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EL PENSAMIENTO ALEMÁN DE KANT A HEIDEGGER
EUSEBI COLOMER
EL PENSAMIENTO ALEMÁN DE KANT A HEIDEGGER TOMO Sf.GlJNOO
EL IDEALISMO: FICHTE. SCHEWNG y HEGEL
Herder
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FILOSOFIA V LETRAS íNDICE 1\'0111
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L Rafees )::.antnn:u . ya que todo lo que la doctrina de la ciencia muestra lo encontramos en 0050,ros mismos. El término cuasceodeote. es. pues, la piedra de toque para distinguir d realismo cli y el Estado y su estrvcrura jurídica no son ningún «yo», En este sentido derecho y moralidad son dos conceptos perfectamente delimieables. El derecho mira sólo a la legalidad exterior de las acciones y se desentiende de la bondad
de la voluntad que está detrás d. ellas. Ocurre, sin embargo, que derecho y moralidad se uoen indisolublemente en los individuos que constituyen un Estado, A diferencia del derecho. la persona individual no puede desentenderse de la buena vohmrad. ¿C6mo es posible. pues, que coexistan dos exigencias diferentes y en ocasiones opuestas. siendo así que se refieren a las mismas acciones de las mismas personas? La cuestión adquiere particular virulencia en lo tocante al derecho de coerción. Derecho y moralidad chocan aquí entre sí como tesis y anrkesis, A la exigencia incondicionada de la libertad: todos deben ser libres. se opone la del derecho: la legalidad debe ser impuesta a la fuerza, allí donde no se realiza voluntariamente. ¿Cómo resolver esta aparente conrradicción? Hay que darse cuenta ante todo de que la tesis y la anritesis no se refieren a la misma cosa: la prime", misa a la libertad moral; la segunda a la libertad externa de la acción, No se puede forzar a nadie a ser moral. pero sí a obrar legalmente. La coerción no es inmoral, precisamente porque no se interesa por la moralidad, A esta conciliaci6n negativa se añade otra positiva, El que se sitúa en el punto de visea de la tesis ha de afirmar también la antítesis, es decir. no puede querer que ocurra lo que está en contra del derecho y domine la violencia irracional. El hombre, moral quiere, pues. lo mismo que quiere el derecho, La única diferencia estriba en que lo quiere de otro modo: desde la libertad y no por l. coerción, En Otras palabras, el derecho puede ser indiferente respecto de la moral. pero 00 la moral respecto del derecho, puesto que constituye el primer grado de realización de aquello a lo que ella tiende: el reino de la razón. Subsiste, sin embargo, el hecho de que la coerción es incompatible con la liber ta d. Por dio un Estado es moral no sólo en la medida en que lo son las acciones de los ciudadanos. sino también en la medida en que se esfuerza por substituir la coerción por la
educación",
En los Punaameruos del derecho na/ural Fiebre no había ocultado sus simpatías por las ideas cosmopolitas, El sistema del derecho sólo pue· de establecerse efkazmencc en una comunid-ad mundial. En los célebres Discursosa l. """ión alemana (1808) el fll6sofo parece olvidar su anterior cosmopolitismo en atas de un exaltado nacionalismo germánico. El contexto histórico de estos discursos patrióticos es bien conocido. En octubre de 1808 Napole6n salía victorioso en jena de su encuentro con el ejfrcito prusiano. Con la derrota de Prusia, la patria del filósofo, quedaba consumada la sumisión de los Estados alemanes al nuevo señor de Europa, Fichte habla hecho suyos 1"" ideales revolucionarios de 1789. Por eso se
H. IbId .. p. S40. )). CS.J. WnmIM.j.G. Fit/,l,. p. ¡6)U.
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15
1. Fichte
Derecho. historia y religi6n
vu eI", con fuefZ2 contra el temible cono. el ' la unidad spinoziaoa. .$ y la subjerividad según el modelo de la concieocia humana finita. Schelling. en cambio. pienso ambas determinaciones corno relativamente independientes la una de la. otra, de suene que en vez de U\ulane se complcmenran. Así surge, como tercera posibilidad. su unión: el sujerc-objetc. Ahor~ bien. Dios en sí mismo es la pura indiferencia frente a la subjetividad y la objetividad y como .. 1se define como espíritu absohno, es decir. como libertad". Pero la formulaci6n por así decirlo «canónica' de la doctrina de las potencias mira más expresamente al proceso creador. Schelling relaciona ahora los tres momentos de potenciación de Dios, que ya conocemos por Las Edades del ",,,nrlo, con las (tes "usas aristotélicas. La prime", perencia. el poder ser. (das S"',,·~6nnen) se relaciona con la causa materi.1 (el É E 01 o '(1"S(1 ex f{"(1); la segunda potencia, ~Ilener que ser (da.r S.j,,mil",n) con la causa eficient< o forrn.J (el él 'ov) o ,,,,,s,, per qu.m); y la tercera potencia. el deber ser (tIaJ Sein-sollen) con la causa final (el tI, Ií. o CIlJIS" in q,,"m). Dios en s1mismo está fuera del proceso. El es la unidad de los tres mementos. ~I FOV¡o criT(a TOÍJ ""a,. la causa del ser O ","J(1 ",_"'ni auibuida por Schelling a los pilOgóricos. Hemos .ludido a la tCOrta de las causas en Alis,ó,clcs. pero 00 hoy que olvidar la f6rmula de san Pablo en la cana a los Romanos. 11. 36: ,Porque de él y por ti y para él son lodas las cosas: a él l. gloria por los siglos.» Lo importante es precisar el sentido de la reoría. Las potencias son &lI"~a. puros noemes, los elementos ontológicos originarios, y su sede es la razón. Con cUas Sch.lling pretende construir la id .. de Dios y estableccr las condiciones negativas de posibilidad de todo ser. pero sin establecer la existencia re.J de nada. La doctrina de las poceuciss pertenece. pues, a la filosoña negativa. Sin embargo. esta eeorta extraña y abracadabrante, en frase de Trendelemburg, mantuvo en vilo has .. el final el esfumo imelecrual del fil6sofo. [.1 ve¡ porque. pese a las atenuaciones de que es objeto. conserva un rasgo típico del idealismo del que nunca acabó de desprend erse: l. tendencia a construir especularivameate a Dios j' a entender su rclaci6n con el mundo como la que bay entre un anteeedente y un coruiguienre. Así es Ikito afirmar: cE! SÍ.llcma de Schelling. aunque 00 SU fUosofla. se SOStiene:y cae con la doctrino de las potcocias,."
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11. Schelling Toda mera concepción de la razón se determina en ddinitiV1. como
filosoñ.. negativa. ~hdling lo muestra en el uso de Aristóteles y de Hegel. El pensador gnego es a este respecto paniruJarmeme significativo, ya que SU pensamiento eonstiroye en cieno sentido el reverso del de Hegel. Schdling lo descubrió tardlamente y lo colma de dogios .• E1mejor proceso de una vida consagrada a 12fiIosof'".. es comenzar por Platón y !CnnlOU ~r ~tóteles .•" La filosof" .. de Arist6teles, en efecto, se parec~,enraordlnUlamentc a lo que nuestro autor ha denominado el -empi(~usmo filosófico:: es una. mosor.. 16gica,pero que parte de la experiencía. Al escoger asl el cammo que va de la experiencia a la 16gica,Mist6· tcle~ ha trazado el ú.nieocamino de acceso. fuera de la fUosot.. positiva, a DIOSrealmente exrstenre. Uno diría que Aristóteles se h. salido de los cuadros de l. filosofía negativa. Su pensamiento alcanza a Dios como exis~entereal y el universo. que la filosoña negativa posee s610en el pen~lentO, él lo tiene en la experiencia. ¿Qué es lo que impide al aristotelismo de ser u~a anticipación de la filosofía positiva? El hecho de que su DIOSes un DIOSreal, pero no el Dios creador. En el fondo, Arist6telC$ no se intcCCS2por la C')(,istencia. 1.0 que éJ busca es l-aesencia, la naruraleza de las cosas. Asl llega. Dios como .. usa final, motor inmóvil. puro actO de pensamiento sin contenido. El Dios de Aristóteles existe realmente. pero tes como si no eésriera. puesto que no puede hacer nada, ron él no se puede empczu nada•. Existe, pe'o ceomo si fuera un puro c~pto.'~. Y asi el Dios holgazán de Aristóteles tiene por hom610go11 DIOSlaborioso de Hegel, el Dios del hacer incesante, pero igualmente mcapaz de comenzar. Hegel, sin embargo, es inexcusable, f2 que convirtiÓ expresamente .. filesofla positiva en pura lógica, mientras que Aristóteles no pudo acceder a ella a causa de su circunstancia hist6rica~'. Entiéndase bien. Schelling no pretende sacrificar la filosofía negativa en aras de la positiva, sino establecer entre ambas una relaci6n de prioridad. Por s~bordinad. que esté a la filosofía positiva. l. frlasofí. negati.. es irrenunciable. No se puede filosofar sin utilizar conceptos. Por mucho que el fil6sofo positivo se fije en la existencia, no puede dejsr de lado la esencia de lo que existe. Schelling afirma, pues. sin ambages la ,unidad. de ambas filosofías. Filosof'lanegativa y filooofía positiva son algo asl como las dos cuas de un. misma moneda. una filosofla en dos o una filosofia de doble acceso". Se trat., sin embargo, de una unidad llena de problemas. El mti ar7(.,~., 1), .....
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V. Proyecto )' método
Consecuencias: verdad. idenrid ..d )' cornradiccién
aislado •• eparado del contexto vital en el que se inserta. La semilla se aisla del $01. de la tierra, del agua. del tillo. del brote. de lo 1I0r. etc. Una semill • ..r es ~n Hegel una semill. abstracta que no tiene nada que ver con la semilla real. y las proposiciones que sobre ella se Iloshul(k",dw .. : qo:qiti.mo.CMeplidufIO, f'ItlI!m«I(Cd ((~o;""Jb 11cat.VQIl'l odio, teJ. IICro yua IOnKt"'OII J ~ bljl1 1111wlo SelIor. ~ ¡ibffl.d eon.siJIceDIO(J(CJel!.A(pr' 1);0., &1 ddi"hM.I:Qd.es. dl~iNd w funda en d mkdo. l. IIlUlCfl.(" Cultldo d bcmbtf pierda c\':c rnkdo dcjuf. de !ORlClC., Como tpllftUI •. VoIlhPb.na. k> peor de elI;l)cuun .Iibre.de- twtcl noes l!lIIeo,.limplil'DUlklt«t ele II lLn'I~cd..:llrlC" ele He. ,d, nuonlOd "'(1« wicl(1 lndñ¡,Ju.,"". fl\ 11MIkIUIdpX_amenICuimnd.J¡ttl, qQC' te: dat Itdi.lklit't qur. se ton· .«1m "n~1\I1~/,., J _".,O""U,p, 4(0),
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VI. La fenomenología: de la conciencia a la autOconciencia
La autoconciencia
del siervo • partir de la unión de sus dos momentos esenciales: el 'para sí. de la a.utoconciencia y el -en sÍ» del objeto. al que ha dado form:l con su trabajo. El pensamiento no se mueve ya en represeneaciooes.sino en conceptos. es decir, en un ser en sí que, sin embargo, como con«bido no es distinto de la conciencia que lo eoncibc. La representación es algo extericr a mI. En cambio, el coocepto es para mi inmediatamente mi concepto. Este pensamiento, en el que se han unido el para sI de la ronciencia y el en sI del objeto, aparece como libertad. _.Enel pensar, yo J01 libre, porque no soyen Otra 00$2, sino que permanezco simplemente cabe mi mismo y el objeto que es para mí, l. esellcÍII, cId inseparablemente unido 2 mi ser para mí..'1 El siervo. mediante el pensamiento. ha cobrado conciencia de su esencial e inalienable libenad.
miemo la import.ncia pan la libertad de IIOOOS y g,iIIeces, pero en la rcalidad sigue siendo un esclavo, La contl2di dU2lidad. en l. que permanece ¡guaJ a 51mismo y riene la emeza de: si mismo en su pcrfccla enajenaei6n y en $U pcrfectOcont"";o; es el Dios que" manifoesroen med,o dc los que se saben como d pwo sobe, .•'"
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LA FF.NOMENOLOGIA: DE LA RSl.lGION AL SABER ABSOLUTO La filoso!'" de Hegel h. n2Cidoen el horizonte de lo tcolegla e incide en múltiples ocasiones en la probkmirica lCOlógica.Oc ahí l. importan. eia del lugo capitulo que la ÑlfOflUflOlogía dedica • la ~ijgi6n. Hegel 00 S< h2 invcocado d {en6mcftO ,eligioso. lo toma de la historia. Junto a las figuns sociopolírias que hemos analizado bajo 12 lÚbrica del espíritu aparece IlIIDbitn en la hisc0ri2 Wl2 raIidad hW1l21U con una especial prelCnsi6n de tocalidad: la ,digi6n. Hegel ha visco siemp,e en ella, junto con el arte Y la fiIosol"oa. Wl2 de las mmifesacioo es supremas del espíritU. Anc. religi6n y fiIooof'", coostituirin más >d.ta",e el reino del c:spíricuabsoluto. En la Ñ"~gú, el ane no se ha desgaja. do todav1a de la religIÓn. Hegel no lo aborda directamente. sino. propósito de esta Oltima. como un momento esencial de la religi6n dcl arte. que corresponde a 12antigua Grecia. ¡Qué entiende Hegel por religión? El rexro de su obra nos of,ece dO! conceptos de religi6n. uno genérico y 000 específico, "gún se l. mire desde el punto de vlStt de la concicnw o de la esencia absoluta. En el primer sentido. l. religi6n no es Ou> cosa que .12 concie""a de l. escncia absoluta.'. Hegel an.de inmedi21..mcotc que en este sentido gentrieo l. religi6n ha cstado ya p,cscntc cn 1., antCliores figuras de conciencia. Dondequiera la con. absolut•. h. hab,do wnbiln ,eligi6n. Hcgd hace. con todo. una importante ",¡-c· dad: l..... 6n. Las rtgUf2Sde la ru6n "'" timro ninguna rcli,i6n. por· que l. 'Utocooo.,,",'" de la rrusma " sobe o " busa en el p,cscntc in· mediato.'. No es que. la ra.t6n le (alte d conciencia) lo manifiestO (lo evidente pan el espíritu). Este núcleo manifieSto de lo revelado es la misma ideo de Dios. -En el Ctisú~nismodeviene con5CW:Ote que Dios 5(' ha revelado.
DWitS tk Gr.cia: Como lo! ~ «Vl 14ft huma.t'Q. Han b hombc-a dMnot
Hegel no comparte ahora del todo este eorusissme del poera. los anriguos dioses ontrOpomórficos dobw. morir. porque no eran todavía lo suficientemente anuopcmérficos . -El Dios-hombre. Oisto. ha sido humano en un sentido mucho mis determi02do y ha tenido una humanidad de presencia terrena. de eircunstancw norurales. de pasión y muerte afrentosa, totalmente disdnta de la humanidad de los bellos dioses griegos .•" Dios debía manifeslatsC en la figur.a de un hombre real y concreto. El mundo h. sentido el anhelo de que el hombre que", ha conocido parcialmente como fin y ha conocido $U propia infinitud sea concebido como rnomeoto de la esencia divina y que Dios. a l. inversa. pose de su forma absuacta o la intuicién concreta bajo l. figura de un hombre. Esto c. jusrarnente lo que ha devenido real en CriSIO: Dios se ha hecho hombre y el hombre h. sido elevado hasta Dios. Hegel puede echar ahora las campanas .1 vuelo. ~to es l. reconciliación con Dios que es representada, según esto, como la unidad de: las naturalezas divina y human a. Ha aparecido CriSIO. hombre que es Dios y Dios que es hombre; y la paz y la reconciliación han descendido sobre el mundo.s" ro el cristianismo se consuma osI la esencia del la religión como unidad de lo divino y de lo humano: l. historia del contenido de Dios es también la. historia de la humanidad, el movimiento de Dios hacia el hombre y el movimiento del hombre hacia Dios. En este sentido, el cristianismo es scncillamenre la religi6n de la verdad. AhoC2 bien. Hegel distingue dos momentos en esta verdad: el concepto de Cristo. del Dioshombre y su realizoeióo ro Jes(is de Nazaret. El primer momentO hay que verlo como un momento necesarioen el plOltCeso del espíritu. El do)1. ,~ \). .....
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XI. La filosoffa del espíritu
El espíritu absoluto
Dios es justamente esto: manifestarse a sí mismo .... lo revelado es precio samente esto. que Dios es manifiesto.,.» De 2M la importancia que Hegel confiere al mistetio central del cristianismo: la Trinidad. El filósofo no se cansa de subrayar la trascendencia única dé' esta verdad ..Dios no es reconocido como espíritu si no se sabe que es Trinidad. Este nuevo principio es el eje en tO[OO al cual gira la historia universal. La historia llega hasta aquí y parte de aquí. En esta religión se hallan todos los enigmas y son revelados todos los misterios. Los cristianos saben lo que es Dios. puesto que saben que es uno y trino.s? Pero, a diferencia de lo que hizo en la Fenomenología, ahora no se fija tanto en el movimiento imrauinitano, cuanto en el proceso de despliegue de Dios en el mundo. Dios. lo absoluto. puede ser pensado en su ser en sí mismo antes de la creación del mundo. Es el reino del Padre. En segundo lugar. al poner el mundo, Dios pone la escisión: surge ante él lo otro. Para reconciliar lo escindido, Dios se enajena en lo otro y se hace presente en el mundo en el Dios-hombre, Jesucristo. Es el reino del Hijo. Finalmente, la obra de reconciliación prosigue en la Iglesia, en la comunidad de los hombres con Dios presente en ella. Es el reino del Espíritu". De modo similar Hegel transpone especulativamente otros grandes temas cristianos. Merece especial atención el tema del pecado original '1 de la muerte del Redentor. La narración bíblica del pecado expresa la eterna historia del hombre. Para devenir espíritu libre. el hombre debe nacer des veces, es decir, debe romper con la naturaleza }'encontrarse asl por vez primera a sí mismo. Este rompimiento originario constituye el profundo significado del relato bíblico del pecado. El hombre se pone frente a la naturaleza y la ve como lo orro de sí mismo. Rompe el cordón umbilical que le unía a ella, se arranca de ella. con todo lo que esta acción supone de ruptura. dolor y vergüenza. pero también de descubrimiento de sí mismo y de estremecimiento ante la libertad aparecida. Por eso Hegel esboza una leve sonrisa ante la exégesis, entonces clásica, del relato del paraíso. El hombre en ese estado estaba en la perfección de su rudeza humana. y es gracias al pecado, que le abre los ojos, que emerge de ella .• EI conocimiento como superación de la unidad narural es el pe. cado original. Esta caída no tiene nada de conringente , sino que es la historia eterna del espíritu. El paraíso era un jardín en donde podían permanecer los animales, pero no los hombres. 5610 el hombre es
espíritu. es decir, ser para sí. Pero este ser para sí, esta concie~c.ia. es a la vez separación del universal espíritu divino. El punto de vista del mal consiste en que yo me mantenga en mi libertad abstracta frente al bien. El pecado original es por consiguiente el mito eterno del hombre, por el
».
Ibid.•
p: Hl.
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(¡,It/,;e.htt. p. 410 (G. p. 6-11).
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