El racismo nuestro de cada día
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El racismo nuestro de CADA DÍA

Por Lie. Ebenecer López Ruyol

“Y porque soy, en mi origen, fruto de injusticia, de desigualdad, de discrimen, de injusticia, de atropello, a quien se le hizo más difícil que a nadie la lucha, no podrá jamás renegar de mi propio origen ni abandonar jamás mi propia promesa conmigo mismo -de lucha por la igualdad de los seres humanos en esta tierra de Puerto Rico, por la justicia, por la fraternidad; contra el discrimen, contra la explotación que todavía azota profundamente la sociedad puertorriqueña. ”

Ernesto Ramos Antonini ( ¡898-1963)

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9 de abril de 2005

/^Registrado a favor del Lie. Ebenecer López Ruyol.

Copyright © 2005. Lie. Ebenecer López Ruyol Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio, incluyendo el fotocopiado, sin la autorización por escrito del autor.

Editorial: ITS, Inc.

ISBN: I59608099X

Diagramación: Basilio Guzmán Impreso en Puerto Rico First Book Publishing Tel. (787) 757-4020

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Indice Dedicatoria A Ernesto Ramos Antonini................................. Prólogo.......................................................................................... Introducción: Afirmando lo que Somos................................. Reconocimiento........................................................................... Capítulo Uno: El detonante..................................................... Capítulo Dos: El Problema...................................................... Capítulo Tres: Ser de la raza negra en Puerto Rico........... Capítulo Cuatro: La Inescapable imagen: negrura = esclavitud.......................................................... Capítulo Cinco: El racismo es producto de los intereses políticos............................................................................ Capítulo Seis: La presencia negra en América precolombina................................................................ Capítulo Siete:La historia olvidada: la Grandeza de Africa......................................................................... Capítulo Ocho: Por qué los esclavos para América fueron africanos......................................................................... Capítulo Nueve: Como se perpetúa el racismo................... La familia.............................................................................. El sistema de educación..................................................... Los medios de comunicación............................................ La Iglesia: El silencio católico.......................................... La iglesia: El silencio protestante.................................... Capítulo Diez: Un recuento breve de una lucha fragmentada................................................................. Capítulo Once: Un programa práctico contra el racismo . Bibliografía.................................................................................. Apéndice...................................................................................... 3

..5 .. 9 13 17 19 29 43 57 61

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71 .81 .95 .96 .99 104 116 118

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Dedicatoria

A Ernesto Ramos Antonini, jurista, orador, legislador, músico y patriota “Cuando hay muchos hom­ bres sin decoro, hay hombres que llevan en sí el decoro de muchos hombres”. Esas atinadas palabras del patriota cubano José Martí, nos permiten reseñar la inmensa valía de don Ernesto Ramos Antonini.

Nació en el pueblo Mayagüez el 24 de abril de 1898. Cru­ zó el umbral de la eternidad en el histórico, negro y cangrejero poblado de Santurce, el 9 de enero de 1963. Desde entonces forma parte principalísima de nuestra historia reciente, aunque la inmensidad de su legado permanece oculto bajo la desidia oficial y el progresivo olvido de su memoria por aquella masa de almas trabajadores que en él hallaron esperanza y percibie­ ron futuro. Hombre de origen humilde, se valió de su extraordinaria inteligencia y habilidades artísticas para superar los obstáculos 5

producidos por su condición social. Persona de ideales libera­ les, fue su propio gestor de las opiniones, pensares y actuacio­ nes que le permitieron triunfar como legislador y permanecer como líder indiscutible de la Cámara de Representantes duran­ te más de tres lustros. Jurista de rigurosa formación y aguda intuición, Don Er­ nesto esgrimió como nadie las armas del arsenal del derecho para paliar la injusticia y la desigualdad social sufrida por la clase trabajadora. Como abogado y como ciudadano apoyo el sindicalismo como vía redentora de la insuficiencia del salario y la interminable jornada de trabajo. Visionario y patriota, con­ cibió una sociedad igualitaria, libre de explotación y de cade­ nas externas y de paso, anunció el inmenso peligro que entrañaba la desmedida inversión foránea para el comercio nacional y la industria nativa de volumen pequeño y mediano. Reformador y artista, ofreció a su pueblo una diversidad de nichos donde acoger las inquietudes artísticas y creadoras de la juventud, para en su momento darle paso al libre vuelo. A través de la legislatura consiguió leyes que mejoraron los sala­ rios de los trabajadores, creó el Banco Obrero, las Escuelas Li­ bres de Música, la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, el Insti­ tuto de Cultura y otras valiosas instituciones.

De 1925 a 1928 se desempeño como asambleísta munici­ pal de Ponce, ciudad en que vivió su niñez y juventud. Allí se inició en la vida publica y ocupó los cargos de vicepresidente y presidente de la misma. En las elecciones de 1932 fue elegido Representante por acumulación a la Cámara, en la cual se le designó como porta­ voz del Partido Liberal. Fue miembro del Comité Ejecutivo de

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la Confederación General de Trabajadores.

En las elecciones de 1940 Fue electo por el Partido Popu­ lar Democrático a un escaño por acumulación en la Cámara de Representantes, en el cual se mantuvo hasta el día de su muerte. Su obra legislativa fue de suma importancia para distintos as­ pectos de la vida política, económica y cultural de Puerto Rico. Fue delegado a la Convención Constituyente del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Transitó las traicioneras aguas de la política sin la tara del personalismo ni la mezquindad de los rencores. Con sereno es­ píritu e imperturbable voluntad, fue digno en el debate y pa­ ciente en la adversidad. La palabra fue el principal conductor de su fuerza y sin duda, la mas eficaz de las armas usadas por este coloso de la paz, del desarrollo y de la fraternidad. Nos legó un ejemplo de superación y generosidad, que mas que re­ conocer, debemos modelar. Reciba el testimonio de la gratitud de su pueblo.

Lie. Ebenecer López Ruyol

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Prólogo La ignorancia sobre las etnias está en todas las esferas de la sociedad, y su mayor impacto se siente cuando es pregonado por personas que aparentan ser igualitarias. Ese es el caso con la reiterada negación de muchos puertorriqueños sobre la exis­ tencia de racismo y otras formas conexas de prejuicio. Esto es lo que expone el distinguido abogado e incansable líder comu­ nitario, Ebenecer López Ruyol.

Al negar la existencia de este cáncer social, se reafirma una ignorancia que nace de la creencia errónea de una igualdad, que en la práctica de la vida diaria nunca se materializa con la firmeza con que se niega su existencia. La superioridad de una raza sobre otra se evidencia en la desproporción que con una mirada en nuestro gobierno, bancos, cortes y otros sectores de importancia corroboran nuestra llamada igualdad. Este problema es uno que arrastramos desde la conquista española y que heredamos con la mentalidad de la inquisición que se trasplanta. Una realeza española empeñada en blanquearse y en expurgar de su propia raza dos terceras partes de su propio pueblo, los moros africanos y los judíos levantinos. El racismo crece con la necesidad económica de explotar los territorios robados a sus habitantes en propiedad y tildar a todo lo que se pretende conquistar como salvajes sin civilización, amparados en los dogmas de la cristiandad que conspira junto a la realeza europea. 9

López Ruyol hace una exposición abreviada y contunden­ te de la extensión de este problema que hemos arrastrado hasta deformarlo en excusas. Es una situación depravada, la forma como se quiere perpetuar por ignorantes de la historia, la supe­ rioridad racial con el mero propósito de mantener unos privile­ gios que se auto otorgaron durante el Siglo XVI y que eventual­ mente llevaron al horror nazista de la segunda guerra mundial.

El problema que tienen los ciegos oportunistas adheridos al racismo tanto abierto como solapado, es la ola de investiga­ ciones académicas que en los últimos veinte años tanto en los Estados Unidos como en Europa resaltan la herencia y las in­ mensas contribuciones de las culturas del continente africano en América y Europa, que sirvieron como las bases de la cultu­ ra occidental que conocemos. Ahora no pueden venir a recla­ mar superioridad o exclusividad ya que las investigaciones aca­ démicas indican que somos hijos de África. Negar que exista un problema de racismo en Puerto Rico otorga licencia para la madeja de chistes racistas, de agresiones verbales, de insinuaciones despectivas y otros actos deplora­ bles hacia personas de la raza negra. Esto refleja el déficit edu­ cativo del país, atado a la inmadurez emocional de los que se niegan a ver la verdad, por miedo o por oportunismo.

Por ahí dicen que una partida de negros acomplejados está creando todo este problema. Resulta que al revés se cosen los remiendos. El problema lo tienen todos aquellos que se niegan a aceptar su verdadera herencia. Los que como la novela de Cirilo Villaverde, Cecilia Valdés, esconden la abuela negra para que no la vean porque se abochornan de su origen y mezcla racial. El complejo lo tienen los blancos racistas que compiten 10

de forma desigual, porque su propio miedo nutrido en la oscuri­ dad de la ignorancia no los deja ser libres. Son esclavos de sus propios miedos, que los lleva a perpetuar modelos deficientes, creencias erróneas y al uso de subterfugios para mantener sus posiciones privilegiadas. El licenciado López Ruyol hace un trabajo excelente en la exposición del racismo en Puerto Rico y dejéi ver cómo un ciu­ dadano con una práctica legal bien establecida decide darle a su pueblo de su tiempo, dinero y esfuerzo para contribuir a erradi­ car este cáncer social que destruye tantas vidas. Dentro de la sencillez con que se presenta se ven los elementos negativos socio histórico que nos han azotado por tantos siglos, que toda­ vía se perpetúan y que la sociedad mundial busca eliminar de sus entrañas. El racismo no solo es inmoral es también ilegal y aquellos que se arriesgan a violar leyes y estatutos incurren en prácticas sancionadas por la ley y a quedar particularizados como racistas en la sociedad.

Es un viaje socio histórico, que de forma abreviada y con­ cisa platea todo el problema, primero para que nos enteremos, segundo para que reflexio­ nemos y por último para que busquemos soluciones al problema del racismo en Puerto Rico y seamos todos por igual libres de yugos y de la ignorancia.

Di: Luis Otero González

Introducción

Afirmando lo

que

Somos

Puerto Rico es un pueblo negro, mulato y mestizo. Esta verdad tan sencilla todavía causa gran malestar en ciertos sectores de nuestro pueblo que reniegan de nuestra negritud. Son esos sec­ tores los que también niegan que en esencia, somos una sola raza, la raza humana, creada por el mismo Dios, o por la misma fuerza vital hace incontables años. La verdad antes enunciada no pierde vigencia por el hecho incuestionable de que podemos ser agrupados en razas tomando como puntos de referencia cier­ tos rasgos morfológicos y somáticos genéticamente transmiti­ dos. En definitiva, la interacción continua del ser humano con su medio ambiente, en particular la alimentación y el clima du­ rante siglos, así como la reproducción entre personas con ras­ gos parecidos físicos parecidos, han acentuado las diferencias visibles entre los grupos humanos. Queremos olvidar lo que somos. Queremos ser lo que históricamente no hemos sido. Tal vez por eso mostramos gran confusión en todas las dimensiones que definen nuestra identi­ dad como pueblo y personas, como quedó demostrado por las conclusiones del Censo Demográfico realizado hace menos de un lustro. Es tiempo de afirmar lo que somos. Sin vano empeño en imputar culpas, que luego de cinco siglos solo pueden promo­ ver resentimiento entre los que se consideran representantes 13

El

racismo nuestro de cada día

históricos de los opresores y grao angustia o molestia entre los que se incluyen en la descendencia de los oprimidos. Es tiempo de afirmar lo que somos. Con orgullo legíti­ mo, porque a pesar de la marginación y de la desigualdad inne­ gable en que los descendientes de la raíz africana en nuestro pueblo hemos tenido que batallar, hemos aportado a lo que lla­ mamos el ser puertorriqueño, tanto o más que cualquiera de los otros grupos que han dado vida a esta patria. Ejemplo vivo es Don Ernesto Ramos Antonini, jurista y músico: legislador y li­ bertario, hombre de estado y de partido;. Visionario y previsor en el plano social y artífice de soluciones en el escenario políti­ co; pérdida irreparable para un pueblo que sigue necesitando la redención de los que oficialmente no existen, no son visibles y alegadamente ni sienten ni reclaman; testigo silencioso y disci­ plinado del enorme peso del racismo estructural en nuestra so­ ciedad.

Es tiempo de afirmar lo que somos. No para sentirnos superiores a nadie, sino para igualarnos a todos. Al igual que los pobladores negros de la antigua Abisinia o Egipto pre-cristiano, debemos sentir orgullo, no por el color de la piel, sino por los logros y conquistas alcanzadas. Sobre todo, podemos sentir genuina satisfacción por el hermoso legado que recibimos de nuestros ancestros y que a nuestra descendencia debemos en­ tregar. Un pueblo tronchado en el acceso a su historia, por des­ conocimiento o por distorsión de los hechos, es un pueblo trun­ co en el crecimiento de su espíritu. No conocer el origen es divagar con rumbo incierto, transitar sin norte, apostar al fraca14

Introducción: Afirmado lo

que somos

so y por excepción, hallar alguna salida exitosa. A causa de la incertidumbre y confusión que atraviesa nuestro pueblo, descu­ brir la verdad sirve el legítimo propósito de afirmar lo que so­ mos, deshaciendo las nieblas que nos impiden ver y arrancando las telarañas que perturban los caminos del entendimiento. Sólo encontraremos camino cierto si lo buscamos en la senda de la verdad y la sinceridad. Y una vez hallado el camino, sigamos el rumbo sin cansancio ni dudas, afirmando quienes somos, pues “el que deja de ser, no llega.” La historia incompleta de los puertorriqueños y puerto­ rriqueñas permite distorsionar la imagen de quienes somos. Cerrar la brecha es tarea de todos, en especial, de los que hemos recibido mas información que otros. La solidaridad nacional, mas que la simpatía racial, nos liberará de los yugos que aho­ gan nuestra convivencia. Reconocemos que no siempre la omi­ sión y la distorsión han sido producto intencional de quienes nos han precedido y a la vez educado. En muchas ocasiones, ellos también recibieron un legado incompleto. A fin de evitar perpetuar una tradición de error, y de paso, cortar una corriente de voluntaria omisión, ofrezco los pensa­ mientos recogidos en esta corta obra. Reitero que corresponde a todos y a todas las personas que habitan en nuestra patria rea­ lizar el proceso para restaurar la continuidad y corrección del contenido histórico que ha sido violentado por conveniencia de poderosos y conocidos intereses sociales y económicos.

En el proceso de reconstruir la trayectoria histórica de nuestro pueblo en la plenitud de su contenido y la inmensa vita­ lidad de su diversidad, alcanzaremos la ventaja moral necesaria

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El. RACISMO NUESTRO DE CADA DÍA

para impulsar la ubicación del hombre negro y la mujer negra de Puerto Rico en su justa dimensión. Si este humilde trabajo contribuye aunque sea “como un grano de mostaza” a lograr tan urgente tarea, entenderé ampliamente alcanzado el objetivo de este esfuerzo.

Ebenecer

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Reconocimiento Reconozco que el resultado de este esfuerzo contiene va­ liosas aportaciones de un ser humano excepcional: esposa, ma­ dre, amiga, consejera, estudiosa, ejecutiva del mejor grado, in­ vestigadora por intuición, ama de casa (si no hay opción). Por propici y entera deci­ sión, ha sido colaboradora in­ cansable durante diez buenos y cortos años en que ha servi­ do de acicate en momentos de cansancio y contrapeso en tiempos de obsesión. Su in­ cuestionable lealtad y su com­ promiso con una causa que hace diez años le era extraña, han hecho posible la realiza­ ción de este necesario esfuer­ zo. Sin duda, ha sido el arma secreta en mi eterna batalla para alargar las horas y detener el tiempo. Gracias.

A Elisa Figueroa Rodríguez.

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El

racismo nuestro de cada día

para impulsar la ubicación del hombre negro y la mujer negra de Puerto Rico en su justa dimensión. Si este humilde trabajo contribuye aunque sea “como un grano de mostaza” a lograr tan urgente tarea, entenderé ampliamente alcanzado el objetivo de este esfuerzo.

Ebenecer

16

Reconocimiento Reconozco que el resultado de este esfuerzo contiene va­ liosas aportaciones de un ser humano excepcional: esposa, ma­ dre, amiga, consejera, estudiosa, ejecutiva del mejor grado, in­ vestigadora por intuición, ama de casa (si no hay opción). Por propia y entera deci­ sión, ha sido colaboradora in­ cansable durante diez buenos y cortos años en que ha servi­ do de acicate en momentos de cansancio y contrapeso en tiempos de obsesión. Su in­ cuestionable lealtad y su com­ promiso con una causa que hace diez años le era extraña, han hecho posible la realiza­ ción de este necesario esfuer­ zo. Sin duda, ha sido el arma secreta en mi eterna batalla para alargar las horas y detener el tiempo. Gracias.

A Elisa Figueroa Rodríguez.

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Capítulo Uno:

El

detonante

(Describe el atrevimiento de cinco puertorriqueños negros que pretendieron ser atendidos por los dioses del Olimpo) El día 2 de enero de 2005, tomó posesión del cargo de Gober­ nador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico el Lie. Aníbal Acevedo Vilá, hombre de raza blanca y candidato del Partido Popular Democrático. Su mayoría de votos sobre el Dr. Pedro Roselló González, hombre de raza blanca y candidato del Parti­ do Nuevo Progresista, y sobre el Lie. Rubén Berríos Martínez, hombre de raza blanca y candidato del Partido Independentista Puertorriqueño, fue lograda por el voto de casi medio millón de personas negras que junto a casi otro medio millón de personas blancas, lo seleccionaron en la papeleta de la gobernación, que curiosamente, también es de color blanca. Valga señalar que la decisión de los electores negros de votar por el Lie. Acevedo Vilá no fue necesariamente motivada por posturas antirracistas del aspirante a primer ejecutivo, como fue comer un bacalaíto y beber un coco de agua en un lugar fronterizo entre Isla Verde y Loíza.

La certificación de su triunfo electoral fue lograda por la acción combinada de cientos de ciudadanos, muchos de ellos en carácter voluntario, que durante casi dos meses sirvieron de 19

El

racismo nuestro de cada día

funcionarios de mesa para el recuento y el escrutinio celebrado por la Comisión Estatal de Elecciones. La abundancia de caras negras en el grupo de funcionarios que durante largas horas y tensos días contaban y defendían los votos de todos los parti­ dos, incluyendo los controversiblespivazos, era tan notable como la presencia de caras blancas y de todos los matices interme­ dios.

Previo al 2 de enero de 2005, el gobernador electo había comenzado a publicar sus nombramientos para el gabinete cons­ titucional. Luego de esa fecha continuó la necesaria tarea. El 18 de enero la prensa televisada y escrita presentó un despliegue de los nominados a posiciones en el gabinete. Los escogidos fueron personas de incuestionable linaje político, en su gran mayoría de mediana edad y hasta muy jóvenes. Además, com­ partían lo que aparentaba ser un criterio de selección no escrito: piel blanca reviste sus respectivas anatomías o al menos “lucen blancos” en la óptica racial puertorriqueña. Ni una sola person¿i de piel negra fue nombrada a una posición del gabinete constitucional. Ni en uno solo de los nombrados se notaba el cabello rizado, la nariz ancha ni los labios gruesos que, alternados o combinados con alguna tonalidad del color oscuro en la piel, identifica a las personas de raza negra en Puerto Rico. La abundancia de caras negras que caracterizó el periodo previo al 2 de enero de 2005, repentinamente se tornó en cuestionada y no explicada ausencia de negritud.

El abierto contraste del gobernador Acevedo Vilá con la práctica de las anteriores administraciones coloniales, que siem20 L k

Capitulo uno: El detonante

pre nombraban al menos una persona negra al gabinete consti­ tucional, se hizo patente y provocó una oleada de comentarios sobre el racismo estructural y exclusión de posibles nominados por razón de raza. Por su parte, un periódico del país criticó con

El Vocero, Miércoles, 26 de enero de 2005, pág. 39

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sarcasmo la juventud o la aparente falta de experiencia de mu­ chos de los nominados.

El día domingo, 9 de enero de 2005, un grupo de ciudada­ nos preocupados por la exclusión de corte racista se reunió en la oficina del abogado negro que escribe este texto. Lie. Ebenecer López Ruyol. La misma está ubicada en la calle que lleva el nombre de un dedicado médico negro de origen cubano, Dr. Clemente Fernández, en el negro, mulato y mestizo pueblo de Carolina. La reunión fue convocada por quien suscribe, a peti­ ción e insistencias del poeta y amigo, Juan de la Mata García. Como resultado de la reunión se decidió producir una escueta carta con la firma de los presentes y entregarla personalmente en la Oficina del Gobernador, acompañada de una lista demos­ trativa de personas aptas para servir en el gabinete del goberna­ dor y otras posiciones ejecutivas en el país.

El día 11 de enero de 2005, día del educador continental Eugenio María de Hostos, fue celebrado el saludo protocolar, evento que convoca a las personalidades importantes del país a saludar al Gobernador en La Fortaleza, residencia oficial, al inicio de cada año en el cargo. Ese día Roberto García Rivera, Pío Falú Pesante y este servidor descargamos la encomienda, entregando el original de la carta en la Oficina de Correo Inter­ no de Fortaleza, según nos indicaran los atentos funcionarios con quienes pudimos hablar. Poco después llegaron al lugar Juan de la Mata García y Héctor Bermúdez Zenón. A instancias de un amigo de Roberto García Rivera que se hallaba en el patio de La Fortaleza, permanecimos frente al por­ tón de la Mansión Ejecutiva durante dos horas, en espera de 22

Capítulo

uno:

El

detonante

11 de enero de 2005 Hon. Aníbal Acevedo Vilá Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico La Fortaleza, San Juan, Puerto Rico

I lonorable Gobernador: Un gobierno compartido no puede propiciar la discriminación racial. Conturba el espíritu y lacera la sensibilidad personal al advertir la ausencia de personas negras en el cumplimiento de su promesa de integrar a su gobierno funcionarios de todas las ideologías, partidos políticos y que refleje la diversidad que existe en Puerto Rico. Es frustrante que no haya seleccionado a un solo puertorriqueño negro o puertorriqueña negra, de los miles que hay con talento y preparación, buena parte de los cuales son miembros o simpatizantes del Partido Popular Democrático, todos con deseo de servir a nuestra país.

El proceso de cambio y nuevos estilos debe incorporar representación de todos los puertorriqueños. Es preciso trascender no sólo las líneas de partido, sino romper las barreras del discrimen racial. Ante esta petición enviamos a usted una lista de estos puertorriqueños y estas puertorriqueñas que, además de los firmantes, sabemos tienen el interés de ser parte de ese Nuevo Puerto Rico que usted propone. Cordialmente,

Facsímil de carta entregada en La Fortaleza el 11 de enero de 2005

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El. RACISMO NUESTRO DE CADA DÍA

Lista demostrativa de personas negras aptas para servir en la administración del Hon. Aníbal Acevedo Vilá

1. Dr. Angel Luis Ortiz

26. Sra. Virgen (Choco) Orta

2. Sr. Benito Masó

27. Sr. David Ortiz Angleró

3. Dra. María Eslher Ramos

28. Prof. Héctor López Sierra

4. Dr. Samuel Fcbres Santiago

29. Dra. Mayra Santos Febres

5. Dr. Manuel Fcbres Santiago

30. Dr. Miguel Poupart

6. Sra. Violeta Febres Santiago

31. Lie. Ramón Luis Walkcr

7. Leda. Carmen Diana Irizarry Resto

32. Lie. Nicolás Gautier

8. Sa. Ivonne Solía

33.Sra. Carmen Villanueva

9. Lie. Diego Ledee Bazán

34. Sra. Betsy Candelario Llanos

10. Lie. Janice M. Gutiérrez

35. Ing. Ramón Ayala

11. Lie. Marcos Rivera

36. Lie. Rubén Falú

12. Lie. Victoria del Valle

37. Lie. Norbcrto Cruz

13. Lie. Francisco Jouberi Lugo

38. Dr. Hermenegildo Ortiz Quiñones

14. Dr. Luis Otero

39. Lie. Samuel de la Rosa Valencia

15. Lie. Edwin Montañez Melecio

40. Sr. Roberto García

16. Lie. Frederick Vega Lozada

41. Lie. Rosa Bell Bayrón

17. Prof. Juan Pablo de León

42. Sr. Miguel Próspero Altieri

18. Dra. Palmira Ríos

43. Sr. Pedro Barez Rosario

19. Dra. Ada Verdejo Carrión

44. Prof. Eneid Routté Gómez

20. Lie. Hiram Lozada

45.Rvda. Aurea Martínez

21. Dra. Amalia González Echevarría

46. Lie. Domingo Pillot Resto

22. Lie. Jarmilla González Echevarría

47. Sra. Emma Duprey de Sterling

23.Lie. Ana I. Rivera Lassén

48. Prof. Violeta Santiago Vda. de Febres

24. Dra. Aixa Merino Falú

49. Lie. Víctor Rivera Hernández

25. Sr. Juan de la Marta García

50. Lie. Ebenecer López Ruyol

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Capítulo

uno:

El

detonante

que un asistente de la ayudante de la secretaria de prensa del gobernador lograra que alguien nos recibiera en Fortaleza.

Nadie nos atendió. La invisibilidad de los negros se hizo patente una vez más. El silencio oficial amparó al Primer Eje­ cutivo durante varios días. La prensa que cubría los eventos en La Fortaleza el 11 de enero, tomó unas expresiones de algunos de los portadores de la carta. Posteriormente algunos canales de televisión invitaron a representantes del grupo a entrevistas sobre el tema, atendiendo gestiones que al efecto realizara Choco Orta, quien no había estado en la reunión por hallarse en Washington, pero firmó la carta a su regreso, el día siguiente. Ahí se formó el salpafue­ ra...

Con la espontaneidad y virulencia de un tornado, un es­ cuadrón de fusilamiento de reputaciones quedó formado por varios comentaristas de radio y televisión que no habían leído la carta. El racismo durmiente a flor de piel, unido a la inme­ diatez del sensacionalismo morboso, hizo erupción como sal­ pullido maligno. Por radio y televisión comenzaron los vejá­ menes e insultos contra Héctor Bermúdez Zenón y el Lie. Ebenecer López Ruyol. En particular, Luis Francisco Ojeda demos­ tró no tener límites en su ignorancia ni recato en su insaciable apetito por el sensacionalismo morboso. De inmediato tildó a los reclamantes de “acomplejados”, “buscones”, “ignorantes” y “divisionistas”, entre otros adjetivos calificativos que le que­ dan al propio Ojeda como anillo al dedo. Quedó confirmada la sentencia bíblica: “de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas, 6:45)...

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El racismo nuestro de cada día

Otra comentarista radial, Nacha Rivera, se autoproclamó campeona de los racistas furibundos al realizar una entrevista tendenciosa y desinformada en su programa “Atrevido y Noti­ cioso” al vocero antirracista Héctor Bermúdez Zenón. En dicha entrevista, Nacha le imputó al invitado haber inventado el ra­ cismo, la xenofobia y “el problema negroide” en el país. Las dos o tres caras negras que han logrado espacio en los noticiarios de la televisión hicieron causa común con los ata­ cantes y se curaron en salud... Fue una suerte que aún la Sema­ na Mayor estaba distante en el calendario, pues de lo contrario nos habrían acusado de ser herejes, causantes de la crucifixión de Cristo y del lamentable menoscabo en la salud del Santísimo Pontífice Juan Pablo II, cuyo ineludible desenlace ya todos co­ nocemos... No obstante, sobrevivimos.

El señor gobernador permaneció impávido. No tenía tiem­ po para atender reclamos de negros. Después de todo, tenía su agenda ocupada por la multiplicidad de reuniones, almuerzos, lecturas y consultas provocadas por el inesperado descubrimien­ to del déficit billonario en las arcas públicas. Además tenía asun­ tos de estado de impostergable urgencia, como reuniones en La Fortaleza con ciudadanos de principal rango, entre ellos La Comay y un gángster, que acompañado de varias damas de ex­ puesto cuerpo, le amenazaba con no dejarlo dormir...

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Capítulo

. . .

...

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y 4

uno:

El detonante

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EL MUEVO DIA / miércoles, 12 de enero de 2005

Fetidóin de desSgrair a gente de la raza negra Por Manuel Ernesto Rivera__________________ The Associated Press

CINCO CIUDADANOS negros arremetieron ayer contra el gobernador Aníbal Acevedo Vilá por no tener personas de raza negra en su gabinete constitucional. Héctor Bermúdez Zenón llegó hasta La Fortaleza acompa­ ñado de otros cuatro ciudadanos que denunciaron que Ace­ vedo Vilá, alegadamente, se comprometió a nombrar en el gabinete a personas de raza negra. El grupo alegó que sólo pueden identificar a una persona designada al gabinete de ese color de piel: Marta Beltrán, directora ejecutiva de la Oficina de Recursos Humanos del Estado Libre Asociado. “Una golondrina no hace verano”, expresó José de Matta, autor del libro “Pietruscos y tarcualitos”. “Eso es una percepción equivocada” afirmó Juanita Colombani, secretaria de prensa del Gobernador, sobre las desig­ naciones que ha hecho el mandatario. “El criterio principal que está utilizando el Gobernador al hacer sus nombramientos es que las personas que se seleccionen representen el mejor ta­ lento disponible para desempeñarse en las funciones de sus cargos”, manifestó.

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El racismo nuestro

de cada día

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Capítulo Dos:

El Problema (Describe el problema que enfrentamos; detonante de la crisis actual) “Tú conoces, teniendo mundo, la preocupación del color en ciertos círculos: y eso, en mi sentir, basta para que siendo tú y yo más prietos que los demás, esa persona se apartara de ti... ningún Betances, que haya tenido sentido común, ha negado jamás su raza africana.”

Betances (Todd, 1937: 5) Un peligroso asesino campea por su respeto en el territorio na­ cional del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Camina a ocultas dentro del amplio espacio incluido en las cien millas por treinta y cinco millas del archipiélago nacional. Se esconde detrás de los más endebles argumentos, listo siempre para re­ aparecer y atacar a mansalva a la menor provocación, propi­ nando heridas en monstruosa desproporción a las supuestas fal­ tas cometidas por sus víctimas. Impunemente asesina reputa­ ciones, desfigura imágenes y acuchilla a valientes misioneros de una causa que sólo esgrime como arma la verdad y como escudo la razón avalada por la historia. Su tenebrosa gesta fra­ tricida crece al amparo del despiste de algunos comunicadores de medios masivos, cómplices conscientes o inconscientes del

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El

racismo nuestro de cada día

atropello, incentivados por la posibilidad del sensacionalismc momentáneo y el disfrute del producto de las ventas millona­ das que produce el periodismo tendencioso. Se trata de un asesino taimado y rencoroso, curtido en cin­ co siglos de existencia. Sin inmutarse mancilla vivencias en las penumbras del silencio, imputando a diestra y siniestra alega­ dos intereses mezquinos a quienes intentan combatirlo. Aco­ mete furibundo con insultos y medias verdades la columna ver­ tebral y el corazón de la moralidad y entereza de quienes lo denuncian. Es sigiloso, hábil y escurridizo. Sus sofismas des­ deñosos le ganan espacio y aplausos de espíritus confusos y almas temerosas. Envuelto en los velos de demagogia y la hi­ pocresía este asesino se pasea vestido de aparente racionalidad, como vocero de una sociedad en crisis. El implacable matador de la igualdad, ha sobrevivido los tímidos embates de la legislación pro derechos civiles apro­ badas por el Estado Libre Asociado de Puerto Rico en pretendi­ da protección a las personas, como la Ley Número 100, del 30 de junio de 1959. No ha sucumbido ante las leyes de los Esta­ dos Unidos de América, entre éstas la Ley de Derechos Civiles de los Estados Unidos, Título Vil de 1964, enmendada en va­ rias ocasiones, que expresamente prohibe el discrimen racial en sus diferentes manifestaciones, incluyendo oportunidades de vivienda, cuidado médico, empleo, de ingresos y funciones de valor social sustancial, nombramientos judiciales, opciones y facilidades educativas, así como deportivas. El antedicho asesi­ no, a la usanza del camaleón, tiene capacidad para transformar sus manifestaciones en formas menos reconocibles, logrando

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Capítulo

dos:

El

problema

burlar impunemente la legislación contra el discrimen racial.

Este terrible asesino tiene facultad para desaparecer los cuerpos de sus víctimas. Por eso ha conseguido imponer la in­ visibilidad de éstos en el mundo de las opciones financieras, de la banca y de la industria de seguros. También ha tenido éxito en cerrar oportunidades en las altas estructuras de los partidos políticos tradicionales, los nombramientos en los altos mandos de gobierno, la participación en la alta judicatura, la alta direc­ ción en instituciones universitarias y en formulación de políti­ cas públicas para la educación superior. Ha logrado un cuestionable consenso en las estructuras sociales, produciendo de forma contrastante la masiva visibili­ dad y concentración de sus víctimas en las cárceles del país, en los residenciales públicos, en el creciente número de desertores escolares, en las filas del desempleo, en las víctimas de críme­ nes violentos sin esclarecer, en las comunidades especiales; que son especiales por ser especial la pobreza, la carencia y el even­ tual y recurrente despojo del suelo comunal que por décadas han ocupado, si así conviene a las ran­ cias familias que siempre han sido due­ ñas del país y pretenden también ser due­ ñas de nuestro futuro. En síntesis, este siniestro personaje ha logrado convertir los preceptos constitucionales pro igual­ dad del ser humano en “metal que resue­ na y címbalo que retiñe”... Doña Violeta Santiago

El poder político engendró a este asesino, pero se desconoce su madre. 31

El. RACISMO NUESTRO DE CADA DÍA

Por tanto tiene nombre y un solo apellido; Racismo Crio­ llo, según bautizado por doña Violeta Santiago Vda. de

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El. RACISMO NUESTRO DE CADA DÍA

Va en crecimiento la esclavitud infantil Por Juan Antonio de Lucas Agenc a EFE



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QUITO - Casi las dos terceras partes de los niños . trabajadores viven prácticamente en un régimen de esclavitud poique no perciben ninguna remuneración » por sus tareas, denunciaron expertos en el piobletna de la infancia inmersa en el mundo laboral. El consorcio SOY (Apoyemos a nuestra niñez? se presentó en Quito con un nuevo programa en favor de ¡a erradicación del trabajo infantil y con una impac , rante hatería de datos sobre esta problemática social, muy arraigada en los países del llamado Tercer Mun do. ■ En Ecuador calculamos que trabajan casi 800,000 niños y adolescentes entre cinco y 17 años, lo que representa la cuarta parte de todos los menores del país en esa franja de edad ’, señaló Alexandra Moneada, una de las responsables del proyecto. "Pero es aún más grave -agregó- que una gran ma­ yoría de ellos, el 73% concretamente, no cobra ab­ solutamente nada por su trabajo, y además a los catorce años una tercera pane de ellos ya están fuera del sistema educativo y tan sólo el 20% acceden a los estudios secundarios”. Otro especialista en la materia, Patricio Cajas, explicó que "aunque Ecuador no es el país de América latina con mayores índices de pobreza, sí es el que tiene el mayor nivel de trabajo infantil, por delante de naciones como Haití, Guatemala y Bolivia”. "ESTÁN AYUDANDO a mamá o a papá en el trabajo”, o "yo también trabajé cuando era niño”, son frases repetidas con las que socialmente se intenta justificar la presencia de niños al lado de sus padres en actividades laborales que, en no pocas ocasiones, pueden ser pe­ ligrosas. Tal es el caso de la minería, bananeras (en contacto con insecticidas), basureros, canteras y construcción, sectores en ¡os que los niños, además de verse privados de la educación necesaria, se ven expuestos a sufrir secuelas físicas para toda la vida. “El cambio de mentalidad de la sociedad en general, que ve como algo natural el trabajo infantil, y de los padres en particular, es la herramienta clave para com­ batir esta lacra que compromete todo el futuro y el progreso de una sociedad”, agregó Alexandra Bonilla.

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Perfil del autor El Lie. Ebenecer López Ruyol posee los grados de Bachiller en Ciencias Sociales, Maestría en Trabajo social (1970) y Juris Doctor (1985), de la Universidad de Puerto Rico. Ha participado en talleres especializados en materia laboral ofrecidos por prestigiosas instituciones de Estados Unidos de América, entre ellas, el George Meany Center for Labor Studies (Maryland) y el School for Workers de la Universidad de Madison (Wisconsin). Previo a ello participó en los adiestramientos para dirigentes de escuelas laborales, ofrecidos por la Federación Sindical Mundial, en Santiago de Chile. Es notario y abogado laboral desde el año 1986. Participa como profesor del Programa Graduado Laboral de la Universidad Interamericana y en el Instituto de Relaciones del Trabajo de la Universidad de Puerto Rico. Es asesor legal de varias organizaciones, entre ellas, la Asociación de Peloteros Profesionales de Puerto Rico y la Confederación de Peloteros Profesionales del Caribe, entidad representativa de los peloteros profesionales de Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela. Es miembro de varias organizaciones fraternales de alcance internacional, entre ellas El Club de Leones de Carolina y la Respetable Logia Caballeros de la Caridad de la Gran Orden Unida de Odfelos, también en Carolina. Preside la Comisión Especial para Propiciar la Igualdad Racial, del Ilustre Colegio de Abogados de Puerto Rico y es presidente co-fundador del Concilio Puertorriqueño Contra el Racismo.