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Spanish Pages 224 [222] Year 2015
ANEJOS AEspA
FERNANDO RODRÍGUEZ Dibujos de arquitectura y antigüedades romanas
LXXIII 2015
Carlos Jesús Morán Sánchez Antonio Pizzo
ANEJOS DE
AEspA LXXIII
FERNANDO RODRÍGUEZ Dibujos de arquitectura y antigüedades romanas
ISBN 978-84-00-09929-9
ARCHIVO ESPAÑOL DE
ARQVEOLOGÍA
CSIC
ANEJOS DE ARCHIVO ESPAÑOL DE ARQUEOLOGÍA LXXIII
FERNANDO RODRÍGUEZ DIBUJOS DE ARQUITECTURA Y ANTIGÜEDADES ROMANAS
Anejos de AEspA
Director: Francisco Pina Polo, Universidad de Zaragoza, España. Secretario: Carlos Jesús Morán Sánchez, Instituto de Arqueología, CSIC-Gobierno de Extremadura, Mérida, España. Comité Editorial: José Beltrán Fortes, Universidad de Sevilla, España; Manuel Bendala, Universidad Autónoma de Madrid, España; Rui Manuel Sobral Centeno, Universidade do Porto, Portugal; Adolfo J. Domínguez Monedero, Universidad Autónoma, Madrid, España; Sonia Gutiérrez Lloret, Universidad de Alicante, España; Pedro Mateos, Instituto de Arqueología, CSIC-Gobierno de Extremadura, Mérida, España; Manuel Molinos, Universidad de Jaén, España; Ángel Morillo, Universidad Complutense, Madrid, España; Ricardo Olmos Romera, Instituto de Historia, CSIC, Madrid, España; Almudena Orejas, Instituto de Historia, CSIC, Madrid, España; Isabel Rodà de Llanza, Universidad Autónoma de Barcelona, España; Inés Sastre Prats, Instituto de Historia, CSIC, Madrid, España; Ángel Ventura Villanueva, Universidad de Córdoba, España. Consejo Asesor: Luis Caballero Zoreda, Instituto de Historia, CSIC, Madrid, España; María Paz García-Bellido, Instituto de Historia, CSIC, España; Juan Manuel Abascal, Universidad de Alicante, España; Filippo Coarelli, Universitá degli Studi di Perugia, Italia; Pierre Gros, Université Aix-Marseille, Francia; Simon Keay, University of Southampton, Reino Unido; Pilar León, Universidad de Sevilla, España; Giuliano Volpe, Universitá degli Studi di Foggia, Italia; Carmen García Merino, Universidad de Valladolid, España; Javier Arce, Université Lille, Francia; Michel Amandry, Bibliothèque Nationale de France, París, Francia; Xavier Aquilué, Museu d’Arqueologia de Catalunya, Empúries, España; Pietro Brogiolo, Università di Padova, Italia; Francisco Burillo, Universidad de Zaragoza, España; Monique Clavel-Lévêque, Université Franche-Comté, Besançon, Francia; Teresa Chapa, Universidad Complutense de Madrid, España; Carlos Fabião, Universidade de Lisboa, Portugal; Carmen Fernández Ochoa, Universidad Autónoma de Madrid, España; Pierre Moret, Universidad de Toulouse, Francia; Sebastián Ramallo, Universidad de Murcia, España; Domingo Plácido, Universidad Complutense de Madrid, España; Thomas Schattner, Instituto Arqueológico Alemán, Madrid, España; Armin Stylow, München Universität, Alemania.
CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ ANTONIO PIZZO
FERNANDO RODRÍGUEZ DIBUJOS DE ARQUITECTURA Y ANTIGÜEDADES ROMANAS
CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS INSTITUTO DE ARQUEOLOGÍA MÉRIDA, 2015
Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelectual. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por medio ya sea electrónico, químico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito de la editorial. Las noticias, los asertos y las opiniones contenidos en esta obra son la exclusiva responsabilidad del autor o autores. La editorial, por su parte, solo se hace responsable del interés científico de sus publicaciones Esta publicación se ha beneficiado de la investigación asociada al proyecto «Análisis de soluciones técnico-constructivas, modelos arquitectónicos y urbanísticos de la arquitectura romana de la Lusitania: Orígenes y trasformación de una cultura arquitectónica» (HAR2012-36963-C05-05), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad a través del VI Plan de Investigación Científica (investigador principal: Antonio Pizzo).
Imagen de cubierta: Plano general de la ciudad antigua, Mérida (marzo de 1796). Fernando Rodríguez. RABSF. Imagen de contracubierta: Rúbrica de Fernando Rodríguez.
Catálogo general de publicaciones oficiales: http://publicacionesoficiales.boe.es Editorial CSIC: http://editorial.csic.es (correo: [email protected])
© CSIC © Carlos Jesús Morán Sánchez y Antonio Pizzo ISBN: 978-84-00-09929-9 e-ISBN: 978-84-00-09930-5 NIPO: 723-15-072-7 e-NIPO: 723-15-073-2 Depósito Legal: M-19305-2015 Impreso en España, Printed in Spain En esta edición se ha utilizado papel ecológico sometido a un proceso de blanqueado FSC, cuya fibra procede de bosques gestionados de forma sostenible.
Imprenta V.A. s. a. Avda. de la Industria, 41. 28760 Tres Cantos - MADRID
A José Ángel Martínez del Pozo, in memoriam
SUMARIO
Introducción ............................................................................................
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I. Fernando Rodríguez y su tiempo.....................................................
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1. Perspectiva histórica .........................................................................
13
2. El contexto emeritense .....................................................................
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3. Semblanza del personaje. Marco de ejecución de los dibujos .........
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II. Los dibujos de Fernando Rodríguez ...............................................
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1. Organización del catálogo ................................................................
29
2. Dibujos de Fernando Rodríguez .......................................................
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3. Listado de láminas ............................................................................
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III. Conclusiones .......................................................................................
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1. La importancia del trabajo de Fernando Rodríguez para la historiografía, la arqueología y la arquitectura romana ....................
183
Apéndice documental .............................................................................
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Fuentes y bibliografía ............................................................................
207
Fuentes ................................................................................................
207
Bibliografía ............................................................................................
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INTRODUCCIÓN
La figura de Fernando Rodríguez es prácticamente desconocida en el panorama histórico emeritense. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando realiza una exposición en 1998 en la que muestra una serie de dibujos que pertenecen a sus fondos y en los que se muestran distintos edificios romanos de Extremadura, principalmente de Mérida y alrededores. El autor, Fernando Rodríguez, maestro de obras, envió a la Real Academia de Bellas Artes un total de sesenta y un dibujos entre los años 1794 y 1797. Al hilo de la exposición y teniendo en cuenta el número y la calidad de los mismos, se publica un artículo en el que se recogen los pormenores de este conjunto y se hace una muestra de las obras dentro de su contexto histórico (Arbaiza Blanco-Soler; Heras Casas 1998), aunque sus propias autoras reconocen que la magnitud de la obra de F. Rodríguez merece un estudio más en profundidad. Tras la publicación de este trabajo se realiza, por parte de una de las autoras, un primer acercamiento al análisis arquitectónico de las ruinas emeritenses en la obra de Rodríguez (Arbaiza Blanco-Soler et alii 2000). En 2001, A. Canto publica una monografía (Canto 2001) que aborda de manera global el estudio, a finales del siglo xviii, del viaje de Manuel de Villena Moziño y en concreto sus dibujos sobre las antigüedades de Mérida. La coincidencia en el tiempo y en el lugar de ambos dibujantes, la similitud de los temas tratados en los dibujos, de las técnicas, e incluso de las composiciones de los mismos, da pie para que A. Canto estime una estrecha relación entre ellos. F. Rodríguez podría haber acompañado a Villena por la ciudad y haber aprendido y perfeccionado su técnica junto a él como su discípulo (Canto 2001: 166). Por otra parte, tanto el trabajo de Rodríguez como el de Villena han permanecido en el olvido durante dos siglos. La figura de Villena ya ha sido estudiada en profundidad en la citada obra, pero en el caso de F. Rodríguez, era una tarea pendiente. Algunas de las láminas de F. Rodríguez son publicadas también en el contexto de trabajos dedicados
a la ingeniería romana en España (González Tascón 2000; 2002; González Tascón y Velázquez 2004). Por primera vez, se aprecian algunas imágenes en color y de buena calidad de sus láminas, pero no se hace una valoración del conjunto de las mismas, sino que se utilizan las representaciones, junto con las de M. de Villena, como ejemplos gráficos de construcciones concretas de época romana, sin profundizar en los contenidos de los dibujos. Más recientemente, Alicia León (León 2012) analiza de forma puntual el trabajo de F. Rodríguez en el marco institucional de la Real Academia de Bellas Artes y en relación al dibujo concreto de los edificios de espectáculos: teatro, anfiteatro y circo. Los dibujos de estos tres edificios son sometidos a consideración en comparación con los de M. de Villena o Laborde. Las publicaciones de las láminas de F. Rodríguez obedecen a criterios concretos en cuanto a temática, lo que ofrece una imagen dispersa que no da una idea del conjunto y no se aclara suficientemente cuál es el proceso que lleva al emeritense a la realización de los dibujos. La publicación más completa, de S. Arbaiza y C. Heras, no permite, debido a su formato (pequeño tamaño y poca calidad de las imágenes), la profundización en los detalles arquitectónicos y arqueológicos de los dibujos y deja algunas incógnitas sin abordar en cuanto al contexto de realización de las láminas y el personaje. El Instituto de Arqueología (CSIC), ubicado en Mérida, cuenta con líneas de investigación dedicadas tanto al estudio de la historiografía de la arqueología en Extremadura como al análisis de la arquitectura de época romana. Partiendo de esta base, y con las publicaciones mencionadas como punto de partida, nos propusimos realizar un estudio en profundidad de la obra gráfica de Fernando Rodríguez que planteara una visión global, poniendo en valor su aportación a la historiografía y la arqueología de Mérida. La investigación arranca en marzo de 2009, fecha en la que nos desplazamos a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde estudiamos los dibujos de primera mano, examinamos de cerca cada una de
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sus características y solicitamos su reproducción digital para poder realizar con posterioridad un examen más exhaustivo. Con este presupuesto se plantea el trabajo sobre la figura y el contexto del dibujante y un catálogo analítico completo que incluye todos los dibujos realizados por el emeritense. En cuanto a la reproducción de las láminas, se ha optado por el mayor tamaño posible, pero su gran formato y las restricciones propias de la edición no permiten, en algunos casos, su visualización óptima. De este modo, nos hemos visto obligados a dividir la gran lámina del puente sobre el Guadiana (lámina XIV) o a presentar en menor proporción algunas que merecen su observación en detalle (por ejemplo las láminas III o XXVII). Considerando estas circunstancias, planteamos la inclusión de un cd con los dibujos en formato digital de alta calidad, lo que permite su estudio pormenorizado. Remitimos a la consulta en este soporte para observar las particularidades específicas de cada una de las láminas. En relación a los dibujos que se refieren a antigüedades romanas, interesaba abordarlos no solo desde el punto de vista de la historiografía, sino también desde la posibilidad que ofrecen para la comprensión de los procesos de transformación de los monumentos y la aportación al análisis arquitectónico de los edificios de época romana. Esta perspectiva nos permite valorar los detalles más característicos de los edificios dibujados y su verosimilitud, o no, con las estructuras que aún se conservan, así como una valoración de aquellos dibujos que ofrecen detalles de edificios no conservados o conocidos. A los sesenta y un diseños enviados a la Real Academia de Bellas Artes por F. Rodríguez hay que sumar seis dibujos conservados en la misma institución y pertenecientes a las pruebas de examen, así como una lámina conservada en la Biblioteca Nacional, cuatro dibujos conservados en el Archivo Histórico Nacional y otros dos conservados en el Archivo Histórico Municipal de Mérida. Un total de 75 láminas que, exceptuando las pruebas de examen, tienen como nexo común la arquitectura y las antigüedades romanas. El libro se estructura en tres bloques. El capítulo primero ofrece el contexto histórico del personaje y de su época, poniendo especial énfasis en la semblanza
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de un personaje desconocido y del que existen escasísimos datos biográficos. El estudio de la documentación nos permite acercarnos de manera trasversal a su figura y conocer algunos datos íntimos. En el segundo capítulo se presentan y estudian, a modo de catálogo analítico, los dibujos de Fernando Rodríguez, organizados por riguroso orden cronológico, lo que nos permite comprender tanto la evolución técnica del dibujante como su madurez en el análisis histórico de los edificios que representa. En el tercer y último capítulo se realiza una reflexión sobre los datos para establecer, a modo de conclusiones, las claves de la importancia del trabajo del emeritense. Se incluye, además, un apéndice documental donde se recoge lo más señalado de la documentación empleada en el estudio. Estamos convencidos de que la divulgación, en un estudio monográfico, de la obra gráfica de Fernando Rodríguez, era necesaria para completar otra pieza más del panorama de la historiografía de la arqueología de Extremadura y para el estudio de los edificios romanos de Mérida. Por otra parte, es la primera vez que se recoge y publica en alta calidad el conjunto de los dibujos, lo que, en sí mismo, servirá de base para que investigaciones futuras puedan seguir extrayendo datos de interés tanto de las imágenes como de los textos. Este estudio sobre la figura y la obra de Fernando Rodríguez no habría sido posible sin el apoyo del Instituto de Arqueología y, concretamente, de su antiguo director, P. Mateos Cruz. Esta institución asumió los gastos de reproducción de los dibujos y permitió los desplazamientos necesarios para la investigación. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando facilitó en todo momento el trabajo con los dibujos y fue la encargada de digitalizarlos con las mejores garantías; Ascensión Ciruelos, que cuida de las láminas con esmero, nos guio y facilitó con agrado este laborioso proceso. Hacemos extensible este agradecimiento a José Antonio Peñafiel y Diego Parra Zamora, que guiaron nuestros pasos, respectivamente, por el Archivo Histórico Municipal de Mérida y por el Archivo Microfilmado de la Biblioteca del Marqués de la Encomienda, en Almendralejo.
CAPÍTULO I FERNANDO RODRÍGUEZ Y SU TIEMPO
1. PERSPECTIVA HISTÓRICA El siglo xviii coincide con la llegada de la monarquía borbónica a España, lo que acentuará la influencia del movimiento ilustrado francés. Esta corriente, que ha comenzado a extenderse por toda de Europa desde finales del siglo xvii, se enmarca en un periodo neoclásico que se caracteriza por el afán de saber, el interés por la didáctica y la percepción y la llegada de las primeras ideas racionalistas. La idea principal de la Ilustración es la de procurar el bien común y el progreso a partir de la educación y la cultura para todos. Se da una etapa de enciclopedismo y erudición inmersa plenamente dentro de estos valores que, en relación con el estudio de antigüedades, supone la búsqueda de la crítica a la tradición —marcada por la religión, las leyendas y los falsos cronicones legitimadores de orígenes míticos— a través del análisis racional. Se imitan las instituciones francesas, tales como las Academias, y se crean otras instituciones como las Sociedades de Amigos del País, que van a contribuir a dar un fuerte impulso a la cultura y la educación popular. Se produce un brote de interés por la investigación histórica y la historiografía erudita bajo unas características especiales. Si bien hay un choque frontal entre las ideas ilustradas y la Iglesia que provocará a menudo fuertes tensiones, la ilustración española mezcla la existencia de la crítica y de la razón con una indiscutible tradición cristiana. Esto hará que una de las mayores figuras de la Ilustración española sea el Padre Flórez, que en su prosa histórica y erudita incluirá un matiz religioso-cristiano indiscutible que tiende a la «sacralización» de la Historia española, con obras tan significativas como España Sagrada.
En este contexto se crean en España la Biblioteca Real en 1716, la Academia de la Historia en 1738 o la Academia de Bellas Artes de San Fernando,1 que van a actuar como verdaderos focos de difusión y promoción. Se emprenden proyectos culturales, a veces tan ambiciosos, que no acabarán hasta muchos años después. Uno de los objetivos que figura en los estatutos de la Academia de la Historia es el de «purificar y limpiar la Historia de España de las fábulas que la deslucen e ilustrarla de las noticias que parezcan más provechosas», en lo que es una verdadera declaración de intenciones (Maier 2004; Tortosa y Mora 1996). El estudio de las antigüedades, que empiezan a ser consideradas a partir de ahora testimonios de la Historia en lugar de objetos de colección, fomenta que, junto a los tradicionales estudios epigráficos y numismáticos, comience tímidamente el desarrollo de la arqueología. Los reyes ilustrados, con el apoyo y asesoramiento de las instituciones, propugnan una renovación del sistema educativo, partiendo para ello de la educación popular. Así, en el reinado de Carlos III se regula la enseñanza creándose las escuelas públicas. Este rey, además, es conocido como «el rey arqueólogo» (Almagro 2010) porque fomentó y sufragó los trabajos que permitieron conocer y realizar las primeras excavaciones en Pompeya, Herculano y Estabia. Estas excavaciones tendrán gran repercusión en Europa (Mora 1998: 113 y ss.) y contribuirán a popularizar la Arqueología, sirviendo, a veces, como ejemplo para
1 La creación oficial de esta institución fue el 12 de abril de 1752, aunque se estaba gestando, al menos, desde 1744. Disponible en: http://www.realacademiabellasartessanfernando.com/es/academia/historia [Fecha de consulta: 12/04/2013].
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reclamar intervenciones en otras ciudades como, por ejemplo, Mérida. Las excavaciones arqueológicas, sin embargo, distan mucho de ser todavía un método científico de documentación (Mora 1998: 60) y están, a menudo, ligadas más al coleccionismo que al conocimiento. No obstante, este impulso renovador llevará, a lo largo de todo este siglo y hasta mitad del siglo xix, a la transición desde el «anticuariado» al «estudio de antigüedades» y, más adelante, a la arqueología entendida como ciencia y no como disciplina auxiliar de la historia. Junto a la erudición se da otro fenómeno interesante: los viajes como fuente inmejorable de información sobre las cosas curiosas, antigüedades y costumbres de los pueblos de España y de Europa en general. Estos viajes ayudarán en gran medida a redescubrir lugares que la memoria del tiempo se había encargado de olvidar (Morán 1996; 2009; Marín 1996-2003). A lo largo de este siglo xviii se generalizan los viajes, ya no solo de ingleses, franceses o italianos, dentro de la corriente del Grand Tour, sino también de españoles que empiezan a viajar tanto fuera como dentro de España por el mero afán de conocer y, en el caso de España, para recuperar su Historia. De este modo, se impulsarán los viajes «literarios» o «científicos» como parte de la empresa política común de reforma del Estado propugnada por la monarquía, teniendo en los viajeros de este periodo a intelectuales comprometidos y eruditos (Gómez de la Serna 1974). Tal es el caso de los viajes de Antonio Ponz o Luís José Velázquez de Velasco, marqués de Valdeflores, que, estimulados por la monarquía y avalados y dirigidos por las Academias, tendrán como objetivo la recuperación de la Historia como vehículo de reforma social y cultural ilustrada. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se crea con dos fundamentos primordiales: el control sobre las directrices estéticas y la formación de artistas basándose en dichas directrices (Úbeda 1989: 776). Se pretende dar un sentido práctico a las Bellas Artes y, para ello, formar no solo a artistas sino también a artesanos que ejerzan su oficio de manera eficiente. Los desórdenes en el campo de la construcción, donde «los albañiles se transformaban de un día al otro en maestros de obras» son constantes (Bédat 1989:372). Esto obliga a la Academia a tomar medidas que garanticen que el acceso a las escalas profesionales en el ámbito de la arquitectura vaya supeditado al correspondiente examen que valore el mérito de los aspirantes. Relacionado con el aspecto de utilidad aplicada, y en cuanto al estudio de los monumentos antiguos, los
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viajes literarios seguirán unas pautas de documentación que se establecen al comienzo de cada proyecto y que son estipuladas en una serie de instrucciones concretas para el desarrollo de la labor. Un buen ejemplo de ello son las instrucciones precisas que la RAH da a Luís José Velázquez2 o las que la RABASF da a José de Hermosilla en 1758 (León 2012: 75). El establecimiento del dibujo como técnica de registro objetivo de las antigüedades será promovido por las Academias, en relación directa con el desarrollo del concepto de «buen gusto» (Maier 2011-2012). De este modo, dentro de las instrucciones, se consignará la obligatoriedad de realización de dibujos de las antigüedades y la forma en la que deben ser realizados, huyendo de los dibujos meramente pintorescos e incorporando las mediciones exactas y escalas como método de documentación científica. Este nuevo modelo va a favorecer, a partir de este momento, el aumento progresivo de la documentación gráfica sobre antigüedades. Sobre el modo en que se deben hacer los dibujos, más concretamente sobre el tipo de medida que se debe usar, existen distintas contradicciones académicas que se generan desde el viaje del marqués de Valdeflores y se mantienen latentes en la consideración de los dibujos posteriores. En las mencionadas instrucciones que la RAH remite a Luís José Velázquez, marqués de Valdeflores, antes de su viaje se le insta a que use como medida «el pie de hierro»3 que le entregará el director de la Academia, guardándose otro igual en la Sede de la RAH. No obstante, Valdeflores se plantea la validez del pie español en relación al pie romano, propuesta por Antonio de Nebrija y Pedro Esquivel, que habían hecho mediciones en distintos monumentos emeritenses para averiguar su verdadero tamaño (Manso 2010: 49; León 2012: 74-75). Cuando, en el transcurso de su viaje, intenta comprobar las medidas, se encuentra con que algunos de los puntos que tomaron como referencia están perdidos por la ruina o por la confusión con nuevas construcciones. De este modo, decide usar, como medida exacta, el pie romano antiguo en todos sus dibujos. Precisamente, esta característica es la que ha permitido atribuir a Esteban Rodríguez, el dibujante de Valdeflores, algunos dibujos de autoría confusa (Manso 2010: 50). No obstante, también emplea el pie español en uno de los dibujos del teatro romano de Mérida4 y, probablemente, en un dibujo del puente de Alconétar. 2 3 4
RAH, signatura CAG/9/7980/5(10). RAH, signatura CAG/9/7980/5(10). RAH, signatura 9-5994, fol. 159.
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La misma duda sobre la validez del pie español habría llevado a Manuel de Villena, años después, a utilizar la vara castellana (que equivalía a tres pies) y ocasionalmente el pie, pero siempre acompañando estas medidas con la toesa francesa (Canto 2001: 112 y nota 362). Curiosamente, esta elección de medidas es una de las críticas que se hace a los dibujos de M. de Villena por parte de la RAH (Canto 2001: 106 y ss.), lo que resulta sorprendente, pues, como indica A. Canto, incluye la toesa francesa como medida de precaución ante la supuesta inexactitud de las medidas castellanas. F. Rodríguez utiliza tanto el pie como la vara, pero empleando esta última solo al comienzo y en los dibujos de edificios o elementos más grandes, como las presas o el perímetro amurallado de la ciudad. Tiene preferencia por el pie y quizá alguna crítica recibida al respecto le hace incluir una referencia a las medidas del pie romano de «los dibujos de Estevan» (ver comentario a la lámina I). En uno de sus últimos dibujos, el del puente de Alconétar, F. Rodríguez reproduce uno de los atribuidos a E. Rodríguez, copiando la escala exactamente igual y utilizando el pie castellano. Aunque en el dibujo de la RAH no se conserva la medida, ya que es una copia del original —perdido— (Manso 2010: 68, n.º21), el hecho de que E. Rodríguez ya utilizara el pie castellano en otro dibujo, como se ha apuntado, podría indicar que también lo hizo en este caso, teniendo en cuenta que la copia de F. Rodríguez es idéntica en los detalles más mínimos (ver comentario a lámina LVIII). Por último, Alejandro de Laborde, poco después, se decanta en sus dibujos por el pie castellano, igual que F. Rodríguez, aunque en el plano de la ciudad de Mérida utiliza, y así lo indica, el pie francés (Caballero 2004). De este modo, aunque existían dudas sobre la medida del pie castellano en las Academias, el hecho es que su uso estaba generalizado. Es cierto que algunos autores como E. Rodríguez o Villena toman precauciones y usan otras medidas como método de control para la corrección de los dibujos, utilizando al mismo tiempo el sistema de medida castellano. A estas guías de actuación, que responden a proyectos concretos, hay que sumar las que se dan en otros casos excepcionales, surgidos por el azar o por iniciativas personales, como es el caso de F. Rodríguez. Efectivamente, la intención es hacer un patrón de método de registro de las antigüedades que cumpla con unos objetivos y, cuando el dibujante emeritense propone (sin que exista proyecto ni encargo) realizar una serie de dibujos sobre las antigüedades de Mérida,
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es sometido a unas normas («advertencias») que debe cumplir para llevar a cabo este cometido. En estas advertencias, se le indica el método de realización de los dibujos de los edificios, y el tipo de mediciones que debe realizar «notando en dichas operaciones los pies, dedos, y su más nimio cuadrado» (Apéndice, documento 10), es decir, se le insta al uso de las medidas castellanas a pesar de que poco antes se le ha recriminado a M. de Villena.5 Durante el reinado de Carlos IV (desde 1788 a 1808), uno de los personajes más influyentes de la corte será Manuel de Godoy, primer ministro y mano derecha del monarca. De origen extremeño (había nacido en Badajoz en 1767), Godoy será un gran impulsor de la cultura y de las letras con una mentalidad claramente situada dentro de las ideas ilustradas. Entre los muchos cargos que ostenta se encuentra el de Protector de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando y, desde esta situación, favorecerá la realización de variadas empresas que se encaminan al conocimiento y protección de las antigüedades, como ya ha puesto de manifiesto A. Canto (2001: 44-70). De este modo, tendrá un marcado protagonismo en el germen y desarrollo del viaje de Manuel de Villena, del de Alejandro de Laborde y, como veremos, tendrá un papel decisivo en la realización de los dibujos de antigüedades por parte de F. Rodríguez.
2. EL CONTEXTO EMERITENSE Mérida, a finales del siglo xviii, es una pequeña ciudad provinciana con escasos alojamientos preparados para acoger a los visitantes. No obstante, en este siglo tan proclive al estudio de las antigüedades, su excelente posición en la ruta Madrid-Lisboa y las impresionantes ruinas, la afianzan como centro de atracción de viajeros y estudiosos. El enorme peso de sus antigüedades en la geografía y fisonomía de la ciudad provoca también que algunos ciudadanos notables se preocupen por el pasado y el futuro de sus restos arqueológicos. En este contexto, la figura de F. Rodríguez es un ejemplo de personaje autóctono que, desde su disciplina, siente atracción e interés por la Historia de la ciudad y sus antigüedades.
5 Sobre los dibujos de Villena enjuicia Isidoro Bosarte «[…] no están arreglados á la medida del pie romano, lo que hubiera sido más conforme al método que observan los antiquarios, que la de varas y tohesas, y evitaría muchas dudas y equivocaciones» [sic] (Canto 2001:109).
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Fig. 1. Ordenanzas Municipales de la Ciudad de Mérida (1677).
La ciudad es plenamente consciente de su coexistencia con los restos arqueológicos, lo que provoca que haya acciones tanto de defensa como de intento de aprovechamiento de los mismos a través del expolio como material de construcción o para su venta. Esto provoca que en 1677 se contemple en las Ordenanzas Municipales un título que prohíbe expresamente la extracción de piedra de los monumentos antiguos que dice textualmente: «Porque de los edificios, y obras antiguas, que en esta ciudad se conservan, se reconoce la grandeza y sumptuosidad que tuvo, y la memoria de su prosperidad […]» (1677). Esta Ordenanza Municipal, junto con la de Talavera la Vieja, promulgada en 1578 (Hermosilla 1796: 361), son pioneras en la salvaguarda del Patrimonio Arqueológico. Este tipo de iniciativas municipales inspirarán, en parte, la Real Cédula de 1803, que es la primera legislación española de salvaguarda de los monumentos antiguos (Maier 2003: 441). En 17526 una carta enviada por el médico de Mérida, José de Alsinet, a la Real Academia de la Historia sobre la dejadez que existe en lo relativo a los restos emeritenses (en contraposición con las excavaciones 6 Real Academia de la Historia, signatura CAG/9/7980/ 005(03).
que se están realizando en Pompeya y Herculano) sirve, quizá, como estímulo para que Luís José de Velázquez, marqués de Valdeflores, comience aquí, ese mismo año, su viaje de reconocimiento y recopilación de antigüedades, comisionado por la Real Academia como parte de una iniciativa real (Álvarez 1996; Mathías 1959; Rodríguez 1980). Valdeflores se acompaña por un dibujante, E. Rodríguez, que aportará la «parte gráfica» a los apuntes históricos (Manso 2010). Se inaugura así en la historiografía emeritense la documentación pormenorizada de los restos arqueológicos mediante el dibujo (Salas 2010), lo que ofrecerá una información detallada del estado de conservación de los monumentos o de elementos perdidos El interés de Valdeflores por conocer y dar a conocer en profundidad los restos arqueológicos le lleva a realizar excavaciones en el teatro para poder liberar de tierra todo el graderío y describir de manera más concreta el edificio. El proceso se documenta con dibujos, para realizar los cuales utiliza la machina óptica,7 es decir, la más moderna tecno7 Se trata de una cámara oscura. La definición de la RAE (2001) de este artefacto es: caja cerrada y opaca con un orificio en su parte anterior por donde entra la luz, la cual reproduce dentro de la caja una imagen invertida de la escena situada ante ella (Manso 2010: nota 34).
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logía de la época. Pueden considerarse las primeras excavaciones «arqueológicas» en Mérida, en tanto que obedecen a fines «científicos» y poseen un nuevo método de registro, el dibujo objetivo, que muestra los resultados de las mismas (Velázquez 1765). El creciente interés que se produce por las antigüedades de Mérida se refleja también en el ámbito local, como se apuntaba anteriormente. A la reivindicación de estudios y protección de los restos arqueológicos que pedía José de Alsinet en su carta a la Real Academia, se suma la obra de Agustín Francisco Forner y Segarra. En un periodo comprendido entre 1760 y 1770 (Morán 2009: 95-99), Forner escribe Las Antigüedades de Mérida, metrópoli primitiva de la Lusitania, desde su fundación en razón de colonia hasta el reinado de los árabes. A. Forner envía la obra a la Real Academia para su consideración, aunque no obtiene contestación. El manuscrito hace un recorrido por los restos de la ciudad, que describe basándose en los testimonios de autores anteriores, pero introduciendo el elemento crítico. La intención del autor es ampliar la obra con dos partes más, relativas a la descripción de los elementos visigodos y los árabes. Este planteamiento introduce un elemento novedoso en el tratamiento de los restos arqueológicos no romanos, generalmente obviados en las descripciones o despreciados en las escasas referencias. Lamentablemente, no se conoce si llegó a escribir estas dos últimas partes y hasta 1893 no fue editada la primera (Forner y Segarra 1893), gracias a la labor de otro emeritense: Pedro María Plano. A las impresiones personales sobre las ruinas de viajeros como Guisseppe Baretti (1760), Edward Clarke (1761) o William Bowles (1775) (Morán 2009: 99-100) se suman los trabajos que las describen desde un punto de vista cada vez más analítico y crítico. Antonio Ponz, comisionado por Carlos III, recorre España para inventariar las obras de arte de los expulsados jesuitas y, paralelamente, se interesa por las antigüedades (Mora 1998: 47). En su obra, que edita entre 1772 y 1794, utiliza uno de los dibujos encargados por Valdeflores a Esteban Rodríguez, concretamente el del puente romano. A partir del trabajo de A. Ponz, inspirado en el precedente inédito de Valdeflores, va a ser frecuente que las descripciones de la ciudad se acompañen de ilustraciones que ofrecen un testimonio extra para el lector. También Francisco Pérez Bayer, en 1782, utiliza los dibujos para ilustrar su descripción de la ciudad. Introduce, además, algunos elementos novedosos. Explica la formación de «las siete sillas» por el derrumbe de las bóvedas de los accesos a la summa cavea y
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es el primero que afirma rotundamente, en contra de la opinión de eruditos y estudiosos a lo largo de los siglos, que el edificio que tradicionalmente se considera naumaquia, es en realidad un anfiteatro (Mestre et alii 1998; Salas 2007). Entre 1791 y 1794 recorre las calles de Mérida M. de Villena Moziño comisionado por Carlos IV (Canto 2001). La misión de Villena se concreta en dibujar los restos arqueológicos y en emprender excavaciones que documenta, siguiendo el camino comenzado por Valdeflores, con los dibujos. Se conservan un total de 19 dibujos de Mérida y alrededores, y además de dibujar distintos aspectos de los restos arqueológicos, dan fe de las excavaciones que practica en el teatro, en el «Arco de Trajano» y en la zona de la calle Holguín, donde se situaba el denominado «convento jurídico». Sus dibujos, con las explicaciones que los acompañan, suponen una excelente fuente de información, pues evidencian un intento por hacer mediciones exactas y por establecer escalas y situar topográficamente los restos, además de incluir las impresiones del autor acerca de la función y sentido de cada uno de los edificios. En cuanto a las excavaciones que emprende, sus trabajos en el arco de Trajano ponen al descubierto el zócalo del podio y el pavimento marmóreo, no conocidos anteriormente, y en la zona de la calle Holguín documenta distintos restos arquitectónicos que hablan de los restos de un gran edificio, identificado actualmente como un templo de culto imperial en el marco del foro provincial de la colonia (Mateos 2004; 2006). En el teatro realiza diversas secciones que complementan la excavación realizada años antes por Valdeflores. En ellas se produce el hallazgo del dintel de Agripa, que describe cubierto por un «betún blanco»; sin duda los restos del estuco que habría llevado. Como señala A. Canto (2001: 167) en su estudio sobre este autor, probablemente realizó muchas más láminas que se han perdido, pero su estancia en la ciudad sirvió también, sin haberlo programado, para otro propósito particular: la formación artística de F. Rodríguez. Este contexto de investigaciones sobre las ruinas de la ciudad de Mérida que van incorporando el elemento gráfico a las descripciones evoluciona en la obra de M. de Villena, que utiliza el elemento gráfico como ítem principal al que incorpora, como elemento añadido, las descripciones. Esta descompensación entre dibujo y explicación histórica es, precisamente, lo que más se criticará de la obra de M. de Villena cuando es sometida a evaluación por la Real Academia de la Historia (Canto 2001:106-116). El mejor ejemplo de esta evolución se manifiesta unos decenios más
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tarde en los dibujos de Alejandro de Laborde quien, también dentro de una empresa regia, dibujará los restos emeritenses sin añadir apenas explicaciones a sus dibujos. A. de Laborde, además de incorporar la idealización de la ruina en sus «dibujos pintorescos» que enlazan con la tradición de las vedute, combina éstos con dibujos arquitectónicos que incorporan el carácter científico de documentación en sus medidas, plantas y alzados, al estilo académico. La conexión entre los dibujos de M. de Villena, F. Rodríguez y A. de Laborde es tan íntima en algunos detalles que se intuye una relación física de los dibujantes, que habrían coincidido en Mérida a partir de año 1791, tal como ha señalado J. Caballero (2004: 62). Es necesario reseñar también la relación existente entre los dibujos de E. Rodríguez para el viaje de Valdeflores y los de F. Rodríguez. Este vínculo, que se pone de manifiesto ya en la primera lámina del emeritense, se revela profundo en los dibujos sobre el puente de Alconétar (láminas LXVIII, LXIX y LXX). F. Rodríguez, cronológicamente encuadrado entre M. de Villena y A. de Laborde, aprovecha la presencia del primero para aprender de él, y enriquece sus dibujos tanto en los temas tratados como en los detalles explicativos de los mismos. Por otra parte, incorpora el elemento paisajístico e ideal, puesto que representa en muchos casos los edificios con reconstrucciones ideales e inserta el contexto de la naturaleza como marco de algunas de estas láminas. La mirada local a las antigüedades de Mérida es otra de las singularidades de la obra de F. Rodríguez que va a aportar, desde nuestro punto de vista, riqueza de contenidos. La minusvaloración de la obra F. Rodríguez, del mismo modo que la de M. de Villena, provocó la pérdida de valiosos datos para la historia de la documentación de los restos arqueológicos emeritenses; de haber sido conocidos en su época, habrían permitido que los investigadores posteriores contaran con una buena base en la que apoyarse para el estudio detallado de muchos de los edificios. Esta indiferencia hacia los dibujos de F. Rodríguez causa que la obra y el autor pasen desapercibidos durante casi dos centurias.
3. SEMBLANZA DEL PERSONAJE. MARCO DE EJECUCIÓN DE LOS DIBUJOS Pocos datos conocemos acerca del personaje que nos ocupa. No aparece citado en ninguna de las dos obras de referencia sobre biografías de arqueólogos y personajes relacionados con la arqueología: el Diccionario Biográfico Español (2013) y en el Diccionario
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Histórico de la Arqueología en España (siglos XV-XX) (Díaz Andreu; Mora; Cortadella 2009). M. de Villena, sin embargo, sí figura en ambos repertorios y, en la entrada en el Diccionario Biográfico Español, se nombra a F. Rodríguez como su discípulo, mencionando tan solo algún dato biográfico erróneo sobre él como, por ejemplo, que fue suspendido dos veces como maestro de obras (Canto 2013: 228-231).8 En la cita a Manuel de Villena en el Diccionario Histórico de la Arqueología en España (p. 697-698) no se menciona a F. Rodríguez. Estos ejemplos ponen de manifiesto el desconocimiento sobre la biografía del dibujante emeritense, del que sí se conocen parcialmente sus dibujos y se intuye su posible relación con Villena, pero apenas nada más sobre su contexto personal y profesional. Su nombre y apellido, bastante frecuentes, no facilitan el rastreo genealógico, más si tenemos en cuenta que en ninguno de los documentos a los que hemos tenido acceso se nombra un segundo apellido, que habría podido ayudar a localizar el personaje. Tampoco conocemos su fecha de nacimiento, aunque la calculamos entre 1755-1765 en virtud de las fechas en que realiza sus primeros trabajos. La documentación que se conserva en el Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando es clave para entresacar algunos datos de carácter personal que nos ayudan a intuir algunos aspectos íntimos del maestro de obras. Unos datos que siempre serán accesorios y trasversales y que están necesariamente ligados al proceso de la investigación que nos permite conocer el contexto y las circunstancias en las que se realizan los dibujos de antigüedades romanas. De este modo, conocemos su filiación emeritense debido a que en uno de los primeros escritos que dirige a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se declara como «vecino y natural de la ciudad de Mérida».9 Siguiendo esta pista, buscamos su origen en los Archivos Parroquiales de las iglesias de Santa María y Santa Eulalia, obteniendo pocos frutos.10 Constatamos la existencia de, al menos, tres personas que, llamándose Fernando Rodríguez, pudieron haber sido nuestro personaje, pero ninguno de los registros, aun teniendo tres naturalezas distintas (bautizo, matrimonio y defunción), aportaba datos 8 Sobre los detalles de los exámenes de ingreso en la Academia véase infra p. 20. 9 Archivo-Biblioteca RABASF, signatura 2-15-3-18. 10 Los archivos parroquiales de ambas iglesias se encuentran digitalizados en microfilm y pudimos consultarlos en el Archivo-Biblioteca del IX Marqués de la Encomienda, en Almendralejo.
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complementarios de interés que nos ayudaran a afirmar que cualquiera de ellos pudiera ser el dibujante. La primera referencia documental que encontramos en relación con F. Rodríguez es con respecto a un proyecto peculiar: la adecuación del teatro romano como plaza de toros. El rey aprueba, el 25 de marzo de 1777, el proyecto del ayuntamiento de Mérida para construir una plaza de toros adecuando el teatro romano.11 La intención es sufragar la construcción de un cuartel con los beneficios de las corridas que se hagan (4 corridas anuales). El citado proyecto ha sido encargado a F. Rodríguez a partir de 1775, que diseña la adecuación cerrando el graderío conservado del teatro romano con otro semicírculo para configurar el coso (lámina I). El proyecto se ejecuta a partir de su aprobación en 1777 y en 1779 ya se están celebrando corridas (Núñez 1980; Cadiñanos 1999). Algunos años después, F. Rodríguez elabora el proyecto de reconstrucción del puente de Alange sobre el río Matachel (Cadiñanos 2002: 31-34). En 1785 los concejos de las villas de Zarza y Alange, en el partido de Mérida, solicitan a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la autorización para la reparación del puente sobre el río Matachel cuya destrucción está provocando numerosas pérdidas materiales e incluso humanas.12 Junto con la solicitud, entregan a la Real Academia los planos de la reconstrucción que han solicitado a F. Rodríguez, al que se nombra en el expediente como «maestro de obras de Mérida». La Academia juzga urgente realizar las reparaciones pero no lo considera posible según los dibujos de F. Rodríguez y asigna a Manuel Machuca para que haga el reconocimiento y presente un nuevo proyecto. La referencia a F. Rodríguez como «maestro de obras» nos ofrece una pista que, posiblemente, nos indica la forma en que Rodríguez se presenta, pues su intención de obtener este título es bastante clara. Así lo afirma Antonio de Plasencia quien, el 15 de marzo de 1788, escribe una carta a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en la que advierte sobre la figura de F. Rodríguez y sus intenciones de pertenecer a este gremio. Aunque la carta tiene unas connotaciones personales evidentes (Apéndice, documento 1), pone de manifiesto algunos rasgos de la personalidad de Rodríguez que nos hablan de su AHN, sig. Leg. Cons. 952-5 La ruina del puente sobre el río Matachel causa que se interrumpa el camino para llegar hasta distintas tierras de labor situadas en la otra orilla y se contabilizan ocho personas ahogadas en cuatro años, además de pérdidas de muchas caballerías y cargas. Sig. RABASF 2-31-6. 11
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deseo de «medrar» en el oficio de maestro de obras. A. de Plasencia ha sido nombrado «Defensor de Iglesias» y con este motivo viaja por Extremadura, donde, siguiendo los informes del Gobernador de Mérida, elige a F. Rodríguez para que le ayude. Según Plasencia, enseguida descubre en Rodríguez (al que apodan «Churruguera») mucha «impericia y mala intención», por lo que decide prescindir de sus servicios. Antonio de Plasencia se ve obligado, en virtud de su mala relación con Rodríguez, a advertir a la Real Academia sobre este individuo y su proceder. De este modo, le acusa de falsear la documentación que presenta como aval de su trabajo y de haber realizado pocas obras, de poca importancia y con mala ejecución. Le califica como «albañil de conducta bien reprehensible y acreedor a que se titule con el honor de esa Real Academia». En las palabras de A. de Plasencia se adivina una inquina personal que dista bastante de ser objetiva. Se considera en la obligación de advertir a la Real Academia de Bellas Artes sobre Rodríguez antes, incluso, de que este solicite su examen como maestro de obras. Es posible que, durante el periodo en que trabajaron juntos, Rodríguez le manifestara a A. de Plasencia su intención de acudir a la Real Academia y este utiliza esta información en su contra. La naturaleza de las desavenencias entre ambos es difícil de adivinar y aunque la carta rezuma rencor por Rodríguez y su objetivo claramente es el de cortar las aspiraciones del emeritense como maestro de obras, es probable que haya un poso de verdad en las palabras de Plasencia. Es significativa una frase en la que afirma que en la Real Academia «se le conoce». Esto nos lleva a pensar si Rodríguez, efectivamente, se jacta de ser, sin serlo, «maestro de obras» como ya se le nombraba en el proyecto del puente sobre el Matachel y de tener una relación con la Real Academia de Bellas Artes que solo consistió en la aprobación de un proyecto que, sin embargo, la Academia rechaza que sea él quien lo realice. Sobre el mencionado A. de Plasencia tampoco se tienen referencias claras y no consta en las actas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en relación a ningún proyecto ni con ninguna cualificación en el área de arquitectura. Las desavenencias con Rodríguez podrían haberse originado por algún tipo de enfrentamiento sobre la autoridad de cada uno en materia de arquitectura. Rodríguez en ese momento no es aún maestro de obras ni ha realizado el correspondiente examen, aunque se presenta como tal o, como veremos más adelante, como «profesor de arquitectura». Desconocemos si A. de Plasencia
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tenía formación en este ámbito pero, como ya se ha adelantado, no figura en la Real Academia de Bellas Artes. El título de su cargo, «defensor de Iglesias de las Órdenes Militares», indica que podría tratarse de algún clérigo o miembro de la jerarquía eclesiástica con ciertos conocimientos pero sin formación específica, aunque no tenemos argumentos para asegurar este particular. Pocos días después de que Antonio de Plasencia haga llegar su carta a la Real Academia, Rodríguez solicita formalmente ser examinado como maestro de obras. En la carta, firmada el 26 de marzo de 1788 (Apéndice, documento 2), F. Rodríguez se presenta como «Vecino de la ciudad de Mérida» y como «Profesor de Arquitectura», un cargo que el emeritense utilizará, aunque sea ficticio, en algunas ocasiones. Afirma haber ejecutado varias obras públicas de iglesias, pósitos y puentes, así como en caminos y obas particulares, por cuyo motivo solicita que se le admita en los ejercicios para obtener el grado de maestro de obras. Su dedicación a estos menesteres, afirma, la realiza «desde sus tiernos años», por lo que desea «en premio de su aplicación y desempeño decorarse con algún grado por esta Real Academia de San Fernando». El objetivo de Rodríguez es bastante claro, desea tener un título oficial que avale una profesión en la que considera que tiene suficiente experiencia. Su deseo de «oficializar» su ocupación y, como él mismo dice, «adornarse» con algún título, queda patente en el uso libre que hace de los términos «maestro de obras» o «profesor de arquitectura» para referirse a sí mismo en documentos oficiales aún sin ser ninguna de las dos cosas. Su solicitud es admitida a examen y, en la Junta Ordinaria del 6 de abril de ese mismo año, se le asigna como asunto de examen «una casa para un señor de lugar, con cómoda habitación para él y su familia y oficinas necesarias en una casa de hacendado». En la Junta Ordinaria de 4 de mayo de 1788 se valoran los diseños de Rodríguez sobre el ejercicio encomendado y los encuentran con «notables errores». Además, le evalúan oralmente y sus respuestas tampoco satisfacen a los miembros de la junta, por lo que se decide no aprobarle como maestro de obras. Estos ejercicios no se conservarán en la Real Academia pues solo se archivaban los ejercicios aprobados. Este revés no hace desistir a Rodríguez de su idea de conseguir una titulación oficial y decide permanecer en Madrid un tiempo para prepararse. Así se puede deducir de la nueva solicitud que entrega el cinco de julio en la Real Academia (Apéndice, do-
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cumento 3). En ella señala que, no habiendo sido aprobado anteriormente, se ha estado preparando «bajo la dirección de uno de los señores tenientes de Arquitectura». Señala, además, que tanto tiempo ausente de su domicilio puede causarle perjuicio «en sus asuntos y familia». Por este motivo solicita un nuevo examen para el mes de agosto. Rodríguez argumenta además, para esta petición, que es una cuestión de honor, pues le resultaría «violentísimo» regresar a su «patria» sin este título. La determinación de alcanzar el título de maestro de obras es firme, y ha sacrificado parte de su tiempo en intentar formarse, dejando en Mérida a su familia. Obviamente, el hecho de haber utilizado el título de maestro de obras anteriormente y haberse probablemente jactado de su intención de oficializarlo en la Real Academia, como se adivina en la carta de A. de Plasencia, suponen para Rodríguez un condicionante que puede traducirse en una cierta humillación si vuelve sin el ambicionado título, tal como él mismo reconoce en su solicitud. No obstante, al día siguiente de su nueva solicitud, la Junta Ordinaria de la Real Academia del día 6 de julio considera que el poco tiempo transcurrido desde el examen es insuficiente para poder formarse adecuadamente y se arriesga a un segundo fracaso, por lo que se le aconseja regresar a su casa y volver a intentarlo «para cuando, mediante su estudio y aplicación se encontrare más hábil». No resulta, por tanto, suspendido por segunda vez, como afirma Canto (Canto 2001: 166), sino que ni siquiera admiten su petición de examen. La documentación analizada nos permite, al menos, esbozar algunos datos personales sobre el dibujante: su condición de residente y natural de Mérida y su condición de hombre «de familia» que podría traducirse como casado y con hijos. El fracaso en el intento de conseguir la titulación debió suponer un gran revés a la personalidad de F. Rodríguez, que deseaba con ahínco hacerse valer en su profesión de manera oficial. Sin embargo, pronto verá la oportunidad de formarse de manera práctica junto a un gran especialista en dibujo arquitectónico: M. de Villena Moziño. Como ya se ha señalado, entre 1791 y 1794, M. de Villena, de origen portugués, pero con nacionalidad española (Canto 2001: 90-91) es comisionado por la corona española para dibujar las antigüedades de Mérida, llegando a realizar algunas excavaciones arqueológicas en distintos edificios (teatro, arco de Trajano y calle Holguín). Durante su estancia en Mérida y debido a sus actividades de documentación que incluyeron la medición, el dibujo y la excavación arqueológica es necesario que
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contratara algún auxiliar que le ayudara a realizar las mediciones y peones que realizaran la propia excavación arqueológica. Aunque no existen pruebas documentales donde se exponga la relación entre Villena y Rodríguez, es bastante evidente que existió en cuanto se observan los dibujos de ambos y se cruzan los datos cronológicos, tal como señala A. Canto (2001: 164). A. León, sin embargo, discrepa de esta relación en base, fundamentalmente, a las diferencias entre los dibujos referentes al teatro romano de uno y otro autor (León 2012: 157-164). En nuestra opinión, aunque las particularidades que señala A. León entre las láminas referentes al teatro son evidentes, existen, sin embargo, más elementos de conexión que de divergencias a la luz de los dibujos, no solo del teatro, sino de otros edificios representados por ambos dibujantes. Por otra parte, resulta demasiado difícil pensar que, encontrándose ambos autores en la ciudad en el mismo periodo, no existiese ningún contacto entre ellos. La evidente mejoría de la técnica de dibujo de F. Rodríguez en estos años, la elección de los temas de antigüedades y la misma composición de las láminas ponen de manifiesto un trabajo conjunto, como ya interpretaba A. Canto. A nuestro juicio, es precisamente, a raíz de conocer de primera mano el trabajo de M. de Villena en Mérida, que F. Rodríguez se percata de las posibilidades que ofrece el dibujo de antigüedades y la protección de la Corona sobre esta actividad. Como ya se ha señalado, esta misma conexión existe con los dibujos de Laborde, que reflejan algunos detalles que sólo pueden ser conocidos en base a una relación con Villena y Rodríguez. En este sentido, como ya señalaba J. Caballero (2004: 106), el dibujo del dintel de Marco Agripa en el teatro romano, que A. de Laborde describe encontrado «en unas catas realizadas ante nuestros ojos», sería, por ejemplo, una clara evidencia de esta relación, pero existen, además, otras coincidencias con los dibujos de F. Rodríguez, como en el caso del denominado templo de Júpiter (véase comentario de la lámina XXXVIII). El encuentro entre F. Rodríguez y M. de Villena va a resultar muy fructífero para el emeritense. Poco antes de concluir la misión de Villena en Mérida, en abril de 1794, vuelve a dirigirse a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando por el tema del título de maestro de obras. En el escrito, fechado el 5 de abril de 1794, (Apéndice, documento 4) F. Rodríguez se refiere a sí mismo como «vecino y natural de la ciudad de Mérida» y declara haber copiado «en diseños los edificios más visibles de romanos» que se
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conservan en Mérida, tal como se le encomendó en la Real Academia. En el documento, Rodríguez apunta 1789 como la fecha en que se le encomendó volverse a la ciudad, algo que llama nuestra atención, ya que consultadas las actas de la Real Academia de este año no aparece ninguna mención a este particular. El error posiblemente se deba a un lapsus de Rodríguez, que dice que «se le encomienda copiar estos edificios», aunque la única noticia que tenemos es la del acta mencionada de 6 de julio 1788 donde se le dice que puede regresar a Mérida y volver cuando haya perfeccionado su técnica. Es probable que antes de volver sea aconsejado por algún académico en el sentido de realizar copias de los edificios romanos como ejercicios de perfeccionamiento, quizá el propio académico («teniente de arquitectura») que le tuteló durante los meses que estuvo en Madrid intentando aprender tras el fracaso del examen. No se refleja en las actas este particular y, en cualquier caso, el primer dibujo que F. Rodríguez realiza sobre antigüedades está fechado en febrero de 1794, dos meses antes de este escrito. La coincidencia de que M. de Villena llegue a Mérida a hacer dibujos de las antigüedades y los primeros dibujos de Rodríguez sean formalmente idénticos a los de este, indica que el emeritense hace copia de los dibujos de su maestro y los quiere utilizar como carta de presentación. En este contexto se insertaría su primer dibujo sobre el teatro, realizado antes de aprobar el examen de maestro de obras y fuera de la colección enviada posteriormente a la RABASF. Volviendo a su petición, también aduce Rodríguez como méritos para obtener el título de maestro de obras una serie de obras públicas que realiza en la comarca de Mérida. De entre ellas señala la construcción de la iglesia parroquial de Villagonzalo que dice «acaba de construir», el Puente de Mirandilla y varios Pósitos municipales. En cuanto a la iglesia de Villagonzalo, es cierto que sufre distintas reformas en este siglo, pero no hemos podido constatar documentalmente si fueron realizadas o no por nuestro personaje. Al hablar del puente de Mirandilla se refiere, sin duda, al proyectado puente sobre el río Matachel cuya reconstrucción se aprobó, pero no para su ejecución por F. Rodríguez, tal como se ha indicado más arriba. Probablemente la mayoría de las obras que menciona sean proyectos aún no ejecutados, como él mismo reconoce más adelante cuando dice que el título de maestro de obras le hace «suma falta para la ejecución de otras obras cuyos planos están ya aprobados». Rodríguez considera que los méritos que menciona, copia de edificios romanos y realización de obras, son suficientes para que le den
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el título de maestro de obras, por eso no solicita otro examen sino «se sirva mandarle dar el título de tal maestro de obras». Este asunto se tratará en la Junta Ordinaria que se celebra al día siguiente de que Rodríguez redacte su carta, lo que indica que debió redactarla y entregarla personalmente en la Real Academia, probablemente a sabiendas del día en que se celebraría la Junta. En la Junta, que se celebra el seis de abril de 1794 (seis años justos desde la junta del seis de abril de 1788 en la que se le admite para su primer examen y se le adjudicó el ejercicio), se le menciona como «profesor de arquitectura», se acepta su solicitud y se le emplaza a examen donde se le dicta por tema «una casa de campo de caballero hacendado» (el mismo tema que en el examen de 1788) y modelar «una capilla por arista de figura de un romboide» (Apéndice, documento 5). A principios de julio de ese mismo año, Rodríguez ha concluido su ejercicio (el «Informe Facultativo y modo de construir una casa de Campo» que acompañará a los dibujos lo firma el día 3 de ese mes),13 y solicita a la Real Academia que le asigne un día de examen (Apéndice, documento 6), que le adjudica el jueves 10 de julio. Se convoca una Junta Extraordinaria el 10 de julio para examinar a Fernando Rodríguez (Apéndice, documento 7) y, una vez examinados los planos de los ejercicios que se le habían asignado, se hace pasar a la sala al aspirante, donde cada uno de los directores de arquitectura que forman la junta le examina. Concluye la Junta manifestando que «merece la aprobación de Maestro de Obras que solicita». Hay que llamar la atención sobre dos aspectos: tanto S. Arbaiza y C. Heras (Arbaiza; Heras 1998: 315) como A. Canto (2001: 164) afirman equivocadamente que Fernando Rodríguez fue suspendido en dos ocasiones y aunque aprobado en 1794 «no aparece en las juntas posteriores ni en el Libro de Registros de Maestros de Obras», dejando en suspenso la fecha de obtención del título, algo que repercute en la escasa bibliografía posterior que trata la figura del dibujante (Barrera 2006: 30; León 2006: 57; 2012: 64). Hay que aclarar que en cuanto a los exámenes, solo se le examinó una vez en 1788 pues tal como consta en la Junta de 6 de julio, se le emplaza a que vuelva más tarde, no se le vuelve a examinar. Por otra parte, aparece su aprobación como maestro de obras tanto en la Junta Extraordinaria de 10 de julio como en la Junta Ordinaria de 3 de agosto de 1794 (fol.295-v) donde se especifica que habiendo sido 13
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aprobado en la junta extraordinaria de 10 de julio, se le despache el título correspondiente. Además de estas dos juntas, figura como maestro de obras en otros dos documentos más: uno que cita la relación de Maestros de Obras de 1794 (Apéndice, documento 8) y otro, de idéntico contenido, en el libro de registro de las obras de profesores de arquitectura del año de 1794 (fol.17v-18r). En ambos documentos se le asigna la fecha de aprobación como 3 de agosto, que es la de la Junta Ordinaria donde se «oficializa» el aprobado. F. Rodríguez ha conseguido, al fin, oficialmente, el título de maestro de obras en 1794, sin duda porque la fortuna de que Villena apareciera en Mérida para dibujar sus antigüedades ha proporcionado a Rodríguez un buen maestro, y el emeritense ha sabido aprovechar la oportunidad. Hay que decir, en descargo de Rodríguez, que por poco que se examinen las juntas de la Real Academia, resulta bastante frecuente que se repruebe a aspirantes a distintos títulos vinculados al área de Arquitectura, incluyendo muchos de los discípulos que están aprendiendo en la propia Institución. Esto debía responder a un alto nivel de exigencia para conceder los títulos como modo de mantener el prestigio. Este particular otorgaría, si cabe, más mérito a Rodríguez: por solicitar examen aun proviniendo de un área provincial alejada del ambiente académico, por no rendirse tras su primer fracaso y solicitar una nueva prueba y por aprovechar el tiempo de aprendizaje junto a M. de Villena para conseguir su título. El siguiente paso, ya como maestro de obras, que da F. Rodríguez, condiciona la ejecución y el envío de las láminas a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de un modo sorprendente. El emeritense realiza sus primeros siete dibujos sobre antigüedades fechados desde noviembre de 1794 a enero de 1795 (láminas X a XVI). A continuación entrega directamente en Aranjuez, es decir, en la corte, un escrito donde solicita, como maestro de obras que «se le nombrase maestro arquitecto de la Provincia de Extremadura». Además solicita un sueldo y una serie de competencias sobre las obras que se lleven a cabo en este territorio (Apéndice, documento 9).14 A este escrito adjunta los siete primeros dibujos realizados, porque para alcanzar dicho nombramiento se ofrece, entre otras cosas, a «levantar planos de los muchos edificios romanos que en aquella provincia 14 No tenemos el informe redactado por el emeritense ya que, según nuestras pesquisas, no se encuentra en la RABASF y su paradero es desconocido. Se puede reproducir, no obstante, a grandes rasgos, el contenido del mismo en virtud de las numerosas Actas donde se trata el tema.
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se conservan» y a «abrir una enseñanza o escuela de Arquitectura». El método elegido por F. Rodríguez para ofrecer sus «servicios» y reclamar un nombramiento es otro dato que nos vuelve a remitir al contacto con M. de Villena. Sin duda F. Rodríguez conoció perfectamente la naturaleza de la comisión que llevó a M. de Villena hasta Mérida y le puso sobre la pista de uno de los personajes clave de la época que, además, era oriundo de Badajoz y, por tanto, paisano del emeritense: D. Manuel de Godoy. Con estos datos nuestro dibujante se dirige directamente a la Corte, donde hace llegar directamente al Ministro de Estado su petición y su carta de presentación: los dibujos de antigüedades de Mérida. Esta maniobra de F. Rodríguez es una estrategia inteligente y calculada conociendo la protección que se ofrece desde la Corona al conocimiento de las antigüedades y, en particular, la especial predilección del Primer Ministro hacia este tema (Canto 2012), tal como ha conocido por la empresa de M. de Villena. D. M. de Godoy es también «Protector» de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, como tal, el encargado de elevar a esta un informe con el contenido de la carta de F. Rodríguez. En la Junta Ordinaria de 5 de abril de 1795 se trata el asunto que la Academia califica como «extraña pretensión», «poco regular» o «perjudicial» por la insuficiente cualificación del pretendiente. Estamos convencidos de que esta ambiciosa misiva de F. Rodríguez unida a la carta que años atrás envió Antonio de Plasencia sobre el carácter del emeritense hacen que la Real Academia desconfíe de las intenciones del maestro de obras. Sin embargo, se atiende al ofrecimiento del dibujante de «copiar los edificios antiguos de los romanos por ser cosa útil y necesaria a los progresos de la Arquitectura» y se solicita que el Rey arbitre el modo más conveniente de llevar a cabo esta tarea. Es muy probable que, de haberse dirigido directamente a la RABASF con estas peticiones y sus dibujos, hubiera sido despachado sin conseguir ninguno de sus propósitos. Este asunto vuelve a tratarse en las Juntas Ordinarias de 3 de mayo y de 7 de junio de 1795. En la última el Rey resuelve, por R.O. de 4 de mayo, no conceder pensión alguna a F. Rodríguez, tal como le aconsejó la Academia, pero sí incentivar que continúe la realización de los dibujos de antigüedades mediante la remuneración de los mismos. Se estipula además que la Academia deberá darle unas instrucciones necesarias para la elaboración de los planos y el Rey remitirá a la Academia los siete primeros dibujos que ha presentado para que los tasen. La Junta
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acuerda el cumplimento de la Orden estipulando en 50 doblones el precio del trabajo y comprometiéndose a redactar las instrucciones referidas. En la Junta Ordinaria de 5 de julio D. Pedro Arnal presenta un papel con las advertencias para la realización de los dibujos que se hará llegar al dibujante, rubricado por Isidoro Bosarte.15 Las instrucciones dadas a F. Rodríguez son precisas para la elaboración de los dibujos (Apéndice, documento 10): Todos los Planos ó Plantas que forme de las Antigüedades deberá medirlos con suma prolixidad y cuidado, y de cada una de las Plantas de los Edificios deberá hacer dos diseños, el uno sombreado, y el otro con solo las líneas puestas de tinta, en el que pondrá todas las dimensiones por ínfimas que sean […] Convendrá que dé por escrito la clase de fábrica del edificio, y la calidad de los materiales que se emplearon el él, como también si hubiese en él alguna cosa executada en piedra o mármol […] En quanto á los Alzados y Cortes de estas obras referidas, conviene que haga lo mismo que lo que arriva se le pide […] Los perfiles de todas las cornisas, de la clase que sean, han de guardar porción de altura con la que se mida, como, v.g. la mitad, la quarta parte, sexta u octava del tamaño que tenga la que se mide […] Los capiteles, cornisamentos y toda clase de adornos que merecen copiarse, careciendo el Señor Rodríguez de la suficiencia necesaria para dibujarlos, puede vaciarlos, y remitir los moldes […]16
Sobre estas instrucciones, A. León (2012: 81) hace un interesante paralelismo con otras que, en este siglo, se dan desde las distintas Academias para la documentación de antigüedades. Si bien es cierto que existe una evidente conexión entre ellas, creemos que las instrucciones dadas a F. Rodríguez responden a un hecho circunstancial, por eso no se regula, por ejemplo, la realización de excavaciones o la copia de epígrafes, tal como se estipula en otras instrucciones que responden a proyectos concretos. 17 Las instrucciones dadas a F. Rodríguez tienen más un carácter de advertencia sobre lo que tiene que reflejar en sus dibujos que de guía de trabajo. No obstante, como ya se verá más adelante, F. Rodríguez efectúa 15 Isidoro Bosarte es Secretario General de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1792 a 1807. 16 Sign. RABASF: Arqueología Informes 37-2/1. 17 Por ejemplo las dadas a Luís José Velázquez en 1752 por la RAH: sign. CAG/9/7980/005(03), o las que se dan por la RABASF a José Ortíz y Sanz en 1790.
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alguna excavación para poder limpiar algunas de las estructuras de los edificios que dibuja. En cuanto al modo en que se va a desarrollar todo el proceso, se especifica detalladamente en un informe que se realiza en la Real Academia el 22 de abril de 1802 a petición de D. Agustín de Betancourt:18 el dibujante enviaba los dibujos al Ministerio de Estado (directamente a D. Manuel de Godoy), este los hacía llegar a la Real Academia para su tasación y se le abonaban «con cargo a los fondos de la imprenta Real». Una vez realizado este proceso se decide por parte del Ministerio de Estado que los dibujos sean custodiados en la Real Academia, donde son definitivamente depositados. Por tanto, una vez que se da luz verde a esta petición, F. Rodríguez se afana en hacer lo que durante varias jornadas debió practicar aprendiendo con Villena: dibujar los restos arqueológicos de Mérida. Desde el 1 de noviembre de 1795 hasta el 7 de enero de 1798, llegan a la Real Academia de Bellas Artes un total de sesenta y un dibujos, fechados a lo largo de ese tiempo, que la Real Academia tasa y abona, a pesar de las dudas que sobre este particular ha expresado A. Canto (2001: 164). Como ya ha quedado demostrado, F. Rodríguez realiza estos trabajos precisamente para que le sean remunerados. Así se expresa en el acta de la Junta Ordinaria del 1 de noviembre de 1795, cuando hace llegar «siete diseños de Antigüedades de Mérida», que se envían para que la Academia los examine y dictamine sobre «la recompensa o premio que se deba dar a su autor». En esta ocasión, se valoran en 25 doblones y se concluye el texto con una frase reveladora «conformándose la Academia, acordó se participase así a S. E.». Es evidente que el precio que la Academia establece es el que se paga al autor, en virtud a esa Real Orden de 4 de mayo que F. Rodríguez ya conoce. Existen, además, evidencias fehacientes de que estos pagos se producen: el hecho de que se sigan enviando dibujos periódicamente indicaría un lucro del autor, ya que de otro modo no tendría sentido realizar dibujos para que sean tasados si no se pagan ni se devuelven al dibujante para su venta. Precisamente, que la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando conserve los dibujos y no se devuelvan al autor, pone de manifiesto que en realidad son adquiridos en virtud a la Real Orden que obligaba 18 Archivo-Biblioteca RABASF, signatura 1-37-2. Agustín de Betancourt pide un informe en 1802 a la Real Academia de Bellas Artes sobre la naturaleza, cantidad y calidad de los trabajos realizados por F. Rodríguez.
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a valorarlos y remunerarlos. Los pagos, además, no dependen de la Real Academia de Bellas Artes, cuya tarea consiste en evaluar y tasar un precio, sino, como ya se ha señalado, de la Imprenta Real. La confirmación la encontramos en la siguiente Junta Ordinaria, de 6 de diciembre de 1795, donde se expone: Con arreglo a lo acordado en la Junta antecedente participé al Ex.Sr. Protector haber regulado la Academia los planos de Antigüedades de Mérida delineados por el Maestro de obras D. Fernando Rodríguez en veinte y cinco doblones. S. E. en R.l Orden de 18 de Noviembre último avisó a la Academia haber mandado S.M. se diese la referida cantidad a Rodríguez: en lo cual quedó enterada la Junta.
Estamos, por tanto, ante una actividad, la del dibujo de antigüedades que, aunque no ha sido encargada expresamente al autor sino que es fruto de su iniciativa particular, cuenta con la protección real, algo que encaja perfectamente con la política ilustrada de Carlos IV y su ministro y mano derecha Godoy. F. Rodríguez sigue enviando sus dibujos, así se desprende en las Juntas de 7 de agosto de 1796 (diez planos), que son enviados para su valoración a la Comisión de Arquitectura (Junta de la Comisión de Arquitectura de 31 de agosto). La Comisión de Arquitectura encuentra los dibujos de Rodríguez como simples delineaciones que carecen de los ornamentos que gustan en la época: Que esta Junta no hallaba en el citado trabajo más objeto en que fijar su atención que la materialidad de la medición de los expresados monumentos y su simple delineación: que esta última carecía de toda la bondad e indispensable inteligencia del dibujo aplicado a los ornatos antiguos, cuya falta se hacía tanto más notable en cuanto siempre entre las personas de buen gusto dejaban que desear los diseños de esta clase aún desempeñados con la más escrupulosa exactitud y tino artístico en todas y cada parte de por sí: concluyendo éste dictamen con la regulación de los diez planos en 1.800 r.l. v.n (reales de vellón).
La cantidad que se tasa, 1800 reales de vellón es similar a la tasada para los planos enviados anteriormente, pues equivaldría a 30 doblones. El tema vuelve a tratarse en la Junta Ordinaria de 4 de septiembre de 1796 donde se indica que «los expresados planos están defectuosos en la parte de los adornos antiguos por poca práctica en el dibujo de D. Fernando Rodríguez, pero que en cuanto a las medidas y líneas los con-
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ceptuaban exactos». La Academia se «conforma» con este parecer de la comisión de Arquitectura y decide que «se expusiese así al Sr. Protector en cumplimiento de lo que le tenía mandado de orden del Rey». En la siguiente Junta Ordinaria, la correspondiente al 2 de octubre de 1796, se da cuenta de que se ha pasado el informe y la evaluación de estos diez planos al Sr. Protector. En la Junta de la Comisión de Arquitectura de 29 de diciembre del mismo año se alude a la «dificultad de pronunciar su dictamen acerca del mayor o menor trabajo empleado por dicho Rodríguez en la medición y exactitud de sus operaciones». Las dudas que la Comisión de Arquitectura tiene sobre el trabajo del emeritense estriban, probablemente, en que desconocen los monumentos emeritenses y, por tanto, no pueden enjuiciar sobre su ornamentación (que consideran escasa para el gusto de la época) y menos aún sobre la exactitud de unas medidas que ignoran. Hay que tener en cuenta que los únicos dibujos que existen hasta el momento sobre los monumentos emeritenses corresponden a los efectuados por E. Rodríguez para Valdeflores a mediados de ese siglo, y los que podrían haber comparado con los de Rodríguez: los de su maestro M. de Villena. Sobre la valoración de los últimos se pide un informe en octubre de 1794 al propio Isidoro Bosarte que afirma que son los únicos que ha visto al estilo académico junto a «otros que de algunas ruinas ha hecho recientemente D. Fernando Rodríguez» (Canto 2001: 107). Bosarte no es especialmente crítico con los diseños de Villena aunque señala que en algunos casos es necesario que se acompañen de una explicación más detallada, tal como lo hacía Valdeflores. Esto pone de manifiesto que las ruinas emeritenses aún no son bien conocidas y necesitan ser explicadas más allá de las escalas métricas. El propio Bosarte asegura, como indica A. Canto, que no ha estado nunca en Mérida y no conoce los monumentos representados sobre los que informa (Canto 2001:111-112). Este, creemos, es el motivo de las dudas en la comisión de Arquitectura a la hora de juzgar los trabajos de F. Rodríguez. Así parece subrayarse cada vez que F. Rodríguez vuelve remitir dibujos a la Academia, en cuyas valoraciones y tasaciones siempre hacen constar que la Junta no puede informar sobre su exactitud «ni tampoco graduar el valor de la medición» (Junta de la Comisión de Arquitectura de 23 de mayo de 1797). De lo que ya no cabe duda es de que cada uno de los envíos que el emeritense hace se tasan y se pagan con regularidad, algo que se confirma en casi todas las juntas en las que se trata el asunto: «enterada la
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Junta de esa Orden, y de que la Comisión de Arquitectura había regulado dichos planos en 40 doblones, se conformó con su parecer, y acordó se pusiese en noticia de S. E. dicha gratificación» (Junta ordinaria de 4 de junio de 1797). De este modo, Rodríguez va dibujando no solo los restos arqueológicos de Mérida, sino también los alrededores, llegando a desplazarse a lugares tan alejados como Alconétar o Alcántara para dibujar sus puentes. Podría pensarse que el motivo de Rodríguez era puramente económico, pero sin descartar que esta parte fuera importante para él, su interés por explicar y contextualizar cada edificio o resto arqueológico representado evidencia su preocupación por que se entiendan sus dibujos. Llega incluso a realizar juicios y a lanzar hipótesis sobre la funcionalidad de alguno de los edificios, apenas conocidos, aportando datos de gran interés histórico y arqueológico. No obstante, es evidente que nuestro personaje ambicionaba ascender profesionalmente. Ya se ha aludido a la petición de nombramientos que finalmente no fructifica como él desea, pero le permite realizar los dibujos de antigüedades de forma remunerada. A esta solicitud debemos añadir otra que, aunque no conocemos directamente, sí podemos deducir de la documentación que se conserva en la RABASF.19 Con fecha 16 de enero de 1802, Agustín de Betancourt20 dirige un escrito a I. Bosarte donde indica: Para evaquar un informe que nos tiene pedido el Excmo. Sr. D. Pedro Cevallos,21 esperamos que v.s. se sirva decirnos que clase de comisión se dio por esa Real Academia al Architecto Dn. Fernando Rodríguez, que dice ha copiado los monumentos antiguos de los romanos existentes en Mérida y cuyos Planos parece remitió al mismo cuerpo: el número de estos y su merito; como también la recompensa que se le diese por estos trabajos; con todo lo demás que vs. Crea conveniente para asegurar el expresado informe [sic].
La Real Academia emite un concienzudo y elaborado informe donde se expresan las cantidades abonadas al maestro de obras, el número de planos realizados y todos los datos de interés sobre el emeSignatura 1-37-2. Agustín de Betancourt es en ese momento Inspector General de Puertos y Caminos y, en el mismo año, 1802, será el artífice de la creación de la Escuela Oficial del Cuerpo de Ingenieros de Caminos, de la cual fue su primer director. 21 Pedro Cevallos Guerra, Primer secretario de Estado (1800-1808). 19 20
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ritense, incluida su anterior petición de ser nombrado Maestro Arquitecto de la provincia de Extremadura. En dicho informe se expresa, del mismo modo, el modo de envío de los dibujos y su depósito en la biblioteca de la Real Academia por parte de la Secretaría de Estado. La petición de A. de Betancourt de esta información nos alerta sobre algún tipo de movimiento por parte de F. Rodríguez en el campo de los caminos. Esta hipótesis es avalada por el propio F. Rodríguez cuando, en carta dirigida a la Real Academia, con fecha de 1807, se nombra a sí mismo como «profesor de Arquitectura de la Real Academia de San Fernando, celador facultativo de caminos en esta carretera de Extremadura […]». No se puede afirmar rotundamente que F. Rodríguez fuera nombrado celador en relación con la carretera de Extremadura, pero indudablemente existe una conexión entre el informe solicitado por A. de Betancourt y este supuesto cargo con que se nomina el propio F. Rodríguez. Por otra parte, y por encima de su deseo de ascenso profesional, en esta misma carta fechada el 10 de enero de 1807 donde se denomina a sí mismo «celador de caminos», se pone de manifiesto su preocupación por la documentación gráfica y defensa del patrimonio arqueológico, en especial el de Mérida. En el escrito expone la situación de desprotección de los restos arqueológicos de los que él se considera «conservador» por «habérselo expresado así verbalmente S.E.» (el príncipe de la Paz). Incide, incluso, en las constantes visitas de extranjeros a los que él acompaña para explicar los restos (nombra al Exmo. Sr. Embajador de Suecia y a un conde alemán), que se quedan complacidos y admirados de los restos monumentales. Prosigue describiendo cómo un vecino de la ciudad ha demolido un trozo de muro romano para sacar piedra y, ante ello, solicita un documento que le otorgue la potestad de «celador de las antigüedades» para denunciar a la justicia estos desmanes. Esta petición se tratará en la Junta Particular de 1.º de Febrero de 1807, donde se acuerda que «accediendo a ella S.M. se comunicase de Real Orden a la Justicia de Mérida» (Bédat 1989: 436-437). La Real Orden que se redacta sobre este particular es enviada a la Justicia y Ayuntamiento de Mérida, que la recoge en un acta donde se alude a F. Rodríguez como «Maestro de obras y comisionado para la conservación de todos los edificios romanos que se hallan en esta ciudad y sus alrededores» y se le otorga el cargo de «celador de las Antigüedades romanas» (Álvarez Sáenz de Buruaga 1994: 211; Hidalgo 2007: 224) con potestad para vigilar y conservar las antigüedades (Apéndice,
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documento 11). La Real Cédula aprobada unos años antes (1803) y que, como ya se ha comentado, es la primera normativa legal de ámbito nacional de protección del patrimonio (Maier 2003), justifica la intervención real en este nombramiento a través de Pedro Cevallos, firmante del documento como Secretario de Estado. Esta Real Orden se hace llegar a «la Justicia de Mérida» porque, como indica J. Salas (Salas 2009: 470), en La Real Cédula de 1803 se decreta que «los Justicias y Alcaldes» son los responsables de velar por la conservación de los monumentos antiguos. Con este nombramiento se recuerda a «la justicia de Mérida» su obligación de salvaguarda de los monumentos y se le ordena que acuda a F. Rodríguez «como celador de las antigüedades romanas» y «le presten los auxilios necesarios» para la conservación de los «preciosos restos de la Antigüedad». Además de su labor en pro de las antigüedades, Fernando Rodríguez continúa su labor profesional. Diversos proyectos de obras públicas completan su trayectoria: un proyecto de puente sobre el río Tiétar (lámina LXXI) o el que se aprueba en 1807 (Junta de la Comisión de Arquitectura de 26 de febrero de 1807) sobre reparación del puente romano de Aljucén (láminas LXXII y LXXIII). Las diferencias cualitativas entre estos proyectos y el primer proyecto sobre el puente del río Matachel son notables, como puede apreciarse en el catálogo. Los años de aprendizaje con Villena y la práctica del dibujo de antigüedades han perfeccionado notablemente la técnica de Rodríguez. La última noticia que tenemos de él está recogida en las actas de la ciudad de Mérida, donde, en 1814, presenta un proyecto para la construcción de un nuevo cementerio en la zona conocida como El Calvario (láminas LXXIV y LXXV). Un proyecto que es aprobado pero que jamás llega a ejecutarse. Calculando que tuviera entre 20 y 25 años cuando presentó la primera solicitud de examen, en este momento podría tener alrededor de 50 años, lo que le habría concedido, quizá, algunos años más para trabajar en la ciudad, pero lo cierto es que su rastro se pierde sin que conozcamos ningún dato más. Si bien es cierto que no tenemos apenas constancia de sus circunstancias personales, a la luz de la documentación podemos afirmar que F. Rodríguez fue un hombre firme que mantuvo su propósito de conseguir el título de maestro de obras a pesar de que las circunstancias no le fueron muy favorables. Su ascendencia emeritense y su residencia en esta ciudad queda reflejada en las solicitudes de examen. La condición de hombre casado y con hijos se deja entrever cuando alude a «su familia» y «su domicilio»
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en los escritos dirigidos a la Academia. Desde la primera noticia que tenemos de él sabemos que en su contexto, Mérida, es apodado como «Churruguera», en alusión al conocido arquitecto de ese siglo, algo que denota que es conocido por su oficio. Supo aprovechar el tiempo que M. de Villena pasó dibujando en Mérida para aprender con él, lo que despertó su gusto e interés por las ruinas y antigüedades en general, pero particularmente por las de su ciudad natal. Esta especial relación con las antigüedades marcará toda su trayectoria profesional y vital, pues al envío periódico de los dibujos que hace sobre ellas a la Real Academia (y que le reportan un beneficio económico), se suma la defensa de los restos arqueológicos en la ciudad, que le vale que el rey le otorgue el «título» de celador de las antigüedades romanas emeritenses. Debemos hacer énfasis, también, en su carácter quizá demasiado ambicioso, que le hace solicitar un nombramiento como «Arquitecto de Extremadura» y un salario de los fondos municipales de Mérida, con una serie de atribuciones un tanto desproporcionadas. Existen, además, datos de que solicitó otro nombramiento de celador de caminos de la carretera de Extremadura, y él mismo así se nombra en uno de los documentos que envía a la Real Academia, aunque no podemos afirmar si realmente obtuvo tal nombramiento o no. Ejerce, además, como guía experto de algunos personajes importantes que visitan la ciudad para conocer sus antigüedades, como él mismo manifiesta
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al hablar del embajador de Suecia o de un conde alemán. En este contexto, debemos situarle ejerciendo de guía por la ciudad de un joven A. de Laborde (Caballero 2004:61). Su actividad es conocida y se le considera experto en la materia de antigüedades, tal como se infiere de la respuesta número 15 remitida por D. Andrés Alienza y Granero, Regidor Decano de Mérida, al interrogatorio de Tomás López de 1798: Inscripciones sepulcrales son muchas, todas de tiempo de romanos que sería muy prolijo copiar algunas de ellas como de todos los edificios antiguos que tuvo y se conservan en parte, se hallan en en la Academia de San Fernando, dibujados por Don Fernando Rodríguez, maestro de obras con aprobación de dicha Academia donde se podrán ver sus planos […] (Barrientos 1991: 298)
Es, sin duda, un interesante personaje que dejó para el futuro una particular mirada a las ruinas emeritenses con un valor añadido: la precisión del que conoce, desde la infancia, lo representado. Dibuja restos que, ya desaparecidos, pasaron desapercibidos para los ojos de anticuarios, historiadores y viajeros. El azar que hizo que maestro y alumno, Villena y Rodríguez, se encontraran en Mérida, ligó también de manera curiosa el destino de sus dibujos, que permanecieron ocultos, aunque conservados, hasta que dos siglos después han sido redescubiertos y puestos en valor.
CAPÍTULO II LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
1. ORGANIZACIÓN DEL CATÁLOGO La organización del catálogo se estructura en el orden cronológico dictado por las fechas de ejecución de cada uno de los dibujos. El catalogo reúne todos los dibujos de F. Rodríguez, tanto las láminas referentes a antigüedades como las pruebas de examen o los distintos proyectos presentados para su aprobación y ejecución. Aunque la naturaleza de estas representaciones es diferente y responde a distintos objetivos existe un grupo muy numeroso de ellas (la casi totalidad de aquellas conservadas en la RABASF) que se centra exclusivamente en el dibujo de antigüedades. La elección de este sistema de organización de las láminas responde a un criterio diacrónico que permita establecer, por un lado, el recorrido personal y profesional del autor respecto al dibujo y, por otro, sus relaciones con las instituciones receptoras de su trabajo. En este sentido, se ha prescindido de las distintas numeraciones que aparecen en las láminas y que responden a criterios variables en función de la recepción de las mismas. De este modo, el conjunto de láminas existentes en la RABASF presenta tres tipos distintos de numeración en relación con las diferentes catalogaciones históricas. En algunos casos, aparecen números grandes sobre la misma lámina, a veces sobre el propio dibujo y otras veces en el reverso. Además de las numeraciones citadas se pueden observar indicaciones del autor en números pequeños, generalmente en la zona superior derecha del dibujo, aunque en algunos casos (láminas LII y LIII) lo hace en la esquina inferior izquierda, sobre la fecha. Esta numeración la utiliza para distinguir lotes de dibujos
que envía a la Academia y agrupar láminas sobre un mismo tema, o para ambas tareas. Para facilitar la lectura de las explicaciones escritas por el autor que acompañan las láminas se ha optado por la trascripción de los textos completos, con la grafía original, tal como aparecen en los dibujos. A la hora de contrastar los registros epigráficos, se utiliza la base de datos Hispania Epigraphica, que facilita la búsqueda por texto en todos los registros de Hispania.1 Como ya se ha señalado, en relación con las medidas utilizadas en los dibujos, hay que aclarar que el autor emplea tanto el pie castellano como las varas castellanas. Entre ellas, se decanta preferiblemente por el pie, dejando las varas para los edificios de mayor tamaño. De este modo, se observa que utiliza las varas en sus primeros dibujos, el de la adecuación del teatro como plaza de toros, el del puente sobre el río Matachel y la primera lámina del teatro (láminas I, II y III). A partir de este primer momento, solo vuelve a utilizar la vara en las construcciones más grandes: puente sobre el Guadiana, circo, laguna de Proserpina, recinto amurallado de la ciudad y presa de Araya. El pie será la medida para todos los dibujos restantes, incluyendo alguno de grandes dimensiones que habría encajado bien en el grupo de los que anteriormente escaló con varas, como, por ejemplo, la presa de Esparragalejo o Cornalvo, el anfiteatro, etc. Este patrón confuso dificulta una interpretación del criterio del dibujante a la hora de establecer la medida de la escala más allá de sus propias preferencias. 1 La base de datos online del centro CIL II2 (Universidad de Alcalá), por ejemplo, solo ofrece los registros de los conventus Astigitanus, Cordubensis y Tarraconensis pars meridionalis, lo que limita enormemente las búsquedas.
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Lámina I [Catalogación AHN: Consejos, MPD 2292] Fecha original de dibujo: sin fecha (ejecución 1775-1777) Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: sin determinar Escala: 25 varas castellanas Lugar de conservación: Archivo Histórico Nacional Texto A. B. C. D. E. F. G.
Portadas Bentanas camarotes escaleras entrada para los tendidos tendidos de gradas coso
H. I. J. M. N.
Plan de la Plaza Perfil del semicírculo A.B.C. Sala de la Ziu.d Cuerpo Superficial del edificio Antiguo Cuerpo para ministros de Justizia debajo del Carmarote
Fern.do Rodrig.z» A lápiz, en una inscripción posterior a la realización del dibujo, en el centro del mismo y junto a la letra H, el autor hace una aclaración a la escala en los términos siguientes: «71 v.r y ´z p.r esta escala q.e son 214 p.r y 7´z 130 pies romanos p.r los Dibujos de Estevan q.e son 128 franceses y 7 pulgadas» Comentario Este es probablemente el primer dibujo que realiza F. Rodríguez en Mérida, teniendo en cuenta su contexto histórico. El ayuntamiento, para sufragar obras públicas, encarga en 1775 a F. Rodríguez que proyecte una plaza de toros aprovechando los restos del graderío del teatro romano.2 El Rey otorga el permiso para esta obra en 1777 y se tiene constancia de que ya en 1779 se celebran corridas allí (Núñez 1980; Cadiñanos 1999). Este dibujo, por tanto, se realiza con el proyecto, entre 1775 y 1777. El proyecto, en su redacción, especifica que la nueva obra debe hacerse «sin deshacerse nada de la obra antigua», aunque es evidente que hubo de sufrir algún «acondicionamiento» en las zonas en que se unían ambos semicírculos. Estas obras generaron un pleito que se alarga por quejas sobre haberse acometido las obras «sin aprobación de D. Ventura Rodríguez…». En la aclaración sobre la escala que el autor incluye a posteriori en el dibujo, se hace mención a los «dibujos de Estevan». Entendemos que se refiere a los dibujos del teatro que realiza E. Rodríguez, que, en 1752, ha acompañado al marqués de Valdeflores en su viaje por Extremadura. Esta referencia es clave para comprender que el autor conoce los trabajos anteriores sobre las antigüedades de Mérida y se documenta antes de realizar sus dibujos. Este conocimiento de los dibujos de E. Rodríguez, quizá, se debió a la figura de Ventura Rodríguez, quien pudo recomendar al emeritense que se guiara por ellos para establecer la escala correcta. De ahí, posiblemente, la aclaración añadida posteriormente sobre las medidas. Se establece, de este modo, una conexión de F. Rodríguez con los primeros dibujos de antigüedades que siguen los patrones de las Academias y el propósito de documentación «objetiva» del patrimonio, lo que sin duda influirá en su forma de dibujar y explicar los monumentos antiguos.
2
Archivo Histórico Nacional: Cons. Leg. 952-5.
Lámina I
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Lámina II [Catalogación AHN: Consejos, 28758] Fecha original de dibujo: sin fecha (ejecución 1785) Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: sin determinar Escala: 15 varas castellanas Lugar de conservación: Archivo Histórico Nacional —Primera parte: Texto A. Plan del Puente de Siete Vaillos B. Perfil o Alzado de dho. Puente C. Camino Levantado yentrada ala Puente D. Variaciñon del Cascajo y Suelo del Río E. Perfil Cortado por el Arco maior M. Estado que se Aya lapuente de Siete Vaíllos y la q.e se Perfiziona F. Plan del Puente delCastillo G. Perfil de dho Puente del Castillo y estado que se Aya H. La Zepa Inclinada azia el Charco. del Puente de Castillo I. Lo q tiene obrado y robado L. Las Aguas del Charco P. La Zepa Inclinada q.e se ha de Hazer Nueba S. desde donde se ha de Azer de nuebo para la Rampa Estado actual del Puente del Castillo Fern.do Rodríg,z» —Segunda parte: «estado actual Puente de siete Vaillos» «Puente de Siete Vaillos» Perfizionado»
Comentario Lámina dividida en dos partes. En la primera, dibuja la planta y el alzado del «puente del Castillo» tal como se encuentra en ese momento, incluyendo la leyenda explicativa. En la segunda parte, en la zona inferior, dibuja el alzado de lo conservado del puente de los «Siete Vaillos» y, posteriormente, incluye una reconstrucción del mismo, dibujando perfil, alzado y planta. Este segundo puente es, por tanto, el elegido por F. Rodríguez para su reconstrucción. No tenemos la fecha exacta, pero conocemos el momento en que se solicita este proyecto de construcción de un puente sobre el río Matachel, en el año 1785, con encargo a F. Rodríguez. Finalmente, su proyecto es rechazado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Cadiñanos 2002). Como ocurre con la lámina siguiente que representa el proyecto de plaza de toros sobre el teatro (lámina II), añade algunos trozos de texto una vez ejecutado. Esto se pone de manifiesto en el color de la tinta. En este caso, añade la letra H «del puente de Castillo» y en la zona inferior «Estado actual del». Probablemente, el autor lo hace con la intención de aclarar un poco más la explicación, ya que mezcla dos puentes y perfiles y plantas, en su estado original. Se nota la gran diferencia de estos dibujos iniciales con respecto a los siguientes, tanto en ejecución como en limpieza y precisión.
Lámina II
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Lámina III [Catalogación Biblioteca Nacional: DIB/14/45/29] Fecha original de dibujo: 23 de febrero de 1794 Técnica y soporte: Lápiz y tinta negra y roja con aguadas grisáceas sobre papel verjurado Dimensiones: 550 x 432 mm Escala: 50 varas castellanas Lugar de conservación: Biblioteca Nacional Texto «Ymediato ála Ciudad está este Teatro con mucha Parte de el enterrado, y solo se vé lo que Demuestran los Alzados y Perfiles, y estos- / Desnudos del Revestido de Silleria, como se Figura. La Piedra que devió Servir de Alquitrave con la Ynscripcion de Marco Agripa / de diez y Seis pies de Largo y tres de grueso, se alla, en la Escavacion, Letra S. que se Demuestra en el Alzado Ynterior del Teatro= A. Planta del Teatro, B. Alzado Ynterior, C. Alzado Esterior à Vista Cavallera, D.E.F.G. Perfiles Cortados, H. Escavación en el terreno MARCO AGRIPA S.S. Mérida y febrero 23 de 1794
Fernando Rodríguez»
Comentario Cronológicamente, se trata del primer testigo gráfico de la labor de documentación sobre los edificios romanos emeritenses realizada por F. Rodríguez. La lámina se compone sustancialmente de cuatro partes: la planimetría del teatro en la parte inferior, el alzado de la zona visible de la summa y media cavea con la indicación de la excavación realizada por M. Villena Moziño en la parte central (Canto 2001: 125-128), el levantamiento del exterior de la summa cavea con parte de los accesos a la misma, y en la zona inferior derecha, cuatro secciones arquitectónicas del aditus occidental y los tres vomitorios adyacentes. En la misma planimetría de este primer dibujo representa la excavación realizada y, en la parte central de la lámina, indica la posición del hallazgo del dintel con la inscripción de Marco Agripa. En este sentido, es inevitable comparar esta representación del teatro con la que el mismo autor realiza en diciembre de 1794 y con las dos de M. Villena Moziño de octubre de 1791 (Canto 2001: 125-128) y enero de 1793 (Canto 2001: 145-147). A. Canto apuntaba ya el dibujo conservado en la Biblioteca Nacional como un elemento de transición entre el trabajo de Villena y el emeritense, debido a la evidente cercanía de técnica y contenidos con el primero del portugués (Canto 2001: 166). La planimetría es prácticamente idéntica, aunque M. Villena indica más elementos de análisis desde el punto de vista de los colores y las tintas empleadas, transcribe correctamente la inscripción encontrada en proximidad del aditus occidental o posiciona claramente los distintos sondeos efectuados en el teatro. En la planta dibujada por ambos autores hay una evidente similitud con una representación del teatro efectuada por Esteban Rodríguez en el año 1752 (Morán 2009: 91-93; Manso 2010: 53). Es probable, en consecuencia, que M. Villena conociera esta lámina y la empleara como modelo y referencia en la realización de su planimetría del teatro, copiada sucesivamente por el mismo F. Rodríguez. La lámina de F. Rodríguez es más esquemática, realizada exclusivamente con tinta negra y con elecciones ligeramente diferentes a las empleadas por M. Villena, estas últimas más acordes a la realidad y el estado de conservación del monumento. Las diferencias principales se observan en la caracterización de los paramentos con superficies almohadilladas en la casi totalidad de las estructuras documentadas, a pesar de encontrarse este acabado casi exclusivamente en el muro perimetral del teatro y en los aditus. Se trata probablemente de una elección específica del autor con el objetivo de mezclar los elementos reales conservados con una posible idea reconstructiva del acabado original, algo recurrente en la totalidad de las láminas de F. Rodríguez. A. León (2012:163) estima que esta lámina fue realizada por F. Rodríguez para formar parte de los dibujos que enviaría a la Academia de San Fernando, algo totalmente imposible porque F. Rodríguez aún no había obtenido, en esta fecha, el título de maestro de obras de la RABASF ni había sugerido aún, por propia iniciativa, la realización de los dibujos, que planteará un año más tarde a la Academia. Esta autora tampoco está de
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acuerdo con el planteamiento de A. Canto sobre la relación entre el dibujante y M. de Villena, deduciendo del análisis de los dibujos que, F. Rodríguez, no estuvo presente en las excavaciones que realizó. Resulta muy difícil imaginar que M. de Villena se desplace a Mérida a dibujar las antigüedades e, incluso, realice excavaciones en el teatro sin que F. Rodríguez, vecino de Mérida e implicado en un proyecto anterior vinculado con el teatro, tenga ninguna relación con él. F. Rodríguez, además, aspira al título de maestro de obras y en la Real Academia, habiendo sido suspendido en el examen, se le recomienda el perfeccionamiento de su técnica antes de volver a intentarlo. Por otra parte, M. de Villena buscaría colaboradores en la ciudad que le ayudaran con sus trabajos. Estas circunstancias, y la notable mejoría de los dibujos de F. Rodríguez que se pone de manifiesto en su segundo examen, evidencian el contacto entre ambos dibujantes. Lo más destacado es que esta primera lámina de F. Rodríguez tiene notables coincidencias con las de Villena, tanto en la composición como en las secciones e, incluso, en la posición de la inscripción con respecto a la lámina de 1793 de M. de Villena. Es posible que este dibujo, a modo de boceto, fuera realizado por F. Rodríguez durante la ejecución de las excavaciones, por eso conoce el punto exacto de la intervención, reproduce exactamente las mismas secciones que M. de Villena y la misma composición. Sin embargo, no remata este dibujo hasta que, tres años después, considerándose preparado, decide pedir de nuevo el título de maestro de obras y utilizar el dibujo como aval del trabajo de perfeccionamiento efectuado. Esto provocaría que, no recordando correctamente algunos detalles tales como el texto de la inscripción (tan solo el dato histórico de la dedicación de M. Agrippa), los reproduce de forma errónea. Así lo reconoce también A. León (2012: 159-160) que califica este primer dibujo de «informal» y no apto para ser presentado de manera oficial.
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
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Lámina IV [Catalogación RABASF: A-1899] Fecha original de dibujo: sin fecha (ejecución mayo de 1794) Técnica y soporte: lápiz sobre papel verjurado Dimensiones: 489 x 658 mm Escala: sin escala Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Fern.do Rodríguez» Comentario Croquis preparatorio de prueba de examen, sin sombreado. Parte del proyecto entregado de una casa de campo al que pertenecen otras 5 láminas con las que F. Rodríguez obtiene el título de maestro de obra. 3 Este mismo boceto se volverá a representar con sombreado y con la casi totalidad de los elementos arquitectónicos en la lámina siguiente de este catálogo a la que nos remitimos para su análisis. Aunque no se indica la fecha de realización se trata del croquis preparatorio del examen para maestro de obras que realiza el 30 de mayo de 1794, concretamente de la planta baja. En la junta ordinaria de 6 de abril de 1794 de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se especifica el encargo de este ejercicio como una casa de campo de caballero hacendado con todas las comodidades que se requieren para estar bien habitadas, y en planta fachada y corte, informe facultativo y cálculo, y además modelar una capilla por arista de figura de un romboide su planta, que dos ángulos sean de 80 grados y dos de 100. El examen para maestro de obras agrupa seis dibujos, contando este. El que nos ocupa aquí sería la prueba de repente, las láminas III, IV, V y VI son las correspondientes a la prueba de pensado y la lámina VII corresponde a la prueba de montea para maestro de obras. El ejercicio es idéntico al que se le propuso en 1788 cuando solicita por primera vez su admisión a las pruebas de maestro de obras. En esa ocasión los dibujos correspondientes a la prueba realizada no se conservaron debido al resultado negativo del examen.
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Láminas V a IX.
Lámina IV
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Lámina V [Catalogación RABASF: A-1748] Fecha original de dibujo: 30 de mayo de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 735 x 508 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Planta Baja de una casa de campo para un acendado 1. Bestibulo 13. Cocina 2. Salas 14. fregadero 3. Retrete o para Gavinete 15. quarto del Cozinero 4. Livreria 16. Quarto de Horno y Amasijo 5. Oratorio 17. Vodega y despensa 6. Antecamara 18. Cochera y quarto de Livrea 7. Comedor 19. Pila de Lana 8. Dormitorios 20. Quarto de aperos y Lavor 9. avitación del Mayordomo 21. Cavallerizas 10. Piezas de Servicio 22. Pajares 11. Escalera pral 23. Esquileo 12. Ante Comedor En la Rl. Academia de San Fernando. Madrid 30 de mayo de 1794. Fernando Rodríguez.» Comentario Las láminas relativas a la prueba de examen que permitió la obtención del título de maestro de obra de F. Rodríguez constituyen un grupo de representaciones gráficas de cierto interés. Es evidente que la planimetría de la planta baja de la casa es una repetición fiel del modelo canónico de casa romana de atrio y peristilo, con las distintas estancias adyacentes de servicio, ilustradas en el margen inferior izquierdo de la lámina. Entre ellas aparecen, retretes, dormitorios, comedores, despensas, bodegas, cocinas y servicios anexos. Sorprende, además, la posición del oratorio en el mismo lugar elegido en las casas romanas para situar los lararios, expresiones imprescindibles del culto doméstico. La cuestión es saber dónde el autor adquiere este modelo. ¿Conoce F. Rodríguez la referencia por haber observado en la ciudad estructuras con esta planimetría? ¿O ha tenido en sus manos alguna edición ilustrada del mismo Vitruvio con la representación de un modelo ideal de casa? Es difícil plantear, con los datos que poseemos, una solución definitiva a este problema. Sin embargo, nos interesa marcar que, a pesar del provincianismo en el que se encuentra la figura de F. Rodríguez, se percibe el eco de ciertos conocimientos más generales de la arquitectura romana que desembocan en el empleo de modelos antiguos en un proyecto de arquitectura de su época. Es necesario señalar, además, que estos tipos de representación encajan dentro del modelo empleado en esa misma época para diferentes proyectos de explotaciones rurales que, sin duda, derivan en general de la tipología de villa romana.
Lámina V
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Lámina VI [Catalogación RABASF: A-1749] Fecha original de dibujo: 30 de mayo de 1974 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 742 x 489 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Planta Alta de una casa de Canpo para un acendado 1. Corredo y Recivimiento 2. Ante Sala 3. Salas 4. Gavinete 5. Dormitorio 6. Piezas de Comunicacion 7. Sala de retiro 8. Comedor 9. Ante comedor y guarda bagilla 10. Quarto del Repostero y Cozinero 11. Cozina y ante Cozina 12. Despensa y guarda vagilla 13. Quarto de Criados y Livrea 14. Pieza de Separacion de granos que, diariamente se gasta y paso a los graneros 15. Corredor 16. Graneros En la Rl. Academa de Sn. Fernando. Madrid y mayo 30 de 1794. Fernando Rodríguez.» Comentario En la planta alta del mismo proyecto de casa de campo (lámina V) se mantiene la distribución de espacios anteriores (planta baja), con el añadido de distintos sistemas de escaleras y un cambio sustancial en la funcionalidad de las habitaciones, destinadas, evidentemente, a un uso más privado y ligado a los propietarios de la casa.
Lámina VI
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Lámina VII [Catalogación RABASF: A-1750] Fecha original de dibujo: 30 de mayo de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 511x 720 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Corte por la Linea AB. de la Planta Baja y Alta de una casa de Canpo para un Azendado. fachada principal En la Rl. Academia de S. Fernando. Madrid 30 de Mayo de 1794. Fern.do Rodríguez» Comentario En este dibujo, de tintas negra y gris, F. Rodríguez presenta, en la parte inferior, la fachada del proyecto para una casa de campo y, en la superior, una sección arquitectónica de la planimetría dibujada en la lámina V, marcada en esta con letras AB. Se trata de una sección longitudinal de la casa que atraviesa los patios, indicando sus diferentes tipologías y las características de los distintos elementos de la construcción. A diferencia de las plantas de las láminas V y VI el autor desarrolla aquí una serie de soluciones estéticas más acordes a las modas arquitectónicas de la época, como por ejemplo, los arcos en serie en el segundo patio, las ventanas alargadas y simétricas con cornisas sobresalientes en el orden superior, portal y balcón central. Se trata, en este sentido, de un pastiche que combina una planta que repite claramente el esquema de una casa romana con un gusto típico de finales del siglo xviii.
Lámina VII
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Lámina VIII [Catalogación RABASF: A-1747] Fecha original de dibujo: 30 de junio de 1794 Técnica y soporte: tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 680 x 492 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «1. 2. 3. 4.
avitacion de la casa oficinas de labranza corrales con Covertizosos Jardines plan general de una casa de Canpo En la R.l Academia de S.n. Fernando. Madrid y Junio 30 de 1794. Fernando Rodríguez.»
Comentario En esta penúltima lámina de la serie que F. Rodríguez entrega a la Real Academia de San Fernando para el examen de maestro de obra (láminas V, VI, VII) se propone un plano más esquemático y general de la casa de campo en el que se incluyen las cubiertas, de doble agua de los dos diferentes cuerpos de fábrica del conjunto y los espacios exteriores con jardines y corrales.
Lámina VIII
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Lámina IX [Catalogación RABASF: A-1751] Fecha original de dibujo: 30 de junio de 1794 Técnica y soporte: tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 520 x 733 mm Escala: 6 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Planta de Una Capilla por arista en un Romboide de dos Angulos de ochenta grados y dos de Ziento= En la Rl. Academia de Sn. Fernando a30 de Ju nio de 1794 Fernando Rodríguez» Comentario Se trata de la prueba de montea para el acceso a maestro de obras. La lámina representa una vista planimétrica de la parte interna de una bóveda de cuatro partes en la que es posible distinguir, de manera clara, los elementos que la componen: los nervios ortogonales, las impostas, la clave, la plementería y la unión con los elementos externos de la cubierta y sus arcos. Resulta muy interesante en esta composición para el correcto montaje de las diferentes partes geométricas de la bóveda la ilustración en detalle de los diferentes bloques de piedra que la componen, a escala ampliada, con el objetivo de conseguir la referencia estereotómica para la talla de cada uno de los bloques lapídeos.
Lámina IX
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Lámina X [Catalogación RABASF: A-5919, n.º 2] Fecha original de dibujo: 22 de noviembre de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: 379 X 243 mm Escala: 40 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Dentro de la Población de esta Ciudad está este sunptuoso Arco de Triunfo. Construido por los Romanos y según muestras devio tener dos Torres que lo acompañavan con escalera para suvir auna galeria o Valaustrada que sovre el avia.
Mérida y Novre. 22, de 1794
Fernando Rodríguez.»
Comentario En estas primeras representaciones dedicadas a los edificios romanos de Mérida se advierte una similitud evidente con los dibujos realizados por M. Villena Moziño. La lámina relativa al arco de Trajano presenta la misma composición, con la planimetría en la parte inferior izquierda y el levantamiento de la fachada y la sección arquitectónica del edificio en la parte central. Resulta idéntico el sombreado del interior del arco en el perfil interior. Sin embargo, se aprecian algunas diferencias en el aspecto general de los dibujos y en el tratamiento de algunos detalles. A pesar de haberse realizado una excavación en el año 1791 en uno de los pilares del arco por el propio M. Villena —excavación señalada en el plano de este (Canto 2001: 148)— no se indica en el dibujo de F. Rodríguez. Sin embargo, la planta adquiere una mayor precisión en la caracterización de las extremidades del monumento. La fachada se realiza de forma más esquemática, evitando intencionalmente la caracterización de elementos específicos presentes en las superficies del edificio que demuestran, en Villena, el estado de conservación del arco de Trajano, con la ausencia de sillares y zonas desgastadas. La misma operación de síntesis se realiza en la representación de los orificios para el levantamiento de las grandes dovelas de los arcos, colocados en la lámina de F. Rodríguez de manera alineada en la rosca, lejos de la evidencia real de su posicionamiento. Se indican apenas los recortes presentes en los arranques de los arcos y, en cambio, el autor realiza una operación muy útil para comprender el aspecto original del monumento, dibujando en los mismos arranques de las arquerías, una serie de seis grapas metálicas que dejan claro el proceso de revestimiento del edificio con lastras de mármol. En el texto, finalmente, resulta curiosa la indicación de la presencia de dos torres laterales al arco con un sistema de escaleras que debería facilitar el acceso a la zona superior del mismo. Es evidente que tuvo que existir un sistema de acceso para alcanzar el ático del edificio, aunque, en el estado actual de la cuestión, no se han documentado estructuras de este tipo (Pizzo 2005; 2008).
Lámina X
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Lámina XI [Catalogación RABASF: A-5921, n.º 4] Fecha original de dibujo: 2 de diciembre de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 369 X 528 mm Escala: 70 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Extramuros de esta Ciudad està este Suntuoso Edificio de Acueducto de Romanos. ha este trozo diseñado le acompaña 36 pilares como los presentes, hallandose en el dia, muchos de ellos y otros enteros por si solos por averse arruinado los Arcos. Merida y Diz.e 2 1974
Fernando Rodriguez»
Comentario Se trata del levantamiento de parte del tramo de acueducto conservado en proximidad del río Albarregas (siete pilares, seis arcos y el arranque de dos) y la sección arquitectónica de uno de los pilares, representados en dos niveles, planimétrico en la parte inferior y bidimensional ocupando la parte más amplia de la lámina. En la parte derecha, el perfil interno de uno de los pilares, marcado con las letras AB. A pesar de intentar documentar el estado de conservación del acueducto, F. Rodríguez plantea la misma secuencia de resumen de los detalles constructivos principales del conjunto, añadiendo elementos que no corresponden a la realidad, como en los casos del almohadillado regular en los contrafuertes perpendiculares a los pilares o las rupturas de los arcos de ladrillos del primer y segundo orden. En este sentido, la parte interior del sistema de pilares-contrafuertes y arcos presenta en la realidad un aspecto distinto, encontrándose en la parte central del opus mixtum de sillería y ladrillo elementos constructivos de cuarcitas de color oscuro, que el autor no refleja en la sección arquitectónica. En la parte superior se aprecian, con una caracterización específica, los restos conservados de opus caementicium del canal del acueducto y la indicación de los puntos más deteriorados de la conducción. A pesar de ser uno de los primeros dibujos de los monumentos de Mérida de F. Rodríguez, la composición es distinta respecto a los dibujos de M. de Villena que debería tomar como modelo. Este hecho puede plantear cierta independencia y seguridad por parte del emeritense a la hora de componer de manera propia láminas tan complejas.
Lámina XI
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Lámina XII [Catalogación RABASF: A-5922, n.º 5] Fecha original de dibujo: 10 de diciembre de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 369 X 528 mm Escala: sin escala Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Ymediato ala Ciudad está este Teatro. Con mucha parte de el enterrado, y Solo se vé lo que demuestra los Alzados y perfiles, y estos desnudos del Revestido de Silleria en los teminos que se figuran. La piedra con la escripcion de Marco Agripae se alla en la Escavacion que se demuestra en el Alzado ynterior del teatro. Letra S. tiene 16 pies de largo y tres de grueso. Merida y Diz.e 10 de 1794
Fern.do Rodríguez»
Comentario Véase también los comentarios a la lámina III. Se diferencia de la anterior por la disposición apaisada del dibujo. Se reduce el número de secciones arquitectónicas de cuatro a tres y transcribe parcialmente la inscripción del dintel del aditus occidental con las letras Marco Agripae. El detalle más significativo a reseñar se encuentra en los accesos directos a la ima cavea, no incluidos en el dibujo de la Biblioteca Nacional a pesar de encontrarse ya en la representación de M. de Villena. En este caso, F. Rodríguez inventa un detalle peculiar en el remate superior de los accesos con la inserción de dinteles tripartidos que no corresponde a la realidad de la solución arquitectónica empleada en el edificio. En esta segunda lámina dedicada al teatro, el autor desperdicia, una vez más, la posibilidad de caracterizar con más detalles el particular del encuentro de las bóvedas del aditus, elemento de gran originalidad en la arquitectura romana de Mérida. Esta segunda lámina la compone a finales de 1794, cuando ya ha obtenido el título de maestro de obras. La composición recuerda a los dibujos de Villena, también en el acabado adintelado de las seis puertas que dan acceso a la cavea media y que no incluyó en el primero de sus dibujos. Esta circunstancia subrayaría el carácter de boceto del primer dibujo, acabado después de memoria. Este segundo dibujo del teatro, sin embargo, sí se realiza con la intención de que sea valorado, aunque el dibujante lo envía directamente a la corte (Apéndice, documento 9), sin saber con certeza que acabaría siendo evaluado en la RABASF. De este modo, lo adjunta junto con otros seis, elaborados desde noviembre de 1794 a enero de 1795, como carta de presentación ante el rey, a la vez que solicita el cargo de Maestro Arquitecto de Extremadura en marzo de 1795. Esta es la razón de que ninguna de estas siete láminas iniciales se ciñan a las «advertencias» que se le dan desde la RABASF (Apéndice, documento 10) una vez que, examinadas por la Real Academia de Bellas Artes y con la conformidad del rey, se decide que siga realizando los dibujos de antigüedades de Mérida. Aunque está realizado con mayor cuidado, F. Rodríguez omite una de las secciones que contemplaba en su primer esbozo. Existen algunas diferencias con el primer boceto, se observa una mayor exactitud en este dibujo y mayor reflejo de la realidad arqueológica: dibuja las seis puertas, que probablemente no se veían cuando dibujó por primera vez el teatro y divide el graderío con tonalidades de colores. No obstante, olvida incluir la escala, que sí figura en el primer dibujo (es el único de F. Rodríguez que no lleva este dato). La inscripción la vuelve a transcribir incompleta y errónea, aunque en este caso varía la grafía y reproduce Marco Agripae, eliminando los caracteres SS y añadiendo la «e» final al nombre. Sin duda, solo recuerda el dato del personaje, por eso extiende el nombre, que en el original está abreviado, equivocándose en la transcripción. También la dibuja en una posición distinta, quizá para no entorpecer la visión en el dibujo del acceso a la cavea o porque la intervención que dejó al descubierto estos accesos originó un cambio de posición de la pieza al bajar el nivel de tierra (León 2012: 161). Las medidas que da de la inscripción, 16 pies, coinciden, casi exactamente, con las medidas que señala M. de Villena, 2 toesas y dos pies, lo que indicaría que F. Rodríguez anotó estas medidas cuando se encontró la pieza, aunque no copió el texto de la inscripción.
Lámina XII
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Lámina XIII [Catalogación RABASF: A-5918, n.º 1] Fecha original de dibujo: 26 de diciembre de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: 373 X 239 mm Escala: 6 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «En el Arraval de esta Ciudad en medio deuna alameda està esta Pirámide de quatro piedras como se demuestra, de fino mármol blanco, halladas en una escavacion en esta ciudad en donde se hallaron igualm.te porcion de Basas Aticas, Capiteles y entablamentos del orden Corintio. Ricamente adornados, los q.e se allan colocados en obras de particulares Merida y Dre. 26 del 1794
Fern.do Rodriguez»
Comentario Se trata de una de las láminas cuya comparación con un anterior dibujo de M. Villena es inevitable. Este conjunto de piezas forman una «columna», «obelisco» o «pirámide», dependiendo de cómo se haya descrito en la numerosa tradición historiográfica, que soporta la estatua de Santa Eulalia, patrona de Mérida.4 La representación de F. Rodríguez es la repetición exacta del esquema empleado en el dibujo firmado por M. Villena en mayo de 1792. Destacan algunas ligeras diferencias que denotan, además, una distinta aproximación de ambos al planteamiento general del dibujo. Las tres aras superpuestas al mismo bloque epigráfico se representan desde puntos de vistas diferentes, mostrándose más evidente la búsqueda de la simetría en el dibujo de F. Rodríguez en oposición a los mayores detalles ofrecidos en la lámina de M. Villena, que incluye entre un solo bucráneo más objetos vinculados con el ámbito de los sacrificios. F. Rodríguez no representa los detalles del estado de conservación de las piezas visibles en la extremidad superior del ara central y la restauración del margen superior izquierdo del bloque epigráfico.5 Son evidentes, además, algunas diferencias entre ambas en la composición de los detalles decorativos. En el texto, sin embargo, F. Rodríguez profundiza más sobre el contexto de las aras, indicando su recuperación en una excavación urbana con otro conjunto de elementos arquitectónicos, lo que pone de manifiesto su documentación sobre los elementos históricos que representa. Resulta bastante evidente que el dibujante cuenta como guía con la Historia de la Ciudad de Mérida de Bernabé Moreno de Vargas, obra de la que se extrae, llegando, en algún caso, a transcribir literalmente algún párrafo, como se verá más adelante.
4 Citamos solo algunas de las referencias más conocidas: Moreno de Vargas 1633: 79; Fernández y Pérez 1893: 53-54; Macías 1929: 29-31; Barrera 1993: 125-139; Sánchez y Sánchez 2000: 322-354. 5 Sobre los detalles de la restauración del margen superior derecho del bloque epigráfico Canto op.cit: 135.
Lámina XIII
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Lámina XIV [Catalogación RABASF: A-5975, n.º 58] Fecha original de dibujo: 26 de diciembre de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 226 X 2482 mm Escala: 90 varas castellanas Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Contiguo á esta Ciudad está esta famosa Puente de Romanos, Sovre el Rio Guadiana, de 940, Varas de largo= Merida y Diziembre 26 de 1794
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor lo marca con el N. 1 en el tercio superior derecho del dibujo, entre los alzados de las secciones. La estructura de la lámina del puente sobre el río Guadiana presenta puntos de reflexión muy interesantes en relación con las peculiaridades arquitectónicas del puente y con la reconstrucción de las trasformaciones sufridas a lo largo de los siglos por su vinculación estrecha con la historia de Mérida. La lámina que aquí se muestra de manera unitaria está compuesta por tres diferentes hojas unidas por el mismo autor o, posteriormente a su entrega en la Real Academia de San Fernando. La composición del dibujo se articula sobre tres diferentes registros, uno inferior con la planimetría de pilas, estribos, tajamares y descendederos; uno central con el levantamiento bidimensional de la fachada de aguas arriba; y el superior con las secciones arquitectónicas de los elementos estructurales que se encontraban en los distintos tramos. En términos generales, destaca la capacidad de evidenciar las diferencias constructivas en los tramos del puente, coincidentes con las trasformaciones sufridas por este edificio durante varios siglos y la puntualización gráfica de los principales elementos que lo componen, a pesar de la escala muy reducida de la representación. Procediendo de izquierda a derecha, en el sentido de la relación entre el puente y el centro de la ciudad, es posible observar la representación de un primer tramo en el que destaca la atención prestada por el autor en la relación estructural existente con la alcazaba y el muro de contención del río indicado con otra coloración. Se trata de una ilustración compleja que evidencia una serie de elementos interpretativos en relación con el análisis arquitectónico. En nuestra opinión podría ser considerado, en toda regla, una manera de efectuar la lectura estratigráfica de los paramentos en cuestión, con un gran esfuerzo de síntesis para esquematizar y diferenciar las etapas de épocas romana respecto a las construcciones posteriores caracterizadas gráficamente con otros detalles. Un hecho a señalar es la presencia de once arcos en el primer tramo, en contra del número actual de diez conservados y la coloración diferentes de los tajamares. Este planteamiento preestratigráfico se aprecia en la restauración del puente realizada entre el primer descendedero y el segundo tramo hasta la denominada capilla de San Antonio6 con materiales y técnicas modernas que F. Rodríguez caracteriza de forma peculiar respecto a la anterior parte romana. En esta zona dibuja los arcos ligeramente rebajados y los paramentos lisos de los tímpanos que, para nuestro autor, se convierten en la caracterización principal elegida en la ilustración de arquitecturas posteriores a la manera romana. Los detalles que diferencian los distintos tramos se observan también en la tipología de la planta de pilas y tajamares, dibujados como un único cuerpo macizo, a diferencia de los anteriores que presentaban un núcleo interno de material diferente. El resto del segundo tramo se vuelve a caracterizar con el típico aparejo de sillería almohadillada, indicador común en todos los dibujos, que refuerza su idea de la fábrica romana. En esta zona de la representación observamos un detalle de gran interés que convierte la solución grafica empleada en la primera imagen de un análisis estratigráfico de paramentos en la historia de la ciudad. En este sentido, el autor presenta, casi en la zona central de este segundo tramo, un arco restaurado parcialmente y la totalidad del tímpano, evidenciado entre dos cortes irregulares en la fábrica romana, con sombreados que marcan un contraste entre las acciones 6 La capilla de San Antonio de Padua se situaba en el emplazamiento de una antigua puerta, según Moreno de Vargas (1633: 63). Dicha capilla fue desmontada después de la gran riada de 1876 en la que el puente sufrió importantes destrozos en este punto.
Anejos de AEspA LXXIII
LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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de destrucción y la sucesiva operación de remplazamiento de la parte antigua. El tratamiento gráfico, corresponde con la realidad de la fábrica del puente en el momento de su representación. El tercer tramo, a partir del descendedero de San Antonio, presentado también en su sección arquitectónica en la parte superior, presenta en cambio una serie de características similares que no facilitan en el dibujo la lectura de las diferentes etapas constructivas de esta parte, visible en la actualidad. De este tramo, se ofrece, finalmente, otra sección arquitectónica de la pila, imposta, bóveda, tímpano, pretil y calzada.
Lámina XIV (sección)
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Lámina XV [Catalogación RABASF: A-5920, n.º 3] Fecha original de dibujo: 28 de diciembre de 1794 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 379 X 242 mm Escala: 40 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Estramuro de esta Ciudad en la Carrera R. l (Real) está este Trozo de Aquaduto de Romanos permaneciendo en su Antiguo Curso las Ruinas y Caños de fuerte Argamasa por donde yva el Agua conoziendose la distancia de 149. pies. La letra Z. demuestra la figura y magnitud de los caños. Mérida 28 de Dre (diciembre) de 1794
Fern.do Rodriguez»
Comentario Composición parecida a la que firma M. Villena en enero de 1793 (Canto 2001: 143) y a otra del mismo autor, sin fecha (Canto 2001: 159). Ocupa la parte central el levantamiento bidimensional del tramo de acueducto de San Lázaro conservado en las proximidades del circo romano. F. Rodríguez indica una doble planimetría del primer orden de arcos en granito de la parte inferior y la parte superior en opus mixtum. Se aprecia una mayor estandarización del detalle de las superficies del edificio, con la eliminación de informaciones sobre el estado de conservación que, en cambio, aparece bien representada en la lámina de M. Villena. En esta última es posible distinguir la caracterización real de las diferencias en el almohadillado de pilares, arcos y contrafuertes y, además, la distinción de tamaño de los bloques del orden superior del tramo de acueducto respecto al inferior. En nuestra opinión, el interés del dibujo consiste en la voluntad de F. Rodríguez de ampliar los datos respecto a la lámina existente, insertando la doble planta con las diferencias de elementos arquitectónicos y, sobre todo, colocando en la parte superior izquierda, bajo el texto, un detalle de la sección de la conducción de agua del acueducto.
Lámina XV
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Lámina XVI [Catalogación RABASF: A-5923, n.º 6] Fecha original de dibujo: 10 de enero de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 364 X 522 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Ymediato a el Teatro como 50 pasos está este edificio de la Neomaquia vastante destruido y enterrado que aina se conoce lo que fué y su ruina lo demuestra. Le entrava dos famosos Acuadutos de agua las que permanezen en el día. Mérida y Enero 10 de 1795.
Fern.do Rodríguez»
Comentario La lámina se compone de dos partes, planimetría ocupando la casi totalidad del espacio y sección arquitectónica en la parte superior. Es evidente que en esta lámina el autor despliega mucha imaginación, encontrándose el anfiteatro oculto en su casi totalidad. La representación del anfiteatro de Mérida es realmente original, tratándose de un collage de elementos visibles y elementos inventados. En la ima cavea, F. Rodríguez indica un número inferior de filas de asientos de las existentes y plantea la presencia de aperturas rectangulares alargadas en correspondencia de las salidas de los vomitorios a la praecinctio entra ima y media cavea, en un lugar donde se documentan escaleras. Reconstruye con acierto la parte relativa a la media cavea, mientras que en las subestructuras que sustentan la summa cavea y la parte externa del edificio, plantea la presencia de alvéolos regulares de forma rectangular con cuatro rampas de escaleras simétricas. En esta parte externa de la planimetría distingue además, de una manera bastante peculiar, una planta alta en la parte superior del plano y una planta baja en la inferior, con la presencia, en este caso, de una estructura continua dibujada con tonalidad gris. En la sección arquitectónica F. Rodríguez completa la composición con una amplia serie de elementos reconstructivos del aspecto del monumento, según sus propios conocimientos de la arquitectura romana. Representa el acceso a la praecinctio con arcos de sillería, solución muy probable debido a la presencia de bóvedas en los vomitorios. Sin embargo, en la parte superior, los accesos a la media cavea se plantean con dinteles de cinco bloques, dejando sin solución el acceso a la parte superior del graderío. No hay indicio de la fosa en la parte central de la arena y se dibuja el espacio con una pavimentación continua.
Lámina XVI
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Lámina XVII [Catalogación RABASF: A-5951, n.º 34] Fecha original de dibujo: 8 de julio de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 506 X 722 mm Escala: 100 pies castellanos (alzado) y 70 pies castellanos (planta) Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Enmedio del rio Guadiana, está este edificio, bastante aportillado con las frecuentes crecidas; ay Tradicion q.e fue Plaza de Comercio entre las dos Provincias, Betica y Lusitania. Su fabrica és de manposteria de piedra incierta, ezepto el corta mar que és de silleria con grapas de Yerro. La fachada esterior que mira á la Ciudad es toda como lo demuestra el trozo diseñado en grande. Las porciones del pavimento que se hallan dentro de la Plaza es de fuerte argamasa ó almendrado depie i quarto de grueso. En la parte que ocupan los Cinco Arcos modernos de la Puente fue Cerrado con muro por allarse claros los indicios= A. B. D. E.
Arcos modernos de la Puentela Plaza Bajada por la Puente, al rio Alzado en grande de un trozo de fachada q.e mira a la ciudad
Merida 8 de Julio de 1795=
Fern.do Rodríguez»
Comentario Planimetría de los restos de la isla del río Guadiana en relación con el primer tramo del puente y levantamiento de la fachada del primer descendedero. Se trata de una de las zonas menos conocidas de la ciudad por la ausencia de excavaciones arqueológicas sistemáticas que pudieran aportar datos sobre la entidad real de los restos existentes y la funcionalidad en relación con el río, el puente y la misma ciudad. En este sentido, la lámina de F. Rodríguez nos ayuda a comprender algunos elementos que, en la actualidad, no se aprecian. Entre ellos, la serie de cinco muros perpendiculares a uno de los muros oblicuos del tajamar o la estructura presente en el margen inferior derecho del conjunto indicado por el autor como «Bajada por la Puente, al rio», presente en detalle en la parte superior de la lámina. Es probable que, al igual que en otros dibujos analizados, F. Rodríguez reconstruya parte de las estructuras que, en la misma época, aparecen en un estado de ruina, en particular en el tramo opuesto a la ciudad (Véase por ejemplo la lámina de M. Villena con la representación del tajamar en Canto 2001: 151). En este ámbito, por ejemplo, no realiza observaciones sobre el conjunto de arcos de ladrillo representados en el levantamiento en la parte superior de la lámina. Se aprecia un elemento muy interesante y poco considerado en los estudios sucesivos sobre la zona, relativo a la diferencia de fábrica de la punta del tajamar. Si por un lado se equivoca dibujando este sector del tajamar con forma triangular (se trata en realidad de una extremidad redondeada), por otro en el texto se lee: «Su fabrica és de manposteria de piedra incierta, ezepto el corta mar que és de silleria con grapas de Yerro», indicación que, además de tratar brevemente la técnica constructiva de las fábricas plantea la posibilidad de que la extremidad del tajamar se haya realizado en dos etapas distintas con materiales diferentes o, como segunda hipótesis, como elemento de refuerzo con materiales más resistentes y regulares en un mismo momento (algunas observaciones de carácter estratigráfico sobre esta zona del tajamar en Pizzo 2010: 174-180).
Lámina XVII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XVIII [Catalogación RABASF: A-5962, n.º 45] Fecha original de dibujo: 23 de julio de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 505 X 718 mm Escala: 70 pies castellanos Texto «Este es el mas singular edificio de esta Ciudad, construido por los Romanos, el Aqueducto de Agua dulze que la surte, tiene origen tres quartos de legua, viene soterrada; en algunas quiebras del terreno se descubre su fabrica, la que es construida, sovre firme, en el enrràs de piedra comun y cal, con medio pie de declive por ciento de linea tiene una carrera de sillares deel largo cuerpo de la obra cavado en ellos el cauze por donde pasa el Agua; las paredes son de argamasa, hecha en cajones de madera, el caños de boveda es de piedra menuda i Cal zerrando la clave con ladrillo, rematado con un pie de argamasa encima; Las canbixas son de silleria como todo se manifiesta en los cortes. A. B. C. D. E.
Planta en linea Planta sonbreada con demonstracion de los sillares que abrazan el ancho de la fabrica Corte por lo largo Corte por lo ancho Las Canbixas
Merida 23 Julio 1975
Fern.do Rodríguez»
Comentario Lámina apaisada compuesta de cuatro partes y una pequeña sección en el margen superior derecho. Se representa un tramo de un acueducto no identificado por el autor que, sin embargo, a la luz de los conocimientos actuales sobre la topografía de las conducciones romanas de Augusta Emerita, podemos vincular, con mucha probabilidad, con el tramo del acueducto de San Lázaro denominado «Las Tomas», en un área que corresponde con un sector visible de la conducción. F. Rodríguez compone dos planimetrías del tramo de acueducto, una sección arquitectónica de la longitud del mismo y otra de uno de los pozos de decantación que hemos podido asociar, en base a la descripción del autor, con algunas estructuras analizadas constructivamente en un nuestro anterior trabajo (Pizzo 2010: 232-243). La importancia de esta representación reside en la discreta precisión y la abundancia de los detalles indicados en el texto. Con respecto a las técnicas edilicias de las estructuras dibujadas ofrece una explicación del sistema constructivo empleado en la realización de los tramos de conducción enterrados, registrando el proceso de extracción de los materiales y el uso de encofrados.
Lámina XVIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XIX [Catalogación RABASF: A-5968, n.º 51] Fecha original de dibujo: 6 de agosto de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 493 X 379 mm Escala: 30 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Aun quarto de legua de esta Ciudad está este Arco construido por los Romanos, sovre un permanente arroyo y remanente de varios Aqüeductos antiguos yá perdidos; su fabrica es de sillería; La boveda de ladrillo de vuen tamaño; El acompañado es de manposteria de piedra y fuerte mezcla de Cal y arena gruesa= A. Planta con grapas de Yerro en la Junta de los sillares B. Alzado Visto p. r el Camino C. Corte por el medio del Arco= Merida 6 de Agosto de 1795=
Fern.do Rodriguez»
Comentario Lámina realizada con tres distintos registros: planimetría, en la parte inferior; alzado de una de las fachadas, en la parte central; y sección arquitectónica de la bóveda en la parte superior. La referencia a este puente resulta muy importante en un contexto historiográfico que silencia casi totalmente la documentación de esta estructura en el conjunto de restos arqueológicos de época romana de la ciudad. El dibujo de F. Rodríguez nos muestra un puente no exactamente en ruina como se aprecia en la actualidad, enmarcado, además, en su contexto paisajístico. En la planimetría se incluyen una serie de grapas de colas de milano que no se han podido observar en la actualidad. Es posible que si existieron no tuvieron el aspecto regular que le atribuye el dibujante en su maniática búsqueda de simetría y orden en la disposición de los detalles. Este mismo proceso de libre interpretación se aprecia también en la regularización de los almohadillados de los sillares de granito del levantamiento y de la sección arquitectónica.
Lámina XIX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XX [Catalogación RABASF: A-5969, n.º 52] Fecha original de dibujo: 18 de agosto de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 512 X 728 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Esta Puente esta como treciento pasos de la Cuidad sobre el arroyo de Alvarriegas, camino alas Castillas, Es tradición ser el edificio mas antiguo de los Romanos; Su favrica es de silleria como se demuestra, Las ranplas que acompaña son de manposteria de piedra y cal, con los gruesos deparedes y estrivos interiores que se demuestran en la planta y el relleno de tierra y cascote apisonado. El pavimento es orizontal y enpedrado con pedernal crezido= A. B. C. D. E. F.
Planta del Arco Alzado Corte por lo ancho Arroyo de Alvarriegas Tierras de Lavor Senda al lavadero
Merida 18 de Agosto de 1795=
Fern.do Rodriguez»
Comentario Planimetría, levantamiento y sección arquitectónica del puente sobre el río Albarregas. En la planimetría se aprecia la hipótesis sobre el tipo de estructuras que formaban los estribos del puente. Uno de los detalles de interés se evidencia en el levantamiento bidimensional en el centro de la lámina, en el que se diferencian las fábricas de la parte romana, con un almohadillado demasiado regular, y los estribos, dibujados para que se comprenda la pertenencia a una etapa histórica distinta a la romana.
Lámina XX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXI [Catalogación RABASF: A-5970, n.º 53] Fecha original de dibujo: 16 de septiembre de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 515 X 743 mm Escala: 70 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Para el continente del piso de esta Ciudad, esta este muro construido por los Romanos de dos mil treinta y seis pies de linea, bañandolo el rio Guadiana, es de mucha rusticidad y fortaleza como al presente se demuestra, Tiene por el los desagües de las alcantarillas ó Cloacas de las muchas q.e en esta Ciudad avia y oy se encuentran mui frecuentes en algunas escavaciones q.e se hazen; Su fabrica es de silleria de grande magnitud por la parte del Agua, con grapas de Yerro en sus juntas, como se demuestran en la Planta; Lo demas del espesor del muro, és manposteria menuda de piedra y mezcla de auna parte de cal otra de arena gruesa; Encima de esta silleria corria la muralla del zerco de la Ciudad, de manposteria conzertada y de fuerte árgamasa su espesor, como se demuestra en muchos trozos que en el dia permanezen. A. B. C. D. E. F.
Planta del muro Alzado del muro desagües de las Cloacas al rio Corte por la Cloaca Corte por el muro Terraplen
Merida 16 de Sep.bre de 1795
Fern. do Rodriguez»
Comentario Lámina apaisada compuesta por una planimetría del dique de contención del río Guadiana en la zona de la ciudad; alzado de los restos en la parte central y secciones arquitectónicas de cloacas y estructura del dique en la parte superior derecha. Una vez más, representa en planimetría un sistema regular de grapas con cola de milano y un almohadillado extremadamente regular no correspondiente a la realidad con un estilo que evidentemente resulta una marca propia del autor emeritense, vista la repetición constante de los mismos detalles en edificios de distintas tipologías. En esta misma sección de la lámina, se exagera el tamaño de los desagües y se realiza una operación de selección de la fábrica romana que, a diferencia de lo que hemos indicado como un elemento acertado en el caso de la lámina anterior, no responde a la realidad de la construcción. Así, en el afán de eliminar del dibujo los elementos pertenecientes a las subestructuras de la alcazaba, F. Rodríguez no asocia los muros romanos de mampostería de cuarcita situados entre los contrafuertes de la parte superior del muro sin dibujar. Una vez más el texto se alarga en comentarios muy indicativos de las técnicas constructivas y los materiales empleados en la realización del dique.
Lámina XXI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXII [Catalogación RABASF: A-5952, n.º 35] Fecha original de dibujo: 26 de septiembre de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 718 X 494 mm Escala: 50 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «En medio de la Poblazion de esta Ciudad está este Edificio de veinte y ocho colunas, en un retangulo como se figura la Planta; Estan caidas las mas por la mitad i tercio de su alto, permaneciendo enteras las que al presente se demuestran; Son dhas Colunas de silleria de Varias piezas con tres ranpones de Yerro en los lechos; Este edifizio devio estar elevado, por no verse la entrada áel, En algunas escavaziones que se han écho imediato, se ha encontrado el piso Antiguo de la Ciudad, el q. es de pedernal de vuen tamaño y á los doze pies del que óy tiene= A. Planta del RetanguloB. Alzado por un lado mayor y mas entero Merida 26 de Sep.bre de 1795
Fern.do Rodríguez»
Comentario Representación de planta y alzado del templo de Diana. El dibujante emeritense intenta aquí una ampliación de los conocimientos reseñados por M. Villena en mayo de 1792, cometiendo en cambio una serie de errores en la interpretación de los restos que el dibujante portugués había dejado en la representación de la realidad del edificio. Lleva, por ejemplo el número de columnas laterales a 10 en lugar de 11 y, en la zona de la columnata oeste del templo coloca un paramento de almohadillado inexistente en la realidad del monumento, utilizando el mismo recurso de una superficie caracterizada siempre de la misma manera. Resulta interesante el comentario en el texto relativo a excavaciones realizadas en esa época en la zona de la pavimentación de la plaza adyacente al edifico sacro.
Lámina XXII
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXIII [Catalogación RABASF: A-5971, n.º 54] Fecha original de dibujo: 3 de octubre de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 508 X 718 mm Escala: 60 pies castellanos (dique de contención), 70 pies castellanos (puente sobre el Albarregas) y 30 pies castellanos (arco o alcantarilla) Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Plantas en solo las lineas, ámas de las sombreadas, conforme se pide en la ynstrucion dada por acuerdo de la Real Academia de San Fernando para los Planos que aconpaña de Antigüedades de Romanos de la Ciudad de Merida. el que al presente és del plano Nº 5º. Planta delineada de la Puente de Alvarriega, conforme á los planos sombreados de la misma. N.º 4º. Planta delineada del Arco ó Alcantarilla, por donde pasa una de las, Calzadas antiguas, óvias Militares de romanos, conforme a los planos, de la misma sombreados N.º 3.º Merida y octubre 3 de 1795
Fern.do Rodriguez»
Comentario Plantas sin sombreado del puente de la Alcantarilla en la parte inferior de la lámina apaisada; puente sobre el río Albarregas en la zona central; dique sobre el río Guadiana en la parte superior. Según indica el texto se trata de envíos de planimetrías a la Real Academia de San Fernando que completan las láminas correspondientes a estos edificios (láminas XIX, XX, XXI).
Lámina XXIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXIV [Catalogación RABASF: A-5929, n.º 12] Fecha original de dibujo: 28 de octubre de 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y verde sobre papel verjurado Dimensiones: 505 X 1116 mm Escala: 100 varas castellanas Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Al Levante como 600 pasos de la Ciudad, está este edificio del Circo; La maior parte de el arruinado y enterrado por lo que measido forzoso, azer escavacion para iformarme de la distrivucion desde su pavimento. Habiendo allado la misma forma de division de los palcos altos y de cadauna division un cañon de Boveda que salen al plano del circo, como se demuestra en el trozo de planta baja D.; La fabrica de todo el Edificio, es de manposteria de piedra con mezcla de Arena gruesa y abundancia de Cal a eszepcion de los machones y Arcos de fachada dentro del Circo de los espresados cañones que son de silleria; No se advierte entodo su manifiesto, entrada de comunicación, ni Ventana que pudiese dar luz al andito detrás de los palcos; Solo se alla como al presente se demuestra. A. B. C. D.
Planta Alta y total figura del Circo i estado actual Edificio Idraulico Corte por lo ancho del Circo con demonstracion de lo que alla enterrado Un trozo de la planta baja devajo del tendido degradas y palcos altos=
Merida y octubre 28 de 1795-
Fernando Rodríguez»
Comentario Está numerada en la esquina superior derecha con el número 1. El autor hace lotes de láminas que envía juntas a la Real Academia de Bellas Artes, numerándolas según el conjunto. La representación combina una serie de elementos distintos, como es habitual en la obra de F. Rodríguez. La intención del autor es la de ofrecer una planimetría detallada del circo, indicando las zonas visibles y aquellas cubiertas o perdidas, realizando al mismo tiempo una visión de simetría reconstructiva entre las diferentes partes del edificio. En este sentido, se aprecian cuatro vomitorios de acceso a la arena de iguales dimensiones, situados en la zona central y una serie de subestructuras con alvéolos de iguales dimensiones y tipología que no se corresponden con los sistemas constructivos empleados en el circo. El muro perimetral se refuerza con contrafuertes en serie dibujados a distancias regulares. El afán de esquematizar y sintetizar los diferentes elementos característicos del monumento llevan el autor a presentar una planimetría perfectamente elíptica para el circo que no corresponde con la diferenciación real entre las zonas de las cárceres en el lado sur y la puerta monumental del lado norte. En la parte central superior de la lámina se aprecia una sección arquitectónica esquemática con accesos que destacan por la forma geométrica con arcos peraltados, muro perimetral interior y graderío. En la extremidad superior, derecha se analiza en detalle la planimetría de «un trozo de la planta baja devajo del tendido degradas y palcos altos». En este caso, se hace referencia a la zona occidental del graderío donde se documenta un sistema de subestructuras abovedadas, empleadas como cimentaciones de los asientos. Resulta extraña, sin embargo, la ausencia de este sistema y caracterización gráfica en la parte correspondiente de la planta general. A. León, al analizar la representación del circo realizada por F. Rodríguez, manifiesta que la lámina es ilegible (2012: 204) y, en base a esto, duda de la afirmación de Arbaiza y Heras (1998: 324) sobre la realización de excavaciones arqueológicas en este espacio por parte del dibujante. Más adelante, sin embargo, sugiere esta posibilidad tras comparar la lámina con las dibujadas por E. Rodríguez y A. de Laborde y constatar la presencia de detalles no reflejados en estas últimas. Probablemente A. León manejó una copia de baja calidad del diseño, lo que sin duda limitó su análisis, pues tanto la leyenda como el dibujo son perfectamente legibles y en ambos se pone de manifiesto la zona en la que realiza los sondeos.
Anejos de AEspA LXXIII
LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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De este modo, el propio F. Rodríguez indica la realización de estas excavaciones en la leyenda de la lámina del circo con esta interesante referencia: «por lo que measido forzoso, azer escavacion para iformarme de la distrivucion desde su pavimento». Este detalle proyecta la figura del dibujante en otra dimensión. Interesado por la antigüedad, se ve obligado, en un edificio de tal envergadura, a excavar para descubrir la mayor parte de restos que ayuden a la comprensión del monumento. El descubrimiento directo de las estructuras le lleva a detenerse específicamente en el texto en la descripción de algunos elementos estáticos, como las bóvedas de cañón y la fábrica general de las construcciones. Gran conocedor de los morteros romanos de la ciudad se refiere a la espina del circo como a una estructura hidráulica que, sin embargo, nos presenta hasta la mitad de su longitud total. La parte de la estructura central, sin acabar, presenta un folio distinto añadido para incorporar la extensión total, con un trazado longitudinal que presenta divisiones con puntos y cruces de compás, a modo de elementos de estudio preparatorio. A partir del análisis directo del original de la gran lámina del circo romano es posible establecer la técnica de representación empleada por el dibujante emeritense en la realización de ciertos detalles. Por ejemplo, las zonas sin excavar del circo, coloreadas con aguadas grises, presentan siempre un círculo de pequeñas dimensiones que probablemente servía al autor, en fase de dibujo, para recordar y evidenciar las zonas sin excavar y colorearlas al final, en una segunda o última etapa del trabajo.
Lámina XXIV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXV [Catalogación RABASF: A-5956, n.º 39] Fecha original de dibujo: 16 de noviembre 1795 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y verde sobre papel verjurado Dimensiones: 503 X 728 mm Escala: 100 varas castellanas Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «A una Legua de la Ciudad, está este magnifico lago, sugetado con un sumptuoso muro construido por los Romanos; Su fabrica es de silleria la parte que vaña el Agua, á escarpa con dos pulgadas de retiro en cada ilada ó carrera; El espesor de manposteria de piedra y Cal, tan solido que en el dia no se advierte la menor filtracion, aconpañado con un terraplen construido a tongada de piedra y tierra apisonada con una espaciosa llanura sirviendo de camino R. l a las Castillas; Las dos Cajas de escalera para el uso de las llaves, en los casos de dar Agua para fertilizar la Rivera, como tanvie las alcantarillas i cambijas, son de silleria ricam.te construidas, En una escripcion que al presente se alla en este edificio, aun que bastante borrada de los tie-n-pos sé advierte sér dedicatoria a la Diosa proserpina, amenazando con los demonios a quien le ensuciase, destruiese, oó despreziase= A. B. C. D.
Planta del muro. Bozines y terraplenAlzado del muro ivisto por laparte del Agua Corte por uno de los Bozines o Caja de escalera llaves para soltar el Agua
Merida y Noviembre 16 de 1795
Fernando Rodríguez»
Comentario Esta lámina está numerada en la esquina superior derecha como número 2, probablemente el número de lote asignado por el autor. En el texto introductorio, presente en la zona superior izquierda, se aprecia una buena descripción de la tipología de la presa, con detalles precisos sobre la técnica constructiva de las diferentes estructuras que la componen. Diferencia distintos tipos de aparejos, los más regulares de sillería, de mampostería y la pantalla de tierra del mismo terraplén de contención. Se aprecia, además, un pequeño apartado específico sobre «las dos cajas de escaleras», las torres de toma, con la indicación de su fábrica diferenciada del resto de estructuras y los tipos de uso del agua para riego o canalizaciones. Desde el punto de vista arquitectónico, se trata de un documento de gran importancia por la cantidad de detalles representados gráficamente. La zona caracterizada pertenece a uno de los tramos longitudinales del muro de contención, con la serie de nueve contrafuertes dibujados de forma esquemática. En el mismo paramento, se evidencian dos orificios, en proximidad de las torres de toma de la planimetría inferior que podrían pertenecer al sistema de entrada de agua en las mismas. En los trabajos de limpiezas de la presa de Proserpina, realizados en los años noventa del siglo pasado, se documentaron tuberías de la misma tipología, en número de dos a distancia muy cercana, elemento que evidencia las buenas intuiciones y conocimientos de los sistemas de aprovisionamiento hídrico por parte de F. Rodríguez. El paramento de la pantalla de contención se realiza con un tipo de aparejo esquemático de sillería, a pesar de la caracterización de distintos tipos de técnicas constructivas indicadas en la descripción citada anteriormente. Esta necesidad de esquematizar se encuentra en la mayoría de los dibujos de nuestro autor, aunque en este caso, se pueda explicar con la necesidad de la escala poco detallada de la representación. A pesar de la reducción de la escala grafica es posible leer, con suficiente detalle, las características arquitectónicas de la planimetría de las dos torres de toma y la localización exacta en su interior de las llaves de agua. En nuestra opinión, el elemento más significativo de este dibujo es el de a la zona superior derecha de lámina en la que se caracteriza una sección arquitectónica de la casi totalidad de las estructuras que forman la presa; los contrafuertes internos, los bocines de las torres de toma, el detalle de estructura interna, actualmente poco accesible, y la canalización del agua, elementos que en su totalidad nos indican, de forma muy clara, el funcionamiento del sistema de captación y encauzamiento del agua hacía el acueducto de los Milagros.
Lámina XXV
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXVI [Catalogación RABASF: A-5955, n.º 39] Fecha original de dibujo: 13 de marzo 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, negra y verde sobre papel verjurado Dimensiones: 898 X 505 mm Escala: 100 varas castellanas Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Plano General y total de las Aguas de la Charca o Lago de Proserpina. conforme al plano en grande del N.º 2 A. B. C. D. E.
Plan de Agua en su maior cogida Muro con dos llaves Camino R.l terraplen corte con demonstracion del alto de las Aguas y cerros contiguos al Valle
Merida 13 de Marzo de 1796
Fernando Rodrig.z»
Comentario Numeración del autor en la esquina superior derecha como número 3. Se trata de un dibujo añadido que sirve para contextualizar la localización de la presa en relación con el territorio circundante. La porción de territorio en cuestión se representa en una planimetría y en una sección muy amplia que incluye un punto central de la zona de aguas de la presa, con caracterización del paisaje formado por diferentes batolitos de granito. En este dibujo, a diferencia del anterior que se centra en la representación en la parte central del sistema estructural de contención, se amplía la planimetría de la presa a la totalidad de los tres tramos longitudinales de muros conservados.
Lámina XXVI
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXVII [Catalogación RABASF: A-5961, n.º 44] Fecha original de dibujo: 16 de marzo 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, rosa y verde sobre papel verjurado Dimensiones: 585 X 498 mm Escala: 1000 varas castellanas (planta). Pies castellanos (sección) Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Para demonstrar las vias militares o Calzadas de los Romanos que salian de esta Ciudad a varios pueblos y provincias he tenido abien delinear el presente plano general del Cerco o Muro antiguo, manifestandose este totalmente como se figura y aun que totalmente arruinado da indicios claros de las principales puertas que se demuestran, como tambien las espresadas calzadas que en el dia se conservan por diverso parages ien uso en algunos caminos R.s, en la distancia de muchas Leguas. Su construcion es asombrosa, sacadas desde el firme y construidas a tongadas, poniendo la primera de piedra incierta como de Veinte libras y enrrasada con tierra mezclada con arena iapisonado, sigue la segunda tongada como de aquince libras y con este orden de diminucion, Remata el lomo con un almendrado sin mas ligazon que el apisonado y el orden dho, Hallandose en el día tan prectificada que sin instrumento no se muebe el menor guijarro. A-Recinto de la ciudad, B-Muros de la ciudad, C-Templeto, D-Alcazar, E-Arco de Triunfo, F-Otro edificio antiguo, G-Las Termas, H-El Teatro, Y- La Naumachia, J-Plaza de Comercio, M-La puente sobre el Rio Guadiana, N-El Rio Guadiana, O- La puente de Albarregas, P-Arcantarilla, R-Vias Militares o calzadas con los nombres de los pueblos de su direccion, S-Perfil de las calzadas con las colunas a la distancia de una a otra milla =
Merida y Marzo 16 de 1796
Fernando Rodrig.z»
Comentario Numerada por el autor en la esquina superior derecha como número 4. En esta lámina F. Rodríguez realiza un esfuerzo de contextualización de la ciudad antigua con el territorio cercano y las principales vías de comunicación que, él mismo, define como vías militares. A diferencia de otras láminas, se indica la orientación de la misma con el norte situado en la parte derecha de la composición, hecho que demuestra el carácter territorial que se quiere imprimir a la representación. Esta indicación del norte, resulta un elemento único en el trabajo de este autor que, en ninguno de los dibujos analizados, indica orientaciones topográficas, a pesar de tratar contextos paisajísticos igualmente amplios, como en el caso de las distintas presas. En los trazados de las calzadas se asocian, con un color gris más oscuro, aquellas zonas ocupadas por los tres puentes romanos conocidos en Mérida, el puente sobre el río Guadiana, indicado con la letra M, el del Albarregas, con la letra O y el puente más pequeño de un solo ojo, denominado del Alcantarilla con la letra P. Este detalle gráfico permite, además, evidenciar la importancia de los mismos en relación con el acceso a distintas zonas de la ciudad. La planta de la zona urbana presenta, en nuestra opinión, una gran intuición en el trazado de la muralla romana, definiendo una forma muy cercana a la conocida en la actualidad, con el gran tramo longitudinal en la zona del río y el cambio evidente de orientación en la zona del teatro y el anfiteatro, dibujado de manera desproporcionada respecto al resto de construcciones visibles en el interior. Lejos de estas imprecisiones, evidentes en la colocación de los edificios, la planimetría adquiere una gran importancia para la interpretación esquemática del trazado de la muralla, a la que se asocian cuatro puertas principales, sin los numerosos portillos secundarios que se conocen en la actualidad, un sistema de torres a distancias regulares y contrafuertes en la zona adyacente al río Guadiana. En la zona del conocido foro Provincial, el autor coloca correctamente el arco de Trajano, demostrando conocimiento o intuición en el dibujo de un recinto en la zona norte que denomina «Alcazar» que podría cuadrar con los resultados de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la zona en el ámbito de un proyecto de investigación específico. De las indicaciones de F. Rodríguez, desfasan las amplias dimensiones del recinto (en la realidad un espacio alargado), las grandes torres semicirculares (en la realidad contrafuertes
Anejos de AEspA LXXIII
LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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de planta rectangular muy reducidas), el muro central longitudinal en la medianera (¿podría pertenecer a algún lienzo del templo de cella trasversal que el autor no separa del recinto?) y la pequeña entrada de dos vanos situada en el eje del mismo arco de Trajano (elemento del que actualmente no se tiene conocimiento: Mateos 2006). Para estas estructuras, de difícil interpretación, se han sugerido, en un mismo trabajo, diversas hipótesis contradictorias que abarcan desde la pertenencia al cerramiento del foro provincial, a refuerzos con contrafuertes del mismo muro, a otras estructuras distintas relacionadas con el propio foro o a otro complejo monumental planteado como ampliación norte del este recinto (Nogales; Álvarez 2010: 235-238). En la misma zona del recinto se encuentran tres manchas grises que no podemos definir si se trata de afloraciones de roca, tierras o indicaciones de excavaciones realizadas en el lugar. Al noreste del recinto se sitúa un edificio denominado «templeto» de planta singular con ábsides hacía el exterior que resulta imposible de identificar en el estado actual de los conocimientos arqueológicos de la ciudad. En la zona central de la ciudad se dibujan dos edificios indicados como termas y «otro edificio antiguo» que resultan de difícil interpretación. Podría tratarse probablemente de estructuras vinculadas con las termas de la calle Baños (¿?) o con las estructuras del denominado «pórtico del foro» y templo de Diana, a pesar de la inexacta posición topográfica de la representación. En la zona exterior de la ciudad F. Rodríguez presenta una interesante planimetría del tajamar situado en la isla, al suroeste, y en conexión con el puente del Guadiana. En este caso, el autor indica el descendedero desde el puente, una punta triangular como extremidad meridional y un sistema de contrafuertes correctamente colocados en el muro oeste, mientras que se encuentran en una posición anómala en el lienzo del muro oriental. En nuestra opinión, la parte más interesante de la lámina resulta la descripción que el autor hace de la fábrica de la muralla, no solamente por la tipología de materiales empleados, sino también por la cantidad de detalles que nos ofrece sobre la colocación de los elementos, la técnica utilizada y la distinción, absolutamente novedosa en el panorama historiográfico sobre la ciudad, del proceso constructivo por fases de obras diferenciadas.
Lámina XXVII
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXVIII [Catalogación RABASF: A-5967, n.º 50] Fecha original de dibujo: 16 de abril 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y verde sobre papel verjurado Dimensiones: 459 X 576 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Tres leguas de esta Ciudad, en los montes de ella, sobre el Rio Aljuzen, está esta hermosa Puente, del Vulgo Trajana, por la qual pasa la via militar ó Calzada que sale de esta Ciudad a la de Salamanca y Castillas; Por laparte de los cortamares, está mui arruinadas y cuasi ynservible á causa de los muchos Arboles de Enzinas fresnos i otros que en ella se han criado como en el dia los ay en la parte que esiste entera, y se demuestra en el plano del estado actual N.6º. A. Planta de la Puente B. Alzados por uno iotro lado C. Corte Merida y Abril 10 de 1796
Fern.do Rodríguez»
Comentario Numerada por el autor en la esquina superior derecha como número 5. F. Rodríguez apunta en el texto una denominación popular del puente como «hermosa Puente, del Vulgo Trajana», manteniendo una tradición arraigada que atribuía un gran número de monumentos al emperador Trajano. Se trata de una reconstrucción hipotética del puente de Aljucén con representación de los alzados aguas arriba y aguas abajo en los registros central y superior del dibujo y la planimetría en la zona inferior. En el margen superior derecho, una sección arquitectónica que, presumiblemente, corresponde con el punto indicado con la letra B en los alzados inferiores. En la caracterización de esta lámina F. Rodríguez plantea un elemento recurrente que ya se ha observado en otras representaciones, el afán de la esquematización de la superficies vistas de los monumentos, con la repetición de los detalles de la sillería almohadillada en la totalidad del dibujo, y el objetivo de proponer una reconstrucción de los elementos originales que pudieron caracterizar el puente.
Lámina XXVIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXIX [Catalogación RABASF: A-5966, n.º 49] Fecha original de dibujo: 16 de abril 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y verde sobre papel verjurado Dimensiones: 459 X 576 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es el estado actual de la magnifica Puente del Vulgo Trajana, sobre el rio Aljuzen, con demonstración de su Ruina causada de los muchos Arboles que en las Juntas de los sillares se han criado, por lo manifiesta su excelente construcion, sin advertirse ni aun en las enjutas de loas Arcos, otro Jenero de fabrica que todo silleria de grande magnitud, como al presente se demuestra= Merida y Abril 16 de 1796
Fern.do Rodríguez»
Comentario Numerado por el autor en la esquina superior derecha con el número 6. Se trata de la lámina a la que hace referencia el mismo autor en la anterior. La representación del puente de Aljucén, en este caso, frente al estado de conservación en el que se encontraba el puente a finales del siglo xviii. F. Rodríguez atribuye el deterioro del mismo a la presencia de numerosos árboles que han arruinado las juntas de la sillería de granito. Desde nuestro punto de vista, el dibujo es muy interesante en la medida que nos indica algunos detalles constructivos de las zonas internas del puente que, en la actualidad, se conserva, exclusivamente, en algunas hiladas de los estribos y varios bloques de granito en el lecho del río. Es interesante apreciar la colocación interna de las dovelas cuneiformes de los arcos con un sistema a cremallera y el pretil del puente, completamente distinto al mismo elemento dibujado en la lámina anterior, caracterizado por una serie regular de sillares de granito completamente almohadillados, solución poco probable. La peculiaridad de la representación de los elementos constructivos derruidos en el nivel de suelo quiere precisar, evidentemente, la indicación del estado de ruina del puente causado por los árboles, estratégicamente representados en las estructuras más complejas.
Lámina XXIX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXX [Catalogación RABASF: A-5958, n.º 41] Fecha original de dibujo: 9 de mayo 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 408 X 532 mm Escala: 60 varas castellanas Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Tres quartos de legua de esta Ciudad, está este Edificio, sugetando un dilatado lago, y aun que en el dia esta inservible á causa de los muchos desfalcos, permaneze entero; Hallandose en el, algunas particularidades, dignas de ser apreciadas, siendo una de ellas, el cauze por encima del muro, para (con las Aguas sobrantes) fertilizar la altura del terreno, por la parte inferior de la laguna; Su fabrica és de manposteria de piedra incierta, i fuerte mezcla de cal, a excepcion de los estrivos y bozón q.e son de silleria; rematando la fabrica sobre la manposteria, con tres pies de argamasa, depiedra menuda, contruida en tapiales, donde está el cauze; Yentodo el cuerpo de la fabrica, tiene con buen orden, cajones de trespies en quadro, itodo el grueso del muro, de la misma argamasa, p.a atado de la fabrica de manposteria; Todo se demuestra en los desconchados, q.e se manifiestan en el alzado, p.r la parte del Agua, Yultimam.te fue rebocada con mezcla de cal iladrillo molido del grueso de dos dedos la costra, permaneziendo lo q.e en el dia ha quedado un genero de vetún encarnado tan lustroso como si en el dia se huviera acabado de hazer= A. B. C. D.
Planta del Edificio Alzado del Muro Alzado por la parte del Agua Corte por el bozón---
Merida y Mayo 9 de 1796
Fernando Rodriguez.»
Comentario En la esquina superior derecha el autor ha marcado el dibujo como «Edificio Romano n. 3». En esta lámina dibuja los restos de la presa de Araya con otra evidente operación de reconstrucción esquemática de las estructuras romanas, ordenadas de manera simétrica respecto a una toma-desagüe central. La lectura del dibujo se realiza desde la parte inferior con la planimetría de la presa en la que es visible un muro pantalla con doble paramento y núcleo central. En la parte central de la lámina se aprecia un levantamiento del alzado con sillería regular de granito que, con toda seguridad, no correspondía a la realidad de estas construcciones, generalmente realizadas con aparejo de granito más irregular. Finalmente, el alzado «por la parte del agua» descrito en la parte superior en los detalles de su técnica de construcción con argamasas impermeables que, según la indicación del auto se encontraban en un estado de conservación óptimo. En el margen superior derecho, una pequeña sección arquitectónica del «bozón» de la presa, poco comprensible en su funcionamiento, debido a la reducción de la escala de representación. En el texto que acompaña esta lámina, al igual que la descripción de la muralla en la planta de la ciudad de Mérida se profundiza de manera sistemática sobre el proceso constructivo de la presa y la tipología de las estructuras que la componen.
Lámina XXX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXI [Catalogación RABASF: A-5957, n.º 40] Fecha original de dibujo: 18 de mayo 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 748 X 455 mm Escala: 200 varas castellanas Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño, es el plan de Agua, de la laguna, llamada del vulgo la Charca de Araya, consiguiente a la planta y alzados del Nº 3 construida por los Romanos, está en un amenísimo Valle, con la que se fertilizaba una dilatada campiña y arbolado, Oy permaneze infinidad de Almendros i otros, como todo se demuestra, con lo demás de la montaña, cerros, Valles, i altura de las aguas en su mayor cogida. A Total del plan de Aguas B Corte con demostración de Aguas, Valles, i cerros contiguos Mérida y Mayo 18 de 1796
Fern.do Rodríguez.»
Comentario En la esquina superior derecha el autor marca el dibujo con el número 4. Contextualización paisajística y topográfica de la posición de la presa anterior en el territorio circundante. La tipología de la representación se asocia a la lámina dedicada a la presa de Proserpina (lámina XXVI).
Lámina XXXI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXII [Catalogación RABASF: A-5927, n.º 10] Fecha original de dibujo: 24 de mayo 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra, roja y sepia con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: 450 X 565 mm Escala: 4 pies castellanos, partido en 12 partes Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «La piedra o Cipo N.1 con demonstracion de las quatro Caras con la escripcion que dize asi. Dijs. Manibus. Sacrum. O memoria consagrada a los Dioses de las almas (o difuntos.) Tito Ponpeio, simile, soldado del presidio y guarnicion de Merida que murio de hedad de 74 años está aquí enterrado, seate la tierra libiana= La piedra N. 2 dize asi. Memoria Consagrada a los Dioses de los difuntos. Yulia Saturnia, que murio de hedad de 45 años. Casada inconparable, medica muy buena, i muger santissima, está aquí enterrada seate la tierra libiana, y por su merecimiento le hizo este entierro Casio Philipo su marido fue muger virtuosa en la Curacion de los Niños, ipor esso lepusieron la figura de un Niño enbuelto o fajado hasta los pies= La piedra N. 4 dize asi. Memoria Consagrada (Vra.) Mario Droso que murio de 70 años, hic. Sita est. Sit tibi terra levis. Mario ticiyo su hijo como á Padre mui amado. Le hizo este entierro. Ticius es Sacerdote de apolo a ticiis, avibus qua in augurio prespicabantur (según Suetonio) se infiere que el Padre de este difunto fue Sacerdote de apolo= La piedra N. 3 esta en la Plaza arrimada a la fachada de las Casas Consistoriales es de fino marmol como las demas espresadas i tercio de una columna, con las medidas que por la presente escala se espresa= Merida y Mayo 24 de 1796.
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor marca el dibujo como N. 5 en la esquina superior derecha. La lámina se divide en cuatro rectángulos iguales donde se insertan tres inscripciones y, en la parte inferior izquierda, el fragmento de una columna sin indicación de procedencia y descripción. Sin embargo, de la misma se evidencian una serie de medidas de los módulos empleados en el diámetro, la acanaladura y la modulación total y parcial del imoscapo. Con respecto a las inscripciones, el autor realiza una operación interesante de documentación de las «piedras» representadas, dibujando las cuatro caras de los monumentos, respetando siempre el mismo orden gráfico. Al igual que para el fragmento de columna, en estos casos ofrece las medidas de las modulaciones principales de la base y la parte superior de las aras funerarias, indicando el modulo total y, separadamente, las dimensiones de los diferentes listeles y cornisas. La inscripción n.º 1 se corresponde con la catalogada como CIL II 587.7 La n.º 2 es la conocida como epitafio de Saturnina (CIL II 497)8 que fue estudiada posteriormente por José Ramón Mélida (Mélida 1911). El ara señalado con el n.º4 corresponde al llamado epitafio de Drosus (CIL II 577; García 1983).9 F. Rodríguez traduce directamente las inscripciones en el texto, lo que pone de manifiesto que consulta la bibliografía al respecto, concretamente la Historia de la Ciudad de Mérida de Bernabé Moreno de Vargas (véase 1633: 93, 110, 113): reproduce literalmente no solo la traducción sino también los comentarios e interpretación de las inscripciones. Es evidente que el dibujante tiene como guía importante esta obra; en este caso, la particularidad de los comentarios y la traducción lo ponen en evidencia. No obstante, F. Rodríguez podría haber hecho una copia, si cabe, más literal, puesto que obvia partes de los comentarios «históricos» que se deducen como puramente especulativos por parte de Moreno y que no aportan información válida sobre los epígrafes. Esta selección de los datos es, en cierto modo, una muestra de que el dibujante está interesado en ofrecer una información que sea completa, pero descarta los detalles superfluos susceptibles de producir ruido que distraiga sobre el elemento principal, que es el dibujo de la pieza. 7 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 21571 [Fecha de consulta: 25/08/2013]. 8 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 21516 [Fecha de consulta: 25/08/2013]. 9 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 16807 [Fecha de consulta: 25/08/2013].
Lámina XXXII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXIII [Catalogación RABASF: A-5928, n.º 11] Fecha original de dibujo: 3 de junio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: 448 X 569 mm Escala: 2 pies castellanos, partido en 12 partes (dibujo n.º 1), 5 pies castellanos, partido en 12 partes (dibujos 2, 3, 4 y 5) Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El Capitel del Nº1 esta en el patio de una Casa particular, medido exactam.te con el pie castellano, partido en 12 partes es de pilastra como se demuestra, y de fino mármol. El Capitel Nº2 también es de pilastra, de mármol blanco, medido con el pie de la escala mayor. El Capitel Nº3 es un trozo como se demuestra colocado sobre el dintel de una ventana de mármol blanco, medido con el mismo pie de la escala maior. El arquitrave, friso y Cornisa Nº4 defino mármol, fueron hallados enana escabación de esta ciudad, coronan, cinco de ellas i uniformes al portico abierto dela Capilla o Hornito de S.ta Olalla donde verdaderamente padecio Martirio, y la Ciudad las colocò, sobre pilastras, tambièn halladas, i como al preste sebè. La escripcion de Marti Sacrum Vettilla Paculi, estan las letras reundidas i con yndicio de haber sido de bronze o plata, el sinificado según la Historia; Vetilla Muger de Paculo dedico este Templo al Dios Marte» Mérida y Junio 3 de 1796
Fernando Rodríguez.»
Comentario La lámina está compartimentada en 5 dibujos distintos separados por líneas horizontales y verticales que los enmarcan. Se trata de un collage de distintas piezas dibujadas en ámbitos distintos. Destacamos, en esta ocasión, la representación en planta de la parte superior de los capiteles donde se observan una diferente tipología de grapas metálicas de sujeción de los elementos superiores del orden arquitectónico (grapas rectangulares y con forma de T). La parte derecha de la lámina está ocupada por un dibujo de muy buena calidad de los elementos arquitectónicos del arquitrabe que pertenece al denominado monumento del hornito de Santa Eulalia, situado, en la época de F. Rodríguez y en la actualidad, en la zona exterior de la basílica de Santa Eulalia. Además de la caracterización detallada de las decoraciones arquitectónicas y decorativas del friso, realizada con gran conocimiento de los motivos decorativos romanos, el autor ofrece otros detalles añadidos en relación con la modulación total y parcial de los distintos elementos que componen el entablamento. En este dibujo, al igual que en las descripciones anteriores, se percibe una atención peculiar a la temática técnico-constructiva de estos elementos arquitectónicos, representando, en todos los casos y en asociación con las decoraciones, los elementos empleados para la fijación de las piezas con grapas metálicas. Los frisos y capiteles son representados con bastante exactitud en cuanto a los motivos, aunque no tanto en los pequeños detalles, debido a la dificultad provocada por la profusión y calidad decorativa.
Lámina XXXIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXIV [Catalogación RABASF: A-5924, n.º 7] Fecha original de dibujo: 12 de junio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: 407 X 519 mm Escala: 30 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es planta de un trozo de Camino Romano, llamado de la plata, medido en una corta distancia en que se conoze su ancho, y construcción. Hallandose esta, como un quarto de legua de esta Ciudad, en donde se hallan las dos Columnas demonstradas, de estas, esta una en pie i la otra tendida en el suelo, son de silleria de grano basto, por lo que no se conoze las escripciones que tenian por estas robadas del tiempo; En el siguiente diseño del corte, se demuestra la escripcion que tubieron i refiere la Historia de esta Ciudad; Los demas caminos Romanos, están inperzetibles, por lo enterrados, que por poco resultan en algunos parages; El presente es el que se halla mas entero y dilatado, y el que iba á Salamanca y Zaragoza= Merida 12 de Junio de 1796
Fern.do Rodríguez»
Comentario Planta de un tramo de la vía de la Plata en una zona cercana a la ciudad. Divide el espacio de la vía en tres zonas distintas con bordillos de grandes mampuestos de contención lateral. El interés de esta lámina reside, en nuestra opinión, en la descripción donde F. Rodríguez se atreve con una serie de comentarios y consideraciones muy generales sobre caminos antiguos.
Lámina XXXIV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXV [Catalogación RABASF: A-5941, n.º 24] Fecha original de dibujo: 19 de junio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 719 X 503 mm Escala: 70 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «La presente Planta en solo las lineas con las medidas y operaciones geometricas es la misma que la sombreada N.1 medida con el pie castellano, los gruesos de paredes, banos y demas cuerpos que en los bestigios de los Alzados del plano N. « se demuestra y lo que se adbierte fuera del terrenoMerida y Junio 19 de 1796
Fern.do Rodriguez»
Comentario Este dibujo, es el primero de un lote de tres representaciones del mismo edificio (láminas XXXV, XXXVII, XXXVIII). En este caso, se trata de un estudio preparatorio en tinta fina para la realización de la planimetría de la lámina XXXVII.
Lámina XXXV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXVI [Catalogación RABASF: A-5925, n.º 8] Fecha original de dibujo: 23 de junio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 407 x 527 mm Escala: 10 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Los presentes cortes son del Camino que sale de la Puente de Albarregas, llamado de la plata, El de la letra A. esta mas elevado, por estar en balle, que según la bariedad de altos i bajos del terreno es la elevacion, El de la letra B. es en tierra llana, en dos leguas que lo he seguido no he encontrado englasis u arcantarilla que pudiese notar su construcion, La de los presentes cortes se advierte por muchos parages en que se halla robada y es que abierta la zanja del ancho competente, da principio con una tongada de piedra incierta, siendo la linea lateral de maior manitud, i cubierta esta con tierra apisonada le sigue otra tongada de piedra de menor tamaño retirando hacia dentro las laterales, como se demuestra; Y cubierta esta con tierra apisonada, sigue con este orden hasta azer la lomada, y como medio pie, remata en almendrado, construido de greda, arena, i guijarro menudo, fuertemente apisonado; La escripcion C es una de las que Hubo en este Camino=
Merida y Junio 23 de 1796
Fern.do Rodríguez»
Comentario Composición esquemática de la sección arquitectónica del camino romano visible en la zona de salida del puente sobre el Albarregas y representado en la lámina XXXIV. Destaca la ausencia de detalles sobre la diferencia en las distintas capas de formación de una calzada romana, representados, en este caso, con la misma técnica y casi con las mismas dimensiones de los elementos constructivos en los diferentes niveles de preparación. Sin embargo, en la descripción sí hace referencia expresa a los distintos estratos de composición de la calzada. Resulta muy interesante, finalmente, la distinción entre los caminos en valle y en llano clasificados en los dos sectores de la lámina con las letras A y B. Sobre la inscripción que F. Rodríguez sitúa a la salida del puente, este es el único testimonio que se conoce. Una vez más, se deja guiar por la Historia de la Ciudad de Mérida, donde Moreno de Vargas (1633: 73) transcribe el itinerario Antonino. De este modo inserta, a la salida del puente sobre el Albarregas, el Iter ab Emerita Caesaraugustam, reproduciendo incluso el adverbio latino sic al final de la supuesta inscripción. Hay que tener en cuenta que el objetivo principal de este dibujo es mostrar la configuración de un tramo de calzada romana con sus partes, pero F. Rodríguez pretende, mediante la situación del emplazamiento, añadir un elemento histórico que permita comprender que el itinerario al que conducía la calzada representada es el que unía Mérida con Zaragoza. Con este pretexto, creemos, se toma la licencia de imaginar una inscripción, en lugar de explicar que así está marcado el camino en el Itinerario Antonino.
Lámina XXXVI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXVII [Catalogación RABASF: A-5942, n.º 25] Fecha original de dibujo: 27 de junio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 717 X 498 mm Escala: 60 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Dentro del Cerco de la Ciudad, en una tierra de cultivo, estan los fragmentos de un Templo, con poca parte de el lebantado, en lo que se conoze la prsente planta, Debio ser ricamente adornado de Columnas, oy permaneze una y su Capitel del orden Corinthio, al pie de estas Ruinas, y con indicios de haber otras enterradas. La fabrica de este Edificio, es de manposteria conzertada con mezcla de Cal y arena, y berdugada de ladrillo a ezepcion de los Angulos, Zocalos, Portados y resaltos de pilastra, que son de silleria, Las basas, Columnas, Capiteles, Alquitrave, friso y Cornisa son de marmol, La figura quadrada letra A. debio ser patio, o portico abiero, oy permaneze el pabimento de lastico, somo si en el dia se hubiera echo. Merida 27 de Junio de 1796
Fern.do Rodríguez»
Comentario Corresponde al mismo edificio que las láminas XXXV y XXXVIII. Planimetría con tinta negra del edificio realizado a modo de dibujo preparatorio en la lámina XXXV. Se trata, sin duda, de un edificio singular con seis columnas adyacentes a una fachada de grandes dimensiones que da a un acceso descrito como «patio o pórtico abierto» que, sin embargo, presenta los trazos de indicación de una bóveda de crucero. En este ambiente se abren tres habitaciones laterales sobre ambos lados, las dos en las extremidades con nichos absidados y las centrales con nichos rectangulares. Desde esta zona, se pasa a un espacio de tres naves con pilastras, extraños contrafuertes y columnas en el lado de la nave central. El acceso al mismo se produce mediante un triple acceso enmarcado por pilastras de la misma tipología y dos accesos que comunican directamente con las naves laterales. Al fondo de las mismas dos nichos semicirculares y un ábside con cuatro columnas angulares, de iguales proporciones que la nave central. F. Rodríguez indica, específicamente, la presencia de una sola columna y un capitel visible en su época en este edificio, referencia que plantea una idea reconstructiva absolutamente personal a partir de los escasos elementos existentes. Se detiene puntualmente en la descripción de un opus mixtum con ladrillo y mampostería, descrito en el detalle de su proceso constructivo. Su identificación ha generado abundante bibliografía en la historiografía emeritense (Álvarez 1982; Ayerbe 2005; Fishwich 1995; Hauschild 1976), porque después de que lo dibujara F. Rodríguez, también lo hizo A. de Laborde (Caballero 2004: 109-110). Resulta muy interesante, sin embargo, que A. de Laborde hiciera un dibujo tan parecido al de F. Rodríguez, teniendo en cuenta que, supuestamente, no habría llegado a conocer dicho dibujo. Resulta más curioso, si cabe, que lo llame también templo de Júpiter ya que F. Rodríguez le atribuye esta denominación en base a una supuesta inscripción que copia en la lámina siguiente. Estos interrogantes se responden fácilmente teniendo en cuenta la presencia de A. de Laborde en Mérida junto a Villena y Rodríguez, tal como ha planteado J. Caballero (Caballero 2004: 59-62). F. Rodríguez habría enseñado al joven Laborde este edificio que estaba fuera del «circuito monumental» que usualmente visitaban los estudiosos de las antigüedades y solo conocería alguien autóctono. De hecho, M. de Villena ni siquiera lo menciona ni dibuja y, antes que él, tampoco Valdeflores. Así se explica también que A. de Laborde elija llamarlo templo de Júpiter, tal como lo denomina F. Rodríguez, aunque el francés tiene algunas dudas al respecto (véase comentario de la lámina siguiente). En cualquier caso, la planta dibujada por Laborde, ampliamente difundida, ha intrigado a los investigadores, que se han debatido entre la denominación de templo (Hauschild), basílica (Álvarez Martínez) o incluso sede del Concilium Provinciae (Fishwich). Finalmente, la hipótesis más popular es la que ha dado nombre a este edificio como basílica de Laborde.
Anejos de AEspA LXXIII
LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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Más allá de su denominación, en una intervención arqueológica llevada a cabo en el año 2002 en un solar de la calle Calvario, la arqueóloga Rocío Ayerbe, del Consorcio de la Ciudad Monumental, documenta unos restos cuya planimetría coincide, a grandes rasgos, con el dibujo realizado por Laborde de este edificio (Ayerbe 2005). A pesar de que la excavación solo permitió documentar el límite oriental del edificio, la magnitud de las estructuras, que lo vinculan indudablemente a un gran edificio público fechado en el III d.C., así como la similitud de los restos con el dibujo de Laborde, permiten esbozar la hipótesis de que este edificio fuera el conocido como basílica de Laborde y, por tanto, el mismo que dibuja F. Rodríguez en las láminas XXXV, XXXVII y XXXVIII. La ubicación en la que F. Rodríguez posiciona este edificio «dentro del cerco de la ciudad, en una tierra de cultivo» también encaja con la zona de la actual calle Calvario, que el propio F. Rodríguez encuadra dentro de la ciudad (ver lámina XXVII) y que, con el retraimiento de la población, se convierte en terreno de labor agrícola, tal como atestiguan las fuentes. El punto en el que A. de Laborde sitúa este edificio, dentro del plano de la ciudad de Mérida, también coincide con esta zona de la calle Calvario. Por último, otro dato más que avalaría la hipótesis de R. Ayerbe es la técnica constructiva del edificio dibujado por F. Rodríguez, que, como ya se ha señalado, describe como mixta de mampostería y ladrillo, coincidiendo exactamente con la constatada en la intervención arqueológica.
Lámina XXXVII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXVIII [Catalogación RABASF: A-5943, n.º 26] Fecha original de dibujo: 6 de julio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 500 X 709 mm Escala: 10 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Los presentes Alzados son los actuales bestigios segun se dize del Templo de Jupiter, diseñada su Planta, de lo que he podido Comprehender por lo actualm.te demonstrado y lebantado fuera de la tierra, N 1. La Columna quebrada y Capitel demonstrada, es la que se halla al pie de este arruinado Edificio, de fino marmol, medido con el pie Castellano, partido en doze partes como se demuestra en la Escala; Fue hallada en esta ruina una escripcion, aun que en el dia no he sabido su paradero y en otro escrito copiado de su original dize asi, YOVI. O.M. FLAVIA L.F. RVFINA EMERITENSIS FLAMINICA PROVINCIA LVSITANIAE ITEM COLONIA EMERITENSIS PERPETUA. ET. MVNICIPI SALACIENS. D.D A Jupiter óptimo Maximo. Flavia Rufina Natural de Merida, hija de Lucio, Sacerdotisa maior de la Provincia de Lusitania y Sacerdotisa perpetua de la Colonia de Merida y del Municipio de Alcazar Dosal, Dedicó y donó este Templo= A. B. C. D.
Vestigios de Fachada Vestigios de la pared paralela a la fachada y entrada principal al Templo Vestigios por lo largo del Templo La Columna y Capitel alpi del Edificio=
Merida y Julio 6 de 1796
Fern.do Rodríguez»
Comentario Es el mismo edificio que las láminas XXXV y XXXVII. En la zona superior derecha el autor lo numera con el n.º 2, aludiendo a este en el comentario de la lámina XXXV. En la caracterización de los alzados de los dos dibujos anteriores se evidencia el escaso estado de conservación de las estructuras en tres diferentes secciones arquitectónicas. En la parte inferior de la lámina, se documenta el fragmento de columna y el capitel indicados en la descripción del dibujo anterior. La técnica de representación de los elementos arquitectónicos es idéntica a la que empleo para ilustrar estructuras de la misma tipología. En otras representaciones F. Rodríguez se detiene ampliamente sobre los detalles constructivos de las fábricas y la técnica de los aparejos documentados. En este caso, el autor sustituye la descripción de los restos —caracterizadas por diferentes soluciones arquitectónicas de opus mixtum y opus testaceum— con la transcripción de un interesante epígrafe supuestamente encontrado en el lugar. Sobre la inscripción, dedicada a Júpiter (CIL II 32), F. Rodríguez reconoce no saber su paradero y la copia de «otro escrito copiado del original», de nuevo de la obra de B. Moreno de Vargas (1633: 81). Moreno de Vargas la identifica como procedente de Mérida, y dice copiarla, a su vez, de Resendio, aunque en realidad la inscripción es encontrada en Alcácer do Sal, Portugal.10 De este modo, se genera en la historiografía de Mérida una constante repetición sobre la existencia de este supuesto templo de Júpiter con el único dato de una inscripción que realmente no pertenece a Mérida, aunque nombra una «sacerdotisa de la colonia emeritense». El propio A. de Laborde reconoce que las volutas del capitel que se representa como procedente de este edificio le inclinan a pensar más en un culto a Neptuno, aunque lo nombra como templo de Júpiter (De Laborde 1806-20:114-115), probablemente porque ha conocido este edificio a través de F. Rodríguez, tal como comentábamos en la lámina anterior.
10 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 21112 [Fecha de consulta: 27/11/2013].
Lámina XXXVIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XXXIX [Catalogación RABASF: A-5926, n.º 9] Fecha original de dibujo: 12 de julio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 450 X 570 mm Escala: 5 pies castellanos (inscripciones) y 4 pies castellanos (capitel y basa) Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «A.B. Los dos Cipos sepulcrales cos las presentes escripciones y trofeos C. El Capitel Angular mirado por Angulo D. La planta baja del Capitel E. La parte alta del Abaco, ó tablero del Capitel F. Una Basa G. Planta de la Basa Estas quatro piedras, de las dos escripciones, Basa y Capitel de pilastra Angular, todas de fino marmol, estan en las Casas del Exc.mo Señor Duque de la Roca, medidas con el pie Castellano partido en diez y ocho partes como en las presentes escala se demuestra=
Merida y Julio 12 de 1796
Fern.do Rodríguez»
Comentario La lámina está dividida en dos recuadros para enmarcar las inscripciones, el primero, y el capitel y basa, el segundo. La tipología de la representación de las aras funerarias se modifica respecto a la Lámina XXXII, donde se evidenciaban las cuatro caras del monumento. En este caso, el autor elige un dibujo más sintético, con la documentación de tres caras de las aras y la misma indicación de la modulación de base y cubierta de los mismos. La novedad de la lámina es la modificación de escala que realiza del capitel y la basa de la zona inferior, ampliada respecto a anteriores dibujos. El motivo se debe, probablemente, a la novedad de la forma triangular del capitel, parte de un elemento arquitectónico de esquina y al intento de tratar específicamente las plantas inferior y superior de las piezas con los relativos detalles de unión con grapas metálicas. Al igual que los casos tratados en láminas anteriores (láminas XXXII, XXXIII), restituye los módulos totales y parciales de las diferentes partes que componen los elementos arquitectónicos, con el objetivo de documentar, de la manera más objetiva posible, las piezas en cuestión. En cuanto a las inscripciones, se corresponden con sendas aras funerarias catalogadas como CIL II, 491 la superior11 y CIL II, 505 la inferior, más conocida ésta última como epitafio de Ianuarius. 12 Ambos epígrafes están recogidos por B. Moreno de Vargas (1633: 115, 117), aunque en esta ocasión F. Rodríguez se limita a dibujarlos y no copia la lectura.
11 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 21510 [Fecha de consulta: 16/12/2013]. 12 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 21525 [Fecha de consulta: 16/12/2013].
Lámina XXXIX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XL [Catalogación RABASF: A-5936, n.º 19] Fecha original de dibujo: 20 de julio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, sepia y verdosa sobre papel verjurado Dimensiones: 498 X 713 mm Escala: 60 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Dentro de la Ciudad en los Corrales de unas Casas de morada en la Calle de Vaños, se hallan los Bestigios de este grande edificio manifestandose en el dia lo que la presente planta ocupa de espesor de doze pies de alto, con dos lineas y parte de otra (del quadro) de silleria en las fazes exteriores del Edificio; Y en lo alto de lo q.e oy ay se adbierte los dos ramales de Aqueduto de plomo que ace poco tiempo se hallaron, asi mismo he visto el cauze ó Arcantrilla que se halla a corta distancia y biene de lo alto del Pueblo hasta desaguar en las orillas del rio Guadiana, donde se hallan los fragmentos de varias fabricas, como tambien para fertilizar Gardines. Hay indicios que las Aguas para este edificio benian de la Naumachia por algunos trozos de Aqüedutos q.e se hallan directos auno y otro edificio, y se infiere por el total espesor de el edificio y los barios Aquiedutos, fueron las Term.s aun que en el dia no se adbierte la menor distribucion de sus oficinas, y solo si , la comunicacion de las Aguas sobrantes al cañon mãtro. que por delante del edificio pasa, como está diseñado. La fabrica del espesor total, es de piedra incierta menuda, y mezcla de Cal y Arena muy fuerte; y las faces exteriores de silleria de grande magnitud con grapas de Yerro, en todas las juntas como al presente se demuestra= A. total figura de las Termas ó Conserba B. Cloaca o Cañon mãtro q.e pasa contiguo C. Aquedutos de plomo Merida 20 de Julio de 1796
D. Canbija o deposito de Agua E. Desagüe ala Cloaca del deposito F. Aqüeduto de las Aguas de la Naumachia Fern.do Rodríguez»
Comentario Es el mismo edificio que la lámina XLI. En la esquina superior derecha el autor la marca con el número 1, comenzando una serie de 7 dibujos consecutivos que formarían parte de otro lote de envío a la Real Academia. Se trata de una estructura muy interesante desde distintos puntos de vista. En el aspecto urbanístico y topográfico, resulta difícil situar la misma con exactitud en la zona correspondiente de la ciudad romana, debido a la ausencia de informaciones y evidencias claras para su reconocimiento actual, a pesar de la indicación de termas en la calle Baños (Ayerbe; Barrientos; Palma 2009: 776). 13 En la época de F. Rodríguez el edificio presenta todavía un buen estado de conservación, si es válida la afirmación que «ocupa de espesor de doze pies de alto». Y, en este sentido, sorprende la completa desaparición de este monumento, sin haber dejado otras referencias en la historiografía local. Otra indicación interesante e igualmente oscura en la descripción se refiere al sistema hidráulico vinculado con las estructuras representadas en la planta. El autor indica en el interior del edificio una canalización con bifurcación en forma de V hacía el centro, describiéndola como dos ramales de plomo relativos a un acueducto procedente de la zona del anfiteatro. Los mismos desaguan en una alcantarilla dibujada en la parte inferior de la lámina que procede en dirección al río Guadiana, previo uso para un hipotético riego de jardines. No se describe en el margen derecho de esta representación el depósito de agua de planta rectangular situado igualmente a la derecha del edificio de grandes dimensiones. Se anota simplemente la indicación de «Canbija o deposito de Agua». La atención, en este sentido, se orienta a la caracterización de los canales que se dirigen a este depósito. El primero, indicado con letra E y considerado un desagüe a la cloaca del depósito y el segundo con letra F, un ramal del acueducto procedente de la zona del anfiteatro. Es interesante apreciar
13 Recientemente se han realizado excavaciones arqueológicas en esa zona que plantean la existencia de un complejo termal vinculado con la plataforma oriental del complejo forense emeritense. Sin embargo, los restos documentados no coinciden con la planimetría realizada por F. Rodríguez.
Anejos de AEspA LXXIII
LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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que ambas construcciones, a pesar de indicarse como canales de diferente tipología, se representan de la misma manera, de forma esquemática. No se hace referencia a la conexión hidráulica entre el pequeño depósito y el gran edificio, dibujada con las mismas características de los canales de plomo citados anteriormente. Resulta confusa, además, la referencia a la cloaca citada con la letra B, que, en la parte final de la descripción, se indica como elemento de recogida de las aguas sobrantes de un hipotético complejo monumental interpretado como termas. En nuestra opinión, es probable que, en esta representación, existan algunas confusiones. No está muy clara la procedencia del agua, si sólo de F o también de B, visto que procede de la misma dirección y con las mismas características que F. Por la forma del edificio, la disposición de los canales y la estructura rectangular asociada, podría tratarse de un complejo tipo castellum vinculado con la distribución de agua. La técnica constructiva representada poco se relaciona, además, con las termas, mientras que el empleo de sillería de granito se encuentra en relación con piscinas y castellum en la misma Mérida. Como es habitual en las láminas de F. Rodríguez se contempla una pequeña descripción de las fábricas y de los elementos de detalle de la construcción de la estructura, aunque la misma se representa de forma muy esquemática y repetitiva en los distintos dibujos, como en el caso del almohadillado de la cara vista del edificio.
Lámina XL
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLI [Catalogación RABASF: A-5937, n.º 20] Fecha original de dibujo: 30 de julio 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y sepia sobre papel verjurado Dimensiones: 503 X 721 mm Escala: 60 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Los presentes diseños son cortes consecuentes a la planta N. 1 señalados con las mismas letra ABE, Por una abertura echa p.r el dueño de la Casa inmediata por donde pasa el gran Cañon Mãtro. o Arcantarilla entre a reconozer bien por menudo, su fabrica y abiendo visto la comunicación de otros que desaguan en el, me entré por el Arco S. y siguiendo su curso encontré su paradero en un muro de sillería P. y es el deposito q.e se alla separado del principal Edificio, y no habiendo encontrado en este trozo de Arcantarilla p.r donde le pudiese entrar las Aguas, que regularm.te serian del mismo deposito que recibia las que benian de la Naumachia; Pasé a reconozer y medir, la fabrica de estas obras de Arcantarillado las que están cubiertas de tierra como cinco pies de altura desde el Antiguo piso de las Calles, y solo se descubre fuera de la tierra el espesor del edificio principal y el de el deposito, como tambien las carreras de sillares que seben sus lechos en la superficie del terreno que oy esiste, con mas dos iladas de silleria de distinto almoadillado, y se demuestra en la parte de Alzado. Esplicacion p.r partes y sus medidasA. Conte por el espesor del prãl. Edificio B. Corte del Cañon mãtro. o Arcantarilla C. Alzado del piso Antiguo arriba D. Arca ó deposito separado del prãl. Edificio E. corte de un trozo de Arcantarilla F. corte del cañon mãtro. por lo ancho Merida y Julio 30 de 1796
G. H. I. J. M. N.
Suelo de la Arcantarilla de Sillares pasants Carrera de Sillares donde Vaten las Aguas manposteria de piedra incierta y boveda grueso de la Boveda y de dobelas una torta de lastico de piedra menuda y cal Enpedrado Antiguo de pedernal de gran tamaño Fern.do Rodriguez»
Comentario Se trata del mismo edificio que la lámina XL. El autor lo marca en la esquina superior derecha con el n.º 2. Las secciones arquitectónicas presentadas en esta lámina deberían facilitar la comprensión de este complejo monumental. Sin embargo, en nuestra opinión, complican más las problemáticas que se han citado en los comentarios de la lámina anterior, descartando, muy probablemente, la idea de que se trate de unas termas. Se trata de tres secciones muy complejas que intentan explicar una serie de elementos que caracterizan las construcciones de la planta anterior. En la sección A, la que se encuentra en la parte central de la lámina, se representa una estructura maciza de hormigón entre los sillares de granito de los paramentos exteriores, elemento que indicaría, de forma contundente, que el nivel de uso del edificio se encontraba en un punto más alto, no conservado y visible a finales del siglo xviii. En la misma sección, en cambio, el pequeño depósito de agua presenta la evidencia de un estanque revestido con mortero hidráulico en la base y en sus paredes, situado a una cota evidentemente más baja respecto a la estructura adyacente. En la zona entre ambas estructuras desaparece el canal dibujado en la lámina anterior, evidenciándose exclusivamente un hipotético elemento de subestructura. En la sección indicada con la letra B se reproduce un montaje arquitectónico que no abarca solamente el punto donde pasa la línea hipotética del perfil, sino la totalidad de las estructuras conservadas en ese tramo, proponiendo una sección de dos puntos de vista distintos; el del canal y el de las estructuras situadas más atrás. En este sentido, se trata de una fórmula original para ofrecer el mayor número posible de informaciones sobre los restos conservados. Se observa, en primer lugar, la entidad de los mismos y el buen estado de conservación del monumento. En segundo lugar, el dibujo es muy rico de detalles arquitectónicos de gran interés. Por ejemplo, se asocian a la canalización una serie muy detallada de elementos constructivos que la componen y que, además, se numeran específicamente ofreciendo las medidas exactas de las distintas partes.
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Se observa el tubo de plomo indicado en la planta anterior que aquí, aparece claramente a una cota muy inferior que había que trasladar al interior del hormigón del gran edificio. Se caracterizan los elementos de la bóveda que cubría el canal y el gran empedrado situado entre el mismo canal y el resto del edificio que probablemente correspondería, en nuestra opinión, a una calzada entre ambas construcciones. En el resto de la sección, el alzado con un almohadillado de doble tipología y los restos de opus caementicium representado también en la sección central A. En el espacio entre el edifico rectangular más pequeño y el principal se propone con otro tipo de caracterización gráfica para la subestructura intermedia y un elemento superior que es difícil interpretar como el canal visible en la planimetría de la lámina anterior. La sección de la parte superior indicada con la letra E reconstruye el detalle del depósito y la relación con el tramo de acueducto que permitía la entrada de agua en la estructura. De manera contradictoria, se representa ahora con una pendiente contraria a la que, normalmente debería tener para la correcta traída de agua. En este caso, se esquematiza el tipo de construcción por tongadas regulares de hormigón realizado en relación con la sillería de granito; la tipología del canal de traída de aguas limpias, idéntico a la supuesta cloaca, y un canal abovedado indicado con F. Existe en la descripción otra indicación peculiar respecto al hecho que el mismo F. Rodríguez se metiera en el canal, encontrándose con el muro de delimitación del pequeño depósito, sin encontrar e indicar canalizaciones de comunicación con el resto del canal.
Lámina XLI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLII [Catalogación RABASF: A-5939, n.º 22] Fecha original de dibujo: 6 de agosto de 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 718 X 500 mm Escala: 30 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Dos leguas de la Ciudad, en los Montes de ella, está este Edificio con mucha parte de el entero, que por su estraña distribucion, lo reducido de las oficinas, los Aüeductos de Agua que entraban en el, y los muchos respiraderos o desaogaderos de humo que tienen las Bobedas, da yndicios de haber sido para Purificar o fundir Metales. Como un quarto de legua distante del Edificio, está una charca, con muro Antiguo ya arruinado, y de esta salia una cañeria conduciendo las Aguas aun estanque circular, cubierto con media Naranja, está inmediato al edificio y de este surtia las Aguas aun deposito mui reducido, dentro del mismo edificio, Oy permanece, lo mismo en este deposito, como en el estanque, el reboco de dos dedos de grueso por la parte del Agua, de Cal y ladrillo quebrantado; La fabrica del Edificio es de fuertisima mezcla de Cal y Arena, Una hilada de sillarejo y otra de ladrillo, Como en los cortes se demuestra= A. B. C. D. E. F.
principal edificio pieza adornada su boveda con casetones de estuco piezas yndependientes con Boveda de Arista Repuesto o deposito de Agua dentro del edificio Estanque Aqueduto que biene de una Charca distante un quarto de legua
Merida y Ag.to 6 de 1796
Fernando Rodríguez»
Comentario Forma parte, junto con las láminas XLIII y XLIV de un lote de tres dibujos sobre el mismo edificio. El autor marca este con el número 3 en la esquina superior derecha. Resulta extremadamente difícil encontrar una localización topográfica para este singular edificio. En esta planimetría se aprecia de forma clara un triple cuerpo de fábrica que da acceso a una serie de tres espacios, los primeros dos de planta circular y el tercero de planta semicircular. En las extremidades del segundo espacio circular se abren a la derecha y a la izquierda sendas habitaciones de planta distinta: con forma absidada la de la izquierda y de planta rectangular la de la derecha. Esta última, además, aparece conectada mediante un canal a un depósito de agua igualmente de planta circular que se abastece, según F. Rodríguez, en «una charca distante un cuarto de legua». El depósito y la habitación contigua aparecen pavimentados con mortero hidráulico. En el estado actual del conocimiento sobre el territorio cercano de Mérida en época romana resulta complicado orientar una hipótesis clara hacía estos restos que, además, aparecen en la lámina XLIV en un óptimo estado de conservación. En el plano representado se indican una serie de espacios abovedados que se dibujan con detalle en la misma lámina XLIV. Un dato interesante en la descripción que el autor hace de estas bóvedas se refiere a una serie de orificios situados en los mismos sistemas de cubierta que interpreta como «respiraderos o desaogaderos» para la evacuación de humos de una posible instalación industrial dedicada a la fundición de metales. Sin embargo, visto el desconocimiento que se tiene del edificio, resulta muy complejo avalar las indicaciones de nuestro dibujante. En este mismo plano, en el cuerpo de fábrica inferior, indica dos habitaciones abovedadas con un sistema que denomina «de arista», tratándose, muy probablemente, por el tipo de indicación gráfica, de una bóveda de crucería.
Lámina XLII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLIII [Catalogación RABASF: A-5938, n.º 21] Fecha original de dibujo: 10 de agosto de 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 714 X 500 mm Escala: 30 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es la planta de solo las lineas consecuente con la sombreada, N. 3., con demonstracion de sus medidas; El aqueduto que entra en el estanque Circular y biene de una Charca construida por los Romanos, Un quarto de legua distante del edificio; es de caños de barro, de un pie de diametro, como se adbiere en el mismo estanque biene por debajo de tierra y como doscientos sesenta pasos en su curso , ay fragmentos de otro estanque Circular de Veinte y quatro pies de diametro por la parte de adentro que por estar solo descubierto por la superficie del terreno y lleno de tierra no se adbierte la entrada de Aguas en el ni los ramales de Aquedutos que de el salian. Su fabrica es de piedra menuda de Naranja abajo y mezcla de Cal, construido en cajones de Madera Merida y Ag. to 10 de 1796
Fern.do Rodriguez»
Comentario Forma parte del lote de tres dibujos sobre el mismo edificio. Aunque el autor lo marca con el número 3, hace alusión en el texto al dibujo ya marcado con ese número. Esta repetición de números se debe a la intención de hacer constar que es el mismo dibujo (en línea). Dibujo sin sombreado idéntico a la planimetría de la lámina anterior. Se diferencia por la indicación sistemática de todas las medidas de las partes y estructuras que componen este edificio. Resulta interesante, en el pie de lámina de la parte inferior del dibujo, la descripción muy detallada de la fábrica de los canales que abastecen de agua el depósito y el mismo edificio. Se refiere, una vez más, a la charca que alimentaba el canal y a «otro estanque circular» cuya referencia poco exacta respecto al conjunto «por la parte de adentro» no permite una relación directa con el edificio representado.
Lámina XLIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLIV [Catalogación RABASF: A-5940, n.º 23] Fecha original de dibujo: 23 de agosto de 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 714 X 510 mm Escala: 30 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Los presentes diseños son los cortes y estado actual del Edificio Romano, conseqüente a la planta N. 3; Se halla en los Montes de esta Ciudad, dos leguas distante de ella y la parte del Norte; Inmediato á este edificio debio aber mucha abitacion, conociendose los muchos fragmentos que solo seben enparte por la superficie de terreno, (lo que no se puede ajuiciar), Todo aquel sitio está lleno de ruinas de ladrillo, tejas, tablillas de marmol y trozos de Aqüedutos= O. P. S. Q. R.
Corte por la Linea O. de la planta Corte por la linea P. de la planta Corte por lo largo del edificio El estanque Trozos de la Boveda que cubria el estanque
Merida y Ag.to 23 de 1796
Fern.do Rodriguez»
Comentario Es el mismo edificio que las láminas XLII y XLIII. El autor lo numera en la esquina superior derecha con el número 4, que corresponde al lote. A raíz de la representación que hace de los alzados del conjunto monumental presentado en las dos láminas anteriores, es posible imaginar un edificio en un estado de conservación muy bueno, con la totalidad de los espacios visibles en sus alzados hasta los niveles de cubierta. Es posible apreciar los orificios en las bóvedas, explicados en la descripción de la primera lámina dedicada a este complejo y una serie de elementos que nos indican con precisión el tipo de técnica edilicia usada en la construcción del edificio. Se trata de un opus mixtum con abundante empleo de ladrillo en una modulación de tongada de opus testaceum poco o nada usual en la arquitectura romana y totalmente ausente en el panorama constructivo de Augusta Emerita, así como la forma misma de los sistemas de abovedamiento. En la zona central del espacio de acceso se aprecia un complejo «soffitto a cassettoni» colocado sobre la puerta en una solución más bien original. F. Rodríguez, en este caso, ofrece, en la descripción, informaciones complementarias sobre los terrenos cercanos al complejo monumental, indicando la presencia de numerosos otros restos arqueológicos fragmentados que lo inducen a pensar en la presencia de otras numerosas habitaciones. Teniendo en cuenta los tres dibujos sobre este edificio, es necesario anotar que la entidad y las características de los restos, podrían pertenecer a un conjunto termal asociado a una gran villa extraurbana. La planta dibujada tiene un paralelo en el propio territorio emeritense en estructuras asociadas a villas de grandes dimensiones, como por ejemplo la Cocosa o Torre Águila (Cordero 2013: 138-142, 199-202) que, sin embargo, permanecen demasiado alejadas de las indicaciones topográficas que ofrece F. Rodríguez.
Lámina XLIV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLV [Catalogación RABASF: A-5963, n.º 46] Fecha original de dibujo: 10 de septiembre de 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 500 X 1313 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Para demonstrar con Claridad y exactitud la Construción de este hermoso Edificio de Aqueduto Romano, Los Angulos, y la terminacion de los Arcos, conforme va perdiendo la altura en el declibe del terreno; He tenido abien, dilatar el presente diseño en lo que mas Visible se halla adbirtiendose que las Aguas que este Aqueduto conducian a esta Ciudad, fueron de la Charca ó Lago de Proserpina, tres quartos de legua distante de dha Ciudad y que su curso, és de Cinco quartos de legua, por los muchos recobecos que haze, buscando la suabidad del terreno por ser este, muy desigual y montuoso, de Cerros y balles; Siendo todo este edificio de igual fabrica, ala que al presente se demuestra= A. B. C. D.
Planta del Edificio Alzado del Edificio Corte y grueso con la deminucion del estribo Camino R,l
Merida y Sep.bre 10 de 1796
Fern.do Rodriguez»
Comentario Se trata de la primera de una serie de dos láminas dedicadas a la representación gráfica del «acueducto de los Milagros». Como observa el mismo F. Rodríguez, en la parte superior relativa a una breve descripción, se observa una dilatación planimétrica, debido a la voluntad de insertar en la imagen la mayor parte de las estructuras existentes. En el caso de la planimetría se aprecia un ligero cambio de tendencia respecto a su método recurrente de repetición simétrica de los diferentes elementos compositivos de un edificio. Si, desde el punto de vista general, en las láminas analizadas el autor se inclina por la esquematización de la composición, en este caso se observa una atención mayor en la representación de la planta de los pilares del acueducto. En síntesis, se perciben ligeras diferencias entre los pilares (dimensiones y planimetría distintas), debido a la voluntad de representar de manera fiel, la realidad de la construcción del acueducto. Sin embargo, la esquematización compositiva vuelve de manera evidente en el perfil situado en la parte superior de la lámina, orientado a la comprensión de las diferentes técnicas constructivas que caracterizan el conjunto: sillería almohadillada, sillarejo y ladrillo. En la parte superior de los arcos del último orden F. Rodríguez intenta una reconstrucción de la conducción de aguas que caracteriza en la sección arquitectónica situada en la extremidad superior derecha de la lámina. La descripción presente en esta imagen del acueducto resulta interesante, en nuestra opinión, por las observaciones en relación con el recorrido de los Milagros, su captación en la charca de Proserpina y las indicaciones de carácter topográfico sobre su construcción siguiendo los desniveles naturales del terreno.
Lámina XLV
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLVI [Catalogación RABASF: A-5964, n.º 47] Fecha original de dibujo: 10 de septiembre de 1796 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 500 X 1375 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Plano en solo las lineas, consequente del N.5 con demonstracion de sus medidas= Por la R.l Academia de S. n Fern.do Merida y Oct. 6 de 1796
Fern.do Rodriguez»
Comentario El autor marca el dibujo en su esquina superior derecha con el número 6 y alude en el texto al número 5 (lámina XLV), del que es plano esquemático. Dibujo esquemático a tinta fina de idéntica composición que el anterior en el que se insertan una serie de medidas relativas a las diferentes partes del acueducto de los Milagros y, sobre todo, a los pilares de diferentes planimetrías.
Lámina XLVI
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLVII [Catalogación RABASF: A-5965, n.º 48] Fecha original de dibujo: 6 de febrero de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 715 X 982 mm Escala: 70 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es el Aqüeduto Antiguo de los Romanos, que conducia las Aguas a la Neomachia, Teatro y Termas, y aun que en el dia se alla muy arruinado, se demuestra por muchas partes, su total fabrica por lo he tenido abien, copiarlo como entero con las mas exactas medidas que se adbierten. Aeste Aqüeduto le entraba otros ramales de Agua, traidas de un sitio llamado el Borbollon y Navilla, tres Leguas distante de esta por Aqüeduto la maior parte soterrado y de excelente construcion correspondiente al actual diseño. A. B. C. D. E. F. G.
Planta Alzado Corte El Aqueduto de argamasado Arcas o registros Manposteria depiedra incierta Un enrras de Argamasado sobre la dha. y Arcos-
Merida 6 de Feb.º de 1797
Fern.do Rodríguez»
Comentario Al igual que la lámina XLV, resultan más interesantes las observaciones sobre el recorrido del acueducto de San Lázaro (el autor no nombra todavía el edificio con la denominación actual) y la presencia de un ramal del que F. Rodríguez conoce también el estado de conservación de las fábricas. Desde el punto de vista de la composición se aprecia una operación curiosa. Avisa al lector del método empleado en la representación, anotando que los restos se hallan muy arruinados y que él mismo realiza una operación reconstructiva de la totalidad del edificio. Por el análisis que se ha realizado de todas las láminas del emeritense, sabemos que se trata de un recurso frecuente empleado por F.R. en demasiadas ocasiones. Es evidente que, sin un análisis atento, podría hacernos creer que el resto de representaciones en las que no avisa de su intento reconstructivo se basarían en una ilustración fidedigna de la realidad conservada de los edificios. La composición de esta lámina es muy parecida a las anteriores sobre el acueducto de los Milagros, a pesar de que, en este caso, el autor vuelve a la esquematización de las planimetrías de los pilares del acueducto. Una vez más, en el perfil superior de la lámina, se observa una ulterior esquematización entre las diferentes técnicas constructivas empleadas en el conjunto arquitectónico: sillería almohadillada, sillarejo y ladrillo.
Lámina XLVII
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLVIII [Catalogación RABASF: A-5930, n.º 13] Fecha original de dibujo: 2 de marzo de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra y gris sobre papel verjurado Dimensiones: 503 X 721 mm Escala: 30 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «A trescientos pasos distante del Muro Antiguo de esta Ciudad i a la parte meridional en una tierra de cultibo llamada del Vulgo, la Suerte de los Bodegones, se allan estos monumentos de Romanos. Infierese haber sido sepulcros; Los cinco diseñados se hallan enteros, y bien conserbados; Separados de estos ay otros siete independientes unos de otros como el de la letra C. ya arruinadas sus bobedas, Y lo mas singular que toda su fabrica de Pilastras, paredes, Arcos y Bobedas son de Argamasado menudo, aezecpcion alguna piedra angular, en lo exterior y portada que se adbierte alguna silleria; Permaneciendo en el dia, por lo interior algunos pedazos del reboco, tan duro y lustroso que parece un fino Jaspe. A. Planta de Cinco Sepulcros contiguos B. Corte de los Cinco Sepulcros C. Planta de uno de los demas Sepulcros= Merida y Marzo 2 del 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor nos indica, en la descripción, la posición casi exacta de estos edificios interpretados como sepulcros en batería. Define minuciosamente el estado de conservación de los cinco edificios conservados en su época y asocia a los mismos otros realizados de forma independiente, con planimetría rectangular muy sencilla, probablemente los que, en la actualidad, se conservan en la zona funeraria acondicionada en las proximidades de la denominada casa del Mitreo. F. Rodríguez describe muy atentamente la fábrica y la técnica constructiva de las estructuras, caracterizadas por el abundante empleo de opus caementicium (definido «argamasado menudo»). Observa la tipología de los elementos angulares, fundamentales en la estática de la construcción de estos edificios, y las diferencias en los materiales utilizados. La intención evidente de la composición es la de crear una lámina con un pequeño cuadro tipológico de estos sepulcros, sus diferencias dimensionales y planimétricas. Resulta difícil establecer si, efectivamente, todos ellos se encontraban en un mismo contexto y construidos en batería o pertenecían a lugares distintos. La presencia del detalle grafico en color gris representando los vertidos de hormigón que une los edificios en serie, los contrafuertes externos y la estructura que figura de manera aislada en la parte inferior derecha, no constituye un elemento evidente para plantear la pertenencia a un contexto funerario único. Puede tratarse de otra interpretación de F.R con el objetivo de ilustrar los tipos distintos de sepulcros existentes en Mérida. En la parte superior derecha de la lámina, un extraño y esquemático perfil de la fachada de estos edificios. Las estructuras se corresponden con los conocidos popularmente como cueva del Latero o bodegones. Las últimas intervenciones en ellos evidencian una correspondencia bastante similar tanto en la planta dibujada por F. Rodríguez como en su interpretación (Márquez 2007: 333-354) lo que pone de manifiesto, una vez más, su interés por situar en su contexto histórico los edificios que dibuja. En este sentido, el dibujante, además de atender a la tradición popular, utiliza como guía como ya se ha comentado en varios ejemplos, la Historia de la Ciudad de Mérida de Moreno de Vargas (1633: 106-107).
Lámina XLVIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina XLIX [Catalogación RABASF: A-5933, n.º 16] Fecha original de dibujo: 13 de marzo de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, azulada y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 500 X 722 mm Escala: 40 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «La fortaleza del tiempo de los Moros llamada oy el Combentual, son lo muros, torreones, idemas que se compone el Cerco, siendo este de silleria de los arruinados edificios romanos, como lo indica las inumerables i diversas piedras, ya Cornisas, ya Capiteles, Escripciones, dobelas de Arco, Almohadillados, y diferentes cortes muy singulares, trozos de Columna i pilastra de marmol; El presente diseño es un edificio quasi del todo conserbado, que se alla dentro del recinto de la espresada fortaleza, y aun que en el Semblante da indicios de ser Morisco, no deja de ser digno de copiarse por su rareza, no hostante que es compuesto de Romano, Godo y Moro, pues en el se halla sus primeros fundamentos en parte ser de Romanos, unido al muro antiguo donde baña el rio Guadiana; Las entradas tanto janbas, como dinteles, son pilastras de marmol figurando figurando en ellas su basa y Capitel y lo demas con barios i rediculos adornos; su magnitud es de dos pie en quadro por ocho de alto, pero la Construcion del todo del edificio, es de Moros con las mas disformes piedras de las ruinas Romanas; fue elogiado por nro. Monarca al entrar i bajar hasta el Agua por las grandes escaleras que se demuestran. A. B. C. D. E. F. G. H.
Planta baja, soterrada Planta Alta, fuera de la Superficie del terreno Pozo de Agua q.e le entra del rio Maquina para subir las Aguas Estanque sobre los Vanos de escalera Espesor que recibe el estanque Muro Antiguo donde baña el rio Un Salon de recreo, con estufa
Merida y Marzo 13 de 1797
Fern.do Rodriguez»
Comentario El autor marca la lámina con el número 1 en su esquina superior derecha. Es el mismo edificio que la lámina L. Además de la composición, en la que se concentra la complejidad de la planimetría por plantas diferenciadas de este edificio singular situado en el interior de la alcazaba de Mérida, es necesario destacar algunos elementos de la descripción. Es, probablemente, la primera vez que en Mérida se realizan observaciones de carácter estratigráfico sobre estas estructuras. F. Rodríguez comprende, bajo varios puntos de vista, la superposición estructural de restos pertenecientes a época romana a los «Godos» y «Moros», distinguiendo, además, elementos estilísticos de estas intervenciones en los «barios y rediculos adornos» presentes, fruto de ese pastiche de épocas diferentes. Un elemento de interés de esta lámina se relaciona con la técnica empleada en la práctica del dibujo. Por los restos no borrados en los folios es posible establecer que el autor procedía por un sistema de triangulaciones a escala, perceptibles en muchos cruces de segmentos realizados con compás.
Lámina XLIX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina L [Catalogación RABASF: A-5934, n.º 17] Fecha original de dibujo: 23 de marzo de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, azulada y sepia sobre papel verjurado Dimensiones: 501 X 722 mm Escala: 40 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es Corte por lo largo del Edificio dentro de la fortaleza del Combentual y consequente a la Planta N. 1 en el que al presente se demuestra las alturas que se adbierten por la Escala. A. B. C. D. E. F.
pozo de Aguas q.e le entran del Rio Cilindro hueco por donde sube el Agua Un estanque sobre las dos Escaleras Entrada al Edificio Soterrado y pozo Una sala con estufa, sin Cubierto Terraplenes
Merida y Marzo 23 de 1797
Fern.do Rodriguez»
Comentario El autor lo marca con el número 2 en la esquina superior derecha. Es el mismo edificio que las láminas XLIX (a la que alude en el texto, marcada con el número 1) y LI. Se trata de la sección arquitectónica muy esquemática de las planimetrías anteriores. Esta representación resume la anterior de M. Villena, realizada con más precisión de detalles y vinculación con la realidad arquitectónica de los restos y de la situación topográfica de pertenencia del conjunto monumental en el interior de la alcazaba.
Lámina L
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LI [Catalogación RABASF: A-5935, n.º 18] Fecha original de dibujo: 10 de abril de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, y sepia sobre papel verjurado Dimensiones: 500 X 721 mm Escala: 40 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño son Cortes, por lo ancho del Edificio todo de Silleria, dentro de la fortaleza del Combentual, y consiguiente a la planta N. 1 en que se demuestra las Pilastras Goticas de marmol y un gran Capitel Romano sobre una de ellas imaior que las demas, Sosteniendo esta un tablero de Silleria y enrras endonde apoyan los enteros que Cubren las dos Rampas de Escalera. A. Corte Visto por la subida de las EscalerasB. Corte Visto por la bajada de las EscalerasMerida y Abril 10 de 1797
Fern.do Rodriguez»
Comentario El autor lo marca en la esquina superior derecha con el número 3, haciendo alusión en el texto a la planta n.º 1 (lámina XLIX). Se trata de otra sección arquitectónica esquemática del mismo edificio representado en las dos anteriores láminas, con la inserción de un punto de vista para la ilustración de los diferentes elementos arquitectónicos y decorativos presentes en la estructura. Resulta evidente que, en este caso, la sección representada se aleja ligeramente de los modelos analizados en las anteriores ilustraciones. F. Rodríguez propone el levantamiento de un edificio que no puede corresponder, sin duda, con las estructuras conservadas en su época. La mayor novedad es, sin embargo, la superposición de una nueva perspectiva con la doble vista de dos arcos de entrada y salida a la rampa, colocando en posición central dintel y capitel reutilizados para que se contemple la mayor cantidad de informaciones posibles. Es probable que el autor haya aprendido estos detalles de su maestro M. Villena y de la serie de dibujos sintéticos del portugués. Este último, intenta concentrar siempre en una visión única de la ilustración el mayor número posible de datos sobre el edificio representado.
Lámina LI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LII [Catalogación RABASF: A-5931, n.º 14] Fecha original de dibujo: 23 de abril de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 494 X 712 mm Escala: 80 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño son dos edificios Contiguos que se hallan a la orilla del rio Guadiana y aun entrado en el Agua, estan quasi del todo arruinados, conoziendose haber sido mucho maiores en oficinas por los fragmentos que de ellos sigue por devajo de un barrancon de tiera, Lo que al presente sebé descubierto, dá indicios de haber sido el uno Alfareria y el otro adoveria, por los muchos pedazos de basijas de varro blanquezino, tan duro y campanil al sonido que pareze metal; Y en el otro se demuestran los Nogues o pilones rebocados con una mezcla durísima y roja, tan permanente que parece ser del dia; La fabrica de las paredes es de manposteria de piedra incierta con berdugada de ladrillo de un quarto de pie de grueso, y los estanques y pilones es de Argamasado menudo. A. Planta del edificio de Alfareria lo q.e al presente esta descubierto B. Planta del Edificio de Adoveria y lo que se halla descubierto C. Estanque de Agua sobrantes de las termas D. Oficina de hornos E. Estanques estucados donde se aparejaba el Varro Merida y Abril 23 de 1797
F. G. H. Y. S.
El muro que sigue la margen de rio Guadiana Rampa entre los dos edificios para bajar al rio Gran patio con un pozo Noques o pilones estucados Surtido de Aguas tomadas del rio por medio de una llabe L. oficina de Curtir Fern.do Rodríguez»
Comentario El autor marca el dibujo con el número 1 en la zona inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Es el mismo edificio que la lámina LIII, marcada con el número 2. Se trata de dos edificios que en la actualidad están desaparecidos. Según las indicaciones de F. Rodríguez debería encontrarse ya en su época en estado de ruinas, en las proximidades del río Guadiana. Sin embargo, el autor levanta dos planimetrías con grandes detalles en la distribución de los espacios y, en la lámina sucesiva, incluye los alzados de las estructuras que denotan todavía un discreto estado de conservación. En la explicación de las distintas partes que componen ambos edificios industriales se especifican una serie de ambientes de cierta complejidad interpretados como estructuras vinculadas con la producción alfarera en general, «Alfareria» y «Adoveria». Esta lámina ha sido comentada recientemente en dos casos. En un primero, se recupera la hipótesis de un centro de producción cerámica (Alba 2011: 345-364), mientras que, en el segundo caso, tras un análisis de la tipología y funcionalidad de los espacios se plantea la posibilidad de que se trae de dos edificios independientes pero con funciones accesorias y por ello contiguos: una fullonica y una oficina infectoriae; es decir, donde se lavan y tratan los tejidos y donde se tiñen, respectivamente (Bustamante 2013: 113-118). Esta composición, lejos de la interpretación que se le quiera dar a los edificios, constituye un elemento de gran interés en la idea general y global de documentación del patrimonio arqueológico emeritense por parte de F. Rodríguez Este autor no realiza una selección de aquellos conjuntos arquitectónicos en mejor estado de conservación, sino que intenta presentar a la Real Academia de Bellas Artes un panorama lo más completo posible de los restos de su ciudad, desde los monumentos más conocidos hasta las instalaciones industriales. En ese afán por enviar continuamente láminas a Madrid, como se ha reseñado en el capítulo inicial, debido fundamentalmente a una cuestión económica, F. Rodríguez nos ha dejado el panorama más completo posible de representaciones gráficas de la Mérida romana en el siglo xviii.
Lámina LII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LIII [Catalogación RABASF: A-5932, n.º 15] Fecha original de dibujo: 5 de mayo de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris y sepia y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 496 X 715 mm Escala: 80 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño son cortes consequentes a la planta N.1 de Alfarerias y adoverias según se hallan actualmente. 1. 2. 3. 4. 5. 6.
por la Linea de puntos N.1 en la planta Corte yden por la linea N.2 Corte mirado a izquierda por la linea N.3 Corte mirado a derecha por la linea N.4 Corte mirado a izquierda por la linea N.5 Corte mirado a derecha por la linea N.6
N.2 Merida y Mayo 5 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor marca el dibujo con el número 2 en la esquina inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Es la segunda lámina del lote sobre los mismos edificios junto con la lámina LII, marcada con el número 1, en cuyo comentario se habla sobre la funcionalidad de estos edificios. No sabemos si las secciones arquitectónicas de esta composición corresponden realmente a lo que se conservaba de las estructuras, definidas como muy arruinados por el mismo autor en la lámina anterior. En el caso de que se tratara de la documentación real de los restos existentes, el interés de la representación reside en los datos aportados sobre la técnica edilicia, detallados en la descripción anterior (fábrica de mampostería de piedra incerta con verdugadas de ladrillo de un quarto de pie de grueso y los estanques y pilones de argamasado menudo) y, sin embargo, representados en las secciones de manera excesivamente esquemática.
Lámina LIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LIV [Catalogación RABASF: A-5948, n.º 31] Fecha original de dibujo: 15 de mayo de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, azulada y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 726 X 494 mm Escala: 80 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Tres leguas de esta Ciudad de Merida en la Villa de Alange, ala parte de lebante coo 800 pasos de dha Villa, está este sumptuoso Edificio de Baños, los que se hallan las dos Cupulas del todo enteras y las demas oficinas se hallan como se demuestran en los cortes conseqüentes ala presente planta. La posicion de este edificio es, ala parte de medio dia de un dilatado y encumbrado cerro bastante petroso, yala distancia de 115 pies del origen del copioso ipermanente manadero, letra D las que serbian sus Aguas a los expresados Baños y da inicios los encañados de plomo q.e poco tiempo hace se han encontrado en direccion entre el edificio y manadero. Son tan calientes esta agua, en todo tiempo que parece salde del fuego pero apoco de sacadas se pone fria. Son inumerables los achacosos, de muchas partes de la Provincia que acuden a tomar Baños con esperiencia de un efecto prodigioso, como lo testifican los fisicos facultatibos de Medicina, aun q.e las proporciones son mal comodas por estar dha. fuente a la inclemencia baliendose de Chozas provisionales p.a inpedir el ambiente que tanto daña a los pacientes. Todo el edificio es de manposteria de piedra incierta, con excelente mezcla de Cal y Arena Y lo mas singular es, que las bovedas, Arcos, Cornisas, y medias Naranjas, son de lanchas de guijarro amanera de ladrillo, tan ricam.te construido que parece haberse hecho a torno. A. B. C. D. E. F. G.
Los dos Vaños o Cupulas Oficinas contiguas a los Vaños Crugias o transitos Manadero de las Aguas, de obra de Romanos Estanque de obra moderna, donde oy se toman los Vaños Encañados de plomo dirigidos a los Baños Cerro petroso y montuoso sobre el manadero
Merida y Mayo 15 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario Forma parte, junto con las láminas LV y LVI, de un lote de tres ilustraciones sobre las termas de Alange. En esta lámina destacan la descripción de los beneficios de las aguas termales; la composición, con la planimetría de las termas en la parte inferior; la indicación del manantial en la parte superior y las canalizaciones que traían aguas a los baños. El elemento curioso se encuentra en la representación de una zona en la parte superior de la composición en la que el autor quiere resumir las características principales del paisaje adyacente a las termas (un «encumbrado cerro bastante petroso») y, sobre todo, un punto topográfico posible para la localización del manantial. Esta forma de contextualizar los restos con el paisaje cercano no es nueva en las ilustraciones de F. Rodríguez y hemos podido señalar el mismo afán de posicionamiento de las ruinas en el territorio en otras láminas anteriores como por ejemplo la XIX, XX, XXVI, XXVII y XXXI. En este sentido, otro elemento de interés, se relaciona con la indicación del norte por segunda vez en sus dibujos, con el objetivo de orientar el contexto topográfico. En esta representación F. Rodríguez propone la existencia de dos espacios construidos lateralmente respecto a las salas de planta circular que, en un repaso de la bibliografía sobre las termas de Alange y las ilustraciones antiguas realizadas (Álvarez 1972; Calero y Carmona 2008) no aparecen como elemento asociado al complejo arquitectónico. Sin embargo, es necesario indicar aquí, una vez más, la relación con el dibujo de M. Villena Moziño, en el que aparecen los restos de otras construcciones que, evidentemente, nuestro autor toma como referencia para la recreación de las salas rectangulares en las zonas laterales.
Lámina LIV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LV [Catalogación RABASF: A-5950, n.º 33] Fecha original de dibujo: 20 de mayo de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, sepia y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 490 X 707 mm Escala: 80 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es corte por la linea de puntos N.1 en la planta, en que se demuestra el estado actual, del edificio, el declive del terreno, estanque, la cambija o Arca en el manadero, y Cerro que da una copiosa porcion de Agua gruesa y Caliente que se conducian esta a los Baños por condutos de plomo; Se adbierte aber sido uno mas adornado que otro por las pinturas de color celeste que permaneze en una de las medias naranjas y es dable fuese uno para Hombres y otro para Mugeres, amanera de los hubo en Roma; En la pared de una Hermita contigua a este Edificio está una piedra de marmol amanera de pedesta, con la escripcion que se demuestra letra H. A. B. C. D.
Corte del esta actual de uno de los Baños Declive del terreno idistancia entre el manadero y los Baños La Arca del manadero y estanque Corte de la falda de la Montaña
Merida y Mayo 20 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario Como indica en el texto, es la sección 1 de la planta del edificio dibujado en la lámina LIV. En este dibujo, el autor documenta una inscripción situada en una ermita cercana a las termas y la relaciona con estos espacios. Además de la sección de uno de los baños y la especificación que se trataba de termas masculinas y femeninas, continúa con la intención, ya evidente en la lámina anterior, de documentar el perfil del terreno cercano a los baños, proponiendo una sección arquitectónica longitudinal que abarca también el cerro adyacente en el que estaría localizado el manantial de las aguas. Señala la presencia de pinturas que adornaban las paredes, sin ilustrar algún lienzo de ellas. La inscripción es la catalogada en el CIL II con el n.º 1024,14 suficientemente conocida en la investigación (Mélida 1907-1910: 363; Gimeno 1997). La copia de F. Rodríguez es algo deficiente porque algunos caracteres no están bien leídos; sin embargo, en esta ocasión, no sigue la lectura de B. Moreno de Vargas (1633: 449) cuya copia es bastante peor que la del dibujante. En este caso, no intenta dar la lectura y se limita a copiarla in situ, aunque yerra en algunas letras.
14 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 849 [Fecha de consulta: 20/01/2014].
Lámina LV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LVI [Catalogación RABASF: A-5949, n.º 32] Fecha original de dibujo: 31 de mayo de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, sepia y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 493 X 711 mm Escala: 80 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es corte por la linea de puntos N. 2 en la planta en que se demuestra el estado actual del edificio de los Baños y lo que esta enterrado oy está dentro de una frondosa huerta de Arboles frutales, especialmente de Naranjos, la que se riega esta y otras con las aguas de la fuente que surtia a los espresados Baños. La letra S. es parte de la Hermita que se halla contigua, su situacion idistancia, en donde esta la piedra de la escripcion hallada en las ruinas del edificio. P. Cortes de las dos Cupulas ó Baños R. Corte de las dos salas que se hallan con sus Bovedas S. Alzado de la Hermita yaque distancia se halla Merida y Mayo 31 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario Como se indica en el texto, es otra sección arquitectónica dibujada en la planta del mismo edificio (lámina LIV). En este tercer dibujo de la serie sobre las termas de Alange, así como en el anterior, sorprende la definición arquitectónica muy compleja de los arranques moldurados de las bóvedas, al estilo representativo de estos elementos ya presente en los dibujos de M. Villena (Canto 2001: 138-139). De interés, la contextualización gráfica, en el margen derecho del dibujo, de la inscripción y su posición en la ermita adyacente a las termas.
Lámina LVI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LVII [Catalogación RABASF: A-5946, n.º 29] Fecha original de dibujo: 3 de junio de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 490 X 723 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «De los grandes edificios de los Romanos que huvo en esta Ciudad, es este, que bulgarmente se dice, fue el Templo Juridico, ó Casa del trivunal, está todo arruinado, que apenas se puede ajuiciar que pudiera ser, En el solamente se ve un lienzo de fachada de 15. pies de alto por una parte, y por otra de seis, conteniendo el terreno de corrales de casas, en los quales se demuestra porciones de fabrica de pilastras, y alguna division de las oficinas que demuestro, con arreglo alas medidas que por la escala se advierten; El edificio del medio, figura D. es un espesor con abitacion contigua, algo lebantado del suelo, pudo ser algun templeto donde iciesen sacrificio a los falsos Dioses; Lo que es cierto fue edificio mui rico y adornado. pues en su recinto se han encontrado porcion de columnas, Basas, Capiteles y estatuas todo de Marmol de excelente obra, yo he visto en una corta escabacion, hecha por un vecino en el corral de su casa haber encontrado un Capitel Corintio de pilastra de quatro pies y quarto de alto, una estatua de altura natural y un trozo de pilastra estriada, que por su grande tamaño las bolbio á sepultar, asi mismo se ha encontrado, la pidera humbrar de una de las puertas principales, conociendose lo mucho gastada del contino pisar en ella, por lo que se dá aconozer sería el presente edificio lo que burgarmente se dize; Las torres simicirculares que se demuestran en los Angulos esisten las dos en la parte de la fachada, no adbirtiendose en ellas bano alguno, y si ser de espesor argamasado, la demas fabrica es de manposteria depiedra incierta con buena Cal y la faz esterior de sillarejos de pie en quadro de piedra berroqueña blanca y fina y entre quatro carreras de estas, una berdugada de dos hiladas de ladrillo, como se demuestra en el perfil del 2º plano= Merida y Junio 3 de 1797
Fernando Rodriguez»
Comentario El autor marca el dibujo con el número 1 en la zona inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Es el primero, junto con la lámina LVIII, de los dos dibujos sobre el mismo edificio. Se trata de uno de los grandes interrogantes de la arqueología emeritense. Desafortunadamente, el autor no proporciona indicaciones de carácter topográfico para establecer una localización aproximada para este edificio. A juzgar por la planimetría se percibe un conjunto extremadamente original, con un acceso monumental con cuatro columnas, una serie de espacios abovedados con torres semicirculares al exterior y un posible pórtico con pilares cruciformes. Al centro, un edificio absidado. El autor describe detenidamente las fábricas de las distintas partes, indicando un pésimo estado de conservación que sorprende vista la claridad con la que dibuja el plano, fruto probablemente de ese afán suyo recurrente para que los restos resulten comprensibles. Este conjunto arquitectónico podría estar en relación con el que se ha interpretado como el foro Provincial de Augusta Emerita, espacio de culto cuyo acceso se producía a través del arco de Trajano. Es evidente que la comparación de las planimetrías no presenta similitudes coherentes para identificar esta representación con el espacio citado. Sin embargo, la posición de este conjunto, que el autor mismo indica en la planta de la ciudad (Lam. XXVII) como Alcázar, nos induce a proponer esta identificación que en cualquier caso resulta muy poco vinculada a la realidad arqueológica. A partir del análisis de este dibujo surgen algunas observaciones. Existen ilustraciones de F. Rodríguez que parecen no tener vinculación con la realidad de las tipologías arquitectónicas de la Mérida romana. Es probable, en nuestra opinión, que a partir de un cierto momento este autor, en el intento de convencer a los académicos de su valor (había ingresado en la Academia el día 3 de agosto de 1794), empiece a exaltar el aspecto general de los conjuntos que dibuja y a efectuar apriorísticamente una operación reconstructiva imaginaria al límite con la realidad de la arqueología local.
Lámina LVII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LVIII [Catalogación RABASF: A-5947, n.º 30] Fecha original de dibujo: 10 de junio de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra sobre papel verjurado Dimensiones: 485 X 715 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño letra A. es la parte de fachada que esiste del Templo Juridico, o Casa del Trivunal, conseqüente a la plana N.1 en la que se demuestra su excelente y delicada construcion; La figura B. es el edificio del medio, oy no se adbierte en el mas que un grande espesor de fuerte argamasado en lo que se manifiesta fuera de la tierra, conociendose haber sido revestido de silleria en rustico, alomenos hasta el primer piso, y da indicios un sillar que en el dia esiste a raiz del suelo y el enrras de los sillares del argamasado como se demuestra= Merida y Junio 10 de 1797
Fernando Rõguez. »
Comentario El autor marca el dibujo con el número 2 en la esquina inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Es la segunda lámina del lote formado por esta y la LVII. F. Rodríguez ilustra, en esta lámina, dos secciones arquitectónicas de los restos representados en la planimetría anterior. Resulta rara la ausencia de la indicación con letras de los puntos en los que realiza estos perfiles, generalmente indicados en los dibujos examinados hasta ahora. Una vez más, demuestra gran interés en la descripción de las fábricas y sus técnicas de construcción, muy esquematizadas y resumidas en la caracterización gráfica de las láminas. En el caso específico, recurre al mismo esquema de otras láminas para la representación del paramento almohadillado del ábside del edificio central y a la caracterización esquemática del opus mixtum para la cabecera del conjunto, idéntica a otras tantas ilustraciones del mismo tipo. Es posible observar una incongruencia entre estas secciones y la planimetría, elemento que apoyaría la hipótesis planteada al final del comentario anterior sobre la posibilidad de que el emeritense tiende a plasmar algunos dibujos con detalles no acordes a la realidad. En el eje central de la cabecera del conjunto arquitectónico F. Rodríguez dibuja en el plano una entrada monumental con cuatro columnas que, en la sección, se ilustra con un hueco en el muro completamente destruido.
Lámina LVIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LIX [Catalogación RABASF: A-5944, n.º 27] Fecha original de dibujo: 13 de junio de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 547 X 422 mm Escala: 50 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Ochocientos pasos fuera de los Muros de esta Ciudad, estan los fragmentos de este edificio quasi del todo por el suelo, el que acosta de mucho esmero, y algunas Calas que he hecho, he podido comprehender lo que al presente se demuestra; Oy esiste trece pies levantado del suelo, la mitad de la figura circular, amanera de cenador, con dos Arcos enteros, se infiere ser alguna vila o casa de recreo, en donde huviese magnificos Jardines. y adbertirse en el dos estanques, oficinas propias de recogimiento, y un rmal del magnifico Aqüeducto que entraba en la Ciudad. Su fabrica es manposteria depiedra incierta con buena mezcla de Cal y Berdugada de Ladrillo. Se conoze fue mayor edificio que el diseño demonstrado por algunas interminaciones que se advierten ino sespuede Comprehender sin demasiados costos= A. B. C. D.
Cenador Salon Portico Estanques
Merida y Junio 13 de 1797
Fern.do Rodríguez»
Comentario El autor identifica el dibujo con el número 1 en la zona inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Es el primero del lote sobre este edificio completado por la lámina LX. En este caso, indica algunos datos para la localización del complejo arquitectónico, situado «Ochocientos pasos fuera de los Muros de esta Ciudad», a pesar de no especificar la orientación. De este modo, se trata de otro conjunto de difícil localización con los datos a disposición, representado con la misma «manía» de las construcciones simétricas. Esta voluntad continua del autor hacía la sistematización regular de los espacios, confiere a este dibujo una planta suficientemente compleja que plantea serias dudas sobre su estado de conservación real. En estos dibujos, en los que el mismo F. Rodríguez admite poder observar pocos de los restos arquitectónicos, se aprecia un cierto gusto hacia la representación de detalles que parece proceder de un ensayo sobre simetría. De este edificio, existe una identificación con las estructuras conservadas en la calle Reyes Huertas e interpretadas como pozos de nieve (Alba 2006: 429-470).
Lámina LIX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LX [Catalogación RABASF: A-5945, n.º 28] Fecha original de dibujo: 29 de junio de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris y roja sobre papel verjurado Dimensiones: 437 X 568 mm Escala: 50 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es corte del edificio de Cenador o Casa de Recreo, conseqüente a la planta N.1 segun se halla actualmente con domonstracion de su fabrica= Merida y Junio 29 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor identifica el dibujo con el número 2 en la zona inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Con esta ilustración se completa el lote sobre el mismo edificio compuesto por esta lámina y la LIX. Sección arquitectónica de la lámina anterior. Se representa el espacio absidado con tres arcos de ladrillos en perfecto estado de conservación, elementos que contrastan con las indicaciones precedentes en las que se define la presencia de solamente dos arcos y de un general mal estado de conservación. Desde el punto de vista de la representación gráfica, el autor revela cierta ingenuidad a la hora de intentar que se comprenda la existencia de una sala poligonal. La sección que realiza no es un perfil exacto del punto indicado en la planimetría precedente, sino un juego en el que el arco de fondo central se asocia a dos laterales sin que se comprenda la orientación de la representación del tramo de semicircunferencia del espacio.
Lámina LX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXI [Catalogación RABASF: A-5954, n.º 37] Fecha original de dibujo: 19 de agosto de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 508 X 718 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño, es el Muro que contiene un grande lago de Agua, este se halla en el Lugar de Esparragalejo, distante una legua de esta Ciudad; es edificio antiquisimo de Romanos de excelente y estraña imbencion; Su fabrica es singular pues aun que pareze economica por las seciones curvas en la linea exterior no pierde la resistencia necesaria, como se advierte que las porciones de circulo de los nichos, estrivan en machones de mucho poder, principiando su curva, tres pies imedio mas dentro de la faz exterior con qual tiene otra Resistencia que si nacieran de los angulos de dhos machones. Por la parte del Agua tiene un forro depie y medio de grueso, de Argamasado menudo muy durisimo y permanente, travamentando con el cuerpo del muro, este es de sillares pequeños bien cordinados y con mucho primor asentados, como todo se demuestra, en el Alzado y Corte= A. Planta del Muro B. Alzado del Muro por lo exterior C. Corte Merida y Ag.to 19 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor marca el dibujo como «Charca de Esparragalejo N.1» en su esquina superior derecha. Representación de la conocida como presa romana de Esparragalejo. Se ilustran sección arquitectónica y perfil arquitectónico de la fachada de una construcción en sillería regular sin almohadillar, tratada como es habitual, de manera esquemática. En la descripción de este dibujo resultan interesantes las notas sobre el tipo de fábrica en relación con la estática de las estructuras y la descripción de nichos funcionales para la contención de las aguas.
Lámina LXI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXII [Catalogación RABASF: A-5953, n.º 36] Fecha original de dibujo: 30 de agosto de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, azulada, verde, sepia y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 715 X 501 mm Escala: 200 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es el plan de Aguas de la Charca de Esparragalejo que se halla a la parte deponiente del Pueblo como 800 pasos, con demonstracion de los arroyuelos y escurres, de una espaciosa Campiña poblada de Ezinas= Merida y Ag.to 30 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor identifica el dibujo en la esquina superior derecha como «Charca de Esparragalejo N.2», completando el lote compuesto por esta lámina y la número LXI. Planimetría con contextualización territorial y paisajística de la presa romana de Esparragalejo.
Lámina LXII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXIII [Catalogación RABASF: A-5960, n.º 43] Fecha original de dibujo: 13 de septiembre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas negra, gris, sepia y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 496 X 722 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es la Charca Antiguisima de los Romanos llamada del Vulgo Cornalvo, distante tres leguas de esta Ciudad de Merida y en los montes del mismo nombre, el muro que contiene el asombroso Lago de Aguas, es de estraña y escelente inbención por ser en forma Teatral, por donde se infiere servia de placeres o juegos Navales; La torre o pozo donde està la llave para soltar las Aguas a un dilatado y ameno Valle, se halla vien conservada, con llave que en el dìa de Agua al Molino de papel del Conde de Campo Manes, que se halla contiguo; esta torre hueca con escalera de silleria para bajar a su profundidad, està tan cuidadosamente construída y tan juntas sus piedras que aun que suben las Aguas a su alto por lo exterior, no impide a su uso ni se adbierte filtracion alguna, por estar enmetunadas las juntas de los sillares por lo exterior de ella desde el tiempo de Romanos, con perfecta seguridad. La fabrica del muro es de fuerte argamasado de piedra incierta de poco grueso, y mezcla de Cal y Arena gruesa, de mucha Consistencia. A. B. C. D.
Planta del muro Torre hueca con llave para soltar las Aguas Alzado. Visto por parte del AguaCorte del muro, terraplen, y el cuerpo abanzado al Agua de la torre
Merida y Septiembre 13 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor identifica el dibujo como «Charca de Cornalvo N.1» en la esquina inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Representación tripartida de la denominada presa de Cornalvo. En la parte superior, lado derecho, sección arquitectónica de parte del terraplén y la torre de agua. Al centro, el alzado desde el interior del estanque. En la parte inferior, la planimetría de las estructuras. El autor recurre en esta lámina a una explicación original respecto a la morfología de la presa, considerando de época romana la forma «teatral» de la misma y su funcionalidad para el desarrollo de juegos navales («por donde se infiere servia de placeres o juegos Navales»). Con el objetivo de justificar esta idea ilustra en la parte superior del muro de la presa un sistema de arcos adyacentes que confieren un aspecto original a esta tipología de estructuras. En la representación de la torre de agua, que se conserva en la actualidad en el estanque, emplea el modelo recurrente del almohadillado regular y sillares dispuestos según un orden simétrico que no corresponde con la realidad de los restos. Al igual que en otros dibujos, describe la técnica de construcción de los muros indicando las peculiaridades de la fábrica «incierta» de Cornalvo, a pesar de su regularización en la ilustración que ofrece.
Lámina LXIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXIV [Catalogación RABASF: A-5959, n.º 42] Fecha original de dibujo: 22 de septiembre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, azulada, verde, sepia y rosa sobre papel verjurado Dimensiones: 711 X 511 mm Escala: 300 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño, es el plano de Aguas de la Charca de Cornalvo, a mas de ser contenida de Cerros enimentes en su recinto, con muchos escurris del monte, le entra dos arro os o tomas de mas de dos leguas construidas de fuerte Argamasa do por los Romanos; con cuio motivo es poderosisimo el Conjunto de Aguas, y de mucha profundidad; Las tencas (unico pescado) que se crian en esta Charca, son las mas finas que se comen en el Reino y de maior magnitud= A. B. C. D.
el muro q.e contiene el furioso peso de Agua, con demonstracion de todo su largo figura del plano de las Aguas El Monte, Cerros y Roca, en su recinto Caminos q. pasan inmediatos a la Charca
Merida y Septiembre 22 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor identifica el dibujo como «Charca de Cornalvo N.2», completando el lote sobre este tema junto con la lámina LXIII. Contextualización paisajística del territorio de la presa de Cornalvo. Un detalle muy curioso lo constituye el comentario culinario sobre las tencas y la casi propuesta de su denominación de origen, debido a su textura y tamaño. Se trata del único comentario desvinculado de la arquitectura que hemos podido encontrar en sus dibujos.
Lámina LXIV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXV [Catalogación RABASF: A-5973, n.º 56] Fecha original de dibujo: 28 de septiembre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y negra sobre papel verjurado Dimensiones: 522 X 340 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto A. B. C. D.
Planta de la Cepa ó machon Altura de Agua que existe en el día Alzado del Corte La inscrición que por uno y otro lado de la torre se halla en piedra de marmol, letra E. sobre el Arco de la Torre=
Merida y Septiembre 28 de 1797-
Fern.do Rodríguez»
Comentario En la zona inferior izquierda del dibujo, sobre la fecha de ejecución, el autor lo designa como «Corte de la Puente de Alcantara», curiosamente sin numerar. Constituye la primera de las tres láminas que realiza sobre este puente. Sección arquitectónica de la pila del puente de Alcántara en correspondencia del arco central con la inscripción (en la transcripción se equivoca en la indicación de Caesar, en lugar de Caesari), caracterizada a parte en la ilustración, en recuadro en el margen superior izquierdo. Se trata de la inscripción catalogada como CIL II, 759.15 Se observa el mismo tratamiento del almohadillado y, en general, de la sillería de granito, a pesar de representar un monumento que no pertenece al conjunto emeritense. F. Rodríguez emplea la misma técnica en una misma operación que propone, en nuestra opinión, una excesiva esquematización de los edificios ilustrados y la homogeneización de toda la arquitectura regional.
15 Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 21737 [Fecha de consulta: 27/01/2014].
Lámina LXV
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXVI [Catalogación RABASF: A-5972, n.º 55] Fecha original de dibujo: 12 de octubre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y negra sobre papel verjurado Dimensiones: 510 X 1392 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Veinte Leguas de esta Ciudad de Merida, el aVilla de Alcantara, Plaza de Armas en esta Provincia de Extremadura, está esta asombrosa Puente sobre el Rio Tajo, por Trajano, consta por la escripcion en marmol q. e se demuestra en el plano del Corte; La q.l Puente es toda de disformes sillares, tan perfectamente conservada que no se advierte en ella la menor quiebra, ni defecto de su primera construción, Su Posición es en sitio rocoso y escabroso de pizarra dura y tan profundo que pocas Veces pasa este Caudaloso rio, mas que por un Arco, como al presente se demuestra, y en abenidas, llegan sus aguas a los nichos que se demuestran en las Pilastras, donde se infiere ocupaban estos nichos Estatuas= A. B. C. D. E. F.
Planta de la Puente Alzado Visto por la parte de arriva del rio Roca Una fortaleza construída sobre basas romanas Una Torre en donde está la escripcion sobre el Arco Un cuerpo de guardia y los caminos al reino de Portugal=
Merida y Octubre 12 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor designa el dibujo como «Puente de Alcantara» en la zona inferior izquierda, sobre la fecha de ejecución. Es la segunda lámina del lote formado por tres sobre el mismo monumento (láminas LXIV, LXV y LXVI). Dibujo compuesto por la planimetría del puente de Alcántara en la parte inferior de la lámina y perfil de aguas arriba en la parte central. Una vez más, a pesar de indicar la presencia de «disformes sillares» en la composición del puente, representa el mismo de manera esquemática y homogénea.
Lámina LXVI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXVII [Catalogación RABASF: A-5974, n.º 57] Fecha original de dibujo: 18 de octubre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris y negra sobre papel verjurado Dimensiones: 511 X 721 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto « A. Planta B. Alzado de la mitad del largo de la Puente Visto por la parte de debajo de Rio C. fortaleza construida sobre fragmentos Romanos y une con las murallas de la Villa Merida y Octubre 18 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor designa este dibujo como «Puente de Alcantara», en la esquina inferior izquierda, por encima de la fecha de ejecución, igual que hizo con la lámina LXVI. Parece que en el caso de este lote prefiere identificarlo por el nombre en lugar de por números, como había hecho hasta el momento. Detalle de una parte aguas abajo del puente de Alcántara, caracterizado por tres arcos, pilas y estribo con torre. Desde el punto de vista gráfico, se observa un detalle muy interesante en la representación de la torre en el margen superior derecho de la lámina y el pretil del puente. Tratándose de estructuras indicadas como pertenecientes a época posterior a la construcción del puente, se caracterizan, por parte del autor, con una tinta más clara, para evidenciar un cambio de fábrica, marcado por la ausencia del almohadillado que suele utilizar como referencia de la «romanidad» del monumento.
Lámina LXVII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXVIII [Catalogación RABASF: A-3638, n.º 59] Fecha original de dibujo: 2 de noviembre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, sepia, azulada y negra sobre papel verjurado Dimensiones: 505 X 1400 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «Diez y ócho Leguas distante de esta Ciudad de Merida, en las Varcas de Alconetar, está esta magnífica puente, arruinada sobre el rio Tajo (llamada del Vulgo Mantible) en los terminos que se demuestra en el presente plano de que actualm.te se halla. Entera seria de las mas hermosas Puentes del Reyno, Todo el material de su ruina, está esistente dentro del Agua, advirtiendose fuera mucha parte de las Cepas, por lo que he formado conzepto (con lo que actualmente está en pie) para disenarla entera, como se demuestra el plano N.2. Rectamente está esta Puente, en la Via Militar o Calzada de Romanos, que llaman camino de la plata, que sale desde Merida a Salamanca; Aun estremo y a la salida de dha Puente estan dos columnas Miliarias en donde se adbierte en una de ellas, ala parte del Oriente, La Ynscripcion letra E. Y desde esta Puente asta Merida esisten como media legua distantes unas de otras, columnas como se figuran letra F., Conoziendose las ynscripciones, en los mismos terminos que la yá espresada, aun que bastante borradas del tiempo, y lo mismo se adbierte los muchos trozos del camino Romano; Oy se nombra, el camino de los marmoles= A. Planta total de la Puente B. Alzado del estado actual con demonstración de las Aguas del Rio C. Los Machones, ó Zepas arruinadas D. La Columna donde esta la ynscripcion por la parte de adentro de la Calzada E. La Ynscripción F. Las Columnas que a en la calzada Antigua a la distancia de media legua G. Un Cerro petroso contenido con muro, en la parte que baña el Rio del monte; sobre este Cerro benia el camino Antiguo por donde se halla construida una casa, para el cobro del pontazgo quando se penso la redificacion de esta puente Merida y Nov.e 2 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor marca el dibujo con el N. 1 en la esquina superior derecha, comenzando un lote que está compuesto por tres láminas sobre el puente: LXVIII, LXIX y LXX. Desde el punto de vista arquitectónico, F. Rodríguez no aporta grandes novedades en esta lámina. El autor recurre a las caracterizaciones gráficas conocidas con respecto a las superficies almohadilladas de la sillería y al aspecto general del puente. El primer detalle se convierte en una prueba más de la formula estandarizada y muy poco inherente a la realidad de los edificios empleada en la casi totalidad de los dibujos. En este sentido, como ya se ha observado, el almohadillado se caracteriza con un mismo esquema compositivo idéntico que no permite establecer el acabado real de los conjuntos arquitectónicos ilustrados. En el caso del puente de Alconétar, se conoce el acabado superficial de la estructura, un almohadillado muy característico y único en el panorama de la arquitectura romana de la Lusitania, realizado con anathyrasis muy peculiares y regulares. Otro detalle es la escasa homogeneidad en la representación de los tajamares en planta y en sección, dibujados, aguas abajo, con una forma semicircular que no responde con lo que, en cambio, indica en la planimetría situada en la parte inferior del dibujo, con un segmento de circulo distinto. El puente dibujado se encuentra en estado de ruina, con algunos arcos rebajados tras una secuencia de dos de medio punto que, con toda probabilidad, se adscriben a una restauración no indicada por el autor que considera los restos de manera unitaria. En este sentido, las particularidades que se observan en la lámina, incluyendo las mencionadas (almohadillado, diferencias de tajamares, dibujos de los arcos…) tienen una referencia directa en la ilustración que E. Rodríguez hace del puente durante el viaje del marqués de Valdeflores en 1753. Este dibujo, que actualmente
Anejos de AEspA LXXIII
LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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no se conserva, se copió a principios del xix para incorporarlo a las láminas que debían ilustrar el viaje literario de José de Cornide (Manso 2010: 54). La copia, conservada en la Real Academia de la Historia (sign. CACC/9/7948/79), es prácticamente idéntica al dibujo de F. Rodríguez. Este particular, que ya señaló C. Manso (2010: 68), nos lleva a hacer una comparación detallada de ambos dibujos (incluimos el de E. Rodríguez en el apéndice documental para su cotejo, n.º 12). El dibujo, como decíamos, es exacto: coinciden todos los edificios representados, el tratamiento de los sillares y la disposición de las diferentes partes de una manera casi milimétrica, aunque el de F. Rodríguez es de dimensiones mayores. F. Rodríguez omite el alzado de uno de los pilares del puente, que no inserta en esta lámina, pero que representa, de forma aislada, en un dibujo independiente (lámina LXX). Sin embargo, el emeritense incluye la inscripción que falta en la copia conservada en la RAH, aunque existe el recuadro para incluirla (Apéndice, documento 12). Dicha inscripción corresponde al miliario junto al puente (CIL II, 4651).16 Resulta muy interesante esta indicación de la presencia de miliarios (definidos «columnas» por F. Rodríguez) en las extremidades del puente, puestos en estrecha relación con el complejo sistema de señalización de distancias a lo largo de la vía de comunicación con Mérida, denominada curiosamente «Vía de los Mármoles». La inclusión de la inscripción nos fuerza a plantear que nuestro autor conociera el dibujo original de E. Rodríguez y lo copiara antes de su pérdida definitiva y, en función de las fechas, antes de realizarse la copia que se conserva en la RAH. Que F. Rodríguez conoce, desde antiguo, los dibujos de E. Rodríguez, es sabido porque así lo menciona en el primero de sus dibujos, el de la adaptación del teatro a plaza de toros (véase lámina I). Por otra parte, como indica C. Manso (2010: 52), los dibujos fruto del viaje de Valdeflores y los manuscritos fueron consultados con frecuencia por muchos investigadores y utilizados a menudo. 17 No obstante, F. Rodríguez ofrece unas explicaciones del dibujo que indican que probablemente conociera el puente y no se limitara tan solo a copiarlo. De este modo, la reflexión sobre los miliarios como hitos marcadores del territorio, la funcionalidad de los edificios representados y la alusión a la «reedificación» del puente son datos que parecen fruto de la observación directa o, al menos, de un intenso trabajo de documentación. Por otra parte, la escala en ambos dibujos es idéntica, pero mientras que en la copia de la RAH no existe indicación del tipo de medida, F. Rodríguez aplica una de las medidas utilizadas para todos sus dibujos: el pie castellano. Teniendo en cuenta que una de las características de los dibujos de E. Rodríguez es, precisamente, el uso del pie romano antiguo como medida (Manso 2010: 50), este debería ser el que se usó en el original. No obstante, la ausencia de la unidad de medida en la copia y el hecho de que el dibujante de Valdeflores ya utilizara el pie español en otra de sus obras atribuidas18 indicaría que, posiblemente, la escala de F. Rodríguez es también correcta, pues todos los demás detalles son idénticos.
Lámina LXVIII Hispania Epigraphica, disponible en: http://eda-bea.es/pub/search_select.php. N.º de registro 1636 [Fecha de consulta: 30/01/2014]. Como ejemplo, el del Puente de Mérida sobre el Guadiana, copiado en el Viaje de España….de A. Ponz (1784). 18 Nos referimos al borrador sobre el teatro romano de Mérida que se atribuye a E. Rodríguez (RAH, sign. 9-5994) y que posteriormente se copia con la leyenda errónea de Teatro de Acinipo (RAH, sign. BA-VI e 98). 16
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXIX [Catalogación RABASF: A-3640, n.º 61] Fecha original de dibujo: 21 de noviembre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, azulada y negra sobre papel verjurado Dimensiones: 507 X 1408 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño es la puente por entero, sobre el rio Tajo, en el puente de Alconetar, conseqüente al diseño del estado actual N.1. Su construcion es toda de silleria tanto el exterior como el espesor de sus Cepas, bien trabamentados los sillares, y grapadas sus juntas con grapas de Yerro a cola de milano como se figura letra C. A. Planta B. Alzado C. Dos sillares sugetos con grapas de yerro Merida y Nob.e 21 de 1797
Fernando Rodriguez»
Comentario El autor numera el dibujo con el N. 2 en la esquina superior derecha. Junto con la lámina LXVIII (n.1) y la LXX (n.3) forman el lote de tres dibujos sobre el puente de Alconétar. En el comentario del dibujante a la lámina anterior se avisa al lector de la reconstrucción hipotética que el mismo hace del puente en esta lámina, basándose sobre la presencia de la casi totalidad de las piezas existentes en el fondo del río. Esta indicación da paso a una hipótesis singular, con un puente formado por una serie de dos arcos de medio punto en el margen izquierdo del dibujo y tres en la zona central, con uno en el eje de simetría de dimensiones muy reducidas respecto a la restante modulación. El resto de arcos presentan una forma excesivamente rebajada sobre altos pilares poco acorde con las normas canónicas romanas en la construcción de puentes. Resulta de gran interés la voluntad del autor de ofrecer detalles sobre las técnicas constructivas en general y específicamente sobre el sistema de unión de los sillares con grapas de cola de milano de hierro, representadas en la parte superior central del dibujo a escala métrica casi invisible.
Lámina LXIX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXX [Catalogación RABASF: A-3639, n.º 60] Fecha original de dibujo: 28 de noviembre de 1797 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguadas gris, azulada y negra sobre papel verjurado Dimensiones: 514 X 337 mm Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Texto «El presente diseño, es corte por la maior elevacion de la puente sobre el Rio Tajo, en el sitio de Alconetar, y directo al camino Real de Salamanca y Castillas. A. Planta de la Zepa B. Alzado por el corte C. Altura de las Aguas actuales Merida y Nob.e 28 de 1797
Fernando Rodríguez»
Comentario El autor lo marca con el N.3 en la esquina superior derecha, completando el lote de tres dibujos consecutivos sobre este puente (láminas LXVIII, LXIX y LXX). Sección arquitectónica de una parte del puente de Alconétar con indicación del nivel de agua del río. En la parte central, el perfil del tajamar el espolón y la pila, en la inferior la planta de la estructura. En este caso, es posible leer algún detalle más sobre el grosor del almohadillado y su acabado cuya problemática comentábamos en la lámina LXVIII, a pesar de que la formula gráfica empleada sigue manteniéndose idéntica a todas sus ilustraciones. Es, como se ha indicado, el alzado que aparece en la lámina dibujada por E. Rodríguez para ilustrar el viaje del marqués de Valdeflores (RAH, sign. CACC/9/7948/79). En este caso, F. Rodríguez elige un tratamiento independiente para poder explicar mejor cada uno de sus detalles.
Lámina LXX
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXXI [Catalogación AHN: Consejos, MPD 1597r] Fecha original de dibujo: 26 septiembre 1798 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: sin determinar Escala: 60, 100 y 300 pies castellanos Lugar de conservación: Archivo Histórico Nacional Texto: Dibujo 1 (recuadro superior izquierdo): « A. Planta Orizontal de la Puente E. Planta de la Casa Mesón o Venta B. Alzado de la Puente F. fachada C. Corte por la línea S G. Corte por la línea R.P D. Planta y Alzado de la Arcantarilla, en el arroyo Calzones junto a Malpartida Escala de pies Castell.s» Dibujo 2 (recuadro superior derecho) «Distribucion de la Casa Meson ó Venta= 1. Zaguan 6. despensa 2. Salas 7. Quarto de ospedage 3. Alcovas 8. Pajar 4. Quarto del Ventero 9. Cochera 5. Cozina 10. Patio….. 11. Quadras= Escala de pies Castell.s» Dibujo 3 (recuadro inferior) «Puente sobre el rio Tiétar, Merida y Sep.e 26 de 1798 Escala de pies Castellanos= Fern.do Rodríguez» Comentario: Son tres dibujos diferenciados de tres estructuras distintas, pertenecientes a un único proyecto que no llegó a ejecutarse. En la zona superior, recuadro de la izquierda, se realiza la planta y alzado de un puente o «alcantarilla» sobre el río Calzones, junto a Malpartida de Plasencia. En la zona superior, recuadro de la derecha, se dibuja la planta y dos alzados de una venta que, siempre en la presentación del proyecto citado, ha de situarse al lado del mismo puente sobre el río Tiétar. La parte principal de la lámina está ocupada por un proyecto de construcción de un puente sobre el río Tiétar en la zona de la Bazagona, propuesta que se inserta dentro de un proyecto amplio que se inició en 1778 y en el que F. Rodríguez participa por mediación del obispo José González Laso de la Vega (Morais 2014: 125-133). Dentro del mismo proyecto se presentan otras dos propuestas con sus correspondientes dibujos. La RABASF considera el proyecto de F. Rodríguez el más adecuado para su realización, aunque le devuelve toda la documentación en 1801 para que subsane algunos errores, aunque finalmente queda archivado sin llegar a realizarse esta obra.19 El proyecto del puente es bastante complejo, tratándose de una estructura de 17 arcos, dos estribos de longitud diferente, debido evidentemente a la orografía existente en el lugar elegido para la construcción. Este elemento llevó a F. Rodríguez a planificar, en el lado derecho del puente, una solución de arcos de luz decreciente, asociados al estribo más largo. A partir del dibujo es posible evidenciar que el proyecto preveía el empleo de una técnica edilicia mixta, con arcos, cimentaciones de pilas, espolones, soluciones de esquinas y pretiles de sillería muy probablemente de granito,20 mientras que para los tímpanos, la parte central de los espolones y los paramentos de los estribos el autor caracteriza esquemáticamente un aparejo de mampostería y mortero. 19 20
AHN, sign. Consejos, leg. 1870/14. A estos elementos de sillería habría que añadir seguramente los tajamares no representados en el perfil del puente.
Anejos de AEspA LXXIII
LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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El interés del dibujo de este proyecto de puente resulta muy interesante, en nuestra opinión, por las evidencias que se han conservado en el folio respecto al método de trabajo seguido en el cálculo de las distintas partes de la estructura. Si se observa con atención el dibujo, ampliando las diferentes partes de la imagen, se aprecia un complejo sistema de trazas que permiten reconstruir el proceso de composición de este proyecto. Sin detenernos excesivamente en estos detalles queremos remarcar, en líneas generales, el orden preparatorio de la composición. Existe una línea maestra más gruesa en tinta roja bajo los arcos que constituye el centro de la composición del proyecto del puente. A partir de esta F. Rodríguez calcula el resto de planos rectos del puente y descompone el mismo en diferentes partes. Desde las zonas inferiores se notan las rectas paralelas para el dibujo de las cimentaciones, el grosor de las hiladas de sillería pertenecientes a las pilas, los arranques de los 17 arcos, la línea de intradós y trasdós de los mismos (a veces con ligeros errores corregidos) y la línea del pretil. A esta serie de rectas paralelas se asocia otro sistema de perpendiculares que, en cambio, sirven a calcular las partes relativas a la anchura de las cimentaciones y pilas, la anchura de los espolones y la totalidad de los centros de los arcos el puente con la indicación en la clave. A pesar del gran conocimiento que el autor tenía de las construcciones romanas de este tipo, plantea un puente acorde con las modas arquitectónicas de su tiempo, como por ejemplo en la inclinación de la parte superior de los espolones y la combinación de diferentes técnicas constructivas. A diferencia del dibujo de la parte central inferior de la representación, el puente de dos arcos dibujado en el recuadro superior izquierdo presenta características compositivas más sencillas. Entre los detalles vinculados con los cálculos métricos efectuados para la composición de la estructura se aprecia en el centro la presencia de dos rectas paralelas que sirven al autor para dibujar el grosor del tajamar, a partir del cual se formulan los arcos y los estribos. La ausencia de aparejos con bloques, como en el anterior puente, permite pensar, en ausencia de indicaciones por parte de F. Rodríguez, que dicha estructura se construiría con un aparejo diferente, quizás exclusivamente de mampostería y mortero. En la representación de la parte superior derecha de la lámina se inserta un último edificio estrictamente vinculado con el puente sobre el río Tiétar, denominado casa mesón o venta. No es la primera vez que el autor dibuja tipologías arquitectónicas similares, habiéndose preparado en el pasado con estos tipos de estructuras para la prueba de examen a maestro de obras en la RABASF (láminas IV, V, VI, VII y VIII). En este caso, se limita a un proyecto más sencillo, vinculado con el encargo que se le asigna que prevé el dibujo de la planimetría de la venta, la distribución diferenciada de los espacios reservados al almacenaje y cocina, salas comunes, habitaciones y espacios destinados a lo animales. La planimetría se acompaña con el perfil de fachada del mesón y una sección arquitectónica del interior.
Lámina LXXI
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXXII [Catalogación AHN: Consejos, MPD 2153] Fecha original de dibujo: 1804-1807 Técnica y soporte: tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: sin determinar Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Archivo Histórico Nacional Texto « Estado actual en que se halla la Antigua Puente del tpo. De los Romanos, sobre el Rio Aljuzen, y Camino a las Castillas A. B. C. D. E.
Planta Orizontal Alzado con demonstración de las partes ruinosas que en el dia se halla Corte con demonstración de lo arruinado hacia la parte arriva del Rio Corte con la misma demonstración de lo arruinado Corte por una de las Rampas mas aruuinadas Fern.do Rodriguez»
Comentario En el margen inferior izquierdo reza: «Aprobado por la Academia en Junta ordinaria de 1.º de Marzo de 1807. Isidoro Bosarte». Este párrafo nos aporta la cronología ante quem del dibujo. Teniendo en cuenta que el proyecto se encarga en 1804 (Cadiñanos 2002: 34-35), se realizará entre estas dos fechas, siendo, por tanto, uno de los más tardíos de los que conocemos del autor. Es el último en el que trabaja sobre una construcción de época romana. Está dividido en tres partes: en el margen superior derecho tres distintas secciones arquitectónicas; en el centro el alzado del puente; y en la parte inferior la planimetría. La representación quiere indicar el estado de conservación del puente en la época del autor y, con este objetivo, se caracterizan los sillares del interior del puente sin almohadillado para que se entienda claramente la pérdida del revestimiento externo de las estructuras. Es posible observar la presencia de la fábrica completa en una pequeña zona del estribo izquierdo, en cuatro de los seis arcos dibujados y en el estribo derecho.
Lámina LXXII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXXIII [Catalogación AHN: Consejos, MPD 2154] Fecha original de dibujo: 1804-1807 Técnica y soporte: tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: sin determinar Escala: 100 pies castellanos Lugar de conservación: Archivo Histórico Nacional Texto «Estado de perfecion de la Puente Romana que se halla sobre el rio Aljuzen, ymitada en su reparacion, ala antigua fabrica= A. Planta Orizontal B. Alzado C. Corte o perfil Aprobado ut supra Fern.do Rodríguez» Comentario Se trata de la segunda lámina que complementa el dibujo del puente de Aljucén, en este caso su reconstrucción ideal, tal como señala en la explicación. En su parte inferior izquierda reza «Aprobado ut supra», con la misma rúbrica de Isidoro Bosarte que ya vimos en la lámina anterior.
Lámina LXXIII
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CARLOS JESÚS MORÁN SÁNCHEZ Y ANTONIO PIZZO
Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXXIV [Catalogación AHM: Leg.555, carpeta 3] Fecha original de dibujo: 1814 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: 530 X 335 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Archivo Histórico Municipal de Mérida Texto «Secion 1ª Planta Orizontal del estado actual de la Hermita del Calbario que se abilita para el cementerio, el q.e se construye contiguo a ella, se trata de la obra que se necesita hacer con la tinta encarnada y lo señalado con tinta negra es lo que se aprovecha. A. B. C. D. E. F. G. H. P.
Entrada y subida al atrio que se halla elevado al piso de la Ig.ª El atrio ó patio La Iglesia con Comunicación al Cementerio La Sacristía Abitación para el Sepulturero Corral del Sepulturero Establo para el Carro y quadra Campo Santo dela Cabida de 660 Sepolt.as Huesario
Cementerio de Mérida
Fernando Rodrig.z»
Comentario Planimetría de un cementerio para la ciudad de Mérida con representación en tintas diferentes de colores de las distintas partes del complejo arquitectónico. Corresponde a la primera de las dos láminas que forman parte del proyecto que F. Rodríguez redacta para la construcción de un cementerio en el cerro del Calvario, en Mérida. En dicho lugar existía una ermita y una casa que el dibujante se propone aprovechar como capilla y casa del sepulturero. El expediente en el que se incluyen estos dibujos detalla pormenorizadamente toda la obra que ha de hacerse y el presupuesto de gastos.
Lámina LXXIV
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Anejos de AEspA LXXIII
Lámina LXXV [Catalogación AHM: Leg.555, carpeta 3] Fecha original de dibujo: 1814 Técnica y soporte: lápiz y tinta negra con aguada gris sobre papel verjurado Dimensiones: 346 X 505 mm Escala: 90 pies castellanos Lugar de conservación: Archivo Histórico Municipal de Mérida Texto «Secion 3ª Secion 2ª
Perfil cortado por la línea C.D. en la Planta Orizontal Perfil cortado por la línea A.B. en la Planta Orizontal
Perfiles del Cementerio de Mérida
Fernando Rodrig.z»
Comentario Lámina compuesta por dos secciones arquitectónicas. En la parte superior el perfil de detalle de la zona reservada a la capilla del cementerio y, en la parte inferior, sección completa del complejo arquitectónico, con el recinto y otro perfil de la capilla. En esta lámina, F. Rodríguez detalla los edificios existentes que va a reaprovechar para la nueva construcción. Tanto las láminas como el expediente en sí han pasado bastante desapercibidos en la historiografía emeritense, quizá porque esta obra finalmente no llegó a ejecutarse, aunque sí ha sido mencionado en alguna publicación sobre la salud pública en este periodo (López 1990: 439-443, 556-557) 21 o sobre «olvidos» en la historia emeritense (Barrera 2006: 27-30).
21 De hecho la construcción del cementerio responde a un serio problema de salubridad, pues las iglesias, lugares tradicionales de enterramientos, estaban saturadas en esta época, y el traslado y enterramiento de los cadáveres provocaba no pocos problemas.
Lámina LXXV
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Anejos de AEspA LXXIII
3. LISTADO DE LÁMINAS -Lámina I: Proyecto de plaza de toros aprovechando el graderío del teatro romano (1755-1777). -Lámina II: Proyecto de reconstrucción del puente de Siete Vaíllos sobre el río Matachel (1785). -Lámina III: Teatro romano, Mérida (febrero, 1794). -Lámina IV: Croquis de prueba de examen (mayo, 1794). -Lámina V: Planta baja de casa de campo para hacendado. Prueba de examen (mayo, 1794). -Lámina VI: Planta alta de casa de campo para hacendado. Prueba de examen (mayo, 1794). -Lámina VII: Alzado de casa de campo para hacendado. Prueba de examen (mayo, 1794). -Lámina VIII: Plan general de casa de campo para hacendado. Prueba de examen (junio, 1794). -Lámina IX: Planta de bóveda para capilla. Prueba de examen (junio, 1794). -Lámina X: Arco de Trajano, Mérida (noviembre, 1794). -Lámina XI: Acueducto de los Milagros, Mérida (diciembre, 1794). -Lámina XII: Teatro, Mérida (diciembre, 1794). -Lámina XIII: «Columna» de Santa Eulalia, Mérida (diciembre, 1794). -Lámina XIV: Puente sobre el Guadiana, Mérida (diciembre, 1794). -Lámina XV: Acueducto de San Lázaro, Mérida (diciembre, 1794). -Lámina XVI: Anfiteatro, Mérida (enero, 1795). -Lámina XVII: Tajamar sobre el río Guadiana, Mérida (julio, 1795). -Lámina XVIII: Tramo de acueducto, Mérida (julio, 1795). -Lámina XIX: Arco de Alcantarilla, Mérida (agosto, 1795). -Lámina XX: Puente sobre el río Albarregas, Mérida (agosto, 1795). -Lámina XXI: Dique de contención, Mérida (septiembre, 1795). -Lámina XXII: Templo de Diana, Mérida (septiembre, 1795). -Lámina XXIII: Plantas delineadas de las láminas XIX, XX y XXI (octubre, 1795). -Lámina XXIV: Circo, Mérida (octubre, 1795). -Lámina XXV: Presa de Proserpina, Mérida (noviembre, 1795). -Lámina XXVI: Plano general del lago de Proserpina, Mérida (marzo, 1796). -Lámina XXVII: Plano general de la ciudad antigua, Mérida (marzo, 1796). -Lámina XXVIII: Puente sobre el río Aljucén (abril, 1796). -Lámina XXIX: Estado del puente sobre el río Aljucén (abril, 1796). -Lámina XXX: Presa de Araya (mayo, 1796). -Lámina XXXI: Plano general de la laguna de Araya (mayo, 1796). -Lámina XXXII: Inscripciones y columna, Mérida (mayo, 1796). -Lámina XXXIII: Friso del Templo de Marte y capiteles, Mérida (junio, 1796). -Lámina XXXIV: Tramo de calzada romana Salamanca-Zaragoza, Mérida (junio, 1796). -Lámina XXXV: Planta delineada de edificio representado en las láminas XXXVII y XXXVIII, Mérida (junio, 1796). -Lámina XXXVI: Tramo de calzada romana a la salida del Puente del Albarregas, Mérida (junio, 1796). -Lámina XXXVII: Planta de edificio delineado en la lámina XXXV, Mérida (junio, 1796). -Lámina XXXVIII: Alzados del edificio representado en las láminas XXXV y XXXVII que denomina «Templo de Júpiter», Mérida (julio, 1796). -Lámina XXXIX: Inscripciones, capitel y basa del palacio del duque de la Roca, Mérida (julio, 1796). -Lámina XL: Edificio en la calle Baños que denomina «Termas», Mérida (julio, 1796). -Lámina XLI: Alzado de edificio de la calle Baños representado en la lámina XL, Mérida (julio, 1976). -Lámina XLII: Edificio abovedado a las afueras de Mérida (agosto, 1796). -Lámina XLIII: Delineación de edificio representado en la lámina XLII (agosto, 1796). -Lámina XLIV: Alzado del edificio representado en las láminas XLII y XLIII (agosto, 1796). -Lámina XLV: Acueducto de los Milagros, Mérida (septiembre, 1796). -Lámina XLVI: Delineación del acueducto de los Milagros representado en la lámina XLV (octubre, 1796).
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LOS DIBUJOS DE FERNANDO RODRÍGUEZ
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-Lámina XLVII: Acueducto de San Lázaro, Mérida (febrero, 1797). -Lámina XLVIII: Edificios de Los Bodegones, Mérida (marzo, 1797). -Lámina XLIX: Aljibe de la alcazaba, Mérida (marzo, 1797). -Lámina L: Perfil del aljibe de la alcazaba representado en la lámina XLIX (marzo, 1797). -Lámina LI: Sección del aljibe de la alcazaba representado en las láminas XLIX y L (abril, 1797). -Lámina LII: Edificios industriales a la orilla del Guadiana, Mérida (abril, 1797). -Lámina LIII: Alzado de edificios industriales representados en la lámina LII (mayo, 1797). -Lámina LIV: Termas de Alange, Badajoz (mayo, 1797). -Lámina LV: Estado de las termas de Alange representadas en la lámina LIV (mayo, 1797). -Lámina LVI: Sección de las termas de Alange representadas en las láminas LIV y LV (mayo, 1797). -Lámina LVII: Planta de edificio que denomina «Convento Jurídico», Mérida (junio, 1797). -Lámina LVIII: Alzado del edificio representado en la lámina LVII, Mérida (junio, 1797). -Lámina LIX: Edificio con estructura circular a las afueras de la muralla de Mérida (junio, 1797). -Lámina LX: Alzado de edificio representado en la lámina LIX (junio, 1797). -Lámina LXI: Presa de Esparragalejo (agosto, 1797). -Lámina LXII: Plano general de la laguna de Esparragalejo representada en la lámina LXI (agosto, 1797). -Lámina LXIII: Presa de Cornalvo (septiembre, 1797). -Lámina LXIV: Plano general de la laguna de Cornalvo representada en la lámina LXIII (septiembre, 1797). -Lámina LXV: Sección del puente de Alcántara, Cáceres (septiembre, 1797). -Lámina LXVI: Perfil del puente de Alcántara, Cáceres (octubre, 1797). -Lámina LXVII: Detalle del puente de Alcántara, Cáceres (octubre, 1797). -Lámina LXVIII: Puente de Alconétar, Cáceres (noviembre, 1797). -Lámina LXIX: Reconstrucción del puente de Alconétar, Cáceres (noviembre, 1797). -Lámina LXX: Detalle del puente de Alconétar, Cáceres (noviembre, 1797). -Lámina LXXI: Proyecto de construcción de ventas y puente sobre el río Tiétar en la zona de la Bazagona, y puente sobre el arroyo Calzones, Cáceres (septiembre, 1798). -Lámina LXXII: Estado del puente de Aljucén, Badajoz (1804-1807). -Lámina LXXIII: Reconstrucción del puente de Aljucén representado en la lámina LXXI (1804-1807). -Lámina LXXIV: Planta de ermita del Calvario y espacio de cementerio, Mérida (1807). -Lámina LXXV: Alzado de ermita del Calvario representada en la lámina LXXIII (1807).
CONCLUSIONES
1. LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO DE FERNANDO RODRÍGUEZ PARA LA HISTORIOGRAFÍA, LA ARQUEOLOGÍA Y LA ARQUITECTURA ROMANA La importancia de los dibujos de F. Rodríguez pasa obligatoriamente por un análisis del contexto histórico en el que se desarrolla su trabajo de recopilación gráfica. Desde el punto de vista del análisis de la arquitectura romana de finales del siglo xviii, la figura de este dibujante emeritense presenta rasgos de extrema originalidad que, en nuestra opinión, no se ven afectados por algunas de las incoherencias registradas en la clasificación sistemática de sus láminas y que intentaremos explicar en estas páginas finales. En general, las ilustraciones presentadas adquieren un papel muy importante en la historiografía de Mérida por un afán de documentación ordenada que, aunque fruto de su ambición personal para la consecución del título de maestro de obras en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, constituye un repertorio extraordinario para el conocimiento de la arquitectura romana emeritense. En estas conclusiones, sin embargo, es necesario proyectar la figura de F. Rodríguez en un horizonte más amplio y enfocarla respecto a las tendencias generales presentes en España en relación con la representación gráfica y documentación de las antigüedades clásicas y, más concretamente, la arquitectura. A pesar de los esfuerzos de las Academias, el interés hacía el estudio de la arquitectura romana es muy escaso en nuestra península. Todavía más raras aparecen las tendencias al análisis de la arquitectura romana como un conjunto de reglas constructivas y cuestiones téc-
nicas fundamentales para descifrar la anatomía de los edificios. Las décadas finales del siglo xviii aparecen caracterizadas por un cierto retraso en el proceso de relaboración de las antigüedades clásicas en acto en otros países europeos. En general, se asiste a un lento proceso de profesionalización de la arqueología, anclada en la dicotomía y fusión entre arqueología y anticuaria. En este momento todavía la arqueología necesita superar la barrera entre el estudio analítico de los monumentos y a los provenientes del documento escrito. Esta barrera es evidente en la aproximación a los edificios antiguos con los presupuestos de la arqueología anticuaria. Si se observan detenidamente los marcos historiográficos específicos y las figuras que actúan en este periodo con un interés técnico respecto a los edificios clásicos, en nuestro país, es difícil reconocer referencias adecuadas que indiquen un nuevo acercamiento hacía las cuestiones directamente relacionadas con la arquitectura. Hasta mediados del siglo xix, las instituciones fundadas para la formación del personal orientado al estudio del mundo clásico no proponen enseñanzas que integren el estudio de la Arquitectura antigua. Los planes de formación siguen encaminados a la enseñanza de la Numismática, la Epigrafía, la Geografía antigua, las Bellas Artes y la Literatura. La figura de F. Rodríguez se inserta en este panorama general, un contexto en el que el interés hacía la arqueología de campo y los edificios antiguos no tiene un reflejo propio en la historiografía hispánica. A pesar del marco institucional propuesto por las Academias no se conocen intervenciones concretas sobre la gestión y organización de la documentación de los monumentos.
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Hacia finales del siglo xviii las ruinas de Mérida ofrecen, evidentemente, un escenario ideal para un nuevo impulso al estudio de la arquitectura de época romana. En este ámbito, el dibujante emeritense, evidentemente influido e inspirado en el trabajo de sus predecesores, E. Rodríguez y, más directamente, M. de Villena, elabora una documentación gráfica cuya mayor peculiaridad resulta, en nuestra opinión, el tratamiento sistemático y homogéneo de los edificios. El dibujante emeritense ha tenido contacto con los dibujos de E. Rodríguez sobre las antigüedades de Mérida, antes, incluso, de conocer a M. de Villena, un aspecto que se revela en su primera lámina. No obstante, la actividad de F. Rodríguez no se entendería sin la figura de Villena que, claramente, trasmite al emeritense los instrumentos gráficos y metodológicos para la elaboración de sus láminas. M. de Villena trabaja en Mérida entre el 1791 y el año 1794 con la intención de documentar gráficamente las antigüedades de esta ciudad y efectuar excavaciones arqueológicas en varios edificios. Interviene, por ejemplo, en la zona del teatro, del arco de Trajano y en un solar de la calle Holguín, correspondiente con lo que, actualmente, se ha denominado foro Provincial. Las diecinueve láminas conservadas de este autor presentan interesantes puntos de reflexión, fundamentales para comprender el trabajo de F. Rodríguez. En general, en los dibujos de Villena destaca la complejidad de las informaciones ofrecidas: planimetrías con las indicaciones de las secciones arquitectónicas realizadas en la misma lámina; vistas exteriores y levantamientos interiores de los edificios con importantísimas indicaciones sobre el estado de conservación general de los monumentos. Desde el punto de vista de la elaboración, estos dibujos representan levantamientos esquemáticos del monumento, con el fin de diferenciar los detalles principales de la construcción y, en ciertos casos, la reconstrucción de la fisonomía original. Es oportuno señalar cómo la experiencia de M. de Villena constituye un ejemplo pionero en el campo disciplinar que analiza la arquitectura histórica con metodología arqueológica. La aproximación al monumento por parte de este autor plantea, por primera vez en España, la perspectiva de un estudio arquitectónico en relación con el análisis del subsuelo. Las excavaciones realizadas en distintas zonas de la ciudad de Mérida representan un intento de comprender el edificio en su totalidad y de asegurar la exactitud de la reconstrucción del aspecto original y de los datos ofrecidos en las láminas. La precisión de los datos
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gráficos se asocia, además, a un apéndice descriptivo de las características generales de los edificios que, en muchos casos, ayudan a comprender algunas dinámicas de trasformación perdidas y recuperadas mediante la gráfica y el texto, frutos del mismo proceso de documentación. Estos elementos generales y estas ideas sobre las razones fundamentales de la representación de los edificios se encuentran amplificados e impregnan las láminas de F. Rodríguez, desde el punto de vista de la cantidad de las ilustraciones realizadas y, sobre todo, por la tipología tan variada de las estructuras representadas, principal aportación del dibujante emeritense. En común con M. de Villena las láminas de F. Rodríguez tienen, por ejemplo, la selección del objeto arquitectónico representado de forma que aparezca, en la mayoría de los casos, el resto de época romana, eliminando aquellas partes de otras épocas que pudieran contaminar la comprensión del edificio antiguo. En general, F. Rodríguez actúa con un sentido más generalista y reconstructivo, aunque en ciertos casos consigue informarnos de más detalles y cuestiones arqueológicas sobre el edificio. En este sentido se percibe una mayor estandarización de la representación del monumento, eliminando los detalles excesivos en el dibujo a favor de la caracterización de los aspectos técnicos más relevantes. F. Rodríguez, durante los años en los que analiza la arquitectura romana de la ciudad, actúa con un planteamiento metódico que cubre la totalidad de los restos visibles en su época. El análisis de sus láminas indica que el autor no realizó una selección de los objetos de la representación según su monumentalidad o estado de conservación. En los dibujos es posible observar un trabajo organizado de manera topográfica en relación con los años de ejecución de los dibujos. Las ilustraciones empiezan lógicamente con el estudio de los principales monumentos emeritenses en el año 1794. F. Rodríguez se afana en la elaboración de una serie de dibujos para conseguir la aprobación del examen de maestro de obras en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, una vez conseguido, para intentar escalar un peldaño más solicitando un cargo a la misma Corte. Fruto de estas aspiraciones conseguirá que se estipule una remuneración en base a los dibujos que realice y que se le den unas instrucciones precisas para su realización. Ya en sus comienzos, F. Rodríguez había abordado otros proyectos que también tenían que ver con la arquitectura y las antigüedades, tales como la reconstrucción del puente sobre el río Matachel y la trasformación del teatro en plaza de toros, lo que
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manifiesta su gusto por estos temas. Sin embargo, estas nuevas circunstancias permiten al autor ilustrar los principales monumentos de la ciudad como el teatro, el acueducto de los Milagros, el acueducto de San Lázaro, el arco de Trajano, el puente sobre el río Guadiana y también el obelisco de Santa Eulalia. En el año 1795 realiza una parte consistente de dibujos (10), relativos al anfiteatro (que pertenece probablemente a los dibujos empezados el año anterior) y a una serie de proyectos homogéneos de análisis de las infraestructuras urbanas vinculadas con los demás puentes, las estructuras para la contención de aguas (presa de Proserpina, dique del Guadiana, isla y tajamar), el templo de Diana y el circo. En este año, parece evidente que F. Rodríguez completa la documentación de lo existente en el interior de la ciudad, con la representación de los edificios de espectáculos y los edificios religiosos y se dedica, de manera sistemática, a la ilustración de aquellos restos claramente relacionados con los ríos y el aprovisionamiento. Esta forma de documentar la arquitectura de la ciudad de manera casi funcional se trasforma en los dibujos del año 1796 en la recopilación de un gran número de monumentos en un grupo muy consistente de láminas (21) en las que se puede observar un afán significativo por ampliar el panorama general de los dibujos de las ruinas de Mérida. Resulta representativo, en este sentido, que la lámina que abre la serie de dibujos del 1796 sea la planimetría de la ciudad romana. En la planta aparecen algunas de las estructuras ya analizadas y, por otro lado, es una declaración de intenciones respecto a los edificios que el autor ilustraría ese mismo año. Entre ellos recordamos una amplia serie de levantamientos del acueducto de los Milagros, algunos edificios actualmente de difícil identificación y el denominado templo de Júpiter. El trabajo de F. Rodríguez no se limita solamente a los monumentos, sino que se hace consistente la documentación de fragmentos de decoración arquitectónica sin contexto o contextualizados (como el caso de las piezas del hornito de Santa Eulalia) e inscripciones, en un intento claro de representación global de las antigüedades de la ciudad. En este mismo año, empieza a traslucir un nuevo punto de vista que lleva a F. Rodríguez a salir del territorio de la ciudad para documentar también otras ruinas romanas cada vez más lejanas a Mérida (puente sobre el río Aljucén; presa de Araya; estudio de una vía romana). El grupo más consistente de dibujos pertenece al año 1797 (23) y resulta estructuralmente parecido al
CONCLUSIONES
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anterior. F. Rodríguez documenta los últimos restos visibles en la ciudad (aljibe en el interior de la alcazaba), insertando entre sus láminas otras estructuras sin identificar y, a la vez, preciosos documentos de algunas desaparecidas en la actualidad que, por ejemplo, nos ayudan a situar uno de los ámbitos productivos de la ciudad en la zona del río Guadiana o los restos de una importante zona funeraria en el área de Bodegones. El interés demostrado hacía la documentación del mayor número posible de ruinas romanas se hace evidente en el grupo de láminas que, en este mismo 1797, ilustran algunos de los edificios romanos más significativos de Extremadura, como por ejemplo la presa de Cornalvo, las termas de Alange, el puente de Alcántara, el puente de Alconétar y otras menores como la presa de Esparragalejo. A partir de este año se interrumpe la presencia de dibujos hasta los años 1804-1807 cuando vuelven a aparecer dos láminas de proyecto del puente en el río Aljucén y en el 1814 las últimas láminas documentadas de F. Rodríguez, referidas a su conocido proyecto de realización de un nuevo cementerio para la ciudad de Mérida. Las aportaciones principales de las láminas de F. Rodríguez se enmarcan en el panorama de la historiografía de la arquitectura romana de Mérida y en la arqueología de la misma ciudad. Entre arquitectura y arqueología existen varios elementos comunes que, en nuestra opinión, hacen de este autor un pionero en el proceso de definición de la importancia patrimonial de la ciudad, sobradamente conocida en la actualidad. Existen varios argumentos internos, presentes en las láminas analizadas, para atribuir a este dibujante un lugar digno en la historia de los estudios sobre Mérida romana. Entre ellos recordamos: - El proceso sistemático, homogéneo y global de documentación de los restos arqueológicos visibles en su época. - El interés por la ciudad y el territorio. - El estado de conservación del patrimonio. - El afán por representar tipologías distintas de edificios, desde los religiosos, administrativos, infraestructuras y, hecho sorprendente en esta época, aquellos con un carácter típicamente industrial y productivo. - La ilustración de detalles técnico-constructivos muy presentes en los dibujos de las ruinas romanas. La presencia de este último aspecto sorprende positivamente sobre todo en relación con el contexto histórico citado anteriormente, un ámbito de estudios que es incapaz de observar la arquitectura desde un punto de vista de reglas constructivas y que mira al
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monumento como a un objeto artístico fruto de un mismo propósito anticuario. La importancia de estos dibujos y el carácter de originalidad delineado por el amplio examen de los detalles constructivos de los edificios merecen una atención particular. En general, la base de los dibujos se inspira en los anteriores conocidos de M. Villena, aunque se nota una mayor rigurosidad en la realización de algunos elementos de los monumentos. F. Rodríguez realiza, en muchos casos, planos más detallados que sirven al autor para atribuir a los edificios una nueva interpretación. Se adentra, además, en consideraciones técnicas de varios tipos, anotadas en las zonas superiores, laterales o inferiores de los dibujos e integradas con la diferenciación gráfica del tipo de técnica edilicia utilizada. Las indicaciones técnicas van acompañadas de un levantamiento del edificio con la indicación de la escala de representación, una planimetría y, en muchos casos, una sección arquitectónica de una zona concreta realizada en un punto marcado en la representación bidimensional. La rigurosidad del proceso de documentación y análisis se percibe en la evidencia que realiza el autor en el caso de fracturas o zonas mal conservadas de los monumentos, hecho que resulta de gran utilidad para la definición de un terminus post quem que, a partir de la fecha del dibujo, nos permite contextualizar las intervenciones de restauración efectuadas en los edificios representados. Desde el punto de vista de la metodología de la representación, se evidencia la existencia de reglas para la compilación de la documentación gráfica sobre los monumentos, signos convencionales para la comprensión del objeto representado, hecho que testimonia una práctica adquirida y repetida en la totalidad de las láminas. La reseña de los dibujos de los monumentos de Mérida de F. Rodríguez marca, en nuestra opinión, un planteamiento metodológico único respecto al panorama científico observado en la situación general de la península ibérica. El estudio de las distintas partes del edificio, se basa en el análisis previo de los detalles constructivos a través de su representación gráfica. Los datos interpretativos ofrecidos en ciertos dibujos derivan, concretamente, de la observación del monumento que se ha dibujado, de su integridad como estructura. Nunca se observan reconstrucciones o hipótesis históricas a través de un examen estilístico de los posibles ornamentos del edificio o de elementos arquitectónicos fuera de contexto. Aunque varias de las sucintas notas interpretativas sean equivocadas, permanece la validez de un método de acercamiento
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al objeto arquitectónico muy riguroso. Algunas equivocaciones se documentan también desde el punto de vista gráfico, sobre todo en la presencia de detalles relativos a las características técnicas y arquitectónicas de los monumentos que parecen inventados respecto a la realidad del estado de conservación actual. En estos casos, y en relación con estas asociaciones de detalles inventados, es necesario exculpar al autor por su perspectiva de entregar una lámina que permita la comprensión del proyecto original del edificio. En el caso de la reproducción de elementos arquitectónicos desplazados, como por ejemplo basas con inscripciones, capiteles, columnas o arquitrabes, se ofrecen, en todos los casos, los detalles constructivos de la tipología de los encajes o las huellas para la fijación de los mismos al monumento. Es la prueba evidente de que el elemento no se considera válido por sí mismo, sino como parte integrante de algo más complejo, el edificio. Desde el punto de vista técnico, los dibujos demuestran gran habilidad y un cierto rigor. La caracterización de las técnicas edilicias, los materiales utilizados, el estado de conservación de los restos y las tímidas propuestas de reconstrucción denotan un gran conocimiento de las reglas básicas de la arquitectura. La importancia de la documentación como paso previo a la comprensión del edificio se manifiesta en la regularidad del esquema de composición, dividido, en la mayoría de los casos, en el levantamiento arquitectónico según una escala métrica, en la realización de una planimetría de los restos y en una sección en uno de los puntos que mejor evidencian las peculiaridades del objeto. En este sentido, hemos podido observar una evolución evidente en la técnica de caracterización de los edificios y una progresiva capacidad adquirida para la definición de recursos gráficos que permiten reconocer los dibujos de F. Rodríguez y asignar a este autor un estilo propio. Este estilo es la consecuencia de un método de trabajo, elaborado en contacto con las ruinas de la ciudad que lleva como resultados a una estandarización de las representaciones, con el objetivo fundamental que se entiendan la entidad del edificio, su planta y, sobre todo, sus fábricas. Con este fin, F. Rodríguez presenta muchas veces dibujos que pecan de imprecisión o rigor en la reproducción de la realidad del monumento como lo conocemos en la actualidad, hecho que es posible justificar, en nuestra opinión, con esa insistente formula de ilustración adaptada a la reconstrucción del edificio antiguo. En general, se trata de ajustes intencionados en las planimetrías de
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las estructuras respecto a las formas de las mismas, a las irregularidades de los muros o de los diferentes elementos estructurales, reconducidas por el autor en el registro de la simetría. Sin embargo, es necesario destacar que estos reajustes de los edificios que parecen errores de representación están respaldados por un trabajo sistemático de medidas y una metodología propia que, en muchas ocasiones, plantea la realización de excavaciones arqueológicas con la finalidad de comprender mejor las partes dibujadas. Llama poderosamente la atención que, si bien las instrucciones que se le dan desde la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando pueden servir, en un primer momento, como guía para la elaboración de los dibujos, el autor acaba por «superar» dichas instrucciones y enriquece el método de documentación arqueológica con la realización de excavaciones o la copia de epígrafes. Como se ha observado en el catálogo analítico de las láminas, recurre a desenterrar aquellas partes que no dejan visualizar el conjunto monumental. Así ocurre, por ejemplo, en la lámina del circo donde afirma «measido forzoso, azer escavacion para iformarme de la distrivucion desde su pavimento». Como hemos indicado, este detalle proyecta la figura del dibujante en otra dimensión. El interés por las antigüedades le obliga, en un edificio de tal envergadura, a realizar una excavación arqueológica para sacar a la luz aquella parte de restos que ayuden a una correcta representación de los detalles significativos de las estructuras y, consecuentemente, a la comprensión del monumento. En la parte textual que acompaña a las láminas de este tipo, el descubrimiento directo de las estructuras le lleva a detenerse específicamente en la descripción de algunos elementos estáticos, como las bóvedas de cañón y la fábrica general de las construcciones o las reflexiones muy puntuales sobre la tipología y la calidad de los morteros. La presencia de un estilo propio reconocible en todos los dibujos se evidencia, mayoritariamente, en el tratamiento gráfico de los detalles arquitectónicos. En la clasificación y análisis de las ilustraciones hemos indicado, en varias ocasiones, la obsesión de F. Rodríguez para una caracterización gráfica de las fábricas romanas que sea fácilmente reconocible. En los dibujos aparecen constantemente paramentos con superficies almohadilladas que, para nuestro autor, se convierte en símbolo de la «romanidad» de las estructuras. Visualizando las láminas, se aprecia la existencia de este tratamiento de los muros en contextos que, evidentemente, no se construyeron con esas características. Se trata de un recurso utilizado
CONCLUSIONES
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frecuentemente para distinguir, en algunos casos, las estructuras que el autor considera romanas de las estructuras que pertenecen a otras épocas históricas, anticipando, como en el caso de la lámina del puente, una visión estratigráfica de la arquitectura que resulta un episodio notable en las ilustraciones de monumentos de esta época. La capacidad de F. Rodríguez no se limita solamente a los detalles de las fábricas de los edificios y a su arquitectura. Existen un buen número de láminas en las que el autor se postula historiográficamente como un precursor en la arqueología de los paisajes antiguos. En estas ilustraciones, como las relativas a las presas de los alrededores de Mérida realiza un esfuerzo muy interesante para atribuir a los edificios analizados un contexto territorial y paisajístico. La caracterización de la posición de los restos arqueológicos respecto al entorno, representado también según la escala gráfica elegida para el monumento, atribuye a dichos restos un contexto que, en muchos casos permite una mayor comprensión de su funcionalidad. En estos dibujos F. Rodríguez retrata esquemáticamente la flora existente en la zona, único testigo de animación en sus ilustraciones. Este mismo esfuerzo de contextualización se ha podido observar en el dibujo con la planimetría de la ciudad antigua, el territorio cercano y las principales vías de comunicación. En el interés por la definición de los contextos territoriales de pertenencia, esta misma lámina adquiere gran importancia para la interpretación esquemática del trazado de la muralla y la intuición de varios complejos monumentales documentados solamente en excavaciones recientes. En el caso de la muralla, se ha indicado en el catálogo el extraordinario conocimiento que el autor presenta en relación con su fábrica o con la tipología de materiales empleados en su construcción. Sin embargo, la mayor novedad en este sentido concierne sobre todo a la cantidad de detalles que nos ofrece sobre la colocación de los distintos elementos de la construcción, la técnica utilizada y la distinción, totalmente insólita en el panorama historiográfico sobre la ciudad, del proceso constructivo por fases de obras diferenciadas, argumentos al centro de una gran cantidad de estudios en los últimos años por parte de numerosos investigadores europeos. Otra singularidad importante del trabajo de F. Rodríguez la ofrece la circunstancia de ser emeritense. Como ya se ha señalado en otras ocasiones (Morán 2009:186-187), el hecho de vivir en la ciudad y, sobre todo, conocer a los vecinos, ofrece no solo un conocimiento profundo de lugares que se encuentran
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alejados de la monumentalidad del centro urbano, sino también la oportunidad de acceder a recintos privados que se encuentran vetados a foráneos. En relación con este aspecto están los dibujos de edificios industriales o a las afueras de la ciudad que hasta este momento no han sido documentados, muchos de ellos hoy desaparecidos. También se podría relacionar con este aspecto local, por ejemplo, el exacto trazado de la muralla al que nos hemos referido arriba al hablar de la lámina XXVII: la posibilidad de seguir su trazado a través de casas y propiedades privadas es sin duda fácil para un autóctono. El propio dibujante apunta, en algunos casos, esta forma de registro de los restos, por ejemplo en la lámina XL, donde indica «me entré por el Arco S. y siguiendo su curso encontré su paradero en un muro de sillería». Esta afirmación testimonia, de nuevo, su interés por aportar nuevos elementos de conocimiento de las antigüedades. No es casualidad que el plano de la ciudad antigua, con la posición geográfica de los edificios, no fuera dibujado por E. Rodríguez ni por M. de Villena y, sin embargo sí fuera dibujado, posteriormente, por A. de Laborde, al que F. Rodríguez habría servido de cicerone. Estas particularidades y la originalidad y rigurosidad de los dibujos de F. Rodríguez no supieron apreciarse en su momento en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, como ocurrió también con los dibujos de M. de Villena. Paradójicamente, no se apreciaron los dibujos porque no se conocían suficientemente los restos arqueológicos y, en lugar de utilizarlos de base de trabajo, se optó por invalidarlos haciéndolos reposar durante dos siglos. A pesar de ello, su custodia durante estas dos centurias, a cargo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ha sido impecable, lo que permite apreciar los diseños con la misma calidad que en el momento de su realización.
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El estudio del trabajo de F. Rodríguez permite vislumbrar una línea de conexión entre los primeros dibujos realizados con el propósito de documentación precisa de las antigüedades, obedeciendo a los planteamientos propugnados por las Academias. De este modo, se establece un vínculo entre los cuatro dibujantes principales de la segunda mitad del siglo xviii, en concreto en relación con las antigüedades emeritenses: E. Rodríguez, M. de Villena, F. Rodríguez y A. de Laborde. Los dibujos de estos cuatro autores constituyen una fuente de información que tiene distintas características y connotaciones en función del contexto en que se hacen, pero con nexos comunes. Entre ellos, los de F. Rodríguez destacan especialmente por el número, los temas tratados y la información que ofrecen, característica probablemente facilitada por la ventaja de ser emeritense, sin menoscabo de su capacidad técnica y el interés por las antigüedades. La puesta en valor de los dibujos de F. Rodríguez ofrece un testimonio gráfico directo de la imagen que la mayoría de los edificios monumentales romanos de Mérida (y también de alrededores) tenían a finales del siglo xviii y establecen una plataforma de estudio que puede seguir aportando datos de interés. La comparación de los dibujos y explicaciones de F. Rodríguez puede dar frutos en relación con los datos arqueológicos: el estudio de algunas plantas ha permitido, por ejemplo, establecer tipologías de edificios productivos concretos. Puede afirmarse, sin ninguna duda, que los dibujos recuperados de arquitectura y antigüedades realizados por F. Rodríguez constituyen un documento único que supone un referente histórico para la ciudad de Mérida en relación con sus restos arqueológicos. Son, además, únicos en el panorama nacional tanto por la cantidad como por la calidad y rigurosidad de su ejecución y sistema de documentación.
APÉNDICE DOCUMENTAL
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ÁPENDICE DOCUMENTAL
Documento 1 Asunto: Carta dirigida por Antonio de Plasencia a la RABASF sobre Fernando Rodríguez Fecha: 15 de marzo de 1788 Signatura RABASF: 2-15-3-18
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ÁPENDICE DOCUMENTAL
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Documento 2 Asunto: Carta dirigida por Fernando Rodríguez a la RABASF solicitando examen de maestro de obras Fecha: 26 de marzo de 1788 Signatura RABASF: 2-15-3-18
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Documento 3 Asunto: Carta dirigida por Fernando Rodríguez a la RABASF solicitando nuevo examen de maestro de obras, una vez reprobado en el primer intento Fecha: 5 de julio de 1788 Signatura RABASF: 2-15-3-18
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ÁPENDICE DOCUMENTAL
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Documento 4 Asunto: Carta dirigida por Fernando Rodríguez a la RABASF solicitando «Título de Maestro de Obras», una vez reprobado en el primer intento y rechazada su solicitud de nuevo examen en julio de 1788 Fecha: 5 de abril de 1794 Signatura RABASF: 2-15-3-18
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Documento 5 Asunto: Asunto para examen de maestro de obras Fecha: 6 de abril de 1794 Signatura RABASF: 2-15-3-18
ÁPENDICE DOCUMENTAL
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Documento 6 Asunto: Adjudicación de día para examen de maestro de obras Fecha: julio de 1794 Signatura RABASF: 2-15-3-18
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ÁPENDICE DOCUMENTAL
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Documento 7 Asunto: Junta extraordinaria de examen de maestro de obras donde se califica a F. Rodríguez de aprobado Fecha: 10 julio de 1794 Signatura RABASF: 2-15-3-18
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Documento 8 Asunto: Relación de Aprobados como maestros de obras en 1794 Fecha: 1794 Signatura RABASF: 2-23-5
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ÁPENDICE DOCUMENTAL
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Documento 9 Asunto: Carta pidiendo nombramiento como Maestro Arquitecto y sueldo Fecha: 30 de marzo de 1795 Signatura RABASF: Arqueología Informes 37-2/1 Transcripción: Dn. Fernando Rodríguez, Maestro de obras aprobado de la Ciudad de Mérida, solicita se le nombre Maestro Arquitecto de la Provincia de Extremadura, consignándosele algún sueldo o salario sobre los Propios y arbitrios de aquella ciudad, obligándose a enseñar la Arquitectura en dicho país y a copiar las ruinas de los edificios romanos, con la circunstancia de que por su mano hayan de pasar las trazas, informes facultativos y cálculos de las obras que los dueños encargasen en aquella Provincia de Extremadura a los que no estuviesen aprobados por las Academias Reales, autorizándosele este encargo con el título de maestro de dicha Provincia.
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Documento 10 Asunto: Carta de Isidoro Bosarte con instrucciones para dibujar las antigüedades de Mérida Fecha: 9 de julio de 1795 Signatura RABASF: Arqueología Informes 37-2/1
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ÁPENDICE DOCUMENTAL
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Documento 11 Asunto: Acta en la que se alude a F. Rodríguez como «celador de las antigüedades romanas» Fecha: 13 de febrero de 1807 Signatura AHMM: Libro de Acuerdos Municipales de Mérida, 1807, p. 101
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ÁPENDICE DOCUMENTAL
Documento 12 Asunto: Copia del dibujo de Esteban Rodríguez en el viaje del marqués de Valdeflores Fecha: Original: 1753, esta copia: entre 1803-1805 (Manso 2010: 68) Signatura RAH: CACC/9/7948/79
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FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
FUENTES Archivo Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando -Expediente sobre reconstrucción del puente sobre el río Matachel. Signatura 2-31-6. -Informe Facultativo y modo de construir una Casa de Campo. Fernando Rodríguez. Signatura 2-7-2. -Relación de Maestros de Obras aprobados en 1794. Signatura 2-23-5. -Real Orden de 4 de Mayo de 1795 para que la Academia tase los planos de antigüedades de Extremadura que haga el Maestro de obras Fernando Rodríguez. Signatura 5-152-1. -Aviso del S. Protector de 22 de Junio de 1795 de haber mandado S. M. que de los fondos de la imprenta Real se den a D. Fernando Rodríguez 50 Doblones por 7 planos de Antigüedades de Mérida. Signatura 5-152-1. -Expediente de Fernando Rodríguez. Signatura 2-153-18. -Expediente sobre Antigüedades romanas de Mérida. Trabajos hechos por el maestro de obras D. Fernando Rodríguez. 1795 a 1807. Signatura 1-37-2. Libro registro de las obras de profesores de arquitectura aprobados de maestros de obras de la Real Academia. (1777-1853) Obras de profesores de arquitectura. Año 1794: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/libro-de-registro-de-las-obrasde-profesores-de-arquitectura-aprobados-de-maestros-de-obras-por-la-real-academia-1777-1853-18/ html/03567386-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2. html. Libros de actas de las sesiones particulares, ordinarias, generales, extraordinarias, públicas y solemnes. (1752-1984): http://www.cervantesvirtual. com/portales/bellas_artes_san_fernando/obra/ actas-de-las-sesiones-particulares-ordinariasgenerales-extraordinarias-publicas-y-solemnesde-la-real-academia-de-bellas-artes-de-san-fernando-41/.
-Acta de la Junta Ordinaria de 6 de Abril de 1788 (Sobre primer examen de maestro de obras de F. Rodríguez). -Acta de la Junta Ordinaria de 4 de Mayo de 1788 (Sobre no superación de examen de maestro de obras). -Acta de la Junta Ordinaria de 6 de Julio de 1788 (F. Rodríguez solicita nuevo examen; se le aconseja volver a su patria e intentarlo después de perfeccionar la técnica). -Acta de la Junta Ordinaria de 6 de Abril de 1794 (Solicitud de título de maestro de obras; se le asigna asunto de examen). -Acta de la Junta Extraordinaria de 10 de Julio de 1794 (Examen del ejercicio encomendado a F. Rodríguez, con resultado de aprobado). -Acta de la Junta ordinaria de 3 de Agosto de 1794 (Leída la Junta Extraordinaria de 10 de Julio se ordena la expedición de título correspondiente de maestro de obras a F. Rodríguez). -Acta de la Junta Ordinaria de 5 de Abril de 1795 (Se lee el memorial presentado por F. Rodríguez en la corte con la pretensión de ser nombrado Maestro de Extremadura y la petición de salario). -Acta de la Junta Ordinaria de 3 de Mayo de 1795 (Se lee el informe dirigido al Sr. Protector sobre las pretensiones de F. Rodríguez). -Acta de la Junta Ordinaria de 7 de Junio de 1795 (Se lee Real Orden de 4 de mayo donde el Rey resuelve sobre la pretensión de F. Rodríguez. Se estipula que se le paguen 50 doblones por los primeros siete planos y que se le den instrucciones de ejecución para los siguiente). -Acta de la Junta Ordinaria de 5 de Julio de 1795 (Sobre el pago estipulado de los primeros siete planos. Lectura de las instrucciones redactadas para la ejecución de los dibujos por D. Pedro Arnal). -Acta de la Junta Ordinaria de 1 de Noviembre de 1795 (Se examinan los siete primeros dibujos y se tasan, finalmente, en 25 doblones. -Acta de la Junta Ordinaria de 6 de Diciembre de 1795 (Sobre el pago de los 25 doblones). -Acta de la Junta Ordinaria de 7 de Agosto de 1796 (Sobre el envío de 10 planos de Fernando Rodríguez y su tasación).
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-Acta de la Junta Ordinaria de 4 de Septiembre de 1796 (Calificación de los planos de F. Rodríguez como «defectuosos». Tasación en 1800 reales de vellón). -Acta de la Junta Ordinaria de 2 de Octubre de 1796 (Informe de evaluación de diez planos de F. Rodríguez). -Acta de la Junta Ordinaria de 4 de Junio de 1797 (Sobre siete planos de F. Rodríguez valorados por la Junta de Arquitectura en 40 doblones). -Acta de la Junta Ordinaria de 2 de Julio de 1797 (Sobre tasación de planos de F. Rodríguez). -Acta de la Junta Ordinaria de 6 de Agosto de 1797 (Sobre tasación de siete planos de F. Rodríguez en 1600 reales de vellón). -Acta de la Junta Ordinaria de 1 de Noviembre de 1797 (Sobre tasación de planos de F. Rodríguez en 25 doblones). -Acta de la Junta Ordinaria de 7 de Enero de 1798 (Sobre tasación de cinco planos de F. Rodríguez en 20 doblones). Libros de actas de las sesiones particulares y de gobierno. (1757-1854) Sesiones particulares: http:// www.cervantesvirtual.com/obra-visor/actas-de-sesiones-particulares-y-de-gobierno-1757-1854-51/ html/03475ebe-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3. html. -Acta de la Junta Particular de 2 de Mayo de 1802 (Se remite informe a Agustín de Betancourt sobre la Comisión de Fernando Rodríguez para diseñar las ruinas de Mérida). -Acta de la Junta Particular de 1 de Febrero de 1807 (Petición de permiso por parte de F. Rodríguez de denunciar ante la justicia los atentados que se comenten contra las antigüedades romanas de Mérida. Informe favorable). -Acta de la Junta Particular de 1 de Marzo de 1807 (Informe de F. Rodríguez sobre demolición de parte de un edificio antiguo romano en Mérida) Libros de actas de las sesiones celebradas por la Comisión/Sección de Arquitectura. (1786-1959): http://www.cervantesvirtual.com/portales/bellas_ artes_san_fernando/obra/real-academia-de-bellasartes-de-san-fernando-comision-de-arquitecturalibros-de-actas-1786-1959-160/. -Acta de la Junta de la Comisión de Arquitectura de 31 de Agosto de 1796 (Valoración y tasación de 10 planos de F. Rodríguez).
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-Acta de la Junta de la Comisión de Arquitectura de 29 de Diciembre de 1796 (Valoración y tasación de cinco planos de F. Rodríguez). -Acta de la Junta de la Comisión de Arquitectura de 23 de Mayo de 1797 (Valoración de siete planos de F. Rodríguez en 2800 reales de vellón). -Acta de la Junta de la Comisión de Arquitectura de 27 de Julio de 1797 (Tasación de siete planos de F. Rodríguez en 1600 reales de vellón). -Acta de la Junta de la Comisión de Arquitectura de 26 de Febrero de 1807 (Sobre proyecto de reparación del puente sobre el río Aljucén efectuado por F. Rodríguez. Se aprueba). Biblioteca Nacional -Dibujo de Teatro Romano de Mérida fechado en febrero de 1794. Signatura: DIB/14/45/29. Archivo Histórico Nacional -Expediente sobre reconstrucción del puente sobre el río Matachel. Signatura: Cons. Legs. 28112 y 28758. -Expediente sobre construcción de Plaza de Toros en teatro romano. Signatura: Consejos 952-5 y Consejos, MPD 2292. - Expediente sobre construcción de puente y ventas en el río Tiétar, en la zona de la Bazagona. Signatura: Consejos, MPD 1870 y 1597r. -Expediente sobre reconstrucción del puente sobre el río Aljucén. Signatura: Consejos, MPD 2153 y 2154. Archivo Histórico Municipal de Mérida -Nombramiento de Fernando Rodríguez por el Rey como «celador de las Antigüedades Romanas». Libro de Acuerdos Municipales de Mérida. 1807, p. 101 (13 de febrero). -Expediente sobre proyecto de construcción de Cementerio en Mérida realizado por F. Rodríguez: Signatura: 555, carpeta 3. 1814. HISPANIA EPIGRAPHICA: http://eda-bea.es/pub/search_select.php.
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ARCHIVO ESPAÑOL DE ARQUEOLOGÍA (AEspA) NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE MANUSCRITOS Dirección Redacción de la Revista: calle Albasanz 26-28, E-28037 Madrid; Teléfono: +34 91 6022300; Fax: +34 913045710; correo electrónico: [email protected] Contenido Archivo Español de Arqueología es una revista científica de periodicidad anual que publica trabajos de Arqueología, con atención a sus fuentes materiales, literarias, epigráficas o numismáticas. Tiene como campo de interés las culturas del ámbito mediterráneo y europeo desde la Protohistoria a la Alta Edad Media, flexiblemente abierto a realidades culturales próximas y tiempos fronterizos. Se divide en dos secciones: Artículos, dentro de los que tendrán cabida tanto reflexiones de carácter general sobre temas concretos como contribuciones más breves sobre novedades en la investigación arqueológica; y Recensiones. Además, edita la serie Anejos de Archivo Español de Arqueología, que publica de forma monográfica libros concernientes a las materias mencionadas. Los trabajos serán originales e inéditos y no estarán aprobados para su edición en otra publicación o revista. Formulario de autoría Al enviar el artículo, los autores deben incluir una declaración específica de que el artículo no se ha sometido a presentación para su evaluación y publicación en otras revistas simultáneamente o con anterioridad. En el momento en que el artículo sea aceptado, al enviar el texto y figuras definitivas, deberán rellenar un formulario específico donde constarán las condiciones de copyright de las publicaciones del CSIC. Normas editoriales 1. El texto estará precedido de una hoja con el título del trabajo y los datos del autor o autores (nombre y apellidos, institución, dirección postal, teléfono, correo electrónico, situación académica) y fecha de entrega. Cada original deberá venir acompañado por la traducción del Titulo al inglés, acompañado de un Resumen y Palabras Claves en español, con los respectivos Summary y Key Words en inglés. De no estar escrito el texto en español, los breves resúmenes y palabras clave vendrán traducidos al español e inglés. Las palabras clave no deben incluir los términos empleados en el título, pues ambos se publican siempre conjuntamente. 2. Se entregará una copia impresa y completa, incluyendo toda la parte gráfica. Se adjuntará asimismo una versión en soporte informático, preferentemente en MS Word para Windows o Mac y en PDF, con imágenes incluidas. 3. El texto no deberá exceder las 11000 palabras. Sólo en casos excepcionales se admitirán textos más extensos. Los márgenes del trabajo serán los habituales (superior e inferior de 2 cm; izquierdo y derecho de 2,5 cm). El tipo de letra empleado será Times New Roman de 12 puntos a un espacio, con la caja de texto justificada. Aparecerá la paginación correlativa en el ángulo inferior derecho. Se empleará a comienzo de párrafo el sangrado estándar (1,25). Salvo la separación lógica entre diferentes apartados, no se dejarán líneas en blanco entre párrafos. En ningún caso se utilizarán negritas. 4. Se cuidará la exacta ordenación jerárquica de los distintos epígrafes, numerándolos indistintamente mediante guarismos romanos y árabes, e incluso sin numeración. 5. Cuando se empleen citas textuales en el texto o en notas a pie de página se entrecomillarán, evitando la letra cursiva. Dicha letra se acepta para topónimos o nombres en latín. En estos casos, se preferirán las grafías con “v” en lugar de “u”, tanto para mayúsculas como para minúsculas (conventus mejor que conuentus). 6. Por lo que se refiere al sistema de cita, deberá emplearse el sistema “americano” de citas en el texto, con nombre de autor en minúscula y no se pondrá coma entre autor y año (apellido o apellidos del autor año: páginas). Si los autores son dos se incluirá la conjunción “y” entre ambos. Si los autores fueran más de dos se indicará el apellido del primero seguido por la locución et alii. Se incluirá una bibliografía completa al final del trabajo. En la bibliografía final, los títulos de monografías irán en cursiva, mientras que en los artículos el título se colocará entrecomillado. Los nombres de los autores, ordenados alfabéticamente por apellidos, en la bibliografía final irán en letra redonda, seguidos por el año de publicación entre paréntesis y dos puntos. Si los autores son dos, irán unidos por la conjunción “y”. Si son varios los autores, sus nombres vendrán separados por comas, introduciendo la conjunción “y” entre los dos últimos. En el caso de que un mismo autor tenga varias obras, la ordenación se hará por la fecha de publicación, de la más antigua a la más reciente. Si en el mismo año coinciden dos o más obras de un mismo autor o autores, serán distinguidas con letras minúsculas (a, b, c...). En el caso de las monografías se indicará el lugar de edición tal y como aparece citado en la edición original (p. e. London, en lugar de Londres), separado del título de la obra por una coma. En el caso de artículos o contribuciones a obras conjuntas, se indicarán al final las páginas correspondientes, también separadas por comas. Los nombres de revistas se incluirán sin abreviar. Las referencia a las consultas realizadas en línea (Internet), deberán indicar la dirección Web y entre paréntesis la fecha en la que se ha realizado la consulta. Las notas a pie de página, siempre en letra Times New Roman de 10 puntos, se emplearán únicamente para aclaraciones o referencias generales. Ejemplos de citas en la bibliografía final: Monografías: Arce, J. 1982: El último siglo de la España romana: 284-409, Madrid.
Artículos en revistas: García y Bellido, A. 1976: “El ejército romano en Hispania”, Archivo Español de Arqueología 49, 59-101. Contribuciones a congresos y obras conjuntas: Noguera Celdrán, J. M. 2000: “Una aproximación a los programas decorativos de las villae béticas. El conjunto escultórico de El Ruedo (Almedinilla, Córdoba)”, P. León y T. Nogales (coords.), Actas III Reunión sobre Escultura Romana en Hispania, Madrid, 111-147 Trabajos dentro de una serie monográfica: Alföldy, G. 1973: Flamines Provinciae Hispaniae Citerioris, Anejos Archivo Español de Arqueología VI, Madrid. 6. Toda la documentación gráfica se considerará como Figura (ya sea fotografía, mapa, plano, tabla o cuadro), ordenándola correlativamente. Se debe indicar en el texto el lugar ideal donde se desea que se incluya, con la referencia (Fig. 1), y así sucesivamente. Asimismo debe incluirse un listado de figuras con los pies correspondientes a cada una al final del artículo. El formato de caja de la Revista es de 15 x 21 cm; el de la columna, de 7,1 x 21 cm. La documentación gráfica debe ser de calidad, de modo que su reducción no impida identificar correctamente las leyendas o desdibuje los contornos de la figura. Los dibujos no vendrán enmarcados para poder ganar espacio al ampliarlos. Toda la documentación gráfica se publica en blanco y negro; sin embargo, si se enviara a color, puede salir así en la versión digital. Los dibujos, planos y cualquier tipo de registro (como las monedas o recipientes cerámicos) irán acompañados de escala gráfica, y las fotografías potestativamente. Todo ello debe de prepararse para su publicación ajustada a la caja y de modo que se reduzcan a una escala entera (1/2, 1/3… 1/2000, 1/20000, etc.). En cualquier caso, se puede sugerir el tamaño de publicación de cada figura (a caja, a columna, a 10 cm de anchura, etc.). Las Figuras se deben enviar en soporte digital, preferentemente en fichero de imagen TIFF o JPEG con al menos 300 DPI y con resolución para un tamaño de 16 x 10 cm. No se aceptan dibujos en formato DWG o similar y se debe procurar no enviarlos en CAD a no ser que presenten formatos adecuados para su publicación en imprenta. Aceptación Todos los textos son seleccionados por el Consejo de Redacción según su interés científico y su adaptación a las normas de edición, por riguroso orden de llegada a la Redacción de la Revista, y posteriormente informados por el sistema de doble ciego, según las normas de publicación del CSIC, por al menos dos evaluadores externos al CSIC y a la institución o entidad a la que pertenezca el autor y, tras ello, aceptados definitivamente por el Consejo de Redacción. Correcciones y texto definitivo 1. Una vez aceptado, el Consejo de Redacción podrá sugerir correcciones del original previo (incluso su reducción significativa) y de la parte gráfica, de acuerdo con las normas de edición y las correspondientes evaluaciones. El Consejo de Redacción se compromete a comunicar la aceptación o no del original en un plazo máximo de seis meses. 2. El texto definitivo se deberá entregar cuidadosamente corregido y homologado con las normas de edición de Archivo Español de Arqueología para evitar cambios en las primeras pruebas. El texto, incluyendo resúmenes, palabras clave, bibliografía y pies de figuras, se entregará en CD, así como la parte gráfica digitalizada, acompañado de una copia impresa que incluya las figuras sugiriendo el tamaño al que deben reproducirse las mismas. El texto definitivo se podrá enviar también por correo electrónico. 3. Los autores podrán corregir primeras pruebas, aunque no se admitirá ningún cambio sustancial en el texto. DOI El DOI (Digital Object Identifier) es una secuencia alfanumérica estandarizada que se utiliza para identificar un documento de forma unívoca con el objeto de identificar su localización en Internet. La revista Archivo Español de Arqueología asignará a todos sus artículos un DOI que posibilitará la correcta localización del mismo, así como la indización en las bases de datos de CrossRef. de todas las referencias bibliográficas comprendidas en el volumen de Archivo Español de Arqueología. Varia 1. Entrega de volúmenes: los evaluadores recibirán gratuitamente un ejemplar del volumen en el que hayan intervenido; los autores, el volumen correspondiente y el PDF de su artículo. 2. Devolución de originales: los originales no se devolverán salvo expresa petición del autor. 3. Derechos: la publicación de artículos en las revistas del CSIC no da derecho a remuneración alguna; los derechos de edición son del CSIC. El autor se hará responsable de los derechos de propiedad intelectual del texto y de las figuras. 4. Los originales de la revista Archivo Español de Arqueología, publicados en papel y en versión electrónica, son propiedad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, siendo necesario citar la procedencia en cualquier reproducción parcial o total. Es necesario su permiso para efectuar cualquier reproducción.
ANEJOS DE ARCHIVO ESPAÑOL DE ARQUEOLOGÍA (ÚLTIMOS TÍTULOS PUBLICADOS) ISSN 0561-3663 XLIX L LI LII LIII LIV LV LVI LVII LVIII LIX LX LXI LXII LXIII LXIV LXV LXVI LXVII LXVIII LXIX LXX
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L. Arias Páramo: Geometría y proporción en la Arquitectura Prerrománica Asturiana. Instituto de Historia. Madrid, 2008. 400 págs. + 234 figs. + 57 fotos + 26 cuadros. – ISBN: 978-84-00-08728-9. S. Camporeale, H. Dessales y A. Pizzo (eds.): Arqueología de la construcción I. Los procesos constructivos en el mundo romano: Italia y provincias occidentales. Instituto de Arqueología de Mérida. Mérida, 2008. 360 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-00-08789-0. L. Caballero, P. Mateos y M.ª Ángeles Utrero (eds.): El siglo VII frente al siglo VII. Arquitectura. Instituto de Arqueología de Mérida - Instituto de Historia. Madrid, 2009. 348 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-00-08805-7. A. Gorgues: Économie et société dans le nord-est du domaine ibérique (IIIe – Ier s. av. J.-C.). Instituto de Historia. Madrid, 2010. 504 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-00-08936-8. R. Ayerbe, T. Barrientos y F. Palma (eds.): El foro de Avgvsta Emerita. Génesis y evolución de sus recintos monumentales VII. Instituto de Arqueología de Mérida. Mérida, 2009. 868 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-0008934-4. L. Caballero: Las iglesias asturianas de Pravia y Tuñon. Arqueología de la arquitectura. Instituto de Historia. Madrid, 2010. 232 págs. + figs. en el texto. – ISBN: 978-84-0009128-6. T. Tortosa, S. Celestino (eds.) y R. Cazorla (coord.): Debate en torno a la religiosidad protohistórica. Instituto de Arqueología de Mérida. Mérida, 2010. 309 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-00-09177-4. A. Pizzo: Las técnicas constructivas de la arquitectura pública de Augusta Emerita. Instituto de Arqueología de Mérida. Mérida, 2010. 614 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-00-09181-1. G. Camporeale, H. Dessales y A. Pizzo (eds): Arqueología de la construcción II. Los procesos constructivos en el mundo romano: Italia y provincias orientales. Instituto de Arqueología de Mérida. Mérida, 2010. 646 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-00-09279-5. M.P. García Bellido, L. Callegarin y A. Jiménez Díez (eds.): Barter, money and coinage in the Ancient Mediterranean (10th-1st centuries BC). Instituto de Historia. Madrid, 2011. 396 págs. + figs. en texto. – ISBN: 978-84-00-09326-6. V. Mayoral y S. Celestino (eds.): Tecnología de información geográfica y análisis arqueológico del territorio. Actas del V Simposio Internacional de Arqueología de Mérida. Instituto de Arqueología de Mérida. Mérida, 2011. 832 págs. + figs. en texto (ed. electrónica) – e-ISBN: 978-84-00-09407-2. J.A. Remolá y J. Acero (eds.): La gestión de los residuos urbanos en Hispania. Xavier Dupré Raventós (1956-2006), in memoriam. Instituto de Arqueología de Mérida. Mérida, 2011. 418 págs. + figs. en texto – ISBN: 978-84-00- 093457. L. Caballero, P. Mateos y T. Cordero (eds.): Visigodos y omeyas. El territorio. Instituto de Arqueología de Mérida. 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DIAL
DIALOGO DE IDENTIDADES Libro:M
30/10/14
19:33
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Editada bajo la supervisión de Editorial CSIC, esta obra se terminó de imprimir en Madrid en junio de 2015
ANEJOS AEspA
FERNANDO RODRÍGUEZ Dibujos de arquitectura y antigüedades romanas
LXXIII 2015
Carlos Jesús Morán Sánchez Antonio Pizzo
ANEJOS DE
AEspA LXXIII
FERNANDO RODRÍGUEZ Dibujos de arquitectura y antigüedades romanas
ISBN 978-84-00-09929-9
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ARQVEOLOGÍA
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