú Uruguay Paraguay –10
–5
0
5
10
15
Crecimiento PIB 2010 Fuente: ECLAC-Naciones Unidas
–los Estados Partes– el 31 de diciembre de 1994, a fin de «promover la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos» (Artículo 1 del Tratado de Asunción) y «fundado en la reciprocidad de derechos y obligaciones entre los Estados Partes» (Artículo 2). Un articulado que se ha demostrado débil en ocasiones, y más especialmente en un momento en que han confluido dos hechos en paralelo: la crisis financiera global y el resurgir de Brasil como nueva potencia económica regional. Hechos que han abierto varias brechas en las relaciones entre Brasil y Argentina, y que acercaron Brasil a Europa mediante la firma de un
CAPÍTULO 7
AMÉRICA
104
acuerdo bilateral con la Unión Europea, independientemente de que las declaraciones oficiales europeas se hubieran referido a «incrementar las relaciones con Mercosur a través de Brasil». Un país que resulta ser el cliente por excelencia de la Unión Europea, que contabilizó el 22,5% de su comercio exterior en 2009, con unos intercambios comerciales en ese mismo año de 21.600 millones de euros de Europa a Brasil, y 25.700 millones en sentido inverso, particularmente, en este caso, con productos de primera necesidad como productos agrícolas y ciertos bienes de equipo. Quizás, las dificultades del Mercado Común del Sur tienen que ver con los distintos enfoques que se imbrican en él desde su fundación. Dos visiones, según las cuales, la primera mantiene una idea neoliberal de entender la globalización económica, según la cual no es preciso establecer organizaciones supranacionales para su mejor funcionamiento, como tampoco son necesarias políticas monetarias ni comerciales, ni por supuesto el desarrollo de una moneda única. Con este enfoque Mercosur sería simplemente una zona comercial de paso donde el mercado y sus fuerzas internas regularían los mecanismos económicos. La segunda, por su parte, es más restrictiva, y se orienta a que Mercosur constituya realmente una zona de comercio preferencial para sus miembros, definiendo con acuerdos gubernamentales las políticas económicas más favorables para la zona. Una y otra manteniendo un equilibrio de cierta inestabilidad. De ahí que el continente esté repleto de múltiples organismos multilaterales sin que ninguno de ellos sea, todavía, el vehículo integrador que necesitaría Latinoamérica, por su historia, su cultura, y el peso político y económico que debería tener a escala global. A lo anterior, se une en la actualidad, la compleja situación geopolítica del área. Con tres ejes perfectamente definidos: •El eje geopolítico Estados Unidos-Colombia-Perú que incorpora, además, tratados bilaterales de libre comercio. •El eje tradicional de los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) con el añadido de Chile, que buscan la consolidación democrática de la región con un entendimiento especial con Estados Unidos. Y, •la alternativa bolivariana que, fundamentalmente, entiende que el progreso de la región sudamericana se fundamenta en la separación total de Estados Unidos. Una posición radical en lo político y muy difícil de sostener en lo económico. Formas de entender el desarrollo social y económico de toda Sudamérica y, consecuentemente, para el futuro del mundo globalizado, cuyo
GEOECONOMÍA
Por su parte, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) constituye una antigua iniciativa que se remonta a 1969, fecha en que se firmó el Pacto Andino, aunque realmente sus actividades comenzaran en 1997. Como Mercosur, la CAN experimenta similares problemas. Por un lado, siempre subyace la Doctrina Monroe, bajo el lema de «América para los americanos», la cual se extiende desde finales del siglo XIX con la «perdida de las colonias» por parte de España y el «desembarco» de Estados Unidos en el Caribe y su expansión económica por toda la región. Por otro, los profundos desequilibrios geopolíticos que subyacen permanentemente entre los propios países sudamericanos, incluso dentro de los acuerdos político-económicos que los mantienen, aparentemente, unidos. Tal es el caso de la CAN. Una estructura económica que, integrada con Mercosur, establecería un enclave económico determinante en el mundo global. Pues daría origen a una comunidad de unos 400 millones de personas, comparable en tamaño a Estados Unidos y la Unión Europea, con una economía mucho menor que las anteriores (unos 3.000 billones12 de dólares en 2010), que constituiría la tercera región integrada del planeta de ser realizable. Pues, si bien las economías del entorno del océano Índico son mayores, su integración política y económica resulta hoy una quimera. Finalmente, tanto el CARICOM (Caribbean Community), como el Mercado Común Centroamericano son organizaciones de libre comercio que estimulan los intercambios comerciales entre sus miembros. Sistemas de protección económica de corte regional de poca relevancia geopolítica, aunque aportan beneficios evidentes a sus Estados miembros.
Hacia una Comunidad Latinoamericana de Naciones Son múltiples los caminos emprendidos desde hace décadas a fin de lograr una mayor unidad política y económica de los diferentes Estados 12
En este caso millones de millones.
CAPÍTULO 7
devenir dependerá en gran medida de ella. De tal manera que, Mercosur, ya sea porque desaparezca tal y como hoy lo vemos, porque siga una línea neoliberal como la expuesta anteriormente, porque se reconvierta según el Tratado de Brasilia de mayo de 2008 en la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) o, finalmente, porque se impongan las tesis bolivarianas y Venezuela quede integrada totalmente en esa organización, es uno de los elementos clave en el devenir de la región en su conjunto.
105
CAPÍTULO 7
AMÉRICA
106
latinoamericanos, lo que incluye aquellos que se encuentran en el Cono Sur, principalmente. Intentos que, iniciados desde la perspectiva económica, acaban siempre malográndose en lo político. Pues aquí las diferencias son grandes. Aunque es preciso recalcar que el camino está trazado. Un intento global para unir todas las economías del continente americano en una zona única de libre comercio se inició en diciembre de 1994 en la denominada Cumbre de las Américas, en que se acordó la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) con el objetivo de eliminar progresivamente las barreras comerciales y facilitar las inversiones en esa nueva macrorregión. En conjunto se agrupaban en el intento 35 países: todos los países sudamericanos (ver de nuevo la Tabla 7.1), además de Canadá y Estados Unidos. Cuba quedaba excluida por criterios políticos: no era una democracia. Se adherían también la OAS, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y un organismo específico de las Naciones Unidas: la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)13. Un loable intento en lo económico, muy difícil de asentar en lo político debido como casi siempre al conflicto que existe entre la visión de una Sudamérica sin ningún tipo de relación con Estados Unidos y otra más integradora. Respecto de la Organización de los Estados Americanos (OAS) se trata, al decir de sus organizadores, del organismo regional más antiguo del mundo, cuyo primer intento se remonta a 1890 coincidiendo con la Primera Conferencia Internacional Americana llevada a cabo en Washington. Los mismos Estados que dieron origen a la referida ALCA. Su objetivo primordial: «Lograr en sus Estados miembros un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia». Objetivos políticos que han venido manteniéndose dentro de la OAS durante décadas con diversos acuerdos y protocolos. Una organización a la que se suman en la actualidad 65 observadores permanentes14, así como la Unión Europea. Sin embargo, la verdadera integración política y económica del Cono Sur presenta unas dificultades que provienen de su origen histórico, y por tanto requieren de grandes dosis de comprensión política. Volvamos a Marías en su referida obra Sobre Hispanoamérica: «En Europa, desde el renacimiento por lo menos, han existido núcleos de vigencias espa13
14
http://www.eclac.org/cgi-bin/getprod.asp?xml=/noticias/paginas/4/21324/P21324.xml&xsl=/tpl/p18f-st. xsl&base=/tpl/top-bottom_acerca.xsl http://www.oas.org/en/ser/dia/perm_observers/countries.asp
GEOECONOMÍA
Vayamos en este caso a Carlos Rangel, escritor y periodista liberal venezolano cuyos escritos, aparte de las controversias políticas que puedan levantar, son muy reveladores y aportan suficiente claridad a muchos de los problemas de ayer que aún hoy se mantienen vigentes. Primero el hispanismo latinoamericano que todavía circula por las venas culturales y políticas de la región. Rangel en una de sus obras más conocidas15 dejó escrita, a su modo, la explicación de esta situación siempre vigente: «La fortuna histórica de los Estados Unidos dentro de la aventura americana nuevomundista fue ser colonizados y poblados por Inglaterra, la nación europea cuya curva de energía y de creatividad en todos los órdenes, y sobre todo en los órdenes científico-tecnológico, económico y político, estaba en ascenso en el siglo XVII… En contraste, y sin que debamos ni un instante caer en la idiotez de plantearnos la hipótesis de que hubiera podido ser de otra manera, Latinoamérica va a ser colonizada y poblada por un país admirable de mil maneras, pero que entraba justamente entonces en un divorcio con el espíritu de los tiempos modernos, en un rechazo al racionalismo, al empirismo, al secularismo, al libre examen, es decir, a los fundamentos de las revoluciones industrial y liberal y del desarrollo económico capitalista». Respecto al siempre difícil entendimiento con los Estados Unidos, el propio Rangel volcó su explicación en un artículo de 198216: «En un sentido más general, el panamericanismo es la aspiración de que las 15
16
Carlos Rangel. Del buen salvaje al buen revolucionario. Décima edición. Caracas, Monte Ávila Editores, 1982. Carlos Rangel. En Marx y los socialismos reales y otros ensayos. Monte Ávila Editores. Panamericanismo y Latinoamericanismo. Caracas, 1988.
CAPÍTULO 7
ñolas, francesas, inglesas, alemanas, etc., que han constituido el torso de las sociedades respectivas… Ahora bien, esta situación no se da en América, ni del Norte ni del Sur; y las diferencias dentro de ese hemisferio son tales, que tan pronto como se empieza a hablar de América en su conjunto, se enturbian las cosas y no se entiende nada». Y, luego, asevera: «La América española no es, por supuesto, un todo homogéneo; pero sí es un todo. Y los diversos países hispanoamericanos, aunque sean Estados independientes, no son sociedades suficientes en el sentido que aquí doy a este término; quiero decir que las vigencias particulares de cada uno son sólo una fracción –y no la más importante– de las que ejercen su presión sobre cada individuo y así configuran su vida». De aquí las dificultades siempre existentes para una verdadera unión política de los países sudamericanos. ¿Y dónde quedan los Estados Unidos y el problema hispánico de Sudamérica?
107
CAPÍTULO 7
AMÉRICA
108
repúblicas del Nuevo Mundo actúen concertadamente, bajo el supuesto de que tienen intereses comunes, para presentar un frente unido al resto del mundo. En cierto panamericanismo, el ente extraño y eventualmente amenazante sería el Viejo Mundo, Europa. En otro panamericanismo, que sería más exacto llamar latinoamericanismo, los Estados Unidos no son excluidos sino, al contrario, colocados en la primera fila de las potencias extrañas cuyo dominio e influencia excesiva deberían prevenirse mediante la unión de la nación latinoamericana, la cual no debería, por lo mismo, desechar a priori posibles coincidencias tácticas con potencias extrahemisféricas». Y es aquí donde reside el núcleo del problema integrador latinoamericano, que no tiene sus raíces en los aspectos culturales, sino que más bien se sustentan en lo histórico como consecuencia de lo político. Una situación que, de manera natural, podría resolverse por vía de la integración física y económica. Algo que favorecerá sin duda la Iniciativa para la integración de la infraestructura regional suramericana (IIRSA) como apuntamos páginas atrás. Una estructura regional de 12 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela). Una comunidad con 380 millones de personas, un PIB de casi 2 billones de dólares17 y enormes vínculos culturales entre sí. Una posibilidad única para crear un nuevo e importante jugador en la economía global, con grandes reservas naturales, minería, productos agrícolas y ganaderos, etc. Unas inmensas posibilidades que pueden hacerse realidad mediante la integración del programa IIRSA que facilitará el desarrollo de franjas multinacionales de gran riqueza: los denominados ejes de integración y desarrollo18. Un conjunto de iniciativas con 500 proyectos en cartera y unas inversiones totales superiores a los 75.000 millones de dólares. El inicio, en definitiva, de la verdadera integración social, económica y política de Latinoamérica en el marco de la geoeconomía global por medio de la integración de las infraestructuras.
17 18
Billones según millones de millones. http://www.iirsa.org/BancoMedios/Documentos%20PDF/info09_general.pdf
GEOECONOMÍA
Caracas VENEZUELA Bogotá
CAPÍTULO 7
Figura 7.5 Ejes de integración y desarrollo en Sudamérica. Proyecto IIRSA
Georgetown Paramarbo Cayenne GUAYANA GUYANE
COLOMBIA Quito ECUADOR Lima PERÚ
BRASIL Brasilia
La Paz BOLIVIA PARAGUAY Asunción
Santiago
CHILE ARGENTINA
Fuente: IIRSA
Y G UA U RU Buenos Montevideo Aires 1 Eje Andino 2 Eje Perú-Brasil-Bolivia 3 EjedelaHidrovíaParaguay-Panamá 4 Eje de Capricornio 5 Eje Andino del Sur 6 Eje del Sur 7 Eje MERCOSUR-Chile 8 Eje Intercáusico Central 9 Eje del Amazonas 10 EjedelEscudoGuayanés
109
CAPÍTULO
8
Europa
Índice La Unión Europea, 111 La Europa actual y futura, 114 La ampliación de la Unión Europea, 116 Las fronteras de la Unión Europea, 118 Rusia, 121 Turquía en Europa, 124 El Mediterráneo, 126 Los corredores económicos europeos: blue banana y yellow banana, 127 El contexto geoeconómico de España, 129
La Unión Europea El 12 de enero de 2005 el Parlamento Europeo aprobaba con el 74% de los votos una resolución por la que se recomendaba a los países miembros la ratificación de la Constitución Europea. Un texto firmado en Roma seis meses antes por los jefes de Gobierno europeos que, posteriormente, fue aceptado por casi todos los países. Todos, salvo Francia y Holanda, que rechazaron el texto abriendo así una crisis institucional, aún sin cerrar. En España se optó por la fórmula del referéndum, que fue aprobado con el 76,7% de los votos, si bien tuvo una baja participación (44%). La Constitución Europea fundamenta los valores de la Unión Europea en el «respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías» (Ar-
111
CAPÍTULO 8
EUROPA
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tículo I.2). Y, a su vez, tiene como finalidad «promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos» (Artículo I.3.1). Una Unión Europea que, según el Preámbulo de la Constitución, se inspira «en la herencia cultural, religiosa y humanista de Europa, a partir de la cual se han desarrollado los valores universales de los derechos inviolables e inalienables de la persona humana, la democracia, la igualdad, la libertad y el Estado de Derecho». Herencia, religiosa, cultural y humanista –habría que subrayar– fundamentada en el individuo. El individuo –un descubrimiento de Europa, al decir de Salvador de Madariaga–, pero no un individuo cualquiera, sino el que hunde sus raíces en los valores de la civilización cristiana1: «El individuo es un descubrimiento –si no una invención– de Europa. Aquí es donde se aprecia por primera vez la índole peculiar, única del individuo. Esto explicaría que el cristianismo fuera la religión predestinada de Europa; puesto que es la religión que establece y proclama el carácter sagrado de todo ser humano, sea cualquiera su clase, situación, color u oficio». Y sigue Madariaga: «Este principio eminentemente cristiano, proclamado desde un fondo espiritual, tenía que evocar una respuesta armónica en el alma individualista de Europa». Concluyendo que: «Por eso el ideal europeo, aun cuando, por desgracia, falle con frecuencia en alcanzarlo y aún en buscarlo, es el de ser una unidad consciente de vida espiritual que avanza por los senderos del saber con pies de plomo y duda socrática, y por los senderos de la acción resueltamente y con un espíritu de amor cristiano». Aunque, en múltiples ocasiones, Europa –debería de completarse– pierda el sentido de su ser y el de ese ideal al que aludía Madariaga. Un largo camino, este, el de la construcción europea, siempre inalcanzable en su totalidad, en su forma y en su fondo. Contrariamente a lo que se pueda pensar, sin embargo, la construcción de la Europa moderna no arranca ni con el proyecto de la Constitución antes aludido, ni con el anterior Tratado de Niza. Europa, al término de la Segunda Guerra Mundial, no fue pensada como una comunidad de intereses políticos o económicos únicamente, sino que se planteó desde unas ideas superiores; en concreto, desde la solidaridad y la responsabilidad. Los llamados padres fundadores de Europa, Robert Schuman, Jean Monnet, Alcide de Gasperis y Konrad Adenauer, elaboraron desde el inicio un proyecto europeo basado en la idea de una comunidad supranacional sin divisiones ni luchas san-
1
Salvador de Madariaga. Bosquejo de Europa. Madrid, Instituto Universitario de Estudios Europeos y Ediciones Encuentro, 2010.
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Es cierto que fue Winston Churchill el primero en hablar de los Estados Unidos de Europa. Sin embargo, fue Schuman quien, además de hablar de la Europa unida políticamente, amplia la visión a los conceptos de responsabilidad y solidaridad sustentados en la civilización cristiana que, en definitiva, constituye el sustrato del «alma» europea. Concretando que2 «este conjunto –haciendo referencia a los pueblos de Europa– no puede ni debe quedarse en una empresa económica y técnica. Hay que darle un alma. Europa vivirá y se salvará en la medida en que tenga conciencia de sí misma y de sus responsabilidades, cuando vuelva a los principios cristianos de solidaridad y fraternidad». Una visión que en similares términos también expresaron Konrad Adenauer, Alcide De Gasperi y Jean Monnet. Si bien Adenauer, De Gasperi y el propio Schuman ponían el acento en lo político, mientras que Monnet atendía más a lo económico. Detrás estaba, sin embargo, la idea compartida por todos ellos de que los países de Europa no serían capaces de asegurar esos principios de solidaridad, ni podrían ofrecer los necesarios niveles de prosperidad, si no volvían a las raíces de la civilización que la sustentaba, agrupando a los diferentes Estados en una entidad integrada política y económicamente. De esta manera la Europa «supranacional» inició su camino con la CECA (Comunidad Europea del Carbón y el Acero). Una organización creada en 1951 con el Tratado de París por Francia, Alemania, Italia y Benelux, que fue pensada para dar libertad de circulación a esas materias, así como a sus fuentes de producción. Organización que fue seguida de la firma del Tratado de Roma que dio origen, en 1957, a la CEE (Comunidad Económica Europea) y al EURATOM (Comunidad Europea de Energía Atómica) en el mismo año. Un largo camino que, en la actualidad, ha perdido en cierta manera la base de sus principios, siendo lo económico y lo político lo que mueve, en lo fundamental, sus actuaciones; sobre todo desde que se puso en marcha la Unión Económica y Monetaria que dio origen en 2002 a la moneda única, el euro, siguiendo lo establecido en 1992 por el Tratado de Maastricht. 2
Robert Schuman. Pour L’Europe. Prefacio de Jacques Delors. Ediciones Nagel, 1963.
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grientas. Para lo cual era preciso mantener unos sólidos principios de solidaridad, libertad y entendimiento, entre los distintos pueblos que la conforman. Y de aquí es de donde emana la solidaridad política y económica, que se lograría poniendo en marcha, entre otras iniciativas, fondos estructurales para ayudar a los países con mayores problemas.
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La Europa actual y futura La Europa pensada al final de los años cuarenta poco tiene que ver con la actual. Si en lo político y, sobre todo en lo económico, se ha ido a una mayor integración, la idea original, el alma de Europa, está hoy desvaída por carecer de este espíritu, Europa no es capaz de ofrecer nada al mundo en las grandes ocasiones. Baste un reciente ejemplo para demostrarlo: la crisis de los países ribereños del norte de África a comienzos de 2011. Un conflicto en el cual la desigual, tardía y desenfocada respuesta europea se ha debido a lo que Ana Palacio, ex ministra española de Asuntos Exteriores, ha definido como la contradicción entre intereses y principios3: «Es prácticamente lugar común resaltar la contradicción entre nuestros intereses y nuestros principios. He creído desde siempre que no existe mayor objetivo a largo plazo para cualquier Gobierno de la comunidad trasatlántica que estar rodeado por sociedades prósperas, estables y democráticas. En cualquier caso, la distancia que ha existido entre la retórica de los tratados bilaterales de la Unión Europea –firmados «en base al respeto de los principios democráticos y los derechos humanos fundamentales»– y la situación real en el Mediterráneo Sur, ha llegado a su fin. Ahora, en la región más crítica de la política geoestratégica europea y de seguridad, nuestros valores e intereses son unos, y el largo plazo se ha rehuido». Porque Europa, la cuna de la civilización, aunque en lo político se circunscriba a unas fronteras concretas, va más allá de los países que actualmente la conforman. Ya que Europa no es entendible sin el Mediterráneo, como tampoco lo es sin Rusia. Un enorme país que se desplaza profundamente en el interior de Asia. Ni lo es sin la hispanidad de Sudamérica o la presencia inglesa en medio mundo, desde la India a Norteamérica. Y, en concreto, Europa con el Mediterráneo y sus países ribereños, fue el lugar donde el Imperio romano durante cientos de años fundió su carácter con el cristianismo, para conformar, después de miles de vericuetos históricos la Europa democrática de hoy. Y, quizás, la pérdida de la identidad europea –que va mucho más allá de la democracia– tiene que ver con el excesivo «peso» de la política cotidiana, plena de intereses pragmáticos de corto alcance y repleta de soterradas luchas por el poder, que han conducido a Europa en los últimos años, desde la caída del Muro de Berlín y la desintegración del imperio soviético, a una cierta incapacidad para volver a encontrar una 3
Ana Palacio. Upheaval in the Arab World: a (Close) Call for the European Union. Europe’s World. May 2011. http://www.europesworld.org
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identidad común basada en los principios que la conformaron. Y a esta pérdida de identidad se ha sumado, por el mismo motivo, una burocratización excesiva de los órganos de gobierno europeos y, en consecuencia, una falta de visión común en los asuntos trascendentales que se ha traducido en decisiones erróneas, unas veces, y paralizantes en otras. Y al dar de lado a los valores originales, Europa, la Unión Europea en su conjunto, se ha abrazado a una suerte de relativismo cultural e ideológico que la hace vulnerable ante otras posiciones más firmes, como puede ser la de aquellos que abogan por la islamización de Europa. Algo contrario a lo que sucede en Estados Unidos donde la sociedad se asienta en convicciones más sólidas, según expresan John Micklethwait y Adrian Wooldridge4: «Las diferencias entre América y sus aliados se encuentran en una gran variedad de campos, desde la política exterior, al crimen y su castigo; desde el bienestar, a la guerra contra el terror; lo que se ha hecho más evidente desde el fin de la Guerra Fría. Estas diferencias no son diferencias políticas. En su raíz, la excepción americana se basa en una combinación explosiva de dos hechos: diferente trasfondo de valores, muchos de los cuales vienen de cientos de años atrás, y la enorme influencia de la derecha americana». No es posible, por tanto, analizar los elementos fundamentales de la situación actual de la Unión Europea, ni hacer un análisis sobre su futuro, sin atender a los males de nuestro tiempo, que se imbrican en esa pérdida de identidad, de donde vienen los problemas económicos, las discusiones sobre los límites geográficos, las ineficiencias geoestratégicas, las migraciones masivas sin control, el declive poblacional autóctono y el gobierno poco eficaz de la Europa, presumiblemente, unida. A lo que se unen las discrepancias abiertas entre los principales países a la hora de afrontar con una visión común los problemas que afectan al futuro, como vino a demostrar la falta de unanimidad inicial en relación con el conflicto libio en marzo de 2011. Adicionalmente, la crisis financiera de 2008 ha puesto de manifiesto con mayor claridad muchos de los problemas antes aludidos, especialmente por la fragilidad de la moneda única, el euro, ante los ataques especulativos de los mercados, y la debilidad de ciertas economías de la eurozona, especialmente Grecia, Portugal, Irlanda y España. Una situación que llevó en junio de 2010 a la canciller alemana, Angela Merkel, a asegurar ante la prensa que «si el euro cae, entonces no sólo cae la moneda… caerá Europa, y con ella la idea de la unidad europea». Una declaración muy significativa de lo que hoy es Europa. 4
J. Micklethwait; A. Wooldridge. The Right Nation. Nueva York, The Penguin Press, 2004.
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En cuanto al futuro europeo, contrariamente a lo expresado por la canciller Merkel, no está en el euro, o no solamente. La Europa unida no dependerá únicamente del comportamiento económico de la misma, sino de la estructura, aceptación y defensa de sus valores constitutivos. Y es aquí donde se encuentra la clave de su futuro. A lo que se unen otras consideraciones, entre las cuales están los cambios demográficos provenientes de la bajas tasas de fertilidad, el envejecimiento de la población y el creciente número de emigrantes ilegales5. Una situación que, unida al multiculturalismo creciente, especialmente de religión islámica, pone sobre la mesa del futuro europeo muchos interrogantes.
La ampliación de la Unión Europea
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El fundamento de la ampliación europea hasta la Europa de los 27 comenzó hace casi veinte años. En 1993 el Consejo Europeo reunido en Copenhague tomó la decisión de «abrir» Europa a los países del Este. Consecuencia inmediata del fin de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín y la unificación alemana. En lo político, se trataba también de evitar nuevos conflictos provenientes de los Balcanes. En lo económico hacer frente a la globalización con un mercado europeo mucho mayor en tamaño y más integrado. Y en lo geoestratégico, una Europa «pegada» a Asia que, con Turquía, miembro de la OTAN y potencial miembro de una Europa futura, la llevaría físicamente hasta Oriente Medio. Además, en lo que afecta a Europa en su conjunto, la desaparición de la antigua Yugoslavia no es una cuestión menor. Yugoslavia, un reino nacido forzadamente a partir de la descomposición del Imperio austrohúngaro al final de la Primera Guerra Mundial, que fue constituido, ya en manos comunistas, como república federal socialista a fines de la Segunda Guerra Mundial, agrupando a antiguos territorios europeos: Bosnia-Herzegovina, Serbia, Eslovenia, Croacia, Macedonia y Montenegro. Una zona, desde entonces, siempre en conflictos políticos derivados de las importantes diferencias étnico-religiosas que ahí se dan cita. Problemas que volvieron a la superficie con la muerte de Tito en mayo de 1980 y que, definitivamente, con la caída del comunismo ruso, desembocaron en la ruptura de la federación y la subsiguiente guerra de Bosnia y el conflicto de Kosovo, aún vigente. 5
Berlin Institute. Europe’s Demographic Future. 2008. http://www.berlin-institut.org/fileadmin/user_upload/ Europa/Kurz_Europa_e_Map.pdf
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En lo político, el último corrimiento de la Unión Europea hacia el Este tuvo mucho que ver con la situación alemana. Un país dividido al término de la Segunda Guerra Mundial por los acuerdos de Yalta que, en 1989, iniciaba el camino de su reunificación mediante su unión monetaria con el marco como moneda (aprobado en julio de 1990), a lo que seguía la unión política a inicios de octubre de ese mismo año. Y hoy, en 2011, la Alemania unida es el pilar económico de la Unión Europea6. Un país que es el segundo exportador mundial y la cuarta economía del planeta. Y que, contrariamente a lo que se pueda pensar, dada su enorme capacidad industrial, este sector sólo contribuye con el 30% aproximadamente del total productivo, siendo la economía alemana una economía fundamentada en los servicios. Sector este que alcanza prácticamente el 29% del total económico y deja un 1% para la agricultura. Sin embargo, Alemania demuestra una enorme debilidad en lo que se refiere a recursos energéticos. Algo que, penaliza a la Unión Europea en cuanto a su dependencia energética por la escasez de petróleo y gas, y explica los problemas geoestratégicos que esto supone, incluso si la Europa de los 27 es la mayor economía del planeta en términos de PIB (Figura 8.1).
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Figura 8.1 Datos comparativos entre las economías mundiales y la Unión Europea
PIB (miles de dólares medidos en PPP)
LA UNIÓN EUROPEA EN LA ECONOMÍA MUNDIAL India
50
Rusia 40
Estados Unidos Japón
30
China
20
Brasil 10
Unión Europea México
0 0
5
10
15
20
PIB en billones de dólares Fuente: Elaboración propia. El tamaño representa comparativamente el número de habitantes. PPP se refiere a Purchasing Power Parity.
6
http://www.cireq.umontreal.ca/personnel/hunt_german_unification.pdf
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Tanto en lo político, como en lo económico, la Unión Europea ampliada presenta todavía una serie de debilidades estructurales, de las que se aprovechan otras potencias o incluso países menores. En lo político, se constata la débil respuesta geoestratégica europea ante los grandes conflictos. Volviendo al caso del Mediterráneo antes referido, conviene resaltar la posición inicial respecto de Libia en marzo de 2011. Alemania, Rusia y China se abstuvieron en la decisión acordada por las Naciones Unidas para facilitar la intervención armada. Una evidente falta de unidad europea, dada la posición alemana. En lo económico, aparte de los costes de la ampliación hacia el Este, la Unión Europea es muy sensible a los cambios de ciclo económico de Estados Unidos, como se ha visto en la crisis financiera de 2008. Una situación que otras economías, como pueden ser las asiáticas o latinoamericanas, e incluso Rusia, no sufren de la misma manera. A este hecho se añaden otros problemas que vienen de las distintas realidades económicas de los países que la conforman. Lo que se traduce, en su conjunto, en una escasa productividad de la economía europea. En la que el envejecimiento poblacional y las grandes tasas de desempleo en algunos países como España, contribuye negativamente a la generación de riqueza global. Otro aspecto relevante al considerar la Unión Europea en su conjunto, es la Unión Monetaria, el euro. Una moneda que, si bien, ha permitido la estabilidad de precios y ha demostrado ser un buen instrumento para mantener un mercado único de gran dimensión, no ha sido capaz de inducir las necesarias reformas económicas en los Estados miembros con la debida celeridad. El Pacto de Estabilidad ha demostrado ser insuficiente. A lo que se añade la dificultad del euro para reemplazar al dólar como moneda de referencia, y las dificultades para desarrollar políticas fiscales y presupuestarias comunes. Hecho, este, fundamental para la estabilidad del euro. Finalmente, el mercado único europeo sigue sin estar totalmente integrado. No sólo la ausencia de una política energética común, sino que la propia protección de algunos países respecto de sus economías y las trabas que se establecen a la circulación libre de capitales y empresas entre los socios europeos, impide un desarrollo efectivo de Europa como un espacio único, e integrado, en lo político y en lo económico.
Las fronteras de la Unión Europea Hasta la caída del muro las fronteras europeas se ceñían casi con total exactitud a las geográficas. Sin embargo, a medida que la globalización
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económica se hacía presente, las fronteras físicas iban perdiendo su valor a favor de otro concepto supranacional: las áreas de influencia geográfica. En las cuales se encuentran los recursos energéticos o las materias primas claves para el sostenimiento del modelo económico; así como los oleoductos y gaseoductos, al igual que las rutas de transporte marítimo que, a veces, son objeto de ataques piratas: una nueva lacra de nuestro tiempo. Esto hace que el contexto geopolítico y geoeconómico europeo se amplíe en lo geográfico de manera desmesurada7. Existiendo, a su vez, cruces fronterizos con otras potencias. De manera que lo que antaño se entendía como frontera, queda hoy convertido en un nuevo concepto que es, a su vez, dinámico, de acuerdo con las diferentes estrategias de poder. La Unión Europea además de ser una potencia económica lo es también militar por su integración en la OTAN, y por la capacidad militar de algunos de sus miembros, singularmente Inglaterra y Francia. Y su radio de operaciones es, por tanto, global. De esta manera, se llevan a cabo operaciones militares lejos de las propias fronteras físicas; en cuyos objetivos, siempre subyace un interés geoeconómico. La Figura 8.2 muestra un esquema de todo lo anterior. Como se puede ver, haciendo abstracción de su exactitud geométrica, las fronteras de Figura 8.2 Las fronteras geoeconómicas de la Unión Europea
BSEC Mar Negro Canal de Suez Estrecho de Bab-el Onme Mandeb
Frontera India-China Estrecho de Malaca
Rutas energéticas Rutas transporte Fronteras de influencia de la Unión Europea
7
M. Anderson; E. Bort (ed.). The Frontiers of Europe. Continuum International Publishing Group, 1998.
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la Unión Europea se adentran en el Ártico, para girar desde Groenlandia hacia la mitad de África, llegando hasta el océano Índico para subir de nuevo hacia el Ártico a espaldas de Rusia. Y la razón de esta visión reside en dos características fundamentales. Una, la disposición marítima de la Unión Europea: Europa está volcada al mar. A través del mar Negro, el Caspio, el Mediterráneo, el océano Atlántico, el mar del Norte y el Báltico, Europa está bañada por aguas marinas. Sólo mantiene una pequeña zona, en comparación con sus riberas marítimas, conectada con tierra. Se trata de unos 5.500 kilómetros de fronteras con Rusia, Turquía, Ucrania, Moldavia y Bielorrusia. Sin embargo, mirando al mar se encuentra con más de 60.000 kilómetros. Pues Europa no termina en las costas del continente, sino que se adentra hacia el Atlántico con Groenlandia, y baja a las costas africanas por las islas Canarias. A lo que hay que añadir las rutas marinas de transporte y los caladeros de pesca que empresas europeas explotan en mares africanos, entre otros. La segunda característica reside en la ausencia de fuentes energéticas; ya que la Unión Europea, como se ha dicho, es deficitaria en este sentido. Fuentes que se encuentran en Asia Central, en Rusia y, por supuesto en la península Arábiga. Lo que obliga a Europa a mantener intereses geoestratégicos en todas esas zonas. El mar Negro, por su parte, el Pontus Euxinus, el «mar hospitalario» de la Antigüedad griega, rodeado por Rusia, Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Turquía y Georgia, requiere en el contexto de las fronteras de la Unión Europea un análisis aparte. Es una frontera dentro de la frontera. Veamos: en diciembre de 1992, Armenia, Azerbaiyán, Bulgaria, Georgia, Moldavia, Rumanía, Rusia, Turquía y Ucrania constituían el Black Sea Economic Cooperation (BSEC). Se unían también Albania y Grecia y, posteriormente, Serbia y Montenegro en 2004. Una organización de cooperación económica en la que participan dos miembros de la OTAN y varios miembros del antiguo Pacto de Varsovia. Una región de gran importancia geoestratégica debido a su posición como corredor de energía, así como por las fuentes de energía que contiene. Además de ser el paso de las comunicaciones entre Europa continental y Asia, y entre Asia Central y Oriente Medio. Una zona «fronteriza» con la propia Unión Europea que la condiciona en varios sentidos: por ser un eje de comunicaciones terrestres y fluviales muy relevante, por aglutinar en su entorno un enorme mercado de varios cientos de personas y por ser la clave de las comunicaciones energéticas de la propia Unión Europea. De aquí que en 2008 se promoviera, debido a la entrada de Bulgaria y Rumanía en 2007 en la Unión Europea, un acuerdo de cooperación entre las dos organizaciones.
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Volviendo a la Figura 8.2, conviene volver la vista sobre tres zonas de especial interés. Primero, los Balcanes. Unos países que, provenientes de la extinta Yugoslavia, no han sido aún integrados en la Unión Europea. Segundo, los países del Cáucaso, Moldavia, Ucrania, Bielorrusia. Y, finalmente, el Mediterráneo, con las fronteras que van desde Israel a Marruecos, incluyendo a Turquía, aún en proceso de integración. Se trata de zonas de evidente interés económico y de potenciales conflictos geopolíticos. Zonas que por su proximidad geográfica y por la dependencia económica que Europa tiene de ellas las presenta como unas fronteras internas de la máxima relevancia. De ahí las decisiones geoestratégicas que se han tomado internacionalmente en los últimos años con expresa aprobación de las Naciones Unidas. En otro orden, y después de la crisis financiera de 2008, intervienen en el mundo global seis actores cuyas diferentes regiones de influencia se cruzan entre sí. Se trata, aparte de la Unión Europea, de Estados Unidos, China, India, Brasil y Rusia. A lo que se unen otros países de indudable influencia: Turquía, México, Irán o Indonesia. Todo ello demuestra la complejidad geopolítica y estratégica del mundo globalizado en la actualidad.
Rusia Rusia, en lo geográfico, es Europa y es Asia. Sin embargo, no está integrada ni en lo político, ni en lo social, ni en lo económico, en ninguna de estas dos áreas. Rusia es una enorme masa de tierra de más de 17 millones de kilómetros cuadrados, casi dos veces el tamaño de Estados Unidos. Fronteriza con Azerbaiyán, Bielorrusia, China, Corea del Norte, Estonia, Georgia, Kazajstán, Mongolia, Noruega y Ucrania, y con la Unión Europea a través de Finlandia, Letonia, Lituania y Polonia. Un país multiétnico, continental en su mayor parte, de unos 140 millones de personas hoy, en los que un 15% es de religión islámica, un 20% ortodoxos y el resto no creyente. Un país rico en recursos naturales, con la mayor reserva de gas del mundo, que es, a su vez, el mayor exportador de gas natural de la tierra. E, igualmente, uno de los grandes jugadores en materias como petróleo, oro y otros minerales, incluyendo carbón. Rusia, perdida en el tiempo de la historia mientras las potenciales navales europeas construían sus imperios –primero España, después Holanda y, más tarde, Inglaterra–, entra definitivamente en la lucha por
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Una nueva situación de fronteras compartidas dentro del entorno fronterizo de la Unión Europea.
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el poder continental en la época de los zares durante el siglo XIX; si bien, aún manteniendo su estatus de potencia europea, va perdiendo poco a poco su preponderancia hacia el final de la década, tal como muestra Paul Kennedy con los datos del PIB de aquellos años8 (Figura 8.3). Una situación que se refuerza al considerar el PIB per cápita, según el cual, en 1830, Rusia alcanzaba algo menos de la mitad que Gran Bretaña, no llegando al final de la década ni a la cuarta parte del valor inglés, tal como refiere Kennedy. Figura 8.3 Evolución del PIB de las potencias europeas en la segunda mitad del siglo XIX (en miles de millones de dólares a precios de 1960) 35 30 25
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20 15 10 5 0 1830
1840
1850 Rusia
1860 Francia
1870 Inglaterra
1880
1890
Alemania
Fuente: Paul Kennedy.
Y aunque este análisis queda muy lejos en el tiempo, viene a explicar el porqué de la historia rusa de los siguientes años y, por ende, ayuda a comprender la Rusia de hoy. Pues si el imperio de los zares al comienzo del siglo XX se encontraba en el selecto grupo de las potencias europeas, su economía no dejaba de ser «de cristal». En primer lugar, porque su industria estaba fundamentalmente en manos extranjeras al comenzar la Primera Guerra Mundial, aún siendo la cuarta potencia 8
Paul Kennedy. The Rise and Fall of the Great Powers. Vintage Books. 1987.
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Con la desintegración de la URSS, sin embargo, Rusia entra en una fuerte crisis económica. Un primer fenómeno viene de la mano de la inmigración. Si en los años ochenta salían de Rusia cerca de un millón de personas cada año, en la década siguiente se invertía la tendencia y entraban masivamente desde todos los puntos del extinto Pacto de Varsovia. En paralelo, el sistema productivo ruso se agota por esa época después de tantos años soportando el sistema comunista. Un modelo que oprimía a la población y al Estado en su conjunto. Por dar un dato significativo, baste decir que el PIB ruso de 1998 era un 60% menor que el del inicio de la década. De manera que, en ese año, casi 30 millones de rusos vivían en una extrema pobreza. Como se podía esperar, la situación no daba mucho de sí y en 1998 se produce un profundo «crash» económico. El modelo económico anterior había llegado a su fin: el dólar se cambiaba a 25 rublos, contra los 6 de inicios de la década; la inflación llegaba al 70% en diciembre de ese año; la deuda externa superaba el 70% del PIB, de manera que el 37% del presupuesto del Estado se dedicaba a pagar los costes del servicio de la deuda. Ni los salarios ni las pensiones se acomodaban a esta situación; todo lo cual explica el estado de pobreza generalizado. El término del siglo XX era, definitivamente, el fin de una época para la gran Rusia. La tendencia se invierte en los inicios del siglo actual. Hoy Rusia está entre las quince economías más fuertes del planeta. Las reformas económicas, unidas a la enorme riqueza de sus recursos naturales, hacen de Rusia un país de enorme potencial. El paso de la economía dirigista anterior a una economía de mercado le ha dado una vitalidad sorprendente. Más de las tres cuartas partes de sus exportaciones provienen del petróleo, gas natural, carbón y madera. Pero no sólo. Rusia exporta acero, aluminio, trigo, productos químicos y tecnología de defensa. Habiendo llegado a exportar casi 500.000 millones de dólares en 2008; si bien la crisis financiera se ha hecho sentir con posterioridad. Rusia, por su
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industrial del momento. Y en segundo, porque la mayoría del presupuesto del país se dedicaba a gastos militares, con lo que la pobreza caminaba por el enorme territorio, con una élite privilegiada enfrente de una ingente masa de personas con grandes dificultades para salir adelante. Una situación que, de alguna manera, explica la llegada de los bolcheviques al poder y su represión política ulterior. Que se hace más fuerte después del reparto de Yalta con el establecimiento del mundo bipolar entre las dos grandes potencias del momento, Rusia y Estados Unidos; hasta que este equilibrio desaparece a finales de los años ochenta como ya se ha explicado. Rusia es, por tanto, un gran país en todos los sentidos, incluidos sus contrastes evidentes en lo geográfico, en lo étnico, en lo social, en lo político y en lo económico.
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parte, importa productos farmacéuticos, automóviles, maquinaria, etc. Y su influencia geopolítica se hace sentir de nuevo con fuerza en el mundo. De un lado con la Unión Europea, cuya ampliación y la escasez de recursos petrolíferos, hacen que Rusia sea un país esencial, pues Europa depende de su petróleo (cerca del 30%), de su gas (el 30%) e, incluso de su carbón (entorno al 10%). Y, por otra parte, Rusia se enfrenta a las relaciones siempre difíciles con China, aunque sus intercambios comerciales se hayan triplicado en los pasados años; siendo el petróleo y el gas, y en general las fuentes de energía, los ejes de esa relación.
Turquía en Europa
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Turquía es el paradigma de la sociedad islámica democrática. Si bien, es un caso único desde que Mustafa KemalAtatürk decidió con firmeza convertir a Turquía en una sociedad secularizada, manteniendo a la vez sus tradiciones culturales y religiosas. Un país que tuvo una enorme relevancia en el Mediterráneo con la expansión del Imperio otomano, cuyos dominios hacia la mitad del siglo XV llegaban desde el Adriático hasta el golfo Pérsico, dominando todo el norte de África. De tal manera que, cuando decimos «Turquía en Europa» nos referimos a los tiempos más modernos, ya que Turquía dominó parte del sur de Europa durante decenios siendo, por tanto, ella misma parte de Europa. Los tiempos modernos de Turquía arrancan a partir de que la Gran Asamblea Nacional fuera reconocida internacionalmente por el Tratado de Lausana en julio de 1923, dando origen a la República de Turquía en octubre de ese mismo año bajo la presidencia de Atatürk. Arrancaba un régimen militar democrático, cuyas esencias kemalistas se mantienen vigentes en el trasfondo político actual, independientemente del carácter civil o militar del Gobierno de turno. Turquía, una península encastrada en Oriente Medio, donde hace frontera con Siria, Irán o Irak, se adentra hacia Europa tocando Bulgaria, a la vez que constituye el frente sur del mar Negro y domina el lado este del Mediterráneo, tocando el sur del Cáucaso por Georgia. Un país, Turquía, atado a los Estados Unidos desde su participación con las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial, y la posterior «protección» americana contra la instalación de bases soviéticas en el país otomano en tiempos de la Guerra Fría. Hecho que permitió llevar las ayudas del Plan Marshall hasta allá y su posterior integración en la OTAN en 1952, después de haber participado con fuerzas internacionales de las Naciones Unidas en Corea. Lo que incidió aún más en la occiden-
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En lo económico, Turquía es la décimo octava economía mundial, con unos 80 millones de habitantes, un PIB de 730.000 millones de dólares (2010) y un gran dinamismo gracias a las privatizaciones y reformas que se han acometido en los últimos tiempos. Siendo, sin embargo, todavía, la agricultura o el textil los sectores que mayor empleo soportan. Un país que recibe los flujos energéticos de petróleo por medio del oleoducto de Baku a Ceyhan que le aporta más de un millón de barriles diarios desde el mar Caspio. Teniendo, en lo relativo a la actividad comercial, una preponderancia con la Europa de los 27 (43% de los 173.000 millones de euros totales de 2009), aunque mantenga como siguientes socios a Rusia (9,4%) y China (6%). Sin embargo, ¿es Turquía parte de Europa o de Asia? Una pregunta que flota en el ambiente desde hace años, particularmente, desde que Turquía fue reconocida por el Consejo Europeo en la cumbre de Helsinki de diciembre de 1999 con vistas a una completa integración, cuya fecha no está aún decidida. Un proceso que llevaba años gestándose, ya que Turquía solicitó su ingreso en la Unión Europea en 1987, después de haber sido desde 1973 miembro asociado a la misma. Integrada, por tanto, en la OTAN y económicamente asociada con la Unión Europea, Turquía se presenta hoy más occidental que asiática. Aunque lo correcto sería decir que Turquía es, en su singularidad, diferente de ambas: en lo económico, europea; en lo estratégico, occidental; y en lo cultural, islámica. Y es aquí, donde reside el problema de una total integración de Turquía en Europa. Pues, aunque desde la óptica estratégica, económica e, incluso política, Turquía pueda presentarse europea, su historia y su cultura chocan fuertemente con la Europa que nace de la civilización judeocristiana. Lo que lleva a preguntarse qué podría ser Europa con Turquía culturalmente integrada en ella. Pues si ya hoy el 8% de la población europea es musulmana, una Europa multicultural y abierta de par en par a la circulación de personas desde Turquía, traería, sin duda, una Europa nueva. Una Europa, que de suceder hoy dicha integración, tendría más del 25% de sus habitantes culturalmente islámicos, con una presencia muy significativa de este modo de pensar y de vivir en el propio Parlamento Europeo. Una Europa ciertamente distinta, cuyos principios y valores actuales se difuminarían en extremo. Un hecho que, sin duda, afectaría al mundo de manera global en lo económico, en lo político y en lo cultural.
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talización de un país con profundas esencias islámicas. Contradictio in terminis: un régimen islamista y democrático muy difícil de ser copiado por otros países islámicos, por mucho que Turquía sea el ejemplo a seguir para estabilizar los países islámicos del Golfo y del norte de África.
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El Mediterráneo Desde los albores de la civilización, el mar Mediterráneo fue objeto de exploración por sus pueblos ribereños, incluso mucho antes de que los fenicios establecieran puntos comerciales en sus costas. Un pueblo que, partiendo de sus ciudades de Biblos, Tiro y Sidón, llegó a colonizar el arco sur mediterráneo desde sus propias costas hasta la lejana península Ibérica. De manera que ya estaban asentados en Cádiz en el siglo XI antes de Cristo, y se dice que llegaron a arribar a las costas inglesas. Un pueblo que, posteriormente, desde Cartago (la actual Túnez), construyó un imperio económico y comercial, hasta que los romanos impusieron su poder 200 años antes de nuestra era al final de las guerras púnicas. El Imperio romano dominó el Mediterráneo, de norte a sur, más de 500 años, desde su fundación en el año 27 antes de Cristo. Y, posteriormente, al hacerse Europa «más continental» con la invasión de los pueblos bárbaros, cambiaría el panorama mediterráneo con controles más localizados. Tal fue con las llamadas repúblicas marineras en los siglos XI a XIII –Génova y Venecia principalmente–, el Imperio español en su lucha con el otomano, o viceversa, o los bloqueos ingleses contra Napoleón. En los tiempos modernos, después de la Segunda Guerra Mundial, el Mediterráneo y, en particular, África del Norte y la ribera mediterránea de Oriente Medio, se mueven en un contradictorio conflicto de intereses entre la Unión Europea y los Estados Unidos, con el transfondo de la OTAN que integra ambos. Una situación que divide el Mediterráneo en dos áreas: Oriente Medio bajo influencia americana e inglesa, y el Norte de África bajo intereses alemanes y franceses, fundamentalmente. De ahí los acuerdos entre Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania, según los cuales el petróleo iraquí lo explotan la francesa Total y la americana Chevron. O bien, el establecimiento de una base militar francesa en los Emiratos, o los acuerdos que subyacen en el último conflicto libio. Sin olvidar lo que sucede en Líbano o en otras áreas del Magreb, donde las compañías petroleras europeas y americanas explotan los recursos petrolíferos de tales países. Y en todos los casos, respondiendo al mismo esquema de reparto de poder e intereses. Volviendo a la Figura 8.2, y viendo las rutas energéticas que desembocan en Europa, se puede concluir que la seguridad europea se concentra en la zona este del Mediterráneo y, por extensión, en Medio Oriente. De aquí que Turquía sea un elemento clave en la geoestrategia europea. Lo que explica las especiales relaciones entre Europa y ese país e, incluso, el interés que puede existir en buscar su completo encaje en el marco
GEOECONOMÍA
Por otra parte, la Unión para el Mediterráneo nacida en 2008 a propuesta del presidente francés Nicolas Sarkozy, era la continuación de la Declaración de Barcelona de 1994. Se trata de otro de los elementos geopolíticos claves de la región. Ya que, aparte de los 27 países de la Unión Europea, la unión mediterránea incorpora a la Liga Árabe, así como a Albania, Argelia, la Autoridad Palestina, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Mauritania, Mónaco, Montenegro, Marruecos, Siria, Túnez y Turquía, siendo Libia un país observador. Una organización que busca el entendimiento de los países para los que el Mediterráneo es vital. Una situación ya de por sí compleja, a la que se añade el hecho de que los países del Golfo se encuentran reunidos desde 1981 en el The Cooperation Council of the Arab States of the Gulf (GCC), que incluye a los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Arabia Saudita, Omán, Qatar y Kuwait. Países que buscan la cooperación en todos los campos a fin de lograr la unidad de sus Estados miembros. Una unidad que se basa, según expresan sus objetivos fundacionales9 «[…] en el credo del islam, la fe en un destino común y el compartir un mismo objetivo, y que la cooperación entre esos Estados servirá a los sublimes objetivos de la nación árabe». Un área, el Mediterráneo, que aparte de la complejidad antedicha, tiene en sus riberas a países no europeos, tan distintos entre sí, que acumulan (Figura 8.4) un PIB de 1.700 billones de dólares (2010) con 270 millones de habitantes. Un mercado imponente en lo económico, vital en lo estratégico, por ser el paso del necesario suministro de gas y petróleo desde Arabia, y crucial en lo político respecto de la situación en Oriente Medio e Israel.
Los corredores económicos europeos: blue banana y yellow banana Aunque, desde centurias, existieron en Europa unas zonas de mayor intensidad económica que otras, en los pasados años, la globalización ha traído un fenómeno nuevo: los corredores económicos. En su origen, este hecho tiene que ver con las ciudades. Es alrededor de ellas donde se concentran los polos productivos y desde donde nacen las rutas co9
http://www.gcc-sg.org/eng/index895b.html?action=Sec-Show&ID=3
CAPÍTULO 8
europeo. Lo que viene también avalado por las tradicionales relaciones que existen entre Turquía e Israel, hoy con fuertes tensiones.
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CAPÍTULO 8
EUROPA
Figura 8.4 Los países no europeos del arco mediterráneo (PIB en miles de millones de dólares y población en millones) 900 800 700 600 500 400 300 200 100
PIB
Turquía
Túnez
Siria
Marruecos
Líbano
Israel
Jordania
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Egipto
Argelia
0
Población
merciales. Así, desde la Edad Media, el Mediterráneo y sus rutas hacia Oriente en busca de las especias, se controlaba desde Génova y Venecia, principalmente; al igual, que desde Brujas se dominaba la economía del norte de Europa; como después aparecieron otras importantes ciudades como Valencia, Chipre, Sicilia, etc.10 Blue Banana, llamada así por la forma que tiene, es una de las regiones que forman la «columna vertebral» de la economía europea. Un área, desde donde se expandió la Revolución Industrial a principios del siglo XIX, que sigue teniendo gran relevancia; ya que la globalización no sólo impacta a nivel macroeconómico, sino que afecta a las ciudades, incluso en sectores marginales dentro de ellas. Pues como ya se ha referido, las ciudades son unos elementos económicos claves para entender el proceso de la globalización en su conjunto. Piénsese, en otro orden, lo que sucede en China con las ciudades de Shangai y Beijing, por ejemplo. De esta manera, en el mundo económico global, las «ciudades glo10
J. Bernard. Comercio y Finanzas en la Edad Media. En Historia Económica de Europa (1). La Edad Media. C. M. Cipolla (ed.). Barcelona, Ariel, 1979.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 8
bales» y sus interconexiones constituyen un nuevo y fundamental entramado económico. Blue Banana es un ejemplo de lo anterior. Constituye un corredor que, desde Londres, pasa por el eje industrial del Rin y llega hasta Milán por un lado, y a Valencia por otro. E incorpora, también, otras relevantes ciudades europeas como son: Barcelona, Marsella o Niza, por ejemplo. Otros corredores europeos son: Yellow Banana, que se mueve desde París a Varsovia y se adentra más hacia el Este; Growth Potato, que bordea la parte central y sur del Báltico; o el denominado Growth Boomerang, que une Berlín, Varsovia, Praga y Budapest . La Figura 8.5 muestra esquemáticamente dichos corredores de manera aproximada.
El contexto geoeconómico de España Analizar el contexto geoeconómico de España nos obliga a volver hacia atrás, y preguntarnos de nuevo qué es la geoeconomía y cómo se articula en lo concreto. Figura 8.5 Corredores económicos europeos
Región Growth Potato
Región Yellow Banana Región Blue Banana
Región Growth Boomerang
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De lo primero –qué es la geoeconomía– conviene recordar el capítulo 2, es decir, que la geoeconomía se refiere al «análisis de las estrategias de orden económico decididas por los Estados a fin de proteger las economías nacionales». Lo que incluye la defensa de productos sensibles, empresas o tecnologías de carácter estratégico, ya que «su control confiere al Estado un elemento de poder o de supremacía internacional y contribuye al reforzamiento de su potencial económico y social. Y al referirnos a Estado, en este caso hay que considerar el Estado español». De lo segundo –cómo se articula la geoeconomía– hay que volver al capítulo 4, especialmente al apartado que habla de soft power, hard power y del juego económico de la diplomacia. Es decir de la influencia o dominio –soft power– que da sobre otros la cultura, los valores y la política, de la capacidad de usar el palo y la zanahoria, «para hacer que otros sigan nuestro deseos» –hard power–, y del juego diplomático, del smart power, del uso inteligente del poder.
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España es hoy una potencia de tamaño medio que, totalmente integrada en la Unión Europea, disfruta de una posición privilegiada en Sudamérica gracias a la cultura común que se vehicula por el idioma español. En lo económico, en su mejor época, a inicios del siglo XXI, llegó a ser la octava economía del mundo. Fundamentalmente, gracias al inteligente aprovechamiento de los fondos estructurales que se aportaron por la Unión Europea desde su integración en ella en 1986 (unos 100.000 millones de euros en total). Una situación que permitió a España llevar un proceso de convergencia con la media europea desde el inicio de su adhesión, con un enorme impulso entre los años 1997-2003. Se trata de una moderna economía de unos 1,4 billones de dólares11, fundamentada en los servicios, con un peso que se demostró excesivo del sector de la construcción al arribar la crisis financiera de 2008. Un sector que indujo enormes problemas en el sector financiero de modo similar a lo sucedido en Estados Unidos, salvadas las enormes diferencias entre ambas economías. Una economía de servicios, como hemos dicho, que tiene unas cuantas empresas globales: sector textil (Inditex), telecomunicaciones (Telefónica), energía (Iberdrola y Repsol), servicios financieros (Santander y BBVA) e infraestructuras, donde varias empresas españolas gestionan, en su conjunto, concesiones que superan el 40% del mercado mundial. Sin embargo, la poca capacidad tecnológica de España a nivel global, el modelo económico no competitivo, el enorme desempleo (20,8% de 11
Billones son millones de millones.
GEOECONOMÍA
En lo geográfico, sin embargo, España disfruta de una posición estratégica única. Inmejorable se podría decir. Es atlántica, con una presencia cultural enorme en Sudamérica y en Estados Unidos, además de su vinculación militar con las potencias occidentales; es mediterránea, donde todavía se sienten los hechos hispánicos en muchas de sus costas, desde el norte de África, pasando por Sicilia o Nápoles, hasta llegar a las costas mediterráneas de Oriente Medio e Israel, lugar donde todavía muchas personas hablan la antigua lengua, el ladino; y es europea, por su milenaria historia, por su economía y por su integración política. Sin embargo, cuando se analizan los elementos que dan carácter a la geoeconomía, las deficiencias españolas son notables. Pues si desde el punto de vista de valores culturales España es una potencia global debido a la hispanidad de muchas culturas, especialmente en Sudamérica, y al hecho de que la lengua española la hablan más de 450 millones de personas, su influencia queda desvaída por la falta de una consistente política de soft power que busque la defensa de sus intereses económicos y el de sus empresas estratégicas. A lo que se une una debilidad evidente de su hard power debido a una capacidad militar y geoestratégica muy limitada, fruto de una política poco consistente en este sentido, la cual ha adolecido de las necesarias inversiones en los últimos 20 años, quizás por los equilibrios internos entre las distintas fuerzas políticas mayoritarias, que han tenido que hacer frente a serios problemas provenientes del terrorismo separatista y de las fuerzas centrífugas de
CAPÍTULO 8
la población activa y más del 40% de desempleo juvenil en 2010), el envejecimiento poblacional y la baja tasa de nacimientos (uno de los más bajos del mundo) y los índices tan negativos de sus sistemas educativos, con valores significativamente por debajo de la media de los países de la OCDE, que ponen al país delante de enormes dificultades hacia el futuro. A lo que se añade el corrimiento del centro de gravedad económico del mundo hacia el Este (ver Capítulo 6 y Figura 6.3) y el enorme desarrollo de otros países como Brasil, India o Rusia. De manera que España ya queda, en lo económico, detrás de todas ellas, las cuales se enlazan con las grandes naciones económicas del mundo (Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia). Siendo las estimaciones para 2030 aún más negativas, dado el desarrollo de otros países como Filipinas, Malasia o Indonesia que se beneficiarán del corrimiento económico hacia Asia. Situación que, como es evidente, tampoco beneficiará al resto de países europeos, aunque algunos de ellos seguirán manteniendo su primacía. Todo ello, en un país, España, muy dependiente de las materias primas energéticas del exterior (en un 80%) y de escasos recursos naturales.
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carácter nacionalista. Una situación que, en su conjunto debilita la posición de España en lo geoeconómico y geoestratégico, dificultando su progreso y la mejora de su posicionamiento en el concierto económico y político global.
CAPÍTULO
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Índice El Sudeste Asiático: tigres y dragones, 133 Japón, 136 China en el mundo, 140 Entre Europa y Asia: los países frontera, 145 Asia Central y el juego de los recursos naturales, 147 Geoeconomía del océano Índico: India, 149 Los corredores estratégicos de transporte, 150
El Sudeste Asiático: tigres y dragones En 1986, Peter Dicken escribió un libro premonitorio1, ya que todavía no se había demostrado, salvo en Japón, el poder económico de los países orientales con la fuerza que hoy lo hacen. Su máxima tesis, como geógrafo que era, se basaba en que las transformaciones económicas al final de la Segunda Guerra Mundial se debieron al impulso de tres fuerzas principales: •La expansión, estructura y desarrollo de las empresas multinacionales a lo largo y ancho de la geografía mundial. •El papel jugado por los Estados y los diferentes Gobiernos en impulsar el comercio mundial mediante el desarrollo de instrumentos y organizaciones transnacionales. •El impacto de las nuevas tecnologías en el transporte, los procesos productivos, las telecomunicaciones, etc. Este hecho tuvo como primer efecto el desarrollo de la economía japonesa hasta unas cotas nunca alcanzadas antes. De manera que Japón 1
P. Dicken. Global Shift: Industrial Change in a Turbulent World. Sage Publications, 2003.
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vivió 30 años de crecimiento económico explosivo, situándose como una potencia económica e industrial frente a Estados Unidos. El segundo efecto, fue el desarrollo imparable de las economías asiáticas en su conjunto. Las del sudeste asiático, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. Luego China, con los países del mar de China, Corea del Sur y Taiwán. Y, en tercer lugar, la India; formando también parte del Sudeste Asiático pero por sus características singularmente únicas. Dragones y tigres. Un grupo de países que, en lo económico, parecen constituir el soporte del crecimiento mundial, presente y futuro (Figura 9.1).2 Figura 9.1 Proyecciones del PIB per cápita de algunos países del Sudeste Asiático 45.000 40.000 35.000
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30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0
China
Indonesia
Malasia 2010
Tailandia 2020
Vietnam
India
2030
Fuente: The Economic Intelligence Unit. Country Reports2
El dragón es el símbolo de China. La representación del emperador. Un símbolo que recuerda la agresividad y las connotaciones guerreras del pueblo chino. Elemento también usado por los vietnamitas y coreanos, así como los japoneses. Y en lo económico, hace, también, alusión a estas formas de desarrollar una estrategia activa y con características 2
http://countryanalysis.eiu.com/country_reports.html
GEOECONOMÍA
En el otro lado, están los tigres. Fundamentalmente, la India. El enorme país que en su día perteneció al Imperio británico. Con modos de hacer muy distintos de los anteriores. Y, de alguna manera, parecidos a Filipinas, Indonesia o Singapur. Particularmente, este pequeño país, Singapur, una de las plazas financieras más prósperas del mundo, heredera en estructura legal de la legislación inglesa cuando dominaba aquellas tierras. Sus formas y métodos son también diferentes de los chinos. Pero ambos esquemas han dado sus frutos, al menos en lo económico. Aunque mucho de ello tiene que ver con la posición americana durante la Guerra Fría, pues los americanos, para contrarrestar el poder soviético se volcaron en ayudas hacia esos países. Primero con Japón, y luego con China. Un país, este, que hasta finales de los años setenta era subdesarrollado, siendo hoy la segunda economía mundial y el segundo consumidor de petróleo del mundo, cuya demanda alcanzará los 15 millones de barriles/día en 2025, según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía. En el otro lado, la India. Un país líder en innovación tecnológica, donde tienen importantes instalaciones las mayores compañías del mundo de la especialidad: Hewlett Packard, Cisco Systems, Intel, General Motors o Boeing. De manera que, si China se concentra en la producción industrial de todo tipo de tecnologías y productos, la India es líder en servicios y tecnologías de la información. Con la característica de que ambos países, en conjunto, multiplican por 30 el número de graduados universitarios que salen de la universidades tecnológicas estadounidenses todos los años. De los otros tigres y dragones, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Indonesia o Singapur, etc., se trata de países con economías prósperas, pero que desde el punto de vista geoeconómico tienen un relativo peso en el concierto global. Más bien diríamos que muy escaso. Corea del Sur, una pujante economía con un PIB alrededor del billón3 de dólares, que tiene actividades empresariales dominantes en construcción naval, electrónica, automóviles, armamento, etc., que también es un país relevante en tecnología de centrales nucleares, donde compite con Estados Unidos y Francia. Lo que demuestra el contrato que la compañía estatal Korea Electric PowerCorp (KEPCO) firmó con los
3
Millones de millones.
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dominadoras. Tales son los modos comerciales de japoneses, chinos, coreanos y taiwaneses.
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Emiratos Árabes Unidos en 2010 para diseñar, construir y operar cuatro centrales nucleares de generación eléctrica con un total de 5.600 megavatios de potencia. Un contrato que se estima en 40.000 millones de dólares4, por el que competía también la empresa francesa AREVA, líder mundial en tecnología nuclear de generación eléctrica. El posicionamiento geopolítico de Corea, sin embargo, salvo en lo relativo a su potencial económico en ciertos campos, se circunscribe a su posición local en el mar de China. Lo que sucede de forma análoga con los otros países del área. Concluyéndose que, únicamente, Japón, China e India tienen un papel geoestratégico diferente, donde entran los Estados Unidos para mantener, solapadamente, las rivalidades geoestratégicas que le puedan beneficiar. Veamos esto con algo más de detalle.
Japón
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En marzo de 2011, Japón sufría los efectos de un devastador terremoto que asolaba sus costas del norte con un tsunami de proporciones enormes. Miles de desaparecidos, millares de pérdidas humanas, destrozos económicos y, como más impactante, la destrucción de la central nuclear de Fukushima por el enorme maremoto que surgió a causa del seismo. Como resultado inmediato, el accidente de Fukushima llevaba a cuestionar este tipo de generación de energía, lo que alentaba de nuevo a los más conspicuos detractores de la misma. Con el terremoto daba la impresión de que las fuerzas de la naturaleza se habían desatado de nuevo contra el hombre sin ningún control; como si el mal estuviera sin sujeción, al acecho, para hacer el mayor daño posible allá donde pudiera. Algo que lleva a pensar sobre las responsabilidades que el propio hombre pueda tener cuando la naturaleza se rebela en su contra. La cual, agredida desde tantos frentes por la huella humana, parece reclamar el respeto debido. En este caso con el quinto terremoto de mayor virulencia registrado en la historia: 8,9 en la escala de Richter. Japón es un gran país: una potencia en lo económico y en su organización social. En pocas semanas, de no ser por el drama de las pérdidas humanas y el desastre de Fukushima, se habría logrado casi la normalidad. El japonés es laborioso y disciplinado; y en empresas e instituciones niponas parece existir todavía, de alguna manera, el respeto al shogun, a aquellos gobernadores que dominaron Japón con mano de hierro durante varios siglos. 4
http://english.aljazeera.net/news/middleeast/2009/12/20091227134925905562.html
GEOECONOMÍA
Japón es un país oriental, del cual, erróneamente, se suele tender a pensar que tiene muchas cosas en común con China. Y, en cierto modo es así. Ya que unos y otro, como, quizás, todos los pueblos del Oriente lejano, dividen al mundo en dos clases de personas: ellos y los otros; o como definen los japoneses: uchi (los de dentro), y soto (los de fuera). De manera que, en este caso, todos los japoneses son los del interior, uchi, y el resto, soto, de afuera. Sin embargo, Japón y China, ya desde la época feudal, son política y socialmente dos mundos muy distintos. Pues, aunque se pueda decir que hacia el siglo XIV Japón era un país feudal con un emperador sin poder, y un shogun al mando del ejército, muy parecido a lo que sucedía en muchos lugares de Europa, salvando el hecho de que Europa era cristiana y Japón budista, China tenía emperadores autocráticos que se apoyaban en diversos ministros para la gobernación del país, los cuales se guiaban por los principios de Confucio en lugar de Buda como hacían los japoneses. Grandes diferencias, también en lo religioso, que determi-
5 6
R. C. Christopher. The Japanese Mind. Ballantine Books, 1983. A. Morita. Made in Japán. Nal Penguin, 1986.
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Una forma de comportarse que está bien expresada por Robert Christopher5: «Más allá de los ciudadanos de las sociedades más colectivizadas, los japoneses están dominados por un sentido de responsabilidad hacia los grupos que pertenecen: su país, su empresa, etc. Paradójicamente, esto les ayuda para justificar su empuje y su eficiencia». A lo que añade: «Los japoneses detestan la confrontación personal y, a fin de evitarla, casi siempre deciden por consenso. Lo que a veces es un hándicap, es también una fuente de su fortaleza». Algo en lo que incidía Akio Morita, el presidente que hizo de Sony la gran multinacional que es hoy: «El sentido de compromiso es un elemento crucial de nuestro sistema legal y de nuestras relaciones interpersonales […] En Japón el líder empresarial más exitoso no es el hombre que se pasea dando instrucciones detalladas a sus subordinados […] Es el hombre que les da líneas generales de acción únicamente»6. Lo que no quita para que exista un cierto temor reverencial a los cuadros superiores de las empresas, como es fácilmente comprobable. Ya que el rango, el estatus, sigue siendo primordial en una sociedad altamente jerarquizada. Lo que no quita para que Japón sea, a su vez, un país donde la organización es más importante que los miembros. O dicho de otra manera, un país donde, socialmente, el grupo es la fuente de los valores últimos. Una contradicción difícilmente asimilable para los occidentales.
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naron desde entonces la marcha de ambas naciones7. Teniendo en cuenta, además, que geográficamente, China es un enorme país continental de casi 10 millones de kilómetros cuadrados, mientras que Japón se limita a un archipiélago de cuatro islas cuya superficie no llega a los 400.000. En la época contemporánea, al término de la Segunda Guerra Mundial, aunque los aliados mantuvieron al emperador Hiroito en su puesto, Japón pasó a estar «invadido y controlado» por Estados Unidos, con el general Douglas McArthur al frente. El cual, como primera medida, obligó al emperador a abjurar de su carácter «divino». De manera que, en poco tiempo, Japón cambiaba sus estructuras políticas a la vez que el ejército y la armada se disolvían. Como también lo hacían las grandes corporaciones acusadas de haber colaborado y conspirado en la guerra a favor del Gobierno japonés. En 1947 se introducía una nueva Constitución, quedando abolida la de 1889, aún vigente entonces. En 1951 Estados Unidos dejaba Japón en manos de los japoneses de acuerdo con el tratado firmado en San Francisco con los países que habían estado en la guerra (salvo Rusia, China e India). El país quedaba así convertido en una democracia dominada por el partido liberal y el demócrata, donde participaban también socialistas y comunistas, si bien de forma muy minoritaria. Aunque la guerra dejó a Japón en ruinas, la expansión de la economía mundial y el crecimiento del mercado interno, por un lado, y la capacidad industrial de los japoneses y la situación de la Guerra Fría, por otro, impulsaron su economía como nunca antes en la historia, con crecimientos por encima del 10% (en ocasiones) durante casi 30 años. Todo ello controlado por el poderoso MITI (Ministry of International Trade and Industry), que apostaba por la primacía tecnológica del país, y por la Federación Nacional de Industrias Japonesas, el Keindanren, cuyo presidente, Toshiwo Dako, a principios de los años ochenta aseguraba a los dirigentes del MITI: «Después de diez años de crisis petrolera, el camino a seguir me parece claro: debemos ser los pioneros de una promoción tecnológica que debe extenderse al mundo entero»8. Y ahí es donde entra con fuerza el dominio japonés global: en aeronáutica, robótica, automóviles, etc., con grandes consorcios empresariales que aún son referencia mundial: Nikon, Canon, Sony, Toshiba, Honda, Toyota, Mitsubishi, Hitachi, etc. Y muchas de ellas insertas en el entramado de los keiretsu, esas compañías que se entrelazan a nivel 7 8
W. G. Beasley. The Japanese Experience. A Short History of Japan. Londres, Phoenix Press, 1999. J. J. Servan-Schreiver. El Desafío Mundial. Plaza&Janés, 1980.
GEOECONOMÍA
Y no sólo desarrollaron una potencia tecnológica e industrial, sino que revolucionaron los sistemas de producción en serie mediante la conocida técnica del just-in-time. Una metodología desarrollada a principio de los años setenta por el ingeniero Taiichi Ohno de Toyota que impactó negativamente en el sector americano del automóvil en Detroit. Un modo de optimizar los inventarios y, por tanto, de aminorar los costes de producción. Una forma de ver la competitividad distinta de la de los europeos y americanos. Ya que si en estos últimos, para lograr una alta productividad se mantiene la obsesión por reducir los costes laborales, en el caso del sistema japonés se dirige a una mejor y más eficaz estrategia, usando especialmente el potencial que otorgan las tecnologías de la información9. Sin embargo, el ascenso de los «tigres» del mar de China, sus deficientes inversiones inmobiliarias, y la corrupción de su sistema político, principalmente, sumieron a Japón en una fuerte recesión económica en los años noventa. El séptimo país en lo relativo a inversiones en sus fuerzas armadas (67.000 millones de dólares en 2009), y la segunda economía mundial durante años, entraba en caída libre. Un país que, deficitario en materias primas, había superado la fuerte crisis del petróleo de 1973, y había encontrado de nuevo la senda del crecimiento al final de esa década, entraba en serios problemas debido, quizás también, a su propio éxito. Un hecho que puede servir de ejemplo para prever lo que podría suceder en el futuro con otras economías como China o India, o al resto de los países de ese área. En 1990 Japón acaba el año con un balance positivo de 90.000 millones de dólares. Estados Unidos y los principales países europeos ven 9
B. Hunt; D. Targett. The Japanese Advantage. Butterworth-Heinemann, 1995.
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societario y controlan industrias y bancos, al igual que lo hacen grandes grupos de estructura familiar que constituyen monopolios de carácter vertical (zaibatsu). Ejemplos que llegan al Sumitomo Mitsui Banking Corporation o al Bank of Tokio-Mitsubishi. Pero no se trata sólo de primacía empresarial o comercial, también Japón ha desarrollado una sólida estrategia geoeconómica en muchos países. Por ejemplo, Brasil; donde con fondos públicos japoneses se han creado empresas brasileñojaponesas desde hace más de 40 años. Tal es el caso de Ishikawajima do Brasil o NEC do Brasil. Ishikawajima, para dar vida a la primera constructora naval de Sudamérica, y NEC do Brasil, durante muchos años el líder de las telecomunicaciones de la zona. Siendo hoy Brasil el lugar con mayor población japonesa del mundo (unos dos millones de japoneses viven actualmente perfectamente integrados en la población).
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esta situación con alarma: Japón, un mercado muy cerrado para los occidentales, puede amenazar sus mercados dada la apertura que los occidentales mantienen en los mismos. Aunque en el éxito japonés estaba el problema: la fortaleza del yen y los elevados precios de los productos japoneses, la cara mano de obra, unido a la rigidez de su sistema económico-empresarial, abría la puerta a otras economías más competitivas. Corea, Taiwán, Hong Kong, Singapur, Tailandia, Malasia y, sobre todo, China, se hacían con los mercados japoneses en el exterior. A lo que se unía la caída de los activos inmobiliarios en manos de bancos japoneses, que se encontraban con un enorme parque de créditos hipotecarios. Una situación que el Gobierno quiso resolver aumentando los impuestos, lo que condujo a la fuerte recesión japonesa del verano de 1992, en el que el índice de la Bolsa de Tokio caía por debajo de la mitad de su valor en 1990 (1990: 38.000 yenes contra 17.000 en 1992). Se terminaban 30 años de prosperidad económica. El soft power japonés ya no sería lo que había sido hasta esa fecha. En la década de 2000, Japón encontraba la senda del crecimiento de nuevo. Si bien ya nada sería como antes. Se pasaba de una tasa media de crecimiento del PIB durante el período 1970-1992, del 4%, a un escaso 1% hasta 2003; aunque luego, gracias al crecimiento de los países asiáticos, encontraba de nuevo su progresión económica (crecimiento del 3,9% en 2010, por ejemplo). China se convertía en el primer mercado japonés, dejando detrás a Estados Unidos, a la vez que se mantenían ciertos conflictos geopolíticos en los que China usaba un «arma» geoeconómica de primer orden: las tierras raras, bloqueando su exportación a Japón a finales de 2010 por un problema de pesca en aguas territoriales japonesas. Unos metales que Japón importa en un 92% de China. Un tema que trataremos en el apartado siguiente.
China en el mundo Del 21 al 29 de septiembre de 1949 se reunía en Pekín una Conferencia Política Consultiva del pueblo chino. Eran 662 miembros del Partido Comunista, de la Liga Democrática y de varios organismos democráticos regionales, así como sindicatos obreros y agrícolas y otras organizaciones. Eligieron al Gobierno central y un programa común. También decidieron que Pekín fuera la capital oficial de China y adoptaron el calendario gregoriano, así como la nueva bandera (roja con una estrella de cinco puntas rodeada de cuatro estrellas más pequeñas) y el nuevo himno nacional: la Marcha de los voluntarios. El presidente elegido era
GEOECONOMÍA
El 8 de septiembre de 1976 moría Mao Tsé-Tung, durante su mandato se impuso la conocida revolución cultural que rompía con todo lo anterior. En lo económico, en un principio, hasta finales de los años 1950, de acuerdo con la firma de la alianza con la URSS, la China de Mao siguió la estrategia de industrialización rusa con el Primer Plan Quinquenal 1952-1957: grandes fábricas en las ciudades, dirigidas por ingenieros rusos. Sin embargo, hacia 1958, Mao constató que el modelo ruso no era viable en China. Las factorías localizadas en zonas urbanas no tenían ningún impacto sobre las grandes masas de personas que vivían en las zonas rurales. Lo que llevó al Gobierno chino a desarrollar su propio modelo. Una de cuyas ideas fueron los hornos de fundición de acero comunales. Cualquier cosa era válida como combustible y como material para fabricar acero. El resultado, gran cantidad de cosas inservibles, aunque valió para colectivizar al campesinado. Una época de gran pobreza y de grandes hambrunas que mataron a millones de personas. Los años que siguieron no fueron mejores: en 1964, Mao emprendió una cruzada para hacer de China un país eminentemente comunista. Se abolieron todas las prácticas religiosas de la antigua cultura china y el país quedó sumido en la pobreza hasta su muerte. A la muerte de Mao sus herederos lanzaron un nuevo programa. Un sistema que, quizás, muy aventuradamente, algunos han dado en llamar el capitalismo chino, aunque sería más propio hablar de una economía socialista de mercado. Un hecho impulsado por Deng Xiaoping que arrebató rápidamente el poder al sucesor de Mao, Hua Guofeng, e impulsó las reformas económicas: un mercado abierto y desaparición del colectivismo anterior. Un cambio bien expresado por Pascal Lorot11: «[…] emprendieron, prudente y progresivamente [los sucesores de Mao], poner en pie un sistema político económico más apropiado a la
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L. M. Chassin. La conquista de China por Mao Tsé-Tung. Alianza Editorial, 1966. Pascal Lorot. Le siècle de la Chine. Choiseul Editions, 2007.
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Mao Tsé-Tung. Acababan 30 años de lucha entre el Partido Nacionalista Chino, el Kuomitang, y los comunistas10. Estados Unidos que había apoyado a los nacionalistas quedaba en una difícil posición, especialmente después de que Mao Tsé-Tung firmara el 16 de diciembre de 1949 un «tratado de amistad, alianza y asistencia mutua» por 30 años con Stalin. Con ello, más la evolución de Manchuria y un préstamo ruso por 300 millones de dólares a China, convertía a Mao Tsé-Tung en dueño y señor de la quinta parte de la población mundial en ese momento.
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ASIA
evolución de la sociedad china». Es decir: «La vuelta a un orden de las cosas específicamente chino, en toda su originalidad y en toda su potencia, es lo que sería el objetivo no declarado de los sucesores de Mao». El resultado: un cambio sorprendente en la tendencia económica del país (Figura 9.2).
Figura 9.2 Evolución del PIB en China 1952-2009 (valores en miles de millones de renminbi, en moneda corriente)12 40.000 35.000
33.535,3
30.000 25.000
142
20.000
18.386,8
15.000 10.000 5.847,8 5.000 67,9
145,7
171,6
225,3
299,7
451,8
896,4
1952
1960
1965
1970
1975
1980
1985
8.946,8
1.854,8
0 1990
1995
2000
2005
2010
La China moderna es la que vimos en los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín. Un país que, con todas sus contradicciones, será en 20 años la mayor potencia económica del mundo. Una potencia económica que, siguiendo lo iniciado por el reformador Deng Xiaoping, ha continuado el actual presidente Hu Jintao.12 ¿Cómo comprender el papel de China en el mundo? China, al igual que Estados Unidos o la Unión Europea, es una potencia global. Sin embargo, sus métodos son muy diferentes, no necesitan recurrir al des12
http://www.chinability.com/GDP.htm
GEOECONOMÍA
pliegue militar para defender sus estrategias geoeconómicas. Se trata, más bien, de una inteligente combinación de soft y smart power: «El soft power es un concepto que vende bien en China, por varias razones. Casa bien con el confucionismo13». Esto es lo que lleva a China a extender su poder económico en los cinco continentes, con una presencia dominante en aquellas zonas cuyas materias primas le son estratégicas para mantener su desarrollo económico. Y, a su vez, utilizar las suyas como «arma» geoeconómica. Como es el caso de las tierras raras a las que aludíamos en el apartado anterior. Una mezcla de óxidos e hidróxidos como el escandio o el lantano que son utilizados en múltiples aplicaciones relacionadas con las nuevas tecnologías, desde teléfonos móviles hasta aerogeneradores eólicos. Unos elementos, donde más del 50% de las reservas mundiales se encuentran en China; que, a su vez, produce el 95% de este tipo de materiales para el mercado mundial; y una compañía china, Baotou Steel, provee ella sola el 46%. Unos materiales que, en ocasiones, China utiliza como «método» de presión para lograr imponer su criterio. Caso del corte de suministro de estos metales a Japón con motivo de la liberación del capitán de un pesquero chino en septiembre de 2010.
CAPÍTULO 9
China, de acuerdo con su estrategia soft power basada en su poder económico, ha ido extendiendo su influencia por todos los países, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, hoy con graves problemas económicos debido a la crisis financiera de 2008. China es hoy el primer acreedor de Estados Unidos, ya que posee más de 740.000 millones de títulos del Tesoro americano (en 2009) e, igualmente, sucede con otros países europeos.
143
En lo relativo a la presencia china en el mundo, su «poder» es muy visible en África, por ejemplo, donde utiliza su capacidad inversora para asegurarse las materias primas necesarias (Tabla 9.1). Como también lo es en Asia por su especial relación con los países de Association of Southeast Asian Nations (ASEAN), que constituyen Brunei, Myanmar (Birmania), Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos y Malasia, así como otros países del área, con los que, aparte de las relaciones comerciales, mantiene una estrecha relación de «nación hermana» donde además viven más de 25 millones de chinos14 –chinos de ultramar, como les denominan–. Situación similar a lo que sucede en América Latina, donde China mantiene importantes relaciones comerciales con casi todos los países y se beneficia de las materias primas allí existentes. Un nuevo
13 14
B. Courmont. Chine, La grande Séduction. Choiseul Éditions. 2009. http://www.nationmaster.com/graph/peo_chi_pop-people-chinese-population
CAPÍTULO 9
ASIA
esquema de soft power que viene bien expresado por la multipolaridad que anima al Gobierno chino. Tabla 9.1 China en África (adaptado de la obra de S. Michel y M. Beuret15)
144
PAÍS
Población china
Argelia
20.000
Chad
algunos cientos
Níger
Actividades económicas
Dinero invertido (millones euros)
Construcción
612
Petróleo
530
1.000
Uranio, petróleo, construcción
330
Guinea
8.000
Minería, construcción
690
Nigeria
50.000
Petróleo, construcción, ferrocarriles,reinerías,etc.
Camerún
7.000
Construcción, madera
Gabón
6.000
Petróleo, hierro, madera
Congo
7.000
Construcción, madera
Angola
30.000
Construcción
Egipto
varios miles
Infraestructuras, telecomunicaciones, construcción
260
Sudán
20.000 a 50.000
Petróleo, agricultura, construcción
10.000
Etiopía
5.000 a 7.000
Ediicios,carreteras, telecomunicaciones
3.000
Rep. Dem. Congo
10.000
Minería, construcción
8.860
Zambia
40.000
Minería, agricultura
420
Zimbawe
10000 (en 2006)
Agricultura, construcción
390
Mozambique Sudáfrica
1.500 200.000 a 300.000
10.700 118,7 2.600 373 4.500
Madera, minas, construcción
2.180
Industria, banca
3.600*
*Millones de dólares
Sin embargo, unido al éxito económico, China tiene una cara oculta. Sus trabajadores mantienen un régimen muy duro, en un sistema empresarial en el que cuatro de cada cinco empresas no firman contratos de 15
S. Michel; M. Beuret. La Chinafrique. Hachette. 2008.
GEOECONOMÍA
Y lo anterior no evita tampoco que el éxito económico presente otro prisma: una agresiva política comercial que mantiene el yuan muy por debajo de su valor, haciendo difícil la competencia abierta con otros países, así como un desastre ecológico en ciernes debido a la falta de una política medioambiental consistente. Una situación que amenaza al propio planeta en su conjunto, pues China consume siete veces más energía que Japón, a la vez que pone en marcha una central eléctrica de combustible de carbón cada dos semanas. A lo que se añade el consumo del 40% del cemento, 31% del carbón y 27% del acero mundial.19 Una situación que alerta sobre su futuro y el nuestro.
Entre Europa y Asia: los países frontera En 330 antes de Cristo Alejandro Magno asumió el título de rey de Persia –el actual Irán–, pasó por Pakistán, y tres años después estaba en la India. Ya de vuelta, muere con 32 años en Babilonia (Irak) en 323 antes de 16 17 18 19
http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703977004575394262825550830.html http://en.wikipedia.org/wiki/Gini_coefficient https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2172rank.html J-L. Domenach. La Chine m’inquiète. Perrin. 2008.
CAPÍTULO 9
trabajo, y donde los accidentes laborales se multiplican (187 trabajadores mueren diariamente en accidentes laborales)16. Respecto de las libertades, es conocido el bloqueo de Google o Yahoo y su redireccionamiento hacia el portal chino Baidu. Una situación no menor que hace alusión a la falta de democracia interna y la persecución de la disidencia. Ya que la sociedad china actual mantiene unas desigualdades sociales bastante profundas, lo que el propio coeficiente Gini17 viene demostrando año tras año. Así, China, en 2007, estaba al nivel de Senegal (China = 0,415; Senegal = 0,413), separado de países como Marruecos (0,409) o Jordania (0,397)18. Una situación en la que incide el hecho de la separación entre pobres y ricos, donde el 20% de la población china es poseedora del 2,75% de la riqueza, mientras que el 45% de la riqueza lo ostenta el 10%, con 60 millones de personas viviendo con unos ingresos anuales de 20.000 euros/año en un país con más de 1.300 millones de habitantes. Un país, en definitiva, que divide la población en dos mundos bien separados: donde el 60% de los dirigentes empresariales fueron en el pasado antiguos cuadros comunistas, creando una plutocracia que incide en las diferencias sociales, ya que el 50% de sus habitantes viven con menos de 8 dólares diarios, 190 millones sufren la insalubridad del agua (de los que 400.000 mueren por este motivo todos los años), según los datos aportados por Jean-Luc Domenach en su libro La Chine m’inquiéte.
145
CAPÍTULO 9
ASIA
Cristo. Irán, Irak, Siria, y Turquía –a la que ya nos hemos referido– son territorios frontera; desde Europa hacia Asia y viceversa. A los que se unen, por su carácter estratégico, como reservorio energético del planeta, el resto de países de la península Arábiga: Arabia Saudita, Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, y otros menores como Jordania, Omán, Qatar o Yemen. Y el resto de los países de Oriente Medio que, sin estar en ningún eje de paso, concitan un especial interés geoestratégico: Líbano, Israel o Egipto. En la actualidad, después de la invasión de Irak en 2003 y su cambio de régimen, ningún país tiene la importancia de Irán como frontera entre Europa y Asia y como elemento geoestratégico mundial. No sólo por el desarrollo de su potencia nuclear, sino por estar en el eje real entre Oriente y Occidente; es decir, tener una posición geográfica clave en relación con el golfo Pérsico, Asia Central y, especialmente, Afganistán; así como el área del Caspio, con énfasis especial en los países caucásicos. A lo que unen la posesión de reservas de petróleo y gas, una importante área geoestratégica, una economía en crecimiento y un poder militar nada despreciable.
146
Irán, una república islamista en clara confrontación con Israel, representa actualmente la esencia del islamismo, lo que atrae a otros muchos países de ese signo, a la vez que mantiene una posición muy influyente con varias organizaciones como la OPEP, la Economic Cooperation Organization (ECO) –que agrupa a los países de Asia Central (Afganistán, Azerbaiyán, Kazajstán, Pakistán, Turquía, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán y Kirguistán)–, y la Shanghai Cooperation Organization (SCO), entre otras. En lo geopolítico, Irán mantiene alianzas con China y Rusia y, en Sudamérica, con Venezuela, a la vez que mantiene estrechas relaciones con algunas repúblicas de Asia Central. Y en lo geoestratégico, por su crítica posición geográfica, controla el paso del estrecho de Ormuz, zona crítica del transporte petrolero hacia el Índico. Al igual que lo hace con las rutas de gas que proceden de los países de Asia Central. Adicionalmente, Irán mantiene una alianza estratégica con Rusia respecto del gas, lo que puede convertir a ambos países en la llave del precio mundial de ese hidrocarburo. A su estratégica posición geográfica, Irán añade además un tamaño económico nada desdeñable, así como una potente estructura militar que le hace clave en la geopolítica de la zona. Especialmente en el golfo Pérsico, Asia Central, incluida Afganistán, y la zona del Caspio. Siendo, igualmente, un miembro clave en organizaciones como la OPEP, ECO, OIC (Organization of the Islamic Conference), SCO y Developing Eight (D8). Una manera poco conocida de cómo Irán practica un potente soft
GEOECONOMÍA
Asia Central y el juego de los recursos naturales Al norte de Irán se encuentran los países de Asia Central. Una enorme región constituida por cinco antiguas repúblicas soviéticas, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguizistán, Turkmenistán y Kazajstán, que suman más de 4 millones de kilómetros cuadrados. Su población, de unos 60 millones de personas, se concentra en dos zonas muy alejadas entre sí: el norte de Kazajstán y el valle de Ferghana, en la confluencia de Uzbekistán, Tayikistán y Kirguizistán. Un área con grandes cordilleras alrededor que hacen difícil su acceso. 20
http://www.jrtr.net/jrtr28/pdf/f50_gor.pdf
CAPÍTULO 9
power desarrollando las relaciones internacionales en la región. Una forma de regionalización y confluencia de intereses con sus vecinos, basados en un cerrado concepto de regionalismo que se fundamenta en la cooperación económica y en el desarrollo cultural común del área. Siendo, de esta forma, con casi 70 millones de habitantes, el país clave de la región desde el punto de vista geopolítico, a lo que hay que añadir su liderazgo económico, tecnológico y de recursos naturales, en los cuales posee, a nivel mundial, el 10% de las reservas probadas de crudo y el 16% de las de gas natural. Al norte de Irán, en la vertiente oeste del mar Caspio están los países caucásicos. Se trata de Azerbaiyán, Armenia y Georgia, aparte de las repúblicas autónomas de la Federación Rusa: Chechenia, Osetia, Ingusetia, etc. Una zona sobre la que Europa tiene el máximo interés, debido a sus fuentes energéticas y al panorama de seguridad estratégica que ofrecen. Del primer aspecto –las fuentes de energía–, la zona representa la oportunidad europea para transportar gas y petróleo a través del Caspio desde las fuentes de Asia Central. De ahí el proyecto TRACECA (Transport Corridor Europe Caucasus Asia) 20. Un corredor de transporte que uniría Europa con el mar de China. Una nueva Ruta de la seda como quisieron denominarla sus iniciadores, en particular el antiguo ministro de Asuntos Exteriores de la extinta URSS, que posteriormente fue presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze. De la segunda –la seguridad–, es interés de la OTAN mantener una zona de protección ante el desarrollo del terrorismo internacional y la posibilidad de cortar las fuentes de suministro energético. Situación que se mantiene aún viva con el complejo conflicto de Afganistán. De ahí los objetivos estratégicos de Europa sobre estos países.
147
CAPÍTULO 9
ASIA
¿Cómo es posible que este lugar tenga la importancia geoestratégica que tiene cuando sus reservas de crudo son unos 48.000 millones de barriles, es decir, un 3,5% del total conocido?21 La respuesta está en su posición geográfica, en sus reservas de gas y en los corredores energéticos en el área. Respecto de las reservas de gas, aparte del enorme potencial de Rusia (propietaria del 6,3% de las reservas mundiales probadas de petróleo, y el 23,4% de las de gas), Turkmenistán tiene el 4,3% de las reservas de gas, y Kazajstán el 3,2% de las petrolíferas. Es preciso decir, sin embargo que, no sólo se trata del control sobre las materias primas, sino que incluso más importante resultan ser los corredores de transporte de crudo y gas desde estos países hacia Europa y China. En realidad, Asia Central ha tenido desde hace siglos un papel geopolítico primordial. Hacia el final del siglo XIX este área (formando parte del imperio ruso) era el mayor productor de petróleo del mundo, y durante la Segunda Guerra Mundial el área y, especialmente, los pozos de Bakú, fueron objetivo alemán como parte de la campaña militar contra Rusia.
148
Respecto de los corredores de transporte energético, actualmente existe una ruta que une Kazajstán, Azerbaiyán y Rusia, lo que da a este país una enorme ventaja competitiva. Especialmente después del acuerdo entre Rusia y Kazajstán mediante el cual Rusia entró a formar parte del Caspian Pipeline Consortium22 que une los 1.500 kilómetros que separan la ciudad rusa de Novorossiysk en el mar Negro con Tengiz en Kazajstán. En este complejo escenario, las rutas energéticas del área se presentan como un elemento geoeconómico esencial. Primero, hacia el Norte, favoreciendo a Rusia. En segundo lugar, hacia el oeste, ruta pretendida por Azerbaiyán que favorece a los intereses de Estados Unidos, Turquía e, incluso, Georgia, para facilitar el tráfico con Europa. Tercero, la ruta Sur, más viable económicamente que, sin embargo, pone a Irán en el eje estratégico y por tanto dificulta los intereses americanos. Cuarto, la ruta Este hacia China, una costosísima infraestructura que sólo en Kazajstán deberá atravesar 2.000 kilómetros. Y, finalmente, la posibilidad de atravesar Afganistán por el sudeste para llegar a Pakistán y la India. Un complejo escenario de intereses geopolíticos que convertirá esta zona en una de las más sensibles del planeta en los próximos años.
21
22
BP Statistical Review of World Energy Junio 2010. http://www.bp.com/liveassets/bp_internet/globalbp/ globalbp_uk_english/reports_and_publications/statistical_energy_review_2008/STAGING/local_ assets/2010_downloads/statistical_review_of_world_energy_full_report_2010.pdf http://www.cpc.ru/portal/alias!press/lang!en-us/tabID!3357/DesktopDefault.aspx
GEOECONOMÍA
En el Índico confluye un magma de intereses económicos y políticos de muy diversa índole. Ambos son la savia de la geoeconomía: las diversas políticas económicas de variados intereses y la globalización de la economía. Dos elementos que en esta zona, como en casi ninguna otra en el globo, se dan de manera muy especial. Los Estados Unidos, China, India, Europa, Japón, etc., todas las grandes potencias, en suma, se dan cita en este lugar para defender sus intereses económicos y geoestratégicos. Como vimos en la Figura 6.3, el estrecho de Malaca, el de Ormuz y el de Bad-el-Mandeb, juntamente con el mar de China, el golfo de Bengala y el cercano mar de Arabia, concentran una enorme cantidad del tráfico petrolero del mundo. A lo que se unen las proyecciones hacia el futuro23: 50% de la demanda energética mundial en 2050 proveniente de China e India, con China importando más de 7 millones de barriles al día, la mitad de los cuales provendrán de Arabia Saudí; pasando el 85% de los productos petrolíferos hacia China a través del estrecho de Malaca. India se convertirá de aquí a no mucho en el cuarto consumidor mundial detrás de Estados Unidos, China y Japón. En este contexto India emerge como una nueva potencia. Un país que en 1991 cambió abruptamente, abrió su economía y desmanteló el antiguo sistema de planificación económica conocido como Licence Raj 24, que le ha permitido lograr un enorme mercado de servicios informáticos en Europa y Estados Unidos. Aunque, al mismo tiempo, todavía mantiene la antigua organización social, según la cual de los 1.100 millones de habitantes de India, 750 millones viven todavía dispersos en las pequeñas villas de las zonas rurales, que no cuentan con los necesarios centros sanitarios o educativos. Un sistema social de castas que agrupa a las personas según su condición de pertenencia a las mismas. Lo que influye en la política y la economía del país de manera determinante, según el dicho que: «En India no se asigna el voto, se vota a la casta», de acuerdo con el juego de palabras en inglés: «you don’t cast your vote your vote your cast»25. A lo que se une el secularismo introducido por el presidente Nehru, quien trató igualmente de hacer desaparecer el régimen comunal milenario del país, así como crear una India musulmana de iguales derechos separada del resto. 23
24 25
R. D. Kaplan. Center Stage for the 21st century. Power Plays in the Indian Ocean. Foreign Affairs. Marzo/ abril 2009. http://en.wikipedia.org/wiki/Licence_Raj http://promiseofreason.com/in-up-you-dont-cast-your-vote-but-vote-your-caste-maya-is-coming-backin-2012/
CAPÍTULO 9
Geoeconomía del océano Índico: India
149
CAPÍTULO 9
ASIA
150
En lo económico, los servicios de software, han hecho de India una potencia mundialmente reconocida. Un país, casi en bancarrota a principios de los años noventa, con unas reservas que no llegaban entonces a los 1.000 millones de dólares, que quince años después se multiplicaban casi 150 veces. Todo ello al hilo de las necesidades informáticas de aquellos años cuando explotó la demanda debido el cambio de siglo: el llamado efecto del año 2000 (Y2K, year two thousand), que requería importantes transformaciones en los sistemas informáticos debido al cambio de fecha26. Algo que cambió la faz de India gracias a su apuesta sobre las tecnologías de la información y las ventajas que le proporciona el ser un país anglo parlante. De manera que India ha mantenido unos crecimientos económicos en el entorno del 6% durante más de 15 años. Con la circunstancia de que durante la primera década esos crecimientos fueron del 3,5% anual, mientras la población crecía al 2,3%, y en la segunda década los crecimientos fueron del 6%, con la población creciendo al 2%: una diferencia de cuatro puntos porcentuales que explica bien la mejora de la calidad de vida del país. Sin embargo, al igual que en China, las diferencias sociales son enormes: el 90% de la fuerza laboral trabaja en economía sumergida, con lo que sólo unos 40 millones de trabajadores (de los 470 millones censados) tienen una cierta seguridad laboral. Teniendo en cuenta que unos 20 millones son funcionarios27. Si bien su imponente sistema universitario le sitúa en tercer lugar a nivel mundial. Un hecho que contrasta con China, cuyos esfuerzos se encaminan también al nivel básico de educación escolar, aunque en ambos países las tasas de analfabetismo sigan siendo enormes: China cerca del 90% e India alrededor del 65%. Sin embargo, se mantiene la situación competitiva de India y China cara al océano Índico, en su lucha por mantener la primacía en el mismo. Una rivalidad geoeconómica que no sólo alcanza al sur sino también a las fronteras del norte de India, donde algunos hablan incluso de conflictos armados28.
Los corredores estratégicos de transporte Ya sea por mar o a través del continente, en Asia se concentran los corredores estratégicos de transporte, fundamentalmente por las importantes claves energéticas que encierran, a lo que se unen las rivalidades existentes entre países fronterizos del área: China e India principalmente, sin olvidar a Australia y Estados Unidos.
26 27 28
http://en.wikipedia.org/wiki/Year_2000_problem E. Luce. In Spite of the Gods: The Strange Rise of Modern India. Doubleday. 2007. http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,1931739,00.html
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 9
Existen tres tipos de corredores estratégicos. Primero, las rutas marítimas de tráfico comercial, muy intensas en lo relativo a transporte de productos petrolíferos y barcos de transporte de contenedores. Segundo, los corredores de transporte terrestre, que a veces se complementan marítimamente. Y, finalmente, los oleoductos y gaseoductos. Al considerar las rutas marítimas hay que tener en cuenta que el océano Índico baña a un número de países que son propietarios de casi la mitad del petróleo de la Tierra. Un océano, tercero en dimensión, que bordea 47 países y que constituye una zona vital del transporte marítimo de petroleros y otros barcos de carga. Y que en total comprende las dos terceras partes del tráfico marítimo mundial. Tráfico utilizado por países no litorales como Rusia. Una situación que resulta en un tráfico marítimo de casi el 100% de los productos que van de Asia a Europa (generalmente contenedores. Figura 9.3).29 Figura 9.3 Tráfico marítimo de contenedores29 (datos previstos en 2015)
151
1
1
2
3
1. Trans Pacífico - 43,4 MTEU en 2015 (7,2% crecimiento anual) 2. Asia-Europa - 43,8 MTEU – (9,4% crecimiento anual) 3. Intra Asia - 80,4 MTEU – (10,4% crecimiento anual)
MTEU = Millones de TEU (Twenty-FootEquivalent Unit)
29
Regional Shipping and Port Development. Container Traffic Forecast. United Nations. 2007 (update). http:// www.unescap.org/ttdw/Publications/TIS_pubs/pub_2484/pub_2484_fulltext.pdf
CAPÍTULO 9
ASIA
En lo relativo a los corredores terrestres de transporte hay que considerar lo que sucede en Asia continental, principalmente. Es conveniente recordar, en este caso, que durante el siglo XIII la Ruta de la seda fue una arteria de comunicaciones de enorme impacto económico. Una red de comunicaciones así llamada porque la seda constituía uno de los productos más singulares de aquel entonces cuya factura sólo conocían los chinos. La ruta unía el puerto de Xián en el mar de China con Estambul, en Turquía, a través de varios caminos alternativos entre medias. Actualmente, durante el proceso de globalización económica, las necesidades de comunicación con Asia han crecido enormemente, ya que las economías asiáticas, como hemos visto en este capítulo, son el eje central del esquema productivo mundial. Tanto es así, que las exportaciones de los países asiáticos30 suponen el 25% del total mundial, de los cuales el 50% es intra-regional, y el resto, en lo principal, es el comercio con Estados Unidos (21,4%) y Europa (18,4%).
152
En el contexto continental lo que se entiende como Eurasia, es decir, el continente que agrupa Asia y Europa, comprende cuatro potencias que tienen intereses comunes, a la vez que, en algún sentido, se confrontan geopolíticamente. Estas son: la Unión Europea, Rusia, China e India, todas ellas necesitadas de rutas de transporte que las comuniquen. Así, se pueden considerar los siguientes corredores de transporte31: 1. Los ejes diagonales: •el eje terrestre noroeste, que une Rusia con la Unión Europea; •el eje marítimo sudoeste, que enlaza la India y la Unión Europea; •el eje marítimo sudeste entre India y China; •el eje marítimo oeste-sudeste entre La Unión Europea y China. 2. Los ejes horizontales y verticales terrestres a través de Asia Central: •el eje oeste-este entre La Unión Europea, China y Asia Central; •el eje norte-sur Rusia, Asia Central, China; •la ruta diagonal norte-este-sudoeste con el oeste de China hacia Oriente Medio; •la ruta norte-oeste hacia el sudeste para comunicar el norte de Europa con la India. 30
31
B. N. Bhattacharyay; P. De. Restoring the Asian Silk Route: Toward an Integrated Asia. ADBI Working Paper Series. Junio 2009. ttp://www.apec.org.au/docs/10_TP_SUPPLY/8.%20Restoring%20Asian%20Silk%20 Route%20-%20Towards%20an%20Integrated%20Asia.pdf M. Emerson; E. Vinokurov. Optimisation of Central Asian and Eurasian Trans-Continental Land Transport Corridors. EUCAM. 2009. http://aei.pitt.edu/13582/1/WP7%2DEN.pdf
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 9
Finalmente, vayamos al transporte de crudo y gas. Los oleoductos y gaseoductos donde, sin entrar en los aspectos de tensión militar en algunas zonas (por ejemplo, en la zona de Georgia), se dan fuertes tensiones geopolíticas en las que participan la OTAN y GUAM (Georgia, Azerbaiyán, Ucrania y Moldavia). Organizaciones que acordaron establecer el oleoducto OBP (Odesa, Brody, Plotsk) que transporta el crudo desde Asia Central al norte de Europa, vía Odesa a través de Rusia. Un oleoducto que conecta con el sistema ruso Druzhba (el llamado Friendship Pipeline) y el BPS (Baltic Pipeline System) según un acuerdo existente con ese país. Por otro lado, se encuentra el Consorcio del Caspio (CPC, Caspian Pipeline Consortium). Una alianza entre Rusia y Kazajstán en la que participan varias sociedades de países de Oriente Medio. El sistema se enlaza, a su vez, con el que enlaza Atyrau y Samara, resultante de una alianza entre Rusia y Kazajstán. Los países del GUAM establecieron el GUAM Transportation Corridor (GTC) que complementa al problemático sistema Baku-Tiblisi-Ceyhan (sistema BTC) que conecta el Caspio con el Mediterráneo. La OTAN y GUAM se encargan de la protección de este corredor energético. Finalmente, conviene tener en cuenta el sistema de transporte de gas natural entre China y Kazajstán. (KPC, Kazakhstan-China Gas Pipeline) que con los anteriores constituye todo un complejo sistema de intereses geopolíticos y geoeconómicos.
153
CAPÍTULO
10
Las otras regiones
Índice Oriente Medio: entre Oriente y Occidente, 155 Los países BRIC, 161 África, 162 Los corredores económicos bioceánicos, 166 Los nuevos países industrializados, 167 La dinámica económica del mundo, 170 155
Oriente Medio: entre Oriente y Occidente En la introducción de su famoso libro1, T. E. Lawrence se refirió a Arabia como un pueblo de difícil definición. Decía: «El movimiento árabe representaba una primera dificultad: decir quienes eran los árabes. El nombre de este pueblo, creado artificialmente, había cambiado de sentido lentamente año a año. En otro tiempo significaba habitante de Arabia. Era un país que se denominaba así, aunque el nombre era a todas luces inapropiado. Existía una lengua, el árabe, que tenía todo el sentido. Era la lengua comúnmente empleada en Siria, Palestina, Mesopotamia y en la gran península que portaba, en el mapa, el nombre de Arabia». Pero Oriente Medio (Figura 10.1) es mucho más que Arabia. Incluye Bahrein, Chipre, Egipto e Irán por un lado. Y por otro, Irak, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano y Omán. A lo que hay que unir: Qatar, Arabia Saudita, Siria, Turquía, Yemen y los Emiratos, y también, a la Franja de Gaza y el WestBank. Países que vistos con detalle son una mezcla de Oriente y Occidente. En sus costumbres y maneras de entender la vida,
1
T. E. Lawrence. Seven Pillars of Wisdom: A Triumph. Anchor, 1991.
CAPÍTULO 10
LAS OTRAS REGIONES
Figura 10.1 Oriente Medio UCRANIA
RUMANÍA
RUSIA
Sebastopol
KAZAJISTÁN
UZBEKISTÁN
Astaná
BULGARIA
GEORGIA
Taskent
Tiflis
TURKMENISTÁN
Ankara
TURQUÍA
Asjabad
SIRIA Beirut
IRÁN
IRAQ
Amman El Cairo
Bagdad
Damasco
ISRAEL JORDANIA
EGIPTO
QATAR Doha Riyadh
156
ARABIA SAUDÍ
E.A.U.
Masqat
OMÁN
SUDÁN Saná
YEMEN
Jartum
DJIBOUTI ETIOPÍA
SOMALIA
Addis Abeba
algunos pueden ser orientales, pero en lo económico y, a veces en lo cultural, participan de lo occidental. Y otros, encastrados en Oriente, tienen costumbres y formas de vida totalmente occidentales. Y algunos de ellos viviendo sus similitudes en una gran diversidad. Es posible, sin embargo, hacer una cierta agrupación geográfica: 1) la zona mediterránea con Egipto, Turquía, Israel, Jordania, Líbano, Irak y Chipre; 2) los países de la península arábiga: Arabia Saudita, Yemen, Kuwait, Omán, Qatar, y los Emiratos; y, finalmente, Irán que, como se vio en el capítulo anterior está imbricado en Oriente y se mantiene, sin
GEOECONOMÍA
Esta zona, durante siglos, perteneció en su mayoría al Imperio otomano que, a su caída, abrió un nuevo mundo, cuyas gentes pasaron de vivir inmersas en un imperio a desarrollar naciones estado. La mayoría de ellas de religión islámica. Si bien, con grandes diferencias en su organización política y económica, y la mayor parte sin demostrar ambiciones de expansión geopolítica salvo, quizás, Irán. Una zona toda ella en difíciles equilibrios económicos, estratégicos y políticos ad-intra que tienen, en lo geoeconómico, unos efectos determinantes ad-extra. De manera que esta región se imbrica económicamente –y en algún caso también culturalmente– en Occidente, a la vez que mantiene sus peculiaridades políticas, religiosas y sociales propias del Oriente. De Turquía ya planteamos su dualidad europea e islámica. Vayamos a Egipto: un país africano de más de 6.000 años de historia, encastrado en Oriente Medio a través de la península de Sinaí y clave en la estabilidad de la zona, por la compleja situación política que existe desde hace décadas entre Israel y el resto de países árabes. Clave en lo económico (siempre conectado con lo político) por sus reservas de gas y, más concretamente, por su posición geográfica como puerta del canal de Suez. Un eje de transporte crítico para la economía global, por el que transita el 2,5% del tráfico mundial de crudo. En enero de 2011 estalló en Túnez una protesta social sin precedentes que llevó a un forzado cambio de gobierno. Un hecho que, aparentemente, contagió a Egipto. Lo que, como primera reacción, llevó a comparar los regímenes autocráticos de ambos países como la causa primera y, en consecuencia, buscarle similitudes. Al poco, se inició un proceso parecido en Libia que, en paralelo, se transmitía con más o menos intensidad a otros lugares: Argelia, Jordania, Bahrein y Yemen, entre otros. En Arabia Saudita, Marruecos o Siria el fenómeno se dio en baja intensidad.
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embargo, distinto a los anteriores. A lo que se añade la circunstancia de que el golfo Pérsico constituye el triángulo energético de la zona, con Irán e Irak como dos de sus lados y las monarquías del Golfo como el tercero. Un conjunto de países que poseen, aproximadamente, el 40% de la producción mundial de petróleo y el 60% de las reservas. Una mezcla de fuertes y débiles Estados. Débiles, como Yemen, que pueden tener una influencia económica global, pues cualquier inestabilidad política o social en ellos es capaz de poner en peligro el tráfico de crudo desde el golfo de Adén hacia el mar Rojo a través del estrecho de Bab el-Mandeb (unos tres millones de barriles al día). Lugar de paso que se complica con las inestabilidades del Cuerno de África (Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía), donde la piratería de la zona representa un nuevo fenómeno terrorista en esa complicada área.
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Con la excepción de Irán, todos los estados árabes sufren el problema del descontento social. Israel y Turquía quedan fuera. Se trata de sociedades democráticas más avanzadas, aunque bien diferentes una de otra. En lo energético, dos tercios, prácticamente, de las reservas probadas de petróleo y casi la mitad de las de gas residen en los países del Golfo. De manera que los problemas de orden político que allí se dan se traducen en incrementos de precios que, inmediatamente, se convierten en problemas económicos globales. Así sucedió, por ejemplo, en tres situaciones: en la crisis económica nacida de la guerra de Yom Kipur en 1973; con la revolución iraní de 1979; o con la invasión de Kuwait por parte de Irak en 1990. Un hecho que viene a reforzar lo referido anteriormente. Es decir, que los problemas económicos globales derivados de las escaladas de los precios del petróleo, suelen provenir de inestabilidades en Oriente Medio. Una fuerte dependencia económica de Occidente con estos países, como se ha apuntado.2 Las implicaciones políticas del área –salvando los casos de Israel que trataremos después– tienen una influencia geoeconómica evidente. Volviendo a lo sucedido en 2011, la secuencia de revueltas en el norte
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Figura 10.2 Evolución precio petróleo Brent (en dólares) en 2010-2011 140 120
4 enero 2011 Revueltas en Túnez
100 80 60
14 enero 2011 el presidente de Túnez sale del país
11 febrero 2011 el presidente egipcio Mubarak abandona el poder
19 marzo 2011 Intervención en Libia
40 20 0 03 ago 10 03 sep 10 03 oct 10 03 nov 10 03 dic 10 03 ene 11 03 feb 11 03 mar 11 03 abr 11 03may11 03 jun 11 Fuente: British Petroleum2 2
British Petroleum: Brent Oil Price History. http://production.investis.com/bp2/download/brent_oil/
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de África a principios de año, empezando por Túnez y terminando en Libia, aunque sin ser estrictamente comparables, han tenido efectos globales. De un lado, el precio del petróleo que, en 2010, estuvo en niveles de 70-80 dólares, alcanzó a primeros de mayo de 2011 los 125 dólares, con los correspondientes efectos inflacionarios en los países desarrollados. Una situación que, en el caso libio, indujo una intervención armada de una coalición internacional el 19 de marzo de 2011 para ser, posteriormente, el 31 de ese mes, asumida por la OTAN. Todo un ejercicio de hard power. La interacción económica entre esta zona y los países desarrollados se muestra evidente (interacción ad-extra). Sin embargo, la situación ad-intra es más compleja, y viene determinada, entre otros, por varios factores: •Un limitado reparto de los beneficios obtenidos con las materias primas hacia el interior de los propios países productores. Lo que se ha venido en llamar la enfermedad holandesa; según la cual estas economías son extremadamente ricas en capital y muy deficientes en lo referente al factor trabajo. A la vez que las élites dirigen de manera autocrática la política y la economía y el reparto de la riqueza está muy desequilibrado. •Una estructura social, tribal en algunos casos, con complejas diferencias religiosas y sociales. En Yemen, por ejemplo, la sociedad se divide casi al 50% entre chiítas y sunitas. Estos últimos dominando Irán o Arabia, al contrario de lo que sucede en Irak, donde la mayoría es chiíta. En Siria gobierna una minoría alauita que reprime a una mayoría sunita. Una religión que, siendo en su base la misma, se interpreta de forma muy diversa según las diferentes tendencias, lo que tiene efectos económicos y políticos evidentes. •Unas sociedades poco desarrolladas en sus estructuras económicas, necesitadas de fuertes reformas que, a su vez, participan de todos los mecanismos que provee la sociedad de la información, disponiendo de los avances tecnológicos que permiten movilizar a la sociedad mediante el uso masivo de las redes sociales, cuyo ejercicio muestra los efectos del micropoder social en cualquier lugar. Fenómeno este que también se ha dado en países occidentales como ha sido el caso en España con el fenómeno denominado 15M. •Países, en general, ricos en recursos energéticos que tienen fuertes deficiencias alimentarias. Con muy limitados recursos hídricos, en las que los dos tercios del agua total se usa en agricultura. Un sector económico –el de la agricultura– que contribuye muy limitadamente al PIB salvo en Egipto (16,8%); siendo en Jordania el 2,1% y en Israel el 2,8%, por dar unos ejemplos de países en la zona.
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Israel, Jordania, Irak, Líbano, Siria y Chipre. Cinco realidades distintas en un área geográfica de fuertes tensiones geopolíticas: Irak, aún en difícil situación social, con actividades terroristas en su interior, buscando la estabilidad después de la segunda guerra iniciada en 2003 por Estados Unidos al mando de una coalición internacional. Un país, miembro de la OPEP, con una producción que podría llegar a los tres millones de barriles al día a finales de 2011, y que pretende ser aumentada en un 30% en 2012. Jordania, con limitados recursos naturales, carente de agua como el resto de las naciones del área, conectado a Egipto por el Arab Gas Pipeline, cuya mayor fuente de ingresos proviene del turismo. Líbano, siempre en guerra civil, con dos realidades sociales, que no hace tantos años era considerada la Suiza del Mediterráneo. De antiquísima historia, Líbano tiene el problema de su cercanía con Israel, y la residencia de grupos terroristas que llevan el conflicto árabe-israelí a su interior. Y Chipre, un pequeño miembro de la Unión Europea, cuyos recursos provienen fundamentalmente del turismo. Israel es un caso aparte en el contexto de Oriente Medio. Se encuentra en el centro de los problemas políticos de la zona, mientras que es la única referencia democrática en ella. Un país de corte europeo, que unos consideran imprescindible para la propia salvaguarda de Occidente, mientras que otros ven en él una agresión permanente a los principios de Oriente. Una nación, sin duda, clave en la geopolítica occidental del Mediterráneo y en Oriente Medio. Un país frontera real de las tres culturas: la de origen semita, la cristiana y la islámica. Tres culturas que convivieron por centurias sin problemas en ese lugar. En lo económico, Israel es un país muy avanzado: número 24 según el Índice de Competitividad de 2010 del World Economic Forum3, por delante de países como China (27), España (42), Italia (48) o Brasil (58). Es, según el mismo informe, el primer país según la calidad de sus instituciones de investigación, el cuarto respecto del número de patentes por millón de habitantes, y el sexto de acuerdo al uso de tecnologías avanzadas. Con exportaciones de 78.000 millones de dólares en 2010, es también el primer país de la OCDE en gasto de I+D (4,86% del PIB). Un país, en definitiva, occidental, líder en tecnologías avanzadas en electrónica y agricultura, con acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, EFTA, Turquía, Estados Unidos, Canadá, México y Mercosur4. Una potencia económica inmersa en un agudo problema geopolítico, conectado con los conflictos relacionados con la existencia de la nación pales3
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World Economic Forum. The Global Competitiveness Report 2010–2011. http://www3.weforum.org/docs/ WEF_GlobalCompetitivenessReport_2010-11.pdf http://www.export.gov.il/NewsHTML/economy/Israel’sEconomicReviewFebruary2011.pdf
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tina, y en permanente tensión con sus vecinos árabes. Algunos de los cuales claman por su desaparición. Un lugar, en definitiva, fuente de tensiones permanentes como ha sido el caso de las últimas tensiones desde Turquía o los ataques a su embajada de Egipto.
Los países BRIC Brasil, Rusia, India y China. Los países BRIC. Un acrónimo acuñado por Goldman Sachs en 2001, que denomina a cuatro países muy diferentes entre sí desde el punto de vista cultural, económico, político y geoestratégico; y que, a su vez, representan un modelo de crecimiento económico mundialmente reconocido. Un grupo que contribuyó con el 36,3% al PIB mundial durante la primera década del siglo XXI (medido en PPP, Purchasing Power Parity o paridad de poder adquisitivo) y que, en la actualidad, representa en los mismos términos el 25% de la economía global. En un mundo multipolar como es el de la globalización, los BRIC constituyen una faceta económica nueva después de que realizaran su primera cumbre en junio de 2009 en Yekaterinburg (Rusia). Un grupo que podría entenderse similar a lo que representa el G20, la desconocida IBSA Dialogue Forum entre India, Brasil y Sudáfrica, o la Shanghai Cooperation Organization (SCO), cada una en su escala de representatividad. En términos geoeconómicos, el poder de los BRIC no se puede considerar en conjunto, sino a través de alguno de sus miembros. Si, de acuerdo con la RAND Corporation5, el poder de un Estado tiene que ver con: 1) sus capacidades y recursos (poder actual); 2) como ese poder se transforma a través de los procesos nacionales; y 3) el poder según los resultados de ejercerlo, no es posible encontrar un paralelismo con el conjunto de los BRIC, y más bien hay que mirar a sus componentes. De manera que, si según el referido estudio, Estados Unidos tenía el 20% del poder global en 2005, la Unión Europea y China un 14% cada uno, India el 9%, y Brasil, Sudáfrica, Corea y Rusia un 2% cada uno, en 2015 este esquema estará totalmente cambiado y, en particular, la Unión Europea perderá poder en detrimento de China e India, ambos del grupo de los BRIC, aunque Estados Unidos lo mantenga a sus niveles actuales. Y China será, según todos los pronósticos, la única economía capaz de competir con Estados Unidos en el futuro, a la vez que alcanzará el mismo nivel de riqueza que actualmente poseen los europeos. 5
G. F. Treverton; S. G. Jones. Measuring National Power. RAND Corporation. 2005. http://www.rand.org/ pubs/conf_proceedings/2005/RAND_CF215.pdf
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En otro orden, si China, como vimos, es una enorme máquina productiva, Brasil es un neto exportador de productos agrícolas y lidera ciertos sectores tecnológicos como, por ejemplo, la industria aeronáutica. India, como se ha indicado, es un referente en la industria global de tecnologías de la información, y Rusia es uno de los mayores exportadores de commodities energéticas, fundamentalmente petróleo y gas. Por tanto, los países BRIC constituyen en conjunto uno de los ejes de desarrollo de la economía global. Otro tema diferente es su posible integración, muy compleja desde todos los puntos de vista: culturales, políticos o geoestratégicos, por citar algunos. Integración que, incluso, los líderes políticos actuales de estos países ven aún con ciertas dudas y complejidades, tal como se pudo deducir de la segunda cumbre BRIC organizada en Brasil en abril de 2010. Aunque desde otra óptica, la que se refiere a consideraciones bilaterales, los resultados pueden ser muy distintos, como por ejemplo los acuerdos económicos ya existentes entre Rusia y China. Actualmente, Rusia es uno de los socios comerciales más relevantes de China que, a su vez, tiene importantes intereses en la construcción de infraestructuras críticas en Rusia. A este respecto, un consorcio formado por las empresas rusas Rosneft y Transneft, y la china CNPC finalizaron la construcción en 2010 del oleoducto Siberia-Océano Pacífico que permitirá suministrar 300 millones de toneladas de crudo a China durante los siguientes 20 años. Al igual que Rosneft y CNPC mantienen intereses conjuntos en la sociedad Vostok Energiya y en la compañía chino-rusa East Petrochemical Company. A la vez que ambos países continúan sus alianzas en el campo nuclear (por ejemplo, en la construcción del segundo reactor en la planta de Tianjin en China), o en el financiero, donde tratan de poner en marcha una alternativa al Fondo Monetario Internacional para su zona de influencia. De otro lado, existen acuerdos bilaterales entre Rusia, India y Brasil, así como entre China y Brasil, India y Rusia o Rusia y Brasil. Este último tratando de ampliar sus actividades en el campo aeronáutico, donde la compañía brasileña Embraer trabaja en el desarrollo de un avión para operar regionalmente en Rusia. Un esquema que, sin embargo, a corto plazo al menos, no hace prever una integración más profunda de los cuatro países BRIC.
África «Prehistoria de un seísmo» es el título de un capítulo del libro titulado El tiempo de África6, que comienza de esta manera: «La visión que tenemos 6
J-M. Severino; O. Ray. Le temps de l’Afrique. Odile-Jacob. 2010
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El otro hecho relevante, ocasionado por la globalización, viene de la mano de la emigración. Millones de refugiados que atraviesan el Mediterráneo para arribar a las costas europeas del sur de Europa. Un fenómeno alimentado por la falta de mano de obra en los países europeos que se une a una permanente caída de las tasas de natalidad en estos. Un África subsahariana en movimiento dentro de su propio continente y fuera del mismo. Con polos de atracción migratoria como pueden ser Argelia o Libia en el norte o África del Sur en esa parte del continente. A lo que se une, como hemos apuntado en el Capítulo 9, la relevante presencia de China en ciertos países africanos. Y en el otro extremo, la pobreza de un continente que parece destinado a convivir con esa desgracia humana. Algo que unos achacan al colonialismo, a las condiciones climáticas y geográficas, o a la propia historia, que incluye aspectos como los regímenes tribales y las luchas que se dan entre ellos. Una situación que lleva al determinismo de pensar que la pobreza en África no se puede erradicar. Es cierto que la descolonización dio origen a regímenes muy débiles, altamente burocratizados y muy dependientes de las fuerzas armadas, con frecuencia organizadas en bandas de mercenarios. Algo que la intervención internacional y las ayudas externas no acaban de paliar. A lo que se unen otros graves problemas como el tráfico de adolescentes y niños (en cientos de miles), que son usados en las milicias militares o como esclavos en la prostitución. África cuenta con 56 países, de los cuales 53 son naciones independientes. Su población total es cercana a los 1.000 millones de personas. Son muchas las diferencias entre ellos, pues nada tienen que ver los países ribereños del Mediterráneo con los del Cuerno de África o con los
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del África que conocemos ha sido formada por una sucesión de crisis y éxodos. La metamorfosis que actualmente la anima nos hará conocer muchos otros». Y esta consideración es bien cierta. Por un lado la población, especialmente en el África subsahariana, que crece a un ritmo del 2,5% anual, casi dos veces más rápido que el resto de los países desarrollados. Lo que lleva a estimar que la población actual de 860 millones de personas en ese área africana, alcanzará la cifra de 1.800 millones hacia el año 2050. Un número que en ese tiempo será mayor que las estimaciones que existen para China e India. Una evolución que llevará a esta zona de África a multiplicar por diez los habitantes que había en 1950, algo que China incrementará en 2,5 veces y los países más poblados del arco del Índico multiplicarán por 5. Un efecto que tendrá consecuencias enormes sobre el crecimiento de las ciudades en el continente africano.
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países subsaharianos. Y desde luego, nada que ver tampoco con Sudáfrica. Un conjunto de países cuyo PIB nominal alcanzaba en 2009 una cifra total de unos 1,2 billones (millones de millones) de dólares. Sensiblemente menor que el PIB de España, por poner un ejemplo. Con diferencias que iban de Sudáfrica, cercano a los 300.000 millones de dólares, Egipto y Nigeria de unos 200.000 millones, a los países más pobres como Liberia, Gambia o Guinea Bissau, que no llegaban a los 1.000 millones de dólares. Con rentas per cápita en ese año, que fluctuaban de la mayor en Libia, de 9.600 dólares, a Burundi o la República Democrática del Congo que no alcanzaban los 200 dólares por persona y año. Una característica, esta última que, como hemos apuntado, define el África actual, es decir una generalizada pobreza y grandes diferencias de unos Estados a otros. Así, cuando se mira el Índice de Desarrollo Humano de la ONU7 correspondiente a 2010 –teniendo en cuenta que Noruega o Australia, por ejemplo, tienen un índice cercano al 0,94–, se observa que, de los 42 países con desarrollo humano bajo, 32 de ellos son africanos (Figura 10.3); es decir, el 60% de todos los países independientes de África. Un enorme número de personas sometidas a condiciones de vida muy penosas.
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Figura 10.3 Países africanos con menor Índice de Desarrollo Humano (2010) 0,5 0,45 0,4 0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 Angola Benín Burkina Faso Burundi Camerún R.Centroaicana Chad R. D. Congo CostadeMaril Etiopía Gambia Ghana Guinea Guinea-Bissau Kenia Lesoto Liberia Madagascar Malaui Malí Mauritania Mozambique Níger Nigeria Ruanda Senegal Sierra Leona Sudán Tanzania Uganda Yibuti Zambia Zimbaue
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Fuente: Naciones Unidas 7
http://www.undp.org/publications/hdr2010/es/HDR_2010_ES_Complete.pdf
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Respecto de otros recursos naturales, como pueden ser los minerales, África es igualmente un continente clave. Ya sea el aluminio (bauxita), zinc o, incluso cobre, estos metales se dan de manera abundante. África en su conjunto produce el 5% del aluminio a nivel mundial, el 8% del cobre, el 12% del oro, el 4% de uranio, o el 17% de carbón. Pero África está lejos de constituir una entidad única. Son demasiadas las diferencias para lograr una unión política o económica. No digamos culturalmente: se cuentan unas 90 etnias, de las cuales al menos 13 tienen una población superior a los 10 millones de personas9. Sólo en el oeste, en la zona del Níger y del Congo, existen tipificados 25 tipos distintos. Sin embargo, existen serios intentos de una mayor integración política. Tal fue la creación en 2002 de la Unión Africana, como una respuesta a la declaración de Sirte de septiembre de 1999, que pretende acelerar la integración del continente a fin de jugar un papel más relevante en el contexto global. Se cuentan en esa organización 53 Estados (en los que falta Marruecos por el contencioso del Sahara). Igualmente, existen iniciativas desde Estados Unidos o la Unión Europea –aparte de lo ya indicado con China en el capítulo precedente– que entienden la importancia de África en el contexto global: actual y futura. En 2007, el Consejo de la Unión Europea acordó una estrategia para África10, firmando un acuerdo con la Unión Africana y la New Partnership for Africa’s Development (NEPAD), el instrumento de la Unión Africana 8
9 10
http://www.afdb.org/fileadmin/uploads/afdb/Documents/Publications/Full%20Document%20-%20Oil%20 and%20Gas%20in%20Africa.pdf http://en.wikipedia.org/wiki/Ethnic_groups_in_Africa http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/en/er/97496.pdf
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Sin embargo, contrariamente a lo que se pudiera pensar, África es muy rica en recursos naturales. No sólo en los países mediterráneos, sino también en el interior. Según un informe del African Development Bank y de la Unión Africana8, África tiene reservas probadas de petróleo que alcanzan prácticamente el 10% de las reservas mundiales y su producción supera el 12% del total a nivel mundial, si bien el 85% se concentra en Nigeria, Libia, Argelia, Egipto y Angola. Mientras que en menor cantidad lo hacen Gabón, Camerún, Túnez, Guinea o la República Democrática del Congo. Respecto del gas natural, si bien se han hecho descubrimientos en Sudáfrica, Mozambique o Tanzania, más del 91% de las reservas están al norte en la zona mediterránea: Argelia, Egipto, Libia y Nigeria. Con esto, es sorprendente que África, con el 15% aproximadamente de la población mundial sólo consuma el 3% de la energía total. Lo que viene a incidir en los comentarios sobre la pobreza en África antes descritos.
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para implementar sus políticas. Los mayores objetivos de este acuerdo se centraban en: •Reforzar los asuntos de interés político común entre África y la Unión Europea. •Reforzar los aspectos relacionados con los derechos humanos, la paz y seguridad, así como la industrialización y la integración continental y el desarrollo sostenible en África asegurando que se cumplen los objetivos del Milenio en 201511. •Promover conjuntamente un sistema de multilateralismo efectivo, poniendo énfasis en los desafíos globales: derechos de la infancia, seguridad energética, terrorismos, proliferación de armas, etc. •Facilitar y promover una alianza de amplio espectro centrada en las personas, incluyendo el desarrollo de la sociedad civil. De la misma manera, los Estados Unidos mantienen una alianza con la Unión Africana12 con una serie de actividades concretas, alguna de ellas centradas en la educación.
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Aún así, África es un continente en conflicto. En múltiples conflictos de Norte a Sur. Algo que en el pasado también sucedió en otros continentes y países. Sin embargo, en África hoy se dan con enorme frecuencia. Robert Kaplan acuñó hace años el término de «afro-pesimismo» para explicarlo13. Si bien, aparte de los 9 millones de refugiados y desplazados por las guerras, y los frecuentes conflictos en el antiguo Zaire, Sierra Leona, Costa de Marfil, etc., el camino emprendido para la normalización democrática en muchos países, unido al interés de hacer de África un continente más unido, lleva a albergar la esperanza de que con su enorme población, el potencial de sus recursos, y una economía sólidamente integrada (hoy estaría entre los 12 países de mayor PIB), pueda ser la esperanza de los propios africanos y del resto del mundo. Un continente lleno de oportunidades, y presto para ser redescubierto como anima la lectura del texto de Vijay Mahajan14.
Los corredores económicos bioceánicos La integración interregional entre países de un mismo continente, o entre regiones de un mismo país, se asegura mediante vías de transporte 11 12 13 14
http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/ http://www.usau.usmission.gov/ R. Kaplan. The Ends of the Earth. Random House, 1996. V. Mahajan. África Despierta. La oportunidad de un mercado por descubrir. Pearson Educación, 2009.
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que faciliten la conexión efectiva entre las diversas culturas y economías que ahí se dan. Esto convierte a espacios más pequeños en regiones de mayor alcance. Algo que en el mundo global, como ya hemos ido viendo en las páginas anteriores, facilita el desarrollo de los pueblos. Y, al revés, los regionalismos o nacionalismos exclusivistas empequeñecen el espacio y, tarde o temprano, generan pobreza en ellos mismos y en su entorno. Una situación bien demostrada en la historia, según la cual los mercados pequeños y exclusivistas acaban ahogando sus propios recursos y destruyen el porvenir de sus poblaciones. Al contrario, las interconexiones entre los pueblos y el desarrollo de vías de circulación (fluviales, ferroviarias, marítimas, etc.) generan la posibilidad de intercambios de amplio espectro. Lo cual siempre es garantía de prosperidad. Ya ocurrió esto en el remoto pasado y también en el más cercano, con resultados siempre positivos. Uno de estos ejemplos son los corredores bioceánicos. Algo de lo que ya hablamos en el capítulo 7 al tratar de las regiones en América del Sur, y en especial del proyecto IIRSA ya comentado entonces. Los corredores bioceánicos son puentes terrestres que unen dos océanos para el transporte de mercancías y/o personas. El canal de Panamá constituye un ejemplo paradigmático. A estos corredores, cuando unen zonas interiores que quedan cerca de puertos marítimos se le conoce como corredores comerciales. Un ejemplo en el contexto de Mercosur es el corredor bioceánico central entre Chile y Argentina, cuyas rutas enlazan Argentina con Brasil. Entre Argentina y Chile, anualmente, por carretera, se transportan alrededor de 7 millones y media de toneladas. Y partiendo de Valparaíso y Santiago, atravesando a través de Mendoza, San Luis, Córdoba, Rosario, Montevideo y Buenos Aires en Argentina, se concentran más del 50% del PIB de cada uno de esos países, el 50% de la población chilena, y más del 60% de la argentina. Las mejoras de este corredor logístico tienen una enorme relevancia económica para ambos países y para toda la región sudamericana15.
Los nuevos países industrializados Los nuevos países industrializados constituyen una nueva categoría de países que sin haber alcanzado el estatus de países desarrollados, no se encuentran en los denominados «en vías de desarrollo». Gozan de importantes crecimientos económicos debido, normalmente, a sus expor15
http://www.seminariodetuneles.com/cd/trabajos/ST_VII_26.pdf
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taciones, aunque no han logrado todavía un desarrollo industrial relevante. Además, suelen mantener aún conflictos sociales, y su estabilidad política puede, a veces, verse comprometida. Están todavía inmersos en procesos internos migratorios del campo a las ciudades, lo que implica una modificación de sus estructuras productivas, de aquellas basadas en la agricultura a otras fundamentadas en los servicios o la industria. Adicionalmente, estos procesos de cambio, comportan en ellos otras novedades económicas: la apertura de sus mercados, la aparición de grandes compañías multinacionales en su suelo, nuevos intercambios comerciales fuera de sus fronteras, etc. Entre estos países están: Turquía, Sudáfrica, Malasia, Filipinas o Tailandia. E incluso algunos consideran en este grupo a China, India, Brasil (Rusia, el otro país BRIC, entra siempre en el contexto de los países industrializados) y México. Hagamos un apunte sobre Sudáfrica y los países del Índico.
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Comencemos con Sudáfrica. Como país africano, está inmerso en los problemas étnicos que comentamos: hasta once idiomas contempla su constitución. Un país de compleja historia, con múltiples conflictos entre los colonizadores de origen holandés (los boers), los ingleses, y los autóctonos de raza negra. De ahí que hoy el africaans, una suerte de holandés, sea un idioma ampliamente extendido. Ha sido el único país africano en desarrollar una capacidad nuclear que, unilateralmente, decidió abandonar para sumarse al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Sus Fuerzas Armadas son, por el contrario, frecuentemente utilizadas en los procesos de paz dentro del continente. Sudáfrica es un país que podríamos referir como una potencia media regional. Desde luego difícilmente comparable con los BRIC aunque haya autores que hablen de esta similitud. Lo que no encaja ni por población (49 millones), ni por PIB (unos 370.000 millones de dólares en 2010), ni por tasa de empleo (un 23% de paro en 2010); aunque sí podría serlo por PIB per cápita (cercano al de Brasil: más de 11.000 dólares) o según el índice de soft power16 (0,69 igual a Brasil, y número 20 de los 26 países analizados en el estudio abajo indicado; donde Rusia se encuentra en el último puesto, India en el 23, y China en el 17. En primer lugar está Francia, seguido del Reino Unido y de Estados Unidos. España se encuentra en el número 11 de la tabla). Malasia, antiguo primer productor mundial de plomo, caucho o aceite de palma es un país rico en recursos naturales, cuenta con una
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www.instituteforgovernment.org.uk/publications_download.php?id=20
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La República de Filipinas, antigua colonia española en el siglo XVI hasta su independencia en 1898, ha sido un país tradicionalmente activo en sus relaciones internacionales. Miembro fundador de la ONU que cuenta con un filipino, Carlos Peña Rómulo, como presidente de la Asamblea General (1949-1950). Con una economía parecida en tamaño a la de Malasia, de unos 200.000 millones de dólares de PIB, Filipinas es un exportador reconocido en diversos sectores: productos electrónicos, equipos de transporte, confección, aceite de coco, etc., hacia países del área como Singapur, Hong Kong, Taiwán o Corea, Europa (Holanda o Alemania) y Estados Unidos; y en pocos años ha hecho una transición sorprendente desde una economía agrícola a otra de servicios más industrializada, con el problema, sin embargo, de que su deuda externa tiene un enorme peso por su carácter importador (más del 74% del PIB en 2008).
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población cercana a los 30 millones de personas en una superficie de unos 320.000 kilómetros cuadrados. Tiene reservas probadas de petróleo cercanas a los 5.000 millones de barriles y 2.500 kilómetros cúbicos de gas natural, y la compañía energética nacional (Petronas) suele estar en el ranking de las 500 empresas de la revista Fortune. Una empresa que resulta ser la de mayor beneficio de Asia. Sus torres gemelas, de 452 metros, en Kuala Lumpur, aparte de ser mundialmente conocidas por su arquitectura, fueron durante años las de mayor altitud del mundo. Un país que no sólo vive del petróleo, sino que es uno de los mayores exportadores del mundo en tecnologías electrónicas. Por ejemplo, la empresa On Semiconductor, antigua división de semiconductores de Motorola, tiene en Malasia la fábrica Seremban, la mayor en ensamblaje y pruebas para una gran variedad de semiconductores. Como también Malasia es desde 2002 uno de los países que desarrollan programas espaciales. Y en el sector financiero, el banco Maybank es el mayor de Asia ofreciendo servicios shariah compliant, con activos cercanos a los 7.000 millones de dólares; al igual que el Khazanah Nasional ofrece servicios de seguros que están de acuerdo con la ley islámica (takaful). Toda una estructura económica que lleva a Malasia a tener más millonarios que China, y le permite que su moneda –malaysian ringgit– tenga un cambio muy favorable respecto del dólar, o que suspendiera, en 2010, las negociaciones de libre comercio con Estados Unidos a causa de su entrada en la organización Trans Pacific Partnership, a la vez que las mantiene con países como China, Australia o Chile. Siendo además uno de los países más relevantes de ASEAN. A lo que habría que añadir su posición geográfica, cuyas costas bordean el estrecho de Malaca por el que pasa el 30% del tráfico marítimo mundial y el 90% del petróleo que se dirige a Japón.
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Con más de 100 millones de personas en una extensión similar a la de Malasia, Filipinas tiene, además, una importancia geopolítica evidente que nace de su propia geografía: más de 7.000 islas en una zona de alto interés geoestratégico como es, prácticamente la frontera entre el océano Índico y el Pacífico, inmersa en el mar de China. Haciendo frontera con Malasia se encuentra la República de Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo: unos 240 millones de personas que se distribuyen en un archipiélago de más de 17.000 islas. Una población musulmana que es, a su vez, la mayor del mundo. Una nación que sufrió en 1965 una purga anticomunista, en tiempos de Sukarno, que llevó a la matanza de casi un millón de personas (queda en el recuerdo de los amantes del cine, la obra maestra de Peter Weir, El año que vivimos peligrosamente, que refleja aquellos desgraciados hechos). En mayo de 1968 el general Suharto consiguió el poder. Una situación que no mejoraría la anterior etapa y que, después de la separación de Timor y múltiples conflictos sociales, llevó a la dimisión del mandatario en 1998. A partir de ahí, Indonesia entra en una serie de profundas reformas económicas y políticas.
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Actualmente, Indonesia es la economía más floreciente del Sudeste Asiático. Miembro del G20, con un PIB por encima del los 700.000 millones de dólares, representa una de las economías de mayor potencial hacia el futuro. Un país que se encuentra entre los 30 mayores exportadores del mundo, con mercados muy potentes en Estados Unidos, China y Japón. Con una balanza de pagos positiva, Indonesia es un país exportador de petróleo, gas natural, oro, cobre, caucho, productos textiles, e incluso contrachapado de madera y pequeños electrodomésticos. En lo geopolítico, Indonesia –aparte del hecho de que el presidente americano Barak Obama pasó su infancia en ese país– mantiene una estrecha relación con Estados Unidos por su relevante papel en las relaciones militares y políticas que mantiene en la región y, en especial, su liderazgo dentro de ASEAN17.
La dinámica económica del mundo El mundo globalizado mueve la economía de manera rápida y sorprendente. Una suerte de movimientos sistólicos en los que la sangre económica fluye por las arterias y venas de las diferentes regiones. Y en los que es muy difícil determinar las características económicas que lo 17
http://www.fas.org/sgp/crs/row/RL32394.pdf
GEOECONOMÍA
Las interrelaciones de la economía mundial, unidas a las influencias políticas globales hacen difícil, sin embargo, evaluar el futuro. Nada será igual a lo que había antes de la crisis de 2008, como nada será igual en los países árabes del norte de África o de Oriente Medio después de los conflictos sociales que ahí se han producido. Y todas estas circunstancias influirán en mayor o menor grado en el resto de las regiones en una sucesión de sístoles y diástoles económicas y políticas.
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animan lo que hace que queden invalidados los tradicionales conceptos de economía capitalista o socialista, pues ya nada es estático como se puede comprobar.
Se podría decir que, hoy en 2011, el mundo no es que vaya a cambiar, es que ha cambiado y nada será como antes. Con tres consideraciones fundamentales: •Los movimientos de capitales y los productos financieros seguirán siendo la fuerza impulsora de la economía mundial. Con el hecho de que unos países, especialmente Europa y Estados Unidos, estarán faltos de capital y otros, particularmente China y los países productores de petróleo, tendrán enormes excesos. •Los precios no determinarán el elemento competitivo. La distinción entre economía industrial o economía de servicios ya no será el elemento diferenciador, sino que las diferencias vendrán marcadas por el conocimiento, sea en la oferta de servicios, en la tecnología o en la industria. La educación será el nuevo elemento de competitividad y por tanto el generador de empleo. •Las materias primas serán el nuevo elemento de poder. Los países productores se encontrarán inmersos en múltiples problemas geopolíticos que darán origen a nuevas superestructuras y alianzas políticas con cruces no determinados por las afinidades ideológicas, sino por las necesidades de preeminencia económica. La geoeconomía marcará el devenir de muchas naciones y pueblos. El mundo en su devenir, como hemos visto hasta aquí, vendrá determinado por su característica multipolar. Al menos seis economías emergentes, China, India, Brasil, Indonesia, Corea del Sur, y Rusia, ostentarán en los próximos 10 años más del 50% del crecimiento económico mundial. Sus efectos en el contexto geoeconómico serán enormes, no siendo descartable la aparición de nuevos esquemas monetarios distintos de los actuales, donde el dólar, principalmente, y el euro, compiten por gobernar el mercado. La debilidad del euro por la estructura política de la Unión Europea, y los problemas del dólar por la ingente deuda americana, hacen prever cambios futuros. Ya que, el mundo global, si algo ha
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demostrado, es su dinámica en los cambios irreversibles. Por lo que las tradicionales relaciones Norte-Sur y la centralidad en el dólar como moneda de referencia pueden cambiar de signo. Más aún, con lo visto hasta aquí, todo apunta a que cambiarán por la movilidad y cambios del mundo multipolar en el que estamos.
PARTE
III
Los retos globales de la geoeconomía
CAPÍTULO
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Las crisis económicas
Índice Los ciclos económicos, 175 Los sistemas financieros globales, 179 El reparto de la riqueza y la pobreza, 182 Los movimientos migratorios, 184 Demografía y crisis económicas, 186 Geoeconomía y crisis económicas, 189
Los ciclos económicos En 1939 el economista Joseph Schumpeter escribió Business Cycles. A Theoretical, Historical and Statistical Analysis of the Capitalist Process. Básicamente, sus intenciones se encuentran ya al inicio del libro cuando asegura que: «Si tenemos éxito describiendo el sistema económico mediante un esquema general que incluya ciertas propiedades suyas, obviamente será de mucha utilidad preguntarse si el sistema así descrito será capaz de producir por sí mismo expansiones, crisis o depresiones, y de ser así bajo qué circunstancias». No era la primera vez que un economista planteaba el problema de los ciclos económicos. El propio Schumpeter menciona a otros tres prominentes teóricos del ciclo económico: Clement Juglar, Joseph Kitchin y Nikolai Kondratieff. Si bien Schumpeter hacía hincapié en el papel de los empresarios y cómo la historia demostraba que la innovación era capaz de revolucionar industrias aparentemente maduras. Así, uno de sus ejemplos era el declive de la industria textil por la aparición de nuevos productos basados en fibras sintéticas. De esta manera, la propia industria, después de una fase de caída, volvía a renacer. Algo que, para Schumpeter, venía a demostrar la propia dinámica de la historia económica. Es decir, que un ciclo econó-
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mico se estructura en dos fases: un período de recesión que conduce a una depresión, y un renacer posterior que lleva de nuevo al repunte de la actividad económica. En cada cambio se produce invariablemente una inflexión de la tendencia anterior. Una suerte de sube y baja permanente. Pero no sólo eso, el ciclo de Schumpeter incluye un esquema de tres ciclos que se superponen unos con otros, y cuyas oscilaciones son irregulares en el tiempo y en su intensidad de acuerdo con los diferentes comportamientos de los ciclos económicos dados por Kondratiev, Juglar y Kitchin; es decir, una concatenación de ciclos largos y cortos en el tiempo. Clement Juglar, que desarrolló sus teorías en el siglo XIX, comparte con Schumpeter la idea –si se puede decir así– de que el ciclo económico es un mecanismo de adaptación del propio sistema económico, y por tanto no puede evitarse. Por lo tanto, para Juglar, las crisis se ocasionarán sin remedio en algún momento dentro de la fase de prosperidad, o dicho con palabras de este economista: «La única causa de una depresión es la prosperidad». Pues las crisis y las bonanzas se alternan: «Cuanto más se analizan las crisis comerciales […] más nos damos cuenta de que su movimiento y sus accidentes están más y más sincronizados», aseguraba Juglar1. Los ciclos de Juglar oscilan en períodos de 8-11 años. Y, similarmente, los ciclos Kitchin se mueven entre los 42 y 54 meses, con sus fases típicas que alternan períodos de crecimiento (recuperación) y descenso (recesión), que vienen determinados por: picos económicos, contracciones al inicio de la recesión, depresión y nueva expansión. Una situación que, a veces, se asimila a los cambios atmosféricos. De manera que la economía y el tiempo vienen a comportarse de manera similar: cuando hace calor se activa la circulación atmosférica y el sistema reduce su entropía; es decir, se reduce la incertidumbre, lo que en términos económicos llevaría a aumentar los recursos, decrecería la demanda y aumentarían los inventarios. Al contrario, al enfriarse la atmósfera, aumentaría la entropía, lo que trasladado a la economía conduciría a aumentar la demanda y reducir los stocks. Por ello, el ciclo de Juglar se asimila al ciclo de los inventarios, con lo que un aumento de inventarios es signo de cambio de ciclo hacia una próxima recesión. Una idea que, bajo ciertas asunciones, también demostró el economista Lloyd Metzler2. 1
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C. Juglar. Des crises commerciales et de leur retour périodique en France, en Angleterre et aux Etats-Unis, Paris. 1889. Citado en: http://www.unil.ch/webdav/site/cwp/users/neyguesi/public/bc/Juglar_Schumpeter.pdf L. A. Metzler. The Review of Economic Statistics. The Nature and Stability of Inventory Cycles. 23(3): 113129. http://xmlservices.unisi.it/depfid/joomla/iscrizione/materiali/16888/Metzler%20RE&S%201941.pdf
GEOECONOMÍA
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Según Metzler, los ingresos resultan de la suma de las ventas esperadas, de los inventarios y de las inversiones. Siendo los inventarios la diferencia entre las ventas actuales y las del período precedente. De manera que las fluctuaciones en los inventarios marcan la marcha del mercado. Un hecho que el economista de origen ruso, profesor de la Warton School, Simon Kuznets, ganador del premio Nobel de Economía en 1971, asimiló a los stocks del mercado inmobiliario. Su ciclo económico venía determinado por los cambios demográficos producidos por las entradas o salidas de emigrantes y por la intensidad (los inventarios) que este fenómeno tenía en la construcción de inmuebles. Un ciclo que, en lo fundamental, se comporta de la manera siguiente: •Fase 1: Aumento de la demanda inmobiliaria: se incrementan los precios y escasean las viviendas (alcanzando su madurez en un período de 3 a 5 años). •Fase 2: Exceso de construcción, que se alcanza en el momento en que las ventas se equilibran con el número de viviendas disponibles. •Fase 3: Ajuste, que se realiza en el momento en que las ventas de viviendas decrecen. •Fase 4: Adquisición de nuevas viviendas, que se da en el momento en que las ventas se mantienen aunque siga decreciendo el número de viviendas construidas. Nicolai Kondratiev trató de dar una explicación exhaustiva a la historia de la economía capitalista y sus ciclos. Lo que le valió no pocas desgracias. Nacido en 1892, Kondratiev estudió Economía en San Petersburgo y en 1920 pasó a dirigir el Instituto de Coyuntura, desde donde, seis años más tarde escribe su obra: Las ondas largas de la coyuntura que, desgraciadamente, le valió las iras del dictador Stalin. Kondratiev identifica ciclos económicos largos, de 50 a 60 años. Siempre bajo la misma cadencia: una fase de expansión marcada por el aumento de la producción y de las inversiones, con una escalada en la creación de empleo, del consumo y de nuevas empresas, y otra fase posterior de fuerte depresión económica con nefastas consecuencias para empresas y personas. Un esquema que demostraba la recuperación de la economía capitalista al final de la depresión, después de la cual nacía otra época de prosperidad. Una forma de pensar contraria a los principios comunistas según los cuales el capitalismo estaba llamado a desaparecer para ser sustituido por el socialismo. De ahí sus problemas con Stalin. Kondratiev comienza su análisis a partir de 1790 con la expansión económica de la revolución industrial al hilo de la máquina de vapor y sus aplicaciones, la aparición de la fábricas y el predominio de las
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industrias metalúrgicas y textiles. Ciclos a los que se pueden superponer los ciclos «cortos» de Juglar, los cuales –al decir de Juglar– ocurren, al menos, una vez en el intervalo de diez años. Donde los más violentos se ocasionan en las caídas de los ciclos largos, como pudo ser la crisis de 1929. De esta manera, los ciclos de Kondratiev se pueden organizar según el siguiente calendario3: •Ciclo I: 1790-1845. Con una fase de expansión entre 1790-1815, año en que comenzó su caída hasta 1845. Con vaivenes de ciclo corto en 1825-1836 y 1838-1848. La fase de expansión, como se ha dicho, debida a la industrialización promovida por la máquina de vapor. Entre los años 1846-1849 una crisis agraria condujo a fuertes tensiones crediticias y financieras.
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•Ciclo II: 1848-1896. Con la aparición del ferrocarril se estimuló la siderurgia y la metalurgia y, por supuesto, los intercambios comerciales, originando una etapa de prosperidad que llegó hasta 1873 en el que apareció una fuerte depresión económica: la Depresión de 1873. Su causa, la caída de la demanda de plata, hasta entonces el patrón de referencia. Algo que ocurrió en los albores de la guerra Franco-Prusiana. El resultado, aparte de los problemas económicos en Estados Unidos y en Alemania, fue un período de 20 años de estanflación en Inglaterra, que quedó sumida en la pobreza. •Ciclo III: 1896-1945. La segunda revolución industrial con la aparición de la electricidad, el impulso de las industrias químicas y la producción en masa. Un período que se muestra constante en la generación de riqueza hasta el estallido de 1929. Desde ahí, se llega a la Segunda Guerra Mundial, cuya finalización en 1945 abre un nuevo período expansivo. •Ciclo IV: 1945-1993. Desde 1945 hasta 1973 no aparece ninguna crisis económica, salvo períodos cortos de cierta recesión. Casi tres décadas de generación de riqueza, con el surgimiento de las multinacionales, la expansión del consumo y el inicio de la globalización. El año 1973, sin embargo, pone el freno con la subida del petróleo y la crisis económica subsiguiente que, según la teoría de Kondratiev culmina en 1993. •Ciclo V: 1993-? Este ciclo no ha terminado. Y, en teoría, estamos en la primera fase de un período expansivo que debería llegar a 2020, más o menos, para proceder a la caída y completar el período de 50-60 años. En 1993 explotan las tecnologías de la información, una nueva 3
N. Baverez et al. Les crisis du capitalisme. Perrin, 2009.
GEOECONOMÍA
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época ampliamente comentada en las páginas anteriores. ¿Dónde encuadrar la crisis de 2008? Según lo que estamos comentando deberá ser pasajera. Si bien sus efectos en Europa y Estados Unidos, a día de hoy, abren importantes incertidumbres.
Los sistemas financieros globales Adam Smith escribió en 1776 La riqueza de las naciones. En el libro se discute ampliamente el concepto de riqueza: su creación, su distribución y, por decirlo así, su consumo. De manera que, para Smith, la economía sería la ciencia de la distribución de la riqueza o, por decirlo de forma distinta, la ciencia que estudia las causas del bienestar social. Lo cual tiene que ver con el análisis de los bienes y servicios que se intercambian mediante transacciones monetarias, principalmente. Y es preciso producir tales Bienes que, por medio del trabajo, el capital y la organización se intercambian y distribuyen a fin de proceder a su consumo. Algo que en una situación de libertad moverá a las personas a elegir cómo se distribuirán los bienes. Unos bienes que, normalmente, resultarán escasos para cubrir las necesidades de todas las personas de una manera igualitaria. Por tanto, si la economía se encamina al uso de los bienes necesarios para el bienestar de las personas, surge de inmediato la pregunta sobre lo que significa el bienestar: si este se refiere a las cosas que resultan imprescindibles para la vida o si se va más allá. Y en este segundo caso aparecería otra pregunta, que se refiere al conjunto de las necesidades que van más allá de la mera subsistencia y permiten una vida mejor o, incluso, en cierta medida, feliz. Apareciendo así el concepto filosófico que encierra la economía. Asunto planteado por Aristóteles en varios de sus escritos. Aristóteles expresa que la economía es una ciencia de carácter dual. Una intersección entre los aspectos inmateriales y materiales de la persona, es decir entre lo que sería una ciencia meramente especulativa o simplemente práctica. Ciencia práctica que, para Aristóteles, se ajusta más al contenido y objetivos de la economía. Siendo esta, por tanto, una ciencia práctica que se refiere al conocimiento necesario para dirigir la realidad hacia la distribución de la riqueza. Consideración que nos lleva a las acciones humanas, voluntarias e intencionadas que están detrás del hecho económico. Acciones humanas que se dirigen a elegir lo que hay que hacer, de acuerdo con decisiones previamente deliberadas. Unas consideraciones que llevan a la definición que el economista Lionel
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Robbins4 da sobre la economía: «La ciencia que estudia la conducta humana como relación entre los fines y los medios –escasos– que tienen usos alternativos». En definitiva, un aspecto de la conducta humana en relación con la generación y distribución de la riqueza que, siempre, encierra un orden moral. La larga digresión anterior sobre lo que es la ciencia económica nos sirve de necesario preámbulo al tema de este apartado: los sistemas financieros globales. Ya que el funcionamiento de los mismos y las crisis financieras que, a veces, surgen, no son ajenas al comportamiento de las personas –individualmente o en grupo–, que son, al final, las que con sus decisiones afectan a la marcha económica en lo pequeño o en lo global, en la microeconomía y en la macroeconomía. O dicho con más contundencia: las crisis económicas son fruto de la decisiones de aquellos que tienen la capacidad de influir determinantemente en las actividades económicas. No son algo externo como pudieran ser los cambios atmosféricos o los desastres naturales, sino que se imbrican en las decisiones –positivas o negativas– de los seres humanos.
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Por ir a un ejemplo bien conocido: el crash de 1929 tuvo su origen en un fenómeno especulativo a gran escala que llevó a la caída brusca de la Bolsa de Wall Street. Una situación, que se había gestado años antes en el boom inmobiliario de Florida, y que estuvo acompañada por una laxitud crediticia muy acusada en la Banca, fruto de un imparable sentimiento de generación de riqueza sin fin. En concreto, en 1920, Miami tenía 20.000 habitantes y, ya en 1921, contaba con 25.000 agentes inmobiliarios. Los terrenos (incluso las marismas) se vendían con enorme facilidad, pasando en horas de mano en mano a nuevos compradores, que lo hacían pagando el 10% en dinero y tomando el resto a crédito con tipos de interés entre el 7 y el 12%. Respecto de la Bolsa de Wall Street, su índice se multiplicó por 2,5 entre los años 1926-1929, creciendo su capitalización de 27.000 a 89.000 millones de dólares. Con un mecanismo de compra de acciones similar al anteriormente indicado para los activos inmobiliarios de Florida. Una situación especulativa muy acusada en las acciones en Bolsa de las compañías eléctricas, de agua y de gas. Con lo que, en mayo de 1926, los préstamos bancarios ascendieron a 2.700 millones de dólares, y en 1929 alcanzaron los 8.500 millones. El 20 de octubre de 1929 llegó el pánico, y en una hora se vendieron 2,6 millones de acciones. Días después, el 24 de octubre las ventas alcanzaban a 13 millones de acciones; y el día 4
L. Robbins. An Essay on the Nature and Significance of Economic Science. http://mises.org/books/robbinsessay2.pdf
GEOECONOMÍA
Una de las causas de la globalización es la conexión internacional de los mercados financieros, que operan soportados por una vasta red de telecomunicaciones y sistemas informáticos conectados a ella. Esto explica la rapidez en la ejecución de las operaciones financieras y, a su vez, la inmediata transmisión de los desequilibrios. Mucho más acusada ahora que en los tiempos de la crisis de 1929 antes referida. A lo que se une la complejidad de los mercados financieros que incluyen operaciones de divisas o de activos en Bolsa, compra-venta de commodities, así como el establecimiento de nuevos mercados basados en instrumentos financieros de todo tipo: opciones, futuros, hedges, derivados y swaps, entre otros. Mercados en los que operan intermediarios financieros de muchos y variados tipos: bancos, compañías de seguros, brokers independientes, family offices, etc. En los que, de nuevo, se dan movimientos especulativos y decisiones económicas que son las causantes de cambios en el ciclo económico, con apoyo frecuente de las condiciones regulatorias marcadas por los Gobiernos. Decisiones que afectan grandemente al sistema financiero que es el encargado de facilitar los instrumentos de compensación y de pago en el circuito de comercio de bienes y servicios que se dan a nivel local, regional y global. Un sistema que transfiere recursos financieros a través de empresas y fronteras, y permite la formación de los esquemas de precio, además de gestionar los riesgos de manera imperfecta en muchas ocasiones. Recursos financieros que se intercambian de múltiples formas innovadoras que se han ido acelerando en los pasados años con instrumentos de muy diverso tipo: títulos respaldados por hipotecas (mortgage-backed securities), bonos basura (junk bonds), etc. En los 20 años anteriores a la crisis financiera que se mostró en 2007 y que apareció con crudeza en 2008, la economía global vivió un período de casi permanente estabilidad, con algún sobresalto localizado y de no muy gran intensidad como pudo ser la llamada crisis de las puntocom, a la que volveremos más adelante. Casi todos los países de la OCDE mantuvieron un entorno creciente en su PIB, con inflación contenida y tasas de desempleo razonablemente bajas. Los períodos de recesión, como hemos dicho fueron localizados y no muy intensos a nivel global, aunque en algunos casos, como las crisis económicas de Chile o México en 1981-1982, o las de Finlandia o Japón a principios de los noventa, tuvieran efectos profundos en esos países. Sin embargo, el primer síntoma del cambio vino
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29 del mismo mes (el Black Friday) se intercambiaban 16 millones y medio de acciones con pérdidas del 12%. En pocos meses las pérdidas alcanzaron los 40.000 millones de dólares y, entre 1923 y 1930 quebraron 5.000 bancos en Estados Unidos. Una situación que, como es sabido, se transmitió a Europa en los días siguientes.
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determinado por el aumento de la deuda total en Estados Unidos que pasó del 160% del PIB en 1980 a más del 350% en 2008. Concentrado fundamentalmente en el sector inmobiliario y el financiero. El primero doblándose entre los años 1984-2008, y llegando casi al 100% del PIB en esa fecha, y el segundo pasando del 19% en 1984 al 115% del PIB en 2008. Hecho que coincidió con otro no menos relevante: la fuerte caída de los tipos de interés. Una situación que alentó la euforia del consumo, primero en Estados Unidos y, luego, en todos los países de la OCDE, que siguieron en lo esencial la misma tónica. La crisis de las hipotecas subprime, unida a la polución de muchos instrumentos financieros, fueron la causa evidente de un cambio de ciclo que hoy se mantiene vigente (lo trataremos con algo más de detalle páginas más adelante). Cambio que, ha traído unos efectos determinantes en el sistema financiero global: 1. Una ralentización muy acusada en las economías más desarrolladas, principalmente en Europa y Estados Unidos, fuertemente endeudadas y con serios problemas de competitividad respecto de las economías emergentes.
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2. Un proceso intervencionista de los Gobiernos occidentales, cuyas acciones se han hecho sentir en la marcha de la economía real debido, fundamentalmente, a los enormes recursos financieros puestos en circulación para salvar sectores estratégicos, especialmente bancos y otras industrias como la automovilística. 3. Una necesidad de reformas económicas profundas que han afectado al futuro del Estado de bienestar. 4. Unos cambios difíciles aún de evaluar en la propia dinámica de la globalización económica, ya que la ralentización económica de los países desarrollados podría inducir una realimentación negativa en aquellos que, por el momento, tienen excedentes financieros. Dado que ha sido el sistema financiero el origen del problema (unido a unas erróneas prácticas económicas de muchos Gobiernos), serán precisos cambios en los esquemas de transparencia, reforzando la regulación, la reforma de las instituciones financieras globales y la cooperación internacional. Unas decisiones que necesitarán incorporar procedimientos más éticos en las prácticas económicas. De otra manera, todo el sistema global en su conjunto estará abocado a mayores riesgos que los actuales.
El reparto de la riqueza y la pobreza Cualquier partido político que pretenda tener una supremacía en su territorio, abogará por desarrollar políticas sociales y distribuir mejor la
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Respecto de la justicia, es decir, «dar a cada uno lo suyo» según el dicho romano, lleva en no pocos casos y, muy especialmente, en nuestra época, a situaciones injustas. Ya que la ley, y por tanto el derecho, y en consecuencia la justicia, viene determinada por las mayorías de orden político que conducen, frecuentemente, a privar a algunos de lo que «es suyo». Y en lo social, puede conducir, igualmente, a situaciones injustas con unos para beneficiar a otros. Pues lo social, tal como hoy se entiende, no necesariamente abarca a todo el cuerpo social, sino a la parte que en un momento dado tenga que ser favorecida por su capacidad de influencia o poder, o por otros intereses. De tal manera que la justicia social puede quedar limitada, si bien «dentro de la ley». Una ley marcada por las mayorías políticas del momento y, por tanto, relativa en su búsqueda del bien social común. Y este es el tema que tiene que ver con el título de este capítulo: el reparto de la riqueza y la pobreza, pues ambas son consecuencia del hecho económico que, como dijimos, proviene de la conducta humana en relación con la distribución de la riqueza y, en este caso también, de la pobreza. La política económica es acción directa, en lo económico, de los Gobiernos; que influyen determinantemente en el reparto de los bienes, tanto localmente como a nivel global, según las superestructuras políticas que actúan a nivel supranacional. De ahí viene que la pobreza no sólo se encuentra en los países considerados tradicionalmente pobres, sino también en los ricos. Si bien aquí los criterios en su medición son diferentes; pues la exclusión social se manifiesta de manera diversa a los países pobres. Así, si la pobreza, según el estándar tradicionalmente aceptado con los criterios del Banco Mundial, se refiere a aquellas personas que viven con unos ingresos entre uno y dos dólares por día, en los países desarrollados se calcula según el criterio de los ingresos respecto de la media del país. De esta manera, un informe de la FAO5, con datos a 2006, refiere que el umbral de pobreza y exclusión social concierne a aquellas personas que viven por debajo del 60% de la renta 5
FAO. Poverty in Europe. http://www.fao.org/docs/eims/upload/263500/Poverty%20in%20Europe1.pdf
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riqueza. De lo contrario, los electores le darán la espalda. El siglo XX es en este sentido el paradigma de la búsqueda de la justicia social. Y el siglo en el que estamos, especialmente en épocas de crisis económica como la actual, no lo es menos. Otra cosa es que la justicia social exista en los términos en que se publicita. Primero, porque el propio concepto de justicia está hoy más desvaído que nunca. Y segundo, porque lo social se entiende de acuerdo con los intereses del que lo promueve.
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media disponible en un lugar concreto. Y este informe indica que la tasa de pobreza según este criterio varía en la Unión Europea entre el 10% en países como la República Checa u Holanda, al 23% en Letonia. Con el dato sorprendente de que España ocupaba el cuarto lugar de los países con mayor índice de pobreza (el 20%) por delante de Lituania, Grecia y la referida Letonia. Otro aspecto tiene que ver con las personas que viven en las áreas rurales. En Europa –la Europa de los 27–, el 59% de la población vive en áreas rurales. Siendo el PIB de esas zonas menor que en las ciudades y el desempleo mayor, con la excepción de Francia, Alemania y Noruega. Desempleo, concentración en áreas rurales, emigración y falta de educación son los elementos que favorecen la marginación. Situaciones que en los países desarrollados, con economías más abiertas, facilitan las oportunidades de los más pobres siempre que se den estas condiciones de apertura de mercados y posibilidades, que no sólo deben alcanzar al comercio, sino a otros mercados, como el mercado laboral. Hecho que viene avalado por el teorema de Stolper-Samuelson6, según el cual los pobres con menor educación en países desarrollados o en vías de desarrollo tienen más ventajas si se abren los mercados. Mercados que, en el caso del laboral, demuestran que su apertura beneficia la generación de puestos de trabajo. En el caso de la pobreza en los países ricos, una de las clases más marginadas –si se puede hablar así– son los niños. El tanto por ciento de los niños por debajo del umbral de pobreza en los países ricos (que se mide en este caso según las personas cuya renta disponible está por debajo del 50% de la renta media) lo refiere un estudio de la UNICEF7, indicando que varía de un 2,5% en Dinamarca al 27,7% en México; con otros países como Estados Unidos (21,9%), Italia (16,6%), Portugal (15,6%), Japón (14,3%), o España (13,3%) con tasas bastante elevadas. Lo que demuestra que en la pobreza subyacente en los países ricos se encuentran durmientes riesgos evidentes que provienen de las enormes desigualdades que encierra un mundo muy imperfecto en su reparto de la riqueza.
Los movimientos migratorios Las migraciones no son un fenómeno ligado únicamente a la globalización. Los movimientos de personas y pueblos se han dado profusamente 6 7
http://en.wikipedia.org/wiki/Stolper–Samuelson_theorem Child Poverty in Rich Countries 2005. http://www.unicef-irc.org/publications/pdf/repcard6e.pdf
GEOECONOMÍA
Los movimientos migratorios masivos tienen una relación estrecha con el aumento de la fuerza laboral en los países menos desarrollados, los cuales según las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones8 (OIM) pasará de 3.000 millones de personas en 2020 a 3.600 millones 20 años después, con el hecho de que los trabajadores de los países desarrollados se mantendrán en la cota de los 600 millones en esas mismas fechas; lo que aumentará la movilidad desde los países menos desarrollados hacia el Primer Mundo. Pero no sólo, también desde los nuevos países industrializados. Circunstancia que ya se da en la actualidad donde, por ejemplo, Rusia es el país que cuenta con el mayor número de emigrantes (12 millones), seguido de Méjico (10 millones). China, por su parte, según el informe referido, tiene 500.000 emigrantes, lo que indica las dificultades de integración de extranjeros en ese país. Uno de los problemas actuales relacionados con las migraciones, se refiere a la inmigración irregular. A lo que se unen las personas desplazadas por causas de fuerza mayor: guerras o desastres naturales. Los emigrantes irregulares no llegan actualmente al 15% del total, si bien ocasionan problemas de orden humanitario, fundamentalmente. En lo relativo a los desplazamientos por causas forzosas, estos fueron unos 20 millones en 2008, unas cinco veces más que los movimientos por causas de violencia, la mayor parte en África. Se puede asegurar que, hoy en día, la primera causa de impulso de las migraciones tiene que ver con las desigualdades que existen en el desarrollo de los diferentes pueblos. En los países en vías desarrollo, y en aquellos cuyas economías han sufrido fuertes ascensos por los procesos de la globalización económica, los movimientos migratorios hacia el exterior se han hecho más numerosos, fundamentalmente por las diferencias en el reparto interior de la riqueza, y la distancia que separa a pobres y ricos. Un hecho que, desde 1990, se ha buscado regular a nivel global para favorecer la integración de esas personas mediante la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los 8
OIM. Organización Internacional para las Migraciones. Informe sobre las migraciones en el mundo 2010. http://publications.iom.int/bookstore/free/WMR_2010_SPANISH.pdf
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en la historia. Quizás los más masivos ocurrieron en las últimas fases del Imperio romano al romperse sus fronteras debido al empuje de los pueblos bárbaros, los cuales inundaron todos los países de aquella Europa, llegando hasta Egipto. Más tempranamente, a finales del siglo XIX y principios del XX, se dieron también importantes migraciones, sobre todo hacia Estados Unidos.
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Trabajadores Emigrantes y los Miembros de sus Familias, que fue adoptada por la Asamblea General de la ONU en su Resolución 45/158 de 1990. Ahí se reafirman los derechos fundamentales de los trabajadores emigrantes sin distinción, y proporciona a los Estados un sistema de derechos uniforme para tratar tanto a los emigrantes legalizados, como a los que carecen de la adecuada documentación. Aún así, medidas como cerrar el espacio Schengen, que permite la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea, a personas de ciertas nacionalidades, alerta sobre los problemas que la crisis económica y los efectos de la globalización tienen sobre las migraciones y sobre la justicia social.
Demografía y crisis económicas
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Japón es el país más representativo respecto del envejecimiento de la población. Sin embargo, el fenómeno del envejecimiento es una característica global en el mundo. Un proceso, según un informe de las Naciones Unidas9, «sin precedentes ni paralelo en la historia de la humanidad». En el que, por un lado, viene aumentándose el porcentaje de personas de edad (mayores de 60 años), al tiempo que disminuyen los jóvenes (menores de 15 años) y, por tanto, el de personas en edad de trabajar (entre los 15 y los 59 años). Estimándose que en 2050 el 22% de la población mundial serán personas de más de 65 años; lo que se compara con el 8% de 1950 o el 11% de 2009. Una situación demográfica que llevó a los países más desarrollados a superar el pico de envejecimiento en 1998, según el cual el número de personas de edad (mayores de 60 años) superó el de jóvenes (menores de 15 años). Con la circunstancia de que las personas mayores de 80 años son el colectivo de mayor crecimiento, en tasas del 4% actualmente. Se trata de un proceso generalizado que afecta a todos los países, como hemos dicho. Y el envejecimiento tiene importantes efectos sobre la economía y, más concretamente, sobre los sistemas que soportan el Estado de bienestar. Ya que influye directamente sobre el crecimiento económico y los sistemas de transferencia intergeneracional que sustentan las políticas de solidaridad. A lo que se añaden otras circunstancias tales como los cambios en la composición familiar, las migraciones y, muy fundamentalmente, la presión económica sobre los sistemas sanitarios. El envejecimiento, sin embargo, no ha surgido de pronto y se instalará, desgraciadamente, por décadas con todas sus consecuencias. 9
World Population Ageing 2009. http://www.un.org/esa/population/publications/WPA2009/WPA2009report.pdf
GEOECONOMÍA
El Estado de bienestar –cuyos antecedentes se encuentran en el Poor Law Act inglés de 1601, según el cual un comité parroquial era el responsable de la asistencia a enfermos, pobres y ancianos, y cuya estructura más moderna nace en la Alemania de Bismark en el siglo XIX con unos sistemas públicos de protección social–, trata de cubrir por medio de políticas estatales las necesidades sociales que escapan de las posibilidades individuales, a fin de asegurar una equidad en las prestaciones sociales. Básicamente, el Estado de bienestar se concentra en cuatro áreas: atención a las familias (incluida la educación y las políticas de dependencia), la prestaciones sanitarias, las pensiones y el seguro de desempleo. Algo que, aparte el envejecimiento de la población, vendrá agravado por el efecto de la caída demográfica. Básicamente, porque el aumento de la esperanza de vida, combinado con las débiles tasas de nacimientos, harán muy difícil su sostenimiento económico. Baste tener en cuenta que el gasto social en 2008 suponía el 26,4% del PIB de la Eurozona (EU-27), con Francia a la cabeza (30,8% de su PIB), seguida de Dinamarca (29,7%) y Suecia (29,4%). Rumanía (14,3%) y Letonia (12,6%) se encontraban al final de la tabla con el menor gasto11. Si la tasa de reemplazo poblacional son 2,1 hijos por mujer. Hoy, no sólo países desarrollados como Japón, Alemania o España, están lejos de ese índice, sino que otros como Marruecos o Ecuador, por poner dos ejemplos, estarán también dentro de poco por debajo: en Ecuador la fertilidad ha caído de 6,3 hijos por mujer en 1970 a 2,6 en 2008; y en 10
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European Social Network. Services for Older People in Europe. http://ec.europa.eu/health/mental_health/ docs/services_older.pdf E. Olier. La crisis actual del Estado de bienestar. Revista Geoeconomía. Primavera 2011. El futuro de las pensiones. Instituto Choiseul España.
CAPÍTULO 11
Si se analiza el coeficiente de dependencia, que mide el número de personas entre 15 y 64 años que existe por cada persona mayor de 64 años, se comprueba de una manera más concreta lo anterior: entre 1950 y 2009 este coeficiente pasó de 12 a 9, estimándose que en 2050 llegará a cuatro. Es decir, que en esa fecha habrá cuatro personas entre 15 y 64 años por cada persona mayor de 65 años. Su efecto será determinante en las características del futuro Estado de bienestar, sea cual sea la amplitud del mismo. A lo que se unirá la necesidad de nuevos ajustes económicos con fuerte repercusión social en casi todos los países que disfruten de estos modelos económicos de solidaridad. Algo que en Europa se añadirá a los problemas provenientes de la crisis financiera actual, pues la media europea del coeficiente de dependencia era ya cuatro en 200710.
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CAPÍTULO 11
LAS CRISIS ECONÓMICAS
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Marruecos de 7,1 a 2,4 en el mismo período12. El año 2009 fue el momento en el que, a nivel mundial, se pasó el umbral de 2,1 hijos por mujer de media. Año en el que la esperanza de vida al nacer había superado los 70 años de media. Un fenómeno que no es nuevo, sino que viene de los albores de la globalización económica. Y no es nuevo porque ya el historiador Pierre Chaunu alertaba sobre los efectos de la caída de la población en los años setenta13. Y lo concretaba aún más un año después14, haciendo énfasis en la caída de la natalidad en la Alemania de aquellos años que estaba por debajo del reemplazo de las generaciones, cosa que hoy ya ocurre en casi todos los países occidentales como se ha comentado. Si a los datos anteriores se suman los efectos de la crisis financiera iniciada en 2007-2008, que afectó de manera profunda a los países más desarrollados, es esperable que el efecto económico de la crisis, unido a los bruscos cambios demográficos, tengan en lo económico, en lo político y en lo social efectos muy profundos. Ya que, considerando únicamente el efecto poblacional, se producirán, como mínimo, los siguientes efectos adversos para la economía15: menor crecimiento económico, gasto creciente en las prestaciones sociales, depreciación generalizada en activos y propiedades, y menores cotas de empleo de las personas mayores (en España, por ejemplo, el 55% de las personas entre 55 y 65 años en la actualidad no trabajan). De esta manera, la combinación entre globalización económica, envejecimiento, hundimiento de las tasas de repoblación y migraciones (especialmente de personas poco cualificadas), hacen prever fuertes riesgos en los sistemas de bienestar social actuales. La globalización económica, por su parte, introduce problemas en la recaudación local de impuestos. Por un lado, las empresas globales tienen más libertad para desarrollar sus negocios con una visión global, haciendo inversiones y pagando más impuestos allí donde crean que los retornos serán mayores (un hecho bien conocido por la deslocalización productiva que se produce en muchos países, que ven cerrar las fábricas de empresas multinacionales que operaban allí durante décadas). Por otro, los profesionales más cualificados aumentarán su movilidad, con lo que será difícil mantener sus contribuciones impositivas en su lugar de origen. Circunstancias ambas que incidirán en las crisis económicas actuales y en los cambios de ciclo que están por llegar.
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J. Fernández-Villaverde. El sistema de pensiones ante los retos demográficos. Revista Geoeconomía. Primavera 2011. El futuro de las pensiones. Instituto Choiseul España. P. Chaunu. Un futur sans avenir. Histoire et population. Paris, Calmann-Lévy, 1979. P. Chaunu. Histoire et imagination. La transition. Presses Universitaires de France, 1980, A. Macarrón. Invierno demográfico y pensiones: Vae infertilibus!. Revista Geoeconomía. Primavera 2011. El futuro de las pensiones. Instituto Choiseul España.
GEOECONOMÍA
La geoeconomía es, en esencia, la política económica que desarrollan los Gobiernos en el entorno de la globalización; que es donde los Estados manifiestan sus relaciones de poder. Al hablar páginas atrás de los ciclos económicos, se hacía referencia a las crisis. No puede ser de otra manera, ya que el ciclo cambia con las crisis, y su movimiento las anticipa, y en cuya formación no son ajenos los Gobiernos. No lo son en las economías socialistas, que por su propia estructura carecen de ciclo, ni tampoco en las liberales, ni en las economías mixtas, como pudiera ser hoy la economía china. Las crisis económicas no han sido, sin embargo, totales. Pueden afectar de manera más o menos intensamente a muchas economías pero, hasta la fecha, no ha existido ninguna crisis de carácter total que llegara a todos los países en el mismo momento y con la misma crudeza. Es cierto que algunas crisis económicas alcanzaron a países cuyas actividades tenían en aquellos momentos un carácter global, pero no llegaron a todas las partes del planeta. No lo fue la crisis de los tulipanes en la Holanda del siglo XVII (durante los años 1636-1637), ni lo fue la crisis europea ocasionada por la Compañía del Misisipi en 1720 (ya que fue, fundamentalmente, una crisis francesa en tiempos del rey Luis XV, que nació de la fusión de la Compañía del Misisipi con la Banque Générale francesa y de la utilización de «papel moneda» como valor alternativo al oro). Cuando se consideran los períodos de depresión o recuperación en términos de PIB, se demuestra que tales fluctuaciones vienen, de alguna manera, determinadas por el comportamiento de los diferentes componentes que afectan a la productividad nacional (PIB), que se puede expresar de la siguiente forma16: PIB = C(Y – T) + I(r) + G + NX, donde PIB es el Producto Interior Bruto; C el consumo privado; Y son los ingresos (Income); T los Impuestos (Taxes); I y r, la inversión y la tasa de interés, respectivamente (con la característica que si la tasa de interés crece, la inversión tenderá a disminuir, y viceversa: a menores tasas de interés mayores inversiones); G el gasto del Estado; y NX la balanza comercial (exportaciones menos importaciones ). De manera que en el ciclo (Figura 11.1), cuando las condiciones de depresión caen por debajo de un cierto nivel de PIB se genera desempleo: un aviso de que la recesión está cerca. 16
L. Tvede. Business Cycles. John Wiley & Sons, 2006.
CAPÍTULO 11
Geoeconomía y crisis económicas
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CAPÍTULO 11
LAS CRISIS ECONÓMICAS
Figura 11.1 El ciclo económico PIB (+)
Auge
Recuperación Depresión
Crecimiento deseable Desempleo
0 Tiempo Recesión
(–)
190
Se ha comentado el pánico de la Bolsa de Wall Street en 1929. Un fenómeno bien determinado por una serie de circunstancias: especulación, dificultades financieras, crisis financiera, pánico y, finalmente, desastre. El mundo económico actual vive en lo fundamental de las transacciones financieras en sus múltiples modalidades. El sistema financiero es la principal arteria donde mueve el flujo económico. El resultado económico de la producción de bienes y servicios acaba, de una u otra forma, convertido en productos financieros. Con lo que los cinco elementos antes referidos, se intercalan y viven dentro del esquema financiero. Un hecho que el premio Nobel Milton Friedman puso de relieve de manera contundente ya en la década de los cuarenta, sacando a la luz la antigua fórmula de la ecuación de cambio del matemático americano Simon Newcomb, que otro matemático de la misma nacionalidad, Irving Fisher, tituló como la teoría de la cantidad de dinero, que se expresa según: MV = PT, donde M, es la cantidad de dinero; V la velocidad de circulación del dinero; P los precios de bienes y servicios, y T la cantidad de bienes y servicios en el mercado (número de transacciones). Una ecuación que, en esencia, indica que el dinero es el instrumento de los intercambios económicos; por lo que para que sean factibles las transacciones económicas, será precisa la disponibilidad de dinero. Lo que se puede expresar de manera distinta, es decir: M/P = T/V, donde T/V resulta ser la demanda de dinero que se necesita para efectuar el número de transacciones económicas T en un esquema de velocidad de
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 11
dinero (constante) V, que viene determinado por una decisión institucional de la autoridad monetaria correspondiente. Una situación que lleva a considerar que si V es, más o menos fijo, también lo serán, más o menos, las transacciones T, con lo que las únicas variables serán M y P. Consecuentemente, si M sube (la cantidad de dinero), P habrá de decrecer (los precios), y viceversa. Consideración que llevó a Friedman a asegurar que, en el largo plazo, el crecimiento del dinero se refleja totalmente en la inflación, no en el crecimiento económico. La inflación es, por tanto, un fenómeno monetario en el largo plazo, mientras que, en el corto plazo, las fluctuaciones monetarias son causantes del cambio de ciclo. Concluyéndose que, en la economía global, los elementos determinantes en el cambio de ciclo se pueden incluir en dos grandes grupos, muy influidos en los aspectos monetarios y regulatorios por las decisiones de los Gobiernos: •Monetarios según las fluctuaciones que provengan de estas actividades, según se ha indicado; y •Económicos: innovación, inversiones de capital e inventarios, incluyendo las actividades inmobiliarias y los efectos migratorios, entre otros. Decíamos que la geoeconomía tiene que ver con las expresiones de poder que, mediante la política económica, se ejercen en el contexto de la globalización. Y es aquí donde se entrelazan geoeconomía y crisis económicas, pues son los Gobiernos los que, con sus políticas, determinan directa o indirectamente los cambios de ciclo. Dos ejemplos recientes, son la crisis económicas de las puntocom y la actual crisis financiera. La crisis de Internet –la «burbuja» de las puntocom–, tuvo que ver, fundamentalmente, con dos fenómenos. Uno, económico, que se refiere a las propias empresas que nacieron en la «burbuja». Empresas, cuyos gestores no tenían, frecuentemente, la experiencia empresarial necesaria, ni planes empresarialmente sólidos, y sólo contaban con objetivos que se circunscribían a nuevos modelos de negocio basados en innovaciones tecnológicas, cuyo desarrollo comercial era a veces muy cuestionable por no estar todavía operativo o por tener una penetración muy pobre en el mercado. Empresas que en su mayoría no habían tenido nunca beneficios y nunca los obtendrían. Y el segundo fenómeno hace referencia a las facilidades dadas por el regulador para que empresas sin un claro futuro y con fuertes pérdidas pudieran ofrecerse en los mercados de Bolsa, fundamentalmente, NASDAQ; atrayendo inversores de manera masiva que, en muchas ocasiones, perdían su dinero invertido. Una política que favorecía la
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CAPÍTULO 11
LAS CRISIS ECONÓMICAS
entrada de capitales foráneos y que en Estados Unidos era promovida por el Gobierno americano como solución para compensar el déficit, a lo que se unían múltiples sociedades de capital riesgo que entraban en inversiones de alto riesgo que, en el caso estadounidense, invirtieron en nuevas empresas high-tech 48.000 millones de dólares en 1999; llegándose en 2000 a la cantidad de 90.000 millones. Fondos de inversión que obtenían retornos un 10% más elevados que en los mercados financieros más tradicionales, y donde los Bancos de inversión obtenían pingües beneficios por poner dichas empresas en el mercado (durante el final de 1999 y principios de 2000, los bancos de inversión de Wall Street sacaron a Bolsa unas 500 empresas, levantando inversiones por valor de 77.000 millones de dólares, por los que cobraban, normalmente, un 6% de la inversión). Una situación que acabó alimentando la burbuja que estalló con fuerza en 200117 alcanzando a la economía americana y a algunos otros mercados de forma localizada. Respecto de la crisis financiera de las subprime en Estados Unidos, cuyas consecuencias están aún muy vivas, el cambio de ciclo se estaba gestando desde mucho antes, básicamente por los siguientes motivos:
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•Entre 1980 y 1999 se elimina, en varias etapas, en Estados Unidos la Glass-Steal Act que regulababa las operaciones bancarias interestatales. Desapareciendo con ello la conexión entre clientes y banqueros y la separación entre banca comercial y banca de inversión. De manera que los ingresos de los impositores en bancos comerciales provenientes de su salario, por ejemplo, acababan en productos financieros de alto riesgo invertido por los departamentos de banca de inversión. •La entrada masiva de capitales foráneos en Estados Unidos, ya comentada, favorecida por una política de bajas tasas de interés y otros atractivos. •El aumento masivo de los créditos sin las suficientes cotas de solvencia, basados en la constante revalorización de los productos inmobiliarios que se usaban como garantía. •Un generalizado sentimiento de pérdida del riesgo en momentos de prosperidad generalizada que no hacía prever la aparición de una nueva «burbuja» financiera, cuando los síntomas de cambio de ciclo surgían imparablemente. Hechos en los que los Gobiernos occidentales, en Estados Unidos y Europa, favorecieron o, al menos, no supieron contener, por intereses que, aunque distintos, resultaban coincidentes. Por un lado, Estados 17
M. Mandel. The Coming Internet Depression. Prentice Hall, 2001.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 11
Unidos en su estrategia de operar globalmente para seguir siendo el poder global de referencia y, por tanto, necesitado de sostener el dólar como la divisa global; y por otro, Europa, queriendo mirar de igual a igual a Estados Unidos en lo económico con la creación de un espacio financiero único mediante la Unión Monetaria y la ampliación a la Europa de los 27, y una moneda, el euro, que pretendía ser la alternativa al dólar. Ambas estrategias, geoeconómicas en su concepción, se encuentran hoy en profunda crisis.
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CAPÍTULO
12
Las materias primas
Índice Materias primas de la industria del siglo XXI, 195 Materias primas energéticas, 198 Materias primas y defensa de intereses económicos estratégicos, 202 Divisas y patrones económicos, 205 El drama de los alimentos, 208 195
Materias primas de la industria del siglo XXI En un informe de 2010, la Unión Europea estableció los elementos que resultaban críticos para el mantenimiento y desarrollo económico de la Unión1. En el comienzo del Sumario Ejecutivo, el informe establece que la disponibilidad de las materias primas que son esenciales para Europa es cada día más compleja. Dificultad que viene fundamentalmente por el propio crecimiento de los países emergentes y su gran demanda, así como la circunstancia de que estos países concentran gran parte de tales recursos naturales, y los protegen mediante medidas gubernativas muy restrictivas que afectan a los precios y a las cantidades de suministro. Aparecen, por tanto, dos problemas independientes que se solapan. Por un lado, la necesidad de unos materiales que resultan claves para el sostenimiento del modelo económico del mundo occidental, y los nuevos países que compiten en la escena internacional. Y por otro, los riesgos en lograr un suministro adecuado, ya sea por la inestabilidad de los países productores, o por el control que tales países hacen de dichos 1
Critical Raw Materials for the EU. Report of the Ad-hoc Working Group on defining critical raw materials. European Commission. July 2010. http://ec.europa.eu/enterprise/policies/raw-materials/files/docs/reportb_en.pdf
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
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recursos que son, igualmente, claves para su desarrollo económico. Un contexto netamente geoeconómico como se puede comprender. En el caso de la Unión Europea, que estamos comentando, de un total de 41 elementos considerados estratégicos, 14 de ellos son los de mayor riesgo: por su importancia económica y por el riesgo de suministro. En cuyo contexto, las tierras raras son los más comprometidos. Y el niobio, el tungsteno y el grafito, aún siendo de riesgo de suministro medio/alto, resultan ser –dentro del grupo de los 14 elementos– los de mayor relevancia para la economía europea. Otros, tales como el cromo, vanadio, bauxita, níquel, manganeso y cinc, aún siendo también estratégicos, no padecen la característica de su posible falta de suministro. La lista completa de los 14 elementos es la siguiente: antimonio, berilio, cobalto, fluorita, galio, germanio, grafito, indio, magnesio, niobio, el grupo de metales del platino (que incluye: platino, paladio, iridio, rodio, rutenio y osmio), las tierras raras, tantalio y tungsteno. Las tierras raras incluyen 17 elementos: itrio, escandio y los llamados lantánidos; lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, terbio y lutecio. Se trata de unos materiales que se utilizan en múltiples aplicaciones relacionadas con productos de alta tecnología, que van desde turbinas para aerogeneradores o coches híbridos, a sistemas de guiado de misiles o teléfonos móviles. Son, sorprendentemente, elementos muy abundantes y fáciles de procesar. Sin embargo, actualmente, el mayor suministrador en el mercado es China, que acumula más del 50% de las reservas mundiales, totalizando entre 50 y 60 millones de toneladas de reservas (según datos de 2008); y la compañía estatal china Batou Steel Rare Earth tiene el 46% del mercado global. Con el hecho de que, en agosto de 2010, el Gobierno chino decidió reducir las cuotas de exportación, a la vez que perseguía las minas ilegales en el país, con lo que algunas tierras raras como el neodimio alcanzaron en ese mes un precio de 32.000 dólares la tonelada, un 60% de incremento respecto del año anterior. Una circunstancia que se unía a un movimiento de concentración de las empresas chinas a fin de unificar los mecanismos de precios y controlar mejor el mercado. Tal es el caso de las empresas Jiangxi Cooper y la referida Batou Steel, cuya suma controlará el mercado global de las tierras raras llamadas débiles. De manera que las decisiones que se toman sobre precios y cuotas de producción afectan a muchos productos tecnológicos e, incluso, a productos derivados del petróleo, dado que en este último caso el refino de algunos productos químicos utilizan este tipo de metales.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 12
En otro orden, la conexión entre energía y las materias primas antes referidas tienen un nexo de unión muy definido en las llamadas energías limpias, donde muchos de sus elementos (turbinas, células fotovoltaicas, etc.) las utilizan y, por tanto, están sujetos a riesgos de ruptura de la cadena de suministro o a los elevados precios del mercado. Máxime cuando este tipo de energías depende en un 20% aproximadamente de estos metales según los datos del Departamento de Energía americano2, y cuyo impacto se muestra, de acuerdo con los datos de este informe en la Figura 12.1. Figura 12.1 Elementos críticos del sector de energías renovables (+)
Litio (CP)
Cobalto (CP) Praseodimio (CP + MP) Cerio (MP) Lantano (MP)
Criticidad
Galio (CP + MP)
Cerio (CP) Lantano (CP) Iridio (MP) Litio (MP) Telurio (CP + MP)
Neodimio (MP)
Disprosto (CP + MP)
Europio (CP + MP) Indio (CP) Itrio (MP)
Neodimio (CP) Terbio (CP + MP) Itrio (CP)
197
Samario (CP + MP) (–) (–)
(+) Riesgo Muycrítico
Crítico
(MP) = Medio plazo (5-15 años)
No crítico (CP) = Corto plazo (0-5 años)
Fuente: Adaptado de Critical Materials Strategy. Departamento de Energía de los Estados Unidos. Nota 2
2
U.S. Department of Energy (DOE). Critical Materials Strategy. 2010. http://www.energy.gov/news/documents/criticalmaterialsstrategy.pdf
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
En lo relativo a la distribución de las materias primas estratégicas, la Figura 12.2 muestra la distribución de los mayores productores. Pudiéndose observar la concentración existente en China de muchos de ellos. Como también, la importancia de algunos países de África y, también, Brasil. Especialmente en lo referente al coltán, donde la República Democrática del Congo y Brasil acumulan el 71% de la producción mundial (44% y 27%, respectivamente). El coltán es un producto clave en la fabricación de condensadores electrónicos, y ha sido la causa de múltiples conflictos armados, como la ocupación de Ruanda por parte del Congo o los propios conflictos civiles en este país. Figura 12.2 Distribución geográfica de materiales críticos Canadá: • Cobalto Rusia: • Platinoymetalesderivados
198 México: • Fluorita Brasil: • Tantalio(coltán) • Niobio
EE. UU.: • Berilio
Japón: • Iridio India: • Graito Ruanda: • Tantalio Sudáfrica: • Platinoymetales derivados
República Democrática del Congo: • Tantalio(coltán) • Cobalto
China: • Berlio • Antimonio • Galio • Graito • Germanio • Iridio • Magnesio • Tierrasraras • Tungsteno
La Tabla 12.1, indica algunas de las aplicaciones industriales de estos críticos materiales.
Materias primas energéticas Las fuentes de energía tienen diversas formas. Unas soportan procesos químicos, como las procedentes del petróleo, gas natural, carbón, biomasa, bioetanol o pilas de combustible; otras son mecánicas, que utilizan la fuerza del viento (energía eólica), la caída libre del agua acumulada en presas o el movimiento de las mareas (energía hidroeléctrica y energía de
GEOECONOMÍA
Materia prima
Aplicación
• Galio
• Leds,célulasfotovoltaicas
• Neodimio
• Tecnologíaláser
• Indio
• Pantallasdeplasma,célulasfotovoltaicas
• Germanio
• Cablesdeibraóptica
• Tantalio
• Microcondensadores,tecnologíamédica
• Plata
• Soldadura,lectoresderadiofrecuencia
• Cobalto
• Bateríasdelitio-ión,combustiblessintéticos
• Paladio
• Desalinización,catalizadores
• Titanio
• Implantes,desalinización
• Cobre
• Motores,identiicaciónderadiofrecuencia
• Niobio
• Microcondensadores,ferroaleaciones
• Antimonio
• Microcondensadores
• Cromo
• Desalinización,tecnologíasmarinas
las olas, respectivamente); otro grupo usa la radiación del sol (energía solar fotovoltaica o térmica, dependiendo de si se hace mediante células electrónicas o por calentamiento de un gas mediante concentradores); otras utilizan los procesos de fisión nuclear y sus posteriores reacciones en cadena (energía nuclear); y un último grupo usa depósitos térmicos naturales (energía geotérmica). Procesos energéticos que se utilizan para generar electricidad o para otros usos, como mover todo tipo de vehículos, así como disponer de sistemas de calefacción o refrigeración. Unos procesos que son esenciales para la vida tal como la entendemos actualmente. Cuando se utilizan recursos naturales, se trata de energía primaria; siendo las energías secundarias aquellas que se obtienen transformando la energía primaria, como puede ser la electricidad: una fuente energética vital para el sostenimiento de la civilización actual. Energías primarias serán, por tanto, aquellas que nacen de procesos realizados con carbón, petróleo, gas natural, uranio, viento, sol o sistemas hidráulicos; y secundarias las que resultan de la utilización de la electricidad o de los productos derivados del petróleo, por ejemplo. En ambos casos –energías primarias o secundarias–, serán renovables si son «inagotables», como el sol o el viento; y no renovables, cuando sus fuentes sean limitadas, como son los combustibles fósiles (petróleo, gas natural), el
CAPÍTULO 12
Tabla 12.1 Aplicaciones de materias primas industriales
199
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
carbón o el uranio, cuya existencia tarde o temprano llegará a su fin. Adicionalmente, se consideran energías limpias las «no contaminantes», como pueden ser las energías renovables, y el resto entran en el capítulo de las energías contaminantes, abocadas a ser controladas en su difusión y uso, o incluso a desaparecer (por ejemplo, la energía nuclear que, según lo previsto, desaparecerá en Alemania en 2020). De todas las materias primas energéticas, el petróleo es la de mayor utilización. El siglo XX fue el siglo del petróleo, y todo apunta a que seguirá manteniendo su predominio como fuente energética principal durante este siglo. Se trata del elemento vital de cualquier industria. Además, tiene una elevada capacidad energética y es muy manipulable, fácil de usar, y fuente de un gran número de otros elementos energéticos o capaz de ser transformado en multiplicidad de materiales plásticos. El petróleo, por su parte, es muy desigual en su consumo, ya sea el total o per cápita. Respecto del consumo total, Estados Unidos consumió en 2009 más de dos veces las necesidades de China y cinco veces las de Japón (Figura 12.3). Un hecho que explica la política geoestratégica de
200
Figura 12.3 Consumo de los principales consumidores de petróleo (miles de millones de barriles por año) 8 7 6 5 4 3 2 1
Fuente: http://www.nationmaster.com/graph/ene_oil_con-energy-oil-consumption
España
Italia
Reino Unido
Irán
Francia
México
Canadá
Corea del Sur
Arabia Saudita
Alemania
Brasil
Rusia
India
Japón
China
Estados Unidos
0
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 12
Estados Unidos respecto de las fuentes del petróleo. En Europa, la suma de los mayores consumidores (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España), que constituyen las economías más relevantes de la Eurozona, no llegan al 50% del nivel de consumo de Estados Unidos (unos 3.300 millones de barriles de los europeos respecto de casi 7.000 anuales de los americanos). Aún así, todos los países occidentales son, la mayoría, importadores netos de petróleo, un elemento que, a su vez, constituye una importante fuente de ingresos de las economías vía impuestos. Como orientación, la Figura 12.4 muestra las diferencias de impuestos en el caso de las gasolinas 95 sin plomo (en el primer trimestre de 2008), que van del 15% del precio antes de impuestos en México, al 170% en el Reino Unido. Datos referidos en un informe del European Governance and the Geopolitics of Energy (IFRI) 3. Figura 12.4 Impuesto en tanto por ciento sobre gasolinas en diversos países de la OCDE (primer trimestre de 2008) 180 160
201
140 120 100 80 60 40 20
Reino Unido
Alemania
Holanda
Francia
Portugal
Italia
Polonia
Austria
España
Australia
Canadá
Estados Unidos
Méjido
0
El gas natural apareció al final de la última década del pasado siglo como una fuente de energía de grandes posibilidades: generador de energía eléctrica en centrales de ciclo combinado, combustible doméstico e industrial, e incluso como combustible de automóviles. Una de sus ven3
http://www.ifri.org/files/Energie/Davoustang.pdf
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
202
tajas es la menor contaminación, y muchas compañías energéticas lo publicitaban como una energía «limpia» y no agresiva contra el medio ambiente. Su poder calorífico es mayor que el gas procedente del refino de petróleo y tiene multitud de aplicaciones industriales como ingrediente en la fabricación de plásticos o fertilizantes. Se trata del producto energético de mayor uso en la industria después de la propia electricidad. De ahí todo el desarrollo inversor y de ingeniería que ha existido para canalizar su distribución desde los países productores. Circunstancia que favorece la existencia de complejas situaciones geopolíticas, y constituye uno de los ejes más relevantes de la geoeconomía mundial. En este sentido, se puede resaltar la situación de Egipto respecto de Israel, Jordania y Líbano. Dado que el gaseoducto, que parte de ese país productor de gas natural, sirve un 50% de las necesidades de Israel, y un 100% de las de Jordania y Líbano. Al igual que Irán, desde donde nace el proyecto Nabucco4 que unirá ese país con la Unión Europea en su suministro de gas, a fin de minimizar la dependencia con Rusia, se presenta como un país clave en la esfera internacional por este hecho. El carbón es el otro gran combustible, disponible casi en cualquier país del mundo. Con las mayores reservas5 en Estados Unidos (28,9%), Rusia (19%), China (13,9%) e India (7,1%). En total se estima que las reservas existentes podrían mantenerse 500 años con el nivel de utilización actual. Sin embargo, el problema con este combustible –al igual que con el petróleo y el gas– viene por el volumen de CO2 emitido a la atmósfera tras su combustión: una planta de este tipo que quemara tres millones de toneladas, podría emitir hasta 11 millones de toneladas de CO2. Un gas causante de los nocivos efectos del calentamiento global. Circunstancia que resulta contradictoria con el hecho que, según un informa del National Energy Technology Laboratory6, de Estados Unidos, 2010 fue el año de mayor construcción de plantas de carbón desde 1985 con un total de 31 instalaciones para generar 14.385 megavatios.
Materias primas y defensa de intereses económicos estratégicos En el contexto geoeconómico, como ya se ha apuntado, las materias primas son un elemento estratégico esencial: de defensa de los intereses 4 5
6
http://www.nabucco-pipeline.com/portal/page/portal/en http://www.bp.com/liveassets/bp_internet/globalbp/globalbp_uk_english/reports_and_publications/statistical_energy_review_2008/STAGING/local_assets/2010_downloads/statistical_review_of_world_energy_ full_report_2010.pdf http://www.netl.doe.gov/coal/refshelf/ncp.pdf
GEOECONOMÍA
Tomemos el caso de Rusia –ya aludido–. No es el único, evidentemente, pero puede servir de ejemplo esclarecedor, ya que Rusia pretende ser una superpotencia energética. Tiene capacidad para ello: en lo político, en lo tecnológico, y desde el punto de vista de sus reservas estratégicas. Esto, dada la falta de recursos energéticos en Europa occidental, sitúa a Rusia en una posición preeminente. Y será una de las claves de las futuras relaciones entre la Unión Europea y este país. Este proceso, similar en otros países, no se ha realizado de golpe: se trata de una estrategia consistente, que se puede encontrar en las primeras decisiones de los años 2000 y 2001 con la liberalización y privatización de algunas compañías rusas del sector energético. A lo que siguió el desarrollo de varias infraestructuras (oleoductos y gaseoductos) para conectar las fuentes de producción hacia China, Europa y la frontera del Caspio (en Bakú). Esta última para enlazar el gas ruso con Turquía. A partir de aquí, y teniendo en cuenta que Rusia posee el 30% de las reservas globales de gas, se ha desarrollado en los últimos años una geopolítica de la energía dirigida, al menos, a lograr posiciones políticas dominantes con los países fronterizos (Ucrania y Bielorrusia, por ejemplo). A lo que se ha añadido una suerte de diplomacia energética en dos líneas concretas: 1) relaciones bilaterales con inversores necesitados de las reservas energéticas rusas; y 2) aprovechamiento de su posición dominante para lograr una mayor preponderancia política respecto de las naciones importadoras. Esta segunda estrategia busca que Rusia, además, tenga una posición preferente en su suministro de gas a la Unión Europea, a la que pretende suministrar unos 165.000 millones de metros cúbicos de gas en 2020, momento en que la Unión Europea necesitará unos 200.000 millones de metros cúbicos; un 82% de las
7
http://www.uralces.ru/extension/publications/spain_002_pdf/0016.pdf
CAPÍTULO 12
nacionales de sus poseedores y de primacía económica en el contexto global. Una situación muy crítica en los países desarrollados que no tienen la capacidad de abastecerse a sí mismos, a la vez que son los mayores consumidores de metales críticos para la economía. De manera que más del 80% del uranio, casi el 80% del cobre, más del 70% del plomo, por dar unos ejemplos, quedan entre los mayores países de la OCDE7. Lo que conduce a asegurar que la minería y la extracción de combustibles fósiles será una de las claves geopolíticas del siglo XXI. Se espera que el volumen de extracción de minerales crezca más de cinco veces respecto de la situación actual; convirtiéndose, como ya lo fue en épocas pretéritas con ciertos metales, en uno de los factores más relevantes de dificultades políticas y económicas.
203
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
204
necesidades europeas totales. Una enorme dependencia que Europa trata de contrarrestar con otras fuentes desde el norte de África; lo que explica el posicionamiento político de la Unión Europea en el Mediterráneo. Y respecto de China y Japón, Rusia tiene, igualmente, estrategias similares. Primero finalizar un oleoducto hacia China con una inversión de 2.500 millones de dólares para transportar 30 millones de toneladas, y con Japón construir un enorme oleoducto de 3.800 kilómetros de largo rodeando el territorio chino. Una inversión que alcanzaría los 10.000 millones de dólares8. En este contexto, la Unión Europea en su necesidad de abrirse comercialmente a los mercados energéticos globales, puso el énfasis en 2010 sobre la necesidad de proteger las fuentes fundamentales de recursos naturales imprescindibles9. Una circunstancia que se entiende clave para asegurar una salida rápida de la crisis económica 10. No sólo se trata de las fuentes de energía primaria, sino de otras materias primas que, como vimos páginas atrás, son esenciales para las industrias tecnológicas. The Raw Materials Initiative de la Unión Europea11, es un programa lanzado en 2008 para –como se añade en el título–: «Lograr nuestras necesidades críticas de crecimiento y de empleo en la Unión Europea. Ya que las materias primas son esenciales para el funcionamiento sostenible de las sociedades modernas». A tal efecto, este programa asevera que sectores como la construcción, los productos químicos, la automoción, el sector espacial, y los bienes de equipo, dependen en lo fundamental de su acceso a las materias primas. Unas industrias que proporcionan en la Unión 30 millones de empleos y aportan un valor añadido de más de 1,3 billones de euros (millones de millones de euros). Dependientes, en su mayor parte, de suministros procedentes de África, Sudamérica, China, Rusia y Australia. Países, que como India, Rusia, China o Argentina, ponen en marcha, como ya dijimos, medidas proteccionistas en cuotas de suministro, impuestos, precios, etc. que distorsionan el mercado. Un mercado que, para Europa, totaliza unos 400 materiales diferentes, sobre los que operan más de 450 restricciones. De esta manera, la Unión Europea pretende una estrategia basada en: •Asegurar el acceso al mercado de materias primas en condiciones igualitarias con otros competidores.
8 9
10 11
S. Chautard. Géopolitique et pétrole. Studyrama, 2007. Trade, Growth and World Affairs: Trade Policy as a Core Component of the EU’s 2020 Strategy http://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2010/november/tradoc_146955.pdf http://www.euromines.org/who_is_downloads/raw_materials_initiative.pdf http://ec.europa.eu/enterprise/newsroom/cf/document.cfm?action=display&doc_id=894&userservice_id=1
GEOECONOMÍA
•Promover el reciclado de materiales como medio para reducir la dependencia exterior.
CAPÍTULO 12
•Establecer las condiciones para lograr un suministro sostenible de los mismos.
Divisas y patrones económicos Este no es un libro de economía financiera. Sin embargo, en el contexto de las materias primas, hay que hacer alusión al funcionamiento de los mercados de commodities y, por tanto, a los mercados de divisas. Ya que ambos encierran muchas de las claves geoeconómicas actuales y futuras. Mercados que, dado el nivel de globalización económica actual, influyen sobre las estructuras y patrones económicos existentes. Al hablar de los mercados, así en general, se puede creer, sin embargo, que se trata de un ente o unos entes que tienen un comportamiento propio, ajeno a decisiones particulares y posiciones de poder geoeconómico. Es decir, una suerte de mecanismo cuyas reglas son incomprensibles, sin saber muy bien quién está detrás de los movimientos especulativos. Lo cual conviene clarificar: detrás de los mercados hay organizaciones públicas o privadas que encierran intereses económicos y políticos. Hay que entender, también, que las divisas –el dinero, en suma– son en sí mismas una suerte de materia prima. La materia prima que permite el funcionamiento del entramado económico. En unos casos, se usará en transacciones de dinero por bienes, sean estos en forma de materias primas o de otro tipo. Y en otros casos, en transacciones de dinero por dinero. Es decir, operaciones contra emisiones monetarias, normalmente de deuda privada o pública, y otro tipo de mecanismos monetarios. La relación entre dinero e inversiones se refiere a las actividades financieras fuera del circuito de compra de bienes manufacturados y de servicios. Se trata, básicamente, de operaciones sobre acciones bursátiles, materias primas, deuda pública (es decir, compra de deuda soberana que se emite mediante bonos o mecanismos similares), divisas (mercado FOREX: Foreign Currency Exchange), depósitos y otros productos bancarios (incluyendo derivados financieros, bonos de renta fija o variable, etc.) y metales preciosos (oro, más comúnmente, por su valor referencial). Las inversiones en materias primas son, normalmente, mercados fuera de los circuitos de deuda. Por lo que lo deseable es que los precios de
205
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
los productos o servicios generados a partir de ellas permitan un desarrollo razonable de la economía en su conjunto. Un barril de petróleo de 300 dólares no sería económicamente aceptable y tendría consecuencias imposibles para la economía real. De la misma manera, es necesario que exista una cantidad suficiente de dinero fuera del mercado de deuda para permitir un flujo económico suficiente en los circuitos de compraventa de bienes y servicios. De otro modo la economía se paralizaría. Caso que se vive actualmente en muchos países debido a la crisis económica, por falta de crédito en operaciones económicas no financieras; lo que paraliza el comercio y el consumo. Llegándose al caso de que las entidades financieras invierten en deuda soberana de sus propios países, acaban congelando la capacidad financiera de la economía real. Un círculo vicioso del que es difícil escapar. Así, se puede concluir que el volumen dinerario en circulación para la producción de bienes y servicios, se refiere al que queda libre en el flujo de las operaciones comerciales. De manera que el valor de las materias primas resulta ser la fuente primera de las inversiones financieras no relacionadas con la deuda.
206
Hay que resaltar, sin embargo, que el dinero está referenciado por monedas emitidas por los diferentes países. Lo que se entiende como divisas. Divisas que, por un lado, tienen estrecha relación con la economía que las sustenta; y por otro, se referencian entre sí de acuerdo con el valor que les da el propio mercado. Y es aquí, donde entra el concepto del «poder» de una moneda. ¿Cómo se puede determinar dicho poder dentro del marco económico? En principio, económicamente. Es decir, una divisa será fuerte y su valor consistente si la economía que lo sustenta lo es. Lo que viene a significar que gran parte del circuito monetario se invierte en la economía real: infraestructuras, investigación, educación, sanidad, desarrollo de mercados y productos, etc. Cuyo efecto será el crecimiento económico real. Con lo que, invertir en estas monedas dentro del mercado FOREX tendrá un rendimiento positivo a medio y largo plazo. Ya que la economía real tiene un efecto directo sobre el valor de la divisa. Es por lo que el dólar ha sido durante años «un valor refugio» de los inversores y logró sustituir primero a la libra y luego al oro como patrón monetario. Así, en la actualidad, prácticamente todos los mercados de commodities operan en dólares. Sin embargo, en los últimos 20 años, el poder de la divisa no ha dependido tanto de la marcha de la economía, sino de lo que realmente se puede hacer con las monedas. Un concepto de poder político y económico a la vez, es decir, geoeconómico. Circunstancia que, desde el asentamiento de la crisis financiera actual, se percibe de
GEOECONOMÍA
De momento, en el contexto de las materias primas, conviene resaltar la situación del dólar respecto del patrón oro. Pues como hemos comentado, el dólar sustituyó a la libra y el oro como patrón de referencia en el comercio mundial. Sin embargo, la situación de debilidad real de la economía americana en la última década ha ido creando una situación en cierta manera artificial. Ya que la política económica americana se ha sustentado en la emisión de deuda debido precisamente al poder de su divisa. Deuda que, progresivamente, el Congreso americano ha ido elevando en su techo. Y hoy, cuando se escriben estas páginas (en julio de 2011), está en cuestión si el Congreso americano admitirá una nueva escalada. De no ser así la Administración Obama ha hablado de bancarrota. Con lo que, presumiblemente, se elevará nuevamente ese límite. Pero lo que interesa ver es cómo la situación del dólar relaciona el nivel de deuda soberana americana con la subida del precio del oro. Esto se muestra en la Figura 12.512. Figura 12.5 Evolución de la deuda de Estados Unidos y del precio del oro
207
16.000 14.000 12.000 10.000 8.000 6.000 4.000 2.000
12
M. Zaki. La fin du dollar. Favre, 2011.
Precio onza de oro ($)
nov 09
feb 09
may08
ago 07
nov 06
feb 06
may05
ago 04
nov 03
feb 03
may02
0
Deuda US (Bill. $)
CAPÍTULO 12
manera muy clara en el comportamiento de las divisas principales: el dólar, el euro y el yen. Volveremos a esto en el capítulo 15.
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
Donde se puede apreciar que un aumento de la deuda americana del 123% en el período junio de 2002 a octubre de 2009, ha traído aparejado un aumento del precio de la onza de oro en un 366%. Algo que parece ser imparable, pues si a finales de 2010 el oro alcanzaba un precio de 1.400 dólares la onza, a mediados de julio de 2011 se encontraba ya cercano a los 1.600 dólares. Un aspecto de la debilidad de la economía americana y, en cierta manera, de los problemas de la estabilidad del euro y los cambios por venir respecto del dólar como patrón económico mundial. Lo discutiremos en el Capítulo 15.
El drama de los alimentos
208
La Figura 12.6 representa la evolución del índice de precios de la FAO desde 2000 hasta junio de 201113. Se trata de una subida del 160% en el período considerado. Este índice se establece a partir de la media de los índices de precios de cinco commodities alimentarias: carne, productos lácteos, cereales, aceite y azúcar, que se ponderan según sus exportaciones medias en el período 2002-2004. Son un total de 55 valores que analizan los especialistas de la FAO. Figura 12.6 Índice de precios de los alimentos de acuerdo con la FAO 250
200
150
100
50
0 2000
13
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
http://www.fao.org/worldfoodsituation/wfs-home/foodpricesindex/en/
2008
2009
2010
jun 11
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 12
El crecimiento del precio de los alimentos, cuyo pico desde 2000 acaba de alcanzarse en junio de 2011, tiene muchas causas. Incluso problemas como el último terremoto de Japón o los conflictos actuales del norte de África tienen su influencia. Sin embargo, donde más afectan estas subidas son en los países menos desarrollados. A los cuales la situación de su propia economía les penaliza, sobre todo si sus divisas se deprecian respecto del dólar, moneda que viene, de nuevo, a ser el referente de los precios de los alimentos. Y esto lleva a que el hambre de muchos países en lugar de disminuir, crezca. El Programa Mundial de los Alimentos (WFP, World Food Program) de las Naciones Unidas14 da su apoyo a más de 80 países de África, Asia, América y Oriente Medio. De los cuales 36 tienen una tasa de desnutrición de la población entre el 20 y el 30%. Con nueve de ellos por encima del 35%. Personas que, en su conjunto, han de dedicar entre el 60 y el 80% de sus ingresos a costear la compra de alimentos, quedándoles una exigua parte para atender otras necesidades vitales, como sanidad, educación, vivienda, etc. El WFP dedicó en 2010 1.250 millones de dólares a la compra de alimentos, de los cuales el 80% se dirigió a países en vías de desarrollo. Volviendo a las causas de la elevación de los precios, un interesante análisis de The Washington Post de 200815, pone de relieve cinco de los grandes problemas que se conectan con esta circunstancia: 1) restricciones de los países exportadores, similares a las comentadas sobre las materias primas; 2) aumento de la demanda en Asia, que se incrementó un 150% en el período 1980-2008; 3) los efectos del cambio climático, tanto por sequías como por inundaciones; 4) la producción de biocombustibles, basados en cultivos como el maíz o la mandioca, que han llevado a un aumento del 98% de los precios del sorgo, por ejemplo; y 5) el incremento de los precios de los combustibles fósiles, de gran impacto en los precios del transporte de los alimentos. En otro lado están las grandes empresas de distribución alimentaria referidas en el Capítulo 5. Poco conocidas, estas compañías transnacionales tienen un papel fundamental en los precios de los alimentos y en la producción de los mismos. Quizás, la más controvertida sea Cargill. Fundada en 1865, con su central en Minnesota, resulta ser la mayor corporación privada estadounidense en términos de ingresos (107.000 millones de dólares en 2010). Y no sólo, porque opera también en los mercados financieros, farmacéuticos, energía, etc. Se asegura que, prác14 15
http://www.wfp.org/ http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/graphic/2008/04/26/GR2008042602496.html
209
CAPÍTULO 12
LAS MATERIAS PRIMAS
ticamente, cualquier país del mundo tiene que ver con Cargill. Capaz, según algún autor16, de influir en las decisiones políticas en su estrategia de convertirse en la sociedad que controle todo el sistema global de los alimentos. Una exageración, quizás, pero algo a tener en cuenta en el contexto de la economía global.
210
16
B. Kneen. Invisible Giant: Cargill and its Transnational Strategies. Pluto Press, 2002.
CAPÍTULO
13
Petróleo y gas
Índice La energía secuestrada, 211 Geoeconomía del petróleo, 213 Los mercados petrolíferos, 219 Multinacionales energéticas y poder político, 222 El futuro energético mundial, 224 211
La energía secuestrada Hacia 1880 el petróleo, aunque conocido, no tenía prácticamente ningún interés. De hecho se le denominaba aceite de roca, un término que hacía referencia a su capacidad para alimentar las lámparas de aceite mineral; una nueva «tecnología» desarrollada en Alemania que, años antes, había incitado a John Rockefeller a crear la compañía Standard Oil Company para explotar el petróleo. Un producto que se ofrecía para ser usado en este tipo de lámparas, así como para otras aplicaciones entre las que se encontraban, ciertos usos medicinales. Con la Primera Guerra Mundial, y la entrada del Reino Unido en ella, se inicia el futuro reparto de las fuentes del petróleo, especialmente en Oriente Medio y México. En este sentido, ya dijimos en el Capítulo 1 que, en lo económico, la Primera Guerra Mundial trajo, entre otras cosas, la sustitución de la libra esterlina por el dólar como divisa de referencia. Sin embargo, la Gran Guerra estableció, además, un nuevo mundo alrededor del petróleo. Al comienzo de la guerra el Imperio británico estaba exhausto, pero era aún el gran imperio de Occidente. Su economía estaba en bancarrota, pero mantenía el control de las fuentes del petróleo. Y a su fin esta situación permaneció, aunque con algún cambio, como fue la competencia con Estados Unidos, nueva potencia en liza.
CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
La guerra de 1914-1918 introdujo el petróleo como carburante esencial; y su aprovisionamiento constituyó uno de los elementos cruciales de la geopolítica de aquel momento. Algo que dura aún en nuestros días. Por dar un dato: al fin de la guerra, el 40% de la flota británica se alimentaba con fuel-oil; y por parte francesa, si al inicio contaban con 110 camiones y 132 aviones, al final tenían 70.000 camiones y 12.000 aviones1. Ya se puede suponer las necesidades de carburantes que eso implicaba. Como se ha indicado, al final de la guerra Inglaterra estaba en bancarrota. Debía casi 5.000 millones de dólares a los americanos de una deuda total de unos 7.400 millones de dólares. La banca J. P. Morgan era uno de los mayores acreedores. En 1929, en una reunión del Consejo de los aliados en San Remo (Italia) se decidió el reparto de las concesiones petrolíferas: el 25% de la producción de Irak (Mesopotamia, en aquella época) quedaba en manos francesas; el 75% restante pasaba a ser controlado por el Gobierno británico, que lo explotaría mediante la Anglo-Persian Oil Company y la Royal Dutch Shell. Un hecho que abrió fuertes disensiones entre americanos e ingleses.
212
Sin embargo, años más tarde, al final de la Segunda Guerra Mundial, la primacía mundial correspondía sin duda alguna a los Estados Unidos. Primero, por su control sobre los tres pilares financieros nacidos de Bretton Woods: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Acuerdo General sobre el Comercio y las Tarifas Aduaneras (GATT). Segundo, por las grandes compañías petroleras estadounidenses que operaban en los mercados mundiales, especialmente, la Standard Oil de la familia Rockefeller y la Gulf Oil de la familia Mellon. Ambas tenían las mayores concesiones en Oriente Medio, y entre ellas, la mayor de Arabia Saudita. Unas concesiones nacidas de los acuerdos firmados entre el presidente Roosevelt y el rey de Arabia Saudita, Abdul Aziz. El Plan Marshall consolidó la posición americana como potencia mundial, y a este hecho se unieron la presencia dominante de cinco grandes compañías petroleras: Exxon, Mobil, Texaco, Chevron y Gulf Oil. A lo que se añadían cinco enormes bancos: Chase Manhattan Bank, First National City Bank (luego Citibank), Banker’s Trust, Chemical Bank New York Trust (ligado a Standard Oil) y el Morgan Guaranty Trust Co. Un potente grupo económico-petrolero concentrando un enorme poder dentro y fuera de las fronteras americanas. Con esta situación, durante los años 1950 el precio pagado por cada barril de petróleo se distribuía a razón de 70% para las compañías 1
W. Engdahl. A Century of War. Londres, Pluto Press, 2004.
GEOECONOMÍA
En octubre de 1973 se produjo por parte de la OPEP el embargo del petróleo a Estados Unidos y otras naciones occidentales como respuesta al apoyo dado a Israel durante la guerra de Yom Kippur. Una congelación de suministro que duró hasta marzo de 1974 y que multiplicó los precios del barril casi por tres. Situación que llevó a los países occidentales a crear reservas estratégicas de petróleo, controladas por los Gobiernos. Respecto de los precios, la escalada fue imparable en esa década: en Estados Unidos, el barril de petróleo subió de 3,35 dólares en enero de 1970 a 32,50 dólares a finales de los años setenta. Con momentos muy dramáticos como el 1 de enero de 1974 en que la OPEP los incrementó de 4,31 dólares a 10,11 dólares. Una situación que produjo en los países compradores y, muy especialmente, en Estados Unidos fuerte incremento de la inflación y desempleo. Una crisis ya comentada páginas atrás. Desde entonces, en la defensa de sus intereses (o ataque), los países productores han utilizado el precio o la cantidad de suministro, se ha utilizado con asiduidad; ya fuera para mantener un nivel de precios conveniente en el mercado o para subir las condiciones de los contratos. Y esto, no sólo con el petróleo, sino con el gas, como sucedió con Rusia al cortar el suministro de gas a Ucrania y Moldavia en enero de 2006 –y posteriormente a Georgia– durante las renegociaciones contractuales. Sin embargo, el uso de la energía como arma de dominio político va más allá, dado que no sólo las fuentes primarias, sino las secundarias están reguladas en sus precios por todos los Gobiernos. La energía se constituye, así, como un poder: un poder de enorme eficacia.
Geoeconomía del petróleo La energía en sus múltiples facetas y aplicaciones es el elemento clave de la riqueza económica. Si bien, para prosperar económicamente se
CAPÍTULO 13
petroleras y 30% para los Estados productores. Una situación de enorme desequilibrio, que enriqueció mucho a las petroleras y los bancos pero que poco a poco se fue desmantelando. Así, durante la década siguiente, el esquema pasó a ser un 50% para cada uno de los interesados: empresas y países. Después del golpe de Estado en Libia, en 1971, se invirtieron los términos, pasando a ser el 70% para los Estados productores y 30% para las empresas. Y, un año más tarde, se establecía el esquema que aún pervive: 95% para los Estados y 5% para las petroleras. La OPEP, creada en 1960 en Viena –a iniciativa del ministro venezolano de Energía y Minas, Juan Carlos Pérez Alfonzo– por Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela, empezaba a cambiar las reglas que habían existido durante décadas.
213
CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
214
necesita un precio razonable y una disponibilidad asegurada de los productos. Energía abundante y barata fue el elemento clave del crecimiento económico del siglo XX. Una situación que, en plena crisis financiera en 2008, se demostró imposible cuando el precio del barril alcanzó en agosto de ese año el precio de 147 dólares. El sector energético, por su parte, es muy intensivo en capital. Son enormes las inversiones que es preciso poner en juego en todo el proceso de exploración, transporte y refino del petróleo, así como en su distribución minorista. En un esquema de petróleo abundante con una situación financiera estable, la economía del petróleo genera abundantes beneficios: a los Gobiernos (ya sea directamente o vía impuestos), a las compañías petroleras, a los bancos relacionados con este sector, y a una enorme pléyade de intermediarios: brokers, etc. Sin embargo, en momentos difíciles política o financieramente (como en las crisis de 1973, de 1979 o el caso de 2008 y la contracción del crédito que surgió a su paso), que hagan prever importantes reducciones de suministro, las tensiones económicas y, en consecuencia, las políticas asociadas con el sector energético son muy importantes; estando su intensidad muy relacionada con la gravedad del caso. Sin embargo, independientemente de los cambios en el ciclo económico, el actual modelo energético basado en fuentes de energía finitas, hace prever en el futuro situaciones económicas muy inestables. Ya que la previsible concatenación de los dos elementos clave –cantidad de petróleo y precio– no aseguran tiempos de prosperidad en el largo plazo. Una inestabilidad que ya se percibe en muchas de las situaciones geoeconómicas que se dan respecto del petróleo; debido a que esta fuente energética es crucial en cualquier faceta de la actividad política o económica. El petróleo es clave porque permite el desenvolvimiento de la sociedad en los múltiples usos, instrumentos, y actividades que esta precisa: desde transporte para desarrollar un trabajo, distribuir productos o disfrutar de un tiempo vacacional, hasta los miles de instrumentos que la vida diaria proporciona y que están basados en derivados petrolíferos, como pueden ser multitud de plásticos de variados tipos. En lo político, el petróleo influye determinantemente porque se imbrica en la política económica de manera que gran parte de la misma está condicionada por este hidrocarburo como hemos comentado. Es, en definitiva, el sustento básico de la economía. Hoy en día, la mayor parte del consumo del petróleo2 se da en el transporte, que utiliza el 57% del total. De esto, más del 80% se consume 2
J-M. Gauthier. Geoeconomía de la demanda y de la oferta energética mundial. Revista Geoeconomía Invierno 2009-2010, pág. 31-45. Instituto Choiseul España.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 13
en el transporte por carretera. En 2030, según las previsiones actuales, los consumos habrán cambiado en valor absoluto, pero no en los porcentajes. Una situación que viene determinada por el enorme crecimiento de la flota de vehículos a escala mundial, que se duplicará en 2030, pasando de los 700 millones de vehículos particulares actuales a más de 1.400 millones en 2030. Todo ello lleva a enfrentarse con la necesidad de desarrollar sistemas energéticos que sean: 1) eficientes en su mix de energías; 2) suficientes para cubrir las necesidades energéticas a corto, medio y largo plazo; 3) lo más independientes posibles de las fluctuaciones de suministro; y 4) competitivos para mantener el sistema económico suficientemente productivo. El primer aspecto a tener en cuenta en el esquema anterior es considerar la situación global. Especialmente, en lo que se refiere a las reservas mundiales de hidrocarburos; ya que en algunos países la dependencia de su mix energético respecto del petróleo es enorme. Una situación que, según datos de EUROSTAT de 2010 para los países de la UE-27, en el período 1998-2008, se había incrementado casi un 20% desde el inicio al fin de esa década, momento en que la dependencia era superior al 84% (Figura 13.1). Hecho que, observando los países más relevantes de Figura 13.1 Dependencia energética UE-27 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 1998
1999
2000
Dependencia energética % total Fuente: EUROSTAT
2001
2002
2003
2004
Dependencia energética % petróleo
2005
2006
2007
2008
Dependencia energética % gas natural
215
CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
la Unión Europea, mostraba (salvo el caso del Reino Unido) una situación alarmante; donde, por ejemplo España, acusa una dependencia del exterior superior al 81% del suministro energético total, y del 100% en lo relativo al petróleo y gas (Figura 13.2). Figura 13.2 Dependencia energética en varios países europeos 120
100
80
60
40
216
20
0 Alemania
España
Francia Petróleo
Gas
Italia
Reino Unido
Total
Fuente: EUROSTAT
Analizado el problema de la dependencia energética a nivel global –sobre todo en lo que respecta a los hidrocarburos–, surgen dos aspectos también relevantes. Primero, el volumen estimado de reservas de crudo y su concentración en ciertas áreas del planeta, tanto en cantidades totales como en porcentaje: muy concretamente en Oriente Medio, a lo que hay que unir Irán, Rusia y Venezuela (Figuras 13.3 y 13.4). Y segundo, el denominado pico de producción (peak oil), que se refiere al momento en que la producción del país considerado alcanzó su máximo. Una circunstancia que en el mundo llegó en 2001, y en Estados Unidos al inicio de los 1970; y que abunda en el hecho de que se trata de energías finitas que tendrán un límite y se agotarán. Si olvidar el coste que tendrá su proceso de exploración y, sobre todo, de extracción (Figura 13.5). Especialmente cuando se considera el volumen ya consumido según esas mismas estimaciones (Figura 13.6).
GEOECONOMÍA
Figura 13.3 Reservas probadas de crudo en miles de millones de barriles3
300
CAPÍTULO 13
3
250 200 150 100 50
China
Nigeria
Libia
Angola
Argelia
EAU
Arabia Saudita
Qatar
Kuwait
Irak
Irán
Rusia
Kazajstán
Venezuela
México
Canadá
Estados Unidos
0
217
Figura 13.4 Reservas probadas por países en tanto por ciento (ver nota 3) 20
15
10
5
3
China
Nigeria
Libia
Angola
Argelia
EAU
Arabia Saudita
Qatar
Kuwait
Irak
Irán
Rusia
Kazajstán
Venezuela
México
Canadá
Estados Unidos
0
BP Statistical Review of World Energy. Junio 2011. http://www.bp.com/assets/bp_internet/globalbp/globalbp_uk_english/reports_and_publications/statistical_energy_review_2011/STAGING/local_assets/pdf/ statistical_review_of_world_energy_full_report_2011.pdf
CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
4
Figura 13.5 Año estimado del peak oil4
2.060 2.040 2.020 2.000 1.980 1.960 1.940
Mundo
No OPEP
China
OPEP
Nigeria
Libia
Angola
Argelia
EAU
Arabia Saudita
Qatar
Irak
Kuwait
Irán
Rusia
Venezuela
México
Canadá
Estados Unidos
1.920
218
Figura 13.6 Volumen de crudo consumido por país (ver nota 4) 90 80 70 60 50 40 30 20 10
4
T. Seifert; K. Werner. El libro negro del petróleo. Capital Intelectual. Argentina, 2008.
Mundo
No OPEP
China
OPEP
Nigeria
Libia
Angola
Argelia
EAU
Arabia Saudita
Qatar
Irak
Kuwait
Irán
Rusia
Venezuela
México
Canadá
Estados Unidos
0
GEOECONOMÍA
Los mercados petrolíferos La industria energética, especialmente en lo referente al petróleo y el gas, es fuertemente competitiva. A lo que se une la acción de los Gobiernos propietarios de las fuentes petrolíferas, especialmente la OPEP; constituida 5
P. Sébille-Lopez. Géopolitiques de pétrole. Armand Colin. 2006.
CAPÍTULO 13
Mirando hacia el futuro, según las estimaciones de varias agencias y empresas del sector, la demanda no dejará de crecer. De manera que, en 2030, se estima una demanda un 50% superior a la actual: un 80% de la misma dependiente del petróleo. Situación que viene a reforzar lo expresado anteriormente, y a lo que hay que añadir el dato de las emisiones de efecto invernadero fruto de la combustión de estos combustibles fósiles. Así, la confluencia entre un petróleo más caro en su extracción por haber logrado pasar el pico de producción, las necesidades crecientes de demanda por parte de los países desarrollados y otros grandes consumidores como serán China, India, Brasil, etc., y la concentración de las reservas en ciertos países (especialmente en Oriente Medio) y, por el contrario, la casi total ausencia de petróleo en Estados Unidos y la Unión Europea, principalmente, hace prever en el futuro tensiones geoeconómicas muy concentradas en Oriente Medio y la zona del Cáucaso, con Irán como frontera y Rusia al norte. Ya que no será factible obtener suficientes cantidades de suministro a precios razonables, salvo en Oriente Medio (donde, actualmente el coste de extracción está en torno a los 50 dólares/barril coste total). Siendo en otras zonas el coste de extracción mucho mayor (por ejemplo, unos 80 dólares/barril en los aceites pesados canadienses). A lo que se une la circunstancia de que Oriente Medio es el lugar donde se encuentran los pozos de petróleo de mayor producción mundial. Baste como dato el hecho de que de los 70.000 pozos en explotación actuales, los 20 mayores contribuyen con el 25% de la producción total (estando ya en producción más de 50 años). En los que los cinco mayores representan el 12% global, y el mayor de todos el 7%. Circunstancia que, con algún matiz, se puede aplicar al gas natural. Matiz que viene determinado por el hecho de que, en lo referente a Europa, el suministro se concentra en Rusia, Irán, Argelia y Libia, fundamentalmente. Dependencias que explican muchos de los sucesos acaecidos en el norte de África durante 2011, o los diferentes posicionamientos estratégicos en Asia Central, así como los acuerdos entre Irán y Rusia. Países que podrían llegar a controlar el precio mundial del gas5.
219
CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
220
actualmente como un cártel de doce países: Arabia Saudita, Argelia, Angola, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Indonesia dejó la organización en 2008, después de que perdiera la característica de ser un exportador neto de petróleo. Los grandes productores son las empresas públicas de los países anteriores. Siendo el mayor de ellos Aramco, la compañía pública de Arabia Saudita. Una empresa que produce más de cuatro veces lo que la mayor empresa privada de este sector (Exxon Mobil). Adicionalmente, los Estados de la OPEP han diversificado sus actividades yendo de la explotación de los pozos petrolíferos (upstream), al refino de crudo y a la distribución minorista (downstream). La producción que sale al mercado y, en consecuencia, los volúmenes de exportación y los precios, tienen que ver con las decisiones que toman los Gobiernos de la OPEP. Lo que se hace para defender los intereses económicos y políticos de sus miembros, cuyos excedentes financieros irrumpen en participaciones en sociedades occidentales, así como en la compra de emisiones de deuda de estos mismos países. Esta circunstancia de orden político en el control del volumen de suministro y los precios, unida a la característica que tienen los productos petrolíferos de no poder ser sustituidos en la actualidad por otros combustibles, hace que los mercados del petróleo y de sus productos derivados carezcan de la elasticidad que tienen otros mercados, en los que el juego de la oferta y la demanda funciona con mayor flexibilidad. De esta manera, los mercados del petróleo, ante la posible falta de suministro, descuentan esta circunstancia en el precio con mucha rapidez. Precios que sufren subidas y bajadas de manera muy volátil. La localización de las fuentes de suministro en lugares inestables políticamente agrava este comportamiento. Esto ha ocurrido en varias ocasiones con más o menos intensidad. Especialmente en 1973 cuando se dio el gran salto de precios: el Arabia Ligero en el período 1972-1974, pasó de los 2 dólares/barril a 10 dólares/ barril, creando con ello la primera gran crisis económica debida al petróleo. Una situación que volvió a repetirse en 1979 al hilo de la revolución iraní, aunque con menos intensidad. Y, posteriormente, aunque por otras causas, en 2008. Ya que el incremento de los 70 a los 147 dólares en agosto de ese año no sólo se debió a una contracción del suministro, sino a una serie de circunstancias propias de la poca elasticidad del mercado del petróleo. Un hecho que podría repetirse (y seguramente se repetirá) en el futuro. La Figura 13.7 muestra el comportamiento de los precios desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, con los picos de volatilidad más importantes ya comentados.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 13
Figura 13.7 Evolución de los precios del petróleo en dólares 120 100 80 60 40 20
Precio nominal
2010
2006
2001
1998
1994
1990
1986
1982
1978
1974
1970
1966
1962
1958
1954
1950
1946
0
Precio corriente
221
A lo anterior hay que añadir también las distintas calidades de los crudos que se obtienen de las diferentes zonas en el globo: crudos ligeros y pesados. Unos con grandes cantidades de azufre y otros no; ya que el petróleo difiere en sus características químicas según el área en que se extraiga. Circunstancia que se une a la formación de precios en los mercados de commodities. Mercados que son de varios tipos: •Mercado spot, según el cual la orden de compra lleva a la entrega inmediata del producto al igual que se hace en cualquier mercado al por mayor. •Contratos forward. Una operación de compra-venta anticipada en la que se fijan el precio y las condiciones de entrega. •Contratos de futuros. Similar a los contratos forward, si bien la transacción se realiza mediante contratos estándar que se regulan mediante una cámara de compensación. •Contratos hedge. Son contratos de futuros con cobertura, sea esta corta, cuando el que provee la cobertura tiene el producto (o espera tenerlo), o larga, cuando el producto se adquirirá en el futuro y se pretende asegurar un precio. Las anteriores fluctuaciones de precio y suministro comentadas, es decir, las expectativas de oferta y demanda, por un lado, y las condiciones de estabilidad política, por otro, concluyen en fuertes inestabilidades
CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
en todos los mercados y, muy singularmente, en los mercados de futuros. En este sentido, la fuerte demanda de China e India, juntamente con la crisis financiera de 2007-2008, que condujo a una caída del dólar, y a la subsecuente contracción de la demanda en Europa, produjo de inmediato una subida inesperada y súbita de los precios. Un estado de cosas que ha obligado a los diferentes países a tomar decisiones que aseguren un suministro sin cortes a precios razonables. Una suerte de geoeconomía del miedo que conduce a decisiones que implican acciones estratégicas en las que se ponen en juego las conocidas técnicas de soft power, y de hard power.
Multinacionales energéticas y poder político
222
El sector energético, en general, está dominado por empresas públicas o por compañías que dependen de una u otra manera de los Gobiernos, ya sea financieramente o por confluencia de intereses: el primer caso típico de los países productores, y el segundo, característico de las empresas petrolíferas en el mundo occidental, algunas total o parcialmente controladas por los Gobiernos que participan societariamente en ellas. Es, en este sentido, un sector intervenido, o como comentamos páginas atrás. Un sector, de alguna manera, secuestrado por muchos intereses. En lo relativo a la nacionalización de las compañías, se alega que se trata de un servicio público estratégico. Esto hace que las empresas puramente privadas tengan estrechas relaciones con el poder político, confundiéndose en muchos casos quién es quién en estas empresas, ya que el trasvase de ejecutivos de un lado a otro suele ser muy habitual. No sólo en los países no democráticos, sino también en democracias consolidadas. Una delgada línea que conecta el sector público con el privado, y viceversa. Lo que abunda en la dependencia anteriormente comentada. Esta situación viene de lejos: en 1914 las empresas petroleras inglesas y holandesas firmaron un acuerdo según el cual no realizarían actividades en el interior del Imperio otomano –que abarcaba Turquía y toda la península de Arabia–, sino a través de la Iraq Petroleum Company (la antigua Turkish Petroleum Co.). Un hecho que disgustó enormemente a los americanos que veían peligrar su suministro de crudo de aquellas fuentes. Años después se reanudaron las negociaciones, y el 31 de julio de 1928 se logró un acuerdo según el cual Exxon y Mobil se repartían el 23,75% de la Iraq Petroleum Company, quedando un 23,75% para cada una de las empresas originales (British Petroleum, Shell y la Compagnie Française de Pétrole), y el 5% restante para la empresa turca Gulbenkian. Un acuerdo que se dio en llamar el Red Line Agreement, haciendo
GEOECONOMÍA
Ya en tiempos más modernos, antes del embargo de 1973, siete empresas, las denominadas seven sisters: Exxon, Mobil, Socal, Gulf, Texaco, Royal Dutch Shell, British Petroleum y la Compagnie Française des Pétroles (Total), controlaban el 91% de la producción de Oriente Medio y el 77% del suministro fuera de Estados Unidos y Rusia. Una situación que, después de la crisis de 1973 y las subsiguientes decisiones de la OPEP, hicieron cambiar este panorama. De manera que hoy, aparte de los países de la OCDE, han surgido otras nuevas «hermanas»: Aramco de Arabia Saudita, Gazprom en Rusia, NIOC en Irán, PDVSA en Venezuela, Petrobras de Brasil, Petronas en Indonesia y CNPC en China. Todas ellas empresas estatales. De las cuales, como se ha indicado, Saudi Aramco es la mayor compañía del mundo. Una empresa que es propietaria del 22% de las reservas probadas de crudo y produce el 13% del total mundial. Gazprom, por su parte, posee las mayores reservas mundiales de gas, a la vez que produce el 90% del gas ruso; siendo propietaria, a su vez, de una extensa red de gaseoductos. Una compañía que, por capitalización de mercado, está entre las cinco mayores del mundo; estando presente en 30 países, y siendo el suministrador estratégico de gas en Europa, y tratando de posicionarse como clave en los suministros de gas licuado en Estados Unidos y Asia. Hemos mencionado anteriormente el concepto de la geopolítica del miedo, ya tratado en el Capítulo 2, donde hacíamos mención a los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. De aquí surgieron los ataques de la Administración Bush contra el terrorismo internacional, y en especial contra el presidente iraquí Sadam Hussein. Por un lado, bajo la creencia de que poseía armas de destrucción masiva; por otro, según el criterio de que este tipo de armamento podría ser utilizado por grupos terroristas, entendiendo que existía una conexión entre Sadam Hussein y Al Qaeda. Sin embargo, los hay que piensan que detrás de esta operación existía un interés por controlar importantes fuentes de suministro de crudo. Máxime cuando ya a inicios de 2001, la dependencia exterior americana respecto del petróleo había sobrepasado el 50%. A lo que se añadía el hecho de que el petróleo es absolutamente esencial en Estados Unidos para mantener todo el vasto operativo militar de tanques, aviones, barcos, etc., que es crucial para el mantenimiento de la supremacía global de Estados Unidos en el mundo. Una problemática que llevó al vicepresidente americano, Dick Cheney, a presentar un plan energético en el contexto de un grupo de reflexión constituido por el propio presidente Bush: el National Energy Policy Development Group (NEPDG). Hecho que levantó las sospechas de intereses encubiertos en ciertos ambientes, ya
CAPÍTULO 13
referencia a la línea roja que bordeaba toda la península de Anatolia y la de Arabia, que eran las zonas del acuerdo.
223
CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
que el vicepresidente había sido presidente y consejero delegado de la empresa de servicios energéticos Hlliburton Co., y había asesorado a otras firmas energéticas, incluida Enron Corporation que, en 2002, se vio inmersa en un conflicto de corrupción que acabó con la compañía y causó una profunda reestructuración de la industria de auditoría y consultoría a nivel mundial, entre otros efectos. El informe Cheney alertaba sobre los problemas energéticos americanos, y en sus 35 recomendaciones dirigidas a la política internacional, hacía énfasis «en remover los obstáculos –políticos, económicos, legales y logísticos– para asegurar el suministro sin merma del petróleo extranjero a los Estados Unidos». Recomendación que no sólo se dirigía hacia Oriente Medio, sino que propugnaba estrechar relaciones con los países del mar Caspio y con otras regiones del mundo, y muy concretamente el Índico. Una estrategia que ha continuado la Administración Obama, si bien con definidos criterios de soft power. Lo que no acaba de hacer desaparecer las dudas sobre las estrechas conexiones entre el sector privado de las multinacionales petroleras, y las decisiones que se toman a nivel gubernamental, en unos casos evidentes, y en otros de más compleja valoración.
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El futuro energético mundial En 1977 se publicaron6 los resultados de un importante trabajo de prospectiva sobre el futuro energético mundial. Participaron unos 100 relevantes expertos de 30 países, bajo el patrocinio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Fue un esfuerzo enorme para evaluar cómo podría ser el futuro energético mundial poco después de la crisis del petróleo de 1973. Las conclusiones más relevantes fueron las siguientes: 1. El suministro de petróleo no será capaz de responder a la demanda esperada antes del año 2000, muy probablemente entre 1985 y 1995, incluso si los precios de la energía se incrementan un 50% sobre los precios actuales (1977). 2. La demanda de la energía continuará creciendo incluso si los Gobiernos imponen vigorosas políticas de ahorro energético. 3. El continuo ascenso de la demanda precisa que nuevas fuentes de energía sean desarrolladas con más intensidad. El cambio de una economía dominada por el petróleo comienza ahora. 6
C. L. Wilson (Director). Energy: Global Prospects 1985-2000. Report of the Workshop on Alternative Energy Strategies (WAES). McGraw Hill, 1977.
GEOECONOMÍA
5. El carbón tiene el potencial de contribuir de manera substancial al suministro.
CAPÍTULO 13
4. La electricidad nuclear es capaz de hacer una importante contribución al suministro global de energía, aunque su aceptación a gran escala ha de ser aún establecida.
6. Las reservas de gas natural son lo bastante grandes para asegurar la demanda siempre que los incentivos sean suficientes para favorecer un extenso (y caro) sistema de transporte de gas intercontinental. 7. Aunque los recursos básicos de otros combustibles fósiles sean grandes, sólo proporcionarán pequeñas cantidades de energía antes del año 2000. 8. Aparte de la energía hidroeléctrica, otras energías tales como la energía solar, eólica, de las olas, etc., no contribuirán de manera significativa en este siglo (el siglo XX). Probablemente serán cada vez más importantes durante el siglo XXI. 9. La mejoras en eficiencia energética, más allá de políticas de ahorro del consumo, pueden contribuir de manera importante a la reducción del gasto energético. 10. La crítica interdependencia de todas las naciones respecto de la energía requiere un importante grado de colaboración internacional en el futuro. Han pasado 33 años, y con esta perspectiva se puede ver la validez de las anteriores conclusiones, y lo difícil que es hacer proyecciones a largo plazo. Es evidente que el petróleo no se ha agotado y los precios son hoy mucho más elevados que las estimaciones hechas por el WAES. Siendo evidente que, cuando se trata de mirar hacia el futuro, en un rango de 30 o 50 años, existen grandes posibilidades de errar. Ya que la historia de la humanidad ha demostrado que siempre se encuentran las soluciones apropiadas, aunque se tenga que pasar por tiempos de penurias. ¿Cuáles son hoy los grandes problemas relacionados con la energía y, en particular, con el petróleo? ¿Cuál es la previsible evolución de la situación actual con nuestra forma de ver las cosas hoy? Al igual que con la historia, hacer juicios aventurados del pasado que no se vivió o del futuro que no se vivirá es siempre arriesgado. Y ni siquiera los juicios intelectuales más rigurosos serán capaces de acertar al cien por cien en sus estimaciones. Empecemos, sin embargo, por describir los que actualmente parecen plausibles. El primer hecho incontestable es el pico de producción. Todos los combustibles fósiles lo alcanzarán tarde o temprano, y la humanidad se
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CAPÍTULO 13
PETRÓLEO Y GAS
enfrentará a ello. La dificultad es acertar en el cuando. Por dos motivos, primero, porque las reservas hoy estimadas, podrían variar mañana con nuevos descubrimientos. Segundo, porque cambios futuros en los modelos financieros podrían hacer factible vivir con precios de barril muy caros. Visto desde hoy, sin embargo, con el mundo tal como es, la civilización desaparecería si no hubiera una gota de petróleo y, aunque lo hubiera, el mundo entraría en una enorme bancarrota si el barril costara 300 dólares, por poner algo irreal. Ambas situaciones llevarían, además, a conflictos armados de enorme magnitud. Sin embargo, lo que sí resulta plausible es que el mundo en su conjunto deberá acostumbrarse a vivir sin un petróleo barato y, gran parte de los países, deberán convivir con una enorme dependencia del crudo producido fuera de sus fronteras. Especialmente aquellos países que son los más desarrollados de la Tierra en estos momentos. Y cuando nos referimos al petróleo, de la igualmente habría que hablar del gas natural.
226
Y un petróleo relativamente caro, con una fuerte dependencia del mismo en numerosos países, conducirá a una energía secundaria cara y a unos productos derivados del petróleo igualmente de precios elevados. Electricidad cara, lubricantes caros, fertilizantes caros y productos químicos caros. Y dentro de este grupo todo el inmenso mundo de los polímeros y de los plásticos. Una nueva situación que mantendrá las inestabilidades financieras y la volatilidad de los mercados. Pero el petróleo no sólo se conecta con la electricidad o los derivados petrolíferos, sino que su influencia va más allá. De una u otra manera afecta al agua, a la alimentación y a las inestabilidades políticas e incluso a las guerras. Y, más colateralmente, incide en la pobreza de los pueblos con los efectos subsecuentes en la educación, enfermedades, etc. En otro orden, el mundo basado en los combustibles fósiles, incluyendo el carbón, tiene unos claros efectos en el medio ambiente. Se podrá discutir, con más o menos animosidad, sobre el cambio atmosférico, pero de lo que no hay ninguna duda es del incremento de temperatura medio del planeta y de la enorme polución en muchas áreas del mismo. De ahí sus efectos sobre la salud. Vayamos a la pobreza: ¿qué tiene que ver el petróleo con este drama? Simplemente el hecho de que con petróleo caro y difícil de conseguir, los pueblos más retrasados tendrán mucho más difícil alcanzar cotas de prosperidad suficientes. Será imposible conseguir los fertilizantes necesarios y otra multiplicidad de productos derivados a precios razonables. En este sentido, tal como se estructura hoy en día la industria
GEOECONOMÍA
Quedan ciertamente las energías renovables, e incluso la energía nuclear. Sin embargo, ninguna de ellas será capaz de cubrir todo el marco de la vida humana como lo hace el petróleo. Un panorama nuevo con el que habrá que convivir.
CAPÍTULO 13
agroalimentaria, los cortes posibles de suministro afectarían grandemente a los alimentos. Algo que un autor7 ha definido como «comer petróleo» (cooking oil) por el impacto de los fertilizantes en esta industria.
227
7
A. Little. Power Trip. Harper Collins, 2009.
CAPÍTULO
14
Agua y medio ambiente
Índice Las guerras del agua, 229 Sostenibilidad y geoeconomía, 233 Los acuerdos de Kioto y Copenhague, 237 Finanzas y medioambiente: los mercados de CO2, 240
Las guerras del agua El agua es un elemento muy abundante en la naturaleza: ocupa el 98% de su superficie. Sin embargo, sólo el 2% es agua dulce. Y únicamente el 0,02% es utilizable para usos humanos. Aún así, esto da un volumen de casi 7.000 metros cúbicos por persona y año. Desgraciadamente, como en el caso del petróleo, el agua está desigualmente repartida: más de 1.000 millones de personas no tienen acceso fácil a este elemento vital. Y 2.500 millones no tienen ningún sistema de saneamiento. El resultado son las infecciones y la enorme mortandad en muchos países por su falta o por disponer de ella en malas condiciones. Sigamos con las desigualdades1: Asia, que tiene un 61% de la población mundial, sólo dispone de un 36% de agua utilizable; Europa, con el 12% de la población, tiene el 8% de agua; América del Sur, que acoge al 6% de la humanidad, tiene el 26% de las reservas hídricas mundiales. Alrededor de 1.700 millones de personas están por debajo del umbral de agua dulce necesario determinado por las Naciones Unidas (1.000 metros cúbicos por persona y año). La agricultura es el mayor consumidor de agua dulce: alrededor del 70% del uso total. Algo que impacta seriamente en el precio de los alimentos: sin agua no hay agricultura. Según 1
F. Lasserre. Les guerres de l’eau: L’eau au coeur des conflicts du XXIe siècle. Editions Delavilla, 2009.
229
CAPÍTULO 14
AGUA Y MEDIO AMBIENTE
230
un informe de la ONU publicado por la UNESCO2, la demanda de agua potable crece alrededor de los 64.000 millones de metros cúbicos anualmente. Y de los 3.000 millones de nuevos seres humanos que se esperan en 2050, el 90% de ellos se encontrarán en países poco desarrollados, sin suficiente acceso al agua dulce, ni sistemas de potabilización ni de depuración de aguas residuales. A lo que se unirá la circunstancia de que, años antes, en 2030, el 60% de la población mundial vivirá en áreas urbanas, con las necesidades de inversión en nuevas infraestructuras que ello traerá consigo, que en muchos casos no será factible por la capacidad económica local. El agua, por otro lado, está directamente relacionada con el cambio climático. Como dijimos en el capítulo anterior, se podrá discutir lo profundo del cambio climático, pero algunas evidencias son incontestables. Un científico de la NASA conocido por la enorme reputación de sus publicaciones, James Hansen, publicó en 2009 los resultados de sus trabajos sobre este tema3. El título del libro puede resultar algo dramático, pero sus conclusiones no lo son menos. En síntesis, el planteamiento se basa en que la Tierra es una «máquina térmica» en la que se produce un proceso termodinámico cuya potencia está directamente relacionada con la temperatura global. El balance energético de tal máquina tiene mucho que ver con la concentración de CO2 en la atmósfera. Nadie discute esto. Se trata de una demostración científica. Lo discutible es el comportamiento de dicho sistema. Según Hansen, la actividad humana tiene una implicación directa en el comportamiento del balance termodinámico de la Tierra. Sus conclusiones se basan en que dicha actividad debería mantenerse dentro de una potencia no mayor de un vatio ya que, de no ser así, la temperatura global de la Tierra se incrementaría por encima de los dos grados Celsius, algo que nunca ha sucedido en nuestro planeta desde hace millones de años. De ser así el sistema terrestre volvería a la temperatura que tenía en el Plioceno, hace tres millones de años, cuando el nivel del mar era 25 metros más alto que hoy. Lo anterior puede resultar demasiado técnico, sin embargo, Hansen lo demuestra con exhaustivo detalle. En la actualidad, sin llegar, a los límites expuestos por este científico, es demostrable la relación que existe entre las actividades humanas y el cambio climático. Su esquema se da en la Figura 14.1 (una simplificación de un análisis más detallado que aparece en el informe de la UNESCO 2
3
The United Nations World Water Development Report 3: Water in a Changing World. UNESCO 2009. http://www.unesco.org/water/wwap/wwdr/wwdr3/ J. Hansen. Storms of my Grandchildren: The Truth about the Coming Climate Catastrophe and our Last Chance to Save Humanity. Bloomsbury, 2009.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 14
antes referido). Uno de los efectos son las inundaciones y sequías que ya se dan en nuestro planeta, y que tienen enorme efecto sobre las economías de los países donde suceden. Sobre lo cual, el actual secretario general de las Naciones Unidas, Baan Ki-moon alertaba en 2009 al hablar del problema del agua: «El desafío es aún mayor a medida que el mundo se confronta con una triple amenaza: el cambio climático, el aumento de los precios de los alimentos y del petróleo, y la crisis económica global». Figura 14.1 Efectos del cambio climático
Disminución capa de hielo
Perturbaciones ciclo carbono
Desastres naturales
Calentamiento global Efecto invernadero Emisiones CO2
Cambio uso terrenos Emisiones CO2 Combustión combustibles fósiles
Agua y energía están también estrechamente relacionados4: el estado de Florida, en junio de 2008, puso una multa al Cuerpo de Ingenieros de las Fuerzas Armadas americanas por tratar de llevar agua desde los lagos de Georgia al río Apalachicola, que fluye desde la frontera entre Alabama y Georgia a través de Florida. Ya que este estado veía con preocupación la reducción de caudal, que podría tener consecuencias negativas sobre ciertas especies de animales en extinción. A su vez, el estado de Alabama tenía la preocupación de que una menor cantidad de agua llevara a paralizar la central nuclear de Dothan. Unos sistemas –los nucleares– necesitados de grandes cantidades de agua para su refrigeración. Georgia, por su parte, precisaba el agua para una buena causa: un año antes, las reducciones de caudal en varios ríos del estado habían conducido a la paralización de su planta nuclear, lo que había hecho considerar a Georgia la posibilidad de mover el agua fronteriza una milla hacia el Norte a fin de anexionarse los recursos hídricos de Tennessee. 4
M. E. Webber. Energy versus Water: Solving Both Crises Together. Scientific American. 22 de octubre, 2008.
231
CAPÍTULO 14
AGUA Y MEDIO AMBIENTE
El agua es indispensable para los procesos industriales, no sólo en el caso de la generación de energía nuclear, sino en otras muchas aplicaciones. A la vez que la energía es indispensable para todos los procesos de manipulación con el agua (Figura 14.2). Figura 14.2 Relación entre agua y energía
AGUA
• Enfriamientodeprocesostermoeléctricos • Energíahidroeléctrica • Minería • Produccióndebiocombustibles • Controldeemisiones
• Bombeo • Transporte • Depuraciòn • Desalinización
232 ENERGÍA
El ejemplo anterior pone también en evidencia los conflictos sociales o políticos que se pueden dar con el agua. En el caso descrito, una lucha interestatal entre tres estados de la Unión. Algo que también se da en otros países; pues los Estados Unidos no son el único ejemplo. Recordemos los problemas de California, puestos en evidencia cinematográfica en 1974 con una historia de Roman Polanski, Chinatown. Las «guerras» del agua se producen con mayor o menor intensidad en muchas partes del mundo. Se trata de una nueva geopolítica5 que se da en unos casos por conflictos fronterizos, y en otros por pura supervivencia. A veces con luchas de carácter político, y en otros con conflictos armados. La Figura 14.3, es un esquema realizado en base a la información ofrecida por Frédéric Lassarre en su obra citada. Son múltiples los problemas de más o menos intensidad que se reparten por todo el mundo. España no es, en modo alguno, ajena. 5
F. Galland. L’eau. Géopolitique, enjeux, stratégies. CNRS Éditions, 2008.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 14
Figura 14.3 Conflictos del agua
Tensiones políticas o sociales
Tensiones con amenazas bélicas
Enfrentamientos con víctimas
233
Sostenibilidad y geoeconomía Sostenibilidad es un concepto que, por lo usado, confunde. Además, cuando sostenibilidad se refiere a la economía, es aún más impreciso. Ya que sostenibilidad hace referencia a un proceso que puede mantenerse por sí mismo; y, en lo económico, a un sistema que se desarrolla de forma independiente manteniendo sus recursos sin merma. Una situación que, al menos en el pasado, fue imposible. Sin embargo, sí se puede decir que el sistema económico actual no será sostenible en el futuro; pues ha demostrado que la prosperidad acarrea el problema de su mala distribución y la degradación del medio ambiente. Dos hechos que, por sí solos, conducirán a situaciones muy difíciles para el conjunto de la sociedad. En definitiva, la globalización económica, tal como la conocemos, no parece ser la solución para traer más igualdad y mantener nuestro planeta en condiciones medioambientales saludables. Una globalización económica que, según el análisis del Millenium Ecosystem Assessment6 (en el que participaron 1.300 expertos de 95 países), ha perjudicado el planeta de tal manera que el 60% de los sistemas que 6
Millennium Ecosystem Assessment. A Toolkit for Understanding and Action: Protecting Nature’s Services. Protecting Ourselves. http://islandpress.org/assets/library/27_matoolkit.pdf
CAPÍTULO 14
AGUA Y MEDIO AMBIENTE
soportan la vida: agua, caladeros, clima, etc., están degradados y no son sostenibles. Sus causas, tal como se esquematizaba en la Figura 14.1, provenían de agresiones contra el suelo y la combustión de los combustibles fósiles, aunque no únicamente. En concreto, según el referido análisis las agresiones tenían que ver con: •Mayor cantidad de tierra dedicada a agricultura y rotaciones en los cultivos. Lo que ha llevado a que casi el 25% de la superficie terrestre esté cultivada. •Utilización masiva del agua dulce para el riego, viviendas o usos industriales. Lo que ha llevado a doblar el uso del agua en los últimos 40 años, de manera que en muchos lugares hoy los ríos no llegan a desembocar en el mar.
234
•Masiva utilización de fertilizantes, lo que ha llevado a doblar el volumen de hidrógeno en el aire y en el agua. Hecho que es causa de muchas de las enfermedades respiratorias actuales, y otras alteraciones como una forma del síndrome de los Niños azules (metahemoglobinemia, cuando se transforma la hemoglobina en metahemoglobina, lo que altera el transporte de oxígeno en la sangre), así como cierto tipo de cánceres y otras enfermedades crónicas. •Cambios climáticos, especialmente el aumento de la temperatura media y sus desastrosos efectos ya comentados. •Sobreexplotación de los caladeros marinos, de manera que, en algunos lugares, la pesca se ha reducido en un 90%. •Extinción de la biodiversidad terrestre que se estima mayor que en la época en la que vivieron los dinosaurios hace 65 millones de años. En lo estrictamente económico, estas alteraciones medioambientales, aparte del riesgo para la vida, tienen también un coste, que podría llegar en el futuro al 20% del PIB global; más acusado en unos países que en otros, donde la pobreza se instalaría sin remedio. A lo anterior hay que añadir la incorporación al modo de vida occidental de otros muchos millones de personas que, obviamente, están en su derecho de lograr unas condiciones más confortables. Sin embargo, este progreso no se está haciendo según nuevos criterios, sino manteniendo el modo de hacer que, durante décadas, ha traído la degradación antes referida. Así, en un mundo futuro con 9.000 millones de personas viviendo de la manera actual, el volumen de emisiones de CO2 a la atmósfera sería insostenible. Lo que debería concienciar, cuando no obligar, a reducciones masivas de emisiones en un factor superior al 130%, según algunas estimaciones, si no se quiere llegar a la situación anticipada por
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 14
Hansen. Algo que en algunos lugares, como China por ejemplo, no parece aún factible dado el imparable proceso de construcción de centrales que en la actualidad se mantiene a un ritmo de dos nuevas plantas de carbón por semana: una situación que, de seguir así, llevaría a China a lanzar a la atmósfera el volumen de emisiones de CO2 que actualmente se emiten en el mundo7. De manera que, si se quiere preservar –y mejorar– el estado del mundo en el futuro, será preciso implantar globalmente unos sistemas económicos que ayuden a la sostenibilidad del planeta. Una iniciativa puesta en marcha por varios Gobiernos. Uno de ellos, el Gobierno británico, lanzó en 2010 un ambicioso programa de economía sostenible dirigido a «preservar y mejorar el almacén de capital natural y humano. Un nuevo paradigma que deberá estar fundado en diversas iniciativas para satisfacer nuestras aspiraciones de bienestar. Esto es, desengancharnos de forma efectiva de los bienes de consumo intensivo de recursos»8. Según este programa, el modelo de economía sostenible (Figura 14.4) conjuga tres elementos que se interrelacionan de una manera consistente entre sí: la sostenibilidad medioambiental, la social y la económica. Para lo cual se desarrollan los cinco pilares que sustentan este nuevo modelo económico: el capital natural, el capital humano, el capital social, el capital productivo y el capital financiero. Cuyo desarrollo se fundamentará en una serie de iniciativas de enorme alcance (y también complejidad). Entre las que se encuentran: •Desarrollar una nueva economía verde, con inversiones que, en este caso se cuantifican en 200.000 millones de libras esterlinas. Así como la creación de un fondo de inversiones verdes, a la vez que se protegen las industrias de bajo nivel de emisiones. •Potenciar las infraestructuras eficientes energéticamente, potenciando una industria competitiva y potente de gestión de residuos. •Promover los edificios verdes, eliminando a su vez todos los combustibles de mayor contaminación. •Reformar la fiscalidad para apoyar las iniciativas verdes en el transporte, a la vez que se revisan los impuestos sobre el carbón. En definitiva, un nuevo modelo de desarrollo económico, creador de riqueza por un lado, y por otro, no agresivo con el medio ambiente. 7 8
http://www.wired.com/wiredscience/2008/02/chinas-2030-co2/ Towards a Sutainable Economy. Business Leadership & UK Government. Octubre de 2010. http://www. cpsl.cam.ac.uk/~/media/Files/Complete%20publications%20for%20download/Towards_a_Sustainable_ Economy.ashx
235
CAPÍTULO 14
AGUA Y MEDIO AMBIENTE
Figura 14.4 Un modelo de economía sostenible
Capital inanciero
Economía
Capital productivo
Sociedad
Capital social
Medio ambiente Fuente
Capital humano
Capital natural
Sedimento
Procesos
236
Sin embargo, el Reino Unido no es el único país que ha buscado la senda del desarrollo de una economía sostenible como nuevo medio de resolver los problemas que acechan al mundo y, adicionalmente, de buscar una posición de ventaja económica en el contexto global, En este sentido, Estados Unidos, por ejemplo, ha puesto en marcha tres proyectos distintos: 1) The Western Climate Initiative9, liderado por el estado de California en el que participan otros doce estados americanos; 2) el Regional Greenhouse Gas Initiative10 (Reggie en el argot), el primer mercado regulado de Estados Unidos para reducir las emisiones de efecto invernadero (CO2) en el que participan 10 estados que mantienen el objetivo de reducir dichas emisiones en un 10% hacia 2018; 3) el Midwest Governor’s Gas Reduction Accord11, que se coordina con Europa, Australia, Noruega, Nueva Zelanda y la ciudad de Tokio a través del International Carbon Action Partnership12. Unas iniciativas que no son ajenas al liderazgo en esta nueva economía, donde ya participan empresas como Google y países como Israel, 9 10 11 12
http://www.westernclimateinitiative.org/ http://www.rggi.org/ http://graphics2.jsonline.com/graphics/news/img/nov07/MGAGreenhouseGasAccord.pdf http://www.icapcarbonaction.com/
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 14
que han dado la cobertura para lanzar un nuevo modelo de transporte en base al vehículo eléctrico para constituir lo que los promotores denominan como el coche 2.0, a través del concepto Better Place13, donde también participa la multinacional francesa Renault. Vehículos eléctricos, viviendas verdes, sistemas de energía basados en diesel producidos por algas, etc., un nuevo mundo emergente en el que la competencia será nuevamente elevada a niveles geoeconómicos; y en el que los países que queden fuera sufrirán retrasos en su desarrollo económico futuro14.
Los acuerdos de Kioto y Copenhague El Protocolo de Kioto15 se firmó en 1997 por 37 países industrializados en el marco de la convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Su objetivo: reducir las emisiones de carbono, cuya existencia pone en peligro el futuro de la vida en la Tierra, como ya hemos tratado. Se trataba de bajar la cantidad de gases emitidos un 5% respecto del nivel en 1990, durante el período 2008-2012. El Protocolo considera seis gases de efecto invernadero: dióxido de carbono (CO2), metano, óxido nitroso, hidrofloruro de carbono, perfluoruro de carbono y hexafluoruro de azufre. Aunque el gas más contaminante a estos efectos es el CO2, ya que es el causante del 80% del problema. El efecto, en concreto, es el atrapamiento de los rayos infrarrojos de Sol que no pueden escapar de la atmósfera hacia el exterior, produciendo el calentamiento de la superficie terrestre como si de un invernadero se tratara. De ahí la terminología de «efecto invernadero». Incluso con la absorción del 50% por parte de los océanos y de la vegetación terrestres del CO2 emitido, los niveles esperados hacen suponer un incremento del 10% en los próximos 20 años. Estimándose un aumento de dicha concentración en torno al 30% desde mediados del siglo XVIII. De las emisiones de CO2 a la atmósfera, aproximadamente las tres cuartas partes provienen de la combustión de gases. El resto proviene de otras causas, como puede ser la deforestación. Un fenómeno procedente de la industrialización de la economía y del crecimiento de la misma, siempre necesitada de más energía. Especialmente el sector eléctrico es causante de un 28% de las emisiones. Lo que obligó en los últimos años a desarrollar profusamente las energías renovables como medio para minimizar el problema. 13 14 15
http://www.betterplace.com/ D. Nora. Les pioners de l’or vert. Bernard Grasset, 2009. http://unfccc.int/kyoto_protocol/items/2830.php
237
Desde el punto de vista de las emisiones, de los 20 primeros países las diferencias son enormes16 (Figura14.5). La diferencia entre el primero y el segundo (Estados Unidos y China) respecto de los tres siguientes (Rusia, India y Japón) están entre 5 y 6 veces. Diferencias que no son tan abrumadoras cuando se consideran las emisiones per cápita (Figura 14.6), en las que Estados Unidos sigue siendo el país con mayor índice, lo que explica, quizás, la posición de la Administración americana respecto de su adhesión a Kioto. A lo que conviene añadir la circunstancia de la estructura económica e industrial de los países considerados. Así, Arabia Saudita, siendo el undécimo país en emisiones totales, resulta ser el cuarto en emisiones per cápita, lo que se explica por ser un país eminentemente productor de petróleo de muy poca densidad de población. Alemania y Japón, con su gran estructura industrial, explican Figura 14.5 Emisiones totales de CO2 por país (millones de toneladas) 7.000 6.000 5.000 4.000 3.000 2.000 1.000
16
España
Ucrania
Francia
Brasil
Australia
Indonesia
México
Sudáfrica
Italia
Arabia Saudita
Irán
Corea del Sur
Canadá
Reino Unido
Alemania
India
Japón
Rusia
0 Estados Unidos
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El Protocolo de Kioto lo firmaron 166 países. Estados Unidos no se adhirió por estimar que, al ser el país con mayores emisiones, esto penalizaría su desarrollo económico. China (segundo emisor global) e India (quinto emisor) no fueron obligadas a desarrollar una agresiva política de reducciones porque se entendía que esto penalizaba su desarrollo, por un lado, y por otro porque el nivel de emisiones per cápita era mucho menor que el de los países industrializados.
China
CAPÍTULO 14
AGUA Y MEDIO AMBIENTE
http://www.ucsusa.org/global_warming/science_and_impacts/science/each-countrys-share-of-co2.html
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 14
Figura 14.6 Emisiones de CO2 en toneladas per cápita 25
20
15
10
5
India
Brasil
Indonesia
México
China
Francia
Ucrania
Irán
Italia
España
Sudáfrica
Japón
Reino Unido
Alemania
Rusia
Corea del Sur
Arabia Saudita
Canadá
Estados Unidos
Australia
0
su nivel en la tabla, mientras que Francia y España son similares, con la circunstancia de que España, con menor población, es el undécimo país en emisiones per cápita. Siendo la energía eléctrica uno de los mayores problemas, el esfuerzo en reducir su impacto ambiental ha llevado en algún caso a promover el uso de la energía nuclear. Un tipo de energía que levanta enormes discusiones, aunque desde el punto de vista de las emisiones de gases de efecto invernadero son prácticamente nulas, ya que lo que emite es vapor de agua. Esto explicaría el nivel de Francia, país con 50 centrales de este tipo en su geografía. El hecho es que este tipo de centrales eléctricas han causado una reducción de los gases emitidos en los últimos 40 años a un nivel que se estima en torno al 10% del total de los países de la OCDE. Y en caso de desaparecer, como algunos pretenden, se debería reducir el volumen de emisiones en unos 1.200 millones de toneladas adicionales. Algo muy difícil de conseguir con la estructura económica e industrial actual. Por otro lado, el Artículo 17 del Protocolo de Kioto abre la puerta a un nuevo esquema de reducir las emisiones mediante la compra de derechos. Un mecanismo que permitiría adaptar las condiciones exigidas en el tiempo, a la vez que se promueven por otros métodos las reducciones globales.
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CAPÍTULO 14
AGUA Y MEDIO AMBIENTE
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De esta manera un país que no alcanzara la cuota exigida podría «comprar derechos de emisiones» lo que le valdría como mecanismo reductor. Volveremos a este tema en el apartado siguiente. El Protocolo de Kioto, por otra parte, tiene el escenario 2008-2012. Por este motivo, las negociaciones de un escenario post-Kioto están en marcha. Aunque no sólo, debido al hecho de que Estados Unidos, al no participar en el Protocolo, quedaba fuera de las decisiones, y la geoeconomía, como hemos visto ya profusamente hasta aquí, obliga al uso del soft power en todas las actividades económicas. Esto explica que en el contexto de las Naciones Unidas, y más concretamente, en el marco de las actividades que tienen que ver con el cambio climático (UNFCCC, United Nations Framework Convention on Climate Change17) se abrieran negociaciones para establecer un nuevo marco posterior a Kioto. Marco que, de manera adicional, ha estado en las agendas de las últimas reuniones del G8, así como en un número de reuniones regionales promovidas por el presidente Barak Obama. Estas actividades concluyeron en la conferencia de Copenhague de diciembre de 2009. Una reunión que, si bien, acordó ciertos presupuestos de mejora ambiental, como la reducción de dos grados centígrados la temperatura global, no tomó ninguna decisión respecto del cómo se ha de lograr. Al igual que se acordó hacer inversiones enormes para ayudar a los países en vías de desarrollo para adaptar sus economías al problema del cambio climático. En concreto 100.000 millones de dólares anuales en 2020. Sin embargo, los acuerdos para lograr reducir el calentamiento global y las emisiones causantes de los mismos no llegaron a término. Nuevamente, un bloqueo resultado del soft power geoeconómico, donde se entrecruzan intereses contrapuestos, que hacen más necesarias las respuestas a las preguntas sobre cómo se resolverán los problemas de degradación ambiental en el futuro.
Finanzas y medio ambiente: los mercados de CO2 En el apartado anterior nos referimos al Artículo 17 del Protocolo de Kioto sobre la compra de derechos de emisiones. Este acuerdo se desarrolló mediante un mecanismo puesto en marcha en las Naciones Unidas en el contexto del UNFCCC anteriormente referido. De esta manera se establecieron unos certificados el Clean Development Mechanism (CDM) y el Joint Implementation (JI), mediante los cuales los países o las empresas que tenían emisiones por encima de lo permitido, podían invertir en proyectos en países en vías de desarrollo o nuevos países 17
http://unfccc.int/2860.php
GEOECONOMÍA
En el marco de la Unión Europea, por ejemplo, este sistema vino regulado por una directiva específica de enero de 2005, con el objetivo de reducir las emisiones a un nivel de 120 gramos de CO2 por kilómetro19 en 2012. Dado el impacto que tiene el transporte por carretera, se implantaron una serie de medidas adicionales: un plan de eficiencia energética20 y un paquete de medidas sobre energía y cambio climático 21. Este último conocido como los objetivos 20-20-20, dirigidos a reducir las emisiones en 2020 en un 20% menos que en 1990, producir en la Unión Europea un 20% de la electricidad con energías renovables, y reducir en un 20% el uso de energía primaria respecto de las proyecciones existentes aplicando medidas de eficiencia energética. El proceso de certificación de proyectos asociados a la reducción de emisiones (CER) presentados por un país desarrollado se someten a una Agencia de verificación que certifica que el proyecto cumple con los criterios establecidos. Otra modalidad son los mercados de carbono fuera de los esquemas regulatorios de Kioto. Están relacionados con reducciones voluntarias de emisiones de carbono Voluntary Emissions Reduction (VER) que incluyen, por ejemplo: la compra de créditos de carbono por instituciones públicas o privadas, la compra de créditos de manera directa para su venta posterior, e incluso aportar proyectos reductores de emisiones como intercambio de créditos. 18
19 20 21
http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/TOPICS/ENVIRONMENT/EXTCARBONFINANCE/0,,me nuPK:4125909~pagePK:64168427~piPK:64168435~theSitePK:4125853,00.html http://ec.europa.eu/clima/policies/eccp/index_en.htm http://ec.europa.eu/energy/action_plan_energy_efficiency/doc/com_2006_0545_en.pdf http://ec.europa.eu/clima/policies/package/index_en.htm
CAPÍTULO 14
industrializados dirigidos a reducirlas. Además, este sistema permitía a países no firmantes del Protocolo, sumarse a una política de reducción global de gases de efecto invernadero. A fin de dar una cobertura a los CDMs, la propia ONU emitía unos certificados que avalaban dichas reducciones Certified Emission Reductions (CER). Certificados que, a su vez, incluían las unidades de reducción Emission Reduction Units (ERU). En 2006, el equivalennte en ERUs de 16,3 millones de toneladas de CO2 se intercambiaron a un precio medio de 8,70 dólares; siendo el precio medio de los CER 10,90 dólares18. Un complejo sistema, sin duda, que daba paso a la apertura de un nuevo mercado de compra de derechos conectado con la realización de proyectos de reducción de emisiones en países en vías de desarrollo. Mercado que podía ser realizado a nivel regional, local o internacional.
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CAPÍTULO 14
AGUA Y MEDIO AMBIENTE
Según datos de 2006, el mercado de Chicago (Chicago Climate Exchange) había negociado 23,7 millones de toneladas equivalentes de CO2 a un precio medio de 4,1 dólares la tonelada de CO222. Los proyectos de reducción de emisiones (carbon offsets) son de múltiples tipos, desde la puesta en marcha de sistemas de energías renovables, muy especialmente pequeñas centrales hidroeléctricas en países en vías de desarrollo; cambio del uso de centrales eléctricas basadas en carbón por gas natural que es menos contaminante; captura de emisiones de metano; e incluso evitar la destrucción de bosques sustituyendo estas acciones por otros planes de desarrollo.
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http://www.chicagoclimatex.com
PARTE
IV
Gestionar la geoeconomía: inteligencia estratégica
CAPÍTULO
15
Liderazgo en un mundo complejo
Índice Liderazgo, estrategia e inteligencia, 245 Los elementos de la inteligencia estratégica, 248 El uso de la inteligencia estratégica como ventaja económica, 250 Los Estados y la inteligencia estratégica, 254 Un enfoque metodológico de inteligencia estratégica, 255 Riesgos y amenazas en el cuarto espacio: ciberseguridad, 256 245
Liderazgo, estrategia e inteligencia Hasta aquí, en los capítulos anteriores, hemos hecho un repaso de los elementos geoeconómicos del mundo global: lo que significan, cómo se desenvuelven regionalmente y los retos que subyacen en este complejo contexto. La siguiente pregunta se refiere a cómo se llevan a la práctica. Es decir, cuáles son los mecanismos por los que las naciones ejercen su liderazgo geoeconómico, y cuáles son los instrumentos que utilizan. Lo anterior tiene que ver con el ejercicio del poder, con la forma en que se pone en práctica el dominio sobre los demás. Es decir, la manera soft, hard o smart, en que se ejercita el poder según las acepciones de Joseph Nye ya comentadas en páginas anteriores. Un objetivo, en suma, que se concreta en lograr el liderazgo para implantar la estrategia establecida. El concepto de liderazgo es, sin embargo, muy complejo a la hora de dar una exacta descripción de lo que significa ser líder. Normalmente, se asocia con tener poder, sobre todo cuando se piensa en líderes políticos. Son múltiples las visiones que existen a la hora de abordar este complejo tema, sobre todo en el contexto multipolar del mundo actual. Si bien, es claro que cualquier entidad que pretenda conseguir unos objetivos determinados necesita una organización y un líder que la dirija.
CAPÍTULO 15
LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
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Sin embargo, conseguir unos objetivos concretos implica hacer cambios según la interpretación de John Kotter1. Cambios que se orientan a «transformar» una situación precedente. Lo que diferencia al liderazgo de tipo transaccional del transformacional2. Lo que necesita: 1) crear agentes del cambio con organizaciones innovadoras y flexibles; 2) asumir riesgos; 3) ser sensible a las necesidades de los seguidores; 4) formular y transmitir valores; 5) estar preparados para llevar a cabo cambios radicales, incluso en sus propias concepciones y actitudes; 6) tener la habilidad para «lidiar» con situaciones complejas, ambiguas o dudosas; y 7) tener visión, lo que se concreta en la capacidad de crear unas condiciones para el futuro y articular situaciones de éxito con gran capacidad de comunicación y entusiasmo. Algo que tiene que ver con un carácter especial. Es decir, lo que se entiende como tener unas virtudes. En particular, autoconfianza, autocontrol y motivación respecto de sí mismo, y empatía y sociabilidad, respecto de los demás. Muy propias de lo que se ha dado en llamar inteligencia emocional3. Una concepción que, de otra manera, expresa Gene Klann4: «El carácter del líder se aprecia por el comportamiento positivo y constructivo que refleja. En consecuencia, el líder se hace merecedor del respeto y la confianza de los demás, y es capaz de crear fuertes relaciones emocionales entre sus colegas y él mismo». En el contexto geoeconómico el liderazgo se concreta en desarrollar una visión estratégica global, de lo que sucede en el complejo mundo multipolar y de lo que puede sobrevenir. A partir de ahí, el líder ejercerá su liderazgo en el sentido que mejor considere, y con los mecanismos de poder que tenga en su mano. La estrategia, por su parte, es un proceso: un proceso, según el cual, los individuos y las organizaciones buscan satisfacer sus objetivos haciendo las elecciones que consideran apropiadas; siempre en un entorno incierto y con recursos limitados. Y la estrategia tiene que desarrollarse ante lo inesperado. El mundo actual, el entorno geoeconómico, presenta cambios bruscos e imprevistos. La crisis económica de 2007-2008 lo fue; como lo fueron los sucesos del norte de África, que estallaron en Túnez y corrieron hacia Egipto y otros países. Y el liderazgo ha de asegurar el logro de unos objetivos estratégicos en un entorno altamente complejo. Ejercer el liderazgo, ante situaciones inesperadas, implica, por tanto, poner en práctica una especial inteligencia emocional: modificando, no
1 2 3
4
John P. Kotter. Leading Change. Harvard Business School Press, 1996. N. Tichy; M. A. Devanna, The Transformational Leader, John Wiley and Sons, 1986. D. Goleman. What Makes a Leader? Harvard Business Review. 1998. https://www.mercy.edu/faculty/Georgas/inbs640/files/WhatMakesaLeader.pdf. Gene Klann. Building Character: Strengthening the Heart of Good Leadership. John Wiley & Sons, 2006.
GEOECONOMÍA
5
6 7
K. E. Weick; K. M. Sutcliffe. Managing the Unexpected. Assuring High Performance in an Age of Complexity. Jossey-Bass, 2001. M. E. Porter. The Competitive Advantage of Nations. Free Press, 1998. http://www.hks.harvard.edu/netgov/files/talks/docs/11_06_06_seminar_Nye_HP_SP_Leadership.pdf
CAPÍTULO 15
lo que pueden pensar los demás, sino cómo sienten5. Y no sólo esto, es preciso desarrollar una especial inteligencia política. Algo que ya vimos al tratar la geopolítica del miedo en el Capítulo 2. Sin embargo, la estrategia en sí y los objetivos que encierra, tienen que ver con ser diferentes y, en particular, mejores que el resto. Lo que adentra en el espacio de la estrategia competitiva; que visto desde la óptica de las naciones trató extensamente el profesor de Harvard, Michael Porter6. Estrategia que desde la óptica del liderazgo necesita conocimiento, inteligencia y comunicación como sustrato esencial. En el contexto geoeconómico, Nye conecta liderazgo con poder7, mediante tres estilos distintos que él define como eficaces, si bien muy conectados con lo dicho hasta aquí, y que podríamos definir como una especial capacidad de inteligencia política con visión estratégica, 1. Liderazgo basado en soft power: transmite valores en tres niveles: a) Visión política: atractiva a los seguidores y efectiva respecto a ideales y capacidades. b) Comunicación: persuasiva, tanto para los cercanos como para los distantes, en símbolos y mensajes. c) Emocional: desde el punto de vista personal, autoconfianza y autocontrol, y respecto de otros gestionando con carisma las relaciones. 2. Liderazgo basado en hard power. Un liderazgo transaccional: a) Capacidad organizativa: gestionando las recompensas, sistemas de información y los círculos de influencia externos e internos, tanto burocráticos como institucionales. b) Destreza política: intimidación, pactos, compra y habilidad. 3. Liderazgo basado en smart power. Será una combinación de los anteriores, muy fundamentado en inteligencia emocional para comprender la evolución del entorno (que requerirá amplias capacidades políticas) y sacar partido anticipándose a las tendencias previsibles, a la vez que se ajusta el estilo al contexto y las necesidades de los seguidores. Para todo lo cual, es preciso desarrollar unas determinadas capacidades de inteligencia. No basta tener conocimiento, sino que el liderazgo debe llevar a decidir sin crear confusiones organizativas, manteniendo a la vez las distinciones competitivas de la organización. Lo que nos lleva a plantear el concepto y herramientas de la inteligencia estratégica, que va más allá de la inteligencia política en sí.
247
CAPÍTULO 15
LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
Los elementos de la inteligencia estratégica Se suele entender la información como el tratamiento que se hace de unos datos para entender lo que estos significan o elaborar un mensaje comprensible a partir de ellos. Un concepto que poco después de terminada la Segunda Guerra Mundial dio origen a toda una teoría de la comunicación, base posterior de los sistemas de telecomunicaciones que conocemos8. Ahora bien, la información en sí misma puede tener, o no, valor económico. Y dicho valor será la diferencia entre el valor del bien que se logre a partir de ella, y el precio de adquirir dicha información. Lo que nos introduce en un amplio mundo que mueve desde el rumor hasta el conocimiento. Ya que en realidad, la información no es en sí misma conocimiento. La Figura 15.1 expresa lo que decimos9: el valor de la información aumenta según la línea que va desde el rumor (poca información y Figura 15.1 Información, rumor, conocimiento (Excesiva)
248
Cantidad de información
Irrealidad
(–)
Conocimiento (–) Riesgo
Valor de la información
Riesgo (+)
Rumor
(+)
Desconcierto
(Insuiciente) (Insuiciente)
8
9
Calidad de información
(Adecuada)
C. E. Shannon. A Mathematical Theory of Communication The Bell System Technical Journal. Octubre de 1948. http://cm.bell-labs.com/cm/ms/what/shannonday/shannon1948.pdf. E. Olier. La inteligencia estratégica al servicio de la competitividad. Revista Seguridad Global. Instituto Choiseul España. Verano 2011.
GEOECONOMÍA
Es decir que la información conduce al conocimiento cuando posee ciertas características. Si bien, el conocimiento en sí no es inteligencia, que se refiere a la capacidad de comprender los hechos a fin de conducir las acciones hacia un resultado pretendido10 (Figura 15.2).
CAPÍTULO 15
de mala calidad) al conocimiento (información suficiente y de alta calidad). Con lo que el riesgo de una decisión aumenta en el momento en que la información se aleja del conocimiento.
Figura 15.2 Desde los datos al conocimiento
Decisión
Mensaje
Información
cia Concien cho e h n u de
Inteligencia
Conocimiento
Datos
Por lo que, en nuestro contexto, la información será un conjunto de datos ordenados de manera que se pueda transmitir un mensaje, y el conocimiento la consciencia de un hecho elaborado a partir de un conjunto de informaciones. Siendo la inteligencia el proceso por el cual llevamos el conocimiento a la práctica, es decir, a tomar decisiones. Los datos son la materia prima a través de la cual se elabora el proceso en su conjunto. Es decir, sin datos no hay conocimiento, pero los datos no aseguran su existencia, según expresa la Figura 15.1. La inteligencia así definida puede aplicarse a todas las ramas del saber. Aquí, lo que nos interesa son los aspectos geoeconómicos y, por tanto, la inteligencia será económica cuando se aplique al campo económico simplemente. Será competitiva, cuando se oriente a descubrir los puntos fuertes y débiles de la propia organización a fin de aumentar las oportunidades y reducir los riesgos. Será organizacional cuando se concrete a los procesos adquisición e interpretación de la información para concluir en una decisión organizativa. Y, cuando agrupe a todas ellas, permitiendo la adquisición, tratamiento, análisis, almacenamiento, difusión y protección de la información para desarrollar una estrategia competitiva en lo económico de manera global. Y será estratégica en el dominio geoeconómico, será estratégica cuando, además, incorpore los instrumentos de desarrollo 10
E. Olier. Ibid.
249
CAPÍTULO 15
LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
de poder descritos en el apartado anterior lo que implica una capacidad política. Todo un ciclo de actividades que van desde los datos a la inteligencia, que deben cerrarse con la necesaria seguridad de la información, clave en el contexto competitivo actual (Figura 15.3). Figura 15.3 El Ciclo de Inteligencia Estratégica Decisión
Conocimiento
Inteligencia
Ciclo de Inteligencia Estratégica
Análisis
Información
250
Reestructuración
Protección
Seguridad
Datos
Veriicación
La Figura 15.3 es, sin embargo, muy esquemática respecto del cúmulo de actividades que encierra cuando se lleva a la práctica. Ya que, previamente a la obtención de datos, es preciso establecer un programa, unas necesidades a cubrir. Y la etapa final, dentro de los aspectos de seguridad, hay que incluir la diseminación de la información bajo estos parámetros. En definitiva, el ciclo se podría explicitar de otra manera según un esquema que siguiera las siguientes siete etapas11: 1) Identificación de requerimientos; 2) Planificación operativa; 3) Recolección de datos; 4) Procesamiento de información; 5) Diseminación; 6) Explotación; y 7) Retroalimentación.
El uso de la inteligencia estratégica como ventaja económica Al hablar de ventaja económica en este título podríamos haber, igualmente, escrito «defensa». Es decir el uso de la inteligencia estratégica 11
M. Vignettes. El ciclo de inteligencia: naturaleza y alternativas. Inteligencia y seguridad: Revista de análisis y prospectiva. Junio-noviembre 2010.
GEOECONOMÍA
Laura Tyson, profesora de Economía en la Universidad de Berkeley, y asesora del presidente Clinton, escribió un interesante libro12 sobre la fuerte competencia que existía en los mercados de alta tecnología a inicios de la década de los noventa. Eran los tiempos del predominio japonés y, de alguna manera, de la pérdida de competitividad americana en este campo. Ya en la introducción de su libro expone el problema: «Durante los últimos 50 años, América definió sus prioridades en términos geopolíticos. Nuestro objetivo primordial fue contener a la Unión Soviética y ganar la Guerra Fría. Hemos tenido un éxito que ni en sueños hubiéramos imaginado, emergiendo como la única potencia militar del mundo. Pero ya no somos la única superpotencia económica. Por supuesto, en la euforia de nuestro triunfo geopolítico, estamos al borde del abismo de la decadencia económica. Los signos están por doquier: anémica productividad, caída de los salarios, un deplorable e inadecuado sistema educativo, y un deterioro de la cuota de mercado de muchos productos de alta tecnología». Un análisis certero y aplicable a muchos países desarrollados que, hoy, se enfrentan con la «feroz» competencia de los nuevos países industrializados en unas condiciones financieras muy complejas, debido a una crisis mal gestionada y peor generada. Para la autora de la obra que comentamos, hacer el foco en estas industrias era clave para solucionar los problemas. Para ello proponía un programa de cinco puntos: 1) la
12
L. D’Andrea Tyson. Who’s Bashing Whom: Trade Conflict in High Technology Industries. Institute for International Economics, 1993.
CAPÍTULO 15
como defensa económica o competitiva. Ya que en el mundo global la defensa es una ventaja, y las ventajas obligan a la defensa de los intereses y potencialidades geoeconómicas. Es preciso, sin embargo, hacer la distinción entre la inteligencia estratégica en el contexto de la defensa de intereses económicos y, a su vez, de sus potencialidades como ventaja competitiva, y la inteligencia al servicio del espionaje económico o industrial, en su caso. Actividades que, con mucha frecuencia, utilizan medios ilegales. En lo anterior, y en lo que sigue, entenderemos la inteligencia estratégica como una actividad legal, que constituye un elemento esencial de seguridad para los Estados y para las empresas, cuya información es elaborada a partir de fuentes abiertas, no clandestinas, ni coercitivas, ni obtenidas con métodos engañosos. Sino que se orienta a actividades de inteligencia económica o competitiva, mediante el conocimiento elaborado con información tecnológica, financiera o comercial accesible. Un conocimiento dirigido a mejorar la posición competitiva de la empresa o el Estado que lo utilice para sus fines estratégicos.
251
CAPÍTULO 15
LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
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importancia de aumentar el comercio entre los países desarrollados; 2) la necesidad de apostar por las empresas de alta tecnología, claves para el aumento de la productividad, el desarrollo tecnológico global, y la generación de puestos de trabajo de calidad y bien remunerados; 3) la necesidad de abrir el comercio de los productos tecnológicos, en un mercado donde «todos se dan golpes con todos» –«everybody is bashing everybody», al decir de Tyson–; y 4) quitar las barreras comerciales desde los organismos internacionales pertinentes, y especialmente desde el GATT. Todo un programa que debía involucrar al Estado americano en la defensa de sus intereses, ya que el mercado por sí solo no podía tener toda la iniciativa; de manera que las técnicas de los Servicios de Inteligencia debían ser aplicadas en la defensa de los intereses económicos. Y de aquí, la aplicación de la Inteligencia Estratégica como método imprescindible para la defensa de las empresas estratégicas, en lo concreto, y por extensión, también de los intereses del Estado. Ya que no es posible defender las economías nacionales sin defender a las empresas que son críticas para el Estado. Pues economía nacional y economía empresarial son dos elementos estrechamente unidos. El problema se concreta en definir los límites de la inteligencia estratégica y el papel de los Servicios de Inteligencia. Ya que la Inteligencia Estratégica no es una actividad privativa del Estado. Aunque hay que considerar que en la defensa de los intereses económicos estratégicos, debieran existir objetivos comunes entre el Estado y las empresas. El uso de la inteligencia estratégica no es, por tanto, privativo de los Estados, aun siendo estos los que encaran problemas más complejos. La inteligencia estratégica es también imprescindible para las empresas; no sólo aquellas que son globales o transnacionales en su actividad, sino muchas otras, pequeñas y medianas, que han de preservar y mejorar sus capacidades competitivas, y que deben proteger sus intereses ante ingerencias malintencionadas. De aquí que las empresas precisen desarrollar elementos de inteligencia política y estratégica en sus niveles directivos. La inteligencia como conocimiento puesto en acción para la toma de decisiones, habrá de proveer la información adecuada en cantidad suficiente. Para ello, tiene que ser capaz de: 1. Describir el entorno competitivo. Es decir, los factores y elementos que lo constituyen. Por ejemplo: competidores, productos, condiciones regulatorias, etc., así como la estructura de precios, tecnologías, etc., que existen en ese entorno como alternativas. 2. Establecer la evolución previsible de tales factores competitivos. Incluyendo tecnologías disruptivas, nuevos competidores, etc.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 15
3. Verificar si los elementos que soportan la estrategia son consistentes en el tiempo. Si están bien establecidos respecto del entorno actual y el previsible. La inteligencia debe, en consecuencia, dar respuesta a las preguntas que cuestione la estrategia. En este contexto, será preciso disponer de las tecnologías de análisis y vigilancia que provean de la información necesaria. 4. Identificar exhaustivamente las amenazas y debilidades. Así como las fortalezas y oportunidades según el clásico diagrama DAFO. 5. Determinar el momento en que la estrategia establecida no es sostenible. Una decisión que ha de ser dinámica para ser consecuente con las nuevas acciones a poner en marcha. La inteligencia estratégica es un elemento imprescindible para empresas e instituciones en el contexto geoeconómico. Todos los países avanzados, e incluso las nuevas potencias económicas como China o India poseen este tipo de servicios perfectamente estructurados. Unas veces como apoyo desde el Estado y otras desde empresas especializadas e independientes. Francia, por ejemplo, mantiene desde hace años una política consistente en este sentido. Ya que se entiende que las ventajas geoeconómicas han de responder a una estrategia concreta: empresarial y estatal. En este sentido, un grupo de trabajo establecido en 1994, publicó un informe13 –el denominado informe Martre– estableciendo como prioridad esencial el desarrollo de la inteligencia estratégica a múltiples niveles como factor de competitividad de la economía francesa: «La gestión estratégica de la información económica se ha convertido en uno de los motores esenciales del rendimiento global de las empresas y de las naciones. En efecto, el proceso de globalización de los mercados dificulta la adaptación de los agentes económicos a los nuevos equilibrios que se establecen entre competencia y cooperación. A partir de ahora el desarrollo de las estrategias industriales se fundamenta muy especialmente en la capacidad de las empresas para acceder a informaciones de tipo estratégico a fin de anticipar los cambios del mercado y a las estrategias de la competencia». Y continúa: «El Estado juega un papel esencial, a la vez, en el desarrollo del sistema nacional de información en conjunción con el sector privado y en la definición de las grandes orientaciones estratégicas del país, indispensables para las empresas en la definición de sus acciones y sus previsiones». Una clara cooperación público privada en la consecución de ventajas competitivas en el mundo global a través de sistemas y políticas de inteligencia estratégica. Una manera de establecer la estrategia idónea para «combatir» las cinco 13
http://lesrapports.ladocumentationfrancaise.fr/BRP/074000410/0000.pdf
253
CAPÍTULO 15
LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
fuerzas de Porter14 que determinan el entorno competitivo en el mercado: 1) rivalidad entre los competidores existentes; 2) amenazas de nuevos entrantes; 3) amenaza de productos o servicios sustitutivos; 4) poder negociador de los clientes; y 5) poder negociador de los suministradores.
Los Estados y la inteligencia estratégica Los Estados en su peculiar estrategia geoeconómica establecen sus acciones de inteligencia en múltiples planos, no sólo el económico. En este sentido, se consideran seis diferentes categorías de acuerdo con los diferentes modos de aplicar la inteligencia al servicio de una nación concreta, que en la terminología anglosajona se explicitan de la forma siguiente: 1. SIGINT: Inteligencia de señales. Proceso según el cual se interceptan las comunicaciones transmitidas electrónicamente a través de radares, señales de radio, o sistemas de control de armas. 2. HUMINT: conocido como inteligencia humana que se concreta en obtener información a partir de personas. 254
3. MASINT: el uso de la inteligencia para establecer informes respecto de objetivos. 4. GEOINT: recolección de imágenes, incluidas las que se obtienen desde satélites. 5. OSINT: se trata de la inteligencia que obtiene información desde fuentes abiertas al público en general, muy especialmente desde los medios de información e Internet. 6. IMINT: creación de imágenes a través de sistemas electrónicos, tales como radares o sistemas basados en óptica electrónica. A efectos de un Estado, este tipo de sistemas está diseñado para recoger información de diversas fuentes, pero también para reducir la ambigüedad en la observación de estas fuentes externas, a fin de proceder a una evaluación y análisis más exacto y con menos riesgos. Países como Estados Unidos, tienen desarrollado un complejo sistema de protección de industrias o tecnologías críticas. El Departamento de Comercio, tiene explicitada la lista de este tipo de tecnologías (NCTL: National Critical Technology List), la cual incluye aquellas que son militarmente estratégicas (MCTL: Militarily Critical Technology List). Por ejemplo: materiales compuestos, aleaciones, superconductores, tecnologías relacio14
http://www.ascendcfo.com/pdfFiles/HBR-The%20Five%20Competitive%20Forces%20That%20 Shape%20Strategy.pdf
GEOECONOMÍA
También Japón mantiene una estrategia respecto de la defensa de sus intereses económicos estratégicos. Desde el inicio del Ministerio de Industria y Comercio Internacional (MITI: Ministry of International Trade and Industry), las principales compañías multinacionales japonesas (Hitachi, Matsushita, Mitsubishi, etc.) mantienen departamentos de inteligencia económica. Igualmente, el departamento de comercio exterior (JETRO: Japanese External Trade Organization) ha sido reconocido por mantener sistemas HUMINT, al igual que se cree que las corporaciones foráneas en Japón tienen sus comunicaciones intervenidas.
CAPÍTULO 15
nadas con la fabricación y producción de robots, sistemas de telecomunicaciones, tecnologías ópticas y láseres, biotecnologías, sensores electro-ópticos y acústicos, estructuras y sistemas de propulsión aeroespaciales, etc.
Francia, Alemania, Corea del Sur, China, Israel, Suecia y otros muchos países defienden sus intereses económicos con sofisticados sistemas de inteligencia estratégica. Ya que en todos los países avanzados la supremacía económica es una necesidad en el contexto de la globalización.
Un enfoque metodológico de inteligencia estratégica La inteligencia estratégica no es privativa de los Estados, como tampoco lo es de las empresas. Ambas participan del hecho geoeconómico, y ambos estamentos han de defenderse y competir en el complejo mundo Figura 15.4 El ámbito de la inteligencia estratégica
INTELIGENCIA ECONÓMICA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO OBSERVATORIOS TECNOLÓGICOS
INFORMACIÓN EXTERNA
INFORMACIÓN INTERNA INTELIGENCIA ESTRATÉGICA
255
CAPÍTULO 15
LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
globalizado en perfecta sintonía. La información y el conocimiento que se deriva de ella es primordial en este escenario. Y lo es porque sin conocimiento aumentan enormemente los riesgos al tomar una decisión. Por eso, la inteligencia estratégica usa las fuentes de información externas e internas, a la vez que construye observatorios tecnológicos que permiten analizar la evolución del cambiante escenario competitivo15. La inteligencia estratégica, entre otros, es clave para establecer, por un lado la defensa de los intereses estratégicos de empresas e instituciones y, por otro, definir una estrategia competitiva consecuente con los objetivos de desarrollo de negocio o de primacía política que se precisen. Con ella es posible: •Realizar análisis de previsiones económicas en entornos competitivos complejos, así como entender los escenarios políticos y geoestratégicos que intervienen. •Conocer con exactitud las situaciones legales y regulatorias, y hacer valoraciones sobre los intereses de política exterior y de las relaciones internacionales que las puedan condicionar.
256
•Desarrollar programas estratégicos y hacer el seguimiento y control sobre el cumplimiento de objetivos. •Hacer detallados análisis sobre predicciones económicas y comerciales en momentos de cambios de mercado o situaciones políticas nuevas. •Hacer valoraciones sobre amenazas y riesgos, así como establecer los oportunos criterios y sistemas de seguridad, tanto desde entornos físicos como desde la Red. Desde el punto de vista geoeconómico, cuando se pretende establecer un marco de inteligencia estratégica, es preciso considerar todos los elementos: las consideraciones políticas y geoestratégicas, el entorno regional, los retos estratégicos, etc. Y a partir de ahí, establecer el análisis de inteligencia. Todo lo cual se muestra en la metodología mostrada de manera esquemática en la Figura 15.5.
Riesgos y amenazas en el cuarto espacio: ciberseguridad El cuarto espacio, el ciberespacio, es la nueva dimensión que facilita Internet; donde se incluyen redes sociales, masivas comunicaciones personales y empresariales, unos 250 millones de portales, con unos 15
S. Briciu, M. Vrîncianu F. Mihai. Towards a New Approach of the Economic Intelligence Process: Basic Concepts, Analysis Methods and Informational Tools. http://store.ectap.ro/articole/379.pdf
GEOECONOMÍA
Retos geoeconómicos
Elementos geoeconómicos 1. 2. 2. 2. 3.
Elementos regionales
Situación histórica Situación geopolítica a) Interna b) Externa Situación geoestratégica
1. Regiones económicas fronteras 2. Alianzas: corredores económicos 3. Necesidades: expansión o contención
1. S ituacióneconómicaactualy previsión futura 2. Materias primas: metales, críticos, petróleo, gas, etc. 3. Otros retos: medioambientales agua, sostenibilidad, etc.
CAPÍTULO 15
Figura 15.5 Metodología de inteligencia estratégica
Inteligencia estratégica 1. Intereses estratégicos: guerras de poder económicasypolíticas 2. Soft power, hard power, smart power 3. Ciclo de inteligencia, análisis de stakeholders
Social
Político
Tecnológico Análisis del entorno STEEP
Ecológico
1. D einirelproblema 2. Buscar la información 3. Análisis de la información, generar conocimiento, establecer inteligencia (toma de decisiones)
Económico 1. Información respecto de la industria, país, región, etc. 2. Análisisdetransaccionesinancieras,acuerdos,políticos,etc. 3. Análisis de información pública (publicada), regulación, organismos internacionales, etc. 4. B úsquedadeinformaciónnoconidencial,análisisdefuentesde información, análisis de elementos competitivos, etc.
50.000 millones de páginas16, 1.500 millones de ordenadores conectados, de un total de unos 4.000 millones de ordenadores en el mundo, 90 billones (millones de millones) de correos electrónicos en 200917, etc. Un nuevo mundo que no acabamos de comprender en su totalidad, imposible de manejar y cuya amplitud cambiante nos es desconocida. Y esta es la inmensa galaxia electrónica donde se realizan casi todas las actividades económicas. Siendo el lugar en el que se producen numerosos «ataques» contra la propiedad industrial y contra la seguridad de muchas empresas e instituciones. Donde sólo en 2010 las pérdidas económicas ocasionadas por el denominado cibercrimen en Inglaterra habían alcanzado los 27.000 millones de libras18. Unos delitos que van desde el robo de patentes a la sustracción de ofertas comerciales en concursos internacionales. Delitos que también incluyen ataques sobre infraestructuras críticas, como el caso del conocido gusano informático 16 17 18
http://www.worldwidewebsize.com/ http://royal.pingdom.com/2010/01/22/internet-2009-in-numbers/ The Cost of Cybercrime. A Detica Report in partnership wit the Office of Cyber Security and Information Assurance in the Cabinet Office. Febrero 2011. http://www.detica.com/uploads/press_releases/THE_COST_ OF_CYBER_CRIME_SUMMARY_FINAL_14_February_2011.pdf.
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CAPÍTULO 15
LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
Stuxnet (Stuxnet worm). Un virus de complejo software que dejó inactivos los sistemas de control de la central nuclear iraní19. Ataques que también incluyen un gran número de sofisticados procedimientos informáticos de robo de identidades privadas, blanqueo de dinero, fraudes financieros20 (phising, spoofing, pharming, carding, skimming, etc.), virus informáticos de múltiples formatos, ataques contra empresas cotizadas, intrusiones en infraestructuras críticas, espionaje industrial, etc. Delitos que encierran, a veces, intereses políticos y económicos en la lucha por la primacía tecnológica en los mercados globales. Un hecho geoeconómico dentro de la Red en el que se producen una serie de amenazas de gran relevancia21: 1. Ataques cibernéticos a países como el caso de STUXNET antes comentado. 2. Robo interno de información por parte de empleados. 3. Ataques contra navegadores como medio para acceder a los sistemas de sus usuarios.
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4. Seguridad y privacidad en redes sociales cuyo crecimiento lleva asociado un mayor número de datos privados disponibles para aquellos que sean capaces de penetrar en ellas. 5. Robo de archivos y de bases de datos. 6. Seguridad en la nube. A la preocupación por la seguridad del ciberespacio se añade ahora el relativamente nuevo concepto de cloud computing22. 7. Mayor riesgo en teléfonos inteligentes y tabletas electrónicas. 8. Menos hackers, pero más poderosos. 9. Fallos de seguridad informática en redes corporativas. 10. Lagunas legales para proteger la seguridad de los datos privados ante nuevos mecanismos de intrusión en los sistemas de empresas o instituciones. Y a lo anterior se unen nuevos movimientos sociales antisistema que actúan sin identidad definida, pero que tienen una influencia social cada
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20
21
22
O. Pastor Acosta. STUXNET, una amenaza sin precedentes. Revista Seguridad Global. Instituto Choiseul España. Verano 2011. O. Álvarez. Cibercrimen: carding y skimming. Revista Seguridad Global. Instituto Choiseul España. Verano 2011. A. Gómez de Agreda. Riesgos y amenazas en y desde el ciberespacio. Revista Seguridad Global. Instituto Choiseul España. Verano 2011. E. de Nicolás. Cloud Computing: qué es y para qué se usa. Revista Geoeconomía: Cloud computing: la nueva frontera de servicios tecnológicos. Instituto Choiseul España. Invierno 2010-2011.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 15
vez más importante. Este es el caso de Anonymous23, que se representa a sí mismo como un grupo anárquico, una especie de cerebro global digital cuyos objetivos, si bien no definidos, agrupan a numerosos miembros de ciertas redes sociales de Internet que actúan públicamente como respuesta a las carencias de los sistemas políticos o sociales legalmente establecidos. Un fenómeno nuevo que, desde 2008, se ha hecho presente en muchos países de Europa. Nuevas circunstancias políticas y sociales que influirán de manera determinante en el futuro.
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23
http://en.wikipedia.org/wiki/Anonymous_(group)
CAPÍTULO
16
Las guerras económicas
Índice Los intereses estratégicos y las guerras de poder, 261 Geoestrategia y conflictos geoeconómicos, 264 Nuevas formas de terrorismo: piratería, 269 El choque de civilizaciones, 271 Conflictos y diplomacia: el Índico, China, Japón y Oriente Medio, 273 Las guerras de divisas, 275
Los intereses estratégicos y las guerras de poder En Francia existe una escuela de negocios1 dedicada a formar profesionales en «guerra económica». Quien no la conoce puede pensar que está dedicada a enseñar a oficiales de las Fuerzas Armadas o de organizaciones similares. Sin embargo, se trata de una institución académica dirigida a ayudar a empresas e instituciones para que sean más eficaces compitiendo en todos los «acimuts» –según expresan– que existen actualmente en la globalización económica. Entre las publicaciones accesibles desde su Web, una de ellas da el tenor que justifica el título de esta institución. Se trata de un análisis sobre los fondos soberanos, con el subtítulo: «La conquista de la política por las finanzas»2. En el estudio se analizan las estrategias ofensivas y defensivas de algunos fondos soberanos. Las primeras consideran, por ejemplo, a los fondos soberanos rusos, que se presentan como un brazo armado 1 2
http://www.ege.fr/ A. Achour; H. Cometto; S. Descamps; C. Hammond; A. Lacoye-Mateus. Les Fonds Souverains. Conquête de la politique par la finance. École de Guerre Économique, 2007. http://www.ege.fr/download/fonds_souverains.pdf
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CAPÍTULO 16
LAS GUERRAS ECONÓMICAS
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bancario. También se analizan los fondos de Singapur: un arma financiera. Las estrategias defensivas se concentran en los países occidentales. Quizás el uso de la palabra guerra sea extremo en este contexto, ya que la guerra nos lleva a considerar actos de violencia. Sin embargo, cuando se analizan las relaciones de poder –especialmente económico–, el dominio sobre un mercado, sobre una tecnología o sobre un producto, se pueden ver prácticas, si no violentas, sí con técnicas que se asemejan a la toma militar de una posición determinada. De ahí el concepto «guerra económica». Un término quizás inapropiado, pero que representa bien la situación de enorme competencia entre Estados, empresas, y otros agentes económicos en el contexto global. Coincidiendo con el desarrollo de sus ideas sobre el hecho geoeconómico, Edward Luttwak anunció en 1993 una próxima guerra económica global3. La base de su argumentación era la sustitución de los conflictos militares por conflictos económicos a la hora de ejercer y mantener el poder. La geoeconomía sustituiría así a la guerra convencional. Las empresas multinacionales, los mercados financieros, el capital, etc., serían la alternativa a los ejércitos y su armamento, como ya comentamos en el capítulo 2. Obviamente, la economía no ha sustituido a los conflictos armados. A veces los ha impulsado. Sin embargo, sí hay algo de cierto en las consideraciones de Luttwak: en lo global, las acciones militares se han reducido a áreas concretas donde actúan fuerzas multinacionales, y muchas tensiones bilaterales o multilaterales se han trasladado al mundo económico. Y es ahí donde se desenvuelven las luchas de poder entre los Estados, y también entre las grandes compañías transnacionales. Es en lo económico donde han surgido conceptos como «campeones nacionales», y donde se libran confrontaciones sin cuento por lograr posiciones dominantes en el mercado. Una nueva manera de confrontación; una soterrada guerra económica en la que no son ajenos los intereses estratégicos de muchos Estados. Ya que, de alguna manera, el mundo ha girado en círculo, para volver al poder del Estado como garante y protagonista del hecho económico. Una circunstancia que la crisis financiera iniciada en 2007 en Estados Unidos y asentada en 2008 en Occidente ha devuelto al mundo –en lo relativo al peso de los Estados–, a los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Uno de los hechos más recientes, cuando se escriben estas páginas, es la situación de Europa y la crisis económica de Grecia. Volveremos a ello más adelante. Es patente el peso de los Estados, especialmente de 3
E. Luttwak. The Coming Global War for Economic Power. The International Economy. Sep.-Oct. 1993.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 16
Alemania y Francia, en las decisiones que se están poniendo en práctica para «salvar» el euro. Estas acciones defensivas son la respuesta a otras acciones ofensivas provenientes de los mercados, que con sus «ataques» especulativos amenazan la existencia de la moneda única europea y, en consecuencia, el devenir de la propia Unión Europea. Ya que en el contexto global, la desaparición del euro dejaría a Alemania, Francia y otros países europeos, sin control sobre el mercado europeo. Se trata pues de una guerra de supervivencia que, desgraciadamente, se libra en condiciones precarias: la moneda única, el euro, es demasiado frágil, en tanto que los Estados que lo conforman carezcan de una fiscalidad común y de un sistema económico unificado que permita «luchar» con más capacidades. ¿Cuáles son los ejes principales de estos conflictos geoeconómicos? Algunos ya han sido explicados hasta aquí. Sobre todo los que provienen de los riesgos que amenazan la estabilidad de la economía global. Sin embargo, se pueden resumir en cinco grandes grupos los intereses estratégicos de los Estados, que son el origen de las guerras de poder en el contexto global: 1. Las materias primas. Incluidos los combustibles fósiles y sus productos derivados, así como la explotación de los recursos naturales en zonas inexploradas como son el Polo Norte o las denominadas Zonas Económicas Exclusivas (ZEE). 2. La expansión comercial. Que se refiere a las luchas por ocupar mercados de carácter global, ampliando el poder económico a dos ejes principales: primero, con empresas transnacionales que dominen los mercados con productos o servicios y, segundo, con acciones gubernamentales, especialmente con el uso de sistemas de inteligencia estratégica. Además de aumentar las relaciones bilaterales, o llevar los conflictos a las Organizaciones Internacionales, ya sea la ONU o, muy especialmente, a la Organización Mundial del Comercio (OMC). 3. Sistemas y tecnologías de poder global. Los más evidentes son los que otorgan un poder disuasorio desde el dominio militar (hard power). Y otros que se encuentran en la frontera entre lo militar y lo civil. Estados Unidos es la potencia por excelencia, aunque otros países como China, Japón, Francia, Inglaterra e incluso Rusia, tienen poderosas tecnologías armamentísticas que les dan una capacidad adicional en lo económico. Entre las tecnologías de carácter civil que otorgan enorme poder, el caso más paradigmático es el dominio espacial con sistemas de vigilancia, posicionamiento geográfico, análisis medioambiental y atmosférico, etc. Y entre ellas, el conocido GPS (Global Positioning System), que ofrece unas ventajas geoeconómicas muy relevantes.
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CAPÍTULO 16
LAS GUERRAS ECONÓMICAS
4. El dominio sobre las tierras explotables. La falta de alimentos en algunos lugares, como Oriente Medio, Corea y la propia China, hace que se abra una estrategia expansionista de dominio geográfico para la explotación agrícola en ciertos lugares y, muy especialmente, en África. 5. La guerra de divisas. Fundamentalmente, existen actualmente tres divisas globales: dólar, euro y yen. Otras como el dólar canadiense o el franco suizo, son monedas refugio. La libra inglesa se esconde detrás del euro, y el renminbi (yuan) chino no constituye hoy una divisa de referencia por su carácter eminentemente local, aunque es extremadamente poderosa por la potencia que le otorga la economía china. En este contexto se libra una guerra muy concreta. Analicemos toda esta problemática.
Geoestrategia y conflictos geoeconómicos 264
Comencemos con las materias primas de nuevo. Las materias primas como motor de conflictos económicos tienen otras dos dimensiones no explicitadas aún en estas páginas: la explotación económica de los Polos –especialmente el Polo Norte–, y las ZEE. Una búsqueda en Google sobre los conflictos en el Polo Norte aporta más de cuatro millones de referencias. Suficiente para comprender la magnitud del problema. De las primeras referencias encontradas4 surge un conflicto que nos devuelve, de alguna manera, a los tiempos de la Guerra Fría: Estados Unidos y Rusia que pugnan por un territorio rico en recursos naturales, fundamentalmente petróleo y gas. El hecho se refiere a los tiempos de George Bush y Vladimir Putin como presidentes de Estados Unidos y Rusia, respectivamente; aunque hoy, en 2011, el conflicto se mantiene. Estas tensiones bilaterales provenían de un despliegue de misiles en la zona, si bien lo que realmente escondían era el potencial de reservas energéticas del área, donde también pugnan por defender sus intereses Canadá, Noruega y Dinamarca. Rusia, por su parte, exigía el dominio sobre más de un millón de kilómetros cuadrados del Ártico. Una zona cuyas reservas de petróleo y gas le darían una supremacía energética evidente. Respecto de las ZEE, el problema geoestratégico y geoeconómico se refiere a las profundidades marinas. Se trata de la franja marítima que se 4
V. Frolov The Coming Conflict in the Arctic Russia and US to Square Off Over Arctic Energy Reserves. Global Research, 17 de junio de 2007. http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=6344
GEOECONOMÍA
Entre los problemas relativos a la expansión comercial y los conflictos relacionados con ella, la Organización Mundial del Comercio (OMC) es un importante lugar de confrontación. Es un escenario añadido a las pugnas que se libran en los mercados o en otras organizaciones internacionales. En este sentido, la prensa está casi a diario reportando reclamaciones de posiciones antidumping de unos Estados contra otros. Por citar alguno7: en julio de 2011, China ponía una fuerte reclamación ante la OMC contra las prácticas proteccionistas de europeos y americanos, que imponían tarifas abusivas contra la importación de ciertos metales procedentes de China. País que entró en la OMC en 2001, y gracias a ello sus exportaciones al primer mundo se han disparado, si bien con enormes tensiones para los países occidentales que tienen muchas dificultades para entrar en el mercado chino debido a restricciones que provienen de los tipos de cambio, acceso a contratos públicos, etc. Unas de las principales «armas» comerciales de los Estados son las empresas. Y, muy fundamentalmente, las empresas globales. Es aquí donde nacen las reclamaciones en las que, detrás de los conflictos empresariales, aparece la fuerza de los Estados. El número de empresas transnacionales da idea del potencial de cada país8. La Figura 16.1 muestra el número de empresas de los 18 principales países. Una lista en la que Estados Unidos y Japón dominan el panorama mundial (305 y 209 5 6 7 8
http://es.wikipedia.org/wiki/Zona_económica_exclusiva http://www.dipublico.com.ar/instrumentos/57.html http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303795304576451621831860678.html Informe Anteios 2010. La guerre économique. Presses Universitaires de France, 2009.
CAPÍTULO 16
extiende desde el mar territorial hasta 370,4 kilómetros mar adentro5 (200 millas marinas). Esto permite al Estado ribereño con esa zona explotar los recursos naturales marinos en su globalidad: pesca, petróleo, gas, minerales, etc. Hasta aquí la descripción. ¿Y dónde se encuentra el conflicto? Básicamente en las decisiones tomadas por la ONU. Ya que, en virtud de la Convención Internacional sobre el Derecho del Mar, realizada en 1982 en Montego Bay6, según su artículo 57, la ONU autoriza a extender la ZEE hasta un máximo de 350 millas, a condición de que el país en cuestión demuestre que su plataforma continental se prolonga hacia el mar esa distancia al menos. El plazo para probar hasta dónde llegaba la placa continental finalizó el 13 de mayo de 2009, lo que fue imposible realizar para los países menos desarrollados, por su carencia de medios técnicos y económicos. Existen actualmente fuertes conflictos por este hecho en el mar de China, Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei e Indonesia, entre otros. Zonas ricas en recursos naturales que son explotadas por empresas foráneas.
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CAPÍTULO 16
LAS GUERRAS ECONÓMICAS
empresas, respectivamente). Seguidos a mucha distancia por Alemania, Francia y el Reino Unido (41, 47 y 41 empresas, respectivamente). España, al igual que Rusia, tiene siete empresas transnacionales operando en los mercados globales. Figura 16.1 Número de empresas transnacionales por países 350 300 250 200 150 100 50
España
Rusia
India
Brasil
Países Bajos
Suecia
Finlandia
Italia
Suiza
Canadá
China
Taiwán
Corea del Sur
Reino Unido
Alemania
Francia
Estados Unidos
Japón
0
266
Pero esto es sólo una parte de la visión global. Detrás de las empresas están las inversiones. Y en este sentido, aunque el número marca la diferencia, el análisis es diferente. Siguiendo con el Informe Anteios antes referido, la Figura 16.2, muestra el mapa de inversiones en países foráneos por las empresas de los países considerados. Nuevamente Estados Unidos domina el escenario, con Japón detrás, si bien con inversiones casi un 50% menores (5 billones9 de dólares de Estados Unidos, respecto de 2,7 billones de Japón). España, según este informe, tenía 158.000 millones de dólares invertidos en el extranjero. El dominio de las tecnologías disruptivas es uno de los elementos geoeconómicos claves. En este sentido, el sistema GPS, constituye uno de los elementos de poder más determinantes de Estados Unidos. Lo incorporan, además de los aviones de las compañías aéreas y los barcos de transporte de todo tipo, toda suerte de sistemas de posicionamiento de vehículos privados. 9
Millones de millones en ambos casos del paréntesis.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 16
Figura 16.2 Inversiones en miles de millones de dólares de empresas transnacionales 6.000
5.000
4.000
3.000
2.000
1.000
España
Suecia
India
Finlandia
Brasil
Rusia
Suiza
Canadá
Taiwán
Italia
China
Países Bajos
Corea del Sur
Reino Unido
Francia
Alemania
Japón
Estados Unidos
0
Lo que quizás es menos conocido, es que el GPS es un sistema militar propiedad de los Estados Unidos, que permite su utilización para fines comerciales. El sistema fue puesto en funcionamiento por el departamento de Defensa americano en 1994, con 24 satélites orbitando alrededor de la Tierra. Sus aplicaciones en el posicionamiento de objetivos y seguimiento de la trayectoria de misiles ha sido profusamente utilizado en los últimos años en diversos conflictos militares: quién no recuerda la segunda guerra de Irak y las imágenes de la televisión con misiles guiados electrónicamente que caían por doquier contra objetivos determinados. Sus aplicaciones civiles, sin embargo, son muy numerosas. Y es evidente que la paralización de este sistema traería el colapso de las comunicaciones y el transporte mundial. Con este escenario, la Unión Europea decidió poner en marcha el proyecto Galileo. Un sistema de satélites de navegación global cuyo desarrollo y puesta en operación corresponde a la Agencia Espacial Europea; una organización que cuenta con 14 países miembros, que incluye a ciertos países de la Eurozona, y otros asociados como Canadá, por ejemplo. El sistema Galileo es similar al GPS, si bien, busca la independencia europea de americanos y rusos. Estos últimos operando el
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CAPÍTULO 16
LAS GUERRAS ECONÓMICAS
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sistema GLONASS de su propiedad, que cuenta en la actualidad con 22 satélites en órbita. Sin embargo, aunque previsto para 2011, Galileo no estará operacional hasta 2018, algo que, dada la crisis financiera actual en Europa y las necesidades financieras de este complejo y costoso programa tecnológico, hace prever nuevos retrasos y la continua dependencia de Europa del GPS, lo que condiciona su posición geoeconómica. Una carrera, además, en la que China –que participa financieramente en el sistema Galileo con interesantes transferencias tecnológicas europeas a su favor como contrapartida– también está inmersa a través de su programa Beidou, de 35 satélites. Si bien, se trata de un objetivo básicamente militar. Y a lo anterior hay que unir, por lo necesario, la «lucha» económica por dominar el mercado de los «lanzadores» espaciales. Esos ingenios que permiten poner grandes satélites en órbita. Una carrera espacial y comercial en la que Estados Unidos ha quedado debilitada por el cierre definitivo de los transbordadores Shuttle, donde China, Rusia, e incluso India, compiten con los europeos, cuyo sistema Arianne, necesita de una profunda reconversión y enormes inversiones para sustituir al actual lanzador Arianne 5. Una nueva fuente de debilidad de Europa en un escenario altamente competitivo. El cuarto escenario se encuentra en la lucha por los alimentos, que pasa por poseer tierras de cultivo en abundancia. Hay países que son financieramente ricos y, sin embargo, son extremadamente pobres en su independencia alimentaria. Un foco importante de tensiones geoeconómicas. No se trata únicamente de asegurarse los recursos naturales de tipo industrial, sino asegurarse lo indispensable: el alimento. El 23 de noviembre de 2008 un artículo de Vivienne Walt en Time World10, alertaba sobre la entrada coreana en Madagascar a través de la empresa Daewoo Logistics. Esta empresa anunciaba el cierre de la negociación por 99 años del alquiler de 3,2 millones de acres (1,3 millones de hectáreas) de tierras de cultivo en la isla de Madagascar; lo que representaba casi la mitad de las tierras cultivables de la isla de acuerdo con la FAO. Daewoo planeaba cultivar las tres cuartas partes de esa extensión con maíz, y el resto lo dedicaría a producir aceite de palma, un producto esencial para la industria del biodiesel. Un hecho que también sucedía en otros países africanos como Etiopía, Ghana, Sudán o Malí, que vendían o alquilaban por decenas de años sus tierras cultivables a China, Corea, Egipto y los Emiratos. Operaciones políticas en las que se 10
V. Walt. The Breadbasket of South Korea: Madagascar. Time World. 23 de noviembre de 2008. http://www. time.com/time/world/article/0,8599,1861145,00.html
GEOECONOMÍA
Finalmente, se encuentra como problema de enormes tensiones globales la situación de las divisas y las guerras especulativas sobre algunas de ellas, especialmente el euro; de cuya estabilidad depende el propio futuro de la Unión Europea, hoy más que nunca amenazado y de porvenir incierto. Trataremos esto en un apartado específico más adelante.
CAPÍTULO 16
conjugan intereses financieros, con otros de predominio sobre grandes extensiones de tierra cultivable. Algo que no asegura la prosperidad de los países propietarios, y que puede suponer en el futuro grandes conflictos ante la falta de agua y alimentos.
Nuevas formas de terrorismo: piratería Aunque con óptica estadounidense, un interesante documento11 de la RAND Corporation pone en perspectiva este problema geoeconómico. El informe abre con esta aseveración: «En el marco global actual, los desafíos de seguridad transnacionales –identificados como fenómenos de área gris– plantean serios y dinámicos desafíos a la estabilidad nacional e internacional. Estos peligros, que no pueden ser rápidamente eliminados con las tradicionales defensas que los Estados han erigido para proteger a sus territorios y a su población, reflejan la remarcable fluidez que caracteriza la política mundial –un escenario donde ya no está claro lo que puede hacer cualquiera y con qué medios–. El mundo marítimo es especialmente propicio a este tipo de amenazas dadas su extensa naturaleza, tanto tiempo sin regular, y su naturaleza opaca. En esto, dos asuntos específicos han obtenido una particular atención: la piratería y el terrorismo marítimo». El informe al que nos referimos indica que en el período 2000-2006 se produjeron casi 2.500 actos de piratería a nivel mundial, estando casi el 21% en las zonas del Sudeste Asiático. Otros territorios objeto de la piratería se encuentran en Nigeria, Somalia, el golfo de Adén, Tanzania, Perú, Bangladesh y Malasia, según muestra la Figura 16.3. La piratería tiene múltiples consecuencias como veremos seguidamente, pero sus causas están bien explicadas en el informe de la RAND Corporation que estamos siguiendo: •Incremento del tráfico marítimo coincidiendo con el proceso de globalización de los mercados. Trafico que se incrementa a niveles del 8% mensualmente. 11
http://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/monographs/2008/RAND_MG697.pdf
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CAPÍTULO 16
LAS GUERRAS ECONÓMICAS
Figura 16.3 Número de actos de piratería según zonas geográficas 35 30 25 20 15 10 5
Resto del mundo
Mar Rojo/Golfo de Adén
Perú
Tanzania
Malasia
Somalia
Nigeria
Estrecho de Malaca
270
Bangladesh
Indonesia
0
•Concentración del tráfico en ciertas zonas, particularmente en los estrechos de Malaca, Bab-el-Mandeb y Ormuz, así como en las proximidades del canal de Suez y el de Panamá. •La crisis financiera de Asia de finales de los noventa que dio lugar al desarrollo de nuevas formas de delincuencia que se han quedado encastradas y que, incluso, han aumentado en su potencia delictiva. •Conectado con lo anterior, las dificultades de aumentar los medios de vigilancia y protección marítima que, por un lado, necesitan concentrarse en las aguas jurisdiccionales más próximas, y por otro, los países afectados no tienen, salvo casos muy concretos, los medios tecnológicos para hacer frente a este fenómeno en aguas tan difíciles como son las de Filipinas, Indonesia, Turquía, Eritrea y Kenia. •La necesidad complementaria de aumentar la seguridad de los puertos, sobre todo en las zonas de mayor peligro: Nigeria, Cuerno de África, Sur y Sudeste de Asia, Bangladesh y Somalia; siendo esta la zona más peligrosa del mundo actualmente.
GEOECONOMÍA
•Finalmente, uno de los fenómenos que ha crecido con la globalización es la proliferación de armas y la facilidad de obtenerlas en el mercado negro y en algunos circuitos, donde se proveen terroristas y piratas.
CAPÍTULO 16
•La corrupción en muchos lugares, donde los delincuentes cuentan, a veces, con complicidades oficiales, especialmente en Filipinas, China, Tailandia e Indonesia.
Respecto de las consecuencias de la piratería –aparte de los dramas humanos que comporta en lo relativo a los ataques contra las personas y sus bienes–, están los costes políticos y económicos. Estos últimos se estiman entre 7.000 y 12.000 millones de dólares en 2010, a lo que habría que añadir otros 1.250 millones como impacto macroeconómico en los países afectados. Impacto que se concreta en la pérdida de comercio y otros costes adicionales12.
El choque de civilizaciones El Imperio romano, el Imperio de Occidente, cayó en 476. Desapareció sin grandes sucesos. No hubo guerras ni revoluciones. Fue algo parecido al agostamiento de la vida. Ya no podía más. Sus fuerzas estaban exhaustas. En aquel entonces África era la clave económica del Imperio13. A principios de siglo, era la principal fuente de ingresos. Ya con Julio César, se embarcaban 50 toneladas de trigo anualmente desde Cartago. Y ese flujo no había cesado. África era, de nuevo, la solución económica para el Imperio, y el emperador Aecio se propuso recuperar su control. Sin embargo, los hunos atacaban las fronteras al Norte y los romanos tuvieron que cambiar su escenario bélico de Sur a Norte. Y fue allí donde los hunos acabaron con Roma: una civilización global, en lo que se refería al mundo conocido entonces, que se había iniciado con Rómulo y Remo en el 753 antes de Cristo. Según Toynbee14, una civilización se colapsa cuando en su desintegración «se somete a una unificación política enérgica en un Estado universal». Una situación que se une a la «pérdida del dominio sobre el contorno y a la pérdida de la autodeterminación». Es lo que pasó con Roma: un Imperio políticamente dividido y sin capacidad para controlar sus contornos, ni en lo geográfico, ni en lo político, ni en lo económico. 12 13 14
http://www.saveourseafarers.com/assets/files/The_Economic_Cost_of_Piracy_Summary.pdf S. Baker. Roma. Auge y caída de un imperio. Ariel, 2007. A. J. Toynbee. Estudio de la Historia. Alianza, 1970.
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El Imperio romano y su civilización quedan muy lejos; como quedan otros imperios globales, particularmente el español y el británico, aunque muchos aspectos de su civilización perviven. Sin embargo, con las enormes diferencias históricas, la civilización actual, la civilización occidental, muestra signos de cansancio, de fatiga. No sólo en lo económico o en lo político, sino en los valores que la sujetan. Samuel Huntington, en su referido libro El choque de civilizaciones, menciona a otro estudioso de las civilizaciones, Carrol Quigley. Un historiador americano fallecido en 1977. Quigley consideraba una secuencia similar en la dinámica de todas las civilizaciones: mezcla, gestación, expansión, época de conflicto, imperio universal, decadencia e invasión. Siguiendo el análisis de Quigley, Huntington expresa que, a mediados de los años noventa, Occidente había alcanzado la antesala de la decadencia. En lo económico, tenía más riqueza que ninguna otra civilización, pero mostraba ya síntomas preocupantes comparados con otros países, especialmente con los de Asia: bajo crecimiento y poca capacidad de ahorro e inversión. A lo que se unía una extremadamente baja tasa de natalidad, como hemos referido en otro lugar. Pero a esto, con ser negativo, Huntington añade tres deficiencias aún más problemáticas: decadencia moral, suicidio cultural y desunión política. Y, especialmente, la decadencia moral es el signo más determinante que augura una próxima decadencia. Un hecho que este autor certifica en base a cinco manifestaciones muy evidentes que se encuentran en el cuerpo social: 1) aumento de los niveles de conducta antisocial; 2) decadencia familiar (divorcios, familias monoparentales, embarazos de adolescentes, etc.); 3) descenso del capital social (al menos en Estados Unidos), que se concreta en la disminución de miembros de organizaciones sociales de voluntariado; 4) debilitamiento general de la «ética del trabajo» y auge de un culto de tolerancia personal (lo que definiríamos como fuerte hedonismo y desaparición de la cultura del esfuerzo); y 5) un interés cada vez menor por el estudio y la actividad intelectual. En este contexto, sumida en una decadencia económica y sin una oferta moral que ofrecer al resto de los pueblos, Occidente es visto con gran recelo. Especialmente por los pueblos musulmanes, por los hispanos y por otros grupos situados dentro de las propias sociedades occidentales, que entienden que el modelo no tiene ya nada que ofrecer. Grupos que incluyen a todos los inmigrantes que llegaron a estas latitudes en espera de un mundo más prometedor y que ahora con la crisis económica han perdido sus esperanzas. Sin embargo, el debilitamiento de la decadencia occidental reside, en su mayor parte, en la pérdida de los valores. Y de ahí parte el resto
GEOECONOMÍA
Europa y quizás todo Occidente se encuentra en el medio de una cierta guerra de ideas que la debilita. Un «choque de civilizaciones» que se explicita hacia fuera y hacia dentro. Por un lado, están aquellos que defienden la cultura judeocristiana como base de esos valores, y por otro, los que argumentan y sostienen la idea de la democracia en sí misma y el secularismo como mejor vía para alcanzar el progreso. Y entre ambas, aparecen en las sociedades occidentales los valores islámicos defendidos por el numeroso grupo musulmán que habita en Europa. De aquí nace la desunión política tan evidente en Europa, que no logra aunar las voluntades ni en lo político ni en lo económico, tras haber perdido la sintonía en su base cultural de valores. Una «guerra de ideas» asentada en la raíz misma de la civilización occidental actual, que llega hasta las instancias democráticas de Europa. A lo que se añaden otras disensiones que se refieren a la mera gestión económica como veremos más adelante. Unos hechos que se agravan al considerar las diferencias culturales con otros pueblos, especialmente los islámicos, como hemos referido. Una lucha entre civilizaciones dentro de la propia civilización, que abunda en la decadencia actual, y que afecta a todos los aspectos que la sujetan: sociales, políticos y económicos.
Conflictos y diplomacia: el Índico, China, Japón y Oriente Medio En el Capítulo 9 nos referimos a la geoeconomía del Índico. Una extensa zona donde se concentran los intereses contrapuestos de diversos Estados: 1) Estados Unidos, India, China, Japón y Australia; 2) nuevos entrantes: Indonesia, Singapur, Filipinas, etc.; y 3) Europa y Rusia, cuyas economías dependen en gran manera del tráfico en esta zona, pues es la ruta vital de gas y petróleo, y una vía estratégica alternativa al petróleo transportando desde el Golfo a Estados Unidos.
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de manifestaciones apuntadas por Huntington: suicidio cultural y desunión política. Algo –el conjunto de valores– que el filósofo Karl Popper, profesor de la London School of Economics, definía como el «cuerpo moral de una sociedad». Lo que incorpora el sentido de justicia y los valores morales que hacen posible aunar intereses contrapuestos cuando es necesario. No se trata tanto de democracia, sino del sostenimiento de los valores que han hecho posible el mantenimiento de la sociedad occidental tal como la entendemos. Pues la democracia, cuando no se asienta en valores, puede dar cabida a fenómenos tan destructivos como el nazismo.
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En el Índico se da la paradoja de alianzas y conflictos de intereses: de Estados Unidos con China e India, con Pakistán en un lado y Rusia en otro. Una compleja situación que originalmente tenía enfrentado a Estados Unidos con India con motivo del rechazo indio a la firma del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y sus actividades en este sentido. Sin embargo, ya desde los tiempos de Kissinger como secretario de Estado se percibía el ascenso de India como una nueva potencia, y se estimaba la necesidad de un entendimiento de los Estados Unidos como aliado en una enorme región que va desde Malaca al golfo de Adén15. Según esta visión, años después, en junio de 2005, India firmaba un acuerdo de cooperación militar con Estados Unidos con un escenario de diez años. Lo que llevó a la compra de varios equipos militares americanos. Acuerdo que se intensificó después de la visita de la secretaria de Estado Hillary Clinton en julio de 2009. Un hecho que ha abierto nuevos recelos con China y Rusia, así como con Pakistán. Alianzas que encierran confrontaciones que se llevan al plano geoeconómico. Este eje geoestratégico y geoeconómico vertical, de Estados Unidos, Rusia, China, Pakistán e India, se complementa con el Asia horizontal, que va desde Japón a las repúblicas de Asia Central: un área donde se concentra un enorme flujo comercial, así como infraestructuras estratégicas y fuentes de energía esenciales. Un triángulo de inestabilidad fuente de conflictos políticos y económicos. Inestabilidades que tienen la contradicción de constituir «guerras económicas», más o menos soterradas, en un contexto de alianzas estratégicas simultáneas. Estados que son amigos y enemigos a la vez. Así, China, en 2008, era el socio comercial más importante de India (con 51.800 millones de dólares en transacciones comerciales): más importante que Estados Unidos cuyo volumen comercial era un 40% menor. En otro orden, en el período 1992-2007, China había incrementado sus importaciones de Rusia seis veces, y Rusia lo había hecho 15 veces en la relación bilateral entre los dos países, mientras discutían sobre fronteras y pasos de gas hacia Japón. Y de manera similar, en el mismo período, las importaciones de China desde Asia Central se habían incrementado desde los 160 millones de dólares a los 7.000 millones. A la vez que las relaciones con los países del golfo Pérsico entre China e India habían aumentado, entre 1990 y 2007, de los 500 millones de dólares a los 4.000 millones en el caso chino, y desde los 44 millones a los 17.000 millones en el indio. Y con los países del Golfo, China e India habían aumentado su comercio unos 1.000 millones de dólares cada una. Así, 15
H. Kissinger. Diplomacy. Simon & Schuster, 1994.
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CAPÍTULO 16
Arabia Saudita es el mayor suministrador de crudo de India, y el mayor importador de arroz desde ese país16. A lo que se añade el hecho –siguiendo con el análisis de Bubalo y Cook– de que 62 empresas de construcción chinas trabajaban en Arabia Saudita, mientras que la compañía saudí Aramco, con Exxon Mobil y la china Sinopec, construían una enorme refinería en Fujian, con una inversión de unos 5.000 millones de dólares. Un escenario geoestratégico horizontal, donde los conflictos se subsumen en los acuerdos y los enmascaran en una «guerra» dominada por una suerte de «diplomacia de intereses» que sobrevuela lo económico como elemento principal y, muy especialmente, en lo energético. Así, Japón lanzó su estrategia diplomática bajo el concepto Central Asia plus Japan17, una nueva Ruta de la seda en la construcción del Asia horizontal.
Las guerras de divisas Los bienes y servicios se pagan en la divisa del país que los compra, o en la moneda que se toma como referencia en la transacción comercial. Así, los productos commodities (petróleo y sus derivados, gas, metales, productos agrícolas, etc.) se intercambian en dólares; con lo que para comerciar en estos mercados habrá que abonar las compras en dólares, es decir comprar dólares para pagar. La riqueza de las naciones, por tanto, depende de la capacidad para ofrecer productos competitivos en el mercado: cuanto más se vende, y con mayor productividad, mayores son las ganancias y mayor el crecimiento económico. Y a mayor crecimiento, mayor prosperidad. Es decir, que una de las fuentes de la riqueza de los pueblos tiene que ver con las exportaciones (aunque, evidentemente, no sólo); y un país que no exporta está condenado a la pobreza. Ahora bien, una moneda sobrevalorada en el mercado dificultará las ventas, pues a igual calidad los compradores preferirán productos más baratos. De ahí el interés en los países exportadores en mantener su moneda competitiva con respecto a las de sus competidores. Analicemos esto con más detalle. Los países que más exportan en el contexto global se muestran en la Figura 16.4. Estados Unidos, aún siendo el país más poderoso en muchos órdenes, no es el líder mundial en exportaciones. Y de los siete países europeos de mayor capacidad exportadora (excluido Suiza), la 16 17
A. Bubalo; M. Cook. Horizontal Asia. The American Interest. Mayo-Junio 2010. http://www.japansociety.org.uk/10253/japan’s-silk-road-diplomacy-paving-the-road-ahead/
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LAS GUERRAS ECONÓMICAS
Figura 16.4 Mayores países exportadores a nivel mundial en 201019 (miles de millones de dólares) 1.600 1.400 1.200 1.000 800 600 400 200
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Suiza
Arabia Saudita
España
Taiwán
Bélgica
México
Singapur
Rusia
Reino Unido
Canadá
Holanda
Italia
Corea del Sur
Francia
Japón
Estados Unidos
Alemania
China
0
suma de su comercio exterior es superior a la combinación de China, Estados Unidos y Japón juntos (3.708,5 billones de dólares18 de los países europeos, respecto de 3.541,2 billones de China, Estados Unidos y Japón sumados). Un escenario que abre importantes conflictos.19 Dado que el dólar es la moneda de referencia, como hemos comentado, los Estados Unidos, a fin de incentivar sus exportaciones, promueven una política de dólar bajo respecto de sus competidores: China y la Unión Europea. Es decir, mantienen el dólar devaluado respecto del yuan chino y el euro europeo. Ya que esto, a la vez que incrementa las exportaciones, aumenta los ingresos y, en consecuencia, su economía crece, y con ello, el empleo; favoreciendo así un círculo económico virtuoso. Este hecho tiene, sin embargo, efectos perniciosos sobre otras economías: principalmente sobre la europea (y de manera muy negativa sobre la alemana) y sobre las economías en desarrollo, sobre todo las del Sudeste Asiático y las latinoamericanas (especialmente Brasil) que también son exportadoras. El efecto de dólar bajo, lógicamente encarece los productos europeos y limita sus exportaciones, ya que los europeos producen en euros. Pero un dólar bajo tiene, a su vez, un efecto negativo sobre la propia 18 19
Miles de millones. https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2078rank.html
GEOECONOMÍA
Con lo dicho, devaluar el dólar, aunque por un lado tiene efectos positivos, produce otros menos favorables, lo que obliga a intentar una cuadratura del círculo económica. Ya que para incentivar la economía necesita también de capitales extranjeros adicionales que soporten sus inversiones mediante la compra de su deuda pública. Algo que un dólar devaluado no lo facilita. Lo que la Reserva Federal americana trata de paliar mediante bajas tasas de interés (algo imposible porque están prácticamente a cero), a la vez que emite papel, es decir, aumenta la circulación de dólares en el mercado, lo que incrementa la inflación. Políticas que Estados Unidos suplementa mediante un aumento del gasto federal en inversiones y comprando sus propios bonos. Una situación económica muy compleja. De ahí, las dificultades de Estados Unidos respecto de su deuda y la necesidad casi constante de aumentarla por todos los medios a su alcance. Es el precio a pagar por mantener el dólar como moneda global y ser el país que domina la escena mundial en el orden geopolítico y geoestratégico. El yuan, la divisa china no tiene los problemas del dólar, ya que el Gobierno chino puede mantener su moneda suficientemente baja para sustentar sus exportaciones. Incluso con la moneda «flotando» en el mercado, como decidió en junio de 2010. Para ello, le basta con comprar divisas extranjeras, aumentando la circulación del yuan y así mantener su valor bajo. Un hecho repetidamente denunciado por Estados Unidos. A la vez que Alemania, en la otra esquina, ha acusado a Estados Unidos de poner más dólares en circulación con el efecto pernicioso que esto tiene sobre el euro. Una joven moneda, nacida a las 12 de la noche del 1 de enero de 1999 debido a la necesidad europea de competir en los mercados globales con las mismas armas que chinos y americanos y aumentar el tamaño del mercado europeo en un espacio único. El euro arrancó con un valor de 1,1789 dólares.
CAPÍTULO 16
economía americana, ya que devalúa la rentabilidad de su deuda soberana. Es decir, que los inversores tratarán de buscar inversiones en capital o en activos industriales o inmobiliarios en países menos desarrollados con monedas más potentes y mejores perspectivas de rentabilidad. Y al tener que hacerlo en monedas locales, origina el efecto de subir el valor de tales monedas y perjudica su actividad exterior, es decir, sus exportaciones. De manera que los países del Sudeste Asiático o latinoamericanos se verán perjudicados por este valor bajo del dólar, ya que sus exportaciones se reducirán y con ello su crecimiento económico. De ahí que países como Brasil pongan mecanismos protectores (impuestos en compra de bonos o inversiones, por ejemplo) evitando de esta manera su revalorización.
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CAPÍTULO 16
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Con una pequeña inflexión en 2006, el euro no ha parado de crecer hasta su máximo en plena crisis económica en 2008, cuando, el 15 de julio, alcanzó una cotización de 1,5990 dólares. Metido desde entonces en una gran volatilidad, fruto de fuertes movimientos especulativos, como indica la Figura 16.5.20 Figura 16.5 Cambio histórico dólar-euro20 1,6 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0
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0,9 0,8 99
00
01
02
03
04
05
06
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12
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15
Adaptando un gráfico del Spiegel On-Line21, la Figura 16.6 muestra los componentes económicos que relacionan a las tres grandes potencias en 2009: Estados Unidos, China y la Unión Europea. Tres son los elementos considerados: balanzas comerciales, reservas de divisas y tamaño de las economías. China, como se ve, presenta una balanza comercial positiva respecto de Europa, y extremadamente positiva con Estados Unidos. Con la característica de que el único país que tiene abundantes reservas en divisas es China (unos 2,5 billones22 de dólares). En este contexto, los Estados Unidos están sumidos en un grave problema que podría conducir a perder el actual dominio del dólar como moneda global. Y otros, como la Europa del euro, sufren los ataques de 20 21 22
http://en.wikipedia.org/wiki/File:EUR-USD_v2.svg http://www.spiegel.de/international/world/bild-721044-138065.html Millones de millones.
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 16
Figura 16.6 Relaciones comerciales entre las tres grandes potencias económicas (datos de 2009, M = miles de millones; B = millones de millones)
PIB 16.447 B$ 69.500 M$
141.300 M$ 222,500 M$
285.600 M$ PIB 14.256 B$
PIB 4.984 B$ 296.400 M$ 312.800 M$ Reservas 2.500 B$
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los especuladores. En este sentido, la debilidad de la moneda europea parte de los problemas de la unión política, que favorece el ataque al euro en la debilidad económica de ciertos países. Singularmente Grecia, Portugal e Irlanda, seguidas de España e Italia. Un difícil contexto que pondrá en enormes dificultades a la Unión Europea en el futuro. Un futuro de imprevisibles consecuencias, especialmente si alguno de los países con dificultades (por ejemplo, Grecia) entrara definitivamente en quiebra.
CAPÍTULO
17
Estrategia internacional
Índice La sociedad en red, 281 Redes de producción, 284 La naturaleza de la competencia global, 286 El factor esencial de la tecnología y la innovación, 287 Desarrollo de los mercados internacionales, 290 Estrategias globales vs. estrategias transnacionales, 292 Las claves del derecho internacional, 293 Contratos internacionales, 296 Sectores económicos estratégicos en el siglo XXI, 297
La sociedad en red La sociedad en red se refiere a aquellas sociedades que presentan dos características esenciales: 1) una estructura basada en una infraestructura de sistemas de información y redes de comunicación digitales que, en gran medida, constituyen el soporte de todas las actividades sociales, políticas y económicas; y 2) un entramado de relaciones personales o institucionales que conforman la base de una compleja red social y económica. Es decir, dos niveles de organización, uno tecnológico y otro personal o institucional que se entrelazan entre sí. La sociedad en red se ha ido conformando al paso de la globalización y de la proliferación de los sistemas tecnológicos que la sustentan. Ha sido un proceso de más de 30 años, cuya explosión vino de la mano de la digitalización electrónica. En 1978, James Martin, entonces un autorizado profesor de la Universidad de Lancaster y autor de numerosos trabajos sobre tecnología,
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escribía un libro premonitorio: La sociedad interconectada1. Su análisis desgranaba lo que hoy es una realidad que permea todas las actividades humanas. La sociedad interconectada se establece gracias a la profusión de potentes y baratos ordenadores interconectados por medio de sistemas de telecomunicaciones igualmente de bajo coste y universales. Una explosión de redes que, al decir del autor, invadirían en el futuro los medios de comunicación, los satélites, la industria, la economía, la medicina, la educación, el hogar, la administración, y todo el resto de actividades humanas por triviales que fueran. De entre los capítulos del libro de Martin, dos son las que más llaman la atención: una alusión a la novela 1984 de George Orwell2, y lo que Martin llama dinero invisible. Escrito en 1948, 1984 fue un libro anticipador de ciertos perfiles de la sociedad actual. La alusión de James Martin a esta novela viene de la visión de Orwell respecto de la sociedad de las telecomunicaciones. Orwell narra: «A la espalda de Winston, la voz que procedía de la telepantalla seguía murmurando sobre el hierro en lingotes y sobre los resultados tan satisfactorios del Noveno Plan Trienal. La telepantalla recibía y transmitía simultáneamente. Cualquier sonido que Winston produjera, por encima de un bajísimo cuchicheo, sería captado por la misma; es más, en tanto que permaneciera dentro del campo de visión que establecía la placa de metal, se le vería, e igualmente, se le oiría». Martin asimila esta visión al poder futuro de la televisión como arma política: «En el pasado –dice–, muchos políticos se dieron cuenta de que un gran paso para aumentar su poderío consistía en controlar las noticias. Muchos comentan que este paso es más potente con la electrónica moderna, ya que la televisión presenta las noticias de forma atractiva y emocional y tiene una vasta e inmediata cobertura nacional. Cuanto más poderoso es el medio, más efectivo puede resultar para un político ganar el control del mismo». Lo que Martin no percibía entonces es el poder adicional de los sistemas de vigilancia y escucha electrónicos que, independientemente de la televisión, se introducen hoy en las comunicaciones personales telefónicas, fijas o móviles, e incluso en los correos electrónicos privados. En la actualidad existen sofisticados sistemas de interceptación de todo tipo de comunicaciones terrestres o por satélite, usados habitualmente contra el crimen organizado, aunque a veces su utilidad tenga otros fines, incluso aquellos que pro-
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J. Martin. The Wired Society. Prentice-Hall. 1978. Versión en español: La sociedad interconectada. Ariel, 1980. Hay múltiples versiones en castellano. Una de las últimas es: G. Orwell. 1984. Colección Austral, 2007.
GEOECONOMÍA
El otro aspecto referido en el trabajo de Martin es lo que el autor define como dinero invisible. Hoy ya una realidad evidente. Es decir, el dinero que electrónicamente pasa de un ordenador a otro, y que se transmite a distancia; a lo que se unen sofisticados productos financieros que, de la misma manera, mueven cientos de miles de millones de dólares de manera virtual. Una de las manifestaciones de lo que se dio en llamar la economía digital, sobre la que se han escrito millones de páginas. En la sociedad en red, la economía digital –también llamada por algunos autores nueva economía o economía del conocimiento– viene representada por un mundo virtual, electrónico. Ya no es preciso sustentar los procedimientos y transacciones económicas por medio de papel, en forma de moneda, cheques, etc., sino que todo se mueve electrónicamente en bits, las piezas de información más pequeñas del entramado digital4. Una nueva situación que, gracias al desarrollo explosivo de Internet, ha cambiado muchas de la formas de hacer negocio, y ha transformado profundamente la actividad empresarial en todos los sectores de actividad. Situación que ha superado con creces lo que hace 15 años se veía sólo en perspectiva5, creando un universo de múltiples comunidades virtuales que van más allá de la actividad económica y alcanza a sectores sociales, económicos o políticos que en la época que comentamos se percibía sólo parcialmente6. Uno de cuyos efectos ha sido la profunda transformación de los hábitos y formas del trabajo7. En las que el teletrabajo es sólo un aspecto de ese imponente iceberg, en el que ya Martin preveía que podía conducir a una semana con tres días y medio de trabajo. La sociedad en red es la característica de la sociedad industrial y tecnológica de nuestros días, de la sociedad globalizada. Algo que va más allá de los medios de comunicación o de las actividades económicas, y se adentra en el cuerpo social formando parte del mismo como expresa Manuel Castells8. El cual más cercanamente, en 2005, ha vuelto a tratar este asunto con más detalle.9 3 4 5 6 7 8 9
http://info.publicintelligence.net/ECHELONreport.pdf D. Tapscott. Digital Economy. Promise and Peril in the Age of Networked Intelligence. McGraw Hill, 1995. R. Hammond. Digital Business. Hodder&Stoughton, 1996. J. Hagel III; A. G. Armstrong. Net Gain. Harvard Business School Press, 1997. J. Rifkin. El fin del trabajo. Paidós, 1996. M. Castells. The Rise of the Network Society (Vol. 1). Wiley, 1996. M. Castells (ed.). The Network Society. From Knowledge to Policy. http://www.umass.edu/digitalcenter/ research/pdfs/JF_NetworkSociety.pdf
CAPÍTULO 17
porcionan ventajas políticas. El propio Parlamento Europeo publicó el 1 de julio de 2001 un pormenorizado estudio al respecto del sistema ECHELON en este sentido3.
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CAPÍTULO 17
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Redes de producción En la sociedad en red, la producción de bienes de cualquier naturaleza se realiza igualmente en red. La cadena de suministro no está ubicada en un lugar preciso. No se trata únicamente del final de la misma, la logística de distribución, sino que toda ella está dispersa geográficamente. Las redes de producción son importantes por su impacto en los países propietarios de la marca y en los países suministradores de materias primas o productos intermedios, normalmente países en vías de desarrollo. La Figura 17.1 muestra un sencillo ejemplo de un fabricante de refrescos para explicar el concepto. Los clientes están localizados en cualquier geografía, y los suministradores y fabricantes dispersos en lugares determinados. Desde el mercado parte el flujo de información que Figura 17.1 Cadena de suministro (caso de fabricante de refrescos)
284
Productoinal (en botellas o latas)
Créditos/Pagos
Flujo material
Flujo económico
Suministro
Suministro PAÍS A S3
S2
S2 S3
Suministradores
Distribuidor Refrescos
S2
Suministradores
Suministradores PAÍS B S2
Logísticay Distribución
Latas
S1 S2
S3
Productos base
Componentes base
S1
Suministradores
S1
Planta embotelladora
Botellas PAÍS C
S3
Pedidos/Contratos
Datos de mercado Flujo Información
Supermercado
Cliente inal
GEOECONOMÍA
Este ejemplo sencillo da idea de la complejidad que puede haber en otros sectores, como por ejemplo el sector del automóvil. Unos de los primeros en globalizarse y utilizar las sofisticadas técnicas just-in-time, según las cuales los diferentes componentes han de llegar a tiempo a la cadena de montaje para ser ubicados por robots en su lugar preciso dentro del vehículo: piezas del motor (alternador, cilindros, etc.), neumáticos, asientos, equipos electrónicos, limpiaparabrisas, etc.; todos ellos fabricados en suministradores diversos, en países distintos, que llegan a una misma planta de montaje a su debido tiempo, para atender las necesidades de un mercado al que se le ofrece una enorme gama de vehículos de diferentes prestaciones y modelos. Decenas de países, con decenas de fabricantes, con cientos de distribuidores para responder a una clientela global y altamente exigente. Las redes de producción, como se ve en el ejemplo mostrado, se conectan con el mercado o mercados globales. Y es aquí donde entra el aspecto geoeconómico. Por un lado, los mecanismos reguladores o proteccionistas que condicionan el desarrollo empresarial en ciertas zonas, y por otro, los elementos más empresariales de las empresas transnacionales, que basan sus estrategias en el desarrollo de esta estructura: personalización local vs. estandarización global; sistema productivo y logístico (sourcing distribuido contra sourcing centralizado); organización de la empresa local; e infraestructura tecnológica para soportar el entramado de gestión global que necesita el proceso en su conjunto. Todo lo cual establece un complejo sistema, económico y de información en red, cuyo diseño vendrá determinado, en gran medida, por las características competitivas globales de cada industria. Lo que le obligará a una adaptación dinámica a medida que vayan cambiando las necesidades del mercado.
CAPÍTULO 17
permite adecuarse a las necesidades de los clientes, ofreciendo mejores alternativas que los competidores; y desde los suministradores sale el flujo económico que llega igualmente hasta el cliente final. Distintos suministradores proporcionan diferentes elementos que permiten elaborar el producto que saldrá al mercado. Todo se realiza en red con un potente sistema de información que coordina las actividades en los distintos países: país A para la elaboración de los productos base, que se realiza a partir de distintos suministradores que llegan a un suministrador final S1; país B que proporciona los diferentes envases (botellas de plástico o vidrio, latas, etc.) con el mismo esquema de suministro, pero en este caso a dos niveles (latas y botellas); y país C donde se distribuyen los productos finales a los consumidores. En los tres casos existe un coordinado sistema de logística y distribución.
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La naturaleza de la competencia global La globalización de los mercados ha creado un nuevo entorno competitivo altamente complejo en la gestión de empresas e instituciones; y, a su vez, ha cambiado profundamente los modos de hacer de las mismas. Se suele hablar de la necesidad de pensar en global a la vez que es imprescindible actuar en local. Lo que implica un esquema basado en la centralización de ciertas actividades en un centro corporativo, y la distribución de otras gestionadas desde ámbitos locales: una nueva realidad geoeconómica –como dice Peter Dicken– que es «cuantitativamente diferente del pasado»10. Un nuevo concepto unido al desarrollo de la sociedad en red, que se mueve en dos ejes fundamentales: fáciles comunicaciones a bajo coste y uso extensivo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones, como ya apuntamos páginas atrás. Con esta perspectiva hay que situar la naturaleza de la competencia global; que viene determinada, en primer lugar, por los aspectos culturales. Es lo que entenderíamos como actuar en local. Una circunstancia determinante en el desarrollo de las actividades económicas transnacionales. Volvamos a la Figura 17.1 aplicándola a una firma global: The Coca-Cola Company. Una empresa fundada en 1886, con más de 139.000 empleados, líder actualmente en refrescos no alcohólicos11. Una sociedad que ofrece más de 500 productos diferentes en unos 200 países; con el 70% de las ventas y el 80% de los beneficios fuera de Estados Unidos. La empresa cuenta con cientos de plantas embotelladoras en el mundo y miles de distribuidores para atender al cliente final. Si bien, no todos, ni en todos los países, venden los mismos productos, a fin de cumplir con las peculiaridades culturales de cada uno; y también con los aspectos regulatorios y sanitarios. Así, el zumo Simply prácticamente sólo se vende en Estados Unidos, al igual que el té Sokenbicha y el café Georgia que sólo se encuentran en Japón, o el agua Ice Dew que lo hace solamente en China, o también el té Dogadan que se distribuye en Turquía únicamente. El binomio personalización-estandarización es uno de los elementos que marca la estrategia de las empresas globales, conjuntamente con otros como son el precio o la diferenciación respecto de los competidores. Personalización para adaptarse a las necesidades culturales locales, y estandarización para lograr las necesarias economías de escala que permiten a las empresas transnacionales competir con éxito a nivel 10 11
P. Dicken. op. cit. http://www.thecoca-colacompany.com/investors/form_10K_2010.html
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global. Es así como la referida Coca-Cola Company mantiene un alto grado de estandarización de sus productos, atendiendo, a la vez, a las preferencias locales, lo cual incluye las consideraciones legales y regulatorias, como son, por ejemplo: el tamaño de los envases, las características químicas de los refrescos, e incluso su nivel de azúcar. En lo relativo a las condiciones legales, no sólo entran aquellas que tienen que ver con las características de los productos, sino otras como las leyes antitrust (leyes antimonopolio) contra posiciones dominantes. Ejemplo de esto fue la multa que la Unión Europea puso a la empresa Microsoft por mantener sus sistemas operativos cerrados a la competencia: 800 millones de dólares en 2004. En otro extremo están los proveedores, que incluyen: materias primas, productos intermedios, etc. Un hecho que en la sociedad en red globalizada, lleva a varias cuestiones, como son: las posibilidades de fabricación exterior, es decir, fuera de la propia empresa y el lugar donde deben estar ubicadas las factorías. Circunstancia que, en ocasiones, produce serios problemas sociales en aquellos países que se ven afectados por la deslocalización de sus factorías a otros lugares de mayor productividad o menores costes. La tecnología, por su parte, es el elemento fundamental que permite dirigir el proceso globalizador de empresas e instituciones, pues, entre otras cosas, aporta nuevos y más flexibles modelos organizativos. Tanto los circuitos económicos y financieros, como la información comercial y de producción, son soportados por sistemas tecnológicos que tratan la información y la transmiten. Sin embargo, en el mundo económico global, la tecnología es sólo un aspecto necesario, pero no suficiente: la diferencia competitiva real estriba en la innovación. Veamos esto con algo más de detalle.
El factor esencial de la tecnología y la innovación La característica esencial de la globalización es la tecnología que ha permitido la estructura social y económica en red. Como explica Castells12, antes citado: «Las tecnologías de la información no son la causa de los cambios que estamos viviendo. Pero sin las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones nada de lo que está cambiando nuestras vidas sería posible». Es evidente que la tecnología, y más 12
M. Castells. Information Technology, Globalization and Social Development. United Nations Research Institute for Social Development (UNRISD) Discussion Paper No. 114, septiembre 1999.
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concretamente, las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (las TIC en el argot técnico), son la clave fundamental de la competitividad en los mercados globales. Cualquier industria no podría operar sin ellas: los servicios financieros, logísticos, la industria del automóvil, etc., no serían hoy posibles tal como las conocemos. Las TIC son el requisito fundamental para participar con eficacia en los complejos mercados globales; a la vez que permiten las adaptaciones necesarias para satisfacer la demanda de los mercados locales. Volvamos a la cadena de suministro de la Figura 17.1. Allí, sin aparecer reflejadas en el dibujo, las tecnologías de la información son la infraestructura imprescindible. Las que permiten a las organizaciones la coordinación de las redes de producción y la gestión de la logística de suministro hacia los clientes, acomodándose en tiempo real a sus necesidades. En esto basan sus estrategias globales firmas como Wal-Mart, una empresa con miles de tiendas, 30.000 suministradores, dos millones de empleados, y ventas de 405.000 millones de dólares en 2010; o la firma Zara, uno de los mayores fabricantes de confección del mundo, con 5.000 tiendas y ventas superiores a los 2.200 millones de euros. Firmas globales cuyos sistemas de información les permiten gestionar proveedores y clientes de manera global, adaptándose a las preferencias locales. Sin embargo, la tecnología como factor diferencial en los mercados globales, no sólo se refiere a las tecnologías de la información. Se extiende a otras que, a su vez, tienen su reflejo en las economías nacionales vía el aumento del valor añadido y la productividad. Este fue el caso de Japón en los años setenta, cuya economía experimentó un enorme crecimiento: nuevas tecnologías y nuevos sistemas de producción que le otorgaron una primacía mundial hasta su recesión en los noventa. Al igual que ha sucedido en los últimos 15 años con algunos países de Asia, los que en algún ambiente se llama el gang de los cuatro: China (con Taiwán), Hong Kong, Corea del Sur, y Singapur. Países cuyas plantas de producción están perfectamente integradas en las cadenas de suministro de las compañías transnacionales que, a su vez, como es el caso particular de Hong Kong son elementos financieros a nivel mundial, además de ser, en este caso, una de las puertas logísticas y de negocio desde y hacia China. Pero la competitividad no depende únicamente de ventajas tecnológicas o de mejor gestión en los costes de producción. También interviene la innovación como elemento esencial. La innovación constituye una de las claves competitivas en los mercados globales; un elemento que puede hacer que actividades tradicionales o negocios maduros resurjan de nuevo con pujanza.
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Tomemos el caso del café. Una planta cuyo cultivo ocupa mundialmente a unos 25 millones de personas en cinco millones de explotaciones agrícolas en varios países. Países en muchos casos pobres o poco desarrollados, especialmente de África y Latinoamérica. Muchos de ellos dependiendo de la exportación del café para subsistir. El café es un producto commodity cuyos precios en el tiempo han ido decreciendo, habiendo llegado en ocasiones a tener un precio en el mercado por debajo de los costes de producción. La cadena de valor del café incorpora múltiples agentes: agricultores, plantas de procesamiento, exportadores, sistemas logísticos, traders, tostadores de café, distribuidores mayoristas y comercios minoristas. Una red en la que los agricultores de los países de origen son los más desfavorecidos económicamente; a los que, a veces, se paga precios míseros por el grano de café cosechado. Con ser un producto tradicional, hay compañías globales que han conseguido por medio de la tecnología y la innovación aumentar el valor y el consumo del café en los consumidores finales. Lo que se ha logrado mejorando aspectos como el aroma (con nuevos procedimientos genéticos) o la selección del grano; así como desarrollando mejores procedimientos de tostado de café, que se ha traducido en más calidad. Sin olvidar nuevas tecnologías de empaquetado que facilitan su conservación. A lo cual se han sumado mejoras en toda la cadena de suministro, incluyendo la logística o la distribución, como ha sido el caso de Starbucks, una empresa que ha desarrollado una innovadora forma de vender el café a los consumidores finales en todo el mundo. La industria del café en su proceso innovador ha desarrollado, además, nuevas máquinas cafeteras para uso doméstico, lo que ha introducido también una transformación radical. Una actividad donde la firma NESPRESSO ha conseguido una primacía muy singular. Aparte de sus exitosas campañas publicitarias, la tecnología de NESPRESSO13 ha revolucionado el sector desde su primer desarrollo en 1970, cuando patentó el sistema de extracción de café a partir de las conocidas cápsulas, de distintos colores con diferentes aromas y calidades. Un negocio que en 2009 supuso a la empresa 2.800 millones de euros de ventas en 190 tiendas: un nuevo concepto revolucionario en una industria con cientos de años de vida. Un ejemplo de la influencia de la innovación en el contexto de la globalización económica. 13
http://www.nespresso.com/#/us/en/coffee_machines/purchase/design
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Desarrollo de los mercados internacionales Volvamos al binomio estandarización vs. personalización, ya que tiene que ver directamente con el desarrollo de los mercados, cuyo fundamento es el marketing. Unas técnicas utilizadas en el mundo empresarial de las que no son ajenas los Estados. Hoy más que nunca, los líderes políticos hacen esfuerzos por explicar con este tipo de técnicas sus decisiones. Todo el aparato mediático se pone en marcha cuando existe una decisión nacional y, por supuesto transnacional. De manera que los expertos en marketing empresarial son usados igualmente para desarrollar técnicas de marketing político. La Figura 17.2 muestra el equilibrio entre personalización y estandarización. Un equilibrio clave en el desarrollo de los mercados internacionales: una personalización máxima obtendría claros beneficios respecto de los aspectos culturales, legales, etc., sin embargo, perdería las ventajas de la estandarización. Y al revés la situación sería similar. Básicamente, hay que entender que cada mercado goza de unas características específicas que le obligan a diferenciarse para mejorar su
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Figura 17.2 Personalización vs. estandarización (+) • Sinergias • Costes • Controloperativo • Marcauniicada • Mercadoshomogéneos
Procesos de adaptación
Estandarización global • Aspectosculturales • Necesidadesclientes • Leyesyregulaciones Procesos de adaptación
(–) (–)
Personalización local
(+)
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La estandarización, por su parte, tiene las ventajas de la integración global de las operaciones, así como ofertar productos idénticos en cualquier mercado. Esto hacen las líneas aéreas, algunas empresas farmacéuticas, o ciertos productos financieros, como las tarjetas de crédito. Lo cual lleva a importantes reducciones de costes por las sinergias que se ponen en práctica; y la importancia de presentar una misma imagen de marca de forma global, lo que aumenta el valor empresarial. Sin embargo, tal como muestra la Figura 17.2, la globalización impone a las organizaciones un equilibrio entre los dos modelos: el local y el global. Para lo cual, se precisa, en uno y otro sentido, un proceso de adaptación. Proceso que es más profundo cuando se trata de adaptarse a las preferencias locales. Una estrategia que, a veces, se limita a presentar únicamente unos productos de carácter local, mientras se mantiene la estandarización en el resto. Así, McDonalds ofrece en Japón hamburguesas con gambas, en Noruega con salmón y en Arabia Saudita el Mac Arabia con pollo con especias, manteniendo el resto de sus marcas. Otra estrategia complementaria se refiere al denominado Foreign Direct Investment (FDI); es decir, a las inversiones en sociedades foráneas para expandir las actividades de negocio alternativamente al crecimiento orgánico desde la empresa matriz. Según esta estrategia, la compañía compra empresas locales y las integra en su estructura empresarial. Es una manera de entrar en nuevos mercados evitando las trabas regulatorias locales. Tal es el caso de China donde, en muchos casos, son precisas las alianzas locales para desarrollar una actividad empresarial. En otros mercados, el FDI se dirige a la compra mayoritaria o minoritaria de empresas locales, como también a alianzas de múltiples tipos. De esta manera, bancos globales como CitiBank, Banco Santander o
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competitividad, adaptándose a los requisitos de los clientes, como son: tipo de vida, características demográficas, niveles de renta, etc. Diferencias que se dan, incluso en un mismo mercado. Ahora bien, cuando se consideran los aspectos globales, es igualmente posible incidir en la segmentación internacional; por ejemplo, agrupando a personas que tienen el mismo idioma, la misma religión, etc., o aquellas que pertenecen a una misma región, caso de la Unión Europea, Japón, etc. Por lo que las compañías transnacionales tratan de dirigir sus estrategias de marketing a personas con el mismo estilo de vida, como han hecho Levi Strauss o Coca-Cola; esta última ofreciendo Diet Coke en Estados Unidos o Inglaterra y el mismo producto con otro nombre, Coke Light, en otros lugares, como Japón o España, por ejemplo.
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BBVA, han desarrollado sus estrategias de crecimiento mediante adquisiciones de otros bancos fuera de España, ya que conseguir una «ficha bancaria» en otro país habría sido muy complejo. Otro ejemplo es Deutsche Post, la compañía de correos alemana que, después de su privatización, desarrolló una estrategia de compras en el exterior. Hoy es una enorme empresa transnacional, con más de 400 aviones de transporte, 72.000 vehículos, 500.000 empleados, operando 650 oficinas en 200 países. Un gigante de más de 70.000 millones de dólares de ingresos.
Estrategias globales vs. estrategias transnacionales
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Todo este capítulo en su conjunto está enfocado, principalmente, al mundo empresarial. Las empresas son, al fin y al cabo, el sistema por donde fluye la actividad económica en su mayor parte, y son determinantes en la geoeconomía. Es, por tanto, preciso comprender cómo la realidad empresarial se mueve en el entramado global. Siendo, por tanto, importante entender las diferencias que existen entre los diversos modelos: compañías internacionales, multinacionales, globales o transnacionales. Ya que todas ellas tienen actividades fuera de sus fronteras. Sin embargo, no son lo mismo, y su diferenciación ha sido paralela al hecho mismo de la globalización. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial surgió el fenómeno de las compañías internacionales, fundamentalmente americanas. Tales empresas se establecían en países fuera de Estados Unidos, contrataban personal local, pero mantenían su estructura de gestión con directivos americanos, y vendían los productos que se fabricaban en Estados Unidos. Tal fue, por ejemplo, el caso de IBM. En realidad, una empresa internacional no era sino un grupo exportador desde su central hacia sus subsidiarias, que actuaban como importadores de sus productos en los países en que desarrollaban sus actividades. La primera evolución de las compañías internacionales fue la creación de multinacionales. Estas ya no eran simples exportadores o importadores, sino que realizaban inversiones en los países de acogida. Siguiendo con el caso de IBM, esta empresa se convirtió en multinacional en el momento en que comenzó a establecer fábricas en otros países. Fábricas que atendían a mercados locales o regionales con sus propios medios fuera de Estados Unidos. Las compañías globales fueron el paso siguiente. Empresas operando en muchos países, que mantienen la misma imagen de marca de manera global, a la vez que tienen centralizadas las actividades relativas a la
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estrategia, la gestión financiera, los sistemas de gestión corporativos, las políticas de adquisiciones, etc. Su objetivo: aumentar el volumen de las actividades empresariales a la vez que mantienen una eficiencia global en la gestión. Sin embargo, estas empresas no han alcanzado una adaptación total a los mercados locales. Esto lo realizan las empresas transnacionales, las cuales realizan fuertes inversiones en los mercados locales que les resultan estratégicos, a la vez que mantienen una centralización necesaria de los sistemas de gestión corporativos. Es un proceso en el que la empresa global se ha transformado en un conglomerado de potentes compañías locales que tienen gran autonomía de gestión en actividades como la investigación y desarrollo (I+D), el marketing, la gestión de recursos humanos e, incluso, la política de adquisiciones locales, a la vez que mantienen una estrecha integración corporativa. Son verdaderas empresas locales que actúan de manera global.Ê Ê
Las claves del derecho internacional En julio de 2007 la compañía argelina Sonatrach reportaba que había iniciado un proceso contra la utility española Gas Natural Fenosa en el tribunal de arbitraje de París, con una reclamación de más de 1.900 millones de euros. Según el comunicado, la disputa tenía que ver con la negativa de Gas Natural a fabricar una planta de licuefacción de gas como parte de un contrato firmado en 2004 entre las dos compañías. Contrato que, al parecer, comprendía la construcción de la planta como complemento a un contrato de exploración y extracción de gas natural en el oeste de Argelia. El tribunal internacional falló finalmente a favor de la empresa argelina, y Gas Natural tuvo que asumir en junio de 2011 un pago de 1.600 millones de euros y dar entrada en su capital a Sonatrach cerrando así la decisión del tribunal en su contra. El caso de Gas Natural y Sonatrach puede resultar muy específico. Sin embargo, el establecimiento de una jurisprudencia internacional general y aplicable en todos los casos es uno de los problemas más determinantes de la globalización. Véanse las turbulencias de la crisis financiera actual y se comprenderá lo complejo que sería hacer un proceso jurídico global contra las malas prácticas empresariales. Por el contrario, existen áreas donde el derecho internacional está perfectamente estructurado. Y una de ellas tiene que ver con los asuntos del mar. No en vano, el comercio mundial se basa en más del 60% en el transporte marítimo. Y aún más, el derecho del mar está muy relacionado con con el nacimiento de las naciones Estado en los años centrales
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del siglo XVI, cuando las grandes potencias marítimas, Holanda, Portugal Francia, Inglaterra y España pugnaban por mantener el predominio del comercio a través de los mares. El caso del petrolero Exxon Valdez es sintomático en este sentido, cuando su naufragio causó un enorme desastre ecológico en las costas de Alaska y, como consecuencia, los Estados Unidos legislaron requiriendo el doble casco para los barcos petroleros que transitaran por sus aguas. Lo que no pasó a ser de común acuerdo hasta que la International Maritime Organization (IMO) hizo extensivo este requerimiento de forma global. Hecho que ha traído fuertes litigios en relación con el buque monocasco Prestige que, con su hundimiento, destrozó las playas gallegas en noviembre de 2002. La estructura legal internacional está sometida a unos 40 tribunales con diferentes especialidades. Cinco de ellos se consideran tribunales globales: •El Tribunal Internacional de Justicia, dependiente de la ONU.
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•La Corte Penal Internacional, creada en 2002 por el Estatuto de Roma, compuesta por 18 jueces. •El Tribunal Permanente de Arbitraje, creado a finales del siglo XIX en la Conferencia de la Haya, con la idea de tener un instrumento de arbitraje para facilitar las disputas entre los diferentes Estados. •El Cuerpo de Solución de Controversias de la Organización Mundial de Comercio. •El Tribunal Internacional de la Ley del Mar. África, tiene siete tribunales de justicia, de los cuales dos de ellos intervienen en disputas económicas (la Corte del Mercado Común del Este y Sur de África para la Comunidad Económica de los Estados Centrales Africanos, y la Corte de Justicia de los Estados del Este). América cuenta con seis y Europa con diez, de los que dos de ellos atienden asuntos económicos (la Corte para el Mercado Libre Europeo y el Tribunal para la Energía Nuclear). Existiendo, además, dos tribunales de arbitraje ad hoc: la Corte de Arbitraje del Canal de Beagle y el Tribunal de Apelación entre Irán y Estados Unidos.
En realidad, todos los mecanismos del derecho internacional constituyen un complejo sistema en el que resulta muchas veces difícil hacer que las resoluciones sean vinculantes para los Estados, de ahí que haya quienes sostienen que las decisiones de los tribunales internacionales tienen un marcado carácter político, pues el poder político es, a veces, determinante en sus fallos. Mientras que otros juristas apuntan la idea
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A lo anterior, la sociedad global en red introduce otros aspectos que complican el esquema por carecer de verdaderos instrumentos globales. Este sería el caso de la ciberdelicuencia o el ciberterrorismo, o los problemas relacionados con el uso y explotación del espacio, donde miles de satélites de múltiples usos han llegado a crear una barrera impenetrable de millones de objetos que giran alrededor de la tierra en lo que se da en llamar basura espacial. Sin embargo, no todos los litigios se subsanan en los tribunales de justicia. Los conflictos internacionales entre países o entre empresas globales también se resuelven mediante el procedimiento de arbitraje. Una fórmula jurídica que en el contexto internacional juega un papel esencial. En síntesis, se trata de un proceso privado, confidencial, donde las partes tratan de llegar a un acuerdo manteniendo cierto control sobre el proceso, cosa que en el procedimiento legal tradicional no es factible pues el juez o el tribunal, en su caso, es quien tiene el poder de la decisión. Además, con el arbitraje se evitan las influencias exteriores hacia el tribunal pues el proceso está abierto a los contendientes. El arbitraje, una vez, acordado, tiene carácter vinculante. Cosa que no sucede con la mediación, que es un acto voluntario a la hora de poner en práctica lo acordado. El arbitraje internacional se estableció como pilar fundamental en la ONU en 1958, a través de la United Nations Convention on the Recognition and Enforcement of Foreign Arbitral Awards, conocida como The New Convention. Convención que se complementó con la United Nations Commission on International Trade Law (UNCITRAL), asumida por 52 países como el Model Law. La proliferación de instituciones de este tipo en los últimos años ha venido a complicar los procesos de arbitraje. Así, se encuentran la International Court of Arbitration of the International Chamber of Commerce (ICC) en París; la London Court of International Arbitration (LCIA) en Londres; la Swiss Chamber of Commerce and Industry (Swiss Chamber) en Suiza; el Arbitration Institute of the Stockholm Chamber of Commerce (SCC); y la American Arbitration Association (AAA) en Estados Unidos. A los que se han unido en los últimos años organizaciones similares en China, Singapur, Kuala Lumpur y Hong Kong. Instituciones que dirimen unos 2.000 casos anualmente, de los cuales 600 se encuentran en la región de Asia-Pacífico.
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de que el sentido político de las sentencias tiene más que ver con la dificultad de establecer un verdadero imperio de la ley internacional. Dicho de otra manera, sería utópico pensar en una verdadera y universal justicia internacional.
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Contratos internacionales La convención más relevante para los contratos de compra-venta de bienes, auspiciada por UNCITRAL, es la Vienna Convention on Contracts for the International Sale of Goods (CIGS), cuyos objetivos se enmarcan en la adopción, para los 74 países firmantes, de reglas uniformes para los contratos internacionales. Reglas que tienen en consideración las diferencias sociales, económicas o legales, a fin de aligerar las barreras y promover el comercio internacional. Se la conoce como la Carta Magna del comercio internacional. Allí se incluyen los derechos y obligaciones en caso de ruptura para compradores y vendedores, las obligaciones de pago y de entrega de los bienes, etc. Sin embargo, con tener estas ventajas, hay países que aún no han ratificado el acuerdo. En el caso de los países BRIC, por ejemplo, sólo China y Rusia lo habían hecho a finales de 2010. India y Brasil no se habían sumado por entender que había contradicciones entre sus estructuras legales y la Convención de Viena14. La situación anterior da idea de la complejidad legal de muchos contratos internacionales, que se fundamenta en el hecho de que los sistemas legales tienen orígenes distintos. En este sentido, se podría decir que, de forma mayoritaria, hay dos tendencias: el sistema legal anglo-americano que fue asumido por los miembros del Imperio británico, y el franco-alemán que se expandió a otros países como Japón o Corea, por ejemplo. Como en cualquier contrato, los contratos internacionales son cuerpos vivos que responden a la evolución de los acuerdos a los que se llegó en origen; es decir, que un contrato internacional se desarrollará según la estructura típica de estos mecanismos: acuerdos de origen, desarrollo de los mismos, cobertura ante disputas y terminación de contrato por desacuerdo o por finalización del hecho que los sostenía. Sin embargo, no siempre se mantiene el principio latino de pacta sunt servanda («los pactos están para cumplirse»). Por lo que una de las claves del éxito de un contrato internacional estará en comprender e incluir en lo posible las consideraciones culturales y legales propias de los firmantes. Algo que el cambiante mundo globalizado hace, en ocasiones, muy complejo, sino imposible. Sin embargo, la crisis económica actual ha puesto de relieve la falta de consistencia jurídica en las actividades financieras. Pues el mundo financiero global carece de mecanismos contractuales o regulatorios
14
http://brazilianlawblog.com/?p=21
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En el contexto geoeconómico, además, la relación entre diferentes Estados se regula por acuerdos contractuales ad hoc. Dándose la circunstancia de que países que mantienen litigios en ciertos aspectos de sus relaciones bilaterales, llegan a profundos acuerdos en otros. Un hecho singular ya comentado páginas atrás, que es característico de la época actual. Ejemplo de lo cual son las relaciones entre China y Rusia que ya en 2004 dieron origen a importantes contratos de transferencia militar y tecnológica, así como suministro energético de Rusia hacia China17. Contratos en los que están involucradas decenas de compañías de ambos países.
Sectores económicos estratégicos en el siglo XXI Definir los sectores económicos estratégicos de una forma global es una tarea compleja. No todos los países tendrán las mismas necesidades, ni pondrán sus prioridades en las mismas industrias. Aquellos que dispongan de materias primas abundantes no se desarrollarán económicamente de la misma manera que los que no las posean. Sin embargo, independientemente de las diferencias, con lo visto hasta aquí, sí es posible determinar dónde estará el foco de la competencia geoeconómica en los próximos años. Tomemos tres casos distintos: Rusia, Ecuador e Irlanda. Cada uno con realidades diferentes en cuanto a la visión respecto de los sectores que estiman estratégicos. 15 16 17
http://www.cfr.org/geoeconomics/russias-proposals-g20-london-summit/p18917 http://cbke.prawo.uni.wroc.pl/files/ebiuletyn/United_Nations.pdf http://csis.org/files/media/csis/pubs/0402qchina_russia.pdf
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suficientes para evitar ciertas malas prácticas. Una realidad que Rusia puso de manifiesto en sus propuestas en la cumbre del G20 de abril de 2009 en Londres15, sugiriendo unas pautas legales nuevas para la arquitectura financiera global. Este país solicitaba que se incluyeran mecanismos que hicieran compatibles las reglas nacionales e internacionales con nuevos mecanismos de coordinación. No se trataba simplemente de mejorar los contratos entre las partes interesadas, sino de ampliar el contexto contractual a un nivel de gestión del riesgo que asegurara internacionalmente la probidad del sistema. Ya que los contratos que soportan las actividades financieras entre instituciones o de instituciones financieras con particulares no aseguran la bondad del sistema en su conjunto. Incluso teniendo en cuenta nuevos mecanismos protectores como los desarrollados por la Convention on the Use of Electronic Communications in International Contracts (CUECIC)16.
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Rusia es uno de los países BRIC, y desde este punto de vista representa un elevado número de intereses similares con otras naciones, de aquí su interés. En concreto, Rusia estableció en 2008 una ley para las inversiones extranjeras en industrias estratégicas18. La ley firmada el 5 de mayo de 2008 por el entonces presidente Vladimir Putin se publicó el 7 de ese mismo mes en la Rossiiskaya Gazeta, documento oficial del Estado, bajo el título de: Sobre los Procedimientos para Inversiones Extranjeras en Compañías de Importancia Estratégica para la Seguridad y la defensa19. La ley considera 15 sectores estratégicos: 1) industrias para la defensa; 2) industria criptográfica; 3) sistemas de seguridad; 4) industria aerospacial; 5) industria aeronáutica; 6) industria nuclear; 7) bienes y servicios relacionados con industrias consideradas monopolio de Estado, como la industria energética (gaseoductos y oleoductos, productos petrolíferos, producción y distribución de gas y electricidad), o el transporte por ferrocarril; 8) investigación geológica y minera, y extracción de recursos naturales; 9) industria pesquera; 10) producción y venta de materiales y aleaciones para la industria; 11) difusión de televisión, cuando la cobertura llegue al menos el 50% de la población de una unidad administrativa de la Federación Rusa; 12) difusión radiofónica con las mismas características que la televisión; 13) servicios de telecomunicaciones (excluyendo Internet) cuando la empresa tenga una posición dominante; 14) empresas editoras en caso de que sus publicaciones excedan un millón de copias; y 15) imprentas cuya capacidad de impresión exceda los 200 millones de copias por mes. Haciendo abstracción de las peculiaridades propias de Rusia, de los 15 sectores estratégicos, y agrupando los sectores, existen en este caso seis industrias críticas: defensa, aerospacial, transporte, energía, recursos naturales y telecomunicaciones. Esto da la pauta de lo que significan industrias estratégicas. Pasemos a Ecuador. Un país sudamericano en vías de desarrollo de poco más de 14 millones de personas, y con un potencial limitado debido a su tamaño: PIB de 115.000 millones de dólares en 2010 (PPP: purchasing power parity), y una renta per cápita de 7.800 dólares. Con lo que sus estrategias de crecimiento pasan por una mayor integración de la comunidad latinoamericana. 18
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Russia’s New Law on Foreign Investment in Strategic Sectors and the Role of State Corporations in the Russian Economy. http://www.usrbc.org/pics/File/Member%20Contributions/legal/Foreign_InvestmentInStrategicSectors.pdf Adicionalmente a la cita anterior, el texto (en ruso) se puede ver en: http://www.rg.ru/2008/05/07/investiciifz-dok.html
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El Ministerio de Sectores Estratégicos de este país establece cuatro sectores estratégicos20: 1) agua; 2) petróleo y minería (oro, plata, y cobre, principalmente); 3) electricidad; y 4) telecomunicaciones; a lo que se añade la necesidad de desarrollar infraestructuras de carreteras, generación de electricidad, puertos y aeropuertos. Nuevamente, si comparamos con Rusia, surgen la energía, las telecomunicaciones y los recursos naturales, a lo que se unen las infraestructuras para el transporte. Consideremos en este repaso al último país propuesto: Irlanda. Alcanzado de lleno por la crisis financiera. Un país de enorme crecimiento en los últimos 15 años gracias a sus políticas fiscales, que dilapidó ese crecimiento por la ligereza de sus bancos al asumir riesgos más allá de lo razonable, y que tuvo que ser rescatado por la Unión Europea a finales de 2010 con una suma cercana a los 100.000 millones de euros. Independientemente de los problemas financieros actuales, a finales de los años noventa, Irlanda puso en marcha un plan de desarrollo sostenible que fue el medio que le facilitó el desarrollo económico espectacular que siguió en los años siguientes21. El plan establece como sectores estratégicos los siguientes: 1) agricultura; 2) silvicultura; 3) recursos marinos; 4) energía; 5) industria (con énfasis en la gestión de residuos y reducción de emisiones en este caso); 6) transporte; y 7) turismo. Nuevamente energía y recursos naturales. Tres ejemplos tan dispares, unidos a las consideraciones que hemos hecho en este capítulo sobre la sociedad en red, y los elementos económicos que se han desarrollado en otros capítulos anteriores, inducen a pensar en los siguientes siete grandes sectores económicos que serán el objetivo estratégico geoeconómico de los países que desarrollen esta capacidad en los próximos años: •Sector 1. Recursos naturales; fundamentalmente los que se refieren a la agricultura y el agua, así como la minería de las materias primas industriales estratégicas. •Sector 2. Energía. La exploración y explotación de las fuentes de petróleo y gas, y con especial consideración su transporte por infraestructuras interregionales basadas en gaseoductos y oleoductos. Y dentro del sector energético, la generación de electricidad en todas sus facetas muy especialmente las energías renovables (eólica y solar, mayoritariamente). A lo que hay que añadir el transporte de la electricidad en redes de distribución regionales. Todo un conjunto de infraes20 21
http://www.micse.gob.ec/portal/web/micse/inicio http://www.environ.ie/en/ Environment/Sust ainableDevelopment/ PublicationsDocuments/ FileDownLoad,1825,en.pdf
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tructuras de transporte de crudo, gas y electricidad que constituirá una nueva sociedad energética en red. •Sector 3. Transporte y comunicaciones, incluyendo sus infraestructuras. Es previsible el desarrollo de grandes infraestructuras interregionales por carretera e, incluso, fluviales, así como nuevos desarrollos para mejorar la economía y las prestaciones del transporte marítimo, ferroviario y aéreo. Unas necesidades marcadas por el continuo desarrollo de la globalización y de la sociedad en red durante este siglo, donde las redes ferroviarias de alta velocidad serán un motor industrial y tecnológico clave. •Sector 4. Tecnología, en todas sus vertientes. Primero las Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones (TIC) que seguirán desarrollando nuevos mecanismos de comunicación que aportarán novedades sorprendentes en Internet y en otros sectores, muy especialmente el audiovisual que será masivamente conducido hacia Internet donde se producirá la integración de diferentes tecnologías y aplicaciones, por ejemplo: el concepto TEC (Technology, Entertainment and Content). Por otro lado, otras tecnologías emergentes como la biotecnología o la nanotecnología. Sin olvidar la aplicación tecnológica a las actividades y sistemas espaciales, donde se abrirá de nuevo una interesante carrera por dominarlas. •Sector 5. Las tecnologías verdes. Silicon Valley es hoy el reservorio de muchas nuevas empresas tecnológicas dedicadas a nuevas aplicaciones para reducir el gasto energético o hacer más eficiente el uso de la energía. Un modelo que se está actualmente dando en otros países: vehículos eléctricos, nuevos sistemas de iluminación a base de leds, combustibles a base de algas, etc. Unas iniciativas que en el caso de California, se desarrollaron a partir del Global Warning Solutions Act de 200622. •Sector 6. Defensa y seguridad. Los gastos en defensa a nivel mundial de acuerdo con el Stockholm International Peace Research Institute23 fueron en 2010 del orden de 17 billones24 de dólares a nivel mundial, siendo, con diferencia, Estados Unidos el país que más dedicó a este capítulo (unos 690.000 millones), seguido de China (115.000 millones), Francia (61.000 millones), Reino Unido (57.000 millones) y Rusia (53.000 millones). En realidad, las tecnologías de defensa no difieren mucho de otras tecnologías para usos civiles, pero su aplicación a la
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http://www.arb.ca.gov/cc/ab32/ab32.htm http://www.sipri.org/ Millones de millones.
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•Sector 7. Servicios financieros. La sociedad actual es una sociedad eminentemente capitalista y lo seguirá siendo. El capital es clave para el desarrollo de la misma, independientemente de los ajustes y reestructuraciones que serán precisas para equilibrar este sector. Un análisis de la consultora Price Waterhouse Coopers de 2005 25, aunque elaborado antes de la crisis financiera actual, pone de manifiesto las cinco grandes fuerzas que influyen sobre este sector, que es también una potente industria: demografía, los efectos del ciclo económico, las consideraciones políticas, la regulación y la tecnología. Este último apartado muy conectado con las TIC antes consideradas.
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seguridad será la clave del hard power de muchos países. De manera que la industria de defensa seguirá desarrollándose profundamente en los próximos años: nuevos ingenios no tripulados, misiles más precisos, etc.
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http://www.pwc.com/en_GX/gx/financial-services/pdf/futurefs.pdf
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Las empresas transnacionales en el mundo global
Índice Estados empresa, 303 Competencia global, 307 Mercados bursátiles y especulación financiera, 312 El futuro previsible de la economía global, 317
Estados empresa En 1967, siendo director de la revista francesa L’Express, Jean-Jacques Servan-Schreiber, escribió El desafío americano1. En su tiempo fue muy influyente por las consideraciones respecto a la Europa de entonces y la presencia americana en ella: «El examen, bastante prosaico, de la inversión americana en Europa, nos descubre un universo económico que se hunde –el nuestro–, unas estructuras políticas y mentales – las nuestras– que ceden al empuje exterior, los prolegómenos de una bancarrota histórica: la nuestra»; y continúa: «Actuar, ¿cómo? Luchar, ¿contra quién? […] Pues la General Motors no es la Wehrmacht, el caso Bull no es Múnich, y el Concorde no es Sedán. Asistimos a la primera gran guerra sin armas ni fortificaciones». Una visión geoeconómica de la situación de las multinacionales americanas en la Europa de los años sesenta que Servan-Schreiber ampliaba con una visión antiimperialista en el mismo libro: «No nos hallamos en presencia de un imperialismo político clásico, de una voluntad de conquista, sino más mecánicamente en un desbordamiento de poder debido a la diferencia de «presión» entre la América del Norte y el resto de mundo, comprendida Europa».
1
Versión española. J-J. Servan-Schreiber. El desafío americano. Plaza y Janés. 1968
303
CAPÍTULO 18
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
Han pasado 44 años, el mundo de la Guerra Fría es historia y el esquema de dos potencias se ha convertido, como ya indicamos, en un multilateralismo con diversos frentes de poder, en los que las grandes compañías transnacionales constituyen uno de los contendientes. Un poder que, similarmente a lo expresado por Naomi Klein ya citada en el Capítulo 3, la economista inglesa Noreena Hertz lleva al extremo de que estas empresas, especialmente las americanas y europeas, condicionan la decisión de los Gobiernos democráticos2. La Tabla 18.1 muestra las diez corporaciones mayores del mundo medidas por sus ingresos según el ranking de 2011 de la revista Fortune, donde siete empresas pertenecen a la industria energética, tres de ellas son compañías locales chinas. Empresas enormes, estas últimas, si bien con no demasiada influencia todavía fuera de sus fronteras; aunque su Gobierno la tiene, evidentemente. Tabla 18.1 Las 10 empresas mayores (Fortune 500 en 2011)
304
COMPAÑÍA
Ingresos (1)
Empleados (2)
Wal-Mart
421.849
2.100.000
RoyalDutchShell
378.152
97.000
ExxonMobil
354.674
103.700
BP
308.928
79.700
Sinopec Group
273.442
640.535
China National Petroleum
240.192
1.674.541
State Grid
226.294
1.564.000
ToyotaMotor
221.760
317.716
Japan Post Holdings
203.958
233.000
Chevron
196.337
62.196
(1) millones de dólares (2) número de empleados
Por otro lado, la simple comparación de estas cifras con los PIB de algunos países lleva a resultados sorprendentes: Wal-Mart sería mayor que Noruega, un país cuyo PIB la sitúa en el lugar 25 del mundo; ExxonMobil estaría por delante de Tailandia, país número 30; y Chevron por 2
N. Hertz. The Silent Takeover: Global Capitalism and the Death of Democracy. Free Press, 2001.
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El PIB es la suma, no de los ingresos, sino del valor añadido de los productores de un país. Por lo que si se hiciera el mismo cómputo con las compañías transnacionales se obtendrían muy diversos valores, ya que habría que descontar las ventas de las materias primas y productos intermedios vendidas entre compañías, pues el valor añadido es la suma de los costes de mano de obra incorporada en un producto y del capital incluido en el mismo, o a nivel de una empresa, la suma de los salarios, las amortizaciones y depreciaciones, así como los beneficios antes de impuestos. Nada que ver con las ventas únicamente. De media, como criterio se puede decir que el valor añadido es alrededor del 25% de las ventas en una empresa industrial. Y en las empresas de servicios, está por encima del 30%. Con estos datos es fácilmente constatable que existen empresas transnacionales mayores que muchos países; sin embargo, el tamaño en sí no implica una medida del poder que tales empresas puedan tener al actuar como si fueran Estados. ¿Cómo hacer entonces el análisis? Quizás una manera de determinar el «poder» de una empresa de este tipo sea su capacidad inversora, sobre todo en relación con ciertos países. Ya que muchas de estas corporaciones pueden movilizar enormes recursos financieros y tecnológicos, lo que se traduce inmediatamente en generación de riqueza para el país receptor. En este sentido, en el capítulo anterior nos referimos al FDI (Foreign Direct Investment) como medio alternativo para el desarrollo de mercados internacionales por parte de las compañías transnacionales. Un informe de la United Nations Conference on Trade and Development (UNCTAD) de 20093, indicaba que las inversiones FDI habían sufrido un quebranto en 2008 respecto de 2007 debido a la crisis financiera, pasando de 1.979 billones de dólares4 (un récord histórico) a 1.697 billones, la mayor parte hacia los países desarrollados (el 71% de las inversiones en 2007, y el 58% en 2008). Inversiones realizadas en forma de capital, reinversión de beneficios o préstamos entre compañías de un mismo grupo. Las inversiones de capital por parte de las Fondos Soberanos alcanzaron en 2008 los 20.000 millones de dólares. 3 4
http://www.unctad.org/en/docs/wir2009_en.pdf Miles de millones en este caso.
CAPÍTULO 18
delante de la República Checa, número 46. Sin embargo, este análisis es demasiado simple, ya que ambas cantidades no son comparables. Un hecho que, normalmente, los detractores de la globalización económica suelen pasar por alto.
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CAPÍTULO 18
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
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Las inversiones, sin embargo, se habían dirigido a los sectores estratégicos y a algún otro en reconversión. Concretamente, al sector minero, fundamentalmente petróleo y gas (Enspire Energy, la distribuidora de gas de Virginia, fue adquirida por Shell, por ejemplo); industria química (Basf comprando Ciba); industria del automóvil (Fiat adquiriendo Chrysler); industria farmacéutica (Roche tomando Genetech); sector eléctrico (la alemana RWE comprando la holandesa Essent); y servicios financieros (con Misubitshi UFJ Financial entrando con un 21% en el capital de Morgan Stanley). Con algunos países desarrollados sufriendo, sin embargo, importantes casos de deslocalizaciones de empresas relevantes que cerraban sus instalaciones y marchaban a otros lugares más interesantes para ellos desde el punto de vista del mercado y la rentabilidad. Una tónica que siguió en 2009, aunque con mayores caídas en la inversión debido a la crisis según refiere el informe de la UNCTAD de 20105. Transacciones económicas que pueden tener escondidos métodos de soft power en beneficio de las propias empresas o de los Gobiernos de sus países originarios. Otro esquema de la medida de «poder» sería la capacidad de crear monopolios en otros países, obteniéndolos mediante algún tipo de transacción política o económica. Sin embargo, cada vez más, la globalización impone la competencia como estrategia a seguir e, incluso en los sectores más dados al monopolio, suele haber competencia entre varias empresas. En este sentido, se suele usar como regla práctica que una participación de mercado superior al 40% constituiría un monopolio, en caso de una única empresa ostentando esa participación de mercado, o un oligopolio si son varias acumulando tal cuota. Aún así, siempre es constatable, en ciertos casos, el poder político que tienen, en lugares muy concretos y en sectores muy específicos, ciertas empresas transnacionales. Normalmente en sectores vinculados con sistemas y tecnologías de seguridad y defensa o sectores energéticos, donde las transferencias tecnológicas y los volúmenes de capital suelen ser singularmente importantes. Sin embargo, el poder no sólo tiene que ver con los Estados empresa. Estos no necesitan, necesariamente, gran tamaño o importantes consideraciones tecnológicas o financieras para influir en el poder político; la influencia se logra también a través de los medios de comunicación. Es así como se crean importantes redes de presión política o económica que, a veces, logran traducirse en beneficios económicos empresariales, sea para empresas privadas o incluso públicas, que entran en otros 5
http://www.unctad.org/en/docs/wir2010_en.pdf
GEOECONOMÍA
CAPÍTULO 18
mercados al hilo de tales capacidades. A lo que habría que añadir lobbies, firmas de relaciones públicas, ciertos think tanks, además de los referidos medios de comunicación. Y también: empresas de marketing y publicidad, capaces de crear realidades sociales concretas en beneficio de intereses económicos o políticos.
Competencia global Cuando se considera la economía de un país, la competencia se relaciona con la productividad. Un término económico que se refiere a la eficiencia productiva, o lo que es lo mismo, al PIB dividido entre las horas totales trabajadas. Lo que viene a ser, también, el retorno económico que se obtiene de las inversiones realizadas en el conjunto de la economía. Retorno que determina el crecimiento económico y el potencial que una economía tiene para generar riqueza. El World Economic Forum en su informe sobre competitividad global 2010-20116, establece 12 pilares como medida de la competitividad: 1) instituciones; 2) infraestructuras; 3) entorno macroeconómico; 4) salud y educación primaria; 5) educación superior y formación; 6) eficiencia del mercado de bienes y servicios; 7) eficiencia del mercado de trabajo; 8) desarrollo del mercado financiero, 9) capacidad tecnológica; 10) tamaño del mercado; 11) sofisticación de los negocios, y 12) innovación. Unos elementos que, tal como indica este informe, vienen penalizados en las economías más avanzadas por sus niveles de endeudamiento: uno de los problemas más críticos para resolver la crisis económica actual. Deuda que, globalmente, el Fondo Monetario Internacional estima que podría alcanzar el 108% para los países desarrollados, mientras que los países en desarrollo estarían en torno al 37% en conjunto. Para determinar el Índice de Competitividad de 2010 (GCI: Global Competitiveness Index) los países se distribuyen, según el estudio anterior, en 5 grupos: 1) los que carecen de los pilares 5 a 12; 2) los que no tienen el 11 y 12; 3) los que poseen los 12 elementos; 4) aquellos que están en transición de 1) a 2); y los que están en el paso de 2) a 3). Como orientación, la Figura 18.1 muestra el GCI para los primeros 15 países. España se encuentra en el puesto 42 con 4,49, delante de Barbados (4,45) e Indonesia (4,43), y detrás de Chipre (4,5) y Puerto Rico (4,49). Los dos últimos países en los puestos 138 y 139, respectivamente son: Angola (2,93) y Chad (2,73).
6
http://www.weforum.org/reports/global-competitiveness-report-2010-2011-0
307
CAPÍTULO 18
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
Figura 18.1 Índice de competitividad de los 15 países más competitivos 5,7 5,6 5,5 5,4 5,3 5,2 5,1 5 4,9
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Francia
Noruega
Taiwán
Reino Unido
Hong Kong
Canadá
Dinamarca
Holanda
Finlandia
Japón
Alemania
Estados Unidos
Singapur
Suecia
Suiza
4,8
La Figura 18.2 muestra la comparación aproximada de Italia y España según el análisis referido del World Economic Forum, respecto de los 12 pilares de competitividad antes señalados. Las empresas transnacionales viven en un mundo económico con unas condiciones particulares que vienen establecidas en los países donde operan. Las condiciones concretas de un país son, por tanto, fundamentales para considerar cómo estas empresas pueden desarrollar sus actividades. La inversión que pongan en juego vendrá muy condicionada por las características de los mercados locales. Un país con pocas condiciones educativas será poco receptor de inversiones procedentes de compañías de alta tecnología. Al igual que aquellos cuyo entorno macroeconómico sea poco atractivo, impulsará a las empresas existentes a salir de él, a «deslocalizarse» hacia otro lugar. En la economía global, estructura económica e inversiones están estrechamente relacionadas. Ya nos referimos a Michael Porter en el Capítulo 15 al considerar su esquema de cinco fuerzas dentro del análisis de la estrategia como ventaja competitiva. Veámoslo ahora desde otra perspectiva. En 1990, Porter publico La ventaja competitiva de las naciones7, un éxito editorial con profunda visión –como suele ser común en este profesor de la Universidad de Harvard–. La tesis de Porter era que las naciones compiten en el marco 7
M. E. Porter. The Competitive Advantage of Nations. Free Press, MacMillan, 1990.
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Instituciones Innovación
CAPÍTULO 18
Figura 18.2 Comparación España e Italia respecto de los elementos de competitividad
Infraestructuras
Soisticación mercado
Entorno macroeconómico
Educación primaria ysalud
Tamaño mercado
Capacidad tecnológica
Educación superior yformación Desarrollo mercado inanciero
Eiciencia mercado bienesy servicios
Eiciencia mercado trabajo Italia
España
internacional tal como lo hacen las empresas, aunque aquí, en este libro hemos visto que los Estados utilizan, además, otras capacidades y estructuras de poder geoeconómico. Porter se centra en la «rivalidad» entre las naciones como eje para el desarrollo de sus cualidades competitivas. Aunque muy conocido, nos permitimos aquí representar el diagrama que encierra el pensamiento de este profesor de Harvard. Se trata de las cinco fuerzas de Porter, también llamado el diamante de Porter, que se representa en la Figura 18.3. A la que se han añadido los elementos del índice de competitividad GCI antes referidos para considerar, en concreto, la influencia de los Gobiernos en la competitividad empresarial. De alguna manera, esta forma de ver la economía desde la competitividad de la misma no es nuevo. Ya fue puesto sobre la mesa por Adam Smith en el siglo XIX con su teoría de la ventaja absoluta; que determinaba cómo una nación podía aumentar su prosperidad mediante la
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CAPÍTULO 18
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
Figura 18.3 Las cinco fuerzas de Porter (diamante de Porter)
Estrategia, estructura yrivalidadempresarial • Capacidadtecnológica • Soisticaciónnegocios • Innovación Condiciones de entorno
• Instituciones • Infraestructuras • Entornomacroeconómico • Saludyeducaciónprimaria • Educaciónsuperioryformación
Condiciones del mercado
• Mercadobienesyservicios • Mercadodetrabajo • Mercadoinanciero • Tamañodelmercado Industrias relacionadas ydelsoporte Influencia Gobierno
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especialización en aquellos bienes o servicios donde tuviera una ventaja clara en los costes de producción de los mismos. Procediendo a la importación de aquellos otros donde tuviera una clara desventaja. Una forma de pensar que, más cercanamente, economistas como Joseph Stiglitz o Paul Krugman desde sus presupuestos socialdemócratas, llevaban a la competencia entre monopolios y oligopolios, si bien siempre sustentados por la especialización, y las facilidades que dan las economías de escala. Estas teorías sobre las ventajas de las naciones en el comercio global, no acaban de explicar bien muchos aspectos; entre otros, la localización espacial de ciertas industrias, que algunos como Krugman explican basándose en simples accidentes históricos. Es lo que llevó a Porter a exponer su teoría sobre los atributos que permiten a unas naciones ser superiores a otras. Atributos que tienen que ver con las condiciones que las naciones introducen políticamente como hemos visto. Son cuatro los atributos que Porter considera (Figura 18.3): condiciones de entorno, condiciones de mercado, estrategias y estructuras empresariales y capacidad industrial. Todo ello en un entorno de rivalidad de unas naciones con otras y de unas empresas con otras. Lógica-
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En este esquema, las tradicionales fuerzas económicas de capital y trabajo quedan definitivamente superadas: por considerarse una simplificación que en el contexto de la economía global ya no son válidas. Ahora hay que tener en cuenta un esquema más complejo, donde entran de manera muy relevante las infraestructuras y los recursos de capital y el conocimiento (incluida la innovación), principalmente; sin olvidar el factor trabajo y otros componentes físicos como son las materias primas, las condiciones climáticas, los recursos naturales, etc., indispensables para dar viabilidad a los procesos productivos.
CAPÍTULO 18
mente, en este esquema entran las condiciones que marcan los Gobiernos y otras condiciones exógenas que vienen determinadas por factores y cambios imprevistos.
Respecto del mercado, la oferta y la demanda tienen que ver con la sofisticación del mismo, de los compradores y de los vendedores, no simplemente del cumplimiento de las necesidades básicas. Por lo que las estrategias empresariales y la rivalidad existente llevará a mejorar las estructuras empresariales haciéndolas más competitivas e innovadoras. Las críticas que se pueden hacer al modelo de Porter es su dificultad para ser aplicado a economías en desarrollo o estancadas y, también, al hecho de que las compañías transnacionales, si bien influidas por las condiciones de los mercados locales, tienen capacidad para establecer ellas mismas sus propios esquemas empresariales fuera de este cerrado contorno: ya sea deslocalizando sus operaciones de unos países a otros, o influyendo con su capacidad inversora en los cambios estructurales del mercado. E, incluso, sin necesidad de que sean las propias compañías transnacionales, otros actores, como las agencias de rating, pueden obligar a cambios estructurales profundos en las economías nacionales o regionales con sus criterios de clasificación. Hecho bien patente en los ataques a los fondos soberanos de algunos países de la Unión Europea, que se han traducido, durante el período 2010-2011, en ataques a la moneda única, el euro. Un complejo esquema competitivo para empresas y naciones que algunos economistas han tratado de resolver mediante la sofisticación del modelo de Porter con el llamado doble diamante o diamante múltiple, donde tratan de incorporar las problemáticas de países menores, o la influencia de las multinacionales en la globalización. Este sería por ejemplo el caso de Corea y Singapur8, países ambos que dependen en gran medida de sus actividades internacionales, a la vez que tienen un tamaño muy pequeño.
8
http://portal.jnu.edu.cn/publish/uploadFile/2970/eWebEditor/20100706092802603.pdf
311
CAPÍTULO 18
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
Mercados bursátiles y especulación financiera Los mercados, así en abstracto, han llegado a ser uno de los agentes más conocidos e influyentes en los últimos años. Medios de comunicación, políticos, empresarios y personas de cualquier cualificación se refieren a ellos como los elementos principales de la economía. Nadie puede hacer nada en contra suya sino defenderse de sus ataques contra la salud financiera de las naciones que caen bajo sus objetivos. Son en la economía global una suerte de gran hermano que mueve sus hilos sin escrúpulos haciéndose tambalear a potentes naciones y grandes empresas. Lo anterior se ha hecho particularmente notorio en los últimos tiempos en el mercado de divisas, especialmente en los movimientos especulativos contra el euro. Algo a lo que nos hemos referido páginas atrás en el Capítulo 16 al tratar de la guerra de las divisas. Sin embargo, conviene volver sobre este tema por la importancia que tiene en la economía global de empresas y naciones.
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Los mercados financieros son de muchos tipos, como también los inversores. De los primeros, los más comúnmente conocidos son las Bolsas de valores. Entre ellas –todos los países tienen varias operando dentro de sus fronteras– las más relevantes a nivel mundial son las de Nueva York (NYSE: New York Stock Exchange), Tokio (Tokyo Stock Exchange) y Londres (London Stock Exchange). El NYSE es la mayor Bolsa del mundo por valor de capitalización, con más de 2.500 valores. Tokio tiene unos 2.300 valores y Londres unos 3.000. En ellos se ofrecen acciones de compañías locales y extranjeras, y los inversores compran y venden participaciones directamente o a través de intermediarios de múltiples tipos. Estos son los mecanismos de inversión financiera más simples. Sin embargo, los productos financieros pueden sofisticarse de muchas maneras. Por ejemplo, con los llamados en el argot financiero productos financieros estructurados. Que, en síntesis, representan activos financieros asociados a productos derivados diseñados con mecanismos de opciones, futuros, swaps y contratos a plazo. No es nuestro objetivo entrar en detalle en estos mecanismos, baste simplemente las explicaciones que siguen. Empecemos por los derivados. Se trata de instrumentos financieros usados normalmente para proteger las inversiones respecto de cambios bruscos en el valor de las divisas, tipos de cambio entre ellas, caídas de las tasas de interés bancarias, etc. Una forma de proteger riesgos por un lado, y por otro, de aumentar la rentabilidad de las inversiones con tasas de interés mayores que las establecidas por mecanismos más conservadores, como sería dejar el dinero en una cuenta bancaria. Los derivados financieros se constituyen
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Los derivados, como se ha indicado pueden ser: swaps, forwards, futuros u opciones. Algunos de los cuales ya fueron utilizados desde antiguo. Tal es el caso de los futuros, que están vigentes desde que la Chicago Board of Trade los permitiera a finales del siglo XIX. Todo un complejo sistema que se ha dado en llamar ingeniería financiera, cuya creatividad ha producido grandes rentabilidades y enormes desastres financieros, al mismo tiempo; unidos a fuertes especulaciones. Recuérdese en este caso las bien conocidas subprime. A lo que se une la facilidad que ofrece la circulación de dinero electrónico de un país a otro. Dinero invisible, tal como referimos en el Capítulo 17, que se mueve en forma de productos estructurados de múltiples y variadas formas. Los futuros y opciones son contratos estándar, es decir perfectamente conocidos, normalmente cotizados en las bolsas, y avalados por entidades prestigiosas, que están regulados en sus condiciones con obligaciones definidas para ambas partes, incluyendo las fechas de terminación del mismo. Los futuros son un mecanismo de cobertura de riesgo ante previsibles cambios de precios o rentabilidad futura de un producto o un índice financiero. Muy usados en el mundo petrolero, los futuros permiten comprar bajo contrato una cantidad de crudo (el contenido de un barco petrolero, por ejemplo) que se entregará en el futuro contra un precio fijado en el momento de la compra. En la compra se dice que se fija una posición larga, y en la venta se da una posición corta. Según el contrato, cada parte paga una cantidad a una Cámara de Compensación como garantía de los acuerdos tomados. Los futuros también se pueden referenciar a un grupo de acciones bursátiles regulándolos de manera similar. Las opciones son mecanismos similares a los futuros, con un derecho de comprar o vender el bien que se ha determinado contractualmente, con la circunstancia de que el derecho se puede ejercer o no en el momento determinado por el contrato. Si no se ejerciera simplemente se pierde la prima pagada. Si la opción da derecho a vender el activo se denomina put, y si se trata de una compra se conoce como call. Hay opciones que permiten ejercer el derecho antes de su vencimiento (opciones americanas) o en la fecha estipulada (opciones europeas).
CAPÍTULO 18
bajo contratos que obligan a compradores y vendedores, y la inversión puesta en juego tendrá la rentabilidad del activo que se utilice como referencia, ya sea un índice bursátil, un grupo de acciones, o uno o varios productos commodities, por ejemplo, oro, café, etc. Producto de referencia que se entiende como el subyacente del producto derivado; ya que es el bien utilizado como soporte de la inversión. Subyacente financiero si su referencia es tal, o físico si es de un producto commodity de tal naturaleza.
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CAPÍTULO 18
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
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Vayamos a los swaps y forwards. Son contratos cuya negociación se lleva a cabo entre compradores y vendedores independientemente, fuera de los mecanismos bursátiles (over-the-counter). Son contratos privados que se realizan con mayores expectativas de rentabilidad, aunque como es comprensible tienen mayores riesgos. Los swaps tratan de gestionar los riesgos asociados con las variaciones de tipos de cambio de divisas, o de tasas de interés de otros activos. Su fundamento es cambiar una divisa por otra en el primer caso, o pagar un tipo de interés a cambio de recibir otro, en el segundo. Los forwards tratan de cubrir préstamos a futuro y son usados, normalmente, entre entidades bancarias, o entre estas y sus clientes. Un simple apunte sobre las mencionadas subprime. Fueron instrumentos financieros emitidos bajo el concepto de securitización o titulización. Según este esquema, activos líquidos se titulizan en forma de títulos negociables en un mercado secundario. Estos activos se agrupan y sirven de respaldo a la emisión de los títulos o valores que se negocian posteriormente en el mercado. Los activos pueden ser préstamos (hipotecarios u otros préstamos personales), facturas, pagos de tarjetas de crédito, contratos de leasing, pagarés, etc. Los bancos que median en la venta no asumen el riesgo. Si los activos resultan al final tóxicos como en el caso de las hipotecas basura (subprime) se entienden las pérdidas que pueden ocasionar a los tenedores de tales títulos. Este fue el caso de los títulos subprime respaldados por hipotecas (morgages backed securities, en inglés) que resultaron ser fallidas. Cuando se involucran otro tipo de activos en los títulos se denominan asset backed securities. Vayamos a los bonos antes de entrar en los mercados de deuda. Un bono es un instrumento financiero, un tipo de certificado, por el que el comprador paga un interés al comprador. Son emitidos por empresas privadas (bonos corporativos), por un Estado (deuda soberana) u otras administraciones (banco central, empresas públicas, etc.) que necesitan tesorería de forma rápida y directa. Normalmente no tienen garantías de ningún tipo, salvo el caso de los bonos institucionales que cuentan con la garantía implícita del Estado o Gobierno que los emite y respalda. El riesgo, por tanto, viene asociado a la posibilidad de impago por parte del emisor que, en el caso de un Estado es lo que se entiende por riesgo país. Al igual que otros países, e independientemente de los problemas actuales, el bono de Estados Unidos se considera que tiene riesgo cero, lo que implica que el comprador siempre recibirá lo estipulado en la compra de dicho bono. Las formas que toman los bonos son muy variadas: de cupón, cuando se paga un interés concreto a su tenedor, rescatables, si están sujetos a una opción, de interés ajustable, convertibles, subordinados, hipotecarios, etc.
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CAPÍTULO 18
Existe un tipo de bono considerado de alto riesgo que se denomina bono basura (junk bond). Se trata de bonos que ofrecen muy altos intereses, si bien tienen el riesgo de no ser abonados. Y es aquí donde entran las agencias de calificación (rating) que facilitan la valoración de las emisores de bonos, y determinan la bondad de tales inversiones según una calificación. Siendo la más común, la que explicita: 1) AAA y AA cuando se trata de inversiones de alta calidad; 2) AA y BBB, de calidad media; 3) BB, B, CCC, CC, C para los bonos basura en sus diferentes grados; y 4) D para los bonos impagables, es decir, cuando el emisor está definitivamente en quiebra. Es una manera de guiar a los inversores respecto de la peligrosidad de tales inversiones. Una manera de asegurar las inversiones viene determinada por los CDS (Credit Default Swap). Un mecanismo por el cual, pagando una prima, se puede asegurar una inversión. De manera que ante una inversión dudosa, la compra de un CDS asegurará el rembolso del capital invertido en caso de impago. La Tabla 18.2 muestra las primas de riesgo (interés de los CDS) que tenían los países indicados a 30 de mayo de 20119. Lo anterior tiene que ver con el riesgo de las emisiones de deuda realizadas por los diferentes países. Se trata de otro mercado financiero: el mercado de deuda. Un mercado en el que se dan los instrumentos ya considerados, pues intervienen también las hipotecas, certificados de depósito, etc. Son instrumentos financieros estructurados con los cuales se negocia ante los diferentes inversores. En el caso de los Gobiernos, también están las emisiones de deuda (bonos) que se realizan desde distintas administraciones, que buscan recursos financieros con rapidez. Pueden ser Gobiernos municipales, regionales o estatales. Emisiones que, normalmente, tienen un plazo corto de remuneración (meses), o largos (cinco o diez años, e incluso más), cada uno con tipos distintos de interés. De esta manera, periódicamente, los diferentes países o algunas instituciones salen al mercado a subastar sus emisiones de deuda, resultando que los inversores compran tales bonos a la tasa de interés que resulte de la propia subasta. Los bonos se emiten en la moneda del país de origen. Los fenómenos especulativos se dan, por tanto, en diferentes niveles. Por un lado, en la construcción de los mecanismos inversores, algunos de los cuales ofrecen rentabilidades imposibles con productos de muy alto riesgo, tal como los conocidos (por ejemplo, los sistemas piramidales como la conocida estafa Madoff); y por otro, en la propia compra de los productos. Siendo este último fenómeno muy acusado en relación con las 9
http://www.hablandodebolsa.com/2011/05/riesgo-deuda-por-paises.html
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CAPÍTULO 18
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
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Tabla 18.2 Prima de riesgo de varios países a 30 de mayo de 2011 País
CDS (puntos básicos a 5 años)
Grecia (1)
1416,9
Venezuela (2)
1131,4
Portugal (3)
669,7
Irlanda (4)
660,5
Argentina (5)
605
Ucrania (6)
458,6
Líbano (7)
360
Dubai (8)
340
Egipto (9)
338,2
Vietnam (10)
314,7
España (13)
255,5
Italia (20)
159,9
Estados Unidos (59)
49,5
Alemania (51)
40,1
Suiza (52)
32,1
Holanda (53)
30,2
Dinamarca (54)
29,4
Finlandia (55)
29
Suecia (56)
23,8
Noruega (57)
16,1
emisiones de deuda soberana. Pues la compra de bonos en diferentes períodos de tiempo y con rentabilidades distintas facilita a los especuladores comprar bonos a largo plazo y vender los de corto plazo, con la consiguiente rentabilidad dada por la diferencia entre los intereses de ambas operaciones. A esto se añade el fenómeno de las divisas, cuyas operaciones de cambio son igualmente fruto de especulación. De esta manera, combinando la compra-venta de divisas, a la vez que se articula la compra-venta de emisiones de deuda de países necesitados de tesorería, ofrece un mecanismo muy atrayente para la especulación. Fenómeno que durante 2010-2011 ha sido altamente provechoso ante las dificultades
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CAPÍTULO 18
financieras de ciertos países europeos, especialmente Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia que, a su vez, operan en la moneda única: el euro. Países cuyas emisiones de deuda tienen rentabilidades enormes respecto del referencial alemán. Una situación no coyuntural, que se mantendrá en los próximos años hasta que se dé la plena armonización de las políticas económicas en la Unión Europea, y existan los mecanismos apropiados para que todos los países asuman los compromisos firmados en el Pacto de Estabilidad que dio origen a la moneda única europea.
El futuro previsible de la economía global No se trata de hacer prospectiva, sino de exponer los elementos que condicionarán la economía global en el próximo futuro. Muchos de ellos han sido ya tratados, si bien un resumen facilitará entender los condicionantes que tendrán las empresas transnacionales para operar. Como primer elemento, hay que decir que la globalización de la economía no tiene vuelta atrás. Este proceso será incluso más profundo en el futuro. Y su motor viene dado por la estructura multipolar del mundo actual. Ya no hay dos grandes superpotencias, nos encontramos inmersos en un complejo esquema de diferentes fuerzas de poder compitiendo entre sí. Una circunstancia que dará origen a una nueva forma de mundo económico. un caleidoscopio como dijimos en el Capítulo 6: tigres y dragones, grandes regiones económicas como la Unión Europea, Estados Unidos, los países BRIC solos o en alianza con otros, nuevos países industrializados, instituciones de gobierno mundial, países ricos en recursos naturales y potentes financieramente, otros países poseedores de materias primas, empresas transnacionales, etc., que cambiará lo que ahora vemos. Un proceso globalizador, multipolar, que obligará a las compañías globales a seguir profundizando en el camino emprendido, debido, fundamentalmente, a tres causas: 1. Mayor descentralización operativa con procesos más intensivos de outsourcing para ahorrar en costes y ganar en eficiencia, incrementando la deslocalización de los centros operativos (offshoring) para ganar en economías de escala (por ejemplo centralización de organizaciones de compras en países más favorables, etc.), y dando un paso más allá del actual concepto transnacional para llegar a lo que se define como worldsourcing, la empresa distribuida por todo el mundo que carece de un centro corporativo único, ya que sus directivos están dispersos en la geografía mundial de acuerdo con las necesidades de gestión operativa de la compañía y las condiciones competitivas. Una empresa cuyas fronteras
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LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES EN EL MUNDO GLOBAL
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con sus socios estratégicos serán «porosas», en el sentido de que las responsabilidades estarán compartidas entre ambos. Una empresa, en fin, donde la dispersión de la gestión corporativa a nivel global y la porosidad de las responsabilidades no se referirán a unas pocas actividades de la cadena de valor, sino que se extenderán por toda la empresa gracias a la masiva utilización de las potencialidades que dan las TIC, con un modelo que estará en constante evolución gracias a la innovación como eje esencial de todo el hecho empresarial. 2. Unos mercados y una sociedad totalmente conectados a nivel global en un concepto que irá más allá de la sociedad en red actual, con un incremento del soft power personal en las decisiones, de manera dinámica y en tiempo real. Una suerte de micropoder que obligará a las empresas a establecer o, en su caso, incrementar necesarios niveles de inteligencia estratégica para poder reaccionar con suficiente anticipación a esos cambios y tendencias. Redes sociales que inducirán cambios políticos y comerciales, y competidores más agresivos que harán un uso más determinante de las potencialidades de la red. Un desarrollo impredecible pero seguro de la cibercriminalidad que hará más frágiles los Estados, las infraestructuras y las empresas. Ya no bastarán las decisiones estratégicas basadas en gestores o consultores tradicionales, se tratará de una revolución de la inteligencia corporativa, en la que las sociedades que carezcan de ella serán altamente vulnerables sin importar su tamaño o su potencial. Una verdadera sociedad del conocimiento con profundos cambios de mercado, nuevas pautas de compra, redes sociales de gran influencia, ciberataques, etc., que requerirán reinventar dinámicamente los negocios, los modos de gestión, la imagen de marca y los productos de una forma global y local a la vez. 3. Un nuevo modelo de respeto al medio ambiente por necesidad y por convicción. Lo que se traducirá en la necesidad de unas sociedades globalmente más éticas en la formulación de sus propuestas y de la estructura de sus negocios, ya que la crisis económica actual tiene su origen en una relajación moral en las prácticas financieras, algo que tendrá que ser regulado a nivel global. Una sociedad más respetuosa con el medio ambiente que cambiará a empresas y Gobiernos más allá de situaciones coyunturales, lo que impondrá nuevas condiciones que ofrezcan nuevas oportunidades para empresas y trabajadores. Con un cambio de modelo en las prácticas financieras que evite los abusos que han traído las dificultades actuales. En un mundo que deberá encarar el encarecimiento de ciertas materias primas, especialmente el petróleo, cuya futura escasez obligará a la búsqueda de nuevas fuentes energéticas y al uso masivo de las energías renovables.
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asta aquí no hemos hecho sino iniciar un somero tránsito por la geoeconomía, pero no lo hemos completado: queda un enorme trecho por recorrer, y dejamos al lector que lo siga según su mejor criterio. Muchos han sido los temas expuestos, algunos de los cuales han quedado, quizás, muy incompletos. Hemos dado, de vez en cuando, la voz a varios expertos; y con frecuencia nos hemos apoyado en estudios, libros o informaciones que venían al caso para soportar una idea, un relato, una reflexión o, simplemente, un gráfico. Entre los expertos, hemos traído a algún economista, pensador o político relevante. Muchos han quedado fuera, como no podía ser menos en un trabajo tan reducido. Sin embargo, hay uno que es preciso recuperar antes de finalizar el libro. Se trata de Friedrich Hayek, al que adjudicaron el premio Nobel de Economía en 1974. Entre los muchos escritos de Hayek hay uno que nos parece oportuno traer a colación. Se trata de Camino de servidumbre1, un libro que, en su día, recibió las alabanzas de economistas tan diferentes como Keynes o Schumpeter. Del interior de sus páginas —todas ellas verdaderamente profundas—, nos hemos quedado con dos capítulos, cuyos títulos son verdaderamente sorpresivos: «Por qué los peores se colocan a la cabeza» y «El final de la verdad». Son muchas y muy autorizadas las voces que en el mundo actual, ya entrado en la segunda década del siglo, alertan sobre la falta de liderazgo en los importantes asuntos políticos o económicos. Se echan en falta dirigentes de verdadera talla intelectual capaces de hacer frente a los enormes problemas que tenemos delante. La profesionalización de la política ha abierto el paso a personas que, sin la suficiente cualificación, han logrado acceder a puestos de gran responsabilidad. Y desde ahí, como si de una correa de transmisión se tratara, se han situado en lugares de otras instituciones, igualmente fundamentales, a otras personas de similar cariz. Se trata de algo generalizado, que se constata en multi1
F. A. Hayek. Camino de servidumbre. Alianza. 1978.
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tud de presidencias de gobiernos democráticos, dirigentes de instituciones multinacionales e, incluso, responsables de empresas transnacionales. Y este es, quizás, el hecho geoeconómico más relevante, y el que ha llevado al mundo a carecer de respuestas ante los graves problemas que tiene.
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Tratando el tema de por qué los peores están en cabeza, en la antesala de su capítulo, Hayek, antes de sumergirse en los problemas del totalitarismo, pone como cabecera una cita de Lord Acton: «Todo poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente». Y, poco después, al reflexionar sobre la depravación del carácter alemán de aquellos días —el libro se publicó en 1944— se hace la siguiente pregunta: «¿Es que el mismo tipo de sistema, si fuera necesario para lograr fines importantes, no podrían instaurarlo gentes decentes, para bien de la comunidad en general?». Hoy los totalitarismos no han desaparecido y están instalados en importantes y críticas zonas del mundo. Y muchas democracias muestran, por su parte, signos de agotamiento. A lo cual se une que, en ambos casos, existe una falta de liderazgo generalizada, que se concreta en una permanente lucha por alcanzar intereses particularistas, y una ausencia muy palpable de altura de miras y capacidad real para resolver los problemas que existen. Aquí es donde la visión de Hayek resulta oportuna: «Parece —dice— casi una ley de la naturaleza humana que le es más fácil a la gente ponerse de acuerdo sobre un programa negativo, sobre el odio al enemigo, sobre la envidia a los que viven mejor, que sobre una tarea positiva. La contraposición del «nosotros» y el «ellos», la lucha contra los ajenos del grupo, parece ser un ingrediente esencial de todo credo que enlace a un grupo para la acción común. Por consecuencia, lo han empleado siempre aquellos que buscan no sólo el apoyo para una política, sino la ciega confianza de ingentes masas». Y, en otro contexto, cuando Hayek se adentra por los vericuetos de la verdad, asevera que: «El camino más eficaz para que las gentes acepten unos valores a los que deben servir consiste en persuadirlas de que son realmente los que ellas, o al menos los mejores individuos entre ellas, han sostenido siempre, pero que hasta entonces no reconocieron o entendieron rectamente. Se fuerza a las gentes a transferir su devoción de los viejos dioses a los nuevos so pretexto de que los nuevos dioses son en realidad los que su sano instinto les había revelado siempre, pero que hasta entonces sólo confusamente habían entrevisto. Y la más eficiente técnica para esta finalidad consiste en usar las viejas palabras, pero cambiar su significado». La geoeconomía nos ha puesto el mundo actual en perspectiva. Un mundo revuelto en la actualidad, donde la ausencia de unidad es
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fácilmente constatable. Y en él las citas de Hayek son profundamente actuales: cada grupo, para lograr sus intereses, pretende convencer a sus convencidos y arrinconar a los contrarios. No existe sentido de la unidad en las relaciones internacionales, como tampoco en las nacionales; y, si se quiere llegar más lejos, no hay unidad a nivel local e incluso familiar. Característica que evita solucionar los problemas en libertad, respetando la diversidad. Se han trasladado los métodos de conflictos armados a la diplomacia política y a la economía, lo que ha incidido en la separación según los intereses que persigue cada grupo, país o clan. Los problemas financieros de Europa o de Estados Unidos se resolverían si, primero, se dijera a la población la verdad de lo que ocurre en realidad y, segundo, se trabajara con los mejores para aportar y poner en práctica las soluciones más adecuadas. El hecho geoeconómico nos informa, sin embargo, que las divisiones entre personas y países son tan evidentes que será difícil salir de esta situación a corto plazo. Por ello, abogamos aquí por la necesidad de una nueva forma de hacer; o como dijimos al final del último capítulo, la necesidad de que se trabaje por «unas sociedades globalmente más éticas en la formulación de sus propuestas y en la estructura de sus negocios, ya que la crisis económica actual tiene su origen en una relajación moral en las prácticas financieras, algo que tendrá que ser regulado a nivel global».
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nuevo mercado por descubrir Nuestra hora Raúl Rivera Andueza Una visión de Latinoamérica absolutamente innovadora y desafiante. Una lectura que invita a plantearse la realidad de Latinoamérica a la luz de los hechos actuales, dejando atrás los juicios y prejuicios que históricamente han acompañado la percepción que los latinoamericanos tienen de sí mismos y proyectan al resto del mundo. ISBN 9789563430202
África despierta Vijay Mahajan El continente africano es uno de los mercados de mayor crecimiento del mundo. En África despierta, el reconocido profesor Vijay Mahajan nos descubre un continente lleno de contrastes: por un lado, muestra ingentes necesidades; por otro, un sorprendente poder adquisitivo. ISBN 9788483225240
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