Antropología en vez de metafísica 9788497841764

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Spanish Pages [188] Year 2008

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Antropología en vez de metafísica
 9788497841764

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Ernst Tugendhat

Antropología en vez de metafísica

ANTROPOLOGÍA EN VEZ DE METAFÍSICA

Ernst Tugendhat

© Ernst Tugendhat, 2007 Traducción: Daniel Gamper Sachse («Prólogo», «Posdata de 2006» y «Retractaciones sobre honestidad intelectual»); Mónica Jaramillo Ocampo («Nuestra angustia ante la muerte»); y Rafael Sevilla y Mauricio Suárez Crothers («Sobre mística»). Diseño de cubierta: Juan Santana

Primera edición: febrero de 2008, Barcelona

Reservados todos los derechos de esta versión castellana de la obra

© Editorial Gedisa, S.A. Avda. del Tibidabo, 12, 3.º 08022 Barcelona (España) Tel. 93 253 09 04

Fax 93 253 09 05 Correo electrónico: [email protected] http://www.gedisa.com ISBN: 978-84-9784-176-4 Depósito legal: B. 4224-2008 Impreso por Romanya Valls Impreso en España

Printed in Spain Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, en forma idéntica, extractada o modificada, de esta ver­ sión castellana de la obra.

CLA•DE•MA Filosofía

Ernst Tugendhat

Un judío en Alemania

Conferencias y tomas de posición (1978-1991) Egocentricidad y mística

Un estudio antropológico Ser-Verdad-Acción

Ensayos filosóficos Lecciones de ética Diálogo en Leticia El libro de Manuel y Camila

Diálogos sobre ética (en colaboración con Celso López y Ana M.ª Vicuña) Problemas Introducción a la filosofía analítica

Ernst Tugendhat ,

ANTROPOLOGIA EN VEZ DE METAFÍSICA

Serie CLA •DE•MA Filosofía

Índice Nota a la edición española

Ernst Tugendhat . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

9

Prólogo

Ernst Tugendhat

11 I

SOBRE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA EN GENERAL

1 . Antropología como filosofía primera . . . . . . . . . . .

17

11 TEMAS CONCRETOS DE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

2. Libre albedrío y determinismo . . . . . . . . . . . . . . . . Posdata de 2006.............................

39

3. Retractaciones sobre honestidad intelectual .....

65

52

4. El problema de una moral autónoma . . . . . . . . . . .

95

5. El origen de la igualdad normativa . . . . . . . . . . . . .

1 15

III MUERTE, RELIGIÓN Y MÍSTICA DESDE LA PERSPECTIVA ANTROPOLÓGICA

6. Nuestro temor de la muerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 39

7. Sobre mística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

157

8. Sobre religión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 73

Nota a la edición española Esta colección de mis últimos ensayos se corresponde con la edición alemana excepto un ensayo ahí incluido que había sido escrito originalmente en castellano y que publiqué en Problemas (Gedisa, 2002, págs. 199-214, «Nietzsche y la an­ tropología filosófica: el problema de la trascendencia inma­ nente»). Los artículos 11 y 42 fueron escritos originalmente en castellano. ERNST TUGENDHAT

1 . Para un congreso en Sevilla en 2006. 2. Para un encuentro en Santiago de Chile en 2006. 9

Prólogo Todas las contribuciones presentadas aquí fueron redacta­ das después de mi último libro, Egocentricidad y mística ( Gedisa, 2004 ), y con excepción del tercer capítulo son to­ das conferencias. He querido conservar la vivaz forma del discurso oral, que está especialmente presente en el capítulo 7. A esto hay que añadir, además, que diversos de estos tra­ bajos se solapan, se complementan y en ocasiones se contra­ dicen. En la mayoría de las contribuciones sigo el hilo de ideas que me ocuparon en Egocentricidad y mística (EyM). En la primera, que ha prestado el título al libro, intenté presentar de forma algo más sistemática la perspectiva antropológi­ ca de EyM. El capítulo 2 continúa desde otra perspectiva las ideas sobre el libre albedrío en EyM §3, y el capítulo 3 pre­ tende justificar lo que escribí en EyM §4 sobre honestidad intelectual. Me resultaba especialmente importante retomar el asun­ to de la honestidad intelectual porque en EyM se me desli­ zaron algunos errores que me provocan cierto embarazo. Este texto es el que más trabajo rile ha costado, aunque ten­ go la desapacible sensación de que el verdadero motivo de la honestidad intelectual es muy simple, pero, por causas para mí inexplicables, no logro percibirlo. 11

Naturalmente, algunas otras cosas no acaban de cuadrar. Lo que escribo en el primer artículo sobre las tradiciones es demasiado parcial. Y en la cuestión de la igualdad en el capí­ tulo 5 he dejado algo oscura la relación entre igualdad, jus­ ticia y moral. También por lo que se refiere a la moral tengo la misma sensación desapacible que con la honestidad intelectual, a sa­ ber, que habría que verla en realidad de modo completamen­ te distinto, pero soy incapaz de deshacerme de mis patrones. El capítulo 5, que escribí hace tres años, está íntimamente relacionado con el artículo de 1 999 «¿ Cómo debemos enten­ der la moral» (en Problemas, Gedisa, 2002, págs. 1 22-1 34), y se limita a añadir el intento de una integración de la ética de la compasión y la perspectiva de la mística. Este artículo ya apareció en la compilación de N. Scarano y M. Suárez publi­ cada por C. H. Beck con contribuciones sobre mi ética, pero me ha parecido que tenía sentido volver a publicarlo. En las Respuestas que escribí para ese volumen, esbocé, al hilo de la confrontación con las críticas de Jacob Rosenthal a mi con­ cepto de igualdad, una nueva explicación de la idea de igual­ dad que intento ampliar más en el capítulo 5, aunque me he vuelto a quedar atascado. Me han resultado importantes las modificaciones que he realizado en relación con EyM en los capítulos 7 y 8. Cuan­ do escribía la segunda parte de EyM se me acabó la paciencia con lo que la parte primera del §6 me salió algo forzada. Uno de los viejos males de los filósofos es que quieren ver en to­ das partes conexiones necesarias. En contraposición con es­ to he dejado claro aquí en el capítulo 7 que puede muy bien darse un recogerse en sí mismo que no sea ni místico ni reli­ gioso. Los pasos que conducen a la mística y a determinadas concepciones de lo místico son posibles, no necesarios. Esto deja ciertamente abierta la pregunta sobre qué es lo que mo­ tiva o fundamenta un determinado paso, una dificultad que también se apreciará en la parte final del capítulo 1 . 12

Lo segundo que me pareció importante en el capítulo 7 en relación con EyM, es que en la mística desaparece el dis­ curso sobre el «mundo» y el «universo» y sólo se puede ha­ blar de un dirigirse hacia «todos los otros en su ser propio». Debo agradecer a mi amigo F ahrenbach las conversaciones sobre este paso que se corresponde mejor con mi propia ex­ penenc1a. En el capítulo 8 se muestra que mi relación con la fe es más ambivalente de lo que pude escribir en EyM (y también en el capítulo 7). Esto ya se había dado con anterioridad, só­ lo lo hago explícito aquí. Y con esto ya está dicho lo que corresponde a un prólo­ go. El resto de hilos los encontrará el lector mismo, y ni ten­ go una compañera de vida a quien agradecer su disposición al sacrificio ni aseguro que el resto de errores sólo deben ser atribuidos a mí. No son errores que espanten, sino cegueras, puntos ciegos. ERNST TUGENDHAT

Agosto de 2006

13

I SOBRE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA EN GENERAL

1

Antropología como filosofía primera En esta conferencia quiero profundizar una tesis que soste­ nía en un ensayo que publiqué hace algunos años: que la an­ tropología no es simplemente una disciplina filosófica entre otras, sino que se la debería entender como la filosofía pri­ mera, es decir, que la pregunta «¿qué somos como seres hu­ manos ?» es aquella pregunta en que tienen su base todas las otras preguntas y disciplinas filosóficas. Esta tesis nos enfrenta a varias preguntas. Primero, ¿ qué es filosofía?; segundo, ¿ es necesario que las diferentes disci­ plinas filosóficas requieran alguna unidad entre ellas y una disciplina o pregunta fundamental ?; tercero, en caso de que así fuera, ¿por qué ha de ser la antropología?; cuarto, y esto será lo más importante, ¿ cómo debemos entender la disci­ plina de antropología filosófica en sí? ¿ tiene ella a su vez una pregunta básica? ¿y cuál debe ser su método ? ¿ de qué ma­ nera se distingue de la antropología empírica, es decir, de la etnología, de lo que los anglosajones llaman cultural anthro­ pology? Otra pregunta que me parece fundamental para un entendimiento de la antropología es su relación con la his­ toria y las disciplinas históricas. Pues la pregunta «¿ qué es el 17

ser humano ?» parecería implicar una orientación ahistórica. Así que nos tendremos que preguntar: ¿ en qué sentido con­ tradice la antropología a una orientación histórica y en qué otro sentido se podría decir que ella misma sugiere un tipo de orientación histórica? Comienzo con la pregunta sobre si las diferentes discipli­ nas filosóficas tienen alguna base en común o por lo menos alguna interconexión. En otros tiempos se pensaba que la metafísica era esa disciplina de base. Hoy, y desde hace ya bastante tiempo, se habla del fin de la metafísica. Sin embar­ go, no es tan obvio qué es lo que se entiende bajo este ape­ lativo: ¿ se trata de la pregunta por el ser, de ontología, o de los entes suprasensibles y en particular de Dios, de teología? El mismo Aristóteles vacilaba entre estas dos maneras de entender lo que él llamó filosofía primera. Pero, sea cual sea el modo de entender la metafísica, no parece obvio de qué manera ésta podría servir de base para las disciplinas filosó­ ficas. El mismo Aristóteles no pretendía que así fuera. Dis­ tinguía entre filosofía teórica y práctica, una distinción que se encuentra también en Kant, si bien de otra manera, y que es usual aún hoy: la distinción entre la pregunta por lo que es y la pregunta por lo que debe ser. Ahora bien, tanto el ser como el deber son algo que pare­ ce remitir a nuestra comprensión, y cuando nos pregunta­ mos qué entendemos aquí por