Artificios (3) 
La poética. Cultura oficial (y de la otra) en Sendero Luminoso a fines de los 80

  • 0 0 0
  • Like this paper and download? You can publish your own PDF file online for free in a few minutes! Sign Up
File loading please wait...
Citation preview

LA POÉTICA Cultura ofiCial (y de la otra) en Sendero luminoSo a fineS de loS 80 josé carlos agüero

ARTIFICIOS. SOCIEDAD REFLEXIÓN ARTES # 03, Logos Comunicación, Lima, mayo 2012, pgs. 6-24.

LA POÉTICA Cultura ofiCial (y de la otra) en Sendero luminoSo a fineS de loS 80 josé carlos agüero

7 «EL ARTÍCULO NO TRATA DE LOS POETAS REVOLUCIONARIOS, SINO BREVEMENTE, DE LA CULTURA EN SL, DE LA TENSIÓN ENTRE SU PROPUESTA CULTURAL OFICIAL Y LA EXPRESIÓN INDIVIDUAL DE SUS MILITANTES».

«Hay una grieta en todo, por ahí se filtra la luz». Leonard Cohen, Anthem

UNA FILIACIÓN (A MODO DE INTRODUCCIÓN) La figura del poeta guerrillero, joven puro y comprometido, muerto junto al río y las aves, pasaría a formar parte del bagaje cultural de las generaciones radicales en el Perú desde que Javier Heraud muriera abaleado formando parte de la guerrilla de De la Puente Uceda, en 1963. Heraud y su poesía fresca y comprometida acompañaría a la izquierda por décadas. Fue asumido como un símbolo progresista por los militantes, con la excepción de Sendero Luminoso (SL), que no lo acogió, pero que tampoco propuso nunca ninguna figura alternativa. Como mostraremos, SL dio una gran importancia a la cultura, pero sin permitir que se destacara individualidad alguna. No obstante, pese a este mandato senderista, un personaje, quizá más de uno, escapó de este corsé y ha pervivido como un representante oficioso, no oficial, de la cultura senderista. Ese fue Juan Valdivia, conocido como Jovaldo, muerto en 1986, en Lima. Entre Heraud y Jovaldo hay 25 años, mentalidades diferentes, izquierdas diferentes, una guerra y miles de muertos de por medio. Pero hay también un hilo que no es conductor, pero es un hilo. Que no es una línea continua pero sí una línea punteada. Hoy en algunas páginas web se los llama a ambos

cantores o trovadores del pueblo. Es interesante notar que las filiaciones no tienen por qué ser verdaderas en el sentido estricto. No tiene por qué haber necesariamente una influencia rastreable entre autores. Para algunos grupos y personas, existe esta relación. Y en su memoria forman una comunidad de sentidos. Ambos comentarios son contemporáneos. Y la relación que se hace entre ambos es frecuente y presente. Un Tópico Palabra y acción

Poesía Vida Sangre: Unidad

Heraud

Jovaldo

«…cuya poesía se volvió acción, y «Los opresores seguirán oyéndolo, su acción se volvió verbo. Dios como él mismo dijera, “con la voz bendiga a los poetas». dinamitada (…)». «Que el epitafio de su memoria sea: ¡Guerrero de la pluma… ». «La muerte de Heraud significa más que su muerte: Es la muerte del hombre en su aspecto más humano. Aquel que está dispuesto a entregarlo todo por la superación de un mundo que está sumido en la explotación. El que prefiere brotar su sangre como un rio para irrigar un campo donde broten árboles frondosos y aniden los pájaros que empollaran la revolución...».

artículo por Internet, «Dos poetas con convicción y valor», dice: «José Valdivia Domínguez (Jovaldo). Muerto en la matanza de la isla penal El Frontón, el 18 y 19 de Junio de 1986… pero muy poco sabemos de la vida de Jovaldo, puesto que es escasa la información bibliográfica, solo sus poemas son difundidos por todo el mundo (…). En conmemoración de su inmolación heroica, planteo… que debiéramos hacer una colecta… para publicar su poesía enérgica, combativa, verdaderamente proletaria, cargado de una técnica y belleza literaria primigenia, precursora y auroral del arte socialista. Fue la reencarnación de un Javier Heraud, en las urbes populares y marginales del Perú…».

Sus versos y su vida, parafraseando a José Carlos Mariátegui, cons!tuyen «una sola cosa, un único proceso». Poeta popular revolucionario, que tomó posición por el proletariado, supo meter toda su sangre en sus versos, cumplir bien y cabalmente su jornada, expresando su compromiso en sus propios versos.

Esta introducción tiene un propósito. El artículo no trata de los poetas revolucionarios, sino brevemente, de la cultura en SL, de la tensión entre su propuesta cultural oficial y la expresión individual de sus militantes. Y para ello se detiene un momento en un poeta, Jovaldo. Pero parecía necesario darle un cobijo a este análisis. Una de las cosas que pueden ser de interés en este artículo es la búsqueda de comprensión, más allá de la sanción moral, de las cuestiones penales o del enfoque de derechos, de las personas que militaron en SL. Sus motivaciones, sus relaciones, su cultura, y también, por qué no, su padecer. Por eso esta introducción, este rastreo de

9 «POSIBLEMENTE, SÓLO REINSERTANDO LA HISTORIA Y EXPERIENCIAS DE LOS SENDERISTAS EN LA TRAMA CULTURAL MAYOR DE LAS IZQUIERDAS SE PUEDA, QUIZÁ, DOMESTICAR LO PEOR DE SU LEGADO VIOLENTO».

herencias en la izquierda. Porque, posiblemente, sólo reinsertando la historia y experiencias de los senderistas en la trama cultural mayor de las izquierdas, se pueda quizá, domesticar lo peor de su legado violento. Ahora dejaremos un momento a nuestros poetas muertos. Hablemos de Sendero y la cultura. SENDERO Y LA CULTURA. DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES En los últimos años se ha minusvalorado desde los estudios de ciencias sociales, el peso de la cultura en el proyecto senderista. Cierto que esto se entiende por el enorme esfuerzo dedicado por investigadores, y sobre todo por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, por explicar algunos aspectos del accionar de Sendero Luminoso que aparecen como centrales, o que se relacionan con agendas de investigación o sociales más urgentes (su letalidad, su accionar, esclarecer su responsabilidad en la guerra y sus crímenes, el modo en que afectó la institucionalidad, el tejido social, etcétera). Con razón se ha argumentado que para Sendero Luminoso la cultura no era un «enfoque» relevante para fundar su acción ni explicar el mundo, pues le bastaba con una versión dogmática del clasismo. Y que esto se expresó

en el modo en que despreció la organización comunal y la «educó en la guerra popular» (Degregori, 1989, CVR., 2003).1 Era Sendero Luminoso una máquina hiper racional y en el fondo, moderna, que enfatizó las claves de su identidad en la cientificidad, una ideología auto revelada como cierta, una idea de progreso fatalista y una apuesta por una voluntad poderosa e invencible (pero al mismo tiempo, una voluntad tan poderosamente sujeta).2 Los investigadores han mostrado bien este mecanismo. Y sobre todo, sus terribles consecuencias. Los documentos senderistas, las opiniones de sus dirigentes,3 y sobre todo, su práctica, muestran a un Sendero Luminoso no interesado en lo absoluto en incorporar criterios «culturales» para, por ejemplo, identificar y diferenciar a sus aliados o enemigos. No tenía ninguna valoración positiva de lo «andino» o lo tradicional, para decirlo gruesamente (pero cuidado, esto desde el Sendero Luminoso oficial… volveremos a ello al final). En algunos lugares y momentos, la «masa» vivió bajo un régimen totalitario absoluto impuesto por los mandos senderistas. Se llegó a prohibir manifestaciones de sentimiento y emociones, de tristeza y de duelo (llorar, expresar dolor por las pérdidas personales, reprimir las emociones, llegar a impedir no sólo el duelo, sino el mismo

hecho de «estar triste»).4 En este esquema no había un lugar legitimado para los afectos. Así como Sendero Luminoso no tenía buen humor (Agüero, 2009), su política y su discurso no tenía espacio para los sentimientos. Es una política de renuncia e inmolación en el sentido más extremo: de renuncia a uno mismo. Entonces SL parece despreciar profundamente la cultura y en general, subordinarla al enfoque clasista. Sin embargo, pese a lo que hemos reseñado brevemente, quiero llamar la atención sobre algunos aspectos que suelen dejarse de lado. En realidad propongo apreciar lo obvio: que más allá de las construcciones conscientes para ver el mundo con ojos cargados de clasismo, SL produjo, reprodujo y dio una importancia bastante grande a la cultura. A la suya, desde luego, pero también al espacio cultural por conquistar. Su cultura es una cultura de ejemplos, demostrativa (mejor que). Pero no por eso, muy distinta a cualquier otra: con sus costumbres, rituales, tradiciones (nuevas), cánones, efemérides, estilos, una profusa producción de discursos y objetos. Lo que Sendero Luminoso demostró fue una forma extrema de agresión cultural. Un modo bárbaro de etnocentrismo. Y veremos que sí dio una importancia fundamental a la cultura, sólo que a la suya, exclusiva, auténtica y salvadora. Fue muy consciente de la disputa del ámbito cultural y discursivo. Del combate ideológico (Rénique, 2003). Tenía una cultura de conquistadores. Como preguntaba en un artículo reciente (Agüero, 2009) ¿Pueden considerarse banales para Sendero Luminoso la representación y el vestido? Agrego: ¿pueden considerarse banales los documentos, artículos, programas culturales, y la profusa producción artística que SL desarrolló y propuso al gran público especialmente desde 1987? Creo que lo mínimo que podemos hacer es revisar esta producción antes de responder. Eso sí, sugiero desde ya, vincular la reflexión por ejemplo sobre el vestido de los miembros de Sendero Luminoso, con la importancia que dieron al uso de los gestos, de las arengas, de las performances y de su

iconografía: lo que se ha denominado su proyecto e intención pedagógica. Su afán demostrativo (Biondi y Zapata, 1989). Su batalla discursiva (Vich, 2002). LA CULTURA OFICIAL DE SENDERO LUMINOSO Gran parte de lo que hemos podido analizar proviene de los ejemplares del periódico senderista El Diario (1987 – 1993). Se trata pues sobre todo, de material escrito, aunque no deja de haber un amplio empleo de grabados y fotografías.5 En otro documento hemos demostrado claramente la relación directa entre los contenidos del periódico y la dirigencia del partido. Esto es importante para nuestra reflexión, pues buscamos hacer evidente que no se trata de una simple filiación, sino que «el que habla es sendero». Evitaremos aceptar las hipótesis respecto de la nula relevancia de la cultura para el proyecto senderista. Esto porque hay dos cosas que nos impiden asumirlas sin más: a) por un lado, la demostración evidente y material de que SL a través de su aparato de propaganda y de su periódico El Diario, dedicó esfuerzos y recursos sostenidos a construir una propuesta cultural; b) la evidencia de que superando este veloz proyecto de construcción de una cultura oficial senderista, los senderistas de carne y hueso vivieron, adaptaron y en general expresaron culturas individuales que bien vistos, no encajan fácilmente con todo lo que hemos estado exponiendo sobre el desprecio a la tradición, lo andino y lo cultural en general. Sin duda, SL sí dio una importancia muy grande a la cultura, a la que entendió no sólo de un modo utilitario, esto es, como un campo de batalla, un medio de propaganda y de educación. También entendió (vivió) la cultura como un auténtico sistema de referencias y patrones simbólicos que pretendieron otorgar a sus miembros y su colectivo una identidad, un discurso, un estilo y una producción cultural en el amplio sentido del término. Empecemos por señalar lo grueso, lo cuantitativo y material: que durante los años que el periódico estuvo efectivamente en manos de Sendero Luminoso, y siendo muy precaria su producción, El Diario no renunció a la página

11 «EN SL PUDO HABER UN ESPACIO REAL PARA LA EXPRESIÓN INDIVIDUAL O POR LO MENOS UN «PERMISO» COLECTIVO PARA EXPRESARSE FUERA DE LOS CÁNONES QUE EL PROPIO PARTIDO CONSTRUÍA COMO CORSÉS IDEOLÓGICOS».

cultural, todo lo contrario.6 Mantuvo por un tiempo un suplemento que reemplazó a Asalto al Cielo,7 llamado «Cresta roja» y luego un nuevo suplemento llamado «La semilla». Posteriormente, por sus propias limitaciones de producción, se contentarían con sacar con regularidad especiales con temas alusivos a momentos importantes de la revolución mundial, documentos internos del PCP-SL, la

entrevista del siglo, etcétera. Mantendrán la página cultural, hasta el mismo final de su historia, y dependiendo de las condiciones, llegó a ocupar un gran espacio. Desde estas páginas, se preocuparon sobre todo por dejar en claro lo que debía entenderse como verdadero arte.

Contenidos de la página cultural de El Diario 1988 -1993 (El Diario Cultural)8

Arculos de opinión

Especiales

Debates

Anuncios

Producción cultural

1

Arculos sobre cultura (línea editorial). Arculos firmados sobre algún tema cultural (educación, teatro, día de la mujer, etcétera). Crí"ca de cine (muy interesante la crí"ca a la película Juliana, por ejemplo). Conmemoración y efemérides, por ejemplo de El Día de la Heroicidad (aniversario de la 1ra matanza de los penales en 1986). Especiales como la entrevista del siglo o extensos arculos sobre la revolución cultural China, o similares. Polémicas con ar"stas, exposiciones u otros arculos. En realidad limitadas a una crí"ca dogmá"ca y sin posibilidad de diálogo. Interesante la pseudo polémica con la posición «revisionista» del arte de la revista Amauta.9 Entrevistas a intelectuales reales o fic"cios sobre diferentes tópicos, desarrollando posición senderista sobre la cultura u otros temas. Agenda cultural con referencia a jornadas en barrios de Lima. Anuncio de conciertos, aniversarios y otros eventos de grupos ars"cos «populares». Anuncio de jornadas culturales por los «prisioneros de guerra» o expresiones de solidaridad hacia el propio Diario. Canciones con referencias a la revolución (música andina, huaynos, por ejemplo). Grabados y fotogra#as con iconogra#a de reconocido es"lo senderista. Poemas enviados por «colaboradores espontáneos». Poemas reproducidos señalando autoría de cuadros senderistas, como Jovaldo.

El Diario 6 de septiembre de 1989, p. 16.

La página fue de propaganda y de pedagogía. Y fue profusamente ilustrada con iconografía senderista, con poesía y con artículos donde se dejó bastante claro cual era la concepción senderista, oficial, del arte, la cultura y el intelectual de nuevo tipo.10 El ejemplo de la revolución cultural china estuvo bien presente: «Como sabemos el Presidente Mao Tse Tung, en las conferencias que dictara en el Foro de Yenán, trazó los lineamientos básicos para la creación artística y literaria; aquí Mao señaló que toda creación artística supone la obligación de preguntarse Para Quién y Para Qué se escribe y se hace arte... (…) Cuando el Presidente Mao estimó Para qué se creaba arte y literatura, él estaba partiendo del reconocimiento de la realidad objetiva que vivía el pueblo chino, esto es para plasmar las luchas que el pueblo emprendió para lograr su objetivo: el poder político y la consolidación de la dictadura del proletariado; y cuando señaló Para quién, era obvio que planteaba que toda creación artística debería ser para los obreros y campesinos, gestores de estas luchas. Con estos lineamientos, el Presidente Mao estaba sustentando y nutriendo el Realismo Socialista en el arte y la literatura».11 También nos dieron algunas claves para entender las cualidades que debía tener esta cultura oficial: colectiva, no individualista,12 no decadente, no evasiva: militante al modo senderista: «En el mundo contemporáneo coexisten dos almas: la de la revolución y la decadencia… Lo que sucede con estos jóvenes (una exposición en la Universidad de San Marcos) pequeñoburgueses es el reflejo de la descomposición del capitalismo. Su pretendida protesta es reaccionaria, pues sólo ve los males de este sistema económico, político y cultural evadiendo la realidad. Protestan pero no son capaces de ver lo nuevo, de asumirlo, de luchar contra este orden de explotación».13 La utilidad concreta de la cultura y el arte también fue objeto de exposición, así como su subordinación al Partido: «En medio de la lucha, las masas van generando un nuevo arte, un arte revolucionario, verdaderamente popular. Este arte de nuevo tipo implica

dirección proletaria, dirección del Partido Comunista… estas son realidades, son hechos, que plantean definiciones perentorias para quienes como artistas quieren servir al pueblo, para quienes ser artista popular no es sólo un membrete. Desarrollar el arte como un arma de combate es la única manera de ponerlo al servicio del proletariado…».14 Sobre todo en esta última parte es evidente una vocación por la metamorfosis. El artista e intelectual debe de convertirse en uno nuevo, artista popular. No se trata sólo de un aprendizaje (incrementar el conocimiento o las técnicas), ni de un cambio (modificar el discurso, los fines), sino de un dejar de ser y renacer, de un paso hacia... En cita recogida por Rénique esto se expresa claramente (siempre al nivel de la dirigencia). Dice Rénique «En ese ambiente, se completó la ‘hermosa transformación’ del académico Díaz Martínez en ‘intelectual revolucionario’: «La transformación de nuestra mente requiere de mucho esfuerzo, férrea voluntad y alta vigilancia, y también de someter nuestra práctica social al método de la crítica y autocrítica constante…».15 Vigilancia, perfeccionamiento, el pulir. Hablaremos de este mecanismo pronto, cuando recordemos el aprendizaje de Jovaldo. Hay incluso un mandato más sutil, que puede darnos cierta idea de lo que ¿era?, ¿pretendía ser? (¿es?16), una justificación sobre el estilo y la acuñación de un concepto central de su estética, el de «creación heroica». Pero que también puede ser algo más pedestre: un esfuerzo por dar justificación «teórica» a una producción artística que ellos mismos juzgaban como de segunda calidad. «El problema de la perfección (...). Lo importante pues es experimentar la búsqueda de la creación heroica. Además este es el criterio científico y artístico suficiente, capaz de servir al pueblo en el marxismo (…). Ahora que se produce la Guerra Popular… es cuando los campesinos, el pueblo, los obreros, empiezan como grupo (no solamente como excepciones individuales) hacer uso de la palabra y de las artes y es entonces que nos encontramos con que no siempre lo hacen bien…Lo que sorprende es que no nos demos cuenta que caemos en las

13 «JOVALDO […] FUE Y ES AÚN HOY, USADO COMO EJEMPLO DE POETA REVOLUCIONARIO, DE POETA DE SENDERO LUMINOSO, MUERTO HEROICAMENTE EN 1986, LUCHANDO. ES DECIR, UN POETA QUE ENCARNA LO QUE HEMOS EXPUESTO EN ESTE ARTÍCULO, UN POETA COMBATIENTE».

trampas, en las limitaciones del sistema. Y así el Teatro de Guerrilla no es perfecto; así como que la poesía que canta al movimiento insurgente, dirigido por el PCP no es perfecta… (…) La perfección pues es de clase y si queremos una perfección burguesa jamás la encontraremos en el arte proletario».17 Para la cultura oficial senderista es casi imposible apreciar las expresiones populares en su valor intrínseco. Si el arte lo produce el pueblo o los campesinos no revolucionarios, entonces es folklore y artesanía, símbolos del atraso. Si los producen el pueblo y campesinos pero revolucionarios, entonces es imperfecto, y no se le puede pedir más. Sendero pues, desde las páginas de El Diario transmitió a su militancia y al gran público, su visión de la cultura, su propuesta y su programa. Procuró con un afán global señalar a sus miembros y a sus lectores lo que debían hacer, los procedimientos de la creación y la expresión artística o cultural para poder caber en el molde correcto. LAS GRIETAS DE LA CULTURA OFICIAL18 Acabamos de exponer que la cultura fue un tema recurrente y variado para Sendero Luminoso oficial u oficioso. Ahora toca desarrollar muy brevemente el otro punto de nuestra argumentación: la evidencia de que los senderistas de carne

y hueso vivieron su senderismo de muchas maneras y en algunas de estas, no se adaptaron precisamente al modelo oficial descrito. Creo que podemos reconocer que el proyecto senderista no es una abstracción. Podemos hacer abstracción de él y escribir sobre sus características, los elementos de su identidad y sus asuntos orgánicos. Pero también podemos recordar que se trató de un proyecto de gente senderista, de personas y familias, de espacios públicos, privados y clandestinos donde convivieron y se relacionaron en su propio sistema de interacción, niños, adolescentes, mujeres y varones de muy distinta extracción social, regional y económica.19 Y este modesto reconocimiento nos tiene que llevar a considerar la posibilidad de que en la vida real se pudieron haber comportado de modo distinto al perfil del Senderista Modelo que hemos ayudado a componer todos en los últimos años. Y que al aceptar este reconocimiento podríamos aceptar que los senderistas tan claramente descritos por los investigadores, hayan tenido lo que los demás seres humanos: registros, bagaje, utillaje personal; dudas, retrocesos, temores, emociones; contradicciones e historias de vida no lineales. Es decir, sugiero aceptar la hipótesis de que en SL pudo haber un espacio real para la

expresión individual o por lo menos un «permiso» colectivo para expresarse fuera de los cánones que el propio partido construía como corsés ideológicos. Un margen no del todo señalado, un borde borroso donde las órdenes (físicas o ideológicas) podían no operar a plenitud. Creo que es posible sostener también, sin generar mayor polémica, que en principio hay una diferencia importante entre los dirigentes senderistas y los militantes. Entre la cultura «oficial» y la cultura de los militantes fuera de sus espacios rituales. En fin, podemos mostrar que en la militancia senderista la presencia de elementos andinos fue constante y se empleó como símbolo que se contrapuso a lo burgués. Estas expresiones pueden identificarse de varias maneras: La ropa. Los presos de El Frontón vestían con frecuencia chullos, chompas con motivos andinos (típicos iconos como llamas y rombos), uso de ojotas («yanquis»). Véase algunas reflexiones mías sobre el vestido recientemente publicadas (Agüero 2009: 20). Allí señalamos que pese a que hay una evidente tendencia hacia la uniformización, esta se produce sobre todo en los momentos rituales y desde lo que podemos llamar la intención oficial de mostrar por parte de SL, su afán demostrativo. El empleo del idioma quechua. Esto por cuestiones simples, como la presencia de numerosos detenidos provenientes de la sierra ayacuchana o huancavelicana. Pero no sólo es este mecanicismo. Hay una intención de nombrar objetos, animales y ritos con nombres en quechua. Recordemos que uno de los perros criados por los presos y muerto en el motín del 19 de junio de 1986 se llamaba «Puka» (rojo en quechua). Y era un nombre de cariño. Las canciones y los instrumentos. En las prisiones se

cantaba en quechua y español. Los momentos de canto no eran solamente los que hemos conocido, altamente ritualizados y que se fundamentan en la reiteración de motivos o himnos militantes. En Lurigancho y El Frontón los presos y sus familiares cantaban huaynos, bailaban en rondas, empleaban sobre todo el bombo y la zampoña y la quena. Es cierto que en estas expresiones eran especialmente valoradas las performances masivas, pero no dejaban de ser una mezcla de himno militar bajo la predominancia de un bombo casi siempre idéntico, básico y semi militar, y el uso de instrumentos típicos de la sierra. Esto no condice con lo expresado como el debe ser desde las páginas de El Diario: «Hablar de arte nuevo, de arte popular y seguir cantando las mismas viejas canciones, bailando las mismas viejas danzas, presentando las mismas viejas obras, es engañar a las masas, confundirlas, es servir a la gran burguesía y a los terratenientes. No bastan los buenos deseos, es cuestión de ideología, de posición de clase. Dejar de lado el idealismo, el subjetivismo, fundirse con las masas en la lucha y crear».20 La apropiación de canciones significativas. Aunque estamos más acostumbrados a los himnos altamente difundidos, no sólo por los medios de prensa sino por el propio SL (esta es la dinámica entre la intención oficial de SL y la dinámica de sus militantes individuales). Esto no era lo único que cantaban. A temas clave como «la Internacional», «Salvo el poder», o «Bandera Roja» o «Gonzalo es la lucha armada», debemos contraponer el uso amplio de huaynos, yaravíes y carnavales, a los que se cambiaba la letra para un uso propagandístico:

15 «JOVALDO, ANTES DE SER MILITANTE SENDERISTA, SE OCUPÓ DE TEMA SOCIALES Y TENÍA UN DISCURSO RADICAL. NO OBSTANTE, LA LIBERTAD PARA USAR LA PALABRA ES NOTABLE (SIN VALORAR ACÁ, POR NO SER PERTINENTE Y POR NO TENER LAS CAPACIDADES PARA HACERLO, LA RIQUEZA O NO DE SU POESÍA)».

Versión popular

Versión adaptada por senderistas

Mi chiquin, pedazo de cielo Mi chiquin, rayito de luna. Mi chiquin, pedazo de cielo Mi chiquin, rayito de luna

Mi chiquin, cuando seas grande Mi chiquilín, serás guerrillero Mi chiquin, cuando seas grande Mi chiquilín, serás guerrillero

Sólo te pido cuando seas grande, cuides mis pasos mis úlmos días. Sólo te pido cuando seas grande, cuides mis pasos mis úlmos días.

Porque naciste en empo de guerra al instaurarse las Bases de Apoyo

(Huayno de Víctor Gil Mallma)

La vida es una falsía, el mundo es ancho y ajeno ¡Juscia! Juscia no hay en la erra, juscia sólo en el cielo; donde no hay ricos ni pobres. (…) Por las sendas del marrio, mi alma queda con delirio; es la causa que me obliga decirle adiós a este mundo,

Sólo te pido cuando seas grande Nunca te alejes de la línea roja La cuál es luz de los oprimidos y garana hacia el comunismo La vida es una falsía El mundo es ancho y ajeno Juscia Juscia no hay ahora Juscia la pone el jefe El presidente Gonzalo Es la guerra de guerrillas Es la causa que me obliga Seguir luchando en el campo…

(Muliza de Emilio Alanya C.) Adios pueblo de Ayacucho, perlaschallay, ya me voy, ya me estoy yendo, perlaschallay, ciertas malas voluntades, perlaschallay, hacen que yo me rere, perlaschallay.

Adios pueblo de Ayacucho, perlaschallay, Ya me voy ya me estoy yendo, perlaschallay A luchar por la juscia, perlaschallay Por los campesinos pobres Llevo todo lo que tengo, perlaschallay Mi fusil y una bandera, perlaschallay…

Si bien hay un afán de apropiación, es decir, de transformación parcial de la música andina o tradicional, esta alteración es muy limitada: se reduce al cambio de letras (y parcialmente), manteniendo ritmo y melodía. Por otro lado, como señalan los entrevistados, también se cantaban canciones con su letra original, sin alteraciones, como «Flor de Retama», «El hombre» y otras. Por cierto que estas no son versiones estáticas. El modo en que las recuerdan nuestros entrevistados no son las mismas que aparecen consagradas en algunos documentos o páginas Web actuales. En general se nota un flujo hacia el endurecimiento y la estandarización aún mayor. Por ejemplo en la célebre muliza Falsía:

La vida es una falsía, el mundo es ancho y ajeno ¡Juscia! Juscia no hay en la erra, juscia sólo en el cielo; donde no hay ricos ni pobres. (…) Por las sendas del marrio, mi alma queda con delirio; es la causa que me obliga decirle adios a este mundo, (Muliza de Emilio Alanya C.)

La vida es una falsía El mundo es ancho y ajeno Juscia Juscia no hay ahora Juscia la pone el jefe El presidente Gonzalo Es la guerra de guerrillas Es la causa que me obliga Seguir luchando en el campo…

(Tesmonio de familiar de El Frontón, 1986)

El voto es una farsa el pueblo vive oprimido Juscia juscia no del gobierno Juscia sólo en Sendero donde no hay ricos, ni yanquis Al pueblo pido juscia la lucha nos hará libres. El yanqui se llevó nuestra riqueza dejando al pueblo en pobreza que viva la lucha armada. (1997)21

A esto debemos añadir, hasta cierto punto, el aporte de John Ritter sobre la influencia de SL en los concursos de baile y canto en Ayacucho a inicios de 1980. Como señala el autor, fue una práctica consciente de SL el intento de apropiarse de este espacio simbólico, participar de los concursos y ganar adeptos. Las fiestas. En el Frontón y Lurigancho, antes de la matanza de 1986, los presos y sus familiares celebraban no sólo efemérides del PCP SL, sino eventualmente cumpleaños de los visitantes e incluso fiestas «burguesas» como la navidad. La muy bien organizada panadería preparaba panetones que eran distribuidos entre los asistentes. A esto acompañaba la chicha de jora preparada y fermentada en baldes por días al interior de los pabellones. Aunque Lurigancho era un espacio menos favorable para estas experiencias y expansiones, se arreglaban para realizar sus celebraciones. En El frontón, con mucho mayor espacio libre, las fiestas se prolongaban por horas y predominaban las expresiones andinas, las rondas, los huaynos y los carnavales. No sólo se bailaba en ronda, sino que se bailaba en pareja, con afanes evidentes de demostrar pericia. LA POÉTICA SENDERISTA. LA PÁGINA DE MAYO DEL 88 El espacio dedicado a la poesía es algo que merece un poco más de atención. Porque es recurrente, porque es evidentemente el género favorito, porque ocupa un gran espacio en el periódico (decenas de poemas reproducidos).

17

«AL FINAL PARECE QUE HEMOS MOSTRADO LO OBVIO: QUE LOS MILITANTES PODÍAN HALLAR ESPACIOS PARA EXPRESAR SUS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS EN SUS PROPIOS VALORES CULTURALES, QUE EN ESTOS CASOS, SOLÍAN SER ANDINOS (LO QUE SOLEMOS ENTENDER AMPLIAMENTE COMO ANDINO)». La edición del 21 de mayo de 1988 es notable en este sentido de una cierta «poética» senderista. Toda una página dedicada a exponer lo que debe de ser la poesía, anunciado desde el título «El nuevo arte como arma de combate» y el subtítulo «Expresiones que surgen al fragor de la Guerra Popular». Y que van acompañadas de gráficos que complementan lo escrito. «La fuerza y contundencia de la rebelión de las masas, se expresan nítidamente en cada una de las obras que componen el nuevo arte que van desarrollando los artistas verdaderamente comprometidos con la Guerra Popular. El presente dibujo (ver abajo) muestra la decidida participación de los intelectuales – artistas en esta gesta heroica».22

En esta página se pueden encontrar ejemplos, consagrados oficiosamente, de 3 géneros: el grabado/dibujo, la canción, y la poesía. Su consagración como típicos y ejemplo, a nivel simbólico, lo otorgan que compartan el mismo espacio con textos de la autoría de Abimael Guzmán. Empecemos por lo gráfico. Vemos en este caso el motivo típico de la iconografía senderista. Pero que está adaptada para este caso, para dar un mensaje específico sobre el arte y la cultura. Tenemos el grabado grueso, con los personajes centrales siempre inclinados hacia adelante, haciendo una punta de lanza (vanguardia), en actitud de arenga y coraje, seguidos siempre por un grupo, una multitud. Por lo general, esta composición recurrente tiene en los personajes centrales (las puntas de la lanza) o a evidentes representantes de las clases revolucionarias (campesino, obrero, minero) o a un hombre y una mujer (mujer por cierto siempre muy poco femenina), y que portan o banderas o armas. En este caso el personaje principal en vez de un fusil en una mano lleva un libro que dice en la carátula «Arte y revolución» y en la otra mano levantada, un manojo de lápices.

Las canciones. No se tratan de las que acabamos de revisar, apropiadas al bagaje personal de los militantes, son textos oficiales. Sobre todo, una marcha, de lenguaje sobrio, de ritmo básico, de propaganda. Sin casi posibilidad para la inclusión de un mínimo contenido personal: GRAN EPOPEYA (Marcha) Gran epopeya llevamos delante desarrollando la guerra popular rugen los andes las águilas remontan la gran hoguera se extiende y brilla más LUZ ES GONZALO QUE ILUMINA GUÍA NUESTRA REVOLUCIÓN LUZ PODEROSA PROLETARIA AL COMUNISMO LLEVARÁ ( y sigue…) Finalmente, la poesía. En esta página 13 de mayo de 1988, El Diario reproduce un par de poemas del ahora conocido libro «Tiempos de Guerra», donde una supuesta Rosa Murinache «da forma poética» a textos originales de Abimael Guzmán. Como ya propuso Vich, el tipo de participación que se permite Murinache es la de menor agencia posible. Ella no es la autora y quiere dejarlo bien claro en la presentación. Ella sólo les ha dado forma a unos textos que ya tenían en sí mismos no sólo sabiduría, sino poesía. Si esta página y esta forma de participar de Murinache en el proyecto y el discurso senderista nos muestra los límites que podía encontrar la expresión individual, por otro lado el caso de Jovaldo,23 nos muestra

que no siempre las cosas son como se planifican, se desean o se escriben desde arriba. Jovaldo, antes de militar en Sendero Luminoso, en la década de 1970, participaba de colectivos artísticos.24 Desde muy joven su poesía tenía motivos sociales, empleaba un lenguaje sencillo y directo y procuraba expresar algunos tópicos del movimiento social de entonces, de izquierda radical. En algún momento a inicios de los 80 se incorporó en Sendero Luminoso. Fue detenido el 29 de marzo de 1983. La Coordinadora de Arte del Cono Norte hizo una marcha por su libertad. Sin embargo fue acusado de terrorista y preso en el Frontón hasta su muerte en la matanza de los penales del 19 de junio de 1986. Algún contemporáneo suyo lo recuerda antes de entrar a Sendero Luminoso como un poeta popular «de la calle, de la plaza», perteneciendo posiblemente a un colectivo denominado Grupo de artistas populares César Vallejo. Dice este personaje que «Jovaldo no disponía de un céntimo para la impresión de sus poemas, pero tenía condiciones propias de escribir artísticamente con belleza y a colores, y así difundía diariamente su poesía popular, sin desmayo, ni fatiga, sin vacilaciones ni cobardías». Hay dos cosas que quiero resaltar sobre Jovaldo: que fue y es aún hoy, usado como ejemplo de poeta revolucionario, de poeta de Sendero luminoso, muerto heroicamente en 1986, luchando. Es decir, un poeta que encarna lo que hemos expuesto en este artículo, un poeta combatiente. Y al mismo tiempo, llamar la atención sobre como a pesar de todo, esta personalidad no se deja encasillar, se rebela, se expresa. Y por lo mismo, es sometida a un proceso de educación, vigilancia y corrección. Sólo que esta parte no es recordada por el sendero oficial. Pero sí la recuerdan sus compañeros entrevistados. Jovaldo, ya antes de ser militante senderista, se ocupaba de tema sociales y tenía un discurso radical. No obstante, la libertad para usar la palabra es notable (sin valorar acá, por no ser pertinente y por no tener las capacidades para hacerlo, la riqueza o no de su poesía). Veamos un ejemplo:

19 «PARA QUÉ TODO ESTO. PARA COMPRENDER, QUIERO CREERLO ASÍ. A LA GENTE. A LA GENTE EN SU VIDA. Y PROCURAR EVITAR QUEDARNOS EN LAS EXPLICACIONES GENERALES, TEÓRICAS, INSTITUCIONALES, EN LOS GRANDES PROCESOS».

SOLO CON ELLOS LUCHANDO COMO ME SIENTO FELIZ CUANDO ESTOY CON LOS OBREROS, ELLOS ME DAN SU CALOR Y YO MIS CANTOS SINCEROS. 1 Cuando en el verso empezaba lo hacia entre cuatro muros, en carne propia los duros golpes no experimentaba. Si alguna vez recitaba sufría siempre un desliz, no miraba mi país por ladrones despojado. Sintiendo al proletariado COMO ME SIENTO FELIZ. (…) 4 Por tanto pongo en sus manos

la pólvora de mi verso, pues ansío al Universo sin verdugos ni tiranos. Los pobladores hermanos todos serán compañeros: albañiles, ingenieros, sólo al pueblo servirán. Sus frutos me brindarán Y YO MIS CANTOS SINCEROS. 1976 Es una voz revolucionaria, pero es una voz libre, que se reconoce como cantor del pueblo, pero como cantor, no como combatiente. Su lugar es el del poeta que ofrece lo que tiene: poesía. En 1983, ya en SL, su poesía está mucho más acotada por las necesidades del partido. No obstante se puede aún reconocer una voz personal (comparar con la poesía y marcha oficial presentadas en párrafos anteriores). No sólo es evidente que mantiene la destreza para la composición —algo de lo que adolecen profundamente otros poetas de SL— sino que aún no se ha convertido en un mero emisor de los mensajes parametrados: Véase el párrafo:

«Hoy las cosas van cambiando se derrumba el gran Poder, nueva luz esta alumbrando con andino amanecer».25 En esos años debe haber compuesto uno de sus poemas más recordados y difundidos «Por un plato de lentejas», donde se defiende y defiende a Sendero Luminoso, por ser una minoría, por estar presos, por ser despreciados («infantiles» llamaban a Sendero Luminoso los partidos de izquierda legal). No obstante, al parecer este poema, militante, tampoco habría sido bien recibido. Acá un fragmento del poema. POR UN PLATO DE LENTEJAS Puedo estar en minoría encontrarme tras las rejas; más no vendo mis principios por un plato de lentejas. Hablo claro sin tapujos Jovaldo

no concilio con traidores, antes me corto la lengua de un sólo tajo traidores. Que me llamen los «maduros» de ultraizquierda o infantil; eso no me preocupa yo me siento juvenil. Y acá el recuerdo de uno de sus compañeros: «… luego escribió sobre un plato de lentejas, y le llamaron la atención porque era que él estaba hablando siempre de él mismo, de sí mismo, como el centro. Entonces lo veías solo. Yo no recuerdo si era una orden que estuviera solo, pero estaba sólo, eso lo recuerdo». Finalmente, en mayo de 1986, semanas antes de los sucesos de los penales donde moriría, escribió su poema «Hoy más que nunca feroz».26 Comparemos dos poemas escritos en torno a los sucesos que acabaron con la vida de casi todos los presos.27 Hay similitudes, seguro que sí.

Otro preso, sobreviviente28

HOY MAS QUE NUNCA FEROZ (fragmento)

RESISTENCIA FEROZ

Aquí, allá o donde sea chocarán con un bas!ón; Callao, Frontón, Lurigancho no rinden su condición,

¡Sangre guerrera, la historia escribió! como pólvora encendida la hazaña esparció en cielo, !erra y mar ¡¡¡Resistencia feroz!!!

Cuando el juego de la clase su moral está en la acción; No importa lo que nos pase comba!endo en la prisión.

Heroico comba!ente Par!do Comunista tus hijos enarbolando las banderas están frente alta al pie de la batalla ¡¡¡Resistencia feroz!!!

Si a Canto Grande pretende trasladarnos la reacción; De aquí no saldrá ninguno mientras lata un corazón,

¡Puños en alto en puestos de combate! con reto a la muerte, la vida entregó sonriente ante la adversidad ¡¡¡Resistencia feroz!!!

Para todo preparados con resuelta convicción; Estamos muy bien armados con la justa concepción.

Ardiendo en fuego vivo ¡Siempre adelante! la moral potenciada al infinito temple de acero demostramos ¡¡¡Resistencia feroz!!!

No han podido los repuchos doblegar nuestra razón; Pues tampoco los marinos u otro carne de cañón,

¡Sangre guerrera, la historia escribió! como pólvora encendida la hazaña esparció el cielo, !erra y mar ¡¡¡Resistencia feroz!!!

Puño en alto con violencia levantamos nuestra voz; Por la infernal resistencia hoy más que nunca feroz.

21 «PORQUE EL DRAMA VIVIDO EN NUESTRO PAÍS, LOS BÁRBAROS CRÍMENES QUE SE COMETIERON, LOS PERPETRARON PERSONAS NORMALES, NO MONSTRUOS».

Son poemas de resistencia, feroces además, como coinciden ambos en demostrarlo, claramente militantes. Y es cierto que en este poema Jovaldo ha escrito prácticamente una poesía oficial, con todos los elementos que justificaban entonces la postura de Sendero Luminoso ante la pretensión del Estado peruano de trasladar a los presos a otra prisión moderna donde pudiera controlarlos: oposición, no permitirlo a costa de la propia vida, tener de su lado la «justa concepción». Se puede decir pues, que finalmente la educación senderista tuvo resultados. Cambió.29 Pero también, también, se puede sentir algo más. Los dos poemas no sólo muestran diferencias en cuanto a la destreza de los creadores. En el de Jovaldo todavía se puede reconocer un Autor, una persona diferente a la masa o al partido o a Guzmán. Aunque va a morir y pelear con todos, y lo canta así, en su poema se siente su resistencia, su convicción, su decisión de ir hasta la muerte. No en el contenido, en el modo en que los versos transcurren. Sí, habla desde un nosotros que es todos los presos. Pero al final, el último verso es suyo. No escribió hoy más que nunca nosotros feroces. Él escribió «hoy más que nunca feroz». *********

Al final de este trayecto, es grato reconocer que pese a la maquinaria pedagógica senderista, la voz personal de este Jovaldo se deja sentir en su último poema. Como dejó que se sintiera en otros, por ejemplo en el que tituló en quechua en 1984 «Jatunse puka nina acchin» (enorme llama roja ilumina). La suerte de la obra de este poeta es muy curiosa. Su obra acaba de ser reunida y publicada (a un precio alto que no se corresponde con el costo de la edición, según critican incluso, los tradicionales vendedores de esta literatura). Hay folletos que circulan en varios formatos. En diversos colectivos se lo reconoce como un poeta popular, comparándolo frecuentemente, como no, con Javier Heraud.30 A veces, obviando su pertenencia a SL. En España como un ejemplo curioso, un grupo de rock llamado “Reincidentes” versionó uno de sus poemas más conocidos «Aclaración a un intelectual apolítico», que puede verse en youtube. Un blogger que comenta el disco dice «…De ellas (las canciones del disco) una me ha llamado especialmente la atención, es un poema de un tal Jovaldo… no me suena de nada… pues después de investigar un ratillo por internet he descubierto (y comparto con vosotros) que es un poetatrovador peruano…».31

Podemos ir terminando. Aunque es cierto que el orden de lo estético, el «patrón cultural» por decirlo así, venía digitado desde arriba, y se expresaba en los mandatos y explicaciones sobre lo que debía ser el arte revolucionario. Y aunque como bien han demostrado los investigadores que hemos nombrado, en general la ideología oficial senderista despreció lo andino como expresión del atraso, en la práctica cotidiana, fuera de la ejecución de los rituales, en la interacción donde nadie los miraba o donde todos se miraban (y por lo tanto se otorgaban licencia), podía no predominar el mandato pedagógico (no había que escenificar la vitrina, la luminosa trinchera de combate). Y cabía la posibilidad para los militantes de no ser emanaciones de un modelo superior. Al final parece que hemos mostrado lo obvio: que los militantes podían hallar espacios para expresar sus emociones y sentimientos en sus propios valores culturales, que en estos casos, solían ser andinos (lo que solemos entender ampliamente como andino). ¿Para qué todo esto? Para comprender, quiero creerlo así. A la gente. A la gente en su vida. Y procurar evitar quedarnos en las explicaciones generales, teóricas, institucionales, en los grandes procesos. Porque el drama vivido en nuestro país, los bárbaros crímenes que se cometieron, los perpetraron personas normales, no monstruos. El bárbaro terrorismo del PCP Sendero Luminoso fue en el detalle, en el día a día, ejecutado por hombres y mujeres básicamente como muchos de nosotros. Que bailaban, cantaban, vestían y jugaban. Pero que fueron letales e implacables en su economía de muerte. NOTAS 1 En esta caracterización coinciden todos los principales investigadores de la violencia política y de Sendero como Carlos Iván Degrégori, Nelson Manrique, Gonzalo Portocarrero, Ponciano del Pino, Jo Marie Burt, Steve Stern, Carlos Tapia, José Coronel, Hinojosa, entre otros. Con aportes más recientes y con un enfoque más culturalista, Víctor Vich y numerosos jóvenes como Ricardo Caro, Pablo Sandoval, Talia Dajes, etcétera. Desde luego, esta es la caracterización que se hace en el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR, 2003). José Rénique, en la Batalla por Puno, pero sobre todo en la Voluntad encarcelada (Rénique,

2003), plantea acercarse a la comprensión de los individuos y no sólo de las estructuras. 2 La importancia de la voluntad, «el individuo y su mente», como resume Rénique, es interesante para entender el tipo de militante que Sendero Luminoso se encargó de educar. No es lugar para discutir este punto, pero es sugerente: la voluntad es el supremo ejercicio del yo, del poder, del ser ante el mundo ¿Cómo una organización como SL, que buscaba conscientemente homogenizar a sus miembros, someterlos, logró la armonía entre estos imperativos opuestos? Sugerencia: apelando a un supremo acto de la voluntad: la renuncia extrema. Es curiosa la familiaridad con uno de los más conocidos silogismos de Cioran: «Vivo únicamente porque puedo morir cuando quiera: sin la idea del suicidio, hace tiempo que me hubiera matado». E. M. Cioran Silogismos de la amargura, 1952. Sin embargo, esta renuncia extrema está muy lejos de la atribución a los senderistas de una simple vocación suicida. Este es un punto a debatir en el futuro. 3 Abimael Guzmán señalaría respecto de los campesinos que se rebelaron contra sus huestes, a las que llamaba «mesnadas» que simplemente «no eran conscientes de sus intereses de clase». Extremaba así la vieja concepción marxista de la «conciencia en sí» y «conciencia para sí». Y se atribuía sin ningún empacho la capacidad de definir los intereses objetivos de la clase dominada, aunque esta no tuviera la menor idea de estos objetivos. 4 Edilberto Jiménez: Chungui: Violencia y trazos de memoria, Lima, IEPCOMISEDH, 2009. 5 Sin embargo, para efectos de este artículo, nos centraremos en las expresiones escritas. El interesante y arduo trabajo de analizar la plástica y artesanía senderista será objeto de nuevas indagaciones. Actualmente estamos revisando además otra producción escrita «moderna», que guarda relación con lo que podemos llamar «cierta filiación senderista». Lo cual es importante porque nos muestra que la cultura «senderista» no se detiene, que hay un cierto tronco firme y quizá, alguna forma de tradición… Véase para ejemplo las recientes publicaciones del catálogo de la editorial Arteidea (que ojo, no es una editorial de SL), o para un ejemplo concreto y logrado, la novela de Agustín Machuca «13 días». Además de la publicación reciente de la obra de Jovaldo y la regularidad con que se publica la revista cultural Vórtice. 6 La propia producción y distribución de El Diario tiene una connotación de reto extremo, de juego con el suicidio institucional: el periódico circulaba públicamente, estaba claramente vinculado con la dirigencia, su red de distribución era en parte clandestina pero fundamentalmente era la normal y el periódico era comercializado por los canillitas de siempre. Además había sufrido desde el inicio de su existencia como El Diario numerosas incursiones policiales, requisa de sus medios de producción y de sus ejemplares, detenciones de sus directivos y trabajadores, atentados, y estaban bajo permanente vigilancia. Pese a todo ello no dejaban de editar el periódico. Al final, la caída de este aparato también fue clave para desenvolver el hilo que llevaría al Comité Central y hasta Abimael Guzmán. Todo este riesgo no puede haber sido desconocido. 7 «Asalto al cielo» fue el suplemento cultural que se publicó junto con «El Nuevo Diario» y que reemplazó a «El Caballo Rojo». Fue dirigido por José Antonio Mazzoti. El suplemento es muy interesante y de buena factura gráfica,

23 «EL BÁRBARO TERRORISMO DEL PCP SENDERO LUMINOSO FUE EN EL DETALLE, EN EL DÍA A DÍA, EJECUTADO POR HOMBRES Y MUJERES BÁSICAMENTE COMO MUCHOS DE NOSOTROS. QUE BAILABAN, CANTABAN, VESTÍAN Y JUGABAN. PERO QUE FUERON LETALES E IMPLACABLES EN SU ECONOMÍA DE MUERTE».

así como de contenido. Se puede percibir cierta simpatía por posturas radicales, aunque puede presumirse que en realidad hay una filiación intelectual y no una relación orgánica con SL. La reproducción de iconografía senderista no fue escasa. El análisis profundo de este suplemento es tarea pendiente para los estudiosos de la cultura y la historia del arte. 8 Análisis de la página cultural del periódico El Diario, 1987–1993. 9 El Diario 6 de septiembre de 1989, p. 16. 10 Reiteramos que este breve artículo está inacabado. Nos queda revisar en detalle los documentos oficiales de SL y datarlos rigurosamente, pues existe cierta confusión por las múltiples ediciones facsimilares en circulación. El necesario relacionar el desarrollo pedagógico y propagandístico exhibido en El Diario y los documentos del partido, especialmente los que se producen luego o durante el proceso del Primer Congreso (1988–1999), donde finalmente se formaliza a Abimael Guzmán como encarnación de la revolución y para nuestros intereses, auténtico enunciador del canon cultural. Se han revisado «Sobre arte, artesanía y cultura», «Sobre arte y literatura» (documento tardío, pues seguramente corresponde a 1994), PCP: Sobre campaña de rectificación con «¡Elecciones no, guerra popular sí!». Comité Central. Partido Comunista del Perú 1991. Intervención del Presidente Gonzalo… II. La Gran revolución cultural proletaria. «Celebración del 25 aniversario». También el documento «Reunión con el MRDP» del 25 de abril de 1989, donde en la evaluación se llama al uso propagandístico del día de la Heroicidad. Los documentos son diversos. 11 El Diario, 17 de mayo de 1988, p. 11. También El Diario 25 de octubre de 1989, p. 16. 12 El Diario 22 de marzo de 1989, p. 16. El subrayado es del original. 13 El Diario 12 de abril de 1989, p. 15. En negrita nosotros. 14 El Diario, 17 de mayo de 1989, p. 11. El subrayado es nuestro. 15 Rénique 2003: 51- 52. 16 Ver revistas Vórtice y la ingente cantidad de publicaciones recientes vinculadas de un modo u otro al nuevo sendero y Movadef. Sin ninguna

valoración de por medio, no es aventurado señalar que Vórtice es una –o quizá la- revista cultural en Lima de mayor estabilidad actualmente. Este análisis forma parte de un trabajo mayor del autor sobre cultura y SL. 17 «La belleza proletaria es diferente. El problema de la perfección. En búsqueda de la creación heroica», en El Diario 20 de junio de 1988, p. 13. Las negritas son nuestras. 18 En adelante se tomarán como fuente entrevistas realizadas a 5 familiares de presos de Sendero Luminoso, 2 entrevistas a ex internos por terrorismo y tres «testigos». Estos testigos fueron personas que convivieron con militantes senderistas en la Universidad y les prestaron soporte económico y refugio, pero no pertenecieron nunca a la estructura del partido. Ellos nos brindan una mirada cercana, pero externa sobre los senderistas que conocieron. Las entrevistas fueron recogidas por el autor entre agosto y noviembre de 2008. 19 Aunque siempre se podrá hacer un promedio, útil desde luego, y señalar, siguiendo a la CVR, que fueron esencialmente sectores de clase media baja, con un nivel educativo mayor al promedio, sin horizontes, bloqueada su movilidad social y con un fuerte desnivel entre sus aspiraciones y sus oportunidades. 20 El Diario, 17 de mayo de 1989, p. 11. 21 Pueden verse las letras de estas canciones, incluyendo gran cantidad de huaynos, mulizas, carnavales, marineras norteñas y limeñas “senderistas” en la siguiente dirección: http://www.blythe.org/peru-pcp/docs_sp/cancion.htm En general podemos observar una tendencia hacia el acartonamiento y en las canciones populares una evidente propensión a asumir el lenguaje altamente estereotipado de las canciones «oficiales» y marchas. Letras que son en realidad pretextos para recitar panfletos de adoctrinamiento. 22 El Diario 21 de mayo de 1988, p. 13. 23 José Valdivia Domínguez, JOVALDO, nació en el Callao el 5 de Noviembre de 1951 y murió en la isla penal de El frontón el 19 de junio de 1986. 24 Walter Saavedra, antiguo compañero de Jovaldo lo recuerda en una carta del 17 de octubre del 2007, compartida en el marco de la denominada

«Universidad Socialista José Carlos Mariátegui», donde participan hasta la actualidad diversos grupos marxistas. Se puede ver la carta en esta dirección: webcache.googleusercontent.com/search?q=cache: NenmbNtqmmkJ:cobijosociologico.blogspot.com /2007/12/dos-poetas-con-conviccin-y-valorii.html+jovaldo&cd=4&hl=es&ct=clnk&gl=pe 25 Poema «Huracán incontenible». 26 De las varias versiones que circulan del poema. La versión recientemente publicada por editorial Nueva Crónica coloca el verso «Hoy más que nunca Feroz», también al final del primer párrafo. Por ahora no hemos tenido acceso a los manuscritos en poder de la familia. De todos modos, creemos que la ubicación de este verso adelantando la conclusión («Hoy más que nunca feroz») no altera la interpretación que hacemos de él en este artículo. 27 Es un documento interesante sobre la poesía de Jovaldo y una interpretación de esta desde una posición radical de izquierda, el difundido por el denominado «Colectivo de Arte y Cultura «César Vallejo» y que puede verse en Internet. Zavala Cataño, el conocido fundador del teatro popular y militante senderista aún en prisión, escribe el prólogo a la reciente edición de los poemas de Jovaldo. Allí ratifica lo que esté artículo señala sobre la concepción oficial del arte senderista (ver acápite «Poesía y cultura»), pero dice más sobre Jovaldo: «Y cuando fue llevado al Frontón, el poeta siguió escribiendo sus poemas. En uno de ellos dice que se sintió como si le hubieran cortado las alas. Pero, la disciplinada vida colectiva de los prisioneros, el trabajo y el estudio y debates políticos de cada día, ahincaron su posición de clase y se forja como combatiente decidido a dar la vida pro su convicción de clase. Los poemas que va produciendo van reflejando ese proceso…». 28 Jovaldo: Canto al futuro. Lima, Editorial Nueva crónica, 2011, página 13. 29 Así lo señala claramente Zavala Cataño en el prólogo ya citado: «Y cuando llega el momento de la prueba, de ser parte activa de la RESISTENCIA FEROZ, plantea su decisión de cumplir como lo demanda la necesidad del Partido y la revolución. Y lo documenta en su poema…». Jovaldo: Canto al futuro. 2011, página 14. 30 Filiación que no es asumida, como ya hemos mencionado, por el propio Sendero Luminoso. Zavala Cataño se remonta hasta Mariano Melgar para encontrar un poeta comparable por su «muerte heroica». Ibíd, página 25. 31 http://jorgenotodovale.wordpress.com/2009/07/10/ reincidentes-y-jovaldo-aclaracion-a-un-intelectual-politico/