Epistolario de sor Dolores Peña de Lillo (Chile, 1763-1769) 9783964560230

Edición del epistolario, hasta ahora desconocido, y único tanto por sus dimensiones como por conservarse íntegro. Uno de

162 68 32MB

Spanish; Castilian Pages 518 Year 2008

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD PDF FILE

Table of contents :
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS
SOBRE ESTA OBRA
INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS
EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO (EDICIÓN CRÍTICA DE LOS TEXTOS)
CARTA I
CARTA 2
CARTA 3
CARTA 4
CARTA 5
CARTA 6
CARTA 7
CARTA 8
CARTA 9
CARTA 10
CARTA 11
CARTA 12
CARTA 13
CARTA 14
CARTA 15
CARTA 16
CARTA 17
CARTA 18
CARTA 19
CARTA 20
CARTA 21
CARTA 22
CARTA 23
CARTA 24
CARTA 25
CARTA 26
CARTA 27
CARTA 28
CARTA 29
CARTA 30
CARTA 31
CARTA 32
CARTA 33
CARTA 34
CARTA 35
CARTA 36
CARTA 37
CARTA 38
CARTA 39
CARTA 40
CARTA 41
CARTA 42
CARTA 43
CARTA 44
CARTA 45
CARTA 46
CARTA 47
CARTA 48
CARTA 49
CARTA 50
CARTA 51
CARTA 52
CARTA 53
CARTA 54
CARTA 55
CARTA 56
CARTA 57
CARTA 58
CARTA 59
CARTA 60
CARTA 61
CARTA 62
CARTA 63
CARTA 64
CARTA 65
NOTABILIA LINGÜÍSTICA DE VOCES COMENTADAS
Recommend Papers

Epistolario de sor Dolores Peña de Lillo (Chile, 1763-1769)
 9783964560230

  • 0 0 0
  • Like this paper and download? You can publish your own PDF file online for free in a few minutes! Sign Up
File loading please wait...
Citation preview

BIBLIOTECA INDIANA Publicaciones del Centro de Estudios Indianos (CEI) Universidad de Navarra Editorial Iberoamericana

Ji*> s i ' -T. zabullir > zambullir,

macula > mancula

>

mancha, mattianu > macana > manzana: también Fuentes: primincia, inrisible; Frago, 1999a: beínculo; en Suárez, Relación autobiográfica, p. 221, n., se recoge primincias,

bastante documentada, y se citan otros ejemplos de uso chileno, dados por Echeverría: trompezón,

Mampocho,

balandronada,

insamen; en Tiscornia: enxemplo,

audancia,

arronjar, etc.). 13

ciglo — siglo, «mundo de la vida civil, en oposición al de la vida religiosa», 4' acep. 14 espesie = especie, «imagen o idea de un objeto, que se representa en el alma», DRAE, 2* acep. DRAE,

EDICIÓN CRÍTICA

175

5 años, poco más o menos, viéndome tan tibia, reselando los atrasos que de aquí podían resultar a mi alma, pedí a su Majestad lus para emprender vida nueva y afervorisarme en su santísimo servisio; perseveré algunos días en esta petisión, hasta que al fin un día, después de comulgar, se me ofresió entrar desde aquel15 día como en nuevo novisiado y coger el hábito espiritualmente, y agtuarme todo aquel año en lo interior y esterior con el mayor rigor, observansia y asperesa, cumpliendo muy exatamente con la obligasión de mi estado, procurando recoger mis potensias y sentidos, poniéndolos como en estrecha clausura allá en lo íntimo de mi corasón, imponiéndoles pena cuando se desmandasen a quebrantar algún punto en algo, por leve que fuese. Dispuesto esto, suponiendo que quisás sería del agrado de Dios, pasé a ponerlo por obra, hasiéndome presente a Dios, nuestro Señor, y a mi Señora, la Virgen, hasiéndoles este nuevo sacrifisio, y les pedí que me desnudasen de los malos hábitos de mis malas constumbres, y me revistiesen mi alma con buenos hábitos de heroicas virtudes, asistiéndome con su santísima grasia para agtuarme en ellas en el más sublime grado que pueda darse a las criaturas, deseando en esto la mayor gloria de Dios. Propuesto lo dicho, me quedé como suspensa, dándole en lo interior de mi alma grasias a su Majestad por aquella lus que me16 había dado para consagrarme de nuevo a su servisio, conosiendo mi indignidad. Estando en esto, se me hiso patente a los ojos de el alma, con vista más clara que lo que llegamos a persebir con los ojos del cuerpo 17 , un corasón muy resplandesiente, adornado de inumerables rayos, en los cuales tenía grabadas presiosísimas piedras, más brillantes que los diamantes más finos. Esta vista duró casi menos que un minuto, pero bastó este solo instante para trasmutarme toda y haser operasión 18 muy divina en mi corasón, según los afectos de más y más amar, sintiéndome al mesmo tiempo toda yo corroborada en divino fuego, que párese me abrasaba hasta lo más íntimo; sentía estrechísima unión de mi alma a Dios, y, mientras más procuraba aniquilarme en mi miseria, a este peso19 se me aumentaba más lo 15

m. alquel. m. le reescrito. 17 m., a continuación, va subrayado desde un corason hasta mas finos. 18 operasión = operación, 'acción, obra, efecto' (ver Aut, 2 a y 3* aceps.). 19 a este peso, 'a la vez, conjuntamente'. Variantes de esta expresión son al peso y al paso (que), presentes en los textos chilenos coloniales con este mismo valor (Cauti16

176

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

referido; perseveré así todo este día, tan enajenada, que no sabía lo que por mí pasaba, porque estaban mis potensias y sentidos como preocupados 20 y recogidos en lo íntimo de mi alma. Des [de]21 este día hasta lo presente, siento toques estraños22 en mi corasón, y, aunque el dolor que me queda es como si me le sacaran23 de su sentro, pero es con apasibilidad y goso de mi alma, aunque se rinde el cuerpo hasta casi dar la vida. Habiendo, pues, perseverado así más ha de 3 años, de nuevo he notado, días ha, sin tener el menor prinsipio en mi imaginasión, veo allá en el interior que se me representa muy al vivo, más que si lo viera con los ojos del cuerpo, a nuestro Señor, Jesucristo, con su divino rostro muy apasible, con un corasón en sus manos muy hermoso y ensendido, y como hasiéndose24 a mí, con dulses carisias me envida 25 con él para que esté más unida a su Majestad. Estoy esperimentando esto varias veses, pero, como me veo tan sitiada de enormes delitos, por los que conosco que aun el infierno entero es poco para su premio, procuro desechar esto, presumiendo no sea trampa del Enemigo para dar comigo en los profundos abismos; y por esto le insinúo a su reverensia, individualmente, de todo el prinsipio, medio y fin; y, aunque lo procuro despresiar, más me acomete y siento en mi corasón los mesmos efectos y afectos que al prinsipio, y como que se desune de mi cuerpo y mucho dolor en la tabla del pecho; que, si este dolor me durara, fuera capás de quitarme la vida su violensia, si su Majestad no me fortalesiera con su gran verio, p. 9 4 ; DRAE, 20

s. v.

paso).

preocupado, 'ofuscado, obsesionado' (ver Alemany, 1917, s. v. preocupación;

T e r r e r o s , 1987, s. v. preocuparse; 21

m.

DRAE,

s. v. preocupar,

4a y 5a aceps.).

des.

22

estraño = extraño. Fontecha registra el valor sémico de «extremado» (Fontecha, 2" acep.). El uso de la voz corresponde, claramente, a 'enorme, intenso': valores muy próximos pero no reconocidos en los registros léxicos habituales, a pesar de ser utilizados por autores como fray Luis de Granada y otros clásicos en expresiones como «extraño peligro», «extraño amor», «odio extraño», etc. ( C O R D E , s. v. extraño y estraño). Dolores lo utiliza con idéntico valor en otros pasajes: estraños sudores, estraño ardor, estraño dolor, estraña penitencia. 23

E n el m . figura estrayos

reescrito.

m. las grafías le sa son de lectura incierta por el intenso deslavamiento de la

tinta. 24

hacerse (a), 'moverse hacia' (ver Cuervo, 1953-1994, s. v. hacer, 2 d ). Se puede escuchar hoy en Chile, en el habla popular, en frases como hágasepa' allá ('apártese'), o hágase pa' acá ('acérquese'). DRAE, en la acep. 52 a del verbo, sólo señala el valor de «apartarse (retirarse)». 23

envidar, 'invitar, convidar' (ver DRAE,

2' acep.).

EDICIÓN CRÍTICA

177

poder; que, si no es su voluntad sino el que padesca eternamente, ésta sería mi gloria, con tal de que yo no le ofenda ni aquí ni allá, ni me prive de amarlo; que sólo esto me duele de los réprobos y demonios: la impotensia que tienen de amar a su Dios y Señor, y, ojalá fuera posible el que yo tomase sobre mí sola todas las penas del infierno, del purgatorio y limbo, para que todos se libertasen y fuesen a ver, amar y alabar a mi Dios y suyo; esto se lo pido a mi Señor, pero con cargo de que yo, aunque cargada de penas, le amase y viese. ¿No pudiera esto ser, padre mío, para el poder de Dios, que dejase limpio el purgatorio e infierno?: ¡válgame Dios, quién pudiera, quién pudiera! Déme algún consuelo en esto, que me llega a la alma su dolor. Dígame si el amor de Dios se premia en la otra vida, a la medida que acá le amamos; no hablo yo de que allá sea perfecto, que esto ya es sabido, sino que si se aumenta más y más allá de lo que acá se amó, porque, si no es así, será mucho trabajo que sólo se perfisione, sin salir de los límites que acá se amó; por lo de acá, todo es ratero 26 e imperfecto y más amor propio que amor de Dios, y, si éste sólo se paga a proporsión de lo que acá se amó, será nada nuestro amor allá; yo quiero amar y más amar, sin jamás descansar de penar aquí, para amarle allá. Otra espina me queda, que ahora se me ofrese, y es que, si el espíritu es sólo espíritu y no tiene carne ni miembro alguno que pueda sentir dolor, ¿cómo en el infierno y purgatorio siente pena y dolor, y, en el Sielo, descanso y consuelo?; ya veo y conosco que, si la carne siente aquí, es porque está viva, esto es, poseída de el alma que le mantiene la vida, pero sabe [m] os27 que cualquier dolor y maltrato no le duele a la alma, sino al cuerpo y carne que lo resibe en vida. Dígame qué disparate es éste que se me ofrese. A lo que me dise, que no es tiempo ya de haser juisio de lo que disen, que son escándalos farisaicos, que se escandalisan aonde no hay de qué: esto es muy justo y debido que se piense y crea de Jesucristo, mi Señor, que era la mesma 28 santidad e inosensia, pero que yo me consuele con lo que a mí me pasa porque padesca sin culpa, ¡no!, padre mío, que esto no tiene cabida ni es rasón que se piense de mí; dígame, si además de lo que le dije en l'antesedente, me disen 26

ratero, «bajo, vil, despreciable», DRAE, 4 1 acep. m. saveos, con pérdida de m en el borde de la hoja manchado; a continuación va subrayado desde que no es tiempo hasta no ay de que. 28 m. mesmas. 27

178

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

soy ardilosa, revoltosa, aduladora, que mi genio no me lo pueden aguantar; si no tuvieran sobre qué cayese ni lo esperimentasen, cómo lo pudieran crer ni desir. A esto se añade que el confesor me dise que le pida a nuestro [Señor] 29 me mude el espíritu, que voy errada en mi camino, que el espíritu de soberbia es el que me gobierna y sigo y me dejo llevar del: qué puedo yo crer desto, sino que su reverensia, como no me trata con inmediasión ni todo lo puedo redusir a la pluma, y, si algo descubro, es mesclado con mi pasión, que no me hase distinguir la verdad; y, si no fuese cierto lo que disen, como me siento herir, luego, es verdad que mi espíritu no está fundado en verdad; y así, si vivo, siento30 vivir con tanto descamino, si muero, siento morir con tan mala disposisión. Vea, padre mío, si hago caso de todo lo que disen, no porque sienta que me fiscalisen ni jusguen, que yo todo lo meresco, etcétera. N o sé si fue sueño o suspensión de sentidos ello: volví de un letargo o sueño, conosiendo con claridad lo que había soñado, y fue que de repente me sentí sasiar de un egseso de amor, tanto, que sólo su dolensia sabrosamente me quitaba la vida, hasta que en la realidad morí, pero pasó todo con tanta pas, descanso y consuelo que, aun despué[s]31 de muerta, se complasía mi alma y ponderaba que cómo desían que era terrible cosa el morir, si era tan dulse y apasible; este transe todo pasó en el sueño así. Y asimesmo, del mismo modo, vi, el día de mi padre San Ignasio, al venerable padre Ignasi32 Garsía, con muchísima gloria, y, admiraba que, siendo de noche, su lus y resplandor egsedía a la lus del más claro día, y, junto al padre, estaba un ángel ricamente vestido y con algunas joyas de diamantes, y, puesto en presensia del Padre, tenía la cabesa inclinada y las manos crusadas atrás, y luego desaparesió todo y disperté, ni no vi nada, sólo me quedó la notisia. Todo léalo despasio33, y respóndame a todo lo que le escribo lo más breve34. Hoy sábado.

29

m . J V ; falta S'. m . siento siento. 31 m . despue. 32 Ignasi. C o n s e r v a m o s la variante del n o m b r e , habitual en varias zonas de España. 33 despasio = despacio, 'sin apremio, con d e t e n i m i e n t o ' (ver Aut, Fontecha). 34 lo más breve, 'lo antes posible, en breve'. 30

CARTA 7

Jesús sea nuestra lus Mi padre muy apresiado en nuestro Señor: Resebí la suya día 28 del pasado, y, aunque me dise su reverensia que dentro de 8 días le responda cómo me va en la nueva instrusión que me apunta su reverensia para la orasión, no me ha sido posible dar cumplimiento por falta de tiempo. Y digo que en el modo que su reverensia me dise que tenga orasión, así lo he cumplido, con la grasia de Dios, y he sentido particular consuelo de mi alma y [mjenos 1 pérdida de tiempo, dando de mano a lo[s] discursos2 y ponderasiones que anteriormente has[ía], porque párese se me da todo sasonado y compu[e]sto después de prepa[ra]rme 3 para la orasión, po[n]iéndome a ejecutar lo que su reverensia me ordena; los 3 primeros días sentí los efectos y afectos siguientes, con la vista tierna y amorosa hasía a4 mi Señor crusificado, y fueron que, aunque salía de la ora[s]ión 5 , párese que mi mente no se apartaba un punto de ella, trayendo muy presentes y 6 estampados en mi alma todo lo que pasó en el calvario; sentía intensícimos deseos de que viniese sobre mí todos aquellos tormentos, que contemplaba en aquel sacratísimo cuerpo todo despedasado; contristábame tiernamente contemplar a mi Señora, la Virgen María, cuán traspasado estaría su santísimo corasón de dolor; le suplicaba con lo íntimo de mi alma que, pues yo era causa de tantas penas, que traspasase mi alma y mi corasón y a todos los mortales de verdadero dolor de nuestras culpas, tanto, que se nos partiese el corasón en mil partes, antes que haser alguna leve ofensa a su santísimo Hijo. 1

Enmendamos ésta y las siguientes lecturas por el deterioro del borde de la

hoja. 2 3 4 5 6

discurso, «reflexión, raciocinio», DRAE, 4' acep. m. preparme. hacer a, 'imaginar, concebir' (ver Aut, 4" acep). Enmendamos una grafía ilegible en el borde deteriorado de la hoja. m. y es un confuso reescrito.

180

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

Volvía a rasonar con mi Señor y le suplicaba que, pues yo era peor que la Magdalena, me acogiese allí a los pies de ella para que, con su presioso y saludable rosío de su divina sangre, limpiase a mi alma de las manchas de la culpa; pedía a esta bendita Santa que partisipase conmigo de su amor fuerte y constante, de sus tiernas lágrimas para acompañarle en su compasivo llanto para llorar tantas ofensas, para lavar tantas manchas; todo esto era anegada en lágrimas de prinsipio a fin, pero aun me paresían pocas, según estaba mi voluntad de movida y ilustrada con las luses que de Dios tenía; de aquí prorrumpía en afectos tiernos de dolor, de compasión, de amor, de deseos de padeser, de agradesimientos, de mayores ansias de su mayor gloria, y con esto quedaba como embriagada y suspensa y pasmada y absorta de las grandesas y misericordas7 de Dios con tan viles criaturas; deseaba el que todos los mortales le amasen y sirviesen, que los gentiles le conosiesen y le rindiesen adorasión; me dolía de todo lo que no le habían amado, temido y reverensiado, de las injurias y blasfemias que en el infierno le hasían8 a su Majestad; deseaba y me ofresía a satisfaser por todas, en el modo que fuese posible a mí, para satisfaser y corresponder tantas finesas hechas a unas criaturas tan desagradesidas como yo; este conosimiento me hasía correr 9 en la presencia de Dios y me pasmaba en ver lo que mi Señor me sufría: aquí me humillaba hasta lo profundo de los abismos, con lo que a veses perdía los sentidos; todo esto era con pas, goso y contento de mi alma, porque, aunque vertían lágri[m]as10 mis ojos, eran con gran consuelo y alegría de mi alma, con serenidad y agenas de perturbasión y congoja. En lo ya dicho, pasé tres días enteros, en los cuales me hasía gran violensia para tratar con las gentes, y entender 11 en las cosas materiales y disimular lo que en mi interior sentía; pero, completos los 3 días, vino una tempestad sobre mi alma y unas olas repetidas de tentasiones, que todo hasta ahora no son para mí más que tinieblas: en nada puedo levantar el corasón a Dios, todo mes pesado y enojoso, en todo hallo su[m]a12 displisensia: en lo espiritual y temporal, el tratar o trato 7

misericordas = misericordias, con monoptongación analógica y vulgar (comp., en carta 5, consiensa). 8 m., al parecer, tras asía se empezó a escribir su m, tachado para n. 9 correr, «avergonzar y confundir», DRAE, 37 a acep. (comp., antes, corrido). 10 m. lagrias. 11 entender, «ocuparse en algo», DRAE, 9' acep. ( A u t , 6' acep.). 12 Se enmienda una grafía ilegible por mancha de tinta.

EDICIÓN C R Í T I C A

181

de las gentes me párese remedo del infierno, la observansia religiosa me es desapasible y dificultuosa, en todo hallo 13 tropiesos y frecuentes caídas; esto me pone en términos de desconfiar y con impulsos de renegar, de modo que, lo que no profieren mis labios, párese que interiormente blasfemo de Dios y contra el Cielo todo, y esto es'4 con tanta vivesa, que, para convertir estos ímpetuos en alabansas a nuestro Señor, me hago o siento una violensia indesible, y párese que, aunque yo procure disimularlo, es notorio y patente a todas, porque en el tra[to] 15 y modos y términos o modo de portarse comigo lo conosco, y me duele mucho que yo sea el peso y contrapeso desta Santa comunidad y Dios, nuestro Señor, me trajese para escándalo de todas; me es esto tan sensible, que no seso de clamar, con lágrimas a nuestro Señor, mude este contagio de mí, para que yo no sea la ruina de sus amadas y fieles esposas. Luego resulta un género de furor o rabia contra mi mesma y contra todas, que lo estraño en mi genio y no puedo irme a la mano 16 , y, para hablar con sumisión y rendimiento como debo, es menester andar con particular cuidado, y, cuando no estoy sobre aviso, todo va perdido, porque en modo, en palabras, en agsiones, en fin, en todo, párese que salta el veneno y ponsoña que había en este basilisco. Luego, de aquí se sigue que se me ofrese que, para perseverar en este modo en la religión, puedo peligrar en ella, y presumo que, no habiendo notado nada de lo espresado en toda mi vida antes de entrar en la religión, quisás prosediendo así, en el siglo no peligraría mi alma como en el estado presente lo infiero. Vea, su reverensia, si con justísima rasón no debo temer, con harta probabilidad que todo lo que por mi alma pasa es engaño y falso espíritu de tinieblas, el que me trae ilusa, y, aunque por aquel entonses, mientras pasan en mi alma tales cosas, me paresca ser de Dios todo, pero mal se compadese uno con otro, porque Dios no comunica sus luses ni favores a espíritus que viven poseídos de soberbia y demás pasiones, pues no hay otra cosa en mí que pervertir y infisionar lo bueno y convertirlo en malos hábitos y constumbres, que en mí no se ve más que un dechado y ejemplar de maldades con que visio todo lo bueno, y esto no crea su 13

m. alo, reescrito. m. en, reescrito. '' m. tra, a final de línea. 16 irse a la mano, 'contenerse, moderarse' (ver DRAE, 14

s. v. mano).

182

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

reverensia que yo pondero 17 , sino antes quedo corta para lo que soy y conosco. Yo quisiera que las que me tratan lo informaran a su reverensia de lo que en mí ven y esperimenta, para que, hablando libres de pasión y del amor propio y soberbia que a mí me siega, quedara su reverensia enterado de lo que yo soy y prosediéramos sin engaños; por este fin quisiera que su reverensia y todo el mundo registrara mi interior y fuera patente a todas las gentes; sólo así conosieran mi suma malisia. Díseme su reverensia en su carta que me encarga el que no me sebe en las cosas que le tengo escritas en orden a la orasión: esplíqueme, su reverensia, en qué modo me puedo sebar, porque yo no sólo quiero ni apresio esas cosas que me pasan, sino's que como siempre estoy reselosa de mi mesma, antes siento, cuando viene alguna cosa sobre mí de tales resultas, que no están en mi mano el deponerlas. Lo que le puedo asegurar a su reverensia que, desde que tengo tal trabajo, que así lo puedo nombrar, porque recayendo tales efectos en esta pecadora, sólo digna de millares de infiernos, no sólo lo abraso con amor, si[n]o18 es que siempre lo he pasado con temor y reselo de mi perdisión, por no ser confor[me] 19 a mi modo de vida; antes sí le suplico a nuestro Señor que aparte de mí tales efectos y que el mayor favor que le he de deber en esta vida es el padeser sin fin, el penar sin término, el andar atribulada sin medida, el careser de consuelo sea sin límites. Ahora, si su Majestad lo dispone de otro modo, con bastante confusión y corrimiento de mi parte, por no cooperar yo con las luses y inspirasiones que me da, qué puedo yo, mi padre, sino es aniquilarme en su acatamiento y pasmarme de sus grandes misericordias; y así, aunque más he procurado dar de mano a algunas cosas espirituales o conseptos que formaba en mi mente, con algunas luses que se me han dado, y solía provenir de aquí tales egsesos; pero, cuando Dios quiere, en todos tiempos llueve, porque sin estar en orasión, sin disposisión la menor, muchas veses con una sola palabra que diga a nuestro Señor, con un sólo levantar el corasón a su Majestad por las cosas visibles e invisibles20, suelo sentir los mesmos efectos que ya tengo dichos a su reverensia; ya se ve que esto no es siempre ni con frecuensia, que de todo hay en la viña de el Señor, y como 17 18 19 20

ponderar, «exagerar, encarecer», DRAE, m. i/o. m. confor a final de línea. m. y heinbisibles.

3 a acep.

EDICIÓN CRÍTICA

183

dueño ordena, dispone y manda lo que quiere, que lo ordinario es andar cayendo y levantando, metida e[n] mis21 miserias y borrascas bien penosas, que muchas veses es osioso ponerme a orasión, porque con sólo el cuerpo estoy recogida, pero mis potensias suelen estar bien altaneras y llenas de disvaríos y discantes 22 con que salen de propósito, antendiendo 23 quisás cuando se acabara la orasión, o, por mejor desir, la batalla, que no suele ser otra cosa mi orasión, sino es un continuo dislate. Y así, padre mío, toda yo soy compuesta de estremos: hay días que, cuando lo da el Señor y lo hase todo de su parte, aunque ande ocupada, párese que hallo a mi Señor en tod[o] 24 , asi próspero como adverso; y otras veses, y muchos tiempos, suelo estar tan distraída que, aunque ande entre buenos ejemplos y procure estar recogida en la orasión, y fuera de ella todo es en vano y perdido; conque, esplíqueme su reverensia en qué está este sebarse, para deponerlo si acaso está de mi parte, porque, con lo que su reverensia me apunta, no he tenido poco que temer. Le hago saber a su reverensia cómo está mi alma muy altanera y temerosa para llegar con frecuensia a la sagrada comunión, y todos los deseos y ansiafs]25 que antes tenía se han convertido en tedios, repugnansias y horror: no entiendo ni conosco lo que es ni en qué está esta mudansa, porque, si presumo que son mis deméritos los que causan tal desvío, como siempre, presumo esto mismo aunque esté con intensísimos deseos de resibir a nuestro Señor; no se me hase estraño el que esto sea derivado de mi indignidad, y así, sólo la obediensia que a su reverensia debo, me hase llegar a resibirle cada día, aunque con suma violensia y tedio, por el temor de que me veo rodeada. También le aviso que esto no es nuevo para mí, porque hay tiempos que suelo pasar destos malos tragos, y hay otros en que suelo esperimentar lo que ya tengo avisado a su reverensia; pero, aunque he dado parte desto a los confesores que he tenido, no he tenido la menor lus ni 21

m. emis.

22

discante, 'discurso o comentario excesivo' (ver Terreros, 1987, 3a acep.; DRAE, s. v. discantar, 3 a acep.). 23 antendiendo. Por el contexto específico y por el usus de la autora, estimamos que se trata aquí del verbo atender (las potencias), con incorporación de nasal epentética, y no de un errado entender (comp. sumanmente, carta 6). 24 m. toda. Enmendamos para efectos de conservar la concordancia e inteligibilidad del pasaje. 25

m.

ansia.

184

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

instrusión en lo que es ni lo que debo haser en tales casos; y, cuando me ha pasado lo que aquí apunto, me han quitado por meses la comunión, porque m[e] 26 han dicho que estos efegtos nasen de capricho y duresa de rendimiento a lo que se me manda, y que, en premio de mi desobediensia, permite Dios esto. Si dejara por esto la comunión, párese podía tener cabida esto que les paresía, pero si procuraba negar mi voluntad y haserme esfuerso; pero, con todo, sus reverensias saben delante de Dios lo que deben y pueden haser, y así rendía y sujetaba mi juisio, pues a mí no me compete más que obedeser. Nuestro Señor guarde a su reverensia por muchos años, lleno de su santísimo amor. Amén. Hoy, jueves 12 de mayo.

26

E n m e n d a m o s la lectura en u n t r a m o c a r c o m i d o de la hoja.

CARTA 8

[Jesús j1 sea nuestra lus y guía 2 M i padre en nuestro Señor muy venerado: Aunque procuré lo mejor que pude disponerme para la confesión general de toda la vida, o como a su reverensia le paresiese, me era tan sensible la enormidad de mis culpas, por ser la ofensa hecha a un Dios tan bueno de quien tantos benefisios resebía, que no me daba lugar la contristasión 3 de mi corasón y la amargura que sentía en mi alma, las lágrimas tan abundantes que por los ojos vertía, que todo este conjunto no me daba lugar para proseguir más adelante en el examen. Ya ahora, después de la confesión, he conosido muchas faltas: ¿qué le párese a su reverensia que haga; esperaré a que venga para confesarlas, o podré comulgar así?, o si sea presiso confesarme con otro confesor de ellas; quedo pronta haser lo que su reverensia me mande, y espero la respuesta con el portador. Padre mío, suplico a su reverensia que me diga claro lo que yo estoy conosiendo desde el día de el santo ángel San Miguel, que me párese en este día llamó Dios a mi madre para sí; aquí me están guardando mucho sigilo y por lo mesmo no 4 lo quiero preguntar, por no provocar que se quebrante el santo silensio en la distribusión de los ejercicios; y así, hable su reverensia con sertidumbre, que, condisionalmente, la estoy encomendando a Dios desde el jueves a la noche, que fue cuando conosí claro que ya era muerta, por lo que oí y sentí y la lus interior que al mesmo tiempo tuve. Y o no quise hablar sobre ello cuando su reverensia me trató sobre ese punto, porque por dos cosas

1

Se e n m i e n d a la l e c t u r a d e l b o r d e r o t o de la h o j a .

2

A l pie de la carta, de m a n o de D o l o r e s : Al muy reverendo padre Manuel

Josef

Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. Confesor. P o c o más arriba, de m a n o d e l p a d r e A l v a r e z : Noticia de la muerte de su madre. 3

contristasión = contristación,

f u e n t e q u e trae la v o z e n 4

m . lo r e e s c r i t o .

'pena, aflicción, pesadumbre' ( D o m í n g u e z ,

NTLLE).

única

186

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

no lo hallé conveniente, y por no detenerlo en eso, y, como procuro no dar entrada a estas cosas, he tratado de desecharlo; mas, por esto quiero saber la verdad y no me lo niegue, pues no hay para qué, porque, aunque es dolor grande perder su madre, pero a vista de lo que sintió mi Señora, la Virgen, perdiendo o viendo morir entre tantas penas a su santísimo Hijo, Dios hombre, quién no se fortaleserá con tal recuerdo, y aun se alegrará de tener este corto dolor que ofreserle, como así lo hise desde que lo conosí que era ya muerta, aunque no sé si podrá ser alguna falsedad del Enemigo; por esto, no me aseguro en crerlo hasta saberlo de su reverensia, y, si es verdad, le suplico me la ayude sacar del purgatorio, pidiendo mucho a nuestro Señor por su alma en todo lo bueno que hisiere su reverensia, que ojalá pudiera yo tomar sobre mí todas sus penas sin que esto me imposibilitara al servisio de la comunidad, pero, en el modo que esto pueda ser sin que me prive desta obligasión, déme su reverensia lisensia para pedírselo a nuestro Señor, ya que por mi innhabilidad 5 no puedo socorrerla con los sufragios 6 que mi voluntad le desea. Sobre lo que hablamos ayer, por último, no hable sobre ello a la madre, hasta que yo le diga mi sentir o por escrito o de palabra. Y a Dios, mi padre, que le guarde muchos años en su amor. Hoy, domingo 1 del corriente.

* m. innabilidad con duplicación ultracorrecta de la nasal. 6 sufragio, «obra buena que se aplica por las almas del purgatorio», DR.AE, acep.

5*

CARTA 9

Jesús sea en nuestra lus1 Mi padre Manuel: Resebí el papel de su reverensia y después el recao de la hermana Bernarda, y, hallándome inosente delante de Dios en el informe que han hecho a su reverensia, de que yo haya divulgado así el trato que he tenido con su reverensia, como el haber dicho también lo que su reverensia me escribía; luego, al punto que se me dio dicho recao, pedí de corasón perdonase nuestro [Señor]2 tal testimonio, y, al mesmo tiempo, las perdone a todas las que hablan sin saber el dolor que pueden causar a una pobresilla como yo; y, siendo así, que debajo de juramento le puedo asegurar a su reverensia que ni con la madre priora he hablado lo que su reverensia me ha escrito, y mucho menos con otra ninguna persona, ni que haya yo dicho que me escribe su reverensia a mí ni yo a su reverensia. Había pensado el no escribirle sobre este punto, dejándome toda en manos de nuestro Señor, pero, habiéndole suplicado me alumbrase qué haría en tal caso, porque, si satisfasía a su reverensia, me paresía falta de humildad en mí, y desmentir a la que se lo dijo a su reverensia, conosí al mesmo tiempo que esto podía ser alguna sisaña del Enemigo para, por este medio, impedir mi bie[n] 3 ; y por esto 1 El sobrescrito de esta carta, en letra de sor Dolores, versa así: Al muy reverendo padre Manuel Josef Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. De conciencia. Y de letra del padre Alvarez: Principio de su vocación a vida más perfecta y a los favores singulares. 22 de julio de 1763. Y de la misma letra de Alvarez, en sentido vertical de la hoja: Practicar, prac, pra, Practica, deseaba, y a otra altura de la hoja y e n sentido inverso de

la anotación anterior: mas, mas que, por, porque, porque, porque. Para que Dios nos, y algunas otras letras sueltas. A l final del cuadernillo que une desde el borde p e g a d o y cosido las distintas partes de esta carta, hay u n segundo sobrescrito, que demuestra la intención de cartas diferenciadas, de letra de Dolores: Al muy reverendo padre Manuel Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. De

consie[n]cia.

2

m. N " c o n o m i s i ó n de S'a finales de línea.

3

m. bie en final de línea.

188

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

me resolví a darle satisfacsión, que, después de desir yo la verdad, según ha de pareser delante de Dios, dueño es su reverensia de crer esto y mucho más de mí, pues soy acredora a todo lo más perverso, pero, por ahora, me he examinado de revés y derecho, y no hallo haber hablado con alma ninguna lo que su reverensia me ha escrito, y, si así fuera, ¿cómo pudiera haberme sentido de que llegase antes de tiempo a notisias de la hermana Nicolasa, cuando yo me tenía mi meresido? Tan sin malisia estaba como todo esto, y, cuando me dijo la hermana Bernarda que la hermana Nicolasa le había dicho lo que yo escribí a su reverensia, me cogió tan de susto, que me paresió me hubiesen cogido las cartas de su reverensia, porque ni creyía 4 que su reverensia se lo hubiese dicho, por el mucho sigilo que me encargaba, ni me persuadía de que la madre se lo hubiese dicho; y, pensando estuviese su reverensia inosente de ello, le procuré advertir lo que yo sabía por acá, para que, viniendo su reverensia sobre aviso, viese qué medio dar para serenarle el ánimo, ya que el mío estaba y está tan confundido de ver que por todas partes me atribula nuestro Señor, y da permiso a todo el infierno para que se arme en contra mía, pues sólo atribuyo lo susedido a hechura dél, que sólo poniéndose en mi figura, pueden desir con verdad que yo lo he dicho o que a mí me han oído tales cosas; y, como no es esto nuevo para mí, por las muchas cosas que en puntos bien arduos me han susedido, creo que asimesmo habrá sido ahora, para que yo pierda el bien que esperaba en su reverensia, [y a]quietar 5 a otras almas y traernos perdiendo tiempo con estas falsedades; porque, qué libertad puedo yo tener para escribir a su reverensia cosas de mi consiensia, cuando está su reverensia en la crensia de que lo que le escribo y su reverensia me responde, lo digo; si esto no fuera así, no me hubiera enviado su reverensia el recao que me envió, porque, si todo mi sentimiento era de que se supiese, no siendo gusto de su reverensia ni mío, y por esta rasón no lo había propalado con ninguna persona, y a este fin le desía que sólo disiéndolo su reverensia pudieran tener notisias con tanta sertesa; luego creyía su reverensia que yo andaba con mentiras: que desía una cosa y sentía y hasía otra; conque póngase, su reverensia, en mi lugar, y verá qué eco pueden haser estas cosas en mi suma malisia, y qué de tentasiones no tendré, que si no trajiera a la m e m o 4

creyía = creía, c o n epéntesis antihiática de palatal (comp. oyía, en carta 3).

3

Se e n m i e n d a un tramo q u e m a d o en el borde superior de la hoja.

EDICIÓN CRÍTICA

189

ria que, siendo Dios quien era, padesió sin culpa, y que, siendo yo rea y culpada, quiero 6 estar libre dellas, no sé qué fuera de mí. Y así, mientras su reverensia no me diga clara y distintamente, con llanesa, todo su sentir en lo susedido, no le podré tratar con llanesa, sensillés y libertad, y así deseo me diga su sentir, que, si su reverensia supiera las cosas que me han pasado en este monasterio, no diera asenso a tales informes, que sólo son espantajos del Enemigo para robarnos la pas interior del alma; y, para que vea su reverensia si es sierto lo que le digo, le apuntaré sólo dos cosas, dejando otras muchas que me han pasado, que quisás, si el Enemigo no me acaba de impedir mi bien, lo sabrá su reverensia todo con el tiempo: es, a saber, que tiempos ha que sentía la madre priora, cuando menos quería que supiesen lo que su reverensia habla, un bulto, que no sesaba de la ventana a la puerta para oírle lo que su reverensia hablaba, hasta que, cansada de esta molestia que tanto la inquietaba, despachó a la mesma monja con quien hablaba, a que viese quién era la que estaba escuchando lo que hablaban, y me vieron a mí; luego le avisó la religiosa que yo era, y, así que salimos del coro, me dijo la madre lo que debía según lo que yo meresía; oí su repre [n] sión7 de prinsipio a fin, y, habiendo yo no salido del coro desde las 3 de la mañana hasta las 9 del día, di grasias a Dios de que, no teniendo culpa, le imitaba en padeser sin ella; esto fue en mi interior, y le dije a la madre que dueño era su reverensia de crer de mi suma maldad esto y mucho más, pero que, con la grasia de Dios, ni antes ni esa mañana lo había hecho, el llegarme a oír lo que su reverensia hablaba. Llamó entonses la madre a la dicha religiosa que me había visto para preguntárselo de nuevo en mi presensia, y dijo la dicha que sola yo estaba allí, y que, deque 8 yo la vi, me había ido para nuestra selda. Yo callé y alabé al Señor, porque a esa hora ni siquiera había pasado por la selda de la madre, ni había salido del coro para nada hasta las 9 del día; conque, ve aquí cómo puede ahora también andar el Enemigo solisito 6

m. quie en final de línea, y entras a comienzos de la siguiente: error de anticipación de una línea exacta, en evidente salto de igual a igual. 1 m. represión, con una n añadida al final de la palabra, entre líneas, que interpretamos como enmienda mal situada por la autora, ya que el final de la voz posee la correcta terminación en la línea siguiente. Además de ello, reprensión vuelve a aparecer correctamente en otros contextos, tal como otras voces de la misma familia léxica: reprendida, reprendiendo, etc. 8

deque, «después que, luego que», DRAE

(Kany, 1969, p. 448).

190

EPISTOLARIO DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

para sacar logro y apartarme por este medio de la direcsión de su reverensia. Ahora 3 años, [me his]ieron 9 casi perder el juisio con otras sisañas y cuentos con que me trajeron con el confesor que tenía, yéndole a informar de mí cosas que sólo una fuera de su juisio pudiera haber propalado, y esto lo creía el con[f]esor 10 , y, cuando yo iba más atribulada con otras varias cosas que afligían a mi alma, y deseaba hallarlo como manso cordero, lo hallaba peor que tigre, y me desía todo lo que le habían dicho de mí: yo le desía que no conosía delante de Dios haber hecho ni dicho tales palabras, y me respondía que mentía y que me fuese noramala; cómo saldría yo del confesonario y qué de tentasiones no me acometían. Le desían también que no sólo hablaba lo que su reverensia me escribía, sino's que daba a 1er cuantas cartas y papeles11 tenía del confesor, todos los daba a 1er a monjas y criadas, y que los papeles que eran de consiensia de otras religiosas me los abría y los leyía 12 antes de que llegasen a sus manos, y otras muchas cosas semejantes a éstas que me hisieron padeser bien, hasta que, pasando un año en esta tormenta, se compadesió nuestro Señor de mí, y hiso que conosiese el confesor que no tenía culpa en aquello que le habían dicho y que todo era falso, y después despachó de su confesonario a todas las que anduvieron en dichos cuentos, aunque yo le supliqué que no se vengase de ningún modo, que obrarían sin malisia, porque yo lo meresía todo por mis pecados, y que sin culpa dellas lo permitía su Majestad. Ve aquí, padre mío, cómo párese que estas cosas que ahora pasan se encaminan a estos mesmos pasos: bien dise aquel refrán, que he oído, que lo que mucho vale mucho cuesta; con ningún confesor que he tenido me ha costado tantos atrensos 13 , antes de entregarle mi alma, como su reverensia me cuesta ahora, y aún espero mucho más, pero todo lo doy p[or] 14 bien empleado como se consiga el fin, conque [ár]mese su reverensia de pasiensia y pídale por mí, [que no m]e deje

Se enmienda un tramo del borde superior de la hoja quemado. m. consesor. 11 m., a continuación, al parecer, les tachado. 12 leyía = leía, con epéntesis antihiática de palatal (comp., antes, oyía, creyía). 13 atrenso = atrenzo, «conflicto, apuro, dificultad», DRAE, que la considera americanismo. 14 Se enmienda aquí y en los siguientes pasajes por rotura de la hoja. 9

10

EDICIÓN CRÍTICA

191

venser de tantas tentasiones con que me tiene este infernal dragón perturbada, [que] casi me hase retroseder de mis deseos. Díjome también la hermana Bernarda que desía su reverensia no tuviese confiansa con ninguna: ni ahora ni nunca la he tenido ni tengo, y sólo para el confesor la deseo y pido a nuestro Señor, por ser tan presisa para el trato interior; y en la presente ocasión me ha servido de mucho el tener mi genio poco acomodado a meterme a trastos15 ni confiansas con ninguna, porque varias me han dicho que han oído a muchas los deseos que tienen de saber por qué he dejado confesor y que aónde voy a dar para elegir a otros. Para no dar entrada ni a una curiosidad ni a otra, así en el porqué lo dejé ni qué confesor elijo, no me han sacado más palabras que éstas: el Señor, que me quitó al que tenía, tendrá particular providensia para depararme al que sea su voluntad; y me han respuesto a esto que si no16 me inclino a su reverensia, por sonsac[a]rme17 algo, según el modo con que me lo han dicho, y hasta me han llegado a proponer lo que su reverensia me dise en el suyo de la hermana Bernarda; a esto he respuesto que Dios la guarde muchos años, y que yo no le señalo a nuestro Señor sujeto, sino's que me conseda aquel confesor que sea para su mayor gloria y provee[ho d]e18 mi alma, y esto mesmo he dicho a las demás que me han preguntado, por no mentir y ocultar mis deseos; conque no sé con qué verdad disen lo que disen, y si no, que digan las personas que han dicho tales cosas, que digan si yo lo he dicho a alguna, o si por arte o parte han sabido que a sólo una lo haya yo dicho, que aun así es mentira, porque de mí no ha salido para nadie; y así puede su reverensia estar sierto y seguro de que lo que su reverensia me ha escrito está enserrado en mi pecho ni saldrá con la grasia de Dios de mi boca, sino's que todas son inferensias y sisañas del Enemigo, por ver si saca el fruto que solisita, y así por todas partes me está tentando a que no prosiga con su reverensia, poniéndome unas rasones tan fuertes como suyas. Por fin, yo deseo saber si trató su reverensia algo con la hermana Nicolasa de lo que su reverensia me tenía advertida que hablaría cuando viniese, y qué respuesta le dio, si fue favorable o en contra 15

trastos. La voz, c o n - i epentética, corresponde a tratos y n o a trastes, 'trastos'

(comp. caminesmos en carta 4). 16 m. no no. 17

m.

18

Enmendamos la lectura en un tramo quemado del borde de la hoja.

sonsaerme.

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

192

para nuestro intento, si conviene en ello o no, para, conforme a esto, gobernarme yo por acá, porque todavía estoy escribiendo por mano de la madre; dígame, pues, por último, en qué quedaron, para, si no convino, dar de mano a lo comensado, y si conviene, empesar a tratar las cosas de mi alma, que en todo estoy suspensa y parada, perdiendo tiempo, y éste no lo he de restaurar aunque suponga viviera muchos siglos; y le propongo a su reverensia que, si le párese, le hablaré con claridad a la herma [na] Nicolasa19, significándole 20 los deseos que tengo de tratar a su reverensia por escrito, pues ya sabe en el trabajo en que me hallo de no tener confesor por quien gobernarme; y que, si esto le ha de servir de contrapeso, me avise para dar de mano a mis deseos, porque mientras yo no hablare con ella y sepa su voluntad, no le podré escribir con libertad, porque, si no con entero gusto de su parte, más quiero padeser a mis solas que no haser padeser y mortificar a otras almas sin culpa; yo, hasta lo presente, no me he dado por entendida con la hermana Nicolasa ni con la herma [na] Bernarda, aunque sí la hermana Bernarda le reconosco lo mucho que desea mi consu[elo] 21 , de lo que le estoy agradesida; pero con todo, aunque me ha dado apuntes y tientos 22 , y, por último, se me descubrió con lo que le dijo la hermana Nicolasa tan por estenso, que no cabía duda. Para con todo esto me procuré negar la verdad, sin mentir, conque ayer, con el recao que su reverensia le dio, se acabó de impo[ner] 23 , y me dijo que cómo lo tenía tan guardado y se lo había negado tanto; yo le dije que, como no había cosa sierta24, se lo había callado, y no pasé adelante y me salí, pero la hermana Nicolasa no se me da por entendida, y así hago yo lo mesmo, y m'estaré en este mesmo silensio hasta que me diga su reverensia en qué estado están las cosas y qué debo haser. 19

m. a la erma nicolasa está añadido entre líneas. Poco más adelante volvemos a encontrar herma, que pudiera corresponder a una forma apocopada del tratamiento. 20 significar, «hacer saber, declarar o manifestar algo», DRAE, 3a acep. 21 m. consu a final de línea. 22 apuntes y tientos, 'indicios, señales'. Los registros recogen valores aproximados: el verbo apuntar trae las acepciones de 'recordar, insinuar, informar' (Aut, s. v. apuntar, varias aceps.); por su parte, tiento y las locuciones que incluyen la voz están relacionadas con 'prueba, reconocimiento' (ver DRAE; Aut, s. v. tentar y tiento; B o y d - B o w m a n , 1983, s. v. tiento). 23

m. impo a final de línea y con una grafía volada minúscula, que podría estar como abreviatura. 24

sierto = cierto, 'seguro, claro' (ver DRAE,

A' acep.).

EDICIÓN CRÍTICA

193

Y a Dios, mi padre, quien me lo guarde muchos años en su santo [amor]25. Su menor sierva. El criado Pedro irá por la respuesta. Vuelvo a desirle a su reverensia que, si conose su reverensia perturbasión y desconsuelo en la hermana Nicolasa de que yo trate a su reverensia, daré de mano y no le escribiré más, hasta que nuestro Señor disponga el que su reverensia quede con una, que yo lo esperaré hasta la última esperansa que tenga de su reverensia; y puede advertirme por ahora qué haré en lo que le tengo preguntado y informado en orden a las mortificasiones, ejercicios espirituales d'entre día, y qué comuniones haré, o si sólo me sujetaré a las de comunidad, o si en todo quedaré sujeta a las constitusiones, como estoy ahora; que, aunque el Enemigo me está tentando bien por todas partes, con la grasia de Dios no le quiero dar entrada, y no ha de quedar de mi parte, hasta que su reverensia me diga lo contrario y que no conviene, que no puede ser lo que pretendo: sólo así me dejaré de solisitarlo. Y, ¿sabe su reverensia lo que se me ha ofresido de qué modo puede haber corrido esto?; es que la hermana Bernarda me dijo que la hermana de la hermana Nicolasa se lo había dicho, que 26 más de un mes ha que yo trataba con su reverensia, y le dijo esto de los confesores que su reverensia me señalaba y que yo no había admitido ninguno, esto se lo pudo haber dicho la hermana Nicolasa en confiansa, como que hablaba con su hermana, y haberlo dicho ella, así como se lo dijo a la hermana Bernarda, a otras, y éstas haberlo divulgado, porque de mi parte no [ha]27 salido para ninguna persona; y así me tiene 28 esto confundida, sin saber cómo se sepa, cuando yo he guardado todo sigilo. Vea, su reverensia, qué to [r] mentas29 no pasara mi alma en tanta variedad de caminos, tan sospechosos en una miserable pecadora; y así, por todas partes me hallo rodeada de temores, que no está en mi mano el deponerlos, porque a todas horas me punsan y oprimen hasta 25

Se enmienda la lectura del borde roto de la hoja. » m-q°q°. 27 m. a falta; enmendamos para mayor claridad del pasaje. 28 La voz es u n confuso reescrito. 29 Se enmienda aquí una grafía ilegible por mancha de tinta.

194

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

haserme derramar lágrimas, que es menester haser estudio 30 particular, para cuando asisto a los actos de comunidad, para disimular. Pídale su reverensia a nuestro Señor que, si lo que a mi alma le pasa es de su Majestá, que me comute estas dulsuras en hieles, que más quiero seguirle por el camino del calvario que no gustar de sus consuelos en el favor, que quiero mil veses padeser sin consuelo ni divino ni humano, para sólo amarlo y servir, sólo por ser quien es, por su mayor gloria; pídale también que, si en lo que me pasa tiene el enemi[go] 31 arte o parte de ello, que se lo dé a entender a su reverensia y a mis prelados, para que me gobiernen con asierto y no me deje engañar de sus astusias, que así se lo pido yo a su Majestad sin sesar. Ha que tengo ésta suspensa, sin tener esfuersos para acabarla ni menos ánimo de despacharla, más de 8 días, y lo mesmo me ha pasado en algunas anteriores a ésta, porque los combates que yo paso en lo ya referido son penas de infierno abreviado. Suplicóle a su reverensia que, cuando se le proporsione el venir por acá, no me llame primero nunca a mí, sino's que siempre prefiera a sor Nicolasa, y, hasta que quede plenamente satisfecha, sólo así me llame, que más desconsuelo tendré yo de que no tenga su rasión cumplida, pues en su buena aplicasión se logrará lo que en mi puede ser perdido. Y a Dios, quien le guarde muchos años en su santísimo servisio, amén. Hoy, viernes 22 del corriente. Julio, 1763.

30 31

estudio, «aplicación, maña, habilidad con que se hace algo», DRAE, m. enemi.

7* acep.

CARTA 10

Jesús sea nuestra lus1 Mi padre, en nuestro Señor, muy amado: Resebí un papel suyo el miércoles santo, en que me dise está para venir en los días de Pascua o poco después, y, por no saber en qué estriba esta demora, estoy con cuidado de si ha estado o estará enfermo su reverensia; mi Señor le conseda la salud espiritual y corporal que, a favor de su reverensia, le suplico como es mi obligasión. Y paso avisarle lo que su reverensia me manda: yo he estado y quedo bien quebrantada con mayores aumentos en las enfermedades habituales, que ya tengo avisado a su reverensia; pero, aunque me faltan alientos para todo, porque aun el 1er, hablar, andar y demás movibientos 2 de mi cuerpo, me atormentan y rinden a mi flaca naturalesa, pero, con la grasia de Dios, procuro alentar a este miserable jumento, y estoy siguiendo la comunidad y hasiendo 3 lo que puedo en lo que la obediensia me ocupa, con particular consuelo y alegría de mi alma, aun[qu]e el4 bruto a veses quiere retroseder, porque todo le es pesado y molesto: así le reprendo y lo hago caminar aguas arriba, porque, quien ha ofendido a Dios y tiene meresido el infierno, ha de pagar su deuda hasta morir en la demanda. He notado, días ha, que, cuando me pongo silisios, los que sólo me ha permitido su reverensia, me siento más encogimiento en los nervios, por lo que he suspendido de ponérmelos algunos días, por no imposibilitarme del todo y servir en lo que pueda a la comu1

J u n t o al sobrescrito de esta carta, figura la s i g u i e n t e a n o t a c i ó n d e m a n o del

p a d r e A l v a r e z : Cuenta de su oración que es de contemplación,

y lo que en ella le pasa y el

Señor le mandó que hiciese. Mortificación interior y vencimiento generoso de pasiones en sus persecuciones. D e b a j o , d e m a n o de sor D o l o r e s : Al muy reverendo padre Manuel

Alvares,

guarde Dios muchos años, etcétera. De conciencia. En su mano. 2

movibientos

= movimientos,

c o n t r u e q u e de bilabiales ( c o m p . motimos, carta 4,

n.). 3

m . y asiendo y asiendo, t a c h a d a la p r i m e r a o c u r r e n c i a .

4

m . aun el.

196

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

nidad; de ambos brasos estoy inhábil para tener disiplina, porque, aun dándomela no como yo meresco sino's hasta aonde mis fuersas alcansa, que son cortas, me queda después el braso caído y con temblor; de modo que no puedo, así por lo dicho como por los dolores, haser cosa alguna, ni me quedan fuersas en el cuerpo para nada; por donde infiero que, ni aun lo que es bueno en sí, no quiere nuestro Señor de mí, porque con mi suma malisia todo lo visio y lo hago imperfecto; pues, qué otra cosa puedo yo en tal caso presumir sino esto. Dígame su reverensia qué debo haser, porque, si lo dejo del todo, me párese puede ser tentasión del Enemigo, trayéndome el que puedo quedar inservible a la comunidad, para que no haga penitensia por tantas culpas; si prosigo por mi voluntad, sin darle parte, de lo que le aviso también puede haber yerro; conque, propuesto esto, quedo como siempre indiferente y pronta haser lo que sólo sea gusto de su reverensia, que, yendo por obediensia y libre de mi voluntad, se prosederá con asierto. Díseme su reverensia en el suyo que está diminuta la esplicasión en la cuenta que le doy de la orasión: es sierto que, para lo que siento que pasa a mi alma en tales casos, quedo corta e[n] mi 5 esplicasión, y, aunque a veses siento los efectos que su reverensia me apunta que después quedan en el alma, omití el apuntarlos, porque hablaba con quien me entendía y me paresía osioso pasar adelante. En lo que me dise su reverensia de que si m'es desapasible el discurrir en la orasión; a esto respondo que, desde que profesé, me hallaba muy trabajosa y desconsolada en la orasión, porque, aunque más rumeaba con el discurso y procuraba traer a la memoria algún misterio, se me pasaban horas procurando mover a mi voluntad por este medio, pero era en vano, porque, mientras más esmero ponía, paresiéndome que, por tibiesa y negligensia mía en no rumear aquellos pasos, me castigaba su Majestad, por no estar con la atensión debida, me afligía y me era un desconsuelo grande el ponerme a tener orasión, porque pensaba estaba de mi parte el no poner todos los medios posibles; hasta que nuestro Señor me dio lus particular, un viernes, para mudar de camino y coger otro rumbo, y párese que interiormente me desían 6 que parase mi discurso y empeñase más 3

m. emi. m., a continuación, va subrayado desde q° parase hasta mi alma, y más adelante desde me dio a entender hasta contenplasion. 6

EDICIÓN CRÍTICA

197

mi voluntad, acompañada con afectos, mirando allá en mi mente el objeto que llevaba y deseaba para la considerasión y contemplasión, y que sólo me hisiese presente a su Majestad y estuviese atenta a lo que le comunicaba a mi alma. Proseguí la orasión en el modo dicho, dejándome toda en su Majestad, agtuando más mi voluntad en afectos, y fue prendiéndome éstos como llamas que me abrasaba, hasta que me sacó de mí para traerme más hasia mi Señor; y, estando ajena de mis sentidos, me hiso patente todo el paso de su crusifigsión, tan7 al vivo, que no sé cómo entonses y después no rendí la vida, y muchas más que hubiera tenido, de ver aquel espegtáculo tan lastimoso, que no me espantó se moviesen las piedras a compasión, pues, siendo mi corasón más duro y rebelde que todo el infierno, se quería haser pedasos y salirse de su sentro, que, en tales casos, se me pone de modo que párese está fuera de su sentro, y le es corta toda la caja del cuerpo para embestir y darme toques y punsadas por todas partes. Estando así, me dio a entender su Majestad que no quería que trabajase más con las potensias, sino es tan sólo con la voluntad, y que me gosase en verle allá en lo íntimo de mi alma, teniéndole estampado en mi corasón; que anduviese solísita en traerle presente, que me sería propisio en mis penas y tribulasiones, deleitándome en su contemplasión. Ya puede pensar su reverensia cómo quedaría mi alma en tal caso: yo evito el apuntar las resultas que despu[és] 8 quedaron a mi alma, por no tener palabras, porque sólo lo sé sentir para mí, pero no esplicar, porque soy limitada, y, por mucho que dijiera, me quedara al prinsipio; y sólo apunto esto que me pasó por mayor, porque conosca su reverensia si en esto ha tenido el Enemigo arte o parte para desvaneserme y meterme a caminos que no son trillados, y más para las almas que están metidas en sus miserias y culpas, como yo, pecadora. Y esto ha que me pasó poco más o menos de 9 años; pero, aunque no hallo consuelo ni yugo en el discurso, como siempre vivo reselosa y temerosa de mi mesma, me voy con tiento porque no peligre mi pobre alma con algún engaño, porque yo soy muy boba, y, a poca costa, hará el Enemigo lo que quisiere de mi miseria; y por este fin le propongo esto, para que me diga qué debo haser, porque, como no he 7 8

m. tal, reescrito. m. despu, a final de línea.

198

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

topado con quien me entienda, siempre he estado atollada sin tener libertad para nada, y mucho menos para tratar a otros como lo hago con su reverensia. Harto trabajo es, padre mío, que si es este camino de Dios, se lo comunique a una tan ridicula, ruin, vil y pecadora como yo, porque, párese que en mi poca aplicasión y conosimiento de Dios, nuestro Señor, todo va perdido y sin logro, porque, al peso9 que soy más benefisiada que otra ninguna criatura, más ingrata, desleal y rebelde le soy a su Majestad, para mayores cargos en la presensia de Dios; y, si estas cosas son fantasmas del Enemigo para haser por donde peligre mi alma, recayendo todo en esta mala tierra, visiada de tanta soberbia y demás pasiones, qué será de mí. Yo, en tales casos, me hallo perpleja, y, lo más favorable que hallo después que pasan estas cosas a mi alma es, lo primero: no crer nada, aunque, por los efectos, me párese ser de Dios, pues, aunque yo soy pecadora y sin méritos, Dios es poderoso; lo segundo es procurar dar cuenta, sin reserva alguna, para evitar engaños, y, cuando he manifestado que pasa esto a mi alma, me disen que escupa10 hasia la parte aonde se me representa esto: yo, en tales casos, no me queda libertad para nada; después me quedan los temores de la desobediensia en que incurro; y esto que me han mandado haser, y el no poderlo poner por obra, me hasen crer que es espíritu del Enemigo el que hase tales operasiones en mi alma. Esto es distante de lo que su reverensia me dise; luego, estará el defecto en mi mala esplicasión, nasida de un espíritu soberbio y presuntuoso, y, viendo esto el Enemigo, cooperara luego poniendo en mi mente fantasías falsas y palabras engañosas, para haser crer lo que no es ni ha sido. Prosiguiendo sobre la orasión, digo que toda mi vida, desde que tengo uso de rasón, he notado una cosa que también me hase temer, por recaer en mí, y es que, aunque tengo hartas rasones justas por donde temer la justisia de nuestro Señor, pues no ha habido ni hay ni habrá, desde el prinsipio del mundo hasta su último fin, quien le haya ofendido ni ofenda como yo, no he podido nunca entrar en considerasión las penas que son debidas a quien así le ofende; así, ni 9

al peso y su variante al paso alternan en los textos chilenos coloniales con el valor de 'a la vez, conjuntamente'; hallamos también variantes como a ese (o este) peso (Cautiverio, p. 94; DRAE, s. v. paso). 10 escupir, «echar de sí con desprecio algo, teniéndolo por vil o sucio», DRAE, 3 a acep.; Santa Teresa, en un gesto de desprecio comparable, hace «una higa para todos los demonios» (Santa Teresa, Libro, p. 247).

EDICIÓN CRÍTICA

199

puedo traer a la mente, aunque lo procure, las penas de el infierno que tan justamente mere[s]co n , ni el juisio ni otras cosas que son debidas traerlas prese[n]tes 12 a las almas que viven sin temor de Dios; y, cuando quiero considerar en esto, es perder tiempo osioso y sin logro de el alma: lo más que se suele medrar, a veses, es pedir por los que así ofenden a su Majestad, para que no tengan tales fines, y lo demás es afligirme, de modo que rara ves no me da el mal de corasón; en tales considerasiones, yo he dado parte desto. Me han dicho que, no osbtante, que no lo deje de haser y tener orasión sobre algunos puntos de estos que intimidan, para andar con tiento; y mi desobediensia y maldad es tal, que no sólo no lo puedo considerar, pero ni aun 1er tales puntos puedo, ni oírlos platicar; así pues, lo que me mueve más es meditar en los misterios de la vida, pasión y muerte de nuestro Señor y demás mistedios 13 desde su gloriosa resurregsión, etcétera. Y, viendo estos prodigios de amor tan egsesivos, que sólo en un Dios todopoderoso caben tales obras, me lleva y arrebata mi afisión, alma y corasón, el amor que le debemos; de aquí nase el mirarle y tratarle con indesible confiansa: ya como Padre, así le clamo y me le hago su pobresita hija, aunque tan ínfima; desta considerasión nas[e]14, a veses, cuando mi buen Padre Dios lo hase todo de su parte, que en las primeras palabras del padrenuestro me suelo embelesar, que no puedo pasar adelante por lo mucho que se deleita mi alma en tener a un Dios todopoderoso por Padre; me goso de que todos los bienaventurados le glorifiquen, y asimesmo me duelo de las adorasiones y alabansas que le niegan los gentiles, y los pocos o ningunos lores y servisios que le damos los pecadores como yo; y deste modo, algunas veses no puedo acabar esta orasión. Por largos espasios de tiempos traté esto con el confesor, y me respondió que procurase haserme violensia, que ésta era tentasión de el Enemigo para que no prosiguiese; he pretendido obedeser, pero no avanso nada, porque no está en mi mano lo contrario; esto me entra en temor. Lo mesmo me pasa a veses en el rosario, en los 15 misterios que en él se ensierran: se me suelen representar

" 12

m.

tnereco.

m. presetes, con pérdida de n a final de línea. 13 mistedios = misterios, con trueque de dental sonora y líquida (comp., en carta 4, grosedía). Para los 15 misterios, ver nota 20 de carta 28. 14 m. ñas, con pérdida de e a final de línea.

200

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

ta[n]15 al vivo en mi mente, que no puedo proseguir resando, porque no me queda agsión vital en mi cuerpo para haserme violensia; y, por el reselo que tengo de mí, he dicho lo que me pasa a dos confesores que he tenido: uno me dijo que dejase correr esto y que no me atajase, y que en tales ocasiones, siendo Dios el que tocaba, aunque más hisiesen las criaturas, no estaba en nuestra mano el impedirlo; otro me dijo que lo procurase interrumpir, que podía ser espíritu de tinieblas para impedirle 16 el que prosiguiese resando; en suma, de todo lo dicho, lo que me diga su reverensia, esto haré. Volviendo a lo que apunto, de que más me mueve el amor que el temor, suele a veses atreverse mi alma, y confiada me goso en tener y mirar al Verbo divino por mi hermano: siento tanto júbilo en esta considerasión, conosiendo el amor que me tuvo y tiene: que, si fuera presiso, para pagar mis deudas y alcansarme perdón de su etern[o] 17 Padre, volviera a padeser y morir por mí; esto me hase vivir confiada, teniendo al mesmo Jesucristo por mi hermano y fiador tan lleno de méritos. Otras veses oso, atrevidamente, el gosarme, deleitándome en tener al Espíritu Santo por mi dilegtísimo esposo; aquí, en esta considerasión, son18 tales los deseos que me comunica de amarle, si fuera posible como mi amantísimo esposo me ama a mí, que, no pudiendo detener mi alma en los egsesos y afectos de mi voluntad, prorrumpen mis labios palabras tiernas y amorosa [s]19, siendo en estas 3 considerasiones mensajeras las lágrimas que vierten mis ojos, pero muy llenas de consolasión y dulsura. Suelen, a veses, estas 3 considerasiones sacarme de mis sentidos y transformar toda mi voluntad en la suya, [m]e 20 suelo sentir prendida y toda rodeada de un fuego más agtivo que el material, porque éste, que vemos con los ojos del cuerpo, todo lo destruye y consume en sus llamas, pero éste, de que siento rodeada mi alma, destruye los alientos de mi cuerpo para todo lo carnal y material, pero en lo íntimo me corro15

m . tal, c o n error de sustitución por atracción del fonema líquido cercano: ya

antes figura el m i s m o error e n m e n d a d o . "

impedirle está aquí por impedirme: n o e n m e n d a m o s , dado que la c o n f u s i ó n de

personas (sujetos y pronombres) en un discurso c o n marcados rasgos coloquiales c o m o éste, es f e n ó m e n o frecuente. 17

m. etern, c o n pérdida de o a final de línea.

18

m. son son.

19

m . amorosa.

20

m. se, por atracción de las sibilantes contiguas.

EDICIÓN CRÍTICA

201

bora y confor[ta] 21 , me alienta y dilata mi ánimo, me da esfuersos y vigor para emprender obras [a] has en el servisio de Dios y alientos para padeser por su amor: si hablo desatin[os, perdójneme, mi padre, que estoy que ni me sé lo que hablo. Ha que tengo empesada ésta 7 [días]22, porque no tengo tiempo para nada y sólo a ratos escribo, y sólo hoy 25 de a[gosto, he podido]. Dios, nuestro Señor, me le guarde muchos años en su santo amor y servisio. Amén. Le23 advierto a su reverensia que, desde que ha saflido] 24 a público esto, me han dicho varias: que yo he cogido con tiempo la empresa, para entrar en fallesiendo la hermana Bernarda; yo he respuesto que sólo [es] tratar mis cosas, porque no tengo confesor, pero que en lo demás estoy en manos de Dios a que provea aquel confesor que fuere de su agrado. Ya no me llame su reverensia hasta que mi Señor disponga [alguna] oportunidad, porque yo quiero ir con tiento por las cosas de acá: no vaya a salir alguna perturbasión.

21

Realizamos ésta y las siguientes enmiendas en un tramo de la hoja roto. Se trata, al parecer, de días y no de semanas. Cuando ha transcurrido un tiempo mayor entre un escrito y otro de la misma epístola, el procedimiento suele ser agregar hojas, que tienen tamaños diferentes: a veces van pegadas o cosidas, para conservar la unidad física de la carta. Con respecto a la datación, esta carta no da claros indicios, pero creemos que se trata de 1763, ya que la mención de la hermana Bernarda la hallamos exclusivamente en las epístolas de ese año. 22

23 Si bien las siguientes líneas pueden parecer inconexas con el discurso anterior, no cabe duda de su continuidad, dado que van escritas en el reverso de la misma hoja, que funciona c o m o sobrescrito. 24

hoja.

Enmendamos ésta y las dos siguientes lecturas por rotura y deterioro de la

CARTA I I

Jesús sea en nuestro [s]1 corasones2 Mi padre y mi único consuelo y apresio en nuestro Señor: Resebí su papel y, ante todas cosas, respondo a los dos encargos que me hase su reverensia en su contenido: que el sumo sigilo del libro seguro está de mi parte, porque una palabra no he proferido ni hablaré dél, con la grasia de Dios, y tengo sumo cuidado de ponerlo en parte aonde no sea visto de alma viviente; el mesmo cuidado he tenido y tengo en tratarlo con mucho aseo: deque lo resebí, lo aforré en papel, y además desto lo tengo envuelto en un paño limpio, y con el mesmo cuidado y limpiesa de manos lo abro para 1er; y así, creo que, por lo que a mí toca, no llevará lesión alguna. Y le advierto que, luego que lo resebí, noté que traeya3 rosado4 y puerco, como que lo habían hojeado con manos poco aseadas, y luego lo registré en qué capítulos cayía5 esto, para avisarle a su reverensia, y es desde la6 prágtica quinta, sobre la variedad de caminos por donde van las almas, hasta aonde trata de el memorial para el examen 7 . Por lo que toca al encargo que me hase del cuidado con los papeles que tengo de su reverensia, le aviso que no tengo otro contrapeso que 1

m. N".

2

Junto al sobrescrito, va la siguiente anotación de m a n o de Álvarez: Sentimiento del libro Método de bien obrar. Más abajo, de m a n o de Dolores: Al muy reverendo padre Manuel Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. De consiencia. 3 traeya es variante epentética de traía, que n o r m a l m e n t e ignoran las morfologías históricas: sólo la hallamos recogida en CORDE, en una única ocurrencia de un

texto peruano del siglo x v n . Reaparece en carta 45. 4

rosado, 'manchado' (comp. R o m á n , 1901-1918, s. v. rosado).

3

cayía = caía, c o n epéntesis antihiática de palatal (comp., antes, oyía,

creyía,

leyía). 6

m., a continuación, va subrayado desde pragtica hasta almas y luego memorial p"

el examen. 7 Se trata del libro Método de bien obrar para personas religiosas, que el padre Manuel Álvarez publico el año 1766 («Prólogo», Manuel Alvarez).

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

204

más me duela, que es no poder tener nuestra caja o cajuela con llave, para que estuvieran más seguros, pero los traigo consigo dentro de una bolsita que hise sólo para ese fin de guardar sus papeles; conque deponga su reverensia esos cuidados 8 , que están seguros en mi poder de que pasen a otras manos, aunque más le paresca a su reverensia que soy descuidada: que esto lo infiero porque en varios papeles me encarga esto mesmo; pero, padre mío, en puntos tales cuales son los que estamos tratando, no era capás el que me descuidase con ellos, por lo que podía redundar, que, si en ellos no viniera tanta advertensia y lus selestial para caminar segura, porque su reverensia quedara más satisfecho, con dolor de mi corasón, los quemara; pero no lo verá mi padre Manuel que tal locura yo haga, porque después de clamar a nuestro Señor, no tengo otro consuelo sino es 1er sus papeles en mis mayores aprietos, ya que por mi fatal estrella no lo puedo hablar ni tratar en el confesonario; que, si yo sé resignarme y con espíritu generoso se lo ofresco a nuestro Señor cada ves que su reverensia viene, como lo deseo, pienso que le fuera a su Majestad sacrifisio muy grato, porque el alma y corasón se me va por tratarle con más inmediasión; pero no se hiso la miel para la boca del asno, y así me contento como vamos y no me harto de dar repetidas grasias a nuestro Señor, que da como quien es y no como yo meresco. El lunes a la noche, me dijo una religiosa que se había confesado con su reverensia, porque la hermana Nicolasa la había convidado mientras se disponía para confesarse; yo alabo al Señor por sus altísimas disposisiones, pues, sabiendo sor Nicolasa lo que hay de por medio, pudiera en caridad avisarme cuando hay lanses tales, que pudiera mi alma desfrutar ese bien sin perjuisio para su alma; que, conforme le ofrese a otras entrada, pudiera, tal ves, haberme hecho una mera oferta, pero nunca lo he meresido: vea su reverensia si tengo rasón para qué andar con cautela en orden a lo que me escribió su reverensia aserca de que yo fuese al confesonario, y le respondí yo que lo dejase para su tiempo 9 ; y ahora y siempre se lo diré, porque, mientras yo viere este desvío en dicha religiosa, no me párese que iré a su confesonario, aunque se me vaya tras su reverensia mi corasójn] 10 y alma, como es; así pues, yo no pretendo cosas violentas, y entre tanto Dios lo dispone por sus pasos 8

cuidado, «recelo, preocupación, temor», DRAE,

9

m. de que yo fuese al confesonario y luego lo degase p" su tiempo van subrayadas.

10

3 a acep.

E n m e n d a m o s la lectura de un tramo roto de la hoja.

EDICIÓN CRÍTICA

205

contados, perseveraré como hasta aquí. De lo que alabo y doy grasias a nuestro Señor que haya movido el corasón de su reverensia con tanta caridad; cada día le estoy más agradesida y corrida delante de Dios, por el gran benefisio que en esta obra le debo, y por esto ha permitido esta tormenta a mi alma: lo que arriba apunto, para que yo ande espinada11, sin culpa de dicha religiosa, pues sé y me consta por esperiensia de sus buenos prosederes y mucha caridad, y por esto conosco que es sólo voluntad y altísima disposisión de el Altísimo, que siempre me quiere atribulada; así sea hasta rendir la vida. Después le escribiré despasio sobre varias cosas de mi alma, que ahora lo había intentado, pero, porque se lo den en mano propia, corto el hilo. He leído los tratados que su reverensia me envió señalado; después le escribiré sobre el asunto; y sólo digo, por ahora, que párese tenía su reverensia estampadas las cosas que han pasado a mi alma, según entiendo y la lus que voy teniendo en lo que en él he leído. Infinito me goso de que ese prelado, que su reverensia me apunta, quiera darlo a la imprenta, y pido a nuestro Señor sea cuanto antes, para que salga a lus este tesoro tan injustamente escondido; pues, por lo que yo he pasado, pienso que tanta nesesidad tienen los confesores de ver sus prágticas, como las pobres almas que habrán atolladas; no hay ves que lo lea que no sean fuentes mis ojos: unas veses de goso, por lo que Dios alumbra a su reverensia; otras veses de pena, viendo el mucho tiempo que he perdido, parte por mi poca aplicasión y parte porque no he tenido piloto diestro que me gobierne; todo ha sido para mí andar en tinieblas; conque así, él me consuela, pero también a veses me desconsuela, por lo que toca a los engaños que su reverensia apunta, y que tal ves habrá pasado esto a mi alma y habré estado sosegada y quieta en tantos peligros de los que no me veo libre. Nuestro Señor tenga misericordia de mi pobre alma. En lo que me dise su reverensia que le pida a nuestro Señor a todas horas por su reverensia, así lo haga su reverensia por mí como yo lo hago por su reverensia, por lo muy obligada que le estoy; y así, aunque infame y perversa, no seso de clamar al Señor todos los istantes que puedo, porque su Majestad lo haga muy santo y que persevere en su servisio hasta la muerte. Yo me alegraré que esté su reverensia con entera salud; yo quedo como siempre en mis continuos y repetidos quebrantos, pero, con el 11

espinar, «lastimar, inquietar, y traer desasosegado», Aut, 3' acep.

206

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

favor divino, no estoy postrada y sigo la conmunidad 12 y lo demás en que me ocupa la obediensia, grasias al Altísimo que así me fortalese. Supuesto, padre mío, que mis quebrantos no se desminuyen con dar de mano a las penitensias, yo deseo no estar parada un instante en su servisio de Dios, nuestro Señor, y pues, ya se ha hecho la prueba en suspender lo que su reverensia me ha quitado, como lo tengo cumplido, si le párese a su reverensia, pues con esta diligensia no se avansa nada por estar como siempre, quisás será voluntad de Dios de que me dé a la penitensia, pues es13 sierto que, para salvarse, sea menester inosiensia14 o penitensia: ni una ni otra tengo adelantado, sino es más y más ofensas a la inmensa bondad de nuestro Señor, conque pueden ser estos quebrantos y dolor[es]15 en mí de suma delicadesa o tentasión del Enemigo, para que no haga penitensia; después de propuesto esto, quedo pronta a sólo haser lo que su reverensia halle más loable ante los ojos de nuestro Señor. Le aviso cómo me he serenado con lo que he leído, y quedo comulgando todos los días, aunque no por esto me faltan crujías16 a mi alma. Y a Dios, mi padre; mi Señor me lo guarde muchos años lleno de su santo amor. Amén.

12

conmunidad = comunidad, con nasal epentética (comp. sumanmente, carta 6). m., a continuación, l antepuesta a sierto. 14 inosiensia = inocencia, con diptongación analógica (Frago, 1999a, p. 210). La forma de la voz se repite m i s adelante y figura también en Martín Fierro, donde Tiscornia califica el fenómeno de «confusión de terminaciones» -encia -iencia», pp. 34-36. 13

15 16

Se enmienda la lectura en un tramo roto de la hoja. crujía, 'estrechez, miseria, mal' (ver Terreros, 1987; DRAE,

s. v. crujía).

CARTA 1 2

Jesús sea nuestra lus y guía Mi padre, en nuestro Señor, muy estimado: Mi suma malisia y no conosida soberbia me hasían ocultar contra mi voluntad la tribulasión en que me tiene lo que diré, para que su reverensia resuelva qué debo haser que sea más del agrado de su Majestad, pero advierto y suplico no lo atribuya ni trueque su reverensia a otro fin, sino sólo el tomar consejo de su reverensia, que este temor me ha detenido hasta lo presente con bastante desconsuelo de mi alma, porque no quisiera reservar cosa para el confesor por leve que sea, mas, conosiendo que esto es lo más asertado, me he resuelto, atrepellando dificultades, que el amor propio me proponía con gran sutilesa para tormento mío; es, a saber, que llegó a mis notisias sierta nesesidad que tenía un señor saserdote, y, porque no pasase mayor vergüensa, sabiendo yo que esta nesesidad era urgentísima, confiada en nuestro Señor que fasilitase medio para pagar, busqué prestados 22 pesos a algunas religiosas; entre los míos he solisitado algo1 para pagar, pero ha sido en vano, por lo que me vi presisada a emplear más tiempo en labor de manos, con harto temor y pena de mi alma, porque este tiempo me hasía falta para lo espiritual. Por fin, en este combate de si me resuelvo o no, si es del agrado de Dios o no, perseveré suspensa algunos días, hasta que por último admití algunas costuras de las religiosas a quienes debía, que, aunque no me cobraban, mi genio solo me atribulaba; de aquí resultó que el día que di prinsipio a la costura, con el temor de no saer2 la voluntad de Dios ni la de su reverensia, al irme a sentar a la labor, susedió que una puerta me cogió una mano, y me la lastimó de modo que me ha 1

m. al p, reescrita para algo. m. saer, bastante comprimida y coincidente con el fin de la caja de escritura; la elusión o debilitamiento de consonantes intervocálicas es fenómeno meridional muy habitual en Sor Dolores y en el Chile actual: aonde, recao, etc. (Lapesa, 1981, § 135; Frago, 1999a, pp. 49, 69, 72). 2

208

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

dejado la mano isquierda inhábil del todo: aun de pitar polvillo 3 no es capas. Ocasionóme esta avería o casualidad tal dolor, que me privó los sentidos y me dejó el cuerpo como muerto; en el corasón sentí opresión y dolor, apretura en la respirasión que me impedía el resuello, por último, de pies a cabesa, toda me traspasó de dolores esta pequeña causa, y de reprimir las lágrimas y quejidos a que me impelía mi poco sufrimiento. Después que volví a mis sentidos, por instantes se me venía a la boca bocaradas 4 de agua, pero no sé de qué provenían, porque yo no 3 había to[m]ado cosa alguna; hame sobrevenido desto calentura y desgano de comer y otros quebrantos que no los comprendo, que me tienen el cuerpo indispuesto para todo, pero no por esto he dejado de seguir la comunidad, ni omito haser en servisio de todas las esposas de mi sumo bien, Jesús, lo que puedo, aunque con sumo trabajo, por ser una sola mano la que puedo gobernar, grasias al Señor, que así se quiere servir deste jumento tan ruin. Días ha que esto pasó, pero todavía están las causas o todo lo espresado en ser. Espero en nuestro Señor que no pasará a más, que esto párese fue amago de mi Señor para significarme su voluntad, aunque a esto no estoy convensida del todo, sino es que, si no fue casualidad, sería tentasión o arte del Enemigo para motivarme este daño, para que no pueda, de algún modo, satisfaser a las que debo; conque, supuesto lo espresado, dígame, reverensia, su sentir y qué debo haser así que nuestro Señor me alivie de la mano; si debo proseguir en mi intento o si suspenderé, dejándome en la providensia de mi buen

3 pitar, c o n el valor s é m i c o de 'fumar' está testimoniado desde c o m i e n z o s de s. x v i en lengua española (DCECH, s. v. pito)', Terreros ya lo atribuye a uso m e x i c a n o . Es habitual en las expresiones pitar tabaco y pitar polvillo, y su variante pitear es de uso actual en Chile, especialmente para referirse al acto de fumar pitos o cigarrillos de marihuana (Morales, s. v. pitear). Por otro lado, el polvillo es la 'parte menuda, fina, molida del tabaco que queda en el f o n d o de la petaca' (ver Febrés; R o m á n , 19011918, s. v. pitar y polvillo). 4

bocarada es voz de uso reconocido en C h i l e (Fuentes, p. 46): la recogen también

Malaret, 1946 y Alemany, 1917, y está consignada c o m o americanismo por DRAE (1927) y Zerolo (en NTLLE). El trueque de líquida y nasal es usual, en la zona c e n tral, hasta hoy, y tiene testimonios desde el romance: lt. minimare > mermar (García de D i e g o , 1970, p. 150). 3 m. n c o n o sobrepuesta a final de línea, y vuelta a escribir la o al inicio de la línea siguiente; a continuación, todado.

EDICIÓN CRÍTICA

209

Padre Dios; sup[u]esto 6 que no me presisan con la paga, aunque no por eso dejo de estar bien mortificada, que no es mi genio pegar petardos7 ni ser molesta, que si no hubiera sido por el bien deste prójimo, no me hubiera puesto a tal empresa. Y vuelvo a desirle, ingenuamente 8 , con las veras y sinseridad posible, que no es otro mi fin sino el darle cuenta cómo ha pasado todo y los temores que yo he tenido, según lo veo presiso y conveniente delante de Dios como a mi padre, para que, según las causas, prosedamos con más asierto, con la bendisión y disposisión de su reverensia; y así, ni indirecta ni directamente se le pase a su reverensia en el pensamiento el cooperar en mi alivio, que de ningún modo lo admito, ni por escrito ni de palabra y mucho menos de obra; que, si esto entiendo, éste será el último medio que el Enemigo ponga para cepararme de su reverensia, que él varias diligensias ha hecho a este fin, no por lo que a su reverensia toca, sino de parte de acá, pero en vano se cansa, porque, con la grasia de Dios, he de perseverar a pesar de todo el infierno; y por lo presente, no conviene el que me declare más: con el tiempo se lo hará conoser mi Dios y Señor, aonde no hay falsedá ni engaño, y allá le dará las grasias por mí de haber perseverado constante, al peso de tantas persecusiones de las criaturas y de los enemigos, que si yo no lo pierdo por mi ruindad, creo tendré algunos grados más de gloria9, si los méritos de mi Señor me la conseden por su misericordia. Y así, déjeme su reverensia en pas, no me haga perder lo trabajado, que éste fuera el último empeño del Enemigo para voltearme10 del todo, que, a no11 haber sido reprendida de nuestro Señor con lo susedido; lo que me tiene no menos pasmada que llena de temores, por esto se lo comunico de prinsipio a fin, deponiendo la oposisión que me ha hecho el Enemigo para que se lo ocultase, trayéndome rasones para que lo12 echase al silensio. 6

m. supesto. Dejamos constancia de la forma de esta voz, que podría corresponder a una monoptongación semejante a las de preba, treque, breso, 'grueso', ocasionales en Chile «como en otros países», Oroz, 1966, p. 65. 7 pegar petardos, 'estafar, engañar' (ver Terreros, 1987; Domínguez, s. v. petardo; Román, 1901-1918, s. v. petardearse). 8 ingenuamente, 'sinceramente, sin engaño' (ver Aut). ' grado de gloria es expresión que hallamos en el léxico teresiano: «escala de valores o de intensidad de la gloria», Vocabulario, s. u. grado. 10 voltear, 'derribar, vencer' (ver Aut, 5 a acep.; Terreros, 1987, 4' acep.). " m. nos, confusamente enmendado. 12 a continuación figura un confuso reescrito tachado.

210

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

Otro susezo me pasó meses ha, en que me dio a entender mi Señor el desapropiamiento 13 y suma pobresa que de mí quiere y yo deseo, pues sólo quisiera lo muy presiso para cubrir mi cuerpo y que mi cama fuese el zuelo, para cuyo fin he pedido a nuestro Señor que, sin que yo falte a la obediencia, permita El que se me fustre 14 o queme todo lo superfluo y aun lo presiso para el alivio del cuerpo; y así, mi Dios y Señor, como tan deseoso del bien de mi alma, cooperó a mis súplicas, y con arte propio de sus divinas manos, no sé a qué horas de la noche, a mí me párese sería esto entre 2 y 5 de la mañana, y fue que, habiendo dejado un traste15 de madera junto a nuestra cama, le hallé por la mañana quemado, y, estando junto a la cama y otros trastes que se pudieran haber prendido y peligrado, no sólo la selda, sino's parte del convento, por estar todo el edifisio unido, no pasó a más el fuego, sino en aquel traste, para darme a entender el significado de la obra. El cómo esto susedió, yo no lo sé, porque ni allí había fuego, la vela amanesió puesta en su lugar, las puertas estaban trancadas, y el modo con que esto se quemó paresía hecho de propósito y con cuidado, porque el traste del todo no peligró, aunque por el derecho y re[v]és16 se quemó, y quedó parte dél como un carbón y un pedaso menos de la madera. Deque esto vi, me causó espanto por las sircunstansias dichas, pero, viendo que esta obra sólo podía ser del Artífise divino, que penetra los corasones y se desvela17 como buen pastor por el cuidado y bien desta maligna oveja, le di grasias por tantos bienes que a esta infame criatura hase, y luego le prometí no solisitar ni admitir cosa que redundase en alivio mío, aunque fuese muy presiso, mientras la obediensia o la caridad para con mis prójimos no me lo impedían; y así, desde que esto pasó, si antes me era de sumo contrapeso aun lo lísito y presiso, ahora, las comodidades que permite la obediensia, por lo que no está en mi mano el abandonarlas, me son muy desapasibles, pensionosas y molestas a mi alma, y cualquiera persona que concurra a mi alivio en benefisio mío, le aseguro con toda verdad 13 14

desapropiamiento,

' d e s p o s e i m i e n t o , pobreza' (ver Terreros, 1987).

fustrar = frustrar, 'despojar, privar' (ver Terreros, 1987, s. v. frustrar; c o m p . carta

!)• 15

traste es r e c o n o c i d a variante americana para trasto (ver Malaret, 1946).

16

m. remes, que c o n s i d e r a m o s error de sustitución por atracción de la nasal de la

v o z siguiente ( c o m p . motimos, carta 4, n.). 17

m . , a c o n t i n u a c i ó n , repetido y tachado, y se desvela.

EDICIÓN CRÍTICA

211

que más me sirve de mortificasión, porque, aunque esto sea movido de Dios, pero al fin las criaturas por lo natural, párese se hase presisa la correspondensia en el modo posible; y así me18 es sensible el tiempo que malogra mi alma en esto, pues no quisiera tener más cuidado que el servir a Dios y el desear su mayor gloria en todas mis operasiones y cooperar de mi parte todo lo posible en el provecho espiritu[a]l 19 de mis prójimos; este empleo sólo quisiera fuera el único fin de mis obras, pero, ¡ay de mí!, qué lejos estoy, padre mío, de alcansarle, pues yo no veo en mí sino todo lo contrario: bien sabe mi Señor que es así, y que va libre de ponderasión 20 y humildad, que no la tengo. Desde antes que susediese lo que está dicho, he procurado el ocultar mi pobresa y desnunés21 y otras crujías y nesesidades que sobrevienen, pero, aunque más medios he puesto para repararlo, no sé cómo lo sabe la madre y algunas religiosas, que luego me socorren mis nesesidades. Qué ju[i]sio 22 puedo yo haser desto, sino que, como tan infiel esposa, no quiere su Majestad que le acompañe en el calvario ni le siga por camino de crus; luego, de mí no quiere nada, por ser mis deseos y obras tan imperfectas; y así creo que, de lo que hasen otras almas se complase, porque lo hasen libre de la ponsoña y malisia que en mí hay, pero como en mí todo es visio y deseos sin sustansia ni virtud verdadera, por esta causa no quiere fiar el tesoro del padeser a mi suma inconstansia, porque este pan regalado23 sólo será para quien lo sabe digerir; no para mí, que aun no lo sé pasar, pero no por esto lo dejaré de desear ni pedir, aunque no lo meresca alcansar. 18

m. me, tachado a final de línea, y vuelto a escibir a comienzos de la siguiente. 19

m. espiritul. ponderación, «encarecimiento, exageración», Terreros, 1987. A pesar de que en este pasaje la voz pareciera estar utilizada con un valor positivo, queda muy en claro, en otros pasos del Epistolario, que el valor sémico de la voz es uno y el mismo, y que la utiliza siempre tras alguna consideración negativa de sus actos o de su estado, con el fin de acentuar la credibilidad de las afirmaciones. Aquí equivale, entonces, a decir: «no puedo exagerar en el mal juicio sobre mi persona, ya que no soy humilde». 20

21

desnunés. La omisión de -d- intervocálica, rasgo articulatorio característico de nuestra autora, puede permitir la intromisión esporádica, quizá aquí asimilativa, de una consonante relativamente afín a la sustituida, y claramente disponible en su repertorio plagado de nasales epentéticas (Oroz, 1966: Demesio, 'Nemesio', p. 173). 22 23

m.Jusio (comp. jusios contratos, en carta 17). regalado, 'sabroso, apetitoso' (ver Terreros, 1987, 2' acep.).

212

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

Por estar de la mano isquierda como ya tengo dicho, no puedo haser ninguna mortificasión, pues, desde que esto sucedió, estoy durmiendo vestida, porque ni puedo desnudarme ni vestirme: comúteme, su reverensia, en otras mortificasione[s] 24 las tres disiplinas del día, corona, silisios, cama, etcétera; la crus, d'hecho, sólo puedo usar, porque para esto con una mano me puedo acomodar: si le pares25, la tendré puesta todo el día; las disiplinas y silisios, comútemelas en consederme lisensia para aplicarme cardas y ortigas en todo el cuerpo, que esto bien puede ser con una mano; o, si no quiere esto, permítame otras cosas que sean del agrado de su reverensia; las yerbas amargas se me han acabado y no puedo conseguir otras, aunque las he procurado con sigilo afuera; si le párese a su reverensia, comutemos esta falta de mortificasión en no beber ni agua ni mate por todos los días; y esta mortificasión viene a buen tiempo, porque tiempos ha que, desde que me levanto, siento sed insasiable, y así que comulgo, sólo se me mitiga un poco, pero después vuelve con tal violensia que, aunque más agua tomo, no me satisfase; mas yo le digo, a mi único bien y Señor de mi alma, que esta sed me la comute en hambre y sed insasiable de padeser por su amor y por el logro de las almas, y que no sean otros mis desvelos ni apetitos, sino éstos. Así sea, mi Dios, amarte y padeser sin término hasta morir. Volviendo a la sed que siento, creo que, aunque me contengo en beber, puede resultarme algún daño, porque el estómago me resibe mal lo que bebo, y toda la ansia es del pecho para la garganta, y ésta se me aumenta más y más los viernes, sin eseptuar ninguno en el año; tiempos y años ha que noto esto, que este día nada me satisfase, en espesial a la tarde y con el recuerdo de la que padesió mi Señor pendiente de la crus, que el exeso de su amor le ocasi[o] nó26; sólo esto me apasigua mi tormento, sacrificándome a todo lo que de mí quisiere su Majestad, por su mayor gloria. Desde Pascua de Penteconstés27, se me ha aumentado más lo que tengo dicho a su reverensia en otras cartas, sobre lo que padesco de jueves a viernes, de modo que amanesco los viernes inhábil de tener 24

m. mortificasione. pares = parece. Conservamos la forma de la voz, que reaparece más adelante, dado que las variantes apocopadas de ésta resultan frecuentes en Chile (paré, en Oroz, 1966, p. 176). 26 m. ocasino. 27 Penteconstés. La forma de la voz corresponde a una ultracorrección, en una escriba en que, como se ha señalado, abunda la presencia de nasal epentética. 25

EDICIÓN CRÍTICA

213

movimiento alguno, y dos de ellos no me he podido levantar de la cama para cosa alguna, ni aun para sentarme a tomar alimento ni beber; yo me hecho bastante violensia porque no haiga 28 algún engaño del Enemigo, pero no ha sido posible; estas cosas me atribulan mucho, porque no sea alguna flojedad mía o tentasión de el que vela por mi ruina, que él es buen operario, y de mi simplesa29 y boberías hará lo que quisiere; por esto estoy siempre reselosa de mí mesma en todas las cosas que por mí pasan, y esto es lo que me mueve a importunar a su reverensia, escribiéndole con tanta individualidad, aunque el Enemigo y las criaturas me sugieren rasones que casi me convensen a no proseguir; y así, cada ves que le escribo, de todos modos me atormentan, y yo mesma también, por mi genio tan opuesto a estas cosas, porque en todo me parse que molesto. Dios sea glorificado en todo. Si su reverensia tiene tiempo, respóndame despasio a todo lo que le apunto; hágalo, por caridad, que yo estoy bien ahogada y llena de temores, y más consuelo tengo con lo que me escribe, porque, en mis aprietos y conflictos, ocurro a sus consejos; pero, como Dios permite que yo esté peor que un topo 30 en el confesonario, y lo que me dise su reverensia luego se me borra de la memoria, casi aseguro que todo el consuelo que tengo de oír a su reverensia, con lo espresado se me convierte en amargura y pesar. Yo no sé a qué atribuir esto, pues si voy aonde su reverensia como el único asilo y refugio de mis penas, suelo salir peor de lo que entro; esto me párese está en mí, porque bien satisfecha estoy de su reverensia y la gran caridad que le debo, y, de ver que está de mi parte, y que no está en mi mano lo contrario, no es desible lo que esto me atribula. Que se haga en mí la voluntad del que así lo dispone. Nuestro Señor lo guarde muchos años, como le suplico. Hoy miércoles 4 de julio, etcétera. 1764.

28 haiga corresponde a una forma histórica del subjuntivo del verbo, muy viva hoy en el habla chilena (Alvar, p. 477). 29

simplesa

= simpleza,

«bobería, necedad»,

DRAE.

30

topo, 'ignorante, torpe, mezquino' (Terreros, 1987; Aut). Los refraneros, que prácticamente no incorporan la voz, no recogen fórmulas explicativas aplicables al pasaje (Refranerogeneral;

Diccionario;

Refranero

español).

CARTA 13

Jesús sea nuestra lus1 Mi padre muy amado en nuestro Señor: Tendré particular consuelo si éste halla a su reverensia libre ya de su quebranto, como yo deseo y le suplico a su Majestad; yo estoy muy mejor de la mano, grasias al Señor, puedo haser con libertad cualquier cosa; si le párese a su reverensia, proseguiré con las mortificasiones que antes hasía, las que están suspensas por orden de su reverensia. Deseo entrar a ejercicios desde la víspera de la Acensión 2 hasta Pascua del Espíritu Santo; si le párese a su reverensia, pediré lisensia a la madre, proponiéndole que estaré pronta a todo lo que me quisiere ocupar, que sólo me dispense la recreasión. Padre mío, con ansias de mi alma deseo reformar mi vida y ser otra de la que hasta lo presente he 3 sido, renovando mi espíritu, pero no sé qué es lo que me detiene; vea, su reverensia, qué medio dar, que a deseos de padeser, de servir a mi Dios y amarle sin tasa ni límites, desafío a toda la corte selestial y justos de la tierra, y no me daré por vensida en deseos, aunque sí en la ejecusión, porque, como a todo el mundo exede mi suma ingratitud y maldad, por esto me castiga su Majestad en no saciar mis ansias. Bien conosco, Señor, mi innatitud 4 para todo lo bueno, pero no por esto dejaré de ser atrevida en mis deseos, hasta que lo consiga o muera de ellos, pues no hay mortificasión mayor que desear y no alcansar: todo sea por su mayor gloria, etcétera. 1

E n u n folio suelto, q u e p a r e c e c o r r e s p o n d e r a esta carta, dice de m a n o del p a d r e Álvarez: Heridas de amor y otros efectos admirables. 2

m . , Asension

3

m . a t a c h a d a y e a ñ a d i d a e n t r e líneas.

4

innatitud,

reescrito.

' i n a p t i t u d ' . E n d i s t i n t o s pasajes del Epistolario n u e s t r a a u t o r a s i m p l i -

fica o c o n f u n d e el g r u p o c o n s o n a n t i c o c u l t o d e esta voz: inatitud, inactitud ( c o m p . cartas 20, 23, 27, 45). E n esta o c u r r e n c i a o b s e r v a m o s , además de s i m p l i f i c a c i ó n , d u p l i c a c i ó n u l t r a c o r r e c t a d e la nasal.

216

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

Lo que me pregunta su reverensia', qué se me había quedado por escribir en días pasados, es lo siguiente: más ha de un mes, estando con insasiables ansias de resebir a mi Señor sacramentado, tuve mucha oposisión, así de las criaturas como de todo el infierno; no obstante, yo atropellé por todo y llegué a resebirle: quedéme en una suspensión amorosa con mi Señor, continué en afectos tiernos de mi alma hasta onde pude, porque luego perdí los sentidos, porque el insendio de amor en que yo toda me abrasaba, no me párese daba lugar a que perseverase cosa vital en esta vida, sino's convertirlo todo en senisas. Ojalá, padre mío, que todas las criaturas muriéramos deste violento insendio, que dicha mayor no se puede desear. Estuve del modo dicho no sé cuánto tiempo, porque ni sé cuándo perdí los sentidos ni sé cuando me los hisieron volver; yo que estaba gustando deste sabrosísimo y delisioso manjar, cuando me sentí llamar de la madre a que fuese aonde una enferma, luego, al punto que oí esta vos, me hallé restituidos todos los sentidos y fui aonde la obediensia me mandaba; y noté 6 una cosa que es estraña en mí, porque, ordinariamente, cuando pasan cosas tales en mi alma, me queda el cuerpo sumamente adolorido, pesado, muy descoyuntado y con estraños sudores, pero ahora no fue así, sino's párese que, deque fui mandada, sentime muy fortalesida y con tan estremada agilidad, que luego que me paré para ir a la selda de la enferma, pudiera jurar con toda verdad que no caminaba con los pies, sino que movida de superior impulso: me paresía iba mi cuerpo por el aire, tanto, que me dio notable susto, porque he oído desir que sólo los duendes y por arte diabólico andan en el aire; esto continuó 7 así desde que salí del coro hasta que llegué a la selda; y asimesmo duró 8 todo lo que pasó en lo interior de mi alma, después que resebí a mi Dios y Señor, por tres días, con los mesmos afectos y efectos que ya tengo dichos a su reverensia en otras cartas que tengo escr[i]tas 9 sobre este punto, pero no por esto dejé de haser todo lo que se me mandaba, aunque con 5

m., a continuación, va subrayado desde q° se hasta sigiente. m. nolee, que corresponde a una ultracorrección por parte de la autora, que, vacilando entre las formas históricas de conservación de vocales iguales (ee) y su simplificación, extiende este fenómeno a voces en las que, por razones etimológicas, nunca existió (García de Diego, 1970, p. 80; /eren carta 1, n.). 6

7

m., al parecer, contuno tachado y añadida entre líneas la voz enmendada. m., al parecer, diro tachada la i y sobrescrita la u. '' m. escrtas. 8

EDICIÓN CRÍTICA

217

suma violensia, porque más apetesía la soledad y retiro que el trato de las criaturas. Otro día, que comulgué con grande desabrimiento 10 , motivado de los muchos temores que me ocasionaban mis ingratitudes y deslealtad para con este Señor de infinita majestad y bondad, n'obstante, vensió el amor al temor, afiansada en la obediensia que debo a su reverensia, disiéndole a mi Señor11 que iba mandada de su ministro, y que supliesen sus méritos infinitos lo que a mí me faltaba de disposisión, y que me diese una pequeña sentella de su divino amor, para que este fuego consumiese en mí tanto visio y sólo dominase su amor en mi alma, y que, si era posible, me diese aquel amor con que se ama a sí mismo, para que así quedase correspondido igualmente su amor, y que en este modo se perpetuase en todas las criaturas presentes y por haber, para que fuera amado, servido y glorificado para siempre, sin fin, etcétera. En fin, en medio destos afectos y amorosas ansias, más fuera de mí que en mí, por el violento fuego en que me sentía arder, resebí al sumo y deceado Amado de mi alma, y después que me entretuve 12 con su Majestad, con tiernos y dulses coloquios; de repente, fui arrebatada de los sentidos con grande violensia, y vi con grande claridad, que no tengo la menor duda, que se me ponían delante un libro muy grande, escrito con la letra muy menuda, pero no entendí el significado desto ni tampoco tuve impulsos para 1er ni saber qué quería desir aquellas letras; todo esto pasó en lo interior de mi alma a manera de relámpago, que, en cuanto asoma, se vuelve a desapareser, y proseguí en el dulse sueño o reposo, que mi alma se estaba como deleitando en los brasos amorosos de mi Dios y Señor, toda embriagada de amor y admirada de su poder y grandesa, que la voluntad párese respiraba llamas que, purificando mi alma, la unía más y más con suave violensia al soberano autor de tan heroicas obras, hechas con la escoria vil y despresiable, al peso de tantas ingratitudes mías: válgame, Dios, quién, Señor, puede penetrar tu insondable caridad, alábente todos los cielos y tierra, etcétera. Pasando, del modo dicho, largo espasio de tiempo deque volví a mis sentido [s]13, me hallé quemando toda la cara y el cuerpo, y esto mismo se repitió en los siguientes días cuando 10

desabrimiento, «disgusto, desazón interior», DRAE,

11

m., a continuación, va subrayado desde q° yva hasta & [etcétera],

4* acep.

12

entretener, «alegrar, regocijar», Terreros, 1987, 3* acep.

13

m. sentido.

218

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

resebía a mi Señor, quien guarde a su reverensia muchos años lleno del divino amor. Creo que ya esto se lo tengo dicho o escrito a su reverensia, porque creo que esto que advierto a su reverensia en el margen, me pasó luego que, por mi dicha y consuelo de mi alma, elegí a su reverensia por confesor; en fin, deque14 se entere su reverensia desta, luego, luego échela al fuego, y asimesmo le suplico lo haga con los demás pápele [s]15, si acaso tiene alguno mío en ser, que bien meresen tal premio yo y todas mis cosas. Padre mío, aunque siento el escribir con tanta individualidad en puntos tales, cuales son los de este camino tan sospechoso en mí, este mesmo temor me hase ser prolija, disiendo, sin omitir cosa, todo lo que pasa, para que, leyéndolo su reverensia con refleción, me avise la mucha parte que puede tener el Enemigo de falsedad y engaño, que, sin mucha costa16 suya, puede lograr en mi bobería sus malisiosos intentos, aunque sin voluntad mía. Y advierto a su reverensia que, aunque esto segundo que se me mostró en la comunión me ha pasado otra ves, tiempos ha, pero fue en diverso modo, porque entonses fui arrebatada de mis sentidos a modo de letargo, y fui puesta en un17 campo muy dilatado y llano, en el cual estaban grabada [s]18 infinitas letras menudas, y se me dio a entender todo esto se me esperaba que escribir, pero ahora no he tenido lus alguna, y, aunque yo temo mucho las astusias y sutilidad del Enemigo, por esto no le quisiera reservar cosa a su reverensia. Le aviso cómo las persecusiones aun están con más fuersa, las tentasiones van a más, por varios caminos, y sobre todas, la más importuna es la de desesperasión, que párese que en mi interior siento que prorrumpe en maldisiones, etcétera, contra mi Señor; siéntome algunas horas tan movida de ira, que a mí misma me quisiera haser pedasos; por fin, por todas partes paréseme que estoy vensida y que el Enemigo se está señoreando en mí, por lo que tendrá cresidos frutos en todas mis operasiones; y así, me veo llena de pecados y enredos y privada de resebir a mi Señor desde el lunes, que mañana hase 8 días; yo he procurado confesarme, pero salgo peor del con14

m., a continuación, q tachada.

15

m.

16

costa, 'trabajo, esfuerzo' (ver Aut, 3 a acep.).

17

m. en nun.

18

m. gravada.

pápele.

EDICIÓN C R Í T I C A

219

fesonario: Dios lo remedie, quie[n] 19 guarde a su reverensia como le suplico, para mayor gloria suya, etcétera. Hoy, domingo 27 de mayo, 1764.

19

m. quie.

C A R T A 14

Jesús sea nuestra lus y guía1 Mi padre muy amado en nuestro Señor: Tomo la pluma, no con pequeño vensimiento 2 , por los varios temores que me sitian; en una palabra, no hay cosa que me convensa a lo contrario: esto me tiene en continua displisensia, por esta causa rehuso el hablar en el confesonario 3 , porque no tengo consuelo alguno en tocando sobre lo que ya sabe su reverensia, y no hay ves que haya tratado estas cosas que pasan que no me haya costado notable indisposición en 4 mi cuerpo; no es vida la que yo tengo, sino un prolongado martirio, remedo de infierno abreviado, pues, si en él las penas no es lo que más duele, sino el careser para siempre de la vista de Dios, antes de entrar en él padesco esta pena de que estas cosas que me pasan me han de separar por toda la eternidad de su amorosa vista. A esto que pasa en mi interior y mucho más que omito, porque sobre lo empesado no hay cuándo acabar, se agrega el que otras, que lo conosen con menos pasión que yo, por lo que jusgo Dios habla por medio de las criaturas para reparar tantos peligros de que me veo comprendida con tantas culpas de mi parte, permite su Majestad que lo que me falta de conosimiento por mi suma soberbia y loca ima1

En el reverso del texto, donde va el sobrescrito, se halla la siguiente rotulación de m a n o del padre Alvarez, donde nuevamente junta temas de cartas distintas, pues las visiones de palmas van en cartas 4 0 y 45 y ya están rotuladas por él. E n ésta apunta lo siguiente: Temores y persecuciones de criaturas, y lo que le pasó el día de Pascua del Espíritu Santo y día de la Santísima Trinidad. Visión de una palma diversa de otras, y otros efectos muy buenos. Más abajo, de m a n o de sor Dolores: Al muy reverendo padre Manuel Josef Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. Confesor. Y bajo esto, de m a n o del vicario Arístegui (comp. Anexo c o n resumen del Epistolario): Nació el año de 1739 [reescrito el 3], en 29 de marso. 2 vensimiento acep.).

= vencimiento,

3

m. confesonaro.

4

m. ene.

'sufrimiento, aflicción' ( D R A E , s. v. vencer, 8 a

222

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

ginasión, me lo adviertan con causas y rasones bien claras5, disiendo que estoy engañada, que la orasión que tengo son otras tantas ilusiones, que no sólo tengo malisia para solapar engaños, sino's que prosedo con los confesores en este mesmo error, y que debo andar con tiento y cautela en esto, porque se han visto muchos casos en que han peligrado muchas almas que han ido por este camino, en que no sólo padesen ellas, sino los confesores que han hecho crer sus hipocresías, y que yo soy una déstas; que me párese veo a Jesús Nasareno y no es sino el Enemigo, y remantan 6 esto con desirme que si no es así, y otras preguntas impertinentes que me sienten y hieren por todas partes, y hasen confirmarme con más sertidumbre lo que siento en todo lo que por mi alma pasa; y advierto que no se me dise estas cosas en bufonada ni en7 lugares ocultos, sino en concursos de comunidad fuera del coro, ni supongo nada, antes sí omito mucho, con lo que va en aumento mis temores, sin esperansa de salir dellos, sino es el pasar deste infierno a otro. ¡Ay!, padre mío, en este instante quisiera haserle patente mi corasón, junto con las lágrimas que casi me impiden formar letra, que sólo así supiera cuánto me queda por desir, y las penas y remordimientos de consiensia que siempre padesco en este punto, y así yo no quiero que padescan los justos por mi no conosida malisia; si de mi trato y comunicasión se ha de seguir perjuisio o peligro a su reverensia, lo que ha de ser tarde sea con tiempo, para que logre el fruto de su asertada dotrina en otras almas que se aprovenchen 8 con ventajas dél, que de mí no ha de lograr su reverensia frutos buenos, sino los apuntados, porque yo no espero ser otra de lo que hasta aquí he sido, aunque su reverensia sea el que es, de lo que le doy a mi Señor las grasias. Si hablo desatinos, perdóneme, su reverensia, que yo estoy más fuera de mí que en mí; ni sé a veses qué es lo que por mí pasa. Todo lo que ha pasado en mi alma me párese que es sueño o mentiras, por lo que suplico a su reverensia que, supuesto que así es, no dé asenso a nada, que bien sabe mi Señor que en mí no hay más que visios y maldades; y esto no es humildad, que esta virtud está muy lejos de 5

m., a continuación, va subrayado desde disiendo hasta q" si no es asi. remantan = rematan con nasal epentética (comp., antes, sumanmente, en carta 6, y otras ocurrencias en el Epistolario c o m o antendiendo, conmunidad, etc.). 7 m. en en. 8 aprovenchen - aprovechen, con epéntesis de nasal (comp. sumanmente, carta 6, y antes, en esta misma carta, remantan). 6

EDICIÓN CRÍTICA

223

mí, sino que es desengañar a su reverensia, por si acaso ha hecho digtamen contrario. Nuestro Señor se lo dé a conoser, como le suplico, así a su reverensia como a los prelados, para que conoscan la verdad y destruyan el veneno que en mí se ensierra con harta probabilidad por mis malditas operasiones; ¡válgame Dios!, y qué tinieblas son éstas que por mí pasan. Yo me contentaría con seguir una vida común, mas me siento reprender en mi interior que no es esto lo que Dios quiere de mí; después me párese que esto no es espíritu de Dios sino del Enemigo: el que yo presuma emprender lo que no es dado a mí, y que esto es empesar por donde otras almas han acabado, y que éstos son disvaríos y loca presunsión, nasidos de un espíritu soberbio. Vea su reverensia qué dos estremos tan opuestos y qué de penas no padese esta pobre silla ruin; Dios lo remedie. De aquí se siguen nuevos temores en los propósitos que tengo hechos a nuestro Señor, porque, si no los cumplo con la exatitud que corresponde lo que está apuntado, son otros tantos pecados en que incurro y que con mis invensiones me voy presipitando a mi suplisio y eterna perdisión. Sobre lo que he pedido a nuestro Señor de padeser sin consuelo ni divino ni humano y penar sin término ni medida por su mayor gloria, en solisitud del mayor logro de las almas de mis amados prójimos, me párese no haber asentado, porque estos impulsos son nasidos de un espíritu soberbio, pues por mis enormes delitos no meresco ni aun padeser por su Majestad, y, pues he sido y soy tan inconstante en mis petisiones, por no llevarlos con serenidad de ánimo y con el sufrimiento y conformidad que debo, luego bien se ve que no es espíritu de Dios el que me mueve a emprender tales petisiones. Por fin, padre mío, yo en esto no me puedo contener, porque no hay valor para ver a un Dios tan bueno ofendido, y que estas almas le dejen de amar, servir y glorificar eternamente; y así, si estuviera el buen logro de ellas en que yo caresiese de ver a mi Dios y gosar de su vista, le digo a mi Señor que en tal caso tendré yo por gloria el infierno o, de no, que me lo comute en esta vida, con tal de que sea glorificado de todas las criaturas por toda la eternidad. Esto no sólo lo pido con palabras, sino con lágrimas nasidas de las ansias de mi corasón, pero, como me sitian tantos temores, no sé qué rumbo coger que sea del mayor beneplásito de Dios, nuestro Señor; lo que su reverensia me mandare, esto estoy pronta haser, que bien sabe su reverensia mis ruindades y lo poco que puedo, que en mí no hay más que deseos, nasidos de buena voluntad al pareser, pero sabe Dios cuánto veneno habrá solapado en

224

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

ellos, que esto siempre me trae reselosa en mis empresas, aunque el fin paresca bueno. En orden a las penitensias, aunque tan cortas y de ningún mérito ante los ojos de Dios, porque me párese que todas las he hecho por el fin de complaser al confesor y a mi propia voluntad; siendo así, bien se conose que no hay espíritu de Dios en ninguna operasión mía, y mejor me estuviera no haser nada si no ha de redu[n]dar 9 en servisio y gloria de Dios, y, aunque mi fin prinsipal en mis empresas no es otro, pero no sé con qué arte me veo trocadas todas10 las cosas, que es menester a[n]dar" con peso12 y medida en ellas, y, con todo, al fin no hay logro alguno que sea del agrado de Dios. Sobre todo lo apuntado me queda mucho por esplicar, pero, porque su reverensia no atribuya el desahogo y consuelo que procuro en desirle todo mi sentir y me culpe de desobediente, paso a otro punto por darle respuesta a lo que me preguntó en el confesonario, y fue que la víspera de pascua del Espíritu Santo, estando puesta en orasión, contemplando en este admirable misterio, que todo él respiré bondad y amor, le empesé a dar grasias a mi Dios y Señor por este benefisio, que a mí y a todas las criaturas nos había hecho, y me ofresí en el modo posible a mi Señor para corresponderle por mí y todas las criaturas como o según fuese de su mayor agrado. Estando en estas súplicas y ofertas, que más eran ya internas que con palabras, y con lágrimas tiernas, las que vertía con suavidad, dulsura y goso de mi alma, me sentí de repente enajenar de mis sentidos, y vi allá en lo interior de mi alma, mejor que lo pudiera persebir con los ojos del cuerpo, que desendía un rayo de fuego, tan ensendido, que sería bastante la más leve llama de él para convertir en senisas cuanto tocase; el rato que duró fue menos que un avemaria, pero fue este mero instante sufisiente para dejarme toda trocada y herida por todas partes; y lo que más sentí traspasar fue el corasón, y con tan tierna y gustosa herida quedó palpitando largo espasio de tiempo, de modo que casi sus repetidos toques me abría el pecho y espalda, con tal violensia que ni respirar me dejaba. Esto duró la víspera y todo el día siguiente, y en 9

m. redun reescrita para redudar. m., al parecer, las co reescrito para todas. 11 m. adar. 12 peso, 'discernimiento, juicio, discreción' (ver Terreros, 1987, s. v. peso). D e allí expresiones como tomar a peso, o la locución usada en Chile con el mismo valor, que no recoge DRAE, tomar el peso (DRAE, s. v. peso). 10

EDICIÓN CRÍTICA

225

este mismo modo volví a sentir lo mesmo el día que selebra la Iglesia el altísimo misterio de la santísima Trinidad, por todo el día desde las 3 de la mañana. Mas, qué palabras son las mías ni las que ensierra la capasidad humana, para esplicar la operasión tan divina que esto causó en mi alma; esto sí que va libre de figsión, porque toda ponderasión es corta para dar a entender lo renovado que sentí mi espíritu: todo era amar y más amar, yo me sentía derretirme y convertirme toda en fuego abrasador, que sin daño alguno me quemaba y consumía, con tal suavidad y dulsura, que paresía estaba en los brasos de mi Amado, regalándome 13 con tiernas carisias y grande consolasión de mi alma: en una palabra, no paresía sino es que Dios, nuestro Señor, había tomado entera posesión de mi alma y que su Majestad dominaba y moraba en mi corasón; franqueábame 14 con su infinita bondad a que le pidiera mersedes, mas yo, sumergida y aniquilada en mi miseria, atónita y pasmada en el poder y grandesa de Dios, que ni el sin fin de mis graves culpas le detiene para usar de sus misericordias, a quien ni en el infierno tiene cabida por sus delitos, pedí a las tres divinas personas lus y grasia para que en todo me supiese conformar con su santísima voluntad, y que mis petisiones fuesen 15 enderesadas a su mayor gloria. Pedí al Padre para mí y todos los mortales que, pues nos había criado y hecho a su imagen y semejansa, nos asistiera con su amor y grasia para que cooperáramos de nuestra parte a emprender sólo lo que correspondía haser, siendo hijos de tan buen Padre, de modo que todas las operasiones, palabras y pensamientos redundasen en su mayor gloria y eterna alabansa. Pedí al Hijo que, pues el amor que nos tuvo le hiso bajar de el Cielo a la tierra y tomar carne humana por redimirnos y salvarnos con su presiosísima sangre, que este tesoro de infinito presio fuese medio para que saliésemos todas las almas en pas desta vida, y lo restante de ella perseverásemos hasta el fin en su santo servisio, y que con su sangre divina purificase nuestras almas y nos alcansase el perdón de culpa y pena a todos los mortales, para que todos sus redimidos le fuésemos a glorificar en la eterna bienaventuransa, etcétera. 13 regalar, 'mimar, deleitar' (ver DRAE, s. v. regalar2a acep.; Terreros, 1987, 2' y 3' aceps.). 14 franquear, 'dar libertad, abrir camino' (ver DRAE). 15 m. fuens, tachada la i y enmedado el resto entre líneas; probablemente, se quiso estampar una variante epentética de la voz.

226

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

Pedí al Espíritu Santo que nos comunicase sus divinos dones y más abundantemente a los prelados y ministros de Jesucristo, para que prosediesen con asierto en el gobierno de las almas que tenían a su cargo; aquí tuvo su reverensia su muy buena rasión, porque pedí cuanto puede [dejsear16 mi padre en el gra[d]o17 más sublime para esta vida y la eterna. Por último, pedí que no hubiesen más ofensas contra su bondad, que desendiese su divino amor a nuestros corasones y santificase nuestras almas, para que todas perseverásemos con fidelidad en su santo amor y servisio, para recompensar todas las ingratitudes pasadas. Aquí paré, y a todas estas petisiones manifestó mi Señor la complasensia que resebía en lo espresado, mas, aunque de palabra ni de pronto 18 prometió condesender a ellas, pero no sé qué confiansa infundió en mi alma de conseguir algo de lo pedido, lo que me dio nuevo aliento para proseguir hasta lo presente suplicando lo mismo. Advierto que todo esto pasó en lo íntimo de mi alma hasta las 7 de la noche, que volví a mis sentidos; los efectos que después se siguieron fueron sin diferiensia19, como se los tengo escritos a su reverensia; y digo que, aunque volví a mis sentidos, estuve como enajenada de ellos los 3 días siguientes, y, desde el instante que volví, sentí estraño a[r]dor° y sudor en el cuerpo y grandes insendios en la cara y algunas lágrimas, bobas como yo, que sin querer destilaban mis ojos, pero muy dulses y tiernas, y, aunque procuraba detenerlas, no había medio humano que las contuviese; mas, no sé qué novedad hubo en la casa que, desde el instante que volví, varias religiosas, hasta que pasaron los 3 días apuntados, no sesaban, en todas las partes que me encontraban, de preguntarme que qué tenía, y esto con tal cansera21, que hasta en los actos de comunidad y en el mesmo coro me lo preguntaba, mas, perseverando en mi silensio, me dijo una que bien se conosía lo que en mi interior sentía, y que el Espíritu Santo estaba muy de asiento22 en mí. Yo a todo callé, mas no por esto me dejaron de mortificar 16 17

m. puedesear. m graso.

18

de pronto parece estar por al pronto, 'a primera vista, en un primer momento' (ver DRAE; Alemany, 1917, s. v. pronto). 19 diferiensia = diferencia, con diptongación analógica (comp. inosiensia en carta 11). 20 21 22

m. ador. cansera, 'molestia, importunación' (ver DRAE, 2' acep.; Terreros, 1987). de asiento, 'establecido, instalado' (ver DRAE, s. v. asiento).

EDICIÓN CRÍTICA

227

hasta donde mi Señor dio permiso: bendito sea para siempre su santo nombre. Va todo apuntado sin rese[rv]ar 3 cosa alguna, que yo selebraré que nuestro Señor le coneseda24 los días con mucha abundansia [atesorjada 2 ' en su alma, como le suplico; y que ese corasón noble que Dios le ha dado esté sumamente unido con el divino, para que sea depósito de su amor, y se gose mi Señor de tener sus delisias en él, de modo que ací sea su reposo y more por grasia, por su eterna gloria, la que espero de su bondad será abundante, etcétera. Mi padre Manuel: no estoy menos corrida que mortificada en la presente ocasión, como también en lo pasado, de no poder manifestar mi gratitud según es mi obligasión y se inclina mi voluntad, cuyos deseos ofresco a mi Señor, pidiéndole sea el premiador, por mí que soy inhábil de todo bien; sólo sí crus pesada, de lo que se contrista mi corasón; bien lo sabe mi Dios que es así, quien guarde a su reverensia muchos años como un serafín ardiendo en su divino amor: así sea. Hoy miércoles 20 de junio. 1764.

23

Enmendamos la lectura en un tramo roto de la hoja. coneseda = conceda, que aceptamos como epéntesis vocálica (comp. abosolusión, en carta 63); m. conesedas, tachada la s final. 25 El tramo de la hoja está roto: enmendamos siguiendo el uso de la autora en otro pasaje similar. 24

CARTA 15

Jesús sea nuestra guía1 Mi padre en nuestro Señor: Resebí el suyo y, deque vi su contenido, luego hise lo que su reverensia me ordena: 3 veses, en nombre de los 3 dulsícimos señores2, y con este primer remedio no fue 3 presiso asegundar el otro que su reverensia me apuntaba, porque del todo me he deshinchado, grasias al Señor, y así, aunque la madre y varias religiosas me persuaden a que me deje curar, he procurado con disimulo librarme del médico, porque no es nesesario; en esta suposisión puede su reverensia mandarme, si es su voluntad, de que vuelva haser las mortificasiones que antes hasía, las que suspendí por orden de su reverensia, según me dise en el suyo que las suspenda todas hasta que le avise lo que ha pasado; por esto le aviso lo que hay en el caso, que es como queda dicho. Quedo siguiendo la comunidad en el todo, menos en llegar a la comunión, ni aun los días que son obligatorios por regla, etcétera, porque la tentasión del sueño, en el modo que ya he dicho a su reverensia, me importuna, aunque con la grasia del Todopoderoso he procurado venserla, pero, como tan flaca en todo, la más leve tentasión me vense a mí, y así más ha de 12 días que no meresco resebir a nuestro Señor, castigo bien meresido por mi suma malisia y tibiesa; que si en mí hubiera algún rastro de temor y amor, no me dejara arrastrar desta tentasión, pues, aunque más me diga su reverensia que es sin culpa mía, no dejaré de tenerla, que bien conosco los pocos esfuersos que en mí hay para las empresas del servisio de nuestro Señor; y esto 1 Al pie d e esta carta se lee el sobrescrito de letra de sor Dolores: Al muy reverendo padre Manuel Josef Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. Confesor. Y j u n t o a esto, va una anotación de Alvarez incompleta, que no logramos interpretar: Carmen y que no quitaba la de los ejercicios. 2 3

señor, «título que se da a los santos», Vocabulario, s. v. señor, 4' acep. m.fuee, s e g u r a m e n t e p o r influjo del a n t i g u o fee (comp. notee, en carta 13).

230

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

va libre de ponder[a]sión 4 , que bien lo sabe mi Señor que así es, aunque me corra de desirlo, pues no debía ser así, que bien conosco no hay criatura más llena de benefisios que yo; y a este peso, párese que mi suma ingratitud y deslealtad se esmera en más y más ofensas para con tan buen Padre Dios, que sólo su bondad infinita y a su misericordia atribuyo el que no me haya sepultado a los abismos del infierno, aonde mis delitos me arrastran tiempos ha. Deseo resebir a nuestro Señor en estos días de la novena de mi Santa Madre, pero, por los temores que ya he dicho a su reverensia, y lo que me respondió disiéndome que no comulgara hasta que pasara la tentasión dicha, por esto no me [r]esuelvo5 haserlo hasta saber su voluntad. Nuestro Señor guarde a su reverensia muchos años, como le suplico, etcétera. Hoy martes 21, agosto, 1764. Con cuidado estoy de la salud de su reverensia, pues ya más ha de 15 días que no tenemos el consuelo de oírle: Dios quiera que no sea por indisposisión, que en tal caso venga sobre mí lo que el Señor quisere6, pero con condisión de que me preste de limosna en caridad a mi siempre deseado padre por toda mi vida.

4 3 6

m . pondersion. m . sesuelvo.

quisere ~ quisiere, c o n vacilación histórica s e m e j a n t e a dijere/dijiere, (quixere e n Frago, 1999a, pp. 68, 69, y CORDE).

trajere/trajiere

CARTA IÓ

Jesús sea nuestra lus1 Mi padre en nuestro Señor: Varias cosas de las que pasan a mi alma tenía que escribirle, pero empieso por lo que más me atribula; y, para deponer mis temores y salir de tanta perplejidad 2 , quiero haser patente las enfermedades que 3 padesco, para que, imponiéndose su reverensia en ellas, resuelva qué debo haser en la mortificasión de mi cuerpo, porque, aunque me ha dicho que suspenda toda penitensia cuando esté enferma, pero como todo lo que adolesco es diario en mí, temo, por un lado, suspender la mano en las penitensias, por delicadés y poco sufrimiento mío, y que tal ves me puede tiranisar mi amor propio, hasiéndome crer que es sierta enfermedad, y puede ser que no lo sea, sino aprehención y quejumbres, que bien conforme es esto a mi suma tibiesa e inconstancia; ahora, si viendo causas evidentes al pareser, y consibo que realmente estoy enferma, temo también el haser la más leve mortificasión para que no me imposibilite del todo para servir a la religión, y si este miramiento me hase suspender la mano, presumo no sea tentasión del Enemigo para que no haga penitensias; conque, supuestos ya mis temores, paso a referir mis enfermedades para que resuelva su reverensia lo más conveniente delante de Dios. Padesco, pues, reuma, repartida por todo el cuerpo, con aserbos dolores; dolor continuo en pecho y espaldas, espesialmente en los pulmones, que a veses ni resollar puedo, porque cualquiera respirasión y movimiento del cuerpo me lastima el interior. También ado' J u n t o al sobrescrito, va la s i g u i e n t e a n o t a c i ó n d e m a n o d e A l v a r e z : Dolores que padecía en el cuerpo varios, y todos terribles. Y un singular favor de Cristo, Señor M á s abajo, de m a n o d e sor D o l o r e s : Al muy reverendo padre ManuelJosef Dios muchos años, etcétera. Confesor. 2

m . , a c o n t i n u a c i ó n , y tachada.

3

m . q" q°, t a c h a d a la s e g u n d a .

Alvares,

Nuestro. guarde

232

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

leseo de seática4, cuyo dolor aun para andar me molesta y aun a veses me lo impide del todo, que no puedo dar ni un paso sin tormento mayor; me atormenta también mal de orina 5 , y éste ha muchos años que lo padesco, y son tan terribles los dolores que ocurren, que me hasen estremeser y temblar todo mi cuerpo, tal que me dejan cortada por buen espasio de tiempo, sin estar en mi mano lo contrario; ordinariamente, padesco encogimiento de nervios, los que me han encogido el lado derecho, que párese le tengo más corto que el isquierdo 6 , y, dest[e] modo, ni puedo estar hincada mucho tiempo ni parada tampoco, que no me rindo luego; siento también calambres en las cuerdas, de modo que cada dolor destos fuera capas haserme dar de gritos, a no poner de por medio en la considerasión aquellos miembros atormentados y sumamente adoloridos de mi Señor, padesidos con tanta pasiensia y sufrimiento; el dolor de sintura es continuo, tal que ni sentada ni hincada y de modo ninguno me deja estar hasta que me postra; los ojos también tienen buena rasión: a veses me duelen de tal modo, que no soy capás de haser movimiento alguno con ellos, porque párese que se desunen de el casco para saltarse, y así, aun el mirar y mover los párparos 7 me suele impedir este dolor; los oídos párese que me atraviesan un r[a]yo 8 ensendido en ellos, y que este fuego se reparte para las muelas, dientes, garganta, etcétera, que párese respiro insendios por todos los sentidos; esto me causa inflamasión de garganta, hinchasones por afuera y por adentro, como si estuviera toda acuchillada; así son los dolores que siento, tal que párese se me saltan las muelas y dientes; si para esto se me pone algún reparo frío para tempera[r] 9 este fuego y dolor, luego viene una espe-

4

seática = ciática es ultracorrección de r e c o n o c i d o uso (Frago, 1999a, p. 257). mal de orina. Existen dos tipos de males de orina: la estangurria (o eslrangurria), que es el nombre que recibía antiguamente la diabetes, y el mal de piedra, que coresponde al cálculo renal. Los dolores tormentosos que dice nuestra autora padecer, inducen a pensar que se trata de este ú l t i m o mal, probablemente relacionado también c o n la hinchazón ('inflamación') a la que alude en la carta anterior, ya que el cálculo 5

renal va acompañado de persistentes inflamaciones de la zona (ver Aut;

Terreros,

1987, s. u. i>.). 6

m. iscuierdo; a continuación, desto.

1

párparo = párpado. Es variante recogida por M i n s h e u (1617, en NTLLE); bién está en Fuentes, p. 55, y en Tiscornia, p. 62. 8

m. Rerio, por evidente error en la lectura de ductus similares: a por er.

9

m. tenpera.

tam-

EDICIÓN CRÍTICA

233

sie de ramo de ora10 o pasmo que se me tuerse la boca para el lado isquierdo11, no con pequeño 12 tormento, y, en el modo que me coge, así me quedo, de modo que ni hablar, ni pasar bocado, ni tomar agua, ni haser movimiento con los labios, hasta que esto pasa por sí con el favor de nuestro Señor; las manos y pies también suelen estar pasados de dolor, de modo que ni puedo dar paso con los pies ni haser movimiento con los dedos de las manos: bendito sea mi Señor, que usa de tantas misericordias con este polvo despresiable, por tal indigno de padeser por su amor; alábente, Señor, todos los ángeles por tales benefisios, pues pudiera 13 estar por mis delitos padesiendo tormentos eternos, pero, como todo es bondá, quiere castigar mi maldad con suavidad, mortificándome por su mano, ya que no cabe en mí de vengar14 tanta enormidad de delitos, pues que hasta lo presente no tengo hecha cosa alguna de su agrado. Volviendo a lo comensado, digo que todo lo dicho se me aumenta de jueves a viernes, y aun suele empesar desde el miércoles; también se aumenta en las festividades de nuestro Señor y de nuestra Señora, desde las vísperas, y también susede esto mismo en las festividades de los santos de la orden y de otros santos de mi devosión; mas, aunque padesco esto diariamente, todo el año15, el día le he suplicado a mi Señor me deje alguna libertad en el cuerpo para servir a sus esposas, porque, si pasara el resto de el día como paso las noches, fuera 10

ramo de ora. Ramo es la «enfermedad incipiente o p o c o determinada», DRAE, 7' acep. (Aut, 4' acep.). Hora c o n el valor aquí utilizado de 'enfermedad de índole nerviosa o motora' es recogida por R o m á n , que cita fuentes peninsulares para rebatir el carácter de chilenismo aducido por algunos registros a este valor s é m i c o ; de hecho, efectivamente, basta con ver que Cov. recoge orate «vel horate, el l o c o que tiene horas y dilucidos intervalos de hora». Toda la fraseología relacionada c o n nuestra voz y el c a m p o sémico aquí utilizado la hallamos, en DRAE, y otros registros, bajo la misma entrada de hora (cronológica), en circunstancias en que, claramente, se trata de voces de distinta etimología: ora, 'enfermedad de índole nerviosa' está vinculada con la familia léxica de aura'; y, precisamente, DRAE v i n c u l a d a a esta v o z , aura epiléptica

(s. aura), recoge, entre la fraseología

o aura histérica.

DCECH,

q u e sí r e c o n o c e la d i s -

tinción, señala que la v o z (ora) «se ha perdido casi del t o d o en los demás romances, en parte a causa de la h o m o n i m i a c o n hora». C o n suficientes razones etimológicas y distintivas, estampamos en nuestro texto ora. "

m.

n

m., a continuación, pe tachado.

iscuierdo.

13

m. pudieras, tachada la s.

14

vengar, 'castigar'. C o n este m i s m o valor figura el verbo en carta 9.

15

m. año, a final de línea, es u n c o n f u s o grafismo.

234

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

difísil haser nada, y así carga su Majestad la mano, que hay noches que no me dejan reposar mis quebrantos, ni estar de ningún modo en la cama ni en parte alguna; mas, es tal mi miseria, que por tan pequeñas causas, no pocas veses mi poco sufrimiento me enternese y hase derramar lágrimas, por la violensia y agudesa con que me penetran estos dolores, que hasta el último seno de las entrañas no se reserva de ser atravesadas de tormento: Dios sea glorificado en todas sus obras. Casi me persuado, y así lo creo, padre mío, que como yo no me he dado a la mortificasión y penitensia como debía, por esto nuestro Señor me la comuta en enfermedades, porque ha visto mi inconstansia y gran tibiesa; conque, a la voluntad de su reverensia me rindo toda, y así, en este supuesto, suplico no condesienda con mi voluntad en cosa alguna, por esto no pido en éste cosa alguna ni en favor ni en contra, sino que me quiero dejar en sus manos para proseder libre de temores, de modo que, hecha esta diligencia de tratar en esta materia con individualidad, como tiempos ha que lo deseaba, ahora, estando su reverensia bien enterado de todo, con igual gusto me daré a la más áspera penitensia como al descanso, del modo que resuelva su reverensia lo que hallare ser conveniente; y, para quedar yo más libre de mis antiguos temores, no muestro mi inclinasión, que, después que resuelva su reverensia en el caso, yo le manifestaré mis deseos, que más de año ha que me asisten y lo he procurado detestar con el conosimiento de mi miseria e16 inconstansia, y así le he suplicado a nuestro Señor que, si estos deseos son conformes a su voluntad y vocasión17 suya, que se lo dé a entender a su reverensia, porque yo, padre mío, de todo me reselo y siempre vivo en una continua sospecha. Ahora, pasemos a dar prinsipio a lo que mandó su reverensia que le escribiese, dándole rasón de las cosas que han pasado a mi alma desde que no le escribo en orden a eso, que es desde Pascua de Espíritu Santo. Desde que tuve uso de rasón hasta la hora presente, he continuado en una petisión según se inclinaba mis deseos, y es que cada ves que veeyía18 el fuego o cualquiera otra lus, fuese de vela o de lámpara 16

m. y reescrita para he. vocasión = vocación, «convocación, llamamiento», DRAE, 4" acep. 18 veeyía = veta, con incorporación de consonante epentética antihiática y restitución de la forma primordial hispánica con doble vocal (comp. carta 1, ler). Este 17

EDICIÓN CRÍTICA

235

ensendida, en fin, todo lo que conduse a este elemento19, deseaba y pedía a mi Señor con instansia me hisiese semejante aquel fuego abrasador, para que se destruyese en mí toda tibiesa y se abrasase y consumiese toda la maldad en mí, y sólo resplandesiese su divino amor, de modo que ardiese mi corasón hasta convertirse en senisas de puro amor, a manera de aquel fuego material que persebían mis ojos; y así, no sesando mis deseos, sino antes párese se aumentaban en más y más ansias de conseguir, no paraba aquí, sino también todas las veses que veyía a los señores saserdotes insensando a nuestro Señor, deseaba20 y pedía a su Majestad, con ansias en lo íntimo de mi corasón, echar mi corasón, aunque fuera a costa de infinitos dolores, si se me permitiera, en el insensario, para que, derretido en aquel fuego material, por amor del que tan infinitamente nos ama, se consumiera todo lo malo y visioso que en él hay, y sólo ecsalara humo de buenos hábitos y virtudes, para sacrificarme toda, sin reserva, a mi amantísimo Dios, deseando no sólo que ardiese mi corasón, sino que mi alma21 con sus potensias, mi cuerpo con sus sentido[s] 22 , todo fuese consumido en este fuego divino; mas, no parando aquí, sino deseando esto mesmo para todas las criaturas, pedía a su Majestad esto mesmo para todos mis prójimos. Estando, pues, en estas súplicas y ofertas en el octavario del corpus, entre 4 y 5 de la tarde, me enajené de los sentidos y quedé como en un letargo: vi con los ojos de el alma, con más sertidumbre y claridad que si lo persibiera los ojos del cuerpo, que salía del sagrario mi Señor, en la forma de un pequeñito niño como de un año, que, remontándose a lo alto, se penetró por las rejas del coro y se me puso junto a mí: la bellesa y hermosura no tenía símil, sus colores y perfecsión no sé a qué lo compare 23 , porque no le hallo semejansa alguna; párese que, hablándome a lo interior, me desía con sus dulsísimos labios, tipo de restitución, producto de la relatinización renacentista, se conservó mayorm e n t e en voces utilizadas en medios cultivados: creer, leer. R e s t i t u c i ó n y conservac i ó n de la simplificación histórica son alternantes en los d o c u m e n t o s chilenos de todo el período colonial: ver, a continuación en la misma carta, veyía ( M e n é n d e z Pidal, 1962; Cuervo, 1953-1994; García de D i e g o , 1970; Alemany, 1920). 19

m., a continuación, va subrayado desde deseaba hasta conseguir.

20

m. deseaga reescrito.

21

m. almas tachada la s.

22

m. sentido.

23

m., entre líneas, al parecer, re tachado; a continuación va subrayado desde

besme aqui hasta inseparable.

236

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

con apasible semblante y risueñas palabras: «vesme aquí, amada esposa mía, que vengo impelido de tus deseos a sasiar tus ansias, y, porque me son tan agradables, no pudo resistir mi amor sin venirte a colmar dél, por lo que ya, desde hoy en adelante, no sólo continuarás en tus deseos, sino que, mientras más en abundansia yo te los comunicare, más sobreabundante me lo has de pedir y desear para ti y todas las almas redimidas con mi sangre, la que vertí sólo a impulsos del infinito amor que les he tenido desde mi eternidad; yo haré que con más fervor lo solisites, porque, de hoy en adelante, quiero que toda seas mía, y yo seré fino esposo de tu alma, y te purificaré con el fuego de mi inseparable amor, para ser yo solo el posedor della, hasiendo mi asiento y morada en tu corasón». Los afectos y júbilo que causaron a mi alma tales palabras y favores, hechos a esta criatura tan ruin, no fueron más que confundirme en mi miseria y aniquilarme toda en sus misericordias; no los espreso ni distingo en particular, por no añadir más bulto añadiendo más papel, que pueden salir algunas resultas que me mortifiquen en lo más sensible, como lo tengo esperimefnjtado 24 . Y prosigo: después que dijo mi Señor estas tan regaladas23 palabras a mi alma, con las que dejó a mi alma anegada en un mar de dulsura, desaparesi[ó]26 su Majestad, mas no sé ni vi aonde, dejándome muy otra de lo que antes era: párese que mi alm[a] 27 se renovó toda, el espíritu que dominaba en mí más era divino que humano, por las operasiones tan divinas que redundaron, el corasón paresía estar tra[s]pasado28 de agudísimas flechas que, penetrándole por todas partes, lo sentía como herido, y, aunque esto era con egsesivo dolor y palpitasión, pero era sin congoja ni opresión, como suelen causar otros dolores, antes sí gosaba de dulsura, pas y goso en el Señor, que así lo hería. Volví deste desmayo a la noche, no sé qué hora fue, llena de dolores en el cuerpo, y los güesos como descoyuntados y empapada en sudor, con bochorno, que párese que por el interior estaban mis güesos penetrados de fuego, aunque los pies y manos estaban que paresía estar muerta, así estaba helada por ensima; los demás efectos, afectos que después redundaron son como los que ya tengo espresados a su 24 25 26 27 28

m . esperimetado, con omisión de la n a final de línea. regalado, «suave o delicado», DRAE. m. des aparesi. m. alnie. m . trapasado.

EDICIÓN CRÍTICA

237

reverensia en [o]tras 29 ocasiones. Hasta aquí refiero lo que me párese, según lo entiendo: no alcanso 30 más; la esperiensia y entendimiento que a su reverensia le sobra, suplirá para conoser lo que a mí me falta de esplicasión, por mi suma ignoransia y rudesa, por lo que conosco ser crus bien pesada; nuestro Señor dé a su reverensia la pasiencia que nesesita, para llevar por su amor tan insoportable peso, y le aseguro, con toda verdad, que a su reverensia y a los confesores anteriores a su reverensia les tengo lástima, por la pensión y molestia que les ocasiono con aguantarme a mí: Dios, nuestro Señor, les premie su caridad y los haga muy perfectos en su servisio, y dé a su reverensia todo lo que a su favor le suplico, a mayor gloria suya, etcétera. Hoy, viernes 5 de obtubre, 1764. Si su reverensia tiene embaraso, no me responda, que puede ser que por la fiesta no pueda.

29

m . tras a c o m i e n z o s de línea.

30

alcansar = alcanzar, «entender, comprender», DRAE,

9' acep.

CARTA 1 7

Jesús sea nuestra lus Mi padre, en nuestro Señor, muy amado: Con notable desconsuelo de mi alma, he omitido el tratarle por escrito todos los atolladeros en que estoy metida, parte por el aumento que ha habido en mis enfermedades, que con sangrarme sólo tuve algún alivio, y después, por embarasos de obediensia que no me han dado lugar a este mero desahogo, y también porque el infelís estado en que está mi alma me tiene con total desapetensia a todo lo que conduse a mi consuelo; y así, me párese en vano y sin remedio poner medios a este fin, porque más me se aumenta mi displisensia, paresiéndome no hay remedio ni en lo divino ni en lo humano para mí; mas, por no ser omisa de mi propio bien, pues tantas veses he encontrado consuelo en su reverensia, me resuelvo a escribir, aunque sea a deshoras de la noche, porque no tengo otro tiempo. Hago saber a su reverensia que estoy en una región de tormentas y penas en mi alma, peor que de infierno, por lo que en varios lanses, a no estar el Todopoderoso de por medio, repetidas veses yo misma hubiera sido el verdugo de mi martirio; y así, llegando a estar totalmente desesperada, no sólo me he deseado la muerte, sino que con la ejecusión lo he emprendido, con deseos grandes de que ni mis senisas quedasen; subía a tanto esta espesie de tormento que, desesperada más que todos los demonios y condenados, sentía palabras en mi interior muy claras, y casi1 las proferían los labios, llamando al Enemigo para que, de una ves, poseyese lo que por tan suyo tenía. ¡Ay!, padre mío, no sé ni hay palabras con que esplicar lo que mi alma padese y se atribula en tales casos, pues no carese el alma de conoser claramente las ofensas que de esto resultan a quien tanto debo servir y amar, y muchas veses más obligada yo que todas las

1

m. casia tachada la ú t i m a a.

240

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

criatufras] 2 , por estar más colmada de benefisios y m i s e r i c o r d i a s 3 de nuestro Señor; aquí llega a lo sumo mi dolor, conosiendo mis ingratitudes y malas correspondensias, pues egsede mi maldad a todo e[l] 4 infierno entero, y así me párese que, por instantes, se abre para tragarme y sepultarme en sus abismos, y, a veses, párese que oigo y veo allá en lo interior, que se ensaya y burla el Enemigo de mí, como que se ha de salir con su empresa y que todo lo pas[a]do 5 no tiene el menor mérito ante Dios, nuestro Señor; que antes sí, todo lo que ha pasado a mi alma ha sido aumentar fuego para mi mayor tormento; bien conosco que es así, y que millares de infiernos que se formaran para castigar cada ofensa de las que yo cometo, aun no era pena debida, porque soy acreedora a muchos más doblados tormentos por mi suma ingratitud, que no sé cómo la tierra me sufre. Fuera de lo dicho, me proviene después, cuando está ofuscada la rasón con el conjunto de lo espresado, gran desconfiansa y sentimiento de nuestro Señor, de que así me deja de sus manos en poder de los enemigos y en mí mesma, que soy peor que todos ellos, y así, más llena de pasión y sentida de su Majestad, le digo con enfado y despecho 6 , más fuera de mi juisio que en mí, que haga lo que quisiere, que bien sabe que yo no puedo nada, y otras cosas más disparatadas que no las tengo presentes, que después que vuelvo en mí me llenan de temores; y así, deste modo, padre mío, no veo en mí otra cosa que un agregado de ofensas y delitos tales, que ni en los que no conosen a Dios habrá alma que tanto le desagrade a su Majestad como yo. Después desto, me es muy sensible tratar con las gentes7, porque todas párese están en mi contra: en todas hallo materia de sentimiento y dolor, paresiéndome que estoy no entre religiosas y ángeles, que por tal las tengo así que estoy en mi rasón, sino entre enemigos que aumentan más mi martirio, porque oigo y veo modos, que todo me hase haser ju[i]sios contrar[i]os 8 de esposas de mi Señor; les cojo un odio tal, que ni verlas, ni oírlas, ni su trato ni compañía quiero; antes 2

m. criatu a final de línea.

3

m.

4

m.

en.

5

m.

pasdo.

6

misericordas.

despecho, 'indignación, cólera, desesperación' (ver Terreros, 1987). 7 m. genten, reescrito. 8 m. justos contratos. Si bien esta carta exhibe múltiples errores de omisión, debe tenerse presente la eventualidad de que se trate de monoptongaciones analógicas

EDICIÓN CRÍTICA

241

sí, quisiera estar muy distante de todas; esto me duele mucho cuando hay alguna claridad en el entendimiento, para conoser lo errada que voy en mi juisio, pues no son como yo, y harta prueba desto es el aguantarme con tanta caridad y pasiensia, que me pasmo de la bondad de todas, que es sierto son unas santas y el espíritu de Dios resplandese en todas; y así, siento no tratarlas como debo y darles tanto que sentir con mis malas operasiones y lo que las mortifico con mis palabras y modos, que, aunque después me duele, pero no está e[n] mi 9 mano lo contrario, así me lamento a nuestro Señor que yo sola quiero padeser, pero no haser padeser a sus esposas, y así ando corrida después, que quisiera estar sepultada antes que lastimar a ningún prójimo, pero el amor de Dios que hay en todas disimula mis maldades. Dios sea glorificado de todas sus criaturas. Todo lo espresado no lo atribuya su reverensia a temores vanos ni a tentasiones del Enemigo, que bien sabe su reverensia que yo soy peor que todos ellos, sino que es sierto y al pie de la letra todo lo que en mí está pasando, antes sí me queda mucho más por desir, que para llegar a confesarme batallo bastante, por pareserme que voy a desacreditar a las religiosas, y que deste modo soy el escándalo y perjuisio de todas, y sólo quisiera confesarme con quien me conose, para que no peligr[e] 10 la honra de las religiosas; y, de no, me quisiera dar a conoser a todos los confesores para evitar este daño a las demás. Por fin, procurando venser todos estos atajos, he llegado a confesarme, pero mejor me hubiera sido no resolverme, porque me veo después más sitiada de temores, los que me impidieron un mes las comuniones, porque mis confesiones, en todo este tiempo que no trato a su reverensia, más han sido confusiones y atolladeros, porque, si me quería esplicar con individualidad, me atajaba el temor de no escandalisar al confesor ni desacreditar a las religiosas; si no me esplicaba, me paresía que todas mis confesiones eran sacríligas, que en vano resebía la absolusión; después, se seguía odio indesible para llegar a resebir a nuestro Señor y tambi[én] n al señor saserdote que daba la comunión. Todo esto me era y es sensibilísimo, por no estar en mí el remediarlo ni saber qué es lo que por mí pasa en tales casos. Me hallaba perpleja sin saber qué haser, vulgares, especialmente en contrato (comp. jusio en carta 12, n., y Oroz, 1966: bibloteca, equilibro, p. 63). 9 m. emi. 10 m. peligra. " m. tanbi a final de línea.

242

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

hasta [que]12 el Padre de las lumbres dio lus a un ministro suyo, y, llegando a sus pies, conosió cómo yo estaba, y no quiso me confesase yo, sino que su reverensia por sí me fue apuntando las faltas que conosía, y por mayor me hiso confesarlas todas, sin desender a cosas particulares, y me mandó que comulgase sin revolver más mi consiencia ni volverme a confesar más, y que lo debía obedeser pues hasía las veses de Dios, y que cualquier temor que me sobreviniese lo depusiera, que su reverensia daría cuenta a Dios de esta confesión, y que tomaba sobre sí mis culpas. Yo, aunque no por esto sesó mi temor, pero procuré haser lo que me mandaron, aunque siempre voy caminando aguas arriba, batallando con mis dudas y temores, hasta que tenga respuesta de su reverensia. Por todo lo espresado, había deseado con lo13 íntimo de mi alma comunicarle a su reverensia el estado de mi alma, pensando que quedase tiempo competente después para, de algún modo, esplicarle lo que me pasaba; pero, como yo no me aprovecho del tiempo, quiere su Majestad que para mí todos los consuelos sean limitados, y sólo el padeser y penar sea sobreabundante, que casi no hay fuersas ni sé qué es lo que me pasa ni qué juisio haser; y así, no espero ya14 más trabajo ni otro tormento mayor, sino's que su reverensia me separe de su diregsión, que no será pequeño dolor para mi atribulado corasón, pues, aunque vengan tormentas y borrascas a mi alma, párese que se mitigan o son más llevaderas cuando hay a quien ocurrir con satisfacsión y confiansa, pues, después de Dios, no tengo otro consuelo en mis penas que el que su divina Majestad ha deposi[t]ado15 en su reverensia para el único asilo de mi afligida alma. Me han asegurado16 varias personas, de verdad, que la hermana Manuela es confesada de su reverensia: ya se deja entender que barras17 mayores vensen menores; si antes18 andaba alcansado el tiempo por rasón natural, la pobre Dolores siempre irán en aumento sus dolores, porque sobre ella caerá la peor parte. El Todopoderoso fortalesca mi 12

m. 17° falta. m., a continuación, / reescrita confusamente para m. 14 m. yas. 15 m. deposisado. 16 m., a continuación, q" tachado. 17 barra, 'preferencia, predilección'. Este uso de la voz (coloquial y en variada fraseología) es considerado chilenismo por DRAE. 18 m . anten reescrito. 13

EDICIÓN CRÍTICA

243

corasón y alma, pues le aseguro a su reverensia, con toda verdad, que va para 11 años que ha que su Majestad me separó del padre presentado19 fray Antonio Molina, que éste me gobernó mi alma desde mis tiernos años, que todo ha sido en dicho tiempo estraviar caminos y variar rumbos; y ahora que Dios me había separado a su reverensia para caminar segura y con asierto, pues hasta lo presente no había encontrado mi alma cosa que la sasiase, párese que todo ha sido en mi contra de parte de acá; yo no me puedo esplicar más, porque no peligre la caridad, pero como ésta será la voluntad del Altísimo, aunque fueran ángeles las criaturas, siempre me ha de seguir mi fatal estrella; por mis enormes delitos, todo lo meresco. En orden a las tormentas que pasa mi alma en la orasión, comunión y los demás ejercicios espirituales, tenía mucho que desirle, pero no hay tiempo para más; y así, por amor de Dios, si puede, escríbame dilatado, que ya revienta mi corasón, porque está ahogado hasta20 lo sumo, y, para lo que me resta por desir, es nada lo que va apuntado. Nuestro Señor me lo guarde muchos años para todo el consuelo y asilo de mi alma, y lo llene de su divino amor, etcétera. 1764, hoy, martes 20 de noviembre. Varias religiosas me han dado notisia de que su reverensia se viene a San Pablo: lo selebro en mi alma por lo que a mí toca, aunque en parte siento lo sensible que les será la partida de su reverensia a las almas que estaban a su cargo. Nuestro Señor, que así lo dispone, las consuele como deseo. Déme su reverensia lisen[sia]21 para ofreser mis pequeñas obras por el alma del difunto marqués, por espasio de 9 días.

19

m., a continuación, mo tachado. Presentado, «título que se da en algunas reli-

giones al t e ó l o g o que ha seguido su carrera y, acabadas sus lecturas, está esperando en grado de maestro», Aut, 2' acep. 20

m. asían, reescrita la n para lo.

21

m. Usen c o n la n confusamente reescrita.

CARTA 18

Padre mío: Queda su reverensia muy obedesido y yo llena de temores, que no me hasen llorar pocas lágrimas, porque en este punto nada me convense ni satisfasen rasones, y así, si algo padesco en esta vida, sólo es este camino por donde mi Señor me lleva, por lo que le digo a su Majestad repetidas veses, siempre que le escribo, que si esto no ha de ser para su mayor gloria, que me impida las manos, o que se lo alumbre a su reverensia para que se dé de mano a esto, pues casi estoy persuadida que estas cosas serán para aumentar más tormentos y fuego en el infierno que para aunmentar 1 méritos en servisio de Dios, mi 2 Señor, porque, aunque yo proseda con claridad, según me pasa, pero esta perturbasión, desconsuelo, poca pas e inquietud que después [queda, no signi]fica 3 q[ue é]ste sea de Dios, pues si esto fuera espíritu de lus, [no quedaría] mi alma en tantas tinieblas, desconfiansas y desconsuelos, y fuera otra mi vida, pues al mesmo nivel que son los benefisios, igualmente había de ser mi correspondensia y lealtad en el servisio de Dios, pero en mí es todo al revés y muy al contrario de lo que debo. En fin, nuestro Señor lo alumbre y guarde muchos años como le suplico, etcétera. Hoy, viernes primero de febrero, 1765.

1

aunmentar = aumentar con epéntesis de nasal (comp. sumanmente en carta 6).

2

m. mi añadido entre líneas sobre y, sin tachar ninguna de las dos. Enmendamos estas tres lecturas correspondientes a un tramo roto de la hoja.

3

CARTA 19

Jesús sea el sentro de nuestros corasones1 Mi padre muy estimado en nuestro Señor: Resebí su papel con el apresio que debo, según el consuelo que ciento en mi alma, por lo que no seso de dar repetidas grasias a nuestro Señor, que no miró mis deméritos para traerme más corrida y aniquilada en su presensia, por este benefisio de haber movido el piadoso corasón de su reverensia con tanta caridad para mí, tan vilísima: Dios sea alabado en todo, que así desea mi mayor bien; su Majestad concurra con su santísima grasia para que yo coopere de mi parte y no se malogre el trabajo de su reverensia. Atenta a lo que me escribe su reverensia, digo que nunca he pensado ir al confesonario, menos de que, estando despachada sor Nicolasa, sea llamada, esto es, quedando ella ya satisfecha y consolada; sea poco el tiempo o sea nada, quedaré tan contenta como si hubiese oído a su reverensia, que, el haberle escrito lo que le escribí sobre este punto, fue porque me dijo la religiosa que confesó su reverensia, que le había escusado disiendo que estaba esperando a la hermana Dolores 2 , y porque no atribuyese su reverensia a descuido mío el no estar pronta si acaso había sido llamada, además que no supe ni se me ha dicho nada; que, por lo que a mí toca, déjese estar su reverensia hasta que nuestro Señor medie las cosas, y sea con pas y sosiego, que, corriendo yo por cuenta de su reverensia, sea del modo que fuese, estoy consolada y sumamente agradesida a su reverensia. Hame susedido lo que diré: luego que su reverensia me dijo que por escrito le comunicase las cosas de mi alma y el camino y orasión que tenía, y, estando yo temerosa de dar parte del modo de orasión, 1

A l pie d e esta carta, va a p u n t a d o de letra del p a d r e A l v a r e z : Varios sucesos sobre

su conducta. Todo está verificado en lo que tiene escrito y va escribiéndome. Y m á s abajo, e n s e n t i d o inverso, de letra de sor D o l o r e s : Al muy reverendo padre Manuel Alvares, Dios muchos años, etcétera. De conciencia. 2

m . esta* esperando a la H" Dolores va subrayado.

guarde

248

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

porque siempre estoy reselosa de mí, y siendo ésta sin modo ni término lo que yo esperimentaba, por cuya rasón me faltaban palabras y temía que, por mi mala esplicasión y mucho amor propio, no fuese yo a escribir de modo que aprendiese o comprendiese su reverensia otra cosa a esta ruin criatura, me dejé estar, pidiendo a nuestro Señor me declarase su voluntad, y no sé si su reverensia repararía la demora que hubo en esto, y, viendo lo que su reverensia me apuraba sobre lo dicho, temí no viniese algún peligro de engaño sobre mí, por mi tenasidad y duresa; me resolví a empesar a escribir sobre el asunto no sin pocas lágrimas, que vertía como ahora, y siempre que le escribo me susede que varias veses paro, por no estar en mi mano lo contrario, y así me susedió entonses, que, fatigada de ellas, suspendí a pocos renglones que tenía escritos, y me quedé suspensa hasta que sesase esta corriente; este fue mi ánimo, pero Dios, nuestro Señor, serenó mi tormenta, sacándome de sí para significarme su voluntad, según me paresió. Y, porque no sea ésta alguna trasa3 de el Enemigo para que yo me persuada a que fue de Dios esto, se lo digo para que conosca su reverensia qué hubo en esto que me pasó, y me advierta lo conveniente a tal caso: y es que fui sacada de mis sentidos, de modo que no sé si dormía, ello no sabía, si estaba en mí o qué me susedía; estando así vi, no con los ojos del cuerpo, sino es con otra vista más clara, que estaba en una piesa esparsida4 y dilatada y que había en ella indesible claridad y lus sobrenatural, y que sobre el has5 de la tierra habían infinitas letras, de modo que todo aquel campo estaba escrito hasta6 más allá, aonde no persebía a ver, de modo que no quedaba palmo vasío de aquel lugar que no estuviese todo escrito de letra muy menuda, que sólo allegándose a ella se podían distinguir las letras. Reparé que todo lo que allí estaba escrito era un remedo de mi letra, y, fijando la vista a ver su contenido, no pude comprender nada, porque estaba todo de prinsipi[o] 7 a fin en latín; dióseme a entender, a este tiempo, que no me convenía entender lo que allí estaba apuntado, y que por esto no se me ponía en castellano, y que el ver escrito de mi letra t[o]da 8 aque3

'recurso, ingenio, artificio' (ver Terreros, 1987; DRAE,

4

esparsido = esparcido, 'extenso, amplio' (ver Terreros, 1987, s. v. esparcirse).

5

el has = el haz = la faz (ver DRAE,

6

m., a continuación, q° tachado.

trasa = traza, acep.).

7

m. prisipi, añadida entre líneas la n.

8

m. tada.

s. v.

haz3).

3'

EDICIÓN CRÍTICA

249

lia redondés, que no tenía prinsipio ni fin, era darme a entender que era voluntad de el A [1] tí simo9 que escribiese lo que se me mandaba, porque se me esperaba que escribir todo aquello que veía grabado en aquel lugar aonde estaba. Yo me quedé absorta sin saber lo que por mí pasaba, y así perseveré algún tiempo; hasta después de mucho tiempo volví en mí, pero muy diverso mi ánimo de lo que antes estaba; porque, si antes dudaba y estaba temerosa, ahora sentía pas, serenidad, goso, consuelo y conformidad en mi alma, y dispuesta y prevenido el ánimo para obedeser con prontitud todo lo que se me ordenase; y proseguí escribiendo lo que había dejado comensado, aunque no con poco pasmo y admirasión de ver las obras de Dios sumergidas en este instrumento tan vil; este caso no era mi intento callarlo a mi padre Manuel, pero sí no quería tan a priesa desirlo, hasta encomendarlo muy mucho 10 a nuestro Señor, pero no sé qué superior impulso siento días ha, que a todas horas no me deja de pulsar a que lo avisase con instansia, hasta que lo puse por obra, sea lo que se fuese; y quedo con el consuelo de que, si es de Dios o si es engaño del Enemigo, está en manos ya de quien me puede sacar de mis tinieblas y errores, en que puedo estar sumergida por mi suma malisia. Desde que corro11 por cuenta de su reverensia, he sentido dos veses ser llamada por mi nombre, y el eco era de varón, y esto ha sido a horas incompetentes de12 que hayan varones adentro de la clausura, porque la primera ves fue a la alba, con una vos tan sonora y clara que me penetró el alma y regosijó el corasón, y fortalesió para las empresas del servisio de nuestro Señor, sin reparo alguno; y confieso que yo había amanesido ese día, que fue viernes, resuelta a no comulgar ese día, por la variedad de temores que me atormentaban, ya que me veyía a los últimos rodeada de ellos; oí esta vos, que bastó a desterrar las tinieblas en que me tenía el Enemigo de la lus selestial, conque, con serenidad de mi alma, sin poder resistir así que fue tiempo de la sagrada comunión, llegué a resibir a nuestro Señor fiada en su infinita misericordia, pues entendí en esta vos o llamamiento que oí que más quería que me llegase a su Majestad por amor, anegándome en sus 9

10

m.

attsimo.

muy mucho es locución enfática tradicional, presente en autores c o m o Cervantes (Kany, 1969, p. 366). " m. coro, añadida la segunda r entre líneas. 12 m. q° reescrito.

250

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

misericordias y entrañas de Padre, que no que me retirase por temor; y esta vos no tanto resonó a los oídos del cuerpo como se imprimió y resonó en lo interno de mi alma, y así como tan penetrativa hiso tal operasión en mi alma, que hasta ahora la tengo tan presente, y los efectos que de aquí se siguieron: que no puedo, aunque más temores tenga, dejar un día solo de comulgar, porque cuando lo procuro desterrar de mí, por los temores que sobre'sto mesmo tengo, en que si sería el Enemigo para que yo haga comuniones sacríligas por mis grandes delitos y mala disposisión, luego al punto me siento reprendida, y párese que suena en lo interior de mi alma la mesma vos que entonses oí. La segunda ves que sentí esta mesma vos y ser llamada por mi mesmo nombre fue en diversa hora, sesea13 de las onse de la noche, después de haber pasado mucho tiempo el silensio; y fue ésta tan sonora que, estando recogida en nuestra selda, preparándome para la orasión14 que tengo hasta después de las dose de la noche, salí al punto, a ver a la puerta de la selda quién me llamaba: vi que no había alma ninguna ni religiosa y varón ninguno; y siempre que he sido llamada ha sido con eco de hombre, mas no sé qué significado tuvo esta segunda llamada, no habiendo visto a ninguna persona; no tuve temor de que fuese ánima, porque poco o ningún fruto podían sacar de mi tibiesa y peresa en el servisio de Dios, pero sí sentí que me demudé toda y no sé qué mutasión inesplicable sentí en mi interior, y, como no entendí cosa particular, me empesó a dar toque mi consiensia en si será ésta reprensión de nuestro Señor o de mi ángel de guarda, por no disponerme con la preparasión y atensión debida para ponerme en la presensia de Dios. Empesé a pedirle perdón a nuestro Señor, y subió tan de punto 15 esto, que me sentí toda rodeada y comprendida o anegada en un fuego tan vorás, que me arrebataba y me sacaba como de sí y me cortaba el cuerpo; pasé toda esta dicha noche, aunque para mí fue como día claro, libre de tinieblas y obscuridad por los egsesos de amor en que me vía16 sercada, pues, mientras más me abatía, reconosiendo mi nada en la presensia de Dios, y que por 13

sesea = cerca, con asibilación de -r (comp. sosprendida, en carta 1). m. orrasion. 15 subir de punto, «crecer o aumentarse alguna cosa», Aut, s. v. punto. En otros contextos la autora utiliza crecer de punto. 16 vía por veía es forma arcaica regular para el pretérito imperfecto de este verbo; lo hallamos en el Siglo de Oro junto a veía. El verbo tuvo un doble paradigma que 14

EDICIÓN CRÍTICA

251

tal su Majestad me reprendería, pues mis gravísimas culpas no daban lugar a otra cosa, y que po[r] 17 tanto me perdonase mi atrevimiento, párese que, a este peso, en18 reconosimiento de mis maldades, nuestro Señor daba como quien era, por los efectos tan divinos que en mi alma sentía; todo esto fue bañada en lágrimas, y hasta éstas sentía muy ardientes, que me quemaba la cara, y el resuello que echaba párese que eran volcanes de fuego 19 , por oídos y ojos, naris, y, en fin, todos los sentidos de mi cuerpo párese que respiraban fuego y que en él me consumía toda yo, y esto desterraba de mí toda la tibiesa en que antes estaba anegada, porque con suma displisensia me estaba preparando para la orasión, aunque no con desgano; porque, aunque tan perversa, soy deseosa del trato y comunicasión con los buenos, y siendo así que éste no se podía mejorar por ser con el mesmo Dios, me alentaba a venser toda timidés y contrariedad, que a veses suelen ocasionar nuestros enemigos, pues a veses suele ser mi orasión más de batallas y guerras contra mí y todos los espíritus de tinieblas que me tiran a despechar 20 . Pero, cuándo, padre mío, saldré vensedora: siempre creo que ellos se llevan la vigtoria, porque hallan siempre materia dispuesta y bien proporsionada y acondisionada para sus intentos; y esto no es humildad, sino que es mucha realidad, que con el tiempo lo sabrá y conoserá su reverensia con la esperiensia que tendrá de mis ruindades. Yo presumo, padre mío, que puede haber sido esta vos que oí el que su Majestad quisás me querrá llamarme a juisio, y que, para que enmiende mi mala vida, con altísima providensia de su infinita mise-

acabó con la simplificación de ee: veer, vees, veemos; no obstante, el pretérito imperfecto repuso su e (García de Diego, 1970, p. 29; Alvar, § 120.1, n. 27). 17 m. pon. 18 m. en es de lectura incierta, dado el intenso deslavamiento de la tinta. 19 La imagen del volcán, que aparece reiteradamente en el Epistolario, pudo haberla tomado sor Dolores de su confesor, que también la utiliza con frecuencia: «otros tantos volcanes de fuego por donde respiró su corazón», «¡Metida en este volcán tan ardiente y no te deshaces toda y no te consumes de amor!» (Alvarez, Método de bien obrar, pp. 78, 232). La referencia al Etna, que figura más adelante, como volcán por excelencia (o con su nombre siciliano Mongibelo), había sido muy divulgada en el siglo XVII: la hallamos, por ejemplo, en el poema de Góngora «Al monte santo de Granada»: Etna glorioso, Mongibel sagrado; está también en obras coloniales hispanoamericanas c o m o La guerra de Chile, 352c: como si respirara un 20

Mongibelo.

despechar (a alguno), «enfurecerle, irritarle», Terreros, 1987.

252

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

ricordia me estará dando es [tos]21 avisos; porque qué puede ser esto, ni hallo qué pensar: ello a mí me tiene bien afligida, este camino en que nuestro Señor me ha puesto para mayor confusión mía, porque, aunque he visto lo que me envió señalado su reverensia sobre tales puntos, y conosco que por todo he pasado y que me han susedido cosas bien notables, y que según los efectos paresen ser de Dios, pero, recayendo esto en mí, es temible, y puede ser que el Enemigo haya puesto toda la fuersa y empeño de su industria para pareser espíritu o ángel de lus y de pas, siendo todo falsedad y mentira; y así, yo quisiera que su reverensia sondeara bien esto de revés y derecho, hasiéndome un examen 22 bastantemente prolijo cuando se proporsionase ocasión, y si esto no se puede en el confesonario por falta de tiempo, si le párese a su reverensia, le daré cuenta de toda mi vida, disie[n]do 23 con claridad lo más mínimo que ha pasado por mi alma desde que empesaron estos caminos, pues puedo desir con verdar 24 que no ha sido vida la que he vivido desde que estoy en ellos, sino es un martirio sin semejante, porque me párese que esto egsede a todos los tormentos de todos los mártires y aun a los tormentos de el mesmo infierno, y si ahora me atormenta y afligen que empieso como a respirar, qué no habré padesido cuando no tenía quien me desenredase 25 y me sacase de tantos peligros, porque no hallaba confesor que me entendiese; y así, unos daban mucho asenso, y otros me desían claro que era espíritu del Enemigo: a éstos les hallaba harta rasón para formar este juisio de mí, y así más me convensía a crer esto, aunque por aquel entonses, mientras me pasaba, primero juraría que ahora era de noche, siendo en lo presente de día, que jusgan fuese del Enemigo todo lo que por mi alma ha pasado, por los afectos que entonses sentía y los efectos que después quedaban; pero, con todo, procuraba sujetar mi juisio a lo que me desían; pero ahora, ya que nuestro Señor le ha preparado a mi alma lo que nesesitaba, quiero que su reverensia haga esta última diligensia, la que aquí le suplico, esto es, si lo halla conveniente delante de Dios, que, aunque a mí me duela hablar sobre el caso, pero más dolor y rubor tendré el día que me llamen a juisio, cuando oiga que, 21

E n m e n d a m o s la lectura de u n pasaje en el b o r d e de la hoja c a r c o m i d o .

22

m., al parecer, esamen reescrito.

23

m . disiedo.

24

verdar = verdad, c o n l i q u i d a c i ó n de -d final de palabra ( M e n é n d e z Pidal, 1962,

§ 72). 25

m . desenredase de a final de línea.

EDICIÓN CRÍTICA

253

por lo que acá paresía bueno, se me repruebe por malo, y me separen de gosar de Dios por toda una eternidad, por no haber prosedido con cautela en esto, lo que no me ha hecho llorar pocas26 lágrimas, porque a todas horas me trae este martirio atormentada. Su M[a]jestad 27 guarde a su reverensia muchos años y lo haga muy suyo. Amén 28 , etcétera. Hoy jueves 2 de junio, en cuyo día me he esmerado, aunque tan ruin, en pedirle a nuestro Señor por mi padre Manuel. 1765. Suplico a su reverensia que, si se puede, me p[er]mita 29 1er todo el libro, dejándomelo algún tiempo más, esto es, no llevándoselo la primera ves que venga su reverensia, que, como no tengo tiempo para ler, sino's tarde a la noche, he leído muy poco, y quisiera que se me quedara impreso.

26

m. artas tachado y pocas añadido entre líneas.

27

m.

28

m., al parecer, Aemen tachada la primera e. Se enmienda la lectura en el borde roto de la hoja.

29

Megestad.

CARTA 2 0

Jesús sea nuestra guía1 Mi padre, en nuestro Señor, muy amado: Paso a obedeser lo que su reverensia me manda, atrepellando los inconvenientes que después sabrá, pues todo no se puede remitir a la pluma; y digo que, asistiendo una mañana en sala de labor y leyendo en ella, como es constumbre, la lecsión de el infinito amor que nuestro adorable Redentor nos tuvo, que no sólo dio su sangre presiosa, sino's hasta la mesma vida por salvarnos, fue tal la impresión que hinsieron 2 en mi alma estas palabras, que toda yo me hubiera querido convertir en abrasadísimas voluntades, y asimesmo a todas las criaturas, para que todas alabásemos la inagotable bondad de mi Dios. Yo, entre estos deseos y afectos, no sesé en la labor que hasía, aunque más era por milagro, porque ya no veyía nada ni atinaba a lo que hasía, pues, desde que empesaron a 1er, sentía mi cuerpo como que a fuego lento le iban consumiendo la vida, hasta que al fin no pudo resistir el bruto, porque la operasión tan divina que sentía mi alma no era para mí pequeñés y miseria, así que, totalmente quedé astraída de todos los sentidos: se me representó muy al vivo la humanidad santísima de mi amabilísimo Jesús, y me hiso patente todo lo que por nuestro amor padesió, desde la orasión del güerto hasta que espiró en la crus, y todo se fue entrañando en mi alma, de modo que párese que yo también padesía junto con mi Señor; aquí se deshasía mi corasón en afectos de compasión, cada pas[o] 3 que se me manifestaba de la pasión paresía era el 1

J u n t o al sobrescrito, se halla la s i g u i e n t e a n o t a c i ó n d e letra del p a d r e A l v a r e z :

Dos visiones: una de lo que nuestro dulcísimo Jesús padeció por nosotros, con efectos prodigiosos, y otra del niño Jesús oyendo misa. M á s abajo, de m a n o del v i c a r i o A r í s t e g u i , c u y a i d e n tificación del n a v i o e s t i m a m o s e r r ó n e a : Vio en espíritu la pérdida de un navio, que parece fue el Medio mundo. Y l u e g o , d e m a n o d e D o l o r e s : Al muy reverendo padre Manuel Josef Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. Confesor. 2

hinsieron = hicieron, c o n e p é n t e i s d e nasal ( c o m p . sumanmente,

3

R e a l i z a m o s ésta y las dos siguientes e n m i e n d a s p o r r o t u r a d e la hoja.

carta 6).

256

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

[ú]nico insentivo de mi dolor, y que cada dolor déstos fuese capás a quitarme la vida, si todo el poder de mi Dios no hubiera fortalesido mi flaquesa. Desde el instante que esto pasó en lo interior de mi alma, [pa] deseo todos los días lo que me pasaba antes del jueves al viernes, según le tengo avisado a su reverensia, y aun con más t o r m e n t o y dolor, p o r que las punsadas en la cabesa, pecho y espaldas es estraño su dolor: sólo lo sé para sentirlo, pero no para esplicarlo; esto es a todas horas, sin reserva de un instante de alivio; yo no sé a la hora que esto empesó ni cuándo volví a mis sentido[s] 4 , porque estuve todos esos días como enajenada de ellos; pero, cuando acabó de manifestarme nuestro Señor lo que llevo dicho, reconosida mi alma a este favor y al infinito amor que Dios, nuestro Señor, nos tuvo y tiene, desií 5 darle, por mí y por todas las criaturas, las grasias, y convidé a toda la corte selestial y convoqué a los ángeles a que se alternasen c o n m i g o en sus alabansas, las que empesó mi alma con particular lus del 6 altísimo Señor, con aquel cántico que disen en los laúdes del ofisio divino, que empiesa: benedisite omnia opera domitti domino7, etcétera, y quedó mi alma repitiendo los dos últimos versos que están al fin deste cántico largo espasio de tiempo, hasta que volví a mis sentidos toda traspasada de intensísimos dolores, empapad [a] 8 en sudor, no tenía movimiento en el cuerpo que n[o] se me quebrantasen los güesos, pero, con todo, no sesaban las ansias de padeser y mis ojos de llorar las ofensas hechas contra quien tanto nos ama; los afectos y efectos que de lo dicho resultaron fueron como ya le tengo esplicado, sin variar. Dios sea bendito. Después, cuando oigo 1er o leo yo sobre el p u n t o referido de el infinito amor de Dios para con sus criaturas y demás atributos, me 4

m. sentido. m. desi, añadida otra i entre líneas; desií = decidí; conservamos esta forma de la voz en vista de que la omisión de consonante intervocálica es rasgo que se reitera en el Epistolario (comp., antes, aonde, recao, saer). 6 m., a continuación, altisin del, tachado. 7 (Benedisite =) Benedicite, omnia opera Domini, Domino es pasaje de Daniel, 3, 57, perteneciente al himno de acción de gracias del Antiguo Testamento que los tres jóvenes, Sidrac, Misac y Abdénago, condenados por el rey Nabucodonosor a morir quemados en un horno, cantaron al verse salvados de las llamas por intervención divina. 5

8 Realizamos ésta y la siguiente enmienda por pérdida de la lectura en el borde interior del cuadernillo.

EDICIÓN CRÍTICA

257

pasa lo9 mesmo casi, pero no es con tanto arrebatamiento de los sentidos, ni la comunicasión es la mesma que entonses 10 , sino's me quedo astraída algusnos11 ratos con aquellas palabras que hieren y penetran el más íntimo seno de mi corasón; y luego, tras estos afectos y efectos se va toda mi voluntad, tan ensendida en el divino amor, que toda yo estoy como embriagada; a veses viene esto con gran copia de lágrimas, otras veses con sumo júbilo, otras veses con silensio, otras veses con un género de goso que me hase hablar, reír, cantar, con grandes ímpetuos de correr, de haser pedasos lo que topo; cuando estoy en este trabajo, es grande la violensia que siento para moderar estos acaesimientos; todo lo dicho suele sobrevenir, otras veses, cuando oigo platicar, o cuando hablo yo en puntos tal [es]12, o cuando se me da alguna lus a mi alma de algú[n] atributo divino; otras veses, sin instrumento alguno, sino's levantando el corasón a Dios, así en las cosas visibles como en las invisibles, según el impulso que viene de lo alto, dejando a mi alma fuera de sí y a[ho]gada en suaves delisias de amor div[i]no 13 ; en fin, padre mío, hay algunos tiempos y días en que la bondad de mi Dios se comunica a mi alma tan abundante, que todo es arder y quemarse sin consumirse, que párese que su Majestad está muy de asiento en mi corasón y que ha tomado entera posesión de mi alma: no hay respirasión que no sea insendios de amor en pensamientos, palabras y obras, y cada afecto párese es lansa de muchos filos, que hiere y penetra mi corasón por todas partes, que me hase dar unos toques y retoques, que siento dolor sensible en la tabla del pecho que hasta la respirasión me oprime, pero esto es con mucha suavidad y dulsura de mi alma. Pero, tras estos días buenos vienen otros tan poco favorables, que todo es temer y reselarse, no hay lus en nada, todas son tinieblas y desamparos de Dios, en nada hay consuelo sino's tribulasión, en todo párese que se ofende a Dios, que es lo que más dolor causa, estoy como14

9 10 11

12

m. lo lo. m. entornen reescrito. algusnos = algunos, con -s epentética (comp. caminesmos, en carta 4). Enmendamos la lectura, aquí y en los dos siguientes casos, por rotura de la

hoja. m. divno, con omisón de la i en final de línea. m. cornos, que interpretamos como error por adición, por atracción de la 5 que viene a continuación. 13

14

258

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

sobresaltada, las pasiones todas salen como de represa15, todo lo que ha pasado a la alma paresen engaños, todo es falsedad y mentira o sueño imaginado, fantasías y aprensiones o locuras de la cabesa; aquí me entra grande arrepentimiento de haber dado cuenta de ello al confesor, que con fantástica presunsión he creído lo que paresía, dando asenso a lo que el amor propio me persuadía; esto me mueve grande congoja y desesperasión, ímpetuos de haserme pedasos, la religión y su observansia me es muy desapasible: con mayor gusto me entregara al martirio que asistir los actos de comunidad, la orasión, exámenes, es infernal lucha, que párese se convoca todo el infierno en mi contra; las faltas que cometo no tienen número, porque estoy más pronta a cooperar en lo malo y todo lo que es contra Dios y contra mi alma, la adversión que tengo a mis prójimos, sin eseptuar ni al mesmo confesor, es sin igual; ya que no puedo embestir con las criaturas, con las piedras lo hisiera, y, a veses, lo hago conmigo mesma: a todo lo bueno quisiera dar de mano. Viéndome en tan miserable estado, me entra desconfiansa de recuperar lo pasado, y me párese que ya se me antisipa el infierno desde esta vida, y así lo más proporsionado me párese seguir un camino común, y creo que, si así hubiera prosedido en lo pasado, me libraría de los peligros graves en que me veo atollada, porque aun con los santos y aun a la mesma bondad inmensa de mi Dios me siento, y a todos me quejo con palabras ásperas y bien sensibles, porque todos los cielos y tierra creo que tienen parte en mi penar, y así de todos me siento y con todo me enojo; por fin, padre mío, no hay cabes [a]16 ni palabras para desir lo que pasa esta pobre criatur[a], ni las penas que quedan en mi alma de verme 11 [en] a de delitos y de ofensas contra Dios, que esto me es lo más sensible. Cuando estoy en este estado, las confesiones son a bulto, por mayor, porque no tienen cuenta las culpas que la consiencia me acusa; si comulg[o], párese que ya el infierno me traga y que los enem[igos] me arrebatan y que afilan sus dientes para despedasarme. En estos lanses, que es mayor la nesesidad de tratar al confesor, es intolerable el tedio y repunansia, y, si me resuelvo a tratarle estas 15

de represa. DRAE recoge la expresión moler de represa, «realizar con mayor brío que de ordinario una actividad algún tiempo reprimida» (DRAE, s. v. represa), con similar valor sémico al aquí utilizado; sin embargo, DRAE y los principales registros no recogen de represa autónomamente, asociable con otros verbos (estar, despedir), no obstante figurar así en clásicos c o m o Lope y Rojas Zorrilla (TESO, s. v. represa). 16 Esta lectura y las tres siguientes van enmendadas por rotura de la hoja.

EDICIÓN CRÍTICA

259

cos[a]s17, me se ofrese son canseras que atormentan al confesor, y que pierdo el tiempo que otras almas pueden aprovechar; si lo procuro haser por escrito, me persuado que gasto el tiempo inútil y sin provecho, que no se ha de avansar nada ni se ha de menoscabar mis penas, sino's que antes sí se aumentara mi padeser porque no me prometo alivio. Deste modo, no vuelvo los ojos a parte alguna que no las halle en contra mía; por último, en nada hallo consuelo, sino's padeser sin fin, y ahora, faltándome su reverensia, será doblado mi martirio: ¿a quién ocurro yo, quién me saca destas congojas?, que bastaran a quitarme la vida si no suspendiera Dios la mano de su poderosa justisia. Dígame, su reverensia, qué haré y cómo me portaré en tales casos; yo, ir aonde otro confesor, no lo pienso ni en tal ánimo estoy; Dios lo remedie, que yo no tengo valor ni para pensarlo en el desamparo que quedo y los peligros a que queda mi alma espuesta, si el todopoderoso Señor no prové. Le doy parte cómo su Majestad me hiso patente la pérdida dese navio d'España18; el cómo fue yo no lo entiendo, diré sólo lo que alcanso: me párese que fui traspuesta como en letargo o sueño, y sin cooperasión de mi parte ni movimiento 19 alguno ni ofresimiento a la 17

m . cosos.

18

Parece tratarse del naufragio de la nave mercante Purísima Concepción: las fuentes más confiables señalan como fecha del suceso enero de 1765, y es el único naufragio de nave española o c u r r i d o en ese período y cuyas características se asemejan con lo narrado por Dolores. El hecho aconteció a 54° latitud sur, en tierras australes americanas, en el transcurso de un viaje con destino al Callao en Lima. C o m o el h u n d i m i e n t o fue paulatino, salvó la mayor parte de la tripulación; los náufragos p e r m a n e c i e r o n en una isla donde tuvieron contacto pacífico con los a b o rígenes. Ver Vidal, 1901, pp. 102-104; Bascuñán, E i c h o l z y Hastinoy, 2003; Historia y arqueología marítima,

e n w w w . h i s t a r m a r . c o m . a r (en Información histórica; a n t i g u o s

navegantes; naufragios); Museo del fin del mundo, en www.tierradelfuego.org.ar (en Museo-, e x p l o r a d o r e s ) ; y detalles e n Biblioteca virtual de Paraguay, e n w w w . b v p . o r g .

p y / b i b l i o _ h t m / ( d o b r i z h o f f e r l / d o s . h t m ) . Cabe señalar que respecto de naufragios en la época la información es bastante confusa. Señala Vidal (1901), en u n caso ejemplificador, que «ha habido cronistas como Carvallo y Goyeneche y algunos escritores m o d e r n o s que suponen que en el naufragio del navio Nuestra Señora de la Ermita perecieron sesenta jesuitas, pero se sabe que la partida de los tres buques La Perla, El Valdiviano y Nuestra Señora de la E r m i t a había tenido lugar el 24 de febrero de 1768 con destino al Perú, conduciendo a los jesuitas de Chile, llegando al Callao sin novedad en n ú m e r o de 208». 19

movimiento. El pasaje resulta u n tanto ambiguo, pero ha de referirse a 'movim i e n t o interior o inspiración' y no a 'inquietud o conmoción' (comp. ambos valores

260

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

imaginasión de la menor cosa, me hallé de repente en el mar; las aguas no me ofendían 20 , porque estaba yo dentro de un castillo muy fuerte: vi todo lo que pasó en el navio antes de perderse, y después entendí que era grande la nesesidad que había de clamar a Dios por estos prójimos; era tal la discordia que unos con otros tenía, que sólo entrando Dios de por medio los pudiera haber apasiguado, sin que unos por otros se hubiesen quitado la vida y peligrado sus almas antes de ser ahogado[s] 21 ; su turbasión y gritos era en estremo; antes y después, en todo[s] 22 estos acasos, estuve clamando a mi Señor por ellos, y desde el dicho castillo les estuve dando la mano para que saliesen a una isla que estaba allí inmediato, que no sé cómo se llamaba, y estuve allí con ellos hasta que quedaron unidos y en pas. Deque quedó en este estado la cosa, fui vuelta a mis sentidos; esto fue por la mañana, y todo este día anduve como sosprendida 23 del susto y compasión que me causó todo lo dicho, y, aunque en casos tales no doy asenso a nada, lo procuraba desechar atribuyendo a sueño, y condisionalmente proseguí pidiendo a Dios por estos pobres, porque se conse[r]vasen24 en pas y conformes con la voluntad de Dios en sus infortu[n]ios 25 , y, aunque más hasía por desechar esto como tentas[ió]n, no se apartaba de la memoria: vea, su reverensia, cuán[to] arte hay aquí del Enemigo, que yo no sé lo que esto fu[e], y por esto le aviso y dígame qué debo haser en casos tales, que yo me hallo perpleja. El día que se[le]bra la26 Iglesia la asensión del Señor, sólo oí la [mi]sa hasta que alsó el señor saserdote la hostia, porque, de [allí] para adelante, todo fue embelesarme con la humanidad santísima de mi adorable Jesús, que se me hiso patente a mi alma cuando alsaron la hostia en figura de un pequeñito niño, a proporsión su tamaño de

sémicos en cartas 29 y 32). 20 ofender, 'hacer daño, molestar' (ver DRAE, 3 a acep.; Aut, 3' acep.). 21 m. aogado. 22 m. todo. 23 sosprendida = sorprendida (comp. carta 1). 24 m. consevasen. Si bien en Chile está muy testimoniada la relajación y pérdida de -r- intervocálica, su pérdida o asimilación en posición implosiva sólo está atribuida al «Caribe y costas del Pacífico [central]», Lapesa, 1981, p. 564 (Menéndez Pidal, 1962; García de Diego, 1970; Frago, 1999a; Oroz, 1966). 25 26

Se enmienda esta lectura y las seis siguientes por rotura de la hoja. m. la la, tachada la primera.

EDICIÓN CRÍTICA

261

poco más de tersia27; y me cautivó tanto su amable vista y hermosura, que me llevó toda la voluntad, corasón y alma, y, aunque del todo no me privó los sentidos, pero no me los dejó del todo en su lugar, porque yo no tenía agsión ni movimiento en ellos, y así, con sumo trabajo, acabé de oír misa por no estar acta 28 para poner atensión a cosa alguna, sino's tener mis delisias y goso en la hermosura de los Cielos y resplandor de los ángeles; el corasón no me cabía de júbilo, mi alma estaba como derretida en fuego muy activo y toda yo párese me quemaba, sin perder de vista al dulsísimo encanto de las almas, hasta que consumió el saserdote. Todo este día y aun los siguientes anduve trabajosa, más fuera de mí que en mí, los afectos todos fueron de júbilo, de amor y más amor, y los demás que ya sabe su reverensia; las ofertas que le hise de mí y de todos mis prójimos fueron deseando su mayor gloria, etcétera. Los ángeles de guarda prosiguen, según le tengo dicho a su reverensia, favoresiéndome y asistiéndome en todo, ya no sólo es en lo espiritual, sino's supliendo las faltas en que suelo incurrir cuando estoy inhábil de actuarme en nada, o por lo que pasa a mi alma o por indispuesta; y así, en las semanas que me tocan de campanas, cuando ya es la hora llegada de tocar y que yo no estoy tan pronta, me han hecho los toques: he preguntado quién, en cari[dad; a lo que to]das 29 me disen no haber tocado ninguna. Bindita sea la gran misericordia y providensias de Dios, quien guarde a su reverensia muchos años, lleno de su dulsísimo amor. Hoy, domingo 7 de julio, 1765.

27

tersia = tercia, «tercera parte de una vara», DRAE,

26 a acep. Por su parte, la

vara ha tenido diversidad de medidas según época y zona (entre 768 y 912 m m . según DRAE, s. v. vara, 13 a acep.); Terreros afirma que una vara se puede dividir en tres tercias o en cuatro cuartas o palmos (DRAE; Terreros, 1987, s. u. v.). 28

acta = apta con confusión de la obstruyente, que a veces figura sonorizada:

agía, inagtitud; la forma de la v o z está recogida por B o y d - B o w m a n , 1983 (XVIII). 29

Hay aquí u n tramo de la hoja roto, equivalente a unas dos palabras, en que n o

es posible leer grafía alguna: e n m e n d a m o s por conjetura, según el uso de la autora.

C A R T A 21

Jesús sea nuestra lus1 Mi padre, en nuestro Señor, muy amado: Mucho me está atormentando el Enemigo; con la ida de su reverensia me está contando y forjando unas espesies nada favorables, y así, aunque deseo conformarme con la voluntad de Dios en la partida de su reverensia, cada instante me hallo más atrasada en la resignasión que debía tener, pues veo que quedo por todas partes espuesta a grandes peligros de mi alma, faltándome su reverensia; esto me es tan sensible y me tiene tan oprimido el corasón y tan contristad [a]2 el alma, que anoche me dio el mal de corasón 3 resiamente, desde las ocho hasta las onse de la noche, que ha quedado mi cuerpo hecho pedasos. Al fin, padre mío, yo me veo rodeada y vensida de furiosos enemigos que me amenasan grandes lanses; yo, después de Dios, sin el arrimo y amparo de su reverensia, no puedo nada; y aparese que me veno 4 en manos de mis enemigos y por todas partes llena de avanses5, ni vuelvo la considerasión a parte alguna que encuentre consuelo, por más que le digo a nuestro Señor que, pues me quita a su reverensia, haga su Majestad la costa6 en fortaleser y amparar a su pobre Dolores: párese que se ha hecho del sordo, y, antes sí, por todas partes está apretando la mano de su justisia contra quien tan meresido lo tiene, por mis deslealtades; y, después de oprimirme un conjunto de tormentas por todos rumbos, se me está ofresiendo que ya no lo he de ver más, y que, si viene a esta 1

El sobrescrito, de letra de D o l o r e s , es el siguiente: Al muy reverendo padre

Josef Alvares, guarde Dios muchos años, etcétera. 1

m . contristade.

3

mal de corasón = mal de corazón,

caduco; A l e m a n y , 1917; DRAE,

Manuel

Confesor.

'epilepsia'; llamada t a m b i é n gota coral o mal

1 8 0 3 (en NTLLE),

que ya incorpora e n sus d e f i n i -

c i o n e s técnicas m u c h o s de los avances de la ciencia. 4

veno = veo, c o n epéntesis antihiática, quizá inducida por las nasales del c o n -

t e x t o gráfico ( c o m p . vero, e n carta 49). 3

avanse = avance, 'ataque, agresión' (ver

6

costa, 'pago, c o m p e n s a c i ó n ' (ver Aut; Terreros, 1987).

Aut).

264

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

siudad, le han de dar otro nuevo cargo en que no me pueda asistir, que, aunque yo ocurra allá por escrito, sus embarasos no le han de dar lugar a responderme, y que luego se olvidará su reverensia de su pobre Dolores. Por fin, padre mío, las espesies que el dragón infernal me está ofresiendo, no les hallo salida; si Dios con su poder infinito no lo remedia, presto empiesa todo el infierno a convocarse en mi contra. Yo quisiera haser un convenio con nuestro Señor y es que, pues yo no tengo a quien ocurrir, suspenda y mude el camino, pues quedo en él tan espuesta a ser engañada, que el desamparo en que yo quedo es grande; y así, vea, su reverensia, si es conveniente para pedirle a su Majestad con instansia, que yo, desde luego, en tal caso como el presente, más gustosa abrasaría la crus sola sin gustar de consuelos, porque el padeser me párese está libre de engaños, o, a lo menos, no hay tantos peligros en qué atollarse; y así, más delisioso mes de todos modos el camino del calvario que los gosos y consuelos del favor, y mucho más ahora. Dios lo remedie y nos lleve a todos por camino seguro para su mayor gloria. Yo me estoy con la esperansa de oírlo antes que se vaya; no sé si nuestro Señor me dará ese consuelo; yo tengo varias preguntas que haserle. En fin, pida ahora y siempre por mí, que es grande la nesesidad que hay para clamar a Dios por esta ruin criatura. Su Majestad lo guarde muchos años y lo colme de su amor. Hoy, jueves 18 de julio, etcétera, 1765.

CARTA 2 2

Viva Jesús en nuestras almas Mi padre, en nuestro Señor, muy amado: Es grande el arte del Enemigo para impedirme el que comunique mis dudas y temores en el confesonario, pues, cuando más ahogada estoy, me pone inhábil de hablar, ni sé entonses lo que por mí pasa, y, apenas me aparto del c o n f e s o n a r i o 1 , cuando, para mi mayor tormento, ocurre todo a la memoria, no siendo ya tiempo de encontrar consuelo en mi desahogo. Yo no sé qué contiene esto y a mí me oprime y contrista mucho: ni es por desconfiansa, ni vergüensa, ni susto, que no lo tengo, antes sí voy aonde su reverensia como a mi único padre y consuelo, y con ansias de haserle patente todo mi interior; y párese que, a pesar mío, se convoca todo el infierno para ponerme peor que si estuviera muda: esta pena es una de las mayores, que me atormenta y aflige lo que no es desible; Dios sólo sabe lo que yo he padesido en este punto y lo que tengo que ofreser a su Majestad. Lo primero que pregunto es al pareser inútil, pero, para mi temor, es útilísimo el que lo pregunte y me aconseje2 lo que debo haser: ya sabe su reverensia mi desamparo y suma pobresa, por lo que me he visto presisada3 a coger, varias veses, las velas que me sobran del coro para mantener lus en las semanas que me tocan de campanas, para el fin de dispertar y ensenderles sus velas a las religiosas para la mañana cuando las dispierto; para deponer este temor, lo he preguntado a varios padres, pero, aunque me han respuesto que siendo el fin de emplear lo que cojo de la comunidá para servir a la mesma comunidad, por no tener de aonde apelar, que no tenga el menor temor, pero siempre estoy con indesible contrapeso en mi consiensia, que no me deja con libertad de haserlo, aunque vea la nesesidad y que sea para 1

m. confesonaro.

2

m., al parecer, caconseje, tachada la c.

3

m., a continuación, barias beses tachado.

266

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

servir a la religión, me párese es como ladronisio y siempre me acuso de lo que desperdisio a la comunidad en esto, y, como no tengo de qué echar mano, siempre vuelvo a cometer la mesma falta, y así estoy con esta espina que punsa por todas partes mi corasón: dígame qué debo haser y si confesaré esta falta en capítulo 4 o privadamente a la madre, aunque más asertado me párese, para humillar mi soberbia, confesarla en público y pedir perdón de mi atrevimiento, que esto meses ha que se me está ofresiendo, y pedir de limosna velas para el fin dicho. Lo segundo que pregunto párese que se opone a mi primera propuesta, porque me párese que 5 de algún modo se relaja en mí el voto de la Santa pobresa, es de advertir que, estando yo mantenida y vestida a espensas de la providensia, resibo y uso con lisensia los desechos que me dan, y así, sin que yo lo solisite, les mueve Dios a suplir mis nesesidades, de modo que me suele servir de contrapeso y temor verme tan demasiadamente rica de pobres menesteres. Yo he pedido lisensia varias veses para dar y partir 6 con otras pobres, y no se me consede, aun disiendo que tengo de sobra; pues, de verdad, asegur[o] 7 a su reverensia que el día que yo quedase con lo que sólo tengo en el cuerpo, no tendría día de mayor gusto, y ojalá que mi cama fuera el suelo, que hartas lágrimas lloro al verme tan poco nesesitada y llena de comodidades, sin tener mérito en nada: todos son alivios para este mal correspondido bruto. Cuántos que sirven a mi Señor con fidelidad lo pasarán peor que yo, y, deste modo, lo paso llena de temores; yo no tengo más que un cuerpo ingrato y mal agradesido que cubrir, y a mí me sobran hábitos y demás ropa, y así, o déme su reverensia lisensia para deshaserme de todo, o alcánseme 8 de nuestro Señor que no me den nada, porque cada instante se aumentan los deseos y ansias de seguir lo más perfecto en la Santa pobresa de espíritu, y vivir y morir acompañando a Jesús, pobre, abatido y menospresiado en el calvario; y, pues nos dejó tan heroicos ejemplos para que le siguiésemos, luego, si yo no lo imito, ni de nombre soy su esposa; y, si para conseguir lo dicho, me manda su reverensia que signifique los deseos que tengo a 4

capítulo, 'junta o cabildo de una comunidad religiosa' (ver DRAE, Aut). ' m. de reescrito. 6 partir, 'compartir, repartir' (ver DRAE, 3 a acep.). 7 m. asegura. 8 alcansar = alcanzar, 'conseguir, lograr' (ver DRAE, 7 a acep.).

4' acep.;

EDICIÓN CRÍTICA

267

la madre, aunque me sea muy fuerte cosa, por ver si así lo alcanso, me venseré, porque aún tengo tentasiones de quemar la cama y demás trapos; sólo así quedara como deseo, ya que no se me permite dar nada, y, deste modo, no incurriera yo en falta ni fuera en contra de la voluntad de la madre, y así le digo a mi Señor que, si es su gusto, lo permita: que se me queme todo, y asimesmo se lo he dicho a la madre una ves que 9 me dio el mal de corasón, que quedé fuera de mis sentidos. Vea, su reverensia, cuánto tiene esto de visio estremado o de tentasión, y avíseme qué debo haser; yo, a veses, presumo no sea arte de el Enemigo, esto para inquietarme y no conformarme con la volunatd de Dios como debo, pues, en ves de darle grasias de que, siendo10 tan perversa como soy, mueva los corasones a que me hagan bien, lo convierto en lágrimas de dolor, porque no hay ni me da lugar a tener qué ofreserle. En orden a lo que me escribió su reverensia de que buscaría alguna persona a quien dejarme reconmedada 11 , para que me socorrieran con dos pesos al mes, a eso le suplico a su reverensia que, si conose que éste ha de ser medio para que yo tenga correspondensias con personas del ciglo, y que sea presiso que manifieste mi gratitud con obras que me atrasen el tiempo a mis ejercicios espirituales, que me escuse su reverensia de esto, aunque apresio su buen deseo como si en la realidad poseyera yo el bien, ni se sienta su reverensia desto porque, por evitar lo dicho, aunque tengo parientes, no pobres como yo y que me atendían en el ciglo, no he dado entrada a sus ofertas y dádivas en la religión, por que no me usurpen el tiempo, que sólo lo quiero todo sin reserva para mi Dios, y así, aun del12 trato de mis hermanos, y padre que tengo vivo, me he procurado egsimir, y jamás los molesto en nada, que, si no fuera mandada, tampoco 13 les escribiera. Supuesto esto, no tiene lugar la prudensia de mi padre Manuel para sentirse de su hija, porque ella en todo es perversa, y más quiero pasar sin mate ni polvillo a costa de mis crujías en 9

m. q° q° tachada la segunda; a continuación, de corason está añadido entre

líneas. 10

m., al parecer, sinendo,

tachada la primera n; a c o n t i n u a c i ó n va subrayado

desde buscaría hasta al mes, y más adelante desde un grasias hasta lo dispone. " reconmedada = recomendada, c o n metátesis de nasal ( M e n é n d e z Pidal, 1962, gonze, gozne, § 67). 12

m. del el.

13

m. pampoco reescrito.

268

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

la salud, que manifestarlo ni a d e n t r o del monasterio ni afuera dél, pues es lo ú n i c o que nuestro Señor m e deja q u e poderle ofreser, de lo que le doy repetidas grasias que así se acuerda de mí, d á n d o m e a gustar estos tragos amargos a la naturalesa, que c o n u n grasias a Dios, hágase tu santísima voluntad, bendito sea para siempre el altísimo Señor que así lo dispone, esto solo basta para endulsar y sufrir con a m o r y pasiensia estos acasos; luego, padre m í o , p o r q u e si la Santa pobresa trae 14 consigo tantos bienes, p o r qué n o los abrasaré en m i corasón: sólo por evitar que la m a d r e n o m e diese el papel, c o m o m e lo da, para escribir, y p o r tener c o n qué c o m p r a r velas, para n o cojer las de c o m u n i d a d , p o r estas dos cosas selebraría que Dios, nuestro Señor, abriese algún c a m i n o que fuese favorable, libre de las pensiones dichas; pero, para estas dos cosas, con tres reales y m e d i o al mes tenía de sobra, y, pues su Majestad n o lo ha m o v i d o hasta aquí, el q u e yo pase estas dos crujías será su v o l u n t a d , y en ella m e complasgo ahora y siempre, y ojalá que en todas mis respirasiones, palabras, obras y pensamientos pendiera toda y o de sus divinos beneplásitos, t o d o para su mayor gloria, etcétera. Díseme su reverensia que imite a m i Santa M a d r e en las virtudes: ojalá, padre, que yo, en todas la[s] 15 que ejersito en esta vida, pudiera seguir sus güel[l]as 16 , que, c o m o esto n o perjudica la salud ni es en contra de la religión, yo las hubiera puesto p o r obra días ha; y así, para lo que yo pedí lisensia f u e para ver si podía actuarme en las p e n i tensias, que esto, c o m o pende, con la gracia de Dios, de alentarse y tomar una resolusión generosa, c o n c u r r i e n d o a esto los grandes deseos que su Majestad se digna de i n f u n d i r a mi alma, por esto lo propuse, que mi suma tibiesa e inconstansia n o es para emprender cosas de tanto peso. Dios resiba mis deseos y le alumbre a su reverensia lo más conveniente. Por ser grande el consuelo que resibo en 1er los papeles q u e me escribe su reverensia, días ha que se m e está ofresiendo no lerlos luego que llegan a mis manos; n o sé si ésta es inspirasión o tentasión para traerme inquieta, llenándome de temores p o r n o haber cooperado hasta aquí con esta inspirasión, y, si lo es, comútemela en otra cosa, que en este p u n t o jamás me párese tener espera, y si n o lo halla c o n -

" m . trahee ( c o m p . notee, e n carta 13, n.). 15

m. la.

16

m . guelas.

EDICIÓN CRÍTICA

269

veniente el dispensármelo17, dígame cuánto tiempo pasaré sin 1er sus cartas de su reverensia. El ofisio parvo18 de nuestra Señora tiempos ha que no lo reso, porque oí desir que venía quitado, que todo ofisio en latín no se resase, menos que fuese por el breviario, y, como yo no tengo breviario, sino que lo resaba en unas horitas impresas en Amberes, que esa[s]19 son las que vineron 20 mandadas recoger por la Santa Inquisisión21, aunque lo tengo de memoria, no lo reso por el temor que tengo de incurrir en alguna falta, por ser aprendido de ese librito, aunque todo el ofisio está conforme como está en los breviarios dominicanos, ni más ni menos, que ya yo lo tengo revisto22; dígame qué debo haser, que estoy suspensa hasta saber la voluntad de su reverensia. Dios, nuestro Señor, guarde a su reverensia muchos años, lleno de su santísimo amor. Hoy domingo 28 de julio, etcétera, 1765. Va apuntado todo lo que me quedó ayer por desir, menos una cosa que, en cuanto quise escribirla anoche, hasta ahora no he podido dar ni con la espesie de ella.

17

m., al parecer, disperarmelo, confusamente reescrita r en s, y añadida la n entre

líneas. 18

ofisio (= oficio) parvo, «el que la Iglesia ha establecido en honra y alabanza de Nuestra Señora, semejante al cotidiano de los eclesiásticos», DRAE, s. v. oficio. Este oficio está basado en los salmos del Breviario. 19 m. esan, que parece tratarse de un mero error de sustitución por atracción de la nasal de la voz contigua (comp. informen, carta 4, n.). 20

vineron = vinieron (comp. quisere en carta 15).

21

Los libros de horas, entre otros libros de oraciones y espiritualidad, fueron considerados sospechosos de albergar tendencias erasmistas, reformistas y supersticiosas. La condena a los libros de horas en España recayó con tal peso (por el índice de Valdés de 1559), que casi no se hallan ejemplares de la época impresos allí, con la clara excepción de Barcelona. Amberes, por su parte, era centro de mucho prestigio en el mercado de la imprenta, y lugar donde la reforma protestante luterana gozó de gran aceptación, como en todos los países bajos (Colomer, 1998-1999, pp. 127-135). 22

revisto, 'examinado, registrado' (ver DRAE,

s. v. rever).

s. v. rever, 2' acep.; Terreros, 1987,

CARTA 2 3

Jesús sea nuestra guía1 Mi padre, en nuestro Señor, muy amado: Resebí la suya y confieso que su contenido me ha sacado de varios ahogos: Dios le premie su caridad, consediéndole todo lo que le suplico a su favor; le pedí el papel a la hermana Nicolasa y, cuantas veses he empesado a lerlo, no lo he podido acabar, porque eso es cosa de voltear: las veses que he leído algo, me ha dejado herido el corasón, hinchada la tabla del pecho y ahogo en la respirasión, y cada punsada párese que un hierro ensendido me penetra por todas partes y me hiere con gran violensia, causándome estremado dolor; y estos mesmos efectos causan otros: versos2 que tiempos ha que hise yo, deseosa de padeser, en los cuales tengo mis delisias, y se los remito para que vea si en mi suma inconstansia conviene que me actúe en ellos, y otros afectos al mesmo fin, los que no le remito por ser dilatados y no embarasarlo. Padre mío, ya tenía esto escrito cuando me avisaron a la tarde que su reverensia estaba aquí, y pensé tener algún rato para hablarlo, por esto suspendí; y así, pues Dios me privó deste consuelo, digo a lo que me manda, que le respondo 3 que he hecho las orasiones, súplicas y novenas al santísimo corasón de Jesús, a la santísima Vi [r] gen 4 de la lus 1

E n folio aparte del texto, va la siguiente anotación de letra del padre Alvarez, en que junta los temas de dos cartas distintas (23 y 25), c o m o ya h e m o s visto en otros casos: Amor a la pobreza y ansias de padecer, con unos versos que compuso, y de imitar a su Santa madre como se le mandó, [y agregado entre líneas:] V i o la fiesta que en el Cielo se le hizo. Y la grande obediencia a la prelada y los favores que por esto recebía de Dios. 2 m. bersos bersos, añadido entre líneas, y tachado el s e g u n d o que se quiso insertar tras tiempos. 3

m. Responde reescrito.

4

m. Vingen. Seguramente, error de sustitución por atracción de la nasal final, facilitado por la alta similtud de los ductus de ambas grafías. D e j a m o s constancia de la forma, dada la equivalencia acústica histórica de líquidas y nasales ( M e n é n d e z Pidal, 1%2, § 72 5 ).

272

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

y a mi Santa Madre; mas, yo me hallo en un ser5 en la desconfiansa por lo que a mí toca, pero no por esto dejo de confiar en aquel Señor que es la suma fortalesa para los flacos como yo; en esta suposisión, no se minora las ansias de imitar a mi amantísima Madre, pero son indesibles los temores que me hasen dolorosa guerra; por fin, yo vivo mártir por todos caminos, por lo que estoy suspensa en todo y me dejo en la disposisión de su reverensia a que disponga de mí lo que sea de mayor gloria para Dios, nuestro Señor. Luego que leí la suya, oí unas palabras allá en lo interior de mi alma, muy legibles, en que me desían 6 : «dile a tu confesor que conviene, para la mayor gloria de Dios, el que me imites», y estas palabras se me dijieron repetidas veses, sin variar, representándoseme a la mente, que párese mi Santa Madre me las desía, y que allí la tenía presente; yo he procurado desvaneserlo de mi memoria, atribuyéndolo a engaño del Enemigo, y así le he pedido con lágrimas a nuestro Señor que ordene las cosas, según fueren de su agrado; yo temo no sea esta empresa nasida de un fervor visioso y por arte diabólico, porque, si esto fuera de Dios, viniera con pas y quietud, no con tantas tribulasiones a mi alma, tanto, que me causa arrepentimiento de haberle descubierto mis deseos, pues mi tibiesa no es para tales empresas; bien conosco que a mí sólo me conviene humillar mi gran soberbia, llorar mis culpas y clamar a Dios por el perdón de mis delitos, pues lo que yo pretendo en mi loca y vana presunsión sólo se reservó para las que son santas desde sus tiernos años y colmadas del divino amor; pero yo, infelís pecadora, qué cosa favorable puede esperar la que no cabe ni aun en el mismo infierno, pues sus tormentos son leves para quien ha ofendido a Dios como yo e infa[m]e 7 . Y esto no lo atribuya su reverensia a humildad -ojalá no fuera cierto-, pero mejor me conose su reverensia que lo que yo puedo esplicar; y, volviendo a nuestro punto, me párese que lo pidamos más a nuestro Señor, que en resolusiones prontas está más probable el yerro; pero en todo me dejo en su voluntad.

3 en un ser equivale aquí a las expresiones en ser, en su ser, y tiene el valor contextual de 'completamente, enteramente' (ver DRAE; Terreros, 1987, 5. v. ser). 6 m., al parecer, dedian, confusamente reescrito; va subrayado a continuación desde dile hasta me himites. 7 m. infave, probablemente error de sustitución por atracción del contexto gráfico (comp. motimos, carta 4, n.).

EDICIÓN CRÍTICA

273

Por si acaso no nos viéremos más, le suplico que ni en esta vida ni en la otra 8 se olvide su reverensia de clamar a Dios por su pobre Dolores, que yo seré fiel y constante en perseverar, como hasta aquí, hasta la muerte; y, si tiene su reverensia algún papel mío en ser, junto con éste le suplico le pegue fuego, que somos mortales y no sabemos quién irá primero de los dos, y yo no quiero que letra mía salga a lus ni pase a otras manos; que harto vasilo en el desamparo que quedo y lo que me es presiso escribirle, por el peligro que puede haber en que se pierdan las cartas, por 9 lo mucho que yo escribo para la comunidad, pocas personas hay que no conoscan mi letra10: Dios lo remedie, pues así lo dispone y dé fuersas para resisitir a tantos combates y asaltos del Enemigo; y, el pensar este desamparo y separasión de su reverensia, es una de las tentasiones que me hasen fuersa para retroseder de las ansias y deseos que ya sabe su reverensia, y por esto me párese que no convendrá ni será voluntad de Dios, quien guarde a su reverensia muchos años como le suplico, etcétera. Van los versitos que apunté arriba. Consédeme el padeser en el grado superior, y que esto sea sin mengua: no haya límites, mi Dios. Padeser y no morir, éste es mi mayor plaser; porque te siga gustosa, consédeme el padeser. No me niegues el penar, ni el más aserbo dolor: viva y muera atormentada en el grado superior. Hambre y sed de padeser, pretendo, mi Dios, sin treguas: 8 9

10

m. otras. m.porp'.

Efectivamente, el libro de profesiones y otros documentos antiguos del convento trae muchísimos escritos oficiales con la letra de sor Dolores, como su propia carta de profesión y la de otras religiosas de la época.

274

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

oye y cumple mis clamores, y que esto sea sin mengua. Vengan cruses y tormentos, desconsuelos y dolor, persecusiones y penas: no haya límites, mi Dios. Por este camino quiero seguiros en dulse unión; deja el goso y el consuelo para la eterna mansión.

CARTA 2 4

Jesús sea nuestra lus1 Mi padre, en nuestro Señor, muy 2 amado: Veo lo que me dise su reverensia en el suyo, y digo, a las preguntas que me hase de que 3 si lo que veo o conosco es intelectual o interior, o sólo imaginaria la visión, respondo que todo es representado al entendimiento, y que, en todo lo que llevo escrito, así en lo pasado como en lo presente, no he visto nada con los ojos del cuerpo: todo ha pasado en el interior, sin que haya tenido parte la imaginasión, antes sí es cuando menos trabaja, y asimesmo no tienen parte los discursos y menos entrada los pensamientos y todo está como en calma; sólo la voluntad es la que se desplaya, así para con Dios como para con los prójimos, con grandes ecsesos de amor y unión de caridad, sin que cosa alguna me pueda apartar de Dios, de modo que puedo asegurar con verdad: o que su Majestad está del todo en mí o que yo estoy del todo en su Majestad, ni hay desigualdad en la voluntad, porque párese una con la de Dios; y así, después que esto pasa a mi alma, es grande la resignasión así en lo próspero como en lo adverso, y tan apasible es para mí lo amargo como lo dulse, y tan suave lo dulse como lo amargo. Y en esta conformidad persevero varios días después que hay alguna comunicasión de Dios a mi alma, y esto mesmo esperimento de el modo dicho, aunque lo que pasa en el interior no me arrebate del todo los sentidos, sino's que queden como suspensos, sin aquella libertad para actuarse en ellos, y así, aunque puedo usar de ellos, es con trabajo, lo muy lísito y sumamente presiso; otras veses, es tal el 1 En el anverso de un folio que sirve de sobrescrito, de mano del confesor, va la siguiente anotación que parece corresponder a esta carta: Excesos de amor y deseos de hacer y padecer por nuestro Señor mucho. Y más abajo, de letra de Dolores: Al muy reverendo padre Manuel Alt/ares, guarde Dios muchos años, etcétera. De conciencia. 2 m., en el borde superior de la hoja, ojo, de mano extraña. 3

m., a continuación, va subrayado desde si lo q° veo hasta bision.

276

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

arrebatamiento, que queda mi cuerpo como muerto, sin movimiento ni acsión vital en los sentidos; unas veses susede esto en la orasión y otras en cualquiera ocasión, parte o lugar; hay ocasiones que viene la lus de repente, como rayo que me penetra el alma y4 corasón, y me deja en un apasible desmayo del cuerpo, anegada toda mi alma en el mar insondable de la bondad de mi Dios. Cuando esto viene con tanta violensia, no hay resistensia en lo humano, porque entra el poderoso Señor como dueño absoluto, sin que ni los sentidos ni potensias puedan resistir a su soberanía y imperio, antes sí todo se rinde a su poderosa vos y llamamiento; aquí es cuando empiesa a comunicarse su Majestad tan íntimamente, con tal sertidumbre, lus y conosimiento, que no hay la menor duda de que es Dios el que opera en la criatura; la lus y claridad con que se conosen sus infinitas perfecsiones se persiben mejor y con más provecho y mejoras 5 en el alma, que lo que se puede adquirir por notisias humanas, aunque sean de mucha siensia las criaturas con quien se trata; ni aun en los libros se encuentran notisias de lo que allí se le manifiesta a la alma y conose, sin que jamás se borre de la memoria, con grandes ansias de padeser y morir por el que así nos ama. Otras veses no es con tanta violensia el arrebatamiento de los sentidos, sino's que, en empesando su Majestad a comunicarse a mi alma con alguna lus sobrenatural de sus infinitas perfecsiones, va poco a poco entorpesiéndose los sentidos, como si se fueran adormesiendo; y así, ni del todo estoy en ellos, porque cuando esto viene así, párese que estoy gosando de un apasible y dulse sueño en los brasos de mi Dios y Señor: aquí puedo abrir y ser[r]a[r]6 los párparos, oigo y tengo algún movimiento en el cuerpo, pero todo es con suma violensia, porque no estoy para nada, y sólo la vos de la obediensia o la caridad para con los prójimos, si algo me nesecitan, me hase ir contra las corrientes, y, aunque ocurra a los casos dichos, no por esto se suspende lo que le está pasando a mi alma, antes cí persevera este día y aun los siguientes en el modo dicho, sin disminusión; antes sí suele creser de punto, porque todo lo que veo7 o oigo suele ser insentivo avivar más la llama que tan divinamente y con tanta suavidad está afervorisando y quemando mi alma; aquí suelen venir abundantes insendios de amor, de modo que 4

m., al parecer, in, tachada la n. * m., a continuación, q° tachado. 6 1

m. seras. m. q" reescrito.

EDICIÓN CRÍTICA

277

todo es arder; en las operasiones del cuerpo, no se atiende 8 más que a la mayor gloria de Dios, deseando que le conoscan, sirvan y amen todas las criaturas; el conosimiento propio es muy vivo, que no da lugar más que para aniquilarse en mi miseria, conosiéndose indigna aun de ser ultrajada y pisoteada de los demonios; el castigo de las culpas párese poco que se comute en los tormentos del infierno, porque es mucho el sentimiento que tengo al ver mis ingratitudes y mala corresponde[n]sia 9 ; aquí es tal el dolor de las ofensas hechas contra la bondad de Dios, que me quisiera anegar toda en lágrimas: en este caso son tan tiernas y abundantes, que no hay cosa que las atempere, antes cí, mientras más lloro, mis pecados y los que se han cometido en todo el mundo me causan tanto dolor, que párese que con espadas de muchos filos traspasan mi corasón, y esto me mueve más y más a pedir a los Cielos agua para lavar tantas manchas, y a mi Dios lágrimas, para llorar tantas culpas y borrar tantas ofensas; y esta súplica10 suele ser mi continua jaculatoria, y es muy grande el odio que se me entraña a la culpa, que muriera millares de veses y pasaría gustosa por los tormentos más aserbos, por recuperar todas las ofensas que se han cometido en lo pasado y presente, y quisiera que ya nunca jamás hubiera criatura tan ingrata como yo; y aquí se queda mi alma admirada de la bondad infinita de Dios, que tanto me ha sufrido y esperado. A penitensia aquí, para mí y todos mis prójimos, pi[d]o n perdón de lo íntimo de mi corasón. Padre mío, ya queda obedesido su reverensia en las preguntas que me hase en el suyo; si no queda satisfecho en lo que esplico, no es culpa de mi voluntad, sino's poner sólo lo que alcanso a conoser, y así me esplico lo más claro que puedo para que no tropesemos, ni me queda más por esplicar en orden a todas las cosas que han pasado en mi alma. A lo que me dise su reverensia de que no haga mucho caso destas cosas, digo que hago tan poco juisio de ellas que, si no fuera por reselar engaño del Enemigo, no las comunicara y jamás las trajiera a la memoria para escr[i]birlas12; y antes, si no sólo no13 las creo,

8 9 10 11 12 13

m. atiendas, parcialmente tachado y enmendado entre líneas. m. correspondesias. m. suplicas; luego, jaculatorias. m. piro en error de sustitución por atracción de la sílaba siguiente. m. escrbirlas. m. nos.

278

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

pero14 casi me persuado a que son ilusiones y engaños, y así, jamás he dado grasias a nuestro Señor por esto que ha pasado a mi alma, porque en este camino no goso de pas ni sosi[e]go15, y todo para mí es sospecha y temor y un continuado reselo de mi mesma. Si le párese a su reverensia no escribir más de lo que puede sobrevenir en lo futuro, alsaré el corasón a Dios de plaser, porque no me venso poco en comunicar estas cosas, y es grande la repunansia y vergüensa que siento, y no hay ves que las escriba que no sea con lágrimas, porque mal se compadese tanto favor con tanta ingratitud; que si esto fuera de Dios, sólo anhelara a lo bueno y no fuera tan perversa como soy, que esto sí es verdad y lo demás, no. Dígame, su reverensia, por qué libros me gobernaré en todo el tiempo que me faltare su reverensia; a mí me tira y alienta mucho el 1er vidas de santos, pero, porque las mujeres somos aprensivas, y no se me vaya a ofreser que lo mesmo que a ellos pasó me susede a mí, por esto rehuso lerlos, y más cuando han tenido muchos arrobamientos, éxtasis, etcétera; y así, desde que esperimento lo que ya sabe su reverensia, que va para qui[n]se16 años, he dado de mano en 1er vidas de santos, porque no me arme alguna trampa el Enemigo, que yo soy muy boba y no le costará a él ningún trabajo; si esto es tentasión, avíseme, y qué debo haser. Más ha de un año que me siento con grandes ansias de imitar la vida de mi Santa Madre, y, conosiendo que es más para admirada que para imitada, he depuesto mis deseos; pero, con todo, no se menoscaban en mi voluntad y sólo me ha contenido lo dicho y ver mi inactitud17 para empresas tales, y, por estas rasones, no lo he propuesto a su reverensia, paresiéndome resabio de presunsión y soberbia aun el pensarlo y proponerlo. Para no quedar con esta espina en mi corasón de que no se lo comuniqué, se lo digo ahora, para que vea qué hay en esto: si es del Enemigo estos deseos o de Dios, y qué haré, y si no lo halla conveniente el que yo ponga por obra lo propuesto. Déjeme instruida en las penitensias y mortificasiones, y el tiempo que he de dormir y a la hora que me he de levantar a la orasión, y cuántas horas he de tener al día de orasión y cuántas a la noche, y 14 pero, «sino (para contraponer a un concepto negativo otro positivo)», i ' acep. 15 m. sosigo, de la que dejamos constancia (Oroz, 1966, hirve, hubisé). 16

m . quise.

17

inactitud ~ inaptitud

( c o m p . acta, e n carta 2 0 ) .

DRAE,

EDICIÓN CRÍTICA

279

cuántas horas reservaré de mis ejercicios espirituales para trabajar; hablo en suposisión de que me dé lugar las ocupasiones de obediensia y comunidad: para todo esto, le suplico me deje reglas siertas para proseder con asierto, esto es, si puede escribirme, que yo no tengo ánimo de tratar con ningún padre: por esto lo molesto; perdóneme, y le suplico no ande piadoso en este punto, que Dios proverá de fuersas, a proporsión de los deseos que infunde a mi alma de haser y padeser más y más18, por su amor y por su mayor gloria con esto, si por mis enormes delitos me priva de su vista y me soterra justamente a los abismos; aquí y allá tendré el consuelo que le he deseado servir y amar, sin sederme ni rendirme a todos los santos y santas en mis ansias y voluntad, porque mis deseos es no parar un instante ni contentarme con poco, y ojalá que a costa de mi sangre y aun de mi mesma vida, y millares que tuviera las diera gustosa, a fin de poder redusir a todo el mundo de las almas que en él han vivido 19 , hay y habrán, y aun a los presitos y demás enemigos, que se estendiera en todos estas ansias y deseos junto con muchas obras heroicas, todo a fin de su mayor gloria; sólo así quedara satisfecha, y, aunque yo fuera a padeser por todos a los profundos abismos, que sabiendo que Dios, mi Señor, era amado y servido de todas sus criaturas, sin eseptuar ninguna, fueran gloria para mí los tormentos, pues sólo la pena que padesco es no conseguirlo del modo que merese 20 ser mi Dios amado. Son tan íntimas mis ansias y tan tiernos estos sentimientos, que en estas súplicas y ofertas que hago de mi mesma por conseguir lo dicho, que me suele poner a los últimos estremos de la vida y paso bastante tiempo con agonías de muerte, que me párese ya es la hora llegada, y, cuando por casualidad me han visto, se ha llamado médico, y siempre me han hallado sin pulsos, como ahora, de escribirlo: sólo por lo que coopera mi voluntad con lo que escribo, y por la inhabilidad que veo para conseguirlo, me siento con axcidentes de muerte o presión en el interior, sin aliento en la respirasión y temblor y desmayo en el cuerpo, que casi no atino a escribir. Dios se cirva de todo, amén, amén, amén. Ya no puedo más, padre mío, y en este punto aún me quedó mucho por esplicar, porque mis ansias no tienen fin, porque 18 19

20

m., a continuación, p' p', tachada la primera. m. anbivtdo, añadida entre líneas una a tras an. m., al parecer, meresco, tachado seo, y añadido se entre líneas.

280

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

este fuego que me abrasa es sin segundo, y ojalá que estas llamas se penetraran hasta los güesos y me convi[r]tiera 21 en senisas en consecusión de lo espresado. Vea, su reverensia, cuánto tiene de visio o estremo, o si hay algo que moderar en lo que va escrito en esta plana; yo presumo no haya alguna falta de conformidad con la voluntad de Dios y que el no conseguirlo me chuse22 estas enfermedades que apunto al fin, cuyos quebrantos me dejan inhábil para la penitensia y mortificasión, por lo que temo no haya alguna tentasión; por esto se lo espreso todo, para que se entere bien su reverensia. Remítole 3 dosenas de biscocho para el camino: perdone, su reverensia, la cortedad, que su pobre Dolores pidió lisensia para aviar a su padre de otro modo, y no sólo me la negaron, sino que me dijo mi buena madre, como que tan conosida tiene a esta mala hija, que era una soberbia, que me humillase, que quien estaba sujeta a la providensia había de sujetar su voluntad; de todo se sirva el que así lo dispone, a quien le ofresco mi mortificasión.

21

m . conbintiera, s e g u r a m e n t e p o r atracción de las nasales del c o n t e x t o gráfico (comp. Vingen en carta 23, n.). 22 chusar = chuzar, «punzar, pinchar, herir», DRAE, de etimología incierta. Es la única ocurrencia de la voz en el Epistolario y resulta aceptable su uso c o m o metáfora; el valor contextual es, p r o p i a m e n t e , el de 'acarrear, conllevar'. T a n t o chuzar c o m o chuzo y chuza tienen amplia divulgación americana ( D C E C H ; Moliner, 1953; M a l a ret, 1946, s. v. chuzar).

CARTA 25

Jesús sea nuestra lus y guía Carísimo padre mío y toda mi estimasión en nuestro Señor: N o quiero omitir el saber de su salud por ninguna vía que se me proporsione, y así remito ésta con el padre Tapia, aunque supongo irá su reverensia caminando todavía; de todos modos resebiré particular consuelo que su Majestad le conseda perfecta salud, y que llegue a esa ciudad con toda felisidad1, y en ésta se mantenga hasta que logre el verlo por acá, que ya quisiera ver cumplido el plaso; que en tales lanses como el presente, sólo el poder de Dios puede haser el que quepa resignasión, que es presiso por instantes sacrificar2 mi voluntad en la de mi adorable Señor, para que se haga pasadera tan amarga pildora; todo sea por su amor y a mayor gloria de su Majestad. Yo, grasias al Señor, quedo alentada y siguiendo la comunidad, y también la empresa que su reverensia sabe, sin novedad alguna, aunque todavía no podemos cantar vigtoria, porque sigo hasta lo presente el consejo de su reverensia, que fue empesar por lo menos arduo; y, para dar prinsipio en el todo, quiero entrar a ejercicios en estos días, antes que se acabe este mes de septiembre, para que vamos 3 con asierto en todo, aunque los temores que me han ocasionado esta empresa no sesan; pero fío en aquel Señor que es fortalesa de los flacos como yo, que, si es espíritu de Dios el que me anima los deseos, dará esfuerso y gras[ia]4 para proseguir hasta el fin; pero, si es espíritu maligno el que me impele a emprender lo que puede serme nosivo de todos modos, para atrasar más mi salud y destruirme las fuersas para servir a la reli' felisidad = felicidad, 'buena fortuna, buena suerte' (ver m. sacrificar sacrificar, tachada la segunda. 3 vamos por vayamos. Estas dos formas del verbo ir son, subjuntivo, y desde antiguo existió cierta confusión entre prevalecido hasta hoy en diversas zonas de Hispanoamérica península (Kany, 1969, pp. 215, 216).

DRAE,

3 a acep.; Aut).

2

4

en su origen, formas de ellas; esta confusión ha y más escasamente en la

Enmendamos la lectura en el borde deteriorado de la hoja.

282

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

gión y finalisar en este trabajo los días de mi vida, ¡qué será de mí, padre mío!, ¡qué ruina de alma y cuerpo tan lamentable! En estos dos estremos no hallo cosa que me sea favorable; esto es lo que más me atormenta: el no saber si en esto hay alguna trasa o engaño del Enemigo; por otra parte, me intimida el que si es o no' voluntad de Dios el que lo ponga por obra, haber perdido tiempo en estos reparos y no poderme resolver del todo, por estar en esta perplejidad: en si es voluntad de Dios, si será de su mayor gloria, o si será tentasiones del Enemigo para desbarrancarme del todo; esta es una continuada guerra que me atormenta a todas horas. Dios dé lus y asierto, y alumbre a su reverensia lo que hay en esto; que, hasta que me diga con sertidumbre que es voluntad de Dios y que será6 para su mayor gloria, entonses cí, aunque pensara morir en lo emprendido, esta fuera mi mayor gloria, aunque padesiera penas de infierno, que, en lo que padese mi interior en estas cosas, ¡no, no, no!, espero penas mayores que no son para esplicadas, y sólo digo que, como mi suma malisia egsede a todos los enemigos y pecadores del mundo, por esto mi Dios y Señor, como tan misericordioso, me antisipa el infierno para libertarme del otro que justamente meresco por mis delitos. Déjame mandado su reverensia que cada mes le dé cuenta en el punto que llevo dicho: yo haré todo lo posible, cuanto esté de mi parte, por obedeserle; pero le aviso que, aunque sea mi voluntad invariable en orden a pender toda de las órdenes que su reverensia me deja, a este peso se esmera todo el infierno a ponerme atajos para todas partes, y muchos más en mi interior, poniéndome muchas rasones por donde procura arrastrarme con gran violensia a lo contrario; pero, con la grasia de Dios, todo se venserá. Díseme su reverensia en el último papel que resebí suyo que, independiente de lo que está apuntado, le he de dar cuenta aparte de las otras cosas que pasan a mi alma; yo lo procuraré cuando esto suseda, pero más quisiera que suspendiera su Majestad este camino y variara en otro menos sospechoso, hasta tener a su reverensia por acá de asiento, porque ni yo me podré esplicar tan individualmente, como hasta aquí lo hecho, por el peligro que pueden correr mis cartas de aquí allá, y así le advierto que me esplicaré sólo de modo que su reverensia me entienda. Y digo que el día 30 del pasado tuve un día trabajoso para el 3 6

m. su reescrito c o m o o no, y luego, de £> está añadido entre líneas. m., a continuación, de tachado.

EDICIÓN CRÍTICA

283

cuerpo, aunque muy felís para mi alma, porque, desde que comulgué hasta las onse, se me convidó a que asistiese a la festividad que corresponde a el día ya dicho, y, al mismo tiempo del convite, fui llevada con violensia, que no cupo en mí resistensia: gosé de las fiestas que se le hisieron a mi amantísima Madre, fui nuevamente elegida por su dilegtísima hija, hísome muchas carisias, me infundió grandes esfuersos para lo emprendido, alentóme a que no temiese, que siempre estaría propisia en mi defensa. Paresiome muy bien esta ciudad y sus moradores; tuve una envida7 Santa de lo que gosaban; conosí que mucho más que se hubiera padesido por gosar de aquel objeto tan amable, era nada en comparasión de la dulsura que esta presencia ocasiona: goso, pas, alegría, etcétera. La música embargó mis sentidos en un mar de dulsura; el vino que se dio en las bodas 8 fue tan agtivo, que con apasible suavidad, mansamente, me embriagó, que por 3 días me trajo por los suelos; volví tan favoresida de las personas que allí moraban, que me fue muy sensible el separarme de su amable vista y trato, y me condujieron a mi casa con nuevos alientos y bríos, a emular y poner por obra los trabajos más aserbos, sin reparar en tropiesos, para seguir sus güellas hasta conseguir el fin deseado, que es la mayor gloria del Autor de todas las cosas, aunque fuese a costa de mil vidas9. Los demás afectos y efectos y deseos de la voluntad y egsesos de amor en que se abrasaba, fueron, según le tengo espresado a su reverensia, sin variar rumbo. N o le di parte desto a su reverensia cuando esto pasó, porque la obediensia me tuvo embarasada en haser flores para la fiesta de mi Santa Madre, y sólo ahora pude escribir. Después, ha acá han 7

envida = envidia, con monoptongación analógica y vulgar: la forma de la voz está recogida por Cuervo, 1953-1994 (s. envidia); reaparece más adelante en el Epistolario. El uso de Santa calificando voces como está tiene precedentes en Santa Teresa: estas virtudes...

que santamente envidies; también una expresión c o m o santa locura, utili-

zada por Sor Dolores en carta 47 ( Vocabulario, s. v. envidiar y locura). 8 boda, 'fiesta, banquete' (ver DRAE, 2" acep.). La boda aquí referida tiene también, implícito, el valor de 'unión, enlace místico'. 9 En este pasaje sor Dolores describe una experiencia extraordinaria, de modo que sólo el confesor pueda entenderle — c o m o se advierte pocas líneas antes—; en él se manifiestan efectos del desposorio místico o estado de unión, totalmente coincidentes con los descritos por Santa Teresa en Moradas, como son «el fortalecimiento corporal derivado del 'vino' de la bodega del Amado», y, el más importante de todos ellos: «que nazcan siempre obras, obras, en servicio de Dios y del prójimo, aunque cueste la vida» (Serés, p. 31; «Prólogo», Santa Teresa, Descripción de la experiencia).

284

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

habido 10 algunas comunicasiones de varias perfecsiones divinas con lus sobrenatural, y se ha seguido grandes creses en el amar, que todo se ha redusido a fuego la voluntad; y ha resultado desto, cuando así ha pasado, sentirme con agsidentes de muerte, que a veses, según me siento, presumo ser la hora llegada en que finalise mi destierro; ¡oh, si muriésemos todos deste tan felís agsidente! En lo presente, me hallo con grandes ahogos y penas, porque deste estremo se ha pasado a otro aonde en nada hay consuelo ni seguridad; todo es un disvarío: la voluntad, la orasión, batallar con muchos enemigos; la pobre alma está acoquinada y sin bríos, ni vuelvo a parte alguna que halle aonde guareserme; no hallo más refugio: aniquilarme en la presensia de mi Señor, que así lo dispone por mis deméritos; aquí es tan vivo el conosimiento propio, que todo lo referido me párese nada en comparasión de los castigos que meresen mis delitos, y así son11 muy sin medida las lágrimas que me ocurren; y lo cierto es, padre mío, que si en tales lanses no hubieran estos ahogos, reventara mi corasón, porque es mucha la opresión que en [es]tos12 acaesimientos hay, y sólo deste modo tienen algún consuelo mis penas; pero, cuando nuestro Señor todo lo niega y no hay refleja13 para cosa alguna, no tienen comparasión mis penas. Ha que estoy así muchos días ha, y todo se me agrava mucho14 más, viéndome en el desamparo que he quedado sin el sirineo de su reverensia; se me hasen de insoportable peso todas las congojas de mi alma. ¡Ah!, padre mío, qué diremos de los designios de Dios en sus criaturas, que casi falta el ánimo para conformarse con su voluntad. Después de estar en el trabajo dicho, se ha seguido gran persecusión de las criaturas, y más en espesial de las que yo he procurado del modo posible su bien, así en lo espiritual como en lo corporal, y esta persecusión ha sido en cosas de bastante peso, que me son bien sensibles; a esto se sigue que todo el infierno concurre a traerme rasones 10 Existen hasta h o y construcciones temporales c o n uso duplicado de ha e n H i s panoamérica, generadas por la confusión de los verbos haber y hacer; la fórmula se repite pocas líneas más adelante en la misma carta, y también en cartas 4 2 y 57 (Kany,

1969, pp. 2 6 2 - 2 6 4 ) . " m., a continuación, al parecer, asi tachado. 12

m. entos.

13

refleja, 'reflexión, consideración intelectual' (ver DRAE,

aceps). 14

m . muchos.

s. v. reflejo, 2 a y 10 a

EDICIÓN CRÍTICA

285

por donde debo procurar mi defensa. ¡Válgame Dios, padre mío, y qué guerra no hay entre la naturalesa y la gracia!: todo el poder divino es nesesario para venser al Enemigo que en mí mesma hallo, que estoy peor que todos ellos: qué de odios, aborresimientos, qué deseos de vengansa, de quitar la habla, de huir su trato, de cooperar a su mal, de negarles todo bien; en una palabra, más que a todos los enemigos párese que las aborresco; yo reviento porque así no sea, pero al cabo, mucho se pierde más que se logra; y, sobre todo, lo que más me duele son las ofensas de Dios que de aquí resultan por lo que a mí tocan, que yo en las demás no conosco culpa, porque todo esto es justo que así lo hagan, para que se humille mi soberbia. Nuestro Señor les corresponda el bien que en esto me hasen; y así le suplico que tanto cuanto me es de sensible lo que contra mí hasen, les multiplique su Majestá de dones y grasia en su alma, para que así le sirvan con más perfecsión. Y sea toda la gloria de Dios, quien guarde a su reverensia muchos años lleno de su divino amor. Deste monasterio de nuestra madre Santa Rosa de Santa María, y septiembre 20 de 1765 años. Muy reverendo padre rector, besa los pies de vuestra reverensia, su más rendida cierva que en el Señor le ama de corasón, sor Dolores 15 , etcétera.

15

La firma de la autora, que en muchas cartas no figura, aparece aquí como una rúbrica abreviada con trazos muy gruesos sobrescritos, que parecen querer encubrirla; en varias cartas sólo figura una D., y, en las menos, firma con el nombre completo.

CARTA 26

Jesús sea nuestra lus Mi padre, en nuestro Señor, muy amado: Mucho deseo saber de su reverensia, si ha llegado con felisidad; también resebiré particular conzuelo si su Majestad le consede cumplida salud, la que insesante pido a nuestro Señor, junto con lo demás que me dejó recomendado, deseando sus mayores aciertos, a mayor gloria del altísimo Señor y a favor de ese colegio. Yo, grasias al Señor, me mantengo en pie y siguiendo la comunidad, aunque bien colmada de quebrantos, pero estos, aunque padese el cuerpo, no me son tan sensibles como los dolores, penas, tribulasiones, congojas y tinieblas que atormentan mi corasón y mi afligida alma, pues por todas partes me hallo acosada de penas, de temores, de desconsuelos. ¡Oh!, qué bien se está cumpliendo lo que su reverensia me advirtió, que párese todo el infierno se ha convocado en mi contra para haserme guerra; y así, cuanto puede imaginarse, tanto me atormenta, pero lo que más me oprime son las ofensas a Dios que desto redunda, por cuyo motivo veo perdido este gran tesoro del padeser; si esto recayera en otro espíritu, fervoroso y constante, ¡válgame Dios!, y cuántas medras atesoraría en su alma; pero en mi tibiesa e ingratitud y deslealtad, todo va, padre mío, perdido, si el todopoderoso Señor no lo remedia; yo no puedo más1. Padesco, pues, grande oposisión a todo lo que se me manda, horror a todo lo qu'es obedeser; a esto acompaña proponérseme en el entendimiento variedad de discursos y rasones, por donde casi creo que aquello no está, según rasón, bien ordenado; párese que la voluntad abrasa creyendo todo lo que ocurre a la imaginasión; esto me mueve a faltas de caridad para con las superioras, y casi me pone esto en términos de crer que operan por pasión que por rasón, y que todo es nasido de antipatía o poca cordura, otras muchas más rasones con variedad, ' m . todo poderoso S" no lo Remedia yo no puedo mas va s u b r a y a d o .

288

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

ofresimientos a la mente que no sé esplicar; ¡válgame el Cielo!, y qué será la batalla que siento para deponer esto y atrepellar por todo y haser según el espíritu de Dios lo que debo; de sólo pensar el poner por obra lo que se me ordena, me tiembla 2 el cuerpo, toda la naturalesa se me conmueve para reprimir esto en el interior, para que no se conosca en las agsiones que me cuesta lo que no es desible; al fin, se va reventando contra la corriente con tal tedio, repugnancia, odio y aborresimiento, que casi retrosedo; y, si lo hago lo que se me manda, es con millares de faltas, así en la cosa mandada como en faltas de caridad para con las personas que mandan; ¡válgame Dios!, y qué de penas y temores redundan a mi alma en estos lanses. Déjolo al discurso de su reverensia, porque yo no le hallo comparasión. Padesco también un grande odio asérrimo a todas las gentes, de modo que hasta lo bueno que veo y sé de ellas, todo me párese visioso, falsedad y engaño; al fin, no hay cosa, por loable que sea, que no me paresca mal; en palabras, en agsiones, en mirarlas, en el trato, en todo quisiera ofenderlas y manifestar el veneno que en mí hay para con todas; de todo me ofendo, me siento y me mueve a ira y deseos de vengansa, a improperios, faltas de respeto y de caridad; que si me dejara llevar de mi maldita naturalesa, aunque me volviera toda yo lenguas3, nun[c]a 4 acabaría de quedar plenamente satisfecha, según me siento de irritadas todas las pasiones; en este particular ni quisiera su trato, ni que se allegasen a mí, ni que me mirasen ni tocasen; para deponer esto, cuando lo llego a conseguir, enfermedades me cuesta, pero, por lo común, me siento bien frágil, y así me párese que a todas las tengo ofendidas: Dios les dé pasiensia para aguantar a esta maldita e infame serpiente. Padesco también grande oposisión a la Santa virtud de la humildad, y así, todo lo que es abatir mi soberbia y humillarme, así por lo que a mí toca como en los hechos y dichos de otras personas, todo me duele, lastima y hiere hasta lo íntimo de mi corasón; siento que me despresien, deseo ser preferida en todo lo que toca a alabansa, y, cuando no es a mi intento lo que se me dise y hase, mi corasón está inquieto y sobresaltado, quisiera que mis pareseres fuesen aprobados, 2

m. tiempla, reescrito. volverse toda lenguas. N o hallamos constancia de la locución c o m o tal, pero son múltiples las expresiones, a partir de lengua, relacionadas con este valor sémico de 'hablar mal del prójimo, injuriar' (ver DRAE). 4 m. nuna. 3

EDICIÓN CRÍTICA

289

aplaudidos; en fin, en todo quisiera superitar 5 . ¡Ay, padre mío!, qué demonio en carnes el que veo en mí; para despresiar estas fantasías de la mente loca y vana, qué de rasones no traigo a la imaginasión, y qué de actos contrarios no procuro; pero todo es en vano, porque yo me quedo en un ser y llena de soberbia y casi indignada conmigo mesma, porque así me rindo, y de estos actos humildes y deseos de someterme aun a l[os] 6 inferiores, y con efecto lo hago, pero qué de rasones no me sobrevienen en contra, y, para deponerlas, hallo muy pocas rasones a mi favor; yo procuro aniquilarme en mi miseria, avivar el conosimiento propio, creyendo que no meresco ser hollada y abatida de todos los demonios, me humillo en la presensia de mi Señor, pero, cuando vienen estas reflejas y estos conosimientos, es después de haber perdido un mar de tiempo en los avanses contrarios, y perdido las más oportunas ocasiones de mi aprovechamiento 7 ; yo, por momentos, me sacrifico a su Majestad, y prometo con su grasia resistir a tales acometimientos, pero, a este peso, por instantes caigo como tan miserable. Padesco también mucho en otro punto que jamás le había conosido, y es grandes deseos de preferir mi voluntad y posponer la ajena; de aquí nase que cuando no es conforme a mi voluntad todo lo que se ofrese, me siento, me altero, me inquieto, tengo impasie[n]sia 8 conmigo mesma, me imuto con todo género de personas, sean superiores o inferiores, y, cuando se me advierte algo, deseo haser en contra de lo que se me dise; siento, de las personas que me avisan, el pareserme que son intrépidas y que esto no les pertenese a ellas; deseo grandemente ocasión en que haserles patente su entremetimiento 9 , para que lo depusieran. En estas ocasiones revienta mi maldita naturalesa por preferir la voluntad ajena a la mía, pero todo el poder de Dios es presiso para convenserme a conoser que, hasiendo la voluntad ajena, voy más segura, y que en la mía peligro de todos modos; es tanto lo que sujeto a mi mala inclinasión sobre lo dicho, que me párese más fásil meterme en una hoguera de fuego que rendirme y sujetar mi juisio y voluntad. 3

superitar, 'superar, sobrepujar, aventajar' (ver Malaret, 1946, que atribuye su

uso sólo a Centroamérica). 6 7

m. la. m. aprovechamientos.

3

m.

9

m.

ímpasiesia. entemetimiento.

290

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

Padesco, por lo que llevo espresado, gran tedio y horror a la sagrada comunión, por los temores que me sitian por todas partes, pues yo no hallo rasón que me sosiegue; cuantos medios pongo para conseguir la pas y quietud y despresiar como tentasiones lo que ya queda dicho, párese que más y más se alteran las pasiones y embisten con más fuersa. ¡Qué es esto, padre de mi alma!, sino's que Dios, como ya ha hecho de su parte aun más de lo que debía, y, recayendo estos medios, luses y grasias sobreabundantes en mi tibiesa y mala correspondensia, me ha negado su grasia y me ha dejado en mí mesma sola y sin ausilios, dando permiso a que todos los demonios se desplayen en mi contra y se burlen de mí, en castigo de mis malditas obras, y abandonarme del todo de su Majestad por mis deslealtades e ingratitudes. Ahora, si depongo mis temores y llego así a comulgar, allí castiga mi atrevimiento de varios modos: a veses se me queda la forma 10 pegada en los labios, que, aunque la tire el saserdote para ponérmela bien, no se despega hasta que se quiebra; otras veses se me pega en la punta de la lengua y no puedo atraer la forma para adentro, que párese me sujeta algo de parte de afuera o de adentro; otras veses hase que me den la forma como con gran violensia y de mala gana, que hase muchas veses esponer a su Majestad a muchas irreverensias; estos acasos y otras cosas semejantes me afligen, me perturban, me aumentan el temor, le lloro a su Majestad, le clamo a que me dé a co[n]oser" qué máquinas 12 de pecados tengo, que le mueven a usar más de su justisia que de su misericordia; que si yo me atrevo a resibirle es movida de la obediensia que a su reverensia debo, según me lo mandó. Le suplico que me dé a conos [er]13 si su reverensia o yo estamos errados en que yo le resiba con frecuensia, que siento mucho estas irreverensias que conosco se hasen con su Majestad; que declare su voluntad a su reverensia para que me suspenda las comuniones, pues yo sólo deseo haser lo que sea de su mayor beneplásito. En estas súplicas me llevo, antes y después de la sagrada comunión, más con lágrimas que con palabras, mas no por esto hallo hasta ahora rasón que me consuele, antes sí más y más cresen mis temores; cuáles serían mis delitos, pues aun me niega sus luses para que yo los conosca: castigo mayor no lo espero. Después me acomete tan gran vergüensa de volver 10 11 12 13

forma, 'hostia, pan eucarístico' (ver DRAE, m. comoser. máquina, «multitud y abundancia», DRAE, m. conos.

16a acep.). 9' acep. (comp. carta 37).

EDICIÓN CRÍTICA

291

al otro día a resebir a mi Señor, porque creo que la mala grasia y poca voluntad que muestra el señor saserdote, cuando llego al comulgatorio, es movido de que con lus particular conose la mala disposisión que llevo, y que por esta rasón le causo hastío, y que así más lo escandaliso que lo que le edifico; y así, delante de Dios y de las criaturafs] 14 , toda me avergüenso. Por fin, padre mío, no tienen fin mis trabajos, y esto es sin esplicar mucho más de lo que pasa en mi interior, porque sólo lo sé sentir y no desir. N o sé cómo sea posible lo que su reverensia emprende de que yo pase escribiéndole, pues, aunque yo lo haga, cuánto tiempo se demorarán mis cartas y cuántos tiempos se demorarán las respuestas, en las cuales sólo espera mi afligida alma consuelo; y esto será cuando sus embarasos le den tiempo, y, si lo hase, será muy susinto, de modo que no quede yo satisfecha, por los muchos negosios de mayor peso que tendrá en su retorao. Conosco éstas y muchas más rasones que me hasen caer de ánimo o pasar así. Veo también que en ningún sujeto me prometo hallar consuelo, conque, de todos modos, no hay más que padeser y más padeser: Dios dé fuersas, porque ya me rinden las penas de mi alma y me hasen flaquear el ánimo de verme sola y tan sitiada de enemigos; y, lo que más me duele, es tener en tod[o] 15 a mi amabilísimo Señor ofendido y negarme sus ausilios para conoser mis yerros: éste es mi mayor dolor, y estas cosas me tienen tan contristada y melancólica, que todo mi cuerpo lo contemplo lleno de manchas, por las que noto en los brasos y manos y en el pecho, y asimesmo con variedad de dolores, que apenas puedo con mis güesos. Todo sea por mi adorable Jesús sacramentado y a mayor gloria del altísimo Señor, quien guarde a su reverensia muchos años. Hoy lunes 7 de obtubre, etcétera, 1765. Pida mucho a nuestro Señor por mí. Luego que respóndame.

14

m. criatura.

15

m. toda.

pueda,

CARTA 27

Jesús sea nuestra lus Padre mío, muy amado en el Señor: Resebí la suya, con grande consuelo de mi alma al ver su contenido, y selebro se mantenga con salud, la que pido a su Majestá se continúe 1 , junto con lo demás que le suplico para las empresas de su mayor gloria. Yo quedo en cama y cada día con menos esperansas de vida, así porque va en aumento la enfermedad, como por la poca esperansa que dan los médicos de los tres que me han visto, y sólo don Juan de Alvares da esperansa, aunque remota; Dios sea bendito que así lo dispone. Me dise su reverensia que sólo una mía ha resibido; con ésta van cuatro que le tengo escritas y, mientras Dios me diere vida y alientos, no dejaré de continuar, aunque sea poco, por no estar capás para mucho, aunque había harto en qué dilatar la pluma, porque los trabajos interiores llueven con variedad de tormentas en el alma, sin haber más desahogo ni consuelo que llorar y más llorar, porque mi Señor ha apretado la mano de su justisia por todos caminos; y, sobre todo, lo que más me atemorisa es lo que tengo comunicado a su reverensia de lo que ha pasado a mi alma en las comunicasiones y luses divinas, que presumo que por estas falsedades e hipocresías se ha de burlar el Enemigo de mí, y me ha de castigar su Majestad con tormentos eternos, y así, más terror y espanto le tengo a lo que ya sabe su reverensia que a todos mis enormes delitos, porque es imposible que en mi gran soberbia y amor propio deje de haber falsedá y mentira en todas las cosas que han pasado, ponderando lo que paresía bueno, y desminuyendo lo malo; y así, prosediendo con tanto doblés2 y fr[a]udes, de todos modos me veo rea y culpada y millares de veses maldita y abominada de Dios, y aterrada de su presensia para siempre.

1

m. continuee (comp. notee, en carta 13, n.).

2

doblés = doblez, 'simulación, engaño' (ver DRAE,

frudes.

3 a acep.); m., a continuación,

E P I S T O L A R I O DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

294

A esto se sigue, junto con otros temores que me sitian en el punto dicho y en otros, que, teniendo más a la vista la muerte que la vida, la madre y algunos padres me están persuadiendo que elija confesor; y presume la madre que el no tener consuelo en desahogar mi interior me tiene tan postrada la salud: ya yo le he dicho que no, porque, de no ser con su reverensia, no espero consuelo alguno, que sólo faltándome su reverensia elegiré otro; pero, mientras esté su reverensia vivo, ¡no, no!, no lo hallo conveniente. A esta respuesta me dijo la madre que, si se agravaba más mi enfermedad, que cómo le había de tratar por escrito, que, aunque tenía gran consuelo de que estuvies[e] 3 tan sujeta a las órdenes y digtámenes de su reverensia, pero que le afligía verme padeser tanto y sin arrimo alguno; que si quería consultar con el padre prior de la orden, que, en cuanto le fuese facultativo, dispensaría. Yo le estimé su oferta y dije que lo pensaría y pediría a nuestro Señor, aunque no me prometía consuelo, porque, aunque ha sido mi confesor, era menester para tratarlo en lo presente comunicarle todo desde que no me4 gobernaba por sus digtámenes, y que, si Dios quería que padesiese, así me convendría. Con esta respuesta no me ha hablado más sobre el asunto. A estas propuestas se siguen tantas resultas de nuevos temores: en si por capricho mío, o no someterme al pareser de la madre, me espongo a algunos peligros por represar 3 tantas cosas en mi interior, repasándolo a mis solas, pues no se puede todo fiar a la pluma, que casi me hallo perpleja o fuera de mí, sin saber qué haserme que sea más favorable; ello todo es trabajo, y lo peor es que me tienen tan acosada, que cada uno de los que sobrevienen párese 6 nuevo y de grande peso, pero, con todo, no sesan mis ansias en los deseos de padeser más y más; y en esto hay nuevo insentivo de padeser temores, porque conosco es todo presunsión vana en mi suma inconstansia, pues, apenas asoma la crus, cuando me agobia y turba, y deste modo todo es falsedad y engaño y nada sustansia ni espíritu de Dios, y así va perdido todo. N o presuma, su reverensia, que esta gravedad en la enfermedad presente es resulta de lo que emprendí a imitar, pues, si ha resebido su reverensia mis cartas pasadas, verá que todavía estaba empesando 3

m.

4

m. men.

'

represar, «contener, reprimir», DR.AE,

6

m. p'arese.

estubies. 3 a acep.

EDICIÓN CRÍTICA

295

por lo más suave, para ver si podía abarcar el todo de la obra, y solo lo atribuyo a disposisión de lo alto. La madre le párese que, por algún exeso en las penitensias, me sobreviene lo que adolesco, pero ya yo la tengo disuadida desto, aunque no sé si me cree, porque, en lo que toca a verdad, para mí y todas las gentes, soy sospechosa; en fin, por si acaso, me mandó espresamente que ni en cama ni fuera de ella usase de cosa alguna de mortificasión de sentidos ni penitensia penal, y que atendiese y supiese que me lo mandaba desde ahora por toda mi vida, aunque viviese más años que los que tenía, no me daba suelta7 para nada de penitensia. Mandóme también que no tuviese orasión mental ni vocal 8 ni presensia de Dios; y, aunque ya se lo tengo escrito, tengo para que referírselo porque, o Dios, que es poderoso sobre todas las criaturas y hase en nosotros por grasia lo que quiere, o el Enemigo de la obediensia9, han hecho que sobrevengan luses sobreabundantes de las perfecsiones infinitas de Dios, con grandes egsesos de amor, que ha sido menester todo el imperio de lo que se me ha mandado para no dar entrada; y así, le digo a mi Señor que se aparte de mí, que lo dejo por él mismo, por la obediensia que debo a la que está en su lugar; y esta violensia que me hago10 me causa más dolores y lágrimas que si se desuniera la alma del cuerpo, pero, con todo, Dios hase su voluntad sobre todas las criaturas; mucho había que escribir, pero no tengo lisensia para más; en fin, si Dios quiere, en otra se esplicará lo que queda por desir. En lo que me apunta del padre Josef Sayler11, tengo resebidos dos pesos no más, y me ha dicho que le escriba cada mes para acordarse, 7

dar suelta, 'dar licencia, autorizar' (ver DRAE;

Terreros, 1987, s. v. suelta).

8

orasión (= oración) mental y vocal. La diferencia y valoración de ambas oraciones ha sido m u y discutida, pero puede afirmarse que las principales características están en la oposición entre oración personal, libre y n o estereotipada (mental), y oración comunitaria, formalizada y expresada exteriormente (vocal) (Dictionnaire de Théologie Catholique, 1936, s. v. priére). El padre Manuel Álvarez, en su libro Método (pp. 74, 75) explica que se llama oración mental a aquella oración que es un «ejercicio de las tres potencias del alma, que son memoria, e n t e n d i m i e n t o y voluntad; y c o m o el Alma, por ser puro espíritu se llama Mente, por eso se llama mental a esta oración». " m. de ¡a ovediensia está añadido entre líneas. 10 m., a continuación, infieno) fenómeno presente en todos los estratos socioculturales de la zona central de Chile, y atribuida a influjo extremeño (Frago, 1999a, pp. 48, 49). 7 m. ante. Este y el siguiente poema han sido comentados en «Prólogo», San Juan de la Cruz.

EDICIÓN CRÍTICA

que ocultas en esas aras lo que los Cielos admiran. Disfrasado en agcidentes, entre velos y cortinas, como pastor generoso, con tus silbos nos convidas. Oculto entre blanca sombra, nos franqueas pan de vida, nos ofreses el maná, sin reserva ni medida. Dadme que llegue a tus aras, con fee tan pura y divina, mejor que la cananea cuando te pidió afligida. N o me despresies, mi Dios, ni escudriñéis mi malisia, no me digas que a los perros no se le[s]8 da pan de vida. Antes cí, con amor tierno, como a tu pobre ovejita, dadme de las migajuelas que los ricos desperdisian. Si quieres que me despoje y me renunsie a mí mis[m]a 9 , te ofresco mi corasón, mis potensias, alma y vida, mis sentidos, mis afectos, mi voluntad muy rendida, toda me ofresco gustosa, pues en ti sólo hallo vida. Pues, al gosarte felís, se sifra toda mi dicha; la muerte me será gloria, por resebirte, Alma mía. 8

m. le.

" m. mismi.

505

506

EPISTOLARIO DE SOR DOLORES PEÑA Y LILLO

Vinid, almas, al maná, que es sustento de la vida, no te esquives ni acobardes, que todo lo purifica; salid, pues, hijas de Sión, venid conmigo festivas y dadme los parabienes, pues ya se aserca mi dicha. Cielos, ángeles y santos, dadme desa llama agtiva en que ardéis de puro amor, sin consumirse tu vida; ¡oh!, si mi pecho inflamado, de insendios que amor respira, se egsalara en vivo fuego y en llama la más agtiva; ¡oh!, si éste mi corasón se devorara, Alma mía, en fuego puro y divino que consumiese mi vida. Quisiera, mi Dios, tener la puresa más divina, en que los santos se agtuaron al resebirte, Alma mía. Resibe, pues, mis deseos, sagrado imán 10 de mi vida, pues gustas de que lleguemos, dadme que yo te resiba. Fin.

10

imán, 'atractivo, fascinación'; la voz reaparece más adelante (ver «Prólogo», Santa Rosa de Lima; Aut, 2' acep.; Terreros, 1987, 3a acep.).

EDICIÓN CRÍTICA

Glosas de el alma a su Dios, y respuestas de Dios a el alma EL ALMA

¡Oh!, m i Dios, sentro de m i alma, alma y vida de mi vida, ¿qué haré para más amarte en esta región esquiva?

NUESTRO SEÑOR

Si quieres venir a mí, te has de negar a ti misma, abrasarte con mi crus y seguir mi ley divina.

[EL A L M A ]

Para seguirte, m i A m a d o , desienda tu lus divina, pues mis culpas m e retraen y las tini[e]blas" m e sitian.

[NUESTRO SEÑOR]

Hija, yo vine a buscar pecadores, n o almas limpias; porque el sano, si está bueno, n o ha menester medisina.

[EL ALMA]

E n u n m a r de graves culpas, entre olas muy repetidas, veo naufragar a m i alma y me contemplo perdida.

[NUESTRO SEÑOR]

C o n los hijos de los hombres vine a tener mis delisias: no te turbes ni acobardes, si vienes reconosida.

[EL A L M A ]

Ve aquí la alma más culpada, a tus pies toda rendida; vuelve a m í tus ojos bellos, y quedaré sana y limpia.

[NUESTRO SEÑOR]

Desde abeterno te amé, sin límite ni medida, y desendí de mi Patria, por traerte a m i compañía.

" m. tiniblas.

507

508

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

[EL A L M A ]

[NUESTRO SEÑOR]

Mu[e]ra 12 yo, mil veses, muera de amor y dolor herida, viertan mis ojos raudales del corasón, fuente viva. Hija, mi yugo es11 süave mi carga, leve y divina; sigue mis güellas, mi amada, yo seré tu norte y guía.

[EL A L M A ]

Para seguir yo tus pasos, dadme tu mano, Alma mía, porque, si un punto me dejas, me contemplo sumergida.

[NUESTRO SEÑOR]

Venid a mí los cansados, que trabajáis noche y día, que en mí hallaréis consuelo, pas, quietud, goso, alegría.

[EL A L M A ]

Como a la mujer adúltera, así quiero me resibas, y como a la samaritana, me franquís'4 agua de vida.

[NUESTRO SEÑOR]

Hija, yo vine a prender fuego al mundo desta vida; no dudes que vuestro amor halle en mi pecho cabida.

12

m. Mura (comp. muren en carta 32). m., a continuación, muy, tachado. 14 franquís. N o podemos considerar la forma de esta voz como una mera monoptongación vulgar, ya que está presente en la autora un cuadro claro propio del comportamiento voseante, que podemos apreciar en usos como el reiterado cata aquí (a veces contraído catá'quí) o ve aquí (comp. catar en p. 148, nota 17). Este rasgo así como el de neutralización de líquidas, entre otros, se testimonian muy escasamente en Chile debido a su marca sociocultural negativa (Matus, 1992; Lapesa, 1981, §132, imperativos sin -d final y presentes de indicativo sin diptongo en la desinencia; y, especialmente, en pp. 580-582, las complejas formas históricas del voseo y sus alternancias y relación con los distintos tratamientos. Para ello ver, también, Frago, 1999a, pp. 73 y ss.). 13

EDICIÓN C R Í T I C A

[EL ALMA]

¡Oh!, pasmo de caridad y de bondad exesiva, dadme dese fuego agtivo, amada prenda divina.

[ N U E S T R O SEÑOR]

Dadme, hija, tu corasón, si quieres ser toda mía, pues yo, por tu amor, sufrí llagas, asotes y espinas.

[EL ALMA]

Si mi corasón me pides, purifícalo, Alma mía, de las pasiones y afectos a que la carne se inclina.

[ N U E S T R O SEÑOR]

Todo me di, sin reserva, y así has de ser toda mía, que yo cuidaré de ti, si me eres agradesida.

[EL ALMA]

Dadme la mano, Amor mío, para que las dos, unidas, con lasos de amor interno, para siempre estén unidas.

[ N U E S T R O SEÑOR]

No temas, mi amada esposa, que a tu voluntad resista: toma mi mano y, con ella, mi pas y gracia divina.

[EL ALMA]

Cómo corresponderé a tu majestad divina: ¡oh, Cielos!, ¡oh, criaturas! todas alaben mi dicha.

[ N U E S T R O SEÑOR]

Yo te di mi corasón en donas13, esposa mía, y tú no me das el tuyo con la rectitud cumplida.

13

acep.

dona, «regalos de b o d a q u e el n o v i o hace a la novia», DRAE,

509

s. v. dona', 3 a

510

EPISTOLARIO DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

[EL ALMA]

¡Oh!, mi ad[o]rabie 16 Jesús, vida y alma de mi vida, cuanto me diste te doy: mi corasón, alma y vida.

[NUESTRO SEÑOR]

Dadme aquel libre albedrío a que tu afecto se inclina; mi voluntad sea tuya, y la tuya sea mía.

[EL ALMA]

¡Oh!, pasmo de caridad, imán que así me cautivas17: qué exesos de amor son éstos, con que así me solisitas.

[NUESTRO SEÑOR]

Con mi sangre te lavé, que por tu amor fue vertida; con mis llagas te sané, con mi muerte te di vida.

[EL ALMA]

Si amor con amor se paga, y es la dádiva exsesiva, sólo tu amor será el premio a proporsión y medida.

[NUESTRO SEÑOR]

¡Ea!, esposa, date priesa: ven, mi amada y mi querida, pues ya se te aserca el plaso de ver tus ansias cumplidas.

[EL ALMA]

Voy a vos, Padre de amor, fiada en tu bondad divina; purifíqueme tu amor, para que llegue a vos limpia. Viva yo vida de amor, a tu voluntad unida, y que este amor se eternise en tu presensia, Alma mía; si vivo, sea de amor; si muero, de amor herida;

" 17

m. adrable. m., debajo, quanto me diste te doy, reescrito y tachado.

EDICIÓN CRÍTICA

si peno, por tu amor sea si padesco, qué alegría; si te veo, qué ventura; si te poseo18, qué dicha. Fin.

. pooseeo.

NOTABILIA LINGÜÍSTICA DE VOCES C O M E N T A D A S

15 misterios del rosario 5 años, ahora 9 coros de ángeles a Dios a este peso a más no poder a puchitos abajo, de tejas abosolusión acardeñalar acaso acometer aconstumbrado acta actuarse agsidente ahora 5 años al peso alcanzar algusnos alma, recomendación del ampolleta amprensión andar ángeles, 9 coros de antecedente antendiendo apearse apersio apresión

300 133 300 136 175 379 379 441 494 429 372, 480 131 299 261 150 404 133 175 237, 266 257 301 490 503 297 300 503 183 451 341 341

aprovenchen apuntes y tientos apurar arresgado asentar (el) pie asiento, de atajo aterrar atrenzo atropellar aunmentar avance ayuda de costa ayunar al traspaso barra barro bello benedisite omnia opera domini domino

beneficio, sin oficio ni bocarada boda borbosada borrón bosquejo bozal breve, lo más bulto, escapar el cada calentura maligna

222 192 159 309 173 226 134 318 190 147 245 263 381 333 242 384 319 256 474 208 283 393 133 484 348 178 385 423 407

514

EPISTOLARIO DE S O R D O L O R E S PEÑA Y LILLO

calma 390 calzado 167 caminesmos 158 cansado 426 cansera 226 capaz, no es 133 cápite 142 capítulo 266 456 cargosidá 303 caricias, de caridad, su 487 431 casa de labor 150 casualidad cayía 203 421 censo 474 cerrado 421 chavalongo chuzar 280 cielo con la tierra, juntársele (a alguien) el 402 192 cierto circusntansia 142 comer de viernes 150 compatibre 381 común 147 166 comutase 439 conato coneseda 227 conmunidad 206 conocer 130, 140, 157 165 consiensa 146 contemplativo contristación 185 corazón, mal de 263 coros de ángeles, 9 300 correr 180 corrido 154 corroborar 410 costa 218, 263 costa, ayuda de 381 188 creyía 206 crujía

cruz 155 cuantuá 416 cuerda 158 cuidado 204 422 cumplimiento, de dar de mano 145 dar suelta 295 dársele (a alguien) nada, no 309 de asiento 226 de caricias 303 422 de cumplimiento de pronto 226, 415 de represa 258 441 de tejas abajo del siguiente 303 189 deque desabrido 373 217 desabrimiento 210 desapropiamiento descuadernar 158 256 desií 480 desmanesió 211 desnunés 178, 306, 415 despacio despechar (a alguno) 251 despecho 240 desplayar 129 desprender los labios, no 348 destesto 315 desuñada 405 día de precepto 298 diferiensia 226 difuntos, oficio de 301 Dios, a 136 183 discante 179 discurso disimuele 335 divertir 168 doblez 293 dolama 143 dona 509 echar de ver 309

NOTABILIA LINGÜÍSTICA DE VOCES C O M E N T A D A S

Egna ejecutad ejecutar ejercicios de la Pasión emplastar empleo en en ser en, ser en un ser engolfarse entender entretener envida envidar es incapaz escala santa escapar el bulto escrepar escupir esforzar esfuerzo esparcido especie espinar estación estimar sobre los ojos estrallido estraño estrecho estudio etcétera felicidad fiad flores de mano forma fragante, olor franquear franquís fresco fustrar género

459 450 135 428 488 147 403 160 377 272 405 180 217 442 176 168 428 385 417 198 410 145 248 174, 488 205 299 135 158 176 160 194 166 281 417 346 290 486 225, 461 508 501 134, 210 449

gloria patri

glosa Grabiel grado de gloria grosedía guarismo ha habladero hacer hacer a hacer para hacerse (a) hacerse violencia haiga hanbrán haz herma hey hinsieron hiprocondía horas hubiensen huigo Ignasi ilusión imán impero ímpetuo inactitud inagtitud inatitud incapaz, es inculcar indiginada ingenuamente inglesia innatitud inosiensia instancia insufisensia insulto intento

515

300 503 487 209 154 381 284 358 167 179 138 176 132 213 387 248 192 165 255 361 269 462 397 178 361 506 331 130 278 308 215 168 328 381 209 302 215 206 135 336 382 134

516

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

interesar 141 interpretación 395 irse a la mano 181 juengan los toros 415 juesves 409 juntársele (a alguien) el cielo con la tierra 402 las más 447 labios, no desprender los 348 labor, casa de 431 lastar 414 lenguas, volverse toda 288 1er 133 letanía de todos los santos 301 levantar 403 leyía 190 libertar 168 lima sorda 145 llano 500 llavaban 364 lo más breve 178 luna 361 macerar 324 Majestar 497 mal de corazón 263 mal de orina 232 maletía 416 maligna, calentura 407 manisfestado 409 mano, dar de 145 mano, flores de 346 mano, irse a la 181 máquina 290 más que 323 más, las 447 mayor, por 139 memoria 374 mental y vocal, oración 295 ministro 140 misericordas 180 199 mistedios moción 341

mocsión 457 movibientos 195 movimiento 259, 307, 321 mucho, muy 249 mundasa 306 neglisensia 303 no dársele (a alguien) nada 309 no desprender los labios 348 no es capaz 133 no, no 298 nonabuera 408 Nuestra Señora, oficio menor de301 nuncua 422 449 obstentar ocurrir 133 ofender 260 351 oficiala oficio de difuntos 301 oficio menor de Nuestra Señora 301 oficio ni beneficio, sin 474 oficio parvo 269 ofrecimiento 131 ojos, estimar sobre los 135 olor fragante 486 operación 175 ora, ramo de 233 oración mental y vocal 295 orina, mal de 232 osbtante 414 oyía 145 138 para, hacer parensen 403 212 parés parió 485 232 párparo partir 266 269 parvo, oficio Pasión, ejercicios de la 428 pegar petardos 209 penitenciales, salmos 301 pensión 135 pensionoso 171

NOTABILIA LINGÜÍSTICA DE VOCES COMENTADAS

Penteconstés perder los sentidos pero peso peso, a este peso, al petardos, pegar pie, asentar (el) piedra de toque pifia pintar como querer pitar pliego poder, a más no polvillo ponderación ponderar poner (o traer) razones ponidan por mayor por, volver poseyían potencias agustinianas precausar precepto, día de presentado presiste presistían presistió prisión privara promedar pronto, de propio puchitos, a pulsar punto, subir de puntualidad pusilaminidad que, más querer, pintar como quier

212 164 278 224 175 198 209 173 362 448 356 208 371 379 208 211 182 132 336 139 323 460 132 321 298 243 416 459 485 429 490 458 226, 415 355 379 173 250 130 385 323 356 467

517

466 230 233 177 132 501 301 154 267 427 308 284 211, 236 225 439 222 remituntur tibí 340 remundarse 361 represa, de 258 represar 294 repugnancia 158 repugnasia 322 299 resfriar respuesto 140 retifico 451 retrete 410 retroceder 478 reventar 135 269 revisto revuelta 458 203 rosado 300 rosario, 15 misterios del ruindar 398 saer 207 salmos penitenciales 301 santa, escala 428 santos, letanía de todos los 301 232 se ática sencillez 474 sengún 457 sentidos, perder los 164 señor 229

quimera quisere ramo de ora ratero razones, poner (o traer) rebozo recomendación del alma reconciliarse reconmedada reconvenir redite refleja regalado regalar registro remanían

518

EPISTOLARIO DE SOR D O L O R E S PEÑA Y LILLO

ser en ser, en ser, en un sesea si ha sí, sobre siglo significar siguiente, del simple simpleza simplicidad sin oficio ni beneficio sobre los ojos, estimar sobre sí sobrescrito sofero sorda, lima sosprendida su caridad subir de punto suelta, dar sueñolento sufragio sumanmente superitar supesto suspenso tal cual vez tarimarse tejas abajo, de tercia tientos, apuntes y timbre

377 160 272 250 56 138 174 192 303 323 213 474 474 135 138 142 159 145 132 487 250 295 138 186 174 289 209 140, 164 154 357 441 261 192 442

topo 213 362 toque, piedra de 489 tornero toros, juengan los 415 trabajo 142 traeya 203 traspaso, ayunar al 333 traste 210 248,483 traza triaca 308 tucuy 500 281 vamos veeyía 234 vena 361 vencimiento 221 veno 263 ver, echar de 309 verdar 252 verdaredamente 487 vero 410 vez, tal cual 154 vía 250 viernes, comer de 150 269 vineron violencia 135, 147, 470 violencia, hacerse 132 499 violensa vocación 234 vocal, oración mental y 295 volcán 251 voltear 209 volver por 323 volverse toda lenguas 288 yerba 156