Enseñanza Oral Del Maestro Taisen Deshimaru

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ENSEÑANZA ORAL DEL MAESTRO TAISEN DESHIMARU

EDICIÓN INTEGRAL

MAKA HANNYA HARAMITA SHINGYO SUTRA DE LA GRAN SABIDURÍA

Comentarios del Maestro Taisen Deshimaru Notas recogidas por sus discípulos

INDICE

Prefacio.......................................................................... 6 ¿Qué es el kusen?............................................................ 9 Traducción del Hannya Shingyo...................................... 10 Transcripción fonética.................................................... 11 Kusen preliminar........................................................... 13 Maka hannya................................................................. 22 Kan ji zai...................................................................... 24 Sharishi shiki................................................................ 28 Maka hannya................................................................. 32 Kan ji zai...................................................................... 56 Sha ri shi...................................................................... 68 Shiki soku..................................................................... 76 Sharishi ze sho.............................................................. 98 Bo dai sat ta............................................................... 174 Las seis Paramita........................................................ 200 Glosario de términos zen.............................................. 224 Direcciones................................................................. 232

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PREFACIO Maka Hannya Haramita Shingyo, en sánscrito Maha Prajna Paramita Hridaya Sutra, el Sutra de la Gran Sabiduría es el quinto texto sagrado del ch´an (Zen) traducido y comentado por el Maestro Deshimaru, después del Shin Jin Mei, el Shodoka, el San Do Kai y el Hokyo Zan Mai. Como estos dos últimos textos, se canta habitualmente en todos los dojos zen. El Maka Hannya Haramita Shingyo expone, de forma resumida, en doscientos sesenta y dos ideogramas chinos, el corazón, la esencia de la prajna paramita, la sabiduría de Buda, que se actualiza en la práctica de zazen. Por eso se canta después de cada zazen y es el sutra zen por excelencia. La Prajna Paramita se ha expresado en un conjunto de treinta y ocho obras compuestas en la India, entre el siglo I antes de J.C. y el siglo VI. Estos textos fueron extendidos por Nagarjuna que los comentó, bajo el título de Maha Prajna Paramita, después traducidos al chino por Kumarajiva (en 402-403). Entre estas obras, dos entre ellas condensan particularmente la esencia de esta enseñanza que es el fundamento de la gran corriente del budismo Mahayana (Gran Vehículo): el Sutra del Diamante cortador, o Kongo Kyo en japonés y el Sutra del Corazón o Sutra de la Gran Sabiduría, Maka Hannya Haramita Shingyo, que el Maestro Deshimaru comenta en este volumen. Esta obra es el sexto tomo de la publicación integral de los kusen del Maestro Deshimaru. El kusen (de ku: la boca, y de sen: la enseñanza) es la enseñanza oral durante zazen. Los kusen reunidos aquí fueron dados por el Maestro Deshimaru durante los quince años de su misión en Europa. Unos en el dojo de París, otros durante sesshin que dirigió desde 1968 en Europa, Africa del Norte, Estados Unidos y Canadá. Hace dos mil quinientos años que el Buda Shakyamuni hablaba de los tres tesoros que debemos preservar: el Buda, el dharma y la sangha. El primero no es otro que zazen, la vuelta a la condi6

ción original. El tercero es la gran familia, la comunidad santa de todos los que practican. El segundo es la ley, el orden cósmico; es inseparable de los otros dos porque es la enseñanza de Buda a la sangha. El kusen es la expresión de esto. Dos características determinan toda la originalidad y la fuerza de la enseñanza zen. En primer lugar se trata de una enseñanza trasmitida de generación en generación, de patriarca en patriarca. Cada uno de los grandes maestros de la trasmisión ha podido subrayar y desarrollar un aspecto en particular del dharma pero, si leemos los primeros sutra de Buda o Tozan, Dogen o Taisen Deshimaru, se trata de la misma tradición, pura e inalterada, perfecta como en el origen. Pero el kusen es único por otra razón, que le es propio: es una enseñanza dada durante la práctica de zazen, una trasmisión entonces de Buda a Buda, i shin den shin empleando el lenguaje zen, es decir de mi espíritu a tu espíritu, de mi corazón a tu corazón. Radicalmente diferente de una teoría, de un dogma que se podría aprender de memoria o disecar con el intelecto, el kusen no sale de la conciencia personal, y no se dirige a la conciencia personal. Toma su raíz en hishiryo y se dirige a hishiryo, la conciencia profunda, cósmica, supraindividual. Es por esto que el Maestro Deshimaru dice a menudo que no es necesario escuchar conscientemente el kusen, y menos todavía intentar comprender… Se dirige directamente al inconsciente, más allá de nuestras categorías personales. Esto son los «granos de sabiduría» depositados en la conciencia alaya (o depósito, reserva de la consciencia). Sin embargo no por esto hay que creer que los maestros difunden una enseñanza secreta. No hay en el Zen ningún esoterismo, ninguna metafísica, ninguna mística, sino al contrario verdades primordiales, enraizadas en la vida y experiencia de cada uno. El lenguaje del kusen es entonces simple y directo, con imágenes y expresiones familiares, a veces chocantes… Además el Maestro Deshimaru se expresaba en una lengua extranjera: el inglés, o más exactamente , como decía él mismo en «zenglish», lengua personal a base de inglés, mezclado de palabras sánscritas, chinas, japonesas y también expresiones francesas o a veces alemanas. Sus discípulos cercanos estaban acostumbrados al «zenglish», pero este lenguaje especial era difícil de comprender para los no familiarizados, incluso de habla inglesa. 7

El kusen era traducido simultáneamente durante el zazen por un discípulo cercano. Era también recogido en notas íntegramente y a menudo grabado en una cinta. En su texto ¿Qué es el kusen? El Maestro Deshimaru escribió: «Si ponemos el kusen en un buen francés, perderá su fuerza, se volverá débil y dulce y en ese momento ya no es un kusen». Para conservar su pureza y su fuerza, hemos guardado este material prácticamente en bruto sin arreglar, respetando no sólo las palabras, también la cadencia, el tono, el humor e incluso los silencios que le da ese ritmo vivo y esa facultad de tocar tan profundamente. Antes que buscar la elegancia del lenguaje, hemos tomado partido por modificar lo menos posible el texto de los cuadernos originales, corrigiendo sólo los errores de traducción (anglicismos…), de transcripción o de escritura. También nos hemos esforzado por elegir una tipografía clara y aireada, destacando las citas de los textos comentados. Demasiadas tradiciones no han podido guardar su espíritu vivo, en parte porque las palabras de sus fundadores, modificadas a lo largo de los siglos, perdieron su significado original. Publicando esta edición integral de la enseñanza del Maestro Deshimaru, tan completa como es posible y fiel a las palabras que pronunció en el dojo, pretendemos establecer una base sólida, indiscutible, desde la que todo tipo de trabajos y estudios se podrán a continuación realizar sin perder la enseñanza original. Se trata de un acontecimiento capital. Disperso aparentemente en numerosos cuadernos publicados de manera artesanal y difundidos entre un público muy restringido, la enseñanza que reagrupamos en esta edición integral es un tesoro precioso. Desde Dogen, en el siglo XIII, ningún maestro zen había producido una suma equivalente en volumen de una enseñanza tan fuerte, tan pura y tan profunda. Para aquellos que ya conocen los escritos de los grandes maestros del pasado reencontrarán aquí la misma tradición, pero desarrollada con un espíritu totalmente moderno, totalmente libre y creativo. El Maestro Deshimaru se dirige a las mujeres y hombres del siglo XX. Es suficiente con leer esta obra para darse cuenta hasta que punto el mensaje del Zen es universal y adaptado a la crisis que atravesamos.

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¿QUE ES EL KUSEN? Kusen. ¿Qué es el kusen? Ku: la boca. Sen: la enseñanza. El kusen es la enseñanza del maestro a sus discípulos, en el dojo, durante zazen. El kusen es un lenguaje secreto, una técnica zen de la palabra, reservada a los discípulos Zen soto en zazen en el dojo. Es el secreto entre maestro y discípulo que las personas del exterior no pueden comprender. El kusen es, del maestro al discípulo y del discípulo al maestro. Algunas veces, el maestro utiliza el kusen para regañar a sus discípulos. Utiliza frases simples y muy importantes: «Entrad el mentón». «No os mováis». «Estirad la columna vertebral». (Enseñanza para la postura y la concentración). A veces la enseñanza es simple, otras larga y profunda. Pero no es literatura ni una conferencia. El maestro debe atacar e impresionar el espíritu de los discípulos. El kusen usa un lenguaje directo, a veces cínico, a veces cómico con un tono de humor. Las frases son cortas, directas. Estas frases cortas son necesarias porque deben atacar. El kusen no tiene como finalidad la educación del intelecto y del saber, debe impresionar el cerebro profundo y hacer surgir la intuición y la sabiduría más elevada. Durante zazen, los discípulos inconscientemente, naturalmente, automáticamente, oyen el kusen, por lo que intentar memorizar no es necesario. El kusen penetra en el subconsciente y la memoria lo graba automáticamente, inconscientemente, naturalmente. Durante el kusen, el maestro crea la enseñanza transmitida por su maestro. Hay que insistir sobre esta creación aquí y ahora. Si fuerais un maestro y simplemente leeis un kusen, no es un kusen. Sólo un maestro auténtico de la trasmisión puede crear el kusen desde el fondo del inconsciente cósmico. 9

TRADUCCIÓN DEL HANNYA SHINGYO ESENCIA DEL SUTRA DE LA GRAN SABIDURÍA QUE PERMITE IR MAS ALLA El Bodhisattva de la Verdadera Libertad, por la práctica profunda de la Gran Sabiduría, comprende que el cuerpo y los cinco skandha (sensación, percepción, pensamiento, actividad, conciencia) no son más que vacuidad -KU- y gracias a esta comprensión ayuda a todos aquellos que sufren. Oh Sariputra, los fenómenos no son diferentes de ku. Ku no es diferente de los fenómenos. Los fenómenos se vuelven ku. Ku se vuelve fenómeno (la forma es el vacío, el vacío es la forma), los cinco skandha son igualmente fenómenos. Oh Sariputra, todas las existencias tienen el carácter de ku, no hay nacimiento ni comienzo, ni pureza ni mancha, ni crecimiento ni disminución. Por eso, en ku, no hay forma, ni skandha, ni ojo, ni oreja, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni conciencia; no hay color, ni sonido, ni olor, ni sabor, ni tacto, ni objeto de pensamiento; no hay saber ni ignorancia, ni ilusión, ni cesación de la ilusión; ni degeneración ni muerte, ni fin de la degeneración, ni sufrimiento ni cesación del sufrimiento; no hay conocimiento, ni provecho ni no-provecho. Para el Bodhisattva, gracias a esta Sabiduría que conduce más allá, no existen el miedo ni el temor. Todas las ilusiones y apegos son alejados y puede alcanzar el fin último de la vida, el Nirvana. Todos los Budas del pasado, del presente y del futuro pueden alcanzar la comprensión de esta sabiduría suprema que libra del sufrimiento y permite encontrar la realidad. Este encantamiento (mantra) incomparable y sin igual, dice. «Ir, ir, ir juntos más allá del más allá a la orilla del satori».

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TRANSCRIPCIÓN FONÉTICA MAKA HANNYA HARAMITA SHINGYO (recitar tres veces, sentado en zazen) Kan ji zai bo satsu. Gyo jin han nya haramita ji. Sho ken go on kai ku. Do i ssai ku yaku. Sha ri shi. Shiki fu i ku. Ku fu i shiki. Shiki soku ze ku. Ku soku ze shiki. Ju so gyo shiki. Yaku bu nyo ze. Sha ri shi. Ze sho ho ku so. Fu sho fu metsu. Fu ku fu jo. Fu zo fu gen. Ze ko ku chu. Mu shiki mu ju so gyo shiki. Mu gen ni bi ze shin i. Mu shiki sho ko mi soku ho. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin. Mu ku shu metsu do. Mu chi yaku mu toku. I mu sho toku ko. Bo dai sat ta. E han nya harami ta ko. Shin mu ke ge mu ke ge ko. Mu u ku fu on ri issai ten do mu so. Ku gyo ne han. San ze sho butsu e hannya haramita ko. Toku a nokuta ra san myaku san bodai. Ko chi hannya haramita. Ze dai jin shu. Ze dai myo shu. Ze mu jo shu. Ze mu to do shu. No jo issai ku. Shin jitsu fu ko ko setsu hannya haramita shu. Soku setsu shu watsu. Gya tei, gya tei, ha ra gya tei. Hara so gya tei. Bo ji so wa ka. Han nya shin gyo.

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KUSEN PRELIMINAR Ausente durante más de tres meses, soy feliz al volver a ver esta mañana vuestras hermosas posturas de zazen. Pienso que el verdadero Zen se ha instalado en Francia, en este dojo. Durante mi estancia en Japón, mis discípulos M., S., Ph., M., P., y L. hicieron zazen durante mis conferencias en las universidades y en los diferentes templos. Todos los japoneses se quedaron impresionados por sus posturas inmóviles y estables. Sin ningún movimiento, sin nada. Zazen es volverse, aquí y ahora, Dios o Buda. Cuando recibís la comunión en un monasterio o en una iglesia, podéis volveros en el futuro un seguidor de Dios, gracias a la ceremonia de la comunión. En zazen, nos volvemos, aquí y ahora, Dios o Buda, y después de zazen, nos reintegramos a la vida social, en la cafetería por ejemplo. Pero en zazen, somos completamente Dios o Buda. Mantuvimos debates con los profesores de la universidad de Komasawa y con los discípulos más eminentes de estos profesores, y todos sentían curiosidad e interés por vernos. En primer lugar, S. les hizo la primera pregunta (ciertamente, habíamos preparado las preguntas, y S. sólo repetía lo que yo le había dicho). Su buena postura, su voz justa, su conciencia exacta, su seguridad han causado una fuerte impresión. A continuación M., Ph., L., y M., se turnaron en las preguntas. La primera pregunta de S. era: «En la religión, y en particular en el Zen, ¿qué es lo más importante: la fe o la práctica?». Una pregunta muy interesante. La mayoría de los profesores de la Universidad de Komasawa se quedaron en silencio. El profesor Mizuno, presidente de la Universidad, eminente y reconocido profesor en budismo, respondió: «La fe es más importante que la práctica». A mí no me satisfizo esta respuesta. ¡Ciertamente la fe es esencial! S. dijo entonces «En el Zen de Dogen se dice que la práctica de zazen es lo más importante». 13

Shin, la fe; gyo, la práctica. ¿Cuál es más importante shin o gyo? La pregunta era muy fuerte. Como un koan. Mi discípulo comprende mejor el Zen que el eminente profesor Mizuno. Yo permanecí en calma y no hice ningún comentario. Otro profesor, el profesor Tanaka, dijo entonces: «La práctica es más importante que la fe». Pero estas respuestas no eran nada satisfactorias. La práctica y la fe son unidad. No pueden estar separadas; son como el derecho y el revés de una misma hoja de papel. En la religión católica la comunión es una ceremonia, un intercambio entre el alma de Dios y la del hombre. La comunión es volverse íntimo con Dios. Pero algunas veces, la fe pertenece al territorio de la imaginación y del pensamiento. En el cristianismo y en la mayor parte de las religiones, la meditación tiene como base la imaginación y el pensamiento. La ceremonia de la comunión no es imaginación, se compone de gestos, de ritos. La fe también puede pertenecer al territorio de la imaginación. Zazen no es una meditación de la imaginación, de la contemplación, del recogimiento. I shin den shin, de mi espíritu a tu espíritu, puede ser más o menos la misma cosa que la comunión; un treinta por ciento de comunión. «Dios entra en mi. Yo entro en Dios» no debe ser la imaginación, pensamiento. Debemos practicarlo por la postura y la acción. Podemos hacer un análisis en cinco puntos: 1.- El hombre sin acción, sin trabajo ni práctica, siempre pensando; la inteligencia sin ninguna acción ni práctica; el hombre moderno es así; los pensamientos vienen de la inteligencia pero ninguno de la práctica. 2.- La práctica sola, sin el pensamiento. 3.- El hombre con una acción, una práctica y el pensamiento. 4.- El hombre practicando sin el pensamiento. 5.- Los peores: aquellos que no piensan y no practican. Zazen es la práctica con el pensamiento del no-pensamiento. Zazen es practicar con el espíritu en el estado de hishiryo. Siempre 14

repito estas tres palabras: inconscientemente, naturalmente, automáticamente. Debemos creer en la postura de zazen. ¿Cuál es el objeto de fe en el zazen? Ésta era la segunda pregunta que hicimos a los profesores de la universidad Komasawa. Este mondo fue muy interesante y puso de manifiesto la profundización superior de mis discípulos, porque los profesores de la universidad tienen poca práctica. Este conocimiento intelectual del budismo no les da esa intuición necesaria para las respuestas rápidas, inmediatas, espontáneas de aquí y ahora. La fe es la actitud práctica del hombre cuando consagra el ego a un ideal religioso. En el cristianismo, la fe significa seguir al Cristo y su enseñanza. Cuando S. hizo la pregunta al profesor Mizuno «¿Cuál es el objeto de la fe?» este profesor respondió «Sanbo: los tres tesoros». San, tres; bo, tesoros. Butsu, Buda; ho, dharma; so, shanga. Esta respuesta es abstracta. En el Budismo y en el Zen, debemos creer en el zazen mismo. Pero no podemos pasarnos toda la jornada en zazen, por eso debemos creer en el kesa. El Buda Shakyamuni está muerto desde hace cientos de años; las estatuas no son más que bronce y madera. Debemos respetar las estatuas, pero no hay que caer en la idolatría. Creer en el dharma ¿Qué es el dharma? Algunas veces el dharma puede ser un sutra, pero en realidad el dharma es el orden cósmico, seguir el sistema cósmico. Pero es difícil tener fe en el orden cósmico. En el Zen Soto la sangha es muy importante. ¿Qué es la sangha? Es el grupo de personas que practican zazen. La postura de zazen es esencial. Es el símbolo del monje, recibir la ordenación, afeitarse la cabeza o cortarse los cabellos, vestir el kesa, practicar zazen deben ser los más altos objetos de la vida, la mayor felicidad. Este grupo de zazen es la sangha. Pero no se puede pasar todo el día en zazen, y el kesa se ha convertido en el símbolo del monje y del bodhisattva. La fe en el kesa es igualmente el objeto de fe en el Zen Soto. Sho, la sangha es muy importante, los monjes, es muy importante. El maestro y los monjes más antiguos deben ser respetados. 15

En otra forma de budismo, como por ejemplo el Nembutsu, el objeto de fe es la realización del estado de Buda. La concentración se centra sobre la invocación de Buda, Namu Amida Butsu, y sobre la estatua del Buda Amida. La fe en el Buda Amida tiene puntos comunes con el cristianismo: seguir el Cristo, seguir el Buda Amida. En otra forma de budismo, la Sokagakai, se tiene fe en el dharma, en los sutras. La Sokagakai cree también en las caligrafías, y los mandala de Nichiren, su fundador. Pero Nichiren, él tenía fe en el Sutra del Loto, Myo horen ge kyo: myo, misterioso; ho, sutra, dharma; ren, loto; ge, flor; kyo, sutra. Nichiren, imitando a Shinran (fundador del Nembutsu), declaró que el sólo hecho de invocar el título del Sutra del Loto, es decir el dharma, era suficiente para realizar la naturaleza del espíritu. Pero en el Zen, el acento se coloca en la sangha. Los monjes son más importantes que la familia. En zazen, somos Dios o Buda y debemos sentir respeto hacia las posturas de zazen. El café de la mañana que se toma después del zazen nos devuelve a la vida cotidiana. Cuando hacemos zazen, una hora al día, media hora al día, realizamos Buda o Dios; no somos como los demás y nuestro karma cambia. Quiero hablaros ahora del problema del ideal y la realidad, preguntas que conciernen al porvenir y al presente, del problema del mundo, de Dios y de nuestra vida en su realidad, de las relaciones entre ku y shiki en el Hannya Shingyo. ¿Cuál es la verdadera hannya haramita, la gran sabiduría? Según el Budismo o el Cristianismo, se dice: «Si seguimos, o si tenemos fe en Dios, en Buda, en Cristo, podemos ir al paraíso. Pero esto es parecido a la noción de felicidad ligada a la posesión de dinero. Podemos vivir felices si somos ricos». En las religiones occidentales, el ideal y la razón deben certificar la realidad. En las religiones asiáticas, la realidad y la experiencia son fuente de creación y de organización. La religiones que se orientan hacia el futuro no son las de aquí y ahora. Pensar en una ganancia futura, sea la que sea, dinero por ejemplo, no es una posibilidad ahora. Las previsiones y el ideal pertenecen al territorio de lo imaginario. La imaginación no es más 16

que la puerta que da al interior. No es el interior mismo. Desde el interior, a través de la mirilla, podemos percibir el exterior. A través del cristal de la imaginación, nos volvemos en ocasiones Don Quijote y caemos en lo irreal. La comunión que da el sacerdote conduce al hombre al paraíso, pero la mayor parte de las personas difícilmente pueden experimentar una verdadera comunión. Por otro método, podemos realizar aquí y ahora la comunión con Dios ¿Cómo hacer la experiencia? La mayor parte de las religiones, sin ninguna práctica corporal, no son más que misteriosas y extáticas. El Zen, por la acción del cuerpo en zazen, realiza esta experiencia aquí y ahora. No hay nada misterioso, extático o imaginario. La conciencia hishiryo en zazen es la vuelta a las condiciones normales, originales, a la realidad de aquí y ahora. La realidad y el ideal deben unificarse. No están en dualidad. Las acciones de nuestro cuerpo, que esté de pie, sentado, acostado, son la realidad. Estas acciones reales del cuerpo deben realizarse como ideal. Zazen, kin hin no tienen nada de misterioso, nada de imaginario, nada de extático. La meditación que descansa sobre la imaginación, la contemplación, el recogimiento, nace de la inclinación del pensamiento hacia el misterio y el éxtasis. Esta meditación depende de nuestro psiquismo interior, y es el origen de numerosas complicaciones. Cuando se piensa demasiado, la comunión con Dios se vuelve una masturbación solitaria creada por la imaginación. La masturbación en solitario del hombre no es ni el verdadero éxtasis ni la salud sexual. En esta forma de comunión religiosa, Dios es una idea tan separada de nuestro cuerpo que se vuelve un Dios alejado. Debemos realizar la unidad con Dios con nuestro propio cuerpo, y realizar Dios sin pensamientos, sin imaginación, a través de la conciencia hishiryo, por la acción de zazen. Esta realización, inmediata, aquí y ahora, inconscientemente, naturalmente, automáticamente, es la verdadera acción de zazen. Lo repito, si una ganancia futura nos puede proporcionar el paraíso, la realidad será otra, porque nuestros deseos aumentan sin encontrar nunca satisfacción, y así acumulamos mal karma.

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Algunos se dicen: «Aunque deba realizar un gran beneficio en el futuro, es aquí y ahora cuando debo encontrar este dinero, esta ganancia. Si no lo encuentro, no puedo vivir realmente este presente. Por eso no tengo necesidad de un paraíso futuro, prefiero ir al infierno. Aquí y ahora, debo satisfacer mi vida real, entre las otras personas (mis amigos, mi familia) que comparten mi vida. Ellos también desean ir al paraíso, pero seguramente caerán en el infierno. Por eso prefiero seguirles al infierno… pero aquí y ahora, debo vivir y trabajar». Este ideal es sano, es el verdadero mushotoku. Estas personas no buscan el paraíso. Y si pensamos en la posibilidad de la comunión con Dios, en la esperanza de un paraíso futuro, fundamentado en lo sobrenatural y lo misterioso, esperamos una ganancia futura. Esto no es ser mushotoku. El pensamiento de la entrada en el paraíso en el futuro nos debilita; nuestro ego huye siguiendo su instinto de conservación. Cuando en nuestra vida cotidiana real, invocamos el nombre de Dios de manera inconsciente, natural, y cuando realizamos aquí y ahora, a través nuestro propio cuerpo, la más bella de las posturas, la de Buda o Dios, transformamos, inconscientemente, automáticamente, naturalmente, nuestras deudas de mal karma. Y finalmente, podremos llevar a cabo la gran y perfecta budeidad del bodhisattva, inconscientemente, naturalmente, automáticamente. En el Zen, encontrar el ideal a partir de la realidad es más importante que el pensamiento idealista. Ku soku ze shiki del Hannya Shingyo significa que ku, el ideal, debe realizarse, entonces la realidad se vuelve ku. La realidad se vuelve ideal y el ideal se vuelve la realidad. El ideal y la realidad no están separados, están en unidad. Soku ze tiene el significado de unificación. El ideal y la realidad son como el reverso y el anverso de una misma hoja de papel. Las últimas palabras del Hannya Shingyo: gya tei, gya tei,… no significa que en un tiempo futuro iremos «sobre la otra orilla», sino que aquí y ahora, ya hemos llegado sobre la orilla del paraíso ideal. Debemos observar, comprender el verdadero paraíso en la realidad de aquí y ahora, con nuestra conciencia hishiryo, y con la práctica de zazen. 18

Debemos, con nuestro cuerpo, nuestros gestos, nuestro comportamiento realizar el verdadero Buda o Dios. Nuestras acciones de cada día presentan el rostro de Buda o Dios. Cuando ya no sentimos ningún apego, podemos entonces llegar al gya tei, gya tei. Debemos poder satisfacer libremente, sanamente nuestros verdaderos deseos espirituales ¿Cuáles son estos deseos espirituales? Son diferentes para cada uno de nosotros. Y la dimensión de estos deseos espirituales debe ser sublimada con la práctica de zazen. Entrad el mentón. Empujad el cielo con la cabeza, la tierra con las rodillas. Os he hablado de las relaciones que existen entre el ideal y la realidad, shiki soku ze ku. Ku soku ze shiki. He comentado muchas y muchas veces el shiki soku ze ku. Ku soku ze shiki, del Hannya Shingyo. Deseo volver a hacerlo ahora. No vale con repetirlo todas las mañanas, hay que comprender el significado profundo 1.

1.- Los diferentes sentidos de los kanji, no siempre se pueden traducir con una sola palabra de nuestra lengua, serán traducidos por expresiones compuestas de palabras relacionadas con trazos de unión. Esto con el fin de no limitar la traducción, y de abrir lo más posible la comprensión del Hannya Shingyo.

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TA SHIN GYO

HAN NYA HA RA MI

MA KA

La esencia del Sutra de la gran sabiduría que permite ir más allá

Nota: Los kanji se leen de arriba abajo, comenzando por la derecha. La disposición de la transcripción fonética respeta el orden y la composición de los kanjis caligrafiados.

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El Maka Hannya Haramita Sutra es un sutra que condensa de forma muy abreviada (más o menos una página) y muy concisa la esencia de la literatura de la Prajna Paramita, transcripción de los seiscientos volúmenes de la enseñanza de Buda. Escrito originalmente en sánscrito, se extendió ampliamente y fue comentado por Nagarjuna, después introducido en China por Kumarajiva (en el 402-403) y traducido íntegramente en kanbun. Es el texto fundamental de todo el budismo y en particular de la rama Mahayana. Se convirtió en el sutra Zen por excelencia, sobrepasando toda concepción por la amplitud de sus miras.

MAKA HANNYA HARAMITA SHINGYO Maka: grande, profundo, absoluto, más allá. Hannya: la prajna, la sabiduría. Haramita: paramita, la práctica. Shin: espíritu esencial, la esencia. Kyo, (gyo fonéticamente): sutra. Veamos detalladamente los kanji: Hannya: la parte superior. Han significa en sánscrito jnana, la cognición, la facultad de saber-observar-reconocer. Así, maka hannya tiene por significado: la gran-profunda-absoluta sabiduría, la sabiduría más alta, la más completa sabiduría más allá. Prajna, esta sabiduría, la más alta, es diferente de la inteligencia. No es sabiduría intelectual, producida por el pensamiento. Es espíritu-puro surgiendo de lo original. Se produce entonces una detención de los pensamientos en el cerebro frontal, y esta jnana surge del pensamiento del tálamo. Es sabiduría sin pensamiento. Y en suma esta sabiduría es hishiryo, mushin, no-espíritu, espíritu puro original. Es sabiduría sin karma, no sufre ninguna de las manchas de nuestro propio karma. Así es prajna. Maka hannya haramita. Haramita, en sánscrito paramita: práctica. Analicemos los kanji y dividamos paramita en dos: para(m) e ita. Para(m) significa la orilla más allá, la vertiente más allá. Ita tiene el sentido: llegar-alcanzar-realizar; llegar a la realización del estado original del espíritu puro.

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Haramita: la práctica que alcanza la realización del estado original del espíritu puro. Hannya haramita, la gran sabiduría realizada por la práctica del espíritu original. Esta sabiduría no surge del cerebro frontal. No viene ni del análisis, ni de la práctica de la razón, ni de la inteligencia en el sentido occidental. Hishiryo es diferente de la sabiduría intelectual; hi, más allá-infinito-absoluto; shiryo, el pensamiento. Hishiryo, más allá del pensamiento, pensamiento infinito-absoluto, que proviene del cuerpo. ¿Cómo se puede llegar a la realización de la gran-absoluta-completa y total sabiduría del espíritu puro original? Tenemos seis métodos pero la sabiduría más alta depende de hannya. El budismo Mahayana comprende seis acciones personales, las seis paramita: 1.- El don. Fuse, en sánscrito dana. Dar sin tomar, dar sin desear contrapartida. Esto significa mushotoku. 2-. La conducta ética, los preceptos. Jikai, en sánscrito sila, las acciones justas de nuestra vida cotidiana. Abstenerse de hacer acciones falsas. No beber alcohol en exceso, no comer demasiado; equilibrar las relaciones sexuales, etc. Esto quiere decir estar en armonía y seguir el sistema cósmico. 3.- La paciencia, la resistencia. Ninniku, en sánscrito ksanti, ser paciente, mushotoku, para nada. A pesar del dolor, las ganas de dormir. Esta paciencia difícil se revelará de una gran eficacia. Tener continuamente deseos sexuales y ser paciente se vuelve una virtud de ninniku. Moderar la glotonería, aunque sólo sea durante una comida, es una ofrenda de esta comida a la humanidad entera, y esta práctica se vuelve jikai, práctica de los preceptos. Refrenar sus gustos de vestimenta, aunque sólo sea un día, es el don de este vestido a toda la humanidad. 4.- Los esfuerzos, la perseverancia, la devoción. Shojin, en sánscrito virya. 5.- La concentración del espíritu. Zenjo, en sánscrito dhyana. La concentración del espíritu, que no es sólo la concentración durante zazen, pero en todas las acciones de la vida cotidiana. Zazen se vuelve entonces la fuente de todas las concentraciones. 23

6.- La sabiduría perfecta. Hannya, en sánscrito prajna paramita. Estos principios deben ser practicados en el Budismo Mahayana, y cada uno de ellos incluye los otros cinco. Interdependientes, deben ser practicados todos juntos. Shin significa espíritu-esencial, la esencia; gyo, sutra. El sutra de la esencia. El Hannya Kyo está compuesto por seis mil volúmenes, y el Hannya Shingyo representa el espíritu esencial.

KAN JI ZAI BO SATSU GYO JIN HANNYA HARAMITA JI SHO KEN GO UN KAI KU DO ISSAI KU YAKU Kanjizai bosatsu es el bodhisattva Avalokitesvara. Kan no es el sonido del gong, quiere decir observar-reconocer-comprender-ver. Jizai, la libertad. Aquel que observa-conoce-comprende-ve-reconoce la verdadera libertad. Bosatsu, en sánscrito Avalokitesvara. Lo descomponemos en tres partes: avalo, lokita, isavara. Avalo significa ayudar-proteger; lokita, que observa-protege, ve el mundo. Entonces avalokita significa: ver-proteger-ayudar la humanidad y el mundo. Isavara significa libertad. ¿Qué es la libertad? Si estamos demasiado apegados a la realidad, no podremos ser libres; seguir el ideal será una traba para la libertad, para el satori. Gyo, la práctica; ji, profunda, con los mismos significados que maka: profundo-absoluto-más allá. Cuando el bodhisattva Kanjizai practica perfectamente, absolutamente la gran prajna paramita, comprende que… Ji sho ken go un kai ku Go un kai ku, las cinco acciones del cuerpo, acciones psíquicas y mentales, son ku. Y este bodhisattva puede ayudar el sufrimiento de la humanidad. Ji sho ken: cuando las cinco acciones físicas y mentales del cuerpo son en si mismas ku. 24

El bodhisattva Avalokitesvara posee diez libertades: Ju jizai: la libertad de vivir tanto tiempo como se desee. La libertad de la vida eterna. Shin jizai: la libertad del espíritu. Mushin. Sin apegos. Poseer el espíritu original. Zai jizai: la libertad material. El poder usar libremente la materia. Esta libertad de los bienes materiales depende de fuse. Go jizai: libertad de go, acción, karma. Libertad de acción. Libertad sobre el karma. Sho jizai: la libertad de vida gracias a los preceptos. Poder vivir como se quiere o hacer lo que se desea. Su vida está reglada por el verdadero conocimiento de la esencia original de los preceptos. Poder hacer lo que se quiera cuando quiera. Pero si no tenemos este conocimiento perfecto de la esencia original de los kai, podemos cometer errores. Sho ge jizai: la libertad de transformación. Poder cambiar como el camaleón. Esta libertad es la libertad del cambio. Depende de los méritos de ninniku, la paciencia. Gan jizai: la libertad de la esperanza, de la realización. Esta libertad depende de los méritos del esfuerzo, shojin. Nuestros esfuerzos, nuestra perseverancia nos permiten realizar nuestros deseos, nuestra esperanza. Podemos triunfar. Jin riki jizai: es la libertad de los poderes extraños, poderes invisibles. Esta libertad depende de los méritos de zazen. Chi jizai: la libertad de la palabra, del lenguaje. Ho jizai: la libertad de la lectura de los sutras, del dharma. Estas dos últimas libertades dependen de los méritos de prajna. El bodhisattva Kannon posee diez libertades: El ideal y la libertad, shiki y ku, reigen (el origen) y shiwa (el afluente), el dharma y el hombre, el orden cósmico y las existencias son sin dualidad. La filosofía y la teología separan en dos. Dios y el hombre, el alma y el cuerpo. El budismo no separa. Es unidad porque el bodhisattva Kanjizai reúne los dos polos. ¿Cómo unirlos? ¿Cómo unir el dharma y el individuo, el ego y el orden cósmico? ¿el ego y las otras existencias? ¿Cómo unir ku y shiki? Esto es Kan ji zai bosatsu gyo, Jin hannya haramita, la sabiduría perfecta-completa de Kanjizai. 25

La verdad y la realidad son dos cosas diferentes y para la mayor parte de la gente, ideal y realidad están en oposición. Esta unidad es difícil de comprender, pero realizar ku, la sabiduría total, permite comprender que no hay separación y que shiki, a través de zazen, se vuelve ku. La verdad y la realidad de nuestra vida son diferentes pero la sabiduría real observa la verdad. Esta sabiduría tiene el poder de ayudar a todos los seres vivos de la humanidad. Es entonces la sabiduría real, la compasión perfecta. Desde nuestro espíritu puro, original, es necesario ayudar a los otros, unir los dos polos, el ego y los otros; es necesario que la barca llegue a la otra orilla. Para esto el medio es indispensable. Debemos crear esta sabiduría y el medio, los recursos (en sánscrito upaya, tiene un sentido diferente a la palabra francesa). Upaya acerca íntimamente la realidad al ideal. Upaya es el medio para ir de shiki a ku, para unir íntimamente el ego y el sistema cósmico, para aproximarse a uno mismo y a Dios. Upaya es la inteligencia. Sin Upaya no podemos aproximarnos. Upaya es el poder extraño de los medios hábiles, la sabiduría técnica, la gran compasión que permite conducir el ego hacia el sistema cósmico. Similar a la filosofía griega con el ideal del logos y el mundo de pathos. Con Upaya, la sabiduría une el ser al cosmos. Con Upaya, la sabiduría del bodhisattva une los otros al sistema cósmico. Kanjizai comprende que las cinco acciones físicas y psíquicas del cuerpo son ku. ¿Cuales son estas acciones físicas y psíquicas? Los go un: shiki un, ju un, so un, gyo un, shiki un. Los cinco go un, los cinco grupos constitutivos o agregados. Go un es la acción del karma. El kanji un significa: el grupo constitutivo. Y go es la cifra cinco. Shiki un, el grupo visible, cambiante, la materia, el color y la forma, los fenómenos. Ju un, las impresiones recibidas por los sentidos. So un, el pensamiento que simboliza la acción. Gyo un, la acción de esperar, de desear y de querer. Shiki un (este kanji, shiki, es diferente del primero), la acción de la conciencia y del saber. Shiki un. Pongamos un ejemplo. Una joven con kimono blanco está sentada en zazen, delante de nosotros. 26

Ju un, miramos sus caderas, sin pensar. Después su vestido claro atrae nuestra mirada. So un, aparece el pensamiento: «las caderas de esta joven son amplias, seguramente sus impulsos sexuales son fuertes; puede ser que haya tenido muchos niños, su cuerpo es apetitoso, quisiera amarla, abrazarla». Gyo un, la acción de esperar, de desear: «Deseo tocar el cuerpo de esta joven. Quiero abrazarla, pero ahora estamos en zazen, no es posible, después,…» Y al final, shiki gyo, la acción de la conciencia se vuelve karma; acción e interdependencia con los otros. Igualmente podríamos tener otros pensamientos, como: «Esta mujer tiene una buena postura de zazen. Tengo que corregir la mía. Viene regularmente a zazen. Debería hacer lo mismo. Lleva un rakusu, tengo que pedir la ordenación, ¡afeitarme la cabeza! Estas acciones son semilla de buen karma. También hay personas que llevan la cabeza rapada, y tienen un comportamiento lleno de errores. Para estas personas zazen no es nada eficaz. A continuación, tenemos los ocho tipos de sufrimiento. Cuatro sufrimientos fisiológicos: -sufrimiento de vivir; -sufrimiento de envejecer, miedo a envejecer, a perder la belleza y el amor del hombre amado. La juventud pasa rápido y la alegre jovencita y la dama anciana serán pronto idénticas. Sólo un pequeño plazo de tiempo; -sufrimiento de la enfermedad; -sufrimiento de la muerte; A continuación cuatro sufrimientos psicológicos y espirituales: -sufrimiento al separarse de aquello que amamos, de la familia, la joven de su novio; -sufrimiento al encontrar y tener que soportar lo que no amamos; -sufrimiento por no obtener lo que se desea, un amor imposible, ropas caras; -sufrimiento al desear demasiado, tener demasiados bonno, pasiones. 27

La juventud tiene demasiados deseos, yo también lo he experimentado, y no poder satisfacer - éste demasiados deseos- es un gran sufrimiento. ¿Cómo resolver estos sufrimientos? Kanjizai, con su gran compasión, por sus diez libertades, tiene la posibilidad de resolver estos ocho sufrimientos de los seres humanos. Ya os he hablado de los cinco grupos constitutivos, de los go un, de los cinco grupos de acción: shiki ju so gyo shiki. Shiki, el grupo visible, cambiante, no sólo material, el color y la forma, lo que es verdaderamente visible; ju los sentidos y sus acciones; gyo, la acción de desear, las percepciones, la voluntad de la acción; shiki, la conciencia-conocimiento, el saber del espíritu, de la conciencia. En japonés, decimos: ninshiku, el reconocimiento. Y todo este conjunto de los cinco grupos constitutivos es por si mismo ku. Así el bodhisattva Kanjizai ayuda, resuelve y corta la raíz de los sufrimientos de todos los seres humanos. Abordaremos ahora el primer capítulo del Hannya Shingyo.

SHARISHI SHIKI FU I KU KU FU I SHIKI SHIKI SOKU ZE KU KU SOKU ZE SHIKI JU SO GYO SHIKI YAKU BU NYO ZE. Sarishi: Sariputra, hijo de Sari. Para este nombre, tenemos una etimología pintoresca. «El brahman Matahra se casa, y su mujer trae al mundo una niña. Como los ojos de esta niña se asemejaban a los del pájaro sari (estornino), la llaman Sari». En los textos chinos, Sariputra es llamado a menudo Hijo del estornino, este es su nombre patronímico. El Hannya Shingyo es una conversación entre Avalokitesvara y Sariputra. Es un diálogo, y Avalokitesvara da su enseñanza a Sariputra. Avalokitesvara es un personaje legendario, mientras que Sariputra existió realmente. Sariputra fue un verdadero y gran discípulo del Buda Shakyamuni. Sariputra, discípulo de una profunda inteligencia, murió antes que el Buda. Tuvo mucha influencia en la India del Norte, donde a continuación se originó el budismo Mahayana, esta influencia siguió la ruta de la seda, desde China a través de la cadena del Himalaya.

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Los otros dos discípulos, Ananda y Mahakasyapa, continuaron la enseñanza de Buda. Eran más realistas y más prácticos que Sariputra. Las influencias se notaron en el sur de la India y en el Theravada, que pone su acento sobre la práctica de los kai. Continúa la huella de Ananda. Nagarjuna llegó en el momento de esta unión, antes de la separación de los dos vehículos. Nagarjuna incluye entonces los dos, el Mahayana y el Theravada. Mahakasyapa, Ananda, Nagarjuna… hasta el nacimiento de Daruma, en Ceylán, después la transmisión llegó a China como Zen. Sharishi shiki fu i ku. Sharishi significa también todos los seres humanos. Sharishi, te enseño a tí y a todos los seres humanos que: shiki es ku, ku es shiki. Shiki no es diferente de ku, ku no es diferente de shiki, ku esto es shiki, shiki esto es ku. Y ju so gyo shiki, los cinco grupos constitutivos son también ku. Podríamos decir: Shiki soku ze ku, ju soku ze ku, so soku ze ku, gyo soku ze ku, shiki soku ze ku. Yaku bu nyo ze. Yaku, también; nyo ze, esto es así. He hablado de shiki y sus numerosos significados. Acciones profundas-fenómenos-realidad. Ku es la sustancia, el ideal. Shiki soku ze ku, ku soku ze shiki. Shiki no es diferente de ku. Es la negación de los fenómenos, sin nihilismo. Ku no es diferente de shiki. Esta frase es la negación de la sustancia. A continuación, la síntesis: shiki no es otra cosa que ku. Ku no es otra cosa que shiki. Shiki no es sólo material. La India analiza profundamente shiki, el color, y define los diferentes tonos: azul, amarillo, rosa, blanco, luminoso, sombrío, claro, oscuro, polvoriento. Los colores son brumosos, y se precisan por sus formas: largo, corto, redondo, cuadrado, rudo, pequeño, bajo, agudo. 29

Shiki es todo lo que concierne al mundo visible. También tenemos la acción del cuerpo del hombre, de los animales, del mundo material, acciones y movimientos, prensión y rechazo. Durante zazen, las acciones del cuerpo están detenidas, pero sin embargo os digo «entrad el mentón», «estirad la nuca», «ni valle ni montaña». Estas acciones del cuerpo del mundo visible son las de tomar y rechazar. Dar la mano, cerrar la mano, doblar o estirar el brazo… El cuerpo va, se para, se tumba, se sienta. En India, en los tiempos antiguos, los diferentes matices de los colores, las formas, las acciones definían shiki, el mundo visible. Ku no es visible y algunas veces quiere decir cero. En Europa, en otro tiempo, el cero no existía, se contaba uno dos tres cuatro cinco… La filosofía india ha enseñado el cero a los occidentales. ¿Qué es el cero? Es una parte de ku. Ku sería el cero del ego, el cero de las otras existencias, el cero del dharma. El mundo visible no tiene existencias, pero a veces, lo que no tiene existencia real (noúmeno) puede ser visible. Los fenómenos o la realidad no tienen existencia, y la existencia sin noúmeno se vuelve fenómeno o realidad. También el mundo visible es la nada-sin noúmeno.

Nota: Se refiere a la estructura de un espacio afín. Tomemos como ejemplo, un espacio de dimensión 2, el plano. Una señal de este espacio es dada por (O,I,J), es decir un punto de origen y dos vectores unitarios. Cada punto del plano es señalado de la manera siguiente: M=O+OM, OM es el vector característico del punto M. Cada punto puede simbolizar una existencia (ego personal) y el conjunto de puntos del plano representaría el dharma y todas las existencias. El dharma incluye O, es decir) es un punto del plano como cualquier otro punto.

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Ciertamente este pasaje os parecerá difícil, sin embargo ya os lo he explicado a menudo. Ku fu i shiki, shiki fu i ku. Ku no es diferente de los fenómenos. Shiki, los fenómenos, no son diferentes de ku. Ku puede ser a veces muso, la no postura. Shiki soku ze ku: hay algo, pero no hay nada. Ku soku ze shiki: no hay nada, pero hay algo. Ku es la existencia sin noúmeno. Todo sigue la ley de interdependencia y existe por esta interdependencia. Y finalmente nuestro cuerpo no posee noúmeno. ¿Cuál es la actividad de nuestra vida? El origen de nuestra vida está en relación de interdependencia con el entorno. Esta actividad, esta energía de nuestra vida recibe la influencia de la vida cósmica. del sol, del aire. Todo es interdependiente. En el aire hay oxígeno, y el gas carbónico es necesario para las plantas… Finalmente, la verdadera sustancia de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu no se puede asir (atrapar, contener, retener). Os hablo ahora de los innen del Budismo Mahayana. En detalle los kanji: in, la causa; nen: ayudar-apoyar-cooperación. Innen: las relaciones interdependientes. Las relaciones están en un estado de interdependencia y sin noúmeno, como las mallas de una red de pesca. Así, algunas veces, shiki significa la acción de ku, el karma de ku. Ku significando la sustancia de la acción de shiki. La conexión que enlaza la realidad y el ideal es la que une shiki a ku; y la manera de realizar esta conexión es la de hannya, la sabiduría de Kanjizai. Tomemos de nuevo los cinco grupos constitutivos, los cinco agregados. Shiki, el cuerpo, lo que es visible, como el torbellino del agua que existe pero desaparece rápidamente. Las formas, sean hermosas o feas, existen pero desaparecen rápidamente… Como la joven muchacha se convertirá rápidamente una mujer anciana…«como el torbellino en el río». Ju: los sentidos. Como una burbuja en la superficie de la corriente del agua, se eleva, desaparece, se eleva,… y una vez más y una vez más. 31

So: el símbolo de la acción; las concepciones mentales. Son como una bruma de calor en suspensión sobre el campo… No lo podemos asir. Gyo: la acción de desear en sí misma, de querer, del deseo; como una cebolla que se pelara sin encontrar nunca el centro. Shiki: la acción de la conciencia; como visiones fantasmagóricas, sin sustancia, sin noúmeno. Dividamos todas las existencias del cosmos en dos tipos: -Ui ho, samskrta - Todos los fenómenos producidos por la ley de causalidad. -Mui ho, asamskrta - El cuerpo del nirvana, eterno, sin cambio, puro, no creado. Lo que es creado y producido por causas es forzosamente impermanente, y está relacionado con el sufrimiento. Ui ho, el mundo de los cinco grupos constitutivos. Shiki ju so gyo shiki. Shiki es el mundo físico. Ju so gyo shiki pertenece a la mente y a la metafísica. Shiki, el último, la conciencia, el rey del espíritu tiene por sirvientes : ju so gyo. En otro tiempos, algunos localizaban el espíritu en el corazón, la fisiología moderna piensa que el espíritu reside en el cerebro.

MAKA HANNYA HARAMITA SHINGYO Maka significa más allá, absoluto. Más allá de todo límite, más allá del tiempo y del espacio. Así, maka puede ser análogo a ku. Es lo que está en todo, dentro y fuera del ego, en cualquier época, en cualquier lugar, en quien y en lo que sea. Es el sinónimo de poder cósmico fundamental. Está por todas partes y sin cesar en movimiento, se propaga como el aire, se adapta como el agua. Es el invisible sin forma. Hannya: sabiduría. Es lo que nace a partir de ku, de nada, del vacío. Hannya es la emanación directa de ku; es el reverso; es el fenómeno. Así, maka hannya, la sabiduría infinita; la sabiduría que procede de maka o de ku y no se fija en ninguna parte; la verdadera y total libertad, sin apego. Esta sabiduría infinita, sin apego, no significa que nunca en nuestra vida, conozcamos el sufrimiento o la alegría; significa que si 32

estamos dirigidos por la tristeza, ésta puede expresarse totalmente en las lágrimas y la desolación, pero pasa rápidamente; el espíritu no debe entretenerse, fijarse en esto, es entonces felicidad sin apego; el espíritu debe encontrar su verdadera libertad en la condición normal que es sin tristeza ni alegría. Es la condición normal del espíritu durante zazen. Durante zazen, los estímulos externos son percibidos con mayor agudeza que en situación normal, y los efectos sobre la conciencia no se prolongan, se desvanecen rápidamente. Es lo mismo para los sentimientos, las emociones, los pensamientos que aparecen del subconsciente; los recuerdos que surgen del pasado, son desechados rápidamente por la conciencia hishiryo, que es la condición original del espíritu. La conciencia hishiryo ve todo, pero no se detiene en nada, fluida como la corriente del agua. «Las olas, incansablemente, se forman en la superficie de la corriente; pero no podrían borrar el reflejo de la luna que ha establecido ahí su morada» Maestro Dogen. La olas de los bonno, de los pensamientos, de los recuerdos se forman, surgen, pasan y mueren; pero no pueden afectar a la conciencia hishiryo que más allá de ellas permanece. Las olas, lejos de perturbar, condicionan el equilibrio psico-físico, como el dolor que debe expresarse, manifestarse a la conciencia, ser controlado y comprendido, y no sumergirse en las profundidades del subconsciente… Evidentemente no podemos cortar definitivamente los bonno; esto significaría la muerte; la vida misma es bonno: sin embargo podemos controlarlos, a través de la observación, y disminuirlos. Por esta razón no hay que estar orgulloso de las buenas acciones, ni detestar las malas; debemos tener compasión por aquellos que están dominados por los bonno. Maka hannya, esta sabiduría infinita sin apego, se manifiesta en última instancia en la actitud del espíritu frente a la vida y la muerte; actitud sin apego ni huida, actitud de superar, más allá de la vida y la muerte; actitud de concentración en la vida pues vivimos, en la muerte cuando llega; actitud de abandono al poder cósmico del que todo surge, es decir sin ego, sin temores ni miedos, pues es sin noúmeno.

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El sufrimiento nace de esta dualidad, de esta escisión: poder cósmico, Dios, y ego, espíritu de la conciencia personal. Cada uno cree estar en posesión de un espíritu que le es propio; por ello, se piensa que este espíritu hace sufrir o gozar. Es un punto de vista más cercano a la verdad que la que consiste en odiar el mundo, creyendo que esta es la causa de nuestras tribulaciones. Sin embargo, desde el dolor físico al dolor espiritual, la causa de sufrimiento es, en todos los casos creada por el apego al ego que se define por la creencia errónea en una entidad personal, esto es la ignorancia. Bodhidharma estaba sentado en zazen de cara a la pared. El segundo patriarca Eka estaba de pie en la nieve, esperando un signo del maestro, terminó por cortarse el brazo para expresar su determinación; y se dirigió a Bodhidharma: «El espíritu de vuestro discípulo no está en paz; os lo suplico Maestro, ¡pacificadlo!» Bodhidharma respondió: «Tráeme tu espíritu, y yo lo pacificaré». «Lo he buscado por todas partes, respondió Eka, pero no lo he podido encontrar; finalmente, es inaccesible». «Entonces ya lo he pacificado», respondió Bodhidharma. Un monje golpeó su pie contra una piedra y sintió un gran dolor: «¿Cuál es el origen de este dolor?», se preguntó. En ese momento, obtuvo el satori. Haramita, el más allá, el ideal, lo último. Es la práctica. Maka hannya haramita, la gran sabiduría que conduce más allá. Shin gyo, el sutra del espíritu. Pero, ¿qué es el espíritu? He aquí una metáfora de una profunda enseñanza, en relación a la localización del espíritu. Ananda era un fuerte y hermoso joven, discípulo de Buda. Durante un día de gran calor, al volver de su ronda de mendicidad (takuhachi), se dirigió hacia un pozo en donde pensaba que por fin podría refrescarse. Al acercarse, vió una joven que sacaba agua. Le pidió de beber y la joven le respondió: «soy una sudaran (intocable). No podéis recibir agua de mi mano». Llena de verguenza volvió el rostro. «¡No, dice Ananda! La enseñanza de Buda está más allá de las castas. La humanidad es una. Ninguna casta la puede dividir!» 34

La joven le ofreció un poco de agua en el hueco de las manos; después Ananda, dando la espalda volvió a su camino. La joven miró como se alejaba, desconcertada; su silueta era exquisita. Sus palabras habían sido tan dulces y su rostro era tan bello… No necesitó nada más para quedarse locamente prendada. De vuelta a casa, contó a su madre de este encuentro, y de sus sentimientos y su determinación inquebrantable de volver a ver a Ananda y casarse con él. La madre no podía creer la loca resolución de su hija: «Sabes que Ananda es un gran discípulo de Buda Shakyamuni y que él nunca accederá a casarse contigo. -Madre, su grandeza de alma le ha hecho beber de mi mano; además, ha dicho no tener en cuenta ninguna casta, la que sea. ¿No puedo esperar algo? Además madre poseeis inmensos poderes mágicos; os lo ruego, ¡usadlos en mi favor! ¡Haced que Ananda vuelva cerca de mi! -Tu necedad no tiene límites, hija mía, sabes tan bien como yo que mis poderes no tienen ningún efecto sobre las personas mushotoku, que no tienen más deseos ni apegos, no más que los muertos. Ananda es de esos seres; discípulo de Buda, ¡no tiene deseo, y respeta los preceptos! ¡Renuncia a tu amor! -¡Antes morir!», respondió la hija. Ante estas palabras, la maga, afectada en su amor materno, tuvo miedo y se resignó a llamar a Ananda. El ritual mágico suponía una larga preparación; tuvo que untar los muros de la habitación con excremento de vaca, hacer un montón espeso de rosales blancos, finalmente llenar ocho jarros de flores raras que había recogido cuidadosamente en las altas praderas de las montañas. Todo estaba por fin listo. Entonces prendió fuego a los rosales y la humareda invadió rápidamente la habitación. Sacudiendo la cabeza en todos los sentidos, su larga cabellera prolongaba sus movimientos, giraba alrededor del fuego con un paso irregular; el trance se intensificaba, como posesa, gritaba: «Demonios y dioses del fuego, dioses de la tierra y el paraíso, ¡escuchad mi tormento! ¡Responded a mis encantamientos! ¡Satisfacedme!” Volcó entonces sobre las llamas el contenido de los ocho jarros. La fuerza que surgió del ritual sorprendió la juventud inexperta y la 35

inocencia de Ananda y le aturdió; semiconsciente, se despertó en la habitación de la joven. «Acéptame como mujer, le murmuró; sólo puedo conocer la felicidad contigo». La belleza provocadora de su cuerpo desnudo se ofrecía a Ananda. A cierta distancia, en un palacio, se desarrollaba una ceremonia; que oficiaba el Buda. Recibió en toda su crudeza la visión del abrazo amoroso de Ananda y la joven. Fuera por efecto de la sorpresa o porque el Buda tenía interés en mirar la escena, el hecho es que pasó un tiempo antes que Buda llamase a Ananda. «¡Ananda! ¡Ananda! ¡Vuelve! ¡Es peligroso!”, terminó por gritar. La fuerza de su pensamiento llevó a Ananda al palacio. La joven le seguía, pero como era intocable, fue rechazada a las puertas, y tuvo que esperar en la entrada el final de la ceremonia. Por fin salió Buda seguido de sus discípulos. Se colocó entonces a su lado, y le impidió el paso. «¿Qué quieres? ¿A dónde vas? le preguntó Buda. -Me habéis quitado a Ananda; quiero verle y ser su mujer porque le amo, dijo ella. -¿Por qué amas a Ananda? ¿puedes decirme qué es lo que amas en él? preguntó Buda. Y añadió: «En los ojos de Ananda, hay lágrimas; su nariz tan fina está llena de mocos; su boca exhala olores pútridos; su cuerpo está hecho de inmundicias; sus intestinos llenos de excrementos, su sexo ¡expulsa orina! ¿Lo amas todavía, tu bello Ananda? Entonces ¡observa tú misma que su espíritu no es tan puro! ¡Lo encuentras dulce y amable! Cuídate, su gentileza no es más que egoismo, y su amabilidad del momento es la máscara que disimula sus deseos. Cuando esté satisfecho, te rechazará como un instrumento usado. La juventud de tus sentidos te debilita; caes en sus trampas y sigues lo que les seduce. ¡Ten cuidado! La vejez te sorprenderá antes incluso que hayas tenido tiempo de darte cuenta; tus sentidos no tendrán a tus ojos tanta importancia; marchita no serás ni seductora ni seducida; ¡no podrás librarte de la muerte!» Con paciencia y tranquilamente, el Buda predicó mucho tiempo. En el momento en que se detuvo, estimando que su enseñanza era 36

suficiente, los cabellos de la joven, adornados con flores, cayeron dulcemente. Sus hermosas ropas desaparecieron, dejando paso a un kesa que la recubrió por entero. El Buda dijo entonces: «Tu cuerpo es efímero; su belleza no dura más que el tiempo de tu pasión. ¡Cesa de crear apegos, y entra en la verdadera Vía!» Su conversión estaba cerca; pero Buda añadió todavía: «Vete, te permito ahora ver a Ananda; sé su mujer, y sé feliz!» Ahogada en sollozos de remordimientos, confesó entonces los extravíos a donde su corazón apasionado la habían conducido. «Hasta este día engañada por mis sentidos, he estado extraviada en caminos de sufrimiento: gracias a este amor, mi espíritu de apego se ha desvanecido; por eso os pido que me aceptéis como discípula». Así se convirtió en una verdadera monja, discípula de Buda, de quien fue, durante toda su vida, muy devota. Esta aventura llevó a Ananda a confesar su falta al Buda. Se confesó ampliamente, confesó haber sido extraviado por sus sentidos, y la atracción que esta joven había sentido hacia él. Buda dijo entonces: «Habéis amado a esta joven; vuestro espíritu se ha ensuciado por esta pasión; si el apego resultante se hubiera perpetuado, solo habría engendrado semillas de mal karma para la eternidad. Pero en vuestro espíritu atormentado se ha elevado la reflexión; y los remordimientos de tu conducta te ha llevado a la confesión; así te has limpiado de tus impurezas, porque este espíritu que ha vencido tus pasiones es el espíritu puro e invisible; posee el destello y la solidez del diamante; semejante a él, desaparece a veces por la capa de ilusiones opacas, pero cuando el velo se retira, brilla de repente en su magnificencia. Toda vida se realiza en función de dos espíritus; predomina tanto uno como otro; arrastrado por las circunstancias que hacen relucir los objetos y exacerban los sentidos, la flota de las pasiones se eleva, desarraigando el buen sentido y destruyendo la sabiduría… después, agotado, se derrumba. Terminada la tempestad, el otro espíritu aparece, calmo y sosegado, semejante al río majestuoso y pacífico.

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Los dos se enzarzan a menudo en una lucha encarnizada; pero si el primero a veces gana, el segundo permanece, imperecedero e inmutable, en las profundidades inaccesibles; nada puede tener dominio sobre él; el fuego no lo puede quemar, ni el agua ahogar. Lleno de una paciencia infinita, y contrapesando las pasiones desarregladas, actúa por su sola presencia que un momento de tregua hace reaparecer con una fuerza multiplicada. Este es el verdadero espíritu, puro y eterno». El Buda Shakyamuni preguntó entonces: Puedes decirme, Ananda, ¿dónde existe vuestro espíritu que amaba? -Ciertamente está en mi cuerpo, respondió Ananda. -Cierto, el espíritu tiene la facultad de la reflexión y la introspección y puede así conocer el ser que habita. Pero más precisamente, puedes decirme Ananda, en qué parte del cuerpo lo situáis?» Perplejo Ananda respondió: «Puede ser que exista fuera de mi cuerpo! - Sí, ¡vuestro espíritu tiene la facultad de sentir las atmósferas exteriores! Sin embargo Ananda, vuestro espíritu existiendo así fuera de vuestro cuerpo, si rompo esta columna, ¿sentirás tu el dolor?» Ananda se encontraba en la imposibilidad total de responder. «¡El espíritu llena todo el cosmos!» Concluyó finalmente Buda con un tono perentorio. «El espíritu que amaba existía incluso antes de ti. Un concurso de circunstancias ha hecho que se elevara en ti; y no has sido más que el juguete de este espíritu. Y aunque te hayas desecho de él, continuará». Siempre hablo del poder cósmico fundamental; es el espíritu único que llena el cosmos y gobierna el espíritu de las personas. Otras veces espíritu, shin traduce las nociones de esencia, de centro, o de médula. Así, shingyo indica la esencia de los sutras, o el sutra esencial. Algunos eruditos budistas afirmaron que el hannya shingyo es la esencia del sutra de la Gran Sabiduría que tiene seiscientos volúmenes. Sin embargo, el sutra termina hablando de la esencia de hannya haramita y no de la esencia del sutra. Son detalles de eruditos sin mayor interés. 38

El primero en traducir este sutra del sánscrito al chino kanbun fue el Maestro Genjo, nacido hacia el año 600. Cuando decidió ir a la India, tenía la firme determinación de traer con él todos los sutras budistas que encontrara allí, y después extender este conocimiento en China. Acababa de superar las comarcas limítrofes de China y de India cuando se hizo de noche; se dirigió entonces a un templo pobre aislado; nada más entrar, oyó hablar; era la voz de un viejo monje moribundo que dijo a Genjo desde que le vió: «Sé lo que vienes a buscar en nuestro país. Escucha atentamente». Y le leyó el Sutra del Hannya Shingyo. Genjo recibió una gran impresión; y al continuar su viaje por la India, no dejó de cantarlo en ningún momento, por miedo a olvidarlo, redoblando su ardor en presencia del peligro. Se encontraba en el centro de la India cuando, una noche, el viejo monje apareció de nuevo cerca de su cama. Genjo se sorprendió. -«¿Cómo habéis llegado aquí?» le preguntó. -«Soy Avalokitesvara, el bodhisattva Kannon», respondió la aparición. «Quería enseñarte el maravilloso sutra del Hannya Shingyo; por eso he venido hasta tí». Nada más terminar de hablar desapareció, dejando a Genjo solo en la habitación, en posesión del espléndido tesoro del Hannya Shingyo que comprendía desde ese momento completamente tanto en sánscrito como en kanbun. Shin, es hridaya en sánscrito, la esencia. La secta Shingon omite el calificativo grande; el Hannya Shingyo se titula entonces: el Sutra de la Esencia de la Sabiduría. Kyo o gyo corresponde a la palabra sánscrita sutra cuyo significado universal es conocido. Los sutras son el conjunto de las escrituras que trasmiten la enseñanza de Buda. El kanji (ideograma) se descompone en dos elementos: el elemento de la izquierda simboliza el hilo transmisor, el vehículo de la enseñanza de Buda, la corriente de vida, la Vía. Gyo significa también ir, caminar recto, como la marcha en kin hin. Después de la muerte del Buda Shakyamuni, su enseñanza fue transcrita sobre hojas de baitara (de 8 cm por 60 cm aproximadamente) sobre las cuales figuraba la huella de una corriente, definiendo así la naturaleza del texto. 39

Construcción del Hannya Shingyo. El título: Maka Hannya Haramita Shingyo. Se compone de cinco grupos de kanji de los que ya he explicado el significado. El texto se compone de cinco partes: 1-. del inicio «Kanjizai Bosatsu… a ku yaku». 2.- de «Shari shi a toku i mushotoku ku». 3.- de Bodai satta a toku a noku ta ra san myaku san bodai». 4.- de «Ko chi hannya haramita a haramita shu». 5.- de «Soku setsu shu a boji so waka». El Hannya Shingyo es uno de los raros sutras que no sigue la estructura habitual de la mayoría de los otros sutras, a saber: la introducción, el cuerpo del texto, el método de practicar. Sólo el cuerpo del texto constituye la totalidad del Hannya Shingyo, cuya idea esencial traduce la filosofía de ku. Maka Hannya, es la infinita sabiduría que procede de ku. ¿Cuál es el método para acceder a esta infinita sabiduría, al ku original y último? Encontrar este método es el objeto del Hannya Shingyo, donde la respuesta es mushotoku. Quiero hablaros de los méritos del Hannya Shingyo, y paradójicamente de la necesidad de ser mushotoku. Mushotoku es la condición para que los méritos aparezcan. Cuando, en mi juventud, iba a la escuela en bicicleta, no olvidaba nunca recitar este sutra que me acompañaba todo el camino; esto no me evitó múltiples peripecias pero las consecuencias habrían podido ser más graves si no hubiera tenido fe en el Hannya Shingyo. Cuando no podía hacer zazen, recitaba el Hannya Shingyo. En los momentos difíciles, tened fe en el Hannya Shingyo y recitadlo… Sin embargo, no olvidéis que debéis cantar sin finalidad. No busquéis obtener sea lo que sea, simplemente, cantad con fe y dejad hacer. «Vamos, vamos, más allá del más allá, En la verdadera libertad, Vamos todos juntos Sobre la orilla del infinito satori». 40

Existen innumerables historias referentes a los méritos ilimitados del Hannya Shingyo. A continuación os contaré algunas. Los méritos se realizan muy precisamente y muy exactamente, si siempre guardáis el espíritu mushotoku, sin objeto, ni idea de mérito, shikan; sin meta. La historia del budismo japonés narra los casos de numerosos creyentes fervientes que recitaban el Hannya Shingyo a lo largo de los días y de los años, sin cesar de repetirlo, simplemente movidos por su fe. La historia del Maestro Hanawa Hoki Ichi (1746-1821) (uno entre los muchos que ha pasado a la posterioridad. El Maestro Hanawa Hoki Ichi nació en la prefectura de Saitama, cerca de Tokyo. Se quedó ciego a la edad de cinco años. A los doce años su madre murió. Estudió entonces medicina, acupuntura y masajes, pero no tuvo éxito, no era muy habilidoso en este arte. Decidió, a raíz este fracaso, estudiar literatura; no podía leer, pero esta incapacidad había desarrollado en él sus facultades mentales, y particularmente la memoria, de manera que podía repetir casi literalmente cualquier texto de una obra después de haberlo escuchado una sola vez. Poco a poco su memoria se hizo enciclopédica. Conocía lo esencial de las obras literarias chinas, y ya a la edad de veinticinco o veintiseis años su cultura en la materia ya superaba a la de sus preceptores. No teniendo mayor esperanza en su provincia, se dirigió a un santuario en Tokyo, el muy famoso Temangu, donde hizo la promesa de recitar el Hannya Shingyo cien veces cada día al menos. Su voto era poder recitarlo diez mil veces al menos con el espíritu de recordar, después de las cinco mil primeras recitaciones, el millar de libros que había leído, y después de las cinco mil últimas recitaciones, de poder comentarlos y publicarlos. Comenzó ese mismo día. Cada diez recitaciones, su mujer colocaba en un cofre un hilo de papel para facilitar así el recuento que efectuaba cada noche antes de dormir. Muchas veces Hoki Ichi superaba las cien recitaciones diarias; los días de un fervor particular, alcanzaba el número de doscientas, incluso trescientas. Siguió así hasta su muerte, durante cuarenta y tres años. Durante estos cuarenta y tres años, no pasó un solo día sin que realizara su tarea. 41

Cuando pienso que aquí, en el dojo, sólo lo recitamos tres veces, y que algunos, fatigados, se paran al final o que otros mueven sus labios sin emitir ningún sonido por miedo a perder su energía. El cantaba hasta trescientas veces, y no hacía menos zazen, que ciertamente es más eficaz que recitar el Hannya Shingyo; alguna vez, si estáis enfermos, y debéis permanecer acostados podéis intentar un día recitarlo cien, doscientas o trescientas veces, esto no es fácil. El Maestro Ichi realizó su voto; escribió quinientos treinta libros y publicó más de mil. Las personas de su entorno le leían, él hacía los comentarios mientras que su mujer escribía a su dictado. Una tarde, mientras comentaba un texto, las velas agotadas se apagaron; su mujer y sus próximos se lo dijeron. Respondió entonces: «Sois desdichados por poseer la vista; por mi parte, que las velas se hayan apagado no me ha molestado lo más mínimo; puedo seguir haciendo mis comentarios». De hecho, sin su ceguera, probablemente no se habría concentrado de esa manera, ni habría hecho tantos esfuerzos para realizar su obra. La historia dice que recitó el Hannya Shingyo de una a dos millones de veces, y que por este mérito llevó a buen término su trabajo. Se puede encontrar en la actualidad la mayor parte de sus obras en la importante biblioteca nacional de Tokyo. El Maestro Genjo es famoso también por haberlo recitado un gran número de veces, pero Hanawa Hoki Ichi le supera ampliamente. Personalmete, yo también, antes de la guerra, había hecho el voto de escribir el Hannya Shingyo un millar de veces. Lo he copiado hasta seiscientas veces aproximadamente, después las hojas se perdieron durante la guerra, y sólo me queda una que he traído conmigo a Francia. Está colgado aquí en el muro de este dojo. Tenía la costumbre de escribirlo después de cada zazen; lo escribí seiscientas veces, después pensé que si tenía tiempo de escribir el Hannya Shingyo, lo tendría también para continuar el zazen. Es así como detuve esta tarea. Muchos creyentes fervientes en Japón se dedican aún en nuestros días a esta tarea, que consiste en recitarlo o escribirlo. 42

Pasajes importantes del Hannya Shingyo. Estos son los pasajes clave que en algunos términos definen el tema esencial del Hannya Shingyo. En primer lugar: el título por sí solo es de principal importancia. No vuelvo a él, ya he explicado los puntos importantes. En segundo lugar: En la primera parte, Go un kai ku, son los cinco elementos, cinco agregados. Kai ku, todo es ku. Todas las existencias son ku, todos los fenómenos son ku. En tercer lugar: ¿Cual es la naturaleza de ku? Fu Fu Fu Fu Fu Fu Fu

sho fu metsu fu ku fu jo fu so fu gen. sho, no nacido, no creado. metsu, no finito, no desaparecido; es decir sin comienzo ni fin. ku, no manchado. jo, no puro. so, no crece. gen, no mengua.

Ze ko ku chu mu shiki mu ju so gyo shiki. Ze ko así; ku chu, en ku; mu, no hay; shiki ju so gyo shiki, los cinco elementos (go un), que son, shiki, el color, las formas (sensaciones); ju, la percepción; so, la opinión-pensamiento, la conceptualización; gyo, la acción, la volición; shiki, la conciencia. Mu gen ni bi ze shin i. Mu, no hay; gen ni bi ze shin i, las seis raíces de la percepción: gen, el órgano de la vista, los ojos; ni: el órgano del oído, las orejas; bi: el órgano del olfato, la nariz; ze: el órgano de la palabra, del gusto, la boca; shin, el órgano del tacto, el cuerpo; i, la conciencia. Mu shiki sho ko mi soku ho. Mu, no hay, shiki sho ko mi soku ho, los seis objetos de la percepción: shiki, el color; sho, el sonido; ko, el olor; mi, el gusto; soku, la sensación táctil; ho, el concepto. Así ku es no nacido, no finito, no manchado, no puro, no creciente, no menguante. En ku, no hay cinco agregados, los seis órganos de los sentidos, los seis objetos de percepción. Mu i shiki kai.

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Mu, no hay, i shiki kai, el mundo de las seis conciencias: la conciencia de los ojos, de la nariz, de la boca, del cuerpo y de la conciencia de la conciencia o la voluntad. Mu mumyo yaku mu mumyo jin. Mu, no hay; mumyo, ignorancia; yaku, y; mu, no hay; mumyo, ignorancia; jin, extinción. No hay ni ignorancia ni extinción de la ignorancia. Este pasaje sostiene la teoría de los doce innen que explicaré profundamente más tarde. Los doce innen son las doce causas interdependientes o las doce eslabones de la causalidad. Es uno de los principios fundamentales de la filosofía budista que retomaré más tarde. Mu roshi yaku mu roshi jin. No hay ni vejez ni muerte, no hay extinción de la vejez y de la muerte. Así son los doce innen. Mu ku shu metsu do. Mu, no hay; ku shu metsu do, las cuatro santas verdades. Ku, el sufrimiento, el estado de sufrimiento; shu, el origen del sufrimiento. El sufrimiento proviene de los bonno que son una búsqueda de la satisfacción de los deseos y de lo material, o la huida de los deseos y de lo material, su negación. Metsu, la extinción, el fin del sufrimiento. La condición sana. El nirvana. Do, la Vía, el método. Estos métodos son en número ocho. Son las ocho vías justas de la enseñanza de Buda: 1.- Los puntos de vista justos; 2.- los pensamientos y consideraciones justas; 3.- la palabra justa; 4.- la acción justa; 5.- el modo de vida, la ocupación justas; 6.- el esfuerzo justo; 7.- la fe justa; 8.- la concentración justa.

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Mu chi yaku mu toku. No hay sabiduría y no hay provecho. Esta frase lleva al pasaje central y esencial del Hannya Shingyo. I mu sho toku ko. Es mushotoku. Es la clave de todo el Hannya Shingyo. No hay meta, nada a obtener. Toda la parte precedente de este mu sho to ku tiene por finalidad, por medio de las negaciones, introducir esta noción. Toda la parte que sigue muestra lo que se deriva de esta noción, mushotoku, de la que la gran sabiduría hannya haramita es a la vez la consecuencia directa y el medio para llegar allí. Bo dai sa ta e hannya haramita ko. Entonces el bodhisattva gracias a hannya haramita. Shin mu kei ge. (Tiene) el espíritu sin obstáculo (su espíritu no puede ser perturbado). Mu kei ge ko. (Estando) entonces sin obstáculos. Mu u ku fu. No existe miedo. On ri issai tendo mu so. On ri, la separación; i ssai, todo, todos; tendo, trastorno; mu so, ilusión. Ku gyo ne han. Y accede finalmente al nirvana. San ze sho butsu. San ze, tres mundos; sho butsu, los patriarcas. Y los patriarcas de los tres mundos (pasado, presente, futuro). E hannya haramita ko. Por medio de, dependiendo de hannya haramita. Toku a noku tara san myaku san bodai. Obtienen el más alto satori. Ko chi hannya haramita. Hay que comprender entonces que hannya haramita. 45

Ze dai jin shu. Es el gran sutra universal. Ze dai myo shu. Es el gran sutra brillante. Ze mu jo shu. Es el más elevado (insuperable) de los sutras. Ze mu todo shu. Es el sutra incomparable. No jo issai ku. Es posible cortar todo sufrimiento. Shin jitsu fu ko. En la verdadera verdad, sin error. Ko setsu hannya haramita shu soku setsu shu watsu. Entonces declaro el sutra hannya haramita, Así este sutra dice: Gya tei gya tei hara gya tei hara so gya tei bo ji so wa ka. Ir, ir más allá, ir juntos más allá del más allá, sobre la orilla del satori. La estructura del Hannya Shingyo es así de simple. El tema central es ku, y el punto clave mushotoku. Para resumir: «Cuando el bodhisattva Avalokitesvara practica profundamente la gran sabiduría hannya haramita, ve que los cinco agregados son ku, y así ayuda a todos aquellos que sufren. Por eso, Sharishi (Sariputra), shiki no es diferente de ku. Ku no es diferente de shiki. Shiki es ku, ku es shiki, así es entonces ju so gyo shiki. Sharishi todas las existencias tienen el aspecto de ku, no nacidas, no extintas, no manchadas, no puras, no crecientes, no menguantes. Así en ku, no existen los cinco elementos, ni los seis órganos de la percepción, ni los seis objetos de la percepción, ni las seis conciencias, ni ignorancia, ni vejez, ni muerte, ni extinción de la ignorancia, de la vejez y de la muerte, ni las cuatro santas verdades, ni sabiduría, ni provecho, sólo mushotoku. Entonces el bodhisattva, por esta gran sabiduría hannya haramita, tiene el espíritu sin obstáculo ni temor; se separa de todo trastorno 46

y de toda ilusión y accede al nirvana; y los patriarcas de los tres mundos dependiendo de hannya haramita obtienen el más elevado satori. Hay que comprender entonces que el Hannya Haramita es el sutra universal más elevado, el gran sutra luminoso, el más alto e incomparable sutra, por el cual es posible cortar todo sufrimiento. En la verdadera verdad, no hay error. Declaro entonces que el Sutra Hannya Haramita proclama este mantra: Ir, ir más allá, ir todos juntos más allá del más allá, sobre la orilla del satori». El Hannya Shingyo explica que la más alta de las sabidurías es ku. ¿Pero qué es ku? Sin comprender ku, no se puede comprender el Hannya Shingyo. De todas maneras hay que practicar mushotoku. Practicando mushotoku se puede obtener todo. Es paradójico. Pero para practicar mushotoku, hay que comprender ku; y para comprender ku, hay que hacer zazen. Así finalmente el Hannya Shingyo desemboca en zazen, y zazen en la comprensión del Hannya Shingyo. ¿Cuál es el significado de ku? Se encuentra este kanji a lo largo de todo el Hannya Shingyo. El kanji ku es la traducción de la palabra sunya o sunyata, que ha sido traducido a continuación como vacío en Occidente. Pero esta traducción es impropia. Vacío no es más que uno de los múltiples significados de ku. El significado original de sunyata es suvi, que designa la expansión, el movimiento centrífugo, hacia el exterior; se puede entonces tomar la imagen de la expansión de una burbuja de jabón cuyo interior es hueco, vacío. Otro significado de sunyata es cero, que los hindúes fueron los primeros en dar. El ku del Hannya Shingyo no puede significar hueco o vacío. Ku, es lo que yo denomino existencia sin noúmeno, la existencia desprovista de sustancia propia. O también, la no existencia de lo subjetivo y de lo objetivo, y la existencia de la no-existencia. Puede ser también la plenitud del vacío. Dos nociones importantes en el budismo: ninku y hoku. Ninku, es el ku del ego, el no noúmeno del ego. Hoku, es el ku del dharma, el no noúmeno de todas las existencias. Así, todas las cosas, todo fenómeno y toda existencia no son 47

más que el principio de interdependencia y sometidas a la ley de impermanencia. El mundo de la comprensión en el budismo Hinayana sigue un método analítico; se analiza todo, desde la materia a lo espiritual, y se desemboca finalmente en la nada. La ciencia moderna también desemboca en la nada. Pero en el budismo Mahayana, la aproximación es a lo opuesto. Es un punto de vista sintético, intuitivo, directo de ku, que es el punto de partida de toda comprensión. Desde la intuición de ku, se pueden comprender entonces todos los fenómenos. Y esta intuición conduce a la comprensión de las cuatro nobles verdades: 1.- Mujo, la impermanencia. Todas las existencias son cambiantes. Todas están abocadas a la vida y la muerte. Todos los seres sensibles y todos los objetos inanimados están bajo la misma ley universal: nacimiento, desarrollo y crecimiento, después degeneración y muerte, extinción. Se nace, se vive, se va al ataúd. La sola comprensión de esta ley debería ser suficiente para cortar con cualquier apego a la belleza, la juventud, el amor,… Pero queremos seguir ciegos y seguir apegándonos. Todo en el universo está bajo la ley de la impermanencia, desde el átomo a las galaxias. Nuestro nacimiento se dirige inevitablemente hacia la muerte. ¿Por qué asustarse de esto? ¿Por qué rechazarlo? Se puede morir en todo instante, aquí y ahora. No hay nada más natural. No depende de nosotros decidir la duración de nuestra vida, ni el momento de nuestra muerte. El cuerpo cambia, evoluciona, se transforma, como nuestro espíritu. No hay noúmeno permanente, no hay entidad en nuestro ego. Hasta nuestros días, los investigadores científicos no han podido determinar la sustancia vital; desembocan actualmente en la noción de una energía fundamental, de una fuerza vital que no pueden definir con precisión. El fin de la actividad vital significa la muerte. En el budismo, esta fuerza se llama ki; es el constituyente esencial de todo el cosmos, y en esto es equivalente a ku. Ella misma es ku. Comprender la condición de sufrimiento e ilusión que se aferra al ego, es comprender el ku del Hannya Shingyo. Es acceder a la verdadera sabiduría. Esta comprensión es posible durante zazen, y 48

esta comprensión no es entristecedora; debe hacernos acceder al verdadero gozo y producir el auténtico valor. 2.- En: La interdependencia. Es una noción de primera importancia. Todas las existencias están movidas por la ley de interdependencia. El dharma tiene diversos significados: el conjunto de los múltiples tipos de existencia y fenómenos, o bien, según la etimología sánscrita, el acto de dirigir, de soportar, o bien, el orden, la ley. Sólo el juego de interdependencia de factores diversos constituye la realidad impermanente de las existencias; es el ensamblaje momentáneo de un cierto número de diversos elementos mantenidos juntos por la fuerza energética en movimiento. La pérdida de movimiento supone la muerte, la reducción de elementos y su fijación en un estado inerte. Es la materia muerta. La ley de interdependencia mantiene en un estado de perfecto equilibrio todas las relaciones e interacciones del mundo fenoménico; desde el agua hasta el aire, desde el cuerpo humano hasta los sistemas planetarios, todo está regido por esta ley en la perfecta armonía de interrelaciones. 3 y 4.- Shiki y ku: los fenómenos y la esencia. Los fenómenos son la causa directa del karma. El karma indica la acción, el movimiento. Todo fenómeno aparece por la acción. El movimiento procede de ku; es su aspecto fenoménico; así todos los fenómenos son las sombras de ku, las sombras del espíritu original. Ku trasciende los extremos. Es la Vía del Medio del budismo, que se sitúa por encima de los contrarios. Nuestro mundo fenoménico es un mundo dualista que parte de ku y desemboca en ku. Comprender esta ley, no intelectualmente, pero a través de la experiencia vivida con el cuerpo, es el satori. Esto puede comprenderse inconscientemente, naturalmente, automáticamente a través de zazen. Se pueden resolver entonces todos los sufrimientos. Es realizar el ku del Hannya Shingyo, la auténtica e inmanente verdad, obtener la verdadera libertad. Shiki representa los aspectos o estructuras provisionales, temporales, momentáneas, efímeras. Shiki es la estructura en movimiento sin cesar del poder cósmico manifestado. Ku es el potencial cósmico no manifestado, infinito, eterno, porque presente en la infinitud de cosas, es inmutable en su naturaleza. Es trascendente e imanente a la vez. 49

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JI ZAÏ BO

KAN

SATSU Cuando el bodhisattva de la verdadera libertad (Avalokitesvara)

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JIN HAN NYA HA RA MI TA JI

GYO

Practica profundamente la gran sabiduría Hannya Haramita

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SHO

KU DO KAÏ KEN IS KU GO YAKU SAÏ ON …realiza que los cinco agregados son vacíos (ku) y así ayuda a todos los que sufren

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KAN JI ZAI BO SATSU GYO JIN HANNYA HARA MITA JI. SHO KEN GO UN KAI KU DO ISSAI. Esta primera frase es a modo de prólogo. En sánscrito el sutra original no tiene título. Comienza directamente por: Aryavalokitesvara-bodhisattva gam bllrayam prajna paramitayam caryam caramano vyavalokayati sma pança skandha. El término skandha señala los go un. El Hannya Shingyo traducido en kanji por Genjo y Kumarajiva, en China y en Japón, se ha vuelto más profundo que la versión original en sánscrito. Lo mismo sucedió con el Kongo Kyo; el texto original sánscrito es muy simple y su tradución en kanji le da una gran profundidad. Así en China, el budismo Mahayana se convirtió en un pensamiento de alta dimensión porque su enseñanza simple, filosófica y práctica se reveló más accesible que el budismo Hinayana. En el Hannya Shingyo, las frases originales eran también muy simples. No es tan difícil traducir el texto en kanbun al inglés porque su sentido es claro. Pero al hacer comentarios a partir de los kanji, en China y en Japón, el budismo Mahayana se hizo más profundo. Cuando el bodhisattva Avalokitesvara (kan ji zai bo satsu) practica la prajna paramita, observa y ve que los cinco skandha (sensación, percepción, pensamiento, actividad, conciencia), los go un no son más que vacuidad. Todo es ku. Con esta comprensión, salva y ayuda a todos los seres que sufren, infortunados o desgraciados. Kan ji zai bo satsu, a partir de los kanji, no significa únicamente el nombre del bodhisattva Avalokitesvara. Genjo daba varias traduciones más: Kan seo, Kan je on, Ji zaï… Kan significa la observación, ver; ji zai, la libertad; bo satsu, bodhisattva, el Buda vivo, el hombre del satori. Kan ji zai bo satsu: el ser vivo, el ser sensible, la persona que ha alcanzado el satori y la verdadera libertad. Según la traducción de Kumarajiva, kan je on significa Kannon, aquel que observa el mundo de los sentidos, todo el mundo, todo el movimiento en lo social, y manifiesta mucha compasión por todo, por todas las cosas.

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En China y en Japón, Kan ji zai bo satsu se ha transformado en la fe en Kannon y casi todos los templos de Japón guardan una imagen de Kannon. El concepto de Kannon no existe en India.. En China se encuentran pocas representaciones, pero en Japón, en cambio, hay de todos los tipos. El Kannon original es Senjo Kannon, el Kannon de los mil brazos. En este dojo, anteriormente, teniamos una estatua como esa, con diez brazos. Está ahora en Avallon. También encontramos Bato Kannon, Kannon con cabeza de caballo. Esta estatua no tiene el rostro de un caballo, pero la cima de la cabeza adopta la forma de un caballo; Kannon de los once rostros, Kannon de la libertad; Roku Kannon, con seis cuerpos, como un monstruo; Kannon del agua y de la luna; o bien Kannon con una red; Ryu Kannon, Kannon con cabeza de dragón.. No tiene rostro. He visto estas estatuas y las he encontrado muy hermosas. Los visitantes americanos, al mirarlas, las encuentran grotescas. Un día, durante un mondo con una americana, el jefe del templo le preguntó: «¿Tiene usted niños? -Si, sólo uno. -Cuando le educa, ¿cuál es su método? -Son necesarias muchas técnicas». Entonces el jefe del templo contestó: «Cuando una madre educa un sólo hijo, necesita diferentes métodos y tiento. ¡Así el Buda para salvar todos los seres debe tener mil o diez mil brazos!» Esta mujer se quedó muy impresionada. Cada estatua de Kannon tiene numerosos significados. Para hacer comentarios sobre Kannon o Kan ji zai, debería explicar el Kannon Gyo del Sutra del Loto y hablar de Kannon durante varios meses. Gyo jin hannya haramita. Jin, cuando, el tiempo; gyo, la práctica. Pero este kanji no tiene solo el significado de práctica tiene un significado todavía más profundo. Si lo explicara todo, esto se volvería demasiado complicado. Kan ji zai bo satsu (el bodhisattva de la verdadera libertad) practica jin hannya haramita. 58

Aquí, el kanji jin significa profundo. En sánscrito, hannya es la prajna paramita, la sabiduría necesaria para obtener el satori. Ya os he hablado en mis comentarios sobre el título. Haramita es la sabiduría que permite alcanzar el más alto ideal desde la realidad. Hay cinco tipos de prácticas: 1.- Ji ken fuse (fuse: don) significa abandonar los deseos, tener compasión por los otros con un espíritu mushotoku, no para si mismo, sino para otro. Dar esperando obtener un provecho personal no es un verdadero don. 2.- Ji kai, es proteger los preceptos, seguir la moral. En ji kai, kai tiene el mismo sentido que sila, precepto. Y aquí también, no hay que seguir estos preceptos para uno mismo, sino para otros, con un espíritu mushotoku. 3. Nin ni ku, es la paciencia, la resistencia. Pero hacia otro, en un espíritu mushotoku, es difícil practicar. 4.- Sho jin, es el esfuerzo, la perseverancia, continuar zazen. Practicar zazen para los otros, ni para si mismo ni para exhibirse. 5.- Zen jo, zazen, serenidad, espíritu de concentración de una manera mushotoku. Esta frase sobre el don y la compasión es la síntesis de estas cinco prácticas. La sexta sabiduría como la última sabiduría, la posibilidad de reconocer profundamente todas las cosas. Jin hannya haramita. Jin, profundo; hara, el fondo del mar, penetrar profundamente. He aquí una historia: un conejo, un caballo y un elefante decidieron atravesar un río haciendo una competición. El conejo patalea en la superficie del agua. El caballo nada y el elefante camina por el fondo del río. El elefante llega primero, después el caballo y por último el conejo. Es la metáfora de nuestra vida. En el Shodoka, está escrito: «El gran elefante no juega sobre el sendero de los conejitos». ¿Entonces como practicar hannya? Ji sho ken go un. Sho significa brillar. Es el mismo kanji que en el nombre de ordenación de A.M. Kan significa mirar, observar en interior, la observación. 59

Hoy voy a explicar go un. Todo es vacuidad, ku. El bodhisattva Avalokitesvara ayuda a todos los seres vivos, todas las existencias que sufren o que experimentan dificultades. Sho ken go un kai ku do. En sánscrito, go un designa los cinco grupos, los pança-skandha, los cinco agregados, todos los elementos físicos y mentales que constituyen el mundo fenoménico. En la filosofía búdica, se les clasifica en cinco categorías de agregados. - El primer, shiki (rupa en sánscrito), es un término genérico que designa toda forma de materia del mundo visible, todas las existencias materiales. Shiki significa lo que es visible, todos los fenómenos, todas las cosas cambiantes. Go un kai ku do. Todas las existencias son ku e impermanentes. Existen. Se puede observar pero son sin noúmeno. Toda condición es siempre cambiante. Durante zazen, nuestro cuerpo cambia, así como nuestras células, los órganos internos, los órganos sexuales, la conciencia… Todo cambia sin cesar. Cualquier cosa pequeña se vuelve grande o bien la calma se transforma en volcán y viceversa. - El segundo skandha, ju (vedana en sánscrito), es relativo a la percepción. El kanji ju significa recibir a través de los cinco órganos de los sentidos. Así, percibimos los colores, los sonidos, los olores, los contactos y sentimos en nosotros sufrimiento o gozo. Esta percepción nos produce tres sensaciones: alegría, indiferencia o tristeza. Hay siempre tres formas diferentes e impermanentes de recibir una misma cosa. Por ejemplo, cuando se mira una hermosa flor, o una hermosa mujer, una bella joven, podemos experimentar alegría. Si alguien os golpea muy fuerte con el kyosaku, es doloroso. Después de zazen, el hecho de cambiar de ropa y ponerse un traje da alegría. Me he dado cuenta que a todo el mundo le gusta quitarse rápidamente el kolomo negro y el kesa porque no es una ropa cómoda, sino sólo un hábito práctico durante zazen. ¡Entonces que más da! Cuando actuáis así, debo alguna vez hacer lo mismo… - El tercer skandha, so (samjna en sánscrito), se refiere a las concepciones mentales. El kanji so significa pensar, la conciencia. A través del segundo skandha (la percepción) y a partir del pensamiento se produce una acción mental en el cerebro que puede ser de diferentes tipos. 60

Gen ni bi zes shin i. Gen, ojos; ni, orejas; bi, nariz; ze, lengua; shin, cuerpo; i, conciencia. En el Hannya Shingyo se repite siempre estos seis sentidos. Por la percepción, cuando se mira una flor, por ejemplo una rosa roja, se piensa: «Es una rosa es roja» o bien «es blanca o azul»; o bien «es un hombre que es guapo o bueno, una mujer con la nariz en forma de trompeta, o un culo gordo o grandes pechos». En el cerebro, se imaginan acciones mentales. Se crean concepciones. Pero en ese momento, se comete un error. Cada uno es diferente: algunas tienen grandes pechos, en otras no son más grandes que los míos… Cada persona hace sus propias concepciones. Es una actitud errónea. En un sutra, el rey Hashinoku hablaba con la reina: -«El mundo es muy grande pero qué amáis más que a vos misma? - Me gustaría deciros que os amo más que a mi misma, pero en realidad, es a mí misma que amo y no a tí», respondió ella. Entonces el rey contestó: «Es verdad, yo también, soy, a mis propios ojos más importante que cualquier otro». Así hablaban entre ellos. Sus palabras eran justas pero a causa de su ego, no se ponían de acuerdo. Entonces decidieron visitar al Buda Shakyamuni y le contaron su conversación. «Ciertamente vuestras respuestas respectivas no son erróneas», respondió. Finalmente todo hombre se ama a si mismo y cada cual es importante para él mismo. Por eso no molesteis a los demás. Pero amándose a uno mismo, se molesta a los otros. ¿Qué es el egoismo? Es un gran koan. Abandonar el ego o no volverse egoista es muy difícil. Por lo tanto, en la vida, no hay que molestar a los demás. Lo mismo en zazen. Abandonar el ego, no molestar a los otros moviéndose o bien haciendo ruido o a veces tirando pedos ruidosos. - El cuarto skandha es gyo (samskara en sánscrito). El kanji correspondiente a gyo significa volición. Después de las percepciones, las concepciones mentales, las ideas y el pensamiento, aparece la voluntad. Se quiere actuar, se quiere hacer algo. Así shiki ju so gyo shiki. Todo es función de nuestro comportamiento. - En el quinto skandha, shiki corresponde a vijnana en sánscrito. Vi significa analizar; jnana, comprender, analizar el objeto.

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El kanji shiki significa la acción de reconocer. El último shiki no representa más los colores o el cuerpo, como el primer skandha shiki (rupa). En kanji japonés, esto es shiki, la conciencia del espíritu. El skandha vijnana engloba la totalidad del espíritu mientras que los otros cuatro son las funciones mentales. Los cinco skandha componen entonces el cuerpo y el espíritu de todos los seres sensibles que están en el mundo del deseo y los fenómenos. Pero todos estos seres sensibles son sin forma y no tienen materia. Los cinco skandha, los cinco agregados, no tienen sustancia. Esto es go un kai ku. El ser sensible y temporal es sin sustancia, sin noúmeno. Las existencias, todas, no tienen noúmeno y cambian sin cesar. Se dice: «Soy joven o bello, o amo a esta mujer». Es el egoismo. No se existe así, pero se es interdependiente. Por el karma, cada uno es diferente: algunos tienen pequeñas o grandes orejas, cabellos negros o rubios… Todo es resultado de la interdependencia y del cambio. No existe ego. La existencia es sin noúmeno. Hay que comprenderlo. Es el satori. Durante zazen, se puede realizar totalmente. Kan ji zai bo satsu gyo jin hannya haramita ji. Sho ken go un kai ku do issai ku yaku. ¿Cómo hacer para alcanzar esta comprensión y así obtener la más alta sabiduría, el mayor poder, la mayor felicidad? La existencia de todos los seres sensibles es ku. Todo es ku. Ku significa existencia sin noúmeno, siempre cambiante. Kai ku do i ssai. Ku yaku. Do: el kanji significa ayudar, salvar; i ssai, toda las cosas; ku, sufrimientos; yaku, infortunios. Ji sho ken. Sho, es brillar; ken, mirar en el interior. Observar profundamente no sólo con los ojos, pero a través del espíritu. Sho ken: abrir el ojo del espíritu. Do issai ku yaku significa todas las existencias en dificultad, en sufrimiento o infortunadas. Por la sabiduría hannya haramita, Avalokitesvara salva a todos los seres. En la Persia antigua, se cuenta que vivía un rey llamado Zemir. Coronado muy joven, reunió a su alrededor numerosos eruditos de 62

todos los paises. Éstos habían estudiado la historia de la humanidad, y les preguntó: «Por favor, editad la historia de la humanidad». Todos estos eruditos se concentraron entonces profundamente sobre este estudio. Después de veinte años preparando la edición de estos libros, fueron a palacio, cargados con ciento cincuenta volúmenes transportados por doce camellos. El rey Zemir había pasado entonces la cuarentena. «Ya soy viejo, dijo. No tendría tiempo de leerlo todo antes de morir, así que por favor hacedme una edición abreviada». Durante una veintena de años los eruditos trabajaron sobre estos libros, y volvieron al palacio con tres camellos sólo. Pero el rey se había vuelto muy viejo. Tenía cerca de setenta años y estaba cansado. «Es imposible que me lea todos esos libros. Por favor haced una versión más corta». Después de diez años de trabajo, volvieron con un elefante cargado con sus obras. Pero el rey tenía entonces más de ochenta años, medio ciego, no podía verdaderamente leer. Zemir pidió entonces una edición todavía más abreviada. Los eruditos también habían envejecido. Se concentraron todavía cinco años y justo antes de la muerte del rey, volvieron con un solo volumen. «Voy a morir sin tener ningún conocimiento acerca de la historia del ser humano», dijo. A su oreja, el erudito más anciano respondió: «Os voy a explicar en tres palabras: el ser humano nace, sufre y finalmente muere». En ese instante el rey murió. Buda también alcanzó el satori en el mundo donde había sufrido. En el Budismo, el satori de Buda no es pesimista. Los sufrimientos y dificultades son el revés del mundo de la felicidad y de las satisfacciones porque la gente que desean y quieren la felicidad sufren. Si no se quiere demasiada felicidad ni satisfacción, no hay sufrimiento, es el satori, la comprensión de Buda. Al contrario que aquel que ha alcanzado la condición de satori, la historia del ser humano es la del sufrimiento: nace, sufre y muere. Pero en el Hannya Shingyo, se dice: do i ssai ku yaku. Todos los que han nacido, por la sabiduría del hannya shingyo, pueden alegrarse, ser felices y obtener la vida eterna. Su espíritu es mushotoku. Pero la gente quiere la felicidad. Tienen demasiados deseos. Sufren y su vida se vuelve difícil. Si no se desea, si no se espera 63

la felicidad, no se sufre: es la sabiduría hannya haramita. El Buda Shakyamuni ordenó dos mil quinientos discípulos y eligió a diez. 1.- Sharishi o Sariputra fue el más inteligente de todos. Hablaré de él en un próximo kusen. 2.- Mokuren o Mokkenren o Maudgalvayana, también llamado Kolita. Nacido de un padre brahman de la ciudad de Kolita, cerca de Rajagraha, influenciado por su amigo Sariputra, se hizo discípulo de Buda. Contaré esta historia en el próximo kusen. Maudgalvayana tenía la reputación de ser muy hábil en la práctica de poderes mágicos. 3.- Maka-Kasho o Mahakasyapa. Nacido en una familia de brahmanes llamada Pippalayana, se hizo discípulo de Buda tres años después de haber tenido el satori. Después de sólo pasar ocho días con Buda, se volvió un sabio, un liberado vivo. Se dedicó a la práctica de Zudagyo2, de la que fue el representante. Un día en Benarés, el Buda Shakyamuni, a modo de sermón, tomó una flor y la hizo girar entre los dedos. Sólo Mahakasyapa comprendió y sonrió. Buda le dió la flor y le trasmitió el dharma. Fue el primero de todos los discípulos que recibió el Shiho. Antes de su muerte, dió la transmisión a Ananda que obtuvo la dirección de la orden de Zudagyo. Por sus grandes méritos, guardó la reputación de tener la piel de color oro. 4.- Anaritsu o Anuruddha o Aniruddha. Era el primo de Buda. Siempre se dormía durante sus conferencias. Un día, hizo el voto de no dormirse nunca. Perdió la vista, pero adquirió el ojo milagroso que forma parte de los seis poderes y que permite ver intuitivamente todas las cosas. Según la tradición birmana, Aniruddha recitó el Abidharma- Pitaka3, en el primer concilio de Rajagraha. Este concilio reunió, pocos meses después de la muerte de Buda, quinientos monjes escogidos, de una santidad reconocida, que tuvieron la tarea de reunir y ordenar las palabras de Buda. Así fueron fijados y trasmitidos los textos canónicos. 2.- Zudagyo: prácticas ascéticas destinadas a purificar cuerpo y conciencia, y el desapego a propósito del vestido, comida y casa. 3.- Una de las tres divisiones del canon búdico. Está constituido por tratados y comentarios sobre la filosofía budista, los cuales se atribuyen a los primeros discípulos de Buda. Según el Canon Pali, este Pitaka (o recipiente) se compone de siete obras mayores.

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5.- Subodai o Subhuti. Tuvo el satori realizando ku a través del Sutra del Diamante. 6.- Purna o Furuna o Purna-maitrayani-putra. Hijo de un profesor de Suddhodana, rey de Kapilavatsu, de la misma edad que el Buda, nació en el mismo mes. Fue el conferenciante más elocuente de todos sus discípulos. 7.- Kasennen o Katyanna. Nacido en una familia de brahmanes del sur de la India; hábil orador, le gustaba mucho discutir. 8.- Upari o Upali. Nacido esclavo, respetaba completamente los preceptos, los kai. 9.- Raun o Ragora o Rahula. El hijo de Buda, nacido antes de su renunciación al mundo. También respetaba profundamente los preceptos. 10.- Ananda o Anan. Primo de Buda, le acompañó durante más de veinte años y fue su secretario. Se hacía reñir siempre. Cuando el Buda se ausentaba, la gente le respetaban mucho y todas las mujeres le admiraban y le amaban. Reconocido por su excelente memoria, Ananda recitó el sutra Tripitaka en el primer concilio. Entre todos sus discípulos, Sariputra era el más inteligente, pero fue Mahakasyapa quien recibió el shiho. Cada uno tenía capacidades y características muy interesantes y particulares. Su educación fue diferente porque el Buda se dedicó a descubrir y a desarrollar la esencia de cada uno de ellos.

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FU SHIKI I SHIKI

FU

SHA

I

RI

KU KU

SHI

Sariputra, los fenómenos (Shiki) no son diferentes del vacío (Ku), el vacío (Ku) no es diferente de los fenómenos (Shiki)

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SHA RI SHI. SHIKI FU I KU. KU FU I SHIKI. En el texto del Hannya Shingyo, después de sha ri shi comienzan las palabras de Buda. Habla a Sharishi: Oh Sariputra… Los sutras se dirigen siempre a un discípulo. Se indica también el lugar y la fecha cuando fue dada la enseñanza. A menudo se encuentra también el término nyo ze que significa: así lo oí. Se habla a un discípulo en particular, después se cita el nombre de los discípulos presentes, los diez nombres de los grandes discípulos, después muchos, muchos nombres. En los sutras amidistas, se dirigen particularmente a Sarishi, el primer discípulo del Buda Shakyamuni. Pero el sutra del Hannya Shingyo no tiene introducción. Entonces no se sabe ni el lugar ni la época cuando esta enseñanza se dió. Se habla directamente a Sharishi. Sariputra y Maudgalvayana (Mokuren) fueron los dos primeros discípulos de Buda. Después Mahakasyapa, Aniruddha, Subhuti, Purna, Katyanna, Upali, Rahula y Ananda. Sharishi murió antes de la muerte de Buda. Fue el más sabio e inteligente de todos. Mokuren tenía un espíritu práctico y estaba dotado de grandes poderes mágicos. Fué asesinado por brahmanes. Mahakasyapa fue entonces el sucesor de Buda Shakyamuni. Cerca del lugar donde nació el Buda vivía un brahman cuya hija se llamaba Shari (Sari), era muy hermosa. Todavía más bella que S. a quien he dado el mismo nombre. Shari es el nombre de un magnífico pájaro. Los ojos de esta joven eran semejantes a este pájaro; hermosos ojos redondos y delicados. Por eso sus parientes la llamaron Shari. Shari se distinguía por su gran inteligencia. Se casó con un hombre llamado Decha. Una noche, en la cama, después de hacer el amor, mientras dormían, soñó con un joven hombre muy fuerte, con un sombrero de largos bordes caídos, que poseía un cetro de diamante como el que se utiliza en el budismo tibetano, el kongo sho.4 El joven destruía todas las montañas con ayuda de este cetro. Sólo una resistía. Quería romperla, fulminarla pero era muy difícil. En ese momento Shari se despertó. 4.- Kongo sho en japonés. Este cetro de diamante simboliza el espíritu de la condición despierta (bodhi) que corta todas las ilusiones (bonno).

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Esa noche quedó embarazada. Nueve meses después dió a luz a un niño al que llamó Sariputra. Desde niño su inteligencia fue extraordinaria y hasta la edad de dieciseis años, nadie podía sostener una discusión con él. Un día con un buen amigo subía una montaña del Himalaya. En el valle había una fiesta y la gente bebía, danzaba, reía como en Val d´Isère, en el Santa Lucía. Entonces Sariputra y su amigo se reunieron con ellos y se pusieron a charlar y a bailar. Como vosotros, eran verdaderamente muy felices. De repente, realizaron que «todo el mundo va a morir antes de cien años y a sufrir accidentes. Toda existencia cambia, se transforma, se termina». Sariputra dijo entonces: «Seguramente es posible encontrar la eternidad, la inmortalidad puesto que todo se termina pero se transforma y el cosmos continúa. Seguramente un gran maestro debe saberlo». Se volcaron entonces a buscar el verdadero maestro y fueron discípulos de un brahman llamado Sandyaya. Los dos eran muy inteligentes, enseguida el maestro les dijo: «Podéis ser también maestros. Tengo ciento cincuenta discípulos. Por favor, educádlos». Una semana después se convirtieron en los representantes del maestro. Sin embargo Sharishi y Mokuren no estaban satisfechos. Una mañana durante la mendicidad, takuhachi, encontraron a un joven monje. Le miraron. «¡Qué buenas maneras y que comportamiento ejemplar!». Su sorpresa fue enorme. «Es verdaderamente mejor que nosotros». El rostro de este hombre, impregnado de serenidad, era no sólo noble pero marcado por la experiencia, amistoso, ni feroz ni melancólico. La primera impresión recibida de un rostro cuando se mira a alguien es importante. Existen muchos tipos de rostros. Algunos son muy fuertes y enfadados, o bien feroces, tristes o melancólicos. No es bueno. El rostro de algunas personas es parecido al de un mono que ha comido cacahuetes: contento, contento, o bien parecido al de un perro después del amor. En esta época Sharishi y Mokuren se ocupaban de doscientos a trescientos alumnos. Muy inteligentes, sus funciones eran parecidas a las de un profesor de universidad. 70

Delante de este Ashadi (mesho en kanbun), Sharishi y Mokuren se quedaron completamente impresionados. «Ciertamente es más joven que nosotros, ¡sin embargo su comportamiento y maneras son perfectas! Refleja totalmente la sabiduría. ¡Sin duda es un maestro! Justo en ese momento el joven monje dijo: «Mi Maestro es el Buda Shakyamuni» Sharishi y Mokuren decidieron entonces ir al encuentro de este Maestro y le visitaron. El Buda Shakyamuni se concentró especialmente en su educación y rápidamente fueron sus mejores discípulos. A veces, durante las conferencias, Sariputra representaba al Buda. Pengissa, después de haberlo oído hablar, escribió este poema: «Gran inteligencia, gran sabiduría Muy profunda la de Sariputra. Muy hábil es, Para diferenciar la Vía De lo que no es». Las conferencias que hacía para los monjes eran a menudo simples o cortas, pero siempre profundas. Su voz resonaba semejante a la del pájaro Shari, justa y fuerte, su elocuencia parecida a una fuente. Dulce como la miel, su voz calurosa y reconfortante trasmitía una gran alegría a las personas que le escuchaban. Siempre muy digno, Sariputra fue muy respetado y admirado.

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KU

SHIKI

SOKU

SOKU

ZE

ZE

SHIKI

KU Los fenómenos (Shiki) son el vacío (Ku), el vacío es fenómeno

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SHIKI YAKU BU NYO ZÉ

JU SO GYO Así es para la percepción, el pensamiento, la acción, la consciencia

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SHIKI SOKU ZE KU, KU SOKU ZE SHIKI. JU SO GYO SHIKI YAKU BU NYO ZE. Llegamos al pilar, a la espina dorsal del Hannya Shingyo. Después del nombre Sharishi, las cuatro frases que siguen tienen cada una cuatro kanji: dieciseis en total. Shiki no es diferente de ku; ku no es diferente de shiki; shiki mismo es ku; ku mismo es shiki. Después: Ju so gyo shiki. Yaku bu nyo ze. Ju significa recibir. Cada uno de los cinco agregados es a su vez ku, y ku es a su vez cada uno de los cinco agregados. Y: ku soku ze ku. No hay sólo shiki fu i ku, también ku fu i shiki o shiki soke ze ku y ku soku ze shiki. Shiki fu i ku. Ku fu i shiki. Shiki soku ze ku. Ku soku ze shiki. Ju so gyo shiki. Yaku bu nyo ze. Hoy, voy a explicar esta frase. Ya he habaldo de Sharishi. Aquí Avalokitesvara se dirige a Sharishi. Avalokitesvara representa el símbolo del amor universal, de la compasión, la compasión de Buda. Este bodhisattva es un Buda simbólico, un aspecto de su personalidad. Al contrario Sharishi, Sariputra, existió y fue el primer discípulo de Buda. A través del Hannya Shingyo, Buda por medio de su símbolo Avalokitesvara se dirige a Sharishi. ¿Por qué esta conversación? Sharishi respresenta el símbolo de la sabiduría, de la inteligencia. Durante esta entrevista, el símbolo de la compasión habla a la inteligencia de Sariputra: Shiki fu i ku. Ku fu i shiki. Shiki significa los fenómenos, lo visible, el universo material, la forma, el cuerpo. Ku, es el vacío, hablo siempre de ello, esto es sunya, existencia absoluta, sin sustancia; ausencia de existencia subjetiva y de lo objetivo, o existencia de la no existencia. Shiki fu i ku. Estos cuatro ideogramas significan: Shiki no es diferente de ku y viceversa. Ku fu i shiki: Ku no es diferente de shiki. Después Shiki zoku ze ku: Shiki mismo es ku. 77

Ku soku ze shiki: Ku mismo es shiki. Ju so gyo shiki. Como lo hemos visto precedentemente, este último shiki es un kanji diferente que significa: conciencia del espíritu. Los cinco skandha (shiki, los fenómenos, las sensaciones; ju, la percepción; so, el pensamiento; gyo, la voluntad, y shiki, la conciencia) son igualmente go un kai ku. Entonces: Ju fu i ku; ku fu i ku; ku fu i ju; ju fu i ju. Ju soku ze ku; ku soku ze ju; so fu i ku; ku fu i so; fu soku ze ku; ku soku ze fu, etc. Los cinco skandha son entonces ku y ku no es diferente de los cinco skandha. En el Hannya Shingyo, se ha omitido hacer la misma frase para cada uno de los agregados. Se resume todo en una sola fórmula. También se puede decir: Gyo fu i ku y ku fu i gyo y gyo soku ze ku, ku soku ze gyo. Y en cuanto a shiki, la conciencia, ella no es diferente de ku, ni ku diferente de ella. Estas fórmulas así como sho ken go un kai ku son las más importantes y las más conocidas del Hannya Shingyo. En última instancia, los cinco agregados (shiki, ju, so, gyo, shiki) y su ensamblaje significan el cuerpo; como un torbellino que gira en espiral, visible pero sin existencia estable, siempre cambiante, siendo su cualidad constante la naturaleza del agua. Igual que nuestro cuerpo siempre cambiante vuelve a los elementos cósmicos fundamentales, el torbellino vuelve al agua. Ju so gyo shiki. Ju: sensaciones semejantes a las burbujas del agua, sin cesar aparecen y desaparecen, inatrapables. Existen como fenómenos, existencia sin noúmeno, ku. Es lo mismo para el cuerpo por entero: existe pero sin noúmeno, es ku. So: conceptos, pensamiento conceptual semejante a la bruma de verano que se eleva del suelo durante los grandes calores, como un espejismo. No existe pero sin embargo podemos ver un ligero temblor en el aire caliente. No se puede atrapar y se mueve. Gyo: la voluntad. Como la cebolla que se pelan las capas, al final no queda nada. A veces pelo una cebolla y lloro, lloro… Las cebollas europeas son muy fuertes. No se puede asir su esencia, así es la voluntad. 78

Shiki (el último): la conciencia que existe sin noúmeno, ilusoria. Ku. Durante zazen a veces se piensa pero no se puede asir el pensamiento. El de ahora ya ha pasado, el siguiente llega, después pasa, pasa. Así el cuerpo y el espíritu son ku, existencia sin noúmeno. Todo es interdependiente. Repito continuamente Shiki soku ze ku: shiki él mismo es ku. Por ejemplo: durante todo el verano y hasta septiembre, el castaño es todo verde, sus hojas ocultan las ramas. Pero llega el otoño, los colores cambian, las hojas caen. En invierno, el árbol está desnudo. Shiki se vuelve ku. Y esto dura hasta enero-febrero donde de nuevo, progresivamente, los brotes aparecen, el árbol reverdece: ku soku ze shiki. Es lo mismo para una mujer hermosa. Un dibujo humorístico, en un libro japonés, representa a Mona Lisa, La Gioconda, en forma de esqueleto, sólo huesos. Esta mujer exteriormente, parece verdaderamente bella. En el interior no hay más que huesos. Incluso una bella mujer, en su ataúd, se vuelve ku: shiki soku ze ku. Hoy, tenemos mucho dinero. Una pequeña vuelta por Montecarlo y no queda nada… shiki soku ze ku. Estos dos últimos ejemplos sólo ilustran un lado de las cosas porque, aunque no se tenga dinero, se puede ganar mucho: ku soku ze shiki. Todo es cambiante, mujo, la impermanencia. Es necesario considerar siempre los dos aspectos de un fenómeno. Una actitud así refleja la compasión. Ku se vuelve todo e inversamente, toda cosa se vuelve nada. Mui shi butsu: la nada incluye el infinito. Cada cosa es creada, compuesta, ensamblada por un encadenamiento de causas e interdependencias. Todo fenómeno material es shiki, y no tiene ninguna sustancia, sin noúmeno. No existe aisladamente. Es creada por en, la interdependencia. Este es el sentido de shiki soku ze ku. Shiki él mismo es ku. Pero considerar las cosas de esta manera refleja un espíritu nihilista y erróneo, porque existe también: ku soku ze shiki. Decir que shiki él mismo es nada sólo muestra una cara de la hoja de papel. Sobre el reverso se encuentra: ku soku ze shiki. Todo es mujo, impermanencia. Siguiendo el sentido común, se piensa: shiki soku ze shiki. Shiki él mismo no es otra cosa que shiki. 79

Los fenómenos materiales no son otra cosa que los fenómenos materiales. Y ku soku ze ku. Ku no es más que ku, nada. Cierto, esto existe. Pero shiki soku ze ku. Y ku soku ze shiki es la negación de esto, la complementariedad. Ku se vuelve shiki e inversamente. Este es el punto de vista del budismo. Incluso con ku, nada, el pobre puede volverse rico, el negativo se vuelve positivo e inversamente. No se puede ver ku, nada. No tiene existencia real, material. Pero de ku seguramente alguna cosa nacerá. Esta noción forma un elemento fundamental de la sabiduría. Según la opinión general, la ciencia, el racionalismo, sólo existe lo visible, aquí y ahora. Pero mirar únicamente la vida de esta manera produce un comportamiento erróneo en el futuro. Si mirais ku, mirad también shiki, ku soku ze shiki. Si veis shiki, mirad también ku, shiki soku ze ku. Ku se transforma en shiki y shiki en ku. Todo el sutra del Hannya Shingyo gira en torno a esta fórmula. Si se comprende esta relación todo se vuelve fácil. Pero no se trata de pensar esto con el cerebro sino realizarlo plenamente a través del cuerpo. Rikyu, el fundador de la ceremonia del té de la escuela Chanoyu, recibió un día unas flores muy hermosas, tsuba kide, de parte del jefe del templo Daitoku-ji, en Kyoto. Un joven monje guapo como J.B. se las llevó. Justo delante de la sala de té, se le cayeron. M. también hoy ha dejado caer objetos delante de la cocina. A veces cuando se es joven, no es tan malo cometer errores, esto permite concentrarse de antemano sobre los propios gestos. Y prestar demasiada atención a los detalles hace olvidar las cosas grandes. Entonces las hermosas flores cayeron al suelo. Todos los pétalos se soltaron rápidamente y sólo quedaron las varas. El joven monje estaba muy disgustado y se disculpó delante de Rikyu que respondió: «Entra en la sala de té». Delante del nicho, el tokonoma, Rikyu colocó simplemente un jarrón de ikebana vacío. Después introdujo las varas de las flores y, en el suelo, sobre el tatami, alrededor del jarrón, colocó armoniosamente los pétalos. Era muy hermoso, natural, simple. Rikyu le dijo entonces al joven monje: «Cuando me trajiste estas flores, eran shiki: shiki soku ze shiki. Al caer, se han vuelto ku, 80

no había flores: shiki soku ze ku. Según el sentido común habrían podido quedar así: ku soku ze ku. Pero ahora embellecen la habitación: ku soku ze shiki». Con nada esta habitación se ha vuelto muy hermosa, mucho más que empleando muchos adornos. Justo algunos pétalos depositados sobre el tatami alrededor de un jarrón vacío en el tokonoma. Esta historia refleja el espíritu de la ceremonia del té. Un famoso waka japonés ilustra también shiki soku ze ku y ku soku ze shiki «¿Qué preferís volveros? ¿Un muerto vivo o un verdadero muerto?» Actuando libremente, como lo deseeis, tendréis después de la muerte una vida maravillosa. Sea como sea nuestra vida, vivo o muerto: shiki soku ze ku. Si se abandona el ego, es verdaderamente libre. Es un problema espiritual. Si abandonais todo, no teneis nada más que perder o ganar. Ser mushotoku, tener un espíritu siempre libre, sin apego, sin ningún pensamiento dualista en el cerebro, se está vacío y se puede obtener todo. Entonces la intuición y la sabiduría se desarrollan. Pero si se es demasiado complicado, ni la intuición ni la sabiduría pueden crecer. En una botella llena, no se puede meter vino. Si está vacía, es posible llenarla. Todos estos ejemplos ilustran un gran koan, el tema del Hannya Shingyo: Shiki soku ze shiki; ku soku ze ku; shiki soku ze ku, ku soku ze shiki. Repito siempre esta frase. Existe una relación entre el tema del Hannya Shingyo y los Go I, los cinco grados, las cinco etapas que son los principios fundamentales de la lógica zen. La teoría de los Go I fue explicada por el Maestro Tozan (807-869) y, más profundamente aún, por su discípulo Sozan. Esta teoría está expuesta en el Hokyo Zan Mai del Maestro Tozan, en forma poética, un verdadero koan. Inútil analizar demasiado, se vuelve entonces demasiado racional y filosófico. El Hokyo Zan Mai es más profundo que un simple poema. La esencia de su filosofía está formulada en cinco frases: 1.- Sho chu hen. 2.- Hen chu sho. 81

3.- Sho chu rai. 4.- Hen chu rai. 5.- Ken chu to. Sho significa la sustancia del cosmos, ku, el poder cósmico fundamental, el derecho, lo justo, la esencia. Hen, los fenómenos, la curva, lo oblícuo, lo parcial. Corresponde a shiki. Se puede así establecer las similitudes siguientes: Hen lo oblícuo, la diferencia Shiki los fenómenos

Chu entra en Soku ze en si son

Sho lo derecho, la igualdad Ku la esencia

Sho lo derecho, la igualdad Ku la esencia

Chu entra en Soku ze en si es

Hen lo oblícuo, la diferencia Shiki los fenómenos

Hen lo oblícuo, la diferencia Shiki los fenómenos

Chu entra en (es) Soku ze son

Rai lo oblícuo, la diferencia Shiki los fenómenos

Sho lo derecho, la igualdad Ku la esencia

Chu entra en (es) Soku ze es

Rai lo derecho, la igualdad Ku la esencia

Ken

Chu

To

Este quinto principio resume sintetiza y supera los otros cuatro

En el Hannya Shingyo, los cinco skandha son: shiki (sensación), ju (percepción), so (pensamiento), gyo (voluntad) y shiki (conciencia). Los go un son igualmente ku y ku no es diferente de ellos. Estos cinco agregados y su ensamblaje representan el cuerpo y el espíritu, entonces el ego. A través de sho chu hen o ku soku ze shiki, ku se vuelve el ego. A partir del poder cósmico fundamental, ku entra en el ego que nace él mismo del cosmos. Nacemos del cosmos, desde el momento en que la gota de esperma del padre ha entrado en el óvulo de la madre. En ese momento preciso, el cosmos, la energía cósmica entra y crea el ego. Ku soku ze shiki, sho chu hen. Dios entra en el ego. 82

Shiki soku ze ku, hen chu sho. Hen entra en sho. El ego él mismo se vuelve ku, el poder cósmico fundamental. Cuando se muere, el ego vuelve al cosmos, inútil estar apegado a la vida. La muerte es natural. Ku soku ze ku, sho chu rai. Ku es el cosmos, lo absoluto. Ku = ku. La mayor parte de la gente piensa que el cosmos y el ego no tienen relación. De una parte ku representa lo absoluto, y del otro hay shiki; shiki soku ze ku, hen chu rai, los fenómenos que no son otra cosa que los fenómenos. Piensan que entre el cuerpo, el espíritu y el cosmos no existe relación. Estas personas ignoran que shiki soku ze ku, hen chu rai; ku soku ze shiki, sho chu hen; y que en ken chu to, shiki y ku están en total unidad; el cosmos y el ego se penetran mutuamente. Toda esta exposición nos demuestra que sho, ku: lo invisible, el poder cósmico fundamental, la sustancia del cosmos, la esencia, la razón, el ideal, y que hen, shiki: lo visible, los aspectos del cosmos, los fenómenos, la variedad de cada existencia, son unidad. En el segundo capítulo del Shobogenzo titulado «Maka Hannya Haramitsu», el Maestro Dogen, para comentar la realización de la gran sabiduría de Buda, se expresa así: «Cuando el Bodhisattva Avalokitesvara (el bodhisattva de la compasión) hace la experiencia y comprende la verdad a través de prajna paramita, se da cuenta que las existencias están formadas por los cinco skandha; shiki, ju, so, gyo, shiki (materia, sensación, percepción, pensamiento, voluntad y conciencia). Cuando los cinco skandha son observados a través de prajna, percibís ku. Por esta observación, descubrís que los skandha ellos mismos son ku. Cada uno se desapega y toma su origen en prajna. Cuando comprendeis esto, realizais, entendeis que: shiki soku ze ku; ku soku ze shiki; y shiki soku ze shiki; ku soku ze ku. Prajna Paramita puede percibirse desde el momento en el que nos desapegamos de los doce o dieciocho elementos generadores de la conciencia egótica. Los doce elementos están constituidos por los seis órganos de los sentidos y sus objetos: los ojos, la nariz, la orejas, la lengua, el cuerpo, el espíritu. Las formas, los colores, los sonidos, los sabores, las sensaciones del tacto y el razonamiento, la conceptualización. 83

Y los dieciocho son los doce elementos precedentes a los que se añaden las seis percepciones subjetivas: las conciencias visual, auditiva, olfativa, gustativa, táctil y mental. La prajna paramita puede nacer de la observación de las cuatro nobles verdades que son: 1.- Todo es sufrimiento. Ku. 2.- La causa del sufrimiento. Ju. 3.- La supresión del sufrimiento. Metsu. 4.- El óctuple sendero, la Vía. Do. Además hay seis acciones llamadas las seis paramita, para acceder a prajna paramita, seis grandes sabidurías que son: 1.- El don. 2.- El respeto de los preceptos. 3.- La perseverancia. 4.- Los esfuerzos. 5.- La concentración 6.- La sabiduría. Y en la prajna paramita, hay tres tipos de comprensión temporal: el pasado, el presente, el futuro; seis tipos de comprensión espiritual y física, basadas sobre la tierra, el agua, el fuego, el viento, el aire y el espíritu; y cuatro comprensiones de acciones de la vida cotidiana: caminar, estar de pie, sentarse, tumbarse. Cada una de estas prajnas paramitas es actualizada en el eterno presente, es decir el satori supremo y perfecto». Este texto es muy conocido, Kodo Sawaki lo repetía a menudo. Dogen sigue hablando de la prajna paramita y al final de su texto dice: «Debemos saber que recibir, leer y cantar los sutra todos juntos con el conocimiento protege y preserva prajna, pero también el dharma. Mi difunto Maestro Nyojo dijo un día este poema: «El cuerpo todo entero es la boca, suspendida en el cielo vacío (ku). Poco importa de la dirección de donde sopla el viento –norte, sur, este, oeste. La campanita de viento hace siempre resonar el sonido de prajna: rin, rin, rin».5 5.- La campanita de viento: tenemos una entre las cortinas del dojo, es furin: fu, viento; rin, campana.

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Tal es el sonido de la prajna en la transmisión de generación en generación de los Budas y los Patriarcas, en nuestro cuerpo y en de los otros, al norte, al sur, al este, al oeste». El pensamiento de Dogen es hishiryo, entonces infinito. Alguna vez, habla de una cosa después parte hacia otra y vuelve sobre la primera. El Buda Shakyamuni dijo un día a Subhuti, su discípulo: «Todos los seres sensibles deberían proteger y venerar prajna paramita de la misma manera que lo han hecho todos los Budas». Cada vez que considereis prajna paramita, debéis pensar con veneración hacia el Buda. Conozco bien el Shobogenzo. Lo he leído a menudo. Pero aquí y ahora, teneis sueño y os duelen las rodillas. No merece la pena continuar. Sin embargo os voy a decir la última frase: «Todos los Budas no son otra cosa que prajna paramita que es la totalidad del dharma búdico; y este dharma es ku sin nacimiento ni extinción, ni puro o impuro, ni creciente o menguante. La manifestación de prajna es la manifestación de Buda. Si buscais la verdad aprendereis que honrar prajna paramita, es encontrar al Buda, y no podéis decir que le habéis encontrado a menos que le sirvais». En el Japón, acaban de salir los comentarios que he hecho a partir de los de Kodo Sawaki sobre el Genjo Koan. He editado también sobre el Maka Hannya Haramitsu, pero debo completarlos. Sin embargo, debéis en primer lugar comprender las relaciones entre el Hannya Shingyo y los Go I del Maestro Tozan. El capítulo del «Maka Hannya Haramitsu» en el Shobogenzo es un comentario muy profundo e interesante del Hannya Shingyo hecho por Dogen. El martes por la noche, durante el kito, siempre leo el sutra rojo: Rishu Kyo, que es un escrito sobre otro aspecto del Maka Hannya Haramita, otro lado de la doctrina. Al principio de este sutra se hace elogio del sexo. Es muy interesante: «Volar sobre la flecha del amor, es también el espíritu puro del bodhisattva». Explicaré un poco más este sutra en un próximo kusen.

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FU FU KU SHA GEN KU SO RI FU FU SHI ZE JO SHO ZE KO FU FU SHO ZO METSU HO Sariputra, todas las existencias tienen el aspecto de ku (Ku); no nacen ni mueren, no son puras ni impuras. No aumentan ni disminuyen

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KU SO MU CHU GYO SHIKI SHIKI MU JU Así en el vacío (Ku), no hay fenómeno (Shiki), ni sensación, ni percepción, ni acción, ni consciencia

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KAÏ HO MU GEN KAI NAI SHO SHIN SHI KO I MU MI MU I SHIKI SOKU SHIKI

MU

GEN NI BI ZE

(En el vacío) No hay ojo, orejas, nariz, lengua, cuerpo, mental; no hay color, sonido, olor, sabor, tacto, pensamiento. Entonces en (Ku) el vacío, no existe el territorio de los sentidos. En el vacío no existe el mundo de las seis consciencias

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JIN NAI MYO SHI MU YAKU MU MU RO SHI MU YAKU MU MYO RO SHI JIN

MU MU

No hay vista, ni oido, ni olfato, ni gusto, ni tacto ni objeto del pensamiento. No hay saber, ni ignorancia, ni ilusión, ni cesación de la ilusión

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KU SHU METSU DO

MU

No hay degeneración, ni cesación de la degeneración, ni sufrimiento, ni cesación del sufrimiento

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MU YAKU MU MU SHO TOKU TOKU I CHI KO

No hay conocimiento ni provecho ni no-provecho

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SHARISHI. ZE SHO HO KU SO. FU SHO FU METSU. FU KU FU JO. FU ZO FU GEN. ZE KO KU CHU. MU SHIKI MU JU SO GYO SHIKI. MU GEN NI BI ZE SHIN I. MU SHIKI SHO KO MI SOKU HO. MU GEN KAI NAI SHI MU I SHIKI KAI. MU MU MYO YAKU MU MU MYO JIN. NAI SHI MU RO SHI YAKU MU RO SHI JIN. MU KU SHU METSU DO. MU CHI YAKU MU TOKU. I MU SHO TOKU KO. Todo este pasaje está compuesto de una serie de negaciones que dan un acercamiento a ku. La totalidad de ku, interdependencia, existencia sin noúmeno. «Se puede encontrar la verdadera eternidad, Sharishi. Os la voy a enseñar. Sois muy inteligente, vuestro saber es el de una enciclopedia, pero no es suficiente». Avalokitesvara se dirige aquí a Sharishi. ¿Qué es la verdadera eternidad? Zazen es la respuesta a esta pregunta. Podéis así encontrar la sabiduría completa. Shari shi ze sho ho ku so. Fu sho fu metsu. Fu ku fu jo. Fu zo fu gen. «Oh Sariputra, todas las existencias de las que os he hablado tienen eternamente el aspecto de ku: no nacidas, sin fin, ni sucias ni puras, ni crecientes ni menguantes». Al comienzo todo es ku, toda existencia es ku. En el budismo se encuentran los términos: ninku, no ego, sin atman, sin sustancia, sin alma, existencia sin noúmeno; y hokku, todas las existencias del cosmos (no sólo las personas) son sin noúmeno sin sustancia. En el Budismo Hinayana vuelven siempre a la palabra muga, no ego; el pensamiento, el cuerpo y el espíritu, todo es ku. En el Mahayana hokku designa todas las existencias que son ku. Y ku es todavía interdependencia, mujo, el cambio, no nacido, sin comienzo ni fin: fu sho fu metsu. ¿Qué es ku? Shiki soku ze ku. Ku soku ze shiki. Es zazen. Sho ho: sho, todo, todos; ho tiene numerosas significaciones. Ho, es la ley, la regla, es el método. Es también la enseñanza de Buda, el dharma. Aquí sho ho significa todos los dharma. Es decir todas las existencias del cosmos. 99

Todos los fenómenos son go un, constituidos de cinco agregados: shiki, ju, so, gyo, shiki. Todos los fenómenos (shiki) son ku so (so: el aspecto): aspectos de ku. Todas las existencias son fu sho: fu, negación, no; sho, nacido, producido: no nacidas, no producidas; fu metsu, no extintas, no desaparecidas; fu ku, no sucias; fu jo, no puras; fu zo, no aumentantes, no crecientes; fu gen, no decrecientes, no menguantes. Ze ko ku chu. Mu shiki mu ju so gyo shiki. Mu gen ni bi ze shin i. Zeko, entonces; ku chu, en ku; mu shiki: mu, negación; shiki, visible material. Mu gen ni bi ze shin i: mu está sobreentendido para cada unos de los términos: mu gen, mu ni, mu bi,… Es la negación de los seis órganos de los sentidos (los ojos, las orejas, la nariz, el gusto, el tacto, la voluntad, la conciencia). La expresión es entonces simple pero el sentido es muy profundo; debo hacer comentarios. Todas las existencias Son ku: sho ho innen. In nen: in, la causa; en, la interdependencia. Todas las existencias son manifestaciones de la ley de interdependencia. ¿Cuál es la esencia de la vida? ¿del ego? ¿de la conciencia? ¿del espíritu? Hasta ahora la ciencia no ha podido responder. ¿Donde situar la sustancia? ¿Al nivel del kikai tanden? 6 No. ¿En los testículos? No, sino habría dos sustancias. No se puede encontrar la raiz verdadera de la sustancia. Y en último lugar sólo queda la energía o una potencialidad de energía. Como soporte a la vida, hay actividad. Cuando esta deja el cuerpo, es médicamente hablando, la muerte. ¿Cuál es el origen de la luz? ¿Qué es lo que funda el poder cósmico fundamental? ¿Qué es lo que sostiene su manifestación? La doctrina de Nagarjuna dice que la ley de interdependencia, engi, es la trama de la construcción y de la organización del universo. Es pratitya samutada en sánscrito, la ley de coordinación sin sustancia propia, sin noúmeno, ku. La interacción es la manifestación del poder cósmico fundamental; dicho de otra manera, el poder cósmico, manifestándose, se dispersa y materializa la energía cósmica; ésta se parcializa y se reúne según un orden regi6.- Kikai tanden: océano de la energía, punto situado aproximadamente a tres cm. por debajo del ombligo.

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do por la ley de interdependencia Sólo esta ley da a la energía la apariencia fenoménica, la materia. Ku no tiene sólo el sentido de vacuidad; su sentido es mucho más profundo; se traduce a veces por la totalidad del cosmos; el kanji significa tanto el vacío, tanto el cielo. Es también el círculo que lo incluye todo. Nagarjuna pasa de la noción de engi a la de muji sho, el uno siendo el corolario del otro. Muji sho, existencia sin naturaleza propia, por consecuencia sin noúmeno, ku. Es la doctrina de Nagarjuna sobre el «ku activo», por oposición al «ku pasivo» o tan ku, enseñado en ciertas ramas del budismo, como en el budismo Sthavira,7 en el que la doctrina, después de un análisis formal de todas las formas de existencia, conduce simplemente a la no-sustancialidad de las existencias; inversamente, la doctrina de fu tan ku, o «ku activo», es la Vía del Medio; no se fija en un solo aspecto de ku, sino que realiza que la verdadera naturaleza de ku no es ni la existencia ni la no-existencia, sino los dos a la vez. La noción de ku es tan amplia que, según la aplicación que se ha querido hacer y el punto de vista de cada uno, conduce a numerosas doctrinas: el Shakku, la «no-sustancialidad (o el ku analítico)» por oposición a Tayku que es la meditación que conduce a a la realización de la «no-sustancialidad (o ku de todas las formas de existencia)». Nagarjuna, en una de sus obras, ha tomado el estudio de múltiples aspectos de ku: más de veinte aspectos son analizados. El Maestro Yoka, a continuación, en su obra el Shodoka, hará referencia a esto, y hablará de la «puerta de los veinte ku». Sea como sea, a través del análisis de ku, se puede llegar a la negación misma de ku: ku no es ku, y esta negación es mejor que una comprensión dogmática y errónea de ku, que puede conducir a pensamientos nihilistas de este tipo: «Nuestra vida es ku, nuestro cuerpo es ku, después de la muerte no hay nada…» Es por esto que el Hannya Shingyo nos pone en guardia y dice que debemos encontrar en ku lo infinito y eterno. Entonces ku conduce al nirvana, es la Vía del Medio.

7.- Sthavira: una de las veinte escuelas del Hinayana (Joza bu en japonés)

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En gi, la ley de interdependencia productora de fenómenos, puede ser formulada en cuatro principios simples: -Cuando esto existe, eso existe. -Cuando esto aparece, eso aparece. -Cuando esto no existe, eso no existe. -Cuando esto desaparece, eso desaparece. Todo existe por interrelación; todo fenómeno está relacionado a un antecedente (o a una pluralidad de antecedentes). La ley de en gi es una negación de la generación espontánea. La filosofía occidental siempre ha intentado discernir la naturaleza de la esencia, de darle un noúmeno; la ciencia actual persigue esta misma búsqueda. Mujo, el cambio, no nacido, sin comienzo, ni fin. Sin nacimiento, sin fin, sólo cambio. Ciertamente, nacemos a partir de las células sexuales del padre y la madre. La energía cósmica entra, en ese preciso momento, en el nuevo cuerpo que acaba de nacer. El padre y la madre se unen, la energía cósmica, la esencia de la energía de la pareja se fusiona en el útero. No hay comienzo, no hay fin del cosmos. En un río, se pueden ver burbujas en la corriente del agua. El agua se vuelve burbuja. Para el agua de vida es lo mismo. El padre y la madre forman una burbuja que se desarrolla. En el río, hay muchas burbujas. Las burbujas débiles desaparecen rápidamente, las burbujas fuertes duran más tiempo, pero estallan y se vuelven de nuevo agua. Cuando morimos, nuestra vida no termina. Se vuelve al cosmos, como las burbujas que han estallado en el río. Debemos comprender la vida eterna. Lo repito siempre: el poder cósmico fundamental es Dios o Buda, cambio y ku. Según el catolicismo, Dios existe en nuestro espíritu, en el budismo se encuentra esta misma noción bajo el término: ku. He aquí una metáfora japonesa del Zen rinzai a propósito de Ryokan, Kodo Sawaki respetaba mucho este monje pobre, extraño que había alcanzado completamente el satori. Un día, un anciano visitó a Ryokan y le dijo: -«Hoy, por favor, me gustaría pediros que hiciérais un kito a mi intención. Hasta ahora mucha gente ha muerto a mi alrededor. 102

Seguramente deberé morir a mi turno, entonces por favor, haced un kito para que viva mucho tiempo. -De acuerdo. Hacer un kito para vivir mucho tiempo no es del todo difícil. Pero ¿Qué edad teneis? -Sólo tengo ochenta años. -Todavía es joven. Un proverbio japonés dice que hasta los cuarenta, cincuenta años, se es como un bebé, y que entre los setenta y noventa años, hay que amar. - De acuerdo, hacedme un buen kito. -¿Hasta que edad desea vivir? -Para mi es suficiente hasta los cien años. -Vuestro deseo no es tan grande. Hasta cien años, sólo os quedan veinte años para vivir. No es tan largo. Mis kito son totalmente exactos, morireis entonces a los cien años». El hombre viejo sintió miedo y preguntó: -Por favor, hacedlo hasta los ciento cincuenta años. -Actualmente, habiendo ya alcanzado los ochenta años, habéis sobrepasado la mitad de lo que deseais… Escalar una montaña exige muchos esfuerzos y tiempo, descender es rápido. Desde este momento, vuestros setenta años van a pasar como un sueño. -Por favor, hacedlo hasta trescientos años». Ryokan respondió: Vuestro deseo, vuestro bonno es muy pequeño. Sólo trescientos años. En Japón, un proverbio antiguo dice que las grullas viven hasta mil años y las tortugas hasta diez mil. Incluso animales pueden vivir más tiempo que usted, ser humano, ¡deseais vivir sólo trescientos años! -Todo esto es muy difícil, dijo el anciano. ¿Para cuántos años puede hacerme usted el kito? -Ah, ¡No quereis morir! Es una actitud totalmente egoista. -Exactamente, respondió él. -Entonces, mejor hacer un kito para no morir. -Cierto. ¿Es posible? Elijo ese kito. -Es muy caro, muy muy caro y lleva mucho tiempo -De acuerdo, dijo el anciano». Ryokan respondió entonces: 103

«Hoy, comenzaremos por cantar el Hannya Shingyo, después cada día tendrá que venir al zazen en el templo. Haré entonces conferencias a vuestra intención». Ryokan le condujo así a la fe justa y exacta. Fu sho fu metsu: no nacido, sin fin, la vida eterna. Nuestra vida no comienza con nuestro nacimiento. El hecho de morir no representa el final de la vida. Si comunicamos con el poder cósmico fundamental a través de zazen, podemos vivir eternamente. Así, aquí y ahora, nuestra vida es muy importante. Una respiración, una espiración, una inspiración, concentrarse bajo el ombligo… cada momento se vuelve muy importante. Un instante puede representarse por un punto; si es fuerte, unido a los otros puntos de nuestra vida, forma una línea derecha y fuerte que continúa eternamente en el futuro. Fu sho fu metsu, sin nacimiento ni fin. Fu ku fu jo: sin mancha, sin pureza. Así son los aspectos de ku, de todas las existencias. A menudo a la gente le gusta la pureza y detestan la mancha. Sin embargo, originalmente, todos los fenómenos, todas las existencias del cosmos no son ni puras ni impuras; originalmente son idénticas, pero por el comportamiento y el pensamiento, la gente las ensucian y crean separaciones. Sobre nuestro globo, la Tierra, las montañas, los ríos, los bosques, los océanos… todo es sin mancha y sin pureza. Es la naturaleza. Que sea en Europa, en Francia o en África, la tierra en si misma no es ni impura ni pura. Pero la gente que vive en ella la ensucia. Si su espíritu se vuelve puro, la Tierra, el país se vuelve puro e inversamente. La civilización materialista crea manchas. La contaminación simboliza totalmente la crisis de la civilización. La pureza, la Tierra pura no existe en otro país, ni después de la muerte. Aquí y ahora debe construirse esta tierra pura. Si se tiene un buen espíritu, una conciencia justa, una palabra justa, un comportamiento justo, si la boca, el cuerpo, la conciencia, estas tres actitudes son exactas, el entorno se vuelve justo. Durante zazen todo es exacto: la boca permanece silenciosa (el silencio es mejor que la elocuencia), el cuerpo, el comportamiento, la acción están completamente en una buena actitud. Por eso los asiáticos respetan la postura de Buda, la postura de zazen. 104

Ciertamente, me gusta la postura de Cristo. Se sacrificó y abandonó el ego. También representa así el símbolo de la verdadera, de la más alta religión. Abandonar el ego es lo más importante. ¿Cómo hacer? Difícil en la vida cotidiana, durante zazen se puede abandonar inconscientemente, naturalmente, automáticamente, y así comunicar con Dios, con el poder cósmico fundamental. Nuestro karma cambia y la acción, el karma de aquí y ahora, influye en el futuro. La boca silenciosa, la postura del cuerpo es la más alta postura. Durante zazen, aunque entremos en sanran o kontin, hishiryo se vuelve nuestra conciencia. En el FukanZazengi Dogen escribe: «Pensar sin pensar, no pensar con el pensamiento. ¿Cómo se piensa a propósito del no pensamiento, desde lo más profundo del no pensamiento?» ¿Cómo hacer? ¿Cómo no pensar, o sólo desde lo más profundo del pensamiento? Fushiryo, no pensar. «Hishiryo, más allá del pensamiento, más allá del más allá. Es el secreto del zazen». Fu ku fu jo, todo es sin mancha ni pureza. Sólo, por la percepción, por los sentidos, por la conciencia, por las sensaciones, todo cambia. Las cosas se vuelven a veces puras, a veces impuras, los deseos nacen… Para algunos, los órganos sexuales representan una cosa sucia. Sin embargo en ocasiones se los tocan en la cama. Pureza, suciedad, no se puede decidir. La boca de los otros, es sucia. Pero para los que se aman, esto no es tan sucio. Nuestro espíritu decide. Ni sucio, ni manchado, ni puro, todo es así. ¡A los perros japoneses les gusta la caca! El bien, el mal, la felicidad, la desgracia no están en dualidad. La desgracia se vuelve felicidad, la felicidad, desgracia según los sentidos, las percepciones de cada ser humano. ¿Cómo tener una conciencia justa aquí y ahora, que influya en el karma futuro? Buen karma, mal karma, la ley de causalidad rige también el karma. ¿Aquí y ahora cómo pensamos? Es muy importante, todo pensamiento influye para siempre el futuro y crea la vida eterna. Por eso la conciencia hishiryo durante zazen es la conciencia más elevada. Entrar el mentón. No moverse, no moverse. Los últimos instantes son muy importantes. Fu ku fu jo, Continúo con el tema: sin mancha, sin pureza. La pureza o la mancha, nuestros gustos o rechazos, lo bello y lo feo, todas estas 105

categorías están hechas con nuestro cerebro frontal. Para un perro o un gato, la caca no es tan sucia… Cuando la civilización evoluciona las personas se vuelven demasiado nerviosas, especialmente en nuestra civilización moderna, la educación complica y, en la vida cotidiana, las personas hacen demasiadas categorías; es puro o sucio, bien o mal, bello o feo… Buscan la pureza, tienden a huir de las manchas; persiguen lo que aman y se alejan de lo que les disgusta. Todos estos comportamientos son dirigidos por nuestra conciencia, sus bonno, sus características. Sin embargo nuestra personalidad, nuestro espíritu original es sin mancha, como el cosmos. En el nacimiento, la conciencia del bebé no es del todo sucia. Ignora la pureza o las manchas. Después la herencia de los padres, el entorno, la educación influyen progresivamente. El karma ignora la causa, el resultado, el efecto e inversamente. ¿Dónde está la falta? ¿El mérito? Sólo la conciencia decide sobre esto. Por ejemplo: un deslizamiento de tierra se produce en una montaña. Si muere gente, no es ni la falta de la montaña ni un crimen cometido por la tierra. Si el viento hace caer una flor después la coloca delante del altar de Buda o de Dios, él ignora los méritos. Lo mismo la flor. No hay milagros. Sólo el espírtu de la gente los crea. Todo proviene del orden cósmico. Cuando era joven, en el cine, vi una película con cuerpos desnudos. Me impresionó mucho. Todavía me acuerdo. Era la historia de una mujer cuyos padres tenían un establecimiento termal con fuentes calientes. Muchas personas iban a tomar baños calientes naturales. Ella rechazaba siempre ayudar a sus padres en este trabajo. Esta mujer muy hermosa, con bellos ojos, una bella boca, una bonita nariz, la tez clara, un cuerpo muy bello, tenía mucha confianza en si misma: «Mi cuerpo y mi rostro son la belleza misma, pensaba. Nunca en el futuro seré pobre». Era muy orgullosa. Trabajó en recepción y se convirtió en la amante del jefe de este despacho. Éste le ofreció bonitos zapatos, un hermoso abrigo, buena comida, todos los días mucho dinero. Pero ella hacía siempre guiños a los hombres porque su amante no le satisfacía suficiente. Tuvo relaciones, a escondidas, con numerosos muchachos. Poco a poco, no pudo ya vivir sin un hombre y se hizo prostituta.

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Por la noche, se levantaba y se miraba en un espejo, se maquillaba, se ponía lapiz de labios, se arreglaba los ojos, y lloraba. Lágrimas caían por su rostro. Un apego excesivo a la propia belleza es muy peligroso. Las personas demasiado bellas no son muy felices. Estar demasiado apegado a la belleza del cuerpo o del rostro produce sufrimiento, y depender demasiado del sexo opuesto se vuelve también una forma de sufrimiento. Apegarse o escaparse, siempre correr detrás de algo es origen de sufrimiento. La mayor parte de la gente se aferra demasiado a cosas sin realidad y olvidan que todo es cambiante, mujo y ku. Por eso sufren. Esta conciencia errónea es la raíz del sufrimiento y de la ignorancia. No es necesario perseguir lo que sea o huir. Algunas quieren volverse puras, muy puras incluso monjas en el monasterio del Ave María… Pero ordenarse monja de esta manera, por egoismo, es erróneo y permanece en el territorio de los bonno. Una de mis discípulas quería siempre que su cuerpo, su ser se volviera puro… puro. Pensaba: «mis órganos sexuales son sucios». Y desde la mañana a la tarde, incluso en sesshin, se lavaba. Se había vuelto compañera de un bidet. Me sorprendió y le dije que estaba un poco loca. Después se volvió verdaderamente loca. Ahora, va mejor. Ha comprendido. No es necesario volverse limpio… muy limpio, puro o muy puro, o por el contrario sucio, sucio… Algunas mujeres no se lavan nada. Estas dos actitudes extremas son erróneas. Por eso: Fu ku fu jo. Fu zo fu gen Fu expresa la negación. Mu se relaciona con un nombre o un adjetivo, fu con un verbo: no. Fu zo fu gen: no crece ni no decrece. No hay dualidad. Sin comienzo ni fin. Sin mancha ni pureza. Sin crecimiento ni decrecimiento. Se puede ilustrar ésto con la metáfora del agua y las olas. Esta mañana, hay tormenta y ciertamente grandes olas sobre el océano. Cuando la tormenta se detiene, las olas decrecen, pero el agua del mar no crece ni decrece. Nada aumenta ni disminuye. El agua asciende y se convierte en nubes, después vuelve a caer hacia la tierra en forma de lluvia, de nieve. Nuestro cuerpo tampoco ni aumenta ni disminuye. En último lugar en el cosmos, nada crece ni decrece. 107

Ciertamente si una persona muere, hay disminución, una persona menos; pero vuelve a la energía del cosmos, parecido a las burbujas que estallan sobre el agua: una burbuja estalla, pero el agua no aumenta ni disminuye. En nuestra civilización moderna, la economía es muy importante. A través de la economía, a través del dinero, el materialismo, cada país se vuelve egoista, nacionalista, que sea comunista o capitalista, se vuelve materialista. El petróleo también aumenta o disminuye. Pero, en último lugar. no aumenta ni disminuye. Siempre digo que si obtiene una cosa, se pierde otra. Es totalmente la filosofía zen. Dogen decía: «No os apegueis ni al provecho ni a los honores. Si ganais dinero o recibís honores, deseareis tener más todavía durante vuestra vida. Estareis dominados por el dinero». Un día, en el Himalaya, el Buda Shakyamuni estaba en meditación, en zazen en una pequeña ermita en el bosque. Pensaba durante zazen que la buena, la verdadera política de un verdadero gobierno consiste en no matar y no ser muerto, en no conquistar ni ser conquistado, en no extender la desgracia ni sufrir. ¿La política puede o no seguir el orden cósmico? Pensaba en todo esto cuando, de repente, un demonio apareció delante de él. Y el demonio le sopló a la oreja: «Buda, eres tú quien debe hacer política, tú mismo, llegarás ciertamente a dirigir el país entero, nadie será muerto ni matará. Nadie conquistará ni será conquistado; ninguno sufrirá ni producirá sufrimiento a los demás». Entonces el Buda Shakyamuni dijo al demonio: «¡Demonio! ¿Por qué me dices que tengo que hacer política?». El demonio respondió: «Buda, tienes grandes poderes mágicos, puedes realizar todos tus votos. Así, si quisieras transformar el Himalaya en oro, podrías». Buda hizo entonces un poema:«Aunque el Himalaya se volviera oro, aunque este fuera doblado, no podría satisfacer ni siquiera una persona. El hombre tiene que actuar con justicia». El Buda Shakyamuni era totalmente mushotoku. No quería honores, ni dinero, ni oro. Los deseos del hombre son ilimitados, infinitos. Los grandes países quieren extenderse y volverse aún más fuertes. En el mundo estallan guerras. Rusia, China, los Estados Unidos quieren aumentar su potencia. 108

Hay también problemas de población. Algunos lugares están superpoblados, mientras que Siberia está vacía y Australia y América del Sur no están tan pobladas. El comunismo no debe ser sólo un sistema económico materialista. También la población debe estar en igualdad y bien repartida. En la historia, a veces, una nación se vuelve fuerte, pero a continuación, su poder desaparece. Las fronteras cambian totalmente, pero la tierra en si misma no cambia nada. En último lugar no hay ni aumento ni disminución. El sonido del viento, del río calma nuestro espíritu. Cuando oimos los ruidos de la naturaleza, nuestro espíritu puede volver al cosmos. No vivimos solos, por nosotros mismos. Vivimos por el poder cósmico universal. Si queremos detener nuestro corazón, es imposible. Durante zazen, nuestro cerebro frontal descansa como durante el sueño. Pero el cerebro profundo, central, lleno de vida está en actividad y nuestra fuerza vital se vuelve fuerte. Vuestra postura de zazen ella misma es Dios o Buda. Zazen él mismo es satori. Si comprendeis esto con el cuerpo y no con el cerebro, es el gran satori. Los locos ignoran que están locos; al contrario, si comprendeis inconscientemente que yo y el cosmos estamos unidos, yo y las demás existencias somos semejantes, sin crecimiento ni decrecimiento (mengua), siempre idénticos, en ese momento, es el satori. Tú y nosotros tenemos la misma raíz. Todas las existencias y nosotros somos unidad. Yo y el cosmos somos uno. Sin dualidad. Así las verdaderas personas del satori olvidan el ego, inconscientemente, naturalmente, automáticamente, y entonces todas las cosas se vuelven ego. Durante la úiltima sesshin en el Ave María (en Wardrecques) he explicado el pasaje siguiente: Shari shi ze sho ho ku so. Fu sho fu metsu. Fu ku fu jo. Fu zo fu gen. «Sariputra, el aspecto de ku de todas las existencias no es nacido, no toma fin, no es puro ni impuro, no aumenta ni disminuye». Ze ko ku chu. Mu shiki mu ju so gyo shiki. Mu gen ni bi ze shin i. Mu shiki sho ko mi soku ho. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Ze ko significa entonces: entonces; ku chu: en ku; mu: no; por eso, en ku, no hay ni shiki, ni ju, ni so, ni gyo, ni shiki. 109

Después: Mu gen ni bi ze shin i: sin ojos, sin orejas, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni conciencia. Mu shiki sho ko mi soku ho: sin colores, sin sonidos, sin olores, sin sabores, sin tacto, sin pensamiento. Entonces en ku, no existe el territorio de los sentidos. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai: En esta frase, se ha omitido ju so gyo shiki. En ku, no hay el mundo de la conciencia. Suzuki ha traducido todo este pasaje de la manera siguiente: «Oh Sariputra, en el vacío (ku), no hay forma, no hay sensación, no hay pensamiento, no hay comprensión, no hay conciencia, no hay ojos, no hay orejas, no hay nariz, no hay lengua, no hay cuerpo, no hay espíritu, no hay forma, no hay sonido, no hay color, ni sabor, ni sensaciones táctiles, ni territorio de los sentidos, ni conciencia. No hay saber ni ignorancia; ni vejez ni muerte, ni extinción de la vejez y de la muerte. No hay sufrimiento, ni acumulación, ni aniquilación, ni sentir». A través del sutra del Hannya Shingyo, Avalokitesvara explica go un kai ku, los cinco agregados, después los aspectos de ku. No hay nacimiento ni fin, ni pureza ni impureza, ni aumento ni disminución. Por eso Sariputra, en ku no hay cinco skandha (shiki, ju, so, gyo, shiki), ni los órganos de los sentidos (gen ni bi ze shin i: ojos, orejas, nariz, lengua, tacto, conciencia), ni kyo (los objetos de los sentidos: ni colores, ni sonidos, ni olor, ni sabor, ni sensaciones táctiles, ni pensamientos). Mu shiki sho ko mi soku ho. Ho: los pensamientos, los sentimientos como el odio, el amor, la repugnancia. En ku no se encuentran las seis conciencias: ver, oir, sentir, gustar, tocar, desear. En ku, no hay las cuatro Nobles Verdades (ku ju metsu do), no hay sabiduría ni provecho: todo es mushotoku. El bodhisattva, por la sabiduría de hannya haramita, se separa de tendo muso (las ilusiones, los errores) y alcanza el completo nirvana. Todos los patriarcas, también, por la sabiduría de hannya haramita, la completa sabiduría, obtienen a noku ta ra san myaku san bodai, el verdadero satori, el más elevado. En el Hannya Shingyo se encuentra el gran mantra: Gya tei gya tei hara gya tei hara so gya tei boji so wa ka. 110

Esta es la trama, lo esencial del Hannya Shingyo. Ze ko ku chu. A menudo se repite zeko (luego) durante el Hannya Shingyo. Ku chu: en ku; mu shiki ju so gyo shiki; no hay ni shiki, ni ju, ni so, ni gyo, ni shiki (los cinco agregados); ni ojos, ni orejas, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni conciencia, ni colores, ni sonidos, ni olores, ni sabores, ni sensaciones táctiles, ni pensamientos, ni órganos de los sentidos. No puedo explicarlo, debéis comprender por vosotros mismos. Los ojos están relacionados con el cerebro por los nervios ópticos, las orejas por los nervios auditivos, la nariz por los nervios olfativos, la lengua por los nervios gustativos, el cuerpo por los nervios sensitivos. Cada uno de estos órganos tiene un objeto bien definido: el color, el sonido, el olor, el gusto, el tacto, el pensamiento que son necesarios al hombre para orientarse en la vida cotidiana. Pero durante zazen, no hay más objeto. A veces, sólo, se mira la cadera o las nalgas de la mujer que está delante de si, o bien se siente el olor de un fuerte pedo, de camembert, de ajo o de incienso. Sin embargo, a través de la conciencia hishiryo, no hay más objeto, nada que mirar, nada que oir ni que sentir, ni que gustar. Algunas veces Sensei habla. No es necesario prestar demasiada atención. Es mejor escuchar naturalmente, sin escuchar. Después de zazen, el otro día, he preguntado a S.: «¿el kusen de hoy era interesante? - ¿qué es lo que ha dicho hoy Sensei?» me respondió. Pero si le cuento, se acuerda. El kusen no es la misma enseñanza que una conferencia en la universidad. Durante zazen, no se funciona con el cerebro frontal, sino a través del tálamo, el cerebro central. Lo que se recibe entonces impresiona profundamente el cerebro central. Y el cerebro frontal se detiene completamente. En zazen, en ku, no hay mundo de las seis conciencias, los objetos reconocidos por los ojos, las orejas, la nariz, la boca, el cuerpo, la voluntad. En ku, no hay entonces los seis sentidos, ni los seis objetos, ni las seis consciencias. Como ya lo he dicho antes, todas las filosofías han intentado encontrar una definición de la noción de sustancia. Platón habla111

ba del mundo de las ideas, Demócrito del átomo. Aunque todos hablan desde una intuición interesante y abierta, ésta, sin embargo, negando la simultaneidad de los contrarios, se fija erigiendo un sistema lógico y encerrado, dualista y exclusivo. La ciencia está en el mismo estadío; llega un momento donde estas contradicciones conducen al impasse porque, si nuestro cerebro tiene la facultad de emitir todo tipo de formulaciones, como lo infinito y lo eterno, o el no-espacio y el no-tiempo, etc., la comprensión de tales formulaciones no será nunca posible; la formulación permanecerá una formulación abstracta, surgida de un cerebro que puede emitir todo sin comprender todo; la auténtica comprensión no aparece más que de lo que se ha vivido desde dentro, dentro de lo que se ha experimentado y conocido. Por eso, se puede decir de la ciencia y la filosofía que son comparables a la flecha de Zenon de Elea8 que se aproxima del fin sin jamás poder alcanzarlo; porque le falta la comprensión de lo vivido, es decir la dimensión de la participación en lo infinito o en lo eterno. Esta comprensión se sitúa fuera de las vías ordinarias de la conciencia; es la vía que se sitúa fuera del espacio y el tiempo, en el eterno presente y el espacio ilimitado; esta vía es la vía de la cesación de la charlatanería, la vía del silencio, la vía del no-pensamiento y del pensamiento absoluto, hishiryo, más allá de toda forma de pensamiento. Encontré a Jaspers unos meses antes de su muerte, en la universidad de Heidelberg; me explicó que la filosofía europea estaba en un impasse, incapaz de resolver sus propias contradicciones y por ello abocada a una eterna revisión; porque no poseía los medios de superar su dialéctica evolutiva que le haría acceder al principio inmutable. Este medio es el no-pensamiento; y decía, la filosofía occidental tiene que comprender el «nicht denken». Le respondí que el «nopensamiento» es respecto a la vía del Zen lo que la guardería es al hombre. Este «no-pensamiento» del Zen es el punto de partida que permite acceder a la más alta verdad, es la condición primera y fundamental sin la cual ninguna búsqueda verdadera puede llegar al final. 8.- Zenon de Elea, nacido entre 490 y 485 a.C., filósofo griego contemporáneo de Platon, conocido sobretodo por sus argumentos que intentaban demostrar que el movimiento no existe.

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Jaspers, al final de su vida, estudió el budismo y encontró el alivio del que durante toda su vida había estado privado: la respuesta a sus preguntas metafísicas. Cuando le hablé del texto de Dogen titulado «el ser-tiempo»9, me expresó todo el asombro que sentía por este texto y su disgusto por no haberlo conocido antes. Por falta de observación, el hombre se ha perdido en vanas charlatanerías, cuestionadas sin cesar debido a sus limitaciones, y ha fracasado en su búsqueda de una verdad inmutable. La simple observación de una llama puede conducir a identificar los grandes principios que rigen el cosmos, y que se resumen en las nociones de: -La impermanencia: es el cambio perpetuo de todas las cosas, la existencia sin sustancia propia. En el momento que nace, la llama muere; la llama que arde en este instante no tiene nada en común con la del instante precedente; la llama es la representación viva de la no-sustancialidad; -La interdependencia: interdependencia de los fenómenos cuyas múltiples combinaciones crean otros fenómenos. Por ejemplo, para que exista una llama, ciertos elementos son necesarios: la materia -como la madera, el aire, el oxígeno; la chispa que se obtiene al frotar el silex. Estos tres elementos son fenómenos que, cuando están reunidos, engendran un nuevo fenómeno; se convierten entonces en fuerzas determinantes; y como tales, son tributarias. Si uno sólo de los elementos falta, el fuego no aparecerá. Todos los fenómenos, los que sean, son impermanentes, se transforman y cambian de estado perpetuamente. Todos los fenómenos son dependientes de otros. Así, la conclusión a extraer de estos dos principios es, que el valor inmutable es la potencialidad contenida en cada uno de los fenómenos, y este valor lo contienen todos los fenómenos, desde lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande. Esta potencialidad es el poder cósmico fundamental, ku, nada, lo no-manifestado, es el todo y lo manifestado en lo que tienen de no-manifestado y de manifestación, en potencia, en su cambio 9.- Se trata del capítulo XI del Shobogenzo: «Uji».

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evolutivo (como la semilla es lo no-manifestado del arbol y contiene en potencia el árbol). Todas las existencias son ku, sin sustancia. Todo existe sin existir. Todo existe en el cambio y por él. A nuestra muerte, nuestro cosmos subjetivo se termina, es decir nuestra visión subjetiva. Pero nada muere, nada se pierde. Nuestro espíritu y nuestro cuerpo se perpetúan sufriendo grandes cambios. El karma del cuerpo y del espíritu después de nuestra muerte se altera; algunos elementos vuelven a la tierra, otros al espacio. Durante el mondo alguien me ha preguntado que explicara el alma. Es un gran problema, el problema de todos los tiempos, de todas las filosofías y religiones. Es el problema del espíritu y el cuerpo, de la unión del espíritu y el cuerpo. El Maestro Dogen, para hablar de la unión cuerpo-espíritu decía: «Shin jin ichi nyo»: shin jin, cuerpo-espíritu; ichi nyo, uno, igual, parecido, unidad. Psicofisiología, psicosomática, neurofisiología tienden hoy en día a restituir la unidad del cuerpo-espíritu. Mis amigos, el profesor Ikemi de la universidad de Kyushu y el doctor Paul Chauchard, me han solicitado a menudo mi opinión budista. Han mantenido debates sobre ésto en el congreso internacional de psicofisiología que se desarrolló en Japón en el pasado mes de septiembre. Es necesario dar una dimensión religiosa a las búsquedas científicas, sea para certificar un descubrimiento, sea para profundizarlo. He aquí una anécdota famosa del maestro rinzai Ikkyu, que vivió hace trescientos o cuatrocientos años. Era entonces un joven monje en un templo zen, donde vivía también su hermano. Un día hizo caer un bol de ceremonia del té que se rompió; este bol era de un gran valor porque había sido un regalo del emperador. El jefe del templo le riñó severamente, lo que hizo llorar al joven monje. Pero Ikkyu le dijo que no se preocupara: «Tengo sabiduría. Voy a encontrar una solución». Reunió los trozos de cerámica y los metió en su manga del kolomo, y se fue a descansar al jardín del templo, a esperar tranquilamente la vuelta del maestro. Cuando le vió, fue a su encuentro y le propuso un mondo: -«Maestro, ¿los hombres nacidos en este mundo mueren o no mueren? 114

-Ciertamente mueren, respondió el maestro. El mismo Buda murió. -Comprendo, dijo Ikkyu. Resumiendo, como todo es perecedero, no deberiamos llorar, ni lamentar lo que ya no es, ni enfadarnos contra el destino. -¡Ciertamente no!¿A donde quieres llegar?» preguntó el maestro. Ikkyu sacó entonces de la manga de su kolomo los restos del bol y los enseñó al maestro; este se quedó boquiabierto. Debemos comprender que mujo, el cambio, es la eternidad. Esta es la profunda sabiduría que profesa el Hannya Shingyo. Ze ko ku chu mu shiki mu ju so gyo shiki. Mu gen ni bi ze shin i mu shiki sho ko mi soku ho. Ze ko, así; ku chu, en ku. Ku y mu son diferentes. Ku significa la existencia sin noúmeno, más allá de las formas, la existencia absoluta; mu es lo contrario de u, la existencia. Es la no-existencia, la extinción de la existencia. Mu shiki: no hay shiki, la forma, la existencia que define la materia. Mu ju so gyo shiki: no hay tampoco ju so gyo shiki. en ku se desvanecen shiki ju so gyo shiki, los go un, los cinco agregados: shiki la existencia que es de dos tipos; la existencia subjetiva, el ego; la existencia objetiva, el mundo que nos rodea. Todo el mundo está apegado a su ego lo que minimiza el valor de las demás existencias; además el apego al ego es, por naturaleza, egoista. Shiki es un término genérico que designa la totalidad del mundo fenoménico, espíritu y materia en unidad. De shiki, unión de la materia y el espíritu, aparecen las percepciones, ju. Las percepciones hacen nacer las concepciones mentales, la facultad de conceptualización, so. De la conceptualización nace el acto voluntario, las voliciones y las acciones, gyo. En fin shiki (misma fonética pero diferente del primero) designa el saber acumulado, la memoria, la conciencia y el subconsciente. Mu gen ni bi ze shin i: no hay gen ni bi ze shin i (los seis órganos de los sentidos): los ojos, las orejas, la nariz, la lengua, el cuerpo y la conciencia. Mu shiki shi ko mi soku ho: no hay objetos de los sentidos -shiki, los colores; sho, los sonidos; ko, los olores; mi, los sabores; soku, las sensaciones (calor, frío, liso, rugoso, suave, 115

duro, etc.); ho, el pensamiento. Mu gen kai: mu, no hay; gen, las percepciones; kai, el mundo. No hay el mundo (el territorio) de las seis percepciones, el campo de las seis sensaciones: visual, auditiva, olfativa, gustativa, táctil y el territorio de las percepciones mentales. También, sin mu gen ni bi ze shin i, la ausencia de los seis órganos de los sentidos, no aparecen los seis tipos de percepciones. Durante zazen, podéis hacer la experiencia; pero si un ruido se manifiesta, vuestra conciencia puede distraerse; vuestra conciencia auditiva se despierta, y vuestra conciencia mental produce pensamientos, rememora recuerdos, imagina el origen de los ruidos, etc. Es shiki ju por la materia, shiki, la sensación aparece (ju), engendrando las concepciones mentales (so). +

Seis Kon (raices)



Seis Kyo (objetos o estados)

JU PERCEPCION Seis Shiki (6 consciencias subjetivas)

Reconocimiento So concepción mental

Gyo acción

Territorio de formación de la consciencia cognitiva Los seis órganos de los sentidos o las seis raices Kon

el espíritu de volición: I el cuerpo: Shin la lengua: Ze la nariz: Bi las orejas: Ni los ojos: Gen

Shiki memoria

n 5U os l , as n jetiv ació sub s oriz a i m c e n to-m scie ien con m i s i c o se con Las Shiki l re ye

colores

sonidos

olores

sabores

aspectos

shiki

sho

ko

mi

soku

opiniones apreciaciones ho

Los seis objetos de la percepción Kyo

Por el ruido de los pasos del responsable del kyosaku (shiki), la conciencia auditiva se despierta (ju). El pensamiento nace, la decisión de recibir o no el kyosaku (so). El pensamiento ocasiona la acción (gyo). 116

Así los tres factores reunidos (objeto del entorno, órgano de los sentidos y conciencia) conducen a la acción. Estos tres factores juntos son requeridos. Si uno de ellos falta, la acción no se producida. Esta acción manifiesta las acciones pasadas, los recuerdos, y deposita las semillas de las acciones futuras; es el fenómeno de memorización por el cuerpo y el objeto. Sin embargo, todo este proceso es sin noúmeno, surge de la interdependencia de elementos; nace de la interacción del potencial manifestado: -órganos de los sentidos, kon, la raíz; -la materia, objetos de percepción, kyo; -la conciencia subjetiva, shiki. Por kon kyo shiki aparecen los fenómenos. Los seis órganos de los sentidos (kyo) determinan la percepción que engendra la conciencia subjetiva (shiki). En el budismo, se ha hecho en ocasiones la pregunta sobre qué era antes lo objetivo o lo subjetivo. La respuesta varía para el Mahayana y el Hinayana. Para el Mahayana, los tres son simultáneos: kon, kyo y shiki reunidos engendran el fenómeno. El Hinayana ha propuesto el falso problema de la anterioridad de lo material. Pero es, lo repito, para el Mahayana, un problema falso, carente de sentido. En el Mahayana, no hay ruptura entre lo material y lo espiritual; toda impresión es a la vez material y espiritual, y permanece registrado en las neuronas del cerebro bajo forma de información actualizable en cualquier momento. Esto describe el proceso del karma que nace de la acción. La acción procede a la vez de lo material y de lo espiritual. Durante zazen, después de un periodo más o menos largo, la concentración aparece, que calma nuestros sentidos. Esto es entonces la concentración en mu gen ni bi ze shin i, la concentración en ku, donde todo es olvidado, el cuerpo y el espíritu, el pasado y el futuro. La calma se instala, y se puede acceder al completo samadhi. A veces, algunos están adormecidos; no es el samadhi, la tranquilidad total en la vigilancia. Concentración y observación se alternan; después de un periodo de mu gen ni bi ze shin i aparece el periodo de ju so gyo shiki, percepciones, concepciones mentales, imaginación, deseos, voliciones… Es el estado de sanran o shiki, siendo la concentración perfecta el samadhi o ku. 117

Esta alternancia corresponde a ku soku ze shiki, ku se vuelve shiki, y a shiki soku ze ku, shiki se vuelve ku. La observación sucede a la concentración, la concentración a la observación. El espíritu no tiene ni comienzo ni fin. Es lo que expresa este pasaje; en el mismo momento en que se forma la primera célula del cuerpo, aparece el espíritu, que insufla la vida a la célula, y vuelve a la energía del cosmos, después de la muerte. Con el envejecimiento, el cuerpo se debilita, y en la mayor parte de los casos se crea un desequilibrio entre la persona y su entorno. El mundo de los deseos y de la acción tiene menos importancia, pero paradójicamente, con el estado de debilidad, el egoismo tiende a aumentar, creando una desarmonía interior. Esta desarmonía interior es portadora de ju so gyo shiki que continúa después de la muerte; es la trasmigración. Las semillas de karma se perpetúan en el espíritu después de la muerte; se manifiestan necesariamente según la ley universal por la cual toda semilla debe germinar o perecer (transformarse) llegado el momento. Desde la fecundación, formarán las caracteres herditarios del recién nacido cuyo potencial está contenido en el esperma del padre y el óvulo de la madre. Si la semilla no germina, debe transformarse. Es lo que sucede durante zazen. El mal karma aparece remontando desde el subconsciente; pero por la acción de la conciencia de zazen, liberada de la seis percepciones y de la ignorancia que se produce, este mal karma puede terminar, es decir ser transformado y regenerado en la conciencia pura original. Así vaciado de las semillas de karma, el espíritu se abre a lo eterno, se funde en el orden cósmico, no sujeto a la ley de impermanencia, ni a la interdependencia, que es no nacido, no creado, sin comienzo ni fin, que es la realidad eterna de ku. También se ha dicho: «En ku no existen ni los cinco agregados, ni los seis órganos de los sentidos, ni las seis percepciones, nacidas de la ignorancia y portadoras de ignorancia». Es el pasaje más difícil del Hannya Shingyo. Está compuesto de solo veinticinco kanji y su significado es muy profundo. podéis comprender. Volveré sobre esto más tarde. 118

Ze ko ku chu. Mu shiki mu ju so gyo shiki. Mu gen ni bi ze shin i. Mu shiki sho ko mi soku ho. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Entonces en ku, no hay: ni shiki, ni ju, ni so, ni gyo, ni shiki; ni gen, ni ni, ni bi, ni ze, ni shin, ni i; ni, tampoco, shiki, sho, ko, mi, soku, ho. En ku no aparecen: ni la materia, ni las percepciones, ni el pensamiento, ni la voluntad (volición), ni la decisión de actuar, ni la conciencia; ni los ojos, ni las orejas, ni la nariz, ni la lengua, ni el cuerpo, ni la conciencia; ni la forma, ni la voz, ni el sonido, ni el perfume (el olor), ni sabor, ni la sensación, ni el tacto, ni la razón. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Entonces en ku, no hay mundo visual, ni objeto visual, ni territorio de los sentidos: auditivo, olfativo, gustativo o táctil, ni domino mental. Ya he hablado de los seis kon, los órganos de los sentidos, lo subjetivo. En ku, no hay tampoco más estado objetivo, alrededor, entorno. Existen seis sensaciones, kyo: 1.- Shiki: los colores, las formas… Por ejemplo: azul, rojo, amarillo, negro, blanco, corto, largo, cuadrado, redondo, alto, bajo, derecho, curvo, grueso, pequeño, largo; todo esto representa shiki que no aparece en ku. 2.- Sho: los sonidos percibidos a través del órgano auditivo. Por ejemplo: escuchar música, oir el ruido de un fuerte pedo durante zazen o el de las máquinas que construyen el edificio de al lado; en ku no hay sho. 3.- Ko: olores, perfumes, sentido olfativo. Los olores penetran por la nariz y trasmiten sensaciones olfativas. Por ejemplo: el olor del incienso, del camembert o del ajo. Existen numerosos tipos de olores recibidos diferentemente por cada uno. Buenos para unos, malos para otros. No se puede decidir. ¡Sucede que incluso el olor del propio pedo no sea tan malo para uno mismo! 4.- Mi: el gusto. Durante zazen algunos comen chicle y remueven sin cesar la lengua. Otros hacen ruido con sus intestinos. Piensan siempre en comer. Amargo, ácido, dulce, azucarado, salado, picante, así son los seis sabores simples, los más importantes en la cocina de los templos zen. Los occidentales no son capaces de diferenciarlos. 119

5.- Soku: las sensaciones del tacto. Duro, mojado, caliente, frío, movedizo, ligero, pesado, apetitoso, la sed… En la sicología budica, se distinguen once tipos pero existen infinitamente más. Por ejemplo: el dolor provocado por el kyosaku varía para cada uno siguiendo la manera de darlo o recibirlo. «Esta mañana, el kyosaku de Sensei, ¡qué fuerte!» Las sensaciones a nivel de los nervios y del cerebro son diferentes para cada persona. 6.- Ho: el último kyo. Las cinco sensaciones precedentes son creadas por objetos. Pero con ho, esto es más dificil de comprender. Ho representa el territorio del pensamiento, del sentimiento, de la emoción tales como los deseos, el amor, el odio, la envidia… En la psicología búdica, se cuenta cinco tipos de emociones. Pero existen muchas más. Es todo lo que concierne al territorio abstracto, el pensamiento, las concepciones mentales, la acción, el deseo, la decisión, la conciencia, la memoria… Esto engloba ju so gyo shiki que representan todos nuestro sentimientos durante la vida cotidiana. Por ejemplo, si pregunto: «¿habéis sentido frío esta mañana? - Un poco, responde uno. - Calor, dice otro». Para cada uno es diferente. «¿Qué tal os va? -Bien, bien, o, fatal». La sensación de un beso o del sexo es diferente también para cada uno según el momento. No se puede comparar. Entonces es posible para un estado material fijar grados, referencias, standars, por el contrario para la conciencia, el mental, es más difícil. Se ha convertido en un problema religioso, el fundamento de la teología. En ku no existen ni el entorno ni nuestros órganos sensoriales, mu gen kai nai shi mu i shi ki kai. En ku, todo lo que pertenece a los territorios visuales, auditivos, olfativos, táctiles y gustativos no aparece. Como no hay entorno, no existe observación objetiva ni subjetiva; no hay conciencia. Es el fin total. Absolutamente nada. En ku, todo se vuelve ku, cero absoluto. He hablado de los seis kyo concernientes a la vista, el oido, el olfato, el gusto, el tacto, y el espíritu, la conciencia. En ku no hay ninguno de los seis kyo en relación con el entorno: colores, formas, sonidos, olores, sabores, sensaciones táctiles, ni 120

sentimiento, odio, amor, deseo, pensamiento. Mu gen ni bi ze shin i mu shiki sho ko mi soku ho. Ninguna de estas sensaciones existe en ku. Lo repito constantemente. Es muy importante. En ku, no hay ninguna de las seis percepciones o facultades de conocimiento, ni mundo de la conciencia, ni sentido de la vista, del olor, del sabor, del tacto o incluso del pensamiento. Cuando no se mira, el pensamiento que surge de lo visto no puede aparecer. Así, durante zazen, si se cierran los ojos, no se ve el objeto. Pero si veis las gruesas nalgas de la mujer que está delante, vuestra conciencia se manifiesta. También, si oís el sonido de un fuerte pedo, vuestra conciencia aparece y comenzais a pensar: «¿Quién ha tirado ese pedo?» o bien «Huele mucho a ajo, esta mañana, ¡seguramente mi vecino ha comido ayer!» De esta manera la conciencia aparece. Si no hay ojos, no hay más forma, ni percepción visual. Y puesto que no se puede ver, nada aparece de esta facultad visual. Ciertamente si cerrais los ojos durante zazen, otras conciencias pueden aparecer, pero la conciencia visual no funciona. Pasa lo mismo con las orejas, la nariz, la lengua, las facultades auditivas, olfativas, gustativas, y las relaciones del cuerpo con el sentido del tacto. Y si la relación no se ha establecido entre el órgano subjetivo y el fenómeno objetivo, shiki no puede aparecer y la conciencia que surge de esta relación no se puede manifestar. Por ejemplo: en este dojo hay un gong y una madera. Si nadie los golpea, el sonido no aparece. De la misma manera, no hay sonido en ku. Pero si un monje golpea sobre el gong, en ese momento preciso nace un sonido ¿Quién ha hecho el ruido? ¿la madera? ¿el gong? ¿la persona? Es la interdependencia, en, de los tres lo que produce el sonido. El gesto del que golpea el gong por medio del mazo. Durante zazen, podéis mirar cualquier cosa. Pero si vuestra mirada se concentra en un lugar preciso, la conciencia no se manifiesta, se vuelve ku. Shiki soku ze ku. El fenómeno se vuelve ku. Aunque podais oir un ruido, no lo oís y la conciencia no aparece. Alguna vez S. dice: «No he oido el kusen de Sensei». Escuchar naturalmente es mejor. Durante el kusen, si os concentrais, no oís otros ruidos. Y en ese momento, la acción del cerebro frontal se detiene, y recibís naturalmente, incoscientemente. Lo que digo se 121

registra directamente en el tálamo y alcanza el cerebro interno, vuestra memoria profunda. Entre Dios o Buda y el hombre, no existe separación. Repito siempre: La postura de zazen ella misma es Dios o Buda. Pero en el catolicismo, después del momento en que Adán y Eva comieron la manzana, entre el hombre y Dios, por este pecado, se produjo la separación. En la mayor parte de las religiones, para acercarse a Dios, hay que abandonar las tendencias humanas. Por el contrario, algunos necesitan del humanismo. En el Renacimiento por ejemplo, apareció un movimiento en ese sentido. En el Zen no hay ninguna dualidad entre Dios y el ego. Originalmente en nuestro cerebro, existe una dualidad, una contradicción entre el pensamiento de nuestro cerebro frontal y la de nuestro cerebro primitivo, central. Durante zazen, la conciencia hishiryo incluye estas contradicciones porque se sitúa más allá del pensamiento. No existe sólo el bien, el satori o la pureza, también la suciedad, la mancha. Y a partir de esta realidad sucia, ¿Cómo se llega al ideal? Este es el sentido de hannya haramita, la sabiduría completa. Esto es zazen. En zazen, por hishiryo, por hannya haramita, la sabiduría completa, es posible resolver todas las contradicciones. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi yaku mu ro shin jin. Mu ku shu metsu do. Mugen kai: no hay territorio sensorial. Ya he explicado juni cho: los doce territorios sensoriales (ayavana en sánscrito). Las doce puertas de acceso a la conciencia son cada facultad cognitiva destinada a comprender los fenómenos de la existencia. Hay seis facultades cognitivas y seis categorías de objetos correspondientes que constituyen los doce territorios sensoriales que forman la base del conocimiento. Según este sistema de la filosofía búdica, la conciencia no aparece nunca sóla, está siempre engendrada por dos elementos: nuestros órganos de los sentidos y sus objetos. Por ejemplo: la conciencia visual aparece cuando el sentido de la vista percibe el color, la forma. En el budismo, buscar la Vía significa separarse de las manchas y no perder la confianza en si mismo; y a partir de la conciencia 122

auténtica y del amor profundo, permanecer completamente libre sean cuales sean las circunstancias. Incluso si en nuestro camino encontramos honores o beneficios, no deben influenciarnos. Así, por esta enseñanza, se puede obtener la verdadera felicidad del dharma; el verdadero mérito de zazen, la compasión y la profunda sabiduría hannya haramita. A continuación, se puede ayudar a los demás, volviéndose plenamente uno mismo en unidad con el cosmos. ¿Cómo pensar a propósito del problema de la conciencia? la conciencia influye en todas las acciones, los comportamientos, las maneras, pero también en el aspecto del rostro. Si la conciencia no es buena, incluso en una mujer hermosa, esto se refleja en su rostro: en los ojos, la boca, la nariz, las orejas, sobre la piel… Aquí y ahora ¿cómo pensamos? Apegarse demasiado a la propia belleza o a la de otro es peligroso. En India, en un sutra se cuenta que en la época de Buda una mujer muy hermosa de nombre Gyo Kuya, muy orgullosa, no seguía nunca a su marido y se enfrentaba siempre con él. Sus padres pidieron al Buda que la educara. Pero ella no respetaba su enseñanza y huia a esconderse en una habitación. El Buda entonces hizo abrir todas las puertas y ventanas. En ese momento, ella vió el rostro de Buda que le dijo: «No esteis orgullosa de vuestro rostro, vuestra belleza es completamente impermanente, mujo». Después siguió: «Hay siete tipos de esposas: la que se comporta como una madre. Ama a su marido y le proteje como una madre hace con su hijo. La esposa semejante a una hermana, que respeta su marido como si fuera su hermana mayor. La mujer que se comporta como una profesora. Con mucho amor, siempre intenta enseñar a su alrededor. Rectifica los errores de su marido, le enseña moral o le admira cuando su comportamiento es justo. La esposa clásica, fiel que honra a su marido, es mujer de hogar, hace esfuerzos siempre por mantener la armonía con él y los otros miembros de la familia; no ama a otros hombres. Aquella que se convierte en la sirviente de su marido. Obedece siempre con un espíritu sincero y honesto y no se encoleriza nunca con él. La esposa que no ama a su marido, se comporta como una enemiga, y sólo piensa en separarse de él. Y en fin, la esposa malintencionada que le quiere matar, envenenarle y acostarse con otros hombres. Es una mujer totalmente peligrosa». 123

El Buda Shakyamuni añadió: Querida Gyo Kuya, en qué categoría de esposa os reconoceis? – Desde este momento, voy convertirme en aquella que actúa como una servidora. Quiero seguir a mi marido, mi familia, mis padres y hasta la muerte, no ser nunca más orgullosa». A menudo, las mujeres están demasiado apegadas a su propia belleza. Pero también es peligroso apegarse a la belleza de los demás. Antes de la revolución Meiji, en Japón, durante la era Tokugawa, se cortaba la cabeza a los criminales con un sable. Una historia de esta época habla de una conocida prostituta, llamada Oden Takahashi, completamente obsesa sexual –como Abe Sada, en la película el Imperio de los sentidos, que cortó el sexo de su pareja. Oden Takahashi era todavía más fuerte, una verdadera vamp, muy conocida en la historia japonesa. Un verdugo, llamado Asaemon, cuando ejecutaba a los prisioneros, recitaba un poema del Maestro Kobo Daishi de la secta Shingon: «Las flores embalsaman, pero se marchitan» Levantaba entonces su sable. «¿Qué es permanente en nuestra vida? Nada, todo es mujo. Pasad más allá de la montaña profunda de la impermanencia». De un golpe, cortaba la cabeza, y concluía: «No hagais malos sueños, no os emborracheis». Después en su espíritu, hacía gassho y guardaba el sable en su funda. Era un kito silencioso. Un día, en el momento en que Asaemon iba a cortar la cabeza a la vamp, Oden Takahashi, y mientras recitaba el tercer verso de su poema, ella le miró sin miedo, sonrió y le guiñó un ojo. Era muy bella. Entonces Asaemon se equivocó, y golpeó de lado. Demasiado apego a la belleza de esta mujer influenció su espíritu, su conciencia, y se equivocó. Hoy, os he hablado del problema de la conciencia. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin. Mu ku shu metsu do. En ku no hay mumyo, la ignorancia, ni mumyo jin, la extinción total de mumyo. Nai shi significa etc., así a continuación. 124

Mu ro shi yaku mu ro shi jin: No hay ni degeneración, ni vejez, ni muerte. Ni extinción de la degeneración, ni extinción de la muerte. Ro, vejez; shi, muerte. El sutra del Hannya Shingyo contiene la esencia del budismo, la enseñanza de Buda. Es la esencia del budismo Hinayana y Mahayana. Para hacer un comentario completo, habría que explicar todos los sutras, todos los principios. Pero ¿cuál es la esencia de estos principios? ¿Cuales fueron los principios fundamentales de la enseñanza de Buda? 1.- San boin: el sello de tres leyes fundamentales que son: a) Mujo: todo cambia sin cesar, todo es impermanente. b) Muga: no noúmeno, no ego. No hay sustancia en el ego. Todo es mujo y muga. c) Sho ho kai ku: todo es ku. Se encuentra esta idea desde el principio del Hannya Shingyo: Kan ji zai bo satsu gyo jin han nya hara mita ji sho ken go un kai ku. El sello de tres leyes distingue el budismo de las demás religiones. Estas tres leyes representan el nirvana, la tranquilidad completa del cuerpo y del espíritu. A veces se diferencia ku del nirvana, y nirvana se convierte en una cuarta ley. 2.- Juni engi: los doce engi, el principio de doce eslabones de la interdependencia del budismo. Engi=innen. Cada acción se produce en la armonía de in y de en. In, la causa; en, la interdependencia. Todo fenómeno es producido por una interdependencia. Esta doctrina es esencialmente una negación de la generación espontánea. 3.- Shi kai: las cuatro nobles verdades. Mu ku shu metsu do: mu, no hay; ku, el sufrimiento; shu o ju, la causa del sufrimiento; metsu, la extinción del sufrimiento; do, la Vía. Os hablaré más profundamente, en un próximo kusen, de estas cuatro nobles verdades. 4.- Hasho do: el óctuple sendero. En el budismo Hinayana, se encuentran ya estos cuatro primeros principios. Pero en el Mahayana, aparece el bodhisattva y con él cuatro principios base se añaden a los primeros.

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5.- Roku haramita. Los seis paramita, las seis prácticas para acceder al satori (fuse, el don; kai, los preceptos; nin niku, la perseverancia; shojin, el esfuerzo; zenjo, zazen; chi e, la sabiduría). 6.- Bussho: la naturaleza de Buda. ¿Qué es la naturaleza de Buda? ¿Qué es el espíritu de Buda, el satori? Esto es el Zen, zazen, shikantaza, hishiryo. 7.- Hotsu bodaishin: producir el espíritu del despertar. Es el sujeto del primer capítulo del Gakudoyojin-shu del Maestro Dogen que comenté durante las mañanas de este invierno en el dojo. 8.- Shu gyo butsu. ¿Cómo practicar la enseñanza de Buda? Esto concierne a todos los problemas de la práctica. La esencia es zazen. A lo largo de todo el Hannya Shingyo, encontramos estos principios. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi jin. Este pasaje es muy importante, tendré que comentarlo ampliamente. Empezaré por hablaros de los doce engi o innen, el segundo principio del budismo. ¿Qué son estos doce innen? En el Hannya Shingyo, se cita mumyo, la ignorancia, después se salta los diez siguientes (naishi significa «etc») y se habla de la vejez y la muerte: roshi. Estas doce causas interdependientes se llaman, en sánscrito: etsu pratyaya. En el Hannya Shingyo, hay exactamente veinte kanji sobre esto. Los voy a explicar durante varios días. ¿Qué son los doce innen? ¿Qué representan los doce eslabones de la interdependencia? Es el contenido del satori de Buda bajo el árbol de la Bodhi, después de seis años de de mortificaciones y ascetismo. Meditó, en zazen, sobre el sufrimiento humano: «¿Por qué algunos se suicidan? la causa es el karma humano, el deseo y el apego». Buda meditó sobre esta idea. En zazen, no pensaba con su cerebro frontal pero mientras practicaba la concentración y la observación, su subconsciente remontaba, remontaba… La enseñanza que extrajo de su meditación se convirtió en la base fundamental del budismo. La doctrina de doce causas de interdependencia es entonces muy importante. Voy en principio a enumerar sus causas: 1.- Mumyo: esto son los bonno, la ignorancia, lo que es oscuro, no es justo, ni claro, sin luz, complicado. En el Hannya Shingyo, se dice que mu mumyo: en ku, no hay mumyo. 126

2.- Gyo: es la acción. 3.- Shiki: la conciencia. Este kanji es el mismo que en mu ju so gyo shiki. 4.- Myoshiki. El kanji shiki representa la materia, lo visible, los fenómenos, los colores. Es lo mismo que en shiki soku ze ku. Myo: es el espíritu, las funciones mentales. 5.- Roku nyu. Son los deis nyu, los seis órganos de los sentidos de los que ya hemos hablado: los cinco órganos -gen ni bi ze shin- y el espíritu, i. 6.- Soku: el contacto. 7.- Ju: la percepción; el mismo kanji que en shiki ju so gyo shiki. 8.- Ai: el deseo, el amor. 9.- Shu: el apego. 10.- U: la posesión. Es lo opuesto de mu, la existencia no quiere la muerte. 11.- Sho: el nacimiento, vivir. 12.- Roshi: la vejez y la muerte. En el Hannya Shingyo, se enumera sólo la primera y la última causas, las otras están sobreentendidas. Yaku mu ro shi jin. Jin significa la extinción, el fin total. Estos doce innen representan toda la filosofía del budismo, el satori de Buda bajo el árbol de la Bodhi. Después de haber sufrido durante seis años mortificaciones y áscesis, su subconsciente remontó como un sueño. Pudo observar, comprendió, despertó y obtuvo el satori a través de esta cadena de los doce innen, las doce causas de la interdependencia. Así las explicó. Al comprender el proceso, se realiza el satori de Buda. Kodo Sawaki ha comentado a menudo este pasaje. Es difícil de comprender incluso para un profesor de budismo. He estudiado mucho sobre esto. Hasta ahora todo el mundo se refiere a los comentarios tradicionales. Os voy a explicar en inglés las claves del satori de Buda. Lo traducireis en francés y esto será más fácil y más claro de comprender que a partir de kanji. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin. Es la observación, la experiencia que hizo el Buda bajo el árbol de la Bodhi. 127

En zazen, no hay que pensar en alguna cosa pero mirar, observarse a si mismo. Inútil concentrarse sobre las nalgas de la persona que está delante o pensar en Buda o en Dios. Si un pensamiento remonta de vuestro subconsciente, no hay necesidad de entrenerlo o rechazarlo, aunque sea Dios el que aparezca. Es un error que hacen algunas personas, en Alemania, o en el Zen católico, el Zen del padre Lasalle. En zazen, no se debe pensar en el misticismo o bien hasta la muerte, no se podrá comprender. Zazen es shikantaza, sólo sentarse. El cerebro está en reposo. No hay nada. Aunque el subconsciente remonte, el cansancio de las neuronas termina, así como la ignorancia. Todo termina, el espíritu se vuelve completamente puro. Si oís mi kusen, naturalmente, inconscientemente, automáticamente podéis obtener la sabiduría. Durante zazen, mu mumyo; este kanji está compuesto de mu, no; y de myo, claro, luminoso. Yaku mu mumyo jin: no hay extinción de la ignorancia. Es contradictorio, pero verdadero. Durante zazen, algunas veces, Dios o Buda aparecen; es ignorancia. Aunque nos queramos entretener en alguna cosa, pensar en la buena comida que nos espera, o en entretener una ansiedad, esto termina por pasar. Desde el momento en que recogemos el mentón o que recibimos el kyosaku, nuestro espíritu cambia. No hay más mumyo. Nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin. Después de seis años de mortificaciones, muchas cosas aparecieron en el subconsciente de Buda, durante su zazen: «¿Por qué debo morir? ¿Por qué debo envejecer? ¿Por qué debo vivir? ¿Por qué he nacido? ¿Por qué existo? El subconsciente de seis años de vida errante remontaba. Dejó su familia para llevar una vida de asceta, vestido con harapos, mendigando su comida, protegiéndose del sol y de la lluvia con las hojas de los árboles. El objeto principal de sus meditaciones fue entonces la búsqueda de un remedio al sufrimiento. Sentado en zazen bajo el árbol de la Bodhi, por la fuerza de la concentración y la observación, resolvió este problema y alcanzó el satori. Durante su meditación, resolvió los doce innen, el principio base del budismo. Este principio es todavía más profundo que la rela128

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SHOKU Contacto

SHIKI Consciencia

EFECTOS PRESENTE-FUTURO

MYO SHIKI Cuerpo espíritu

UNION CAUSAS-EFECTOS PRESENTE-FUTURO

GYO Acción

MU-MYO Ignorancia

ROKU SHO 5 órganos+ espíritu

RO-SHI Degeneración Muerte

U Existencia Posesión

MU-MYO Ignorancia

Bonnosdel pasado

Shu Apego

AI Deseos

2 causas del pasado

GYO Acción

Karma del pasado

UNION CAUSAS-EFECTOS PASADO-PRESENTE

SHIKI Consciencia

BONNOS Ilusiones

EFECTOS PASADO-PRESENTE

Sho Nacimiento Llegar

MYO SHIKI Cuerpoespíritu

5 sufrimientos presentes

CAUSA

5 efectos del presente

SHOKU Contacto

GO Karma

DOBLE UNION CAUSAS-EFECTOS EN LOS 3 MUNDOS PASADO-PRESENTE-FUTURO

JU Percepciones

Esquema repesentativo de engi mostrado a través de los tres mundos.

JU Percepciones

AI Deseos

Bonnos del presente

3 causas del presente

Shu Apego

Karma del presente U Existencia Posesión

ROKU SHO 5 órganos+ espíritu

Sho Nacimiento Llegar

2 efectos de futuro

RO-SHI Degeneración Muerte

Sufrimientos del futuro

KU Condición de Sufrimiento

EFECTO

ción de causalidad. Por ejemplo si metemos una semilla en la tierra, se vuelve una planta. La semilla, es la causa, in. Pero la tierra, el agua, el sol son necesarios para su crecimiento, nen. En el San Do Kai, se habla de reigen, el origen, la fuente del espíritu. No es mumyo. La fuente original del espíritu no es ni ignorancia ni oscuridad. Es completamente reigen, pura. Ko ketsu: completamente puro, blanco, nada. Pero durante zazen, a veces, la imaginación aparece o también oímos un sonido, música. Muchos pensamientos pueden nacer: «Quiero volverme Dios, comunicar con él…» Todo esto es ignorancia. El cristianismo, la meditación católica es así. Se piensa siempre en alguna cosa. El Maestro Keizan, en el Zazen Yojinki, escribió: «Si queremos cortar mumyo, el mejor método es hacer zazen». A partir de mumyo la trasmigración continua. Mumyo representa la vista errónea, el origen de todos los bonno. A partir de mumyo, los fenómenos y la acción aparecen. Y: Shiki soku ze ku. Ku soku ze shiki. Entonces Buda obtuvo el satori bajo el árbol de la Bodhi. Meditando en zazen, resolvió las doce causas de la interdependencia, los doce innen. Debéis comprender ¿Qué es lo que Buda observó bajo el árbol de la Bodhi? ¿Qué es el satori? Hay muchos. No sólo uno. Durante mi vida he tenido muchos. Vuelvo sobre la frase: Mu mumyo yaku mu mumyo jin. Debo previamente definir los doce innen o inneka, o inga o engi, son los doce eslabones de la interdependencia, o los doce factores cuyas interacciones determinan el proceso vital, la existencia fenomenal. Innenka está compuesto de los kanji in, que significa la causa; nen, la dependencia, la ayuda, las acciones determinantes; ka, el efecto, el resultado. Inneka define entonces las interacciones que relaciona la causa al efecto por la intervención de condiciones dadas. Es de alguna manera la ley de causalidad, más elaborada. Los términos engi y etakisho tienen significados similares. Etakisho define la producción que nace en función de su dependencia de elementos exteriores o factores eventuales; engi se traduce literal130

mente por la aparición dependiente, es decir: las condiciones de aparición. Engi, comprendido a través de los tres mundos (pasado, presente, futuro), determina el proceso siguiente: -tenemos bonno; -estos bonno determinan la producción de karma; -este karma engendra el sufrimiento; -el sufrimiento produce de nuevo bonno. Este es el ciclo sin fin constituido por el conjunto bonno-karmasufrimiento. Es el plano de la vida fenoménica ordinariamente observable. La aparición de existencias fenoménicas se hace por medio de los doce innen, o causas interdependientes y determinantes. El budismo considera esta teoría de los doce eslabones en dos sentidos contrarios: El primer sentido, denominado tuten, sigue el sentido evolutivo, el sentido cronológico que va del pasado al futuro. Tiene como punto de partida mumyo, la ignorancia, causa original de la que depende toda existencia, y termina en roshi, la degeneración y la muerte. -Mumyo, la ignorancia, el primer innen, es el factor común a toda forma de existencia fenoménica. Es la causa primera y determinante, condiciona el mundo fenoménico que no existe más que por ella. El hombre antes de su nacimiento es mumyo. Su nacimiento es la actualización en la materia, la encarnación, de su consciencia ignorante que, durante la trasmigración, ha permanecido en la consciencia eterna. Mumyo es el agente productor de la acción. -Esta ignorancia es la fuente original de los bonno y determina gyo, la acción. Este es el segundo innen. La acción en si misma es karma, producto de la ignorancia. Transportado al plano humano, este factor primordial, la ignorancia, se reparte entre la ignorancia de los padres que a través del acto sexual y kármico y provoca la fecundación por una parte; y por otra la ignorancia kármica de la consciencia antepasada difunta que quiere encarnarse e influye sobre el acto sexual de los padres. Las dos causas interdependientes conducen a la formación del embrión. La consciencia antepasada difunta se encarna desde el momento de la fecundación, que es en si misma manifestación de la energía cósmica. 131

Así los tres elementos determinan la aparición del feto: padre, madre, consciencia antepasada difunta, son los tres igualmente responsables, y no sólo los padres, porque el karma pasado quiere realizarse y debe encontrar un soporte material para manifestarse. Las dos causas del pasado, mumyo y gyo, ignorancia y acción, engendran los cinco efectos del presente: -Shiki, la consciencia, tercer innen; -Ésta consciencia determina myo shiki, el cuarto innen, el nombre y la forma, o el espíritu y el cuerpo, o las funciones mentales y la materia; -Después se forman roku nyu, los seis órganos de los sentidos (ojos, orejas, nariz, lengua, cuerpo, espíritu). Son el quinto innen. Durante los nueve meses, el feto vive todos los estadios de la evolución y de la mutación de las especies, desde el estado unicelular a los invertebrados, después a los vertebrados y a los mamíferos, hasta el organismo elaborado y complejo del hombre que es el feto en el momento de nacer. Después del nacimiento, se desarrollarán las facultades latentes del recién nacido, en función del medio que le rodea. -Con el nacimiento y por la acción de la consciencia, del cuerpoespíritu y de los seis órganos de los sentidos, shoku, el sexto innen, el contacto, aparece. -Por el contacto es engendrado ju, la percepción, séptimo innen. En este estadio, los bonno del presente aparecen; son: -Ai, los deseos, octavo innen, engendrados por la percepción. -Shu, el acto de asir, el apego, noveno innen, producido por los deseos. -U, el apego, la posesión, el deseo de vivir, décimo innen, producido por la acción de asir. La existencia no quiere la no-existencia, la muerte. Dos efectos futuros aparecerán entonces: -Sho el devenir, decimoprimer innen, engendrado por el deseo de vivir. -Y roshi, la degeneración y la muerte, decimosegundo innen, consecuencia del devenir. Después de la muerte, el karma de la consciencia del pasado, surgida de la ignorancia, engendrará de nuevo la acción y ella misma 132

producirá las condiciones de desarrollo del nuevo organismo. Así se forma el ciclo de la trasmigración y de las reencarnaciones. Es lo que se llama los doce innen o los doce eslabones interdependientes productores de la ilusión. El segundo sentido sigue el sentido inverso al precedente. Remonta la corriente del proceso evolutivo, parte de roshi, la muerte, y termina en mumyo, la ignorancia. Es el método de observación que vuelve a ku. Este es el recorrido que hizo el Buda en el momento que obtuvo el satori bajo el árbol de la Bodhi y por el que comprendió el proceso de trasmigración. Buda decidió huir de su palacio y hacerse monje cuando comprendió que la vida era sufrimiento e impermanencia. Delante de sus ojos aparecieron imágenes humanas de la degeneración, del sufrimiento y la muerte. Después de haber salido de su palacio, buscó resolver el koan de mujo practicando el ascetismo y las mortificaciones durante seis años con los yoguis. Su reflexión le llevó desde shi, la muerte, a mumyo, la ignorancia, causa de todo sufrimiento. ¿Por qué debemos morir? ¿Por qué hemos nacido? ¿Cuál es la causa de nuestro nacimiento? Nuestro nacimiento es el fruto de go, el karma, que surge del apego al pasado. El apego al pasado está engendrado por nuestros deseos y apegos, que nacen de nuestras facultades perceptivas. Éstos nacen (a continuación) de la separación sujeto-objeto, del contacto con el exterior, surgido de la formación y de la función de los seis órganos del cuerpo-espíritu, o funciones mentales y materia. La causa de esto es la consciencia nacida del karma pasado, que aparece con la acción que surge de mumyo, la ignorancia original, fuente primordial de todos los fenómenos y de todos los sufrimientos. El Buda obtuvo el satori, sentado bajo el árbol de la Bodhi, y comprendió el encadenamiento sin fin. Si volvemos a nuestra naturaleza original, podemos terminar con mumyo, la ignorancia. Con la extinción de mumyo se terminan todos los sufrimientos, y el satori se realiza. En el Zen, mumyo se corresponde a kontin (la somnolencia) y sanran (la dispersión). Mumyo aparece cuando se está en uno o en otro de estos dos estados. El Maestro Keizan escribe en el Zazen Yojinki: «Todos los sufrimientos, los bonno, las ilusiones, las pasiones nacen de mumyo. 133

Durante zazen, podemos aclarar nuestro ego que es sin noúmeno. El egoísmo es el único producto de mumyo. Sin embargo, aquel que ha cortado todos los bonno sin haber cortado mumyo no puede ser un auténtico Buda, ni un verdadero patriarca. Así, para cortar mumyo, el más alto y secreto método es la práctica de zazen, solamente. Zazen es la vía real que conduce a la extinción de mumyo». Sin embargo, en el Hannya Shingyo, mu mumyo yaku mu mumyo jin presenta dos aspectos totalmente contradictorios: mu mumyo significa la no-ignorancia; yaku: y, pero; mu mumyo jin: jin, extinción; extinción de la no-ignorancia. Significa: «No hay ni ignorancia ni extinción de la ignorancia». En el San Do Kai, se encuentra a menudo el término reigen, la pureza del espíritu original. Entonces ¿por qué y cómo aparece mumyo, la ignorancia, puesto que originalmente todo es mu mumyo, no-ignorancia, pureza, claridad? Es una cuestión de dualidad: mu mumyo y mumyo no son diferentes. Son sin comienzo, sin existencia, sin sustancia propia. La consciencia hishiryo de zazen supera esta visión dualista. Mu mumyo y mumyo son solamente los aspectos que aparecen en nuestra existencia, de un principio único, fundamental, que comprende los dos aspectos y los supera. En nuestra vida, sentimos mumyo, la ignorancia; de esto formulamos, por oposición, el concepto de mu mumyo, no ignorancia. Durante zazen, el estado de sanran, de dispersión, provoca los pensamientos; se desarrollan, se propagan. En el estado de kontin, de somnolencia, los pensamientos pasan, las imágenes desfilan. No se las detiene. Es el no-pensamiento. La verdadera concentración no es ni pensamiento ni no-pensamiento. Está más allá del pensamiento, el pensamiento absoluto. Es el retorno al ku original. Esta concentración en ku contiene en virtualidad la expansión en shiki. La expansión fenoménica de shiki contiene en virtualidad el retorno a la concentración en ku. Sin embargo, shiki virtual está manifestado por todas partes, aunque sin existencia. Y ku virtual está por todas partes en shiki, como no manifestado. Nuestra existencia original es ku, pureza; puede manifestarse al contacto con un objeto, de un fenómeno, que en si mismo no tiene realidad propia. 134

Ku, nada, no es diferente de shiki, los fenómenos ilusorios. Shiki no es diferente de ku. Los fenómenos ilusorios son ku, nada. Igualmente, la ignorancia productora de fenómenos ilusorios es ku, nada. Por esto, en el Hannya Shingyo, se dice que no hay ni ignorancia ni extinción de la ignorancia. El satori no existe más que en función de mumyo (la ignorancia) y de los bonno (las ilusiones). Por eso, mumyo y bonno son necesarias para la existencia del satori: Bonno soku bodai, los bonno son el satori. No es entonces necesario querer cortar mumyo puesto que es sin existencia real, y que nosotros somos sin noúmeno. Sólo tenemos que concentrarnos en ku. Sin embargo, siendo nosotros mismos mumyo, ignorancia, es importante observar y comprender mumyo, es decir observarnos y comprendernos a nosotros mismos. No es necesario en ese momento buscar ku, ni tampoco pensar en nuestra existencia o no-existencia. Sólo hay que comprender mumyo. Nagarjuna dice en sus comentarios sobre el Hannya Kyo: «El bodhisattva que busca comprender su naturaleza propia debe comprender la naturaleza de su ignorancia». Originalmente bonno es ku. Que haya bonno o no-bonno no tiene importancia. No hay que crear apego hacia uno u otro, porque finalmente no hay ni bonno, ni extinción de bonno. Es así para los doce innen: Mu mumyo yaku mu mumyo jin, no hay ni ignorancia ni extinción de la ignorancia. Mu gyo yaku mu gyo jin, ni acción ni extinción de la acción. Mu shiki yaku mu shiki jin, ni consciencia ni extinción de la consciencia. Mu myo shiki yaku mu myo shiki jin, ni forma ni extinción de la forma. Mu roku nyu yaku mu roku nyu jin, no existen los seis sentidos ni su no-existencia. Mu soku yaku mu soku jin, ni contacto ni no-existencia del contacto. Mu ju yaku mu ju jin, ni percepción ni no-existencia de la percepción. Mu ai yaku mu ai jin, ni apego ni no-existencia del apego. 135

Mu u yaku mu u jin, ni posesión ni no-existencia de la posesión. Mu sho yaku mu sho jin, ni devenir ni no-existencia del devenir. Mu ro shi yaku mu roshi jin, ni vejez y muerte ni no-existencia de la vejez y la muerte. Es sin embargo gracias al decimosegundo innen, la muerte, con el que el hombre más a menudo toma consciencia de su estado de ignorancia, mientras que olvida a menudo los once encadenamientos anteriores a los que está ligado. Delante de la muerte, el hombre se pregunta a menudo sobre el problema de su finalidad; reflexión que le lleva a preguntas de orden metafísico o religioso. Pero, aquí también, las respuestas reflejan a menudo su ignorancia egoísta o la búsqueda de su bienestar interior. Desembocan sobre el nihilismo, negación absoluta, después de la muerte es la extinción definitiva de todo lo que era. En el budismo, este punto de vista del espíritu se llama danken. O por el contrario, piensa que el alma o la entidad se perpetua más allá de esta vida; sus antiguas creencias relativas al infierno y al paraíso resurgen; crean entonces en si mismos estados de alegría o estado de angustia según la apreciación que se tenga sobre la vida presente y la vida futura. Es la opinión más extendida. El budismo estipula una doctrina del después de la muerte muy simple que determina de la manera siguiente: -Los elementos que constituyen el cuerpo vuelven a los elementos del cosmos: tierra, aire, agua, fuego; -Shiki, la consciencia libre del ego, vuelve a la consciencia alaya, pura y tranquila, unida a la consciencia cósmica eterna, la consciencia amala. Las semillas de karma pasado reencuentran su estado virtual en la consciencia alaya; llegado el momento, se manifestarán de nuevo por medio de la fecundación, se desarrollarán y se realizarán en un nuevo individuo. Es por esto que la stupa (tumba budista) está constituida por los elementos siguientes: -en la base el elemento cúbico corresponde a la tierra, al color amarillo, a las rodillas; -encima, el elemento esférico corresponde al agua, al color blanco, a los intestinos; 136

-encima, el elemento triangular corresponde al fuego, al color rojo, al corazón; -la que está encima de esta de forma de media luna corresponde al viento, al color negro, a los pulmones y a las manos (la acción); -al final el último elemento esférico, rematado con una punta, corresponde al aire, al color azul, al pensamiento. La cara de la stupa simboliza los elementos en mutación. Es el aspecto fenoménico del cosmos. En la parte posterior siempre está inscrito el término shiki, que designa la esencia de la consciencia alaya, que se funde después de la muerte con la consciencia amala, ku. Este es el aspecto eterno e inmutable del cosmos. Esta consciencia alaya, el aspecto eterno e inmutable del cosmos, puede observarse a través de la auténtica y pura sabiduría, que aparece cuando mumyo desaparece. Todos los fenómenos, todas las preguntas, todos los problemas existenciales quedan entonces resueltos. Es la comprensión total, clara, penetrante. El ideal y la realidad están entonces en armonía perfecta, en unidad. Esto es hannya haramita, la sabiduría perfecta, el punto que une el mundo fenoménico al mundo eterno. Mu ku shu metsu do: no hay ku shu metsu do. En el último kusen, he hablado de mu mumyo jin: en ku, no hay ni ignorancia, ni bonno. En japonés, el kanji bonno significa a veces ka ku jin, el polvo que visita. Un bonno no es una cosa fija, ni la sustancia de nuestro espíritu, sino un visitante, una cosa que viene del exterior; así la cólera, la ignorancia, el miedo, la ansiedad, la pasión, los deseos. Por ejemplo: sobre el agua de un lago, las olas no pueden aparecer sin el viento. Para los bonno, es lo mismo. Si no se reciben estímulos del exterior, no aparecen. Son visitantes que vienen del exterior. Cuando se reciben estímulos del entorno, si en ese momento preciso no estamos apegados, la verdadera sabiduría aparece. Recuerdo un día, cuando era joven, que fui a visitar a un amigo. Desde el exterior oía al hombre y a la mujer discutir… (¡También en Japón las mujeres son muy fuertes!). Estaba enfadada con su marido. Entonces me fuí. Al día siguiente, encontré a mi amigo y le pregunté: -«¿Por qué discutíais ayer? ¿Tú mujer estaba enfadada? 137

-No, simplemente un visitante que, por un momento, nos vino a ver». Muy buen mondo. Un bonno de la señora había venido de visita en esta casa. M., mi antigua secretaria, se volvía siempre apasionada. Como sabéis, tenía un temperamento impulsivo yfurioso. «Estoy apasionada. Por favor Sensei, ¡enséñeme como curarme!» La respondía: «En este instante, no estás completamente furiosa. Si tenéis enfado, enseñádmelo aquí y ahora. -No puedo respondía ella. -Sin embargo, ciertamente, en ti está la sustancia, la fuente de esta pasión. -Pero ahora, no os la puedo enseñar, no tengo». Originalmente, en origen, nadie tiene bonno. No es una característica de la naturaleza humana. Pero por una estimulación del exterior, los bonno aparecen a menudo. Son los visitantes… Estimulaba siempre los bonno de M. para disminuirlos. Es un método de educación zen. Pero ella no podía cortarlos. Eka, el segundo patriarca, preguntó un día a Bodhidharma: «Por favor, calmad mi espíritu». -«Por favor, mostradme vuestro espíritu», le respondió. En ese momento Eka tuvo el satori. Shin fu ka toku, no es posible asir el espíritu. Mu ku shu metsu do: mu, negación; ku, sufrimiento; shu, el kanji significa conjunto, grupo de bonno; metsu, desvanecimiento, fin de los bonno, nirvana; do, la Vía, el método. Esta es la enseñanza fundamental de Buda. Comprendió y resolvió los doce innen, las doce causas interdependientes. Alcanzó el satori haciendo zazen una o dos semanas bajo el árbol de la Bodhi. Después continuó su meditación cuarenta y nueve días. Su cuerpo y su espíritu estaban completamente en calma. Comprendió entonces que demasiadas mortificaciones, o demasiados placeres, o demasiado satisfacer los deseos, los bonno, no es bueno. Pero querer cortar los bonno no está bien tampoco. Permaneced sobre la Vía del medio. Juni innen. Las doce causas de la interdependencia son muy difíciles de explicar a los otros. Debéis realizarlas vosotros mismos. Es la certificación del verdadero satori, del espíritu interior. Ku ju metsu do. 138

Después que tuvo el satori, el Buda dió su primera conferencia que se convirtió en la base fundamental del budismo. Es shi tai, las cuatro santas verdades. 1.- Ku tai: el mundo, el estado real sin despertar con numerosas formas de sufrimiento. 2.- Ju tai: las causas y las razones del mundo real. Los errores que provienen de los bonno. 3.- Metsu tai: el mundo ideal tal como es percibido por el despertar. La felicidad pura en la cual todo sufrimiento se desvanece. 4.- Do tai: la vía, el método para alcanzar este estado ideal. Este método es explicado a través de los ocho tipos de vías justas y santas. Las personas sufren siempre ku tai. ¿Cómo curarlas? ¿Por qué tenemos que morir, envejecer, enfermar? ¿Por qué debemos perder lo que amamos? ¿Por qué mi marido me ha rechazado? ¿Por qué tengo que divorciarme?… Tantas preguntas son causa de sufrimiento. «No quiero encontrarme con ese muchacho. Lo detesto verdaderamente, pero lo encuentro». «No quiero más a mi mujer, pero si voy a hacer zazen la veré». (entonces algunos ya no vuelven). También: «Me gustaría encontrarla, pero no es posible. La amo, la amo, pero no puedo hablarle». Todos estos pensamientos producen sufrimiento. «Me gustaría ir de compras pero no tengo dinero. Quisiera comprar pero no tengo dinero, entonces tengo que robar…». El sufrimiento es tanto físico como psicológico, sentimental, intelectual o racional. Desde el momento en que no se pueden satisfacer los deseos, se sufre. Buda explica las condiciones del sufrimiento. Cuanto más nos apegamos, los bonno se multiplican, no se pueden satisfacer, se termina con el suicidio… Estar demasiado apegado a los deseos se vuelve como una bomba. El segundo tai, ju tai, representa el mundo de los bonno, su número infinito, el mundo de la impermanencia y del cambio. El tercer tai, metsu tai, es la condición original de nuestro espíritu, sin bonno, después de haber sido cortados. 139

El cuarto tai, do tai: ¿Cómo hacer que los bonno se desvanezcan? ¿Cuál es el método para alcanzar el nirvana? Por medio de una enfermedad, reencontramos estas cuatro verdades. Ku tai, la condición de la enfermedad; ju tai, las causas de la enfermedad; metsu tai, las condiciones normales de buena salud. Muy tranquilo. Si el cuerpo está enfermo, por ejemplo, si el sistema nervioso autónomo está débil, durante zazen rápidamente se desmayan. Después se obtiene el satori… Metsu tai representa el desvanecimiento de los bonno tales como los deseos, cólera, pasión, ignorancia,… ¿Qué es la salud perfecta? ¿Cuál es la condición normal del espíritu? Es metsu tai, la condición del cuerpo en buena salud, el espíritu normal, original. Digo siempre que el satori significa volver a la condición normal del espíritu. La mayor parte de la gente es anormal. Sólo durante zazen, reencuentran la condición normal. El cuarto tai, do tai, el método para sanar las enfermedades. ¿Cómo hacer? Buda lo explicó a través de las ocho vías justas. La conclusión es zazen, el mejor método para cortar los bonno, para disminuirlos, apagarlos. Mu ku shu metsu do. Sigo comentando esta frase. Repito. Mu, representa la negación; ku, el sufrimiento; shu, el conjunto de los bonno; metsu, el desvanecimiento de los bonno; do, la Vía, el método. En ku, no hay ku shu metsu do. Ya he explicado que existen numerosos tipos de sufrimientos.: sufrimientos físicos, psicológicos, intelectuales, racionales, espirituales… Cuanto más crecen nuestros deseos, más complicados se vuelven nuestros sufrimientos. Entre las cuatro santas verdades, shi tai, la base fundamental del budismo, ju tai representa la causa o la razón que produce el sufrimiento, como los deseos sexuales, el amor, el apego a la materia o a todas las existencias. Este apego ocasiona el deseo de renacer en el cielo después de la muerte. O bien, para ser feliz, se decide cortar la vida con el suicidio. Cada día, en todos los paises, algunos se comportan de esta manera. Esta negación de la vida es nihilismo. En la doctrina de las doce causas interdependientes, juni innen, mumyo, la ignorancia, representa la causa del sufrimiento, el punto de partida, el origen de todos los bonno y la trasmigración. 140

En la tercera santa verdad: metsu tai, el nirvana, todos los bonno, todos los apegos se desvanecen. Es la condición de satori. Metsu es otro nombre para designar el nirvana. En este estado, los deseos, la cólera, la ignorancia, todos los bonno terminan, es el desvanecimiento, el fin de todo. Entonces la verdadera sabiduría aparece y la compasión se manifiesta. Es el satori de Buda bajo el árbol de la Bodhi. La cuarta santa verdad, do tai (do: vía hacia el mundo ideal), representa el método para cortar los bonno. ¿Cómo hacer? Buda lo explicó por los ocho caminos o senderos justos, sagrados: 1.- Sho ken. Sho significa justo; ken, es la vista. Este primer sendero relata una vista, una observación, un reconocimiento justos. La verdadera sabiduría es necesaria. Es lo opuesto de mumyo, la ignorancia. Hay que observar para descubrir nuestros errores. Incluso con un buen sentido y un buen conocimiento, algunos se equivocan y tienen una ideología errónea. 2.- Sho shi yui. Es el pensamiento justo, la voluntad justa, sin deseos, sin cólera, sin pasión. De aquí nace el buen comportamiento, las buenas maneras, una acción y palabras justas en la vida cotidiana. 3.- Sho go. Go, las palabras. A partir del segundo sendero sagrado se producen las palabras justas, el lenguaje exacto que crea buen karma. Si nuestro espíritu es erróneo, se critica, se miente y esta actitud se vuelve semilla de un mal karma. 4.- Sho gyo, el karma, las acciones. Una vista justa, un pensamiento, un lenguaje exacto producen un buen comportamiento en la vida cotidiana. Matar, robar, hacer demasiado el amor o cambiar todo el tiempo de mujer… todas estas acciones reflejan un mal karma. Por el contrario hacer sampai, leer, cantar o recitar los sutra, hacer zazen cada día (zazen es la mejor de todas las acciones), coser el kesa representan un buen karma. Cosiendo un kesa, el espíritu se calma y se vuelve tranquilo. Recomiendo esta acción principalmente a las mujeres porque fisiológicamente su cuerpo es más complicado y delicado que el del hombre. Un buen karma se refleja también a través de la gentileza, la ternura, el don (con un espíritu mushotoku), el servicio… 5.- Sho myo. Myo significa el modo de vida. En la vida cotidiana es necesario llevar una vida justa. Ser chica de alterne, hacer la calle 141

por los Campos Elíseos, en la Ópera o en Montparnasse, vender drogas no es la buena vía. Llevad una vida justa y regular. Seguid el dokan cotidiano: zazen por la mañana, la ceremonia, Hannya Shingyo, sampai, el sutra de las comidas, el desayuno, las buenas palabras (shin gon: el verdadero lenguaje se vuelve semilla de buen karma), después hacer las compras, trabajar –el trabajo es sagrado–, concentrarse en sus actividades, comer, leer, escribir, promocionar su trabajo… Y acostarse, dormir, levantarse, comer, a veces pasear, descansar o hacer gimnasia, un poco de distracciones, no concentrarse únicamente sobre las diversiones, así es la vida justa. 6.- Sho sho jin. Sho jin, el esfuerzo. El esfuerzo es muy importante. La facilidad merma al hombre. En todas las acciones de la vida cotidiana, el esfuerzo es necesario. Algunos se escapan del zazen. Pero si se realiza el esfuerzo de seguir, la práctica de zazen se volverá automática, natural y espontánea. 7.- Sho nen. Nen, la atención. Es necesario estar siempre concentrado en todas las acciones de la vida cotidiana. No olvidar nunca nuestro ideal. Si no se adopta una actitud así se producen accidentes. Estar concentrado no significa estar tenso. Haciendo zazen, progresivamente la concentración se vuelve habitual. Inconscientemente, naturalmente, automáticamente, es posible concentrarse en la vida cotidiana. Todas nuestras acciones, nuestras maneras se verán influenciadas. No os equivoquéis. No dejéis caer la vajilla en la cocina. Cosiendo el kesa después de zazen, es posible continuar sho nen. Por ejemplo: J. está completamente concentrada en la costura de kesa. En calma y tranquila, no se equivoca en las acciones de la vida cotidiana. Tened confianza y continuad el verdadero nen. No olvidéis que la vida es siempre cambiante, sin ego, ku. El espíritu se vuelve entonces apacible y tranquilo. Inútil tener miedo por su propia vida. Sho nen significa también hishiryo (término más reciente que sho nen), el verdadero pensamiento justo. 8.- Sho jo. Jo, la concentración, la concentración zen, el Zen. Calmo y sereno, si tenemos esta concentración, nuestro espíritu no se mueve y los poderes mágicos nacen. Inútil concentrarse sobre la obtención de estos poderes. Aparecen naturalmente, automáti142

camente, inconscientemente, si no tenemos objeto. Por sho jo se puede alcanzar la verdadera sabiduría, el satori. La observación y el juicio se vuelven entonces justos así como todas las acciones de la vida cotidiana. Las personas que practican zazen son diferentes de las demás. Por jo, se vuelven fuertes naturalmente, inconscientemente, automáticamente. Tener éxito en la vida depende de esta concentración justa. Cuando los siete primeros senderos sagrados se alcanzan, aparece entonces el octavo, el más importante. Haciendo zazen, sho jo se vuelve fuerte y perfecto. Por el contrario, si queréis concentraros pensando con el cerebro, es verdaderamente difícil. Durante zazen, a través del cuerpo, sho jo aparece y puede cultivarse. Cuando se alcanzan estas ocho vías justas, se puede conseguir todo en la vida cotidiana y volverse perfecto. Hacer zazen, solamente sentarse, shikantaza, inútil pensar en los ocho senderos justos: vista, pensamiento, palabra, acción, vida, esfuerzo, atención y concentración justas. Inconscientemente, naturalmente, automáticamente se obtienen. Zazen shikantaza es lo más importante en nuestra vida. He hablado de las cuatro nobles verdades, de la manera para hacer desaparecer los sufrimientos, do tai: la vía para cortar los sufrimientos que representa los ocho senderos justos, las ocho vías, hasho do. Sho tiene dos significados: santo y justo. Pero el Hannya Shingyo dice que en ku, no hay ku shu metsu do, las cuatro nobles verdades. Ni: ze ko ku chu mu shiki mu ju so gyo shiki mu gen ni bi ze shin i. Mu shiki sho ko mi soku ho. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin. Mu ku shu metsu do. Mu chi yaku mu toku i mu sho toku ko. Durante zazen, nos sumergimos en el universo de ku. En el dojo, el espíritu cambia completamente. Es diferente del exterior. El dojo es un lugar sagrado, ku. Fuera del dojo retornamos a shiki. Así podéis comprender fácilmente que en el dojo no es posible abrazarse, ni ser egoísta. Digo siempre: entrar en el dojo es como entrar en el ataúd, el mundo del satori. Pero fuera del dojo, se cambia deprisa. Es posible abrazarse o beber whisky… 143

El mundo de ku y el mundo de shiki no son idénticos. Por eso durante zazen, no es necesario pensar en ku shu metsu do, ni en hasho do, los ocho senderos justos. Durante zazen, haced solamente zazen, shikantaza, solo sentarse. Cuanto mayor es el ego, más apegado se está al ego, más sufrimiento, más bonno, origen de sufrimiento, aparecen, del mundo de shiki, de los fenómenos. Si no hay sufrimiento, no es necesario ku shu metsu do. En ku: mu ku shu metsu do. He dicho que ku tai representa también las condiciones de la enfermedad. Shu tai: las causas; metsu tai, la extinción de la enfermedad, la condición normal; do tai, el método para curar. Si estáis en buena salud, no es necesario método de curación para reencontrar la condición normal. Por eso en el dojo, durante zazen, en ku, no hay necesidad de ku shu metsu do, mientras que en el mundo de shiki, de los fenómenos, social, esto es necesario. Cuando volvéis a vuestra casa o vais al segundo dojo1 los fenómenos aparecen.Algunos dicen:«No puedo vivir con los demás, no quiero vivir en el segundo dojo10, quiero vivir solo. No quiero comer la güen mai…» Se quiere huir. Incluso entre marido y mujer, en la vida cotidiana, a veces hay desavenencias, aparecen fenómenos. Aunque en la cama se armonicen completamente, cuando duermen, los sueños de cada uno son diferentes. El mundo de shiki es diferente para cada uno. Durante zazen, se está sentado en el mundo de ku, entonces: Mu mu myo yaku mu mu myo jin nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin. Mu ku shu metsu do mu chi yaku mu toku i mu sho toku ko. Bo dai sat ta e hannya harami ta ko. Después de haber alcanzado el satori bajo el árbol de la Bodhi, el Buda explicó en primer lugar las cuatro nobles verdades –shi tai– después habló de los doce innen, los principios de relación de las doce causas interdependientes a través de las cuales obtuvo el satori. Estos principios eran difíciles de explicar: juni innen, el satori al interior de Buda. Es por lo que habla en primer lugar de las cuatro verdades, shi tai, después de juni innen y de roku do: las seis paramita. Mu chi yaku mu toku. I mu sho toku ko. Bo dai sat ta. E han nya hara mi ta ko shin mu ke ge mu ke ge ko. 10.- Rue Pernety, segundo taller situado enfrente del dojo, donde se tomaba la güen mai y donde vivían algunos discípulos.

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Durante cuarenta y cinco años el Buda dio conferencias. Se dirigió a través de shi tai en primer lugar a los shomon. Shomon o rakan representa a las personas o la gente de la sociedad que comprenden por la palabra, el lenguaje, que quieren escuchar las conferencias de Buda por las orejas. Después habla a los intelectuales, los engaku, los dogmáticos que quieren conocer a través del cerebro. Les explica los doce innen, la filosofía por la que obtuvo el satori. E hizo conferencias para los bodhisattvas a propósito de roku do, las seis paramita. Se puede decir que pasó quince años de su vida hablando a los shomon, quince a los engaku, quince años a los bodhisattva. En general así fue. Siendo cada uno diferente, armonizaba sus conferencias con las características de aquellos que reencontraba. Durante zazen no es necesario comprender con el cerebro ni pensar en las cuatro santas verdades, todo es mushotoku, todo se vuelve ku. Es inútil querer cortar los bonno, o pensar en tener la observación justa, el pensamiento justo, palabras justas, una acción justa, una vista justa, un esfuerzo justo, una atención justa y una concentración justa. Todo pasa inconscientemente, naturalmente, automáticamente. Así no hay sufrimiento, y si tenéis la costumbre del zazen, incluso fuera del dojo, vuestro espíritu permanece así. Es el satori. No hay más sufrimiento. Aunque surjan fenómenos del entorno, no sufrís más y en vuestro espíritu no reina ni ignorancia (mumyo), ni el karma, ni los bonno, ni el sufrimiento, ni los cálculos egoístas. Es mushotoku. Aunque perdáis algo o si os critican, ¡no importa! Es la vida. Así habéis alcanzado el mundo del satori. En ku, no hay más sufrimiento. Pero en el mundo de shiki, a veces la gente está enfadada o sonríe, las ocho vías justas son entonces necesarias. En ku, en el dojo, durante zazen, no hay ni ignorancia ni bonno. Seguramente, pensáis que aparecen bonno en vuestro espíritu. Pero estos no son verdaderos bonno. Durante zazen, nos observamos a nosotros mismos, vemos nuestros bonno. Así en ku: Ze ko ku chu. Mu shiki mu ju so gyo shiki. Mu gen ni bi ze shin i. Mu shiki sho ko mi soku ho. Mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi yaku 145

mu ro shi jin mu ku shu metsu do. Mu chi yaku mu to ku. I mu sho toku ko. No hay ni sabiduría ni nada que obtener. Todo es mushotoku. Entonces: Bo dai sat ta e hannya harami ta ko shin mu ke ge mu ke ge ko mu u ku fu. On ri issai ten do mu so. Ku gyo ne han. El siguiente kusen es de una sesshin en Namur. Voy a seguir con el kusen que hago en el dojo de París sobre el Hannya Shingyo. En primer lugar voy a resumir las líneas principales de lo que ya he explicado profundamente. Los que no habéis oido mis kusen, leedlos. Vamos a comenzar a publicarlos proximamente. A través del Hannya Shingyo, Avalokitesvara se dirige a Sharishi (Sariputra), el principal discípulo de Buda. Resumiendo le dice: En ku no hay cinco agregados concernientes a la consciencia, a la mente, ni los seis órganos de los sentidos (ojos, orejas, nariz, lengua, cuerpo, consciencia), ni color, ni sonido, ni olor, ni sabor, ni objeto táctil, ni pensamiento. No existen tampoco los objetos de los seis órganos de los sentidos, ni los seis dominios de la consciencia de los sentidos… He explicado todo esto en detalle durante varios días. La expresión en «ku» puede reemplazarse «durante zazen». Porque durante zazen no existen las seis raíces, rokon. Por ejemplo: los ojos están unidos a las neuronas del cerebro a través de los nervios ópticos. Durante zazen, no hay funcionamiento de las neuronas a través de los ojos, la nariz, la lengua y las sensaciones táctiles. El cerebro frontal descansa completamente. Se ve pero no se mira. Aunque a veces nuestra mirada se dirija sobre las gruesas nalgas de la señora que está delante, de hecho no se las mira. Es una mirada objetiva y sin pasión. Pensamientos, ilusiones pueden aparecer pero rápidamente se terminan. Se está concentrado sobre la postura. No hay ni mirada ni sonido. Durante zazen, la atmósfera es muy tranquila. Sólo, a veces, resuena el sonido del kyosaku o emanan algunos olores de grandes pedos o el olor a ajo. Pero esto se termina rápidamente. A veces, sentimos dolores pero si no nos concentramos sobre ellos los olvidamos rápidamente. Pueden aparecer pensamientos desde el subconsciente. Se pueden 146

observar. Es diferente de la vida cotidiana. Por eso en ku, no se contienen todas las cosas enumeradas antes. Mu mu myo yaku mu mu myo jin. Nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin. En ku, durante zazen, no hay ignorancia y se hace la experiencia de los juni innen, la relación de causas interdependientes. Las causas de aparición de nuestro karma, las doce etapas. Es a partir de mumyo, la ignorancia, que todos los bonno, las acciones, el karma aparecen. En la cama, un hombre y una mujer hacen el amor. De esta manera apareció nuestro propio karma. 1.- De la oscuridad aparece mumyo, la ignorancia, origen de todos los bonno. 2.- Gyo, la acción, el karma. 3.- Shiki, la consciencia. El bastón entra en el agujero, en la oscuridad, un karma surge. El esperma del padre toca el óvulo de la madre. Sólo un espermatozoide sobrevive, todos los demás mueren y la consciencia aparece desde el momento que el espermatozoide penetra en el óvulo. A veces dos espermatozoides se infiltran o seis, como hace poco pasó en Holanda. Después del orgasmo, por el poder del karma del padre y la madre, en el momento en que su consciencia es más fuerte, cuando están apasionados, shiki aparece. A partir de ahí comienza la vida. Es por esto por lo que los deseos sexuales de cada uno son muy fuertes. Un obseso sexual refleja la continuación de la fuerte pasión sexual del padre y de la madre. 4.- Myo shiki, las funciones mentales. Poco a poco, se vuelve un bebé. Desde la primera célula, el feto se desarrolla en el útero y experimenta toda la evolución animal. 5.- Roku nyu, los cinco órganos y la consciencia. Y desde el huevo primordial, las células se multiplican. Después aparecen los ojos, la nariz, la boca, las orejas, la lengua, el cuerpo-consciencia. 6.- Shoku, el contacto. El feto sale entonces del cuerpo de la madre. Es el nacimiento. Los seis órganos (ojos, nariz, lengua, cuerpo, consciencia) toman contacto con sus objetos. 7.- Ju, la percepción. Las sensaciones se desarrollan en el bebé. Reconoce a mamá, el seno de mamá, su voz. El seno de mamá es grande (no es una sensación clara pero lo siente por el tacto). 147

8.- Ai, los deseos. Progresivamente los niños desean juguetes, después el sexo. El hombre tiene siempre deseos: el amor, el dinero, los honores, el poder. Cuando la vejez llega, se vuelve como una antigüedad. 9.- Shu, el apego. Querer poseer, hacerse propietario. El kanji shu significa también coger, tomar. 10.- U, la existencia, la posesión. Después que se ha vuelto propietario de alguna cosa, se permanece apegado y no se quiere más separarse: «Esta mujer es mi mujer. Este hombre es mi marido». Se está apegado. 11.- Sho, el nacimiento. No se quiere morir. Se permanece apegado a la vida. Cuando se muere, se quiere renacer en otra parte, en el paraíso. 12.- Roshi, la vejez y la muerte. No es posible escapar a la muerte. De joven, no se piensa demasiado. Después hacia los setenta, ochenta años, hay que prepararse. Es el momento de pensar en el ataúd. «Voy a morir pronto pero quiero renacer en el paraíso». Hasta la muerte, se es egoísta. No se puede abandonar el ego y volverse mushotoku. Estos son los doce innen. Ya he explicado esto profundamente, pero es necesario repetir, repetir. Durante zazen, en ku, estos doce innen se desvanecen, el karma se termina. Mu ku shu metsu do. Buda alcanzó el satori resolviendo los doce innen bajo el árbol de la Bodhi. Después dió conferencias. Pero es difícil comprender los doce innen. Es un satori subjetivo. Por eso habla en primer lugar de shu tai, las cuatro verdades. ¿Qué es el sufrimiento? ¿Por qué sufrimos? ¿Cuál es el origen de este sufrimiento? Metsu, la extinción del sufrimiento, la condición normal. Si se corta el origen de los bonno, si se llega al desapego, nuestra vida se vuelve tranquila. ¿Cómo cortar estos bonno? Do tai: es el método de curación. Esta Vía está representada por los ocho senderos justos: la vista justa, la palabra justa, el pensamiento justo, la observación justa, la acción justa, la vida justa, el esfuerzo justo, la concentración justa. Pero durante zazen, no es necesario pensar en ello. En ku no existen ku shu metsu do: las cuatro vías santas. En el dojo de París, ya 148

he comentado profundamente el Hannya Shingyo hasta este punto. Continúo. Mu chi yaku mu to ku: chi, la sabiduría; yaku, y; to ku, obtener, aprovechar. Es lo contrario de mushotoku. No hay sabiduría y no hay provecho durante zazen, no hay necesidad de obtener alguna cosa. Es mushotoku. I mu sho toku ko. Es el final de la primera mitad del Hannya Shingyo. Algunos comentarios tradicionales pretenden que la segunda mitad del Hannya Shingyo comienza en: Shin mu ke ge mu ke ge ko, pero no estoy de acuerdo. I mu sho toku ko es la conclusión de la primera mitad del Hannya Shingyo. El Hannya Shingyo descansa sobre los dos principios fundamentales siguientes: Sho ho kai ku: todas las existencias son ku. Go un kai ku: los cinco agregados son ku. Cuerpo-espíritu. Todo es ku, sin noúmeno, sin existencia propia. En primer lugar: shiki soku ze ku. Lo visible no es diferente de ku. Shiki es ku. Todas las formas visibles e invisibles, todos los fenómenos y todas las existencias son ku. Esta observación viene de la doctrina del Sutra Kegon. En segundo lugar el texto hace referencia a la doctrina de Nagarjuna: nyo ze shari shi ze sho ho ku so fu sho fu metsu fu ku fu jo fu zo fu gen. Estas frases han sido explicadas en la doctrina sobre la Vía del medio (churon) de Nagarjuna. Todos los fenómenos cósmicos, todas las existencias cósmicas constituyen el potencial temporal existente, o manifestado, actualizado en el instante. Cada uno depende de la ley de interdependencia, donde la multiplicidad de los fenómenos depende de la multiplicidad de las relaciones que los sostienen. Así, aunque estos fenómenos temporales tomen forma naciendo, viven transformándose, y se desvanecen, su sustancia no ha sido producida ni destruida; ella no ha aumentado ni ha disminuido. Porque esta sustancia es el poder cósmico fundamental, él mismo, eterno, inmutable, potencialidad suprema de donde nacen los fenómenos, existencias en perpetuo cambio, que aparecen y desaparecen liberando la esencia que reencuentra su origen. 149

La tercera etapa anuncia la doctrina de Vasubandhu, ze ko ku chu mu shiki mu ju so gyo shiki mu gen ni bi ze shin i mu shiki sho ko mi soku ho mu gen kai nai shi mu i shiki kai. Vasubandhu11 desarrolla el tema ampliamente en el Yuishiki, doctrina según la cual todos los fenómenos del universo son las expresiones (proyecciones) multiples de nuestra consciencia. Todos los fenómenos están contenidos bajo su forma residual (o latente) en la consciencia profunda, alaya. Por la acción de los go un (los cinco agregados o cinco grupos fundamentales) y los dieciocho mundos (seis facultades cognitivas: los órganos de los sentidos, los seis objetos correspondientes, las seis consciencias correspondientes) se manifiestan los fenómenos en su infinita diversidad. En último lugar, sujeto y objeto se desvanecen en ku, en lo no-diferenciado. Sin embargo el Hannya Shingyo supera la filosofía de Vasubandhu, porque tanto la realidad fenoménica de las formas perceptibles como la realidad de la consciencia perceptiva son negadas. Mientras que la representación subjetiva constituye el fondo real de la doctrina de Vasubandhu, representación subjetiva y representación objetiva son los dos sin realidad propia en el Hannya Shingyo. La cuarta etapa se refiere al método de observación por medio de los doce innen, y de la ley sobre el karma que se desprende. Por el Hannya Shingyo, la ley sobre el karma es negada así como la teoría de los doce eslabones de la interdependencia. En ku no existe ninguna huella, ni de karma ni de engi (o innen). Durante zazen se desvanece el karma. No queda nada. El Buda Shakyamuni comprendió el mundo por la intuición que tuvo de la cadena de interdependencia, que remonta a la ignorancia (mumyo) y desemboca en la ignorancia; comprendiendo esto, se despertó y su despertar marcó el fin de la ignorancia. Por eso los doce engi y el universo entero terminan con la extinción de la ignorancia. Mumyo sucede a mu mumyo (la no-ignorancia). Las dos coexisten y se complementan necesariamente. Es la paradoja de la verdad. Esta verdad es más evidente todavía durante 11.- Vasubandhu (Sesshin en japonés). Nacido en el siglo IV en Purusapura en el Gandhara. En principio adepto del Hinayana, fue convertido a continuación al Mahayana. Escribió numerosas obras, comentarios de textos hinayana y mahayana (un millar en total). Sus enseñanzas dieron naciemiento a la escuela Yogacara que se opuso a la enseñanza de Madhyamika (o Vía del medio) de Nagarjuna.

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zazen donde el estado de perfecta concentración (samadhi) es mu mumyo, y donde el estado de observación permite la comprensión y la percepción de mumyo. Para algunos, mi kusen puede ser mumyo, semejante a una música que les arrulla en su somnolencia; aquellos que se ensombrecen en kontin, que es ignorancia. Para otros, es zenglish incomprensible, sonidos cortados pronunciados por una voz ronca; otros no escuchan nada, pero interceptan algunas palabras que se convierten en pretexto de ensoñación. Así la ignorancia se extiende y yerran en sanran. Sin cesar se repite la alternancia kontin-sanran; pero cuando no predominan ni uno ni otro aparece hishiryo. La quinta etapa es relativa a la observación de las cuatro nobles verdades: ku ju metsu do o las shi tai. Las dos primeras verdades (ku, el sufrimiento; ju: la causa del sufrimiento) y las dos últimas (metsu: la eliminación del sufrimiento; do: la vía para conseguirlo) constituyen el método para acceder al nirvana. Representa particularmente el punto de vista religioso de los budistas hinayana. El Hannya Shingyo dice que querer servirse de las cuatro nobles verdades a fin de obtener el nirvana es una actitud errónea. Las shi tai emitidas por el Buda Shakyamuni son verdaderas a nivel de la observación fenoménica, pero no cuando se trata de hacer una práctica que intenta alcanzar una meta. La sexta etapa constituye el tema que se opondrá a la doctrina Tendai. El Hannya Shingyo dice: Mu chi yaku mu toku: no hay sabiduría y no hay provecho. La enseñanza Tendai sostiene que, a través de la sabiduría, podemos comprender que todos los fenómenos son ku: kai ku. Todo es ku. Esta comprensión se funda sobre el poder de la sabiduría cuyos méritos se obtienen por la práctica verdadera. El Hannya Shingyo, antes incluso de que esta doctrina apareciera, la niega de antemano. Esta manera de anticiparse sobre todas las formas de doctrina y de ir más allá de sus límites categóricos constituye la fuerza y profundidad del Hannya Shingyo. Al negarlas, las trasciende todas, rechazando toda definición, toda afirmación que sería necesariamente limitadora, y señala directamente lo absoluto, ku. Su alta dimensión nace de una experiencia profunda, auténtica, envía inmediatamente a lo vivido, a la prác151

tica de zazen que es el verdadero ku. La práctica de zazen está más allá de toda definición. No existe nada más que la realidad absoluta de lo vivido, en donde ku mismo se funde en la esencia; ku mismo es negado. La única afirmación en el Hannya Shingyo está implícita y transpira en cada frase: se trata de la dimensión la más elevada de la fusión en ku: mushotoku, ku mushotoku, que es actualizado en zazen. Muchos piensan que para obtener el satori en ku, hay que cultivar su sabiduría, resolver koan, poseer un largo saber filosófico, teológico, y así comunicar con Dios, obtener la verdadera mística. Pero la verdadera consciencia trascendental es hishiryo; no es suficiente ni la sabiduría ni los méritos. Mu sho toku ko. Esta frase constituye el punto culminante del Hannya Shingyo. Desde que estoy en Francia, no ha pasado un día sin que haya pronunciado este mushotoku; es la esencia de zazen, la esencia del Hannya Shingyo. Con este simple término, se niega todo: toda doctrina, toda idea, todo concepto, todo el budismo y todas las teologías. Fijarse un solo objeto, tener el menor prejuicio, el más ínfimo pensamiento, perseguir una meta, incluso la más pequeña, nos alejan automáticamente de la autenticidad de zazen. Si se cree practicar el budismo volviéndose monje, respetando los kai, siguiendo una práctica rigurosa, y se mantiene la mínima meta, se está en el error, y se cae en una actitud egoísta y dogmática. El satori no significa otra cosa que volverse mushotoku y comprender mushotoku íntimamente, profundamente. Kodo Sawaki decía del satori que éste era un perjuicio total, una pérdida absoluta; es decir, desenredar la muerte de uno mismo, la extinción del ego y de toda búsqueda. He aquí un cuento: En un pequeño templo de montaña vivía un monjecillo con su maestro. No había dejado de practicar zazen y pensaba haber obtenido el satori. «Soy Buda no necesito más sutras», pensaba. Reunió en el campo todos los sutras que guardaba en el templo, rompió la encuadernación, y colocó el papel manuscrito en los aseos. Al ver esto el maestro se enfadó enormemente: «Bakairo, gritó. ¡Cretino!» 152

Pero el pequeño monje impasible respondió: «¡Estos sutra explican el método para obtener el satori; así que son útiles sólo antes del satori; después, sólo sirven para los aseos!» Pero el maestro no lo entendía así, y con todas sus fuerzas le gritó: «¡Cretino, mil veces cretino! ¡Si tus nalgas son las nalgas de Buda, entonces no las limpies con papel viejo; son dignas de papel limpio e inmaculado! ¡¿Qué tienen que hacer con papel de sutras demasiado viejo?!» ¡Koan…! Rechazar este espíritu de apego, no adherirse a nada, no esperar nada, no perseguir nada, no desear nada, es mushotoku. La gente calcula siempre. Más, menos… Pero, en el Zen, si se da alguna cosa a alguien, cuando se practica un fuse, se debe olvidar a quien se le da, quien da y lo que se da. Esta acción debe ser realizada sin meta. Es el verdadero fuse mushotoku. En la vida cotidiana, la mayor parte de la gente calcula sus actos, espera un retorno, cuando dan, invitan o prestan servicio. Tienen siempre un objetivo. Por ejemplo: Hoy, el marido es muy amable. ¿Por qué es amable? Porque quiere hacer el amor. Amable, amable, pero tiene un objetivo. Y si no puede realizar su objetivo ¡se enfada! Alguien da una cosa a una persona que no lo agradece, se enfada. Se calcula siempre, siempre se tiene un objetivo. Pero mushotoku es sin objetivo.

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HAN NYA HA RA MI TA KO

BO TA É

DAÏ SAT

Gracias a esta sabiduría que conduce más allá, el Bodhisattva

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SHIN KO

MU KÉ GÉ

MU KÉ GÉ Tiene el espíritu sin temor no hay causa del temor

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NE SAI HAN TEN MU DO MU ON U SO RI KU KU I FU GYO Toda ilusión y apego son alejados y puede alcanzar el fin último de la vida, el Nirvana

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RA TA HE SAN KO HAN SAN MYAKU TOKU NYA ZÉ SAN A HA SHO BO NOKU RA BUTSU DAÍ TA MI Porque todos los Budas de los Tres Mundos se apoyan sobre la suprema sabiduría, alcanzan la más alta perfección del Despertar

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SHU ZE MU TO DO SHU

ZE MI KO DAÍ TA CHI MYO ZA HAN SHU DAÏ NYA ZE JIN HA MU SHU RA JO En consecuencia debeis saber que la perfección de Sabiduría es el mantra del gran conocimiento, el mantra brillante e insuperable inigualado

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KU SHIN JITSU FU KO

NO JO IS SAÍ

Capaz de poner fin a todo sufrimiento.

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SOKU HA KO SETSU RA MI SETSU SHU TA HAN WATSU SHU NYA Este es el encantamiento de la gran sabiduría que se dice así:

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HA RA SO GYA TEÍ

HA

GYA

RA

TEÍ

GYA

GYA

TEÍ

TEÍ

Ir, ir, ir todos juntos, ir más allá del más allá

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SO WA KA

BO DHI A la orilla del Satori

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SHIN

HAN

GYO

NYA La esencia del Sutra de la sabiduría

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BO DAI SAT TA E HANNYA HARAMI TA KO. SHIN MU KE GE MU KE GE KO. MU U KU FU. ON RI I SSAI TEN DO MU SO. KU GYO NE HAN. SAN ZE SHO BUTSU. E HANNYA HARAMI TA KO. TOKU A NOKUTA RA SAN MYAKU SAN BODAI. KO CHI HANNYA HARAMITA. ZE DAI JIN SHU. ZE DAI MYO SHU. ZE MU JO SHU. ZE MU TO DO SHU. NO JO ISSAI KU. SHIN JITSU FU KO KO SETSU HANNYA HARAMITA SHU. SOKU SETSU SHU WATSU. GYATEI, GYATEI, HARA GYATEI, HARASO GYATEI. BO JI SO WA KA. HANNYA SHINGYO. Bodai sat ta. ¿Qué es bodai sat ta? Bodai: bodhi, satori, ir sobre la Vía; sat ta: (sattva en sánscrito) vivo, volver con los seres vivos, sumergirse en la sociedad, ayudar a los demás a salvarse. Bodai: hacer zazen en el dojo y sat ta: promocionar la Asociación Zen de Europa.12 Hacer zazen en el dojo, hacer sesshin, o coser el kesa representan sólo bodhi, el satori. Se ha cortado con el mundo social. Pero después de una sesshin o después de zazen, volvemos a casa, con la familia, se prepara el boletín de la Asociación Zen de Europa o bien se editan libros, o se trabaja en la boutique Zen… Así debe ser el bodhisattva (bodai sat ta), sumergirse en la sociedad, promover la Vía. En el budismo Hinayana, se está concentrado sólo sobre bodai, la primera mitad: alcanzar el satori para uno mismo. Lo mismo que en el Zen rinzaï. En otras religiones, hay que volverse Dios o entrar en comunicación con Dios… Es el individualismo, egoísmo. En el Hinayana, el ideal es volverse ku; a la muerte se quema el cuerpo que se convierte en cenizas, se desvanece completamente, se vuelve nada. Pero ésto representa sólo la mitad de bodai sat ta. En el Mahayana, se dice que hay que salvar a los otros. Por esto el dojo, la práctica, bodai, y la Asociación Zen de Europa son necesarios, los dos.

12.- El Maestro Deshimaru creó en primer lugar la Asociación Zen de Europa que se transformó en la Asociación Zen Internacional.

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E hannya haramita ko. Si se practica la observación justa con un espíritu mushotoku, aparece la sabiduría hannya haramita que no surge de la consciencia personal. Esto es seguir el orden cósmico. Cuando se tiene un pensamiento justo, que hace una acción justa, sin objetivo, el espíritu se vuelve libre. Shin mu ke ge: el espíritu no tiene obstáculos. La libertad no es el egoísmo. Dar demasiada importancia a su propia persona no es la verdadera libertad. Y muchos líos, dificultades surgen. Si sois egoísta en vuestras relaciones con vuestra pareja, tendréis muchos problemas. Si el espíritu sigue completamente el orden cósmico, se vuelve mushotoku, y no se tiene miedo de nada. En la época moderna, la mayor parte de la gente están nerviosos. Tienen miedo de la vida social y se vuelven ansiosos, nerviosos. Este temor es el resultado del entorno. Si nuestro espíritu no se adhiere, no toca lo que sea, no hay necesidad de tener miedo. Si mumyo, la ignorancia aparece, nos volvemos ansiosos. «Mi pareja se va a ir. No me ama. Sin embargo, cuanto me amaba antes…» La ansiedad aparece y la pareja se escapa incluso antes. Si alguien tiene miedo, la pareja tiene miedo y huye. Todo cambia siempre. Es mujo: cho go mujo, estos kanji son muy conocidos en Japón: todas las existencias son cambiantes. Existe una hermosa canción japonesa que se acompaña con el biwa. Es la canción de Cho go mujo. Todo cambia. Es el orden cósmico, natural. Si se piensa así, no hay necesidad de estar ansioso. Las personas han nacido y morirán, muy exactamente. Mu chi yaku mu toku i mu sho toku ko. Vuelvo sobre este pasaje. Existen dos comentarios interesantes de esta frase. I mu sho toku ko señala la conclusión de la primera parte del Hannya Shingyo y corresponde al final del mondo entre Avalokitesvara (Kanjizai) y Sariputra (Sharishi). El bodhisattva Avalokitesvara simboliza la compasión de Buda. Enseña a Sariputra la verdadera sabiduría; para esto, niega la utilidad de lo intelectual, de los conocimientos, de la filosofía, de todas las teorías budistas (los doce engi, las shi tai, las cuatro nobles verdades, las hashodo, las ocho vías justas), las doctrinas de Nagarjuna y de Vasubandhu; el Hannya Shingyo es en particular el sutra de la negación. Avalokitesvara se dirige aquí a Sariputra 175

(Sharishi), el representante por excelencia de los intelectuales y filósofos. Sabe todo, comprende todo, posee un amplio saber, pero le falta la compasión, dimensión primordial que le enseña Avalokitesvara. Mushotoku, el abandono total de si, de sus pensamientos, de sus metas, de todo lo mental; todo lo que constituye el tejido de fondo de desarrollo del ego. La verdadera compasión consiste en este abandono, comienza por él y termina en él. Por eso Avalokitesvara le enseña: «Mu chi yaku mu toku i mu sho toku ko, no hagas uso del pensamiento en el territorio de la sabiduría, y no intentes obtenerla; porque la verdadera sabiduría es mushotoku.». Sólo se puede obtener inconscientemente, naturalmente, automáticamente. Una botella vacía puede llenarse. Si contiene la mitad de agua, sólo se podrá añadir la mitad de vino. Además una botella medio llena, es ruidosa en cuanto se sacude, igual que los que piensan que conocen todo y que quieren enseñarlo todo; estos son ruidosos. Pero cuando la botella está llena o vacía, si se agita, no hace ruido: la sabiduría absoluta o el vacío total. Es idéntico: ku soku ze shiki. Los intelectuales no son ni llenos ni vacíos. Saben lo suficiente para ser ruidosos. También he recibido una formación de estilo europeo en el bachillerato, después en la universidad. Creía saber mucho, y ser invencible respecto a los demás; pero cuando tuve que entrar en medio de los negocios, enfrentarme a los ambiciosos y mostrarme más hábil que ellos, mis estudios entonces no me sirvieron para nada; mis estudios de economía, muy teóricos, no me daban una buena solución. En mis comienzos en el mundo social, visitaba a Kodo Sawaki, de paso en Soji-ji. Encarnaba la imagen de monje mendicante. Su expresión era profunda, pero no tenía nada de intelectual. Sin embargo cuando visitaba su cuarto, éste estaba inundado de libros, sutra y obras de todo tipo, de la mayor parte de los cuales ni siquiera comprendía el título. «¿Ha leído todos esos libros?» le pregunté sorprendido. Deseaba entonces instruirme de las riquezas que debían guardar obras tan impresionantes. Le pedí que me los prestara, pero respondió enseguida que no era útil, que mi deseo no era más que un capricho infantil. Obtuve el satori en ese momento; estaba tan sorprendido que consintió en prestarme un libro que juzgaba interesante. Era La Vida del mendigo Tosui (Tosui significa: el agua del melocotonero). Después poco a poco, 176

me llenó los brazos de obras y textos, entre ellos un ensayo sobre el Zen y las artes marciales. Me dejó también, lo que me produjo una gran satisfacción, una parte de sus notas personales. Las que tenía entre las manos tenían en la portada el título caligrafiado por él mismo Las orejas del asno. Los leí de un tirón. Este fue probablemente mi segundo satori. Mi pensamiento sufrió una revolución total; todo mi ser rechazó el saber almacenado durante más de diecisiete años como una comida indigesta. Fue la destrucción repentina de mis conocimientos, todo se desmoronaba, la conmoción era total. Todo mi ser se adhirió a la enseñanza de Kodo Sawaki. Decidí no separarme de este hombre que expresaba esta fuerza del Zen que había trasformado mi espíritu. Kodo Sawaki consideraba que el atraganto de los japoneses por la cultura europea era la señal de un complejo de inferioridad, actitud del que se sabe ignorante pero que quiere medirse con sus profesores. Para Kodo Sawaki, la suma de conocimientos intelectuales no era más que una gota en el océano: «El conocimiento no es la sabiduría», decía. El verdadero conocimiento debe estar exento de todo conocimiento, sin categorías, ni filosófico ni científico, más allá del conocimiento. Es esta comprensión del Zen que he querido a continuación difundir en Europa, convencido de que existen seres suficientemente inteligentes, suficientemente abiertos, para comprender. Ciertamente el Zen había sido anteriormente introducido después extendido en Occidente gracias a los trabajos del profesor D.T. Suzuki. Pero Kodo Sawaki, mucho antes que yo decía que era un intelectual que no había hecho nunca la experiencia de zazen y que solo podía entonces filosofar sobre el Zen, sin comprender, sin conocer la auténtica dimensión. He traído el zazen a Europa. Al día siguiente de mi llegada a París daba una conferencia delante de una asamblea compuesta en su mayor parte por intelectuales. No era más que un monje mendicante que tenía como equipaje el kolomo negro y el zafu de Kodo Sawaki. En primera fila, delante de mi, estaba sentada una persona de mirada inteligente pero sombría y taciturna, era a mis ojos el representante del Sariputra europeo. Me preguntaba de qué forma podría abordar a estos intelectuales serios pero ceñudos; enseñé la postura de zazen y expliqué los méritos del kesa. Desde ese día, esta persona no ha dejado de seguir mis pasos y hoy Mme. M. es una verdadera madre afectuosa, transformada en Kannon 177

(Avalokitesvara). Su expresión escéptica se ha borrado, su mirada se ha vuelto profunda; tiene el amor universal; es una botella llena, no vacía. A continuación me ha presentado a M.L., después M.B… M.L. tenía un rostro de intelectual arisco; finalmente no pudo soportar mis indicaciones a propósito del Zen que él enseñaba de una manera muy singular. Perdió la paciencia y fue el primer detractor de mi enseñanza. Escribió entonces a M.B. que yo era un monje ignorante y sin inteligencia. «Bueno, le respondió M.B., puede ser que le falte sabiduría en el sentido que damos a esa palabra en nuestro racionalismo europeo, pero no es por menos un león, un tigre, tan inquietante como debía ser Bodhidharma». Descubrí entonces hasta qué punto el intelectualismo era importante en Occidente, un intelectualismo especulativo que discute sobre conceptos y establece sistemas fuertes bien estructurados pero tan tristes, reflejando muy poco la corriente viva de nuestro mundo. En Oriente, la sabiduría se sumerge en la esencia, toma su origen en mushotoku, en hishiryo. Trasciende todos los límites de lo mental. Es de entrada más allá del espacio y del tiempo, eterna, inmutable. Estamos lejos de la especulación. Avalokitesvara habla también de muchi yaku mu toku i musho. Toku, no hay sabiduría, no hay provecho, es la sabiduría mushotoku, la respuesta incondicional de Avalokitesvara, el gran compasivo a Sariputra, el intelectual. El impasse en el que se encuentra nuestra civilización es el resultado del desarrollo del racionalismo materialista llevado hasta lo absurdo. Ciencia, técnica y pensamiento deben necesariamente cambiar de dirección. Llegan a un límite: si lo franquean, precipitan toda la civilización en una caída rápida. El equilibrio ya es precario, pero si desde esta cima, reconsideran el mundo desde un punto de vista global, con el equilibrio que le es necesario, pueden entonces llevar la armonía a la civilización en crisis; para esto, deben hacer una pausa y dejar a la naturaleza el tiempo para regenerarse, para reparar los desastres que la civilización ha engendrado en su camino y repartir equitativamente sus frutos sanos. Para esto, es necesaria la sabiduría, la verdadera sabiduría desinteresada y pura. Confío en esta sabiduría hannya haramita, en esta sabiduría perfecta, ilimitada, no restringida por los límites de los 178

«ismos». Confío en ella para transformar este mundo en el que la supervivencia es precaria en un mundo armonioso y justo. Mu sho to ku. Es la conclusión del mondo entre Avalokitesvara y Sariputra. Finalmente la sabiduría más elevada, trascendental, es sin meta, sin consciencia. Es mushotoku. No surge del cerebro frontal, sino del tálamo, del cerebro central y nace desde todo el cuerpo. Es la verdadera sabiduría, la sabiduría perfecta. Mu sho to ku termina la primera mitad del Hannya Shingyo. Es la conclusión. Después viene el sujeto de la segunda parte. El bodhisattva, por hannya haramita, la verdadera sabiduría, la sabiduría más elevada, explica los méritos de mushotoku. Obtiene entonces cuatro méritos desde mushotoku. Su espíritu es sin obstáculo, sin dificultad. Shin mu ke ge mu ke ge ko. Ke, significa red; ge, el obstáculo. Por ejemplo, cuando un pájaro está cogido en una red, no puede ni moverse ni volar. Es lo mismo en la vida cotidiana. Cuanto más desea la gente ser libre, lo son menos. Quieren escaparse del orden cósmico, pero no pueden. Cuanto más fuerte es el ego, menos libre se es. El bodhisattva tiene el espíritu libre, sin ego. Es libre por todas partes. Recuerdo cierta mujer que no era nunca libre porque tenía un ego muy fuerte. Nunca quería dormir con los demás. Quería estar siempre sola. Nunca encontraba limpios los sanitarios, no encontraba buena la comida. «Por la mañana se come siempre güen mai…» Siempre criticaba. Pero si, durante una sesshin, la vida se vuelve demasiado confortable no es una verdadera sesshin. Si seguís el orden cósmico, sois libres. Así no hay ke ge. Por la sabiduría mushotoku, el espíritu no tiene obstáculo ni dificultad. Bajo un puente vivía una familia de mendigos, un hombre, una mujer y su hijo. Un día la mujer al volver de mendigar, dijo a su marido: «Hoy, no he recibido nada de dinero. Muchos ladrones habían pasado por las casas y la gente tenía miedo de darme dinero». Oyendo estas palabras el hijo dijo: «Papá, somos muy felices, nunca un ladrón entra en nuestra casa.– Cierto, dijo el padre. Hay que agradecer nuestra pobreza, es el mérito de tus padres. Nadie entra bajo este puente». Si no se tiene nada, no merece la pena tener miedo. Ahora, tenemos una boutique en Rue Pernety, a veces entran ladrones y siem179

pre le digo a M. de prestar atención. Pero en mi espíritu, no le doy demasiada importancia. Se trata de un problema del espíritu. Aunque esté todo perdido, no importa. ¡Es la vida! Es necesario poner atención. La gente da siempre demasiada importancia a lo material, y en la época moderna algunos roban el espíritu. Es todavía peor. Las personas que tienen propiedades o reciben honores tienen miedo de perderlos, los que tienen dinero quieren conservarlo, los que tienen una mujer hermosa están muy apegados. Si se tiene un bello rostro, no se quiere envejecer y perder esta belleza. Pero si nos volvemos mushotoku, ya no es necesario tener miedo. La muerte asusta mucho a las personas. Todo el mundo sabe que hay que morir un día. Pero nadie quiere morir. De palabra, dicen estar desapegados de la muerte, pero en realidad, tienen miedo. Las personas apegadas a la vida cuidan su salud. «No debo comer demasiado o fumar». «Debo dormir». «Durante una sesshin, es muy difícil, tengo que descansar». Siempre piensan en su salud. Cierto, hay que cuidar el cuerpo. Pero estar muy concentrado sobre él, refleja egoísmo. La mayor parte de las personas que enferman o que tienen el cáncer están muy apegadas al ego. Y las personas egoístas tienen de antemano más miedo a la muerte. La mayor parte de las enfermedades no se deben sólo al estado del cuerpo. El espíritu no es justo, entonces se enferma. Abrirse, abandonar el ego y la enfermedad se va. Los que siguen el orden cósmico no están enfermos. Estar más allá de la vida y la muerte, a través de la más elevada sabiduría hannya haramita que es sin comienzo ni fin, sin límite. Aunque surja el miedo a la muerte, rápidamente pasa. Así en el espíritu no hay ke ge. Si no hay ni obstáculo ni ansiedad, si en el espíritu el miedo no existe, entonces no hay ten do mu so, turbación, oposición, ilusión y, en ese momento, sin error, se alcanza el nirvana. Ten do mu so. Ku gyo ne han: es el nirvana. Mu u ku fu. On ri issai ten do mu so ku gyo ne han. On ri significa separarse; issai, todo; tendo, la turbación. Como cuando se hace el pino. Digo siempre, empujad el cielo con la cabeza y la tierra con las rodillas. En el yoga se hace lo contrario: se empuja el cielo con las rodillas y el suelo con la cabeza. Como gimnasia está bien. Pero es completamente lo contrario. Es tendo. 180

Mu, significa el sueño; so, la imaginación, el error. Una noche mientras paseaba una persona vió una serpiente en un jardín. Si habéis visto serpientes, es así. Por la mañana, volvió a mirar en el jardín y vió una cuerda. Esto es tendo mu so. La cuerda no era una verdadera cuerda. La cuerda es la materia. Este género de error representa tendo. Las personas tienen miedo y su subconsciente surge. Incluso una serpiente les asusta, aunque una cuerda se convierta en serpiente. Si alguien piensa siempre en dinero, y quiere siempre conseguirlo, su subconsciente aparece. Antes de Navidad, un hombre fue a la iglesia y rezó una oración: «Por favor, Padre mío, Dios, dadme dinero». No es mushotoku. En su camino, al volver a casa, vió brillar bajo el claro de luna una gran bolsa y pensó: «¡seguramente contiene una gran cantidad de dinero!» Pero el camino estaba helado, y no la pudo recoger. «¡Tengo que ir por un martillo para romper el hielo!» Pero alguien venía por detrás. «¡Mejor hacer pis encima!» pensó. Hizo un pipi muy caliente y después, muy exactamente cogió la bolsa que sentía llena de dinero. La agitó, presionó con fuerza. Era muy difícil. Miraba desde el aire pero no podía ver ni el cielo ni la luna. De repente, se dio cuenta que dormía en su cama. Todavía quería tomar esta bolsa y apretó fuertemente sus testículos. En este sueño, encontramos tendo mu so, la imaginación. «Es doloroso, pensó. Y no tengo dinero». «¡Sólo el pipí es verdadero!». Tendo mu so es la percepción errónea, tal como un deseo transformado en subconsciente que surje incluso durante un sueño. Todo esto es un error, sólo el pipí es verdad y se coge un catarro. ¡No os riais! En nuestra vida, es lo mismo. Y finalmente se entra en el ataúd, y cuando se despierta, ¡no es fácil! En el Hannya Shingyo, hay cuatro tipos de tendo: 1.- Mujo, todo es cambiante. Todo cambia siempre. La mayor parte de la gente piensa que no cambia nada y que sólo se continúa el camino hacia el ataúd. Es un error, todo cambia sin cesar. Todas las existencias tienen un ego pero cambian siempre: nosotros mismos, nuestro espíritu, nuestro cuerpo, el espíritu de los otros… 2.- A menudo, no se es verdaderamente feliz, pero se cree conocer la alegría, la felicidad a través de satisfacciones, las vacaciones… 181

«La gente se va a España, tengo que ir a España». «Van a Vald´Isère, tengo que ir también a Val-d´Isère». Y finalmente en la carretera sobreviene un accidente. A propósito del Club Mediterranée, siempre tenía discusiones con M.B.. En el Club Mediterranée, se puede satisfacer completamente su paladar y su sexo. La comida es muy buena. Las mujeres son hermosas… Pero comer y hacer el amor no lo es todo en la vida. El placer de una sesshin, ¡es mejor que el Club Mediterranée! Es un poco doloroso, la comida no es demasiado buena. Es diferente del Club Mediterranée. Viajáis a un mundo completamente diferente, de otra dimensión. 3.- Si se ha comprendido lo que es la sustancia del ego, no se la puede encontrar. En el ego, no hay noúmeno. ¿Qué es el espíritu? El corazón, el cerebro o el ombligo no son la esencia de nuestro ego. Nada existe verdaderamente. Todo cambia sin cesar. No hay noúmeno. Cada día todo cambia. Pero, generalmente, estamos apegados a nuestro ego y sufrimos por el apego a nuestros deseos egoístas. Si se realiza verdaderamente esto, se es completamente libre. 4.- A menudo se piensa que sólo el cuerpo de uno mismo es puro, y no el de los demás. «Mi gran pedo no huele tan mal, el de los demás ¡apesta!», Generalmente pensamos que nuestros bonno no son importantes. Pero, cuando se ve los bonno de los demás, se les quiere criticar. Esto es tendo mu so. Bodai sat ta e hannya haramita ko. Shin mu ke ge mu ke ge ko. Mu u ku fu. On ri issai ten do mu so. Ku gyo ne han. Entonces, para el verdadero bodhisattva, por la sabiduría completa, no existe obstáculo en su espíritu: shin mu ke ge mu ke ge ko. No hay entonces ni miedo ni temor, y se aleja automáticamente de los tendo mu so, y finalmente alcanza el nirvana. El modo de pensamiento en zazen y en la vida son completamente diferentes. La manera de pensar es diferente, y felizmente, sino la vida sería difícil. Durante zazen, el pensamiento nace de ku. En la vida nace de shiki. El ego es el productor de mumyo, la ignorancia y mumyo es el origen de todos los bonno; así aparece tendo mu so, toda cosa es tendo mu so. Las ilusiones nacen del deseo, el cual engendra todas las enfermedades del cuerpo y del espíritu. Numerosos neuróticos 182

son la expresión de una diferencia entre el deseo y su satisfacción. Pero si estamos concentrados aquí y ahora, los deseos se desvanecen rápidamente; un deseo nace, después muere; pasa sin afectarnos, sin dejar huella. Recuerdos y proyectos deben ser el motor de la acción presente; son tan necesarios para la vida como el aire, pero nuestra buena salud mental depende de su dinámica. Todo cambia, todo pasa y se transforma. La vida es no fijación. Todo recuerdo fijo, como todo deseo obsesivo, es una célula cancerosa a la vida. Atrofia la vida, obstaculiza la circulación de la corriente de la energía cósmica. El espíritu tranquilo que no se ata fundamentalmente a nada deja aparecer la auténtica sabiduría; la paz es fuente profunda de alegría. Seguir el orden cósmico, es llevar una vida bien feliz, alcanzar el gran nirvana, kugyo nehan: kugyo, alcanzar, completar, último; nehan, nirvana o literalmente soplar (como cuando se sopla una llama), apagar. Es la extinción de la llama de tendo mu so, el perfeccionamiento, la culminación del ser. Los conocimientos asfixian al ser, lo limitan. Debe deshacerse de ellos, o superarlos, extraerlos con moderación y mantener el espíritu abierto. Con la sabiduría adquirida debe manifestarse la sabiduría intuitiva; sólo aparece cuando el espíritu es libre. Conocéis la historia de Tokusan y del Maestro Ryutan. Tokusan, el erudito famoso del Kongo Kyo, el Sutra del Diamante, oyó hablar un día de un maestro que todo el mundo respetaba. Era el Maestro Ryutan (literalmente: el dragón del lago). Tokusan se creía invencible en su conocimiento sobre el Kongo Kyo (por esta razón se creía importante), y le entró el deseo de conocer a este maestro que era más reconocido que él, y así poder medirse con él. Al llegar a la puerta del templo. vió un pequeño tenderete atendido por una anciana que vendía pasteles de arroz. Ryutan pidió tres. Su aire fanfarrón despertó la curiosidad de la anciana: «¿Qué llevais en vuestro hombro?», preguntó. –«Es un texto de un gran valor y tan profundo que ni siquiera os puedo hablar de él. Es el Kongo Kyo. Pero esto no significa nada para usted, ¡deme mis pasteles!». -«Soy una ignorante, es cierto, pero curiosa, dijo la anciana. Os voy a hacer una pregunta y no os daré los pasteles a menos que respondáis. ¿No es cierto que en ese presioso y profundo texto está escrito que el espíritu del pasado es inasequible, inasequible 183

el espíritu del presente, inasequible igualmente el espíritu del futuro?13 ¿Entonces decidme con qué espíritu vais a comer mis pasteles? ¿Qué espíritu elegir? ¿El espíritu del pasado, del presente o del futuro?». Tokusan se quedó estupefacto. No pudo obtener sus pasteles de arroz, que permanecieron inasequibles. Muy perplejo, pensó que Ryutan debía ser un gran maestro para que una anciana, simple portera del templo, tuviera un espíritu tan hábil. Franqueó la entrada del templo y fue a ver a Ryutan. Fue recibido sencillamente; le enseñaron su cama, le dieron unas tareas definidas, y le pidieron que se retirara hasta el día siguiente. Cada día Tokusan, con aplicación, barría el patio del templo, rastrillaba el jardín, limpiaba las salas del templo con sus hermanos monjes, y los días pasaban. «Vine aquí porque oí decir que Ryutan es el gran dragón del lago, pero en el lago, ¡no veo ningún dragón!», gritó un día irritado. El Maestro Ryutan aceptó el mondo que se prolongó hasta una hora avanzada de la noche. Fatigado, el Maestro Ryutan le dio descanso. Traspasada la puerta, la oscuridad era total. Por eso el Maestro Ryutan fue a buscar una lampara. Pero en el preciso instante en que daba la lámpara a Tokusan, sopló la llama. La oscuridad se hizo de nuevo, más espesa que antes. En ese instante Tokusan obtuvo el gran satori. ¿Cómo obtuvo el satori? Este es el koan. San ze sho butsu. E hannya haramita ko. Toku a noku ta ra san myaku san bodai. En el último kusen he comentado: Bodai sat ta e hannya haramita ko. Shin mu ke ge mu ke ge ko. Mu u ku fu. On ri issai ten do mu so. Ku gyo ne han. En el espíritu del bodhisattva que se fundamenta sobre la prajna paramita, no hay obstáculo y va más allá de las visiones falsas hasta el nirvana, infinito. San ze sho butsu e hannya haramita ko. Toku a nokuta ra san myaku san bodai. Todos los Budas del pasado, del presente y del futuro dependen de prajna paramita, y se fundamentan en ella; 13.- Kako shin fukatoku: el espíritu del pasado es inasequible; genzai shin fukatoku; el espíritu del presente es inasequible; mirai shin fukatoku: el espíritu del futuro es inasequible.

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alcanzan la bodhi, la sabiduría más elevada, la más perfecta, el más grande satori. En el Hannya Shingyo se habla de los bodhisattvas, después de todos los Budas. En el budismo, no hay un dios único, es más bien panteísta, múltiples Buda. Durante zazen, os volvéis Buda. Dogen habla de los Budas sentados, de los Budas en zazen. Numerosos Budas vivos se han reunido en este dojo y en el centro se encuentra una estatua de Buda Shakyamuni. Cada día, cada mañana, durante la ceremonia, me prosterno no sólo delante del Buda del centro, también para todos los Budas que practican zazen. Sho butsu significa: todos los Budas, los Budas infinitos. Los patriarcas de la transmisión se han convertido en Budas. Después de la muerte, en el budismo, un monje que ha recibido la ordenación y un nombre se convierte en un Buda. Algunas veces el término Buda quiere decir también muerto. En Japón cuando se pregunta: «¿Qué es Buda?», algunos responden: «Muerto». En Japón, cuando un budista muere, los monjes le visitan y le dan la ordenación. Llevan incienso y tijeras, le cortan una mecha de cabello de la cabeza, y le dan un nombre que será grabado sobre su tumba, en cuyo dorso se escribirá el nombre de su familia. Los muertos se convierten en Buda y en el espíritu de la gente, en la época moderna, Buda significa: muerto. Han olvidado el verdadero sentido de esta palabra. La frase San ze sho butsu e hannya haramita ko. Toku a nokuta ra san mya ku san bodai expresa el verdadero sentido de la palabra Buda: aquel que ha obtenido a nokuta ra san myaku san bodai se convierte en un verdadero Buda. ¿Qué significa a nokuta ra san myaku san bodai? Aquel que se ha despertado a la más grande verdad, la verdad cósmica. En esta expresión, a tiene el mismo sentido negativo que mu; nokuta ra: lo alto, por encima; san, es lo justo, lo verdadero; myaku, idéntico; san bodai, el satori, el despertar. Este kanji es mujo, sho hen, genjo. Así lo ha traducido Kumarajiva. Mujo, el más alto, el más grande. No existe nada por encima; sho, justo; hen, lo he comentado con los go i, derecho, justo; sho hen, el summun de lo justo, de lo auténtico; bodai, la sabiduría. 185

San myaku san bodai ha sido traducido en ideogramas por sho hen to sho: la más grande, la más justa, la más completa de las sabidurías, la sabiduría que no es intelectual, sino sabiduría universal, cósmica. A través del conocimiento intelectual, el conocimiento científico, es posible conseguir alguna cosa de la realidad. Pero no la totalidad. La sabiduría a nokuta ra san myaku san bodai o hannya haramita es la sabiduría cósmica, universal. Por ella, todos los Budas han obtenido el satori, el despertar a la verdad cósmica. Así es el verdadero Buda. En japonés, otoke señala al Buda o bien tiene el sentido de dejar pasar. A veces, se emplea también antai: perder, un paquete abierto. Esto quiere decir volverse libre, antai, liberado de los enredos complicados de los bonno. Entonces se alcanza la verdadera libertad. En el budismo Mahayana el verdadero Buda no tiene el satori sólo para sí mismo, pero actúa de manera que los demás lo obtengan también. Sino este satori no es más que un satori egoísta. Antes de tener el satori, hacer que los otros tengan el satori. Dogen ha escrito un poema sobre esto. Canto este extracto del San Sho Do Ei en el disco que acabamos de editar: «Demasiado idiota para convertirme en Buda, deseo sólo convertirme en un verdadero monje que ayude a los demás a atravesar hasta la orilla del satori». Esta es la significación de Buda en el budismo Mahayana. Dogen no pensó nunca: «Debo tener el satori, convertirme en un Buda», sino «quiero convertirme en monje para ayudar a los demás, para ayudarles a despertarse». No se trata de una ayuda como dar dinero, o comida, o whisky… sino de llevar a los demás a practicar zazen. Así era el pensamiento de Dogen. Ko chi hannya hara mita ze dai jin shu. Ze dai myo shu. Zemu jo shu. Ze mu to do shu. No jo issai ku. Shin jitsu fu. Ko ko setsu hannya hara mita shu soku setsu shu watsu. Shu o ju quiere decir mantra. Se emplea un término u otro. Os voy a hablar ahora del mantra, shu o ju. ¿Qué es un mantra? En el taoismo se encuentran también los mantra. En Japón se dice kito. Los hay de muchos tipos: mantra shingon, mantra nembut186

su, mantra nichiren… que son un poco diferentes. En el Zen, se encuentran muchos, muchos mantra. Gya tei, gya tei, hara gyatei, hara so gyatei. Bo ji so wa ka, es el mantra del Hannya Shingyo. Voy a hablar de los mantras durante un kusen o dos y esto será el final del Hannya Shingyo. Hannya hara mita. Ze dai jin shu. Ze dai myo shu. Ze mu jo shu. Ze mu to do shu. Ze dai jin shu: hay que saber que la Prajna Paramita es el gran mantra, el mantra de la gran sabiduría, el más grande mantra, el mantra precioso capaz de aliviar todo sufrimiento. Es verídico, no erróneo. Ha sido proclamado y establecido en la Prajna Paramita. Gya tei, gya tei, hara gyatei, hara so gyatei, bo ji so wa ka. Boji, bodhi, en sánscrito. Esta frase significa: Ir, acercarse juntos más allá del más allá, sobre la orilla del satori. Así es la gran sabiduría universal. Ko chi hannya hara mita. Ze dai jin shu ze dai myo shu. Ze mu jo shu ze mu to do shu. No jo issai ku. Shin jitsu fu. Ko ko setsu han nya hara mita shu. Soku setsu shu watsu. Gya tei, gya tei, hara gyatei, hara so gyatei. Boji so wa ka. Hannya Shingyo. Es la última frase del Hannya Shingyo. Ko chi: entonces, así pues. Debemos comprender que hannya haramita es el más grande jin shu o shin ju. Jin o shin, dios; shu o ju, mantra; jin shu o shin ju, mantra divino. «Es el gran mantra brillante y luminoso. El gran, el más elevado de todos los mantra, no puede ser comparado a los otros. Su fuerza es tal que puede cortar todos los sufrimientos. Es verídico y sin mentira. Es el verdadero sutra divino, shin ju. Gracias a él es posible alcanzar la esencia de toda verdad». Pero este dios no es ni el de los santuarios japoneses, ni el de los católicos, un poco mistérico o místico. Shu o ju significa mantra, la verdadera verdad, la esencia del lenguaje, la verdadera fe, el verdadero objeto de fe. Realiza la verdadera sabiduría, la sabiduría más elevada, la iluminación de la fe. En el catolicismo la iluminación no es el satori. En la vida cotidiana, la gente es escéptica y duda. Quiere comprender con el cerebro frontal y, cuanto más inteligente es, más 187

escéptica se vuelve. Pero finalmente en las religiones, la fe es lo que es más importante. Un mantra no es algo misterioso. Tiene un sentido muy profundo pero difícil de explicar. Hay que creer y entonces es totalmente eficaz. Pero como no se puede explicar el sentido, la gente duda. En la religión, la fe es muy importante, El Maestro Dogen escribió: «El problema de la religión se resuelve con la fe». En el budismo, la monja más respetada fue una prostituta. Se llamaba Rengenshiki, la monja del loto erótico. Muy conocida en la historia del budismo, ayudó completamente al Buda. Es un poco como María Magdalena en el cristianismo. Pero es todavía más interesante. Fue la peor de las mujeres pero finalmente tuvo fe en el kesa y se convirtió en la primera monja de la historia del budismo. Voy a contaros la historia de esta «monja del loto erótico». En India, en la época de Buda, Rengen era una mujer joven muy hermosa. Se casó con un hombre con el que su madre tuvo relaciones sexuales. Recibió una gran impresión y se encolerizó. Se escapó de casa y se dirigió hacia Benarés. Tenía hambre y a la hora de comer, se sentó en el camino. En ese momento llegó el hijo de un hombre rico que decidió ayudarla. «Tenéis hambre y erráis, entonces, venid a mi casa». Le dio comida y ella tomó un baño. Después del aseo se convirtió en la mujer más hermosa de la India. -«¿Estás casada o tienes novio?» preguntó. -«No. Estoy completamente sola. -Muy bien. ¿Quieres ser mi mujer? -Sí. De acuerdo…de acuerdo». Así se casaron y fueron muy felices. Esto duró un año o dos. Su marido era un mercader que atravesaba los desiertos en caravana y viajaba a paises lejanos. Asi que tuvo que separarse de su mujer. Mientras viajaba durante la estación de las lluvias, tuvo que interrumpir el viaje. Siempre llovía. Bloqueado en una ciudad, se paseó por el barrio de las prostitutas. Con sus amigos, miraba en las casas de las geishas. Había mujeres muy hermosas. Vió a una con un gran parecido a su mujer. Pagó para encontrarse con ella y pasó una noche con ella. Volvió de nuevo al día siguiente. No sólo su rostro era como el de su mujer, también su piel. Cuando la acariciaba, todo era parecido, incluso la forma del ombligo. 188

Una vez terminada la estación de las lluvias, tuvo un gran deseo de llevarla consigo. Pero su mujer le esperaba en casa. Entonces la dejó con un amigo y volvió a su casa. Su mujer estaba muy contenta de volver a verle. Le dió un buen recibimiento. Pero cuando llegaba la noche, salía para encontrarse con su joven amiga, pues la prefería. Se sentía muy atraido por esta muchacha y ya no hacía el amor con su mujer. Ésta le preguntó: -«¿Por qué no permaneces conmigo por las noches? Seguramente tienes una razón. Cuéntame». -«Durante mi viaje he encontrado una mujer misteriosa, muy hermosa y parecida a ti. Era prostituta y durante la estación de las lluvias he estado con ella. Lloraba y no me quería dejar. Entonces decidí traerla conmigo». -«¡Ah bueno! Que venga a casa quiero verla». Esta mujer tenía veinte años y Rengenshiki tenía treintaicinco. Un día mientras peinaba los cabellos de la joven, Rengenshiki vio la imagen de los dos rostros reflejándose en el espejo. Su rostro era completamente semejante al de la joven, sólo que un poco más adulto. Su sorpresa fue muy grande. -«¿Dónde naciste? ¿Cuál es tu apellido?» preguntó. La joven le habló de su ciudad natal, de su niñez, de su padre y de su madre que había abandonado el hogar. Muy sorpendida, Rengenshiki se dio cuenta que esta muchacha era su propia hija. Cuando estaba casada con su primer marido, sabiendo que su madre se acostaba con él, y justo antes de decidirse a huir, había dado a luz una niña. Tuvo la revelación de su karma: su primer marido había sido seducido por su madre y el segundo por su propia hija. Rengenshiki sintió completamente mujo y se puso muy triste. «Mi karma es muy malo, seguramente he cometido malas acciones en mi vida anterior», pensó. Huyó de su casa y detestó desde entonces a todos los hombres. Visitó a las prostitutas y después se prostituyó ella también. Era muy hermosa y todos los días hombres ricos la visitaban. Ganaba mucho dinero. Mokuren, el segundo discípulo del Buda Shakyamuni, conocido por sus poderes mágicos, practicaba la mendicidad en la calle de las prostitutas y pronunciaba numerosos discursos. Todas las muchachas se acercaban para escuchar sus conferencias. Mokuren 189

era muy hermoso. Tenía un rostro muy fuerte. Al mediodía, todas las prostitutas, estaban sin trabajo y venían a escucharle. Muchas personas de esta ciudad recibieron la ordenación. Un bramán de la religión tradicional, el hinduismo, estaba celoso de la influencia de Mokuren y de la enseñanza de Buda Shakyamuni. Pero Mokuren, gracias a sus poderes mágicos no podía ser atacado. Entonces, varios bramanes se reunieron y decidieron atraerle a una trampa. «Mokuren es joven, seguramente tiene un sexo fuerte y ama a las prostitutas. ¿Qué mujer podría seducirle? Buscaron en la ciudad y preguntaron a varias prostitutas. Pero todas dijeron: «Es muy fuerte y tiene grandes poderes mágicos», y rechazaron. Era muy difícil alcanzar al gran monje Mokuren. De repente una prostituta llamada Hija Loto reaccionó y dijo: -«Puede que lo consiga. ¿Es un hombre o una mujer? -Ciertamente es un hombre. No es posible que sea homosexual, dijeron los bramanes. -Lo voy a intentar» El sol ya había desaparecido, y la mujer, acostada en medio del camino como una miserable sufriendo oyó pasos acercarse. «Es un gran monje, discípulo de Buda, pensó, creyendo que sufro, tendrá que ayudarme». Mokuren era un gran monje, en efecto, que poseía grandes poderes mágicos (jinduriki, en japonés, significa, más que poder mágico, una fuerte intuición). Rápidamente comprendió la manipulación de la joven prsotituta, y no se dejó atrapar. Pasó sin mirarla y siguió su camino. Rengenshiki se quedó estupefacta. Todos los hombres habían sucumbido a su encanto, pero Mokuren no. Se levantó de repente y corrió para atraparle, le interpeló varias veces, pero Mokuren impasible siguió por su camino. De esta manera, llegaron poco a poco al templo. Buda les esperaba. «Sois bienvenida a este templo, le dijo. ¡Ze zai bikhuni! una hermosa monja ha venido a mi templo. ¡Soy feliz de acogerla!» Posó su mano sobre la cabeza de Rengen, los hermosos cabellos de la joven cayeron y se encontró vestida de un kesa. Se convirtió en una hermosa monja. Era la manera de actuar de Buda Shakyamuni cuando se confrontaba con personas de malas costumbres. Sin embargo, antes de su segundo nacimiento en este mundo, Rengenshiki había sembrado 190

un buen karma; había sido bailarina, y delante de la gente reunida para verla, danzaba siempre después de la puesta del sol. Un día se había apoderado de un kesa de una monja para bailar y lo había vestido. La influencia de este acto se realizaba en el instante en que se convertía en monja. Su mal karma de bailarina pública la había conducido a ser prostituta en su vida presente, y a sufrir numerosas dificultades; pero el buen karma del kesa la hizo discípula de Buda. Fue una monja de un gran valor cerca de Buda, al que prodigó hasta su muerte toda su ayuda. Buda la estimaba profundamente. Cuando murió, la tenía entre sus manos. Rengenshiki tenía una fe profunda en el kesa y en Buda Shakyamuni. Esta fe la hizo engrandecer. Así es el mantra; su valor no reside en el significado que se presta a las palabras, no reside en la comprensión intelectual que se tiene, pero su valor reside en la fe que se tiene. Es mejor recitar el Hannya Shingyo sin pensar en su significado, limitado por las categorías de nuestra consciencia personal. Es mejor cantar naturalmente. Toda su profundidad entonces se mantiene. Y hay que tener fe. Es muy importante. Namu Amida Butsu es un mantra del amidismo. En el Hannya Shingyo, cada una de las frases es un mantra. Pero gya tei, gya tei, hara gyatei, hara so gyatei, bo ji so wa ka es la esencia del Hannya Shingyo. Si se traduce esta frase pierde su profundidad. Su pronunciación y el sonido que emana son muy importantes. Cuando las personas mueren, se recita con una voz muy fuerte durante la incineración. Gya tei gya tei… se ha traducido de muchas formas. «Oh, Bodhi, sabiduría, ir, ir, ir sobre la otra orilla. Alcanzar la otra orilla, so wa ka». Esta es la traducción del profesor Suzuki en inglés. Pero en la China antigua, el gran maestro Kenshu la ha traducido así. «Pasar, pasar, pasar a la otra orilla. Pasar juntos, absolutamente sobre la otra orilla, sobre la orilla del satori». Daiba escribió: «Ir, ir, ir a la otra orilla. Absolutamente ir a la otra orilla, la del satori». El monje coreano Enjiki, que fue discípulo de Genjo en China: «Llegar, llegar, alcanzar la otra orilla, alcanzar la otra orilla del satori». 191

Así podéis poco a poco comprender el sentido. Este mantra ha sido traducido del sánscrito, en tibetano, en kanbun, en japonés, en francés, en inglés. Comienza siempre por «pasar, alcanzar o llegar», repetido tres veces, y se dirige a los shomon, engaku, bodhisattvas y budas. Shomon, engaku significa: aquel que puede completar su personalidad, tener un satori personal, individualista, dogmático, que quiere ir solo, cortar sus bonno, huir de la sociedad. Es el budismo Theravada. Hara gya tei, hara significa atracar sobre la otra orilla con los demás, juntos, de manera absoluta, muy amplia, universal. Es el principio del bodhisattva, del budismo Mahayana. Hara so gya tei: completamente hasta el satori total. Gya tei: ir, pasar, alcanzar, dejar, partir de esta orilla, y pasar hasta la orilla del nirvana. De la realidad, alcanzar el ideal, la ribera de lo ideal. Es la significación de gya tei gya tei hara gyatei hara so gyatei: desde la orilla de la realidad, del mundo real, llegar hasta la orilla del ideal, del satori. Hara so: ir con, armonizarse, no sólo ir para sí mismo, sino ir juntos hasta el mundo del nirvana. El Maestro Dogen ha dicho: «No soy muy inteligente, es por lo que no puedo convertirme en Buda. Pero si no puedo alcanzar el estado de Buda, del satori, quiero ser un monje que ayude a los demás a pasar a la otra orilla». Así es la vía del budismo Mahayana. Boji so waka. Boji: la Vía, el nirvana, el satori; so waka: el fin, la realización total. Los shingon utilizan esta palabra al final de todos sus mantras. Quiere decir la gran Vía de hannya haramita, ku. En cada una de estas palabras se encuentra un significado infinito, que no se puede traducir. Esto no significa simplemente ir, ir… Un maestro Shingon, el Maestro Kobo, ha dicho: «Un kanji incluye diez mil sentidos». Si se traduce pierde su fuerza. Así el Hannya Shingyo posee poderes misteriosos. Algunos conocen en Japón historias muy interesantes y misteriosas a propósito de él. Muchos conocen la historia de Hoichi sin-orejas. Ha sido narrada por Lafcadio Hearn, un escritor inglés. Es la historia de los Heike. Lafcadio Hearn se había casado con una japonesa y estudió en 192

profundidad la historia del Japón. Introdujo en Europa la cultura y el arte japonés. Después de la derrota del clan Heike, hace setecientos años, durante una batalla naval, todos los soldados y toda la familia fueron tragados por el mar, al fondo de Dan no ura. En esta provincia, mucho tiempo después, aparecieron extrañas leyendas de fantasmas. Asi Lafcadio Hearn se inspiró en ellas para escribir ésta. Hace trescientos años vivía Hoichi, cerca de Dan no ura. Era ciego, y muy conocido por su biwa, un tipo de laud. Cuando tocaba, todo el mundo lloraba. Cerca, se encontraba el templo Amida; el jefe un viejo maestro, le tenía un gran afecto. Como era muy pobre, tenía permiso para vivir en una habitación de este templo. Durante una noche de verano, mientras que Hoichi, sentado en los accesos del templo bajo las estrellas, esperaba el regreso del maestro que había ido a hacer ceremonias en casa de sus fieles, oyó un ruido de pasos que no conocía. Eran los de un samurai en armadura, en ropa guerrera, que le dijo: «No tengas miedo de mi. Soy un mensajero que ha venido a buscaros de parte de una familia de aristócratas, grandes personajes de una alta nobleza. Han querido ver el campo de batalla de Dan no ura, y han venido en secreto a esta provincia, en compañía de una corte importante. Han oido hablar de vuestro celebre biwa, y desean oiros tocar». Hoichi no tenía ganas de ir, pero el poderoso samurai le cogió de la mano y le llevó. Se dejó guiar por él y llegó delante de un gran palacio. La puerta principal se abrió: importantes oficiales, altos dignatarios, mujeres muy hermosas vestidas con ropas antiguas le esperaban. Tocó el biwa. Todo el mundo lo admiró y se quedaron impresionados. En el centro de la numerosa asamblea, en un lugar elevado, estaba sentada una mujer. Su sirviente se acercó a Hoichi y le dijo: «Mi muy respetable ama ha quedado satisfecha y feliz al oiros. Volved cada noche. Después de cada concierto, habrá una recepción y recibiréis una recompensa. Una joven mujer de muy alta nobleza desea abrazaros y puede ser que se case con usted. No habléis con nadie. Guardad completamente el secreto». Estaba un poco asustado, pero curioso. El samurai lo acompañó de vuelta al templo Amida. La noche siguiente y la otra, se produjo la misma aventura. 193

Un día el jefe del templo le preguntó: -«¿Por qué no has dormido esta noche ni la anterior?, ¿a dónde vas?, ¿tenéis una amante?, ¿sois un gigolo?». -«No, no. Es un secreto». Una tarde, dos discípulos del maestro le siguieron. Pero no pudieron alcanzarle. Le buscaron por todas partes, en vano. ¿Estaba con un amigo? ¿en el restaurante? ¿en un bar? En el camino de vuelta, mientras pasaban delante del cementerio del templo Amida, vieron, boquiabieros, a Hoichi empapado bajo la lluvia, sentado delante de las tumbas de la familia Heike y tocando el biwa, completamente concentrado y mojado hasta los huesos. Sus amigos le llamaron: «Hoichi… Hoichi…» Pero no les oía. Cuando le golpearon en la espalda, se fijó por fin en ellos. A la vuelta, le contó todo al jefe del templo que se quedó sorprendido: «Hoichi está enfermo. Los espíritus de Heike lo han penetrado, si sigue otra semana, morirá. Estás loco, le dijo el maestro. Conozco un método, hay que hacer un kito, un encantamiento. Desnudadle». Ordenó a sus discípulos traer su material de caligrafía: tinta, pinceles, etc. Por todo el cuerpo, sobre toda la piel de Hoichi, escribió el Hannya Shingyo en pequeños caracteres. Empleó toda la superficie, incluso en el sexo, sus nalgas, incluso la planta de los pies y le dijo: «Sin ninguna duda, el samurai volverá, pero no le respondas. Continuad en zazen, shikantaza. No te muevas. Canta el Hannya Shingyo en voz baja. Así podrás escapar al samurai y a este accidente». Por la noche, el samurai volvió, no pudo ver a Hoichi. «¿Dónde está?» (Su biwa estaba apoyado sobre la mampara, sola) Miró, miró y en el aire vió dos orejas. Las reconoció: !Las orejas de Hoichi! Se había transformado en fantasma. Tiró, le arrancó las orejas y se las llevó. Hoichi no notó dolor pero si un gran frío. Vió salir su sangre. Al día siguiente, el jefe del templo fue a verle: «¡habéis perdido vuestras orejas! Olvidé escribir el Hannya Shingyo sobre ellas, ¡qué error!». Desde entonces, Hoichi fue conocido con el nombre de Hoichi sin orejas. Fue feliz. Todo el mundo le respetaba y venían de lejos para oirle tocar el biwa. Fue conocido en todo el Japón y permanece como el más famoso de los maestro de biwa. 194

Último kusen, esta mañana, del año 1977. Es el último zazen con vosotros este año. Mañana, estaré en Avallon, Daijo Zenji, donde haremos el primer zazen del año nuevo. Kusen. Todo el mundo sabe lo que es, pero nadie conoce el significado profundo. Ku significa la boca. Sen tiene un sentido profundo. El sentido original del kanji sen es el orden, el edicto del emperador. Kusen, es una declaración o una enseñanza dada de manera oral y directa por el maestro. El kusen no se da sólo durante el zazen. Es la enseñanza global del maestro, que diga «entrad el mentón» o hable de la vida y la muerte. «Empujad el cielo con la cabeza, empujad la tierra con las rodillas». La postura es muy importante. No hay que permanecer sobre un pensamiento, sino concentrarse sobre la postura, corregirla, concentrarse sobre la espiración; por esta concentración, no se puede entretener ningún pensamiento. Algunos maestros recomiendan a los principiantes contar las respiraciones. Es un método de concentración y observación a la vez, pero no es necesario. La concentración significa el espíritu absorto por una cosa. Esto es zenjo. En nuestra civilización los hombres se dispersan en todas las direcciones. Concentrarse sobre una mujer o sobre un hombre unicamente. La confección del rakusu y del kesa necesita que se esté concentrado sobre cada acción de coser únicamente punto tras punto. Coser es equivalente a zazen. Hoy, es el primer kusen del año. Deseo vuestra felicidad para este año. Casi hemos llegado al final del Hannya Shingyo. Ya he hablado de los mantras. Maka hannya haramita shingyo. He hablado ampliamente del significado de estos términos. Maka, profundo, infinito, grande; prajna, la sabiduría; haramita, los paramita son en número de seis. Permiten dirigirse desde el mundo real al mundo ideal. ¿Cual es el medio? El medio para obtener el satori, para acceder al mundo ideal. La conclusión final es: zazen. Pero el budismo Mahayana enseña que las paramita son importantes, en cuanto prácticas, para ir más allá del más allá, gya tei, gya tei. ¿Cómo acceder a la otra orilla? Las seis paramita son los seis métodos, las seis prácticas. Hay que convertirse en un verdadero 195

bodhisattva, un verdadero monje, un verdadero Buda y finalmente practicar zazen, que incluye todo. 1.- Zazen es la primera paramita. 2.- La sabiduría, hannya o e, es la segunda paramita. 3.- El fuse, la ofrenda, es la tercera paramita. 4.- Cuarto, la observación de los preceptos: los ji kai. Los doy a cada nuevo ordenado. 5.- La quinta paramita es la resistencia, la paciencia, el poder de permanecer en calma, de soportar el dolor: nin niku. 6.- La sexta es el esfuerzo, la perseverancia: sho jin. Continuar zazen, ser asiduo y regular, no sólo una semana, un año, sino durante toda la vida. Las seis paramita se resumen entonces así: zazen, e, fuse, jikai, ninniku, shojin. Hoy voy a hablar de fuse, de la ofrenda. He recibido muchas el uno de enero, de todo tipo: dinero, pero también chicle. Algunos han deslizado sobres debajo de la puerta, otros han dado sumas elevadas. Pero el fuse no es únicamente material. Además, para hacer un fuse, hay que tener sabiduría. Se distinguen en el Mahayana tres tipos de fuse: -Las ofrendas materiales. -Las ofrendas de dharma. -Las ofrendas de paz, de no-miedo, de confianza a los demás. En las ofrendas materiales, no están comprendidas sólo las ofrendas de bienes materiales, pero también todo lo que viene del cuerpo: el trabajo, los servicios, una mirada, una sonrisa, una palabra, un gesto. ¿Qué mirada ofrecer a los demás? Una mirada no apegada por el sentimiento, una mirada que no juzga, ni odia, ni seduce, que no desea, codicia ni rechaza. ¿Cuál es la verdadera mirada de Buda, del bodhisattva? Después de zazen, la mirada de las personas se ha transformado profundamente. Toda la personalidad de cada uno se refleja ahí. Lo importante de todas maneras es conservar un estado de espíritu apacible; la mirada, el rostro, la sonrisa lo reflejarán y lo comunicarán. El lenguaje mismo debe ser la expresión. El silencio es a menudo preferible, pero cuando hay que hablar, hay que hacerlo 196

sin pasión sin orgullo, sin temor. No emitir banalidades, pero tener palabras de compasión. El Maestro Dogen, en el Shobogenzo («Las acciones del bodhisattva para ayudar a los seres») ha hablado de cuatro tipos de fuse: Aigo son las palabras amables, afables. Rigyo, es prestar servicio a los demás, la ayuda que les podemos aportar. Finalmente por el fuse del cuerpo, por el rostro, la mirada, las palabras que se ofrecen, hay que dar al otro un sentimiento de seguridad, de confianza, de alivio. Es así como debe ser el verdadero fuse mushotoku, sin esperar ningún retorno. En el Shobogenzo también, doji expresa la identidad de sí y los otros. Esto constituye el último fuse. La lista de fuse es larga; paralelamente al fuse del cuerpo, hay el fuse del espíritu; ser feliz, por ejemplo, es también un fuse. También se distingue el shoza-se, el don de un asiento. En el dojo aquí, mis discípulos se pelean siempre por las plazas, sea para sentarse lo más cerca de mi, sea para estar en primera fila durante los sampai. Algunos se levantan incluso antes que haya sonado la campanita. Los sutra mencionan ciertamente, el fuse de la hospitalidad; este fuse tenía una importancia particular para los viajeros y los monjes errantes del pasado. Numerosas historietas existen sobre este tema. Como por ejemplo, la del pescador pobre y el monje. La condición de ese pescador desgraciado se agravaba cada día porque su pesca desde hacía meses era muy mala. Una noche de invierno, un monje llamó a su puerta y le pidió hospitalidad. El pescador enseguida le ofreció compartir su humilde morada. Le dejó su cama y la única manta que poseía. Fue a cortar ramas de pino para hacer fuego (según algunas versiones quemó sus sandalias de madera). Como no tenía comida, fue a pedir arroz prestado al vecino, lo coció y se lo dió al viejo monje. Por la mañana, vino a saludarle y decirle adios. El día avanzaba y debía volver al lago como hacía cada día, incansablemente. Se disponía a dejar al viejo monje, pero éste le dijo: «Voy contigo; y coge esa salmuera que tienes ahí.» Cuando llegaron al borde del lago, el monje cogió la salmuera y la tiró al agua, después le dijo: «Tomad vuestra barca e id a pescar, después venid a verme». 197

Volvió con grandes cestas llenas de peces. Y no pasó una mañana sin que, al ir a pescar al lugar donde el monje había tirado la salmuera, no volviera con las cestas llenas. Es una buena historia. Y he aquí otra que expresa lo contrario de esta. Un monje en viaje tenía mucha sed. Encontró un peral y pidió a la anciana a la que pertenecía el peral la autorización de tomar uno de sus frutos. Ella se negó con sequedad. El monje no insistió y siguió su camino. Pero la historia cuenta que la anciana no obtuvo ninguna pera más de su peral que se volvió tan duro como una piedra. En este pueblo en nuestros días, todavía es posible ver este peral petrificado. Para hacer un fuse, hace falta sabiduría. Las sonrisa se puede transformar a veces en golpes de kyosaku. Sin compasión y sin sabiduría, el fuse no es un fuse. La educación es un gran fuse, juiciosamente dosificada en dulzura y severidad. Kusen significa a menudo el sermón. Hose, el don del dharma, es el más grande fuse hecho al monje. Fuse, es no mirar en la despensa, no ser avaro, no ahorrar, no ahorrarse. Hay que dar, dar alivio, confianza, calma, paz; para esto hay que darse en cuerpo y espíritu. To san rin ku yaku San rin: las tres ruedas; ku yaku: el fin, la extinción, nada, ku. ¿Qué son las tres ruedas? La primera consiste en olvidar que se ha hecho un fuse. No hay que apegarse, ni siquiera acordarse. «Estoy en tres mil francos, diez botellas de vino, un chicle…» El segundo consiste en olvidar a quien se ha dado. El tercero en olvidar lo que se ha dado. Los tres (que se ha hecho un fuse, a quién y qué) deben desaparecer de nuestro espíritu, apagarse, volverse nada, ku. Sólo en este caso se puede hablar de fuse verdadero. Hay que evitar de todas maneras dar por obligación hacia otro, por apremio y necesidad, por despecho, o por miedo de castigos. El fuse no debe ser practicado en función de recompensas kármicas; éstas por otra parte no aparecerán si el espíritu no es mushotoku. 198

Convertirse en bodhisattva o monje, tener un verdadero espíritu religioso debe conjugarse con la práctica de la ofrenda. Esto es realizable todos los días, en todo momento, bajo todas las formas que se presentan.

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LAS SEIS PARAMITA Continúo con los comentarios sobre el Hannya Shingyo, hablándoos de las seis paramita. ¿Cómo volverse Buda o Dios? ¿Cómo alcanzar la otra orilla desde esta orilla? ¿Cómo obtener el satori? Hacer zazen. Sólo zazen es volverse Buda o Dios. Vuestra postura de zazen es en si misma Dios, Buda o el satori. Pero en la vida cotidiana, las seis paramita son necesarias. Aún si haceis una o dos horas de zazen al día, si vuestra vida cotidiana no es buena, entonces no es verdaderamente eficaz. Volverse Buda sólo durante zazen no es suficiente. Hay que volverse también en la vida de todos los días. Las seis paramita son: Fuse, el don; sila, los preceptos; ninniku, este kanji significa la paciencia, la resistencia; shojin, el esfuerzo, la perseverancia; zenjo, la concentración; hannya, la sabiduría. En japonés, ninniku indica también el ajo, pero referido a las paramita significa la paciencia. Zenjo es muy importante. Para practicar cada paramita: el fuse, los kai, la paciencia, el esfuerzo en la vida cotidiana, es necesaria la sabiduría. Ser estúpido no es eficaz. Con la sabiduría en nuestra vida aparecen méritos infinitos. Así es la verdadera vida religiosa, que no existe sólo en el budismo sino también en el cristianismo. En nuestros días, sólo se encuentra materialismo; en origen, se encontraba la noción de fuse como la ofrenda, el don, los preceptos, el esfuerzo, la paciencia. Pero desde el Renacimiento, y con Kant, Descartes, apareció demasiada ciencia y en la época moderna la esencia del cristianismo se ha debilitado. La práctica se ha vuelto materialista. La ciencia se opone a la religión. Por ejemplo, después de Feuerbach, el marxismo y el comunismo negaron la religión. Algunas filosofías, como la de Nietzsche, propusieron el nihilismo y en la época moderna con las ideas de Freud, la espiri200

tualidad se debilita. Se está en contra de la moral. Es la crisis de las religiones. Una verdadera crisis. En el budismo, el espíritu religioso dice que si se desea comer alguna cosa hoy y si no se come, el mérito de este acto se convierte en un fuse para el mundo entero. También, si se desea comprar un hermosos vestido y se mira en los escaparates pensando: «¡Qué vestido más bonito! Me gustaría tenerlo», si no se compra y el deseo desaparece, se convierte en un mérito infinito, un fuse para el mundo entero. O también, si se desea vivir en una hermosa habitación o dormir en una hermosa cama y adornar su habitación, el hecho de detener esta acción significa dar estos bienes a todos los demás. Este mérito se extiende infinitamente para toda la humanidad. Pero en la época moderna, vivimos lo contrario de este comportamiento. Se producen huelgas sin cesar. Se deja de trabajar y se quiere recibir salarios más altos. Dejar de trabajar es completamente lo contrario del fuse, y pedir al mismo tiempo un aumento del salario, es robar el salario. Entonces el materialismo y el comunismo aparecieron y las religiones se han debilitado. En las religiones, es absolutamente necesario que el mérito religioso nazca del fuse. Es lo más impoprtante. Actualmente la crisis de la civilización descansa sobre la crisis del cristianismo y las demás religiones. Segunda paramita, sila, los kai, los preceptos. Si se respeta los sila, nos volvemos completamente tranquilos. Respetar los preceptos significa convertirse en Buda e influenciar de esa manera el mundo entero. En este mundo, es posible obtener la verdadera felicidad e incluso después de la muerte, se puede vivir mucho tiempo y acceder a la verdadera felicidad. Si no se está enfermo, la familia se vuelve feliz. Proteger, repetar los sila es la Vía verdadera para la felicidad auténtica. Los kai representan las etapas, el comportamiento, la acción. No es únicamente los preceptos, ni los mandamientos, también el comportamiento, la moral, el respeto. En sánscrito sila tiene nuemrosos significados. Es practicar la buena Vía, los buenos comportamientos, las buenas acciones. Al recibir la ordenación, se reciben los diez kai, no sólo los monjes también los bodhisattvas. Por la ordenación, os convertís en una persona diferente, más allá del humano corriente y poco a poco las malas acciones y los deseos decrecen naturalmente, inconscien201

temente, automáticamente. Pero los que no reciben los kai deben actuar con la voluntad para hacer disminuir sus malas acciones. A través de la acción del cuerpo, de la palabra y de la consciencia, el mal karma retrocede. Los sila significan detener las malas acciones y practicar las buenas cosas, la Vía simple…simple pero… He aquí una historia. En China, había un monje zen, llamado Maestro Dori. Hacía zazen alojado sobre un pino parasol y se le conocía con el mote de Maestro «Nido de pájaro». Un poeta muy conocido en la historia de la China, Hakurakuten, le visitó y, cuando le vió hacer zazen le dijo: «Tened cuidado, es peligroso, podriais caer del pino. -No, respondió Maestro Dori. Es usted quien está en peligro. Aquí y ahora, hago zazen, mi espíritu está completamente fijo. Usted, usted no hace zazen y está siempre lleno de pasión. Escribís poemas y vuestro espíritu está sin cesar en movimiento. Sensible, nervioso, nada tranquilo». Hakurakuten reflexionó. «Si tengo muchos bonno. No hago nada de zazen». Es parecido a abrazar una bomba atómica. Y propuso otro mondo al maestro zen. «¿Cuál es la verdadera esencia del budismo?» El Maestro Dori respondió: «No hagais malas cosas. Practicad sólo buenas cosa, solo eso. Practicar buenas cosas es muy simple. Es la esencia del budismo». El poeta sonrió: «Todo el mundo puede comprender eso. Incluso un bebé». (Hoy A. ha venido a visitarme y ha visto juguetes. Ha comprendido rápidamente y estaba contento. Si se aprieta sobre la cabeza de uno hace pipí y si se aprieta sobre la cabeza del otro, es el sexo el que aparece. Se reía mucho. Incluso los bebés comprenden el sexo). El Maestro Dori dijo: «Si. Incluso un bebé puede comprender, pero es muy difícil de practicar las buenas cosas y detener las malas. Incluso después de ochenta años, esto es aún difícil».

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Pero si hacemos zazen, nuestro mal karma puede decrecer. Inconscientemente, naturalmente, automáticamente, se pueden practicar las buenas cosas. En sánscrito kai tiene dos traducciones: es detener por la voluntad y sila, es el espíritu que purifica la consciencia. No hacer malas cosas. Tener siempre el espíritu en calma y tranquilo. Si se cosen siempre kesa, como J., si se quiere cometer malas acciones, no es posible. El karma no llega. Pero, en la vida cotidiana, la mayor parte de las personas no son así. Se está influido por el entorno. Se quisiera detener las malas acciones, pero es imposible. El karma original aparece, la genética, la sangre ejercen su influencia. En el budismo, hay diez kai, pero en tiempos de Buda, había doscientos cincuenta para los hombres y trescientos cincuenta y ocho para las mujeres. Esto viene del hecho que el hombre tiene ocho orificios y la mujer nueve, y que la mujer tiene una fisiología más delicada. Pero en la época moderna, con la homosexualidad, ¡es todavía más complicado! Shami kai representa para los bodhisattvas los kai más bajos. Buda mismo no formuló kai. Como yo, educaba suavemente las personas que encontraba en su camino. Advertía a las personas que tenían una vida sexual muy fuerte o a los que tomaban drogas o cambiaban siempre de mujer. ¡Atención! Después sus discípulos reunieron su enseñanza e hicieron reglas. Pero Buda nunca dijo no fumar o no beber whisky. En tiempos de Buda ¡no había! El formalismo de los kai no es bueno. Es necesario actuar con sabiduría. Por ejemplo, es difícil para un europeo no comer carne, y para un japonés sashimi (pescado crudo), y para los ancianos, la situación es diferente. El budismo Mahayana ha creado otros kai. El cristianismo también. Durante la ordenación, leo los kai y me respondeis: «Si, Si, Si» Debéis comprender su significado. Debéis detener todas las malas acciones y seguir la vía de la moral. Pero no es una regla. Debemos comprender con nuestra sabiduría. Aquí y ahora es diferente para cada uno. ¿Qué es detener las malas acciones? ¿No beber whisky? A veces si, a veces no.

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Sho zen po kai. Respetar el orden, las maneras, ayudar para el bien, por compasión. La sabiduría es necesaria. Pero cuidado, si se piensa: «debo ayudar a esta mujer, debo dormir con ella; tengo que ayudar a todas las mujeres…», a continuación se está fatigado y el sexo hace sampai. En lo relativo a ju sen kai, no matar, no robar, es la verdadera moral fundamental. No decorar demasiado las palabras, no criticar…Ya he hablado de todo esto. Pero en nuestros días es diferente. Paul Chauchard ha escrito un libro sobre los deseos. Es muy interesante. En el próximo kusen, hablaré del verdadero kai religioso, espiritual. El profesor Paul Chauchard habla en su libro de la moral del deseo en la época moderna y se basa en datos científicos. He leído su libro en japonés, os hablaré de ello. He hablado de los kai del budismo Mahayana. Para los monjes, había doscientos cincuenta y trescientos cincuenta y ocho para las monjas. En nuestros días en la India, es lo mismo, completamente ascético, también en el budismo tibetano. Hoy M. ha venido a verme y me ha dicho: «Ahora, hago voto de silencio por nueve meses. Sólo hoy puedo hablar». Es una estupidez. En el budismo japonés, los kai se han reducido a tres: 1.- Sho ritsu kai: el precepto que recomienda detener las malas acciones. 2.- Sho jen to kai: hacer buenas acciones. 3.- Sho shu jo kai: ayudar a los demás. Después vienen los diez preceptos fundamentales de la ordenación. No hay reglas. A nosotros juzgar y decidir si esta acción es buena o mala. Por ejemplo: se puede decir: no respetar la ley o molestar a los demás es malo. ¿Pero qué es bueno o malo? Con nuestra propia sabiduría, debemos decidir. Pero la norma es necesaria, y hay que seguir la moral, el orden social, el orden cósmico. Para ayudar a otro también es necesaria la sabiduría. En los tres kai de base del budismo japonés están incluidos todos los preceptos. No hay regla como en las otras religiones. Los diez preceptos son los que recibís durante la ordenación. Ya los he explicado exactamente. Estos diez kai se resumen en cinco fundamentales: 204

-No matar. No sólo los hombres, pero mientras sea posible todos los animales y todo lo que vive, los árboles, las flores…No hay que cortarlas. Pero si alguin las ha cortado es posible recibirlas. Tampoco hay que matar los peces. Pero si alguien lo hace, se pueden comer. -No robar. Este precepto es muy importante. Robar es completamente malo. Forma parte de la moral fundamental. - No practicar una mala sexualidad. En el budismo Hinayana, está prohibido hacer el amor e incluso mirar el rostro de una mujer. En el Mahayana, es posible, pero la mala sexualidad no es buena. Hacer el amor con la mujer o el marido de los demás está prohibido. Pero en Francia, no se. Hay que ver, creo que esto no es tan malo ni prohibido. Pero la sabiduría es necesaria. -No mentir. A veces, es posible mentir como medio, para reñir a un niño o a un idiota. Tampoco, al hablar, contar historias o usar palabras demasiado cómicas o cargadas de coquetería. Pero según los paises y la época, los kai se modifican. En Japón, hace quinientos o trescientos años la vida no era como ahora. -No criticar. No hablar con una lengua doble, pérfida. Decir una cosa a uno y lo contrario a otra. -No desear demasiado. No ser ávido. -No enfadarse. -No equivocarse al hablar. No emitir opiniones o juicios erróneos. Con nuestra sabiduría, debemos decidir nuestro comportamiento en función de estos kai. En última instancia, los cinco preceptos fundamentales son: No matar. No robar. No mentir. No tener una mala sexualidad. No comer ni beber demasiado. Por ejemplo tomar drogas o demasiado alcohol. Existen también dos tipos de preceptos: sho kai y cha kai. Por ejemplo: matar, robar o mentir es malo; es sho kai. Pero en lo relativo al sexo y el alcohol, en si no es malo, todo depende de nuestro comportamiento. Por ejemplo, se bebe sake o alcohol. Después se tiene hambre. Entonces se roba la gallina a la vecina. Se la mata y se come. La vecina llega, busca su gallina y os pregunta si la habéis visto. Se responde entonces: «No se». ¡Y se viola a la vecina! 205

Así al beber alcohol, se infrinjen los cinco preceptos. Pero sólo beber alcohol no es tan malo como robar al gallina, matar, mentir y violar la vecina… No hay que beber alcohol cuando no se sabe controlar. En lo referente a los preceptos, es necesario actuar con mucha sabiduría, con discernimiento. Siempre debemos estar en guardia. A.M. os va a leer fragmento de un texto que Paul Chauchard ha escrito a propósito de los preceptos y los deseos: «Podemos entonces definir los deseos sanos o la manera sana de vivir como la elección de deseos controlables, pero que, por esto, han comenzado por ser controlables y evaluados lúcidamente y lo siguen siendo. Cuando actuamos de una manera no armoniosa en los actos mecánicos es porque estamos crispados, y porque no hemos aprendido el arte de tener actitudes correctas, al contrario, los gestos profesionales son muy armoniosos y precisos, y esto cuando son ejecutados mecánicamente, sin pensar. Pero precisamente, los gestos profesionales han sido aprendidos con cuidado. Se han convertido en buenas costumbres. Y no es necesario controlarlos. Lo que hace que su revisión consciente les perturbe, es porque intentamos hacer penetrar por la fuerza la voluntad en un automatismo que ésta perturba. Para controlarlos, lo que es necesario de vez en cuando, hay que tomar consciencia de toda la sucesión de gestos. Para desear, creemos que hay que actuar en primer lugar, mientras que primero hay que sentir para insertar la acción correctamente en la acción del cuerpo. …Los deseos son esencialmente una perturbación de centros afectivos inconscientes de la base del cerebro, de la que sufrimos los desencadenamientos. La voluntad no está implicada en esto directamente; no hay entonces que intentar luchar conscientemente contra un deseo, sino controlarlo indirectamente. … Aquel que hace la calma en si, controlando la calma de su respiración, relajándose, tomando una actitud ralajada, tomando consciencia de su cuerpo y de las sensaciones, de una parte, desvía su atención del deseo y lo disminuye, pero al mismo tiempo refuerza su vigilancia que le hace capaz de resistir para orientar bien su deseo. Es el siquismo superior, en el que el cerebro, que controla, pero por medio de la puesta en calma del cuerpo con los sencillos medios precedentes, por el hecho de que los centros de armonía 206

del cuerpo son también centros de la armonía del cerebro, tiene como resultado aumentar nuestra vigilancia cerebral, nuestra posibilidad de atención. La paz del cuerpo es fuente de paz interior. …Los malos deseos, la mala manera de vivir, es que se desee o deplore, de creer animalizarse (lo que es imposible: solo se puede deshumanizar puesto que no se reencuentran los buenos instintos perdidos que no están más en nuestra naturaleza liberada), de intentar desesperadamente ser un angel en lucha contra un animal en vez de ser un hombre. …El civilizado a la cabeza de sus deseos inútiles o malos es menos libre que el primitivo, simplemente porque su liberación de contradicciones moralistas le encadena a contradicciones de los usos de la publicidad. Nadie más que él, necesita aprender, no a reivindicar ser libre, pero a liberarse él mismo con un control que nadie le enseña o nadie le explica. La paradoja, es que debería tomar ejemplo de los miembros de civilizaciones que juzga «inferiores» y que por lo tanto están más equilibrados porque son respetuosos de lo natural. Los maestros del control no sólo se encuentran en Oriente con el yoga o el budismo zen. Se encuentran equivalentes en nuestra civilización: nuestros antepasados han conocido este control, antes de volverse puros intelectuales técnicos, discípulos sin saberlo de Descartes; cierto, esto ha permitido un progreso en la civilización, pero en la degeneración del hombre, asociación que no era en ningún caso obligatoria, y de la que ahora debemos liberarnos para no perecer. …En conclusión…La colmena es buena para la abeja mientras que nuestra sociedad es cada vez más nociva para el hombre, no sólo por la polución del medio, más aún por la degradación en las relaciones humanas. La solución no está ni en el retorno al pasado, ni en la anarquía, ni en una destrucción revolucionaria sistemática, pero en la referencia al sentido de la historia, desarrollo cultural de nuestra naturaleza. Se trata no de oponerse al progreso, sino de hacer que sea un verdadero progreso para el hombre; se trata de reconocer que nada es malo a condición de estar bien orientado en referencia al progreso de la persona bajo sus dos aspectos de individuo y sociedad». Debemos controlar los deseos. Es muy importante. Mermar nuestros malos deseos, fuente de tristeza, superarlos para alcanzar el deseo 207

espiritual, de dimensión elevada. Hacer crecer nuestros deseos espirituales y disminuir los deseos corporales y materiales. Desarrollando nuestra propia sabiduría, se puede comprender y decidir que este deseo es malo y entonces hacerlo decrecer. Con la sabiduría, cortando los apegos, nuestros deseos decrecen. Así nos volvemos muy libres en nuestro espíritu. Es tener el satori. Zazen es el mejor método para elegir. Con zazen, se puede encontrar la verdadera sabiduría. Durante varios kusen, os he hablado de los seis paramita. He explicado: el fuse, las ofrendas, el don. Es el más importante en el budismo Mahayana. Los kai, sila, los preceptos. Hay que practicar los preceptos. Hoy, voy a comentar ninniku, la paciencia. Como ejercitar la paciencia, controlar los deseos, la cólera, la locura…También los intelectuales se pueden volver locos, y los locos inteligentes. Es importante, en nuestra vida cotidiana, cortar estos tres bonno y hacerlos disminuir: ton, el deseo; jin, la cólera; shi, la locura. Aunque nos comportemos todos los días correctamente, si un día nos encolerizamos, esto destruye todos los buenos méritos. Por eso pacientar, resistir, es importante. Ninniku, pacientar. En japonés la misma pronunciación tiene numerosos significados, esto puede también querer decir ajo. Shanti, en sánscrito, es el equivalente de ninniku. Aunque las gentes os critiquen, no os encolericeis. En el Shodoka, se dice que si aceptais las críticas como la enseñanza de Buda o de Dios, se convierten en una gran educación. No encolerizarse. Aunque alguien se enfade, no repliqueis, no combatais. A menudo, cuando uno se encoleriza, el otro replica y después es la lucha, el combate, la guerra. Existen dos tipos de nin, la paciencia: shonin y honin. Shonin: si os critican, atacan o golpean, no os encolericeis. O si por el contrario, si la gente os respeta, u os admiran no seais orgullosos ni demasiado satisfechos. A la gente le gusta respetarme, admirarme, me conozco a mi mismo. No soy ni bien ni mal. No me dejo influir por las críticas o la admiración de los demás. Mi espíritu no se mueve. Siguiendo mis características algunas veces soy muy diplomático: sonrío o no me rio. Cada día es diferente. 208

A veces delante de mi despacho, tengo que reflexionar sobre un problema, un koan. A.-M. piensa entonces: «Hoy Sensei no sonríe. ¿Por qué está enfadado?» Honin: este término se repite a menudo en el Shodoka, significa no estar apegado. El espíritu interior debe permanecer claro. Sheinin es otro forma de la paramita ninniku. Es la paciencia corporal. Por ejemplo, durante zazen, si las piernas, las rodillas, los tobillos, los hombros os duelen, no os movais. Pacientad. Si en vuestro espíritu nacen bonno, dejad pasar. Aunque os critiquen, dejad pasar. De ahí surgen el poder y la sabiduría religiosa y espiritual. La paciencia es muy importante. En el Shobogenzo, el Maestro Dogen ha hecho comentarios sobre el sutra que narra la muerte de Buda, y ha hablado de ocho grandes satoris de Buda. Insiste sobre la virtud de nin, los méritos de la paciencia. De todos los kai, los sila, los preceptos, ningún ascetismo, ninguna mortificación puede superar la virtud de la paciencia. Durante zazen, si no os moveis, si pacientais, practicais esta paramita. En la vida social, para llevar a cabo una gran obra, ninniku igualmente es muy importante. En un sutra se cuenta la historia de un brahman que se encolerizó contra Buda y le criticó. El Buda Shakyamuni le escuchó pacientemente, sin responder, después le dijo: «Brahman ¿has terminado? ¿Alguna vez has recibido visitantes? -Ciertamente, dijo el brahman. -¿Les habéis ofrecido te, pasteles o chocolate, alguna cosa? -Ciertamente. -Si los visitantes los rechazan, ¿qué haceis? -¡No importa! respondió el brahman; si el visitante no quiere, me los como.». Entonces Buda contestó: «Brahman hoy me habéis invitado con críticas, un pastel de críticas. No he aceptado estas críticas. Os lo ruego, comedlas ahora. Si replico significa que compartiamos el pastel. No he comido. Todo os vuelve. Retomadlo, por favor». 209

Este mondo tiene una enseñanza muy profunda. Mi maestro Kodo Sawaki recibía a menudo visitantes, estudiantes que querían hablar todo el tiempo, discutir. El escuchaba y decía: «No merece la pena discutir, el silencio es mejor». Si se habla demasiado se acaba fatigado así como su acompañante. El silencio es más profundo. La paciencia, ninniku, el tercer paramita, es entonces muy importante. Después viene shojin, el esfuerzo, la resistencia. Todo el mundo comprende, pero cuando hay que practicar, es otra cosa. En lo que concierne a la moral, es parecido. Con palabras, cada uno sabe, pero el comportamiento en la vida cotidiana no lo refleja. ¡Paciencia. No os movais…! Maka hannya haramita shingyo. Hannya haramita, la sabiduría hannya, pasar. ¿Cómo a través de nuestra vida pasamos del nacimiento a la muerte? ¿De realidad en realidad? ¿Cómo comportarse en la vida cotidiana? El Hannya Shingyo nos da el secreto de las seis paramita. He hablado de ninnniku, la paciencia, y antes de fuse, la ofrenda, la paramita más importante. Algunas personas que frecuentan el dojo no dan nada. Es completamente erróneo. Cuando se entra en este dojo hay que hacer un fuse a Buda. Cuando vais al cine, pagais para vuestro placer; aquí dais alguna cosa a Buda. Si no lo haceis, os pareceis a los ladrones, aunque hagais zazen. A propósito de los kai, ya he dado numerosas explicaciones. Los precptos, la moral, la vida regular, practicar buenas acciones. Los cinco kai fundamentales son importantes. Con nuestra sabiduría, debemos decidir que está bien y qué mal. Voy ahora a explicar shojin, el esfuerzo, la perseverancia, la cuarta paramita, la concentración sobre una cosa, aquí y ahora. Cuando se practica zazen, sólo concentrarse sobre zazen y continuar. Una sóla vez no es suficiente. Algunos vienen a hacer zazen una semana, un mes, un año, después ya no vuelven. Entre las personas que me han seguido desde mi llegada a Francia, muy pócos continúan. Solo Mme M., L., M., E., están siempre aquí, M. L. viene una una vez o dos por semana. He enseñado a doscientas o trescientas personas, puede ser un millar, pero pocos continúan. Es necesario continuar. El sutra del testamento de Buda dice: «Si muy exactamente nos 210

concentramos sobre una cosa, se conseguirá». Todo es posible. No se trata de concentrarse sobre las malas acciones. Por ejemplo, el robo o el asesinato no son buenas acciones, tampoco las apuestas o la especulación bnursatil sobre el azúcar. Concentrándose sobre estas acciones no se consiguen. Hay que concentrarse sobre las paramita: el fuse, los kai, etc. Existen dos tipos de esfuerzos: el esfuerzo del cuerpo y el del espíritu. Por ejemplo, hacer un fuse o seguir los kai refleja el shojin del cuerpo. Practicar ninniku o zenjo (zazen) necesita un esfuerzo del cuerpo, pero también del espíritu. Esto es crear la sabiduría, el shojin del espíritu: shin sho. El sutra sobre el testamento de Buda dice: «Mis queridos discípulos, practicar shojin no es fácil, pero si vuestro esfuerzo es justo, podreis conseguir todo. Por ejemplo, si una gota de agua, aunque sea pequeña cae cada día en el mismo lugar sobre una piedra, después de un año, tres años, creará un a cavidad». Continuar es muy importante. Antes, como no había cerillas, se actuaba siguiendo un antiguo método para hacer fuego, se frotaban dos piedras. Pero si dejamos de frotar el fuego no puede surgir. Es lo mismo para zazen. Continuad como la gota de lluvia y exactamente los grandes méritos llegan. Dogen habla en el primer volumen del Shobogenzo. Continuar zazen y exactamente los méritos infinitos, los más grandes méritos llegan. Pero no tengais como meta la obtención de tales méritos. Vuestro espíritu debe ser mushotoku. Concentraros solamente sobre el esfuerzo. ¡Los responsables del kyosaku no deben ser como fantasmas! S. el kesa no debe caerse. Como kyosakuman, Debéis ser responsable. Es shojin. También la persona encargada de la pequeña campana: chin chin. Algunos, cuando son responsables del kyosaku, llegan tarde. Debéis preparar el dojo antes de que llegue la gente. Es shojin. Después de fuse, la ofrenda, el don, kai, sila, los preceptos, ninniku, la resistencia, la paciencia, voy a hablaros de la cuarta paramita, shojin, el esfuerzo. Todo el mundo puede comprender, pero a nadie le gusta verdaderamente el esfuerzo. Lo opuesto, es la pereza, el egoísmo, la falta de voluntad, la satisfacción. Incluso en este dojo, algunos 211

son egoístas. Si el kyosakuman les pide hacer zazen arriba, en el primer piso14, no van. Su zazen entonces no es eficaz. La noche pasada, he hecho muchos esfuerzos; trabajé hasta las cinco de la mañana, sobre un libro japonés. Esta mañana no he podido hacer zazen. A.M. me despertó, y he respondido: «Si, si, si». Y me he vuelto a dormir. A.M. es muy amable. Me ha dejado dormir y he olvidado el zazen. No está bien. Zazen, para mi, es lo más importante, y no he hecho el esfuerzo para practicarlo. En los sutra, se habla de tres tipos de esfuerzos: 1. Ikko shojin. Ikko significa arma. Es el esfuerzo del arma. Una persona armada no tiene miedo y está siempre concentrada sobre el esfuerzo, la perseverancia, las dificultades, los sufrimientos, la mortificación. Puede incluso arrojarse al fuego para ayudar a los demás. debemos tener un gran espíritu de bravura. Es el esfuerzo del espíritu armado. 2. Shojen bo shojin: el esfuerzo para practicar todas las buenas cosas. Debemos practicar las seis paramita y conquistar todos los bonno, todos los dogmatismos, todos los malos karma. No se trata de conducirse de esta manera durante un año, por ejemplo, después detenerse. Hay que continuar todos los días. Repetit, repetir… Esto es Dokan. En la época actual, a las personas no les gusta repetir. Enseguida creen haber comprendido. Vienen a hacer zazen un mes, después se detienen. «¡Oh! ¡He comprendido. He comprendido zazen!» No es para nada eficaz. Hay que continuar. El esfuerzo es necesario. 3. El esfuerzo para ayudar a todos los seres sensibles. Son necesarios muchos medios, métodos. No debemos dudar de precipitarnos para socorrer y salvar la humanidad, para corregir, para ayudar la sociedad, todas las malas cosas. Así son las tres formas de esfuerzo. No debemos practicar el esfuerzo únicamente para si mismo, pero también para los demás. Y la práctica más grande de todas es zazen. Así podemos perseverar en la vida cotidiana, en el trabajo, los negocios, la costura, la cocina, haciendo las compras, limpiando u ordenando nuestra casa… 14.- El dojo de Pernety estaba construido en dos niveles.

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Si miro en una cocina o en una habitación, puedo facilmente comprender el espíritu de la persona que vive en ella. Sin concentración todo está en desorden. «¡Estoy ocupado, ocupado!» me dicen. Aunque se tenga mucho trabajo, el espíritu debe estar siempre tranquilo como en zazen. Sino, es la pereza, el egoísmo. Y si el espíritu no es ordenado, el lugar en que se vive está en desorden. El sutra Shobo Nen Gyo dice: «A los locos les gusta la pereza, el egoísmo, por eso están siempre en dificultades y sufren». Por el esfuerzo, se huye de la pereza, se obtiene el gozo y la paz, y ya no se sufre. Todo sufrimiento viene de la pereza. Buda en un sutra, habla a sus discípulos: «Entre las huellas de numerosos animales, las del elefante son las más grandes». Numerosos métodos existen en la enseñanza de la Vía así como numerosos tipos de moral. Pero shojin, el esfuerzo, es el origen de la moral fundamental, el mejor método. «Entonces, mis queridos discípulos, os lo ruego, practicad las ocho vías santas y realizadlas». Ya he hablado de estas ocho vías justas: la visión justa, el pensamiento justo, el lenguaje justo, la vida justa, la acción, el comportamiento justos, el esfuerzo justos, la atención y la concentración justas. La séptima y octava vía son prácticamente semejantes. Se trata de shonen, la observación justa y de shojo, la concentración justa. Repito, repito. El Buda Shakyamuni siguió en el kusen a sus discìpulos: «Cuando no hay nada, ninguna nube en el cielo de otoño, el cielo es completamente azul y el sol brilla». Cuando no existe ninguna bruma , el día es muy hermoso y el sol brilla con destello en todo el cielo. «Hay numerosas enseñanzas, numerosas vías. Pero el esfuerzo es parecido al sol». Y el esfuerzo de hacer zazen es el más alto. ¿Por qué venimos a practicar? Los que no conocen mujo, la impermanencia, se vuelven perezosos. Si realizamos que nuestra vida es muy corta, impermanente, mujo, seguramente se practica el esfuerzo. Así habló el Buda Shakyamuni a sus discípulos. Un antiguo maestro contó un día esta historia a sus discípulos. 213

En un cierto lugar vivían cuatro grandes maestros de tiro al arco; un hombre noble, bravo y valeroso vino a visitarles y les dijo: «Aunque seais cuatro maestros, si dirigís vuestros arcos desde las cuatro direcciones: norte, sur, este, oeste, detendré vuestras flechas y las atraparé las cuatro, antes que me alcancen. -¡No es posible! Entonces los alumnos dijeron a los grandes maestros: «Debe ser muy rápido. Si un maestro de tiro con arco lanza una flecha, ya es difícil de atraparla, hay que ser muy hábil. Esto revela poderes mágicos. ¡Pero atrapar las flechas desde las cuatro direcciones, es todavía más difícil! Entonces el maestro más anciano respondió: «Hay algo todavía más rápido que este hombre bravo y valeroso: la carrera del sol, de la luna, del rayo. Y todavía hay más rápido que el sol, la luna, el rayo…» ¿Qué es? Durante zazen, puede ser que penseis que la rapidez, el cambio, la impermanencia, mujo, de nuestra vida es más rápido que la carrera del sol. Perro lo olvidais rápido y en la vida cotidiana no pensáis nunca. El sol y la luna son casi eternos comparados con nuestra corta vida limitada, rápida y finita. El tiempo pasa como una flecha dice un proverbio, pero mujo es más rápido que la flecha. Si se realiza esto, se practica el esfuerzo. Los fenómenos de la naturaleza se suceden rápidamente: las flores se marchitan, las hojas de los castaños caen. El invierno pasa, la primavera, después el verano, después de nuevo el otoño, el invierno. Navidad, Año nuevo…  Todo pasa muy deprisa. ¡Ya hace diez años que estoy en París! Todo este periodo ha pasado como una flecha, como un sueño. Por eso debemos observar mujo a través de nuestra vida. Hay que pensar en ello subjetivamente y esto se transforma en esfuerzo. Incluso el gato o los gorriones hacen esfuerzos para alimentarse. A menudo miro los gorriones desde la ventana de mi habitación. Desde la mañana, hacen esfuerzos para encontrar su alimento. Miran, abren sus ojos, y cuando ven un grano de arroz o un trozo de pan, rápidamente se precipitan para atraparlo. Kodo Sawaki decía a menudo: «El esfuerzo es muy importante». Desde mi juventud, he hecho esfuerzos y continuo todavía. En los 214

templos, cuando era joven, no podía leer sutra. Había que hacer zazen, ceremonias, samu, zazen…Seguía la vida del templo de Kyushu. El maestro era muy severo y prohibía leer. Entonces, cuando los otros monjes dormían, intentaba leer los sutra. Pero no había lámpara. En Japón, en una canción escolar, se habla de la luminosidad de la nieve. En otro tiempo, en China, los estudiantes pobres no tenían lámpara ni aceite, Recogían nieve y leían con su luminosidad. Kodo Sawaki encontraba esta canción muy poética. Pero para mi, esto no era muy poético. No tenía tiempo de atrapar luciérnagas, como era corriente en verano, y no había nieve. Entonces tenía que robar un grueso bastón de incienso del altar de Buda. Lo quemaba y de su luminosidad conseguía leer. Los libros antiguos tenían gruesas letras, grandes kanji. Gracias al incienso, leía cada kanji uno detrás de otro, toda la noche hasta la mañana. Si el maestro me encontraba leyendo, me renía: «¡No merece la pena leer libros! Después de samu Debéis ir a hacer takuhachi, la mendicidad». A veces me ocultaba en el baño para seguir con la lectura, En Japón, los baños son muy profundos. Un día, el maestro me encontró y cubrió el baño con una tapa de madera. No podía leer, ni siquiera respirar. Es el esfuerzo, el buen esfuerzo. Es muy importante. Incluso durante zazen, pacientad. Aprended la virtud de la paciencia. La quinta paramita, es zenjo, la concentración sobre zazen. En todo el budismo Mahayana se encuentra zenjo. Dogen decía: «Zazen está más allá de las paramita» Pero en el budismo Mahayana, esta paramita es muy importante. La paramita de zazen. En el Zen soto, sólo se concentra sobre zazen y las otras paramitas son practicadas inconscientemente, naturalmente, automáticamente. Zazen está en la cima de todas. En las otras ramas del budismo: Shingon, Tendaï, Nichiren, Nembutsu…también se encuentra zenjo. Zazen, dhyana en sánscrito, es la base fundamental de todas las paramita y de todas las acciones del budismo zen. Algunas veces, en kanji, se aplica también zen a las traducciones siguientes: zen na, jo, la fijación; jo jio, tranquilo; kiaku, abandonar las malas cosas; chi chu, la práctica de la atención; kudo ku sorin, los méritos del dojo. Existen nume215

rosas traducciones de esta palabra zen. En el Soto, el Zen es sólo zazen, zenjo. Jo significa la fijación o el samadhi, la concentración del espíritu sobre un solo punto, sin moverse. Siempre fijar, concentrar nuestro espíritu sobre una cosa. Digo siempre: no es necesario pensar en otra cosa. En zazen sólo concentrarse sobre la postura y la respiración. Entonces el subconsciente se eleva como burbujas. Mientras estos pensamientos se elevan, no hay que entretenerles, pero concentrarse enm la postura. Verificar que los hombros no están demasiado elevados o que el mentón está bien metido. Así el espíritu está fijo y tranquilo. Por esto a veces zen significa el pensamiento tranquilo, justo, o la concentración. Incluso practicando la concentración, a menudo el subconsciente se eleva. No hay que querer escaparse pero dejar pasar naturalmente. Se piensa: «Estoy ansioso. Tengo problemas de dinero…mi marido no es tan bueno. No trabaja y no me da dinero» «Mi estómago no está en buenas condiciones hoy. Mi mujer no fue muy amable ayer por la noche…» Muchas cosas de la vida cotidiana aparecen: las ansiedades, los miedos, las alegrías… No es necesario detenerse sobre estos pensamientos, observarse demasiado. No es demasiado importante. «Ahora pasa el kyosakuman, debo concentrarme». Algunas veces zen significa abandonar las malas cosas. Durante zazen, se puede abandonar todo. Nada es verdaderamente importante. Sólo concentrarse sobre zazen. Zen significa también crear la sabiduría. Nagarjuna, en sus comentarios del Maka Hannya Haramita, relata un mondo entre un maestro y un monje. «El bodhisattva del budismo Mahayana debe ayudar a todos los seres. ¿Por qué debe retirarse a la montaña o al bosque? ¿Continuar zazen sólo, en solitario, tener una buena postura, abandonar todos los seres? Es una contradicción. Aunque el bodhisattva se separe de todos los seres y continúe zazen en la montaña, su espíritu continúa a ayudar a los demás. No se concentra sobre su ego, sino que piensa en los demás. Crea la sabiduría para ayudar a todos los seres». El hecho de crear la sabiduría a través de zazen es muy importante. Pero no merece la pena pensar durante zazen: Debo crear 216

sabiduría». Inconscientemente, naturalmente, automáticamente, se puede crear esta verdadera sabiduría. Igual que, algunas veces, hay que descansar o curarse para hacer funcionar mejor su energía y volverse fuerte, el bodhisattva puede retirarse en el bosque y hacer zazen. Esto actúa entonces como un medicamento que vuelve a dar energía a la sabiduría del bodhisattva. Cuando vuelve a la sociedad, puede así ayudar a todos los seres y extender los medios para ayudarles. Zazen no significa huir de la vida o escaparse del mundo social. Es un acto que sirve para ayudar, a salvar toda la humanidad. En sus comentarios sobre el sutra Maka Hannya Haramita, Nagarjuna habla como el conocido historiador que vivió en Londres, Arnold Toynbee, y que dijo: «Si los seres quieren volverse verdaderos seres y realizar su personalidad, es necesario que se escapen y retornen en la sociedad». Sin cesar este doble movimiento debe ser repetido: cortar nuestra vida en la sociedad, después retornar a la sociedad. Este hombre no ha alcanzado el satori, pero ¡quizás ha comprendido! Cuando venís a este dojo, por la mañana, por la tarde, cortais con la sociedad. Aquí, reencontrais ciertamente muchos amigos, pero vuestras relaciones no son diplomáticas. Durante zazen, cortais con vuestra vida, vuestra familia, con todo. Cambiais vuestro espíritu. Podéis observar vuestra vida a través de zazen, reflexionar sobre vosostros mismos y así crear una verdadera sabiduría profunda. Después, después de una hora de zazen, al salir del dojo volvéis a la sociedad, a la vida cotidiana. Estos dos aspectos son muy importantes. La mayoría de las personas están únicasmente concentradas sobre los fenómenos de la vida de todos los días. Siempre en movimiento, entran en tornados. Casi todos son así, incluso en su cama durante sus sueños o cuando trabajan. Haciendo zazen una vez, dos veces al día, se puede volver a la verdadera soledad y estar verdaderamente tranquilo. Aunque dos personas practiquen zazen uno al lado de otro, cada uno se encuentra de cara a si mismo. A.M. está siempre a mi lado, pero durante zazen se puede cortar, separarse y encontrar la soledad. Durante una sesshin, un centenar de personas pueden estar sentados juntos en un mismo dojo, por tanto cada una de ellas está 217

verdaderamente sola. Por el contrario si se practica solo, es mucho más difícil continuar zazen. Todos juntos, por la atmósfera del dojo, el zazen se vuelve fuerte. Shiki soku ze ku, ku soku ze shiki, dice el Hannya Shingyo. Algunas veces desde shiki debemos retornar a ku, y desde ku volver a los fenómenos, a shiki. Estos dos aspectos son necesarios y deben repetirse siempre. Desde los fenómenos, shiki, de nuestra vida cotidiana, volver a ku, zazen. Y desde ku volver a shiki para ayudar a los seres y armonizarse con ellos. No merece la pena decidir concentrarse sobre la soledad retirándose a las montañas durante un año, o dos como M. Si cada día, nos concentramos durante una o dos horas sobre el verdadero zazen, se puede a continuación entrar en los fenómenos, volver al verdadero ego y extender nuestra sabiduría en la vida cotidiana. Zazen se convierte entonces en el gobernante de nuestro movimiento en la vida. En el budismo Mahayana, todas las escuelas practican zenjo, la concentración y no sólo los sutra. Es la vida religiosa del budismo Mahayana. En las escuelas Tendai o Shingon, no se practica «sólo zazen». Por ejemplo, en el Shingon, se concentran sobre A que significa, en sánscrito, armonizarse con el orden cósmico. Es la observación a través de A. He hecho la experiencia de la concentración Shingon en Kyosan, del Tendai y del Maka Shi Kan (shi, concentración; kan, observación). Pero esto no es tan puro como zazen, shikantaza, sólo sentarse. Existe un libro muy conocido sobre el Maka Shi Kan. Los comentarios que he hecho en Observación-Concentración hacen alguna referencia a esto. Pero el Maka Shi Kan no es semejante al Zen Soto, al Zen de Bodhidharma. En estas escuelas, la observación es también importante y se convierte en una meditación semejante al yoga, al hinduismo, al Zen Rinzaï. Se piensa… Algunos quieren pensar durante zazen. ¡Así el tiempo pasa deprisa! Pero si nos concentramos únicamente sobre la postura, es más difícil pacientar. Si se olvida que se piensa y partimos en los pensamientos, no es el verdadero Zen. Además, si el maestro permite pensar o concentrarse sobre la observación, el cerebro se vuelve complicado y se cae enfermo. Si queréis pensar, 218

hacedlo después de zazen, en el bar de Tonton o bien en vuestra cama. Es más eficaz y así podéis crear la sabiduría. Durante zazen, no pensar, concentraros sobre vuestra postura. Es mejor. Dogen escribe en el Fukan Zazengi: nen so kan. Nen significa el pensamiento instantáneo, rápido; so, la imaginación; kan, la observación. Hay que detener todo, el pensamiento rápido, la imaginación y también la observación. Cortar todo pensamiento sobre la filosofía, el satori, Dios o Buda. Inútil pennsar o imaginar. Así es el verdadero Zen. Las escuelas Shingon, Tendai o Rinzaï, también Lao Tseu antes en China, o el budismo tibetano, practican también zazen. Pero esto, permanece como meditación y no es únicamente shikantaza. En la rama Nembutsu, se practica también la concentración zen, zenjo. Pero se recita también: Na mu horen ge kyo, na mu horen ge kyo… He hecho la experiencia. Mi madre, desde la mañana hasta la tarde, repetía siempre este mantra. A veces, miraba su boca y le preguntaba: «¿No estás cansada?». La boca se cansa y hay que beber. Recitar este mantra para olvidar todas las cosas, es práctico. Algunas veces lo digo en baja voz. Pero en zazen, desde el cuerpo, hay que concentrarse. De todas formas, el más alto método es shikantaza, el puro zazen. Encima de las paramita: fuse, la ofrenda; sila, los preceptos; ninniku, la paciencia; shojin, el esfuerzo; zenjo, zazen; está hannya haramita, la sabiduría que dirije todo. Sin ella no se puede hacer nada. El budismo es el estudio de esta sabiduría. El kanji kagaku significa la ciencia del estudio por el análisis. Egaku representa el estudio de la sabiduría la más alta, la santa sabiduría, hannya haramitsu. Por eso, en el Hannya Shingyo, la sexta paramita es hannya haramitsu. Comentarios sobre la sexta paramita: hannya haramita En el budismo existen seis paramita y tres formas de estudio. Estudiar el budismo significa conocer sila, zazen y la sabiduría. Pero en el Zen, zazen es lo más importante, la base de la sabiduría y de los sila. Zazen él mismo concentra la sabiduría y los sila. Hacer zazen sin sabiduría es un error. Por eso el kusen es necesario. Respetar los kai sin sabiduría es la mortificación. Como el ejemplo de M. que está con los Tibetanos y que dice: «No debo 219

hablar nada excepto el domingo y esto durante varios meses». Sólo el silencio. Los macrobióticos pretenden: «No puedo comer carne». Mortificación, ascetismo. Para practicar un fuse, hay que actuar con sabiduría. Sentir a quien dar, cuando, qué dar, como dar…«Tengo que ofrecer a un ladrón». La sabiduría es necesaria respecto al fuse y los kai. La paciencia, sin sabiduría es estúpido. El esfuerzo, sin sabiduría, es estúpido, erróneo, igual que hacer zazen sin sabiduría. Por ejemplo, sentarse en zazen, cada día, desde la mañana a la noche, sin dormir, solo en la habitación o delante de una mujer… Aunque la señora se queje: «Quiero dormir contigo. -No, No, No. Debo hacer zazen». ¿Qué es la verdadera sabiduría? Hannya significa la más alta sabiduría, la sabiduría incomparable. No es un saber científico, ni el sentido común, pero la sabiduría cósmica, universal, la más alta, la incomparable. En el budismo existen cinco sabidurías, las go chi, panca jnana, en sánscrito. Podría hablar durante más de tres o cuatro horas, pero os voy a dar sólo los puntos esenciales. El budismo es el estudio de egaku, la sabiduría Zenjo, hannya y los kai, estas tres ramas, estos tres estudios permiten comprender el budismo Mahayana y todo el budismo en general. En el Zen soto, zazen crea e incluye la sabiduría y los sila. En las otras ramas del budismo, se crea con los sila, la sabiduría y el Zen; o bien con la sabiduría, se crea el Zen y los kai. ¿Qué es go chi, las cinco sabidurías? 1.- Jo sho sat chi, en sánscrito krtyanusthana jnana, representa la acción completa para ayudar a los demás. Crear el medio, el método para socorrer a los demás, ayudarles a pasar a la otra orilla. Esta sabiduría nace a partir de los cinco órganos de percepción: gen ni bi ze shin. 2.- Myo kan sat chi, en sánscrito pratyaveksam jnana. Esta sabiduría parte de la sexta consciencia que en la sicología búdica es myo, el despertar. Myo kan, este kanji significa la sabiduría que, por una maravillosa y profunda observación, permite guiar, conducir, enseñar al espíritu del discípulo. Esta sabiduría corta, termina con toda duda. 220

Entre los go chi, la primera se aplica a los cinco órganos de la percepción, la segunda representa shiryo, el pensamiento. Las cinco formas de sabiduría son creadas por zazen. Jo sho sat chi y myo kan sat chi se elevan durante la observación durante zazen. Pero se puede decir que el tercera, cuarta y quinta formas de sabiduría se aplican directamente a zazen. 3.- Byodo sho chi, en sánscrito sumata jnana, se eleva inconscientemente, naturalmente, automáticamente desde zazen. Esta sabiduría hace comprender la igualdad de todas las existencias. Esto significa ayudar universalmente todos los seres. El kanji byodo quiere decir: igual. Esta sabiduría nace desde la séptima consciencia, mana, la consciencia personal. Por ella, se realiza que todo está sobre un plano de igualdad, el ego como todas las cosas; esta sabiduría permite el verdadero reconocimiento. Estas tres primeras sabidurías nacen desde la consciencia personal, del mental y el intelecto. Durante zazen, el subconsciente aparece, por su observación se puede reconocer: «No soy tan bueno, la otra noche no fui muy amable». Es la reflexión durante zazen. El pensamiento desde el subconsciente, dai en kyo chi, parte de la concentración. Digo siempre: «Concentraros sobre la postura». Así el espíritu se vuelve completamente puro, un gran espejo, y la intuición aparece. Hishiryo te fushiryo. Pensar desde el no-pensamiento. La quinta sabiduría nace desde la consciencia hishiryo. Pero la cuarta y quinta sabidurías se elevan verdaderamente desde zazen: hokkai taisho chi, en sánscrito dharma adhatusvabhava jnana. Nace desde la consciencia amala, la novena consciencia. Es la más alta sabiduría, la consciencia hishiryo. Esta quinta sabiduría es hannya haramita, la sabiduría cósmica, universal que reconoce el valor y la belleza de cada existencia. Desde zazen, estas cinco sabidurías aparecen incosncientemente, naturalmente, automáticamente. No es necesario pensar: «Debo crear la sabiduría jo sho sat chi o myo kan sat chi, o byodo sho cho…». A. M. ha conseguido despertarme esta mañana, he trabajado hasta las seis. He hecho un esquema, muy interesante, que relata el proceso evolutivo de la consciencia a través de zazen. Es difícil explicar durante zazen. Este esquema será reproducido en el 221

kusen, en la última página. Muestra la relación entre la fisiología y la sicología. Todo parte de mumyo, la fertilización del óvulo, pasando por el hipótálamo, el tálamo y los seis órganos, gen ni bi ze shin i. La consciencia del cerebro frontal -el reconocimiento y el razonamiento (volición) constituyen la cosnciencia personal: mana. La séptima consciencia, el espíritu mental, el pensamiento shiryo. Después alcanzamos alaya, la octava consciencia, el no-consciente: fushiryo, el asiento de la intuición. En la cima de estos ocho estado de consciencia se encuentra amala, la consciencia hishiryo, la sabiduría cósmica, la verdadera hannya haramita, hokkai taisho chi.

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PROCESO DE DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA POR LA PRACTICA DE ZAZEN ORDEN CÓSMICO Hannya Haramita

Consciencia AMALA HISHIRYO

Integración

Intuición

Emancipación Satori

Espíritu subconsciente

ALAYA FUSHIRYO

d itu p ír Es

onscienecliia mental Int gencia e la c Len gua j

MANA

e

SHIRYO Razonamiento

NI- - - - - - - - - " - -

NI - - - - -

Reconocimiento

BI- - - - - - - - - - " - -

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Centros pránicos

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C o n s ci e n te s

GEN - - C o n scienc ia

GEN - - - - Cons. GEN-

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Centros gnósicos

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Tálamo M en sajes sensitivos

Materia blanca

s-

Co

m

Sistema Nervioso Autónomo

le In n a to s

M etabol is mo -

m ie n t o s rt a v

ita

po

Hipotálamo

MUMYO Leyenda

Fecundación

Proceso evolutivo ordinario Proceso evolutivo de la consciencia por la práctica de zazen

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GLOSARIO Alaya: «Reserva de la conciencia». El inconsciente, que contiene y recibe todas las potencialidades y alimenta la conciencia. Amala: Conciencia pura. Conciencia de satori. El inconsciente mas profundo, fuente de la conciencia espiritual y religiosa. Ananda: Primo de Buda y uno de sus diez discípulos mas importantes, a quien tuvo como asistente durante toda su vida, repitió de memoria toda su enseñanza, de donde nació la Cesta de los Sutras (Suttapitaca). Fue el segundo patriarca indio al suceder a Mahakashyapa. Ango: En la India, periodo de meditación profunda durante la estación de lluvias. En la actualidad periodo de práctica durante el verano. Atman: Entidad sustancial que permanece a través del ciclo de reencarnaciones. El verdadero Yo para los hinduistas. Podría corresponder con la idea de alma en el Cristianismo o de noúmeno en la filosofía kantiana. El Budismo niega esta entidad sustancial y habla de anatman: no hay sustancia que permanezca a través del cambio continuo. Para el Budismo la realidad es muga: carente de entidad sustancial individualizada. Avalokitesvara: Kannon, Bodhisattva que realiza su propia naturaleza gracias a su facultad de escuchar. Simboliza la gran compasión de aquel que hace votos de salvar a todos los seres vivos que aparezcan en las diez direcciones (la totalidad de los macro y microcosmos). Bendowa: Capítulo primero del Shobogenzo, del Maestro Dogen, «Tratado sobre la importancia del zazen». Bodai shin: Espíritu del despertar. El espíritu que hay que revelar para la práctica y que se debe perpetuar a través de ella. Bodhi: El estado de Buda. Bodhidharma: Nació en Ceylán en el siglo VI. Viajó a China por mar y llegó a Canton. Fundador y primer Patriarca del Zen en China. Durante nueve años practicó zazen en la montaña en una cueva de cara a la pared. Personaje real, en el que se inspiran numerosas leyendas. Bodhisattva: «Buda viviente». Todos pueden darse cuenta de que lo son y dedicar su vida a ayudar a los demás participando en la realidad social. Nada les distingue de los demás, pero su espíritu es Buda. Bonno: Perturbaciones, ilusiones o pasiones mundanas creadas por la ignorancia y que son el origen del sufrimiento. Bouddha (Buda): la raíz sánscrita Boudh significa el despertar y Bouddha, el despierto. Esta palabra designa al Buda histórico, Shakyamuni que vivió hace 2.500 años, y también a todos los que han alcanzado la más alta verdad, la verdadera libertad. Los maestros pueden ser llamados Budas. Todos tenemos 224

en el fondo de nosotros la naturaleza de Buda, la esencia original de la vida humana. Bushido: La Vía del samurai. Cuatro Nobles Verdades: proclamadas por el Buda en su primer sermón y representan los pilares de la enseñanza budista: -La vida es dolor. -El origen del dolor es la ignorancia que causa el apego. -Hay un camino para dejar el dolor. -Este camino es el Noble Octuple Sendero: entendimiento justo, pensamiento justo, habla justo, acción justo, forma de vida justa, esfuerzo justo, atención justa, concentración justa. Chan: Zen Chanoyu: Ceremonia del té. Ocha: el té. Dharma: Según la raíz sánscrita, el conjunto de procesos que rigen la vida cósmica, las leyes del universo, descubiertas o por descubrir. También a veces designa la enseñanza de Buda, y a todas las existencias, y también todas las verdades, la verdad cósmica. Dharma Kaya: El cuerpo del dharma, cuerpo de Buda. La esencia del dharma. Dhyana: Meditación, la quinta de las seis paramita (virtudes). Do: La vía, el camino. La más alta verdad. Dogen: 1200-1253. Fundador de la escuela Soto en el Japón. En 1223 viajó a China, en donde practicó el Zen con el Maestro Nyojo durante cuatro años. Regresó al Japón en 1127. En 1244, se instaló en el templo de Eihei-ji. Dojo: Lugar donde se practica la vía, el zazen. Doshin: «Espíritu de la Vía». Eihei-ji: Uno de los dos grandes monasterios Soto Zen en Japón. Fundado por Dogen en 1243. Su nombre significa Templo de la Paz Eterna. Ego: El pequeño yo, posesivo y limitado, que es preciso destruir pues está lleno de ilusiones; en cambio, se tiende a atribuirle una realidad verdadera. Eka: 487-593. El segundo Patriarca. En el 520 fue al encuentro de Bodhidharma. La historia cuenta que se cortó el brazo izquierdo para probar su sinceridad. Eno: 638-713. Huei-Neng en chino, el sexto Patriarca. Es el verdadero instaurador del Zen en China. Tuvo más de cuarenta discípulos entre los que cabe destacar a Nangaku y Seigen. Fukanzazengi: «Para la Difusión Universal de los Principios de Zazen», obra escrita por Dogen en 1227 a su regreso de la China, texto que compendia lo esencial para la practica de zazen. Fuse: La práctica del don. Don sin fines personales, no sólo material, también espiritual. Fushiryo: Sin pensamiento. 225

Gassho: Acción de juntar las manos verticalmente ante sí. No precisa una fe objetiva, es símbolo de la unidad del espíritu y de la existencia. Genjokoan: Capítulo del Shobogenzo del Maestro Dogen. La esencia del Shobogenzo. Godo: Guardián del Dojo. Güenmai: Sopa tradicional, hecha con arroz integral y legumbres. Se toma después del zazen de la mañana. Haiku: Breve poema con ritmo 5-7-5. Muy empleado en el Zen para expresar la verdad profunda que el lenguaje no puede expresar. Hannya Shingyo: o Maka Hannya Haramita Shingyo (Maha Prajna Paramita Hridaya Sutra en sánscrito): es el Sutra de la esencia de la suprema sabiduría, lo esencial de un conjunto de sutras muy desarrollados que se encuentran en seiscientos libros. Es el texto central del Budismo Mahayana. Se canta en los dojos, al final del zazen. Hara: Literalmente, los intestinos. Significación fisiológica: concentración de nervios tan importante como el grupo de nervios situado en la base del cerebro. El hara se vigoriza con la práctica de zazen y la respiración correcta. Centro de la energía y la actividad. Hinayana o Theravada: Cien años después de la muerte de Buda, se formaron dos corrientes, una conservadora y otra innovadora: Hinayana (pequeño vehículo) es la corriente más pasiva, apoyada en la ley y los preceptos. Se extendió sobre todo por el sur de Asia, Ceilán, Tahilandia, Birmania,… Hishiryo: Pensar sin pensar. Pensamiento más allá del pensamiento. Estado de conciencia durante zazen. Conciencia cósmica, pura. I shin den shin: De mi espíritu a tu espíritu. Directamente. Ikebana: Literalmente. «poner flores en un jarrón lleno de agua para mantenerlas con vida». La decoración floral como vía espiritual. La actitud subjetiva crea el ramo. Iki-Oi: Respiración-vida, el aliento vital. Jardines Zen o Niwa: Arte de la jardinería como vía espiritual. Jindu: Poderes mágicos. Muchos practicantes basan su práctica en la búsqueda y obtención de estos poderes mágicos. En el Budismo Zen carecen de importancia y son considerados como una consecuencia normal de una practica justa de zazen. En el Budismo Zen no son mas que uno del los muchos fenómenos que aparecen durante la meditación a los que no hay que apegarse ni darles importancia. Joriki: Poder del samadi, la energía dinámica que surge de una mente unificada a través de la concentración profunda, especialmente del zazen. Joshu: Uno del los principales maestros Zen del periodo T’ang cuyas ingeniosas enseñanzas pueden verse en numerosos koanes, siendo el mas famoso el koan «Mu». 226

Judo: Convertir la fuerza en agilidad por mor de la suavidad. Kai: Preceptos. En número de cinco para los laicos, diez para los monjes. Kamakura: Época de apogeo de la civilización medieval japonesa, en el siglo XIII. Kanji: Ideograma. Convertido en sinónimo de caligrafía. Kannon, Kanzeon, Kanjizai: El bodhisattva que personifica la gran compasión, misericordia y el amor. Karate: Lucha con las manos desnudas, sin armas. Kara, vacías; te, manos. Creado por Bodhidharma. Una de las artes marciales japonesas. Karma: Encadenamiento de causas y efectos. El acto y sus consecuencias (acciones, palabras, y pensamientos), seres y cosas son estrechamente interdependientes. Keizan: Cuarto sucesor de Dogen. Fundador del templo de Soji-ji. Kekka: Postura del loto. Hanka: medio loto. Kendo: Esgrima japonesa. Kensho: Ver dentro de la Naturaleza Verdadera de uno mismo y por consiguiente de la naturaleza de toda existencia. Kesa: Símbolo de la trasmisión de maestro a discípulo. El vestido de Buda, el vestido del monje. En su origen fue creado por Buda; cuando descubrió el zazen, Buda se trasladó a la orilla del Ganjes, donde se incineraba a los muertos. Tomó pedazos de sudario, los lavó en el río, los tiño del color de la tierra ocre (kesaya en sánscrito significa ocre) y los juntó. Más tarde se usaron hojas de árboles y se mezclaron sus colores de manera que los harapos, una vez lavados y cosidos uno a otro, tuvieran un color, roto, no brillante. El sentido del kesa, cuyas costuras dibujan un arrozal, en evocación del trabajo. Y sobre todo, el trapo más gastado puede convertirse en el más bello y sagrado, igual que el ser más pervertido puede llegar a ser el más santo. Ki: La actividad invisible llena de la energía del cosmos. Se convierte en la energía del cuerpo en todas sus células. Kin-hin: Después del zazen, caminar lentamente según el método trasmitido. Kito: Ceremonia para invocar la ayuda del poder invisible. Koan: Originalmente, principio, ley, norma que emana del gobierno. Aquí, problema contradictorio de la existencia. Principio de verdad eterna trasmitido por un Maestro. Kodo Sawaki: 1800-1965. Maestro de Taisen Deshimaru, del que recibió la trasmisión (shiho) y la herencia espiritual. Kos: Más allá. La vía del medio. Kolomo: Traje del monje zen. Kontin: Sopor, somnolencia. Estado de aturdimiento durante zazen y la vida cotidiana. 227

Ku: Vacuidad. Existencia sin noúmeno, sin entidad individual fija. Kusen: Enseñanza durante el zazen. Kumarajiva: (siglo V) Monje budista que tradujo importantes textos del sánscrito al chino, entre otros el Maha Prajna Paramita Sutra o Hannya Shingyo. Kwatz: Grito del Maestro Zen que nace del hara. Kyosaku: Bastón del despertar. Representa el espíritu del maestro. El golpe del kyosaku durante el zazen tiene un efecto a la vez calmante y tonificante. Mahayana: o Gran Vehículo. Corriente innovadora del Budismo. Amor universal y actividad en pro de la salvación de la humanidad. La Vía activa. Se ha extendido por China, el Tibet y el Japón. Maka Hannya Haramita Shingyo: Hannya Shingyo. Makyo: Visiones, alucinaciones, fantasías, sensaciones ilusorias, miedos y otros fenómenos mentales y físicos que pueden surgir durante zazen. Mana: Conciencia entendida como el sexto sentido por el que son percibidas las funciones mentales. Manjusri: En japonés Monju-Bosatsu, bodhisattva que simboliza la sabiduría. Mantra: Palabras rituales cuyos sonidos tienen el poder de despertar cualidades espirituales. Moksa: Tratamiento de la medicina tradicional que consiste en quemar conos de artemisa (moksa) sobre puntos de acupuntura. Tratamiento entre la acupuntura y los masajes. Mokugyo: Literalmente, pez de madera. Instrumento que sirve en las ceremonias para dar ritmo al canto de los sutras. Mondo: Mon, preguntas; do, respuestas. Preguntas y respuestas entre maestro y discípulo. Mu: Absolutamente nada. Negación. Mui: Más allá. Muga: No ego. Mushin: Mu, negación; shin, conciencia personal; mushin; sin conciencia personal. Mushotoku: Sin fines ni espíritu de provecho. La esencia del espíritu Zen junto con hishiryo. Muso: Sin aspecto, no forma. Nagarajuna: Considerado el Patriarca de la mayoría de las escuelas del Budismo japonés. Propagador de la vía del medio. Autor de los comentarios de la Maha Prajna Paramita (Hannya Shingyo). Nangaku: Discípulo de Eno. Naraka: Condición de sufrimiento del ser humano. Nirvana: Extinción completa de los fenómenos. A veces designa la muerte. 228

No: Teatro tradicional japonés. Tiene marcadas influencias del Zen. Los grandes artistas del No practican zazen. Nyojo: Maestro de Dogen en China. Obaku: Tercera escuela Zen del Japón. Houang-po cuyo nombre es Obaku en japonés, tercer sucesor de Huei-Neng, instructor de Lin-Tsi (Rinzai), fundó esta escuela en el siglo IX en China. Ingen la introdujo en el Japón en 1654. Conserva la pura doctrina y las costumbres chinas. Prajna: Hannya. Sabiduría o entendimiento verdadero, la sabiduría de Buda. Rakusu: pequeño kesa, más práctico para la vida cotidiana y los viajes, se da también a los discípulos bodhisattvas. Rinzai: En el Zen no hay sectas. Pero a partir de Eno se formaron cinco escuelas según los lugares y los métodos de educación. Todos practicaban el zazen. Quedan las dos principales, Rinzai y Soto. En Rinzai se utilizan más formalmente los koan, y el zazen, que se practica de cara al centro del dojo, se ha convertido en un método para obtener el satori. Roshi: Ro, viejo; shi, maestro. Título honorífico otorgado a los grandes maestros responsables de un templo. Sake: Vino de arroz. Shakyamuni: El Buda histórico. Samadhi: Zan Mai en japonés, concentración. Sampai: Prosternación ante Buda o el Maestro. La frente apoyada en el suelo, las palmas de las manos dirigidas hacia el cielo, una a cada lado de la cabeza (simbólicamente para recibir los pasos de Buda). Samsara: Es lo opuesto al nirvana: pasar a través de diferentes estados, en la existencia, que se caracterizan por el sufrimiento y el dolor. Estado de «autoengaño» o ignorancia de la realidad de las cosas. En particular ignoramos (en ambas acepciones del verbo ignorar) que el mundo es insatisfactorio, perecedero e insustancial. El samsara no tiene ni principio ni fin. Estamos atrapados en él hasta que alcancemos la Iluminación. Sin embargo, cuando el discípulo vuelve a la condición normal comprende que el samsara y el nirvana son todo lo mismo. Samu: Trabajo manual sin beneficio personal. Practica mushotoku de todas las actividades cotidianas de la vida en un templo o un dojo o para la Sangha. Sangha: En el Budismo, grupo del maestro y de los discípulos. Sanran: Excitación. Estado de distracción durante el zazen y la vida cotidiana. San Sho Do Ei: Colección de cantos y de poemas del Maestro Dogen. Satori: Despertar a la verdad cósmica. Condición normal de la conciencia. Seigen o Gyo-Shi: Discípulo de Eno. Sei-Mei: La vida. Sekito: 700-790. Primer discípulo de Seigen. 229

Seson: Titulo honorífico del Buda Shakyamuni, literalmente significa «El mundialmente honrado». Sesshin: Periodo de práctica intensiva en el zazen. Desde uno a varios días de vida colectiva, de concentración y de silencio en el dojo. Se hacen de cinco a siete horas de zazen por día; se intercalan conferencias, mondos, trabajos colectivos (samu), comidas y periodos de descanso. Shiho: Certificado de trasmisión y de sucesión extendido por el maestro en el curso de una ceremonia. Shikantaza: «Solamente sentarse». Concentración en la práctica de zazen. Shiki: Los fenómenos, las formas, las cosas visibles. Shin: El corazón, el alma, el espíritu, la intuición. Shin Jin Mei: Poema de la fe en el zazen, del Maestro Sozan (¿-606). Shinku: La verdadera Vacuidad. Shi-Sei: Forma-fuerza, designa la postura de zazen. Shitsuke: Belleza, armonía del cuerpo. Shobogenzo: El Tesoro de la Verdadera Ley, obra maestra de Dogen. Shodo (Caligrafía): antiguas caligrafías. Kigo: caracteres trazados con tinta china y de un solo trazo por maestros célebres. Si la expresión no viene dada por la fuerte actividad de la personalidad del artista, carece de valor. En general, el texto es un poema o una frase zen. La caligrafía se ha convertido en el símbolo del tesoro familiar, realzado sobre pergamino decorado, el kakemono, y colocado en el tokonoma (lugar de honor en la habitación principal de una casa). Kake, significa «rollo suspendido». En China y en Japón es el símbolo de la trasmisión familiar de una obra de arte. Shodoka: Canto del inmediato satori, del Maestro Yoka. Shu-Sho: Práctica del satori. Skandhas: Conjunto, grupo de agregados (sensación, percepción, pensamiento, actividad, conciencia) que conforman la existencia. Soto: En la escuela Soto, el zazen se practica sin finalidad, sin objeto y de cara a la pared. El Maestro no da koans sistemáticamente, pero sus respuestas a las preguntas de los discípulos, utilizando los elementos de la vida cotidiana, son koans. Sumie: Pintura al sumi, tinta negra. Expresión simple y espiritual. Sunyata: Término sánscrito equivalente a ku. Sutras: La enseñanza de Buda transcrita por sus discípulos. De hecho se da también este nombre a la enseñanza de los Maestros. Incluye todas las enseñanzas a partir de las enseñanzas de Buda. Tai: La mecanicidad del cuerpo. Sistema óseo, sanguíneo, muscular, nervioso y celular. Si cesa esta actividad se produce la muerte. Tanka: Poema un poco más largo que el haiku. 230

Tao: «El camino», «La Vía», el camino de la verdad, la esencia o la verdad del universo. Tatami: Alfombra muy delgada, hecha de paja de arroz. Tathagata: La naturaleza de Buda. Teisho: Palabra viviente de Buda. Tendai: Del chino Tien-T´ai, fundado por el chino Chin-Kai (531-597). Esta escuela tiene como primer Patriarca a Nagarajuna y se basa en el Sutra del Loto de la Ley Justa. Tenzo: Cocinero. Es después del Maestro en puesto de más responsabilidad en un templo. El Maestro Dogen escribió un capítulo en el Shobogenzo acerca del comportamiento y actividad del tenzo. Transmigración: Doctrina heredada del pensamiento indio según la cual, tras la muerte, la porción de energía física indestructible (el atman) contenida en cada ser reinvierte en nueva creación en uno de los tres mundos, a menos que el ser consiga escapar al cielo de los renacimientos (samsara) entrando en el nirvana. Unsui: «Nube y agua», nombre del monje zen. Vajra: Diamante-rayo. En tibetano dorjee. Con el loto, símbolo del despertar. Yakusan: 731-834. Discípulo de Sekito. Yo: En el budismo se refiere a la idea que se tiene de uno mismo como entidad fija separada de los demás y de un «mundo externo». Zafu: Cojín duro relleno de miraguano que se usa durante la práctica de zazen. Buda se confeccionó un cojín de hierbas secas. Para apoyar las rodillas en el suelo y enderezar la columna vertebral adecuadamente hace falta elevar el lugar de asiento. Zanshin: El espíritu despierto, la atención justa que no flaquea tras la acción. Zazenshin: El espíritu del zazen escrito por el Maestro Wanshi y comentado por el Maestro Dogen en el Shobogenzo. Zen: En chino, Tch´an; en sánscrito, Dhyana. Silencio profundo y verdadero. Generalmente se traduce por concentración, meditación sin objeto. Vuelta al espíritu original y puro del ser humano.

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