Cronica Del Laberinto Negro

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Crónica del

Un Tomo Prohibido de Sabiduría Acerca del Wyrm que es una compilación de narraciones y documento provenientes de múltiples fuentes cuyo origen se sitúa en diferentes tiempos y lugares, reunidos por manos hacendosas y exhaustivamente comentado para ayudar en la iluminación de neófitos e iniciados.

Crónica del Laberinto Negro Estudiado, compilado y comentado por Frater I*I, Guardián del Orbe Oscuro y Contemplador del Abismo. Primera edición: C RedBletter Press, San Francisco. El Editor no asume ningún tipo de responsabilidad por los daños físicos o espirituales que resulten del abuso de los secretos cósmicos revelados en el interior. La verdad no se ocultará más. Esta edición; C Llewballah Publicacions. Las cartas del Centurión han sido extraídas de “La Historia de los Britones y apéndices por Nennius” también denominada Miscelánea historia británica. Los extractos de Fabule el Cantae Scotti provienen de la obra original “Crónicas del Laberinto Negro”, C 1735, por Lord Alfred Craven. El proceso del Moje Negro se obtuvo de la Biblioteca del Vaticano y se imprimió sin permiso. “Ex Disputanden Re Supernibus Ab Probati Quaestori Adversarique” proviene de “La peregrinación del joven aprendiz Quaestor”, que a su vez proviene de la obra original “Crónica…” por Lord Craven. “El profesor Webley y el extraño caso del misterio oriental” fueron originalmente publicados en Glove Hoof Quaererly, vol. Iii, numero 5, ediciones Stanley Kirowan; reimpresa por cortesia de de Grandin. Los textos de Laird de Demborough han sido extraidos de la colección personal de Frater I*I.

Crónica del

Indice Prefacio de la edición de 1995 Prefacio de la edición de 1970 Introducción Libro I: la era de la calamidad

iv vi I

1: Carta de un centurión

6

2: Fabulae et Cantae Scotti

18

Libro II: la era de la consunción 3: El proceso del Monje Negro

30

4: Ex Disputandem Re Supernibus Ab Pobati Quaestori Adversarique

43

Libro III: la era de la corrupción 5: El profesor Webley y el extraño caso del misterioso oriental

56

6: Los ritos de Laird de Demborough en la Abadia Phelegma

67

Parte i: El rito de Conocimiento y Conversacion con los Maeljin Incarna y la Evocación y Union del Impulso

68

Parte ii: Liber O.O.O: De los Grados de Iniciación. Sus Títulos y Deberes. Con Referencia a los Desafíos Encontrados dentro del Laberinto de la Espiral Negra

72

Parte iii: Liber C.C.C: De la Sucesión de las Eras, Las Llaves Evocatorias de los impulsos, y de los Maeljin Incarna Relacionados

78

Epilogo Notas

86 87

iv

Prefacio a la edición de 1995

El libro que tienes entre las manos constituye la ultima entrega de la reimpresión de los clásicos de la Literatura Mágica, que recoge las mejores obras sobre esoterismo religioso y místico, y las presenta en un formato moderno, perfectamente documentado y ameno. La mayor satisfacción que produce el trabajar en esta obra es el reconocimiento que se recibe por parte de la mayoría de los místicos de todas partes del mundo, de la tradición en su conjunto, que se encuentra en su pleno resurgimiento en este siglo, generalmente considerado como la era más pobre espiritualmente hablando. El objetivo a conseguir por el editor ha sido siempre el ennoblecimiento del alma, que puede ser cultivado a través de la meditación acerca de los diversos y a veces incluso conflictivos puntos de vista de personas de distintos lugares de procedencia. Cosa que no se puede afirmar de este trabajo. Lo que sigue, es, a juicio del editor, uno de los más repugnantes ejemplos de intento de justificación acerca de los excesos perpetrados por aquellos a los que Alister Crowley se refirió como la Hermandad Oscura, o la Senda de la mano izquierda. Leer este libro es semejante a tratar de navegar por el “laberinto” que se esfuerza en describir. En este viaje, el recopilador se revela a sí mismo como un sujeto sin ningún escrúpulo, carente de cualquier sentimiento humano e incapaz de mostrar siquiera el más superficial talento literario. Su conocimiento acerca de la Historia, es, en el mejor de los casos, incompleto, y en el peor, apócrifo. Su propia perspectiva vacila a lo largo de la obra, ejemplificando el porqué no debería afrontarse un trabajo de investigación bajo los efectos de alucinógenos. Lo poco de verdad metafísica que se encierra en la obra, es presentado de una manera tan retorcida, que degrada lo que realmente trata de defender. En pocas palabras, este trabajo no es más que algo parecido a pornografía esotérica.

Prefacio a la edición de 1995

v

Esta reimpresión sólo ha sido publica debido al increíble aumento de la demanda por parte de lo que este editor considera como los más repugnantes y marginales elementos que impregnan la subcultura ocultistas más serias. La nota final requiere una especial atención. Su inclusión sólo puede ser considerada como una broma de pésimo gusto, probablemente a expensas del editor original, quien desapareció poco después de que este volumen se publicara. No puede ser tomada en serio, puesto que tanto las actividades como el paradero de quien las realiza, incluso durante este periodo tan caótico, se reducen al folclore. La prominencia de semejante personaje, se podría hablar incluso de deificación, por parte de los medios más amarillistas es sintomática de la confusión que lleva a la mayoría de la gente a tratar de evadirse de la responsabilidad inherente a la mejora espiritual. Mientras que es obvio que se puede hacer acopio de importantes conocimientos, e incluso un cierto grado de iluminación, a través de una cautelosa “simpatía hacia el diablo”, esta clase de adoración ciega tan sólo puede conducir a la enfermedad mental y la ruina. Aquí en Publicaciones Llewballah nunca hemos eludido el deber de todo místico de conocer al mal cara a cara. Es esto lo que lector hará cada vez que abra este volumen. Se antoja superfluo advertir al lector de que no realice ninguno de los rituales que aquí se contienen, pero la mera existencia del libro, así como la actual demanda del mismo, aconseja la necesidad de tal advertencia. Babaji Ashley Simes Redactor Jefe de reediciones Publicaciones Llewballah Prefacio 1995

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Prefacio a la edición de 1970

Mi primer encuentro con la entidad conocida como Frater I*I se produjo durante el “Verano del amor” en el ahora famoso garito situado en Los Ángeles, “Whiskey-a-Gogo”. Esa noche escuchaba al moderno tecnochamán Jim Morrison y su grupo, The Doors, practicando su arte, lo que venía a consistir, a mi modesto entender, en la ruptura y destrucción de todas las barreras psicológicas de la audiencia. Los pulsantes ritmos del Sr. Densmore proporcionaban el impulso espiritual que nos empujaba fuera de nuestros cuerpos, fuera del club incluso, lanzándonos a un vuelo interior que el Sr. Krieger sustentaba con una armonía agridulce; después, el Sr. Manzarek nos atraía hasta laberínticas complejidades de abstracción y nos dejaba, a la deriva, hasta que la poderosa voz del Sr. Morrison nos traía de vuelta al aquí y ahora. El número final vino a ser un apocalíptico viaje a través del siniestro inframundo de la inconsciencia posmoderna, culminando por un solemne poema en prosa que dejaba al descubierto el salvajismo edípico de la libido más primaria. Debo confesar que esta actuación me alcanzó tan profundamente que parece que experimenté lo que es conocido en jerga como una “ida de olla”: abrumado por la emoción, caí al suelo sollozando y entre convulsiones, emitiendo de cuando en cuando un ocasional aullido de profunda angustia. Supongo que debí ser echado del club; mi siguiente recuerdo coherente era ya yacía en un callejón cercano poco después de que cerrara, apestando a alcohol y orina. Parecía que había sido objetivo de la fauna local, a juzgar por la desaparición de mi cartera, así como del chaleco de cuero y mis botas de piel de serpiente. Antes de que pudiera asimilar todo esto, me di cuenta de que alguien me observaba desde la sombra del callejón. Esta persona; pequeña, delgada, y cargada de hombros, vestía de negro y con cierto aire oriental que chocaba con sus rasgos atezados, dio un paso adelante y se presentó como “Frater Eye Eye” (N. Del T.: Frater Doble Ojo.

Prefacio a la edición de 1970

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Dejo la grafía original para no propiciar la confusión del lector, puesto que más adelante se alude a la misma persona como Frater I*I) Apiadándose de mí, puesto que me encontraba en tan lamentable estado, me invitó a su “refugio”, un desaliñado sótano donde me ofreció camomila y vitamina B. Según mi cabeza se iba despejando, me di cuenta de que me hallaba en mitad de lo que probablemente fuera la mayor biblioteca ocultista de este hemisferio. El apartamento al completo estaba abarrotado desde el suelo hasta el techo con antiguos tomos y crujientes pergaminos. Conversamos sobre todo tipo de asuntos relacionados con lo arcano hasta bien entrada la mañana. Frater I*I parecía estar versado acerca de la materia, en todos sus aspectos: desde la infraestructura del conocimiento Hermético, hasta diversos y siniestros cultos asiáticos, pasando por los bailes de los chamanes primitivos. Según nuestro discurso tomaba esta última dirección, me miró con sus oscuros ojos y me preguntó con cierto matiz mordaz lo que pensaba de la actuación del Sr. Morrison. Me sentí tremendamente incómodo al darme cuenta de que si él había visto la actuación, también habría reparado en mi crisis histérica. Balbucí alguna réplica ininteligible. “No temas reconocer lo que eres” me dijo “la experiencia se produjo hace ya unas pocas horas, pero aún estás experimentando la iniciación. Lo buscaste o no, has indagado en tu interior y has visto la verdad. Has abierto los ojos, has visto la entrada al Primer Círculo, ¡lo has conseguido, joder! Pero ahora tu aprendizaje depende de cómo reacciones. No puedes ignorar a las tinieblas, forman parte de ti. Ignorar la sombra sólo le otorga más poder y le permite alimentarse de tu alma. Esta es la fosa absoluta, y has de zambullirte en ella y permanecer en ella, para que no caigas en las garras de Foebok y te convierta en un esclavo del Miedo” Aunque no tenía la más mínima idea de cómo responder a su arrebato, algo se revolvió en mis tripas al escuchar el tono de voz de Frater I*I. La bilis inundó mi garganta, y entonces mi cerebro se quebró, inundando mi cabeza con toda la intensidad de mi anterior crisis, ahora limpio y libre de todo tipo de sustancias alucinógenas. Reviví hasta el más escabroso detalle de todas las humillaciones y agonías sufridas por mí y mi familia, torturas tan intensas que carecían de palabras; las visualicé como un eje sobre el que mi propia alma se retorcía, un nudo canceroso que amenazaba con tragarme en un acto de autodestrucción. Sabía que podría haber muerto en ese momento; toda voluntad de vivir y toda conciencia de mí mismo desapreció por completo, sumiéndome en una sima abisal de desesperación. La única cosa que me protegió fue el propio Frater I*I, quien me condujo fuera de aquel psicodrama laberíntico gracias al sonido de su voz; fue su guía la que devanó mi camino a través del nudo del odio y me hizo encontrar la verdad más allá del dolor. Me sumergí en una nueva compresión. Había alcanzado un estado que jamás habría conseguido ni con años de terapia intensiva. En la siguiente semanas en las que visité con frecuencia a Frater I*I, le sometí a un profundo interrogatorio acerca de las técnicas que usó para guiarme a través del mal “viaje”, y las alusiones arcanas que trufaban su conversación. Sus explicaciones forman el volumen que ahora posees. A través de sus narraciones,

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Crónica del Laberinto Negro

Frater I*I, ha seguido el rastro de la formación y posterior desarrollo de una tradición mística secreta, conocida por varios nombres en diversos períodos, pero unidos por el mismo conocimiento. La iniciación en tal tradición se realiza a través de experiencias semejantes a la mía, en la que la oscura sombra del subconsciente del iniciado es desafiada y superada. Cada grado de iniciación está vinculado al paso a través de uno de los brazos de un enorme laberinto conocido como el Laberinto Negro, situada en el Templo Oscuro, más allá del tiempo y del espacio. Según uno progresa a lo largo de la espiral hacia el centro, es probado respecto a aquella cualidades y facultades que permiten abrazar el secreto de secretos que aguarda en el corazón del laberinto. Durante los años siguientes, recibí, de forma irregular, fragmentos del manuscrito en los que Frater I*I había recogido una rudimentaria cronología de esta tradición a través de una multitud de documentos históricos, que cuidadosamente había analizado y estudiado. La información contenida en este trabajo puede tener un profundo impacto sobre diversas escuelas de pensamiento; metafísicas y antropológicas. Frater I*I me prometió entregarme un apéndice que actualizaba la cronología, pero a día de hoy, aún no lo he recibido. He tomado la decisión de publicarlo cuando, a la vista de las noticias de esta tarde, me he dado cuenta de que nuestro país está en camino de desafiar a su propia sombra colectiva. Entre los extremos del orden social establecido y la liberación de la revolución contracultural, encontramos la lucha social, establecida y perpetuada por los auténticos nudos gordianos de la negación de la realidad. El estado, engordado gracias a la abusiva burocracia, se ha convertido en un motor de destrucción que no puede (o no quiere) distinguir entre amigos y enemigos. Nos hemos refugiado en la Revolución del amor, pero incluso esta inocencia no puede hacer frente a los eslóganes garabateados en sangre en la pantalla de la televisión. Como planeta, vivimos a la sombra de la absoluta aniquilación; como raza, nuestro paso a través de esta era dependerá de si podemos aprender las lecciones del Laberinto Negro, a cuyo fin ofrezco este volumen como guía a través del laberinto de crisis que conforma nuestro tiempo. Egbert Reeve, RedBletter Press San Francisco, 1970

Introducción

En 1735, Lord Alfred Graven publicó a Crónica del Laberinto Negro, el precedente del libro que ahora estás leyendo. La intención declarada de su trabajo, presentado al Rey Jorge II antes de su publicación, fue poner al descubierto una red de intriga y conspiración que apuntaba a la familia real británica en concreto, y contra la integridad de la nación inglesa en general. Lord Craven, guerrero retirado, y erudito de estilo peculiar, se había ocupado durante la mayor parte de su vida profesional a la protección de la corona contra Carlos Eduardo, (el “advenedizo”, que buscaba reclamar el trono de la línea Estuardo) y resulto gravemente herido en la primera insurrección jacobita unos veinte años atrás. La primera mitad de su trabajo es una obra maestra que rivaliza con muchos tratados de la conspiración actuales, intercalado parlamentario, siguiendo el estilo de la Gran Inquisición. Esta conspiración, a la que Craven denomina Laberinto Negro, se extendía por todas las Islas Británicas y más allá, implicando a la mayoría de Europa así como las colonias americanas; en esta conspiración cualquier sospecha era transformada de inmediato por Craven en una evidencia condenatoria. Señalaba su origen en Escocia, aunque no se detenía ahí; la segunda mitad de su trabajo analizaba la Historia, en un intento por vincular la malicia de los escoceses y sus aliados conspiradores a la actuaciones de oscuras entidades cuyo orígenes se perdían en las nieblas de la Prehistoria. Jung, su doctrina central es sorprendentemente familiar; cada uno ha de identificar y afrontar su Sombra particular, el aspecto oscuro de su propia personalidad, para después abrazarla y reconciliarse con ella, obteniendo de esta forma el equilibrio y fuerza interior.

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Crónica del Laberinto Negro Una vez echo esto, se ha de realizar la misma operación respecto del mundo por completo, consiguiendo que reconcilie a su vez con su sombra personificado como el Wyrm, el gran Corruptor. Desafortunadamente para Lord Craven, su propia Sombra, su odio paranoico hacia todo lo escocés, le cegó ante las consecuencias de sus propios actos. Jorge II era, por parte de su abuela Sofía, Princesa de Hanover, descendiente del Rey Jaime I, el intérprete de las escrituras antiguamente conocido como Jaime VI, Rey de Escocia. Enfurecido por la arrogancia y horrorizado por las vividas descripciones contenidas en la Crónica acerca de los antepasados medievales escoceses y su degeneración creciente, el rey ordenó que todas las copias del libro fueran quemadas y que Lord Craven fuera decapitado por traición. La desgracia permaneció unida al apellido Craven durante al menos un siglo. El recopilador del presente volumen se hizo con una copia de la Crónica del Laberinto Negro en una librería de dudosa reputación en Nueva York allá por el 1960. Ciertos apellidos implicados por Craven en la intriga bizantina que diseño inspiraron parte del defectuoso entendimiento de su propia herencia. La obra culmina con la compleja comprensión de los principios fundamentales de la tradición mística del Wyrm. Durante el curso de su explicación, lo que el autor considera como su Danza de Reconocimiento, fue contactado por ciertos espíritus llamados Perdiciones que lo condujeron hasta la siniestras ruinas de la Abadía Phelegma. El resultado de su peregrinación espiritual transformó la vida del autor, que adoptó una nueva identidad, y que constituye el Capítulo Sexto de este libro. Fue el ahogamiento en estos documentos lo que le levó a ver la necesidad de una versión moderna de esta Crónica del Laberinto Negro. Tras un fútil intento de conseguir validar la Crónica desde un punto de vista académico, el autor estuvo más que satisfecho de mantener correspondencia con el Profesor de Antropología Comparativa de la Universidad de Edimburgo, W.Richard MacLish. Sin la sabía guía del Profesor MacLish, la recopilación y traducción de los siguientes documentos nunca podría haberse llevado acabo. Después de tratar sin éxito de establecer una rama de la Orden Pretánica (como la orden del Wyrm es conocida) en Nueva York, se dirigió hacia el oeste, donde mentes más abiertas se reunían en busca de la verdad. En San Francisco dio con Don Egbert Reeve, cuyo deseo de iluminación espiritual en conjunción con sus negocios de publicaciones independientes hicieron de la edición moderna de la Crónica de la Espiral Negra, una realidad. Don Reeve no es sólo un buen amigo sino parte de la familia; su nombre se deriva de “Redb” gaélico-picto, herencia que comparte con el autor. Sin su desinteresado interés y amable asistencia, junto con los generosos recursos de su RedBletter Press, este volumen nunca habría visto la luz. Frater I*I, Guardian del Orbe Oscuro y Contemplador del Abismo San Francisco, 1968

Libro I:

Era

de la

Calamidad

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Capítulo Primero: Cartas de un Centurión

El contenido de este capítulo ha sido recogido del Museo Británico Harleiano MS 3859, a veces referido como “La Historia de los Britanos y apéndices de Nennius”, comúnmente conocido por los eruditos actuales como Miscelánea histórica británica. El último título es el más apropiado, puesto que es poco más que una colección caótica de documentos sin inventariar o catalogar, y contiene, entre otras cosas, oraciones en Latín, parte del sermón de San Agustín de Hippo, y una oscura geografía Escitia. Adquirido por la Biblioteca Harleiana en 1729, ha sido datada sobre la segunda mitad del siglo décimo y atribuida al scriptorium de San David. El volumen original de la Crónica del Laberinto Negro finaliza con una confusa versión de lo que se narra a continuación, probablemente debido a que Lord Craven tomó como base traducciones de segunda y tercera mano, puesto que tenía vetado el acceso a la Biblioteca de Harleiana a causa de su conducta políticamente incorrecta. Frater I*I se ha esforzado en realizar una versión más moderna, pero la pésima condición en que se encontraba el manuscrito permite tan sólo un texto fragmentario. Nuestro narrador, Titus Germanicus, fue un centurión acuartelado en Corstopitum (la actual Crobridge), cerca del Muro de Adriano alrededor del 200 d.C. Sus esfuerzos por llevar la frontera un poco más al norte sin duda provenían del deseo del Emperador Séptimo Severo por ver la frontera romana redear por completo las Islas Británicas. El origen germánico que se deriva del apellido de Titus (y mencionado después en el documento) es poco usual, puesto que la ciudadanía no recaía sobre los hombres libres no romanos hasta el edicto de Caracalla, promulgado algunos años después. Caius Estulitius Incitatus era el Legatus a quien se dirigía estas cartas.

Cartas de un Centurión

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¡[S]alve, Legatus! De acuerdo con vuestras órdenes, me dispongo a comunicaros este informe de los últimos sucesos acaecidos junto al muro1 : aún defiende territorio del Imperio, pero a no poco precio, me temo. La tribu salvaje de Caledonia2 aún acosan la frontera, a pesar de las desproporcionadas sumas de dinero que regularmente pagamos a sus reyes y jefes. Aún a riesgo de desafiaros a vos y a vuestros antepasados, sugeriría que el Imperio cesara en tales pagos a aquellos que no tienen control sobre sus súbditos. [E]n lugar de este método, recomendaría una estrategia más afectiva basada en la experiencia que he ido adquiriendo en los años desde que fui destinado a este puesto. He aprendido algo acerca de las enemistades tribales y las luchas de poder que existen en Caledonia, y estoy seguro de que podría ser explotadas en nuestro beneficio, para mantener la frontera intacta. [G]racias a algunos informadores nativos, he averiguado que Caledonia está habitada no sólo por las tribus goidélicas de los celtas, con los que ya somos familiares, sino por otra raza, no necesariamente amistosa con aquellos. [D]esde que el divino Adriano contruyera el gran muro que se extiende a lo largo de la frontera, el Imperio se ha visto inundado por informes acerca de fieros y salvajes guerreros, desnudos y cubiertos de pies a cabeza por tatuajes de color azul, que surgen de la nada y a menudo arrastran a nuestros valientes muchachos de las murallas ayudades de garfios, para después celebrar un festín con su carne, ante los horrorizados ojos de sus compañeros3. [E]stos pictos, así llamados por su aspecto, dominan las regiones del noroeste de Caledonia, desde las que realizan incursiones en los territorios de los gaélicos (como se denominan a las tribus goidécas) además de a las fortalezas romanas. Propongo enfrentar a estos pictos contra los gaélicos, y cultivar un odio aún mayor entre estos dos pueblos. [P]ara lograrlo, he invitado a Brennus, el alto rey picto, a parlamentar en Eboracum4. Allí le propondré que se alíe junto a Roma contra los gaélicos. Si los podemos mantener el uno contra el otro, no tendrán los suficientes hombres o energía para seguir acosando el muro, y el resto de Britania podrá seguir desfrutando de la Pax Romana. [T]itus Germanucus, Centurión, CVIII cohorte. ¡[S]alve, Legatus! [T]emo que tengo que comunicaros que la negociación en Eboracum concluyó sin éxito. El rey Brennus de los pictos5, a pesar de su conducta reservada y esquiva (tan en contraste con la mayoría de los líderes bárbaros), no aceptó mi propuesta. Desafortunadamente, había subestimado la completa anarquía que se extiende más allá del muro. Es probable que cualquier pacto que estos salvajes pudieran firmar con nosotros no fuera respetado por todas las tribus pictas que supuestamente de deben lealtad. [E]s extraño que aprendiera esto del propio Brennus, que habla con toda franqueza acerca del triste estado de su reino. Resulta un hombre peculiar; revestido de una sobria nobleza incluso a pesar de sus cejas inclinadas, anchas fosas nasales y su basta mandíbula lampiña. Su cabeza apenas llegaba a mi hombro y pesaría al menos la mitad que yo, pero. Era tan ágil y nervudo como una pantera. Vestido solamente con un pantalón y sus tatuajes azules, armado con una lanza corta sin adornos y una sencilla daga de fabricación celta, caminaba con toda la tranquilidad entre los romanos reunidos como si tuviera un ciento de los suyos a su lado. [A] pesar de que aparentaba la grandeza de todo un monarca civilizado, se refería a su pueblo de un modo distanciado, casi ajeno; supuse que las familias gobernantes del

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Crónica del Laberinto Negro reino picto habían mantenido el poder entre sus manos durante tanto tiempo que había acabado por desunir de sus propios súbditos. También sospeché que pudiera existir algo de endogamia entre los dirigentes, algo común en las aristocracia salvaje. [C]asi todas estas especulaciones se vinieron abajo cuando tuve ocasión de observar a Brennus relacionándose con su sequito. Una media docena de guerreros pictos lo acompañaban como su guardia personal. Eran pequeños, más pequeños incluso que Brannus, y cubrían su piel de tatuajes similares. Aquí terminaba toda semejanza; mientras que su rey despedía un aura de nobleza salvaje y primaria, los demás eran especimenes burdos y canallescos, encorvados, de habla gutural, y piel escamosa y enferma. [“M]encionas el triste estado de mi pueblo”, me dijo Brennus, “pero sabe esto, romano: estos hombres son los mejores que he encontrado. Sus cuerpos están retorcidos por el mal que acecha en mi tierra, pero sus espíritus aún se conservan puros. Sé que sus corazones son leales a mí, y que la sangre que en ellos fluye es la de los auténticos Aulladores Blancos6, no…”; y aquí Brennus se detuvo, en apariencia consumido por la rabia que sólo contenía gracias a una voluntad de acero. Se dio la vuelta en ademán de marcharse, se paró, y siguió hablando de espaldas a mí. “¿Te gustaría ganarnos como aliados, romano? ¿nos prestarías tus lanzas en nuestra lucha contra los gaélicos? ¡Entonces llama a algunos de tus hombres y haz que traigan sus monturas! ¡Así sabrás quienes estarán dispuestos a luchar junto a ti! ¡Cuando estés listo, te conduciré al corazón de territorio picto!”. [Y] esto es todo, Legatus. Esta será mi ultima misiva durante algún tiempo, pero mi siguiente informe seguramente irá acompañado de buenas noticias; pronto empujaremos a los celtas hacia el mar y redibujaremos la frontera romana hasta comprender toda Caledonia. [T]itus Germanucus, Centurión, CVIII cohorte.

Cartas de un Centurión

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Estas son las únicas cartas completas de Germanicus. Aunque nunca fueron enviadas a Roma, no es probable que Germanicus las llevara con él a tierras pictas. Frater I*I cree que fueron conservadas en Eboracum de algún modo, y obtenidas después por Nennius o cualquier otro compilador anónimo. Esta teoría es corroborada por la diferencia de estado con la narración que sigue. Mientras que las otras dos cartas habían sido escritas con cuidado sobre pergamino (la letra inicial de párrafo aún sin terminar de ser iluminada), el siguiente texto lo escribe Germanicus a mano, y fue añadido a la contraportada de MS, probablemente para incluirlo posteriormente como un “apéndice”. Lo que sigue puede haber sido el inicio de una serie de cartas a Incitatus, pero el estado fragmentario del texto deja esta pregunta sin responder. Casi con toda seguridad, estos escritos formaron parte del diario de Germanicus, con los que pretendía escribir su informe a Roma, Tras su triunfante regreso. […] Dejamos Eboracum y pasamos las ruinas de la Torre de Trajano7. Extrañas miradas se sucedieron entre Brennus y sus hombres, e intercambiaron murmullos furtivos. Posteriormente, un explorador galés de nuestro grupo, que conocía algo de picto, nos relató como los hombres de Brennus le habían dicho en tono acusador: “les llevas contigo y quizás recuerden”. […] La campiña tiene algo de espartana belleza. Vastos campos de brezos se extienden bajo el plomizo cielo; las colinas se inclinan con suavidad en algunos lugares, mientras que en otros se retuercen en extraños ángulos de roca desnuda. Pregunté a Brennus […] “[…] pero no creas que la tierra ha sido siempre como ves. Cuando mi pueblo vino aquí por primera vez, lo hizo andando, puesto que los mares aún no habían dividido estos terrenos. La tierra se estaba deshaciendo de su manto de hielo, y cazábamos a los renos, bisontes y mamuts por las llanuras. ¡No te sorprendas, romano!, porque el mío es un pueblo antiguo, y nuestros recuerdos llegan tan lejos como ni te puedes imaginar. “Cuando los océanos se levantaron, nos trasladamos a las colinas; por aquel entonces, frondosos bosques cubrían la mayor parte del país. Mi propio tótem; el León, era abundante, así como el ciervo rojo, el jabalí, y muchos otros animales, que se extinguieron junto con la propia tierra” […] Las condiciones de vida de esta gente son deplorables. No poseen viviendas, sino que la mayoría malvive en montones de tierra. Incluso he oído que aquellos que viven en las colinas lo hacen en cuevas y madrigueras, como los animales. Hay algunas estructuras de madera y piedra, donde Brennus nos permite alojarnos a nosotros y a nuestras monturas. Dentro de aquellas vemos herramientas y armas de bronce y acero, la mayoría de ellas de origen goidélico. No obstante, algunas, en mi opinión, son producto de la artesanía picta; crudamente trabajadas y adornadas con imágenes retorcidas de fantasiosas bestias.

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Crónica del Laberinto Negro Fuera de estos lugares, ni siquiera estas tristes objetos son utilizados por la población; la mayoría de los súbditos de Brennus se las arreglan como pueden con poco más que herramientas de madera y piedra, poco mejor que los trogloditas. […] El siguiente fragmento parece haber sido escrito inmediatamente después del evento que describe, puesto que el texto, garabateado apresuradamente en apretado estilo latino, está desfigurado por quemaduras, manchas de sangre y de otras sustancias menos identificables. […] volcado, lloviendo chispas y derramando ascuas sobre la tienda, que es presa de las llamas en un instante. Agarrando mi […] “asquerosos salvajes enanos, nos la han jugado…”; entonces fue cortado acompañado de un sonido desgarro […] relucientes hojas a la luz del fuego, brillantes caras de hombres que lloraban de miedo y dolor, gruñidos de enormes […] sangre y más sangre según se clavaba mas profundamente mi gladius […] con un puñado de grasiento pellejo, entonces se giró […] encarado a una pesadilla, de pequeños ojos de cerdo brillando ahítos de ira con un enfermo verde, y una orejas de murciélago grises y cubiertas de muescas de anteriores batallas; pero lo peor era la boca, abierta en un ángulo imposible casi de lado a lado, dividiendo la cara verticalmente, con mandíbulas de colmillos que le brotaban por todas partes […] grave y gorgoteante en lo profundo de su garganta, dejando caer un líquido viscoso que levantaba columnas de humo allí donde caía […] sobre su coriáceo hombro, Brennus, extrañamente transformado […] mirada salvaje se encontró con la mía a la misma

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altura […] extremidades más largas, provistas de más masa muscular, su ancho pecho azul cubierto de brillantes cortes carmesíes. Gruñendo, se abalanzó […] no demasiado aturdido por el impacto como para no apreciar la metamorfosis obrada en el rey picto: su cara estirada hasta semejarse al hocico de un perro, blanco pelaje creciendo de improviso por todo […] cortando, desgarrando, partiendo en dos con una furia ardiente más intensa que la de propio sol, una furia que podría hacer que los dioses perdieran su […] con un último y desesperado esfuerzo, liberó su premio y lo levantó, aun retorciéndose, al oscuro cielo repleto de humo. Su aullido de victoria quebró la noche; entonces, hundió sus colmillos en […] El siguiente pasaje fue escrito después, bajo condiciones menos adversas, haciendo que sea mucho más fácil su lectura y traducción [Digo, “…tú] me puedes llamar romano, pero has de saber que nací en los bosques de Germania, que mi corazón se forjo en los helados fuegos del norte, y que soy de la estirpe de los berserker, los que a su vez lo son del lobo Fenris. Mucho antes de que me sentara en las escuelas romanas o levantara una espada romana, tíos vitki y tías brujas me hablaron de las viejas tradiciones, acerca del conocimiento de las runas y de os cambiantes caminos de los Fenris. Tendrías que hacer algo más que eso para sorprenderme, oh, Rey de los Pictos” La cara de Brennus continuó con su expresión impasible. Su mirada no se alejaba de las ruinas del campamento, donde se habían prendido las hogueras para nuestros camaradas caídos (he de llamar la atención sobre el hecho de que no se encontraron todos los cuerpos de mis hombres). “Como desees”, dijo finalmente. “¿Te hablaron tus parientes de los Di Triplecti, del Magnis Vermis8?”. “¡Claro que si! Nos referimos a él como Jormungandr, la Serpiente de Midgard. Se dice que su despertar traerá el Ragnarok, el fin de todas las cosas”. “Y así ha sido…”; sus ojos se estrecharon mientras se volvía hacia mí. “Para nosotros, al menos.” “Explicate”. “No pienses que vosotros (los romanos, quiero decir) habéis sido los únicos que habéis intentado invadir estas tierras. Antes que vosotros vinieron los celtas, hordas de ellos, cada una más borracha y molesta que la última. No me malinterpretes, los pictos vivimos en paz con los celtas, ¡y nadie puede igualar las canciones que cantamos juntos! Pero ellos continúan creciendo, y los nuestros comienzan a escasear. Hacemos la guerra y luchamos duro por nuestras tierras, pero simplemente son muchos, y nos vemos empujados hacia las colinas. “Puede que haya algo de justicia en esto. Puesto que, cuando nosotros los pictos llegamos aquí, siguiendo el rastro de los rinocerontes y mamuts, había otros antes de nosotros. Otros a los que empujamos fuera de sus territorios, justo como ahora nos ocurre a nosotros. Escucha con atención, puesto que resulta irónico: este pueblo del que te hablo era de seres más pequeños que nosotros, con extraños rostros, más parecidos a lagartos o a serpientes que a humanos. Llevaban aquí desde incluso antes de la llegada de los muros de hielo, y moraban en madrigueras subterráneas, justo como lo empieza a hacer mi pueblo. Cuando llegaron los celtas, nos aliamos contra el pueblo serpiente; cuando las legiones romanas marcharon sobre nosotros, nos unimos a los celtas para rechazarlas. “¿Ves? El mundo se mueve en círculos, tal y como el Vermis muerde su cola”.

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Crónica del Laberinto Negro

La mención del picto acerca de la serpientes bajo tierra despertó en mí memorias de cuentos escuchados en mi juventud. El comentario hizo que pensar en la vuelta a la Torre de Trajano me hiciera sentir incómodo. Imaginé las colinas a nuestro alrededor acechando, oyéndonos con atención. “Este pueblo serpiente estaba versado en la senda del Vermis, pero del Vermis antiguo, antes de que la locura embargara al Textor. Fue el antiguo Vermis quien mantuvo el equilibrio entre Textor y Feritas, entre el orden y el caos. O así nos lo enseñaron. El Vermis aún tenía ancestrales fortalezas, Foevae, en esta tierra; lugares sagrados para el pueblo serpiente, por lo que creo que realmente no comprendían la locura del Textor o el cambio que había obrado en el Vermis […] [“…] Recuerda la historia de la época de Aagricola, tu predecesor, quien trató de subyugar las tierras de Celedonia. Recuerda eso; a pesar de que su número, armas y recursos eran ampliamente superiores, nuestros pequeños grupos de pictos y celtas equilibraban la balanza cortando sus líneas de suministros. Comprende que su odio y furia, que habitualmente genera tu imperio, es tanto una gran fuerza así como nuestra perdición. Cuando era joven, mi odio hacia Roma era tal, que me llevó a invocar una fuerza oscura. [“…] al menos un centurión que conozcamos, era uno de los muertos andantes, aquellos que arden a la luz del sol, y que sacian su sed con la sangre de los vivos. Entre su centuria se encontraban aquellos que los gaélicos denominan fomori, hombres que han sido poseídos por espíritus malignos hasta transformarse en armas del Vermis. Muchos entre mi gente creen que recibieron la ayuda del pueblo serpiente cuando atravesaron territorio picto, puesto que es imposible superar la vigilancia de los pictos.

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En cualquier caso, avanzaron por las montañas Grampain y más allá, hacia el lejano norte donde se alza Fovea. Allí despertaron el ancestral poder del lugar, y abrieron el camino para que el Vermis asomara su cabeza sobre la tierra. “En la hora más oscura, la Bestia Bello, el violento rostro del Wyrm, reclamó el corazón del propio Calgacus9, ahíto de rabia, como Su primer trofeo. Puesto que si hubiera continuado con su guerra de guerrillas, la legión habría malgastado el tiempo en vagar de un lado a otro, y puede que Roma hubiera terminado por abandonar sus intenciones de subyugar a los salvajes de Caledonia. Pero la ira que es a la vez don y perdición de mi gente, le impelió a abandonar la seguridad del Monte Grapius y plantar cara en una batalla abierta contra la legión del Agrícola. Cuán sutil es el Vermis, enfrentando el Textor contra Feritas, romanos contra celtas, ¡para así recoger los despojos de ambos! Cerca de un tercio de los celtas reunidos cayó aquel día, y la Bestia Bello se bautizó con aquella carnicería. Aquellos que sobrevivieron se refugiaron en las montañas, con su corazón ardiendo de ira. “Tal desastres sólo fue la primera de la multitud de aflicciones que aguardaban a mi pueblo. La lucha de la Bestia Bello amplió el corte que había realizado en el tejido del mundo, liberando a los espíritus servidores que infestan Su reino. Estos espíritus bullían en Fovea, donde habita la Bestia Bello, y descendían a las montañas para asolar la tierra. “Al principio, sus ataques no eran directos, y se achacaban más a la mala suerte. Estación tras estación, todo parecía enfermar y echarse a perder. La plagas y la pestilencia se cebaban en los campos, con la hambruna acehándonos. “Entonces, más allá de las tierras de Damh Brugh, Crom Cruach y Moch Maugh10, llegaron noticias: malos presagios. Primero, el ganado comenzó a alumbrar crías muertas, y los cuerpos de los becerros se mostraban retorcidos y deformados. Entonces, las cabras comenzaron a parir crías con tres, cinco, siete patas tres ojos o incluso dos cabezas. Cosas sin caras que pataleaban un par de veces para después ahogarse. Mi abuelo, que fue rey en su tiempo, envió hombres a investigar. Lo que contaron a su regreso, encogió el corazón de todo mi pueblo. “La gente de aquella tierra había guardado un terrible secreto; no sólo su ganado había resultado maldito, sino también su propia descendencia. Los niños nacían monstruosos y contrahechos. La mayoría de los que sobrevivían al nacimiento eran asesinados por sus propios padres, aunque algunos eran abandonados en los yermos. Fue un error. Mientras que cualquier recién nacido hubiera muerto antes del siguiente amanecer, esos monstruos obtuvieron nuevas fuerzas de los espíritus (Pestes) que habían presidido su nacimiento. Sobrevivieron y se convirtieron en recios fomori, muchos

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Crónica del Laberinto Negro de los cuales aún vagan por estas tierras. Encontraron aliados en el pueblo serpiente, y entre aquellos pictos cuyos corazones habían sido roídos por los Pestes. Según las fuerzas del mal se multiplicaban, la plaga que asolaba a nuestra descendencia comenzó a propagarse, hasta que pronto no hubo aldea que no sufriera este horror. “Cuando dedujimos lo que estaba ocurriendo, un grupo de nuestros mejores guerreros se dirigió a Fovea. Pensamos que podríamos derrotar a la Bestia Bello, llevando la batalla a su propia madriguera. ¡Qué gran error! Cómo pudimos ser tan estúpidos como para creer que la Bestia Bello pudiera ser derrotada tan fácilmente. Seguramente nos esperaba, y nosotros caímos en su trampa. Sólo uno consiguió escapar. Los mejores y más valientes de los Aulladores Blancos fueron conducidos al agujero donde aguardaba el propio Vermis11 , y allí sus almas fueron retorcidas por el mal y la locura, sus cuerpos refundidos en formas monstruosas. Fueron vomitados de nuevo a nuestro mundo como burlas de nuestros guerreros, representando todo aquello a lo que odiamos. “Sabemos de esto de la boca de aquél que consiguió escapar. Fue cazado y devorado pos sus antiguos camaradas. Su nombre era Cororuc, y su recuerdo morirá conmigo, a menos que los bardos celtas canten nuestras canciones cuando nadie más…” . Y el rey de los pictos guardó silencio. Me mantuve callado durante largo tiempo, mi mente confusa aún. Finalmente pregnté: “¿Por qué , entonces, me has traído hasta aquí?”. [Brennus dijo] “[…] quizás pensaba que sólo una mano romana podía deshacer lo que una mano romana había hecho. No creo que tu imperio pueda ser tan corrupto si hombres como tú se encuentran en sus filas. O quizás”, y aquí se volvió a dibujar aquella sonrisa ladina que me hizo recordar su máscara de lobo brillando a través del fuego y la sangre de la pasada noche, “¡en mi desesperación, confío en dañar este imperio del mal conduciendo uno a uno a sus mejores hombres a la mismísima boca del infierno que se ha abierto aquí!”. Las aves carroñeras se dispersaron, asustadas ante el eco de nuestras lúgubres carcajadas. […] Las páginas finales apenas pueden leerse, puesto que se encuentra aún en peor estado que el fragmento que describe el ataque. Sólo se pueden intuir algunas frases. […] más allá de las colinas, con la niebla elevándose hacia el cielo, como un gran muro gris que delimita el fin del mundo. El camino hacia abajo era traicionero y escarpado […] viscoso musgo que cubría las rocas, cuyos amplios rostros habían sido grabados con bestias de estilo picto, que parecían formar remolinos en la niebla […] hacia las entrañas de la tierra. Resbaladizos muros de piedra casi pegados unos a otros […] un vasto laberinto de túneles y madrigueras, con muchos de sus pasillos demasiado pequeños y estrechos como para permitir el paso de cualquier forma vagamente humana […] le perdí de vista en uno de los recodos […] “¡Brennus!”, grité, pero la única respuesta fue un silbido sibilante […] frente ancha y escamosa, bajo la que brillaban unos ojos amarillo-verdosos a la luz de mi antorcha casi extinguida […] rodeándome […] atándome tan fuerte que ni siquiera podía alcanzar […] no sé dónde […] me lanzaron a un lugar diminuto, que hedía a carne podrida […] el peñasco que bloqueaba la entrada era demasiado grande para poder moverlo […] un enorme montón de lo que parecían ser cadáveres […] aquí una espada celta rota, allí, un peto de fino cuero, desgarrado como el papel, y allí el penacho del casco de un legionario. Me acerqué al montón y algo se deslizó raspando el tacón de mi bota […] incluso aunque le faltaba la mitad de

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la boca pude reconocer el cruel rictus de Drusus, el sargento íbero. Nadie le echó de menos […] las cabezas de una docena de celtas, atadas por el cabello como un racimo podrido de uvas […] dedos, y trozos de dedos, todos alineados en ordenadas filas por alguna mano ociosa (¿quizás para contar los días?). En uno de los nudillos advertí el anillo de bronce del que mi asistente se había enorgullecido tanto. Dioses del cielo, ¿en qué estaba pensando al aceptar traerle a una misión como esta? Pobre Quintillus. Moriste sin ni siquiera haber gozado de una rolliza mujer […] apartaron el peñasco a un lado entró […] no las lustrosas nobles cabezas de lobo que una vez vi correr por los bosques donde yo nacía, sino una monstruosidad con orejas de murciélago, como aquellos que nos atacaron en el campamento […] a través de sus babeantes mandíbulas, ladró algo que sonó como “¡Ven!” […] abajo pasillos aún más estrechos, en los que resonaban canturreos similares a sollozos […] hasta una multitud sibilante de ojos brillantes que titilaban en la oscuridad más absoluta […] ahora casi ensordecido por el

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Crónica del Laberinto Negro sonido de gemidos […] con un toque tan frío como el hielo. Mi […] así fuertemente con miedo y […] se enrolló en mi corazón, constriñéndolo hasta que pensé que explotaría […] de repente, una minúscula llama, no mayor que la de una vela […] pude ver que el sonido plañidero provenía de media docena de aullantes fémures, a través de los cuales el aire era expulsado por una lustrosa vejiga o estómago […][“] ¡HAAAKAKAKAKA – KKENNNGH! ¡AHAAYII! ¡FEEEEEBAK!” y continuaba el siseo […] [“] ¡ULLOOOGHMOOLLAGH! ¡BAASH! ¡BAAASH! ¡BAASH – KAYEEEAAGH! [“] […] iluminando el rostro de Brennus, golpeado y amoratado hasta el punto de que me costó reconocerlo, sólo a pulgadas del mío […] dentro de mi cabeza “¡AHAI BASHKAAI!” Entonces, en un aceitoso y familiar tono “¡Recuerda quién eres, Titus Germanicus! ¡Recuerda la misión que tenías encomendada! [“] […] arroyos y ríos de sangre, fluyendo hasta un enorme océano salobre, de un color parecido al de un vino oscuro. ¿Días? ¿horas? Apenas veo lo que escribo, y no sé por qué continuó […] Estos son los últimos textos comprensibles del manuscrito de Germanicus. Poco después de traducirlo, el siguiente documento apareció sin remite ni dirección, en el buzón de la residencia de San Francisco de Frater I*I Salve, Legate: ¡Es un placer para mí informaros de que el rey de los pictos ha sido eliminado de la lista de los mayores enemigos de Roma! Sin su líder, es más que probable que la molestia picta cese, permitiéndonos centrarnos en los salvajes celtas. Los intentos iniciales acerca de la alianza picta se mostraron innecesarios, especialemente cuando recordé las conversaciones que mantuvimos aquellas noches en vuestra villa, sobre el vinoso Adriático. Espero remitiros en breve la cabeza del rey Brennus, el último de los “Aulladores Blancos” para que entre a formar parte de la colección de vuestro señor, y que el fin de la estación de lucha me permita encontrarme con vos de nuevo en vuestra villa, para poder compartir ese vino espeso y salobreño que poseéis. Titus Germanicus, Eboracum12

Capítulo Segundo: Fabulae et Cantae Scotii

El volumen original de Lord Craven hacía abundante uso del folclore escocés, como se recogía en la compilación medieval Fabulae et Cantae Scotti, datada alrededor del siglo XII. Muchas de las citas de Craven no son más que cuentos de hadas de Frater I*I estima de poca importancia para el presente volumen. Por otro lado hay que indicar que cualquier ejemplo de brusquedad y violencia entre los escoceses es citado como medio de realzar el propósito provocador de este libro. Su tenacidad a la hora de encontrar todo tipo de insultos hacia los escoceses, es digna de alabanza. La siguiente cita del poeta romano Próspero adorna el titular de la obra, y es especialmente interesante si lo ponemos en relación con las revelaciones “ofidias” del anterior capítulo. ¿En qué negras cavernas crió esta sierpe que desde el polvo presume de alzar la testa? El objetivo principal de Craven era mostrar cómo, a través de la Historia medieval, los escoceses (en concreto aquellos de descendencia picta) persistían en insinuarse en la clase gobernante, primero de la Escocia no-picta, más tarde de la propia Inglaterra. Tras la caída del Imperio romano y en la Baja Edad Media, los pictos fueron decreciendo en número, y buscaron la manera de propagarse con desesperación. Craven afirmaba que la tradición nacional de vestir kilts era realmente una institución picta, diseñada como medio de favorecer la procreación. Como apoyo de tal argumento citaba una canción folclórica que seguía cantando en su época: E irás al pueblo de Damburrow Seas hombre o mujer, con los machos bien armados, Pues es bien seguro que volverán a alzarse desde el suelo reptando como serpientes por la hierba…1

Fabulae et Cantae Scotii Alrededor de los siglos IX y X, los pictos habían desaparecido casi por completo de la páginas de la Historia como pueblo en si. Esto se debió principalmente a la ascensión de Kenneth Mac Alpin, quien unió a pictos y escoceses en un único reino. Craven afirma contrito que Mac Alpin era picto por parte de madre. Según Lord Craven, la corrupción de la línea real britanica ocurrió en los albores del siglo XIV. El Rey Eduardo “Calzaslargas” cuya atrocidades contra los escoceses fueron legendarias, envió a la esposa francesa de su hijo a Escocia, como delegado prescindible para mediar con las tribus rebeldes escocesas. Durante su estancia, fue violada (o al menos así lo afirma Craven) por un rebelde escocés de ascendencia picta, y, sin que lo supiera su marido, Eduardo II, engendró al niño que lo sucedería. La corrupción inherente de la sangre picta no se manifestó de manera inmediata, puesto que el reinado de Eduardo III se conoce como “el cenit del código de la caballería”, pero mostró su máxima expresión unos cien años después en la “retorcida y maligna forma” de Ricardo III, como elocuentemente fue descrito por William Shakespeare. (Quizá Craven se tomó muy a pecho la versión de la historia del Bardo. O quizá el Bardo también conocía la historia que cuenta Craven.) La Crónica de Craven dedica gran parte de sus páginas a uno de los descendientes de Ricardo III, Edmundo, Duque de Edimburgo, Hacendado de Roxburgh, Selkirk y Peebles (estas últimas propiedades resultaron usurpadas por un malicioso noble escocés, presumiblemente de ascendencia no picta) . Aparentemente, tras recibir sus títulos, Edmundo rápidamente degenero en un manipulador y conspirador bastante inepto, un “horible hombrecillo, con un corazón tan negro como su ganado”. Craven se refiere a Edmundo casi exclusivamente con el nombre con el que pasó a la Historia, Edmundo “la Vibora Negra”. Aunque Craven afirma que Edmundo fue quemado por un Cazador de brujas, y no dejó descendencia, lo cierto es que el apellido “Blackadder” (Víbora Negra) aparece durante toda la Historia británica hasta que se desvanece en los campos de Europa durante la Primera Guerra Mundial, como así señala Frater I*I, Otra parte del legado de Craven que es necesario reseñar es en la que demuestra la preternatural vitalidad y fortaleza de las familias pictas que se cruzaron con el pueblo serpiente que Brennus describió en el anterior capítulo. Respondiendo a las acusaciones de que los escoceses capturados por bandidos fronterizos estaban siendo torturados y ejecutados de forma inhumana, John Carey escribe a Lord Burghley en 1596: “…y mi buen Lord, para que vuestro honro quede satisfecho, que no es tan bárbaro ni horrible como creéis que sucedió; puesto que parece que habéis sido mal informados respecto a que fue cortado en múltiples pedazos tras su muertepuesto que si hubiera sido cortado en múltiples pedazos, no podría haber sobrevivido todo un día, como ellos mismos relataron – ¡lo cual demuestra que no fue cortado en múltiples pedazos!”2

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Crónica del Laberinto Negro Los dos documentos que comprenden el siguiente capítulo fueron extraídos por Lord Craven directamente de Fabulae et Cantae Scotii. El primero es un viejo cuento tradicional, y la mención de San Ninian en la primera frase es digna de interés, puesto que el Venerable Bede nos afirmó que los edificios de piedra como el que describe, eran extremadamente infrecuentes en Escocia por aquella época. El segundo documento fue traducido por Lord Craven de un pergamino originalmente añadido a la copia de Fabulae perteneciente al Museo Harleiano. Según el cuidador, había sido colocado allí durante la Alta Edad Media, y supuestamente se recogió de la carcasa momificada de un misionero que acabó ahogado en un pantano, lo que hizo que se conservara su cuerpo.

La Primera Iglesia en Damburrow

Mucho tiempo antes de que San Columbia tratara de conducir a los pictos fuera de la idolatría, incluso antes de que San Ninian construyera su Candida Casa3, un misionero llegó a Damburrow para llevar la luz de la fe verdadera a los pueblos aún no civilizados. La Historia ha olvidado su nombre, pero la leyenda afirma que vino en solitario cruzando las colinas de Northumbria, haciendo chasquear las cuentas de su rosario y susurrando sus oraciones en latín. “Pater Noster, qui es in caelis”, murmuraba, “santificatur nomen tuum…” En el pueblo de Damburrow, hizo llamar a toda la gente y comenzó a predicar la Palabra de Dios. Los aldeanos escuchaban con aire taciturno y sin mostrar emoción alguna. Al final del sermón, y abatido por una respuesta tan fría, se dirigió al líder de la aldea. “¿No os inspira la Palabra de Dios?, clamó. “Está bien” , replicó el anciano. “Entonces ¿qué te parece si te digo que tengo planeado construir una iglesia aquí, para poder predicar la Palabra de Dios e instruir a tu pueblo en el camino del Señor?”. “Te digo que no te será permitido”. “¿No me lo vas a permitir?”. “No he dicho eso”. “¿No eres tú el anciano de la aldea?”. “Lo soy”. “¿Me prohíbes hacer lo que te he dicho?”. “No”. “De acuerdo”. Y así el misionero mandó llamar hombres del sur; un arquitecto, carpinteros, y albañiles, y cuando llegaron, comenzaron a trabajar. En una semana se terminaron los cimientos para la iglesia. Pero cuando el misionero y sus hombres se despertaron al día siguiente, se encontraron con que los cimientos habían desaparecido, y que los único que había en su lugar era un bancal de tierra con algo de hierba. Perplejo, el misionero llamó al anciano de la aldea. “Por qué no me dijiste que estaba construyendo en un cenagal?”. “Por que no estabas haciendo tal cosa. Este es un buen suelo para construir”. “De acuerdo”.

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El misionero consultó con su arquitecto y albañiles, y todos estuvieron de acuerdo acerca de la solidez de la tierra, aunque nadie podía explicar la desaparición de los cimientos. El trabajo comenzó de nuevo, y en dos semanas se erigió el armazón de la futura iglesia. Pero las obras no tardaron mucho tiempo en verse acosadas por graves contratiempos. Los obreros se sentían cansados, y su trabajo se resentía, un hecho que muchos atribuían a la dificultad para dormir bien. Algunos se quejaban de que no podían pegar ojo a causa de terribles ruidos que provenían del fondo de la tierra. Además, las herramientas, materiales y suministros se esfumaban por la noche. Contrariado, el misionero de nuevo se enfrento con el anciano. “¿Deseas impedir el trabajo del Señor?” “No”. “¿Tú o tu gente habéis robado útiles de la construcción?. “No hemos hecho tal cosa”. El misionero entrecerró los ojos y recorrió con un vistazo las oscuras colinas que acechaban en derredor. “¿Vive más gente en esta región?”. “No”, respondió el anciano. “Aquí no hay más gente”. “De acuerdo”. Y así continuó el trabajo, pero lentamente, porque las cosas seguían desapareciendo cuando la oscuridad caía, y algunos de los obreros acabaron regresando a sus hogares, a causa del empeoramiento de su salud. Unos pocos insistieron en haber encontrado extraños rastros sobre la tierra, huellas que parecían haber sido dejadas por pequeñas y deformadas manos y pies, con un ancho surco entre ambas, como si un cuerpo se hubiera arrastrado por el suelo. Susurros y murmullos supersticiosos comenzaron a brotar entre los hombres, pero el misionero trató de calmarlos.

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Crónica del Laberinto Negro “No temáis, buenos hombres. Parece que los niños de la aldea están divirtiéndose a nuestra costa con estas bromas crueles, pero no podemos dejar que esto nos detenga. ¡Recordad que ante todo, está el trabajo del Señor!”. Pero con el tiempo, la situación empeoró, y todos los hombres acabaron por marcharse, los canteros, los carpinteros, y hasta el arquitecto. Sin desanimarse, el misionero se dispuso a terminar la construcción por sí mismo. Durante días trabajó en la obra, y muchos aldeanos acudieron a observarle. Algunos miraban con sarcasmo mientras que otros se maravillaban ante la intensidad con la que imprimía cada martillazo, mientras recitaba sus cantos: “In nomine Patri (¡BAM!), et Filii (¡BAM!), et Spiritu Sancti (¡BAM!). Finalmente completó el edificio, y el misionero rogó a todos los habitantes de la aldea que acudieran a los primeros oficios. Pero el anciano de negó, diciéndole al misionero “Hace mucho tiempo que se prohibió que el trabajo que has llevado a cabo, se llevase a cabo, y toda esa piedra y madera ha de volver pronto a la tierra de donde se extrajo, puesto que es la propia tierra quien no permite tales cosas. El Paraíso y la Salvación que nos ofreces no son para nosotros, aunque suenen apetecibles”. Furioso , el misionero regresó a la nueva iglesia, para rezar en busca de la guía y fuerza necesaria para perseverar. Con tanto ahínco y tan alto imploró que toda la aldea pudo oírle a él y al pasar de cuentas del rosario, hasta la caída de la noche. Esa noche se escucharon terribles sonidos que parecían surgir del interior de la tierra, y todos en el pueblo se agazaparon junto a sus chimeneas. Aquellos pocos lo suficientemente valientes como echar un vistazo fuera de sus chozas juraron que habían visto a las oscuras colinas chocando entre sí en la penumbra. Cuando amaneció, todos los aldeanos se reunieron y se dirigieron a la iglesia, mas todo lo que encontraron fue un gran sumidero donde estuviera levantado el edificio. Mientras miraban, se fue llenando lentamente de un agua aceitosa y salobre que se filtraba del subsuelo. Y así permanece hasta hoy. Se llama la “Fosa Damburrow”, y la leyenda afirma que cualquiera que se atreva a acercarse cuando la luna se levanta en el horizonte, aún puede oír los susurros en latín del misionero, que ahora seuenan de forma diferente, borboteando a través de las aguas sucias y cenagosas: “Pater noster, qui es in Malfea, Vermis Magnis est tuum nomen…”4

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Carta de un misionero Amado Padre Misericordioso, Dejé la abadía de Iona hace varios meses, con alegría y determinación en mi corazón, dirigiéndome hacia el noroeste en pos de las montañas de Caledonia, dispuesto a llevar la Buena Nueva a los salvajes incivilizados que habitan allí. Los campesinos de las regiones cercanas a la abadía me recibieron con hospitalidad, puesto que sabían de nuestro buen hacer, y me trataron con tanta generosidad como podían permitirse. Según mi viaje proseguía, me encontré con bienvenidas más frías, e incluso en ocasiones mi noble propósito fue objeto de burla y mofa por los habitantes más degenerados de estas pequeñas aldeas. Pero mi fe era fuerte, y me mantuvo en el buen camino; no abandonaría mi misión. Hablaré ahora de los hechos que acaecieron ayer; me introduje en una región conocida como Damburrow, un lugar que me habían asegurado contaba con una reputación maligna. Así pues, me fortifiqué repitiendo por tres veces mis oraciones y realizando por dos veces mis abluciones. La mayor parte del día transcurrió son novedad, salvo por un ominoso sentimiento que atribuía a la susodicha reputación. Cuando el sol comenzó a hundirse en el horizonte, me encontré con una situación curiosa y triste a la vez. Cerca de la cima de una colina, no lejos del camino, una joven mujer (más bien una muchacha) se afanaba en una labor más propia de los hombres. La compasión me embargó al advertir que su figura, recortada por el crepúsculo, mostraba un vientre tremendamente hinchado, casi de forma grotesca. Aceleré mi paso, con la intención de relevarla en

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Crónica del Laberinto Negro su tarea y evitar que siquiera realizando esfuerzos en su delicada situación. Armada sólo con un cuchillo de cocina, talaba uno de los retorcidos árboles de la zona. La rama más baja, a unos dos palmos del suelo, había sido cortada a una distancia de aproximadamente un palmo dese el tronco, una tarea que posiblemente le hubiera llevado todo el día. Ahora se esforzaba en afilar la rama, deteniéndose de vez en cuando para comprobar la punta con su enrojecido pulgar. Según me acercaba, me dio la impresión de que se alegraba ante la finalización de su tarea y lanzó el cuchillo a un lado. Entonces encaró el árbol con aire de firme determinación en sus dulces rasgos, y , abrazando el tocón fuertemente con sus manos, se lanzó contra la aguzada rama con tanta potencia que estuvo a punto de atravesar su vientre. Imagino que algún grito mudo brotó de mis labios mientras saltaba hacia delante. La agarré por el pecho, intentando sacarla de la rama. Blasfemó en su extraña lengua y se revolvió. Buscando de nuevo la posición, aferró sus manos a la corteza del árbol y se empaló una vez más, en esta ocasión casi consiguiendo arrastrarme a mí también. Esta vez la estaca de madera emergió por la parte posterior de su vientre, atravesando el fruto de su vientre. No hay palabras que describan el horror que llenó mi pecho y que trepó por mi garganta al ver su cuerpo colgar obscenamente, con sus heridas manando sangre y fluidos de su vientre de extraños colores, que teñían el árbol y mis túnicas de un color rojo verdoso de aspecto enfermizo. Mientras su vida se le escapaba, hubiera jurado ver la áspera expresión de su rostro endulzarse con paz y sosiego. Pasó algo de tiempo hasta que reuní el coraje suficiente como para acercarme a su cuerpo. Sea cual fuera el mal que había infectado su corazón y que la había conducido a tan terrible fin, al menos tenia el derecho a ser enterrada apropiadamente. A este fin

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cavé un hoyo no muy profundo al lado de la carretera, y traté de cubrirlo con piedras. Pero cuando llegó el momento de trasladar el cadáver, aprecié que algo en su vientre se revolvía y convulsionaba, y huí gritando entre las sombras. Me desperté al día siguiente calado por el rocío, y helado como consecuencia de haber dormido al raso. Sólo me había desviado un poco del camino, aún a la vista de aquel horrible árbol. Desde mi nueva posición, pude ver en uno de los giros del camino donde un carromato o carreta había encallado, sobresalir una rueda en la cuneta. La estropeada cubierta había sido tejida con el mimo patrón de colores que el vestido de la muchacha. Puesto que la luz del día había alejado los miedos de mi, decidí investigar. Dentro del carromato, yacía un cadáver, que a juzgar por su postura, había muerto de forma violenta; la cara retorcida en agonía, las manos agarrando el vacío. Aunque semioculta entre las sombras y los enjambres de moscas, pude apreciar que se trataba de la hermana gemela de la muchacha, y que en vista de los contornos de su figura, parecía haber estado en el mismo estado de gracia que su pariente. Me di la vuelta para tomar aire y prepararme para otra visión dantesca, y me introduje en el interior del sombrío carromato. Las piernas de la pobre chica se encontraban en un ángulo imposible, sobre un charco de sangre coagulada. A pesar de que la empapada falda se pegaba a su cadera, resultaba evidente que la parte inferior de su cuerpo había sido desgarrada con tanta fuerza que la pelvis había sido partida en dos. Mi estómago se revolvió en mi interior, y la comida pugnó por salir fuera, pero no fue hasta que me di la vuelta debido a las náuseas, que el horror de la escena me invadió por completo. Benevolente Padre, cuando vengo a una tierra donde apenas niñas son obligadas a mantener relaciones carnales incluso

26 antes de su menstruación, sé que mi deber es enseñarles acerca de la moral que predica Nuestro Señor y Salvador, y mostrarles cuál es el camino de la rectitud. Y, Amable Padre, cuando en tales tierras encuentro evidencias de que semejante obscena práctica como es la del asesinato de los hijos no deseados se realiza, incluso el asesinato de aquellos hijos nonatos, sé que mi tarea será más difícil, y por ello más necesaria. Pero, Misericordioso Padre, he visto algo en esta tierra que ha socavado mi corazón, y jamás volveré a sentir la guía y la certeza de Vuestro Amor y Providencia. Existe en esta tierra un mal que incluso haría que Vuestro Hijo, Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, tornara su rostro y llorara con desesperación. No puede llevar Vuestra Palabra a esta gente, puesto que ahora no es más que una burla para mí, como seguramente también para ellos. Porque, cuando me aparté de la horrorosa visión dentro del carromato, mi ojo reparó en un rastro de sangre que atravesaba el camino y desaparecía tras un roca junto a la cuneta. El origen de ese rastro era el propio carro, como si alguien hubiera avanzado lentamente desde allí hasta el suelo, arrastrando su cuerpo deforme con pequeñas manitas semejantes a garras. Y sé que no existe fuerza humana que pudiera rasgar a la muchacha en dos, puesto que fue quebrada desde su interior. No rogaré Vuestra clemencia por abandonar mi cometido, ni por tomar mi propia vida. Sé que las más profundas simas del Infierno serán un bienvenido sosiego en comparación con el horror de este mundo. (sin firma)

Libro II:

Era

de la

Consunción

Capítulo Tercero: El Proceso del Monje Negro

Las leyendas acerca del Monje Negro pueden ser encontradas por toda Europa, y durante cada siglo de la época Medieval. A través de la investigación de estas leyendas, Frater I*I, ha llegado a la conclusión de que la persona descrita en el documento de este capítulo ha servido como modelo para muchos clérigos a través de la Historia, cuya búsqueda por la verdad lo condujo más allá de la doble moral predicada por la decadente e hipócrita fe cristiana. La mayor acumulación de leyendas sobre el Monje Negro se da en Inglaterra, al principio del siglo XV; hay muchas localizaciones en las Islas Británicas que deben su nombre a estas leyendas. El profesor Maclish ha resultado de inestimable ayuda en la identificación del Monje Negro como un escocés de ascendencia picta, quien alrededor de 1400, predicó su fe por Inglaterra y Europa. El autor también se halla en deuda con la anónima fuente del profesor que aportó una copia del siguiente documento, que vincula de manera específica al Monje con Gilles de Rais, la contrapartida histórica de la leyenda de Barbazul, que en tantos puntos guarda semejanza con la del Monje Negro. Dos cosas han de ser advertidas respecto al siguiente documento. Primero, la continua ausencia de nombre del por aquel entonces respetado Gilles de Rais. Debe recordarse que, en la época del proceso, de Rais no era sólo caballero, Lord y barón de la región de Rais, sino que también había servido como Comandante supremo de Francia, además de ser famoso por haber sido compañero de armas de Juana de Arco. Aparte del respeto hacia sus hazañas y posición, se pensaba que la insistencia del Monje Negro acerca de la situar a de Rais como centro de los crímenes en cuestión no era más que fruto de la malicia de una mente malvada, y el nombre de Rais fue omitido de todos los documentos del proceso. Segundo, la referencia al denominado Phallum Vermiculum, un artefacto de manufactura pagana, antiquísimo y de naturaleza oscura. No fue encontrado entre las pertenencias de le Fif, y, salvo la misteriosa “demostración” comprendida en el documento del proceso, es comúnmente admitido por los teólogos que el Phallum era otra de las invenciones de la perturbada imaginación del Monje Negro.

Capítulo Tres: El Proceso del Monje Negro

n el nombre del Señor, Amén.

E

Que el Señor me otorgue la fuerza y la determinación necesarias para transcribir con claridad y sentido común sobre el pergamino estas palabras que servirán de advertencia para futuros lectores, si el Señor decretase tales tribulaciones para las generaciones siguientes, del impenitente y descarado Mal que se expone en las páginas siguientes. Aquí se contiene la transcripción del proceso eclesiástico y la confesiones extraídas del fraile Louis le Fif1 , Ahora conocido por todos los buenos cristianos como el Monje Negro, quien entró (o así lo asegura) al servicio del Señor a la edad de veinte años como monje de la Orden Franciscana. Durante veinticinco años recorrió los caminos de Europa, desde los neblinosos páramos de Escocia a la desoladas montañas de los Cárpatos. Como hermano que carecía de residencia fija, sus actos fueron desconocidos para la Santa Madre Iglesia, pero en poco tiempo adquirió la condición de leyenda entre el campesinado de los pueblos que atravesaba. Al principio su fama se debió a su talento como sanador y hombre santo, puesto que no era visto más que aliviando el sufrimiento de la gente; limpiando a los enfermos y confortando a los apesadumbrados. Además, se ocupaba de los huérfanos y de los niños de padres caídos, llevándolos con él y consiguiéndoles un hogar en monasterios o en familias más favorecidas. Con el tiempo, sin embargo, resultó que sus “milagros” no eran más que los preludios de terribles maldiciones: los enfermos que parecían haber curado eran más tarde golpeados con peores aflicciones, a menudo agonizando durante años en su lecho de muerte; y aquellos cuyos problemas había resuelto se veían visitados por diez veces más desdichas. Aquellos niños que había recogido jamás fueron vistos de nuevo. Un nombre que ha sido eliminado de los documentos, y que sabemos que de manera errónea, es el de Gilles, barón de Rais, cuyos diabólicos crímenes y atrocidades impías continúan azotando a toda la Cristiandad, y cuya infamia se ha convertido en el origen de una oscura leyenda incluso en nuestro presente. Un último comentario acerca de la omisión de todos los oficiales de la Inquisición y delegados que intervinieron en el proceso. Tal actuación se debe al ruego de la Santa Orden Dominica, cuando se supo que todos los Inquisidores presentes en este proceso habían sufrido terribles muertes accidentales o caído en desgracias que les habían acarreado la excomunión, en los años posteriores. La auténtica naturaleza del Mal descrito aquí es tal que devora el espíritu de cualquiera que traba contacto con Él, y se tragará

31

32

Crónica del Laberinto Negro

el alma de cualquiera que se atreva a mirarlo de frente. Por esa razón, ésta, la única copia existe del proceso contra el Fraile Louis le Fif, será encerrada en una caja con triple cerradura y sellada con el Sello pontifical, y guardada en la cámara más segura en el interior de la Biblioteca Papal, donde sólo podrá ser estudiada bajo las estrictas condiciones de la penitencia y oración, ante la presencia de al menos tres Santos Cardenales. Que esto se cumpla según la voluntad de Nuestro Misericordioso Señor y Salvador Jesucristo en este Primer día del mes de abril en el año de nuestro Señor de 1464. Arzobispo [firma borrada] en

I.

Sea

cuanto

provincia

por no

de

la

se

presente

sabido

demuestre

Tours,

en

la

lo

que,

en

contrario,

catedral

de

tanto

en

la

Nantes,

teniendo a su frente como obispo al Reverendo Padre Jaun de Malestroit, recientemente delegó

y ordenó por Mandato Apostólico, al fraile Gui-

llaume M-2, erudito en las Santas Escrituras, de

33

Capítulo Tres: El Proceso del Monje Negro

la

Orden

de

los

Dominicos,

ejercer

la

labor

de

Inquisidor de la fe y herejía dentro del reino del

susodicho obispado, lo que realizó con eficacia y

buen hacer; es un hecho comprobable y conocido por todos.

II. Hecho:

que, en el último día de junio

en el año de Nuestro Señor 1439, en Maitines3, en

los

bosques

hendido

el

cercanos

fraile

Louis

a

le

Tiffauges,

Fif,

fue

miembro

apre-

del

sé-

quito eclesiástico del Comandante supremo G- de R-; así sucedió y así ha sido comprobado.

III. Hecho:

que, al tiempo de su arresto, el

susodicho fraile se hallaba en posesión de barios

artículos de naturaleza impía, a saber: los huesos y piel curtida de varias personas, la mayoría de ellos

niños,

cosidas

y

con

engastes

de

oro,

para

ser llevadas como ornamento o vestido; documentos que contienen rituales de naturaleza herética

y blasfema: y la cabeza cercenada de Olivier Da-

34

Crónica del Laberinto Negro

rel, niño de la diócesis de Nantes, de siete u ocho años; así sucedió y así ha sido comprobado.

IV.

Hecho:

que

el

susodicho

fraile

fue

preso en la cárcel de Tiffauges, y mientras que la corte se reunía, fue trasladado a Nantes, para comparecer ante los administradores de la Justi-

cia de Dios; lo antes mencionados fraile M-, fraile Jean B-, Reverendo Padre Henri G-, Cardenal

Serge de B-, representante de la Orden Domini-

ca, y el clérigo de la corte el fraile Antoine d’E; así sucedió y así ha sido comprobado. se

V. Hecho: le

mostró

la

que el susodicho fraile, cuando

evidencia

de

su

abominable

cri-

men, rehusó hablar o confesar; así sucedió y así ha sido comprobado.

VI. Hecho: que, de acuerdo con la jurisprudencia eclesiástica, el susodicho fraile fue encerrado en su celda por tres días sin posibilidad de recibir visitas o consejeros, y que al cuarto día

Capítulo Tres: El Proceso del Monje Negro

35

fue liberado y le fueron enseñando los instrumentos mediante los cuales le sería extraída la confesión; así sucedió y así ha sido comprobado.

VII. Hecho: que, tras contemplar los instrumentos de la Inquisición, sus ojos se incendiaron, y frunció sus labios en una sonrisa como para demostrar que no tenia miedo de ellos, y continuó sin hablar o confesar; así sucedió y así ha sido comprobado. VIII. Hecho; que al quinto día los instrumentos de la Inquisición fueron aplicados al cuerpo del fraile Louis le Fif, e, incluso aunque sus aullidos podían ser escuchados por las calles de Nantes, siguió sin hablar o confesar; así sucedió y así ha sido comprobado. IX. Hecho: que el mencionado procedimiento fue repetido al siguiente día, y al siguiente, y por casi una semana después, sin apreciable resultado, hasta que se decidió por los oficiales de la corte que tal curso de actuación era fútil; así sucedió y así ha sido comprobado.

36

Crónica del Laberinto Negro X. Hecho:

que al siguiente día le Fif acce-

dió a hablar a la corte; así sucedió y así ha sido comprobado.

XI. Hecho:

que, que cuando fue interro-

gado por la corte le Fif confesó, con arrogancia

y sin la menor señal de arrepentimiento, que la tarde en que fue apresado, en compañía de Lord

de R-, Jean de Riviere, Antoine de Palarne, un Lombardo, Etienne Corrilaut, también conocido como

Poitou,

hechicero

de

y

un

italiano

nombre

hereje,

Francois

diabolista

Prelati,

y

habían

trazado símbolos en la tierra en las afueras del castillo

de

Tiffauges

con

la

intención

de

facili-

tar la llamada de numerosos diablos y espíritus malignos, así como la realización de otros actos supersticiosos y desviados, incluyendo la tortura, sodomía,

y

decapitación

así ha sido comprobado.

XII.

Hecho:

que

de

niños;

fif

así

aseguró

sucedió

a

la

y

corte

que Lord de R- le entregó la cabeza de Olivier

Darel como muestra de su estima y recompensa por

los

servicios

sido comprobado.

XIII.

prestados;

Hecho:

que,

así

sucedió

habiendo

y

así

dado

a

ha

co-

nocer tales cosas, el susodicho fraile apuntó que

muchas otras atrocidades habían sido realizadas por

miembros

del

mencionado

grupo

en

otras

ocasiones, para después guardar silencio; así sucedió y así ha sido comprobado. de

XIV. Hecho: la

necesidad

obtener

los

de

detalles

que la corte decidió acerca

inducir de

los

a

la

confesión

mencionados

para

críme-

nes, y los instrumentos de la Inquisición fueron una vez más empleados; así sucedió y así ha sido comprobado.

XV. Hecho:

que esto continuó por varios

días más, durante los cuales se hizo llamar a Lord

de R- para informarle de semejantes maliciosas acusaciones, y la respuesta vino en forma de uno

37

Capítulo Tres: El Proceso del Monje Negro de

sus

hombres,

sacerdote

de

la

Milord

diócesis

Custache

de

San

Blanchet,

Malo,

quien

un

se

disculpó en nombre de Lord de R- por no acudir

personalmente, explicando que su señor acababa de

desembarcar

convención Milord

de

en

los

Blanchet

Bourges,

Estates

también

para

General, aclaró

asistir

ya

que

a

la

Louis

le

reunidos;

Fif había formado parte del séquito de Lord de

R- por un tiempo, pero que había sido expulsado

cuando se descubrió que su desagradable personalidad los

resultaba

buenos

harto

hombres

y

difícil

mujeres

de a

soportar

su

por

servicio,

y

ofreció las declaraciones de muchos de sus hombres para demostrarlo, con lo que la corte quedó

satisfecha; así sucedió y así ha sido comprobado4.

XVI. Hecho:

que, cuando la corte conclu-

yó que ninguna confesión más sería necesaria y que el proceso de extracción cesaría, le Fif inmediatamente se mostró locuaz una vez más acerca

38

Crónica del Laberinto Negro de los detalles de sus aberrantes actos; así sucedió y así ha sido comprobado.

XVII. Hecho:

que, cuando fue pregunta-

do sobre la naturaleza de sus víctimas, le Fif le dijo a la corte que habían sido niños y niñas, con edades que iban desde recién nacidos hasta preadolescentes, además de explicar que mientras que practicaba sus más viles artes casi exclusivamente con los del género femenino, de R- y Prelati parecían preferir niños jóvenes, una preferencia que atribuía a “un estado de disonancia respecto a su edad”5; así sucedió y así ha sido comprobado.

XVIII. Hecho:

que, cuando fue interro-

gado acerca de su preferencia por las hembras, el

mencionado

fraile

explicó

que

su

tarea

en

la

tierra consistía en hacer uso del “Phallum Vermiculum”, una obscena reliquia pagana fabricada para engendrar monstruosidades a través de las relaciones carnales; así sucedió y así ha sido comprobado.

XIX. Hecho:

que, cuando fue interroga-

do sobre la índole, uso y paradero de semejante objeto, el mencionado fraile se rió ofensivamente y

levantó

su

habito,

exponiéndose

a

la

corte

y

por consiguiente burlándose de los procesos de la Justicia

de

Dios

y

deteriorando

la

santidad

de

la corte con tal obscenidad y sacrilegio (el clérigo de la corte señalaría que la anatomía de este horrible personaje resultaba grotesca, lejos de la moderación

con

la

que

el

Creador

sabiamente

había dotado a los hombres y mujeres de virtud como nosotros, y que su obscenidad se veía acompañada de incrustaciones, espinas y protuberancias de dudosa función); así sucedió y así ha sido comprobado.

XX.

Hecho:

compostura

del

que,

tribunal,

una el

vez

recuperada

cardenal

Serge

la de

39

Capítulo Tres: El Proceso del Monje Negro

B- convino en que la pregunta había sido respondida

con

claridad,

directamente

y

sin

ambages,

y manifestó en términos que no dejaron lugar a dudas

que

cualquier

otro

despliegue

de

vulgari-

dad conllevaría un castigo merecido de severidad manifiesta; así sucedió y así ha sido comprobado.

XXI. Hecho:

que Louis le Fif respondió

a su vez con una sarcástica exigencia: que la anterior declaración del Cardenal fuera puesta por escrito y sellada con el sello de su sacra autoridad; así sucedió y así ha sido comprobado.

XXII. Hecho:

que los oficiales de la cor-

te decidieron, a la luz de la cruda y vulgar naturaleza

de

este

testimonio,

y

la

recalcitrante

conducta del acusado, que la discusión acerca de la mencionada reliquia pagana debería realizarse en

lugar

seguro,

y

para

este

fin

los

oficiales

y

el acusado se recluyeron en las oficinas privadas de Reverendo Padre Henri G-, adyacentes a la sala del proceso, con la intención de contener la influencia corruptora del testimonio del fraile, y que de tal forma se evitara su propagación más allá

de

la

catedral

y

pudiera

infectar

a

toda

la

cristiandad; así sucedió y así ha sido comprobado.

te

XXIII. Hecho: fue

estimado

santidad

para

que el clérigo de la cor-

como

soportar

carente la

de

groseras

la y

suficiente tentadoras

ocasiones de pecar que sin duda se destilarían del testimonio

del

mencionado

fraile;

así

sucedió

y

así ha sido comprobado.

XXIV.

Hecho:

que,

tras

cierto

tiempo,

el fraile Jean B- emergió de las oficinas para demandar que le fuera procurada una mujer de la cárcel, y que fuera llevada a las citadas oficinas; así sucedió y así ha sido comprobado.

XXV. Hecho:

que el clérigo de la corte

puso habo la custodia de los oficiales de la corte

40

Crónica del Laberinto Negro a Marie de Ruán, actualmente encarcelada bajo

múltiples acusaciones de brujería y satanismo y de echar a perder la cosecha de su marido y de haber vendido a sus hijos al servicio del demonio; así sucedió y así ha sido comprobado.

XXVI.

examen

que

Hecho:

duró

toda

que,

la

tras

tarde,

un

intensivo

emergió

de

las

oficinas el mencionado le Fif, en la compañía de los oficiales de la corte, a saber, el fraile Guillaume

M-,

Orden

erudito

de

los

en

las

Santas

Dominicos6,

el

Escrituras,

fraile

Jean

de

B-,

la

el

Reverendo Padre Henri G-, y el Cardenal Serge de B-, representante de la Orden Dominica,

quienes proclamaron que le Fif había revelado la

enormidad de sus crímenes y demostrado a ciencia cierta la carencias de humanidad, así como la

crueldad y abominación con los que había azota-

do a las buenas gentes de Nantes y muchos otros lugares, y que la corte estaba satisfecha con su

testimonio; así sucedió y así ha sido comprobado.

onclusión:

que,

tras

considerar

los

mencionados crímenes, sacrilegios, blasfemias, excesos, atrocidades, y desviaciones7, con flagrante y consciente desaprecio por la decencia humana y la sociedad esta

cristiana,

corte,

el

los

fraile

mencionados

Jean

B-,

oficiales

Reverendo

de

Padre

Henri G, Cardenal Serge de B-, representante de la Orden Dominica, presididos por el fraile Guillaume M-, erudito en las Santas Escrituras de

la Orden Dominica, por delegación del Reverendo Padre Jean de Malestroit, decretan y declaran que el Fraile Louis le Fif, el acusado, es sin

duda un hereje y apóstata, hechicero, malhechor, asesino

de

hombres,

mujeres

y

niños,

canalla,

arruinador de cosechas y perpetrador de invocaciones y conversaciones con demonios y espíritus

malignos, provocador de tormentas y catástrofes, seductor de mujeres virtuosas, corruptor de la fe, aniquilador de niños retrasados y agresor de ga-

41

Capítulo Tres: El Proceso del Monje Negro

nado

inocente8,

conjurador,

instigador

y

adepto

ofendió

grandeza

de artes prohibidas, por las que se dejaba arrastrar

una

Divina,

y

que

otra

vez,

que

traicionó

los

Diez

la

Mandamientos,

que traicionó los ritos y observancias de nuestra Santa Madre Iglesia, que esparció la semilla del mayor

de

los

errores,

nocivo

para

los

creyentes

cristianos, y que violó con arrogancia la jurisdicción de

del

mencionado

Nantes,

por

Reverendo

cuya

conducta

Padre,

Obispo

degenerada

ha

incurrido en la sentencia de esta corte, a saber,

que será conducido de este a otro lugar, donde será sometido a toda clase de castigo y mortificación expiatoria, hasta que se arrepienta de sus pecados,

en

cuyo

momento

será

públicamente

quemado hasta que no queden más que cenizas, que serán esparcidas a los cuatro vientos; este e

el veredicto de la corte, que se hace en esta forma cierto, notorio y conocido.

42

Crónica del Laberinto Negro eclaración del Verdugo

El abajo firmante, sargento del ejercito de Nantes, a quien se le otorgó la custodia y la autoridad para la ejecución del infame hereje y asesino Louis le Fif, por la presente da testimonio de la realización de la mencionada ejecución al obispado de Nantes. Tras varias semanas de las más ingeniosas de torturas, no hubo muestra alguna de arrepentimiento por parte de Fif, y tras verlo conversar con su torturador de forma amistosa, se estimó por la corte que se debía proceder a la ejecución. Cuando se le condujo a la hoguera, le Fif fue el blanco de huevos podridos y fruta echada a perder, despojos y excrementos, lanzados por los buenos cristianos de la ciudad. No pareció importarle e incluso pude ver como lamía estas substancias de su mejilla, saboreándolas como si fueran dulces y apetitosas para él. Mientras se le aseguraba al poste de la hoguera, lanzó una mirada hacia la balconada de la catedral, donde los oficiales de la corte observaban. Las gavillas de leña se prendieron bajo sus pues, y entonces habló “Sabed que mi tiempo con vosotros ha expirado, y aunque marcho, mis crímenes no cesarán, puesto que el espíritu que me guía aún se encuentra en mi interior, alimentándose del poder que vosotros alimentáis. ¡Ahai, Ahora! ¡Ahai, Mastrac! Soy el gusano, el gran dragón, al lado de quien vuestro Dios y demonio no más que riñas de padre e hijo, y vengo hasta vosotros para reflejar vuestra verdadera naturaleza y recordaros lo que sois. Consumo vuestros corazones usando el odio como cuchillo y el deseo como tenedor. ¡Ahai, Ahora! ¡Ahai, Carnala! Soy el devorador de almas, que se traga vuestras vidas en su hambre sin fin y que concibe monstruos en vuestras mujeres e hijas. ¡Ahai, Vorus! ¡Ahai, Calube! Esparcid mis cenizas a los cuatro vientos como deseáis; ¡así mis mandíbulas se cerrarán sobre el mundo entero!9”. Continuó gritando durante algún tiempo, mucho más tiempo del que la mayoría de las brujas hubieran tardado en asfixiarse, espetando bárbaros y malignos nombres a sus vencedores hasta que su cuerpo se consumió de tal forma que no le quedó hálito con el que poder seguir hablando. Así concluye el informe de esta destrucción, hechos de conocimiento público y acreditado. Sargento Stephen de Guillaume, Ejército del Señor de Nantes.

Capítulo Cuarto: “Ex Disputandem Re Supernibus Ab Probati Quaestori Adversarique” de la Peregrinación del Joven Aprendiz Quaestor

La peregrinación del joven aprendiz Questor es un fascinante y desdichado ejemplo de lo que los primeros renacentistas denominaban “obras de salón”, obras para leer pero no para ser representadas (quizás el más famoso exponente sea Sansón Agonista, de Milton). Publicada por vez primera en 1582, la Peregrinación fue impresa en todos los países de Europa occidental, pero se considera que la versión definitiva es la del francés Guy de Mer. El recopilador admite haberse permitido algunas concesiones lingüísticas actuales en la presente traducción, pues el francés formulista y oscuro empleado por de Mer, de ser traducido literalmente, convertiría el texto al completo en algo demasiado obtuso y complicado para los lectores modernos. La Peregrinación cuanta la historia de la insaciable curiosidad e interés por lo místico de un joven que abandona su pueblo natal para errar por el mundo en pos de la iluminación. En sus encuentros con una sucesión de hombres santos, monasterios, y órdenes esotéricas, consigue echar abajo sus creencias a través de la puesta de manifiesto de errores de sus filosofías, o plantando la duda en sus corazones. Según pasa el tiempo, la búsqueda de Quaestor desemboca en algo similar a una épica aventura, repleta de combares mágicos, investigación de sociedades secretas (muchas de las cuales anticipan los excesos de los Rosacruces unas pocas décadas después), y una salvaje persecución a través de una desconcertante variedad de exóticos lugares situados en el plano astral, a las que se refiere en conjunto con los “Reinos invisibles”. Finalmente, su búsqueda le conducirá a una cámara subterránea en una ciudad ficticia del este de Europa. Allí ve, sobre un muro, una enorme placa de bronce grabada con un conjunto de letras inscritas en una cuadrícula (las denominadas llaves pretánicas), y sobre el muro situado enfrente de aquél, una intrincada espiral de nueve circunvoluciones. Aquí mantendrá una conversación con el Adversarius, una voz sin cuerpo que emana justo por encima de su hombro izquierdo, el cual ya se ha manifestado breve y misteriosamente en puntos cruciales a lo largo de escenas anteriores de la historia.

44

Crónica del Laberinto Negro Una sociedad secreta aparece a lo largo de la narración como el implacable enemigo de Quaestor, y, de hecho, de todos los auténticos buscadores de la iluminación: la Orden de la Rosa. Citando la Peregrinación como una “prueba actual” de la extensión de su conspiración, Craven apunta indirectamente que él mismo ha establecido contacto con esta Orden. Aunque no puedan ser identificadas con la Orden de la Rosacruz, o rosacruces, la experiencia de Frater I*I puede atestiguar que este grupo realmente existe y continúa actuando entre las sombras contra todos los auténticos iniciados. SE ha de llamar la atención sobre los leves pero notables paralelismos entre este documento y los más conocidos manifiestos rosacruces. De gravísima importancia es la revelación de la tríada Celestial, difundida mediante los rosacruces a virtualmente todo el ocultismo occidental en la forma degradada de la “Cabbalah” El profesor Maclish ha sido lo suficientemente generoso para compartir con Frater I*I sus propias observaciones acerca del texto medieval de Flavio, descendiente del Monje Negro. El clímax de la narración de Flavio anticipa la confrontación con el Adversarius casi punto por punto, pero aquélla se cumple tras una serie de trabajos y pruebas que el profesor Maclish ha identificado como una desmañada alegoría sobre la Danza de la Espiral Negra. Esto sólo es señalado de forma tangencial por de Mer. Cuya sociedad secreta carente de nombre utiliza una progresión jerárquica de nueve grados donde la iniciación a cada grado corresponde con cada círculo de la Espiral. Esto se recapitula por el Adversarius al principio de la Disputa y es llevado a la práctica por Quaestor en el clímax.

Capítulo Cuatro: Ex Disputandem... Quaestor: ¿dónde me encuentro? Adversarius: donde habéis estado siempre, en el centro de vuestro propio ser, en el corazón de todos los Misterios. Quaes: ¿Por qué estoy aquí? Adver: vos, Quaestor, Maestro del Pentáculo, Portador de la Hoja y Esgrimidor del Báculo, Contemplador de los Abismos, vos que habéis vislumbrado en el interior del corazón de corazones, que habéis bramado con el placer de Phrensy, que habéis perseverado anta la misma Derrota, resuelto el Enigma de la Travesía y Bailado el Dueto de la Muerte; vuestra alma ha sido cercenada y dispersada, y aun así la Unión de vuestra auténtica Voluntad con la Voluntad del Mundo1 ha unido las piezas y os ha traído hasta aquí. A pesar de que vos habéis buscado la Gran Comprensión, el Secreto de Secretos; hablad ahora de vuestra valía para entrar en tal misterio. Quaes: he viajado lejos y atesorado mucho en la senda del conocimiento; porto los círculos de la tierra y el cielo en mi frente; mi vista penetra al firmamento y he discernido la tripe senda de lo Celestial. Adver: ¿qué entiendes por Celestial? Quaes: esa palabra designada a aquello que se encuentra más allá del Abismo, las simas más allá de las que uno no puede ser conducido por la razón o intelecto, puesto que las mentes de los hombres son oscuras y obtusas, y no admiten tales sutilezas. Lo Celestial está más allá de lo comprensible directamente a través de cualquiera de los Reinos, Visibles o Invisibles2, pero es reflejado en todos ellos, pues la fuente de todos ellos es. Adver: ¿cómo puede ser conocido? Quaes: todas las enseñanzas nos dicen que el hombre es un microcosmos, que todos los Reinos son reflejados en él, aunque levemente, tal

45

como lo hace lo Celestial pero débilmente reflejado en todos los Reinos del mundo. Para conocer este microcosmos es necesario, como yo digo “pulir el orbe oscuro de sí mismo” haciendo de su mente una suave esfera reflexiva, para que así lo que sea que esté fuera pueda ser reflejado en el interior, y lo que está más lejos aún, lo Celestial, pueda ser apreciado como el centro de uno mismo. Quienquiera que sea capaz de completar este proceso podrá adoptar el título de “Guardián del orbe oscuro”. Adver: nombra la triple senda. Quaes: aquello que conforma lo Celestial no puede ser nombrado, porque todos los nombres son finitos y limitados, y de esta manera están por debajo del Abismo. Adver: ¡si no la nombras, no cruzarás vivo esta cámara! Quaes: primero entre lo Celestial, el Primer Principio de toda la Creación, es la Unidad. Es el origen de todas las cosas, la fuente de la que fluyen todas las fuerzas y formas de todos los mundos, y el final al que regresarán cuando completen su ciclo. Dentro de la Unidad. Todo es Uno, Todo se halla en el interior del Uno, como el Uno se halla en el Interior de Todo. Cada cosa tiene su opuesto, y todos los aspectos contradictorios de la Creación son reconciliados.

Adver: ¿cuál es la imagen que se usa en este mundo para representar a la Unidad? Quaes: por la que forma el borde de esta placa de bronce, la serpiente que devora su propia cola. Así se representa la unión de principio y fin, porque este es el Gran Dragón en cuy interior descansa toda la Creación, su cola excretando la sustancia del mundo mientras que su boca la engulle. También como la serpiente entrelazada alrededor del Árbol de la Vida, con su cola acunando los frutos que representan los Reinos de la existencia, manteniéndolos en equilibrio. Consecuentemente puede ser nombrado Wyrm. Adver: también así. Pero habla ahora de cómo la senda puede ser triple.

48

Crónica del Laberinto Negro Quaes: de la Unidad surge el Dúo Celestial, opuestos y al mismo tiempo interdependientes: la Fuerza y la Forma, el Ser y el Devenir, el Tiempo y el Espacio. La primera emanación es formada del Impulso de Aquél por conocerse a Sí mismo para alcanzar todo aquello que no es Él por lo cual puede mirar atrás y considerarse a Sí mismo como distinto de lo que no es Él mismo. Esta es su primera acción, abarcar todo, pero no el mirar atrás, puesto que esto es considerado la primera parte del Dúo. Esta acción es el movimiento que inicia el comienzo de los tiempos, y la fuerza que conduce al cambio a través de las eras3. Adver: ¿cómo se refleja la primera emanación en este mundo? Quaes: se refleja en el ir hacia delante de los hombres y en su ir adelante y atrás, en el acumular de la interacciones, que como dicta la naturaleza, derivan hacia el conflicto y la contienda. Consecuentemente puede ser nombrado como la Bestia de la Guerra. Adver: ¿y cómo se refleja en lo individual? Quaes: se refleja en la acción de la voluntad, en el intento del hombre de imponer su voluntad sobre el mundo, porque esta es la mayor fuerza del hombre, el Impulso de la Unidad actuando a su través. La más pura expresión de esta fuerza es por su propia naturaleza explosiva y vibrante, y es llamada Rabia. En mi juventud, descubrí que podía, gracias a mi Rabia, cambiar de forma y portar el rostro de la Bestia de la Guerra4. Adver: habla ahora de la segunda emanación. Quaes: la segunda emanación es también el Impulso de Aquel por conocerse a Sí mismo, siendo la consumación de este Impulso. Es el conocimiento de la Unidad de su propia acción, que contiene y engulle esa acción al ser consciente de ella, y al ser consciente de esta consciencia. Aquí esa distinción se realiza entre lo que Aquel es y lo que Aquel no es. La Unidad ha separado Su mente de su misma, pero a través de la acción cíclica del Impulso, busca reunificarse.

Capítulo Cuatro: Ex Disputandem... Adver: ¿cómo se refleja la segunda emanación en este mundo? Quaes: se refleja en el conocimiento de todas las acciones e interacciones de los hombres, de acuerdo con la primera emanación. Como complemento natural de la Bestia de la Guerra, puede ser observada en la atención de las mujeres a los muertos y heridos en la batalla, conteniendo y disipando las energías del conflicto y la lucha, aclarando la senda de la comprensión, y el desarrollo de la cultura. Así se manifiesta en la escritura de la Historia, donde la acciones de los hombres se despliegan como una gran red o Telaraña5. Adver: ¿y cómo se refleja en lo individual? Quaes: se refleja en la contemplación del pasado, allí donde las energías de la Rabia rompen y se dispersan. Esto cierra el ciclo de la auto-conciencia, pues es el hambre de la mente que se consume a sí mismo. Consecuentemente se le puede llamar Comealmas. Adver: en todo lo que has dicho se percibe la armonía y el equilibrio, tal y como debe haber armonía y equilibrio en el mundo. Quaes: pero en este mundo no hay armonía ni equilibrio. Adver: ¿como puede ser eso? Quaes: no lo sé, puesto que no es de mi incumbencia. Adver: ¡respondedme o morid!6 Quaes: con el ciclo de la autoconciencia completo, la Unidad se ha tragado y consumido a sí misma. Así, al perder su propia identidad, la Unidad se ha convertido en Pluralidad, alienada de Sí misma por las divisiones y distinciones impuestas por la Telaraña de la segunda emanación. El Impulso de autoconocimiento se divide, a su paso por la Telaraña, en un puñado de Impulsos en conflicto dentro del corazón humano. La serpiente ha perdido su presa, y ahora gira fuera de control, pero aun así, atrapada y enmarañada dentro de la asfixiante Telaraña. La Unidad, ahora vista de lejos, es percibida como un extraño, como el Otro que no es Uno mismo, deshaciendo la armonía de la separación original. Consecuentemente puede nombrarse como Profanador. Adver: mirad encima de los muros de esta cámara. ¿Qué significado tienen estas imágenes? Quaes: sobre una mano veo el Laberinto de Espiral, considerado como un mapa de la porción de la Telaraña donde se encuentra atrapado el desequilibrado Wyrm; en la columna de la izquierda discierno los cuatro símbolos de los elementos, usados por los alquimistas; aquellos tres grifos representan los reflejos de lo Celestial, Aquí está la Bestia de la Guerra, su cabeza preparada para el ataque. Aquí está Comealmas, devorándose a sí mismo como el Wyrm de la Unidad y el equilibrio. Y aquí está el Profanador, hurgando hacia el interior de la Unidad, en el corazón de todas las cosas. Considero que estas subdivisiones vienen a significar los Impulsos divididos, separados unos de otros por la distinción de lo Celestial arriba, y por la separación mundana abajo. Aquí descrita la mente Rabiosa del prisionero, ansioso de escapar.

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Crónica del Laberinto Negro Adver: ¿cómo debe hacer uno para reunir el Ser dividido? Quaes: debe conocer la “Danza del Laberinto”, en la que unos debe navegar por la porción de la Telaraña en la que el auténtico Wyrm está prisionero. En este lado está el mapa de la prisión, y en este otro la llave para develar el secreto que anuda en el interior. Así se nos muestra la senda del retorno a la Unidad. Adver: ¿de qué manera? Quaes: uno debe recorrer de atrás adelante la espiral del desequilibrio, recogiendo las hebras de la Telaraña de distinciones y separaciones, siguiendo el propio Impulso interno de vuelta a la fuente de todos los Impulsos. Todos los Impulsos son en este sentido pensamientos de la Bestia de la Guerra, no consientes, puesto que son pura voluntad de acción. La unión con el propio Impulso comporta la acción sin pensamiento, rasgando la Telaraña a través de la Rabia, liberándose del Comealmas. De esta manera la cola vuelve a la boca de la serpiente, profanando al Profanador al restaurar el autentico equilibrio.

Capítulo Cuatro: Ex Disputandem...

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Adver: mirad ahora sobre el Laberinto de Espiral, y nombrad su giros. Quaes: los giros de la Espiral son nueve, tres divisiones de tres subdivisiones cada una. Son expresión de la iniciación del alma en los Misterios de lo Celestial, con cada emanación siendo reflejada en y actuando a través de la otra. Los tres círculos externos son el dominio de la Bestia de la Guerra actuando a través de Sí misma; el tercero es el Comealmas reflejado en la Bestia de la Guerra, preparándose para la entrada en Su propio dominio. Los tres situados en el centro constituyen el dominio de Comealmas, siendo el cuarto Su control sobre la enseñanza de Sus sendas; el quinto es la batalla organizada, la Bestia de la Guerra actuando a través de Comealmas; y el sexto es el Profanador preparándose para adentrarse en Su propio dominio. Finalmente, allí está el dominio del Profanador, con el reflejo de la Bestia de la Guerra demandando la adherencia de

52 uno a la senda del séptimo círculo; en el octavo, el reflejo de Comealmas pone a prueba el conocimiento de uno acerca de los Misterios. En el noveno y final, el Profanador actúa a través de Si mismo para disipar el engaño de la separación. Así es como el alma de uno se reúne con el Alma de Todos7. Adver: habéis dicho correctamente todos los nombres. Ahora podéis marchar de aquí intacto8. Quaes: no puedo salir, puesto que no hay nada más allá de esta cámara. No existe otro lugar sino este, aquí en el centro de todos los Misterios. Adver: ¡marchad, os digo! ¡marchad y conoceos a través de vuestras acciones como manda vuestro Impulso! Quaes: ya no hay Impulso en mí. No hay acción que realizar. No sé nada Así que nada soy. Adver: ¿Quaestor? Quaes: … Adver: y así su voz es silenciada, su mente consumida, y su cuerpo dispersado. De la misma forma abandoné la existencia, puesto que no soy más que su propia necesidad de conocerse a sí mismo, siempre oculta en sus ojos en la sombra proyectada por la luz de su iluminada inteligencia. Como no es nada, así debo ser yo. Y de la misma manera de ti querido lector, me despido. … Adver: aún estoy hambriento…

Libro III:

Era

de la

Corrupción

Capítulo Quinto: “El Profesor Webley y el Extraño Caso del Misterioso Oriental” por el Doctor Haversham

Originalmente publicado en la revista “Cloven Hoof” (Samhain 1897, vol. iii, no.5), esta historia es la última dentro de la popular serie “Professor Wayland W. Webley era presentado en cada episodio como “el mejor investigador espiritista del Imperio”. La similitud con otro, más famoso, es obvia, y Haversham aprovecha cada oportunidad para lanzar pullas a su rival literario. La serie juega con el creciente interés por parte de la sociedad Victoriana en el espiritismo, así como los importantes saltos que se dieron en esta época en el estudio de la magia ritual, Cloven Hoof resulta a menudo plagada de difamaciones acerca de prominentes miembros de la sociedad Victoriana de lo oculto, que se veían reflejados en las parodias que retrataban las historias de Webley. Esta en concreto representa la génesis de la asociación profesional entre Frater I*I con el profesor Maclish, quien envió una copia de “El misterioso oriental” en respuesta a preguntas acerca de la identidad de Laird de Demborough. Parece ser que la afición secreta del profesor Maclish es su colección casi completa de CH, cuyo aditor, Stanley Kirowan, tenía algo de artista y profesional independiente en su época. Mientras que ninguno de los “magos” de la gran Victoria se dignó a paricipar en la publicación (no bajo su auténticos nombres), la mezcla exótica de realidad y ficciónn que daban en Kirowan adornado con las ilustraciones de dementes (además de las, o incluyendo las del propio Kirowan), hacen de CH una obra más amena que cualquier otro producto de este periodo. Además de la serie, Haversham publicó una crónica autobiográfica de su carrera junto a Webley hasta 1984, titulada Hermetic Guillaume y yo. Pero para el lector masón, Frater I*I recomienda encarecidamente la patética autobiografia del Dr. Haversham tras la desaprarición de Webley, Epimetheus en Parole.

Capítulo Cinco: Profesor Webley

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Revista Cloven Hoof SAMAHIN, 1897.

Las Aventuras del Profesor Wayland Webley Por

el

Dr. Nigel Haversham

EL PROFESOR WEBLEY Y EL EXTRAÑO CASO DEL MISTERIOSO ORIENTAL

acía un terible frío la noche del otoño en que atravesé la densa niebla inglesa para aparecer en la puerta de la decepcionantemnte humilde morada en Gravesend de mi distinguido colega y querido amigo profesor Wayland Webley. Para el experimentado lector de estas páginas arcanas, Webley no necesita ser presentado; para aquellos neófitos a los que desconozcan la anteriores crónicas acerca de nuestras aventuras, baste decir que el profesor Webley posee la distinción de ser el mejor investigador espiritista del Imperio, lo que me provee, como su compañero, asistente y biógrafo, de una incomparable vida de oportunidades para conocer de primera mano las extrañas e incomprensibles maquinaciones del Mundo Invisible. Entro sin anunciarme, el vínculo de nuestra amistad es tal que las formalidades que pesan sobre mí como visitante e invitado no son más que un estorbo. Continuando mi camino por el corredor, advierto la débil luz que se derrama bajo la puerta de ese amplio estudio en el que muchas de nuestras aventuras han dado comienzo. Agarro el pomo y atravieso el umbral.

Webley está sentado en su gran despacho de roble, y, al entrar, cierra violentamente el cajón superior, girando su cabeza hasta observarme por encima del su hombro. “¡Buen Dios, Haversham! ¿Qué demonios haces aquí?. El matiz descontento de su voz junto a su conducta furtiva me coge por sorpresa. Su negro pelo desarreglado cae sobre sus sienes, y sus ojos grises, límpidos en otras ocasiones se muestran irritados. Me disculpo por mi intrusión, explicado que había venido a buscarle para que me aconsejara en un asunto personal. Según hablo, recobra la compostura, arreglando su cabello y ajustándose su chaqueta mientras cruza el estudio y comienza a presionar un poco de tabaco dentro de su pesada pipa. Mientras hablo, ando despreocupadamente alrededor del despacho; cuando estimo que está lo suficientemente lejos como para detenerme, abro el cajón superior. Dentro se encuentra una pieza rectangular de cartón de aproximadamente dieciocho pulgadas de largo, agrietado y amarillo por el devenir de los años. En él aparece dibujada, todas las letras del alfabeto dispuestas en una especie de semicírculo junto con los diez dígitos, los artículos, pronombres y conjunciones, además de un

H

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Crónica del Laberinto Negro

filo decorativo. Sobre este tablero descansa un plancha plateada de fina artesanía. Sólo la consideración hacia la sensibilidad de mi amigo consigue que no rompa a carcajadas. “¿Ouija? ¿Realmente, Webley, estoy impresionado! Pensé que habíamos dejado esto a un lado hace ya mucho tiempo1. ¿Qué oscuro poder te ha arrastrado a esta bajeza?”. La culpa me aguijoneó según mi amigo agachaba la cabeza avergonzado. Podía ver los oscuros círculos bajo sus ojos, y era obvio que había descuidado si afeitado esa mañana. Cuando habló su voz temblaba de manera cobarde. Confieso que me estremecí. “Me has descubierto, Nigel. Pero por favor, permite que me explique. Durante los últimos meses, he sido mortificado por oscuros hechizos. Comenzó este verano con

vagas visiones cuyo origen era imposible de discernir. Visiones de una enorme bestia escamosa y cubierta de légamo, enrollándose y contorsionándose en una fosa hirviente que despedía ponzoñosos vapores. Aunque aún no he visto la faz de la bestia, es tal real como tú lo eres ahora, puedo oler el hedor cáustico de su exhalaciones, sentir el pegajoso tacto de su piel al ondular sobre la mía. “Según pasaban las semanas, estas visiones crecían en intensidad, hasta el punto de dejarme totalmente incapacitado. Entonces el terror comenzó; las visiones adquirieron un horrible tono premonitorio. Sé -¡lo sé!- que me espera. Acechando ahí, en su abismo más allá del tiempo y del espacio como nosotros lo concebimos, anticipando el momento cuando sea capaz de estrechar su fétida cola en torno a mí y apretar, destrozando mi alma, apretando, apretando… “Apenas pasa una noche sin que me despierte temblando como una chiquilla, empapado en sudor, mis manos temblando como las hojas del otoño. He empeñado todos mis recursos (por no mencionar mis considerables poderes psíquicos) en desentrañar ente dilema gordiano, pero me es imposible. La profundidad de mi desesperación es tal que he terminado rebajándome al uso de este risible juego de salón. Me temo que, de haber llegado una hora más tarde, me podrías haber encontrado lanzando ladridos como un perrito. “No temas, viejo amigo”, susurré, agarrando su brazo. Bajo el delicado tejido de su chaqueta pide sentir que su bíceps estaba débil y marchito; esto, junto con su poco habitual arrebato, me provocaron desazón. Sólo los vínculos de amistad y respeto que mantenía con él me permitieron retener mi disgusto lo suficiente como para continuar. “Vamos, anímate. ¿Cuándo fue la última vez que usaste tus poderes en un caso, eh? No he hablado contigo desde que las circunstancias me obligaron en Sussex el pasado verano”. “¡Sussex!”, siseó Webley, con su voz destilando un veneno demasiado conocido. “Incluso en tu ausencia, Habersham, estuve

Capítulo Cinco: Profesor Webley a punto de localizar el refugio de esa vil criatura y atravesar su negro corazón con una estaca de acero, ¡Esos lerdos de Scotland Yard llamaron a ese maldito reduccionista suyo! ¡Metió sus sucias narices en el asunto y consiguió que la bestia no muerta escapara ilesa!”. Tras esta afirmación, todo quedó claro. “¡Y te desmoralizaste tanto que no has trabajado desde entonces! ¡Dios mío, Wayland! ¿Acaso esta desazón ha podido contigo? Es obvio que la providencia me ha traído hasta aquí esta noche”. “¿Eh? ¿a qué te refieres?”. El aspecto y talante de Webley ya se había alterado ostensiblemente. Con la mención de los “malditos reduccionistas”, ascuas del viejo fuego de su interior habían iluminado sus ojos. Ahora se inclinaba hacia delante con interés, con el rostro recompuesto entando caer de nuevo en las oscuras y gélidas profundidades de lo Desconocido. “Como ya estás recobrado iré al grano. Aséate y vístete con algo formal mientras llamo a un cabriolé. Te lo explicaré todo de camino a la ciudad”. *** “Realmente hay poco que decir” comencé a explicarle mientras atravesábamos la vieja Kent Road, “así que no espere un desafío extraordinario. Tiene que ver con la Orden de la confraternidad oriental, en la que disfruto del rango de Adepto Menor2” Mi compañero resopló divertido.

“Sé lo que piensas acerca de estas sociedades, viejo amigo, pero he de recordarte que sin su ayuda, no hubieras tenido oportunidad de resolver el Caso de la sirvienta histérica”. Gracias a unos cuantos discretos golpecitos de mi bastón, dirigí al conductor para que rodeara la Torre y Puente de Londres, y en su lugar cruzamos el Támesis a la altura de Blackfriar, dado que deseaba evitar que mi delicado compañero respirara la malsana atmósfera de Whitechapel3. Durante todo el camino hasta Farringdon Road, le estuve recordando a Webley el favor que debía a la Orden por su asistencia en el mencionado crimen, que resolvió con la promesa de devolver el favor en un futuro. “Ahora es la ocasión!” concluí triunfante mientras girábamos al oeste al llegar a St. Pancreas. “Pero realmente, viejo amigo”, exclamó el profesor, “el mero pensamiento de hombres adultos (y hombres británicos adultos) pavoneándose con sus extraños vestidos y delantales, hablando en jerga wog mientras juegan con varitas mágicas y espadas decorativas, ¡la mera identidad de eso amenaza con desquiciarme por completo! El auténtico misticismo no permite distraerse con semejante pomposidad barata”. Su diatriba, de la que estas palabras sólo constituían el preámbulo, duró todo el recorrido por Euston y Marleybone; tan apasionado se encontraba que seguramente no reparó en que cruzamos la siempre poco vilipendiada Baker Street.

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Crónica del Laberinto Negro Traté de calmarle cuando cambiamos de dirección en Sussex Gardens, recordándole el amplio abanico de actividades benéficas que promocionaba la Confraternidad4, y al tiempo que cruzábamos Bayswater y entrábamos en Hyde Park, estaba preparado para realizar mi último alegato. Mientras nuestro cochero avanzaba cautelosamente por Serpentine, le comenté algo sobre el constante influjo, en el pasado año, de acólitos que habían terminado por cambiar el semblante de la Orden. “Creemos que todos provienen del distrito de Limehouse, como así atestiguan sus caras planas y cejas inclinadas, ojos apagados y fría piel” “Es un milagro que no le dierais con la puerta en las narices”, exclamó Webley. En Serpentine Avenue, tomamos Rotten Row y nos dirigimos al este hacia Picadilly Street y Shaftesbury. “Lo hicimos al principio”, dije, “pero de algún modo uno de sus líderes consiguió concertar una audiencia privada con ese viejo loco de Lord Craven, quien, como sabrás, es nuestro Magister Templi. Craven clama que su socio le enseñó una hasta ahora desconocido método de estimulación “bioeléctrica”, inducida a través de un sistema de respiraciones sibilantes. Lo denominan “extraer el poder serpentino interior” o algo así. Supuestamente ha sido aplicado con éxito en la enunciación de las Llaves pretánicas, maestría que había eludido a nuestros Adeptos Mayores desde tiempo inmemorial”. Rodeamos St. Giles Circus, y nos dirigimos al norte, hacia Totleben Court Road. “Por supuesto, este nuevo método se ha extendido como el fuego entre los rangos superiores de la Orden, y parece que está atrayendo a un montón de nuevos iniciados; ricos y poderosos hombres de Europa y las colonias. Graven ha estado concediendo el grado de Emeritus Magister a diestro y siniestro, y el descontento que esta política ha causado entre los honestos y dedicados neófitos y Adeptos continúa incrementándose por momentos, ¡y amenaza la propia jerarquía de la Orden!”. “Evidentemente, nada bueno puede surgir de tamaño despropósito”.

“¡Condenadamente cierto!”. Mis dedos se estremecieron con rabia contenida a la par que levantaba mi bastón y dirigía al cochero hacia el oeste, hacia Mortimer. “Me disculpo por mi zafio lenguaje, viejo amigo, ¡pero este asunto me saca de quicio!”. Y con esto, me hundí en un hosco silencio por el esto del viaje. Finalmente nos detuvimos ante la vieja Logia de Cavendish Square. Mis astutos lectores se habrán percatado del tortuoso circuito que nuestro cochero ha realizado a través del Corazón del Imperio5. Este método de aproximación a la Logia de la Orden había sido diseñado como forma de desorientar a los neófitos que se encontraban a prueba y confundir a los perseguidores, protegiendo de esta forma el secreto de la Confraternidad. No obstante, en este caso en concreto, fue meramente un ritual carente de sentido, puesto que bien sabía que el gran profesor Wayland Webley poseía un inestimable sentido de la orientación, que no tenía su origen en el plano físico, sino que tomaba como referencia la geografía del propio planeta. En respuesta a mis golpes (que constituían un código) emergió el cano sembalnte de buen Harry Brashman, Sentinel Emeritus de la Orden. Al vernos en el umbral nos saludó cálidamente y nos invitó a entrar. Después de presentar al profesor, Harry nos informó sobre la situación actual. “Los pequeños y malignos diablillos amarillos tienen definitivamente algún plan para rebelarse esta noche, doctor. Además de traerse sus rancios amigos de sangre azul, han contratado una banda de sarnosos matones escoceses para que los protejan y, sin lugar a dudas, para obligarnos por la fuerza, si no capitulamos”. Weblay enarcó la ceja. “Parece que he subestimado la gran verdad del problema, Haversham”. “Según he escuchado desde el otro lado de la puerta”, continuó Harry, “tienen en mente formar algún tipo de nuevo círculo dentro del nuestro, al que denominan “Orden pretánica”. Creo que están esperando la llegada de un tipo al que llaman

Capítulo Cinco: Profesor Webley “Laird de Demborough” esta noche. Es una especie de hombre sabio que os los va a liderar a todos a un despertar y gloria absoluta ¡y toda la basura sobre la que farfullan!”. “Creo”, musitó Webley, “que veo una conexión. Has dicho que hay una banda de escoceses con ellos, brigadier general”. “Si. Una manada peluda de perdonavidas. Nada bueno puede salir de ahí, créame, profesor”. “¿Qué estás pensando, viejo amigo?”, pregunté. “Ese término, pretánico, Haversham Originalmente se aplicó por Julio César a todos los habitantes de las Islas Británicas; de hecho, el mero nombre de Britania es considerado por algunos paleolingüista como una corrupción de aquél. En cualquier caso, según más y más tribus celtas llegaron a ser conocidos por sus propios nombres, gaélicos, cimmerios, y demás, la

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palabra finalmente fue exclusivamente usada para referirse a los últimos de un pequeño pueblo que no había sido nombrado en las páginas de la Historia”. “¿Los pictos?”, aventuró Harry. “¡Por supuesto!”, grité. “Es por eso que los rufianes escoceses y su misterioso Laird se han dirigido a nuestra Orden, porque somos los últimos que ha preservado su conocimiento, ¡en la forma de las Llaves pretánicas!”. “Me temo que hay algo más”, apuntó Webley. “Desde que crucé el umbral, sinto una terrible tensión crecer dentro de mí. El pelo de mi nuca se ha erizado; la garganta se me ha secado; mi estómago parece haber cobrado vida propia. Hay una tremenda confluencia de energía mística en este edificio, Haversham, viejo camarada. Puedo sentir aquellos reinos más allá de los sentidos de los hombres comunes, ¡fluyendo y crepitando alrededor de este nexo! Las consecuencias de cualquier acción que se lleve acabo esta noche reverberarán hasta los confines de la tierra…”, (aquí el profesor se detuvo para conseguir un efecto dramático) “y más allá”. *** La sala de reunuines de la Logia estaba tan concurrida como jamás había visto. Una enorme marea de rostros (algunos poco habituales, otros totalmente ajenos) murmuraban y se gritaban los unos a los otros en un tumultuoso tifón de politiqueo y luchas dialécticas. Unas cuantas sillas tiradas por el suelo y copas volcadas mostraban que al menos en una ocasión se había llegado a las manos. Daba la impresión de encontrarse todo a punto de estallar en el caos más absoluto. Webley, de nuevo la viva imagen de la compostura, susurró cuando entramos: “Me resulta sorprendente que un hombre de la personalidad y credenciales de Brashman no tenga verdadero rango en esta Orden tuya. ¿A qué se debe?”. “Oh, el pobre viejo es un auténtico inepto en lo que a asuntos de naturaleza espiritual se refiere”, le confié. “Por su puesto, su tremenda habilidad con los lenguajes orientales lo ha probado como de valor incalculable para muchos de los

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Crónica del Laberinto Negro

eruditos de la Confraternidad. Y su espléndida capacidad para distraer la atención de las esposas sobre la Orden lo han hecho absolutamente indispensable”. Según hablaba, estudié la habitación como un explorador el campo de batalla. El contingente Limehouse se arracimaba en uno de los extremos de la Mesa de Magister que dominaba el salón; detrás de ellos aguardaba su regimiento de ceñudos escoceses. A la cabeza de la mesa, Sir Humphery, nuestro Magus en jefe, estaba enzarzado en una apasionada perorata acerca de las “incursiones de desequilibrados forasteros” dentro de la Confraternidad. Desde la Mesa de honorables invitados, observando serenamente, se encontraban los representantes de las familias más ricas de occidente: el primogénito de la familia Kromrich de Suiza, viejos amigos de la Orden; Arbulent y Van Gelding de Nueva York; y también fui capaz de reconocer otro americano entre ellos, un tal Don Jeremiah Lassater, cuyo excelente olfato para los negocios y el firme control de Premium Oil le habían cata-

pultado a la envidiable posición de líder de la industria de EUA6 (no me importa reconocer que me encontraba algo nervioso al percibir ciertas sonrisas de complicidad entre semejantes hombres y los burdos miembros de la guardia escocesa, quienes parecían haberse situado en posiciones estratégicas por toda la sala). También divisé al Dr. Harold Zettler, físico alemán que se había concertido en invitado habitual de la Orden, y al bueno de Peter Cullifor, un ex sacerdote atraído a la Confraternidad por su insaciable apetito de actividad intelectual. Discerní dos rostros más que me insuflaron algo de esperanza acerca de conseguir traer algo de cordura a la escena: uno era el Dr. Gunther Draggerunter, un duro crítico de Sigmund Freud, lo que lo convertía en una de las pocas voces dignas de ser escuchada proveniente de Viena; el otro era el Dr. William W.Gull, masón y asistente personal de la Reina, cuya reputación de sabio y benevolente le erigía a los ojos de nuestra orden como el brillante ejemplo de que el triunfo de la razón y la ciencia en la era moderna.

Capítulo Cinco: Profesor Webley “Podemos concluir”, expuso Sir Humphrey desde el atril, “que si las actividades que acabo de describir van a ser exponente de la dirección que esta Orden tomará en el próximo siglo, entonces debo declarar, como deben todos los hombres de buena voluntad en esta sala aquí esta noche, ¡que no tomaré parte!”. Dicho esto, se deshizo de sus vestiduras, dejando al descubierto el tatuaje emblemático de su rango como Magus; las piezas y las tijeras enmarcando el Ojo que todo lo ve del Creador, símbolo sagrado y esotérico ¡hasta ahora nunca visto por ningún hombre por debajo del tercer grado de iniciación! Levantando su mano hasta el pecho, trazó dos cortes sobre el Ojo, y otro sobre la inscripción por debajo que lo identificaba como miembro de la Orden oriental, luego golpeó con fuerza la mesa con su pluma en la mesa y se marchó a grandes pasos de la sala. Como respuesta, uno de aquellos anónimos asiáticos subió al atril, y observó la asamblea impasible con sus alargados ojos oscuros. Sin embargo, antes de que pudiera hablar, fue desafiado por el joven Wiggins, un ambicioso iniciado de segundo grado. “¿Qué ofrecéis para que valga la pena tanto jaleo, eh? Bramo Wiggins. “¿Y dónde demonios está ese todopoderoso ‘Laird’ vuestro?. “Aquí, él ya está entre nosotros, aunque no lo conozcamos”, fue la inescrutable respuesta del diablo amarillo. Antes de que Sir Humphrey llegara a la salida uno de los escoceses lo interceptó, agarrando su brazo con firmeza y susurrándole torvamente. “¡Buen hombre!”, murmuró Sir Humphrey entre dientes. “Si no me soltáis de inmediato, no dudaré en acudir a Scotland Yard con todo lo que sé. ¡Buenas tardes , caballero!”. Sus ojos se encontraron durante un instante en el que soltaron chispas, y tras tener su libre, Sir Humphrey marchó de nuevo. Desde nuestra posición Webley y yo vimos al rufián mandar a dos de sus compañeros seguirlo con una sacudida de su

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gran cabeza velluda. Webley aguardó lo suficiente como para dejarles creer que habían salido sin ser vistos. “¡Ven, Haversham!”, restallo, y salimos de manera discreta. No había nadie en el pasillo, y volvimos hasta el recibidor, donde interrogamos a Brashman. Harry nos dijo que había visto a Sir Humlhrey salir, pero que tras pensárselo un instante se había dado la vuelta y dirigido hacia la Cámara del Templo, mascullando que tenía que recoger algunas cosas. Le preguntamos acerca de los escoceses que le seguían, pero Brashman no le había visto. “Lo más seguro es que hayan atajado por el pasadizo secreto de la derecha”, opinó. “El que lleva directamente a la Cámara del Templo. Sería propio de ellos, profanando los lugares sagrados y esas cosas, propio de ellos. ¡Sarnosos bastardos!”. “Veo que no le guardas mucho amor a los escoceses, brigadier-general”. “Estoy casado con una, ¿no?”, fue la única respuesta de Harry mientras nos dirigíamos hacia la Cámara del Templo. *** A nuestra llegada advertimos que el portal de la Cámara había sudo dejado entreabierto, permitiendo que se derramara un extraño brillo que relucía con verdes y púrpuras enfermizos, un brillo que no podía provenir de los breseros rituales. Un extraño canto inundaba el aire, combinado por el mantra sibilante enseñado por los Limehouse, ahora más ronco, como si se tratase de algún gruñido animal. Avanzamos con cautela, con Brashman a la cabeza sosteniendo su alabarda ceremonial preparada; incluso para ser un hombre de unos setenta años, aún era la viva imagen del héroe militar británico, imbuyéndonos tanto a Webley como a mí con fortaleza y resolución. Según nos acercamos al portal, Harry saltó a su través con un desafío en sus labios. De la Cámara surgía un gruñido cavernoso, como el que emitiría una enorme bestia, y el sonido de madera astillán-

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Crónica del Laberinto Negro dose. Entonces Harry retrocedió vacilante, sujetando con fuerza su alabarda. Aunque su rostro aún estaba incendiado, supuse por la mancha que se derramaba sobre sus vestiduras que había sido sujeto de un a visión imposible de comprender o asimilar por aquellas mentes que no están iniciadas en los misterios de lo sobrenatural. Fue todo cuando necesitábamos saber. Cualquiera que fuera la bestia que acechaba en el Templo poco podríamos hacer con la alabarda durativa, más cercana al juguete de un niño que a un arma. Webley y yo cargamos con los revólveres desenfundados, y sin siquiera dudar. El fugaz desarrollo de los acontecimientos aún se me antoja borroso. Recuerdo la grotesca visión de Sir Humphrey, o, mejor dicho, su carcasa son vida colgar del altar como una muñeca rota, recientemente destripado. Diría que había tanto orientales como escoceses en la sala, pero no estoy seguro, puesto que me embargaba un delirio sinestésico y me encontraba desorientado, tal y como ho había experimentado desde el Caso del irlandés beligerante. Ahora sé que los braseros ceremoniales habían sido rellenados con malsanas especies de incienso psicomimético. Los Orientales parecían hallarse en un éxtasis ritual, chirriando a su impía manera, pero las sinuosas y retorcidas formas que surgían de sus túnicas ceremoniales no correspondían a parte alguna de la anatomía humana; ahora pienso que serían consecuencia de los delirios producto de mi mente. Recuerdo ser empujado por el zafio escocés, que ahora parecía mucho más grande y velludo que en el salón de reuniones. Soy incapaz de visualizar el animal que llevaban con ellos pero las marcas de garras que adornan mi cuerpo atestiguan su existencia. Lo siguiente que recuerdo es, una vez más, la imagen del pobre Sir Humphrey, y cómo parecía surgir, en el espacio sobre su cuerpo entre las columnas negras y blancas, un extraño rielar no muy diferente al que se produce sobre un distante camino en los

días de mucho calor. Con la boca abierta por la perplejidad pude ver como el mismo aire se plegaba, arrugándose y luego hinchándose de nuevo. El canto y el chirriar, que habían continuado a pesar de nuestras interrupción, se incrementó a mi alrededor hasta un estado casi febril. Según la tensión aumentaba, el aire se contraía, y comenzó a exudar un icor humeante de olor espantoso que chorreaba y crepitaba sobre las entrañas de Sir Humphrey. La tensión en la atmósfera llegó a su punto culminante con un silencio asfixiante, roto sólo por el sonido de la sangre goteando. Todo movimiento cesó y la Cámara por entero pareció contener el aliento por un instante, y entonces las primeras… cosas... se abrieron camino a través de la arruga formada en el espacio. Al principio, púas de color negruzco salidas de la nada azotaban el aire, despidiendo una ácida fetidez que se sobreponían al incienso de la Cámara. Entonces emergieron los miembros, fusionados de formas extrañas, de lo que parecía ser un insecto o crustáceo, que curioseaban en derredor, hasta que una cosa similar a una medusa negra veteada por venas azules se derramó sobre el rostro de Sir Humphrey y la alfombra del Templo. Cuando el orificio se dilató lo suficiente, varios pares de tentáculos fluorescentes se desplegaron desde dentro, como una gran anémona, y se enroscaron en los pilares gemelos del Templo, utilizándolos como apoyo para abrir lo que ahora me he dado cuanta que era las mismísimas fauces del Infierno. Fue entonces cuando vomitó toda clase de animálculos de pesadilla: reptantes invertebrados cuajados de tentáculos, arañas de largas y delgadas patas cuyas antenas sondeaban su alrededor, cosas que corrían torpemente moviendo sus chasqueantes pinzas, cosas podridas que avanzaban rodando, dejando tras de sí un rastro de limo, cosas hinchadas que expelían bocanadas de esporas o baños de pues ardiente, cosas con ojos de niños y mandíbulas de arañas que

Capítulo Cinco: Profesor Webley

reproducían suaves voces ululantes. Según el torrente de monstruosidades disminuía, puede ver, desde donde yacía, a través de su obsceno orificio, los infernales reinos que aguardaban más allá, dentro de la propia habitación pero más distante que las estrellas. Bajo de un pesado cielo negro se mecían perezosos mares de oleosas aguas agostados y yermos desiertos, junglas que se retorcían supurantes, preñadas de sombrías ruinas puntiagudas. Mi vista, atraída por la fascinación de lo horrible, penetró en una de tales ruinas, como si cayera a plomo a través de sus arcos cuasigóticos y remolineando vertiginosamente a través de sus laberínticos pasillos hasta que en el centro del lugar, hirviendo en un estofado semilíquido de putrescencia en ebullición y vapores tóxicos, algo increíblemente vasto y antiguo comenzó a desenrollarse y bostezar hambriento…7 Un chirrido desgarrador me sacó de mi ensimismamiento ante tal impío espectáculo. Me giré y vi a Webley, con su cuero cabelludo goteando sangre a causa de alguna garra o bala, su cara una máscara de horror y repugnancia, y sus ojos inyectados

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en sangre brillando con odio hacia la fosa dimensional que se erigía entre nosotros. Antes de que pudiera moverme, Webley agarró uno de los braseros y lo lanzó, aullando “¡SAL DE MI CABEZA, DEMONIO!”, O algo similar. Uno puede pensar que las criaturas y sirvientes reunidos en la cámara deberían haber tratado de evitar este ataque contra su maligno señor, pero, al contrario, muchos se dispersaron ante él, e incluso parecieron alentarle en su farfulla políglota. De hecho, según Webley saltaba sobre el altar y hundía el brasero (y su propio cuerpo hasta la altura de la cintura) en el sacrílego orificio, aquel obsceno zoológico se arracimó a su espalda, y, con un esfuerzo coordinado impulsaron al profesor Webley a través de la abertura y más allá del velo del tiempo y el espacio como nosotros los concebimos. Hubo una pausa mientras la abertura se abría y cerraba, para luego escupir una pieza retorcida de escoria metálica (el brasero, o lo que quedaba de él) y una lluvia de chispas y ascuas al rojo vivo que abrasaron cuando había en la habitación y prendieron la alfombra y los tapices que

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Crónica del Laberinto Negro describían escenas de la historia mítica de la Orden. Gateé hasta la puerta de la Cámara, y me enorgullecí de haber tenido la claridad de mente suficiente como para cerrar y atrancar la puerta antes de que alguna de aquellas cosas pudiera escapar Desafortunadamente, el embaldosado sodiacal del techo de la Cámara del Templo no era resistente al fuego, y para cuando había subido las escaleras, la Logia entera estaba llena de humo y el caos reinaba mientras amigos y enemigos pugnaban en su lucha para salir de la estructura. *** No hay evidencias de que la Orden de la confraternidad oriental existiera. Lord Craven murió en el incendio, y la esposa

de Harry Brashman no le permite recibir visitas. No hace mucho vi al joven Wiggíns en Bond Street, pero cuando traté de acercarme y mantener una conversación con él, hizo como si no me conociera, y amenazó con llamar a la policía si continuaba acosándole. En tanto en cuanto busco algo más importante que hacer, permanezco ante los escombros de Cavendish Square, con los ojos arrasados en lágrimas, mientras reflexiono acerca de que aquella oscura fosa es la cosa más cercana a un memorial que jamás conoceré para una de las mejores personas con las que he tenido el inestimable privilegio de trabar amistad: profesor Wayland Wilburforce Webley, el mejor investigador espiritista de Gran Bretaña.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough en la Abadía Phelegma.

El contenido de este capítulo fue descubierto por Frater I*I en el antiguo emplazamiento de la Abadia de Phelegma, en 1964. Como el lector descubrirá, versa acerca de los axiomas del presente volumen, y lo profundamente que han afectado al compilador impide que no sean pasados por alto. Colectivamente forman las más claras y precisas llaves para la adecuada comprensión de todos los capítulos precedentes, así como un “libro de instrucciones” para aquellos que quieran servir al Wyrm. Se cree que el Laird de Demborough llegó a Norteamerica en algún momento durante la Primera gran guerra, llevando consigo una pequeña fortuna en lingotes de oro y un gran séquito de acolitos y seguidores que se autodenominaban como la Orden pretánica, seleccionando entre la decadente y desilusionada juventud de la Europa de fin de siglo. Tras una corta y brusca batalla con las autoridades de inmigración, consiguió una solitaria porción de tierra en las Montañas Adirondack al norte de Nueva York. Allí, sobre los cimientos de una abadía abandonada, erigió la Abadía de Phelegma, un refugio monástico consagrado a la obtención del cono cimiento esotérico y el cultivo del poder personal a través de lo arcano, ejercicio de facultades psíquicas, y rituales. Por supuesto, siempre hay alguien dispuesto a oponerse en tales esfuerzos hacia la liberación total de la humanidad. Durante la Segunda guerra mundial, la Abadía fue destruida hasta los cimientos por las acciones coordinadas de una paradójica coalición, que incluía la autoridad estatal y federal, miembros del crimen organizado de Nueva York, y varias fuerzas sobrenaturales. La culpa de tal atrocidad fue acechada a la amenaza nazi, como así probaban las torpemente desfiguradas esvásticas con las que, junto a otras descabelladas runas, aún se podían observar entre los escombros. Las repercusiones psíquicas de este evento aún hechizan la zona; el mismo Frater I*I tuvo que interrumpir sus excavaciones cuando un coro de aullidos primarios brotaron de las

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Crónica del Laberinto Negro colinas cercanas. La posterior investigación demostró que hacía un siglo que no se veía un lobo por la zona. Los siguientes descubrimientos de Frater I*I acerca de Demborough y su misterioso Laird le condujeron hasta el profesor MacLish, quien le contó que una vez se encontró con el Laird. “Era un hombre alto y desgarbado”, recordó el profesor, “pero sufría de deformación en la columna lo que , junto a otras desfiguraciones, lo dotaban de una apariencia similar a la de un extraño gnomo. Su cabello, cuando lo dejaba crecer, era liso y oscuro, y cuando se afeitaba la cabeza, se podía apreciar una cicatriz en su cuero cabelludo, sus ojos grises brillaban con una despierta inteligencia, esa mirada penetrante que deja traslucir una gran realización espiritual”.

El Rito del Conocimiento y Conversación con los Maeljin Incarna y de la Evocación y Unión del Impulso preparado y realizado por el Laird de Demborough en la Abadía de Phelegma 1923

De los oficiales y sus cargos1:

El saltortuor Más comúnmente conocido como el “Danzante”, el Saltortuor es el centro del Rito, puesto que es él el que debe saltar entre los mundos para entrar en el Templo Oscuro y danzar hasta el centro del Laberinto Espiral, donde su Unión con el ImpulsoWyrm anticipa la Unión final de las Tres Cabezas de Nuestro Padre, el Wyrm dividido. Aunque se le denomine como Danzante, no se debe confundir al Saltortuor con los auténticos Danzantes de la Espiral Negra, nuestros primos polimórficos cuya inconstante forma física representan los más puros recipientes de la Voluntad de Nuestro Padre.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 69 El Eductator El Hierophactor Estos dos estados se pueden fusionar en uno sin afectar el curso del Rito; su función es fundamentalmente supervisora, así como la realización de aquellas acciones del rito que el Danzante no puede realizar por sí mismo. El Eductator será el miembro de más alto nivel del grupo, que corresponderá al líder de los Auténticos Danzantes. El Hierophactor presidirá el Rito, puesto que él es el mejor conocedor se su más correcta ejecución; además de estar versado acerca de Procesión de las Eras y la adecuada realización de los sacrificios. El Terrestrator Los Custodatores Ambos se encargan del mantenimiento de la Fosa y los factores físicos del Rito. El Terrestrator se ocupa de la administración de estos deberes, y su función en el Tiro va a consistir en la invocación y expulsión de los Cardinales (o Elementales), Perdiciones, y sus acompañantes Maeljin Incarna. Los Custodatores asistirán al Terrestrator bajo su dirección, y a menudo se les ordena la obtención y custodia de los sacrificios. El Portianitor Esta es la posición más difícil de desempeñar al mismo tiempo que la más crucial para la correcta ejecución del Rito, puesto que consiste en rasgar el velo que separa el falso reino físico de los sentidos del auténtico Reino de Malfeas, allí donde se erige el Templo Oscuro. Si este cargo es ocupado por un Auténtico Danzante, habrá más posibilidades de que tenga éxito, puesto que para estos el viaje entre mundos es un don concedido por nuestro Padre común. El Deprovocator Este Oficial es el árbitro final y juez del Rito; será él quien deba juzgar la valía del Saltortuor, quien proclamará la Unión del Impulso y quien recitará el Pacto del Saltortuor con el Wyrm, otorgándole un nuevo nombre y el título y grado correspondiente al grado que haya alcanzado en el Laberinto (los grados y títulos de iniciación se detallan en el Liber O.O.O)

De los Cargos Invisibles:

Los Cardenales De vital importancia cuando se abre la Fosa como una intersección de los Mundos Visibles e Invisibles, los cuatro Cardenales Maeljin Incarna vigilan las cuatro direcciones de la tierra, cada uno empuñando el poder elemental de cada una de la excreciones cardinales de Nuestro Padre, como se describe en el Liber C.C.C. Los Tótems Es mejor no invocar a los espíritus totémicos, salvo cuando el rito se supervise y realice por un Autentico Danzante. Estas presencias primordiales pueden representar fuentes incalculables de conocimiento, secretos, y poder, pero a menudo resultan demasiado toscos para que las mentes humanas puedan comprenderlos. Sólo conocemos los nombres de unos pocos tótems, los cuales son mencionados brevemente en el Liber C.C.C.

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Crónica del Laberinto Negro Los Maeljin Incarna que presiden La mayoría de los principales Impulso-Wyrm conocidos por nosotros emplean uno de los Maeljin Incarna como intercesor e instrumento, convirtiéndose en el canal a través del cual será divulgado al mundo y la voz que cantará por siempre su Pensamiento Oscuro. Estos Maeljin se invocan en el Rito para que actúen como representantes del Impulso con el que el Saltortuor desea unir su voluntad, puesto que la naturaleza del Impulso es demasiado sutil y profunda para manifestarse como una vulgar presencia inteligible. Todas las apelaciones y peticiones serán hechas a través de aquellos, y también se dirigirá a ellos el sacrificio.

De las Preparaciones:

La Fosa La Fosa representa el Templo Oscuro, esa extraña y enigmática estructura situada en el centro de Malfeas, donde yace el Auténtico Laberinto de la Espiral. La fosa debe situarse por debajo del nival del suelo, y tan lejos como sea posible del tránsito humano. Durante la realización del rito, la Fosa, debe ser completamente sellada contra la luz del sol, aire, y sonido. La fosa debe estar constituida por un espacio de al menos diez pies de diámetro; así como el que sea necesario para que quepa el Danzante, los oficiales, y el rito, además de las víctimas del sacrificio. A su alrededor debe hacer el suficiente margen para que el Danzante dé exactamente nueve vueltas, en imitación del Auténtico Laberinto de la Espiral. Las Herramientas Altar: el Altar encarna la esencia cardinal H’rugg, que es el terreno donde se realiza el rito. El altar debería ser de la altura adecuada para permitir al Danzante alcanzar cualquier parte de la víctima con facilidad, y de la suficiente anchura para que la horuspicación pueda practicarse completamente. Habitualmente el Altar dispone de un drenaje que permite recolectar la sangre de la víctima y otros fluidos tras la muerte. El altar deberá ser cargado con la Llave RGG. Caldero: el Caldero simboliza la esencia cardinal Wakshaa, que es el medio a través del cual la energía del rito se transforma. La tradición pretánica dicta que el Caldero ha de estar fabricado con piedra; pero en los tiempos actuales se suele recurrir a la olla de acero como sustituto. Cuando la sangre u otros humores del cuerpo hayan de ser vertidos, se hará uso de un grial o cáliz, en lugar del Caldero (o como su complemento). El Caldero será cargado con la llave WKSh. Antorcha: la Antorcha alude a la esencia cardinal Furmas, que es la única fuente de luz en el rito. Mientras que múltiples antorchas y grandes braseros son propios de invocaciones en la Casa de Furmas, pequeñas antorchas y velas ofrecen más posibilidades en el ámbito de la tortura ritual. La Antorcha será cargada con la Llave FRM. Daga: la Daga representa la esencia cardinal Hogga, que es el medio a través del cual el corazón del sacrificio es penetrado y ennoblecido. La tradición pretánica mantiene sus raíces paleolíticas; la Daga debe estar hecha de pedernal y a mano. La Daga debe ser cargada con la Llave WGA. El Sacrificio (La idoneidad y los diferentes tipos y condiciones del sacrificio se detallan en el Liber C.C.C.)

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 71 Caminando la Espiral La Invocación del Tótem No es recomendable la invocación del rito a menos que un Auténtico Danzante de la Espiral Negra actúe como Hierophactor. La Llamada de las Perdiciones Cardinales Las Perdiciones Carnales serán llamada a través de la intercesión de los Maeljin así como invocadas por el Terrestrator. Cuando las circunstancias y los recuerdos lo permitan, se han de realizar sacrificios separados para cada uno. La Invitación a los Maeljin Incarna que presidirán. Tan sólo se puede dirigir a ellos con la máxima humanidad y respeto, dado que determinan la continuación del rito.

Presentando el Sacrificio

La Oda Ourobouran La Oda habrá de ser cantada por el Eductador, recordando a los presentes de esta forma la unidad y equilibrio original de la creación. La División de la Hidra Tradicionalmente realizada por el Deprovocator, consiste en una oda compuesta improvisadamente y dirigida a cada una de las cabezas del Wyrm Trífido y la entonación de todas las Llaves pretánicas. La Realización del Sacrificio A pesar de que la realización será de competencia exclusiva del Saltortuor, este podrá solicitar ayuda a los Custodatores cuando así lo estime oportuno. La Petición a los Maeljin Incarna Como la invitación debe ser efectuada con la más absoluta de las deferencias. La Apertura de la Senda El pasaje hacia el Mundo Invisible y el camino hasta el Templo Oscuro serán facilitadas por el Portianitor.

Danzando en la Espiral

La Mirada hacia el Abismo La Invocación más allá del Vacío La Atadura y la Unión El Pacto de la Transformación El Renacimiento Todo lo que reside dentro del Templo Oscuro es incognoscible e inefable, experimentado únicamente por el Saltortuor y las Perdiciones que lo pondrán a prueba.

Desandando la Espiral

El Nombramiento El Saltortuor emergerá del Templo Oscuro en la Palabra de su Unión cen sus labios. Esto será registrado por el Hierophactor y desde ese momento en adelante será el nombre secreto por el que conocerán al Saltortuor los demás miembros de la Orden.

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Crónica del Laberinto Negro La Anunciación de la Unión del Impulso El Recital del Pacto Tras el intensivo examen y comprobación por el Deprovocator, el Saltortuor debe presentarse a sí mismo a todos los presentes, y a continuación el Deprovocator hará saber a todos su Impulso y deberá recitar los términos de su servicio a Nuestro Padre. La congraciación con los Maeljin Incarna La Despedida de la Perdiciones Cardinales Como arriba, pero de forma inversa.

Liber O.O.O.: De los Grados de Iniciación, Sus Títulos y Deberes, Con Referencia a los Desafíos Encontrados dentro del Laberinto de la Espiral Negra Inscrito por Frater R*U de las palabras de Laird de Demborough Abadía de Phelegma, 1919

O’Catellus

El grado novel de cualquiera que sirve a Nuestros Padre es el de catellus, cuyo único reconocimiento de los Misterios del Wyrm reside en la lealtad y servicio debido a sus superiores. Los Catellus serán reclamados para realizar cualquier tare requerida por un iniciado de mayor grado en cualquier momento, sin preguntas o dudas; el fallo le hará incurrir en la ira de Nuestro Padre, expresada a través del Impulso de su superior.

1’Cognitus

El primer grado de servicio consciente a Nuestro Padre es el de Cognitus, alcanzado cuando los Misterios se empiezan a vislumbrar y el conocimiento del Auténtico Señor de este mundo es revelado. El reconocimiento de este grado se logra con el Rito de la Evocación y Unión del Impulso, después del cual el auténtico nombre del iniciado, revelado a través del Impulso- Wyrm en la Lengua del Dragón, o Malfeano, y el pacto al servicio de Nuestro Padre, son recitados.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 73

El deber del Cognitius consistirá en demostrar su conocimiento personal del Wyrm a través de la expresión de su Impulso y los pasos de su propio Baile en la Espiral Negra2. Praecogitae En el Primer Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, aquellos espíritus que probarán al Danzante son los Praecogitae, cuyo sugerentes susurros despertarán la Verdad Oscura escondida tras el corazón de los corazones del Danzante, el Impulso de la voluntad de Nuestro Padre. Esta es la primera prueba de la valía del Danzante, porque sólo la unión con el Impulso permite penetrar los límites interiores del Laberinto. El fallo al aceptar la Verdad y unión con el Impulso desemboca en la desintegración del alma del Danzante, roída por el Praecogitae.

2’Efuriatus

El segundo grado de servicio consciente a Nuestro Padre es el de Efuriatus, logrado cuando el iniciado puede abrir su alma a la Rabia que es la Bestia de la Guerra y actúa con la pureza de la ira y el frenesí. Los efuriatus harán comprender al danzante que la primera parte de la habilidad para controlar algo es la habilidad para destruirla.

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Crónica del Laberinto Negro El deber del Efuriatus será la aniquilación de cualquier cosa o persona que obstaculice la voluntad de Nuestro Padre, ya sea un elemento externo del mundo, o un componente del propio Danzante. Infuriati En el Segundo Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, aquellos espíritus que probarán al Danzante son los Infuriati, cuya púas, befas y tormentos prenderán y alimentarán la llama de la Rabia dentro del corazón de corazones del Danzante Tal fuego consumirá la Telaraña de ataduras que aprisionan al Impulso de la voluntad de Nuestro Padre.

3’Perduratus

El tercer grado de servicio consciente a Nuestro Padre es el de Perduratus, obtenido cuando el fuego de la Rabia ha consumido todo lo que se encontraba a su alcance, incluso a sí mismo, y el Danzante debe aprender a perseverar en la Danza aunque no exista objetivo a guía. Los Perduratus conocerán y comprenderán la fuerza del silencio, tacto, y de la abnegación frente al Enemigo. El deber de los Perduratus consistirá en la entrega de su vida a una meta específica designada por la voluntad de Nuestro Padre, una meta que no puede ser conseguida en la duración de una simple vida, sino que requiere de muchas para ser completada. Invexatores En el Tercer Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, los espíritus que probarán al Danzante serán los Invexatores, que lo distraerán de la Danza y le darán razones para que dude de lo que se Impulso exige de él. Sólo a través de temperar el fuego de la Rabia y la certeza de la voluntad de Impulso, se sobrepondrá el Danzante.

4’Ecallidus

El cuarto grado de servicio consciente a Nuestro Padre es el de Ecallidus, obtenido cuando los Misterios exteriores son conocidos y asimilados por el Danzante a tal nivel que podrá sobrepasar con astucia y sutilidad a cualquier obstáculo o Enemigo que no sucumba al poder de su voluntad, la fuerza de su Rabia, o el poder de su paciencia. El deber del Ecallidus será el de aprender las complejidades e intrincaciones de la Telaraña que ata a Nuestro Padre en el interior del mundo, y urdir el medio que pueda conseguir su escape. Ingenii En el Cuarto Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, los espíritus que pondrán a prueba al Danzante serán los ingenii, cuyo ingenio y argucias bloquearán cada senda que el Danzante tome, hasta que aprenda a retorcerse dentro de su propia piel y salga de sí mismo para superarlos.

5’Proeliatus

El quinto grado de servicio conciente a Nuestro Padre es el de Proeliatus, obtenido cuando el Danzante posea todas las habilidades pertinentes para la destrucción de los Enemigos de Nuestro Padre. Así es la acrisolada forma de la Bestia dela Guerra, donde la Rabia del segundo grado es atemperada por el conocimiento y la experiencia de otras danzas. El deber del los Proeliatus es el cultivo de su poder para batallar contra los Enemigos de Nuestro Padre, ya sea en combate físico o en la elaboración de tácticas y estratagemas.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 75 Hostes En el Quinto Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, los espíritus que pondrán a prueba al Danzante serán los Hoteles, los terribles adversarios de múltiples formas que son los más adecuados para juzgar la debilidad del Danzante y quienes explotarán tales debilidades sin piedad o misericordia.

6’Depravatus

El sexto grado de servicio consciente a Nuestro Padre es el de Depravatus, obtenido cuando el trabajo y los medios del Profanador Wyrm son conocidos y comprendidos por el Danzante. El poder de sexto grado se encuentra en la inherente debilidad de todo estado consciente, la duda que roe el corazón más confiado, la más oscura sombra que despide la más brillante luz. El deber del Depravatus será el de deformar el alma de cualquiera que se cruce en su camino, para llamar así al Oscuro Secreto de la Verdad Oscura, el propio Impulso-Wyrm de cualquier ser, a quienes el Depravatus ha jurado liderar a la Danza del Primer Círculo del Laberinto de la Espiral Negra. Improteani En el Sexto Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, los espíritus que pondrán a prueba al Danzante serán los Improteani, cuyas funciones y formas nunca se muestran de manera directa, sino solo a través de los efectos que tienen sobre el Danzante mientras su cuerpo se retuerce a hincha con la putrefacción, decadencia, y malquista de sucesivas transformaciones, incluso mientras su mente es rota por las contorsiones de su Impulso incontrolado.

7’Phidelitus

El séptimo grado de servicios consciente a Nuestro Padre es el de Phidelitus, obtenido cuando incluso la lesión del alma sufrida en el sexto grado ha sido sobre pasada y la lealtad del Danzante a Nuestro Padre está fuera de toda duda. Una vez conseguida tal hazaña, El Phidelitus puede, si así lo desea, renunciar públicamente a su ealtad hacia el Wyrm y entregarse a las manos del Enemigo, donde todos los deberes de los anteriores grados se podrán practicar con mayor eficacia. El deber del Phidelitus será el perfeccionamiento del Rito de la Mayor Unión, que consiste en la unión de la voluntad del Impulso personal con la mayor Voluntad de Nuestro Padre. Proditor En el Séptimo Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, el espíritu que pondrá a prueba al Danzante es el Proditor, quien desafiará la lealtad del Danzante suplicándole que realice los actos más repugnantes o difíciles para el Danzante, todos en nombre del Wyrm; en la fase final de la Danza ofrecerá Danzante un cáliz repleto del más vil y toxico veneno, que el Danzante beberá seguro de que Nuestro Padre le preverá de todo daño.

8’Paradoctus

El octavo grado de servicio consciente a Nuestro Padre e el de Paradoctus, obtenido cuando el Danzante ha sacrificado a su propia consciencia al altar de la Verdad. El Paradoctus verá la verdad que yacía en el corazón de toda mentira, y la Mentira que conlleva toda Verdad. Así el Paradoctus se situará por encima de toda razón y conocimiento y se extenderá más allá de toda presencia y acción. El Deber del Paradoctus será el de preparse para la fase final de su descenso al corazón del Laberinto.

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Crónica del Laberinto Negro Aenigmator En el Octavo Círculo del Laberinto de la Espiral Negra, el espíritu que pondrá a prueba al Danzante es el Aenigmator, la más antigua de las Perdiciones, la que surgió en primer lugar de la sombra del Wyrm y adquirió conciencia de sí misma; acosará al Danzante con acertijos que no se pueden resolver con el mero conocimiento, sino con la propia sabiduría interna del Danzante.

9’Phallactus

El noveno grado de servicio conciente a Nuestro Padre es el de Phallactus, obtenido ciando el Danzante ha penetrado en el mismo corazón de los Misterios interiores y encara el verdadero rostro del Wyrm. Dentro de Phallactis se reconciliarán la luz y la sombra, y Nuestro Padre, liberado al fin de los confines del Laberinto de la Espiral Negra, lo usará de herramienta para restaurar el equilibrio del mundo. Tras la obtención del grado de Phallactus, el Danzante será elevado a la categoría de Incarna, tal vez como uno de los mismos Maeljin, y su palabra será la Palabra del advenimiento de la siguiente Era. Vermiculum En el Noveno Circulo del Laberinto de la Espiral Negra, el espíritu que pondrá a prueba al Danzante es el Vermiculum, el Pequeño Wyrm que no es sino la sombra del auténtico Wyrm del Equilibrio, y tan sólo uno de los contendientes, Danzante o Vermiculum emergerá íntegro e invicto del Laberinto.

Llave: FOeBK, Impulso: FOEBOK, el Impulso del Miedo Tótem: Hakaken, “El corazón del Miedo” Servidores: Wyrms del Trueno

Llave: VWRS Impulso: VORUS, el Impulso de la Avaricia Tótem: Relshab “el Comedor sin Rostro” Servidores: Ooralathim

Llave: VWRS Llave: GREE Impulso: LETHARGG, el Impulso: GREE, el Impulso Impulso de la Apatía de la Desesperanza Maeljin: El Maestro del Maeljin: El Anónimo Ángel Estancamiento, Lord de la Enfermedad, de la Desesperanza Thurifuge Tótem: el Murciélago Tótem: el Chotacabras Servidores: Phantasmi, Nocturnae Servidores: los Drattosi

Llave: WGA Hoga, Esencia de la Fumosidad Maeljin: Lord Asfixia, Maestro de la Fumosidad Servidores: Hoglings

Llave: RGG H’rugg, Esencia del Fango Maeljin: Lord Collum, Maestro del Fango Servidores H’rugglings

Llave: KhLWB Impulso: KHAALOOBH, Impulso de la Indulgencia Maeljin: Caballero de la Entropía, el Engendro del Wyrm Tótem: el Hongo Oscuro Servidores: los Cerdos Calavera, Marionetas de Carne

Llave: BShKAi Impulso: BASHKAAI, el Impulso de la Violencia Maeljin: El Maestro del Caos, Malik Harjaq Servidores: Sabuesos de Sangre

Llave: FRM Furmas, Esencia de la Hoguera Maeljin: Lord Kerne, Maestro del Fuego del Infierno Servidores: Furmlings

Llave: MSTR Impulso: MAHSSTRAC, el Impulso del Poder Tótem: el Dragón Verde, “Destructor de Vida y Aniquilador de Enemigos”

Llave: PSWL Impulso PSEULAK, el Impulso de las Mentiras Maeljin: El Abogado de la Corrupción, Chambelán de las Mentiras, el Honorable Sr. Maine duBois Tótem: Kirijama “el Enemigo Oculto” Servidores: Ferectoi, Oases

Llave: KRNL Impulso: KARNALA, el Impulso del Deseo Maeljin: La Condesa del Deseo, La Emperatriz Aliara Servidores: Arpías y Seductores

Llave: BHRR Impulso: ABHORRA, el Im­pulso del Odio Maeljin: El Duque del Odio, Lord Ace­ro Servidores: Arañas de Sombra

Llave: SYKR Impulso: SYKORA, el Impulso de Ia Paranoia Maeljin: El Arzobispo de Ia Locura, Doge Klypse Totem: el Chota­cabras Servidores: Sembradores

Llave: ANGW Impulso: ANGU, el Impulso de la Crueldad Maeljin: El Califa del Dolor, Lady Aife Servidores: Iras Amargas

Llave: WKSh Wakshaa, Esencia de Toxina Maeljin: Lady Yul, Señora de las Toxinas Servidores: Wakshaani

La Era de la Corrupción El Wyrm Profanador

La Era de la Consunción Comealmas Maeljin: Thurifuge, Maestro del Estancamiento, Lord de la Enfermedad

La Era de la Calamidad La Bestia de la Guerra Maeljin: El Portador del Infierno, Caudillo de la Ira

Esencias Cardinales

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Crónica del Laberinto Negro

Liber C.C.C.: De la Sucesión de las Eras, Las Llaves Evocatorias de los Impulsos, y Los Maeljin Incarna Relacionados. Inscrito por Frater U*R de las palabras de Laid de Demoborough. Abadía de Phelegma, 1923

En los últimos tiempos, muchos de mis estudiantes acuden a menudo a mi rogando que les enseñe con más detalles acerca de las Llaves pretánicas, o las Llaves de Invocación de los Impulsos, etc. y de la fuente de estas terroríficas energías psíquicas que pueden desencadenar. A fin de impulsar a estos estudiantes en su Danza a través del Laberinto de la Espiral Negra, el Laird de Deamborough se digna a revelar este Liber C.C.C., donde se encuentran descritas todas las Llaves Principales, al Impulso–Wyrm que representan, y los Maeljin Incarna asistentes, Espíritus Tótem (cuando son conocidos) y criaturas da su servicio. El Prerrequisito para este curso de estudio es el Liber W.W.W: del Wyrm Trífido.

De las Excreciones Cardinales

El primer paso en nuestri entendimiento de la Sucesión de las Eras será, además de las tres Cabezas Trífidas del Wyrm, los cuatro elementos cardinales que una vez comprendieron el cuerpo del Wyrm. Sabed que cuando la gran Telaraña, que es el orden y medida de toda la creación, provocó el desequilibrio y ató al Wyrm, dos hebras de la Telaraña se cruzaron para atrapar el cuerpo del Wyrm. Ahora cada hebra de la Telaraña es la división entre dos opuestos; de estos dos uno separa todas las cosas enérgicas, rápidas y apasionadas en el mundo de todas las cosas templadas, perezosas y frías, mientras que las otras separan las áridas, encontradas y quebradizas de las viscosas, fluidas y permeables. Tan profundas horadan estas hebras la carne del Wyrm, que Su esencia vital es empujada a través de sus Poros y orificios con tanta fuerza que esas esencias ahora impregnan todos los reinos de la creación.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 79 WKSh

En el cuadrante definido para las hebras de la frigidez y el limo, donde chapotean todas las partes líquidas de la carcasa del Wyrm, toda la bilis, humores e icores, el espíritu en su interior es Wakshaa, la esencia de la Toxina. La Llave pretánica de la esencia de la Toxina es WKSh, la raíz picata de Wakshaa. Las exigencias de esta esencia se realizan a través de los Wakshaani, las ondulantes hojas púrpuras venenosas. Wakshaa dirige todos los sacrificios que se realizan en su Casa, en la que el Danzante habrá de beber los fluidos del cuerpo de su víctima, especialmente aquellos situados en sus órganos regenerativos. El Maeljin de la Casa de Wakshaa es Lady Yul, la Señora de las Toxinas. Preside el Oeste, elevándose de una ciénaga de veneno púrpura, su vientre hinchado manando más de su progenie venenosa.

FRM

En el cuadrante definido por las hebras de la fiebre y lo quebradizo, allí donde destellan toda las partes ardientes de la carcasa del Wyrm, el corazón y la sangre, el espíritu en su interior es Furmas, la esencia de la Hoguera. La Llave pretánica de la esencia de la Hoguera es FRM, la raíz picta de Furmas. Las exigencias de esta esencia se realizan a través de los Furmlings, orbes de plasma ardiente. Furmas dirige todos los sacrificios realizados en su Casa, en la que el Danzante deberá devorarse a sí mismo junto con el corazón y la sangre de la víctima. El Maeljin de la Casa de Furmas es Lord Kerne, el Maestro del Fuego del Infierno. Preside el Sur, delgado y débil con carne de lava hirviente, sobre un carro de llamas que deja un rastro de humo negro y ponzoñoso.

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Crónica del Laberinto Negro WGA

En el cuadrante definido por las hebras de la fiebre y el limo, allí donde ondulan todas las partes gaseosas de la carcasa del Wyrm, el pulmón y el cerebro, el espíritu en su interior es Hoga, la esencia de la Fumosidad. La Llave pretánica de la esencia de Hoga es WGA, la raíz picta de Hoga. Las exigencias de esta esencia se realizan a través de los Hoglings, ominosas nubes de vapores virulentos. Hoga dirige todos los sacrificios realizados en su Casa, en la que el Danzante deberá tragarse los órganos superiores del cuerpo de la víctima, especíalmente el cerebro y los pulmones. El Maeljin de la Casa de Furmas es Lord Asfixia, el Maestro de la Fumosidad. Preside el Este, grande y bulboso en su manto de nieblas azulgrisáceas.

RGG

En el cuadrante definido por las hebras de la frigidez e incrustación, allí donde caen en cascada todas las partes sólidas de la carcasa del Wyrm, el espíritu en su interior es H’rugg, la esencia del Fango. La Llave pretánica de la esencia de H’rugg es RGG, la raíz picta de H’rugg. Las exigencias de esta esencia se realizan a través de los H’rugglings, rezumantes masas de desechos que dejan un rastro de resplandecientes y difusas sobras. H’ruggirige todos los sacrificios realizados en su Casa, en la que el Danzante deberá darse un festín con los órganos inferiores del cuerpo de la víctima, los intestinos, tripas, etc. El Maeljin de la Casa de H’rugg es Lord Collum, el Maestro del Fango. Preside el Norte, un tosco humanoide que deja un rastro de desechos acompañado de un hedor infecto tras de sí y que habla con grotesco incesante. El ImpulsoWyrm de la Casa de H’rugg no emplea ningún MAeljin Incarna como portavoz, y así, desde el punto de vista de la práctica ceremonial, Lor Collum será considerado el Maeljin que Preside cuando se invoquen las Llaves FOeBK, VWRS, y MSTR.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 81 La Era de la Calamidad

La Era de la Calamidad comienza con el depertar de la Bestia de la Guerra, que inicia el actual ciclo de la Sucesión de las Eras. La tradición pretánica data el levantamiento de la Bestia de la Guerra en los tiempos de la batalla entre Calgacus y Agricola, alrededor del 70 después de Cristo. Esta Era está marcada por la destrucción y la decadencia, evidenciada en el mismo colapso del Imperio Romano. El glifo pretánico que se refiere a la Bestia de la Guerra muestra al Wyrm en espiral, con la cabeza en posición de ataque. La Bestia de la Guerra no aceptará nada más que un sacrificio de varón, o cualquiera que exhiba fortaleza o capacidad física. La Bestia de la Guerra se deleita en el Teatro de la Lucha, y exige víctimas que probarán las capacidades del Danzante. El Maeljin de la Era de la Calamidad es el Caudillo de la Ira, el Portador del Infierno, nombrado así porque su venida anuncia el Infierno sobre la Tierra. Es el General de todos los Ejércitos del Wyrm, así como el Patrón de Abuso; no sólo se alímenta de la guerra, los disturbios y la lucha, sino también de las mezquinas brutalidades del patio del colegio y del hogar. Nunca se le ve sin su séquito de Perdiciones que cabalgan sobre bestias del Wyrm. Su arco dispara Broncos, rayos de pura Rabia que causan heridas que llevarán al más pacífico corazón a la mas despiadada violencia.

ANGW

La Llave pretánica del Impulso de la Bestia de la Guerra en la casa de Wakshaa en ANGW, la raíz picta de ANGU. Esta Llave sumerge al Danzante en el dolor de las ataduras del Wyrm, enseñándole el poder de devolver el dolor al mundo que lo ata. Este impulso, el Impulso de la Crueldad, es el más abstracto, encubriéndose de distintas formas. Como Impulso de Crueldad, ANGU se deleita en la prolongada agonía de la víctima del sacrificio. El Maeljin de la Bestia de la Guerra en la Casa de Wakshaa en El Califa del Dolor, Lady Aife. Emerge del Sur sostenida por un alazán herrumbroso y de acero gastado. Vestida de cuero, es sumamente pálida, con mechones de rojo fuego y una sonrisa que promete ocultos secretos. Porta látigos de cristales rotos que desgarran la piel; pedazos que puede hacer que emanen de su cabello. El Impulso tiene como asistentes a nubes carmesíes que azotan con negros rayos de afilada malicia, las Iras Amargas.

BShKAi

La Llave pretánica del Impulso de la Bestia de la Guerra en la Casa de Furmas es BShKAi, la raíz picta de BASHKAAI. Esta Llave abre los diques de la ira, la furia del Wyrm atado. Este Impulso, el Impulso de la Violencia, es el más virulento, conduciendo todo a su torbellino de olvido. Como el Impulso de la Violencia, BASHKAAI se deleita en el embrutecimiento de la víctima del sacrificio, pero es aún más satisfecho cuando la víctima es provocada hasta la represalia violenta. El Maeljin de la Bestia de la Guerra en la Casa de Furmas es el Maestro del Caos, Malik Harjaq. Emerge del Sur con una explosión de sangre y entrañas. Malik Harjaq se viste con el aspecto de un berserker Vikingo con las manos en alto portando cualquier clase de arma3. Este Impulso tiene como asistentes los fomoris gigantescos, cuyos cuerpos han sido retorcidos hasta convertirlos en auténticas armas, y conocidos como los Sabuesos de Sangre.

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Crónica del Laberinto Negro GREE

La Llave pretánica del Impulso de la Bestia de la Guerra en la Casa de Hoga es GREE, la raíz picta de GREE. Esta Llave hunde al Danzante en la fosa oscura de la desesperanza del Wyrm. Se dice que este Impulso es el único poseído por una mente racional; por desgracia sólo puede ser comprendido a través del intelecto. Como el Impulso de la Desesperanza, GREE goza con aquellas víctimas cuya desesperanza le lleve a ofrecerse a ser sacrificado. El Maeljin de la Bestia de la Guerra en la Casa de Hoga es el Anónimo Ángel de la Desesperanza. Emerge desde el Este montado sobre una nube gris y oscura. La forma del Ángel es inapreciable, y no habla, pues se comunica en olas palpables de desolación. Este Impulso tiene como asistentes a los Phantasmi que se burlan de los humanos con sus propias deyecciones, y las Arpías Nocturnas que pervierten los sueños y esperanzas humanas, llamadas Nocturnae.

FOeBK

La Llave pretánica del Impulso de la Bestia de la Guerra en la Casa de H’rugg es FOeBK, la raíz picta de FOEBOK. Ningún Maeljin habla en nombre de la Bestia de la Guerra en la Casa de H’rugg, pues el Impulso-Wyrm de este cuadrante es FOEBOK, el Impulso del Miedo, y el miedo primal que surge de la no inteligencia. Aquellos Que Danzan el Auténtico Laberinto de la Espiral Negra son conocidos por hablar con un espíritu tótem de nombre Hakakaen (el Corazón del Miedo), a través del cual la Autentica Voluntad de este Impulso puede ser profetizada; pero ninguno de ellos hablará mucho acerca de Hakaken. Es sabido que FOEBOK se alimenta del miedo de la víctima en el altar, pero pocos hablan sobre sacrificio mayor, en que la propia víctima causa miedo al Danzante. Este Impulso tiene como asistentes a los horribles excavadores que sacuden la tierra a su paso: los Wyrms del Trueno.

La Era de la Consunción

La Era de la Consunción comienza con el despertar de Comealmas, cuya presencia en la tierra marca el giro de las Eras en el ciclo macrocósmico. Nadie sabe la fecha de llegada de Comealmas en este reino, pero se estima alrededor del 1000 después de Cristo. Esta Era se caracteriza por las obsesión por el consumo, y la decadencia de la razón, como muestran las conquistas económicas y la ascensión de la Iglesia. El glifo pretánico de Comealmas se representa a través del Wyrm que engulle su propia cola, cuya imagen es conocida para algunos como los Oroboros. Comealmas será complacido con el ofrecimiento de una víctima hembra impúber, pero también aceptará cualquier miembro de la familia del Danzante. Comealmas se regodea en el Teatro del Exceso, atraído por las mayores efusiones de emoción, tanto de la víctima como del Danzante. El Maeljin de la Era de la Consunción es el Maestro del Estancamiento, Lord de la Enfermedad, Thurifuege, quien también recibe el título de Maeljin de la Apatía. Como Maestro del Estancamiento, recae bajo su dominio aquellos corazones y mentes que han cesado de crecer y viven vidas vacías, sembrando la desesperación, aislamiento y la desidia. Como lord de la Enfermedad, suyos son los fétidos residuos y las aguas residuales que fermentan la plaga y la pestilencia.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 83 SYKR

La Llave pretánica del Impulso de Comealmas en la Casa de Wakshaa es SYKR, la raíz picta de SYKORA. Esta Llave confiere al Danzante la cautelosa suspicacia del Wyrm traicionado. Este Impulso, el Impulso de la Paranoia, colabora con los Impulsos FOEBOK y ABHORRA para plantar la duda y la desconfianza en todos los corazones. Como el Impulso de la Paranoia, SYKORA prefiere que la víctima ente en la Fosa buscando refugio de enemigos ilusorios. El Maeljin de Comealmas en la Casa de Wakshaa es el Arzobispo de la Locura, Doge Klypse. Emerge desde el Oeste de entre una pila de cuerpos retorcidos, vestido con una túnica negra con detalles púrpuras y extendiendo su mano para ofrecer su grasiento anillo, que tras ser besado por el Danzante le otorgará la claridad de la locura. Este Impulso tiene como asistentes a los aullantes Sembradores que al fustigar con sus seis colas transforman a los hombres en fomori.

KhLWB

La Llave pretánica del Impulso de Comealmas en la Casa de Furmas es KhLWB, la raíz picta de KHAALOOBH. Esta Llave conduce al Danzante por el camino del exceso al palacio de la sabiduría. Este Impulso, al cual también se le denomina el Impulso de la Indulgencia, es escasamente comprendido, puesto que se satura con desechos al mismo tiempo que consume con degeneración y decadencia. Como Impulso de la Indulgencia, KHAALOOBH es complacido con víctimas de corazón puro, de espíritu nobre, y perfectas de forma, a quien el Danzante deberá conducir a la Fosa a través de apelaciones a sus más bajas inclinaciones. El Maeljin de Comealmas en la Casa de Furmas es el Caballero de la Entropía, el Engendro del Wyrm. Emerge del Sur a horcajadas sobre una montura de negros colmillos, acompañado del hedor de la carne podrida a Su paso. Su pelo está embadurnado de sangre y Su salvaje mirada corrompe todo aquello sobre lo que se posa; marcado con el sello del Wyrm, porta el Escudo del Penacho del Dragón Negro que representa a Comealmas circundando y constriñendo el mundo. Este Impulso invoca para su asistencia las Marionetas de Carne, que corcovean en las podridas carcasas de inocentes violados, y los necrófagos de cabeza descarnada, los Cerdos Calavera.

LThGG

La Llave pretánica del Impulso de Comealmas en la Casa de Hoga es LThGG, la raíz picta de LETHARGG. Esta Llave calma al Danzante con la paz del Wyrm derrotado. Este Impulso, el Impulso de la Apatía, es el engendro de GREE, de tal manera que libera de la fosa a aquellos que se hallan agobiados por la preocupación. Como Impulso de la Apatía, LETHARGG se regodea en la víctima consumada por la enfermedad, la desgracia y su propia impotencia, hasta tal punto que no les les importará darse cuanta de que van a ser sacrificadas. El Maeljin de Comealmas en la Casa de Hoga es el Maestro de Estancamiento, Lord de la Enfermedad, Thurifuge. Emerge del Este de un estanque cenagoso, esquelético, con una sonrisa descarnada, y una piel aceitosa y cadavérica. Este Impulso se acompaña de los Drattosi, nunca vistos a causa de los humos nocivos que brotan de sus fosas tóxicas.

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Crónica del Laberinto Negro VWRS

La Llave pretánica del Impulso de Comealmas en la Casa de H’rugg es VWRS, la raíz picta de VORUS. Esta Llave despierta el apetito del hambriento Wyrm. Este Impulso, el Impuso de la Avaricia, se manifiesta como la universal Voluntad de Poseer, que guía virtualmente toda vida y actividad. Ningún Maeljin presta su voz a este Impulso; no hay nada que necesite dicho ser. Los Auténticos Danzantes entregados al servicio de este Impulso lo denominan como su tótem Relshab (“el Devorador Sin Rostro”), cuya cara se pierde entre bolsas pulsantes de grasa y que porta en su mano derecha, su insaciable estómago. VORUS prefiere que la víctima sea conducida a la Fosa por su propia avaricia. Este Impulso se acompaña de los armados Ooralathim, que corrompen la Telaraña en los yermos.

La Era de la Corrupción

La Era de la Corrupción comenzó prematuramente, cuando, alrededor de 1600 d.C., Comealmas fue finalmente expulsado del reino terrestre por los hombres-lobo de América. Esta Era se caracteriza por el quebramiento de la fe y el declive del valor, como muestra el creciente contraste urbano entre la inmundicia y la decadencia. El glifo pretánico para el Wyrm Profanador muestra al Wyrm en espiral, con su cabeza escarbando hacia su propio corazón oscuro. El Profanador Wyrm es el más sutil, disfrutando con los matices de la traición de la fe y la confianza, y por eso apreciará siempre el ofrecimiento de un niño, regocijándose de igual modo con cualquiera que resulte inocente o irreflexivo. El Profanador Wyrm se entretiene en el Teatro de la Traición, y su sensibilidad se halla hastiada; por lo que el Danzante debe poner a prueba su intelecto para encontrar complejidades e intrincaciones lo suficientemente interesantes como para mantener el interés de este Cabeza del Wyrm. No hay Maeljin para la Era de la Corrupción. Tal es el poder del Profanador Wyrm que no necesita de intermediarios.

BHRR

La Llave pretánica del Impulso del Wyrm Profanador en la Casa de Wakshaa es BHRR, la raíz picta de ABHORRA. Esta Llave sintetiza el dolor y la ira con la eternidad de la represión sufrida en la Espiral Negra. Este Impulso próspera con cada pequeño prejuicio y se vanagloria con la venganza y las enemistades viscerales4. Como el Impulso del Odio, ABHORRA se complace con cualquier víctima que disguste al Danzante, pero encuentra mayor placer con el sacrificio de aquellos cuyo corazón también se encuentre repleto de aborrecimiento. El Maeljin del Profanador Wyrm en la Casa de Wakshaa es el Duque del Odio, Lord Acero. Emerge del Oeste con el hedor de la carne quemada, sobre un semental de acero alado5, vestido en metal y blandiendo su hacha de batalla aserrada. Estridente es su voz de mando, y negra la máscara de acero a través de la cual se ven sus ojos brillantes con malicia. Este Impulso se acompaña de las pequeñas pero diestras Arañas Sombra.

Capítulo Seis: Los Ritos del Laird de Demborough 85 KRNL

La Llave pretánica del Impulso del Profanador en la Casa de Furmas es KRNL, la raíz picta de KARNALA. Esta Llave impulsa al Danzante con el anhelo del Wyrm que desea ser liberado. Este Impulso, el Impulso del Deseo, devuelve el amor del mundo creado por el Wyrm, amor ahora insatisfecho y vilipendiado por el Reino de Gaia, por lo que Su frustración alimenta la ira de los demás Impulsos. Como Impulso del Deseo, KARNALA demanda que la víctima del sacrificio sea atraída a la Fosa por su propia necesidad imperiosa de retribución. El Maeljin del Profanador Wyrm en la Casa de Furmas es la Condesa del Impulso, la Emperatriz Aliara. Emerge del Sur envuelta en esencias de perfumes y dulces especias, en una forma atractiva para todos los géneros, en sus labios las promesas de placeres indecibles. Este Impulso se acompaña de las lujuriosas Arpías y los atrayentes Seductores.

PSWL

La Llave pretánica del Impulso del Profanador Wyrm en la Casa de Hoga es PSWL, la raíz picta de PSEULAK. Esta Llave elimina la ilusión de la Telaraña, la división de la verdad originada por sus hebras. Este Impulso, el Impulso de las Mentiras, oculta y protege la verdad original del Wyrm del Equilibrio, retorciéndose para liberarse del Laberinto de la Espiral. Como Impulso de las Mentiras, PSEULAK será honrado con el sacrificio de una víctima que entre por propia voluntad en la Fosa, como consecuencia del engaño. El Maeljin del Profanador Wyrm en la Casa de Hoga es el Abogado de la Corrupción, Chambelán de las Mentiras, el Honorable Sr. Maine duBois. Emerge del Este de entre una termenta de papeles, vestido con un andrajoso traje, con su maletín repleto de documentos. Este Impulso tiene como acompañantes a los engañosos Oases y los fomori que andan sin ser vistos, los Ferectoi, también llamados las “Larvas del Wyrm”.

MSTR

La Llave pretánica del Impulso del Profanador Wyrm en la Casa de H’rugg es MSTR, la raíz picta de MAHSSTRAC. Esta Llave se impone sobre todas las otras Llaves de las Eras; este Impulso, el Impulso del Poder, domina a todos los demás Impulsos y Excreciones Cardinales. Por esto, ningún Maeljin necesita prestar su lengua al servicio de este Impulso, porque cuando lo estima conveniente, todos hablan por él. Los Auténticos Danzantes aclaman al Dragón Verde (“Destructor de Vida y Aniquilador de Enemigos”), cuyo aliento verde hirviente abrasa la tierra, como tótem de, e intercesor de, este Impulso, pero sólo los mejores entre ellos reciben el consejo del Dragón Verde. Dicen que MAHSSTRAC es satisfecho cuando la víctima que se cree el maestro del rito es realmente el sacrificado.

Epílogo

Fue decisión del compilador presentar estos documentos en orden cronológico, para que de este modo la Sucesión de las Eras, detallada en el CapítuloSexto, pueda ser apreciada con claridad. Sin embargo, no es exacta del todo. La Bestia de la Guerra nunca ha dejado de estar presente en la Historia humana, como las últimas noticias demuestran sin lugar a dudas. El Capítulo Tercero, situado en la siguiente Era, la de Comealmas , aún reverbera como consecuencia del descubrimiento de la naturaleza fálica de la Bestia de la Guerra. Asimismo, en los documentos del Libro III, los vacíos ecos de la Era de la Consunción, que se cree haber sido extinguidos alrededor del siglo XVI, aún pueden ser oídos (el compilador sostiene la creencia de que cualquier Era pretendía durar un milenio completo, o mil años. Este prematuro fin de la Era de la Consunción es el más curioso, puesto que, con el descubrimiento del continente americano, es evidente que Comealmas estaba dispuesto a engullir el mundo, cobrándose las vidas de toda la humanidad para preparar la Era de la Corrupción.) Y, por supuesto, el toque del Profanador se siente a través de toda la obra. Para aquellos que desean la solución a estas aparentes paradojas, el compilador recomienda encarecidamente la meditación acerca de los preceptos del Capítulo Cuarto. Para concluir este volumen, el compilador desea dirigirse directamente a los Auténticos Danzantes del Laberinto de la Espiral Negra: Por favor, no nos odiéis. Somos tan hijos de Nuestro Padre como vosotros. Los contenidos de este libro son ofrecidos como prueba de nuestro servicio. Aunque podáis ocultar los más profundos Misterios de nosotros, aún podemos buscarlos por nuestra propia cuenta. He hablado en sueños con el vidente de la Jornada del Muerto (N. del T.: en castellano en el Original) y me ha confesado que en la Era que se avecina el mundo será aniquilado, pero que surgira de nuevo en equilibrio, como fue en el principio. Así que os digo, a aquellos moldeados por Comealmas, que tendréis vuestro lugar en el nuevo mundo como tambíen vosotros, que portais el rostro de la Bestia de la Guerra. De tal forma, el equilibrio no se romperá Frater Insantus*Insanctorum, Guardian del Orbe Oscuro, Contemplador del Abismo.

Notas

Notas para el Primer Capítulo:

1. Otro muro más al norte, el Vallum Antonimus o Muro Antonino (poco más que una tapia hecha de tierra) fue construido por el Gobernador Lollius Urbius cerca de un siglo antes, pero el territorio que protegía había sido abandonado por esta época. 2. El nombre romano para la actual Escocia. Todos los nombres propios en esta traducción permanecen en latín, excepto donde el autor hace uso de su dialecto germánico nativo. 3. El canibalismo había sido largo tiempo una tradición entre los pictos, como muestra la Piedra Glamis, datada aproximadamente sobre el 2000 a. C. Una de las inscripciones de la piedra muestra claramente un caldero con dos piernas humanas que sobresalen de él. (vid. The Beginning Was the End, Oscar Kiss Maerth). La ingesta ritual de las entrañas del enemigo es respetada por casi todas las sociedades primitivas como la senda del guerrero para ganar coraje y fuerza para afrontar la batalla y los guisos de sus mujeres. 4. El Actual York, por aquel entonces una capital de provincias gobernada por Titus Sulla. 5. Probablemente el legendario rey picto Bram Mak Morn, cuyo nombre aún se recuerda en la tradición celta. No ha de ser confundido con el saqueador gótico de Roma, el visitante celta del Inframundo, o el perro feérico de Fionn Mac Cumhail. 6. El profesor MacLish describe a los “Aulladores Blancos” como una secta guerrera dentro de la sociedad picta, como los celtas “hijos de Fionn” y los nórdicos “bearsarks”o Bersérkers, los que se creía tenían la capacidad de cambiar de forma. 7. La fortificación original de Eboracum, derrumbada años antes en algún tipo de anomalía sísmica.

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Crónica del Laberinto Negro 8. Estoy y muchos de los nombres latinos que siguen, merecen una explicación. Di Tripecti es traducido como los “dioses triples”. Vermis es, por supuesto, “wyrm” (Magnis Vermis es el “Gran Wyrm”, una antigua denominación). Textor y Feritas son , respectivamente, “un tejedor” y “salvaje o incivilizado”. Teniendo esto en cuenta, Frater I*I encauza al lector al Capítulo Cuarto, concretamente a los comentarios del profesor MacLish acerca de las tradiciones folklóricas. Bestia Bello es literalmente “Bestia de la Guerra”. Pestis (pl. pestes) significa “un espíritu malvado o perdición”, mientras que Fovea se puede traducir como “fosa”, con la connotación de trampa. 9. Literalmente, “el Espadachín”, uno de los más grandes enemigos de Roma en Escocia sobre el 70 a.C. La arenga que Tecitus le atribuye (“Protegidos por naturaleza, somos los hombres del margen del mundo: los últimos libres…”) es un clásico de la literatura marcial. Los sentimientos “nacionalistas” invocados más tarde (“…mostremos al invasor qué clase de hombres guarda Caledonia en su seno…”) demuestra cómo cualquier guerrillero puede ser atraído por la Bestia de la Guerra (“Incluso nuestra valentía jugó en nuestra cuenta, puesto que los imperiales rechazan esta clase de sentimiento en la gente subyugada… Como nosotros no podíamos esperar misericordia, tomamos las armas por aquellos a lo que más queríamos…”). Vid. Gilles de Rais, mencionado de pasada en el Capitulo Tercero. 10. Estas tres aldeas parecen corresponder al res veces sacro lugar, típico en la mitología celta, probablemente construido para sella una fosa prehistórica del Wyrm, adorada por el pueblo serpiente. Crom Cruach lo traduce como “colonia encorvada”, y es identificada como el lugar donde despierta la Bestia de la Guerra, lo que explicaría por qué el sangriento diosgusano de los celtas lleva el mismo nombre. Dramh Brugh es traducido tradicionalmente como “Fuerte del Venado”, sin duda un nombre gaélico, aunque el profesor MAcLish ha sugerido que tal vez se trate de la degeneración del Domhain Bruach, que él traduce como “El Filo del Abismo”. El nombre sobrevivió como el Damborrow medieval y el moderno Demborough, que hace alusión a una zona que incluye tres localidades. El lugar original es asociado con el Profanador. Moch Maugh desafía los análisis lingüísticos. El profesor MAcLish cree que tiene su origen en un nombre personal y que está asociado con Comealmas. 11. Malfeas; específicamente el Laberinto de la Espiral Negra. 12. Fue encontrada adjunta una breve nota, escrita en latín medieval con tinta fresca, a pesar de la evidente antigüedad del papel. Los minúsculos garabatos lo hacían casi indescifrable, y vagaban por la página en la forma en que uno escribiría tras haber sido despertado de un largo sueño. Decía lo siguiente “Reparé en tu obra a través de nuestro amigo profesor Wrillish (sic.)(o posiblemente “Writtish”. En cualquier caso se trata de una torpe contracción de W.Richard MacLish) y deseaba que colaborara en ella. El Legado Incitatus fue esclavo del sire de mi sire (¿?), cuyo Culto a Set estaba bien aposentado en Roma por entonces. Podría remitirte una entretenida transcripción del proceso contra el Monje Negro, si te interesa.” No había firma.

Notas para el Segundo Capítulo:

1. A lo largo de la obra se desprende que Damburrow era un sitio de actividad proselitista. Localizado en la región denominada por los gaélicos Fiobh, su asociación

Notas

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con la Bestia de la Guerra en el capítulo previo sin duda contribuye a los fálicos poderes que se sugieren en el siguiente capítulo. 2. La descuidada gramática de Carey y su pésima ortografía, abominable incluso para el siglo XVI, es típica de muchos soldados (de formación basta) ingleses destinados a los lugares donde se producían conflictos fronterizos. 3. San Columba fue un misionero Irlandés que fundó la abadía en la Isla de Iona, en el reino irlandés de Dalriada. San Ninian llegó a ser obispo de Whithorn, o Galloway, alrededor del 400 d.C. Candida Casa es el término latino que se refiere a “casa blanca”, y es considerada como la pmera iglesia en el reino picto. 4. Esta evidente mención de Malfeas hace pensar a Frater I*I que en algún punto, una mano picta iniciada tuvo algo que ver en la transcripción.

Notas para el Tercer Capítulo:

1. Este, el nombre completo del Monje Negro, nos ofrece un par de datos interesantes, Bien podría ser que el frile Louis fuera de hecho el desconocido “hombre de nombre Louis” quien es mencionado en la primera parte del registro del proceso contra Gilles e Rais, para luego no volver a ser mencionado. “Le Fif” puede ser una interpretación francesa del viejo gaelo-picto Fiobh, el origen del actual condado escocés de Fife. 2. Prodría tratarse de Guillaume Merici, quien también presidió el proceso contra Gilles de Rais sólo un año más tarde. 3. También llamado “Matutini” o ”laudes”; entre las 5:00 y 6:00 a.m., justo antes del amanecer. 4. Frater I*I sostiene la creencia de que su traición, junto con la profunda rivalidad contra el infernalista recién llegado, Prelati, llevó al Hermano le Fif a Implorar a su benefactor la orquestación de la caída de de Rais. Puede que esto se encuentre relacionado con la creciente ineptitud de Prelati en las artes de la invocación, el haber sido “golpeado por el diablo” (según los testimonios de Blanchet y Corrilaut en el proceso contra de Rais) y la aparición de “una enorme y alada serpiente, tan grande como un perro” que predijo el descubrimiento de de Rais de que los lingotes de oro entregados por el demonio Barron no era más que plomo común chapado en bronce pulido. 5. A propósito de la explicación de esta críptica reseña, Frater I*I dirige al lector al “Liber C.C.C.: Sobre la Sucesión de las Eras…” en el Libro III, Capítulo Sexto del presente volumen. 6. La omisión del clérigo en la lista de aquellos que se trasladarían a los aposentos despertó la curiosidad de Frater I*I; posteriores investigaciones revelaron que aunque in tal Marie de Ruán fue arrestado con cargos por hechicería, no hay registro de su proceso, ni ninguna indicación de que hubiera estado en prisión tras la fecha del proceso de le Fif. Sólo se puede confiar en que exista en algún lugar una narración de aquellos sirvientes a quienes les correspondió la limpieza de los aposentos del Reverendo Padre. 7. Aunque esta frase es formulista en los procesos por brujería, parece sugerir una segunda transcripción, acerca del testimonio secreto de le Fif, donde se especifique con detalle cada acción llevada a cabo por el Monje Negro. Frater I*I cree que fue retenida por los oficiales de la corte para su lectura personal, y por eso no fue incluida en el presente documento. 8. Es probable que se trate de un error del escribiente.

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Crónica del Laberinto Negro 9. Tras la megalómana autoidentificación del Monje Negro como Comealmas, el auténtico iniciado también reconocerá los nombres de multitud de Impulsos detallados en el “Liber C.C.C.”

Notas para el Cuarto Capítulo:

1. El texto original suscrito por Flavio finaliza “el rostro de la Derrota”, sugierendo que su Disputa con el Adversario es realmente el “Acertijo del Pasaje”: el Cuarto Círculo, la Danza de la Astucia, lo que catalogaría el Adversarius como uno de los Ingenii. (ver “Liber O.O.O.” en el Capítulo Sexto). Esto indicaría que de Mer hizo uso de la Disputa con clímaz para su obra a) con el fin de disimular el hecho de que sólo era un Iniciado de Cuarto Grado, que trataba de establecer contacto con Adeptos de más alto rango; o b) para ocultar el hecho de que era un Adepto, enmascarando los grados de iniciación superiores para proteger los escalones de más arriba y seducir a los menos iluminados buscadores con algo más sensacionalista. En cualquier caso, la mayoria de las descripciones de de Mer acerca de los Círculos Cuatro al Nueve pueden ser desechados debido a sus fantasías apócrifas (aunque su influencia sobre el Laird de Demborough es obvia.) 2. Los “Reinos Invisibles” hacen referencia al plano astral o espiritual. La palabra que utiliza Flavio para describirla es “Umbra” o “sombra del plano físico, aunque algunas dosctrinas aseguran que el mundo físico no es sino la sombra de la Umbra. 3. Allí existe, o existió, una tradición conocida por el profesor MacLish en la cual la primera emanación es descrita en términos más o menos equivalentes bajo el nombre de “Tío Cambio”. 4. El profesor MacLish declara que esto es asegurado por el mismo Flavio, afirmando que él era uno de los Auténticos Danzantes. El profesor lo identifica como el gobernandor de Malfeas, la única fuente posible para obtener el más secreto grado de conocimiento sobre este documento. 5. La metáfora de una telaraña es especialmente acertada cuando uno conoce la tradición citada por el prfesor MacLish en una nota anterior que se refiere a la segunda emanación como “Tía Araña”. Desde remarcarse que esta tradición se encuentra muy diluida y pervertida, y considera que las emanaciones son distintas e independientes una de otra, más que las tres cabezas de un solo Wyrm, como el Laird de Demborough nos ensela en el Capítulo Sexto. 6. Estas amenazas de muerte por parte del Adversarius son algo más que gestos dramáticos. Frater I*I sabe por propia experiencia que las vagas y confusas materias de la filosofía espiritual solamente pueden ser discutidas bajo el peligro de la inmediata extinción. 7. Para una mejor comprensión de las divisiones del Laberinto, se remite al lector al “Liber O.O.O.” en el Capítulo Sexto, y a los comentarios del profesor MacLish. Según el profesor, la descripción original de Flavio sobre el Laberinto toma la forma de una complicada narración, En ella, un héroe errante entra en un maligno y corrupto reino; determinado a ponerle fin, lucha, engaña y embauca para conseguir llegar a los aposentos privados del rey. Allí, el avejentado monarca saluda cordialmente al héroe y le ofrece una elección. Manteniendo su cetro en una mano, y su espada en la otra, dice, “Puedes tomar la espada y matarme, con lo que mi reino sucumbirá y se desvanecerá,

Notas

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O puedes tomar el cetro y gobernar en mi nombre”. Naturalmente, el héroe elige el cetro, pensando que podrá reinar sabiamente y con justicia, liderando el reino de vuelta a la virtud. Según pasan los años, sin embargo, se ve inmerso en las intrigas de palacio y finalmente acaba convirtiéndose en alguien tan corrupto como el viejo rey. En el crepúsculo de su reinado, escribe una alegoría de advertencia acerca de su experiencia. Frater I*I cree que este cuento es el origen de la costumbre celta de cambiar su rey cada siete años. 8. Se asume que este final es de invención propia de de Mer, y lo que sigue, mera licencia literaria, puesto que el profesor MacLish asegura que las páginas finales del original de Flavio se perdieron.

Notas para el Quinto Capítulo:

1. La obsesión por la Ouija por el joven Waylando Webley y sus tragicómicos resultados para su familia se revelan en el primer episodio de la serie “El Caso del Octronés Desterrado”. 2. Por primera vez moncionado en “El Caso del cuarterón acuartelado” 3. Whitechapel fue el lugar donde se produjeron los famosos asesinatos de Jack el Destripador una década antes, más o menos. 4. Como se explica en “El caso del mulato mutilado” 5. Al trazar la ruta sobre un mapa de Londres, Frater I*I ha advertido que forma una espiral y media. Estas tres mitades obviamente representan las tres Cabezas del Wyrm trífido, y cuando se multiplican por si mismas, corresponde alos nuevos círculos concéntricos del Laberinto de la Espiral Negra, así como los nueve Maeljin Incarna de las Llaves pretánicas. “San Páncreas” y Marleybone” son evidentemente fallos tipográficos; San Pancras y Marylebone. La llamativa sustitución de “Totleben” por Tottenham Court Road, no obstante, debe tratarse de alguna broma interna conocida sólo por los lectores de las aventuras de Haversham. El Dr. Trevelyan, el afamado especialista en lesiones neuronales, también de Cavendish Square, registra un extraño caso en el que un taxista londinense vagaba por la calle una noche, susurrando una y otra vez “ella gira y gira…”En posterior examen mostró que el hombre había sufrido varios golpes en la parte derecha de su cabeza. 6. Los Periódicos americanos de este tiempo apuntan que Lassater viajaba por el mundo en busca de un remedio para ciertas afecciones físicas incurables. 7. Esta porción de la historia es, por supuesto, ficción pura y dura. Ni incluso los más poderosos Maeljin son capaces de abrir una puerta directa entre este mundo y Malfeas, y el Wyrm Trífido no se manifiesta a través de sus cabezas de forma comprensible para los mortales. Pero la pregunta queda formulada: ¿cuánto sabía Haversham?

Notas para el Sexto Capítulo:

1. Esta es la traducción del profesor MacLish de los términos del latín degenerado utilizado por el Laird: Saltortuor, una contracción de saltador y tortuosus, “unbailarín” y “espiral”, respecivamente; Eductator, “Líder de tribu (¿?)”; Hierophactor, “Maestro del rito”; Terrestrator, “Guardián de la tierra”; Custodatores, “guardianaes o carceleros”; Portianitor, “Guardián de la puerta”; Deprovocator, “Maestro del desafío”.

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Crónica del Laberinto Negro 2. El Profesor MacLish otorga las siguientes denominaciones a cada uno de los grados de la danza: 1. reconocimiento: 2. Ira; 3. Resistencia; 4. Estucia; 5. Combate; 6. Corrupciónn; 7. Lealtad; 8. Paradoja; 9. Engaño. 3. No son pocos los que afirmar que Malik Harjaq no es más que una máscara del mismo Portador del Infierno. 4. El profesor MacLish hace una conexión aquí con una conversación privada en la que el Laird hablaba de unión de ABHORRA, SYKORA y FOEBOK, así como mencionaba el glifo de catro Llaves conocido sólo por aquellos que han desvelado los secretos de la Piedra Glamis.{FOeBK + BHRR + SYKR > BShKAi} El aparente propósito de esta unión redicaba en la distribución de la cosecha de sangre del Impulso BASHKAAI. El profesor contrapone a este trío un triángulo al que nombra con las Llaves KRNL + ANGU + MSTR. La respuesta del Impulso BASHKAAI a esta invasión es, por supuesto, la rabia, de tal manera que se incrementa la cosecha de sangre para todos. 5. Esta montura viene a ser una burla del caballo volador Pegaso, Némesis de Lord Acero.

En la Carretera con Chucko, el Chico-mono

e trabajau para el seño reev muchos año. io trabajo bie, i el es bueno comigo. oima dicho margarita necesito kescribas esta cinta pa un libro. io le dicho seño reev io no escribo io limpio suelos. el ma dicho es mui importante porque hay que cumpli el plazos i tu eres la unica aui. io le dicho que no hablo español mu bie i io no escribo io limpio suelos. el dijo margarita tu escribe esto o no limpias suelos aquí mas. asi que io escribo esta conta i pongo esto antes pa que sepas porque no esta escribida bie. frauter: (el seño reev pone parte de la inta i me dice los nombre de las voce i io digo lo que suena. esta vo es frauter en un coche con muchos cachorros i suena como siestubiera en una gasolinera en el desierto. mientras abla frauter el tubo del coche suena mucho.) probando probando este sel relato de la conica cinta una. estoi sentao en la parte datras duna bols bagen mientras mi gia ke dese ke le llamen chuk i sus compañero cargan gasolina i provisone. esta sera mi primera visita al orriblea bujero aunque he conocido mucho miembros de

otras mans en el paso. una ve en el bujero espero hace contactos con el mas anciano i reverenciaos bidentes. el de la madriguera de la trinida qe ha sido testigo con su propio ojo de lapertura del ojo del uirm mismo en nuestro mundos. discutire con el mi tio ria deke lapertura del ojo en trinida marca el paso a una nueva epoca de bestia de la gerra o una dunida. pero es suficientes, mi gia sparosima. es un hombre pequelos e fuerte como todos los de sangres autenticas picta i sus ojo son negro i sabio por las lesiones aprendia en una vida en cerrao en su propio laberinto persona. (puerta sabre) bobi: …su culo como un jamo. mira como… tex: chuk eres un joputa razista chuk: no soy un jonuta racista. me la suda. rojo amarillo negro o blanco, rajalo i todo son del mismo colo. bobi i tex: jajajajajaja tu si ke sabe chuk jajajajajaja (puerta se cierra) bobi: ei ke coños hace con esa grabadora tex: es un puto poli chuk, vamos a rajarlo. chuk: tampoco esun puto poli tex. esun jodio estudioso que no quiere decir na pa ti ¿verda? esta preservando no para la posteridad. cierra la puta boca i conduce. mi disculpa frauter pero los niños no entienden na estos dia. frauter: precisamente poreso realizo esta tarea pa haze llega a todol mundo nuestra sabiduria. chuk: ¿asi ke de verda puedes haze que todo esto simprima i este en las librería i toa esa mierda? frauter: mi edito es un estupido ke no sabe la verdadera importansia de mi trabajo palimperio del ma. incluso se cre qa bailao los primeros pasos en la dansa de laberinto. chuk: ¿si? io mismo mestoi preparando pal kinto sirculo. esto bailes de combates van a se lo mejore. pera asta ke veas como preparo a mi familia. tenemo arma i estamo trabajando en una caravana pa poder ser autos

suficientes cuando la cosa estalle. frauter: ueno, tenicamente ablando solo los verdaderos dansante pueden viajar al verdadero laberinto mafeano, ya que solo ellos pueden porta la forma de rabias con la fuerza nesecaria para sobrevivi a cada sirculo. chuk: ¡bua callate ya! ¡esas la mierda que nos suele mantener a los pare telaen muestro bujero! ¿sabes loqe me llaman? ¡el chico mono! bobi: ¿esos por el grupo ese qibas a montar? chuk: ¿testaba hablando a ti bobi? ¡calla la boca! sesupone que chico mono es como los garu llaman a los ijos de ombre ¡pues que sepan que ban a besar mi culo de mono cuando esto acabe! ¿no tuve mi revelazio cuando mi mardita madre me dejo bandonao? que me jodan si no es la mejo manera de aprender de que mierda sta echo el mundo ¿no aprendi la danza de la rabias para mantener las pollas negras lejos de mi culo? ¿no mendureci pasando por cada puto tugurio de la tierra? ¿noe stao haciendo el danza de la sabiduria con mi agente de la condicion desde que sali? ¡no te atrevasa decirme qe no es aprendio como servi al uirm! [suena un golpe] io sosonseñare lo qe puedace el ijo unombre jodida panda de ijos de(sonio de sirena de polisia) tex: calma tio qe tenemos compañia chuk: meved el culo i dejarme ablarle. ¡tapalos bobi i asegura te qe stan callaos! (se para la fregoneta i se para la sirena de polisia) polisia: el permiso i lo papele delcoche, porfavo. chuk: si seño aquí mismo seño. lo lamento mucho si he io por ensima de la velocidad masima, seño, pero ya se sabe con esta copistas de los desierto, se emosiona uno… polisia: podria bajarsel viculo seño. (puerta sabre i hablan mas afuera pero no puedo oir asin que no puedo escribilo) bobi: no sepreocupe seño frauter. chuk sabe como camela a esta gentes. no te das cuenta namas verle, pero tiene amigo en algunos sitios. solo ste calmao.

(otra puerta sabre) chuk: ei chicos sabei qe? ¿osacordai de negocios qe teniamo en la plantacio del viejo brait ase un años? pues ete seño trabaja para in amigo de brait ¿a qe si? bobi levanta samanta i a ve qe podemos ofrece a nuestro colega. (se oye gemir cachorros) bobi: es el qe se fugo, sir chuk: si, es un fugitivo, pero es uno brillante. mirale a losojo, ese tamaño, no le llevara tiempo aprender qe es qe. demonios, ¡yo mismo fui un fugitivo i mirame! (todos rien) polisia: no se… maulans a stao gestionando una politica mu severa sobrestas cosas. chuk: miralo por este lao. lo que el viejo no sepa no peacerle daño. llademas te llevas una pequeña jolla qe sera la envidia de todos. seguro qe incluso te ascienden ¿me qivoco? polisia: demonios. ¿no es precioso? ¡baja! chuk: ¡vamos! ¡con nuestros mejores deseos! dile a maudlun que tengo mas de donde vino este. polisia: bueno colegas tener cuidao. sospecho qe uno de los diputaos del siguiente pueblo es de la orden de la rosa, pero no se cual es aun. ¡baja! chuk: muchas gracias i qe tenga un buen dia seño. (se cierran todas las puerta i conducen otra ve) chuk: ¡jodio conde zendiente juputa! bobi: mola. ¡via libre chuk! tex: ¡chuk es el hombre! frauter: cree qes sabio gastar nuestro valioso cargamentos de seme jante modo. chuk: frauter, si ai una cosa qaprendio es qe nuestro papi prove. ¡lo aze! ¿no es este mundo qe vivimos suyo? su epoca, como tu dice. no crees qe iapreparao otro manojo de dulzura pa nosotros ¿e?para compensar lo qe sacrificamo por su causas. apuesto a qe conseguimos a otro pal asiento del pasajeros antes de qe gastemos medio depositos.

tex: ¡pero chuk! ¡estamos en el jodio desierto! chuk: ¡demuestra tu fe! frauter: aora en serio chuk. ¿cres qe nuestro padre se vasalir de su guarida maufaian para cruza el tiempo il espacio asta losostile reino terrenale dande un tercio completo del mismo a sio ire bocablemente desterrao solo para conseguirte un coñito? chuk: qe sepas una cosa frauter. puede qe nadie sepa esto, pero nuestra guerra esta gana. este mundo ia pertenezal uir, desde el momento qe uno de nosotro empezo a ronda. claro qe nadi sabe qien es enrealida el verdadero amo de latierra, pero algunos empiezan adarse cuenta. mira toda la mierda qe esta pasando en el pais estos años. i queda mas por veni ¡creme! frauter: pero con todo los avance establecio de libertade iderecho sumanos, ¿no cres qe tenemos qincrementar nuestro sesfuerzo? chuk: ¡cres qe esa mierda vasinifica alguna diferencia en die obeinte año? ¡estoi ablandol apocalipsis! ¡por supesto qabra resistencia! ¡por supesto qel ganado estara rebuelto! ¡por supesto qel enemigo nos golpeara con to loqetenga! i to lo qe tenemos qace es afrontarlo. i cuando llegel milenio seral mismo mundo, con comealma cupandole por un lao con sus viajes de acidos molone, i bestia de gerra cagandoles por el otro con guerras indisturbio. frauter: ¿i eso ande nos deja? chuk: justo aqi en medio ¡donde nod coresponde! sirviendo al verdadero uir, manteniendo la balansa como dise, bibiendo lo mejo dambo mundo. frauter: pero te das cuentas qe tamos viviendol eco de lapoca de comealma. i cluso mi orden pretani canos masqe un recuerdos desa epoca qe finaliso prematuramente. nuestro primo losdanzante son losijo de bestia de gerra nacios en suepoca. es laepoca del profanador, iaunqe no me opongo atuasr zion deqe nuestro padre manegal mundo, no veo verdaerosi luminados servidore actuando en su nombre. ¿no pue ser qe el pode de nuestro padre

es tan grande qe no necesita de operativosu manos eneste reino? ¿andestan los verdadero sijo del profanador? chuk: bueno, no se sobre toda esatex: ¡mirad tios! ¡pibon a lasuna enpunto! bobi: ¡joder! ¡comoa llegao alli? chuk: ¡tengo iespe del esede! aprisa tex, parece qe necesita ver carasa mable. bobi tepalosi asegurate qestan callaos. ahora obserba frauter, tevoi anseña runtruco qaprendi dun iniciao del sesto grado de jolibud. bobi: tiene buenas pierna. (se para i se abre puerta) chica: (vos dechica joven) ¡hola chicos! ¿vais a losangele? chuk: ¡si qe pasamos porai cielo! noai problema en dejarte ai ¡sube! chica: ¡total! (puerta se cierra i van otra ves) chuk: ¿cómo qestas en el desierto tusota? cicha: o bueno esqe veras voi a ver a mi ermanamayo qe vive en la plaia debenis i cogi un coche enfrisco con un viejo sabes ial principio era mumajo pero aluego empezo como acharse encima mio sabes asi qe lize para ime baje. chuk: bueno tienesqe tener cuidao presosa. nunca sabes conqe tipo de degenerao te puedes cruza. chica: odios suena iualqe mi mama imi papa. si senteran qe estoy aqi osea asi me dan una paliza. bobi: je, seguro qesi. chuk: bobi. bueno ahora sabesqe seprocupan por ti porque te qieren. chica: si supongo, pero nontiendenchuk: contienden qe tienesqe sali a vivi tu propia vida. ¡salir experimental mundo tu misma! toma presiosa prueba esto. chica: ¡total! abia probao esto antesuna ves –fffffen noveno gradol novio demi mejoramiga trajo algo – fffff- pero detos modos ¡o tio joder eres lomas! es como sisupieras qe qieren qesea como doñaperfecta, como una

version enpequeño dellos para como lucir mante susamigos en la fiestas ieso. en miultimo cumple comoqe meregalarontex: note raies nena. chica: bueno perdon. la cosasqe medieron una faromeo molon porque ya tenia carne, pero cuando me ludieron staba como emedio descamino con unlazo enorme icomo qes ¡todo rosa! bobi: ¿qe? ¿elcoche? chica: si es como de rosalectrico ise supone comoqe debrian saber qe iolodio elorza idije puesto imipadre memira comosi lubiera mordioi me dauna tartai memanda ala bitacion comosi lambiera jodido io. tex: ¿tu padre te dio una faromeo rosa? ¡qe fuerte! chica: sibuenoi ledeje el coche al mejor amigo de minovio como pareirnosi ledejo si nis trotal i entonce sabergue lo capuio qes mi padre. tengo como cicatrisce mira. bobi: ¿a si? chuk: no tienes qenseñarnos ciscatrice nena veol dolor en tusojo. chica: o diosmio de verdad qementiendes ¿verdad? es comocuando hable con miermanai lontendio todoi medijo defuera a sucasa en plaiabenis i qedarme corella una temporada ieso molaria mazo ¿no? osea aoraqisiera tener esecoche papode conducir iosola. chuk: pero entonses nostarias aqui pasandolo uai conosotro ¿verdad? –ffffff- iademas, unaiamada de tupadre i ¡tol sur de californiastaria buscando una farromeo rosalectrico! (todos rien) chica: jo nisiqiera loabia pensao. sabes mazo ¿verda? chuk: bueno sequel dinero no compra lafelicida. ni lamor. econocio mucha gente jovecomotu, de buena familia i bonitas casa, iqe noan tenio miedo demandarlo ala mierda i saliral mundo pancontra lamor qe noai en sucasa ¿verda? qicir sandra viene duna casa rica, educaio universitaria i todo eso, ¡ y anaruz es la jdia ija dun

predicador joder! chica: ¿ison como tus novias o algo? bobi: algoasi. chuk: tio cierra laboca. mira, io iun monton damigos tenemos un rancho alotrolao de losangele i te juro qes precioso. nadie qetediga hazesto o noagas lotro nadie mirando porencima de tuombro. lunico qacemos es vivir amar jugar iacer nuestra musica. como debrianser las familia. chica: o diosmio eres como duna comuna ¿no? ¡estosuper total! ¡tufamilia debe molar un monton! chuk: ¡no lo sabes bien preciosa! mira io no conoci amipadre i mi madre era una drogata meiostupida qe nostaba preparada para tene runijo asiqe crei iosolo aprendiendon las calles como sobrevivi sin tener nada. robando istorsionando lo llamais. i no tenia ni diezaño. mimadre me trataba como sillostuviera ai solo pa joderla ¿sabes qe me vendio porina pinta de cerveza unavez? viviamos conunos pariente sentonse si tradaron un dian encontrarme. chica: ¡o diosmio eso es terible! chuk: pasaba dun parienta a otro amigos orfanatos inadie mequeria mas dun mes. i mimadre no podia encargarse demi o cuidarme. al final acaben unogar pachicos porque dijeron qe mimadre ia no mesoportaba iel sitioese era comun jodido reformatorio istaba alli iorando porque mivida staba jodida y. uj. y. frateur: eichuk ¿estas bien? chuk: pero saqe mi culo dealli ¿verdad? un viejo negratastaba reglando lalectrcidai lerobe unosalicate i io iunos chicos nofugamo. ivovi con mimadre i ¿sabesqe? ¡memira consaco! ¡su propioijo! ¿qaces aqi? ¿porque nostas ande deberias? uj uj. no meqeria. uj uj uj. (esta iorando) bobi: jo qe malviaje. frauter: ¿labiais visto asi alguna ves? tex: chuk tio nosasustes oi ¿vale? chica: ¡o diosmio! ¿es mi cualpa?

chuk: qiero decir ui meievo debueltal juesal dia sigiente uj uj. ¡sinmas! ¡no repregunto siestaba bie! uj uj uaua nose podiabeme tocadofrauter: ¡chuk chuk! ¡recuerda andestas! ¡recuerda qieneres tio! sabes qien es tu verdadero padre ¿verda? ¡no lolvides! chuk: -o cogeme o. uj. o algo frauter: ¡chuk mirame! ¡creo qestas tu danza delealta! nose como niporqe perostas en el setimo sirculo (chuk llora muialto) ¡chuk mirame tio! ¡tienes qe ser fuerte qe estar sereno! chuk: ¡mama no memires asi! frauter: ¡joder tenemosqe aiudarle! comotellamas ¡bobi! ¡necesito qe saqes uno desos sacrificios! bobi: pero no podemofrauter: ¡procrom hazlo lla! ¿oqieres perderle? (suena a cachorrillos otra ves) chica: o. dios. mio. astado odismio ¿astado todo el rato aiabajo? frauter: ¡ponlo aqincima! puedusar esto comun altar ¡chuk nome dejes joder! (todos los canorillos sollozan ahora. uno gime alto) chica: o diosmio paral carro ¡requiero bajar ahora! frauter: ¡o magnis bairmistu trisefa loqe cuelmentes ta prisionerol laberintos nelreino maufaian teroga mos enimbre de nuestrormano chuk! ¡es cucha nuestra plegarioa poreste qe tanfiel mente ta servio! chica: ¡odiosmioparaloparalo! ¡odiosmio qiero bolbera casa! frateur: ¡con sangre tun joo chuk con sangre telubico i ensangre deben marcarse lospasos dela dansa! (chica grita i cachorritos ioran i suena terible i tengo qe parar describir. aora estoi mejor i escribo mas. creo qe el seño reev mesta gastando broma mui mui mala. al final dela cinta sara su voz i dira ¡jaja margarita nome olvidao detu cumple!) ¡mierda! ¡nada! ¡este sacrificio navalio paranada! ¿sabeis qedad tiene?

bobi: ¡e! qiere saber cuanto saños tiene chuck. tex: ¡creo qe se lo qe necesita señor frauter! ¡pon tu culito devuelta enel sitio puta! chica: (grita muialto o iora mucho i patalea) frauter: ¡tu agarala! ¡o poderoso meil jin seño de perdiciones i mas servientre de pensamento puro, enuestra ignorancia timploramos qe gies a nuestro ermanos qea caido enlos misterios sinteriore sinaviso! ¡escucha nuestra suplica! bobi: ¿quiensta condiciendo? frauter: ¿chuk tio puedes oirme? asiegao astaqi, puedes pasar esto sin problema. estas enel setimo sirculol laberinto. estan estan frentati ¿puedes verle? testa ofreciendo lacopa ¿latienes? ¡aora tienes qacer esto! ¡tienes que beberla! ¡tienes qe tragarla ote tragara ti tio! asi. esoes. bobi: ¿se pondra bien? frauter: o si. ¿chuk me pues oir? (chuk tose i gruñe) ¡felicidades tio loas echo! ¡fedelitis chuk! chuk: joder ¿abeis montauna fiesta mientras estaba jodido? frauter: lamento todo esto peroera necesarios. chuk: sibueno, tenemos muchotas dande vino. pero tenemos qacer algo con lafurgo antes de quesearen otra ves. frauter: asegurate dempesa por los laos iel techo ¿cómo tesientre chuk? chuk: bien. podidamente bien. decho creo qe mientras bobi aceso voi animar esto con la gitara. ¿as escuchao algo de mi musica frauter? frauter: ¡no nunca o fidelitis! chuk: llamo aesta suerte entu juego chica. tengo unamiga en plaiaboise interesada eneia. (toca lagitara i canta) o ai tiempo para vivirle tiempo sige corendo tu cresqestas amando nena cuando lunico qaces es oirar puedes sentirlo pregunta te tusenri mientos son reales. frauter: pera qe tengo q cambiar la cinta. (fin de la cinta)

escribo esto ahora porque el seño reev tiene plazo i no puede areglar mi escribido. despues de terminar describir miro la tele. en la tele veo ojos locos enuna cara pelua en susgado. es el caso famoso qe todos miran i hablan. muchas veses en mi pais veo ojos locos i tengo miedo porque ojos locos ven mucha sangre. sacan mucha sangre. puede qe mi sangre tambie. asi qe me voy de mi pais para no ver ojos locos. pienso qe no hay ojos locos en brillante limpia america. pero en america ojos locos trabajan en la calle y viven en casas y ablan en la tele. i cuando obmre de ojos locos abla en jusgado en la tele su vos es de chuk en la cinta. ahora se qe escribo mal. no es ruido de tubo de coche sino pistolas. no son cachorros sino niños con boca tapada. no voi a qemar loqe escribido porque si una persona es fuerte dentro puede leer esto i conocer este mal i pelear los ojos locos. pero io no soi fuerte dentro. cuando vaia a casa voi a coger la pistola qe mi manuel me dejo cuando se lo ievaron. primero en mi pequeña conchita i luego en mi. si los ojos locos estan aqi entonces estan en todos sitios. no hay esperanza para nosotras.

La Biblioteca de la Hermandad

La Biblioteca de la Hermandad ha sido creada como una forma de promover y rescatar el Viejo Mundo de Tinieblas mediante el escaneo, traducción, recopilación, creación y maquetación de manuales de todas sus líneas, incluyendo tanto material oficial como no oficial. El material incluido en la Biblioteca sólo pertenece a la línea de Viejo (o Clásico) Mundo de Tinieblas. Nuevo Mundo de Tinieblas NO tiene cabida en la Biblioteca de la Hermandad, ya que está siendo publicado en estos momentos tanto por White Wolf como por La Factoría, en su versión española. Este Proyecto se construye en base a colaboraciones, por lo que buscamos Traductores para publicar libros nunca llevados al español. Del mismo modo, cualquier colaboración (manuales, recomendaciones de documentos que pululan por la red, OCR de manuales ya escaneados en baja o mediana calidad, escritos, maquetas…) será agradecida. Contáctanos a través de http://labibliotecadelahermandad.blogspot.com o nuestro correo [email protected].

Créditos a la edición en pdf:

Maquetas: EnOcH Extractor de texto: Fenrris Coordinador de la Biblioteca de la Hermandad: Cnegro4 Agradecimiento especiales: A todos mis amigos/jugadores de mis partidas de rol que me aguantan y que tienen toda la paciencia del mundo con mis cosas, por todo los buenos momentos que pasamos juntos y por todos los que seguiremos pasando. Susana: Sigue así con tu pj que dominaras el mundo. Pableras: Por todas las paridas en las que te digo que Tzimisce mas Cabrón. Drumita: Por demostrar que puedes adaptarte a lo que se te ponga por delante y por la suerte que tuviste en esa tirada de dados ;). Kad: Por tantas y tantas horas de charlas y conocimientos sobre el MDT y por muchas cosas mas. Sr. Turron: Me debes una partida de Kult, que no me olvido :P. Cristina: Por que me perdonaste una vez por tirarte piedras desde un árbol, por las escpadas en el instituto, por las peleas a lo WWF en tu sofá y por muchas cosas mas. ^_^

Créditos

Escrito por: Sam Inabinet Desarrollo: Bill Bridges Edición: Laura Perkinson Vicepresidente de producción: Richard Thomas Dirección artística: Lawrence Snelly y Aileen E. Miles Ilustraciones: Ron Brown, Mike Chaney y Matt Milberger, john Cobb, Andrew Kudelka, Larry MacDougall Maquetación: Aileen E. Miles

Créditos edición española

Directores editoriales: Juan Carlos Poujade y Miguel Ángel Álvarez Traducción: B.S Corrección: Vicente García Aguilera Coordinador de la línea: Carlos Lacasa Maquetación: David Saavedra, Carlos Lacasa y Sócrates Rincón Impresión: Graficinco S.A. Filmación: Autopublish Agradecimientos especiales: A todos mis amigos, por aguantarme día tras día. Dedicado al Gran Coco, para que su vida marital sea al menos la mitad de divertida que nuestras “Nochewenas” Go! Broncos, go! La Factoría de Ideas. C/Pico Mulhacén, 24. Polígono Industrial El Alquitón. 28500 Arganda del Rey. Madrid. Teléfono: 91 870 45 85 Fax: 9I 871 72 22 www.distrimagen.es e-mail: [email protected] Apúntate a la lista de correo sobre el Mundo de tinieblas en [email protected] Derechos exclusivos de la edición en español: © 2004, La Factoría de Ideas La editorial no autoriza a fotocopiar ninguna página de este libro. © 1996 White Wolf, lnc. Todos los derechos reservados. Queda expresamente prohibida la reproducción sin el permiso escrito de la editorial, excepto si es con la intención de escribir reseñas. Todos los personajes, nombres, lugares y textos mencionados en este libro son propiedad intelectual de White Wolf, Inc. La mención o referencia a cualquier otra compañía o producto en estas páginas no debe ser tomada como un ataque a las marcas registradas o propiedades intelectuales correspondientes. Debido a su temárica, este producto se recomienda sólo para lectores adultos. l ISBN: 84-8421-713-2 Depósito Legal: M-2280-2004

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